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La célula nerviosa

Claudio Gutiérrez

La corteza cerebral está compuesta de neuronas, células especializadas


en el procesamiento de información. En cuanto células, llevan en sí el
material genético del individuo y han sido derivadas por multiplicación
de la célula germinal originaria. Como es natural, se parecen
enormemente a otras clases de células, en estructura general y en
funcionamiento, incluso a la célula única que constituye el organismo
completo de una bacteria. Al igual que esta, tienen receptores localizados
en su superficie que absorben diversas sustancias. Como ella, también
integran distintas informaciones que reciben en su superficie; según lo
que resulte de ellas, retienen o disparan una acción, en forma semejante
a como la bacteria determina su desplazamiento hacia adelante en busca
de alimento o cambia de curso, según el caso. Sin embargo, y debido a la
expresión diferenciada de genes propia del ser multicelular, se
distinguen considerablemente de otras células del cuerpo tanto en forma
como en funcionalidad. En particular, y en contraste con otras clases de
células, terminado el desarrollo del sistema nervioso casi todas las
neuronas cesan de multiplicarse por el resto de la vida del organismo,
asegurando así la identidad y permanencia de la vida mental del
individuo.

Las células nerviosas tienen una estructura característica, constituida por un soma o
cuerpo —donde reside su núcleo—, unas ramas finas y cortas llamadas dendritas (de
dendros "árbol" en griego) entre las cuales puede sobresalir una más larga y central
llamada dendrita apical; y finalmente un especie de cola en el otro extremo del soma,
conocida como axón o eje neuronal; puede ser muy larga, incluso de más de un metro,
por ejemplo si va desde la corteza cerebral hasta un dedo de un pie, vía la médula
espinal. Su diámetro en cambio es mínimo: sin contar la capa de mielina que
generalmente lo recubre y que aumenta la velocidad de la corriente, puede ser de un
rango entre medio y un micrón. El axón se ramifica en una serie de terminales que
forman conexiones químicas con las dendritas de otras neuronas, a través de una grieta
interneuronal conocida como sinapsis.

La apariencia de las neuronas es espinosa, y como tal la dibujó por primera vez el
eminente neurólogo español Santiago Ramón y Cajal, a fines del siglo XIX.
Presentamos dos ejemplos de las que son más comunes en la corteza. La más corriente
es la que se conoce como piramidal, con figura de pino y provista de una dendrita apical
que apunta hacia la superficie de la corteza. El otro tipo abundante es la estrellada, con
ramas dirigidas en todas direcciones.

La neurona está dinámicamente polarizada: una onda –cuya naturaleza explicamos más
abajo– la recorre constantemente desde las finas puntas de sus dendritas hasta las
terminaciones de las ramificaciones del axón. Tal onda le permite comunicar
rápidamente con otras neuronas o músculos a considerable distancia.

La célula nerviosa responde a estímulos producidos por neuronas contiguas de tres


distintas maneras: se excita, se inhibe, o modula su comportamiento en algún sentido. Si
como resultado de esos estímulos la neurona deviene suficientemente excitada, su
respuesta será "dispararse",
enviando un pulso eléctrico de
consideración a lo largo de su
cable de salida, el axón. La
señal se propagará por este eje
y sus ramas, posibilitando el
contacto con muchas otras
neuronas e influyendo en su
comportamiento. Ésta es la
función esencial de la neurona:
recibir señales de varias otras,
sumarlas algebraicamente en el
soma (de manera que
excitaciones e inhibiciones se
compensen entre sí) y enviar o
no por medio del axón una
excitación o inhibición hacia
otras neuronas. Si la neurona
no se dispara, mantiene de
todas maneras a lo largo de su
eje una señal mínima —especie
de ruido de fondo— de entre 1
y 5 Hertz (donde 1 Hertz
significa una frecuencia de un
ciclo por segundo). Esta
mínima actividad la mantiene
alerta, lista para pasar al estado de transmisión cuando se ajusten estímulos suficientes
para ello. Al resultar excitada, su frecuencia de transmisión sube hasta unos 500 Hertz (1).

Las neuronas envían señales únicamente de un tipo a lo largo de sus axones. Pueden
resumirse en el mensaje elemental: "¡Qué excitada que estoy!" Por el contrario, no se
trasmite señal alguna que signifique "¡Qué deprimida que estoy!"; su depresión se
manifiesta solo como silencio. Un sistema de transmisión de señales de tanta
simplicidad y elegancia estaba ya presente en las aguamalas, los organismos más
sencillos poseedores de sistema nervioso. Su invención debió de haber contribuido
mucho a la explosiva proliferación de la fauna ocurrida durante el período cámbrico,
hace más de quinientos millones de años.

Los pulsos que trasmite el axón difieren de la corriente eléctrica que circula por un
cable de metal, constituida por el desplazamiento de una nube de electrones a todo su
largo. Los efectos eléctricos neuronales dependen más bien de átomos eléctricamente
cargados (iones) que migran a través de proteínas-compuertas hacia adentro y hacia
afuera de la membrana de la célula. Tales migraciones originan alteraciones locales del
potencial eléctrico (voltaje) a ambos lados de la membrana(2). Es este cambio de
potencial, que se conoce como potencial de acción, lo que se propaga a lo largo del eje
neuronal en la forma de una onda. La señal absorbe energía para realizarse, de modo
que mantiene aproximadamente la misma intensidad a lo largo de su recorrido. Su
velocidad típica, para un axón sin mielina, puede ser de un metro y medio por segundo,
aproximadamente la velocidad de una bicicleta.

Eventualmente la señal llega a una rama terminal y ahí induce a unas vesículas,
pequeños paquetes de sustancias químicas –los llamados neurotransmisores–, a verter
su contenido en la grieta sináptica que separa las dos neuronas. Difundidos los
neurotransmisores en el líquido que llena este minúsculo foso, atracarán eventualmente
del otro lado, donde serán recibidos por neuroreceptores adosados a la membrana de
una dendrita o del soma de la neurona postsináptica. La transmisión habrá pasado
entonces de ser propagación ondulatoria a ser simple traslado mecánico de compuestos
químicos en la rica sopa intercelular. Consecuencia importante de que la transición
sináptica sea química y no eléctrica es que pequeñas moléculas de formas particulares
pueden interferir con la transmisión, incluso si están presentes en la sopa en muy bajas
concentraciones. De ahí por ejemplo los efectos psicodélicos del LSD y los de otras
drogas más benéficas que pueden aliviar condiciones mentales como la depresión,
causadas por deficiencias de uno u otro neurotransmisor.

Los neuroreceptores son compuertas proteicas(3) situadas en alguna de las muchas


pequeñas protuberancias de las finas terminaciones de las dendritas o de la membrana
del soma. Una neurona pequeña puede tener alrededor de quinientas de estas
compuertas, mientras que las grandes neuronas piramidales de la neocortex(4), llegan a
tener hasta veinte mil. Los neurotransmisores difundidos en la grieta sináptica
interactúan químicamente con las compuertas proteicas de la neurona recipiente para
producir su apertura, lo que influirá en la operación algebraica a cargo del soma que
decide si se desata o no un nuevo ciclo de transmisión eléctrica sobre el axón respectivo.

Las terminales de axón de una neurona particular son todas excitativas o todas
inhibitorias, nunca una mezcla de ambas. Las sinapsis excitativas usan como principal
neurotransmisor el glutamato, precisamente uno de los veinte aminoácidos con que se
construyen las proteínas. Las inhibitorias, por su parte, emplean una pequeña molécula
llamada GABA. Aproximadamente una quinta parte de las neuronas de la neocortex
emiten este neurotransmisor, lo que da idea de la importancia que tiene la función de
inhibición en los procesos cerebrales. En contraste con las más importantes neuronas
excitativas (las piramidales, de largo alcance) los axones de las células nerviosas
inhibitorias son cortos, dando testimonio de que la función inhibitoria tiene carácter
preferentemente local. Por otro lado, aunque diferentes neuronas producen
respectivamente excitación o inhibición, todas las neuronas reciben ambas clases de
estímulos, subrayando la importancia de estar máximamente abiertas a influencias
externas. Interesantes características ambas. Pareciera que empiezan a perfilarse ante los
investigadores los principios fundamentales de lo que podría llegar a ser con el tiempo
una lógica de la computación neuronal.

Aunque solo haya dos principales neurotransmisores en la neocortex —glutamato (o un


pariente suyo) para excitar y GABA para inhibir— las cosas no son tan simples en el
resto del cerebro. Los dos neurotransmisores clásicos, especialmente rápidos, están
dedicados al envío de la información "en tiempo real" necesaria para las operaciones de
la sensibilidad y la motilidad. Las neuronas del tallo cerebral que se proyectan a la
corteza, en cambio, usan transmisores más lentos, como la serotonina, la norepinefrina y
la dopamina. Otras partes del cerebro usan la acetilcolina. Aproximadamente un quinto
de las células inhibitorias emiten moléculas orgánicas un poco más grandes, los
péptidos, además del favorito GABA. Todos estos transmisores se relacionan con
procesos de tipo muy general, como mantener la corteza despierta (la serotonina) o
dormirla (la acetilcolina), o contribuir a la memorización de largo plazo. (HOBSON 94)
Y no solo hay muchos neurotransmisores: también hay una multitud de tipos de
compuerta. Si hubiéramos de calcular la reacción de una neurona al conjunto de sus
señales entrantes necesitaríamos conocer las propiedades y distribución de todos estos
elementos, tarea de inmensas proporciones.
Notas

Nota 1: Para efectos de comparación, téngase en cuenta que la frecuencia de una computadora personal es
millones de veces mayor.

Nota 2: Los iones que migran son especialmente sodio (Na) y potasio (K). El que un ion fluya hacia
adentro o hacia afuera de la membrana depende grosso modo de si la concentración del respectivo
elemento es mayor adentro o afuera de la neurona. Típicamente, los iones de sodio se mantienen en
concentraciones bajas dentro de la neurona, mientras que los de potasio en altas. Las compuertas por las
que se realiza la migración son pequeñísimas bombas moleculares como las que existen en las
membranas de todas las células con muy diversos empleos.

Nota 3: Existen tres clases principales de compuertas por los que desfilan los iones:

Compuertas sensibles solo al voltaje.


Compuertas sensibles solo a algún neurotransmisor.
Compuertas NMDA, sensible tanto al voltaje como al glutamato. Esta tercera clase, menos
frecuente, es mucho más interesante(5).

Nota 4: La neocortex o corteza reciente, comprende la mayor parte de la corteza cerebral. En


contraposición a ella se da la corteza antigua, que básicamente tiene que ver solo con el sentido del olfato.

Nota 5: La compuerta NMDA se abre raramente, incluso en presencia del glutamato, si el potencial local
de la membrana está cerca del valor de reposo. Pero si el potencial se hace menos negativo debido a
actividad de otras sinapsis excitativas cercanas el glutamato procede a abrir la compuerta. Así, la
migración de iones se controla de manera combinada por la actividad presináptica (emisión de glutamato
por el axón) y la postsináptica (alteración del voltaje local de la dendrita). Este tipo de colaboración entre
varias neuronas es típica del funcionamiento general del cerebro. Cuando la compuerta NMDA-glutamato
se abre deja pasar no solo iones de sodio y potasio sino también una apreciable cantidad de iones de
calcio. Estos últimos parecen ser iniciadores de complejas reacciones químicas resultantes en una
facilitación de las sinapsis que puede durar días, semanas, meses o hasta años, cimentando la memoria de
largo plazo. Una mayor comprensión de este proceso permitirá con el tiempo explicar los procesos
cognoscitivos más fundamentales como fenómenos puramente moleculares. (CRICK 94)

Copyright © 2003 Claudio Gutiérrez

www.claudiogutierrez.com

La Neurona
Neuronas
Esta claro que la mayoría de lo que entendemos como nuestra vida mental implica la
actividad del sistema nervioso, especialmente el cerebro. Este sistema nervioso está
compuesto por miles de millones de células, las más simple de las cuales son las células
nerviosas o neuronas. ¡Se estima que debe haber cien mil millones de neuronas en
nuestro sistema nervioso!

Una neurona típica tiene todas las partes que cualquier otra célula pueda tener, y unas
pocas estructuras especializadas que la diferencian. La principal parte de la célula es
llamado soma o cuerpo celular . Contiene el núcleo , el cual contiene el material
genético en forma de cromosomas.

Las neuronas tienen un gran número de extensiones llamadas dendritas . A menudo


parecen como ramas o puntos extendiéndose fuera del cuerpo celular. Las superficies de
las dendritas son principalmente lugar donde se reciben los mensajes químicos de otras
neuronas.

Hay una extensión que es diferente de todas las demás, y se llama axón . A pesar de que
en algunas neuronas es difícil distinguirlo de las dendritas, en otras es fácilmente
distinguible por su longitud. La función del axón es transmitir una señal electroquímica
a otras neuronas, algunas veces a una distancia considerable. En las neuronas que
componen los nervios que van desde la medula espinal hasta tus pies, ¡los axones
pueden medir hasta casi 1 metro!

Los axones más largos están a menudo recubiertos con una capa de mielina, una serie de
células grasas que envuelven al axón muchas veces. Eso hace al axón parecer como un
collar de granos en forma de salchicha. Sirven para una función similar a la del
aislamiento de los cables eléctricos.

Al final del axón está la terminación del axón , que recibe una variedad de nombres
como terminación, botón sináptico, pié del axón , y otros (!No se por que nadie ha
establecido un término consistente!). Es allí donde la señal electroquímica que ha
recorrido la longitud del axón se convierte en un mensaje químico que viaja hasta la
siguiente neurona.
Entre la terminación del axón y la dendrita de la siguiente neurona hay un pequeño salto
llamado sinapsis (o salto sináptico, o grieta sináptica), sobre la cual discutiremos un
poco. Para cada neurona, hay entre 1000 y 10.000 sinapsis.
El potencial de acción

Cuando las sustancias químicas hacen contacto con la superficie de la neurona, estas
cambian el balance de iones (átomos cargados electrónicamente) entre el interior y el
exterior de la membrana celular. Cuando este cambio alcanza un nivel umbral, este
efecto se expande a través de la membrana de la célula hasta el axón. Cuando alcanza al
axón, se inicia un potencial de acción.

La superficie del axón contiene cientos de miles de minúsculos mecanismos llamados


bombas de sodio . Cuando la carga entra en el axón, las bombas de sodio a la base del
axón hacen que los átomos de sodio entren en el axón, cambiando el balance eléctrico
entre dentro y fuera. Esto causa que la siguiente bomba de sodio haga los mismo,
mientras que las anteriores bombas retornan el sodio hacia fuera, y así en todo el
recorrido hacia abajo del axón.

¡El potencial de acción viaja a una media de entre 2 y 400 kilómetros por hora!

La sinapsis

Cuando el potencial de acción alcanza la terminación del axón, causa que diminutas
burbujas químicas llamadas vesículas descarguen su contenido en el salto sináptico.
Esas sustancias químicas son llamadas neurotransmisores . Estos navegan a través del
salto sináptico hasta la siguiente neurona, donde encuentran sitios especiales en la
membrana celular de la siguiente neurona llamados receptores .
El neurotransmisor actúa como una pequeña llave, y el lugar receptor como una
pequeña cerradura. Cuando se encuentran, abren un camino de paso para los iones, los
cuales cambian el balance de iones fuera y dentro de la siguiente neurona. Y el proceso
completo comienza de nuevo.

Mientras que la mayoría de los neurotransmisores son excitatorios – p. Ej. Excitan la


siguiente neurona – también hay neurotransmisores inhibitorios. Estos hacen más difícil
para los neurotransmisores excitatorios tener su efecto.

Tipos de Neuronas

Aunque hay muchos tipos diferentes de neuronas, hay tres grandes categorías basadas
en su función:

1. Las neuronas sensoriales son sensibles a varios estímulos no neurales. Hay neuronas
sensoriales en la piel, los músculos, articulaciones, y órganos internos que indican
presión, temperatura, y dolor. Hay neuronas más especializadas en la nariz y la lengua
que son sensibles a las formas moleculares que percibimos como sabores y olores. Las
neuronas en el oído interno nos proveen de información acerca del sonido, y los conos y
bastones de la retina nos permiten ver.

2. Las neuronas motoras son capaces de estimular las células musculares a través del
cuerpo, incluyendo los músculos del corazón, diafragma, intestinos, vejiga, y glándulas.

3. Las interneuronas son las neuronas que proporcionan conexiones entre las neuronas
sensoriales y las neuronas motoras, al igual que entre ellas mismas. Las neuronas del
sistema nervioso central, incluyendo al cerebro, son todas interneuronas.

La mayoría de las neuronas están reunidas en “paquetes” de un tipo u otro, a menudo


visible a simple vista. Un grupo de cuerpos celulares de neuronas, por ejemplo, es
llamado un ganglio o un núcleo. Una fibra hecha de muchos axones se llama un nervio
. En el cerebro y la médula espinal, las áreas que están compuestas en su mayoría por
axones se llaman materia blanca , y es posible diferenciar vías o tractos de esos
axones. Las áreas que incluyen un gran número de cuerpos celulares se llaman materia
gris .

http://www.psicologia-online.com/ebooks/general/neuronas.htm

Acto reflejo
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Un acto reflejo es la acción realizada por el Arco reflejo, un conjunto de estructuras


anatómicas del sistema nervioso(receptor, neurona sensitiva, interneurona, neurona
motora, y efector), esta acción es una respuesta estereotipada e involuntaria a un
estímulo específico, como por ejemplo, dar un golpe en el ligamento rotuliano, la
respuesta estereotipada a este estímulo será la extensión de la pierna. Podemos decir que
todas las funciones del sistema nervioso se realizan por medio de actos reflejos.

Consiste en la coordinación rápida de las siguientes acciones: excitación, mediante un


estímulo, que provoca la conducción de un mensaje a la médula, la cual coordina la
respuesta, llevándose a cabo la reacción. Un reflejo es un movimiento simple.

Es importante remarcar la diferencia entre este concepto y lo que se conoce


habitualmente como "reflejo". Fuera del ámbito científico, es común encontrar el uso de
la palabra REFLEJO al referirse a movimientos (quizás) complejos pero tremendamente
rápidos. El término correcto para referirse a este tipo de movimientos es el de
"movimientos balísticos". Estos se realizan en menos de medio segundo pero requieren
de: aprendizaje previo, nivel de conciencia activo y perfeccionamiento mediante la
práctica. Un ejemplo claro para marcar las diferencias podría ser: cuando algo está
cayendo al piso y sin pensarlo, lo atajamos. No es un reflejo porque requiere la
coordinación de numerosas áreas motoras (o sea, corteza cerebral, que no interviene en
los reflejos, recordemos que en los reflejos interviene solamente la médula espinal); se
trata en este caso, de un movimiento balístico: rápido, inconsciente, en respuesta a un
estímulo, pero previamente aprendido, perfeccionado y con un estado consciente.

Dependiendo del curso y determinación de la neurona puede integrar los reflejos


musculares del tronco y los miembros, reflejos auditivos y vestibulares, respiración,
como recibir señales sensoriales que parten de los receptores, procesar estas señales y
realizar las respuestas a las mismas.

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