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El Plan General de Peñíscola (IV)

Durante las últimas tres semanas hemos estado observando cómo el Plan General
contiene maniobras con el fin de trasladar el aprovechamiento desde zonas de escaso valor
urbanístico a zonas privilegiadas. Por una parte, se adscriben zonas determinadas en
contradicción flagrante con la legislación urbanística, beneficiando a unos propietarios en
detrimento de otros. Por otra parte, tenemos un coeficiente de ponderación, es decir, de
equivalencia, entre unos suelos y otros, absolutamente desproporcionado. Finalmente, tenemos
un criterio de adscripción que favorece solamente a los grandes propietarios y después a los
propietarios con información privilegiada de estas zonas. Podemos comprobar ahora en toda su
magnitud esta operación especulativa.

Sin embargo, a estas alturas es probable que el técnico de turno diga que el
Reglamento de Ordenación y Gestión Territorial y Urbanística (R.O.G.T.U.) no es de aplicación ni
tampoco la Ley Urbanística Valenciana (L.U.V.). Para empezar debemos saber que la L.R.A.U.
(Ley 671994, Reguladora de la Actividad Urbanística, de 15 de noviembre, de la Generalitat
Valenciana) es una ley derogada desde el 1 de febrero de 2006. La L.R.A.U. es una ley conocida
por los abusos urbanísticos que propició. La ley que la sustituyó, la L.U.V. (Ley 16/2005,
Urbanística Valenciana, de 30 de diciembre) reconoce en su preámbulo que “La continuada
aplicación de la norma [la L.R.A.U.]ha puesto de manifiesto, no obstante lo anterior, algunas
carencias, deficiencias e interpretaciones no deseadas de la ley valenciana”. La L.U.V. entró en
vigor el día 1 de febrero de 2006, es decir, hace más de dos años. El R.O.G.T.U. (aprobado por el
Decreto 67/2006, de 12 de mayo, del Consell) es el Reglamento que desarrolla esta ley.

La LRAU, una ley derogada.


El Plan General de Peñíscola se está tramitando según la L.R.A.U., como reconoce el
propio documento (Normas Urbanísticas, art. 1.1): “El presente Plan General supone la adaptación
del planeamiento urbanístico general del municipio a la Ley 6/1994 Reguladora de la Actividad
Urbanística de la Generalidad Valenciana (LRAU) de conformidad con las previsiones de la
disposición transitoria primera de la Ley 16/2005, de 30 de diciembre, Ley Urbanística de
Valenciana”.

Como puede observarse, los redactores se aferran a la disposición transitoria primera de la LUV
para seguir tramitando el Plan General por la antigua legislación. Veamos qué dice esta
disposición transitoria: “1. Los procedimientos urbanísticos, sea cual sea su denominación o
naturaleza, iniciados antes de la entrada en vigor de la presente ley, se regirán por la legislación
anterior siempre que hubiera concluido el trámite de información pública, cuando tal trámite fuera
preceptivo.” Creemos que a estas alturas está meridianamente claro que el trámite de información
pública ha concluido estando en vigor ya la L.U.V. No quedan, a nuestro juicio, resquicios legales
a los que aferrarse para evitar la aplicación de la legislación urbanística en vigor. De lo contrario
nos hallaríamos en la incoherencia de que un Plan General expuesto en febrero del año 2006
tuviera que regirse por la L.U.V., mientras que el Plan General de Peñíscola, expuesto entre los
días 21 de junio y 21 de julio de 2008, se seguiría rigiendo por la L.R.A.U. Por tanto, no queda
ningún argumento plausible que sostenga la actuación del ayuntamiento de Peñíscola.

Pero pasando a un plano más práctico, la Disposición Transitoria 3ª.1 de la L.U.V. afirma sin
paliativos que “los municipios tendrán que adaptar su planeamiento a la presente Ley, incoando el
correspondiente expediente de revisión”. Esto es, el Plan General debe adaptarse a la L.U.V.
porque así lo dice esta ley. ¿Cómo puede pretenderse que se siga tramitando un Plan General
que será obsoleto y deberá adaptarse una vez acabe su redacción? ¿Por qué se retuerce el
sentido de la L.U.V. para seguir tramitando el documento por una ley derogada? ¿Qué efectos
puede tener el que el Plan General se tramite según una ley o según la otra?

Sin embargo, yendo un poco más adelante podemos observar que en el documento sí se aplican
algunos conceptos de la L.U.V. Esto es, por una parte se aplica la L.R.A.U. y por otra la L.U.V. La
próxima semana veremos cómo se aplican simultáneamente ambas leyes y los efectos que esto
tiene para los pequeños propietarios.

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