Bajo el cielo griso (liso y gris)

Incorporo al tiempo mi ego y sí,

busco lo mismo, que tú y cien mil,
disfrutar de mi tiempo aprendiendo a vivir.

Complicado esto de ser humano,

Con su curiosidad infinita,
Pues me siento cinco dias frente a la misma playa
Y lo primero que pienso es que esto ya no es vida.

Como una rutina saco la sombrilla,

Y entonces reflexiono, antes de hacer la excepción:
Hoy me marcho a otra parte,
-dicta mi mente- a descubrir otros aires, piensa el corazón.

Complicada la naturaleza del ser viviente,

Pues al cabo de tres semanas,
Harta estoy de ir playa en playa,
Y entonces ocurre lo inesperado.

Doy con una tienda de zapatos.

Se me ocurre comprar botas de montañismo,

Viajo por el mundo en avión,
Me gano el pan peregrinando,
Y entonces llega la complicación.

Cansada de la antimonotonía,
Decido hincar el pie,
Hacerme un agujero en el mundo,
Donde plantar mi alma y crecer.

E inicio un largo descenso,

Cultivo en mí el saber,
Busco espejo en compañía,
Para conocer el mundo,
Pero sobre todo, conocerme bien.

La convivencia se me hace eterna,

Pero curioso el carácter del Sapiens.
Pues ahora aburrida de excepciones,
Decido no alterar el nuevo ritmo,
Me muevo, como y hago lo miso,
Solo que todo más suave,
Pues esto cerca del final del camino.

Y una vez llegada la hora,

Valoro el tiempo que he vivido,
Pues mi intención más que dejar huella,
Fue siempre salpicar arena para que otros hagan lo mismo.