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Bernado de Claraval, en una homila de Adviento, ha ilustrado de manera dramtica el aspecto emocionante de este momento.

Luego del fracaso de los antepasados, el mundo es entenebrecido, bajo el dominio de la muerte. Ahora Dios busca una nueva entrada al mundo. Golpea a la puerta de Mara. Tiene necesidad de la libertad humana. No puede redimir al hombre, creado libre, sin un libre s a su voluntad. Creando la libertad, Dios, en cierto modo, se ha hecho dependiente del hombre. Su poder est ligado al s no forzado de una persona humana. As Bernardo muestra cmo, en el momento de la pregunta a Mara, el cielo y la tierra, por as decir, retienen la respiracin. Dir s? Ella tarda en responder. Su humildad le ser un obstculo? Slo por esta vez le dice Bernardo no seas humilde, sino magnnima y responde s! Este es el momento decisivo, en el que de sus labios, de su corazn, sale la respuesta: Hgase en m segn tu palabra. Es el momento de la obediencia libre, humilde y al mismo tiempo magnnima, en la cual se realiza la decisin ms elevada de la libertad humana. Mara se convierte en madre mediante su s. Los Padres de la Iglesia a veces han expresado todo esto diciendo que Mara habra concebido a travs del odo es decir: mediante la audicin. A travs de su obediencia, la Palabra entr en ella y en ella se volvi fecunda. En este contexto los Padres han desarrollado la idea del nacimiento de Dios en nosotros a travs de la fe y el Bautismo, mediante los cuales viene siempre de nuevo el Logos a nosotros, hacindonos hijos de Dios. Pensemos, por ejemplo, en las palabras de san Ireneo: Cmo el hombre entrar en Dios, si Dios no ha entrado en el hombre? Cmo abandonarn el nacimiento por la muerte, si no son regenerados mediante la fe en un nuevo nacimiento, dado por Dios en modo maravilloso e inesperado, en el nacimiento de la Virgen, cual signo de salvacin?

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