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En 1095, una maana calidad, un amigo me invit a Columbia a conocer a Leland Ferguson en su propio laboratorio.

La noche anterior, con un par de cervezas en la mano, habamos estado discutiendo acerca de la poblacin afroargentina (a qui enes me niego a llamar "negros") y de la posibilidad de identificar arqueolgicamente su cultura, tema de moda en ese momento. Porque una cosa eran los documentos escritos que hablaban de ellos -pocas veces eran ellos mismos quienes los escribieron, al menos hasta bien entrado el siglo XIX-, pero cosa muy di ferent e era lograr que fueran visibles en sus objetos cotidianos; por dar ejemplo: hacan sus propias ollas y cocinaban sus propias comidas en la tradicin africana, o en otra propia, an estando como servidumbre en las casas de la ciudad, tal como sucedi en otros pases de Amrica? Lo que se ha dado en llamar en todo el mundo la dispora africana, haba sido similar aqu a otras partes? Era abrir l a puert a a estudios di ferentes de los tradicionales, excavando sus casas, analizando sus pozos de basura, hacindolo visibles ante una sociedad que nunca logr asumir que la fuerza del trabajo con que se construy como tal, y como pas, no fue ni blanca ni indgena sino mayoritariament e esclava y afri cana.

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