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El Investigador Latinoamericano
Publicación mensual de historia, cultura y sociedad.
Directores: Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní
Año 1, Nº 2, septiembre del 2009

Editorial: Presentación de Illapa Nº 4 y Nº 5

(Osmar Gonzales, Augusto Ruiz y Javier Pérez)

Buenos Aires y Lima, jueves 10 de septiembre Así, Illapa. Revista Latinoamericana de


del 2009 Ciencias Sociales en estos 21 meses desde su
Estimados amigos: aparición ha intentado ser un espacio de
Siempre nos dijeron que creáramos nuestras debate y reflexión en búsqueda constante de
propias oportunidades si no las había y que nos propuestas para repensar críticamente nuestra
sintiéramos motivados cuando tuviéramos realidad y ofrecer una forma distinta de hacer
muchos problemas, pues solo así tendríamos la la historia. Este esfuerzo no es para nada
capacidad de desarrollarnos y crecer. En ese personal, por el contrario, es una sociedad
sentido, para nosotros la historia fue una colectiva que apuesta por el oficio y por una
elección de vida, una fuerza inquebrantable nueva lectura del pasado en perspectiva
que nos mantiene en la lucha constante y un contemporánea. En estos momentos esto
oficio que día a día nos ofrece muchas queda demostrado por la presencia de todos
experiencias en que reflexionar y aprender. Y ustedes amantes de la historia, de los
un oficio que además nos mantiene distinguidos investigadores Víctor Peralta,
comprometidos con nuestra sociedad. Quizá Carlos Aguirre, Osmar Gonzales y Augusto
suene a utopía o creación discursiva estas Ruiz Zevallos. De los respectivos presentadores
palabras pero modestamente aspiramos a más, y jóvenes promesas de nuestra historiografía
porque no consideramos que nuestra disciplina Javier Pérez Valdivia y Juan Rodríguez, y la
tenga que contentarse únicamente con el siempre importante ayuda de Christian
escritorio y la pluma, la biblioteca y los Carrasco Celis. Esta presentación del Nº4 y Nº
archivos, creo que tenemos, después de esas 5 de Illapa nos ha sorprendido a los directores
actividades propias de nuestra carrera, algo en Buenos Aires, en Piura y en ocupaciones
más que ofrecer a la sociedad, aquí cada uno académicas y profesionales que han hecho
de nosotros tiene su propia respuesta. imposible nuestra presencia el día de hoy, pero
estamos seguros que todos ustedes y los

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colaboradores de la revista podrán


comprender y permitir que nuestros esfuerzos A fines de agosto se cumplieron seis años de la
tengan un buen porvenir. Muchas gracias por entrega del informe final de la Comisión de la
estar con nosotros y por aceptar estas Verdad y Reconciliación (CVR). Sin embargo,
publicaciones, y de lleno les invitamos a cabe preguntarse por qué, hasta ahora, el
participar de la próxima publicación del Nº6 y informe genera polémica, levanta pasiones y se
Nº 7 de Illapa, otra vez, un agradecimientos avanza tan poco en el cumplimiento de sus
sincero en la distancia. recomendaciones. Una respuesta es por la
resistencia de los militares. La otra es por la
existencia de sectores proclives al militarismo
y, también, enemigos de todo aquello que se
llame derechos humanos.
Lo que quiero proponer como hipótesis es que
la oposición al informe de la CVR se debe a que
las víctimas eran mayoritariamente indígenas y
que este hecho define el límite del
igualitarismo de determinados sectores
sociales y políticos en el país. Paul Krugman en
su libro Después de Bush señala lo siguiente:
“Una tesis fundamental de este libro y que
(Carlos Aguirre y Juan Rodríguez) puede incomodar a más de un lector es que la
cuestión racial resulta de capital importancia a
Atentamente, la hora de explicar lo que ha sucedido en el
Daniel Morán, Frank Huamaní y María Isabel país que crecí. En efecto, las secuelas de la
Aguirre (Directores de Illapa). esclavitud –el pecado original de Estados
Unidos– son la causa de que seamos la única
COMENTARIOS: economía avanzada del mundo que no
elinvestigadorlatinoamericano@gmail.com garantiza la atención médica universal a sus
VISÍTENOS: ciudadanos. La violenta oposición de la
elinvestigadorlatinoamericano.blogspot.com población blanca contra el movimiento pro
derechos civiles es la causa de que Estados
Unidos sea el único país avanzado en el mundo
EL INDÍGENA COMO LÍMITE en el que un partido mayoritario (se refiere al
Alberto Adrianzén, 05-09-2009 Republicano) quiera revocar el Estado de
Bienestar”.
Lo que Krugman dice es que el igualitarismo en
EEUU tiene un límite. Ese límite son los negros.
Por eso cuando el Estado de Bienestar
incorpora a este sector y ello converge con la
ampliación de los derechos civiles a favor
también de los negros, el igualitarismo de los
blancos llega a su fin. Krugman señala muy
bien cómo las bases sociales y electorales que
apoyaron la política del “New Deal” cambiaron
de postura cuando la igualdad llegó a los
negros. En realidad, el movimiento
neoconservador se construyó sobre tres pilares
fundamentales: la defensa de los grandes

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capitalistas, la defensa del libre mercado y el


racismo. ENSAYOS:
Me parece que esta misma idea se puede
aplicar en el Perú. Si a seis años de su EL LEGUIÍSMO Y EL FUJIMORISMO
presentación el informe de la CVR continúa EN EL PERÚ: REFLEXIONANDO LA VIDA
causando polémica y hasta oposición es POLÍTICA PERUANA.
porque estamos hablando de los indígenas. Ahí
concluye la conciencia igualitaria de DANIEL MORÁN1
determinados sectores sociales y políticos. El aedo27@hotmail.com
límite, por lo tanto, son los indígenas. Por eso Universidad Nacional de San Martín-IDAES
se puede parafrasear lo que dice Krugman: la (Buenos Aires, Argentina).
tesis fundamental de este artículo y que puede MARÍA ISABEL AGUIRRE2
incomodar a más de un lector es que la isbmery@hotmail.com
cuestión racial resulta de capital importancia a Universidad Nacional Mayor de San Marcos
la hora de explicar lo que ha sucedido en el (Lima, Perú).
país al conocerse en informe de la CVR.
Es el racismo, finalmente, lo que explica este
comportamiento frente a las víctimas de la
violencia. Ellos no pueden ser iguales, ni tienen
derechos humanos porque no son “humanos”.
Como dice el informe de la CVR el 75% de las
víctimas de los años de la violencia fueron
andinos y muchos de ellos quechua hablantes,
es de decir, indígenas y pobres de nuestra
patria.
En realidad, la manera en cómo determinados
sectores han procesado el informe de la CVR,
es muy parecido a la manera en cómo estos y
otros sectores se enfrentan al drama de la 1919 y 1992, representan en nuestra historia
educación y la salud del pueblo. Que esto sea política dos fechas emblemáticas para
así se debe a que los involucrados en esta comprender mejor el desempeño de la práctica
tragedia nacional son los pobres que también política en el Perú. En el primer caso, el
son vistos como “indígenas”. creciente movimiento social iniciado a
El caso extremo es la discusión sobre el principios del siglo XX encontraría su cúspide
número de víctimas. Ello, además de
mezquino, es un acto poco compasivo con los
otros distintos a uno. Es negarle su condición 1
Licenciado en Historia por la Universidad Nacional
de víctimas para bloquear cualquier acto de Mayor de San Marcos (2008). Director de Illapa. Revista
solidaridad con ellos. Cuando en una sociedad Latinoamericana de Ciencias Sociales (5 números, 2007-
no hay compasión ni solidaridad tampoco hay 2009) y de la Colección Historia de la Prensa Peruana (2
números, 2007-2008). Ganador de la Beca Roberto Carri
igualdad ni democracia. Lo que hay es racismo. 2009 por la cual, actualmente, estudia la Maestría en
Por eso nuestro “pecado original” continúa Historia en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la
siendo la colonialidad. (Tomado de: Universidad Nacional de San Martín en Buenos Aires-
http://www.albertoadrianzen.org/index.php? Argentina (2009-2010).
2
Bachiller en Ciencias Sociales, especialidad de Historia
fp_verpub=true&idpub=184)
(UNMSM, 2007). Se encuentra preparando su Tesis sobre
la prensa durante la República Aristocrática. Actualmente
es codirectora de la revista Illapa y de la Colección
Historia de la Prensa Peruana e investigadora de la
Municipalidad de San Isidro (2009).

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en las luchas obreras de 1919 por la jornada de Si bien Leguía y Fujimori llegaron al poder en
las ocho horas de trabajo y luego por los forma distinta, uno por golpe de Estado y el
problemas de las subsistencias. Esas acciones otro por elecciones democráticas, ambos se
sociales de gran envergadura ocasionaron el vieron en la necesidad de copar el poder del
debilitamiento del apoyo popular de los Estado y poseer una mayoría parlamentaria
gobiernos civilistas de la denominada para poder manejar a su antojo e interés la
República Aristocrática, todo ello confluyó en línea del régimen. Así, es como el 5 de abril de
la aparición una vez más del reconocido 1992 Fujimori ejecuta un autogolpe de Estado
político peruano Augusto B. Leguía. 3 y toma rápidamente una serie de medidas
Todo el contexto de 1919 le fue propicio a autoritarias para aplacar el inicio de la
Leguía, el desprestigio del partido civil, la “contrarrevolución” y justificar astutamente
insatisfacción de las demandas sociales, la línea sus acciones. Leguía ya lo había hecho apenas
excluyente y racista de los gobiernos de pisó el palacio de gobierno, entonces, ambos
entonces, ayudaron a que la población y las presidentes supieron congregar la demanda
tendencias de fuerza del momento vieran en popular y el apoyo de los mismos en sus
Leguía la mejor posibilidad ante el respectivos contextos sociales y políticos.
desconcierto generalizado. Así, con todo a su Un examen exhaustivo de la contradictoria
favor Leguía se preparó para asumir la política peruana republicana nos mostraría
presidencia del país, sin embargo, una conjura como los diversos personajes políticos y sus
oligárquica, que hasta ahora no ha sido partidos, cuando los hubo, recurrieron al apoyo
probada, buscó quitarle el poder político de las popular y de los grupos progresistas del
manos, ante estas circunstancias Leguía realizó momento para conseguir sus intereses
una meditada y radical maniobra política el 4 fundamentales. Incluso, desde la misma etapa
de julio de 1919 (paradójicamente día del de la dominación colonial en el Perú, las
aniversario de los Estados Unidos) al tomar por autoridades españolas y criollas necesitaron
asalto el gobierno de José Pardo. 4 del concurso de la plebe para mantener,
Por su parte, el 28 de julio de 1990 ante la contradictoriamente, la estabilidad colonial. En
estupefacta mirada de los partidos políticos las sublevaciones del siglo XVIII y del temprano
tradicionales Alberto Fujimori asumía la XIX, la participación de las clases populares ya
presidencia de la República después de una sea a favor o en contra de los movimientos
reñida y prolongada contienda electoral. fueron esenciales, las mismas luchas de la
Fujimori con un 62% literalmente aplastó en la independencia y los conflictos civiles entre
segunda vuelta a Mario Vargas Llosa que caudillos de los primeros años de la República
apenas obtuvo 38% de los votos. El mundo evidenciaron el papel oportuno del pueblo.
estaba totalmente al revés, un desconocido Por ello, esa base social que tanto Leguía y
completo había llegado al sillón presidencial Fujimori consiguieron tuvo en su esencia una
con apenas un cuarto de millón de dólares de cuota extrema de la herencia colonial y la
inversión contra un conocido y premiado degradación republicana materializadas ahora
Vargas Llosa que derrochó cerca de 13 millones en lo que denominamos dictadura, populismo
de dólares en su campaña presidencial. 5 y autoritarismo.
Alberto Flores Galindo, en un texto publicado
casi diez años después de su muerte, explicaba
3
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú que en el Perú no solamente había una
contemporáneo. Lima: Red para el desarrollo de las “República sin ciudadanos”, sino que además
Ciencias Sociales en el Perú, 2007, pp. 234-235.
4 existía una fuerte y prolongada “tradición
Franklin Pease. Breve historia contemporánea del Perú.
México: Fondo de Cultura Económica del Perú, 1999, pp. autoritaria” que se camuflaba en las relaciones
162-163. de violencia y las doctrinas democráticas que la
5
Peter Klarén. Nación y sociedad en la historia del Perú.
Lima: IEP, 2005, pp. 487-488.

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sociedad peruana desarrollaba. 6 Para el de Estado comandados generalmente por las


contexto de fines del virreinato y comienzos de fuerzas armadas, sin embargo, la realidad
la República Flores Galindo sostenía también peruana nos muestra que no solamente
que era la violencia un ingrediente clásico en encontramos comportamientos autoritarios en
las relaciones sociales entre los hombres. Esa los miembros castrenses, sino en las mismas
“violencia cotidiana”, ese “vivir separados” relaciones cotidianas y civiles. Por ejemplo, el
formó parte de la herencia colonial que papel del hombre providencial (el Mesías) y la
heredamos y que aún reproducimos en creencia en un gobierno fuerte para acabar con
nuestras relaciones contemporáneas. 7 La la crisis es un postulado altamente autoritario.
ciudad sumergida que el autor quiso El pueblo tiene en la memoria colectiva esa
comprender, la búsqueda del inca como traba social, no puede confiar en partidos ni en
proyecto que propuso y la tradición autoritaria grupos organizados, prima en sus
que muestra en el desarrollo de la sociedad y el pensamientos la labor individual del líder
Estado peruano hacen de sus argumentos un carismático y con mano dura para acabar con
campo abierto al debate y la reflexión crítica. el desastre. Solo así entendemos la tesis de
Siguiendo la línea de Tito, Eduardo Torres Augusto Ruiz Zevallos de que el Perú terminó
Arancivia ha considerado al siglo XX peruano convertido en una sociedad sin centro, en
como el siglo más violento, populista y donde todos los hombres apuntaban en
autoritario de la vida republicana. Para el direcciones contrarias, sin interesarles el
autor, el populismo tiene como cara visible a destino colectivo del país. 9
un líder carismático que utiliza la demagogia Estos mismos postulados los ha señalado el
para conseguir el apoyo popular y poder historiador Heraclio Bonilla, cuando ha
representarlo. De la misma manera, el reflexionado sobre el comportamiento político
gobierno populista derrocha los fondos de los gobiernos de la segunda mitad del siglo
públicos con el objetivo primordial de sostener XX. Como afirma el autor: “Habrán nuevos
su Estado patrimonial-clientelista. El populista cambios en los nombres de los presidentes,
se convierte efectivamente en dueño del pero nada indica […] que la situación vaya a
Estado y fomenta la enemistad social entre los experimentar un cambio profundo.” Las
grupos que conforman la sociedad que autoridades están más preocupadas en
domina, es un agente astuto que materializa la equilibrar los parámetros macroeconómicos
tesis de “dividir para reinar”, manteniendo su que en permitir una real distribución de los
desprecio por el orden legal y destruyendo así ingresos del Estado. Solamente se inclinan a
la democracia. Por todo ello, concluye Torres dar una miserable limosna cuando estallan
Arancivia que el populismo es tal vez una de las movimientos sociales de protesta que ponen
formas más nocivas de autoritarismo y que la en peligro su estabilidad, o si se encuentran en
dictadura es el autoritarismo llevado a su plena campaña electoral con el único objetivo
máxima expresión. 8 de ganar los votos populares. “Seguirán por
Es algo cotidiano considerar la presencia del cierto, otros Fujimoris u otros Toledos
autoritarismo en acciones militares, en golpes [podemos decir otros Leguías], con la
capacidad momentánea de encender el
entusiasmo de la gente, pero nada más.” 10
6
Alberto Flores Galindo. La tradición autoritaria.
Violencia y democracia en el Perú. Lima: Sur Casa de
Estudios del Socialismo – APRODEH, 1999.
7 9
Alberto Flores Galindo. La ciudad sumergida. Augusto Ruiz Zevallos. Buscando un centro. La crisis de
Aristocracia y plebe en Lima, 1760-1830. Lima: Editorial la modernidad y el discurso histórico en el Perú. Lima:
Horizonte, 1991. Universidad Nacional Federico Villarreal, 1998.
8 10
Eduardo Torres Arancivia. Buscando un rey. El Heraclio Bonilla. La trayectoria del desencanto. El Perú
autoritarismo en la historia del Perú. Siglo XVI-XXI. Lima: en la segunda mitad del siglo XX. Lima: Arteidea editores,
Fondo Editorial de la PUCP, 2007, pp. 139-141. 2006, pp. 157-162.

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Ello, es una muestra clara de la ausencia de con ello a una inmensa preferencia de los
una fuerza organizada que permita alterar de sectores populares del país.
manera real los cambios tibios o parciales En segundo lugar, al encontrarse ambos
desarrollados a lo largo de la historia peruana. presidentes sin mayoría parlamentaria y sufrir
En ese sentido, los gobiernos de Leguía y una férrea oposición en el legislativo se vieron
Fujimori se caracterizaron como regímenes en la necesidad de romper el orden
autoritarios y con síntomas de un populismo constitucional vigente a través del golpe de
que llegó a convertirse en dictadura. El Estado. Apoyados por las fuerzas armadas
“hombre providencial” y el “líder carismático”, cerraron el Congreso y se apoderaron de las
en ambos casos fueron utilizados para ganar principales instituciones gubernamentales
adherentes y partidarios. El Oncenio fue logrando así tener el total control político del
calificado como la “patria nueva”, el “siglo de país dando inicio a un marcado régimen
Leguía” y el presidente como “Wiracocha”, el autoritario.
“Nuevo Mesías” y “el gigante del pacífico.” 11 En tercer lugar, se vieron en la urgencia de
Si bien Fujimori no recibió esos títulos tan tomar una serie de medidas que les permita
resonantes fue considerado como un legalizar el golpe, que les dé a la vez la
personaje que supo utilizar sus rasgos raciales tranquilidad de mantenerse en el poder. Entre
para arrebatarle el poder político al “blanco” y ellas tenemos: la elaboración de una nueva
“candidato de los ricos” Vargas Llosa, aunque Carta Magna y sus posteriores enmiendas, el
parezca poco real tal afirmación, en el Perú establecimiento de un nuevo Congreso con
dicho argumento sigue siendo aún persistente. mayoría del gobierno, la realización de la tan
El racismo y su cuota obligada de menosprecio, esperada “utopía de modernidad”, así como, el
marginación y exclusión social se fundamenta apoyo del Estado a los sectores más
como un discurso ideológico de dominación necesitados del país.
social que establece jerarquías sociales entre En cuarto lugar, para cumplir con todas las
las razas.12 Esta vez la condición no blanca de exigencias de cambio, se necesitó la
Fujimori le ayudó a ser visto como un participación de sectores internos, pero
personaje cercano al pueblo y el típico principalmente externos en el ámbito nacional.
“candidato de los pobres”, sus rasgos De esta manera, las inversiones jugaron un rol
orientales también le sirvieron para ser fundamental en tan ambiciosa empresa a la vez
calificado como trabajador y responsable. Por que ponían al país en una total dependencia
ello, “el chino” difundió su lema de campaña: que llevarían al resquebrajamiento de las bases
“honradez, tecnología y trabajo.” del autoritarismo y su posterior caída.
En síntesis, podemos afirmar que entre ambos Finalmente, la total dependencia hacia el
gobiernos se dieron las siguientes similitudes: capital foráneo, la crisis económica existente,
En primer lugar, Leguía y Fujimori fueron la violación de los derechos humanos y de
antecedidos por gobiernos en crisis lo cual les expresión, la coacción del aparato estatal y
permitió aparecer como una nueva opción y particular, así como, la excesiva corrupción
única alternativa de cambio capaz de generalizada y el surgimiento de nuevos líderes
reorganizar todo el aparato estatal y dar fin al políticos, dieron lugar a la descomposición de
desequilibrio económico nacional, accediendo los regímenes y el inicio de un largo proceso de
transición en la escena política del país.
En definitiva, Leguía y Fujimori representaron
11
dos momentos en la historia republicana del
Manuel Burga y Alberto Flores Galindo. Apogeo y crisis
Perú en donde la tradición autoritaria supo
de la república aristocrática. Lima: Fundación Andina- Sur
Casa de Estudios del Socialismo, 1994, pp. 224-225. manejar los intereses de la sociedad y logró la
12
Alberto Flores Galindo. Buscando un inca: Identidad y estabilidad del sistema de gobierno por un
utopía en los andes. Lima: Sur Casa de Estudios del
Socialismo, 2005, pp. 235-236.

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tiempo prolongado, sin embargo,


paradójicamente, ese mismo sistema ocasionó
que ambos regímenes precipitaran su violenta
caída del poder del Estado.13

Estudios Recientes

Jorge Basadre, LA MULTITUD, LA CIUDAD Y EL


CAMPO EN LA HISTORIA DEL PERÚ, Lima, Peisa,
2009, 228pp (Reedición).
En este volumen, Jorge Basadre emprende la tarea de
estudiar el proceso histórico del Perú a partir de un
enfoque que analiza el papel fundamental que ha
correspondido desempeñar a las multitudes en los cambios
políticos y sociales. Como lo anuncia su título, el autor fija
su atención en la influencia de las clases sociales, el medio
geográfico y el esfuerzo individual en la configuración del
naciente Estado peruano.

Salvatore Lupo, HISTORIA DE LA MAFIA. Desde


sus orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires,
FCE, 2009, 516pp.
La mafia negocia pero no es empresa; trafica pero no es
banda de traficantes; comete crímenes sistemáticos pero
no sólo es crimen organizado. ¿Qué es entonces?
Salvatore Lupo responde a este interrogante con un
ensayo de estricto rigor histórico. En él consigue evocar
la vida ancestral de las signorie territoriali y reconstruye
la trama de relaciones entre los diversos grupos
familiares y sus tensiones criminales. La mafia aspira a
mezclarse con el Estado y, al hacerlo, consigue
desempeñar funciones primordiales, lo mismo detenta
un monopolio de violencia que ejerce un control
absoluto del territorio. La ciudad y la provincia de
Palermo han sido, finalmente, el centro de una
organización que, difundiéndose a través de miles de
hilos sangrientos, alcanzó a toda una nación y se Kimberly Theidon, ENTRE PRÓJIMOS. El conflicto
proyectó sobre el resto del mundo. armado interno y la política de la reconciliación en
el Perú, Lima, IEP, 2009, 283pp.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación, destacó que el mayor número de víctimas
del conflicto armado interno del Perú se produjo en
Ayacucho, y que dentro de ellas, predominaron largamente
los campesinos quechua hablantes. Kimberly Theidon se
adentró en las zonas rurales del norte y centro- sur de
Ayacucho, donde estudió a siete comunidades marcadas
profundamente por los años de violencia.

13
Daniel Morán y María Isabel Aguirre. “Leguía y
Fujimori: Entre la democracia y el autoritarismo en el
Perú del siglo XX.” Illapa. Lima, Nº 3, 2008.

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Eugenia Molina, EL PODER DE LA OPINIÓN PÚBLICA. Trayectos


y avatares de una nueva cultura política en el Río de la Plata.
1800-1852, Buenos Aires, Universidad Nacional del Litoral,
2009,
Este trabajo se inserta en la línea historiográfica que ha indagado el
proceso de modernización política a partir de la articulación de las
categorías de espacio público y sociabilidad, tratando de responder a
una serie de interrogantes que surgen de la relación entre la política
rioplatense de la primera mitad del siglo XIX y las prácticas y
representaciones que le dieron fundamento. En ese marco se reconocen
e iluminan algunos de los trayectos por los cuales la modernidad fue
difundiéndose en la región del Río de la Plata y el modo en que la crisis
imperial, el proceso revolucionario y la constitución de las provincias los
afectaron. Se recurre a diversos tipos de fuentes y descripciones de
época (memorias, relatos de viajeros, obras contemporáneas,
correspondencia), junto al recurso de las ediciones periódicas,
ineludibles para conocer los usos y representaciones en torno de la
opinión pública de la época

Fernando Devoto y Nora Pagano, HISTORIA DE LA


HISTORIOGRAFÍA ARGENTINA, Buenos Aires, Sudamericana,
2009,
Este libro es el primer intento en muchas décadas de brindar una mirada
integral en torno a las reflexiones sobre el pasado argentino, a partir de
la interpretación sistemática ofrecida por Bartolomé Mitre luego de la
batalla de Caseros.
Desfilan así, en las páginas de este trabajo, historiadores y otros
científicos sociales, cronistas y eruditos, ensayistas y panfletistas que
propusieron diferentes análisis acerca de la Historia argentina.
Su presentación está organizada en torno a distintas tradiciones
intelectuales (erudita, positivista, metódica, revisionista, marxista,
renovadora), que los enmarcan y que presuponen disímiles estrategias
de indagación.
El punto de llegada de la investigación de Fernando Devoto y Nora
Pagano es el final de los años sesenta y los comienzos de los años
setenta del siglo XX, momento en que un vasto plan de renovación de
los estudios históricos colapsa en el marco de la acentuada conflictividad
política e ideológica de la Argentina de esos tiempos.
El libro no es solamente un itinerario a través de las distintas fases de la
historiografía académica (o con vocación académica) sino una propuesta
para mirarlas en su tensión con aquellos otros estudiosos que desde
fuera del campo profesional "y a menudo en pugna con él" ofrecieron
lecturas alternativas.
El resultado es abigarrado y dispar, complejo y polémico, tanto como lo
fue la vida intelectual argentina en esos casi ciento veinte años.
El lector podrá así recorrer en este trabajo, en una apretada síntesis, la
manera en que tantos especialistas pensaron la Historia argentina.
Es de esperar que de allí emerja una visión más rica de esa misma
historia, en un país que ha hecho un hábito del debate acerca de su
pasado, en la pertinaz búsqueda de hallar en él las claves del presente y
del incierto futuro.

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 8


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Ann Twinam, VIDAS PÚBLICAS, SECRETOS PRIVADOS. Género, honor,


sexualidad e ilegitimidad en la Hispanoamérica colonial, Buenos Aires,
FCE, 2009, 500pp.
Hace más de doscientos años, en una calle de Medellín, Colombia, un oficial de la
Corona española omitió el apelativo "don" al saludar a un próspero comerciante
local. A pesar de ser un hijo ilegítimo, el comerciante se indignó por la omisión de
ese título honorífico siempre utilizado entre miembros de la élite para dirigirse unos
a otros. Inició en consecuencia un prolongado pleito, lo ganó y pudo así comprar
una "cédula de gracias al sacar", es decir, un decreto oficial de legitimación que le
permitía cambiar su estatus de nacimiento. El suyo no fue un caso aislado. Otras
243 peticiones llegaron a España desde todos los rincones americanos del imperio.
Todos esos documentos, conservados en archivos españoles y latinoamericanos,
replantean la comprensión de las relaciones de géneros, el concepto del honor, las
costumbres sexuales y la ilegitimidad en la América española del siglo XVIII, pues
ilustran simultáneamente la dualidad de la cultura hispánica, que permitía a los
individuos tener distintos estatus en la esfera pública y la privada, y el
funcionamiento de la movilidad social y racial.
Así, Ann Twinam recorre las biografías de los ilegítimos, sus parientes, amigos y
vecinos en su lucha por el ascenso social y contra la discriminación de las élites.
Presenta las tradiciones y leyes preexistentes que influyeron en las actitudes
coloniales ante la sexualidad, la discriminación y la legitimación civil; analiza los
diferentes métodos usados por los oficiales reales para la tramitación y resolución
de las peticiones e indaga si las reformas borbónicas promovieron el cambio o
fueron conservadoras.
Lejos de todos los estereotipos, Vidas públicas, secretos privados revela la intimidad
de la sociedad hispanoamericana colonial como más flexible, versátil y compleja de
lo que siempre se la ha considerado.

Pilar González Bernaldo de Quirós, CIVILIDAD Y POLÍTICA EN LOS


ORÍGENES DE LA NACIÓN ARGENTINA. Las sociabilidades en Buenos Aires,
1829-1862, Buenos Aires, FCE, 2008, 504pp.
Esta obra se sitúa en la confluencia de varios ejes de investigación esenciales para la
comprensión del siglo XIX: las mutaciones de la sociabilidad y las prácticas sociales, el
nacimiento de la política moderna y la construcción de la nación. Así, sostiene
François-Xavier Guerra en su prólogo: "Su mayor originalidad reside en la intuición
primordial que recorre toda la obra y le confiere su unidad: los tres temas están
indisociablemente ligados en una relación causal que, aunque compleja, no es menos
cierta". Efectivamente, las prácticas relacionales se encuentran en el núcleo de la
política como práctica social y permiten, precisamente, acceder al corazón del
problema del proceso de construcción de una sociedad nacional. El movimiento
asociativo moderno y las formas de sociabilidad contractuales fueron un factor de
transformación de la sociedad y de las representaciones que ésta se daba a sí misma
y, de este modo, sirvieron para vehiculizar una nueva representación de la
colectividad como "sociedad nacional". La investigación se sitúa en la ciudad de
Buenos Aires entre 1829 y 1862 en la encrucijada de tres enfoques: la biografía
comparada, la sociabilidad y la interacción entre población y espacio urbano; y
explora los puntos de encuentro entre los individuos, la sociabilidad urbana y el
proceso político de organización nacional. Pues como sostiene Pilar González
Bernaldo de Quirós en la conclusión, "la independencia no sólo plantea el problema
del fundamento del poder político, sino más aún el fundamento del lazo social".
Civilidad y política en los orígenes de la nación argentina constituye una investigación
rigurosa, innovadora y estimulante y, tal como afirma Tulio Halperin Donghi en su
prefacio: "hoy reconocemos sin esfuerzo en el libro que vio la luz en 1999 uno de los
textos mayores que orientaron el rumbo de nuestra historiografía en el cuarto de
siglo transcurrido desde que la Argentina volvió a vivir en democracia".

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 9


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Claude Michel Cluny, ATACAMA. Ensayo sobre la guerra del Pacífico, 1879-
1883, México, FCE, 2008, 479pp.
"Bolivia se considera con derechos sobre un territorio que no ocupa verdaderamente ni
puede explotar; Perú se deja arrastrar tras ella por un tratado 'secreto' y el temor a un
aislamiento diplomático y militar; y Chile, por su parte, con la mano un poco forzada por
algunos intereses privados, juega la carta del nacionalismo insultado, pero, sobre todo, la
de una expansión económica y territorial inesperada."
En Atacama, el ensayista e historiador francés Claude Michel Cluny relata las causas y las
consecuencias de la Guerra del Pacífico (1879-1883), un conflicto bélico que coloca a Chile
como la máxima potencia del sur y deja a Bolivia sin entrada alguna al mar. Esta guerra,
que resolvió definitivamente el destino del desierto de Atacama y sus riquezas, es -como
explica Cluny- un momento definitivo en la historia sudamericana: uno que establecería
papeles que continúan hasta el siglo XXI y que cambiaría, para siempre, la geografía de un
continente entero.

Robert Darnton, LOS BEST SELLERS PROHIBIDOS EN FRANCIA ANTES DE LA


REVOLUCIÓN, Buenos Aires, FCE, 2008, 553pp.
¿Qué es lo que causa una revolución? ¿Por qué cambian los sistemas de valores?
¿Cómo influye la opinión pública en los acontecimientos? En Los best sellers prohibidos
en Francia antes de la revolución Robert Darnton enfrenta estas preguntas, difíciles de
manejar por su magnitud, con otro tipo de interrogante posible de ser respondido:
¿qué leían los franceses en el siglo XVIII? Si la Revolución Francesa fue una revolución
de ideas, ¿de dónde provenían esas ideas? No sólo de las obras clásicas de Rousseau y
de Voltaire, como suele pensarse. En realidad, fueron más bien los Rousseaus du
ruisseau [Rousseaus de alcantarilla] los que escribieron la literatura libertina que
contribuyó a socavar los valores del Antiguo Régimen. Estos libros prohibidos
constituyen el objeto de estudio de Darnton, y tras haberlos seguido a lo largo de los
fascinantes canales del comercio clandestino del libro en el siglo XVIII -empresa que le
llevó más de 25 años de investigación-, logró identificar el corpus literario de la época y
rescatar a esos autores olvidados. Se trata de una empresa que excede el mero trabajo
de anticuario, ya que la historia de los libros lo conduce a otras áreas como la literatura
y la historia cultural, la historia de la comunicación, la articulación de las ideologías y la
formación de la opinión pública y, más concretamente, la historia política y los
orígenes de la Revolución Francesa.
Darnton demuestra que los best sellers antes de la revolución, pese a su ilegalidad (o,
más bien, gracias a ella), eran los libros más peligrosos y escandalosos: porque
atacaban abiertamente al rey, por predicar el ateísmo o por ser pornográficos. Y todos
ellos contenían un mensaje político y una idea general de la política. Generosos
fragmentos de tres de las más valiosas de estas obras están incluidos en el presente
volumen a modo de antología: Thérèse filósofa, El año dos mil cuatrocientos cuarenta y
Anécdotas sobre madame la condesa Du Barry. El lector actual no sólo disfrutará de las
mismas obras que los lectores franceses del siglo XVIII, sino que descubrirá, a través
del deslumbrante itinerario trazado por Darnton, cuál fue su importancia para
precipitar el estallido de la Revolución Francesa.

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 10


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David Garrett, SOMBRAS DEL IMPERIO. La nobleza indígena del Cuzco,


1750-1825, Lima, IEP, 2009, 450pp.
Acaba de aparecer bajo el sello del Instituto de Estudios Peruanos. Se trata de la
traducción al español de Shadows of Empire: The Indian Nobility of Cusco, 1750-
1825 (Cambridge: Cambridge University Press, 2005) del profesor norteamericano
David Garrett, quien presentó esta investigación como tesis doctoral en la
Universidad de Columbia.
El libro es un estudio sobre la elite inca del Cuzco desde mediados del siglo XVIII
hasta el fin del mandato virreinal en 1824. Si bien contamos con numerosos
estudios sobre la elite incaica, este es uno de los pocos estudios que la estudia
como un grupo durante las décadas más difíciles del periodo colonial. Los
investigadores habían puesto énfasis en la conformación y adaptación de este
grupo durante la transición del Tahuantinsuyo a la Colonia, especialmente en su
rol de intermediarios entre la república de españoles y la república de indios.
Considerados por lo general como un sector ajeno a ambas repúblicas, su
controvertida posición los hacía ver como un grupo sólido y monolítico que
trataba, a cómo de lugar, de mantener sus privilegios a costa de la explotación de
sus propios gobernados.
El estudio de Garrett nos ofrece una imagen distinta de este grupo, sometido a
una serie de presiones externas e internas. De ser un conjunto de nobles locales
con rasgos comunes, las páginas de Sombras del Imperio reflejan los quiebres y
los conflictos internos que resquebrajaron a este grupo en el periodo más intenso
de las reformas borbónicas. Pero el momento más álgido ocurrió a partir de las
rebeliones anticoloniales de las últimas décadas del siglo XVIII, especialmente con
la Gran Rebelión de Túpac Amaru. Este levantamiento puso a la mayoría de la
nobleza cusqueña a favor de la Corona, pero no la libró de la sospecha
generalizada de las autoridades metropolitanas acerca de la influencia de los
curacas sobre la sociedad indígena. A partir de este momento comenzó un doble
proceso: la decadencia de esta élite con el progresivo desmantelamiento de sus
funciones y privilegios al mismo tiempo que los curacas trataban
desesperadamente de demostrar su fidelidad al sistema. El golpe de gracia lo
daría el sistema republicano con la abolición de la nobleza. (Tomado de José
Ragas).

William M. Mathew, LA FIRMA INGLESA GIBBS Y EL MONOPOLIO DEL


GUANO EN EL PERÚ, Lima, IEP-BCRP, 2009,
El Instituto de Estudios Peruanos y el Banco Central de Reserva del Perú, a
través de sus fondos editoriales, han firmado un interesante convenio que
auspicia la publicación de obras de historia económica peruana. El resultado ha
sido más que positivo, pues ha permitido leer en español obras clásicas de
historia económica que no se habían difundido al gran público, pese a su
importancia.
En esta oportunidad, tenemos el agrado de presentar el libro de William M.
Mathew, La firma inglesa Gibbs y el monopolio del guano en el Perú. Se trata de
un estudio clásico y pionero sobre las actividades de una de las empresas que
comerció con el Perú la distribución y venta del recurso que haría de nuestro
país uno de los más ricos pero cuya riqueza no significó necesariamente el tan
ansiado desarrollo.
El libro se centra sobre todo en las implicancias políticas, económicas y sociales,
de las que se desprenden importantes lecciones históricas.
(Tomado de José Ragas).

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Jo-Marie Burt, VIOLENCIA Y AUTORITARISMO EN EL PERÚ: Bajo la sombra de Sendero y la dictadura de


Fujimori, Lima, IEP, 2009, 429pp.
En esta obra, la autora coloca a los dos actores principales de la década de 1990 frente a frente: Sendero Luminoso y el
Estado peruano. A partir de esta confrontación, que los devuelve al plano de contrincantes y enemigos, Burt trata de
establecer cómo se desarrolló este enfrentamiento a nivel de la sociedad civil, en especial los sectores marginales urbanos,
en los cuales Sendero Luminoso y el Estado peruano llevaron a cabo diversas estrategias para captar adherentes y
simpatizantes a sus respectivas causas. El libro busca rescatar el papel de la sociedad civil para fortalecer la democracia
desde la década de 1980 y cómo el terror fue uno de los ejes fundamentales que sirvió como nexo entre la población y el
Estado. Alejándose de un modelo teleológico que pondría a la democracia como la inevitable triunfadora, Burt capta la
tensión entre ambas fuerzas por establecer una dinámica de atracción de simpatizantes pero que no excluyó el uso de la
violencia contra aquellos miembros de la sociedad civil considerados traidores. Al mismo tiempo que el senderismo
incrementaba su radio de acción, el Estado peruano trataba de hacerle frente al mismo tiempo que buscaba fortalecerse
internamente. Pero, como sabemos a partir de la sentencia al expresidente Fujimori, el terreno común entre ambas
fuerzas fue la violencia, selectiva o indiscriminada, pero violencia al fin.
La (secular) debilidad del Estado peruano habría permitido crear lo que la autora denomina «zonas grises», regiones en las
que no hay una activa presencia del ente estatal y que permite la aparición de estructuras dispuestas a arrebatarle el
poder y el monopolio de la fuerza al Gobierno. La existencia de diversas «zonas grises» al interior del país fue lo que llevó a
Sendero a crecer y expandirse. Uno de los puntos más notables del libro es que intenta comprender cómo Sendero
Luminoso pudo ganar adeptos, para lo que descarta catalogarlo como un movimiento demencial, ya que eso no ayuda a su
análisis ni a entender (y evitar) la expansión del senderismo en el país. De acuerdo con Burt, la sociedad civil estableció una
negociación con ambas fuerzas beligerantes, especialmente con Sendero Luminoso, al cual fue apoyado por ciertos grupos
no necesariamente por motivos ideológicos sino operacionales (ejecución de malas autoridades, por ejemplo). La autora
toma distancia de una posición que victimiza a la sociedad civil. Por el contrario, señala que la sociedad civil tomó parte
activa denunciando los abusos cometidos por los dos actores políticos.
Uno de los espacios donde parecía definirse era en las barriadas, y más específicamente en Villa El Salvador, donde la
izquierda legal (Izquierda Unida), había implementado una amplia red de organizaciones con miras a un modelo de
desarrollo transicional. Sendero Luminoso vio en esto un freno a la revolución, ya que el modelo de Villa El Salvador podría
extenderse a otros lugares donde la pobreza campeaba, sobre todo en los años ochenta, marcados por la hiperinflación. En
base a un trabajo estrecho entre autoridades, dirigentes y pobladores, Villa El Salvador había conseguido ser un paradigma
de organización comunal. El peligro que esto representaba para el senderismo queda en evidencia en la forma salvaje
cómo fue asesinada María Elena Moyano. El autogolpe de 1992 significó un momento crucial en la batalla por las barriadas
y la expansión del frente urbano por parte de Sendero Luminoso. Los senderistas habían comenzado una arremetida para
desplazar a los izquierdistas moderados de las organizaciones comunales y destruir la experiencia de autogestión que
buscaban implantar. La captura de su líder en setiembre de 1992 frustró esta avanzada, la cual se hallaba debilitada por la
incapacidad de los simpatizantes senderistas por ofrecer alternativas viables al modelo de autogestión.
La investigación se sustenta en numerosas entrevistas realizadas a diversos actores del periodo estudiado, como miembros
de centros de investigación privados y de organizaciones de derechos humanos, promotores de desarrollo, líderes
religiosos, funcionarios de las escuelas locales, autoridades de gobiernos municipales y pobladores de las áreas
investigadas, además de senderistas y líderes locales sospechosos de simpatizar con la organización subversiva. El área
escogida es el de la periferia de Lima, distritos en los que Sendero Luminoso tenía una activa influencia: San Juan de
Lurigancho, Ate-Vitarte, El Agustino y Villa El Salvador. (Tomado de José Ragas).

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ILLAPA, Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Lima, Nº 5, 2009, 302pp.


La historia ciencia de los hombres en el tiempo permite, precisamente, analizar, reflexionar y problematizar la situación
humana, pero no únicamente como un ejercicio mental o académico, sino como una propuesta necesaria para comprender
a las sociedades, explicándoles su condición de existencia y buscando que los propios hombres encuentren el camino, las
variantes y las posibilidades ineludibles de conducir su propio porvenir.
En ese sentido, Illapa, Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, a través de la entrega de su quinto número, agosto del
2009, pretende aportar modestamente al esclarecimiento y la problematización de la historia de los hombres. Más aún si
Illapa es una publicación independiente y financiada económicamente por sus directores, los autores que publican en ella y
los lectores anónimos que no dejan de darnos muestras espontáneas de apoyo al adquirir nuestros ejemplares y ofrecernos
sus sugerentes comentarios. A todos, de nuestra parte, reciban el sincero agradecimiento.
Esta entrega de Illapa es, sin lugar a dudas, un número de colección, pues abarca una variedad de temas y problemas de
investigación realmente sugestivos. En el Dossier de la Guerra del Pacífico escribe el reconocido historiador Heraclio Bonilla
(sobre los dilemas de la participación de Bolivia en la guerra) y el novel, pero prometedor investigador Juan José Rodríguez
(concerniente al papel político del bello sexo en el conflicto). Por otro lado, en el Dossier de Historia Internacional referente
a la historia argentina escriben Esteban De Gori y Marina Gutiérrez De Angelis (Fernando VII en la crisis hispana), Claudia
Daniel (el Estado argentino y sus estadísticas, 1864-968) y Cintia Zirino (campesinado en Argentina, Santiago del Estero en la
década de 1940). En el Dossier de Historia de América Latina resultan aleccionadores los argumentos de Antonio Galarza
(sobre las formaciones sociales, modos de producción y capital comercial en América colonial) y el estudio de Yony Amanqui
(conductas del hombre ante situaciones de desastre). Igualmente, Illapa ha querido ofrecer en este número el Dossier
Historia y educación en el Perú en donde podemos encontrar las sugerentes propuestas de Juan Carlos Huaraj (El estatuto
del Convictorio de San Carlos), Dany Huamaní (la problemática educativa y el mito del progreso), Iván Caldas (la pedagogía
de José Antonio Encinas) y las reflexiones de Rolando Ríos (el profesor novato).
Por otro lado, en la sección investigaciones diversas, Juan Ramírez ha mostrado los aspectos sociales y costumbristas del
virreinato peruano mientras que Daniel Morán, en un estudio importante, ha desarrollado la propuesta de educación
popular que los grupos de poder coloniales desarrollaron en la coyuntura agitada de la independencia. Desde los estudios
de la música de los grupos populares y de los paisajes culturales Frank Huamaní vuelve a sorprendernos con dos
imprescindibles textos: uno sobre el rock y las fuentes que ayudan a su comprensión y, el otro, sobre la importancia de la
historia para un análisis de los paisajes culturales en el Perú.
Finalmente, en la sección comentarios y reseñas, Daniel Morán analiza detenidamente el libro Borbones y aguardiente de
Kendal Brown, Irina Polastrelli la inmejorable compilación de Carmen Mc Evoy La República peregrina, por su parte, Carlos
Zegarra reflexiona el libro Evangelización y vida eclesial en Piura mientras que Fran Huamaní cierra este número de Illapa
con un comentario al novedoso texto de Luis Fernando Jiménez sobre teoría del turismo.
No cabe duda que esta edición de Illapa ocasionará comentarios diversos que esperamos sirvan para mejorar cada día más y
ofrecerles a todos ustedes amantes de la historia y de los problemas de los hombres nuestras más meditadas reflexiones.
Terminamos esta presentación agradeciendo a los investigadores peruanos y argentinos que publican en esta oportunidad,
gracias por sus trabajos y el apoyo incondicional a esta su revista. (La foto tomada de José Ragas).

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RESEÑAS excelente “Generación Cochebomba”16, (que


más parece una autobiografía) donde narra la
La literatura del rock subterráneo: Un breve juventud de un muchacho que no sabe el
comentario de 3 novelas subterráneas.14 destino que seguir ni dónde dirigirse, todo ello
matizado en la convulsionada época de finales
FRANK DAVID HUAMANÍ PALIZA de los 80 y matizado con el rock subterráneo.
frankurt1994@hotmail.com Dicho libro está escrito en tercera persona y
Universidad Nacional Mayor de San Marcos tiene una temática parecida a la de Oscar
Malca, con la diferencia que la historia sigue
En general es muy poco lo escrito sobre el un orden lineal. Cuenta la historia de “Adrian
rock subterráneo en Lima, pero vale la pena R”, un adolescente que vive en la
mencionar 3 escritos de corte literario que convulsionada época de violencia política y
han narrado diversas experiencias del llamado social en Lima, donde los Cochebomba era
movimiento subterráneo. algo cotidiano en el quehacer diario limeño.
Empezaremos con el excelente libro de Oscar Muchos de los pasajes de la novela el autor lo
Malca “Al final de la Calle”15, donde nos narra acompaña con letras de las canciones
la historia de un chico llamado “M” envuelto subterráneas más representativas de los 80
en un sinfín de confusiones sociales, dicho (Leusemia, Sociedad de Mierda, Narcosis,
personaje se desenvolvió en el boom del Eutanasia, etc.).
movimiento subterráneo de 1985, y en el libro Además que en diversos pasajes del libro
menciona a algunos personajes importante de describe algunos acontecimientos que sucede
ese movimiento (Daniel F, Edgar Barraza, etc.). al interior del movimiento subterráneo de los
Dicha novela es considerada una de las 80 (por ejemplo al final del capítulo VI
mejores narraciones escritas en el Perú (vale menciona lo que fue el primer concierto de
decir que tiene más de 7 ediciones), además Leusemia ante un público, aproximadamente
tiene muchas particularidades, pues es difícil en 1983, en el local “La Caverna”). Vale
encontrar los personajes principales, señalar que el autor al igual que Oscar Malca,
secundarios, además que cada capítulo del fue un participante del movimiento subte de
libro está en completo orden aleatorio, donde mediados de los 80, por ello que la obra
no se puede distinguir cual capítulo es el más resulta importante, pues nos muestra diversas
importante o trascendente. Todo el texto aristas y complejidades de los jóvenes
narra diversas vivencias y acontecimientos subterráneos que vivieron la efervescencia
que vivieron muchos jóvenes a mediados de la punk en Lima.
década de 1980. Este libro es importante Finalmente tenemos el libro de Julio Duran
porque nos muestra un acercamiento al “Incendiar la ciudad”17 que gira en torno a los
pensamiento y submundo de los jóvenes de ejes temáticos de “Al Final de la Calle” pero
mediados de 1980, dichos jóvenes vivieron la más parecido a “Generación Cochebomba” (o
violencia política interna del país, la crisis viceversa), donde narra una historia lineal de
económica extrema, la crisis de la sociedad en las diversas vivencias de un grupo de
general, por ello que vivieron con una muchachos subtes y rebeldes que están en el
completa apatía hacia su entorno y forma de afán de darle un sentido a su vida y sus ideas.
enfrentar la vida. Todo ello se refleja a lo largo En general la literatura viene tomando cada
de todos los capítulos de la obra. Otro de los vez más seguido el ambiento del movimiento
libros subtes es el de Martín Roldan Ruiz y su subte, ya que dentro de ella se refleja mucho
de los temores y contradicciones de la

14 16
Publicado originalmente en Illapa. Revista Véase a Martin Roldan y su “Generación
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Nº4, 2009. Cochebomba”, Power Color, 2007, Lima.
15 17
Véase Oscar Malca “Al final de la Calle” Santo Oficio, Véase Julio Duran “Incendiar la ciudad” Impreso
1989, Lima, Perú 5ta edición. artesanalmente por el mismo autor, 2002, Lima.

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sociedad en el Perú y sobre todo que Precisamente, el primer libro de Alejandro Rey
representa un movimiento que va en contra de Castro20 sobre el proceso independentista
de lo establecido y que busca generar espacios peruano se encuentra circunscrito a estas
de opinión para buscar salidas a la crisis que líneas de investigación.
vivimos hace siglos. El texto, originalmente sustentado como tesis
Por ello que es necesario recopilar y editar de maestría en la Universidad Católica, consta
mucha de la información a primera mano que de tres partes bien definidas y que responden
se tiene de la mencionada época, para que así al tiempo cronológico de la independencia.
los futuros investigadores puedan darle los Así, Rey de Castro reflexiona sobre la etapa
análisis diacrónicos precisos que merecen reformista (1780-1808), la etapa liberal (1808-
dicho acontecimiento, que como hemos 1814) y la etapa de la definición (1814-1820).
afirmado en numerosas ocasiones; En el análisis de estas coyunturas el autor llega
Representó un hito importante en el proceso a la idea rectora de toda su investigación: que
histórico-social de Lima. la independencia no fue solamente el
resultado de la influencia del pensamiento
moderno europeo y norteamericano, o de la
Repensando la independencia. Reflexiones al crisis de la monarquía española por la invasión
texto El pensamiento político y la formación napoleónica de 1808, o la acción política y
de la nacionalidad peruana, 1780-1820, de militar de San Martín y Bolívar, sino:
Alejandro Rey de Castro.18
“fundamentalmente, la eclosión de
DANIEL MORÁN19 una lenta y laboriosa preparación, el
aedo27@hotmail.com remozamiento de tendencias e ideas
Universidad de San Marcos (Lima, Perú). fuerzas emanadas del propio y secular
Universidad de San Martín-IDAES fondo histórico peruano, así como el
(Buenos Aires, Argentina). estallido final de la conciencia nacional
criolla, mestiza e indígena, madurada
La independencia como problema de a lo largo de la dominación española
investigación en el mundo americano en el Perú.”
mantiene una actualidad justificada. Las
próximas celebraciones de estas efemérides Entonces, para Rey de Castro si bien la
nacionales vienen auspiciando diversos influencia externa en la independencia fue
talleres de investigación, congresos, importante, los factores internos resultaron
publicaciones y la política estatal de cada una determinantes de todo el proceso. Así, en la
de las naciones independientes por reflexionar primera etapa, retoma los argumentos de José
sobre su propio proceso histórico de Agustín de la Puente Candamo y lo que la
liberación nacional. historiografía del centenario de la
En el Perú, esa fascinación por el estudio de la independencia resaltó sobre los ideólogos y
independencia está acompañada por el precursores de la emancipación. La
ímpetu de los trabajos de jóvenes denominada conciencia nacional, en
historiadores peruanos y las conocidas tesis de apreciación de estos autores, se gestó desde
la consagrada historiografía oficial. el siglo XVIII gracias a la existencia de un
espíritu nacional y la maduración progresiva
18
del sentimiento patriótico. A pesar de ello,
Publicado originalmente en Illapa. Revista Rey de Castro considera que la ilustración fue
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Nº4, 2009.
19
Licenciado en Historia por la UNMSM (2008),
20
actualmente estudia la Maestría en Historia en el Alejandro Rey de Castro. El pensamiento político y la
Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la formación de la nacionalidad peruana, 1780- 1820. Lima:
Universidad Nacional de San Martín en Buenos Aires- Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales-
Argentina, gracias a la Beca Roberto Carri 2009. UNMSM, 2008, 317 pp.

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una fuente ideológica indispensable de los algo recurrente ni siquiera permitido por el
líderes de la independencia para legitimar sus poder colonial, la sociedad de “antiguo
ideas y su praxis política. Por ejemplo, ha régimen”, para tomar denominaciones
calificado al Mercurio Peruano como una modernas, era un conglomerado de grupos
publicación esencial para la formación de la sociales que poseían sus propios intereses y
conciencia nacional, pues representó el que se diferenciaban nítidamente. Por ello, en
vehículo del pensamiento ilustrado más lúcido la sociedad colonial antes que observar una
que ha tenido el Perú. En esta y otras unidad social encontramos una sociedad
publicaciones los ideólogos expresaron sus altamente fragmentada con claras diferencias
argumentos y forjaron una conciencia y sociales, culturales, económicas y políticas.
sentimiento de identidad. Entonces, era realmente difícil que en aquella
En la segunda etapa, el autor se centra en la sociedad amorfa surgiera una conciencia de
crisis hispánica y su correlación en el ámbito identidad nacional que ocasionara
americano. Sin embargo, Rey de Castro vuelve movimientos sociales de tendencias
a insistir en dar mayor prioridad a las revolucionarias. Para ser más categóricos, los
rebeliones y conspiraciones desarrolladas en objetivos locales a lo mucho regionales de
territorio peruano con la intención de valorar algunas de las rebeliones del proceso de
las causas internas en la coyuntura de las independencia no hubieran podido,
Cortes de Cádiz. En ese sentido, intenta medir sencillamente, acabar con el debilitado
el impacto de las Cortes y la Constitución de sistema colonial. Súmese a ello las diferencias
1812 en el Perú a través de la actuación de los internas de los propios grupos sociales en
representantes peruanos en el Congreso. subversión y la fuerte represión militar e
Resalta igualmente la importancia de la ideológica que las autoridades políticas
libertad de imprenta y el papel de la prensa desarrollaron en esos momentos.
constitucionalista. Además, ¿la ilustración, la revolución y el
En la tercera etapa, Rey de Castro busca cambio social, fueron percibidas y asimiladas
explicar la definición final de los peruanos por por toda la sociedad?, ¿ese grupo reducido de
la independencia nacional. Al respecto analiza ideólogos pudo difundir y causar programas
la revolución del Cuzco y el complejo serios de transformación social?, ¿es
pensamiento político de la revolución. suficiente explicar el proceso de
Además, para esta etapa el autor destaca las independencia a partir de las ideas de unos
ideas de los denominados ideólogos del siglo cuantos ilustrados?, aun más ¿el análisis del
XIX en el Perú. Otra vez la intención de Rey de pensamiento político puede realizarse sin
Castro es probar el papel relevante de estos utilizar seriamente una fuente histórica
hombres ilustrados para la consumación de la fundamental como la prensa?
independencia. Señalemos algo contundente, la historia del
En todo el análisis de la investigación pensamiento político peruano de la
apreciamos la tesis de que la conciencia independencia no puede realizarse sin recurrir
nacional realizó la independencia del Perú. Tal directamente a los periódicos y folletos
vez dicha tendencia de Rey de Castro se políticos que surgieron en esos años. La
explicaría por la influencia de José Agustín de historiografía especializada, incluso la historia
la Puente Candamo y Margarita Guerra, conservadora y oficialista, ha comprobado la
historiadores que consideran que la importancia de la prensa como vehículo de
conciencia nacional y el Perú mestizo fueron información, y no solo eso, sino como arma
los artífices de la libertad peruana. Desde ideológica para la lucha política en la
nuestro punto de vista, es totalmente independencia. Muchas veces no solamente
evidente que el argumento de la unión se ganaba una guerra con el ejército y las
fraterna y solidaria entre negros, indios, armas, existen ocasiones en que la pluma y el
mestizos y castas en la independencia no fue

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papel hicieron las veces de agitadores sociales


y tribuna de movimientos revolucionarios.
Por lo tanto, deberíamos investigar la
ideología de la independencia con fuentes que
muestren precisamente esa realidad, y no
contentarnos sumisamente con desempolvar
viejas tesis sin ni siquiera tomarnos el tiempo
de reflexionar y sistematizar lo que los
maestros ya desarrollaron y la documentación
histórica pertinente del proceso de estudio.

ENTREVISTAS
PASADO, PRESENTE Y FUTURO O LA HISTORIA TRIMENCIONAL.
ENTREVISTA AL MAESTRO WALDEMAR ESPINOZA SORIANO 21

RODY HUARHUA y ELVER VERGARA


Universidad Nacional Federico Villarreal

Doctor Waldemar Espinoza, háblenos acerca de las motivaciones que le hicieron optar y seguir la
carrera de historiador.
No pocos amigos, sobre todo alumnos, me han interrogado al respecto. Lo que veo es que en
cualquier parte del mundo hay dos tipos de historiadores: 1° Los que nacen con esta vocación, y 2°
los que la descubren en su edad adolescente y hasta en la adulta, y muchos aún en la vejez. Yo,
francamente, pertenezco al primer grupo. Al igual y muchos de ustedes, desde niño, me fascinaban
las cosas antiguas, pero asimismo las actuales. Me gustaba visitar exposiciones, museos, bibliotecas,
archivos, monumentos arquitectónicos de todas las épocas, también conferencias alusivas. Y
Cajamarca, en la Sierra Norte, ofrecía y ofrece estos incentivos. Desde luego que no he vivido ni vivo
pensando solamente en lo que fue la sociedad en tiempos anteriores al nuestro; es indudable mi
preocupación acerca de lo que sucede ahora y pueda ocurrir en el futuro en el Perú, en el continente,
en el planeta. Es que la historia también comprende al presente. Y eso de interesarnos por el
porvenir es de suma importancia en los países como el nuestro, donde el desarrollo económico

21
Publicado originalmente en Illapa. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Nº3, 2008.

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todavía no llega a todas las clases. Hay que reflexionar en los resultados del calentamiento global, en
la desaparición de los nevados y casquetes congelados en general, en el relativamente rápido
desabastecimiento de agua, en las potencias imperiales que -para lograr recursos naturales- están
resueltas a invadir y matar a miles de gentes para conseguir sus fines. Tenemos que meditar en el
destino de nuestros hijos y de los hijos de éstos. En el área nuclear andina los problemas
económicos, sociales, educacionales, de nutrición, de vivienda, de trabajo y otros son crónicos. Se
asegura que afectan al 54 % o más de los habitantes. Para el científico social, en consecuencia, la
historia es tridimensional: pasado, presente y futuro.
Hasta finalizar mis estudios de media radiqué en Cajamarca, con la ventaja de haber tenido una
madre que ejercía el magisterio rural; lo que me permitía viajar por diversos caseríos, distritos y
provincias. Gracias a esa trashumancia, desde edad temprana, en la etapa inicial y escolar, me puse
en contacto con la naturaleza y el campesinado. Esto, no cabe dubitaciones, me inculcó más apego al
conocimiento de la historia, tradiciones, costumbres y creencias de ellos.

¿Qué investigadores o intelectuales peruanos y extranjeros ejercieron y siguen ejerciendo


influencia en su formación académica?
En mis años de estudiante en Cajamarca, en el Colegio Nacional de San Ramón, los que me
impactaron, es lógico, fueron mis profesores de historia y literatura. Mi promoción tuvo la suerte de
haber tenido un plantel docente de primera. Estoy refiriéndome a la mitad del siglo XX, cuando a
nadie –allá- se le ocurría exigir pedagogos profesionales. Por lo tanto quienes nos enseñaban eran
abogados, médicos, veterinarios, ingenieros, biólogos y así por el estilo. Pero yo y mis condiscípulos
recordamos con admiración y gratitud que eran maestros de refinada calidad, tanto por la
profundidad de sus conocimientos como por la galanura de sus lecciones. Incluso los que tenían a su
cargo las asignaturas de dibujo y tareas manuales. Esto dentro de las aulas ubicadas en el ex
convento de la Recoleta franciscana. En el exterior, los que mayor influyeron en mi predilección por
la historia fueron los artículos y folletos del cónyuge de una tía-abuela mía, don Vicente Pita
Barrantes, el cronista de la ciudad de Cajamarca, fallecido en 1927. Sus escritos desperdigados por
aquí y por allá me atraían mucho, aunque más tarde descubrí que a veces exageraba por su amor al
terruño.
Justo, en el tercer año de secundaria comencé a escribir algunas hojas sobre la historia del Colegio
donde me formaba, y biografías cortas de personajes ilustres de la ciudad y provincia cajamarquina.
Los publicaba en la revista del Colegio y en algún diario local. Por cierto que eran solamente pininos,
pero minucias que me satisfacían. Fue la ocasión que conocí al historiador Horacio Villanueva
Urteaga, catedrático en la Universidad de San Antonio Abad del Cusco. Hombre maduro que
frecuentaba Cajamarca a pasar algunas semanas de vacaciones e investigar temas de su especialidad
en las notarías, páginas que después las daba a conocer en determinadas revistas de la ciudad
cusqueña y medios de comunicación cajamarquinos. Fue la época que me encantaba conseguir
periódicos, revistas e impresos antiguos que los leía, revisaba y guardaba.
Sin embargo, fue en la Universidad Mayor de San Marcos donde pude ponerme al día con las nuevas
corrientes historiográficas. Aquí conocí y tuve como compañeros de estudios a jóvenes muy hábiles
y como catedráticos a varios historiadores profesionales. Por aquella época sólo existía la Facultad
de Letras con algunos Institutos, entre estos los de Arqueología - Etnología, Historia, Literatura,
Geografía, Filosofía, Filología, Ciencias de la Comunicación y creo que nada más. Éramos pocos
alumnos, todos cabíamos en una estrecha aula; y estudiábamos unidos, no existía la diversificación
extrema de currículas. Por lo tanto unos y otros concurríamos a recibir las mismas lecciones. Ahí
veíamos a Mario Vargas Llosa, Luis Guillermo Lumbreras, Fernando Fuenzalida, Hugo Neira, Rosa
Fung Pineda, Duccio Bonavia, Alberto Cheng, etc. Tampoco olvidamos a quienes escuchábamos con
admiración: Raúl Porras Barrenechea, Luis E. Valcárcel, Jorge Basadre, Carlos Newhaus Rizo Patrón,
Teodosio Cabada, Jorge C. Muelle, Jean Velar, José Matos Mar, José María Valega, Bruno Roselli, etc.

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 18


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Fue también la temporada que conocí a Tom Zuidema, a Jhon Rowe, Pablo Macera, Carlos Araníbar,
José María Arguedas, Emilio Choy, y después a los franceses Wachtel y Duviols, un poco mayores
que nosotros. Conversábamos mucho, leímos bastante; nuestra presencia era frecuente en
conferencias, simposios y congresos; acudíamos a menudo a la Biblioteca Nacional, a la Biblioteca
Universitaria, y quienes seguían la carrera de Historia al Archivo Nacional del Perú, que tal era su
membrete entonces. Pero también nos dábamos tiempo para holgar celebrando cumpleaños,
paseos, homenajes, etc. Sí, son años inolvidables.

¿Qué intelectuales ejercen influencia en su análisis científico de la realidad peruana y política?


Hay peruanos y extranjeros. Ya en Lima un autor cuya lectura me atrajo fue Carlos Wiesse, ex
docente y ex decano de la Facultad de Letras en la Universidad de San Marcos. Él mayormente
escribió textos escolares y universitarios. No lo conocí personalmente, pues falleció en 1945. Su
mérito fue el de siempre estar al día con la bibliografía y nuevos descubrimientos, aparte de su fino
sentido analítico y crítico. De ahí que cada nueva edición de sus libros saliera corregida y aumentada.
Abarcó todos los tiempos y áreas, desde el Perú prehispánico al republicano. Pero el ejemplar que
más nos atraía es el titulado Apuntes de historia crítica del Perú. Época colonial (con dos ediciones:
1909 y 1949), precisamente por ser analítico y crítico.
En esta entrevista me siento comprometido a no olvidar a Raúl Porras Barrenechea, notable por su
erudición, cautivante exposición y por la manera con que inculcaba el cariño por los libros, los
documentos y la investigación de archivo. Y también Luis E. Valcárcel, cuya admiración a los valores
nativos del mundo andino le motivó y animó a fundar el Instituto de Arqueología y Etnología para
estudiar la prehistoria, la protohistoria y la realidad presente de las etnias peruanas. Fue el
introductor -en 1944- de la Etnohistoria en nuestro país. Porras y Valcárcel son los intelectuales
peruanos que más han influido en mí. Los dos estaban convencidos, y nos persuadieron, que el
conocimiento del pasado y presente del Perú es fundamental para encaminar al país hacia su
desarrollo y consolidación de la identidad. Basadre decía que las promesas de los fundadores de la
república están pendientes de ser cumplidas. Un compromiso que hay que revivirlo y llevar a cabo.
Entre los extranjeros, en primer lugar no olvidemos que estudié en San Marcos cuando las
ideologías izquierdistas estaban en boga. La teoría marxista constituía la última palabra entre las
mayorías estudiantiles y obreras. Pero no sólo esta ejerció ascendiente en la generación sanmarquina
de mediados y segunda mitad del XX. También Arnold Toynbee, cuya visión cristiana en su
monumental Estudio de la historia, en aproximadamente 20 volúmenes, impactó con hondura entre
profesores y estudiantes. Toynbee catalogó a la andina entre las 21 grandes civilizaciones
universales, a la altura de la hindú, egipcia, mesopotámica, maya, azteca, griega, romana, etc. Otros
historiadores que dejaron sentir su peso en todas partes y en la integridad de estudiantes fueron los
investigadores y autores reunidos en la denominada Escuela de los Annales de Francia. De ahí que los

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volúmenes editados por ellos se convirtieran en los libros de cabecera de los docentes y dicentes de
mi generación: Pierre Vilar, Braudel, Marc Bloch, todos de tendencia marxista, bien que unos más y
otros menos. Tampoco podemos preterir a Eric Hobsbawn. De Marx y de los Annales nos atrajo el
concepto de historia de larga duración y total, y no solo narrativo sino por igual analítica y crítica, y
de ser factible interpretativa. Claro, debe ser así, porque el estudio de puntos fijos, concretísimos o
microscópicos y de corta duración no permite comprender la vastedad de los complejos avatares
económicos, sociales, religiosos, políticos, artísticos, etc., de los pueblos. Y aparte de los que acabo
de mencionar, también muchos antropólogos ingleses, franceses y norteamericanos, de lectura
obligada en aquellos años, y que pese a las décadas trascurridas no han perdido actualidad. Me
refiero a Service, Evans-Pritchard, Henry Frankfort, Fortes, Lowie, Sahlins, Murdonk, Wolf, Murphy,
Radcliffe Brown, Polanyi, Mauss, etc. etc. Estos nos ayudaron a hacer antropología e historia
comparada, lo que permitió reelaborar los conceptos, criterios y puntos de vista referentes a la
sociedad andina en general.

Acerca de algunos intelectuales peruanos, ¿cuáles serían los aportes fundamentales de José Carlos
Mariátegui, Julio C. Tello, José María Arguedas, Emilio Choy, Luis E. Valcárcel, Jorge Basadre y
Alberto Flores Galindo?
A José Carlos Mariátegui lo conozco a través de sus textos. Tuvo talento y sensibilidad para descubrir
los factores reales del atraso o subdesarrollo y falta de identidad, fenómenos urgentes de ser
investigados para superarlos lo antes posible. Su ideología socialista, cultivada por él en forma sería y
serena, le permitió estudiar la problemática peruana, que hasta cierto punto es también la
latinoamericana: la frustración y dificultad de alcanzar el pleno desarrollo en todos los campos de la
vida y conducta humana. Su libro Siete ensayos de la realidad peruana (Lima 1928) es un ejemplo de
la meticulosidad de su afán autodidacta. Ahí se ve que pensaba como un auténtico cientista social.

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Desde un comienzo descubrió que los grandes nudos gordianos por resolver son los de la educación
y la situación del indígena que, pese a constituir –en su tiempo- la mayoría poblacional, no
participaba como debía en la producción, consumo y conducción del país. Fue el introductor del
marxismo científico en el Perú y el fundador del partido socialista entre nosotros. Pero es forzoso
recordar que Mariátegui nunca propugnó con ceguera obsecuente la aplicación de la totalidad de las
ideologías generadas en otras partes del mundo, sobre todo en Europa. Mejor dicho el socialismo
peruano debía encajar y ser plasmado dentro de esta realidad para poder triunfar, ya que las
imitaciones puras y sin crítica deviene en fiascos que matan los deseos de los más entusiastas. La
muestra más palpable del éxito del pensamiento mariateguista es la multitud de ediciones de sus
libros, que siguen siendo repasados aún ahora en que los lobbis neoliberales pretenden pasarlo al
olvido. Es, junto al Inca Garcilazo, José María Arguedas y Mario Vargas Llosa, los peruanos más
traducidos a otros idiomas del mundo. Lo cual constituye la mejor muestra del valor global que
tienen.
A Julio C. Tello tampoco lo conocí cara a cara, cuando vine a Lima él ya había fallecido. Pero en el
Museo Nacional de Antropología y Arqueología y en la Casona de San Marcos su recuerdo no se ha
diluido. Arqueólogo por vocación, consagró su existencia al descubrimiento de la prehistoria andina.
Trabajaba como un motor incansable en las excavaciones descubriendo culturas y más culturas,
inagotable en la fundación de museos, en la enseñanza universitaria, en la publicación de artículos
en periódicos y revistas. Lo malo es que no le gustaba preparar grandes volúmenes por ese prurito
que le embargaba de averiguarlo todo antes de lanzar enormes libros. Y como ustedes saben, nadie
es capaz de abarcar la integridad de los conocimientos. En eso se parecía a Antonio Raimondi. Tal es
la razón para que sus miles de fichas y de apuntes quedaran intactos al producirse su deceso en
1948. Esos papeles, ahora -desde 1959- están siendo reordenados para darlos a conocer con una
lentitud que fatiga. Y pese que son solamente notas de campo sirven para conocer múltiples
aspectos del antiguo Perú. Miren ustedes qué tomos habría editado si él mismo los hubiera
ordenado, analizado y meditado.
A los otros personajes que han nombrado sí los conocí, traté y leí en su oportunidad. Y sobre ellos
podría decirles algunas cosas más de las expresadas. En primer término Luis E. Valcárcel, nacido en
San Jerónimo de Ilo pero criado y educado en el Cusco, aunque estudió en la Universidad de San
Antonio Abad, considero que don Luis Eduardo fue sobre todo un buen autodidacta. ¿Qué podía
aprender allá en una época en que todas las provincias adolecían de Institutos superiores de alta
calidad? Abordó temas de arqueología e historia de los incas. Cuando se trasladó a Lima fue admitido
en San Marcos desde 1932. Enseguida dio a luz la Revista del Museo Nacional del Perú, y pocos años
más tarde fundó el Instituto de Arqueología y Etnología (1944), justo para indagar sobre la
prehistoria y la etnohistoria andina. Él, por lo tanto, fue el introductor de esta última disciplina entre
nosotros. Tuve la honra de ser su alumno, con tanto honor como fui discípulo de Porras Barrenechea.
El uno y el otro me ayudaron a modelar y perfeccionar mi vocación. De ambos aprehendí a valorar la
erudición, la archivística, la documentación manuscrita y editada, el análisis, la crítica, la corrección
en los escritos. Aunque entre Porras y Luis E. Valcárcel se advertían diferencias de carácter, lo cierto
es que cada cual, a su manera, se comportaban como eximios maestros y amigos. Ambos me
ayudaron mucho hasta llegar a la culminación de mis estudios. Escucharles y leerles para mí
constituía un deleite. Los dos me ayudaron para ir becado a España donde permanecí cuatro años en
el Archivo General de Indias, no de mero visitante sino como investigador a tiempo completo de
temas referentes a la etnohistoria andina. Luis E. Valcárcel fue el primero en redactar un libro con el
título Etnohistoria del Perú antiguo (Lima 1959), que ha tenido hasta tres ediciones. Pero don Luis es
también conocido por su abierta admiración y lealtad al hombre andino. Como tal -sin ser indígena
sino misti- fue el iniciador del movimiento indigenista en el Perú, al lado de otros cusqueños
importantes, Uriel García entre ellos, el autor de El nuevo indio (Lima 1930). Su cruzada al respecto
no fue vana como sostiene cierto autor, por cuanto, enseguida de tanta lucha a través de la pluma,

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logró que los runas -u “hombres andinos” como se les llama ahora- fuesen reconocidos legalmente
como ciudadanos y se les revalorara sus creaciones, inventos y descubrimientos culturales desde la
antigüedad al presente. Al respecto ha dejado varios libros y decenas de artículos en revistas y
periódicos del Cusco y Lima.
José María Arguedas es otra figura. Lo conocí cuando estudiábamos en San Marcos y cuando ya era
notable como narrador de la vida andina de la sierra ayacuchana y apurimeña. Realmente era poeta,
novelista, antropólogo, folclorista. El También viajó a España para investigar los relictos de la
comunidad campesina de La Muga en Extremadura con el fin de compararla y contrastarla con sus
congéneres de los Andes peruanos. Cuando regresó estuve en su examen de grado doctoral, que fue
brillante, como pocas veces se ha visto y oído en San Marcos. Unía la erudición histórica con la
antropología y literatura, de modo que sabía aprovechar el folclor para comprender y explicar la
identidad andina, chola y negra. Y lo hacía con hondura, aunque –en lo referente a elegancia
literaria- con menos perfección si lo confrontamos con Porras Barrenechea por ejemplo. Los textos
que dejó trasuntan peruanidad profunda, por cuanto él mismo escribió alguna vez que lo peruano es
tanto lo que nos viene de lo mejor de la herencia cultural andina como de la hispánica. Ambos
legados son irrenunciables para sentirnos peruanos, bien que incidía en las contradicciones
económicas y sociales entre mistis e indígenas todavía visibles. Él también participaba de las ideas
socialistas, pero -podría decir- sin abandonar las advertencias de Mariátegui, pues Arguedas
siempre se refería a un socialismo mágico. O sea un socialismo alejado del materialismo puro, sino
por el contrario un socialismo sin desechar las costumbres, usos y creencias andinas, que son las que
da a los peruanos personalidad y tipicidad. Sus ideas giraban en torno a robustecer la imagen del
verdadero Perú: pluriétnico, multicultural y plurilingüístico, como recordarán quienes hay leído su
obra Todas las sangres (1964).
Esta respuesta se agranda como fruto de la pregunta, que también es larga. Me interrogan sobre
Emilio Choy, Basadre y Flores Galindo. Conocí a los tres, bien que con más cercanía a los dos
primeros. En cuanto al tercero solo tuvimos una amistad respetuosa. Emilio Choy fue el “alumno”
más sanmarquino que he conocido. Nunca estuvo matriculado en los registros, pero concurría a
escuchar clases de los eminentes profesores nacionales y extranjeros que llegaban. No se perdía
ninguna conferencia relativa a los asuntos andinos. Era el primero en llegar y sentarse en la banca de
la fila delantera para escuchar y apuntar sin equívocos, hacer peguntas, comentarios y después
acabar invitando a cenar en uno de los tantos chifas del barrio chino de Lima. Se decía que era dueño
o por lo menos accionista de algunos de ellos. Él, junto con Alfonso Barrantes Lingán, nos introdujo
en los estudios marxistas. Choy sí conocía a fondo los textos clásicos de esta teoría y de otros
científicos sociales que lo aplicaban en sus investigaciones. Por eso era incansable en sus
conversaciones, y ponía en aprietos a muchos conferencistas con sus planteamientos dialécticos. En
Lima quedan no escasos doctores en arqueología, antropología e historia que supieron sacar
provecho de sus aleccionamientos. Felizmente que sus amigos y admiradores reunieron sus trabajos
para publicarlos en tres volúmenes, en cuyos capítulos hay análisis, crítica e interpretación, a
diferencia de las simples narraciones que abundan por aquí y por allá, y que hoy es lo que más
encanta a los jóvenes posmodernos. A mí me fascinaba dialogar con él en lo atingente a estos
puntos. Incontables peruanos y hasta estadounidenses querían ser amigos de él.
En cuanto a Jorge Basadre, cabe decir que tuve amistad y cuando lo encontraba lo saludaba con
verdadero respeto. La última vez que nos vimos fue en el cuarto piso del edificio Kennedy, donde
funcionaba el rectorado de la Universidad de Marcos. Los peruanos creemos -erróneamente- que
Basadre solo conocía a fondo la historia de la era republicana, pero no es así. Dominaba con la misma
intensidad lo concerniente a la prehistoria andina, la conquista, virreinato, independencia y, desde
luego, la etapa reciente o contemporánea. Cabalmente, hace poco escribí un artículo sobre sus
aportes a la historia preinca e inca. Me llamaba la atención de que, pese a sus avanzados años de
edad, siempre estaba al día con las nuevas corrientes y la bibliografía histórica peruana salida aquí o

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en otros países y continentes. Me hablaba sobre los artículos, folletos y libros que yo publicaba. Para
mí era un bombazo saludable que un autor de su talla también leyera mis producciones. Eso me
infundía ánimo para proseguir adelante.
De Alberto Flores Galindo, puedo decirles que si nos conocíamos, aunque no cultivamos la
amigabilidad. Pero procuraba adquirir sus obras y las revistas en las que daba a conocer sus
indagaciones y reflexiones, porque cada uno de ellos era una revelación de algún tema de la historia
económica, social y política del Perú. Me parece que él es uno de los que más trabajaron para
introducir el concepto de historia total y de larga duración en nuestro país. Sus libros La agonía de
Mariátegui (1980), Aristocracia y plebe (1984) y Buscando un inca: Identidad y utopía en los Andes
(1986) son ya obras clásicas entre nosotros, todavía no superados. Lo que hizo y dejó escrito es un
ejemplo de historia construida con metodología de punta o de última generación. Como se
perfeccionó en Francia, estaba imbuido por la “tecnología” creada por los investigadores de los
Annales, además, hacía uso adecuado de la teoría marxista, liberado de sectarismos y dogmatismos.
Yo, invariablemente, recomiendo y hasta compelo a mis alumnos a leer los volúmenes de Flores
Galindo, Emilio Choy, Jorge Basadre, Carlos Lazo García, Pablo Macera y Heraclio Bonilla, porque en
ellos aprendemos las estrategias que debemos aplicar en la investigación científica de la historia.

Acerca de su generación, quienes la conformaban ¿qué perspectivas académicas, ideológicas y


políticas tenían sobre el Perú?
En la tercera respuesta ya he referido algo al respecto. Yo soy de la generación de los peruanos que
allí he mencionado. Una generación que, en su época más activa, se preocupaba por el Perú, cada
cual dentro de los parámetros de su especialidad respectiva. Pero existían temáticas que nos
unificaban. Por ejemplo el descubrimiento de las causas del subdesarrollo no sólo económico sino de
todos los subdesarrollos que envuelven a las técnicas de la historiografía científica en la región.
Entonces se pensaba en la fuerza de la herencia colonial, en lo concerniente al semifeudalismo,
mercantilismo, racismo, los prejuicios sociales y étnicos. Todo lo cual desembocó en la aceptación de
la teoría de la dependencia y de la dominación interna. Se creía que el Perú es un país imbricado en
el mundo capitalista, pero en calidad de subdesarrollado y dependiente de las potencias imperialistas
que capturaban y siguen haciendo lo mismo respecto a las riquezas naturales en beneficio de ellas
solamente. Y que para superarlo se necesitaba una revolución que trastrocara estas supervivencias
estructurales dañinas. De ahí que se invocara la reforma agraria, la nacionalización del petróleo, de
los asientos mineros y productos pesqueros, la planificación de una verdadera educación
humanística, científica y tecnológica en todos los niveles, incluyendo la superior o universitaria. Y se
decía que las fuerzas más efectivas, en las cuales confiar, estaban en las ideologías de izquierda, pues
las de derecha y extrema derecha eran las causantes del atraso del país en casi todos sus aspectos.
Ello dio lugar a la formación de múltiples ramas izquierdistas que, a la larga, se destruyeron unas a
otras. De tal manera que en mi generación, profesores y alumnos estábamos ilusionados con el
socialismo. Socialistas fueron los hermanos Salazar Bondy, Arguedas, Barrantes Lingán, Guardia
Mayorga, etc. etc. El entusiasmo duró hasta 1989, en que la Unión Soviética se desplomó, con lo que
habría quedado demostrada la inviabilidad de dicho sistema para trastrocar estructuralmente el
destino de la sociedad. Pienso que si en el Perú los izquierdistas hubiesen escuchado y tenido en
cuenta a Mariátegui y a Arguedas, quienes porfiaban en un socialismo adaptado a los sentimientos
de la cultura andina y afro-criolla de los peruanos, las cosas hoy hubieran podido ser diferentes.

Sobre sus investigaciones sabemos que sus estudios se concentran en mayor medida en temas de la
etnohistoria, los incas. ¿Qué lo motiva a estudiar estos periodos y a que se debe la predilección por
ciertos sucesos y materias?
Igual que muchos de ustedes, yo siento atracción por todas las épocas de la historia peruana. Pero es
innegable que mayormente me embelesa la del Tahuantinsuyo o de los Incas. El porqué me incline

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más a este período y sea sobre el que más libros y artículos he publicado y sigo publicando tiene su
explicación. Hablar de la era incaica es referir la historia de las masas indígenas, de las que hicieron
la grandeza del Perú prehispánico, las mismas que después de la conquista española devinieron en
pueblo dominado y desdeñado. Resulta que yo soy hijo de una maestra rural, quien para cumplir con
su compromiso contraído con el Estado, solía salir por los caseríos y pueblos de la provincia y
campiña cajamarquina a efectivizar su misión. Como –en la edad escolar- me llevaba consigo, junto a
mis tres hermanos, aprendí a vivir entre campesinos criollos, mestizos e indígenas, aunque los dos
primeros grupos son los que más abundan en la sierra norteña. Así participaba de sus costumbres, a
comer sus alimentos, a escuchar sus tradiciones, mitos, leyendas y otras narraciones. Arribó el
momento que asimilé lo que ellos sentían. Su historia era y es oral. Esto despertó en mí un sincero
cariño por la cultura y el devenir de los hombres y mujeres del campo, por esa gente que reside en
las pampas, en las laderas y en las cimas de los Andes, y no solo del Perú sino de todo el ámbito
andino. Por eso viajo por donde pueda en busca de pergaminos y legajos para investigar su histórica,
para luego publicar documentos y estudios, sea del Perú, o de Bolivia, o del Ecuador. Para
comprender esta temática hay que abordar al mundo andino en su conjunto y no enclaustrarnos en
lo que ahora es el Perú, o Bolivia, o el Ecuador por separado. Soy de los poquísimos estudiosos que
abarco la etnohistoria andina. Con esta terminología quiero significar que se trata de una
investigación del pasado utilizando fuentes arqueológicas, etnográficas, iconográficas, lingüísticas y
documentales. Todas ellas analizadas de acuerdo a los métodos que emplean los antropólogos
sociales o culturales cuando estudian a los denominados “nuestros contemporáneos primitivos”.
Como ya les dije, este modelo de estudiar al pasado andino fue introducido entre nosotros por don
Luis E. Valcárcel en 1944. En suma, así he llegado a ser uno de los que cultiva la etnohistoria en el
espacio andino, sin soslayar las etapas subsiguientes.

¿Qué opina sobre el cuestionamiento que algunos investigadores hacen sobre el empleo de ciertas
categorías de análisis para el estudio de la realidad como “modos de producción” e “imperio”
para el caso de la sociedad Inca?
Mi punto de vista no es negativo. Pienso que la investigación de la etnohistoria e historia no
solamente debe comprender el relato de lo que sucedió en sus diversos aspectos culturales o
folclóricos, sino también reflexionar sobre el carácter de esas civilizaciones y culturas, es decir, sus
peculiaridades económicas y sociales que la caracterizan. Y esto solo es factible cuando se la aborda
aplicando la categoría de Modos de producción, que únicamente puede ser comprendida analizando
los presupuestos materiales sobre los que se desarrolla, es decir, la producción y reproducción de la

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vida humana inmediata. Me refiero a la producción de medios de subsistencia como es la


alimentación, objetos de vestido, de habitación y de instrumentos necesarios para estas cosas. O
mejor dicho, los modos de producción de los bienes materiales, la manera como se obtiene los
medios de subsistencia necesarios para el ser humano. Con estos elementos se determina el carácter
de la sociedad, su desarrollo, sus condiciones. Y también explicando cómo se pasa de un modo de
producción a otro. El modo de producción condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual.
Nos interesa, pues, la historia del desarrollo de la producción, su régimen social y sus instituciones
políticas y represivas correspondientes. En este sentido hay preocupación por tipificar la naturaleza
del Estado Inca, del Estado Colonial, del Estado Republicano. En dicho debate han intervenido
historiadores, economistas, antropólogos, arqueólogos, etc. Ha sido una discusión en la que han
tomado parte hasta los políticos, de preferencia los de las izquierdas. En lo que atañe a los grandes
Estados andinos, les puedo decir que en el año de 1989, cuando concluyó este diálogo, se llegó –por
entonces- al resultado que estamos frente a una sociedad a la que debemos considerarla como
perteneciente al llamado Modo de producción comunal tributario, pues tiene peculiaridades que la
particularizan así. Con esta denominación se desea significar que las antiguas comunidades
campesinas, nominadas ayllus entre nosotros, nunca desaparecieron, sino que continuaron
funcionando incluso dentro de los Estados clasistas, militaristas e imperiales. Justo, tales Estados
subsistían gracias a esas comunidades que trabajaban para sustentar al Estado, a la comunidad, a los
sacerdotes y a otros grupos de poder, pero debidamente retribuidos con alimentos, bebidas y otros
premios que estimulaban para servir mejor y trabajar más en provecho de las minorías gobernantes.
Y cuando ustedes me preguntan si el incario fue o no fue Imperio, me parece que es una hipótesis y
discusión que ha terminado, mejor diría que nació muerta. Casi todos encontramos que en el
Tahuantinsuyo se dieron y cumplieron por lo menos 13 indicadores para sindicarlo como Estado
Imperial. Sería muy extenso explicar y numerar a cada uno de ellos. Pero bastaría con decir que
aplicaban el sistema de parias, que no es otra cosa que la exigencia de los Estados poderosos en lo
militar para lograr tributación de los pueblos débiles, como condición para no invadirlos ni
conquistarlos. Y eso empleaban o usaban los incas frente a las etnias ubicadas en lo que ahora es la
costa ecuatoriana. Lo que les estoy afirmando no es una invención moderna. Esto lo dicen los
cronistas del descubrimiento y conquista, que pudieron darse cuenta de tal modalidad al transitar
por las costas del Ecuador y norte del litoral peruano. De manera que no es absurdo denominar
Imperio al Tahuantinsuyo o Tawantinsuyu. Tal es mi punto de vista al respecto.

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También vemos en sus últimos trabajos que trata sobre el período colonial. ¿A qué obedece el
interés por estudiar dicha época? ¿Y a qué responde el que casi no se ocupe de la era republicana?
Tienen razón. Mi preocupación por diversos episodios de la era colonial es resultado de mi
concepción de que la historia debe ser de larga duración y total para poder entenderla. De ahí que
cuando hago investigaciones sobre una etnia mi deseo sea comenzar por lo más antiguo para avanzar
hasta lo contemporáneo, hasta nuestros días, como ustedes habrán visto en mi libro sobre La etnia
Llucho de Cajabamba. Siglos XV – XX (Lima 1974), o mi trabajo acerca del “Asiento minero de San
José de Quiruvilca” (Lima 2005), o el otro titulado “La etnia Chilcho y su enclave de mitmas en
Cajamarca. Siglos XV – XX” (Lima 2006), y otros más. Claro que en lo pertinente a lo republicano, de
manera concreta, tengo publicado muy poco, como mi obra cuya portada dice: Jaén de
Bracamoros, que abarca los siglos XIX y XX. O los volúmenes sobre Maynas, que comienza en el siglo
XV y termina al promediar el XIX: 450 años de historia. La razón fundamental es la falta de tiempo y
más que todo de dinero para contratar personal que me auxilie en la investigación de archivos.

¿Qué diferencias encuentra entre la posibilidad de investigar en décadas pasadas en comparación


con la actual. Considera que hoy es más difícil esta tarea?
Hoy es más fácil que antes. En las décadas de mediados del siglo XX el Archivo General de la Nación
apenas atendía una hora por día, aunque lo cierto es que más permanecía cerrado, según decían por
falta de personal. El Archivo del Ministerio de Hacienda, que funcionaba en el sótano del Palacio de
Justicia, estaba considerado como privado, no dejaban entrar a nadie, salvo a los recomendados por
algún pariente o amigo influyente del director que era un químico-farmacéutico. Con el Archivo
Arzobispal y de las Órdenes religiosas ocurría igual. En provincias no existían archivos organizados y
abiertos a los investigadores. De Manera que solamente teníamos acceso a la Biblioteca Nacional de
Lima. Si comparamos con lo que sucede ahora, vivimos en una temporada de excelentes facilidades.
Los Archivos de Lima, incluso algunos de los conventuales, tienen sus puertas franqueadas a los
historiadores, y lo mismo acontece en las capitales de casi todos los departamentos. Claro que en
algunos hay más comodidades que en otros. Al respecto son muy respetables los del Cusco,
Arequipa, Trujillo, Cajamarca y Piura. El único gran estorbo que encuentro es la falta de financiación,
los historiadores también necesitan un trabajo estable y bien remunerado para investigar a tiempo
completo en medio de una relativa holgura infraestructural.

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¿Qué opina sobre el uso del internet y las nuevas innovaciones tecnológicas?
Sobre este punto mi posición es de aliento. Si hubiésemos gozado de estos adelantos desde
mediados del XX mi generación habría producido mucho más de lo que ha hecho. Miren ustedes lo
que sucede conmigo. Ahora con la computadora ya no gasto tiempo en la elaboración de fichas en
papel como antes, sino que directamente resumo, comento, analizo o trascribo, lo que me abrevia
tiempo para leer, releer y corregir en la pantalla una o las veces que crea conveniente. Eso por un
lado. Por el otro, el internet nos pone al tanto de lo que se publica y se dice en otros sitios del
mundo. Allí exhumamos casi todo de lo que nos interesa al respecto. Nos ahorra dinero y tiempo. No
cabe duda que ustedes, en esta parte, tienen muchas ventajas para realizar amplios trabajos de
investigación.

¿Qué herramientas teóricas y metodológicas considera las más óptimas para el estudio del pasado
y la comprensión de la realidad y cuál es la importancia del trabajo interdisciplinario?
Mi principal herramienta teórica es la objetividad, es decir, la investigación basada en la verdad de
los hechos, al margen de mis conveniencias de clase, religión e ideología. Hay que decir y escribir las
cosas tales como son, aunque nos cueste sacrificar nuestros intereses personales y de grupo o de
nación. La historia objetiva, bien analizada es lo que hizo famosos a Michelet, Mommsen, Marc
Bloch, Lucien Febvre, Pierre Vilar, Eric Hobsbawm, Vicens Vives, Jorge Basadre, Pablo Macera,
Flores Galindo y en general los de los Annales de París. De ahí el acicate de seguir dicho ejemplo. En
cuanto al método de la investigación histórica hay reglas universales al respecto, pero cada
investigador descubre y aplica los suyos propios que perfecciona a lo largo de su carrera. Yo les
podría decir lo que hago individualmente. Prima en mi la historia de larga duración y total, también
figura en mi agenda la efusión por incluir en la temática a los pueblos antes marginados y olvidados
por los historiadores. Cuando elijo un tema, busco la bibliografía pertinente para lo que hago uso de
los catálogos nacionales e internacionales, incluso apelo al internet. Escudriño en los archivos
mediante los mismos procedimientos. Ya no empleo fichas, sino que voy de frente a la computadora
por los motivos ya explicitados. Estoy seguro que cada uno de ustedes conoce los métodos que
difunden varios especialistas y los que ustedes van descubriendo en su vida práctica y profesional.
Así nacen los artículos y libros.

En lo referente al trabajo interdisciplinario es aconsejable cuando la temática es larga y complicada,


o cuando se desea tener las páginas en plazos breves, para lo cual es imprescindible distribuir los
capítulos entre varios especialistas. O cuando el autor se siente incompetente para abordar todo lo
que anhela. Pero no olviden que hay historiadores que no soportan el trabajo interdisciplinario. He
conocido y conozco a varios, por ejemplo Porras, Basadre, Riva Agüero, Valega, Vargas Ugarte,

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Macera, etc. Éstos podían y pueden contribuir con artículos para compilaciones o antologías, pero
nunca que un libro suyo hubiese salido o salga impreso con el nombre de ellos al lado de otro o más
autores. No aplicaban ni aplican eso que llamamos co-autoría. En fin, cada cual tiene abierto el
campo de la investigación en la forma que crea conveniente.

Como docente universitario, ¿qué cambios encuentran en la enseñanza de la historia y en general


en las ciencias sociales, así como en la formación de futuros historiadores en las Universidades
peruanas?

Ahora me hace una pregunta complicada. Miren ustedes, antes no habían computadoras ni internet,
todos trabajaban con lápiz, lapicero y papel, y sin embargo producían magníficas obras. Recuerden
los 16 volúmenes de la Historia de la República de Basadre, o los 18 o más que escribió Toynbee, o
los congregados alrededor de la revista Annales. Ahora, pese a tantos adelantos, todavía no conozco
en el Perú a algún autor que haya escrito y publicado tal cantidad de trabajos. Pero aparte de esta
explanación que no la veo muy importante, en lo demás si han habido cambios. Como lo demuestran
los escritos de Emilio Choy, Pablo Macera, Heraclio Bonilla, Flores Galindo, Lazo García, Javier Tord y
otros que, ante esta pregunta repentina que no la esperaba, es justificable que me olvide. Son
científicos que usan la documentación debidamente acompañada con análisis y críticas estrictas,
objetivas, que las más de las veces disgustan a los grupos de poder, responsables de las calamidades
económicas y sociales en las instituciones y en el país.
En tal sentido, dadas las condiciones reinantes, no veo un panorama inmediato tan feliz para las
investigaciones historiográficas, salvo que se tome una decisión académica y política para convertirla
en una profesión decentemente remunerada, porque a nadie se le puede exigir trabajos excelentes
sin pagarles lo justo. Si las cosas continúan como están hoy, los únicos con posibilidades son los que
pertenecen a los sectores adinerados, con fondos suficientes para autoabastecerse.

¿Qué opinión tiene usted acerca de la crisis de la ciencia histórica a consecuencia de quienes
asumen las llamadas tendencias posmodernas?
Es una pregunta caldeada dada mi posición de defensor de la historia de larga duración, total y
objetiva, que considero la mejor para compenetrarnos en la realidad de una nación o de un Estado

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no solo en su pasado, sino también en el presente con proyecciones al futuro. Es lógico que camine
en discordancia con los posmodernos. Ellos piensan que la historia auténtica no existe, que nadie
puede decirnos nada sobre la certeza de lo que sucedió. Propugnan que la historia es una novela o
un cuento, y así es como la escriben ellos. Además defienden la tesis de la inutilidad de la historia y
hablan de otras cosas que las recibo como barbaridades y locuras. Desde esta óptica la historia
posmoderna no es mi campo de acción. No creo que los estudios microscópicos sobre puntos a
veces inservibles tengan importancia. Es una moda que pronto agonizará, o de repente ya esta
occisa.

Lo hemos visto muchas veces en la Universidad Federico Villarreal. ¿Cómo encuentra aquí la
enseñanza y formación de los futuros historiadores y el grado de motivación de los estudiantes en
torno a la profesión del historiador?
Sí, visito varias Universidades, no solamente en la ciudad de Lima sino de modo similar en provincias
y algunas del extranjero. Lo que quiere decir que no son pocas las oportunidades en que he
concurrido a la citada Universidad villarrealina, unas veces invitado a dar conferencias, otras para
participar en simposios e inclusive para el XIII Congreso Internacional del Hombre y Cultura Andina,
en el cual fue elegido por unanimidad presidente del mismo. Son recuerdos memorables. Por cierto
que también he estado en dicha Universidad convocado especialmente por ustedes y por vuestros
directivos para ofrecer a los estudiantes de la Escuela Académico-Profesional de Historia y
Arqueología una serie de cursos acerca de etnohistoria andina y sus fuentes. No me quejo del
interés que han manifestado los alumnos al escuchar mis alocuciones. Claro, como ocurre en todo
centro superior de enseñanza, hay alumnos muy aplicados, con estupenda vocación y capacidad, al
lado de otros descuidados, pero éstos son pocos, La especialidad de Historia en la Universidad
Federico Villarreal me da la impresión que funciona bien. Estoy informado que hay control y
exigencia en la enseñanza, como no se ve en otras Universidades del Perú. En los simposios, charlas
y conferencias los dicentes preguntan y hacen comentarios, y en no limitadas ocasiones hasta
cuestionan a los disertantes. Lo que es un indicador de la excelencia, ya que buenos discípulos son
los que interrogan y no los que callan y aceptan todo lo que dice y difunde el disertante.

¿Qué opinión le merece la formación de círculos de estudio y la publicación de revistas por parte de
los estudiantes?
Esta es una corriente casi generalizada en la Universidades del país. Comenzando por la Universidad
Federico Villarreal, donde ustedes son alumnos, conozco varias revistas editadas por círculos de
estudiantes de Historia. Recuerdo en estos momentos Hatary Llacta, Conciencia Histórica y De Ser
Historia. Pero la más impresionante es la revista Supay, cuyo último número sé parangonea con las
mejores de su género en el Perú, por su volumen y calidad de su contenido se la puede considerar
una revista indexada. En general congratulo a quienes trabajan en este tipo de publicaciones que
enaltecen a la Facultad donde estudian. En San Marcos sucede lo mismo. Ahí tenemos las revistas
Uku Pacha, Perú Contemporáneo, Diálogos en Historia, Praxis en Historia, Historia Total, Visión
Histórica, Illapa y alguna más que se me escapa de la cabeza en estos instantes. En la Universidad
Nacional de Arequipa acontece igual; allí hasta llevan a cabo cada año una reunión internacional de
estudiantes de historia, con el aliciente de publicar sus actas con las ponencias respectivas. Es un
acontecimiento que merece nuestros aplausos y reconocimientos, por lo que les deseamos más
triunfos a lo largo del futuro. Es muestra de que hay un potencial efectivo de estudiantes que
debidamente encaminados darían al Perú mucha certificación en un porvenir cercano.

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Para usted, es cierto eso de que las Universidades nacionales han fracasado en su labor académica
e intelectual.
Aquí hay que ser bien transparentes, y manifestar que no todas las Universidades, sean particulares
y/o nacionales, estén marchando concomitantemente y al unísono por buen camino, cumpliendo sus
roles académicos. Hay Universidades privadas que funcionan muy mal, y hay Universidades públicas
o nacionales que se desempeñan muy bien. Por lo tanto hay unas que han fracasado en todo
aspecto, porque no dan señales de vida académica por ninguno de sus costados. En contrate a otras,
cuyo cuerpo docente, pese a lo paupérrimo de sus presupuestos y honorarios, faenan con bizarría
por destacar y dar a conocer los resultados de sus indagaciones en revistas y otros medios. Hay un
refrán bíblico que dice Al árbol se lo conoce por sus frutos. Y tratándose de las Universidades sus
frutos son las investigaciones y publicaciones. Me refiero a revistas, opúsculos y textos. Y en este
sentido nadie puede desconocer que hay centros de estudios superiores que dan a la publicidad sus
investigaciones porque las tienen, mientras otras no las ofrecen por determinadas razones. De
manera que hay Universidades particulares y nacionales que si trabajan, que si cumplen sus
compromisos con el Estado y la sociedad, en oposición a otras también privadas y públicas que se
mantienen silentes. Es uno de los resultados del desarrollo inarmónico del Estado, una realidad que
hay que afrontarla con osadía con la meta de rectificar lo negativo.

Cómo evalúa el rol del Estado peruano en el período pos-Velasco


Lo que sé al respecto es que en 1968, de un momento a otro, sin que nadie se lo hubiese imaginado,
el ejército peruano dio un golpe de Estado para deponer a Fernando Belaúnde Terry, que gobernaba
al país gracias unas elecciones democráticas. Pero el descontento de las clases populares y medias
era enorme debido a la economía deplorable. Había, como siempre, una perceptible falta de trabajo
y los sueldos bajos no cubrían las necesidades, salvo de los suertudos que gozaban de un puesto o
una colocación burocrática adecuada. La corrupción dentro del partido del mencionado mandatario
también se exteriorizaba por todos los ángulos, de preferencia convirtiendo en su botín a las
empresas estatales y demás oficinas del Estado. Pues allí encasillaban a sus correligionarios en
puestos improductivos y para los que no estaban preparados, con lo que agudizaron el problema del
Estado incipiente en una democracia endeble. A Belaúnde le tocó afrontar el problema de la Brea y
Pariñas y los clamores de la Reforma Agraria. En lo que corresponde a Talara, a sus pozos petroleros
los explotaba una compañía norteamericana que ni siquiera pagaba sus impuestos. Las provincias de
Talara y Cerro de Pasco daban la sensación de ser dos enclaves yanquis en el Perú. Circulaban
periódicos que defendían nuestros derechos a esos recursos naturales no renovables. Se afirmaba
que las transnacionales eran las que controlaban la economía de este país, y que para ello hasta
financiaban las candidaturas de los congresistas genuflexos al imperialismo norteamericano. En fin,
se aseveraba que dichas transnacionales hasta ejercían el indirecto gobierno y poder en el país. En el
ámbito rural también el malestar era de agitación social, pues los líderes campesinos con su discurso

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de la Reforma Agraria alentaban la subversión con invasiones y tomas de tierras. En fin, el


descontento se notaba y dejaba sentir a diestra y siniestra. Y lo alarmante es que las izquierdas, de
modo unánime, propalaban que el ejército no defendía al Perú ni a los peruanos, sino a los
consorcios extranjeros y a los oligarcas nacionales, cual si hubiesen sido unos verdaderos
cancerberos a favor de esos expoliadores.
En tal ambiente, en una madrugada de 1968 amanecimos frente a una Junta Militar de Gobierno
presidida por el general piurano Juan Velasco Alvarado, quien se precipitó publicando por todos los
medios un mensaje. Afirmaba que se trataba de una revolución de nuevo tipo, muy alejada de los
tradicionales golpes militares de antaño. Se esforzó por convencer que a partir de aquel momento
las fuerzas armadas, cansadas de que se les diera aquel calificativo tan denigrante, ahora estaban
decididas a demostrar que si podían cambiar las estructuras del país. Al comienzo los peruanos no le
dieron el suficiente crédito, por estar acostumbrados a estas centenarias engañifas. Pero muy pronto
puso en evidencia que efectivamente iba a iniciarse una era de transformaciones estructurales.
Afirmaron, ideológicamente, no ser comunistas ni capitalistas, sino más bien socialistas-
nacionalistas. Y con tal programa comenzaron su actuación con la espectacular toma de la refinería
de Talara, a la cual la estatizaron. Tal acontecimiento conmovió a millones de compatriotas. Y tras
ello continuaron con la nacionalización de otras empresas que paraban en manos de extranjeros,
como por ejemplo la Cerro de Pasco Cooper Corporation en la sierra central. También los
ferrocarriles, la industria pesquera, las fábricas de harina de pescado, la papelera de Paramonga.
Decretó la reforma agraria, es decir, la entrega de los latifundios a sus trabajadores; por igual
estatizó los grandes medios de comunicación. Y así por el estilo. Además se propuso ejecutar otras
reformas, como la educativa, cuyo proyecto encargó a un grupo de intelectuales de prestigio
encabezados por Augusto Salazar Bondy, quien entregó el resultado de su trabajo en un texto
considerado como el mejor de los elaborados en el Perú en lo que atañe al citado rubro.
Concomitantemente Velasco dio a conocer su llamado Plan Inca, en el que figuraba su proyecto
político y económico. Resuelto a modernizar al Perú siguieron decretando más y más reformas de
todo tipo, para lo que se urgía dinero, lo que motivó realizar gestiones para lograr préstamos tanto
en los países del bloque soviético como del capitalista. Hasta pensaron en recuperar Tarapacá y
Tacna, para lo cual armaron a las fuerzas castrenses a costa de un enorme endeudamiento. Con el
objetivo de afianzar su movimiento crearon la oficina de Sinamos, encargada de propagandizar su
programa y conseguir adictos por doquiera. Pero eso de las expropiaciones a los magnates
nacionales y extranjeros es lo que le iba a crear un irreconciliable malestar. Comenzaron las
represalias con verdaderas sanciones económicas al punto de poner al Perú en la banca rota. A EEUU
no le agradó eso de que los militares peruanos se auto-titularan revolucionarios socialistas-
nacionalistas.
Todo eso los condujo a la cuerda floja. De ahí que dentro de las propias fuerzas armadas se
fermentara un contragolpe, esta vez a cargo del general Morales Bermúdez. Fue en Tacna,
aprovechando la fiesta de la Procesión de la Bandera, que anunció la alternancia del gobernante,
cargo que por mandato de su institución, recaía en él. Él mismo, en el discurso inaugural aclaró que
eso de “socialismo peruano” no le satisfacía, por lo cual a todo lo relativo a dicha fraseología le ponía
sello y candado. Pero ya era tarde, la quiebra del país era total. Al extremo que el mismo Morales
Bermúdez salió en la televisión para explicar el fracaso y pedir perdón al pueblo peruano. Como la
situación se puso color de hormiga, es decir, inaguantable, hubo un paro nacional demandando el
retorno a la democracia. Fue una auténtica paralización que hizo temblar y repensar al gobierno
militar, al punto de verse obligado a decretar las elecciones generales en el Perú para presidente,
vicepresidentes y congresistas, después de 12 años de dictadura. En las ánforas volvió a ganar
Belaúnde, con quien la crisis continuó.
Al respecto podría decir que Velasco fue un hombre con ideas nacionalistas y con los pantalones
bien puestos para demostrar que el ejército sí puede hacer transformaciones progresistas. Pero sus

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asesores o consejeros no le especificaron -o él no quiso entender- que las revoluciones sociales


fracasan cuando son impuestas desde arriba, y sobre todo por uniformados carentes de mística,
emoción, decisión y fortaleza. Todas sus reformas se malograron, todos lo abandonaron, hasta los
partidos de izquierda, que eran los que más voceaban la estatización de las riquezas naturales, la
Reforma Agraria y otras. La Reforma Agraria, pese a su descalabro, hay que reconocer que puso fin,
irreversiblemente, al predominio de los señores terratenientes o gamonales y a la servidumbre
campesina o yanaconaje, de corte semifeudal. No fue hecha con bases técnicas, por eso abortó en
su integridad. Todo lo que estatizó o nacionalizó fue, lustros más tarde, nuevamente privatizado por
el fujimorato.

Cómo historiador, ¿cuáles serían los logros y frustraciones del Perú frente a la celebración del
sesquicentenario de la independencia?

Ustedes y yo sabemos que en toda sociedad dividida en clases hay dos modelos de historia: la oficial
y la real. La primera es la dictada por los grupos que tienen el poder, y que –por consiguiente- está
llena de alteraciones para justificar sus acciones más malas que buenas. La historia verdadera es la
que la investigan y dan a conocer los historiadores comprometidos con las mayorías nacionales, de
los cuales en el Perú felizmente hay muchos. Por lo tanto, cuando entre 1971-1974, la Junta Militar
de Gobierno, presidida por el general Velasco Alvarado se propuso celebrar el Sesquicentenario de la
Independencia, salieron a flote ambos modelos de hacer historia. Unos se enfrascaron en la apología
a los héroes más castrenses que civiles y a las batallas, mientras que los otros invirtieron su tiempo
en análisis económicos, sociales, políticos, filosóficos, etc. con resultados extraordinarios. Se suscitó
un debate entre historiadores conservadores y progresistas, cuyo fruto fue fecundo en ideas acerca
de este tema. Otro asunto que no debemos esquivar es que la Comisión designada por el presidente
de facto, tuvo la suficiente lucidez para editar cerca de 100 volúmenes de documentación que,
precisamente sirvió y sirve para interpretar dicho acontecimiento. Lo que quiero manifestar es que
el Sesquicentenario sí dio buenos resultados: 1° las ediciones documentales, y 2° los estudios
analíticos y críticos, que hasta hoy seguimos leyendo y consultando.
Pero no solo hagamos reminiscencias del Sesquicentenario. De manera análoga hay que tener en la
punta de la lengua el bicentenario de la revolución de Túpac Amaru II, cuya celebración fue
decretada y auspiciada por el gobierno de Velasco Alvarado. Este eligió e hizo pintar el retrato del
mencionado adalid para colocarlo en la pared preeminente de la sala de sesiones del Consejo de
Ministros en el palacio de gobierno, sustituyendo al de Francisco Pizarro, bajo cuya égida habían

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gobernado los presidentes y Gabinetes anteriores. Se llevó a cabo un Congreso Internacional que
principió en Lima y concluyó en el Cusco con la inauguración de un monumento ecuestre al héroe de
Tungasuca. Al respecto fueron publicados tres volúmenes de actas y cinco de documentos traídos del
Archivo General de Indias. Lo recuerdo perfectamente porque participé en el referido evento con
una ponencia. Por fin, Velasco Alvarado, desde un comienzo, adoptó la efigie de José Gabriel
Condórcanqui como el emblema y divisa de su revolución.

¿Qué opina acerca de aquellos que ven y entienden a la Universidad como una institución que se
debe adecuar a las demandas del mercado laboral, y estar acicateados por la competitividad
porque tal competitividad nos lleva al éxito profesional individual?
Las verdaderas Universidades son las que cultivan el humanismo, la ciencia y la tecnología de
manera simultánea. El nombre mismo de Universidad significa estudios generales o universales. Por
lo tanto, es una ligereza eso de pretender convertirlas –en los países en vías de desarrollo-
únicamente en centros de formación de mercaderes, intermediarios y mercachifles en pos de
ganancias monetarias. Lo que sí deben hacer las Universidades privadas y públicas es fundar
Facultades e Institutos de investigación según las realidades de las regiones donde funcionan. Y no
olvidar de contabilizar el porcentaje de postulantes e ingresantes de conformidad a la demanda
laboral, para no lanzar cuadros de desocupados. Y claro, debe existir un impulso hacia la perfección
en las carreras que ofrecen a los estudiantes, en forma tal que despierte emulación para superar o
por lo menos igualar a otras similares de Europa y Norte América. Tenemos que decidirnos a ser tan
notables como las más famosas del orbe. En suma, las Universidades deben formar profesionales
para cubrir todos los campos: el humanístico, el científico y el tecnológico, concienzudamente
forjados en pos de la certificación académica.

¿Cómo evalúa los movimientos populares del Perú de los últimos años?
Seguramente se refieren al oncenio del fujimorato, al transicional de Paniagua y al quinquenio del
presidente Toledo. Mi respuesta es que se ha sufrido un desgaste, un desprestigio y una frustración
casi total, por no decir total. No hay partidos sólidamente organizados, salvo uno: el APRA. En el
campo laboral, las organizaciones sindicales no existen, excepto una también: el Sutep. A falta de
vitalidades gremiales, lo que hoy tenemos son organizaciones como la nombrada Sociedad Civil, a la
que es imposible negarle sus denuedos con el fin de hacer prevalecer las libertades ciudadanas y los
derechos humanos. En el aspecto referido en esta pregunta, durante esos tres mandatarios los
trabajadores peruanos retrocedieron a fojas cero. Tienen que comenzar de nuevo a dejarse sentir
para que no les sigan arrebatando sus opciones de estabilidad, a sueldos mejores, a horarios justos
de actividad laboral, a vacaciones de 30 días, etc. Sí, los trabajadores tienen derechos, pero al mismo
tiempo la obligación de laborar con capacidad, cumplimiento y buen rendimiento.

Como historiador y docente universitario, ¿cómo ve al Perú actual?


Lo veo igual a como ustedes lo contemplan y sienten. Los tecnócratas internos y externos no se
cansan en decirnos que la macroeconomía marcha de lo mejor, que cada año hay más y más
ocupación y empleo, que millones de peruanos tienen acceso al agua y desagüe conforme avanzan
los meses, que la electricidad y las vías de comunicación alcanzan a los lugares más recónditos. Tal es
lo que publicitan los anuncios en los canales de televisión y periódicos. Sin embargo yo más fe doy a
las estadísticas elaboradas con verdadero tecnicismo. Estas confirman que día a día emigran miles de
jóvenes al extranjero, de preferencia a Estados Unidos y Europa en busca de trabajo. Lo que significa
que eso sucede porque aquí ya no encuentran porvenir. En consecuencia, hay determinados agentes
que engañan a la población, porque si fuese verídico, nuestros compatriotas darían preferencia al
Perú como sede de sus hogares.

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En un país todavía no desarrollado como el nuestro, con profundos problemas económicos y


sociales, con lo precario de nuestro sistema democrático y con la exclusión social que se vive día a
día, ¿cuál cree qué es la función social del historiador y de la Universidad peruana?
El Estado está en la obligación de propugnar una sólida educación en todos los niveles. Por ahí debe
comenzar la reforma del país. Sin auténtica educación humanística, científica y tecnológica
seguiremos igual, y tal vez peor. La educación, considerada en esos tres rubros, es la base para el
desarrollo. En un ambiente como el que acaban de puntualizar, los historiadores lo que pueden
hacer son descubrir los orígenes y progresión de las frustraciones, con el objetivo de superarlos y de
no volver a reproducirlos. En cuanto a la Universidad, perfeccionar sus currículos para lograr esas tres
metas, que darían como resultado la preparación de proyectos y soluciones. Al respecto puedo
afirmar que lo están haciendo muchas de ellas por cuenta propia, no obstante la lentitud del Estado
para dar y promulgar la nueva Ley Universitaria que han prometido y estamos esperando.

Quizá desea usted adicionar algo más.


Solamente agradecerles por la amabilidad de haberme visitado para responderles a sus veinte y
tantas preguntas tan bien codificadas. Les deseo éxitos a ustedes y a sus colegas universitarios en
general, incluso al cuerpo docente y trabajadores administrativos.

CONGRESOS

IV COLOQUIO BINACIONAL ARGENTINO-PERUANO


“Ciencias Sociales aplicadas a la Educación Latinoamericana.
Problemáticas y Perspectivas de la Educación Intercultural”.
Buenos Aires, del 22 al 24 de septiembre del 2009

PROGRAMA
Martes 22/09/09
09:00 hs. Inscripción
10:00 hs. Presentación del IV Coloquio Binacional Argentino-Peruano “Ciencias Sociales aplicadas a la
Educación Latinoamericana. Problemáticas y Perspectivas de la Educación Intercultural”.
10:10 hs. Conferencia Magistral
“Medir, contar y sellar: la administración de los bienes en el Norte de la Mesopotamia
protohistórica”. Eduardo Crivelli

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Mesa de Diálogo Nº 1 “El surgimiento del Estado. Estudios comparativos”


Presentador: Sebastián Cohen
Coordinador: Martín Cifuentes
10:45 hs. “Reflexiones sobre la tensión entre ideología y poder durante el I Período Intermedio
egipcio”. Alejandra Álvarez – Eugenio Aguirre
11:00 hs. “La guerra y el parentesco. El surgimiento de liderazgos en la Roma primitiva”. Leandro
Gallardo – Santiago Amondaray
11:15 hs. “Consenso y violencia en la comunidad de Itaca: las representaciones del poder en el
mundo de Odiseo”. Martín Cifuentes
11:30 hs. “Período Hicso en Egipto (1750-1550 a.C.). La otredad como legitimación de poder estatal
egipcio”. Sergio Cubilla – Sergio Musladino
11:45 hs. “El surgimiento de la ciudad-estado en Mesopotamia. Acercamiento a un análisis crítico,
desde una perspectiva pedagógica”. Federico Dutelli – Nadia Ibarrola
12:00 hs. “Reflexiones en torno a la resignificación estatal de la guerra en el Valle del Nilo
predinástico”. Augusto Gayubas.
12:15 hs. “La III dinastía de Ur: entre la lógica estatal y la lógica de parentesco”. Gimena Galindo.
12.30 hs. Presentación del libro de Verónica Pernicone y Ana María Rocchietti.
Presentación del libro del II Coloquio Binacional Argentino-Peruano. Alicia Campos
12:45 a 14.00 hs. Receso

Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 1


14:00 hs. “Repensando la expansión micénica en el mundo mediterráneo y su articulación con el
sistema palacial”. Nadia Medail
14:15 hs. “Sobre el poder y la ideología en las jefaturas amratienses”. Julián Olivares
14:30 hs. “La emergencia del Tawantinsuyu como un estado imperial: lógicas de organización social e
interculturalidad en los antiguos Andes, siglos XIV-XVI. Una reflexión necesaria”. Horacio Zapata
14:45 hs. Presentación de la revista Ser Latinoamericano
15:00 hs. Conferencia magistral
“Monte Albán y el surgimiento del estado en el Valle de Oaxaca”. Marcelo Campagno
15:30 hs. Presentación de la Revista Cuba Arqueológica
15:45 hs a 16:00 hs. Receso
16:00 hs. Acto de inauguración
17.00 hs. Homenaje al Dr. Alberto Rex González
17:15 hs. Cuadro de danzas folklóricas
17:30 hs. Vino de Honor
18:30 hs. Conferencia magistral
“Las ciencias histórico-sociales y la educación en el contexto del siglo XXI” José Díaz Heredia

Miércoles 23/09/09
Mesa de Diálogo Nº 2: “Educación Patrimonial”
Presentadora: Marta Barrios
Coordinadora: Claudia Cóceres
10:00 hs. “El Patrimonio Cultural como conjunto interpretativo”. Yanina Aguilar
10:15 hs. “Análisis de los cuadernillos electrónicos de material didáctico como propuestas de
educación artística en el MALBA”. María Sol Verniers
10:30 hs. Conferencia Magistral
“Arqueología de un barco en Buenos Aires”. Marcelo Weissel, Mónica Valentini, Javier García Cano

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Mesa de Diálogo Nº 3: “Investigaciones arqueológicas y antropológicas”


Presentadora: María Pilar Arrizurrieta
Coordinador: Odlanyer Herández de Lara
11:15 hs. “Los alfareros de Sinsicap: una tradición cultural milenaria en el valle de Moche, Perú”.
Walter Álvarez Iparraguirre
11:30 hs. “San José de Lupuna: los caminos de una nueva socialización amazónica”. Ana María
Rocchietti
11:45 hs. “Arte arqueológico de la Sierra de Comechingones (Córdoba, Argentina): humanidad y
máscara”. Ana María Rocchietti
12:00 hs. “Los nuevos espacios urbanos. El cambio en los espacios liminares”. María Victoria
Fernández – María Teresita de Haro.
12:15 hs. “El Triángulo económico entre la producción de Ramón Cabral, La Maloca y la ruta a Chile”.
Daniela Castro Cantoro – Adriano Cavallin – Luciano Nicola Dapelo – Gustavo Torres
12:30 a 14.00 hs. Receso
Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 3
14:00 hs. “La Chaqueña: Patrimonio cultural e identidad Social en Villa Ángela”. Claus Freiberg –
Giorgina Fabron – Mónica Leyría – Sofía Fernández Sancha – Roque Moreira – Juan Leoni – David
Ávila – Giuliana Fabron
14:15 hs. “Surcando los ríos amazónicos: mestizos, nativos, pobres y más pobres”. Graciana Pérez
Zavala
14:30 hs. “Achiras: una encrucijada de caminos a fines del siglo XVIII”. Marcela Tamagnini
14:45 hs. “Iconografía y arquitectura en Chan Chan: aproximaciones al uso del espacio en un
conjunto de recintos con estructuras en “U” del Sector Norte del conjunto Nik An (Tschudi) ”. César
Gálvez Mora – María Andrea Runcio
15:00 hs. “Una perspectiva antropológica: los Cadoshi”. Rosa Aguilera Ríos
15:15 hs. “La ocupación prehispánica de zonas áridas en la costa norte del Perú: el caso del sitio
arqueológico de Cerro Pintado”. Víctor Piminchumo Hurtado
15:30 a 15:45 hs. Receso

Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 3


15:45 hs. “Informe exploratorio y analítico sobre la visita al poblado de San José de Lupuna, Río
Nanay”. Sebastián Cohen – Marta Barrios – Federico Dutelli – Mariana Ladowski – Julio Larroque –
Mirta Peralta
16:00 hs. “Informe Analítico propositivo sobre las Huacas del Departamento de La Libertad”.
Sebastián Cohen – Marta Barrios – Federico Dutelli – Mariana Ladowski – Julio Larroque – Mirta
Peralta

16:15 hs. Conferencia Magistral


“Patrimonio, construcción histórica y gestión”. Liliana Barela
16:45 hs. Presentación de los libros de la I y II Jornada para los Institutos Terciarios de todo el país
“Los Terciarios hacen Historia”. Juan Carlos Cantoni
Presentación del libro de Ana María Rocchietti

Mesa de Diálogo Nº 4: “Problemáticas y perspectivas en la Educación Intercultural”


Presentadora: Mariana Sal
Coordinador: César Borzone
17:15 hs. “Nación y Cosmovisión”. Luis Zambrano Peña
17:30 hs. “Etnoeducación: una propuesta para el trapecio amazónico”. Luis Rucoba del Castillo

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17:45 hs. “Los docentes argentinos frente a un programa de educación intercultural”. María Cecilia
Stroppa
18:00 a 18:30 hs. Receso

Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 4


18:30 hs. “Dos experiencias de construcción colectiva de conocimiento entre investigadores en
música y maestros bilingües”. Marta Andreoli – Nélida Wyatt
18:45 hs. “La formación docente y el desafío de la diversidad cultural. Consideraciones alrededor de
una experiencia”. María del Carmen Donato – María Elena Besso Pianetto
19:00 hs. “Aportes de la labor antropológica para la educación intercultural”. Juan Seda
19:15 hs. Presentación de la Revista Kula
19:30 hs. Cuadro de danzas
20:00 hs. MESA REDONDA: “Los pueblos originarios y las regiones en conflicto”
Coordinadora: Alicia Campos

Jueves 24/09/09
Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 4
10:00 hs. “La “interculturalidad”, desde una doble perspectiva”. Juan Chavero – Mariano Yedro –
José Luis Torres Navas
10:15 hs. “Educación informal, pueblos originarios y contextos urbanos”. Vivian Arias
10:30 hs. “Economía mapuche. Actuación de las ONG en contra de la autogestión”. Arabela Ponzio –
Melisa Quiñones
10:45 hs. “Los manuales educativos y su discurso sobre las comunidades aborígenes de la frontera”.
Carolina Quintana
11:00 hs. “Tras la huella de la fuerza política fundamentada en una restituida cosmovisión Mapuce”.
Basado en el trabajo de campo etnográfico realizado en el Paraje Payla Menuco de la comunidad
Curruhuinca cercana a la localidad de San Martín de los Andes, Provincia de Neuquén”. Martín
Urquiza
11:15 hs. “Interculturalidad mapuche, dos situaciones en los Andes sureños: 1998 y 2008”. Martín
Urquiza
11:30 hs. Conferencia Magistral
“Problemáticas de la Antropología sociocultural en el cono sur”. Héctor Vázquez

Mesa de Diálogo Nº 5: Investigación y Formación Docente


Presentadora: Mirta Peralta
Coordinador: Federico Dutelli
12:00 hs. “Los textos escolares y la problemática de la interculturalidad”. Claudia Varela
12:15 hs. “¿Por qué leer libros de Historia en la actualidad? Daniel Morán
12:30 a 14.00 hs. Receso
Continuación de la Mesa de Diálogo Nº 5
14:00 hs. “Memoria y reivindicación del acervo intelectual peruano. De Mariátegui a Huayco y Sarita
Colonia”. María Elena Lucero
14:15 hs. “Estado Nacional y formación Docente: una historia de centralización”. Jorgelina Méndez
14:30 hs. “El proceso de democratización en el I.S.P. Dr. Joaquín V. González”. María Victoria
Fernández – Sandra Suárez
14:45 hs. “Material didáctico para antropología”. Claudia Cóceres
15:00 hs. “Discursos y prácticas en contradicción. Cuando las creencias sobre el aprendizaje afloran
en la enseñanza”. Roberto Coscio – Laura Hereñú – Mariana Damonte

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 37


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15:15 hs. “La importancia de la ciencia histórica en la educación de América Latina”. Emil Beraún
Beraún
15:30 hs. “El impacto de las reformas neoliberales en la vinculación universidad-sociedad: una
perspectiva comparada”. María Mercedes Palumbo
15:45 hs. “Y verás cómo quieren en Chile”. Pablo Mardones
15:45 a 16:00 hs. Receso
16:00 hs. Conferencia Magistral
“Cine e historia, la violencia política”. Rodolfo Varela

16:30 a 18:00 hs. MESA REDONDA: Ciencias sociales y educación


Coordinadora: María Concepción Godoy
Disertantes: Elena Achilli, Yoli Martini, Elmer Leal, Verónica Pernicone y Graciela Romano
18:00 hs. Presentación de libros de Mario Consens y Yoli Martini
18:30 a 19 hs. Receso
19:00 hs. Conferencia Magistral
“La astronomía cultural y la popularización de la ciencia”. Alejandro López
19.30 hs. Cuadro artístico
20:00 hs. Clausura

LA CUESTION COLONIAL
Seminario Internacional
Bogotá, Noviembre 23 al 27 de 2009

La Universidad Nacional de Colombia con ocasión del Bicentenario de la independencia del país
organiza un seminario internacional dedicado al examen de la génesis, el funcionamiento y las
consecuencias de la dominación colonial impuesta por Europa sobre los pueblos de las Américas, de
África y de Asia desde los inicios del siglo XVI hasta su culminación en el contexto de los grandes
movimientos coloniales del siglo XX.

Año 1, Nº 2, septiembre del 2009 El Investigador Latinoamericano 38


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Las razones de esta convocatoria son las siguientes. Por una parte, reabrir el examen de un problema
que estuvo en el centro de los debates del pensamiento social de la primera mitad del siglo XX, y que
después fue puesto de lado como consecuencia de otras preocupaciones en la agenda de la
investigación y de la reflexión. Ese reexamen es necesario por el peso de ese legado colonial en
vastas regiones del planeta, cuya población ve acrecentada sus dificultades económicas y sociales por
las brechas crecientes producidas por una globalización en curso. La vieja premisa que gran parte de
las naciones desposeídas del mundo tuvo un pasado colonial constituye, en este sentido, el punto de
partida de esta reflexión
Por otra parte, el análisis del significado de la experiencia colonial para ser coherente y profundo, y
por lo tanto para producir resultados de política, solo puede ser planteado en una doble dimensión
comparativa: la espacial y la temporal. No fueron idénticas, por ejemplo, las colonizaciones de la
temprana edad moderna que Portugal, España e Inglaterra impusieron en las Américas, con las más
tardías, bajo la égida del capital, que esas y otras metrópolis europeas establecieron sobre África y
Asia desde el último tercio del siglo XIX. Lo que significa, además, que los mecanismos y las
consecuencias de la colonización fueron diferentes no sólo entre estos diversos continentes, sino
también entre regiones significativas dentro de cada continente. Sólo un esfuerzo para captar la
dimensión global del hecho de la colonización permitirá captar su significado, así como las
semejanzas y los contrastes entre estas variadas experiencias. A mi conocimiento, son muy escasos
los eventos de esta naturaleza, y los más significativos se desarrollaron en el marco de las grandes
confrontaciones de la II y la III Internacional, o de las conferencias sobre el reparto del planeta y el
destino de los pueblos colonizados luego de la II Guerra Mundial.
Finalmente, y con ocasión de los próximos bicentenarios que varios países de la América Latina se
aprestan a conmemorar en el 2010, es pertinente recordar, de un lado, que la complicada geografía
política de la independencia de la región fue un proceso concatenado y continuo y, sobretodo, que
esos hechos de armas tan contradictorios se asientan en estructuras coloniales igualmente densas y
complejas, de tal modo que sólo una perspectiva como la que informa este seminario podrá calibrar
con precisión las razones de su heterogeneidad. Una perspectiva radical supone examinar las raíces
de una situación y no el movimiento de la superficie.
Es obvio, que una conferencia de este tipo sólo es posible con la participación y con el compromiso
de quienes tienen una trayectoria probada en el examen de estos problemas, procedentes de las más
importantes instituciones académicas de varios continentes y, por cierto, con el compromiso de
instituciones donantes que posibiliten su realización. A la fecha se cuenta con la presencia en el
evento de distinguidos especialistas de varias partes del mundo, y también con el respaldo
institucional y financiero que permite garantizar con confianza la realización del seminario, lo que no
impide que se continúen los esfuerzos para ampliar la cobertura del mismo hacia fines de octubre de
2009, fecha en que se difundirá el programa definitivo.

TEMARIO
Lunes 23 de Noviembre
Mañana
Moisés Wasserman, Rector de la Universidad Nacional de Colombia
Inauguración
Fabián Sanabria, Decano de la Facultad de Ciencias Humanas
Gabriel Misas, Director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
Apertura
Darío Campos, Director del Departamento de Historia
Myriam Jimeno, Coordinadora de la Comisión del Bicentenario, Universidad Nacional
Heraclio Bonilla, Universidad Nacional de Colombia
Presentación del por qué de la agenda del seminario

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Perry Anderson, Universidad de California, Los Ángeles


La crisis colonial de la América Latina y las independencias

Tarde
John Elliott, Oxford University (*)
Inglaterra y España: las modalidades de la colonización
Jack Green, Brown University
El sistema colonial de la América Británica
Kris Lane, College of William and Mary
Los sistemas coloniales de Hispanoamérica y de los Estados Unidos
Herbert S. Klein, Stanford University
Latin American Independence, Republican Labour Markets and International Labor Migrations

Martes 24 de Noviembre
Mañana
Carlos Sempat Assadourian, El Colegio de México
Los sistemas coloniales de los Andes y de Mesoamérica
Carlos Marichal, El Colegio de México
La bancarrota de las finanzas del imperio español y de sus colonias
Benedict Anderson
La experiencia colonial de Las Filipinas
Ángel Quintero, Universidad de Puerto Rico, Sede Río Piedras
La experiencia colonial de Puerto Rico con España y los Estados Unidos de Norteamérica

Tarde
Frank Moya Pons,
La experiencia colonial y la tradición autoritaria en el Caribe Hispánico: Cuba, Santo Domingo y
Puerto Rico.
Jean Casimir, Universidad del Estado de Haití
Revolución y contra-revolución en la primera república negra
Angelo Carrara, Universidad Juiz de Fora, Brasil
Portugal y el Brasil colonial
Francisco Ortega, Universidad Nacional de Colombia y University of Helsinki
Colonialialismo y la cultura política del período de la independencia

Miércoles 25 de Noviembre
Mañana
Saurabh Dube, El Colegio de México
Sujetos subalternos
Aníbal Quijano, CEIS, Lima
La Cuestión De/Colonial
Georges Lomné, Instituto Francés de Estudios Andinos
La disolución de las “cuerdas de imaginación” en el Virreinato de la Nueva Granada (1810)
Max Hering, Universidad Nacional de Colombia
Raza, color y pureza de sangre

Tarde
Naja Vuckovic, Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París
Le problème des réparations:Etat des lieux

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Benjamin Stora, Universidad de París XIII


La France et la colonisation de l’Algerie
Pierre Brocheux, Universidad de Paris 7
France et l’Indochine
Bernard Lavallé, Universidad de Paris
Las identidades coloniales

Jueves 26 de Noviembre
Mañana
Pradip Datta, University of Delhi
The colonial experience of India
Mamadou Diouf, Columbia University
Colonial identities and citizenship in a French Atlantic enclave: San Luis de Senegal
Juan Marchena, Universidad Pablo de Olavide Sevilla
El papel de los ejércitos coloniales
Vera Ferlini, Universidad de Sao Paulo
Brasil na lógica imperial portuguesa, séculos XVI-XIX

Tarde
Christine Hünefeldt y Hanni Jalil, Universidad de California en San Diego
Women in Colonial Times: Cultural Norms and Institutional Devices
Salomón Kalmanovitz, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá
Los impasses de la cultura económica colonial
Mathew W.M.,
War-time contingency and the Balfour Declaration of 1917: An improbable regression

Viernes 27
Mañana
Samir Amin, Naciones Unidas, Dakar
Les chemins de la Chine et l’Europe vers la modernisation
José Antonio Ocampo, Columbia University
Pobreza y experiencia colonial
Emir Sader, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
El destino manifiesto de ser periferia
Enrique Iglesias, Secretaría General Iberoamericana, Madrid
Pobreza y exclusión
Tarde. Conclusiones

CONVOCATORIA
Hacemos un llamado a todos aquellos historiadores, educadores y demás científicos
sociales que deseen enviarnos sus comentarios, ensayos, reseñas, convocatorias de
congresos y otras novedades, lo hagan todo este mes de septiembre para que se
pueda incluir en el Nº 3 del Investigador Latinoamericano de octubre.
Agradeciendo la difusión y los comentarios de este segundo número, nos despedimos
hasta otra oportunidad, atentamente, Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank
Huamaní.

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