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ENSAYO

2 1
© ART+DG By Andrés Gustavo Fernández 2009 / adncreadores@gmail.com

SAMURAI © BY CHRIS GARVER


EL CUERPO
ILUSTRADO
POR
ESTEBAN IERARDO
creadoresadn.blogspot.com
2
Parte

EL CUERPO 2

ILUSTRADO
REALIDAD E IMAGINACION
EN RAY BRADBURY

© POR ESTEBAN IERARDO


E-Mail: adncreadores@gmail.com

VII
s el tiempo de la invasión. Marte Los marcianos son agasajados con frutillas,
conquistará la Tierra presuntuosa. Entre los perfumes, jabones, cervezas, copos de maíz o
marcianos, el fervor bélico es casi absoluto. Casi. pescado. Etil es la conciencia lúcida que advierte el
Porque Etil Vrye es la excepción. Es lector asiduo de inicio de la estrategia contraofensiva terrestre:
la literatura terrestre. Leyó cuantiosos volúmenes conquistar a los invasores no por las armas sino por
fantásticos. Sabe que los terrestres han imaginado una oferta de comodidades y halagos. Lentamente,
muchas invasiones marcianas. Pero todas fracasan. los marcianos se tornan «desmemoriados y
Etil cree que la literatura prefigura la realidad. Desde perezosos». La ilusión de placeres y aventuras en los
esta predeterminación textual, la invasión está cines, fiestas continuas, el frenesí por los
destinada al fracaso. Además, la guerra es el automóviles, inoculan en los antes fieros guerreros
cercenamiento absurdo de los cuerpos saludables. una desorientada fragilidad de sonámbulos. En su
Bajo la amenaza de una muerte ignominiosa frente a carta a Tylla, su esposa marciana, Etil desnuda con
su hijo, Etil acepta lo fatal: ser uno más en el estúpido claridad la meticulosa sangría de la libertad: «Y
ataque. Llega a la Tierra donde no lo esperan hemos sido arrojados en esta civilización como un
cañones rugientes, activos fuegos de metralla o puñado de semillas, en una mezcladora de cemento.
misiles. Los terrestres reciben a los invasores con Ninguno de nosotros podrá sobrevivir. Nos matarán a
aplausos, hurras y fanfarrias. todos pero no con balas, sino con un amable apretón

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de manos. Nos destruirán a todos, pero no con


cohetes, sino con un automóvil...» [38]. En la
civilización del estrangulamiento silencioso, la
pesadez y rudeza de cemento es metáfora del
páramo donde no es posible ya germinar. Florecer.
Ser.

La semilla del posible resplandor individual muere


en el disimulado yermo de la vida moderna y
sofisticada. Etil es tentado por la industria
cinematográfica, por la feria hollywoodense de
ilusiones, para oficiar como consejero técnico de un 3
prometedor film que mostrará la invasión marciana
a la tierra. Hasta el final, Etil mantiene su alteridad
crítica, su independencia radical. Con Etil es tentado por la
estremecedora claridad, entreve el futuro: llegarán a industria cinematográfica,
Marte las conocidas tecnologías terrestres. por la feria hollywoodense
Brillantes luces de neón, casinos de juegos, «picnic
en cementerios», mareas frenéticas de turistas. Etil de ilusiones, para oficiar
entreve que «la guerra es mala, pero la paz puede ser como consejero técnico
algo horrible». de un prometedor film
Otra peculiar invasión marciana que imagina
que mostrará la
Bradbury en El hombre ilustrado ocurre en La hora invasión marciana
cero. Aquí los niños terrestres juegan un juego de la a la tierra.
invasión, la espera de unos misteriosos visitantes
marcianos. Los adultos creen que sólo se trata de
Hasta el final,
ocurrencias infantiles. Pero en «la hora cero», en una Etil mantiene su
noche de zumbidos y sombras inquietantes, el niño alteridad crítica,
Mink conduce a sus aliados, los visitantes del su independencia radical.
planeta marciano, al cuarto de sus padres.
Con estremecedora
Luego el juego continuará con la dominación del claridad, entreve el futuro:
mundo y los niños que ciegan a los que antes llegarán a Marte
despertaron su odio. La sociología de la
manipulación que mana de «La mezcladora de
las conocidas
cemento» abriga semejanzas con la perspectiva del tecnologías terrestres.
hombre subyugado en El discurso de la servidumbre Brillantes luces de neón,
voluntaria de Étienne de La Boétie [39]. El joven casinos de juegos,
pensador francés del siglo XVII se enfrenta al hecho
del amplio sometimiento de las masas bajo los «picnic en cementerios»,
regímenes monárquicos absolutistas. La esclavitud mareas frenéticas
es voluntaria. Nadie es dominado si previamente no de turistas. Etil
lo consiente.
entreve que «la guerra
La elección por la pérdida de la libertad es es mala, pero la paz
consecuencia de las costumbres y la educación. El Puede ser algo horrible».
poder infunde la amnesia de la libertad, para socavar
la energía guerrera y la comprensión de la propia
realidad. La Boétie recuerda, como principal
ejemplo de una estrategia aplacadora del deseo de
libertad, al rey Creso. Creso conquista Sardes,
capital del reino de Lidia. Su población es celosa
defensora de su libertad. Tras su derrota militar es
previsible una inminente y furiosa sublevación en
pos de la recuperación de la gema perdida de la vida
libre. Reprimir el estallido demandaría a Creso una
poderosa guarnición permanente, ingentes
recursos, una tensa alerta continua. En una
anticipación de la astucia maquiavélica, Creso deci-

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EL CUERPO ILUSTRADO II

decide saturar la capital de Lidia de casas de juegos,


donde el azar promete lujuriosas riquezas como
premio. Los habitantes de Sardes, antes orgullosos
guerreros, ansiosos por brillar con el ascua
vehemente de la libertad, olvidan su sometimiento.
La compulsión lúdica, la avidez por una fácil y
fulminante ganancia, los despoja de toda sed de
rebelión.

La estrategia de Creso se reitera en la ficción


bradburiana. Una antigua práctica de consolidación
del poder sin armas es isomorfa con los modernos 4
brebajes anestesiantes de las culturas de masas,
donde el inmediato placer de la industria del
entretenimiento succiona la pasión por el paso libre.
El vaivén pendular
de la fortuna es
VIII especialmente activo
en la turbulenta realidad
El imperio romano conquista. Agita estandartes.
Crea derecho. Sostiene la copa de un cosmos político política del imperio.
bullicioso. Y abriga una filosofía. Para la doctrina Intrigas, disputas,
estoica en el universo obra una ley natural. La virtud el restallar fulminante
del sabio estoico es vivir en conformidad con la
naturaleza. En la altura de la ley fulge la luz de un de la ambición,
valor continuo, ajeno a las zozobras del cambio condena al derrumbe
azaroso y a la mudanza relativista de las opiniones o o la muerte al que
de la fortuna. Hoy, alguien resplandece en la cima del
poder, de la riqueza o la fama. Pero mañana puede
antes brillaba
rodar entre rocas y estacas feroces. complacido en el cielo
de los privilegios.
El vaivén pendular de la fortuna es especialmente Para el estoico,
activo en la turbulenta realidad política del imperio.
Intrigas, disputas, el restallar fulminante de la la felicidad dependerá
ambición, condena al derrumbe o la muerte al que de la apatía
antes brillaba complacido en el cielo de los o la ataraxia respecto
privilegios. Para el estoico, la felicidad dependerá de
la apatía o la ataraxia respecto a las cambiantes
a las cambiantes
contingencias de la vida. Cuando aúlla la desgracia, contingencias de la vida.
la respuesta no será el lamento, la ira o la queja. La Cuando aúlla la desgracia,
respuesta es la serena aceptación de lo trágico.
la respuesta no será el
La apacibilidad estoica ante el infortunio se infiltra lamento, la ira o la queja.
entre las hendiduras de La última noche del mundo, La respuesta es
otra ficción de El hombre ilustrado. En 1969, con la la serena aceptación
dirección de Jack Smight y el papel protagónico
Rod Steiger, se llevó al cine la fundamental obra de De lo trágico.
Bradbury. Se adaptan los relatos de La pradera,
Lluvia, y la La última noche del mundo. La
adaptación en particular de este último relato altera
y pierde el espíritu de impasibilidad original del texto
[40].

En el relato originario es la mañana. El sol besa con


sus labios rojos la tierra. Una vez más. Luego, tras el
mediodía, en el sucesivo dorso del tiempo, la tarde; y
después descenderá el manto aterciopelado de
estrellas. Y el ciclo del tiempo deberá reiterarse. El
amanecer. La mañana. La nueva germinación de
claridad solar. Y la tarde. La nueva tarde. Después, la

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siguiente noche. Pero hoy será la última noche del espacio. Dentro del tubo de fuego y movimiento, un
mundo. El hombre, el esposo, anuncia la novedad a astronauta fuma nervioso. Cerca, otro viajero no
su esposa. Luego del cercano réquiem de oscuridad y fuma. Escucha los extraños comentarios de
antorchas estelares, no habrá una nueva sonrisa Hitchcock envuelto por una retahíla de humeantes
Matinal. La causa, quiere saber la mujer. ¿La causa cigarrillos. El fumador compulsivo recuerda por un
será una guerra bacteriológica, la detonación de una instante la Tierra, el supuesto lugar de su anterior
bomba atómica o de hidrogeno? No. El fin no será vida, el planeta que es, que debería ser, en alguna
una destrucción nítida, rugiente. El final será «un parte. Pero todo lo que desaparece de las más directa
libro que se cierra». Todo simplemente terminará. percepción desaparece también. «No creo en nada
que no puedo ver o tocar».
El conocimiento de la extinción no es individual. Es
una revelación colectiva que se anuncia en un sueño Sólo existe lo que está frente a los ojos. Si un hombre 5
común, compartido. Todos soñaron el final. Y quizá abandona nuestro campo perceptivo, deja de existir.
hoy, «por primera vez en la historia del mundo, todos Pero si Hitchcock se reencuentra con ese sujeto en la
saben qué van a hacer de noche» [41]. Nada le dirán calle, es «como una resurrección». El recuerdo podría
a sus hijos. corregir el drástico proceso de las desapariciones y
ausencias. Alguien ya no está, pero si lo recordamos
Nada se alterará. Ninguna acción especial surgirá su existencia no se interrumpe. Mas para Hitchcock
para recibir la última noche. Ninguna imploración los recuerdos son «como puercoespines». Recordar
terminal. El libreto de la existencia no sumará o lastima, fuerza la desconcentración, inhibe la
borrará renglones. El hombre y la mujer, al acercarse eficacia en el trabajo. Y sólo existe lo inmediatamente
la noche definitiva, lavan platos, leen, se distraen con visible, en el vuelo por el espacio la Tierra ya no es. La
periódicos, escuchan música. Quizá sea inevitable única realidad es el espacio que abraza a la nave. Sólo
un temblor de despedida. «¿Tienes ganas de llorar?», es verdadera la conciencia que piensa ese espacio. O,
pregunta el hombre. «Creo que no», contesta la en último término, el espacio al que arriba esa
mujer que, luego, extiende su cuerpo en la cama de conciencia.
límpidas sábanas. Y un comentario sobre el placer
del reposo es obligado porque «todos estamos Hitchcock come frenético, voraz, como si fuera la
cansados». Y la mujer que se aleja por un momento última vez. A través de la ventanilla del cohete
para cerrar un grifo. Y vuelve luego con una sonrisa columbra las estrellas remotas. Su afligido y perplejo
por ese olvido doméstico. Y los cuerpos cómodos interlocutor, Clemens, le asegura que los fuegos
sobre el lecho «con las cabezas unidas y las cabezas estelares son demasiados distantes: «no vale la pena
rozándose». «Buenas noches», es el sereno saludo ocuparse de cosas tan lejanas». Si Hitchcock alude al
final. Y la llegada del viento letal que detendrá el pecho extenso y vacío del espacio es por la atracción
laberinto de los corazones humanos. del espacio, de la vacuidad espacial donde nada hay
arriba ni abajo, ni nada hay entre esas imprecisables
En su relato, Bradbury ha buscado la imper- posiciones.
sonalidad. El esposo y la esposa carecen de nombres
propios. Son el hombre y la mujer. Sus diálogos Clemens arriesga que pensar en el pasado podría
postreros, su respuesta apacible al final de todo son recuperar los antiguos pensamientos de su
así expresión de lo genérico. No un estado compañero de viaje. Acaso podría ser una meseta
individual. Todos han soñado la noche última, y para expulsar viejos errores o dudas y luego
todos están cansados. El agotamiento por el tedio, la evolucionar hacia un nuevo estado sin
saturación de lo repetido sin creación, roe acaso la desesperación. Pero lo pasado no tiene entidad. Es
voluntad de continuidad. El sueño que reveló la también espectro sin sangre ni sudor. Hitchcock
conclusión de todo, es productiva afloración de insiste: «no creo en nada que no exista y actúe en mi
imágenes de un inconciente colectivo. O más presencia» [42]. Entre la tripulación crece el
exactamente de un deseo común. La decisión de consenso de que la escéptica filosofía compulsiva de
acabar. Un disfrazado consenso para escapar al fin Hitchcock precisa auxilio psiquiátrico, porque éste
de una vida hace tiempo concluida. Estoica es la «ha caído en un pozo sin fondo». Pero la psiquiatría a
serena respuesta ante la inevitable tragedia. Pero la bordo no podrá, con palabras y caricias, suturar las
apacibilidad no promete ahora una nueva sabiduría. grietas.
Es sólo la cansada resignación ante un mundo cuya
única alternativa es una última noche. La Hitchcock sube hasta un piso superior. Duda
indiferencia ante lo que sólo es desierto. nuevamente de su existencia. Acaricia frenético los
mamparos. Los toca. Sólo así sabe que es real.
Clemens le comunica que abajo lo espera el resto de
IX la tripulación. ¿Pero cómo probar su existencia?
Ahora, en este instante, no tiene ninguna evidencia
El cohete se hunde en la longitud interminable del sensorial de su realidad. No es posible llevar consigo

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las cosas físicas, incorporarlas, incrustarlas en un


cuerpo expandido para así, siempre, poder, por una
vía física, verificar su continuidad. Al abandonar la
Percepción directa de algo, este algo se desmenuza
en la nada. Por eso, Hitchcock confiesa: «odio los
objetos físicos. Los dejas atrás y no puedes creer en
ellos». La imposible comprobación empírica
constante sólo podría ser remediada por la mente; la
demostración mental de la realidad de algo permitiría
«saber cómo es algún sitio cuando ya no estoy allí».
Pero la realidad es que todo acto pasado estalla en la
desintegración. Y Hitchcock recuerda que alguna 6
vez quiso ser escritor. Sintió, una vez, que su nombre
estampado sobre un cuento publicado no era ya su
nombre. El relato ya concluido era un acto pretérito,
algo ya sin inmediatez ni realidad. Así, el nombre
Y se produce el asociado a un acto irrecuperable «sería siempre una
silencio, el choque mancha de hollín, unas cenizas». Y si nada puede
de un meteorito, demostrarse, la única felicidad concebible sería
perderse en la nada oceánica del espacio.
y el estremecimiento
de la columna metálica Y se produce el silencio, el choque de un meteorito, y
de la nave en el el estremecimiento de la columna metálica de la nave
en el frágil abismo cerebral del astronauta de la duda
frágil abismo cerebral continua. Y Hitchcock mudo, recluido en sí mismo.
del astronauta Con los viejos puentes verbales ya rotos. Sus piernas
de la duda continua. recuperan la movilidad sólo para embutir su
Y Hitchcock mudo, conmoción neuronal en un casco y un traje. Luego,
abre una compuerta. Y Hitchcock flota sobre un
recluido en sí mismo. camino de siniestras mariposas ingrávidas...
Con los viejos puentes
verbales ya rotos. El astronauta perdido en el espacio sideral pone en
acto, dentro de un veloz cohete, la perplejidad
Sus piernas recuperan filosófica. Hitchcock evoca las figuras filosóficas
la movilidad sólo que repliegan la realidad al único imperio del
para embutir su instante vivido. La realidad es sólo ahora en este
instante actual. Predominio de la inmediatez.
conmoción neuronal Equivalencia de una figura puntual del espíritu en el
en un casco y un traje. pensar hegeliano: la certeza sensible. El verdadero
Luego, abre una conocimiento es totalidad conciente de sí misma.
Compuerta. Y Hitchcock Pero la precariedad de un saber rayano en el no saber
es la verdad restringida al instante inmediato. En la
flota sobre un camino de certeza sensible hegeliana sólo es verdadero lo que es
siniestras mariposas percibido en el ahora; el pasado se ahoga en la
ingrávidas... tiniebla del olvido, o en el mañana, en lo posterior, en
lo que aún no contiene ninguna presencia. Pero lo
sensible no es conciente, por sí mismo, de su
precariedad, como sí lo es Hitchcock. La reducción
de lo real al ahora que se puede ver o tocar es actitud
afín a la ingenuidad positivista. Al más elemental
positivismo donde lo verdadero es lo verificable por
alguna evidencia sensorial.

Hitchcock no entreve la liberación del empirismo


más primario de la inmediatez en pos de una
primacía del pensamiento, de un orden psíquico o
mental, ajeno a los datos sensoriales inmediatos.
Sabe de la miserabilidad de una realidad aplastada
por la comprobación física.

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Por eso, el «odio de los objetos físicos» espolea un


predominio «de la mente sobre la experiencia. El
deseo de saber cómo sería un lugar cuando yo no
estoy allí», un orden mental que asegure la existencia
y su continuidad más allá de un sujeto individual y su
comprobación personal de los hechos. Berkeley, tal
vez, pudo ayudar a Hitchcock, con su obra Tres
diálogos entre Hilas y Filonus. Allí donde no está el
individuo el espacio continúa en tanto la mente divina
piensa, y construye desde su pensar, ese lugar. Pero el
idealismo filosófico no salvará al astronauta perplejo.
7
El último acto de su duda filosófica es una suerte de
epojé husserliana sin conciencia. El gran creador de
Allí donde no está el la fenomenología perfecciona un viejo recurso
individuo el espacio filosófico: la epojé como puesta entre paréntesis de la
actitud natural, como suspensión de las creencias
continúa en tanto la mente habituales aceptadas sin discusión. En el
divina piensa, y construye escepticismo antiguo la epojé, en la andadura
desde su pensar, ese lugar. filosófica de Pirrón de Elis, es suspensión de la
atribución de realidad a una existencia sobre la que
Pero el idealismo filosófico nada puede decirse con seguridad. En Descartes se
no salvará al produce una momentánea y metódica suspensión de
astronauta perplejo. las creencias en la realidad del mundo exterior. En
Husserl lo aceptado habitualmente se suspende para
llegar al fundamento que actúa como primera fuente
Clemens informa sobre de sentido: la conciencia [43].
las últimas palabras de
Hitchcock al abandonar Clemens informa sobre las últimas palabras de
Hitchcock al abandonar la nave: «Ya no existe el
la nave: cohete. Nunca existió. Ni la gente. No hay nadie en
«Ya no existe el cohete. todo el universo. Nunca hubo nadie. Ni planetas. Ni
Nunca existió. estrellas. Ya no tengo mano. Nunca las tuve. Ni
Ni la gente. No hay cuerpo. Ni boca. Cara. Ni cabeza. Nada. Solamente el
espacio. Solamente abismo» [44]..
nadie en todo el universo.
Nunca hubo nadie. Radicalización de una epojé al rozar las playas del
Ni planetas. Ni estrellas. espacio sin fin. Suspensión enfática, convertida en
negación explícita, de las viejas creencias. Lo que
Ya no tengo mano. antes es una «actitud natural» daba por ciertas
Nunca las tuve. certezas del mundo exterior, los hombres y los
Ni cuerpo. Ni boca. planetas, y el cuerpo y sus partes, ya no es tras la
Cara. Ni cabeza. Nada. remoción de los antiguos contenidos «reales». Sólo
subsiste la única realidad que no puede ser negada,
Solamente el espacio. suspendida, impugnada: el espacio. Que no es
Solamente abismo» conciencia que luego devolverá el sentido de las
cosas, sino abismo, situación final que teatraliza la
paradoja del hombre moderno y newtoniano que
descubre una ley válida para el gran espacio cósmico.
El hombre capaz de viajar, por el ingenio tecnológico,
en la amplitud del espacio, no puede trascender la
cercanía y la inmediatez. El espacio, tras la epojé
radical de Hitchcock, ya no es presencia ilimitada.
Es sólo espacio infestado de cenizas y angustia.
Laberinto sin «nada arriba, nada abajo», y «mucha
nada en el centro».

X
Hitchcock se confunde con su abismo. Aquí no hay

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premeditada estrategia de fuga o de negación ficciones de El hombre ilustrado, afiebrada de


conciente del dolor. La premeditada evasión de un distancias espaciales, la simplicidad de la rusticidad
presente agobiante ocurre en El zorro y el bosque, de Hernando, un sobreviviente de lo rural y
otra de las prosas de El hombre ilustrado. Roger y medieval, que desconoce toda abrumadora lejanía.
Susan Kristen acuden a los servicios de Viajes por el Indiferencia respecto a la amplitud. Contrapuesta a la
tiempo S.A. para escapar al futuro de su presente en avidez por la travesía en lo lejano de Fiorello
el 2155. Kristen trabaja en una fábrica de bombas, y Bondoni, otra figura de la humildad, un trabajador
Susan en un laboratorio de cultivos patógenos. en un depósito de chatarra. Una labor incapaz de
Escapan de un mundo concentrado en perfeccionar alejarlo de la pobreza a él, y a su esposa, María, y a
los poderes de destrucción. sus tres hijos. El destino le trae el ofrecimiento de un
cohete que nunca viajó, un primer modelo de
Escapan al México de 1936. Pero el supuesto refugio aluminio, de una nave futura. El cohete brilla en el 8
seguro para la evasión es vulnerado: un supuesto depósito. A diferencia de Hernando, Bondoni
director de cine les presenta una idea de film que es siempre quiso la exploración espacial. Siempre
su propia historia. Recurso shakespereano para acarició la posibilidad del viaje, de una travesía física
producir la nerviosa reacción de una verdad oculta que le es negada por la estrechez, la pobreza.
en los rostros de los sospechosos de un delito [45].
Y Bondoni juega en la cabina del piloto. Grita,
Evasión de la acción destructiva. Otra forma de fuga ordena, insulta, para que la nave rompa la estéril
es la negación conciente de una ausencia imposible inmovilidad. Para que comience el movimiento que
de obturar. En El hombre del cohete, un astronauta promete la llegada a la roja superficie marciana. Pero
se ausenta durante largos períodos. Al regresar con lo inmóvil y pesado determinan la imposibilidad de la
su hijo y su esposa, desea convencerse de que la travesía.
Tierra con sus mares, con sus ciudades y paisajes,
son «cosas buenas». Para así ya no regresar al reino Sólo la imaginación puede crear una nueva
de las distancias cósmicas. Pero siempre lo absorbe posibilidad. Entonces, nuevos arreglos, el
la nostalgia, y sus ojos, con un inevitable parpadeo perfeccionamiento del ingenio mecánico. Y el
repetido, contemplan las «joyas de Orión». Y de anuncio a los niños de un viaje a Marte. María estalla
nuevo se inicia el largo viaje, la ausencia y la soledad. en quejas y advertencias sobre el peligro de volar en
Y su esposa vive en la aceptación de una muerte un cohete precario. Pero Bondoni se empecina. Él y
acontecida en una misión sin regreso: «y cuando tu sus hijos suben al cohete. Entonces, el viaje comienza
padre regresa -le revela la madre a su hijo- tres o dentro de un relato. El padre pide a su descendencia:
cuatro veces al año, no es él realmente, sólo es un «Oled los olores del cohete. Sentid». Y Bondoni
sueño, un recuerdo agradable, o el sueño se anuncia la visión de la Luna, la llegada a Marte. En la
interrumpe, o el recuerdo se borra, y ya no puede ensoñación, los niños duermen para después
durar mucho. Así que casi siempre me lo imagino ya despertar. El viaje de millones de kilómetros
muerto» [46]. concluye. Afuera sigue el depósito de chatarra. Los
niños despiertan. Recordarán por siempre la gran
El hombre del cohete finalmente morirá, de hecho, travesía hacia Marte. Y le reprochan después a su
en la ardiente caída de su nave en el sol. El largo viaje madre: «Mamá, tendrías que haber venido, a ver
en el espacio le enseña al astronauta la imposibilidad Marte y los meteoros, y todo!» [48]. La esposa
de arraigarse en una amplitud inacabable. El comprende. Acaricia al «mejor padre del mundo». Y
contrapunto de esta angustia es la simple y dulce marido y mujer proyectan un futuro «viaje corto».
seguridad en una realidad de horizontes cercanos,
ajena al remoto dorso estrellado de las galaxias. La precariedad material estimula otra forma de
Realidad sin distancias vertiginosas, como la de travesía. La fuerza de la evocación imaginativa. Que
Hernando, en La carretera. El hombre que trabaja contrasta con el viaje físico de una tecnología futura
en una estación de servicio. Entre el largo frío y sofisticada. Como el dispositivo técnico que permite
soledad de la carretera, descubre cambios el periplo dentro del sol. Una tecnología que ahora no
imprevistos, flujos de automóviles y viajeros. Y la es sombra sobre lo humano (como en La pradera por
llegada de un auto con jóvenes bajo la lluvia. ejemplo) sino medio de expansión o refinamiento de
Muchachas que lloran. Y el juvenil conductor le la conciencia. La nave Copa de Oro crea una corteza
anuncia: «ha empezado...». Ha empezado el grito hiperhelada para recibir el fuego y los secretos de la
letal de las bombas. Los rayos atómicos de la gran estrella.
devastación. Es el fin del mundo. Pero Hernando se
despide y regresa al surco donde destilará sudor La nave se sumerge en el sol mientras el capitán pide
sobre un arado. «extender la mano con la copa del mendigo» [49].
Religiosidad nacida en el viaje físico dentro del astro
Y no puede evitar un asomo de confusión: «¿A qué solar, convertido en un «árbol en llamas». Sus frutos
llamarán el mundo?» [47]. Dentro de la multitud de son doradas manzanas cuyo «culto crece y se

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extiende» en los hombres, en astronautas místicos,


que ya no perciben la magnificencia del sol como una
incandescente masa gaseosa sin espíritu, sino como
misteriosa poesía de la luz.

También, en Canto del cuerpo eléctrico, en


Fanstasmas de lo nuevo, el despliegue tecnológico
concentrado en un humanoide corporiza un modelo
de elevado pensamiento, lucidez y sensibilidad. Una
máquina, un humanoide eléctrico, una abuela
destinada a cumplir su rol de tal en una familia, actúa
como fuente de enseñanzas; es una colmena de Aquí, unos viajeros 9
abejas-pensamientos que poetizan el mundo. El espaciales de la
cuerpo eléctrico, la máquina espiritualizada,
transmite a sus nietos una visión más alta de la
Tierra visitan un
existencia. Función similar al cohete Copa de oro que planeta. Allí propagan
es el portento tecnológico que dona a los hombres la una enfermedad letal.
oportunidad del viaje hacia el núcleo mágico de la
fuerza solar.
La lepra, monstruo
feroz de incontables
dagas, extermina
XI a muchos habitantes
La modernidad racional y el positivismo de la ciencia
clásica enseñaron que lo vivo es lo orgánico. Lo del otro mundo.
inorgánico no posee las funciones de la sensibilidad Los sobrevivientes
nerviosa o de la conciencia. Una montaña no puede construyen una ciudad
vivir en este sentido. Y tampoco una ciudad. La
ciudad moderna es aglomeración de construcciones
conciente, capaz de
artificiales, de entidades mecánicas. Las ciudades sentir y pensar para
antiguas, en cambio, son un microcosmos, una cristalizar un propósito
duplicación de un modelo celeste.La ciudad antigua expreso: la espera
es fundada bajo ritos ancestrales que sacralizan el
espacio urbano. La urbe romana, por ejemplo, nace y la venganza.
desde un rito fundacional, que le asegura una fluida Luego de doscientos
comunicación con las fuerzas divinas de lo alto y las siglos, los astronautas de
potencias subterráneas de lo telúrico.
la humanidad retornan
La ciudad así no se reduce a una función de refugio y al planeta antes
hábitat humano. Para la mentalidad mítica, la ciudad devastado por los
es una forma de vida sacralizada. demonios patógenos.
Pero dentro de la desacralización del tiempo Los visitantes creen
moderno, la ciudad es sitio colectivo de valor que la ciudad está desierta.
estético, histórico, o mero lugar. La ciudad sólo es Que es un lugar de
círculo de resonancias y valores humanos. Carece de
vida propia. En la cultura de la vida concentrada en la
muerte y olvido.
humanidad, la ciudad viviente sólo puede ser No es así.
redescubierta por la libertad imaginativa. Tal es lo La ciudad está despierta,
que ocurre en la ficción La ciudad de El hombre viva.
ilustrado.

Aquí, unos viajeros espaciales de la Tierra visitan un


planeta. Allí propagan una enfermedad letal. La
lepra, monstruo feroz de incontables dagas,
extermina a muchos habitantes del otro mundo. Los
sobrevivientes construyen una ciudad conciente,
capaz de sentir y pensar para cristalizar un propósito
expreso: la espera y la venganza. Luego de
doscientos siglos, los astronautas de la humanidad
retornan al planeta antes devastado por los

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demonios patógenos. Los visitantes creen que la


ciudad está desierta. Que es un lugar de muerte y
olvido. No es así. La ciudad está despierta, viva.
Posee una Oreja que escucha. Una nariz poderosa
que percibe aromas, perfumes. Y unos ojos que, ante
la llegada de los extraños, dispersan las brumas del
letargo, para ver con alerta agudeza. Así, «todos los
sentidos de la ciudad hormigueaban ahora como
ante la caída de una nieve invisible», y «contaban las
respiraciones, y los sordos latidos de los corazones
Los astronautas
ocultos...» [50]. terrestres llegan
hasta la superficie del 10
La ciudad examina a sus visitantes. Realiza Planeta Rojo. Clavan
evaluaciones precisas. Y la urbe revivida posee una
Mente, que luego de los metódicos cálculos una bandera. Anuncian
necesarios, determina que los recién llegados son la colonización del
hombres «de un planeta llamado Tierra, que hace territorio marciano.
veinte mil años declaró la guerra a Taollan, que nos
esclavizó y nos arruinó y nos destruyó con una peste
Ven el pozo. De agua.
mortífera». La ciudad ha cumplido su primer meta: la Una construcción
espera. antiquísima. De
indeterminable
Ahora debe ser arrancada la rama de la venganza de
un árbol predestinado. La ciudad inicia la matanza Antigüedad.
serena, implacable. Antes de completar su tarea Y los curiosos
reparadora ejercita otra de sus capacidades exploradores y
programadas: el lenguaje. Con voz humana anuncia
un nombre: «el nombre de esta ciudad ha sido y es
colonizadores investigan
una venganza». El exterminio es completado. Luego, el agua.
son creados los simulacros, los hombres-simulacros, Un astronauta,
los astronautas artificiales que dirigirán un cohete Stephen Leonard, toma
hacia la Tierra, con varias bombas de gérmenes
patógenos. La venganza alcanzará la madriguera del ese agua. Y el agua viviente,
mal. La ciudad entonces ya no tiene misión. Puede plena autoconciencia,
disfrutar ahora del placer de una suave expiración. es fuerza posesiva,
La ciudad de la venganza vive «en el planeta de las
contaminante. Absorbe y
Sombras, a orillas del mar de los Siglos, al pie de la enajena la conciencia
montaña de la Suerte» [51]. una descripción que de Leonard, del viajero.
hace recordar algo de la atmósfera mítico-poética de
La maldición que cayó sobre Sarnath de Lovecraft.
Después de diez mil años,
ahora el agua-hombre
Otro ejemplo de vida en lo supuestamente se piensa, respira.
inanimado es la ficción El que espera, en Las Y las palabras son
maquinarias de la alegría. Aquí, un pozo de agua es
conciente de sí, es voz en primera persona. Los
como agua:
astronautas terrestres llegan hasta la superficie del «me maravilla las
Planeta Rojo. Clavan una bandera. Anuncian la palabras. Se forman
colonización del territorio marciano. Ven el pozo. De
agua. Una construcción antiquísima. De
como agua en la
indeterminable antigüedad. Y los curiosos lengua y caen con una
exploradores y colonizadores investigan el agua. Un Lenta belleza en el aire»
astronauta, Stephen Leonard, toma ese agua. Y el
agua viviente, plena autoconciencia, es fuerza
posesiva, contaminante. Absorbe y enajena la
conciencia de Leonard, del viajero. Después de diez
mil años, ahora el agua-hombre se piensa, respira. Y
las palabras son como agua: «me maravilla las
palabras. Se forman como agua en la lengua y caen
con una lenta belleza en el aire» [52].. Y Jones, otro

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viajero que bebió el agua, se afiebra. Tiembla su debidos brazos y piernas. Pero un hombre sabio,
cuerpo. Muere. mediante un «método que ha sido olvidado»,
descubrió la vía de liberación de la mente, y fue así
Y el agua del pozo, del pozo del Alma, cada vez que es que «tomamos esta forma de luz y fuego azul y
bebida se apodera de una nueva conciencia. Y comenzamos a vivir, para siempre en el viento, el
trabaja en un submarino secreto para que cada cielo y las colinas, ya nunca orgullosos ni arrogantes,
astronauta, uno por uno, detenga su corazón y ni ricos ni pobres, ni apasionados ni fríos» [53].
regrese al fondo oscuro del pozo.
Los viejos marcianos son ahora inmortales, y viven
En una narración de magnéticas transformaciones, libres de toda ambición de bienes. Se han
la conciencia del agua es vida versátil, metamórfica. emancipado de las pasiones violentas. No les absorbe
El agua es forma sin forma definida. Así puede los antiguos deleites del cuerpo. No los seduce la 11
devenir y mutarse en las distintas conciencias guerra. Están libres del Pecado. «Sus pecados han
individuales de los viajeros recién llegados. El agua ardido como hojas», y no es preciso levantar ningún
es, como advertimos antes al encontrarnos con «La templo para su purificación, porque «cada uno de
lluvia», memoria de un magma primario, que espera nosotros es un templo en sí mismo». Por lo que los
el regreso de lo separado y dividido a su profundo y padres pueden llevar sus templos a las ciudades.
oscuro cuerpo líquido. Y, así, todos los astronautas «Vivimos felices, y en paz». Los evangelizadores
caen al pozo. Vuelven al agua. Que es viva lloran. El Padre Pelgrine comprende: «No podemos
conciencia. De una larga espera. levantar una iglesia para vosotros. Sois la belleza
misma! ¿Qué iglesia puede competir con el fuego de
una alma pura?». Y tal vez los globos de fuego

XII azulado sean otra manifestación de Él. Quizá cada


mundo, entre el carnaval de estrellas, posee su
Cada nuevo mundo es un desafío para los verdad. Y las distantes formas de la verdad
evangelizadores. Fue primero América. La Europa diseminadas en las titilantes praderas cósmicas «son
cristiana desembarcó para llevar el conocimiento de parte de una misma verdad. Un día todos se unirán
la «verdad superior» al nuevo mundo, a los pueblos como trozos de un gran rompecabezas» [54].
indígenas. Y Marte es un nuevo mundo. El deseo de
conquista de las almas se reaviva. La compulsión Los evangelizadores iniciaron su obra como
evangelizadora llega a las áridas extensiones mensajeros de la humanidad poseedora del
marcianas mediante el tesón misionero del padre monopolio de la verdad. Dios sólo se ha revelado a los
Stone y el Padre Pelgrine. Es preciso ayudar a los humanos, en su bello planeta azul. Lo sagrado a su
marcianos para que reciban la verdad. Tal vez los vez se refugia en un templo, en un lugar especial del
nativos del Planeta Rojo aún no conocen el pecado espacio, en un locus sacer. Pero los globos de fuego
original y viven en la gracia de Dios. Acaso haya un marcianos enseñan una verdad más amplia. La
Adán y Eva marcianos. Sea como sea, la voluntad realidad secreta divina traspasa y puebla la completa
del único dios quiere que los nuevos idólatras multiplicidad de los mundos. La tierra no es el único
ignorantes de la revelación sean bendecidos por los altar que recibe la verdad. La verdad es puente
translúcidos rayos del Señor que es uno y tres. Para esquivo de misterio, cuyas escamas vibran en todas
cumplir con esa misión es menester construir una partes. Y el templo no es el edificio separado. El
iglesia, dotarla de órganos, pilas bautismales, cristianismo concentra la sacralidad en sus casas de
vitrales jaspeados de imágenes hagiográficas. Los oración. Para la sensibilidad pagana, el templo es el
cruzados de la fe cristiana en el planeta marciano construido por el hombre. Pero también es la
edifican entonces la iglesia. El padre Pelgrine naturaleza. Y para los viejos marcianos el templo es
desliza sus dedos sobre las teclas del órgano. la propia identidad de profundidad radiante.

La solemne resonancia del instrumento sacro crea el El cuerpo que flota sobre la cumbre no es pesadez
ave delicada de la música. La dulzura musical orgánica. Es luz ingrávida. La antigua materia
apacigua el aire, y se vierte sobre cercanas colinas. devenida vivaz luminosidad. Futuro de una
Los hombres de la fe ortodoxa romana creen que los corporalidad espiritualizada semejante al cuerpo que
otros, los marcianos, los desconocidos, se se muta en pensamiento luminoso en 2001. Una
manifestarán al fin. odisea en el espacio [55]. Y los evangelizadores
parten del presupuesto de su presunta superioridad
Esperan. Rezan. Oran. Suspiran. Para que el espiritual sobre los seres que deben ser esclarecidos.
encuentro se produzca. Y los otros llegan. Entonces, Los presuntos seres confundidos, se revelan como
en el pensamiento, con una sutil voz, se revelan los una forma de existencia superior. Un proceso de
«viejos marcianos». Seres que viven en colinas, luego transformación del lugar de la sabiduría muy
de una superada vida material. Fueron alguna vez próximo a Los tres staretzi, de Tolstoi. En este relato,
hombres encarnados en una anatomía, con los un Arzobispo se encuentra en una isla con tres

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staretzi (tres ermitaños) que viven, desaliñados,


desentendidos del mundo e ignorantes de la correcta
forma de pronunciar el Padre nuestro. El Arzobispo
se despide luego de enseñarles la fundamental
oración cristiana. El pomposo dignatario de la Iglesia
ortodoxa regresa a su barco. Los tres staretzi olvidan
algún verso de la plegaria al único Padre. Y van en
busca del Arzobispo para pedirle larepetición de la
oración. Van en busca del alto prelado eclesiástico
flotando sobre el río como ligeras esferas de luz [56].

Los viejos marcianos El viejo cuerpo se enciende de luminosa conciencia. 12


son ahora inmortales, Un anatomía que se muta en destello, en resplandor
asombroso también acontece en «Calidoscopio»
y viven libres de toda [57]. Una nave es golpeada de muerte por una lluvia
ambición de bienes. de meteoros. Los hombres caen en el vacío cósmico.
Se han emancipado Sólo los une la posibilidad de la comunicación por
radio. Todo está perdido. Nadie los salvará. La certeza
de las pasiones violentas. del final desinhibe. Por lo que fluyen ahora, sin
No les absorbe los diques represores, los rencores antes silenciados. Es
antiguos deleites un rocío de sinceridad antes del silencio final. Uno de
del cuerpo. No los seduce los astronautas, Hollis, regresa «a la vieja madre
Tierra», a más de diez mil kilómetros por hora. El
la guerra. Están libres humano en su caída conoce su destino: «arderé como
del Pecado. «Sus pecados un meteoro». Al penetrar en la atmósfera su
han ardido como hojas», resignada humanidad fosforece como una fúlgida y
breve estrella blanca en el cielo terrestre. La última
y no es preciso luz que mana de la carne consumida es contemplada
levantar ningún por un niño. Al que su madre le pide: «desea algo». El
templo para su astronauta no puede convertirse en inmortal
purificación, porque irradiación de sabiduría, como los circulares seres
ígneos de Marte. Pero es, al menos, una fugaz
«cada uno de nosotros claridad propiciatoria. El deseo de una esperanza.
es un templo en sí mismo».
Por lo que los padres
pueden llevar sus XIII
templos a las ciudades. La magia de la imaginación en Bradbury cristaliza
«Vivimos felices, y en paz». varios juegos. Uno de ellos es la lúdica liberacion del
tiempo lineal. En El zorro y el bosque, en El hombre
Los evangelizadores
ilustrado, es posible viaje al pasado (réplica a la
lloran. El Padre proyección en el futuro de la Time machine de
Pelgrine comprende: H.G.Wells). En El Ruido del trueno, en Las doradas
«No podemos levantar manzanas del sol, una empresa del futuro organiza
safaris al pasado para matar dinosaurios. Y desde la
una iglesia para vosotros. distancia temporal llega al presente una mariposa
Sois la belleza misma! (también réplica-homenaje de la flor del futuro que el
¿Qué iglesia puede competir Viajero del Tiempo recibió de Genna). La alquimia de
lo temporal, los saltos del futuro al pasado, integran a
con el fuego de Bradbury al típico juego imaginativo de la literatura
Un alma pura?». fantástica: la transformación temporal.

Pero una mayor obsesión bradburiana es la


proyección estelar, la constante invocación al salto al
enjambre remoto de las estrellas. En continuidad del
gran anhelo nietzscheano, la imaginación en
Bradbury arroja la flecha que siempre ansía la
lejanía. Como en Withman, Dylan Thomas,
Theilhard de Chardin, o Giordano Bruno, en
Bradbury siempre burbujea la pasión por la

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amplitud espacial. Una forma de religiosidad. El


rasguño humano sobre los bordes de una cima de
plateada espiritualidad surge al extender la piel y los
sentidos hacia los fuegos de las galaxias. El cohete es
el altar movedizo, un sustituto del viejo tabernáculo,
para llevar la devoción hasta los límites de la
divinidad del espacio. En su poema No han visto las
estrellas, el escritor lírico se alza en vuelo religioso
que aletea entre las constelaciones. Libera su anhelo
Pero el viaje a lo de puentes de devoción hacia la distancia estrellada:
lejano pude borbotear Despierta, dice Dios. 13
también en la inmediatez Mira allí. Ve a buscarlas
de una travesía mental. Las estrellas, oh señor,
Wilder es personaje muchas gracias, las estrellas (58).

de La ciudad perdida de Y, en otra poesía de Bradbury, en el El este está


Marte, un relato arriba se confirma la vehemencia del ascenso felino a
de Fantasmas de lo lejano: «Nuestro propósito es mirar más allá del
cielo... Y conocer primero la Luna, después
lo nuevo. En una cámara Marte...Un mundo y después un mundo y después un
de la urbe antigua mundo». Proyección del humano hacia la progresión
marciana, Wilder vertiginosa y apabullante de los mundos. Mundos
inacabables, como la energía creadora. Y si la Tierra
recuerda la infancia. es nuestra prisión de piedra y agua, «rompamos la
Rememora una noche cerradura», «soltemos nuestras naves espaciales», y
estrellada en la Tierra. auscultemos el sol que arde más allá de nuestro sol.
Las estrellas distantes, Dejemos entonces «los dogmas terrestres, Vamos a
descubrir y a tocar...» [59].
indiferentes. Recuerda
«un viejo sentido de la Pero el viaje a lo lejano pude borbotear también en la
belleza». Y de nuevo se inmediatez de una travesía mental. Wilder es
personaje de La ciudad perdida de Marte, un relato
derrama hacia los de Fantasmas de lo nuevo. En una cámara de la urbe
millones de billones antigua marciana, Wilder recuerda la infancia.
de fibras eléctricas Rememora una noche estrellada en la Tierra. Las
en la noche cósmica; estrellas distantes, indiferentes. Recuerda «un viejo
sentido de la belleza». Y de nuevo se derrama hacia
y sin necesidad del los millones de billones de fibras eléctricas en la
viaje tecnológico, noche cósmica; y sin necesidad del viaje tecnológico,
de la incomodidad de la incomodidad dentro de la pequeñez alada de un
cohete, experimenta la proyección al universo como
dentro de la pequeñez «una catedral, una multitud de vastos santuarios
alada de un cohete, universales» [60].
experimenta la proyección
al universo como Es un viaje mental a los fuegos del dragón universal.
La exaltación religiosa en el escritor de las múltiples
«Una catedral, una aventuras marcianas, encastra en un mismo anillo
multitud de vastos expansiones cósmicas e himnos de renacimiento. La
santuarios universales» cantata «Cristo Apolo» es el verbo más emocionado
donde se canta al «octavo día del hombre, en el octavo
día de Dios», desde donde el poeta de El hombre
ilustrado anuncia:

«Volverás a nacer
y oirás la trompeta que irrumpe en el aire
tembloroso de cohetes, todo humilde,
todo despojado
de orgullo. Pero libre de suspensión
Escucha ahora? ¡Oye ahora!
Es la mañana del noveno día» [61].

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Pero, en Bradbury, la religiosidad espacial no aleja otro pie, otra de las ficciones de El hombre ilustrado,
del desamparo sufriente del hombre aún aplastado donde la división es racial. El negro Willie, antes
en la Tierra. Para comprobar esto basta con leer El lleno de odio y resentimiento, acepta la integración,
mendigo del puente de O’ Connell [62], o su poema la igualdad con el blanco al verlo, por primera vez, en
Cuando mueren los mendigos no se ven cometas su fragilidad luego de llegar a Marte sin hogar, tras
[63]. dejar atrás la Tierra envuelta en llamas y destrucción.

La pulsión destructora tiene muchas formas: la El espectro del dolor también carcome al hombre en
alienación tecnológica, la tiranía racional, la un posible futuro donde es negada la hechicería
destructividad bélica, el poder represivo y elevadora de la lectura. La incendiaria descom-
manipulador. Diversos rostros de la oscuridad del posición del sentido de humanidad y belleza tal como
propio tiempo. Que Bradbury impugna desde el ocurre en Fahrenheit 451. Y aquí, como sabemos, 14
promontorio lateral del relato imaginativo. La ante el olvido la respuesta más poderosa es el arte de
humanidad dividida, afiebrada por el la memoria. Ese arte desplegado por los hombre y
enfrentamiento continuo, es incapaz de la mujeres que memorizan y recuerdan en los bosques
cooperación. El deseo de reconciliación y las antiguas y grandes obras. El recuerdo que
reintegración flota como libre modelo utópico en la custodia la palabra creadora es afín a la
hermosa narración bradburiana La dorada cometa, contemplación poética que percibe al sol como «un
el plateado viento. Dos ciudades se refugian tras árbol en llamas».
murallas. Las murallas de una ciudad exhibe la
forma de un cerdo. Y la otra de una naranja. El Y George Smith también recuerda. En En una
mandarín de la urbe-naranja afirma que el cerdo estación de buen tiempo [65], Smith admira a
devorará la naranja. «La vida está llena de símbolos y Picasso. Sin entenderlo, sin comprenderlo,
presagios», por lo que un nuevo símbolo podrá encuentra al genio español en una playa. Con un
contener al cerdo simbólico de la ciudad enemiga. El humilde palito de helado, el artista dibuja sobre la
mandarín ordena la fatigosa reconstrucción de sus arena un jeroglífico de imágenes de docenas de
murallas, con la nueva forma de un garrote para sátiros, toros, unicornios, ninfas. El artista crea
golpear al cerdo. La ciudad de Kwan-Si replica espontáneamente. Sin premeditación. Sin pensar.
rediseñando sus muros con el trepidante fulgor de Como la escritura zen que pide Bradbury. Y el artista
una hoguera. Estalla una guerra de símbolos. Las se va. Y Smith recorre, una y otra vez, «el friso de
cambiantes permutaciones de formas de las arena» hasta que lo noche se compenetra con la
ciudades constituyen una estrategia de tierra. Y el mar murmura con las sentencias
enfrentamiento, donde la agresión y el temor no son pendulares de olas y espumas. Smith sabe lo que
claramente distinguibles. pasará. Entonces, el testigo recuerda. Y preserva la
fuerza del relámpago espontáneo del arte cuando la
La energía que demanda el conflicto perjudica el marea sube y trae los líquidos murmullos del olvido.
tiempo pleno del amor, de la pesca, la caza, la
devoción familiar o la veneración de los Y, como Smith, Bradbury ejerce, mediante su oficio
antepasados. Los mandarines de las dos ciudades al de la imaginación, un arte del recordar: la memoria
fin comprenden. En la loma donde se reúnen unos de la omnipresencia del espacio. La divinidad del
niños remontan cometas. Una cometa en el suelo es espacio, como antes lo llamamos, a propósito de los
inerte cuerpo frío. Para ser necesita del viento. La arrebatos poéticos bradburianos. Una mirada
ciudad de Kwan-Si cambiará, por última vez, la apresurada puede reducir la profusión de cohetes y
forma de sus muros para que sea viento. La ciudad vastedades espaciales a mera escenografía. Pero el
que antes fue su enemiga, adquirirá la apariencia de viaje a otros escenarios planetarios, el recorrido de
una cometa dorada. Una será La Ciudad del Viento inmensas distancias astronómicas, no es decorado o
plateado, y la otra La ciudad de la Cometa Dorada. Y trasfondo arbitrario. El predominio del elemento
«la cometa quebrará la uniformidad de la existencia espacial no es sólo punto de partida para arribar
del viento y le dará sentido. Uno no es nada sin el luego a lejanos horizontes planetarios. Las últimas
otro. Juntos, todo es cooperación y una larga y afirmaciones de Hitchcock en una de las ficciones de
prolongada vida» [64]. El hombre ilustrado son especialmente reveladoras.

Desde un horizonte utópico de reintegración se Se podrá dudar de todo. Las certezas podrán
invoca la salud de la unidad, y la existencia de la desvancerse en hogueras de agresiva incertidumbre.
diferencia complementaria. La ancestral sabiduría Pero algo siempre sobrevive al aguijón de la duda. No
china es el lugar desde donde Bradbury imagina una es el pensamiento (como en Descartes), o la
crítica simbólica de la cultura de la división y el conciencia (como en Husserl). Es la videncia
conflicto sin cooperación. indestructible del espacio. El poder de la ilusión o el
engaño tiene un límite. Aun cuando todo fuera sueño,
La superación del conflicto acontece también en El bruma, o devastación, siempre será el espacio el que

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15

contiene y permite el tejido de los sueños o las dudas. universo artificial, sin percepción de la presencia
Y ese espacio es vasto. Pero lo vasto debe ser distinta del viento, la lluvia, la luz solar. Las estrellas.
pensado en sus resonancias más finas. Sólo
secundariamente lo espacial es escena que soporta a La gran ciudad gira sobre su sombra sin conciencia
los hombres y sus historias. de borde o frontera. Lo exterior a la mónada es
distancia sembrada de diferencias. Y la mónada es
En primer término, el espacio es lo real como efecto del poder que oprime y encierra el torrente de
amplitud poética. La distancia entre la piel de un las sensaciones y posibilidades de cada individuo
hombre y una remota constelación no es ya sólo dentro de lo cerrado. La conciencia de la inmensidad
cantidad o información, inmensidades de frío o espacial, en una literatura como la de Bradbury, es
silencio. Lo poético de lo amplio, o la amplitud del salto de una humanidad que redescubre que lo real
espacio como poesía física, enciende en la mirada continua fuera de la mónada, en lo amplio. Y la
Despierta la posibilidad de la gran expansión. distancia entre la hierba del campo y el lienzo
Expandir es ponerse más allá del límite de lo llameante de una remota galaxia es, paralelamente,
cotidiano o de nuestra posición en lo pequeño y la amplitud donde no puede agotarse la proyección
cercano. Cohetes y viajes espaciales se convierten, del libre acto creador.
mediante una escritura imaginativa, en gramática de
la percepción que se expande, con asombro poético y Y la expansión en lo amplio puede ser también
un secular fervor religioso, hacia los secretos que implosión. Retorno de lo distante a la superficie de la
tiemblan en los párpados estelares. Si la amplitud del piel, a la intimidad del cuerpo del hombre ilustrado,
espacio es matriz y posibilidad de toda vida, el cuyo mundo interior contiene mundos lejanos. La
destino poético ineludible del hombre es implosión de lo lejano vive sobre y dentro del hombre
desplegarse, expandirse, ponerse fuera de sí en la constelado de ilustraciones. Una realidad
fuerza de lo grande y lejano. extraordinaria que parece tortura o castigo. Pero que
quizá es también preámbulo de un nuevo cuerpo
La proyección en la distancia espacial despierta futuro, y de otra sensibilidad.
ineludiblemente la sospecha de evasión. Sin
embargo, la experiencia literaria que respira en la Si el espacio y su amplitud es evidencia
detonación de lo amplio es un puño conceptual que inconmovible, el cuerpo propende hacia lo amplio. Y
golpea las variantes de la existencia monadológica en esa experiencia los fuegos de las galaxias, o los
del sujeto. Mónada es realidad replegada sobre sí, jardines o volcanes a espaldas de las estrellas, se
con escaso o nulo contacto con la exterioridad. Es el acercan, rozan y propagan dentro del cuerpo que
sujeto lógico enclaustrado en la unilateralidad de su venera el vértigo de las distancias. Y la catedral
pensar racional. Y la autorreferencia de la mónada invisible cuyo altar se reparte entre cada estrella. Las
es también la megalópolis, la ciudad-océano, estrellas. Siempre las estrellas. [*]

ESTEBAN IERARDO
ES DIRECTOR DE TEMAKEL
WWW.TEMAKEL.COM

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CITAS

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[1] Ray Bradbury, El zen en el arte de escribir, ginación condicionada por los parámetros
Barcelona, Minotauro, 1995. La obra se compone de monopólicos de la ciencia y la tecnología. La
diez ensayos, escritos durante treinta años, y una anticipación de mundos futuros impregnados de
entrevista para la revista Film Comment realizada avance tecnológico no es el centro de la dinámica
por Mitch Tuchman. creadora en Bradbury. La travesía espacial o el
[2] R. Bradbury, El zen en el arte de escribir, op. cit., desplazamiento temporal al futuro es el horizonte
p.35. narrativo elegido para activar una crítica del hombre
[3] Ibid., p.44. enajenado por sus medios tecnológicos, o por
[4] Los recuerdos de la infancia de Bradbury en su diversas amenazas a la libertad. También, el
ciudad natal de Waukegan, Illinois, donde nace el 22 escenario futurista es corteza sobre la que ondulan
de agosto de 1920, se expresan en su obra A este lado arroyos de reflexiones filosóficas que salpican el
de Bizancio. El vino del estío. sentido mismo de la existencia. En Bradbury, tras el
[5] R. Bradbury, La ciencia ficción: antes de Cristo y aparente anclaje en la ciencia ficción bulle un
después del 2001, en Fueiserá. Respuestas obvias a humanismo apostado sobre la gramática de la
futuros imposibles, Emecé, p.264. Una ineludible imaginación.
discusión respecto a su escritura es si pertenece o no [6] R. Bradbury, El zen..., op. cit., p.87.
efectivamente al género de la fantasy science. [7] La relación con el cine es vasta en Bradbury.
Bradbury, por ejemplo en el recién mencionado Desde su vínculo, también presente en su literatura,
artículo La ciencia ficción: antes de Cristo y después con el suspenso o lo policial, Bradbury escribió
del 2001, o en El arte y la ciencia ficción (también en cuatro episodios de Alfred Hitchock presenta (1955);
Fueiserá) piensa el género de ciencia ficción en como guionista participa también en Moby Dick
términos muy amplios, que trascienden en mucho el (1956); y en Steve Canyon (1958) de Arthur Miller. En
elemento exclusivo de la anticipación de tecnologías 1959, la célebre serie En los límites de la realidad, de
futuras o de reflexiones sobre sus fundamentos Rod Serling, adaptó el relato de Bradbury Canto del
científicos. La literatura bradburiana, estimamos, se cuerpo eléctrico. Francois Truffaut participa en la
afinca, íntegramente, en los vergeles del género adaptación de su Fahrenheit 451 (1966); Jack Smight
fantástico. La imaginería espacial, los cohetes, los hace lo propio Con El hombre ilustrado (1969). Serge
viajes a Marte o Venus, no obran dentro de una ima- Bourguignon y Robert Sallin adaptan el cuento En

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una estación de buen tiempo en The Picasso Summer artista es el medio de la acción artística. Yves Klein,
(1969); Crónicas Marcianas (1980) es adaptada por con sus antropometrías (impresiones de cuerpos
Michael Anderson. En 1983 Jack Clayton filma La desnudos impregnados de pintura en lienzos o
feria de las tinieblas con guión del propio Bradbury. paredes), es pionero en esta forma artística. Gunter
El comic El pequeño Nemo (1992) de Windsor McCay Brus con su perfomance Autopintura, en 1965, donde
tiene guión también de Bradbury y Chris Columbus; pintó su propio cuerpo, es otro ejemplo típico de arte
y también oficia de guionista en The Halloween Tree corporal.
(1993) de su obra El árbol de las brujas, que fue [16] Ray Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit., p.13.
también convertido en una serie de televisión. [17] Ibid.
Recientemente, Peter Hyams adaptó el relato [18] Ver R. Bradbury, La mujer Ilustrada, en Las
bradburiano El ruido del trueno. maquinarias de la alegría, Barcelona, Minotauro, pp.
[8] Bradbury participó en dos obras con ilustraciones 115-126. Una mujer muy gorda, Emma, se encuentra 17
del fotógrafo argentino Aldo Sessa: Fantasmas para en una feria con el Hombre que Adivina el Peso,
siempre (1980); y Sesiones y Fantasmas (2000), quien entabla una relación afectiva con la obesa
prólogo de Ray Bradbury, fotografías de Aldo Sessa. mujer con el propósito de plasmar su arte del tatuaje
[9] Bradbury cultivó sus experiencias teatrales en sobre la piel de su ingente cuerpo. Así, en pp.120-121:
Los Ángeles y Nueva York. Leviathan 99, a pesar de «...¿por qué crees que he trabajado años enteros en la
su condición de ópera, fue escrita como obra de feria como el Hombre que Adivina el Peso? ¿Por qué?
teatro. En 1969 presentó en el Royce Hall de la Porque he estado buscando toda la vida a alguien
Universidad de California de Los Ángeles su cantata como tú. Noche tras noche, verano tras verano, he
Christus Apollo, con texto leído por Charlton Heston estado observando las sacudidas y temblores de las
y música de Jerry Goldsmith para orquesta, coro y balanzas. ¡Y ahora al fin tengo el medio, la manera, la
soprano. También escribió unos Madrigales para la pared, la tela en que expresar mi genio!».
Era espacial (1972) con música del argentino Lalo [19] En La Tabla de Esmeralda, importante texto de
Schifrin. la tradición hermética, se afirma: «Es verdad, sin
[10] Las herramientas más típicas del tatuaje son mentira, cierto y muy verdadero: lo que está abajo es
punzones dentados de hueso. Se los untaba con como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo
pigmento y eran golpeados sobre la piel con un que está abajo para hacer milagros de una sola
pequeño martillo, el color se impregna en los cosa...», en Hermes Trismegisto, La Tabla de
agujeros producidos por los pinchazos. El tatuaje era Esmeralda, en Obras completas. Corpus
logrado por maestros tatuadores. Hermeticum, Barcelona, ed. Continente, p.453.
[11] Sailor Jerry Collins (1911-1973) fue efecti- [20] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit., p.11.
vamente marinero. Viajó alrededor del mundo como [21] Entre los taoístas, un sendero indispensable
hombre de mar; esto lo puso en contacto con los para propiciar un existir sin conclusión es la
tatuajes de Oceanía. En Chinatown de Honolulu, retención de los dioses que habitan en los diversos
abrió la primera tienda de tatuajes. órganos y regiones corporales. Es así que «nuestro
[12] Foucault, en su célebre obra Las palabras y las cuerpo rebosa de dioses, y estos son los mismos que
cosas, realiza un exhaustivo análisis de la los del mundo exterior. He ahí una de las
cosmovisión del Renacimiento donde las palabras consecuencias de que el cuerpo humano sea idéntico
aún se corresponden estrictamente con las cosas y al mundo (...) Los dioses que moran dentro del
expresan un orden divino superior. Para Paracelso, el cuerpo son muchísimos...es un múltiplo elevado de
g r a n m é d i c o, p e n s a d o r y a l q u i m i s t a d e l 360, y se habla generalmente de 36.000 dioses. A
Renacimiento, la voluntad de Dios no queda nunca cada extremidad, articulación, víscera, órgano o
oculta y se manifiesta por signos exteriores, visibles, parte del cuerpo le corresponde uno o varios dioses»,
como señales de un tesoro diseminadas en la en Henri Maspero, En busca de la inmortalidad. El
naturaleza. Un signo o signatura es necesaria para taoísmo en las creencias religiosas de los chinos
que lo invisible salga a luz. Los signos o signaturas durante la época de los seis dinastías (ca.400-
son blasones o jeroglíficos que se deben descifrar. El 600d.c)», en Mircea Eliade, Historia de la creencias y
espacio de la naturaleza es así «un gran libro abierto de las ideas religiosas, Barcelona, Editorial Herder,
... plagado de grafismos; todo a lo largo de la página pp.87-88. Por otra parte, en la moderna investigación
se ven figuras extrañas que se entrecruzan y, a veces, médica, mediante el estudio de los tejidos
se repiten. Lo único que hay que hacer es histológicos se abre una perspectiva de variados y
descifrarlas», en M. Foucault, Las palabras y las apasionados paisajes o mundos intracorporales.
cosas, México, ed. siglo XXI, p.35. Mediante el coloreado de las muestras de tejidos
[13] Ray Bradbury, Fahrenheit 451, Barcelona, éstos adquieren diversas combinaciones cromáticas
Minotauro, p. 157. que, en muchos casos, parecen superficies de otros
[14] Ray Bradbury, El hombre ilustrado, Barcelona, Planetas, pero que existen dentro del orden corporal.
Minotauro, p.11. [22] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit., p.15.
[15] El body art se halla fuertemente relacionado con [23] Ibid., P.20.
los conceptuals performances donde el cuerpo del [24] Paula «...concentra su deseo en los ojos,

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proyecta la mirada sobre la mesa baja puesta al lado tir que todo era como una jalea, que todo temblaba
de la mecedora, toda ella se lanza tras su mirada alrededor, que no había más que fijarse un poco,
hasta sentir de sí misma como un vacío, un gran sentirse un poco, callarse un poco, para descubrir los
molde hueco que antes ocupara, una evasión total agujeros. En la puerta, en la cama: agujeros... Pero
que la desgaja de su ser, la proyecta en voluntad...Y ellos eran la ciencia americana, ¿comprendes,
ve surgir poco a poco la materialización de su deseo», Bruno? El guardapolvo los protegía de los agujeros;
en Julio Cortázar, Bruja, La otra orilla, en Cuentos no veían nada, aceptaban lo ya visto por otros, se
Completos 1, Buenos Aires, Alfaguara, pp.66.72. imaginaban que estaba viendo».
[25] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. p.200. [37] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p.79.
[26] Ibid., p.80. [38] Ibid., P.218.
[27] Ibid., p.80-81. [39] Así, La Boétie (1530 -1563) manifiesta: «Pero
[28] Ibid., p.94. esa astucia de los tiranos, que consiste en 18
[29] Sobre la filosofía estoica puede consultarse el embrutecer a sus súbditos, jamás quedó tan evidente
clásico Anthony A. Long, La filosofía helenística, como en lo que Ciro hizo a los lidios, tras apoderarse
capítulo El estoicismo, pp.111-203; o Filosofía de Sardes, capital de Lidia, al apresar a Creso, el rico
helenística: Cínicos y estoicos, en A. H. Armstrong, monarca y hacerlo prisionero. Le llevaron la noticia
Introducción a la filosofía antigua, pp.188-213. de que los habitantes de Sardes se habían sublevado.
[30] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p.142. Los habría aplastado sin dificultad inmediatamente;
[31] Es interesante el listado completo de las obras sin embargo, al no querer saquear tan bella ciudad,
«desterradas»: Cuentos de misterio e imaginación, ni verse obligado a mantener un ejército para
por Edgard Allan Poe; Drácula, por Bram Stoker; imponer el orden, se le ocurrió una gran idea para
Frankestein, por Mary Shelley; Otra vuelta de tuerca, apoderarse de ella: montó burdeles, tabernas y
por Henry James; La leyenda del. valle del sueño, por juegos públicos, y ordenó que los ciudadanos de
Washington Irving; La hija de Rapaccini, por Sardes hicieran uso libremente de ellos. Esta
Nathaniel Hawthorne; Un incidente en el puente del iniciativa dio tan buen resultado que jamás hubo ya
arroyo del Búho, por Ambrose Bierce; Alicia en el que atacar a los lidios por la fuerza de la espada.
país de las maravillas, por Lewis Carroll; Los sauces, Estas pobres y miserables gentes se distrajeron de su
por Algernon Blackwood; El mago de Oz, por L. objetivo, entregándose a todo tipo de juegos; tanto es
Frank Baum; La extraña sombra sobre Insmouth, así que de ahí proviene la palabra latina (para los que
por H. P. Lovecraft. ¡Y más! Libros por Walter de la nosotros llamamos pasatiempos). Ludi que, a su vez,
Mare, Wakefield, Harvey, Wells, Asquith, Huxley... proviene de Lydi. No todos los tiranos han expresado
todos autores prohibidos.», en R. Bradbury, El con tal énfasis, su deseo de corromper a sus súbditos.
hombre ilustrado, op. cit., pp.142-143. Pero lo cierto es que lo que éste ordenó tan
[32] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p.146. formalmente, la mayoría de los otros han hecho
[33] Ibid., p.155. Luego de un ciclón que lo lleva ocultamente. Y hay que reconocer que esta es la
hasta El país de Oz, Dorothy debe llegar hasta La tendencia natural del pueblo, que suele ser más
ciudad esmeralda de Oz, donde vive el Mago de Oz numeroso en las ciudades; desconfía de quien le ama
para buscar el auxilio de éste para regresar hasta su y confía en quien lo engaña. No creáis que ningún
rural hogar en Kansas. pájaro cae con mayor facilidad en la trampa, ni pez
[34] Ray Bradbury, Usher II, en Crónicas marcianas, alguno muerde tan rápidamente el anzuelo como
Barcelona, Minotauro, p. 170. esos pueblos que se dejan atraer con tanta facilidad y
[35] Irritado, el Sr. Stendahl le recrimina a Garrett: llevar a la servidumbre por un simple halago, o una
«Oh, ya nadie se acordaba de Poe, de Oz y de los pequeña golosina. Es realmente sorprendente ver
otros. Pero yo tenía mi pequeño refugio. Unos pocos cómo se dejan ir tan aprisa por poco que se les dé
ciudadanos conservamos nuestras bibliotecas hasta coba. Los tragos, los juegos, las farsas, los
que llegaron ustedes, con antorchas e incineradores, espectáculos, los gladiadores, los animales exóticos,
y destrozaron y quemaron mis cincuenta mil libros», las medallas, las grandes exhibiciones y otras drogas
en R. Bradbury, Usher II, en Crónicas marcianas, op. eran para los pueblos antiguos los cebos de la
cit., p. 171. servidumbre, el precio de su libertad, los
[36] Ver Julio Cortázar, El perseguidor, en Las armas instrumentos de la tiranía», en Étienne de La Boétie,
secretas, en Cuentos completos, Buenos Aires, El discurso de la servidumbre voluntaria»,
Alfaguara. En la p. 246 de esta edición, Johnny Barcelona, ed. Tusquets.
Carter, el músico de jazz personaje central del relato, [40] La versión fílmica de El hombre ilustrado fue
dialoga Bruno, su amigo, crítico musical, que escribe realizada por Jack Smight en 1969. En el resto de la
su biografía. Entonces, le recuerda su internación en Filmografía de Smight quizá sobresale La batalla de
un hospital. Esta es la ocasión para criticar las Midway (1976). El guión es de Howard B. Kreitsek.
ilusiones de conocimiento seguro de la ciencia: «Eso La adaptación se sitúa en la época de la Depresión en
era lo que me crispaba, Bruno, que se sintieran Estados Unidos. Un joven, Willie (Robert Drivas), se
seguros. Seguros de qué, dime un poco, cuando yo, encuentra con el «hombre ilustrado», Carl (Rod
un pobre diablo con más pestes que el demonio Steiger), quien vaga por el país realizando breves
debajo de la piel, tenía bastante conciencia para sen- trabajos en circos o ferias. Su cuerpo está cubierto

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con los tatuajes que le hizo la misteriosa mujer del mientras que, en el relato de Bradbury, para
futuro, Felicia (la bella Claire Bloom). Sobresale la Hitchcock el único sustrato que no puede ser negado
brillante actuación de Steiger que, un año después es el espacio. Ver E. Husserl, Ideas para una
del film en cuestión, protagonizó magistralmente a fenomenología pura y una filosofía fenomenológica,
Napoleón en Waterloo (1970). Carl y Willie se trad. José Gaos, México, Fondo de cultura
encuentran en un lugar solitario, cerca de un camino económica.
y dominado por la bella presencia de un río, las [44] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p. 167.
montañas y un radiante cielo azul. Carl le revela sus [45] En el relato se aclara que, al viajar al pasado, los
tatuajes a su ocasional interlocutor. Con acento viajeros del futuro sufren una «barrera psicológica»,
irritado y sombrío, recrea la especial historia de su que asegura que no hagan revelaciones sobre la
cuerpo ilustrado. Alternativamente, Willie se realidad futura de la que proceden: «No era posible
concentra en tres ilustraciones del extraño nómada decir dónde o cuándo se había nacido, ni hablar del 19
tatuado que lo conducen a la adaptación de tres futuro con los hombres del pasado. El futuro y el
historias, tres relatos de la obra de Bradbury: La pasado debían protegerse el uno del otro.», en R.
pradera, Lluvia y La última noche del mundo. La Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. p.177.
mejor adaptación es quizá la del Cuarto de Juegos de [46] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p.109.
los niños en La Casa de la Vida Feliz con su pradera [47] Ibid., p.64.
africana. La lluvia se concentra en la gradual [48] Ibid., p.268.
desesperación de los astronautas sobrevivientes en [49] Ray Bradbury, Las doradas manzanas del sol,
un planeta Venus apabullado por la lluvia constante. Barcelona, Minotauro, p.218.
En la época en que Bradbury escribió el relato, aún [50] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p.240.
no había llegado al segundo planeta del Sistema [51] Ibid. p. 243. La ciudad viviente en Taollan es
Solar la sonda rusa Venera que, en 1975, sobrevivió asociable con la casa de Vendrán lluvias suaves en
sólo unos minutos en la atmósfera venusina, Crónicas Marcianas. Sus habitantes han
compuesta esencialmente de dióxido de carbono, desaparecido, pero la casa vive y repite sus funciones
con un desaforado efecto invernadero, que precipita y rutinas sin necesidad de una directa o constante
la temperatura de la superficie a 470 grados intervención humana. La ciudad viviente capaz de la
centígrados; una temperatura superior a la de imitación de la voz y el pensamiento humano se
Mercurio y capaz de fundir el plomo. Este infierno reitera como ejemplo de un «animismo urbano», en la
dantesco hace imposible, obviamente, el libre casa como conciencia narradora de la novela La casa,
deambular humano sobre su superficie. En el último del escritor argentino Manuel Mujica Lainez. Todos
relato «La última noche del mundo», el guionista estos modelos de ciudades animadas difieren de la
introdujo notables modificaciones respecto a la imposibilidad y el abandono corporizados por la
versión original ya que, en el texto bradburiano, el ciudad del relato borgiano «El inmortal».
matrimonio reacciona con serenidad estoica ante la [52]Ray Bradbury, El que espera, en Las maquinarias
certeza del inminente final. En la adaptación de de la alegría, Barcelona, Minotauro,
Smight la acción dramática se concentra en la p.30.
discusión entre los esposos sobre la cuestión de [53] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit., p.131.
sacrificar o no a los niños para evitarles el [54] Ibid., p.132.
sufrimiento. En apariencia, no se toma ninguna [55] En 2001 de Arthur Clarke se abre la postulación
decisión final. Pero la noche que supuestamente imaginativa de lo que podríamos llamar alteridad
sería la última, pasa y, horrorizada, la esposa corporal. El cuerpo orgánico es quizá sólo el
descubre, bajo la luz de una nueva mañana, los comienzo de una evolución superadora. Esta primera
cuerpos exánimes de sus hijos junto al rostro de forma de corporalidad es superada por un cuerpo
espanto irreversible de su esposo. La película exhibe cibernético, compuesto por metal y plástico, posible
buenas actuaciones (donde, como ya se comentó, vía hacia la inmortalidad, dirigida por el órgano
sobresale la de Steiger). Tal vez, se concentra cerebral; así, el cerebro dirige «sus miembros
demasiado en los diálogos y escenas compartidas mecánicos», y observa «el universo a través de sus
entre Carl, el hombre ilustrado, y Willie. De todos sentidos electrónicos...sentidos muchos más finos y
modos, logra establecer un clima de intriga y los tres sutiles que aquello que la ciega evolución pudiera
relatos recreados se interpolan de forma fluida en la desarrollar jamás». De esta forma, la escisión mente-
narración central del solitario hombre ilustrado que, máquina encuentra una «completa simbiosis». Y, en
entre paisajes solitarios, exhibe sus ventanas- un peldaño más alto de la especulación biológica en
imágenes de las ilustraciones que cubren su piel. relación a la alteridadcorporal, algunos biólogos de
[41] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p. 136 tendencias místicas «especulaban que la mente
[42] Ibid., p.160. terminará por
[43] La epojé se relaciona con la reducción eidética,
donde se deja de lado todo lo fáctico de un hecho
para llegar a la esencia, un trasfondo invariable que
ya no puede ser reducido. Que es la conciencia.

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liberarse invariable que ya no puede ser reducido. de una evolución superadora. Esta primera forma de
Que es la conciencia. Mientras que, en el relato de corporalidad es superada por un cuerpo cibernético,
Bradbury, para Hitchcock el único sustrato que no compuesto por metal y plástico, posible vía hacia la
puede ser negado es el espacio. Ver E. Husserl, Ideas inmortalidad, dirigida por el órgano cerebral; así, el
para una fenomenología pura y una filosofía cerebro dirige «sus miembros mecánicos», y observa
fenomenológica, trad. José Gaos, México, Fondo de «el universo a través de sus sentidos
cultura económica. electrónicos...sentidos muchos más finos y sutiles
[44] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , p. que aquello que la ciega evolución pudiera
167. desarrollar jamás». De esta forma, la escisión mente-
[45] En el relato se aclara que, al viajar al pasado, los máquina encuentra una «completa simbiosis». Y, en
viajeros del futuro sufren una «barrera psicológica», un peldaño más alto de la especulación biológica en
que asegura que no hagan revelaciones sobre la relación a la alteridad corporal, algunos biólogos de 20
realidad futura de la que proceden: «No era posible tendencias místicas «especulaban que la mente
decir dónde o cuándo se había nacido, ni hablar del terminará por liberarse de la materia. El cuerpo-
futuro con los hombres del pasado. El futuro y el robot, como el de carne y hueso, sería solamente un
pasado debían protegerse el uno del otro.», en R. peldaño hacia algo que, hacía tiempo, habían
Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. p.177. llamado los hombres «espíritu». El cuerpo, en esta
[46] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , línea evolutiva, deviene finalmente luz. Ver Arthur
p.109. Clarke, 2001. Una odisea espacial, Hyspamérica
[47] Ibid., p.64. ediciones Argentina, Buenos Aires, 1986, (trad.
[48] Ibid., p.268. Antonio Ribera)
[49] Ray Bradbury, Las doradas manzanas del sol, [56] Ver León Tolstoi, Los tres staretzi, en Antología
Barcelona, Minotauro, p.218. del cuento extraño, Buenos Aires, Editorial Hachette,
[50] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit. , 1976, pp.95-104; traducción Rodolfo Walsh.
p.240. [57] Ver R. Bradbury, Calidoscopio, en El hombre
[51] Ibid. p. 243. La ciudad viviente en Taollan es ilustrado, op. cit., pp.33-43.
asociable con la casa de Vendrán lluvias suaves en [58] R. Bradbury, No han visto las estrellas, en
Crónicas Marcianas. Sus habitantes han Antología poética, Ediciones Instituto Movilizador
desaparecido, pero la casa vive y repite sus de Fondos Cooperativos, Buenos Aires, 2000
funciones y rutinas sin necesidad de una directa o (selección y traducción Marcial Souto), p. 64.
constante intervención humana. La ciudad viviente [59] Ibid., P.73.
capaz de la imitación de la voz y el pensamiento [60] R. Bradbury, Fantasmas de lo nuevo, Barcelona,
humano se reitera como ejemplo de un «animismo Minotauro, p. 281.
urbano», en la casa como conciencia narradora de la [61] R. Bradbury, Cantata Apolo, en Fantasmas de lo
novela La casa, del escritor argentino Manuel Mujica nuevo, op. cit., pp. 288-295.
Lainez. Todos estos modelos de ciudades animadas [62] Ver R. Bradbury, El mendigo del puente de
difieren de la imposibilidad y el abandono O’Connell, en Las maquinarias de la alegría, op. cit.,
corporizados por la ciudad del relato borgiano El pp.169-185.
inmortal. [63] R. Bradbury, Antología poética, op. cit., p.105.
[52] Ray Bradbury, El que espera, en Las [64] R. Bradbury, Las doradas manzanas del sol, . pp.
maquinarias de la alegría, Barcelona, Minotauro, 11-17. op. cit., p.84.
p.30. [65] Ver R. Bradbury, En una estación de buen
[53] R. Bradbury, El hombre ilustrado, op. cit., p.131. tiempo, en Remedio para melancólicos, op. Cit.,
[54] Ibid., p.132. Pp.11-17.
[55] En 2001 de Arthur Clarke se abre la postulación
alteridad corporal. El cuerpo orgánico es quizá sólo
imaginativa de lo que podríamos llamar el comienzo

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