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La historia de Guayaquil se remonta al asentamiento de los primeros pobladores de Provincia del

Guayas, específicamente en Guayaquil. Santiago de Guayaquil ha sufrido grandes cambios de gobierno y


de división territorial, y se puede clasificar su historia en cinco partes: era precolombina o precolonial, era
colonial, era independentista, la República de Guayaquil, y la era republicana.
Guayaquil, debe los más grandes cambios políticos al poeta y prócer Dr. José Joaquín de Olmedo, quién
fue Líder de la Independencia de Guayaquil, creador de la Provincia Libre de Guayaquil y de la
Revolución Marcista, que expulsó del país el militarismo extranjero del general Juan José Flores.
También debe parte de su gran transformación al general Eloy Alfaro, quién dirigió la Revolución Liberal,
ya que ésta se dio en Guayaquil, acontecimiento que puso a la ciudad al frente de la economía del país.
La ciudad ha soportado también varias desgracias como incendios, ataques piratas y epidemias, entre
otros, como parte de su historia y proceso de formación.
José Joaquín de Olmedo es uno de los más recordados en la Historia de Guayaquil, ya que participó en la
independencia de la ciudad y su provincia, fue el primer y único presidente de la República de Guayaquil,
creó la actual bandera de la ciudad, así también como el escudo. Además escribió la Canción al Nueve de
Octubre que años más tarde se la tomaría como el Himno de Guayaquil. Participó en varias revoluciones
incluyendo la Revolución Marcista.

Era prehispánica [editar]


Artículo principal: Historia de Guayaquil (prehispánica)
Debido a su geografía y al accidente geográfico marítimo más grande de la costa del Pacífico sur, y su
Río Guayas vivieron en Guayaquil muchas culturas, cuyos vestigios o restos se han encontrado en
dispersos lugares de la Provincia del Guayas. La historia de la ciudad en la Era Precolombina se clasifica
en cuatro períodos:
• Período Precerámico
• Período Formativo
• Período Desarrollo Regional
• Período de Integración
Dentro de los cuales encontramos varias culturas que marcaron la historia precolombina de Guayaquil, las
más importantes de estos son las culturas chorrera y huancavilca.

Período Precerámico [editar]


El Período Precerámico (8000 a. C. - 4200 a. C.) de la Costa, difiere del de la Sierra por la industria
lítica de materiales diversos y de tecnología simple conformada especialmente por lascas y láminas
ligeramente retocadas, además de primitivas herramientas que posiblemente fueron utilizadas para el
trabajo de la madera, etc.
Los análisis de fitolitos en muestras de tierra han dado como sorprendente resultado la presencia de maíz,
lo que lleva a suponer que 6000 años a.C. los antiguos habitantes de Las Vegas posiblemente comenzaron
a practicar su cultivo en toda América Latina.
El complejo precerámico localizado en la costa ecuatoriana se denomina Las Vegas, que es el sitio más
estudiado, el conocido como OGSE-80 y que se ubica en la ciudad de Santa Elena, cerca a la punta del
mismo nombre, de la Provincia de Santa Elena.
Las culturas más importantes en este período son: Las Vegas, el Inga.
Período Formativo [editar]
El Período Formativo se dio de 4200 a. C. al 500 a. C. Este período se llama "Formativo" porque en esa
época los grupos de aborígenes, que habitaban en el antiguo territorio ecuatoriano, logran importantes
avances en la agricultura, factor que constituyó un especial vínculo de nuclearización humana,
conformando una sociedad estable, sedentaria, organizada en los primeros poblados y centros
ceremoniales. El desarrollo tecnológico y estético de la cerámica, así como de otras artesanías y los
inicios de una especialización en el trabajo, también constituyen algunas de las características de este
importante período. Las Culturas Formativas de la Costa son la Cultura Valdivia, Machalilla y Chorrera.
Cultura Valdivia [editar]
Se la conoce como Cultura Valdivia, vivieron en la actual provincia de Manabí entre 4200 y 1500 aC. Sus
habitantes construían sus casas en pequeñas colinas, con materiales como hojas, caña y troncos. Sus
habitantes cerca del mar se dedicaban a la pesca, elaborando sus anzuelos con conchas perlífera.
Así mismo los miembros de esta cultura eran hábiles fabricantes del artesanías en arcilla, huesos de
pescados, conchas y caracoles. Actualmente las piezas arqueológicas de esta cultura son apetecidas por
los coleccionistas.
La Cultura Valdivia fue la primera en América Latina en usar el telar como aparato para tejer así como
también el churo, como instrumento musical hecho de una caracola marítima que produce un sonido
como trompeta, todavía hoy en día se utiliza es muchas comunidades campesinas del Ecuador.
Cultura Chorrera [editar]
También vivieron hace tres mil quinientos años. Sus cerámicas especializadas en el abrillantado y
decorado hermosos de los objetos, elaboraban botellas musicales, flautas de pan, vasijas rituales, platos,
descansanucas y muchas figurillas que representaban a hombres y animales.
Sus casas cerealmente redondas tenían una abertura en el techo, también construían canoas de totora para
la navegación. Tuvo su nucleo en el sitio La Chorrera, ubicado en la ribera oriental del río Babahoyo;
pero esta cultura extendió su presencia hacia casi todas las regiones costaneras e inclusive a algunas de la
serranía.
Período Desarrollo Regional [editar]
El Desarrollo Regional se dio en 500 a. C. al 500 d. C. A este período se lo ha llamado Desarrollo
Regional por el importante grado de organización social y política de las culturas que alcanzaron
desenvolvimientos autónomos en zonas geográficas pertenecientes a subregiones naturales. El arte
también tuvo características diferenciadas, que se notan con facilidad entre una y otra cultura. El trabajo
de los materiales tiene por primera vez su registro en este período.
Característica importante es también la especialización del trabajo: sacerdotes, alfareros, tejedores,
agricultores, comerciantes, tendrán sus primeras organizaciones gremiales.
Las culturas de la Costa pertenecientes a esta etapa son: La Tolita, Guangala, Tejar-Daule, Jama Coaque y
Bahía.
Cultura Guangala [editar]
A esta cultura se le atribuye una datación correspondiente al 500 a. C. y 500 d. C., sus asentamientos se
han encontrado al norte de la península de Santa Elena y a lo largo de la costa del Océano Pacífico hasta
la altura de la Isla de la Plata frente a la costa central de Manabí. Hacia el interior sus límites alcanzan la
cordillera de Chongón-Colonche en la Provincia del Guayas y la cordillera de Paján en Manabí.
El hallazgo de innumerables manos y metales de piedra, además de estigios de presas de tierra para
almacenar el agua, hacen pensar en una intensa y muy bien organizada actividad agrícola que se
complementaba con la provisión de alimentos marinos y la cacería.
En la Cultura Guangala se encuentra por primera vez en la historia de la arqueología ecuatoriana el
trabajo de los metales, especialmente el cobre. Resulta fascinante escuchar y observar los silbatos y
ocarinas de cerámicas con superficies de pulido muy cuidadoso que adquiere bellas formas antropo y
zoomorfas y que posiblemente tuvieron un uso.
Llama la atención una forma muy singular de recipiente o platón de cerámica, constituido por boca ancha
cuyo cuerpo circular y cóncavo se encuentra sostenido en cuatro patas curvadas y puntiagudas. Estos
platones polípodos tienen una decoración geométrica en su parte cóncava y en algunos casos las patas
presentan rostros humanos.
Sin embargo, en la zona que hoy es Guayaquil, durante el periodo de Desarrollo Regional, dos grupos
importantes se asentaron. El primero, definido por los hermanos Parducci, corresponde a poblaciones de
la la denominada Fase Guayaquil, asentados en zonas bajas, como en la Atarazana. Existen también otros
sitios definidos dentro del proyecto el Gran Guayaquil, el que da cuenta de que la sociedad del Desarrollo
Regional en la zona se constituía en algo diferente a Guangal de la Península de Santa Elena.
Hacia los afluentes del Daule y Babahoyo, la Fase Daule-Tejar, y sus variantes, Fase Silencio, son
importantes grupos de la zona.
Período de Integración [editar]

Silla de la Cultura Manteña


El Período de Integración data de 500 d. C. a 1500 d. C. La paulatina desaparición de las fronteras de
los grupos menores y la integración del imperio Incas con culturas menores constituyen una de las
principales características del Período de Integración. Otros rasgos distintivos de este período se pueden
sintetizar en los siguientes puntos:
• Existe una mayor tecnificación de la agricultura, sobre todo mediante la utilización de terrazas
de cultivo que dejarán su huella indeleble especialmente en el paisaje andino.
• La mejor producción agrícola permitirá la expansión de la población y en consecuencia la de los
centros urbanos.
• Se incrementa la producción que es comercializada a través del sistema de trueque y
posiblemente mediante el inicio de un sistema incipiente de monedas.
• Se da una metalurgia desarrollada en la que una mayor cantidad de objetos utilitarios y
decorativos que comienza a elaborarse mediante la utilización del cobre o en la aleaciones con el
oro y la plata.
• Se aumenta la producción de textiles de algodón.
En el litoral ecuatoriano tres culturas importantes se ubican en este período: la cultura milagro, la
manteña, y la huancavilca. La primera ocupó áreas geográficas del Golfo de Guayaquil y todo el sistema
fluvial del Río Guayas. Los asentamientos manteños se encuentran alrededor del norte de Manabí,
rodeando parte de Bahía de Caraquez, la Isla de la Plata, y la actual ciudad de Manta. Los huancavilcas se
circundan desde el norte del Guayas hasta el norte de la pronvicia de El Oro.
Cultura Manteña [editar]
La Cultura Manteña se desarrolló aproximadamente desde el año 600 hasta el 1534. Las crónicas
españolas dicen que los manteños tenían conocimientos de navegación y pesca, vivían en pequeñas casas
de madera, y poseían artesanías de oro y esmeraldas. Uno de sus centros religiosos era la Isla de la Plata,
así como el Cerro de Hojas, ubicado entre lo que actualmente es Manta y Portoviejo, donde se
encontraron sillas o tronos de propósitos religiosos.
Cultura Huancavilca [editar]
La Cultura Huancavilca tiene unos setecientos años de antigüedad entre los 800 - 1500 a. C. Dicen los
historiadores que los huancavilcas se extraían los dientes a temprana edad como señal de sacrificio a sus
dioses, por ello los llamaban "los desdentados". Desarrollaron la agricultura y eran excelentes guerreros.
El cacique Huancavilca vivía en la Isla Puná frente a los que actualmente es la ciudad de Guayaquil,
dentro de lo que ahora es la Provincia del Guayas.

Era Colonial [editar]


La primera incursión española en el Golfo de Guayaquil fue sin duda la de Pizarro y sus hombres a fines
de 1531.
Cuando Pizarro llegó al canal del Morro (el Yagual de ese entonces), viajando desde San Matero
(Esmeraldas), había pasado ya por Jipijapa, Salango, Coloche y las tierras de Sumpa (Santa Elena).
En 1532 va Pizarro a la isla Puná donde, luego de un intento pacífico de acercamiento al cacique
Tumbalá, se trenza en una sangrienta refriega de la que sale perdedor el cacique. Para abril de este año
liberará a Tumbalá para dirigirse a Túmbez. En consecuencia, el primer vehículo aborigen con el que los
galeones españoles se toparon fue la balsa.
Fabricadas para realizar tanto largas como cortas travesías, dueñas del Pacífico antes de la incursión del
galeón, las balsas tuvieron una estrecha relación con Guayaquil y con su historia, no sólo por haber sido
el principal medio de locomoción fluvial y marítimo de nuestros pueblos antiguos, sino porque, a más de
esto, ellas mantuvieron un vínculo extremadamente importante con los habitantes de la región por
muchísimo tiempo, al punto que luego de trescientos años de fundarse la ciudad, todavía eran parte del
paisaje fluvial que presentaba el río. Pruebas de este hecho son los grabados de la expedición del que vino
el sabio Humboldt, entre los que se incluyó uno de la famosa "balsa de Guayaquil".
Este encuentro entre dos culturas viejas, tan viejas como ricas en pasado, provocó una simbiosis en la que
primó la aculturación de la más débil.
Débil no por carencia de logros ni gestas, sino por inferioridad en la calidad de los medio de disuasión
primera de sociedades cuya evolución superaba en ciertos casos a la de las viejas monarquías europeas.
En todo caso fue este mestizaje el que originó nuestra actual cultura, dándole carácter e identidad propia a
un conglomerado humano protagonista de muchos de los principales cambios tempranos que la
humanidad ha experimentado en esta región del planeta.
Fundación de Santiago de Guayaquil [editar]
Artículo principal: Fundación de Guayaquil
El 15 de agosto de 1534, Diego de Almagro, ante la amenaza de Pedro de Alvarado, asistido por
Sebastián de Benalcázar se vio obligado a fundar en Liribamba la ciudad de Santiago de Quito. Trece días
más tarde, el 28, por las mismas razones, funda la villa de San Francisco de Quito. La Real Cédula del 4
de mayo de 1534, establecía que, toda fundación debía reunir las condiciones requeridas por la conquista.
Caso contrario, recomendaba su traslado a otro lugar que sí las cumpliese. Esto ocurrió en ambos casos:
San Francisco fue trasladada al lugar donde hoy es el territorio de Quito, el 6 de diciembre de 1534 y
mantuvo así el topónimo.
Escudo Colonial de la Ciudad de Guayaquil, creado por Diego de Urbina y utilizado hasta la
Independencia de Guayaquil
Santiago, fundación igual de inútil, fue trasladada a la Costa para facilitar la logística requerida para la
conquista del norte quiteño. Sebastián de Benalcázar, autorizado por Pizarro remontó el Guayas, y la
asentó en un lugar cercano a la boca del río Yaguachi sobre el río Amay (Babahoyo), y se la conoció
como Santiago de Amay (1535). Asaltada e incendiada por los bravíos Chonos se mudó a la culata del río
con el nombre de Santiago de la Culata (1536).
Nuevamente asolada, esta vez por la alianza de Chonos y Punáes, escapó a otro lugar y fue reconocida
como Santiago de la Nueva Castilla (1537).
En recurrencia trágica se refugió entre los Huancavilcas, "gente de paz" (1542), pero nuevamente
debieron huir, esta vez a la vera de un pueblo indígena llamado "Guayaquile" (1543). Desde entonces es
Santiago de Guayaquil y guayaquileños sus habitantes.
A raíz de la muerte de Francisco Pizarro (1541), su hermano Gonzalo se rebeló contra la Corona. Los
vecinos leales al rey dirigidos por el capitán Francisco de Olmos, el 6 de abril de 1547, ajusticiaron al
pizarrista y teniente de gobernador Manuel de Estacio.
Temiendo retaliaciones construyeron grandes balsas, y, encabezados por los capitanes Olmos, Rodrigo
Vargas de Guzmán y Toribio de Castro, 140 personas con su menaje cruzaron el río Amay. Y, el 25 de
julio de 1547, día del apóstol Santiago patrono de la ciudad, atracaron en Las Peñas y asentaron la ciudad
de la unión cimera de los cerros que hoy se conocen como Santa Ana y del Carmen.
A partir de entonces, luego de 13 años de trashumancia que parecía no tener final, cesan las luchas que un
puñado de hombres sostuvo por aferrarse a su río como promesa de vida, movilidad y progreso. En el
Acta del Cabildo celebrado el 24 de julio de 1781, el ayuntamiento dispone que el 25, día de la fiesta del
Apóstol Santiago, también debía solemnizarse con el paseo del "Real Estandarte, en memoria de la
conquista de la ciudad y su provincia".

Ciudad Nueva y Ciudad Vieja [editar]


La ciudad de Guayaquil, tuvo que soportar varios ataques piratas.

Luego de 1542, año en el cual el Capitán Diego de Urbina reconstruye Guayaquil en las
faldas del Cerro Santa Ana, la urbe inicia un proceso de crecimiento sostenido, con
breves intervalos, provocados por incendios, brotes de pestes o ataques de piratas.

Los 150 años que van desde esa fecha hasta 1692, año en que se inicia el traslado a
Ciudad Nueva, se caracterizan por los siguientes acontecimientos:

Luego de 30 años, en 1572, la población había ascendido a 320 personas, que se


registraron en actas; 25 casas, perfectamente habitables, y un hospital, que había sido
fundado 8 años antes por Hernando de Santillán, primer presidente de la Real Audiencia
de Quito.

Para 1582 ya está construida la iglesia Mayor y la de Santo Domingo. Un año después,
se quema la ciudad y queda en escombros hasta el Hospital de Santa Catalina. En 1589
es diezmada la población por la viruela decidiendo su traslado un año después, a la
cumbre del Cerro Santa Ana.

El nuevo siglo, o sea en los años 1600, encuentra a Guayaquil instalada sobre el Santa
Ana, con su Iglesia Mayor y casas del Cabildo en el mismo sitio, así como la mayor
parte de su población.

La iglesia de Santo Domingo y las nuevas de San Agustín y San Francisco, se


construyen en las faldas del Carmen y se mantendrán en ese lugar hasta inicios del siglo
XVIII en que las dos últimas se trasladarán a la "Ciudad Nueva". Para la primera década
de 1600 ya se están construyendo en el astillero (en la Atarazana) barcos hasta de 400
toneladas.
La ciudad de Guayaquil, Plano del año 1741.

En 1620 la población ya es de 2000 personas, pero un incendio acaba con 84 casas. En


1624 el pirata Jacobo L'Heremite Clerk ataca la ciudad y destruye 2 templos, la cárcel y
20 casas; los habitantes rechazan dos veces el ataque, pero no pueden evitar el robo, el
pillaje y el incendio del que hacen objeto a la urbe.

Las pérdidas ascenderán a más de 1,200,000 pesos. Para 1635 la ciudad se ha quemado
nuevamente, y su población se redujo a 600 habitantes. En 1636 se quema el hospital y
se lo reconstruyó 2 años después a la altura de la actual Plaza Colón y a un valor de
10.000 pesos. Esta construcción no será buena factura, pues no durará más de 25 años.

En 1650 se reconstruye la iglesia matriz en terrenos bajos y un año después se levanta el


FORTÍN DE LA PLANCHADA. Para 1678 la población llega a 6,000 habitantes y algo
más de 450 casas, 150 de la cuales son grandes.

La preocupación que generan los piratas hace que se levanten en 1680:

1.- Un largo muro de tierra de 1.50m de alto y alo largo del estero de Villamar. 2.- Un
castillo en la cima del Santa Ana al que nombran San Carlos. 3.- Un fuerte al que
nombran Santo Domingo.

Un año después la ciudad esta invadida por los piratas Swan y David. En 1687 una
nueva invasión, mucho más sangrienta, afecta a la ciudad, esta vez serán lo holandeses
Grogniet, Picard y Hewit.

De 1688 a 1693 se inicia el proceso de traslado a lo que será Nueva Ciudad.

Incendios y Pestes [editar]

Los incendios en Guayaquil fueron tantos y tan continuos en ciertas épocas de la


Colonia, entre los más terribles, dejando constancia de sus secuelas y las consecuencias
que de ellos registra nuestra historia, tenemos:

• 1583: Se pierde la mayor cantidad de casas.


• 1592: Fue muy grande aun cuando se ignora el número de casas quemadas.
• 1620: Se incendiaron 84 casas.
• 1624: Es atacada e incendiada por el pirata Jacques L´Heremite Clerk.
• 1632: Arden más de 100 casas, se pierden las mejores construidas hasta ese
entonces (este incendio acaba el Guayaquil de la punta del Santa Ana).
Milagrosamente se salva parte del archivo municipal.
• 1636: Se quema lo poco que quedaba en pie incluyendo el hospital San Juan de
Dios.
• 1678: Se quema todo el barrio de las Peñas y otra vez el templo de San
Francisco.
• 1687: Los corsarios invaden Guayaquil y sin querer la incendian, al prenderse
fuego en una barraca que ocupaban.
• 1693: Se incendian 40 casas, lo que hace decidir a muchos vecinos su traslado a
ciudad nueva.
• 1707: Primer voraz incendio en Ciudad Nueva; se quemaron 130 casas y varias
tiendas.
• 1764: Se quemaron 200 casas principales, quedando sin hogar la octava parte de
la población, para solo tres meses después, (el 10 de noviembre) incendiarse las
151 casas que conformaban el núcleo más importante de la ciudad.

Vale la pena recordar que Guayaquil hasta 1693 era una pequeña población que cubría
los cerros Santa Ana y el Carmen y que no va más allá de la calle Loja, para percibir
con claridad los brutales estragos que causaría cada incendio de los que aquí se
nombrarán hasta el año mencionado.

Este gigantesco incendio, conocido como "El Fuego Grande" generó un gran éxodo, al
punto que casi desplomó la ciudad (sólo quedaron algo más de 4,000 habitantes). La
pobreza en que quedó sumida la ciudad tardó mucho en superarse.

• 1804: Se quemaron cuatro manzanas y el Hospital San Juan de Dios.


• 1812: Tres manzanas con valiosos edificios.

Las enfermedades y las epidemias fueron parte de los azotes que esta ciudad tuvo que
soportar desde su más temprana edad. Al igual que con los incendios, las fechas más
desastrosas de la historia guayaquileña, en lo que guarda relación con las enfermedades
que la afectaron, son:

• En 1564 llegó Don Hernando Santillán y le tocó observar el desolador cuadro de


los enfermos de Bubas (sífilis) que se amontonaban para entrar en el Guayas
debido a que se le atribuían a sus aguas, extraños poderes medicinales (según
dicen, por la abundancia de raíces de zarzaparrilla). Esto generó la fundación por
parte de Santillán, del primer hospital de la naciente Audiencia: "El Hospital de
Santa Catalina".

• En 1589 la viruela mata a las tres cuartas partes de la población. En 1667 es


afectada la ciudad por una terrible epidemia que la diezmó considerablemente.

• En 1709 una epidemia de fiebre amarrilla brota en la ciudad, contagiando a los


piratas de la expedición de Rogers, quienes habían coincidido en invadir
Guayaquil para esos días.

• En 1740 aparece la fiebre amarrilla, o mal de Siam.


• En 1786 la peste de la viruela (en este caso fue el sarampión), azota a la ciudad.

Piratas, el Imperio de la Calavera [editar]

William Dampierre "el pirata literario".

La importancia estratégica del puerto, sus astilleros y su envidiable ubicación como


centro de acopio, hicieron de Guayaquil sitio obligado de saqueo por parte de algunos
de los más temibles piratas de los siglos XVII y XVIII: Cavendish, en 1586; Jacques
L'Heremite Clerk en 1624 y Swan, David y Dampierre, en 1684 no pudieron doblegar la
heroica resistencia de los guayaquileños.

No sucedió lo mismo en 1687, año en el cual Grogniet, Picard y Hewit, al mando de


450 filibusteros, se toman la ciudad luego de encarnizada lucha en la cual murieron 70
guayaquileños y 114 piratas. El botín ascendió a más de 500,000 pesos, parte de los
cuales fue generado por el rescate que se pagó por algo más de 800 personas raptadas
por los piratas (en su mayoría mujeres) y que iban siendo liberadas a medida que se
realizaban los pagos. Este ataque ha dado origen a incontables leyendas del Guayaquil
colonial.

En 1709, 110 corsarios al mando de Woodes Rogers y Stephen Courtney (el famoso
William Dampierre "el pirata literario", que ya había estado en Guayaquil integraba
también el grupo), entran en Guayaquil y se presentan como "negreros", y al ver el
miedo dibujado en el rostro de nuestro corregidor, Jerónimo de Boza y Solís, no sólo
exigieron 40,000 pesos de rescate por dos rehenes que se llevaron, sino que se
entregaron al pillaje durante cinco días, llegando a acumular 60,000 pesos en joyas y
dinero a más de una enorme cantidad de víveres y objetos.

Comercio en la Colonia [editar]

En la Época Colonial, Guayaquil tuvo un lugar privilegiado en el comercio marítimo


por la cual se hacían transacciones de producctos que llegarían de diferentes destinos
para toda la Real Audiencia de Quito. Tres eran los principales destinos de los productos
generados en los vastos territorios cultivados en la región de Guayaquil:

• A Lima se exportaba: maderas, tabaco, alquitrán, jarcia y zarzaparrilla.


• A México: básicamente cacao.
• A Panamá y España: todos los productos negociados con Lima, más café, añil y
azúcar.

El comercio guayaquileño tanto con Lima como con México, generaba para 1780 más
del 60% de los ingresos percibidos por la Real Audiencia de Quito por concepto de
exportaciones.

A Guayaquil entraban, en cambio: vino, aguardiente, hierro, ropa de castilla, pasas,


higos, etc.

Astilleros de Guayaquil de la Colonia

La abundancia de maderas útiles para la construcción; la existencia de gran cantidad de


individuos en busca de trabajo (lo que abarataba la mano de obra) y la ubicación
estratégica del puerto, permitieron que en Guayaquil floreciera uno de los astilleros más
grandes e importantes de América en el siglo XVII.

La documentación más antigua relacionada con el tema es la firmada en 1547 por Diego
de Vásquez, en la que, escribiendo a Gonzalo Pizarro desde la isla Puná, le sugiere que
construya galeras para sus expediciones, y le puso los bosques de la ILSA y sus indios a
entera disposición.

Guayaquil no sólo tenía astilleros dentro de la población (en el estero de Villamar; en la


Atarazana), sino que en ocasiones la ciudad misma llegó a ser toda un astillero. Además,
tuvo un importante centro de construcción y reparación de naves en la isla Puná. Tan
importante, que fueron muchísimos los galeones ahí construidos, incluidas dos
"capitanas reales" y una "almiranta" encargadas por el Marqués de Mancera el año de
1643.

Los astilleros guayaquileños no sólo se destacaron por ser una de las principales fuentes
de ingresos para la región, sino que además fueron considerados por más de un siglo, lo
más importantes de la costa del Pacífico.

urisdicción [editar]
Hasta 1717 el Corregimiento de Guayaquil formaba parte del Virreinato del Perú, hasta que por Real
Cédula del 27 de mayo de 1717 se creó el Virreinato de Nueva Granada, al cual fue integrado el territorio
de la suprimida Real Audiencia de Quito, a la cual pertenecía Guayaquil. Otra Real Cédula del 5 de
noviembre de 1723 restableció la Real Audiencia de Quito y se la devolvió al Virreinato del Perú al haber
quedado suprimido temporalmente el Virreinato de Nueva Granada. El 20 de agosto de 1739 fue
restablecido el Virreinato de Nueva Granada incluyendo a Guayaquil. En 1761 el Corregimiento de
Guayaquil fue transformado en el Gobierno de Guayaquil.
Por la Real Orden del 7 de julio de 1803 en lo militar la Gobernación de Guayaquil pasó a depender del
Virreinato del Perú pero la administración mercantil de la ciudad continuaba bajo el Virreinato de Nueva
Granada.
La historiografía peruana indica que mediante Real Orden del 10 de febrero de 1806 expedido por el
Consulado de Cartagena de Indias y ante un reclamo del virrey de Nueva Granada expresó que sobre si la
provincia de Guayaquil, a consequencia de la agregación del Virreinato de Lima, debe depender en la
parte mercantil de ese Consulado o del Lima, se ha servido S.M. declarar que la agregación es absoluta
hecho que fue ratificado en 1808, así el Gobierno de Guayaquil dependió completamente del Virreinato
del Perú.
La historiografía ecuatoriana indica que en 1815 la Gobernación de Guayaquil solicitó al Rey de España
que la separe del Virreinato del Perú y la adhiera al Virreinato de Nueva Granada. Así el 23 de junio de
1819 el rey de España otorgó la petición de Guayaquil que sea adherida a la Audiencia de Quito y parte
del Virreinato de Nueva Granada.
Independencia de Guayaquil [editar]
Movimiento Revolucionario [editar]

José de Antepara.
El 1 de octubre de 1820, José de Villamil y su amigo José de Antepara visitan la casa de los esposos
Morlás, y luego de un tiempo de conversación, la hija del matrimonio, Isabelita, interrumpe, pidiendo que
se haga una reunión o un baile. Villamil y Antepara ven en el pedido de la joven el pretexto perfecto para
lograr a lo que con toda seguridad vienen hablando desde mucho tiempo atrás, esto es, darle forma a una
revolución que acabe con dependencia de España.
La fiesta la organiza Doña Ana Garaycoa de Villamil, por indicaciones de su esposo y son invitados a ella
algunas de las más destacadas familias del puerto, así como la oficialidad del batallón Granaderos de
Reserva y tres integrantes del batallón Numancia que están de paso por Guayaquil; sus nombres: León de
Febres Cordero, Luis Urdaneta y Miguel Letamendi.
Por la noche y luego de un tiempo de iniciada la reunión, el anfitrión reúne a los invitados que él y
Antepara consideran vitales para el triunfo de la empresa, y se cuentan entre ellos, a más de los tres
oficiales antes mencionados, Gregorio Escobedo, el doctor Luis Fernando Vivero, los jóvenes Francisco
de Paula Lavayen, José Rivas, Manuel de J. Fajardo, José Correa y otros. El futuro de Guayaquil había
comenzado a forjarse en denominada "FRAGUA DE VULCANO".
Después se reúnen en casa de Villamil tanto Escobedo como Peña, líderes del batallón "Granaderos de
Reserva", y del de "Milicias", respectivamente, quienes ratifican su adhesión a la causa. Y aun cuando
ven muy difícil que plieguen a favor de ella los del Escuadrón de Artillería y los del "DAULE", de
caballería, pues sus jefes son españoles, no descartan la posibilidad de convencer a sus integrantes,
mediante la intervención de los sargentos Álvarez Vargas y Pavón, simpatizantes de la causa.
Se busca un líder para la revolución, proponiéndose primero, los nombres del Coronel Jacinto Bejarano y
del teniente Coronel José Carbo y Unzueta, para luego pensar en José Joaquín de Olmedo. Se eliminan
los dos primeros por diversas y justificadas razones y se comisiona a Villamil para que lo visite.
José Joaquín de Olmedo.
El viernes 6 de octubre, Villamil conversa con Francisco Loro, condueño con Luzárraga de la goleta
"Alcance" para que retrase un poco la partida de la nave a Panamá, a la espera del resultado de la acción
que está por llevarse a cabo. Luego de la aceptación de Loro, visita a Luzárraga, a quien también le saca
una respuesta afirmativa, pero sin decirle toda la verdad y para no herir, de ese modo susceptibilidades, ya
que este es español.
Es así como le pide que retrase la salida para Loro, que es el capitán de la nave, pueda asistir a la
recepción que dará en su casa el día 8, con motivo de festejar su nombramiento como Procurador
General.
Al día siguiente el rumor de que el padre Querejasú de San Francisco ha alertado a Don Pascual Vivero
de la revolución en ciernes, separa a los complotados en dos grupos; el primero partidario de realizarla lo
más rápido posible, y el segundo, inclinado a esperar una ocasión más propicia, después de que se calmen
los ánimos.
Al primer grupo pertenecía Febres-Cordero, quien una vez más será el que hará inclinar la balanza a su
favor. Luego de la arenga, la revolución agilitó su marcha, y se decidieron a hacer una reunión final al
domingo 8 en la casa de Villamil, por la tarde, aprovechando la recepción que ofrecía en ese día.
El 8 de octubre, todos los complotados se reunieron a las 4 de la tarde. Luego de hora y media se oye un
toque de clarín que corresponde a la llamada de los oficiales de los Granaderos de Reserva. Escobedo
dispone que el Capitán Vargas acuda al llamado, y él regresa con el respectivo informe.Luego de unos
momentos se enteran de que se ha realizado una junta de guerra en casa del Gobernador Vivero, se
resuelve la toma de medidas en caso de que los rumores tuvieran algún fundamento, por lo que se hará
formar al escuadrón en el malecón. El ánimo desfallece, pues parece que los planes deberán cambiar
sustancialmente. Los oficiales se dirigen al "GRANADEROS", y los tres del "NUMANCIA" se retiran
para captar impresiones en la calle y volver.
Los temores se alejan al ver que el "Granaderos" se dirige al poco rato a su cuartel y Escobedo regresa
donde Villamil a las 10 y 30 de la noche a hacerle saber que todo está listo y arreglado, que a las dos de la
mañana se reunirán en su cuartel en el que se congregará una gran cantidad de adeptos a la causa. Al
despedirse Escobedo le asegura a Villamil que el triunfo será total, añadiendo que no se derramará ni una
gota de sangre, pues no habrá con quien pelear.
La Revolución del 9 de Octubre de 1820 [editar]
Después de la Revolución del 9 de Octubre, los guayaquileños formaron un ejército para liberar al resto
de la Real Audiencia, se llamó División Proctectora de Quito.
Para hacer una reseña sucinta y gráfica de lo que fue la revolución del 9 de Octubre, y apresar en nuestra
mente la cadena de hechos que permitieron que Guayaquil amanezca libre la mañana de aquel lunes, es
necesario aclarar los detalles siguientes:
La cantidad de efectivos militares apostados en la ciudad era de 1.500, distribuidos así:
• 600 Batallón "Granaderos de Reserva"
• 500 Escuadrón de Caballería "Daule"
• 200 Batallón de Milicias Urbanas
• 200 Brigadas de Artillería
• 350 en las 7 lanchas cañoneras
Los oficiales que habían plegado a favor el movimiento eran:
• Gregorio Escobedo e Hilario Álvarez del "Granaderos"
• Damián Nájera de la Brigada de Artillería
• José Peña del "Batallón de Milicias Urbanas"
• Sargentos Vargas y Pavón del Escuadrón de Caballería Daule con lo que se tenía asegurado el
70% de los efectivos de la plaza.
Las maniobras, en consecuencia, debían propender a tomar el Escuadrón de Caballería Daule y la bodega
de armas y explosivos de la brigada de artillería, anulando a la vez la capacidad de reacción de las tropas
que acompañaban tanto a Joaquín Magallar, comandante del Granaderos, como a Benito García del
Barrio, primer jefe del Batallón "Granaderos de Reserva". Por los hombres de las lanchas torpederas
capitaneadas por Joaquín Villalba no se preocuparían, pues estaban desde el día anterior fuera del puerto,
ya habría oportunidad de resolver este problema si coronaba con éxito la revolución. Y todo se dio tal
como se había planificado.
La noche del 8 de octubre (madrugada del día 9), Febres Cordero y Nájera llevan con engaños al
comandante Torres Valdivia a la casa del segundo con el pretexto de invitarlo a una partida de naipes. Una
vez allí, se lo somete explicándole que fue la única forma de evitar que intervenga en contra el
movimiento y que en vista de la estimación que le tenían, habían querido evitarle un peligroso
enfrentamiento.
Febres Cordero se adueña de las llaves del parque, en poder de Torres Valdivia, dirigiéndose al
Granaderos, de donde, con 50 hombres, irá hasta la Brigada de Artillería, y luego de sorprender y encerrar
al oficial de guardia, se apodera del recinto. La tropa es formada, aclamando la causa revolucionaria.
Mientras esto sucede, Urdaneta con 25 hombres del Granaderos y nuevos jóvenes guayaquileños, más la
complicidad de los sargentos Vargas y Pavón se toman el escuadrón de caballería Daule, no sin antes
trenzarse en una balacera con Magallar y sus hombres, que al darse cuenta de lo que sucedía, intenta
impedirlo, y muere en el encuentro.
Luego de esta acción, Urdaneta manda al Comandante Matías Tirapeguí, quien ha plegado a favor del
movimiento, hacia la Batería de las Cruces, con la mitad del escuadrón de la Caballería, con el propósito
de tomarla.
El último incendio se llevará acabo en la casa del coronel Benito García del Barrio, primer jefe del
"ganaderos de Reserva" quien es apresado por el teniente Hilario Álvarez mientras dormía. Todo había
transcurrido en algo más de 4 horas. Guayaquil veía el amanecer de un nuevo día, de una nueva aurora, o
como el poeta José Joaquín de Olmedo dijo: "De una Aurora Gloriosa que anuncia Libertad".
República de Guayaquil [editar]
Artículo principal: Provincia Libre de Guayaquil
Provincia Libre de Guayaquil [editar]
Luego de la revolución independentista del Lunes 9 de Octubre de 1820, convocados por el Ayuntamiento
de Guayaquil, 57 diputados representantes de todos los pueblos del nuevo Estado, eligierón a José
Joaquín de Olmedo como Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil, dictándose un "Reglamento
Provisorio de Gobierno", que fue la Primera Constitución que regiría los destinos jurídicos del nuevo
estado y cuyo primer artículo decía:
"La PROVINCIA DE GUAYAQUIL es libre e independiente; su religión es católica; su Gobierno es
electivo; y sus leyes las mismas que regían últimamente, en cuanto no se opongan a la nueva forma de
gobierno establecida".
La carta Fundamental de la Provincia entregó el poder a un triunvirato ingrado por Olmedo, Jimena y
Roca. De inmediato se enviaron mensajeros a Bolívar y San Martín, del mismo modo que a las ciudades
de la Sierra. Los revolucionarios guayaquileños estaban convencidos de que su primer objetivo debía ser
la liberación de la serranía quiteña, sin la cual la propia independencia del naciente estado no podría estar
segura. Así se forma la Junta Protectora de Quito.
División Protectora de Quito [editar]
Antonio José de Sucre llegó a Guayaquil con 700 hombres armados y equipados, y pidió ayuda para
terminar la emancipación de los demás departamentos que conformaban la Real Audiencia y llevar la
independencia a Cuenca y Quito, proceso que Olmedo apoyó de principio a fin y crea la Junta
Protectora de Quito, para la cual se invadió a las tropas realistas establecidas allí, y finalizar la total
emancipación el 24 de mayo de 1822 en La Batalla de Pichincha donde flameó la bandera de Guayaquil
victoriosa junto a los estandartes del estado gran colombino.
Entrevista de Guayaquil [editar]
Artículo principal: Entrevista de Guayaquil

Hemiciclo de la Rotonda en Guayaquil, con el monumento a los Libertadores Simón Bolívar y José de
San Martín terminado en 1938.
Según documentos históricos, en la Entrevista de Guayaquil, los dos libertadores trataron entre otros
varios asuntos, sobre la manera de finalizar la guerra emancipadora en el Perú y sobre la forma de
Gobierno que convenía a los nacientes Estados americanos. Mientras San Martín se inclinaba por un
régimen monárquico, con carácteres constitucionales, Bolívar se mostró partidario de una república
democrática.
La noche del 27 de julio de 1822, Bolívar agasajó a San Martín con un banquete del cual se retirarón
discretamente los libertadores y se dirigieron hacia el muelle, donde se embarcó San Martín hacia el Perú.
Los partidarios de Olmedo, no vieron con buena fe la actitud de Bolívar, ya que en una carta enviada por
éste al Gral. Santander, luego de la Batalla de Pichincha, expresó varios temas que degradaron el orgullo
guayaquileño a tal punto de llamársele afeminada a la región, ya que Guayaquil se había independizado
sin ayuda de él. En las cartas escribe:
• "... no se puede permitir que Guayaquil se mantega independiente, triunfante e incendiaria con
sus principios de egoísmo patrio".
• "... Me propongo, a la cabeza del ejército aliado, entrar en Guayaquil y transigir los negocios
de Colombia o con el gobierno o con el pueblo".
• "... Renunciar a Guayaquil es implosible, porque sería más útil renunciar al Departamento de
Quito"
• "... El país de las fronteras con el Perú, es afeminado y nada militar..."
• "... para que Guayaquil no sea capital del departamento y no tenga ninguna influencia en las
provincias subalternas..."
La anexión obligada de La Provincia Libre de Guayaquil a la Gran Colombia, provocó el auto exilio de
José Joaquín de Olmedo, quien en una conmovedora misiva le hizo conocer a Simón Bolívar su
desacuerdo con las medidas adoptadas con su pueblo.
El 31 de julio de 1822, la ciudad de Santiago de Guayaquil declaró su anexión a la Gran Colombia y con
ella también el resto de la agonizante nación guayaquileña.
La República de Guayaquil pasó a constituir el Distrito del Sur del estado colombiano junto con el
Departamento de Ecuador con capital en Quito y el Departamento de Azuay con capital en Cuenca, bajo
el nombre de Departamento de Guayaquil con capital en la Ciudad de Guayaquil.
Era republicana [editar]
La anexión obligada de La Provincia Libre de Guayaquil a la Gran Colombia, provocó el auto exilio de
José Joaquín de Olmedo, quien en una misiva le hizo conocer a Bolívar su desacuerdo con las medidas
adoptadas con su pueblo. El 31 de julio de 1822, la ciudad de Santiago de Guayaquil declaró su anexión a
la Gran Colombia y con ella también el resto de la agonizante nación guayaquileña.
Al llegar San Martín al Perú se retiró al pueblo de Magdalena, en donde tenía una casa de campo.
Acompañado por una pequeña escolta y un ayudante, esa misma noche, montado a caballo, se dirigió a
Ancón, al norte de Lima. Era el 20 de setiembre de 1822, el mismo día de la instalación del Primer
Congreso Constituyente de la República del Perú. En la madrugada del día 22 de setiembre, en el
bergantín “Belgrano”, se embarcó rumbo a Valparaíso.
El Protectorado de San Martín fue sucedido por una Junta de Gobierno, integrada por el general José de
La Mar, el comerciante Felipe Antonio Alvarado y el conde Manuel Salazar y Baquíjano. El Primer
Congreso Constituyente promulgó el 12 de noviembre de 1822, la Primera Constitución Política de la
República, de clara tendencia liberal. Fue una Constitución efímera; cuando llegó al Perú Simón Bolívar,
el propio Congreso Constituyente, tuvo que suspender sus efectos para poder dar poderes dictatoriales a
Bolívar.
Guerra entre la Gran Colombia y el Perú. Primer Bloqueo de Guayaquil [editar]
El primer conflicto internacional al que la naciente Republica de la Gran Colombia hubo de enfrentar fue
contra el Perú, debido a que Perú ocupó militarmente por la fuerza, las provincias sureñas de Colombia
(Guayaquil y Cuenca. La declaratoria de guerra por parte de la nación grancolombiana se dio el 3 de julio
de 1828, conllevando a ambos gobiernos a alistar sus fuerzas terrestres y navales. En lo que a la campaña
naval respecta, el primer encuentro de este conflicto se produjo en agosto de 1828, cuando la corbeta
peruana Libertad, al mando del capitán de corbeta Carlos García del Postigo, se hallaba en aguas
internacionales frente al Golfo de Guayaquil, con la finalidad de controlar e interceptar las naves que
entrasen o saliesen del puerto. El 31 de Agosto de 1828, las naves colombianas Pichincha y Guayaquileña
atacaron a la corbeta peruana frente a Punta Mapelo, siendo las naves grancolombianas rechazadas y
obligadas a retirarse con grandes pérdidas a bordo. Luego, las fuerzas peruanas establecieron el primer
bloqueo a Guayaquil y sobre las costas grancolombianas desde "la frontera marítima a la altura del Rio
Zarumilla(Tumbes)" hasta Panama. La escuadra peruana, al mando del vicealmirante Jorge Martín Guise,
se dirigió a Guayaquil y realizó diversas incursiones antes de atacar las defensas de la ciudad, los días 22
al 24 de noviembre de 1828. En dicha acción las defensas Grancolombianas de Guayaquil fueron
destruidas, sin embargo lograron anotarse un triunfo la noche del 23 al 24 al hacer encallar a la fragata
peruana Presidente y las tropas Grancolombianas aprovecharon la situación para atacar a los marinos
peruanos. Sin embargo al amanecer con el repunte del río, la fragata volvó a ponerse a flote, pero las
tropas Grancolombianas lograron herir de muerte al vicealmirante peruano Guise, que falleció poco
después. Sin embargo a Guise lo sucedió el teniente primero peruano José Boterín, quien continuó el
asedio sobre Guayaquil, que finalmente se rindió el 19 de Enero de 1829. Guayaquil permanecería
ocupado por fuerzas peruanas hasta el 21 de Julio de 1829. Este conflicto concluiría tras la firma del
Armisticio de Piura suscrito por el general peruano Gamarra el 10 de Julio del mismo año, siendo
evacuadas las provincias de Guayaquil y del Azuay (Loja y Cuenca) de la totalidad de las fuerzas
peruanas, pero aún quedaría pendiente la situación fronteriza con el Perú.
Los sueños de Simón Bolívar con la Gran Colombia habían fracasado, ya que continuas guerras, mal
manejo de fondos, corrupción y otras causas llevaron al final del joven estado colombiano. Habiéndose
separado el Distrito del Norte (Venezuela) de la Gran Colombia el 6 de enero de 1830, el Distrito del Sur
también iniciaba el camino de la separación. El 12 de mayo de 1830, el Procurador General del Estado,
doctor Ramón Miño, dirigía al Prefecto y Comandante General Juan José Flores, un oficio por el cual se
hacía conocer la separación del Distrito del Sur de la Gran Colombia, para lo cual Flores aprobó la
convocatória de una Asamblea Popular para el día 13, realizándose ésta en Quito. En la cual se estableció
entre otros:
"Que en ejercicio de su soberanía, se pronuncia por constituir un Estado Libre e Independiente, con los
pueblos comprendidos en el Distrito del Sur y los más que quieran incorporarse, mediante las relaciones
de naturaleza y la recíproca conveniencia".
Celebrada la Asamblea Popular en Quito y sentada el Acta de Creación, de la República autónoma y
soberana, se mandaron emisarios a los demás Departamentos y ciudades dando a conocer tan magno
suceso. El acta de Quito del 13 de mayo confió al Gral. Juan José Flores el rango de Mandatario
Provisional con amplias atribuciones para la organización del naciente Estado.
El 19 de mayo, Santiago de Guayaquil mostró su adhesión a la naciente República del Ecuador. Más tarde
Juan José Flores sería confirmado como el Primer Presidente del Ecuador y José Joaquín de Olmedo
como Primer Vicepresidente.
Desde 1830 el Ecuador comienza en su vida republicana con un regimén llamado La Dominación
Floreana, regimén que traería varias desgracias al país ya que en éste gobierno del Gral. Juan José Flores,
el joven Estado sufre de malas administraciones, sublevaciones, masacres, y batallas civiles. Es así como
el guayaquileño Vicente Rocafuerte toma la Presidencia del Ecuador, período donde la nación puede
tomar un corto respiro de paz, y luego le sigue un segundo mandato de Flores.
El segundo gobierno de Flores no fue menos desagradable que el primero, incluso nuevos impuestos y
nuevas leyes se crean exclusivamente para que Flores se quede con el poder por tercera vez. En esos
momentos en Guayaquil estalla la Revolución Marcista.
La revolución marcista [editar]
La Revolución Marcista se dio en Guayaquil, como reacción contra los abusos y atropellos del Gral.
Juan José Flores. Es la primera revolución auténticamente nacionalista que surge en la vida republicana
del Ecuador, el 6 de marzo de 1845. Por su contenido y proyecciones, rebasó los límites del simple Golpe
de Estado pues fue el origen de la autonomía nacional.
Archivo:Juan jose flores.JPG
Gral. Juan José Flores.
Habiéndose reunido en Quito una Convención convocada por el Presidente Flores, éste le presentó un
Proyecto de Constitución, que contenía muchos artículos inaceptables por el pueblo ecuatoriano, por que
quería perpetuarse en el Poder. Además, la Convención de 1843 dio una ley por la cual todo hombre,
desde la edad de 23 años hasta los 55, debería pagar todos los años 3 pesos y 4 reales al Fisco.
Tanto la nueva Constitución, como el impuesto de los 3 pesos con 4 reales, fueron recibidos con mucho
desagrado por los pueblos, quienes, en efecto, dieron el nombre de Carta de Esclavitud a la primera y el
de Tributo al segundo. En breve, el desconteto se hizo general, y la República se convirtió en un
hervidero de insurrecciones, multiplicándose los tiroteos.
La Carta de la Esclavitud contenía entre otros, los siguientes artículos:
• Para ser ciudadano se debía poseer una propiedad de 3000 pesos o una renta de 300 pesos.
• El Presidente duraba ocho años en sus funciones, los Diputados cuatro años.
• La Libertad de Imprenta quedaba tan restringida que se estipulaba castigos hasta para los
vendedores de diarios impresos en el exterior.
• El Presidente tenía amplias facultades: Elegía a los jueces; autoridades eclesiásticas y militares.
La Constitución de 1843 fue la base principal para que se haya dado la revolución marcista, según sus
enunciados que alargaba la permanencia en el poder del Gral. Juan José Flores. Otro aspecto fue la
contribución de 3 pesos y medio, que posteriormente hubo de ser suspendido y que costó la vida del
ciudadano francés y naturalizado ecuatoriano Adolfo Klinger por tratar de imponer este impuesto en
Cayambe.
Vicente Rocafuerte volvió al bando enemigo, y junto a otros revolucionarios como Roca, Olmedo,
Elizalde, prepararon el término del floreanismo, movimiento que se dio en Guayaquil.
Diego Noboa.
Al amanecer del día 6 de marzo, el Teniente Coronel Ayarza y el General Elizalde se dirigierón al cuartel
de Artillería con el propósito de tomarlo. Como el oficial de guardia se había comprometido de antemano,
aquél fue tomado fácilmente. La bulla atrajo a muchos jóvenes notables y la gente del pueblo, quienes,
conociendo de lo que se trataba, fueron a pedir las armas.
En breve el fuego revolucionario tomó proporciones considerables, y se trabó, por lo tanto, una lucha
encarnizada entre los marcistas y los partidarios del Gobierno, lucha que duró cerca de una hora y que
concluyó con la más completa victoria de los insurrectos marcistas.
Las fuerzas del gobierno estaban dirigidas por Carlos Wright. El Gobernador de Guayaquil renunciaba
ante la junta que representaba la Soberanía del Pueblo. Al mismo tiempo se formaba un gobierno
provicional dirigidos por tres guayaquileños:
• Vicente Ramón Roca, que representaba a Guayaquil.
• José Joaquín de Olmedo, que representaba a Quito.
• Diego Noboa, que representaba a Cuenca.
La hacienda "Elvira" de propiedad de Flores, en Babahoyo, fue el fortín para los combates contra los
revolucionarios. Los dos primeros enfrentamientos fueron desfavorables para los revolucionarios
dirigidos por Elizalde. Un movimiento general en todo el país, iniciado en Manabí por Urbina en contra
de Flores, fue la caída del Presidente Flores, que tuvo que capitular en la hacienda "La Virginia" de
propiedad de José Joaquín de Olmedo, era el 17 de junio de 1845 cuando la Dominación Floreana llegaba
a su fin.
La revolución liberal [editar]
Después de varios gobiernos, el Ecuador había madurado un poco, tras un largo período conocido como
la Etapa Marcista, que surgió a raíz de la caída de Flores en la Revolución Marcista. Después de varios
gobierno un nuevo régimen estaba por empezar: La Dominación Garciana

Gabriel García Moreno, Líder de los conservadores y Presidente del Ecuador


La Dominación Garciana púso al conservadorismo en lo más alto de la política ecuatoriana, su máximo
exponente fue Gabriel García Moreno, guayaquileño que dio ciertos poderes políticos a la Iglesia. La
época de gobierno de García Moreno estuvo sujeto a varias sublevaciones como la de los liberales, por
ejemplo el guayaquileño Pedro Carbo, o el Gral. Eloy Alfaro, e incluso poetas como Juan Montalvo.
Después de dos gobiernos, Gabriel García Moreno es asesinado en las afueras del Palacio de Gobierno.
Con la muerte de Gabriel García Moreno, un nuevo período comienza: El Progresismo. Los
conservadores, específicamente e la Sierra, siguen al poder y después de varios sucesos bochornosos, los
liberales, que eran perseguidos, se alzarón en armas contra la dominación. Es así como en Guayaquil
estalla la Revolución Liberal.
Las Montoneras fueron probablemente el más importante fenómeno de movilización social del siglo XIX
republicano. Surgidas en el agro costeño a partir de 1825, tuvieron desde su inicio un carácter
reivindicativo y de resistencia popular frente a las violencias cometidas por hacendados o autoridades del
nuevo poder republicano.

Eloy Alfaro, Líder de la Revolución Liberal y Presidente del Ecuador


El joven revolucionario manabita, llamado Eloy Alfaro, se convirtió desde la Época Garciana en un
afamado insurgente liberal. Hijo de una familia de pequeños comerciantes, su voluntad, inteligencia y
capacidad de mando le granjearon progresivamente el liderazgo del liberalismo, primero en su provincia
y luego en toda la costa ecuatoriana. Llegando así a Guayaquil. Así, para mediados de 1882 se hallaba ya
en capacidad de lanzar desde Esmeraldas una primera campaña militar contra la dictadura de Veintimilla,
que lamentablemente fracasó.
Ello no fue óbice para los liberales ecuatorianos volvieran a la lucha a fines de ese mismo año y Eloy
Alfaro fuese proclamado, en 1883, Jefe Supremo de Manabí y Esmeraldas, posición desde la cual
contribuyó decisivamente el triunfo militar del movimiento nacionalista de "La Restauración" sobre la
dictadura de Veintimilla. Más los revolucionarios liberales, triunfantes en el campo militar, fueron
derrotados en el campo político por una coalición de hábiles políticos de gabinete, conservadores y
liberales, que instauraron lo que se dio en llamar "Periodo Progresista". Con ello, el viejo régimen
oligárquico logró un nuevo respiro, que habría de durar once largos años, durante los cuales se sucedieron
los gobiernos de José María Plácido Caamaño, Antonio Flores Jijón y Luis Cordero.
El "Progresismo" logró nuclear a su alrededor a buena parte de la clase política ecuatoriana de entonces,
pero el nivel decisorio quedó reservado a "La Argolla", nueva alianza oligárquica consolidada en el poder
y de la que formaban parte solo algunas de las grandes familias propietarias, de Quito, Guayaquil y
Cuenca. Ello explica que muchas otras familias poderosas de cada región, tanto conservadoras como
liberales, combatieran activamente al "Progresismo".
Después de la denominada Venta de la Bandera, se multiplicaron las protestas y actas populares en todo
los rincones del país. El Consejo Municipal de Quito, controlado por los conservadores, fue apresado en
razón de sus reiteradas denuncias antigubernamentales. Entre tanto, los grupos radicales empezaron a
utilizar nuevas tácticas de lucha: en febrero ensayaron una huelga general en Guayaquil, mientras en todo
el país adquirían armas y se preparaban para la lucha, siguiendo la convocatoria hecha por Eloy Alfaro
desde Managua.
Respondiendo al llamado del líder radical, el 12 de febrero se producía en Milagro el levantamiento
armado de Pedro Montero y Enrique Valdez Concha, cuya montonera atacó el ferrocarril de la costa y se
dirigió en él hacia el interior de la costa. El 17, Vinces proclamaba la Jefatura Suprema de Alfaro,
mientras Las Montoneras se multiplicaban en toda la cuenca del Guayas y en Manabí. El 20, los
conservadores insurreccionaban a la guarnición de Ibarra y proclamaban la Jefatura Suprema de Camilo
Ponce, iniciando con ello la lucha en la sierra norte.
Acosado, el gobierno recurrió entonces a la censura de prensa y a una recluta general en los pueblos de la
costa, provocando la fuga de los campesinos y su incorporación a Las Montoneras. Paralelamente, en la
sierra central y norte se formaban columnas insurgentes liberales y conservadoras, que, operando
coordinadamente, ponían en jaque a las fuerzas gubernamentales. El 9 de abril se insurreccionó Guaranda
y una fuerza revolucionaria de liberales y conservadores venció a la guarnición oficial. Al día siguiente se
insurreccionó en Quito el Batallón Flores, respaldado por fuerzas civiles conservadoras que vivaban a
Camilo Ponce; combatiendo al frente de sus tropas, Cordero logró derrotar a los alzados, pero quedó
políticamente desequilibrado. Mientras tanto, en la costa progresaba rápidamente la insurrección: se
multiplicaban los pronunciamientos de los pueblos y Las Montoneras crecían en número y lograban
sucesivos triunfos. Después de esta revolución Eloy Alfaro queda al mando del Ecuador.
Conflicto entre Ecuador y el Perú (1857-1860). Segundo bloqueo naval de Guayaquil [editar]
En 1857, el gobierno ecuatoriano suscribió un convenio para el pago de una deuda con acreedores
británicos, dando en concesión territorios amazónicos en disputa con el Perú. Esto motivo que el
presidente peruano de ese entonces, mariscal Ramón Castilla, ordene el bloqueo del golfo de Guayaquil,
el mismo que fue llevado a cabo el 4 de Noviembre de 1858, por una escuadra al mando del
contralmirante peruano Ignacio Mariátegui. Posteriormente, tras la victoria peruana, el caudillo
ecuatoriano Franco y el presidente peruano Ramón Castilla firman el Tratado de Mapasingue declarando
las concesiones británicas inválidas. Esto marca la segunda tomada de la ciudad de Guayaquil por fuerzas
peruanas.
El incidente del congreso [editar]
Mientras tanto el general Robles luchaba con el parlamento para obtener las facultades extraordinarias y
García Moreno se oponía. Robles hizo llamar a Urbina que estaba en Guayaquil, para ver si lograba
convencer á los diputados y senadores y lo hubiera conseguido de no haber sido por la oposición de Pedro
Moncayo. Al fin, fracasadas estas gestiones, Urbina abandonó el recinto con los Senadores Robles,
Valverde y Andrade Fuente Fría, los diputados Joaquín Fernández de Córdova, Arcia, Murillo Otoya,
Martínez, Velásquez, Ubillus y Martín de Ycaza Paredes y el doctor Camilo Ponce Ortiz, oficial mayor de
la cancillería, que en esa sesión hizo las veces de ministro.[1]
El Gran Incendio de Guayaquil [editar]
El Gran Incendio de 1896 se inició a las 11 de la noche del 5 de octubre del año mencionado.
Era una de esas noches octubrinas en las que el viento corre con inusual fuerza haciendo danzar la copa
de los árboles. Los preparativos para las fiestas habían iniciado con singular dedicación debido,
principalmente, a que este año se realizaría en el edificio de la Gobernación una convención de la que
saldría definido el nuevo estado Geopolítico de la nación, propuesto por el presidente Eloy Alfaro, y
mediante el cual el país sería convertido en estado confederado.
La facción política conservadora veía con preocupación este intento descentralizador. Con los años
venideros se comentaría mucho el tema y no serán pocas las lucubraciones que se hagan relacionando el
incendio con la preocupación conservadora.
Se habó de un sabotaje al edificio de la gobernación iniciado en la manzana de enfrente, donde
funcionaba el almacén de lencería denominado "La Joya", sin tomar en cuenta la dirección en la que el
viento corría, posteriormente se enunciaron una o dos hipótesis más. Lo cierto es que jamás pudo
descubrirse la causa real de este gigantesco flagelo.
En resumidas cuentas, el incendio que había comenzado casi a media noche del día cinco, luego de una
hora, había alcanzando proporciones colosales, principalmente gracias al fuerte viento del sudeste que esa
noche corría. La compañía Salamandra fue la primera en llegar, pero solo para observar lo inmanejable
del flagelo, pues ya cubría varias manzanas.
A las dos de la mañana ya eran varias bombas empeñadas en la lucha contra el fuego, entre ellas:
• "La Salamandra No. 2"
• "La Independencia No. 15"
• "La Sucre No. 17"
• "La Unión No. 3".
Esfuerzo inútil, pues el fuego lo devoraba todo insaciablemente. El incendio cogió varias direcciones: De
este a oeste por la calle Aguirre; de norte a sur por el Malecón; y en dirección sudeste por la calle 9 de
octubre.
Por la mañana del día 6 las tres lenguas de fuego se encontraron en la Plaza San Francisco y produjeron
un infernal torbellino que calcinaba hasta las piedras y levantaba por los aires cuanta mercadería, muebles
y objetos de valor habrían sido llevados a ese sitio para evitar su pérdida. A las 05H45 de la mañana las
llamas devoraban las cúpulas de la Igleaia de San Francisco, desintegrando su reloj. Todo quedó en
cenizas mientras el monumento de Rocafuerte veía pensativo consumirse la ciudad que lo vio nacer.
Guayaquil del Siglo XX [editar]
La extraordinaria obra de Alfaro, en la Revolución Liberal, de indudable proyección nacional ha
sobrevivido y es la prueba fehaciente del valor de los ideales por los que luchó. Nada arredró jamás el
Viejo Luchador. Pero los errores políticos luego de su segunda presidencia crearon un estado de
fermentación social que acabó con él y con sus más cercanos allegados. Alfaro murió asesinado el 28 de
enero de 1912 dejó una mancha negra en la historia de una nación que se pensaba había abandonado ya
los tiempos de la barbarie.
Con la muerte de Alfaro, Leónidas Plaza toma el mando en un nuevo siglo, fue todo más pacífico y los
liberales, con sede en Guayaquil continuarón en el poder con Alfredo Baquerizo, el cual procedió el
saneamiento de la ciudad en donde a fiebre amarilla había sido endémica hasta entonces, como reflejo de
que la burguesía guayaquileña era la fuerza dominante tras el enrequesimiento que le supuso el auge
comercial durante la Primera Guerra Mundial. A esta breve época de prosperidad giguió sin embargo una
muy fuerte depresión a mediados de los años 20, con altas tasas de inflación y descenso de las
importaciones, cuando las plagas destruyeron la mayoría de las plantaciones de cacao.; consecuencia de la
crisis fue la consolidación como nueva fuerza social de los trabajadores urbanos, organizados ya en
sindicatos en Guayaquil: su revuelta más fuerte, con enfrentamientos armados, se saldó con varios cientos
de muertos en noviembre de 1922.
Consecuencias de esto fue un golpe militar en 1925, luego dejando al liberal Isidro Ayora en poder. A raíz
de esto Guayaquil, siguió su camino como eje principal del comercio del Ecuador, aunque tuvo que
soportar los efectos de la gran depresión mundial de los años 30 cuando estalló la Segunda Guerra
Mundial.
Guayaquil Actual [editar]
Nuevas tendencias políticas que se crearon en el Ecuador, tales como el Velasquismo y otros
enfrentamientos bélicos con el Perú, dejaron a la ciudad con casi ninguna fuerza política, entonces se
dedicó más al comercio llegando a ser considerada como la Capital Económica del Ecuador. Pero a raíz
de esto Quito reactivó industrias y empezó a forjarse campo en la economía. En este campo y en lo
político Guayaquil y Quito son rivales, liderando a tal punto que dejan atraá a otras ciudades que se
pensaba surgirían rápidamente en la economía como Cuenca y Ambato.

Santiago de Guayaquil es actualmente la ciudad más grande del Ecuador, además de ser el centro de la
economía ecuatoriana.

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