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LA INTERPRETACIÓx

DE LASCULTURAS

Clifford Geertz

gedJp.p
Título del original inglés:
The Interpretation of Cultures
@ Basic Books,Inc., NuevaYork, 1973

Traducción:Alberto L. Bixio

Revisióntécnica:CarlosJulio Revnoso

Ilustraciónde cubierta:óscar Nosuera

Decimotercerareimpresión:julio del 2005,Barcelona

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Printed ín Spain

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forma idéntica,extractadao modificadade estaversióncastellanasin el permisopor es-
crito del editor.
1.

Descripcióndensa:haciauna
teoría interpretativade la culfura

En su libro Philosoplryin a New Key, Susannel-angerobservaque ciertaside-


as estallanen el paisajeintelecnralcon una Eemendafuerza.Resuelventantospro-
blemasfundamentales enun momentoquetambiénparecenpromeüerque vanaresol-
ver úodoslos problemasfundamentales,clarificar todaslas cuestionesoscuras.To-
dosseabalanzana esaideacomosi fueraun fórmula mágicade algunanuevaciencia
positiva, como si fuera el cenüo conceptualalrededordel cual es pg¡ible construir
ün nuevo sistemageneralde análisis.Ei súbito augede semejanüW@lque
eclipsamoment¡ínámentecasi todo lo demás,se iebe, dice la alto"ffi'¿e
que todos los espíritussensiblesy activos se dedicaninmediatamentea explotarla.
La probamosen todacircunstancia,paraoda finalidad, experimentamos las posibles
ex(ensiones de su signifrcaciónestricta,susgeneralizaciones
y derivaciones".
Perouna vez que noshemosfamiliarizadocon la nuevaidea,una vez que ésta
forma partede nuestraprovisión generalde conceptosteóricos,nuestrasexpecf.ativas
sehacenmrísequilibradasen lo üocant€a los usosrealesde dicha idea,de suerteque
asíterminasuexcesivapopularidad.Sólo unospocosfanáticospersistenen su inten-
to de aplicada universalmente;pero pensadoresmenosimpehrososal cabo de un
tiempo seponena considerarlos problemasque la idea ha generado.Tratande apli-
carla y hacerlaextensivaa aquelloscÍrmposdonderesultaapücabley dondeesposi-
ble hacerlaextensibley desistende hacerloen aquellosen quela ideano esaplicable
ni puedeextenderse.Si eravalederaseconvierteentoncesverdaderamente enunaidea
seminal,en una parte permanentey perdurablede nuestromsenalintelectual.Pero
ya no tiene aquelpromisorio,grandiosoalcancede su aparenteaplicaciónuniversal
queantestenía I¿ segundaley de termodinámicao el principio de la selecciónnatu-
ral o el conceptode motivacióninconscienteo la organizaciónde los mediosde pro-
ducciónno lo explica todo y ni siquieratodo lo humano,pero, sin embargo,explica
dgo; de maneraque nuestraatenciónsedirige a aislar sólo lo que es esealgo, a de-
sembarazarnos de unabuenaporción de seudocienciaa la que,en el primer entusias-
mo de su celebridad,la idea tambiéndio nacimieno.
Queseaen realidadésteo no el modoen quesedesarrollanlos conceptoscien-
tíficos fundamentalmente importantes,no lo sé.Perociertamenteesteesquemaenca-
ja en el conseptqdeculn¡F al¡ededor
la cual se circunscribir y con-te-
Los ensayosque siguen,en sus yen
susvariasdireccionesestántodosdedicadosa reducirel concepúo deculturaa susver-
daderasdimensiones,con lo cual tiendena asegurarsu constanteimportanciaantes
quea socavarla.Todosellos, a vecesexplícitamentepero con másfrecuenciaen vir-
tud del aru4lisispanicular quedesarrollan,preconizanun conceptode cultu¡amiáses-
Eecho,especializado y, segúnimagino,teóricamente másvigorosoque el de E. B.

19
Tylor, al quepretendereemplazar, puesel'ltq{qqu@cu-
yá fecundiOaO nadieniega,meparecehaberllegadoal puntoen el queoscurecemás
íus .o.us de lo quqlas róveb.
El pantanoconceptuala quepuedeconducirel esttlopot-au-feutylonanode te-
orizar sobrela culturaresultapalpableen lo que todaviaes una de las mejoresintro-
duccionesgenerales a la antropoloúa, . En unas
veintisietepáginasde su capítulosobreel conceptode cultura,Kluckhohnse las in- '
geniaparadefinir la culturacomo:1) "el modototalde vida de un pueblo";2) "el le- '
gadosocialqueel individuoadquierede su grupo";3) "una maneradepensar,sentir '
y creer";4) "una abstracción dela conducta";5) "una teoríadel antropólogosobrela
maneraen queseconducerealmenúe un grupodepersonas";6) "un depósitode saber
almacenado"; 7) "unaseriedeorientaciones est¿ndarizadasfrentea problemasreitera-
dos";8) 'tonducta aprendida"; 9) "un mecanismo de regulación normativodela con-
ducta"; l0) "una seriede técnicasparaadaptarse, tantoal ambienteexteriorcomoa
los otroshombres";11)"un precipitadode historia";y talvez en su desesperación el
au¡Orrecurrea OtrOS Símiles,tales COmO un mapa, un tamiz, una matriz. Frente a eS-
te génerodedispersiónteóricacualquierconceptodeculturaauncuandoseamásres-
tringido y no enteramente estándar,quepof lo menosseainternamente coherentey
que,lo cualesmiísimportante,ofrezcaun afgumentosusceptible de serdefinido(co-
mo, para serhonestos,el propioKluckhohnlo comprendiósagazmente) representa
unamejora.El eclecticismoescontraproducente no porquehayaúnicamenteunadi-
recciónen la queresultaúül moverse,sinoporquejustamentehay muChas y esnece-
sarioelegir enfre ellas.
El conceptodeculturaquepropugnoy cuyautilidadprocurandemostrarlos en-
sayosque siguenes esencialmente un conceptosemiótico.Creyendocon Max We-
bei qué el hombrees un animal insertoen tramasde significaciónqueél mismoha
tejidó,consideroque la culturaesesaurdimbrey que el análisisde la culturaha de
serpor lo tanto,ne unacienciaexperi en ¿e"loyee-sinp ltruieqglqln-
iva en busca rcac es la
semejantePño:-
lento, que contlene exigeen sí mismoal-
gunaexplicación.

II

El operacionalismo como doginametodológiconuncatuvo muchosentidopor


lo meno-aealo.qsslréffita las cienciassocialesY, salvounospocosrinconesde-
masiadoEansitados --cl conductismoskinneriano,los testsde inteligencia,etc.-
estáen gran medidamuertoen la actualidad.Pero así y ¡odo, hi4-g!-eDQrttgry
tantequeconservaciertafuerza,independientemente de lo que uno puedapensaral
ffiÉ-de definir cl carisma o la alienaciónen términos operacionales:si uno dry-
comDrender lo queesunaciencia,en primerlugardeberíaprestarafención,n6á-sqs
m'á"¡ u ño9ro¡99P¡laEsop!¡j@
cia dicen sobreel!4;u¡g_Ée!,e-
alende¿..a t¡tle,la-Praeúcan
ls*qgp_.@9p¡-los -
En anropotogíáo, én todo caso,en antropologíasocial lo que hacenlos que
la practicanesetnografía.Y comprendiendolo queesla etnogfafíao másexactamen-
te io quee.shaceretnografíasepuedecomenzara captara quéequivaleel análisisan-
tropoiógicocomo forma de conocimiento.Correspondeadvertir enseguidaque ésta
no es una cuestiónde métodos.Desdecierto punto de vista,el del libro de texto,ha-
ceretnografíaesestablecer relaciones,seleccionar a los informantes,transcribirtex-
tos,es[ablecergenealogías, trazarmapasdel rárea, llevar un diario,efc.Perono son
estasactividades, estastécnicasy procedimientos lo quedefinenla empresa. Lo que
la defineescier¡otipo de esfuerzointelectuatunaespeculación elaboradaen térmi-
nos de,para emplearel conceptode Qi!_bert Ryle, descripcióndensa".
nyrc naUáde "descripcióndens@ (reimpresos
ahoraen el segundovolumende susCollectedpapers)dedicadosa la cuesúónde, co-
mo él dice, qué estáhaciendoLe Penseur:"pensandoy reflexionando"y "pensando
pensamientos". Consideremos, dice el aulor, el casode dOsmuchachosque contraen
iápidamenteel párpadodel ojo derecho.En uno de ellosel movimientoesun tic in-
voluntario;en el otro,unaguiñadade conspiración dirigidaa un amigo.Los dosmo-
vimientos,como movimientos, son idénticos; vistos desdeuna cámarafotognífica,
observados "fenoménicalnente" qg seJg& s el tic { coále! la
si@in embargo,a pe;ar@uede
@ciaentreunticyunguiñóesenofine,comosabequienha-
ya tenido la desgraciade habertomadoel primero por el segundo.El-qgg€gtne-el
ojq-eslácomunicandoalgo y comunicándolo de utta*qq_el1liggggg!3J:spg,ctqlt
1) deli ;¿) a
hrzt con sln
vG,el guilá-¿óf
triZildoscosas
(contraersu ojo y haceruna señal)mienras queel queexhibióel tic hizo sólo una,
congajoel párpado.ConÍaer el ojo conunafinalidadcuandoexisteun códigopúbli-
co segrinel cual hacerestoequivalea una señalde conspiraciónes haceruna guiña-
da. Consiste,ni más ni menos,en esto:una pizca de conducta,una pizca de cultura
y -voild!- un gesto.
Perotodoestono es másque el comienzo.Supongamos, continúadiciendoel
autor,quehayaun tercermuchachoquien"paradiverúrmaliciosamente a suscamara-
das"remedala guiñadadel primermuchachoy lo hacetorpemente, desmañadamente,
comoaficionado.Por supuesto,lo hacede la mismamaneraen queel segundomu-
chachoguiñabael ojo y el primeromostrabasuttc, esdecir,contrayendo rápidamen-
te el párpadodel ojo derecho;sólo que esteúltimo muchachono esláguiñandoel
ojo ni mostrandoun tic, sinoqueesuíparodiandoa otro cuandorisueñamente inten-
ta hacerla guiñada.Tambiénaquíexisteun códigosocialmente establecido(el mu-
chachohará"el guiño" trabajosamente, exageradamente, quizáaglegandounamue-
ca... los habitualesartificiosdel payaso);y tambiénaquíhay un mensaje'Peroaho-
rá lo queflota en el aire es,no unaconspiración,sinoel ridículo.Si los demáspien-
sanque él realmenteestii haciendounaguiñada,todo su proyectofracasapor entero,
aunquecon diferentesresult¿dossi los compañeros piensanqueestáexhibiendoun
tic. Y podemosir aún mráslejos: insegurode sushabilidadesmímicas,el supuesto
satíricopuedepractic¿ü en sucasaanteel espejo;en esecasono estarámostrandoun
tic, ni haciendoun guiño,ni remedando; estáráensayando; perovistopor unacáma-
ra fotográfica,observadopor un conductistaradical o por un creyenteen sentencias
protocolares,el muchachoesfffá solamentecontrayendocon rapidezel párpadodel
ojo derecho,1o mismo que en los otros casos.Las complejidadesson posiblesy
pnicticamenteno tienenfin, por lo menoslógicamente.Por ejemplo,el guiñador
originalpodríahaberestadofingiendounaguiñada,digamos,paraengañara los de-
mái y hacerlescreerqueestabaen ma¡chaunaconspiracióncuandoenrealidadno ha-
bíatal cosa;enesecaso,nuestrasdescripciones delo queel remedador estáremedan-

2r
do y de lo que el que ensayaante el espejoestiáensayandocambiandesdeluego en
consecuencia.Pero la cuestiónes que la diferenciaentrelo que Ryle llama la "des-
cripción superficial" de lo queestí haciendoel queensayaanteel espejo(remedador,
guiñador,dueñodeun tic...), esdecir,"contrayendonápidamente el ojo derecho"y la
"descripcióndensa"de lo queesulhaciendo("practicandounaburla a un amigoal si-
mular una señalcon el fin de engañara un inocentey hacerlecreerque estáen mar-
chaunaconspiración")define-elobieúode la_ell estratificadade
signilrcariv,gq y seinter-
,retanlos riños finsidos. las los éñtayr
ysin lascualesno (ni siquña-ññn¿¡
corno los guiños son no tics), independientemente
de lo que alguienhicierao no con suspárpados.
Como fantasde las pequeñashistoriasque los frlósofosde Oxford se compla-
cen en urdir, todo esteasuntode la guiñada,la falsa guiñada,la imitación burlésca
de la guiñada,el ensayoburlescode la falsa guiñada,puedeparecerun poco artlfi-
cial. Con la intenciónde agregaruna notamásempíricame permito (sin hacerantes
ningríncomentadoexplicativo) transcribirun exEacto,bastantetípico, de mi propia
librea decampoparademostratque,por redondeadoqueestéa los efectosdid:ácticos,
el ejemplode Ryle presentauna imagenbien exactade la clasede estructurassuper-
puestas,en cuantoa inferenciase implicaciones,a travésde las cualesun etnógrafo
traüacontinuamenúe de abrirsepaso.

Los franceses(segúndijo el informante) sólo acababande llegar. Instalaron


unos veinte pequeñosfuertesenEeestepunto, la ciudad, y h régión de Mar-
mushaen medio de las monúañas, y los instalaronen medio de los promonto-
rios a fin de poder vigilar el interior del país.Así y todo no podían garantizar
proteccióny seguridadsobretodo por las noches,de maneraqueaunquesesu-
ponía gqeestabalegalmenteabolido el sisüemadel mezrag(pactocomercial),
en realidadcontinuabapracticándoseio mismo que antes.
Una noche,cuandoCohen (que habla fluidamenteel beréber)se encontraba
allá urlba, en Marmusha,otros dos judíos comerciantesde una tribu vecina
acudieronal lugar para comprarlealgunosartículos.Unos beréberespertene-
cientesa otra tribu vecina trataronde imrmpir en la casade cohen, p-eroéste
disparósu escopetaal ai¡e. (Tradicionalmenteno estabapermitido que los ju-
díos tuvieranarmas,pero eri aquelperíodolas cosasestabantan inquietasque
muclos judíos las teníande todasmaneras.)El esampido llamó la atenciónde
los francesesy los merodeadores huyeron.
Peroregresarona la nochesiguienüe;uno de ellos disfrazadode mujer llamó a
la puertay contó cierta historia.Cohenf€níasospechas y no queríadejarlaen-
trar, pero los otros judíos dijeron: "Bah, si es sólo la mujer. Todo estábien".
De maneraque le abrieronla puertay todo el grupo seprecipitó adentro.Die-
ron muertea los dosvisitantesjudíos, pero Cohenlogró encerrarseen un crutr-
to adyacente.Oyó que los ladronesproyectabanquernarlovivo en el negocio
despuásde haberretiradolas mercaderías;abrió entoncesla puertay se Íanzó
afuerablandiendoun garrotey así consiguióescaparse por una ventána.
Llegó al fuert€parahacerseatenderlas heridasy sequejóal comandantelocal,
un al capitiínDumari,a quien le manifestóque deseabaobtenersu 'ar, es de-
cir, cuaro o cinco vecesel valor de las mercaderías que le habíanrobado.Los
hndidos pert€neciana una tribu que üodavíano sehabíasometidoa la autori-

.22
dadfrancasay estabanen abiertarebelión,de modoquecuandoCohenpidió au-
torizaciónparair con su arrendadordelmczrag,el jequede la tribu de lvlarmus-
ha,con el fin derecogerla indemnizaciónquele conespondiapor lasreglasra-
dicionales,el capitránDumari no podía darle of,rcialmentepermisoa causade
la prohibición francesadel mezrag,pero le dio autorizaciónverbal y le dijo:
"si te matan,es asuntotuyo".
Entoncesel jeque, el judío y un pequeñogrupo de hombnesarmadosde Ma¡-
musharecorrierondiez o quincekilómeros monhñasaniba por la zonarebel-
de,en la cual desdeluegono habíafranceses;desliándose a hurtadillasseapo-
derarondel pastor de la nibu ladrona y de susrebaños.Los de la ora ribu
pronto llegaron montadosa caballo y armadosparaperseguidosy ya estaban
dispuestosa alñar. Pero cuando vieron quiéneseran los "ladrones de las
ovejas" cambiaronde idea y dijeron: "Muy bien" hablaremos".Realmenteno
podíannegarlo que habíaocurrido-que algunosde sushombreshabíandes-
pojado a Coheny dadomuertea susdos visitantes- y no estabandispuestos
a desataruna contiendaseriacon los de Marmushaporqueeso supondríauna
lucha con los invasores.I¡s dos gruposse pusieronpuesa hablary hablaron
y hablaronen la llanuraen mediodemillaresdeovejas;porfin decidieronrepa-
rar los dañoscon quinientasovejas.Los dos gruposarmadosde beréberesse
alinearoneritoncesmontadosa caballoen dos extremosopuestosde la llanura
teniendoentreellos el ganado;entoncesCohencon su negravestiduratalar y'
sussueltaspantuflasse metió entrelas ovejasy comenzóa elegir una por una
a su placerpararesarcirsede los daños.
Así Cohenobtuvo susovejasy retornó a Marmusha.Los francesesdel fuerte
lo oyeronllegar desdelejos (Cohengritabafeüz recordandolo ocurrido: "Ba,
ba, ba") y sepreguntaron"¿Quédiabloses eso?"Cohendijo: "Este esmi 'ar" .
Los francesesno creyeronlo que en realidadhabíaocunido y lo acusaronde
serun espíaquetrabajabaparalos beréberesrebeldes.l¡ encarcela¡ony le qui
taron su ganado.Su famiüa que vivía en la ciudad,no teniendonoticiassuyas
durantelargo tiempo, creyó que habíamuerto.Pero los francesesterminaron
por ponerlo en libertad y Cohen regresóa su hogar, aunquesin sus ovejas.
Acudió entoncesal coronelde la ciudad,el francésencargadode todala región,
paraquejarsede lo ocurrido.Peroel coronelle replicó: "Nada puedohaceren
esteasunúo.No es cosamía".

Citado tsxtualmentey de maneraaisladacomo "una no[a metidaen unabote-


lla!', estepasajeda (comolo haríacualquierpasajesemejantepresentadoanálogamen-
te) unabuenaideade cuantascosasentranen la descripciónetnográficaaun del tipo
máselemental,da una idea de cuánextraordinariamente "densa"es tal descripción.
En escritosanropológicos terminados,incluso en los reunidosen estelibro, estehe-
cho (que lo que nosotrosllamamosnuesúosdatossonrealmenteinterpretacionesde
interpretacionesde ofras personassobrelo que ellas y sus compafriofaspiensany
sienten)quedaoscurecidoporquela mayorpartedelo quenecesitamos paracompren-
der un sucesopaficular, un rito, una costumbre,una idea o cualquierotra cosa,se
insinúacomoinformacióndefondo antesquela cosamismaseadirectamen¡eexami-
nada.(Revelar,por ejemplo,que estepequeñodramasedesanollóen las tierrasaltas
del centrode Marruecosen l9l2 y quefue contadoallí en 1968,determinagran par-
te de nuestracomprensiónde esedrama.)Estono entrañanadaparticularmentemalo
y en todo casoes inevit¿ble.Sólo que lleva a unaidea de la investigaciónantropoló-

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gi* gog la concibemáscomo una actividadde observacióny menoscomo la acúvi-
dad de interpretaciónque en realidad es. Apoyándonosen'la basefáctica, la roca
fr_me(si es que la hay) de toda la empresa,y3 desdeel comienzonos hallamosex-
ptlatr¿oft to que es peor, expücandoexp
gffi
El análisisconsistepuesen desentrañarlas estructurasde significación -lo
que Ryle llamó códigosesúablecidos, expresiónun tanto equívoca,pueshaceque ta
empfesaseparezcademasiadoa la area del empleadoquedescifra,cuandomái bien
se asemejaa la del crítico üterario- y en detegqinarsu camposocial_I rgalcance.
Aquí, ennuestrotexto,esetrabajodediscerni¡corñtnzárieüSüñffiñáo las tresdife-
rent€sestructurasde inüerpretación queintervienenen la sinración,los judíos, los be-
rébe¡esy los franceses,y luegocontinuaríamostrandocómo(y por qué)en aquellaé-
Pocay e_naquellugar lacoprese¡cia de los tres elementosprodujo una situációnen
la cual el sistemáticomalentendidoredujo la forma tradicionala üna farsasocial.Lo
gue perjudic{ a coten y junto con él a todo el antiguo esquemade relacionessoóia-
les y económicasdentrodel cual él se movía,fue una coniusiónde lenguas.
Luegovolveréa ocuparmedeestaafirmacióndemasiadocompacáasícomode
los detallesdel texto mismo.ior ahorasólo quiero destacarque h étnografíaesdes-
cripción densl (salvoóuandoestáentregadoa
la miásautomáticdde las rutinasque es la recolecciónde datos)esuna multiptici¿a¿
¿"e.
es+ruc turasc*ncentualesaomFlqjas'rnuchaq-_dg
qi4-.Wtas -le$l
entresÍ, estructurasque sonal mismo tiempo
cit¿s, manera,par_a
Y estoodunenastáen'rs-mva?ñ?é'ñata¡oñ*r
vulgaresy rutinariosde su actiüdad: enEevistara informantes,observarritos, elici-
tar términosdeparentesco,est¿blecerlímitesdepropiedad,hacercensode casas.. . es-
cribir su diario. Hqggrgtnograltiaes como tratarde leer
un_texto")un_g¡4gl¡s*qriroexnanjeio,Eñosó,ptág:ádo

{ grutlas.olyeryionAer
dil s,o¡órálsiñlinEemptos

m
La-
burlescoo una Te o@as.Áffiúe conSen.e ideas,la
no existeen la cabezade alguien;aunqueno és física,no es uilá éi
inp.4¡inabre debáreen el señotte-laañüForo¡ra s¿bÉ ¡l ritfiffi ietiva" u
"objetiva" junto-c-o¡_g!¡l@-!Sanibió*
:i1";jr^'3::."nxillr",.iim¡nii,lnitia{"jeosidüitj?ygi"_""esr*"
estií por enteromal planteado.Una vez que la condüc[ahumanae3;
el color en la
r:H,,5-ffi o-er sonido¿niu;di*, J¡diñüire; pió,¿"
sentidola cuestión:l}s1r11
de sabersi la cultu¡aesconducüaesftucturffi, o'üffi¿fficnlra ¿e
la mente,o hastalas doscosasjuntasmezcladas. En el casode un guiñoburlescoo
de unafrngidacorreríaparaapoderarse de ovejas,aquellopor lo qoelay quepregun-
tar no es su condiciónontológica.Eso es lo mismo que las rocaspor un taáo tos
I
sueñospor el otro: son cosÍrsde estemundo.Aquello por lo que ttay qu" pregunnr
*^ \'\" -. ',J'',
es por su benti¿oy su vabrls-i es mofa o desafío,ironfu o cólera,esnobismou orgu-
llo,lo qudse-@áEi6de zu aparicióny por su intermedio.
Estopodr.áparecerunaverdadevidenfe,perohaynumerosas deoscure-
cerla.Unadeellasesimaginarquelacultur4ergle
g1éñTí misma,con fuerzasyTiñes¡ropios; estoes
en eI cfaso la conducüa observa-
ro aun-
quees toda- siempre,Ja-
fuenteprincipal del embfoUoüsó{lqqqqgrsenta la anropología contemporánea es
_-.+-._1
urlaconcepciónque sedesarrollócomoreaccióna esasdosposturasy queahoraesfii
ampliamentesosüenida; me refiero a la concepción,para citar a
quizá su principal expositor,segúnla cual'f4

DesignatFtFvarias maneras,etnociencia,an¡álisiscomponencialo antropolo-


gía cognitiva (una terminologíaflucnranteque refleja profundaincertidumbre),esta
escueladepensamientosostienequela culhra estácompuestade esFucturaspsicoló-
icasmediantelas cualeslos individuos o gruposde individuos guían su conducta.
paracitar de nuevoo Goodenough,estavez un pasaje
que a coñ-vertirseen el locus classicusde todo el movimiento,"consiste
enl uno
. Y partiendode esteconceptode lo que es la cultura resulfaunaconcep-
, igualmenteafirmada,de lo queesdescribirla:la exlnsición de reAlassistemáti-
cas,tgr*4elpggie de alg.oqlrnl4glnqgr o , -
mo, o pasar(dejandode lado la aparienciafísica) pgf_Unnatip-De estamanera,un
suQddViSñ'oex8emadose vincula con un formalismo extremado,y el resultadono
ha de sorprender:un violento debatesobresi los análisisparticulares(queserealizan
en la forma de taxonomías,paradigmas,tablas,á¡bolesy oftasingenuidades)reflejan
lo que los nativos "realmente" piensano si son meramenúehábiles simulaciones,
lógicamenteconvincentespero sustancialmente diferentesde lo que piensanlos na-
tivos.
Como a primera vista estsenfoqueparecelo bastantepróximo al que estamos
desarrollandoaquí para que se lo confundacon é1,convienedecir explícitamentelo
que los divide. Si por un momentodejamosa un ladqmresftosguiñosy nuestras
ovejasy üomamosun cuartetode Beethovencomo un éjemplode cultura muy espe-
cial, pero sumamenteilustrativo en estecaso,nadielo identifica¡á,creo,con su par-
titura, con la destrezay conocimientosnecesariospara tocado, con la comprensión
qüé üenende él susejecutanteso el público, ni (poneratención,en Wsan4 a los re-
duccionistasy a los reificadores)con unadeterminadaejecucióndel cuartetoo con al-
gunamisúeriosa entidadquetrasciendela existenciamaterial.'Ningunade estasco-
sas"tal vezseaunaexpresióndemasiadofuerte,puessiemprehay espíritusincorregi-
bles.Peroque un cuafeto una estructuratonal en el
ra
la
de ejecutarlo,eq qn4
cierta
*--mamar
el violín esnecesarioposeerciertainclinación,ciertadestreza,cono-
cimientosy talento,halla¡seen disposiciónde tocar y (como rezala vieja broma) te-
ner un violín. Perolocar el üolín no es ni la inclinación,ni la destreza,ni el cono-
cimiento, ni el est¿doanímico,ni (idea que aparentemente abrazanlos que creenen

25
"la culu¡ramaf€rial') el violÍn. Pa¡ahacerun pactocomercialen Mamrecosuno de-
be llevar a cabo ciertascosasde determinadasmaneras(entre ellas, mientrascanta
uno en árabecuránicodegollar un corderoante los miembrosvaronesadultosde la
tribu reunidosen el lugar) y poseerciertascaracterísticaspsicológicas(entreotras,el
deseode cosasdistantes).Peroel pactocomercial no es ni el degüello,ni el deseo,
aunquees bien real, como hubie¡onde descubrirloen una ocasiónanterior sietepa-
rientesdel jequede Marmushaa quieneséstehizo ejecutarcomoconsecuencia del ro-
bo de una mugrientay sarnosapiel de oveja carenüede todo valor que pertenecíaa
Cohen.
La cultura es pública poque la significación lo es. Uno no puedehacer una
guiñada(o fingir burlescamenteuna guiñada)sin conocerlo que ella significa o sin
sabercómocontraerfísicamenteel párpadoy uno no puedellevar a cabounacorrerÍa
paraadueñarsede ovejas(o fingir tal conería) sin saberlo que esapoderarsede una
oveja y la maneraprácticade hacerlo.Perosacarde estasverdadesla conclusiónde
que saberguiñar es guiñar y saberrobar una oveja es una ionería pararobar ovéjas
suponeunaconfusióntan profundacomotomar descripcionesdébilesy superficiales
por descripcionesdensas,identificar la guiñadacon lasconúaccionesdel párpadoo la
correríapararobarovejascon la cazadeanimaleslanudosfueradelos camposdepas-
toreo. La falacia cognitivista --{e que la cultura consiste(para citar a oúo vocero
del movimiento,StephenTyler) en "fenómenosmentalesquepueden[el autorquiere
decir"deberían"lseranalizadosmediantemétodosformalessemejantes alos dela ma-
temáücay la lógica"- estandemoledoraparaun usoefectivo del conceptodecultu-
fi¡ como lo son las falaciasdel conductismoy del idealismode las cualesel cogniti-
vismo es una correcciónmal pergeñada.Y tzlvez estafalacia seaaun peor puesto
que suserroresson másrefinadosy susdeformacionesmás sutiles.
La crítica generalizadade las teoríaspersonalesde la significaciónconstituye
ya (dasdeel primer Husserly el último Wittgenstein)una parte tan importantedel
pensamientomodernoque no necesitamosexponerlaaquí una vez más.Lo que se
imponeesdarsecuentade queel fenómenoalcanzaa la antropología,y especialmen-
te advertirquedecir quela culturaconsisteen estructurasde significaciónsocialmen-
te establecidasen virtud de las cualesla gentehacecosastalescotno señalesde cons-
piracióny se adhierea éstas,o percibeinsultosy contesüa a ellos no es lo mismo
que decir que setratade un fenómenopsicológico(unacaracterísticadel espÍritu,de
la personalidad,de la estructu¡acognitiva de alguien)o decir que la cultura esel tan-
trismo,la genética,la formaprogresivadel verbo,la clasificaciónde los vinos,el de-
rechocomúno la noción de "una maldición condicional" (como Westermarckdefi-
nió el conceptode'ar, en virtud del cual Cohenreclamabareparaciónde los dañossu-
fridos). [¡ que en un lugar como Mam¡ecos-nesri@criado
ttTlesp¡qn4l.3pg[& ttgnificación de las señas4e-_otrosnqcs'ranro+rcranciade
c si uno suponeque eseprocesoope-
ra de la mismamaneraen que operaen nosoEostal suposicióncontribuirá muchoa
que conozcamos menos de tal proceso) como falta de familiaridad con el nniverso
imaginatrvo en el cual los actos rle e"a* g tes a que hemos nombrado
a Wisgensfein, tambiéncitarlo ahora:

"Decimosdealgunaspersonasquesonfransparentes paranosotros.Sin embar-


go, locantea estaobservación,esimportanteteneren cusntaque un serhuma-
no puedeserun enigmacompletoparaotro. Nos damoscuentrade estocuando
vamosa un país extranjerode tradicionescompletamenteexFañaspara noso-

26
tros; y, lo que es más, aun teniendodóminio de la lenguadel país.No com-
prendetnosa la gente.(Y no a causade no saberlo que esasgentesse dicen
unasa oüas.)No podemossentimoscómodoscon ellas".

IV
Como experienciapersonalla investigaciónetnográficaconsisteen lanzarnos
auna desalenüadora aventuracuyo éxito sólo sevislumbraa lo lejos; traüarde formu-
lar las basesen que uno imagina, siemprecon excesos,haberencontradoapoyo,es
aquelloen que consisteel escrito anropológico como empeñocientífico. No trata-
mos (o por lo menosyo no trato) de convertirnosen nativos(en todo casouna pala-
bra comprometida)o de imitar a los nativos. Sólo los románticoso los espíasen-
contraríansentidoen hacerlo.Lo queprccuramoses (en el sentidoampüodel térmi-
no en el cual éstedesignamuchomás que la charla)conversarcon ellos, una cues-
tión bastantemásdifícil, (y no sólo con extranjeros)de lo quegeneralmenúe sereco-
noce. "Si hablarpor algún otro pareceun procesomisterioso",observabaStanley
Cavell, "esto puededebersea que hablara alguienno parece,losuficientemente mis-
¡erioso".
Consideradala cuestiónde esüamanera,la-ünalidadde la anropologíaconsiste
en ampliarel universodel discr¡rsohumano.be
da@, al entretenimiento,al consejopráctico, al pro-
gresomoral y a descubrirel ordennaturalde la conductahumana;y no esla anhopo-
logía la única disciplina que persigueestafinalidad. Pero se Fata de una meta a la
que se ajustapeculiarmentebien el conceptosemióticode cultura. E¡1¡endida como \^
sislcmaJeninteraccionde siqnos e, ignorandolas a@ññ@- L*
yo llamaría símbolos),hcuhqq_qq_9q_g!A_9!É44! L'
maneracausalaconúecim
( /j''

tqdo¡6Tffiómglqs.deqaner.a i¡Ielighle-es-@ir-densa-
La'Ieñosa-identificación anropológica con lo (paranosoros) exótico-jine-
tesberébéÍes,mercachiflesjudíos, legionariosfranceses- espuesesencialmente un
artificio para-ocultamos nuestrafalta decapacidadpararelacionarnosperceptivamente
coñ Id Quedo.-s rssulta misleriosoy con los demás-Observarlo corrienteen lugares
en*{üdCsióasumeformasno habin¡alesmuestrano, como a menudoseha pretendi-
do, la arbirariedad de la conductahumana(no hay nadaespecialmentearbitrario en
robarovejasviolentamen0e en lvlamrecos),sinola medidaen quesusignificaciónva-
rfa segúnel esquemade vida quelo informa. Comprenderla culturade un pueblosu-
ponecaptarsu carácternormal sin reducir suparticularidad.(Cuano másme esfuer-
zo por comprenderlo quepiensany sientenlos marroquíes,tanto máslógicos y sin-
gularesme parecen.)Dicha comprensiónlos haceaccesibles,los colocaen el marco
de suspropiastrivialidadqsy disipa su opacidad.
Es estamaniobra,a la que sueledesignarsedemasiadosuperficialmenfecomo
"ver lascosasdesdeel puntodevista del actor",demasiadolibrescamenüe comoel en-
foquede laVersteheno demasiadotécnicamente como"análisisémico", la que a me-
nudoconducea la idea de que la anropologíaesuna va¡iedadde interpretaciónmen-
tal a larga distarrciao una fantasíasobrelas islasde caníbales,maniobraque,paraal-
gunosdeseososde navegara travésde los restosde una docenade filosofias hundi-
das,debepor esoejecutarsecon grancuidado.Nadaesmásnecesarioparacompren-

n
der lo que es la interpretaciónanropológicay hastaqué punlo es interpretaciónque
una comprensiónexactade lo que significa-y de lo que no significa- afirmar que
nuestrasformulacionessobresistemassimbólicosde oEospueblosdebenorientarse
en función del actor.t
Lo cual signiñcaquelas descripcionesde la culh¡rade beréberes, judíos o fran-
cesesdebenencaraneatendiendoa los valoresqueimaginamosqueberéberes, judíos
o francesesasignana las cosas,atendiendoa las fórmulasque ellos usanparadefinir
.!o que les sucede.Lo que no significa es que tales descripcionesseanellas mismas
beréberes, judíaso francesas,esdecir,partede la realidadqueesüándescribiendo;son
anropológicaspuessonpartede un sisüemaen desa¡rollode anáüsiscientífico. De-
benelaborarseatendiendoa lasinterpretacionesquehacende suexperienciapersonas
pertenecientesa un gupo particular,porque son descripciones,segúnellas mismas
decla¡an,de talesinterprebciones;y sonantopológicasporquesonen verdadantro-
pólogosquieneslas elaboran.Normalmenteno esnecesarioseñalarcon t¿ntocuida-
do queel objetode estudioesunacosay que el estudiode eseobjeto es oúa. Es c!a-
ro que el mundo físico no es la física y que una clave esquemáticadel Finnegan's
Wake no x el Fiwtegan's Wake.Pero,como en el estudiode la crftua, el análisis
penetraen el cuerpomismo del objeto-es deci¡, comÉnzornos con nnestraspropias
interpretacbnesde lo que nuestrosir{ormantesson o piensanqu.eson y lu.egolas
istemntizamns-, la línea que separala cultura (manoquí)como hechonatural y la
cultura (manoquí)comoentidadteóricatiendea borrane; y tanto más si la rftima es
presentadaen la forma de una descripción,desdeel punto de vista del actor, de las
concepciones(marroquíes)de todaslas cosas,desdela violencia, el honor,la digni-
dad y la justicia hasa la tribu, la propiedad,el padrinazgoy la jefatura.
En suma,los escritosanúopológicosson ellos mismosinterpretacionesy por
añadidu¡ainterpreüaciones de segundoy tercerorden.@or definición, sólo un "nati-
vo" haceinlerpretacionesde primer orden: se trata de st culnrra.¡zDe maneraque
son ficciones; ficciones en el sentido de que son algo "hecho", algo "formado",
"compuesto"-{ue esla significacióndeftctio-, no necesariamenfe falsaso inefec-
tivas o merosexperimentosmentalesde n'comosi". Elaborardescripcionesorienta-
dashacia el punto de vista del actor de los hechosrelativos a un caudillo beréber,a
un comerciantejudío y a un miüar francésen el Marruecosde 1912constituyeclara-
menteun actoimaginativo,en modo algunodiferentede la elaboraciónde análogas
descripcionesde,digamos,lasrelacionesqueüeníanentresí un médicode provincias
francés,su boba y adúlteraesposay el frítil amanteen la Franciadel siglo XD(. En
el rúltimocaso,los ¿rctoresestánrepresentados como si no hubieranexistido y los
hechoscomo si no hubieranocurrido,en tanüoque en el primer casolos actoreses-
tin interpretadoscomorealesy los hechoscomoocurridos.Estaes unadiferenciade

1 No sólo de otros preblos; la antropología plede ejercitarse en la cultura de la cual ella


misrna forma paíe y, en efeclo, esto ocure cada vez en mayor medida, lo cual tiene profunda
importancia, perc, oomo plantea unoc cuantos espinosos y especiales problemas de segundo
odeo, por d momento dejaé a rm lado este hecho.
2 El p¡oblema de los órdenes es cief¡mente complejo. Los trabajos antropológicos basados
etr ot¡os trabajtts antrcpológicos Qos de Lévi-Strauss, por ejemplo) pueden ciertamente ser de un
cr¡arto qden o aún mÁs, y los informantes ccn frecuencia y hasta habitualmente dan
interpretacimes de segtmdo ordenl es lo que ha llegado a oütocen¡e como 'modelos nativos", En
las s¡lt¡ras ilustradas, an las que la interpretación "nativa" puede alcanzar niveles superiorcs (en
el caso del lvlagreb basta pens¡r e un lbn Jald¡ún y en el caso de los Estados Unidos en Margaret
Mead) e,sas cr.restioes se hacen verdaderamente intrincad¿s.

28
no pocaimportancia,unadiferenciaqueprecisamente lvladameBovaryencontrabadi-
fícil de entender.Perola importanciano resideen el hechode quela historiade Ma-
dameBovaryfueraunacreaciónliterariaentantoquela deCohenfuerasólounaano-
tación.Las condicionesde su creacióny su senüdo(parano deci¡nadade la calidad
litexaria)difieren.Perounahistoriaes tanfrctio,"una hechura",comola of¡a.
Los annopólogosno siempretuvieronconcienciade estehecho:de que si bien
la eulnua_existe en aquelpuestocomercial,en el fuertede la montañao en la corre-
" rí¿p¿r4robarovejas,lq a¡tropglog-ia existeen el üb¡o,en*qlaÍículo, en la conferen-
ciáién-laeipo5iffin'del museoyloy en día a vecesen la películacinematográfica.
Da¡secuentadeestosignificacomprender quela líneaqueseparamododerepresenta-
ción y contenidosustantivono puedetrazrse en el anáüsisculturalcomono puede
hacérseloen pintura; y esehechoa su vez pareceamenazarla condiciónobjetiva del
conocimientoantropológicoal sugerirquela fuentede éstees,no la realidadsocial,
sino el artificio erudito.
Lo amenaza,pero setratade unaamenazasuperficial.Eldersshpde la relación
purogr4gcaa qu" ié te presteatenciónno dependeteh habiüdadquetendálü-aufor
pEá'Ílcoger hechosprimitivosen remotoslugaresy llevarlosa supaís,comosi fue-
ranunamiáscara o unaesculturaexótica,sinoquedependedel.g¡adoenqueeseautor
seacapaz-{eclarificar lo queocurreen taleslugares,dereducirel enigma-¿qué cla-
sddé hombressonésos?- al quenaturalmente dánnacimientohechosno familiares
quesurgenen gsggl_Adgsdesconocidos. Estoplanteavariosproblemasseriosde veri-
fióñóiéñ-,o si la palabra"verificación"esdemasiado fuerteparaunacienciatanblan-
da(yo preferiríadecir"evaluación"),el problemadecómohacerunarelaciónmejora
partir de otra menosbuena.Peroaquí estiíprecisamentela virtud de la etnog¡afía.Si
ést¿esdescripcióndensay los etnógrafossonlos quehacenlasdescripciones, luego
la cuestiónfundamentalen todoejemplodadoen la descripción(ya setratede una
notaaislad¿de la libretade campo,o deunamonografíade lasdimensiones de lasde
Malinowski) es la de sabersi la descripcióndistinguelos guiñosde los tics y"lqq
guiñosverdaderos de los guiñosfingidos.Debemosmedirla validezde nuestrasexi.
flicaciones, no atendiendóa on cuerpodedatosno interpretados y a descripcionesra-.
dicalmentetenuesy superficiales, sinoatendiendo al poderdela imaginacióncientífi-:
caparaponernosen cont¿ctocon la vida de gentesexEañas.Comodijo Thoreau,no
vale la penadar la vuelta al mundoparair a conlarlos gatosque hay enZaruíbw_.-,

V
La proposiciónde queno convienea nuestrointeréspasarpor alto en la con-
duct¿humanalaspropiedades mismasquenosinteresanantesde comenzara exami-
nar esaconducta,ha elevadoa vecessuspretensiones hastael puntode afirmar:-co-
mo lg quenosinteresasonsóloesaspropiedadesno necesitamos atendera la conduc-
ta sino en forma muy sumaria.I¿ cultura se abordadel modo más efectivo, conti-
nríaestaargumentación, entendidacomo puro sistemasimbólico(la fraseque nos
ahápaes"en suspropiostérminos"),aistandosuselementos, especificando lasrela-
cionesintemasque guardanentre sí esoselementosy luego caracleizandotodo el
sistemade algunamanerageneral,de conformidadcon los símboloscenralesal¡ede-
dor de los cualesse organizóla cuhura,con las estructuras
subyacentes de que ella
es unaexpresión,o con los principiosideológicosen queella se funda.Aunquere-
presenteun claro mejoramientorespectode la nociónde culturacomo "conducta

29
aprendida"o como"fenómenosmentales",y aunqueseala fuentede algunasvigoro-
sasconcepcionesteóricasen la antropologíacontemporánea, esto,gqf*oguehermédco
mgpar-€qe correrel peligro (y de maneracrecienteha caídoen él) de óéñarlas-Due6
del irnátisisculrural a sü objeúopropio: !a lógica iúformal ¿eia viO- iéai. ño véo
gran beneficioen despojara un cbnc'eprode lo"sdefecrosOerpiiCorogiar";p;;h;;:
dirlo inmediatamente en los del esquematismo.
tlay queatendera la conductay hacerlocon ciertorigor porquqqsen el fluir de
la condtlcta- o, miásprecisamente,de la acciónsocial- dondelas fo;ñ;F-cültural¿s
encúéntrana¡ticulación.I¿ encuenúanf,ambién,por supues-é,éndiüersasclasesde
a¡efacm¡ ybri-diversosestadosde conciencia;peio estoscobá su significacióndel
papelquedesempeñan (Wittgensteindiria de su "uso') en una estructuraoperantede
vida, y no de lasrelacionesintrínsecasquepuedanguardarentresí.Lo que-creanues-
tro dramapastoraly de lo que tra[a por lo tanto esedramaeslo que cohen, el jeque
y el capitránDumari hacíancuandoseembrollaronsusrespectivospropósios: piaóti-
ca¡el comercio,defenderel honor,establecerel dominiofránés. Cualesquieraquese-
an los sistemassimbólicos"en suspropiostérminos",úenemos accesoempíricoa
ellosescrutando loshechos,y nodisponiendoentidades absftactasenesquemas unifi-
cados.
Otra implicación de,esto.esla de que la coberencia_no+uede.$-9l-!¡-pUncipal
prueb-a.de validez {e ulta descripcióncultural. Los sistemasculturalesAebelpos-eer
un mínimogradode coherencia, puesde otr¿manerano los llamaríamossistemas, y
la observaciónmuestraque normalmenletienenbastant€coherencia.Sin embargo,
nadahaymáscoherentequela alucinacióndeun paranoideo queel cuentode un es-ta-
fador. La fuerzade nuestrasinterpretacionesno puedeesnibar,como tan a menudo
seacostumbrahacerloahora,en la tenacidadcon quelas interpretacionessearticulan
firmementeo enla seguridadcon queselasexpone.creo quenadaha hechomáspa-
ra desacreditarel análisiscultural que la construcciónde impecablespinturasdebr-
den formal en cuya verdadnadiepuederealmentecreer.
Si la interpreaciónantropológicaesrealizarunalecturade lo queocurre,divor-
ciarlade lo queocurre--de lo queenun delerminadomomentoo lugar dicendetermi-
nadospersonas,de lo que éstashacen,de lo que seles hacea ellas,es deci¡, de todo
el vastonegociodel mundo- es divorciarla de susaplicacionesy hacerlavacua.u-
nabuenainterpretación.de cualquiercosa--deunpoema,de unapersona, deunahis-
toria, de un ritlal, de una insútución,de una sociedad- nos lleva a la médulamis-
ma de lo que es la interpretación.cuando éstano lo haceasi sino que nos conduce
a cualquierotrap¿rte-por ejemplo,a admirarla eleganciade suredácción,la agude-
za de su autoro las bellezasdel ordeneuclidiano- dicha interpretaciónpodrá1ener
susencantos,pero nadatiene que ver con la tareaque debfu r1€¡hzatdesenfiañarlo
que significa todo eseemedode las ovejas.
El enredode las ovejas-su robo, su devoluciónreparadora,la confiscación
políüca de ellas- es (o era) esencialmenteun discursosocial,aun cuando,comolo
indiqué antes,fuera un discursodesa¡rolladoen múltiples lenguasy tanto en actos
comoen palabras.
Al reclamarsu 'ar, cohen invocabaal paco mercantil;al reconocerla reclama-
gió1 el jeque desafiabaa la ribu de los ladrones;al aceptarsu culpabilidadla rribu
de los ladronespagóla indemnización;deseososde hacersabercon claridada los je-
quesy a los mercaderespor igual quiéneseranlos que mandabanallí ahora,los fran-
cesesmostraronsu manoimperial.Lo mismoque en todo discurso,el código no de-
terminala conductay lo que realmeñÉ3t-tfiJrrno eraneces¡io-fiá&itií iüLüo. co-

30
hen,considerandosu ilegítima situacióna los ojos del protnctorado,pdría haberde-
cidido no reclamarnada.El jeque,por análogasrazones,podríahaberrechazadola re-
clamación.La ribu de los ladrones,queaún seresistíaa la autoridadfir¿ncesa, podría
haberconsideradola incursiónco¡¡e algo "real" y podríahaberdecididolucharen lu-
gar de negociar.Los francesessi hubieransido más ludbilesy menosárrs (como en
efecúollegarona ser luego bajo la ¡¡tela señorialdel mariscalLyautey) podrÍanha-
ber permitido a Cohenqueconservarasusovejashaciéndoleunaguiñadacomopara
indicarlequepodíacontinuaren susactividadescomerciales.Y hayademásoEaspo-
sibilidades:los de lvlarmushapodrianhaberconsideradola acciónfrancesaun insulto
demasiadogrande,precipitárdoseenla disidencia;losfrancesespodrfunhaberintenta-
do no tanto humillar a Cohencomo someüermás firmementea ellos al propio je-
que; y Cohenpodría haberllegadoa la conclusiónde que,entreaquellosrenegados
beréberesy aquellossoldadosde estilo BeauGeste,ya no valía la penaejercerel co-
mercioen aquellasalturasdel Atlas y haberseretiradoa los confinesde la ciudadque
estabanmejor gobernados.Y eso fue realmenlelo que más o menosocurrió poco
despuéscuandoel proúec¡orado llegó a ejercergenuinasoberanía.Perolo importante
aquíno esdescribirlo queocurríao no ocurríaen lvlam¡ecos.@artiendode esúesim-
ple incidenteuno puedellegar a enormescomplejidadasdb experienciasocial.) Lo
importantees demosúaren qué consisteuna pieza de interpretaciónantopológica:
en trazarla curvade un discursosocialy fijarlo en unaforma susceptiblede serexa-
minada.
El_glrr0glab*:rUCc¡!9ll-SSqgsol.$-c!ales, _$spenepor escrito,los redacta..Al
hacerlo,se apartadel hechopasajeroque existe sólo en el momento.enque se da y
pasa,a unarelaciónde ese-tpchq"_qUe en,susinscripcionesy quepgedrcvql_ug+,
e_¡is¡g,
se*rconsulúada. flace ya mucho tiempo que murió el jeque, muertoen el procesode
lo que fos'fraircesesllamaban"pacificación"; el capiuánDumari, "su pacificador" se
retiró a vivir de susrecuerdosal sur de Franciay Cohenel año pasadose fue a su
"patria" Israel,en partecomorefugiado,enpafe comoperegrinoy enpartecomopa-
triarca agonizante.Pero lo que ellos se "üjeron" (en el sentidoamplio del término)
unosa oúos en una meseladel Atlas hacesesentaañosha quedadoconservado----no
perfecúamente, por cierüo- para su estudio.Paul Ricoeur, de quien tomé toda esta
ideade la inscripciónde los actosaunquealgrín[antomodificada,pregunúar 11¿-Q9_l-
jg.lc9ry,4q8?:*,
"!19 _e!,hec[ode l4blar, qinolo 'dicho' en el hablar,y entendemos por 'lo di-
chofp¡¡ e_lbabla¡esaexteriorizaqióninteniiorial coúsütr¡tivade lá finaliúád del
discursogacias a Ia cual el sagen---€l decir- tiendea converti¡seen Awsa-
ge, en enunciación,en lo enuncigdo.En suma,lo que escribimoses el noe.rll4
('el pensamiento', el 'cont€nido',la 'intencióii'fdel-iiüht SstrflÍ-dé Ia signi-
frc^acién,delev-e¡t0{e habla,no del hechocomo hecho."
Con esto no quedaodo *dicho", pues si los filósofos de Oxford recunen a
cuentitos,los fenomenólogosrecurrena grandesproposiciones;perc esto de todas
manerasnos lleva a unarespuestamásprecisade nuestrapreguntainicial "¿Quéha-
ce el etnógrafo?":el etnógrafoescribe.¡Tampocoéste pareceun descubrimiento

3 O, también más exact¿mente, "inscribe". La mayor parte de la etnografía se encontrará


ciertamente en libros y artículos antes que en películas cinematográficas, registros, museos, etc.;
pero arm er¡ libros y artículos hay por supuesto fotografías, dibujos, diagramas, tablas, etc. En

31
n''uy nohble, y para algunosfamiliarizadr¡scon la acnral .,bibliograffu"
plausible.Pero,como la respuesaestrándar serápoco
a nuestrapreguntafue ..El etnógrafoob_
serva registra ¿¡¡etiza-una concepcióndel *'nó
iA;;;r:d del Vini, vidi,
y!!=.*:.P puede
renerónsecuenci^ *f*dñ; lo queparece
a
lryla Tár
PttmeT vsta' Y no poqo imporante enre ellas es la de que distinción de esrast.s
fasesde conocimienüo(observar,registrar,an¿izar) puá¿;;;il;;úe
no serposi_
ble y gue como'operaciones"autóñomaspuedenío e¡sti,
en *uii¿u¿.
La sin¡aciónesaúnmiísdelicadaporque,comoya observamos,
mos (o traramosde inscribir) no es ¿isc*fu óocialeí !o queinscribi.
uruto;ul ;ü,=idrq";ñ;_
mosacüores (o lo somosmuymarginalmente o muy ent lno t"n",no, u._
cesodirecto, sino que sólo la pequenaparte que nuestros
"sp"clain
informanúesnos refieren.¿
Esto no es tan terriblecomopar@e,puei en reati¿a¿no
todoslos cretenses
tirososy porqueno esnecesariosaÉrlo todo para_comprender pero sonmen-
algo. hacepare_
cer rela¡.ivamenreimperfecta conggrcióndei anaisis'anrroJoü&rf .o,no
la
laciónconcepnralde hechos¿escubielios,-ó-ro manipu_
r."on.trucción lógicade unareali_
dad.Disponercrisraressiméricos-de signinru.ion,p*in";;;A;üñi"iidü;;
terial en que estabansituados,y-luego"arib"ir ," óii.ié""i" pri".ipi", aurógenos
de orden,a propiedades humanoo a vasúas"
Xi:EL::i:1e.p¡ritu Wáttansclnungen
a priori, es aspirara una cienciaque no exisree.imagin.
;;;".tid"d que no podrá
"'enconEarse. El análisiscultu¡al es(o deberíaser¡coñ¡eturaruignifiü.ions,
las conjeturasv negara conclusiones.explic"cilár4gddp estimar
y d; h;;ñil-J;;;
,.ras, noeldescubrimieno
derconüneniáae
tasiffiió"
, sajeincorpóreo. llfr*ii"¿"de supai_

VI
la descripcióneuro-griifica presenr,a tresrasgosca¡acterísticos:
^^ ,-.^T-Tq"*,oue
es rnterpretativa,
lo que interyre$ es el flujo del discu¡sosociJlialnrcrpreráción
consisteen tratarde rescatar'¡rodicho" ¿i."üro J" ñ;;;#",
y fijarlo en Érminos susceptibles¿e consuta. perecederas
"n "r" pr rr¡" n" á"üp*.iJ"-o
do, pero para bien o oara qal perduraTheArgonauts se na altera_
of trq westernpacific. Ade-
más, la.descripcióneirográficatien" *" óüá ca¡acterística,
por lo menosal co_
mo yo la pracrico:g1-4ic"fo*lgó¡¡¡sa
Esto no quieredecir queno hayainterprer,aciones antropológicasen granescara
de sociedades enteras'decivilizacioies,aeácánteci.i""iór i"""ñi¿"r,
dad, en esaexúensión etc.En reali-
de nues'os anáiisisu más amplios,ro que,junto
con susimplicacionesteóricas,los recomienda "ontr*to,
a la g;;*il
ca quelos eraboremos. lo que¡ustiri_
A.nadiele importanrealm_enüe, "r*"ió"
ni siquieraa cohen @ueno...
fal vez a cohen sí) aque[as ovejasóomo tates.La historia puede
tener suspunros

antropología ha est¿do faltando cotciencia sobre


los modos de representación --para no hablar
de los experimentos cqt ellos-,
+ En la medida en que
la idea de "observación- participante' reforzó el impulso del
antropólogo a compenetrarse *:. informantes y considerarlos antes personas que
:or
una idea valiosa. pe¡o en la medida objetos, fue
en que condujá J antropórqgo
muy especial de su propio papel_y a imaginarsJ ;rf,;-JJ;il h naturarez¿
éi-,r-o como " algo más que un transeúnle
(enambos-.."ti¿"r á" úp"1"¡-i,-*i" Á*p,. ru",,o"r,ruln"ni",i?.
#fff::" i-ponur,,"
a"

32
cukninantesy decisivos,"grandesruidos en unapequeñahabitación";pero aquelpe-
queñoepisodiono era uno de esosmomentos.
Quiere decir simplementeque el annopólogode maneracaracterísticaaborda
esasinterpretacionesmás amplias y lrree-esosanálisismrásabstractospartiendode
los conocimientosexmordinariamenteabundantesque tiene de cuestionesextrema-
damentépequeñas.Enfréntalas mismasgrandesrealidadespolíücasque otnos-los
historiadores,los economistas,los científicos políticos, los sociólogos- enfrentan
en dimensionesmayores:el Poder,el Cambio,la Fe, la Opresión,el Trabajo,la Pa-
sión, la Auoridad, la Belleza,la Violencia, el Amor, el Prestigio;sólo que el antro-
pologo las encaraen contextoslo bastanteoscuros-lugares como lvlarmushay vi
dascomo la de Cohen- para quitarleslas mayúsculasy escribirlascon minúscula.
Estasconstanciasdemasiadohumanas,"esasgrandespalab,ras quenosespantana to-
dos", üomanuna forma sencilla y domésticaen esoscontextosdomésticos.Pero
aquíestiáexactamentela ventaja,puesya hay suficientesprofundidadesen el mundo.
Sin embargo,el problemadecómollegar,partiendode unacoleccióndeminia-
turasetnogriificascomo el incidentede nuestrasovejas-un surtido de observacio-
nesy anécdotas-, a la descripciónde los paisajesculturalesde unanación,de unaé-
poca,de un continente,o de la civilización no estan fácil de'eludircon vagasalusio-
nesa las virn¡desde lo concretoy de mantenerbien firmes los pies en la tierra. Pa¡a
una ciencia nacidaen tribus indias, en las islas del PacÍfico y en las comunidades
africanasy que luego se sintió animadapor mayoresambiciones,ésteha llegado a
ser un importanteproblemametodológico,un problemaque por lo generalfue mal
manejado.l,os modelosque los antropólogoselaboraronparajustificar su pasodes-
de las verdadeslocalesa las visionesgeneralesfueron en verdadlos responsables de
socavartodalaempresaantropológicaen mayormedidaquetodocuanüo fueroncapa-
cesde urdir suscríticos:los sociólogosobsesionados con muestreos, los psicólogos
con medidaso los economistascon agregados.
De estosmodelos,los dos principalesfueron: el de Jonesvilleqogp modelo
"microcésmico-delos EstadosU;idos, y el de la isla de Pascuacomoáso déprue-
ba y mñeñtF"e-qrrirnento natural".f) bien los cielos metidosen un granode a¡e-
na, o bien las másremotascostasde la posibilidad.
" Decretarque Jonesülle es EstadosUnidos en pequeño(o que EstadosUnidos
esJonesvilleen grande)esunafalacia tanevidentequeaquílo único quenecesitaex-
plicación es cómo la genteha logradocreersemejantecosay ha esperadoque otros
la creyeran.La ideadequeunopuedehallarla esenciadesociedades nacionales,deci-
vilizaciones,de grandesreligionesen las llamadaspequeñasciudadesy aldeas"típi-
cas" espalpablementeun disparate.Lo queuno encuentraen laspequeñasciudadesy
aldeases(¡ay!) vida de pequeñas ciudadeso aldeas.Si la importanciade los estudios
localZadosymicroscópicos dependierarealmentede semejantepremisa--dequecap-
tan el mundogande en el pequeño-, dichosestudioscareceríande todarelevancia.
Peropor supuestono dependede esto.Ellugar deestudiono.eselobjetode-es.
tudio. Los antropólogosno estudianaldeas(tribus,pueblos,vecindarios...);estu-
üan en aldeas.Uno puedeestudiardiferentescosasen diferenteslugares,y en locali'
dadesconfinadassepuedenestudiarmejor algunascos¿ts, por ejemplo,lo que el do-
minio colonialafectaa marcosestablecidos deexpechtivamoral.Peroesúono signi-
fica que seael lugar lo que uno estudia.En las m¿ás
remotasprovinciasde Marruecos
y de Indonesiamedebatíconlasmismascuestiones conquesedebatieronotroscien-
tíficossocialesen lugaresmáscentrales:la cuestión,por ejemplo,de cómoseexpli
ca que las másimportunaspretensionesa la humanidadse formulen con los acentos

JJ
mota localidadcomo si fuerael mundometidoen una tazade té o el equivalenüe
so-
ciológicode una cámuade niebla.fl-ade resolverse---o en todocasoselo manten-
drádecenl.ementea raya- comprendiendo quelasaccionessocialessoncomenkrios
sobrealgomásqueellasmisinas,y quela procedencia deunainterpretaciónno deter-
minahaciadóndevaá setfiiég-óimliulsáda.Pequeños hechoshablande grandescues-
tiones,guiñoshablande epistemología o corrbríascontraovejashabñn de revolu-
ción, porqueesL'án
hechosparahacerloasí.
VII

.y esronos lleva por hn a considerarla reoría.E¿*ig¡gggnse¡lE'dg]s_s.*9lr&'.


q$J$9p*3f;'"o;$e"eUdguter¡;9sa-literatura, sueños,síñiomas,cultura- con-
sisteeffiütáléS"enfóques tiendena resiqtir(o seles permiteresisrir)laarriculacion
conceptualy a escaparasía los modossistemáücos de evaluaciónuno captaunain-
terpretacióno no la captia,comprendesu argumentoo no lo comprende,lb aceptao
no lo acepta.Aprisionadaen lo inmediatode los propiosdetalles,la interpretación
espresentada comoválida en sí mismao, lo quees peor,comovalidadapor la su-
puestameltedesarrollada sensibilidadde la personaquela presenta;todointentode
formula¡la interpretaciónen términosqueno seanlos suyospropiosesconsiderado
una parodiao, para deci¡lo con la expresiónmás severl que usanlos antropólogos
paradesignarel abusomoral, como un intenúoetnocéntrico.
En el casode estecampode estudio,que tímidamente(aunqueyo mismono
soylmido al respecto)pretendeafirmarsecomounaciencia,no cabesemejante acti-
tud.Nohay razónalgunaparaquela estructuraconceptualde unainterpretaciónsea
menosformulabley por lo tánto menossusceptiblede sujetarsea cánonesexplíci-
tos de validaciónquela de unaobservación biológicao la de un experimentofísico,
salvola razónde que los términosen quepuedanhacerseesasformulaciones, si no
faltanpor completo,son casiinexislentes.Nos¡emo¡ reduc-idos a insinua¡tgg4s.
porquecarccemosde los mediospar.aenu4c!á?ias.
Al mismotiempo,hay queadmitirqueexisteunaseriede características de la
interpretacióncultural que hacenel desarrolloteórico mucho más difícil de lo que
sueleseren otrasdisciplinas.La primeraca¡acterísticaes la necesidadde que la teo-
ríapermanezcam¿fu cercadel terrenoestudiadodelo quepermaneceenel casodecien-
cias másc?pacesde entregarse a la abst¡acciónimaginativa.En anropología,sólo
brevesvuelosde raciocinio suelenserefectivos;vuelosmásprolongadosvan a parar
a sueñoslógicosy a confusionesacadémicas con simetríaformal.como ya dijer.to,
do el quidde un enfoquesemióticode la cul$¡a esayudarnos a lograraccesoal óun-
do conceptualen el cual viven nuestrossujetos,de suerteqoepo-damos, en el senti-
do ámpliodel término,conversarcon ellos.La tensiónent¡ela presiónde estanece:
si$ádde penelralen-ununiversono familiar deacciónsimbólicay lasexigenci.as de
p- grylo técnicoen la teoriade la cultu¡a,entrela necesidadde aprehendery la nece-
sidaddeanalizares,enconsecuencia, muy grandey esencialmenñ inevitable.En rea-
üdad, cuantomás se desarrollala teoríamásprofundase hacela tensión.Estaes la
primeracondiciónde la teoríaculturat no esdueñade sí misma.Comoesinsepara-
ble de los hechosinmedialosquepresentala descripcióndensa,lalibertadde ú teo-
ríapaaforjarse de conformidadcon su lógica internaesbastantelimitada.Las gene-
ralidadesa las que logra llegar se debena la delicadezade susdisrinciones,nó a h
fuerzade susabstracciones.
Y de estose sigueunapeculiaridaden la manera(unasimplecuestiónde he-

35
sentidoestricúodel término,esúateoríano es predictiva. _Quieqpronunc.ia un diag-'
nósticono prediceel sarampión;simplementemanifiestaque alguientienesa¡ám-
pión o quea lo sumoanticipaque_es- probatrle-qUea*b¡e.Vq3.l?qo algujen.loadquicra.
Peroestalimitación,que es bien real,ha sido en generalmal interprctada y además
exagerada porquesela tomó comoque significabaque la interpretaciónculturales
meramente postfacto; que,lo mismoqueel campesino del viejo cuento,primeroha-
cemoslos agujerosen la cercay luegoal¡ededorde ellospintamosel blancode ti¡o.
No sepuedenegarquehayalgociertoen estoy quea vecessemanifiestaen lugares
prominentes. Perodebemosnegarqueésteseael resultadoinevitablede un enfoque
clínico del empleode la teoría.
Verdades que en el estiloclínico de la formulaciónteórica,la conceptualiza-
ción seendereza a la ta¡eade generarinterpretacionesde hechosqueya estána mano,
no a proyectarresultadosdemanipulaciones experimentales o a deducirestadosfutu-
ros de un determinadosistema.Peroesono significaquela teoríatengaqueajustar-
sea solamente a realidades pasadas(o, paradecirloconmásprecisión,que¡engaque
generarinterpretaciones persuasivasderealidades pasadas); tambiéndebecontemplar
-intelectualmente- realidadesfuturas.Si bien formulamosnuestrainterpretación
de un conjuntode guiñoso de una correríade ovejasdespuésde ocurridoslos he-
chos,a vecesmuy posteriotmente, el marcoteóricodentrodel cual se hacendichas
interpretacionesdebesercapazdeconúnuardandointerpretacionesdefendiblesamed
da quCaparecgna la vista nuevosfenómenossociales.Si bien uno comienzatoda
descripcióndensa(miásalláde lo obvioy superficial)partiendodeun estadodegene-
ral desconciefosobrelos fenómenosobservados y trat¿ndode orienfarseuno mis-
mo, no se inicia el trabajo(o no se deberíainiciar) con las manosintelectualmente
vacías.En cadaestudiono secreande nuevoenteramente lasideasteóricas;comoya
dije, las ideasseadoptande otros estudiosafinesy, refinadasen el proceso,se las
aplicaa nuevosproblemasde interpretación. Si dichasideasdejande serútilesante
talesproblemas, cesandeserempleadas y quedanmáso menosabandonadas. Si con-
únúansiendoútilesy arrojandonuevaluz, selas continúaelaborandoy secontinúa
usándolas.s
Semejanteconcepciónde la maneraen quefuncionalarnl.lrríaen unacienciain-
terpretativasugiereque la distinción(en todocasorelativa)que seda en la cienciaq
experimentales o de observación entre"descripción"y "explicación",seda en nues-l
fro casocomounadistinciónaúnmásrelativaentre"inscripción"("descripciónden-
sa")y "especificación"("diagnóstico"),entreestablecer la iignificaciónqu-edetermi-I
nadasaccionessocialestienenpara sus actoresy enunciar,lo más explícitamente'
quepodamos,lo queel conocimientoasíalcanzado muestrasobrela sociedadal que ,
sérefierey, mf5 att¿¿e ella, sobrela vida socialcomoáL Nuestradobletareacón-¡r
sisteen descubrirlas estructurascojlcgptualglgt e tq!9113119!-ggpggg¡g9sH9!pu-i
5 Hay que admitir que esto tiene algo de idealiz¿ción. Porque las teorías rara vez son
decididamente descanadas en el uso médico, sino que se hacen cada vez más improductivas,
gastadas,inútiles o vacuas y suelen persistir mucho después de que rm puñado de personas (aunque
éstas son f¡ecuentemente muy apasionadas) pierda todo interés por tales teorías. Ciertamente en
el caso de la antropología, más difícil resulta el problema de eliminar de la bibliografía ideas
agotadas que obtener ideas productivas, y se dan discusiones teóricas en mayor medida de lo que
uno preferiría, discusiqtes que scn más críticas que constructivas; caneras completas se han
dedicado a aprcsun¡r la defunción de nociones moribundas. A medida que progresa nuesko campo
cabría esperar que este control de la mala hierba intelectual llegue a ser una pane menos
ptominente en nuestras actividades. Pero, por eI momento, la verdad es que las viejas teorías
tienden menos a morir qrre a ser reeditadas.
I
. t (l' ;tr. t!,.
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Io que pertenece a ellas

de la teoría
un la accc simbólicatiene de-
cir sobre
Aparte de un par de artículosde orientaCióñ-fireversan cuestiones
m¿ís
\b/o esdeesramaneracómoogerala teoríaenlosensayosreunidos
aquí.
,,)'' fy:91',:-19":,
"1
'--'mtegraclón", "racionaluación","símbolo", ..ideología;',,,ethos,,,i.reu;lución-,,,
W,v " '\ 7' \' " ^urjgi
"identidad","meúfora",."estructura", ,,actor,,,i.función",.,
r¡9 'U "rito", "cosmovisién", ''sa-
worrrv
grado" y desdeluego la "cultura" misma- estií entreteiido ,en el
v l D l vl l .
,
,
^4'. dedescripcióndensaconlaesperanza dehañ
j
rencras arsnoias.ó La metaes ll@á grandescorrclGñnelflartiendo de hecho-pe_
queToslffi-dffi-ntextura muy densa,prestarapoyoa enunciaciones generalessobre
el papelde la culturaen la construccióñ de u vi¿á colectivarelacioruilidolas
exacra-
mentecon hechosespecíficosy complejos.
Tane? quexo es solamenteinterpretaciónlo que sedesarrollaen el nivel
m¿ás inmediarode la observación; tambiénsédesarollalá teoríaoequádependecon-
ceptualmentela interpretación.
. Mi inre_rés por el cqe,ntode cohen, lo mismo que el interésde Ryle por los
guiños,-nacióde algunasideasmuy generales. El modelode..la confusiónde len_
guas"(la concepciónsegúnla cual el conflicto socialno es algo que sedé cuando,
por debilidad,falta de definicióno descuido,lasformasculturaiesá"¡- o" obra¡,
si_
no másbien algoque da cuando,lo mismoquelos guiñosburlesi'os,esasformas
ry
estránpreslonadas por situaciones o intencioneinohabítualesparaobiar de maneras
no habituales)no esunaideaqueexEajedel cuentode cohen. Sela deboa colegas,
estudiantesy predecesores.
.Nuesrraen aparienciainocente"nota metidaen unabotella" es algo másque
unapinturadelos ma¡cosde significacióndentrodelos cualesactúanmeicaderes ju-
díos,guerrerosberéberes y procónsules franceses,y hasraalgo másqueunapintura
de susrecíp'ocasinterferencias-Es un argumentoeñ fauor de"raidea áó qoe,ót"uo-
rar el esquemaderelacionessocialesesreacomoda¡lascoordenadas delmúndoexperi-
mentado.Las formasde la sociedadson la sustanciade la cultura.

vIIr
Existe un cuentode la India -por lo menoslo oí como un cuentoindio- so-
bre un inglésque (habiéndoseledichó que el mundodescansabasobreunaplatafor-
ma, la cual s9 apoyabasobreel lomo de un elefanteel cual ru uóir" sosteníaso-
bre el lomo de una tortuga)preguntó(quizáfuera un etnógrafo,
" puesésaesla mane-
r¿ren quese comportan):¿y^en.qué seapoyala tortuga?G respondieronque en otra
brftga. ¿Y esaora tormga?"Ah, sahib,,despuésde?,sason o'dastortugas..
6 El grueso de los siSuient€s
, Tpítulos se rcfierc más a Indonesia que a IVlamrecos, ¡xres sólo
ahor¿ comienzo a encarar las dilicult¡des de mis materiales rclativos al norte
de Afric¿ que en su
mayor Parte fuerq¡ rcunidos rccientemente" El trabajo sobrc el campo rcalizado
en Indsresi¡ se
desarrolló q 1952-54, l95j-1958 y en t97l; en l7"mr""* q tíA, :-965-19(f., l%3_1969 y
1q72.

38
Y ésaes verdaderamente la condiciónde las cosas.No sé durantecuántotiem-'
po seríaprovechosomeditaren el encuentrode Cohen,el jeque y Dumari (el tiempo
de hacerloquizá sehayapasado);pero séquepor muchoquecontinúemeditandoen
eseencuentrono me acercaréal fondo del asunto.Tampocome he acercadomás al
fondo de cualquierotra cosasobrela cual hayaescritoen estosensayosque sigueno
en otros lugares.El análisiscultural es i Y, lo queespe-
or, cuantomás se éstaunaexEaña
uyas sonlas que sobrebasesmás
trémulas,de suefe que estudiarla materiaque se úene entre manoses intensificar
las sospechas(tanto de uno mismo como de los demás)de que uno no estáencaran-
do bien las cosas.Peroestacircunstanciaes lo que significa serun etnógrafo,aparte
de importunara personassutilescon preguntasobtusas.
Unopuedegscapar a estasituacióndevariasmaneras: la cultura
convirtiendo
en&Blorg y colec
yTlasificáqdglq¡.p
eninstrtücroñEs reduciéndola y jugandoconellas.
a estructuras \,r'
AM*. TJ
"-t\
Pero clertoesqueabrazafun conceptosemióticode cu \'
*'-
ra y un enroque vo de su
de W. B. Gallie to^
o por lo menosla
tativa,es unacienciacuyo
del consensoquepor elre-liñffi iéñto en

nuestraatenciónestámonopolizada por una


solapartede la argumentación. Aquí los monólogostienenescasovalor porqueno
hay conclusionessobrelas cualesinforma¡;1oque sedesarrollaes meramenteuna
discusión.En la medidaen que los ensayosaquíreunidosfenganalgunaimportan-
cia,éstaestribamenosen lo quedicenqueen aquelloqueatestiguan:un enormeau-
menúode interés,no sólopor la antropología, sinopor los estudiossocialesen gene-
ral y por el papelde las formassimbólicasen la vida humana.La significación,esa
evasivay mal definidaseudo-entidad queantesmuy contentosabandonábamos a los
filósofosy a los críticosliterariosparaquefrangollaranconella, ha retornadoahora
al centrode nuestradisciplina.Hastalos marxistascitana Cassirer;hastalos positi-
vistascitan a KennethBurke.
Mi propiaposiciónen el mediode todoestofue siempreLratarde resistirmeal
subjetivismo,por un lado, y al cabalismomágico,por otro; tratarde mantenerel
anáüsisde las formassimbólicaslo másestrechamente ligadoa los hechossociales
concretos,al mundopúblicode la vida comúny Eatardeorganizarel análisisde ma-
neratal quelasconexionesentreformulaciones teóricase interpretacionesno queda-
ran oscurecid¿rs con apelaciones a cienciasoscuras.Nuncame i
esrmooslble enestas
efectolo es)uno da¡rienda estoes,como
servóRobertSolow,lo mrsmoque decir que,comoes imposibleun ambienteper-
fectamente aséptico,bienpodríanpracticarse operaciones quirúrgicasen unacloaca.
Por otro lado, tampocome han impresionadolas pretensiones de la lingüísticaes-
tructural,de la ingenierÍacomputacional o de algunaotra forma avanzada de pensa-
mientoquepretendahacernoscomprender a los hombressin conocerlos. Nada
desacreditar másrápidamenteun ue semióúcode la cu
SE
te

39
siempreesxáel peügrode que el análisiscultu¡al, en buscade rastortugasque
s€encuenranmásprofundamentesituadas,pierdacontactocon las durassupérficies
de la vida, con lasrealidadespolíticasy económicasdentrode las cualeslos ñombres
estáncontenidossiempre,y pierdaconüactocon las necesidades biológicasy físicas
en que sebasanesasdurassuperficies. contra
elPglgg$sgg@.¡.siple$S!
co, esrealizarel anáüsisde esas e.sasngesidadesen primer

bre la natr¡ralezahumana"sobrela legitimidad, sobrela revoiución, sobrelo éhico,


sobrela r¡rbanización,sobreel sfaüs social,sobrela muert€,sobreel tiempo y ante
todo sobredeterminadosinte¡tos de determinadaspersoms para situar estascos¿rs
denFode un marcocomprensible,significativo.
considerarlas dimensionessimbólicasde la acciónsocial-arte, religión, ide-
ología-,ciencia,l9y, moral, sentidocomún- no es apartarsede los problemasexis-
tencialesde la üda parair a parara algúnámbito empi.ico de formajdesprovistasde
emoción;por el contrario-essumergirseen medio de ales problemas.
[4J9ecpn
a nuestras
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