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DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Cómo celebrarte sin tus ojos


Cómo llorarte sin tu rostro
Cómo nombrarte sin tu cuerpo
Como no sentirte si no arde
La sangre entre mis venas,
Cómo no darte voz
Si mi silencio al verte
Dice más que mil palabras.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Ven soplo de luz,

Infinito ardor

Que abre eternidades.

Derrama preciso

Tus olas silenciosas

Sobre nuestros pechos,

E irradia tu Gloria

Con tu secreta Aurora.

Necesito una gota de tu incendio,

Tu perpetuo sueño de sombras

Bajo mis pies descalzos,

Para que mis ojos contemplen

La constelación de imágenes

Que se hacen abismo entre tu aliento.

Ahora estoy desnudo

Ante tu Templo Absoluto,

Con un corazón que hierve

De supremos oleajes

Y la copa alzada

En ofrenda a los milagros

De tu magia.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Mi querida amiga:

Es cierto que cuando llamaste por teléfono


Y no estaba en casa
Ni dejaste un recado,
Estaba lejos, estaba, por aquí arriba del frío
Buscando y esperando
A todos los que andamos solos y perdidos,
Aunque los ruidos de la calle
Y esas sirenas de ambulancia
Traten de salvarnos desde las prisas y el olvido.

En este frío invierno


Vuelvo a encontrarme donde ya no estás,
Solo, lejos de ti, que no me escuchas,
Hundido en mares de silencio
Cuando se alejan las alas de la noche,
Pero hay niños que nos dicen que no todo está perdido.
Ya sea que esperemos, busquemos o cansados,
Hay que dejar pasar las aguas,
Pues resistirse es lo que produce el dolor,
El llanto y tanto sufrimiento.
No te preocupes,
Hay quienes desean dormir todo el día
Y olvidarse de todo,
Olvidarse de que nadie se acuerda de ellos (la gente de la calle y nosotros)
De que están solos,
Terriblemente solos entre la multitud.
Ya ves, a Fulano me lo encontré
A punto de tomar un pesero
Por el metro Chilpancingo,
Muy alegre y bien vestido
Preguntó por nosotros,
Que cómo estábamos...
Y luego pasan los días y años,
Y sin más, si acaso,
Nos cambiamos de recuerdos afectuosos
Y así nos vamos haciendo rayos de aire, neblina,
Prisas, girar a un lado, deambular en las calles,
Ir al cine, dejar ir las cosas, retenerlas,
Acudir a una cita, mirar a los peatones cruzar la calle,
Soñar y ser como un niño con voz de árbol,
Como se irán haciendo los amigos:
Inolvidables como aquel día
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Que temblamos de emoción


Al ver salir el sol en aquella playa...

Lo que pasa,
Mi muy querida amiga,
Es que no siempre estamos en el mar,
O que no siempre nos sale al encuentro
Esos milagros de luz,
Y que aquí no hay correos que nos hablen cómo surge la alegría,
Sueños que nos digan el modo de ver,
Ni llamadas que suenen en los días aciagos,
O timbres de puerta que requieran rescatarnos
Ni emociones fieles
Que nos dejen esa serena música en el pensamiento.
Aquí sólo los fríos tristes
La falta de pasión de las mareas altas
Y las gárgolas perezosas
Del aire que nos falta...
Pero a veces
El milagro de la amistad
Vuelve fresca las horas de los días.
Pero conocerás la luz de los sueños,
Le conocerás la llama honda de su flecha,
Le conocerás
Por el paso con que llega,
Por la luz con que nos ciega,
Por la voz con que nos llama,
Por el color con que viste
Y el aliento que respira;
Sobre todo, por los ojos con que mira
Y la sangre con que existe.
Tú, mi querida amiga,
Viniste a buscarme, a buscarte,
En esta ciudad en donde nadie a nadie conoce..
Donde todos nosotros,
Cada uno,
No somos otra cosa que una gota de agua,
Una mota de polvo,
De esas que salen desde el cuarto
A la luz de la mañana.
Tristes, es un decir,
Que uno, a Dios gracias,
Aún conserva serenas las palabras
Con las que doy los buenos días al sol que sale –cuando sale---
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Enfrente de mi ventana.
Y si no sale, da lo mismo,
Al viento, al aire, a la niebla y las nubes;
Saludar a este mundo en que vivimos
Con estas palabras que escribimos
Y dar gracias a la vida por el día y la noche,
Y dar gracias a los amigos que están aún,
Y por tener una palabra nuestra, aquí clavada,
Para compartirla juntos,
En donde nadie nos conoce.
En fin, ¡qué lindo ir despacio
Por entre la prisa!
¿Qué el metro se nos va?
Más corre la vida
Y nos saluda
Cuando están dos amigos
Sonriendo por la vida.

PTDA:
Un hombre solo,
Una mujer sola,
Son como polvo,
No son nada.

Saludos...

Que por aquí se te recuerda

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

¡Amor, dame
Tu luz exacta
Para nombrar las cosas
Con mi vida!

Dame primero de beber


La inocencia pura
De ese vaso de fuego
Para a-mar al mundo,
No con su sonrisa o su tristeza,
Sino al desnudo,
Sin su túnica de espejos
Ni su hechizo de sombras,
Simplemente fiel
A su pasión desnuda,
Tan imagen y semejante
Al fondo de su rostro,
Como el sol, como astro sagrado
Que me respira infinito
En el pozo bendito de mi aura.

Tengo una sed de alas


Y de renovado laberinto
Que en el hermoso centro
De tu mayor gozo
Me destino con la rueda
Que trasciende
El cordel de lo que somos.

A mayor recuerdo de tu origen,


Grandiosa luz de la conciencia,
Quiero entregarme constante
Para no prestar oídos
A este libro de sencilla voz que dice:
“Nada te pertenece,
Vives en la tierra de nadie
... y sin embargo,
Eres nada y todo”.

Bendita paradoja de mi casa,


Pero también tengo un cielo
Tan amplio y claro
Que por ella puedo entrar
Aunque no posea nada.

Me siento tan ausente,


DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Tan de nada y de nadie


Que venzo el cristal
Con que siento el alma,
Y nada me pasa ni agobia
Si la leña del amor
No quema el ritmo
Que me arrastra.

Por eso ven amor,


Guía de mis cargas
Espalda que aligera
La ventana de mis visiones
No tengo una historia
Qué compartir
Si tu me faltas.

¿Para qué retrasar tu canto?


¿Para qué destrozarse
De agravios y venganzas?
Innumerables repeticiones...
Infinitas veces me han enseñado
Que el sufrir las desventuras
Es para no crecernos
De orgullo y ambición.

Aunque la humildad
Sea sencilla y compleja
De esa madre que nos toca
El hombro de nuestras tragedias y cicatrices,
De ella nos viene
Una almendra de fuego,
Amorosa y triunfal
Que los recuerdos
Se nos hacen nada
Cuando nos bendice.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Desde la raíz de mi sueño


Te invoco noche silenciosa,
Allí en el fondo escucho
El eco de los niños
Su leve horizonte de formas
Y la inagotable eternidad
De sus viajes;
Quizás allí quepa
Todo el amarillo
De mis pasos
Y el azul de mis sueños,
Ceñido en un delirio de cielos
Y lamentos de tierra.
Pero sólo mi sombra
Ha existido allí
Y no se parece en nada
A la actitud de mis números.

Junto a mi corazón te siento


Cuando oigo el gemir de tu sangre
Cuando estás allí tendida
Como el llanto de una niña
Cuando estás pensativa en tus almohadas
Cuando te siento llorar detrás de mi muerte
Cuando lloras sin razón como tú lloras.

Cómo nos duele el surco de cenizas


Al borde
De un súbito sendero oscuro,
En la mitad de una noche enronquecida,
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Pero escucho tus golpes


Sobre el frío espejo de hielo
Ese relincho de borbotones negros
Son los suspiros
De mi imagen fantasma
Que clama
Un imperio de estrellas,
Y un salto hacia la luz
De la Gran Noche.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Desnuda tu corazón
Para no caer
Con el semblante
Partido de dolor.
Ah, vanidad,
Cáscara inútil,
Rompiste la envoltura de la fe
Bajo el desprecio de tu orgullo,
De nada te valió matarme,
Ahora sangras y lloras...
¿De qué te sirve
Esa perenne agonía
De una cadena de fatigas,
Un lastre de quejas,
Una jaula de angustias
Y una esperanza enferma?
¿En qué luz
Habremos de renacer ahora?
Desolado de las formas
Mi alma contempla
Cómo tratas
De aliviarte.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Ego siempre igual,


Fiel al ritmo de sus esclavitudes,
Sojuzgado de imprecisas locuras,
Postergando lo primario, lo urgente,
Despreciando el límite
De las profundas tempestades.
A veces altivo, flexible y centrado,
A ratos perdido, sin rostro y sollozo.
Pero aún existe
La magia de lo posible
El arte de buscar
Lo que se ama y se sueña.

Pero ya no sobornaras mi fuerza


Ni usurparas un puesto que no te corresponde,
Ni menguarás de afligidas tristezas
El imperio de mi corazón.
Te irás de mis deseos,
Te marcharas con tus pálidas excusas
Y tu compendio de torturas.
Vete cruel verdugo de mis noches,
Vete rápido, ahora mismo y para siempre,
Ahora no sembrarás dolor,
Ni duda ni pena ni miedo.
Ya jamás serás el fiel soldado,
Desaparecerás con esta fiera llama
Que despierta mi Dios sin límites.

Adiós oscuro ego,


Tu muerte será para no verte ni tenerte,
Ni sentirte ni apoyarte.
Adiós tirano,
Te aplastaré con la risa y el sueño del mundo
Ya no brotarán tus rabias, espinas y despojos,
Ni tus mimosas mordeduras
Vete visión funesta
Ya no acunarás viejos cadáveres
Ni horribles enfermedades como ídolos.
Te irás con tu arcón de malestares.
Ya no más esas preocupaciones arteriales
Nada bueno dejan
En los dominios de la fertilidad y la noche.
Sus cáscaras de sarro
Se entierran en la más espesa
De las respiraciones.
Se meten en forma de hacha
Por los intersticios de nuestros suspiros y anhelos.
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Su fina electricidad
Consume la claridad de los días.

Quiero volar...
A veces nos tardamos en nacer,
Como larvas perezosas
Cuajadas de desvelos
Y profundas muertes.

Esos estambres de dolor y llanto


No se harán nudos en mi alma,
Quemaré cada secreto anterior
A mis abismos
Para que la muerte
No me nazca dura
Ni sople sus venenos
Sobre la espalda de mi infancia.

  
DELTON SANTAMARÍA MÉXICO

Vivir sin la pensión del tiempo


No es fugarse de la vana muerte
La verdad jamás se esconde
Nada puede faltar ni ocultarse.
¿Quién está para cambiar pañales
A la sombra, al mañana y la espera?
Para esos vengativos
Desecho y roto tienen el corazón sin fuego.
Desarticulados de tanta
Obstinación de infierno
Se castigan con dureza
Lloran sobre peñascos hostiles
Se humillan con feroz desprecio
Se matan con dura firmeza
Se odian con fiel soberbia
Se castigan con horrendas
Guerras y rencores
Se envidian hasta deshacerse
En trizas y polvo
Lastimosamente amputan la felicidad
Y la historia los imita
Como afligidas sombras
Y temerosos espectros.
Pero lloras de mortalidad,
Como si la esperanza
Estuviera cocida
Entre tu espalda y tus ojos,
Mas tus ojos pueden hablar
Cuando se nublen de imprevistos
Y de escamas de temor.
Pero la verdad no tiene freno
Rige bajo cualquier imperio
Pues su furia
Es más terrible
De quienes tratan
De ahogarla.

  

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