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ESTRUCTURAS DE ACERO COMPORTAMIENTO Y DISENO OSCAR DE BUEN LOPEZ DE HEREDIA Profesor de Estructuras y Jefe de la Divisién de In- genierta Civil, Topogritica y Geodésica de la Facu!- tad de Ingenieria de la Universidad Nacional Auté- noma de México. Ingeniero Consultor. —, L — | NORIEGA EDITORES EDITORIAL LIMUSA MEXICO + ESPANA «¢ VENEZUELA © ARGENTINA COLOMBIA + PUERTO RICO Dedico este libro a dos personas y a una institucién: a mi madre, a mi esposa ya la Facultad de Ingenierfa de la Universidad Nacional Auténoma de México. Prodlogo Este libro esta basado en los dos cursos semestrales sobre disefio avanzado de estructuras de agero que imparte el autor en la Divisién de Estudios Superio- res de la Facultad de Ingenieria de la UNAM. La filosofia que ha servido de base para los cursos mencionados y, para Ia elaboracién del libro.es que el disefio estructural es mucho més que la aplicacién de un grupo de especificaciones, sin saber a veces demasiado bien de donde provienen y sin conocer adecuadamente su campo de aplicacién y sus limitaciones. Para disefiar una estructura correctamente se debe conocer el com- portamiento de cada uno de los elementos que la componen y el del conjun- to constituido por ellos, desde el instante en que empiczan a aplicarse las cargas hasta que éstas alcanzan las intensidades maximas que puede sopor- tar la estructura, de modo que una vez construida trabaje de manera correc- ta en condiciones de servicio, y tenga un coeficiente de seguridad adecuado contra la falla. En los seis primeros capitulos se estudian miembros aislados sometidos a tensidn, flexion, torsién, compresién y flexocompresién. En cada caso se describen las respuestas bajo solicitaciones de magnitud creciente, prime- ro en el intervalo elistico y después fuera de él, se identifican las diversas formas posibles de falla y se discuten los medios mas adecuados para evitar- las. El tratamiento mencionado hace que no se separen arbitrariamente, co- mo es muy comin en la literatura, los comportamientos elistico y plistico. En el capitulo 7 se trata, con bastante amplitud, la teoria de placas, consideradas como los elementos que forman todos los perfiles de acero es- tructural, ya sea laminados o hechos con placas soldadas, y en el 8 se cubren las trabes armadas esbeltas. Por tiltimo, los tres capitulos finales estén dedicados al estudio de los marcos rigidos, que constituyen el sistema més usado en Ia actualidad en edificios con estructura de acero. También se considera cémo se comportan en los dos intervalos, eldstico ¢ ineléstico. El libro esta destinado al disefio de estructuras de acero, y en él no se tratan Ios métodos de anilisis elastico; sin embargo, si se estudia con cierta amplitud el andlisis plistico, pues se considera que es todavia relativamente poco conocido en nuestro medio, a pesar de sus ventajas en algunos proble- mas de disefio y de la necesidad de conocer el comportamiento plistico de las estructuras si se quieren obtener disefios eficientes, aun cuando se hagan, en teoria, por métodos elésticos. vi VIM Protogo Puesto que el énfasis estd puesto en el comportamiento, el libro no esta basado en ningiin cédigo de especificaciones; sin embargo, al resolver algunos Problemas de discfio es indispensable completar la informacién teérica y experimental con las recomendaciones contenidas en una norma; en ese caso se han utilizado principalmente las “Especificaciones para el Diseiio, Fabrica- cin y Montaje de Acero Estructural para Edificios” publicadas por el Instituto Americano de la Construccién en Acero (A.LS.C.) en febrero de 1969, teniendo en cuenta también las adiciones y modificaciones incluidas en los suplementos 1 a 3, de noviembre 1970, diciembre 1971 y junio 1974. ‘También se han empleado, en ocasiones, cl Reglamento de las Construcciones Para el Distrito Federal, de 1976, y algunas normas europeas. (El A.LS.C. publicé en noviembre de 1978 una nueva version de sus especificaciones; en lof aspectos que interesan en este libro sigue siendo igual a la de 1969 con los suplementos mencionados, por lo que todas las {Srmulas utilizadas aqui siguen en vigor en las normas de 1978). Aunque ¢ét4 basido en un curso-de postgrad, este libro puede utilizar: se a nivel de licenciatura, escogiendo adecuadamente los tetas que se trata- ran en clase y los que deberan leer los estudiantes conio comiplemento fucra de las aulas. Ademis, puede ser utilizado como libro de consulta por ingenie- Tos y arquitectos dedicados af disefto’de estructitras de acer. Al final de cada capitulo se incluye una lista bastanté extensa de referencias. Oscar de Buen Lépez de Heredia. México, D. F Contenido INTRODUCCION 5 oe Referencias CAPITULO 1. Tensién Ll 1.2 1.3 14 14d 14.2 1.4.3 144 15 CAPITULO 2. Flexién 21 2.2 2.3 2.3.1 24 241 2.4.2 24.3 2.5 2.6 27 27.1 2.7.2 2.8 2.8.1 2.8.2 2.8.3 Introduccién Disefio ..... Ejemplo . Estructuras hiperestiticas formadas por barras en tension .. Solucidn elistica .. Comportamiento clasto-plistico .....6.+ + Anilisis plastico .... Discusién de resultados . Problémas .. Introduccién Comportamiento de una barra flexionada . . Comportamiento de vigas que fallan por exceso o de flexién en el plano de las cargas : Obtencién de la grifica momento-curvatura de una seccién rectangular sin esfuerzos residuales, sometida a flexion alre- dedor de su eje centroidal y’ principal x........... Teoria plastica simple . . Hipétesis fundamentales . Comportamiento de vigas bajo carga creciente ..... Determinacién directa de la carga de colapso . . Disefio por flexién de una viga ..... ++. +++ Importancia del endurecimiento por deformacién ..... Teoria plastica simple aplicada a estructuras reticulares . .. Caracteristicas del diagrama de moirientos flexionantes co- rrespondiente al colapso de una estructura Teoremas fundamentales del anilisis pléstico ............ Métodos generales de anilisis plistico ........2+ 00.0006 Método estatico ..,...,.+. Método de los mecanismos . Ejemplos .. 1x XVII ORO ONNNNEE 10 10 14 14 15 21 22 23 25 25 25 28 28 29 32 X Contenido 2.8.4 2.8.5 2.8.6 2.8.7 2.9 2.10 2.10.1 211 2ALd 2.12 2.12. 213 Referencias PITULO 3, Torsion . Aplicacion del método de los me nismos a estructuras con barras inclinadas ............ cere Distribucién plastica de momentos . Ejemplos Cargas distribuidas . Ejemplos de diseiio . Cortante . Introduccion... Comportamiento elistico Especificaciones para diseio . Comportamiento inelistico .... Especificaciones para diseiio . Problemas 31 Introduccion 3.2 Teoria de la torsidn pura (o torsion de 3.3 Analogia de la membrana... 3.3.1 Seccidn rectangular angosta ... . pond : 3.3.2. Torsion pura de barras de seccién transversal abierta forma. da por rectangulos angostos ....... 3.3.3 Torsién pura de secciones huecas de paredes delgadas . 3.4 Torsién pura en el intervalo inelistico 5 Torsién no uniforme de barras de seccién transversal abierta y de paredes delgadas : 3.5.1 Calculo de los esfuerzos y del momento resistente produci dos por la oposicién al alabeo....... 04.5 3.5.2 Aplicacién de los resultados anteriores a barras de seccién transversal Lo... eee eee eee eee 3.6 Torsién primaria en estructuras . 3.7 Problemas . . Referencias.......4. CAPITULO 4. La columna aislada ....... - 4.1 Introduccién ; 4.2 Nociones de inestabilidad 4.2.1 Modelo con un grado de libertad. 4.2.2 Modelo con dos grados de libertad . 4.3 Comportamiento de columnas de diferentes longitudes . 44 Pandeo elistico.. 45 Pandeo por flexién . 4.5.1 Pandeo clistico........ 4.00005 : 4.5.2 Determinacién de la carga critica ... 4.5.3 Esfuerzo critico . 4.5.4 Longitud efectiva 4.5.5 Pandeo inelastico 0... 20.6200 cece eee e eee ences 4.5.6 Teoria del médulo tangente .... 4.5.7 Teoria del médulo reducido . 4.5.8 Lacontribucién de Shanley .... 4.6 Obtencién de curvas para el disefio de columnas cargadas axialmente ., 35 38 40 49 56 63 63 64 66 66 69 7 4 75 15 75 771 78 79 81 83 84 86 92 103 103 105 107 107 108 108 110 112 113 119 119 121 123 123 126 127 127 129 131 Contenido XI 4.7 Influencia de los esfuerzos residuales sobre la capacidad de carga axial de las columnas de acero estructural . 4.7.1 Ciilculo de los esfuerzos criticos en columnas con esfuerzos residuales 4.7.2. Columnas hechas con placas soldadas ... ; 4.8 Pandeo en el intervalo de endurecimiento por deformacion . 49 Formulas de disefio 4.10 Férmulas empiricas 4.11 Disefio basado en la resistencia dltima . 4.12 Problemas Referencias CAPITULO 5, Pandeo lateral de vigas 5.7.8 5.8 Ejemplos . 5.9 Problemas . Referencias... CAPITULO 6. Flexocompresién 6.1 6.2 6.2.1 6.2.2 6.2.3 6.3 6.3.1 Introduccién . Pandeo lateral elistico . . Vigas I sometidas a flexién pura . Influencia de las condiciones de apoyo y de carga Vigas de seccién transversal. rectangular, maciza o hueca Pandeo lateral ineléstico . . Comportamiento de vigas de diversas longitudes Pandco lateral de vigas de longitud intermedia . . Determinacién de la carga de pandeo de acuerdo con la teo- ria del médulo tangente ............ Inestabilidad de vigas completamente plastificadas Requisitos de contraventeo en disefio elastico y plistico . Capacidad de rotacién .. Pandeo lateral de vigas bajo momento uniforme . Pandeo lateral de vigas bajo momento variable Disefio de vigas cuya capacidad de carga esta regida por la resistencia al pandeo lateral . Formulas aproximadas para la determinacién de la carga cri- tica de pandeo . . ; Secciones I y H, laminadas o formadas por tres placas solda- das . Secciones ]{ de lamina delgada Especificaciones para disefio . Disefio basado en esfuerzos permisibles. Sccciones abiertas. Diseito basado en esfuerzos permisibles. Secciones en cajén . Disefio plistico . .. Introduccién . Comportamiento de barras flexocomprimidas . Columnas aisladas Columnas que forman parte de marcos Curvas momento-rotacién de barras flexocamprimidas aisla Piezas cortas, sin problemas de inestabilidad Tratamiento eléstico . 134 187 143 144 148 152 154 157 158 161 161 162 162 166 172 173 178 174 176 180 182 182 183 186 192 196 196 199 199 199 208 209 211 219 220 223 223 224 224 227 228 230 230 XI Contenido 6.3.2 Tratamiento plastico .. seeeeeeeee 6.4 Piezas largas flexionadas alrededor de uno de sus ejes cen- troidales y principales . . 6.5 _Piezas largas que fallan por exceso de flexién en el plano de los momentos. Comportamiento elastico cesses 6.5.1 Factor de amplificacion . 6.5.2 Terminacin del comportamiento elastico . 6.5.3 Calculo aproximado del factor de amplificacion .......... 6.5.4 Otras condiciones de carga . 6.5.5 Ecuaciones de interaccién . 6.6 _Piezas largas que fallan por exceso de flexidn en el plano de los momentos. Comportamiento inelistico . 6.6.1 Calculo de la resistencia maxima 6.7 Curvas de deformacién de las columnas . 6.7.1 Relaciones fundamentales . . 6.7.2 Obtencidn de las CDC 6.7.3 Empleo de las curvas de deformacin 6.7.4 Empleo de las curvas momento-rotacién . . F 68 — Pandeo de piezas largas flexionadas alrededor de su eje de mayor momento de inercia . 6.8.1 Pandeo elistico 6.8.2 Pandeo ineléstico 6.9 Piczas largas en flexion biaxial .. 6.9.1 Solucién elistica .. 6.9.2 Solucién inelastica testes 6.10 Especificaciones para disefio . 6.10.1 Disefio basado en esfuerzos permisibles . 6.10.2 Disefio plistico ..... 6.10.3 *Determinacién del coeficiente Cy tecomendado por el AISC para columnas cuyos extremos pueden desplazarse li- nealmente (marcos “no contraventeados”) . . . 6.10.4 Otras especificaciones seeeee 6.11 Problemas......... Reférencias . CAPITULO 7. Placas 7 7.2 13 7.3.1 73.2 1 74 Introduccion Comportamiento de placas comprimidas Placas comprimidas en una sola direccién Pandeo clistico ......s6..00+ ceeeereee Interaccién de los elementos planos que forman una sec- clon see... erence = Pandeo inclastico ....... Otras condiciones de carga . .. Placas sometidas a esfuerzos longitudinales no uniformes Pandeo elastico ...... Placas sometidas a fuerzas cortantes aplicadas en los bordes . Pandeo elastico. .. 2. 2-2 ee eee sae Placas sometidas a la accién combinada de fuerzas longitu- dinales y fuerzas cortantes Pandeslinelartico epee eee reer eee rere 230 238 238 239 240 242 247 248 250 251 265 266 268 270 274 276 277 279 285 286 294 298 299 301 306 307 308 310 313 313 314 315 316 329 335 338 339 340 342 342 344 246 CAPITULO 9. Marcos.r 9.1 9.2 9.3 9.3.1 9.3.2 Contenido 7.9 Placas atiesadas + 7.9.1. Placas comprimidas en una sola diregcién . 7.9.2 Placas sometidas a flexion : 719.3 Placas sometidas a fuerzas cortantes aplicadas en los bordes . 7.9.4 Placas bajo flexién y cortante combinados . 7.9.5 Pandeo ineléstico . .7.10 © ‘Resistencia posterior al pandeo . 7.10.1 + Placas comprimidas 7.10.2 Placas en cortante puro 7.11 Efecto de las imperfecciones iniciales sobre el comporta- miento de las placas 7.12 Gileulo de la resistencia posterior al pandeo 7112.1 Placas comprimidas apoyadas en los dos bordes longitudina: les... 7.12.2 Placas en cortante puro". -T123 Placas en cortante puro, con atiesadores transversales y lon- gitudinales combinados : F 7.18 Pandeo en el intervalo de endurecimiento por deformacin . 7.13.1 Pandleo de placas brtotrépicas ». ..\. 7.18.2 Pandeo por torsién del patin comprimido’ . 7.14 Aplicaciones de la teoria del parideo de placas al disco de miembros estructurales 27.141 Disefio basado en esfuerzos permisibles 7.14.2. Disefio basado en la resistencia posterior al pandeo ". . 7.14.8. Disefio plistico . 7.15. Problemas Referencias CAPITULO 8. Trabes armadas 8.1 Introduccién 8.2 Criterios de disefio . 83 _Disefo basado en la resistencia al pandeo.. 8.3.1 Patines 5 +8.3.2 Alma 8.3.3 Atiesadores . 8.3.4 _Ejemplo 8.1 . , 8.4 _Disefio basado en la resistencia real de la trabe , 8.4.1 Resistencia ala flexion 8.4.2 Resistencia ala fuerza cortante . 84.3. Resistencia bajo la accién combinada de flexion y fuerza cortante . 8.4.4 Factores adicionales en el disedio del alma 8.4.5 Ejemplo 8.2 . 8.5 Problemas Referencias . 8.1: Conceptos generales Introduccién Elementos que componen un marco rigido Comportamiento de marcos rigidos . Formas de falla . Disefio..... XI 348 348 354 358 361 361 365 366 368 370 371 371 375 381 382 382 385 387 387 395 412 413 417 419 419 419 420 420 420 423 426 428 428 433 437 439 441 445 447 449 449 450 451 451 452 XIV Contenido 9.3.3 Curvas carga-desplazamiento ........0.0.04 Peeeeee 9.4 Métodos aproximados para obtener las curvas carga-despla- zamiento , 5 9.4.1 Hipétesis relativas al material . ree 9.4.2. Hipotesis relativas al efecto de las deformaciones sobre el equilibrio de miembros aislados y de la estructura comple- tase... bette eee ee 9.4.8 Métodos de andlisis.......... Referencias . CAPITULO 10. Marcos rigidos I: Pandeo 10.1 Introduccién : 10.2 —_ Inestabilidad eldstica de marcos rigidos : 10.3 Pandeo elistico. Métodos para la obtencién de las cargas criticas eee 10.4 —Calculo de cargas eriticas por el método de las rigideces 10.4.1 Ejemplos ...... sb eeneveenesenes 10.5 Marcos rigidos de varios pisos. Soluciones aproximadas 10.5.1 Pandeo de conjunto de marcos rigidos . . 10.5.2 Pandeo de columnas aisladas ......... ++ 10.5.3 Pandeo lateral de un entrepiso . 10.5.4 Pandeo de marcos no contraventeados .. . eect eer eee 10.6 Pandeo inelastic de marcos rigidos 10.7 Pandeo de marcos contraventeados 10.8 Pandeo de marcos no contraventeados .......... 10.8.1 Soluciones analiticas ..... a 10.8.2 Métodos aproximados .. 10.9 Problemas Referencias ...... 6.0. s eee e ee bees CAPITULO 11. Marcos rigidos III: Disefio . 11.1 Introduccién . ; 11.2 Marcos de un nivel .. 11.2.1 Marcos de dos aguas . nee 11.3 Marcos de dos niveles . .. ; 114 Marcos de varios niveles . . 115 Anilisis elistico y disefio basado en esfuerzos permisibles . 11.5.1 Anilisis de primer orden . a 11.5.2 Anilisis de segundo orden ..... eee 115.8 Resumen de métodos empleados para dl disefio de columnas de marcos rigidos analizados elésticamente ..... 11.6 — Anilisis y diseito plistico ...... 11.6.1 Introduccion .......--.0- 005 . 11.6.2 Edificios con marcos contraventeados 11.6.3 Edificios con marcos no contraventeados oe 11.7 Observaciones sobre el comportamiento de los marcos rigi dos . ares : bes Referencias 7 APENDICE A. Ecuaciones generales de equilibrio de segundo orden de la barra recta y de seccin transversal constante 453 453 453 454 454 459 461 461 461 462 463 465 474 475 476 490 499 509 509 512 513 514 525 527 529 529 529 530 552 566 567 567 567 587 589 589 591 619 648 649 651 Contenido XV APENDICE B. Placas planas delgadas cargadas en los bordes; ecuacio- nes generales de equilibrio 657 APENDICE C. Funciones de estabilidad ...-..- 40-002 00e00000+ 663 E]. disefio estructural es yn arte en el que se utilizan Ja experiencia abtenida en construcciones anterio- res, realizadas con o sin éxito, las leyes de la fisica y las mateméficas, y los resultados de investigacio- nes de laboratorie, para obtency la geometria y las dimensiones de structures que se comporten de yna manera segura y eficiente, que sean econémi- cas en canstruccién y mantenimiento y que scan estéticamente agradables, Este libro se refiere a.uno solo de los muchas as- pectas del proceso de disefio, el estudio del com- partamiento bajo carga de estructuras reticulares dg acero y de log elementos que las componen, pa- ra determinar si est4 suficientemente cerca del comportamiento deseada, E| disefio de una estructura, en el aspecta limjta- dg mencionado en el parrafo anterior, ¢s un:prace- so iterativo, En up primer paso se suponen las di- mensiones de las secciones transversales de los miembros, para lo que se utiliza la experiencia de diseios anterigres o la informacian obtenida me- diante métadas aproximados de andlisis y disefio; en seguida se determinan los efectos ocasionados por las cargas y demds solicitaciones sobre una es tructura con las caracteristicas escogidas en e} pri- mer paso y, en una tercera etapa, se revisa el com: partamiento de los miembros y conexiones sypucs tos, somstidos. a las solicitaciones calculadas, asf como el de la estructura completa. $j ¢] comporta- miento €4 satisfactorio, el prablema ha sido resuel- 9; en casa cantraria se repite ¢l ciclo, partiendo de un puevo conjunte modificado de dimensiones, ha- ciendo otro andlisis y volviendo a revisar el com- portamiento, Para conocer adecuadamente ¢] comportamiento de un elemento estructural debe estudiarse su res- puesta bajo solicitaciones de magnitud creciente, Introducci6én desde que se inicia el proceso de carga hasta que se Ilega.a un estado de falla, Bajo solicitaciones de pe- quefia intensidad la respuesta de las estructuras de acero es aproximadamente eldstica y lineal, el estu- dio de su comportamiento se basa en la ley de Hoo- ke, y se realiza mediante los métodas convenciona- les de andlisis eldstico y por medio de las formulas de la resistencia de materiales, aplicadas en ese in- tervalo; sin embargo, como los métodos elisticos no son aplicables cuando los esfuerzos sobrepasan el limite de proporcionalidad del material, son in- servibles para describir el colapso cuando, como su- cede con frecuencia, se presenta arriba de ese limi- te, y es necesario emplear otros procedimientos de anilisis y disenio, No se trataran en este libro los métodos elisticos de andlisis, que se suponen conocidos por el lector, pero si los métodos plisticos, y se estudiard el com- portamiento de elementos estructurales y marcos rigidos de acero dentro y fuera del intervalo elésti- co, hasta llegar al colapso. El concepto de seguridad (Refs. 1, 2 y 5). El in- geniero civil en general, y el estructurista en parti- cular, se ha preacupado siempre por la seguridad de las construcciones que crea. En un principio el concepto de seguridad estaba incluido. implicitamente en la experiencia ¢ intui cidn del disefiadoy, sin que existiese ninguna defini- cidn explicita de] mismo. El estudio de las estruc- turas construidas can éxito y de las ahundantes fa- as que hubo en esa etapa fue evando a una mejor camprension del compastamiento estructural, que se tradujo en una seguridad cada vez mayor en pro yectos subsecuentes, Al incorpararse la teoria de la clastigidad en el disefio el concepto de seguridad empeza a ser ex- ptesade formalmente en ¢! Hamado coeficiente de xv XVIII Introduccién seguridad y en los esfuerzos permisibles asociados con él, En este perfodo un conocimiento limitado dle las propiedades de los materiales se asocié con una mejoria supuesta en la comprensién del com- portamiento de las estructuras, Aparentemente, de acuerdo con los resultados obtenidos, el método se- guido proporcionauna seguridad satisfactoria, pero fiehé el grave theonveniente “de que no permite co- nocer el grado de seguridad real de las estructuras que se obtienen al aplicarlo. En la actualidad (1979) el dimensionamiento de las estructuras metélicas sigue estando basado en la mayorfa de los casos en el concepto tradicional del coeficiente de seguridad: se supone que una cons- i uccién tiene una seguridad adecuada respecto a la si los esfuerzos m4ximos producidos’ por’ Tas cangas de’servicio y calculados con las formulas de lu resistencla de materiales, en régimen elistico, no sobrepasan en ningan punto el esfiierzo admisible 0g = 9y/CS.*;"donite oy es el esfuero de fluencia del acero y'CS, que es siénipre mayér que la uni- dad, es el coeficiente de seguridad escogido para el tipo de solicitacion en estudio. La nocién del coeficiente de seguridad esté basa- da en las dos hipétesis implicitas sigitietites: 1, La distribucién de esfuerzos:tn la estructura en el instante del colapso es semejante a laexisten- te en el intervalo elasticos es decir, se supone que las relacionés entre las magnitudes de los esfuerzos en los diversos puntos de la estructura se mantie- nen fijas durante todo él proceso de carga, hasta egar al colapso. 2. La falla de la estructura es provocada por‘utt ineremento proporcional de todas las solicitaci nes; 4 La primera hipotesis es frecuentemente falsa por que ignora la redistribucién de esfuerzos que se presenta, antes de la falla, en las secciones transver- sales de as barras y en los diferentes miembros que componen una estructura, ocasionada por la plasti- ficacién del metal; y-a segunda no es realista, pues thientias Tas cargas muertas son fijas a través del tiempo, las vivas 'y las accidentales pueden variar dentro de,limites muy separados. Se obtiene un concepto de seguridad algo distin- to.del tradicional utilizando factores de. carga-y la resistenicia Gltima de miembros y estructaras (el factor de carga puede definirse como el cociente de Ia carga de colapso dividida entre‘la de trabajo) pe- ro, alinque representa tna mejoria considerable so- bre el tratamiento original, este procedimiento no permite: tampoco resblver el probléma ‘central-de 0 0q=ey/CS cuando la flla se produce por inestablidd. definir y expresar el concepto de seguridad de una manera racional. Para resolver ese problema debe tenerse en cuen- ta que las cargas que obran sobre las estructuras, las propiedades mecinicas y geométricas de los mate- iales utilizados en ellas y la calidad de la mano de obra son cantidades variables; ademés, debe recor- darse que la importancia de los errores introduci dos por las suposiciones y la falta de exactitud de los métodos de andlisis y diseiio es siempre incierta, en mayor o menor grado. Como un resultado de estos fendmenos se llega a la eonclusién de que el disefo estructural debe basarse, necesariamente, en un concepto de seguri- dad que incluya la probabilidad de falla. Esto ha si- do expresado por Freudeltthal (Ref. 6) al afirmar que “la diferencia entre un‘disefio seguro y otro inseguro esté en el grado ‘de riesgo considerado aceptable, no én la falsd ilusién de que ese riesgo pucde sér eliminado completamente”. Sin embar- go, los fenémenos mencionados arriba, aunque va- Hiables, noson ‘hecesariamente aleatorios, de ma- nera que en la actualidad no es posible tratar la seguridad de las estructuras de una manera comple- tamente probabilistica, sithacién que seguird pre- valeciendo cuando menos en el futuro inmediato. Puede afirinarse que el dbjeto del diseiio estruc- tural es la obtencién de estructuras que tengan una probabilidad acéptable (que debe ser uniforme para todas las construcciones de un mismo tipo) de no volverse inservibles durante cierto periodo especiti- cado de tiempo, tamado vida itil de la estractu- ra, teniendo en cuent af mismo tiempo la estética y la economia de la construccién, relacionida con su cote total que incluye costos de disefio, cons- truccién, mantenimiento y reparacién. Gon los Conocimientés actuales es dificil, si’no imposible, determinar qué constituye un riesgo aceptable, en términos de probabilidades; no es f4- cil tampoco fijar las vidas titiles de estructuras de diversos tipos; ademés, hay fendmenos no aleato- riés que influyer en el proceso de disefto y que no ptieden incluirse en uh enfoque probabilistico, y es muy diffeil obtener los datos relevantes de los fe- némenos aleatorios; por iiltimo, no es facil incluir conceptos probabilfsticos de una manera suficien- temente sencilla para Ser utilizados en disefios ruti- natios. Por ejemplo, no se cuenta todavia con informa- cién completa sobré fenémerios tan fundamentales come son la variacién’ del esfuerzo de fluencia real del acero, Ia de las cargas vivas y Ia de las propieda- des geométricas de las secciones ¢structurales, y hay otros tipos de informacién, como la relativa a las inoertidumbres producidas por las idealizaciones anatiticas, las imperfecciones en la construccién 0 los esfuerzos introducidos durante la fabricacién o por hundimientos diferenciales imprevisibles de los apoyos, que quizd no se conocerin nunca por com- pleto. ‘Aceptando 1a imposibilidad actual de utilizar métodos completamente probabilisticos, pero con la intencién de mejorar la metodologia del disco, se han buscado procedimientos que conservando las formas tradicionales ‘permitan incorporar en el disefio consideraciones estadisticas relativas a las cargas, resistencias, propiedades geométricas, etc, utilizando la teoria’ de: probabilidades como el vehiculo formal para manejar esa informacion. * Dentro de este enfoque se observa que los factd- res que influyen en li resistencia de una construc- cién, variables todos ellos, ya'sean aleatorios 0 rio, se agrupan en tres categorias: 1. Resistencia" real del material empleado, di- mensiones geométricas reales y tolerancias. 2. Solicitaciones reales, de cualquier tipo, a que estard sujeta la éstructura durante su vida util. 3: Grado de aproximacién obtenido en los céleu- los. Para incluir en el diseflo muchas de las ventajas del enfoque probabilistico, evitando al mismo tiempo complicaciones inttiles, es conveniente uti- lizar valores caracteristicos de 1a resistencia de Jos materiales y de las cargas, basados en una pro- babilidad fija de que los valores reales sean meno- res © mayores que los escogidos, y cubrir los facto- res de incertidumbre restantes transformandolos en valores de diseno por medio de ciertos coeficien- tes que'dependen del tipo de falla que se desce evi- tar, de la clase de material y estructura; etc. La resistencia de los materiales, determinada por medio de ensayes adecuados, se atiliza para definir la resistencia caracteristica Ry: R=R,, —KS R,, © el promedio aritmético de los resultados de 10s ensayes, 5 la desviacién estandar de esos re- sultados y K un coeficiente que depende de la pro- babilidad, aceptada a priori, de que se obtengan re- sistencias menores que R, « “Fain en diseios basados en el concepto tradicional del coeficiente de:seguridad se tiene en cuenta, empiricamente, a mayor o menor probabilidad de que se presenten ciertas combinaciones de carga, al clevar los esfuerzos de trabajo para solicitaciones producidat por cargas permanentes y eventuales, y al no disefiar nunca para viento y sismo simul- tancos. Introducei6n XIX Las solicitaciones caracteristicas se determinan utilizando un tratamiento andlogo: S, = St KS La resistencia y la solicitacién de diseio estén dadas por Ry Lm? Yq €8 un cocficiente de reduccién de la resisten- cia que tiene en cuenta que la resistencia del mate: rial en la estructura es menor que Ia obtenida en ensayos en especimenes, asf como otras causas po- sibles de disminucién, y 7, es un coeficiente de in- cremento de las solicitaciones que cubre la posibili- dad de que éstas sean més desfavorables que las consideradas en el disefio. Diseiio basado en estados limite. (Refs. 3, 4 y 5) Se dice que se ha alcanzado un estado limite (0 mite de utilidad estructural) cuando la estructura, 0 una parte de ella, deja de cumplir satisfactoriamen- te la funcién para la que fue disefiada y construida. Se definen estados limite de dos tipos: a) De resistencia. b) De servicio. Los primeros corresponden a la capacidad ma: ma de carga asociada con el colapso total o parcial de la estructura 0 con deformaciones inelésticas de magnitud inaceptable, y los segundos estan relacio- nados con los criterios que gobiemnan el uso normal de la construccién con respecto a deformaciones inaceptables, desplazamientos, vibraciones, etc. Estados limite de servicio Estados limite de deformaciones. La importan- cia de las deformaciones de las estructuras no pro- viene de ellas en si sino de sus consecuencias, por lo que pueden considerarse tres grupos de estados limite, correspondientes a a, Apariencia. b. Riesgo de dafios en otras partes de la cons- trucci6n, o en equipos que haya en ella. c. Sensacion de inseguridad y falta de confort en las personas que viven o trabajan en el edifi- cio. Desde el punto de vista del aspecto de una cons- truccién no es posible dar valores generales de las magnitudes permisibles de las deformaciones, y algo semejante sucede con respecto a la sensacidn de in- seguridad 0 falta de comodidad de los usuarios, XX Introducci6n aunque en los ultimos tiempos se han realizado in- vestigaciones sobre este problema que han sefialado que los factores determinantes no son, en general, las magnitudes de las deformaciones, sino las carac- teristicas de las vibraciones del edificio. Las deformaciones permisibles de las estructuras se relacionan en la mayoria de los casos con el ries- go de que si se exceden se produzcan dajios en otras partes del edificio, como muros de relleno, canceles y ventanas.Como una consecuencia, los va- lores maximos permisibles dependen de las carac- teristicas de los elementos que pueden ser dafiados, y no de la estructura en sf. Las condiciones. de los estados limite de servicio hacen que el método més apropiado para investi- garlos sea casi siempre la teoria de la elasticidad. Estados Ifmite de resistencia Cuando se alcanza un estado Ifmite de resistencia se presenta un colapso total de la estructura o de tina parte de ella, o aparecen dafios tan grandes que toda © parte puede considerarse destruida. Se distinguen los estados Ifmite de resistencia si- guientes: Estado limite de capacidades. Se alcanza cuando las resistencias maximas se utilizan simulténeamen- te en un niimero de secciones transversales suficien- te para que la estructura, o parte de ella, se convier- ta en un mecanismo, incapaz de satisfacer las con- diciones de equilibrio si se aumentan las cargas. En estructuras isostdticas este estado limite queda determinado generalmente por una sola sec- cién, mientras que en las hiperestaticas lo determi- na el comportamiento de varias secciones, las nece- sarias para la formacién del mecanismo. Cuando las resistencias maximas se alcanzan si- multaneamente en todas las secciones que definen el mecanismo los momentos y fuerzas en la estruc- tura sé calculan aplicando la teoria de la plasticidad (suele hablarse entonces de un estado limite de ‘mecanismo), pero hay casos en los que las carac- teristicas de deformacién de la eétructura hacen imposible que se llegue a la carga correspondiente al mecanismo de colapso, y el pandeo local de al- mas o patines puede también reducir la resistencia maxima por debajo de la prevista por el andlisis plistico. Por estas razones, si bien en muchos casos se jus- tifica suponer un comportamiento plistico comple- to y utilizar el andlisis plastico para definir este es- tado limite, en otros deben emplearse teorias plas- ticas modificadas, 0 la teorfa eldstica. Estado limite de inestabilidad. La capacidad de carga de una estructura, con respecto a fenémenos de inestabilidad, depende fundémentalmente de la igidez de los elementos que la componen y de im- perfecciones en su geometria (excentricidades, cur- vaturas iniciales de miembros supuestamente rec- tos, etc.). El estado limite se alcanza cuando la es- tructura en conjunto, o una parte de ella, pierde to- talmente su rigidez. Los célculos pueden hacerse mediante la teorfa de la elasticidad o la de la plasticidad, cualquiera de llag de segundo orden. $i se utiliza la teoria de la plasticidad de segundo orden no hay diferencias fundamentales entre los estados limite de inesta- bilidad y de capacidad de carga, En ocasiones debe prestarse consideracién espe- cial a métodos de andlisis y disefio que permitan determinar el comportamiento en el intervalo pos- terior a la iniciacién del pandeo, sobre todo en ele- mentos de paredes delgadas. Estado Limite de fractura frégil. La posibilidad de una fractura frdgil en un elemento estructural depende fundamentalmente de las propiedades del material con que estd hecho, de la forma y carac- teristicas de los detalles de la estructura, de la tem- peratura y de la velocidad de aplicacién de las car- Las condiciones desfavorables como, por ejem- plo, una temperatura de trabajo muy baja, pueden compensarse en general utilizando materiales de ductilidad adecuada y disefiando los detalles (em- palmes, conexiones entre miembros, etc) de mane- Ta que no haya muescas que produzcan concentra- ciones de esfuerzos, por lo que las fracturas de tipo frégil pueden evitarse casi siempre en las estructu- ras de acero. Cuando se presentan son iniciadas frecuentemen- te por algin tipo de esfuerzo residual, que puede ser independiente de las cargas y de la resistencia del material, por lo que el disefio referente al riesgo de fractura frégil no puede hacerse normalmente utilizando estados limite, aunque en casos especi les la posibilidad de una fractura de este tipo si es determinada por la resistencia de la estructura y sus condiciones de carga. Estado limite de fatiga. Se define por la ampli- tud de los esfuerzos que causa la ruptura de una co- nexién, barra o estructura, después de un niimero determinado de ciclos de carga. Debe investigarse con métodos eldsticos, pues las fallas por fatiga su len presentarse con deformaciones plisticas casi nulas. Estado limite de duracin. Pérdidas de material, © cambios en sus caracteristicas iniciales basicas, pueden hacer que una estructura, o alguna de sus partes, alcance a lo largo del tiempo una situacién en la que aparezca alguno de los estados limite de resistencia o servicio. Para que la duracién no dis- minuya par abajo de perfodos prefijados deben es- tablecerse condiciones minimas de proteccién para diferentes materiales y situaciones. Una vez determinados los estados limite de inte- rés en un problema dado el disefio estructural con- siste en asegurarse de que hay una probabilidad su- ficientemente pequefia de que la resistericia de dise- fio correspondiente a cada uno de ellos sea menor que la solicitacién de disefio asociada a él, es decir, iS Ry 6 Ryltm PY, S, Escogiendo valores convenientes de 7,, y¥, pue- de lograrse que la probabilidad de falla se mantenga dentro de los limites deseados. Por ejemplo, si una viga doblemente empotrada con carga uniforme tiene caracteristicas de ductili- dad adecuadas, el estado limite de resistencia se al- canza cuando se forma un imecanismo de colapso, con articulaciones plisticas en los extremos y en el centro del claro, Esto sucede cuando los momentos exterior € interior en las secciones mencionadas al- canzan valores nominales respectivamente iguales a WI?/16 y Zoy, donde W es la carga de trabajo no- minal por unidad de longitud, L el claro de la viga, Z el modulo de seccién plistico, constante, de sus secciones tranversales, y ay el esfuerzo de fluencia nominal del acero. La resistencia de disefio de la viga es R= $1 Zoy donde @, es un factor menor que la unidad que de- pende, entre otras cosas, del esfuerzo de fluencia medio y de su variabilidad, y Ia solicitacién de dise- fio es ¢2 WL? /16, con $2 >I. E] estado limite de resistencia por formacién del mecanismo de colapso queda definido por b2 Fe = o1 Zoy (Si se hace ¢,=1 esta ecuacién coincide con la que se obtiene aplicando el método del factor de carga, Zoy= (6, W)L? /16 ). Cuando W’ esté formada por cargas de varios ti- pos puede ser conveniente descomponer el factor $25 por ejemplo, WmL? WoL? dam Gg” + Oa Gg = O1 Zoy Los indices m y v corresponden a carga muerta y viva, respectivamente. Métodos de anilisis y disefto. Las estructuras se analizan y disefan utilizando alguno de los tres mé- todos siguientes #"El disefio puede efectuarse también por medio de mode- los, procedimiento que se sale de los objetivos de este libro, Introdticcién XI Método ‘elistico (0 de esfuerzos de trabajo). Este es el procedimiento que se ha usado tradicional- mente desde principios del siglo XIX, y sigue sien- do el mas empleado en Ia actualidad, Consiste en calcular, por medio de un andlisis eldstico, las ac- ciones internas que producen las solicitaciones de servicio o de trabajo en los diversos elementos es- tructurales, y en comparar los esfuerzos ocasiona- dos por esas acciones, determinados también por métodos elésticos, con los permisibles o de trabajo, obtenidos dividiendo ciertos esfuerzos caracteristi- cos (de fluencia, de falla por inestabilidad, etc.) en- tre un coeficiente de seguridad, Este método es uitil para predecir el comporta- miento de las estructuras en condiciones de trabajo, pero en muchos casos no permite estudiarlas en las cercanias del colapso, que se presenta frecuente- mente fuera del intervalo eldstico, cuando la ley de Hooke ya no rige las relaciones entre esfuerzos y deformaciones. En esos casos no permite deter- minar el coeficiente de seguridad real de la estruc- tura, respecto a la falla. Método plistico (o de diseio al limite). Cuando las solicitaciones que actian en una seccién trans- versal producen la plastificacién integra del mate- rial de que esta compuesta se forma en ella una ar- ticulacién plastica, capaz de admitir rotaciones im- portantes bajo momento constante. La falla se pre- senta cuando aparece un nimero de articulaciones pldsticas suficiente para que la estructura en con- junto, o una parte de ella, se convierta en un meca- nismo. Al disefar una estructura plisticamente se di- mensionan los elementos que la componen de ma- nera que falle cuando obran sobre ella las solicita- ciones de trabajo multiplicadas por un nimero ma- yor que la unidad, al que se lama factor de carga, EI método permite determinar el coeficiente de seguridad real contra el colapso, pero no proporcio- na informacién sobre el comportamiento de la es- tructura en condiciones de trabajo. No es aplicable cuando la falla se presenta sin las deformaciones plisticas correspondientes a la formacién del me- canismo de colapso lo que puede suceder, por ejemplo, en estructuras sometidas a un nimero elevado’ de ciclos de carga o cuando el limite de utilidad estructural corresponde a alguna forma de inestabilidad. Disefio basado en la resistencia iiltima. Este mé- todo consiste en determinar las acciones intemas por medio de un anilisis eldstico y en dimensionar después los elementos estructurales de manera que su resistencia sea igual a esas acciones multiplicadas por un factor de carga. EI nombre es en realidad incorrecto pues el dise- fio no se basa en la resistencia maxima de la estruc- XXI_ Introdueci6n tura, ya que en el anilisis no se tienen en cuenta los cambios en la distribucién de efectos internos que tienen lugar después de que termina el comporta- miento eldstico y antes de la falla. Ademés el método presenta una contradiccién, pues la determinacién de la resistencia de las sec- ciones esté basada en el comportamiento inelastico de los materiales previo a la falla, mientras que las acciones intemas se calculan utilizando procedi- mientos elisticos. Objeto del libro. El objeto primordial de este li bro cs el estudio del comportamiento clistico e ine- listico de elementos estructurales y marcos rigidos de acero, para determinar tanto su respuesta bajo cargas de trabajo como su resistencia maxima, y la obtencién de métodos de disefio que permitan dimensionar los elementos y sistemas estructu- rales de manera que esa respuesta sca satisfactoria. REFERENCIAS 1 RE, Rowe, Safety Concepts, with Particular Em- phasis on Reinforced and Prestressed Concrete, Simposio sobre los conceptos de seguridad de las estructuras y de los métodos de disefio, AIPC, Lon- dres, Inglaterra (1969). Ch, Massonet _y M, Save, Calcul Plastique des Cons- tructions, Vol. 1, 2a. Ed., Centro Belgo-Luxem- burgués de Informacién del Acero, Bruselas, Bélgi- ca (1967). J. Batanero, Theme Report, Technical Comittee No. 19, Load Factor (Limit’States) Design, Inter- national Conference on Planning and Design of Tall Buildings, Lehigh University, Bethlehem, Pa, U.S.A. {agosto de 1972), 4, Referencias XXIII . L. Ostlund, Limits of Usefulness, State of Art Re. port No, 2, Technical Committee No. 19, Load Factor (Limit States) Design, Intemational Confe- rence on Planning and Design of Tall Buildings, Lehigh University, Bethlehem, Pa., U.S.A. (agosto de 1972). T, V. Galambos, Load Factor Design of Steet Buil- dings, AISC Engineering Journal, Vol. 9. No. 3, Nueva York (julio de 1972): AM, Freudental, Critical Appraisal of Safety Gri teria and their Basic Concepts, Proc. 80. Congreso, IABSE, Nueva York. CAPITULO 1 Tensié6n 1.1 Introduccion En la Fig. 1.1 se ha representado la grifica fuerza alargamiento de una barra recta de acero estructural sometida a tensién de intensidad creciente. Aparece en ella la curva completa hasta la ruptura y, por se- parado, la parte inicial, cambiando la escala hori- zontal, [Flujo | pidstico ido reqtringido Fiujo pldstico ‘no _restringido Comportamiento eldstico Fig, 1.1 Grifica fuerzealargamiento de una barra en tensién E] flujo plistico se inicia generalmente en zonas loca- lizadas bajo esfuerzos medios apreciablemente menores que el de fluencia del material, debido a que en la prictica la carga no coincide nunca exactamente con el eje de la barra y las secciones transversales no son idén: ticas unas a otras, lo que ocasiona flexiones que se superponen con la tensién; ademés, siempre hay esfuer- z0s residuales que, cuando son de tensiOn, apresuran la aparicién del esfuerzo de fluencia. Esto hace que a diferencia de la que se obtiene con un espécimen de dimensiones reducidas, la grdfica fueraalargamiento de una barra real en tensién esté formada por tres zonas claramente definidas, una correspondiente al comportamiento elistico, la segunda de flujo plastic restringido, durante la cual las secciones tranversales se plastifican gradualmente, y la tercera, cuando todo el material esti plastificado, correspondiente a alarga mientos grandes bajo carga constante. Los fendmenos que se acaban de mencios tan con mucha claridad estudiando el comportan to de una placa agujereada sometida a tensién (Fig. 1.2.) lus. 2 CEC ° = Alargamiento Fig. 1.2. Grifica fuerzaclergamiento de una place agu- jereada En el intervalo elistico hay concentraciones de es- fuervos en los bordes del agujero que hacen que oy aparezca en ellos antes que en el resto de la seecién (punto 1 de Ia figura), y cuando la carga crece el flujo plistico se extiende a ambos lados del agujero hasta que eventualmente toca Ia seccién transversal se plastifica, (Los puntos 2 y 3 corresponden a un estado intermedio y a la plastificacién total de Ta seceidn), De acuerdo con Ia filosofia del disefio elistico, la aparicién del esfuerzo de fluencia (punto 1) repre: senta el limite de utilidad estructural de la barra; sin embargo, tiene poco significado desde el punto de vista de su resistencia real, mientras que Ia carga que cocasiona Ia plastificacién total de la seccién si corres: ponde al limite de utilidad de! miembro, puesto que produce elongaciones grandes ¢ incontrolables. 2° Tension 1.2 Disefio La selecci6n de miembros capaces dle resistir fuersas de tensién de intensidad determinada constituye uno de los problemas més sencillos de disefio estructural Si se usan métodos eldsticos debe escogerse una sec cién que pueda soportar la fuerza de diseio sin que se sobrepase el esfuerzo permisible: si se emplean pro. cedimientos plisticos, la resistencia de la barra, igual al producto del drea de sus secciones transversales por el esfuerzo de fluencia del material, no debe ser que la fuerza de trabajo multiplicada por un de carga. DISENO ELASTICO. 4o,=T.A=T/s, (1.1) DISENO PLASTICO, Ag, =XT,A =2T/o, (1.2) A esel drea requerida, T la fuerza de trabajo, del factor de carga y 9, y ay los esfuerzos permirible y de fluencia, ambos en tensién. Las especificaciones AISC* de 1969 fijan el esfuerzo permisible en tensién en 60% del de fluencia, sin so- brepasar la mitad del esfuerzo de ruptura: es decir. 0» = 0.60, pero no mayor de grp,/2. Por consi. guiente, en el disefio de una barra en tensién se ob- tienen resultados idénticos por los dos métodos si se hace ) = 1/06 = 1.67. 1.3 Ejemplo Determinar el area de Ia seccién transversal de una barra que debe soportar una tensién de trabajo de 100 ton. El acero es A86, con gy = 2530 kg/cm?, DISENO ELASTICO 4 = T/o, = 100000/ (0.6 x 2580) = 65.9 cm? DISENO PLASTICO 4 = XT/o, = 1.67 x 100 00/2 530 = 65.9 cm? 1.4 Estructuras hiperestéticas formadas por barras en tensién A diferencia de lo que sucede en una barra aislada isostatica, los dos métodos de disefio pueden llevar a resultados muy diferentes cuando se aplican a estruc- turas hiperestaticas, a causa de la redistribucién de fuerzas que se presenta en el intervalo ineléstico, antes de la falla, “AISC son las iniciales de “American Institute of Steel Construction” (Instituto Americano de la Construccién en Acero). Fig. 1.3, Sistema hiperestitico formado por tres barras ‘onsidlérese el sistema formace por las tres barras day en los extremos de la Fig. 13. ales constantes © igua- anticu Todas las array tienen secciones transvei les entre si, pero el esfuerzo de fluencia de la central 6 tres veces mayor que el de las laterales. 1.4.1 Solucién eléstica Como Ia estructura es hiperestitica de primer grado para calcular lay fuerzas en Jas barvas se necesita una « de compatibilidad de deformaciones, ademas de la tinica eeuacién de equilibria con que se cuenta en ete caso, Las fuerzas en las dos barras laterales son iguales por simetria, y las dos se alargan lo mismo (Fig. 1.4). Las ecuaciones de equilibria y computibilidad son, en ese orden, Te qT 1 ‘ ase] 450%! Fig. 14, Fuerzas y alargamientos de las barras 27, cov d5? + a3) AL. cos45° = AL, (4) De Ia ley de Hooke AL = PL/EA, y utilizando este resultado, la ecuacién 1.4 toma la forma Sustituyendo en Ia ecuacién 1.3 7; por T,/2 se tiene T, cos 45° + T, =P P P 1422 2p 242 Ronis 1 +008 45° La solucién eléstica fluencia dle las barras. EI compor ce el esfuerzo gy en all no depende de los esfuerzos de elistico termina ¢ ade las barras, lo que en este caso sucede primero en las laterales, pues aunque fuerza que hay en ellas es ta mitad de ta tensién en la central, su esfuerzo de fluencia es tres veces me- La fuerza P que ocasiona el flujo plistico de tas barras laterales es nto ilo apare- 2+ VB) Ao, = 3AM Aoy y la que se necesitaria para que fluyese la central si el comportamiento siguiese sienlo elistico hasta en- tonces seria 242 P 2 A (80) = 5.121 doy > 3414 doy La estructura se mantiene en el intervalo eliistico hasta que P = P, = 3.414 doy: cuando la carga exte- rior aleanza ese valor se plastifican las dos barras late- rales. Siguiendo los conceptos chisicos del dliserio elistico el limite de utilidad estructural se alcanza cuando P = 3414 doy, y la carga de trabajo se obtiene di diendo la anterior entre un coeficiente de seguridad. De acuerdo con las normas AISC 69, P, = 3414 A (U.6g,) = 2.048 Ag, y el coeficiente de seguridad elis- tico, referido a la iniciacién del flujo plistico, es En el instante en que la carga alcanza el valor 414 Ag, el alargamiento de las barras laterales (AL1) ,es Estructuras hiperestaticas formadas por barras en tension 3 y el desplazamiento vertical del punto de aplicacién de P. (81) y= (AL,) »/cos 45° = /2 (AL,) y= 2ayL/E. 1.4.2 Comportamiento elasto-plastico La aparicién del esfuerzo de fluencia en las barras laterales no implica la falla de la estructura, pues su alargamiento esta limitado por el de la central que se mantiene todavia en el intervalo elistico; se presenta asi un flujo plastico restringido por las porciones de la estructura que se comportan atin eldsticamente. P, no es la carga maxima que puede resistir el sis- tema, ya que la barra central admite tensiones adicio. nales mientras las laterales se deforman bajo esfuerzo constante. Se alcanza la carga miixima, y el proceso termina, al plastificarse la barra central; a partir de ese instante el sistema entra en un estado de flujo plistico libre. La fuerza en la barra central, cuando se plastifican las laterales, es T, = 2T, = 2Aay, y ia tensién nece saria para que aparezca en ella el esfuerzo de fluencia, A-3g,; por consiguiente, la fuerza exterior adicional necesaria para Hevar el sistema al estado de flujo plis- tico no restringido es AP = 34g, — 24e,= doy EI descenso adicional del punto de aplicacién de la carga ¢s igual al alargamiento producido en la ba- ra central por AP, 0 sea (AP)L/EA = Agyl./EA = ob /E. ‘La carga maxima que puede resistir la estructura y el desplazamiento vertical correspondiente al instante en que P alcanza ese valor son P, = 3.414 Ao, + Aoy = 4.414 Ao, 5, = 20, ook _ Bove ™ E E “E P, y 8, se han obtenido por medio de dos andlisis elisticos sucesivos, teniendo en cuenta al hacer el se- gundo que las dos barras laterales estén ya plastifica- das. 1.4.3 Anélisis pléstico La resistencia maxima de la estructura corresponde a Ia plastificacién de las tres barras que la forman, bajo el sistema de fuerzas de la Fig. 15. 4 Tension Bay AOy AO, Pu Fig. 15, Fuerzas en las barras en el sistema pastficado Como se conocen las fuerzas en las tres barras, Py ién de equi. librio, sin que se requiera la relacién adicional pro- porcionada por la compatibilidad de deformaciones. se calcula utilizando Gnicamente Ia ecua Py = Sday + 2day cos 45° Aay (8 + 22/2) = = 4414 Ag alargamiento total de ta barra central = Estos valores coinciden con los calculados con ante- rioridad, pero ahora se han obtenido en forma directa, estudiando el equilibrio de la estructura en el instante en que se llega a la condicién de colapso. Pp 6.414A0y 4.414A0y 3.414Agy 1.4.4 Discusién de resultados Si el material dle la barra central tuviese un esfuerzo de fluencia cinco veces mayor que el de las laterales, el comportamiento de la estructura seria semejante al que se acaba de estudiar y el intervalo el termi- narla también al plastificarse las barras laterales, cuan- do P = P, = 3.414 doy, pero aumentaria la resistencia adicionai en el intervalo inelastico. La fuerza maxima que podria resistir Ja estructura creceria a P, = 5da, + 249, cos 45° = 6414 ay, y el desplazamiento correspondiente del punto de aplica- cién de P seria (50,/E) L. El aumento de resistencia fuera del intervalo elds. tico se debe a la redistribucidn de fuerzas que se pre- senta en las barras, pues el alargamiento bajo fuerza constante de las que se plastifican primero permite que la otra, todavia en régimen elistico, resista incremen. +08 adicionales de carga. Hay casos, sin embargo, en los que todas 1 del sistema se plastifican simulténeamente, no hay redistribucién de fuerzas y la carga ultima ¢s Py. (Eso sucederia en el ejemplo que se esti discutiendo si el esfuerzo de fluencia de Ia barva central fuese doble que el de las laterales) En Ia Fig. 1.6 se han representaclo tres grificas car- gadesplazamiento, todas correspondientes a la estruc Py=6.414A (1)- Barra central, A,20y (2)- Barra central, A, 30, (3)- Barra central, A, 50y Las propiedades de las barras lateraies son los tres casos,A, 0 ¥ Fig. 1.6, Grificas carga-desplazamiento tura de la Fig. 1.3, obtenidas suponiendo que el ex fuerzo de fluencia de la barra central es dos, tres y © veces mayor que el de las laterales. EI comportamiento eldstico termina en los tres ca. sos cuando P= Py = 3414 dg, En el primero esta carga coincide con 1a de colapso, pues las tres barras se plastifican simultineamente, pero en los otros dos lah conjunto y hace que su capacidad de carga suba a 4414 dey ya 6414 Agy, Si las tres estructuras se diseffasen eldsticamente tendrian el mismo coeficiente de seguridad respecto ala thiciacién del flujo pléstico, 1.67, pero sus fac- tores de carga con respecto al colapso, obtenidos di entre la de trabajo, vari de una a otra: ra central proporciona resistencia adicional al vidiendo kr carga dit considerablemente rian Pu _ 3414 dey Adee = 167; P, ~ 2018 de, : Cuando no hay redistribucién de esfuerzos el coe ciente de seguridad real es ef de una barra isostitica, pero aumenta si los esfuerzos se redistribuyen en el intervalo phistico, y es mis grande cuando la barra central tiene una reserva de resistencia mayor. La variacién del coeficiente de seguridad respecto al colapso de estructuras hiperestiticas disefiaclas ehis- ticamente, tomando siempre como base un mismo po centaje del esfuerzo de fluencia, no es mas que un re- flejo de la incapacidad de Ios métodos elisticos p predecir el comportamiento de las estructuras en la Problemas 5 cercania de a falla, Utilizando métodos plisticos: si pueden obtenerse coeficientes dle seguridad constantes, pues basta con tomar como carga de trabajo ka que s obtiene al dividir la de colapso entre un niimero fijo, mayor que It unidad, Para que cualquiera de las estructuras (2) 6 (3) pueda resistir la carga maxima calculada las dos ba- mas laterales deben ser capaces de alargarse, bajo es: fuerzo constante, lo necesario para qui plastifique; es decir, deben tener cap: macién adecuada. En caso contrario, si se rompen an. s de que todo el sistema esté plastificado, la carg Itima se Ia central se idad de defor- menor que la predicha, pues no se Hegin a utilizar Ia resistencia completa de la barra central 1.5 Problemas 1.51 Determinese la carga de colapso y trécese la gré- fica carga-desplazamiento de la estructura de la figura suponiendo a) que las tres barras verticales estin he chas con el mismo acero; b) que el esfuerzo de fuen- cia del acero de la barra central es igual a lan del de las laterales. Seiiilense, en ambos casos, tintas zonas de la grifica. Supdngase que las tres barras tienen Ia misma seccidn transversal, de sirea A, y que Ia capacidad de deformacién del acero es ilimitada. fe Barro rigida Figura del Problema 1.5.1 CAPITULO 2 Flexion 2.1 Introduccién Las barras de eje recto sometidas a la aécién de fuer- zag transversales y, frecuentemente, de pares apl dos en los extremos, constituyen un porcentaje im- portante de las piezas que forman parte de las es. tructuras reticulares. Su capacidad para resistir car- ga8 y transmitirlas a los apoyos proviene fundamental- mente de su resistencia a la flexién, pues aunque esta so- licitacién se presenta en la mayor parte de los casos acom- pafiada por fuerzas cortantes, éstas suelen tener una influen- cia secundaria en el comportamiento de los elementos estructurales en consideracién En Ia mayor parte de las estructuras ordinarias el eje de las barras que trabajan a flexién es original- mente una linea recta horizontal de longitud varias veces mayor que las dimensiones de sus secciones transversales; en estas condiciones reciben el nombre de vigas. Sin embargo, hay ocasiones en que piezas cuyo eje es una recta inclinada, o aun vertical, tra- bajan predominantemente a flexién; tal es el caso de Ios aleros de los marcos de dos aguas o de los ele- mentos verticales que se utilizan para estructurar un muro y recibir los empujes de viento: aunque some tidos a la accién simulténea de una fuerza normal, su magnitud es en muchas ocasiones tan reducida que el comportamiento de dichos elementos es, préc- ticamente, el mismo que si esa fuerza no existiera, y pueden seguir siendo considerados como vigas. En este capitulo se estudian tan s6lo vigas de seccién transversal constante, con un plano de sime- tria en el que actitan las cargas exteriores; todas sus secciones transversales tienen cuando menos un eje de simetria, situado en el plano de simetria general de la barra, y estén sometidas exclusivamente a fle- xién simple, alrededor del otro eje principal, No se va a cubrir el disefio de vigas de seccién variable o en flexién biaxial pues aunque constituyen casos que se presentan con alguna frecuencia en estructuras Tea- les son menos comunes, y su solucién se encuentra fécilmente en la literatura. El disefio de una viga, lo mismo que el de otro elemento estructural cualquiera, consiste fundamen- talmente en determinar su resistencia y compararla con las solicitaciones que obrarin sobre ella durante su vida wtil, para saber si es capaz de soportarlas con tun coeficiente de seguridad adecuado. Eisen es basicamente un problema de revisién: se escoge una viga con caracteristicas geométricas y mecinicas de- terminadas y se calcula su capacidad de carga, la que se compara con las solicitaciones a que quedaré sometida en Ja estructura de Ia que formard parte; el resultado de esta comparacién indica si la viga escogida es adecuada o si deben modificarse sus carac- teristicas para obtener una resistencia mas cercana a la deseada. Ademis, deben satisfacerse simultineamente algu nos requisitos de funcionalidad; por ejemplo, que as deformaciones méximas producidas por las soli- citaciones de trabajo no excedan determinados valo- res limite. ‘Como una viga puede fallar de muchas maneras sustancialmente diferentes y no es en general fécil predecir a primera vista, en cada caso particular, cual es la més critica, dado el gran mimero de factores que intervienen en el fenémeno (tipo de acero em- pleado, proporciones de las secciones transversales, so- porte exterior, etc, los que, ademés, estin relaciona: dos entre si), debe determinarse primero la forma mds probable de falla para obtener la carga corres pondiente y no sobrestimar la resistencia, como su- cederia si se considerase otra forma de colapso. El colapso de una viga de acero estructural puede pre- sentarse de alguna de las maneras siguientes, o por una com- binacién de dos o més de ellas: 8 Flexién 1. Por exceso de flexion en el plano de las cargas yf ticulgciones phisticas (colapso plistico) 2. Por cortante 8. Por inestabilidad, elistica o plistica (pandeo la- teral por flexotorsién 0 pandeo local) . Por fatiga . En forma fragil ‘macion eventual de un mecanismo con ar- EI problema bisico que debe resolverse al disefiar un elemento estructural sometido a flexién consiste, por consiguiente, en dimensionar sus secciones trans. versalés de manera que sean capaces de soportar los momentos flexic..antes que existen en ellas, teniendlo en cuenta la posibilidad de fenémenos de pantleo lo: cal 9 lateral, la influencia dle la fuerza cortante y las condiciones de trabajo que pueden origin siones, falls de tipo frigil o por fatiga, El comportamiento que leva a la. prin de Falla ¢s el nus deseable puesto que en esis condi ciones una viga de material dvictil puede a su capacidad mixima de carga; sin, embargo, ble ddeben satisfacerse los requisites nece- en ca. forma amar que sea po sarios para evitar una falla prematura de alguno de los tipos restantes, bajo solicitaciones menores que las que ocasio Al dliseiar una plan las condiciones necesarias para que tenga un comportimiento «hictil y se pospongan Jos problemas de inestabilidad hasta que se alcance la carga de co- lapso plistico, en cuyo caso ésta sirve como base para €1 disetio; si no se cumplen esas condiciones se calcula Ja carga minima de falla, correspondiente a la for- ma que sea critica en cada caso particular. En algunas ocasiones el disefiador puede modificar el comportamiento de una viga seleccionando otro tipo de acero, cambiando las proporciones dle las sec- ciones transversales 0 modificando el contraventeo la. teral de que esti provist cién de Ja solucién mis adecuada esti dictada por consideraciones econdmicas, estéticas y funcionales, asi como por las preferencias personales del proyectista, obtenidas a través de su experiencia en el disefio de otras estructuras semejantes, En la mayoria de los casos no es posible lograr el comportamiento éptimo desde el punto de vista exclusivamente estructural, ya que hay requisitos de otros tipos que lo impiden. En este capitulo se estudia el comportamiento de vigas sometidas a flexién en los intervalos elistico y plistico y se discuten procedimientos de diseiio basa- dos en la suposicién de que las cargas maximas que pueden soportar son las correspondientes a la for- macién de un mecanismo de colapso con articulacio- nes plisticas, Mas adelante se estudian otras formas de falla. arian el colapso por formacién de un me. iga se debe comprobar que se cum: ; cuando esto sucede, la elec: 2.2 Comportamiento de una barra flexionada Los aspectos fundamentales del comportamiento de las barras flexionadas por momentos de intensidad cteciente pueden determinarse estudiando experimen: talmente vigas con cargas transversales alojadas en su plano dle simetria, cuya magnitud crece lentamente desile cero hasta la mixima que la barra puede so. portar. Las herramientas fundamentales para el estudio del comportamiento de las vigas son las curvas que rela- cionan las deflexiones en el plano de carga, y en planos normales a él, con la magnitud de las fuerzas exteriores. En la Fig. 2.1 se ha dibujado en forma esquemitica el conjunto de curvas obtenidas experimentalmente al cargar hasta el colapso la viga mostrada, cuyo tercio ventral esté sometido a flexion pura (Refs. 2.1 y 2.2); los puntos de aplicacién de las cargas y los apoyos estén provistos de soportes (Fig. 2.18) que impiden los despla- zamientos laterales de ambos patines en la direccién del eje x, asi como las rotaciones alrededor del eje longitu- dinal z, En Ia Fi . 2.1a, en la que se ha trazado la curva imo-deflexién vertical en el punto me- dio del claro central, se muestra el comportamiento de la viga en el plano de la flexién, mientras que en la Fig. 2.1 se ilustra su comportamiento fuera de ese momento mi cian dat tw jo plderico Fig. 2.1. Curoas momento-deflexién de una viga en flexién pure plano, por medio de las curvas momento-deflexin lateral en el centro det claro de los dos patines. La respuesta inicial, bajo cargas de poca intensi- dad, es elistica lineal, como lo indica el primer tra- mo, recto, de la curva M-v,, Esta etapa termina al iniciarse el flujo plistico cuando Ix suma de los e fuerzos normales m: y los residuales existentes en la viga llega, por primera vez, al esfuerzo de fuencia oy . (Sino hubiese esfuerzos residuales el comportamiento el: hasta que los momentos miximos aleanzasen el valor M, = Say, que originaria la fluencia en los bordes de la seccién), Al fluir phisticamente una porcién cadaver mayor del material de ta parte de la viga que estt sometida a flexion uniforme su capacidad para soportar incre mentos adicionaies de carga va disminuyendo hasta desaparecer, finalmente, cuando el momento flexio nante iguala al momento pkistico resistente de la sec- imos producidos por las cargas tico se conservaria aparicién del estuerzo de cidn, My: a partir de ese instante la curva hace aproximadamemte horivontal, ya que macién crece sin un cambio apreciabie en la carga hasta Hegar a ser varias veces mayor que la existente cuando se inicia el flujo phistico, ‘Tan pronto como el momento flexionante miiximo aleansa el valor M, el patin comprimido del tramo central se empieza a despluzar lateralmente, aumen- tando sus deflexiones en forma gradual, al_mism tiempo que crecen los desplaztmientos verticales v,; en cambio, In deflexién lateral del patin de tensién se conserva con valores muy reducidos (Fig, 2.16) Durante esta etapa del proceso de carga, en la que la viga completa se mueve en la direccién yy el patin comprimido se desplaza, al mismo tiempo, en la x, las secciones transversales pierden su forma ini cial y se distorsionan como se muestra esquematica mente en Ia Fig. 2.10. Finalmente, la capacidad de carga de la viga se agota al pandearse localmente el lado critica del pa- tin comprimido, en Ia regién central Las curvas de la Fig. 2.15 son representativas de un fendmeno de pandeo, en el que las deflexiones son nulas hasta que las cargas alcanvan et valor critico, De manera andilog a lo que sucede en las columnas,* las imperfecciones inevitables existentes en las vigas matemiticamente rectas, y en la Uy se a defor. reales, que no so aplicacién de las cargas, hacen que los dlesplazamientos luterales se inicien desile que empieza et proceso; sin embargo, y también en forma semejante al fenémeno de pandeo de columnas, lx carga critica teérica puede tudo de equi- ia de las ba- considerarse como Ia terminacién del librio estable, y el cilculo de la resiste rras Mlexionadas puede basarse en ella, Ver capitulo 4 Comportamiento de una barra flexionada 9 2. Curvas momentordeflexién de vigas Se acaba de describir el comportamiento tipico de vigas provistas «le un contraventeo lateral, y con re. laciones ancho/grueso de los elementos planos que las componen, adecuados para posponer la falla por pandeo lateral o local hasta después de que se pre senten deformaciones. plisticas importantes, bajo la accién de un momento igual al que ocasiona Ix plas tificacién de sus secciones transversales. Hay, sin em Dargo, una gran variedad de comportamientos posi- bles, algunos de los cuales se ilustran en la Fig, 2.2 por medio de sus curvas momentouleflexién en el plano de carga La curva Hena OAB corresponde al caso ideal, que rara ver se presenta en vigas de estructuras reales, en que no hay pandeo local ni lateral, de manera que después de una deformacién considerable el material de la viga entra en el intervalo de endurecimiento por «leformacién. con base en la La situacién, mas comtin, deseri Fig, 2.1, corresponde a la curva OAC. OADE corresponde a una viga con momento flexio: nante variable a lo largo de su eje (libremente apoyada y con una carga concentrada en el centro del claro, por ejemplo), en la que el endurecimiento por deformacién en la zona de momento maximo hace que éste suba por arriba de M,; posteriormente la curva desciende, al perder 1a viga resistencia cuan cian fendmenos de pandeo local y lateral do se Las curvas OAFG, OAHI y OJK describen fallas por pandeo lateral o local o por una combinacién de ambos, las dos primeras en el intervalo ine y la tercera en el elastico, La curva OAB representa el mejor comportami to posible y OAC corresponde tarnl tamiento muy satisfactorio, siempre que la ona DN. durante la que se presentan deformaciones crecientes bajo momento M, constante, sea suficientemente plia para que la barra tenga la ductil i necesaar 10 Flexion. para que la estructura trabaje correctamente. Las cur- vas carga-deformacién de estos tipos suelen represen- tarse, en. forma idealizada, por clos lineas rectas, una inclinada, OL, que corresponde al intervalo elistico, y otra horizontal, LM, de amplitud indeterminada, que indica el comportamiento plistico, durante el cual las deformaciones crecen_ bajo. momento cons- tante, A cominuaci se estudia el comportamiento de vigas cuyas caracteristicas geométricas, el contraven- teo lateral de que estin provistas, 0 una combinacién de ambos factores, son tales que fallan por flexién en el plaho de las cargas al formarse un mecanismo de colapso phistico; como se -mencioné en ta introduc: cién éste es el comportamiento mais deseable, ya que en estas condiciones las vigas pueden desarrollar su resistencia maxima, 2.3 Comportamiento de vigas que fallan por exceso' de flexién en el plano de las cargas La herramienta fundamental para el estudio te6- rico de las barras flexionadas en uno de sus planos de si- metria es la grifica momento-curvatura de sus secciones transversales, la que depende de Ia forma de éstas, de las caracteristicas del material con que est4 hecha Ia pieza, y de la intensidad y ley de distribuci6n de los esfuerzos Tesiduales existentes en ella. Conocidas estas propieda- des la grifica se obtiene utilizando la condicién de equi- libtio de momentos en la seccién, que expresa que el par interior debe ser numéricamente' igual al aplicado exte- riormente. 2.3.1 Obtencién de la gréfica momento-curvatura de una seccién rectangular sin esfuerzos res duales, sometida a flexién alrededor de su eje centroidal y principal x. (Fig. 23.2). Se ha esxcogido la seccién rectangular, a pesar de ser Poco comiin en estructuras de acero, porque permite presentar los aspectos mds interesantes del _proble- ma sin complicaciones algebraicas innecesarias; por la misma razéin, se ha supuesto que los esfuerzos resi- duales son nulos; el método empleado es able también a secciones transversales de otras formas, con © sin esfuerzos residuales (Ref. 2.3). Se supone, ademas, que el material tiene la grafica idealizada esfuerzo.deformacién unitaria de la Fig. 2.8), compuesta por tres zonas, elistica, pkistica y de en- durecimiento por deformacién, y se admiten en los tres intervalos las hipétesis de la seccién plana y de pequeftas deformaciones. La importancia de la gréfica_momento-curvatura de una seccién sometida a flexi6it de intensidad cre- ciente estriba en que partiendo de ella se puede ob- tener el diagrama dé curvaturas a lo largo del eje de la viga, correspondiente a una ley de variacién dada de los momentos, y con él pueden maciones en el plano de Ia flexién que se deseen; por consiguiente, Ia relacién momentocurvatura de las secciones transversales es el punto de partida para la obtencién de los diagramas cargadeformacién de la viga, que caracterizan su comportamiento en el plano de Ia flexién durante todo el proceso de carga.* cularse las defor- En la Fig. 24 se han representado lis tres maneras diferentes en que los esfuerzos normales pueden es- tar distribuidos'en una seccién transversal de una ga cuyo material satisface la grafica de Ia Fig. 28, al crecer el momento flexionante que obra sobre ell en a) todo el matetial esti en el intervalo clistico, en 4) parte de Ta seccién se ha plastificado, y en c) aparecen simultineamente los tres estaclos posible elistico, plistico y endurecido por deformacién. (E Zona eldstica Eetuerros we) Fig. 2.3. Grifica idealtzada esfuerzo-deformacton £y 6. En la Fig. 27 se ha trazado, con tinea interrumpida, a velacion adimensional q—6. La vig ta que q = 6: su capacidad de carga sigue do en el interval inekisticn (q > 6). g durecimiento por deformacién, pero a pequietios de q (es decir, de ta carga P) se presentan aclos, por grandes rotaciones en los extre- stica has evel uumentan- mentos- muy La relacién q= 1 viga continua de tres claros iguales se determina siguiendo un camino andlogo al que se acaba de describir; tanto la viga como la grifica correspondiente se muestran también en la Fig. 27. La solucién de problemas hiperestiticos es mucho complicada que la de estructuras.estaticamente determinadis, ya que para obtener el diagrama de 6 brio juvas debe conocerse el le momentos, que 1 funcién tinicamente de las condiciones de equ sino también de tay de compatibilidad, La obtencién de la grifica q—9 de la viga continua de la Fig. 2.7 aparece con detalle en la Ref. 2.1. También tia subiendo después de en este caso la curva cont que se han plastificado La zona central y las de los dos apoyos intermedios, La determinacién de curvay q-9 del tipo de las mostradas en la Fig. 2.7 constituye un proceso labo- rioso que dificilmente se justifica en el diseno de estructuray reales, ya que pueden obtenerse resulta dos stificientemente. precisos, de una manera mucho sencilla, ignorando ta regién de endurecimiento por deformacién dela curva M—, como se hace en el anilisis pléstico simple (Refs. 2.4, 2.5 y 2.6). Con esta su- posicién el momento maximo posible en cualquiera de las vi- gas estudiadas es M,= 15M, y la carga que obra Fig. 2.7. Relaciones carga-rotacion sobre la de tes tramos alcanza st valor miiximo cuan. do aparecen momentos de esi intensidad en los apo- yos By Cy en su punto de aplicacién, es decir, ewan. do se cumple la condicién Priel 12M, ele La curva q-@ correspondiente a ta suposicion ante rior se ha trazado también en la Fig. 2.7; coincide con la solucién mis exacta en la regidn elistica, y s¢ conserva: muy cerca de ella hasta que se aleanza la carga maxima predicha por la teoria plistica simple, Los anilisis de este tipo, que utilizan Gnicamente las regiones el gnifica momento-cur vatura, ignorando el endurecimiento por deformacién, reciben el nombre de elastoplisticos, y_constituyen el modelo mis simple utilizado en el estudio de vi gas dle acero en el intervalo inelistico; su uso permite predecir en forma conservadora las relaciones car deformacidn y la resistencia dle estracturas que se de- forman sin salirse de su plano, lo que ha sido de tos realizados en una stica y plistica de 1a mostrado por extensos experi gran variedad de estructuras (Ref. 2.7) y por el compor- tamiento satisfactorio de muchas construcciones reales disefiadas utilizéndolo. EI estudio del_comportan flexion basado en la curva esfuervo-deformacion de ia Fig. 25 (con una sona eliistica, otra plistica y una tercera dle endurecimiento por deformacin) y en mo de las barras en 14 Flexion suposic viga deformada se conserva en el plano que ocupa originalmente, que es el de apli- cacién de las. ¢argas, Heva ala obtencién de griicas momento-rotacién del tipo de las de ta Fig, 27, que son siempre ascencentes, Jo que indica que tomande como base esas hipétesis no es posible predecir una dis- minucién de la resistencia (Ref. 2.1); por consiguiente, es necesario buscar por otro lado las casas de ladles: carga y falla eventuales ‘de las vigas. (La falla por exceso de flexién en el plano de carga se produc cuando las deformaciones fuesen tan grandes que se sobrepasase la capacidad de deformacién en tensié del acero, lo que ocasionaria la ruptura de las fibras sometittis a ese tipo de solicitacién pero, como se te, hay otros factores que ocasionan el estructuras reales antes de que:se Ile. En cambio, de que ve nuis adela colapso de I gue a deformaciones de esa magnitud) Ja-teoria phistica simple, basada en un comportamien- to elasto-plistico idealizado del material, permite pre- decir satisfactoriamente la resistencia maxima de las barras flexionadas. 2.4 Teoria plastica simple 2.4.1 Hipétesis fundamentales Para el estudio de las vigas de acero flexionadas en el plano de carga bajo solicitaciones de intensidad creciente se aceptan las hipétesis siguientes, que ca- racterizan a la teoria piistica simple: 1, El acero sigue la ley de Hooke hasta que el esfuerzo lle- ga al limite de fluencia; a partir de este punto las deforma- ciones pueden crecer indefinidamente mientras el esfuerzo se mantiene constante, Esta primera hipdtesis equivale a aceptar la gré- fica esfuerzoxteformacién idealizada dibujada con li nea Iena en la Fig. 28, ignorando el aumento del es- fuerzo que se presenta en ocasi nes inmediatumente Intervalo eldstico (eey) Fig. 2.8, Grifica esfuerzo-deformacién idealizada antes de que se inicie el flujo pkistico y el endureci. miento por deformacién, indicados con linea interrum. pida; se aceptan, pues, las siguientes reliciones sim- pliti Para esfuerzos normales menores que el de fluencia ey el material sigue Ia ley de Hooke y la relacién esfuerzouteformacién es way entre: esfuerzos y delormaciones: o=Ee (O) (2.16) La suposicién de que pueden presentarse deforma: ciones ilimitadas mientras el esfuerzo se mantiene cons. tante € igual a gy es aceptable porque en aplicaciones pricticas no suele Hegarse a Ia iniciacién del end miento por deformacién, que se presenta bajo defor. maciones unitarias 10 a 12 veces mayores que ¢,, sino generalmente lis estructuras se mantienen dentro del intervalo plistico; por otro lado, es una hipstesis cor servadora, puesto que se ignora el incremento que se presenta en los esfuerzos antes de la ruptura.* El no tener edi mente antes del intervalo phistico introduce simplifi- ites en la teoria sin modificar p camente los:resultados. 2 EL acero tiene las mismas propiedades en compre. sin que en tensién, con los mismos valores de Ey gy en las dos solicitaciones. : 3 acero es homogéneo de interés, elistica y phistica 4. Cada fibra longitudinal de una piesa sometida a flexién se comporta como si estuviese trah sién o compresin simple; es decir, se supone que cada cuenta el aumento de esfuerzos las dos zonas isotropo e jane ten. una de las fibras est tudinalmente y cont 0 vicever- sa, bajo la accién de las fuerzas exteriores, como si ‘ada de las dems, y que la grifien de la Fig. 2.8 es aplicable a cada una de ellas, 5. Todas las secciones transversitles de I viga tienen alojato en el plano de Ia flexién. 6. Las secciones transversales planas antes de la defor macién permanecen planas después de ésta y se con. servan normales al eje longitudinal deformaio. (Esta en libertad de alargarse longi- ferse transversalmente, un eje de simetri in embargo, para explicar el comportamiento de barra Me xionadas suneeptibles de panes focsl'm titeralmente ce cesario tener en clienta el cnlurecimicnte por ielormacine s extn terion expeineats receny Ha ennai en estructuras formaclas por un material que sulsage ta wribiea Ore idealizada dela Fig. 28 “no, puede: fornia cme nismo de colapso.prediche por ta teorta pistes simple, sf nieces que el material se enuluterca_ pon Wetorinacion hess mente para que se alcance la carga tedrca de colapso (Refs. 27, 28,29), hipotesis sec flexién pu vale a despreciar el efecto de tas. fuer bre las deformaciones, aceptarla son muy pequenios, tanto en el int elistico como en el phistico, excepto en algunos cisos mple rigurosamente en vigas sujetas a en Tos demis casos su aceptacion equi- Ss cortantes so- Los errores que provienen de alo especiales, de los que el mils notable es el. constituido por pievas de claro muy reducide y peralte conside- rable) 7. Las fuerzas normales interiores existenites en las secciones transversales de te equivalentes a wn par; se excluye por ahora la po- idadl_de que obren sobre la pier males exteriores de tensidn'o compresién. 8. Las deformaciones son suficientemente pequeiias para que pueda considerarse que @ = tang, siendo © Ia curvatura en un punto cualquiera del eje de Ja barra, y para que el anziisis pueda basarse en stt forma y dimensiones originales, Se supone, ademiis, que no se presentan problemas de pandeo local o lateral. (De hecho, la posibilidad de una falla por pandeo esti exeluida por hipétess, al limitar por ef momento el estudio de lay vigay al caso en que fallm por exceso de flexién en su plano). Para que se, satisfaga esta condicién las vigas deben tener ciertas caracteristicas geométricas que no siem: pre se cumplen en la priictica, y deben estar sopor- tudas exteriormente de manerst efectiva, to que tam. poco sucede en toil i la Falla de as as reales se proxluce, en muchas ocasiones, por pro blemas de inestabilidad que se estudiarin mas ade late, fuera de Ia teoria plistica simple. vigis son mecinicamen: sibi fuerzas nor Tas estruct 2.4.2 Comportamiento de vigas bajo carga creciente Tomando como base las hipdtesis anteriores se pue- de estudiar el comportamiento de las vigas desde las primeras fases del proceso de carga hasta el colapso; la viga doblemente empotrada de seccin transvers: rectangular constante y con carga uniformemente re- partida serviré como” ejemplo para exe estudio (Fig. 2.9). En la Fig, 2.10 se muestran los diagramas de momen. tos flexionantes, las configuriciones del eje detor- mado y las deformaciones unitarias, esfuerzos y 70- nas plastificadas en las secciones extremas Ay By en Ia central © para cargas w creciemtes. emperando desde intensidades que ocasionan esfuerzos dentro del * Admitidas tas hipétesis de 2.4.1 ta tiniew forma de alla po- sible de la viga. ode otra: extrictuine cualatiens, ov hr cmos pondiente a la formacién de un aiimero de articulaciones plasti- as suficiente para que la estructura en conjunto, o una parte de ella, se convierta en un mecanismo, ya que se ha eliminado la po- sibilidad de una falla por cortante 6 por inestablidad de cualquier tipo y, aceptadas las deformaciones ilimitadas de la Fig. 28, tanto en tensién como en compresién, tampoco puede producirse una fractura, Teoria plastica simple 15 Fig. 2.9: Viga doblemente empotrada con carga uniformemente re- artida imtervalo eléstico en todos los puntos de la viga y terniinando cori Ia carga de colapso, El comportamiento inicial es elistico (columna 2): la intensidad de.loy momentoy flexionantes miiximos, en Ios, empotramientos 4 y B, ex w/2/12; la Mecha en el centro del claro vale wh/381 EJ; las deforma ciones uni Imente deste el eje neutro hasta’ los bordes superior ¢ inferior de lay sec- ciones tra ansversales.y de lat misma manera varian los esfuerzos normales ¢, puesto que hay una relacién lineal entre ambas cantidades: no hi plast EL esfuerzo normal en un punto cualquiera se Ta con la formula ordinaria para flexion, y ninguna yona la. a eT Cab en la que Af es el momento flexionante en 1a seceion transversal que contiene al punto, J el momento de iner- cia, de esa misma seccién respecto al eje principal normal al plano de simetria (eje de flexién), y y la distancia de este eje al punto considerado. Los esfuerzos maximos en cack seceién uansversil aparecen en los bordes superior € inferior y se obtie. nen sustituyendo y por Yéz en la ectracion 2.17: M at ms = 2.18) Omer S=1/Ymaz es el médulo de seccidn elistico de la seceion transversal constante de la viga. Puesto que los momentos flexionan Jos de las secciones extremas, en ellas aparecen los esfuerzos normales de 's maiximos son ayor intensidad: Myie _ wh 5 125 Sms = La curvatura del eje-deformado en una seccién transversal cualquiera se calcula con la expresién NUMERO DE COLUMNA 7 ommezcaz mo zZora@azma Carga W Wmdx=Wp+ AWmdxWu OM max Mp /2 3|Contiouro| 7 Deformacio nes unit rigs y es- tuerzos, secciones AyB Deformacig| nee unita- rlasy es fuerzos, seceion C a Zonas pl tifieado 6} ceccion A,ByC —y at Aye ¢ Fig, 2.10. Comportamiento de la viga de la Fig. 2.9 bajo cargas de intensidad creciente WORT OT Ml i ET (219) EL comportamiento clistieg termina cuande se al a por primera ver el estuerzo de fl gin punto; en el ejemplo en estudio esto sucede en los bordes de las secciones extremas cuando an al My = My = Mie = My = _ My _ ey omar = = TOS De esta expresiOn se obtione la carga que ocasiona la terminacién del comportamiento ehisti 12M, _ 12 Soy =—5 22 1 2). lo My al momento flexionamte que oct ‘ rera_ver, del esfuerzo de sior ic fluencia en una seccién: vale M, = Soy aplicacién de la ecua en Ta viga no hay esfucrvos de ninguna natir tes de que empiecen a actuar sobre el teriores, de manera que los esfuerzos finales se dehen exelusivamente a exis cargas; esta condicién no se cumple en los perfiles reales de acero estructural, pues existen en ellos esfuerzos residuates dle magnitud con: siderable, produciclos durante el proceso de fabrics cidn_y debidos principalmente al enfriamiento irre: gular después del laminado, asi como a operaciones de soldado, punsonado, enilerezado, etc., que se. st perponen con los ocasionados por las cargay y hace que el comportamiento elistico termine antes de lo que indica lu ecuacién: tos estuersos residuales desempe- an un papel muy importante en problemas de ines tabilidad, pero no. moditican ta barras en flexion plan; por ahora: debe s tencia origina deformaciones mayores que bas que se calculan no teniéndolos en cuenta.) La columna 3 de la Fig. 2.10 contie cidn correspondiente al instante del proceso de carga en que termina el comportamiento shistice: hasta aqui se conserva ki maciones y son viliday lay formulas usuales para su eulo, Lat Hee en una seceion t instante, in 2.20 presupone que a lay cargas ex: resistencia de las por lo que pueden ignorarse alarse, sin embargo, que st exis- widn lineal enue esluersoy y delor ven el centio delclare y Ta curvatara versal cualquier valen, en ese Teoria plastica simple 17 oa V28oy Le Bre Sar EL Sal? Myl= 1 Say st %) 2K “I ©, = M,/EL = Zeid ce2yy aparicién del estuerso de fluencia en algunos puntos de la no indica que se haya agotado su re- res pero ef comportamienta en esta mu sistencia: licig de hecho, puede soport no puede ser predicho por los métodos hasados teoria de ke clasticidid, ya que deja dee plirse la hipstesis Inisier de esta teoria al desapareeer hi re lacion in nas sonay de ka vigs La columma 1 (Fig. 2.10) muestra ef estate en que viga cuando ki carga w es ligeramente mayor que w,; en la seccién central C y en la mayor parte del claro el material sigue comportindose chix ticamente, lo que no. sucede en las secciones extremas; en ellas, de acuerdo con Ia hipdtesis de que las seccio- versales se conservan phinas, lay defor ney unitarias ¢ siguen ereciendo lincalmente desile el eje de flexion hacia toy bordes (renglin 1), pero en tos (para y > ¥,) sobrepasan’el valor ¢, correspondiente t la iniciacién del Hlujo phis cl en ilo ekistico, y en ella se conserve ka relicién lineal tre esfucrvos y deformaciones en tlw: se encu Tas fajas cercanas a tico; ta vona central, de amplitud 2 yy. 4 mant entre esfuerzos y deformaciones, pera ‘el material si tuado fuera de esa regién entra en el intervalo. pis. tico y, de acuerdo con la grifica esfucrvodelormacién idealizada de ta Fig. 2.8, esti sometide a un esfucrra constante de magnitud g, que se presenta pari cu qu yor que Ey. Lat ec 2.19 ya no ey aplicable para ef cilenlo de las curvatu xv deformacion las seceiones ext ecuacion eM ony = EL, en la que Zy es el momento de inercia de ta y central qué permanece alo ckistico, de kr que depende Ia rigider de ta secei phisticamente bajo esfuero cons sistencia a ka delormacién _ ya que ef resto Have guna Incrementoy adicionales de Gaga ocasionan amen toy de tay deformaciones unitariay en las sceciones. extrema reduecién de liam. plitud de el eje de flew fen Tay que el material esti plastilieado: se tiende co nly columna 5, con la consiguiente a 700 al al extenderse hacia ni lis doy regiones, superior © inferior, mo limite a lose los renglon 4, donde t 1705 Most lo el acero esti sometida al es. 18 Flexién fuerzo de fluencia, a tensién de un lado del eje de flexion y a compresién del otro, (No es posible que se presenten estos esfuerzos en una seccién transversal de una viga, pues implicarfan la existencia de defor. maciones unitarias infinitas y esfuerzos de magnitud Gy pero de signos contrarios, en puntos infinitamente cercanos, a uno y otro lado del eje neutr dad, siempre existe una zona central, de amp muy reducida, que permanece en estado eléstico, y en os bordes de la seccién los esfuerzos sobrepasan el limite de fluencia al endurecerse el material por de- formacidn; sin embargo, la distribucién de esfuerzos Propuesta se acerca mucho a la real ¢ introduce sim- Plificaciones importantes en Ios métodos de andlisi por lo que se aceptara en adelante; por otro lado, ex- tensas investigaciones experimentales han permitido establecer que el comportamiento de las estructuras predicho tomando como base esa distribucién de es. fuerzos en las zonas de momento maximo se apro- xima notablemente al comportamiento real) . en reali- MOMENTO PLASTICO RESISTENTE Y FACTOR DE FORMA DE UNA SECCION Admitiendo, de acuerdo con Ia primera hipétesis, que el material puede deformarse indefinidamente bajo esfuerzo constante oy, la plastificacién total de una seccién transversal de una viga implica que se presentan en ella dos fenémenos de importancia fun- damental: 1. El momento flexionante en la seccién ¢s el miximo que ésta puede resistir, ya que los esfuerzos nor- males no pueden ser mayores que oy. 2 La secciém es capaz de admitir rotaciones ilimi- tadas, puesto que ha desaparecido la zona ebistica central de la que provenia su rigides en etapas anteriores, Las condiciones de equivalencia entre las solicita- ciones exteriores en una seccién y su respuesta per- miten determinar su momento resistente maximo. De acuerdo con Ia ‘hipétesis No. 7 las fuerzas interiores son mecénicamente equivalentes a un par My, de magnitud (Fig, 2.11) d_ bd a bas My =F Spe pea el momento exterior maximo que puede soportar y que pr "por Ia seccién es (temic = My = 0 Fig. 2.11, Fuerzas interiores en una seccién rectangular Plastificada A este momento se Ie da el nombre de momento plstico resistente 0, por brevedad, momento plastico, y se representa con las letras Mp. Por consiguiente, el momento maximo que puede resistir una seccién, 0 momento plastico resistente de la misma, es el que ocasiona su plastificacién total; en secciones transversales rectangulares su intensidad es bar M, = 0 | oye Z es una propiedad que depende exclusivamente de la geometria de Ia seccién considerada, a la que se da el nombre de médulo de secciin plastico por la semejanza que tiene con el médulo de seccién elastico, La ecuacién (2.26) ¢s valida para secciones transversales de cualquier forma, y Z es el momento estitico de la seccién con respecto aun eje, perpendicular al de simetria, que la divide en dos porciones dle areas iguales; si la sec- cién es doblemente simétrica ese eje es el segundo eje de simetria, Al cociente del momento plistico M, de una sec. cién entre el momento M, de la misma se le da el nombre de factor de forma, f. (227) De acuerdo con la ecuacién 2.27, f depende exclusi- vamente de las caracteristicas geométricas de la seccién y Tepresenta una reserva de capacidad para resistir fle xién mas alld del intervalo eldstico, pues éste termi- na cuando el momento alcanza el valor M, y la sec Megar aM, + Para la secci6n rectangular f = (bd?/4) | (bd? /6) = 1 para otras secciones el factor de forma tiene valores dife- rentes, grandes cuando la mayor parte del material esté cerca del eje de flexién y pequenos cuando esté lejos (por ejemplo, vale 1.7 para el citculo y entre 1.10 y 1.18, con un promedio de 1.14, para perfiles laminados I y Hf flexionados alrededor del eje de mayor momento de iner- cia). ARTICULACION PLASTIC. AL crecer cl momento M mis alli de My y acercarse aM, la amplitud de la zona eléstica central disminuye, ten- diendo y, (y. por consiguiente, f,) hacia cero; por tanto, de acuerdo con la ectacién 2 omento flexionante M existen: te en una seccidn transversal de una viga tiende ha Gia M, la eurvatura @ del eje de la barra en esa sec- infinite, 0 sea 5 puede afir- nse que cuando el cién tiende haci MM, 0. y.€ Oy o> Una seccidn en li que acta el momento M, se encuentra totalmente plastificaday puede admitir ro- tacioney ilimitadas bajo momento constante, ya que el material que la constituye se alarga 0 acorta lie bremente, (Esto no implica que la curvatura sea de manera necesaria infinitamente grande, pues lo mis. mo qute en articulaciones reales las rotaciones pueden estar restringidas por el resto de la estructura, que permanece en estado ekistico) EL comportamiento de una seccién completamente plastificada es andlogo al de un con la diferencia de que mientras en é €s constantemente nulo,en aquélla se mantiene igual a M,: por ante en un: wnticulacién real, 2 el momento consiguiente, cuanclo el momento flexio. seceién alcana un valor igual a su mo- ‘mento plistico resistente se forma en ella una articulacion plastica, caracterizada porque es capaz de admitir rotacio- nes ilimitadas bajo momento constante. (Esta es también una simplific . que permite describir analiticamente, en forma sencilla y muy exacta, el comportamiento real de las estructuras). ién de un problema mucho més complejo, En la Fig, 2.12 se muestran, en forma esquem: lay grificas momento-curvatura de una _articulacién phistica y de una real, Las dos rectas Henas representarian correctamente el comportamiento de una articulacion phistica en Teoria plistica simple 19 Articulacién pidstica Mp = [4% — 0 mientras M=Mp) My Articulacién real 0 (p= Omientras M20) @ Fig, 2.12, Gréficas momento-curvatura de una articulaciin pldstica y wna real una seceién con factor de forma unitario, pero como Fes siempre mayor que I y las curvaturas crecen mas rip a partir de My, al irse plastificando ta seccién, Ja curva punteada representa el fenémeno de una manera mis precisa; sin embargo, en lat teoria plistica simple se acept la representicidn idealizada formada por dos lineas rectas, lo que equivale a su poner que la seccién se comporti ekisticamente hasta que el momento flexionante llega a M,. (Esta supo- sicién no introduce errores en cilculos de resistencia pero si al determinar deformiaciones, las que se ob- tienen con valores menores que los reales: es acept ble, sin embargo, sobre toclo si fa secein es un perfil 70 H con factor de forma cercano «la unidady De acuerdo con Ia discusiém anterior, cuando la carga al valor w, = 12.M,/L tiene igualando el momenio maximo w,l2/12 con M, y despejando w,, x¢ forman articulaciones plist cas en Tos dos extremos de la viga; este instante del proceso aparece en la a Fig. 2.10, y para trazar el diagrama de momentoy flesionantes y calcu- lar fa flecha maxima se_ha supuesto que la viga se tonces, dlespreciando dam nza_ el olumna 5 de comporta clisticamente hasta los efectos de la plastificacién parcial de las secciones intensidad de la carga extremas iniciadst cuando era wy. (En la teoria plistica simple se ignoran las etapas representaday en lay columnas 3 y 4 de la Fig. 2.10; se supone que la estructura se comporta clisticamemte hasta que se forma la primera articule cién pkistica, y que lo mismo sucede entre articula ciones plisticas sucesivas) . La viga puede admiti ocasionan modifies Giones extremas, puesto que en ellas se han formado ya articulaciones phisticas, pero si hacen que esas sec Giones giren, lo que no sucedia en el intervalo elt tico en el que estaban fijas angularmente; por consi- eangas adicionales que no nes en los momentos en las sec 20 Flexién guiente, soporta los incrementos de carga trabajando como si estuviese libremente apoyada, manteniéndose fijos (e iguales a M,) los momentos negativos en los extremos mientras aumentan los positivos en el resto del claro hasta que, eventualmente, el momento en Ja seccién media Hega también a valer M,: en ese ins- tante se agota la resistencia de Ia viga, ya que al for- marse tres articulaciones.phistieas queda convertida en un mecanismo, capaz de admitir deformaciones cre- cientes bajo carga constante. La columna 6 (Fig. 2.10) corresponde a un ins. tante del proceso de carga intermedio entre la for- macién de las dos primeras articulaciones plisticas, ‘en los extremos de Ia viga, y Ia tercera, en Ia seccién central, y Ia columna 7 representa el instante en que se forma la articulacién central y la viga se convierte en un mecanismo; se muestran en ella, de arriba hi cia abajo, el diagrama de momentos flexionantes (los momentos en ambos extremos y en el centro son igua- les entre si y su magnitud es la del momento plistico resistente de Ja seccién, M,), la configuracién del eje, que era recto originalmente, y las deformaciones uni- tarias y los esfuerzos en jas secciones en las que han aparecido las tres articulaciones plisticas, EL incremento de carga necesario para que se forme Ja tercera articulacién puede determinarse comparan- do los diagramas de momentos de las columnas 5 y 7: para pasar del primero al segundo la carga uniforme adicional debe hacer que el momento en el centro del claro aumente en M,/2, y puesto que durante esta etapa la viga se comporta como si estuviera libremen: te apoyada el incremento es (aw)L? _ M, ~3 78 La carga méxima que puede soportar la barra es Wnae = Wy = W, + Aw = 2M, | 4M, ° Sa (2.28) y bajo su accién se forman las tres articulaciones plas. ticas necesarias para que se convierta en un meca: nismo, Si una estructura en la que actitan cargas crecientes tesponde diictilmente hasta el colapso, es decir, si no se presenta ningiin fenémeno que ocasione una falla prematura, su resistencia se agota cuando se forma un ntimero de articulaciones plisticas suficiente para que la estructura en conjunto, o una parte de ella, se con- vierta en un mecanismo; a la carga correspondiente se Ie da el nombre de carga de colapso o carga lima, y se representa con los simbolos wy 0 Py» segin que esté distribuida o concentrada en un punto. (Algunas estructuras, como por ejemplo la viga doble- mente empotrada en estudio, pueden soportar cargas mayores que las de colapso definidas arriba, traba- jando a tensién entre articulaciones plisticas, pero p: Ta que el incremento en resistencia tenga importancia deben presentarse deformaciones muy grandes, com- pletamente inaceptables en estructuras reales) La flecha aproximada en el centro del claro en el instante en que se forma el mecanismo de colapso se obtiene sumando la que existe cuando aparecen las dos primeras articulaciones con la ocasionada por Aw; para su cilculo se supone que la viga se conserva en estado eldstico entre articulaciones plisticas, y se tiene en cuenta que en la primera etapa esté empo- trada en ambos extremos, mientras que en la segunda se comporta como si estuviese articulada en ellos. 1 w)lt | 5 (Aw) Lt Bu = By + 88 = ee 384° ET 1 2M, Le. 5 4M, Le + El” 384«L= EL a3 Met 5 ML? _ M,Le = 229) % ET 12 ET Con Ia informacién obtenida se puede trazar la gra fica carga-flecha en el centro del claro de todo el pro- ceso (Fig. 2.18), El tramo OA corresponde a ta pri- mera etapa, de comportamiento elastic, que termina al formarse articutaciones plisticas en los dos extre mos (punto 4 de la gréfica) nales de carga son soportados por la viga trabajando como si estuviese articulada en ambos extremos, pero aunque éstos son capaces de admitir rotaciones ilimita das, en la estructura real los giros se conservan dentro de los limites impuestos por el resto de la viga, que se mantiene en estado elistico; por consiguiente, en el punto A se inicia una etapa de fluio plistico restringi- do durante la cual la viga, aunque con menos rigider que al principio, sigu endo capaz de resistir in- crementos adicionales de carga, Esta etapa termina al formarse la tercera articulacién plistica (punto B), pues a partir de entonces la estructura, convercida en un mecanismo, experimenta deformaciones crecien tes mientras la carga se mantiene fija (ona de flujo plastico no restringido) . Los incrementos adicio- La grafica de la Fig. 218 es una idealizacién del comportamiento real, ya que no se han tenido en cuenta las curvas de transicién que aparecen entre las rectas que la componen, ocasionadas por la plastifi- cacin gradual de las secciones transversales. Cargo Ww Flujo pldstico Flujo pidstico IM, ringido “no restringide Wyte? rE 12M, b Wore Compor ~ Flecha en el cen = wpe det claro TET Fig, 2.13, Grifiea carga-lecha en el centro del claro de la viga de la Fig. 9 REDISTRIBUCION DE MOMENTOS Al presentarse el colapso los momentos en los extremos y en el centro del claro tiene magnitudes iguales, mientras, que durante el comportamiento eldstico los primeros eran de intensidad doble que el titimo; esta redistri bucién de momentos, debida a las rotaciones bajo mo: mento constante en las articulaciones plisticas, es ca. racteristica del comportamiento previo al colapso de lay estructuras diictiles hiperestiticas y hace que su resistencia sea en general mayor que la predicha por , pues gracias a ella nos solicitadas de las estructuras s secciones me. cuden, antes del colapso, en ayuda de aquelias en las que los elemen- tos mecanicos son maximos, Me My | Diagrama de momentos flexionantes plastificada Fig, 2.14. Zone plastificada en une articulacién pléstica Teor ple 21 En Ia zona en que se forma cada articulacién plas. tica hay, en-general, n transversal en Ja que el momento flexionante alcanza el valor My y todas las secciones en que M >My, a ambos lados de ella, se encuentran parcialmente plastificadas; 1a amplitud de esta regin (Fig. 2.14) depende de la ley de variacién de los momentos y del factor de forma de la seccién, y puede ser considerable cuando éste es grande y aquellos varian Ientamente; sin embargo, para fines de andlisis se supone que las articulaciones plisticas estén concentradas en Ia seccién en que el momento vale M, y que en ella se presenta la tota- lidad de la rotacion inekistica, aunque para el cilculo exacto de deflexiones y para resolver algunos proble- mas de disefio deben tenerse en cuenta sus dimen- siones. (El endurecimiento por deformacién hace que en Jas estructuras reales los momentos sean, localmente, mayores que M,, y que aumente la ) La redistribucién de momentos exige que las ar- ticulaciones pkisticas que intervienen en ef mecanis- mo de colapso tengan una capacidad de rotacién adecuada, es decir, que las secciones en las que apare- cen puedan admitir rotaciones importantes bajo mo- mento constante igual a M,; de no ser asi, Ia estruc tura falla cuando Ia intensidad de las cargas es menor que la tedrica de colapso. na sola sece mplitud de las zonas parcialmemte plastifica 2.4.3 Determinacién directa de la carga de colapso La carga de colapso de la viga se ha obtenido en agin: pondientes a las «los etapas en que se divide su com- portamiento, pero puede calcularse también en forma directa, utilizando un método estitico 0 uno cine- mitico. Método estatico. anteriores sumando las intensidades corres: En la columna 7 de la Fig. 2.10 se muestra el diagrama de momentos flexionantes correspondiente al instante fen que se presenta el colapso de la viga; por equilibrio, su ordenada maxima, 2 M,, debe ser igual a w,1?/8, lo que proporciona una ecuacién para el célculo de la carga, iltima: 16M, M,=— 2M, a 8 Método cinemdtico. La curva J de la Fig. 2.156 representa la configuracién del eje de la viga en el momento en que se forma la ter- cera articulacién plistica (Fig. 2.10, renglén 3, columna 7); un instante después el eje pasa a la posicién IT pero Jos momentos flexionantes se conservan sin cambio a lo largo de toda Ia pieza, ya que la carga exterior no se mo- difica, de manera que la viga no experimenta defor- maciones adicionales; el paso de J a IT tiene lugar 22 Flexion Fig, 2.15. Mecanismo de colapso de la viga de la Fig. 9 tinicamente por rotac rededor de las articulacio fuerzas interiias que re mentos M, existentes en ellas, Igualando el trabajo efectuade por las fuerzas ex: res al pasar de Za 1 con el absorbido en las inte ese imtervalo se ob: le Toy tramoy AG y CB ak es phisticas, y las. tinicas un trabajo. son los mo. ter articulaciones sticay di tiene una ecuacién de la que se puede despejar Ia- nse escribe ficilmente ma wy} esta ec carga tomando como referencia Ia Fig. 2.18¢, en Ia que se han dibujado los desplazamientos verticales que expe- rimentan los puntos del eje de Ii viga al pasar de Ta I, es deci tos _correspondientes un pequeio movimiento del mecanismo de colapso. (Figuras como ésta son las que se trazan al analizar estructurasutitizando métodos. phisticos, ya que en ellos no interesan las deformaciones reales, sino los desplazamientos producidos por pequeiios movimien: tos de los mecanismos) . los dlesplazamii Awl 0 Trabajo exterior ¢, ‘Trabajo interior f, = Myo wy 129 Ae 40,0, 0, = 7 AM, 1. = @ es un dingulo pequeito, de magnitud indetermi- nada, que define el movimiento. del. mecanismo de colapso. Los dos métodos, estitico y cinemiitico, son de apli- cacién muy sencilla cuando se conoce el mecanismo de colapso de la estructura, el que puede determi- arse -a veces por simple inspeccién; sin embargo, en estructuras complejas no se conoce ese mecanismo de antemano, por lo que es necesario «eterminarlo a través de un proceso mas 0 menos laborioso, 2.5. Disefio por fle: n de una viga Se ha considerado por ahora que la capacidad de carga de la viga mostrada en la Fig. 2.9 queda deter- minada exclusivainente por su resistencia a la flexién; no se ha tomado’ atin en cuenta la influencia de la fuerza cortante y se ha no pueden pre- sentarse fallas por i igiin tipo; cam. En esas condiciones el diseio puede efectuarse de dos maneras diferentes, una basada en el comporta. miento elistico de Ia viga y la otra en su resistencia tiltima, € sigue el primer procedimiemto debe escogerse un perfil con caracteristicas tales que el esfuerzo mi- ximo ocasionado por las cargas de trabajo no. sea mayor que el correspondiente al limite de proporcio- nalidad; se toma como base un esfuerzo permisible gy igual aun cierto porcentaje del de fluencis _ wh wy = Rs nee 18g, wes 1a carga uniformemente repartida coneypon- diente a condiciones de trabajo. Guando se emplea el segundo procedimiento se es coge un perfil que se convierte en umn mecanismo cuando actia sobre él 1a carga tiltima wy: es decir, WZey yl? L Toy conocido So Z se elige un perfil cuyo médulo de como minimo ese seccién, elistico 0 plistico, tenj valor Utilizando un factor de carga de 1.7 (wy = 1-7 wi). tomando g, =0.600,, y suponiendo que la viga es una I laminada, con factor de forma de 1.12, la tlti- ma ecuacién puede escribirse 0.68 (Sec) erst. Con el factor de carga y el esfuerzo permisible esco- gidos (que son los recomendados por el AISC) el mé- dulo de seccién necesario de acuerdo con el diseito basado en Ia resistencia tiltima (0 disefio plistico) es aproximadamente 30 por ciento menor que el reque- ido para que el esfuerzo maximo en el intervalo elis- tico no sobrepase al permisible. Esta situacién, que se debe fundamentalmente a la redistribucién de momentos que tiene lugar durante el comportamiento plistico, antes de que se forme el mecanis- mo de colapso, se presenta en la mayoria de las estruc- turas hiperestiticas, por lo que los métodos de an lisis plistico, cuando son aplicables, suelen producir disefios mas econémicos que los que se obtienen al utilizar métodos elasticos y esfuerzos permisibles. La diferencia entre los resultatlos obtenidos utili- zando ambos métodos es menor cuando la viga es de momento de inercia variable, y se obtendrian resul- tados idénticos si el momento resistente del. perfil. au- viese exactamente la misma ley de variacién que el flexionante. Sin embargo, en estructuras reales sucle ser econémico utilizar elementos de seccién constante en los que se obtienen, en general, economias. impor. tantes si el disefio se hace plisticamente. En las piginas anteriores se ha discutido el compor- tamiento de una viga empotrada en ambos extremos, que soporta una carga uniformemente repartida cu- ya intensidad va creciendo Ientamente hasta ocasio- ‘nar el colapso, al formarse en la barra las articula- ciones plisticas necesarias para convertirla en un me- canismo; la eleccién de una estructura tan sencilla tuvo por objeto presentar de una manera clara los conceptos fundamentales referentes al comportamien- to de las estructuras diictiles, y las ideas desarrolladas pueden extenderse a cualquier, estructura hiperesté- tica, por compleja que sea. En cambio, en estructuras isostaticas no hay redistribucién de momentos, pues a primera articulacién plistica que se forma las con- vierte en un mecanismo. 2.6 Importancia del endurecimiento por deformacién Una céndicién fundamental en el disefio plistico €s que al formarse el mecanismo «le colapso se igua- len los momentos flexionantes en las secciones en que se localizan las articulaciones plisticas. (Se esté suponiendo, por claridad en la exposicién, que la es- tructura esté formada por barras de momento plis- tico resistente constante, pero las conclusiones a las que se llega son también aplicables a casos en que no se satisface esa condicién), Para ello el material de la estructura debe ser capaz de fluir. plasticamente, es de- cir, de admitir deformaciones considerables bajo es fuerzo constante; sin embargo, esta propiedad. aun- Importancia del endurecimiento por deformacién 23. que necesaria, no es suficiente: el material debe, ade- mds, endurecerse por deformacién, es decir, admitir incrementos de esfuerzos después del intervalo eldstico y antes de alcanzar la condicién de falla. En el disefio plistico se supone que el momento maximo que puede existir en una seccién es M, y que cuando aparece se forma en ella una articulacién plastica, que admite rotaciones ilimitadas bajo mo- mento constante. En Ia mayor parte de los casos My se presenta en puntos discretos del eje de las barras que componen la estructura, y como la formacién del mecanismo de colapso exige discontinuidades angu- lares en las articulaciones plisticas, si éstas fuesen de longitud nula se requeririan curvaturas infinitas en ellas, las que no pueden presentarse en una barra real. Estudios tedricos, basados en la obtencién por in- tegracién numérica de la configuracién deformada de las vigas, han demostrado que si se parte de la suposicién de que el material posee una grifica mo- mento-curvatura elasto-plistica, sin endurecimiento por deformacién, del tipo de Ia mostrada con Itnea Nena én la Fig, 28, no puede alcanzarse Ia carga ul tima predicha por Ia teoria plastica simple, debido a que al limitar los momentos miximos a M, se re- duce seriamente la longitud de las porciones de la viga que fluyen plisticamente (excepto en las zonas poco frecuentes de momento constante), haciéndolas incapaces de admitir las grandes deformaciones co- rrespondientes a las rotaciones necesarias para la for macién del mecanismo de colapso sin fallar_ prema: turamente por fractura del patin de tensién (Ref.2.8). Esto se demuestra en Ia Fig. 2.16 que corresponde a una viga empotrada en ambos extremos con dos car- gas concentradas simétricamente colocadas, en la que se ve que solo se alcanza la carga maxima predicha por la teoria plistica simple cuando @ = 0.5, ya que en ese caso la viga queda sometida a la accién de una targa concentrada aplicada en el centro del claro. y lay tres articulaciones necesarias para el mecanismo de colapso se forman simultineamente, por lo que ninguna de ellas necesita tener capacidad de rota- cidn, En todos los demas casos la carga maxima P, que se ha definido como aquella para la que se presen- tan en Ia viga deformaciones correspondientes a la frac- tura por tensién, lo que sucede cuando © = 2000, es menor que Py. Los resultados predichos por Ia Fig, 2.16 son inco- rrectos, pues muchas estructuras disefiadas y cons truidas de acuerdo con la teoria plastica simple se han_comportado adecuadamente, tanto en pruebas de laboratorio como bajo condiciones reales de ser- vicio; las pruebas de laboratorio indican generalmen- te que si se satisfacen los requisitos necesarios para evitar fallas prematuras por inestabilidad, la resis. 24 Flexion tencia de las estructuras sobrepasa 1a predicha por la teoria plastica simple (Refs. 2.7 y 2.10). La respuesta a esta aparente contradiccién se en- cuentra al considerar el endurecimiento por deforma- cién del material, que permite que los momentos mé. ximos sobrepasen a M, y que se amplien las zonas que fluyen plisticamente, proporcionando asi la Ion- gitud suficiente para que se presenten las discontinui- dades angulares correspondientes a las articulaciones plisticas, mientras las deformaciones unitarias se man- tienen dentro de magnitudes aceptables (Ref. 28). Esto queda demostrado con las curvas de la Fi 217 (Refs. 2.8 y 2.10) obtenidas tedricamente por medio de un procedimiento andlogo al empleado para la Fig. 2.16 pero partiendo de una gréfica o ~ een la que se tiene en cuen- ta el endurecimiento por deformaci6n del acero (Ref. 2.8). En ellas se ve que la viga puede soportar la carga méxima predicha por la teoria plastica simple, pero con momentos distribuidos de una manera diferente de la tedrica, puesto que los de las articulaciones que se forman primero, en los extremos, crecen por encima de Mp al aumentar la carga, y cuando ésta alcanza el valor maximo predicho por la teorfa plistica simple son del orden de 20 por ciento mayores que M,, mientras que el existente en el centro del claro es aproximadamente 15 por ciento menor; sin embargo, que Jos momentos en las articulaciones plisticas no sean exac- tamente iguales a M, no tiene mucha importancia en el comportamiento de la viga, que puede resistir la car- ga de colapso predicha por la teoria pléstica simple. (La A ZO olds | M/Mp=1.0 | En los extremos [#7#y=200 Jae 10 vige Lt an Lenuaeenr rman Lui 4 4 iy © ol 02 03 04 O08 « Fig. 2.16. Comportamiento de una viga sin endurecimiento por deformacién Solucién incluyendo 15] endurecimiento por deforma —— Soluciin basada en lo curva M-@ elastoplds~ tia Ideal os Sa.-gt—§_y oat i Mc Me 0 05 1.0 15 M/Mp Fig. 2.17. Comportaméento de una viga con endurecimiento ‘por deformacién Fig. 2.17 comesponde a a = 0.2, pero en la Ref.2.8 se obtienen resultados andlogos para otras posiciones de las cargas). Los resultados anteriores han sido complementados con otros estudios teéricos (Ref. 2.8), y comprobados expe- timentalmente con pruebas de laboratorio en vigas de aluminio que tienen un endurecimiento por defor. macién muy reducido y no son capaces de aceptar la carga de colapso predicha por la teoria plistica, sino fallan antes por fractura del patin de tensién (Ref, 2.9). En resumen, el endurecimiento por deformacién no constituye solamenté un margen de seguridad adi- cional en estructuras disefiadas de acuerdo con la teo- fa plastica simple, al hacer que su capacidad de car- ga sea mayor que la predicha, sino es un requisito indispensable para que un material pueda utilizarse en estructuras disefiadas por ese procedimiento, ya que al ocasionar una ampliacién de las zonas plasti- ficadas permite que se presenten en las articulaciones plasticas las rotaciones necesarias para ta. formacién del mecanismo de colapso. Si el material es elasto- plastico, sin endurecimiento por deformacién, el me- canismé no puede formarse; en cambio, si la zona ho- rizontal de la curva esfuerzo-deformacién es seguida por una de endurecimiento que tenga caracteristicas adecuadas, como sucede en los aceros estructurales, las predicciones de la teoria plastica simple consti- tuyen estimaciones correctas del comportamiento real de las estructuras. 2.7 Teoria plastica simple oplicada a estructuras reticulares E] objeto de ta teoria plastica simple es determinar la resistencia miixima de lay estructuras de fallan diictilmente, por formacién de un mimero de articulaciones convertir a estructura completa, 0 a una parte de ella. en un mecanismo sin capacidad sistir cargas, ya que se desplaza sin deformaciones adicionales y sin sorcién de energia. La base de esta teoria son las hipétesis enunciadas en 24.1, de manera que al apli- carla serexcluyen fallas prematuras por inestabilidad de cualquier tipo. y se desprecian los efectos de las fuerzas cortantes y normales; por consiguiente, Ia teo- ria plistica simple trata, exclusivamente, con barras sometidas a flexién pura; posteriormente, para apli ear sus resultados al disehio de estructuras reales es necesario-revisarlos y, en st Caso, corregitlos, para U ner en cuenta todos los efectos que se ignoran origi- nalmente. (El procedimiento es andlogo al que se sigue en el anilisis y disefio elistico de estructuras reticulares ordinarias, las que se analizan utilizando las propiedades que tendrian las vigas y columnas que las componen si no existiesen en ellas fuerzas nor males ni cortantes, y los efectos de éstas se toman en cuenta posteriormente en el diseiio) . isticas. suficieme 2.7.1 Caracteristicas del diagrama de momentos flexionantes correspondiente al colapso de una estructura L.os momentos flexionantes correspondientes a Ta fa- Ha por formacién de un mecanismo de una estruc tura cualquiera, deben satisfacer, simultdneamente, las tres condiciones siguientes: 1. Condicién de equilibrio. El conjunto de momen- tos flexionantes debe corresponder a un estado de equilibrio entre Ia estructura y las cargas que actian sobre ella, 2. Condicién de mecanismo, El momento flexionan- te debe ser igual al momento plistico resistente en un namero de secciones transversales suliciente para que la estructura completa, o una parte de ella, se nismo con articulaciones phis convier ticas 3. Gondicién de plasticidad. EL momento flexio: nante existente en una seccién no puede ser nunca mayor que el momento plistico resistente de la es tructura en esa seccidn, La primera condicién es obvia y no requiere nin- guna explicacién, La segunda proviene de que una vex aceptadas las hipdtesis tica simple, la Unica forma posible de colapso de una estructura es por formacién de un ntimero de articu- isicas de la teoria plis- Teori plistica simple aplicada a estructuras reticulares 25 ticas su laciones pl ieme par un mecanismo, total o parc instante lay deflgsiones pueden aumentar bajo constante, a caus de las rotaciones que se presentan en las articulaciones y mientras los momentos en ellas se mantienen sin cambio, iguales a los momentos pl Licos resistentes de las secciones correspondientes, Por uiltimo, que se convierta en , ya que a partir de es la tercera condicién es una consecuencia de grifica oe idealizada de la Fig. 28: puesto que los esfuerzos normales no pueden so- la aceptacién de puede ser mayor que M,, que corresponde a la plas- tificacién integra de De una consideracién de los requisitos de equili- brio se deduce que tos momentos existentes en la ¢ (ructura en el instante en que se forma Ia tiltima a ticulacién necesaria para el mecanismo no se modifi- can durante ef colapso, de manes Dios de curvatura mas que en las secciones en que apa recen las articulaciones; por consiguiente, el abajo realizado por las, fuerzas exteriores durante un pe queiio movimiento det mecanismo de colapso es igual lay articulaciones. pki brepasar ef valor de fluencia, el momento inter seceidn, que no hay ca al absorbido cas, 2.7.2 Teoremas fundamentales del anéiisis plastico Todos los métados de anilisis phistico se basan en los tres teoremas que se enunc dan aqui sus demostraciones formales que puede: pero se presentan algunos ejemplos que ayudan a compren- der su significado, continuacién; no se verse, por ejemplo, en lay referencias 5, 6 y Teorema del limite inferior “La carga correspondiente a un diagrama de momen- tos que satisfaga It condicién de equilibrio, trazado indoles valores arbitrarios alas incégnitas hiperes- titicas, es menor que ta de colapso dle fa estructura 0, a lo sumo, igual a ella, siempre que el momento fle. xionante no sea, en ningun: n, mayor que el momento phistico resistente correspondiente” En una estructura hiperestitica cualquiera hay un niimero infinito de diagramas le momentos que sa tisfacen todas las condiciones de equilibrio estitico con un conjumto eypecificado de fuersas exter ya que pueden inventarse Jos valores de las inedg- fas hiperestiticas y deducit Joy de lay cantidades desconocidas restantes en funcidn de las cargas: del sistema exterior, utilizando para ello lay ecuaciones de equilibrio; si, adem de los miembros de la estructura de . se escogen las dimensiones pera que se dle plasticidad, se obtiene un diagrama de momentos que cumple dos aga al mismo tiempo la condic 26 Flexion de las condiciones necesarias para ser el de colapso pero que; en general, no lena Ia tercera; por consi guiente, la estructura no se convierte en un mecanis ‘mo, To que indica que su capacidad de carga no se ha agotado todavia, Teorema del limite superior “La carga correspondiente @ un mecanismo supuesto es mayor que Ia de colapso de la estructura 0, a lo sumo, igual a ella”, Si se conoce ef inecanismo real de colapso de una estructura sometica a un sistema determinado de fuer. zas exteriores, puede obtenerse el valor de Ia carga de colapso igualando el trabajo realizado por las fuer- vas exteriores, durante un pequefio movimiento del mecanismo, con el absorbido en las articulaciones plis- ticas, Sino se conoce el mecanismo real de falla es posible escribir una ecuacién de igualdad de traba jos, del tipo indicado arriba, para cualquier meca- nismo supuesto.* con lo que se obtiene la carga “correspondiente” a ese mecanismo, Se Hega asi a una solucién que satisface las condiciones de equilibrio y de mecanismo pero que, en general, viola la de plas- ticidad, de manera que la carga correspondiente es mayor que Ia real de colapso puesto que produce, en una o mas secciones, un momento mayor que el que realmente puede soportar la estructura. El significado de los dos teoremas se aclara en los ejemplos siguientes. Ejemplo 2.1 Viga de seccién transversal constante empotrada en ambos extremos, con carga uniformemente repar- tida (Fig. 2.18). Cualquier diagrama de momentos obtenido super- poniéndole al isostético una correccién constante es estaticamente admisible, es decir, satisface las condi- ciones de equilibrio estatico con las cargas exteriores. En Ja Fig. 2.18, 5 y c, se muestran dos diagramas de ese tipo. Para que se cumpla simulténeamente la condicién de plasticidad, el momento flexionante no debe ser mayor en ninguna seccién que el plistico resistente, constante en este caso, de la viga; esto se logra igua- lando el momento maximo a M,, con lo que se ob- tien Diagrama de la Fig. 2.186: ible aplicar el principio del trabajo virtual smo Supuesto, a M>Mp M>Mp Fi 7 2-18. Aplicacibn de los teoremas del limite inferior y del ite superior De acuerdo con el teorema del limite inferior los dos valores de w que se acaban de calcular son me- nores, o a lo sumo iguales, a la carga de colapso de la viga, (En este caso son ambos menores, y observan. do los diagramas de momentos correspondientes se ve que ninguno de ellos satisface la condicién de meca- nismo) . En Ia Fig. 2.18d se ha dibujado un posible meca- nismo de colapso, con articulaciones plisticas en el centro y en los cuartos del claro. Igualando el trabajo efectuado por la carga exterior con el absorbido en las articulaciones plisticas durante un pequeiio mo- vimiento del mecanismo, se tiene: 64M, wou De acuerdo con el teorema del fimite superior, Ia carga calculada es mayor o igual que la de colapso. (De hecho es mayor, ya que en el diagrama de momentos correspondiente al mecanismo supuesto, Fig. 2.18e, se viola la condicién de plasticidad en dos amplias zonas situadas en los extremos de Ia viga). Ejemplo 22 Viga de seccién transversal constante, empotrada en un extremo y libremente apoyada en el otro, con fuer- zas P concentradas en los tercios del claro (Fig. 2.19). Los diagramas estdticamente admisibles se obtienen en este caso superponiéndole al isostatico una correc- Gién lineal que pasa por el apoyo de la derecha en el que el momento es, necesariamente, nulo. Un diagra- ma de este tipo es el de la Fig. 2.190, y si se escoge el M, de la viga de manera que se cumpla la condicién de plasticidad, se obtiene un Ifmite inferior de la carga de colapso: Mmsa= PL =M, 2. P= Para que se forme un mecanismo basta con dos ar- ticulaciones plisticas, puesto que en el extremo de la dere- cha de Ia viga hay una real; en la Fig. 2.19 ¢ y € se muestran dos posibles mecanismos de colapso, y en d y f los diagramas de momentos correspondientes. Para el primero (Fig. 2.19): 5 OL 5 POL + P= = PSS +P a aM Pas Para el segundo (Fig. 2.19¢) : POL + 2POL =4M,0 ©. P De acuerdo con el teorema del limite superior los dos valores de P que se acaban de calcular son ma. yores.o iguales que el de colapso. La carga correspondiente a la Fig, 2.196 es necesa- riamente menor que la de colapso, puesto que el diagrama de momentos no cumple la condicién de mecanismo (el momento es menor que M, en todas las secciones menos una), y la correspondiente al pri- mer mecanismo supuesto es mayor que la de falla, pues se viola la condicién de plasticidad (Fig. 2.194); en cambio, el mecanismo de la Fig. 2.19¢ ¢s el real de co- lapso y la carga ultima vale 4M,/3L, ya que el dia grama de momentos de la Fig. 2.19f cumple simultd- neamente las tres condiciones de equilibrio, mecanis. ‘mo y plasticidad, ‘Teoria plistica simple aplicada a estructuras reticulares 27 Fig. 2.19, Aplcacin de tos teoremas de ite inferior y det limite superior * Los teoremas del limite inferior y del limite supe- rior Ievan al siguiente Teorema de unicidad “Si para una estructura dada, sometida a un sistema de cargas de caracteristicas y magnitudes definidas, ¢s posible encontrar cuando menos un diagrama de momentos que satisfaga simulténeamente las condi- ciones de equilibrio, mecanismo y plasticidad, las cargas consideradas son, necesariamente, las de co- lapso”. Una vez aceptados los teoremas del limite inferior y del superior el de unicidad es obvio, pues las car- ¥as de un sistema que satisfaga simultineamente las tres condiciones de equilibrio, mecanismo y plastici- dad son, de acuerdo con el teorema dlel limite superior, mayores 0 iguales que las de colapso y, al mismo tiem- po, seguin el del limite inferior, menores o iguales que 28 Flexién ellas, y esas dos condiciones no pueden cumplirse al mismo tiempo mds que si son precisamente las de com apso, EI imerés de este teorema proviene de que permite determinar si un mecanismo dado es o no el de co- lapso de una estructura; basta para ello con cons truir el diagrama de momentos correspondiente: si M , me2, Pea Py (a) (or Ejemplo 2.4 Marco biarticulado, de seccién’ ‘transversal constan- te, de las dimensiones y con Tas’ cargas mostradas en ig. 2.250. la Método estético En la Fig. 2.25 se indican todos los pasos inecesarios para resolver el problema por el método estitico, es. cogiendo como incdgnita hiperestatica la reaccién ho- rizontal en el apoyo E. Los diagramas de momentos dibujados en (d) y en (e) son el isostatico y el correc: tivo, y en (f)-se han superpuesto los dos ajustando el corrective para que aparercan momentos iguales. en. tre sien las secciones Cy D; la carga de colapso es Ta que correspondé’a la formacién de articulaciones plisticas en esas dos secciones, y se obtiene con la ecuacién Observando el diagrama de momentos de la Fig. 2.25f se comprueba que M no es mayor que M, en nin- guna seccién, y es ficil demostrar que las rotaciones en las articulaciones plisticas concuerdan con Ios sig- nos de los momentos. Método de los mecanismos En la Fig, 2.26 esta resuelto el problema por este mé- todo, La estructura, tiene dos mecanismos indepen. dientes (m= 2) y su-combinacién produce el de la Fig. 2.26¢ al que se ha llamado mecanismo J + H..La carga: mas ‘pequefiz-es a, del mecanismo combinado, yen este caso s¢ sabe que es la de colapso, pues se han estudiado toxlos los mecanismos posibles; sin embar- go, en la Fig, 2.278 se ha trazado el diagrama de mo- mentos correspondiente a la condicién de colapso, que es igual-al obtenido por el método estitico (Fig. 2.25f). Los momentos flexionantes son menores 0 igua- les que M, em todas las secciones del marco de ma nera que se Satisface la condicién de plasticidad, y pucde asegurarse que P, = (4/3) M,/L. (En este ejem- plo estin perfectamente determinadas las reacciones en el instante del colapso, ya que se cuenta para cal- cularlas con tres ecuaciones de equilibria y dos adi. cionales que s¢ obtienen del conocimiento' de los mo- mentos en C y D, Fig. 2.270; posteriormente se calcu: Ja el momento en B, con lo que el diagrama queda completamente definido) . bp Tt Mp Li \ i M i) | | Lom, ey Fig, 2.27, Diegrama de momentos correspondiente ala con dicién de colapso Mis adelante se presenta un iltimo ejemplo de apli- cacién del método de los mecanismos (Ejemplo 2.10). 8.4 Aplicacién del método de los mecanismos a ‘estructuras con barras inclinadas En los ejemplos estudiados hasta ahora y, en general, en totlos los casos de marcos formados por vigas y co- lumnas perpendiculares entre si, es ficil evaluar el trabajo realizado por las fuerzas exteriores y el absor- bido en las articulaciones phisticas al darle a la es: tructura un desplazamiento pequeiio correspondiente a cualquier mecanismo supuesto, pero hay ocasiones ‘en que la geometria dle la estructura hace que se difi- culte considerablemente la determinacién de los dex plazamientos y giros con los métodos ‘utilizados hasta ahora, Esto sucede, tipicamemte, én “ntarcos de dos aguas. En €s03 casos es conveniente emplear otro procedi- nto para plantear la ecuacién de igualdad de tra. bajos, basado en Ta determinacién de los centros ins- tantineos de rotacién de las barray que componen el mecanismo. Las caracteristicas principales del método se presentan tomando como referencia la estructura de la Fig, 2.28, Las articulaciones en A y B son reales y hastan dos rétulas plisticas en secciones intermedias para que se forme un mecanismo; en la figura se ha supilésto que aparecen en € y D. Al dar una. pequeiia rotacién a la primera de las barras, alrededor de. la: articulacién ‘A, ‘todas las de- més giran y se desplazan, y-deben caléulatse los traba- jos realizados por las fuerzas exteriores, F, y F,, al Teo Roo, Fig, 2.28. Centro instanténeo de rotacion Métodos generales de anilisis phistico 35 moverse sus puntos de aplicacién, asi como el absor- bido en las articulaciones plisticas; para ello debe ha. cerse un estudio de la geometria del movimiento del mecanismo, Mientras que las barras AC y DB giram alrededor de A y B, respectivamente, la CD esti dotada de un mo- vimiento plano con centro instantineo de rotacién en Ley, punto en que se cortan las prolongaciones de AG y BD. (lrg se determina teniendo en cuenta que Cy D se desplazan a to largo de trayectorias norma- les a AC y BD, respectivamente, puesto que cada uno de esos puntos pertenece a una de las barras laterales, y que esas trayectorias deben ser, al mismo tiempo, perpendicula- res a las rectas que unen los puntos considerados con el cen- tro instanténeo de rotacién de la barra CD, de la que tam- bién forman parte). Los dngulos 8, y 8, pueden expresarse en funcién de 01 y de la geometria de la estructura, de manera que la configuracién deformada queda definida por un solo parémetro; de la Fig. 2.28, Los trabajos realizados por las fuerzas F, y F, y Jos pares pueden eyaluarse en funcién de los giros y de las dimensiones de la estructura como se ve estudiando la Fig. 2.29, a y b, en la que se han dibujado las barras AC y GD aislalas del resto El trabajo realizado por F, durante la rotacién @, es (Fig. 2.290) : Fy 0 AC ca = (My) 8 Andlogamente, al girar Ja barra GD un angulo 0, alrededor dle su centro instantineo de rotacién F efec tila un trabajo tr, = FARK 0038 =F, Oly K cosh = Took Os )e (Mr, “flew E| trabajo realizado por una fuerz qué obra sobre una barra dotada de un movimiento de rotacién, due rante un pequeito giro de ésta, es igual al producto dlel momento de la fuerza respect al centro de ro multiplicado por el angulo de giro; si el movimiento de la barra es plano el resititado es el mismo, con la Unica diferencia de que el momento debe evalitarse res. pecto al centro instanténeo, Fig. 2.29, Trabajos de las fuerzas exteriores del mérce de la Fig. 2.28, EL trabajo efectuado por un par concentrado de in: tensidad ys es = po Una ver que se han expresado: las rotaciones' de to! day lay barras y los trabajos realizados por las cargas exteriores y por los momentos en iy articulaciones phisticas en funcién de un solo singulo de giro y de la geometria de la estructura, se puede plintear ui cidn de igualdad dew que se obtiene la carg canismo supuesto. Este método puede utilizarse también para anali var marcos ortogonales; sin embargo, es al aplicarle a estructuras con barras inclinadas cuando tiene ven- tajas, a ecua. hajos externo ¢ interno de la Itima correspondiente al me- Ejemplo 25 Calcdilese la carga de colapso del marco de la Fig. 2.30. Pueden formarse secciones dle la estructura (marcadas en Ia Fig, 2.300) y su grado de hiperestaticidad es tres, luego hay cuatro me- canismos indepenidientes, dos tipo viga y dos correspon- dientes a los grados de libertad del marco. Las cargas que corresponien a los mecanismos inde. penidientes 1, 2 y 4 (Figs. 2.300 yd). se-cailealan ati lizando los métodos uswales;valen ulaciones phisticas en siete utilizando el concepto de centro instant gira alrededor de 2, la 6-7 1e0, le 0 ereccidn de las prolongaciones estud de rotacién: ta barra 2 alrededor de 7, y el centro instants de 4-6 esté en ta i Mle 24 y 7-6, Para p deben expresarse los dingulos que giran I anismo en estudio en fun. in de igualdad de trabajos trey barray que se mueven en el Wy 4b1 son iguales ene los y. sus bases miden 21.,0F pues tienen los mismos 2.300) lay dtstancias 24 y 4 son tambien 5 que ta barra 46 gira Jingulo de la misma magni tud que 1-2. Ademis, 61 = 67, luego Ia rotacion de la columna de Ia derecha es uimbién 8. En fa Fig. 2.800 se han anotado los singulos de giro totales en cada articulacién, suma de las rotaciones de las dos barras que concurren en ellis, alededor de sus centros instantineos respectivos. Al darle al mecanismo un pequenio desplazamiento, definido por el angulo de rotacién 6 de la viga de la i quierda, ¢ igualar el trabajo realizado por las fuerzas ex. teriores con el absorbido de las articulaciones plasticas, se llega a la ecuacién PL O+PL 0=MS+M, 204M, 204 M,0 3M, 2 PAL = 6,8 2, P= A Py La carga real de colapso, que corresponde al me- canismo de la Fig. 2.80¢, se calcula utilizando de nue vo el concepto de centro instantineo de rotacién; en Ia figura se ha'indicado el del tramo $46, que es €l que esta dotado de movimiento plano en este caso, y s¢.han marcado también Jas rotaciones de las tres porciones de la estructura, las que se determinan fd. cilmente por consideraciones geométricas. ecuacién para el cileulo de la carga de colapso Pon 2 3 3 8 e+ PL = Lo PotPh PO+PL F =M, ay $ a Le wr +4 7040) TP OL = 1,0 Conio comprobacién de que ésta es la carga de co: lapso se han calculado los momentos en as secciones 2.4 y.5, los que se muestran en Ia Fig. 2.80f: todos son menores que Mp. (Para calcularlos se obtuvieron pri- mero los valores de las reacciones, utilizamio los momen- tos conocidos en las secciones en que se forman articula. iones plasticas) Métodos generales de anilisis plistico 37 b)Mecanismos | y 2 ¢) Mecanismo 3 4) Mecanismo 4 aL e Fig. 2.30 Ejemplo de aplicacién det método de los mecanismos al andilsis de estructuras con barras inctinadas (Ejemplo 2.5) ot} L/e L/2 Fig. 2.31. Diagrama de momentos extdsicamente admisible cde una viga con una carga en el centro del claro 2.8.5 Distribucién pléstica de momentos El método estdtico puede aplicarse en forma ana tica, constituyendo el procedimiento conocido con el nombre de distribucién plastica de momentos; esta designacién proviene de que tiene una cierta seme- janaa en forma con el método de Cross de distribu- cién eldstica de momentos. AL analizar una estructura por distribucién plas- tica de momentos se parte de una condicién en la que cada una de las barras que la constituyen, con- siderada aislada, se encuentra en equilibrio, y se mo- difican los momentos en sus extremos de manera que se logren satisfacer también las ‘condiciones de equi- librio en los nudos y de fuerzas horizontales, conser-" vando las correspondientes a las barras aisladas;. pos- teriormente vuelven a modificarse los momentos, a través de uma serie de ciclos, hasta lograr satisfacer la condicién de mecanismo sin violar el equilibrio establecido desde un principio, y se escogen los mo- mentos plisticos resistentes de las barras de la estruc tura de manéra que se cumpla, simulténeamente, Ta condicién de: plasticidad; todas estas operaciones s¢ efectian analiticamente sin dibujar el diagrama de mo. ‘mentos flexionantes de 1a estructura. EI primer paso en la aplicacién del método *consiste en la determinacién de los cambios que pueden ha- cerse en el diagrama de momentos de una barra que forma parte de una estructura reticular sin destruir el equilibrio existente entre ella y las camgas exte- riores. Considérese la viga de la Fig. 2.814, cuyos extremos 1 y 2 conectan con nudos de Ja estructura, sobre la que obra una carga concentrada P aplicada en el cen- tro del claro,3; como su diagrama de momentos esta formado por dos rectas, una entre las secciones 1 y 8 y Ia otra entre 8 y 2, queda completamente definido si se conocen los momentos en esos tres puntos, por lo que son los winicos a los que se presta atencién durante el proceso de distribucién plastica. EI diagrama de la Fig. 2.516 puede dibujarse tam- bién como se muestra en 2.81¢, trazando primero el isostdtico y superponiéndole una correccién lineal con valores M, y M, en los extremos; este procedimiento puede emplearse para obtener cualquier diagrama es- téticamente admisible, recordando tan solo que la co- rreccién al diagrama isostético es siempre una linea recta, de inclinacién cualquiera pero compatible con las condiciones en log’extremos de la barra (por ejem- plo, si uno de ellos es un apoyo libre, debe pasar por él); cualquier cambio en los momentos correc- tivos que cumpla con las condiciones que se acaban de mencionar Ieéva a-mn nuevo diagrama que sigue correspondiéndo'a un estado de equilibrio con las fuerzas exteriores. El diagrama corrective puede modificarse grafica- mente dibujando otra linea recta, diferente de la ginal, pero en estructuras reticulares complejas resul- ta muy dificil satisfacor de esta manera las condicio- nes generales de equilibrio, por lo que conviene en- contrar una forma analitica de Mevar un registro de los cambios que experimentan Jos momentos en las secciones de interés.al efectuar modificaciones tendien- tes a determinar la condicién de colapso, La conven- cidn de signos que se resume en la Fig. 2.82 es ade. cuada para ello; en los extremos se trabaja con mo- mentos de barra sobre apoyo, que son positivos cuan- do actiian en el sentido del movimiento de las mane- cillas de un reloj, y en las secciones intermedias son positivos los momentos flexionantes, accién de iz quierda sobre derecha, que tengan ese mismo sentido. En la Fig. 2.88, en la que se muestra de nuevo la viga de la Fig, 2.81, aparece primero el diagrama de mo- mentos isostdticos, obtenido con la suposicién de que no hay restricciones angulares en los extremos; en seguida se indican diagramas correctivos de diferen- tes formas, y debajo de cada uno de ellos se anotan los cambios que ocasiona en los momentos en los + + + Fig. 2.32. Convenci6n de signos en distribucién pléstica de momentos extremos y en el centro del claro. Finalmente, en la Fig, 2.84 se ha hecho un resumen de esos cambi se tiene un conjunto dle-momentos-que corresponda a una condicién de equilibrio y se modilican. los mo- ‘mentos en los extremos y en el centro del claro, su- mindoles algebraicamente cantidades que guarden en: tre si las relaciones indicadas en cualquiera de los renglones de esta figura, el nuevo conjunto sigue re- presentando un estado en equilibrio, ya que se movido el diagrama corrective cumpliendo todas condiciones necesarias para conservarlo; superponicn- do dos 0 mis de tas operaciones de la tabla puede obtenerse una correccidi cualquiera. Fig. 2,33. Cambios de los momentos en los extremos y en él ‘centro del claro Métodos generales de anilisis plistico 39 +t -1 - +1 —h ° ° a =I +1 ° +l Fig. 2.342 Tabla de operaciones pera distribucién pldstica de momentos” Supéngase que se desea determinar el diagrama de momentos correspondiente al colapso de la viga de la Fig. 2.850, partiendo del elistico y haciendo Las mo- dificaciones necesarias en forma grifica y analiti En la Fig. 2.355 se muestran loy momentos obter dos por medio de la teoria ekistica y en 2.850 se ob- tienen grificamente los de colapso, trazando una cor rreccién horizontal que divide el momento isosta es; el diagrama obtenido miximo en dos partes igua asi es el de colapso si se hace M, = 6.0m En la Fig. 2.35¢ se llega analiticamente al mismo resultado final, por medio de los pasos siguientes: en el renglén 1 se anotan los va iciales de los mo- mentos en los extremos de la barra y aplicacién de a carga (en este caso son tos calcula. dos elisticamente, y corresponden al diagrama corr tivo (1)); los momentos del renglin 2 son lox que se obtienen al girar el diagrama corrective alrededor de su extremo izquierdo hasta hacerlo horivontal, pa lo cual se aplican —40Tm en B y se conserva el mo: mento en A; de acuerdo con el tercer renglén de la tabla de operaciones de la Fig. 235d en G aparecen —1.33Tm adicional de los renglones I y 2. indicada en el 3, proporciona los momentos existen. tes cuando el diagrama correctivo es el (II), paralelo a la linea base y a 8.0 Tm de ella. Por tiltimo, eve diagrama se desplaza hacia abajo, paral mismo, hasta que se igualan tos momentos en 4, 3 y G, lo que se logra introduciendo toy momentos del renglon 4, que corresponden a [a primera operacin de Ia tabla; sumindolos con los anteriores se llega al resultado final, (IH), representadlo por los. valores anotados en el renglén 5 de la Fig. 2.85¢. Se ha Iegado al resultado buscado por medio de un giro y una traslacién del diagrama correctivo in cial, pero se puede seguir una gran variedad de minos diferentes. (La tabla de operaciones de la Fig. 2.85d no es igual a la de la Fig, 2.34, debido a q interesa calcular el momento en el punto de aplica- cién de la carga, que no es el mismo en los dos «ayo: puesto que los diagramas de barray cor centradas estin formados por tramos «le recta basta registrar los momentos en los extremos y en los put ores i nel punta de la sum; nente a si cargas con Fig, 2.35. Determinacibn grifica y analit i¢idn de las ¢ en en Dblas de opera: eterdlo con eve tos de apli ciones se construy requisito) La caso de 2.8.6 Ejemplos En Ios ejemplos 2.6 y 2.7 se ilustran los aspectos fun- damentales de la aplicacidn del método estiticn ana litico, 0 de distribucién plistica de momentos, al andlisis de estructuras reticulares; en el 2.8 se usa el mis- ‘mo método para revisar si se cumple la condicién de plas- ticidad en una estructura analizada por el método de los mecanismos, que es hiperestitica en el instante del colapso, y en los ejemplos 2.9 y 2.10 se aplican los dos métodos ge- nerales a una estructura un poco més compleja. Ejemplo 2.6 Analizar el marco rigido de la Fig. 2.36 utili el método de distribucidn phistica de momentos. Como punto de partida puede tomarse un conju de momentos cualquiera, con la condicién de que co. wresponda a un estado de equilibrio en cada las barras que forman la estructura, considerada se- parada de las restantes. Ademis, ta stima de los mo: mentos en los cuatro extremos de las dos columnas debe ser igual a + 10P y se tiene que mantener cons. tante durante todo el proceso, pues dé no ser na de we pe +1 = =I +1 -2/3 © (4a) ° -/5 -1 +t =133 400 =o @ +20 42.0 6.0 del diagrama de momentos de colapso de una viga se cumpliria la condicién de equilibrio de fuerzas horizontales; satislecho ese requisito, los los extremos de las columnas pueden valor. En la Fig. 2.36b se inicia el proceso de distribucion plastica asigndndole al caberal los: momentos corres pondientes a una viga libremente apoyad que se satisface la primera condicién establecida en el parrafo anterior; para que los nudos estén en equi- librio los momentos en los extremos superiores de las columnas deben ser nulos y, por consiguiente, en Jos extremos inferiores tienen que sumar 10P; por ejemplo, cada uno-de ellos puede valer 5.0P. Se ob- tiene asi un conjunto de momentos que satisface las condiciones de equilibrio, tanto de las barras aisladas como de los nudos y de la estructura en conjunto, y que satisface también Ia de plasticidad si se toma el momento plistico resistente de Ia estructura, cons- tante, igual al maximo, 12.50P, con lo que se llega a una solucién que de acuerdo con el teorema del limite inferior es conservadora, y para la que no se cumple la condicién de mecanismo. jomentos en ner cualquier la, con lo En el siguiente paso tendiente a encontrar el me- canismo de colapso se procura disminuir el momento maximo en Ia estructura (12.5P, en el centro del ci bezal) teniendo cuidado de no violar las condicio. nes de equilibrio y buscando, al mismo tiempo, que Jos momentos flexionantes alcancen valores miximos € iguales entre si en el ntimero de secciones necesario sp 2 e E qj 5.0m 5.0m (a) 5.0m A Wh +625P +6.26P ° (e) 50° 28 Fig. 2.36. Ejemplo de aplicacién del método de distribueién plistica de momentos para que la estructura complet se convierta en un mecanismo. . En este ejemplo sencillo se llega fécilmente al resultado corrigiendo los momentos en el cabezal introduciendo otros cuyos valores estén en la relacién dada por el primer ren: sl6n de la Fig. 2.34, hasta obtener momentos iguales entre sf, 6.25P, con los signos apropiados, en los extremos y en el o-una parte de ella, centro; para mantener los nudos en equilibrio se aplican momentos de 6.25P en los extremos superiores de las co- lumnas, negativo en una y positivo en la otra, con lo que se obtienen los valores finales de la Fig. 2.36. Haciendo ahora que cl momento: phistico resistente del marco sea G.25P se logra que se satisfagan simuitineamente las tres condiciones «le equilibrio, mecanismo y plas. ticidad, de manera que el resultado final es M, = 625P Gon esta ecuacién se pueden determinar las escua- drias necesarias en vigas y colummas si se conocen las Métodos generales de anilisis plistico 41 cargas, dlefinidas por el ps imetro P 6, viceversa, puede obtenerse la capacidad de carga de un marco de dimensiones conociclas. EI colapso se presenta por falla del cabezal, y el mecanismo cortespondiente es el de lx Fig. 2.36¢ Ejemplo 2.7 Analizar el marco del ejemplo anterior duplicando la fuerza horizontal mientras la vertical no se modi- fica (Fig. 2370). 4. 2 FOE5— 4° cio SHE srcicie SER oe cit =8.25—— 1 cleo O28-—-— 4° F750 Fig. 2.37. Ejemplo de aplicaciin del método de distribucién pléstica de momentos 42, Flexién Se inicia la solucién de 1a misma manera que antes, pero, ahora la, suma de los momentos en, las columnas debe ser 20P, ya que ha aumentado la fuerza hori- zontal. En el primer ciclo de distribucién se investiga si el mecanismo de colapso sigue siendo el de falla del ca- bezal, para lo que se operan los momentos que hay en él de acuerdo con el primer renglén de la tabla en Ia Fig. 2.34;,a diferencia del ejemplo 26, los mo- mentos maximas en Ja estructura al terminar este ciclo son de 10.0P, en las bases de las columnas, de ‘manera que para que se cumpla la condicién de plas- ticidad M, debe valer 10.0P, y el cabezal no falla; de acuerdo con el teorema del limite inferior se sabe que el momento plistico necesario en el marco es me- nor que 10.0P, pero no se conoce atin su valor ni cual es el mecanismo de colapso, En el segundo ciclo se disminuyen 16s momentos méximos, en las bases de tas columnas, en 2.00P; para conservar ef equilibrio de fuerzas horizontales se apli- ca un momento de + 4.00P en el extremo superior de la columna de la izquierda, se equilibra el nudo correspondiente’ y se determina un’ nuevo conjunto de momentos en equilibrio, en el. cabezal, partiendo del de — 4.0P'en el extremo izquierdo y utilizando el segundo renglén de la tabla de operaciones; al ter- minar este ciclo el momento méximo, que se senta en el centro del cabezal, vale 8.25P, de manera que se puede asegurar que M, < 8.25P. La solucién de! problema prosigue en forma and- loga a la empleada hasta ahora disminuyendo siem- pre, en cada ciclo, el momento mds grande, y modi- ficando los restantes de manera que no se violen las condiciones de equilibrio; el proceso termina cuando se encuentra un conjunto de momentos que satisface simulténeamente las tres condiciones que caracteri- zan el colapso de la estructura, lo que en este proble. ma sucede después del cuarto ciclo: haciendo M, = 7.50P se. cumple la condicién' de plasticidad puesto que ningun, momento es mayor que ése, la de equili- brio, ya que las barras y nudos aislados satisfacen esa condicién y la suma de momentos de barra sobre apoyo en Jos extremos de las dos columnas es igual a 20P, y la de mecanismo, como se ve en la Fig. 227d, en la que se muestra el mecanismo de colapso. La solucién del problema es M, = 7.50P y, lo mis mo que en el ejemplo anterior, esta expresién per- mite determinar el momento plistico que se necesita en viga y columnas para resistir un conjunto de car- gas de intensidad dada, definida por el parimetro P, © calcular la carga maxima que puede soportar un marco de dimensiones conocidas. El camino que se ha seguido para encontrar el me- canismo y la carga de colapso no es ni el tinico ni el mis directo; hay un’ numero inifinito de posibles ma- neras de resolver un problema por distribucién plis- tica de momentos, y la mayor o menor rapidez con que se Iegue a la solucién depende'en gran parte de la experiencia y habilidad de la persona que utilice el método. Ejemplo 28 El método de distribucién plistica de momentos no sdlo es witil para el anilisis de estructuras, sino tam- bién se emplea con ventaja para-revisar la condicin de plasticidad en estructuras estudiadas por el método de los mecanismos cuando fallan en forma parcial, por formacién de un mecanismo local que abarca nicamente una parte de la estructura mientras el res- to sigue siendo hiperestitico, En esas condiciones seria necesario efectuar un ani- lisis eldstico de la porcién hiperestatica para conocer Jos momentos reales en todas las secciones en el ins. tante del colapso, pues las cont no son suficientes para “determinarlos, a diferencia de lo que sucede cuando Ia falla de la estructura es completa. ‘Sin embargo, ese anilisis elistico rara ver se justi- fica, ya que para saber si se cumple la condicién de plasticidad no es necesario conocer los momentos rea- les, sino basta con determinar un conjunto cualqui ra que satisfaga las condiciones de equilibrio al mi mo tiempo que todos son menores o iguales que los momentos plisticos resistentes de las secciones en las que actiian, pues cualquier conjunto de momentos en ‘equilibrio para el que se cumpla la condicién de plas. ticidad corresponde, por el teorema del limite infe- rior, a una carga menor o igual que la de colapso, y si se satjsface al mismo tiempo la condicién de meca- nism se habrd demostrado, por el teorema de uni- cidad, que la carga es precisamente Ja de colapso y el mecanismo estudiado el real. La manera como se aplica el método de distribucién plastica para comprobar la condicién de plasticidad se ilustra tomando como ejemplo el marco de la Fig 2.88 para el que se cree que el mecanismo de colapso es el de la Fig, 2.38b,'es decir, se piensa que falla por colapso local de la'viga CD. Para ese mecanismo se tiene: SP 3) = 2M, (0+ 20) +M,0 7™, 24 SP =7M, .. P = 029M, > P, Esta es probablemente la carga de colapso; para tener la seguridad de que si lo es basta con encontrar |+0.64 Fig. 2.38, Empleo del método de distribucién pldstica de momentos para comprobar la condi un conjunto de momentos, en equilibrio con ella, pa- ra el que M 2Mp Fig. 2.41 (continuacion) Durante el desarrollo det probles que este tiltimo mecanismo es el de colapso; sin em- bargo, cl trazo del diagrama de momentos de Ia viga CD correspondiente a la formacién de articulaciones en el centro del claro y en el extremo de la derecha (Fig. 241 k) muestra que ef momento en C es mayor que 2 M,,, se viola la condicién de plasticidad, de manera que el mecanismo de la Fig. 2.41/ no es el de colapso. puede parecer Al de la Fig. 2411 le corresponde 12x 8044x4045 Xx 30= 12M, 410 = 12M .*. My, = *%p = 3.417 Tm < M, Este es el mecanismo real de colapso, lo que se com- prueba viendo que para él si se satisface la condicién de plasticidad (Fig. 2.41 n, 0 y p). (En la Fig. 241p se revisa el equilibrio de fuerzas horizontales; los mo- mentos en los extremos de las columnas del segundo nivel deben sumar 2x 4=80Tim y los de las co lumnas del primero (2 + 4) 4 = 24 Tm; los momen. tos encerrados en pequefios rectingulos no pueden al- Métodos generales de anilisis plistico 49 secciones donde se Forman terarse, pues correspond articulaciones pkisticas, y también es fijo el que apa rece en el extremo sup de ta quierda, ya que se ha obtenide del equilibrio del nudo E y de la trabe del segundo nivel tos restantes son supuestos (no son, en general, Ios reales) de manera que satisfagan cl equilibrio de los nudos, sumen las cantidades conserven siempre iguales 0 menores que loy momen: 108 plisticos resistentes de las secciones correypond tes). EI andlisis de una estructura por el método de los mecanismos puede hacerse obteniendo lay e de los mecanismos combinados sumando lay cteducidlay para los independientes, sin necesidad de dibujar 10 dos los mecanismos posibles (aunque en general es conveniente hacer croquis de ellos) : este procedimicn: to algebraico resulta a veces conveniente. Se ilustra aplicindolo al problems que se acaba de resolver siguiendo los pasos indicados en la Fig. 2.41, mpezando por las ecuaciones de Joy mecanismos in: dependientes Fr de Heuladas ay se ciones My My My = % My. = 7% 225 Tm 15.8; al reducir los claros la- terales AB y EF a 5.10 m y utilizar ese perfil en toda Ia longitud el colapso se presenta simulténeamente en los cinco tramos, con un factor de carga real R= 17 x 17.2/15.3 = 1.91, La disminucién de los claros extremos de 6.00 m a 5.10 m hace que la seccién necesaria baje de 60.72 kg/m a 47.32 kg/m; se obtiene una economia apro- ximada, en peso, de 22%, $0. Cambio de seccién en los tramos extremos a) Empalme en et primer tramo (Fig. 2.54). Se toma como condicién de partida que se formen mecanismos en todos los tramos intermedios, para lo que éstos deben tener un momento plistico resistente de 15.3 Tm, y se aumenta el de los extremos al necesario para que se sa- tisfaga la condicién de plasticidad y, al mismo tiempo, se conviertan también en mecanismos; se logra asf una disminucién en los perfiles de los tres tramos centrales yy toda la viga falla simulténeamente. Ejemplos de disefio. 57 En os tramos BC, CD y DE se necesita M, = 15.8 Tm, y en AB y EF, M, = 234 Tm (medido a escala en la figura), 0 sea 11305 x 47.32 kg/m (M,= 17.2 Tm) en los tres primeros y 11 381 x 63.84 kg/m (M, = 28.4 Tm) en los dos tiltimos. (Aprovechan- do que la 1305 x 47.32 tiene un momento plistico mayor que el necesario puede elevarse el diagrama torrectivo en los tramos centrales, con lo que dismi- rnuye ligeramente el requerido en los laterales; esta disminucién puede ser interesante si permite utilizar el perfil inmediato inferior) . Conviene hacer el empalme entre los dos perfiles en Ia seccién transversal de momento nulo para que tenga que transmitir fuerza cortante tnicamente. 6) Empalme en el segundo tramo. (Fig, 2.55) . En, este caso se obliga a que se formen mecanismos en los tramos extremos y en el central; no se forman, en cam- bio, en BC y DE. My, = 0.0858 w,L? = 21.0 Tm 11805 x 60.72 kg/m (M, = 21.7 Tm) My= w,L*/12 = 15.8 Tm 11805 x 47.32kg/m (M, = 17.2 Tm) La eleccién de la solucién @ (Fig. 254) 0 la b (Fig. 2.55) en un problema real puede depender de varios factores, uno de los cuales puede ser que al- gunos perfiles se consigan facilmente en un momento dado, mientras que otros no. Ejemplo 2.14 Disefiar la viga de la Fig. 2.56. Las cargas indicadas son de trabajo. Lo mismo que el 1, este problema puede resolverse de muchas maneras diferentes; se presentan algunas de las soluciones mds interesantes. lo. La misma seccién en toda la longitud de ta viga 11308160.72 Ko/a_| It 308%.47.32 Ko/m Fig. 2.55. Secci6n mds resistente en los tramos extremos 58 Flexion aton. Fig, 2.56, Viga del ejemplo 2.14 A) Disefio basado en esfuerzos permisibles, de acuer- «lo con las especificaciones AISC de 1969. Un anilisis eldstico efectuado con las cargas de tra- bajo proporciona el diagrama de momentos flexio- nantes de Ia Fig. 2.57, en Ia que se ha dibujado tam- bién, con linea interrumpida, el diagrama correc- tivo de diseiio, obtenido disminuyendo en diez por iento los momentos negativos en los apoyos B y C; las especificaciones del AISC permiten esa disminu- cidn cuando, como en este caso, los perfiles son com- pactos y estan soportados lateralmente en forma con- tinua, (Si el pandeo local o lateral no ocasionan fallas pre- ‘maturas, un perfil J 6 Hf laminado 0 soldado sometido a flexidn no falla cuando el esfuerzo maximo calculado eldsticamente llega al limite de fluencia, sino se re- quiere que el momento flexionante aumente hasta que se plastifique toda la seccién transversal conside- rada; puesto.que las secciones J y H tienen un fac- tor de forma .generalmente mayor que 1.12, el AISC (Refs. 2.14 y 2.15) permite que los esfuerzos de tra- bajo se incrementen en diez por ciento, de 0.60 0, a 0.660,,en secciones con proporciones geométricas adecua- das (secciones compactas) y que formen parte de vigas que tengan el patin comprimido soportado lateralmente en pun- tos suficientemente cercanos. Ademés, teniendo en cuenta la redistribucién de momentos que precede el colapso de las estructuras que cumplen los requisitos del pérrafo ante- rior, el AISC permite también una redistribucién parcial de Jos momentos calculados eldsticamente que consiste en dis- minuir los momentos negativos hasta en diez por ciento, siempre que los positivos se incrementen lo necesario para mantener el equilibrio). Fig. 2.57. Diagrama de momentos flexionantes en el inter- alo eldstico Como se va a utilizar el mismo perfil en toda la viga sus dimensiones quedan determinadas por la sec- cién de momento maximo, que es la C. Se necesita un médulo de seccién Muse 936000 _ 5 oe 1166x2550 = 560m Se utilizaré 11805 47:82 (S = 589.4 cm*) B) Disefio plistico, con factor de carga 7. EI disefio queda regido pot el tramo de viga que requiera el momento plistico resistente més grande, AB. M, = 0.0858 w,L? = 0.0858 (1.5 x 1.7) 6" = = 785 Tm BC. M, = wyL?/16 = (20 X 1.7)8*/16 = 18.6 Tm CD. M, = P.L/6 = (8.0 X 1.7) 6/6 = 13.6 Tm Fig. 2.58. Golapso de la viga de la Fig. 2.57 si se utiliza une 1305 « 47.32 en toda su longitud Por una casualidad se necesita el mismo momento plstico en Jos tramos central y derecho. E] problema se resuelve utilizando 1105 x 47.82, con M, = 17.2 Tm; aunque esta bastante sobrada no puede usarse la vigueta laminada inmediatamente me- nor, de 254 mm de peralte, porque tiene un momento plastico resistente de tan slo 11.6 Tm. Si se utiliza una vigueta de 805 x 47.82 en toda Ja longitud de la estructura el factor de: carga real sube a 1.7 (17.2/18.6) = 2.15 y el colapso se produce en los tramos BC y CD, simultaneamente, cuando las cargas alcanzan los valores de trabajo multiplicados por 2.15, En la Fig, 2.58 se muestran el mecanismo de colapso y el diagrama de momentos correspondiente. Cuando se emplea un perfil constante en toda la viga los dos métodos de disefio Hevan, en este caso particular, al mismo resultado, lo que se debe a que en el disefio por esfuerzos permisibles se ha hecho una redistribucién parcial de momentos y se ha em- pleado un. esfuerzo de trabajo incrementado, toman- do como base para ello el comportamiento ineldstico de Ia estructura; sin embargo, utilizando el disefio plis- tico se ve que su capacidad real de carga es mayor que Ia obtenida por el otro método, pues solamente con él se logran integramente las ventajas proporcio- nadas por la redistribucién de momentos que se pre- senta en el intervalo inelastico. 20. Un perfil diferente en cada tramo; disefio plastico Los momentos plisticos que se necesitarian en cada uno de Jos tramos, al considerarlo aislado de los de- sms, se calcularon en.el primer disefio, y los momentos isos- taticos méximos en AB, BC y CD, correspondientes a = 1.7,son 11.5,27.2 y 20.4 Tm. En los tramos BC y CD se necesitan perfiles que tengan un momento plastico resistente de 18.6 Tm, y al utilizarlos queda determinado el diagrama correc- tivo de AB; en este tramo se utilizaré_un_perfil con M, = 5.8 Tm, que es el momento positivo maximo que hay en él, i 305e475e i Fie, 2.59. Colapso de la viga at domina elprf del primer El empleo de 11 208 x 27.88 (M, = 6.77 Tm) en el primer tramo y 11305 x 47.32 (M, = 17.2 Tm) en los otros dos resuelve el problema; el mecanismo de co- lapso es tedricamente el de la Fig. 2.59, pero no lega a formarse bajo las cargas de trabajo multiplicadas por 1.7 porque los perfiles escogidos tienen una resistencia apreciablemente mayor que la necesaria. La junta entre Jos dos perfiles debe hacerse a la iz. quierda de B, dentro del primer tramo, prolongando Ja mayor de las vigas cuando menos hasta Ia seccién en Ia que el momento flexionante es igual al M, dle Ia menor; como se mencioné en el problema.anterior, en tun caso real suele ser conveniente hacer el empalme entre ambos perfiles en la seccién de momento nulo, 30. El mismo perfil en toda ta longitud, reforeado con cubreplacas en las zonas centrales de los tramos; disefio plistico. En teoria puede escogerse un perfil cualquiera, pero no conviene utilizar uno demasiado pequeito porque exigiria el empleo de cubreplacas excesivamente gran. des y largas, y el disefio resultaria antieconémico; ade- més, en una viga continua real tendrian que producirse Ejemplos de diseio 59 Fig. 2.60. Zonas centrales de los tramos reforzadas rotaciones plésticas muy grandes en los apoyos, quiz ma- yores que las que puede admitir el perfil, para que se for- mase el mecanisno de colapso, El disefio se hard tomando como base 11229 x 32.44 (M, = 8.99 Tm), Fig. 2.60. EI diagrama correctivo trazado con linea Hena, que corresponde al perfil supuesto, determina los momen. tos que producen articulaciones plasticas en los apo- yos intermedios; paralelamente a él, a una distancia igual al M, de la 1229 x 32.44, se dibuja otra recta quebrada (con linea interrumpida en la Fig. 2.60) que indica los momentos positives maximos que pueden ser resistidos por el perfil escogido; los tramos de los diagramas isostaticos que quedan fuera de ella (achu- rados en Ia figura) deben reforzarse con cubreplacas. Diseflo de las cubreplacas. Tramo BC. Deben resi tir un momento de 9.22 Tm. Suponiendo placas.de 1.27 cm de grueso la distancia d entre sus centros de gravedad es (Fig. 2.61), d= 2.86 + 1.27 = 24.13 cm donde A es el area de 1a seccién transversal de cada El momento resistente de las dos placas es AoA, una de ellas, werk . 22.86cem 4224,13em lar 7 Fig. 2.61. Disento de cubreplacas 60. Flexion 922000 2580 x 24.13 Agyd = 9.22". A 15.0. cm* Se utilizardn placas de 12.71.27 cm (A=16.1 cm*), Si la estructura es soldada el ancho de las cubrepla- cas debe ser diferente del ancho del patin para permitir Ja colocacién de los cordones de soldadura, Las cubreplacas del tramo CD se disefian de una ma. nera andloga; su tamafio se ha indicado en Ia Fig. 2.60, en la que se muestran las longitudes minimas tedricas; en problemas reales se prolongan una cierta distan- cia mds alld de las secciones hasta las que son necesa- rias tedricamente, 40, El mismo perfil en toda la longitud, reforzado con cubreplacas en los apoyos; disefio plistico Puesto que ahora se quiere que no haya cubreplacas en las zonas centrales de los claros el diagrama correc- tivo se traza tomando esa condicién como base (con linea lena, Fig. 2.62). Si se considera el mismo perfil que en 3, 11229 32.44, el tramo AB queda sobrado y hay que reforzar las zonas achuradas, fuera de la linea punteada trazada paralelamente al diagrama correctivo a una distancia de él igual al momento plistico de la viga. Las cubreplacas, que deben resistir 4.61 Tm en el apoyo B y 13.83 en el C, se disefian de la misma ma- nera que en el caso 30; en la Fig. 2.62 se han dibujado sus longitudes teéricas. Como el diagrama correctivo no es horizontal Ia ar. ticulacién intermedia del tramo BC no se forma en el centro de ese tramo, sino ligeramente a la izquierda; sin embargo, el error cometido al suponer que aparece en el centro es, en este caso particular, despreciable. Estudiando las diversas soluciones que se han pre- sentado para el disefio de una misma viga continua se advierte que en estos casos el disefio pkistico permite escoger entre un gran mtimero de alternativas dife- rentes; la eleccin de una u otra depende de muchos factores como son el costo total, incluyendo material y mano de obra, la existencia en el mercado, en un momento dado, de ciertos perfiles, mientras que otros pueden ser dificiles de consegui quitecténicos o de funcionamiento que puedan obli: gar a que el peralte de la viga no sobrepase un cierto limite, etc, los requisitos ar- Ejemplo 2.15 La estructura de un taller esté formada por marcos rigidos de acero A86, de las dimensiones mostradas en Ia Fig. 2.68, colocados a cada 10 m. Diséfiese un marco intermedio.* Cargas Carga vertical permanente (peso propio de la estructu- ra + ldmina de asbesto) . 35 kg/m? Carga viva vertical. 40kg/m? Viento, Presién neta: 47 kg/m? Los efectos del viento sobre la estructura se deter- minarin de acuerdo con la Ref. 2.16, teniendo en cuenta que una de-las paredes del taller estd abierta en toda Ja altura, Lo mismo que en los ejemplos anteriores el disefio se efectia exclusivamente por flexién; las revisiones por cortante, flexo- compresién, inestabilidad, etc, se hacen en el ejempio 11-1, Cap. 1 Fig. 2.62. Zonas de los apoyos reforzadas L=25m Fig, 2.63 Dimensiones del marco del ejemplo 2.15 El disefio se hard para carga vertical completa, per: manente + viva, 0 para carga vertical permanente + viento. A) Disefto basado en esfuerzos permisibles, de acuerdo con las especificaciones AISC de 1969 (Ref. 2.14). En las figuras 2.64 y 2.65 se muestran los diagramas de momentos flexionantes correspondientes a carga verti- cal completa y a la condicién de viento més desfavo rable. (El anilisis se hizo con una computadora elec- trénica IBM 1130, utilizando el programa STRESS; se supuso que el marco es de momento de inercia variable, con cabezal acartelado y columnas de mayor peralte en el extremo superior que en el inferior). DIAGRAMA OBTENIOD CON UN ANALISIS ELASTICO \ Roy essen eetse Fig. 2.64. Diagrama de momentos flexionantes producidos por carga vertical total (permanente + viva) 24.0Tm Ejemplos de disefio. 61 A.1) La misma seccién en todo el marco* EI disefio queda regido por la seccién en la que se presenta el momento flexionante maximo, que es la unién del cabezal y la columna de la derecha. De acuerdo con el AISC, los momentos negatives producidos por carga vertical pueden disminuirse en 10 por ciento, con lo que se obtiene el diagrama dibu jado con linea interrumpida en Ia Fig, 2.64 Momento miximo producido por carga vertical (to- tal) = — 30.1 Tm, Momento maximo producido por carga vertical per- manente + viento = 35 = 334 xe + 300 +144 Tm (El momento ocasionado por la carga vertical total se multiplica por 35/75 para obtener el debido a carga permanente tinicamente) Al intervenir el viento en el diseito pueden aumen- tar los esfuerzos permisibles en 33 por ciento, lo que equivale a utilizar los esfuerzos basicos y un momento de 14.4/1.33 = 10.8 Tm. EI disefio queda regido por la condicién de carga permanente completa, lo que es usual en marcos in: dustriales de este tipo, y debe escogerse una seccién que resista 30.1 Tm. Se revisard Ia seccién de ta figu médulo de seccién $= 2369 m* - que tiene un (0/2) pauin = 20.3/1.59 = 12.8 < 21.6 * Los diagramas de momentos de las figuras 2.64 y 2.65 no son completamente correctos en este caso, pues se han obtenida con Ta stposicién de que el marco es de momento de incrcia va riable: sin embargo, el error cometido al emplearles es pequeri. —— VIENTO 30.0Tm ° 1 30.0Tm =1+7 E Fig. 2.65, Diagrama de momentos flexionantes producidos por viento; pared derecha ablerta 62 Flexion (8/1) aime = 61.0/0.95 = 64.2 < 106.7 La seccién es compacta (Ref. 2.14) y el esfuerzo per- misible ¢s oy = 0.66 oy = 1670 kg/cm? El esfuerzo normal maximo producido por el mo- mento de: 30.1 Tm €5 ¢mgz = 3010000/2369 = 1271 kg/cm? < 1670, La seccidn propuesta esta sobrada, A.2) Seccién transversal variable En la mayor parte del marco puede utilizarse una seccién que resista el momento miximo positivo pro: ducido. por carga vertical completa (16.5 Tm), acar- telada en las juntas entre columnas y aleros para re- sistir los incrementos de momentos que se presentan en esas zonas, B) Diseiio plastica Factores de carga Para cargas permanentes, }y = 1.7: manentes mis viento, ds = 1.7/1.38 = 1.28. cargas_per- £2Lh/2fs 31,58m B.1) La misma seccién en todo el marco, Disefio por carga vertical Carga total sobre un marco (factorizada) = (85 + 40) 1,7 X 25 x 10 = 31875 kg = 31.9 ton, Momento isostatico maximo = 81.9% 25/8=99.7 Tm EI diagrama de momentos correspondiente al co- lapso se obtiene trazando el isos dole el correctivo, que esti formado por dos lineas rectas de inclinacién cualquiera. que pasan por los polos P, situados a distancias ¢ = Lh/2f de las co: Tumnas, Como se esté utilizando Ia misma seccién en todo el marco, el colapso se presenta cuando se igua: Jan Ios momentos: negativos y positivos en los nudos By Dy cerca de la cumbrera C (Fig. 2.66) EI problema propuesto queda resuelto util una seccién que tenga un momento plistico resisten- te M, = 420Tm ico y superponién. ando Revisién por cargos permanentes y viento Para efectuar la revision se taza el diagrama isosté- tico de momentos producidos por cargas permanen. tes + viento con factor de carga reducido, 1.28, y se superpone el correctivo siguiondo el camino uti lizado en Ia Fig. 2.66. Si puede obtenerse un diagrama final en el que-se.cumplan las condiciones de equi brio y plasticidad péro no’la de mecanismo (es decir, en el que M < M,® en todas las secciones, 0 M = M, en un ntimeré:de secciones insuficiente para que se forme un mecatismo y menor en todas las demés) queda demostrado que la condicién en estudio no, es axitica, y se conseivan los perfiles necesarios por carga vertical. En caso contrario, se aumenta €l momento plistico hasta el requerido para que el marco se con- vierta en un mecanismo bajo la accién combinada de "Mp es el momento plistico necesario por carga vertical ‘80m 5212.64m Figura 2.66. Diagrama de momentos y mecanismo de colapso para seccién transversal constante cargas permanentes y viento, y queda sobrace para cargas verticales, En Ofe problema es fi cidn de carga que rige el diseito es la primera y que demostrar que la cond! la combinacién con viento no es critica. Eleccién de la seccién transversal Se necesita una seccidn en la que M, = Zoy = 42.0 Tm, 0 sea Z = 4 200.000/2530 = 1660cm*. El perfil utilizado en el diseito elistico esta excesivamente so- brado, pues su médulo de seccién plistico es Z = 2711 em?, (Desde un punto de vista elistico, a resistencia de la seccidn es 1670/1271 = 1.81 veces la necesaria; plisticamente, 2711/1660 = 1.68 veces la requerida) La seccién de la figura tiene las caracteristicas siguientes: (O/t) pain = 180/127 = 14.2 < 17 (6/t) cima = 55.0/0.79 = 69.6 = 68.7 La seccién cumple con los requisitos estipulados en la Ref, 2.14, Sec. 2.7, para ser utilizada en estructuras disefiadas plasticamente. hig 4 25, ZH 2x 22.86 x 26.86 42 x 144, 25.46 = 1771 cm* > 1660 La seccién propuesta es correcta. agrama de momentos de colapso para seceiin transversal variable } Seccién transversal. variable La seccién que se utilizard en Ia zona central del cae bezal estara formada por patines de 15.2 x 127em y alma de 42.46 0.63. cm (peralte total, 45 cm); su médulo de seccién plistico es de 1128 cm’, y tiene un momento plistico resistente M, = 28.5 Ton EI diagrama de momentos correspondiente al co- lapso se traza siguiendo un camino anilogo al utili- zado en la Fig. 2.66, pero la linea correctiva se escoge de manera que l momento miiximo positive sea de 28.5 Tm, momento resistente del perfil bésico, En los nudos B y D deben utilizarse. secciones que resistan 30.5 Tm, y en las zonas achuradas pueden emplearse barras acarteladas, de resistencia variable, (Una sec: cién de 60cm de peralte total con patines de 20.3 x 1.27em y alma de 0.95 cm tiene un médulo de sec cién_plistico Z = 2298.cm> y su-momento resistente maximo es M, = 58.1 Tm; aunque esti un poco so brada, puede emplearse en los nudos B y D). 2.10 Certante . 24 1 Introduccién En la mayor parte de los casos de interés prictico la flexién se presenta acompaiiada por fuerzas cortantes, por lo que debe estudiarse la influencia de éstas en el comportamiento de las vigas, tanto en el intervalo elis- tico como en el plistico, Se.supone por ahora, lo mismo que al estudiar la flexién pura, que las dimensiones de las vigas y las proporciones. de sus secciones transversales son tales que no pueden presentarse falls por inestabilidad de ningin tipo, de manera que su resistencia se ago- ta por colapso plistico; se conservan también las su- posiciones relativas a la existencia de un plano de simetria en el que actiian todas las cargas exteriores, 64 Flexion iM+am 0) Fig. 2.68. Elementos mecinicos y esfuerzos en un tramo de viga de longitud dz 2.11 Comportamiento eldstico En la Fig. 2.68 se muestra un tramo del diagrama de momentos flexionantes de una viga y se estudia el equilibrio de un segmento de ésta, de longitud dz; se considera por ahora, para facilitar la exposicién, que las secciones transversales de la viga son rectan- gulares. En la cara izquierda del segmento (seccién 1) ac- tia un momento flexionante My una fuerza cor- tante T, y en la derecha (seccién /) un momento M + 4M y la misma fuerza T; el momento flexionan- te crece a Jo largo de la viga, en forma continua mientras que la fuerza’ cortante sc mantiene cons tante, lo que equivale a suponer que no hay ninguna fuerza exterior aplicada entre las dos secciones que limitan el segmento. Estudiando el equilibrio de Ja porcién de ta viga achurada en la Fig. 2.68¢ y dibujada, aislada del resto, en 2.68d, se advierte que debe haber en su cara in- ferior una fuerza V, paralela al eje x y con el sentido indicado, ya que la fuerza normal total F, que obra en Hes mayor que la que act 1. Fy Esa fuerra cortante V proviene de la accién que ejerce el resto de la viga sobre la porcién en estudio. F, y Fy se obtienen sumando las fuerzay normales diferenciales g, 44 y o2@A que actiian en las dos ca ras verticales del segmento de la Fig. 2.684, y Ia ecua. cién de equilibrio de proyecciones sobre el eje x es Yas Yee v + o,dA -f o.dd =O y y Sustituyendo @; yg: por sus valores dados por la formula ordinaria de la flexién y recordando que dM/dz = T se obtiene rie TT Si se supone que los esfuervos tangenciales ty. e+ tan distribuidos uniformeme: del segmento puede escribirse een ta cara inferior zh V ary bde = TUG (2.34) Puesto que en planos perpendiculares actiian siem pre esfuerzos tangenciales dle intensidacles iguales, di- Tigidos hacia la arista de interseccion, se concluye que a lo largo de Ia recta AB( Fig. 2.68d) se presentan es- fuerzos +. de magnitud dada por la ecuacin 2.34. Las cantidades que aparecen en esa ectacién son (Fig, 2.69) : T, fuerza cortante en Ia seccién que contiene al Punto en que se desea calcular el esfuerzo tay Ye eral yaa, x momento estitico de la parte de la seccién que queda a un lado del punto en el que se quiere caleu- lar el esfuerzo, respecto al eje centroidal y principal x (El dea achurada en la Fig. 2.69 0 toda el area restante). Tz, momento de inercia de la seccién completa res- pecto al eje centroidal y principal x. b, ancho de la seccién, Fig. 2.69. Significado de los simbotos que aparecen en ta ecuacion 2:34 Utilizando 1a ecuacién 2.34 puede dempstrarse- que en vigas de seccidn transversal rectangular los esfuerzos tangenciales +2, varian siguiendo una-ley parabélica, con valores nulos en los bordes superior ¢ inferior y maximos, de intensidad igual a 1.5 veces el esfuerzo medio, a lo largo del eje dle simetria horizontal; ade- mas, los esfuerzos se mantienen constantes en puntos situados sobre rectas paralelas a ese je La magnitud y distribucién, de los esfuerros tan- genciales que aparecen en vigas de seccién. 1 0 H pueden calcularse utilizando el método empleado pa- ra secciones rectangulares, ya que esti basado exclu- sivamente en condiciones de equilibrio y en la supo. sicién de que los esfuerzos estiin uniformementé dis- tribuidos en las Areas definidas por planos de corte normales a los bordes de la seccién. La ecuacién, 2.34 es aplicable, por consiguiente, al cilculo de esfuerzos jes en el alma y en: los patines dle los perfi La fuerza cortante es equilibrada casi en su. totali- dlad_por los esfuerzos tay existentes en el alma pues Jos que aparecen en los patines son de muy baja in- tensidad, por ser en ellos pequefio €l momento es- tatico Q y grande el ancho de la seccién b, mientras os Fig. 2.70. Dimensiones de la seccién transversal de wna iga 1 Comportamiento clistico 65 que en el alma aumenta el momento estitico y el an- cho dismiriuye bruscamente ac’ (Fig. 2.70); ad los esfuerzos miximos,. a lo largo del eje de horizontal, son poco mayores que los minimos en el alma, que se presentan en sus intersecciones con los patines, por lo que puede aceptarse con ‘precisién su- ficiente para fines pricticos que el alma resiste toda a fuerza cortante y qué ésta origina en ella esfwerzos uniformemente distribuidos: etria (2.35) (ey) = ‘io los esfuerzos No se toman en cuenta en el dis ‘tee que aparecen en los patines los qui mencionado arriba, son dle magnitud muy reducida. La validez de la ecuacién 2.35 se ha comprobadlo ex- perimentalmente. Si se aisla una porcién de uno de los patines vom prendida entre su extremo libre, un plano paralelo al de simetria vertical de la viga y dos normales a él, separados una distancia dz (Fig, 2.71), y se estudia su equilibrio, se encuentra que hay esfuerzos tangen- ciales tee paralelos al eje longitudinal de la viga Jo largo del plano de corte y, por consiguiente, es- fuerzos tangenciales horizontales tz, en los patines, que pueden calcularse también con la ecuacidn 2.34 y que crecen linealmente desde un valor nulo en los ex: tremos hasta un maximo en Ja interseccién con el al como se ha Fig. 2.71. Estudio del equilibrio de wna parte de un patin 66. Flexion... Fig. 2.72. Esfuerzos tangenciles en alma y patines ‘ma,ya que esa es la ley de variagién det momento es tético Q, tinico término de fa ecuacién que no es cons- tante. (Al aplicarla al cilculo de esfuerzos tangenciales ‘ter en los patines se conservan’ los significados de las literales que intervienén’ en Ia ecuacién 2.34; pero Q es ahora el momento estitico, respecto al eje de fle- xién x, de la porcién del’ patin comprendida entre el borde y el plano longitudinal de corte, ABCD en la Fig. 2.71, y b es el grueso clel patin, al que se ha de- signado ¢ en la Fig, 2.70) En Ja Fig, 2.72 se muestran los esfuerzos tangencia- les en la seccién, completa; como las fuerzas horizon: tales correspondientes a los esfuerzos +: x equili bran entre si no contribuyen en nada a resistir la fuerza cortante exterior, que es:equilibrada por los esfuerzos tay que aparece en ef alma. Cuando el ej¢ vertical principal no es de simetria, como sucede en Ios’ perfiles C, el problema se com- plica porqtie las, fuerzas’tangenciales horizontales en los pa- tines producidas pot una cortante aplicada a lo largo de ese je no se equilibran entre si como en la seccién I, sino origi- nan un parde torsién (Fig. 2.73) ig. 2.73. Bsfuerzos cortantes en una secciin C 2.11.1 Especificaciones para disenio En disefio elistico de secciones I 0 C cargadas en el plano del alma basta comprobar que el esfuerzo cor tante medio en el alma, considerado uniformemente repartido, no sobrepasa_un. cierto valor permisible, que las especificaciones AISC de 1969 fijan en 0.40, (Ref. 2.14). (En almas muy esbeltas puede ser necesario disminuir el esfuerzo permisible para evitar fallas por inestabilidad; este problema se discute en los capitulos 7 y 8). Aplicando el criterio de von Mises y el coeficiente de seguridad de 1.67 utilizado en flexion se Mega a ap = Gy/1.67 V3 40.35 ¢,; la aparente reduccién en el factor de seguridad correspondiente a un esfuerzo permisi- ble de 0.400y se justifica por las pequefias consecuencias del flujo plistico por cortante comparado con el debido a tensién o compresién, y por el efecto benéfico del endureci- to por deformacién (Ref. 2.15). En-resumen, las especificaciones AISC 69 indican que el esfuerzo cortanteien Ia seccién neta, correspon: diente: a cargas de trabajo, no debe ser mayor de 0.40 ayy, para efecto de calculo de esfuervos cortantes, se define en ellas la seccién neta como el producto del peralte total del perfil, laminado o hecho con pla vas, por el grueso del alma, 2.12 Comportamiento ineléstico Los momentos flexionantes que actuan en el tramo de viga mostrado en la Fig, 2.74a estan comprendidos en: tre M, y M,, de manera que una parte del material contenido en ese tramo se encuentra en estado phis- tico, EI efecto de la fuerza cortant cién transversal de cualquier forma es sumamente com plejo porque al combinarse con ta flexién ocasiona un estado de esfuerzos ‘cle clos dimensiones, y una discusién del comportamiento plistico en esas condi ciones esti fuera del “alcance de este libro; sin em argo, el caso especial de la seccién I puede estudiar: se por medio de un método aproximado basaclo en las siciones, comunes en. disefio elistico, de que los esfuerzos tangenciales estén uniformemente distribui dos en el'alma y que los patines no contribuyen en nada a resistir Ia fuerza cortante, con lo que se lege a resultados que concuerdan de manera aceptable con los obtenidos experimentilmente. El estudio del equilibrio de una porcidn de la viga en la que todo el material esti plastificado por fe xién Heva a la-conclusién de que no hay en ella es fuerzos tangenciales en planos horizontales, ya que Jas fuerzas normales se equilibran entre si (Fig. 2.740} Como los esfuerzos tangenciales en zonas plastificadas una viga de sec (a) (e) (a) Fig. 2.74, Esfuerzos normales y tangenciales en un tramo de viga plastficudo parciatmente por flexién son nulos la fuerza cortante total debe ser resistida por la parte de la seccién que se con serva en estado eldstico; los esfuerzos tangenciales en esa zona se calculan con la ecuacién 2.34, y si las sec- ciones transversales de la viga son rectangulares estin distribuidlos como se muestra en a. Fig. 274d. Se Mega a la misma conclusion utilizando el crite. tio de von Mises para describir las condiciones corres. pondientes a Ia iniciacién del flujo. plistico; de acuer- do con él, si el estado de esfuerio-es el representado en la Fig. 2.75, que es el existente en un punto de una viga sometida a flexion cortante simultineos, el flujo plistico se inicia cuando los esfuerzos normales y tangenciales alcanzan valores que satisfacen Ja igual- dad (Ref. 2.17) Vai+3 =o, (2.86) en la que gy ¢$ el esfuerzo de. fluencia obtenido en una prueba de tensién axial. Si ef-elemento considerado esta sometido a esfuerso cortante puro, como sucede por ejemplo en puntos situados sobre el eje neutro, O, y se tiene ow (237) vi Es decir, el, esfuerzo cortante que ocasiona el flujo plastico dg! acero, zy, es igual a 1/\/8 veces el es- fuerzo de fluencia en tensidn. De acuerdo con la ecuacidn 2.36, si uno de los dos esfuerzos, normal 0 tangencial, alcanza el valor de Fig. 2.75. Esfuerzos en un punto de una viga sometida a flexion y cortante simultineos Comportamiento inelistico 67 fluencia (oy, ¥ oy/\/3, respectivamente) , el otro. tiene que ser necesariamente nulo, La influencia sobre el comportamiento de las sec ciones transversales de una viga de momento flexio- nante y fuerza cortante en proporciones variables se puede investigar estudiando una viga I en voladizo, con una carga concentrada P aplicada en su extremo libre; el momento en una seccidn transversal cual- quiera vale Px y es maximo en el empotramiento, donde su valor es PL, mientras que la fuerza cortante se mantiene constante en toda la viga (Fig. 2.76) Si se desprecia la influencia de la fuerza cortante Y S€ supone que el momento phistico resistente de la viga, M,, es igual a PL, P es la carga maxima que puede ser resistida por ella. El momento flexionante en la seccién 2 es M,, de manera que todo el material de la viga situado a la izquierda de 2 se encuentra en estado ekistico, y los esfuerzos normales y tangenciales estin distribuidos como se muestra en la Fig. 2.76 b; las secciones com prendidas entre la 2 y el empotramiento se encuentran parcialmente plastificadas, y en la Fig. 2.76d se han representado los esfuerzos normales y tangenciales exis- tentes en una de ellas: hay esfuerzos tangenciales ti camente en la porcién del alma que se mantiene en estado eldstico, la cual va disminuyendo de tamaio al considerar secciones all apo. yo, y como Ia incensidad de la fuerza cortante no ve ia los esfuerzos tangenciales crecen. (En la seccién 8 na se han considerado ya uniformemente distribuidos porque al «lisminuir el peraite de la zona eliistica adop. tan una ley cada vez mas cercana a la parabélica co- rrespondiente a secciones. rectangulares) Si sobre la viga se aplicase primero un momento de intensidad dada y después Ja fuerza cortante maxima que pudiese soportar en combinacién con él se en- contrarfa que la magnitud de ésta disminuiria al au mentar el momento, hasta reducirse a cero cuando la seccién se plastificase integramente por flexién, No es ésa, sin embargo, la situacién existente en la viga de la Fig. 2.76 (ni en la mayoria de las estructuras reales) , ya que en ella acttian momento fléxionante y fuerza cortante simulténeamente, de manera que su capacidad de carga se agota ‘bajo la accién combinada de ambos elementos mecinicos, lo que sucede cuan- do Ia regién clistica del alma se reduce tanto que el esfuerzo cortante alcanza el valor de fluencia ty (Fig 2.77) Cuando Ios esfuerros cortantes io son nulos el mo- mento flexionante no puede alcanzar nunca, de acuer do con Ia teoria plistica simple basada en la grifica esfuerzo-deformacidn idealizada de Ia Fig. 28, el valor M,, ya que una porcién del alma, més 0 menos gran. de segiin la importancia de Ia fuerza cortante, debe destinarse a resistirla, con lo que se reduce la capa- 68 Flexion (0) te) (a) Fig. 2.76, Esfuerzos normales y cortantes en diversas secciones de una viga en voladizo cidad de la seccién para soportar flexién. Se presenta un estado limite cuando la fuerza cor tante ocasiona la plastificacién total del alma; en ese caso el momento flexionante resistente queda redu- cido al que corresponde a los patines, que vale (Fig. 2.78) La fuerza cortante que ocasiona la fluencia del al. ma es Tomando el peralte del alma igual al 95 por ciento del total, valor promedio en perfiles laminados, la ecuacién anterior se convierte en y, y = 0.55 ay de (2.38) Experimentalmente se ha encontrado que las sec Seccién 4 YUMA, Zora postiticasa por texién HEEEEE Zona plostiticoda por cortante Fig. 2.77. Combinacién de esfuerzos normales y cortantes ‘que ocasiona la falla de wn seccién ciones I y H pueden resistir fuerzas cortantes mayo- res que la dada por la ecuacién 2.38, como se muestra en la Fig. 2.79, tomada de la Ref. 2.4, en la cual se Ule- ga incluso a sobrepasar la carga ultima predicha por la teorfa plastica simple; esto se debe al efecto bené- fico del endurecimiento por deformacién, que da lu- gar a que el momento resistente real sea mayor que el tedrico, Sin embargo, es conveniente tomar el valor dado por la ecuacién 2.38 como limite, para evitar deformaciones excesivas. (En la Fig. 2.79 puede obser- varse que las deformaciones son mucho mayores que las que se presentarian si la viga estuviese sometida a flexién pura). Una vez que se ha determinado el perfil necesario por flexién basta con revisar que la fuerza cortante ’axima_no-sobrepase la obtenida con la ecuacién 2.38: si es asi no ocasiona ninguna disminucién en la capacidad @& perfil. para resistir flexion y el disefio es adecuado; en caso contrario debe escogerse otra seccién con mayor rea en el alma, o reforzar la original por medio de placas adosadas al alma y soldadas a ella, o con atiesadores dia- gonales que resistan el exceso de fuerza cortante en la zona en que ésta sea mayor que la calculada con la ecua- cién 2.38. Aunque es posible desarrollar ecuaciones y curvas de interaccién momento-fuerza cortante (véanse, por ejemplo, las Refs. 2.6 y 2.7) que permiten obtener el momento resistente de una seccién reducido por fuerza L 4 dg a t } T -——I he Fig, 2.78. Esfuerzos normales y tengenciales cwando el alma estd completamente plastificada por cortante EE Fexon FLeon+ ran os is is 25 28 Datinsén (em) Fig. 2.79, Curva éarga-deflexion de una viga sujeta a cor ante cortante cuando ésta es mayor que 0.55 o,f, no es conveniente disefiar estructuras en esas condiciones porque se presentarian en ellas deformaciones inad- misibles, aunque su capacidad de carga fuese tedrica- mente correcta, 2.12.1 Especificaciones para disefio EI criterio que se acaba de discutir es el que se ha utilizado en las especificaciones lel AISC para diseto plistico de estructuras, las que contienen Ia cliusula siguiente (Ref, 2.14): “Exceptuando los casos en que estén reforzadas por medio de atiesadores inclinados 0 de placas adosadas igas y trabes armadas deben dimensionarse de manera que a ellas, las almas de columnas, Vy, < 0.55 ayde (2.39) V, es la fuerza cortante producida por las cargas ex- teriores factorizadas, d el peralte del miembro y ¢ el grueso dlel alma, La ecuacién 2.39 debe satisfacerse también en las porciones de alma que queden comprendidas en 1 conexiones entre diferentes elementos estructurales”. La ecuacién 2.89 es igual a la 2.38; las especificacio- nes AISC simplemente limitan el valor méximo de la fuerza cortanté admisible al que produciria la plasti ficacién integra del alma, pero no exigen ninguna re- duccién en el momento plistico resistente del perfil cuando actian sobre él fuerzas cortantes de menor intensidad. Los ingleses siguen otro criterio para el diseiio de vigas T sometidas a la accién simultinea dle flexién y fuerza cortante, basado también en las ideas que se acaban de exponer, pero que obliga a reducir el mo. mento resistente del perfil cuando las articulaciones pl ticas se forman en zonas donde hay fuerza cortante (Refs. 2.18, 2.19 y 2.20). El momento plastico resistente total de una seccién T se puede expresar como la suma de las contribu. ciones le alma y patines, Myr y Myo. Comportamiento inelistico 69 Mp=Mnt+My=Zyay+ Zacy (2.40) Z, es el médulo de seccién plastico de los patines y Z, el del alma, Si hay fuerza cortante el alma no puede sopor un esfuerzo normal de magnitud gy, ya que su inten- sidad maxima se reduce por Ia interaccién con los es- fuerzos tangenciales. De acuerdo con el criterio de von Mises (ecuacién 2.86) el esfuerzo normal maximo posible en el alma es ar Por consiguiente, el momento plistico resistente de la seccién, también disminuye a (M,) ret. = Myr + (My) oot = = Mp t Za0 et = Mm + Zao? — 3.2* Comparando esta ecuacién con la 2.40 se ve que Ja reduccién en M,, igual a la disminucién del_mo- mento en el alma, es Zn Oy ~ Paro? — 3-2! ‘a Oy b —V1—3 (a/v) | y el momento plistico reducido por efecto de la fuerza cortante vale (My) ret. = My —Znoy [i- Se) El momento plistico resistente alcanza su valor mi- nimo cuando se anula el radical de la ecuacién 2.42, © sea cuando aly Reducciénen M, 1-8 (x/a))* =O, (r/o,)* = 4, ol 3 En esas condiciones el alma deja de contribuir a la resistencia del perfil, y (M,y)rea = Mm = (My) pat EI momento plistico resistente debe reducirse en to- los los casos de acuerdo con la ecuacién 2.42,* y el esfuerzo cortante medio en el alma no «lebe sobrepasar el valor que ocasiona su plastificacin total (Refs 28y 2.9). “+ En la Ref, 2.19 se recomienda que se ignore ¢sa reduccién cuan- do T es menor que 04/3 © 10 20 30 40 50 V,Ton Fig, 2.80. Compéracién entre la Be. 2.42 y las especifica- ciones del AISC En la Fig, 2.80 se muestra la curva de interaccién (M,) xa —V de una seccién 1381x6384 de acero A386, obtenida con la ecuacién 2.42, y la representacién grafica de las especificaciones del AISC; la diferencia en las fuerzas cortantes que ocasionan la plastificacién del alma de acuerdo con ambos criterios se debe a que al aplicar Ia ecuacién 2.42 se han considerado las di- mensiones reales del perfil, mientras que en la obten- cin de la ecuacién 2.39 se hizo Ia suposicién dle que el peralte del alma es e195 por ciento’del total, lo que no se cumple en la 1 $81X63.84. (En esta sec Ay 20.88 de .", Vy = foy/\/8)(0.88 de) = 0.48 9, de 0.48 x 2530 38.1 x 1.04 = 48.0 ton) Ejemplo 2.16 Disefiar la viga de la Fig. 281 teniendo en cuenta los efectos producidos por flexién y cortante. Utilicense perfiles PR de la Ref. 2.21, de acero A86, Las cargas icadas en Ia figura son de trabajo. A) Disefio basado en esfuerzos permisibles, de acuerdo con las especificaciones AISC de 1969 (Ref. 2.14). Los diagramas de momentos flexionantes y fuerzas cortantes obtenidos por medio de un anilisis elistico se muestran en Ia Fig, 2.82 El momento de disefio de 7.2 x 0.9 = 648 Tm se obtiene reduciendo el maximo negativo en 10 por ciento, Syrc. = 648 000/0.66 gy = 388 cm* Se escoge una IPR 305 X 102 x 82.8 kg/m (S = 414 cm) wet bt oom 930m 10.008 Fig. 2.81. Dimensiones y cargas de la viga del ejemplo 2.16 159) Ton tortor Fig. 2.82. Diagramas de momentos flexionantes y fuerzas cortantes Area del alma = 31.8 x 0.66 = 20.7 cm? Esfuerzo cortante medio = 15900/20.7 = 768 kg/cm? Esfuerzo permisible = 0.40 oy = 1012 kg/cm? > 768 E| esfuerzo cortante no es critico; se acepta Ia IPR propuesta, B) Diseno pldstico En Ia Fig. 2.83 se han dibujado la viga con las cargas factorizadas, el mecanismo de colapso y los diagramas de momentos flexionantes y fuerzas cortantes que co- rresponden a ese mecanismo, Znue, = My/oy = 684 00/2580 cm? = 255 cm? Se escoge una IPR 305 x 102 x 20.9 kg/m (2 = 826 cm’) ty aus O/*) mun = O57 \6X1.7227.2Ton J _, Kh Sm | fl, et 25.8 iter] | | L4ton | + Fig, 2.83. Cargas factorizadas, mecanismo de colapso y dia~ ‘sramas de momentos flexionantes y fuerzas cortantes 214 = 54 < 68.7 Of) atma = O51 EI perfil es compacto, De acuerda con Ja ecuacién 2.39, la resistencia al corte del perfil escogido es 0.55 a,de = 0.55 X 2530 X 30.2 X 0.51 = 21-430 kg = 21.4 ton. La fuerza cortante mdxima es V, = 25.8 ton > 21.4, de manera que la resistencia al cortante de la seccién ptopuesta és inadecuada, Por tanto, debe es: cogerse otro perfil més resistente, como se hace en 1, 0 reforzar el propuesto de alguna de las maneras que se utilizan en 2 y 8. 1. Seleccién de un perfil que’ tenga mayor drea en el alma, J IPR 305 x 102 x 28.3 kg/m: 0.55 x 2580 x 80.9 x X 0.61 = 26 280 kg = 26.2 ton > 25.8. Correcto. 2 Refuerzo del alma, en la zona comprendida entre el apoyo de la izquierda y el punto de aplicacin de la carga, por medio de una placa adosada y soldada a ella. . Fuerza cortante én exceso de la que resiste el alma de la JPR 305 x 102 X 20.9 kg/m = 25.8 — 214 = 4.4 ton, La placa de refuerzo tendré un peralte de 27.4 cm, distancia entre, Ja iniciacién de las curvas de unién de alma y patines. 4400 3.2 cm, Ane 0550, Grueso de la placa ¢ = 3.2/27.4 = 0.11em, EI grueso necesario es tan pequefio que se utilizarfa una placa del menor espesor posible compatible con los requisitos de pandeo local, 8. Refuerzo del alma por medio de atiesadores. Es- tos, que trabajan como las diagonales de una arma- dura, deben disefiarse para que resistan las 4.4 ton calculadas en 2. 44 X578S. 76 10 Fuser a= 4d. Fy = ae = Fuerza en el atiesador Problemas 71 8750 2580 = Area necesaria del atiesador Aaty=Fa -. Aa 3.46 cm? Se colocarén dos atiesadores inclinadps, a uno y otro Jado del alma, qué tengan un érea total de 3.46 cm? o mds. (Pueden utilizarse, por ejemplo, placas de 3.0 mx 048 cm’ (%6") cuya dea es 2 X 3.5 X 0.48 = 3.36 cm? £3.46) En el punto de aplicacién de la carga se pondrin atiesadores verticales de seccién transversal igual a la de los inclinados. Debe revisarse que la relacién ancho/grueso de. tos atiesadores sea adecuada para evitar que se pandeen localmente en forma prematura 2.13 Problemas Problema 2.1 Calcular 16s factores de forma de las secciones siguien- tes, suponiendo en todos los casos que las cargas estén aplicadas en el plano vertical de simetria. ' 2em FA 3a em -—+— 20 020 4 Bem 20cm — 25cm Hs lise —— 7 Sem Figura tote: 24 Problema 2.2 a) Determinese el ntimero de mecanismos indepen- dientes de la estructura de.la figura, y digase de qué tipo son, 72. Flexion b) Calcilese la carga de colapso suponiendo que el mecanismo de falla es el correspondiente a la forma- cién de articulaciones plasticas en las secciones nu- meradas de 1 a 6. ©) Trécese el diagrama de momentos flexionantes correspondiente al mecanismo y a la carga de colapso del inciso (b) y demuéstrese que se cumplen las con diciones de equilibrio y plasticidad. Problema 2.3 Figura del Probiema 2.2 Calodilese la carga, para las estructuras siguientes, utilizando el método estitico: 2p om. ? » o (ryso7imy/Ld Figura del Problema 2.3 d) Un marco igual al c, con la carga horizontal de En las estructuras a y se utilizaré el método en 8P; las cargas verticales no varian (P, = 0.29 M,). forma grafica; cy d se resolveran por distribucién plastica de momentos, Problema 2.4 Catcular las cargas de colapso de las estructuras dibujadas a continuacién, utilizando el método de los mecanismos. En todos los casos debe comprobarse que la solucién que se crea correcta satisface la condicién de plasticidad, ap ea a oP 3p op EO | _ . . . Buz, tm ? (my) usm [ase | asm | com iu, ony) 4) lt my) oy a uy ° my da tam | asap | omy | c.g) a rr au q 2 41 (eyzh 14 g/L) 275 mp/) Figura del Problema 2.4 ante, (PuE8.0Mp/L) Figura del Problema 2.4 {continuacién) Problema 2.5 Calcular el momento plistico requerido en el marco de la figura para que se convierta en un mecanismo bajo la de las cargas indicadas. Debe tenerse en cuenta la posicién exacta de la articulacién en la zona central del cabezal. ITon/m 27, Mp=cte 3m }-}——8™ 2" (p= 4.00Tm) Figura del Problema 2.5 Problema. 2.6 El marco de la figura es de seccién constante, con M, = 45 Tm en todas las piezas, y las cargas indica- das son de trabajo. Determinese el factor de carga de la estructura-en el instante del-colapso, utilizando el método de los mecanismos y suponiendo que cuando Jas cargas crecen Ia relacién entre sus valores se man- tiene constante. Demuéstrese, ademds, que en el me- canismo de colapso se cumple Ia condicién de plas- tiddad. 207. 3m 3m (A=2.00) ‘Figura del Problema 2.6 Problema 2.7 Determinar, utilizando la teoria plistica simple, las dimensiones de Ia seccién transversal de la barra AB de la estructura de Ja figura, sabiendo que es rectan- gular y que tiene las proporciones indicadas. La car- ga es de trabajo y debe utilizarse un factor de carga de 20. | Sa Ok : ‘ 4 bet d oyrascoretent Pe cate Figura del Problema 2.7 Problema 2.8 Diséfiese Ia viga continua de la figura utilizando los mismos procedimientos.y haciendo las mismas hipé- tesis que en el ejemplo 2.14, Utilicense se madas por tres placas soldadas, cambiando el grueso de los patines en vez de emplear cubreplacas wer atm 1 21/8 ) ta) (b) Figura 3.9. Esfuerzos cortantes en dos secciones de paredes delgadas, una abierta y otra cerrada Analogia dela membrana 81 Figura 3.10. Aplicacién de ta analogia de la membrana a ‘una barra de seccién transversal hueca Cuando las paredes de la seccién son de grueso cons- tante + es igual en todos los puntos; si el espesor varia la magnitud de los esfuerzos tangenciales es in- versamente proporcional a él, pero se conserva cons- tante en todos los puntos de la pared situaclos sobre una normal a su eje. (Al aplicar la analogia de Ia mem- brana debe obligarse a que al desplazarse Ia placa interior I se conserve paralela a la exterior, condicin indispensable para que a analogia sea valida (Ref 3.5). EI volumen comprendido entre las posiciones ini- cial y final de la membrana es igual al producto del 4rea rodeada por el eje de la pared, designada Aj, multiplicada por la separacién final entre Ias dos pla- cas, 0 sea Vol = A,h Por otro lado, nase hat sates har Por consiguiente, Vol = Att. Puedle escribirse ahora M; = Aste 24g Con Ia ecuacién 8.18 se calcula el esfuerzo tangen- cial en un punto cualquiera de un tubo de paredes delgadas sometido a torsidn; el grueso de las paredes puede ser constante o variable; en el segundo caso se toma la ¢ correspondiente al punto donde se desea calcular el esfuerzo, que es miximo en la zona en que la pared es mas delgada. Utilizando las propiedades restantes de la analogia de Ja membrana se obtiene la ecuacién 3.14 para cl cdleulo del Angulo de giro por unidad de longitu: 82. Torsion (3.4) La integral debe efectuarse a lo largo dle todo el perimetro de la seccién. La ecuacidn anterior puede escribirse La constante de torsién de Saint Venant de una pieza hueca de paredes delgadas es, por lo tanto, jz 7 Las expresiones anteriores se simplifican cuando el espesor de las paredes es constante, ya que siendo 5 el perimetro del eje de la pared, Por consiguiente, M;S o= (14) 44;Gt Cuando el area efectiva de una seccién hueca de parédles delgadas de espesor constante es menor que un quinto de la encerrada por el eje de las paredes (4 $ Ai/5) el error cometidlo al calcular los esuerzos con las hipétesis anteriores es menor de 10%; ademas, si A T55 Gg” = 0.00074 rad/em ‘Tmée = 0.00347 X 500000 = 1735 kg/cm? Seccién 3 500 000 .0000 183 x ———___ = 0.00000 @ = 0.0000 183 x ST Tas = 0.00000 44 rad/em ime = 0.000 225 x 500 000 = 112.5 kg/cm? La seccién en cajén es mucho mis eficiente que la 1 Esta observacidn s de cardcter general, por lo que cuando la torsifn es una soiicitacién predominant deben utilizarse miembros con seccidit transversal hue. ca formados, por ejemplo, por cuatro placas soldadas, en ver de perfiles laminados. (Los resultados anterio: es son validos tan s6lo cuando el momento torsionan- te es resistido exclusivamente por torsién de Saint Venant; en secciones abiertas suele presentarse un fenémeno més complejo, que se discite mas adelante), 3.4 “Torsién pura en el intervalo ineldstico Si se incrementa, eI momento de torsién.que,actiia sobre una barra de acero, llega un instante en que los esfuerzos cortanies en algunos puntos de las secciones transversales alcanzan el valor de fluencia; si el mo- mento crece todavia més, las zonas plastificadas se van extendiendo hasta que, everitualmente, abarcan Ja totalidadde Ja seccién, Figura 3.11. Barra de seccién transversal cuadrada en tor- si6n elastoplistica Es facil determinar la magnitud del par de totsién que ocasiona Ia plastificacidn total de Jas secciones tansversales pero, en cambio, el problema de la de- terminacién de los esfuerzos durante 1a etapa elasto- plistica resulta sumamente complejo. Sin embargo, se puede obtener una solucién aproximaca utilizando una extensién de la analogia de la membrana, de- bida a Nadai (Ref. 8.6). Si se acepta.que el comportamiento del acero some. tido a cortante puro es.semejante al que tiene bi tensidn, es decir, que después del intervalo elistico se presenta uma zona de deformacién bajo esfuerzo constante, la analogia de li membrana ordi naria deja de ser aplicable cuando ta pendiente en cualquier punto excede la correspondiente al esfuerzo cortante de fluencia, ya que é&te es €l mriximo que puede presentarse. Sin embargo, el fenémeno de la torsin elastoplistica sigue sienlo representado por Ia membrana deformada si se coloci sobre ella unt superficie rigida, de pendiente igual en todos sus pun- tos a la que corresponde al esfuerzo de fluencia, y cu- yo perimetro coincide con el de la barra, El flujo plistico se inicia en algtin punto del borde de’ la sec- cién cuando la membrana deformada se hace tan. gente a la superficie rigida; al aumentar Ia presin lateral para obtener las distribuciones de esfuerzos co- rrespondientes a momentos de mayor intensidad, algu- nas porciones se pegan a 14 superficie: los esfuerzos tangenciales en ellas son constantes, de magnitud igual al de fluencia, mientras que en el resto de Ia seccidn, en el que la membrana todavia esté separada de la superficie, se mantienen en el intervalo ekistico. En Ia Fig. 8.11 se muestra la superficie de pendiente constante que se utiliza para aplicar la analogia de mit 84 Torsion Figura 3.12. Barra de secci6n, transversal cuadrada comple tamente plastificada la membrana a una barra de seccién transversal cua- drada en torsién clastopléstica, asi como-las zonas plastificadas (achuradas en la figura) correspon- dientes a dos valores ‘del momento “de torsién: al aumentar su magnitud la membrana se pega cada vez més a los cuatro planos inclinados hasta que, eventualmente, s¢ adhiere a cilos cn su totalidad, Jo que sucede cuando las secciones transversales estén completamente plastificadas y el momento torsionante aplicado sobre la barra ha aleanzado su intensidad maxima, Recordando que el doble del volumen compren- dido entre las posiciones inicial y final de la mem- brana es igual al momento de torsion, relacién que se conserva durante el comportamiento inelistico, es facil calcular el momento que ocasiona la plastificacién total de la seccién, que es igual a dos veces cl volumen comprendido entre las super- ficies inclinadas de pendiente constante y el plano horizontal original. Por ejemplo, para una barra de seccién trans- versal cuadrada, se tiene (Fig. 3.12): Vol. Mp, = 2 Vol. = 2 3 Sise hace 1, = 0, / V3, Oya? Mrp = 3V3 Los momentos plisticos de torsién de barras de seccién transversal circular y rectangular se ob- tienen siguiendo un camino andlogo. Seccién circular de radio a: En este caso la superficie inclinada que cubre a la membrana es un cono. Seccién rectangular de dimensiones 2a x 2b: Ws 3 Mp = 407 br @ b oy En la Ref. 3.7 se incluyen resultados para varias secciones estructurales comuncs. Los momentos que producen la plastificacion total de las secciones son bastante mayores que los co- mrespondientes @ la iniciacién del flujo plistico (por ejem- plo, 33 por ciento en secciones circulares), y hay -oca- siones en que puede utilizarse con ventaja ese aumento en resistencia; sin embargo, esto no siempre es cierto, Pues la aparicién del momento plastic estd ligado a de- formaciones grandes, que muchas veces no son tolerables. En secciones huecas de paredes delgadas puede admitirse que las suposiciones relativas a la dis- tribucién de esfuerzos en el intervalo eléstico siguen sicndo validas hasta la plastificacién total, de manera que el momento plistico de torsién se calcula haciendo + = zy en las expresiones elésti- cas. 3.5 Torsion no-uniforme de barras de seccion ‘transversal abierta y de paredes delgadas Con la nica excepeisn de las barras de seccién transversal circular, maciza o hueca, todos los ele- mentos estructurales sometidos a torsién pura se alabean, és decir, los puntos situados en planos originalmente normales al eje de la barra experi- mentan desplazamientos de magnitudes variables paralelos a ese cje, lo que da como resultado que las secciones transversales inicialmente planas dejen de serlo al deformarse la barra. En secciones abiertas de paredes delgadas se advierte de inmediato que se presenta el alabeo porque los es- fuerzos en el plano medio de cada rectingulo son nulos, éste no se deforma y los bordes del rectingulo siguen for. mando un dngulo de 90° con rectas que eran originalmente aralelas al eje de la pieza, pero que se inclinan con respec- toa él bajo el efecto de la torsién. Torsion no uniforme de barras de seccién transversal abierta y de paredes delgadas 85 P f | tony : Ni J Figura 3.13. Alabeo de wna barra de seccién transveral I en torsién pura En la Fig. 3.13 se muestra un segmento de una barra de seccién I sometida a torsion por dos pares Mr, iguales y de sentidos contrarios, apli- cados en sus extremos; esos dos pares son las Gnicas fuerzas que obran sobre la barra, y no hay ningin factor externo que evite o restrinja las deformaciones. En esas condiciones las fibras longitudinales de la barra, inicialmente rectas, se retuercen pero, para angulos de giro pequefios, puede considerarse que siguen siendo rectas, in- clinadas respecto al eje de rotacién; por consiguicn- te, cada uno de los patines gira un cierto angulo, conservando su forma rectangular, y el alma se alabea. Todas las secciones transversales normales al ¢je longitudinal se alabean exactamente de la misma manera, por lo que no cambian las dimen- siones de las fibras longitudinales de la barra y no apa- recen esfuerzos normales en ellas; los Gnicos esfuerzos existentes son los tangenciales correspondientes a la tor- sion de Saint Venant. Supéngase ahora que se cmpotra uno de los extremos de la barra, impidiendo tanto su rotacion alrededor del eje longitudinal como ‘los despla- zamientos paralelos a ese eje de los puntos situados en la seccién transversal correspondiente, (Esto podria lograrse, por ejemplo, soldando la seccién extrema a una placa muy grucsa y fija angular- mente, la que impediria simulténeamente el alabeo y la rotacién alrededor del eje longitudinal). En esas condiciones la barra se deforma como se muestra en la Fig. 3.14: la seccién inferior se man- tiene én su posicién original y sigue siendo plana, mientras que todas las demés secciones transver- sales giran alrededor del eje longitudinal y se alabean, pero ni giro ni alabeo son constantes, sino van aumentando desde cero en el extremo inferior hasta llegar a un maximo en el superior, y las fibras paralelas al eje de la barra no conservan su longitud inicial, como sucede en torsién pura, sino unas se alargan y otras se acortan (por ejem- plo, todas las fibras de la porcién AEFB del patin anterior de la viga de la Fig. 3.14 se alargan, mien- tras que se acortan las de la zona EFDC, conser- vandose sin cambio Gnicamente la EF), ocasionando zsfucrzos- normales longitudinales _proporcionales a las deformaciones unitarias. (Volviendo a la Fig. 3.14, los esfuerzos normales, que varian lincal- mente a través de los patines, son maximos en la zona inmediata al extremo empotrado y dismi- nuyen de magnitud en secciones cada vez mas alejadas de él, hasta que desaparecen eventual- mente cuando las secciones transversales estén a una distancia suficiente para que dejen de sentirse los efectos de las restricciones producidas por cl empotramiento). Para que aparezcan esfuerzos normales longi- tudinales del tipo de los mencionados en el parrafo anterior no es necesario que se impida totalmente Figura 3.14, Barra de seccién transversal I en torsién no suniforme ta) (b) (ce) Figura 3.15. Esfuerzos producidos por la torsién no uniforme el alabeo de alguna seccién transversal; basta con que, ya sea por las condiciones de: apoyo o de carga, 0 por una combinacién de ambas, el alabeo no pueda presentarse libremente y varie de unas secciones transversales a otras, lo que ocasiona deformaciones longitudinales de las fibras y los esfuerzos normales correspondientes. Los esfuerzos:normales producidos por la res- triccién al alabeo se presentan acompajiados por esfuerzos tangenciales que contribuyen a resistir el momento de torsién exterior, de manera que este no sigue siendo equilibrado por esfuerzos cortantes de Saint Venant. exclusivamente, como sucede cuando‘el alabeo puede presentarse libremente. En la Fig, 3.15 se mucstran en fornia esqueméti- ca los esfuerzos normales y tangenciales que hay en una barra de seccién I sometida a torsion ho uni: forme, ‘es decir, con alabeo restringidos tanto los tangenciales simples 1, ;comio los debidos a la res- triccién al alabeo, tz, contribuyen a resistir el momento exterior My,de manera que si los mo- mentos resistentes correspondientes a ambos factores se designan Mr,"y Mr,, puede escri- birse My = My, + Mz, (3.15) Mr es el momento de torsién total que obra en la seccién, Mr, el momento resistente correspon- diente a la torsién de Saint Venant y Mr, el debido a la resistencia al alabeo de las secciones transversales de la barra, (Los esfuerzos normales y-cortantes que aparecen en el alma por este segun- 46 concepto son despreciables, debido a que la flexién se presenta alrededor de su cje de menor momento de inertia). Los esfuerzos producidos al restringir el alabeo de barras de seccién transversal maciza no circular son de. intensidad mucho menor que los ocasio- nados, por el mismo motivo, en secciones abiertas de paredes delgadas; ademés, las piezas macizas no se emplean en estructuras de acero. Por estas razones, el estudio se limita, en lo que sigue, a elementos con secciones transversales del segundo tipo, 315.1 Céleulo de los esfuerzos y del momento resistente producidos por la oposicion beo Considérese una barra de seécién transversal abierta y de paredes delgadas cuya linea media tiene una forma cualquiera (Fig, 3.16), sometida a torsién restringida. (Por ejemplo, el extremo de- recho de la barra est4 empotrado, mientras que en el izquierdo, libre, obra un momento My )- Figura 3.16. Deformacién de una barra de seecién transversal abierta y paredes delgadas septdjop sopased op X eiotge jessoasuesy uo!oo0s op seuzeq ap outioyiun ou WOIsIOL 18 88 Torsion Los ejes coordenados se escogen de manera que lt seccién transversal en estudio quede alojaca en cl plano xy, y el eje de rotacién, que pasa por el centro de toisién T y que se matiene recto al deformarse la barra, es paralelo al eje longitudinal 2; el orige de coordenadas C es el centroide de la seccién. El momento torsionante M,, positivo segin la re- gla del tirabuzdn derecho, hace que la seccidn give alrededor del puntoT. Interesa determinar las deformaciones de las fibras longitudinales «le la barra ocasionadas por el alabeo no uniforme de sus secciones transversales ya que, tuna vez conocidas, es posible caleular os esfuerzos normales y tangenciales correspondientes. Considérese un elemento de area ABCD, de dimen: siones dz, ds, alojado en Ia superficie media de la barra (una de sus aristas, la BC, est en la seccién en estudio, a una distancia s de uno de sus extremos, y las aristas’ AB y CD son paralelas al eje 2); llamando 8 al ngulo que gira la barra por unidad de longitud, Ta seecin extrema, que contiene a BC, gira un sin gulo dz = dg con respect a una seccién situada a una distancia dz de ella, en 1a que se encuentra AD; el desplazamiento relativo del punto B con respecto al A es BBY = adg, donde a es la distancia del cen- tro de torsién a B, y el elemento ABCD. pasa a la posicién AB’C’D’, al girar la arista AB un dngulo 4 (d$/dz) alrededor del punto A. (Ver Figs. 3.160 y b, en las que se han dibujado, respectivamente, una pers pectiva de la barra y una vista a lo largo del eje 2, en la que aparece la seccién transversal en verdadera magnitud.) En la Fig. 3.1Gc se ha representaco el elemento ABCD antes de la déformacion y la proyeecién del ele- mento deformaco, AB’C'DY, sobre el plano que ocupa- ba originalmente; el ingulo de giro, proyectado sobre el plano original, es adg sen B/dz, de manera que la diferencia entre los desplazamientos paralelos al eje de Ia barra (y, por consiguiente, normales al’ plano que ocupaba originalmente la seccién) de los puntos By G vale, despreciando cantidades diferenciales de orden superior, _ dg sen By, We — wp = dw = EI signo negative se debe a que los desplaramien- tos se presentan en sentido negative del eje =, y wy € mayor, en valor absoluto, que ty. Puesto que @ sen B = rp, donde rg es la distancia del centro de torsién a ta tangente al borde de la seccién en B, la ecuacién anterior puede escribinye (8.16) Llamando w, al desplazamiento total paralelo al z del extremo O de la seccién, el desplazamiento a situado a una dis. ¢s el doble del area del sector barrido por el radio a al moverse a lo largo de la linea media desde O, donde 5 =O, hasta el punto B en consideracién (TOB en la figura) . El signo de w, depende del sentido en que gira el radio @ al irse moviendo.a.lo largo de la linea media; es positivo cuando la retacién tiene sentido contrario al de las manecillas de an reloj Utilizando 1a notacién de las ecuaciones 3.19 y 3.20. la ecuacién 3.18 puede escribirse w= 4 (@- w) (3.21) Con la ecuacién 8.21 se calculan los desplazamientos por alabeo, a lo largo de trayectorias’ paralelas al eje longitudinal 2, que se presentan en wna barra cual: quiera de seccién transversal abierta y de paredes del gadas, sometida a torsién pura o a torsién no uniforme; en el primer caso @ y, por consiguiente dé /dz, tidades constantes, dle manera que todos loy puntos tle diversas secciones transversales situados sobre una mis ma recta paralela al eje z se desplaan cantidades iguales; en cambio, en el segundo caso. (Lorsién no. uniforme), tanto 8 como dg, eje de la barra, lo que indica que el alabeo cembia al pasar de una seccién transversal a otra cercana a ell arian a lo largo det y. a diferencia de lo que sucede en torsién pura: las axial: fibras longitudinales de la barra se deforn mente. La deformaci6n unitaria de esas fibras es dw & " y el esfuerzo norm: en ellay vale (3.23) (oxtdent Figura 3.18. Gilculo del esfuerzo cortante T 90 Torsion Los esfuerzos normales ¢- producen cortantes que originan Ia segunda parte del momen revistente a torsi6n, Mr, (ecuacién 3.15); se calculan estudiando el equilibrio de la faja de barra sdz de ka Fig. 3.18: niendo en cuenta que son nulos en el horde O, ki ecuacién de eq! toma la forma io de proyecciones sobre el eje = s s aldet j (o. + dg.) tds — i gtd =0 bes el grucso de la pared de Ia seccién, que pucde variar con s pero es independiente de 2. De la ecuacién anterior, -[4 = ds a oY Sustituyendo ¢, por su valor dado por la ecuacién 5.28 se obtiene a$ = ce ‘ (8.24) La porcién Mz, del momento resistente corresponde a los momentos de todas las fuerzas cortantes elemen- tales téds que actian a lo largo de la linea media de la seccién, con respecto al centro de torsién: " «] ws (3.25) La ecuacién 3.25 se simplifica teniendo en cuenta que rods =dw, (ecuacion 3.19) y que, puesto que w, es independiente de s, puede escribirse 4@-w) 4, rds = ds Emtonces, m [s 5, , (w. — w,) tds| rds = dw, — w,) a“ Integrando por partes el segundo miembro: me d@—w, 4, f, (w, —w,) tas ) ass = ” @w,) tds} (e—w,) + " (ew. + tds J, Sg) seo, Puede demostrarse (Ref..8.8) que m j @e. —w,) tds = 0, o con lo que la expresién para My_ se reduce a os" ma ELEC wy stds (82 M, ast { wy) 2tds (8.26) ° Introduciendo Ia ‘notacion m j (@, —w,) #tds = 6, (827) ° Ja ecuacién 3.26 toma Ia forma M, EC, 3.28) n= £6, 8 (828) Myy €5 la porcién del momento exterior que es re- sistida por Jos esfuerzoy tangenciales que se originan al alabearse las secciones transversales de una ma. nera no uniforme; se designa momento de torsion resistente debido al alabeo no uniforme 0, por breve- dad, momento de torsién por alabeo. La constante Cy es la constante de alabeo (tiene unidades de longitud elevadas a Ta sexta _potencia) y él producto EC, es la rigidez por alabeo. La ecuacién 3.11 proporciona el momento Mz«: Mr = GK,Q= GKy (8.29) Llevando’este valor y el de My, dado por la ecua- cién 3.28 a la ecuacién 3.15 se obtiene la ecuacién Torsién no uniforme de barras de seccién transversal abierta y de paredes delgadas 91 z My +My Figura 3.19. Pares my uniformemente repartidos en una longitud dz diferencial para torsién no uniforme, vélida para cual- quier barra de seccién abierta y de paredes delgadas: = do ng # My = GK, 42 — EC, 5% 830) Resolviéndola se obtiene una expresién para el an. gulo de giro 4 que, introducida en las ecuaciones 3.29 y 8.28, permite determinar los momentos Mrs y Mra; los esfuerzos tangenciales producidos por Mr. se calcu- Jan posteriormente igual que si la barra estuviese so- metida a torsién pura, y los normales y tangenciales ocasionados por Mze, con las ecuaciones 8.23 y 5.24, La ecuacién 3.30 es aplicable cuando obra sobre la barra un par concentrado My; cuando actian sobre ella pares uniformemente distribuidos m, puede ob- tenerse una ecuacién equivalente (Ref. 3.9); estudian- do los momentos de torsién existentes en una longi tud elemental dz (Fig. 3.19) se Mega a la igualdad dM; ode My + dM, = My — mydz 2°, m= La ecuacién que corresponde a pares uniformemen- te distribuidos se obtiene diferenciando 1a ecuacién 3.30: ay ag Gt Ec GK, dz az —m, 31) m, ¢s el momento'de torsién’ aplicado por unidad de longitud de la barra snte definir una nueva constante de tor- GK; (3.82) Sus unidades son cm", y es funcién de la relacién entre las rigideces por torsién de Saint Venant y por alabeo de la seccién utilizada, Introduciendo en ellas Ia constante y haciendo algunas manipulaciones algebra ones 3.80 y 3.31 adoptan la forma as, las ecu (33) (33) Las ecuaciones 3.35 y 3.36 escritas a continuacion son dos formas de solucién de la ecuacién 3.33, mien- tras que la ecuacién 3.37 es la solucién de la ecua- cidn 3.34 (Ref. 3.9). Mr. 5 Cy + Get + Ces + Me 3.35) * f ne" VEG. (3.35) = 6, + C,cosh dz + Csenh x + Ee 3.30 =, + Gysen ds + Ra (8.80) = 0, + Cz + C, cosh de + C,senh Qe Los coeficientes C, a C, son constaytes de integr: cién; se determinan considerando las condiciones de borde de Ia barra, las que definen ciertos valores del Angulo de giro ¢ y de sus derivadas: $ = O correspon dle a una seccidm'extrema en Ia que est impedido el giro alrededor del eje 2, dg/dz = O a una seccién que no puede alabearse (si w=O, la ecuacién 3.21 in- dica que dg/dz = 0), d:4/dz = 0 corresponde a labeo libre (en ese caso €: = O. y de Ia ecuacion 3.22, d'4/d# =O) y d4/dz = Oa una seccidn extrema en la que el cortante debido al alabeo es nulo (ver ect cién 3.24) En las Figs. 3.20 y 3.21 se viga-columna usuales, En la pri ga estd soldada a la columna en toda su seccién wans- versal, generalmente con soldaduras de penetracién completa en los patines y de filete a ambos lados del salma; desde el punto de vista de Ia flexidn esta com nexién se considera completamente rigida, ya que es tin impedidas las rotaciones de la seccién extrema de la viga alrededor del eje x (para Ingrarlo, suele ser necesario colocar atiesadores horizontales entre los patines de la-columna (Fig. 3.202), excepto en ios ca- sos en que ésta es mucho més robusta que la viga) : ‘en cambio, la restricciém contra el alabeo no es com- pleta (Ref. 3:10), a ménos que se coloquen atiesadores 92 Torsion y 1k : We T! i lhe} |: tq ot L 1 t a) c) b) _ a¢ . Mygt Gr = 03M, Figura 3.20. Conexién rigida viga-columna verticales soldados a los extremos de los patines de Ta viga, formando una seccién en cajén cuyas propi dades, desde el punto de vista de la torsidn, son mu- cho mejores que las de Ja 1 original; para que sean completamente efectivos, la longitud de esos atiesa- dores (marcados con linea punteada en Ia Fig. 3.20c), medida a lo largo del eje de la viga, no debe ser me- nor que el peralte de ésta; los atiesadores deben sol- darse también a la columna. En esas'condiciones pue. de suponerse que tanto la rotacién alrededor de como el alabeo estin impedidos, es decir, que la co. nexién es torsionalmente completamente rigida. (Si la?columna tiene patines delgados, puede ser necesa- rio formar también en ella un cajén, de longitud algo mayor que el peralte de la viga, por medio de dos placas paralelas al alma, como las que se muestran con Iinea punteada en la Fig. 3.206). La conexién que se presenta en la Fig. 8.21, togradn por medio cle clos angulos soldados 0 remachadlos atl alma dela viga y al patin de la columna, suele con- siderarse como wna articulacién desde el punto de vista de la flexién, ya que la pequeiia rigider de los | Figura 3.21. Conexién flesibte viga-cotumna Angulos hace que la’ tendencia al giro alrededor del eje x tropiece con pocas restricciones: sin embargo. sila longitud Z de los sngulos es cercana al peralte total de la viga, puede considerarse impedido el giro alrededor del eje z: en cambio, ef alabeo de la sec cidn extrema no est restringido. En la conexién de la Fig. 3.20 el momento exterior M; es equilibrado integramente por resistencia al al beo( el momento Mrs debido a la torsién de Saint Venanit es nulo), mientras que en ta de la Fig. 3.21 se presenta la situacién contraria: el momento de t sién por alabeo, Mz,, es nulo, y Mpg es numéricamen: te igual al aplicado exteriormente. 3.5.2 Aplicacién de los resultados anteriores a barras de seccién transversal | Si las funciones de alabeo w, y w, se caleulan pare tiendo de un radio principal, que tiene como polo el centro de torsién, y cuya posicién puede determinarse para cualquier seccién transversal abierta de paredes ‘Torsién no uniforme de harras de seccién transversal abierta y de paredes delgadas 93 Figura 3.22. Valores dela funcién gen una seccién I com dos ejes de simetr delgadas, se demuestra (Refs. 3.11 y 3.12) que la diferencia 3, —w, se reduce a w,, que es también el doble del rea del sector barrido por el radio a al moverse su extremo a lo largo de la linea media de la seccién. pero determinada ahora partiendo del radio princi pal. En esas condiciones, las ecuaciones 3.28, 8.24 y 3.27 toman la forma ay oe = Eup ae 8.23’) 24) i. whe ds 27) En una seccién J doblemente simétrica el centro de torsién coincide con el de gravedad, y e] radio principal es el eje de menor momento de inercia (Ref. 3.12); por consiguiente, Ia funcién w, es nula para todos los puntos del alma, y para un punto cualquie- ta de uno de los patines, situado a una distancia s del eje y, vale el doble del drea del tridngulo asciu- rado en la Fig. 3.225, lo que se expres matemitica- mente como sigue Los valores maximos de w,, que se presentan en los extremos de los patines, son (29) mas = b) c) hy es la distancia entre los centros de gravedad de tos patines. En la Fig. 3.22b se han indicado los sentidos en que deben recorrerse los patines, partiendo del radio prin- cipal, y los signos correspondientes de acuerdo con la convencién adoptada; en la Fig. 3.22¢ se ha dibujado 1 diagrama de la funcién de alabeo w, de Ia seccién, La constante de alabeo C,, dada por la ecuacién 3.27, vale E] factor 1632 €s el momento de inercia de uno de Jos patines respecto al ej 9, fp, y ¢s aproximadamente igual a la mitad del momento de inercia J, de toda la seccién, de manera que puede escribirse we hy w 1, he ny ane gang (8.38) La ecuacién 3.38 permite calcular la constante de alabeo C, de perfiles J formados por tres placas sola. das, en Jos que se cumple la condicidn de que el grue- so de los patines es constante; si se aplica a perfiles la- minados con patines de espesor variable y se toma para 1 el valor promedio proporciona resultados que son, en general, suficientemente aproximados para fines 94 Torsion oa practicos. En la Ref. 3.10 estan tabtlados los valores, practicamente exactos, de G, pata todas las secciones Taminadas ntilizadis coitiinmente én Estados Unidos de Norteamérica, y en la tabla 3.2 se han reproducido Jos correspondientes a los pefiles J que se laminan en México. EJ esfuerzo normal maximo se obtiene sustituyendo Wp por (w,)maz en la ecuiacién 3.2! pln & 4 de (or) site (8.89) Por otro lado, ese esfuerzo puede expresarse tam- bién como el cociente del momento flexionante origi- nado en cada patin por fa torsién no uniforme, My. idido entre el médulo de seccién de dicho patin, correspondiente a flexién alrededor del eje y de la i6n, S,, 0 sea Myy bh 4G, (6s) maz ya que be. 2Ca a2 Te Llamando My al producto My) hy, la ecuacién an- terior toma la forma Ms — 3.40 Tejon, &) Algunos autores, entre los que destaca Vlasov (Refs, 3.11 y 3.12), emplean la palabra bimomento para designar el término M,=My,./i, ya que es el pro- ducto de las intensidades de dos momentos iguales y de sentidos contrarios,-aplicados en planos paralelos (los clos patines de la viga), multiplicada por la sepa- raci6n entre’esos planos: stis unidades son, por consi- guiente, las de fuerza por longitud al cuadrado. Igualando los segunilos miembros de las ecuaciones 3.39 y.3.40 y despejando Mg se obtiene Ia expresién siguiente para el bimomento: (Al) Por semejanza coh ta formula ordinaria para Ia fle-> xi6n, Ia ecuacidn 8.40 puede escribirse (2) nde = (342) donde 5, = 4C,/bh, es el médulo.de seccién por ala- beo; Jos valores correspondientes a perfiles lamina- dos estin tabulados también en Ia Ref. 3.10, y algunos de ellos se reproducen en Ia tabla 3 Esta expresién puede aplicarse tf ner valores aproximados en seccigné minadas. Cuando el gtueso t de los patimts ; puede considerarse asi sin perder d cién, la ecuacién 3.24" se reduce a ap a | a2 —E. wy ds ‘Sustituyendo el término E d*g/di* por —Mr./Ce de acuerdo con Ia ecuacién 3.28, se tiene El esfuerzo tangencial mAximo ¢s el correspondiente al mayor valor posible de la integral, 0 sea (3.43) Se presenta en los patines, en Ia unién con el alma En resumen, las barras de seccién transversal 7 s0- metidas a torsién no uniforme quedan sujetas a una combinacién de torsién simple, torsién por resistencia al alabeo y flexién lateral en los patines; los momen- tos ‘correspondientes se calculan con las ecuaciones 3.29, 3.28 y 3.41, que'se repiten aqui: Myx = G Ky (dp /dz) (3-29) Myy = EG, (d%4/d2?) (3.28) My = EC, (d*$/dz") 41) Los dos momentos de torsin ocasionan esfuerzos cortantes, denominados cortantes simples, t y de alabeo, ts, mientras que el bimomento Mz ocasiona esfuerzos normales longitudinales en los patines, o3; los esfuerzos maximos son: (50) te = (12) ‘Tabla 3.2 Propiedades de perfiles | I —_ PERFIL KG/M Kr, ca Se iy (om4) (om) om?) (om) IPR 6X4 12.7 14 4.2X 103 (182 X 102 mm). 179 37 6.6 X 10° im 0.01554 23.8, 92 10X 10° (259 0.01922 IPREX 4 14.9 1? 8X10? (203 X 102 mm) 19.4 36 411X102 210 0.01204 224 87 14x 10° 265 0.01307 IPR 8X5 1/4 25.3 64 30x 10° 405 0.00990 (203 X 133 mm) 29.8 10.2 37x 10° 516 0.01107 IPR 10X4 17.4 2.0 13 X 102 (254 X 102 mm) 224 43 18 X 10) 280 0.01006, 26.3 65 23 10? 348 0.01082, 28.3 97 28x 10° 424 0.01182 IPR 10 X 5 3/4 313 87 66 X 10° 667 0.00782 (254 X 146 mm) 373 15.5 86 X 109 876 0.00891 43.2 24.1 103 X 10° 1051 0.01004 IPR12X4 209 29 21x 103 (305 X 102 mm) 24.6 47 27X 103 337 0.00865, 28.3 75 35. 103 447 0.00941 328 122 44x 10° 554 0.01054 IPR 12X 61/2 40.3 46 164 x 103 1217 0.00636, (305 X 165 mm) 46.2 223 195 x 102 1456 0.00708 53.7 345 234 x 109 1746 0.00798 IPR12X8 59.6 39.8 387 X 103 2617 0.00627 (305 X 203 mm) 67.1 54.9 443 X 102 2968 0.00691 745 45 505 X 10° 3830 0.00754 IPR 14 X 63/4 447 18.7 238 x 103 1623 0.00513, (356 X 171 mm) 50.7 23.6 287 X 103 1940 0.00570 56.6 33.1 330 X 10° 2224 0.00627, IPR 14X8 84.1 43,7 54x 10° 3083 0.00565 (356 X 203 mm) ns 59.9 602 X 10? 3807 0.00619 79.0 80.3 682 x 10? 3940 0.00673, iPr 1ex7 596 27 399 x 10? 2o10 00519 (406% 178 nem 598 329 495 x 103 2419 0.00860 ert 462 852% 10 2195 200615 145 62.9 607 X 10° 3165 0.00669 1PR 18 x0314 954 1003 1808 x 103 s7i9 0.00541 (457 X 222 mm) 1083 1302 1678 x 10 6381 0.00581 187 1732 1899 x 108 7205 0.00622 1287 2289 2198 x 10° aon: 0.00676 IPR 18 X 11 3/4 143.0 228.1 4538 x 10? 12574 0.00473, (487 X 298 mm) 156.5 297.6 5075 X 10° 14060 0.00507 170.0 380.0 5639 X 10° 18580 0.00842 1 76mm 2") 248 18 023 x 108 218 0.05551 1 102 men (4) 1146 30 070 x 10 a3 0.04043 1127. mm (5") 14.88 47 1.78 X 10° 76.9 0.03159, 1152 mm (6"), 18.60 7.0 3.89 X 10° 125.7 0.02595, 1263 mm (" 2738 149. 14a x4 2372 oo1e02 1.254 mm (10") 37.80 28.1 41.1 10° 564.4 0.01501 1305 mm {12") 47.32 375 82.4 x 10° 873.7 0.01304 1305 mm {12") 60.72 73.3 117.1 X 108 4191:7 0.01554 1381 mm (15") 63.84 641 199.5 X 10° 1530.9 0.01101 Le 95 96 Torsion (3.43) (8.42) E] Angulo de giro ¢ puede determinarse integran- do la ecuacién diferencial 3.30; una vez conocido se cal- culan sus derivadas que, llevadas a las ecuaciones 3.28, 3.29 ¥ 3.41, dan los valores de los elementos mecénicos Yp Por iiltimo, por medio de las ecuaciones 3.12, 3.42 ¥ 3.43, se obtienen los esfuerzos méximos. La solucién numérica de un problema dado puede ser laboriosa, debido a Ia forma relativamente compli- cada de la ecuacién diferencial, pero se han publica. do grificas y ecuaciones (Refs. 8.10 y 8.13) que per- mhiten determinar muy répidamente, para la mayor parte de las condiciones de carga de interés prictico, los esfuerz0s mdximos y los lugares en que se_pre- sentan, Ejemplo 3.2 La vigueta 1 381 x 63.84 kg/m de la Fig. 8.28 esti li- bremente apoyada en sus extremos, los que pueden sirar alrededor del eje x y alabearse sin ninguna restriccion, ero su rotacién alrededor de z esta impedida. Sobre ella acta una carga concentrada P, aplicada en su seccién transversal central, con una excentricidad e, de manera que Produce un par de torsién concentrado Mr = Pe. Se desea calcular los esfuerzos normales y tangenciales maximos, de- bidos a la accién combinada de los diferentes elementos me- canicos existentes en Ia viga. (En la Ref. 8.9 se ha re- suelto un problema semejante a éste, en forma muy completa; aqui se utilizard la informacién presenta da en la Ref, 3.10 para Iegar ms ripidamente a los resultados deseados). En las Figs. 3.284, b y ¢ se muestran los diagramas de momentos flexionantes, fuerzas cortantes y momen- tos de torsion, en ese orden. Las propiedades de la 1381 x 63.84 kg/m son: Torsion no uniforme de barras de seccién transversal abierta y de paredes delgadas 97 “E fe olf, b) Figura 3.24, Esfuerzos cortantes en una seceién I d= 38.1cm b= 14.0cm De la tabla 3.2: Ky = 65.34 cm* 1530.89 cm* C, = 195252 cm" 0.01101 cm? Supéngase que el claro de la viga es de 4.50. L = 450m, XL = 0.01101 x 450 = 4.95 1, Esfuerzos longitudinales debidos a la flexion Los maximos se presentan en los bordes superior inferior de la seccién media (2 = L/2): PL 450P. Mi. P= 0116p 5.2 S, 48,7 4x (Cr) mse = ~ 2, Esfuerzos cortantes debidos a la flexién Tienen Ia misma distribucién en todas las secciones transversales de la: viga, puesto que la fuerza cortante ¢s constante. (El signo cambia, sin embargo, a uno y y otro lado de la seccién central) Su valor, en un punto cualquiera de una seccién transversal, esté dado por T, wee] oe o En la Fig. 3.24 se muestra el diagrama de s j ytds para un perfil como el de la Fig. 3.23: los esfuerzos méximos aparecen en el centro de los patines y del alma, donde la integral toma los valores aproximados indicados en Ia figura. Por consiguiente, P/2 bhyt Pxid.0%365 Ca) mee. pain = TF ~~ 8x 18387 = 0.0035 P 020i S10" 201” Figura 3.25. Diagramas de momentos de torsiin no uniforme de una viga con un par concentrado en el centro del ‘claro 98. Torsion a = 4 ) a (M)méx. (Mg) mdx.= DzM_L Las ordenadas de las curvas de la Fig. 8.25 corres: 0.25 OD; 0.20 0.15 0.10 0.05 °o” or_~SCi2SCiS=Ci 2 08 Figura 3.26. Valores de (Mg) mdx; momento de torsién concentrado (57) mtz. sina i ot + ae) = 0.0150 P ponden a XL = (Dividiendo la fuerza cortante, P/2, entre el area del alma, se obtiene el mismo resultado). EI cileulo de los esfuerzos normales y tangenciales debidos a Ia torsién no uniforme se efectiia utilizando la informacién proporcionada en la Ref. 3.10, de cual se reproduce aqui tinicamente la parte necesaria para resolver este problema. En la Fig. 3.25 se han dibujado los diagramas de mo: mentos correspondientes a la torsién de Saint Venant (Fig. 3.256) y a la resistencia al alabeo, producidos por un par concentrado unitario aplicado en la seccién me- dia de ta viga; son complementarios, es decir, super- poniéndolos se obtiene el de la Fig. 3.23c, lo que est de acuerdo con la ecuacién 3.15. Sus ordenadas se han tomado de la tabla 3.3, que proviene de la Ref, 3.10. En la seccién media, que por simetria permanece plana, el momento de torsion de Saint Venant es nulo y la torsién es equilibrada integramente por la resistencia al alabeo (My = My,) ; en cambio, al con- siderar puntos cadla ver més alejados del centro de ta viga, la resistencia al alabeo va disminuyendo y au- mentando la importancia de la torsién de Saint Ve- nant. (Al crecer la longitud de Ja viga y aument XL el momento Mz, en secciones alejadas de la ce tral disminuye y, en el limite, se anula, si la viga es suficientemente larga.) 0, valor satisfactorio blema, en el que ese pardmetro vale 4.95. (Al variar YL la forma general de los diagramas se conser pero cambian las ordenadas (Ref. 3.10) ) De la observacién de los diagramas de la Fig. 3.25, y teniendo en cuenta las ecuaciones 3.12 y 3.13, se ad- vierte que los esfuerzos tangenciales maximos, de Saint Venant y correspondientes a la resistencia al alabeo, se presentan respectivamente en los extremos de la barra yen la seccién media; no se sabe, en cambio, en qué seccién aparecen los esfuerzos normales méiximos, ya que para ello es necesario conocer Ia ley de variacién del bimomento Mz, dada por la ecuacién 3.41. En este caso no se necesita, sin embargo, integrar la ecuacién diferencial para calcular g, pues en la Ref. 5.10 estan dados los valores maximos de My para vigas libre- mente apoyadas en ambos extremos y con un par de torsi6n concentrado en un punto cualquiera, para varios valores de XL; las gréficas correspondientes se reproducen en la Fig. 3.26. a este pro- 3. Esfuerzos cortantes de Saint Venant Son miximos en las secciones extremas, en las que My, = 0.4185 Pe. De Ia ecuacién 3.12: (Mr). Ky 0.4185 Pe 65.34 (50) mis = = 0.0064 Pet Tabla 3.3 ove x Mr tM, | Mr=o5M F We Mme | Mt ire ur 0.00 0.1760 0.3240 05000 050 0.00 0.1749 05251 0.7000 070 020 0.497 0.3502 05000 050 020 0.1324 0.5676 0.7000 070 | 080 ° 05000 | t| oxo 00776 | -o3776 | -0:2000 070 oi 4+0.5000 eee £0.50 es +0.6224 +0.7000, 070 -01159 | -o861 0.5000 -050 080 01102 | -o1e08 | -o3000 | -o30 1.00 0.1760 0.3240 0.5000 -0.50 1.00 0.1245, 0.1755 0.3000 0.30 0.00 02875 02126 0.5000 050 0.00 0.2985 04018 0.7000 070 020 0.2480 0.2520 0.5000 050 020 02281 04759 0.7000 070 P| ose ° -oso0 | , 080 P| 030 01287 | -o4za7 | 03000 2 +0.5000, 0.5000 ° = 405753 40.7000 070 070 0.194 | 0.3086 0.5000 050 080 -o1785 | -o1218 | -03000 | -o30 100 | -o2a7 | -o2126 0.5000 -050 1.00 -0.1975 | 0.1026 03000 | -030 0.00 oates 0.0815 0.5000 050 0.00 oan 0.2228 0.7000 070 | 020 0.3742 0.1288 0.5000 050 | 020 0.3660 0.3440 0.7000 070 f] oso ° -osooo | * f] 090 01756 | -o4756 | 0.3000 i F000 | *08000 aoe = +os2ea | 40.7000 G0 0.70 -03082 | -019:8 | -05000 -050 080 0.2557 013 | 0000 -030 oe iaales) oes) os eee 1.00 -0.2713 0.0287 0.3000 =030 100 Torsion En los patines Pe; en el alma, (t+) max = 0.0067Pe. 1.58 cm, Luego (+5) nsx = 0.0101 104m, de manera que 4. Esfuerzos cortantes debidos a la resistencia al alabeo @) Méximos (en la seccién media, en la que Mry = 0.500 Pe). De la ecuacién 3.43: 14.0°x 36.5 5) te = re xend (a) mi ia x 0.500 Pe X Tgp agp = 0.0012 Pe b) En tos apoyos. 14.02 36.5 e seq = TEOHSES 00815? Ep 0019 Pe 16 ~~ 195252 5. Esfuerzos normales debidos a la resistencia at alabeo (méximos en la seccién modia) De las grificas de la Fig. 3.26, para el caso en que el par concentrado est aplicado en la seccién media de a viga (a/L = 0.8), y para M = 5.0, D, = 0.10, luego (Ma) naz = DML = 0.10 Pel. y, utilizando la ecuacién 3.42, 00 Pel 530.89 u (02) mts = 0.10 x 450 Pe 1530.89 0.0294 Pe En la Fig. 3.27 se muestran los esfuerzos normales longitudinales en la seccidn media de la viga, oca sionados por ¢l momento flexionante (Fig. 3.272) y por la resistencia al alabeo (Fig. 8.27) , estos tiltimos correspondientes a una excentricidad ¢ = 5 cm; en la Fig. 3.27c se han superpuesto los dos diagramas, ob- teniéndose asi los esfuerz0s normales totales en la sec- cin considerada; aun para la excentricidad supues- ta, que es pequefia, los esfuerzos producidos por la torsién son 26 por ciento mayores que los debidos a Ia flexién, lo que indica la gran sensibilidad a la torsién de los perfiles laminados Jy Ja importancia que pueden adquirir, en el disefio, los esfuerzos nor- males debidos a las restricciones impuestas al alabeo de las secciones transversales, sobre todo cuando son méximos en las mismas secciones en que lo son los ocasionados por la flexién, como sucede en la viga en estudio. Los esfuerzos cortantes en las secciones extrema (2 =0) y media (z = L/2), producidos por flexién, por torsin de St. Venant y por resistencia al alabeo (los dos uiltimos correspondientes a ¢ = Sem) se in- dican en Ia Fig. 8.28, en la que se han dibujado ¢s- quematicamente las secciones transversales de Ta viga Los esfuerzos anotados son los existentes en los bordes de patines y alma, Los esfuerzos tangenciales totales miximos se pre. sentan en los patines de las secciones extremas, donde valen 0.0549 P, mientras que en el alma de esas mis- mas secciones su’ intensidad es 0.0485 P. En Ia sec- cién media, los miximos se presentan en el alma (0.0142 P, debidos exclusivamente a flexién), y en los patines valen 0.0093 P. También los esfuerzos cortantes se incrementan con. siderablemente por la excentricidad de la carga P; sin embargo, en este problema particular tendrian i 263P | _ 0031p foie Ft fozsse ©) (e2)F + (oxo Figura 3.27. Esfuerzos normales longitudinales en la seccién media de la viga Torsion no uniforme de barras de seccion transversal abierta y de paredes delgadas 101 0,0035P. 0.0505P- 0.0009P aS =] ==) —— Z=0 O.01I50P- 10.0335P (= Se = ==) 0.0035P 0.0505 P 0.0009P 0.0033P. 0.0060P ———— 7 = ze 0.0142 = = [ Cc == 0.0033P 0.0060 P Tr To Figura 3.28, Esfuerzos cortantes en las secciones extremas y media poca influencia en el disefio de Ia viga, ya que el cortante maximo representa un porcentaje relativa mente pequefio del normal maximo (0.0549 P contra 0.263 P). Ejemplo 33 Calctilense, utilizando Jas ecuaciones generales, los esfuerzos cortantes de Saint Venant y los cortantes y normales mdximos ocasionados por la resistencia al alabeo en las distintas secciones transversales de la viga del ejemplo 3.2 La ecuacién de partida es la 3.36, que proporciona la rotacién ¢ a lo largo del eje de la barra. =O, + Crcosh de + Cy senb ds + SRE 2 (8.36) Sustituyendo 2 por \/GKr/EC, (ecu: 3.32) en el denominador del tltimo término, toma la forma M, $= C, + Cycosh hz + Cysenh e+ —F—2 (a) GK, Puesto que la viga puede alabearse sin restriccién en los apoyos y girar libremente alrededor de x pero no alrededor de z, las condiciones de borde en ambos extremos son $ = 0, dp/dz = ¢'x£0, dg/dzt = 4" 0, dig /dz* = 4” = 0. Ademis, la seccién media no se alabea, por las condiciones de simetria del problema, de manera que se cuenta con una ecuacién adicional, dj/dz = 4' = 0, para z= L/2. Determinacién de las constantes de integracién de 1a ecuacién (a) o=G+G 7. 0= C,C,= oy la ecuacion Cy se determina utilizando la ultima ecuacién y la condicién de que ¢’ = 0 en el centro del claro: L LR oom Chor + © para My 1 G GK, © cosh MLZ Finalmente, la ecuacion toma la forma 102 Torsién My _senhdz GK; cosh XL/2 My senh hz = GK (x cosh X/B ) Para calcular Mrs, Mre y My con las ec 3.29, 3.28 y 3.41 se necesitan las tres primeras derivadas de ¢ con respecto a z, que son ees 9 =~ GR, Veoh w/e * cosh ha G = ( “cosh RE/2 ) “GK; {cosh WL 2 waite) My GK, > __ Mr senh hz ) » ( cosh .L/2 Utilizando ahora las ecuaciones 3.12, 3.43 y 3.42 se obtienen expresiones para calcular los esfuerzos tan- genciales y normales méximos a lo largo del eje de la barra, en las que se ha tenido en cuenta que en este pro- blema Mr. es, en todas las secciones, igual a Pe/2. Mrs Pet_ (cose (4) mee = 2Ry cosh WB Deh Myo Pe( cosh x ($e) mas = iG je Be \cosh Lz Ms Pe senh kz, ) (G2) mts = “5 = “35 (cosh LZ Introduciendo en estas ecuaciones los valores de Kr Cq y Sq comespondientes a la [381 x 63.84 kg/m se obtiene finalmente, para L = 4.50 m, gre fr__ A cosh 2: Pet cosh hz GR, cosh XL/2 (1) mes = F653 io Cosh (01101 x 450/2_| ~ Myre cosh ze) cosh he GR, ( cosh A172 caret (: ~ G00 ) ciones 3.29, 3.28 y 3.41 se obtiene, respecti- pelieslecaoes y SP ee Pe (comme " ok.e =m, (1 cosh (2) mis = 36 * 93195252 \~G.90 Mr = GKr@' = Mr \l—— are 1 y la carga se hace ma yor que P,,, de donde se concluye que ésta no es la carga maxima que puede soportar la colum embargo, el aumento en resistencia por eni P,, es muy reducido y tiene poca importancia (por ejemplo, para @ = 30°, P= 1.04 P.,) Al suprimir las simplificaciones propias de valores pequefios los desplazamientos dejan de ser indetermi: nados; Ia ecuacién 4.5 permite calcular el aingulo 6 para distintas relaciones P/P, ¢) Imperfecciones iniciales La columna perfectamente recta y con la carga aplicada a lo largo de su eje es una idealizacion de las columnas 110 La columna aislada reales, en las que siempre hay curvaturas iniciales en el eje y excentricidades en la carga. El comportamiento de una columna imperfecta pue- de estudiarse también utilizando el modelo de la Fig. 4.1, pero suponiendo que los dos tramos AB y BC no son colineales inicialmente, sino que el punto B esta situado una pequefia distancia u, fuera de la recta que une los extremos A y C (Fig. 4.2) Figura 4.2. Modelo de columna con imperfecciones iniciales La ecuacién de equilibrio es ahora Pu-K2 4) =0 (4.6) pues la rotacién total de la articulacién central dis- minuye en 26, respecto a la de la pieza recta. Limitando el estudio a desplazamientos pequefios (u = 0L/2), se obtiene POL. ok _ Kg 4 2Ko, (a7) PL ne Ap eK) +2K8 A diferencia de los casos anteriores en que la colum. na era recta inicialmente, #=0 no es una solucién de la ecuacién de equilibrio, cuya tinica raiz se ob tiene despejando a P: pa AKO Ko) AK = OL “TE = Per (I= as) De la ecuacién 4.8 puede obtenerse 6 en funcién del Angulo inicial 6,, de Py de Pe: 49) Pi En las ecuaciones anteriores P,, = 4K/L es la car- ga critica de la columna sin imperfecciones iniciales En el caso que se est estudiando no se presenta bifurcacién del equilibrio pues los angulos 6 y los des plazamientos u empiezan a crecer dese que se co- mienza a aplicar la carga, partiendo de sus valores iniciales que se deben a la imperfeccién existente en el sistema; no hay un fenémeno de pandeo propia- mente dicho, aunque sigue presentindose uno de ines- tabilidad pues al crecer P, tendiendo a Poy, 6 crece sin limite y tiende a un valor infinitamente grande, lo que es caracteristico de la condicién de inestabilidad. Punto de bifurcacién del equilibrio Desplazamientos pequenos, columna perfecta Desplazamientos grandes, columna perfecta Desplozamientos pequefios, columna imperfecta °6, 6 @@0 Figura 4.3. Curcas carga-rotacion de columnas En la figura 4.3 se han trazado las curvas carga-rotaci6n esquemiticas de los tres casos estudiados; la curva 3 tiende asintoticamente hacia la 1 al crecer indefinidamente las rotaciones 0. 4.2.2 Modelo con dos grados de libertad EI modelo que se ha empieado hasta ahora (Fig. 4.1) tiene un solo grado de libertad puesto que su confi guracidn en un instante cualquiera queda definida por un solo parametro, el desplavamiento w 0 el angulo de rotacién §. El representado en a Fig. 4.4, sem jante al primero pero formado por tres tramos rigidos, ligados entre si por medio de articulaciones y resortes de rigideces K, y Kz, tiene dos grados de libertad y se necesitan dos parametros para detinir su configura- cién deformada, Figura 4.4, Modelo de columna con dos graios de libertad Las ecuaciones de equilibrio correspondientes a ta configuracién deformada de la Fig. 4.4 son Pu; — Kz (6, + 62) (4.10) Pu, — Ky (6, — 4:) Suponiendo desplazamientos pequeiios, L meh ZO L Su, 3 EL mao 3 wu) Wah = Ze) Llevando estos valores a las ecuaciones 4.10 se ob- tiene Nociones de inestabilidad 111 Finalmente, las ecuaciones de equilibrio toman la forma 3K, 6K, 44 PS) a0 aay 6K, 3K, (PHF) yt i= 0 Este sistema se satisface si u, = u, = 0, lo que sig nifica que también en este caso es posible una con- Figuracién recta en equilibrio con cualquier valor de la carga P. Para que haya soluciones no triviales el determi. nante de los coeficientes de, y ts, al que se da cl nombre de determinante caracteristico, tiene que ser nulo: 3K, p— 5K: LT L =0 3K, “ES Desarrollando el determinante y simplificando se obtiene la ecuacién 4.12, conocida como eewacin ca- racteristica 9 condicién de pandeo: 2K Ky Bo pei K+ Ky P+ 0 (4.12) Si las rigideces de tos dos resortes son iguales y se hace K, K la ecuacidn caracteristica se reduce pe BK, , 27K: Lote cuyas raices son P, = 8K/L y P, = 9K/L EI sistema puede estar en equilibrio conservando su configuracién recta inicial cualquiera que sea la magnitud de P Golucién trivia), 0 con una configu: racién ligeramente deformada cuando Ia carga al canza alguno de los valores caracteristicos P, 0 Ps: por consiguiente, en este caso hay dos cargas criticas, (4.13) 112 La columina aistada Llevando a las ecuaciones de equilibrio 4.11 la condicién K, = Ky = K se convierten en 3K > _6K nt C=) us0 (4.14) 6K 3K (P-) utz-u=0 Sustituyendo P por Pe,,, las ecuaciones 4.14 se re ducen a 3K 3K L Lc 4.15) 3K 3K -ts0 Si se sustituye ahora P por Per, se obtiene (4.16) Al Hlevar cada una de las cargas criticas a las ecua- ciones de equilibrio éstas se transforman en dos ecua- ciones linealmente dependientes de las que pueden obtenerse los valores relativos de los desplazamien- tos ty ts, pero no los absolutos; se conocen las configuraciones de ios dos modos de pandco, pero las magnitudes de los desplazamientos son indeter- minadas, situacién andloga a la que se presenta en el modelo de un solo grado de libertad De cualquiera de las ecuaciones 4.15, 1, = 1, cualquiera de.las 4.16, v= — to, En la Fig. 4.5 se han representado los dos modos de pandeo; el segundo, que corresponde a la carga no se presenta nunca, a menos y de critica mas elevada, que se evite el primero por medio de algtin agente externo, 4.3 Comportamiento de columnas de diferentes longitudes E1 comportamiento de las columnas se describe con- venientemente por medio de sus curvas carga axial- deformacién longitudinal y carga axialdeflexién la- teral (Ref. 4.1). El comportamiento y las curvas co- rrespondientes, que se muestran esquemdticamente en la Fig. 4.6, varian cuando cambia la longitud de la columna, (Al trazar las curvas de la Fig. 4.6 se ha su- Figura 4.5. Modos de pandeo de la columna con dos gradaz de libertad puesto que el pandeo se presenta por flexién en uno de los planos principales de la columna, ignorando la posibilidad de que haya torsién alrededor del eje lon- gitudinal; la discusién que sigue esta limitada a ese caso, pero sirve para ilustrar algunos aspectos fundamentales del fenémeno). La Fig. 4.62 corresponde a una columna muy cor- ta, en la que no hay pandeo, que falla por aplasta- miento cuando la carga alcanza el valor de fluencia P, = Aay donde A es el area de las secciones trans- versales, (Bajo ciertas condiciones el material de la columna puede entrar en el intervalo de endureci- miento por deformacién; 1a carga de aplastamiento sobrepasa en €s0s casos a Ag). Los desplazamientos Iaterales v de los puntos del eje son nulos durante todo el proceso, y la curva P—w es la grafica carga axial-deformacion longitudinal de un perfil comple to, en la que se refleja la influencia de los esfuerzos residuales y de la variacién del limite de fluencia en los distintos puntos del perfil, Las curvas de la Fig. 4.6b representan el comporta- en la miento de una columna de longitud interme que el pandeo se inicia cuando los esfuerzos norma- Ies han sobrepasado el limite de proporcionalidad pero antes de que Meguen al punto de fluencia, es decir, en el intervalo ineldstico. Como se vera mas adelante, el pandeo comienza cuando Ia carga alcanza el valor predicho por Ia teoria del médulo tangente, P,, y la columna puede soportar un incremento adi- cional de carga, generalmente pequefio, pero sin Ile- gar a Py, Punto de bifurcacién det equilibri Pandeo elistico 113 Tw —+| ay (b) P P {we Punto de bifurcacién det t (rn) _| Ly te) P v Figure 4.6. Comportamiento de columnas de diferentes longitudes Por iltimo, las columnas largas se pandean dentro del intervalo elistico; el fendmeno empieza bajo es- fuerzos menores que el correspondiente al limite de proporcionalidad y la carga critica Pep es menor que P, (Fig. 4.6c). (Si la columna es suficientemente lar- ga, la carga critica de pandeo puede ser una fraccién muy reducida de ia fuerza que ocasionaria la plasti- ficacién total) Tanto las columnas intermedias como las largas pueden, en teoria, permanecer rectas o deformarse Tateralmente cuando la carga llega al vaior critico; en el primer caso los desplazamientos longitudinales w se deben exclusivamente al acortamiento de la ba- tra y no hay deflexiones laterales (curvas I, Figs. 4.60 y 4.6c), mientras que en el segundo (curvas ID) la columna se deforma lateralmente, lo que ocasiona un rapido aumento de los desplazamientos w, La car. 2 de colapso, Pyy, es muy poco mayor que la de pan: deo, En las Figs. 4.60 y 4.6, que corresponden a colum- nas intermedias y largas, se han dibujado con linea punteada las curvas carga axialdeflexin que se ob. tendrian si hubiese imperfecciones iniciales (las cur . vas tazadas con linea ena describen el comporta miento de columnas perfectas); en ese caso no hay pandeo propiamente dicho sino las deformaciones terales, que se presentan desde que se inicia el pro- ceso de carga, crecen primero lentamente y después en forma répida, hasta que se produce la falla de ta pieza. 4.4 Pandeo eldstico En el Apéndice A se deducen las ecuaciones de equi- 114 La columna aislada librio de segundo orden de una barra recta y de cidn transversal constante, abierta, de paredes del- gadas y con dos ejes de simetria, sometida a la accién simultinea de fuerzas axiales dle compresién y de pa- res aplicados alrededor de los «los ejes principales de sus secciones extremas (Fig, Al). Como el problema que se estudia ahora es un caso particular de aquel, las ecuaciones de equilibrio de Ja barra sometida exclusivamente a compresién axial pueden obtenerse de las generales (AIT, AI8 y AI9, del Apéndice A) introduciendo en ellas las condicio: nes Maz = May = Maz = Mny = 0, PAO. De esta munera las ecuaciones AI7 a AI9 se re- ducen a Bru" + Pv=0 (4.17) Byu” + Pu =0 (4.18) Rep!” — (Re + B) g =0 (4.19) Los significados de iay literales se explican en el Apéndice A. De acuerdo con la ecuacién AIL, K =| oad A Por otro lado, Mey _ Myx 7, P . =a + Ew, 9", L y de las ecuaciones AS, A6, AT y AB se tiene Mp= M, + oM, ~Pu + ¢ Pu, My=M,— 9M, Pu— $ Pv, ya que May, Myy, Mgr ¥ Mpy son nnulos, Despreciando los términos que contienen productos de los desplazamientos My = — Pe, My = Pu, y el es: fuerzo oz esté dado, en este caso particular, por lt expresion Pux FP PO A By, gt AL i Ademés, a = x! + y%, como se ve en la Fig. AS Sustituyendo valores puede escribirse, Ky =e jew (a= * Los tres primeros términos del segunda miembro. correspon: dew al esfuero normal producido por Ia ferra axial lox mo tnentos flexionamtes, 3 €l-eumito cl wcasionada por la ress tencla al alabat de’ la seccion Pu Tat Bay 6") (yt) da P J ey) d, A q) ety da despreciando de nuevo los términos en que aparecen productos de los despiazamientos lineales y angulares. Por consiguiente, /P, Ke =# (——) \« ty) d4= Py gde+h — Geet iy =P 420) donde *, = \/ (f+ 1,)/4 es el radio polar de giro de la seccié Si se deriva dos veces cada una de las ecuaciones 4.17 y 4.18 y una la 4.19, siempre con respecto a z, se ob tiene Bu + Po" =0 Byw + Pu" =0 R. gl — (R, +R) go" =0 Sustituyendo B,, By, Ry Ru y K por sus valores EL, El, EC, GKy y — Pre y efectuando algunas trans formaciones, las ecuaciones anteriores se convierten en vr=0 wy? 2 wee (4.21) ow 0 (4.28) Al Mevar a las ecuaciones generales AIT a A19 simplificaciones correspondientes 4 Ja piezt someticla a compresién axial exclusivamente se han obtenido las ecuaciones 4.21 a 4.28 las que, a diferencia de aque: las, son independientes entre si, pues en cada una aparece un solo desplazamiento, lineal 0 angu- lar, Io que indica que una pieza comprimida doble- mente simétrica puede mantenerse en equilibrio en la configuracién deformada descrita por cualquiera de ellas; hay, por consiguiente, tes formas de pandeo independientes entre si, ya que en cada una de las ecuaciones aparece una sola componente de despla- zamiento, de manera que el pandeo se presenta por flexién, alrededor de cualquiera de los dos ejes prin- cipales de las secciones transversales, 0 por torsién, alrededor del eje longitudinal de la barra, y tres gas criticas, que se calculan resolviendo cada una de las ecuaciones de equilibrio.* Las dos primeras, co- mrespondientes a pandeo por flexién respecto a ca- da uno de los ejes principales, se obtienen aplicando la teorfa de Euler, pero é&ta no permite calcwar la tercera, En un problema dado interesa conocer la menor de las tres, que es la carga de Euler de pan- deo por flexién alrededor del eje de menor momento de inercia o la de pandeo por torsidn. Cuando las secciones transversales de la columna no tienen ningtin eje de simewi lay ecuaciones de equilibrio de la barra ligeramente deformada no son independientes entre si, como en el caso anterior, sino en cada una de las dos primeras, correspon- dientes a flexién alrededor de uno de los ejes prin: cipales, aparecen el desplazamiento lineal w 6 v y el angular g, mientras que en [a tercera, obtenida al considerar momentos respecto al eje longitudinal, se presentan simultineamente los tres desplazamien tos u, v ¥ @ (ver, por ejemplo, la Ref. 4.2, p. 230), lo que indica que este tipo de columnas no se pandea nunca por flexi ia com: binacidn de ambas, Se demuestra que siguen existien do tres cargas criticas que pueden calcularse en fur cidn de las dos de Euler, de pan. © torsién puras, sino por u Perr ¥ Pray ¥ Ue menor de las tres, que es la carga critica real, es siempre mas pequefia que la me- nor de Pury Per, ¥ Perey ¥ 1a mis grande cs siempre mayor que cualquie Si la seceién tiene un solo eje de simetria sigue endo tres soluciones, un correspondiente a pan deo por torsi de ellas, deo por flexién pura y lay otras dos a pandeo por flexotorsién; por ejemplo, si el eje de simetria es ‘Se obtiene una soluciin del sistema de ecuaciones 421 {25 son de las saables som sayy Ta trea saisface a fcvucin correspondiente por vjempla, =O =O el si mr deformave Ta barra en el plano ye. le o piece decine sim aun 97 9 ama se sitisface iondvdose ah Ta ecuacidn 4.21; lo mis ney a on el primer caso las defor fl plano x y en el segundo consisten cn gitos alvedcdor del je longitudinal Pandeo elastico 115 el x una solucion es Per, = Per» y representa pandeo por flexién pura alrededor del eje y, mientras que las otras dos son las cargas de pandeo por flexotor- sidn, (Este caso esté tratado con amplitud en Ia Ref. 4.5, que contiene una gran cantidad de informacién referente a secciones de paredes delgadas; véanse tam- bign las Refs. 4.2 y 4.8) Cuando las secciones transversales tienen dos ejes de simetria se llega al caso estudiado con anteriori- dad_en el que no hay interaccién, la columna fala por flexién o torsién puras y la carga menor de Pe. Por, ¥ Por.» que se calculan resolvien- itica es la lo las ecuaciones 4.21 a 4.23, Puesto que estas tres ecuaciones tienen la misma for- ma sus soluciones son semejantes; por ejemplo, la de Ia ecuacin 4.21 es: P . P Sen, Fe + Cocos, i zt Gat, (4.24) Haciendo, por comodidad, P/El, = 3, la ecuacién anterior se escribe va Cysen d+ Cycosht + Ct + (4.25) La sustitucién en la ecuacién 4.25 de cuatro condiciones de borde produce cuatro ecuaciones lineales y homogéneas simultineas en las que las tinicas incdgnitas son las constantes C, a C,. Si, por ejémplo, se supone que la Darra esti apoyada libremente en ambos extremos, de manera que éstos pueden alabearse y gitar sin restric ciones alrededor de los ejes x y y, pero no pueden girar alrededor de = ni desplavarse Tinealmente en las direcciones x y y, las condiciones de borde son usu 0, para z= 0y ro gr Lievando a la ecuacién 4.25 las condiciones » (0) =v" (0) =v(L) =v" (L) =0 se obtiene vO) =0= 6, sen 0) +6, cos 0) +6, ) +6, v0) =O, 23 sen (0) — C223 cos (0) v (L) S0=G, sen Ke + Gs C09 he + CL + Cy ) p sen XL — C, hE 00s Ral a de ecuaciones se satisface si G) = Cy c es posible una con: sea Este sister G, =, =0, lo que indica q figuracién recta en equilibrio, cualquiera qu el valor de P, 0 si se anula el determinante de los 116 La columna aislada coeficientes de las constantes, con lo que se ob la condicién de pandeo y la ecuacién cavacter que permite calcular La carga critica Igualando a cero el determinante caracteristico se obtiene ° 1 ° 0 ou 0 sen Ll cos el. L DM sen el = MP cos Keb 0 Puesto que F.\/3£0 la condicién de pandeo es sen L=0 (4.27) y el estado de bifurcacién de: equilibrio se presenta cuando wea le (4.28) © sea cuando P adquiere alguno de los valores carac- teristicos dados por +E, P 2 (4.29) Gz La menor de las cargas criticas es la tinica que tiene interés prictico (excepto cuando se obligue a la co- lumna a pandearse segiin alguno de los modos supe- iores, evitando el desplazamiento lateral de una o de sus secciones transversales por medio de res wicciones exterioves) , de manera que puede escribirse # El, P, ore = (4.30) que es la carga critica de Euler para pandeo por flexién alrededor del eje x. Las cargas criticas correspondientes a las otras dos formas de pandeo se obtienen siguiendo caminos and. logos: Una columna prismatica doblemente simétrea tie he wes cargas crit independientes, Pa, Per, Y Por que se caleulan con las ecuaciones 4.30 a 4 © con otras semejantes si cambian las condiciones de apoyo. En cualquier caso la menor de ellas define la capacidad de carga de la columna, por lo que deben calcularse todas. Cuando se emplean perfiles «le acero laminados en caliente o formados por placis solda- das, de seccién H 0 en ca pre menor que Pe, jon, Per, © Por, es casi siem- (0, en el peor de los casos, esti muy cerca de ella), por Io que puede determinarse su capacidad para soportar fuerzas axiales utilizando la teoria de Euler. No sucede lo mismo en columnas de aluminio o de limina delgada de acero doblada en frio = EM send L=0 (4.26) y en algunas secciones hechas con placas laminadas en caliente (la seccién en cruz, por ejemplo), por lo que fen esos casos conviene calcular la carga critica de pan- deo por torsion y compararla con la de Euler para pandeo alrededor del eje de menor momento de inercia. Estas observaciones se ilustran en los ejemplos si guientes, Ejemplo 4.1. Considérese una columna prismatica, doblemente simé- trica, cuyos extremos pueden girar alrededor del eje de mayor momento de inercia (condiciOn de apoyo libre) y estén empotrados respecto al otro eje principal; ademés, el extremo superior puede alabearse libremente mientras que este fendmeno estd impedido en el inferior, y nin- guno de ellos puede girar alrededor del eje z ni des- plazarse linealmente en las direcciones x y 9. Las condiciones de borde son vO =v’ 0) =u O =u (0) =4 0) =¢" = v@) =0" L) =u) =v L) =e) = =¢(L) =0 Siguiendo el mismo camino que antes y utilizando las nuevas condiciones de borde se obtienen las ecua. ciones 4.33 a 4.85 para el cdiculo de las tres cargas criticas de pandeo (Ref. 4.1): L L 6080100" Lr Figura 4.7. Curcas carga eriticavelacién de exbeltex para tres perfiles I diferentes Dividiendo los dos miembros de cada ecuacién entre Py = Ao, teniendo en cuenta que Ip = 472 Iy ye ciones algebraicas, las tres ecuaciones pueden escribirse en Ia forma adimensional siguiente: Poesy 1 SE = Un? 4.36) Por yy _ 4 (Fs/%)* 437) wPE ~ (L/r)* Pers Fy GK, x PE E (le + ty) EC, 14 qe X | 1+ GR @a0 Lf) 38) 4.7 se han dibujado la curvas que mues- tran la relaciGn entre Per, Per, ¥ Per, Y la relacién de esbeltez L/r, correspondiente al eje de mayor mo- mento de inercia para tres perfiles J, dos laminados y ¢l otro formado por tres placas soldadas; en su obtencién se ha supuesto que G es igual a 0.385£. 118 La columna aistada La menor de las «los cargas de pandeo de Euler es siempre la correspondiente al eje y, a pesar de que las columnas estin empotradas cn ese sentido y ar ticuladas en el otro, debido a que re ey en Jos tres casos mayor que cuatro veces Ty En los dos perfiles laminados la carga critica de pandeo por torsién, P,,,, es siempre mayor que Per,» de manera que la falla se presenta por pandeo de Euier alrededor del eje de menor momento de in cia, cualquiera que sea la longitud de la columna; P.,, es menor que P,,, en un intervalo grande «de va- lores de L/r,,lo que no t en este caso puesto que la carga critica real es Per, importancia_prictica En el perfil compuesto por tres placas P.,, es lige: Tamente menor que Per, para valores de L/t, me nores dle 40, aproximadamente, de lumnas que tienen esas relaciones de esbeltez. fallan, en teorfa, por torsién; sin embargo, puesto que la diferencia entre las dos cargas criticas es muy peque- fla, no se comete ningin error de importancia préctica si se considera a P,,, como carga de colapso; ademés el perfil / al que corresponden las curvas no se utilizaria nunca como columna en una estructura real, en vista de que sus propiedades geométricas son inadecuadas para ese tipo de trabajo; las secciones empleadas para tra- bajar a compresién son generalmente mds compactas y tienen mayor resistencia a la torsién, con lo que P.,,, vuelve a ser minima, nera que las co- Aunque las grilicay de la Fig. 4.7 correyponden a condiciones de xpoyo particulares las observacio anteriores pueden generalizarse: en _perfiles de seccién 70 H, laminados 0 formados por tres pla cas, siempre es minima la carga de Euler de pandeo alrededor del eje de menor momento de inercia, Io que justifica que en las especificaciones de discfio s¢ tome esa carga como critica, sin estudiar 1a posibili usuales dad de que se presente el pandeo por torsidn, Ejemplo 4.2. Se considera ahora una columna de seccién transversal en forma de cruz, con las condiciones de apoyo que He- varon a la obtencién de las ecuaciones 4.30 a 4.32 para el calculo de las cargas de pandeo, cia centroida: P,,,2 ademas, Ta Puesto que los dos momentos de ii les y principales son iguales, Py, rigidez al alabeo de las secciones cruciformes es des preciable, de manera que desaparece el segundo ter mino del paréntesis de la ecuacién 4.32, Teniendo en cuenta estas condiciones y siguiendo un camino ai Jogo al empleado en el ejemplo 4.1 se obtienen wes ecuaciones adimensionales que proporcionan las tres cargas de pandeo: = (41.39) She (440) pase : 4A PE > ECLA) Gan La carga de panieo por torsién es independiente de Ia Tongitud de la columna (Ge Mega a esta con clusién, que no es rigurosimente cierta que al deducir la ecuacién 4.41 no se ha considerado la resistencia que oponen Jas placas que forman Ja columna a flexionarse en un plano normal al que ocupan original- mente; sin embargo, puede demostrarse (Ref. 4.2) que al error cometido al hacer esa suposicién es despreciable en columnas de dimensiones précticas); por consiguiente, resulta también independiente de las condiciones de apoyo. En la Fig. 4.8 se han trazado la curva que define las cargas critica de pandeo de Euler, vilida pa flexién alrededor de cualquiera de los dos ejes prin: cipales, y tres rectas horizor pandeo por torsidn, obtenidas para tres valores dife- rentes de la relacién h/t del ancho al grueso de las placas, A diferencia de lo que sucede en lay secciones 1 en ‘ico el pandeo por torsisi nay cuyas relaciones de esbelter se encuentran en el intervalo de valores de interés préctico; la seccién 3 (Fig. 4.8),compuesta por placas con h/t = 19, falia por pandeo por torsién para relaciones de esbelter com prendidas entre 0 y 100, aproximadamente, y en la sec- cidn 1, més compacta, Ia falla por torsién es critica hasta Ljr = 51; las placas de la seccién 2 tienen la relacién h/t maxima permitida por las especificaciones A/SC para que no haya pandeo local en barras comprimidas de acero A36 (Ref. 4.33). Los resultados de Ia Fig. 4.8 indican la necesidad de considerar la posibilidad de falla por pandeo por torsién en columnas de secciones transversales espe- ciales, sobre todo cuando estén formadas por placas de pareces delgadas, aunque debe advertirse que la al, tan grande como parece en la figura, ya que las curvas trazadas en ella deben corregirse cuando la falla se presents en el in- tervalo inelistico.* debido a les correspondientes. a este caso si es ¢ en colum- importancia de este fendmeno no es, en gene’ correspontientes a pandeo elistico, Fn a itima edicién de sus especificaciones para diserio de elementos de acero hechos con Himina delgada doblada én frio, 1 | | C Pandeo por flexion 119 Popp (h/t=9.5) lem, h/t=9.5 tem, h/tz16 Figura 4.8, Curvas curea critica usin de esberte 4.5 Pandeo por flexién Se estudlia aqui en detalle et pandeo por flexidn, al rededor de uno de los ejes principales, de columna de seccidn transversal con dos ejes dle simetria, que es el caso que rev yor interés en el disefio de es tructuras. Si se desea ampliar el estudio al caso ge neral, ineluyendo seceiones asimétricas 0 con un solo eje de. simetr Ada 4.4, 4.43 y 4.44, pueden consultarse kas Refs 4.5.1 Pandeo eléstico Considérese una columna esbelta de seccién transver sal constante y doblemente simétrica, articulada en un. extremo y con un apoyo guiadlo que permite rota- ciones y desplazamientos lineales a lo largo de su je en el otro, sujeta a la accién de fuersas axiales de compresién P. Supéngase, ademas, que la columna es perfectamente recta, que el material de que esta compuesta es homogéneo y elistico y que en ias ticulaciones no hay ninguna friccion (Fig. 4.94) AIST incluye recomendaciones para barras comprimidas: de seccidn transversal abierta con uno solo o ningtin eje de si imetria, en lay que se tiene en cuenta que ta forma critica de pandeo puede ser por Mesotorsion (Refs. 443 y 44) |" 35 [Falla por Folie por } |b torsién ihiete 1 | 30 nt _ 23 Pen #Pey 05 L L it | 40 60 80 100 a Ly oLt ° t { 20 um columns de seccisn transversal en crus En esas condiciones Ia forma recta corresponde a un estado de equilibrio entre lay fuerzas exteriores & interiores, puesto que en cualquier seecidn transversal hay un conjunto de fuerzas interiores, uniformemen- te distribuidas, cuya resultante tiene fa misma inten- sick ly Tinea de accién que P. ra averiguar si el equilibrio es estable, inestable © indiferente, se aplica en la seccién central de la co- Jumna una fuerza late coloca en observa si al eliminarla recupera la forma recta, aumenta la deflexién lateral del eje 0 se conserva la configuracién deformada, sin modificarse, En la Fig. 4.9 se muestra Ia columna con una con: figuracion ligeramente flexionada; en esas condiciones la fuerza exterior P, cuya linea de acc por los centros de gravedad de las secciones t sales, ocasiona momentos flexionantes de magnitud Po que tienden a aumentar la curvatura del eje. (Se supone por ahora que al flexionarse la columna sé mantiene en el plano yor, ya sea porque haya res- tricciones exteriores que le impidan salirve de él o por sus caracteristicas geomeétricas) En cada uma de las secciones transversiles de la columna flexionada aparecen fuerzas interiores me- cdnicamente equivalentes a un par que se superponen 1 infinitamente pequefia que la posicidn ligeramente deformada, y se nino pasa ya ‘ansver- 120 La columna aistada con las uniformemente distribu de hacerla volver a la forma rect terior EI/R que se origin: es funcidn de la curvatura 1/R del eje de la pieza en esa seccidn, o sea de Ia magnitud de ta deformacién que se le impuso a pero no depende de la intensidad de la fuerza P que obra sobre ella, iniciales y tratan original, EI par in. en una seccién cualquiera columna a) b) Figura 4.9. Columne esbetta doblemente articulada En cada seccién transversal hay dos momentos, uno exterior de intensidad Py que es funcién de la geometria del eje deformado y de la fuerza P, y otro interior que depende exclusivamente de la configuracién del je de la pieza, de manera que al llevar ésta a una posicién flexio- nada infinitamente cercana a la recta original puede pre- sentarse cualquiera de los tres casos siguientes, dependiendo de la magnitud de la fuerza exterior: Si P es pequefia, Si P es grande, Pu BI/R Para un cierto valor intermedio de P, Po WK. En el primer caso el momento que trata que I co- lumna regrese a la forma recta es de mayor intensidad que el quetiende a deformarla y al suprimir la fuerza lateral la pieza se enderesa: el equilibrio es estable; en el segundo se invierte la relacién entre los momen- tos, lo que indica que la curvatura del eje crece ain después dle quitar la fuerza lateral, condicién caracte- ristica de un estado de equilibrio inestable; en el ter- jes: el equilibrio es in- cero los dos momentos son igu diferente, y son posibles configuraciones equilibradas curvas de flecha indeterminada, pero siempre muy pe- queia, adem: ocasiona esta condicién de equilibrio indiferente es la carga critica, Pr, Interesa, precisamente, el equilibrio indiferente, por que marea ta terminacién de un estado descable y lt de Ta forma reeta; la fuerza axial que iniciacién de un fenémeno que debe evitare siem pre: la flexidn espontinea, 0 pandeo, de la picza, De acuerdo con la discus las pievas rectas cargadas axi perfecciones en la columna y en la aplicacién de la carga (las que, en empiece a manifestarse para valores pequeiios de Py aumente con ella), sino se verifica también cuando no hay ninguna imperfeccién, ya que al alcanrar la carga el vuelve n anterior el pandeo de nente no se debe a in aso dle existir, hacen que Ia flexién lor critico Ta forma recta de equilibrio se westable, (Para que se presente el fenémeno de pandeo es necesario que la cohimna sea inicial- thente recta y la fuerza de compresion perfectamente 1, de manera que se mantenga recta en las pri ray etapats, hasta que P alcance el vasor eritico; si hay deformacio aplicacion de Ja carga la columna no se pandea, sino flexionarse desde un principio y_ lege cventualmente a un estado de equili gradual, a diferencia del pandco, que ey un fe némeno intan m ies iniciales © excentricidades en la mpieza a rio inestable, en 0). Esto no quiere decir que ta co: na dleba Mexionarse necesariamente, pero ase rejanza de lo que sucede en todos los casos de equi- ble es improbable que permanerca recta: en la prictica, ademds, las imperfecciones inevitables, aun siendo pequenisimas, hacen que la flexién se inicie bajo cargas de poca intensidad y que dismi nuya la resistencia de la pi Cuando la columna empiera a flexionarse incrementos muy pequefios de fa fuerza axial para que lay deformaciones crevcan ripidamente, con el consiguiente répido aumento de los estuersos, que aleanzan bien pronto los valores de falla, por lo que la iniciacién del fenémeno de inestabilidad equivale a la desaparicién completa de la resistencia, 0 sea al colapso de la columna tan Mientras el equilibrio es estable los. incrementos de la carga P ocasionan tan solo deformaciones longi- tudinales de la columna, que esté sujeta exclusivamente a esfuerzos uniformes de compresiOn; la inestabilidad se manifiesta al aparecer uria nueva deformacién, la flexién, que provoca otra solicitacién, el momento flexio- nante. Un hecho andlogo se presenta en los numerosos casos, mds generales, de inestabilidad En Ia Fig. 4.6c se muestran las curvas Por (fu axial-deflexién) de dos columnas, una recta y car- gada axialmente (representada con linea lena), la otra con imperfecciones iniciales (linea interrumpi- da). En ta primera se tiene una recta vertical, que coincide con el eje de las ordenadas, hasta que Ia fuerza P alcanza el valor critico; a partir de ese ins. tante se presentan dos posibilidades: que P siga cre ciendo sin que la columna se flexione (la grifica si- gue coincidiendo con el eje de las ordenadas), o que se inicien las deformaciones laterales, que aumentan rapidamente con incrementos pequefios de P hasta llegar, poco después, a la carga maxima que puede soportar la columna, Py. En la segunda las deforma- ciones laterales crecen desde un principio, en forma gradual, hasta que la carga alcanza el valor de colapso. La curva trazada con linea Mena representa una falla por pandeo mientras que la interrumpida corres- ponde a colapso por inestabilidad ocasionada por ex- ceso de deformacién, sin que haya pandeo propia- mente dicho: la compresién alcanza su intensidad maxima sin pasar por un valor critico, el que se ca- racteriza (curva con linea lena) por una bifurcacin del equilibrio. 4.5.2 Determinacién de la carga eri Si Ia existencia de restricciones exteriores 0 la geo metria de las secciones transversales de Ia columna hacen que se pandee conservindose en uno de sus planos de simetria,* es facil calcular la carga critica igualando el momento exterior en una seccién trans- versal cualquiera, ocasionado por la fuerza P, con el momento resistente interior que aparece en esa mis ma seccién, y resolviendo la ecuacién correspondiente; por ejemplo, si Ia columna se flexiona en el plano you (alrededor de los ejes x)se tiene — Pu = EI,/R, y suficientemente pequefios para que la curvatura 1/R pueda considerarse igual a d?v/dz? = y", se legs se supone que los desplazamientos de su eje son EI, u" + Po que es la primera de las ecuaciones del caso general (ecuacién 4.17) , y constituye la ecuacién de equilibrio de Ja columna ligeramente deformada; su solucion proporciona la carga que puede mantenerla en en esas condiciones, es decir, la carga critica de pandeo elistico o carga critica de Euler: ili. El, Py, = Puesto que el pandeo se presenta siempre en el plano de menor resistencia a la flexién, si no hay restricciones exteriores que lo impidan, la ecuacién anterior puede escribirse en una forma mas general Si sus secciones transversales tienen dos ejes de simetria, 1a columna se pandea siempre en uno de los planos que los con: Pandeo por flexion 121 EL a (4.42) donde f es el momento de inercia minimo de la sec cién transversal constante de la columna, La carga critica de Euler marca el punto en que Ia columna eldstica perfecta se vuelve inestable; no puede ser alcanzada nunca en columnas reales por que éstas no son absolutamente rectas ni las cargas se aplican exactamente a lo largo de su eje centroidal, como se supone en la teoria. Sin embargo, en ensayos cuidadosos con especimenes pequefios, en los que se eliminan al maximo las excentricidades y las cutvatu ras, se han observado cargas tan cercanas a las tedricas que el error experimental resulta insignificante. Llevando las condiciones de frontera v (0) =v” (0) v @) =0a la ecuacion 4.25, y teniendo en cuen- ta que el estado de equilibrio inestable se pre: senta cuando sen },L=0, se demuestra que C= €, = C,=0, con lo que se obtiene Ia ecuacién del eje de la columna deformada, correspondiente al ins- tante en que se inicia el pandeo, en la forma v= C,sen ez = Cen FE ya que de VP. JET = \/ (0 ETL) JET = 0 /L, (La cuarta condicién de frontera, #” (L) = 0, leva a Ta ecuacién 0 = — C,% sen Ae L, que indica que Cy puede tener cualquier valor, puesto que send, L sen nz =0). Haciendo n= 1 y tomando z= 1/2 se obtiene la flecha maxima, en el centro del claro: nL ® La deflexién lateral de la columna es indetermina da, puesto que C, es una constante arbitraria, lo que indica que Ia teoria desarrollada hasta ahora permite obtener la carga para la que se inicia el pandeo, pero no es capaz de predecir el comportamiento posterior de la columna, ya que con ella no se pueden calcular los des- plazamientos laterales del eje, que permanecen indeter- minados. Esta limitacién de la teoria empleo de la {érmula aproximada 1/R para las curvaturas puesto que esta expres cientemente precisa para desplazamientos pequefios, de- ja de serlo cuando aumentan; si se desea mi la teoria del pandeo elistico de columnas, ampliin: 1e su origen en el d8y/d x mn, sufi- 122 Lacolurna aislada dola para que tenga en cuenta desplazamientos la. ales grandes, es preciso emplear Ia expresién ma- tematica exacta de la curvatura. Dezplazamientos laterales grandes La ecuacién de equilibrio de la coiumna, en el ins: tante en que se inicia el pandeo, toma ahora la forma ude El ———— wel a + Pv =0 wo [+ CE | Debido a Ja naturaleza no lineal de esta ecuacin es necesario utilizar integrales elipticas para resolverla, Partiendo de la ecuacién 4.43 se demuestra, lo mis- ‘mo que al utilizar Ia ecuacién simplificada 4.17, que la forma recta de la columna es estable hasta que la carga alcanza el valor critico dado por la ecuacién 4.42; sin embargo, a diferencia de la teoria simplificada, ahora si es posible determinar la magnitud de los despla- vamientos laterales que se presentan al pandearse la columna; la deflexién maxima es (Refs. 4.2, 4.3, 4.6) (4.43) P,, es 1a carga critica obtenida aplicando la teoria ba- sada’ en deformaciones pequefias (ecuacién 4.42), y P es la fuerza axial que acta en un instante dado, que ‘ocasiona un cierto desplazamiento lateral méximo. Mientras P< Pe,, Ungs eS imaginario, es decir, el eje de la columna permanece recto, condicién que se conserva hasta que P= P.., pues para esta carga axial Upse= 0; cuando P adquiere valores mayores que P., empiezan a presentarse desplazamientos late- rales de magnitud definida, de manera que de acuer- do con esta teoria mejorada al llegar al punto de bi- furcacin del equilibrio la columna puede permane- cer recta © adoptar una configuracién deformada la. teralmente que es atin estable, puesto que los despla- tamientos no crecen indefinidamente, sino se requie- ren incrementos de la fuerza axial para que aumenten de magnitud, Sin embargo, el conocimiento del cot- portamiento de las columnas reales queda limitado a un intervalo muy pequefio, poco mas alla de la ini- ciacién del pandeo, ya que incrementos pequeftisimos de la carga axial ocasionan aumentos muy répidos en fa intensidad de los esfuerzos existentes en la colum- nna, los que sobrepasan en seguida el limite eldstico del material, volviéndose inaplicable la teoria en ¢s- tudio, que est basada en la validez de la ley de Hooke. Las dos teorlas de pandeo conducen a resultados andlogos pues la segunda, basada en la expresin correcta de la curvatura, indica que el equilibrio sigue siendo estable para cargas mayores que la cr tica pero dnicamente para incrementos muy peque- ios, después de los cuales se produce la falla por pandeo inelastico. Las ideas anteriores se ilustran determinando el esfuerzo normal maximo en la seccién media de la columna pandeada, que vale Pum Ones = Gt —F Haciendo P/A = cg puede escribirse mas ca © 1+ SU mas + Um Si esta expresién se aplica a una columna con rela. Gién de esbeltez de 100, por ejemplo, se obtiene Unis Snes _ y , 100006 oe L L y si se supone que la columna es una 181 x 68.84 kg/m con radio de giro minimo 1, =275 em (L= 1007 = 275 cm, c= 38.1/2 = 19.05 cm), se lega a Ymis 1 + 693 (4.45) L En la Fig, 4.10 se han trazado las curvas P/P., ~ Unés/L Y Gnatz/6a — Ymix/L, utilizando las ecuaciones 4.44 y 445; la primera tiene cardcter general y Ia se- gunda es valida anicamente para una 1 381 X63.84 kg/ m con relacién de esbeltez de 100. Observandolas se advierte que incrementos muy pequefios de la carga, mds alld de la critica, ocasionan deformaciones latera- les muy grandes, a las que corresponden esfuerzos nor- males méximos inadmisibles. (Por ejemplo, una car- ga uno por ciento mayor que P,, produce un des- plazamiento maximo igual a 0.040 Z, al que corres- ponde un esfuerzo maximo 28.72 veces mayor que el medio; desde luego, este valor es tedrico, y seria real Gnicamente si la columna tuviese un comportamiento elstico ilimitado) . La curva de la Fig. 4.10a es tangente a la horizon- tal en el punto A, de ordenada P/P:, = 1.0, lo que explica por qué Ja deflexién lateral resulta indeter- minada cuando se usa la expresién aproximada para la curvatura, en la que se desprecian cantidades di ferenciales de segundo orden. Pandeo por flexion 123 ‘0.002 (0.004 0.006 Ymdx t Oo) Figura 4.10. Relaciones entre las cargas mayores que la critica y los esfuerzos normales méximos que ocasionan La curva AG es utilizable tnicamente dentro del intervalo eldstico; cuando los esfuerzos sobrepasan el limite de proporcionalidad disminuye la resistencia que opone la barra a la flexién y se obtiene una gré- fica del tipo de la BD, es decir, Ia resistencia real de la columna, teniendo en cuenta comportamiento inelastico, es en general menor que la calculada hasta ahora.* 4.5.3 Esfuerzo critico Dividiendo los dos miembros de la ecuacién 4.42 en- tre el area A de la seccién transversal, teniendo en cuenta que P.,/A es él esfuerzo correspondiente a la iniciacién del pandeo, sustituyendo el momento de inercia J por su valor en funcién del area A y del radio de giro 1, y efectuando simplificaciones, se ob- tiene la expresién La fala de una columna se presenta en todos los casos cuan- do se forman en ella articulaciones plisticas suficientes para que se convierta en un mecanismo; en la barra en estudio, que std articulada en ambos extremos, basta con una sola, que ap: ree en Ia seceién de momento maximo (la seccién central) cuando se agota su resistencia bajo la accién combinada de la fuerza axial y del momento ocasionado por el desplazamiento lateral que caracteriza al pandeo, 0 sea cuando Myge = Popie = My donde M,, € el momento plistico resistente de"la seccién transversal, reducide por efecto de la fuera axial (ver pag. 230). La carga de colapso es muy poco mayor que 1a critica, pues et répido crecimiento de los esfuerzos hace que la seccién central se plastifique inmediatamente después de iniciarse el pandeo. (El colapso tiene lugar siempre en el intervalo plistico, independientemente de que el pandeo se ini ie abajo 0 arriba del Ifmite de proporcionalidad) Una ver formada la articulacién plistica el momento en la seccién central es constante y para que se conserve el equil brio mientras aumentan los desplazamientos laterales ex nece: sario que disminuya 1a carga que obra sobre Ia columna, aia am 4.46) oor = en la que dey €s el esfuerzo critico de Euler para pan- deo elistico; el cociente L/r recibe el nombre de re- lacion de esbeltez de ta columna, 4.5.4 Longitud efectiva La térmula de Euler se ha deducido partiendo de Ja suposicién bisica de que los dos extremos de la co- lumna estén articulados; por consiguiente, s6lo permite calcular Ia carga o el esfuerzo critico de columnas con esas condiciones de apoyo, ya que si cambian las res- tricciones en los extremos de una barra comprimida se ‘modifica su capacidad para resistir fuerza axial. La columna doblemente articulada no existe en las estructuras reales y s6lo se obtiene en experiencias de laboratorio muy cuidadosas; su importancia estriba en que a partir de los resultados obtenidos para ella pueden deducirse las cargas 0 esfuerzos criticos correspondien- tes a cualquier otra condicién de apoyo, por lo que se Ie da el nombre de caso fundamental. Si se considera la columna como un elemento ais- lado, con condiciones de apoyo bien definidas, es f4- cil obtener la carga critica correspondiente a cada caso particular, partiendo del fundamental Por ejemplo, al pandearse una columna doblemen. te empotrada (Fig. 4.11) aparecen en los apoyos mo- mentos reactivos que impiden la rotacién de sus ex- tremos; esos momentos y las fuerzas axiales de com- presién son equivalentes a las cargas P aplicadas ex- céntricamente, como se muestra en Ja Fig. 4.11b. Los 124 La columna aislada a) b) Figura 4.11. Pandeo de una columna empotrada en los dos extremos Puntos de inflexién (puntos de momento nulo),, Io- calizados en las intersecciones de la linea de accién de P con el eje deformado, dividen Ia barra en tres secciones; la central, comprendida entre ellos, de lon- gitud L/2, se encuentra exactamente en las mismas condiciones que el caso fundamental Por consiguiente, la carga critica de pandeo de la columna doblemente empotrada se puede determinar utilizando la férmula deducida para la articulada en ambos extremos, pero empleando al aplicarla la lon- gitud del tramo que se encuentra en las mistnas con- diciones que el caso fundamental, en ver de la longi tud real: _ El _ Ant Bt “CRE Este resultado puede obtenerse también partiendo de la ecuacién general 4.17, teniendo en cuenta al calcular las constantes de integracién las condiciones de borde correspondientes al tipo de apoyo (al ha- blar de una columna doblemente empotrada debe entenderse que sus extremos no pueden girar ni des plizarse linealmente en una direccién transversal, pe- To si pueden acercarse uno al otro moviéndose, cuan- do menos uno de ellos, a lo largo del eje) De una manera andloga, Ia férmula de Euler puede utilizarse para calcular la carga o el esfuerzo critico de pandeo de columnas con otras condiciones de apo- yo por lo que es conveniente escribirla en la forma general siguiente: =a (447) 4.48) oer (KL/r)? En estas expresiones KL ¢s la longitud efectiva de Ta columna, es decir, la distancia entre puntos de in flexién del eje deformado; K vale 1 para extremos ar- ticulados y 4 para extremos empotradlos, y tiene va lores intermedios para restri didas entre esos limites; si un extremo de la columna puede desplazarse linealmente respecto al otro, en di reccién perpendicular al eje original, K puede crecer indefinidamente. En Ia Fig. 4.12, tomada de la Ref. 44, se dan los valores de K para varias condiciones de apoyo ideali zadas en las que se supone que las restricciones que impiden las rotaciones y traslaciones de los extremos son ciento por ciento efectivas 0 no existen jones elisticas compren- Puede suponerse que se presenta una condicién de empotramiento perfecto en la base (casos a, b, ¢ y € 4.12) cuando la columna est ligada a una c- mentacién rigida, cuyas rotaciones son despreciables, por medio de una conexién disefiada para resistir el momento de empotramiento y obtenida mediante una placa de base y anclas 0 ahogando la columna cn el cimiento una longitud adecuada; cuando el compor- tamiento del extremo inferior es incierto, respecto a Ja existencia de rotaciones, debe considerarse articu- lado (casos d y f). Las rotaciones del extremo superior se suponen im- pedidas cuando la columna esté unida rigidamente a una trabe aperaltada de rigidez muchas veces mayor que la suya propia; si los desplazamientos lineales de la trabe estin impedidos por medio dle contraventeos ‘0 muros de rigidez,la columna se encuentra en el caso a, y cuando pueden presentarse esos desplazamientos esti en el ¢ 0 f. La suposicién de que hay articulaciones en los ex. tremos superiores, casos b y d, puetle deberse a que las trabes tengan una rigidez muy reducida o a la forma en que estén conectadas con las columnas. Los valores de K recomendados para disefio son una modificacin de los teéricos, hecha teniendo en cuenta que tanto las articulaciones perfectas como los empo- tramientos absolutos son irrealizables. Todas las configuraciones de lai Fig. 4.12, y otras co. rrespondientes a condiciones de apoyo que no aparecen en ella, quedan representadas por partes de la senoide v=Csen—™ », referidas a ejes adecuados; la carga Poy que hace posible Ia deformacién sinusoidal del Pandeo por flexién 125 (eo) ted | (ad un) a \ t Lo linea punteada \ 1 indica 1a forma de | i 1a columna pandeada i } / } / ; / Vator teérico de kK | 05 | 07 | 1.0 | 10 | 20 | 20 Valores del disenio re comendados cuando s tienen condiciones cer | 0-65 | 0.80] 1.2 | 10 | 21 | 20 canas a lat ideaies 42 Rotacidn impedida y trasiacién impedida “F Rotacién libre y trasiocién impedida ® Rotacién impedida y trastocién libre J Rotocidn libre y traslacién libre extremos Figura 4.12. Valores del coeficiente K para columnas aisladas con diversas condiciones de apoyo lizado este procedimiento la Fig. 4.13 se hau para determinar lay cargas eriticay corvespondientes a pa miembro ey Ia carga critica elistica que corveyponde a cada una de las condiciones de borde, y puede ealeu lane utilizando ef concepto de longitud efectiva diversas condiciones de apoyo: todas los casos que (b) 5 - - 2 EL 4mEI i. bP? PT Per 2 <. wel wer or (QL ak 2 er 2.0577e1 a (0.77 C Por Ce) Figura 4.13. Confiquraciones de columnas deformadas consideradas como partes de una senvidle 126 La cotumna aislada recen en ella estn incluidos en Ia tabla de ta Fig. 4.12 (en el caso € Ia tuerza axial no actia a lo largo del eje original, pero el angulo de inclinacién es tan pequefio que al despreciarlo no se introduce ningin error de con- sideraci6n en los resultados). Este método puede emplearse también para calew- lar las cargas criticas de modlos superiores de pandeo, Jos que se presentan cuando hay restricciones exterio- res que impiden Ia falla segiin el primer modo. 4.5.5 Pandeo ineléstico La obtencién de Ia formula de Euler, que permite calcular Ia carga critica de pieras rectas comprimidas axialmente, esti basada en Ia suposicién fundame tal de que la pieza se comporta eiisticamente hasta Ja iniciacién del pandeo, como lo demuestra ef que en la ecuacién bisica de equilibrio aparerca el mé- dulo de elasticidad E, que se conserva en la formula final; como una consecuencia, las ecuaciones 442 y 446 (0 la 447 y 4.48) no son aplicables a columnas cortas o de longitud intermedi za el limite de proporcionalidad critico de pandeo ekistico. La {6rmula og = n° E/(L/7)? es valida tinicamen. te para el intervalo de valores de la relacién de es beltez a los que corresponden esfuerzos criticos no ma. yores que el limite de proporcionalidad (¢,, ¢,,. €l limite de pro- porcionalidad se sobrepasa antes de iniciarse el pan- deo y éste se presenta en el intervalo inelistico Durante bastantes aitos después cle su publicacién, a mediados del siglo XVIIL, se considerd que la teo- ria de Euler era incorrecta, pues arrojaba resultados que no concordaban con los obtenidos experimen- talmente; esto se debia a que las columnas que se utilizaban en esa época cran de esbeltez muy reduci- da y fallaban en el intervalo inelistico, bajo cargas muchos menores que las predichas por la formula de © de pro. Euler. Por este motivo las columnas se disefiaron du- rante largo tiempo utilizando {6rmulas empiricas, de- ducidas de informacién proporcionada por pruebas de laboratorio, Transcurrieron cerca de cien afios has- ta que Lamarle, en 1845, se dio cuenta de que el error no estaba en la férmula, sino en su aplicacién a casos para los que no es valida, Puede considerarse que la teoria del pandeo elis- tico de columnas esti bien establecida desde entonces, pero como no se contaba todavia con ningiin procedi- miento para predecir la carga de pandeo fuera de ese intervalo,se siguieron empleando frmulas empiticas, algunas de las cuales se usan todavia ¢, incluso, siguen apareciendo en muchas especificaciones. Engesser y Considére fueron Jos primeros en ad- vertir la posibilidad de modificar Ia {6rmula de Euler para hacerla aplicable al cilculo de la carga critica de pandeo inelistico de columnas introduciendo en ella un médulo E variable, funcién del esfuerzo cri- tico. Engesser presenté su teoria del médulo tangente en 1889; de acuerdo con ella, la resistencia maxima de una columna que empieza a pandearse en el interva- lo ineléstico se obtiene sustituyendo en Ja formula de Euler el médulo de clasticidad £ por el médulo tan- gente E,, En el mismo aiio, en un congreso internacio- nal celebrado en Paris, Considére hizo notar que al co- menzar Ia flexién de una columna cargada més alla del limite de proporcionalidad ,los esfuerzos en el lado céncavo se incrementan de acuerdo con la ley que co- rresponda segiin el diagrama esfuerzo-leformacién, pe- ro los del lado convexo disminuyen, siguiendo Ia ley de Hooke, de manera que su resistencia maxima no es funcién ni del médulo de elasticidad E ni del tan- gente E,, sino de un médulo_£ comprendido entre los dos. Considere observ que E es funcion del esfuerzo medio en la columna, P/A, pero no propuso ningiin procedimiento para calcularlo, En 1895 Jasinsky hizo ver que la teoria del médulo tangente era incorrecta y Ilamé la atencién sobre el trabajo de Considére; en el mismo aito Engesser re- conocié el error que existia en su teoria original y present una nueva solucién del problema, conocida con el nombre de teoria del médulo reducido 0 del mé- dulo doble, ‘A partir de entonces se acepté la teoria del médulo reducido como la solucién correcta del problema del pandeo inelistico de columnas; desde el punto de vista del concepto clisico de inestabilidad es efectivamente correcta, puesto que indica la carga para la que una columna perfectamente recta y cargada axialmente puede tener, ademés, otras configuraciones en equili- brio cercanas a la recta, Sin embargo, més adelante aparecieron dudas sobre ella, pues resultados experi- mentales cuidadosos obtenidos con especimenes de sec- ciones transversales de diversas formas indicaron que las cargas de pandeo reales se encuentran entre las predichas por las dos teorias, del méculo tangente y del médulo reducido, mas cerca generalmente de las pri- meras que de las segundas. El verdadero significado de las dos teorias fue acla- rado finalmente por Shanley, en 1947, poniendo ast fin a una controversia que duré més de cincuenta En la discusién que se presenta en seguida se admi- ten las hipétesis siguientes: 1. Los desplazamientos laterales del eje de la co- lumna son pequefios en comparacién con las dimen- siones de sus secciones transversales. 2 Las secciones transversales planas permanecen planas y normales al eje deformado, después de la flexién, 3. El diagrama esfuerzodeformacién del material de Ja columna da la relacién entre esfuerzo y defor- macién en cualquiera de sus fibras longitudinales. 4. EI plano de flexién es un plano de simetria de jones transversales, todas las sec 4.56 Tooria del médulo tangente La teoria original de Engesser para pandeo inelés- tico esté basada en la suposicién de que cuando la columna tiene una relacién de esbeltez tal que el es- fuerzo critico de pandeo ¢ = P,/A es mayor que el limite de proporcionaiidad, es posible una configu: racién deformada en equilibrio indiferente para la cual la deformacién es controlada por el médulo de elasticidad tangente E,, que es igual a la pendiente de la curva esfuerzo de compresién-deformacin del material de la columna en el punto que corresponde al esfuerzo critico (Refs. 4.2, 4.3, 4.7 y 4.8) (Fig. 4.14) ~” Figura 4.14, Teoria del médulo tangente Pandeo por flexion 127 La ecuacién diferencial del eje deformado es PP vt ¥, para una columna con extremos articulados, la car- gay el esfuerzo critico valen wed hea (4.50) mE, = EAT (4.51) 4.5.7 Teoria del médulo reducido Considérese una columna de longitud intermedia so- bre la que obra una fuerza axial de compresién P, tal que o = P/A excede el limite de proporcionalidad, increméntese la carga hasta que se alcance una condi- cién de equilibrio indiferente similar a Ia de una co. lumna que se pandea en el intervalo elistico; se su- pone que la columna permanece recta hasta alcanzar la condicién de inestabilidad, y se calcula la carga cri: tica de pandeo, P,, como la fuerza axial necesaria para mantenerla en una posicién ligeramente flexionada (Refs, 42, 43, 4.7 y 48). Al estudiar los esfuerzos normales en una sec cién transversal cualquiera de la columna_defor- mada se observa que, debido a la flexién, hay un pequefio aumento en el esfuerzo de compresién en el lado céncavo y una disminucién en el convexo, Si la curva OBC de la Fig. 4.15¢ representa el diagrama esfuerzo.deformacién del material de la columna, ob- tenido mediante un ensaye de compresién, y el punto € corresponde al esfuerzo critico, 1a relacién esfuer- zodeformacién en el lado céncavo de Ja pieza queda determinada, durante pequefas deformaciones, por la pendiente de la tangente CC’, o sea el médulo tan- gente E,, mientras que en el lado convexo, donde los esfuerzos disminuyen, queda definida por la pendien- Plt t I) a, oa i l o ° » or Figura 4.15. Teoria del médulo redueido 128 La columna aislada te de la recta CC”, es decir. por el médulo de elasti- cidad E del material; por consiguiente, de acuerdo con la hipétesis de la seccién plana, los pequefios es. fuerzos normales debidos a Ia flexién que se super- ponen con los dlirectos de compresién quedan distri- buidos a través del peralte de a seccién transversal como se muestra en Ia Fig, 4.166. (Se ha supuesto que OB es una linea recta aunque en realidad es una curva, puesto que E, varia con el esfuerzo normal). [> Th ei: ae oe 7 Figure 4.16. Deformaciones y esfuerzos al iniciarse el pan deo, de acuerdo con la teoria del mSdulo reducido En Ia Fig. 4.16 se muestran las deformaciones uni. tarias y los esfuerzos existentes en una seccién trans- versal de la columna cuando se inicia el pandeo (son iguales en todos los puntos de Ia seccién transversal, puesto que se supone que hasta entonces Ia columna esté sometida a compresién axial tinicamente) y un instante después, cuando Ia barra empieza a flexionar- se. Los triéngulos achurados representan las deforma- ciones y los esfuer70s ocasionados por ja flexién, y con linea gruesa se han dibujado los totales, obtenidos su- perponiéndolos con los que existian al iniciarse el pandeo. SiR es el radio de curvatura del eje deformado los esfuerzos maximos de tensién y compresién debi- dos a la flexién valen, respectivamente, Eh,/R y E,h,/R, y la posicion del eje 0, lugar geométrico de Jos puntos en los que el esfuerzo normal no se modi- fica al iniciarse el pandeo, se determina utilizando la condicién de que las fuerzas totales de tensién y compresién ocasionadas por la flexién deben ser igua- les, ya que al sacar a Ja columna de su configuracién recta,la fuerza exterior que obra sobre ella permane- ce constante. Si Tas secciones transversales son rectangulares, de peralte h, ia condicién anterior requiere que Eh} = E,ki; ademis, hy + hz =h, de manera que hve VE+tVE hy E] momento interno Mig, correspondiente a los esfuerzos dibujados en la Fig. 4.168, vale: bhe ABE, BRS Eh, bh, 2 , _ (VEFVE “R23 Mine = bes el ancho de la seccién. Introduciendo en ella ef médulo dle elasticidad redu- cido E, = 4 EE,/ (VE + VE) yy teniendo en cucn- ta que Bhe/12 es el momento cle inercia de la seccién transversal de Ia columna respecto a su eje centro y principal normal al plano de Ia flexién, la expres anterior se reduce a Mont = E/R Ahora bien, M,., = P,v y 1/R = — d? v/dz? =-v", luego para la columna ligeramente flexionada en esta. do de equilibrio indiferente se tiene expresién semejante a la obienida para pandeo elis- tico, de la que difiere snicamente en que Z, sustituye ak. Siguiendo el mismo camino que para ia deduceién de la formula de Euler se llega a P, ae (4.52) _ wk, ‘s oar (458) P. y a son Ia carga y el esfuerzo critico predichos por la teorfa del médulo reducido. De acuerdo con el procedimiento seguido para su obtencién, el médulo reducido E, no depend tinica mente de las propiedades mecinicas del material de Ta columna, sino también de la forma de sus secciones transversales; por ejemplo, para una seccién I ideali- vada, en la que se supone que la mitad del area esti concentrada en cada patin y se desprecia el alma, fle- xionada en el plano de mayor resistencia, E, vale 2EE,/(E + E;) (Ref. 4.2). E, es siempre mayor que Ey, de manera que Ia te¢ ria del médulo reducido da valores de Ia carga cr algo mis altos que la del médulo tangente. La teoria del médulo reducido es en apariencia ss precisa que Ia del médulo tangente, puesto que toma en cuenta la reduccién de esfuerzos en el Tado convexo de Ia columna, debida a Ia flexidn, y asi se consideré durante bastantes afios; sin embargo, después se comprobé que las cargas criticas obtenidas experi- mentalmente se encuentran entre las predichas por am- bas teorias, més cerca, en general, de las correspondientes al médulo tangente que al reducido; por este motivo, y a pesar de ser aparentemente incorrecta, se usé cada vez més la teoria del médulo tangente, la que tiene las ventajas adicionales de dar resultados del lado de a se- guridad y de ser de fécil aplicacién ya que, a diferencia del médulo reducido, £, es independiente de la forma de las secciones transversales. Esta situacién, aparentemente ilégica, existié hasta 1947, afio en que Shanley aclaré por completo el com- portamiento de las columnas cargadas axialmente du- rante el pandeo en el intervalo ineléstico. 45.8. La contribuci6n de Shanley De acuerdo con Ia teoria del médulo tangente la co- Tumna empieza a flexionarse tan pronto como 4a carga alcanza el valor P,=nE,I/L*, y es posible una configuracién deformada en equilibrio indiferente pa- ra Ia que la relacién entre esfuerzos y deformaciones esta regida, en todos los puntos de las secciones trans. versales, por el médulo tangente F, Al suponer que la bifurcacién del equilibrio se pre- senta bajo carga constante Engesser extendié el con- cepto del pandeo elistico al intervalo ineldstico, come- tiendo un error al hacerlo porque en el intervalo elas: tico el médulo de Young E rige las relaciones esfuerzo. deformacién tanto al aumentar como al disminuir los esfuerzos y sigue siendo aplicable en toda la seccién transversal después de la iniciacién del pandeo, mien- tras que en el inelistico F, es aplicable tinicamente a Ia parte de la seccién en la que crecen fos esfurerzos de compresién, Por tanto, al utilizar la teoria del médulo tangente se esté suponiendo implicitamente que cuando la columna pasa de la forma recta a la configuracién deformada ad yacente no disminuyen los esfuerzos en los puntos si- tuados en su lado convexo, lo que no es posible si el pandeo se presenta bajo carga constante, luego para que el médulo tangente sea aplicable en toda la seccién al iniciarse la flexion es necesario que ésta comience mientras aumenta todavia la carga axial, de manera que la tendencia a Ia dis- minucion de los esfuerzos en una parte de la seccién, debida a la flexién, es compensada por el incremento en Pandeo por flexién 129 los esfuerzos normales directos ocasionados por la fuerza axial adicional (Fig. 4.17), (DT = + 4 oPt @ oy set PL+ oP, THT On tot | Figura 4.17, Distribucin de esfuerzos en el instante en que la columna empieza a deformarse lateralmente La carga P, dada por la teoria del médulo tangente no es la fuerza axial maxima que puede soportar la columna, puesto que las mismas suposiciones que He- van a stt obtencién implican un aumento por encima de ella; si es, en cambio, la fuerza maxima que una co- lumna recta puede resistir sin deformarse lateralmente. La columna empieza a flexionarse, sin que haya disminucién de esfuerzos en ningtin punto, cuando la carga sobrepasa en una cantidad infinitamente pe- COI + (ET Tao, 460 + P+ AP, Ao, _ ! 7 mene i 1 fe Ao mh | Ds Figura 4.18, Esfuerzos producidos por wna fuerza un poco mayor que Py 130 La columna aislada quetia el valor Py 4.17); el esfuero de tensién que tiende a aparecer en su lado convexo es compen- sado por el aumento en compresién directa, Sin em- stantinea: inmediatamente acién de ta flexién lateral empie- yan a disminui los esfuerzos en as fibras del borde convexo, lo que hace que en esa zona rija el médulo de elasticidad £, con el consiguiente aumento del médulo efectivo, y It carga va creciendo al mismo tiempo que se incrementan las deformaciones late ley (Fig. 1.18). Si los desplazamientos laterales siguen aumentando se aleanza eventualmente una condicién de inestabi d, como se ve en las Figs. 4.19 y 4.20, en las que n representadlo lay deformaciones longitudinales iay en una seccién transversal de ta columna en varias etapas del proceso de carga (Fig. 4.192), los eslucrvos normales correspondientes a algunas de ellas (Fig. 4.190) y Ia curva esfuerzo medio-desplazamien- to lateral de la columna (Fig, 4.20). Mientras lu fuerza axial es menor que P, Ia defor- macién de fa columna consiste en un acortamiento uniforme, deformacién que se conserva hasta egar al valor critico predicho por ta teoria det médulo tan- gente; al aumentar la fuerza exterior en una cantidad diferencial la columna empieza a flexionarse, lo que nto mis rapido del material si- tuado en el borde céncavo sin que haya primero dis- bargo, ésta es una fase después de la ini origina un acortam Est, 5 (a) f ev] (b) le) le EE Y Figura 4.19. Deformaciones y esfuerzos producides por car gas mayores que Py jones en Ia deformacién total de las fibras del lado convexo (etapa 1, Fig. 4.190), las que se presen- tan bajo incrementos adicionales de carga (etapa 2 en adelante, Fig. 4.192) Cuando la fuerza exterior es poco mayor que Py los esfuerzos normales disminuyen en una porcién muy reducida de las secciones transversales, la que au. menta de tamaito al crecer la carga: el volumen de esfuerzos dle compresién que se superpone con el es: fuerzo uniforme ¢, = P,/A es al princi el de los esfuerzos de tensién, lo que indica que la carga exterior crece (Fig. 4.20), hasta que la diferencia entre los dos volimenes es maxima (etapa 5, Figs. 4.19 y 4.20): la fuerza axial correspondiente es la mayor que puede soportar la columna, Ia que se encuentra en equilibrio inestable puesto que cualquier leformacién lateral adicional hace que el volumen de esfuerzos de tensién crezca mas ripidamente que el de compresién, lo que corresponde a una disminucién en a carga, ne- cesaria para que se conserve el equilibrio entre las fuer- zas exteriores que obran sobre la columna y lay inte- riores que aparecen en ella. En la Fig. 4.20 se representa el comportamiento de una columna cargada axialmente por medio de la relacién esfuerzo medio- nets oy ou Ton @\=€ —comportomiento elastico Ton a 9-22-26, @ me, cane inetéstico) Geet Oye (Pondeo Fee TT ee (Pandeo eldstico) 0 >» (os © Figura 4.22. Obtencién de una curve para diseiio de columnas cargadas axiaimente gentes a una serie de puntos se obtiene un conjunto de pares de valores ¢—E, que permite waar una grifica esfuerzo normal-médulo tangente (Fig. 4.226), en Ja zona elistica Ja grifica es una linea recta ver caracterizada porque en ella Ey es constante & igual a E. Despejando ahora L/r de la ecuac tiene tic n 4.51, se ob: Esta ecuacién permite calcular Ia relacién de es beltez critica que corresponde a cada par de valores E,—o,, (La ecuacién 4.54 es aplicable tanto en el intervalo inelistico como en el ckistico, en el que se reduce a (L/P Joy = Por medio de Ja ecuacién 4.54, y usando los valo res de gy E; de la Fig, 4.22b, se wara la curva de la ig 1.22r, que es la gnifica buscada; utilizindola se puede obtener ct esluerzo critico de pandeo para cual quer rela sta es grande y el pandeo se inicia bajo estuerzos menores que el limite dle proporcionalidad como si es pequeiia y el fend. meno comienva atriba de ese limite Jin de esbeltey, tanto si En la industria aeronsiutica se han empleado desde hace bastantes aos grificas del tipo de la que se acaba de obtener, basadas en las teorfas de Euler y del modulo tangente, para cl disefio de pieras de alumi nio comprimidas, y forman la base de las especifica- ciones para estructuras hechas con aleaciones de ese metal (Ref. 4:14); sin embargo, no se habian podido utilizar de manera andloga para el disefio de estruc- turas de acero, debido a entre las cargas criticas predichas por la teor modulo tangente basada en curvas esfuerzo-deforma- 6 discrepancias existentes a del cidn obtenid y la resistencia real, determinada experimentalmente (Refs, 44 y 4.13). La grifica esfuervodteformacién del acero. estrue: tural_obtenid . dimensiones es pricticamente una linea recta inclina- da, con pendiente igual a Mega al punto de fluencia gy; a partir de entonces se convierte en una recta horizo deformaciones que alcanzan valores varias veces ma yores que el correspondiente « la iniciacién del flujo plistico mientras que cl esfuerzo medio se mantiene las por medio de especimenes pequen mediante una probets de pequef hasta que el esfuerzo ail, pues se presentan ea constante, Si se toma como base Ia relucién esfueroulefor macién que s¢ acaba de describir, it teoria del médulo, tangente conduce a resultados sencillos, pero inco- rrectos: si la curva esfuerso-dleformacién fuese una Ii nea recta hasta el punto de fluencia, today lay colum- nas de relacién de esbeltez menor que 2 / E/e, po- drian soportar un esfuerzo méximo igual al de fluen cia, y las que tuviesen una esbelter. mayor se pandea- rian al Hegar al valor dado por la formula de Euler (Fig. 4.23) De acuerdo con'el diagrama esfuerso-deformacion supuesto (Fig. 4.284), oy € el limite de proporcio- nalidad al mismo tiempo que el esfuerzo de fluencia, luego L/t = nv/ Efe, cs la relacién de esbelter que separa el pandeo elistico del inelistico: si L/r ey ma- yor que ese limite es valida la formula de Euler, y si €s menor la columna se comporta ebisticamente hasta que ¢ = ay: en ese momento F;, que haste entonces cra el médulo de elasticidad F, se reduce a cero en forma instantinea (Fig, 4.235) y, de acuerdo com la teoria del médulo tangente, ¢,, se anula, Iucgo Ta pieza se pandea; sin embargo, ha sido capar de sopor tar antes de pandearse una carga un infinitamente 0) b) 7 ner Figura 4.23. Aplicaciin incorrecta de le teorta del médulo tangente a columnas de acero estructural pequefio menor que P= dey, ya que hasta ese ins- tante la coltmna esta en el intervalo eliistico y no se pandea, puesto que el esfuervo existente en ella es menor que el predicho por la formula de Euler. Una gran cantidad de pruebas de laboratorio (Refs. 4.15 y 4.16) han mostrado de manera conctuyente que la resistencia de columnas reales de relucin de esbel- tex intermedia, en la zona cercana al punto donde se unen los dos tramos de Ia grifica de la Fig. 4.28¢ es, en general, predicha de acuerdo con el razon interior; estas discrepancias entre los menor que Ia miento resultados tedricos y experimentales se habian acha. cado tradicionalmente a Tas imperfecciones iniciales que hay en lay colummas y a las excentricidades inevi- tables en la aplicacién de la carga, pero ensayes reali- zados con mucho cuidado han demostrado que esos factores no son ta causa principal de ls. baj tencias obtenidas, mientras que investiga tuadas en Joy tiltimoy quince © veinte aiios han per= mitido asegurar que los esfuerzos residuales existences en los perfiles de acero son los que ocasionan, pr dominantemente, las diferencias entre la resistencia real de las columnas y la predicha por la curva de la Fig. 428¢ (Refs. 4, 4.8, 4.13, 4.17 a 4.21). En Tas colummias reales de acer hay esfuerzos resi- duales que tienen intensidades maximas generaimen. te clevadas (Refs. 44, 48, 4.18 y 4.21), ocasionados principalmente por el enfriamiento no uniforme de los perfiles después del laminado, que reducen su resis. tencia al pandeo, pues ocasionan plastificaciones pre. maturas en algunas porciones de Ins secciones trans versales; la clave para Ia aplicacién de la tcoria del médulo tangente al disefio de columnas de acero es tructural esta en el reconocimiento de su existencia (Refs. 4.4, 4.8 y 4.18) Si la curva esfuerzo de compresién-leformacié dia no se obtiene con un espécimen pequefio sino utilizando un segmento completo de columna, suli- me. cientemente corto para evitar problemas de panieo pero de longitud adecuada para que fos esfuersos re- siduales que contenga sean los de una columna real, refleja tanto la presencia de esfuerzos residuales como la variacién de oy en los diversos puntos de las sec ciones transversales. (La manera de obtener las curvas esfuerzo-deformacién por medio de pruebas de colum- nas cortas ha sido estandarizacia internacionalmente; en el apéndice B de la Ref. 4.4 se incluye una descrip. vidn de los procedimientos que deben seguirse para ello). Cuando no se dispone de curvas experimenta- les para tramos cortos, pero completos, de columns, pueden obtenerse analiticamente, con precisién ravo. nable, partiendo de una distribucién convencional de esfuerzos residuales en la seccién, obtenida de los ex tensos resultados experimentales con que se cuenta. Los esfuerzos residuales ocasionan un descenso del It mite de proporcionalidad y una reduccién de la am- plitud de stica con respecto a los valores determinados por medio de especimenes pequeiios, y la aparicién de una curva de transicién entre las dos porciones rectas de la grifica esfuerzo.delormacién, zona el En la Fig. 4.24 se muestran las curvas experimenta les obtenidas utilizando: a) especimenes pequeiios; 4) tramos cortos de columnas en el estado en que se encuentran después de la laminacién, y ¢), columnas cortas sin esfuerzos residuales, que han sido elimina dos por medio de tratamientos témicos; la comp: racién de las «los tiltimas curvas comprueba Ia influen- cia de los esfuerzos residuales sobre la grifica ¢ —¢ promedio (Ref. 4.13), (El esfuerzo de fluencia que se ob- tiene al ensayar un tramo completo libre de esfuerzos residuales es en general algo menor que el de una probeta en la prueba esténdar debido a que los especimenes para esta prueba se cortan del alma, que es més resistente que los patines, y la columna completa proporciona las propiedades promedio de ta seccién, Ref. 4.13). 134 La columna aislada Proveta Columna corto Columna corto, con esfuerzos sin estuerzos residuales residuoles, ° e 0 € 0 @ a) ») ° Figura 4.24, Influencia de los esfuerzos residuales y de la variacién de Oy en la nifica exfuerzo-deformaciin del acero estructural Sin embargo, cl empleo en la [6rmula de Euler del modulo tangente £, obtenido de la curva esfuerso: deformacién de la columna con esfuerzos residuales no Heva directamente a ka determinacion de Ii carga que ocasiona I iniciacién de ta flexién en columnas de acero originalmente rectas, como sucede, por ejem- plo, en pieras de aluminio; esto se debe a que la co- lumna con esfuerzos residuales se comporta como si estuviera hecha con un material no homogéneo, pues las fibras longitudinales que la componen dejan de trabajar cuando entran en la zona phistica, al super- ponerse los esfuerzos residuales irregulares con Ia compresiones uniformes producidas por la carga ex- terior 4.7 Influencia de los esfuerzos residuales sobre la capacidad de carga axial de las columnas de acero estructural Los esfuerzos residues se forman en los miembros de acero estructural como un resultado de deforma ciones plisticas, que aparecen siempre en los_perfiles laminados durante el proceso de enfriamiento desde Ta temperatura de laminacién hasta Ia ambiente, de- Dido a que el descenso de temperatura es mis répido en unas partes del perfil que en otras. Los extremos de los patines y la parte central del alma de un perfil I se enfrian mucho més répidamen te que las zonas de unidn de alma y patines (Refs. 44, 4.16, 4.22 y 4.28); cuando las fibras longitudinales si. 1 las regiones mencionadas primero empieran nun estado complet tuadas 4 enfriarse se contraen y pa mente elistico, mientras que el material de las por- ciones centrales de los patines, contiguay al alma, se conserva atin suficientemente caliente para seguir, plis- ticamente, esas contracciones. Cuando posteriormente se enfrian las porciones centrales tienden a contraer- indis, lo que es restringido por el material > a ellas, perteneciente a los bordes de los inmedis patines y a Ja parte central del alma el que, ya en estado elistico, no puede acortarse sustancialmente impide qu f traigan todo lo que requiere el descenso de tempera. tura, obligindolas a permanecer un poco mis largas de lo que serian en su estado natural a la tempera ial se cons las fibras que se enfrian tura ambiente, En resumen, debido a los fendmenos explicados arti. ba, cuando el perfil laminado alcanza la temperate: ra ambiente el material que ocupa la zona central de Ios patines queda sometido n de fuerzas interiores de tensién que ejercen sobre él los extre- mos de los patines y el alma los que, a stt ver, sopor: tan compresiones a lo largo de sus bordes; por con- siguiente, en «a vigueta existe un estado inicial de esfuerzos ocasionado por el enfriamiento no uniforme. la acid jiduales se forman también como un resultado de operaciones efectuadas durante I fo bricacién de la estructura, tales como el enderesado de los perfiles, en frio o en caliente, y la soldadura: ésta ocasiona esfu cuencia del calentami Los estuerzos conse. egulares de los metales base y de aportacién y de kis defor wultantes (Ref. 4.24) 70s importantes, como un: maciones plisticas r Tanto en pei inados en caliente con miembros soldados las partes que tardan miiy en en- friarse quedan, en general, sometidas a tensién, y las que se enfrian primero, a compresién (Ref. 4.13) (Fig. 4.25). En. lay secciones Jy H los esfuerzos residuales de mayor intensidad se presentan en los extremos dle los patines; en perfiles Iuminaclos el valor medio del ey fuerzo de compresién en e508. puntos, obtenido por me- dio de un nimero considerable de experiencias, es de alrededor de 900 kg/em2, y es pricticamente inde. pendiemte del esfuerzo de fluencia del acero (Ref 4.18); por consiguiente, los esfuersos residuales in nga de columnas he. Hluyen menos en Ia capacidlad de Influencia de los esfuerzos residuales 135 W12X6> W14Xx43 i i ESCALA DE_LINEAS ESCALA DE ESFUERZOS oF 31002000 ema, Karem? W14 xX 426 4 & ae iol Pw ia + core interior 'W 36 x 150 ° 3 Core exterior 310652000 : Kaen? . 0) SECCIONES LAMINADAS b) SEccIGN SOLOADA °) ° Figura 4.25. Esfuerzos residuales en secciones I laminadas 0 soldadas chas con aceros de alta resistencia que en las de aceros normales, ya que constituyen un porcentaje menor de su esfuerzo de fluencia. Los esfuerzos resi duales existentes en secciones I y H_ formadas por placas soldadas son en general de mayor intensidad, con valores cercanos al limite de fluencia, en compresién, en los extremos de los patines, y del orden de 50 por ciento més altos que o,, en tensién, en la soldadura y en la zona inmediata a ella (Refs., 4.4, 4.8, 4.13, 4.16, 4.22 y 4.24). (El metal base no puede soportar esfuerzos mayores que el correspondiente a su limite de fluencia pero Ia soldadura tiene en general una resistencia mayor, y eleva la del acero cercano a ella). Puesto que los esfuerzos residuales originan wn sis tema de fuerzas interiores en equilibrio Ios volime- nes de esfuerzos de tensién y compresién que hay en cada seccién transversal son iguales entre si, y estén distribuidos de manera que las fuerzas correspondien- tes se equilibran matuamente. El efecto principal de los esfuerzos residuales sobre la relacién esfuerzo-deformacién consiste en bajar el mite de proporcionalidad, a partir del cual el dia- es terrce Cee oasis sub cenas grama deja de ser recto; en los perfiles de acero A7 el comportamiento eléstico termina cuando los esfuer- B75 ocasionados por las solicitaciones exteriores al- I BI °*"X —canzan valores del orden de 1400 kg/cm?, o sea al- Estuerzos producides por P Figura 4.26. Columna corta con exfuerzos residuales rededor del 60 por ciento del punto de fluencia, E] efecto de los esfuerzos residuales se ilustra estu- diando el comportamiento de una columna corta de seccién transversal rectangular, en la que existen los esfuerzos mostrados en la Fig. 4.26, sobre la que se 136 La columna aislada aplica una fuerza axial P de intensidad creciente, transmitida por medio de dos piezas infinitamente rigidas (Fig. 4.262), 70s uniformemente distribuidos. Se supone, ademas, que cada una de las fibras longitudinales de la co- Jumna se comporta de acuerdo con la grifica esfuerzo- deformacién idealizada del acero estructural libre de esfuerzos residuales (Fig. 4.27). de manera que ocasiona esfuer- ° = Figura 4.27. Grifica esfuerzo-deformacion de las fibras longi: ‘tudinales de la columna Puesto que el sistema de fuerzas interiores produ cidas por los esfuerzos residuales esti en equilibrio, ede escribirse Gre Bah = on (b— 2a) h 2a oO = Ore oe Esta expresin relaciona los esfuerzos residuales de ten- sién y compresi6n, 0, y dv, y la geometria de la seccion transversal de la columna, ‘Al superponerse los esfuerzos producidos por la car ya exterior con Ios residuales disminuyen los totales en la porcién central de la seccién, y aumentan en las laterales, La columna se comporta elisticamente en todos sus puntos hasta que el esfuerzo debido a la carga exterior, sumado con el residual de compresién, alcanza el valor oy; a partir de ese instante, y para cargas adicionales, las porciones laterales se deforman plisticamente sin aceptar ningin incremento de es- fuerzo, de acuerdo con el diagrama o-¢ supuesto (Fig. 4.27). Si se aplican cargas adicionales son resistidas exclu- sivamente por la porcién central de la columna, que se encuentra todavia en estado elistico, y pueden au- mentar de intensidad hasta que esa porcién se plas tifica también, En la Fig, 4.28 se muestran los esfuerzos normales en una seccién transversal de Ia columna en distintas etapas del proceso dle carga. lore erg Flexién alrededor det eje y: 1%) (4) 2a) thle _ nos/l wr aaa 7 ( : oa ) Utilizando la grifica de la Fig. 4.29 se puede obte- ner el médulo tangente de la seccién completa, con los esfuerzos residuales supuestos: En las secciones ansversales.plastifi parcial mente Ia relacién del médulo tangente al de elasti- cidad es igual a la relacién entre el area del niicleo elastico y Ia total de la seccién, Los factores que multiplican al término nE/(L/7)* 1 las expresiones para los esfuerzos criticos de pan: deo alrededor de los ejes x y y sony y ns es ficil demostrar que en secciones rectangulares con cual- quier distribucién simétrica de esfuerzos residuales Tey/ly @ (lee/tz)*, de manera que puede escribirse, en general, jempre igual a (4.57) n (4.58) donde 9 = F,/E Conociendo los valores de n, por medio de estas ecua- ciones se pueden obtener grificas para diseio de co. Tumnas de seccién transversal rectangular que permi- ten determinar ge, en funcién de la relacién ile es: beltez, para pandeo alrededor de cualquiera de los ejes principales, teniendo en cuenta los esfuerzos residua- les. Ger, Se calcula aplicando directamente la teoria del médulo tangente (si en la ecuacién 4.57 se sustituye n por E,/E se obtiene ger, = x°E,/ (L/r.)), pero no sucede lo mismo con gery, ya que este esfuerzo no de. pende directamente de E;, sino de una funcién del cociente E,/E. E,, médulo tangente de la seccién transversal com. pleta, puede calcularse analiticamente, conocida la ley de distribucién de os esfuerzos residuales, u obtenerse experimentalmente por medio de ensayes de compre- sign de perfiles completos, de poca longitud. (En sec- ciones reales, en las que los esfuerzos residuales varian en forma continua, Ire € Jey disminuyen al crecer la carga exterior ¢ irse plastificando zonas cada vez mis amplias, de manera que 7 disminuye también conti- nuamente), Las ecuaciones 4.57 y 4.58 son aplicables también a columnas de seccién Ho I idealizadas como dos pla- cas rectangulares paralelas entre si, despreciando el efecto del alma sobre la rigidez (Fig. 4.30); corres: ponden, respectivamente, a pandeo por flexién alr dedor de Ios ejes x y y, lo mismo que en el rectingulo aislado. (Que la ecuacién 4.58 es aplicable a la seccién idealizada de la Fig. 4.30 es evidente de la sola ins peccidn de Ia figura; la validez de la ecuacién 4.57 no es tan clara, pero se puede demostrar que el cociente Te/I, tiene el mismo valor en esta seccién que en el rectingulo) Figura 4.30, Seceién Fideallzada En-la Fig. 4.31 se han traado las curvas esfuerzo me- elacién de esbelter que se obtienen aplicando las ecttaciones 4.57 y 4.58 a una seccién Hi pandeada por flexion alrededor de los ejes de mayor y menor mo- dio 10 EAA pandeo atrededor det o Influencia de los esfuerzos residuales 139 mento de inercia, respectivamente, suponiendo que hay en ella esfuerzos residuales distribuidos en la for- ma idealizada mostrada; para obtener las curvas se desprecié el pequeito efecto del alma sobre la rigidez de In seccién y se tomé como esfuervo residual mé- ximo de compresién, en los extremos de los patines, 0.30 o,, valor promedio determinado con un gran méi- mero de experiencias (Ref. 4.4). Con fines de disefio conviene sustituir las dos curvas por una sola, que pueda utilizarse para pandeo alrededor de cualquiera de los ejes principales. La resistencia de columnay pandeadas en el inter- valo inelistico por flexién alrededor de su eje de ma- proximarse, en for. yor momento de inercia puede ma muy precisa, por medio de una curva p sugerida por Bleich, de ceuacién (Refs. 4.3 y oer = 05 ~ 888 (6s enn) (4) Esta expresion no es aplicable si el limite de pro. porcionalidad gip @€ menor que 0.5 oy, pues en ese caso proporciona esfuervos incorrectos, mayores que (4.59) de mayor momento de inercia (a1e=03 Oy) \ (ee.457) \ Pondeo alrededor del eje_de_ menor (ee. 4.62) momento de inercio 4 (0 pe 7030 HEC 4.58) One Pondeo 05 So. eldstico —| 7 (Ec. 4.46) ‘ ef were, C$, we \% 1 I | 2.0 OS 10 15 Figura 4.31. Curcas esfuerzo critico-elacién de esbeltez para una columna I con cesfuerzos residuales 140 La colunma aislada el critico de Euler, para relaciones de esbeltez com- prendidas en un cierto intervalo, Puesto que la grifica esfuerzodeform columna completa deja de ser una linea recta cuando el esfuerzo total (suma del residual de compresién y el debido a la carga exterior) alcanca el valor de fluencia ¢, en algin punto, el limite de proporciona- lidad oz» debe ser sustituido por ién de una Our = oy ~ O10 (4.60) con lo que Ia ecuacién 4.59 se transforma en re Ly Ber = oy ~—S ~ee)(£) 461) La curva ge — L/r resultante tiene una forma algo diferente de las que se obtienen con las ecuaciones 4.57 y 4.58, pero si los esfuervos residuales maximos de compresin se toman arbitrariamente iguales a 4/2 (valor cercano al maximo observado gene mente en perfiles H laminados) la ecuacién 4.61 se convierte en la 4.62, que proporciona resultados in- termedios entre los correspondientes a las ecttaciones 4.57 y 4.58, aceptables para flexién alrededor de cual- quiera de los ejes principales. Su representacién gr: fica es una curva tangente a la de Euler en el punto en que ge, = 04/2. in? @) 4 Al suponer que ¢,. = 94/2 se obtiene, de acuerdo con la ecuacién 4.60, a,» = oy/2, de manera que Ia ecuacién 4.62 es aplicable a columnas que tengan re laciones de esbeltez para las que el esfuerzo critico de pandeo resulte mayor que la mitad det de flu en caso contrario el pandeo se inicia en el intervalo elistico, y se aplica la formula de Euler, La ecuacién 4.62, que se ha trazado en la Fig, 4.81, en 1960 (Ref. 4.25) como adecu: inde la resistencia al pandeo inel Ger = oy ~ (4.62) fue recomend para la obtenc tico de columnas de acero estructural, y sirvié de base para las {6rmulas correspondientes contenidas en las especificaciones de 1961 del Instituto Ameri- cano de la Construccién de Acero (AISC), las que siguen en vigor en la actualidad, después de varias revisiones; también se ha utilizado en el Reglamento de las Construcciones en el D.F, Es particularmente ‘La “curva correspondiente a la ectacién 4.62 se conoce con el nombre de “curva bésiea para columnas del Column Research Council aplicable a perfiles de acero estructural laminados ctitud cuando se utiliza en caliente, pero pierde © para disefiar columnas hechas con placas soldadas en Jas que el efecto de los esfucrzos residuales ¢s, en general, mayor que en las laminadas, 0 para columnas de tubo o de acero de atlta resistencia en lias que, en cambio, los esfuerzos residuales son probabiemente de menor importancia. Bjemplo 4.3 Trazar las curvas esfuerzo critico-relacién de esbeltez para un perfil J que se pandea por flexién: a) alre- dedor del eje x, b) alrededor del y, suponiendo que hay en él los esfuerzos residuales mostrados en la Fig. 4.82 y desprec la rigider de ia columna, ndo Ta contibucién del alma a Figura 4,32, Esfuerzos residuales en el perfil I del efemplo 4.3, Lay ecuaciones bisicas para la solucién del proble- ma son Gere (4.57) RE oy = GRE (458) on ts que = Bea ft At Las curvas ge, — L/r pueden trazarse siguiendo un camino andlogo al empleado para columnas homo- géneas (Fig, 4.22) obteniendo la curva esfuerzo-dé- formacién unitaria en forma analitica, tomando co- mo base la distribucién de esfuerzos residuales supues- ta en la Fig. 4.32 y aplicando incrementos sucesivos de carga, hasta ocasionar Ia plastificacién total de la coh conocidla esa curva se puede obtener u gnilica @ =e, 6 6 — Ay, con la que se determina la relacidn J,,/L,, 0 Ae/A, 0 sea, piu del proceso de carga y por diltimo, despejando L/r, y L/t, de las ecuaciones 4.57 y 4.58 se obtienen las ek wees. Sin embargo, para resolver et problema no es nece- sario waar las curvas ¢—e y ¢—To, ya que la so- lucién puede obtenerse en forma directa. Despeju lo L/t, y Eft, de tas ecuaciones 4.57 y tiene cada instante jones buscadas entre esfuerzos criticas y esbel- 4.58 se ob: (ft) or Saf CEL.) OF 1). =f Ea 0) Aplicando la carga exterior en incrementos sucesivos y stperponiendo los esfuersos producidos por cada uno de ellos sobre los residuales pueden conocerse los esfuervos totales existentes en la seccién en cada instante del proceso de carga, y saber qué zonas han pasado ya al estado pkistico y cwiles se conservan en el elistico; por con ay nt para aplicando las ec dle exbeltex correspondiente, con lo que el problema queda resuelto, iguicnte, es posible caleular 4, dla aciones a y b, determinar la relacié rensidad de ki carga exterior y, 0.30y osey o4ay) 5 -4f——= 5 It —— OG oy, Figura 4.33. Esfuerzos normales totales en un patin de la viga al creeer la fuerza exterior Influencia de los esfuerzos residuales 141 plicarla, la carga exterior produce AL emperar a csfueroy. uniformemente repartidos en toda la sec , que inerementan las compresiones existentes en los bordes y reducen las tensiones de la sona central, hasta que stay desaparecen y todo ef material tra- baja a compresién; bajo nuevos incrementos la co. lumna se comporta elisticamente hasta que los es. fuerzos miximos de compresién, en los bordes, lle nal Limite de fluencia, lo que sucede cuando ta carga exterior es tal que ¢ = P/A = 6, —6n= 0.10 ey Los esfuerzos normales que hay en ese instante en Ia seccidn son los limitados por las lineas AC, BC y DI ig. 4.83. (Se ha representado un solo patin; los dos tienen el mismo comportamiento.) Incrementos adicionales de la fuerza exterior ha: cen que el material situado en los bordes de los pa- tines fluya plisticamente, y la zona plastificada se ex. tiende cada ver mis, al crecer la carga, hasta que even tualmente abarca toda (Los esfuerzos exis. tentes al final de esta etapa estin representados en la Fig. 4.33. por el area achurada comprendida entre las linieas quebradas AGB y DFE). El esluerzo de fluencia ¢y aparece por primera ver cuando Ja fuerza exterior alcanza el valor P= 4 (0.7 6,) + hasta entonces 4, = 4.7, yes apli cable Ia formula de Euler para pandeo por flexién al- rededor de cualquiera de los ejes principales. Para es tudiar el fendmeno a partir de ese instante, se supone que la carga exterior se aplica en incrementos que ocasionan aumentos constantes de los esfuerzos en las seccié partes de ia seccién que estén todavia en estado elas tico. (Como el nicleo eldstico disminuye de tamafo, las fuerzas necesatias para producit esos esfuerzos adi- Gionales son cada ver menores) Para resolver numéricamente el problema propues- to se ha considerado (Fig. 4.33) que desde que se inicia hasta que termina la plastificacién de Ia sec cidn se aplican diez incrementos de carga, cada uno de los cuales ocasiona un aumento en Ios esfuerzos de 0.06 ay; ademés, se supone que durante la aplic cién de cada incremento 1a amplitud de las zonas elistica y pkistica se mantiene sin cambio, igual a la de! punto medio del intervalo, lo que equivale a sus tituir las rectas DF y FE de la Fig. 4.33 por las lineas escalonadas mostradas; si se toma un mimero ade cuado de inctementos se obtienen cientemente cercanos a los reales La carga necesaria para producir el primer incre: mento en los esfuerzos, después dle que se alcanza el punto de fluencia en tos bores de toy patines, es AP = 0.06.4, (0.95 4) = 9.057 Ao y ta carga total, hasta ese instante, 0.70.4 oy +0.057 d ay 0.757 A 0, el esluctzo medio correspondiente yale 0.757 Gy, El Histico es 0.95 4. de 0.858, Gonocido resultados. sufi direa que se mantiene en estado neta que n= A,/d = 0.95, 4 142 La columna aislada el esfuerro critico y los coeticientes 1 y ms kay ecu Para relaciones de esbeltez mayores de 106 ef pan Giones a y b proporcionan ls relaciones dle exbelter deo se inicia en el intervalo ebistico y el esfuerzo cr correspondientes tico es independiente del eje de flexion: en cambio, En la tabla 4.1 se muestran los cileuios necesarios en el inelistico, y debido a la existencia de esfuersos para obtener las curvas esfuerzo eri completas para pandeo alrededor de ejes principales, y en la Fig. dientes st una colu o-relasion de esbeltez resid; w de tos para cada relaci¢ se han ero AS6, (La inerci curva pasa pandeo alrededor del eje de menor mo- mento de inercia tiende hacia Ia recta AB al tar el _ntimero de incrementos de carga.) de esbelter, siendlo elm alo lay el de pandeo alrededor del eje de mayor momento de se tienen dos esfuerzos criticos diferentes, nes comparativos, en la Fig. 4.34 se ha tra. bién ta curva correspondiente a ta ecuacién Table 41 ACEROA 96 or ° bls nae 1.00 108 | 106 | 1775 osbax ctor a4 ve | | 1020 O68 Ax 0088 oy osta| 092 | 0.78} 4900 4580 ~ or] 77] 2080 ae e421} 087 | 065) 4830 ~ 4190 * 3} 62] 2160 O65 AX 0.24] oa1 | 052] 4730 ~ 30" 76} 48] 2260 O85 AX 0.166 | 0.74] O41 | 4660 450, a} 38 | 2350 OMS AX o.091| 0.67 | 030] 4580 ~ 3060 ~ eo} 27] 2620 Om AK os} ase | 021] 4540 ‘2670 * sa] 1] 2470 OB AX 0.016] 0.50] 0.13) 4800 ~ 280" 45] 12] 210 eee 0.003} 0.39 | 0.08} 4490 740° mM] 5] 2590 anni 0.000] 0.22 | 0.00] 4490 290 20] o| 2520 A Geren Pandeo alrededor de! eje de mayor 2530/4 _~ momento de inercia 2500 | Pandeo alrededor del eje de menor momento de inercia 2000}- iy LL TL Pandeo alrededor de T cualquiera de los ! (Ee.4.62); Pandeo alrededor ejes principales 1500}— ' de cualquiera de los ejes principales Pandeo Pandeo 1000|— iNeidstico | eldstieo (Form. de Euler) 2 500 i 1 | 1=| | l lL ( 20 40 60 80 100 120 140 160 Figura 4.34. Curvas esfuerzo critico-elacién de esbeltez de la columna del ejemplo 4.3 usr 4.7.2. Columnas hechas con placas soldadas En las estructuras de acero modernas se emplean fre. cuentemente las columnas formadas por varias pla- cas soldadas entre si, ya sea por la imposibilidad de obtener perfiles laminados que tengan las propie. dades adecuadas para resolver un probler por el deseo de utilizar secciones con caracteris geométricas mas ventajosas que las de aquellos. Las formas soldadas mis comunes son la Jo H, compuesta por tres placas, y la seccién en cajén, rec. tangular 0 cuadrada, que se obtiene uniendo ct placas por medio de cordones dle soldadura deposi. tados a lo largo de sus bordes. En los tltimos afios se han efectuado muchas inves- tigaciones, principalmente experimentales, para deter- minar la magnitud y ley de distribucién de Ips es fuerzos residuales existentes en las secciones soldadas descritas, asi como Ia influencia de los diferentes pa rémetros que intervienen en el problema (ancho y grueso de las placas, propiedades del metal de apor- tacién, métodos empleados para depositarlo, etc), y para tratar de predecir las caracteristicas de los es fuerzos residuulcs en las secciones partientio de ios que se originan en las placas que las constituyen, se- dado 0 as Seeelén Hoe GeT*US2 x IZTem) Escala oe tineas acolo oe extuerz08 ores ote pul Trem? + Estuerzos eter- ‘mentormentes sign en gajcn BG AST 25.4cm) Figura 4.35, Esfuerzos residuales tipicos en secciones I y en cajén ‘hechas con placas soldadas de los esfuerzos residuales 143 Influenei paradas unas de otras, al depositar un cordén de sol- dadura a lo largo de su eje 0 de uno o los dos bordes (Refs. 4.16, 4.19, 4.20, 4.22, 4.28, 4.24 y 4.26 a 4.31) En la Fig. 4.35 se muestran esfuerzos residuales tipicos de secciones Hy en cajén, hechas con placas de acero A7 soldadas entre si (Ref. 4.20). A lo largo de las soldaduras aparecen esfuerzos de tensién, que son equilibrados por los de compresién que se forman en el resto de la seccién; esto hace que los extremos de los patines de las H estén comprimidos, mientras que las esquinas de las secciones en cajén quedan en tensién, y co- ‘mo la resistencia al pandeo ineléstico de una columna con esfuerzos residuales depende del momento de inercia J, de la porci6n que permanece en estado eléstico, los esfuerzos residuales ocasionan efectos més desfavorables en las sec- ciones 0 J que en las formadas por cuatro placas en cajén, ya que en las primeras ta plastificacién se inicia en los extremos de los patines, que son las zonas que mi contribuyen al momento de inercia, por ser las mis aiejadas de los ejes principales, mientras que las. quinas de las titimas se mantienen en estado € tico durante la mayor parte del proceso de carga. La resistencia de las columnas hechas con placas soldadas, cargadas axialmente, puede predecirse teé- ricamente utilizando las mismas técnicas empleadas juaies debi: para perfiles laminados con esfuerzos resi dos al enfriamiento irregular, Sin embargo, se ha de- mostrado (Ref. 4.15 y 4.19) que la aplicacién del concepto del médulo tangente no proporciona un valor realista de su resistencia maxima y que es nece- sario continuar el estudio mas alli de la i del_pandeo, hasta obtener la resistencia ditima, por que Jos esfuerzos residuales muy elevados hacen que el limite de proporcionalidad de la seccién completa descienda a niveles sumamente bajos y que el pandeo se inicie con cargas exteriores muy reducidas, ewando todavia le queda a la columna una reserva de tencia importante. iciacion Por consiguiente, la determinacién de la resistencia méxima de las columnas soldadas con carga axial difiere fundamentalmente de la de las columnas hechas con per- files laminados, ya que en éstas la teoria del médulo tan- gente, modificada para tener en cuenta los esfuerzos resi- duales, proporciona un valor muy cercano al real, lo que no sucede en aquellas. EL cilculo de la fuerza axial maxima que puede soportar una columna constituye un problema com lo una serie plicado que sélo puede resolverse hac de hipétesis simplificadoras (Ref. 4.15 y 4.19), pues requiere estudiar el comportamiento de el intervalo inelistico, después de la inic pandeo, Afortunadamente ese estudio, necesario para conocer cl comportamiento tedrico de las colummas soidadas, no se necesita en la pric sistencia itltima puede determin forma experimental cién del ya que su re- se directamente en 144 La columna aislada os curve ee cae (e882) HH os F Seceiéa en colén ‘SeccidaH soldacn oz ‘Secckin ¥ tominada ‘Saceién ¥ lominada trotade téemicomente ‘Saecién an esién lominoda ot ° 30 100 30 evr Figura 4.36. Comparacién de resultados experimentales con la ecua- clon 4.62 oporm En la Fig. 4.36 se muestran algunos resultados ex- perimentales, tomados de las Refs. 4.19 y 4.20, que se obtuvieron ensayando columnas de distintas caracte risticas sometidas a compresién axial. Las abscisas relaciones de esbelter y las ordenadas las car- icas correspondientes, divididas entre Py con objeto «le reducitlas a una forma adimensional y po. der comparar los resultados obtenidos para los di rentes perfiles Todos los especimenes fueron ensayados en la con- dicién en que se encontraban al terminar su fabri- i6n, sin someterlos a ninguna operacién previa de enderezamiento. Con fines comparativos se ha tavado también en la figura la curva bisica para disefio de columnas car- gadas axialmente propuesta por el “Column Research Council” (CRC) en 1960 (Ref. 4.25), que es la corres. pondiente a la ecuacién 4.62 y est dibujada en la Fig. 4.31. La mayoria de los puntos representativos de perli- Jes H laminados ensayados en su estado normal se encuentra en las cercanias de la curva, mientras que los correspondientes a esos mismos perfiles tratados laminadas estan en su totalidad en Ia curva o por encima de ella. En cambio, todas las columnas hechas con placas solda- das tienen resistencias menores que las predichas, Estos resultados comprueban la importancia de los esfuerzos residuales en Ia capacidad de carga de las columnas, tanto desde el punto de vista de su mag- nitud como de la manera en que estin distribuidos en la seceidn, La resistencia de los perfiles laminados aumenta cuando se eliminan los esfuerzos residuales por medio de tratamientos térmicos, y las secciones en cajén laminadas, en las que esus esfuerzos son de pequefia magnitud, tienen también una capacidad de carga clevada. En cambio, las columnas formadas por térmicamente y a secciones en ci placas soldadas resisten, en todos los casos, menos que los perfiles laminados correspondientes, pero la capacidad de carga de las secciones en cajén es ma yor que la de las H, pues aunque contienen esfuer- 20s residuales de la misma magnitud estén distribui- dos de una manera més favorable. 4.8 Pandeo en el intervalo de endurecimiento por deformacién En la mayor parte de la literatura sobre pandeo in- elastico de columnas comprimidas axialmente se acep- ta que los elementos de acero estructural se pandean, invariablemente, cuando el estuerzo Hega al limite de fluencia, pues en ese instante el médulo de elastici- dad tangente del material se reduce a cero (Refs. 42 y 4.8). Esto se refleja en las formulas para diseito de columnas con las que se obtiene un esfuerzo cri- tico maximo, correspondiente a longitudes nulas, igual aay (Figs. 4.34 y 4.46 y ecuaciones 4.62 y 4.76) Aparentemente, por consiguiente, seria imposible evar las deformaciones unitarias de elementos com- primidos de acero estructural a valores mayores que el que corresponde a la iniciacién del flujo plistico, sen; esto, como se vera mis ade- ew sin que se pandi ante, invalidaria una de las suposiciones basicas del anilisis. pl tructural Sin embargo, la conclusién anterior esta en des. acuerdo con los resultados de miiltiples experiencias de laboratorio y con el comportamiento de las estruc- turas reales, pues se ha demostrado que pievas peque- ico y lo haria inaplicable al disefio es fias_y robustas de acero, comprimidas axialmente, pueden aceptar deformaciones mayores que e, sin pan- dearse y que, incluso, si su relacién de esbelter es in- ferior a un cierto limite, el pandeo puede posponerse hasta que todo el material esti endurecido por defor- macién, y se presenta bajo esfuerzos mayores que el de fluencia (Refs. 4.21, 4.32 y 4.33). Las teorias cli- sicas describen correctamente el fenémeno del pan deo en el intervalo elistico y en el inelistico entre el limite de proporcionalidad y el esfuerzo de fluen- cia, es decir, hasta que se alcanza la deformacién uni. taria g, pero son inaplicables mas alla de ese punto. En la Fig. 4.37 se ha trazado, en forma ligeramente simplificada, la curva esfuerzo.deformacién unitaria que se obtiene al someter una probeta de acero A36 a tensién 0 compresién (Refs. 4.21 y 4.33). En el intervalo elistico el material es homogéneo ¢ isdtropo; al Hegar el esfuerzo a gy s€ inicia ei flujo plistico, generalmente en forma brusca, sin que apa- rezca un limite de proporcionalidad distinto del es- fuerzo de fluencia pues la curva de transicién carac teristica de tos perfiles completos se debe a los esfuer- 20s residuales, que desaparecen en las probetas, y las deformaciones crecen considerablemente bajo estuer- Pandeo en el mtervalo de endurecimiento por deformacién 145 z0 constante, (le manera que el médulo tangente E, parece reducirse a cero. Sin embargo, ¢ es una defor- macién unitaria media, obtenida midiendo el alarga- iniento 0 acortamiento total de una cierta longitud de Ia probeta y, en realidad, dentro de esa longitud no hay ningun material cuya deformacién unitaria esté comprendida entre las correspondientes a la ini- ibn del flujo plastico, ey, y al comienzo del endu- recimiento por deformacién, ees, ya que él flujo plis- tico se presenta de una manera discontinua, en pe- quefias fajas inclinadas orientadas segtin los. planos de esfuerzo cortante maximo, en las que la deforma- cidn local pasa instantaneamente de ¢, a tea (Refs. 4.21, 4.32 y 4.34). Como una consecuencia, E, no se anula nunca, porque cuando parte del material esté atin en el intervalo elistico el resto ha pasado ya al de endurecimiento por deformacién. , en ha /emt 3000 = 2100 000KgAnt 63 000 keAm™ nis 2000 1000 07 Figura 4.37. Curva esfuerco-deformacién unitaria de una probeta de ‘acero A36 La deformacién de un elemento policristalino de acero cargado axialmente es elistica al principio (Fig. 438a y Ref. 4.34), pero cuando los esfuerzos cortantes idximos alcanzan un valor critico se forman planos de deslizamiento, que se inician en puntos débiies 0 en dislocaciones de la estructura cristalina y coineiden, aproximadamente, con las direcciones en que se pre- sentan Jos esfuerzos cortantes maximos (Ref. 4.35) 0) o—| Ho >) Plano de desiizamiento Figura 4.38. Deslizamiento de un elemento polierisalino Los planos de deslizamiento estén inicialmente en equilibrio neutro y el movimiento prosigue hasta que se desarrolla una resistencia en Ja tara de contacto de las dos superficies definidas por ellos; el efecto de este comportamiento es un salto finito y brusco en las deformaciones, desde ¢, hasta e-g En una zona sometica a esfuerzo constante el deslizamiento con- que sale de la regién critica 0 Wega a una superficie exterios, tintia hasta Metalirgicamente se ha observado que los planos le flujo, en los que el acero se desliza en una escala macroscépica, estén compuestos por muchas superfi- cies de deslizamiento individuales; la waza de un plano de flujo en la superficie exterior del cuerpo recibe el nombre de linea de flujo o linea de Liider. Como un resultado de los movimientos que se pre- sentan en los planos de deslizamiento individuales la superficie de una pieza de acero se vuelve irregular en la regién en que se forma una linea de flujo, lo que ocasiona el desprendimiento de cualquier recu brimiento frigil que haya en ella, como las costras de laminacién, proporcionando asi una indicacién de su presencia, En ensayes de laboratorio las lineas de fluo se hacen mas aparentes recubriendo la costra de laminacién con pintura blanca. se registran los esfuerzos y las deformaciones unitarias totales del elemento policristalino de la Fig. 4.38 se obtiene el diagrama o-e de Ta Fig. 4.37, en el que se ha llamado sey y £/h a la deformacién unita- ia y al médulo tangente correspondientes a la inicia- cién del endprecimiento por deformacién, Cuando e! elemento se encuentra en la condicién mostrada en la Fig. 4.386 la deformacién unitaria total est comprendida entre e, y sey, pero No hay en él ninguna zona cuya deformacién est entre esos limites, de manera que una representacién correcta de una parte cualquiera, en términos de esfuerzos y deformaciones, es la que se muestra en la Fig, 4.39, en la que la linea punteada horizontal, correspondiente al salto instan- tineo de Ia deformacién unitaria desde c hasta Sey, representa Ia formacién de un plano de flujo en la regidn considerada (Ref, 4.34) Estuerzo _ a ake ton E/n Deformacion Sy Uniterle & y Figura 4.39. Salto instantineo de la deformacién unitaria 146. La cotumna aistada En Ia Fig. 4.40 se han dibujado los diagramas de cuerpo libre y de deformaciones unitarias del elemen to de la Fig. 4.88; la deformacién en el plano de flujo no puede ser mayor que la correspondiente a la iacién del endurecimiento por deformacién, Sey ya que deformaciones mayores requerirfan aumentos en los esfuerzos, que ocasionarian nuevos planos de flujo; por consiguiente, todo el elemento debe haber fluido plisticamente antes de que se presenten esfuer- zos dentro del intervalo de endurecimiento por de- formacién, Linea de tla oy, LP, je cuerpo libre oy ey Diagroma de deformaciones unitarios Figura 4.40, Diagramas de cuerpo libre y de deformaciones unitarias del elemento de la Fig. 4.38 Si L es la longitud inicial de un espécimen seme- jante al de la Fig. 4.38 y WZ. la longitud plastificada fen un instante cualquiera, la longitud total en esa etapa de la plastificacién del espécimen es L-AL=L—(\- Ly-Ulsy (4.68) donde (1 ~ J) Le, es el acortamiento de las (I) L partes eldsticas en las que la deformacién unitaria es ty y YLse el de la porcién plastificada, que se en- cuehtra en Ia iniciacién del endurecimiento por de. formacidn y esté sujeta a un acortamiento unitario Sty La deformacién unitaria media en el espécimen, ees aM sd-watie 6h La expresién anterior puede escribirse e=atbey @—1) de donde se despeja (4.65) ey Si disminuye la fuerza que actia sobre el espécimen la iniciacién de la descarga es eldstica, al recuperar Ja estructura cristalina su forma original (Fig. 4.38), pero los desplazamientos que hayan tenido lugar en los planos de destizamiento son completamente irre versibles. Cuando los esfuerzos crecen por encima de oy que- dan relacionados con las deformaciones por el médulo de endurecimiento por deformacién E/h, En un dia- grama esfuerzo-deformacién obtenido en una prueba de tensién h es constante tan sdlo en la iniciacién del endurecimiento por deformacién, pero una gran parte de su variacién desaparece si se considera el diagra- ma o-e verdadero, basado en las dimensiones reales, del espécimen en cada instante del proceso de carga. La notable variacién de esas dimensiones en probetas en tensién exagera Ios cambios en el valor de h, pero en piezas comprimidas sucede lo contrario, de snanera que para deformaciones unitarias de compresidn cer- canas a ¢ = Sey puede considerarse que E/h es una cantidad constante (Ref. 4.54) El esfuerzo critico de pandeo de un miembro com- primido parcial o totalmente plastificado puede deter~ minarse en la forma usual, déndole un pequefio despla- zamiento lateral y viendo si regresa a, o se aleja de, su configuracién recta inicial Guando Ia deformacién unitaria media ¢ se encuen: tra entre ey y sey 1a longitud de la parte del miembro que ha fluido plasticamente se calcula con la ecua- cidn 4.65; la flexién lateral de la porcién restante si- gue inicialmente la ley lineal (4.66) M es el momento exterior, ¢ la curvatura y My y 4y los valores de esas cantidades correspondientes a la iniciacién del flujo. plistico, definidos por (4.67) My = Ely = —— as (4.68) ET es la rigides flexional elistica del miembro y & su peralte en el plano de Ia flexién. EI comportamiento de los planos de flujo, de ampli tud total WE, depende de Ia relacién a entre los incre, mentos de deformacién unitaria por flexidn, ere, y por compresién axial, tar Pandeo on el intervalo de endurecimiento por deformacion 147 ws ee = Otay El lugar geométrico de los puntos que no se despla- zan cuando se inicia la deflexién lateral del elemento €s una recta situada a una distancia 8 b del borde des- cargado (Fig. 4.41); por semejanza de tridngulos, p=3a-4 (469) Para que el pandeo se inicie de acuerdo con Ia teo- ria del médulo tangente no debe descargarse ninguna fibra del elemento, lo que se cumple cuando < 0,0 sea cuando a <1. La condicién extrema, correspon- diente a a= 1, se indica en Ja Fig, 4.42, en la que se han dibujado las deformaciones unitarias y los esfuer- 20s totales, asi como los esfuerzos producidos por la flexion. yt | TTT oy tq Fant Eqx'0-!) = Figura 4.41. Deformaciones unitarias producidas por la flexion late ral de un elemento plastificado Figura 4,42, Deformaciones y esfuerzos producidos por el pandeo lateral, de acuerdo con la teoria del médulo tangente La rigidez a la flexién en el plano de flujo ¢s CEI, y el coeficiente C se determina calculando Ia relacién ‘entre el momento interno (Fig. 4.42c) y la curvatura (Fig. 4.422). De la Fig. 4.420, fas 2 eae bf. Suponiendo que la barra tiene un grueso unitario, la magnitud de cada una de las fuerzas korizontales de la Fig, 442c es 1 Eb ear Eb 2 Re 4h y él momento interno vale eeEb 2, Eee Kb? Make 2 2 bee BE th 3 6h Llamando C, (£1) a la rigidez predicha por Ia teo- ria del médulo tangente, puede escribirse M___teekb® MEG ED 9. == Teniendo en cuenta que 1 = 63/12 y simplificando se llega, finalmente, a a (470) Siguiendo un camino andlogo, cuando a > 1 se ob- tiene la ecuacién 4.71, con la que se calcula el coefi- ciente de rigider flexional C,, de acuerdo con la teoria del médulo reducido: Gc, (4.71) rei) La rigidez a la flexién en un piano del flujo, C(ED), se encuentra entre los limites G, (EL) y G, (EI): a se han? = Ew (/)* 530 Tomando Eya = 63,000 kg/cm*, ¢ = oy = kg/em?, se obtiene hips pee 245 = 15.7. ‘Teoria del médulo reducido: EC, iy? Ger 698 = 26.4 Para acero A7 se obtiene experimentalmente un va- lor maximo de L/r cercano a 20, que esté compren- dido entre los dos anteriores (Fig. 4.43). (Los aceros ‘A7 y A86 tienen propiedades muy semejantes). 4.9 Férmulas de disefio De acuerdo con Ia teoria de Euler para pandeo elds- tico y con la del médulo tangente, modificada para tener en cuenta el efecto de los esfuerzos residuales, para pandeo ineléstico, el esfuerzo critico de una co- lumna cargada axialmente esté dado por una de las ecuaciones 4.46 0 4.61, que se reproducen aqui; a) Pandeo elastico mE — (4.46) om ae Cer = 8) Pandeo inelastico —te-en(£) ean En perfiles 10 H laminados, con esfuerzos residua. les producidos por el enfriamiento irregular que expe- rimentan en la tltima etapa de su fabricacién, se ob- tienen buenos resultados sustituyendo en la ecuacién 4.61 a Gre por ay/2, con lo que se Hega a Ja formula bisica propuesta por el CRC para disefio de columnas que se pandean en el intervalo inelistico: oe () ae E Vy, La representacién grifica de las ecuaciones 4.46 y 4.62 constituye la curva basica recomendada por el CRC para la determinacién de la resistencia de las columnas cargadas axialmente (Fig. 4.31). La ecpacién 4.46 es aplicable siempre que (4.62) er = By — TE on = Figs S08 — Pero se ha supuesto que ore = 4/2, lego our oy — Gre =,/2, de manera que la ecuacién 4.46 es aplicable a columnas de relacién de esbeltez mayor que (4.75) La ecuacién 4.62 puede escribirse en la forma si- guiente: Resumiendo: Para => 6, (pandeo elistico): wE 4.46) oe = Ea (446) L Para — < C. (pandeo inelistico) : (4.76) Gor = Oy [I1— ein? 202 Para obtener esfuerzos de trabajo se dividen los se- gundos miembros de las ecuaciones anteriores entre un coeficiente de seguridad adecuado. Eleccién del coeficiente de seguridad La eleccién del coeficiente de seguridad utilizado en el disefio de miembros comprimidos se basa esencialmen- Formulas de disefio 149 te en las mismas consideraciones que para barras some- tidas a cualquier otro tipo de solicitacién, Intervienen en ella, fundamentalmente, la precisién con que se co- nocen las cargas que obrardn sobre el miembro duran- te la vida Util de Ia estructura y las propiedades mecé- nicas del material de que estd compuesto, la mayor o menor exactitud de los métodos empleados en el and- lisis y disefio, la calidad de la mano de obra utilizada en Ia construccién, Ia importancia del elemento en consideracién dentro de la estructura en conjunto, y Ja trascendencia de una posible falla de ésta. ‘Como en todos Ios casos, debe entenderse con toda Claridad a qué condicién se refiere el coeficiente de seguridad empleado en un diseito; asi, cuando se trata de piezas en tensién indica seguridad respecto al flujo plastico o a 1a ruptura del material, cuando éste no es chictil 0 esté sometido a condiciones de carga que oca. sionan fallas de tipo frégil; en cambio, en piezas com. primidas debe referirse a su resistencia al pandeo, me- nos cuando tengan una esbelter tan reducida que fa- Tien por aplastamiento. Al juzgar la seguridad de los miembios comprimidos debe adoptarse un punto de vista prudente, ya que la falla de una columna puede ocasionar el colapso de toda la estructura, mientras que el flujo plistico de una pieza en tensién, o el del patin tendido de una viga, no representa en general un peligro grave, sino tinicamente produce deformaciones locales excesivas. Ademds, hay una serie de defectos (excentricidades en Ja aplicacién de la carga, deformaciones iniciales de los miembros, etc.) que juegan un papel secundario en piezas sometidas a tensién, por ejemplo, pero que pue- den afectar considerablemente Ia resistencia al pan- deo de las columnas, Se presenta también el problema de si el factor de seguridad debe ser constante, independiente de la re- lacién de esbeltez, o si debe variar con ésta. Las consideraciones que determinan el valor del co- eficiente de seguridad pueden dividirse en dos grupos: las variaciones no intencionales en las condiciones de carga, la falta de exactitud de los métodos de anilisis y disefto, la diferencia entre los valores supuestos y reales de las propiedades geométricas dle las secciones transversales de Ios elementos estructurales, etc., tienen Ja misma importancia en todas las partes de Ia estruc- tura y afectan a las columnas cortas y largas por igual, mientras que las imperfecciones accidentales, las dife- rencias entre las propiedades reales de los materiales y las supuestas, Ia imprecisién en Ia estimacin del gra- do de rigidez existente en los extremos, etc,, son face tores intimamente ligados con el disefio de columnas y pueden tener mayor 0 menor importancia seguin se trate de una columna robusta 0 de una esbelta, Las excentricidades no intencionales en a aplicacién de la carga, las curvaturas iniciales del eje y los es- 150. La columna aislada fuerzos residuales, ocasionan efectos mis marcados en columnas con relacién de esbelter media que en las argas; las variaciones en las caracteristicas mecén cas del material, sobre todo en el esfuerzo de fluencia, afectan apreciablemente la resistencia de co- lumnas cortas y muy poco la de las largas, cuya ca pacidad de carga es funcién del médulo de elastici- dad E, que es pricticamente constante; en cambio, un error en [a estimacién de la longitud efectiva tiene mayor importancia en Ia determinaciéa de la resi tencia de una columna larga que en la de una corti puesto que el esfuerzo critico varia poco en una zona amplia de relaciones de esbeltez reducidas, En vista de la multiplicidad de factores que inter: vienen en Ia resistencia de las barras rectas compri- midas, y dado que la influencia de algunos de ellos ¢s mayor en las cortas que en las largas mientras que con otros sucede lo contrario, o bien son independien- tes de la reiacin de esbelter, es dificil decidir si el factor de seguridad debe o no ser funcién de la re- lacién L./7; de hecho, existen los dos criterios, Sin em- bargo, en los iiltimos tiempos ha ganado terreno Ia idea de que se obtienen resultados més racionales si se incluye en el disefio un coeficiente de seguridad variable, funcién de la esbeltez de la columna; asi, las especificaciones alemanas (DIN 4114), por ejem- plo, utilizan un coeficiente de seguridad de 2.5 en el intervalo elistico, en el que aceptan la formula de Euler para el cilculo de los esfuerzos criticos, y de 1.5 en el ineldstico, con respecto a los esfuerzos cri- ticos proporcionados por la curva de Jezek (Ref. 4.87) Hasta 1961 las formulas recomendadas por el Ins. tituto Americano de la Construccién de Acero (AISC) estaban basadas en un coeficiente de seguridad cons- tante, independiente de la relacién de esbeltez, pero ese punto de vista se modificd en la revisién de las es- pecificaciones efectuada en 1961, en la que se introdu- jo un coeficiente variable, que se ha mantenido hasta Ja fecha; en Ia actualidad, en el caso de columnas muy cortas y con perfiles compactos, no susceptibles de falla por pandeo local, el AISC (Refs. 4.38 y 4.39) re- comienda un coeficiente de seguridad igual al de piezas en tensién, pues el endurecimiento por defor: macién ocasiona un aumento de resistencia arriba de Ja correspondiente al esfuerzo de fluencia; en colum- nas largas, que fallan por pandeo elastico, el factor dle seguridad se conserva sensibiemente igual al de es pecificaciones anteriores, y entre esos dos limites se obtiene una transicién suave definiéndolo por medio de la expresién CS. = coeficiente de seguridad = su) ny BC. aCe 5 => (4.77 zt @77) De acuerdo con esta ecuacidn, el coeficiente de segu- ridad C.S, vale 1.67 para L/r = 0 y 1.92 cuando L/r G,; para relaciones de esbelter mayores, dentro de la zona eliistica, se conserva constante el 1.92. isibles Determinacién de los esfuerzos pert Llevando os valores anteriores a las ecuaciones 4:46 y 4.76 y sustituyendo en ellas 1a longitud real L de la columna doblemente articulada por la efectiva KL, para que puedan aplicarse a otras condiciones cle apo- yo, se obtienen las expresiones siguientes para el cilcu Jo de los esfuerzos de trabajo de piezas rectas carga- das axialmente: Para KL/r > C, (pandeo elistico) WE 10476000 = TOON, gem? (4.78) = T9E RLF = RL? TB) Para KL/r < GC, (pandeo inetistico) (4.79) Al calcular el coeficiente de seguridad por medio de Ta ecuacién 4.77 es necesario introducir también en ella Ia longitud efectiva KE. Las ecuaciones 4.78 y 4.79 son las que recomienda el AISC para el diseito de piezas comprimidas, y en el Reglamento de las Construcciones en el D.F. se si- guen criterios andlogos, Para facilitar su aplicacién, evitando la necesidad de calcular en forma directa el esfuerzo permisible en ca da caso particular, se han tabulado los resultados pro- porcionados por las dos ecuaciones, de manera que co- nociendo el tipo de acero_usado en una columna y su relacién de esbeltez en Ia tabla se lee directamen te el esfuerzo permisible. La Tabla 4.2 porporciona los esfuerzos permisibles para acero A36, En contraventeos y miembros secundarios con re- lacién de esbeltez mayor de 120, el AISC permite in- crementar los esfuerzos de trabajo dividiendo los da- dos por las ecuaciones 4.78 y 4.79 entre 1.6 — (L/ 2007) (Ref. 4.38); estos esfuerzos mas liberales se jus: tifican en parte por Ja importancia relativamente pe- quefia de los elementos a los que se les aplican, y en parte por la mayor efectividad de las restricciones que suele haber en sus extremos; como la formula toma ya en cuenta la rigidez de las conexiones extremas, al em- plearla se utiliza siempre 1a longitud total del miembro, y el incremento de esfuerzos sdlo se aplica a piezas cuyos extremos estén impedidos de moverse, lineal y angular- mente. Tabla 4.2 Esfuerzos admi 1es en kg/em? para miembros en compresion (acero A 36) — —— Wir Principal y Seeucaros aera nee ss oat eeeee ay con ge 1 0200 EEE 6 Kgfem? 6 Kglem* r Kg/em’ 7 Kolem?| > Ka/em? r Ka/em? + Kalem? + wie | arrose] ot tor | ar mra | tor aos | nar ne | ast oto 2 asia | 42 tsa] a2 tao | 22702 | sez 400 | 122700 | 162. 208 a wsio | as tasz| os son | 12a ona | t0a aoe | zs ros | 80 eee 4 weor | 4 ize] oe s01e | tz a2 | sos 200 | 128 eee | tot sot s woe | as 1520] a5 sow | 25 or | 108 ace | 120 ao | 100 «1501 | as tar5 | ae sao | 26 cor | 100 ae | 120 aa | 100 ao > vase | a> re] 87 tone | sar est | ser 370 | ta om | ter aoe 2 woe | 4s 1500] 38 sors | 120 cer | se are | zocor | 100 00 8 wor | 49 1207] 901007 | 120 gar | 160 aca | 120 cet | 100. 7 10 wae | so 1200)” 20 ge | 130 22 | 170 26a | 100 esa | 170. aoe 11 tase | 51 zoe | ov oot | santa | anata | nate | on aaa 12 vaso | sz rare] ov oon | saz oa | rz ase | tea eet | 2 ato wm | ssn] os om | uaa oa | aot | rea as | va ar tara | ce rae | on 968 | 0405 | mae | tae ame | ame ars 1s wea | 58 ase | os 986 | ras sxe | as ona | tas aaa | 8 avo 17 wer | 57 ras] 97 000 | sar seo | tres | are | any aoe 1s sr | se zo] 08 © o00 | aa st | soar | tan coo | ire aor v2 asa] so rzaa] 9 om | sao saa | 1m aan | a0 eto | 0 aes 20 wis | oo ios} 100 gta | ao 626 | v0 at | 140 see | 100 a1 was | cr ras for ona | ser ze | ser aa | tat coo | er ast zz wa | 62 s2rz | 02 aoe | aa sat | tea at | tar oas | ez ao xvas | os 1205 f 100 oes | 4a sta. | tea ata | tes eo | 00. ae x taar | os toe | soe ary | ee coe | oa ato | tee os | oe ase awe | os 1101 | 05 as | sas 400 | 105 aor | vas aot | cee ate as uza | ce ze | 106 os0 | 148 400 | 10204 | ae see | 80 aso 7 “417 67 1177 | 107 849 147° «486 187 300 147° 562 187 451 ze ara | os 170 | 10800 | 42000 | 100207 | tan se | 180 a0 zwar | oo ez] 109 as0 | 49470. | sao ze | a0 ss | 100 so 1ae2 | 70155 | 10 az | 50467 | 190200 '| te. ao | 100 ae? av ror fom —atas fr art | aon gor | sone | asus | tor aae v2 ree | 72 tran] sz goa | so aee | soz nes | asa oer | tee as sso | 73 tnaa [ra 72 | 50 aa | too ae | tse sor | 100. ane rae | om trae | re rea | 50 aan | toe arm | toe san | t00 aes won | 7 ino {6 709 | 156 uaz | 1902 | ts sae | 100 ant ve 10 | 73005 | 10 74a | ssa azo | 192 ace | tee zo | 100 a0 we rass | 79 ross | tio 735 | aso ate | 90 aes | assis | 00 ae [40140 | eo somo | t20 r28 | 100 st0 | 200262 | 60 ota | 00 aor = R= percinntrar nomen 152 La columna aislada Como Ia ecuacién 4.79 se ha obtenido tomando co- mo base los esfuerzos residuales medidos en pertiles Jy H laminados, proporciona resultados mds conser- vadores cuando se aplica a perfiles tubulares lamina- dos, en los que los esfuerzos residuales son de menor ‘magnitud, y da lugar, en cambio, a disefios con un co- eficiente de seguridad menor cuando se utiliza para co. lumnas hechas con placas soldadas. Es probable que en un futuro cercano, cuando se cuente con mayor informacién que la que se tiene actualmente, se usen factores correctivos, que dependerin de la forma y de las caracteristicas de la columna, para modificar Ios valores dados por ella; sin embargo, reconociendo el gran ntimero de factores atin indeterminados que intervienen en el problema, el AISC la recomienda, hasta la fecha, en forma general. Criterio europeo La Convencién Europea de Ia Construccién Meté- lica, de la que forman parte once naciones, ha esta- blecido una curva fundamental esfuerzo de colapso: relacién de esbeltez en la que deben basarse las espe- cificaciones de disefio de los paises miembros (Ref. 4.31 y 4.40); esa curva (Fig. 4.44), que se ha deducido de los resultados experimentales obtenidos por me- dio de un niimero elevado de ensayos realizados so- bre perfiles laminados J y Hy utilizando para inter- pretarlos una filosofia de disefio estadistico-probabil tica, no tiene ecuacién determinada, sino esté defi- nida por el conjunto de los pares de valores ¢¢,—L/r. Simultneamente a la publicacién de su curva fun- damental, la Convencién Europea adopté las resolu- ciones siguientes (Ref. 4.40) : on oven? 2500|— 2 400 2000 |— Curva europea, ° 25 50 Figura 4.44, Curva europea para disefo de columnas cargadas axialmente. 0, esfuerzos permisibles 1. La Fig. 4.44 representa la “curva europea” fun damental de pandeo para perfiles laminados de di. mensiones pequefias y medianas, hechos con acero de 2400 kg/em? de limite de fluencia; se necesitan en- sayos adicionales para demostrar si es aplicable a los perfiles pesados, con espesores mayores de 3 cm, por ejemplo, teniendo en cuenta que el limite de fluencia es una funcién decreciente del grueso de los patines y la posibilidad de que los perfiles pesados presenten esfuerzos residuales mas desfavorables que los peque- fios 0 medianos. 2. Las barras de seccién T serin objeto de una curva mds desfavorable, que no ha sido determinada ain, 8. Las columnas I 0 H obtenidas soldando tres placas serén también objeto de una curva especial. 4, Se examinard mas adelante si las columnas en cajén, realizadas por medio de soldadura, pueden ser dimensionadas con Ia curva fundamental. 5. Se harén nuevos ensayos sobre barras tubulares laminadas de seccién circular y cuadrada para deter- minar si estas piezas, que contienen esfuerzos residua- les reducidos, pueden disefiarse por medio de una curva situada arriba de la fundamental. Posteriormente se han recomendado otras dos cur- vas con lo que se tienen tres, cada una de ellas apli- cable a tipos determinados de columnas laminadas 0 soldadas (Ref. 4.45). 4.10 Férmulas empiricas La falta de una teoria que explicase satisfactoriamen- te el comportamiento de las columnas que fallan por pandeo ineldstico hizo que durante mucho tiem- ~~ \ 1 9 gr~ 3} | | + 3 5 too 125 150175 Lr 2400 kglem* po se utilizasen en su disefio férmulas empiricas, ba- sadas en resultados experimentales, que proporcionan una transicién entre la curva de pandeo elistico (Eu- ler) y el estuerzo de fluencia, Estas formulas consti: tuyen la forma de disefio de columnas més antigua y tradicional, y algunas de ellas se encuentran toda- via en vigor en diferentes reglamentos, Las férmulas empiricas que se han utilizado con is frecuencia son (Ref. 4.2): Férmula de Rankine-Gordon EL esfuerzo permisible medio de compresién es o = Tyo (LA) donde a es un esfuerzo y b un factor numérico sin dimensiones, ambos fijos para un material dado. Escogiendo adecuadamente las constantes @ y b puede lograrse que la formula dé resultados que den- tro de ciertos limites concuerdan satisfactoriamente con los obtenidos en forma experimental; por ejem. plo, en sus especificaciones de 1949 el AISC recomen- daba que los esfuerzos permisibles de miembros se- cundarios en compresién, con relaciones «le esbeltez comprendidas entre 121 y 200, se calculasen con Ia expresion 1265 Ta Eis ooo * *8/™* De acuerdo con las especificaciones mencionadas, la formula de Rankine-Gordon se utilizaba fundamen. talmente en el intervalo de pandeo elistico. Férmula de la linea recta (o de Tetmajer) EL esfuerzo permisible en una barra recta comprimi- da es ay b son constantes que dependen de las propiedades mecanicas del material y del factor dle seguridad. Esta f6rmula se usa en las normas suizas (Ref. 4.37) , para relaciones de esbeltez comprendidas entre 10 y 110, haciendo a = 1.48 y 6 = 0.0075: = 14 o0075 Los resultados se obtienen en ton/cm?. Formulas empiricas 153 Férmula de la pardbola (pardbola de Johnson} —buye oe También aparecia en las especificaciones AISC de 1949, de acuerdo con las cuales los esfuerzos permi- sibles en miembros comprimidos de acero A7 (a, 2320 kg/cm*), principales o secundarios, con relacio- nes de esbeltez comprendidas entre 0 y 120, se calcu- laban con la expresi op = 1195 — 0.0341 (L/r)2, kg/cm? La ecuacién basica propuesta por el CRC para el disefio de columnas en el intervalo inelistico, de la que proviene la férmula recomendada en las especi- ficaciones actuales del AISC, es también parabélica, del tipo propuesto por Johnson (ecuacién 4.59) ; de hecho, la formula del CRC es tambi ta cierto punto, pero est basada en un estudio ted- rico que refleja el comportamiento real de las co. lumnas. Hay también un grupo de {érmulas empiricas en as que se trata de introducir en forma directa las im- perfecciones existentes en las columnas reales, que mnte en excentricidades. inevitables en Ia aplicacién de la carga, curvaturas iniciales de Ia columna y falta de homogeneidad del material de que esti hecha; todos estos factores se incluyen en la formula de disefio en forma explicita como una ex- centricidad 9 una curvatura equivalente, cuyo valor se ha tratado de deducir de los resultados de las mu chas experiencias de laboratorio con que se cuenta; de esta manera se obtiene una barra sometida desde un principio a flexocompresién, y el problema deja de ser uno de bifurcacién del equilibrio para conver- co gradual consisten bs tirse en uno de inestabilidad por aume de las deflexiones laterales. La férmula més conocida de este tipo es Ia de la secante (Ref. 4.1, 4.2 y 43) Férmula de Merchant En los tiltimos afios Ia férmula de Rankine-Gordon ha adguirido mayor importancia en algunos aspectos, gracias a los trabajos de W. Merchant (Ref. 4.41) La carga que ocasiona Ia falla de una columna, Pp, es siempre menor que Ia critica de Euler, Py, excepto en columnas muy largas, en las que es precisamente la de Euler; por consiguiente, puede escribirse que P,/Pe <1.0. Por otro lado, Py es siempre menor que la carga que ocasionaria el flujo plistico de la seccién transversal completa de la columna, Py = oy, ex cepto en piezas muy cortas en las que los dos valores son practicamente iguales, de manera que puede es- cribirse también que P,/P, < 1.0. Grificamente, los 154 La columna aislada resultados anteriores indican que la solucién de cual quier columna real se encuentra dentro del area OABG de Ia Fig. 4.48. ae Py A 8 Pe Figura 4.45, Representacion grifica de la formula de Merchant 4 /y G son los extremos cel Ingar geométrico de Jos puntos que representan las condiciones de falla puesto que tienen como coordenadas, respectivamen: te, Py/Py=1 (0 Pp = Py, columnas muy cortas)y P,/P, = 1, Pp = Pe, correspondiente a columnas muy Jargas. Entre ellos puede trazarse un mimero cualquic- ra de curvas, pero la mis titil es la linea recta AC, de ecuacién P,/Py = — P,/P, + 1: dividiendo todos sus términos entre Py y ordeniindolos se llega a la ecuacién 4.80, conocida con el nombre de férmula de Merchant, que relaciona la carga de falla, Pr, ta de Euler, Pr, y la de plastificacién, Py: . (4.80) Pr es la carga critica de Euler obtenida con la su- posicién de que la columna se comporta ebisticamen- te en forma indefinida, Py es igual a Ag, y Pp es la carga de falla, Sustituyendo Py.y Py por BA/(L/r)* y Agy y electuando algunas manipulaciones algebraicay se Me- ga (481) Esta ecuacién es un caso particular de la formula empirica de Rankine-Gordon, y se ha encontrado que proporciona aproximaciones razonables de lt resisten- cia maxima de columnas articuladas en ambos extre- mos pari today las relaciones de esbeltez, tanto en el intervalo ekistico como en el inelistivo, Desde un punto de vista tedrico la ecuacin 4.81 es mas correcta que la formula de Rankine-Gordon, ya que en ésta aparece una constante arbitraria en el de- nominador en lugar de ¢y/x* E, de manera que su re- presentacién grifica en Ia Fig, 4.45 es una linea recta que pasa por 4 pero no por C, y la curva go—L/r que ontal oy en el punto en que ésta se obtiene con ella es tangente a la recta hor correspondiente 2 o corta el eje de las ordenadas, pero no es asintética a Ja curva de Euler para columnas de relacién de esbel: ter elevada, Figura 4.46, Comparacién de varias curvas para disefio de columnas En la Fig, 4.46 se han trarado las curvas esfuerso de colapso-relacién de esbeltez del “Column Research Council” (CRC), europea y de Merchant (ecuacién 481), correspondientes a un acero con limite de fluen- cia de 2400 kg/em®, y las curvas europea y del ASC para esfuerzos permisibles La curva europea proporciona esfuersos de colapso menores que la del CRG, lo que una vex mis com prueba que las columnas reales nunca son capaces de soportar, en el interval elistico, la carga critica de Euler, sino fallan bajo esfuerzos un poco menores, (La curva europea es empirica mientras que la del GRG es, en el imervalo elistico, la representacién grifica de la frmula de Euler). Sin embargo, los coeticientes de seguridad se han escogido de tal manera que In curva europea para es{uerzos permisibles y la del A/SC, que esta basada en los estudios del CRC, coinciden en el intervalo elistico, y 1a primera esté por arriba de la segunda en el inelastico.* ‘La formula de Merchant proporciona esfuervos criti- cos bastante conservadores para todas Ins relaciones de exbeltez. 4.11 Disefio basado en Ia resistencia Ultima Para disefiar las estructuras tomando como base su resistencia maxima, en ver de utilizar esfuerzos perm sibles, es necesario tener {6rmulas que proporcionen la capacidad de carga cle los elementos que fas compo “En sus Recomendaciones de enero de 1977 (ref, 4.47) la Con- vencién Europea de a Construceién Metélica (CECM) propor- ciona Gnicamente esfuerzos criticos, y basa el disefio en ellos y ‘en solicitaciones multiplicadas por un factor de carga. hen; en el caso de columnas comprimidas axialmente esas {6rmulas son: Para KL/y > C. (pandeo ekistico) : BEA 20105004 4 5p (KL) (KE/1)2 Para KL/r < C, (pandeo inebistico) : Poo Py [-- L (4.83) En estas expresiones 4 es el sirea de la seecién trans. versal de la columna y Py es igual a A gy calculada con la ecuacién 4.82 0 4.83 se compara con la fuerza axial existente en la columna, producida por las solicitaciones de trabajo multiplicadas por el factor de carga deseado, Este es el criterio que se recomienda en las Normas Técnicas Complementarias para Diseno y Construccién de Estructuras Metilicas del Reglamento de las Cons- trucciones para el Distrito Federal, de diciembre de 1976 (Ref. 4.48). Si se quiere tener un coeficiente de seguridad que varie con la relacién de esbelter puede introducirse en el denominador de los segundos miembros de las ecuaciones 4.82 y 4.83 un factor, mayor que la uni- dad, que sea funcién de L/r (Ref. 4.42) Ejemplo 4.4 Determinar la capacidad de carga de trabajo de las columnas de la Fig, 4.47, utilizando las especificacior nes AISC de 1969. Todas son de acero A36, tienen la misma seccidn transversal y carecen de soportes rales. intermedios. Lss.00 Av earsent it caso [1 | 2 3 4 tg28.7Tem 5 «yt 8.200 wwe, | 10 | o7 | 20 | os Kem | 10 a1 | 06s Kun) or 12 | 30 Figura 4.47, Seccién transversal y condiciones de apoyo de las co- umnas del ejemplo 4.4 Disefio basado en la resistencia dltima 155 Puesto que ty 79 EI pandeo se inicia en el intervalo inelistico, 5 38 bins es =o 4) = 35 — + tac, See = 168T + 0285 — 0.081 = 1871 pF 798 ee [i y= (1 2 80 = S i wo (: Ix 12 2880 = 0.803 x 2530 = 2.040 kg/em? Gy = Ger/CS = 2 040/1.871 = 1088 kg/cm? Utilizando ta tabla 4.2 se obtiene directamente este esfuerzo permisible. Ejemplo 4.6 Una nave industrial esta formada por marcos rigidos con las caracteristicas indicadas en la Fig. 4.49, Es- coger un perfil IPR de acero A36 para las columnas (Ref. 4.46), suponiendo que trabajan en compresion axial exclusivamente y que deben resistir una carga de 35 ton. Utilicense las especificaciones AISC 1969. 1, Pandeo alrededor del eje x (Fig. 4.50). La columna esté empotrada en la base y ligada en el extremo supe rior a una armadura de rigidez varias veces mayor que la suya propia, de manera que se encuentra en el caso ¢ de la Fig. 4.12, para el que se recomienda K = 1.2. Se revisard una seccién /PR 25.4 x 14.6 cm (10” x 344") 81.3 kg/m (A = 39.93 cm? 1, = 10.52 em). 91". a, = 991 kgyem* KL/r, = (Tabla 4.2) 2x 80/1 Capacidad de carga de trabajo de la columna Pr 9.98 x 0.991 = 89.6 ton > 35.0 2. Pandeo alrededor del eje y (Fig. 4.51). La longitud libre de pandeo se reduce a 4.0 m, pues le seccién media de la columna esta fija lateralmente. El tramo inferior puede considerarse empotrado en la base y articulado en su otro extremo, y el superior biarticu- Jado. (Véase Ia configuracién deformada de la co- lumna en la Fig, 4.51). En esas condiciones el tramo critico es el superior, en el que K = 1.0. (Los despla- zamientos lineales estin impedidos por los contra: venteos colocados en las paredes de la nave, Fig. 4.496). VINVVYNAVYNNV/VNIN VAVAWN NVAVAININVAVAIN IN VAAN Problemas 157 EI radio de gito alrededor de y det perfil ensayado sa Les ty = 3.17 cm, luego KL/r, = 1.0X400/3.17= 126, a, = 663 kg/em?, P, = 26.4 ton < 35.0. Si quiere emplearse la IPR 25.4 X 14.6 x 31.3 de- terminada en 1 debe aumentarse a dos el mimero de puntos soportados lateralmente. Si esto no es factible © conveniente, se usard un perfil mayor, por ejemplo una JPR 25.4 x 14.6 X 37.3 kg/m (A = 47.42 cm’, 1, = 3.82 cm) KL/v, = 1.0 X 400/332 = 120, oy = 728 kg/em, Py = 34.3 ton = 35.0 Armaduras de contraventeo longitudinal 30.0m a + t - Orientocién de 80m = 8.0m 8.0m 8.0m 8.0m Fd 10s cotumnas i te Figura 4.49. Geometria y contraventeo de los marcos I i Hi) "7 Figura 4.50. Pandeo alrededor del ee x 4,12 Problemas Problema 4.1 Diséfiese una columna de 6 m de longitud, empotrada en un extremo, articulada en el otro y sin ningdn soporte lateral intermedi, utilizando perfiles JPR de acero A36 (Ref. 4.46) y empleando las especifica- jones AIS de 1969, para que resista una carga axial de 50 ton, Calctilese después su resistencia con la curva europea de la Fig. 444 y con las formulas cas del inciso 4.10, y coméntense Jos resultaclos empiri UN z f — centigr acl it == contgwoctin dempole ‘at pandeo Figura 4.51, Pandeo alrededor del eje y Problema 4.2 Determinar el perfil que debe emplearse en la cuerda superior de la armadura del ejemplo 4.5 para que tenga una resistencia igual a la obtenida en ese ejem plo, utilizando: a. Dos angulos en cajén. b. Una T. En ambos casos debe usarse acero A36 y tomar los per. files de la Ref. 4.46. Problema 4.3 Escéjase el perlil JPR amis ligero de los tabulados en Ja Ref, 4.46 que pueda utilizarse en lay columnas del ejemplo 4.6, si la fuerza axial es de 90 ton. 158 La columna aislada REFERENCIAS 4.1 T. V. Galambos, Structural Members and Frames, Prentice—Hall, Inc., Englewood Cliffs, N. J. (1968). 4.2 8, P. Timoshenko y J. M. Gere, Theory of Elastic Stability, 2a. Ed., McGraw—Hill Book Co Inc., Nueva York (1961) 4.3 F. Bleich, Buckling Strength of Metal Structures, Me Graw—Hill Book Co, Inc., Nueva York (1952). 44 B. G, Johnston, Guide to Design Criteria for Metal Compression Members, 2a. ed., John Wiley and Sons, Nueva York (1966) 4.5 G. Winter y A. Chajes, Torsional-flexural Buckling of Thin-Walled Members, Proc, ASCE, Vol. 91,814 (agosto 1965). Gerard, Introduction to Structural Stability Theo- ry, McGraw-Hill Book Co. Inc., Nueva York (1962). 4.7 F. R. Shanley, Strength of Materials, McGraw-Hill Book Go. Inc., Nueva York (1957). 4.8 L. Tall, A. W. Huber y L. 8. 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Normas Técnicas Complementarias para Diserio y Construccién de Estructuras Metilicas, Reglamento de las Construcciones para el Distrito Federal, Mexi- co, D. F. (diciembre 1966). CAPITULO 5 Pandeo lateral de 5.1 Introduccién Considérese una armadura sometida a flexién pura bajo la accién de pares iguales en magnitud y de sen- tidos contrarios, aplicados en sus extremos (cada uno de los pares puede sustituirse por dos fuerzas P, que obran a lo largo de las cuerdas), apoyada de manera que sus secciones extremas pueden girar libremente alrededor de sus ejes centroidales y principales x yy, pero estén impedidas de hacerlo alredecor de! longitudinal = Una de las cuerdas, la superior en el caso de la Fig. 5.1, que trabaja a compresién, se encuentra en condi- jones parecidas a las de una columna cargada axial mente: al mismo tiempo, la otra cuerda esta en ten. sién. Si los momentos, y por consiguiente las cargas P, crecen, Mega un instante en que el equilibrio de la cuerda comprimida se vuelve inestable, y se pandea lateralmente; la otra cuerda, sometida a tensién, trata de conservarse recta,lo que retrasa, pero no impide, el pandeo de la primera; su influencia es directamente proporcional a la rigidez de los elementos del alma de la armadura, que ligan las dos cuerdas entre si, Tuego aumenta con la escuadria de esas piezas y dismi- nuye si crece el peralte de la armadura. (Un fenémeno andlogo <« presenta en todos los casos de piezas en fle- xién, complicado, cuando se trata de elementos de alma Hena, por la mayor liga que hay entre los dos patines, que hace que aumente la influencia de cada uno de ellos sobre el comportamiento del otro) La cuerda comprimida de una armadura, 0 el pa. tin que trabaja en compresién en una viga laminada © en una trabe hecha con placas, tratan de pandear Jo mismo que cualquier elemento comprimido, rela, que alrededor del eje de menor momento de ir cen el caso en estudio suele ser el horizontal, pero esta forma de pandeo est impedida por las diagonales y montantes de 161 vigas Figura 5.1. Armadura en flexion pura Ja armadura 0 por el alma de la viga, por lo que eventual- mente se presenta el pandeo alrededor del eje vertical, cuando la fuerza de compresién alcanza el valor critico correspondiente. (Para que esto suceda es necesario que Ja separacién entre nudos y la resistencia de las diagona- les y los montantes sean adecuadas para impedir el pandeo vertical de la cuerda comprimida, y lo mismo puede de- cirse de la rigidez del alma de la viga 0 trabe armada). Cualquier viga apoyada en los extremos y cargada en el plano del alma puede pandearse lateralmente, excepto cuando ese fenémeno esté impedido por ele- mentos exteriores. Si el momento de inercia de sus secciones tranversales respect al eje centroidal nor. mal al plano del aima es considerablemente mayor que el que corresponde al otro eje centroidal y prin- cipal, el pandeo lateral y ¢l colapso pueden presen- tarse mucho antes de que Ios esfuerzos normales de- bidos a la flexién alcancen el limite de fluencia, Mientras las cargas que actiian en el plano del alma permanecen por debajo de una cierta intensidad, la viga se deforma tinicamente en ese plano y su equi- librio es estable, de manera que si se le obliga a adop- 162 Pandeo lateral de vigas tar una configuracién ligeramente flexionada lateral- mente, por medio de Ja aplicacién de un agente exter- no, recupera la configuracién plana al desaparecer éste. Sin embargo, al aumentar la intensidad de las solicitaciones ega un momento en que se hace po- sible una forma de equilibrio deformada lateralmente y retorcida, ademas de la plana: la carga menor para la que puede presentarse esta segunda forma de equi- librio es la critica de pandeo de la vi Gon objeto de obtener secciones econémicas, Jn ma: yor parte de los elementos de acero utilizados para trabajar en flexién se fabrican con momentos de inercia grandes respecto a uno de sus ejes principales, alrededor «lel que se presenta Ia flexién, y pequeiios respecto al otro, de manera que por si solos ofrecen poca resistencia al pandeo lateral. 5.2 Pandeo lateral eldstico 5.2.1 Vigas | sometidas a flexion pura Considérese una viga I, laminada 0 formada por tres placas soldadas, de eje recto, flexionada en su plano dle mayor resistencia por la accién de dos pares igu: les y de sentidos contrarios aplicados en sus extremos; éstos estan soportados verticalmente ¢ impediclos de givar alrededor del eje longitudinal de Ia viga, pero pueden hacerlo libremente respecto a cualquiera de sus dos ejes centroidales y principales. Se admiten, ademis, las hipstesis adicionales si- guientes: 1. La seceién transversal de la viga es constante, 2 Los esfuerzos normales méximos, obtenidos al superponer los ocasionados por los momentos exteriores con los residuales existentes en el perfil, estén en el intervalo elistico en el instan- te en que se inicia el pandeo. 3. La deformacién de la viga al flexionarse y re. torcerse es de tal naturaleza que no cambia la forma de sus secciones transversales. 4. Las cargas exteriores_permanecen paralelas a sus direcciones originales al desplavarse, angu- lar © linealmente, sus puntos de aplicacién, La Fig. 5.2 representa la viga en estudio. Al iniciarse et pandeo, una seccién transversal cual- quiera situada a una distancia x del extremo se des- plaza lateralmente y gira, como se indica en las Figs. 5.2b, cy d (antes de que empiece el pandeo la sec- cién. transversal considerada ya se ha desplazado, pe- ro conservindose en el plano de Ia flexidn; los des. plazamientos v (Fig, 5.2c) se inician en cuanto se em- piezan a aplicar los pares, pero los desplazamientos laterales w y las rotaciones ¢ no se presentan hasta (a) Figura 5.2, Pandeo lateral de una viga Ten flexién pure que los momentos alcanzan ciertos valores criticos) ; el vector M,, que representa el momento flexionante en la seccién considerada, estaba alojado sobre el eje x de la misma antes de la deformacién lateral y per- manece paralelo a su direccién original, de manera que al cambiar Ia orientacién de los ejes principales de Ia seccidn deja de coincidir con uno de ellos, lo que ocasiona la aparicién de momentos alrededor de los tres nuevos ejes de referencia, {9 y ¢- Por consiguiente, cuando el par flexionante a cado alrededor del eje de momento de inercia maximo aleanza un valor critico y la viga se deforma lateral. mente, el equilibrio exige que haya también flexién alrededor del eje de momento de inercia minimo y torsién, es decir, el pandeo esta asociado siempre con flexion lateral y torsion. La intensidad del momento de torsién varia a lo largo del eje de la viga, puesto que la proyeccién de M, sobre el eje £, que lo ocasiona, no es constante (en el caso de Ia Fig, 5.2, por ejemplo, esa proyeccién es maxima en Ios extremos y nula en la mitad del claro, ya que aqui el eje {se conserva paralelo al z, y el vector M, es perpendicular a él) ; la viga se en- cuentra en un estado de torsién no uniforme (capitulo 8) y su resistencia a la torsién es igual a Ia suma de los momentos resistentes correspondientes a la torsién de Saint Venant y a la resistencia al alabeo de sus sec- ciones transversales. Célcule del momento critico El problema que interesa resolver es el de la determi. nacién de Ja magnitud del momento M, para la que se presenta una bifurcacién dei equilibrio, es decir, el momento para el que es posible una configuracién en equilibrio ligeramente deformada lateralmente y retorcida, ademas de Ia plana, Para resolverlo se uti- Jizan las ecuaciones de equilibrio de segundo orden deducidas en el Apéndice A, en las que se introducen las condiciones P= Myy = Muy = 0, Mye= —Mye ©, ya que el problema en estudio es un caso particu- lar del presentado en ese apéndice. Teniendo en cuenta las condiciones anteriores, y Ha- mando M, a los momentos aplicados en los extremos de la viga, de manera que — Myr = Me = My, las ecuaciones AI7 a A19 se reducen a Baw" 6.1) (5.2) Rid’ — (R 4K) og ¢uM,=0 (63) En Ja ecuacién 5.1 aparece tan sélo el despla- zamiento vertical v, mientras que las ecuaciones 5.2 y 5.8 contienen simulténeamente el desplazamiento lateral w y el giro g, pero no el v: la primera ecua- cién es independiente de las restantes, mientras que las otras dos estan relacionadas entre si. Esto indica que la viga puede estar en equilibrio en una configu. racién deformada que se mantiene dentro de su pla no otiginal (v0, u= 4 =0), 0 en una configura. cin deformada fuera de su plano, que involucra al mismo tiempo desplazamientos laterales u y_giros ¢, ademis de los verticales v que se han presentado pre- viamente. EI comportamiento de la viga en el primer caso, correspondiente a la flexién en el plano de las cargas, queda descrito por la ecuacién §.1, que es la ecua- cién diferencial ordinaria de la flexién, BY (d? v/ dz) = —M,; puesto que no es homogénea, no co: rresponde a un fendmeno de pandeo, ya que los des- plazamientos v aparecen tan pronto como empiezan a aplicarse los pares M, y crecen en forma continua al aumentar su magnitud, Con las ecuaciones 5.2 y 5.8 se calcula el mo. mento critico de 1a viga en flexién pura de la Fig. 5.2; sus secciones transversales tienen dos ejes de si- metria, por lo que K = 0 (puede demostrarse que es- ta condicién se cumpie en secciones doblemente simé- tricas sometidas @ flexién pura, Ref. 5.1), y sus ex- tremos estan libremente apoyados, es decir, no pueden desplazarse en direccién vertical ni girar alrededor del ¢je longitudinal z, pero pueden alabearse libremente y girar alrededor de x y de y, de manera que las con- diciones de borde son u (0) = u (L) = 4 (0) =o (L) wu’ (0) =u" (L) = 9" (0) = 4” ) =0, que indican que los desplazamientos horizontales uy las rota- ciones g son nulas en ambos extremos y que no hay momentos alrededor del eje y ni esfuerzos longitudi- nales debidos al alabeo en ninguno de ellos. Haciendo K = 0 y teniendo en cuenta que By R, = EC, y R,= GK, (Apéndice A) las ecuaciones 52 y 53 se transforman en El,u" + $M, =0 (4) EC.” — GKp4’ + WM, =0 (3) Derivando la ecuacién 5.5 una ver, respecto a 2, y sustituyendo uw” por su valor dado por la 5.4, se obtie ne Ia ecuacién 5.6, en la q) cognita la rotacién ¢: aparece como tinica in- EC, 6" — GKz ¢” — (6.6) Esta ecuacién puede escribirse en la forma siguiente, divi- diendo todos sus términos entre EC,: 164 Pandeo Lateral de vigas GK M3 EC, * —e1,6, *=° Introduciendo los pardmetros M Bl, G, GK, EC,” de 7) toma la forma o¥ dad" — mg =0 * (68) cuya solucion (Ref. 5.1) es: $= C, cosh a, z+ Cysenh a,z + Cysen@,24C, cos ae (6.9) C, 4 C, son constantes de integracién, y ay y a valen _ | xt VEE Oe aay =k t¥ + De 6.1L aaj St) Al Ilevar a la ecuacién $.9 las cuatro condiciones de borde $ (0) = (L) = 4" (0) =” (L) =0 se obtiene un sistema de ecuaciones lineales y homogéneas simulténeas en las que las incégnitas son las cuatro constantes de integracién, que se satisface tinicamente si Cy= Co= Cy= Cy= 0 Golucién trivial, puesto que en ese caso $ y u son nullos, lo que indica que es posible una configuracién plana en equilibrio, cual- quiera que sea el valor de M,), 0 si se anula el deter- minante de los coeficientes de las incdgnitas, o deter- minante caracteristico, lo que caracteriza la condicién de pandeo. Desarrollando el determinante ¢ igualando el resul- tado a cero, se obtiene la ecuacién caracteristica 0 con- dicién de pandeo: (5-10) G + a2 y senh gL sen gL = 0 (6.12) Para obtener una solucién en Ia que ¢ y u sean dife- rentes de cero, correspondiente a un estado de equili- brio en una configuracién flexionada lateralmente y retorcida, los pardmetros a; y az deben satisfacer la relacién dada por Ia ecuacién 5.12, EI primer paréntesis no puede ser nulo, puesto que contiene la suma de dos mimeros positivos, y senh ou L €s cero tinicamente si a =0, lo que constituye un caso trivial, de manera que para que se satisfaga la a srocarie. ate sen Lb =0 (6.13) y el estado de bifurcacién del equilibrio se presenta cuando along, (n= 1,23...) (6.14) Los valores especificos de a para los que se cumple esta ecuaci6n constituyen los valores caracteristicos del problema Llevando las ecuaciones 5.7 a la 5.11 ¢ igualando a a na/L (ecuacion 5.14) se obtiene la expresin Todas las cantidades que aparecen en esta ecuacidn son conocidas, con la tinica excepcién del momento M, (Kr, Cae ly dependen de la geometria de las secciones transversales de la viga, G y E del material con que esté hecha, y L es su longitud) ; despejandolo se obtie- ne la intensidad de los momentos que deben aplicarse en los extremos de Ia viga para mantenerla en equil brio en una forma ligeramente flexionacla lateralmente y retorcida, para la que existen desplazamientos w y $, ¢s decir, el valor del momento critico de pandeo. Después de algunas manipulaciones algebraicas, la expresin para el momento critico de una viga de sec- cidn Zen flexién pura alrededor del eje de mayor mo- mento de inercia toma la forma mE (Moor r (ht De manera andloga al problema de pandeo de co. lumnas, solamevte tiene interés prictico el menor de los valores del momento critico, a menos que se obli- gue a la viga a pandearse segiin alguno de los modos superiores (correspondientes an = 2,3, etc) por me- dio de restricciones exteriores que impidan los despla- zamientos laterales y las rotaciones de una o mas de sus secciones transversales intermedias. Por esta razén en Ia ecuacién 5.16 se toma, en general, 2 = 1 uustituyendo la ecuacién 5.13 en las cuatro ecua- ciones homogéneas originales se encuentra que C, = C,=C,=0, y utilizando después las ecuaciones 5.9 C y 5.4 se pueden obtener expresiones para los despla vamientos @ y uv que son funcién de la constante de integracidn restante, Cy, cuyo valor no se conoce, sa- bigndose tan s6lo que es distinto de cero; se establece asi Ja configuracién de a viga pandeada lateralmente, pero no la amplitud de las deformaciones que experi- menta, la que permanece indeterminada. ta) Comportamiento de vigas en flexién pura Las, curvas de la Fig. 5.3. muestran, en forma esque- mitica, el comportamiento de la viga sometida a fle- xién pura de la Fig. 5.2; la curva M, — 6, momento-ro- tacién en un extremo (Fig. 5.32), representa el com- portamiento de Ja barra en el plano de carga, y las curvas M,—u 6 M,—¢, momento-lesplazamiento lateral 9 momento-rotacién alrededor del eje longitu- dinal (Fig. 5.30), describen el fendmeno del pandeo lateral. Si la viga fuese perfectamente recta y no hu- biese ninguna excentricidad en los momentos aplicados en sus extremos, las curvas M —u y M— q serian del tipo de la representada con linea lena, y el punto A corresponderia al instante en que se presenta la bifur- cacién del equilibrio; a partir de él la viga puede, en teoria, admitir momentos mayores, manteniéndose en su plano (trayectoria AB), o desplazarse lateraimente bajo momento pricticamente constante, de acuerdo con AC. En las vigas reales no se presenta nunca el fenéme. no de bifurcacién, debido a la existencia inevitable de imperfecciones iniciales que hacen que Ios desplaza- mientos laterales comiencen bajo momentos mucho mas pequefios que el critico (curvas con linea inte- rrumpida, Fig. 5.3), y la falla no tiene lugar por pan- deo propiamente dicho. Sin embargo, esas pequeiias im- perfecciones no afectan mayormente las deformaciones calculadas suponiendo un sistema ideal perfecto més que cuando las cargas legan muy cerca de los valores criticos del sistema ideal; cerca de la carga de pandeo, pequefios incrementos en las. solicitaciones ocasionan aumentos considerables en las deflexiones. La determinacién de la curva carga-deformacién de vigas con imperfecciones iniciales es larga y compli- cada, y rara vez se justifica en Ia prictica; en el disefio Pandeo lateral elistico 165 Bifurcocién det equilibrio c IN Efecto de imperfecciones jales (b) Figura 5.3. Comportamiento de una viga en flexin pura se utiliza la carga critica de pandeo correspondiente a un miembro inicialmente recto como un limite de la resistencia de las vigas reales aunque, como se mencio- né arriba, el pandeo propiamente dicho, por bifurca- cién del equilibrio, no se presenta nunca. Muchos es- tudios de laboratorio y una larga prictica de disefio han demostrado que este procedimiento ¢s razonable y proporciona resultados satisfactorios. En resumen, cuando el momento M, se acerca al valor critico, dado por la ecuacién 5.16, se presen- tan desplazamientos u y @ de magnitudes relativa- mente grandes y, para fines pricticos, puede consi- derarse que (M,)<, €s €l momento maximo que la viga puede resistir. Mientras M, es menor que (M.)er las deformaciones del miembro se confinan al plano que ocupa originalmente y estén regidas por la ecuacién 5.1, siempre que los esfuerzos méximos no Ileguen al limite de fluencia del material (0, lo que es lo mismo, siempre que M, sea menor que M, reducido por esfuer- zos residuales); tan pronto como M, alcanza el valor critico se inicia el pandeo lateral por flexotorsién y la viga falla por flujo plistico después de una deformacién considerable, mientras el momento se mantiene précti- camente constante, Momento critico de pandeo lateral Efectuando las operaciones indicadas dentro del ra. dical de la ecuacién 5.16, y haciendo en ella n= 1, toma la forma M) =F, /El, GKr+E*C, (6.17) La resistencia total que presenta el perfil al pan- deo lateral por flexotorsién esté compuesta por dos 166 Pandeo lateral de vigas partes; una, representad tro del 1, provien tar torsién pura, 0 de otra, a la que corresponde el segundo término, tiene su origen en Ia oposicién de los patines de 1a flexionarse tateralmen en su para resistir torsién por resistenci secciones transversales, la por el primer término den- de su capacidad para sopor- aint Venant, mientras que la apacidad abeo de sus es dec 5.2.2 Influencia de las condiciones de apoyo y de carge Las ecuaciones 5.16 y 5.17 se han obtenido supo: niendo que la viga esté sometida a flexién pura en st plano de mayor resistencia (alrededor del eje x) y que esti libremente apoyada, es decir, que sus sec- . fijas linealmente en ta direcciones x y yy angularmente alrededor de 2, pueden ala- bearse con libertad y girar sin restriccién alrededor de sus dos ejes. principales. E] pandeo Jateral de vigas con otras condiciones de apoyo y bajo solicitaciones diferentes de ciones extrem: flexién pura se ha estudiado utilizando métodos energéticos, Jos que han Hevado a la obtencién de resultados de aplicacién a continuacién se resumen de fos mis importantes. Si las condiciones de apoyo impiden Ia roi libre de las secciones extremas alrededor del eje y, Ia longitud E que aparece fuera del radical en la ecua- cién 5.16 debe multiplicarse por un factor Ky para obtener la longitud efectiva de pandeo y, andlogamen- te, si el alabeo de las secciones extremas esti restrin- gido, debe introducirse un segundo factor, K:, que multiplique a la longitud L contenida dentro det pa réntesis, para obtener Ia longitud efectiva de alabeo; de esta manera la ecuacién 5.16 se transforma en la 5.18, en la que los factores Ky y Kz tienen en cuenta, respectivamente, las condiciones de apoyo co. rrespondientes 2 giros alrededor del eje yy al alabeo de las secciones extremas. tic presenta un cin, Se ha supuesto de nuevo que n vale uno. En la Ref, 5.1 se presentan valores de Ky y K: para diferentes condiciones de apoyo, tomaclos de resultaclos obtenidos por Vlasov (Ref. 5.2). Para simplificar la aplicacién de la ecuacién 5.18 los valores exactos de esos coeficientes pueden sustituirse por los siguien tes, que dan resultados del lado de la seguridad (Ref. 5.1): 1.00, cuando los dos extremos estin libremente apoyados, 0.70 cuando uno es libre y el otro fijo, y 0.5, cuando ambos son fijos* (estos coeficientes son seme- jantes a los que proporcionan 1a longitud efectiva de columnas con condiciones de apoyo anvilogas) ; puede obtenerse asi los momentos criticos correspondientes a diversas combinaciones de las condiciones de apoyo: si, por ejemplo, uno de los extremos de Ia viga esti soldado a tope, con soldaduras de penetracién en alma y patines, a una columna muy robusta, y el otro esta conectado a otra columna por medio de un par de ingulos verticales de poca longitud adosados al alma, sin ninguna liga en los patines, puede considerarse que tanto la rotacién alrededor del eje y como el alabeo estan impedidos en el p' den presentarse casi libremente en el segundo; en esas condiciones se obtienen resultados conservadores to. mando K, = K, = 0.7. El efecto de solicitaciones distintas de la flexién pu- ra considerada originalmente se toma en cuenta mul- tiplicando el segundo miembro de la ecuacién 5.16 por un coeficiente C, que depende de las condiciones de carga. La posicién de las cargas respecto al centroide de las secciones transversales de la viga también influye adas mer apoyo y que los dos pue- en su resistencia al pandeo; las que estin ap arriba de él son mas desfavorables que las que actian en puntos situados debajo, ya que al iniciarse el pan- deo las primeras tienden a retorcer el perfil, agravando las condiciones en que se encuentra, mientras que las segundas tienen un efecto estabilizador, puesto que tratan de endererarlo; las cargas aplicadas en el cen- troide no influyen en este aspecto del problema ( 5A). 1 7 1 ! ! al Figura 5.4. Posiciones de las cargas respecto al centroide de las secciones transversales En estructuras reales puede haber cargas aplicadas en el patin superior, Fig. 5.5a (éste es el caso mds ‘comin, y que se presenta siempre que las cargas s¢ transmiten por apoyo directo sobre el borde superior de la viga; cabe sefialar aqui que en muchas ocasiones los mismos elementos que transmiten las cargas sopor- “Para determinar Ky se considera que un extremo es fijo cuando su giro alrededor del cje y etd Impedido, y libre cuando no hay" restricciones para ese giro: en la obtencign de K, los extre mos fijos son aquellos en los que no puede haber alabeo, y los libres los que pueden alabearse sin restricién, (a) Figura 5.5. Gasos en que las cargas estén aplicadas en el patin superior, en el centroide'o en el patin inferior de las secciones transversales tan lateralmente al patin, evitando la posibilidad de una falla por pandeo lateral), en el centroide, Fig. 5.5b (por ejemplo, cuando una viga principal soporta vigas secundarias que se apoyan en ella por medio de Angulos adosados al alma), o en el patin inferior, Fig. 5.5c (algunos tipos de apoyo de vigas secundarias en principaies, gras méviles colgadas del patin inferior de la viga de soporte, etc). La posicién del punto de aplicacién de las cargas con respecto al centroid de la seccién se toma en cuen- ta introduciendo un nuevo factor, C,, en la ecuacién 5.16. ‘Teniendo en cuenta los dos factores C, y C; y los coeficientes de longitud efectiva K, y Kz, se obtiene a formula mas general para el cilculo del momento critico de pandeo de vigas J con cualquier condicién de apoyo y de carga; como en Ia mayoria de los casos practicos las rotaciones ¢ alrededor del eje longitud nal estin impedidaseen los dos extremos, condicion su- puesta en la casi totalidad de los estudios tedricos, pue- de obtenerse una expresin general conservadora para €l calculo del momento critico que incluye tnicamente el factor de longitud efectiva K, (Ref. 5.3): Cy . EC, 2 2) Me = EE [aR|/ 1+ oR Ge) d+ cD Cin /BC, es (Z| ‘Se toma el signo negative que antecede al tltimo término cuando las cargas estén aplicadas en el patin superior, y el positive cuando actuan en el inferior; si la viga esté sometida a momentos en los extremos 0 a cargas aplicadas en el eje centroidal, C, = 0, y la ecuacién 5.19 se reduce a la 5.18 multiplicada por C, Por comodidad en la obtencién de tablas y gri- ficas que faciliten su aplicacién, conviene escribir la ecua- cin 5.19 en la forma (Ref. 5.3) Pandeo lateral clistieo 167 cea ay ees (b) Cod G rE Mey = [Bly GKr (6.20) en la que G, vale Gy Cm ae (6.21) GK, K es el factor de longitud efectiva para flexién alre- dedor dle los ejes principales verticales 9. EI pardmetro EC,/GK,, cociemte de la rigider al alabeo entre Ia rigidez a la torsidn simple del per desempefia un papel muy importante en el pandeo lateral de vigas, y aparece en la mayor parte de las formulas relacionadas con él; su rair cuadrada suele designarse con la letra a:* (6.22) J (21a) Con esta nomenclatura la ecuacién 5.21 se reduce a . lV Le gag d+) + CO Ki Los coeficientes C, de vigas J sometidas a condi- ciones de carga que son frecuentes en estructuras rea- les pueden determinarse utilizando las curvas de las Figs. 5.6 a 5.9. La Fig. 5.6 cubre las vigas con carga uniformemente repartida y la 5.7 las que tienen una carga concen- En of] capitulo 8 s¢ utiliza una constante ), definida por la cccuacion 3.32, que es igual a 1/4, 168 — Pandeo lateral de vigas 50 * (461 wi iP 7 4 EL et ae it na | T 7 f- vi ‘A1] sente an tos entrance do 10 eae, roe 42 7 tt Lf — ia ara 0808 siguientes: /\ : $ . Lid AeA ale 2 oan Lo primera letra indica tos condiciones. de ‘ep0y0 de le viga relotivas a giros alrededor el aie verticat "y": ‘A,loe extremos pueden girar libremente. Bylos extromos estén fijos S, cargo oplicoga en ol potin superior carga aplicade en of ele centroidot 1 ,corga epticnde an of petin interior on 03 05 o7 09 o/t 1 Figure 5.6. Valores del coeficiente Cq para vigas I con carge uniformemente repartida y diversas condiciones de apoyo Pandeo lateral elistico 169 50 481 3er2ei ig 4ar | ; Fl Cy J 7 t 46 tt + NOMENCLATURA Le primera letra indica los condiciones de ‘apoyo de la viga relotivas © giros olrededor al aje vertical "y": A,los extremos pueden giror libremente B,los extramos estén toe Lo segundo tetra corresponde a Ia posicién de 1a carga respecto ol aje centroidal ¢2 10 viga : 'S, £0rga aplicado en #1 potin superior C, carga opticada en et eje centroidal 1, corga opticada ene! patin inferior On 03 Os O7 0.9 of 1 Figura 5.7. Valores del coeficiente Cg para vigas I con una carga concentrada en el centro det claro y diversas condiciones de apoyo 170 Pandeo lateral de vigas 50 ce | 46 NOMENCLATURA Code curve estd desig- ads por en nian ora tetra. El ndmero indica to con dicién de carga;se hon conslderado tos cinco cg 208 siguientes: B,loe extremos extdr tijos. | 2 ° a2 04 os 8 1.0 124 4 Figura 5.8, Valores det coeficiente Cq pore vigas I flexionadas por pares aplicados en sus extremos 26 22 Pandeo lateral elistico Los curves de esto figure corresponden a tos cosos si— avientes: IAS, |AC,1AT IV: AVS,IVG,IVI 2vc + = we — Fi 2 Z envoladizo,cargo _Viga en voladizo, aplicade en el potin su - perior, en el je centroi- dal y ene potin interior, in aplicadas enelpatin respectivamente, joryen el eje centroi - dal y en et potin interior, amente | | Z aa Ae o x ca de ; EA Al er 0.2 0.4 0.6 o. 1.0 L2 oft 1 Figura 5.9. Valores del coeficiente Cg para vigas I con varias condiciones de apoyo y carga 171 172 Pandeo lateral de vigas trada aplicada en el centro del claro; en ambas se han trazado curvas correspondientes a cargas_apli- cadas en el patin superior, en él inferior o en el cen. troide de las secciones transversales, y se han tenido en cuenta diferentes grados de restriccién de los gi 10s de las secciones extremas, alrededor de sus dos ejes principales; respecto 2 los ejes horizontales x se han cubierto las dos condiciones limite (restric- ciones nulas, que corresponden a vigas libremente apoyadas, y restricciones totales, correspondientes a empotramientos) y dos intermedias, mientras que res- ecto a los ees verticales y se han considerado tan s6lo los ‘casos en que los apoyos pueden girar libremente o estén to- talmente impedidos de hacerlo. La Fig. 5.8 contiene una coleccién de curvas co- rrespondientes a vigas sometidas a flexién bajo la ac- cién de dos pares de diferentes magnitudes y signos: cubren las dos condiciones extremas de restriccién alrededor de los ejes y de los apoyos (giros libres totalmente impedidos). Por iiltimo, la Fig. 5.9 proporciona los valores de para una viga libremente apoyada con dos cargas concentradas, aplicadas a distancias de los apoyos iguales a un cuarto del claro, y para una barra en voladizo con dos condiciones de carga diferentes, uni formemente repartida y concentrada en el extremo. En todos Jos casos se ha supuesto que no pueden presentarse giros alrededor del eje longitudinal z en ninguno de los extremos de las vigas, y que éstos es- tan, ademas, impedidos de desplazarse lateralmente. La informacién necesaria para el trazo de las cur- vas de las figuras anteriores se ha obtenido de las Refs. 5.3 a 5.7; la Ref. 5.6 contiene material adicional, que no se ha presentado aqui, relative a vigas con con- diciones de apoyo intermedias respecto a los cjes verticales. Con las curvas de las Figs, 5.6 a 5.9, interpolando cuando sea necesario, pueden obtenerse valores de C, suficientemente precisos para la mayor parte de los casos que se presentan en [a practica, en los que in- teresa determinar el momento critico de pandeo de vigas con diversas condiciones de carga y de restric: ciones en los apoyos, Hay también estudios sobre la inestabilidad lateral, en el intervalo elistico, de vigas continuas (véanse, por ejemplo, las Refs. 5.8 y 5.10), pero son de menor importancia practica porque éstas son mucho menos comunes, en estructuras reales, que Jas de un solo tramo apoyadas en los extremos en Co- lumnas o en otras vigas, De todas maneras, se puede obtener un limite inferior de la carga de pandeo de tuna viga continua suponiéndola formada por tramos libremente apoyados sometidos a Ja accién de los mo- mentos y fuerzas cortantes que obran en cada uno de ellos en la viga real, y tomando la menor de las cargas criticas de las _vigas individuales obtenidas asi (Ref..9.9). Conocido el momento critico de pandeo, el esfuer- 20 normal critico correspondiente se obtiene dividién- dolo entre el médulo de seccién del perfil utilizado, de manera que ese esfuetzo se puede calcular con cualquiera de las ecuaciones 5.16 a 5.20; especifica- mente, la ecuacién 5.20 Neva a Gy 5 ee ‘. oer gt VEL OR, (628) 5.2.3 Vigas de seccién tronsversal rectangular, maciza © hueca E] momento critico de pandeo elistico de vigas de seccién transversal rectangular se obtiene siguiendo el camino empleado para las de seccién J, pero te- niendo en cuenta que su rigidez al alabeo, EC,, debe tomarse igual a cero (Ref. 5.10) Introduciendo esta simplificacién se Ilega al re- sultado siguiente: (Me) er VE, GRe (6.24) Esta ecuacién es la 5.16, deducida para vigas de seccién I, en la que se ha hecho EC, = 0. La tabla I de la Ref, 5.11 contiene los coeficientes nm para dliversas condiciones de carga y apoyo; pues- to que el valor minimo de esos coeficientes es m, se obtienen resultados conservadores si se aplica la ecua- cién 5.24, con n = 1, en todos los casos. La constante K, de secciones rectangulares macizas puede calcularse, con precisién suficiente para fines practicos, con la ecuacién (Ref. 5.3) ae K,=—{— - 0210 3 en la que des el lado largo del rectingulo y ¢ el corto, La expresin anterior conduce a errores mé (det orden del 12 por ciento, del lado de la seguri- dad) cuando se aplica a secciones cuadradas, en las que no es necesario investigar la posibilidad de pan: deo lateral; para un rectingulo con relacin d/t=1.5 el error es de solo 1.5 por ciento, y tiende rapida- mente a cero cuando d/t aumenta; en secciones muy angostas puede tomarse Ky = dt!/3. La ecuacién 5.24 puede utilizarse también para determinar el momento critico de pandeo lateral elis- tico de trabes en cajén formadas por cuatro places, cuyas secciones transversales son rectingulos huecos. Cuando el espesor de las paredes es pequefio com- parado con las dimensiones de la seccién, lo que sucede casi siempre en estructuras de acero, 1a cons- tante de torsién K, se calcula con la férmula siguien- te, que proporciona precisién suficiente para fines practicos (Ref. 5.3)* 4A} 2b? dt Areas bod fe rte $ Ay es el drea total encerrada entre los ejes de las placas que forman la seccién, y las demas cantidades se definen en la Fig. 5.10. == Figure 5.10. Seocion en cajén E] esfuerzo critico de pandeo se obtiene, lo mismo que para secciones transversales de cualquier forma, dividiendo el momento critico entre $,5 si, ademés, se toma n=} en Ia ecuacion 5.24, se llega a ® or = Sp V Bly CRe (25) Las caracteristicas geométricas de las vigas de sec: ién en cajén de proporciones usuales son tales que 1 esfuerzo critico dado por la ecuacién 5.25 se en- cuentra muy por arriba del limite eldstico, lo que in- dica que Ia falla se presenta por pandeo lateral en el intervalo inelastico, y deben corregirse los resultados obtenidos hasta ahora, 5.3 Pandeo lateral inelastico 5.3.1 Comportamiento de vigas de diversas longitudes De manera semejante a lo que sucede en batras cor- tas comprimidas axialmente, el pandeo lateral de vigas de pequefia longitud se inicia en el intervalo inelés- *Vease la pag. 82 Pandeo lateral inelistico 173 tico, ya que se Hega al esfuerzo de fluencia en al- gunas zonas de sus secciones transversales antes de que el momento alcance el valor critico. Los resulta- dos proporcionados por la teorfa elistica deben corre- girse en esos casos teniendo en cuenta la pérdida de rigider de la viga ocasionada por la plastificacin parcial, anterior a la iniciacién del pandeo, de sus secciones tranversales. (El esfuerz0 critico dado por la ecuacién 5.28 aumenta al decrecer ta longitud de Ia viga hasta que, para una longitud que depende de las caracteristicas geométricas del perfil y de las mecdnicas del material, se hace igual al correspon. diente al limite de proporcionalidad y, para vigas més cortas todavia, sigue aumentando, tendiendo ha- cia infinito mientras ZL tiende a cero. La ecuacién 5.28 deja de ser aplicable tan pronto como el es- fuerzo calculado con ella sobrepasa el limite de pro porcionalidad, pues en ese instante se invalida una de las hipétesis basicas que Mevaron a su obtencién) Si la viga es suficientemente corta, el momento que actia sobre ella puede egar a adquirir el valor M,, y atin superarlo gracias al endurecimiento por defor- macién, sin que haya problemas prematuros de pandeo lateral, Para ello es necesario, ademés, que las relaciones ancho/grueso de los elementos planos que componen sus secciones transversales sean tales que se eviten fallas por pandeo local bajo momentos de menor intensidad. (Por ahora se supone que ése es el caso, dejando para més adelante el estudio deta- Mado del pandeo local y de su influencia sobre la capacidad de carga de las barras en fiexién). Por consiguiente, desde el punto de vista de su re. sistencia al pandeo lateral, una viga de acero some: tida a flexién se comporta de alguna de las tres ma- neras siguientes: si es muy corta sus secciones trans. versales se plastifican por completo antes de pandear- se, si es de longitud intermedia su resistencia se ve disminuida por una plastificacién parcial que precede al pandeo el que, por tanto, se inicia en el intervalo inelastico, y si es larga su capacidad de carga queda controlada por pandeo elistico; un mismo perfil pue- de comportarse de cualquiera de las tres maneras mencionadas, dependiendo de la separacién que haya entre sus secciones transversales fijas lateralmente. (Debe tenerse en cuenta que al hablar de la “longi: tud” de una viga, con referencia a problemas de pan- deo lateral, no se estd pensando en su longitud real, sino en la distancia entre secciones fijas lateralmente, a Ia que se suele lamar longitud libre de pandeo, ya que es comiin el empleo de contraventeos que im- piden las rotaciones y movimientos laterales de de- terminadas secciones, con objeto de aumentar la ca- pacidad de carga del elemento estructural, elevando su resistencia al pandeo.) Los tres intervalos en que puede descomponerse el 174 Pandeo lateral de vigas momento resistente Ce “e te te w Figura 5.11. Comportamiento de vigas de diferentes longi- tudes comportamiento de una barra flexionada se ilustran en Ia Fig. 5.11, en la que se muestran los momentos resistentes en funcién de las longitudes libres de pan- deo. En el primer intervalo, en ef que la inestabi lidad lateral (como se mencioné arriba, se supone por‘ahora que no hay problemas de pandeo local) limita la capacidad de deformacién, pero permite que se alcance, y aun se sobrepase, el momento plistico resistente de la seccién, las vigas pueden utilizarse en estructuras diseftadas plisticamente; en los otros dos no son adecuadas para disefio plistico, pues ni son capaces de resistir el momento M, ni tienen capacidad de deformacién adecuada; su uso queda restringido a disefios basados en esfuerzos permisibles y a las regiones de las estructuras disefiadas plisti- ‘camente en las que el material permanece en estado elistico, En las zonas de formacién de articulaciones plisticas deben colocarse elementos de contraventeo lateral suficientemente cercanos para que las longitu- des libres de pandeo queden comprendidas dentro del primer intervalo, aunque en el resto de la estructura estén en el segundo o tercero. La porcién AB de la Fig. 5.1la representa el com- portamiento de miembros muy cortos, en los que todo el material se endurece por deformacién antes de que se inicie el pandeo (esta zona, de gran interés en el disefio plistico, se discute mas adelante), y el tramo CD representa el pandeo elistico clisico, Las curvas AB y CD son hipérbolas que no se cortan y la tran- sicién entre ellas, curva BC, corresponde al pandeo ineldstico, que se presenta cuando algunas partes de las secciones transversales de las vigas han fluido ya plisticamente mientras el resto se conserva en estado elistico: ésta es la parte de la curva que se estudia a continuacién, En las Figs. 5.11, ¢ y d se han trazado, esquem- ticamente, las curvas M-u 0 M-o de tres vigas que se encuentran en cada uno de los intervalos de pandeo mencionado; debido a los esfuerzos residuales, el com portamiento eldstico termina cuando el momento al- canza el valor M,, que puede ser apreciablemente menor que My. 5.3.2 Pandeo lateral de vigas de longitud intermedia Considérese una viga de seccién transversal rectangu- lar (Fig. 5.12) sujeta, en el instante que precede al pandeo, tinicamente a un momento M, que produce Tos esfuerzos mostrados en Ia Fig. 5.122, correspon: Figura 5.12, Pandeo lateral inelistico de una viga de sec- cin transversal rectangular Figura 5.13, Diagrama esfuerzo-deformacién idealizado dientes al diagrama esfuerzodeformacién idealizado de la Fig. 5.18; puesto que la seccién transversal esté ya parcialmente plastificada, el pandeo se inicia en el intervalo ineldstico tan pronto como el momento cre- ce ligeramente. Al pandearse la viga las secciones trans versales se desplazan hacia un lado y giran, lo que oca- siona la aparicién de momentos Mg My y Ms. (Fig. 5.120) Las ecuaciones basicas para la solucién del proble- ma del pandeo eldstico siguen siendo validas en el intervalo inelastico si al aplicarlas se tiene en cuenta origina una reduccién de los coeficientes Ely, EC, y GKy. La dificultad fundamental que se presenta al tratar de calcular el momento critico de pandeo in eldstico estriba en la determinacién de las variacio nes que experimentan las rigideces, tanto a flexin como a torsion, ya que conocidas éstas puede apli- carse la ecuacion 5.16. Si se desprecia el efecto del momento Ms el pro- blema se reduce a determinar Ja resistencia que opone Ta seccién parcialmente plastificada a la accién de un pequefio momento My; para su solucién pueden se- guirse dos caminos diferentes: @) Se supone que la resistencia que opone ta sec cién transversal a Ia iniciacién det pandeo depende de la rigider de la zona que se encuentra en estado elistico un instante antes de que la barra se deforme lateralmente, puesto que el médulo de elasticidad E vale cero en las regiones plastificadas; por consiguien: te, el coeficiente de rigider a la flexién alrededor del ee y es EI,)y = Edy 6°/12; se supone, ademés, que se presentan deformaciones laterales crecientes bajo momentos Mg y My de intensidad constante, ) En el instante en que se inicia el pandeo apa- rece un momento My que, por pequefio que sea, oca- siona alargamientos en la mitad de la viga mis ale. jada de su posicién original y acortamientos en la otra mitad; al superponerse estas deformaciones con las producidas previamente por el momento M, algu- nas de las zonas plastificadas originalmente regresan al intervalo elistico, de acuerdo con la_trayectoria de descarga DC (Fig. 5.13) propia del acero, con lo que la rigidez de la viga aumenta a = ah + a) T, es el momento de inercia de la zona central, que se conserva en estado eldstico durante todo el pro- ceso, mas el de los dos recténgulos marcados en negro en Ia Fig. 5.12c, que regresan a ese estado al pan- dearse Ia viga. Pandeo lateral inclastico 175 primer camino para el cilculo de las rigideces esté basado en las condiciones existentes inmediata- mente antes de Ia iniciacién del pandeo, y el segundo en las que prevalecen inmediatamente después. Pues to que las fuerzas que aparecen durante la flexién la- teral y el giro de la barra no hacen que aumente casi nada la profundidad de las zonas plastificadas y, en cambio, devuelven la mitad de esas zonas al interval elistico, la segunda rigidez es mayor que la primera y proporciona un momento critico mas grande, Se reconoce en seguida la misma paradoja que fue resuelta por Shanley en el pandeo inelistico de barras rectas comprimidas axialmente (Cap, 4) y sus conclu: siones son también vélidas ahora, Jo mismo que en cual- quier problema de bifurcaci6n del equilibrio en el intervalo ineléstico: 1, la carga critica basada en la primera supo- sicién, que corresponde a la teoria del médulo tangente (descarga de las fibras segin la trayectoria DB, Fig. 5.13), es siempre menor que la basada en la segunda, que es la predicha por Ia teorfa del médulo reducido; 2, las dos cargas constituyen limites inferior y superior, respecti vamente, de la resistencia méxima real de la viga; 3, la carga critica que predice la teorfa del médulo tangente es la méxima que puede soportar una viga perfectamente recta sin deformarse lateralmente, Estas conclusiones se ilustran en la Fig, 5.14. Mo (Mo ler , teoria det médulo reducido = (ito lax: ———— ——— Mig er, teoria det médulo tangente 5 Mae eo ue Figura 5.14. Momentos criticos predichos por las teorias del médulo tangente y del mbdulo reducido y resistencia, méxima real Con las ecuaciones 5.4 y 5.5 se puede calcular el momento critico predicho por Ia teoria del médulo tangente, utilizando los valores que tienen las rigide- ces en el instante anterior a la iniciacién del pandeo. Al presentarse en seguida deformaciones laterales cam: bia la distribucién de las zonas plastificadas de ma. nera que las rigideces, y hasta las ecuaciones diferen- ciales, se modifican radicalmente. Eventualmente se aleanza un valor maximo del momento, a partir del cual se inicia la descarga, 176 Pandeo lateral de vigas EI calculo del momento resistente maximo de vi- gas perfectamente rectas, 0 con pequefias excentri dades iniciales, que se pandean en el intervalo inelis- tico, es muy complicado por lo que, como en las colum- nas, se toma como momento critico el predicho por la teorfa del médulo tangente que es, en la mayoria de los casos, una aproximacién razonable del momento maximo que puede soportar la viga (Ref. 5.1 y 5.12). 5.3.3 Determinacién de la carga de pandeo de acuerdo con la teoria del médulo tangente Silos esfuerzos maximos exceden el limite de propor- cionalidad del material en el instante en que se inicia el pandeo, el momento critico de una viga J en flexién pura puede calcularse por medio de la ecuacién 5.16, sustituyendo los médulos E y G por Er y Gr, que son Jos valores efectivos de acuerdo con la teoria del mé- dulo tangente. (Segin Timoshenko y Gere (Ref. 5.10) puede suponerse que la rigidez torsional disminuye en Ja misma proporcién que la rigidez a la flexién lateral, Jo que eva a resultados conservadores porque, a di ferencia dela segunda, que es funcidn principalmente del comportamiento de Ios patines, la rigidez torsio- nal depende tanto de éstos como del alma, que se conserva en su mayor parte en estado elastico. Por con- siguiente, mas alli del limite de proporcionalidad ambas rigideces, a flexién y a torsién, disminuyen en la relacién E,/E). Este método es ancilogo al utilizado en el estudio del pandeo inelistico de columnas, pero el hecho de que ios esfuerzos varien en los distintos puntos de las secciones transversales de las vigas, ocasionando los cambios correspondientes en E, y Gr, complica el problema en un grado tal que hasta la fecha no ha podido ser resuelto de una manera completamente racional. Ademés, los. esfuerzos residuales existentes en os perfiles de acero estructural hacen que la teoria del médulo tangente no sea directamente aplicable, ya que la viga se comporta como si estuviese formada por un material no homogéneo, tal como sucede du rante el pandeo ineléstico de columnas, EI problema del pandeo lateral inelistico de vigas sometidas a flexién pura ha sido estudiado por varios investigadores debido a que es un caso de cierto in- terés prictico, pues constituye uno de los tipos mis severos de solicitacién en flexién, y a que es relati- vamente sencillo, gracias a las simplificaciones intro- ducidas en é1 por la igualdad de los esfuerzos en to das las secciones transversales, lo que hace que todas cllas estén plastificadas en la misma extensién y ten- gan rigideces efectivas iguales. El problema se com- plica si el momento flexionante varfa a lo largo del eje de Ia barra, ya que al cambiar de una seccién a otra la amplitud de las zonas plastificadas y las rigi- deces efectivas debe resolverse como si se tratase de una viga de seccién transversal variable. Uno de los estudios mis completos sobre el pan. deo inelistico de vigas en flexién pura es el repor- tado en Ia Ref. 5.12, en la que se investiga el com- portamiento de barras de seccién tomando en cuentit Ia influencia de los esfuerzos residuales existentes en los perfiles laminados de acero estructural, Aceptando Ia distribucién de esfuerzos residuales simplificada de la Fig. 5.15 y superponiéndole los producidos por Ia flexién, se puede determinar como estin distribuidas las zonas plastificadas en las sec- ciones transversales de la viga cuando obra sobre ella un momento de intensidad cualquiera, comprendida entre M, (1—oy0/a,), para la que aparece por pri mera ver el esfuerzo de fluencia, y M,. El flujo plis- tico se inicia en los extremos del patin comprimido Se <1 Oe #03Gy bt on [ srscticanp= Figura 5.15. Distribucién simplificada de esfuerzos residua kes Zonas plastiticodos en compresién Centroide de la seecién Centro de cortante del nucleo eldstico Zona plastificada en tension Figura 5.16, Distribucién de zonas plastificadas yen Ia zona central del que esta en tensién, y al au- mentar la intensidad del momento se extiende hacia €l interior del primero y hacia los extremos del se- gundo, penetrando ademas en la zona del alma que esti. en contacto con éste, de manera que Ia distri- bucién de zonas plastificadas corespondiente a una magnitud cualquiera del momento flexionante es la que se muestra en la Fig, 5.16. EI problema consiste ahora en determinar los va- lores de los coeficientes By, Ry, R, y K de ta porcién elistica de la viga, que va disminuyendo de tamafio al aumentar el momento flexionante, y en resolver las ecuaciones de equilibrio de segundo orden. (No se pueden utilizar las deducidas en el Apéndice A porque son validas exclusivamente para secciones con dos ejes de simetria, y la regidn elistica de la viga no tiene mis que uno), Teniendo en cuenta las condiciones de equilibrio,, ¢d4 =0 e f,aydd=M, y las rela nes geoméiricas de los bloques de esfuerzos, se pue den obtener formulas que relacionan la amplitud de las zonas plésticas con el momento que las produce y, por consiguiente, se pueden calcular los pardmetros B, y Ry, rigideces del nficleo eléstico, y K. (En la Ref. 5.12 se supone que la constante de torsién de St. Venant, Ry, es independiente de la amplitud de las zonas en estado plistico, y se toma el valor elistico completo, GK; no todos los investigadores estén de acuerdo en este punto, pero los resultados finales cambian poco si disminuye Ry porque Jas vigas que fallan por pandeo ineléstico son relativamente cortas, y la torsién de St. Venant tiene pequefia influencia en su comportamiento). Conocidos los valores de los coeficientes pueden re- solverse las dos ecuaciones diferenciales, y despejando la longitud critica, que es la tinica incdgnita que que- da en la ecuacién de pandeo, se Hega a (Ref. 5.1) Los tres términos B,, R, y K dependen de M, (en las Refs. 5.1 y 5.12 se presentan curvas que dan sus valores en funcién de ia intensidad del momento flexionante), de manera que la ecuacién 5.26 per- mite trazar la curva momento critico-relacién de es- beltez de una viga J cualquiera en flexién pura, (La ecuacién es valida tanto en el imtervalo elistico co- mo en el inelistico; en el primero las rigideces son constantes, y en el segundo disminuyen al crecer la intensidad det momento flexionante critico), En la Fig. 5.17 se muestra la curva momento critico- relacién de esbeltez trazada en forma adimensional, obtenida aplicando ta ecuacién 5.26 a un perfil W8X31 de acero estructural A7 (oy = 2.320 kg/cm?, E = 2039000 kg/m’, a7. = 0.3¢,), y en la Fig. 5.18 Pandeo lateral inelastico 177 Endurecimiento Flexién olradedor dal ‘eje de mayor momen 0 de inercio, 0 200 », Figura 5.17, Curca de pondeo de una seccién W 8x31 Me Gap et . os teed oT siduales: 7 do it fs Og 100 ‘200° i" yer Figure 5.18. Influencia de los esfuerzos residuales en la re- sistencia al pandeo se ilustra la influencia de los esfuerzos residuales so- bre el momento critico (Ref. 5.12) En la primera de esas dos figuras se ve que el pan- + /i+—® (6.26) B,R, (1+K/R,) deo ineléstico gobierna hasta una longitud de 220 15, (0 sea 11 m aproximadamente, de donde puede con- dluirse que el pandeo de la mayoria de las vigas de longitudes pricticas se inicia en el imtervalo inelis- tico, En Ia segunda se aprecia la importancia consi derable que tienen los esfuerzos residuales en la re- sistencia al pandeo (la que puede verse reducida has- ta en un 30 por ciento, de acuerdo con Ia distribu cién supuesta en Ia Fig. 5.15), debido a que Ja plas- tificacién de una zona telativamente pequefia de los extremos del patin comprimido hace que disminu yan apreciablemente los coeficientes By y Ry. La Iftiea recta horizontal de la Fig. 5.18 corresponde a Ia prdctica usual de limitar los momentos resistentes a My, la que lleva a resultados del lado de Ia insegu- ridad para L/r, > 90, pero no utiliza la resistencia total de la viga en el intervalo 0 WoL 09 Os , Solucién "exacto” —— —— Férm. de de Vries(Pandeo eldstico) 07 (ref.6.12) curva (1) Curvas (2) ( pandeo Ineléstico) 06 - curva Curva 0.5 0.4 1 1 \ \ 0.375 i } 1 i \ 0.2 | \ | | ' \ or jl96 '775 {1190 a hoo, 14 L La © 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200 2400 bt ECUACIONES UTILIZADAS PARA TRAZAR LAS CURVAS. PANDEO ELASTK Mp), = —-- 800. ‘ ies ) ISTICO, (Mo /M poy fmetayat (Formula de De Vries Paro la viga W8X3I (f= 1.11), (Mo/Mp leet 540 /(Ld/bt) PANDEO IWELASTICO , - Im método aproximado. (Mo/Mp ler * + [\-o.a7e x10 ihe i] WEx31: (Mo/Mp Jer = 0.90-0.341x10%(Ld/bt), para o=» (38), 420x10 pr? Pore =a20''- ar) Wena : HE), pora-bl: (au EI empleo de esta ecuacién, que corresponde a fa distribucién mas probable de planos de flujo, esti justificado por observaciones visuales, realizadas en pruebas de laboratorio, de la distribucién uniforme dle las lineas de flujo en patines comprimidos de vigas flexionadas bajo momento constante (Refs. 5.25 y 6.26), asi como. por dos. pre: dichos por ella y los obtenidos experimentalmente, La ecuaciin 5.40 se ha obtenido partiendo de la suposicién de que al principio la viga es perfecta. mente recta, lo que no se cumple en los perfiles es wucturales reales, que tienen siempre imperfecciones iniciales; por este motivo, la flexidn lateral de vigas cargadas en su plano no es, en realidad, un problema de pandeo, pues no hay bifuracién del equilibrio, sino de inestabilidad ocasionada por el répido aumento de las deflexiones laterales iniciales. Para modificar los resultados obtenidos hasta ahora, con objeto de tener en cuenta el comportamiento real de las vigas, en la Ref. 5.20 se propone conservar el modelo y las hipstesis biisicas que Hevaron a la ecua cién 540, pero alterarlo suponiendo que los planos de flujo que aparecen durante la deformacién del patin comprimido tienen las propiedades de los oca sionados por la flexién lateral det patin, la que esta limitada por Ia curvatura que corresponde a a ini ciacién del pandeo local (Ref. 5.20). En esas con ciones, y utilizando la teorfa del médulo reducido para calcular el coeficiente ¢ efectivo dei patin, lo que se justifica considerando que el pandeo lateral se presenta bajo momento constante, sin que aumente la fuerza de compresién, Ia ecuacién 5.40 cambia a Ja cercania entre los result _ 1 aR Vitor Se demuestra durante el paso de la ecuacién 5.40 a la 5.41 (Ref. 5.20) que la tltima de estas ecua- ciones no es valida si > 1 (lo que es evidente, pues- to que =I corresponde a Ja plastificacién i » (6-41) Inestabilidad de vigas completamente plasti del patin comprimido en el amo de viga conside rato), y que est condicién equivale a fijar an limite id de rotacin R del perfil, cuyo superior valo miiximo posible e Rais =08 6 = = 08 or) =) Esta ecuacién es aplicable a pertiles 10H Mexio. nadlos alrededor del eje de mayor momento dle inercia, acién 5-1 relaciona la capacidad de rorac en flexién pura con st longitud no sustituyendo 2 por L \/ty/ en cuenta soportada lateralmente, ndo un factor K que ten; ty ¢ introdu la longitud efectiva de pandeo det patin comprimido a en consideracién, que depende del sty extremoy por dei amo de vi (5.43) ey, Ay 5 son constantes dlel material, 7, el radio de giro respecto al eje de menor momento de inercia (normal al de flexién) de la seccién completa y, en el caso frecuente en que los tramos adyacentes al critico se conservan en estado ekistico, el factor de longitud efectiva K puede tomarse igual a 0.54 (sin embargo, si sobre esos tramos actiia también el momento phisti- co completo, K debe considerarse igual a 0.8, Ref 5.20). La ecuacién 543 permite determinar la separa cién maxima entre soportes laterales para Ia que se obtiene una capacidad de rotacién R dada o, altern tivamente, la capacidad de rotacién de que puede ponerse con una cierta separacién, conocida, entre pun- toy fijos lateralmente, Corresponde al instante en que es inminente la falla por pandeo local de la mitad céncava del patin comprimi te (Ref. 5.36) La colocacién de los contraventeos con separacio- hes _mayorey © menores que Ia éptima, ocasiona, res pectivamente, que la falla se presente por pandeo la teral o por pandeo local. Si el diseiador de una estructura no desea calcular la capacidad de rotacién requerida en una articula n plistica, debe la separacién éptima entre contraventeos, ya que aunque guridad de que la viga tendri In capacidad de rota. cidn necesaria para satisfacer los requisitos del ani- lisis plistico de Ia estructura de Ta que forma parte, si se sabe que se obtiene el valor de R maxi lo deformado lateralmen. i no se tiene la se- 186 Pandeo lateral de vigas puede proporcionar el miembro, que es adecuado en la mayor parte de los casos. a separacién Sptima entre contraventeos para un perfil hecho con un cierto tipo de acero se calcula sustituyendo en la ecuacién 5.43 ey h y s por los valores que corresponden a ese acero,* y dandole a R la magnitud maxima posible (ecuacién 5.42). De esta manera, despejando KL/r, de la ecuacién 5.43 y sustituyendo las constantes por los valores indica- dos en Ia Fig, 4.37, se obtiene, para acero 436, KL x - Vey V1+0THR7G—1) ty Pero \/ ty = V/o,/E=0.038, hk = 33, 5 = 1.4/0.12 = 11.7, Rmés= 0.8 (11.7 —1) = 8.56, luego KL 3.4 = 20.3 0.035. T 407 X 33 X 856/107 Suponiendo ahora que K vale 0.54, lo que corres: ponde a tramos adyacentes al critico en estado elistico, se lega por iltimo a (44) 5.4.4 Pandeo lateral de vigas bajo momento variable La regién que fluye plisticamente en una viga so- metida a momento flexionante de intensidad variable esti bien definida, y es de longitud limitada. Considérese la viga H libremente apoyada de la Fig, 5.28, sobre la que obra una carga concentrada aplicada en el centro del claro; como el grueso de los patines es pequefio comparado con el peralte to tal del miembro puede suponerse, sin alejarse mu- cho de la realidad, que todes los puntos de los patines entran en el intervalo plistico simulténeamente cuan- do el momento flexionante alcanza el valor My., que es menor que el momento plistico Mp. (M,, es el mo- mento que ocasiona la aparicién, por primera vez, del esfuerzo de fluencia en una seccidn transversal cualquiera de la viga, ignorando los esfuerzos resi- duales que hay en ella, los que son de poca impor tancia en este problema, Ref. 5.27). Al egar el momento en una seccién cualquiera a My, se presenta un salto en las deformaciones uni- tarias de los patines, que pasan instanténeamente de t» correspondiente a la iniciacién del flujo plistico, “En la Fig. 4.87 se indican los valores que tienen las constantes smencionadas en acero ASS. Figura 5.23. Diagramas de momentos y curvaturas de una viga I libremente apoyada con una carga en el centro del claro @ cea, que corresponde al comienzo del endurecimien- to por deformacién, Figs. 5.23 b y c. (Por este mo- tivo, en la Ref, 5.25 M,, recibe el nombre de “momen. to de deslizamiento”) . Por consiguiente, si el momento en el centro del claro es M, = PL/2, donde P es la carga y 2L el claro de la viga, y Ia longitud de la zona plastificada, que queda determinada por Myx, es 2c, en el diagrama de momentos de la Fig. 5.28b se encuentra, por semejanza de tridngulos, que = vale (6.45) Esta expresién varia al cambiar la forma del dia- grama de momentos flexionantes La curva momento-rotacién de la viga de la Fig. 5.28 se muestra en Ia Fig. 5.24; en ella se tiene en cuenta el endurecimiento por deformacién que se presenta en miembros sometidos a flexidn de intensi- dad variable, y en su obtencién se ha utilizado el diagrama de curvaturas de la Fig, 5.28c en el que se ha supuesto, por simplicidad, que M,, = M,. El an- gulo de rotacién Q, medido entre los extremos de la viga, es igual al 4rea bajo el diagrama de curvaturas y, escrito en forma adimensional, vale 0 Ms, _ My ob Mt ft it] MM, (6-46) ° 2 4 #6 6 0 Rotacion , 6/ppL Figura 5.24, Curva momento-rotacion de la viga de la fi- pura 5.23 En Ia Fig. 5.24 se ha trazado esta ecuacion, toman- do los valores de s y h tipicos del acero A36 (511. h = 33); la curva es semejante a las obtenidas experimen- talmente en vigas bajo momento variable (Ref. 5.26). Observando la ecuacién 546 y su representacién grifica en la Fig, 5.24 se advierten los tres puntos si- guientes: primero, Ia capacidad de carga de la viga contintia aumentando después de que el momento Mega a M,, a diferencia de lo que sucede cuando la flexién es uniforme, ya que en ese caso sélo se presen- ta un fendmeno semejante si la distancia entre pun- tos fijos lateralmente es muy reducida; segundo, el término dominante en la ecuacién 5.46 es el corres: pondiente al salto en Ja deformacién unitaria, 25, y por ultimo, en el intervalo de endurecimiento por deformacién la grifica es una linea casi recta, lo que permite emplear varias formas de andlisis lineal para predecir el comportamiento de estructuras que con- tienen vigas sometidas a momento variable ‘A continuacién se presenta un método sencillo, desarrollado en la Ref. 5.27, con el que se obtiene una solucién aproximada y conservadora del problema del pandeo lateral, en el intervalo plistico, de barras de seccién H o I flexionadas alrededor del eje de ma- yor resistencia por momentos de intensidad varia- ble. En este estudio se conserva el modelo utilizado previamente para momento uniforme (Fig. 5.22), que esta basado en Ia consideracién de que Ja mitad com- primida de la viga actéa como una columna aislada, y que el pandeo lateral es equivalente al de esa co- lumna sometida a los esfuerzos que hay en ella come parte de Ia viga; se desprecia asi Ia contribucién de Ia torsién de Saint Venant a la resistencia, con lo que se determina un limite inferior conservador de a carga de pandeo del miembro, ya que en barras bajo momento variable esa contribucién suele ser im- portante. Inestabilidad de vigas completamente plastificadas 187 EI valor de M,., que para secciones H laminadas puede tomarse igual a 0.94 M,, en promedio, combi- nado con Ia forma del diagrama de momentos, de. termina Ia porcién de la viga que entra en el intet- valo plistico y Ia que se conserva en el clistico; por otro lado, y como un resultado del endurecimiento por deformacién, el momento maximo (en el centro del claro, Fig. 5.28) alcanza intensidades mayores que My. ‘Ademas de ocasionar una transicién de propieda- des eldsticas a plisticas en parte de la viga, el cam- bio en magnitud del momento produce también una variacién de Jos esfuerzos normales en Ia T compri- jin embargo, se han hecho estudios (Ref. 5.28) que demuestran que Ja amplitud de la zona plasti- ficada ejerce una influencia mucho mayor en el com- portamiento de la viga, desde el punto de vista del pandeo lateral, que Ja variaciém en la magnitud de Tos esfuerzos, por lo que se hace la suposicién adicio- nal, también del lado de la seguridad, de que los esfuerzos normales en la T comprimida se conservan iguales a gy en toda la longitud plastificada, sin dis minuir con el momento flexionante, Asi, haciendo varias simplificaciones conservadoras, el problema se reduce al mostrado en Ia Fig, 5.25, que consiste en determinar Ia carga critica de pandeo de una columna parciaimente plastificada, sometida a una fuerza de compresién constante de magnitud ‘Ag,/2, donde A es el area de Ja seccién tranversal total de Ia viga; la longitud plastificada tL queda definida por la posicién de M,, en el diagrama de momentos flexionantes. Se supone, ademis, que el claro adyacente no ejerce ninguna restriccién en el extremo plastificado, y Ia restriccién en el extremo elistico, representada por una resorte en la figura, estd dada por SEI,/L, donde EI,/L corresponde al tramo de viga en estudio. Empleando los métodos usuales en problemas de este tipo se obtiene la ecuacién de pandeo de la co- lumna de la Fig. 5.28, que se ha representado gri- ficamente en la Fig. 5.26 para cuatro valores diferen- tes del coeficiente de restriccién $ (0, 8, 6, 0), y suponiendo que Ia columna es de acero 436 (Ref. 5.27). Con las curvas de la figura se determina la pro: porcién + que debe fluir plisticamente para que una viga de factor de esbeltez , se pandee lateralmente, Aoy/2 Constonte de resorte, SEly /L Figura 5.25. Modelo utilizedo en el estudio del pandeo la- teral de vigas I bajo momento varlable 188 Pandeo lateral de vigas CURVAS CONTINUAS: PANDEO LATERAL CURVA_INTERRUMPIDA: ‘PANDEO LOCAL © 02 of oe o8 ALFACTOR DE ESBELTEZ) Figura 5.26, Curvas de pandeo de vigas parcieimente plasti- ficadas y la comparacién de ese valor con el obtenido por medio del diagrama de momentos flexionantes indica si se presenta el pandeo lateral. Como en una viga sometida a momentos de inten- sidad variable el flujo plistico se concentra en una zona de longitud restringida, tL, debe estudiarse la posibiiidad de que se presente en ella un fend- meno prematuro de pandeo local (véanse la Ref. 5.23 y el capitulo 7). A diferencia del caso en que ¢l mo- mento flexionante ¢s constante, en el que Ia condi- cin critica para pandeo local es la progresién del flujo plastico en todo el ancho del patin, ahora es critica Ia progresién de ese flujo a lo largo del eje de la viga, y se ha demostrado (Ref. 5.23) que para que una seccién comercial J 0 H falle por pandeo local tZ debe tener la longitud 2! definida por la ecuacién 5.47: L t pro > ¢ Aa a (6.47) 21 es la longitud de una onda de pandeo local (Ref. 5.28) y b, ty w son, respectivamente, el ancho y el grueso del patin y el grueso del alma de la seccién considerada; el area del alma A, es (d — 2t) w, sien- do d el peralte de la seccién, y el area del patin A, es igual a bf. (La ecuaci6n 5.47 es aplicable tinicamente a secciones compactas, que no se pandean localmente hasta que estén plastificadas por completo). Las restricciones en los extremos de la regién pias. tificada de una viga bajo momento variable son re- lativamente elevadas, pues de un lado esté en con. tacto con la zona eldstica adyacente, que es bastante mds rigida, y del otro con un punto de aplicacién de carga que suele estar fijo lateralmente, 0 con una conexién, Jo que obliga a que se forme una onda com. pleta de pandeo local (Fig. 5.276) a diferencia de lo que sucede cuando el momento es constante, ya que > URTTT LLLP AEFI El potin completo esté plastificado (a) Conexién o punto de carga Porcién eldstica, Poreign, plastificoda (p) TL=una longitud de ‘onda completa Figura 5.27. Ondas de pandeo local en vigas bajo momento ‘constante y variable entonces los extremos de la zona pandeada localmente estan poco restringidos y pueden girar con bastante libertad, de manera que basta con que se forme me- dia onda (Fig. 5.274). EI criterio de pandeo local que debe aplicarse a secciones compactas bajo momento variable es que la Jongitud plastificada, tL, sea igual a la de una onda de pandeo local, 2/; de la ecuacién 5.47, t)/ 4. 4 .42(+)( Olay ‘api €s el factor + correspondiente a Ia iniciacién del pandeo local. ah == (6-48) Recordando que L( he Ja ecuacién 5.48 se wansforma en 2 2) G)@ Ge) om Con los valores promedio de los cocientes b/ry t/w y Ag/A, correspondientes a secciones comerciales compactas, el segundo término de la ecuacién 5.49 se reduce aproximadamente a 2.65 \/é,, y puede escribirse th th = 2.65 Ve (5.50) esta ecuacién se ha travado también en la Fig. 5.26, para aceros A36 (¢, =0.0012) y A441 (o, = 3515 kg/em?, ey = 0.00169) Fstudiando Ia figura, se ve que en casos. pricticos de vigas inelisticas bajo momento flexionante varia- ble la falla se inicia por pandeo local y no lateral, puesto que el primer fenémeno requiere un ¢ menor que el segundo, es decir, se inicia cuando la lon- gitud plastificada no es suficiente para que Ja viga se pandee lateralmente, Esta conclusién se refuerza recordando que un estudio mas preciso y menos con- servador del pandeo lateral Hevaria a la obtencién de valores de ~ mayores que los trazados en Ia fi- gura, Io que justifica ademas el empleo del método Poco exacto que se utilizé para estudiarlo. En la Ref. 5.29 se encuentra confirmacién experi- mental del caricter no critico del pandeo lateral en vigas bajo momento variable, con relaciones L/r, com- prendidas entre 100 y 200, Por consiguiente, se Hega a la conclu: La curva que represen én de que el pandeo local es critico en vigas sometidas a flexién variable, por lo que cualquier intento de contraven- tearlas teniendo en cuenta tinicamente ta condicién de pandeo lateral es irracional y conservador. Aunque Ia iniciacién del pandeo local en una sec- cidn transversal de una viga no implica, por si sola, que se haya agotado su capacidad de carga (las vigas de kimina delgada se disefian teniendo en cuenta su resistencia posterior a Ia iniciacién de ese fendmeno, y existe evidencia experimental de que los perfiles H laminados o formados por tres placas soldadas tie- nen un comportamiento andlogo (Ref. 5.30), se ha comprobado experimentalmente que una combinacién de pandeo local y lateral ocasiona grandes deforma- ciones del miembro fuera del plano que ocupa ori- ginalmente, con lo que empieza la descarga (Refs. 5.26 y 5.27), por lo que se supone que esta pérdida de resistenci ada por deformaciones grandes fue- ra del plano original, representa Ia falla, + cau Considérese una viga bajo momento flexionante variable, con una regién plastificada en la que se ha formado una onda de pandeo local; participan en ella las dos mitades del patin comprimido, puesto que no ha habido pandeo lateral previo, Al presentarse des- pués deflexiones laterales,la mitad del patin que que- da en el lado céncavo de la viga deformada perma. nece inactiva, mientras que la otra mitad se com- porta de manera semejante a como lo harfa un patin no pandeado localmente, y la rigidez del patin se reduce a Ja de la mitad que queda en el lado con- vexo, 0 sea a la octava parte de la inicial. Teniendo en cuenta esta pérdida de rigidez se obtiene una curva para pandeo lateral posterior a la formacién de una onda de pandeo local, que se ha trazado en la Fig. Inestabilidad de vigas completamente plastificadas 189 5.28 junto a la curva de pandeo local de la Fig. 5.26 (ecuacién 5.50). Observando las dos curvas se concluye que en una barra bajo momento variable, el pandeo local, que se presenta primero, hace que disminuya notablemente la rigidez a la flexidn alrededor del eje de menor momento de inercia del patin comprimido y que co- mience el pandeo lateral; finalmente los dos efectos, combinados, son la causa de que se inicie el proceso de descarga. Es posible que el contraventeo pueda espaciarse de manera que se evite el pandeo lateral después del local, obteniéndose asi una capacidad de rotacién ma- yor; sin embargo, como puede verse en la Fig. 5.28, seria necesario fijar lateralmente puntos muy cercanos y, ademés, la resistencia posterior al pandeo local de per- files laminados es un fenémeno que no se ha estudiado suficientemente todavia, y no existe ningin eriterio que permita determinar 1a resistencia til que posee en ese intervalo un patfn comprimido (Ref. 5.27). La mayor parte de Ii rotacién de una viga parcial. mente plastificada bajo flexién variable es un resul- tado del efecto del salto en curvatura 2 (s~1) €,/d (Fig. 5.23¢), que se presenta en la parte que ha c ido plésticamente. Al éngulo de giro en la porcién plastificada, ocasionado por ese salto en curvatura, se Je Hama “rotacién en la articulacién”, 04, y es igual al giro relativo total entre los extremos de Ia viga * Puesto que en la Jongitud de la viga en que se ha formato |i onda de pandeo local el perfil se enctientra completamente plastificado, esti en una condicién aniloga a la correspondiente a flexién bajo momento uniforme; por consiguiente, la separa cién entre apoyos laterales es funcién de la capacidad de rots cidn requerida, Suponiendo que basta que Mp se mantenga du: nte una rotacién igual a Ia elistica que twvo lugar hasta que aparecié el momento M, (una capacidad de rotacién de 1.9), To que es un requisito rafonable (Ref, 5,27), la longitud maxima no soportada de Ia viga es 63 La expresin final es valida para aceroA36, pues s¢ ha obte nido con tos valores de h y s eorrespondientes a ese material EI AISC da, para este C280, Lgp/Py = (96676/0,) + 28; para A36,Leplty = 63.3. 190 Pandeo lateral de vigas 0.6 7 0.4 Pondeo local, Ec. (5.50) lpondes (Acero A36) 0.2 Fiateral después ldet ° 02 04 06 08 1.0 AC FACTOR DE ESBELTEZ ) Figura 5.28. Pandeo lateral después del pandeo local menos las rotaciones debidas a la deformacién chix: tica anterior a li iniciacién del Hujo plistico y ta ocasionadas por el incremento en el momento origi- n, Ena nado por el endurecimiento por deformac Fig. 5.29 se muestra la rotacién 0, que se acaba de definir, De acuerdo con las suposiciones anteriores 0, es aproximadamente igual al area del bloque rectangu- lar del diagrama de curvaturas de la Fig. 5.23¢: 2 oo) os (651) (Li + tbo) Los indices fy D se refieren a lay longitudes dle las partes plastificadas que quedan a la izquierda y a la de- recha de Ia seccién donde el momento es maximo, y 2e,/d es igual a 6, nga de ia viga se inicia cuando el mayor ninos 7 Ly y tpL» aleanza la longitud de pandeo local dada por Ia ecuacién 5.48, lo que su- cede en el lado de la seccién de momento maximo en el que el momento flexionante cambia de mag- nitud mas lentamente (el lado donde la fuerza cor tante es menor), ya que Ja longitud plastificada det otro lado, comprendida entre las secciones en las que Jos momentos valen My, y Mo (Fig. 5.295) es mis pequetia; supdngase, por ejemplo, que ty Ly > to Ln De Ia Fig. 5.29¢: ths — op tly Vay aul En el instante en que la viga empieza a perder ca pacidad de carga la longitud total de la zona plastificada es Cn) Syn Figura 5.29, Rotacién en la articulacién plistica wily + tly = hy (+ 7 ) Introduciendo en esta ecuacién el valor de t)L dado por la ecuacién 5.48 se obtiene ty Ly tan Ln V, y F, son las fuerzas cortantes a uno y otro lado de la articulacién pléstica, tomadas en valor absoluto y escogidas de manera que V, sea siempre numérica- mente menor que V,; st introduccién en la ecuacién 5.52 tiene en cuenta que la longitud que ha fMuido plisticamente a un lado de la seccién de momento maximo puede ser menor que la correspondiente al limite de pandeo local cuando del otro lado ya se ha alcanzado ese limite, y se ha producido la falla Llevando + Ly + tp Ly. dado por la ecuacién 5.52, a la ecuacidn 5.51, se obtiene ta igualdad stinem( EY Ce) 0 8, es la rotacidn que ha experimentad cidn plistica en el instante en que se in ga, que corresponde al dngulo 0, de la ecuacion 5.29." Ja _articula. la desears © Como Tp 6 independiente de la tongitud del lato y de la forma cn que varia el momento flexionante a lo largo de él (ecuationes 5.49 y 5.50), tambign debe serlo el angulo de giro 0 ; por consi- guiente, no se considera aqui la capacidad de rotactin definida anteriormente, sino la rotacién absoluta en la articulacion, 04 (Ref, .27) La ecuacidn 5.53 muestra que el aingulo de giro mi: ximo que puede admitir un tes de que se presente una fall funci geometria de Ia seccién y de la for articulacién phistica in: por pandeo local es una sencilla de las propiedades det material, de ta a del diagram ntos flexionantes, y su bicil determ dle mom €s citil para comprobar la capacidad de rotacién de estructur fiadlay phisticamente., (Por ejemplo, Ia ecuacién 5.5% predice un iingulo de giro inelistico dle 0.070 rad. en una viga W 10 x 25, de acero A36, cargada simétricamente respecto a la articulacién plis tiea, en ta que Py =) nacion di idad de rotacién mucho lad Lay vigas tienen una cap: mayor cuando estan sometidas a flexién de inter variable que cuando ésta es constante en toda la Io gitud, o al menos en un tramo largo (por ejemplo, una viga que bajo momento variable puede admit uni rotacién phistica de 0.070 rad, con apoyos late rales ‘Séparados 90%, requiere que los soportes. se acerquen a 57 ry para poder soportar la misma rota- cidn bajo momento constante, Refs, 5.20 y 5.27), por Jo que es necesario asegurarse de que ef método corres. pondiente a momentos variables no se aplique, inde: bidamente, a un caso en que su variacién sea tan pequefia que el comportamiento se aproxime al de una viga en flexi6n uniforme. Hay, pues, un lim riacion del momento flexionante que determina qué tan cercana a la unidad puede Megara ser ta relacion p entre los momentos en los extremoy del tramo con. siderado para que la teoria decucida para vigas bajo momento variable siga siendo utilizable, Por otro lado, si los momentos varian demasiado ipidamente, para que se Hegue a formar una onda de pandeo local puede requerirse que el momento en la articulacién_ plistic adquiera un valor-ma- yor que el que la seccién es capar de soportar, lo qui ocasionaria alguna forma de falla local, por arruge. iniento o aplastamiento (Ref. 5.26). es. proporcionan € inferior en ta rapide de ¥: Los dos aypectos anteri limites superior € inferior de la velocidad de cambio del mo- mento flexionante. V, y estén relacionados entre si en Ia medida en que ambos dependen del valor mi- puede alcanzar el momento en la articula: roximaclamen: El valor maximo posible de M, ¢s, te, (./oy) My, donde gy es el esfuerzo de ruptura del_acero en una prueba de tensién; sin embargo. no €s razonable suponer que un perfil estructural for Jo por elementos planos delgados, sometido a fle- aciones co: xién, pueda alcanzar Jas grandes defor rrespondientes a gy sin fallar prematuramente, y la experimental con que se cuenta lea por Jo que, a falta de limitada evidence tiende a confirmar esta mayor informacién, se supone (Ref. 5.27) que ss 191 Inestabilidad de vigas completamente plasti (Ma) mi (5.54) -+1)M, Para acero 436, (M,) maz = 0.5 (1.6 + 1.0) M,=1.30 Myo De manera un tanto arbitraria, se toma como con. dicién limite para considerar que una viga ticne el comportamiento caracteristico de las piezas bajo mo- mento variable que la amplitud de ia ona plastifi cada, que se inicia en la articulacién pkistica y ter mina en la seccién en que M = My, = 0.94 M,. no se extienda mas all de la mitad del claro, ya que en caso contrario la pérdida de rigider asociada con la in de una porcidn tan grande hace que el comportamiento se acerque al de lay barras en flexion uniforme; esa condicién, aplicada aacero A36, leva << 0.58/1.30 = 0.45 (Fig. 5.80), y a p< 0.68/1.20= cuando el acero es A440 6 A441 (Ref. 5.27); dada Ja naturaleca poco aproximada de a deduccién, se sugiere que se imponga un limite general de p< 0.5 a Ia relacién entre momentos extremos en vigas de todos Jos aceros, de manera que lay barras en kis que 05

O conwesponde @ momentos My, ¥ Mz de signos iguales en las normas AISC se toma el signo dep al revés que aqui (ccus- ciones 5.78 y §.79), 192 Pandeo lateral de vigas si p es demasiado pequefto, la longitud que fluye plésti- camente no es suficiente para permitir que se forme una onda completa de pandeo local. ya que (I. no puede sobrepasar el valor dado. por la ecuacién 5d En el caso limite mostrado en la Fig, 5.30b la {ner va cortante maxima admisible, My, es Todas las cantidades dei segundo miembro son tes, de manera que tomando My =0.94 My. sy L22Ab, valor que se obtiene de lx ecuaciin 5.50, y (M.) mix = { (60/9») + 1} My /2 (ecuacién 5.54), se Neg a ows] Si la menor de lay fuerzas cortantes a uno y otro lado de Ia artieulacién phistica es mayor que My. la viga_ no falla por pandeo local sino por aplastamien- to, al aleanzarse el momento maximo que puede soportar, (M,) maz. mientras que la longitud plastiti- cada se conserva menor que la correspondiente a ideo local formacién de una onda completa de 1 (Fig. $.306). Por otro lado, la pendiente mxima del diagran de momentos esti limitada también por los esfuerzos cortantes en el alma del perfil, ya que la fuerza cor tante Ven una seccién cualquiera no puede exceder la resistencia de la viga a ese tipo de solicitacién. Suponiendo que los patines resisten todo el mo: mento y el alma Ja fuerza cortante y considerando, de acuerdo con la ecuacién 5.54, que el_ esfuerzo cortante maximo posible es (oy + ¢y) /2\V 3, la fuer- va cortante que ocasiona Ia falla del perfil, 1',, es Ay (Ou + 01), dw (on +o) 5 eG Fa EY Fo) (6.37) 346 23 Para comparar esta fuerza con Vy;, obtenida de la ecuacién 5.55, M, debe calcularse con el area de los patines tinicamente, de manera que se reduce a M, = And (34 + 4) /2, y Vw toma la forma Ha Cai) (+ 29 [2 — 0s] (6.58) De las ecuaciones 5.57 y 5.58 se deduce que Vy es menor y, por tanto, mis severa que VF, Si 2c 0.8n + 20 (e (5.59) Puede demostrarse (Rel. 5.27) que mal (excepto en perfites de alma muy delgada) es que el criterio de aplastamiento local, Vy. . critica que el de esfuero cortante méximo, V4; al aplicar los dos criterios debe recordarse que solamen: te la menor de las fuerzas cor tes, Vi, se compara con Vy, mientras que M, se compara con la mayor de las dos, I's, En resumen, vigas bajo momento la rel el riterio de riabie es aplic cuando: 1), j6n entre momentos extremos, es menor que 0.5: 2), la menor de tantes a uno y otro lado de Ia Ves menor que Vy, y 3), la mayor de las fuervs cortantes, Vj, es menor que V.. La ecuacién 5.53, que predice ta capacidad de rotacién del perfil, no qued diciones 2) y 8), pero sus resul is deducido para ble Gnicamente invalidada si no se cumple alguna de las con dos deben reducirse en Ia relacién de la fuerza cortante mixima admi: Sible, de acuerdo con el criterio que no se satistaga, Vy 6 V,, ala fuerza cortante critica, P, 6 V,, respec tivamente (Ref. 5.27). EI niimero limitado de expe riencias con que se cuenta confirma la conclusién ica de que en vigas formadas por elementos pli nos es mis probable que las altas fuerzas cortantes asociadas con variaciones ripidas del momento [lexio- nante ocasionen fallas locales. y no fallas por cor ted tante. De acuerdo con estucios de Iaboratorio, que se acaba de presentar es adecuada par valores conservadores de In capacidad de rotaci¢ separaci6n entre puntos se necesitan investigaciones experiment pletas para aclarar puntos dudosos y obtener procedi mientos de diseiio completamente realistas (Ref. 5.27) Ia teon obtener ios lateralmente, pero les més com: de 5.5 Disefio de vigas cuya capacidad de carga esté regida por la resistencia al pandeo lateral El disefio de vigas puede hacerse de tres maneras di- ferentes; en las dos primeras se supone que su res. puesta ante las solicitaciones exteriores puede prede- cirse por medio de la teoria elistica de primer orden, mientras que en la tercera se considera que Ia carga maxima que es capa de soportar la viga es la corres- pondiente a la formacién de un mecanismo de colapso con articulaciones plisticas. En el primer método, que recibe el nombre de disefio basado en esfuerzos per misibles 0 disefio eldstico (aunque este segundo nombre no ¢s rigurosamente correcto, pues el mate- rial se sale del intervalo eldstico en zonas localizadas) se calculan los esfuerzos maximos ocasionados por las cargas de trabajo utilizando procedimientos elasticos, y se comprueba que no sobrepasen limites adecuaclos; en el segundo, al que se suele Hamar diseiio basado en [a resistencia iiltima, se determinan los momen- tos flexionantes maximos correspondientes a las car- gas de trabajo multiplicadas por un factor de carga, utilizando también métodos € con el momento resistente maximo de la viga; el ter cer método es el diseito plastico, FI problema del pandeo lateral de vigas debe en: cararse de dos maneras sustancialmente diferentes, se giin que se emplee uno de los dos primeros o el ter- cer método; en disefios basados en un anilisis elis- tico de 1a estructura es posible fijar lateralmente pur tos suficientemente cercanos para que la viga pucda alcanzar el momento My, correspondiente a Ia i ciacién del flujo plastico, o atin el de plastificacin total, M,, sin que haya problemas previos de pandeo lateral, 0 colocar Jos contraventeos a distancias ma- yores y tomar como base el momento critico de pan: deo lateral correspondiente; los esfuerzos calculados no deben exceder de un cierto porcentaje del esfuer- zo limite, que es el de fluencia o el critico de pandeo, si se emplea el primer método, ni los momentos ob- tenidos deben ser mayores que M, (6 M,) 6 Men si se utiliza el segundo; el disento se basa, por consi guiente, en las formulas Jisticos, y se comparan Esfuervos_ permisibles: or Koy = (6.60) Resistencia diltima: M, = 471 (Me) wry = 471 (I= ay 49 Ofer) 71 arig9 ? = 22 Tm Presa Lt Muniz = (Mer) core = 4422 A x ee ee Al sijar fateralmente el punto medio del claro, el momento critico de pandeo elistico pasa de 188 Tm (Ejemplo 5.1) a 113.0 Tm, de manera que crece en un 600 por ciento; éste no es, sin embargo, el incremento real en resistencia, ya que el segundo resultado debe corregirse por inelasticidad, con lo que baja a 42.2 Tm; por consiguiente, el momento critico real sube de 18.8 a 422 Tim, lo que sigue representando un aumento muy importante (224 por ciento, aproximadamente) 5.6 Férmulas aproximadas para la determinacién de la carga critica de pandeo En general se considera que el método “exacto”, ba- sado en el uso de la ecuacién 5.20 y en el empleo dle formulas, tablas o grificas para el cileulo del co- eficiente C,, es demasiado laborioso para ser utilizado en forma rutinaria, en problemas ordinarios de di- sefio; ademas, no siempre se conocen con precision las restricciones existentes en los extremos del tramo critico, lo que hace que en no pocas ocasiones los resultados obtenidos al aplicarlo sean menos precisos de Io que podrian parecer a primera vista. Por los motivos sefialados, es comin el empleo de férmulas simplificadas para caleuiar el momento cri- tico de pandeo (0 el esfuerzo critico correspondiente) las que, obtenidas introduciendo simplificaciones en Tas ecuuaciones gencrales, proporcionan menos precision que éstas, pero permiten Ja solucién del problema en forma mucho més sencilla y répida conservando, al mismo tiempo, exactitud suficiente para la mayor parte de los problemas comunes La ecuacién de partida para la obtencién de ias férmuias simplificadas no es la 5.20 sino la 5.17, deducida para una viga en flexién pura (que es la condicién. de carga mis desfavorable), en la que no se tienen en cuenta los efectos benéficos de las res tricciones impuestas por los apoyos, cuando éstos no son libres, ni la posicién relativa de las cargas res pecto a los centroides dle las secciones transversales 5.6.1 Secciones | y H, laminadas 0 formades por tres placas soldadas Introduciendo dentro del radical el factor n/E, la ecuacin 5,17 toma la forma (6.60) EL primero de los dos términos contenidos en el radical representa la contribucién a la resistencia to- tal del perfil de su capacidad para soportar torsién pura, o de Saint Venant, mientras que el segundo corresponde a la oposicién que presentan los patines a flexionarse lateralmente, es decir, a la resistencia del perfil ai alabeo, En la Fig. 5.34 se muestra una seccién J esquema- tizada que sirve de base para determinar los valores de las cantidades que intervienen en la ecuacién 5.60; los resultados obtenidos partiendo de esos va- lores son mas exactos cuando se aplican a un perfil formado por tres placas soldadas que a una vigueta Jaminada, pero conservan precisién suficiente para este caso: the 12 A, be A 2 ail taesah gat 6 6 7 CRb+ Cn => OA, e + Age) = 1 4 = 74 ee + a ) En estas expresiones A, y A, son el area del alma y Ia de uno de los patines, y A es el érea total de la seccién. Ty (h+)? fe {4 _(0.95a)» En secciones de proporciones usuales la distancia entre centros de gravedad de los patines es apr damente igual al 95 por ciento del peralte total. G=E/2 (1+p) =E/26, ya que para el acero p03, Figura 5.34, Seccién I exquematizada Formulas aproximadas 197 Cada uno de los términos del radical de la ecua- cién 5,60 vale: Primer término, mi ElyGKy _ WE (AG) GKy _ _ Le ~ TT — EAE By . . Gry Baw Me Ohta = BA . = Uy ea aw” OF + Tomando A, = A, = A/3, c = 0.651, valores aproxi- mados tipicos de perfiles laminados (aplicables tam- bién a secciones formadas por tres placas, de propor- ciones semejantes a las de éstos), y sustituyendo m y x por sus valores numéricos, la expresién anterior se convierte en at = (1.26) 4 at + (1.0) (080 3] = BAe 126 Fai =r Pea Lae 4 ey aE oa Segundo término, RE*Caly _ nt Btly(0.95d)*1, _ ya 41s ~ 2 EAd =e Peay iY aos ae Con los resultados que se acaban de obtener, la ecuacién 5,60 se transforma en EAt =| sn L/ty {L/*y)* Esta ecuacién es ya de manejo mds sencillo que la 5.60, de la que proviene, pues para utilizarla no se necesitan las constantes Ky y Cy, que no siempre se co- nocen, sino tinicamente cantidades geométricas que aparecen tabuladas en manuales 0 que se pueden caleular facilmente. En secciones formadas por tres placas en las que no se cumplen las relaciones supuestas entre las dreas y los gruesos de alma y patines el primer término puede dar resultados poco precisos; sin embargo, en Mo 198 Pandeo lateral de vigas es0s casos el segundo término es apreciablemente ma- yor que el primero, de manera que errores de alguna importancia en éste influyen poco en el resultado final, La ecuacién 5.61, deducida para vigas en flexién pura, puede aplicarse a otras condiciones de carga y apoyo multiplicando sus resultados por el cociente del coeficiente C, correspondiente al caso considerado di- vidido entre el coeficiente C, de la misma viga some- tida a flexién pura (en las Refs. 5.8 y 5.11 se dan cur- vas que proporcionan el valor de Cs/Cy (ftexién pure), para varios casos de carga, en funcién de la relacién a/L de 1a viga), pero esta correccién no tiene, en general, mucho sentido, ya que si se desean resultados més precisos que los dados por la ecuacién 5.61 es preferible aplicar directamente la ecuacién 5.20. En la mayor parte de las especificaciones se ha con- siderado que la ecuacién 5.61 sigue siendo dema- siady complicada para servir como base del disefio ru- tinario de vigas, por lo que se ha tratado de obtener formulas atin més sencillas, que den resultados del la- do de la seguridad; Ia costumbre ha sido suprimir en cada caso el mas pequefio de los «los términos conteni- dos en el radical, con Io que se obtienen reswltados conservadores puesto que los dos tienen el mismo sig- no, pero aceptables en general, ya que en la mayoria de los problemas de diseiio uno de los dos términos es bastante mayor que el otro. Se obtienen asi las dos {érmulas aproximadas si- guientes, para el cilculo del momento critico de pan- deo elastico de secciones I 0 H. Conservando el primer término, EAt Me, =e (6.62) Conservando el segundo, sayy EAd EAd Mea = V8 44, = 467 “56.68 VS TF any ©) Para obtener expresiones para el esfuerzo critico se dividen las ecuaciones 5.62 y 5.63 entre el médulo de seccién del perfil, que vale (Fig. 5.34): chs Aght = 045 A,d?4—* 5 A,d?+—T 0.90 Ad 4408 9) Art + Tiga 1 Aah = 09d 4, 7a 914, + 5B 7 ) De la ecuaci6n 5.62, EAtr, SOLS, Ger, = Llevando a 5, los valores aproximados aplicables a secciones laminadas se obtiene Ss. =00a4 (+1 x 0.98) =0.35 4a EAtr, 1 'T (0.85 Ad) EL Q/AQ) “035Ld 0.68 E Ldjot Ger, (6.62) ty =b/4.2 es un valor medio del radio de giro co- rrespondiente al eje de menor momento de inercia de secciones J laminadas, De la ecuacién 5.63, 4.67 E Adis erg SL Ss 5 1 = ~ 1 Ah a 09d A, (1+ 2 4) n+ eaa 4.67 EA 1 A,b? _ ~ rE 6 A ~ __467E 045 Lt Si se toma h/d = 1.0, lo que es suficientemente pre- ciso en secciones peraltadas formadas por tres placas soldadas, y 4.67/0.45 = 10.38 =, la ecuacién ante- rior puede escribirse we fen Ory (6.63) donde a na veyi 4) 5) es el radio de giro, respecto al eje y, de una por- cién de la seccién transversal en forma de T, com- puesta por el patin comprimido y la sexta parte del alma inmediata a él (Ref. 5.11). En resumen, se han obtenido las formulas aproxi- madas siguientes, para el cAlculo del momento cri- tico de pandeo eladstico (y dei esfuerzo correspondien- te) de secciones I 0 H con dos ejes de simetria, fie- xionadas alrededor del eje centroidal y principal nor- mal al alma: EAL 0.68 E . Mer, =e (6:62); oer. = Tabor 6.62’) EAd WE . Mer, = 4.67 tint & 63); gery inne (6.63') Cada una de estas ecuaciones proviene de despreciar tun término aditivo de la ecuacién 5.61, de manera que todas proporcionan resultados conservadores, y en un problema dado se obtienen momentos o esfuerzos cri- ticos mds cercanos a los reales calculéndolos con las dos (ecuaciones 5.62 y 5.63, 0 ecuaciones 5.62' y 5.63'), y tomando el més alto; si el resultado obtenido indica que el pandeo se presenta fuera del intervalo eléstico, debe corregirse por inelasticidad, En vigas de dimensiones usuales en estructuras rea- les las ecuaciones 5.62 suelen regir el disefio de los perfiles laminados, mientras que las secciones esbel- tas formadas por tres placas soldadas quedan regidas, en general, por las ecuaciones 5.68. Por este mo- tivo es licito introducir en la deduccién de las ecua- ciones 5.62 simplificaciones en las propiedades geo- métricas validas para perfiles Iaminados, lo que no puede hacerse al deducir las ecuaciones 5.63 5.6.2 Secciones ][ de lémina delgada El primer término de Ja ecuacién 5.60 es despre- ciable en secciones de este tipo, pues el pequefio espesor de sus paredes hace que tengan una resistencia muy reducida a la torsion de Saint Venant- Puede escribirse, por consiguiente, (6.642) Haciendo C.=I,4*/4, con lo que se comete un error muy pequefio, pues la distancia entre centroides de los patines €s précticamente igual al peralte total de la seccién, se obtiene Jweie cE (6.646) 4D aL Finalmente, M, wEl, a—Me BENE (5.64c) ore 2E8, com Especificaciones para disefio 199 5.7 Especificaciones para disefio 5.7.1 Disefio basado en esfuerzos permisibles. Secciones abiertas Las especificaciones del Instituto Americano de la Construccién de Acero (AISC) anteriores a 1961 (Rel. 5.81), daban las indicaciones siguientes para el célculo del esfuerzo permisible en los patines comprimidos de secciones I de acero 47 (ey = 2320 kg/cm’) : “Los esfuerzos de compresién en las fibras extremas de secciones I 0 H laminadas y de trabes armadas su- jetas a flexién no deben sobrepasar los méximos per- misibles siguientes: Para Ld/bt no mayor de 600, ¢, = 1 400 kg/cm? a Para Ld/bt mayor de 600, Tabi (5.64) Les la longitud no soportada Jateralmente, d el pe- ralte del miembro, b el ancho y tel grueso de su pa- tin comprimido, todos en la misma unidad de Jon. gitud; ¢, es el esfuerzo permisible maximo, en kg/ m=", La formula 5.64, deducida originalmente de una ma- nera empftica por De Vries (Ref. 5.14), tomando como base los resultados cbtenidos al aplicar las f6r- mulas teéricas a vigas libremente apoyadas con carga uniforme en toda su longitud, aplicada en el patin superior, representé un adelanto considerable con res- pecto a las expresiones que se utilizaban en su época para calcular los esfuerzos permisibles en secciones I susceptibles de pandearse Jateralmente, que eran mo- dificaciones de la formula de Rankine en las que se trataba el patin comprimido como una columna. La ecuacién 5,64 puede obtenerse de la ecuacién 5.6%, introduciendo en ella un coeficiente de segu- ridad de 1.64: Gor 068 E 843700 oe 164 (Ld/bt) Ld/oe De Vries dedujo su férmula tinicamente para perfi- es laminados de seccién transversal To H, para los que da resultados bastante aceptables, ya que en ellos predomina en general a resistencia al pandeo Iate- ral correspondiente a la torsién de Saint Venant; en cambio, si se aplica a trabes armadas esbeltas propor: ciona resultados muy conservadores, porque la resis tencia al pandeo de este tipo de perfiles proviene fun- damentalmente de Ia rigidez lateral de sus patines, 200 Pandeo lateral de vigas que se desprecia en la ecuacién 5.62’ y, por consiguiente, también en la 5.64. Los resultados de Ia ecuacién 5.62 deben corre- gitse por inelasticidad cuando sean mayores que el li- mite de proporcionalidad del material, y el hecho de que se mantenga un esfuerzo permisible constante, igual al 60 por ciento del de fluencia, para relaciones Ld/bt menores que 600 (sustituyendo Ld/bt por 600 en la ecuacién 5.64 se obtiene o, = 1400 kg/em?) indica que no se ha introducido esa correccién en pie- zas cortas* que se pandean en el intervalo ineléstico, Jo que ocasiona aparentemente en esos casos una dis- minucién del coeficiente de seguridad, que resulta me- nor que el buscado, 1/0.6 = 1.66. Sin embargo, esta omisién aparente ha demostrado ser satisfactoria en la préctica cuando Ia férmula se aplica a vigas lamina- das con extremos conectados a otros elementos estruc- turales por medio de remaches o soldaduras, ya que las conexiones producen una restriccién parcial en los giros alrededor del eje vertical de simetria de la sec- cién, reduciendo el claro efectivo no soportado late- ralmente y proporcionando un factor conservador adi: cional que, aunque indeterminado, tiende a equi brar el error cometido al no corregir los resultados en el intervalo ineldstico. La aplicacién de 1a ecuacién 5.64 a trabes arma- das proporciona en general, como ya se ha mencionado, resultados muy conservadores, lo que fue causa de que en 1961 el AISC introdujera en sus especificaciones una segunda formula, ademés de la 5.64, indicando que el esfuerzo permisible es el mayor de los calculados con ambas, Asi, de acuerdo con las especificaciones AISC de 196i, el esfuerzo permisible de compresién en las fi- bras extremas de perfiles laminados y trabes armadas de seccién I o H debia ser igual al mayor de los ob- tenidos con las dos formulas siguientes, sin exceder 06 a: 843 700 = TayA, 654) (L,/tr) * - a= |lo— $e 06a, (5.65) L es la longitud del patin comprimido no contra- venteada lateralmente, 7; el radio de giro de una sec- cién T formada por el patin comprimido y un sexto del alma, alrededor del eje de simetria contenido en el plano de ésta, A, = b¢ el area del patin en com- presién, C, una constante definida en el capitulo 4 y Cs, que puede tomarse conservadoramente igual a a unidad, un factor que tiene por objeto considerar, en forma aproximada, el efecto de la ley de vari cién del momento flexionante sobre la resistencia de Ja viga al pandeo lateral, La ecuacién 5.65 proviene directamente de la ecua- cidn 5.63’; introduciendo en ella el coeficiente Cy y sustituyendo 1,’ por ry, se obtiene weE Taye org = Esta ecuacién es valida para pandeo elistico. Haciendo Ia correccién por inelasticidad, de acuer- do con Ja ecuacién 5.27, se lega a act donde C, es igual a \/2n*E/ey, (ecuacién 4.75). Por tiltimo, se obtiene el esfuerzo permisible intro- duciendo un coeficiente de seguridad de 1.67: (L/r1)* ) (1 -—__ NO [ERE] (L/ t=) TC, 2eC, Ger _ fy E/a)™ = 080 Saree, | on= Esta ecuacién es la 5.65. Las ecuaciones 5.64 y 5.65, complementadas con Ja indicacién de que cuando L/rp es menor que 40 no es necesario tener en cuenta la reduccién de es fuerzos proporcionada por ta segunda, se conservaron en la revision de 1963 de las especificaciones del A/SC (Ref. 5.32). Las dos ecuaciones 5.64 y 5.65 proporcionan resultados conservadores, puesto que cada una de ellas proviene de climinar uno de los términos del se- gundo miembro de la ecuacién 5.61; sin embargo, al tomar como esfuerzo permisible el mayor de los dos, en vez de utilizar siempre e! calculado con la ecuacién 5.64, se eliminan errores exagerados, del lado de la seguridad, en todos los casos en que predo- mina la resistencia del perfil al alabeo; afin asi, en casos extremos pueden tenerse todavia errores maxi mos del orden de 30 por ciento, cuando los dos tér- minos bajo el radical son numéricamente iguales, lo que sucede cuando .2 db/t, pues cualquiera de las dos formulas proporciona entonces un esfuerzo igual a \/0.5 = 0.707 del total. La ecuacién 5.65 es correcta tan sélo cuando el pandeo se inicia en el intervalo ineléstico, es de- cit, cuando L/ty 119 Gy, para acero A36) 11.950 x 10° Gy = (6.70) [Para Tas canales solamente es aplicable la f6rmula (5.71) 202 Pandeo tateral de vigas (La ecuacién 5.70 es independiente del limite de fluencia del acero, pues corresponde a pandeo elisti- 0). , cuando el patin comprimido es macizo, de sec- cidn transversal aproximadamente rectangular, y su drea no €s menor que la del patin de tensién, _ 8487006, =a @.71) * (Las ecuaciones 5.69 a 5.71 proporcionan los esfuer- 20s permisibles en kg/cmt; en Ia ecuacién 5.69 debe introducirse gy en esas mismas unidades) . EI significado de las literales que aparecen cn las ecuaciones 5.69 a 5.71 es el siguiente: L, distancia entre secciones transversales contra- venteadas de tal manera que no puedan girar al- rededor del eje longitudinal de la viga, ni pueda desplazarse lateralmente su patin comprimido. 74, radio de giro de una porcién de Ia seccién trans- versal de la viga compuesta por el patin compri- mido y un tercio de la parte del alma que se en- quentre en compresién (0 sea un sexto del area total del alma, si los dos patines son iguales}, con respecto al eje de simetria situado en el plano det alma. A, area del patin comprimido, Cy = 1.75 + 1.05 (M,/M,) + 0.3 (M,/M,)?, pero no mayor de 2.3; M, es el menor y M, el mayor de los momentos existentes en los extremos del tramo no contraventeado, y Ia relacién M,/M, es positiva cuando ese tramo se flexiona en curvatu- ta doble y negativa cuando lo hace en curvatura simple. C, se toma igual a la unidad cuando el momento flexionante en un punto cualquiera de la longitud no contraventeada es mayor que ei ids grande de los momentos en los extremos”. ‘Mis adelante se explica de dénde proviene el co- eficiente Cy, Como en las especificaciones de 1968, el esfuerzo permisible sigue siendo el mayor de dos valores calcu- Tados con f{6rmulas diferentes, ambas conservadoras, que provienen de las ecuaciones 5.62 y 5.68. Una de ellas se mantiene pricticamente sin cambio (la ecuacién 5.71, que es Ia 5.64 multiplicada por Cs), pero la otra (ecuacién 5.65) se sustituye por dos ecua- ciones, 5.69 y 5.70, para tener en cuenta las diferencias entre el pandeo elistico y el inelistico, La ecuacién 5.70, que corresponde a pandeo en el intervalo eldstico, proviene directamente de la ecua- 7G, puede tomarse, conservadoramente, igual a la unidad, cién 5.69; se obtiene introduciendo en ella un co- eficiente de seguridad de 1.67 y el factor C, y sustitu- yendo ty por Tr: E 11.950 x 10° 87 (C7) (L/t1)* Cer La ecuacién 5,63’ es aplicable mientras proporciona esfuerzos criticos menores que 0,/2; en caso contrario debe corregirse por inelasticidad, de manera que la rela- cién de esbeltez minima para la que la ecuacién 5.70 es ain utilizable se obtiene haciendo en ella o, = 0,,/1.67 (0/2) |1.67= 0,3, y despejando L/rp. 11950 x 10° Boy Cn L 35 850 x 10° 7 ow Si L/rp es mayor, el pandeo se inicia en el inter- valo elistico y el esfuerzo permisible se calcula con la ecuacién 5.70; si es menor, debe introducirse una correccién por inelasticidad. En el intervalo inelistico se desea obtener una re- lacién esfuerzo criticolongitud libre (0 esfuerzo per- misiblelongitud libre) que coincida con la aplicable en el intervalo clistico en el punto correspondiente a Lr, = \/85 850 X 10° G,) Jay y que, ademds, tenga en cuenta que en vigas sopor- tadas lateralmente en puntos muy cercanos unos de otros no hay pandeo lateral y el momento resistente puede legar a ser mayor que el plistico, a causa del endurecimiento por deformacién. La ecuacién de partida vuelve a ser ger = 411 — oy (L/r2)*/4n2 EG}, obtenida despreciando et térmi no correspondiente a la torsién de Saint Venant y co- rrigiendo el resultado por inelasticidad; es, pues, Ia misma que Heva a la ecuacién 5.65 de las especifi- caciones AISC de 1961 y 1963. El efecto del endurecimiento por deformacién se incluye en forma aproximada multiplicando por 1.10 el esfuerzo de fluencia 6 que aparece fuera del pa. réntesis rectangular (lo que equivale a sustituir el momento M, que multiplica al paréntesis de la ecua- cién 5.28 por M,), y el ajuste con la curva de pandeo elistico se logra introduciendo un coeficiente en el denominador dei término negativo contenido en ese paréntesis; entonces, Ger Lay [ov Lit] 4m ECya, ~ 165 165 = oy (E/t2)* 120680 x 108 Cy fz _ is Cuando L/rp = 1/35 850 X 10° C;/a, el esfuerzo permisible dado por la ecuacién anterior debe ser igual a a,/3; de esta condicién se obtiene a = 8 x 35 850/120 680 que, sustituida en la ecuacién del es- fuerzo permisible, Meva a la ecuacién 5.69. La relacién L/rp més pequefia para la que es atin aplicable 1a ecuacién 5.69 se obtiene igualando su segundo miembro a 0.60 gy, pues pata relaciones me- nores proporciona resultados por arriba del 60 por ciento del esfuerzo de fluencia que, por especificacién, es el maximo permisible.* Determinacién del coeficiente C) EI momento critico de pandeo lateral de una viga con cualquier condicién de apoyo y carga, Mz. puede obtenerse partiendo del valor (M,) «, proporcionado por Ia ecuacién 5.17, correspondiente a apoyos libres y flexién uniforme, de la manera siguiente: Mer Me, = (Me) ee a (Mo) er De la ecuacién 5.20, Me,/ (M,) er = Ca/ (Ca) » donde Gz ¥ (C_)o corresponden, respectivamente, a la viga con condiciones cualesquiera de apoyo y carga y a la libremente apoyada en flexién pura. Las curvas de las Figs. 5.6 a 5.9 permiten, en los ‘casos en que son aplicables, determinar los cocientes CI Ce Llamando G, a esa relacién, el momento critic co- rrespondiente a una condicién cualquiera de carga y ‘apoyo queda dado por la expresién Mo = Cy (My Por medio de las curvas de la Fig, 5.8, validas para vigas flexionadas por pares aplicados en sus extremos sin que haya cargas transversales entre puntos fijos la- teralmente, se encuentra que los cocientes C,/(C,) » son practicamente independientes de la relacién a/L y de las condiciones de apoyo en los extremos del seg- mento no contraventeado relativas a giros alrededor del eje y, de manera que pueden expresarse en fun- Taunque el endurecimiento por deformacién puede, como se mencioné arriba, hacer que €l momento resistente sea mayor que M,, no se juzga conveniente admitir esfuerzos superiores 2 0.60 ay’ mds que en secciones compactas, ya que la resistencia de las restantes se ve limitada por pandeo local. Especificaciones para disefio 203, cidn, inicamente, de la relacién entre Jos momentos extremos. En la Ref. 5.8 se propone la expresién aproximada Ca (Cao 2 *y = 1.75 + 1.05 Ga + 038 () <28 que proporciona resultados conservadores en general y stificientemente cercanos a los obtenidos con las curvas para ser utilizados en férmulas de disefio. (Ya se ha visto cual es el significado de M, y Mz y qué signo debe comarse para su cociente) . Como las ecuaciones aproximadas propuestas en Jas es- pecificaciones de disefio provienen de la ecuacién 5.17, ob- tenida para extremos libres y flexién pura, sus resultados mejoran introduciendo en ellas el factor correctivo Cy el que, con todo rigor, es vélido dnicamente para vigas flexionadas por pares aplicados en sus extremos pero se utiliza también en otros casos, excepto cuando el mo- mento maximo entre apoyos es mayor que en les extremos, ya que esa condicién se aproxima aceptablemente supo- hiendo que la viga esté en flexi6n pura, es decir, tomando C= 10. Las ecuaciones 5.69 y 5.70 pueden refinarse in- cluyendo en ellas los efectos de la resistencia a la tor- sién de Saint Venant ademds de los correspondientes fa la resistencia al alabeo (y eliminando, por consi- guiente, Ia necesidad de emplear Ia ecuacién 5.71, Ref. 5.88), utilizando en lugar de Tp un radio de giro ficticio equivalente que se obtiene igualando el es- fuerzo critico de pandeo lateral elistico calculado con la ecuacién 5.17, en la que se incluyen los dos tér- minos, torsién de Saint Venant y resistencia al ala- beo, con el esfuerzo critico de una columna cargada axialmente, dado por la formula de Euler; en la ecua- cin 5.17 se incluye el factor Cy. aC, c EI, GK; if EO EL, GKy + BCA ty oer = Se sustituye Cy por su valor aproximado I,d*/4 y se saca el factor Ex 1,/2L fuera del radical: nO Exh f- SL 2L Er Ge Efectuando simplificaciones y operaciones numéricas se obtiene finalmente Cl, /—————T3 1, Vat + 0.156 7 = avin = 35 Si se utiliza este radio de giro equivalente en la

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