MOVERSE EN LIBERTAD 2
los libros modernos de pediatria o en las obras de divulgacién desti-
nadas.a los padres. La més mencionada ¢s la silla alta. Bouffard’,
Court™, Frontali®, Gesell?°, Klimova-Fugnerova”’, Moncrieff-E-
vans* y el Children Bureau del Gobierno de Estados Unidos consi.
deran, por ejemplo, los diferentes modelos de sillas para bebé como
aecesorios naturales en la educacion, al mismo nivel que la ayuda de
la madre. Bouffard y Frontali aconsejan los aparatos para andar, las
sillas colgadas, etc. Spock” recomienda el «taca-taca»
Frente a estos autores Cate!" se manifiesta resueltamente contra
la practica de colocar a los nifios pequefios en sillas. Y Peiper* men-
na la «sill de andar» (baby-trot, «taca-taca») como un instrumen.
to del que conviene prescindi
Segunda secuencia:
el niio aprende a mantenerse solo en la nueva posicién y después
2 entrar en actividad en ella; aprende a ejecutar por ‘si mismo
Vos movimientos de desplazamiento que le han «ensenadon
Cada vez més frecuentemente y durante més tiempo, el adulto
hace al nifio adoptar las nuevas posiciones (sentada, de pie) o los nue.
vos movimientos (la marcha), prestandole cada vez menos apoyo o
ayuda hasta el momento en que, por fin, consigue mantenerse solo 0
ejecutarlos por si mismo. (Colocado sentado 0 de pie, ya no se cae:
colocado de pie, da algunos pasos). Con relacién a la posicién sen.
tada, ciertos autores describen incluso detalladamente la forma de
sostener al nifo.
Tercera secuencia
el nino aprende a encontrar y a abandonar la posicion o la forma
de desplazamiento anteriormente aprendida
Después de que el nifio ha aprendido a permanecer en posiciones
que el adulto le ha hecho adoptar, 0 a realizar movimientos a partir
% Bourrano, P.: Ob, cit
& Counr, $:'D. M.: Ob. cit, pig. 218.
3 Frowratt, G2: Ob. cit, vil. pags, 156157
Gestit, As Ob. cit.
KLNovA-FLonEnOva, M.: Ob, cit, pig. 261
Monenttrr, A. y Evans, P.: Ob. cit pig. 70,
Srocx, B.: Baby and chitdren care. Botley Head, Londres, 1956
Sr Cate, We: Die pflege des gesunden und des kraken kindes, G. Thieme, Stuttgart, 1952
i Prirex, A” 0b. cts pds. 247
“i ANORE-TitonAs, 8.2 Ob: cit. pag. 117: Fronats, G.: Ob. cit, vol. 1, pi. 160; Hux
oer, E. B.: Ob. cit, pig. 68; LawoRenit, C.: Ob. cit. pig, &2,
ets
“8 ELPAFEL DEL ADULTO
de ellas, es preciso que aprenda ademas a hallarlas y a abandonarlas
Por sf mismo. Asi pues, después de haber aprendido a mantenerse
tumbado sobre el vientre, debera aprender a volverse sobre el vien-
tte y a volverse de nuevo sobre la espalda. Cuando ya puede mante-
nerse sentado, debe aprender a sentarse y a volver a tumbarse; cuan
do ya haya aprendido a andar debe aprender a ponerse de pie y a vol-
Ver a ponerse a gatas; una vez que sabe andar, aprenderd a ponerse
de pie sin sujetarse. Estas son condiciones para que pueda efectiva-
mente actuar de una manera auténoma en posiciones mas evolucio-
nadas, para que pueda ponerse en actividad y para que, a partir de
estas posiciones, le sea posible emplear formas mas avanzadas de mo-
vimiento sin la ayuda concreta del adulto.
Argumentos en favor
de la intervencién «ensenante» del adulto
En las obras de los especialistas son escasos los argumentos que
justifican la intervencién «ensefiante» (modificante) del adulto.
Algunos autores dan importancia al ejercicio de las posturas y de
los movimientos que se hacen practicar regularmente, para que apa
rezcan en el orden previsto y en las edades deseadas los diferentes es
tadios del desarrollo motor. Bouffard™ afirma, por ejemplo, que los
movimientos no son espontneos, que es preciso ayudar al nifio; para
Hurlock* es la adquisicién de la marcha la que exige aportar una ayu-
da al nifio; para Kistiakowskaia®, el «aprendizajen debe asegurar un
desarrollo en los variados aspectos y en los plazos prescritos
Varios autores consideran que la posicién ventral es una gimna-
sia preparatoria para la sentada, el gateo y la marcha (puesto que re
fuerza los miisculos del cuello, los espinales y los del tronco). Es acon.
sejada desde que el nifio sea capaz de levantar la cabeza en esa po-
sicién, por poco tiempo al principio y después progresivamente du-
rante mas tiempo. Por ejemplo, Brennemann®, Opitz-De Rudder”,
Rominger*, Spitzy"’, Stirnimann™ son de esa opinién. En Estados
Unidos, y desde hace algunos afos en muchos otros paises, ciertos
3 Bourean, P. Ob. cit,
Huntock, EB: Ob cit, pig. 177
Kistiakowskats, MM (Quelgues problémes de Vapprentssage). Mosc, 1966
Brennemann's Practice of Pediatrics, ob. eit. vol cap XI pay, 1d
Ontz, Hey de Rupoes, B." Ob ci, pig. 6
Rowincen, E.: Ob. ct, pag. 28
Siizy. H.: Die korpeliche Erziehung det Kindes. Springer, Viena, 1925
Sruaninas: 1951, pig. 59MOVERSE EN LIRERTAD “
médicos, partiendo de consideraciones andlogas, recomiendan colo-
car a los nitios sobre el vientre desde su nacimiento.
Por lo que se refiere a poner al nifio sentado o de pie, hace tam-
bién hincapié en las repercusiones favorables en la musculatura, cles.
queleto y la respiracion. Asi, segin Frontali’™, es preciso poner al
nino sentado y de pie para favorecer, mediante estos ejercicios mus.
fulares regulares, el metabolismo de los tejidos de los musculos y de
los huesos; Gesell ¢ Ig’ observan que el nitio de 16 semanas se sien-
te fcliz cuando se le pone sentado, sus ojos brillan, su respitacién se
acelefa y su pulso ¢s més répido. ‘Klimova-Fugnerova® eseribe que
cuando el nino de meses, cogido a nuestros dedos, se levanta hesta
{a posicion sentada y después permanece sentado, fortifica sus mise,
los, Kistiakowskaia™ estima que es preciso poner al nifio de pie para
fortificar sus cuadriceps.
Ciettos autores consideran que es necesario para el desarrollo in-
tclectual del nifio colocarle en determinadas posiciones. Por eso pro.
n lado y hacia el otro; este cambio en el es-
Pacio le proporciona unos estimulos sensoriales, variados, visuales,
auditivos, térmicos, tactiles y de otros tipos; Gesell” recomienda sen-
‘ar en una silla al nino de 28 semanas para que también vea mejor.
Se reconoce generalmente que también se pone sentado al iho
Paria eeecmtte en actividad, pues en Ia posicion sentada tiene més po-
sibilidades de movimientos de brazos y manos que tumbado hacia ag,
ba o hacia abajo. Se pone al nifio de pie y se le hace andar para que
pueda desplazarse cuanto antes, para que adquiera unas experiencias
espaciales y para que establezca mejores contactos con st entorno.
Para numerosos autores, poner al nifio sentado o de pic es inv.
portante desde el punto de vista de la relacion de éste con el adulto,
Scfialan que el nino desea obtener la ayuda de los padres para pasey
desde la posicién de echado de espaldas hasta la posicion sentadae
Guiere get Hevado hacia arriba, tendiéndole el adulto un dedo para
vyudarle. EI nifio espera ser levantado y puesto de pie; mas tarde
auiere obtener un apoyo cuando trata de mantenerse de pie. aferran.
3 Browraur G.: Ob. cit, vol. Epp. 160,
& Gest, A: 0b. it
2 oF. Ly Bares Anas, L.: 06, ct
Sf KuuhovacFuovenova M: Ob ct, pig. 250.
Kisnaxowskats. M. Men Cutittuovanoy, U.: Ob. cit
Exxon: 1964, pg 70.
Gustin, A: Ob. vie
aee
4s EL PAPEL DEL ADULTO
dose a la mano de! adulto, y desea que se le pasee cogiéndole las ma-
nos, David asegura que al nifio le encanta que le mantengan sen-
tado (4-5 meses) y que se alegra cuando le ponen de pie. Todo esto
desempefia un papel en el establecimiento de los contacts humanos.
Gesell”, entre los juegos sociales que enumera como placenteros para
el nifio de 40 semanas, sugiere hacerle andar sosteniéndole de la
mano, tumbarle en cl suelo hacia abajo y sentarle en una mecedora.
Segiin Hurlock®, el nifio de 4 meses muestra un deseo evidente de
estar sentado, pero como sus masculos no estan atin suficientemente
fuertes, se cae. Si se le ayuda un Poco se siente muy feliz.
Finalmente, un argumento en favor de esta practica tan corrien-
te: la costumbre, el habito. Es lo que hacen instintivamente Jas ma-
dres; esto es lo que por lo general aconsejan, y con frecuencia sin co-
‘mentario, Ios médicos y los Psicdlogos y esto es lo que se ha publi
cado sin justificaciones en la mayoria de los tratados y manuales de
pediatria; porque lo que es habitual acaba por ser «natural», En a
gunos este punto de vista es explicito”. Peiper®™
Cada poscin que eno adopta es ya conocida por ét puesto qu Ia made fe
‘etic sore el vem, levens ole pve de pit mac Fates Helge eda oes
sentarsey ponerse de pie. La madre» mediante su reitcrada ayuda: sate al eo
Ss tals fon mowmicntoe test pus tan eodetes gerade ae
aprendeton
Rasgos problematicos del desarrollo motor
resultantes de la «enseftanza> de los movimientos
Aunque el proceso descrito de la adquisicién de los diferentes es-
tadios del desarrollo motor esté ampliamente admitido y considerado
como natural, merece sin embargo algunas reflexiones.
1. Lo que resulta mas sorprendente es que en el curso de este pro.
ceso, el nifio se halla continuamente «clavado en un sitio», inmovil
zado, reducido 4 una misma postura. El bebé que Se miueve con vi
idad tumbado de espaldas —vuelve la cabeza a la izquierda, a la de.
recha, juega con sus manos, agita sus pies y sus manos, a menudo gira
en su cuna, lo que constituye un esbozo de desplazamiento— es tum:
2 Daw. Me 0b, ct
Gis A Oh
Huntock, E.B.: OB, ci pip. 78.
** Por ejemplo, Davin, M.: 0b. ci; ELXONINE: Ob. cit, pig. 71; Faowtats,G. OB. ci
vol I, pip 1a.
SP Ptiren A: Ob. cit, pig. 287-288MOVERSE EN LIMERTAD 4%
bado hacia abajo durante periodos mas o menos largos. Pero en este