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M E D I C O S,

P A C I E N T E S,
SOCIEDAD

DERECHOS HUMANOS Y
RESPONSABILIDADES
PROFESIONALES
DE LOS MEDICOS
en documentos
de las organizaciones internacionales

Asociación Médica Mundial

Organización Mundial de la Salud

Asociación Mundial de Psiquiatría

Naciones Unidas

Consejo de Europa

Asociación Mundial de Psiquiatría


Geneva Initiative
Asociación Psiquiátrica de América latina (APAL)
INTRODUCCIÓN A LA VERSIÓN EN ESPAÑOL

Al recibir la publicación bilingüe (inglés-ruso) "Physicians, Patients, Society",


compilada originalmente por expertos de la Asociación Psiquiátrica de Bulgaria, y editada
con el título de "Lekariat, Patsient, Obschestvo" por la "Fundación Búlgara de Neurociencia
y Comportamiento", surgió en nosotros la idea de que sería de interés editar la versión en
español de la obra, en consideración de la alta significación de su contenido, y el muy
considerable número y calidad de profesionales de la Salud Mental de habla hispana que se
beneficiarían con su lectura, para incluirla como material de referencia en sus prácticas
profesionales.
La posibilidad concreta de avanzar con lo antes mencionado, surgió tras un encuentro
con el Secretario General de la Geneva lnitiative, Roben Van Voren, quien ofreció la
generosa contribución de esta Institución de auspiciar esta edición en español. Es
precisamente gracias a ello que sale a la luz esta obra pensada en el bien común.
Por coincidir este año con la celebración del cincuentenario de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, hemos considerado pertinente incluir a modo de
introducción el texto de dicha Declaración, que no estaba en la edición anterior.
Asimismo hemos incluido, en la sección de documentos producidos por la Asociación
Mundial de Psiquiatría, la "Declaración de Madrid" (1996), por un lado, y el Documento de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado "Los Diez Principios Básicos de las
Normas para la Atención de la Salud Mental" , que tampoco figuraban en el texto original, ya
que estos materiales aparecieron con posterioridad a la obra que hoy publicamos en su
versión en español.
Consideramos oportuno resaltar la tarea de traducción llevada a cabo por la Ingeniera
Fisher, argentina nacida en Rusia, cuyo conocimiento de las lenguas en que fue publicado
el material original facilitó el trabajo.
La Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), que tengo el honor de presidir,
acompaña con entusiasmo esta noble contribución de humanistas comprometidos con la
nunca olvidable utopía del bien común de la Humanidad, que tanto médicos y otros
profesionales de la Salud Mental como así también grupos de pacientes y familiares,
legisladores políticos, economistas, periodistas, personal de seguridad, líderes de la
comunidad y la sociedad toda deberíamos tener siempre presente en todas y cada una de
nuestras acciones.

Prof. Roger Montenegro*


*
El Prof. Dr. Roger Montenegro es actualmente Presidente de la Asociación Psiquiátrica de
América Latina (APAL) y Secretario para Educación de la Asociación Mundial de Psiquiatría
(WPA). También es Miembro de la Iniciativa de Ginebra y del Panel de Expertos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Fue el Fundador y primer presidente de la
Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA). Actualmente el Presidente Honorífico de
dicha institución y Director de su Instiuto Superior de Formación de Post Grado, el cual es
Centro Colaborador de la OMS y Unidad Docente de Post Grado de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires. Su preocupación por los temas de ética, derechos
humanos y derechos de los pacientes lo indujeron a la producción de la versión en español
de este importante trabajo de compilación llevado a cabo por colegas búlgaros, contando
para ello con la generosa contribución de la Iniciativa de Ginebra, como homenaje a los 50
años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III),
del 10 de diciembre de 1948

Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos
los miembros de la familia humana,
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han
originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha
proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en
que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias,
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión
contra la tiranía y la opresión,
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre
las naciones,
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su
fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a
promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio
de la libertad,
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en
cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a
los derechos y libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la
mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso,

La Asamblea General
Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común
por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos
como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por
medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación
universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de
los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros.

Artículo 2
1. Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o
internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se
trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no
autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.

Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la
ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación
de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en
materia penal.

Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio
o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio
de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a
su país.

Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él,
en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por
delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.

Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.

Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en
caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión;
este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de
manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier
medio de expresión.

Artículo 20
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por
medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresar á mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente,
por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad del voto.

Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la
organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda personal tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria,
que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y
que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección
social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses.

Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su
voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos
los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social.

Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos
en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental
será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el
acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos
respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos
los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que
le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que
sea autora.

Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el
que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.

Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar
el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de
satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en
una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los
propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30
Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere
derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar
actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración.
PREFACIO

El derecho a tener una vida de calidad aceptable, a merecer un trato respetuoso, a ser
auxiliado en las enfermedades y en otros infortunios no se ha convertido, lamentablemente,
en un hecho natural para la sociedad. Han llegado y han pasado incontables civilizaciones
sin detenerse a reflexionar para definir los derechos humanos y menos aun para
defenderlos. Padres de la Iglesia, juristas y filósofos han escrito durante siglos sobre los
derechos del hombre, intentando darles una fundamentación teórica. Pero hasta épocas
muy recientes no se ha logrado un consenso internacional o intergubernamental, ni
convenio escrito alguno sobre el tema.
En los últimos cincuenta años y en particular durante las últimas dos décadas,
apareció un flujo inesperado de resoluciones, convenios y recomendaciones de
organizaciones científicas, profesionales y gubernamentales, referentes a las cuestiones de
los derechos humanos. La presente compilación contiene la mayor parte de dichos
documentos. Su aparición atestigua que la humanidad ha alcanzado un nuevo nivel de
concientización de sus metas y de sus características: los gobiernos, las organizaciones
científicas y las instituciones sociales han declarado que, en su opinión, los ciudadanos de
la Tierra tienen derecho a ser protegidos contra cualquier forma de abuso, en particular
cuando no están bien, cuando no pueden defenderse y no hay nadie que los proteja.
Pero la alegría de saber que vivimos en un momento histórico en que eso ocurre no
es plena: nos enfrentamos ahora con el enorme problema de asegurar que esos derechos
se observen. Este objetivo requiere que se realicen muchas modificaciones en la práctica
médica mundial de hoy, cambios radicales en la actitud de los trabajadores de la salud,
investigadores, pacientes y de la comunidad; requiere otra preparación de grado y de
posgrado, otra educación en el hogar y en la sociedad. Si llegamos a hacer todo lo que
podemos, y logramos convencer a otros para que procedan de igual modo, alcanzaremos a
ver en vida muchos cambios; los documentos que se presentan en este libro pueden
ayudarnos, pues jalonan el camino que conduce a una sociedad más civilizada y humana,
que ha de proporcionar una mejor calidad de vida a todos sus miembros, sean enfermos o
sanos.
N. Sartorius
M.D., M.A., Ph.D., FRC Psych.
Profesor de Psiquiatría, Depto. de Psiquiatría, Universidad de Ginebra;
Presidente, Asociación Mundial de Psiquiatría
INDICE

ASOCIACION MEDICA MUNDIAL


1. Declaración de Ginebra
2. Doce Principios para la Atención de la salud en Cualquier Sistema Nacional de Salud
3. Código Internacional de Etica Médica
4. Reglamentación en Tiempos de Conflicto Armado
5. Declaración de Helsinki (Recomendaciones para los Médicos que realizan
Investigaciones Biomédicas en Seres Humanos)
6. Recomendaciones Referentes a la Atención Médica en Zonas Rurales
7. Proposición sobre Planificación Familiar
8. Declaración de Sydney. Proposición sobre la Muerte
9. Declaración de Oslo. Proposición sobre el Aborto Terapéutico
10.Proposición sobre el Uso de Computadoras en Medicina
11.Declaración de Tokio (Pautas para Médicos sobre Torturas y otras Formas de Trato
o Castigo Cruel, Inhumano o Degradante, en los Casos de Detención y Prisión
12. Proposición sobre el Uso y el Abuso de Drogas Psicotrópicas
13. Declaración de San Pablo. Proposición sobre la Contaminación
14. Resolución sobre la Participación de los Médicos en la Pena Capital
15. Declaración sobre los Principios de la Atención de la Salud en la Medicina del Deporte
16. Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente
17. Declaración de Venecia sobre Enfermedades Terminales
18. Recomendaciones Referentes al Boxeo
19. Proposición sobre el Personal Médico I
20. Proposición sobre el Personal Médico II
21. Proposición sobre el Maltrato y el Abandono de los Niños
22. Proposición sobre la Libertad de Participar en Reuniones Médicas
23. Proposición sobre el Personal Médico III
24. Declaración de los Derechos Humanos y Libertad Individual de Profesionales Médicos
25. Proposición sobre el Tráfico de Organos Vivos
26. Declaración sobre la Independencia del Médico y su Libertad Profesional
27. Declaración de Madrid sobre Autonomía Profesional y Auto-Regulación
28. Declaración de Rancho Mirage sobre Educación Médica
29. Proposición sobre la Fertilización In-Vitro y el Trasplante de Embriones
30. Declaración sobre la Eutanasia
31. Declaración sobre el Trasplante de Organos Humanos
32. Proposición Provisoria sobre SIDA
33. Proposición sobre Orientación y Asesoramiento Genético e Ingeniería Genética
34. Proposición sobre Políticas de Salud Infantil
35. Proposición sobre el Acceso a la Atención Médica
36. Proposición sobre la Responsabilidad Profesional de los Médicos en el Tratamiento de
los Pacientes de SIDA
37. Proposición sobre Sanciones Académicas o Boicots
38. Resolución sobre la Práctica Médica Colectiva
39. Resolución de la Asociación Médica Mundial
40. Proposición sobre los Peligros de los Productos de Tabaco para la Salud
41. Declaración sobre el Papel de los Médicos en los Problemas Ecológicos y Demográficos
42. Proposición sobre el Uso de Animales en la Investigación Biomédica
43. Proposición sobre la Sustitución Genérica de los Medicamentos
44. Proposición sobre el Trasplante de Tejido Fetal
45. Proposición sobre el Estado Vegetativo Persistente
46. Proposición sobre Políticas para la Atención de Pacientes con Fuertes Dolores Crónicos
47.Proposición sobre Fabricación, Importación, Exportación, Venta y Publicidad del Tabaco
48. Declaración de Hong Kong sobre el Maltrato de los Ancianos
49. Declaración sobre Armas Químicas y Biológicas
50. Resolución sobre Derechos Humanos
51. Resolución sobre Sustitución Terapéutica
52. Proposición sobre Lesiones de Tránsito
53. Declaración sobre el Control de los Traumatismos
54. Proposición sobre el Suicidio de los Adolescentes
55. Declaración de Malta sobre los Huelguistas de Hambre
56. Declaración de la Quinta Conferencia Mundial de la Asociación Médica Mundial sobre
Educación Médica
57. Resolución sobre Prohibición de Fumar en Vuelos Internacionales
58. Declaración sobre el Proyecto del Genoma Humano
59. Proposición sobre el Suicidio Asistido por el Médico
60. Proposición sobre el Examen Médico Domiciliario, la "Telemedicina", y la Etica Médica
61. Proposición sobre la Contaminación por el Ruido
62. Proposición sobre Mala Praxis Médica
63. Proposición sobre el Alcohol y la Seguridad en los Rutas
64. Proposición sobre Problemas Planteados por la Epidemia de VIH/HIV
65. Proposición sobre el Cacheo del Cuerpo de los Presos
66. Proposición sobre la Defensa de los Derechos y de la Confidencialidad del Paciente
67. Proposición sobre la Seguridad en el Lugar de Trabajo
68. Proposición sobre la Mutilación Genital Femenina
69. Proposición sobre el Derecho de la Mujer a Usar Medios Anticonceptivos
70. Resolución sobre la Consagración a los Principios de las Normas Eticas de la
Asociación Médica Mundial
71. Resolución sobre el Comportamiento de los Médicos frente al Problema del
Trasplante de Organos
72. Proposición sobre la Etica Médica en Situaciones de Catástrofe
ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD

División de la Salud Mental y Prevención del Abuso de Sustancias

73. Normas para la Atención de la Salud Mental. Diez Principios Básicos, 1996

ASOCIACION MUNDIAL DE PSIQUIATRIA

74.Proposición y Puntos de Vistas de la AMP sobre los Derechos y la Protección Legal


de los Enfermos Mentales
75.Declaración de Hawai II
76.Declaración sobre la Participación de los Psiquiatras en la Pena de Muerte
77.Declaración de Madrid. 1996

NACIONES UNIDAS

78.Principios de Etica Médica y Anexo


79.La Protección de Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental
80.Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la
Atención de la Salud Mental

CONSEJO DE EUROPA

81. Recomendación 818 (1977) sobre la Situación de los Enfermos Mentales


82. Recomendación 1046 (1986) sobre el uso de los Embriones y Fetos Humanos con fines
Diagnósticos, Terapéuticos, Científicos, Industriales y Comerciales
83. Resolución No. R (78) 29 sobre Armonización de las Legislaciones de los Estados
Miembros respecto de la Extirpación, Injertos y Trasplantes de Material Humano
84. Recomendación No. R (80) 4 del Comité de Ministros a los Estados Miembros respecto
del Paciente como Partícipe Activo de su Propio Tratamiento
85. Recomendación No. R (81) 1 del Comité de Ministros a los Estados Miembros sobre el
Reglamento para los Bancos de Datos Médicos Automatizados
86. Recomendación No. R (83) 2 del Comité de Ministros a los Estados Miembros sobre la
Protección Legal de las Personas que Padecen Trastornos Mentales, Internados como
Pacientes nvoluntarios
87. Recomendación No. R (90) 3 del Comité de Ministros a los Estados Miembros sobre la
Investigación Médica en Seres Humanos
88. Recomendación No. R (80) 15 del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre una Mejor Distribución de la Atención Médica Dentro y Fuera de los Hospitales
89. Recomendación No. R (90) 13 del Comité de Ministros a los Estados Miembros sobre
"Screening" Genético Prenatal, Diagnóstico Genético Prenatal y Asesoramiento Genético
ASOCIACION MEDICA MUNDIAL
ASOCIACION MEDICA MUNDIAL

En julio de 1945 tuvo lugar en Londres una conferencia informal de médicos de


varios países en la cual se planificó la creación de una organización médica internacional en
lugar de "L´Association Professionelle des Médecins" que había sido fundada en l926 con
23 países miembros pero que cesó de funcionar al iniciarse la Segunda Guerra Mundial. El
nuevo órgano se denominó Asociación Médica Mundial.
El 18 de setiembre de l947 los delegados de 27 asociaciones médicas nacionales se
reunieron en Ginebra en la Primera Asamblea General de la AMM y acordaron la
constitución y los estatutos de una "confederación de las asociaciones médicas más
representativas de todos los países".
Al año siguiente la Comisión Ejecutiva (conocida hoy como Consejo) reconoció a la
ciudad de Nueva York como la mejor sede para su Secretaría y, en julio de l964, la AMM fue
registrada según la legislación del Estado de Nueva York como organización científica y
educativa, sin fines de lucro, exenta por lo tanto del pago de impuestos. Posteriormente, por
razones de economía y para facilitar los contactos con otras organizaciones de la salud
ubicadas en Suiza, se trasladó la Secretaría a Ferney-Voltaire en Francia, en las
proximidades de Ginebra. Allí se encuentran desde l974 los órganos administrativos de la
AMM, aunque ésta sigue incorporada legalmente en el Estado de Nueva York y goza de las
mismas ventajas.
Es frecuente que confundan la Asociación Médica Mundial (AMM) con la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien ambos organismos tratan de problemas
internacionales de la salud, la OMS es un órgano de la ONU y es financiada por los
gobiernos, que son políticos en esencia, de modo que está sujeta inevitablemente a
influencias políticas. En cambio la AMM (WMA) está formada y financiada por asociaciones
médicas nacionales, voluntarias, que a su vez representan a más de un millón de médicos
de todo el mundo que han jurado poner los intereses de sus pacientes en primer lugar,
luchar por mejorar el sistema de atención de la salud para todos, al margen de razas,
credos, convicciones políticas o condiciones sociales. La AMM, apolítica en esencia, abarca
una gran cantidad de miembros que hablan diversas lenguas, pertenecen a distintas
culturas y practican distintos sistemas de salud, pero comparten los mismos ideales y son
sólo responsables ante sus pacientes .
La gente se pregunta de qué se ocupa la AMM. Su misión consistió siempre en crear
un foro libre, abierto, para una discusión franca, no de problemas clínicos, sino de
cuestiones de ética médica de educación médica, asuntos médico-sociales y de la salud en
general. De esa manera se puede alcanzar un consenso internacional sobre cuestiones
controvertibles y dar, sobre esa base, recomendaciones a los médicos en casos de duda
sobre el curso correcto de las acciones que se deben seguir. Si bien la AMM goza de gran
autoridad, pues representa la opinión de muchos expertos de todas las regiones del mundo,
no tiene poder real ni aspira a tenerlo. Sin embargo, sus declaraciones y proposiciones
elaboradas durante años han constituido un gran aporte para los debates nacionales e
internacionales. Esta publicación, editada por el Consejo, constituye una compilación de
documentos de la AMM sobre diversas cuestiones. Algunas de las declaraciones que
contiene han debido ser revisadas a la luz de nuevos conocimientos o para mejorar el léxico
algo extraño, inevitable cuando personas de idiomas diferentes deliberan entre ellas.
Algunos documentos se están reelaborando en este momento y no hay duda de que otros
más sufrirán los cambios necesarios cuando lo requieran las circunstancias. Los materiales
reunidos en este folleto comprueban que la AMM, lejos de estar muerta, ser fósil o
monolítica, está muy viva, en evolución constante, y es única en cuanto órgano internacional
que protege los intereses del paciente contra los constantes intentos de socavar la prioridad
de sus derechos.

The World Medical Association A. Wynen, Secretario General


28 Avenue des Alpes A.Orozco, Director Ejecutivo
01210 Ferney-Voltaire France C.A.S.Wink, Editor Ejecutivo,WMJ
Mayo, 1985 W.Burkart, Co-Editor, WMJ
Declaración de Ginebra
Adoptada por la Asamblea General de la AMM, Ginebra, Suiza, Setiembre 1948
y enmendada por
la 22a Asamblea Mundial, Sidney, Australia, 1968
y la 35aAsamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y la 46a Asamblea General de AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Al integrarme como miembro de la comunidad médica, juro solemnemente:


• consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
• tratar con respeto y gratitud a mis maestros;
• cumplir mi deber profesional a conciencia y con dignidad;
• preocuparme ante todo por la salud de mis pacientes;
• guardar los secretos que me fueran confiados por el paciente, aun después de su
muerte;
• mantener por todos los medios que estén a mi alcance, el honor y las nobles
tradiciones de la profesión médica;
• tratar a mis colegas como hermanos;
• no permitir que circunstancias vinculadas con la edad, el estado de salud, el credo, el
origen étnico, el sexo, la nacionalidad, las convicciones políticas, la orientación sexual o
la posición social me impidan el cumplimiento de mi deber para con el paciente;
• mantener el mayor respeto por la vida humana desde sus comienzos, aun bajo
amenazas, y no utilizar los conocimientos médicos en contra de las leyes de la
humanidad;
• hago estas solemnes promesas libremente, y juro cumplirlas por mi honor.

________________________

Doce Principios para la Atención de la Salud


en Cualquier Sistema Nacional de Salud
Adoptados por la 17a Asamblea Médica Mundial,Nueva York, U.S:A:,l963
y enmendados por
la 35a Asamblea Médica Mundial ,Venecia, Italia Octubre 1983

Preámbulo
La atención médica se organiza en el mundo de las maneras más diversas, con la
mayor independencia y libertad, hasta llegar a los servicios médicos organizados
exclusivamente y en forma completa por el Estado. Sería imposible describir en detalle
todos los sistemas, pero se puede decir que, mientras algunos países ayudan sólo en casos
de necesidad extrema, otros poseen un sistema de seguro de salud, y otros han ido más
allá, organizando un sistema completo de atención médica. La iniciativa personal se asocia
en diversos grados con la política y la acción gubernamentales, hecho que diversifica aun
más los modos de proveer asistencia médica.
Lo ideal, por cierto, en ese campo, es "proveer la asistencia médica más actualizada,
respetando plenamente los derechos tanto del médico como del paciente".
Pero esa formulación es demasiado imprecisa para poder aplicarla en los problemas
diarios que surgen en el trabajo de los distintos sistemas nacionales (que existen al margen
de que nos gusten o no). La AMM tiene el deber de salvaguardar los principios básicos de la
actividad médica y defender la libertad de la profesión médica. No puede esperarse por lo
tanto de la AMM que emita juicios precisos sobre los diferentes sistemas, pero es su deber
prioritario decidir, en la medida en que le sea posible, cuáles son las condiciones para que
la profesión médica pueda colaborar con los servicios de salud estatales.

Principios
I. En cualquier sistema de salud las condiciones de la práctica médica deben
determinarse en consulta con los representantes de las organizaciones de médicos.
II. Cualquier sistema de salud debe permitir al paciente que consulte al médico de su
elección, y al médico, que elija y trate a sus pacientes sin que éstos sufran influencias
extrañas. El principio de la libre elección debe observarse también en los casos en que
el tratamiento se imparte parcial o totalmente en los centros asistenciales. Los médicos
tienen el deber profesional y ético ineludible de atender a un paciente en una
emergencia.
III. Cualquier sistema asistencial de salud debe estar abierto a todos los médicos
graduados. Ni los médicos en su conjunto, ni ningún médico en particular, deben verse
obligados a participar en el sistema de salud si así no lo desean.
IV. El médico debe ser libre de ejercer su profesión donde lo desee y delimitar su práctica
al dominio en el que se especializa. Dado que deben satisfacerse las necesidades
médicas de todo el país, el ejercicio de la profesión debe tender, donde sea posible , a
orientar a los médicos jóvenes a las zonas en que sean más necesarios. En los casos
en que esas zonas sean menos favorables que otras, se incentivará a los profesionales
adecuadamente de modo que tengan un equipamiento satisfactorio y un nivel de vida
acorde a sus responsabilidades profesionales.
V. La profesión médica debe ser adecuadamente representada en todos los órganos
oficiales que tratan de los problemas de la salud o de la enfermedad.
VI. Todos aquéllos que colaboran en cualquier etapa de la terapia del paciente o en su
control deben reconocer y observar el carácter confidencial de la relación médico-
paciente. Las autoridades deben considerarlo debidamente.
VII. Debe garantizarse la independencia moral, económica y profesional del médico.
VIII. Si en un sistema de salud la remuneración por los servicios médicos no se fija por un
acuerdo directo entre médico y paciente, las autoridades correspondientes deberán
compensar al profesional.
IX. La remuneración por los servicios médicos debe tener en cuenta los servicios
prestados y no debe depender enteramente de la situación financiera de las
autoridades proveedoras ni de una decisión gubernamental unilateral y debe ser
aceptable para la entidad que representa a la profesión médica.
X. La revisión de los servicios médicos a los efectos de la garantía de calidad o en cuanto
al uso de los servicios prestados, en cantidad, orden y costo, debe ser realizada
solamente por médicos y referida a estándares locales o regionales más que a normas
nacionales.
XI. En nombre del supremo interés del paciente, no se debe restringir al médico su
derecho a prescribir medicamentos o cualquier otra medida terapéutica que
corresponda a los estándares médicos corrientes.
XII. Debe alentarse toda actividad del médico, orientada a profundizar sus conocimientos y
elevar el nivel de su status profesional.

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Código Internacional de Etica Médica


Adoptado por la 3a Asamblea General de la Asociación Médica Mundial
Londres, Inglaterra, Octubre l949,enmendado por
la 22a Asamblea Médica Mundial, Sydney, Australia, ,Agosto l968
y la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre l983

Deberes generales de los médicos


Un médico debe mantener los estándares más elevados en su conducta profesional.
Un médico no debe permitir que motivos de lucro influyan en el ejercicio libre e
independiente de su juicio profesional en interés de los pacientes.
Un médico debe, cualquiera sea el tipo de práctica médica, consagrarse a proveer una
asistencia competente, con plena independencia técnica y moral y con compasión y respeto
por la dignidad humana.
Un médico debe ser honesto con pacientes y colegas, debe luchar con los defectos
personales y profesionales de otros médicos, y desenmascarar a los que incurran en fraude
y engaño.

Las siguientes prácticas se consideran no éticas:


a) La auto-publicidad hecha por el médico, a menos que lo permitan las leyes del país y el
código de ética de la Asociación Médica Nacional.
b) Pagar o cobrar honorarios o cualquier otra retribución solamente por lograr la
derivación de un paciente o por dar una prescripción o una recomendación de algún
tipo a un paciente.
El médico debe respetar los derechos de los pacientes, colegas y otros profesionales
de la salud y debe salvaguardar las confidencias del paciente.
El médico debe obrar guiado solamente por el interés del paciente cuando proporciona
asistencia médica que pueda tener el efecto de debilitar las condiciones físicas y mentales
del paciente.
El médico debe observar el máximo cuidado al divulgar los descubrimientos, nuevas
técnicas o métodos terapéuticos a través de canales no profesionales.
El médico debe certificar solamente lo que ha verificado personalmente.
Deberes del médico para con los enfermos
El médico debe tener siempre presente la obligación de preservar la vida humana.
El médico debe a sus pacientes total lealtad y los recursos de su ciencia. En el caso
de que un examen o un tratamiento estén más allá de la capacidad del médico, éste debe
acudir a otro profesional que tenga la capacidad necesaria.
El médico debe guardar el secreto absoluto de todo lo que conoce acerca de su
paciente, aun después que éste haya muerto.
El médico debe prestar una ayuda de emergencia como deber humanitario si no tiene
la seguridad de que otros quieran y puedan prestar esa asistencia.

Deberes del médico para con sus colegas


El médico debe comportarse con sus colegas como él quisiera que ellos se
comportaran con él.
El médico no debe sustraer pacientes a sus colegas.
El médico debe observar los principios de la "Declaración de Ginebra", aprobados por
la Asociación Médica Mundial.

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Reglamentación en Tiempos de Conflicto Armado


Adoptada por la 10a Asamblea Médica Mundial, La Habana, Cuba, Octubre 1956
compilada por
la 11a Asamblea Médica Mundial, Estambul, Turquía, Octubre 1957
y enmendada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

Reglamentación en Tiempos de Conflicto Armado


1. La Etica Médica en tiempos de conflicto armado es idéntica a la ética médica en
tiempos de paz como lo ha establecido el Código Internacional de Etica Médica de la
Asociación Médica Mundial. La obligación principal del médico es su deber profesional;
al desempeñar su deber profesional, el médico se guiará ante todo por su conciencia.
2. La misión principal de la profesión médica es preservar la salud y salvar la vida. De ahí
que se considere no ético que un médico:
a) dé consejos o aplique procedimientos profilácticos, diagnósticos o terapéuticos
que no justifiquen los intereses del paciente;
b) debilite la salud física o mental del ser humano sin justificación terapéutica;
c) emplee conocimientos científicos poniendo en peligro la salud o la vida de una
persona.
3. Los experimentos con seres humanos en tiempos de conflicto armado están sujetos al
mismo código que en tiempos de paz; se prohíben estrictamente realizarlos sobre
personas privadas de libertad, en particular sobre los prisioneros civiles o militares y la
población de los países ocupados.
4. En las emergencias, el médico debe prestar la asistencia requerida en forma imparcial
y sin consideración de sexo, raza, nacionalidad, religión, afiliación política o cualquier
otro criterio similar. Esa asistencia médica debe prestarse todo el tiempo que sea
necesario y conveniente.
5. El médico debe guardar el secreto profesional en el ejercicio de su actividad.
6. Los privilegios y beneficios otorgados al médico nunca deben usarse con fines no
profesionales.

Reglamentación referida a la asistencia a enfermos y heridos, en particular en tiempos de


conflicto.
A.
1. Cualesquiera sean las circunstancias, toda persona, militar o civil, debe recibir la
asistencia que requiera, sin consideración de sexo, raza, nacionalidad, religión afiliación
política o cualquier otro criterio.
2. Se prohibe la aplicación de cualquier procedimiento en detrimento de la salud o
integridad física o mental del ser humano, a menos que se lo pueda justificar
terapéuticamente.
B.
1. En las emergencias, los médicos y el personal médico auxiliar deben prestar servicio
inmediato empleando todas las posibilidades disponibles. No debe hacerse distinción
alguna entre pacientes, salvo la que justifique la urgencia médica.
2. Se brindará la protección necesaria a los integrantes de la profesión médica y auxiliar
para que puedan desempeñar libremente sus actividades profesionales. Se les debe
proporcionar la asistencia necesaria para que cumplan con sus responsabilidades.
Debe concedérseles libre acceso a cualquier sitio en el que se requiera su ayuda. El
personal médico debe disponer de una total independencia profesional.
3. En ningún caso debe considerarse como un delito el cumplimiento de los deberes y
responsabilidades médicos. El médico nunca debe ser enjuiciado por guardar el secreto
profesional.
4. Al encontrarse en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales, los médicos y el
personal auxiliar deben estar identificados por el emblema distintivo de una serpiente
roja y un cayado sobre fondo blanco. Se controlará el uso de este emblema por medio
de una reglamentación especial.

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Declaración de Helsinki
Recomendaciones para los Médicos
que realizan Investigaciones Biomédicas en Seres Humanos
Adoptada por la 18a Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, Junio 1964,
enmendada por
la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, Octubre 1975,
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983,
y la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Introducción
La misión del médico es salvaguardar la salud de la gente. Sus conocimientos y su
conciencia están consagrados al cumplimiento de esa misión.
La Declaración de Ginebra de la AMM compromete al médico con las palabras "La
salud de mi paciente será mi primera preocupación" y el Código Internacional de la Etica
Médica declara que "El médico debe obrar guiado solamente por el interés del paciente
cuando proporciona asistencia médica que pueda tener el efecto de debilitar las condiciones
físicas y mentales del paciente".
Los fines de las investigaciones biomédicas en los seres humanos deben ser
perfeccionar los métodos de diagnóstico, terapéuticos y profilácticos, y también comprender
la etiología y lapatogénesis de las enfermedades.
En la práctica médica corriente, la mayoría de los métodos diagnósticos, terapéuticos
y profilácticos entraña riesgos. Esto se refiere en particular a la investigación biomédica.
El desarrollo de la medicina está basado en investigaciones que en última instancia
deben descansar en parte en experimentaciones que se llevan a cabo en seres humanos.
En el campo de la investigación biomédica debe hacerse una distinción fundamental
entre las investigaciones médicas, cuyos objetivos tienen un significado diagnóstico y
terapéutico importante para el paciente, y aquellas investigaciones médicas cuyo objetivo es
puramente científico, sin un valor diagnóstico o terapéutico para la persona sujeta a
experimentación.
Debe observarse especial cuidado en la conducción de investigaciones que puedan
afectar el medio ambiente, y además es necesario tomar en cuenta el bienestar de los
animales utilizados para la investigación.
La Asociación Médica Mundial ha preparado las siguientes recomendaciones a título
de guía para todo médico que realice investigaciones biomédicas en el ser humano, dado
que es muy importante que los resultados de las investigaciones de laboratorio sean útiles
para los hombres, para indagaciones científicas ulteriores y a fin de que puedan ser
utilizados para aliviar el sufrimiento humano. Esas recomendaciones deben ser revisadas en
el futuro. Debe destacarse que los estándares elaborados sirven solamente como una guía
para los médicos de todo el mundo. Los médicos no quedan liberados de las
responsabilidades criminal, civil y ética de acuerdo con las leyes de sus países.

I. Principios básicos
1. Las investigaciones biomédicas realizadas en seres humanos deben obedecer a
principios científicos de uso general, y deben basarse en experimentos de laboratorio,
esmeradamente realizados, experimentos en animales y un conocimiento cabal de la
literatura científica.
2. La planificación y la ejecución de cada procedimiento experimental en seres humanos
deben ser claramente formuladas en un protocolo del experimento. Dicho protocolo
debe ser entregado a una comisión especialmente designada para su examen, reseña,
y asesoramiento. Esa comisión debe ser independiente del investigador y del sponsor,
garantizándose que cumpla con la legislación y las normas del país en el cual se lleva a
cabo la investigación.
3. Las investigaciones biomédicas en el ser humano deben realizarlas solamente un
personal científico calificado, bajo la observación de un médico clínicamente
competente. La responsabilidad por el sujeto de experimentación siempre recae sobre
el médico y en ningún caso en el sujeto partícipe del experimento, aun cuando éste
haya dado su conformidad.
4. Las investigaciones biomédicas realizadas en el ser humano no pueden considerarse
legítimas si la importancia del objetivo no está en proporción con el riesgo que corre el
sujeto.
5. Antes de cada investigación biomédica que afecte a seres humanos, debe realizarse
una esmerada evaluación del riesgo posible y de los previsibles beneficios para el
sujeto del experimento y para otras personas. Siempre deben prevalecer los intereses
del partícipe del experimento sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad.
6. Debe respetarse siempre el derecho que tiene el sujeto del experimento a proteger su
integridad. Se tomarán todas las precauciones necesarias para respetar el secreto del
partícipe del experimento y minimizar el efecto que pueda producir el estudio realizado
en su integridad física y mental y en su personalidad.
7. Los médicos deben abstenerse de realizar proyectos de investigación que
comprometan al ser humano, si consideran que no se pueden prever los riesgos
vinculados con dichas investigaciones. Deben interrumpir cualquier investigación si se
pone en evidencia que los riesgos superan a los beneficios.
8. Al publicar los resultados de su investigación, el médico debe garantizar la exactitud de
los mismos. No deberán aceptarse para su publicación los informes sobre
experimentos que no cumplan con los principios expuestos en la presente Declaración.
9. En toda investigación en seres humanos, se debe informar debidamente al sujeto
potencial sobre los fines, los métodos, los beneficios previstos y los riesgos potenciales
que implica el estudio y las molestias que pueda entrañar. Se debe informar a los
sujetos de experimentación que tienen el derecho de abstenerse de intervenir en el
estudio y que son libres de interrumpir su participación en cualquier momento. Luego,
el médico debe obtener el consentimiento voluntario informado del sujeto,
preferentemente por escrito.
10. Al obtener el consentimiento informado para el proyecto de investigación, el médico
debe ser particularmente cauto si el sujeto tiene una relación de dependencia con él o
si consiente bajo presión. En tal caso, el consentimiento informado lo debe obtener un
médico que no participa de la investigación y que es completamente independiente de
la relación médico-paciente.
11. En caso de una incompetencia legal, el consentimiento informado debe ser obtenido
del tutor legal, de acuerdo con la legislación nacional. Cuando la incapacidad física o
mental hace imposible la obtención del consentimiento informado, o cuando el sujeto es
un menor, el permiso de los parientes responsables reemplaza al del sujeto, de
acuerdo con la legislación nacional. En los casos en que el menor esté en condiciones
de dar el consentimiento, debe requerírselo como complemento del consentimiento de
su tutor legal.
12. El protocolo de la investigación debe contener siempre la manifestación de las
consideraciones éticas pertinentes y debe indicar que se cumplen los principios
enunciados en la presente declaración.

II. Investigación médica combinada con la atención profesional (investigación clínica)


1. El médico debe ser libre de usar nuevos recursos diagnósticos y terapéuticos para el
tratamiento del enfermo, si a su juicio ofrecen la esperanza de salvar la vida,
restableciendo la salud o aliviando los sufrimientos.
2. Los beneficios, riesgos e incomodidades potenciales de un nuevo método deben
compararse con las ventajas de los mejores métodos diagnósticos y terapéuticos
corrientes.
3. En todo estudio médico, se le debe garantizar a los pacientes, incluso a los del grupo
de control, si los hay, el mejor método diagnóstico y terapéutico verificado.
4. La negativa del paciente a participar en un estudio nunca debe interferir con la relación
médico-paciente.
5. Si el médico considera que conviene no recurrir al consentimiento informado, la
fundamentación de esa propuesta debe ser expresada en el protocolo experimental y
transmitida a una comisión independiente para su consideración. (Véase I.2).
6. Para obtener nuevos conocimientos, el médico puede combinar la práctica profesional
con la investigación, pero sólo en la medida en que los resultados diagnósticos y
terapéuticos potenciales tengan valor para el paciente.

III. Investigación biomédica no terapéutica en seres humanos (investigación biomédica no


clínica)
1. En la realización puramente científica de la investigación médica en seres humanos, el
deber del médico es garantizar la vida y la salud de la persona, objeto de la
investigación biomédica.
2. La investigación debe realizarse con voluntarios que sean personas sanas o pacientes
para quienes el proyecto experimental no esté relacionado con su enfermedad.
3. El investigador o el equipo de investigación debe interrumpir la experimentación si - a
su juicio - de ser continuada podría perjudicar a la persona.
4. En las investigaciones realizadas en el hombre, los intereses de la ciencia y de la
sociedad no deben en ningún caso prevalecer sobre las consideraciones de bienestar
del sujeto del experimento.

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Recomendaciones
Referentes a la Atención Médica en Zonas Rurales
Adoptadas por la 18a Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, Junio 1964,
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

I. Las poblaciones rurales tienen el mismo derecho a recibir atención médica como la
gente que vive en zonas urbanas. Aunque puedan existir factores económicos y otros
que afecten la cantidad de servicios médicos disponibles en zonas rurales, no debería
haber diferencia en cuanto a su calidad. Deben realizarse constantes esfuerzos para
mejorar la calificación de todos aquéllos que prestan asistencia médica hasta alcanzar
el máximo nivel en el país.
II. Los estudios y análisis de los datos fácticos son útiles para las comunidades y regiones
rurales porque proveen información a los efectos de planificar y desarrollar los servicios
de salud adecuados en las zonas rurales.
III. Los niveles educacional y socioeconómico en las comunidades rurales son
interdependientes. La educación sanitaria de la sociedad se logra con la máxima
eficiencia cuando las agencias, las organizaciones, los médicos y la comunidad
participan en el desarrollo y mantenimiento del más alto nivel en asistencia médica. Esa
unión puede intensificar mutuamente su eficacia.
IV. Deben preservarse las relaciones médico-paciente en el desarrollo de los servicios de
salud en las zonas rurales.
V. Es deber del Estado asegurar que las condiciones de trabajo ofrecidas por el sistema
de salud pública sean suficientemente atractivas como para que los servicios de salud
rurales se desarrollen con la misma intensidad que en las zonas urbanas.
VI. Debe asegurarse una buena integración del programa y de las instalaciones necesarias
para la medicina preventiva y terapéutica y la educación sanitaria y médica tanto en las
zonas rurales como en las urbanas.
VII. Deben aplicarse todos los esfuerzos para que solamente los médicos calificados
tengan la responsabilidad clínica definitiva en los servicios de salud tanto rurales como
urbanos. Puede emplearse personal auxiliar sólo temporariamente para cumplir con las
obligaciones de los médicos calificados. La cantidad de personal médico rural debe ser
adecuada y éste debe recibir la capacitación correspondiente a las necesidades de la
población rural. Sus conocimientos técnicos deben mantenerse al día.
VIII. La capacitación del personal médico auxiliar, en particular enfermeras, enfermeros y
obstetras, debe corresponder al nivel cultural y educacional del país, a fin de que se
disponga de un número suficiente para las zonas rurales. La profesión médica debe
contribuir en lo posible a la educación básica, de posgrado y a la formación de cursos
de actualización para ese grupo.
IX. Las enfermedades específicas de las zonas rurales requieren la cooperación de los
médicos con los especialistas en los dominios correspondientes.
X. La profesión médica debe proveer una dirección para la educación sanitaria de la
población rural. Es esencial que haya cooperación entre los médicos y la población
rural para alcanzar el máximo nivel posible en la educación sanitaria.
XI. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible para que los
médicos rurales ejerzan su profesión en condiciones no menos favorables que los
médicos urbanos.
XII. Las asociaciones médicas nacionales deben participar activamente en el desarrollo de
planes para mejorar las condiciones sanitarias en las zonas rurales.
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Proposición
sobre Planificación Familiar
Adoptada por la 21aAsamblea Médica Mundial, Madrid, España Setiembre l967
y la 23a Asamblea Médica Mundial, París, Francia, Junio, l969
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre,l983

1. La Asociación Médica Mundial aprueba la planificación de la familia y recomienda que


cada asociación médica nacional brinde educación y asistencia para la planificación
familiar.
2. El objetivo de la planificación familiar consiste en enriquecer la vida humana, no en
restringirla. La planificación familiar puede brindar mayores oportunidades a los
individuos para que desarrollen su potencial al máximo. Los padres deben tener los
conocimientos y los medios para planificar sus familias, y la oportunidad para decidir la
cantidad de hijos y cuándo han de nacer, como derecho humano básico.
3. La Asociación Médica Mundial brinda su cooperación a las organizaciones pertinentes
en los aspectos médicos de planificación familiar, ayudando en la selección de los
expertos necesarios en el tema, en la organización de los cursos de instrucción y en la
realización de las investigaciones y experimentación correspondientes.
4. La Asociación Médica Mundial afirma su deseo de apoyar y promover la planificación
familiar alentando a las organizaciones pertinentes a organizar conferencias, simposios
o estudios sobre aspectos relevantes de la planificación familiar.
5. La Asociación Médica Mundial alienta a que se incluyan los temas de planificación
familiar como parte del curso "Protección de la maternidad y de la infancia" en los
planes curriculares de todos los establecimientos de enseñanza médica.
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Declaración de Sydney
Proposición sobre la Muerte
Adoptada por la 22a Asamblea Médica Mundial, Sydney, Australia, Agosto,l968
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial , Venecia, Italia, l983

1. En la mayoría de los países, la determinación de la hora de la muerte es


responsabilidad legal del médico y esa posición debe mantenerse. Por lo general, el
médico es capaz de decidir, sin ayuda especial, que una persona está muerta,
empleando los criterios clásicos conocidos por todos los médicos.
2. Sin embargo, dos aspectos de la medicina moderna obligan a estudiar más a fondo la
cuestión del momento de la muerte:
a) la posibilidad de mantener con medios artificiales la circulación de sangre
oxigenada a través de los tejidos del cuerpo, que pueden haber sido dañados
irreversiblemente y
b) la utilización de los órganos, tales como el corazón o los riñones, tomados del
muerto para su trasplante.
3. La complejidad consiste en que la muerte es un proceso gradual en el nivel de las
células, y la capacidad de los tejidos a resistir la carencia de oxígeno es variada. Pero
el interés clínico no reside en el estado de preservación de las células aisladas, sino en
la conservación de la vida humana. De aquí que la determinación de la muerte de las
distintas células y órganos no es tan importante como la certeza de que el proceso se
ha vuelto irreversible, cualesquiera sean las técnicas de reanimación que se empleen.
4. Es esencial determinar el cese irreversible de todas las funciones del cerebro, incluso
las del tronco cerebral. Esa determinación se basa en la evaluación clínica, confirmada,
si fuera necesario, por instrumental diagnóstico. Sin embargo, en el estado actual del
desarrollo de la medicina, no hay un criterio tecnológico único que sea enteramente
satisfactorio, ni tampoco un solo procedimiento tecnológico que pueda sustituir el
criterio global del médico. Si se trata del trasplante de un órgano, por lo menos dos
médicos deben determinar si ha sobrevenido la muerte, y los médicos que determinan
el momento de la muerte no deben en ningún caso tener relación directa con la
ejecución del trasplante.
5. La determinación del momento de la muerte vuelve éticamente admisible cesar los
intentos de reanimación y, en los países donde la ley lo permite, utilizar los órganos del
muerto, siempre que se hayan cumplido los requisitos legales respecto del
consentimiento.

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Declaración de Oslo
Proposición sobre el Aborto Terapéutico
Adoptada por la 24a Asamblea Médica Mundial ,Oslo, Noruega, Agosto l970
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial ,Venecia, Italia,1983

1. El primer principio ético que se requiere del médico es respetar la vida humana desde
su principio.
2. Las circunstancias que ponen los intereses vitales de la madre en conflicto con los
intereses vitales de su hijo nonato, crean un dilema y plantean el interrogante de si el
embarazo debiera ser deliberadamente interrumpido.
3. La diversidad de reacciones frente a esa situación resulta de la diversidad de actitudes
respecto de la vida de la criatura nonata. Es una cuestión de conciencia y convicciones
individuales que se debe respetar.
4. No le corresponde al gremio médico determinar las actitudes y normas de un estado o
comunidad particular en esa cuestión, pero es nuestro deber asegurar tanto la
protección de nuestros pacientes como salvaguardar los derechos del médico en la
sociedad.
5. Por lo tanto, si la ley permite el aborto terapéutico , deberá realizarlo un médico con la
correspondiente calificación, en condiciones aprobadas por las autoridades
competentes.
6. Si el médico considera que sus convicciones no le permiten prescribir o realizar un
aborto, él puede retirarse dejando asegurada la continuidad de la atención médica a
cargo de un colega calificado.
7. Si bien esta declaración ha sido aprobada por la Asamblea General de la Asociación
Médica Mundial, no debe considerársela obligatoria para una asociación miembro
individual, a menos que haya sido adoptada por dicha asociación miembro.

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Proposición
sobre el Uso de Computadoras en Medicina
Basada en la resolución adoptada por la 27a Asamblea Médica Mundial
Munich, República Federal Alemana, Octubre l973
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre l983

La Asociación Médica Mundial, habiendo tomado nota de los grandes logros y


ventajas que resultan del uso de las computadoras y del procesamiento electrónico de datos
en el campo de la salud, en especial en la atención de los pacientes y en epidemiología,
hace las siguientes recomendaciones:
1. Las asociaciones médicas nacionales deben adoptar las medidas necesarias para
garantizar el carácter privado, la confidencialidad y la seguridad de la información
referente a sus pacientes;
2. No se viola el carácter confidencial cuando se entrega o transfiere información médica
confidencial con fines de investigación científica, auditoría gerencial, auditoría
financiera, evaluaciones de programa o estudios similares, siempre que la información
entregada no identifique directa o indirectamente la individualidad de ningún paciente
en algún informe de esa investigación, auditoría o evaluación, ni revele de manera
alguna su identidad;
3. Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse a cualquier esfuerzo que se
haga para promulgar una legislación sobre procesamiento electrónico de datos que
ponga en peligro o socave el derecho del paciente a mantener su seguridad, y el
carácter privado y confidencial de su persona. Antes de que la información ingrese en
la computadora deben tomarse precauciones efectivas contra el uso no autorizado de
la retransmisión de los números de seguro social u otra información personal;
4. Los bancos médicos de datos nunca deben estar conectados con otros bancos
centrales de datos.

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Declaración de Tokio
Pautas para Médicos
Respecto de las Torturas y otras Formas de Trato o Castigo
Cruel, Inhumano o Degradante, en los Casos de Detención y Prisión
Adoptada por la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, Octubre 1975

Preámbulo
Es privilegio de los médicos practicar medicina al servicio de la humanidad, preservar
y restablecer la salud física y mental. Debe mantenerse el máximo respeto por la vida
humana aun bajo amenazas y no deben usarse conocimientos médicos contrarios a las
leyes de la humanidad. A los fines de esta Declaración, la tortura se define como un
sufrimiento físico o mental infligido deliberada, sistemática o arbitrariamente por una o más
personas que proceden por su cuenta o a las órdenes de alguna autoridad a fin de obligar a
que otra persona entregue información, haga una confesión, o a cualquier otro fin.

Declaración
1. En todas las situaciones, inclusive en los casos de conflicto armado y contienda civil, el
médico no debe admitir o tolerar la práctica de la tortura u otras formas de
procedimientos crueles, inhumanos o degradantes, ni participar de ellos, sea cual fuere
el crimen del que se sospecha, acusa o culpa a la víctima de esos procedimientos, y
cualesquiera sean las convicciones o motivaciones de la víctima.
2. El médico no debe proveer condiciones, instrumentos, sustancias o conocimientos que
faciliten la práctica de la tortura u otra forma de trato cruel, inhumano, o que disminuya
la capacidad de la víctima para resistir ese trato.
3. El médico no debe estar presente cuando se usen procedimientos durante los cuales
se apliquen torturas o se empleen otras formas de trato cruel, inhumano o degradante,
o se amenace con ellas.
4. El médico debe tener independencia clínica total para decidir acerca de la atención que
deba prestarse a una persona de quien él es profesionalmente responsable. La
obligación fundamental de un médico es aliviar el padecimiento de sus prójimos, y
ningún motivo personal, social o político debe prevalecer sobre este meta suprema.
5. Cuando un preso rechaza el alimento y el médico lo considera capaz de formarse un
juicio racional y no deformado sobre las consecuencias de ese rechazo voluntario de la
comida, no se lo deberá alimentar artificialmente. La decisión en cuanto a la capacidad
del preso para formarse un juicio de esa índole debe ser confirmada, aunque sea, por
otro facultativo independiente más. El médico explicará al preso las consecuencias de
su rechazo del alimento.
6. La Asociación Médica Mundial apoyará, y deberá alentar a la comunidad internacional,
a las Asociaciones Médicas Nacionales y a los colegas médicos a que apoyen al
médico y a su familia frente a las amenazas o represalias que reciba por negarse a
respaldar el uso de la tortura u otras formas de trato cruel, inhumano o degradante.

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Proposición
sobre el Uso y el Abuso de Drogas Psicotrópicas
Adoptada por la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón,Octubre 1975
y enmendada por la
35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983.

1. El uso de drogas psicotrópicas es un fenómeno social complejo, y no meramente un


problema médico.
2. En la sociedad existe una necesidad urgente de impartir una intensiva educación
pública no moralizante ni punitiva, y de desarrollar y demostrar alternativas prácticas al
uso de medicamentos. Los médicos deben participar en esos programas por ser
ciudadanos conscientes, poseedores de los conocimientos necesarios.
3. Teniendo el cuenta el peligro potencial del abuso y del empleo incorrecto de las drogas
psicotrópicas, los médicos deben prescribirlas tomando las máximas precauciones,
observando los estrictos criterios médicos que garanticen que la prescripción de los
medicamentos obedece a un diagnóstico exacto, a recomendaciones no
farmacológicas correspondientes, y requiere el uso cuidadoso de los preparados
farmacoterapéuticos exactos.
4. Los médicos deben aceptar la responsabilidad de recopilar y proveer información
fáctica referente a los riesgos que implica para la salud el uso no medicinal de todas las
sustancias psicotrópicas, el alcohol inclusive.
5. En cooperación con el gobierno y los órganos pertinentes, el gremio médico debe
asegurar que se difunda lo más posible esa información, en particular dentro de los
grupos etarios más proclives a experimentar con drogas. Esto permite contrarrestar la
presión intergrupal y otros factores que conducen al abuso, y permite también afirmar
para cada individuo el derecho de libre ejercicio de una opción personal consciente y la
correspondiente responsabilidad.

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Declaración de San Pablo
Proposición sobre Contaminación
Adoptada por la 30a Asamblea Médica Mundial, San Pablo, Brasil, Octubre 1976
y revisada por
la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984

Preámbulo
La Asociación Médica Mundial, después de considerar en su Conferencia Científica,
reunida en San Pablo en 1976, el problema de la contaminación ambiental, destaca la
importancia del equilibrio ecológico entre la gente y el medio ambiente y señala que a
medida que los países se desarrollan social y económicamente deben emprender las
acciones necesarias para mejorar la calidad del medio circundante. El problema de la
polución no sólo afecta la vitalidad y la belleza de la naturaleza, sino que constituye una
amenaza creciente para la salud de los seres humanos que la habitan. De modo que los
médicos deben desempeñar un papel fundamental en la prevención de enfermedades
originadas por la polución.

Definición
La polución ambiental puede definirse como el resultado de las acciones ejercidas por
los humanos, sea conscientemente o por negligencia o ignorancia, que degradan o
contaminan el ambiente natural.
Por ejemplo, disponer indiscriminadamente de los desechos químicos puede llevar a
una contaminación irreparable de las preciosas napas acuíferas desde las que llega el agua,
tan esencial para la vida humana.
Algunos factores físicos adversos, la radiación ionizante y los productos químicos tales
como el cromo, el asbesto y los contenidos en el tabaco, están asociados con el origen del
cáncer y de otras enfermedades fatales o invalidantes, incluso pueden producir defectos
congénitos y de desarrollo entre los descendientes de las personas que han estado
expuestas a sus efectos nocivos. Ejercer el control sobre esos factores afectaría en forma
saludable la salud y la supervivencia del hombre. Por consiguiente, debe prestarse
fundamental atención a la eliminación de factores físicos nocivos en el hogar, en la escuela,
en los lugares de trabajo, y demás sitios.
Los agentes microbiológicos y químicos pueden ejercer una influencia perjudicial en la
salud de los trabajadores y de la población en general. Décadas de experiencia
documentada comprueban que los agentes microbiológicos pueden ser la causa de
enfermedades contagiosas. Los productos químicos pueden causar daños no transmisibles.
Las personas que trabajan en la producción y distribución de alimentos tienen la
responsabilidad de minimizar la exposición del consumidor no solamente a los agentes
microbiológicos nocivos, sino también a la influencia de los pesticidas, utilizados para
incrementar la cosecha, y de los aditivos peligrosos que se usan en la conservación de los
productos alimenticios.
Componentes del problema
Entre los aspectos específicos del problema de la contaminación, se pueden
mencionar los siguientes:
• La contaminación del aire con óxido de nitrógeno, oxidantes fotoquímicos,
hidrocarburos, dióxido de azufre, plomo y otras partículas que pueden producir
efectos patofisiológicos, nocivos en niños y adultos, y perjudicar equipos y
propiedades.
• La contaminación del agua, ocasionada por la descarga de residuos, sin el debido
tratamiento, y de los desechos agrícolas e industriales en las cuencas de agua. Esas
descargas contaminan el agua potable con virus, bacterias, y otros micro-
organismos infecciosos, productos químicos orgánicos e inorgánicos, y sustancias
radioactivas. La contaminación del agua trae también como consecuencia una
reducción de las oportunidades recreativas y de los recursos de pesca comercial.
• Los desechos sólidos que atraen a roedores e insectos en los depósitos de basura y
que contaminan el aire y el agua; esos desechos pueden liberar sustancias tóxicas
en el ambiente.
• Los niveles excesivos de sonido producido por fuentes industriales, sistemas de
transportes, sistemas de audio y otros medios, pueden ocasionar la pérdida auditiva
permanente, otros efectos patofisiológicos y alteraciones emocionales.

Responsabilidad de los médicos


Los médicos deben educar a la comunidad y alentar la elaboración y mantenimiento
de programas de protección ambiental.

Recomendación
Los médicos, individualmente, y las Asociaciones Médicas Nacionales, deben
emprender las acciones correspondientes para hacer efectiva la responsabilidad
mencionada.
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Resolución
sobre la Participación de los Médicos en la Pena Capital
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981

Se ha resuelto que la Asamblea de la Asociación Médica Mundial apruebe las


acciones del Secretario General que emitió el comunicado de prensa (1) en nombre de la
Asociación Médica Mundial condenando la participación del médico en la pena capital.
Se resolvió además que no es ético para los médicos participar en la ejecución de la
pena capital aunque eso no excluya que los médicos certifiquen la muerte.
Se resolvió también que la Comisión de Etica Médica mantenga estos temas bajo
constante control.
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(1) Comunicado de Prensa de la AMM, Setiembre 11, 1981.
La Corte del Estado de Oklahoma ha decidido poner en ejecución la próxima semana la primera pena
de muerte por inyección intravenosa de una dosis letal de drogas. A pesar del método elegido por el
Estado para la aplicación de la pena de muerte, no debe requerirse la activa participación de ningún
médico en la ejecución de la condena. Los médicos están consagrados a proteger la vida. las
acciones de un verdugo no competen a la actividad de la medicina y no se requieren servicios
médicos para llevar a cabo la pena de muerte, aun si en ese procedimiento se utilizan agentes
farmacológicos o equipos que puedan usarse en otros casos en la práctica médica.
La única función del médico sería la de certificar la muerte una vez ejecutada por el Estado la pena
capital.
Dr.André Wynen, Secretario General

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Declaración
sobre los Principios de la Atención de la Salud en la Medicina del Deporte
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981
y enmendada porla 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987
y la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

La AMM ha elaborado y recomienda las siguientes pautas éticas para los médicos a
fin de satisfacer las necesidades de los deportistas o atletas, teniendo en cuenta las
circunstancias especiales en las cuales se brinda la atención médica y ayuda sanitaria.
Por consiguiente:
1. El médico que atiende a los deportistas o atletas tiene la responsabilidad ética de
reconocer las exigencias físicas y psíquicas que requiere de ellos su participación en
las actividades deportivas.
2.
a)Si el deportista es un niño o un adolescente, el médico debe tomar en primera
consideración el crecimiento y la etapa de su desarrollo.
b) El médico debe garantizar que la etapa de crecimiento y desarrollo del niño, al igual
que sus condiciones generales de salud, puedan absorber los rigores del
entrenamiento y de competición, sin arriesgar el desarrollo físico o psíquico normal
del niño o adolescente.
c) El médico debe oponerse a cualquier actividad deportiva o atlética que no sea la
correspondiente a la etapa de crecimiento o desarrollo del niño o a las condiciones
generales de salud. El médico debe obrar en el supremo interés de la salud del niño
adolescente, al margen de cualquier otro interés o presión que provenga de otra
fuente.
3. Cuando la persona que practica deportes es un deportista o atleta profesional y vive a
expensas de esa actividad, el médico debe prestar la debida atención a los aspectos
relacionados con los problemas de salud ocupacionales.
4. El médico debe oponerse al uso de cualquier método que no esté de acuerdo con la
ética profesional o que pueda ser perjudicial para el deportista o atleta que lo emplee,
en particular:
a) Procedimientos que modifiquen artificialmente los componentes o la bioquímica de
la sangre.
b) Uso de drogas u otras sustancias, cualquiera sea su naturaleza y vía de
administración, incluso estimulantes o depresores del sistema nervioso central, y
procedimientos que modifiquen artificialmente los reflejos.
c) Alteraciones inducidas de la voluntad o del estado mental general.
d) Procedimientos para disimular el dolor u otros síntomas protectores, si se usan
para permitir que el deportista o atleta participe en actos, cuando las lesiones o
señales que los afectan hacen indeseable su participación.
e) Medidas que cambian artificialmente los rasgos correspondientes a su edad o
sexo.
f) Entrenamiento y participación en competiciones, si éstas son incompatibles con la
conservación del buen estado físico, la salud o la seguridad del individuo.
g) Medidas orientadas a un aumento o mantenimiento no natural de logros deportivos
durante la competición. El doping para mejorar el desempeño del atleta no es ético.
5. El médico debe informar al deportista o atleta, a los que responden por él, y a otras
partes interesadas, sobre las consecuencias de los procedimientos a los cuales él se
opone; debe prevenir contra su uso, atraer en su apoyo a otros médicos y a otras
organizaciones con el mismo fin, proteger al deportista o atleta contra presiones que
pudieran inducirlo a usar dichos métodos, y ayudar con su supervisión a controlar esos
procedimientos.
6. El médico tiene el deber de emitir su opinión objetiva sobre el estado físico, bueno o
malo, de los deportistas o atletas, con claridad y precisión, sin dejar dudas en cuanto a
sus conclusiones.
7. Durante las competiciones deportivas, sean éstas profesionales o no, es deber del
médico decidir si el deportista o atleta debe permanecer en el campo o volver a jugar.
Esta decisión no puede ser delegada a otros profesionales o a otras personas. En
ausencia del médico, esos individuos deben atenerse estrictamente a las instrucciones
que les haya impartido el médico, priorizando la salud y seguridad del deportista o
atleta y no el resultado de la competición.
8. El médico de deportes debe comprobar que su autoridad es plenamente reconocida y
respetada, para tener la posibilidad de cumplir con sus obligaciones éticas, sobre todo
si se trata de la salud, la seguridad y los intereses legales del deportista o del atleta,
factores que no deben ser menoscabados en favor de los intereses de terceras
personas, cualesquiera que éstas sean.
9. El médico de deportes debe procurar tener informado al médico personal del paciente
respecto de la asistencia que le brinda. Si fuera necesario, debe colaborar con el
médico personal para garantizar que el deportista o atleta no emprenda acciones que
deterioren su salud, y que no use técnicas potencialmente perjudiciales para mejorar
sus logros.
10. En la medicina del deporte, como en todas las otras ramas de la medicina, debe
observarse el secreto profesional. Debe protegerse la confidencialidad en la atención
médica brindada a los deportistas y atletas, en particular cuando éstos son
profesionales.
11. El médico de deportes no debe intervenir en ningún contrato que lo obligue a reservar
formas especiales de terapia sólo y exclusivamente para un deportista o atleta, o un
grupo de deportistas o atletas en particular.
12. Es de desear que los médicos de otros países, que acompañan al equipo de otro país,
gocen del derecho de cumplir con sus funciones específicas.
13. Es de desear la participación de un médico de deportes en la redacción de la
reglamentación deportiva.

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Declaración de Lisboa
sobre los Derechos del Paciente
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981

Reconociendo que puede haber dificultades prácticas, éticas o legales, un médico


debe siempre obrar de acuerdo con su conciencia y siempre por el supremo interés del
paciente. La presente Declaración representa algunos derechos principales que la profesión
médica procura brindar a los pacientes. Cuando la legislación o el accionar del gobierno
niega esos derechos, los médicos deben procurar asegurarlos o restituirlos por los medios
correspondientes.
a) El paciente tiene derecho a elegir su médico libremente.
b) El paciente tiene derecho a ser atendido por un médico que pueda emitir libremente
juicios clínicos y éticos sin interferencias externas.
c) El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar un tratamiento, después de haber
recibido la información correspondiente.
d) El paciente tiene derecho a esperar que su médico respete el carácter confidencial de
sus datos médicos y personales.
e) El paciente tiene derecho a morir con dignidad.
f) El paciente tiene derecho a recibir o rechazar el consuelo moral y espiritual incluso la
asistencia de un sacerdote de una religión determinada.

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Declaración de Venecia
sobre Enfermedades Terminales
Adoptada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

1. El deber del médico es sanar y, cuando sea posible, aliviar el sufrimiento y proteger el
supremo interés del paciente.
2. No habrá excepción a ese principio aun en el caso de enfermedades incurables o de
malformación.
3. Ese principio no debe excluir la aplicación de las siguientes reglas:
a) El médico puede aliviar el padecimiento del paciente terminal absteniéndose de
aplicar el tratamiento, con consentimiento del paciente o de sus parientes más
próximos si éste no está en condiciones de expresar su voluntad. La abstención del
tratamiento no libera al médico de su obligación de asistir al agonizante y de darle
los tratamientos necesarios para mitigar la fase terminal de su enfermedad.
b) El médico debe abstenerse de utilizar medios extraordinarios que no aporten
beneficio comprobable al paciente.
c) Cuando los procesos de extinción de las funciones vitales del paciente se vuelven
irreversibles, el médico puede usar medios artificiales, necesarios para mantener la
actividad vital de los órganos destinados al transplante, obrando de conformidad
con las leyes del país o de acuerdo con el consentimiento formal obtenido de la
persona responsable y la certificación de la muerte o del cese irreversible de la
actividad vital. Esa certificación debe hacerla un médico que no esté relacionado
con la ejecución del transplante ni con el paciente a quien el transplante está
destinado. Dichos medios artificiales no los debe pagar el donante ni sus
familiares. Los médicos que tratan al donante deben ser enteramente
independientes de los médicos que atienden al receptor y del propio receptor.
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Recomendaciones
Referentes al Boxeo
Adoptadas por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

El boxeo es un deporte peligroso. A diferencia de otros deportes, la intención principal


del boxeo consiste en producir daño corporal al adversario. El boxeo puede ocasionar la
muerte y tiene una incidencia alarmante en daños cerebrales crónicos. Por esta razón, la
Asociación Médica Mundial recomienda que se prohíba el boxeo.
Hasta lograr esa meta deben aplicarse al boxeo las siguientes recomendaciones:
1. Pedir a las Asociaciones Médicas Nacionales que alienten la confección de un
"Registro Nacional de Boxeadores" para todos los pugilistas aficionados y
profesionales, incluso las "parejas de entrenamiento", en sus países. Ese registro
tendría como función asentar los resultados de todos los encuentros legales, incluso los
knock-out técnicos, los knock-outs, y otras lesiones pugilísticas, y compilar los
protocolos de traumas y triunfos/derrotas para los púgiles individuales.
2. Solicitar a las AMN que planifiquen y realicen conferencias con la participación de los
miembros del gremio médico, representantes médicos de comisiones de boxeo
gubernamentales, y representantes de las organizaciones de boxeo profesional y
aficionado, para revisar los criterios necesarios para el examen físico de los
boxeadores, para determinar otras medidas médicas generales necesarias para
prevenir traumas cerebrales en ese deporte, y para desarrollar criterios específicos a
los fines de interrumpir una lucha por razones médicas.
3. Recomendar a todas las jurisdicciones pugilísticas que se autorice al médico del
cuadrilátero a interrumpir cualquier lucha en cualquier momento para examinar a un
contrincante y detener la lucha, según se indique, que pudiera, en la opinión del
médico, producir un serio trauma a cualquiera de los contrincantes.
4. Instar a las jurisdicciones pugilísticas a realizar frecuentes seminarios de capacitación
médica para todo el personal de boxeo.
5. Recomendar a todas las jurisdicciones pugilísticas que no se permitan encuentros de
boxeo profesional o aficionado si:
a) la competición se realiza en un lugar donde no se dispone de equipos
neuroquirúrgicos adecuados para prestar el tratamiento de emergencia
necesario a un boxeador lesionado;
b) si no se dispone junto al cuadrilátero de un equipo portátil de reanimación con
oxígeno con los tubos endotraqueales correspondientes;
c) si no está preparado un plan general de evacuación para trasladar a un púgil
gravemente lesionado a las instalaciones hospitalarias.
6. Informar a las autoridades pugilísticas que una competición de box sin control, con la
participación de boxeadores no matriculados, es una práctica sumamente peligrosa,
que puede traer como resultado serios traumas o la muerte de los participantes, y que
se la debe condenar.
7. Instar a las autoridades pugilísticas a adoptar el uso de equipos de seguridad tales
como colchonetas plásticas y postes esquineros acolchados, y fomentar el desarrollo
de los equipos de seguridad.
8. Instar a las autoridades pugilísticas a que extiendan las medidas de seguridad a las
parejas de entrenamiento.
9. Instar a las autoridades pugilísticas a que eleven, normalicen y hagan cumplir la
evaluación médica del estado de los boxeadores.
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Proposición
sobre el Personal Médico I
Adoptada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y enmendada por
la 38a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

La Asamblea de la AMM, reunida en Venecia el 28 de Octubre de 1983, convoca a


todas las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar para resolver los problemas
emergentes relacionados con el potencial humano médico.

La Asociación Médica Mundial reconoce la necesidad de:


1. garantizar a todas las personas el acceso a una atención médica de óptima calidad, y
2. mantener los estándares de atención médica que aseguren su calidad, y también
3. prever el desarrollo de conocimientos, aptitudes y métodos nuevos que favorezcan el
progreso de la ciencia médica.

La Asamblea insta a todas las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar con sus
gobiernos sobre las disposiciones de las leyes respectivas para alcanzar esos fines.
La calidad de la atención médica y el mantenimiento y desarrollo de las aptitudes y
técnicas de los profesionales, así como el descubrimiento de nuevos conocimientos e
información, están inseparablemente ligados con la experiencia clínica del médico y la
posibilidad de prestar asistencia al paciente. Se debe reconocer ese principio en cualquier
solución que se halle para los problemas vinculados con el personal médico, y las
consideraciones económicas y políticas también deben subordinarse a ese principio.
Lo más importante es que el principio mencionado se reconozca y se aplique a las
leyes y políticas que rigen el funcionamiento de las escuelas de medicina, para que se
pueda asegurar una atención médica de altos estándares de calidad para las futuras
generaciones.

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Proposición
sobre el Personal Médico II
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984
y enmendada por
la 38a Asamblea Médica Mundial, Ranch Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

Por cuanto la Asociación Médica Mundial se esfuerza por servir a la humanidad


procurando alcanzar los estándares internacionales más elevados en instrucción médica, y
Por cuanto la Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales han
apoyado siempre la instrucción médica de elevada calidad, y
Por cuanto la calidad de la atención médica brindada por los profesionales no puede
ser mejor que la calidad de la instrucción médica que los médicos reciben,
La Asociación Médica Mundial vuelve a afirmar su apoyo a los elevados estándares de
la instrucción médica que proporcionan una enseñanza de alta calidad a todos los
estudiantes de medicina, y
Que solamente deben admitirse al estudio de la medicina los candidatos debidamente
preparados, y
Que la cantidad de estudiantes admitidos para estudiar medicina no debe superar al
número de aquéllos a los que se pueda proporcionar una enseñanza de alta calidad, dados
los recursos educacionales existentes, y
Que el nivel de preparación requerido de los candidatos a ingresar en el
establecimiento de enseñanza médica debe ser determinado por el juicio objetivo del cuerpo
docente de la escuela de medicina.
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Proposición
sobre el Maltrato y el Abandono de los Niños
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984
y enmendada por
la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989
42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU,Octubre 1990
y la 44a. Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Una de las manifestaciones más destructivas de la violencia y de los conflictos


familiares es el maltrato y el abandono de los niños. Para la comunidad médica mundial
sigue siendo un desafío la prevención, la temprana identificación y la ayuda integral a las
víctimas del maltrato infantil.
Las definiciones sobre el maltrato infantil varían según las distintas culturas.
Lamentablemente la justificación, arraigada en la cultura, de una conducta grosera para con
los niños se suele aceptar con demasiada facilidad como prueba de que el trato acordado a
los niños no es ni agraviante ni perjudicial.
A los efectos de esta Proposición, las distintas formas de maltrato infantil incluyen
violencia física, sexual y emocional. El abandono del niño se define como una incapacidad
de los padres o de otra persona legalmente responsable por el bienestar del niño, de
satisfacer sus necesidades básicas y de proveerle un nivel de atención adecuada.
La AMM reconoce que el maltrato de los niños es un problema mundial de la salud y
recomienda que las asociaciones médicas nacionales adopten las siguientes pautas para
los médicos:
1. Los médicos desempeñan una función única y especial en identificar y ayudar a los
niños maltratados y a sus infortunadas familias.
2. Los médicos deben obtener una capacitación especializada para identificar el maltrato
infantil. Esa capacitación está disponible en muchos programas educativos de
posgrado.
3. Se recomienda insistentemente a los médicos mantener contacto con equipos
multidisciplinarios experimentados. Un equipo de ese tipo puede incluir profesionales
tales como médicos, trabajadores sociales, psiquiatras de niños y de adultos,
especialistas en desarrollo, psicólogos y juristas. Cuando no es posible participar en un
equipo, el médico individual debe asesorarse con terapeutas, sociólogos, juristas,
psiquiatras y otros especialistas.
4. Los médicos de atención primaria (médicos de familia, terapeutas, pediatras,
especialistas de emergencia, cirujanos, psiquiatras y otros profesionales que tratan
niños) deben aprender a reconocer los síntomas físicos del maltrato de los niños y de
su abandono, evaluar el desarrollo infantil y los hábitos de los padres, y deben saber
además cuáles son las posibilidades de la sociedad para tales casos, y cuál es la
responsabilidad legal del médico.
5. La evaluación médica de los niños que han sido maltratados físicamente debe
incluir:(1) datos sobre el origen de la lesión; (2) examen físico del paciente; (3) un
examen de la lesión con rayos X; (4) estudio del flujo de sangre; (5) fotografías de
color; (6) examen físico de los hermanos; (7) un informe médico oficial por escrito; (8)
un examen de la conducta; (9) un examen evolutivo de las criaturas o niños en edad
pre-escolar.
6. El examen y las actuaciones médicas con respecto a los niños víctimas de abuso
sexual comprenden: (1)el tratamiento de los traumas físicos y psíquicos; (2) la
recolección y procesamiento de pruebas; y (3) el tratamiento y/o prevención del
embarazo y enfermedades venéreas.
7. Es necesario que los médicos determinen la naturaleza y el nivel del funcionamiento
familiar en cuanto se relaciona con la protección del niño. Es importante que el médico
sea comprensivo y receptivo con respecto a la calidad de las relaciones conyugales, el
estilo disciplinario, las tensiones económicas, los problemas emocionales, el abuso del
alcohol, drogas y otras sustancias, y otras formas de estrés que se relacionan con el
maltrato de niños.
8. Es sumamente importante que el médico posea conocimientos sobre maltrato y
negligencia o abandono. A menudo las pruebas físicas no son evidentes, y solamente
se puede descubrir la contradicción entre lo relatado y los datos objetivos mediante una
franca y cuidadosa entrevista con el niño y con los padres.
9. Al sospecharse el caso de un niño maltratado, el médico debe tomar las medidas
inmediatas que comprenden: (1) informar a los servicios protectores de la infancia
sobre todos los casos sospechados; (2) hospitalizar durante un período inicial de
evaluación a cualquier niño víctima de maltrato y necesitado de protección; e (3)
informar a los padres acerca del diagnóstico, así como también a los servicios de
protección, sobre los traumas sufridos por el niño.
10. El niño es el paciente del médico y, por lo tanto, es el principal objeto de su atención.
De ahí que sea responsabilidad del médico hacer todo lo posible para proteger al niño
de mayores daños. Las leyes disponen, generalmente, que se tome contacto con el
organismo correspondiente que se ocupa de la protección del niño. En algunos casos,
es necesario hospitalizarlo.
11. Si es imprescindible la hospitalización, debe efectuarse una rápida evaluación del
estado físico, emocional del niño y de su desarrollo general. Si el médico que se
enfrenta con el problema de maltrato del niño no está en condiciones de efectuar esa
evaluación, debe dirigirse a un grupo multidisciplinario del hospital o a otros médicos
especialmente preparados en el campo del maltrato infantil.
12. Si se sospecha que un niño es maltratado, el médico debe discutir con los padres el
hecho de que el maltrato del niño puede ser la causal de diversos problemas que lo
afectan. Es importante para los padres que, en el curso de esa conversación, el médico
conserve la objetividad y evite emitir juicios y condenas.
13. Es importante que el médico registre en su ficha los hechos que descubre durante la
evaluación. Los registros médicos a menudo proporcionan pruebas críticas en las
actuaciones judiciales.
14. Los médicos deben participar en todos los niveles de la profilaxis, proporcionando
asesoramiento familiar, prenatal y posnatal; identificar los problemas de crianza de los
niños y de comportamiento de los padres, y aconsejar sobre planificación familiar y
control de la natalidad.
15. Los médicos deben asegurar la aplicación de medidas tales como las visitas
domiciliarias de enfermeras, las consultas previas de los padres, los exámenes
profilácticos de los niños. Los programas que afianzan la salud general del niño
también previenen el maltrato infantil y deben recibir el apoyo de los médicos.
16. Los médicos deben reconocer que el maltrato de los niños y su abandono son un
problema complejo y, para poder prestar ayuda a esos niños y a sus padres, puede
requerirse más de un tipo de tratamiento y la participación de distintos servicios. El
desarrollo de las actuaciones correspondientes requiere la participación de
representantes de muchas disciplinas que incluyen la medicina, la jurisprudencia, la
enfermería, la pedagogía, la psicología y el trabajo social.
17. Los médicos deben promover el desarrollo de programas innovadores que contribuyan
al avance de los conocimientos médicos y de la pericia en el dominio del maltrato y
abandono que sufren los niños.
18. En los casos de maltrato de los niños, se debe anular la confidencialidad del paciente.
El primer deber del médico es defender a su paciente si existe la sospecha de que éste
es una víctima. Al margen del tipo de violencia (física, psíquica o sexual) debe
presentarse un informe confidencial a las autoridades correspondientes.
19. Los médicos deben apoyar en sus países la adopción de medidas legislativas que
contribuyan a la identificación efectiva y a la protección de los niños maltratados. Esas
medidas legislativas también deben proteger a los médicos y a otros trabajadores de la
salud en su participación en el reconocimiento, tratamiento y atención de los niños
sujetos a malos tratos.
20. Los médicos deben apoyar los procedimientos legales que permitan al niño que haya
estado sometido a malos tratos, a emprender acciones legales contra el presunto autor
de los malos tratos durante un período razonable de tiempo, después de alcanzada la
mayoría de edad. Los médicos deben apoyar también los procedimientos legales
objetivos y honestos que prevengan o eviten la presentación de acusaciones
injustificadas sobre maltrato de los niños, y que requieran pruebas objetivas para iniciar
cualquier acción legal contra el presunto autor de los malos tratos.

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Proposición
sobre la Libertad de Participar en Reuniones Médicas
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984

La independencia profesional y la libertad profesional son indispensables para permitir


a los médicos prestar la correspondiente asistencia médica a sus pacientes. Por lo tanto, no
debe haber barreras ya sean filosóficas, religiosas, raciales, políticas, geográficas, físicas o
de cualquier otra naturaleza que impidan a los médicos participar de las actividades
profesionales que les permitan adquirir la información, los conocimientos, habilidades y
técnicas requeridas para proveer la asistencia médica necesaria a sus pacientes.
Dado que el propósito de la AMM es servir a la humanidad procurando alcanzar los
estándares internacionales más elevados en educación médica, ciencia médica, arte médica
y ética médica, y asistencia médica a todos los hombres del mundo, no debe haber barreras
que impidan a los médicos asistir a las reuniones de la AMM u otras reuniones médicas
sean donde fueren convocadas.

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Proposición
sobre el Personal Médico III
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985
y enmendada por
la 38a. Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

Aquéllos que participan en la elaboración de programas de educación médica en


cualquier país deben comunicar a los estudiantes de medicina la importancia de adquirir
experiencia real en la práctica de la profesión, a fin de alcanzar la calificación médica
básica, y la necesidad de una experiencia constante para mantener dicha calificación. Se
debe advertir también a los estudiantes de medicina que, teniendo una educación médica,
encontrar un empleo alternativo es extremadamente difícil.
Cuando resulta incierto si el estudiante de medicina tendrá una oportunidad para
adquirir la experiencia necesaria y alcanzar la educación médica básica, se le debe sugerir
que reconsidere la validez de seguir estudios de medicina.

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Declaración
de los Derechos Humanos y la Libertad Individual
de los Profesionales Médicos
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985

La Asociación Médica Mundial está a favor de la igualdad de oportunidades en las


actividades de la comunidad médica, la educación médica y la capacitación, el empleo y en
otros aspectos de las actividades profesionales, al margen de la raza, el color, la religión, el
credo, el origen étnico, nacionalidad, sexo, edad o convicciones políticas.
La Asociación Médica Mundial se opone a que se prive de derechos y
responsabilidades a un médico debidamente matriculado en las asociaciones médicas
nacionales a causa de su raza, color, religión, credo, origen étnico, nacionalidad, sexo, edad
o afiliación política.
La Asociación Médica Mundial invita al gremio médico y a los individuos miembros de
las asociaciones médicas nacionales a que realicen todos los esfuerzos para terminar con

las situaciones en las que se desconozcan esos derechos, privilegios o responsabilidades,


y:
Por lo tanto, la 37a. Asamblea Médica Mundial, reunida en Bruselas, Bélgica, en
octubre 1985, reafirma con esta Declaración su adhesión a esos principios.

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Proposición
sobre el Tráfico de Organos Vivos
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985

Llamamos la atención sobre el hecho de que en época reciente se ha desarrollado un


comercio (que aporta grandes ganancias económicas) de venta de riñones vivos,
procedentes de los países en vías de desarrollo, para ser trasplantados en Europa o los
Estados Unidos de Norteamérica.
La Asociación Médica Mundial condena la compra y la venta de órganos humanos
para trasplante.
La Asociación Médica Mundial convoca a los gobiernos de todos los países para
emprender pasos efectivos a fin de prevenir el uso comercial de los órganos humanos.

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Declaración
sobre la Independencia del Médico
y su Libertad Profesional
Adoptada por la 38a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

La Asociación Médica Mundial, reconociendo la importancia de la independencia del


médico y su libertad profesional, adopta por ende la siguiente Declaración de principios:
Los médicos deben reconocer y apoyar los derechos de sus pacientes, como está
expuesto en la Declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial (1981).
Los médicos deben tener la libertad profesional de asistir a sus pacientes sin
interferencias. Debe preservarse y protegerse el ejercicio del criterio y la discreción
profesionales del médico para tomar decisiones clínicas y éticas en la asistencia y el
tratamiento de los pacientes.
Los médicos deben tener independencia profesional para representar y defender las
necesidades de salud de los pacientes contra todos aquéllos que nieguen o restrinjan la
atención necesaria a los que están enfermos o lesionados.
No debe esperarse de los médicos, en el marco de su actividad profesional y de la
asistencia prestada a los pacientes, que ellos se rijan por prioridades sociales o
gubernamentales en la asignación de los escasos recursos de salud. Esa situación
acarrearía un conflicto con las obligaciones del médico ante el paciente y socavaría por la
base la independencia profesional del médico, en la que confía el paciente.
A pesar de que los médicos deben ser conscientes del costo del tratamiento y
participar activamente de los esfuerzos por reducir los costos en medicina, es la obligación
primaria del médico representar los intereses de los enfermos y lesionados (pese a los
requerimientos de la sociedad de disminuir los gastos) para no arriesgar la salud del
paciente o incluso su vida.
Dando independencia y libertad profesional a los médicos para practicar su profesión,
una comunidad garantiza la mejor atención sanitaria posible a sus ciudadanos, lo cual a su
vez contribuye a construir una sociedad fuerte y segura.
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Declaración de Madrid
sobre Autonomía Profesional y Auto-regulación
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La Asociación Médica Mundial, habiendo explorado la importancia de la autonomía


profesional y la auto-regulación de la profesión médica en el mundo, y reconociendo los
problemas y los desafíos corrientes que enfrentan la autonomía profesional y la auto-
regulación, adopta la presente Declaración:
1. El componente central de la autonomía profesional consiste en asegurar que los
médicos individuales tengan libertad para aplicar su criterio profesional en la atención y
el tratamiento de sus pacientes, como se ha expresado más cabalmente en la
Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre Independencia del Médico y su
Libertad Profesional, adoptada en Octubre de 1986.
2. La Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales vuelven a
afirmar la importancia de la autonomía profesional como componente esencial de la
asistencia médica de alta calidad que debe ser observada en interés del paciente. La
Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales declaran su
disposición a mantener y garantizar la autonomía profesional en la prestación de
asistencia a los pacientes, que es el principio esencial de la ética.
3. Como corolario del derecho a la autonomía profesional, la profesión médica debe auto-
regularse. Además de otras fuentes de regulación que puedan aplicarse a los médicos
individuales, la profesión médica por sí misma debe ser responsable de regular la
conducta profesional y las actividades de los médicos individuales.
4. La Asociación Médica Mundial insta a las Asociaciones Médicas Nacionales a que
establezcan, mantengan un sistema de auto-regulación para los médicos en sus países
respectivos, y participen activamente en él. Ese aporte a la auto-regulación efectiva
será decisivo para asegurar la autonomía profesional en la toma de decisiones para la
asistencia de los pacientes.
5. La principal preocupación de cualquier sistema de auto-regulación debe ser la calidad
de la atención prestada a los pacientes y la competencia de los médicos que la
proporcionan. Los médicos utilizan su pericia para emitir las evaluaciones necesarias.
Dichas evaluaciones deben utilizarse en beneficio de los pacientes para asegurarles
una asistencia calificada y continua, por parte de médicos competentes. En esa esfera
de obligaciones entran la necesidad de fijar los logros obtenidos en el campo de la
medicina científica y el uso de métodos terapéuticos efectivos e inocuos. Los
procedimientos experimentales deben satisfacer las garantías requeridas por la
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, y otras garantías que puedan
ser requeridas en cada país. No deben aplicarse en el tratamiento teorías científicas
desacreditadas.
6. La conciencia del costo es un elemento esencial de la auto-regulación. Se puede
justificar la máxima calidad de la atención solamente garantizando que el costo de esa
atención sea accesible a todos los ciudadanos. Nuevamente, los médicos están
calificados en particular para hacer las evaluaciones necesarias para las decisiones
sobre restricción de costos. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben, por lo tanto,
incluir las actividades sobre restricción de costos en su sistema respectivo de auto-
regulación. Los temas comunes en las actividades de restricción de costos comprenden
métodos para impartir asistencia médica, el acceso a hospitales y cirugía, y el uso
adecuado de la tecnología. Las actividades referentes a restricción de costos no debe
limitar las posibilidades de acceso de los pacientes a la asistencia médica necesaria.
Tampoco debe permitirse que una utilización injustificada de la tecnología haga subir el
costo de la asistencia médica hasta tal punto que se vuelva inaccesible a los que la
necesitan.
7. Finalmente, las actividades profesionales y la conducta de los médicos deben estar
siempre dentro de los límites del código de ética profesional o de los principios de ética
médica que los rigen en cada país. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben
promover la conducta ética entre los médicos para el beneficio de sus pacientes. Las
violaciones éticas deben ser corregidas inmediatamente y los médicos responsables de
dichas violaciones deben ser sometidos a las medidas disciplinarias correspondientes y
rehabilitados. Solamente las Asociaciones Médicas Nacionales pueden tomar a su
cargo esa responsabilidad y cumplirla efectiva y eficientemente.
8. Por cierto que hay muchos otros problemas de auto-regulación de los cuales se deben
hacer responsables las Asociaciones Médicas Nacionales. Se insta a las Asociaciones
Médicas Nacionales a que se ayuden mutuamente para resolver problemas nuevos y
en desarrollo. Se alienta el intercambio de información y de experiencia entre las
Asociaciones Médicas Nacionales, y la Asociación Médica Mundial ayudará a facilitar
ese intercambio de información para mejorar la auto-regulación.
9. La Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales también deben
informar al público en general sobre la existencia de un sistema efectivo y responsable
de auto-regulación en la profesión médica de cada país. El público debe llegar a tomar
conciencia de que puede confiar en ese sistema de auto-regulación para obtener una
evaluación honesta y objetiva de los problemas relacionados con la práctica de la
medicina y el cuidado y tratamiento de los pacientes.
10. La acción conjunta de las Asociaciones Médicas Nacionales en asumir la
responsabilidad por la instrumentación de un sistema de auto-regulación profesional
acrecentará y asegurará el derecho de los médicos a tratar a los pacientes sin
interferencia, con su propio criterio y decisión profesionales. Para asegurar al público
que al convertirse en pacientes, recibirán una asistencia médica de calidad, impartida
por profesionales competentes, es necesario que los propios médicos tengan una
conducta profesional responsable y que exista un sistema efectivo y eficiente de auto-
regulación a cargo de la Asociación Médica Nacional.
_______________

Declaración de Rancho Mirage


sobre Educación Médica
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Preámbulo
La educación médica es un proceso continuo de aprendizaje que empieza con la
admisión en la escuela de medicina y que termina con el retiro de la práctica activa. Su
objetivo es preparar estudiantes de medicina, médicos residentes y médicos en ejercicio
para que puedan aplicar los últimos adelantos científicos a los fines de la profilaxis y la cura
de las dolencias humanas y el alivio de las enfermedades actualmente incurables. La
educación médica inculca también a los médicos las normas éticas de pensamiento y
conducta que ponen énfasis en el servicio a los otros antes que en los beneficios
personales. Todos los médicos, sea cual fuere su práctica, son miembros de una profesión.
Como miembros de la profesión médica, todos deben aceptar la responsabilidad de
mantener no solamente un alto nivel de estándares personales de educación médica, sino
también mantener altos estándares de educación médica para toda la profesión. Esa
educación debe basarse en los siguientes principios:

Principios de educación médica


Principio I - principios básicos de educación médica
La Educación Médica comprende la enseñanza que conduce a la obtención del primer
grado profesional, la instrucción clínica preparatoria para la práctica de la medicina general
o de una especialidad, y el aprendizaje constante que debe apuntalar el trabajo médico de
toda su vida.
El gremio médico, el cuerpo docente y otras instituciones educacionales, y el gobierno
comparten la responsabilidad de garantizar los altos estándares de calidad de la educación
médica.

Principio II - preparación del estudiante de medicina


La meta de la educación médica es instruir a los médicos para que tengan el derecho,
acorde con su preparación, de practicar la profesión sin limitaciones.
El primer grado profesional debe corresponder a la culminación de un curriculum que
califique al estudiante para elegir un campo determinado dentro de un espectro de carreras
que abarca la asistencia a los pacientes, la salud pública, la investigación básica o clínica, o
la educación médica. Cualquiera de las opciones presupone una educación adicional
además de la requerida para el primer grado de la profesión.
Principio III - instrucción a cargo del cuerpo docente
La Educación Médica que conduce al primer grado profesional debe ser impartida por
un cuerpo docente organizado. El cuerpo docente debe poseer la calificación académica
correspondiente que sólo se puede alcanzar mediante una preparación formal y una
experiencia adecuada. La selección de los integrantes del cuerpo docente debe basarse en
las calificaciones individuales, sin consideración de la edad, sexo, raza, credo convicción
política y nacionalidad de origen.
Los docentes son responsables de crear un ambiente académico en el cual el
aprendizaje y la investigación puedan prosperar al máximo. En el medio académico, para
demostrar los estándares médicos más elevados, debe realizarse una investigación activa a
los efectos de hacer avanzar los conocimientos médicos y asegurar la máxima calidad de
asistencia. El cuerpo docente, con la participación de las Asociaciones Médicas Nacionales,
es responsable de proveer las metas, el contenido, el formato y la evaluación de las
experiencias educacionales. El cuerpo docente es responsable de proveer su propio
curriculum básico obligatorio en un ambiente de libertad, en el cual el estudio y la
investigación puedan prosperar de la manera más fecunda. Debe realizar frecuentes
revisiones del curriculum, que respondan a las necesidades de la comunidad y a los aportes
de los médicos practicantes, en la medida en que las necesidades de la comunidad no
perjudiquen la calidad de la educación médica. El reconocimiento a la enseñanza del cuerpo
docente requiere que se disponga de bibliotecas, laboratorios de investigación, sectores
clínicos, y locales de estudio en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de los
estudiosos. Además, debe funcionar una estructura administrativa y los registros
académicos correspondientes. Cuando se dispone de esos elementos necesarios, entonces
una universidad o un hospital pueden patrocinar la instrucción clínica de médicos generales
y especializados.

Principio IV - contenido de la educación médica


La experiencia educacional debe incluir el estudio de las ciencias biológicas y del
comportamiento y los aspectos socio-económicos de la atención de la salud. Esas ciencias
son básicas para la comprensión de la medicina clínica. También son obligatorios el
pensamiento crítico y el auto-aprendizaje, así como la firme asimilación de los principios
éticos sobre los cuales se erige la profesión.
Principio V - educación clínica
El componente clínico de la educación médica debe basarse en el estudio supervisado
de los pacientes y debe entrañar experiencias directas en el diagnóstico y el tratamiento de
las enfermedades. El componente clínico debe incluir experiencias personales de
diagnóstico y de terapia con un aumento gradual de las responsabilidades. Debe observarse
una cantidad razonable de estudiantes que realicen su práctica junto al lecho de un paciente
individual.
Antes de empezar con la práctica independiente, todo médico debe completar un
curso formal de instrucción clínica. Ese curso, de un año de duración como mínimo por lo
general, debe implicar un creciente aumento de responsabilidad supervisada en cuanto al
manejo de los problemas clínicos.
El cuerpo docente es responsable en determinar que los estudiantes que reciben su
primer grado profesional hayan adquirido conocimientos básicos de clínica médica, las
aptitudes básicas necesarias para evaluar un problema clínico y para adoptar acciones
adecuadas independientes, y tener la actitud y el carácter para ser un médico ético.

Principio VI - selección de estudiantes


Antes de iniciar los estudios de medicina, es de desear poseer una amplia educación
liberal. Para estudiar medicina, los estudiantes deben seleccionarse en función de su
potencial intelectual, sus motivaciones, su previa capacitación y su carácter. La cantidad
admitida para su capacitación no debe exceder los recursos educacionales disponibles y las
necesidades de la población. La selección de los estudiantes no debe ser influenciada por la
edad, sexo, raza, credo, convicciones políticas o nacionalidad de origen.

Principio VII - educación de posgrado


Es de desear que el médico siga estudios médicos de posgrado luego de su primer
título profesional; debe hacer su elección para especializarse en atención al paciente, salud
pública, investigación clínica o básica, o educación médica. Los programas oficiales de
educación clínica deben preceder a la práctica de la actividad médica independiente, tanto
en medicina general como en las especialidades. El gremio médico es responsable por la
evaluación del satisfactorio cumplimiento de los programas de educación clínica que siguen
a la obtención del primer grado

Principio VIII - educación médica continua


Todos los médicos consagran su vida entera al aprendizaje. Es esencial que el médico
avance a la par con el desarrollo de la medicina y mantenga el nivel de los conocimientos y
aptitudes necesarias para proveer una atención de alta calidad; el progreso científico es
esencial para prestar la atención adecuada a la población. Las escuelas de medicina, los
hospitales y las asociaciones profesionales comparten la responsabilidad de crear y
proporcionar a todos los médicos las oportunidades para continuar su perfeccionamiento.
La necesidad de proveer asistencia médica, prevenir las enfermedades y asesorar en
los temas de salud obliga a fijar los estándares más elevados a la educación médica de
pregrado, posgrado y continua.
Proposición
sobre la Fertilización In-Vitro y el Trasplante de Embriones
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España,Octubre 1987

La fertilización in-vitro (FIV) y el transplante de embriones es una técnica médica de la


que se dispone para el tratamiento de la esterilidad en muchas partes del mundo. Es
beneficiosa tanto para los pacientes individuales como para la sociedad en general no sólo
porque combate la esterilidad, sino también porque evita posibles trastornos genéticos, y
estimula los estudios fundamentales de la reproducción humana y la anticoncepción.
La AMM recomienda a los médicos obrar éticamente y con el debido respeto por la
salud de la futura madre y por el embrión, desde el principio de su vida. La AMM ha
promulgado esta Proposición para ayudar a los médicos a reconocer y seguir sus
recomendaciones éticas.
Desde el punto de vista ético y científico, la asistencia médica en reproducción
humana se justifica en todos los casos de infertilidad, que no responden a los clásicos
tratamientos medicamentosos o quirúrgicos, con referencia específica a:
a) la incompatibilidad inmunológica
b) un obstáculo irreversible para que entren en contacto las gametas masculinas y
femeninas, y
c) la esterilidad por razones desconocidas
En todos estos casos, el médico puede obrar solamente con el pleno consentimiento
informado de donantes y receptores. El médico debe actuar siempre cuidando el supremo
interés del niño por nacer, como resultado de ese procedimiento.
Es responsabilidad del médico proporcionar a los pacientes, en el nivel de su
comprensión, la información suficiente sobre los propósitos, los métodos, los riesgos, los
inconvenientes y posibles fracasos del procedimiento, y obtener de los pacientes el
consentimiento informado correspondiente. Como en cualquier tipo de intervenciones
opcionales, el médico debe tener una capacitación especializada adecuada, antes de
afrontar la responsabilidad de llevarlas a cabo. El médico debe siempre cumplir todas las
leyes y reglamentaciones existentes, así como los requerimientos éticos y los estándares
profesionales establecidos por la Asociación Médica Nacional y otras organizaciones
médicas correspondientes de la comunidad. A los pacientes se les garantiza la misma
confidencialidad y reserva que las requeridas en cualquier tratamiento médico.
Cuando las técnicas de FIV producen un exceso de óvulos, que no serán utilizados
para el tratamiento inmediato de la esterilidad, deberá determinarse su uso de acuerdo con
los donantes; el exceso de óvulos puede ser:
a) destruido
b) crioconservado
c) fertilizado y crioconservado
Los conocimientos científicos referentes a la maduración, fertilización y primeras
etapas de los procesos de desarrollo pluricelular están dando todavía sus primeros pasos.
Es conveniente por lo tanto continuar el estudio y la experimentación de los fenómenos
físicos y químicos en ese campo, estrictamente de acuerdo con la Declaración de Helsinki y
con el consentimiento escrito de los donantes.

Investigación
La técnica de la investigación in-vitro y de transplantes de embriones puede ser
también útil en las investigaciones orientadas a una mejor comprensión del origen de los
defectos genéticos y de su transmisión, y de cómo pueden ser prevenidos o tratados.
Pueden surgir problemas morales y éticos profundos, tanto para el médico como para el
paciente. El médico no debe violar sus principios morales personales y debe ser sensible a
los principios éticos y morales de sus pacientes, y debe respetarlos. El médico tiene la
mayor responsabilidad en mantener una comunicación cabal con los pacientes que quieran
participar en el esfuerzo de investigación, y el consentimiento informado de esos pacientes
debe satisfacer los requisitos de la ley y responder al nivel especial de responsabilidad
profesional, dictada por los estándares éticos. Los principios de la Declaración de Helsinki
de la Asociación Médica Mundial se aplican a todas las investigaciones clínicas, referentes a
la fertilización in-vitro y al trasplante de embriones, así como a todos los problemas que se
originen en esa investigación clínica.
La Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos se abstengan de intervenir
en el proceso de reproducción con el propósito de hacer una opción en cuanto al sexo del
feto, a menos que sea para evitar la transmisión de enfermedades graves relacionadas con
el sexo.

Donación
La técnica de la fertilización in-vitro y el trasplante de embriones crea la posibilidad de
donar óvulos, esperma, embriones, de tal modo que los donantes biológicos pueden no ser
los padres de la criatura obtenida por este procedimiento. Este uso de gametas o embriones
donados puede presentar problemas legales, morales y éticos serios, tanto para los
pacientes, como para los médicos que usan la técnica de la fertilización in-vitro y el
trasplante de embriones. El médico debe observar todas las leyes y restricciones éticas
aplicables que impone la Asociación Médica Nacional u otras organizaciones médicas
correspondientes. El médico también debe ser sensible a los principios morales y éticos del
paciente y respetarlos, y abstenerse de usar gametas o embriones donados cuando ello
pudiere entrar en conflicto con restricciones legales o éticas o con los principios morales de
los pacientes. El médico tiene el derecho a negarse a realizar cualquier intervención que él
considere inaceptable.
La técnica de la crioconservación acrecienta la cantidad de gametas y embriones
disponibles para la donación. Cuando se permite que uno o más donantes de gametas, o
los donantes de un embrión, no sean los padres funcionales del futuro niño, el médico debe
asegurarse de que los receptores acepten la plena responsabilidad por el futuro niño, y de
que los donantes renuncien a todos los derechos y reclamos sobre la criatura, sin que ello
implique perjuicio para los derechos del niño cuando éste haya nacido.
En el caso de una mujer adulta que no tiene útero, se puede usar el método de madre
sustituta o subrogada, a menos que esté prohibido por las leyes correspondientes o las
normas éticas de la Asociación Médica Nacional u otras organizaciones médicas
correspondientes. Debe obtenerse un consentimiento libre e informado de las partes que
participan de alguna forma en ese método de sustitución. Hay implicancias médicas éticas y
morales en el uso de ese método de madre sustituta o subrogada, y el médico debe
reconocerlas y respetarlas como parte de cualquier decisión al respecto.
El párrafo precedente no presupone la aprobación de los acuerdos de " Padres
Subrogados ", por los cuales una mujer acepta, a cambio de una remuneración, ser
inseminada artificialmente por esperma de un hombre, para concebir un niño que será
adoptado luego por ese hombre y su mujer.
La Asociación Médica Mundial condena expresamente cualquier comercialización
mediante la cual se ofrezcan en compra o en venta óvulos, esperma, o embriones.
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Comunicado de Prensa
Considerando la votación de ayer en la Cámara de los Representantes de los Países Bajos, que
autoriza a los médicos a practicar eutanasia activa bajo ciertas condiciones, la Asociación Médica
Mundial recuerda la Declaración unánimamente adoptada por la Asamblea Médica Mundial en Madrid
en Octubre 1987 (el texto se incluye). Febrero 11, 1993.
Toni Rubin, Agregado de Prensa
Para mayor información, conectarse con:
Toni Rubin, Bruselas Fax (322) 353 17 49
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Declaración
sobre Eutanasia
Adoptada por la 39a.Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La eutanasia, que es el acto de terminar deliberadamente la vida de un paciente, aun


a pedido del propio paciente o a solicitud de los parientes cercanos, no es ética. Esto no
impide que el médico respete el deseo de un paciente de dejar que el proceso natural de
muerte siga su curso en la fase terminal de la enfermedad.
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Declaración
sobre el Trasplante de Organos Humanos
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La Asociación Médica Mundial recomienda las siguientes pautas para que sirvan como
guía a los médicos que participan en el trasplante de órganos humanos.
1. En todo momento, la principal preocupación de los médicos debe ser la salud de sus
pacientes. La lealtad a ese principio debe ser observada en todos los procedimientos
médicos incluso en los que atañen a los trasplantes de un órgano de una a otra
persona. Tanto donante como receptor son pacientes y debe prestarse atención, por lo
tanto, a los derechos de ambos. Ningún médico puede asumir, por ende, una
responsabilidad en el trasplante de órganos, a menos que se protejan los derechos de
donante y receptor.
2. Un trasplante potencial de órganos no justifica que se descuiden los estándares
corrientes del cuidado médico. Deben aplicarse los mismos estándares de atención,
sea el paciente un donante potencial o no.
3. Cuando un órgano deba ser extraído de un donante después de su muerte, la muerte
del donante debe determinarse independientemente por dos o más médicos que no
participan en el procedimiento del trasplante. Cada médico deberá comprobar la muerte
con su propio criterio. Al efectuar la determinación, cada profesional usará los tests
científicos corrientemente aceptados y los criterios que sean compatibles con los
requerimientos éticos y las normas profesionales establecidas por la Asociación Médica
Mundial y otros organismos médicos de la comunidad.
4. Siempre que se trate de un procedimiento experimental, como lo es el trasplante de
órganos animales o artificiales, el médico debe satisfacer las recomendaciones
contenidas en la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, que
proporcionan pautas para los médicos en la investigación biomédica en seres
humanos.
5. Es obligatorio discutir lo más acabadamente posible los métodos propuestos, con el
donante y el receptor, o sus parientes responsables respectivos, o representantes
legales. El médico debe ser objetivo al discutir el procedimiento, al revelar los riesgos
conocidos y los peligros posibles, y al aconsejar las formas alternativas existentes. El
médico no debe alentar expectativas más allá de las que justifiquen las circunstancias.
El interés del médico en el progreso de los conocimientos científicos debe ser siempre
secundario con respecto a su preocupación principal que es el paciente. Debe
obtenerse siempre su libre consentimiento informado.
6. Las operaciones de trasplante de órganos humanos deben ser realizadas:
a) solamente por médicos que posean conocimientos médicos especiales y la
competencia técnica desarrollada mediante una capacitación, un estudio y una
práctica especiales, y
b) en instituciones médicas con las instalaciones correspondientes para trasplantes
de órganos.
7. Debe encararse el trasplante de órganos solamente después de haber realizado una
evaluación cuidadosa de la disponibilidad y efectividad de otras formas de terapia
8. Se condena la compra y la venta de órganos humanos para trasplantes.
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Proposición Provisoria sobre SIDA


Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Se han registrado casos confirmados de síndrome de inmunodeficiencia adquirida


(denominada comúnmente SIDA) en más de 100 países. Se estima que en el mundo hay de
cinco a diez millones de persona infectadas con virus de SIDA y que, por lo tanto, son
potencialmente capaces de transmitir la enfermedad. Todas las Asociaciones Médicas
Nacionales y todos los médicos deben aportar sus conocimientos y experiencia para
desarrollar estrategias en la lucha con esta enfermedad hasta que se encuentre un medio
para curarla.
Dado que el SIDA es incurable y que es una enfermedad transmitida sobre todo por
vía sexual (ETS), plantea al médico muchos problemas éticos complejos, además de los
científicos y médicos inherentes a la enfermedad. A fin de ayudar a los médicos y a las
Asociaciones Médicas Nacionales, la AMM adopta las pautas expuestas en esta
Proposición. La AMM realiza una sesión científica dedicada al tema del SIDA en la 39a
Asamblea Médica Mundial (1987). La AMM estudiará el consejo de expertos en esa sesión
científica así como la mejor información que pueda obtener de los expertos mundiales y
presentará un informe más amplio sobre este tema importante en la 40a Asamblea Médica
Mundial en 1988. Hasta que se disponga de un informe más completo, la AMM recomienda
lo siguiente:
1. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar de lleno con sus gobiernos para
desarrollar una política nacional en su lucha con el SIDA y con los problemas afines;
2. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar de lleno en la elaboración de
programas para ilustrar al público en general sobre el SIDA y las cuestiones afines al
SIDA, y la influencia de dichas cuestiones sobre la sociedad en general;
3. Todos los médicos deben capacitarse para ser asesores efectivos de SIDA. Los
médicos deben aconsejar a sus pacientes y educarlos en cuanto a los comportamientos
efectivos a fin de evitar el contagio de SIDA para ellos mismos y para otros. En cuanto
a los pacientes que resulten ser seropositivos, los médicos deben saber aconsejarlos
en cuanto a: (a) un comportamiento responsable para evitar la propagación de la
enfermedad; (b) estrategias para la protección de su propia salud; y (c) la necesidad de
alertar a sus parejas sexuales, pasadas y presentes, en lo que atañe a una posible
infección con el virus de SIDA;
4. Los tests del virus de SIDA deben estar a la disposición inmediata de todos los que
quieran analizarse. Deben requerirse análisis obligatorios de SIDA a los donantes de
sangre y fracciones de sangre, órganos y otros tejidos destinados a trasplantes, y a los
donantes de semen u óvulos recogidos para inseminación artificial o para fertilización
in-vitro. Además, la política nacional puede ordenar análisis de ciertos segmentos de la
población, tales como personal militar, reclusos de las instituciones penales e
inmigrantes.
Los análisis voluntarios, realizados con el consentimiento informado del paciente, deben
realizarse regularmente en los siguientes casos: (1) todos los pacientes que buscan
tratamiento para enfermedades de transmisión sexual; (b) todos los pacientes que
buscan tratamiento para la drogadicción; (c) mujeres embarazadas en el primer
trimestre de su embarazo; (d) individuos que provienen de zonas con una alta
incidencia de SIDA o pertenecen a grupos de alto riesgo y concurren a servicios de
planificación familiar; (e) pacientes que requieran cirugía u otros procedimientos
invasivos. Sin embargo, si una política voluntaria no resulta efectiva se considerará la
aplicación de medidas compulsivas;
5. Se debe informar sobre cada caso confirmado de SIDA a una autoridad designada al
efecto, en forma anónima o mediante seudónimo, con fines epidemiológicos. Hay que
informar sobre los individuos que resulten seropositivos para el virus del SIDA
(manteniendo su anonimato) con suficientes datos para que sean epidemiológicamente
significativos;
6. Se debe brindar el cuidado médico correspondiente a los pacientes con SIDA o a los
que resulten positivos para los anticuerpos al virus del SIDA, y no se los debe tratar
injustamente ni se los debe hacer sufrir a raíz de una discriminación arbitraria o
irracional en su vida cotidiana. Los médicos tienen una larga y noble tradición de
atender a los pacientes que padecen enfermedades infecciosas, con compasión y
valentía. Esa tradición debe continuarse a través de la epidemia de SIDA. Los médicos
y las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar activamente en el desarrollo de
una estructura confiable que equilibre cuidadosamente el derecho del paciente de no
estar sujeto a actos irracionales, ocasionados por prejuicios, y los derechos de otros
miembros de la sociedad de protegerse contra los riesgos injustificados de contagio.
7. El acceso a la información del paciente debe estar limitado al personal de atención, que
tiene una legítima necesidad de acceder a esa información a fin de asistir al paciente o
para proteger la salud de los que están estrechamente relacionados con él. Debe
asegurarse el anonimato de los pacientes y portadores de SIDA a excepción de
aquellos casos en que la salud de la comunidad requiera lo contrario.
8. Debe elaborarse un método para prevenir a las parejas sexuales no informadas de un
individuo infectado, protegiendo al mismo tiempo la confidencialidad de la información
del paciente con la garantía máxima posible. El método debe contemplar una
protección legal adecuada para el médico que cumple con su obligación profesional de
prevenir a las personas sobre un riesgo.
9. Se deben obtener los datos confiables mediante estudios que determinen la morbilidad
y propagación del virus en la población. Esos estudios deben repetirse a intervalos
convenientes para evaluar la propagación de la enfermedad.
_______________

Proposición
sobre la Orientación y el Asesoramiento Genético e Ingeniería Genética
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, 1987

La Asociación Médica Mundial ha adoptado la siguiente Proposición para ayudar a los


médicos en los problemas éticos y profesionales que surgen debido a los avances
científicos en el campo de la genética,

El asesoramiento genético
Hay dos campos primarios de diagnóstico genético:
1. Examen o evaluación de los futuros padres, antes de la concepción, con respecto a las
enfermedades genéticas, para predecir la probabilidad de concebir un niño enfermo; y
2. Exámenes del útero después de la concepción, tales como la ultrasonografía, la
amniocéntesis, y fetoscopía, para determinar la condición del feto.
Los médicos que trabajan en orientación y asesoramiento genético están obligados
éticamente a proporcionar a los futuros padres los conocimientos necesarios a fin de que
puedan adoptar una decisión informada para engendrar un niño. Al proveer información a
las parejas que optan por reproducir, los médicos deben cumplir los requisitos éticos y las
normas profesionales de práctica médica usadas en la comunidad, como lo han establecido
las Asociaciones Médica Nacionales y otros organismos médicos pertinentes.
El desarrollo tecnológico ha mejorado la exactitud de la predicción y detección de los
trastornos genéticos. Cuando se encuentra un defecto genético en el feto, los futuros
padres pueden insistir, o no, en un aborto. Los médicos, por razones morales personales,
pueden intervenir, o no, para oponerse a la anticoncepción, la esterilización o el aborto
como parte de los servicios genéticos de asesoramiento. Estén los médicos a favor o en
contra de la prestación de esos servicios, deben evitar imponer sus valores morales
personales a los de los futuros padres, o sustituir con sus propios criterios los de éstos.
Los médicos que consideran que la anticoncepción, la esterilización y el aborto están
en conflicto con sus valores morales y su conciencia pueden optar por no prestar servicios
genéticos. Sin embargo, en las debidas circunstancias, el médico está, obligado a alertar a
los futuros padres sobre el hecho de que existe un problema genético potencial y que el
paciente debe procurar la orientación y el asesoramiento médico genético de un especialista
apropiado.

Ingeniería genética
A medida que se desarrolla la investigación en ingeniería genética, la comunidad
científica, la medicina, la industria, el gobierno y el público deben proporcionar las pautas
correspondientes para controlar dicha investigación.
Aun cuando el reemplazo de un gen por un ADN Normal se convierta en una realidad
práctica para el tratamiento de enfermedades humanas, la Asociación Médica Mundial insta
a que se consideren los siguientes factores:
1) Si los procedimientos se llevan a cabo en el marco de una investigación, se deberá
hacer referencia a la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial sobre
investigación biomédica que atañe a seres humanos.
2) Si los procedimientos se realizan en un marco de no investigación, deben cumplirse
todos los estándares comunes y habituales de práctica médica y responsabilidad
profesional, incluso los principios de la Declaración de Helsinki.
3) Se debe exigir una discusión cabal del procedimiento propuesto con el paciente. El
consentimiento del paciente, o de su representante legal, debe ser informado,
voluntario y escrito.
4) En el ADN viral que contiene al gen corrector o reemplazante no debe haber virus
peligroso ni indeseable.
5) El ADN insertado debe funcionar bajo control normal dentro de la célula receptora para
prevenir el daño metabólico que pudiera alterar el tejido sano y perjudicar al paciente.
6) La efectividad de la terapia con genes debe evaluarse lo mejor posible. Esto implica la
determinación de la historia natural de la enfermedad y el estudio exhaustivo de las
generaciones subsiguientes.
7) Esos procedimientos deben emprenderse en el futuro, solamente después de evaluar
cuidadosamente la viabilidad y la efectividad de otras terapias posibles. Si se dispone
de un tratamiento más sencillo y más seguro, se deberá optar por él.
8) Estas consideraciones deben ser revisadas, como corresponde, a medida que se sigan
desarrollando los métodos y que se obtenga nueva información científica en el futuro.

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Proposición
sobre Políticas de Salud Infantil
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Prefacio
Reconociendo la alta Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en diversas partes del mundo,
la Asociación Médica Mundial (AMM) y sus asociaciones médicas nacionales miembro han
lanzado un programa para reducir la morbilidad y mortalidad injustificadas en los países en
vías de desarrollo.
La AMA, en colaboración con los Centros de Control de Enfermedades (CCE), fue la
iniciadora del programa para el desarrollo de lo que se conoce ahora como el "Programa de
Salud Infantil de la AMM". La AMA es responsable de la instrumentación del programa en
nombre de la AMM, y los CCE actúan como consultores técnicos.
La Asociación Médica Indonesia y la Asociación Médica de Tailandia fueron
seleccionadas para instrumentar proyectos piloto en sus respectivos países. La Agencia de
Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) ha financiado esos proyectos.

El Papel que desempeña la AMM


El Programa de Salud Infantil de la Asociación Médica Mundial, instituido por el
esfuerzo privado, compromete a la AMM en la iniciativa que es de la mayor relevancia para
los países del tercer mundo. Se espera que el Programa contribuya significativamente a la
meta general de reducir la injustificada morbilidad y mortalidad entre los niños de los países
del tercer mundo - una meta que es común a los esfuerzos realizados por otros organismos
internacionales y gubernamentales.
Esta iniciativa está orientada principalmente a procurar la incorporación activa de los
médicos del tercer mundo en la adopción de medidas tales como el uso de la Terapia de
Rehidratación Oral (TRO), la inmunización y los programas de nutrición que mejoren
notablemente la salud infantil. Reconoce la importancia de movilizar a los médicos en su
capacidad profesional y privada, y como ciudadanos influyentes, a los efectos de mejorar la
salud infantil. Las Asociaciones Médicas Nacionales son el vehículo ideal para esa tarea.
La AMM y sus Asociaciones miembro trabajarán en cooperación con los ministerios de
salud y otros organismos privados y gubernamentales en los países en que se instrumente
un programa de salud infantil.
Las iniciativas del sector privado se reconocen cada vez más como una fuerza
importante, destinada a lograr las metas nacionales de mejorar la calidad de la atención
sanitaria y disminuir la mortalidad infantil.
La AMM, a través de las AMN miembro de todo el mundo, que representan a más de
dos millones de médicos, tendrá acceso a un público amplio con publicaciones e
información sobre las medidas adoptadas para mejorar la supervivencia infantil. La AMM
será el catalizador para inducir a las AMN en los países en desarrollo a que participen en los
programas de supervivencia infantil, orientados a la TRO, a la inmunización contra las seis
enfermedades evitables con vacunas y otras medidas clave. Las AMN se unirán a ese
esfuerzo en los países desarrollados. Cooperando bajo los auspicios de la AMM, las
Asociaciones Médicas Nacionales desarrollarán los recursos necesarios para proyectar el
trabajo hacia el futuro.

Metas y Objetivos
Los proyectos piloto que se perfeccionan para ser desarrollados en otros países
comprenden los siguientes programas:
• Inmunización total de los niños contra las seis enfermedades evitables con vacunas.
• Uso de la TRO para el tratamiento de la diarrea.
• Inmunización con la vacuna antitetánica de todas las mujeres embarazadas.
• Intervalo de dos años entre partos.
• Lactancia materna exclusiva para las criaturas, por lo menos durante 4 a 6 meses y la
adición de alimentos de destete a la edad correspondiente.
• Examen prenatal de todas las mujeres embarazadas.
• Atención del parto con personal entrenado.
• Peso al nacer de por lo menos 2500 gramos.

Estrategias
La AMM se une a otros organismos privados y públicos en su lucha por salvar vidas y
prevenir la muerte anual de unos catorce a quince millones de niños menores de cinco años
que mueren por enfermedad o desnutrición. Millones de esos niños mueren
injustificadamente puesto que existen medidas de bajo costo para prevenir enfermedades y
salvar vidas. Los programas piloto de Salud Infantil de la AMM desarrollarán las necesarias
estrategias para adoptar medidas que puedan ser reproducidas y que llegarán a
mantenerse por sí mismas y se institucionalizarán dentro de cada país.
Es de la mayor importancia que los médicos y sus asociaciones médicas nacionales
comprendan y apoyen la provisión de vacunas relativamente baratas para lograr la
inmunización contra las seis enfermedades prevenibles con vacunas (difteria, tos convulsa,
tétanos, sarampión, polio y tuberculosis). Los programas de la AMM formarán parte de una
meta mundial de inmunizar el 80% de los niños del mundo, para fines de esta década, en
países en que esto sea factible y, poco después, en aquellos países en que existen
problemas más graves que dificultan el cumplimiento de esa objetivo.
En tándem con la inmunización, la estrategia de la AMM consistirá en disminuir la TMI
con el uso de la TRO en el tratamiento de la diarrea, enfermedad que mata cinco millones
de niños todos los años. La TRO es efectiva contra la deshidratación, una complicación de
la diarrea que es muy frecuentemente fatal. Si no se reponen los líquidos y las sustancias
químicas, los niños que ya están debajo de su peso normal o desnutridos, se debilitan
rápidamente y mueren.
Mediante las lecciones aprendidas en el desarrollo de la TRO, los científicos
determinaron el papel que desempeña la glucosa en acelerar la absorción de sal y agua a
través de las paredes del intestino, permitiendo un reemplazo rápido de los líquidos
esenciales.
De acuerdo con la USAID:
Se sabe ahora que una simple combinación de azúcar, sales y agua en
una determinada proporción (junto con bicarbonato o citrato de sodio),
dada por vía oral en pequeñas dosis, revierte la deshidratación en por lo
menos el 95% de los casos, por lo general, al cabo de tres a siete horas.
Solamente azúcar, sal y agua, dados en las proporciones correctas,
evitarán por lo general la deshidratación, si se dan con la suficiente
prontitud. Esta TRO no solamente es más económica que los
medicamentos intravenosos y otros a los que reemplaza, sino que es
también mejor para el niño y puede aplicarse en el domicilio, en
condiciones ambulatorias, así como en el hospital.
Por ser la madre la mejor proveedora de salud del niño, se le debe enseñar a mezclar
los líquidos en las debidas proporciones, cómo administrarlos, qué otros alimentos
suministrar y cuándo procurar ayuda externa para un niño gravemente enfermo. Al elaborar
programas ilustrativos y educativos, debe tomarse en cuenta el medio cultural que prevalece
en diferentes sociedades.
Para darle a las madres los conocimientos necesarios sobre la TRO y enseñarles
cómo administrarla, los médicos deben comprender y apoyar esa terapia. Su aceptación
contribuirá a que la TRO merezca la confianza de los trabajadores de la salud y de las
madres. Sin embargo, dado que a muchos médicos se les ha enseñado a utilizar
medicamentos antidiarreicos y la terapia intravenosa, las Asociaciones Médicas Nacionales
pueden desempeñar un rol central en la supervivencia infantil, demostrando a los médicos
miembros y no miembros la eficacia de la TRO para salvar las vidas de millones de niños en
el mundo. Los médicos informados y entrenados pueden capacitar a los trabajadores de la
salud y, lo que es más importante, a las madres, para usar la TRO en el domicilio. Dada la
continua y alta TMI en muchos países, resulta claro que los programas gubernamentales no
pueden llevar a cabo solos la tarea. Los gobiernos, a su vez, son cada vez más conscientes
de la necesidad creciente de atraer al sector privado.

Conclusión
Reconociendo que la batalla contra las enfermedades no se gana fácil ni rápidamente,
la AMM aprovecha la oportunidad para salvar las vidas de millones de niños llevando a cabo
los programas de supervivencia infantil. Las Asociaciones Médicas Nacionales, miembros
de la AMM, en países desarrollados y en desarrollo, deben compartir la responsabilidad de
mejorar la asistencia que se presta a toda la población mundial, e imbuidas de ese espíritu,
deben apoyar los esfuerzos para lograr las metas de supervivencia infantil.

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Proposición sobre
el Acceso a la Atención Médica
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Preámbulo
El acceso a la atención médica es un concepto multidimensional que incluye un
equilibrio de factores comprendidos en el marco de las restricciones rígidas de los recursos
y posibilidades de un determinado país. Los factores comprenden el personal, la
financiación, el transporte, la libertad de elección, la educación pública, la caridad y la
asignación de tecnología. El equilibrio de esos elementos que maximizan la cantidad y
calidad de atención que la población realmente recibe, determina la naturaleza y el grado
del acceso a ella.

Pautas

Personal
Las Asociaciones Médicas Nacionales deben unirse con otros grupos interesados, de
los sectores tanto públicos como privados, para resolver problemas relacionados con la
preparación y distribución del personal médico. Deben reunirse los datos necesarios para
evaluar esa preparación y distribución y para determinar la relación óptima entre los
profesionales y los trabajadores de la salud que puedan satisfacer realmente las
necesidades de la población. Deben invertirse esfuerzos especiales para atraer a los
médicos y a otros trabajadores de la esfera de la salud a las zonas geográficas poco
favorecidas, mediante diversos incentivos y programas. Considerando las necesidades de
largo plazo, también deben crearse incentivos para atraer a los estudiantes de las escuelas
médicas, que deseen trabajar en las regiones donde hay escasez de personal.

Financiación
Debe desarrollarse un sistema financiero pluralístico que contenga elementos de
financiación tanto públicos como privados. El sistema debe basarse en estándares de
idoneidad y beneficios uniformes, y debe incluir mecanismos de remuneración adecuados a
ese fin. Estos mecanismos deben explicarse claramente al público, de tal manera que todas
las personas interesadas comprendan las posibles opciones de pago. Cuando sea
conveniente, se proveerán incentivos al sector privado para que brinde atención médica a
aquellos pacientes que, de otra forma, no tendrían acceso a ella. No se debe privar a nadie
de la atención médica necesaria por imposibilidad de pagar. La sociedad tiene la obligación
de proveer un subsidio razonable para la atención a los necesitados, y los médicos tienen la
obligación de participar hasta un cierto punto en esa atención subsidiada. Los gobiernos
tienen la obligación de administrar esos planes en forma imparcial y objetiva.
Transporte
La sociedad tiene la obligación de proveer transporte a los equipos médicos para los
pacientes que viven en zonas alejadas. También se debe proveer transporte a los pacientes
rurales que requieren un nivel complejo de atención, que sólo puede hallarse en los centros
médicos metropolitanos. Los médicos tienen la obligación de brindar un apoyo razonable a
esos planes.

Libertad de elección
Todos los sistemas de prestación de salud deben garantizar a cada individuo la mayor
libertad posible para elegir los mecanismos de prestación médica al margen de si se trata
del sector público o privado. Para facilitar una elección personal consciente, debe brindarse
a los prestadores públicos de atención médica, a los empleadores y a otros individuos que
pagan asistencia médica, una información adecuada sobre las opciones en ambos sectores.

Educación del público


Deben elaborarse programas educacionales que ayuden a la gente a tomar decisiones
conscientes sobre su salud personal y sobre los usos apropiados, tanto de auto-ayuda como
de ayuda profesional. Esos programas deben incluir una información acerca de los costos y
beneficios, asociados con los cursos alternativos del tratamiento; el uso de servicios
profesionales que permita una detección temprana y el tratamiento o la prevención de las
enfermedades; responsabilidad personal para prevenir las enfermedades y la utilización
efectiva del sistema de salud.
En las comunidades locales importa que el público entienda los planes de salud
elaborados para su beneficio y cómo esos planes afectan a todos los interesados. Los
médicos tienen la obligación de participar activamente de esas actividades educativas.

Calidad
Todo sistema de prestación de salud debería contar con mecanismos que aseguren
su calidad. Los médicos, en particular, deben aceptar la responsabilidad de ser guardianes
de una atención médica de calidad y no deben permitir que otros elementos -que influyen en
el acceso a la prestación- pongan en peligro la calidad de la atención proporcionada.

Asignación y distribución de tecnología


Deben elaborarse pautas para la asignación y distribución de los recursos
tecnológicos necesarios para la salud, a fin de satisfacer las necesidades de todos los
pacientes.

Conclusiones
El acceso se maximiza cuando existen las siguientes condiciones:
• Cuando cada individuo tiene acceso a la atención médica necesaria (es decir, no hay
restricciones de carácter físico o de tiempo).
• Existe una máxima libertad de elección de prestadores, sistemas de atención
asistencial, y planes de pago para adaptarse a las diversas necesidades de la
población.
• Información, educación del público y su concientización en todos los aspectos
referentes al acceso a la atención médica.
• Participación adecuada de todas las partes en la elaboración y administración de los
sistemas.
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Proposición
sobre la Responsabilidad Profesional
de los Médicos en el Tratamiento de los Pacientes de SIDA
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

La Asamblea Médica Mundial había adoptado anteriormente las pautas para ayudar a
las Asociaciones Médicas Nacionales a desarrollar estrategias en su lucha con la creciente
epidemia de SIDA. La presente Proposición proporciona a los médicos individuales las
instrucciones referentes a sus obligaciones profesionales con respecto al tratamiento de los
pacientes que padecen de SIDA y también las referentes a la responsabilidad del médico
ante sus pacientes en el caso de que el médico sea seropositivo.
La Declaración Provisoria de la AMM sobre SIDA, adoptada en Octubre de 1987, dice:
"Se debe brindar el cuidado médico correspondiente a los pacientes de
SIDA, y no se los debe tratar injustamente ni se los debe hacer sufrir a
raíz de una discriminación arbitraria o irracional en su vida cotidiana.
Los médicos tienen una larga y noble tradición de atender a los
pacientes que padecen enfermedades infecciosas con compasión y
valentía. Esa tradición debe continuarse a través de la epidemia de
SIDA".
Los pacientes que padecen de SIDA tienen derecho a una atención médica
competente que les sea impartida con compasión y respeto por la dignidad humana. Un
médico no tiene derecho a rehusarse éticamente a tratar a un paciente cuyo estado
corresponde al dominio de su competencia por el hecho de que éste sea seropositivo. La
ética médica no permite incurrir en una discriminación categórica contra un paciente por su
condición de seropositivo. Una persona afectada de SIDA necesita un tratamiento
competente y compasivo. Un médico que no puede proporcionar el cuidado y los servicios
requeridos por las personas afectadas de SIDA debe derivarlos a otros médicos o a
establecimientos equipados para proveer esos servicios. Hasta que se realice la derivación,
el médico debe cuidar al paciente de la mejor manera de la que sea capaz.
Los derechos e intereses de aquellas personas que están infectadas con el virus de
SIDA, así como los de aquéllos que no lo están, merecen protección. Un médico que sabe
que tiene una enfermedad infecciosa no debe participar de ninguna actividad que cree un
riesgo de transmisión o de enfermedad para terceros. En el contexto de una posible
exposición al contagio de SIDA, la actividad en la que el médico quiera integrarse constituirá
el factor de control correspondiente.
Si, al prestar una atención médica, existe un riesgo de transmisión de una enfermedad
infecciosa del médico al paciente, no basta con revelar ese riesgo a los pacientes; los
pacientes tienen derecho a confiar en que sus médicos no aumenten su riesgo de contraer
una enfermedad infecciosa.
Si no existe riesgo, no tendría sentido revelar el estado de salud del médico a sus
pacientes; si el riesgo sí existe, el médico no debe embarcarse en esa tarea.
Si un paciente está bien informado acerca del estado del médico y los riesgos que
acarrea esa condición, y opta por continuar la atención y tratamiento con el médico
seropositivo, debe tomarse la precaución de obtener un consentimiento informado legítimo.
El deber de todo médico es abstenerse de emitir certificados falsos, aunque su
intención sea la de ayudar a los pacientes a permanecer en el medio habitual.
El deber del médico es cumplir y hacer cumplir las reglas sanitarias y protectoras,
establecidas para el personal de la salud porque son conocidas, simples y efectivas.
El deber de todo médico es participar plenamente de los programas de prevención
iniciados por las autoridades, para detener la propagación del SIDA.

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Proposición
sobre Sanciones Académicas o Boicots
Adoptada por la Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Dado que las sanciones académicas o boicots académicos son restricciones


discriminatorias de las libertades académicas, profesionales y científicas, que dificultan o
excluyen el acceso de los médicos y de otras personas a las reuniones educativas,
culturales y científicas, y a otras oportunidades de intercambio de información y de
conocimientos, siendo el propósito de tales restricciones protestar contra las acciones
políticas y sociales de los gobiernos,
Dado que esas restricciones están en conflicto directo con los principales objetivos de
la AMM, que son alcanzar los estándares internacionales más elevados en la educación
médica, ciencia médica, arte médica y ética médica, y
Dado que esas restricciones afectarían negativamente la atención de la salud, en
particular por crear situaciones de desventaja, y obstruirían por lo tanto el objetivo de la
AMM de obtener la mejor atención de la salud posible para toda la población mundial, y
Dado que esas restricciones discriminan entre los médicos y entre los pacientes por
motivos de persuasión política o decisiones políticas adoptadas por los gobiernos, y están
por lo tanto en conflicto con la Declaración de Ginebra de la AMM, la Declaración de los
Derechos Humanos y la Libertad Individual de los Profesionales Médicos, así como la
Proposición de la AMM sobre la Libertad de Asistir a las Reuniones Médicas; y
Dado que la regla fundamental de la práctica médica, como la enseñara Hipócrates,
es "primum no nocere", o sea, primero no dañar,
Se resuelve, por lo tanto, que la AMM considere la aplicación de esas restricciones
como decisiones oportunistas, arbitrarias, y políticas, orientadas a impedir el intercambio
internacional científico y poner en una lista negra a determinados médicos o grupos médicos
en razón de su nacionalidad o por el carácter político de sus gobiernos. Puesto que el
propósito de la AMM es servir a la humanidad esforzándose en lograr los estándares
internacionales más elevados en educación médica, ciencia médica, arte médica, ética
médica, y atención de la salud para todos los pueblos del mundo, y que esos objetivos
serían frustrados por esas restricciones, la AMM se opone categóricamente a ellas y
convoca a todas las asociaciones médicas nacionales para que se opongan a la imposición
de esas restricciones con todos los medios a su alcance, y que obedezcan a la Declaración
de la AMM sobre Derechos Humanos y Libertad Individual de los Profesionales Médicos y la
Proposición de la AMM sobre la Libertad de Asistir a Reuniones Médicas.

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Resolución
sobre la Práctica Médica Colectiva
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Puesto que la atención médica está organizada en el mundo de muchas maneras


diferentes, desde una libertad absoluta para la práctica de la medicina hasta los servicios
médicos organizados exclusiva y completamente por el estado, y
Puesto que el examen de los contextos económico y social dentro de los cuales
existen esos sistemas de atención de la salud revela una diversidad de necesidades
médicas y objetivos comunitarios, y
Puesto que se requiere un pluralismo de estructuras para la prestación de la atención
médica, a fin de satisfacer esas necesidades y esos objetivos,
Se resuelve por lo tanto que la AMM apoye el concepto de práctica médica grupal
como uno de los métodos usados para proveer asistencia médica calificada continua en el
contexto de la ética médica.
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Resolución de la
Asociación Médica Mundial
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Puesto que hay preocupación por el hecho de que algunos medicamentos con nombre
genérico sean de una calidad inferior, y
Puesto que el uso de los medicamentos genéricos de inferior calidad puedan
perjudicar a los pacientes y hacer recaer la responsabilidad de los perjuicios en el médico,
La Asociación Médica Mundial formula lo siguiente:
1. La AMM apoya el derecho y la obligación de los médicos de aplicar su criterio
profesional en beneficio de sus pacientes.
2. La AMM se opone a cualquier interferencia en el ejercicio del criterio profesional de los
médicos adoptado en bien de los pacientes.
3. La prescripción de medicamentos y remedios implica la aplicación del criterio
profesional médico.
4. El uso obligatorio de medicamentos de nombre genérico, que puedan ser de inferior
calidad, interfiere con la aplicación del criterio profesional de los médicos, puede
perjudicar a los pacientes, y hacer recaer la responsabilidad en el médico.
5. La AMM apoya plenamente los esfuerzos realizados por las asociaciones médicas
nacionales para proteger la aplicación del criterio profesional contra una interferencia
que pudiera ocasionar un daño a los pacientes y generar responsabilidad para los
médicos.
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Proposición
sobre los Peligros de los Productos de Tabaco
para la Salud
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Hay pruebas científicas abrumadoras e indiscutibles sobre el hecho de que los


productos de tabaco están vinculados con serias consecuencias adversas para la salud de
aquéllos que los usan. Además, las sustancias irritantes y dañinas que se desprenden al
fumar tabaco pueden crear serios problemas de salud a los no fumadores que se
encuentran cerca de los que fuman.
Suponiendo que no se haya emprendido ninguna acción, la AMM insta a las
Asociaciones Médicas Nacionales y a todos los médicos, a que emprendan las siguientes
acciones para ayudar a reducir los peligros que entraña para la salud el fumar y otros usos
de los productos de tabaco:
1. Adoptar una posición combativa ante el uso de los productos de tabaco, y dar a
publicidad la posición adoptada.
2. Prohibir fumar y usar productos de tabaco en todas las reuniones de las Asociaciones
Médicas Nacionales. Durante muchos años, la AMM ha tenido una norma permanente
(N24) que prohibía fumar en las salas de reunión donde éstas tenían lugar.
3. Desarrollar, apoyar y participar en programas para educar al gremio médico y al público
respecto de los peligros que acarrean los productos de tabaco para la salud. Son de
particular importancia los programas educativos dirigidos específicamente a los niños y
a los jóvenes para evitar el uso del tabaco. Los programas para los no fumadores y
para los que no usan otros productos de tabaco destinados a evitar su uso, son tan
necesarios como los programas destinados a convencer a los fumadores para que
dejen de fumar.
4. Alentar a los médicos individuales a que sean modelos (no usando tabaco) y
portavoces de la campaña para educar al público sobre los efectos perjudiciales del uso
del tabaco para la salud. Pedir a los hospitales y a los centros asistenciales que se
prohíba fumar en sus locales.
5. Abogar por la promulgación y observación de leyes que:
a) requieran que en todos los envases con productos de tabaco en venta y en todos
los avisos publicitarios y material de promoción para productos de tabaco, figure la
prevención sobre los peligros que revisten para la salud;
b) limiten el derecho de fumar en los edificios públicos, líneas aéreas comerciales,
escuelas, hospitales, clínicas, y otros establecimientos de salud;
c) impongan limitaciones sobre la publicidad y promociones de venta de productos de
tabaco;
d) regulen o prohíban la importación de productos de tabaco;
e) prohíban la venta de cigarrillos y otros productos de tabaco a niños y adolescentes;
f) prohíban fumar en todos los vuelos comerciales dentro de los límites de la nación y
en todos los vuelos comerciales internacionales, y prohíban la venta de productos
de tabaco, libres de impuestos, en los aeropuertos;
g) prohíban todos los subsidios gubernamentales para el tabaco y los productos del
tabaco;
h) provean recursos para investigar la frecuencia del uso de los productos de tabaco y
su efecto sobre el estado de salud de la población, y desarrollar programas
educativos para el público acerca de los riesgos del uso del tabaco para la salud;
i) prohíban la promoción, distribución y venta de toda nueva forma de productos de
tabaco que no estén disponibles en la actualidad;
j) Aumenten los impuestos para los productos de tabaco, utilizando las rentas para
favorecer la atención de la salud.
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Declaración
sobre el Papel de los Médicos
en los Problemas Ecológicos y Demográficos
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Introducción
La práctica efectiva de la medicina presupone la participación de los médicos y de sus
asociaciones profesionales en los problemas ecológicos y demográficos que puedan influir
en la salud de los individuos y de los grandes grupos de población. Hablando en términos
generales, esos problemas atañen a la calidad y disponibilidad de los recursos necesarios
para el mantenimiento de la salud y, en última instancia, de la vida misma.
Hablando específicamente, los problemas ecológicos tienen cuatro aspectos que
influyen a corto y largo plazo en la salud:
A. La necesidad de detener el deterioro del ambiente a fin de que todos puedan disponer
de los recursos necesarios para la vida y la salud, o sea del aire y agua puros. La
constante contaminación química y tecnológica de nuestras reservas de agua potable y
de nuestra atmósfera, con hidrocarburos, tiene graves consecuencias médicas.
B. La necesidad de controlar el uso de recursos no renovables, por ejemplo la capa fértil
del suelo, de modo que pueda aportar beneficios a las generaciones futuras.
C. La necesidad de usar métodos universales y razonables de planificación familiar de
modo que se pueda sustentar una sociedad estable y conservar los recursos médicos
disponibles.
D. La necesidad de movilizar recursos más allá de las fronteras nacionales a fin de
desarrollar soluciones internacionales amplias a esos problemas de escala
internacional.
El objetivo principal de la presente Declaración es elevar la conciencia de mantener el
equilibrio necesario entre los recursos ambientales, por una parte, y los requisitos biológicos
y sociales de salud, por la otra. Desde el punto de vista de un médico, no se puede aceptar
ni el crecimiento exponencial de la población, ni la destrucción irresponsable del medio
ambiente. Una medicina organizada debe intervenir para abogar por la solución de esos
problemas.

Principios
1. En representación de los médicos, las sociedades médicas deben ocuparse de los
problemas ambientales. Esta consideración puede incluir la determinación de los
problemas que tienen una particular urgencia local; esfuerzos para mejorar la aplicación
de las leyes ya existentes sobre los problemas ambientales; y la determinación de los
problemas de salud cuyas raíces arrancan de los problemas ambientales.
2. Las sociedades médicas deben fomentar las medidas de planificación familiar que sean
sanas desde el punto de vista médico y ético. Esas medidas no tendrán por objeto
limitar la autonomía personal de los individuos, sino enriquecer la calidad de vida de
todos los miembros de la familia y conservar todas las formas de vida en el planeta.
3. La AMM debe servir como un foro internacional para discutir los problemas ambientales
y demográficos en relación con la medicina y debe proveer un foro para coordinar los
esfuerzos internacionales realizados por los médicos y las sociedades médicas para
resolver esas cuestiones que deben ser manejadas en el nivel internacional.
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Proposición
sobre el Uso de Animales en la Investigación Biomédica
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La investigación biomédica es esencial para la salud y el bienestar de todas las
personas de nuestra sociedad. Los avances en investigación biomédica han mejorado
notablemente la calidad de vida y prolongado su duración en todo el mundo. Sin embargo,
la capacidad de la comunidad científica de seguir prodigando sus esfuerzos para mejorar la
salud personal y pública está amenazada por un movimiento dirigido a eliminar el uso de los
animales en la investigación biomédica. Ese movimiento está encabezado por grupos
activistas defensores de los derechos de los animales. Sus puntos de vista están muy
alejados de la actitud general del público, y sus tácticas incluyen, desde complejos
cabildeos, recolección de fondos, propaganda y campañas de información errónea, hasta
violentos ataques a establecimientos de investigación biomédica y a científicos aislados.
La magnitud de las violentas actividades promovidas en defensa de los derechos del
animal es asombrosa. Solamente en los Estados Unidos, los grupos de defensa de los
animales han realizado más de 29 ataques a las instalaciones de investigación en ese país,
desde 1980; robaron más de 2000 animales, ocasionando más de siete millones de dólares
en pérdidas materiales y destruyendo años de investigación científica. Los grupos activistas
defensores de los animales han emprendido actividades similares en Gran Bretaña, Europa
Occidental, Canadá y España. Diversos grupos se han hecho responsables en esos países
de hacer explotar automóviles, instituciones, depósitos y casas privadas de investigadores.
La violencia desplegada por los defensores de los derechos de los animales ha
desalentado a la comunidad científica de todo el mundo. Los científicos, los organismos de
investigación y las universidades se han visto intimidados hasta el punto de alterar e incluso
interrumpir sus trabajos de investigación que dependían del uso de animales. Los
laboratorios se han visto obligados a invertir miles de dólares destinados a investigación,
para comprar equipos complejos de seguridad. Jóvenes que podrían haber seguido una
carrera de investigación biomédica se están orientando hacia otras profesiones.
A pesar de los esfuerzos que realizan muchos grupos para proteger la investigación
médica de los activistas defensores de animales, las reacciones realizadas contra el
movimiento de defensa de los animales han sido fragmentarias, de escasa financiación y
principalmente de carácter defensivo. Muchos grupos de la comunidad biomédica vacilan en
adoptar una posición pública contra el activismo a favor de los animales por miedo a las
represalias. Como consecuencia, la comunidad de investigadores quedó relegada a la
defensiva. Se ponen en tela de juicio sus motivaciones y la necesidad de usar animales en
la investigación.
Si bien se necesitan animales en la realización de investigaciones para mejorar la
atención médica de todas las personas, reconocemos también que debe asegurarse un
trato humano a la investigación con animales. Debe prescribirse una capacitación apropiada
para todo el personal de investigación y proveerse una atención veterinaria adecuada. Los
experimentos deben satisfacer todas las normas o reglamentos estipulados para regir el
manejo, alojamiento, atención, trato y transporte de los animales.
Los organismos científicos y médicos internacionales deben realizar una campaña
más intensa y más coherente para contrarrestar la creciente amenaza a la salud pública
creada por los activistas a favor de los animales. Debe proveerse dirección y coordinación.
La Asociación Médica Mundial ratifica, por lo tanto, los siguientes principios:
1. El uso de animales en la investigación biomédica es esencial para un progreso médico
continuo.
2. La declaración de la AMM de Helsinki requiere que la investigación biomédica realizada
en seres humanos tenga por base la experimentación con animales, pero también
requiere que se respete el bienestar de los animales usados en la investigación.
3. Es esencial brindar un trato humano a los animales usados en la investigación
biomédica.
4. Debe exigirse que todos los establecimientos de investigación cumplan con las normas
requeridas para el trato humano de los animales.
5. Las sociedades médicas deben oponerse a cualquier intento de negarse a usar
debidamente animales en la investigación médica porque esa negativa arriesgaría la
salud del paciente.
6. Aunque la libertad de palabra no debe ser infringida, deben condenarse los elementos
anarquistas entre los activistas a favor de los animales.
7. Debe condenarse internacionalmente el uso de amenazas, intimidación, violencia, y
presión personal sobre los científicos y sus familias.
8. Debe procurarse un esfuerzo máximo coordinado de las agencias internacionales de
protección de la ley para amparar a los investigadores y los establecimientos de
investigación contra las actividades terroristas.

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Proposición
sobre la Sustitución Genérica de Medicamentos
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Definición
Se define como sustitución genérica a la entrega de una marca diferente o de un
medicamento sin marca, en lugar del producto prescripto, es decir, el mismo elemento con
la misma composición química, con el mismo dosaje, pero distribuido por otra empresa.

Preámbulo
Si los productos medicinales no son bioequivalentes debido a las diferencias en los
procesos de fabricación, y/o debido a la presencia de diferentes excipientes biológicamente
inactivos, la equivalencia terapéutica esperada entre esos productos también puede
cambiar. Por lo tanto, cuando la sustitución ocurre entre productos medicinales que no son
equivalentes biológica, química y terapéuticamente, el paciente puede quedar afectado en
forma desfavorable, es decir, puede sufrir una reacción adversa al medicamento, o puede
fallar la acción terapéutica. Por dichas razones, el médico debe obtener la garantía de las
autoridades reglamentarias nacionales sobre la equivalencia biológica, química y terapéutica
de los medicamentos prescriptos que provienen de distintas fuentes. También es deseable
que se aplique ese principio en el caso de productos medicinales de una única fuente. Para
garantizar la calidad de los medicamentos de distintas partidas, es necesario disponer de
medios especiales para establecer su equivalencia biológica, química y terapéutica.
En la selección de los medicamentos, deben tenerse en cuenta muchas
consideraciones médicas antes de prescribir al paciente un medicamento en base a
determinados síntomas. Una vez satisfechas estas consideraciones primarias, el médico
debe sopesar los costos comparativos de productos medicinales similares disponibles en
plaza para satisfacer mejor las necesidades del paciente. El médico tiene el derecho y la
obligación de utilizar su criterio en nombre del paciente. Por lo tanto, debe seleccionar la
clase y la cantidad del producto medicinal que crea satisfacer mejor los intereses médicos y
económicos de su paciente. Una vez que el paciente haya dado su consentimiento al
medicamento propuesto, éste no debería cambiarse sin el consentimiento del paciente ni del
médico. Aun cuando terceras partes ordenen una sustitución genérica del medicamento,
deben hacerse todos los esfuerzos posibles para mantener la autoridad del médico. Si se
alteran estos principios se lo puede dañar al paciente, y el médico será responsable por las
consecuencias perjudiciales resultantes. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer
todo lo que está a su alcance para cumplir con esos principios tanto en nombre de los
pacientes como de los médicos.

Recomendaciones
1. Los médicos deben informarse sobre las leyes y/o reglamentos específicos que rigen la
sustitución genérica de los medicamentos en las localidades en las que ejercen su
profesión.
2. Al iniciar un tratamiento, los médicos deben determinar con cuidado la dosis de toda
medicación para lograr la óptima eficacia y seguridad, sobre todo en pacientes que
sufren de trastornos crónicos que requieren una terapia prolongada o pacientes de
grupos especiales de población, en los que se pueda esperar una reacción anómala al
medicamento.
3. Una vez que se ha prescripto una medicación para una enfermedad crónica, y ha
empezado a administrarse, no debe hacerse ninguna sustitución de productos de
nombres genéricos o de marca sin el permiso del terapeuta. Si ocurre la sustitución de
un medicamento genérico o de marca, el médico deberá controlar y ajustar
cuidadosamente la dosis para asegurar la equivalencia terapéutica del producto.
4. El médico tiene el deber de informar sobre las graves reacciones adversas al
medicamento o fallas terapéuticas, que pueden estar relacionadas con la sustitución del
producto; el resultado debe ser documentado e informado a las autoridades
reglamentarias pertinentes, e incluso a la correspondiente asociación médica nacional.
5. Las asociaciones médicas nacionales deben controlar regularmente los problemas de
sustitución genérica de medicamentos y mantener informados a sus miembros sobre
los hechos que revistan especial importancia para la atención de los pacientes. Cuando
sea conveniente, se distribuirán informes a los médicos sobre los desarrollos
significativos.
6. Las asociaciones médicas nacionales, en colaboración con otros organismos
reguladores de los medicamentos, deben evaluar y asegurar la equivalencia biológica,
química y terapéutica de todos los productos medicinales similares, sean de fabricación
genérica o de marca, para garantizar un tratamiento seguro y efectivo.
7. Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse a toda acción que pretenda
restringir la libertad y responsabilidad del médico en prescribir un tratamiento
basándose en el máximo interés médico y económico del paciente.
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Proposición
sobre Trasplante de Tejido Fetal
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La perspectiva de realizar trasplantes de tejido fetal terapéuticamente efectivos, en
enfermedades tales como la diabetes y el Mal de Parkinson han hecho surgir nuevas
cuestiones en la discusión ética de la investigación fetal. Esas cuestiones son distintas de
las planteadas en los años setenta, que se referían a procedimientos invasivos realizados
sobre fetos vivos y viables. También son distintas de los problemas que fueron planteados
por el desarrollo de nuevas técnicas para el diagnóstico prenatal, tales como la fetoscopía y
la toma de muestras de vellosidades coriónicas. Aunque el uso de tejido trasplantado de un
feto, después de un aborto espontáneo o inducido, sería análogo al uso de tejido y órganos
de un cadáver, la cuestión moral para muchos pasa por la posibilidad de que la decisión de
abortar esté aparejada con la decisión de donar tejido fetal para el propio procedimiento de
trasplante.
El uso de tejido fetal humano para trasplantes está basado, en su mayor parte, sobre
una gran cantidad de datos de investigación, obtenidos en modelos experimentales de
animales. En este momento, la cantidad de esos trasplantes realizados es relativamente
pequeña, pero las diversas aplicaciones son perspectivas promisorias de investigación
clínica para ciertas enfermedades. Se espera que la demanda de trasplante de tejido fetal
para los injertos celulares neurales o pancreáticos aumente, si los próximos estudios
clínicos muestran en sus conclusiones que este procedimiento proporciona la reversión a
largo plazo de los déficits neurales o endócrinos.
Entre las consideraciones éticas actualmente identificadas, relacionadas con el
problema mencionado, la principal es la posibilidad de que el trasplante fetal influya en la
decisión de una mujer de hacerse un aborto. Este planteo del problema se basa, por lo
menos en parte, en la posibilidad de que algunas quieran embarazarse con el único
propósito de abortar el feto y, ya sea donar el tejido a un pariente, o venderlo con fines
económicos. Otros sugieren que una mujer que vacila ante la decisión de hacerse un aborto
podría ser convencida con argumentos sobre el bien que podría hacer si decidiera
interrumpir el embarazo. Estos planteos hacen necesaria la prohibición de: (a) la donación
de tejido fetal a receptores designados; (b) la venta de ese tejido; (c) la solicitud de
consentimiento para usar el tejido a los fines de trasplante antes de tomar la decisión final
sobre aborto.
El mismo médico puede ejercer una influencia negativa en el proceso de interrupción
del embarazo. Por consiguiente, deben tomarse medidas para asegurar que las decisiones
de donar tejido fetal para trasplante no afecten ya sea las técnicas usadas para inducir el
aborto o el momento de ejecutar el procedimiento con respecto a la edad del feto. Además,
para evitar conflicto de intereses, los médicos y otro personal de la salud que participa en la
realización de los abortos no debe recibir ningún beneficio directo o indirecto del uso del
tejido obtenido a los efectos de la investigación o trasplante. La recuperación y preservación
del tejido aprovechable no puede convertirse en la finalidad principal del aborto. Por lo tanto,
los miembros de un equipo de trasplante no deben influenciar el proceso de aborto, ni
participar en él.
Tienen un beneficio comercial potencial aquéllos que participan en la recuperación,
almacenaje, análisis, preparación y entrega de tejidos fetales. El aprovisionamiento de tejido
fetal ejercido por mecanismos no lucrativos, cuyo objetivo es cubrir solamente los costos,
reduciría la posibilidad de que se influya directa o indirectamente sobre una mujer para
obtener su consentimiento a los efectos de que done los restos fetales abortados.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial ratifica que el uso del tejido fetal con fines de trasplante
sigue estando en una etapa experimental y sólo debería ser permitido con un criterio ético
cuando:
1) Se cumplan la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial y la
Declaración sobre el Trasplante de Organos Humanos, en lo que se refiere al donante
y receptor del trasplante de tejido fetal.
2) El tejido fetal se provea de acuerdo con las condiciones correspondientes a la
Proposición de la Asociación Médica Mundial sobre el Tráfico de Organos Vivos y ese
tejido no sea provisto a cambio de remuneración que exceda lo necesario para cubrir
los gastos razonables.
3) El donante no designe al receptor del tejido.
4) Se tome la decisión final respecto del aborto antes de iniciar la discusión sobre el uso
del tejido fetal para trasplante. Se establezca y se garantice una independencia
absoluta entre el equipo médico que practica el aborto y el equipo que usa el feto con
fines terapéuticos.
5) La decisión referente al momento de realizar el aborto se tome basándose en el estado
de salud de la madre y del feto. Las decisiones referentes a la técnica usada para
inducir el aborto, así como el momento de realizarlo con respecto a la edad de
gestación del feto, se basen tomando en consideración la seguridad de la mujer
embarazada.
6) El personal de atención de la salud que interviene en la interrupción de un embarazo
determinado no reciba beneficio alguno por el trasplante de tejidos del aborto de dicho
embarazo.
7) Se obtenga consentimiento informado en nombre tanto del donante como del receptor
de acuerdo con las leyes vigentes.

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Proposición
sobre el Estado Vegetativo Persistente
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La información sobre la salud, requerida actualmente, no nos brinda una evaluación
exacta en cuanto a la frecuencia con la que ocurre en el mundo el Estado Vegetativo
Persistente (EVP). Diez años atrás, se estimaba para Japón una frecuencia de dos a tres
por cien mil. Parece probable que la cantidad absoluta de esos casos haya crecido
apreciablemente como consecuencia de prácticas habituales en medicina crítica, apoyo
cardiorespiratorio, alimentación parenteral y control de infecciones en pacientes con graves
lesiones cerebrales. Se vuelve cada vez más actual el problema de cómo proceder con los
resultados generales indeseables, económicamente costosos, y emocionalmente dolorosos,
de los tratamientos modernos.

Estado vegetativo persistente


La pérdida patológica de la conciencia puede seguir a una diversidad de trastornos
cerebrales que incluyen, entre otros: insuficiencia de irrigación sanguínea, intoxicación,
ataques, infecciones, lesiones físicas directas, o males degenerativos. La pérdida abrupta
de conciencia consiste generalmente en un estado agudo semejante al sueño, de difícil
despertar, llamado coma, que puede ser seguido ya sea por diversos grados de
recuperación o por un deterioro neurológico crónico. Las personas que han sufrido múltiples
daños en los hemisferios cerebrales entran generalmente en un estado crónico de
inconsciencia, llamado estado vegetativo, en el cual el cuerpo se despierta y se duerme
pero no manifiesta ningún indicio metabólico cerebral o conductista que demuestre poseer
una función cognitiva o sea capaz de reaccionar adecuadamente a los eventos o estímulos
externos. Ese estado de pérdida total de la capacidad cognitiva puede resultar de las
lesiones graves que producen el coma o pueden desarrollarse más lentamente como
consecuencia de trastornos estructurales progresivos, tales como el mal de Alzheimer, que
en sus etapas finales destruye también las funciones psicológicas del cerebro. Si la pérdida
del conocimiento dura más de varias semanas, ese estado se denomina estado vegetativo
persistente, porque el cuerpo retiene las funciones necesarias para sostener la
supervivencia vegetativa. Es posible salir del estado vegetativo, sobre todo durante los
primeros días o semanas después del principio, pero la tragedia consiste en que muchas
personas viven en EVP durante muchos meses o años si se les proporciona la alimentación
y otros sistemas de apoyo.

Recuperación
Una vez que los médicos calificados han determinado que el paciente ha salido de su
estado de coma, pero no se encuentra aún en estado consciente, el estado vegetativo
persistente dependerá de la naturaleza de la lesión cerebral, de la duración del estado de
coma y de una serie de otros pronósticos. Algunas personas de menos de 35 años con
coma, después de un trauma de cabeza, así como un paciente ocasional con coma después
de una hemorragia intracraneana, pueden recuperarse muy lentamente. De esa manera, lo
que parece ser un EVP, al cabo de uno a tres meses después del evento que ha provocado
el coma, puede en algunos casos raros evolucionar hasta desembocar en un deterioro de
menor grado a los seis meses. Por otra parte, la probabilidad de recuperarse después de
haber permanecido en estado vegetativo durante tres meses es ínfima. Se conocen raras
excepciones, pero algunas de ellas pueden referirse a pacientes que entraron en un estado
de estupor irreconocible, poco después de haberse despertado de una lesión causal del
coma. En última instancia, todos quedaron gravemente discapacitados.

Pautas
A pesar de estas raras excepciones, los datos disponibles indican que la falta
prolongada de lucidez durante seis meses predice, con un alto grado de certeza, la no
recuperación o una abrumadora invalidez, al margen de la naturaleza de la lesión cerebral.
Por lo tanto, un criterio satisfactorio de diagnóstico del EVP podría ser la ausencia
observada de lucidez por lo menos durante doce meses, aunque la recuperación de la
conciencia después de seis meses es extremadamente rara para los pacientes mayores de
50 años.
El riesgo de equivocar el pronóstico, aplicando el criterio mencionado, es tan pequeño
que la decisión de incorporarlo como conclusión pronóstica parece plenamente justificable.
La conclusión a la que llega un médico referente a la escasa probabilidad de recuperación
de la conciencia es la premisa habitual que conduce a discutir la cuestión sobre la
continuación o interrupción de las medidas necesarias para mantener la actividad vital.
Aunque los miembros de la familia del paciente puedan ser los primeros en mencionar ese
problema, la cuestión sobre la continuación del tratamiento no se discute en general
mientras el médico no haya expresado su opinión respecto del pronóstico. Una vez que la
cuestión de continuar o interrumpir las medidas necesarias para mantener la actividad vital
haya sido planteada, es necesario considerar sus aspectos jurídicos y éticos.

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Proposición
sobre Políticas para la Atención de Pacientes
con Fuertes Dolores Crónicos en Enfermedades Terminales
Adoptada en la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, EEUU, Octubre 1990

Prefacio
La atención de los pacientes terminales con dolores crónicos serios debe asegurar un
tratamiento que permita a dichos pacientes acabar sus vidas con dignidad y honor. Los
analgésicos, tanto opiáceos como no opiáceos, están disponibles, y cuando se los usa
correctamente pueden aliviar el dolor de la mayoría de los enfermos terminales.
Corresponde al médico y a las otras personas que atienden a un moribundo que padece un
grave dolor crónico, comprender la dinámica de la experiencia del dolor, la farmacología
clínica de los analgésicos y las necesidades del paciente, de la familia y de los amigos.
También es imperativo que los gobiernos garanticen la existencia de las cantidades
necesarias de analgésicos opiáceos para su debida aplicación en la lucha con fuertes
dolores crónicos.

Principios de la lucha clínica con los fuertes dolores crónicos


Cuando un paciente es un enfermo terminal, el médico debe orientar sus esfuerzos al
alivio de los sufrimientos. El dolor es sólo un componente del sufrimiento del paciente. Sin
embargo, el efecto que puede tener el dolor sobre la vida de un paciente puede variar desde
un malestar tolerable hasta llegar a tener un sentido abrumador de derrumbe y de derrota.
La experiencia clínica ha comprobado que, en general, no es tanto cuál opiáceo se
usa para lograr el alivio del fuerte dolor crónico en el paciente terminal, sino que lo
determinante es el modo en que se usa el medicamento.
Es imperioso, sin embargo, que el médico distinga entre un dolor agudo y un dolor que
puede suponerse crónico, puesto que esa diferencia puede acarrear importantes
implicaciones para el uso de los analgésicos opiáceos. A continuación se dan los principios
generales que deben guiar el tratamiento del fuerte dolor crónico sobre todo mediante el
uso de medicación analgésica.
1. El tratamiento debe ser personalizado para satisfacer las necesidades del paciente y
mantener su estado en el mejor nivel posible.
2. Debe entenderse que las necesidades de un paciente con dolor crónico difieren a
menudo de las que afectan a los pacientes con dolor agudo.
3. El médico debe conocer la potencia, la duración de la acción y los efectos colaterales
de los analgésicos disponibles, para seleccionar el medicamento apropiado, así como
la dosis, la forma de administrar, y la dosificación que asegure el óptimo alivio del dolor
para el paciente.
4. La combinación de analgésicos opiáceos y no opiáceos puede brindar un mayor alivio a
los pacientes para quienes los analgésicos no opiáceos ya no son suficientes. Esto se
puede lograr sin crear un mayor riesgo de efectos colaterales indeseables.
5. El desarrollo de la tolerancia a los efectos analgésicos de un agonista opiáceo puede
ser vencido cambiando al paciente a un agonista opiáceo alternativo. Esto se basa en
una tolerancia cruzada incompleta entre diferentes analgésicos opiáceos.
6. La dependencia yatrogénica no debe considerarse como un problema principal en el
tratamiento de dolores severos de las enfermedades neoplásticas y nunca será una
razón para retirar analgésicos fuertes a un paciente que puede beneficiarse con ellos.
7. Los gobiernos deben examinar hasta qué punto sus sistemas de atención de la salud y
sus leyes y reglamentos permiten el uso de opiáceos con fines médicos, identificar los
posibles impedimentos de tales usos y desarrollar planes de acción para facilitar la
producción y existencia de opiáceos para todas las prescripciones médicas
correspondientes.

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Proposición
sobre la Fabricación, Importación, Exportación,
Venta y Publicidad del Tabaco
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

La Asociación Médica Mundial reconoce que los productos de tabaco son peligrosos
para la salud humana (véase la Declaración de la AMM sobre los Peligros de los Productos
de Tabaco para la Salud, adoptada en Setiembre 1988).
La Asociación Médica Mundial insta, por lo tanto, a todas las naciones a proteger la
salud pública adoptando prohibiciones o restricciones sobre la fabricación, la importación, la
exportación, la venta o la publicidad de los derivados del tabaco.
La Asociación Médica Mundial insta además a las Asociaciones Médicas Nacionales a
que adopten medidas que puedan servir para apoyar las prohibiciones o restricciones sobre
fabricación, importación, exportación, venta o publicidad de productos de tabaco, adoptadas
por los gobiernos de sus respectivas naciones.

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Declaración de Hong Kong


sobre el Maltrato de los Ancianos
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989
y revisada en
la 126a Sesión del Consejo, Jerusalen, Israel, mayo 1990

Las personas ancianas pueden sufrir problemas patológicos, tales como alteraciones
motrices y físicas y trastornos de orientación. Como consecuencia de esas problemas, los
pacientes de edad avanzada requieren asistencia en sus actividades diarias, lo que a su vez
puede llevarlos a un estado de dependencia. Esa situación puede hacer que sus familias y
la comunidad los consideren como una carga y que se reduzca a un mínimo el cuidado y los
servicios que se les prestan. Es sobre ese fondo que debe considerarse el tema de maltrato
a los ancianos.
El maltrato a los ancianos puede manifestarse de diversas maneras; puede ser el
maltrato físico, psicológico y económico y/o material, mala atención médica o negligencia
personal. Las diferencias para definir el maltrato de los ancianos presentan dificultades
cuando se comparan los hechos derivados de la naturaleza y de las causas del problema.
Se han propuesto una cantidad de hipótesis preliminares sobre la etiología del maltrato de
los ancianos, que incluyen: dependencia de terceros para prestar servicios; ausencia de
lazos familiares cercanos; violencia familiar; falta de recursos económicos; psicopatología
del autor de malos tratos; falta de apoyo comunitario; y factores institucionales como bajos
salarios y malas condiciones de trabajo que contribuyen a la conducta negativa de las
personas encargadas de atender a los ancianos y que conducen a una actitud negligente
con respecto a ellos.
Tanto las instituciones médicas como los organismos sociales reconocen, cada vez
más, el fenómeno del maltrato que se da a los ancianos. Los médicos desempeñaron un
papel prominente en el movimiento contra el maltrato del que son víctima los niños,
definiendo y dando a publicidad el problema y elaborando la política pública al respecto. El
maltrato de los ancianos, sin embargo, ha atraído sólo recientemente la atención de la
profesión médica. El primer paso que se debe dar para prevenir el maltrato y el abandono
de los ancianos consiste en incrementar los niveles de conciencia y conocimiento entre los
médicos y entre otros profesionales de la salud. Una vez que se hayan identificado los
individuos de alto riesgo y sus familias, los médicos pueden participar en la prevención
primaria del maltrato haciendo las derivaciones a la comunidad y a los centros de servicio
social correspondientes. También los médicos pueden participar proporcionando apoyo e
información sobre situaciones de alto riesgo, directamente a los pacientes y a sus familias.
La Asociación Médica Mundial adopta por lo tanto los Principios Generales
relacionados con el maltrato de personas de edad avanzada.

Principios Generales
1. Las personas de edad avanzada tienen los mismos derechos a la atención, al bienestar
y al respeto como los otros seres humanos.
2. La Asociación Médica Mundial reconoce que es responsabilidad de los médicos ayudar
a prevenir el maltrato físico y psicológico de los pacientes de edad avanzada.
3. Ya sea que los consulte directamente una persona anciana, un hogar para ancianos o
la familia, los médicos deberán procurar que el paciente reciba el mejor cuidado
posible.
4. Si, en virtud de esta Declaración, los médicos comprueban o sospechan malos tratos,
discutirán la situación con aquéllos que están a cargo del anciano, sea en el hogar
geriátrico o la familia. Si se confirman los malos tratos o si una muerte resulta
sospechosa, ellos informarán a las autoridades correspondientes.
5. Para garantizar la protección a los ancianos en cualquier ambiente no se les deberá
restringir su derecho a elegir libremente el médico. Las asociaciones nacionales
miembro lucharán para asegurar que esa libre elección se garantice dentro del sistema
médicosocial.
La Asociación Médica Mundial hace también las siguientes recomendaciones a los
médicos dedicados a la atención de los ancianos e insta a las Asociaciones Médicas
Nacionales a que hagan conocer esta Declaración a sus miembros y al público.

II. Recomendaciones
Los médicos dedicados al tratamiento de los ancianos deben:
• identificar al anciano que haya sido víctima de maltrato y/o negligencia
• proveer evaluación y tratamiento médicos para las lesiones provocadas por el maltrato
y/o la negligencia
• permanecer objetivos y no prejuzgar
• intentar establecer o mantener una alianza terapéutica con la familia (a menudo, el
médico es el único profesional que mantiene un contacto de largo plazo con el paciente
y la familia)
• informar sobre todos los casos en los que pueda sospecharse de maltrato y/o
abandono de un anciano de acuerdo con los estatutos locales
• usar un equipo multidisciplinario que incluya personas pertenecientes al servicio
médico, social, de salud mental y de profesiones legales, cuando sea posible
• alentar el desarrollo y la utilización de recursos comunitarios de apoyo, que
proporcionen servicios domiciliarios, atención de reemplazo y reducción del estrés en
las familias de alto riesgo.
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Declaración
sobre Armas Químicas y Biológicas
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

La Asociación Médica Mundial llama la atención de la profesión médica en todo el


mundo sobre los peligros que representan las armas químicas y biológicas. Entre otros
peligros, más evidentes, deben destacarse los siguientes:
a) El uso de armas que tendrían un efecto devastador sobre la población civil
además del personal militar, y no solamente en la zona del blanco sino también
en sitios distantes, tal vez más allá de las fronteras nacionales de los
combatientes.
b) Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas constituyen una
amenaza constante a largo plazo para la salud de los seres humanos
ocasionando posibles enfermedades, heridas, traumas y trastornos en la
población durante un largo período de tiempo.
c) Los efectos de la exposición a las armas químicas y biológicas pueden provocar
también cambios complejos e impredecibles en el ambiente natural que incluye a
los animales, la vida vegetal y la provisión de agua, destruyendo de esa manera la
fuente de alimentos de los seres humanos y produciendo una extensa morbilidad.
d) Los servicios de salud, la tecnología y la mano de obra existentes pueden resultar
inútiles para aliviar los sufrimientos causados por la exposición a las armas
químicas y biológicas.
La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial pide a los médicos
consagrar sus vidas al servicio de la humanidad, prometer que la salud del paciente sea su
primera preocupación y no usar los conocimientos médicos en contra de las leyes de la
humanidad.
La Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial declara que la misión del
médico consiste en salvaguardar la salud de la población. El conocimiento y la conciencia
del médico están consagrados al cumplimiento de esa misión.
La Declaración de Tokio de la Asociación Médica Mundial empieza con la siguiente
aseveración:
" Es privilegio de los médicos practicar medicina al servicio de la
humanidad, preservar y restablecer la salud física y psíquica. Debe
mantenerse el máximo respeto por la vida humana aun bajo amenazas
y no deben usarse conocimientos médicos contrarios a las leyes de la
humanidad".
Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial considera que no sería ético para un
médico, cuya misión es proveer atención a la salud, participar de la investigación y del
desarrollo de armas químicas y biológicas, y usar su conocimiento personal y científico en la
creación y fabricación de dichas armas.
Además, la Asociación Médica Mundial:
1. Condena el desarrollo y el uso de armas químicas y biológicas.
2. Solicita a los gobiernos que se abstengan de desarrollar y usar armas químicas y
biológicas.
3. Solicita a las Asociaciones Médicas Nacionales que se unan a la AMM para apoyar
activamente esta Declaración.

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Resolución
sobre Derechos Humanos
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990
y enmendada por
la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993 y por
la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Teniendo en cuenta el hecho de que:


1. La Asociación Médica Mundial y sus asociaciones miembro siempre han procurado
hacer avanzar la causa de los derechos humanos para todos los hombres y han
emprendido frecuentemente acciones destinadas a mitigar las violaciones de los
derechos humanos.
2. Los miembros del gremio médico a menudo han estado entre los primeros para
enterarse de las violaciones a los derechos humanos.
3. Las Asociaciones Médicas deben desempeñar un papel esencial en llamar la atención
sobre esas violaciones en sus países.
La Asociación Médica Mundial convoca nuevamente a sus asociaciones miembro
1. Para revisar la situación en sus propios países a fin de lograr que las violaciones no se
oculten por miedo a sufrir represalias de las autoridades responsables, y a fin de pedir
estricto cumplimiento de los derechos humanos y civiles cuando las violaciones se
descubran.
2. Para proveer recomendaciones éticas precisas a los médicos que trabajan en el
sistema carcelario.
3. Para elaborar un mecanismo efectivo a los efectos de investigar las prácticas médicas
no éticas en el campo de los derechos humanos.
4. Para aplicar los mayores esfuerzos a fin de asegurar que todos los seres humanos sin
distinción tengan acceso a una asistencia médica adecuada.
5. Para protestar contra las violaciones de derechos humanos, alegadas mediante
comunicaciones que recomienden un tratamiento humanitario a los presos, y que
procuren la liberación inmediata de aquellos que fueran encarcelados sin una justa
causa.
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Resolución
sobre Sustitución Terapéutica
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

Puesto que la sustitución terapéutica es una forma de sustitución de medicamentos y


la sustitución terapéutica ocurre cuando un farmacéutico sustituye el medicamento que
prescribió un médico por un medicamento químicamente diferente. El medicamento
entregado por el farmacéutico pertenece a la misma clase farmacológica y a la misma clase
terapéutica. Sin embargo, puesto que los dos medicamentos tienen diferentes estructuras
químicas pueden ocurrir resultados potencialmente antagónicos para el paciente.
Puesto que la sustitución genérica es enteramente diferente de la sustitución
terapéutica, y en la sustitución genérica un medicamento genérico sustituye a un
medicamento de marca. Sin embargo, ambos medicamentos tienen los mismos ingredientes
o el mismo ingrediente químico activo, el mismo efecto de la misma dosis y la misma
dosificación.
Puesto que la prescripción de un medicamento representa la culminación de un
cuidadoso proceso ponderado entre el médico y el paciente, que apunta a la prevención,
mejoramiento o cura de una enfermedad o un problema. Ese proceso ponderado requiere
que el médico evalúe diversos datos científicos y psicológicos, incluso los costos, y que
haga una elección personalizada de la terapia para el paciente.
Puesto que los médicos tienen la responsabilidad de diagnosticar el estado del
paciente y de desarrollar un plan de tratamiento que incluya la prescripción de
medicamentos y medicaciones apropiadas.
Se resuelve que la Asociación Médica Mundial apoye:
1. La personalización de la terapia para los pacientes, obtenida a partir de una base de
datos clínica completa, compilada de una historia global, de los resultados de un
examen físico corriente, y de los datos relevantes de laboratorio y los factores
psicosociales.
2. La confirmación de la autoridad prescriptiva del médico a fin de que el paciente reciba
una atención organizada y efectiva.
3. El requerimiento de que el farmacéutico entregue el mismo producto químico, en la
dosis y con la dosificación prescripta por el médico.
Se resuelve que la Asociación Médica Mundial se oponga a:
1. El concepto de sustitución terapéutica porque trae como consecuencia una prescripción
basada en una información incompleta y de esa manera puede perjudicar el bienestar
del paciente.
2. Toda ley u ordenanza gubernamental que permita la sustitución terapéutica.
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Proposición
sobre Lesiones de Tránsito
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

Preámbulo
Un problema público de salud que tiene las mismas consecuencias que las producidas
por las mayores enfermedades, tales como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares,
es el resultado de los accidentes de tránsito que originan serias lesiones. En algunas
naciones esas lesiones son una de las causas principales de muerte entre los jóvenes. En la
actualidad, alrededor de medio millón de muertes ocurren anualmente en las rutas en todo
el mundo, y hay alrededor de quince millones de heridos.
Las colisiones de automotores son el resultado de choques súbitos, inesperados, a
veces fatales entre personas, vehículos y la ruta. Así como cuando se trata de
enfermedades, comprender la etiología de los traumatismos es dar un paso importante
hacia su prevención y control. Los enfoques preventivos y de protección permiten crear
medios efectivos para evitarlos. Los choques de tránsito y sus consecuencias pueden
reducirse aplicando amplia y sistemáticamente los conocimientos corrientes en el dominio
del diseño de los vehículos, el trazado de las rutas y la dirección de tránsito, respaldados
por los controles correspondientes de regulación. No hay duda que la educación de la
población desempeña también un papel significativo.
Lamentablemente, mientras que los problemas de transporte son de máximo interés
para la población en general, la seguridad en el tránsito parece tener un interés marginal
para el público, aunque ese interés parece ir en aumento. En los países con tránsito intenso,
las lesiones producidas por accidentes de tránsito consumen aproximadamente un 10% de
los recursos hospitalarios totales, si se excluye el costo de rehabilitación, la atención a largo
plazo y la invalidez permanente.
Si bien es cierto que el comportamiento del usuario contribuye apreciablemente a la
seguridad del tránsito, en épocas más recientes el punto de vista se ha centrado en otros
componentes del sistema, especialmente el vehículo y la ruta misma. De modo que es
conveniente examinar las prácticas y las políticas de aquéllos que desempeñan un papel
central en la construcción y el funcionamiento seguro del sistema operativo ruta-vehículo.
Por ejemplo, cuando un vehículo escapa del control y se estrella, la gravedad de la colisión
depende del tamaño, peso, rigidez y otras características del objeto contra el cual se
produjo la colisión. Por lo tanto, deben mantenerse alejados de la carretera, barreras y
obstáculos tales como vallas, pilares, grandes árboles y piedras.
El gremio médico tiene la misma obligación de luchar contra los traumatismos
provocados por los accidentes de tránsito como la tiene para luchar con cualquier otro
problema público de salud, y los médicos deben intervenir en las cuestiones concernientes
al control y prevención de ese flagelo. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben trabajar
activamente a la par de los gobiernos y políticos a fin de darle prioridad a este problema y
tomar las medidas necesarias a nivel del factor humano, del vehículo y del camino.
Recomendaciones
1) Para prevenir los accidentes de tránsito se debe mejorar la ingeniería vial; esto
comprende la construcción de las rutas y su mantenimiento. La infraestructura debe
construirse y mantenerse de manera que se adecue al aumento de la cantidad de
vehículos que usan la ruta. Eso requiere la inversión de recursos públicos adecuados.
Se debería mejorar la organización del tránsito y aumentar, donde sea posible, la
cantidad de autopistas divididas en varios carriles, cruces a distinto nivel, y banquinas
para minimizar el riesgo de choques frontales. Es importante considerar el tránsito,
donde sea posible, con una separación efectiva del tránsito automotor, del tránsito no
motorizado, sobre todo para la seguridad de los peatones y para prevenir su muerte
que alcanza a un 25% del total de las muertes producidas por automotores.
2) Se deben emprender acciones, sobre todo mediante la educación, orientadas a
modificar el comportamiento de los que intervienen en el tránsito, enseñando incluso a
prescindir del cigarrillo durante el manejo. Hay que concentrarse sobre todo en los
esfuerzos que aporten resultados apreciables en cuanto a disminuir la cantidad de
accidentes, y que tomen en cuenta el nivel de preparación y de cultura del individuo, el
nivel de la motorización del país y sus diferencias culturales y demográficas. Por
ejemplo, deben explicarse y observarse rigurosamente las leyes que prohiben el
manejo bajo la influencia del alcohol. Un buen medio protector lo constituye el uso
correcto de los cinturones de seguridad: los pasajeros los deben usar siempre y a ello
contribuyen las leyes que exigen su uso.
3) Se debe proteger la seguridad del peatón con todos los medios posibles, incluso con
legislación técnica, refección y mantenimiento de obras, y factores educacionales y
zonales.
4) Para asegurar el control de los traumatismos, el gremio médico debe contribuir a que
se adopten medidas de seguridad: cinturones de seguridad, cascos protectores,
ventanas y parabrisas de vidrio especial, cerraduras de las puertas de seguridad,
volantes telescópicos y equipamiento interior menos peligroso.
5) Los fabricantes deben diseñar los coches de manera que éstos proporcionen todo tipo
de protección a sus ocupantes. Debe instrumentarse una inspección periódica de los
vehículos con fines de seguridad.
6) La asistencia postraumática - en gran número de casos, incluso la supervivencia y la
duración de la recuperación - dependerá más de la ayuda inicial, prestada al borde del
camino, que de las etapas posteriores de cuidado intensivo. Debe hacerse hincapié en
desarrollar sistemas de comunicación que localicen rápidamente a las personas,
servicios de transporte que puedan evacuar pronto a las víctimas y sistemas médicos
de emergencia que proporcionen primeros auxilios efectivos.
Declaración
sobre el Control de los Traumatismos
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California EEUU, Octubre 1990

Habiendo estudiado los problemas relacionados con las lesiones y su control en su


Sesión Científica mantenida en Hong Kong en Setiembre 1989, la Asociación Médica
Mundial insta a las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar con todas los organismos
públicos y privados correspondientes en cada país, a fin de desarrollar e instrumentar un
programa para controlar y prevenir traumatismos. Dentro de este programa deben hacerse
esfuerzos para mejorar el tratamiento médico y la rehabilitación de los pacientes lesionados.
Debe intensificarse la investigación, y la educación en lo que respecta al control de los
traumatismos. Se ha llegado a la conclusión de que un componente vital y necesario de un
proyecto exitoso es la cooperación internacional.
La Asociación Médica Mundial alienta a las Asociaciones Médicas Nacionales a que
incorporen los siguientes elementos básicos en sus programas.

1) Introducción.
Los traumatismos son la causa de muerte e invalidez de niños y adultos jóvenes. Los
traumatismos privan cada año de los medios de existencia, y destruyen la salud y la vida de
muchos millones de personas anualmente. Sin embargo, las lesiones se pueden evitar. Hay
posibilidades para comprenderlas y prevenirlas. Se pueden salvar y mejorar las vidas
aprovechando esas oportunidades. Se debe reconocer el control de los traumatismos como
un proyecto prioritario de salud pública que requiere la coordinación entre organismos de
salud, transporte y servicio social en cada país. Para asegurar el éxito de esa tarea se
necesita la participación y la dirección de los médicos.

2) Epidemiología
El esfuerzo inicial de semejante proyecto debe consistir en la recolección de los datos
más adecuados sobre los que se basarán las prioridades, las intervenciones y la
investigación. Debe instrumentarse un sistema efectivo de registro de traumatismos en cada
país para reunir e integrar la información. Para codificar las lesiones, los hospitales y los
organismos de salud deben armar un sistema coherente y exacto. También debe haber una
codificación para informar sobre la gravedad de las lesiones.

3) Prevención
La prevención de las lesiones requiere educación y entrenamiento a fin de enseñar y
persuadir a la gente a que altere su comportamiento y controle de ese modo el riesgo de ser
lesionado. Las leyes y los reglamentos deben promulgarse solicitando cambios en el
comportamiento, basados en métodos científicamente sanos para evitar las lesiones. Esas
leyes deben cumplirse a fin de influenciar en forma efectiva los cambios de comportamiento.
Se debe alentar el perfeccionamiento de la fabricación y del diseño exterior de diversos
productos para proporcionar una protección automática contra las lesiones, ya que éste
será el medio más efectivo para evitarlas.

4) Biomecánica
Debe darse prioridad a las investigaciones biomédicas sobre las causas de las
lesiones. Una mejor comprensión de la biomecánica de los traumatismos y de la invalidez
podría facilitar el desarrollo de una mejor protección para los humanos. Los reglamentos
referentes al diseño de productos deben incorporar las normas de seguridad desarrolladas a
partir de una mejor comprensión de la biomecánica de los traumatismos.
5) Tratamiento
Debe mejorarse el manejo de los traumatismos en el sitio donde se producen,mediante
un sistema efectivo de comunicación con los médicos, para facilitar la toma de decisión.
Debe proporcionarse un transporte rápido y seguro al hospital. En el hospital debe haber un
equipo experimentado de traumatólogos. También debe disponerse de equipos y
medicamentos necesarios para la atención del paciente lesionado, incluso el acceso
inmediato a un banco de sangre. Debe alentarse la instrucción y capacitación de médicos
especialistas en atención de traumatismos para asegurar que haya una técnica óptima,
brindada por la suficiente cantidad de profesionales en todo momento.

6) Rehabilitación
La víctima de traumatismos necesita una asistencia continuada que haga hincapié no
sólo en la supervivencia, sino también en la identificación y la preservación de las funciones
residuales. La rehabilitación para restituir las funciones biológicas, psicológicas y sociales
debe emprenderse haciendo un esfuerzo, para que la persona lesionada alcance una
máxima autonomía personal y un modo de vida independiente. Deben realizarse todos los
esfuerzos posibles para ayudar al paciente (y a la familia) a evitar la institucionalización. La
rehabilitación puede exigir también cambios en el entorno físico y social del paciente.

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Proposición
sobre el Suicidio de los Adolescentes
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

Las varias décadas pasadas han presenciado un cambio impresionante en las causas
de la mortalidad de los adolescentes. Hace cincuenta años, los adolescentes morían sobre
todo de causas naturales, mientras que ahora mueren debido a causas más evitables. Una
parte de ese cambio se debe a un aumento mundial de las tasas de suicidio adolescente,
tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. Hay una
subinformación sobre suicidios debida probablemente a los estigmas culturales y religiosos
atribuidos a la autodestrucción y a la renuencia en reconocer, como autoinfligidos, ciertos
traumatismos provocados por accidentes de autos.
El suicidio de los adolescentes es una tragedia que afecta no sólo al individuo, sino a
la familia, a los padres y a la comunidad en la cual vivió el adolescente. El suicidio es
considerado a menudo como un fracaso personal por los padres, amigos y médicos, que se
acusan a sí mismos de no haber percibido las señales de alerta. También es visto como un
fracaso por la comunidad, pues sirve como recuerdo vívido de que la sociedad moderna no
procura a menudo un entorno sano, nutriente, de contención, en el cual puedan crecer y
desarrollarse los niños.
Los factores que contribuyen al suicidio de adolescentes son diversos y comprenden:
la depresión, la soledad emocional, la pérdida de autoestima, el estrés emocional excesivo,
los trastornos mentales, las fantasías románticas, la búsqueda de emociones fuertes, el
abuso de droga y alcohol y el fácil acceso a las armas de fuego y a otros agentes de
autodestrucción. Muy frecuentemente el suicidio es el resultado de la acción conjunta de
varios factores, antes que el de un solo factor aislado. La falta de un perfil personal
coherente hace difícil reconocer a los adolescentes que corren el riesgo de suicidarse.
La atención sanitaria de los adolescentes se logra mejor cuando los médicos brindan
servicios multilaterales que incluyan la evaluación y el tratamiento tanto médicos como
psicosociales. Una asistencia continua, global, brinda al médico la oportunidad de obtener la
información necesaria para detectar a los adolescentes que corren el riesgo de suicidarse o
de tener otro comportamiento autodestructivo. Este modelo de servicio ayuda también a
construir una relación médico-paciente socialmente más sustentadora, que puede moderar
las influencias adversas que experimentan los adolescentes en su entorno.
La Asociación Médica Mundial reconoce la naturaleza compleja del desarrollo
biopsicosocial, el mundo social cambiante que enfrentan los adolescentes y la aparición de
agentes de autodestrucción nuevos más mortales. Como respuesta a estas
consideraciones, la Asociación Médica Mundial recomienda que las asociaciones médicas
nacionales adopten las siguientes pautas para los médicos:
1. Durante la capacitación en la escuela médica y durante la residencia, todos los médicos
deben recibir instrucción sobre el desarrollo biopsicosocial de los adolescentes.
2. Los médicos deben capacitarse para reconocer señales y síntomas tempranos de
angustia física, emocional y social en los pacientes adolescentes.
3. Los médicos deben aprender a evaluar los riesgos de suicidio en sus pacientes
adolescentes.
4. Debe enseñarse a los médicos el tratamiento y las opciones de derivación, adecuadas
a todos los niveles de conductas autodestructivas de sus pacientes adolescentes.
5. Al atender a los adolescentes que presentan traumatismos graves, los médicos deben
evaluar la posibilidad de que las heridas pueden haber sido autoinfligidas.
6. Los sistemas de asistencia de salud deben facilitar que se establezcan servicios de
consulta de salud mental, destinados a prevenir el suicidio y a cubrir la atención
medicosocial brindada a los pacientes que han intentado suicidarse.
7. Deben desarrollarse estudios epidemiológicos sobre suicidios, sus factores de riesgo y
los métodos de prevención.
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Declaración de Malta
sobre los Huelguistas de Hambre
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991
y revisada
en la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992
Preámbulo
1. El médico que atiende a los huelguistas de hambre se enfrenta con los siguientes
valores en conflicto:
a) Todo ser humano tiene la obligación moral de respetar la santidad de la vida. Esto es
sobre todo evidente en el caso de un médico que aplica su pericia a salvar vidas y
también actúa por el supremo interés de sus pacientes (Beneficencia).
b) Es deber del médico respetar la autonomía que el paciente tiene sobre su propia
persona. Un médico pide un consentimiento informado a sus pacientes antes de usar
alguna de sus aptitudes para asistirlos, a menos que surjan circunstancias de
emergencia, caso en el cual el médico debe obrar de acuerdo con su interpretación de
lo que es el supremo interés del paciente.
2.
a) Ese conflicto es evidente cuando un huelguista de hambre, que ha dado instrucciones
claras para que no lo reanimen, cae en coma y está a punto de morir. La obligación
moral impulsa al médico a reanimar al paciente aunque sea en contra de los deseos de
éste. Por otra parte, el deber presiona al médico para que respete la autonomía del
paciente.
b) La decisión de intervenir puede socavar la autonomía que el paciente tiene sobre sí
mismo.
c) La decisión de no intervenir puede traer como consecuencia que el médico enfrente la
tragedia de la muerte, cuando ésta podía haberse evitado.
3. Se dice que existe la relación médico-paciente cuando un médico está moralmente
obligado a aplicar su pericia a cualquier persona, ya sea en forma de consejo o
tratamiento, en virtud de la obligación que tiene para con el paciente.
Esa relación puede existir aunque el paciente no esté de acuerdo con ciertas formas
de tratamiento o de intervención.
Una vez que el médico acepta atender a un huelguista de hambre, esa persona se
convierte en el paciente del médico. Este hecho reviste todo el compromiso y todas las
responsabilidades inherentes a la relación médico-paciente, incluso el consentimiento y
la confidencialidad.
4. La decisión definitiva sobre la intervención o no intervención debe tomarla el doctor
personal, sin la intervención de terceras partes cuyo interés principal no sea el
bienestar del paciente. Sin embargo, el médico debe manifestar claramente al paciente
si puede aceptar o no la decisión del paciente de rechazar el tratamiento o la
alimentación artificial si está en coma, corriendo el riesgo de que sobrevenga la muerte.
Si el médico no puede aceptar la decisión del paciente de rechazar semejante ayuda, el
paciente tendría derecho entonces a ser atendido por otro médico.

Pautas para asistir a los huelguistas de hambre


Dado que la profesión médica considera que el principio de la santidad de vida es
fundamental en su práctica, se recomiendan las siguientes pautas para los médicos que
tratan a los huelguistas de hambre:
1. Definición
Un huelguista de hambre es una persona mentalmente capaz que ha manifestado su
decisión de emprender una huelga de hambre y se ha rehusado a ingerir alimentos y/o
líquidos durante un intervalo significativo de tiempo.

2. Comportamiento ético
• El médico debe reunir una historia médica detallada del paciente en la medida en que
le sea posible.
• El médico debe llevar a cabo un examen exhaustivo del paciente en el inicio de la
huelga de hambre.
• Los médicos u otros personal de la salud no deben someter a ninguna presión indebida
al huelguista de hambre, para que suspenda la huelga. El tratamiento o la asistencia al
huelguista no debe estar supeditada a la condición de que él suspenda la huelga.
• El huelguista de hambre debe estar profesionalmente informado por el médico acerca
de las consecuencias clínicas de una huelga de hambre y acerca de cualquier peligro
específico en su propio caso particular. Se puede hacer una decisión informada,
siempre que haya una comunicación clara. Se recurrirá, si hace falta, a un intérprete.
• Si el huelguista de hambre desea tener una segunda opinión médica, esto debe
permitírsele. Si el huelguista de hambre prefiere que este segundo médico continúe con
el tratamiento, debe dársele la autorización correspondiente. En el caso de que el
huelguista sea un preso, la autorización debe ser dada mediante arreglo y consulta con
el médico carcelario designado.
• Un huelguista de hambre acepta a menudo que siendo paciente se le traten las
infecciones o se le aconseje una mayor ingestión oral de líquido (o inyección de
soluciones salinas intravenosas). El rechazo de aceptar esas medidas no impide
cualquier otro tipo de atención a la salud. Todo tratamiento administrado al paciente
debe ser hecho con su aprobación.

3. Instrucciones precisas
El médico debe averiguar diariamente si el paciente desea o no continuar con su
huelga de hambre. El médico también debe preguntar todos los días cuáles son los deseos
del paciente con respecto a su tratamiento, en caso de que él se vuelva incapaz de hacer
una decisión informada. Esos datos deben quedar registrados en la documentación
personal del médico y mantenidos en secreto.

4. Alimentación artificial
Cuando el huelguista de hambre llega a estar confundido o turbado, e incapaz por
lo tanto de tomar una decisión lógica, o ha caído en coma, el médico será libre de tomar
decisiones por su paciente en lo que se refiere al tratamiento ulterior y que él considere de
óptimo interés para el enfermo, tomando siempre en cuenta la decisión a la cual había
llegado durante la atención del paciente, cuando éste estaba en huelga, y ratificando el
artículo 4 del preámbulo de esta Declaración.

5. Coerción
Los huelguistas de hambre deben estar protegidos contra una participación coercitiva.
Para esto hace falta separar a los huelguistas.

6. Familia
El médico tiene la responsabilidad de informar a la familia del paciente que éste ha
iniciado una huelga de hambre, a menos que éste lo prohíba expresamente.

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Declaración de la Quinta Conferencia Mundial de la AMM


sobre Educación Médica
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

La educación médica es un proceso de estudio continuo que empieza con el ingreso al


establecimiento de enseñanza médica y que termina con el retiro de la práctica activa.
Como tal, constituye el interés prioritario de las Asociaciones Médicas Nacionales y de la
Asociación Médica Mundial.
Las Asociaciones Médicas en todos los países deben dedicarse a organizar los
recursos necesarios para asegurar y encauzar una educación médica de calidad. Esto debe
hacerse en el contexto de aulas de tamaño adecuado, un cuerpo docente, establecimientos
y financiación apropiados.
A fin de obtener un apoyo profesional y público para la educación médica, las
asociaciones médicas de todos los países deben tener clara conciencia de las necesidades,
opiniones, expectativas y dignidad personal de sus ciudadanos.
Como resultado de las deliberaciones de la V Conferencia Mundial sobre Educación
Médica, la Asociación Médica Mundial declara lo siguiente:
• La meta de la educación médica debe consistir en formar médicos calificados y éticos
que respeten el papel que desempeñan en la relación médico-paciente.
• Los componentes de la competencia deben incluir los conocimientos, las aptitudes, los
valores, la conducta y la ética, que proporcionan una terapia y una profilaxis calificadas
a los pacientes individuales y a la comunidad.
• La investigación, la enseñanza y la atención ética a los pacientes son inseparables y
esenciales para alcanzar la meta de idoneidad del médico.
• Se debe elaborar un curriculum internacional de base que permita dar y mantener la
calificación de un médico cuyas aptitudes trasciendan las fronteras nacionales.
• Los métodos internacionales estandarizados para evaluar la calificación y las
actividades profesionales deben desarrollarse y aplicarse en la instrucción de pregrado,
de grado y en la instrucción médica continua.
• Debe asegurarse la divulgación internacional rápida y libre de la información médica
analizada y generada profesionalmente, sobre problemas de salud pública y
epidemiológica, para guiar el desarrollo de las políticas sociales, la educación del
médico y la ilustración de la sociedad.
• Deben establecerse normas internacionales para la evaluación de los programas
internacionales en el proceso continuo de aprendizaje.
• La instrucción del médico de por vida debe incorporarse como una responsabilidad
moral en un código internacional de ética para todos los médicos.
• Las asociaciones médicas de todos los países deben estar dispuestos a reaccionar a
las fuerzas que amenazan la integridad de la educación médica.
• La efectividad, la seguridad y la aplicación de nuevas tecnologías deben ser detectadas
e integradas rápidamente en el continuo de la educación médica.
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Resolución
para la Prohibición de Fumar en Vuelos Internacionales
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

Dado que la Asociación Médica Mundial ha adoptado la "Declaración sobre los


Peligros para la Salud de los Productos de Tabaco" que invita a la prohibición de fumar, y
Dado que las Asociaciones Médicas Nacionales tienen el reconocimiento y la
credibilidad para fomentar una sociedad libre de tabaco y tienen la responsabilidad de
trabajar por una atención calificada de la salud para todos, y
Dado que la Organización Civil de Aviación Internacional (OCAI), afiliada a las
Naciones Unidas, es el órgano que fija las normas de la aviación civil internacional para 162
países miembros, y
Dado que es importante instar a que los gobiernos de todo el mundo apoyen la
adopción de una norma por la OCAI a fin de que no se fume en los vuelos mundiales.
La Asociación Médica Mundial recomienda por lo tanto que:
1. Las Asociaciones Médicas Nacionales insten a una pronta adopción de acuerdos
bilaterales o multilaterales sobre la prohibición de fumar en los vuelos internacionales
entre determinados países, mientras que apoya el objetivo a largo plazo de que OCAI
adopte la norma con prohibición de fumar.
2. Las Asociaciones Médicas Nacionales se encuentren con funcionarios
gubernamentales responsables de la política de regular los vuelos de las líneas
comerciales internacionales y les propongan que apoyen una norma de OCAI sobre
vuelos, libres de fumadores.
3. Las asociaciones médicas nacionales escriban a los representantes de ICAO de su
país, insistiéndoles en que inicien o apoyen una norma para que no se fume en los
vuelos (lista adjunta).
4. Las asociaciones médicas nacionales recomienden a sus Ministros de Transporte que
inicien acuerdos bilaterales o multilaterales prohibiendo que se fume en todos los
vuelos.
5. Las asociaciones médicas nacionales tomen contacto con sus Ministros de Salud
respectivos o miembros del parlamento o congreso a fin de solicitar apoyo para la
iniciativa.
6. Las asociaciones médicas nacionales envíen breves informes a la Secretaría de la
AMM con respecto al resultado de las acciones iniciadas para alcanzar la meta de
prohibir fumar en todos los vuelos comerciales, a fin de intercambiar ideas.
La Asociación Médica Mundial desea expresar a la Sociedad Americana de Cáncer su
agradecimiento por proveer la información sobre la cual se basa la resolución de "Prohibir
fumar en los vuelos internacionales".

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Declaración
sobre el Proyecto del Genoma Humano
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, l992

Preámbulo
El Proyecto del Genoma Humano se basa en la hipótesis de que la información
contenida en el gen nos permitirá diagnosticar una gran cantidad de enfermedades
genéticas en el útero o aun antes. Eso nos permitirá tomar decisiones antes de la
procreación.
La clave para comprender las enfermedades genéticas está en el reconocimiento y la
caracterización de los genes después de la mutación. En lo sucesivo se puede aseverar que
la comprensión de toda la biología humana está englobada en el reconocimiento de 50.000
a 100.000 genes en los cromosomas del cuerpo humano.
El Proyecto del Genoma Humano puede permitirnos identificar y caracterizar los
genes que originan las principales enfermedades genéticas. Más adelante será posible
reconocer y caracterizar los genes que intervienen en enfermedades que tienen una
componente genética junto con otros factores, como la diabetes, la esquizofrenia y el mal de
Alzheimer. En esas enfermedades, el gen crea más bien una predisposición a ellas , antes
de ser la causa misma. Esas enfermedades ocasionan problemas sociales graves y, si fuera
posible diagnosticar la predisposición antes de que aparezca la enfermedad, sería posible
prevenirla mediante cambios de hábitos de vida, modificación de la dieta y controles
periódicos.
En la segunda mitad del siglo veinte se ha producido una revolución conceptual
cuando se empezó a pensar en las enfermedades en función de la bioquímica. También
ahora ocurre una revolución que sitúa en el gen las instrucciones para todos los procesos
bioquímicos que ocurren en las células del cuerpo.

Problemas de política
Existen muchas razones éticas importantes para obtener información genética tan
rápido como sea posible a fin de comprender muchas enfermedades. Sin embargo, esa
información puede ser inútil si no desarrollamos al mismo tiempo los medios terapéuticos y
si no informamos a la población sobre las diversas opciones genéticas, de modo que la
persona pueda seleccionar las mejores. Otro interrogante consiste en saber si se justifican
los esfuerzos invertidos, comparados con otros métodos de menor costo para alcanzar los
mismos objetivos. ¿Debería aspirar el proyecto a un inventario universal o es preferible
empezar paso a paso con menos pretensiones e ir avanzando gradualmente?

Financiación del proyecto


El Proyecto del Genoma Humano se considera un proyecto grandioso, similar al del
programa espacial, de modo que uno podría reclamar diciendo que no hay proporción entre
la inversión y su rendimiento. El costo estimado del proyecto es de 3.000 millones de
dólares en l5 años, o sea 200 millones por año. Ese costo puede no parecer extraordinario,
cuando se sabe que la Fundación de Fibrosis Cística, en los Estados Unidos solamente, ha
gastado $120 millones en los últimos cuatro años para esa sola enfermedad. De modo que
el espantapájaros financiero no debería impedir el desarrollo del Proyecto.
Otro factor perturbador radica en la interdicción - en algunos países - de asignar
fondos para la investigación clínica en embriones humanos. Es decir que, habiendo gastado
dinero para descifrar los genes, podría no haber medios asignados a la investigación clínica
basada en los resultados obtenidos.

Conflicto entre la protección de lo privado y la necesidad de la colaboración científica


La decodificación de los genes humanos tiene que ser anónima, pero la información
adquirida se aplicará a todo ser humano, al margen de las diferencias individuales, del color
o de la raza. Esa información es una propiedad común y no debe usarse con fines de lucro.
De modo que no se deben dar patentes para los genomas humanos o partes de los
mismos.

Discriminación genética en el seguro privado y en la contratación o empleo


Hay un conflicto entre el potencial creciente de las nuevas tecnologías que permiten
descubrir la heterogeneidad genética, y el criterio que se usa para el seguro privado y la
contratación o empleo. Es de desear que se adopte, con respecto a los factores genéticos,
el mismo acuerdo tácito que prohíbe la discriminación racial en el empleo o en el seguro.
La decodificación genética puede llegar a ser una fuente de estigmatización y discriminación
social y una "población riesgosa" puede convertirse en una "población defectuosa".

El peligro de la eugenesia y el uso de los genes para fines no médicos


La eugenesia se basa en la hipótesis de que los genes tienen una importancia
decisiva, y el modo de cambiar su distribución en la población se logra cambiando el
comportamiento reproductivo. De acuerdo con ese concepto, el bien general justificaría las
limitaciones de la libertad individual. El poder de la información genera la inquietud de cómo
será usada. Existe todavía el temor de los programas eugenésicos gubernamentales para
"el mejoramiento de la raza" y el uso de tecnología médica para fines no médicos.

Recomendaciones
Los problemas éticos que surgieron a raíz del proyecto del Genoma Humano no están
vinculados con la propia tecnología sino más bien con su uso correcto. Debido a la potencia
de esta nueva herramienta, sus cuestiones éticas legales y sociales deben examinarse
mientras el programa esté en sus principios.
Alguna de las oposiciones emanan del temor de que los investigadores tiendan a
"hacer de Dios" o interferir con las leyes de la naturaleza. Si nos liberamos de la oposición
inflexible al proyecto del Genoma Humano, podemos evaluar los resultados éticos, con los
mismos parámetros que nos guían cuando examinamos un nuevo diagnóstico o un nuevo
método terapéutico. Los criterios principales siguen siendo la evaluación del riesgo versus
las ventajas, el respeto de una persona como ser humano y el respeto de su autonomía y de
su carácter privado.
Hay necesidad de establecer las pautas éticas y legales generales para prevenir la
discriminación y el estigma genético de la población sujeta a riesgo.
Las pautas básicas son:
• El servicio genético debe ser fácilmente accesible a todos a fin de evitar su explotación
solamente para aquéllos que tengan recursos, circunstancia que aumentaría la
desigualdad social.
• Es necesario que exista información internacional y transferencia de tecnología y
conocimientos, entre todos los países.
• Debe respetarse la voluntad de todas las personas investigadas y su derecho a decidir
sobre su participación y sobre el uso de la información obtenida.
• Debe darse la información completa al paciente o a su representante legal. Debe
guardarse el secreto médico y no debe transferirse la información a terceras partes sin
consentimiento. Aun en el caso de que miembros de la familia del paciente puedan
correr algún riesgo, el secreto médico debe guardarse a menos que haya un peligro
grave, y ese peligro podría evitarse revelando la información; la confidencialidad puede
ser quebrantada solamente como último recurso, cuando todas las tratativas para
convencer al paciente de que él mismo comunique la información hayan fracasado; aun
en ese caso, sólo debe ser revelada la información genética relevante.
• Poner en conocimiento de la información a terceras partes o permitir el acceso a los
datos genéticos personales sólo debería autorizarse con el consentimiento informado
del paciente.

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Proposición
sobre el Suicidio Ayudado por el Médico
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Unos casos de suicidios ayudados por médicos han atraído recientemente la atención
del público. Esos casos implican el uso de una máquina, inventada por un médico, que
instruye al individuo sobre su uso. Por este medio se ayuda al individuo a cometer suicidio.
En otros casos, el médico suministra al individuo una medicación con la información sobre el
dosaje que sería letal. De esta manera, el individuo queda en posesión de los medios para
suicidarse. Es indudable que los individuos afectados estaban gravemente enfermos, tal vez
incluso con enfermedad terminal, y sufrían de dolores insoportables. Además,
aparentemente los individuos estaban conscientes y tomaron su propia decisión. Los
pacientes que piensan en el suicidio con frecuencia están expresando la depresión que
acompaña a las enfermedades terminales.
El suicidio ayudado por médicos, como la eutanasia, no es ético y debe ser
condenado por el gremio médico. Cuando la ayuda del médico está destinada intencional y
deliberadamente a dar al individuo la posibilidad de terminar con su vida, el médico no actúa
éticamente. Sin embargo, el derecho de rechazar el tratamiento médico es un derecho
básico del paciente, y el médico no actúa en forma no ética aun si, al respetar ese deseo,
resulta de ello la muerte del paciente.

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Proposición
sobre el Examen Médico Domiciliario, la "Telemedicina",
y la Etica Médica
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Las tecnologías y terapias médicas modernas han conducido al tratamiento y control


(pero no la cura) de muchas enfermedades potencialmente fatales. Esos éxitos médicos en
todo el mundo han dado como resultado una población rápidamente creciente de personas
crónicamente enfermas e inválidas, de todas las edades. El problema que encara la
comunidad sanitaria mundial es decidir cómo asistir mejor a la población inválida y
crónicamente enferma (incluso la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías y
organizaciones sociales/médicas).
La meta de la atención médica en esos casos consiste en controlar los procesos de la
enfermedad y ayudar a los pacientes a mantener su independencia y el máximo nivel de
funcionamiento dentro de sus propios hogares y de su entorno social.
El alcance de la atención médica incluye no sólo el diagnóstico y el tratamiento médico
sino también la educación del paciente para su auto-atención y el control y la supervisión
médicos prolongados.
Los pacientes deben aprender a llevar a cabo una gran variedad de tareas que
anteriormente sólo había desempeñado un personal médico capacitado. Esas tareas
abarcan desde la de un paciente diabético que controla el nivel de glucosa de su sangre,
dos a cuatro veces por día, y ajusta la dosis adecuada de insulina, hasta la de un paciente
con un marcapasos, que aprende a usar el equipo para enviar un electrocardiograma por
teléfono al consultorio del médico local o a un centro distante de monitoreo.
La tecnología de la telecomunicación ha puesto, al alcance de los médicos, nuevos
medios para reunir información y atender las necesidades de sus pacientes a distancia. Un
amplio campo de información médica puede transmitirse ahora por teléfono incluyendo
electrocardiogramas, encefalogramas, radiografías, fotografías y documentos médicos de
toda clase. Esa información puede ser reunida y enviada desde el domicilio del paciente o
consultorio del médico a un centro médico más grande para su interpretación y consulta
sobre problemas de tratamiento. El rápido intercambio de información permite al paciente
permanecer en su propio domicilio y en su entorno social y recibir una atención médica
completa y actualizada.
La Asociación Médica Mundial reconoce que la " telemedicina " desempeñará
indudablemente un papel cada vez más importante en la práctica de la medicina en el
futuro.
El desarrollo de los sistemas de televigilancia requiere que se contemplen los
siguientes problemas:
• Se necesita una estación central para recibir y responder las llamadas que vienen de
diferentes sistemas de bio-televigilancia.
• Se necesita un sistema interactivo, tal como un " sistema interfónico " que permita
mantener diálogos y realizar una intervención.
• La red de telemedicina debe establecer un vínculo médico desde el domicilio del
paciente hasta los centros médicos más complejos.
1. La utilización de sistemas de comunicación (teléfono, televisión, satélites) para una
consulta y una cooperación visuales entre médicos a distancia, y para conectar
instalaciones de establecimientos médicos de alta calidad con:
a) Centros médicos modestos
b) Casas privadas
c) Clínicas para convalecientes
d) Zonas que están aisladas geográficamente y distantes o que no tienen fácil
acceso en casos en que se produce una emergencia
2. Transmisión de documentos: electrocardiogramas, encefalogramas, fotografías,
radiografías, imágenes de "escaneo", análisis biológicos, ecogramas, imágenes de
resonancia magnética y una historia del paciente, etc.
• Descripción de síntomas
• Recomendaciones terapéuticas y médico-quirúrgicas
3. Ayuda en la atención domiciliaria (red de televigilancia): control en cardiología,
obstetricia, diálisis renal, problemas respiratorios, trastornos físicos graves, etc.
La Asociación Médica Mundial reconoce que además de las dificultades tecnológicas
que han surgido a raíz del desarrollo y la instrumentación de los sistemas de telemedicina,
hay muchos problemas legales y éticos ocasionados por esas prácticas nuevas. Por lo
tanto, la Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos utilicen las siguientes
pautas como elementos clave para establecer una red o sistema efectivo de "telemedicina".
1. El médico debe determinar si el paciente o la familia están capacitados o bien
informados, antes de poner en marcha un sistema de telemedicina. Esos sistemas que
confían la recolección y el envío de los datos al paciente o a la familia no serán
efectivos, si los pacientes no comprenden el significado de los análisis y la importancia
de llevarlos a cabo. Es esencial la buena disposición psicológica y física del paciente.
2. Debe haber una estrecha colaboración y confianza entre el paciente y el médico que es
responsable de su atención profesional.
Las organizaciones que proveen servicios de "telemedicina" deben respetar el derecho
del paciente a elegir a su médico personal.
3. Es esencial que haya una estrecha colaboración entre el médico personal del paciente
y el personal que trabaja en el centro de "telemedicina", para asegurar una atención de
calidad individualizada y humana.
4. Debe asegurarse la confidencialidad de todos los registros de los pacientes.
Debe haber un control estricto sobre el acceso a los registros, protección tecnológica de
los datos y duras penalidades legales por su infracción.
5. Para asegurar la asistencia adecuada, es esencial que haya control de calidad del
equipo usado y de la información enviada.
Para la seguridad del paciente se necesitan sistemas estrictos de monitoreo para la
calibración y el mantenimiento de los equipos.

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Proposición
sobre la Contaminación por el Ruido
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Preámbulo
La Declaración de la Asociación Médica Mundial, sobre la Contaminación por el Ruido,
adoptada en San Pablo en 1976 y revisada en Singapur en 1984 hace referencia a la
contaminación por el ruido con una sola oración: " Los niveles excesivos de sonido
producidos por fuentes industriales, sistemas de transporte, sistemas de audio y otros
medios, pueden llevar a la pérdida permanente del oído, a otros efectos patofisiológicos y a
trastornos emocionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el ruido como la primer molestia
ambiental de los países industrializados y, a principios de 1990, lanzó el programa " Inter-
salud", programa que tiene por objeto alertar a todos los países, contra todos los males
relacionados con el modo de vida e instarlos a tomar medidas contra esas enfermedades no
infecciosas, causadas por el hombre.
Las consecuencias generales y mensurables que los niveles intensos de sonido
pueden tener sobre el hombre son múltiples y afectan tanto los sistemas vegetativos como
los neuroendócrinos.
Esos efectos fisiológicos son, sin embargo, menos significativos por cierto que las
repercusiones, difíciles de medir, que el ruido causa en el nivel psicológico, en el que el
daño es menos apreciable.
Si bien es cierto que los ruidos molestos se han convertido cada vez más en agentes
de polución de nuestro ambiente, es afortunado que la tecnología moderna, una de las
fuentes principales de ese problema, pueda proveer también los medios para reducir su
ocurrencia, su propagación y su influencia sobre el hombre.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial, persiguiendo sus objetivos médico-sociales, llama la
atención sobre el papel importante que desempeña la información y la prevención, con
respecto al daño ocasionado por los altos niveles de ruido.
La Asociación Médica Mundial recomienda la adopción de una estrategia global e
invita a las Asociaciones Médicas Nacionales a:
1. Alertar al público general, en particular a los responsables del riesgo de la polución, y a
sus víctimas potenciales.
2. Alentar a las empresas y fabricantes de equipos a que instalen material fónico aislante
donde sea necesario, para asegurar una protección real y colectiva del personal.
3. Convencer a los empleados individualmente para que se protejan contra el ruido
inevitable.
4. Informar a los jóvenes sobre los riesgos de abrazar el culto del ruido (droga acústica),
las motocicletas, los grabadores y la radio, los conciertos de rock, las discotecas, las
radios portátiles con audífonos, etc.
5. Apelar a una reglamentación legal adecuada contra los altos niveles de ruido en las
plazas públicas, los lugares de veraneo, los hogares para adolescentes y los carreteras
urbanas (muros aislantes).
6. Apoyar la aplicación de sanciones legales y monitorear la efectividad de las medidas de
control.
7. Convencer a las autoridades educacionales para que introduzcan la instrucción sobre
prevención y eliminación de la contaminación por el sonido en todos los niveles
escolares.
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Proposición
sobre Mala Praxis Médica
Adoptada por la 44a. Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

En algunos países los reclamos contra la mala praxis médica van en aumento, y las
Asociaciones Médicas Nacionales buscan la manera de superar ese problema. En otros
países, los reclamos por mala praxis médica son poco frecuentes, pero allí las Asociaciones
Médicas Nacionales deberían estar prevenidas contra los problemas y circunstancias que
pudieran producirse, si aumentara la cantidad de reclamos presentados contra los médicos.
En esta Proposición, la Asociación Médica Mundial procura informar a las
Asociaciones Médicas Nacionales sobre algunos de los hechos y problemas relacionados
con los reclamos por mala praxis médica.
Las leyes y los sistemas legales en cada país, así como las tradiciones sociales y las
condiciones económicas, influirán en la aplicabilidad de algunas partes de esta Proposición
para cada Asociación Médica Nacional. Sin embargo, la Asociación Médica Mundial cree
que esta Proposición debería interesar a todas las Asociaciones Médicas Nacionales.
1. Un aumento de reclamos por mala praxis médica puede derivar en parte, de una o más
de las siguientes circunstancias:
a) El aumento de conocimientos médicos y la mayor disposición de tecnología ha
permitido a los médicos llevar a cabo procedimientos que eran imposibles en el
pasado, pero esos logros implican en muchos casos riesgos de mucha gravedad.
b) La obligación impuesta a los médicos de limitar los costos de la atención de la
salud.
c) La confusión entre el derecho a recibir atención médica, que es alcanzable, con el
derecho a lograr y mantener la salud, que no está garantizado.
d) El papel pernicioso desempeñado a menudo por los medios de comunicación que
generan desconfianza con respecto al médico, cuestionando sus aptitudes, sus
conocimientos, su comportamiento y el manejo de los pacientes, e impulsando a
los pacientes a presentar quejas contra los médicos.
e) Las consecuencias indirectas de un repunte en la medicina defensiva, generada
por un aumento en la cantidad de reclamos.
2. Debe hacerse una distinción entre la mala praxis médica y un resultado desfavorable
que puede ocurrir en el curso de la atención y del tratamiento médico y que puede no
ser la culpa del profesional.
a) La mala praxis médica implica una falla del profesional en cumplir la norma de
atención para el tratamiento del paciente, o una falta de pericia, o la negligencia al
proveer la atención, y que es una causa directa del daño infligido al paciente.
b) Un daño que se inflige en el curso del tratamiento, que no puede ser previsto y que
no fue el resultado de una falta de pericia o conocimiento por parte del médico, es
un resultado desafortunado del cual el médico no debe hacerse cargo.
3. Puede fijarse una compensación a los pacientes que hayan sufrido un daño como
resultado del tratamiento, en la medida en que no lo prohíba la legislación nacional, y
en distintos grados según que haya reclamo por mala praxis, o en los casos
desfavorables que se hayan producido durante la prestación de la ayuda y el
tratamiento médico correspondiente.
a) Cuando ocurre un caso desfavorable, sin error por parte del médico, la sociedad
debe determinar si el paciente tendría que ser compensado por los daños sufridos,
y si es así, debe indicarse la fuente que proveerá los fondos para la compensación.
Las condiciones económicas del país determinarán si esos fondos de solidaridad
están disponibles para compensar al paciente sin que ese desembolso corra por
cuenta del médico.
b) Las leyes de cada jurisdicción dispondrán los procedimientos necesarios para
decidir la responsabilidad por los reclamos de mala praxis médica y para
determinar el monto de la compensación que se asigne al paciente, en el caso de
que se demuestre la mala praxis.
4. Las Asociaciones Médicas Nacionales deberán considerar todas o algunas de las
siguientes actividades en un esfuerzo para otorgar un trato justo y equitativo tanto a los
médicos como a los pacientes:
a) Programas de educación pública sobre los riesgos inherentes a algunos de los
nuevos métodos modernos de terapia e intervención quirúrgica, y programas de
educación profesional sobre la necesidad de obtener el consentimiento informado
del paciente para aceptar ese tratamiento e intervención quirúrgica.
b) Programas de apoyo al público, destinados a demostrar los problemas que surgen
en medicina en la prestación de asistencia médica frente a una rigurosa limitación
de gastos.
c) Defensa de los programas generales de la educación para la salud, tanto en la
escuela como en los establecimientos comunitarios.
d) Mejoramiento del nivel y de la calidad de la educación médica, teniendo en cuenta
las experiencias mejoradas de capacitación clínica.
e) Desarrollo y participación en los programas para médicos, diseñados para mejorar
la calidad de la atención y del tratamiento.
f) Desarrollo de las propuestas adecuadas sobre capacitación terapéutica de los
médicos cuyos conocimientos y habilidades probaron ser deficientes, incluso las
propuestas sobre limitación de la práctica médica hasta que las deficiencias sean
corregidas. Información dada a la población y al gobierno sobre el peligro de que
puedan manifestarse actitudes de medicina defensiva (multiplicación de las
medidas terapéuticas o, por el contrario, abstención del tratamiento o hasta la
renuencia de ciertos médicos jóvenes en participar en algunas especialidades de
alto riesgo).
g) Información a la población sobre el hecho de que puede producirse un daño
durante el tratamiento y que éste puede no haber sido previsto y no ser el resultado
de una mala praxis del médico.
h) Apoyo para la protección legal de los médicos cuyos pacientes han sido dañados
por circunstancias desafortunadas no causadas por ninguna mala praxis.
i) Participación en la elaboración de leyes y procedimientos aplicables a los reclamos
de mala praxis médica.
j) Desarrollo de una activa oposición a los reclamos injustificados y a la participación
contingente de los abogados.
k) Exploración de procedimientos modernos para manejar los reclamos por mala
praxis médica, tales como el arbitraje, antes que los procesos judiciales.
l) Fomento del seguro personal tomado por los médicos contra los reclamos por mala
praxis, seguro que será pagado por el propio profesional o por el empleador si
aquél está empleado.
m) Participación en la toma de decisiones sobre la conveniencia de pagar
compensaciones a los pacientes perjudicados en el curso del tratamiento, sin que
haya habido mala praxis.
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Proposición
sobre el Alcohol y la Seguridad en las Rutas
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Preámbulo
La muerte y las lesiones causadas por los accidentes de tránsito y las colisiones entre
automotores y peatones constituyen el principal problema público de salud. Entre tantos
muertos y lisiados en las rutas, hay muchos jóvenes, y los años de vida que se pierden
como consecuencia de los accidentes y choques de automotores rivalizan con lo que ocurre
con las principales epidemias modernas o las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En muchos países en los que el consumo de alcohol está admitido como parte de la
vida diaria, los conductores de los vehículos de transporte automotor, que se encuentran
bajo el efecto del alcohol, son responsables de aproximadamente la mitad de las muertes y
traumatismos graves, vinculados con los medios de transporte automotor.
De aquí se deduce que las medidas que no permiten nunca conducir a las personas
que se encuentran bajo el efecto del alcohol darán como resultado una significativa mejora
en la seguridad de las rutas y una marcada reducción de los muertos y lisiados en el
tránsito.
La conducción de un vehículo implica aceptar un grado de riesgo. Los conductores
prudentes evalúan constantemente los riesgos con los que se enfrentan y actúan de tal
manera que el grado de riesgo nunca se vuelva subjetivamente inaceptable. El alcohol
altera la estimación subjetiva de los riesgos por parte del conductor de modo que el
comportamiento arriesgado se vuelve más probable, al mismo tiempo que las habilidades de
manejo, objetivamente medidas, se deterioran debido a la sedación. Esto es lo que provoca
los accidentes que ocurren en los caminos debido al alcohol.
La persona que ha estado bebiendo y toma la decisión de conducir se encara con una
decisión análoga acerca de los riesgos. Los riesgos que deben considerarse incluyen el
hecho de circular con seguridad en las rutas. La evaluación subjetiva de este riesgo se va
distorsionando progresivamente por los efectos del alcohol. Es necesario asegurarse, por lo
tanto, de que los conductores decidan si van a manejar o no, antes de haber ingerido una
cantidad de alcohol que podría afectar materialmente su juicio. De aquí que deban fijarse
niveles bajos como límites legales de concentración alcohólica en la sangre de los
conductores, para que la apreciación subjetiva de los riesgos siga siendo realista en
prácticamente toda la gente.
Los problemas graves de salud pública requieren enfoques coordinados. Los
elementos de cualquier enfoque exitoso deben basarse en un análisis del problema y su
influencia en el país y en la cultura dada. En la mayoría de los países, en los accidentes de
tránsito vinculados con el alcohol, están involucrados adolescentes y adultos jóvenes en
forma desproporcionada, y conviene realizar esfuerzos especiales para que ese grupo
reduzca el consumo de alcohol. En muchos casos semejantes los problemas de alcohol en
las rutas se reflejan en los problemas relacionados con el consumo de alcohol en los
lugares de trabajo y en las condiciones domésticas o sociales.
Los programas acertados deben incluir las siguientes medidas:
• informar a la población acerca de la gravedad del problema y de las razones que
vuelven peligroso el consumo de alcohol para el conductor, a fin de modificar la actitud
de la población con respecto a la bebida y al manejo;
• afianzar esas actitudes con los esfuerzos correspondientes de la policía y las sanciones
legales; e
• identificar a los bebedores empedernidos a quienes se pueden aplicar medidas
complementarias.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial recomienda insistentemente a todas las Asociaciones
Médicas Nacionales a promover los siguientes principios:
1. Los accidentes de tránsito relacionados con la ingestión del alcohol por el conductor o
por el peatón, constituyen un problema de salud pública que es el más susceptible de
ser prevenido. Los recursos de salud pública acordes a su gravedad deben ser
orientados hacia este problema.
2. La determinación de las medidas preventivas concretas requiere una buena
comprensión de los grupos sociales y de edad, implicados en ese problema, y de las
fuerzas sociales prevalentes que crean el problema en dichos grupos. Es necesario
emprender una investigación que dé forma concreta a esas cuestiones. Donde se
hayan manifestado determinados grupos sociales involucrados en el problema, es
necesario adoptar medidas exhaustivas para su resolución. Esto se puede lograr
limitando el acceso al alcohol a ese grupo y asegurando que las personas vinculadas
con la venta de las bebidas alcohólicas compartan cierta responsabilidad por la
consecuencia de su venta. Es necesario realizar un trabajo educativo orientado a
modificar la actitud frente a ese problema, respaldado por sanciones correspondientes
en caso necesario. Hay que procurar eliminar el alcohol de los lugares de trabajo.
3. Los accidentes de tránsito con conductores alcoholizados deben considerarse como
uno de los problemas alcohólicos interactivos que pueden afectar a un individuo; otros
problemas incluyen accidentes en los lugares de trabajo, desarmonía familiar y
violencia y el alcoholismo personal. La asistencia médica y legal que se presta a la
gente debe tomar eso en cuenta.
a) No se debe perder ninguna oportunidad para rehabilitar a una persona que abusa
del alcohol. Cualquier conductor acusado de manejar bajo la influencia del alcohol
o con un elevado nivel de alcohol en la sangre (o aliento) debe ser controlado
desde el punto de vista de la existencia de otros problemas relacionados con el
alcohol, y si hace falta, integrado en programas de rehabilitación.
b) Los programas de rehabilitación, destinados a este fin, deben financiarse con
fondos públicos en vista del riesgo significativo que implican para el bienestar de la
población los casos de dependencia alcohólica.
4. La educación debe garantizar que el efecto progresivo del alcohol, tanto sobre las
habilidades del conductor como sobre la apreciación de los riesgos sea bien entendido.
No deben olvidarse los efectos que produce el abuso del alcohol sobre la salud en
general, y el público apreciar mejor la gran probabilidad de que ocurran complicaciones
cuando una persona ebria queda lesionada.
a) El principal mensaje de salud debe consistir en que se debe beber alcohol con
moderación.
b) El mensaje específico consiste en decir que no hay que sentarse al volante
habiendo bebido alcohol.
c) El problema especial de los conductores adolescentes y adultos jóvenes que beben
debe ser tomado en cuenta por los programas que tratan el problema del
alcoholismo, se extienden a través de los años escolares y promueven actitudes
responsables con respecto a la bebida y al manejo. Corresponde al mismo tiempo
tener en cuenta otros problemas vinculados con el alcoholismo.
5. Los médicos deben ratificar la necesidad de establecer una concentración baja de
alcohol en sangre, legalmente permisible, para los conductores que no supere los
50mg-100mm de sangre o concentraciones comparables de aliento. Los límites bajos,
oficialmente admisibles, ejercen un efecto limitado si no se adoptan medidas
compulsivas. Las Asociaciones Nacionales deberían considerar cuidadosamente la
conveniencia de que:
a) todo conductor que estuviera implicado en un accidente significativo sea sometido
a un análisis cuantitativo de concentración de alcohol en sangre (o en aliento).
b) se hagan análisis de los conductores al azar en general, o en los momentos en que
la investigación haya indicado una mayor probabilidad de accidentes vinculados
con la ingestión de alcohol.

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Proposición
sobre Problemas Planteados por la Epidemia de VIH/HIV
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

La Asociación Médica Mundial adoptó anteriormente estrategias para la lucha contra


la epidemia de VIH/HIV que incluyen las siguientes: evitar que los médicos discriminen a los
pacientes infectados con VIH/HIV, proveer asistencia a los infectados, hacer que los
médicos infectados se responsabilicen de evitar contagiar a los pacientes, impedir la
entrega de certificados falsos, aprobar procedimientos de control de la infección, cooperar
con las autoridades en los programas de profilaxis, elaborar una política nacional y
programas de asesoramiento a los pacientes sobre la forma de evitar una infección del
VIH/HIV o, en caso de quedar infectado, cómo evitar contagiar a los circundantes, asegurar
el amplio acceso a los análisis de VIH/HIV, sobre todo para aquéllos que presentan una alta
probabilidad de contagio, hacer análisis compulsivos en ciertas circunstancias como la
donación de sangre, informar sobre los casos de SIDA e infección con VIH/HIV, equilibrar
los derechos del paciente infectado con los derechos del no infectado, mantener en secreto
la información médica acerca del paciente e investigar para establecer la prevalencia y la
incidencia del VIH/HIV.
La cantidad de personas infectadas con VIH/HIV y aquellas que han evolucionado
hasta adquirir el SIDA va creciendo constantemente. Se estima que para el año 2000
cuarenta millones de personas estarán infectadas con VIH/HIV en todo el mundo. La
Asociación Médica Mundial expresa por lo tanto su preocupación constante para que las
Asociaciones Médicas Nacionales desempeñen un papel activo en las políticas y los
programas de profilaxis, tratamiento e investigación. La Asociación Médica Mundial agrega
los siguientes puntos a sus recomendaciones anteriores:
1. Que las Asociaciones Médicas Nacionales desarrollen e instrumenten, en cooperación
con todos los segmentos de la sociedad y del gobierno, un programa global de
prevención, tratamiento y estudio del VIH/HIV.
2. Que las Asociaciones Médicas Nacionales trabajen con todos los medios y formas de
comunicación para asegurar un programa coordinado de prevención, de información
sobre tratamientos y de condolencia social para con el infectado.
3. Que las Asociaciones Médicas Nacionales adviertan a los médicos acerca de la
responsabilidad que tienen de informar a sus pacientes lo más detalladamente posible
sobre las consecuencias de un análisis positivo. Al informar así a sus pacientes, los
médicos deben hacerlo con tacto y delicadeza y demostrar la debida consideración por
el estado psicológico del paciente.
4. Que las Asociaciones Médicas Nacionales cooperen en la educación y la capacitación
de los médicos para usar todos los métodos modernos de terapia disponibles en todas
las etapas de infección con VIH/HIV y todos los procedimientos adecuados para el
control de la infección y las precauciones universales recomendadas por los centros de
control de la enfermedad.
5. Que las Asociaciones Médicas Nacionales insistan en la necesidad de proveer una
educación médica, biológica, clínica y psicológica relacionadas con pacientes
infectados con VIH/HIV para ayudar a los médicos a prestar una atención efectiva a sus
pacientes.
6. Que las Asociaciones Médicas Nacionales alienten a los médicos a que ayuden a sus
pacientes a evaluar los riesgos de la infección con VIH/HIV y tomen las medidas de
prevención correspondientes.
7. Que las Asociaciones Médicas Nacionales revisen y alienten mejores procedimientos
para el control de la infección en los hospitales y en otros establecimientos médicos.
8. Que las Asociaciones Médicas Nacionales revisen y alienten el perfeccionamiento del
diagnóstico y del tratamiento del VIH/HIV para las mujeres y niños.
9. Que las Asociaciones Médicas Nacionales estimulen el uso de las técnicas de salud
pública que hayan tenido éxito en el pasado con las epidemias de enfermedades
infecciosas, sobre todo aquellas de transmisión sexual.
10. El vínculo entre la drogadicción y la transmisión del VIH/HIV constituye una razón
adicional para que las Asociaciones Médicas Nacionales continúen alentando el
tratamiento de la drogadicción.
11. Que las Asociaciones Médicas Nacionales procuren reunirse con otras organizaciones
médicas, profesionales y de la salud a fin de desarrollar estrategias mundiales de
cooperación para la profilaxis, el tratamiento y la investigación del VIH/HIV,
especialmente aquellas que pueden llevar a cabo las sociedades profesionales.

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Proposición
sobre el Cacheo del Cuerpo de los Presos
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

En muchos países los sistemas carcelarios obligan a realizar el registro de las


cavidades corporales de los presos. Estos cacheos, que incluyen el examen rectal y pélvico,
suelen efectuarse cuando un individuo ingresa en la población carcelaria y, posteriormente,
en los casos en que se le permite al individuo tener contacto personal con alguien que no
pertenece a esa población, o bien cuando existe una razón para creer que se ha infringido la
seguridad o la reglamentación de la prisión. Por ejemplo, cuando se lleva al preso a la corte
para una audiencia, o al hospital para su tratamiento, o para trabajar fuera de la cárcel, al
volver a la institución, el preso puede ser sometido a un cacheo que incluya todos los
orificios corporales. El propósito del cacheo es principalmente garantizar la seguridad y/o
evitar que se introduzca contrabando en la prisión, ya sea de armas o drogas.
De modo que esos cacheos se realizan por razones de seguridad, y no por motivos
médicos. Sin embargo, no debe realizarlos nadie que no sea una persona competente y con
experiencia médica. Este acto no médico puede incluso realizarlo un médico para proteger
al preso de un daño que podría inferirle durante el registro una persona que no tenga el
debido entrenamiento. El médico debe explicar esto al preso e informarle además que las
condiciones usuales de confidencialidad médica no son válidas en este procedimiento
obligatorio y que los resultados del registro serán revelados a las autoridades. Si se otorgó
al médico el poder de realizar el cacheo de la cavidad corporal de un preso, y él accede a
ello, se informará debidamente a las autoridades sobre la necesidad de llevar a cabo dicho
procedimiento de una manera humana.
El cacheo lo debe realizar un médico distinto de aquél que le brinda atención al preso.
La obligación del médico de brindar asistencia al prisionero no debe implicar la
obligación de participar en el sistema de seguridad de la cárcel.
La Asociación Médica Mundial insiste, ante los gobiernos y los funcionarios públicos
que son responsables de la seguridad pública, a que reconozcan que esos procedimientos
de cacheo invasivos son un serio agravio al carácter privado y a la dignidad de una persona,
y están relacionados además con cierto riesgo de inferir un daño físico y psicológico. Por lo
tanto, la Asociación Médica Mundial exhorta a que, hasta un punto viable y sin comprometer
la seguridad pública,
• se utilicen métodos alternativos para la inspección de rutina de los presos y que sólo se
recurra al cacheo de cavidades del cuerpo como último recurso;
• si debe practicarse el cacheo de las cavidades del cuerpo, que el funcionario
responsable garantice que el examen lo realizará un personal con conocimientos y
habilidades médicas suficientes como para efectuar el registro sin riesgos;
• la misma autoridad responsable asegure que se garantizará la debida consideración
para la intimidad y dignidad de la persona.
Finalmente, la Asociación Médica Mundial invita a los gobiernos y funcionarios
públicos responsables a que provean un médico para tales cacheos, si el estado físico del
individuo lo requiere. Si un preso solicita específicamente un médico, su deseo será
respetado en la medida de lo posible.
La Asociación Médica Mundial adopta esta Declaración a fin de que las Asociaciones
Médicas Nacionales la utilicen como guía a fin de elaborar las normas éticas para los
médicos que son miembros de esas Asociaciones.
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Proposición
sobre la Defensa de los Derechos y de la
Confidencialidad del Paciente
Adoptada por la 45a.Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Los médicos en ejercicio tienen el deber ético y la responsabilidad profesional de


actuar por el supremo interés de los pacientes en todo momento.
Si los médicos en ejercicio llegan a percibir circunstancias que pudieran afectar
adversamente la salud del paciente, será su deber informar a las autoridades responsables
para que se tomen las medidas correctivas del caso.
Si las autoridades responsables se niegan a tomar una acción correctiva, deberán
hacer conocer su decisión a los médicos en ejercicio que informaron acerca de las
circunstancias del caso. Si esa notificación no se diera o si la justificación de adoptar esa
decisión no fuera convincente, los médicos en ejercicio tienen el deber de proseguir las
acciones.
Estas acciones puedan entrar en conflicto con las cláusulas de confidencialidad en los
contratos de empleo de los médicos, creando de esa manera dilemas sociales
ocupacionales y éticos para la profesión.
Cuando las finanzas de atención de la salud son limitadas, las medidas
presupuestarias restrictivas originan el motivo para que se genere un conflicto entre los
médicos en ejercicio y las autoridades que los emplean, con respecto a los servicios
médicos necesarios y suficientes.
Los administradores de los servicios de salud son responsables de la instrumentación
de las políticas gubernamentales y pueden verse obligados a tomar decisiones con las
cuales los médicos en ejercicio pueden no estar de acuerdo. Los que se oponen a las
políticas de servicio de salud gubernamentales y a su instrumentación por administradores,
deben dirigir sus críticas a las fuentes de las que surgen las decisiones políticas o las
medidas de instrumentación que se consideran insatisfactorias.
Deben establecerse mecanismos mutuamente aceptados y aceptables mediante los
cuales los médicos en ejercicio puedan expresar su preocupación, ya sea por los pacientes
individuales o por la salud pública, sin infringir los términos de los contratos de empleo.
Esos mecanismos deben estar contenidos en los contratos de empleo de los médicos.
Dichos contratos deben reconocer que las obligaciones éticas de los médicos en ejercicio
tienen prioridad sobre las obligaciones puramente contractuales relacionadas con el empleo.
Pueden surgir dificultades particulares cuando los médicos sospechen que las
decisiones administrativas son tomadas por razones espúreas, como los prejuicios
religiosos, raciales o sexuales, o por razones de lucro, o cuando sospechan que la
investigación clínica se está llevando a cabo sin la consideración y la supervisión ética
correspondiente.
Cuando surgen esas consideraciones, las observaciones críticas de los médicos en
ejercicio pueden parecer difamatorias o falsas en algunos aspectos y pueden serlo de
hecho. Los médicos en ejercicio deben dirigirse sobre esos temas a foros profesionales
correspondientes, como las comisiones de certificación o licencia, para su resolución legal.
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Proposición
sobre la Seguridad en el Lugar de Trabajo
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Los médicos que se preocupan mucho por la profilaxis deben contribuir a la


prevención de enfermedades y traumatismos relacionados con la actividad productiva.
Todo trabajador debe estar asegurado con la máxima protección posible.
Es muy importante realizar consultas entre autoridades gubernamentales,
empleadores, trabajadores y médicos para establecer una cooperación que respete los
valores humanos que son inseparables de un trabajo productivo e inocuo para la salud.
La protección de la salud que influencia a la productividad debe inspirar a todos a que
se promuevan las medidas de seguridad.
La Asociación Médica Mundial considera útil hacer algunas observaciones y
recomendaciones.
El médico, como un defensor natural del trabajador, debe:
1. Obrar con independencia profesional.
2. Aconsejar a los empleadores y a los trabajadores que cumplan con las normas
previstas por la legislación.
3. Recomendar a los órganos legislativos correspondientes que contribuyan a
proporcionar seguridad en el lugar de trabajo y, específicamente, que exijan
inspecciones sanitarias periódicas.
4. Recordar a los trabajadores que es responsabilidad de ellos estar atentos a su propia
seguridad, la seguridad de aquellas personas con las que trabajan y de aquellas que
puedan ser afectadas por sus actividades profesionales.
5. Evaluar la capacidad de los trabajadores para cumplir con sus obligaciones.
6. Insistir en que la educación médica incluya la capacitación necesaria para garantizar la
seguridad en el lugar de trabajo.
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Proposición
sobre la Mutilación Genital Femenina
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Preámbulo
La Mutilación Genital Femenina (MGF) afecta a más de 80 millones de mujeres y
niñas de todo el mundo. Muchos grupos étnicos en más de 30 países practican ese
procedimiento.
En muchos otros países el problema sucedió periódicamente, sobre todo debido a la
presencia de grupos étnicos procedentes de países en los cuales la MGF es una práctica
común: inmigrantes, refugiados, personas que huyeron del hambre y de la guerra.
Debido a la influencia que ejerce la MGF sobre la salud física y mental de las mujeres
y de las niñas, se considera que el tema concierne a los médicos. Los médicos se enfrentan
en todo el mundo con los resultados de esa práctica tradicional. A veces se les pide que
practiquen ellos mismos esa operación.
Hay varias formas de MGF. Podría ser una circuncisión primaria para las niñas, en
general entre 5 y 12 años de edad, o una circuncisión secundaria, o sea después de un
parto. El grado de la circuncisión primaria puede variar: desde una incisión en el prepucio
del clítoris hasta una " circuncisión faraónica " o eliminación del clítoris y de los labios
menores genitales, y la sutura de los labios mayores, de modo que sólo quede un orificio
mínimo para eliminar la orina y la sangre menstrual.
La MGF afecta la salud de mujeres y niñas en función del grado de la circuncisión. Las
pruebas de las investigaciones muestran el grave y permanente daño que se infiere a la
salud. Las graves complicaciones que acarrea la MGF son: hemorragia, infecciones,
hemorragia de órganos adyacentes, dolores agudos. Como complicaciones posteriores
aparecen horribles cicatrices, infecciones crónicas, complicaciones urológicas y obstétricas
y problemas psicológicos y sociales. La MGF tiene graves consecuencias en la esfera de la
sexualidad y en el modo en que ésta es vivida. Hay múltiples complicaciones durante el
parto (malpartos, formación de fístulas, desgarros e incontinencia).
Aun con la intervención menos drástica - una incisión en el clítoris - no se pueden
evitar complicaciones y consecuencias funcionales.
Muchas razones pretenden justificar la existencia y continuación de la práctica de la
MGF; costumbres y tradiciones (para preservar la virginidad de las jóvenes y limitar la
sexualidad de las mujeres), y razones sociales. Esas razones no justifican los daños
importantes que se infieren a la salud.
Ninguna de las religiones principales hace una referencia explícita a la circuncisión
femenina, ni apoya esa práctica. La medicina actual considera que la MGF va en detrimento
de la salud física y mental de las niñas y mujeres. Muchos consideran a la MGF como una
de las formas de oprimir a las mujeres.
En general, hay una fuerte tendencia a condenar la MGF más definitivamente:
• Se realizan campañas activas contra esa práctica en el Africa. Muchas mujeres líderes
en el Africa, así como jefes de estado africanos, han emitido fuertes propuestas contra
la práctica mencionada.
• Los organismos internacionales, tales como la Organización Mundial de la Salud, la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el Unicef han recomendado
que se adopten medidas específicas destinadas a la erradicación de la MGF.
• En varios países los gobiernos han desarrollado una legislación sobre el tema o han
incorporado la MGF en sus códigos criminales.

Conclusión
La Asociación Médica Mundial condena la práctica de la mutilación genital incluyendo
la circuncisión, cuando se trata de mujeres y niñas, y condena la participación de los
médicos en la ejecución de dichas prácticas.

Recomendaciones
1. Teniendo en cuenta los derechos psicológicos y la "identidad cultural" de la gente, los
médicos deben informar a las mujeres, hombres y niños sobre la MGF y alertarlos
contra la realización y el fomento de tales prácticas. Los médicos deben hacer coincidir
en su trabajo la promoción de la salud con las recomendaciones contra la MGF.
2. De lo dicho se deduce que los médicos deben tener suficiente información y apoyo para
proceder así. Los programas educacionales concernientes a la MGF deben ampliarse
y/o desarrollarse.
3. Las Asociaciones Médicas deben estimular los conocimientos públicos y profesionales
sobre los efectos perjudiciales de la MGF.
4. Las Asociaciones Médicas deben estimular la acción gubernamental en la prevención
de la práctica de la MGF.
5. Las Asociaciones Médicas deben cooperar en organizar la correspondiente estrategia
legal y preventiva cuando una criatura corre el riesgo de ser sometida a la MGF.
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Proposición
sobre el Derecho de la Mujer
a usar Medios Anticonceptivos
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

La Asociación Médica Mundial reconoce que los embarazos no deseados pueden


tener una profunda influencia sobre la salud de las mujeres y la salud de sus hijos. La
capacidad de regular y controlar la fertilidad debe considerarse como el principal
componente de la salud física y mental de las mujeres y del bienestar social.
En muchos países en vías de desarrollo existe una necesidad fuerte, pero en gran
medida insatisfecha, de controlar la fertilidad. Muchas mujeres en esos países desean
impedir el embarazo, pero no usan por lo general los medios anticonceptivos.
El empleo de medios anticonceptivos puede prevenir muertes prematuras de mujeres,
ocasionadas por embarazos no deseados. Las planificaciones óptimas de maternidad
contribuirán también a la supervivencia de los niños.
Aun en los casos en que los grupos políticos, religiosos u otros se opongan al uso de
los medios anticonceptivos, las mujeres deben tener el derecho personal de optar por
usarlos.
La Asociación Médica Mundial estipula que todas las mujeres deben tener la
posibilidad de optar por el control de la fertilidad por elección, antes que por azar. La
Asociación Médica Mundial postula además que la mujer tiene el derecho, al margen de la
nacionalidad, de su posición social o credo, a ejercer su elección personal con respecto a
los medios de anticoncepción. La mujer debe tener acceso a todos los servicios médicos y
sociales necesarios que tengan relación con la planificación familiar.
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Resolución sobre la Consagración a los Principios


de las Normas Eticas de la Asociación Médica Mundial
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Se resuelve que:
1. La Asociación Médica Mundial se consagre a mantener altas las normas de la ética
médica, anunciadas en sus Declaraciones y Proposiciones, y exhorta a todos los
médicos a que se consagren en sus actividades profesionales a la observación más
escrupulosa de todos los principios mencionados, y
2. La Asociación Médica Mundial recomiende insistentemente a todas las
Asociaciones Médicas Nacionales a emprender programas y actividades necesarios
cuyo objetivo sea contribuir a difundir esos principios éticos, tanto entre los médicos
como en la sociedad en general, y asegurar que todos los médicos cumplan con ellos, y
Se resuelve, además, que la Asociación Médica Mundial recomiende insistentemente
a los funcionarios de los organismos gubernamentales correspondientes que respeten esos
principios y que trabajen con sus Asociaciones Médicas Nacionales para lograr los objetivos
planteados por esas elevadas normas de ética médica.
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Resolución
sobre el Comportamiento de los Médicos
frente al Problema del Trasplante de Organos
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1944

Dado que tiene un interés significativo la cantidad creciente de informes sobre


médicos que participan en el trasplante de órganos o tejidos humanos tomados de:
• los cuerpos de presos ejecutados al aplicárseles una sentencia de muerte sin haber
obtenido previamente su consentimiento o sin haberles dado una oportunidad de
rehusar; o
• los cuerpos de los minusválidos cuya muerte, según se supone, ha sido apresurada
para facilitar la extracción de sus órganos; o
• los cuerpos de gente pobre que ha accedido a separarse de sus órganos por razones
comerciales; o
• los cuerpos de niños pequeños secuestrados con ese propósito; y
Dado que en esos casos la participación de los médicos está en directa contravención
con las pautas enunciadas por la Asociación Médica Mundial en su Declaración sobre
Trasplante de Organos Humanos, adoptada en Octubre de 1987;
Se resuelve por lo tanto que la Asociación Médica Mundial ratifique solemnemente
esas pautas y que convoque a todas las asociaciones médicas nacionales a mantenerlas, y
en caso de infracción de dichas pautas, castigar severamente a los médicos
comprometidos.

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Proposición
sobre la Etica Médica en Situaciones de Catástrofe
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

1. A los efectos de este documento, la definición de catástrofe se concentra en los


aspectos médicos.
Una catástrofe es el surgimiento súbito de una situación nefasta, generalmente repentina y
violenta, que trae como consecuencia un daño material sustancial, un desplazamiento
considerable de gente y/o una gran cantidad de víctimas y/o una desintegración significativa
de la sociedad, o una combinación de esas circunstancias. En ese contexto, la definición
excluye situaciones que surgen como resultado de conflictos y guerras, sean internacionales
o internas, que originan otros problemas además de los que consideramos en este texto.
Desde un punto de vista médico, las situaciones de desastre se caracterizan por un
desequilibrio imprevisto y agudo entre la capacidad y los recursos de la profesión médica, y
las necesidades de las víctimas o de la población cuya salud está amenazada durante un
cierto período de tiempo.

2. Las catástrofes, ya sean naturales (por ej. terremotos), tecnológicas (por ej. accidentes
nucleares o químicos) o accidentales (por ej. descarrilamiento de trenes), tienen
características que originan problemas particulares:
a) su surgimiento súbito, que demanda una rápida acción;
b) la inadecuación de los recursos médicos, que están destinados a circunstancias
normales: la gran cantidad de víctimas significa que los recursos disponibles tienen
que ser usados con más eficiencia, a fin de salvar la mayor cantidad de vidas
posible;
c) los daños materiales o naturales dificultan el acceso hacia las víctimas o lo vuelven
peligroso;
d) efectos adversos producidos sobre las condiciones de la salud, debidos a la
polución y a los riesgos de epidemias;
De modo que los desastres exigen una reacción multifacética que implica muchos tipos
diferentes de ayuda, que van desde el transporte y la provisión de alimentos hasta los
servicios médicos, todo eso sobre un fondo de seguridad esmerada (policía, bomberos,
ejército,....). Esas operaciones requieren disponer de una autoridad efectiva y
autorizada que coordine los esfuerzos públicos y privados. Los equipos de rescate y los
médicos se enfrentan con una situación excepcional, en la cual su ética individual debe
armonizar en cierto modo con los requerimientos éticos de la comunidad en semejante
situación emocionalmente exacerbada.
Las reglas éticas definidas y enseñadas de antemano deben complementar la ética
individual de los médicos.
Los recursos médicos inadecuados y/o inconexos in situ, por una parte, y una gran

versas condiciones de salud. La selección es una actividad médica que prioriza el
tratamiento y la ayuda prestada sobre la base de un diagnóstico hecho y un
pronóstico formulado. La supervivencia del paciente dependerá de la selección.
Esta debe llevarse a cabo rápidamente, teniendo en cuenta las necesidades
médicas, las capacidades de intervención médica y los recursos disponibles. Los
actos vitales de reanimación pueden llevarse a cabo al mismo tiempo que la
selección.
• La selección debe confiarse a un médico competente y autorizado, ayudado por un
personal calificado.
• El médico debe separar a las víctimas de la siguiente manera:
a) las víctimas que pueden ser salvadas, pero cuyas vidas corren peligro inminente, y
que requieren tratamiento inmediato o prioritario, dentro de las próximas horas;
b) las víctimas cuyas vidas no están en peligro inmediato y que necesitan una
atención médica urgente, pero no inmediata;
c) las personas heridas que requieren sólo un tratamiento menor, que pueden ser
atendidas más tarde o por trabajadores auxiliares;
d) víctimas psicológicamente traumatizadas que necesitan ser tranquilizadas, que no
pueden ser atendidas individualmente pero que necesitan que las apacigüen o que
les den un sedante si están seriamente perturbadas;
e) víctimas cuyo estado excede los recursos terapéuticos disponibles, que sufren
daños extremadamente graves tales como irradiación o quemaduras de tal grado y
magnitud que no pueden ser salvadas en las circunstancias específicas de tiempo
y lugar, o casos quirúrgicamente complejos que requieren una operación
particularmente delicada que necesitaría demasiado tiempo, obligando por lo tanto
al médico a tomar una decisión entre ellos y otros pacientes. Por esos motivos,
todas esas víctimas pueden clasificarse como casos "más allá de la atención de
emergencia". La decisión de "abandonar a una persona herida" a causa de las
prioridades dictadas por la situación de catástrofe no puede significar "no auxiliar a
una persona que se encuentra en peligro mortal". Esto se justifica si se intenta
salvar la máxima cantidad de víctimas.
f) Puesto que los casos pueden evolucionar y así cambiar de categoría, es
importante que la situación se vuelva a reevaluar regularmente por el profesional a
cargo de la selección.
• Desde el punto de vista ético, el problema de la selección y la actitud que debe
adoptarse con respecto a las víctimas que se encuentran más allá de la atención
de emergencia, encuadra en el marco de la asignación de medios inmediatamente
disponibles en circunstancias excepcionales y más allá del control humano. Para
un médico no es ético obstinarse, a toda costa, en mantener la vida de un paciente
más allá de toda esperanza, gastando de esa manera inútilmente los escasos
recursos que se necesitan en otra parte. Sin embargo, el médico debe mostrar
compasión por sus pacientes y respeto por la dignidad de sus vidas separándolos
de otros, por ejemplo, y administrándoles los analgésicos y sedantes
correspondientes.
• El médico debe obrar de acuerdo con su conciencia, considerando los medios
disponibles. Debe procurar establecer un orden de prioridades para el tratamiento
que salve a la mayor cantidad de casos graves que tengan una probabilidad de
recuperación, y restrinja al mínimo la morbilidad, aceptando al mismo tiempo los
límites impuestos por las circunstancias.
El médico debe prestar especial atención al hecho de que los niños pueden tener
necesidades particulares.

4. Relaciones con las víctimas


a) El tipo de atención prestado a las víctimas será una asistencia médica de primeros
auxilios y de emergencia. En el caso de una catástrofe, los médicos deben proveer
asistencia médica a todas las víctimas indiscriminadamente sin esperar un pedido
de ayuda.
b) Al seleccionar a los pacientes que pueden ser salvados, el médico debe considerar
solamente su condición de emergencia, y debe excluir toda otra consideración
basada en criterios no médicos.
c) Las relaciones con las víctimas están determinadas por la asistencia médica de
primeros auxilios y la necesidad de proteger los supremos intereses del paciente,
obteniendo en lo posible su conformidad en situaciones de emergencia. Sin
embargo, el médico debe tener en cuenta las particularidades culturales de la
población y obrar conforme a los requerimientos de esa situación. Debe regirse con
el concepto de ayuda óptima que incluye tanto el auxilio técnico como el sostén
emocional, destinados a salvar la máxima cantidad de vidas y reducir al mínimo la
morbilidad.
d) Las relaciones con las víctimas también comprenden aspectos relacionados con
las condolencias expresadas por la pérdida de una vida, que (aparte de los actos
médicos técnicos) reconocen y apoyan la angustia de las personas. Esto implica
respetar la dignidad y la moral de las víctimas y de sus familias, y prestar ayuda a
los sobrevivientes.
e) El médico debe respetar las costumbres, ritos y religiones de las víctimas y actuar
con la mayor imparcialidad posible.
f) En lo posible, se informará al médico para que éste haga el estudio
correspondiente cuando se encuentren dificultades y haya problemas con la
identificación de las víctimas.

5. Relaciones con terceros


El médico tiene el deber, con respecto a cada paciente, de ejercer la discreción y
asegurar el secreto profesional cuando trata con los medios y con terceros, ser
cauteloso y objetivo, y actuar con dignidad con respecto a la atmósfera emocional y
política que rodea las situaciones de catástrofe.

6. Deberes del personal paramédico


Los principios éticos que se aplican a los médicos también se refieren al personal que
trabaja bajo su dirección.
7. Capacitación
La Asociación Médica Mundial recomienda que la capacitación médica sobre
catástrofes se incluya en los programas universitarios y en los cursos de posgrado de
medicina.

8. Responsabilidad
La Asociación Médica Mundial convoca a los Estados miembros y a las compañías de
seguros a establecer una forma de responsabilidad disminuida o de responsabilidad
sin inconducta, para cubrir obligaciones civiles y cualquier daño personal que se
infiera a los médicos que trabajan en situaciones de desastre o emergencia.
La Asociación Médica Mundial requiere que los gobiernos:
a) presten asistencia y atención a los médicos extranjeros y acepten su actuación, su
presentación y su ayuda (por ej. la Cruz Roja, Creciente Rojo) sin discriminación
por razones de raza, religión, etc.
b) Den prioridad a la prestación de servicios médicos y no a las visitas de dignatarios.

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ASOCIACION MEDICA MUNDIAL
ASOCIACION MEDICA MUNDIAL

En julio de 1945 tuvo lugar en Londres una conferencia informal de médicos de


varios países en la cual se planificó la creación de una organización médica internacional en
lugar de "L´Association Professionelle des Médecins" que había sido fundada en l926 con
23 países miembros pero que cesó de funcionar al iniciarse la Segunda Guerra Mundial. El
nuevo órgano se denominó Asociación Médica Mundial.
El 18 de setiembre de l947 los delegados de 27 asociaciones médicas nacionales se
reunieron en Ginebra en la Primera Asamblea General de la AMM y acordaron la
constitución y los estatutos de una "confederación de las asociaciones médicas más
representativas de todos los países".
Al año siguiente la Comisión Ejecutiva (conocida hoy como Consejo) reconoció a la
ciudad de Nueva York como la mejor sede para su Secretaría y, en julio de l964, la AMM fue
registrada según la legislación del Estado de Nueva York como organización científica y
educativa, sin fines de lucro, exenta por lo tanto del pago de impuestos. Posteriormente, por
razones de economía y para facilitar los contactos con otras organizaciones de la salud
ubicadas en Suiza, se trasladó la Secretaría a Ferney-Voltaire en Francia, en las
proximidades de Ginebra. Allí se encuentran desde l974 los órganos administrativos de la
AMM, aunque ésta sigue incorporada legalmente en el Estado de Nueva York y goza de las
mismas ventajas.
Es frecuente que confundan la Asociación Médica Mundial (AMM) con la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien ambos organismos tratan de problemas
internacionales de la salud, la OMS es un órgano de la ONU y es financiada por los
gobiernos, que son políticos en esencia, de modo que está sujeta inevitablemente a
influencias políticas. En cambio la AMM (WMA) está formada y financiada por asociaciones
médicas nacionales, voluntarias, que a su vez representan a más de un millón de médicos
de todo el mundo que han jurado poner los intereses de sus pacientes en primer lugar,
luchar por mejorar el sistema de atención de la salud para todos, al margen de razas,
credos, convicciones políticas o condiciones sociales. La AMM, apolítica en esencia, abarca
una gran cantidad de miembros que hablan diversas lenguas, pertenecen a distintas
culturas y practican distintos sistemas de salud, pero comparten los mismos ideales y son
sólo responsables ante sus pacientes .
La gente se pregunta de qué se ocupa la AMM. Su misión consistió siempre en crear
un foro libre, abierto, para una discusión franca, no de problemas clínicos, sino de
cuestiones de ética médica de educación médica, asuntos médico-sociales y de la salud en
general. De esa manera se puede alcanzar un consenso internacional sobre cuestiones
controvertibles y dar, sobre esa base, recomendaciones a los médicos en casos de duda
sobre el curso correcto de las acciones que se deben seguir. Si bien la AMM goza de gran
autoridad, pues representa la opinión de muchos expertos de todas las regiones del mundo,
no tiene poder real ni aspira a tenerlo. Sin embargo, sus declaraciones y proposiciones
elaboradas durante años han constituido un gran aporte para los debates nacionales e
internacionales. Esta publicación, editada por el Consejo, constituye una compilación de
documentos de la AMM sobre diversas cuestiones. Algunas de las declaraciones que
contiene han debido ser revisadas a la luz de nuevos conocimientos o para mejorar el léxico
algo extraño, inevitable cuando personas de idiomas diferentes deliberan entre ellas.
Algunos documentos se están reelaborando en este momento y no hay duda de que otros
más sufrirán los cambios necesarios cuando lo requieran las circunstancias. Los materiales
reunidos en este folleto comprueban que la AMM, lejos de estar muerta, ser fósil o
monolítica, está muy viva, en evolución constante, y es única en cuanto órgano internacional
que protege los intereses del paciente contra los constantes intentos de socavar la prioridad
de sus derechos.

The World Medical Association A. Wynen, Secretario General


28 Avenue des Alpes A.Orozco, Director Ejecutivo
01210 Ferney-Voltaire France C.A.S.Wink, Editor Ejecutivo,WMJ
Mayo, 1985 W.Burkart, Co-Editor, WMJ
Declaración de Ginebra
Adoptada por la Asamblea General de la AMM, Ginebra, Suiza, Setiembre 1948
y enmendada por
la 22a Asamblea Mundial, Sidney, Australia, 1968
y la 35aAsamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y la 46a Asamblea General de AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Al integrarme como miembro de la comunidad médica, juro solemnemente:


• consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
• tratar con respeto y gratitud a mis maestros;
• cumplir mi deber profesional a conciencia y con dignidad;
• preocuparme ante todo por la salud de mis pacientes;
• guardar los secretos que me fueran confiados por el paciente, aun después de su
muerte;
• mantener por todos los medios que estén a mi alcance, el honor y las nobles
tradiciones de la profesión médica;
• tratar a mis colegas como hermanos;
• no permitir que circunstancias vinculadas con la edad, el estado de salud, el credo, el
origen étnico, el sexo, la nacionalidad, las convicciones políticas, la orientación sexual o
la posición ™·†4°® ËY :mpidan el cumplimiento de mi deber para con el paciente;
• mantener el mayor respeto por la vida humana desde sus comienzos, aun bajo
amenazas, y no utilizar los conocimientos médicos en contra de las leyes de la
humanidad;
• hago estas solemnes promesas libremente, y juro cumplirlas por mi honor.

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Doce Principios para la Atención de la Salud


en Cualquier Sistema Nacional de Salud
Adoptados por la 17a Asamblea Médica Mundial,Nueva York, U.S:A:,l963
y enmendados por
la 35a Asamblea Médica Mundial ,Venecia, Italia Octubre 1983

Preámbulo
La atención médica se organiza en el mundo de las maneras más diversas, con la
mayor independencia y libertad, hasta llegar a los servicios médicos organizados
exclusivamente y en forma completa por el Estado. Sería imposible describir en detalle
todos los sistemas, pero se puede decir que, mientras algunos países ayudan sólo en casos
de necesidad extrema, otros poseen un sistema de seguro de salud, y otros han ido más
allá, organizando un sistema completo de atención médica. La iniciativa personal se asocia
en diversos grados con la política y la acción gubernamentales, hecho que diversifica aun
más los modos de proveer asistencia médica.
Lo ideal, por cierto, en ese campo, es "proveer la asistencia médica más actualizada,
respetando plenamente los derechos tanto del médico como del paciente".
Pero esa formulación es demasiado imprecisa para poder aplicarla en los problemas
diarios que surgen en el trabajo de los distintos sistemas nacionales (que existen al margen
de que nos gusten o no). La AMM tiene el deber de salvaguardar los principios básicos de la
actividad médica y defender la libertad de la profesión médica. No puede esperarse por lo
tanto de la AMM que emita juicios precisos sobre los diferentes sistemas, pero es su deber
prioritario decidir, en la medida en que le sea posible, cuáles son las condiciones para que
la profesión médica pueda colaborar con los servicios de salud estatales.

Principios
XIII. En cualquier sistema de salud las condiciones de la práctica médica deben
determinarse en consulta con los representantes de las organizaciones de médicos.
XIV. Cualquier sistema de salud debe permitir al paciente que consulte al médico de su
elección, y al médico, que elija y trate a sus pacientes sin que éstos sufran influencias
extrañas. El principio de la libre elección debe observarse también en los casos en que
el tratamiento se imparte parcial o totalmente en los centros asistenciales. Los médicos
tienen el deber profesional y ético ineludible de atender a un paciente en una
emergencia.
XV. Cualquier sistema asistencial de salud debe estar abierto a todos los médicos
graduados. Ni los médicos en su conjunto, ni ningún médico en particular, deben verse
obligados a participar en el sistema de salud si así no lo desean.
XVI. El médico debe ser libre de ejercer su profesión donde lo desee y delimitar su
práctica al dominio en el que se especializa. Dado que deben satisfacerse las
necesidades médicas de todo el país, el ejercicio de la profesión debe tender, donde
sea posible , a orientar a los médicos jóvenes a las zonas en que sean más necesarios.
En los casos en que esas zonas sean menos favorables que otras, se incentivará a los
profesionales adecuadamente de modo que tengan un equipamiento satisfactorio y un
nivel de vida acorde a sus responsabilidades profesionales.
XVII. La profesión médica debe ser adecuadamente representada en todos los órganos
oficiales que tratan de los problemas de la salud o de la enfermedad.
XVIII. Todos aquéllos que colaboran en cualquier etapa de la terapia del paciente o en su
control deben reconocer y observar el carácter confidencial de la relación médico-
paciente. Las autoridades deben considerarlo debidamente.
XIX. Debe garantizarse la independencia moral, económica y profesional del médico.
XX. Si en un sistema de salud la remuneración por los servicios médicos no se fija por un
acuerdo directo entre médico y paciente, las autoridades correspondientes deberán
compensar al profesional.
XXI. La remuneración por los servicios médicos debe tener en cuenta los servicios
prestados y no debe depender enteramente de la situación financiera de las
autoridades proveedoras ni de una decisión gubernamental unilateral y debe ser
aceptable para la entidad que representa a la profesión médica.
XXII. La revisión de los servicios médicos a los efectos de la garantía de calidad o en
cuanto al uso de los servicios prestados, en cantidad, orden y costo, debe ser realizada
solamente por médicos y referida a estándares locales o regionales más que a normas
nacionales.
XXIII. En nombre del supremo interés del paciente, no se debe restringir al médico su
derecho a prescribir medicamentos o cualquier otra medida terapéutica que
corresponda a los estándares médicos corrientes.
XXIV. Debe alentarse toda actividad del médico, orientada a profundizar sus conocimientos
y elevar el nivel de su status profesional.

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Código Internacional de Etica Médica


Adoptado por la 3a Asamblea General de la Asociación Médica Mundial
Londres, Inglaterra, Octubre l949,enmendado por
la 22a Asamblea Médica Mundial, Sydney, Australia, ,Agosto l968
y la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre l983

Deberes generales de los médicos


Un médico debe mantener los estándares más elevados en su conducta profesional.
Un médico no debe permitir que motivos de lucro influyan en el ejercicio libre e
independiente de su juicio profesional en interés de los pacientes.
Un médico debe, cualquiera sea el tipo de práctica médica, consagrarse a proveer una
asistencia competente, con plena independencia técnica y moral y con compasión y respeto
por la dignidad humana.
Un médico debe ser honesto con pacientes y colegas, debe luchar con los defectos
personales y profesionales de otros médicos, y desenmascarar a los que incurran en fraude
y engaño.

Las siguientes prácticas se consideran no éticas:


c) La auto-publicidad hecha por el médico, a menos que lo permitan las leyes del país y el
código de ética de la Asociación Médica Nacional.
s descubrimientos, nuevas técnicas o métodos
terapéuticos a través de canales no profesionales.
El médico debe certificar solamente lo que ha verificado personalmente.

Deberes del médico para con los enfermos


El médico debe tener siempre presente la obligación de preservar la vida humana.
El médico debe a sus pacientes total lealtad y los recursos de su ciencia. En el caso
de que un examen o un tratamiento estén más allá de la capacidad del médico, éste debe
acudir a otro profesional que tenga la capacidad necesaria.
El médico debe guardar el secreto absoluto de todo lo que conoce acerca de su
paciente, aun después que éste haya muerto.
El médico debe prestar una ayuda de emergencia como deber humanitario si no tiene
la seguridad de que otros quieran y puedan prestar esa asistencia.

Deberes del médico para con sus colegas


El médico debe comportarse con sus colegas como él quisiera que ellos se
comportaran con él.
El médico no debe sustraer pacientes a sus colegas.
El médico debe observar los principios de la "Declaración de Ginebra", aprobados por
la Asociación Médica Mundial.

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Reglamentación en Tiempos de Conflicto Armado


Adoptada por la 10a Asamblea Médica Mundial, La Habana, Cuba, Octubre 1956
compilada por
la 11a Asamblea Médica Mundial, Estambul, Turquía, Octubre 1957
y enmendada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

Reglamentación en Tiempos de Conflicto Armado


3. La Etica Médica en tiempos de conflicto armado es idéntica a la ética médica en
tiempos de paz como lo ha establecido el Código Internacional de Etica Médica de la
Asociación Médica Mundial. La obligación principal del médico es su deber profesional;
al desempeñar su deber profesional, el médico se guiará ante todo por su conciencia.
4. La misión principal de la profesión médica es preservar la salud y salvar la vida. De ahí
que se considere no ético que un médico:
d) dé consejos o aplique procedimientos profilácticos, diagnósticos o terapéuticos
que no justifiquen los intereses del paciente;
e) debilite la salud física o mental del ser humano sin justificación terapéutica;
f) emplee conocimientos científicos poniendo en peligro la salud o la vida de una
persona.
7. Los experimentos con seres humanos en tiempos de conflicto armado están sujetos al
mismo código que en tiempos de paz; se prohíben estrictamente realizarlos sobre
personas privadas de libertad, en particular sobre los prisioneros civiles o militares y la
población de los países ocupados.
8. En las emergencias, el médico debe prestar la asistencia requerida en forma imparcial
y sin consideración de sexo, raza, nacionalidad, religión, afiliación política o cualquier
otro criterio similar. Esa asistencia médica debe prestarse todo el tiempo que sea
necesario y conveniente.
9. El médico debe guardar el secreto profesional en el ejercicio de su actividad.
10. Los privilegios y beneficios otorgados al médico nunca deben usarse con fines no
profesionales.
Reglamentación referida a la asistencia a enfermos y heridos, en particular en tiempos de
conflicto.
B.
3. Cualesquiera sean las circunstancias, toda persona, militar o civil, debe recibir la
asistencia que requiera, sin consideración de sexo, raza, nacionalidad, religión afiliación
política o cualquier otro criterio.
4. Se prohibe la aplicación de cualquier procedimiento en detrimento de la salud o
integridad física o mental del ser humano, a menos que se lo pueda justificar
terapéuticamente.
C.
5. En las emergencias, los médicos y el personal médico auxiliar deben prestar servicio
inmediato empleando todas las posibilidades disponibles. No debe hacerse distinción
alguna entre pacientes, salvo la que justifique la urgencia médica.
6. Se brindará la protección necesaria a los integrantes de la profesión médica y auxiliar
para que puedan desempeñar libremente sus actividades profesionales. Se les debe
proporcionar la asistencia necesaria para que cumplan con sus responsabilidades.
Debe concedérseles libre acceso a cualquier sitio en el que se requiera su ayuda. El
personal médico debe disponer de una total independencia profesional.
7. En ningún caso debe considerarse como un delito el cumplimiento de los deberes y
responsabilidades médicos. El médico nunca debe ser enjuiciado por guardar el secreto
profesional.
8. Al encontrarse en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales, los médicos y el
personal auxiliar deben estar identificados por el emblema distintivo de una serpiente
roja y un cayado sobre fondo blanco. Se controlará el uso de este emblema por medio
de una reglamentación especial.

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Declaración de Helsinki
Recomendaciones para los Médicos
que realizan Investigaciones Biomédicas en Seres Humanos
Adoptada por la 18a Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, Junio 1964,
enmendada por
la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, Octubre 1975,
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983,
y la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Introducción
La misión del médico es salvaguardar la salud de la gente. Sus conocimientos y su
conciencia están consagrados al cumplimiento de esa misión.
La Declaración de Ginebra de la AMM compromete al médico con las palabras "La
salud de mi paciente será mi primera preocupación" y el Código Internacional de la Etica
Médica declara que "El médico debe obrar guiado solamente por el interés del paciente
cuando proporciona asistencia médica que pueda tener el efecto de debilitar las condiciones
físicas y mentales del paciente".
Los fines de las investigaciones biomédicas en los seres humanos deben ser
perfeccionar los métodos de diagnóstico, terapéuticos y profilácticos, y también comprender
la etiología y lapatogénesis de las enfermedades.
En la práctica médica corriente, la mayoría de los métodos diagnósticos, terapéuticos
y profilácticos entraña riesgos. Esto se refiere en particular a la investigación biomédica.
El desarrollo de la medicina está basado en investigaciones que en última instancia
deben descansar en parte en experimentaciones que se llevan a cabo en seres humanos.
En el campo de la investigación biomédica debe hacerse una distinción fundamental
entre las investigaciones médicas, cuyos objetivos tienen un significado diagnóstico y
terapéutico importante para el paciente, y aquellas investigaciones médicas cuyo objetivo es
puramente científico, sin un valor diagnóstico o terapéutico para la persona sujeta a
experimentación.
Debe observarse especial cuidado en la conducción de investigaciones que puedan
afectar el medio ambiente, y además es necesario tomar en cuenta el bienestar de los
animales utilizados para la investigación.
La Asociación Médica Mundial ha preparado las siguientes recomendaciones a título
de guía para todo médico que realice investigaciones biomédicas en el ser humano, dado
que es muy importante que los resultados de las investigaciones de laboratorio sean útiles
para los hombres, para indagaciones científicas ulteriores y a fin de que puedan ser
utilizados para aliviar el sufrimiento humano. Esas recomendaciones deben ser revisadas en
el futuro. Debe destacarse que los estándares elaborados sirven solamente como una guía
para los médicos de todo el mundo. Los médicos no quedan liberados de las
responsabilidades criminal, civil y ética de acuerdo con las leyes de sus países.

II. Principios básicos


13. Las investigaciones biomédicas realizadas en seres humanos deben obedecer a
principios científicos de uso general, y deben basarse en experimentos de laboratorio,
esmeradamente realizados, experimentos en animales y un conocimiento cabal de la
literatura científica.
14. La planificación y la ejecución de cada procedimiento experimental en seres humanos
deben ser claramente formuladas en un protocolo del experimento. Dicho protocolo
debe ser entregado a una comisión especialmente designada para su examen, reseña,
y asesoramiento. Esa comisión debe ser independiente del investigador y del sponsor,
garantizándose que cumpla con la legislación y las normas del país en el cual se lleva a
cabo la investigación.
15. Las investigaciones biomédicas en el ser humano deben realizarlas solamente un
personal científico calificado, bajo la observación de un médico clínicamente
competente. La responsabilidad por el sujeto de experimentación siempre recae sobre
el médico y en ningún caso en el sujeto partícipe del experimento, aun cuando éste
haya dado su conformidad.
16. Las investigaciones biomédicas realizadas en el ser humano no pueden considerarse
legítimas si la importancia del objetivo no está en proporción con el riesgo que corre el
sujeto.
17. Antes de cada investigación biomédica que afecte a seres humanos, debe realizarse
una esmerada evaluación del riesgo posible y de los previsibles beneficios para el
sujeto del experimento y para otras personas. Siempre deben prevalecer los intereses
del partícipe del experimento sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad.
18. Debe respetarse siempre el derecho que tiene el sujeto del experimento a proteger su
integridad. Se tomarán todas las precauciones necesarias para respetar el secreto del
partícipe del experimento y minimizar el efecto que pueda producir el estudio realizado
en su integridad física y mental y en su personalidad.
19. Los médicos deben abstenerse de realizar proyectos de investigación que
comprometan al ser humano, si consideran que no se pueden prever los riesgos
vinculados con dichas investigaciones. Deben interrumpir cualquier investigación si se
pone en evidencia que los riesgos superan a los beneficios.
20. Al publicar los resultados de su investigación, el médico debe garantizar la exactitud de
los mismos. No deberán aceptarse para su publicación los informes sobre
experimentos que no cumplan con los principios expuestos en la presente Declaración.
21. En toda investigación en seres humanos, se debe informar debidamente al sujeto
potencial sobre los fines, los métodos, los beneficios previstos y los riesgos potenciales
que implica el estudio y las molestias que pueda entrañar. Se debe informar a los
sujetos de experimentación que tienen el derecho de abstenerse de intervenir en el
estudio y que son libres de interrumpir su participación en cualquier momento. Luego,
el médico debe obtener el consentimiento voluntario informado del sujeto,
preferentemente por escrito.
22. Al obtener el consentimiento informado para el proyecto de investigación, el médico
debe ser particularmente cauto si el sujeto tiene una relación de dependencia con él o
si consiente bajo presión. En tal caso, el consentimiento informado lo debe obtener un
médico que no participa de la investigación y que es completamente independiente de
la relación médico-paciente.

23. En caso de una incompetencia legal, el consentimiento informado debe ser obtenido
del tutor legal, de acuerdo con la legislación nacional. Cuando la incapacidad física o
mental hace imposible la obtención del consentimiento informado, o cuando el sujeto es
un menor, el permiso de los parientes responsables reemplaza al del sujeto, de
acuerdo con la legislación nacional. En los casos en que el menor esté en condiciones
de dar el consentimiento, debe requerírselo como complemento del consentimiento de
su tutor legal.
24. El protocolo de la investigación debe contener siempre la manifestación de las
consideraciones éticas pertinentes y debe indicar que se cumplen los principios
enunciados en la presente declaración.

III. Investigación médica combinada con la atención profesional (investigación clínica)


7. El médico debe ser libre de usar nuevos recursos diagnósticos y terapéuticos para el
tratamiento del enfermo, si a su juicio ofrecen la esperanza de salvar la vida,
restableciendo la salud o aliviando los sufrimientos.
8. Los beneficios, riesgos e incomodidadepO‡ ˆ j
’es de un nuevo método deben compararse con las ventajas de los mejores métodos
diagnósticos y terapéuticos corrientes.
9. En todo estudio médico, se le debe garantizar a los pacientes, incluso a los del grupo
de control, si los hay, el mejor método diagnóstico y terapéutico verificado.
10. La negativa del paciente a participar en un estudio nunca debe interferir con la relación
médico-paciente.
11. Si el médico considera que conviene no recurrir al consentimiento informado, la
fundamentación de esa propuesta debe ser expresada en el protocolo experimental y
transmitida a una comisión independiente para su consideración. (Véase I.2).
12. Para obtener nuevos conocimientos, el médico puede combinar la práctica profesional
con la investigación, pero sólo en la medida en que los resultados diagnósticos y
terapéuticos potenciales tengan valor para el paciente.

IV. Investigación biomédica no terapéutica en seres humanos (investigación biomédica no


clínica)
5. En la realización puramente científica de la investigación médica en seres humanos, el
deber del médico es garantizar la vida y la salud de la persona, objeto de la
investigación biomédica.
6. La investigación debe realizarse con voluntarios que sean personas sanas o pacientes
para quienes el proyecto experimental no esté relacionado con su enfermedad.
7. El investigador o el equipo de investigación debe interrumpir la experimentación si - a
su juicio - de ser continuada podría perjudicar a la persona.
8. En las investigaciones realizadas en el hombre, los intereses de la ciencia y de la
sociedad no deben en ningún caso prevalecer sobre las consideraciones de bienestar
del sujeto del experimento.

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Recomendaciones
Referentes a la Atención Médica en Zonas Rurales
Adoptadas por la 18a Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, Junio 1964,
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

XIII. Las poblaciones rurales tienen el mismo derecho a recibir atención médica como la
gente que vive en zonas urbanas. Aunque puedan existir factores económicos y otros
que afecten la cantidad de servicios médicos disponibles en zonas rurales, no debería
haber diferencia en cuanto a su calidad. Deben realizarse constantes esfuerzos para
mejorar la calificación de todos aquéllos que prestan asistencia médica hasta alcanzar
el máximo nivel en el país.
XIV. Los estudios y análisis de los datos fácticos son útiles para las comunidades y
regiones rurales porque proveen información a los efectos de planificar y desarrollar los
servicios de salud adecuados en las zonas rurales.
XV. Los niveles educacional y socioeconómico en las comunidades rurales son
interdependientes. La educación sanitaria de la sociedad se logra con la máxima
eficiencia cuando las agencias, las organizaciones, los médicos y la comunidad
participan en el desarrollo y mantenimiento del más alto nivel en asistencia médica. Esa
unión puede intensificar mutuamente su eficacia.
XVI. Deben preservarse las relaciones médico-paciente en el desarrollo de los servicios de
salud en las zonas rurales.
XVII. Es deber del Estado asegurar que las condiciones de trabajo ofrecidas por el sistema
de salud pública sean suficientemente atractivas como para que los servicios de salud
rurales se desarrollen con la misma intensidad que en las zonas urbanas.
XVIII. Debe asegurarse una buena integración del programa y de las instalaciones
necesarias para la medicina preventiva y terapéutica y la educación sanitaria y médica
tanto en las zonas rurales como en las urbanas.
XIX. Deben aplicarse todos los esfuerzos para que solamente los médicos calificados
tengan la responsabilidad clínica definitiva en los servicios de salud tanto rurales como
urbanos. Puede emplearse personal auxiliar sólo temporariamente para cumplir con las
obligaciones de los médicos calificados. La cantidad de personal médico rural debe ser
adecuada y éste debe recibir la capacitación correspondiente a las necesidades de la
población rural. Sus conocimientos técnicos deben mantenerse al día.
XX. La capacitación del personal médico auxiliar, en particular enfermeras, enfermeros y
obstetras, debe corresponder al nivel cultural y educacional del país, a fin de que se
disponga de un número suficiente para las zonas rurales. La profesión médica debe
contribuir en lo posible a la educación básica, de posgrado y a la formación de cursos
de actualización para ese grupo.
XXI. Las enfermedades específicas de las zonas rurales requieren la cooperación de los
médicos con los especialistas en los dominios correspondientes.
XXII. La profesión médica debe proveer una dirección para la educación sanitaria de la
población rural. Es esencial que haya cooperación entre los médicos y la población
rural para alcanzar el máximo nivel posible en la educación sanitaria.
XXIII. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible para que los
médicos rurales ejerzan su profesión en condiciones no menos favorables que los
médicos urbanos.
XXIV. Las asociaciones médicas nacionales deben participar activamente en el desarrollo
de planes para mejorar las condiciones sanitarias en las zonas rurales.
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Proposición
sobre Planificación Familiar
Adoptada por la 21aAsamblea Médica Mundial, Madrid, España Setiembre l967
y la 23a Asamblea Médica Mundial, París, Francia, Junio, l969
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre,l983
6. La Asociación Médica Mundial aprueba la planificación de la familia y recomienda que
cada asociación médica nacional brinde educación y asistencia para la planificación
familiar.
7. El objetivo de la planificación familiar consiste en enriquecer la vida humana, no en
restringirla. La planificación familiar puede brindar mayores oportunidades a los
individuos para que desarrollen su potencial al máximo. Los padres deben tener los
conocimientos y los medios para planificar sus familias, y la oportunidad para decidir la
cantidad de hijos y cuándo han de nacer, como derecho humano básico.
8. La Asociación Médica Mundial brinda su cooperación a las organizaciones pertinentes
en los aspectos médicos de planificación familiar, ayudando en la selección de los
10.
y de la infancia" en los planes curriculares de todos los establecimientos de enseñanza
médica.
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Declaración de Sydney
Proposición sobre la Muerte
Adoptada por la 22a Asamblea Médica Mundial, Sydney, Australia, Agosto,l968
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial , Venecia, Italia, l983

3. En la mayoría de los países, la determinación de la hora de la muerte es


responsabilidad legal del médico y esa posición debe mantenerse. Por lo general, el
médico es capaz de decidir, sin ayuda especial, que una persona está muerta,
empleando los criterios clásicos conocidos por todos los médicos.
4. Sin embargo, dos aspectos de la medicina moderna obligan a estudiar más a fondo la
cuestión del momento de la muerte:
c) la posibilidad de mantener con medios artificiales la circulación de sangre
oxigenada a través de los tejidos del cuerpo, que pueden haber sido dañados
irreversiblemente y
d) la utilización de los órganos, tales como el corazón o los riñones, tomados del
muerto para su trasplante.
6. La complejidad consiste en que la muerte es un proceso gradual en el nivel de las
células, y la capacidad de los tejidos a resistir la carencia de oxígeno es variada. Pero
el interés clínico no reside en el estado de preservación de las células aisladas, sino en
la conservación de la vida humana. De aquí que la determinación de la muerte de las
distintas células y órganos no es tan importante como la certeza de que el proceso se
ha vuelto irreversible, cualesquiera sean las técnicas de reanimación que se empleen.
7. Es esencial determinar el cese irreversible de todas las funciones del cerebro, incluso
las del tronco cerebral. Esa determinación se basa en la evaluación clínica, confirmada,
si fuera necesario, por instrumental diagnóstico. Sin embargo, en el estado actual del
desarrollo de la medicina, no hay un criterio tecnológico único que sea enteramente
satisfactorio, ni tampoco un solo procedimiento tecnológico que pueda sustituir el
criterio global del médico. Si se trata del trasplante de un órgano, por lo menos dos
médicos deben determinar si ha sobrevenido la muerte, y los médicos que determinan
el momento de la muerte no deben en ningún caso tener relación directa con la
ejecución del trasplante.
8. La determinación del momento de la muerte vuelve éticamente admisible cesar los
intentos de reanimación y, en los países donde la ley lo permite, utilizar los órganos del
muerto, siempre que se hayan cumplido los requisitos legales respecto del
consentimiento.

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Declaración de Oslo
Proposición sobre el Aborto Terapéutico
Adoptada por la 24a Asamblea Médica Mundial ,Oslo, Noruega, Agosto l970
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial ,Venecia, Italia,1983

8. El primer principio ético que se requiere del médico es respetar la vida humana desde
su principio.
9. Las circunstancias que ponen los intereses vitales de la madre en conflicto con los
intereses vitales de su hijo nonato, crean un dilema y plantean el interrogante de si el
embarazo debiera ser deliberadamente interrumpido.
10. La diversidad de reacciones frente a esa situación resulta de la diversidad de actitudes
respecto de la vida de la criatura nonata. Es una cuestión de conciencia y convicciones
individuales que se debe respetar.
11. No le corresponde al gremio médico determinar las actitudes y normas de un estado o
comunidad particular en esa cuestión, pero es nuestro deber asegurar tanto la
protección de nuestros pacientes como salvaguardar los derechos del médico en la
sociedad.
12. Por lo tanto, si la ley permite el aborto terapéutico , deberá realizarlo un médico con la
correspondiente calificación, en condiciones aprobadas por las autoridades
competentes.
13. Si el médico considera que sus convicciones no le permiten prescribir o realizar un
aborto, él puede retirarse dejando asegurada la continuidad de la atención médica a
cargo de un colega calificado.
14. Si bien esta declaración ha sido aprobada por la Asamblea General de la Asociación
Médica Mundial, no debe considerársela obligatoria para una asociación miembro
individual, a menos que haya sido adoptada por dicha asociación miembro.

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Proposición
sobre el Uso de Computadoras en Medicina
Basada en la resolución adoptada por la 27a Asamblea Médica Mundial
Munich, República Federal Alemana, Octubre l973
y enmendada por
la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre l983

La Asociación Médica Mundial, habiendo tomado nota de los grandes logros y


ventajas que resultan del uso de las computadoras y del procesamiento electrónico de datos
en el campo de la salud, en especial en la atención de los pacientes y en epidemiología,
hace las siguientes recomendaciones:
5. Las asociaciones médicas nacionales deben adoptar las medidas necesarias para
garantizar el carácter privado, la confidencialidad y la seguridad de la información
referente a sus pacientes;
6. No se viola el carácter confidencial cuando se entrega o transfiere información médica
confidencial con fines de investigación científica, auditoría gerencial, auditoría
financiera, evaluaciones de programa o estudios similares, siempre que la información
entregada no identifique directa o indirectamente la individualidad de ningún paciente
en algún informe de esa investigación, auditoría o evaluación, ni revele de manera
alguna su identidad;
7. Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse a cualquier esfuerzo que se
haga para promulgar una legislación sobre procesamiento electrónico de datos que
ponga en peligro o socave el derecho del paciente a mantener su seguridad, y el
carácter privado y confidencial de su persona. Antes de que la información ingrese en
la computadora deben tomarse precauciones efectivas contra el uso no autorizado de
la retransmisión de los números de seguro social u otra información personal;
8. Los bancos médicos de datos nunca deben estar conectados con otros bancos
centrales de datos.

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Declaración de Tokio
Pautas para Médicos
Respecto de las Torturas y otras Formas de Trato o Castigo
Cruel, Inhumano o Degradante, en los Casos de Detención y Prisión
Adoptada por la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, Octubre 1975

Preámbulo
Es privilegio de los médicos practicar medicina al servicio de la humanidad, preservar
y restablecer la salud física y mental. Debe mantenerse el máximo respeto por la vida
humana aun bajo amenazas y no deben usarse conocimientos médicos contrarios a las
leyes de la humanidad. A los fines de esta Declaración, la tortura se define como un
sufrimiento físico o mental infligido deliberada, sistemática o arbitrariamente por una o más
personas que proceden por su cuenta o a las órdenes de alguna autoridad a fin de obligar a
que otra persona entregue información, haga una confesión, o a cualquier otro fin.

Declaración
7. En todas las situaciones, inclusive en los casos de conflicto armado y contienda civil, el
médico no debe admitir o tolerar la práctica de la tortura u otras formas de
procedimientos crueles, inhumanos o degradantes, ni participar de ellos, sea cual fuere
el crimen del que se sospecha, acusa o culpa a la víctima de esos procedimientos, y
cualesquiera sean las convicciones o motivaciones de la víctima.
8. El médico no debe proveer condiciones, instrumentos, sustancias o conocimientos que
faciliten la práctica de la tortura u otra forma de trato cruel, inhumano, o que disminuya
la capacidad de la víctima para resistir ese trato.
9. El médico no debe estar presente cuando se usen procedimientos durante los cuales
se apliquen torturas o se empleen otras formas de trato cruel, inhumano o degradante,
o se amenace con ellas.
10. El médico debe tener independencia clínica total para decidir acerca de la atención que
deba prestarse a una persona de quien él es profesionalmente responsable. La
obligación fundamental de un médico es aliviar el padecimiento de sus prójimos, y
ningún motivo personal, social o político debe prevalecer sobre este meta suprema.
11. Cuando un preso rechaza el alimento y el médico lo considera capaz de formarse un
juicio racional y no deformado sobre las consecuencias de ese rechazo voluntario de la
comida, no se lo deberá alimentar artificialmente. La decisión en cuanto a la capacidad
del preso para formarse un juicio de esa índole debe ser confirmada, aunque sea, por
otro facultativo independiente más. El médico explicará al preso las consecuencias de
su rechazo del alimento.
12. La Asociación Médica Mundial apoyará, y deberá alentar a la comunidad internacional,
a las Asociaciones Médicas Nacionales y a los colegas médicos a que apoyen al
médico y a su familia frente a las amenazas o represalias que reciba por negarse a
respaldar el uso de la tortura u otras formas de trato cruel, inhumano o degradante.

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Proposición
sobre el Uso y el Abuso de Drogas Psicotrópicas
Adoptada por la 29a Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón,Octubre 1975
y enmendada por la
35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983.

6. El uso de drogas psicotrópicas es un fenómeno social complejo, y no meramente un


problema médico.
7. En la sociedad existe una necesidad urgente de impartir una intensiva educación
pública no moralizante ni punitiva, y de desarrollar y demostrar alternativas prácticas al
uso de medicamentos. Los médicos deben participar en esos programas por ser
ciudadanos conscientes, poseedores de los conocimientos necesarios.
8. Teniendo el cuenta el peligro potencial del abuso y del empleo incorrecto de las drogas
psicotrópicas, los médicos deben prescribirlas tomando las máximas precauciones,
observando los estrictos criterios médicos que garanticen que la prescripción de los
medicamentos obedece a un diagnóstico exacto, a recomendaciones no
farmacológicas correspondientes, y requiere el uso cuidadoso de los preparados
farmacoterapéuticos exactos.
9. Los médicos deben aceptar la responsabilidad de recopilar y proveer información
fáctica referente a los riesgos que implica para la salud el uso no medicinal de todas las
sustancias psicotrópicas, el alcohol inclusive.
10. En cooperación con el gobierno y los órganos pertinentes, el gremio médico debe
asegurar que se difunda lo más posible esa información, en particular dentro de los
grupos etarios más proclives a experimentar con drogas. Esto permite contrarrestar la
presión intergrupal y otros factores que conducen al abuso, y permite también afirmar
para cada individuo el derecho de libre ejercicio de una opción personal consciente y la
correspondiente responsabilidad.

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Declaración de San Pablo


Proposición sobre Contaminación
Adoptada por la 30a Asamblea Médica Mundial, San Pablo, Brasil, Octubre 1976
y revisada por
la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984

Preámbulo
La Asociación Médica Mundial, después de considerar en su Conferencia Científica,
reunida en San Pablo en 1976, el problema de la contaminación ambiental, destaca la
importancia del equilibrio ecológico entre la gente y el medio ambiente y señala que a
medida que los países se desarrollan social y económicamente deben emprender las
acciones necesarias para mejorar la calidad del medio circundante. El problema de la
polución no sólo afecta la vitalidad y la belleza de la naturaleza, sino que constituye una
amenaza creciente para la salud de los seres humanos que la habitan. De modo que los
médicos deben desempeñar un papel fundamental en la prevención de enfermedades
originadas por la polución.

Definición
La polución ambiental puede definirse como el resultado de las acciones ejercidas por
los humanos, sea conscientemente o por negligencia o ignorancia, que degradan o
contaminan el ambiente natural.
Por ejemplo, disponer indiscriminadamente de los desechos químicos puede llevar a
una contaminación irreparable de las preciosas lapas acuíferas desde las que llega el agua,
tan esencial para la vida humana.
Algunos factores físicos adversos, la radiación ionizante y los productos químicos tales
como el cromo, el asbesto y los contenidos en el tabaco, están asociados con el origen del
cáncer y de otras enfermedades fatales o invalidantes, incluso pueden producir defectos
congénitos y de desarrollo entre los descendientes de las personas que han estado
expuestas a sus efectos nocivos. Ejercer el control sobre esos factores afectaría en forma
saludable la salud y la supervivencia del hombre. Por consiguiente, debe prestarse
fundamental atención a la eliminación de factores físicos nocivos en el hogar, en la escuela,
en los lugares de trabajo, y demás sitios.
Los agentes microbiológicos y químicos pueden ejercer una influencia perjudicial en la
salud de los trabajadores y de la población en general. Décadas de experiencia
documentada comprueban que los agentes microbiológicos pueden ser la causa de
enfermedades contagiosas. Los productos químicos pueden causar daños no transmisibles.
Las personas que trabajan en la producción y distribución de alimentos tienen la
responsabilidad de minimizar la exposición del consumidor no solamente a los agentes
microbiológicos nocivos, sino también a la influencia de los pesticidas, utilizados para
incrementar la cosecha, y de los aditivos peligrosos que se usan en la conservación de los
productos alimenticios.

Componentes del problema


Entre los aspectos específicos del problema de la contaminación, se pueden
mencionar los siguientes:
• La contaminación del aire con óxido de nitrógeno, oxidantes fotoquímicos,
hidrocarburos, dióxido de azufre, plomo y otras partículas que pueden producir
efectos patofisiológicos, nocivos en niños y adultos, y perjudicar equipos y
propiedades.
• La contaminación del agua, ocasionada por la descarga de residuos, sin el debido
tratamiento, y de los desechos agrícolas e industriales en las cuencas de agua. Esas
descargas contaminan el agua potable con virus, bacterias, y otros micro-
organismos infecciosos, productos químicos orgánicos e inorgánicos, y sustancias
radioactivas. La contaminación del agua trae también como consecuencia una
reducción de las oportunidades recreativas y de los recursos de pesca comercial.
• Los desechos sólidos que atraen a roedores e insectos en los depósitos de basura y
que contaminan el aire y el agua; esos desechos pueden liberar sustancias tóxicas
en el ambiente.
• Los niveles excesivos de sonido producido por fuentes industriales, sistemas de
transportes, sistemas de audio y otros medios, pueden ocasionar la pérdida auditiva
permanente, otros efectos patofisiológicos y alteraciones emocionales.

Responsabilidad de los médicos


Los médicos deben educar a la comunidad y alentar la elaboración y mantenimiento
de programas de protección ambiental.

Recomendación
Los médicos, individualmente, y las Asociaciones Médicas Nacionales, deben
emprender las acciones correspondientes para hacer efectiva la responsabilidad
mencionada.
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Resolución
sobre la Participación de los Médicos en la Pena Capital
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981

Se ha resuelto que la Asamblea de la Asociación Médica Mundial apruebe las


acciones del Secretario General que emitió el comunicado de prensa (1) en nombre de la
Asociación Médica Mundial condenando la participación del médico en la pena capital.
Se resolvió además que no es ético para los médicos participar en la ejecución de la
pena capital aunque eso no excluya que los médicos certifiquen la muerte.
Se resolvió también que la Comisión de Etica Médica mantenga estos temas bajo
constante control.
_______________

(1) Comunicado de Prensa de la AMM, Setiembre 11, 1981.


La Corte del Estado de Oklahoma ha decidido poner en ejecución la próxima semana la primera pena
de muerte por inyección intravenosa de una dosis letal de drogas. A pesar del método elegido por el
Estado para la aplicación de la pena de muerte, no debe requerirse la activa participación de ningún
médico en la ejecución de la condena. Los médicos están consagrados a proteger la vida. las
acciones de un verdugo no competen a la actividad de la medicina y no se requieren servicios
médicos para llevar a cabo la pena de muerte, aun si en ese procedimiento se utilizan agentes
farmacológicos o equipos que puedan usarse en otros casos en la práctica médica.
La única función del médico sería la de certificar la muerte una vez ejecutada por el Estado la pena
capital.
Dr.André Wynen, Secretario General

_______________

Declaración
sobre los Principios de la Atención de la Salud en la Medicina del Deporte
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981
y enmendada porla 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987
y la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

La AMM ha elaborado y recomienda las siguientes pautas éticas para los médicos a
fin de satisfacer las necesidades de los deportistas o atletas, teniendo en cuenta las
circunstancias especiales en las cuales se brinda la atención médica y ayuda sanitaria.
Por consiguiente:
3. El médico que atiende a los deportistas o atletas tiene la responsabilidad ética de
reconocer las exigencias físicas y psíquicas que requiere de ellos su participación en
las actividades deportivas.
4.
d) Si el deportista es un niño o un adolescente, el médico debe tomar en primera
consideración el crecimiento y la etapa de su desarrollo.
e) El médico debe garantizar que la etapa de crecimiento y desarrollo del niño, al igual
que sus condiciones generales de salud, puedan absorber los rigores del
entrenamiento y de competición, sin arriesgar el desarrollo físico o psíquico normal
del niño o adolescente.
f) El médico debe oponerse a cualquier actividad deportiva o atlética que no sea la
correspondiente a la etapa de crecimiento o desarrollo del niño o a las condiciones
generales de salud. El médico debe obrar en el supremo interés de la salud del niño
h) ngre.
i) Uso de drogas u otras sustancias, cualquiera sea su naturaleza y vía de
administración, incluso estimulantes o depresores del sistema nervioso central, y
procedimientos que modifiquen artificialmente los reflejos.
j) Alteraciones inducidas de la voluntad o del estado mental general.
k) Procedimientos para disimular el dolor u otros síntomas protectores, si se usan
para permitir que el deportista o atleta participe en actos, cuando las lesiones o
señales que los afectan hacen indeseable su participación.
l) Medidas que cambian artificialmente los rasgos correspondientes a su edad o
sexo.
m) Entrenamiento y participación en competiciones, si éstas son incompatibles con la
conservación del buen estado físico, la salud o la seguridad del individuo.
n) Medidas orientadas a un aumento o mantenimiento no natural de logros deportivos
durante la competición. El doping para mejorar el desempeño del atleta no es ético.
14. El médico debe informar al deportista o atleta, a los que responden por él, y a otras
partes interesadas, sobre las consecuencias de los procedimientos a los cuales él se
opone; debe prevenir contra su uso, atraer en su apoyo a otros médicos y a otras
organizaciones con el mismo fin, proteger al deportista o atleta contra presiones que
pudieran inducirlo a usar dichos métodos, y ayudar con su supervisión a controlar esos
procedimientos.
15. El médico tiene el deber de emitir su opinión objetiva sobre el estado físico, bueno o
malo, de los deportistas o atletas, con claridad y precisión, sin dejar dudas en cuanto a
sus conclusiones.
16. Durante las competiciones deportivas, sean éstas profesionales o no, es deber del
médico decidir si el deportista o atleta debe permanecer en el campo o volver a jugar.
Esta decisión no puede ser delegada a otros profesionales o a otras personas. En
ausencia del médico, esos individuos deben atenerse estrictamente a las instrucciones
que les haya impartido el médico, priorizando la salud y seguridad del deportista o
atleta y no el resultado de la competición.
17. El médico de deportes debe comprobar que su autoridad es plenamente reconocida y
respetada, para tener la posibilidad de cumplir con sus obligaciones éticas, sobre todo
si se trata de la salud, la seguridad y los intereses legales del deportista o del atleta,
factores que no deben ser menoscabados en favor de los intereses de terceras
personas, cualesquiera que éstas sean.
18. El médico de deportes debe procurar tener informado al médico personal del paciente
respecto de la asistencia que le brinda. Si fuera necesario, debe colaborar con el
médico personal para garantizar que el deportista o atleta no emprenda acciones que
deterioren su salud, y que no use técnicas potencialmente perjudiciales para mejorar
sus logros.
19. En la medicina del deporte, como en todas las otras ramas de la medicina, debe
observarse el secreto profesional. Debe protegerse la confidencialidad en la atención
médica brindada a los deportistas y atletas, en particular cuando éstos son
profesionales.
20. El médico de deportes no debe intervenir en ningún contrato que lo obligue a reservar
formas especiales de terapia sólo y exclusivamente para un deportista o atleta, o un
grupo de deportistas o atletas en particular.
21. Es de desear que los médicos de otros países, que acompañan al equipo de otro país,
gocen del derecho de cumplir con sus funciones específicas.
22. Es de desear la participación de un médico de deportes en la redacción de la
reglamentación deportiva.

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Declaración de Lisboa
sobre los Derechos del Paciente
Adoptada por la 34a Asamblea Médica Mundial, Lisboa, Portugal, Setiembre/Octubre 1981

Reconociendo que puede haber dificultades prácticas, éticas o legales, un médico


debe siempre obrar de acuerdo con su conciencia y siempre por el supremo interés del
paciente. La presente Declaración representa algunos derechos principales que la profesión
médica procura brindar a los pacientes. Cuando la legislación o el accionar del gobierno
niega esos derechos, los médicos deben procurar asegurarlos o restituirlos por los medios
correspondientes.
g) El paciente tiene derecho a elegir su médico libremente.
h) El paciente tiene derecho a ser atendido por un médico que pueda emitir libremente
juicios clínicos y éticos sin interferencias externas.
i) El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar un tratamiento, después de haber
recibido la información correspondiente.
j) El paciente tiene derecho a esperar que su médico respete el carácter confidencial de
sus datos médicos y personales.
k) El paciente tiene derecho a morir con dignidad.
l) El paciente tiene derecho a recibir o rechazar el consuelo moral y espiritual incluso la
asistencia de un sacerdote de una religión determinada.

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Declaración de Venecia
sobre Enfermedades Terminales
Adoptada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

4. El deber del médico es sanar y, cuando sea posible, aliviar el sufrimiento y proteger el
supremo interés del paciente.
5. No habrá excepción a ese principio aun en el caso de enfermedades incurables o de
malformación.
6. Ese principio no debe excluir la aplicación de las siguientes reglas:
d) El médico puede aliviar el padecimiento del paciente terminal absteniéndose de
aplicar el tratamiento, con consentimiento del paciente o de sus parientes más
próximos si éste no está en condiciones de expresar su voluntad. La abstención del
tratamiento no libera al médico de su obligación de asistir al agonizante y de darle
los tratamientos necesarios para mitigar la fase terminal de su enfermedad.
e) El médico debe abstenerse de utilizar medios extraordinarios que no aporten
beneficio comprobable al paciente.
f) Cuando los procesos de extinción de las funciones vitales del paciente se vuelven
irreversibles, el médico puede usar medios artificiales, necesarios para mantener la
actividad vital de los órganos destinados al transplante, obrando de conformidad
con las leyes del país o de acuerdo con el consentimiento formal obtenido de la
persona responsable y la certificación de la muerte o del cese irreversible de la
actividad vital. Esa certificación debe hacerla un médico que no esté relacionado
con la ejecución del transplante ni con el paciente a quien el transplante está
destinado. Dichos medios artificiales no los debe pagar el donante ni sus
familiares. Los médicos que tratan al donante deben ser enteramente
independientes de los médicos que atienden al receptor y del propio receptor.
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Recomendaciones
Referentes al Boxeo
Adoptadas por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983

El boxeo es un deporte peligroso. A diferencia de otros deportes, la intención principal


del boxeo consiste en producir daño corporal al adversario. El boxeo puede ocasionar la
muerte y tiene una incidencia alarmante en daños cerebrales crónicos. Por esta razón, la
Asociación Médica Mundial recomienda que se prohíba el boxeo.
Hasta lograr esa meta deben aplicarse al boxeo las siguientes recomendaciones:
6. Pedir a las Asociaciones Médicas Nacionales que alienten la confección de un
"Registro Nacional de Boxeadores" para todos los pugilistas aficionados y
profesionales, incluso las "parejas de entrenamiento", en sus países. Ese registro
tendría como función asentar los resultados de todos los encuentros legales, incluso los
knock-out técnicos, los knock-outs, y otras lesiones pugilísticas, y compilar los
protocolos de traumas y triunfos/derrotas para los púgiles individuales.
7. Solicitar a las AMN que planifiquen y realicen conferencias con la participación de los
miembros del gremio médico, representantes médicos de comisiones de boxeo
gubernamentales, y representantes de las organizaciones de boxeo profesional y
aficionado, para revisar los criterios necesarios para el examen físico de los
boxeadores, para determinar otras medidas médicas generales necesarias para
prevenir traumas cerebrales en ese deporte, y para desarrollar criterios específicos a
los fines de interrumpir una lucha por razones médicas.
8. Recomendar a todas las jurisdicciones pugilísticas que se autorice al médico del
cuadrilátero a interrumpir cualquier lucha en cualquier momento para examinar a un
contrincante y detener la lucha, según se indique, que pudiera, en la opinión del
médico, producir un serio trauma a cualquiera de los contrincantes.
9. Instar a las jurisdicciones pugilísticas a realizar frecuentes seminarios de capacitación
médica para todo el personal de boxeo.
10. Recomendar a todas las jurisdicciones pugilísticas que no se permitan encuentros de
boxeo profesional o aficionado si:
d) la competición se realiza en un lugar donde no se dispone de equipos
neuroquirúrgicos adecuados para prestar el tratamiento de emergencia
necesario a un boxeador lesionado;
e) si no se dispone junto al cuadrilátero de un equipo portátil de reanimación con
oxígeno con los tubos endotraqueales correspondientes;
f) si no está preparado un plan general de evacuación para trasladar a un púgil
gravemente lesionado a las instalaciones hospitalarias.
10. Informar a las autoridades pugilísticas que una competición de box sin control, con la
participación de boxeadores no matriculados, es una práctica sumamente peligrosa,
que puede traer como resultado serios traumas o la muerte de los participantes, y que
se la debe condenar.
11. Instar a las autoridades pugilísticas a adoptar el uso de equipos de seguridad tales
como colchonetas plásticas y postes esquineros acolchados, y fomentar el desarrollo
de los equipos de seguridad.
12. Instar a las autoridades pugilísticas a que extiendan las medidas de seguridad a las
parejas de entrenamiento.
13. Instar a las autoridades pugilísticas a que eleven, normalicen y hagan cumplir la
evaluación médica del estado de los boxeadores.
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Proposición
sobre el Personal Médico I
Adoptada por la 35a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y enmendada por
la 38a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

La Asamblea de la AMM, reunida en Venecia el 28 de Octubre de 1983, convoca a


todas las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar para resolver los problemas
emergentes relacionados con el potencial humano médico.

La Asociación Médica Mundial reconoce la necesidad de:


4. garantizar a todas las personas el acceso a una atención médica de óptima calidad, y
5. mantener los estándares de atención médica que aseguren su calidad, y también
6. prever el desarrollo de conocimientos, aptitudes y métodos nuevos que favorezcan el
progreso de la ciencia médica.
La Asamblea insta a todas las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar con sus
gobiernos sobre las disposiciones de las leyes respectivas para alcanzar esos fines.
La calidad de la atención médica y el mantenimiento y desarrollo de las aptitudes y
técnicas de los profesionales, así como el descubrimiento de nuevos conocimientos e
información, están inseparablemente ligados con la experiencia clínica del médico y la
posibilidad de prestar asistencia al paciente. Se debe reconocer ese principio en cualquier
solución que se halle para los problemas vinculados con el personal médico, y las
consideraciones económicas y políticas también deben subordinarse a ese principio.
Lo más importante es que el principio mencionado se reconozca y se aplique a las
leyes y políticas que rigen el funcionamiento de las escuelas de medicina, para que se
pueda asegurar una atención médica de altos estándares de calidad para las futuras
generaciones.

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Proposición
sobre el Personal Médico II
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984
y enmendada por
la 38a Asamblea Médica Mundial, Ranch Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

Por cuanto la Asociación Médica Mundial se esfuerza por servir a la humanidad


procurando alcanzar los estándares internacionales más elevados en instrucción médica, y
Por cuanto la Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales han
apoyado siempre la instrucción médica de elevada calidad, y
Por cuanto la calidad de la atención médica brindada por los profesionales no puede
ser mejor que la calidad de la instrucción médica que los médicos reciben,
La Asociación Médica Mundial vuelve a afirmar su apoyo a los elevados estándares de
la instrucción médica que proporcionan una enseñanza de alta calidad a todos los
estudiantes de medicina, y
Que solamente deben admitirse al estudio de la medicina los candidatos debidamente
preparados, y
Que la cantidad de estudiantes admitidos para estudiar medicina no debe superar al
número de aquéllos a los que se pueda proporcionar una enseñanza de alta calidad, dados
los recursos educacionales existentes, y
Que el nivel de preparación requerido de los candidatos a ingresar en el
establecimiento de enseñanza médica debe ser determinado por el juicio objetivo del cuerpo
docente de la escuela de medicina.
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Proposición
sobre el Maltrato y el Abandono de los Niños
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984
y enmendada por
la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989
42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU,Octubre 1990
y la 44a. Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Una de las manifestaciones más destructivas de la violencia y de los conflictos


familiares es el maltrato y el abandono de los niños. Para la comunidad médica mundial
sigue siendo un desafío la prevención, la temprana identificación y la ayuda integral a las
víctimas del maltrato infantil.
Las definiciones sobre el maltrato infantil varían según las distintas culturas.
Lamentablemente la justificación, arraigada en la cultura, de una conducta grosera para con
los niños se suele aceptar con demasiada facilidad como prueba de que el trato acordado a
los niños no es ni agraviante ni perjudicial.
A los efectos de esta Proposición, las distintas formas de maltrato infantil incluyen
violencia física, sexual y emocional. El abandono del niño se define como una incapacidad
de los padres o de otra persona legalmente responsable por el bienestar del niño, de
satisfacer sus necesidades básicas y de proveerle un nivel de atención adecuada.
La AMM reconoce que el maltrato de los niños es un problema mundial de la salud y
recomienda que las asociaciones médicas nacionales adopten las siguientes pautas para
los médicos:
21. Los médicos desempeñan una función única y especial en identificar y ayudar a los
niños maltratados y a sus infortunadas familias.
22. Los médicos deben obtener una capacitación especializada para identificar el maltrato
infantil. Esa capacitación está disponible en muchos programas educativos de
posgrado.
23. Se recomienda insistentemente a los médicos mantener contacto con equipos
multidisciplinarios experimentados. Un equipo de ese tipo puede incluir profesionales
tales como médicos, trabajadores sociales, psiquiatras de niños y de adultos,
especialistas en desarrollo, psicólogos y juristas. Cuando no es posible participar en un
equipo, el médico individual debe asesorarse con terapeutas, sociólogos, juristas,
psiquiatras y otros especialistas.
24. Los médicos de atención primaria (médicos de familia, terapeutas, pediatras,
especialistas de emergencia, cirujanos, psiquiatras y otros profesionales que tratan
niños) deben aprender a reconocer los síntomas físicos del maltrato de los niños y de
su abandono, evaluar el desarrollo infantil y los hábitos de los padres, y deben saber
además cuáles son las posibilidades de la sociedad para tales casos, y cuál es la
responsabilidad legal del médico.
25. La evaluación médica de los niños que han sido maltratados físicamente debe
incluir:(1) datos sobre el origen de la lesión; (2) examen físico del paciente; (3) un
examen de la lesión con rayos X; (4) estudio del flujo de sangre; (5) fotografías de
color; (6) examen físico de los hermanos; (7) un informe médico oficial por escrito; (8)
un examen de la conducta; (9) un examen evolutivo de las criaturas o niños en edad
pre-escolar.
26. El examen y las actuaciones médicas con respecto a los niños víctimas de abuso
sexual comprenden: (1)el tratamiento de los traumas físicos y psíquicos; (2) la
recolección y procesamiento de pruebas; y (3) el tratamiento y/o prevención del
embarazo y enfermedades venéreas.
27. Es necesario que los médicos determinen la naturaleza y el nivel del funcionamiento
familiar en cuanto se relaciona con la protección del niño. Es importante que el médico
sea comprensivo y receptivo con respecto a la calidad de las relaciones conyugales, el
estilo disciplinario, las tensiones económicas, los problemas emocionales, el abuso del
alcohol, drogas y otras sustancias, y otras formas de estrés que se relacionan con el
maltrato de niños.
28. Es sumamente importante que el médico posea conocimientos sobre maltrato y
negligencia o abandono. A menudo las pruebas físicas no son evidentes, y solamente
se puede descubrir la contradicción entre lo relatado y los datos objetivos mediante una
franca y cuidadosa entrevista con el niño y con los padres.
29. Al sospecharse el caso de un niño maltratado, el médico debe tomar las medidas
inmediatas que comprenden: (1) informar a los servicios protectores de la infancia
sobre todos los casos sospechados; (2) hospitalizar durante un período inicial de
evaluación a cualquier niño víctima de maltrato y necesitado de protección; e (3)
informar a los padres acerca del diagnóstico, así como también a los servicios de
protección, sobre los traumas sufridos por el niño.
30. El niño es el paciente del médico y, por lo tanto, es el principal objeto de su atención.
De ahí que sea responsabilidad del médico hacer todo lo posible para proteger al niño
de mayores daños. Las leyes disponen, generalmente, que se tome contacto con el
organismo correspondiente que se ocupa de la protección del niño. En algunos casos,
es necesario hospitalizarlo.
31. Si es imprescindible la hospitalización, debe efectuarse una rápida evaluación del
estado físico, emocional del niño y de su desarrollo general. Si el médico que se
enfrenta con el problema de maltrato del niño no está en condiciones de efectuar esa
evaluación, debe dirigirse a un grupo multidisciplinario del hospital o a otros médicos
especialmente preparados en el campo del maltrato infantil.
32. Si se sospecha que un niño es maltratado, el médico debe discutir con los padres el
hecho de que el maltrato del niño puede ser la causal de diversos problemas que lo
afectan. Es importante para los padres que, en el curso de esa conversación, el médico
conserve la objetividad y evite emitir juicios y condenas.
33. Es importante que el médico registre en su ficha los hechos que descubre durante la
evaluación. Los registros médicos a menudo proporcionan pruebas críticas en las
actuaciones judiciales.
34. Los médicos deben participar en todos los niveles de la profilaxis, proporcionando
asesoramiento familiar, prenatal y posnatal; identificar los problemas de crianza de los
niños y de comportamiento de los padres, y aconsejar sobre planificación familiar y
control de la natalidad.
35. Los médicos deben asegurar la aplicación de medidas tales como las visitas
domiciliarias de enfermeras, las consultas previas de los padres, los exámenes
profilácticos de los niños. Los programas que afianzan la salud general del niño
también previenen el maltrato infantil y deben recibir el apoyo de los médicos.
36. Los médicos deben reconocer que el maltrato de los niños y su abandono son un
problema complejo y, para poder prestar ayuda a esos niños y a sus padres, puede
requerirse más de un tipo de tratamiento y la participación de distintos servicios. El
desarrollo de las actuaciones correspondientes requiere la participación de
representantes de muchas disciplinas que incluyen la medicina, la jurisprudencia, la
enfermería, la pedagogía, la psicología y el trabajo social.
37. Los médicos deben promover el desarrollo de programas innovadores que contribuyan
al avance de los conocimientos médicos y de la pericia en el dominio del maltrato y
abandono que sufren los niños.
38. En los casos de maltrato de los niños, se debe anular la confidencialidad del paciente.
El primer deber del médico es defender a su paciente si existe la sospecha de que éste
es una víctima. Al margen del tipo de violencia (física, psíquica o sexual) debe
presentarse un informe confidencial a las autoridades correspondientes.
39. Los médicos deben apoyar en sus países la adopción de medidas legislativas que
contribuyan a la identificación efectiva y a la protección de los niños maltratados. Esas
medidas legislativas también deben proteger a los médicos y a otros trabajadores de la
salud en su participación en el reconocimiento, tratamiento y atención de los niños
sujetos a malos tratos.
40. Los médicos deben apoyar los procedimientos legales que permitan al niño que haya
estado sometido a malos tratos, a emprender acciones legales contra el presunto autor
de los malos tratos durante un período razonable de tiempo, después de alcanzada la
mayoría de edad. Los médicos deben apoyar también los procedimientos legales
objetivos y honestos que prevengan o eviten la presentación de acusaciones
injustificadas sobre maltrato de los niños, y que requieran pruebas objetivas para iniciar
cualquier acción legal contra el presunto autor de los malos tratos.

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Proposición
sobre la Libertad de Participar en Reuniones Médicas
Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial, Singapur, Octubre 1984

La independencia profesional y la libertad profesional son indispensables para permitir


a los médicos prestar la correspondiente asistencia médica a sus pacientes. Por lo tanto, no
debe haber barreras ya sean filosóficas, religiosas, raciales, políticas, geográficas, físicas o
de cualquier otra naturaleza que impidan a los médicos participar de las actividades
profesionales que les permitan adquirir la información, los conocimientos, habilidades y
técnicas requeridas para proveer la asistencia médica necesaria a sus pacientes.
Dado que el propósito de la AMM es servir a la humanidad procurando alcanzar los
estándares internacionales más elevados en educación médica, ciencia médica, arte médica
y ética médica, y asistencia médica a todos los hombres del mundo, no debe haber barreras
que impidan a los médicos asistir a las reuniones de la AMM u otras reuniones médicas
sean donde fueren convocadas.

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Proposición
sobre el Personal Médico III
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985
y enmendada por
la 38a. Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

Aquéllos que participan en la elaboración de programas de educación médica en


cualquier país deben comunicar a los estudiantes de medicina la importancia de adquirir
experiencia real en la práctica de la profesión, a fin de alcanzar la calificación médica
básica, y la necesidad de una experiencia constante para mantener dicha calificación. Se
debe advertir también a los estudiantes de medicina que, teniendo una educación médica,
encontrar un empleo alternativo es extremadamente difícil.
Cuando resulta incierto si el estudiante de medicina tendrá una oportunidad para
adquirir la experiencia necesaria y alcanzar la educación médica básica, se le debe sugerir
que reconsidere la validez de seguir estudios de medicina.

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Declaración
de los Derechos Humanos y la Libertad Individual
de los Profesionales Médicos
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985

La Asociación Médica Mundial está a favor de la igualdad de oportunidades en las


actividades de la comunidad médica, la educación médica y la capacitación, el empleo y en
otros aspectos de las actividades profesionales, al margen de la raza, el color, la religión, el
credo, el origen étnico, nacionalidad, sexo, edad o convicciones políticas.
La Asociación Médica Mundial se opone a que se prive de derechos y
responsabilidades a un médico debidamente matriculado en las asociaciones médicas
nacionales a causa de su raza, color, religión, credo, origen étnico, nacionalidad, sexo, edad
o afiliación política.
La Asociación Médica Mundial invita al gremio médico y a los individuos miembros de
las asociaciones médicas nacionales a que realicen todos los esfuerzos para terminar con
las situaciones en las que se desconozcan esos derechos, privilegios o responsabilidades,
y:
Por lo tanto, la 37a. Asamblea Médica Mundial, reunida en Bruselas, Bélgica, en
octubre 1985, reafirma con esta Declaración su adhesión a esos principios.

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Proposición
sobre el Tráfico de Organos Vivos
Adoptada por la 37a Asamblea Médica Mundial, Bruselas, Bélgica, Octubre 1985

Llamamos la atención sobre el hecho de que en época reciente se ha desarrollado un


comercio (que aporta grandes ganancias económicas) de venta de riñones vivos,
procedentes de los países en vías de desarrollo, para ser trasplantados en Europa o los
Estados Unidos de Norteamérica.
La Asociación Médica Mundial condena la compra y la venta de órganos humanos
para trasplante.
La Asociación Médica Mundial convoca a los gobiernos de todos los países para
emprender pasos efectivos a fin de prevenir el uso comercial de los órganos humanos.

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Declaración
sobre la Independencia del Médico
y su Libertad Profesional
Adoptada por la 38a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1986

La Asociación Médica Mundial, reconociendo la importancia de la independencia del


médico y su libertad profesional, adopta por ende la siguiente Declaración de principios:
Los médicos deben reconocer y apoyar los derechos de sus pacientes, como está
expuesto en la Declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial (1981).
Los médicos deben tener la libertad profesional de asistir a sus pacientes sin
interferencias. Debe preservarse y protegerse el ejercicio del criterio y la discreción
profesionales del médico para tomar decisiones clínicas y éticas en la asistencia y el
tratamiento de los pacientes.
Los médicos deben tener independencia profesional para representar y defender las
necesidades de salud de los pacientes contra todos aquéllos que nieguen o restrinjan la
atención necesaria a los que están enfermos o lesionados.
No debe esperarse de los médicos, en el marco de su actividad profesional y de la
asistencia prestada a los pacientes, que ellos se rijan por prioridades sociales o
gubernamentales en la asignación de los escasos recursos de salud. Esa situación
acarrearía un conflicto con las obligaciones del médico ante el paciente y socavaría por la
base la independencia profesional del médico, en la que confía el paciente.
A pesar de que los médicos deben ser conscientes del costo del tratamiento y
participar activamente de los esfuerzos por reducir los costos en medicina, es la obligación
primaria del médico representar los intereses de los enfermos y lesionados (pese a los
requerimientos de la sociedad de disminuir los gastos) para no arriesgar la salud del
paciente o incluso su vida.
Dando independencia y libertad profesional a los médicos para practicar su profesión,
una comunidad garantiza la mejor atención sanitaria posible a sus ciudadanos, lo cual a su
vez contribuye a construir una sociedad fuerte y segura.
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Declaración de Madrid
sobre Autonomía Profesional y Auto-regulación
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La Asociación Médica Mundial, habiendo explorado la importancia de la autonomía


profesional y la auto-regulación de la profesión médica en el mundo, y reconociendo los
problemas y los desafíos corrientes que enfrentan la autonomía profesional y la auto-
regulación, adopta la presente Declaración:
11. El componente central de la autonomía profesional consiste en asegurar que los
médicos individuales tengan libertad para aplicar su criterio profesional en la atención y
el tratamiento de sus pacientes, como se ha expresado más cabalmente en la
Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre Independencia del Médico y su
Libertad Profesional, adoptada en Octubre de 1986.
12. La Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales vuelven a
afirmar la importancia de la autonomía profesional como componente esencial de la
asistencia médica de alta calidad que debe ser observada en interés del paciente. La
Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales declaran su
disposición a mantener y garantizar la autonomía profesional en la prestación de
asistencia a los pacientes, que es el principio esencial de la ética.
13. Como corolario del derecho a la autonomía profesional, la profesión médica debe auto-
regularse. Además de otras fuentes de regulación que puedan aplicarse a los médicos
individuales, la profesión médica por sí misma debe ser responsable de regular la
conducta profesional y las actividades de los médicos individuales.
14. La Asociación Médica Mundial insta a las Asociaciones Médicas Nacionales a que
establezcan, mantengan un sistema de auto-regulación para los médicos en sus países
respectivos, y participen activamente en él. Ese aporte a la auto-regulación efectiva
será decisivo para asegurar la autonomía profesional en la toma de decisiones para la
asistencia de los pacientes.
15. La principal preocupación de cualquier sistema de auto-regulación debe ser la calidad
de la atención prestada a los pacientes y la competencia de los médicos que la
proporcionan. Los médicos utilizan su pericia para emitir las evaluaciones necesarias.
Dichas evaluaciones deben utilizarse en beneficio de los pacientes para asegurarles
una asistencia calificada y continua, por parte de médicos competentes. En esa esfera
de obligaciones entran la necesidad de fijar los logros obtenidos en el campo de la
medicina científica y el uso de métodos terapéuticos efectivos e inocuos. Los
procedimientos experimentales deben satisfacer las garantías requeridas por la
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, y otras garantías que puedan
ser requeridas en cada país. No deben aplicarse en el tratamiento teorías científicas
desacreditadas.
16. La conciencia del costo es un elemento esencial de la auto-regulación. Se puede
justificar la máxima calidad de la atención solamente garantizando que el costo de esa
atención sea accesible a todos los ciudadanos. Nuevamente, los médicos están
calificados en particular para hacer las evaluaciones necesarias para las decisiones
sobre restricción de costos. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben, por lo tanto,
incluir las actividades sobre restricción de costos en su sistema respectivo de auto-
regulación. Los temas comunes en las actividades de restricción de costos comprenden
métodos para impartir asistencia médica, el acceso a hospitales y cirugía, y el uso
adecuado de la tecnología. Las actividades referentes a restricción de costos no debe
limitar las posibilidades de acceso de los pacientes a la asistencia médica necesaria.
Tampoco debe permitirse que una utilización injustificada de la tecnología haga subir el
costo de la asistencia médica hasta tal punto que se vuelva inaccesible a los que la
necesitan.
17. Finalmente, las actividades profesionales y la conducta de los médicos deben estar
siempre dentro de los límites del código de ética profesional o de los principios de ética
médica que los rigen en cada país. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben
promover la conducta ética entre los médicos para el beneficio de sus pacientes. Las
violaciones éticas deben ser corregidas inmediatamente y los médicos responsables de
dichas violaciones deben ser sometidos a las medidas disciplinarias correspondientes y
rehabilitados. Solamente las Asociaciones Médicas Nacionales pueden tomar a su
cargo esa responsabilidad y cumplirla efectiva y eficientemente.
18. Por cierto que hay muchos otros problemas de auto-regulación de los cuales se deben
hacer responsables las Asociaciones Médicas Nacionales. Se insta a las Asociaciones
Médicas Nacionales a que se ayuden mutuamente para resolver problemas nuevos y
en desarrollo. Se alienta el intercambio de información y de experiencia entre las
Asociaciones Médicas Nacionales, y la Asociación Médica Mundial ayudará a facilitar
ese intercambio de información para mejorar la auto-regulación.
19. La Asociación Médica Mundial y las Asociaciones Médicas Nacionales también deben
informar al público en general sobre la existencia de un sistema efectivo y responsable
de auto-regulación en la profesión médica de cada país. El público debe llegar a tomar
conciencia de que puede confiar en ese sistema de auto-regulación para obtener una
evaluación honesta y objetiva de los problemas relacionados con la práctica de la
medicina y el cuidado y tratamiento de los pacientes.
20. La acción conjunta de las Asociaciones Médicas Nacionales en asumir la
responsabilidad por la instrumentación de un sistema de auto-regulación profesional
acrecentará y asegurará el derecho de los médicos a tratar a los pacientes sin
interferencia, con su propio criterio y decisión profesionales. Para asegurar al público
que al convertirse en pacientes, recibirán una asistencia médica de calidad, impartida
por profesionales competentes, es necesario que los propios médicos tengan una
conducta profesional responsable y que exista un sistema efectivo y eficiente de auto-
regulación a cargo de la Asociación Médica Nacional.
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Declaración de Rancho Mirage


sobre Educación Médica
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Preámbulo
La educación médica es un proceso continuo de aprendizaje que empieza con la
admisión en la escuela de medicina y que termina con el retiro de la práctica activa. Su
objetivo es preparar estudiantes de medicina, médicos residentes y médicos en ejercicio
para que puedan aplicar los últimos adelantos científicos a los fines de la profilaxis y la cura
de las dolencias humanas y el alivio de las enfermedades actualmente incurables. La
educación médica inculca también a los médicos las normas éticas de pensamiento y
conducta que ponen énfasis en el servicio a los otros antes que en los beneficios
personales. Todos los médicos, sea cual fuere su práctica, son miembros de una profesión.
Como miembros de la profesión médica, todos deben aceptar la responsabilidad de
mantener no solamente un alto nivel de estándares personales de educación médica, sino
también mantener altos estándares de educación médica para toda la profesión. Esa
educación debe basarse en los siguientes principios:

Principios de educación médica


Principio I - principios básicos de educación médica
La Educación Médica comprende la enseñanza que conduce a la obtención del primer
grado profesional, la instrucción clínica preparatoria para la práctica de la medicina general
o de una especialidad, y el aprendizaje constante que debe apuntalar el trabajo médico de
toda su vida.
El gremio médico, el cuerpo docente y otras instituciones educacionales, y el gobierno
comparten la responsabilidad de garantizar los altos estándares de calidad de la educación
médica.

Principio II - preparación del estudiante de medicina


La meta de la educación médica es instruir a los médicos para que tengan el derecho,
acorde con su preparación, de practicar la profesión sin limitaciones.
El primer grado profesional debe corresponder a la culminación de un curriculum que
califique al estudiante para elegir un campo determinado dentro de un espectro de carreras
que abarca la asistencia a los pacientes, la salud pública, la investigación básica o clínica, o
la educación médica. Cualquiera de las opciones presupone una educación adicional
además de la requerida para el primer grado de la profesión.
Principio III - instrucción a cargo del cuerpo docente
La Educación Médica que conduce al primer grado profesional debe ser impartida por
un cuerpo docente organizado. El cuerpo docente debe poseer la calificación académica
correspondiente que sólo se puede alcanzar mediante una preparación formal y una
experiencia adecuada. La selección de los integrantes del cuerpo docente debe basarse en
las calificaciones individuales, sin consideración de la edad, sexo, raza, credo convicción
política y nacionalidad de origen.
Los docentes son responsables de crear un ambiente académico en el cual el
aprendizaje y la investigación puedan prosperar al máximo. En el medio académico, para
demostrar los estándares médicos más elevados, debe realizarse una investigación activa a
los efectos de hacer avanzar los conocimientos médicos y asegurar la máxima calidad de
asistencia. El cuerpo docente, con la participación de las Asociaciones Médicas Nacionales,
es responsable de proveer las metas, el contenido, el formato y la evaluación de las
experiencias educacionales. El cuerpo docente es responsable de proveer su propio
curriculum básico obligatorio en un ambiente de libertad, en el cual el estudio y la
investigación puedan prosperar de la manera más fecunda. Debe realizar frecuentes
revisiones del curriculum, que respondan a las necesidades de la comunidad y a los aportes
de los médicos practicantes, en la medida en que las necesidades de la comunidad no
perjudiquen la calidad de la educación médica. El reconocimiento a la enseñanza del cuerpo
docente requiere que se disponga de bibliotecas, laboratorios de investigación, sectores
clínicos, y locales de estudio en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de los
estudiosos. Además, debe funcionar una estructura administrativa y los registros
académicos correspondientes. Cuando se dispone de esos elementos necesarios, entonces
una universidad o un hospital pueden patrocinar la instrucción clínica de médicos generales
y especializados.

Principio IV - contenido de la educación médica


La experiencia educacional debe incluir el estudio de las ciencias biológicas y del
comportamiento y los aspectos socio-económicos de la atención de la salud. Esas ciencias
son básicas para la comprensión de la medicina clínica. También son obligatorios el
pensamiento crítico y el auto-aprendizaje, así como la firme asimilación de los principios
éticos sobre los cuales se erige la profesión.

Principio V - educación clínica


El componente clínico de la educación médica debe basarse en el estudio supervisado
de los pacientes y debe entrañar experiencias directas en el diagnóstico y el tratamiento de
las enfermedades. El componente clínico debe incluir experiencias personales de
diagnóstico y de terapia con un aumento gradual de las responsabilidades. Debe observarse
una cantidad razonable de estudiantes que realicen su práctica junto al lecho de un paciente
individual.
Antes de empezar con la práctica independiente, todo médico debe completar un
curso formal de instrucción clínica. Ese curso, de un año de duración como mínimo por lo
general, debe implicar un creciente aumento de responsabilidad supervisada en cuanto al
manejo de los problemas clínicos.
El cuerpo docente es responsable en determinar que los estudiantes que reciben su
primer grado profesional hayan adquirido conocimientos básicos de clínica médica, las
aptitudes básicas necesarias para evaluar un problema clínico y para adoptar acciones
adecuadas independientes, y tener la actitud y el carácter para ser un médico ético.

Principio VI - selección de estudiantes


Antes de iniciar los estudios de medicina, es de desear poseer una amplia educación
liberal. Para estudiar medicina, los estudiantes deben seleccionarse en función de su
potencial intelectual, sus motivaciones, su previa capacitación y su carácter. La cantidad
admitida para su capacitación no debe exceder los recursos educacionales disponibles y las
necesidades de la población. La selección de los estudiantes no debe ser influenciada por la
edad, sexo, raza, credo, convicciones políticas o nacionalidad de origen.

Principio VII - educación de posgrado


Es de desear que el médico siga estudios médicos de posgrado luego de su primer
título profesional; debe hacer su elección para especializarse en atención al paciente, salud
pública, investigación clínica o básica, o educación médica. Los programas oficiales de
educación clínica deben preceder a la práctica de la actividad médica independiente, tanto
en medicina general como en las especialidades. El gremio médico es responsable por la
evaluación del satisfactorio cumplimiento de los programas de educación clínica que siguen
a la obtención del primer grado

Principio VIII - educación médica continua


Todos los médicos consagran su vida entera al aprendizaje. Es esencial que el médico
avance a la par con el desarrollo de la medicina y mantenga el nivel de los conocimientos y
aptitudes necesarias para proveer una atención de alta calidad; el progreso científico es
esencial para prestar la atención adecuada a la población. Las escuelas de medicina, los
hospitales y las asociaciones profesionales comparten la responsabilidad de crear y
proporcionar a todos los médicos las oportunidades para continuar su perfeccionamiento.
La necesidad de proveer asistencia médica, prevenir las enfermedades y asesorar en
los temas de salud obliga a fijar los estándares más elevados a la educación médica de
pregrado, posgrado y continua.

Proposición
sobre la Fertilización In-Vitro y el Trasplante de Embriones
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España,Octubre 1987
La fertilización in-vitro (FIV) y el transplante de embriones es una técnica médica de la
que se dispone para el tratamiento de la esterilidad en muchas partes del mundo. Es
beneficiosa tanto para los pacientes individuales como para la sociedad en general no sólo
porque combate la esterilidad, sino también porque evita posibles trastornos genéticos, y
estimula los estudios fundamentales de la reproducción humana y la anticoncepción.
La AMM recomienda a los médicos obrar éticamente y con el debido respeto por la
salud de la futura madre y por el embrión, desde el principio de su vida. La AMM ha
promulgado esta Proposición para ayudar a los médicos a reconocer y seguir sus
recomendaciones éticas.
Desde el punto de vista ético y científico, la asistencia médica en reproducción
humana se justifica en todos los casos de infertilidad, que no responden a los clásicos
tratamientos medicamentosos o quirúrgicos, con referencia específica a:
d) la incompatibilidad inmunológica
e) un obstáculo irreversible para que entren en contacto las gametas masculinas y
femeninas, y
f) la esterilidad por razones desconocidas
En todos estos casos, el médico puede obrar solamente con el pleno consentimiento
informado de donantes y receptores. El médico debe actuar siempre cuidando el supremo
interés del niño por nacer, como resultado de ese procedimiento.
Es responsabilidad del médico proporcionar a los pacientes, en el nivel de su
comprensión, la información suficiente sobre los propósitos, los métodos, los riesgos, los
inconvenientes y posibles fracasos del procedimiento, y obtener de los pacientes el
consentimiento informado correspondiente. Como en cualquier tipo de intervenciones
opcionales, el médico debe tener una capacitación especializada adecuada, antes de
afrontar la responsabilidad de llevarlas a cabo. El médico debe siempre cumplir todas las
leyes y reglamentaciones existentes, así como los requerimientos éticos y los estándares
profesionales establecidos por la Asociación Médica Nacional y otras organizaciones
médicas correspondientes de la comunidad. A los pacientes se les garantiza la misma
confidencialidad y reserva que las requeridas en cualquier tratamiento médico.
Cuando las técnicas de FIV producen un exceso de óvulos, que no serán utilizados
para el tratamiento inmediato de la esterilidad, deberá determinarse su uso de acuerdo con
los donantes; el exceso de óvulos puede ser:
d) destruido
e) crioconservado
f) fertilizado y crioconservado
Los conocimientos científicos referentes a la maduración, fertilización y primeras
etapas de los procesos de desarrollo pluricelular están dando todavía sus primeros pasos.
Es conveniente por lo tanto continuar el estudio y la experimentación de los fenómenos
físicos y químicos en ese campo, estrictamente de acuerdo con la Declaración de Helsinki y
con el consentimiento escrito de los donantes.

Investigación
La técnica de la investigación in-vitro y de transplantes de embriones puede ser
también útil en las investigaciones orientadas a una mejor comprensión del origen de los
defectos genéticos y de su transmisión, y de cómo pueden ser prevenidos o tratados.
Pueden surgir problemas morales y éticos profundos, tanto para el médico como para el
paciente. El médico no debe violar sus principios morales personales y debe ser sensible a
los principios éticos y morales de sus pacientes, y debe respetarlos. El médico tiene la
mayor responsabilidad en mantener una comunicación cabal con los pacientes que quieran
participar en el esfuerzo de investigación, y el consentimiento informado de esos pacientes
debe satisfacer los requisitos de la ley y responder al nivel especial de responsabilidad
profesional, dictada por los estándares éticos. Los principios de la Declaración de Helsinki
de la Asociación Médica Mundial se aplican a todas las investigaciones clínicas, referentes a
la fertilización in-vitro y al trasplante de embriones, así como a todos los problemas que se
originen en esa investigación clínica.
La Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos se abstengan de intervenir
en el proceso de reproducción con el propósito de hacer una opción en cuanto al sexo del
feto, a menos que sea para evitar la transmisión de enfermedades graves relacionadas con
el sexo.

Donación
La técnica de la fertilización in-vitro y el trasplante de embriones crea la posibilidad de
donar óvulos, esperma, embriones, de tal modo que los donantes biológicos pueden no ser
los padres de la criatura obtenida por este procedimiento. Este uso de gametas o embriones
donados puede presentar problemas legales, morales y éticos serios, tanto para los
pacientes, como para los médicos que usan la técnica de la fertilización in-vitro y el
trasplante de embriones. El médico debe observar todas las leyes y restricciones éticas
aplicables que impone la Asociación Médica Nacional u otras organizaciones médicas
correspondientes. El médico también debe ser sensible a los principios morales y éticos del
paciente y respetarlos, y abstenerse de usar gametas o embriones donados cuando ello
pudiere entrar en conflicto con restricciones legales o éticas o con los principios morales de
los pacientes. El médico tiene el derecho a negarse a realizar cualquier intervención que él
considere inaceptable.
La técnica de la crioconservación acrecienta la cantidad de gametas y embriones
disponibles para la donación. Cuando se permite que uno o más donantes de gametas, o
los donantes de un embrión, no sean los padres funcionales del futuro niño, el médico debe
asegurarse de que los receptores acepten la plena responsabilidad por el futuro niño, y de
que los donantes renuncien a todos los derechos y reclamos sobre la criatura, sin que ello
implique perjuicio para los derechos del niño cuando éste haya nacido.
En el caso de una mujer adulta que no tiene útero, se puede usar el método de madre
sustituta o subrogada, a menos que esté prohibido por las leyes correspondientes o las
normas éticas de la Asociación Médica Nacional u otras organizaciones médicas
correspondientes. Debe obtenerse un consentimiento libre e informado de las partes que
participan de alguna forma en ese método de sustitución. Hay implicancias médicas éticas y
morales en el uso de ese método de madre sustituta o subrogada, y el médico debe
reconocerlas y respetarlas como parte de cualquier decisión al respecto.
El párrafo precedente no presupone la aprobación de los acuerdos de " Padres
Subrogados ", por los cuales una mujer acepta, a cambio de una remuneración, ser
inseminada artificialmente por esperma de un hombre, para concebir un niño que será
adoptado luego por ese hombre y su mujer.
La Asociación Médica Mundial condena expresamente cualquier comercialización
mediante la cual se ofrezcan en compra o en venta óvulos, esperma, o embriones.
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Comunicado de Prensa
Considerando la votación de ayer en la Cámara de los Representantes de los Países Bajos, que
autoriza a los médicos a practicar eutanasia activa bajo ciertas condiciones, la Asociación Médica
Mundial recuerda la Declaración unánimamente adoptada por la Asamblea Médica Mundial en Madrid
en Octubre 1987 (el texto se incluye). Febrero 11, 1993.
Toni Rubin, Agregado de Prensa
Para mayor información, conectarse con:
Toni Rubin, Bruselas Fax (322) 353 17 49
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Declaración
sobre Eutanasia
Adoptada por la 39a.Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La eutanasia, que es el acto de terminar deliberadamente la vida de un paciente, aun


a pedido del propio paciente o a solicitud de los parientes cercanos, no es ética. Esto no
impide que el médico respete el deseo de un paciente de dejar que el proceso natural de
muerte siga su curso en la fase terminal de la enfermedad.
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Declaración
sobre el Trasplante de Organos Humanos
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

La Asociación Médica Mundial recomienda las siguientes pautas para que sirvan como
guía a los médicos que participan en el trasplante de órganos humanos.
7. En todo momento, la principal preocupación de los médicos debe ser la salud de sus
pacientes. La lealtad a ese principio debe ser observada en todos los procedimientos
médicos incluso en los que atañen a los trasplantes de un órgano de una a otra
persona. Tanto donante como receptor son pacientes y debe prestarse atención, por lo
tanto, a los derechos de ambos. Ningún médico puede asumir, por ende, una
responsabilidad en el trasplante de órganos, a menos que se protejan los derechos de
donante y receptor.
8. Un trasplante potencial de órganos no justifica que se descuiden los estándares
corrientes del cuidado médico. Deben aplicarse los mismos estándares de atención,
sea el paciente un donante potencial o no.
9. Cuando un órgano deba ser extraído de un donante después de su muerte, la muerte
del donante debe determinarse independientemente por dos o más médicos que no
participan en el procedimiento del trasplante. Cada médico deberá comprobar la muerte
con su propio criterio. Al efectuar la determinación, cada profesional usará los tests
científicos corrientemente aceptados y los criterios que sean compatibles con los
requerimientos éticos y las normas profesionales establecidas por la Asociación Médica
Mundial y otros organismos médicos de la comunidad.
10. Siempre que se trate de un procedimiento experimental, como lo es el trasplante de
órganos animales o artificiales, el médico debe satisfacer las recomendaciones
contenidas en la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, que
proporcionan pautas para los médicos en la investigación biomédica en seres
humanos.
11. Es obligatorio discutir lo más acabadamente posible los métodos propuestos, con el
donante y el receptor, o sus parientes responsables respectivos, o representantes
legales. El médico debe ser objetivo al discutir el procedimiento, al revelar los riesgos
conocidos y los peligros posibles, y al aconsejar las formas alternativas existentes. El
médico no debe alentar expectativas más allá de las que justifiquen las circunstancias.
El interés del médico en el progreso de los conocimientos científicos debe ser siempre
secundario con respecto a su preocupación principal que es el paciente. Debe
obtenerse siempre su libre consentimiento informado.
12. Las operaciones de trasplante de órganos humanos deben ser realizadas:
c) solamente por médicos que posean conocimientos médicos especiales y la
competencia técnica desarrollada mediante una capacitación, un estudio y una
práctica especiales, y
d) en instituciones médicas con las instalaciones correspondientes para trasplantes
de órganos.
9. Debe encararse el trasplante de órganos solamente después de haber realizado una
evaluación cuidadosa de la disponibilidad y efectividad de otras formas de terapia
10. Se condena la compra y la venta de órganos humanos para trasplantes.
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Proposición Provisoria sobre SIDA


Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Se han registrado casos confirmados de síndrome de inmunodeficiencia adquirida


(denominada comúnmente SIDA) en más de 100 países. Se estima que en el mundo hay de
cinco a diez millones de persona infectadas con virus de SIDA y que, por lo tanto, son
potencialmente capaces de transmitir la enfermedad. Todas las Asociaciones Médicas
Nacionales y todos los médicos deben aportar sus conocimientos y experiencia para
desarrollar estrategias en la lucha con esta enfermedad hasta que se encuentre un medio
para curarla.
Dado que el SIDA es incurable y que es una enfermedad transmitida sobre todo por
vía sexual (ETS), plantea al médico muchos problemas éticos complejos, además de los
científicos y médicos inherentes a la enfermedad. A fin de ayudar a los médicos y a las
Asociaciones Médicas Nacionales, la AMM adopta las pautas expuestas en esta
Proposición. La AMM realiza una sesión científica dedicada al tema del SIDA en la 39a
Asamblea Médica Mundial (1987). La AMM estudiará el consejo de expertos en esa sesión
científica así como la mejor información que pueda obtener de los expertos mundiales y
presentará un informe más amplio sobre este tema importante en la 40a Asamblea Médica
Mundial en 1988. Hasta que se disponga de un informe más completo, la AMM recomienda
lo siguiente:
5. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar de lleno con sus gobiernos para
desarrollar una política nacional en su lucha con el SIDA y con los problemas afines;
6. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar de lleno en la elaboración de
programas para ilustrar al público en general sobre el SIDA y las cuestiones afines al
SIDA, y la influencia de dichas cuestiones sobre la sociedad en general;
7. Todos los médicos deben capacitarse para ser asesores efectivos de SIDA. Los
médicos deben aconsejar a sus pacientes y educarlos en cuanto a los comportamientos
efectivos a fin de evitar el contagio de SIDA para ellos mismos y para otros. En cuanto
a los pacientes que resulten ser seropositivos, los médicos deben saber aconsejarlos
en cuanto a: (a) un comportamiento responsable para evitar la propagación de la
enfermedad; (b) estrategias para la protección de su propia salud; y (c) la necesidad de
alertar a sus parejas sexuales, pasadas y presentes, en lo que atañe a una posible
infección con el virus de SIDA;
8. Los tests del virus de SIDA deben estar a la disposición inmediata de todos los que
quieran analizarse. Deben requerirse análisis obligatorios de SIDA a los donantes de
sangre y fracciones de sangre, órganos y otros tejidos destinados a trasplantes, y a los
donantes de semen u óvulos recogidos para inseminación artificial o para fertilización
in-vitro. Además, la política nacional puede ordenar análisis de ciertos segmentos de la
población, tales como personal militar, reclusos de las instituciones penales e
inmigrantes.
Los análisis voluntarios, realizados con el consentimiento informado del paciente, deben
realizarse regularmente en los siguientes casos: (1) todos los pacientes que buscan
tratamiento para enfermedades de transmisión sexual; (b) todos los pacientes que
buscan tratamiento para la drogadicción; (c) mujeres embarazadas en el primer
trimestre de su embarazo; (d) individuos que provienen de zonas con una alta
incidencia de SIDA o pertenecen a grupos de alto riesgo y concurren a servicios de
planificación familiar; (e) pacientes que requieran cirugía u otros procedimientos
invasivos. Sin embargo, si una política voluntaria no resulta efectiva se considerará la
aplicación de medidas compulsivas;
10. Se debe informar sobre cada caso confirmado de SIDA a una autoridad designada al
efecto, en forma anónima o mediante seudónimo, con fines epidemiológicos. Hay que
informar sobre los individuos que resulten seropositivos para el virus del SIDA
(manteniendo su anonimato) con suficientes datos para que sean epidemiológicamente
significativos;
11. Se debe brindar el cuidado médico correspondiente a los pacientes con SIDA o a los
que resulten positivos para los anticuerpos al virus del SIDA, y no se los debe tratar
injustamente ni se los debe hacer sufrir a raíz de una discriminación arbitraria o
irracional en su vida cotidiana. Los médicos tienen una larga y noble tradición de
atender a los pacientes que padecen enfermedades infecciosas, con compasión y
valentía. Esa tradición debe continuarse a través de la epidemia de SIDA. Los médicos
y las Asociaciones Médicas Nacionales deben participar activamente en el desarrollo de
una estructura confiable que equilibre cuidadosamente el derecho del paciente de no
estar sujeto a actos irracionales, ocasionados por prejuicios, y los derechos de otros
miembros de la sociedad de protegerse contra los riesgos injustificados de contagio.
12. El acceso a la información del paciente debe estar limitado al personal de atención, que
tiene una legítima necesidad de acceder a esa información a fin de asistir al paciente o
para proteger la salud de los que están estrechamente relacionados con él. Debe
asegurarse el anonimato de los pacientes y portadores de SIDA a excepción de
aquellos casos en que la salud de la comunidad requiera lo contrario.
13. Debe elaborarse un método para prevenir a las parejas sexuales no informadas de un
individuo infectado, protegiendo al mismo tiempo la confidencialidad de la información
del paciente con la garantía máxima posible. El método debe contemplar una
protección legal adecuada para el médico que cumple con su obligación profesional de
prevenir a las personas sobre un riesgo.
14. Se deben obtener los datos confiables mediante estudios que determinen la morbilidad
y propagación del virus en la población. Esos estudios deben repetirse a intervalos
convenientes para evaluar la propagación de la enfermedad.
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Proposición
sobre la Orientación y el Asesoramiento Genético e Ingeniería Genética
Adoptada por la 39a. Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, 1987

La Asociación Médica Mundial ha adoptado la siguiente Proposición para ayudar a los


médicos en los problemas éticos y profesionales que surgen debido a los avances
científicos en el campo de la genética,

El asesoramiento genético
Hay dos campos primarios de diagnóstico genético:
3. Examen o evaluación de los futuros padres, antes de la concepción, con respecto a las
enfermedades genéticas, para predecir la probabilidad de concebir un niño enfermo; y
4. Exámenes del útero después de la concepción, tales como la ultrasonografía, la
amniocéntesis, y fetoscopía, para determinar la condición del feto.
Los médicos que trabajan en orientación y asesoramiento genético están obligados
éticamente a proporcionar a los futuros padres los conocimientos necesarios a fin de que
puedan adoptar una decisión informada para engendrar un niño. Al proveer información a
las parejas que optan por reproducir, los médicos deben cumplir los requisitos éticos y las
normas profesionales de práctica médica usadas en la comunidad, como lo han establecido
las Asociaciones Médica Nacionales y otros organismos médicos pertinentes.
El desarrollo tecnológico ha mejorado la exactitud de la predicción y detección de los
trastornos genéticos. Cuando se encuentra un defecto genético en el feto, los futuros
padres pueden insistir, o no, en un aborto. Los médicos, por razones morales personales,
pueden intervenir, o no, para oponerse a la anticoncepción, la esterilización o el aborto
como parte de los servicios genéticos de asesoramiento. Estén los médicos a favor o en
contra de la prestación de esos servicios, deben evitar imponer sus valores morales
personales a los de los futuros padres, o sustituir con sus propios criterios los de éstos.
Los médicos que consideran que la anticoncepción, la esterilización y el aborto están
en conflicto con sus valores morales y su conciencia pueden optar por no prestar servicios
genéticos. Sin embargo, en las debidas circunstancias, el médico está, obligado a alertar a
los futuros padres sobre el hecho de que existe un problema genético potencial y que el
paciente debe procurar la orientación y el asesoramiento médico genético de un especialista
apropiado.

Ingeniería genética
A medida que se desarrolla la investigación en ingeniería genética, la comunidad
científica, la medicina, la industria, el gobierno y el público deben proporcionar las pautas
correspondientes para controlar dicha investigación.
Aun cuando el reemplazo de un gen por un ADN Normal se convierta en una realidad
práctica para el tratamiento de enfermedades humanas, la Asociación Médica Mundial insta
a que se consideren los siguientes factores:
9) Si los procedimientos se llevan a cabo en el marco de una investigación, se deberá
hacer referencia a la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial sobre
investigación biomédica que atañe a seres humanos.
10) Si los procedimientos se realizan en un marco de no investigación, deben cumplirse
todos los estándares comunes y habituales de práctica médica y responsabilidad
profesional, incluso los principios de la Declaración de Helsinki.
11) Se debe exigir una discusión cabal del procedimiento propuesto con el paciente. El
consentimiento del paciente, o de su representante legal, debe ser informado,
voluntario y escrito.
12) En el ADN viral que contiene al gen corrector o reemplazante no debe haber virus
peligroso ni indeseable.
13) El ADN insertado debe funcionar bajo control normal dentro de la célula receptora para
prevenir el daño metabólico que pudiera alterar el tejido sano y perjudicar al paciente.
14) La efectividad de la terapia con genes debe evaluarse lo mejor posible. Esto implica la
determinación de la historia natural de la enfermedad y el estudio exhaustivo de las
generaciones subsiguientes.
15) Esos procedimientos deben emprenderse en el futuro, solamente después de evaluar
cuidadosamente la viabilidad y la efectividad de otras terapias posibles. Si se dispone
de un tratamiento más sencillo y más seguro, se deberá optar por él.
16) Estas consideraciones deben ser revisadas, como corresponde, a medida que se sigan
desarrollando los métodos y que se obtenga nueva información científica en el futuro.

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Proposición
sobre Políticas de Salud Infantil
Adoptada por la 39a Asamblea Médica Mundial, Madrid, España, Octubre 1987

Prefacio
Reconociendo la alta Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en diversas partes del mundo,
la Asociación Médica Mundial (AMM) y sus asociaciones médicas nacionales miembro han
lanzado un programa para reducir la morbilidad y mortalidad injustificadas en los países en
vías de desarrollo.
La AMA, en colaboración con los Centros de Control de Enfermedades (CCE), fue la
iniciadora del programa para el desarrollo de lo que se conoce ahora como el "Programa de
Salud Infantil de la AMM". La AMA es responsable de la instrumentación del programa en
nombre de la AMM, y los CCE actúan como consultores técnicos.
La Asociación Médica Indonesia y la Asociación Médica de Tailandia fueron
seleccionadas para instrumentar proyectos piloto en sus respectivos países. La Agencia de
Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) ha financiado esos proyectos.

El Papel que desempeña la AMM


El Programa de Salud Infantil de la Asociación Médica Mundial, instituido por el
esfuerzo privado, compromete a la AMM en la iniciativa que es de la mayor relevancia para
los países del tercer mundo. Se espera que el Programa contribuya significativamente a la
meta general de reducir la injustificada morbilidad y mortalidad entre los niños de los países
del tercer mundo - una meta que es común a los esfuerzos realizados por otros organismos
internacionales y gubernamentales.
Esta iniciativa está orientada principalmente a procurar la incorporación activa de los
médicos del tercer mundo en la adopción de medidas tales como el uso de la Terapia de
Rehidratación Oral (TRO), la inmunización y los programas de nutrición que mejoren
notablemente la salud infantil. Reconoce la importancia de movilizar a los médicos en su
capacidad profesional y privada, y como ciudadanos influyentes, a los efectos de mejorar la
salud infantil. Las Asociaciones Médicas Nacionales son el vehículo ideal para esa tarea.
La AMM y sus Asociaciones miembro trabajarán en cooperación con los ministerios de
salud y otros organismos privados y gubernamentales en los países en que se instrumente
un programa de salud infantil.
Las iniciativas del sector privado se reconocen cada vez más como una fuerza
importante, destinada a lograr las metas nacionales de mejorar la calidad de la atención
sanitaria y disminuir la mortalidad infantil.
La AMM, a través de las AMN miembro de todo el mundo, que representan a más de
dos millones de médicos, tendrá acceso a un público amplio con publicaciones e
información sobre las medidas adoptadas para mejorar la supervivencia infantil. La AMM
será el catalizador para inducir a las AMN en los países en desarrollo a que participen en los
programas de supervivencia infantil, orientados a la TRO, a la inmunización contra las seis
enfermedades evitables con vacunas y otras medidas clave. Las AMN se unirán a ese
esfuerzo en los países desarrollados. Cooperando bajo los auspicios de la AMM, las
Asociaciones Médicas Nacionales desarrollarán los recursos necesarios para proyectar el
trabajo hacia el futuro.

Metas y Objetivos
Los proyectos piloto que se perfeccionan para ser desarrollados en otros países
comprenden los siguientes programas:
• Inmunización total de los niños contra las seis enfermedades evitables con vacunas.
• Uso de la TRO para el tratamiento de la diarrea.
• Inmunización con la vacuna antitetánica de todas las mujeres embarazadas.
• Intervalo de dos años entre partos.
• Lactancia materna exclusiva para las criaturas, por lo menos durante 4 a 6 meses y la
adición de alimentos de destete a la edad correspondiente.
• Examen prenatal de todas las mujeres embarazadas.
• Atención del parto con personal entrenado.
• Peso al nacer de por lo menos 2500 gramos.

Estrategias
La AMM se une a otros organismos privados y públicos en su lucha por salvar vidas y
prevenir la muerte anual de unos catorce a quince millones de niños menores de cinco años
que mueren por enfermedad o desnutrición. Millones de esos niños mueren
injustificadamente puesto que existen medidas de bajo costo para prevenir enfermedades y
salvar vidas. Los programas piloto de Salud Infantil de la AMM desarrollarán las necesarias
estrategias para adoptar medidas que puedan ser reproducidas y que llegarán a
mantenerse por sí mismas y se institucionalizarán dentro de cada país.
Es de la mayor importancia que los médicos y sus asociaciones médicas nacionales
comprendan y apoyen la provisión de vacunas relativamente baratas para lograr la
inmunización contra las seis enfermedades prevenibles con vacunas (difteria, tos convulsa,
tétanos, sarampión, polio y tuberculosis). Los programas de la AMM formarán parte de una
meta mundial de inmunizar el 80% de los niños del mundo, para fines de esta década, en
países en que esto sea factible y, poco después, en aquellos países en que existen
problemas más graves que dificultan el cumplimiento de esa objetivo.
En tándem con la inmunización, la estrategia de la AMM consistirá en disminuir la TMI
con el uso de la TRO en el tratamiento de la diarrea, enfermedad que mata cinco millones
de niños todos los años. La TRO es efectiva contra la deshidratación, una complicación de
la diarrea que es muy frecuentemente fatal. Si no se reponen los líquidos y las sustancias
químicas, los niños que ya están debajo de su peso normal o desnutridos, se debilitan
rápidamente y mueren.
Mediante las lecciones aprendidas en el desarrollo de la TRO, los científicos
determinaron el papel que desempeña la glucosa en acelerar la absorción de sal y agua a
través de las paredes del intestino, permitiendo un reemplazo rápido de los líquidos
esenciales.
De acuerdo con la USAID:
Se sabe ahora que una simple combinación de azúcar, sales y agua en
una determinada proporción (junto con bicarbonato o citrato de sodio),
dada por vía oral en pequeñas dosis, revierte la deshidratación en por lo
menos el 95% de los casos, por lo general, al cabo de tres a siete horas.
Solamente azúcar, sal y agua, dados en las proporciones correctas,
evitarán por lo general la deshidratación, si se dan con la suficiente
prontitud. Esta TRO no solamente es más económica que los
medicamentos intravenosos y otros a los que reemplaza, sino que es
también mejor para el niño y puede aplicarse en el domicilio, en
condiciones ambulatorias, así como en el hospital.
Por ser la madre la mejor proveedora de salud del niño, se le debe enseñar a mezclar
los líquidos en las debidas proporciones, cómo administrarlos, qué otros alimentos
suministrar y cuándo procurar ayuda externa para un niño gravemente enfermo. Al elaborar
programas ilustrativos y educativos, debe tomarse en cuenta el medio cultural que prevalece
en diferentes sociedades.
Para darle a las madres los conocimientos necesarios sobre la TRO y enseñarles
cómo administrarla, los médicos deben comprender y apoyar esa terapia. Su aceptación
contribuirá a que la TRO merezca la confianza de los trabajadores de la salud y de las
madres. Sin embargo, dado que a muchos médicos se les ha enseñado a utilizar
medicamentos antidiarreicos y la terapia intravenosa, las Asociaciones Médicas Nacionales
pueden desempeñar un rol central en la supervivencia infantil, demostrando a los médicos
miembros y no miembros la eficacia de la TRO para salvar las vidas de millones de niños en
el mundo. Los médicos informados y entrenados pueden capacitar a los trabajadores de la
salud y, lo que es más importante, a las madres, para usar la TRO en el domicilio. Dada la
continua y alta TMI en muchos países, resulta claro que los programas gubernamentales no
pueden llevar a cabo solos la tarea. Los gobiernos, a su vez, son cada vez más conscientes
de la necesidad creciente de atraer al sector privado.

Conclusión
Reconociendo que la batalla contra las enfermedades no se gana fácil ni rápidamente,
la AMM aprovecha la oportunidad para salvar las vidas de millones de niños llevando a cabo
los programas de supervivencia infantil. Las Asociaciones Médicas Nacionales, miembros
de la AMM, en países desarrollados y en desarrollo, deben compartir la responsabilidad de
mejorar la asistencia que se presta a toda la población mundial, e imbuidas de ese espíritu,
deben apoyar los esfuerzos para lograr las metas de supervivencia infantil.

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Proposición sobre
el Acceso a la Atención Médica
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Preámbulo
El acceso a la atención médica es un concepto multidimensional que incluye un
equilibrio de factores comprendidos en el marco de las restricciones rígidas de los recursos
y posibilidades de un determinado país. Los factores comprenden el personal, la
financiación, el transporte, la libertad de elección, la educación pública, la caridad y la
asignación de tecnología. El equilibrio de esos elementos que maximizan la cantidad y
calidad de atención que la población realmente recibe, determina la naturaleza y el grado
del acceso a ella.

Pautas

Personal
Las Asociaciones Médicas Nacionales deben unirse con otros grupos interesados, de
los sectores tanto públicos como privados, para resolver problemas relacionados con la
preparación y distribución del personal médico. Deben reunirse los datos necesarios para
evaluar esa preparación y distribución y para determinar la relación óptima entre los
profesionales y los trabajadores de la salud que puedan satisfacer realmente las
necesidades de la población. Deben invertirse esfuerzos especiales para atraer a los
médicos y a otros trabajadores de la esfera de la salud a las zonas geográficas poco
favorecidas, mediante diversos incentivos y programas. Considerando las necesidades de
largo plazo, también deben crearse incentivos para atraer a los estudiantes de las escuelas
médicas, que deseen trabajar en las regiones donde hay escasez de personal.

Financiación
Debe desarrollarse un sistema financiero pluralístico que contenga elementos de
financiación tanto públicos como privados. El sistema debe basarse en estándares de
idoneidad y beneficios uniformes, y debe incluir mecanismos de remuneración adecuados a
ese fin. Estos mecanismos deben explicarse claramente al público, de tal manera que todas
las personas interesadas comprendan las posibles opciones de pago. Cuando sea
conveniente, se proveerán incentivos al sector privado para que brinde atención médica a
aquellos pacientes que, de otra forma, no tendrían acceso a ella. No se debe privar a nadie
de la atención médica necesaria por imposibilidad de pagar. La sociedad tiene la obligación
de proveer un subsidio razonable para la atención a los necesitados, y los médicos tienen la
obligación de participar hasta un cierto punto en esa atención subsidiada. Los gobiernos
tienen la obligación de administrar esos planes en forma imparcial y objetiva.

Transporte
La sociedad tiene la obligación de proveer transporte a los equipos médicos para los
pacientes que viven en zonas alejadas. También se debe proveer transporte a los pacientes
rurales que requieren un nivel complejo de atención, que sólo puede hallarse en los centros
médicos metropolitanos. Los médicos tienen la obligación de brindar un apoyo razonable a
esos planes.
Libertad de elección
Todos los sistemas de prestación de salud deben garantizar a cada individuo la mayor
libertad posible para elegir los mecanismos de prestación médica al margen de si se trata
del sector público o privado. Para facilitar una elección personal consciente, debe brindarse
a los prestadores públicos de atención médica, a los empleadores y a otros individuos que
pagan asistencia médica, una información adecuada sobre las opciones en ambos sectores.

Educación del público


Deben elaborarse programas educacionales que ayuden a la gente a tomar decisiones
conscientes sobre su salud personal y sobre los usos apropiados, tanto de auto-ayuda como
de ayuda profesional. Esos programas deben incluir una información acerca de los costos y
beneficios, asociados con los cursos alternativos del tratamiento; el uso de servicios
profesionales que permita una detección temprana y el tratamiento o la prevención de las
enfermedades; responsabilidad personal para prevenir las enfermedades y la utilización
efectiva del sistema de salud.
En las comunidades locales importa que el público entienda los planes de salud
elaborados para su beneficio y cómo esos planes afectan a todos los interesados. Los
médicos tienen la obligación de participar activamente de esas actividades educativas.

Calidad
Todo sistema de prestación de salud debería contar con mecanismos que aseguren
su calidad. Los médicos, en particular, deben aceptar la responsabilidad de ser guardianes
de una atención médica de calidad y no deben permitir que otros elementos -que influyen en
el acceso a la prestación- pongan en peligro la calidad de la atención proporcionada.

Asignación y distribución de tecnología


Deben elaborarse pautas para la asignación y distribución de los recursos
tecnológicos necesarios para la salud, a fin de satisfacer las necesidades de todos los
pacientes.

Conclusiones
El acceso se maximiza cuando existen las siguientes condiciones:
• Cuando cada individuo tiene acceso a la atención médica necesaria (es decir, no hay
restricciones de carácter físico o de tiempo).
• Existe una máxima libertad de elección de prestadores, sistemas de atención
asistencial, y planes de pago para adaptarse a las diversas necesidades de la
población.
• Información, educación del público y su concientización en todos los aspectos
referentes al acceso a la atención médica.
• Participación adecuada de todas las partes en la elaboración y administración de los
sistemas.
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Proposición
sobre la Responsabilidad Profesional
de los Médicos en el Tratamiento de los Pacientes de SIDA
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

La Asamblea Médica Mundial había adoptado anteriormente las pautas para ayudar a
las Asociaciones Médicas Nacionales a desarrollar estrategias en su lucha con la creciente
epidemia de SIDA. La presente Proposición proporciona a los médicos individuales las
instrucciones referentes a sus obligaciones profesionales con respecto al tratamiento de los
pacientes que padecen de SIDA y también las referentes a la responsabilidad del médico
ante sus pacientes en el caso de que el médico sea seropositivo.
La Declaración Provisoria de la AMM sobre SIDA, adoptada en Octubre de 1987, dice:
"Se debe brindar el cuidado médico correspondiente a los pacientes de
SIDA, y no se los debe tratar injustamente ni se los debe hacer sufrir a
raíz de una discriminación arbitraria o irracional en su vida cotidiana.
Los médicos tienen una larga y noble tradición de atender a los
pacientes que padecen enfermedades infecciosas con compasión y
valentía. Esa tradición debe continuarse a través de la epidemia de
SIDA".
Los pacientes que padecen de SIDA tienen derecho a una atención médica
competente que les sea impartida con compasión y respeto por la dignidad humana. Un
médico no tiene derecho a rehusarse éticamente a tratar a un paciente cuyo estado
corresponde al dominio de su competencia por el hecho de que éste sea seropositivo. La
ética médica no permite incurrir en una discriminación categórica contra un paciente por su
condición de seropositivo. Una persona afectada de SIDA necesita un tratamiento
competente y compasivo. Un médico que no puede proporcionar el cuidado y los servicios
requeridos por las personas afectadas de SIDA debe derivarlos a otros médicos o a
establecimientos equipados para proveer esos servicios. Hasta que se realice la derivación,
el médico debe cuidar al paciente de la mejor manera de la que sea capaz.
Los derechos e intereses de aquellas personas que están infectadas con el virus de
SIDA, así como los de aquéllos que no lo están, merecen protección. Un médico que sabe
que tiene una enfermedad infecciosa no debe participar de ninguna actividad que cree un
riesgo de transmisión o de enfermedad para terceros. En el contexto de una posible
exposición al contagio de SIDA, la actividad en la que el médico quiera integrarse constituirá
el factor de control correspondiente.
Si, al prestar una atención médica, existe un riesgo de transmisión de una enfermedad
infecciosa del médico al paciente, no basta con revelar ese riesgo a los pacientes; los
pacientes tienen derecho a confiar en que sus médicos no aumenten su riesgo de contraer
una enfermedad infecciosa.
Si no existe riesgo, no tendría sentido revelar el estado de salud del médico a sus
pacientes; si el riesgo sí existe, el médico no debe embarcarse en esa tarea.
Si un paciente está bien informado acerca del estado del médico y los riesgos que
acarrea esa condición, y opta por continuar la atención y tratamiento con el médico
seropositivo, debe tomarse la precaución de obtener un consentimiento informado legítimo.
El deber de todo médico es abstenerse de emitir certificados falsos, aunque su
intención sea la de ayudar a los pacientes a permanecer en el medio habitual.
El deber del médico es cumplir y hacer cumplir las reglas sanitarias y protectoras,
establecidas para el personal de la salud porque son conocidas, simples y efectivas.
El deber de todo médico es participar plenamente de los programas de prevención
iniciados por las autoridades, para detener la propagación del SIDA.

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Proposición
sobre Sanciones Académicas o Boicots
Adoptada por la Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Dado que las sanciones académicas o boicots académicos son restricciones


discriminatorias de las libertades académicas, profesionales y científicas, que dificultan o
excluyen el acceso de los médicos y de otras personas a las reuniones educativas,
culturales y científicas, y a otras oportunidades de intercambio de información y de
conocimientos, siendo el propósito de tales restricciones protestar contra las acciones
políticas y sociales de los gobiernos,
Dado que esas restricciones están en conflicto directo con los principales objetivos de
la AMM, que son alcanzar los estándares internacionales más elevados en la educación
médica, ciencia médica, arte médica y ética médica, y
Dado que esas restricciones afectarían negativamente la atención de la salud, en
particular por crear situaciones de desventaja, y obstruirían por lo tanto el objetivo de la
AMM de obtener la mejor atención de la salud posible para toda la población mundial, y
Dado que esas restricciones discriminan entre los médicos y entre los pacientes por
motivos de persuasión política o decisiones políticas adoptadas por los gobiernos, y están
por lo tanto en conflicto con la Declaración de Ginebra de la AMM, la Declaración de los
Derechos Humanos y la Libertad Individual de los Profesionales Médicos, así como la
Proposición de la AMM sobre la Libertad de Asistir a las Reuniones Médicas; y
Dado que la regla fundamental de la práctica médica, como la enseñara Hipócrates,
es "primum no nocere", o sea, primero no dañar,
Se resuelve, por lo tanto, que la AMM considere la aplicación de esas restricciones
como decisiones oportunistas, arbitrarias, y políticas, orientadas a impedir el intercambio
internacional científico y poner en una lista negra a determinados médicos o grupos médicos
en razón de su nacionalidad o por el carácter político de sus gobiernos. Puesto que el
propósito de la AMM es servir a la humanidad esforzándose en lograr los estándares
internacionales más elevados en educación médica, ciencia médica, arte médica, ética
médica, y atención de la salud para todos los pueblos del mundo, y que esos objetivos
serían frustrados por esas restricciones, la AMM se opone categóricamente a ellas y
convoca a todas las asociaciones médicas nacionales para que se opongan a la imposición
de esas restricciones con todos los medios a su alcance, y que obedezcan a la Declaración
de la AMM sobre Derechos Humanos y Libertad Individual de los Profesionales Médicos y la
Proposición de la AMM sobre la Libertad de Asistir a Reuniones Médicas.

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Resolución
sobre la Práctica Médica Colectiva
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Puesto que la atención médica está organizada en el mundo de muchas maneras


diferentes, desde una libertad absoluta para la práctica de la medicina hasta los servicios
médicos organizados exclusiva y completamente por el estado, y
Puesto que el examen de los contextos económico y social dentro de los cuales
existen esos sistemas de atención de la salud revela una diversidad de necesidades
médicas y objetivos comunitarios, y
Puesto que se requiere un pluralismo de estructuras para la prestación de la atención
médica, a fin de satisfacer esas necesidades y esos objetivos,
Se resuelve por lo tanto que la AMM apoye el concepto de práctica médica grupal
como uno de los métodos usados para proveer asistencia médica calificada continua en el
contexto de la ética médica.
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Resolución de la
Asociación Médica Mundial
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Puesto que hay preocupación por el hecho de que algunos medicamentos con nombre
genérico sean de una calidad inferior, y
Puesto que el uso de los medicamentos genéricos de inferior calidad puedan
perjudicar a los pacientes y hacer recaer la responsabilidad de los perjuicios en el médico,
La Asociación Médica Mundial formula lo siguiente:
6. La AMM apoya el derecho y la obligación de los médicos de aplicar su criterio
profesional en beneficio de sus pacientes.
7. La AMM se opone a cualquier interferencia en el ejercicio del criterio profesional de los
médicos adoptado en bien de los pacientes.
8. La prescripción de medicamentos y remedios implica la aplicación del criterio
profesional médico.
9. El uso obligatorio de medicamentos de nombre genérico, que puedan ser de inferior
calidad, interfiere con la aplicación del criterio profesional de los médicos, puede
bles sobre el hecho de que los productos de tabaco están
vinculados con serias consecuencias adversas para la salud de aquéllos que los usan.
Además, las sustancias irritantes y dañinas que se desprenden al fumar tabaco pueden
crear serios problemas de salud a los no fumadores que se encuentran cerca de los que
fuman.
Suponiendo que no se haya emprendido ninguna acción, la AMM insta a las
Asociaciones Médicas Nacionales y a todos los médicos, a que emprendan las siguientes
acciones para ayudar a reducir los peligros que entraña para la salud el fumar y otros usos
de los productos de tabaco:
6. Adoptar una posición combativa ante el uso de los productos de tabaco, y dar a
publicidad la posición adoptada.
7. Prohibir fumar y usar productos de tabaco en todas las reuniones de las Asociaciones
Médicas Nacionales. Durante muchos años, la AMM ha tenido una norma permanente
(N24) que prohibía fumar en las salas de reunión donde éstas tenían lugar.
8. Desarrollar, apoyar y participar en programas para educar al gremio médico y al público
respecto de los peligros que acarrean los productos de tabaco para la salud. Son de
particular importancia los programas educativos dirigidos específicamente a los niños y
a los jóvenes para evitar el uso del tabaco. Los programas para los no fumadores y
para los que no usan otros productos de tabaco destinados a evitar su uso, son tan
necesarios como los programas destinados a convencer a los fumadores para que
dejen de fumar.
9. Alentar a los médicos individuales a que sean modelos (no usando tabaco) y
portavoces de la campaña para educar al público sobre los efectos perjudiciales del uso
del tabaco para la salud. Pedir a los hospitales y a los centros asistenciales que se
prohíba fumar en sus locales.
10. Abogar por la promulgación y observación de leyes que:
k) requieran que en todos los envases con productos de tabaco en venta y en todos
los avisos publicitarios y material de promoción para productos de tabaco, figure la
prevención sobre los peligros que revisten para la salud;
l) limiten el derecho de fumar en los edificios públicos, líneas aéreas comerciales,
escuelas, hospitales, clínicas, y otros establecimientos de salud;
m) impongan limitaciones sobre la publicidad y promociones de venta de productos de
tabaco;
n) regulen o prohíban la importación de productos de tabaco;
o) prohíban la venta de cigarrillos y otros productos de tabaco a niños y adolescentes;
p) prohíban fumar en todos los vuelos comerciales dentro de los límites de la nación y
en todos los vuelos comerciales internacionales, y prohíban la venta de productos
de tabaco, libres de impuestos, en los aeropuertos;
q) prohíban todos los subsidios gubernamentales para el tabaco y los productos del
tabaco;
r) provean recursos para investigar la frecuencia del uso de los productos de tabaco y
su efecto sobre el estado de salud de la población, y desarrollar programas
educativos para el público acerca de los riesgos del uso del tabaco para la salud;
s) prohíban la promoción, distribución y venta de toda nueva forma de productos de
tabaco que no estén disponibles en la actualidad;
t) Aumenten los impuestos para los productos de tabaco, utilizando las rentas para
favorecer la atención de la salud.
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Declaración
sobre el Papel de los Médicos
en los Problemas Ecológicos y Demográficos
Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, Setiembre 1988

Introducción
La práctica efectiva de la medicina presupone la participación de los médicos y de sus
asociaciones profesionales en los problemas ecológicos y demográficos que puedan influir
en la salud de los individuos y de los grandes grupos de población. Hablando en términos
generales, esos problemas atañen a la calidad y disponibilidad de los recursos necesarios
para el mantenimiento de la salud y, en última instancia, de la vida misma.
Hablando específicamente, los problemas ecológicos tienen cuatro aspectos que
influyen a corto y largo plazo en la salud:
E. La necesidad de detener el deterioro del ambiente a fin de que todos puedan disponer
de los recursos necesarios para la vida y la salud, o sea del aire y agua puros. La
constante contaminación química y tecnológica de nuestras reservas de agua potable y
de nuestra atmósfera, con hidrocarburos, tiene graves consecuencias médicas.
F. La necesidad de controlar el uso de recursos no renovables, por ejemplo la capa fértil
del suelo, de modo que pueda aportar beneficios a las generaciones futuras.
G. La necesidad de usar métodos universales y razonables de planificación familiar de
modo que se pueda sustentar una sociedad estable y conservar los recursos médicos
disponibles.
H. La necesidad de movilizar recursos más allá de las fronteras nacionales a fin de
desarrollar soluciones internacionales amplias a esos problemas de escala
internacional.
El objetivo principal de la presente Declaración es elevar la conciencia de mantener el
equilibrio necesario entre los recursos ambientales, por una parte, y los requisitos biológicos
y sociales de salud, por la otra. Desde el punto de vista de un médico, no se puede aceptar
ni el crecimiento exponencial de la población, ni la destrucción irresponsable del medio
ambiente. Una medicina organizada debe intervenir para abogar por la solución de esos
problemas.

Principios
4. En representación de los médicos, las sociedades médicas deben ocuparse de los
problemas ambientales. Esta consideración puede incluir la determinación de los
problemas que tienen una particular urgencia local; esfuerzos para mejorar la aplicación
de las leyes ya existentes sobre los problemas ambientales; y la determinación de los
problemas de salud cuyas raíces arrancan de los problemas ambientales.
5. Las sociedades médicas deben fomentar las medidas de planificación familiar que sean
sanas desde el punto de vista médico y ético. Esas medidas no tendrán por objeto
limitar la autonomía personal de los individuos, sino enriquecer la calidad de vida de
todos los miembros de la familia y conservar todas las formas de vida en el planeta.
6. La AMM debe servir como un foro internacional para discutir los problemas ambientales
y demográficos en relación con la medicina y debe proveer un foro para coordinar los
esfuerzos internacionales realizados por los médicos y las sociedades médicas para
resolver esas cuestiones que deben ser manejadas en el nivel internacional.
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Proposición
sobre el Uso de Animales en la Investigación Biomédica
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La investigación biomédica es esencial para la salud y el bienestar de todas las
personas de nuestra sociedad. Los avances en investigación biomédica han mejorado
notablemente la calidad de vida y prolongado su duración en todo el mundo. Sin embargo,
la capacidad de la comunidad científica de seguir prodigando sus esfuerzos para mejorar la
salud personal y pública está amenazada por un movimiento dirigido a eliminar el uso de los
animales en la investigación biomédica. Ese movimiento está encabezado por grupos
activistas defensores de los derechos de los animales. Sus puntos de vista están muy
alejados de la actitud general del público, y sus tácticas incluyen, desde complejos
cabildeos, recolección de fondos, propaganda y campañas de información errónea, hasta
violentos ataques a establecimientos de investigación biomédica y a científicos aislados.
La magnitud de las violentas actividades promovidas en defensa de los derechos del
animal es asombrosa. Solamente en los Estados Unidos, los grupos de defensa de los
animales han realizado más de 29 ataques a las instalaciones de investigación en ese país,
desde 1980; robaron más de 2000 animales, ocasionando más de siete millones de dólares
en pérdidas materiales y destruyendo años de investigación científica. Los grupos activistas
defensores de los animales han emprendido actividades similares en Gran Bretaña, Europa
Occidental, Canadá y España. Diversos grupos se han hecho responsables en esos países
de hacer explotar automóviles, instituciones, depósitos y casas privadas de investigadores.
La violencia desplegada por los defensores de los derechos de los animales ha
desalentado a la comunidad científica de todo el mundo. Los científicos, los organismos de
investigación y las universidades se han visto intimidados hasta el punto de alterar e incluso
interrumpir sus trabajos de investigación que dependían del uso de animales. Los
laboratorios se han visto obligados a invertir miles de dólares destinados a investigación,
para comprar equipos complejos de seguridad. Jóvenes que podrían haber seguido una
carrera de investigación biomédica se están orientando hacia otras profesiones.
A pesar de los esfuerzos que realizan muchos grupos para proteger la investigación
médica de los activistas defensores de animales, las reacciones realizadas contra el
movimiento de defensa de los animales han sido fragmentarias, de escasa financiación y
principalmente de carácter defensivo. Muchos grupos de la comunidad biomédica vacilan en
adoptar una posición pública contra el activismo a favor de los animales por miedo a las
represalias. Como consecuencia, la comunidad de investigadores quedó relegada a la
defensiva. Se ponen en tela de juicio sus motivaciones y la necesidad de usar animales en
la investigación.
Si bien se necesitan animales en la realización de investigaciones para mejorar la
atención médica de todas las personas, reconocemos también que debe asegurarse un
trato humano a la investigación con animales. Debe prescribirse una capacitación apropiada
para todo el personal de investigación y proveerse una atención veterinaria adecuada. Los
experimentos deben satisfacer todas las normas o reglamentos estipulados para regir el
manejo, alojamiento, atención, trato y transporte de los animales.
Los organismos científicos y médicos internacionales deben realizar una campaña
más intensa y más coherente para contrarrestar la creciente amenaza a la salud pública
creada por los activistas a favor de los animales. Debe proveerse dirección y coordinación.
La Asociación Médica Mundial ratifica, por lo tanto, los siguientes principios:
9. El uso de animales en la investigación biomédica es esencial para un progreso médico
continuo.
10. La declaración de la AMM de Helsinki requiere que la investigación biomédica realizada
en seres humanos tenga por base la experimentación con animales, pero también
requiere que se respete el bienestar de los animales usados en la investigación.
11. Es esencial brindar un trato humano a los animales usados en la investigación
biomédica.
12. Debe exigirse que todos los establecimientos de investigación cumplan con las normas
requeridas para el trato humano de los animales.
13. Las sociedades médicas deben oponerse a cualquier intento de negarse a usar
debidamente animales en la investigación médica porque esa negativa arriesgaría la
salud del paciente.
14. Aunque la libertad de palabra no debe ser infringida, deben condenarse los elementos
anarquistas entre los activistas a favor de los animales.
15. Debe condenarse internacionalmente el uso de amenazas, intimidación, violencia, y
presión personal sobre los científicos y sus familias.
16. Debe procurarse un esfuerzo máximo coordinado de las agencias internacionales de
protección de la ley para amparar a los investigadores y los establecimientos de
investigación contra las actividades terroristas.

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Proposición
sobre la Sustitución Genérica de Medicamentos
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Definición
Se define como sustitución genérica a la entrega de una marca diferente o de un
medicamento sin marca, en lugar del producto prescripto, es decir, el mismo elemento con
la misma composición química, con el mismo dosaje, pero distribuido por otra empresa.

Preámbulo
Si los productos medicinales no son bioequivalentes debido a las diferencias en los
procesos de fabricación, y/o debido a la presencia de diferentes excipientes biológicamente
inactivos, la equivalencia terapéutica esperada entre esos productos también puede
cambiar. Por lo tanto, cuando la sustitución ocurre entre productos medicinales que no son
equivalentes biológica, química y terapéuticamente, el paciente puede quedar afectado en
forma desfavorable, es decir, puede sufrir una reacción adversa al medicamento, o puede
fallar la acción terapéutica. Por dichas razones, el médico debe obtener la garantía de las
autoridades reglamentarias nacionales sobre la equivalencia biológica, química y terapéutica
de los medicamentos prescriptos que provienen de distintas fuentes. También es deseable
que se aplique ese principio en el caso de productos medicinales de una única fuente. Para
garantizar la calidad de los medicamentos de distintas partidas, es necesario disponer de
medios especiales para establecer su equivalencia biológica, química y terapéutica.
En la selección de los medicamentos, deben tenerse en cuenta muchas
consideraciones médicas antes de prescribir al paciente un medicamento en base a
determinados síntomas. Una vez satisfechas estas consideraciones primarias, el médico
debe sopesar los costos comparativos de productos medicinales similares disponibles en
plaza para satisfacer mejor las necesidades del paciente. El médico tiene el derecho y la
obligación de utilizar su criterio en nombre del paciente. Por lo tanto, debe seleccionar la
clase y la cantidad del producto medicinal que crea satisfacer mejor los intereses médicos y
económicos de su paciente. Una vez que el paciente haya dado su consentimiento al
medicamento propuesto, éste no debería cambiarse sin el consentimiento del paciente ni del
médico. Aun cuando terceras partes ordenen una sustitución genérica del medicamento,
deben hacerse todos los esfuerzos posibles para mantener la autoridad del médico. Si se
alteran estos principios se lo puede dañar al paciente, y el médico será responsable por las
consecuencias perjudiciales resultantes. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer
todo lo que está a su alcance para cumplir con esos principios tanto en nombre de los
pacientes como de los médicos.

Recomendaciones
8. Los médicos deben informarse sobre las leyes y/o reglamentos específicos que rigen la
sustitución genérica de los medicamentos en las localidades en las que ejercen su
profesión.
9. Al iniciar un tratamiento, los médicos deben determinar con cuidado la dosis de toda
medicación para lograr la óptima eficacia y seguridad, sobre todo en pacientes que
sufren de trastornos crónicos que requieren una terapia prolongada o pacientes de
grupos especiales de población, en los que se pueda esperar una reacción anómala al
medicamento.
10. Una vez que se ha prescripto una medicación para una enfermedad crónica, y ha
empezado a administrarse, no debe hacerse ninguna sustitución de productos de
nombres genéricos o de marca sin el permiso del terapeuta. Si ocurre la sustitución de
un medicamento genérico o de marca, el médico deberá controlar y ajustar
cuidadosamente la dosis para asegurar la equivalencia terapéutica del producto.
11. El médico tiene el deber de informar sobre las graves reacciones adversas al
medicamento o fallas terapéuticas, que pueden estar relacionadas con la sustitución del
producto; el resultado debe ser documentado e informado a las autoridades
reglamentarias pertinentes, e incluso a la correspondiente asociación médica nacional.
12. Las asociaciones médicas nacionales deben controlar regularmente los problemas de
sustitución genérica de medicamentos y mantener informados a sus miembros sobre
los hechos que revistan especial importancia para la atención de los pacientes. Cuando
sea conveniente, se distribuirán informes a los médicos sobre los desarrollos
significativos.
13. Las asociaciones médicas nacionales, en colaboración con otros organismos
reguladores de los medicamentos, deben evaluar y asegurar la equivalencia biológica,
química y terapéutica de todos los productos medicinales similares, sean de fabricación
genérica o de marca, para garantizar un tratamiento seguro y efectivo.
14. Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse a toda acción que pretenda
restringir la libertad y responsabilidad del médico en prescribir un tratamiento
basándose en el máximo interés médico y económico del paciente.
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Proposición
sobre Trasplante de Tejido Fetal
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La perspectiva de realizar trasplantes de tejido fetal terapéuticamente efectivos, en
enfermedades tales como la diabetes y el Mal de Parkinson han hecho surgir nuevas
cuestiones en la discusión ética de la investigación fetal. Esas cuestiones son distintas de
las planteadas en los años setenta, que se referían a procedimientos invasivos realizados
sobre fetos vivos y viables. También son distintas de los problemas que fueron planteados
por el desarrollo de nuevas técnicas para el diagnóstico prenatal, tales como la fetoscopía y
la toma de muestras de vellosidades coriónicas. Aunque el uso de tejido trasplantado de un
feto, después de un aborto espontáneo o inducido, sería análogo al uso de tejido y órganos
de un cadáver, la cuestión moral para muchos pasa por la posibilidad de que la decisión de
abortar esté aparejada con la decisión de donar tejido fetal para el propio procedimiento de
trasplante.
El uso de tejido fetal humano para trasplantes está basado, en su mayor parte, sobre
una gran cantidad de datos de investigación, obtenidos en modelos experimentales de
animales. En este momento, la cantidad de esos trasplantes realizados es relativamente
pequeña, pero las diversas aplicaciones son perspectivas promisorias de investigación
clínica para ciertas enfermedades. Se espera que la demanda de trasplante de tejido fetal
para los injertos celulares neurales o pancreáticos aumente, si los próximos estudios
s sugieren que una mujer que vacila ante la decisión de hacerse un aborto podría ser
convencida con argumentos sobre el bien que podría hacer si decidiera interrumpir el
embarazo. Estos planteos hacen necesaria la prohibición de: (a) la donación de tejido fetal a
receptores designados; (b) la venta de ese tejido; (c) la solicitud de consentimiento para
usar el tejido a los fines de trasplante antes de tomar la decisión final sobre aborto.
El mismo médico puede ejercer una influencia negativa en el proceso de interrupción
del embarazo. Por consiguiente, deben tomarse medidas para asegurar que las decisiones
de donar tejido fetal para trasplante no afecten ya sea las técnicas usadas para inducir el
aborto o el momento de ejecutar el procedimiento con respecto a la edad del feto. Además,
para evitar conflicto de intereses, los médicos y otro personal de la salud que participa en la
realización de los abortos no debe recibir ningún beneficio directo o indirecto del uso del
tejido obtenido a los efectos de la investigación o trasplante. La recuperación y preservación
del tejido aprovechable no puede convertirse en la finalidad principal del aborto. Por lo tanto,
los miembros de un equipo de trasplante no deben influenciar el proceso de aborto, ni
participar en él.
Tienen un beneficio comercial potencial aquéllos que participan en la recuperación,
almacenaje, análisis, preparación y entrega de tejidos fetales. El aprovisionamiento de tejido
fetal ejercido por mecanismos no lucrativos, cuyo objetivo es cubrir solamente los costos,
reduciría la posibilidad de que se influya directa o indirectamente sobre una mujer para
obtener su consentimiento a los efectos de que done los restos fetales abortados.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial ratifica que el uso del tejido fetal con fines de trasplante
sigue estando en una etapa experimental y sólo debería ser permitido con un criterio ético
cuando:
8) Se cumplan la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial y la
Declaración sobre el Trasplante de Organos Humanos, en lo que se refiere al donante
y receptor del trasplante de tejido fetal.
9) El tejido fetal se provea de acuerdo con las condiciones correspondientes a la
Proposición de la Asociación Médica Mundial sobre el Tráfico de Organos Vivos y ese
tejido no sea provisto a cambio de remuneración que exceda lo necesario para cubrir
los gastos razonables.
10) El donante no designe al receptor del tejido.
11) Se tome la decisión final respecto del aborto antes de iniciar la discusión sobre el uso
del tejido fetal para trasplante. Se establezca y se garantice una independencia
absoluta entre el equipo médico que practica el aborto y el equipo que usa el feto con
fines terapéuticos.
12) La decisión referente al momento de realizar el aborto se tome basándose en el estado
de salud de la madre y del feto. Las decisiones referentes a la técnica usada para
inducir el aborto, así como el momento de realizarlo con respecto a la edad de
gestación del feto, se basen tomando en consideración la seguridad de la mujer
embarazada.
13) El personal de atención de la salud que interviene en la interrupción de un embarazo
determinado no reciba beneficio alguno por el trasplante de tejidos del aborto de dicho
embarazo.
14) Se obtenga consentimiento informado en nombre tanto del donante como del receptor
de acuerdo con las leyes vigentes.

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Proposición
sobre el Estado Vegetativo Persistente
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989

Preámbulo
La información sobre la salud, requerida actualmente, no nos brinda una evaluación
exacta en cuanto a la frecuencia con la que ocurre en el mundo el Estado Vegetativo
Persistente (EVP). Diez años atrás, se estimaba para Japón una frecuencia de dos a tres
por cien mil. Parece probable que la cantidad absoluta de esos casos haya crecido
apreciablemente como consecuencia de prácticas habituales en medicina crítica, apoyo
cardiorespiratorio, alimentación parenteral y control de infecciones en pacientes con graves
lesiones cerebrales. Se vuelve cada vez más actual el problema de cómo proceder con los
resultados generales indeseables, económicamente costosos, y emocionalmente dolorosos,
de los tratamientos modernos.

Estado vegetativo persistente


La pérdida patológica de la conciencia puede seguir a una diversidad de trastornos
cerebrales que incluyen, entre otros: insuficiencia de irrigación sanguínea, intoxicación,
ataques, infecciones, lesiones físicas directas, o males degenerativos. La pérdida abrupta
de conciencia consiste generalmente en un estado agudo semejante al sueño, de difícil
despertar, llamado coma, que puede ser seguido ya sea por diversos grados de
recuperación o por un deterioro neurológico crónico. Las personas que han sufrido múltiples
daños en los hemisferios cerebrales entran generalmente en un estado crónico de
inconsciencia, llamado estado vegetativo, en el cual el cuerpo se despierta y se duerme
pero no manifiesta ningún indicio metabólico cerebral o conductista que demuestre poseer
una función cognitiva o sea capaz de reaccionar adecuadamente a los eventos o estímulos
externos. Ese estado de pérdida total de la capacidad cognitiva puede resultar de las
lesiones graves que producen el coma o pueden desarrollarse más lentamente como
consecuencia de trastornos estructurales progresivos, tales como el mal de Alzheimer, que
en sus etapas finales destruye también las funciones psicológicas del cerebro. Si la pérdida
del conocimiento dura más de varias semanas, ese estado se denomina estado vegetativo
persistente, porque el cuerpo retiene las funciones necesarias para sostener la
supervivencia vegetativa. Es posible salir del estado vegetativo, sobre todo durante los
primeros días o semanas después del principio, pero la tragedia consiste en que muchas
personas viven en EVP durante muchos meses o años si se les proporciona la alimentación
y otros sistemas de apoyo.

Recuperación
Una vez que los médicos calificados han determinado que el paciente ha salido de su
estado de coma, pero no se encuentra aún en estado consciente, el estado vegetativo
persistente dependerá de la naturaleza de la lesión cerebral, de la duración del estado de
coma y de una serie de otros pronósticos. Algunas personas de menos de 35 años con
coma, después de un trauma de cabeza, así como un paciente ocasional con coma después
de una hemorragia intracraneana, pueden recuperarse muy lentamente. De esa manera, lo
que parece ser un EVP, al cabo de uno a tres meses después del evento que ha provocado
el coma, puede en algunos casos raros evolucionar hasta desembocar en un deterioro de
menor grado a los seis meses. Por otra parte, la probabilidad de recuperarse después de
haber permanecido en estado vegetativo durante tres meses es ínfima. Se conocen raras
excepciones, pero algunas de ellas pueden referirse a pacientes que entraron en un estado
de estupor irreconocible, poco después de haberse despertado de una lesión causal del
coma. En última instancia, todos quedaron gravemente discapacitados.

Pautas
A pesar de estas raras excepciones, los datos disponibles indican que la falta
prolongada de lucidez durante seis meses predice, con un alto grado de certeza, la no
recuperación o una abrumadora invalidez, al margen de la naturaleza de la lesión cerebral.
Por lo tanto, un criterio satisfactorio de diagnóstico del EVP podría ser la ausencia
observada de lucidez por lo menos durante doce meses, aunque la recuperación de la
conciencia después de seis meses es extremadamente rara para los pacientes mayores de
50 años.
El riesgo de equivocar el pronóstico, aplicando el criterio mencionado, es tan pequeño
que la decisión de incorporarlo como conclusión pronóstica parece plenamente justificable.
La conclusión a la que llega un médico referente a la escasa probabilidad de recuperación
de la conciencia es la premisa habitual que conduce a discutir la cuestión sobre la
continuación o interrupción de las medidas necesarias para mantener la actividad vital.
Aunque los miembros de la familia del paciente puedan ser los primeros en mencionar ese
problema, la cuestión sobre la continuación del tratamiento no se discute en general
mientras el médico no haya expresado su opinión respecto del pronóstico. Una vez que la
cuestión de continuar o interrumpir las medidas necesarias para mantener la actividad vital
haya sido planteada, es necesario considerar sus aspectos jurídicos y éticos.

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Proposición
sobre Políticas para la Atención de Pacientes
con Fuertes Dolores Crónicos en Enfermedades Terminales
Adoptada en la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, EEUU, Octubre 1990

Prefacio
La atención de los pacientes terminales con dolores crónicos serios debe asegurar un
tratamiento que permita a dichos pacientes acabar sus vidas con dignidad y honor. Los
analgésicos, tanto opiáceos como no opiáceos, están disponibles, y cuando se los usa
correctamente pueden aliviar el dolor de la mayoría de los enfermos terminales.
Corresponde al médico y a las otras personas que atienden a un moribundo que padece un
grave dolor crónico, comprender la dinámica de la experiencia del dolor, la farmacología
clínica de los analgésicos y las necesidades del paciente, de la familia y de los amigos.
También es imperativo que los gobiernos garanticen la existencia de las cantidades
necesarias de analgésicos opiáceos para su debida aplicación en la lucha con fuertes
dolores crónicos.

Principios de la lucha clínica con los fuertes dolores crónicos


Cuando un paciente es un enfermo terminal, el médico debe orientar sus esfuerzos al
alivio de los sufrimientos. El dolor es sólo un componente del sufrimiento del paciente. Sin
embargo, el efecto que puede tener el dolor sobre la vida de un paciente puede variar desde
un malestar tolerable hasta llegar a tener un sentido abrumador de derrumbe y de derrota.
La experiencia clínica ha comprobado que, en general, no es tanto cuál opiáceo se
usa para lograr el alivio del fuerte dolor crónico en el paciente terminal, sino que lo
determinante es el modo en que se usa el medicamento.
Es imperioso, sin embargo, que el médico distinga entre un dolor agudo y un dolor que
puede suponerse crónico, puesto que esa diferencia puede acarrear importantes
implicaciones para el uso de los analgésicos opiáceos. A continuación se dan los principios
generales que deben guiar el tratamiento del fuerte dolor crónico sobre todo mediante el
uso de medicación analgésica.
8. El tratamiento debe ser personalizado para satisfacer las necesidades del paciente y
mantener su estado en el mejor nivel posible.
9. Debe entenderse que las necesidades de un paciente con dolor crónico difieren a
menudo de las que afectan a los pacientes con dolor agudo.
10. El médico debe conocer la potencia, la duración de la acción y los efectos colaterales
de los analgésicos disponibles, para seleccionar el medicamento apropiado, así como
la dosis, la forma de administrar, y la dosificación que asegure el óptimo alivio del dolor
para el paciente.
11. La combinación de analgésicos opiáceos y no opiáceos puede brindar un mayor alivio a
los pacientes para quienes los analgésicos no opiáceos ya no son suficientes. Esto se
puede lograr sin crear un mayor riesgo de efectos colaterales indeseables.
12. El desarrollo de la tolerancia a los efectos analgésicos de un agonista opiáceo puede
ser vencido cambiando al paciente a un agonista opiáceo alternativo. Esto se basa en
una tolerancia cruzada incompleta entre diferentes analgésicos opiáceos.
13. La dependencia yatrogénica no debe considerarse como un problema principal en el
tratamiento de dolores severos de las enfermedades neoplásticas y nunca será una
razón para retirar analgésicos fuertes a un paciente que puede beneficiarse con ellos.
14. Los gobiernos deben examinar hasta qué punto sus sistemas de atención de la salud y
sus leyes y reglamentos permiten el uso de opiáceos con fines médicos, identificar los
posibles impedimentos de tales usos y desarrollar planes de acción para facilitar la
producción y existencia de opiáceos para todas las prescripciones médicas
correspondientes.

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Proposición
sobre la Fabricación, Importación, Exportación,
Venta y Publicidad del Tabaco
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

La Asociación Médica Mundial reconoce que los productos de tabaco son peligrosos
para la salud humana (véase la Declaración de la AMM sobre los Peligros de los Productos
de Tabaco para la Salud, adoptada en Setiembre 1988).
La Asociación Médica Mundial insta, por lo tanto, a todas las naciones a proteger la
salud pública adoptando prohibiciones o restricciones sobre la fabricación, la importación, la
exportación, la venta o la publicidad de los derivados del tabaco.
La Asociación Médica Mundial insta además a las Asociaciones Médicas Nacionales a
que adopten medidas que puedan servir para apoyar las prohibiciones o restricciones sobre
fabricación, importación, exportación, venta o publicidad de productos de tabaco, adoptadas
por los gobiernos de sus respectivas naciones.

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Declaración de Hong Kong


sobre el Maltrato de los Ancianos
Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, Setiembre 1989
y revisada en
la 126a Sesión del Consejo, Jerusalen, Israel, mayo 1990

Las personas ancianas pueden sufrir problemas patológicos, tales como alteraciones
motrices y físicas y trastornos de orientación. Como consecuencia de esas problemas, los
pacientes de edad avanzada requieren asistencia en sus actividades diarias, lo que a su vez
puede llevarlos a un estado de dependencia. Esa situación puede hacer que sus familias y
la comunidad los consideren como una carga y que se reduzca a un mínimo el cuidado y los
servicios que se les prestan. Es sobre ese fondo que debe considerarse el tema de maltrato
a los ancianos.
El maltrato a los ancianos puede manifestarse de diversas maneras; puede ser el
maltrato físico, psicológico y económico y/o material, mala atención médica o negligencia
personal. Las diferencias para definir el maltrato de los ancianos presentan dificultades
cuando se comparan los hechos derivados de la naturaleza y de las causas del problema.
Se han propuesto una cantidad de hipótesis preliminares sobre la etiología del maltrato de
los ancianos, que incluyen: dependencia de terceros para prestar servicios; ausencia de
lazos familiares cercanos; violencia familiar; falta de recursos económicos; psicopatología
del autor de malos tratos; falta de apoyo comunitario; y factores institucionales como bajos
salarios y malas condiciones de trabajo que contribuyen a la conducta negativa de las
personas encargadas de atender a los ancianos y que conducen a una actitud negligente
con respecto a ellos.
Tanto las instituciones médicas como los organismos sociales reconocen, cada vez
más, el fenómeno del maltrato que se da a los ancianos. Los médicos desempeñaron un
papel prominente en el movimiento contra el maltrato del que son víctima los niños,
definiendo y dando a publicidad el problema y elaborando la política pública al respecto. El
maltrato de los ancianos, sin embargo, ha atraído sólo recientemente la atención de la
profesión médica. El primer paso que se debe dar para prevenir el maltrato y el abandono
de los ancianos consiste en incrementar los niveles de conciencia y conocimiento entre los
médicos y entre otros profesionales de la salud. Una vez que se hayan identificado los
individuos de alto riesgo y sus familias, los médicos pueden participar en la prevención
primaria del maltrato haciendo las derivaciones a la comunidad y a los centros de servicio
social correspondientes. También los médicos pueden participar proporcionando apoyo e
información sobre situaciones de alto riesgo, directamente a los pacientes y a sus familias.
La Asociación Médica Mundial adopta por lo tanto los Principios Generales
relacionados con el maltrato de personas de edad avanzada.

Principios Generales
6. Las personas de edad avanzada tienen los mismos derechos a la atención, al bienestar
y al respeto como los otros seres humanos.
7. La Asociación Médica Mundial reconoce que es responsabilidad de los médicos ayudar
a prevenir el maltrato físico y psicológico de los pacientes de edad avanzada.
8. Ya sea que los consulte directamente una persona anciana, un hogar para ancianos o
la familia, los médicos deberán procurar que el paciente reciba el mejor cuidado
posible.
9. Si, en virtud de esta Declaración, los médicos comprueban o sospechan malos tratos,
discutirán la situación con aquéllos que están a cargo del anciano, sea en el hogar
geriátrico o la familia. Si se confirman los malos tratos o si una muerte resulta
sospechosa, ellos informarán a las autoridades correspondientes.
10. Para garantizar la protección a los ancianos en cualquier ambiente no se les deberá
restringir su derecho a elegir libremente el médico. Las asociaciones nacionales
miembro lucharán para asegurar que esa libre elección se garantice dentro del sistema
médicosocial.
La Asociación Médica Mundial hace también las siguientes recomendaciones a los
médicos dedicados a la atención de los ancianos e insta a las Asociaciones Médicas
Nacionales a que hagan conocer esta Declaración a sus miembros y al público.

II. Recomendaciones
Los médicos dedicados al tratamiento de los ancianos deben:
• identificar al anciano que haya sido víctima de maltrato y/o negligencia
• proveer evaluación y tratamiento médicos para las lesiones provocadas por el maltrato
y/o la negligencia
• permanecer objetivos y no prejuzgar
• intentar establecer o mantener una alianza terapéutica con la familia (a menudo, el
médico es el único profesional que mantiene un contacto de largo plazo con el paciente
y la familia)
• informar sobre todos los casos en los que pueda sospecharse de maltrato y/o
abandono de un anciano de acuerdo con los estatutos locales
Asociación Médica Mundial llama la atención de la profesión médica en todo el mundo
sobre los peligros que representan las armas químicas y biológicas. Entre otros peligros,
más evidentes, deben destacarse los siguientes:
e) El uso de armas que tendrían un efecto devastador sobre la población civil
además del personal militar, y no solamente en la zona del blanco sino también
en sitios distantes, tal vez más allá de las fronteras nacionales de los
combatientes.
f) Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas constituyen una
amenaza constante a largo plazo para la salud de los seres humanos
ocasionando posibles enfermedades, heridas, traumas y trastornos en la
población durante un largo período de tiempo.
g) Los efectos de la exposición a las armas químicas y biológicas pueden provocar
también cambios complejos e impredecibles en el ambiente natural que incluye a
los animales, la vida vegetal y la provisión de agua, destruyendo de esa manera la
fuente de alimentos de los seres humanos y produciendo una extensa morbilidad.
h) Los servicios de salud, la tecnología y la mano de obra existentes pueden resultar
inútiles para aliviar los sufrimientos causados por la exposición a las armas
químicas y biológicas.
La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial pide a los médicos
consagrar sus vidas al servicio de la humanidad, prometer que la salud del paciente sea su
primera preocupación y no usar los conocimientos médicos en contra de las leyes de la
humanidad.
La Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial declara que la misión del
médico consiste en salvaguardar la salud de la población. El conocimiento y la conciencia
del médico están consagrados al cumplimiento de esa misión.
La Declaración de Tokio de la Asociación Médica Mundial empieza con la siguiente
aseveración:
" Es privilegio de los médicos practicar medicina al servicio de la
humanidad, preservar y restablecer la salud física y psíquica. Debe
mantenerse el máximo respeto por la vida humana aun bajo amenazas
y no deben usarse conocimientos médicos contrarios a las leyes de la
humanidad".
Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial considera que no sería ético para un
médico, cuya misión es proveer atención a la salud, participar de la investigación y del
desarrollo de armas químicas y biológicas, y usar su conocimiento personal y científico en la
creación y fabricación de dichas armas.
Además, la Asociación Médica Mundial:
4. Condena el desarrollo y el uso de armas químicas y biológicas.
5. Solicita a los gobiernos que se abstengan de desarrollar y usar armas químicas y
biológicas.
6. Solicita a las Asociaciones Médicas Nacionales que se unan a la AMM para apoyar
activamente esta Declaración.

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Resolución
sobre Derechos Humanos
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990
y enmendada por
la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993 y por
la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Teniendo en cuenta el hecho de que:


4. La Asociación Médica Mundial y sus asociaciones miembro siempre han procurado
hacer avanzar la causa de los derechos humanos para todos los hombres y han
emprendido frecuentemente acciones destinadas a mitigar las violaciones de los
derechos humanos.
5. Los miembros del gremio médico a menudo han estado entre los primeros para
enterarse de las violaciones a los derechos humanos.
6. Las Asociaciones Médicas deben desempeñar un papel esencial en llamar la atención
sobre esas violaciones en sus países.
La Asociación Médica Mundial convoca nuevamente a sus asociaciones miembro
6. Para revisar la situación en sus propios países a fin de lograr que las violaciones no se
oculten por miedo a sufrir represalias de las autoridades responsables, y a fin de pedir
estricto cumplimiento de los derechos humanos y civiles cuando las violaciones se
descubran.
7. Para proveer recomendaciones éticas precisas a los médicos que trabajan en el
sistema carcelario.
8. Para elaborar un mecanismo efectivo a los efectos de investigar las prácticas médicas
no éticas en el campo de los derechos humanos.
9. Para aplicar los mayores esfuerzos a fin de asegurar que todos los seres humanos sin
distinción tengan acceso a una asistencia médica adecuada.
10. Para protestar contra las violaciones de derechos humanos, alegadas mediante
comunicaciones que recomienden un tratamiento humanitario a los presos, y que
procuren la liberación inmediata de aquellos que fueran encarcelados sin una justa
causa.
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Resolución
sobre Sustitución Terapéutica
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

Puesto que la sustitución terapéutica es una forma de sustitución de medicamentos y


la sustitución terapéutica ocurre cuando un farmacéutico sustituye el medicamento que
prescribió un médico por un medicamento químicamente diferente. El medicamento
entregado por el farmacéutico pertenece a la misma clase farmacológica y a la misma clase
terapéutica. Sin embargo, puesto que los dos medicamentos tienen diferentes estructuras
químicas pueden ocurrir resultados potencialmente antagónicos para el paciente.
Puesto que la sustitución genérica es enteramente diferente de la sustitución
terapéutica, y en la sustitución genérica un medicamento genérico sustituye a un
medicamento de marca. Sin embargo, ambos medicamentos tienen los mismos ingredientes
o el mismo ingrediente químico activo, el mismo efecto de la misma dosis y la misma
dosificación.
Puesto que la prescripción de un medicamento representa la culminación de un
cuidadoso proceso ponderado entre el médico y el paciente, que apunta a la prevención,
mejoramiento o cura de una enfermedad o un problema. Ese proceso ponderado requiere
que el médico evalúe diversos datos científicos y psicológicos, incluso los costos, y que
haga una elección personalizada de la terapia para el paciente.
Puesto que los médicos tienen la responsabilidad de diagnosticar el estado del
paciente y de desarrollar un plan de tratamiento que incluya la prescripción de
medicamentos y medicaciones apropiadas.
Se resuelve que la Asociación Médica Mundial apoye:
4. La personalización de la terapia para los pacientes, obtenida a partir de una base de
datos clínica completa, compilada de una historia global, de los resultados de un
examen físico corriente, y de los datos relevantes de laboratorio y los factores
psicosociales.
5. La confirmación de la autoridad prescriptiva del médico a fin de que el paciente reciba
una atención organizada y efectiva.
6. El requerimiento de que el farmacéutico entregue el mismo producto químico, en la
dosis y con la dosificación prescripta por el médico.
Se resuelve que la Asociación Médica Mundial se oponga a:
3. El concepto de sustitución terapéutica porque trae como consecuencia una prescripción
basada en una información incompleta y de esa manera puede perjudicar el bienestar
del paciente.
4. Toda ley u ordenanza gubernamental que permita la sustitución terapéutica.

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Proposición
sobre Lesiones de Tránsito
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EEUU, Octubre 1990

Preámbulo
Un problema público de salud que tiene las mismas consecuencias que las producidas
por las mayores enfermedades, tales como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares,
es el resultado de los accidentes de tránsito que originan serias lesiones. En algunas
naciones esas lesiones son una de las causas principales de muerte entre los jóvenes. En la
actualidad, alrededor de medio millón de muertes ocurren anualmente en las rutas en todo
el mundo, y hay alrededor de quince millones de heridos.
Las colisiones de automotores son el resultado de choques súbitos, inesperados, a
veces fatales entre personas, vehículos y la ruta. Así como cuando se trata de
enfermedades, comprender la etiología de los traumatismos es dar un paso importante
hacia su prevención y control. Los enfoques preventivos y de protección permiten crear
medios efectivos para evitarlos. Los choques de tránsito y sus consecuencias pueden
reducirse aplicando amplia y sistemáticamente los conocimientos corrientes en el dominio
del diseño de los vehículos, el trazado de las rutas y la dirección de tránsito, respaldados
por los controles correspondientes de regulación. No hay duda que la educación de la
población desempeña también un papel significativo.
Lamentablemente, mientras que los problemas de transporte son de máximo interés
para la población en general, la seguridad en el tránsito parece tener un interés marginal
para el público, aunque ese interés parece ir en aumento. En los países con tránsito intenso,
las lesiones producidas por accidentes de tránsito consumen aproximadamente un 10% de
los recursos hospitalarios totales, si se excluye el costo de rehabilitación, la atención a largo
plazo y la invalidez permanente.
Si bien es cierto que el comportamiento del usuario contribuye apreciablemente a la
seguridad del tránsito, en épocas más recientes el punto de vista se ha centrado en otros
componentes del sistema, especialmente el vehículo y la ruta misma. De modo que es
conveniente examinar las prácticas y las políticas de aquéllos que desempeñan un papel
central en la construcción y el funcionamiento seguro del sistema operativo ruta-vehículo.
Por ejemplo, cuando un vehículo escapa del control y se estrella, la gravedad de la colisión
depende del tamaño, peso, rigidez y otras características del objeto contra el cual se
produjo la colisión. Por lo tanto, deben mantenerse alejados de la carretera, barreras y
obstáculos tales como vallas, pilares, grandes árboles y piedras.
El gremio médico tiene la misma obligación de luchar contra los traumatismos
provocados por los accidentes de tránsito como la tiene para luchar con cualquier otro
problema público de salud, y los médicos deben intervenir en las cuestiones concernientes
al control y prevención de ese flagelo. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben trabajar
activamente a la par de los gobiernos y políticos a fin de darle prioridad a este problema y
tomar las medidas necesarias a nivel del factor humano, del vehículo y del camino.

Recomendaciones
7) Para prevenir los accidentes de tránsito se debe mejorar la ingeniería vial; esto
comprende la construcción de las rutas y su mantenimiento. La infraestructura debe
construirse y mantenerse de manera que se adecue al aumento de la cantidad de
vehículos que usan la ruta. Eso requiere la inversión de recursos públicos adecuados.
Se debería mejorar la organización del tránsito y aumentar, donde sea posible, la
cantidad de autopistas divididas en varios carriles, cruces a distinto nivel, y banquinas
para minimizar el riesgo de choques frontales. Es importante considerar el tránsito,
donde sea posible, con una separación efectiva del tránsito automotor, del tránsito no
motorizado, sobre todo para la seguridad de los peatones y para prevenir su muerte
que alcanza a un 25% del total de las muertes producidas por automotores.
8) Se deben emprender acciones, sobre todo mediante la educación, orientadas a
modificar el comportamiento de los que intervienen en el tránsito, enseñando incluso a
prescindir del cigarrillo durante el manejo. Hay que concentrarse sobre todo en los
esfuerzos que aporten resultados apreciables en cuanto a disminuir la cantidad de
accidentes, y que tomen en cuenta el nivel de preparación y de cultura del individuo, el
nivel de la motorización del país y sus diferencias culturales y demográficas. Por
ejemplo, deben explicarse y observarse rigurosamente las leyes que prohiben el
manejo bajo la influencia del alcohol. Un buen medio protector lo constituye el uso
correcto de los cinturones de seguridad: los pasajeros los deben usar siempre y a ello
contribuyen las leyes que exigen su uso.
9) Se debe proteger la seguridad del peatón con todos los medios posibles, incluso con
legislación técnica, refección y mantenimiento de obras, y factores educacionales y
zonales.
10) Para asegurar el control de los traumatismos, el gremio médico debe contribuir a que
se adopten medidas de seguridad: cinturones de seguridad, cascos protectores,
ventanas y parabrisas de vidrio especial, cerraduras de las puertas de seguridad,
volantes telescópicos y equipamiento interior menos peligroso.
11) Los fabricantes deben diseñar los coches de manera que éstos proporcionen todo tipo
de protección a sus ocupantes. Debe instrumentarse una inspección periódica de los
vehículos con fines de seguridad.
12) La asistencia postraumática - en gran número de casos, incluso la supervivencia y la
duración de la recuperación - dependerá más de la ayuda inicial, prestada al borde del
camino, que de las etapas posteriores de cuidado intensivo. Debe hacerse hincapié en
desarrollar sistemas de comunicación que localicen rápidamente a las personas,
servicios de transporte que puedan evacuar pronto a las víctimas y sistemas médicos
de emergencia que proporcionen primeros auxilios efectivos.
Declaración
sobre el Control de los Traumatismos
Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California EEUU, Octubre 1990
Habiendo estudiado los problemas relacionados con las lesiones y su control en su
Sesión Científica mantenida en Hong Kong en Setiembre 1989, la Asociación Médica
Mundial insta a las Asociaciones Médicas Nacionales a trabajar con todas los organismos
públicos y privados correspondientes en cada país, a fin de desarrollar e instrumentar un
programa para controlar y prevenir traumatismos. Dentro de este programa deben hacerse
esfuerzos para mejorar el tratamiento médico y la rehabilitación de los pacientes lesionados.
Debe intensificarse la investigación, y la educación en lo que respecta al control de los
traumatismos. Se ha llegado a la conclusión de que un componente vital y necesario de un
proyecto exitoso es la cooperación internacional.
La Asociación Médica Mundial alienta a las Asociaciones Médicas Nacionales a que
incorporen los siguientes elementos básicos en sus programas.

2) Introducción.
Los traumatismos son la causa de muerte e invalidez de niños y adultos jóvenes. Los
traumatismos privan cada año de los medios de existencia, y destruyen la salud y la vida de
muchos millones de personas anualmente. Sin embargo, las lesiones se pueden evitar. Hay
posibilidades para comprenderlas y prevenirlas. Se pueden salvar y mejorar las vidas
aprovechando esas oportunidades. Se debe reconocer el control de los traumatismos como
un proyecto prioritario de salud pública que requiere la coordinación entre organismos de
salud, transporte y servicio social en cada país. Para asegurar el éxito de esa tarea se
necesita la participación y la dirección de los médicos.

2) Epidemiología
El esfuerzo inicial de semejante proyecto debe consistir en la recolección de los datos
más adecuados sobre los que se basarán las prioridades, las intervenciones y la
investigación. Debe instrumentarse un sistema efectivo de registro de traumatismos en cada
país para reunir e integrar la información. Para codificar las lesiones, los hospitales y los
organismos de salud deben armar un sistema coherente y exacto. También debe haber una
codificación para informar sobre la gravedad de las lesiones.

3) Prevención
La prevención de las lesiones requiere educación y entrenamiento a fin de enseñar y
persuadir a la gente a que altere su comportamiento y controle de ese modo el riesgo de ser
lesionado. Las leyes y los reglamentos deben promulgarse solicitando cambios en el
comportamiento, basados en métodos científicamente sanos para evitar las lesiones. Esas
leyes deben cumplirse a fin de influenciar en forma efectiva los cambios de comportamiento.
Se debe alentar el perfeccionamiento de la fabricación y del diseño exterior de diversos
productos para proporcionar una protección automática contra las lesiones, ya que éste
será el medio más efectivo para evitarlas.

4) Biomecánica
Debe darse prioridad a las investigaciones biomédicas sobre las causas de las
lesiones. Una mejor comprensión de la biomecánica de los traumatismos y de la invalidez
podría facilitar el desarrollo de una mejor protección para los humanos. Los reglamentos
referentes al diseño de productos deben incorporar las normas de seguridad desarrolladas a
partir de una mejor comprensión de la biomecánica de los traumatismos.

5) Tratamiento
Debe mejorarse el manejo de los traumatismos en el sitio donde se producen,mediante
un sistema efectivo de comunicación con los médicos, para facilitar la toma de decisión.
Debe proporcionarse un transporte rápido y seguro al hospital. En el hospital debe haber un
equipo experimentado de traumatólogos. También debe disponerse de equipos y
medicamentos necesarios para la atención del paciente lesionado, incluso el acceso
inmediato a un banco de sangre. Debe alentarse la instrucción y capacitación de médicos
especialistas en atención de traumatismos para asegurar que haya una técnica óptima,
brindada por la suficiente cantidad de profesionales en todo momento.

6) Rehabilitación
La víctima de traumatismos necesita una asistencia continuada que haga hincapié no
sólo en la supervivencia, sino también en la identificación y la preservación de las funciones
residuales. La rehabilitación para restituir las funciones biológicas, psicológicas y sociales
debe emprenderse haciendo un esfuerzo, para que la persona lesionada alcance una
máxima autonomía personal y un modo de vida independiente. Deben realizarse todos los
esfuerzos posibles para ayudar al paciente (y a la familia) a evitar la institucionalización. La
rehabilitación puede exigir también cambios en el entorno físico y social del paciente.

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Proposición
sobre el Suicidio de los Adolescentes
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

Las varias décadas pasadas han presenciado un cambio impresionante en las causas
de la morta
ertos traumatismos provocados por accidentes de autos.
El suicidio de los adolescentes es una tragedia que afecta no sólo al individuo, sino a
la familia, a los padres y a la comunidad en la cual vivió el adolescente. El suicidio es
considerado a menudo como un fracaso personal por los padres, amigos y médicos, que se
acusan a sí mismos de no haber percibido las señales de alerta. También es visto como un
fracaso por la comunidad, pues sirve como recuerdo vívido de que la sociedad moderna no
procura a menudo un entorno sano, nutriente, de contención, en el cual puedan crecer y
desarrollarse los niños.
Los factores que contribuyen al suicidio de adolescentes son diversos y comprenden:
la depresión, la soledad emocional, la pérdida de autoestima, el estrés emocional excesivo,
los trastornos mentales, las fantasías románticas, la búsqueda de emociones fuertes, el
abuso de droga y alcohol y el fácil acceso a las armas de fuego y a otros agentes de
autodestrucción. Muy frecuentemente el suicidio es el resultado de la acción conjunta de
varios factores, antes que el de un solo factor aislado. La falta de un perfil personal
coherente hace difícil reconocer a los adolescentes que corren el riesgo de suicidarse.
La atención sanitaria de los adolescentes se logra mejor cuando los médicos brindan
servicios multilaterales que incluyan la evaluación y el tratamiento tanto médicos como
psicosociales. Una asistencia continua, global, brinda al médico la oportunidad de obtener la
información necesaria para detectar a los adolescentes que corren el riesgo de suicidarse o
de tener otro comportamiento autodestructivo. Este modelo de servicio ayuda también a
construir una relación médico-paciente socialmente más sustentadora, que puede moderar
las influencias adversas que experimentan los adolescentes en su entorno.
La Asociación Médica Mundial reconoce la naturaleza compleja del desarrollo
biopsicosocial, el mundo social cambiante que enfrentan los adolescentes y la aparición de
agentes de autodestrucción nuevos más mortales. Como respuesta a estas
consideraciones, la Asociación Médica Mundial recomienda que las asociaciones médicas
nacionales adopten las siguientes pautas para los médicos:
8. Durante la capacitación en la escuela médica y durante la residencia, todos los médicos
deben recibir instrucción sobre el desarrollo biopsicosocial de los adolescentes.
9. Los médicos deben capacitarse para reconocer señales y síntomas tempranos de
angustia física, emocional y social en los pacientes adolescentes.
10. Los médicos deben aprender a evaluar los riesgos de suicidio en sus pacientes
adolescentes.
11. Debe enseñarse a los médicos el tratamiento y las opciones de derivación, adecuadas
a todos los niveles de conductas autodestructivas de sus pacientes adolescentes.
12. Al atender a los adolescentes que presentan traumatismos graves, los médicos deben
evaluar la posibilidad de que las heridas pueden haber sido autoinfligidas.
13. Los sistemas de asistencia de salud deben facilitar que se establezcan servicios de
consulta de salud mental, destinados a prevenir el suicidio y a cubrir la atención
medicosocial brindada a los pacientes que han intentado suicidarse.
14. Deben desarrollarse estudios epidemiológicos sobre suicidios, sus factores de riesgo y
los métodos de prevención.
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Declaración de Malta
sobre los Huelguistas de Hambre
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991
y revisada
en la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Preámbulo
2. El médico que atiende a los huelguistas de hambre se enfrenta con los siguientes
valores en conflicto:
c) Todo ser humano tiene la obligación moral de respetar la santidad de la vida. Esto es
sobre todo evidente en el caso de un médico que aplica su pericia a salvar vidas y
también actúa por el supremo interés de sus pacientes (Beneficencia).
d) Es deber del médico respetar la autonomía que el paciente tiene sobre su propia
persona. Un médico pide un consentimiento informado a sus pacientes antes de usar
alguna de sus aptitudes para asistirlos, a menos que surjan circunstancias de
emergencia, caso en el cual el médico debe obrar de acuerdo con su interpretación de
lo que es el supremo interés del paciente.
3.
d) Ese conflicto es evidente cuando un huelguista de hambre, que ha dado instrucciones
claras para que no lo reanimen, cae en coma y está a punto de morir. La obligación
moral impulsa al médico a reanimar al paciente aunque sea en contra de los deseos de
éste. Por otra parte, el deber presiona al médico para que respete la autonomía del
paciente.
e) La decisión de intervenir puede socavar la autonomía que el paciente tiene sobre sí
mismo.
f) La decisión de no intervenir puede traer como consecuencia que el médico enfrente la
tragedia de la muerte, cuando ésta podía haberse evitado.
4. Se dice que existe la relación médico-paciente cuando un médico está moralmente
obligado a aplicar su pericia a cualquier persona, ya sea en forma de consejo o
tratamiento, en virtud de la obligación que tiene para con el paciente.
Esa relación puede existir aunque el paciente no esté de acuerdo con ciertas formas
de tratamiento o de intervención.
Una vez que el médico acepta atender a un huelguista de hambre, esa persona se
convierte en el paciente del médico. Este hecho reviste todo el compromiso y todas las
responsabilidades inherentes a la relación médico-paciente, incluso el consentimiento y
la confidencialidad.
5. La decisión definitiva sobre la intervención o no intervención debe tomarla el doctor
personal, sin la intervención de terceras partes cuyo interés principal no sea el
bienestar del paciente. Sin embargo, el médico debe manifestar claramente al paciente
si puede aceptar o no la decisión del paciente de rechazar el tratamiento o la
alimentación artificial si está en coma, corriendo el riesgo de que sobrevenga la muerte.
Si el médico no puede aceptar la decisión del paciente de rechazar semejante ayuda, el
paciente tendría derecho entonces a ser atendido por otro médico.

Pautas para asistir a los huelguistas de hambre


Dado que la profesión médica considera que el principio de la santidad de vida es
fundamental en su práctica, se recomiendan las siguientes pautas para los médicos que
tratan a los huelguistas de hambre:

1. Definición
Un huelguista de hambre es una persona mentalmente capaz que ha manifestado su
decisión de emprender una huelga de hambre y se ha rehusado a ingerir alimentos y/o
líquidos durante un intervalo significativo de tiempo.

2. Comportamiento ético
• El médico debe reunir una historia médica detallada del paciente en la medida en que
le sea posible.
• El médico debe llevar a cabo un examen exhaustivo del paciente en el inicio de la
huelga de hambre.
• Los médicos u otros personal de la salud no deben someter a ninguna presión indebida
al huelguista de hambre, para que suspenda la huelga. El tratamiento o la asistencia al
huelguista no debe estar supeditada a la condición de que él suspenda la huelga.
• El huelguista de hambre debe estar profesionalmente informado por el médico acerca
de las consecuencias clínicas de una huelga de hambre y acerca de cualquier peligro
específico en su propio caso particular. Se puede hacer una decisión informada,
siempre que haya una comunicación clara. Se recurrirá, si hace falta, a un intérprete.
• Si el huelguista de hambre desea tener una segunda opinión médica, esto debe
permitírsele. Si el huelguista de hambre prefiere que este segundo médico continúe con
el tratamiento, debe dársele la autorización correspondiente. En el caso de que el
huelguista sea un preso, la autorización debe ser dada mediante arreglo y consulta con
el médico carcelario designado.
• Un huelguista de hambre acepta a menudo que siendo paciente se le traten las
infecciones o se le aconseje una mayor ingestión oral de líquido (o inyección de
soluciones salinas intravenosas). El rechazo de aceptar esas medidas no impide
cualquier otro tipo de atención a la salud. Todo tratamiento administrado al paciente
debe ser hecho con su aprobación.

3. Instrucciones precisas
El médico debe averiguar diariamente si el paciente desea o no continuar con su
huelga de hambre. El médico también debe preguntar todos los días cuáles son los deseos
del paciente con respecto a su tratamiento, en caso de que él se vuelva incapaz de hacer
una decisión informada. Esos datos deben quedar registrados en la documentación
personal del médico y mantenidos en secreto.

4. Alimentación artificial
Cuando el huelguista de hambre llega a estar confundido o turbado, e incapaz por
lo tanto de tomar una decisión lógica, o ha caído en coma, el médico será libre de tomar
decisiones por su paciente en lo que se refiere al tratamiento ulterior y que él considere de
óptimo interés para el enfermo, tomando siempre en cuenta la decisión a la cual había
llegado durante la atención del paciente, cuando éste estaba en huelga, y ratificando el
artículo 4 del preámbulo de esta Declaración.

5. Coerción
Los huelguistas de hambre deben estar protegidos contra una participación coercitiva.
Para esto hace falta separar a los huelguistas.

6. Familia
El médico tiene la responsabilidad de informar a la familia del paciente que éste ha
iniciado una huelga de hambre, a menos que éste lo prohíba expresamente.

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Declaración de la Quinta Conferencia Mundial de la AMM


sobre Educación Médica
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

La educación médica es un proceso de estudio continuo que empieza con el ingreso al


establecimiento de enseñanza médica y que termina con el retiro de la práctica activa.
Como tal, constituye el interés prioritario de las Asociaciones Médicas Nacionales y de la
Asociación Médica Mundial.
Las Asociaciones Médicas en todos los países deben dedicarse a organizar los
recursos necesarios para asegurar y encauzar una educación médica de calidad. Esto debe
hacerse en el contexto de aulas de tamaño adecuado, un cuerpo docente, establecimientos
y financiación apropiados.
A fin de obtener un apoyo profesional y público para la educación médica, las
asociaciones médicas de todos los países deben tener clara conciencia de las necesidades,
opiniones, expectativas y dignidad personal de sus ciudadanos.
Como resultado de las deliberaciones de la V Conferencia Mundial sobre Educación
Médica, la Asociación Médica Mundial declara lo siguiente:
• La meta de la educación médica debe consistir en formar médicos calificados y éticos
que respeten el papel que desempeñan en la relación médico-paciente.
• Los componentes de la competencia deben incluir los conocimientos, las aptitudes, los
valores, la conducta y la ética, que proporcionan una terapia y una profilaxis calificadas
a los pacientes individuales y a la comunidad.
• La investigación, la enseñanza y la atención ética a los pacientes son inseparables y
esenciales para alcanzar la meta de idoneidad del médico.
• Se debe elaborar un curriculum internacional de base que permita dar y mantener la
calificación de un médico cuyas aptitudes trasciendan las fronteras nacionales.
• Los métodos internacionales estandarizados para evaluar la calificación y las
actividades profesionales deben desarrollarse y aplicarse en la instrucción de pregrado,
de grado y en la instrucción médica continua.
• Debe asegurarse la divulgación internacional rápida y libre de la información médica
analizada y generada profesionalmente, sobre problemas de salud pública y
epidemiológica, para guiar el desarrollo de las políticas sociales, la educación del
médico y la ilustración de la sociedad.
• Deben establecerse normas internacionales para la evaluación de los programas
internacionales en el proceso continuo de aprendizaje.
• La instrucción del médico de por vida debe incorporarse como una responsabilidad
moral en un código internacional de ética para todos los médicos.
• Las asociaciones médicas de todos los países deben estar dispuestos a reaccionar a
las fuerzas que amenazan la integridad de la educación médica.
• La efectividad, la seguridad y la aplicación de nuevas tecnologías deben ser detectadas
e integradas rápidamente en el continuo de la educación médica.
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Resolución
para la Prohibición de Fumar en Vuelos Internacionales
Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial, Malta, Noviembre 1991

Dado que la Asociación Médica Mundial ha adoptado la "Declaración sobre los


Peligros para la Salud de los Productos de Tabaco" que invita a la prohibición de fumar, y
Dado que las Asociaciones Médicas Nacionales tienen el reconocimiento y la
credibilidad para fomentar una sociedad libre de tabaco y tienen la responsabilidad de
trabajar por una atención calificada de la salud para todos, y
Dado que la Organización Civil de Aviación Internacional (OCAI), afiliada a las
Naciones Unidas, es el órgano que fija las normas de la aviación civil internacional para 162
países miembros, y
Dado que es importante instar a que los gobiernos de todo el mundo apoyen la
adopción de una norma por la OCAI a fin de que no se fume en los vuelos mundiales.
La Asociación Médica Mundial recomienda por lo tanto que:
7. Las Asociaciones Médicas Nacionales insten a una pronta adopción de acuerdos
bilaterales o multilaterales sobre la prohibición de fumar en los vuelos internacionales
entre determinados países, mientras que apoya el objetivo a largo plazo de que OCAI
adopte la norma con prohibición de fumar.
8. Las Asociaciones Médicas Nacionales se encuentren con funcionarios
gubernamentales responsables de la política de regular los vuelos de las líneas
comerciales internacionales y les propongan que apoyen una norma de OCAI sobre
vuelos, libres de fumadores.
9. Las asociaciones médicas nacionales escriban a los representantes de ICAO de su
país, insistiéndoles en que inicien o apoyen una norma para que no se fume en los
vuelos (lista adjunta).
10. Las asociaciones médicas nacionales recomienden a sus Ministros de Transporte que
inicien acuerdos bilaterales o multilaterales prohibiendo que se fume en todos los
vuelos.
11. Las asociaciones médicas nacionales tomen contacto con sus Ministros de Salud
respectivos o miembros del parlamento o congreso a fin de solicitar apoyo para la
iniciativa.
12. Las asociaciones médicas nacionales envíen breves informes a la Secretaría de la
AMM con respecto al resultado de las acciones iniciadas para alcanzar la meta de
prohibir fumar en todos los vuelos comerciales, a fin de intercambiar ideas.
La Asociación Médica Mundial desea expresar a la Sociedad Americana de Cáncer su
agradecimiento por proveer la información sobre la cual se basa la resolución de "Prohibir
fumar en los vuelos internacionales".

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Declaración
sobre el Proyecto del Genoma Humano
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, l992

Preámbulo
El Proyecto del Genoma Humano se basa en la hipótesis de que la información
contenida en el gen nos permitirá diagnosticar una gran cantidad de enfermedades
genéticas en el útero o aun antes. Eso nos permitirá tomar decisiones antes de la
procreación.
La clave para comprender las enfermedades genéticas está en el reconocimiento y la
caracterización de los genes después de la mutación. En lo sucesivo se puede aseverar que
la comprensión de toda la biología humana está englobada en el reconocimiento de 50.000
a 100.000 genes en los cromosomas del cuerpo humano.
El Proyecto del Genoma Humano puede permitirnos identificar y caracterizar los
genes que originan las principales enfermedades genéticas. Más adelante será posible
reconocer y caracterizar los genes que intervienen en enfermedades que tienen una
componente genética junto con otros factores, como la diabetes, la esquizofrenia y el mal de
Alzheimer. En esas enfermedades, el gen crea más bien una predisposición a ellas , antes
de ser la causa misma. Esas enfermedades ocasionan problemas sociales graves y, si fuera
posible diagnosticar la predisposición antes de que aparezca la enfermedad, sería posible
prevenirla mediante cambios de hábitos de vida, modificación de la dieta y controles
periódicos.
En la segunda mitad del siglo veinte se ha producido una revolución conceptual
cuando se empezó a pensar en las enfermedades en función de la bioquímica. También
ahora ocurre una revolución que sitúa en el gen las instrucciones para todos los procesos
bioquímicos que ocurren en las células del cuerpo.

Problemas de política
Existen muchas razones éticas importantes para obtener información genética tan
rápido como sea posible a fin de comprender muchas enfermedades. Sin embargo, esa
información puede ser inútil si no desarrollamos al mismo tiempo los medios terapéuticos y
si no informamos a la población sobre las diversas opciones genéticas, de modo que la
persona pueda seleccionar las mejores. Otro interrogante consiste en saber si se justifican
los esfuerzos invertidos, comparados con otros métodos de menor costo para alcanzar los
mismos objetivos. ¿Debería aspirar el proyecto a un inventario universal o es preferible
empezar paso a paso con menos pretensiones e ir avanzando gradualmente?

Financiación del proyecto


El Proyecto del Genoma Humano se considera un proyecto grandioso, similar al del
programa espacial, de modo que uno podría reclamar diciendo que no hay proporción entre
la inversión y su rendimiento. El costo estimado del proyecto es de 3.000 millones de
dólares en l5 años, o sea 200 millones por año. Ese costo puede no parecer extraordinario,
cuando se sabe que la Fundación de Fibrosis Cística, en los Estados Unidos solamente, ha
gastado $120 millones en los últimos cuatro años para esa sola enfermedad. De modo que
el espantapájaros financiero no debería impedir el desarrollo del Proyecto.
Otro factor perturbador radica en la interdicción - en algunos países - de asignar
fondos para la investigación clínica en embriones humanos. Es decir que, habiendo gastado
dinero para descifrar los genes, podría no haber medios asignados a la investigación clínica
basada en los resultados obtenidos.

Conflicto entre la protección de lo privado y la necesidad de la colaboración científica


La decodificación de los genes humanos tiene que ser anónima, pero la información
adquirida se aplicará a todo ser humano, al margen de las diferencias individuales, del color
o de la raza. Esa información es una propiedad común y no debe usarse con fines de lucro.
De modo que no se deben dar patentes para los genomas humanos o partes de los
mismos.

Discriminación genética en el seguro privado y en la contratación o empleo


Hay un conflicto entre el potencial creciente de las nuevas tecnologías que permiten
descubrir la heterogeneidad genética, y el criterio que se usa para el seguro privado y la
contratación o empleo. Es de desear que se adopte, con respecto a los factores genéticos,
el mismo acuerdo tácito que prohíbe la discriminación racial en el empleo o en el seguro.
La decodificación genética puede llegar a ser una fuente de estigmatización y discriminación
social y una "población riesgosa" puede convertirse en una "población defectuosa".

El peligro de la eugenesia y el uso de los genes para fines no médicos


La eugenesia se basa en la hipótesis de que los genes tienen una importancia
decisiva, y el modo de cambiar su distribución en la población se logra cambiando el
comportamiento reproductivo. De acuerdo con ese concepto, el bien general justificaría las
limitaciones de la libertad individual. El poder de la información genera la inquietud de cómo
será usada. Existe todavía el temor de los programas eugenésicos gubernamentales para
"el mejoramiento de la raza" y el uso de tecnología médica para fines no médicos.

Recomendaciones
Los problemas éticos que surgieron a raíz del proyecto del Genoma Humano no están
vinculados con la propia tecnología sino más bien con su uso correcto. Debido a la potencia
de esta nueva herramienta, sus cuestiones éticas legales y sociales deben examinarse
mientras el programa esté en sus principios.
Alguna de las oposiciones emanan del temor de que los investigadores tiendan a
"hacer de Dios" o interferir con las leyes de la naturaleza. Si nos liberamos de la oposición
inflexible al proyecto del Genoma Humano, podemos evaluar los resultados éticos, con los
mismos parámetros que nos guían cuando examinamos un nuevo diagnóstico o un nuevo
método terapéutico. Los criterios principales siguen siendo la evaluación del riesgo versus
las ventajas, el respeto de una persona como ser humano y el respeto de su autonomía y de
su carácter privado.
Hay necesidad de establecer las pautas éticas y legales generales para prevenir la
discriminación y el estigma genético de la población sujeta a riesgo.
Las pautas básicas son:
• El servicio genético debe ser fácilmente accesible a todos a fin de evitar su explotación
solamente para aquéllos que tengan recursos, circunstancia que aumentaría la
desigualdad social.
• Es necesario que exista información internacional y transferencia de tecnología y
conocimientos, entre todos los países.
• Debe respetarse la voluntad de todas las personas investigadas y su derecho a decidir
sobre su participación y sobre el uso de la información obtenida.
• Debe darse la información completa al paciente o a su representante legal. Debe
guardarse el secreto médico y no debe transferirse la información a terceras partes sin
consentimiento. Aun en el caso de que miembros de la familia del paciente puedan
correr algún riesgo, el secreto médico debe guardarse a menos que haya un peligro
grave, y ese peligro podría evitarse revelando la información; la confidencialidad puede
ser quebrantada solamente como último recurso, cuando todas las tratativas para
convencer al paciente de que él mismo comunique la información hayan fracasado; aun
en ese caso, sólo debe ser revelada la información genética relevante.
• Poner en conocimiento de la información a terceras partes o permitir el acceso a los
datos genéticos personales sólo debería autorizarse con el consentimiento informado
del paciente.

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Proposición
sobre el Suicidio Ayudado por el Médico
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Unos casos de suicidios ayudados por médicos han atraído recientemente la atención
del público. Esos casos implican el uso de una máquina, inventada por un médico, que
instruye al individuo sobre su uso. Por este medio se ayuda al individuo a cometer suicidio.
En otros casos, el médico suministra al individuo una medicación con la información sobre el
dosaje que sería letal. De esta manera, el individuo queda en posesión de los medios para
suicidarse. Es indudable que los individuos afectados estaban gravemente enfermos, tal vez
incluso con enfermedad terminal, y sufrían de dolores insoportables. Además,
aparentemente los individuos estaban conscientes y tomaron su propia decisión. Los
pacientes que piensan en el suicidio con frecuencia están expresando la depresión que
acompaña a las enfermedades terminales.
El suicidio ayudado por médicos, como la eutanasia, no es ético y debe ser
condenado por el gremio médico. Cuando la ayuda del médico está destinada intencional y
deliberadamente a dar al individuo la posibilidad de terminar con su vida, el médico no actúa
éticamente. Sin embargo, el derecho de rechazar el tratamiento médico es un derecho
básico del paciente, y el médico no actúa en forma no ética aun si, al respetar ese deseo,
resulta de ello la muerte del paciente.

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Proposición
sobre el Examen Médico Domiciliario, la "Telemedicina",
y la Etica Médica
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Las tecnologías y terapias médicas modernas han conducido al tratamiento y control


(pero no la cura) de muchas enfermedades potencialmente fatales. Esos éxitos médicos en
todo el mundo han dado como resultado una población rápidamente creciente de personas
crónicamente enfermas e inválidas, de todas las edades. El problema que encara la
comunidad sanitaria mundial es decidir cómo asistir mejor a la población inválida y
crónicamente enferma (incluso la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías y
organizaciones sociales/médicas).
La meta de la atención médica en esos casos consiste en controlar los procesos de la
enfermedad y ayudar a los pacientes a mantener su independencia y el máximo nivel de
funcionamiento dentro de sus propios hogares y de su entorno social.
El alcance de la atención médica incluye no sólo el diagnóstico y el tratamiento médico
sino también la educación del paciente para su auto-atención y el control y la supervisión
médicos prolongados.
Los pacientes deben aprender a llevar a cabo una gran variedad de tareas que
anteriormente sólo había desempeñado un personal médico capacitado. Esas tareas
abarcan desde la de un paciente diabético que controla el nivel de glucosa de su sangre,
dos a cuatro veces por día, y ajusta la dosis adecuada de insulina, hasta la de un paciente
con un marcapasos, que aprende a usar el equipo para enviar un electrocardiograma por
teléfono al consultorio del médico local o a un centro distante de monitoreo.
La tecnología de la telecomunicación ha puesto, al alcance de los médicos, nuevos
medios para reunir información y atender las necesidades de sus pacientes a distancia. Un
amplio campo de información médica puede transmitirse ahora por teléfono incluyendo
electrocardiogramas, encefalogramas, radiografías, fotografías y documentos médicos de
toda clase. Esa información puede ser reunida y enviada desde el domicilio del paciente o
consultorio del médico a un centro médico más grande para su interpretación y consulta
sobre problemas de tratamiento. El rápido intercambio de información permite al paciente
permanecer en su propio domicilio y en su entorno social y recibir una atención médica
completa y actualizada.
La Asociación Médica Mundial reconoce que la " telemedicina " desempeñará
indudablemente un papel cada vez más importante en la práctica de la medicina en el
futuro.
El desarrollo de los sistemas de televigilancia requiere que se contemplen los
siguientes problemas:
• Se necesita una estación central para recibir y responder las llamadas que vienen de
diferentes sistemas de bio-televigilancia.
• Se necesita un sistema interactivo, tal como un " sistema interfónico " que permita
mantener diálogos y realizar una intervención.
• La red de telemedicina debe establecer un vínculo médico desde el domicilio del
paciente hasta los centros médicos más complejos.
2. La utilización de sistemas de comunicación (teléfono, televisión, satélites) para una
consulta y una cooperación visuales entre médicos a distancia, y para conectar
instalaciones de establecimientos médicos de alta calidad con:
e) Centros médicos modestos
f) Casas privadas
g) Clínicas para convalecientes
h) Zonas que están aisladas geográficamente y distantes o que no tienen fácil
acceso en casos en que se produce una emergencia
4. Transmisión de documentos: electrocardiogramas, encefalogramas, fotografías,
radiografías, imágenes de "escaneo", análisis biológicos, ecogramas, imágenes de
resonancia magnética y una historia del paciente, etc.
• Descripción de síntomas
• Recomendaciones terapéuticas y médico-quirúrgicas
5. Ayuda en la atención domiciliaria (red de televigilancia): control en cardiología,
obstetricia, diálisis renal, problemas respiratorios, trastornos físicos graves, etc.
La Asociación Médica Mundial reconoce que además de las dificultades tecnológicas
que han surgido a raíz del desarrollo y la instrumentación de los sistemas de telemedicina,
hay muchos problemas legales y éticos ocasionados por esas prácticas nuevas. Por lo
tanto, la Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos utilicen las siguientes
pautas como elementos clave para establecer una red o sistema efectivo de "telemedicina".
3. El médico debe determinar si el paciente o la familia están capacitados o bien
informados, antes de poner en marcha un sistema de telemedicina. Esos sistemas que
confían la recolección y el envío de los datos al paciente o a la familia no serán
efectivos, si los pacientes no comprenden el significado de los análisis y la importancia
de llevarlos a cabo. Es esencial la buena disposición psicológica y física del paciente.
4. Debe haber una estrecha colaboración y confianza entre el paciente y el médico que es
responsable de su atención profesional.
Las organizaciones que proveen servicios de "telemedicina" deben respetar el derecho
del paciente a elegir a su médico personal.
5. Es esencial que haya una estrecha colaboración entre el médico personal del paciente
y el personal que trabaja en el centro de "telemedicina", para asegurar una atención de
calidad individualizada y humana.
6. Debe asegurarse la confidencialidad de todos los registros de los pacientes.
Debe haber un control estricto sobre el acceso a los registros, protección tecnológica de
los datos y duras penalidades legales por su infracción.
6. Para asegurar la asistencia adecuada, es esencial que haya control de calidad del
equipo usado y de la información enviada.
Para la seguridad del paciente se necesitan sistemas estrictos de monitoreo para la
calibración y el mantenimiento de los equipos.

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Proposición
sobre la Contaminación por el Ruido
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Preámbulo
La Declaración de la Asociación Médica Mundial, sobre la Contaminación por el Ruido,
adoptada en San Pablo en 1976 y revisada en Singapur en 1984 hace referencia a la
contaminación por el ruido con una sola oración: " Los niveles excesivos de sonido
producidos por fuentes industriales, sistemas de transporte, sistemas de audio y otros
medios, pueden llevar a la pérdida permanente del oído, a otros efectos patofisiológicos y a
trastornos emocionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el ruido como la primer molestia
ambiental de los países industrializados y, a principios de 1990, lanzó el programa " Inter-
salud", programa que tiene por objeto alertar a todos los países, contra todos los males
relacionados con el modo de vida e instarlos a tomar medidas contra esas enfermedades no
infecciosas, causadas por el hombre.
Las consecuencias generales y mensurables que los niveles intensos de sonido
pueden tener sobre el hombre son múltiples y afectan tanto los sistemas vegetativos como
los neuroendócrinos.
Esos efectos fisiológicos son, sin embargo, menos significativos por cierto que las
repercusiones, difíciles de medir, que el ruido causa en el nivel psicológico, en el que el
daño es menos apreciable.
Si bien es cierto que los ruidos molestos se han convertido cada vez más en agentes
de polución de nuestro ambiente, es afortunado que la tecnología moderna, una de las
fuentes principales de ese problema, pueda proveer también los medios para reducir su
ocurrencia, su propagación y su influencia sobre el hombre.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial, persiguiendo sus objetivos médico-sociales, llama la
atención sobre el papel importante que desempeña la información y la prevención, con
respecto al daño ocasionado por los altos niveles de ruido.
La Asociación Médica Mundial recomienda la adopción de una estrategia global e
invita a las Asociaciones Médicas Nacionales a:
8. Alertar al público general, en particular a los responsables del riesgo de la polución, y a
sus víctimas potenciales.
9. Alentar a las empresas y fabricantes de equipos a que instalen material fónico aislante
donde sea necesario, para asegurar una protección real y colectiva del personal.
10. Convencer a los empleados individualmente para que se protejan contra el ruido
inevitable.
11. Informar a los jóvenes sobre los riesgos de abrazar el culto del ruido (droga acústica),
las motocicletas, los grabadores y la radio, los conciertos de rock, las discotecas, las
radios portátiles con audífonos, etc.
12. Apelar a una reglamentación legal adecuada contra los altos niveles de ruido en las
plazas públicas, los lugares de veraneo, los hogares para adolescentes y los carreteras
urbanas (muros aislantes).
13. Apoyar la aplicación de sanciones legales y monitorear la efectividad de las medidas de
control.
14. Convencer a las autoridades educacionales para que introduzcan la instrucción sobre
prevención y eliminación de la contaminación por el sonido en todos los niveles
escolares.
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Proposición
sobre Mala Praxis Médica
Adoptada por la 44a. Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

En algunos países los reclamos contra la mala praxis médica van en aumento, y las
Asociaciones Médicas Nacionales buscan la manera de superar ese problema. En otros
países, los reclamos por mala praxis médica son poco frecuentes, pero allí las Asociaciones
Médicas Nacionales deberían estar prevenidas contra los problemas y circunstancias que
pudieran producirse, si aumentara la cantidad de reclamos presentados contra los médicos.
En esta Proposición, la Asociación Médica Mundial procura informar a las
Asociaciones Médicas Nacionales sobre algunos de los hechos y problemas relacionados
con los reclamos por mala praxis médica.
Las leyes y los sistemas legales en cada país, así como las tradiciones sociales y las
condiciones económicas, influirán en la aplicabilidad de algunas partes de esta Proposición
para cada Asociación Médica Nacional. Sin embargo, la Asociación Médica Mundial cree
que esta Proposición debería interesar a todas las Asociaciones Médicas Nacionales.
2. Un aumento de reclamos por mala praxis médica puede derivar en parte, de una o más
de las siguientes circunstancias:
f) El aumento de conocimientos médicos y la mayor disposición de tecnología ha
permitido a los médicos llevar a cabo procedimientos que eran imposibles en el
pasado, pero esos logros implican en muchos casos riesgos de mucha gravedad.
g) La obligación impuesta a los médicos de limitar los costos de la atención de la
salud.
h) La confusión entre el derecho a recibir atención médica, que es alcanzable, con el
derecho a lograr y mantener la salud, que no está garantizado.
i) El papel pernicioso desempeñado a menudo por los medios de comunicación que
generan desconfianza con respecto al médico, cuestionando sus aptitudes, sus
conocimientos, su comportamiento y el manejo de los pacientes, e impulsando a
los pacientes a presentar quejas contra los médicos.
j) Las consecuencias indirectas de un repunte en la medicina defensiva, generada
por un aumento en la cantidad de reclamos.
3. Debe hacerse una distinción entre la mala praxis médica y un resultado desfavorable
que puede ocurrir en el curso de la atención y del tratamiento médico y que puede no
ser la culpa del profesional.
c) La mala praxis médica implica una falla del profesional en cumplir la norma de
atención para el tratamiento del paciente, o una falta de pericia, o la negligencia al
proveer la atención, y que es una causa directa del daño infligido al paciente.
d) Un daño que se inflige en el curso del tratamiento, que no puede ser previsto y que
no fue el resultado de una falta de pericia o conocimiento por parte del médico, es
un resultado desafortunado del cual el médico no debe hacerse cargo.
4. Puede fijarse una compensación a los pacientes que hayan sufrido un daño como
resultado del tratamiento, en la medida en que no lo prohíba la legislación nacional, y
en distintos grados según que haya reclamo por mala praxis, o en los casos
desfavorables que se hayan producido durante la prestación de la ayuda y el
tratamiento médico correspondiente.
c) Cuando ocurre un caso desfavorable, sin error por parte del médico, la sociedad
debe determinar si el paciente tendría que ser compensado por los daños sufridos,
y si es así, debe indicarse la fuente que proveerá los fondos para la compensación.
Las condiciones económicas del país determinarán si esos fondos de solidaridad
están disponibles para compensar al paciente sin que ese desembolso corra por
cuenta del médico.
d) Las leyes de cada jurisdicción dispondrán los procedimientos necesarios para
decidir la responsabilidad por los reclamos de mala praxis médica y para
determinar el monto de la compensación que se asigne al paciente, en el caso de
que se demuestre la mala praxis.
5. Las Asociaciones Médicas Nacionales deberán considerar todas o algunas de las
siguientes actividades en un esfuerzo para otorgar un trato justo y equitativo tanto a los
médicos como a los pacientes:
n) Programas de educación pública sobre los riesgos inherentes a algunos de los
nuevos métodos modernos de terapia e intervención quirúrgica, y programas de
educación profesional sobre la necesidad de obtener el consentimiento informado
del paciente para aceptar ese tratamiento e intervención quirúrgica.
o) Programas de apoyo al público, destinados a demostrar los problemas que surgen
en medicina en la prestación de asistencia médica frente a una rigurosa limitación
de gastos.
p) Defensa de los programas generales de la educación para la salud, tanto en la
escuela como en los establecimientos comunitarios.
q) Mejoramiento del nivel y de la calidad de la educación médica, teniendo en cuenta
las experiencias mejoradas de capacitación clínica.
r) Desarrollo y participación en los programas para médicos, diseñados para mejorar
la calidad de la atención y del tratamiento.
s) Desarrollo de las propuestas adecuadas sobre capacitación terapéutica de los
médicos cuyos conocimientos y habilidades probaron ser deficientes, incluso las
propuestas sobre limitación de la práctica médica hasta que las deficiencias sean
corregidas. Información dada a la población y al gobierno sobre el peligro de que
puedan manifestarse actitudes de medicina defensiva (multiplicación de las
medidas terapéuticas o, por el contrario, abstención del tratamiento o hasta la
renuencia de ciertos médicos jóvenes en participar en algunas especialidades de
alto riesgo).
t) Información a la población sobre el hecho de que puede producirse un daño
durante el tratamiento y que éste puede no haber sido previsto y no ser el resultado
de una mala praxis del médico.
u) Apoyo para la protección legal de los médicos cuyos pacientes han sido dañados
por circunstancias desafortunadas no causadas por ninguna mala praxis.
v) Participación en la elaboración de leyes y procedimientos aplicables a los reclamos
de mala praxis médica.
w) Desarrollo de una activa oposición a los reclamos injustificados y a la participación
contingente de los abogados.
x) Exploración de procedimientos modernos para manejar los reclamos por mala
praxis médica, tales como el arbitraje, antes que los procesos judiciales.
y) Fomento del seguro personal tomado por los médicos contra los reclamos por mala
praxis, seguro que será pagado por el propio profesional o por el empleador si
aquél está empleado.
z) Participación en la toma de decisiones sobre la conveniencia de pagar
compensaciones a los pacientes perjudicados en el curso del tratamiento, sin que
haya habido mala praxis.
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Proposición
sobre el Alcohol y la Seguridad en las Rutas
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

Preámbulo
La muerte y las lesiones causadas por los accidentes de tránsito y las colisiones entre
automotores y peatones constituyen el principal problema público de salud. Entre tantos
muertos y lisiados en las rutas, hay muchos jóvenes, y los años de vida que se pierden
como consecuencia de los accidentes y choques de automotores rivalizan con lo que ocurre
con las principales epidemias modernas o las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En muchos países en los que el consumo de alcohol está admitido como parte de la
vida diaria, los conductores de los vehículos de transporte automotor, que se encuentran
bajo el efecto del alcohol, son responsables de aproximadamente la mitad de las muertes y
traumatismos graves, vinculados con los medios de transporte automotor.
De aquí se deduce que las medidas que no permiten nunca conducir a las personas
que se encuentran bajo el efecto del alcohol darán como resultado una significativa mejora
en la seguridad de las rutas y una marcada reducción de los muertos y lisiados en el
tránsito.
La conducción de un vehículo implica aceptar un grado de riesgo. Los conductores
prudentes evalúan constantemente los riesgos con los que se enfrentan y actúan de tal
manera que el grado de riesgo nunca se vuelva subjetivamente inaceptable. El alcohol
altera la estimación subjetiva de los riesgos por parte del conductor de modo que el
comportamiento arriesgado se vuelve más probable, al mismo tiempo que las habilidades de
manejo, objetivamente medidas, se deterioran debido a la sedación. Esto es lo que provoca
los accidentes que ocurren en los caminos debido al alcohol.
La persona que ha estado bebiendo y toma la decisión de conducir se encara con una
decisión análoga acerca de los riesgos. Los riesgos que deben considerarse incluyen el
hecho de circular con seguridad en las rutas. La evaluación subjetiva de este riesgo se va
distorsionando progresivamente por los efectos del alcohol. Es necesario asegurarse, por lo
tanto, de que los conductores decidan si van a manejar o no, antes de haber ingerido una
cantidad de alcohol que podría afectar materialmente su juicio. De aquí que deban fijarse
niveles bajos como límites legales de concentración alcohólica en la sangre de los
conductores, para que la apreciación subjetiva de los riesgos siga siendo realista en
prácticamente toda la gente.
Los problemas graves de salud pública requieren enfoques coordinados. Los
elementos de cualquier enfoque exitoso deben basarse en un análisis del problema y su
influencia en el país y en la cultura dada. En la mayoría de los países, en los accidentes de
tránsito vinculados con el alcohol, están involucrados adolescentes y adultos jóvenes en
forma desproporcionada, y conviene realizar esfuerzos especiales para que ese grupo
reduzca el consumo de alcohol. En muchos casos semejantes los problemas de alcohol en
las rutas se reflejan en los problemas relacionados con el consumo de alcohol en los
lugares de trabajo y en las condiciones domésticas o sociales.
Los programas acertados deben incluir las siguientes medidas:
• informar a la población acerca de la gravedad del problema y de las razones que
vuelven peligroso el consumo de alcohol para el conductor, a fin de modificar la actitud
de la población con respecto a la bebida y al manejo;
• afianzar esas actitudes con los esfuerzos correspondientes de la policía y las sanciones
legales; e
• identificar a los bebedores empedernidos a quienes se pueden aplicar medidas
complementarias.

Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial recomienda insistentemente a todas las Asociaciones
Médicas Nacionales a promover los siguientes principios:
4. Los accidentes de tránsito relacionados con la ingestión del alcohol por el conductor o
por el peatón, constituyen un problema de salud pública que es el más susceptible de
ser prevenido. Los recursos de salud pública acordes a su gravedad deben ser
orientados hacia este problema.
5. La determinación de las medidas preventivas concretas requiere una buena
comprensión de los grupos sociales y de edad, implicados en ese problema, y de las
fuerzas sociales prevalentes que crean el problema en dichos grupos. Es necesario
emprender una investigación que dé forma concreta a esas cuestiones. Donde se
hayan manifestado determinados grupos sociales involucrados en el problema, es
necesario adoptar medidas exhaustivas para su resolución. Esto se puede lograr
limitando el acceso al alcohol a ese grupo y asegurando que las personas vinculadas
con la venta de las bebidas alcohólicas compartan cierta responsabilidad por la
consecuencia de su venta. Es necesario realizar un trabajo educativo orientado a
modificar la actitud frente a ese problema, respaldado por sanciones correspondientes
en caso necesario. Hay que procurar eliminar el alcohol de los lugares de trabajo.
6. Los accidentes de tránsito con conductores alcoholizados deben considerarse como
uno de los problemas alcohólicos interactivos que pueden afectar a un individuo; otros
problemas incluyen accidentes en los lugares de trabajo, desarmonía familiar y
violencia y el alcoholismo personal. La asistencia médica y legal que se presta a la
gente debe tomar eso en cuenta.
c) No se debe perder ninguna oportunidad para rehabilitar a una persona que abusa
del alcohol. Cualquier conductor acusado de manejar bajo la influencia del alcohol
o con un elevado nivel de alcohol en la sangre (o aliento) debe ser controlado
desde el punto de vista de la existencia de otros problemas relacionados con el
alcohol, y si hace falta, integrado en programas de rehabilitación.
d) Los programas de rehabilitación, destinados a este fin, deben financiarse con
fondos públicos en vista del riesgo significativo que implican para el bienestar de la
población los casos de dependencia alcohólica.
5. La educación debe garantizar que el efecto progresivo del alcohol, tanto sobre las
habilidades del conductor como sobre la apreciación de los riesgos sea bien entendido.
No deben olvidarse los efectos que produce el abuso del alcohol sobre la salud en
general, y el público apreciar mejor la gran probabilidad de que ocurran complicaciones
cuando una persona ebria queda lesionada.
d) El principal mensaje de salud debe consistir en que se debe beber alcohol con
moderación.
e) El mensaje específico consiste en decir que no hay que sentarse al volante
habiendo bebido alcohol.
f) El problema especial de los conductores adolescentes y adultos jóvenes que beben
debe ser tomado en cuenta por los programas que tratan el problema del
alcoholismo, se extienden a través de los años escolares y promueven actitudes
responsables con respecto a la bebida y al manejo. Corresponde al mismo tiempo
tener en cuenta otros problemas vinculados con el alcoholismo.
6. Los médicos deben ratificar la necesidad de establecer una concentración baja de
alcohol en sangre, legalmente permisible, para los conductores que no supere los
50mg-100mm de sangre o concentraciones comparables de aliento. Los límites bajos,
oficialmente admisibles, ejercen un efecto limitado si no se adoptan medidas
compulsivas. Las Asociaciones Nacionales deberían considerar cuidadosamente la
conveniencia de que:
c) todo conductor que estuviera implicado en un accidente significativo sea sometido
a un análisis cuantitativo de concentración de alcohol en sangre (o en aliento).
d) se hagan análisis de los conductores al azar en general, o en los momentos en que
la investigación haya indicado una mayor probabilidad de accidentes vinculados
con la ingestión de alcohol.

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Proposición
sobre Problemas Planteados por la Epidemia de VIH/HIV
Adoptada por la 44a Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Setiembre 1992

La Asociación Médica Mundial adoptó anteriormente estrategias para la lucha contra


la epidemia de VIH/HIV que incluyen las siguientes: evitar que los médicos discriminen a los
pacientes infectados con VIH/HIV, proveer asistencia a los infectados, hacer que los
médicos infectados se responsabilicen de evitar contagiar a los pacientes, impedir la
entrega de certificados falsos, aprobar procedimientos de control de la infección, cooperar
con las autoridades en los programas de profilaxis, elaborar una política nacional y
programas de asesoramiento a los pacientes sobre la forma de evitar una infección del
VIH/HIV o, en caso de quedar infectado, cómo evitar contagiar a los circundantes, asegurar
el amplio acceso a los análisis de VIH/HIV, sobre todo para aquéllos que presentan una alta
probabilidad de contagio, hacer análisis compulsivos en ciertas circunstancias como la
donación de sangre, informar sobre los casos de SIDA e infección con VIH/HIV, equilibrar
los derechos del paciente infectado con los derechos del no infectado, mantener en secreto
la información médica acerca del paciente e investigar para establecer la prevalencia y la
incidencia del VIH/HIV.
La cantidad de personas infectadas con VIH/HIV y aquellas que han evolucionado
hasta adquirir el SIDA va creciendo constantemente. Se estima que para el año 2000
cuarenta millones de personas estarán infectadas con VIH/HIV en todo el mundo. La
Asociación Médica Mundial expresa por lo tanto su preocupación constante para que las
Asociaciones Médicas Nacionales desempeñen un papel activo en las políticas y los
programas de profilaxis, tratamiento e investigación. La Asociación Médica Mundial agrega
los siguientes puntos a sus recomendaciones anteriores:
12. Que las Asociaciones Médicas Nacionales desarrollen e instrumenten, en cooperación
con todos los segmentos de la sociedad y del gobierno, un programa global de
prevención, tratamiento y estudio del VIH/HIV.
13. Que las Asociaciones Médicas Nacionales trabajen con todos los medios y formas de
comunicación para asegurar un programa coordinado de prevención, de información
sobre tratamientos y de condolencia social para con el infectado.
14. Que las Asociaciones Médicas Nacionales adviertan a los médicos acerca de la
responsabilidad que tienen de informar a sus pacientes lo más detalladamente posible
sobre las consecuencias de un análisis positivo. Al informar así a sus pacientes, los
médicos deben hacerlo con tacto y delicadeza y demostrar la debida consideración por
el estado psicológico del paciente.
15. Que las Asociaciones Médicas Nacionales cooperen en la educación y la capacitación
de los médicos para usar todos los métodos modernos de terapia disponibles en todas
las etapas de infección con VIH/HIV y todos los procedimientos adecuados para el
control de la infección y las precauciones universales recomendadas por los centros de
control de la enfermedad.
16. Que las Asociaciones Médicas Nacionales insistan en la necesidad de proveer una
educación médica, biológica, clínica y psicológica relacionadas con pacientes
infectados con VIH/HIV para ayudar a los médicos a prestar una atención efectiva a sus
pacientes.
17. Que las Asociaciones Médicas Nacionales alienten a los médicos a que ayuden a sus
pacientes a evaluar los riesgos de la infección con VIH/HIV y tomen las medidas de
prevención correspondientes.
18. Que las Asociaciones Médicas Nacionales revisen y alienten mejores procedimientos
para el control de la infección en los hospitales y en otros establecimientos médicos.
19. Que las Asociaciones Médicas Nacionales revisen y alienten el perfeccionamiento del
diagnóstico y del tratamiento del VIH/HIV para las mujeres y niños.
20. Que las Asociaciones Médicas Nacionales estimulen el uso de las técnicas de salud
pública que hayan tenido éxito en el pasado con las epidemias de enfermedades
infecciosas, sobre todo aquellas de transmisión sexual.
21. El vínculo entre la drogadicción y la transmisión del VIH/HIV constituye una razón
adicional para que las Asociaciones Médicas Nacionales continúen alentando el
tratamiento de la drogadicción.
22. Que las Asociaciones Médicas Nacionales procuren reunirse con otras organizaciones
médicas, profesionales y de la salud a fin de desarrollar estrategias mundiales de
cooperación para la profilaxis, el tratamiento y la investigación del VIH/HIV,
especialmente aquellas que pueden llevar a cabo las sociedades profesionales.

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Proposición
sobre el Cacheo del Cuerpo de los Presos
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

En muchos países los sistemas carcelarios obligan a realizar el registro de las


cavidades corporales de los presos. Estos cacheos, que incluyen el examen rectal y pélvico,
suelen efectuarse cuando un individuo ingresa en la población carcelaria y, posteriormente,
en los casos en que se le permite al individuo tener contacto personal con alguien que no
pertenece a esa población, o bien cuando existe una razón para creer que se ha infringido la
seguridad o la reglamentación de la prisión. Por ejemplo, cuando se lleva al preso a la corte
para una audiencia, o al hospital para su tratamiento, o para trabajar fuera de la cárcel, al
volver a la institución, el preso puede ser sometido a un cacheo que incluya todos los
orificios corporales. El propósito del cacheo es principalmente garantizar la seguridad y/o
evitar que se introduzca contrabando en la prisión, ya sea de armas o drogas.
De modo que esos cacheos se realizan por razones de seguridad, y no por motivos
médicos. Sin embargo, no debe realizarlos nadie que no sea una persona competente y con
experiencia médica. Este acto no médico puede incluso realizarlo un médico para proteger
al preso de un daño que podría inferirle durante el registro una persona que no tenga el
debido entrenamiento. El médico debe explicar esto al preso e informarle además que las
condiciones usuales de confidencialidad médica no son válidas en este procedimiento
obligatorio y que los resultados del registro serán revelados a las autoridades. Si se otorgó
al médico el poder de realizar el cacheo de la cavidad corporal de un preso, y él accede a
ello, se informará debidamente a las autoridades sobre la necesidad de llevar a cabo dicho
procedimiento de una manera humana.
El cacheo lo debe realizar un médico distinto de aquél que le brinda atención al preso.
La obligación del médico de brindar asistencia al prisionero no debe implicar la
obligación de participar en el sistema de seguridad de la cárcel.
La Asociación Médica Mundial insiste, ante los gobiernos y los funcionarios públicos
que son responsables de la seguridad pública, a que reconozcan que esos procedimientos
de cacheo invasivos son un serio agravio al carácter privado y a la dignidad de una persona,
y están relacionados además con cierto riesgo de inferir un daño físico y psicológico. Por lo
tanto, la Asociación Médica Mundial exhorta a que, hasta un punto viable y sin comprometer
la seguridad pública,
• se utilicen métodos alternativos para la inspección de rutina de los presos y que sólo se
recurra al cacheo de cavidades del cuerpo como último recurso;
• si debe practicarse el cacheo de las cavidades del cuerpo, que el funcionario
responsable garantice que el examen lo realizará un personal con conocimientos y
habilidades médicas suficientes como para efectuar el registro sin riesgos;
• la misma autoridad responsable asegure que se garantizará la debida consideración
para la intimidad y dignidad de la persona.
Finalmente, la Asociación Médica Mundial invita a los gobiernos y funcionarios
públicos responsables a que provean un médico para tales cacheos, si el estado físico del
individuo lo requiere. Si un preso solicita específicamente un médico, su deseo será
respetado en la medida de lo posible.
La Asociación Médica Mundial adopta esta Declaración a fin de que las Asociaciones
Médicas Nacionales la utilicen como guía a fin de elaborar las normas éticas para los
médicos que son miembros de esas Asociaciones.
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Proposición
sobre la Defensa de los Derechos y de la
Confidencialidad del Paciente
Adoptada por la 45a.Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Los médicos en ejercicio tienen el deber ético y la responsabilidad profesional de


actuar por el supremo interés de los pacientes en todo momento.
Si los médicos en ejercicio llegan a percibir circunstancias que pudieran afectar
adversamente la salud del paciente, será su deber informar a las autoridades responsables
para que se tomen las medidas correctivas del caso.
Si las autoridades responsables se niegan a tomar una acción correctiva, deberán
hacer conocer su decisión a los médicos en ejercicio que informaron acerca de las
circunstancias del caso. Si esa notificación no se diera o si la justificación de adoptar esa
decisión no fuera convincente, los médicos en ejercicio tienen el deber de proseguir las
acciones.
Estas acciones puedan entrar en conflicto con las cláusulas de confidencialidad en los
contratos de empleo de los médicos, creando de esa manera dilemas sociales
ocupacionales y éticos para la profesión.
Cuando las finanzas de atención de la salud son limitadas, las medidas
presupuestarias restrictivas originan el motivo para que se genere un conflicto entre los
médicos en ejercicio y las autoridades que los emplean, con respecto a los servicios
médicos necesarios y suficientes.
Los administradores de los servicios de salud son responsables de la instrumentación
de las políticas gubernamentales y pueden verse obligados a tomar decisiones con las
cuales los médicos en ejercicio pueden no estar de acuerdo. Los que se oponen a las
políticas de servicio de salud gubernamentales y a su instrumentación por administradores,
deben dirigir sus críticas a las fuentes de las que surgen las decisiones políticas o las
medidas de instrumentación que se consideran insatisfactorias.
Deben establecerse mecanismos mutuamente aceptados y aceptables mediante los
cuales los médicos en ejercicio puedan expresar su preocupación, ya sea por los pacientes
individuales o por la salud pública, sin infringir los términos de los contratos de empleo.
Esos mecanismos deben estar contenidos en los contratos de empleo de los médicos.
Dichos contratos deben reconocer que las obligaciones éticas de los médicos en ejercicio
tienen prioridad sobre las obligaciones puramente contractuales relacionadas con el empleo.
Pueden surgir dificultades particulares cuando los médicos sospechen que las
decisiones administrativas son tomadas por razones espúreas, como los prejuicios
religiosos, raciales o sexuales, o por razones de lucro, o cuando sospechan que la
investigación clínica se está llevando a cabo sin la consideración y la supervisión ética
correspondiente.
Cuando surgen esas consideraciones, las observaciones críticas de los médicos en
ejercicio pueden parecer difamatorias o falsas en algunos aspectos y pueden serlo de
hecho. Los médicos en ejercicio deben dirigirse sobre esos temas a foros profesionales
correspondientes, como las comisiones de certificación o licencia, para su resolución legal.
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Proposición
sobre la Seguridad en el Lugar de Trabajo
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Los médicos que se preocupan mucho por la profilaxis deben contribuir a la


prevención de enfermedades y traumatismos relacionados con la actividad productiva.
Todo trabajador debe estar asegurado con la máxima protección posible.
Es muy importante realizar consultas entre autoridades gubernamentales,
empleadores, trabajadores y médicos para establecer una cooperación que respete los
valores humanos que son inseparables de un trabajo productivo e inocuo para la salud.
La protección de la salud que influencia a la productividad debe inspirar a todos a que
se promuevan las medidas de seguridad.
La Asociación Médica Mundial considera útil hacer algunas observaciones y
recomendaciones.
El médico, como un defensor natural del trabajador, debe:
7. Obrar con independencia profesional.
8. Aconsejar a los empleadores y a los trabajadores que cumplan con las normas
previstas por la legislación.
9. Recomendar a los órganos legislativos correspondientes que contribuyan a
proporcionar seguridad en el lugar de trabajo y, específicamente, que exijan
inspecciones sanitarias periódicas.
10. Recordar a los trabajadores que es responsabilidad de ellos estar atentos a su propia
seguridad, la seguridad de aquellas personas con las que trabajan y de aquellas que
puedan ser afectadas por sus actividades profesionales.
11. Evaluar la capacidad de los trabajadores para cumplir con sus obligaciones.
12. Insistir en que la educación médica incluya la capacitación necesaria para garantizar la
seguridad en el lugar de trabajo.
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Proposición
sobre la Mutilación Genital Femenina
Adoptada por la 45a Asamblea Médica Mundial, Budapest, Hungría, Octubre 1993

Preámbulo
La Mutilación Genital Femenina (MGF) afecta a más de 80 millones de mujeres y
niñas de todo el mundo. Muchos grupos étnicos en más de 30 países practican ese
procedimiento.
En muchos otros países el problema sucedió periódicamente, sobre todo debido a la
presencia de grupos étnicos procedentes de países en los cuales la MGF es una práctica
común: inmigrantes, refugiados, personas que huyeron del hambre y de la guerra.
Debido a la influencia que ejerce la MGF sobre la salud física y mental de las mujeres
y de las niñas, se considera que el tema concierne a los médicos. Los médicos se enfrentan
en todo el mundo con los resultados de esa práctica tradicional. A veces se les pide que
practiquen ellos mismos esa operación.
Hay varias formas de MGF. Podría ser una circuncisión primaria para las niñas, en
general entre 5 y 12 años de edad, o una circuncisión secundaria, o sea después de un
parto. El grado de la circuncisión primaria puede variar: desde una incisión en el prepucio
del clítoris hasta una " circuncisión faraónica " o eliminación del clítoris y de los labios
menores genitales, y la sutura de los labios mayores, de modo que sólo quede un orificio
mínimo para eliminar la orina y la sangre menstrual.
La MGF afecta la salud de mujeres y niñas en función del grado de la circuncisión. Las
pruebas de las investigaciones muestran el grave y permanente daño que se infiere a la
salud. Las graves complicaciones que acarrea la MGF son: hemorragia, infecciones,
hemorragia de órganos adyacentes, dolores agudos. Como complicaciones posteriores
aparecen horribles cicatrices, infecciones crónicas, complicaciones urológicas y obstétricas
y problemas psicológicos y sociales. La MGF tiene graves consecuencias en la esfera de la
sexualidad y en el modo en que ésta es vivida. Hay múltiples complicaciones durante el
parto (malpartos, formación de fístulas, desgarros e incontinencia).
Aun con la intervención menos drástica - una incisión en el clítoris - no se pueden
evitar complicaciones y consecuencias funcionales.
Muchas razones pretenden justificar la existencia y continuación de la práctica de la
MGF; costumbres y tradiciones (para preservar la virginidad de las jóvenes y limitar la
sexualidad de las mujeres), y razones sociales. Esas razones no justifican los daños
importantes que se infieren a la salud.
Ninguna de las religiones principales hace una referencia explícita a la circuncisión
femenina, ni apoya esa práctica. La medicina actual considera que la MGF va en detrimento
de la salud física y mental de las niñas y mujeres. Muchos consideran a la MGF como una
de las formas de oprimir a las mujeres.
En general, hay una fuerte tendencia a condenar la MGF más definitivamente:
• Se realizan campañas activas contra esa práctica en el Africa. Muchas mujeres líderes
en el Africa, así como jefes de estado africanos, han emitido fuertes propuestas contra
la práctica mencionada.
• Los organismos internacionales, tales como la Organización Mundial de la Salud, la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el Unicef han recomendado
que se adopten medidas específicas destinadas a la erradicación de la MGF.
• En varios países los gobiernos han desarrollado una legislación sobre el tema o han
incorporado la MGF en sus códigos criminales.

Conclusión
La Asociación Médica Mundial condena la práctica de la mutilación genital incluyendo
la circuncisión, cuando se trata de mujeres y niñas, y condena la participación de los
médicos en la ejecución de dichas prácticas.

Recomendaciones
6. Teniendo en cuenta los derechos psicológicos y la "identidad cultural" de la gente, los
médicos deben informar a las mujeres, hombres y niños sobre la MGF y alertarlos
contra la realización y el fomento de tales prácticas. Los médicos deben hacer coincidir
en su trabajo la promoción de la salud con las recomendaciones contra la MGF.
7. De lo dicho se deduce que los médicos deben tener suficiente información y apoyo para
proceder así. Los programas educacionales concernientes a la MGF deben ampliarse
y/o desarrollarse.
8. Las Asociaciones Médicas deben estimular los conocimientos públicos y profesionales
sobre los efectos perjudiciales de la MGF.
9. Las Asociaciones Médicas deben estimular la acción gubernamental en la prevención
de la práctica de la MGF.
10. Las Asociaciones Médicas deben cooperar en organizar la correspondiente estrategia
legal y preventiva cuando una criatura corre el riesgo de ser sometida a la MGF.
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Proposición
sobre el Derecho de la Mujer
a usar Medios Anticonceptivos
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

La Asociación Médica Mundial reconoce que los embarazos no deseados pueden


tener una profunda influencia sobre la salud de las mujeres y la salud de sus hijos. La
capacidad de regular y controlar la fertilidad debe considerarse como el principal
componente de la salud física y mental de las mujeres y del bienestar social.
En muchos países en vías de desarrollo existe una necesidad fuerte, pero en gran
medida insatisfecha, de controlar la fertilidad. Muchas mujeres en esos países desean
impedir el embarazo, pero no usan por lo general los medios anticonceptivos.
El empleo de medios anticonceptivos puede prevenir muertes prematuras de mujeres,
ocasionadas por embarazos no deseados. Las planificaciones óptimas de maternidad
contribuirán también a la supervivencia de los niños.
Aun en los casos en que los grupos políticos, religiosos u otros se opongan al uso de
los medios anticonceptivos, las mujeres deben tener el derecho personal de optar por
usarlos.
La Asociación Médica Mundial estipula que todas las mujeres deben tener la
posibilidad de optar por el control de la fertilidad por elección, antes que por azar. La
Asociación Médica Mundial postula además que la mujer tiene el derecho, al margen de la
nacionalidad, de su posición social o credo, a ejercer su elección personal con respecto a
los medios de anticoncepción. La mujer debe tener acceso a todos los servicios médicos y
sociales necesarios que tengan relación con la planificación familiar.
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Resolución sobre la Consagración a los Principios


de las Normas Eticas de la Asociación Médica Mundial
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

Se resuelve que:
3. La Asociación Médica Mundial se consagre a mantener altas las normas de la ética
médica, anunciadas en sus Declaraciones y Proposiciones, y exhorta a todos los
médicos a que se consagren en sus actividades profesionales a la observación más
escrupulosa de todos los principios mencionados, y
4. La Asociación Médica Mundial recomiende insistentemente a todas las
Asociaciones Médicas Nacionales a emprender programas y actividades necesarios
cuyo objetivo sea contribuir a difundir esos principios éticos, tanto entre los médicos
como en la sociedad en general, y asegurar que todos los médicos cumplan con ellos, y
Se resuelve, además, que la Asociación Médica Mundial recomiende insistentemente
a los funcionarios de los organismos gubernamentales correspondientes que respeten esos
principios y que trabajen con sus Asociaciones Médicas Nacionales para lograr los objetivos
planteados por esas elevadas normas de ética médica.
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Resolución
sobre el Comportamiento de los Médicos
frente al Problema del Trasplante de Organos
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1944

Dado que tiene un interés significativo la cantidad creciente de informes sobre


médicos que participan en el trasplante de órganos o tejidos humanos tomados de:
• los cuerpos de presos ejecutados al aplicárseles una sentencia de muerte sin haber
obtenido previamente su consentimiento o sin haberles dado una oportunidad de
rehusar; o
• los cuerpos de los minusválidos cuya muerte, según se supone, ha sido apresurada
para facilitar la extracción de sus órganos; o
• los cuerpos de gente pobre que ha accedido a separarse de sus órganos por razones
comerciales; o
• los cuerpos de niños pequeños secuestrados con ese propósito; y
Dado que en esos casos la participación de los médicos está en directa contravención
con las pautas enunciadas por la Asociación Médica Mundial en su Declaración sobre
Trasplante de Organos Humanos, adoptada en Octubre de 1987;
Se resuelve por lo tanto que la Asociación Médica Mundial ratifique solemnemente
esas pautas y que convoque a todas las asociaciones médicas nacionales a mantenerlas, y
en caso de infracción de dichas pautas, castigar severamente a los médicos
comprometidos.

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Proposición
sobre la Etica Médica en Situaciones de Catástrofe
Adoptada por la 46a Asamblea General de la AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994

2. A los efectos de este documento, la definición de catástrofe se concentra en los


aspectos médicos.
Una catástrofe es el surgimiento súbito de una situación nefasta, generalmente repentina y
violenta, que trae como consecuencia un daño material sustancial, un desplazamiento
considerable de gente y/o una gran cantidad de víctimas y/o una desintegración significativa
de la sociedad, o una combinación de esas circunstancias. En ese contexto, la definición
excluye situaciones que surgen como resultado de conflictos y guerras, sean internacionales
o internas, que originan otros problemas además de los que consideramos en este texto.
Desde un punto de vista médico, las situaciones de desastre se caracterizan por un
desequilibrio imprevisto y agudo entre la capacidad y los recursos de la profesión médica, y
las necesidades de las víctimas o de la población cuya salud está amenazada durante un
cierto período de tiempo.

3. Las catástrofes, ya sean naturales (por ej. terremotos), tecnológicas (por ej. accidentes
nucleares o químicos) o accidentales (por ej. descarrilamiento de trenes), tienen
características que originan problemas particulares:
e) su surgimiento súbito, que demanda una rápida acción;
f) la inadecuación de los recursos médicos, que están destinados a circunstancias
normales: la gran cantidad de víctimas significa que los recursos disponibles tienen
que ser usados con más eficiencia, a fin de salvar la mayor cantidad de vidas
posible;
g) los daños materiales o naturales dificultan el acceso hacia las víctimas o lo vuelven
peligroso;
h) efectos adversos producidos sobre las condiciones de la salud, debidos a la
polución y a los riesgos de epidemias;
De modo que los desastres exigen una reacción multifacética que implica muchos tipos
diferentes de ayuda, que van desde el transporte y la provisión de alimentos hasta los
servicios médicos, todo eso sobre un fondo de seguridad esmerada (policía, bomberos,
ejército,....). Esas operaciones requieren disponer de una autoridad efectiva y
autorizada que coordine los esfuerzos públicos y privados. Los equipos de rescate y los
médicos se enfrentan con una situación excepcional, en la cual su ética individual debe
armonizar en cierto modo con los requerimientos éticos de la comunidad en semejante
situación emocionalmente exacerbada.
Las reglas éticas definidas y enseñadas de antemano deben complementar la ética
individual de los médicos.
Los recursos médicos inadecuados y/o inconexos in situ, por una parte, y una gran
cantidad de personas heridas en un lapso corto, por la otra, presentan un problema
ético específico.
Proveer servicios médicos en esas condiciones implica problemas técnicos y de
organización, que se agregan a los problemas éticos. Por lo tanto, la Asociación Médica
Mundial recomienda que el médico adopte las siguientes actitudes éticas en las
situaciones de desastre.

4. Selección.
• La selección plantea el primer problema ético que deriva de los recursos de
tratamiento limitados, disponibles inmediatamente, con respecto a la gran cantidad
de víctimas en diversas condiciones de salud. La selección es una actividad
médica que prioriza el tratamiento y la ayuda prestada sobre la base de un
diagnóstico hecho y un pronóstico formulado. La supervivencia del paciente
dependerá de la selección. Esta debe llevarse a cabo rápidamente, teniendo en
cuenta las necesidades médicas, las capacidades de intervención médica y los
recursos disponibles. Los actos vitales de reanimación pueden llevarse a cabo al
mismo tiempo que la selección.
• La selección debe confiarse a un médico competente y autorizado, ayudado por un
personal calificado.
• El médico debe separar a las víctimas de la siguiente manera:
g) las víctimas que pueden ser salvadas, pero cuyas vidas corren peligro inminente, y
que requieren tratamiento inmediato o prioritario, dentro de las próximas horas;
h) las víctimas cuyas vidas no están en peligro inmediato y que necesitan una
atención médica urgente, pero no inmediata;
i) las personas heridas que requieren sólo un tratamiento menor, que pueden ser
atendidas más tarde o por trabajadores auxiliares;
j) víctimas psicológicamente traumatizadas que necesitan ser tranquilizadas, que no
pueden ser atendidas individualmente pero que necesitan que las apacigüen o que
les den un sedante si están seriamente perturbadas;
k) víctimas cuyo estado excede los recursos terapéuticos disponibles, que sufren
daños extremadamente graves tales como irradiación o quemaduras de tal grado y
magnitud que no pueden ser salvadas en las circunstancias específicas de tiempo
y lugar, o casos quirúrgicamente complejos que requieren una operación
particularmente delicada que necesitaría demasiado tiempo, obligando por lo tanto
al médico a tomar una decisión entre ellos y otros pacientes. Por esos motivos,
todas esas víctimas pueden clasificarse como casos "más allá de la atención de
emergencia". La decisión de "abandonar a una persona herida" a causa de las
prioridades dictadas por la situación de catástrofe no puede significar "no auxiliar a
una persona que se encuentra en peligro mortal". Esto se justifica si se intenta
salvar la máxima cantidad de víctimas.
l) Puesto que los casos pueden evolucionar y así cambiar de categoría, es
importante que la situación se vuelva a reevaluar regularmente por el profesional a
cargo de la selección.
• Desde el punto de vista ético, el problema de la selección y la actitud que debe
adoptarse con respecto a las víctimas que se encuentran más allá de la atención
de emergencia, encuadra en el marco de la asignación de medios inmediatamente
disponibles en circunstancias excepcionales y más allá del control humano. Para
un médico no es ético obstinarse, a toda costa, en mantener la vida de un paciente
más allá de toda esperanza, gastando de esa manera inútilmente los escasos
recursos que se necesitan en otra parte. Sin embargo, el médico debe mostrar
compasión por sus pacientes y respeto por la dignidad de sus vidas separándolos
de otros, por ejemplo, y administrándoles los analgésicos y sedantes
correspondientes.
• El médico debe obrar de acuerdo con su conciencia, considerando los medios
disponibles. Debe procurar establecer un orden de prioridades para el tratamiento
que salve a la mayor cantidad de casos graves que tengan una probabilidad de
recuperación, y restrinja al mínimo la morbilidad, aceptando al mismo tiempo los
límites impuestos por las circunstancias.
El médico debe prestar especial atención al hecho de que los niños pueden tener
necesidades particulares.

5. Relaciones con las víctimas


g) El tipo de atención prestado a las víctimas será una asistencia médica de primeros
auxilios y de emergencia. En el caso de una catástrofe, los médicos deben proveer
asistencia médica a todas las víctimas indiscriminadamente sin esperar un pedido
de ayuda.
h) Al seleccionar a los pacientes que pueden ser salvados, el médico debe considerar
solamente su condición de emergencia, y debe excluir toda otra consideración
basada en criterios no médicos.
i) Las relaciones con las víctimas están determinadas por la asistencia médica de
primeros auxilios y la necesidad de proteger los supremos intereses del paciente,
obteniendo en lo posible su conformidad en situaciones de emergencia. Sin
embargo, el médico debe tener en cuenta las particularidades culturales de la
población y obrar conforme a los requerimientos de esa situación. Debe regirse con
el concepto de ayuda óptima que incluye tanto el auxilio técnico como el sostén
emocional, destinados a salvar la máxima cantidad de vidas y reducir al mínimo la
morbilidad.
j) Las relaciones con las víctimas también comprenden aspectos relacionados con
las condolencias expresadas por la pérdida de una vida, que (aparte de los actos
médicos técnicos) reconocen y apoyan la angustia de las personas. Esto implica
respetar la dignidad y la moral de las víctimas y de sus familias, y prestar ayuda a
los sobrevivientes.
k) El médico debe respetar las costumbres, ritos y religiones de las víctimas y actuar
con la mayor imparcialidad posible.
l) En lo posible, se informará al médico para que éste haga el estudio
correspondiente cuando se encuentren dificultades y haya problemas con la
identificación de las víctimas.

6. Relaciones con terceros


El médico tiene el deber, con respecto a cada paciente, de ejercer la discreción y
asegurar el secreto profesional cuando trata con los medios y con terceros, ser
cauteloso y objetivo, y actuar con dignidad con respecto a la atmósfera emocional y
política que rodea las situaciones de catástrofe.

7. Deberes del personal paramédico


Los principios éticos que se aplican a los médicos también se refieren al personal que
trabaja bajo su dirección.

8. Capacitación
La Asociación Médica Mundial recomienda que la capacitación médica sobre
catástrofes se incluya en los programas universitarios y en los cursos de posgrado de
medicina.

9. Responsabilidad
La Asociación Médica Mundial convoca a los Estados miembros y a las compañías de
seguros a establecer una forma de responsabilidad disminuida o de responsabilidad
sin inconducta, para cubrir obligaciones civiles y cualquier daño personal que se
infiera a los médicos que trabajan en situaciones de desastre o emergencia.
La Asociación Médica Mundial requiere que los gobiernos:
c) presten asistencia y atención a los médicos extranjeros y acepten su actuación, su
presentación y su ayuda (por ej. la Cruz Roja, Creciente Rojo) sin discriminación
por razones de raza, religión, etc.
d) Den prioridad a la prestación de servicios médicos y no a las visitas de dignatarios.

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ASOCIACION MUNDIAL DE PSIQUIATRIA
Proposición y Puntos de Vista de la AMP
sobre los Derechos y la Protección Legal
de los Enfermos Mentales
Adoptada por la Asamblea General de la AMP en Atenas, Grecia, 17 de Octubre, 1989

En el VIII Congreso Mundial de Psiquiatría en Atenas el año pasado, el Comité


Ejecutivo de la AMP presentó a la Asamblea General, para su aprobación, una carta sobre
los derechos de los enfermos mentales. En cierta manera esa carta extiende y
complementa la Declaración de Hawai. Contiene las proposiciones que las autoridades
salientes de la AMP han dado a conocer en los últimos seis años, principalmente en la
oportunidad de la participación de nuestra Asociación en el Grupo de Trabajo creado por el
Consejo Económico y Social (a través de la Comisión de la ONU sobre Derechos Humanos)
"sobre la cuestión de las personas detenidas a raíz de problemas de salud mental o que
sufren trastornos mentales". Por las publicaciones hechas en el Boletín de la AMP, se sabe
que tanto el preámbulo como los artículos propuestos en el Informe de ese Grupo de
Trabajo (conocido con el nombre de su presidenta como Informe-Daes) han despertado
preocupación en nuestra Asociación y en sus principales sociedades miembros, por ser
virtualmente un documento antipsiquiátrico. La preocupación de la AMP fue compartida
posteriormente con otras Organizaciones no gubernamentales en una reunión conjunta,
convocada por la División de Salud Mental de la OMS. Se propusieron enmiendas a varios
artículos de la versión final del Informe-Daes y se presentaron a las comisiones de la ONU.
Lo que sigue constituye una exposición condensada de las propuestas y opiniones que
reflejan ampliamente el núcleo de las pautas generales sobre los derechos de los enfermos
mentales, aprobadas por la Asamblea General Ordinaria de la AMP en Atenas, el 17 de
Octubre de 1989.
Las personas que sufren de una enfermedad mental deben gozar de los mismos
derechos humanos y libertades básicas que los otros ciudadanos. No deberán estar sujetas
a una discriminación por razones de una enfermedad mental.
Los enfermos mentales tienen el derecho de recibir un trato profesional, humano y
digno. Deben ser protegidos contra la explotación, el abuso y la degradación, de acuerdo
con las normas éticas de la Declaración de Hawai, revisadas y aprobadas por la Asamblea
General de la Asociación Mundial de Psiquiatría en Viena, en 1983.
La Asociación Mundial de Psiquiatría se adhiere a los principios generales expuestos
en la Declaración de Hawai, que especifica con claridad los requisitos mínimos necesarios
para cumplir con las normas éticas de la profesión psiquiátrica. La Declaración de Hawai
establece que el objetivo de la psiquiatría es tratar las enfermedades mentales y propiciar la
salud mental. Denuncia el abuso de la psiquiatría en todos los aspectos y destaca que el
psiquiatra debe servir a los supremos intereses del paciente, de acuerdo con los
conocimientos científicos y principios éticos aceptados.
La legislación de protección a la salud debe asegurar un tratamiento adecuado y
efectivo para todos los pacientes, incluso para los pacientes psiquiátricos, y proteger sus
derechos al tratamiento dentro o fuera de instituciones de un nivel aceptable. No habrá
discriminación de los pacientes psiquiátricos en ese sentido. Cuando sea posible, los
servicios psiquiátricos se integrarán en el sistema de asistencia social y sanitaria. Todos los
pacientes serán tratados y atendidos, en la medida de lo posible, en la comunidad en la cual
viven.
En principio, los pacientes psiquiátricos deben ser tratados de acuerdo con las
mismas reglas que los otros pacientes, favorecidos por el hecho de que la gran mayoría de
aquellos pueden ser tratados de una manera informal y voluntaria, en condiciones
ambulatorias, sin hospitalización.
El tratamiento voluntario debe alentarse, y el acceso al mismo no debe administrarse
de una manera distinta del acceso al tratamiento de las enfermedades somáticas. Los
pacientes que son admitidos a una institución psiquiátrica o solicitan asistencia médica por
propia voluntad, deben ser protegidos por las mismas normas éticas y jurídicas que los
pacientes que padecen otro tipo de enfermedad.
La intervención compulsiva es una gran infracción a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales del paciente. Por lo tanto, se necesitan tener criterios y garantías
específicos y cuidadosamente definidos para esa intervención. No debe llevarse a cabo la
hospitalización o el tratamiento contra la voluntad del paciente, a menos que el paciente
sufra de una enfermedad mental grave. La intervención compulsiva debe llevarse a cabo
con el principio de la mínima restricción.
El diagnóstico de que una persona está mentalmente enferma se establecerá de
acuerdo con los estándares médicos aceptados. Al determinar que una persona padece de
una enfermedad mental, el facultativo debe hacerlo de acuerdo con la ciencia médica.
La gravedad de la enfermedad mental y la gravedad del daño que puede ocasionar
el paciente a sí mismo o a terceros se determinará de acuerdo con las definiciones de la
legislación nacional.
Las dificultades en adaptarse a los valores morales, sociales, políticos u otros, de por
sí, no deben considerarse como una enfermedad mental.
La legislación nacional debe proveer directivas con respecto a la clase de personas
que están autorizadas a requerir una admisión compulsiva, y qué órganos están autorizados
para aplicar la fuerza física que sería necesaria para instrumentar la internación compulsiva.
La decisión final para admitir o retener a un paciente en un establecimiento
psiquiátrico, como paciente involuntario, puede ser adoptada solamente por un juzgado o
por un órgano independiente y competente, prescripto por la ley, y sólo después de
realizadas las audiencias correspondientes.
Los pacientes deben ser informados cabalmente sobre sus derechos y su
tratamiento. Tienen el derecho de apelar y de ser escuchados personalmente por el tribunal
o el órgano competente.
La necesidad de privación de la libertad será revisada a intervalos fijos y regulares
como lo prescriben las leyes nacionales.
Los pacientes que están privados de libertad tendrán el derecho a tener un tutor o
asesor para proteger sus intereses.
Los ensayos clínicos y los tratamientos experimentales nunca deben llevarse a cabo
en pacientes hospitalizados compulsivamente.
Los pacientes tienen el derecho de recibir el tratamiento y el cuidado
correspondientes de acuerdo con las mejores normas existentes. La calidad del tratamiento
depende también del ambiente físico, del personal y de los recursos adecuados.
Los pacientes privados de su libertad tendrán el derecho de alternar con otros
libremente, derecho restringido solamente en la medida de lo necesario para proteger la
salud y la seguridad de ellos mismos y de terceros.
Los principios expuestos en estos artículos se aplicarán lo más ampliamente posible
a los delincuentes mentalmente enfermos que son admitidos en una institución psiquiátrica.
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Declaración de Hawai/II
Aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Psiquiatría,
Viena, Austria, Junio 1983

1. El objetivo de la psiquiatría consiste en tratar las afecciones mentales y propiciar la


salud mental. El psiquiatra debe servir a los supremos intereses del paciente lo mejor
que lo permitan sus capacidades acordes a los conocimientos científicos y a los
principios éticos aceptados y, además, debe preocuparse por el bien común y una justa
distribución de los recursos asignados a la salud. El logro de esas metas requiere una
investigación permanente y una educación continua del personal sanitario, de los
pacientes y del público.
2. Todo psiquiatra debe ofrecer al paciente la mejor terapia que esté a su alcance y, si es
aceptada, debe tratar al paciente con la solicitud y el respeto que se debe a la dignidad
de todos los seres humanos. Cuando un psiquiatra es responsable del tratamiento
impartido por otros, él debe supervisarlos y brindarles una instrucción calificada.
Siempre que sea necesario o que provenga de un pedido razonable del paciente, el
psiquiatra deberá requerir la ayuda de otro colega.
3. El psiquiatra aspira a tener relaciones terapéuticas que se funden sobre un acuerdo
mutuo. Para ser óptimo esto requiere confianza, confidencialidad, cooperación y
responsabilidad mutuas. Es posible que esa clase de relación no pueda establecerse
con algunos pacientes. En ese caso, el contacto se hará con un pariente u otra persona
próxima al paciente. Si la relación se establece con propósitos distintos de los
terapéuticos, como por ejemplo en psiquiatría forense, se explicará debidamente su
naturaleza a las personas interesadas.
4. El psiquiatra debe informar al paciente sobre las condiciones de su estado, los
procedimientos terapéuticos que se pueden aplicar, las distintas alternativas y los
posibles resultados que es dable esperar. Esta información debe ser expuesta en forma
discreta, y el paciente tendrá la oportunidad de elegir entre métodos adecuados y
accesibles.
5. No debe llevarse a cabo ningún tratamiento contra la voluntad del paciente o
independientemente de ella, a menos que, debido a su estado mental, el paciente no
pueda formarse una opinión acerca de cuál tratamiento servirá a sus mejores intereses,
ni saber tampoco que sin ese tratamiento es probable que se inflija un grave daño a sí
mismo o a terceros.
6. En cuanto desaparezcan las condiciones para el tratamiento compulsivo, el psiquiatra
debe suspender su carácter obligatorio y, en caso de ser necesario seguir con la
terapia, deberá obtener el consentimiento voluntario del paciente. El psiquiatra debe
informar al paciente y/o a un pariente o a otras personas próximas, acerca de la
existencia de mecanismos que permitan apelar de la retención y presentar otras quejas
relacionadas con su bienestar.
7. El psiquiatra nunca debe usar sus posibilidades profesionales para violar la dignidad o
los derechos humanos de un individuo o de un grupo, y nunca debe permitir que
interfieran con el tratamiento, los deseos, sentimientos y prejuicios personales
inadecuados. El psiquiatra no debe utilizar en ningún caso las herramientas de su
profesión una vez que se haya determinado la ausencia de la enfermedad psiquiátrica.
Si un paciente o terceras partes requieren que se realicen acciones contrarias a los
conocimientos científicos o a los principios éticos, el psiquiatra debe negarse a
cooperar.
8. Todo lo que el psiquiatra haya oído del paciente o haya observado durante el examen o
el tratamiento, debe guardarlo como confidencia a menos que el paciente libere al
psiquiatra de esa obligación, o que la revelación de la información resulte necesaria
para evitar que el paciente se haga daño a sí mismo o a otras personas. En esos
casos, sin embargo, el paciente debe ser informado sobre la infracción a la
confidencialidad.
9. Para aumentar y difundir los conocimientos y habilidades psiquiátricas hace falta la
participación de los pacientes. Sin embargo, debe obtenerse el consentimiento
informado antes de presentar un paciente ante una clase y, de ser posible, también si
se quiere usar la historia del caso para una publicación científica. Al mismo tiempo, se
adoptarán medidas razonables para preservar la dignidad y el anonimato del paciente y
proteger su reputación personal. La participación del paciente debe ser voluntaria,
previa recepción de una información cabal sobre el objetivo, los procedimientos, los
riesgos e inconvenientes del proyecto de investigación; debe haber siempre una
relación razonable entre las molestias o los riesgos calculados y el beneficio obtenido
del estudio. En la investigación clínica, todo sujeto de la investigación debe retener y
ejercer todos sus derechos como paciente. Cuando se trata de niños o de otros
pacientes que no pueden dar por sí mismos un consentimiento informado, éste deberá
obtenerse del pariente más próximo. Todo paciente o sujeto de investigación es libre de
retirarse por cualquier razón y en cualquier momento, de un tratamiento voluntario y de
un programa de investigación o enseñanza, en el cual participa. Ese retiro, así como
toda negativa a integrarse en un programa nunca deben influenciar los esfuerzos que
realiza el psiquiatra para ayudar al paciente o al partícipe del estudio.
10. El psiquiatra debe detener todos los programas terapéuticos, de enseñanza o de
investigación que puedan entrar en contradicción con los principios de esta
Declaración.
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Declaración sobre la Participación
de los Psiquiatras en la Pena de Muerte
(Asociación Mundial de Psiquiatría, 1989)
La siguiente Declaración fue adoptada por la Asamblea General de la
Asociación Mundial de Psiquiatría en su Congreso Mundial en Atenas,
en Octubre 1989

Los psiquiatras adhieren como médicos al Juramento Hipocrático de "practicar por el


bien de sus pacientes y nunca hacerles daño".
La Asociación Mundial de Psiquiatría es una asociación internacional con 77
sociedades miembros.
Considerando que los principios sobre ética médica de las Naciones Unidas ordenan
a los médicos - y por ende a los psiquiatras - que se nieguen a entrar en una relación con
un preso, distinta de la orientada a la evaluación, protección o mejora de su salud mental y
física, y además,
Considerando que la Declaración de Hawai de la AMP resuelve que el psiquiatra
debe servir a los supremos intereses del paciente y tratar a cada paciente con la solicitud y
el respeto debidos a la dignidad de todos los seres humanos, y que el psiquiatra debe
negarse a cooperar, si terceras partes piden que se realicen acciones contrarias a los
principios éticos,
Consciente de que los psiquiatras pueden ser invitados a participar de cualquier
acción relacionada con las ejecuciones,
Declara que la participación de los psiquiatras en cualquiera de esas acciones es
una violación de la ética profesional.

_______________
Declaración de Madrid
Aprobada por la Asamblea General de la AMP, en Madrid, España, el 25 de Agosto 1996

En 1977 la Asociación Mundial de Psiquiatría aprobó la Declaración de Hawai,


introduciendo unas normas éticas para la práctica de la psiquiatría. La Declaración fue
actualizada en Viena en 1983. Con el objeto de recoger el impacto de los cambios sociales
y los nuevos descubrimientos científicos de la profesión psiquiátrica, la Asociación Mundial
de Psiquiatría ha revisado nuevamente estas normas éticas de comportamiento.
En la medicina se combinan el arte de curar y la ciencia. Donde mejor se refleja la
dinámica de esta combinación es en la psiquiatría, la rama de la medicina especializada en
el cuidado y la protección de aquéllos que padecen a causa de enfermedades o minusvalías
mentales. Aun existiendo diferencias culturales, sociales y nacionales, es imprescindible y
necesario el desarrollo de una conducta ética universal.
Como profesionales de la medicina, los psiquiatras deben ser conscientes de las
implicaciones éticas que se derivan del ejercicio de su profesión y de las exigencias éticas
específicas de la especialidad de psiquiatría. Como miembros de la sociedad, los
psiquiatras deben luchar por un tratamiento justo y equitativo de los enfermos mentales, en
aras de una justicia social igual para todos.
El comportamiento ético se basa en el sentido de la responsabilidad individual de cada
psiquiatra hacia cada paciente y en la capacidad de ambos para determinar cual es la
conducta correcta y más apropiada. Las normas externas y las directrices tales como los
códigos de conducta profesional, las aportaciones de la ética y de las normas legales, no
garantizan por sí solas la práctica ética de la medicina.
Los psiquiatras deben, en todo momento, tener en cuenta las fronteras de la relación
psiquiatra-paciente y guiarse principalmente por el respeto al paciente y la preocupación por
su bienestar e integridad.
Con este espíritu, la Asociación Mundial de Psiquiatría aprobó en su Asamblea
General del 25 de Agosto de 1996, las siguientes directrices relativas a las normas éticas
que deben regir la conducta de los psiquiatras de todo el mundo:
1. La Psiquiatría es una disciplina médica orientada a proporcionar el mejor tratamiento
posible a los trastornos mentales, a la rehabilitación de individuos que sufren de
enfermedad mental y a la promoción de la salud mental. Los psiquiatras atienden a sus
pacientes proporcionándoles el mejor tratamiento posible, en concordancia con los
conocimientos científicos aceptados y de acuerdo con unos principios éticos. Los
psiquiatras deben seleccionar intervenciones terapéuticas mínimamente restrictivas
para la libertad del paciente, buscando asesoramiento en áreas de su trabajo en las
que no tuvieran la experiencia necesaria. Además, los psiquiatras deben ser
conscientes y preocuparse de una distribución equitativa de los recursos sanitarios.
2. Es deber del psiquiatra mantenerse al tanto del desarrollo científico de su especialidad
y de diseminar estas enseñanzas actualizadas. Los psiquiatras con experiencia en la
investigación deben tratar de ampliar las fronteras científicas de la psiquiatría.
3. El paciente debe ser aceptado en el proceso terapéutico como un igual por derecho
propio. La relación terapeuta-paciente debe basarse en la confianza y en el respeto
mutuos, que es lo que permite al paciente la información relevante y significativa para
que pueda tomar decisiones racionales de acuerdo a sus normas, valores o
preferencias propios.
4. Cuando el paciente esté incapacitado o no pueda ejercer un juicio adecuado a causa
de un trastorno mental, el psiquiatra deberá consultar con su familia y, si fuera
necesario, buscar consejo jurídico, con el objeto de salvaguardar la dignidad humana y
los derechos legales del paciente. No se debe llevar a cabo ningún tratamiento en
contra de la voluntad del paciente, salvo que el no hacerlo ponga en peligro la vida del
paciente o de aquéllos que lo rodean. El tratamiento debe guiarse siempre por el mejor
interés del paciente.
5. Cuando a un psiquiatra se le solicite evaluar a una persona, es su deber informar y
aconsejar a la persona que se evalúa sobre el propósito de la intervención, sobre el uso
de los resultados de la misma y sobre las posibles repercusiones de la evaluación. Este
punto es particularmente importante cuando los psiquiatras tengan que intervenir en
situaciones con terceras partes.
6. La información obtenida en el marco de la relación terapéutica debe ser confidencial,
utilizándose exclusivamente con el propósito de mejorar la salud mental del paciente.
Está prohibido que los psiquiatras hagan uso de tal información para uso personal o
para acceder a beneficios económicos o académicos. La violación de la
confidencialidad sólo podría ser adecuada cuando existiera serio peligro mental o físico
para el paciente o terceras personas si la confidencialidad se mantuviera. En estas
circunstancias el psiquiatra deberá, en la medida de lo posible, informar primero al
paciente sobre las acciones a tomar.
7. Una investigación que no se lleva a cabo de acuerdo con los cánones de la ciencia no
es ética. Los proyectos de investigación deben ser aprobados por un comité ético
debidamente constituido. Los psiquiatras deben cumplir las normas nacionales e
internacionales para llevar a cabo investigaciones. Sólo las personas debidamente
formadas en metodología de la investigación deben dirigir o llevar a cabo una
investigación. Debido a que los pacientes con trastornos mentales son sujetos
especialmente vulnerables a los procesos de investigación, el investigador deberá
extremar las precauciones para salvaguardar tanto la autonomía como la integridad
física como psíquica del paciente. Las normas éticas también se deben aplicar en la
selección de grupos de población, en todo tipo de investigación, incluyendo estudios
epidemiológicos y sociológicos y en investigaciones con otros grupos, como las de
naturaleza multidisciplinaria o multicéntrica.

ANEXO

Normas para Situaciones Específicas


El Comité de Etica de la Asociación Mundial de Psiquiatría reconoce la necesidad de
desarrollar normas específicas relativas a situaciones específicas. Cinco de estas normas
se detallan a continuación. El Comité tratará en el futuro otros asuntos importantes como la
ética de la psicoterapia, las nuevas alianzas terapéuticas, las relaciones con la industria
farmacéutica, el cambio de sexo y la ética de la economía de la salud.

1. Eutanasia.
La primera y principal responsabilidad del médico es la promoción de la salud, la
reducción del sufrimiento y la protección de la vida. El psiquiatra, entre cuyos
pacientes hay algunos que están gravemente incapacitados y no pueden tomar
decisiones informadas, debe ser particularmente cuidadoso con las acciones que
pudieran causar la muerte de aquéllos que no pueden protegerse debido a su
discapacidad. El psiquiatra debe ser consciente de que las opiniones de un paciente
pueden estar distorsionadas por una enfermedad mental, tal como la depresión. En
estos casos, el deber del psiquiatra es tratar la enfermedad.

2. Tortura.
Un psiquiatra no debe tomar parte en ningún proceso de tortura física o mental, aun
cuando las autoridades intenten forzar su participación en dichas acciones.

3. Pena de Muerte.
Un psiquiatra no debe participar, bajo ningún concepto, en ejecuciones legalmente
autorizadas ni participar en evaluaciones de la capacidad para ser ejecutado.

4. Selección de Sexo.
Un psiquiatra no debe participar bajo ninguna circunstancia en decisiones de
interrupción del embarazo con el fin de seleccionar el sexo.

5. Trasplante de Organos.
La función del psiquiatra es la de clarificar todo lo relacionado con la donación de
órganos y aconsejar sobre los factores religiosos, culturales, sociales y familiares para
asegurar que los implicados tomen las decisiones correctas. El psiquiatra no debe
asumir el poder de decisión en nombre de los enfermos, ni tampoco utilizar sus
conocimientos psicoterapéuticos para influir en sus decisiones. El psiquiatra debe
proteger a sus pacientes y ayudarles a ejercer su autodeterminación en el mayor
grado posible en los casos de Trasplante de Organos.

_______________
NACIONES UNIDAS
Principios de Etica Médica
Resolución 37/194
Adoptada por la Asamblea General (sobre el Informe
del Tercer Comité) A/37/727

La Asamblea General,
Recordando su Resolución 31/85 del 13 de Diciembre de 1976, en la cual invitaba a
la Organización Mundial de la Salud a que prepare un anteproyecto de código de ética
médica referente a la protección de las personas, sometidas a cualquier forma de arresto o
prisión, contra la tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes,
Expresando otra vez su reconocimiento al Consejo Ejecutivo de la Organización
Mundial de la Salud que, en su 63a Sesión, en Enero de 1979, decidió confirmar los
principios presentados en un informe titulado "Desarrollo de los Códigos de Etica Médica",
que contiene, en un anexo, un anteproyecto de principios, preparado por el Consejo para las
Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas y denominado "Principios de ética
médica pertinentes al papel que desempeña el personal de la salud en la protección de las
personas contra la tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes",
Teniendo en cuenta la Resolución 1981/27 del 6 de Mayo de 1981 del Consejo
Económico y Social, en la cual el Consejo recomendó que la Asamblea General tome
medidas para dar fin al anteproyecto de los Principios de Etica Médica en su 36a Sesión,
Recordando su Resolución 36/61 de Noviembre de 1981, en la cual decidió
considerar el proyecto de los principios de ética médica en su 37a Sesión, con la idea de
adoptarlos,
Alarmada por el hecho no infrecuente de que haya miembros del gremio médico o de
otro personal de la salud que esté embarcado en actividades difíciles de reconciliar con la
ética médica,
Reconociendo que en el mundo se difunden cada vez más ampliamente actividades
médicas significativas que son realizadas por trabajadores de la salud no graduados ni
capacitados como médicos, tales como asistentes de médicos, paramédicos, fisioterapeutas
y enfermeros,
Recordando con reconocimiento la Declaración de Tokio de la Asociación Médica
Mundial que contiene las pautas para los doctores en medicina, concernientes a la tortura y
otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes con referencia al arresto y a la
prisión, Declaración adoptada por la 29a Asamblea Médica Mundial, reunida en Tokio en
Octubre de 1975,
Observando que, de acuerdo con la Declaración de Tokio, los estados, las
asociaciones profesionales y otros órganos deben tomar medidas contra cualquier intento
de someter al personal de la salud o a los miembros de su familia a las amenazas o
represalias que deriven de la negativa, por parte de ese personal, a tolerar el uso de la
tortura u otra forma de trato cruel, inhumano o degradante,
Reafirmando la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las
torturas y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes, unánimamente
adoptada por la Asamblea General en su Resolución 3452 (XXX) del 9 de Diciembre de
1975 en la cual declaró que cualquier acto de tortura y de otro trato o castigo cruel,
inhumano o degradante era un agravio a la dignidad humana, una negación de los
propósitos de la carta de las Naciones Unidas y una violación de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos (1),
Recordando que, de acuerdo con el Artículo 7 de la Declaración adoptada en la
Resolución 3452 (XXX), cada estado asegurará que la perpetración de todos los actos de
tortura, como están definidos en el Artículo 1 de esa Declaración, o la participación y
complicidad en ellos, la incitación a realizarlos, o el intento de cometer torturas, son delitos
sujetos al código penal,
Convencida de que una persona no debe ser castigada en ningún caso por llevar a
cabo actividades médicas compatibles con la ética médica, al margen de quien recibe los
beneficios correspondientes, ni debe ser obligada a realizar actos o llevar a cabo un trabajo
en contravención con la ética médica, y que esa contravención a la ética médica, por la cual
el personal de la salud y los médicos en particular pueden resultar culpables, conlleva su
correspondiente responsabilidad,
Deseando establecer nuevas normas en ese campo que debería instrumentar el
personal de la salud, en particular los médicos y los funcionarios gubernamentales,
1. Adopta los Principios de Etica Médica pertinentes al papel que desempeña el personal
de la salud, en particular los médicos, en la protección de los presos y arrestados,
contra la tortura y cualquier otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante,
expuestos en el anexo de la presente Resolución;
2. Convoca a todos los gobiernos a dar la más amplia difusión posible a los Principios de
Etica Médica, junto con la presente Resolución, en particular entre las asociaciones
médicas y paramédicas y las instituciones de detención o prisión en la lengua oficial del
estado;
3. Invita a todas las organizaciones intergubernamentales pertinentes, en particular a la
Organización Mundial de la Salud y a las organizaciones no gubernamentales,
interesadas en llevar los Principios de Etica Médica a la atención del mayor grupo
posible de individuos, especialmente de los que actúan en el campo médico y
paramédico.
III Reunión Plenaria
18 de Diciembre 1982

ANEXO

Principios de Etica Médica


Pertinentes al Papel que Desempeña el Personal de la Salud, en Particular el Médico,
en la Protección de Presos y Arrestados contra la Tortura y
otro Trato o Castigo Cruel, Inhumano o Degradante

Principio 1
El personal de la salud, en particular los médicos encargados de prestar ayuda
médica a los reclusos y arrestados, tienen el deber de proveerles protección para su salud
física y mental, y un tratamiento para sus enfermedades, que sea de la misma calidad y
norma que el proporcionado a los pacientes "libres".
Principio 2
La intervención activa o pasiva del personal de la salud, en particular de los médicos,
en la participación, complicidad, incitación o intentos de aplicar torturas o infligir otro trato o
castigo cruel, inhumano o degradante es una gran contravención a la ética médica, así
como un agravio a los acuerdos internacionales vigentes (2).

Principio 3
La intervención del personal de la salud, en particular de los médicos, en una
relación profesional con presos o detenidos, cuyo propósito no consiste solamente en
evaluar, proteger y mejorar su salud física y mental, es una contravención a la ética médica.

Principio 4
Es una contravención a la ética médica del personal de la salud, en particular de los
médicos:
a) Aplicar sus conocimientos y aptitudes para asistir a los interrogatorios de los presos y
detenidos de una manera que pueda afectar desfavorablemente la salud mental o física
o el estado de esos presos o arrestados, y que no esté de acuerdo con los convenios
internacionales pertinentes;(3)
b) Certificar el estado de aptitud de los presos y detenidos (o participar de su certificación)
a los fines de algún tipo de trato o castigo que pueda afectar desfavorablemente su
salud física o mental y que no esté de acuerdo con los convenios internacionales
pertinentes. Tampoco debe intervenir de manera alguna en la aplicación de un trato o
castigo que no esté de acuerdo con los convenios internacionales pertinentes.

Principio 5
Constituye una contravención a la ética médica el hecho de que el personal de la
salud, en particular los médicos, participen en cualquier procedimiento coercitivo con
respecto a un preso o arrestado, salvo que dicho procedimiento esté determinado según
criterios puramente médicos como el que hace falta para la protección de la salud física o
mental, o la seguridad del propio preso o detenido, de sus compañeros presos o arrestados,
o de sus guardianes, y no presente peligros para su salud mental.

Principio 6
No pueden derogarse estos principios en circunstancia alguna ni siquiera en caso de
emergencia pública.

_______________
Sesión cuarenta y seis
Agenda Item 98
La Protección de los Enfermos Mentales
y el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental
Resolución 46/119
Adoptada por la Asamblea General (sobre el Informe del Tercer Comité -A/46/721- )

La Asamblea General,
Recordando las disposiciones de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, (4) el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, (5) el Convenio
Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, (6) y otros documentos
pertinentes, tales como la Declaración de los Derechos de las Personas Discapacitadas, (7)
y los Principios para la Protección de todas las Personas que se encuentran bajo alguna
forma de arresto o reclusión(8) ,
Recordando su Resolución 33/53 del 14 de Diciembre de 1978, en la cual solicita
que la Comisión de Derechos Humanos recomiende a la Subcomisión de Prevención contra
la Discriminación y por la Protección de las Minorías para que ésta emprenda, a título de
prioridad, un estudio sobre la cuestión de la protección de las personas detenidas con
motivo de una enfermedad mental, a los efectos de elaborar las pautas correspondientes,
Recordando además su Resolución 45/92 del 14 de Diciembre de 1990 en la cual
daba la bienvenida al progreso realizado por el grupo de trabajo de la Comisión de
Derechos Humanos, en la elaboración de un anteproyecto de principios para la protección
de personas con enfermedad mental y para la mejora de la atención de la salud mental
sobre la base de un anteproyecto presentado a esta Comisión por la Subcomisión de
Prevención contra la Discriminación y por la Protección de las Minorías,
Teniendo en cuenta la Resolución 1991/46 del 5 de Marzo de 1991(9) de la Comisión
de Derechos Humanos, en la cual la Comisión aprobaba el anteproyecto de los principios
que le había presentado el grupo de trabajo y decidió transmitirlo, así como el Informe del
grupo de trabajo, a la Asamblea General a través del Consejo Económico y Social,
Teniendo en cuenta además la Resolución 1991/29 del 31 de Mayo de 1991 del
Consejo Económico y Social, en la cual el Consejo decidía someter el anteproyecto de los
principios y el Informe del grupo de trabajo a la atención de la Asamblea General,
Teniendo en cuenta además las recomendaciones de la Comisión de Derechos
Humanos en su Resolución 1991/46 y la Resolución 1991/29 del Consejo Económico y
Social acerca de que, al adoptarse el anteproyecto de principios por la Asamblea General,
se dará la máxima difusión posible al texto completo del mismo y, al mismo tiempo, se
publicará la introducción a esos principios, a título de documento acompañante, en beneficio
de los gobiernos y del público en general,
Teniendo en cuenta la nota del Secretario General (10) cuyo Anexo contiene el
proyecto de los principios y la introducción a esos principios,
1. Adopta los principios para la protección de personas mentalmente enfermas y para la
mejora de la atención de la enfermedad mental, cuyo texto está contenido en el Anexo
de la presente Resolución;
2. Solicita del Secretario General que dé a los principios la difusión más amplia posible y
que asegure la simultánea publicación de la Introducción a título de documento
acompañante como ayuda a los gobiernos y al público general.
75a Reunión Plenaria, 17 de Diciembre 1991

ANEXO
Principios para la Protección de los Enfermos Mentales
y para el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental
Aplicación
Los presentes principios serán aplicados sin discriminación alguna por razones de
invalidez, raza, color, sexo, lengua, religión, opiniones políticas u otras, origen nacional
étnico o social, estado legal o situación social, edad, patrimonio o nacimiento.

Definiciones
En los principios presentes:
a) "Asesor legal" significa un representante legal u otra persona calificada;
b) "Autoridad independiente" significa una autoridad competente e independiente
prescripta por la legislación interna;
c) "Atención de la salud mental" comprende el análisis y el diagnóstico del estado
mental de una persona, así como el tratamiento, cuidado y rehabilitación
respecto de una enfermedad mental real o presunta;
d) "Institución psiquiátrica" designa cualquier establecimiento o dependencia del
mismo, cuya función primaria consiste en proporcionar atención a la salud
mental;
e) "Profesional de salud mental" designa a un médico, un psicólogo clínico, una
enfermera, un asistente social u otra persona calificada y debidamente
capacitada con la pericia necesaria para la atención de la salud mental;
f) "Paciente" significa la persona que recibe atención psiquiátrica, así como todas
las personas que son admitidas en un establecimiento psiquiátrico;
g) "Representante personal" significa la persona que tiene, de acuerdo con la ley,
el deber de representar los intereses del paciente en cualesquier situación
determinada, o de ejercer derechos específicos en nombre del paciente. Ese
concepto abarca además a los padres o al tutor legal de los menores, salvo que
la legislación interna lo establezca de otra manera;
h) "Organo de control" designa al órgano establecido de acuerdo con el principio
17 para la revisión de la admisión o la retención compulsiva de un paciente en
una institución psiquiátrica.

Cláusula de restricción general


El ejercicio de los derechos expuestos en los presentes principios puede estar sujeto
solamente a restricciones prescriptas legalmente y que son necesarias para proteger la
salud o seguridad de la persona aludida o de otras, o también para proteger la seguridad
pública, el orden, la salud o la moral o los derechos y libertades fundamentales de terceros.
Principio 1.
Libertades y derechos fundamentales
1. Todas las personas tienen el derecho a la mejor atención psiquiátrica posible que debe
ser parte del sistema de atención sanitaria y social.
2. Todas las personas con enfermedad mental o a quienes se las trata por esa causa,
deben ser atendidas con humanidad y respeto por la dignidad inherente a la persona
humana.
3. Todas las personas con enfermedad mental o a quienes se las trata por esa causa,
tienen el derecho a ser protegidas contra la explotación económica, sexual o de otra
índole y el maltrato físico u otro trato degradante.
4. No se hará descriminación por razones de enfermedad mental. La "discriminación"
implica cualquier distinción, exclusión o diferencia que tenga el efecto de anular o
destruir un goce igualitario de los derechos. No se considerarán discriminatorias las
medidas especiales que se adoptan solamente para proteger los derechos, o para
asegurar la mejoría de las personas con enfermedad mental. La discriminación no debe
implicar ninguna distinción, exclusión o preferencia, prevista de acuerdo con las
disposiciones de los presentes principios y necesarias para proteger los derechos
humanos de una persona con enfermedad mental, o los de otros individuos.
5. Toda persona con enfermedad mental tendrá el derecho a ejercer todos los derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, como está reconocido en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (11), el Convenio Internacional sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (12), el Convenio Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos (13), y en otros documentos pertinentes, como lo son la
Declaración sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas (14), y el Conjunto de
los Principios para la Protección de todas las Personas que se hallan bajo cualquier
Forma de Detención o Prisión (15).
6. Toda decisión acerca de que, por razones de su enfermedad mental, una persona
carece de capacidad legal y cualquier decisión de que, a raíz de esa incapacidad, deba
nombrársele un representante personal, se tomará solamente después de realizar una
justa audiencia ante un tribunal independiente e imparcial establecido por la legislación
interna. La persona cuya capacidad está en duda debe tener derecho a ser
representada por un asesor legal. Si la persona cuya capacidad está en duda no está
en condiciones de procurarse esa representación, se le designará ésta gratuitamente
en la medida en que el paciente no tenga los medios suficientes para pagarla. El
asesor no debe representar en el mismo procedimi
tendrán el derecho de apelar esa decisión ante una instancia más alta.
7. Cuando una corte u otro tribunal competente decide que una persona que padece una
enfermedad mental es incapaz de manejar sus propios asuntos, se deberán tomar
medidas hasta donde sea necesario y apropiado al estado de esa persona, para
asegurar la protección de sus intereses.

Principio 2.
Protección de menores
De acuerdo con los propósitos de los principios y en el marco de la legislación
interna relacionada con la protección de un menor, se deberá tener un especial cuidado en
proteger los derechos de menores, designándosele si fuera necesario un representante
personal que no sea un miembro de la familia.

Principio 3.
La vida en la comunidad
Toda persona que padezca una enfermedad mental tendrá derecho a vivir y trabajar,
en la medida de lo posible, en la comunidad.

Principio 4.
Determinación de la enfermedad mental
1. La determinación de que una persona padece una enfermedad mental se hará de
acuerdo con las normas médicas internacionalmente aceptadas.
2. La determinación de una enfermedad mental nunca debe hacerse considerando su
situación política, económica o social, o su pertenencia a un grupo cultural, racial o
religioso, o por ninguna otra razón que no sea directamente pertinente a su estado de
salud mental.
3. El conflicto familiar o profesional, o el desacuerdo con los valores morales, sociales,
culturales o políticos o las creencias religiosas que prevalecen en la comunidad de la
persona, nunca deben ser un factor determinante en el diagnóstico de la enfermedad
mental.
4. Los antecedentes de un tratamiento u hospitalización pasados de una persona en
calidad de paciente no justifican por sí mismos ninguna determinación presente o futura
de una enfermedad mental.
5. Ninguna persona ni autoridad puede clasificar a un individuo como enfermo mental (o,
dicho de otro modo, indicar que el individuo padece una enfermedad mental) salvo que
sea con propósitos directamente relacionados con la enfermedad mental o con las
consecuencias de ésta.

Principio 5.
Examen médico
Ninguna persona puede ser obligada a someterse a un examen médico con miras a
determinar si padece una enfermedad mental, salvo que esto se haga de acuerdo con un
procedimiento autorizado por la legislación nacional.

Principio 6.
Confidencialidad
Debe respetarse el derecho de confidencialidad de la información referente a todas
las personas a quienes se aplican los presentes principios.

Principio 7.
La Función de la comunidad y de la cultura
1. Todo paciente debe tener el derecho a ser tratado y atendido, en la medida de lo
posible, en la comunidad en la que vive.
2. Cuando el tratamiento se lleva a cabo en una institución psiquiátrica, el paciente tendrá
derecho, cuando sea posible, a ser tratado cerca de su domicilio o del de sus parientes
o amigos, y tendrá el derecho a volver a la comunidad tan pronto sea posible.
3. Todo paciente tendrá derecho a un tratamiento adecuado a sus antecedentes
culturales.

Principio 8.
Normas de atención
1. Todo paciente tendrá derecho a recibir una atención médica y social que corresponda a
las necesidades de su salud y a ser atendido y tratado de acuerdo con las mismas
normas que los otros enfermos.
2. Todo paciente será protegido contra daños, incluso contra una medicación injustificada,
contra los malos tratos por parte de otros pacientes, del personal o de otras personas,
u otros actos que causen angustia psíquica o malestar físico.

Principio 9.
Tratamiento
1. Todo paciente tendrá derecho a ser tratado en las condiciones menos restrictivas
posibles y con un tratamiento menos restrictivo o invasivo posible, que corresponda a
sus necesidades de salud y a la necesidad de brindar protección física a terceros.
2. El tratamiento y la atención a cada paciente se basarán en un plan individualmente
elaborado, que se discute con el paciente, se controla con regularidad, se revisa en la
medida de lo necesario, y que imparte un personal profesional calificado.
3. Se brindará siempre la atención psiquiátrica conforme a las normas de ética aplicables
a los profesionales de la salud mental, incluso las normas aceptadas
internacionalmente, como los Principios de Etica Médica pertinentes a la función del
personal de la salud, en particular los médicos, para la protección de presos y
detenidos contra la tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes,
adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (16). Nunca debe abusarse
de los conocimientos y técnicas psiquiátricos.
4. El tratamiento de todo paciente debe orientarse a preservar y mejorar la autonomía
personal.
Principio 10.
Medicación
1. La medicación debe satisfacer las necesidades de la óptima salud de los pacientes,
debe administrárseles solamente con propósitos terapéuticos o diagnósticos y nunca
como castigo o para conveniencia de terceros. De acuerdo con las disposiciones del
parágrafo 15 del Principio 11, los profesionales de la salud mental deben administrar
solamente una medicación de eficacia demostrada.
2. Toda la medicación debe ser prescripta por un profesional de la salud mental,
autorizado legalmente, y debe ingresar en la documentación del paciente.

Principio 11.
Consentimiento para el tratamiento
1. No se dará al paciente ningún tratamiento sin tener su consentimiento informado salvo
en los casos previstos en los párrafos 6, 7, 8, 13 y 15 del presente Principio.
2. El consentimiento informado es un consentimiento obtenido libremente, sin amenazas
ni imposiciones, después de habérsele revelado al paciente en una forma adecuada y
comprensible y en un lenguaje que él entienda:
a) La evaluación diagnóstica;
b) El propósito, el método, la duración probable y el beneficio esperado del
tratamiento propuesto;
c) Las formas alternativas de tratamiento, incluso las menos invasivas;
d) Los posibles dolores o malestares, riesgos y efectos colaterales del tratamiento
propuesto.
3. Un paciente puede requerir la presencia de una o más personas durante el
procedimiento seguido para otorgar su consentimiento.
4. Un paciente tiene el derecho a rehusar o interrumpir un tratamiento salvo como está
previsto en los párrafos 6, 8, 13 y 15 del presente Principio. Se debe explicar al
paciente las consecuencias de rehusar o interrumpir el tratamiento.
5. Nunca se debe invitar a un paciente o inducirlo a renunciar al derecho al
consentimiento informado. Si el paciente procurara hacerlo, se le explicará que no se
puede administrar el tratamiento sin su consentimiento informado.
6. Salvo lo previsto en los párrafos 6, 7, 8, 12, 13, 14, y 15 del presente Principio se puede
administrar el plan de tratamiento propuesto, sin el consentimiento informado del
paciente, si se satisfacen las siguientes condiciones:
a) En el momento pertinente, el paciente se encuentra en la situación de paciente
involuntario;
b) Una autoridad independiente que tenga en su poder la correspondiente
información, incluso la especificada en el párrafo 2 del presente Principio, reconoce
que en el momento pertinente, el paciente carece de la capacidad de dar o negar
un consentimiento informado al plan de tratamiento propuesto o, si la legislación
interna lo dispone, reconoce que en consideración a la seguridad personal del
paciente y a la de otras personas, el paciente se niega irracionalmente a dar ese
consentimiento;
c) La autoridad independiente reconoce que el plan de tratamiento propuesto sirve al
supremo interés de las necesidades de salud del paciente.
7. El párrafo anterior 6 no se aplica a un paciente que tiene un representante personal con
poder legal para consentir el tratamiento; sin embargo, salvo como está previsto en los
párrafos 12, 13, 14 y 15 del presente Principio, el tratamiento se puede proporcionar a
ese paciente sin tener su consentimiento informado, si el representante personal,
habiendo recibido la información descripta en el párrafo 2 del presente Principio,
consiente en nombre del paciente.
8. Salvo lo previsto en los parágrafos 12, 13, 14,y 15 del presente Principio, también
puede administrarse el tratamiento a cualquier paciente, sin su consentimiento
informado, si un profesional de la salud mental calificado y autorizado legalmente,
determina que ello es urgentemente necesario a fin de prevenir que se inflija un daño
inminente al paciente o a terceros. Ese tratamiento no se prolongará más allá del
período estrictamente necesario para ese propósito.
9. Cuando se autoriza cualquier tratamiento sin el consentimiento informado del paciente,
se deberá hacer sin embargo el máximo esfuerzo para informar al paciente acerca de
la naturaleza del tratamiento y de cualquier otro tratamiento posible, y de hacer
participar al paciente, en cuanto sea posible, en la aplicación del plan de tratamiento.
10. Todo el tratamiento debe ser registrado inmediatamente en la historia clínica del
paciente con una indicación de si es involuntario o voluntario.
11. No se empleará restricción física o reclusión compulsiva de un paciente salvo que esto
se haga de acuerdo con los procedimientos oficialmente aprobados del establecimiento
psiquiátrico y solamente cuando sea el único medio disponible para prevenir daños
inmediatos o inminentes al paciente o a terceros. No se prolongará más allá del
período, estrictamente necesario para esta finalidad. Todas las instancias de restricción
física o reclusión involuntaria, sus motivos y su naturaleza y duración deben ser
registrados en la historia clínica del paciente. Un paciente que está físicamente
restringido o recluido deberá mantenerse en condiciones humanas y con el cuidado y
una supervisión regular y rigurosa provista por miembros calificados del personal. Un
representante personal, si lo hay y si es relevante, deberá recibir una rápida notificación
sobre cualquier restricción o reclusión compulsiva a la que fuera sometido el paciente.
12. Nunca se deberá llevar a cabo una esterilización como tratamiento de la enfermedad
mental.
13. Una intervención médica o quirúrgica mayor puede llevarse a cabo sobre una persona
que padece una enfermedad mental solamente cuando lo permita la legislación interna
y cuando se considere que ello servirá mejor a las necesidades de salud del paciente y
si el paciente da el consentimiento informado; si el paciente está incapacitado para dar
ese consentimiento, el procedimiento se autorizará solamente después de una revisión
independiente de la cuestión.
14. La psicocirugía y otros métodos de tratamiento invasivo y de consecuencias
irreversibles para las enfermedades mentales nunca deberán llevarse a cabo en un
enfermo que sea un paciente involuntario y que se encuentre en una institución
psiquiátrica pero, en la medida en que las leyes internas lo permitan, pueden llevarse a
cabo en cualquier otro paciente, solamente cuando éste haya dado su consentimiento
informado, y un órgano externo independiente haya reconocido que existe el
consentimiento informado y que el tratamiento es el que más conviene a las
necesidades del paciente.
15. Los ensayos clínicos y el tratamiento experimental nunca deben llevarse a cabo en
ningún paciente sin tener su consentimiento informado; sin embargo, a un paciente,
que es incapaz de dar un consentimiento informado, se le pueden aplicar ensayos
clínicos y un tratamiento experimental, pero solamente con la aprobación de un órgano
de control, independiente y competente, creado especialmente con este fin.
16. En los casos especificados en los parágrafos 6, 7, 8, 13, 14 y 15 del presente Principio
el paciente o su representante personal, o cualquier persona interesada, tendrán el
derecho de apelar ante una autoridad judicial u otras independientes con referencia a
cualquier tratamiento recibido.

Principio 12.
Información sobre los derechos
1. Un paciente recluido en una institución psiquiátrica será informado, tan pronto como
sea posible después de su admisión, en una forma y en un lenguaje que el paciente
pueda comprender, de sus derechos de acuerdo con los presentes Principios y según
la legislación interna, y esa información deberá incluir una explicación de sus derechos
y de cómo hay que ejercerlos.
2. Si el paciente es incapaz de comprender esa información, y mientras ese estado
persista, los derechos del paciente serán comunicados a su representante personal - si
lo tuviere y si se le dieron poderes para actuar en ese caso - y a una persona o
personas que puedan representar mejor los intereses del paciente y estén dispuestas a
hacerlo.
3. El paciente que posee la capacidad necesaria tiene el derecho de nombrar a una
persona que será notificada en su nombre, así como a una persona que represente sus
intereses ante las autoridades del establecimiento.

Principio 13.
Derechos del paciente y condiciones en las instituciones psiquiátricas
1. Todo paciente de una institución psiquiátrica debe tener en particular el derecho a
merecer el respeto en cuanto a:
a) Reconocimiento en todas partes como persona ante la ley;
b) Intimidad;
c) Libertad de comunicación que implica libertad para comunicarse con otras
personas en el establecimiento; libertad para enviar y recibir comunicaciones
privadas no censuradas; libertad para recibir, en privado, visitas del asesor o del
representante personal y en cualquier momento razonable, otras visitas; y libertad
para acceder a los servicios postales y telefónicos y a los periódicos, radio y
televisión;
d) Libertad de religión o credo.
2. El ambiente y las condiciones de vida en los establecimientos de salud mental deben
ser tan parecidos como posible a los de la vida normal de las personas de edad similar
y, en particular, deben incluir:
a) Instalaciones para actividades recreativas y de ocio;
b) Instalaciones para la educación;
c) Instalaciones para comprar o recibir productos de la vida cotidiana, de recreo y de
comunicación;
d) Instalaciones y facilidades para usarlas a fin de alentar al paciente a que realice
una ocupación activa, adecuada a sus antecedentes sociales y culturales, y a fin de
que se tomen medidas de rehabilitación vocacionales correspondientes para
promover la reintegración en la comunidad. Esas medidas deben incluir una
orientación vocacional, un entrenamiento vocacional y un servicio de búsqueda de
trabajo para ayudar a los pacientes a conseguir o conservar un empleo en la
comunidad.
3. En ninguna circunstancia un paciente deberá hacer un trabajo obligatorio. Dentro de los
límites compatibles con las necesidades del paciente y con los requerimientos de la
administración institucional, un paciente podrá elegir el tipo de trabajo que desea
realizar.
4. No debe explotarse la labor de un paciente en una institución psiquiátrica. Todo
paciente tendrá el derecho de recibir la misma remuneración por cualquier trabajo que
realice, como la que sería pagada por ese trabajo a un no-paciente, de acuerdo con la
legislación o a costumbres internas. En cualquier caso todo paciente tendrá el derecho
de recibir una justa participación de cualquier remuneración que se pague al
establecimiento de salud mental por el trabajo que el paciente haya realizado.

Principio 14.
Recursos de las instituciones psiquiátricas.
1. Las instituciones psiquiátricas deberán tener acceso a los recursos del mismo nivel
como cualquier otro establecimiento sanitario y, en particular, a:
a) Un personal médico calificado y otros profesionales en número suficiente y con el
espacio adecuado para proporcionar a cada paciente intimidad y un programa de
terapia activa y adecuada;
b) Equipos de diagnóstico y terapia para cada paciente;
c) Cuidado profesional adecuado;
d) Tratamiento global regular y adecuado, incluso suministro de medicación.
2. Todas las instituciones psiquiátricas deben ser inspeccionadas por autoridades
competentes con la suficiente frecuencia para garantizar que las condiciones, trato y
atención cumplan con los presentes principios.

Principio 15.
Principios de admisión

1. Cuando una persona precisa tratamiento en una institución psiquiátrica se deberán


hacer todos los esfuerzos posibles para evitar una admisión forzosa.
2. El acceso a una institución psiquiátrica debe ser administrado de la misma manera que
un acceso a cualquier otro establecimiento por cualquier otra enfermedad.
3. Todo paciente que no haya sido admitido involuntariamente tendrá derecho a
abandonar el establecimiento en cualquier momento, siempre que no se le apliquen los
criterios sobre su retención como paciente involuntario, expuestos en el Principio 16; el
paciente debe ser informado de ese derecho.

Principio 16.
Admisión forzosa
1. Una persona puede ser admitida en una institución psiquiátrica como paciente
involuntario o, habiendo sido admitido voluntariamente como paciente, puede ser
retenido compulsivamente en dicha institución si, y sólo si, un profesional de salud
mental calificado y autorizado legalmente a este fin, determina, de acuerdo con el
Principio 4 mencionado, que la persona padece una enfermedad mental y considera:
a) Que, debido a la enfermedad mental, hay una seria probabilidad de daño inmediato
o inminente para esa persona o para terceros; o
b) Que en el caso de que una persona cuya enfermedad mental es grave y cuyo juicio
está afectado, la no internación o retención de esa persona puede conducir con
mucha probabilidad a un grave deterioro de su estado o impedir darle el tratamiento
apropiado que sólo puede aplicársele internándola en una institución psiquiátrica
mental de acuerdo con el principio de la alternativa menos restrictiva.
En el caso mencionado en el punto (b) deberá consultarse, cuando sea posible, a
un segundo profesional de salud mental, independiente del primero. Si se realiza esa
consulta, puede ocurrir que no se practique la internación o la retención, a menos que el
segundo profesional de salud mental concuerde con el primero.
2. Una admisión o retención compulsiva debe hacerse inicialmente por un corto período,
como lo especifica la legislación interna, para una observación y tratamiento
preliminares hasta que el órgano de control decida el problema de la internación o la
1. n órgano judicial u otro órgano independiente e imparcial, instituido
por la legislación y funcionando de acuerdo con procedimientos establecidos por dicha
legislación. Al formular sus decisiones, ese órgano recibirá la cooperación de uno o
más profesionales de salud mental independientes y calificados y tomará en cuenta sus
consejos.
2. El órgano de control hará la revisión inicial, como lo requiere el parágrafo 2 del Principio
16, de la decisión de admitir o retener a una persona como paciente involuntario tan
pronto como sea posible después de haber sido adoptada la decisión y la llevará a cabo
conforme a procedimientos sencillos y expeditivos como lo especifica la legislación
nacional.
3. El órgano de control revisará periódicamente los casos de pacientes involuntarios a
intervalos razonables como lo especifica la legislación nacional.
4. Un paciente involuntario puede solicitar al órgano de control que le den de alta o lo
pasen al estado de paciente voluntario, a intervalos razonables como lo especifica la
legislación nacional.
5. En cada revisión, el órgano de control considerará si los criterios para la admisión
forzosa expuestos en el parágrafo 1 del Principio 16 siguen cumpliéndose, y si no, el
paciente será dado de alta como paciente involuntario.
6. Si en cualquier momento el profesional de la salud mental, responsable del caso,
reconoce que las condiciones para la retención de una persona como paciente
involuntario ya no se cumplen, el profesional dará la orden de que se le dé de alta como
paciente involuntario.
7. Un paciente o su representante personal, o cualquier persona interesada, tendrá
derecho a apelar ante una instancia más alta de la decisión de admitir al paciente o de
retenerlo.

Principio 18.
Garantías de los procedimientos
1. El paciente tendrá el derecho a elegir y designar a un asesor legal que lo represente en
calidad de paciente, incluso para que lo represente en cualquier queja o apelación. Si el
paciente no puede conseguir esos servicios, se le designará un asesor sin que el
paciente deba pagar, en la medida en que carezca de los medios suficientes para
hacerlo.
2. El paciente también tendrá derecho, si es necesario, a los servicios de un intérprete.
Cuando esos servicios sean necesarios y el paciente no pueda hacerse cargo de ellos,
se le facilitarán sin que el paciente tenga que retribuirlos, en la medida en que éste
carezca de los medios suficientes para pagar.
3. El paciente y el asesor del paciente pueden requerir y presentar en cualquier audiencia
un informe independiente de salud mental y cualesquiera otros informes, ya sea orales
o escritos y otras pruebas que sean pertinentes y aceptables.
4. Se le darán al paciente o al asesor del paciente, copias de los registros y de
cualesquiera informes y documentos para ser presentados, con excepción de los casos
en los que se determine que revelar al paciente ciertos datos ocasionaría un grave
daño a su salud o pondría en peligro la seguridad de otras personas. La legislación
interna puede prever que cualquier documento, no entregado al paciente debe
proporcionarse, si eso se puede hacer en forma confidencial, al representante personal
o al asesor del paciente. Cuando no se le entrega parte de un documento al paciente,
el propio paciente o su asesor, si lo tiene, serán informados sobre la retención del
documento y la razón de esa decisión, que estará sujeta a una revisión judicial.
5. El paciente, su representante personal y el asesor deben tener el derecho de asistir
personalmente a una audiencia y participar y ser oídos en ella.
6. Si el paciente o el representante personal del paciente o el asesor requieren que una
persona particular esté presente en una audiencia, se deberá admitir a esa persona, a
menos que se determine que su presencia pueda causar un grave daño a la salud del
paciente o arriesgar la seguridad de terceros.
7. En toda decisión sobre si la audiencia o una parte de ella deba ser pública o privada y
pueda tener difusión pública, deben merecer plena consideración los propios deseos
del paciente, la necesidad de respetar su intimidad y la de otras personas y la
necesidad de evitar graves daños a la salud del paciente o evitar que corra peligro la
seguridad de terceros.
8. La decisión que surja de la audiencia y sus motivaciones deben expresarse por escrito.
Se entregarán copias al paciente y a su representante personal y al asesor. Al decidir si
la decisión será publicada en su totalidad o en parte, se tomarán en cuenta los propios
deseos del paciente, la necesidad de respetar su vida privada y la de otras personas, el
interés público en la administración abierta de la justicia y la necesidad de prevenir
daños graves a la salud del paciente y de evitar poner en riesgo la seguridad de
terceros.

Principio 19.
Acceso a la información
1. Un paciente (término que en el presente Principio incluye a ex pacientes) tendrá
derecho a tener acceso a la información concerniente a su salud y a los datos
personales registrados en la institución psiquiátrica. Este derecho puede ser objeto de
reflexiones a fin de prevenir daños graves a la salud del paciente o de evitar arriesgar la
seguridad de los demás. De acuerdo con lo previsto en la legislación interna, cualquier
información de este tipo que no se haya entregado al paciente, se debe proporcionar a
su representante personal y al asesor cuando eso puede hacerse con carácter
confidencial. Cuando cualquier parte de la información no se da al paciente, éste o su
asesor, si lo tiene, será informado sobre la retención y las razones en las que se basa,
y la decisión será objeto de revisión judicial.
2. Cualquier comentario escrito por el paciente o por su representante o el asesor deberá
incorporarse, a su pedido, en el expediente del paciente.

Principio 20. Delincuentes


1. El presente Principio se aplica a las personas que cumplen sentencia de prisión por
delitos penales, o que están detenidas por otras razones durante la instrucción penal o
bajo investigación, y que, según se determinó, o se sospecha, padecen una
enfermedad mental.
2. Todas esas personas deberán recibir el máximo cuidado posible para su enfermedad
mental, como está previsto en el Principio 1 antedicho. Los presentes Principios deben
ser aplicados en su mayor amplitud, con las únicas modificaciones y excepciones que
sean necesarias en determinadas circunstancias. Ninguna modificación ni excepción
debe infringir los derechos de la persona, expuestos en los documentos que figuran en
el parágrafo 5 del Principio 1 antedicho.
3. La legislación interna puede autorizar a un tribunal o a otra autoridad competente - que
actúa sobre la base de consultas médicas competentes e independientes - a que
ordene que esas personas sean internadas en una institución psiquiátrica.
4. El tratamiento de las personas en quienes se determinó una enfermedad mental,
deberá concordar en cualquier circunstancia con el Principio 11 mencionado
anteriormente.

Principio 21.
Quejas
Todo paciente y ex paciente tiene el derecho a presentar una queja mediante los
procedimientos especificados en la legislación nacional.

Principio 22.
Inspección y recursos
Los Estados deben asegurar el funcionamiento de los mecanismos
correspondientes para propiciar el cumplimiento de los presentes Principios, inspeccionar
las instituciones psiquiátricas, presentar, investigar y resolver las quejas y establecer
procedimientos disciplinarios o judiciales adecuados en caso de inconductas profesionales o
violación de los derechos de los pacientes.

Principio 23.
Instrumentación
1. Los Estados deben instrumentar los presentes Principios aplicando medidas
legislativas, judiciales, administrativas, educacionales y otras que deberán revisar
periódicamente.
2. Los Estados deberán hacer conocer lo más ampliamente posible los presentes
Principios.

Principio 24.
Alcance de los principios referentes a las instituciones psiquiátricas
Los presentes Principios se aplican a todas las personas que ingresan en una
institución psiquiátrica.

Principio 25.
Resguardo de los derechos existentes
No habrá restricción ni derogación de los derechos existentes de los pacientes,
entre ellos de los derechos reconocidos en la legislación internacional o nacional, so
pretexto de que los presentes Principios no reconocen esos derechos o que los reconocen
en un grado menor.
________________________
(1) Resolución 217 (III)
(2) Ver la Declaración para la Protección de todas las Personas Sujetas a Tortura y otro Trato o Castigo Cruel,
Inhumano o Degradante (Asamblea General Resolución 3452 (XXX), anexo), artículo 1 que manifiesta:
"1. Para el próposito de esta Declaración, la tortura significa cualquier acto que se inflija intencionalmente y
produzca un dolor fuerte o padecimiento, ya sea físico o mental, por o a instigación de un funcionario oficial en
una persona con el propósito de obtener de ese individuo, o de una tercera persona, información o confesión,
castigarlo por un acto que ha cometido o que se sospecha que haya cometido, o intimidar a esa u otras
personas. No incluye el dolor o el padecimiento que surja únicamente de sanciones legales, inherentes o
incidentales, que sean compatibles con las Reglamentaciones Estándares Mínimas para el Trato a Prisioneros".
"2. La tortura constituye una forma agravada y deliberada de trato o castigo cruel, inhumano o degradante".
El Artículo 7 de la Declaración manifiesta:
"Todos los Estados garantizarán que todos los actos de tortura definidos en el artículo 1 son delitos por
legislación penal. Lo mismo se refiere a los actos que constituyen participación, complicidad instigación o
tentativa para cometer torturas".
(3) En particular, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Asamblea General Resolución 217 A(III),
los Acuerdos Internacionales sobre Derechos Humanos (Asamblea General Resolución 2200 A (XXI), anexo), la
Declaración de la Protección a todas las Personas contra la Tortura y otro Trato o Castigo Cruel, Inhumano o
Degradante (Asamblea General Resolución 3452 (XXX), anexo), y las Reglamentaciones Estándares Mínimas
para el Trato de Presos (Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Crimen y el Trato a
los Delincuentes: informe de la Secretaría (publicación de Naciones Unidas, Venta No. 1956.IV.4.), anexo I.A).
(4) Resolución 217 A (III).
(5) Ver Resolución 2200 A (XXI), anexo.
(6) Ver Resolución 2200 A (XXI), anexo.
(7) Resolución 3447 (XXX).
(8) Resolución 43/173, anexo.
(9) Ver Registros Oficiales del Consejo Económico y Social, 1991, Suplemento No. 2 (E/1991/22), Capítulo II,
sección A.
(10) A/46/421.
(11) Resolución 217 A (III).
(12) Ver Resolución 2200 A (XXI), anexo.
(13) Ver Resolución 2200 A (XXI), anexo.
(14) Resolución 3447 (XXX).
(15) Resolución 43/173, anexo.
(16) Resolución 37/194, anexo.
CONSEJO DE EUROPA
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, 29a Sesión Ordinaria
Recomendación 818 (1977) (1)
sobre la Situación de los Enfermos Mentales

La Asamblea,
1. Destacando la importancia que asigna a los objetivos de mantener la salud, el
bienestar, así como los derechos personales de los enfermos por un lado, y proteger
el bienestar de las sociedades democráticas como un todo, por el otro;
2. Considerando que la definición de enfermedad mental es extremadamente difícil, ya
que los criterios cambian con el tiempo y de lugar en lugar, y dado que toda una serie
de alteraciones psicológicas han surgido en relación con el ritmo de trabajo, los estrés y
los modelos sociológicos de la vida moderna;
3. Señalando que, en el período de treinta años que pasó desde la Segunda Guerra
Mundial, se produjeron profundos cambios en Europa, en las actitudes con respecto a
la enfermedad mental, adoptadas desde los puntos de vista tanto médicos como
sociales;
4. Consciente, sin embargo, de que la carencia de personal así como un conocimiento
insuficiente y desactualizado del mismo, que experimental los servicios psiquiátricos es
perjudicial para un correcto tratamiento de los enfermos mentales;
5. Convencida de que la situación de los enfermos mentales y en particular las
condiciones que rigen la internación de los pacientes mentales y su "alta" de los
hospitales psiquiátricos son temas que conciernen a un gran sector de la opinión
pública en los países miembros, y que los errores y abusos que ocurren en ese aspecto
causan tragedias humanas en algunos casos;
6. Observando que se dirigieron varias comunicaciones a la Comisión Europea de
Derechos Humanos, referentes a esos errores o abusos, que prueban cuán
insatisfactoria o poco clara es la presente posición, y la posible necesidad de redefinir
algunas normas legales o médicas;
7. Convencida de que el concepto de insanía criminal implica una contradicción en
términos y de que una persona insana no puede considerarse responsable de acciones
criminales;
8. Observando que la tecnología médica y psicoterapéutica puede constituir a veces una
amenaza al derecho que tienen los pacientes a su integridad física y psíquica;
9. Considerando que la anormalidad del comportamiento en el ámbito de la moral o de la
ley no constituyen por sí mismas un trastorno mental;
10. Condenando el abuso de la psiquiatría con fines políticos y con el objeto de eliminar la
disidencia cualesquiera sean sus formas;
11. Aprobando la decisión del Sexto Congreso Mundial de Psiquiatría de Hawai que
condena el abuso de la psiquiatría para suprimir el disenso, y dando la bienvenida a la
decisión de establecer un código internacional de ética para la práctica de la psiquiatría;
12. Acogiendo la Resolución sobre la organización de los servicios preventivos en
enfermedades mentales, adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa
en 1976, que abarca una gran variedad de medidas profilácticas relacionadas con la
salud mental,
13. Recomienda que el Comité de Ministros invite a los gobiernos de los estados miembros
a;
I.
a) revisar su legislación y sus reglamentos sobre el confinamiento de los enfermos
mentales, redefiniendo algunos conceptos básicos tales como "peligroso",
reduciendo al mínimo la práctica de la detención compulsiva por un "período
indeterminado", abandonando la práctica de censurar la correspondencia,
poniendo bajo jurisdicción de autoridades médicas a los que fueron declarados
por la justicia como insanos en el momento de cometer un crimen o en el
momento de la indagación, y estableciendo procedimientos para la audiencia de
las apelaciones contra las medidas de detención;
b) instituir tribunales o comisiones especiales e independientes de bienestar
mental, con el deber de ejercer funciones protectoras a fin de investigar quejas
o intervenir por propia iniciativa en cualquier caso, con poder para dar de alta a
los pacientes cuando descubran que el confinamiento ya no es más necesario;
c) garantizar que las decisiones judiciales no se tomen solamente sobre la base de
informes médicos, sino que al paciente mental, como a cualquier otra persona
se le dé el derecho de ser escuchado, y en los casos en que se lo acuse de un
crimen, esté presente un abogado durante todo el proceso;
d) modificar la legislación civil sobre capacidad aplicada a los enfermos mentales a
fin de asegurar que una hospitalización no derive necesariamente en una
determinación automática de incapacidad legal, creando de ese modo
problemas concernientes a la propiedad y a otros derechos económicos;
e) asegurar el derecho de voto para aquellos pacientes mentales que son capaces
de comprender el significado del voto, dando los pasos necesarios con vista a
facilitar su ejercicio, garantizando que se disponga de información sobre
asuntos públicos, informando a los pacientes acerca de los procedimientos,
fechas límites e inscripciones, etc. y ofreciendo asistencia material a las
personas físicamente minusválidas; los pacientes mentales a los que se declaró
incapaces de votar, deben tener la posibilidad de apelar;
f) instituir, en el Consejo de Europa, un grupo de trabajo formado por expertos
gubernamentales y criminólogos para redefinir la insanía y la anormalidad
mental y reevaluar las derivaciones correspondientes para la legislación civil y
criminal, teniendo en cuenta los últimos descubrimientos en psicología y
psiquiatría y la experiencia de los estados miembros del Consejo de Europa en
ese dominio;
II.
a) tomar medidas, como política a largo plazo, para reducir la dependencia de
grandes instituciones y desarrollar servicios sociales ramificados, en condiciones
que se acerquen al entorno natural de las personas asegurando, sin embargo,
que esas medidas no lleven a un aumento exagerado de las "altas" en los
hospitales, antes de que se haya creado una red efectiva de asistencia social;
b) buscar nuevos caminos para humanizar el cuidado de los mentalmente
enfermos haciendo hincapié en los elementos humanitarios y en la calidad de la
atención como alternativa de las complejidades tecnológicas, y examinando en
ese contexto la conveniencia, las condiciones y el control de utilizar ciertas
terapias que pueden causar un daño permanente al cerebro o producir un
cambio de personalidad;
c) tomar medidas para estimular y armonizar, dentro del Consejo de Europa, los
estudios de las condiciones de capacitación de trabajo del personal que presta
atención en el dominio de la psiquiatría, en cooperación con las organizaciones
sindicales internacionales que representan a ese personal, con el fin de preparar
un acuerdo europeo que les sea aplicable y, dada la escasez de personal
profesional de atención calificado en la mayoría de los países miembros,
desarrollar los conocimientos y la pericia psiquiátricos de los miembros de otros
servicios sociales y de salud pública, creando de esa manera equipos
comunitarios que trabajen en estrecha cooperación con los profesionales;
III. a) alentar a las autoridades y comunidades locales para que se ocupen más de la
rehabilitación socio-profesional de sus ex pacientes, creando programas
el 8 de Octubre de 1977 (12a Sesión)

_______________

Recomendación 1046 (1986) (2)


sobre el Uso de los Embriones y Fetos Humanos
con Fines Diagnósticos, Terapéuticos, Científicos, Industriales y Comerciales
38a Sesión Ordinaria

La Asamblea,
1. Recordando su Recomendación 934 (1984) sobre ingeniería genética, en la que se
propone una serie de medidas, en particular el reconocimiento del derecho a una
herencia genética que no debería ser interferida artificialmente, a excepción de que sea
con propósitos terapéuticos;
2. Considerando que el reciente progreso en las ciencias de la vida y en medicina, en
particular en embriología animal y humana, ha abierto nuevas y notables perspectivas
científicas, diagnósticas y terapéuticas;
3. Considerando que mediante la técnica de fertilización in-vitro, el hombre ha alcanzado
los medios de intervenir en la vida humana y controlarla, en sus etapas más tempranas;
4.
A. Considerando que la explotación de las oportunidades tecnológicas, debe ser
regida no solamente en ciencia, sino también en medicina, por pautas sociales y
éticas claras;
B. Considerando que los futuros beneficios del progreso de la ciencia y de la
tecnología médica deben ser cuidadosamente evaluados para decidir cuándo,
cómo y sobre qué bases, deba restringirse la explotación de las posibilidades
tecnológicas;
C. Alabando el aporte que ha hecho el Comité de Expertos del Consejo de Europa
sobre ciencias biomédicas y la contribución de los Consejos Europeos de
Investigación Médica que operan en el marco de la Fundación Científica Europea;
D. Observando la declaración promulgada por la Novena Conferencia Europea de
Investigaciones Médicas que siguió a la Reunión convocada en Londres para el 5
y el 6 de Junio de 1986 bajo los auspicios de la Fundación Científica Europea;
5. Considerando que, a partir del momento de la fertilización del óvulo, la vida humana se
desarrolla en forma continua y no es posible hacer una neta distinción entre las
primeras fases (embriónicas) de su desarrollo y que, por lo tanto, es necesario hacer
una definición de la situación biológico del embrión;
6. Consciente de que el progreso ha hecho muy precaria la posición legal del embrión y
del feto, y que su status legal no está actualmente definido por la legislación;
7. Consciente de que actualmente no existen disposiciones adecuadas que rijan el uso de
embriones y fetos vivos o muertos;
8. Convencida de que, en vista del progreso científico que permite intervenir en la vida
humana en desarrollo desde el momento de su fertilización, es urgente definir el
alcance de su protección legal;
9. Teniendo en cuenta la diversidad de opiniones éticas sobre la cuestión de usar el
embrión o el feto o sus tejidos y los conflictos de valores que se originan;
10. Considerando que el embrión y el feto humanos deben ser tratados en todas las
circunstancias con el respeto debido a la dignidad humana, y que el uso del material y
de los tejidos obtenidos de ellos debe estar estrictamente limitado y reglamentado (ver
anexo) para los fines que son claramente terapéuticos y para los cuales no existen
otros medios;
11. Convencida de que el uso de los embriones o fetos y que la extirpación de sus tejidos
con fines diagnósticos o terapéuticos sólo se justifican si se observan los principios y
las condiciones especificadas en el anexo de esta Recomendación;
12. Considerando que un reglamento exclusivamente nacional de la cuestión corre el
riesgo de no ser efectivo, pues cualquier actividad en ese campo podría ser transferida
a otro país que no imponga las mismas reglas;
13. Destacando la necesidad de una cooperación europea;
14. Recomienda que el Comité de Ministros:
A. Convoque a los gobiernos de los estados miembros
a) para investigar los rumores que circulan en los medios acerca del comercio con
embriones y fetos muertos y publicar los resultados;
b) para limitar el uso (en el sentido industrial) de embriones y fetos humanos, y
materiales y tejidos correspondientes, a fines que sean estrictamente terapéuticos
y para los cuales no existan otros medios, de acuerdo con los principios
expuestos en el Anexo, y para hacer concordar su legislación con esos principios
o para fijar las normas correspondientes que especifiquen "inter alia" las
condiciones en las cuales se admita la extirpación y el uso de los tejidos con un
fin diagnóstico o terapéutico
c) para prohibir cualquier creación de embriones humanos por fertilización in-vitro
con fines de investigación en vida y después de muertos;
d) para prohibir todo lo que pueda considerarse como un uso indeseable o
desviaciones de esas técnicas, incluso:
• la creación de seres humanos idénticos por clonación o cualquier otro método ya
sea o no para selección racial;
• la implantación de un embrión humano en el útero de otro animal o a la inversa;
• la fusión de gametas humanas con las de otro animal (el test del hamster para el
estudio de la fertilidad masculina puede considerarse como una excepción, bajo
una reglamentación estricta);l
• la creación de embriones a partir del esperma de diferentes individuos;
• la fusión de embriones o cualquier otra operación para producir quimeras;
• ectogénesis o producción de un ser humano individual y autónomo fuera del útero
de una hembra, o sea en un laboratorio;
• creación de hijos de personas del mismo sexo. Elección del sexo por
manipulación genética con fines no terapéuticos.
• creación de gemelos idénticos;
• investigación sobre embriones humanos viables;
• experimentación en embriones humanos vivos, sean viables o no;
• mantenimiento de los embriones in-vitro más allá del décimocuarto día después
de la fertilización (deducido el tiempo necesario para la congelación);
e) para disponer las sanciones correspondientes a fin de asegurar la aplicación de las
normas fijadas a los efectos de esta Recomendación;
f) para crear registros nacionales de centros médicos regionales, autorizados para
llevar a cabo esas técnicas y aprovecharlas con fines científicos;
g) para facilitar y alentar la creación de comités o comisiones multidisciplinarias
nacionales sobre cuestiones de reproducción humana artificial, relacionadas con
actividades científicas concernientes al material genético, a los embriones y fetos
humanos, a los fines de guiar y aconsejar a las autoridades médicas y científicas
para que sigan y controlen la aplicación de esas técnicas y autoricen proyectos
específicos en ausencia de una legislación o reglamentación concretas;
B. prosiga el estudio de los problemas relacionados con el uso de tejido embriónico y fetal
humano con fines científicos y prepare sobre la base de los puntos mencionados en los
parágrafos 14.A.b a g, una convención europea o cualquier otro instrumento legal
adecuado que esté abierto para el acceso de países no miembros del Consejo de
Europa.
C. instruya a los comités correspondientes a que preparen un informe sobre el uso de
embriones y fetos humanos en la investigación científica, teniendo en cuenta el
equilibrio necesario entre los principios de libertad de investigación y de respeto por la
vida humana y otros aspectos de los derechos humanos.

ANEXO
Normas que rigen el uso de embriones y fetos humanos, y la extirpación
de sus tejidos con propósitos diagnósticos y terapéuticos

A. Propósitos de diagnóstico
a) No deberá permitirse ninguna intervención, con propósitos diagnósticos, además de
las ya autorizadas por la legislación nacional, en embriones vivos e in-vitro o in-utero
o en fetos dentro o fuera del útero, a menos que el objetivo sea el bienestar del niño
por nacer y su mejor desarrollo.
b) Se permitirá el uso de un embrión y feto muertos con fines de diagnóstico
(confirmación de un diagnóstico en útero o búsqueda de la causa de una
interrupción espontánea del embarazo).

B. Propósitos terapéuticos
a) No se permitirá una intervención en un embrión vivo, in-vitro o in-utero en el feto,
sea dentro o fuera del útero, salvo que su objetivo sea el bienestar del niño por
nacer, esto es para facilitar su desarrollo y su nacimiento.
b) No se permitirá la terapia en embriones in-vitro o in-utero, en el feto in-utero, salvo
que sea por enfermedades embriónicas muy claras y diagnosticadas con precisión,
con pronóstico grave o extremadamente malo, cuando no sea posible otra
solución, y la terapia ofrecería garantías razonables de un tratamiento que se
pueda realizar con éxito.
c) Se deberá prohibir conservar embriones y fetos artificialmente con vida con fines
de extirpar material utilizable.
d) Sería deseable confeccionar una lista de las enfermedades para las cuales la
terapia puede basarse en métodos de diagnóstico confiables, con garantías
razonables de éxito. Esa lista se actualizaría periódicamente teniendo en cuenta
los nuevos descubrimientos y los progresos científicos.
e) La terapia en embriones y fetos nunca debe influenciar las características
hereditarias no patológicas ni tener como meta la selección racial.
f) El uso de embriones o fetos muertos debe ser una medida excepcional, justificada,
en el actual estado de los conocimientos, por la rara naturaleza de la enfermedad
tratada, la ausencia de cualquier terapia igualmente efectiva y una manifiesta
ventaja (tal como la supervivencia) para la persona que recibe el tratamiento; debe
cumplir con las siguientes reglas:
• la decisión de interrumpir un embarazo y las condiciones de la interrupción (fecha,
técnica, etc.) no deben en ningún caso ser influenciadas por el uso subsiguiente,
deseado o posible, del embrión o feto;
• cualquier uso del embrión o feto debe ser realizado por equipos muy calificados en
hospitales autorizados o centros científicos supervisados por las autoridades
públicas; de acuerdo con la legislación nacional, dichos centros deben poseer
comisiones multidisciplinarias de ética;
• debe garantizarse la total independencia entre el equipo médico que interrumpe el
embarazo y el equipo que podría usar los embriones o los fetos con fines
terapéuticos;
• los embriones y los fetos no deben usarse sin el consentimiento de los padres o
donantes de gametas cuando se conoce la identidad de estos últimos;
• no se permitirá el uso de embriones, fetos o sus tejidos con fines de lucro.

_______________

Resolución No.R(78)29
sobre Armonización de las Legislaciones de los Estados Miembros respecto de la
Extirpación, Injertos y Trasplantes de Material Humano
Adoptada por el Comité de Ministros el 11 de Mayo de 1978 en
la 287a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros,
Considerando que la meta del Consejo de Europa es alcanzar una mayor unidad entre
sus miembros, armonizando en particular las legislaciones sobre cuestiones de interés
común;
Considerando que, debido al incremento sustancial en años recientes del tratamiento
de pacientes con trasplante o injerto de órganos, tejidos u otro material humano extirpado
se ha sentido la necesidad de una nueva legislación más específica en todos los estados
miembros;
Considerando que la armonización de las legislaciones de los estados miembros
sobre extirpación, injerto y trasplante de material humano asegurará una mejor protección
de los donantes, futuros donantes y receptores de material humano y favorecerá el progreso
de la ciencia médica y de la terapéutica;
Recomienda a los gobiernos de los estados miembros:
A. hacer corresponder sus leyes a las normas anexas a esta Resolución o adoptar
disposiciones que les correspondan al introducir una nueva legislación;
B. introducir las sanciones correspondientes para asegurar la aplicación de las normas
adoptadas al instrumentar esta Resolución;
C. estudiar si es deseable y posible insertar en un documento adecuado una declaración
que permita determinar más fácilmente el deseo del muerto, como está mencionado
en el artículo 19 de las normas;
D. intensificar, con medios adecuados, los esfuerzos para informar al público y despertar
el interés de los médicos por la necesidad y la importancia de donaciones de material,
conservando el carácter confidencial de las operaciones concretas;
E. alentar la preparación de pautas prácticas para aquellos que tienen derecho a decidir,
según el parágrafo 1 del artículo 11 que un material puede ser extirpado del cuerpo de
un muerto;
F. aplicar las normas anexas a esta Resolución, en particular los artículos 9 y 14, a las
sustancias que provengan de los estados que no son miembros del Consejo de
Europa.
Invitan a los gobiernos de los Estados Miembros a que informen al Secretario General
del Consejo de Europa, en la medida de lo necesario, y en todo caso cada cinco años,
acerca de la acción emprendida sobre las Recomendaciones contenidas en esta
Resolución.

_______________

ANEXO a la Resolución (78) 29

Normas

CAPITULO I. CAMPO DE APLICACION


Artículo 1.
1. Estas normas se aplican a las extirpaciones, injertos, trasplantes y otros usos del
material de origen humano, extirpado o reunido con fines terapéuticos o diagnósticos
para beneficio de las personas que no son los donantes y con propósitos de
investigación.
2. Se excluye del campo de aplicación de estas normas la transferencia de embriones, la
extirpación y el trasplante de testículos y ovarios y la utilización de óvulos y esperma.

CAPITULO II. EXTIRPACIONES, INJERTOS Y TRASPLANTES DE MATERIAL DE


CUERPOS DE PERSONAS VIVAS.
Artículo 2.
1. Debe darse la información correspondiente al donante y a su representante legal en
caso de un menor o una persona legalmente incapaz (a ambos se hace referencia aquí
como "personas legalmente incapaces"), antes de la extirpación, acerca de las posibles
consecuencias, en particular médicas, sociales y psicológicas, de dicha extirpación, así
como la importancia de la donación para el receptor.
2. Debe respetarse el anonimato del donante y del receptor, a excepción de cuando hay
una relación estrecha personal o familiar entre ambos.

Artículo 3.
No debe efectuarse una extirpación sin el consentimiento del donante. Ese
consentimiento debe darse libremente. En casos de extracción de material que pueda
regenerarse con riesgo para el donante, y de extracciones de material que no pueda
regenerarse, ese consentimiento debe darse por escrito.
Artículo 4.
La extracción de material que no puede ser regenerado debe limitarse a un trasplante
entre personas genéticamente emparentadas, a excepción de los casos en que haya
buenas probabilidades de éxito.

Artículo 5.
Cuando la extirpación de material presenta un riesgo sustancial y previsible para la
vida y la salud del donante, esa extirpación sólo se permitirá excepcionalmente cuando la
justifiquen las motivaciones del donante, el parentesco familiar con el receptor y los
requerimientos médicos del caso. Sin embargo, un Estado puede prohibir esa extirpación.

Artículo 6.
1. En las personas legalmente incapaces, debe limitarse la extirpación de material que
pueda regenerarse, a casos excepcionales. Esa extirpación puede permitirse cuando
sea necesaria por razones terapéuticas o diagnósticas. Puede llevarse a cabo
solamente con el consentimiento del representante legal de la persona incapaz, si la
propia persona incapaz no lo objeta. Si la extirpación presenta un riesgo para la salud
de la persona incapaz, debe obtenerse una autorización previa de las autoridades
correspondientes.
2. Está prohibido extirpar sustancias que no pueden regenerarse, de personas legalmente
incapaces. Sin embargo, un Estado puede permitir esa extracción en un caso especial,
justificado por razones terapéuticas o diagnósticas si el donante, teniendo la capacidad
de comprender, ha dado su consentimiento, si su representante legal y la autoridad
correspondiente han autorizado la extracción y si el donante y el receptor tienen una
relación genética estrecha.
3. Se prohibe la extracción de sustancias, que ofrezca un riesgo sustancial previsible para
la vida o la salud del donante, cuando éste es una persona legalmente incapaz.

Artículo 7.
Debe realizarse el debido examen médico antes de la extracción y trasplante, para
evaluar y reducir los riesgos que pueden correr la salud y la vida del donante y del receptor.

Artículo 8.
1. El material debe ser extirpado en condiciones que representen el menor riesgo posible
para el donante.
2. Las extirpaciones, los injertos y los trasplantes de material que no puede ser
regenerado, deben llevarse a cabo en instituciones convenientemente equipadas y
provistas del personal necesario.

Artículo 9.
Ningún material debe ser ofrecido en venta. Sin embargo, la pérdida de un salario u
otros gastos ocasionados por la extirpación o el examen previo deben ser reembolsados. Se
debe indemnizar al donante o donante potencial, al margen de una responsabilidad médica
posible, por cualquier daño causado por el procedimiento de extracción o del examen
previo, mediante un seguro social u otro sistema de seguro.
CAPITULO III. EXTIRPACIONES, INJERTOS Y TRASPLANTES DE MATERIAL DE
PERSONAS MUERTAS.

Artículo 10.
1. No debe efectuarse ninguna extirpación cuando hay una explícita o presunta objeción
por parte del muerto, en particular teniendo en cuenta sus convicciones religiosas y
filosóficas.
2. No habiendo un deseo implícito o explícito del muerto, la extracción puede efectuarse.
Sin embargo, el Estado puede decidir que la extracción no se efectúe si, después de
haber realizado un examen prácticamente posible y tomando en cuenta la opinión de la
familia del muerto y (en caso de que el sobreviviente sea legalmente incapaz) de su
representante legal, la objeción se vuelve evidente; si el muerto era una persona
incapaz, puede requerirse también el consentimiento del representante legal.

Artículo 11.
1. Habiendo ocurrido la muerte, la extracción puede efectuarse aun si se puede preservar
artificialmente el funcionamiento de algún órgano que no sea el cerebro.
2. Se puede efectuar la extracción si no interfiere con un examen forense o la autopsia
3. xtirpación, el injerto o el
trasplante. Sin embargo, ese médico podrá practicar una extirpación en caso de
operaciones menores cuando no existan otros médicos adecuados.
Artículo 13.
No debe revelarse la identidad del donante al receptor, ni la identidad del receptor a la
familia del donante.

Artículo 14.
El material extraído no debe ofrecerse con fines de lucro.
Consejo de Europa
Comité de Ministros

_______________
Recomendación No. R (80) 4 del Comité de Ministros
a los Estados Miembros respecto del Paciente como Partícipe Activo
de su Propio Tratamiento
Adoptada por el Comité de Ministros el 30 de Abril de 1980
en la 318a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con el Artículo 15b del Estatuto del Consejo de
Europa,
1. Considerando que la meta del Consejo de Europa consiste en alcanzar una mayor
unidad entre sus miembros y que esa meta puede lograrse, "inter alia" por la adopción
de un enfoque común en las esferas de la salud pública y del bienestar social;
2. Considerando el interés creciente referente a los costos de los servicios de salud en los
estados miembros del Consejo de Europa;
3. Considerando las capacidades de autoayuda de los pacientes como una contribución
importante a la protección de la salud y a la rehabilitación;
4. Considerando que es esencial pasar del acatamiento del paciente a la cooperación
entre el paciente y los trabajadores de la salud;
5. Considerando los riesgos de ciertos desarrollos tecnológicos en medicina;
6. Considerando que, a pesar de que la medicina está más pertrechada técnicamente, no
han disminuído sustancialmente las tasas de morbilidad y mortalidad;
7. Considerando que es difícil trazar una línea de demarcación entre la prevención y el
principio del tratamiento;
8. Considerando que el cambio de actitudes, pasando de la dependencia pasiva a la
participación activa en la protección de la salud y la rehabilitación, debe alentarse en los
pacientes aislados y en la población en su totalidad;
9. Teniendo en cuenta el creciente movimiento de las asociaciones de pacientes y su
capacidad para participar en el sistema de atención a la salud;
10. Considerando que el desarrollo creciente de las asociaciones de pacientes y su
accionar pueden verse como un movimiento positivo de gente que trabaja para su
autodeterminación en la asistencia a la salud;
11. Reconociendo que ciertos factores pueden, por una parte, inhibir, limitar y, por otra
parte, promover la activa participación del paciente de su propio tratamiento;
12. Considerando que la activa participación de los pacientes en el tratamiento y
mantenimiento de la salud no está necesariamente favorecida por un incremento del
volumen de la atención profesional ni la facilidad de acceso a ella;
13. Reconociendo el fracaso de ciertos programas de salud, debidos a factores tales como
la sobreprofesionalización, la medicalización de la sociedad y la sobreprotección de
ciertas categorías de pacientes;
14. Reconociendo que hay progreso en la transición entre la activa participación de los
pacientes en la atención terapéutica y su participación activa en la atención sanitaria
preventiva;
15. Reconociendo que la participación activa está relacionada con la autoeducación,
orientada a los siguientes objetivos:
• aumentar los conocimientos sobre el cuidado de sí mismo;
• comprender mejor las posibilidades y los límites de la asistencia médica
profesional;
• participar mejor en la toma de decisiones con respecto al tratamiento;
16. Reconociendo la posición clave de los médicos generales cuya función es prevenir el
uso inadecuado e incorrecto de los servicios de salud especiales;
17. Reconociendo que la correcta instrucción de los pacientes puede alentar su
participación como también aumentar la utilización satisfactoria de los servicios públicos
a un costo relativamente bajo;
18. Reconociendo que la estimulación de la participación activa de los pacientes depende
de la medida en que los prestadores de salud comprendan las expectativas de los
pacientes;
19. Reconociendo que la ansiedad que causan en algunas personas, por ejemplo, los
procedimientos generales de "screening", puede aumentar la necesidad de una
atención profesional y acrecentar la dependencia pasiva en lugar de la participación
activa de los pacientes;
20. Reconociendo que la opción consciente por la autoatención no debe interpretarse como
un rechazo del cuidado profesional,
Recomienda a los gobiernos de los estados miembros:
I. que lleven a cabo programas que estimulen la activa participación de los pacientes en
el tratamiento, la prevención y el mantenimiento, el fortalecimiento y la recuperación de
su salud y la de otras personas;
II. que tengan en cuenta las siguientes recomendaciones al planificar esos programas:

A. Política de Salud
1. De acuerdo con la política de la Organización Mundial de la Salud, se
recomienda que se establezcan nuevas prioridades, especialmente en la
investigación, la organización y en las estructuras, de modo que se dé
precedencia primaria a la atención médica en comparación con la medicina
hospitalaria.
2. A ese respecto, se debe asignar una mayor inversión de recursos financieros a
los programas que estimulen la participación de los pacientes.
3. La transición desde el acatamiento a la cooperación debe ser estimulada de
acuerdo con dos modelos: la relación entre el paciente y el profesional debe ser
recíproca y basarse en el compañerismo, tanto en los países técnicamente muy
desarrollados, como en los otros; además, en estos últimos, debe destacarse la
organización de una infraestructura a fin de desarrollar la educación y los
conocimientos médicos y un enfoque dinámico sobre la participación activa de la
gente en la profilaxis, y la de los pacientes en su tratamiento.

B. Educación e Información para la Salud


1. Deben establecerse programas de educación sanitaria, permanentes y
sistemáticos, a fin de propiciar la activa participación de la gente en la protección
de la salud. Una utilización responsable de los medios de comunicación debería
verse como una forma importante de modificar la actitud de las personas con
respecto a los servicios de salud y hacerles cambiar su actitud pasiva
transformándola en participación.
2. Debe proveerse educación e información sanitaria a la población en una forma
integral, haciendo hincapié en las categorías específicas de la población, en las
que se destacan los efectos beneficiosos del trabajo de grupos de apoyo y los
conocimientos ganados por la experiencia de los pacientes con su propia
enfermedad, que se usan para los compañeros enfermos. Debe darse la
información en un lenguaje accesible, fácilmente asimilable por cada categoría
de la población y adaptado a diferentes grupos etarios, evitándose el uso del
miedo como factor motivante. Es necesario informar tanto a pacientes como a
cuerpos médicos sobre el costo de los tratamientos.

C. Asociaciones de pacientes.
1. Deben fomentarse y estimularse las asociaciones de pacientes, reconocidas en
los niveles nacional, regional y local, y deben examinarse las medidas
necesarias para sostenerlas financieramente o en especie.
2. A las organizaciones de pacientes se les dará la oportunidad de influir en la
política de la salud en diferentes niveles y de acceder a los proyectistas y
arquitectos para tratar los temas de las instalaciones para los discapacitados,
enfermos crónicos y otros pacientes con distintas necesidades de alojamiento y
de servicios. En ese aspecto la autoayuda y la asistencia mutua de los miembros
de las asociaciones de pacientes deben considerarse como una contribución
importante para lograr la participación de los pacientes en su propio tratamiento.
3. Debe darse apoyo a las asociaciones sanitarias.

D. Profilaxis y atención primaria de la salud.


1. Se recomiendan las siguientes medidas:
• la educación de los jóvenes debe incluir aspectos preventivos y psicológicos de
la atención de la salud;
• autoexamen (cuando se verifica su efectividad en las fases del diagnóstico y
de la terapia);
• auto-atención y auto-terapia (en los casos de dolencias menores y de primeros
auxilios).
Debe fomentarse la atención primaria de la salud pues es más fácil para el
paciente convertirse en un activo compañero en la práctica terapéutica.
2. Corresponde propiciar la atención domiciliaria, impartida no solamente por
profesionales, sino también por no profesionales - en la familia y en el
vecindario - sobre todo para una cantidad cada vez mayor de ancianos,
enfermos crónicos y personas minusválidas.

E. Investigación.
1. Desde el punto de vista del desarrollo futuro, resulta crítica la amplitud de las
investigaciones en el dominio de la atención primaria y de la auto-atención con
todos sus problemas. Actualmente, se realiza poca investigación en la práctica
de la atención médica primaria. Se necesitan con urgencia recursos para la
promoción de la investigación de campo (médico-sociológica, epidemiológico-
práctica, y ciencias de la conducta), destinada a perfeccionar la atención
primaria.
2. Es necesario estimular la investigación - especialmente con respecto a la
atención primaria - para crear instrumentos que midan la influencia de la
participación de los pacientes sobre los resultados del tratamiento.

F. Educación y Práctica Profesional.


1. Debe promoverse una política y práctica de la salud, de tal modo que los
profesionales se den cuenta que su obligación es propiciar una participación
activa del paciente en su propio tratamiento.
2. Conviene propiciar las innovaciones en la etapa del aprendizaje, para capacitar
a los profesionales a ser receptivos ante las necesidades de los pacientes y
para facilitar la cooperación de los pacientes en su propio tratamiento.
3. Los planes de estudios prácticos para los estudiantes y para los profesionales
orientados hacia las necesidades sociales, para mejorar la atención primaria de
la salud, deben prever lo antes posible el contacto con la práctica en la
atención primaria y con los problemas psicosociales de los pacientes. Se
integrará y se relacionará con la práctica la capacitación profesional
subsiguiente, no solamente con los pacientes del hospital, sino también con los
pacientes de los médicos generales. Esto debe incluir una práctica adecuada
en prevención, profilaxis, diagnóstico temprano y educación sanitaria, y los
preparará para una futura cooperación en los equipos de atención de salud.
4. Los programas de práctica para el personal médico, paramédico y de
enfermería deben incluir información sobre todas las asociaciones de pacientes
para alentarlos a que informen a los propios pacientes de las asociaciones
pertinentes.
5. Debe fomentarse la práctica complementaria para todos los miembros del
equipo en el dominio de las técnicas de la información, medios técnicos de
enseñanza general y educación médica.
Consejo de Europa
Consejo de Ministros

________________
Recomendación No. R (81) 1
del Comité de Ministros a los Estados Miembros sobre el Reglamento para
los Bancos de Datos Médicos Automatizados
Adoptada por el Comité de Ministros el 23 de Enero de 1981 en
la 138a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con el Artículo 15b del Estatuto del Consejo de
Europa,
Considerando que la meta del Consejo de Europa es alcanzar una mayor unidad entre
sus miembros;
Consciente del creciente uso de computadoras para la atención médica, la investigación
médica, la administración hospitalaria y los registros de salud pública;
Convencido de que es deseable asegurar el carácter confidencial, la seguridad y el uso
ético de la información personal contenida en esos documentos;
Recordando los principios generales sobre protección de datos en los sectores privados
y público como se ha establecido en sus Resoluciones (73) 22 (74) 29, y las garantías sobre
la protección de los datos de naturaleza personal acerca de la salud, introducidas por la
Convención para la Protección de los Individuos con respecto al Procesamiento Automático
de Datos Personales;
Observando también que, en varios estados miembros las garantías están dadas con el
mismo propósito bajo una legislación existente o prevista sobre protección de datos y sobre
el secreto médico y profesional;
Considerando que es deseable dar más asesoramiento a las personas responsables de
los bancos de datos médicos con respecto a la mejor forma de instrumentar estos principios
en relación con los tipos específicos de registros computarizados que poseen,
Recomienda a los gobiernos de los estados miembros:
a) tomar medidas para garantizar que todos los bancos de datos médicos automatizados,
instalados en su territorio, estén sujetos a reglamentaciones que reflejen los principios
expuestos en el Anexo a esta recomendación;
b) llevar esta recomendación al conocimiento de todos los servicios, autoridades e
instituciones, tanto públicas como privadas, que operan bancos de datos;
c) propiciar el conocimiento y la información acerca de la protección de los datos médicos
entre los miembros de la profesión médica y de los especialistas en procesamiento de
datos, y fomentar una estrecha cooperación en el tema entre esos dos grupos
profesionales;
Encarga al Secretario General del Consejo de Europa a llevar los contenidos de esta
recomendación a conocimiento de los gobiernos de Australia, Canadá, Finlandia, Japón, los
Estados Unidos de América y Yugoslavia, así como al Director General de la Organización
Mundial de la Salud.
ANEXO a la Recomendación No. R (81) 1

PRINCIPIOS REFERENTES A LOS BANCOS DE DATOS MEDICOS AUTOMATIZADOS

1. Alcance y Propósito del Reglamento.


1.1. Los principios siguientes se aplican a los bancos de datos creados a los fines de la
asistencia médica, la salud pública, la administración de servicios médicos o de salud
pública, o de investigación médica, en los cuales se almacenan los datos médicos y
eventualmente los datos administrativos o sociales relacionados con aquéllos, que
pertenecen a individuos identificados o identificables (bancos de datos médicos
automatizados).
1.2 Todo banco de datos médicos automatizado debe tener su propia reglamentación
específica, acorde con la legislación del estado en cuyo territorio funciona.
La reglamentación de los bancos de datos, usados con fines de salud pública,
administración de servicios médicos, y de salud, o para el progreso de la ciencia
médica deben tener en cuenta la preeminencia de los derechos y libertades
individuales.
1.3 El reglamento debe ser suficientemente específico para proveer respuestas
inmediatas a preguntas que puedan aparecer en la operación de un banco de datos
médicos particular.
1.4 Cuando un banco de datos médicos combina varios juegos de registros o subsistemas
de datos médicos, cada uno de esos elementos puede requerir una reglamentación
suplementaria, relacionada con sus características especiales.
1.5 Los requisitos y las obligaciones que derivan de esta recomendación deben tomarse
debidamente en cuenta no sólo respecto de los bancos de datos médicos que están
en funcionamiento, sino también de aquéllos que están en su fase de desarrollo.

2. Comunicación pública sobre los bancos de datos médicos automatizados.


2.1 Los planes para la instalación de bancos de datos médicos automatizados, así como
los planes para la modificación fundamental de los bancos existentes, deben hacerse
conocer al público por adelantado.
2.2 Cuando un banco de datos médicos automatizado se pone en funcionamiento, debe
darse la noticia al público indicando por lo menos las siguientes características:
a) el nombre del banco de datos médicos;
b) referencia al documento de acuerdo con el cual dicho banco de datos ha sido
creado;
c) una breve descripción de las normas que regulan el trabajo con el banco de datos
y la indicación de cómo se puede obtener el reglamento completo o cómo puede
ser consultado.

3. Contenidos mínimos del reglamento de los bancos de datos.


3.1 El reglamento del banco de datos debe incluir al menos disposiciones sobre:
a) su propósito o propósitos específico/s;
b) las categorías de la información registrada;
c) el órgano o la persona para quien funciona el banco de datos y que es
competente para decidir qué categorías de datos deben ser procesadas;
d) la persona o personas a cargo de su atención diaria;
e) las categorías de las personas con derecho a ingresar, modificar y eliminar datos
("generadores de datos");
f) la persona u órgano:
• a quien se deben someter ciertas decisiones para la aprobación
correspondiente;
• que supervisa el uso del banco de datos
• a quien se puede recurrir en caso de disputa;
g) las categorías de personas que tienen acceso al banco de datos durante su
trabajo y las categorías de datos a los que tienen derecho a acceder;
h) el acceso de terceras partes a la información;
i) el acceso a la información de las personas a las que se hace referencia ("sujetos
de los datos");
j) la conservación de datos a largo plazo;
k) el procedimiento referente a las solicitudes para el uso de datos con propósitos
que no son aquéllos para los cuales han sido reunidos;
l) la seguridad de datos e instalaciones;
m) si se permite la conexión con otros bancos de datos y en qué condiciones;

4. Registro de datos.
4.1 La persona u órgano responsable de crear y/o administrar un banco de datos médicos
debe asegurar que:
a) los datos se acopien por vía legal y medios correctos;
b) no se acopien otros datos, sino aquéllos que son pertinentes y correspondan al
propósito/s declarado;
c) en la medida de lo posible, se verifique la exactitud de los datos; y
d) los contenidos del registro se mantengan actualizados debidamente.
4.2 A fin de garantizar, por una parte, un acceso selectivo a la información, de acuerdo
con el parágrafo 5.1 y, por la otra, la seguridad de los datos, los registros deben estar
diseñados de manera que permitan la separación de:
a) identificadores y datos relacionados con la identidad de la personas;
b) datos administrativos;
c) datos médicos;
d) datos sociales;
Debe hacerse una diferenciación entre datos objetivos y subjetivos con respecto a los
mencionados bajo los puntos c y d.
Sin embargo, donde sea innecesario o imposible lograr esa separación, se tomarán
otras medidas, a fin de proteger la intimidad de las personas y la confidencialidad de
la información.
4.3 Una persona de quien se reúne información médica debe ser informada sobre el
destino que se le intenta dar.
5. Acceso a la Información y su Uso
5.1 Como norma general se puede dar acceso a la información solamente al personal
médico y, en la medida en que la legislación nacional o la práctica lo permitan, a otro
personal que preste asistencia médica, teniendo acceso cada persona a aquellos
datos que le son necesarios para sus obligaciones específicas.
5.2 Cuando la persona mencionada en el parágrafo precedente cesa en el ejercicio de sus
funciones, ya no puede más almacenar, modificar, eliminar o tener acceso a los datos,
a menos que se convenga de otra manera con la persona o el órgano mencionados
en el parágrafo 3.1f).
5.3 La persona mencionada en el parágrafo 5.1, que tiene acceso a los datos durante su
trabajo, no puede usar esos datos con fines distintos de aquéllos para los cuales tenía
acceso al principio, a excepción de los casos en que:
a) ponga la información de manera que el sujeto de los datos no pueda ser
identificado, o
b) ese uso diferente haya sido autorizado por la persona o el órgano aludidos en el
parágrafo 3.1f), o
c) ese uso diferente sea impuesto por una disposición legal,
entendiéndose que la legislación o la práctica nacional pueden imponer una obligación
adicional para obtener el consentimiento del sujeto de los datos (o en caso de que
haya muerto, de su familia) o de su médico.
5.4 Sin el consentimiento expreso e informado del sujeto de los datos, la existencia y el
contenido de su registro médico no deben ser comunicados a las personas u órganos
externos a la esfera de la atención médica, de la salud pública o de la investigación
médica, salvo que esa comunicación se permita conforme a las normas de
observación del secreto médico profesional.
5.5 Se permite, con fines de atención médica, salud pública o investigación médica,
conectar o reunir la información contenida en diferentes bancos de datos médicos
sobre un mismo individuo, siempre que eso esté de acuerdo con la reglamentación
específica.

6. El Sujeto de los Datos y su Registro Médico


6.1 Deben adoptarse medidas para permitir que todo individuo conozca la existencia y el
contenido de la información almacenada en el banco de datos sobre su persona.
Esa información debe comunicarse al sujeto de los datos a través de un intermediario
o del médico, si así lo dispone la legislación nacional.
No debe permitirse ninguna excepción a este principio salvo que lo prescriba la
legislación o el reglamento y se refiera a:
a) bancos de datos que se usan solamente con fines estadísticos o de investigación
científica y cuando hay un riesgo evidente de infracción a la intimidad del sujeto
de los datos;
b) una información cuyo conocimiento pueda causar grave daño al sujeto de los
datos.
6.2 El sujeto de los datos puede pedir que enmienden los datos erróneos que a
él se refieren y, en caso de negativa, puede recurrir a la persona o al cuerpo
mencionado en el parágrafo 3.1f).
Una vez enmendada la información, puede disponerse, empero, que se conserve el
registro de los datos erróneos, dado que el conocimiento del error puede ser
pertinente para el tratamiento médico ulterior o ser útil con fines de investigación.

7. Conservación de datos a largo plazo.


7.1 Por lo general , los datos referentes a un individuo deben ser mantenidos en el
registro solamente durante un período razonablemente útil para cumplir con los
propósitos principales.
7.2 Cuando, por interés de la salud pública, de las ciencias médicas o de fines
históricos o estadísticos, resulta deseable conservar los datos médicos que ya no
tienen un uso inmediato, se tomarán las disposiciones necesarias para conservarlos
en forma correcta y segura.

8. Obligaciones profesionales.
Además de los miembros que intervienen en la atención médica, el personal que
trabaja en el procesamiento de datos y las demás personas que participan en el
diseño, la operación, el uso o el mantenimiento del banco de datos médicos, debe
respetar la naturaleza confidencial de la información y asegurar el uso correcto del
banco de datos.

9. Protección ampliada.
No debe interpretarse que ninguno de los principios de este Anexo sea restrictivo en
cuanto a la posibilidad de los estados miembros de introducir disposiciones legales
que permitan medidas de protección más amplias a las personas a las que se refieren
los datos médicos.

________________

Recomendación No. R (83) 2


del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre la Protección Legal de las Personas que Padecen
Trastornos Mentales, Internados como Pacientes Involuntarios (3)
Adoptada por el Comité de Ministros en 22 de Febrero de 1983 en la 356a Reunión
de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con los términos del Artículos 15.b del Estatuto del
Consejo de Europa,
Considerando que el objetivo del Consejo de Europa es alcanzar una mayor unidad
entre sus miembros, en particular armonizando las leyes sobre temas de interés común;
Teniendo en cuenta la Convención sobre Protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales y sobre su aplicación por los órganos creados conforme a esa
convención;
Teniendo en cuenta la Recomendación 818 (1977) de la Asamblea Consultiva del
Consejo de Europa sobre la situación de los enfermos mentales;
Considerando que la acción común en el nivel europeo va a propiciar la mejor
protección deseada a las personas que padecen un trastorno mental,
Recomienda que los gobiernos de los estados miembros adapten sus leyes a las
normas anexas a esta Recomendación o adopten medidas acordes con esas normas, al
introducir una nueva legislación.

NORMAS
Artículo 1.
1. Estas normas conciernen a la internación compulsiva de las personas que padecen un
trastorno mental. La internación decidida en cumplimiento de un procedimiento criminal
no pertenece a la esfera de acción de estas normas; sin embargo, las normas 5, 9, 10 y
11 son válidas para ese tipo de internación.
2. Una internación compulsiva (de aquí en adelante denominada "internación") designa la
admisión y detención de una persona que padece trastorno mental para su tratamiento
(denominada de aquí en adelante como "paciente") en un hospital, otro establecimiento
médico o un sitio apropiado (denominado de aquí en adelante como "establecimiento"),
no siendo hecha la internación a su pedido.
3. La admisión de un paciente en un establecimiento para su tratamiento, a su pedido, no
cae en la esfera de aplicación de estas normas. Sin embargo, estas normas se aplican
en los casos en que un paciente, admitido al principio de acuerdo con su propio pedido,
debe ser retenido en un establecimiento, pese a su deseo de que le den el alta.

Artículo 2.
Al determinar si una persona sufre o padece de un trastorno mental y requiere
internación, los psiquiatras y otros médicos deben hacerlo de acuerdo con los cánones de la
ciencia médica. La mera dificultad en adaptarse a los valores morales, sociales, políticos u
otros no debe considerarse un trastorno mental.

Artículo 3.
Cuando no hay ningún otro medio para brindar un tratamiento adecuado:
a) un paciente puede ser internado en un establecimiento, sólo cuando por razones
de su trastorno mental, representa un grave peligro para sí mismo y para otras
personas;
b) los Estados pueden disponer, sin embargo, que un paciente sea internado
cuando, en razón de la grave naturaleza de su trastorno mental, su no internación
produciría un deterioro mayor de su condición o impediría que se le diera el
tratamiento conveniente.
Artículo 4.
1. La decisión de internación será adoptada por una autoridad judicial u otra apropiada,
prescripta por la ley. En caso de una emergencia, el paciente puede ser internado y
retenido de inmediato en un establecimiento, conforme a la decisión de un médico que
deberá informar sin demora a la autoridad judicial competente u otra, que tomará su
decisión. Toda decisión de la autoridad competente judicial u otra, mencionada en este
parágrafo, deberá adoptarse de acuerdo con el asesoramiento mél,,dico, mediante un
procedimiento simple y rápido.
2. Cuando la decisión de internación la adopta un órgano o una persona no judicial, ese
órgano o persona deberán ser distintos de los que originalmente solicitaron o
recomendaron la internación. Se deberá informar inmediatamente al paciente sobre sus
derechos, y éste tendrá el derecho de apelar ante el tribunal, el cual tomará su decisión
mediante un procedimiento simple y rápido. Además, la persona cuyo deber es ayudar
al paciente a decidir si va a apelar, debe ser designada por la autoridad
correspondiente, sin que con ello se restrinja el derecho de apelación de cualquier otra
persona interesada.
3. Cuando una autoridad judicial toma la decisión o cuando un órgano administrativo hace
una apelación ante una autoridad judicial, contra la decisión de internación, se deberá
informar al paciente acerca de sus derechos y éste deberá tener la posibilidad efectiva
de ser escuchado personalmente por un juez, salvo que el juez, teniendo en cuenta el
estado de salud del paciente, decida escucharlo sólo a través de su representante. Se
deberá informar al paciente acerca de su derecho a apelar contra la decisión de ordenar
o confirmar su internación y, si él lo solicita o el juez lo considera apropiado, deberá
obtener el beneficio de la asistencia de un asesor o de otra persona.
4. Las decisiones judiciales a las que se refiere el parágrafo 3 deberán estar sujetas a
apelación.

Artículo 5.
1. Todo paciente internado tiene el derecho a ser tratado con las mismas
consideraciones éticas y científicas como cualquier otra persona enferma, en
condiciones ambientales comparables. En particular, tiene el derecho a recibir el
tratamiento y el cuidado correspondientes.
2. Sólo si el médico lo considera indispensable y si el paciente, después de ser
informado, ha dado su consentimiento expreso, se le puede aplicar un tratamiento que
no esté todavía ampliamente reconocido por la ciencia médica o que represente el
grave riesgo de causar un daño cerebral permanente, o de alterar desfavorablemente
la personalidad del paciente. Si el paciente no está capacitado para comprender la
naturaleza del tratamiento, el médico debe someter el tema, para su decisión, a una
autoridad independiente, adecuada, prescripta por la ley, la cual deberá consultar con
el representante legal del paciente, si lo hay.
3. Se deben prohibir los ensayos clínicos de productos y las terapias que no tengan un
propósito psiquiátrico en personas que sufren trastornos mentales y están sujetas a
internación. Los ensayos clínicos con un propósito terapéutico psiquiátrico son un
tema que debe regular la legislación nacional.
Artículo 6.
Las restricciones de la libertad personal del paciente deben limitarse únicamente a las
que son necesarias debido a su estado de salud o para el éxito de su tratamiento; sin
embargo, el derecho de un paciente
a) de comunicarse con la autoridad correspondiente, con la persona mencionada en
el Artículo 4 y un abogado, y
b) de enviar una carta en sobre cerrado no debe ser restringido.

Artículo 7.
Un paciente no debe ser transferido de un establecimiento a otro, salvo que se
tomen en cuenta sus intereses terapéuticos y, en la medida de lo posible, sus deseos.

Artículo 8.
1. Una internación debe realizarse por un período de tiempo limitado o, por lo menos, la
necesidad de la internación deberá examinarse a intervalos de tiempo regulares. El
paciente puede solicitar que una autoridad judicial considere la necesidad de
internación a intervalos de tiempo razonables. Se aplican las normas del Artículo 4,
parágrafo 3.
2. La internación puede interrumpirse en cualquier momento por decisión de :
a) de un médico, o
b) de una autoridad competente que actúa por propia iniciativa o a pedido del
paciente, o de cualquier otra persona interesada.
3. La interrupción de la internación no implica necesariamente el final del tratamiento que
puede continuar sobre una base voluntaria.

Artículo 9.
1. La internación, por sí misma, no puede constituir, por imperio de la ley una razón para
restringir la capacidad legal del paciente.
2. Sin embargo, la autoridad que decide la internación debe cuidar, de ser necesario, de
que se tomen medidas a fin de proteger los intereses materiales del paciente.

Artículo 10.
En cualesquiera circunstancias se respetará la dignidad del paciente y se adoptarán
las medidas correspondientes para proteger su salud.

Artículo 11.
Las presentes normas no limitan la posibilidad que tiene un estado miembro de
adoptar disposiciones que otorguen medidas más amplias de protección legal a las
personas que padecen un trastorno mental y que están sujetas a internación.

Consejo de Europa
Comité de Ministros
_______________
Recomendación No. R (90) 3
del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre la Investigación Médica en Seres Humanos (4)
Adoptada por el Comité de Ministros el 6 de Febrero de 1990 en la
433a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con los términos del Artículo 15.b) del Estatuto del
Consejo de Europa,
Considerando que la meta del Consejo de Europa es alcanzar una mayor unidad entre
sus miembros, en particular por la adopción de un mínimo de normas comunes sobre temas
de interés común;
Teniendo en cuenta la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales, en particular los Artículos 2.1, 3 y 8; el Artículo 7 de la
Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre Derechos Políticos y Civiles; la
Convención Europea para la Prevención de la Tortura y del Trato o Castigo Inhumano o
Degradante; la Recomendación 874 (1979) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de
Europa sobre la Carta Europea de los Derechos del Niño; la Recomendación No. R (83) 2
del Comité de Ministros, referente a la protección legal de las personas que padecen
trastorno mental, internadas como pacientes involuntarios y la Declaración de Helsinki,
adoptada en la 18a Asamblea Médica Mundial (1964) y enmendada por la 29a Asamblea de
Tokio (1975), la 35a Asamblea de Venecia (1983) y la 41a Asamblea de Hong Kong (1989),
referente a las recomendaciones que guíen a los médicos en investigación biomédica que
implica a seres humanos;
Consciente del hecho de que el progreso de la ciencia y la práctica médicas dependen
de los conocimientos y de los descubrimientos que necesitan, como último recurso, de la
experimentación en seres humanos;
Convencido de que la investigación médica nunca debe ser contraria a la dignidad
humana;
Considerando como preocupación prioritaria la protección de la persona sometida a
investigación médica;
Considerando que a ciertos grupos de personas debe brindárseles una protección
particular,
Considerando que toda persona tiene el derecho de aceptar o rechazar someterse a
la investigación médica y que nadie debe ser obligado a someterse a ella;
Considerando que la investigación médica en seres humanos debe tomar en cuenta
los principios éticos y debe estar sujeta a las disposiciones legales;
Comprendiendo que, en los estados miembros, las disposiciones legales existentes o
son divergentes o insuficientes en ese campo;
Observando el deseo y la necesidad de armonizar la legislación,
Recomienda a los gobiernos de los estados miembros:
a) adoptar la legislación de acuerdo con los principios anexos a esta
Recomendación o adoptar otras medidas a fin de asegurar su aplicación;
b) asegurar que se lleven a conocimiento de todas las personas interesadas las
disposiciones que se han adoptado.

Principios
referentes a la investigación médica en seres humanos

Alcance y definición
A los efectos de la aplicación de estos principios, la investigación médica significa
cualquier ensayo y experimento llevado a cabo en seres humanos, cuyo propósito o uno de
cuyos propósitos es aumentar los conocimientos médicos.

Principio 1.
Toda investigación médica debe llevarse a cabo dentro del marco de un plan científico
y de acuerdo con los siguientes principios.

Principio 2.
1. El interés por la persona sometida a la investigación médica y su bienestar deben
prevalecer siempre sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad.
2. Los riesgos que corre la persona sometida a la investigación médica deben reducirse a
un mínimo. Los riesgos no deben estar en desproporción con los beneficios que pueda
recibir esa persona o con la importancia de las metas perseguidas por la investigación.

Principio 3.
1. No debe realizarse ninguna investigación médica sin el consentimiento informado, libre,
expreso y específico del sujeto que se somete a ella. Ese consentimiento puede ser
retirado en cualquier fase de la investigación y se debe informar a la persona que se
somete a la investigación, sobre su derecho de retirar el consentimiento antes de que
se inicie la misma.
2. Se debe dar la información sobre el propósito de la investigación y la metodología de la
experimentación a la persona que va a ser sometida al procedimiento. Se le debe
informar igualmente sobre los riesgos previsibles y los inconvenientes que puede
acarrearle la investigación propuesta. Esa información debe ser suficientemente clara y
expuesta de tal manera que facilite el consentimiento que se dé o se niegue con el
pleno conocimiento de los hechos pertinentes.
3. Las disposiciones de este principio deben aplicarse también a un representante legal y
a una persona legalmente incapaz, que tenga la capacidad de comprender en las
situaciones descriptas en los Principios 4 y 5.

Principio 4.
Una persona legalmente incapaz puede someterse a una investigación médica
solamente cuando lo autorice el Principio 5 y si lo consiente su representante legal, o una
autoridad o persona autorizada o designada de acuerdo con la legislación nacional. Si la
persona legalmente incapaz es capaz de comprender, se requerirá su consentimiento y no
se procederá a realizar ninguna investigación sin dicho consentimiento.
Principio 5.
1. Una persona legalmente incapaz no puede someterse a una investigación médica, a
menos que se espere como resultado un beneficio directo y significativo para su salud.
2. Sin embargo, a título de excepción, la legislación nacional puede autorizar una
investigación que implique a una persona legalmente incapaz y que no aporte un
beneficio directo a la salud de esa persona, si esa persona no ofrece objeciones,
siempre que dicha investigación beneficie a otras personas de la misma categoría y
que los mismos resultados científicos no puedan obtenerse investigando a individuos
que no pertenezcan a esa categoría.

Principio 6.
Las mujeres embarazadas o que amamantan no pueden someterse a una
investigación médica si su salud y la de su hijo no se benefician directamente de ello, a
menos que esa investigación esté destinada a beneficiar a otras mujeres y niños que estén
en la misma situación, y que no se puedan obtener los mismos resultados científicos
investigando mujeres que no estén embarazadas ni amamanten.

Principio 7.
Las personas privadas de libertad no deben someterse a investigación médica si no se
espera como resultado un beneficio directo y significativo para su salud.

Principio 8.
En una situación de emergencia, a pesar del Principio 3, cuando un paciente es
incapaz de dar un consentimiento previo, la investigación médica puede llevarse a cabo,
sólo si se cumplen las siguientes condiciones:
• debe haberse planificado la realización de la investigación en esa situación de
emergencia;
• el plan de investigación sistemática debe haber sido aprobado por un comité de ética;
• la investigación debe estar destinada para el beneficio directo del paciente.

Principio 9.
Toda información de índole personal, obtenida durante la investigación médica, debe
ser tratada con carácter confidencial.

Principio 10.
La investigación médica no debe llevarse a cabo si no hay una garantía satisfactoria
de que se proporcione la seguridad necesaria para la persona sometida a la investigación.

Principio 11.
La investigación médica cuyo planteo no satisface los criterios científicos y que no
puede responder a las preguntas formuladas es inaceptable, aunque el método que se
aplique para llevarla a cabo no ofrezca riesgos a la persona sometida a la investigación.
Principio 12.
1. La investigación médica debe llevarse a cabo bajo la responsabilidad de un médico o
de una persona que posea plena responsabilidad clínica y los conocimientos y la
calificación necesarias para satisfacer cualquier contingencia clínica.
2. El médico responsable, u otra persona mencionada en el parágrafo anterior, debe
tener plena independencia profesional y el poder necesario para suspender la
investigación en cualquier momento.

Principio 13.
1. No se deben ofrecer a los sujetos potenciales de la investigación médica estímulos
que induzcan el consentimiento libre. Las personas sujetas a investigación médica no
deben tener ningún beneficio económico. Sin embargo, los gastos y todas las pérdidas
económicas pueden ser reembolsados y, en los casos correspondientes, podrá darse
una modesta asignación por cualquier inconveniente que derive de la investigación
mencionada.
2. Si la persona sujeta a investigación es legalmente incapaz, sus representantes legales
no deben recibir ninguna remuneración salvo el reembolso de sus gastos.

Principio 14.
1. Las personas sujetas a investigación médica y/o las que dependen de ellas serán
compensadas por el daño y las pérdidas ocasionadas por la investigación médica.
2. Si no existe un sistema que provea compensación a las personas señaladas, los
estados deben dar las garantías suficientes para hacerla efectiva.
3. Los plazos y las condiciones que de antemano excluyen o limitan la compensación a
la víctima se considerarán nulos e inválidos.

Principio 15.
Todos los planes de investigación médica propuestos deben someterse a un examen
ético a cargo de un comité independiente y multidisciplinario.

Principio 16.
Toda investigación médica que es:
• no planificada, o
• contraria a cualquiera de los Principios enumerados, o
• contraria, de cualquier manera, a la ética o a la ley, o
• no es acorde a los métodos científicos en su planteo y no puede responder a las
preguntas formuladas, debe ser prohibida o, si ya ha empezado, suspendida o revisada, aun
si no ofrece riesgos a la/s persona/s sometidas a la investigación.

Consejo de Europa
Comité de Ministros
_______________
Recomendación No. R (80) 15
del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre una Mejor Distribución de la Atención Médica
Dentro y Fuera de los Hospitales
Adoptada por el Comité de Ministros el 14 de Noviembre 1980 en la
325a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con los términos del Artículo 15.b) del Estatuto del
Consejo de Europa,
Considerando que conforme al Artículo 1 del Estatuto, la meta del Consejo de Europa
es alcanzar una mayor unidad entre sus miembros y que uno de los medios para alcanzar
esa meta es la adopción de normas comunes en el campo social y de la salud pública;
Recordando las conclusiones pertinentes de la Primera Conferencia de los Ministros
Europeos responsables de la seguridad social;
Considerando que el aumento reciente de los gastos en la salud, en particular en los
casos de hospitalización, plantea graves problemas para la mayoría de los estados
miembros;
Considerando que corresponde a cada estado definir una política integral de la salud,
destinada a lograr un uso óptimo de los medios existentes y de la serie de recursos
disponibles, de acuerdo con las necesidades de la población;
Consciente de que esa política debe basarse tanto en la organización racional de la
atención sanitaria como en las actividades organizadas para el bienestar de la población;
Observando que los programas de educación para la salud alientan al individuo a que
asuma la responsabilidad de sí mismo, y que están destinados a asegurar que cada
individuo sea consciente del papel que le toca en la política sanitaria general;
Considerando que es más efectivo y económico proveer atención de una manera que
se adapte gradualmente a cada nivel (atención primaria, atención especializada, atención
más altamente especializada) y que a cada individuo se le brinde la forma de asistencia más
simple y adecuada, más accesible y más humana;
Observando que algunos estados miembros han recomendado ya que se refuerce la
atención primaria y ya lo han llevado a la práctica parcialmente, puesto que esa
redistribución de la atención favorece una nueva correlación entre la atención brindada
dentro y fuera de los hospitales, incrementando la importancia de la atención primaria;
Consciente de la necesidad de interesar a los diversos círculos médicos, económicos
y de bienestar social en las reformas propuestas;
Observando que hay una carencia de estadísticas internacionales comparables y
confiables sobre morbilidad y sobre el costo y los recursos referentes a diversas
enfermedades o categorías de pacientes;
Observando, por una parte, la diversidad de los enfoques metodológicos, en particular
sobre la evaluación de los resultados en los estados miembros, y consciente, por otra parte,
de las deficiencias en ese dominio a nivel internacional,
I. Recomienda que los gobiernos de los estados miembros:

Política de la salud
1. Definan mediante una legislación apropiada una política planificada de la salud, basada
en los siguientes principios:
• organizando servicios de salud y de bienestar social, económicos y eficientes, de
acceso inmediato, y disponibles para toda la población;
• integrando o coordinando, con ese fin, los servicios de salud y de bienestar social
en una unidad local, fomentando así la descentralización de la atención y la
racionalización de las estructuras;
• transfiriendo a las unidades locales algunas de las responsabilidades que
incumben a los hospitales, usando sistemas tales como "hospitalización
domiciliaria", enfermería y autoatención domiciliarias bajo supervisión médica;
• otorgando prioridad a la atención fuera de los hospitales, por lo menos para todas
las fases crónicas de las enfermedades y para la convalecencia y la rehabilitación;
• evitando cualquier forma de hospitalización injustificada o prolongada
indebidamente, teniendo en cuenta el estado del paciente;
2. Tengan en cuenta que la prevención, la educación para la salud y la rehabilitación son
una parte integral de la atención primaria y, tarde o temprano, pueden ayudar a reducir
el costo del tratamiento y en particular la duración de estadía en el hospital;

Finanzas
3. Destinen una gran parte de los diversos recursos económicos que provienen del
estado, de las autoridades locales, de los empleados, miembros de los sistemas de
seguro médico y de las instituciones de seguro social, para financiar la atención
primaria, si fuera necesario por medio de los pagos sociales correspondientes;
4. Limiten, en la medida de lo posible, la financiación de nuevas infraestructuras
hospitalarias de gran escala, cuya necesidad no ha sido claramente probada;
5. Examinen la posibilidad de adoptar criterios de financiación para la administración de
hospitales y de otras instituciones que no se basan exclusivamente en unidades
contables tales como el costo por día, pero que toman en consideración otros criterios,
como ser demográficos, factores epidemiológicos (morbilidad) y los que favorecen la
atención de la comunidad;
6. Garanticen al paciente un acceso fácil a la atención primaria de la salud sin arreglos
financieros que favorezcan la atención hospitalaria.

Capacitación.
7. Adopten un nuevo enfoque para la capacitación de todo el personal de la salud,
prevención contra el estrés, educación para la salud, atención de la comunidad, trabajo
multidisciplinario en equipo;
8. Creen en cada país, con este fin, un órgano de formación de personal debidamente
calificado con la experiencia necesaria;
9. Apliquen criterios similares a los mencionados en los parágrafos 7 y 8, al personal
voluntario;

Información e Investigación.
10. Extiendan la recolección de información sobre la salud, en particular sobre
epidemiología, genética, costos y recursos, mediante un sistema continuo de registro
de datos, basado en lo posible en computadoras, procurando al mismo tiempo que los
datos acopiados sean internacionalmente compatibles;
11. Confeccionen una lista de enfermedades y fases de las mismas que pudieran ser
tratadas a nivel de la atención primaria;
12. Utilicen los datos ya disponibles, en particular en las instituciones de seguridad social,
preservando al mismo tiempo el carácter confidencial de la información de las
personas;
13. Desarrollen comunicaciones entre los servicios de salud y los de bienestar social, y los
usuarios fomentando la cooperación entre todos los interesados;
14. Continúen estudiando dentro del Consejo de Europa con los estados miembros y las
organizaciones internacionales como la OMS, la OCDE y la CEE los problemas
señalados anteriormente.
15. Emprendan experimentos piloto a fin de probar la estrategia expuesta en esta
Recomendación en escala local e internacional;

II. Invita a los gobiernos de los estados miembros a que informen cada cinco años al
Secretario General del Consejo de Europa sobre las actividades emprendidas por ellos
para instrumentar la presente Recomendación.
Consejo de Europa
Comité de Ministros
_______________

Recomendación No. R (90) 13


del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre Screening Genético Prenatal, Diagnóstico Genético Prenatal
y Asesoramiento Genético
Adoptada por el Comité de Ministros el 21 de Junio de 1990
en la 442a Reunión de los Funcionarios Ministeriales

El Comité de Ministros, de acuerdo con los términos del Artículo 15.b) del Estatuto del
Consejo de Europa,
Considerando que la meta del Consejo de Europa es lograr una mayor unidad entre
sus miembros, en particular por la adopción de normas comunes sobre temas de interés
mutuo;
Consciente de la vocación del Consejo de Europa consagrada a salvaguardar los
valores morales que constituyen la herencia común de los estados miembros, basada
esencialmente en el respeto por la vida y la dignidad humanas;
Confirmando su compromiso con la libertad personal y el respeto por la vida privada
y familiar;
Teniendo en cuenta la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y las
Libertades Fundamentales (1950), la Convención para la Protección de las Personas con
respecto al Procesamiento Automático de Datos Personales (1981) y otros documentos
internacionales pertinentes;
Teniendo en cuenta la Recomendación 934 (1982) sobre ingeniería genética de la
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa así como la Proposición de Madrid de la
Asociación Médica Mundial (1987) sobre Asesoramiento Genético e Ingeniería Genética;
Reconociendo la constante importancia de los principios detallados y contenidos en la
Recomendación R (81) 1 sobre la Reglamentación de los Bancos de Datos Médicos
Automatizados para el acopio, el almacenamiento y el procesamiento de datos personales,
pero creyendo sin embargo que es necesario tomar disposiciones especiales para esos
datos en el contexto del "screening" y del diagnóstico prenatales, y del asesoramiento
genético pertinente;
Observando que en las décadas recientes, se ha logrado un progreso considerable, al
detectar anormalidades genéticas en el niño por nacer, mediante el "screening" genético y el
diagnóstico prenatal de las mujeres embarazadas, pero observando también el temor
generan esos procedimientos;
Considerando que las mujeres de edad fértil y las parejas deben estar bien informadas
e instruidas acerca de la posibilidad, de las motivaciones y de los riesgos de esos
procedimientos;
Convencido de que el diagnóstico y el "screening" genéticos deben estar
acompañados siempre por un asesoramiento genético conveniente, pero que ese
asesoramiento en ningún caso debe tener un carácter directivo, y siempre debe suministrar
a la mujer fértil una buena información como para que ella pueda tomar una decisión libre;
Consciente de la función que los medios de comunicación desempeñan en la
información y educación del público, y considerando conveniente, por lo tanto, que esté
mejor informado y más regularmente sobre el progreso, la práctica, las posibilidades, las
cuestiones éticas y los principios éticos relacionados con el "screening" y el diagnóstico
prenatales y, en particular, los procedimientos usados a este fin;
Consciente del temor que el "screening" y el diagnóstico prenatales puedan afectar
desfavorablemente las actitudes de la sociedad con respecto a los minusválidos, y
deseando que se tomen todas las medidas necesarias para asegurar que la actitud y el
comportamiento de la sociedad no sean afectados por ello;
Considerando que el uso de estos procedimientos debe ser regido por principios
éticos, médicos, legales y sociales a fin de prevenir cualquier abuso,
Recomienda a los gobiernos de los estados miembros que adopten una legislación
acorde a los principios contenidos en esta Recomendación o tomen otras medidas que
aseguren su cumplimiento.
Principios
Alcance y Definiciones
A los fines de estos principios, "el screening genético prenatal" es el término que se
usa para describir los tests de "screening" llevados a cabo para identificar, entre la
población general de individuos aparentemente sanos, aquellos que corren el riesgo de
transmitir un trastorno genético a sus descendientes. El "screening" genético prenatal puede
realizarse durante el embarazo y puede incluir el estudio de personas de cualquier sexo.
Los principios también abarcan el "screening" prenupcial y de preembarazo, que se
llevan a cabo para detectar el riesgo que puede correr la salud del futuro niño.
"El diagnóstico prenatal" es el término usado para describir los tests que determinan si
un embrión o feto individual está o no afectado por un trastorno específico.

Principio 1.
No debe realizarse un "screening" genético prenatal ni un diagnóstico genético
prenatal si no existe un asesoramiento anterior y posterior a los tests.

Principio 2.
Los tests de "screening" genético prenatal y/o de diagnóstico genético prenatal
llevados a cabo a los fines de identificar un riesgo para la salud de un nonato sólo deben
tener como fin detectar un grave riesgo para la salud del niño.

Principio 3.
Los tests de "screening" genético prenatal y de diagnóstico genético prenatal deben
llevarse a cabo bajo la responsabilidad de un médico; los procedimientos de laboratorio
deben realizarse en instituciones calificadas cuyo derecho a desarrollar esos procedimientos
ha sido aprobado por el estado o por un organismo estatal competente.

Principio 4.
El asesoramiento no debe ser directivo; el consejero no debe intentar bajo ningún
concepto imponer sus convicciones a las personas que lo consultan pero les debe informar
y aconsejarlas sobre hechos y alternativas pertinentes.

Principio 5.
Debe alentarse la participación de ambos miembros de la pareja en las sesiones de
orientación y asesoramiento.

Principio 6.
El "screening" genético prenatal y el diagnóstico genético prenatal sólo deben tener
lugar con el libre consentimiento informado de la persona en cuestión. Se requiere un
cuidado especial para las personas legalmente incapaces a fin de garantizar que no se les
niegue acceso al "screening" genético prenatal y al diagnóstico genético prenatal por
razones de su incapacidad legal, y que se consulte en su nombre al representante legal o a
una autoridad o persona designada de acuerdo con la legislación nacional. El "screening"
genético prenatal o el diagnóstico genético prenatal no deben llevarse a cabo cuando lo
objeta la persona que debe someterse a los tests.

Principio 7.
Cuando el "screening" genético prenatal o el diagnóstico genético prenatal se
practican por rutina, no se descarta por ello el consentimiento libre e informado.

Principio 8.
La información brindada durante la orientación y el asesoramiento, previamente al
"screening" genético prenatal y al diagnóstico genético prenatal, debe adaptarse a las
circunstancias personales y ser suficiente para lograr una decisión informada cabal. Esta
información debe incluir en particular el propósito de los tests y sus características así como
cualquier riesgo que impliquen.

Principio 9.
A fin de proteger la libertad de opción de la mujer, ella no debe sentirse obligada por
los requerimientos de la legislación nacional o la práctica administrativa, a aceptar o rehusar
el "screening" o el diagnóstico. En particular, cualquier derecho a un seguro médico o ayuda
social no debe depender del hecho de someterse a dichos tests.

Principio 10.
No deben aplicarse medidas discriminatorias a aquéllos que procuran o a aquéllos que
no procuran que les hagan un "screening" prenatal o un testing diagnóstico, cuando estos
procedimientos serían convenientes.

Principio 11.
En el caso de "screening" genético prenatal, diagnóstico genético prenatal o
asesoramiento genético pertinente, los datos personales sólo pueden ser reunidos,
procesados y almacenados a los fines de la atención médica, del diagnóstico y de la
prevención de la enfermedad, y de la investigación estrechamente relacionada con la
atención médica. Esos datos deben ser reunidos, procesados y almacenados de acuerdo
con la Convención para la Protección de los Individuos con Relación al Procesamiento
Automático de Datos Personales y la Recomendación del Comité de Ministros No. R (81) 1
sobre la Reglamentación para los Bancos de Datos Médicos Automatizados.

Principio 12.
Toda información de carácter personal, obtenida durante el "screening" genético
prenatal y el diagnóstico genético prenatal, debe mantenerse en secreto.

Principio 13.
El derecho de acceder a los datos personales, reunidos durante el "screening"
genético prenatal y el diagnóstico genético prenatal, debe otorgarse solamente al sujeto de
los datos de la manera habitual que se usa para los datos médicos personales, de acuerdo
con la ley y la práctica nacionales. Los datos genéticos que se relacionan con uno de los
miembros de la pareja no deben ser comunicados al otro miembro de la pareja sin el
consentimiento libre e informado del primero.

Principio 14.
Cuando hay un riesgo apreciable de transmitir un grave trastorno genético, debe
existir un acceso inmediato y ampliamente conocido al asesoramiento de preconcepción y,
si fuera necesario, a los servicios prenupciales y de "screening" y diagnóstico de pre-
embarazo.

(1) Debate de la Asamblea del 7 y 8 de Octubre 1977 (Sesiones 11a y 12a) (ver Doc. 4014, Informe
del Comité de Asuntos Sociales y de Salud).
Texto adoptado por la Asamblea el 8 de octubre 1977 (Sesión 12a)
(2) Debate de la Asamblea del 19 y 24 de Setiembre 1986 (Sesiones 13a y 18a) (Ver Doc. 5615,
Informe del Comité de Asuntos Legales, Doc. 5628, opinión del Comité sobre Ciencia y Tecnología,
y Doc. opinión del Comité de Asuntos Sociales y de Salud).
Texto adoptado por la Asamblea el 24 de Setiembre 1986 (Sesión 18a).
(3) Cuando esta recomendación fue adoptada, y de acuerdo con la aplicación del Artículo 10.2.c del
Reglamento de Procedimiento para las reuniones de los Funcionarios Ministeriales, los
Representantes de los siguientes estados miembros reservaron el derecho de sus gobiernos a cumplir
o no las cláusulas indicadas a continuación de las disposiciones adjuntas:
República Federal Alemana: Artículos 3.a y 6.b;
Irlanda: Artículos 4.2 última oración y 3 última oración, y 9.2;
Liechtenstein: Artículos 4.2 última oración y 3 primera oración, y 6.b;
Holanda: Artículos 3.a, 4.4 y 6;
Suecia: Artículo 6.b;
Suiza: Artículos 4.1 última oración, última frase, y 2 última oración, y 6.b;
Reino Unido: Artículos 4.2 última oración y 3 última oración, y 6.b.
(4) Cuando esta recomendación fue adoptada, el Representante de la República
Federal Alemana, de acuerdo con el Artículo 10.2.c del Reglamento de Procedimiento
para las reuniones de los Funcionarios Ministeriales, reservó el derecho de su Gobierno a
cumplir o no con dicha recomendación.

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