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tiempo la disponibilidad, como sustratos de nidificación, de estos escasos árboles. Para ello,
los autores del presente capítulo seleccionaron árboles situados en el interior del Espacio
Natural Protegido que presentaran un historial de frecuente uso como sustrato de cría y alto
éxito reproductor. La única plataforma construida por la Administración en un árbol con las
características señaladas propuestas se instaló ya iniciada la temporada de cría de 2004, y
fue regentada por una pareja de buitres al año siguiente y utilizada para la puesta en 2006.
Finalmente este proyecto también prevé más plantaciones de pinos piñoneros.
Los planes de repoblación forestal destinados a zonas de cría incendiadas deberían tener
en cuenta los requerimientos ecológicos del buitre negro. Así por ejemplo, con relación a la
densidad de plantación arbórea debe considerarse que, frente a los fuegos, los Quercus se ven
favorecidos cuando presentan distribuciones poco agregadas (Pausas, 2004), lo cual coincide
con la tendencia del buitre negro, recogida en la bibliografía, de seleccionar preferentemente
como sustratos de nidificación a árboles destacados por su porte y/o localización.
Álvaro Camiña
Durante 2005 España se consolidó como segunda potencia mundial en energía eólica,
por detrás de Alemania y por delante de Estados Unidos (AEE, 2006). En enero de 2006
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Manual de gestión del hábitat y de las poblaciones de buitre negro en España
existían en nuestro país un total de 483 parques eólicos (12.569 turbinas) con una poten-
cia instalada de 10.028 MW. El objetivo, de acuerdo con el Plan de Energías Renovables
Nacional, es alcanzar los 20.155 MW en 2010. A esta meta habría que añadir la de los
Planes Eólicos Regionales de las Comunidades Autónomas, que exceden estas previsiones
en 19.893 MW más.
Sin embargo, a pesar de abanderarse como una energía limpia, los parques eólicos
causan específicamente dos tipos de impactos sobre la biodiversidad. El primero pasa más
desapercibido ya que no es tangible y lo constituye la fragmentación de los hábitats como
consecuencia de la apertura de pistas, desbroces de vegetación e incremento del tránsito de
vehículos y personas (ver Santos y Tellería, 1998). El segundo en cambio es más patente,
y genera la muerte por colisión de vertebrados voladores (aves y murciélagos). Además, se
producen muertes causadas por los tendidos de evacuación asociados a los parques eólicos,
no incluidos en este capítulo. El problema de la península Ibérica radica en que, a pesar del
potencial eólico, su biodiversidad es extremadamente rica en comparación con el resto de
países europeos. Mientras, el problema de las colisiones es minimizado de manera constante,
aunque la realidad, dependiendo de las zonas, puede ser bien distinta.
El impacto sobre las aves puede abordarse desde dos puntos de vista: el legal, ya que
casi todas las especies se encuentran protegidas por algún tipo de legislación (Directiva Aves
79/409/CEE o la Ley 4/89 de Conservación de la Naturaleza) y el biológico (una elevada
mortalidad puede llevar al declive de sus poblaciones). Éste último enfoque compara la
mortalidad causada por los parques eólicos con la mortalidad natural de la especie y con su
tasa de reclutamiento. Para una buena aproximación de éste último procedimiento se precisa
un conocimiento profundo de la distribución y la estructura demográfica de las poblaciones
existentes en las inmediaciones de los parques eólicos a instalar.
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Álvaro Camiña
Por otro lado, se ha contado con datos procedentes de los seguimientos de avifauna de al
menos 70 parques eólicos entre 2000 y 2006 recopilados por los servicios provinciales o
las propias Consejerías de Medio Ambiente de la Comunidades Autónomas de la zona
estudiada.
4.2.5.2. Impacto sobre el buitre negro. Impacto general sobre las aves.
Potencialidad de la amenaza para la especie
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800
Parejas reproductoras B. Negro
120
719
100
Nº de parques eólicos
600
80
60 400
273
40 209
231 200
20
81
0 0
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C.
Con BN Sin BN Parejas
Figura 4-95. Número de parques eólicos instalados por Comunidades Autónomas (barras
verticales). En verde, número de parques en provincias con poblaciones reproductoras
de buitre negro. En rojo, número de parques por provincias que no tienen presencia de la
especie. Triángulos azules: número de parejas nidificantes de buitre negro
por Comunidad Autónoma, 2005.
Los datos que se exponen a continuación forman parte de un amplio estudio sobre la
ecología alimenticia de aves carroñeras en el Sistema Ibérico (figura 4-96). A lo largo de
unos 300 km de longitud, y en una franja aproximada de 50 km a cada lado de la cordillera,
existen al menos 140 parques eólicos con 4.083 aerogeneradores. En esta zona se ha recopi-
lado información de al menos 70 de ellos (un 50% de los instalados).
Figura 4-96. Localización de la zona de estudio aproximada donde se ha recopilado la información de este
capítulo.
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Álvaro Camiña
La tabla 4-21 muestra los casos de colisiones registrados entre 2000-2006 a los que se
han añadido una pequeña muestra procedente de Navarra obtenidos de la escasa bibliogra-
fía disponible sobre este tema y también perteneciente a ese período (Lekuona, 2002). Los
datos de mortalidad no son comparables entre provincias dado que son cantidades brutas
correspondientes a períodos de tiempo diferentes pero, en cualquier caso, indicativo de la
afección sobre estas especies. En ningún caso hasta la fecha se han registrado muertes de
quebrantahuesos, si bien es relativamente frecuente observarlos en las zonas de implantación
de este tipo de infraestructuras (datos propios inéditos).
Tabla 4-21. Mortalidad mínima de buitres (3 especies) en parques eólicos del Sistema Ibérico y zonas aledañas
entre 2000 y 2006. Con datos (*) de Lekuona (2002).
Por otro lado, los datos disponibles para el sur peninsular son más bien escasos (Barrios
y Rodríguez, 2004; De Lucas et al., 2004) o no han visto la luz. En general, todos ellos se
refieren a una escasa incidencia de estas infraestructuras en grandes planeadoras, a pesar de
encontrarse en pleno corredor migratorio (Estrecho de Gibraltar) o en la provincia con más
parejas de buitre leonado de España (25 parques con 669 turbinas en Cádiz y 1.419 parejas
reproductoras según el tercer censo nacional de buitre leonado). En buena medida, la escasa
mortalidad detectada en algunos de estos últimos parques se podría relacionar con la poten-
cia de los aerogeneradores (sólo el 9,71% superan los 1.000 kW y son de los más antiguos
de España con torres de celosía).
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Manual de gestión del hábitat y de las poblaciones de buitre negro en España
gran número de individuos pueden verse afectados en pocos incidentes. En tercer lugar,
la siniestralidad es mayor en días de buena visibilidad ya que las condiciones climatoló-
gicas adversas (niebla o lluvia) inciden negativamente en su actividad de vuelo (Hiraldo
y Donázar, 1991) y, finalmente, la orografía del terreno es de suma importancia para
sus desplazamientos, por lo que una ubicación inadecuada de los aerogeneradores puede
resultar sumamente letal.
100%
y = 0,292Ln(x) + 1,10
R2 = 0,9795
80%
60%
40%
20%
0%
0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40%
Porcentaje aerogeneradores/total parque
Figura 4-97. Porcentaje medio acumulado de mortalidad en cinco parques eólicos estudiados sobre el
porcentaje de aerogeneradores del parque.
A la vista de la misma puede observarse cómo un bajo porcentaje de turbinas son las
causantes de una mayor mortalidad. La cuestión es dónde fijar el límite por encima del cual la
mortalidad afecta gravemente a la dinámica de población de la especie considerada. Por otro
lado, con información detallada de cada parque, podrían tomarse medidas sobre aerogenerado-
res concretos, o grupos de ellos, con los que reducir la mortalidad al mínimo. En este sentido,
habría que ser riguroso y plantearse incluso el desmantelamiento de los más peligrosos.
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Álvaro Camiña
4.2.5.3. Conclusiones
Las especies afectadas se podrían enmarcar en dos grupos. Por un lado, las muy escasas
y con alto grado de protección legal, cuyas bajas se consideran puntuales (por ejemplo, el
caso de la última avutarda Otis tarda de la comarca de La Janda) y, por otro, las abundan-
tes. En este grupo encontramos al buitre leonado que, incluso de manera preocupante, está
considerada cada vez más como un problema por las propias administraciones y organiza-
ciones conservacionistas que debieran protegerlo, y que sin duda es la más afectada por estas
infraestructuras. No obstante, debe tenerse en consideración que la protección de las aves
necrófagas debiera contemplar acciones globales en todo el territorio peninsular para todas
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Manual de gestión del hábitat y de las poblaciones de buitre negro en España
ellas, ya que en mayor o menor medida explotan los mismos recursos y su ecología excede
los límites políticos. En este sentido, la nueva planificación eólica en Extremadura, si no se
hace con sumo cuidado, puede representar una seria amenaza para el buitre negro.
En general, los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) siguen careciendo de los nece-
sarios estudios de seguimiento previos anuales completos y profundos. Éstos deberían ser
una obligación y no una mera recomendación, tal y como sugiere BirdLife International
(Langston y Pullan, 2002). Entre los aspectos a incluir han de estar las tasas de paso de aves,
las zonas de cría y alimentación de la/s especie/s afectada/s, incluyendo áreas amplias en
base a los requerimientos ecológicos de las especies y no exclusivamente a las inmediacio-
nes de los parques, los movimientos entre unas y otras e incluso el seguimiento vía satélite de
los individuos (caso de Cataluña con el águila perdicera) con la debida inversión en medidas
preventivas. Todo ello con el máximo rigor científico en cuanto al diseño metodológico y
análisis posterior, aspecto por lo general constantemente obviado en los informes consulta-
dos. Los EIA suelen hacerse por instalaciones concretas, sin tener en cuenta instalaciones
adyacentes, presentes o futuras, que si bien desde el punto de vista del proyecto constituyen
parques distintos, ambientalmente su impacto es sinérgico o complementario. Los casos en
los que se ha analizado este efecto también pueden considerarse anecdóticos.
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Figura 4-100. Aunque el buitre negro no se ha visto afectado de forma importante por accidentes con
aerogeneradores hasta la fecha, es preciso mantener una vigilancia permanente de los proyectos propuestos de
instalación en distintas zonas importantes para la especie.
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Manual de gestión del hábitat y de las poblaciones de buitre negro en España
Desde el punto de vista técnico, son muchas las empresas encargadas de los estudios de
seguimiento. Sin embargo, la localización de las mismas, a veces en ciudades muy alejadas
de los parques que controlan, resultan en seguimientos insuficientes, incluso con simples
recorridos desde el vehículo. Así, se dan casos de recorrer cientos de turbinas y líneas de
evacuación de varios parques en un solo día. No deberían aceptarse seguimientos que no
dedicaran un mínimo de tiempo por aerogenerador en función de las características del
parque (ver a este respecto las Declaraciones de Impacto de la Junta de Castilla y León en
Soria) o analizaran en profundidad el porqué de las colisiones en relación con las condicio-
nes existentes en la zona.
Por último, los promotores han de ser conscientes de que muchos sectores de la sociedad,
incluidos los propios conservacionistas, no están en contra de este tipo de energías. Deberían
colaborar abiertamente en todo tipo de estudios con objeto de minimizar cualquier tipo de
impacto. Uno de los aspectos más controvertidos y necesarios es la transparencia pública de
los datos de mortalidad en parques eólicos. A pesar de contar con legislación explícita sobre
el acceso a la información ambiental, los datos de mortalidad tardan mucho tiempo en salir
a la luz y el análisis de los mismos no pasa de meras listas de siniestralidad.
4.2.6.1. Introducción
Por su condición de carroñeros, los buitres y en particular el buitre negro, han sido
considerados como poseedores de sistemas inmunes especialmente poderosos (Blount et al.,
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