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Catolicismo, ecología y medio ambiente: Reflexiones de un obispo
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Ebook58 pages1 hour

Catolicismo, ecología y medio ambiente: Reflexiones de un obispo

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Es el ambientalismo moderno compatible con el cristianismo? Mons. Dominique Rey ofrece respuestas a esta pregunta crítica en esta reflexión teológica sobre las relaciones entre Dios, el hombre y la naturaleza. Más que una crítica a la idolatría del ambientalismo secular de la naturaleza, el propósito principal del Rey es para mostrar los católicos y los demás cristianos como pueden ver el ambiente de una manera consistente con la Sagrada Escritura, la tradición y la enseñanza del magisterio. Sobre la base de las Escrituras, las ideas de los Padres de la Iglesia, y las recientes enseñanzas del magisterio sobre temas ecológicos, Rey subraya que si perdemos una correcta comprensión de la relación del hombre con Dios y cómo esa relación da forma a la autocomprensión del hombre, entonces nuestra capacidad de pensar coherentemente sobre ecológica somete corroe.

LanguageEspañol
Release dateFeb 20, 2014
ISBN9781938948848
Catolicismo, ecología y medio ambiente: Reflexiones de un obispo

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    Me interesa el tema, que bueno encontrar literatura como esta en la app...=)

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Catolicismo, ecología y medio ambiente - Dominique Rey

Catolicismo, ecología y medio

ambiente: Reflexiones de un obispo

Dominique Rey

Serie Pensamiento Social Cristiano

Copyright © Acton Institute 2014

Smashwords Edition

An imprint of the Acton Institute for the Study of Religion & Liberty

Índice

Prefacio

Introducción

I La crisis ecológica

1. El mundo como la creación de Dios

a. El mundo no es Dios

b. Remontarnos a la gramática de la creación

c. Recuperar el significado de las palabras

2. El hombre ocupa una posición única en la creación

a. El mundo está hecho para el hombre

b. El hombre está hecho para Dios

c. Ecología inhumana

d. Ecología y demografía

e. Inviolabilidad de la vida humana

3. La responsabilidad del hombre para con la creación

a. «¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?» (Gen. 4:9)

b. El hombre, imagen de Dios

c. El fin de la ideología progresivista

d. La ecología del hombre

4. El mundo mismo se salvará

a. Toda la creación gime

b. Esperanza para la tierra

c. El Shabat y el sentido del tiempo

II Cuaresma para la tierra

1. Oración

a. Alabanza

b. La Eucaristía

2. Penitencia

a. Ascetismo y sobriedad

b. Retorno a la tierra

3. Compartir

III Conclusión

Referencias

Acerca del autor

Prefacio

Publicado por primera vez en 2012 con el título Peut-on être Catho et Écolo? Lettre sur l’ écologie (¿Podemos ser católicos y ecológicos? Carta sobre ecología), el texto que presentamos, tal como su estilo y formato sugieren, es una carta pastoral de un obispo a los católicos de su diócesis. Se refiere a un tema que despierta creciente atención entre los católicos y otros cristianos de todo el mundo. Desde la década de los setenta del siglo xx, la Iglesia presta cada vez más atención a los debates vinculados al medio ambiente. Estas discusiones han tenido un papel destacado en la enseñanza social católica después del Concilio Vaticano II, en especial respecto de las cuestiones económicas y la discusión en torno de asuntos que van desde la minería hasta el bienestar de los animales.

En sí, es relativamente sencillo resumir la postura católica respecto del medio ambiente. Se concibe al hombre como intrínsecamente superior al mundo natural. Se le asigna el dominio sobre este último con el fin de que pueda usarlo para promover el desarrollo humano integral. No obstante, el dominio del hombre no es absoluto. No podemos hacer literalmente cualquier cosa que queramos con los animales ni con la naturaleza. El dominio absoluto le pertenece solo a Dios. Es más, Él desea que hagamos un uso responsable del mundo natural, de modo tal de facilitar el florecimiento humano. Esto, a su vez, significa que nuestras elecciones y acciones libres respecto del uso que hacemos del mundo que Dios ha creado están tan sujetas a su ley moral como el resto de nuestras elecciones.

En su reflexión sobre la manera en que los cristianos deberían considerar el medio ambiente, el teólogo moral y especialista en ley natural Germain Grisez observa que ideas implícitamente ateo-materialistas acerca del hombre y del universo conforman la raíz de posturas que inicialmente podrían considerarse que nada tienen en común unas con otras. Escribe: «Muchas personas que no creen en Dios imaginan que los seres humanos son la única fuente de sentido y valor del universo. Al suponer que las realidades subpersonales carecen de inteligibilidad y valor propios, que los humanos pueden captar y deberían respetar, piensan que la naturaleza está a disposición de la humanidad: individuos, empresas y gobiernos pueden hacer con ella lo que les plazca».

Por otro lado, Grisez manifiesta que algunas personas:

[p]or sentir una reverencia cuasi religiosa por la naturaleza y afinidad con las cosas subhumanas… pueden llegar incluso a atribuirles derechos. Según esta visión, cualquier intervención humana en la naturaleza es, por así decirlo, un sacrilegio si altera el mundo de un modo notable o destruye cualquier rasgo inusual del paisaje o cualquier especie viviente; en tanto la contemplación es el único uso humano incuestionablemente legítimo del mundo subhumano, que, en la medida de lo posible, debería preservarse intacto y permitir que se desarrolle según su propia dinámica y sin intervención tecnológica.

En el mundo cristiano contemporáneo, puede decirse que la última tentación es mucho más intensa

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