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LOS DUEÑOS DE LA CÁMARA

Como ha ocurrido en las últimas dos elecciones intermedias, vinculadas


también a crisis económicas en la primera parte del sexenio, el partido
gobernante deja de ser la primera fuerza en la Cámara de Diputados.

La diferencia estriba, como señala


José Woldenberg, en que
“tendremos por primera vez una
mayoría absoluta, que no es
gobierno y un gobierno que no
sólo no es mayoría en dicha
Cámara sino que se enfrenta a
una coalición que sí lo es. Ésa es
la novedad más importante
después de los comicios del 5 de
julio”.1
Luego entonces, ¿qué nos dice
esta inédita conformación de la Cámara de Diputados? Y, sobre todo, ¿qué
podemos esperar los próximos tres años?

Para responder a estas interrogantes es necesario revisar la composición de


la nueva Legislatura y quiénes están detrás de las bancadas. Es decir, 500
candidatos ganaron una curul, pero cada uno representa los intereses no
sólo de un partido, sino de un grupo y hasta de un individuo. Se trata de los
hombres y mujeres que efectivamente controlarán la Cámara. En palabras
de Héctor Aguilar Camín, los dueños de la Cámara.

Los intereses representados

En una primera aproximación, en función de los grupos políticos


identificables a los que pertenecen, podríamos señalar que:

• Los diputados ligados a un puñado de gobernadores priistas son los


que dominarán la Cámara de Diputados. Mención especial ameritan
los casos de Enrique Peña y de Fidel Herrera por el peso específico
que tienen dentro de la fracción del PRI.
• El grupo cercano a Felipe Calderón resulta minoritario incluso dentro
de la bancada del PAN, donde prevalecen los intereses de
gobernadores y figuras estatales.
• Otras secciones interesantes son las de diputados sindicalistas y del
sector campesino, ya que incluyen a legisladores en el PRI, el PANAL,
el PRD e incluso el PAN.
• El gremio empresarial logró representación dentro del PRI, el PAN y el
PVEM.
• La sección de legisladores afines a López Obrador dentro del PRD
(Izquierda Unida), PT y Convergencia alcanza un tamaño cercano a la
de los grupos moderados identificados con la corriente de Nueva
Izquierda.

Los legisladores por actividad

Independientemente de su partido político, tomando la actividad principal


de los nuevos diputados, encontramos que:

• La Cámara estará dominada


por “políticos de carrera”, es
decir, por legisladores que ya
han ocupado cargos de
elección popular.
• A este grupo le siguen los ex
funcionarios públicos, quienes
provienen generalmente de
puestos dentro de las
administraciones estatales o,
en algunos casos, la federal.
• Se consideraron también para
este estudio las líneas de
parentesco directo con
políticos reconocidos como
gobernadores, ex presidentes, líderes sociales y de partido.
• Los sindicatos de numerosos sectores productivos del país
encuentran representación dentro de casi todos los partidos.
• En el rubro empresarial se separó del grupo a aquellos vinculados
directamente con el sector de telecomunicaciones.

Como se puede observar, en esta clasificación por actividad preponderante


algunos grupos se vuelven más numerosos, como el sector campesino o la
llamada “telebancada”.

Los “legisladores de carrera”

Dentro de los “políticos de carrera” destacan 59 integrantes que han sido


legisladores federales (diputados o senadores) en una o hasta cinco
ocasiones.
El PRI lidera las cifras con 34 “legisladores de carrera” dentro de sus filas,
que representan cerca de 15% de su bancada. Otro caso notable es el del
PT, donde casi la mitad de su bancada son políticos experimentados en el
terreno legislativo.

La bancada del PRI: El poder de los gobernadores

El creciente peso político de los gobernadores, a raíz de que el PRI perdiera


la presidencia de la República, resulta evidente en la conformación del
bloque priista en la Cámara. Más de la mitad de la bancada está compuesta
por legisladores vinculados con una decena de gobiernos estatales.
Como mencionamos,
es clara la fuerza de
aquellos
provenientes de los
estados de México y
Veracruz. Enrique
Peña colocó a varios
miembros de su
gabinete en San
Lázaro, además de
reconocidas figuras
del Grupo
Atlacomulco y de
importantes líderes
municipales. Peña
también cuenta con
la lealtad de algunos
legisladores de otros
estados cuyas
campañas apoyó personalmente. Fidel Herrera, igualmente, controla a
varios líderes de su entidad y funcionarios de su gobierno.
Otros gobernadores, como Ulises Ruiz (Oaxaca) y Mario Marín (Puebla),
alcanzaron también una importante representación con el triunfo de varios
de sus allegados y colaboradores cercanos, entre ellos ex secretarios
generales de gobierno. Igualmente, varios ex diputados locales y federales
han vuelto a ser electos.

El líder priista en el Senado, Manlio Fabio Veltrones, logró incorporar a


colaboradores cercanos que formaron parte de su gobierno en Sonora, así
como figuras locales apoyadas directamente por él. Dentro de los aliados de
la dirigente nacional, y también diputada electa, Beatriz Paredes, se
encuentra parte de su equipo en el CEN del PRI en los últimos años, así
como colegas de organizaciones priistas a las que ha pertenecido, como la
Confederación Nacional Campesina (CNC).

El subgrupo de sindicatos y campesinos agrupa a líderes de la CNC, el


Congreso del Trabajo, la CTM y los sindicatos de PEMEX, IMSS y SNTE.

Finalmente, completan la bancada una pequeña representación empresarial


y otra vinculada directamente con el ex presidente Carlos Salinas de
Gortari.

La bancada del PAN: “Oposición” y gobierno

Sorprendentemente, dado el pobre desempeño de los gobernadores


panistas en la pasada elección, la fracción parlamentaria del partido
gobernante también aparece dominada por colaboradores cercanos a los
mandatarios o ex mandatarios locales.

El dato no es trivial si
consideramos que la
elección precipitó la
crisis interna del
partido, cultivada por
las divisiones a nivel
local, como el caso
de Jalisco, y a nivel
nacional, por la
abierta confrontación
del panismo más
conservador contra la
dirigencia nacional y
el gobierno federal.

En todo caso, es el
gobernador de
Guanajuato, Juan
Manuel Oliva, quien
cuenta con el mayor número de legisladores afines, en su mayoría ex
diputados locales.

Le sigue en número el grupo vinculado al presidente Felipe Calderón, donde


se encuentran colaboradores cercanos tanto en su gestión al frente del
gobierno federal como en sus cargos públicos previos. Asimismo, se cuentan
entre ellos allegados de Germán Martínez, Margarita Zavala y Josefina
Vázquez Mota.

Destaca el caso de Jalisco, donde la representación partidista está


claramente dividida en dos grupos, encabezados por el actual gobernador
Emilio González y el ex mandatario local y ex secretario de Gobernación,
Francisco Ramírez Acuña, respectivamente.

Ideológicamente, la corriente “conservadora” está liderada por los


mencionados gobernadores de Guanajuato y Jalisco, los de Querétaro,
Francisco Garrido, y Aguascalientes, Armando Reynoso, además del grupo
leal al ex presidente Vicente Fox y Manuel Espino, y los legisladores
independientes vinculados a la iglesia católica. La corriente “liberal” agrupa
a los diputados afines a los mandatarios José Osuna, de Baja California, y
Héctor Ortiz, de Tlaxcala, así como al ex gobernador Ramírez Acuña y al
senador Santiago Creel.
Completan la bancada una minoría empresarial y el líder del sindicato del
IMSS.
Las bancadas del PRD, PT y Convergencia:
La izquierda dividida

En la Legislatura anterior, PRD, PT y Convergencia integraron una sola


bancada legislativa llamada “Frente Amplio Progresista”, bajo la tutela de
Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, conforme avanzó la LX
Legislatura fueron surgiendo liderazgos moderados dentro del PRD que
optaron por el trato institucional y se distanciaron de las posturas radicales
que quedaron concentradas en los otros partidos.

La ruptura largamente anunciada se complicó luego de la elección, ya que


casi la mitad de la fracción López obradorcita milita en el PRD. En
consecuencia, la dirigencia moderada de Jesús Ortega no puede darse el
lujo de perder más peso en la disminuida bancada partidista.

La corriente moderada agrupa a líderes y políticos de distintos sectores y


entidades del país: Nueva Izquierda, Alianza Democrática Nacional (ADN) y
Foro Nuevo Sol de Amalia García.

Otros gobernadores que alcanzaron representantes en la Cámara son


Leonel Godoy, de Michoacán, Juan Sabines, de Chiapas, y Narciso Agúndez,
de Baja California Sur.

Las bancadas del PVEM y PANAL: La pequeña gran diferencia

La bancada “verde” (22 legisladores) está compuesta, en su mayoría, por


legisladores cercanos al PRI y al sector de las telecomunicaciones, por lo
que ya se le conoce como la “telebancada”. Incluso, la designación de un
coordinador de la bancada, Juan José Guerra Abud, considerado cercano a
Enrique Peña, es una señal del interés partidista por mantener una coalición
estable con el PRI a lo largo de la Legislatura.

Por su parte, la bancada del PANAL (ocho diputados) no agrupa


exclusivamente a miembros del SNTE, pero todos están vinculados
directamente a su lideresa Elba Esther Gordillo o al actual líder del partido,
Jorge Kahwagi.

Lo que sigue

Si bien la polarización política dentro de la Cámara de Diputados no es nada


nuevo, la fragmentación de intereses al interior de cada grupo
parlamentario sí lo es. En consecuencia, la complejidad para avanzar
cualquier agenda legislativa entre una Cámara dominada por la coalición
PRI-PVEM y un Senado mayoritariamente panista es enorme.
¿Qué puede
esperarse? El reto
evidente es cómo
evitar la parálisis
vivida en el segundo
trienio foxista (2003-
2006). Ciertamente,
la nueva integración
del Congreso, de
cara a 2012, ofrece
pocos incentivos para
que se lleven a cabo
reformas
estructurales, por los
costos políticos y la
afectación de
intereses que
conllevaría
(monopolios,
sindicatos, medios de comunicación, etcétera). Este escenario representa la
disyuntiva mayor para el PRI, entre optar por las reformas necesarias y
allanar el camino para “recibir la casa” en mejores condiciones o transitar la
segunda parte del sexenio minimizando los costos políticos de cualquier
cambio significativo.

Para el gobierno federal y su partido hay tres alternativas: sin el Congreso,


con el Congreso y a pesar del Congreso. La primera, planteada por algunos
analistas, sería impulsar cambios que no requieran sanción legislativa. Esto
podría implicar ajustes en la estrategia contra el crimen organizado,
cambios en la gestión administrativa o acciones para impulsar la economía
interna. Sin duda recomendable, pero apostarle exclusivamente a ello
dejaría fuera de la jugada al PAN para el 2012.

La segunda opción sería, como hasta ahora, “trabajar con lo que hay”. Es
decir, aceptar la inviabilidad de las reformas estructurales y negociar con el
PRI una agenda posible. En esta lógica serían factibles reformas de
contenido social, como salud, seguridad social o programas asistenciales,
pero quedarían en duda las reformas fiscal, laboral, de competencia
económica o energética. En el ámbito político podrían considerarse la
reducción de las Cámaras, la reelección legislativa y otros temas comunes a
las plataformas del PAN y PRI, que se volvieron además compromisos con la
ciudadanía. Mejor algo que nada, pero nuevamente los beneficios serían
para el PRI y el PAN llegaría con las manos vacías a la elección presidencial.

La tercera vía sería releer la situación y actuar a pesar de todo. Al igual que
en 2003, la crisis económica resultó ser factor determinante en la
conformación de la Legislatura. La recesión, y no la inseguridad, inclinaron
el ánimo de los votantes. Y la mala noticia es que para 2012 las cosas se
verán peor. Podremos reactivar la economía nacional conforme se
recuperen nuestros socios comerciales, pero no habrá forma de superar los
rezagos acumulados y el tiempo perdido sin cambios estructurales, que
serán costosos financiera y políticamente.

Pero hoy, a diferencia de 2003, la magnitud de la crisis podría ser el motor


que impulse los acuerdos necesarios para lograr correcciones de fondo. La
gente espera acciones y no buenas razones. No es trivial que 51% de la
población considera economía y pobreza los temas de atención prioritaria
para los nuevos diputados.2 El mensaje está para quien lo quiera ver.

Para el presidente Calderón podría ser la última oportunidad de reorientar el


rumbo, definir con claridad las metas y las medidas necesarias para
alcanzarlas. Apostar de una vez por las reformas deseables y no sólo
posibles. Nada garantiza el éxito, pero el Ejecutivo tendría el mérito
indiscutible de defender una agenda legislativa que, aunque inviable,
clarifique a la ciudadanía el proyecto de país que busca Acción Nacional de
cara al 2012.

Finalmente, del análisis podemos concluir que las mayorías legislativas no


las darán las bancadas partidistas, sino las minorías dentro de las fracciones
parlamentarias, e incluso entre los partidos, en función no de los intereses
de grupo, sino del peso político específico de individuos concretos.

En el corto plazo, la próxima discusión y eventual aprobación del


Presupuesto de Egresos de la Federación será la primera batalla donde se
medirán las huestes y se enfrentarán los nuevos dueños de la Cámara.

Verónica Ortiz. Socio consultor de GEA, Grupo de Economistas y


Asociados. Columnista de El Economista.

La autora agradece la colaboración de José Ignacio Lanzagorta en la


investigación y consolidación de la base de datos para este estudio.

Nota metodológica: Aun cuando se siguieron criterios objetivos (datos


biográficos, trayectoria profesional, procedencia geográfica, filiación
partidista presente y pasada, cercanía con grupos o líderes políticos) con
base en información pública y publicada de los nuevos legisladores, existen
casos de legisladores que podrían incluirse en más de una categoría, por lo
que las clasificaciones obedecen a una valoración que no puede tomarse
como única u oficial.

Una versión más completa de este estudio puede encontrarse en


www.nexos.com.mx

Pies
1
Reforma, 30 de julio de 2009.
2
GEA-ISA: Encuesta Nacional Simultánea a las Elecciones Federales del 5 de
julio de 2009. Puede consultarse en www.isa.org.mx

Ortiz Verónica, consultor de GEA. Artículo subido el 19-09-2009.


http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=770.

COMENTARIO

Estoy de acuerdo en que se les llame, “dueños de la cámara”, ya que en


realidad es eso, en lugar que vean y estructuren una manera o estrategia
de combatir el crimen, acabar con la crisis económica, la pobreza, bueno en
general, acabar con todo lo negativo que hay en este país, porque si
menciono todos los problemas nunca acabaré, ya que son infinidad los
problemas que nos perjudican a los mexicanos.

La mayoría de los integrantes de la cámara de diputados, son del PRI y del


PAN, estos dos partidos políticos siempre están al frente de las
organizaciones más importantes.

En lugar, que México valla progresando tanto en lo económico, político y en


lo social, se está yendo hacia atrás, las máximas autoridades que son el
presidente y sus achichincles están haciendo todo lo contrario a lo que
deberían de hacer.

Mientras hay conflictos entre los ciudadanos, por x razón, ellos aprovechan
para negociar con otro país u organización para vender algo de México.
Cada día, México debe más y más millones y millones de pesos, a otros
países, nunca terminará de endeudarse.

Desde mi punto de vista, el presidente que tenemos ahorita no ha sabido


manejar la presidencia, para mí ningún partido político es bueno.

Sea el partido político que sea, México no progresará hasta que aprendamos
a trabajar en equipo, y esto lo veo muy lejano, porque entre ellos se pelean
para ver quien gana el poder y el dinero del país.

Por eso, no tiene caso que votemos para elegir a nuestro gobernante, ya
que hacen lo que a ellos les conviene, siempre esta la influencia del PAN, el
PRI, y en algunos casos el PRD.

Tal vez haya libertad de expresión, pero no lo toman en cuenta.

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