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Se considera necesario explicar que son las actitudes, principalmente por ser un
elemento clave a estudiar en la presente investigación, y por otra parte, porque es necesario
clarificar todos los elementos que se involucran para que se forme una actitud ya sea de
aceptación o de rechazo hacia algún objeto, que en este caso particular vamos a referirnos a
los niños que presentan problemas de aprendizaje o que el maestro lo percibe por debajo de
la media de su grupo.
La palabra actitud fue definida por Gordon Allport, donde explica que es “…un estado de
disposición nerviosa y mental, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo
dinámico u orientador sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos y
situaciones con los que guarda relación.” (Citado en internet:
http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud), sin embargo, fueron W. Thomas y F. Zaniescki
quienes introdujeron el concepto dentro de las ciencias sociales, asimismo, pueden
encontrarse otras definiciones más actuales que engloban otros elementos importantes,
entre estas podemos mencionar:
Las actitudes también posee ciertas propiedades, como los son la dirección, que
puede ser positiva o negativa, y la intensidad ya sea esta baja o alta. Una actitud positiva se
puede entender como aquella en la cual la actitud hacia el objeto es de aceptación, de
afirmación y acercamiento, en cambio la negativa se caracteriza por el rechazo, evitación o
negación. Por otro lado, cuando se habla de intensidad se entiende que las sensaciones antes
mencionadas pueden ir de baja a alta, es decir que se puede sentir mucho rechazo, evitación
y negación o por el contrario, gran cantidad de aceptación, afirmación y acercamiento.
(Sampieri, 2000).
Dentro del estudio de las actitudes, la psicología social distingue tres componentes:
• El componente cognoscitivo
• El componente afectivo
• El componente conductual
La teoría de acción razonada fue creada por Fishbein y Ajzen, quienes explican que las
creencias son la base en la formación de actitudes.
Presentar esta teoría es relevante porque aporta elementos necesarios para justificar
y dar sustento a la hipótesis planteada para la investigación, porque además de proporcionar
una explicación de la formación de las actitudes, esta teoría aporta aspectos valiosos sobre
cómo las creencias influyen en los comportamientos de las personas y por ende cómo a raíz
de una creencia se afecta la relación entre dos personas, si se infiere lo que sucede
posteriormente a un comportamiento.
Formación de creencias.
Las creencias descriptivas son aquellas que se forma un individuo por observación
directa con el objeto, es decir, cuando se esta frente a alguien, a quien vemos por primera
vez (por ejemplo) se forman creencias respecto a lo que observamos de esa persona. Está
bien vestida, se ve aseada, habla formalmente.
Las creencias inferenciales, son aquellas que se forman a partir de interactuar con el
objeto, siguiendo el ejemplo con alguna persona, al interactuar con ella, es común que se
inicien una serie de inferencias sobre aspectos que no es posible observar sobre la persona.
Es honesto, responsable, una persona buena, etc.
Las creencias informativas, finalmente son aquellas que se forman por medio de
información recibida por otras personas, sobre el objeto sobre el cual se va a establecer una
actitud. De acuerdo al ejemplo, se puede decir que un pariente, conoce a la persona con
antelación y nos cuenta de esa persona lo agradable que es, lo responsable, respetuosa, etc.
Las creencias una vez formadas crean una actitud, y la actitud se puede entender
como una posición afectiva, en donde se involucran sentimientos ya sean favorables o
desfavorables al objeto.
La teoría explica de forma detallada como se forman las actitudes, sobre todo la
relación entre creencias y actitudes, pero cabe agregar que las actitudes dentro de esta teoría
se enfocan en las conductas, aún en conductas de sí mismo, no se refieren a actitudes hacia
el objeto.
Por tanto, si las creencias proceden de estos tres tipos fuentes principalemente, es pertinente
sugerir que las actitudes de los docentes pueden formarse a partir de: los comentarios de
otros maestros que han tenido específicamente a algún alumno en particular considerado
con problemas de aprendizaje, o bien a partir de las observaciones que se realizan durante
los primeros días de clase al inicio de ciclo, o bien a partir de las creencias que tenga sobre
los alumnos con problemas de aprendizaje.
Las creencias dentro de este proceso, pueden ser pasajeras o bien duraderas. Por lo
regular, las creencias pasajeras son las que se forman de manera personal, como pueden ser
aquellas que se relacionan con la conducta de alguien, en cambio, las duraderas, por lo
regular se forman a través de instituciones como las que forman la iglesia o el estado.
De ambos tipos de creencias muy pocas son las que se vuelven sobresalientes, y son
estas las que principalmente influyen en la formación de actitudes.
Es por ello que se reafirma que esta teoría, parte del supuesto que son las creencias
uno de los principales elementos que forman las actitudes e influyen en su posición o
sentido, ya sea positivo o negativo.
El modelo de la expectativa valor, explica la relación que existe entre un grupo de creencias
y una actitud.
La actitud hacia el objeto está dada por la evaluación del atributo, por lo que entre
más fuerza tiene un grupo de creencias mayor será la actitud que tenga el individuo hacia el
objeto (conducta).
Por último, como se mencionó anteriormente, la Teoría de Acción razonada tiene como
objetivo, no sólo explicar la conducta, también está orientada a la predicción de conductas,
por lo que para explicar este proceso se incluye la siguiente imagen.
Para predecir una conducta es necesario entender que las intenciones conductuales
son el intermediario entre las actitudes y la conducta, pero la base de la actitud son las
creencias, como ya se explicó anteriormente, en el modelo de la expectativa - valor, en las
intenciones se encuentra la evaluación del atributo, y en este también influyen las creencias.
Las primeras surgen del individuo mismo y las segundas por influencia social de
grupos específicos o personas importantes en el individuo.
Partiendo de esto, las intenciones conductuales se determinan por la evaluación
personal y la social. Las cuales dentro de la teoría son conceptualizadas como Actitud a la
conducta y Norma subjetiva respectivamente.
Por otro lado, la evaluación social o Norma subjetiva, se refiere a las influencias de
grupos generalizados que intervienen en las creencias de un individuo, y se relacionan
directamente con las creencias normativas, sin embargo, cabe aclarar que las normas
subjetivas tienen la fuerza suficiente para determinar una conducta, independientemente de
la actitud que tenga el sujeto.
Así una vez determinadas las intenciones conductuales se forma la actitud, que junto
con la motivación para la acción va a generar una conducta específica hacia el objeto. En
este punto es donde se dice que se pueden predecir conductas a través de conocer en el
sujeto las creencias conductuales, las creencias normativas que son significativas para el
sujeto, la actitud hacia la conducta, la norma subjetiva, las intenciones conductuales y la
motivación para la acción.
Sin embargo, Luis Reyes explica que de forma práctica, la predicción de una
conducta se puede resumir de dos formas:
Por último se agrega un cuadro más el cual fue expuesto por los mismos autores de
la teoría donde se explican las relaciones que guardan los elementos de la teoría.
Las profecías autorrealizadas.
En la profecía autorrealizada, aquello que piensa el docente, que en este caso es “el
alumno es un tonto”, genera en el docente un conjunto de comportamientos y mensajes que
le dicen al alumno lo que cree, siendo este una autoridad para el alumno genera una
autoimagen de sí mismo a partir de las percepciones del docente haciendo que el alumno
crea que realmente es un “tonto”, dando como resultado que aquello en lo que cree se
cumple.
Existen algunos estudios que confirman las profecías autorrealizadas, en los cuales
se habla del efecto de las expectativas del maestro, uno de ellos (Rosenthal y Leonore
Jacobson 1968, citado en Myers, 2005, p. 124), donde las expectativas de los maestros
influyeron a través de sus comportamientos en una mejoría del rendimiento escolar de unos
alumnos, es por ello que más adelante mencionan que “… los problemas escolares de los
niños en “desventaja” probablemente reflejan las bajas expectativas de los profesores”.
(Myers, 2005p. 124).
En estudios posteriores se menciona que se obtuvieron datos que sugieren que las
expectativas de los docentes si influye en sus alumnos, sin embargo, no es un factor
determinante para que se eleve o disminuya por completo su desempeño escolar, a pesar de
ello, “… parece que la confianza elevada impulsa a quienes tienen un bajo desempeño, para
quienes la actitud positiva del profesor puede ser una esperanzadora bocanada de aire
fresco (Mandon y otros 1997 citado en Myers 2005 p. 125).
Con base en lo anterior, se puede agregar que es posible que no todos los alumnos
se vean influidos por las expectativas del docente, pero si tenemos en cuenta que los
alumnos que presentan dificultades en su aprendizaje, en su mayoría tienen un
autoconcepto pobre, y en algunos casos ven a su maestro como una figura de autoridad, las
probabilidades de que sean influidos por éste son altas, por lo cual se considera que la
profecía autorrealizada es una explicación de peso para explicar cómo las actitudes del
docente pueden afectar el rendimiento de los alumnos con dificultades de aprendizaje.
La teoría de la disonancia cognoscitiva fue propuesta por Leon Festinger en 1957, la cual
explica que el ser humano tiende a desear un estado de equilibrio entre las cogniciones y las
acciones.
Sin embargo, existen situaciones que impiden que el sujeto siempre mantenga un
estado de armonía entre las cogniciones y las acciones, por lo que se generan las
disonancias, las cuales tiene que resolver el sujeto, estas se pueden originar por dos
cogniciones que entran en conflicto o bien porque las cogniciones entran en conflicto con
alguna conducta.
“Hay veces en que un profesor puede crear un estado de disonancia que de lugar a
un cambio deseable en la forma de comportamiento de un alumno” (océano: 2006, P.398),
por lo que se abre la posibilidad de influir de manera positiva o bien negativa cuando se
está en el rol de docente, es decir, si bien en el ejemplo, el maestro influye de manera
positiva, bien podría darse el caso donde el mismo maestro pudo haberle dicho al alumno
que era un “tonto” y que no perdiera el tiempo tratando de estudiar porque lo más seguro es
que reprobaría el examen, ante esto, se hubiera cambiado por completo el curso de la
historia.
La teoría de la atribución.
Esta teoría explica que las creencias que se vinculan con la relación causa-efecto
para explicarse una situación, depende de factores personales o ambientales, por lo tanto, si
una persona atribuye a los factores personales la explicación de una situación se va a
generar una conducta A, y en caso de que atribuya a los factores ambientales se va a dar
una conducta B, ésta última es la que por lo regular puede generar la indefensión aprendida.
Estos transferido al terreno del contexto escolar, sugiere pensar que un alumno
considerado con dificultades de aprendizaje puede llegar a percibir esto como una realidad,
es decir, si cada vez que ha intentado mejorar su rendimiento escolar, u obtener mejores
notas, y si sus esfuerzos no son recompensados por nadie, entonces es probable que
comience a generar conductas de pasividad en relación con los aspectos escolares, como se
ha observado en algunos casos en los municipios de Rafael Lucio y Tlacolulan. “La apatía,
la indiferencia o la falta de interés que se observan en algunos alumnos pueden ser un
reflejo de su creencia de que no pueden hacer nada para cambiar las cosas”. (Océano:
2006, p. 406).
La Integración educativa.
Por otra parte, en el año 1994, en la reunión de Salamanca se reconoce como una
necesidad integrar a niños, adolescentes y adultos con necesidades educativas especiales a
los sistemas educativos regulares y básicos, donde México participa “… activamente como
uno de los 92 gobiernos y 25 organizaciones internacionales, que reafirmaron su
compromiso con la Educación para Todos.” (Cuadra y del Valle, 2005, p.38).
A partir de 1994, se comenzó una reorientación de los servicios de educación
especial, siendo que anteriormente la educación especial se concentraba en la
rehabilitación, por tanto, contaba con un currículo diferente a la educación regular, donde
se encontraba dividido por áreas de discapacidad y por problemas de aprendizaje o
aptitudes sobresalientes.
Los servicios que se ofrecían antes de la reorientación eran los siguientes: Grupos
Integrados, Centro Psicopedagógico, Servicio de Aptitudes Sobresalientes, Escuela de
Educación Especial, Centro de Intervención Temprana, Centro de Capacitación de
Educación Especial, y Centro de Orientación, Evaluación y Canalización, siendo la
finalidad última que los alumnos contaran con las capacidades y aptitudes necesarias para
ser autosuficientes y en su caso para incorporarse a un trabajo, por lo que sus estudios y su
certificado no era válido para cuestiones académicas.
BIBLIOGRAFÍA.
http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud
Ander – Egg Ezequiel (1993) Técnicas de investigación social. Edit. El Ateneo. 5ª. Ed.
México. P. 251.
Quiles Cruz M., y Fierro Luna F y otros. 2005. Necesidades Educativas Especiales –
investigaciones y reflexiones- Edit. Aguirre Hermanos. México.
Bibliografía
Ander-Egg, E. (1993). Técnicas de investigación social. México: El Ateneo.