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Las mujeres, en sus vidas cotidianas, en el núcleo familiar, como ciudadanas, en su lugar de
trabajo o en busca de mejores oportunidades, en la paz y en la guerra, en los campos de
refugiados, se enfrentan a una variedad de abusos que se sobreponen quedando a menudo
impunes.
Es difícil la recopilación de información exhaustiva sobre la violencia y los abusos contra la
mujer, bien por el estigma al que se asocia y el miedo a las represalias, bien porque este
tipo de violencia es ampliamente aceptado como un hecho común y casi inevitable, y por
ello no digno ni de consideración ni de solución.
Los cambios sociales desencadenados por estos fenómenos “han tendido a producir nuevas
formas de violencia contra la mujer, o agravado las existentes, incluida la trata a Escala
mundial” también han generado nuevas formas de subordinación ya que las mujeres tienen
más probabilidades de encontrar empleo en sectores industriales destinados sólo a mujeres
y de baja remuneración. Las mujeres migrantes indocumentadas se encuentran en
situaciones de particular vulnerabilidad ante el abuso y tienen escaso acceso a la protección
y la reparación.
Actualmente es muy común la violencia en el hogar, la discriminación de ella en relación
con la sociedad, los abusos a los que se debe someter en el hogar, en trabajos mal
remunerados y mal pagos.
Sin embargo aun se ven las continuos discriminaciones hacia ella, por lo menos en mi
opinión, creo que la única persona que puede solucionar esta problemática somos nosotras
mismas; tristemente en la actualidad una mujer es considerada con poca o nada capacidad
cognitiva, es muy común escuchar a los hombres cuando manejan “tenia que ser una
mujer” “pero es que como le van a dejar ese puesto a una mujer” son muy conocidas estas
frases, pero a ciencia cierta nosotras mismas nos buscamos nuestra propia discriminación,
además los medios de comunicación nos venden una imagen de mujer con bellas curvas,
esbelta, delgada, pero…sus conocimientos, su forma de pensar, donde queda lo espiritual?
donde queda lo cognitivo?.
Ahora es común ver desde muy jóvenes a las niñas preocupadas mas por su figura, por su
aspecto físico y lo intelectual nada, debemos darnos nuestro lugar y demostrar que nuestro
coeficiente intelectual es muchísimo mas alto al de los hombres, que nuestras capacidades
superan a cualquiera.
Como conclusión en cuestión de violencia no hay nada inevitable contra las mujeres y nada
que ganar desviando la mirada hacia el otro lado. Por el contrario, hay muchas pruebas que
Confirman que promover y defender los derechos humanos de la mujer hace avanzar a las
sociedades en su conjunto.
mujeres. Yo lo único que quiero resaltar es que nosotras las mujeres somos unos seres muy
valiosos, con grandes capacidades intelectuales y podemos demostrar que podemos poseer
lo que se nos ha quitado desde hace siglo que es nuestra dignidad, respeto e importancia.