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HISTORIA DE LA SANDA BSEBRZA EN La CUAL SE REFIEREN £05 ACONIECIMIENTOS HISTORICOS, Y LA VOLUNTAD DB DIOS REVELADA A MOISES, & LOS PROFRTAS Y APOSTOLES, COMPUESTA ‘@ la mas sana instruccion de los Fieles En las santas Escrituras Por Fase Maria Fimenes de Alcala. BOBVA EDICION REVISTA Y CORREGIDA. Tomo primero. “4Sh0, DE LA SANTA BIBLIA. a ae 09. PARTE PRIMERA, EL ANTIGUO TESTAMENTO, LIBRO f. PRIMERA EDAD DEL MUNDO. Desde laCreacton hasta cl Dilurio,comprende 1 65 6eaios,” CAPITULO PRIMERO, LA CREACION DEL MUNDO. En cl principio crié Dios el ciclo, la terra , 1os ani- males. los drboles, Jas semillas, y todo cuanto pode- mos percibir por los sentidos , 6 concebir en la mente. Esta obra admirable de Ja Omnipotencia divina fué he- cha en scis dias, segun la narracion de la Santa Eseri- tura. En el primer dia, Dios crié el cielo y ja tierra; Ja luz y las tinieblas; distinguiendo de esta manera cl dia de la noche. En el segundo dia , Dios crid el aire ; ie L 6 GENESIS. dividid las aguas de las aguas; y quedé formado el firmamento. En el tercer dia, separé Dios el mar dle 1a tierra; crié las yerbas; todas las plantas que dan se- milla, y todos los arboles que dan fruto. En cl cuarto dia, Dios crié el sol, 1a Tuna y las estrellas, En el quin- to dia, Dios crid todos los peces del mar, y todas las ares del aire. En el sesto dia, Dios crié todos los ani- males grandes, ¥ pequenos que se mucven en Ja tier- ras y en el mismo dia, crié Dios al hombre. En el sép- timo dia, habiendo concluido Dios todas sus obras, Gescansd’y santificd este dia; para que el hombre le hiciera sacrificios, y le diese gracias por los benefi- cios que habia recibido de su divina mano. Adan fué la ultima criatura que Bios formé de la tierra . la mas perfeeta per ser hecha a imdgen de Dios , 1a as distinguida por estar dotada de wn alna espiritual. Ia mas favorecida por ser puesta a la cabeza de todo lo criado. El mundo entero fué el patrinonioa del hambre : los peees de la mar, fas aves del cielo , dos brutos de 1a tierra, hasta les cleneutos mismas fucé- -ron puestes bajo su dominio, F] Criador coudujo luego a Adan 4 mn Paraiso deleitoso, y mostraindole los ar- Doles mas hermosos 4 la vista, cargados de sahrosa fruta para ¢lsustento ¢ regalo. le dijo : De tode arbel del Paraiso comerds, pero del drhel de la ciencia de bien y de mal, uo comas 3 porque en el instante que coiieres de él, moriris. Este fué el mandamiento es- preso. que recibis el hombre de la autoridad divina : un mandaniento tan simple, tan ficil, ¥ tan justo que su trasgresion no podia dejar de ser un pecado inescusable. GENESIS. 7 Adan, despues de haber puesto nombres significa tivos A todos los animales que se movian en sus res~ pectivos elementos. seguu se losiba presentando Dios 4 su vistas y despues de haber inspeccionado aquel delicioso jardin, que debia cultivar con sus manos, para no estar ocioso, se reclind sobre Ja yerba, y cayo en un steho tan profundo, que quedo insensible. Dios quiso darle una companera de su propia espe- cies y para que tuvicse por clla el mismo interes y amomene por si mismo, a formé de su propio cuerpo. Sumergido Adan en aquel providencial letargo, tomé el Criador una de sus costiilas., ¥ formando de ella una hermosisima criatura, la colocd 4 su lado. Luego que desperté Adan. y vid 4 su compaiiera. esclamé : En verdad que esta cs hueso de mis lmesos, y carne de mi carne. Complacido el primer hombre con Ja fi- gura de Ja primera muger. Ja recibia contento de las manos de Dios, para hacerla su compaiiera insepara- bie, y ser dos en una Inisma carne. Trabia um espiritu mato, Jlamado unas veces Sata- nas, ¥ otras Diablo. cl cual habia sido anteriormente mente un angel glorioso en el cielo; mas por haberse rebelado contra Dios, arrastrado de su orgullo; y ha- ber seducido 4 otros muchos angeles, Je arrojé el Omnipotente desde fo alto, y le condend al tormento eterno en los inflernos. ste espiritu rebelde , asi co- mo sus compaiieros aborrecian 4 Dios, y4 todo lo que era bueno : por esto ne podian sufrir Ja envidia de ver d alguna criatura feliz, Luego que Satanas vid Adan y 4 Eva tan dichosos en el Paraiso, resolvio ten- 8 GENESIS, tarlos. y hacerlos pecar, para que ofendiendo al Se- flor fuesen condenados al misme tormento que él esti padeciendo, Satanas sabia que Dios habia prohi- bido al hombre comer de la fru: del arbol de la cienteia, ¥ asi quiso inducirle 4 quebrantar este man- damiento : mas este astuto cnemige ro juzgo acertado presentarse en su propia forma, ui Crigirse alhombre, porque temia su conocimicnto y firmeza, E) imaging , que seria mas acertado para su perverso designio, se- ducir primero 4 la muger, por wlio de un gpimal inocente y familiar 4 los ojos de Ev. Hahiendo formado su plan detest-ble,se entré en el cuerpo de la serpiente ; ch animal vas adaptado 4 sus ideas por su nolable astucia; y canind hacia el Arbol prohibido, para acechar a la mages. cnando pasara junto. Luego que esta se acercd a acuel sitio, el Sata- nas-serpiente bajo del arbol comien2o dela fruta pro- hibida. Movida Eva, por la idea qus tenia de la cali- dad mortifera de aquel bien- cono-ido Arbol . fijo su atencion sobre la serpiente : y apres echandose Sata- nas de este oportuno instante, comenz5 a celebrar el sabor esquisito de aquella fruta. Lz incauta y simple muger, que no habia advertido si lcs animales podian hablar 6 no, escuchd 4 Ja serpients sin sospecha al- guna. Satanas. mas aniniado ahori:, le ofrecié algu- na, rogindole que la prokase ; mas Eyasencillamente Je respondid que Dios les habia vedaco comer de aquel arbol, porque si probaban su frute . moririan al ins- tante. De ningun modo morirdis. respondié la serpien- te con una sonrisa insidiosa : esta fiita es la mas es- GENESIS. 9 quisita del Paraiso, y tiene la virtud singular de co-~ municar sabiduria, El Senor os ha puesto esa prohibi- cion, porque sabe que si comeis de ella. se abriran vuestros ojos para conocer todo lo bueno, y todo lo malo : si ta, y ta marido probais esta fruta . Iéjos de morir, vendréis a ser tan sabios como Dios mismo. Aunque el consejo de laserpiente era contrario al man- damiento espreso de Dios, tanto pudo el vano desea de saber en aquella simple y fragil muger, que tomé la fruta de mano de la serpiente. ¥ comid. Como este mandamiento habia sido dado a Adan como cabezs del ysnero homano, y aun antes de la formacion de Eva, anngue esta comid primero nosin- tid todavia el ponzotioso efecto del arbol vedado. Por esto , no solo comié ella. mas tomé de Ja misma fru- ta, fué donde estaba Adan, y se la ofrecid para que comiese Gl tambien. Adan se esiremecio al oir una propuesta tan criminal: nas como esta regugnancia era. en la opinion de va, una aceusacion de su fal- ta; el amor propio. y cl no sentir cl amunciado efec- to de muerte. la indujéron a seducir al marido 5 y pa- ra conseguirlo. se valid de los ruegos curifiosos que le prestaba Ja clegancia de su persona, en lugar de- argunientos que no potia hallar en su razon. Adan comid, renunciando Ja fidelidad que debia 4 manda- miento de su Dios, anics que disgustar 4 su importu- na muger. Este fué el pecado de nuestros primeros Padres, por el que perdiéron Ja inocencia, y fuéron arrojados del Paraiso; guedaudo sujelos 4 1a muerte, 40 GENESIS. no solo ellos, mas todo el género humano : y por esto se Hama Pecade original. Dios justamente irritado, castigé 4 la serpiente , co- mo 4 causa instrumental, maldiciéudola entre todos los animales y bestias de la tierra; y condenandola 4 andar arrastrando ella, y todo su linage: la muger fué condenada 4 parir sus hijos con grandes dolores, y estar siempre ajo la potestad y dominio de su mari- do; el hombre fué sentenciado a trabajar perpetua~ mente en wna tierra, hecha arida por culpa suya, y ganar su sustento con el sudor de su rostro, hasta yolver 4 la tierra de donde salié. Pero el mayor casti- go fué la pérdida que hiciéron nuestros primeros Pa~ dres de la sracia de Dios, y laesclavitud bajo el peca- do, en que qued6 todo el género humauo, hasta que en la plenitud de los tiempos, naciese el Salvador de una Virgen. que habia de quebrantar la cabeza del infernal Satanas, y que redimiendo al hombre le re- conciliase 4 su Dids, Despues que Adan y Eva fuéron echados del Parai- so, tuviéron un hijo Hamado Cain; y poco despues otro Namado Abel. El contraste que se observaba en las disposiciones y sentimientos de estos dos prime- ros hermanos entre los hombres , manifestaba muy al Vivo la influencia fatal de la transgresion de sus pa- Gres. Abel cra manso de corazon, sincero , justo ¥ te- meroso de Dios : pero su hermano Cain era orgullo- $0, vano, lleno dle envidia y sin respeto 4 Dios. Este cultivaba la tierra, y aquel cuidaba el ganado, Adan tenia muy presente cuan caro le habia costado su GENESIS. A primer desobediencia, para descuidarse en sus obli- gaciones : y asi con tiempo instruy6 a sus hijos en las obligaciones que debian 4 Dios, siendo la primera de estas hacer sacrificios, matando corderos y ofrecién- dolos al Sefior , segun estaba ordenado 4 Adan, En el dia seDalado, Cain trajo al altar un haz de espigds, co- mo primicias al Seiior, mas no trajo el cordero man- dado para el sacrificio, Abel trajo cl mejor cordero gue hallé.en su manada, y le ofrecié al Sefior con re- verencia. Dios aprobé la ofrenda de Abel, por la hu- mildad de su corazon, y por obrar conforme 4 lo mandado + mas desaprobo la ofrenda de Cain, por la presuncion de su corazon en tracer lo que s¢ le habia antojado, y no lo que estaba ordenado. Cain devorada por la envidia de ver cl sacrificio de su hermano reci- bido por Dios, y desechado el suyo , resolvid vengar- se del inocente Abel; y llevandole al campo con en- gafio. le matd aleyosamente, & donde nadie pudiese verlo. El inicuo ignoraba, que nada podia estar ocul- to 4 la presencia infinita de Dios: pues cuando le pre~ gunté el Schor por su hermano Abel, respondid que no sabia : y aadiendo 4 su enorme iniquidad , la mas inipia insolencia pregunté 4 Dios, si acaso era él guar- da de su hermano. Pero la sangre del inocente Abel clamaba 4 Dios desde la tierra, y era preciso hacer justicia. Cain fué maldecido, y condenado 4 vivir por toda su vida vagamundo y fugitivo sobre la tierra, despues de haberle marcado el Sefior con una seal, para testimonio de su fratricidio, y para que nadie le 42 GENESIS. quitase la vida, sino que viviese miserable y lleno de remordimicnto. Despues deja muerte de Abel, Adan y Eva tuvié- ron otro hijo Namado Set el justo. cuyos descendien- tes por su fidelidad al Seftor fuéron Hamadas los hi- jos de Dios, Adan y Eva tuviégron otros muchos hijos éhijas , los cuales se casaron y tuwiéron hijos; de mo-- do que continuaide se descenenecia por muchos si- glos. con este aunicnto progresivo, vino 4 ser inmen- so el ntunero de labilantes sobre Ja tierra, Adan vi- Vid novecicnlas y trcinta atios; y up descendiente de Set, Hamado Matusalen, vivid novecientos sesenla y nueve. Otro descendiente de Set, Namado Enoc, fué cl varon mas santo de su tiempo: predicaba cons- fantemente 4 los otros, exhortandolos al amor de Dios y del prajimo, porque se habian dado piucho 4 todo géncro de vicios. Enoc fué tan amado de Dios, gue le arrebate de Ja dicrra dnies de morir, a Jos tre- clentos sesenta y cinco aos de su edad en ¢sle mun- do. Se debe abservar , que aunque los antidulivianos tenian una edad tan larga, Dios redujo Ja edad del hosbre despues del diluvio 4 ciento y veinte anos. CAPITULO SEGUNDO, EL ARCA DE NOE. Los descendientes de Cain se habian mulliplicado prodigiosamente. y por uma cousecuencia necesaria de su separacion de Ja casa de Adan, y de las disposi- GENESIS. 13 ciones malévolas de la cabeza de esta espatriada raza, se habian corrompido tanto, que hasta ta idea de vir- tud, jusiicia y moralidad se habia borrade de sus co- razones. Los descendientes de Set se habian conser- vado fieles al Sefior, miéntras no viniéron en contac-~ to con la raza de Cain; pero cuando entraron en ¢o- municacion con las hijas de este, que eran muy her- mosas , las tomaron por mugeres ; resnitando de esta aljanza una poderosa y peryersa raza de hombres, 4 los que Ja Santa Eseritura Hama gigantes, Tanta fué la mualicia de estos hambres, tan malos los pensaimien- tos de su corazon, ¥ tan general la corrupcion de sus costumbres que se arrepintid el Seftor de haber hecho al hombre ; y juré ensu ira, esterminarios de la terra con todos los animales desde e] replil hasta las aves del cielo. Noé hijode Lamec y bisnicto del santo Enoc era el ainico que se Nabia mantenido fiel 4 Dios, viviendo re- tirado con su corta familia en el (emor del Setior. Su yirtud le trajo la felicidad de ser el segundo padre del género humana, escogiéndole Dios por su justicia, para poblar otra vez la tierra. despues ce ser des- truida aquella actual geucracion. EI Seitior le dijo, que iba 4 descargar el brazo poderoso de su irritada jus- ticia sobre los hombres, y destruir todo lo que se movia sobre la fierra y enel aire, pero que preser- varia & él, y a Coda su familia. Luego le mandé cons- iruir un barco flotante de muy grande dimension, lHa- mado Arca por su figura cuadrilonga, la mas apro- piada alintento ; el cual bien calafateado y embreado 1* 44 GENESIS. por dentro y fucra pudiese flotar por largo tiempo sobre el agua. Ll obediente Noé comenzd a edificar la enorme uave segun-las instrucciones que habia re- cibido. Los hombres sin duda viéron la preparacion que Noé estaba haciendo; preguntarian el objeto de aque- lla Arca estraordinaria, y no hay duda que el Sefior los informaria, por medio del mismo Noé, delresuelto castigo si no se corregian ; y por eso la construccion del Arca dw) ciento y veinte atios. Pero cuando los hombres. corrompiendo el corazon y el enteudinien- to, se obdurecen al grado de insensibilidad, se rien de las amenazas; y aun cuando vean el brazo todo- poderoso levantado sobre sus cabezas, 6 no crecn descargara el azote, 6 creen que cl gulpe no sera tan grave, 6 consumada ya su perdicion, desprecian el peligro. Cuando llegé el tiempo determinado por Dies, para vengar su santo nombre, vielado por e) perverso mundo, y borrar hasta los vestigios de los pecadures con up diluvio de agua, mandd a Noé poner dentro del Arca siete pares de cada especic de animal lim- pio, macho ¥ hembra, y wn solo par de los animales inmundos. para conservar la especie sobre la tierra. Pero aquellis fieras, que Noé no podia haber 4 las ma- nos, recibicron impulso de Dios para entrarse en el Arca de su propio instinto : adonde Noé habia puesto alimento propio a cada especie. y en cantidad pro- porcionada al tiempo que habia de durar Ja inunda- on. NOE Cou sumuger, y¥ sus tres hijos Sen, Can y GENESIS. 15 Jafet. con sus tres mugeres, fuéron los ultimos que entraron en cl Arca, y segun la espresion del sagrado Testo, Dios cerrd la puerta por defuera. Encerrada la familia del justo Patriarca en aquella maravillosa Nave de Salvacion, comenzaron las aguas “4 brotar de Ja tierra, y 4 caer del ciclo por cuarenta dias y cuarenta noches sin cesar, hasta cubrir las mas allas moutanas; y asf pereci¢ron los hombres, ¥ tode lo que tenia vida sobre la tierra. Luego hizo Dios cor- rer un viento fuerte, que fué secando visiblemente las aguas, hasta que 4 los siete meses reposd cl Arca so-- bre los montes de Armenia. \si quedo por tres meses mas. hasta que aparecicron las cumbres de los mon- tes, Cuarenta dias despues, abrid Noé la ventana del Arca; y deseoso de saber el estado de la superficie de Ja tierra, soll6 un cuervo, cl cual no volvid al Arca, mas se mantuvo volando hasta que el agua se secd so- bre la tierra, Noé pens ahora mandar otro esplora- dor ménos ingrato que el cuervo, ¥ cligié la paloma. Esta salio asu comision, pero no hallando dende re- posar sobre la tierra se volyid al Area, y acercandose Ala ventana, Nod estendid el brazo, y la metid den- tro. Pasados siete dias , solt6 Noé la paloma otra vez por la maiana, y el inocente animal volvié 4 la tarde, trayendo on ramo de Olivo con las hojas verdes en eb pico : objeto de la mayor alegria paraaquella reliquia del género htuang, no tanto como schal de haber cesado ef fatal castigo, mas como signo de paz entre cl Criador y sus criaturas. Nos, sin embargo, juzgd 16 GENESIS, prudente aguardar otros siete dias, y entonces largd otra vez la paloma, la cual no volyié mas al Arca. LIBRO If. SEGUNDA EDAD DEL MUNDO Comprende 426 aiios. CAPITULO PRIMERO, ALTANZA DE DIOS CON NOF. Despues de ciento y cincuenta dias deinondacion, ¥ de aguardar docientos treinta y dos dias mas 4 que se secase la tierra, satisfecho Noé con el ramo verde de olive, que Ja paloma le habia traido, principid 4 des- hacer a cubierta del Bajel en que habia estado encer- yado por espacio de doce meses y medio con el resto de la creacion. El santo Patriarca miro y vid la tierra perfectamente seca al redecor. Sal del Arca, le dijo Dios, tti y tu muger , tus hijos y sus mugeres , conto- dos los animales que estan en ella; ¥ vaultiplicaos to- dos sobre la tierra. Luego que Noé soltd a los animales. y tuo en tierra & toda su familia, edificé un Altar al Seiior, y tomando de todos los animales y¥ aves Kimpias, ofrecid al Sedor un holocausto sobre el Altar, en accion de GENESIS. {T gracias por la bondad con que le habia salvado del naufragio general, El Seftor recibié graciosamente el religioso sacrificio de Noé, proimeti¢ndole tanto & ét, como a sus descendientes, no volver 4 destruirlos con agua, ¥ estableciendo por sefal de este Pacto 6 Alianza, un Arco en las nubes, que ¢s el Arco Iris 6 de paz. En aquel tiempo que el Seior hizo esta alianza con Jos hombres, fué dado 4 Noé y 4 sus descendientes un dominio absoluto sobre todos los animales de la tierra , y sobre todas las aves de! cielo, con todo lo que se mueve sobre la tierra, y eu el agua, con per~ miso de alimentarse con todo génera de carne, a excepcion de la carne con sangre, dela cual no debian comer. Cuando Noé salié del Arca con su familia, tenia sciscientos y wn aiios de edad : enténces se vid Duetio absoluto de un mundo entero, aunque arruinado y despoblado por los pecados de sus pasados habitantes. Como Padre de una familia escogida. y favorecida de Dios, se prometia este justo Patriarca concluir su vida temporal en paz, leno de felicidad doméstica; pero un suceso que ocurrié poco despues lend su vida de amargura. La misma desgracia que habia cansado ak género humano un mal hijo de Adan antes del Di- luvio, fué causada ahora por un mal hijo de Noé : el efecto fué el mismo, una total corrupeion de los hombres ; pero el Sefior fué fiel 4 su promesa, ¥ el género fiumano se escapdé de otro diluvio estermi- nador. 418 GENESIS. Noé tenia tres hijos Sen, Can, y Jafet: la labranza debia ser su primer cuidado sobre una tierra cuya superficie era enteramente nueva ¥ erial. Encantado el santo Patriarca con el yerdor hermoso de Jas pam- panas de la vid, planté una vina que crecid con Ja mayor lozania, Cuando Uegé el tiempo de ta vendi- Mia, tomd unos racimos , ¥ esprimiéndolos, bebid de- masiado del sabroso jugo : la consecuencia iué. que turbados sus sentidos con el espiritu del mosto, cayé en un profundo suefio dentro de su denda; y no debe parecer estratio, en el estado desordenado eu que se hhallaba su mente, quedase su cuerpo en una invo- luntaria desnudez. Can su segundo hijo entré en la tien- da por casualidad , ¥ fué el primero que descubrié 4 su padre en aquella desgraciada situacion, El amor filial, el respeto 4 un anciano tan venerable , la com- pasion 4 un enfermo, el impulso delicado de la ver- giienza debian haber movido 4 este hijo inmoral 4 cu- brir el cuerpo de su virtuoso padre, y olvidar toda idea dé suceso : pero estinguiendo todos los senti- mientos de Ja naturaleza, el insolente Gan se echd 4 reir y 4 mofarse de Noé, Hamando al misine tiempo 4 sus hermanos para que participaran en su escandalo. Sen y Fafet acudiéron ignorantes del caso, y ala vista de su padre, se cubriéron Jas cabezas con sus capas , y caminando vueltos de espaldas hacia donde yacia Noé, cubri¢ron su cuerpo con grande reverencia. La irreverencia de Can era muy culpable para que quedase impune; Noé fué informado de todo lo que habia pasado; maldijo 4Can, & Canaan hijo de este, GENESIS. 19 y 4 toda su descendencja, 4 ser esclavos de Sen, Jafet, implorando la bendicion del Seor sobre estos dos virtuosos hijos y su posteridad. Noé vivid trecien- tos y cincuenta ailos despues del diluvio, y murié 4 1a edad de novecientos y cincuenta. CAPITULO SEGUNDO. EA TORRE DE BABEL. Los tres hijos de Nod tuviéron muchos hijos, y estos siguiéron mulUiplicandose en una uatural pro- gresion por nnichias alos, de modo qae en poco mas de un siglo, se end de habitantes el pais que po- seian. La necesidad los obligé 4 dividirse en cuerpos, para formar colonias distantes del pais nativo. Antes de ja separacion tuviéron junta para determinar qué se debia hacer, para dejar un monunento que hiciese célebre si nombre eutre las generaciones siguientes, La hermosa campiia de Sennaar les parecié reunir iodas las yentajas para edificar una ciudad, y una torre en medio de cila, cura cumbre legase al ciclo; y a donde pudierau salvarse en casa de otro diluvio. Estos imsensatos tenian bien presentes los fatales efec- tos del anterior, pues buscaban seguridad contra al- gun olro que pudiera ocwrir; convencidos sin duda, de que ya lo merecian su corrupcion depravada, y sus vicios abominables. El provecto era ciertamente el mas disparatado que podia formar la mente huma- nas pero ¢de qué estravagancia no es capaz la loca 20 GENESIS. mucheduimbre? fa facilidad de hacer y quemar la- drillos, la abundancia de betun para pegarlos, Ja nnultitud de trabajadoves voluntarios, ¥ el loco or- gullo de que todos se habian llenado, pusiéron en ejecucion el desatinado plan, muy remotos de tnagi- nar que en su misma obra habian de hallar su con- fusion ¥ su desgracia. El Seiior descendié para ver la ciudad y la torre que los soberbios hijos de Adan estaban edilicando con tanto ahinco; y conociendo que no habian de desistir , hasta poner en obra Jo que habian pensado, resolvid darles un castigo condigno a sa loca temeri- dad. No habia mas de una lengua entre los hombres , Ja que habian aprendido de Noé ¥ sus hijos; ¥ el Se- for con un soplo de su poder, borré de la memoria de todos hasta la palabra mas familiar, Aqui fad la confusion desordenada de todos : cada uno articulaba voces nuevas, con acentos nunca oidos antes; ¥ aun- que Jos unos querian comunicar 4 los otros su sor- presa, sc separaban sin poder entenderse : 4 la con- fasion se siguid cl tumulte ; luego abandondrou a temeraria empresa, ¥ se esparciéron por toda la tier- ra. dando a aquel lugar cl nombre de Babel que si- gnifica confusion, GENESIS. 21 LIBRO TL TERCERA EDAD DEL MUNDO. Comprende 430 atios, CAPITLLO PRIMERO. VOCACION DE AGRAHAN Y SU VIDA. Miéatras Jos hozbres no habkiron mas de una Tten- gua. y¥ se consiferaban como una sola nacion. man- tuviéron Ja tradicion de sus mayores; y aunque cor- rompidos algunas veces cn sus costumbres, nunca abandonaron 4 su Dies : pero docicntos alos despues de Ja milagrosa confusion de lenguas, cada colonia era una nacion distinta de Jas otras; la tradicion se ol- Vid, ¥ los descendieutes del justo Noé cayéron en el pecado de idolatria, haciéndose cellos mismos sus Dioses , y adorandolos 4 su modo. En este tiempo vi- via cn Mesopotamia un hombre muy justo llamado Abrahan. Este fué ef personage que Dios se digndé es- coger para mantener en la tierra la yerdadera reli- gion. « Sal de Lu tierra, le dijo el Sefior, deja 4 tus parientes, y la casa de tu padre. y ven 4 la tierra que te wostraré. Yo engrandeceré tu nombre, te ben- deciré, y te haré cabeza de una grande nacion. Ben- deciré 4 los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; y en Li seran benditos todos los linages de Ja tierra. » Dotado Abrahan de una fe firme, did 22 GENESIS. entero crédito a las palabras que le dijo el Selor + & inmediatamente comenzé 4 disponer lo necesario para su viage, Abrahan comunicd 4 su familia cl mandato que habia recibido de Dios, y su resolucion en cum~ plirle : todos se mostriron contentos en acompanarle, ¥ se seiialé un dia para ja jornada. Abrahan se puso en camino con Sarasu muger, con Lot hijo de su hermano, con todos sus criados, y toda su hacienda, porque Abrahan era muy rico en ganado yen aihajas. Este fiel Patriarca atraveso la tierra de Canaan hasta el valle de Siguen : y aqui le renové el Seiior su promesa anterior, por la que Abrahan en- tendié, que el Salvador del Mundo habia de nacer de su linaze. Poco tiempo despues desu legada 4 Canaan, sobrevino una terrible hambre, la que le obligé ir hasta Egipto, para vivir alli como peregrino. Un pen- samiento le ocurrié en el camino que Je afligié mas que 1s hambre de que huia. Sara era estremadamente hermosa, y los Egipcios eran incontinentes en es- tremo :‘si Abrahan decia que era su muger, temia le quitaran Ja vida, para quedarse con Sara, y si decia que Sara cra suhermana, recelaba que la tomase al- guno por muger, pero su vida en este caso no peli- graba. En este dilema ; Abrahan escogié el ultimo pe- ligro. y dijo 4 su muger : Sara, conozco que eres hermesa, y temo que cuando los Egipcios te vean, di- ran, este es su marido, matémosle , y quedémonos con sz muger; di pues que eres mi hermana, y asf me libraré por respeto tuyo. La aprension de Abrahan no era vana, porque la fama de la hermosura de Sara GENESIS. 23 Hegé hasta la corte, la celebraron 4 Faraon, ¥ este mando Ja llevasen 4 su palacio para tomarla por mu- ger, dando érdenes de que tratasen bien 4 Abrahan, 4 sus criados, y¥ 4 su ganado, por respeto a Sara. Por el honor de Abrahan, Dios mismo se hizo el guardian de la pureza de Sara en una situacion tan critica. Fa- raon sintié cl azote de Dios, y conociendo la causa, Nam6 4 Abrahan, se quejé 4 él por no haberle dicho gue Sara era su esposa, le rogé la tomase consigo, y se fuese con clla, y con cuanto habia traido. Abrahau se retiré despues 4 Mambré , 4 donde se establecié : y aunque estaba rico, la riqueza sola no era bastante para hacerle feliz. El deseo de tener un hijo que la heredase era su mayor anhelo, despues del deseo de scrvir @ su Dios : porque la fe, y resigna- cion 4 la divina voluntad, cra su virtud predominan- te. Dios le habia prometido un hijo, y él no dudaba de la promesa del Senor; pero Sara desconfiaba, por ser estéril, y muy avanzada en edad; por esto acon- sejé 4 Abrahan tomase por muger 4 su doncella Agar. No estando prohibida la pluralidad de mugeres, Abra- han condescendié , y tuvo up bijo en su esclava, a guien Ham6 Ismael : pero este no cra el hijo que Dios le habia prometido. La palabra de Dios debia cum- plirse , para que la fe de Abrahan tuviese su premio. EI Sciior se le aparecié, le renové la promesa, y le anunci6 claramente que Sara tendria un hijo, que ha- bia de perpetuar su nombre sobre Ja tierra. Abrahan creyd , y aunque tenia noyenta y nueve afios, y Sara 24 GENESIS. noventa y ocho, tuviéron un hijo 4 quien lamaron Tsaac. Lot se habia retirado con su hacienda a una ciudad Hamada Sodoma : pero los habitantes de Sodoma . y de otra grande ciudad veeina Hamada Gomorra, eran pecadores muy perversos 5 por lo que el Seiior resol- vid destrutrlos , haciendo llover fuego sobre aquellas dos ciudades, Lot siendo hombre juste y temerose de Dios . fué avisado por dos Angeles del Seftor, para que saliese de ta ciudad con su familia, Lot salio con su muger y sus des hijas acompaiados de los An- geles. y cuando Hlegdron a un lugar de seguridad, descendi6 fuego y azulre ardiendo, y queddron abra- sadas las dos ciudades por castigo de sus perversos moradores. Abrahian estaba ahora en cl colmo de su mayor fe- licidad doméstica : el amor que tenia a Ismael su hi- jo. el contento de ver & su amada esposa Sara con un hijo 4 sus pechos, la apacibilidad y risuefio semblante del infaute Isaac, todo cuanto le rodeaba contri- buia 4 su dicha; pero el virtuoso Patriarea no era la sola persona en la familia; Jas pasiones humanas se agitaron en les demas, ¥ por algun tiempo turbaron su reposo. Ismael tenia ya veinte ahos de edad. ¥ viendo cortada su esperanza de heredar 4 su padre, miraba con sana al legitimo heredero que era Tsaac : Agar la esclava no podia va esperar Ja elevacion de que se habia lisonjeado; y Sara teniendo ahora un lujo suyo, estaba zelosa del hijo de la esclava, Ismael jugando un dia con Isaac le traté mal, lo cual visto GENESIS, 25 por Sara, insistié con Abrahan , que echara fuera de casa al hijo y dla madre. El justo Patriarca se resis— tia, hasta que el Sehor le mand6 hacer lo que Sara le pedia, prometiéndole proteger a Ismael, y hacerle ca- beza de otra nacion grande. El fiel Abrahan obedecid; eché de su casa al muchacho y 4 su madre , no dan- dole mas que un poco de pan ¥ agua para su camino, en el que hubiera perecido. si el Sefor no Je hubiese preservado; y fiel 4 su promesa, le hizo despues ca- beza de la nacion que ilamamos Arabes. Abralian amaba tiernamente a su hijo Isaac , pero amaba mucho mas a su Dios, como lo mostré en el admirable ejemplo de fidelidad y obediencia siguien- te. Dios le mandé Wevar 4 su amado y tinico hijo al monte de Moriah, y ofrecerle alli en sacrificio. Abra- han se Jevanté antes de amanecer. ¥ se puso en ca- mino con Isaac y dos criados de su casa; miéntras ca- minaban , dijo el hijo 4 su padre; aquf va la lefia y el fuego. mas ¥o no yeo la victima del holocausto, Abra- han Ie respondi6, hijo, Dios nos proveera con un ¢cor- dero. Luego que legaron al lugar seialado por Dios , mandé Abrahan a los criados que aguardasen alli su vuelta, y procedié con su hijo al sitio del Altar, ha- biéndole hecho cargar ai hombro la lea para el sa- crificio, KE] obediente Patriarca acomoudd la pira, ¥ sobre ella puso al hijo, atado de pics y manos; luego sacé el cuchillo , y estendié el brazo para degollar al muchacho, La firme obediencia del padre. y la per- fecta resignacion del hijo era el solo sacrificio que Dios queria le hiciese esta virtuosa familia, y verilicado 26 GENESIS. este , quedé e] Sefior complacido. Un Angel detuvo el ya Jevantado brazo del Patriarca , diciéndole : « Abra- han, no hieras 4 tu hijo; ahora he conocido que temes a tu Dios, y que no has perdonado a tu hijo unigénito, por amor de mi. » Abrahan volyid la cara al monte, -y vid un carnero enredado por Jas hastas en wn zar- zal, y tomindole, le ofrecio en holocausto en lugar de sn hijo. En premio de su obedicncia, le repitié el Seiior la promesa que le habia hecho antes, de que todas las familias de Ja fierra serian bendecidas en él Sara vivid ciento y yeinte aos, y murié con gran sentimients de Abrahan y de Isaac. Despues de su muerte, sictiéndose Abrahan muy viejo, quiso casar & su hija Isaac. Un enlace matrimonial en un pais id6- Jatra era asunto de grande consideracion para ¢l re- ligioso Patriarca ; y al fin resolvi6 mandar un comisto- nade de toda su confianza a su pais nativo, 4 donde lenia parieutes que no habian olvidado 4 Dios, con esperanza de hallar ally una esposa digna de su hijo. Este comisionado era el mayordomo principal de su casa ¥ hacienda; quien despues de haber recibido sus instruccioues, partid & su commision, movtado en un ca- mello. y Jevando juntamente algunas acémilas de re- puesto. El viage fué mas largo de lo que se habia imagi- nado; y habiendo caminado las bestias por muctios dias sin beber, hubieran perecido de sed, sila Provi- dencia divina no los hubiera conducido 4 um abun- dante poze. Cuando el mensagero vio Ja saludable GENESIS, 27 fuente, ¥ conocid ser aquel el lugar de su comision, se arodilld para dar gracias 4 Dios, y dirigiendo luego. los ojos al Cielo , esclamé : Seflor Dios de Abrahan, asisteme en este dia, y ten miscricordia de mi amo : aqui estoy cerca de la fuente del agua que tanto ne- cesito; dirige hacia ella la doncella que destinas para wuger de Isaac, y damela 4 conocer por su genero- sidad en socorrerme cou agua, tanto 4 mi como a mis camellos, Apénas habia acabado esta oracion, vid acercarse al poze a la hermosa Rebeca con un canta- ro, para dar de beber dsus ovejas. Cuando la modesta doncclla se yolvia 4 su casa con el cantaro lleno, el mensagero corrié hacia ella, pidiéndole le diese de bebers; y Rebeca no solo le did de beber , mas infor- mada de la necesidad de los camellos volvié al pozo, de donde ella misma sacé toda el agua que las bestias quisiéron beber. El mensagero le pregunt6 por su nombre y familia; y por su respuesta supo que era hija de Batuel hermano de Abralan :-noticia que le agradé mucho, conociendg ahora Ja voluntad del Se- fior. Luego la acompaiid 4 su casa, la pidié por es- posa de Isaac, y mosirando sus credenciales, por los presentes que ofrecié Ge parte de su amo, el padre de Rebeca consintid la-levase consigo 4 caga de Abraltan. . Isaac estaba pascandose por ei campo una tarde, cuando vid venir la comitiva en sus camellos, ¥ salié al encuentro para recibirlos. Viendo Rebeca venir aquel hombre hacia ellos. pregunté al mensagero quién cra, é informada que cra el hijo de Abrahan, 28 GENESIS. su futuro esposo, se aped del camello, ¥ con gran modestia se cubrid Ja cabeza con un velo, como se usaba en aquellos Hempos. Isaac se acerceé, la saludé cortesmente, y 1a condujo 4 la tienda de su difunta madre, Pocos dias despues se efectud ct casamiento de Isaac con Rebeca, con tanto gusto de Abrakan, que se le templs el dolor que habia sentido desde la muerte de su amada muger Sara, \brahan vivid ciento setenta y cinco alos, y sus hijos Isaac & Ismael se- pullaron su cucrpo cn Ja cueva doble que estaba si- tuada en el campo Efron , al lado de su amada cow- patiera Sara, Este santo Patriarea sirsié fielmente al Seiior su Dios todos los dias de su vida, y merecid ser llamado el Padre de tos Creyentes, Despues de la muerte de Abrahan , el Setior hizo a Isaac la misma promesa que habia hecho a su padre, de que todas las naciones de la tierra serian bendecidas en él. CAPITULO SEGUNDO. EL PATRIARCA ISAAG. Isaac y Rebeca tuviéron dos hijos despues de haber vivido veinte anos sin sucesion ; y como en esta con- sistia la felicidad y gloria del linage de Abrahan. Isaac hizo una fervorosa stiptica al Sefor para que le con- cediera un hijo. Dios oyd su rucgo, y Rebeca conci- bid dos mellizos , los que desde el vientre de su ma- dre principidron 4 luchar y disputarse Ja primacia. GENESIS, 29 Aquella intestina guerra de los aun no formados in- fantes alarmé mucho 4 Ja virtuosa madre , y se puso en oracion para consultar al Sefior. Dios le did6’a en- tender lo que habia de sucedey . en estas palabras : Dos gefes de naciones cstan en tu seno, y dos pue- blos seran divididos deste tu vientre: el mo subju- gara al otro, ¥ el mayor servira al menor. Llegado el tiempo de la parturicion, los dos hermanos se dis- pularon los primeros rayos de luz. Esai rubio, veilude y mas fuerte rompio primero la barrera que detenia & su ambicion, y salié al mundo : Jacob déeil y deli- eado se presenté al punto. con la mano asida al talon de su hermano, como si protestara contra la violencia que se le hacia. Los dos creciéron segun sus disposi- ciones innatas , Esaui atrevido, guerrero y aliciouado 4 la caza; Jacob apacibie, doméstico y prulente. Esatt sabia la promesa que Dios habia hecho a suabuelo Abrahan, y 4 su padre Isaac, y debia esperarla en su persona como primogénito, pero no la apreciaba como debia, ni servia 4 Dios. Jacob mas amante y te- meroso de Dios descaha ser la cabeza de aquella gran nacion, que habia de proceder de sit abuclo. y 1a que -eon cl tiempo debia poseer la tierra de Canaan. Este deseo no fué vano, pues se cumplid con las circins- tancias que et Sefior habia revelado 4 la madre antes de su nacimiento. Fl derecho de heredar aquel prin- cipado pertenecia A Esati por su primogenitura; mas para la perdicion de Esau, ocurrié un suceso que trastornd primero el derecho, y despues la posesion, Esai volvio de la caza un dia muy fatigado. y ham- 1. a 30 GENESIS. Lriento, a tiempo que Jacob estaba comiendo un po- tage de lentejas; la vista delplato, aunque no muy re~ galado. estinuld mas el apetito del impaciente Esa , y rogé al hermano que Je diera aquel potage : Jacob respondid ustutamente , que se le daria de buena ga- na, sie cedia su primogenitura por aquellas lentejas; Esau espresé su libre consentiniiento, y vendié necia- mente 4 Jacob su privilegio de ieredad por una tasa de pulaics mostrando en esta acasion el poco apre- cio cue hacia de las promesas de Dios. Jacob debia sin Cuda haber cedi:lo gencrasamente aquel potage a su necesilado hermano, pero ahora solo pensd en re- ecbrar por cualquier medio lo que creia le labia usur- pado Lsxu por la fuerza. Jacob, como quiera, habia adqurido ya el derecha, y solo le fallaba la confir- macion para poseer la disputada herencia, Esta la 3) Rebeca por una estratagemla muy singular, auygac culpanle. ta dis ové Rebeca a su marido Isaac, que decia a Fsai: «Hijo mio. ya ves que he envejecido, y no sé cL Gh Ce nid muerle 5 toma pues tus armas, la aljaba y elareo. ¥ v6 al campo; cttando hubieres cazado al- hazme de ella un guisado, como sabes Guc es Ge imi guslo, ¥ traemelo para que lo coma, y te Lawliga mi avima anies gue maera. » La inteligente Rebeca, a quien no se le escapa cosa alguna que pu- cies interesar a su favorito hijo Jacob, penetré todo ei scuti¢o de aquellas palabras; Hamé al instante A Jaceb, y le persnadid a ponerse los vestidos de su hermano, Nevar wn plato de guisado a su padre. y GENESIS. 3t hacer ercer al pobre viejo, ciego, y debilitado Isaac, que él era Esati. Jacob hizo puntualmente todo lo que su madre le aconsejd, y engahado de este modo el decrépito Patriarca , le bendijo diciendo : « Dios te dé del rocio del cielo y de la grosura de Ja tierra abun- dancia de trigo y de vino. Sirvante los pueblos, y adérente las tribus; sé Seiior de tus hermanos, ¢ in- Clinense delante de ti los hijos de tu madre. El que te maldijere , maldito sea, y el que te hendijere , sea col- mado de bendiciones. » Apénas habia acabado Isaac de promunciar estas palabras, volvié Esai de la cazas adcrez6 él mismo un plato del venado que habia cogido,y muy contento Je ley6 a su padre, regandole se levantara un poco, comiera de la caza, y le bendijese. «Quién eres tui? Je pregunt6 Isaac. — Yo soy Esau, » respondié el hi- jo. Al oir esto, Isaac se espantd con pasmo vehe- mente, y marayillado mas de lo que se puede creer, eonocio que le habian engadado. Cuando Esau supo que su hermano Ja¢ob le habia arrebatado la hendi- cion gue su padre le preparaba, se enfurecié en es- tremo, grité y Noré amargamente, «Dame, padre mio, otra bendicion , » esclamd; y el virtuoso Patriar- ca, sensible al justo, y ya irremediable dolor de su hijo primogénito , inspirado por el Sefor, did otra bendicion 4 Esau, por cuyas palabras entendié elara- mente que la grande nacion que habia de poseer la tierra de Canaan, habia de descender de Jacob, y no de él. Esto le irrilé tanto. que amenaz6 quitar la vida & su hermano Jacob, luego que niuriese Isaac. 2 GENESIS. Rebeca, que andaba alerta y iodo lo oia , persuadid A Isaac que mandara 4 Jacob a Haran, pais muy dis- iante, adonde su hermano Laban vivia con el resto desu parentela. Asilo hizo Isaac, encargando al mis- mo tiempo 4 Jacob se casara alld con una de Ja familia. Jacob se hallé pues obligado 4 dejar 1a casa de su pa- dre, 4 donde vivia regaladamente, y emprender un largo viage 4 pie, solo ¥ fugitive, grabada en su ima- ginacion Ja cdlera de su irrilado hermano, ¥ privado de las riquezas, aunque fraudalosamente adquiridas , que ya le pertenecian. La apasiouada madre fué tam- Dien obligada 4 privarse de su amado hijo al que no yolvié a ver; mas la madre y el hijo mereciéron muy Dien estos trabajos por la falsedad y engafio que prac- ticaron con cl anciano Isaac, para obtener una ben- dicion que Dios le habia prometido, y hubiera sin duda cumplido sin dividir la familia. Isaac vivid en aguel estado invalido por algunos aos. y murip a la edad de ciento y ochenta aitos, consumido de la vejez. ee CAPITULO TERCERO, EL PATRIARGA JACOB, Jacob se puso en camino segun Ja disposicion de su padre, y habiendo Iegado 4 un cierto lugar al po- nerse el Sol, le fué preciso descansar alli aquella no- che sobre el duro suelo, y poner una piedra por ca- becera. La buena {ndole de este joven, el aborreci- GENESIS. 33 miento que tenia 2 los idolos de los vecinos, la fideli- dad cou que servia 4 su Dios, estas virtudes, raras en aquel tiempo, inclinaron la compasion del Senor hacia el pobre caminante, y fué consolado con wn sueiioa misterioso. Jacob yi6 una escalera, cuyo pie estaba en la tierra, y suremate tocaba al cielo, por ja cual subian y bajaban los Angeles de Dios. Sobre lo mas alto de la misteriosa escalera estaba el Seilor, y mi- rando a Jacob, le dijo: «Yo soy el Sefor Dios de Abrahan, y el Dios Ge Isaac tu padre ; la tierra en que duermes sera para ti y tu posteridad : tu descenden- cia serd muy numerosa, y bendeciré 4 todas las na- ciones en ti: yo seré tu guarda, adonde quiera que tueres; y te volveré a esta tierra, sin dejarte, hasta haber cumplido todo lo que te he prometido, » Luego que Jacob desperté de aquel sueno, dijo en- tre si: « Verdaderamente es esta la casa del Senor, y yono lo sabia. j Qué lugar tan santo es este! » En es~ tas contcmplaciones pas6 el resto de Ja noche, y le- yantandose al amanecer, tom la piedra que le habia servido de almohada. y la erigid per titulo de here- dad. Luego alz6 los ojos al cielo, & hizo el voto si- guiente : Si fuere Dios conmigo, y me guardare en el camino, por e} que yo ando, y me diere pan para comer y vestido para cubrirme, y volviere felizmente Ala casa de mi padre, no tendré otro Dios que el Se- jior, y le ofreceré el diezmo de todo lo que me diere. Jacob entonces signid su camino hacia el oriente, y at fin de su jornada Hegé 4 un sitio, adonde vid un po- 20, Y tres halos de ovejas echadas al rededor : por los 84 GENESIS. pastores supo que aquellos rebaiios eran de Laban , su tio, ¥ que su hija Raquel vendria presto al pozo para dar de beber a las ovejas. Durante esta conver- sacion legs Raquel, ¥ Jacob, despues de saludarla, fué al pozo con mucha galanteria, quité la piedra, y di6 de beber al ganado ; luego declard 4 Raquel quien cra, y esta fué corriendo 4 contarlo a su padre. De- seoso Laban de ver dun hijo de su bermana, vino apresurado a recibirle , y Ic levé a su casa, 4 donde Jacob le espuso los motivos de su viage, y Laban le dio asilo en su familia, . Jacob siendo joven y prudente, no queria estar ocivso en casa de su tio, y asi le ofrecid su servicio personal. Laban se mostra razonable cn no consen- tir que su sobrino trabajara de balde , y por tanto le ofrecio un salario, El dinero no estaba en uso. gana- do tenia Jacob en abundancia en casa de sus padres, todo lo que necesitaba era wna esposa. y cemo la her- -mosa Raquel Je habia agradado. la picid al padre por premio de siete anos de trabajo en su casa. La pro- puesta fué aceplada. y desde aquel dia principio Ja- cob su servicio. feliz con la esperanza de quedar re- compensado con la mano de su hermosa prima. Lle- gado el descado término de los siete alos. pidid Ja- cob ja suspirada esposa, y Laban preparé un banquete para celebrar las bodas. Raquel tenia wna hermana mayor, Tamada Lia, la cual parece tenia nada de hermesa; el padre no podia tolerar la idea de ver su hija menor casada, y ala mayor privada de matri- ‘monic; por lo que formé la estraiia resolucion de ca- GENESIS. 35 sar a Lia sin ser solicitada por nadie, engaiiando 4 Jacob del modo mas desagradable. En la misma no- che del casamiento, concluida la cena, fué conducida Ja novia 41a cama nupcial con la acostumbrada cere- monia, y entonces Laban mandé que Lia ocupase el lugar de Raquel. El inocente Jacob se recogié sin la menor sospecha, atribuy6 4 puilor cl constante silen- cio de la intrusa esposa, hasta que la claritad del dia je descubriéd el funesto engaiio. Se quejé amarga- mente 4 su suegro de la injusticia que le habia hecho; y este, para apaciguarle , ofrecié darle tainbien 4 Ra- quel por muger, acabatdos los sicte dias usuales de boda. con condicion sin embargo, de que le habia de servir otros siete ailos. Ninguna condicion era dura para Jacob, cou tal de conseguir la amable Raquel; y estando permitide en aquellos tiempos tener 4 dos hermanas por mugeres, consintid, y pasada la se- mana se casdé con ella. Pasados los calorce aios de servicio de Jacob , sin haber ganado mas fortuna que sus dos mugeres y va- rios hijos . pidid licencia al desabrido suegro , para re- tirarse 4 su patria Canaan, 4 donde podia proveer para su aumentada familia. Laban veia Ja riqueza que habia juntado bajo cl manejo de Jacob , y no queria privarse de su servicio, mas por interes. que por afecto; y asi para retencrle consigo, le ofrecid la mi- tad de la cria del ganado. Jacob consintid, y quedd seis aiios mas, multiplicando el Seor su parte, hasta tener muchos halos de ganado, El mfsero Laban mi- raba con envidia la prosperidad de Jacob, y temiendo 36 GENESIS. este las desagradables consecuencias de los zelosé ira de su tio ysuegro, tomd el partido prudente de reti- rarse, en Ja ausencia de Laban , con su muger, sus hijos ,y su hacienda. Cuando Laban supo la partida de Jacob, junté 4 todos sus dependicntes , los armé , y sali con ellos en su seguimiento, y a los siete dias le aleanz6 : pero el Sehor que habia amonestade a Jacob su vuelta d Canaan ,le protegié ahora. amenazando a Laban, si malurataba di Jacob en obra éen palabra. La+ ban temiendo la culara de Dios, se acerco a Jacob, hablaron en amistad. y se separaron cox promesa de olvidar lo pasado : el padre besé a sus hijas y a sus nieius, les did su bendicion, y se volyié a su easa. ai’ Jaceb siguid su camino. y cuando se acered 4 su deseada patria, supo que su hermano Esau, notivioso de su venida, le salia al cucuentro con cuatrocientos hombres de armas, Esta intetigeacia puso 4 Jacob en Ja mayor consternacion. porque temia que Esati an- siaba por vengarse de 61, a causa de los agravios que Je habia hecho. Confiade ahora en la proteccion del Senor, se adelantd con la esperanza de apaciguarle col prescutes y acatamiento ; y cuando Hegé cerca de Esad , se inclind siete veces en seiial de respeto. El airado hermano se ablando tanto con esta pacifica conducta de Jacob, que olvidando todo en aque! mo- mento, corrié a abrazarle, y besarle. De este modo yolvio Jacob con toda su familia felizmenie 4 la tierra de Canaan, adonde halldé vive todavia 4 su anciano padre Isaac, ef cual se regocijé mucho con ta vuelta de su hijo, despues de veinte afios de ausencia. Este GENESIS. 37 es el Patriarca Jacob , 4 quien el Sefior le did, du- rante este viage , el nombre de Israel, que tantas ve~ ces se menciona en Ja Santa Escritura. Doce fuéron los hijos que tuvo en sus dos mugeres ; los cuales fué- ron los padres de las doce tribus de Isracl : sus nom- bres y el Orden en su nacimiento es como sigue. tr. Rubea, 5. Daa. 9. Isacar. 2. Simeon. 6. Neftali. 10. Zabulon.. 35. Levi. 7. Gad. 11. Josef. 4. Judd 8. Aser. 12, Benjamin, CAPITULO CUARTO. EL PATRIARCA JOSEF, Josef hijo de Raquel cra el favorito hijo de Jacob, La ternura de su edad, la bermosura de su persona, la sinceridad de sus razonamientos, la pureza de su alma, eran virtudes que excarecian mucho el mérito de este joven inocente. Su anciano padre se deleitaba ensu compaiila, y sin intencion de ofender 4 los de- inas hijos, le habia hecho una tiinica miuy vistosa, pa- ra espresar el singular amor que te tenia. Sin embar- go, esta visible demostracion de] afecto tierno de un anciano padre produjo en los demas hijos un odio inconcebible 4 este muchacho , el cual se aument6 , cuando supiéron que. habia contado 4 su padre una mala accion que habia visto en ellos. Este caéndido niko , & quien Dios le mostraba en sueiios su futura grandeza , referia con senciliez los misteriosos sueios a” 38 GENESIS. que él mismo uo comprendia, Anoche soné , les di- jo un dia, que todos los hermanos estabamos atando gavillas ; mi gavilla se levanté, y las vuestras esta~ ban adorando fa mia. Otro dia Ies conté, que habia visto al Sol. 41a Luna y once estrellas que le adora- ban: ¥ sicudo estos suefios tan faciles de interpretar, su significacion devoraha de rabia a los hermanos , mientras que ef padre contemplaba algua misterio en aquellas palabras, , Un dia le mandé su padre ir al campo , para infor- marse como estabau sus hermanos, ¥ el estado del ga~ nado ; y Josef fué muy contento . ignorante de la ma- la yoluntad que le fenian., y mucho mas de la crimi- nal conspiracion que babian formado contra él. Luego que le viévon Jegar cerca, resolvicron matarle : pero Ruben que era ménos barharo que los demas, les persuadid a arrojarle en una cisterna que estaba alli, para que pereciese de hambre, y no wauchar sus ma- nos con la sangre del muchacho. Muy Duena seria la intepcion de Ruben ev dar este consejo ; pero siendo et hermano mayor. debia haberse opuesto a toda ofensa contra un hermano menor de solo diez v seis afios. Otro hermano de aparente compasion , pero no - Ménos criminal, sugirié laidea de yender al muchacho & unos Ismaclitas que tratabari en esclayvos, y que a la sazon pasahan por aquel camino. El que era la hon- Ta, y habia de hacer la gloria de la casa de Jacob, fué vendido por una miserable cantidad de veinte pe- sos. ¥ conducido como esclavo 4 los mercados de Egipto, No solo dividiéron entre si estos viles fratrici- GENESIS. 39 das, el precio de aquella sangre inocente , mas se sen- taron 4 deliberar 4 sangre fria el modo mas ingento- so de engaiiar al anciano y virtuoso padre. Un ino- cente cabrito fué degollado . para que susangre repre- sentara la de Josef : y manchando con ella su ttinica, la desgarrdron y mandaron 4 Jacob, para hacerle ereer que su hijo predilecto habia sido devorado por las fieras. El santo Patriarca reconoci6 Ja vestidura , ¥ engaiiado por la sangre que veia, sintiéd en el cora- zon la muerte de Josef, rasgo sus vestidos, ¥ Hord la desgracia de] nino por toda su vida, Los crueles hermanos que creian haber efectuado la perdicion del uido sofador, no hiciéron mas que acelerar el cumplimiento de los suetios de Jas gavillas ¥ de las estrellas , postrandose a sus pies y adorando- le. Josef fué llevado & Egipto, y vendido 4 Putifar, comandante general de la guardia de Faraon; 4 quien sirvid con tanta fidelidad ¥Y acierto en el mauejo de sus negocios , que le hizo mayordomo principal «de su casa, y le trataba como anigo. Josefse hallaba aliora en grande prosperidad, y era necesario acrisolar su yirtud, para hacerla mas aceptable al Senor; asi fué la castidad de Josef en el palacio de Putifar, 1a mu- ger de este principe concibié una fuerte pasion por el hermoso esclavo , tanto mas criminal, cuanto cra des- enfrenada ; ¥ olvidando todo lo que se dehia a si mis- ma, todo lo que debia 4 su marido, le descubrid su yergonzoso deseo. E] justo Josef rebatid la infidelidad desu ama con la obligacion que 6] tenia 4 su Dios, y la gratitud que debia 4 su Seftor. ¢ Como es posi- 40 GENESIS. ple, le respondio, que yo haga esta maldad contra mi Dios? cémo es posible que yo ofenda 4 mi Senor. que ha puesto en mi poder todo cuante tiene, sin saber lo que posee 2?» pero donde la pasion domina , queda es- tinguido el uso de la razon. Un dia se encontrd sola con él. y frenética con la ocasion, guiso precipitar & Josef ; el casto siervo , no teniende testigos en su jus- lificacion , apelé a la huida, pero en Ja confusion dejd desgraciadamente su capa en manos de su Ama. Frus- trado el intento criminal de esta perversa muger, grité, alarm6 la casa, y levanté un falso testimonio 4 Josef, para ocultar su propia fragilidad. E] crédulo Putifar engafiado con apariencias , equivocd la delin- cuente con elinocente, é irritado contra su siervo , le puso en prision, EI Alcaide de la carcel conociG pronto que Josef era bombre iuocente, virtnoso y fiel, le did toda sa confianza, y puso todos los presos bajo su cuidado.. Entre los conlinados %n aquella prision, habia dos criados del Palacio de Faraon. uno erasu copero,y el otro era e] panadero; ambos aguardaban con sobresal- to cl fin de sus causas, Los dos tuvidron suenos que los afligiéron muchisimo. y como Josef Los viese tristes y pensativos, Jes pregunté la causa, El] copero le dijo, que habia sohado ver una cepa con tres sarmientos, que brotaban. cernian ¥ maduraban los racimos , los que él mismo esprimtia en una copa, para darle de beber 4 Faraon; ¥ que estaba muy triste por no en- tender el sueiio. Josef le dijo, esta es la interpreta- cion de tu suefio : los tres sarmientos, son tres dias, GENESIS. at pasados los cuales, seras restituido a tu ministerio, EI panadero que oyé una interpretacion tan favorable, se dié priesa 4 contar cl suyo; yo vi, le dijo, que tenia tres canastillos de harina sobre mi cabeza, y en el mas alto habia unos panecillos y roscas los que se co- miéron unos cueryos que volaban al rededor. Josef le dijo, esta es la interpretacion dle tu suefo: los tres ca- nastillos son tres dias, pasados los cuales seras ahor- cado , ¥ los culervos comeran tus carnes. El panadero oyo con sobresalto la funesta interpretacion de su sue- ho, y sintié la fatal verificacion , cuando cl tercer dia fué conducido al patibulo. El copero vi6 con mucho gusto la yerificacion del suyo, cuando al tercer dia fué restituido 4 sus honores. Josef le rogé encareci- damente, se acordase de él, y espusiera al Rey su inocencia, para que le diese su libertad, lo que pro- melio hacer, mas cuando este palaciego se ¥id en sit prosperidad , se olvidé de Josef y de su promesa; hasta que pasados dos anos se acordd de su situa- cion, por la necesidad de interpretar los sueiios de Faraou. Este Rey tuyo dos sueiios en una sola nochie : en el primero vid salir del rio siete vacas gordas y hermo- sas; y despucs saliéron otras sicte feas y flacas que se comiéron 4 las primeras. En cl otro vid brotar siete espigas de trigo Menas y hermosas; y despues bro- taron otras siete delgadas y picadas del tizon, que infestiron y echaron 4 perder jas primeras. Espan- tado y pesaroso por no poder entender aquella vi- sion, Faraon envid 4 Wamar a todos los sabios y adi- 12 GENESIS. vinos de Egipto, y venidos 4 palacio, confesaron que no podian interpretar cl suefo del Rey. El copero, gue necesitaba ahora de Josef para la quictud de su Amo, se acordé de él, é informé al Rey de su don de interpretacion. Josef fué traido al palacio, é infor- mado de los sueios, respondid : « Las interpreta- clones pertenecen i Dios; espero que él Senor dara bor mi boca una respuesta de pazd Faraon, Lossueios del Rey son una misnia cosa, ¥ Dios le ha mostrado en ellos lo que va @ suceder : habra siete alos de abun- dancia en Egipto , y luego seguirin otros siete anos de grande esterilidad. » Entonces Josef aconscjé al Rey almacenar en los siete aos primeros todo el trigo que fucse necesario para los otros siete. Faraon quedé tan satisfecho de la sabiduria y virtud de Josef, que mand6 a su camarero prov cer ricos vestidos para él, sehalarle una carroza igual a la suya, y ponién- dole él misnio una cadena al cucilo, le hizo proclamar Gobernador general de todo el Egipto, y concluyd la ceremonia diciéndole : « Yo soy Faraon, sin tu orden ninguno movera mano 6 pic en todo el Egipto. » Los siete afios de abundancia viniéron, como habia predicho Josef, y luego siguiéron los otros siete de esterilidad , no solo en cl Egipto, mas en los paises mas distantes. La penuria fué sentida hasta en la re- mota region de Canaan; y sabida por Jacob la opor- inna provision de trigo lecha de antemano en Fgipto, mandé 4 sus hijos ir alla, y comprar el trigo nece- sario, quedandose solo con e] hijo menor Benjamin, borque temia le sucediese algun mal, Aun no estaba GENESIS. 43 cerrada la herida que habia hecho en su corazon la creida desgracia de su amado hijo Josef. Luego que Jos hijos de Jacob Hegaron a Egipto, se dirigiéron al Goberpador del reino , solicitande algunas cargas de trigo. Josef }os conocid, sin ser conocido de ellos, ¥ deseando saber si sus hermanos eran todavia tan malvados como cuando le vendiéron por esclavo, les hablé con aspereza, Hamandolos espias , y amenazin~ dolos con la carcel. Consternados los hermanos con el inesperado peligro, Je respondiéron : «No es asi, Sefor; mas tus siervos solo han venido 4 comprar alimentos. Todos somos hijos de un solo padre : ve~ nimos de paz, y tus siervos no maquinan mal alguno ; doce hermanos somos, el mas pequenie ha quedado con nuestro padre. y el otre ze existe ya. — Sois es- pias, replicd Josef; y por vida de Faraon que no saldréis de aqui. hastt que venga vestro liermano menor.» Y entouces los mando Hevar a Ja carcel. Tres dias despues los puso en libertad, y les dijo: «Si es verdad lo que deeis. id con el trigo i yuestra casa, pero wo de resotros ha de quedar aqui. hasta que traigais 4 vuestro hermano; y mandando atar a pre- sencia de elles 4 Simeon, le mand9 4 la prision. Ahora sintiéron los remordimientos de wha concien- cia culpable. ¥ creyendo que Josef no cntendia -el dialecto de Canaan. porque les hablaba por intér- prete, se decian wno A otro : « Justamente padecemos esto, porque pecdmos contra nuestro hermano, vien- do la angustia de su alma, cuando nos rogaba, y no Ie oimos : por eso ha yenido sobre nosotros esta tri- ah GENESIS. bulacion. » Con licencia de Josef se pusiéron en ca- mino, ¥ cuando Legaron a su casa, vacidron los sa- cos, y vidron con grande admiracion , entre el trigo , el dinero que habian pagado por Gl, Josef habia man- dado secretamente poner el dinero en cada saco, despues de lienarlos de trigo. Luego informaron a Jacoh de todo lo que habia sucedido en el viage, y cuando le dijéron gue Simeon quedaba en cadenas, hasta que llevasen 4 Benjamin, esclamo el Patriarca penetrado de dolor: « Vesotros me vais privando de sis hijos; Josef ya no existe, Simeon encadenado en Egipto, y ahora me quereis privar de Benjamin : no, no ira mi hijo con vosotros, porque si le acaeciere alguna desgracia, moriré de pesar.» Ruben, el pri- mogénito . le respondié : « Padre y Seiior, aqui tienes dos hijos mios, matalos, si no te volvicre 4 Benjamin ; entrégale en mi mano, ¥ yo Ce le restituiré. » Los viveres que habian traido los hijos de Jacob se acaburon , y era preciso traer mas. No querian volver 4 Fgipto sin evar a Benjamin ; y el anciano padre se vid obligado a ceder & la necesidad, ¥ cousintid en que fuera cou ells su hije menor, Para ganar el afecto del Gobernador, ¥ que le dejara volver todos sus hi- jos, manda Jacob que levasen regalos de las mejores producciones de la tierra, y doble cantidad de dinera para pagar por el trigo; asi mismo el dinero que ha- Dian hallado en fos costales. creyendo hubiera suce~ dido por yerro, Hechas todas estas prevenciones ca- minaren 4 Egipto, y cuando Josef supo su Iegada, mando 4 sy mayordomo recibirlos y tratarlos muy GENESIS. 4S bien, y que preparase un banquetle para que aquellos Hebreos comieran con 6]. Los hijos de Jacob, al ver un tratamiento tan inesperado , se Ilenaron de sospe- cha. ¥ lemiendo que ‘la circunstancia de Hevarse el primer dinero en los costales se atribuyese & robo, se consideraban perdidos, 410 ménos quedar escla~ yos en Fgipto. A fin de justificarse, dntes que se les acusase por esto, informaron al mayordomo, que alli yolvian el primer dinera, que sin saber como, habian hallado dentro de los costales. EL mayordomo les ase- guré no teniau que temer cosa alguna, que aquel buen tratamiento que esperimentaban era efecto de la Dondad del Gobernador, y para couvencerlos mas, les trajo libre a Simeon. | : A inediodia Jes dié audiencia Josef, y entrando 4 su presencia, se postraron en tierra los once herma- nos, y le adoraron ; luego sacaron los presentes, ¥ teniéudolos en las manos, se los ofreciéron. Josef les hablo con mucha afabilidad, y les pregunté por su padre : luego fijd los ojos en Benjamin, y les preguntd si era aque) e} hermano mas pequeio de que le habian fhablado. Josef no pudo aguardar la respuesta. por- que conmovido su corazon del mas tierno afecto, le corri¢ron tas lagrimas por el rostro, y se retird 4 su aposento para llorar libremente. Llegada la hora de comer. Volvid Josef al cuarto donde estaban sus her- manos; y no siendo permitido 4 los Egipcios comer con los Hebreos, se senté a otra inesa, desde la cual hacia platos, y se los pasaba por mano de criados. As{ pasdron aquel dia muy contentos, y admirados de 46 GENESIS. la bondad del Gobernador, el que les sefalé el dia si- gniente para su partida,, y se despidié de ellos. Yenida la maiiana, mandé Josef a su mayordomo que lenase de (rigo los costales , poniendo el dinero dentro de cada uno; y que pusiese tambien en el saco de Benjamin la copa de plata de su uso; lo cual he- cho sin que lo advirtiese alguno, cargdron el trige, y se pusiéron en camino. Luego que se alejdron un poco, mand6 Josef detencrlos, acusindolos Aspera- mente de ingratilud, y del rebo de la copa de plata. Los hijos de Jacob, aunque habian sido crueles con su hermano Josef, no eran capaces de comcter el crimen tan odioso que les imputaban ; protestaron yivamente de su inocencia, y bien persuadidos ce ella, suplicaron, por su honor, que registrasen los sacos y sus personas en aquel momento: y que si se hallase la copa en poder de alguno de ellos, que muricse al instante, y quedasen eselivos los demas. El mayor- domo Jes respondid : « No es juste que padezca otro sino el culpado, v sila copa se hallare en poder de alguno. ese solo quedara en esclavitud. » Al inslante descargaron, los costales, y los abriéron; cl mayor- domo comenz6 4 regislrarlos por orden, y asi siendo Benjamin ¢]l menor en edad se hallé la copa en el w- timo costal, 4 vista de todos. La apariencia del robo, de un crimen tan abominable, ‘despues de tan solem- nes protestaciones de inocencia, los conturbd en es- tremo; atonitos, no sabian que hacer; y cnmudeci- dos. no podian hablar, Un misnyo sentimiento movi A todos; 4 un mismo tiempo rasg-dron sus vestiduras , GENESIS. 41 y se echaron 4 llorar; no tenian mas pruebas que alegar en su defensa que Ja inocencia ; y sienco esta sospechada ahora, a vista del cuerpo del aparente de~ lilo, no les quedaba prueba alguna en su defensa. En un caso tan fortuito, no habia otro recurso que 4 la resignacion; Inego cargaron sus bestias, volviéron 4 la ciudad, y todos 4 una, sin hablar una palabra, se postrdron en tierra delante de Josef. Esta fué la ven- ganza que cl ofendido hermano tomo de ellos, por sa inhumanidad en haberle querido matay, en haberle ar~ rojado 4 un pozo, y en haberle vendido por esclavo; atormentarlos en cl espfritu, como ellos habian afligi- do el alma de su anciano padre. Juda, en nombre de todos, dijo 4 Josef: «Sefor, | Dios ha haliado la iniquidad de tus siervos . ¢ qué po~ drémos responder, qué podrémos hablar, 6 qué po~ adrémos alegar en neestra justificacion? todos nos- otros. Sefor, somos ahora esclayos tuyos, — No per- muita el Scitor que yo consienta en tal cosa, dijo Josef; e} que ha hurtado Ja copa, ese solo sera mi esclavo 5 y yosotros marchad libres 4 ynestra casa. » Silos hijos de Jacob s¢ habian consternado hasta agui con el creido robo, era por un sentimiento de vergitenza y confusion. mas gue por otra cosa; mas cuando Josef Jes mandaba volver a casa de Jaco; sin Benjamin , sin- tiéron el peso del mas terrible castigo. Sabian muy bien, que al oir el padre la esclavitud de su Benja- min, moriria atravesaco de dolor; ¥ penetrado Juda de este sentimiento, dijo 4 Josef: « Ruégote, Senor, te dignes eseuclar una palabra de tu siervo, y no te As GENESIS. enojes con tu esclavo. La primera vez que vinimos a comprar alimentos, nos preguntaste si teniamos padre 6 hermanos. y nosotros te respondimos que teniamos un padre anciano, y un hermano muy joven que le nacié en su vejez; que otro hermano menor, hijo de la misma madre, habia muerto, ¥ su padre ama 4 este tieruamente. Ti, Sefor, nos mandaste traerle, para satisfacerte con su vista, amenazandonos con tu ira, y con la vida del otro hermano nuestro que has tenido eu rehenes, Regresdmos & casa, ¥ comunica- mos 4 Wu siervo nuestro padre tu voluntad ydetermi- nacion. Llegado el ticmpo de venir otra vez 4 comprar Aimentos, rogimos & nuestro padre nes permitiese tracer al uiilo para que tt, Sefior, le vieses, y liber- daras al otre hermano nuestro, detenido en tu poder ; du siervo nuestro padre nos respondid : Dos hijos tuve en mi muger Raquel, el uno salid, y dijisteis : una fiera le devoré ; y hasta hoy le estoy Noraudo. $i lle- Vais aliora a este, y le sucede en el camino alguna desgracia, cerraréis wis ojos eu armagura. Considera , Sehor, nuestra afliccion, porque si me presentare a fu siervo mi padre sin Hevarle este amado hijo. de euya vida pende la svya, seré reo de su muerte. YO salj fiador del wuchacho. no teniendo que temer por tu bondad, Sefior, ¥ ¢n esta virtud me le entregiron 3 quede yo pues en esclavitud, y permite vuelva el nifio cov sus hermanos, para que se salve Ja vida del anciano. No cs posible que yo vuelva, si queda dete- . nido el muchacho, por no ser testigo de la calamidad que ha de oprimir 4 mi padre, » GENESIS, 49 Si Juda hubiese declarado este afecto filial 4 sus hermanos con tan natural elocuencia, cuando propu- siéron matar 4 Josef en el campo, hubiera ahorrado muchas lagrimas al afligido Patriarca. Josef no podia contener sus Lagrimas al oirle, y mandando salir 4 los criados Egipcios que estaban presentes, se descubrid 4 sus hermanos diciendo : «Yo soy Josef : ¢ vive mi pa- dre todavia? Liegaos 4 mf sin temor, yo soy yuestro hermano, a guien vendisteis como 4 un esclavo : la Providencia divina lo permitié asi para beneficio vues- tro. Apresuraos 4 ir 4 casa, y decid 4 mi padre que su hijo Josef vive, y manda cn Egipto : traédmele sin delacion, y traed 4 todas vuestras familias, para es- tableceros aqui. » Luego los abraz6 tiernamente y los despidid, cargados de provisiones y ricos presentes. Faraon se regocijo mncho, cuando fué informado de este caso estraordinario, y para dar mas testimonios de su afecto 4 Josef, mandé aprontay carros, y pre- vencion necesaria para la conduccion de toda la fa- ilia ¥ hacienda. Todos los hermanos yolviéron muy contentos 4 fa tierra de Canaan. ¥ cuando anunciaron a su anciano padre que su hijo Josef vivia, y eva Gobernador de todo Egipto , su corazon desperto como de un sueio profundo, y uo acababa de darles crédito. Ellos Ie contaron toda la serie del suceso, ¥ 4 la vista de los carros y preparaciones, revivid su espiritu, y cscla- mo: « Bastame si todavia vive mi hijo Josef, iré y le yeré Antes que muera. » Luego que la emocion de tan grande alegria se calm algo, le ocurrié al santo Pa- 50 GENESIS. triarca un punto de grave consideracion : él habitaba la tierra de Canaan por mandado de} Sefor, ¥ era muy justo para abandonarta sin 1a espresa roluntad de su Dios, Para proceder con acierto, fué al lugar del juramento. & inmold victimas al Dios de su padre Jsaac. Aja noche tuvo una vision, y en ella Je dijo Dios : «Yo soy @} Dios fortisimo de tu padre, no te- mas , desciende 4 Egipto; tu posteridad sera alli una nacion grande, y yo Ja volveré 4 esta tierra. » Obtenido el celestial permiso. y confiado en la di- vina promesa, partido el santo Patriarea para Fgipto , Hevando consigo toda su hacienda, sus hijos , sus mu~ geres y nietos, sesenta y seis personas entre todos. Noticioso Josef de que tlegabai cerca de Egipto , salia en su carro. para recibir a Israel su padre; y asf que le vid, corrid 4 él gozoso, se arrojé a su cuello, ¥ abrazindole Hord. Jacob, Heno de gozo, dijo 4 su hijo : «Ya moriré contento, porque he visto tu rostro, ¥ te dejo vivo. » Josef eutdnces los instruyé sobre lo gue habian de decir 4 Faraon, é informado este Prin- cipe de todas las circuustancias de la familia de Israel, Jes hizo donacion del territorio de Gesen, fa tierra mas fértil de todo el Egipto, pata que Ja habitaran ¥ Vivieran alli tranquilos . y separados de jos Egipcios. Jacob vivid alli con mucho descanso; y cuando co- nocié que se acercaha su disolacion, encargo mucho Asn hijo Josef que Hevara su cadaver 4 la tierra de Canaan, para sepultarle en Ja cueva de Efron, donde reposaban en paz sus abuelos. Luego Namo 4 todos sus hijos al rededor de su lecho, y en presete GENESIS. aL cia de todos, adopto a los dos hijos de Josef, llama- dos Efrain y Manases, por hijos propios, senalan- doles parte en la hevencia de la tierra de Canaan , que el Sefior habia prometido 4 su descendencia. La ben- dicion era lo tillimo que el santo Patriarca les habia de dar, y poniendo sucesivamente su mano sobre las cabezas de sus hijos, les fué dando 4 cada uno una dendicion especial. La mas memorable de estas hen- Giciones, fud la que did a Judé: en ella predijo cla- ramenle que Jesucristo descenderia de su linage, y qne uaceria cuando fuera quitado cl cetro de la fami- lia de Juda. Concluida la ceremonia de 1a bendicion, el virtuoso Patriarca murio en paz, a los ciento cua- renta y siete ailos de su vida. Josef besd el rostro de su padre, estendio los parpados para cubrir sus oseu- recidos ojos, ¥ lord ticrnamente. Despues de la muerte de Jacob. se ocup6é Josef en cumplir Ja yoluntad de su padre; hizo embalsamar su cuerpo, ¥ htechas las exequias, canvecd 4 todos los hijos del difunto, levaron su cucrpo 4 la tierra de Ga- naan, y le depositaron en el cementerio de 1a familia. Josef yolvié con sus hermanos 4 Egipto, adonde vivid hasta Ja edad de ciento y diez aos, habiendo gober- nado todo el Egipto por ochenta aos, con la apro- bacion de ¥araon, y admiracion del pueblo. Antes de su muerte, hizo jurar a los hijos de Israel, que cuan- do Dios los sacara de Egipto, para darles la tierra de Canaan, no dejarian de levxarse sus huesos, para de- posilarios en el cementerio de sus mayores. Despues de su muerte, fué ewbalsamado su cuerpo, y depo- 52 EXODO. sitado en una tumba magnifica, al estilo de Egipto , adonde reposo hasta la partida de los Israelitas , bajo la direccion de Moises. LIBRO IV. CUARTA EDAD DEL MUNDO. Comprende 80 anos, CAPITULO PRIMERO. VIDA Y GOBIERNO DE MOISES. EXODO. Los selenta descendicntes de Jacob establecidos en ¥giplo se multiplicaron tan prodigiosamente , que alarmaron al sucesor de Faraon, que habia favorecido 4 Josef, Este aumento era el efecto de la reunion de muchas causas fisicas ; y el cuidado del nuevo Rey era una razon Ce estado que inquietaba al gobierno. Los Israelitas, que asf se Hamaban ellos, poseian un ter- reno muy fértil; la larga administracion de Josef Jos hacja prosperar, concediéndoles privilegios. y exi- miéndolos de contribucion y servicio , todo lo que go- zaron todavia despues de su muerte por mas desesenta aiios. Por otra parte, Faraon consideraba los Hebreos, como los Hamaba, muy peligrosos al estado, Ellos EXODO. 53 adoraban un Dios desconacido en Egipto; no contra- jan alianzas de familia con los naturales del pais, 4 quienes despreciaban como 4 idolatras : ocupaban una provincia fronteriza, cram muy numerosos; y en caso cle envolverse el Egipto en guerra con sus veci- nos, iemia Faraon que los Hebreos se uniesen con ellos, ¥ peligrara la independencia ce su reino, La primera sugestion de la politica fué oprimirlos con pretestos para arruinarlos con artificio, Se man- dayon hacer obras publicas. y ebligaron 4 jos Ne- breos a ser los trabajaderes, imponiéndoles largas y pesadas tareas para arruinar su constitucion con el excesivo trabajo, y diminuir de este modo su miniero 5 pero cuanto was los oprimian , tanto mas se multipli- caban y crecian. Frustrado su intento por estos nc- dios , recurrid Faraon 4 otro mas violento , y did ér- denes rigurosas 4 las comadres egipcias, para (ue destruyesen todas las criatwras vavones que naciesen de las Hebreas. reservando solamente 4 las hembras, E] malvado intento de Faraon {ué otra yez frustrado por la compasion providencial de estas mugeres : y yiendo el tirano que no podia conseguir su plan por arte, mand imperiosamente que todo varon que na- cies de los Hebreos fuera ahogado cn el rio. Una muger de Ja tribu de Levi, did @ luz wn nito muy hermoso durante este decreto inhtmano, ¥ ven- ciendo el afecto maternal al temor del tirano, despre- cié el peligro .y crié ocutamente Asu hijo por mas de tres meses. A est edad . hallé la madre casi imposible criarle por mas Uiempo, sin ser descubierto, y arre- I. o 5h EXODO. Dalado de sus brazos; afligida con esta aprension qui- zo hacer una (entativa para salvarle, intes de perder- le. Los padres ced infante tejiéron una cesta de mim- bres muy compacta, y habiéndola hecho impenetra- bie al agua con estopa y alquitran, pusi¢ron dentro al nitio : le encomendaron 4 su Dios, ¥ espusiéron 4 la corriente.del rio, 41a hora en que la hija de Faraon acostumbraba venir 4 bafarse. Cuando la Princesa vid pasar flotando la cesta misteriosa. movida de curiosi- dad mand6é aleanzarla, y alzando la tapaella misma , vid al hermoso nino que Moraba y estendia sus dos ma- nitas hacia ella como si implorase su proteccion. No era posible que una muger se mostrase insenstble al tierno suplicante 3 Inego le tomd en sus brazos, re- suelta a salvar la vida de aque! inocente. La madre ha- bia mandado una bija joven gue tenia, al parage don- de estaba la ;Princesa. para observar el resultado , y dieu instruida en lo que habia de hacer. Viendo la sa- gaz muchacha la compasion que Ja hija del Rey mos- (raba por su hermuanito, se lleg6 con mucho disimulo, y se ofrecié a ta Princesa, para buscar una Hebrea que cridse cl espésito. La pronta necesidad de un ama no daba tiempo para pensar; la muchacha tecibié ér- den de ir corriendo 4 buscar una nodriza. y ella fué volando Allamar 4 su madre. La Princesa le entrego el nino, prometiéndole un salario muy liberal. para que le cuidase bien : y"Iuego que estuvo crecido, lehizo traer al palacio, y le adopté por hijo, dandole el nombre de Moises. que significaba en egipcio, e} ha- lado en el agua, EXODO. 55 Cuando Moises fué hallado en elrio, se creyé que era Hebreo, y vivicndo en cl palacio era reputado por tal. Faraon no se oponia, pucs aunque habia ‘de- cretado el esterminio de los inocentes ninos de los Is- raelitas, su persecacion era diferente de laque Hero- ‘des hizo mil quinientossesenta y siete alos desptes a los otros nites inocentes. Faraon era movido por razon de estado, temia 4 la muckedumbre, y no 4 un indi- viduo en particular : mas Herodes era movide por zela personal, y siendo um individuo 4 quicn temia, no queria perdonar 4 alguno para no tener de quien re- zelar. Moises fué educaco en todas las ciencias natura- les , y en todas se perfeccioné : pero sabiendo que era Hebreo, y bisnieto de uno de los patriarcas, conseryd Ja religion del Dios de Israel, y un afecto ardiente por su pueblo. Se desdenaba amar madre 4 Ia hija de Fa- raon, porque esta era iddlatra ; y se afligia al verse ya de cuarenta anos de edad, sin haber hecho servicio alguns a su pueblo, que gemia bajo la mas dura es- clavitud. Su generosidad era muy heréica para dudar por mas large tiempo, ¥ asi resolvid abandonar la abun- dancia, les regalos, ¥ los llonores enire un pueblo iddlatra, ¥ participar de la pobreza, wiseria y escla- , yitud de sus hermanos. Ocupado con estos ‘pensantien- tos salid un dia A pasearse solo, y vid 4 un Egipcio maltratando cruelmente 4 un Israelita : el zelo de Moises se inflamd, levanté el brazo y maté al Egipcio, Despues de este hecho , no podia vivir mas en 1a corte sin declararse por su pueblo, y tomada su resolu- 56 EXODO. cion se retiré al distrilo de Madian en Ja Arabia Pe- trea. Moises encontré en Madian la familia del Sacerdote Jetré, cuya virtud agradé tanto a Moises. que casé con Séfora su hija mayor. se quedé con la familia, y apacentaba las oyejas. Moises hecho ahora pastor, guiaba un dia su rebaiio hacia el monte Horeb, y el Seiior se le aparecié en medio de una Lama de fuego , que rodeaba una zarza, la cual aunque ardia no se quemaba, Adwirado de ana vision tan rara. cl intré- pido Moises se iba acercancto para examinar aquet fe- nomeno, cuando oyd una voz que le decia : « Note acerques, Moises, porque e} lugar en que estis es una tierra santa : he visto Ja afliccion de mi pueblo en Egip- to y quero librarle. Yo te euviaré 4 Faraon para que saques & mi pucblo de Egipto : yo estaré contigo , y luego que hubieres sacado 4 mi pueblo de Egipto, sa- crificaras 4 tu Dios en este monte. » Moises que cono- cia la dureza del nuevo Faraon que habia sucedido af padre de la Princesa su bienhechora, alego hunilde- meute su incapacidad para una cnipresa de tal magui- tud, pero el Seior le mandé obedecer. y para con- yencerle del poder con que le habia de sostener , obré algunos prodigios por la misma mano de su siervo. Primero le mando arrojar al suelo Ja vara que lenia en lamano, ¥ se convirlid en una serpiente que le lend de pavor : nego le mandé el Sedor tomar aquel mons- truo por la cola, y al instante se volvié la misma vara que tenia antes en la mance. Dios le ordend llevar siem- EXODO. 57 pre consigo esta vara, con la cual habia de hacer to- dos los prodigios. Moises por mandado del Sefior junté despues 4 to- , dos los ancianos de Israel y les dijo : E] Senor Dios de yuestros padres, e] Dios de Abrahan, el Dios de Isaac ¥ el Dios de Jacob se me aparecié,y me ha enviado para deciros que cl Senor ha resuelto sacaros de 1a afliccion de Egipto, y levaros la tierra de Canaan, abundante en leche y mie), Moises tenia un hermano llamade Aaron, tres aos mayor que él, ¥ el Sefior se le did & conocer, para que le acompanara en su mision, por ser hombre de grande elocuencia. Los dos hermanos fué- ron en compaiiia 4 Egipto.y habiendo obtenido audien- cia de Faraon, le dijéron : El Setior Dios de los He- breos manda. que dejes ir 4 su pueblo, para que le ofrezca sacrificios cn el desierto, El orgulloso Faraon oy6 con desprecio fa intimacion de parte de un Dios 4 quien no conocia, y 4 favor de un pueblo que detes- taba. El Tirano atribuy6é 4 esp‘ritu de rebelion de los Hebreos lo que era dérden de Dios, y mands 4 sus ofi- ciales tratarlos con dureza como amotinados, Dios en sus altos juicios habia endurecido el corazon de Fa- raon, para que no dejara salir a su pueblo : y su con- tinuada obstinacion fué dando lugar a aquellos prodi- gios hechos por manos de Moises y Aaron que la Santa Escritura Hama Plagas de Egipto. Las conferencias de Moises y \aron con el Rey de Fgipto fuéron siempre a las orillas del rio Nilo, por costumbre establecida. Faraon habia pedido antes 4 Moises y sullermano alguna prueba sobrenatural de su 5a EXODO. mision., y Aaron convirtié su vara en serpiente 4 su presencia : pero los magicos de Faraon , por algunos artificios. secretos, convirliéron tambien sus varas en serpientes, 4 la mayor alegria del Rey. Esta se con- yirtié pronto en confusion, porque la serpiente de Aa- ron devoré las serpientes de los magicos, y eslos se quedaron sin sus varas. Sin embarga, el primer suce- so del arte de los magicos, borrd la impresion del prodigio en la mente de Faraon, y continud en su obs- finacion ; y ahora fué necesario hacer otros prodigios que le sirviesen de castigo. Estos fuéron diez, en el érden siguicnte. 4, Aaron tocé con su vara ¢l agua del rio, ¥ esta se eonvirtid en sangre : los peces muriéron, y los Egip- cies no podian beber el agua. 2. Aaron toc6é con su vara las aguas del rio ola vez, ¥ saligron tantas ranas que cubridron la tierra de Egipto. 8. Aaron tocé con ta vara la tierra y se levanté tal Mullitud de cinifes . especie de insectos muy asquero- TOSOS, que apestiron no solo a los hombres, mas tam- bien 4 las hestias, 4, Moises hizo venir un diluvio de moscas, que meomodaron terribiemente a Faraon y 4su pueblo. 5, Luego se estendio una peste que destruyé todos fos anfnales de Egipto. 6. Moises arrojé al aire Ja ceniza que habia en un Borno, y cayd una nube de polvo sobre la tierra, gue lend de granos y tlceras 4 los hombres y hestias. 4. Moises cstendié Ja vara hacia el cielo. ¥ produjo EXODO. 59 una tempestad terrible de truenos, relampagos y gra- nizos. 8. Moises estendié Ia vara, y wn viento abrasa- dor trajo un enjambre de langostas que devoré toda la yerba, y lo poco que el granizo habia dejado en los arboles. 9. Moises estendid la mano al cielo, y hubo por tres dias una tiniebla tan densa que se podia palpar, 40. La ultima y la mas fatal de todas las plagas, fué el esterminio de todos los hijos primogénitos de los Egipcios. Antes de infligir este ultimo castigo, mandé Dios que cada familia de los Israclitas matase un cor- dero, le asase y comiese cn la noche sefalada, marcando las puertas de sus casas con la sangre, EL angel esterminador vino 4 media noche. y maté a to- dos los primogénitos de los Egipcios, desde el primo~ génito de Faraon, hasta el primogénito de la mas hu- milde esclava : salvandose solo los hijos de los Israe- litas, por haber marcado sus puertas con la sangre del cordero segun les habia mandado el Setior. Consternada Faraon con tantos castigos par su ohs- tinacion. jrizo llamar 4 Moises y Aaron, y les mand6 salir de Egipto con todo el pucblo hebreo. y todos sus ganados y hacienda. la cual habia preservado el Se- fior de las plagas. Enténces parlid el pueblo de Is- rael bajo la condueta de Moises, cn mimero de scis- cientos mil hombres , ademas de las mugeres ¥ nitios, ocientos diez y seis afios despues del establecinien- to de Jacob con toda su familia en Egipto. Moises Ne- ¥6 congranreverencia los huesos de Josef, segua habia 60 EXODO. mandado este santo Patriarca al tiempo de su muerte*. El obstinado Faraon habia cedido dla necesidad, y en la inteligencia de que el pucblo hebreo iria al de- sierto por tres dias no mas. ¥ que despues volveria, Viendo ahora que los Israelitas no volvian. y sabien- do que se llevaban todas las alhajas de oro ¥ de plata, ¥ costosos vestidos que habian pedido prestados a los Egipcios para celebrar y atender 4 las fiestas que iban a hacer 4 Dios en el desierto . se irrit6 en estremo. Fl se consideraba ado greseramente por en pueblo esclavo. y robados sus vasallos + cn el resentiniento de si orgullo se olvigd enleramente de todo lo que habie padecido por su obstinacion, y resolvid vengar- se cou la destruccion de todo el pueblo hebreo. Co- mo era un Rey inuy poderoso, junto pronto un ejér- cilo numeroso, seiscientos carros de batalla escogi- dos. y puesto al frente de sus tropas, caminé hacia el Mar rojo cn aleance «el fugitive puebto, undo los Israelitas viGron venir cl formidable ejército. mandado por un desapiadado ‘tirano . y ellos desermados. se Hendron de miedo. Los principales roccaron a Moises, y se quejaron amargamente. de que los hubiese traido 4 perecer 3 Moises les prometia la proteccion de su Dios. pero ellos tenian mas miedo & Ta espada. que confianza en el Sefior. Luego que Faraon lego cerca, hizo alto para disponer el ataque sangriento, que habia premedilado, Moises entretanto habia traido todo el pueblo 4 la oritla misma del mar, * Este es el fin de la terceraedad dc? mundo y el principio de Ja cuarta. EXODO. 64 ¥ estendieudo sus brazos sobre la superficie del agua, esta se dividié 4 wn Jado y otro, dejando seco un an- cho parage para todo el pueblo. Los temerosos Israe- litas se arrojaron con precipitacion, para salyarse con la huida, y caminaban con seguritad entre las dos murallas de agua. Ciego Faraon en su furia, no veia el prodigio : y creyendo que por donde los Hebreos podian huir, él podria correr tras ellos , did Ia sefial 4 sus tropas, ¥ se entraron en el mar por el mismo pa- rage. Ya eslaba en la mitad del paso, cuando llegan- do Moises y su pueblo 4 la otra orilla, corriéron las aguas de una y otra parte 4 juntarse, y perecié Fa- raon, su ejército, sus carros, ¥ lo mas principal de, Egipto. Asi librd Dios 4 su pueblo de las manos de su mayor tirana: y Con este motivo, canté Moises en nombre de Israel un cantics de gracias al Senor. . Despues de algunas jornadas Megdron 4 Mara los Is- raelitas. donde no podian beber el agua por ser muy amarga; pero Moises eché en el agua un madero, que el Seiior le habia mostrado . y el agua qued6é dulce y saludable. Continuaron su camino por el desierto, y se hallaron sin tener que temer; lo que hizo murmurar 4 aquella gente impaciente. Un pueblo tan ignorante | como era el de Israel, no esta dispuesto 4 vivir siem- pre en fa confianza del Senor; y aunque la Providen-~ cia diviua se les mostraba un dia, dudaban su conti-~ nuacion para e) siguiente. En todas sus necesidades acudian impacientes 4 Moises; y este Libertador det pueblo era sicmpre cousitlerado, como la sola causa cle todos sus trabajos, Ahora le pediau que comer, y él Be a $2 EXODO. no tenia que daries sino exhortaciones : con grande dificultad los cntretuvo con esperanzas. hasta que a la iarde vino sobre el campo donde estaban una prodi- giosa bandada de codornices, de las que matarony Comiéron cuantas quisiéron. Esta especie de alimento no era de esperar en to- dias las necesiclades ; y asi quiso el Seiior darles un ali- mento saludable, por todo el iempo que habia deter- miinado morasen en aguel desierto. Por euarenta afias hizo Dios Hover fodas las maiianas et.celebrado mand, Esta milagrosa sustancia era semejante 4 una semillita redonda. como la quinua, de gusto muy suave ¥ de wn aiimento singular : caia de} cielo todas Jas madruga- das , y quedaba sobre la tierra como una espesa hela- 6a, Fué mandado por el Setor, que cada familia re- téesiese cada dia lo necesario para el sustento. por- gue si recogian mas. s¢ podria, y no podia servir para el dia siguiente : pero cn e] dia yiérnes habian de re- coger doble cantidad , para comer tambien el sitbado, dia de descavso. y en cl que no llovia Mand. Para perpetuo testimonio de este milagro, mandé Dios & Moises lenar una vasija pequefia del mana y ponerla ea cl Altar, en el cual se mantuve sin echarse 4 perder. . La palabra misma desierto denota un pais arido, se- co ¥ frecucntemente arenoso. Los Israelitas llegaron & wm parage llamado Rafidin, donde no habia agua para beber : el impaciente pueblo murmuré de Moises como acostumbraba hacer en todos los apuros, Moises acudié 4 la oracion y clamé al Sefior les socorriese en EXODO. 63 estanecesidad , el Sefior le mandé tocar con Ja vara de los prodigios en Egipto, una grande roca que estaba all{, yal instante broté un torrente de agua, mas de Ta que el pueblo pudo consumir. Despues de descan- sar y satisfacer 4 sus necesidades, caminiron hasta el parage de Sinai, y alli fijaron sus tiendas frente dei Monte, que habia de ser despues tan recordado en la historia del pueblo de Dios. Tres meses habian pasado deste la salida de los Is- raelitas del desierto , cuando sucedié la grande tran- saccion de la Ley, entre Dios y su pueblo. Moises subid al monte de Sinai por inspiracion divina; el Sefor le habl6é alli, y Je mand6 decir a los hijos de Israel, que 8i prometian obedecer su voz, ¥ guardar sus manda- mientos , los tomaria bajo su proteccion, y los bende- ciria sobre todas las naciones de latierra. Moises con- yocd los ancianos del pueblo, les hizo recordar los castigos que Faraon habia sufrido por quererlos escla- vizar , el sustento providencial del mana cotidiano, ¥ todos los portentos que habia obrado el Senor a su fa- yor, y ullimamente la granderrota y destruccion total del ejército de Amalec, que en aquella misma semana. habia querido oponerse 4 ellos en Rafidin. Luego les Geclaré las palabras que el Senor acababa de decirle en el monte : todos respondiéron unanimemente, que harian todo }o que el Sefor les mandase. Moises vol- yié al monte, y aprobada por Dios la sumision pro- metida de su pueblo, dié instrucciones para que se dispusiesen 4 oir 4 Dios mismo daries por su boca los mandamientos ; y que limpies en-el cuerpo y en cl 64 EXONO. espiritu acudiesen al terccro dia al pie del monte Si- nai, sin pasar la valla que estaria puesta allf, bajo: pena ce mnierte. Llegado cl tercero dia, acudid al rededor del monte mas de un millon de personas, ciertas de ver un prodigio, ignorantes de sus cireunstancias, y con- fusas sobre el efecto. Miéntras admiraban la claridad del dia, y la serenidad del cielo, oyéron de repente un estruendo terrible de truenos y relanpagos sobre el monte, vy viéron una densa nube que le cubria. Dios habia descendido en fuego sobre el monte, del cual salia humo como de un inmenso horno, que se elevaba al ciclo; y el penetrante sonido de una boci- na que anuneiaba Ja venita del Sefior acobardé de tal modo 4 los Israclitas, que temblando se estrecha- ban unos 4 otros, sin atreverse 4 mirar hacia el mon- te. Moises y Aaron fuéron Wamades por Dios, vy de- jando 4 los sacerdotes ¥ al puedlo ordenados al lado fuera de la yalla, subiéron al monte, Enténces sond la omnipotente voz del Senor que decia : Yo soy el Senor tu Dios. que te saqué de la tierra de Kgipto, de la casa de la servidumbre, 1. No tendras dioses agenos delante de mi. I. No haras para ti obra de escultura, ni figura al- guna de lo gue hay arriba en ei cielo, ni de lo que hay abajo en Ia tierra, ni de las demas cosas que ¢s~- tan en Jas aguas debajo de la tierra. No Jas adoraras, ni les daras culfo : yo soy el Senor tu Dios fuerte ¥ zeloso, que visito Ja iniqnidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generacion de EXODO. 65 aquellos que me aborrecen : y ago misericordia so- bre millarcs con los que me aman, y¥ guardan mis preceptos. UI, No tomaras el nombre del Sefior tu Dios en yano : porque el Senor no tendra por inocente al que tomare el n@ubre del Sefor tu Dios en vano. + IV. Acuérdate de santificar el dia de Sibado. Seis. dias trabajaras, y haras todas tus haciendas : mas el séptimo dia , SAbado, es del Seior tu Dios : no haras obra ninguna ¢n cl, ni th, ni te hijo nitu hija, of du siervo ni tu sierva, ni tu bestia, ni el estrangero que esta dentro de tus puertas. Porque en seis dias hizo el Seiior el cielo y la tierra, la mar y todo lo que hay en ellos, y reposdé en el séptimo dia : por esto ben- dijo el Sefior el dia Sdbado ¥ le santificd. V. Honra 4 tu padre y 4 tu madre, para que seas de larga vida sobre la tierra, que el Seiior tu Dios te dara, VI. No mataras. VIL No fornicaras. VUE No hurtaras. . 1X. No dirds contra tu prdojimo falso testimonio. X. No codiciariis la casa de tu prdjimo, ni desearas su muger. ni su siervo ni su sierva, ni su buey ni su asno, ni cosa alguna de las que son de él. Despues did el Senor 4 Moises instrucciones para Ja fabrica del tabernaculo, y las ceremonias de los sa- crificios : leyes judiciales apropiadas al pueblo he- breo, tocante la servidumbre, el hurto, homicidio , parricidio , maldiciones, usura y otros delitos : diez- 66 EXODO, mos, primicias, adminis(racion de justicia, obser- vancia del Sabado y otras fiestas : Lodo jo cual inti- m6 Moises # pueblo de 6rden de Dios. cuando bajé del monte, y son Jas que se halian en el libro llamado Levitico. Moises subid solo al monte otra vez, adonde cu- bierto con una nube 6 niebla vid la imagen de la glo- ria de Dios, y estuvo conversando con el Senor por cuarenta dias y cuarenta noches, Esta larga detencion de Moises hizo crecr 4 Jos Is- raelitas que no volyeria mas su Gefe, ¥ este ingrato € inconstante pueblo comenz6 a rebelarse, Hegando 4 tanto exceso su perversidad, que insislidron sobre Aaron para que les hiciese Dioses que los guiasen, 4 imitacion de los idolos de Fgipto. Es inconcebible, Como up pueblo que habia recibido, en el sola espa- cio de tres meses, tantas pruebas del poder y bon- dad de un Dios que Ie habia elegido por suvo; de un Dios cuya voz tremenda desde el monte las acababa de atemorizar. y que temian morir si les hablaba otra vez, como pudiese, no solo olvidarse de él, mas re- munciarle. Sin embargo ellos insistiéron , y Aaron tu- vo la debitidad de condescender, y conformarse con Dna peticion tan impia. Aaron les mandé traer todas las alhajas de oro que tuviesen, Jo que hizo con mu- cho gusto este malvado pueblo. E) precioso metal fué derretido ; ¥ echado en un molde saciren un be- erro de oro : Aaron le colocé sobre wia peana en Medio del campo, ¥ los Israelitas le veneraron , cade fando y¥ danzando al rededor de.sv. nuevo Dios. LEVITIGO. BT: Cuando Moises bajé del monte, cargado con dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los man- damientos de Dios , y vio aquella prevaricacion, que- d6 suspenso al ver tan grande cscandalo. Indignado por el sacrilego espectaculo, arrojé las tablas, y las quebro al pie del monte : arrehaté ef becerro que habian iundido, le hizo pedazos , le quemé y redujo 4 polvo : luego le mezcld con agua, y did 4 beber de 1 4 los hijos de Israel. Una ofensa tan grave merecia un castigo severo : Moises exhorté 4 la tribu de Levi 4 vengar aquella abominacion; se puso a la cabeza, y sacando las espadas mataron en aquel dia como vein- te y tres mil hombres, por el pecado de idolatria, Moises suplicd ardientemente al Senor, que perdona- se al pueblo por esta yez: Dios escuché la siiplica de su siervo. ¥ perdono al pueblo, Moises subidé otra vez al monte, y¥ el Seiior le did otras dos tablas como las primeras, y bajé con ellas del monte 4 presencia de los Israelitas, que yeian su cara resplandeciente con la gloria de Dios. Meises hizo enténces el Tabernacu- lo, el Arca de alianza, y demas cosas sagradas segun las instrucciones que habia recibido del Sefior en el monte. LEVITICO. El Tabernaculo era una especie de tienda de cam~ pata, formada con tablas y cortinas, que se podia deshacer y remover facilmente : y este era el temple portati), donde el pueblo adoraba ai Seiior , cuando 68 LEVITICO. paraban en su viage. El Arca de ta alianza era wna caja, donde estaban guardadas las tablas de la Ley, cubiertas con las alas de dos querubines. Habia tam- bien una mesa cubierta de finisimo oro, en el lugar mas distinguido del Tabernaculo, dividido del resto por una hermosa cortina ricamente bordada, y sobre esta mesa reposaba el Arca. Este tugar distinguido era el propiciatorio, y el Santo de Jos Santos, Habia ademas en ei Tabernaculo, mesa , candelero, altar, incensarios , vestiduras para todos los ministros, ¥ to- das cosas necesarias para un culto solemne. La tibu de Levi fué setalada esclusivamente para el iministe- rio del Taberniculo. E] pueblo de Isracl hacia su viage en doce divisio~ nes. scgun el ntmero de las tribus; y cuando para- ban, sentaba cada tribu sus reales 6 campamentos al rededor del Tabernaculo. Para dar el Sefior a su pueblo una setal de su presencia, hacia que unanubde cubriese el Taberniculo de dia, y un resplandor de noche : miéntras esta nube se mantenia en el aire. eb pueblo de Israel permanecia en el mismo lugar, y+ cuando la nube desaparaba el Tabernaculo , los 18- raelitas marchaban en sus escuadrones. Con esta se- hal visible protegié el Sefhor 4 su pueblo en todas las marchas por el desierto. Cuando todas las cosas pertenecientes al Taber- nacwlo habian sido concluidas segun la espresa ¥o- luntad de Dios, y Aaron consagrado sumo sacerdote por eleccion divina, se hizo un sacrificio solemmne en el Tabernaculo, y Dios manifesté su aprobacion , ha~ LEVITICO. 69 ciendo bajar del cielo un fuego visible que devor el holocausto : to cual visto por la multitud , se postraron con los;rostros en tierra y alabaron al Sefior. Siendo una de las instrucciones que el Seiior habia dado 4 Moises, el mantener constantemente fuego en el al- tar, los sacerdotes iban por las maiianas y por Jas tar- des, & poner mas lea 6 carbon para mantenerle vivo, porque las ascuas para los iucensarios debian ser tomadas del fuego del altar, que se consideraba sanio. Los dos hijos mavores de Aaron, Hamacos Na- dab y Abiu, fuéron al Tabernaculo a-ofrecer el in- cienso: y hallando que el fucgo del altar se habia apa- gado por olyido, pusiéron en sus incensarios otro fuego estraio y profano, y contrario a lo mandade quemaron incieuso con él, lo que ofendi6 al Sefor, & hizo salir un fuego vivo que los consumié. Moises mand sacar los dos cuerpos muertos del Santuario , y que los levasen al campo: entonces se llegé 4 Aaron y¥ 4 otros dos hijos que sacrificaban con él y les dijo : ne descubrais vuestras cabezas, ni rasgueis vuestras vesti- duras en sefal de dolor, porque moriréis como ellos. Dios se mostré muy zeloso por ja observancia de sus preceptos al principio, para infundir el debido respeto 4 su santo nombre y 4 su Taberndculo. Poco despues de Baber castigado 4 los dos hijos de Aaron por la profanacion del fucgo, fué castigado de muerte un blasfemo. Una muger Jsraelita tenia un hijo de un marido Egypcio, este riné con un Israelita en presen- cia de muchos, y en un arrebato de colera blasfem6 el sagrado nombre de Dios. Todos se estremeciéron al 70 NUMEROS. oir tan injuriosa palabra, y le llevaron a presencia de Moises. Una profanacion tan grave y tan nueva puso en cuidado 4 Moises; y por tanto consulté al Seiior sobre el castigo que merecia. Dios mandd que fuese apedreado hasta morir , por aquellos mismos que ha- Dian oido la blasfemia; y que asi se castigase cu lo su- cesivo aquel género de pecado. ATUMEROS. Ex Sehor quiso ahora aproximar su pueblo a la tierra prometida, y para que supiese el mimero de hombres que podian evar armas, mand6é a Moises, hacer un encabezamiento general de Jos Israclitas de yeinte aos arriba, ¥ capaces del servicio militar, para la defensa y seguridad del pucblo: y hecha la lista, subid el numero 4 seiscientos tres mil, quinientos y cincuenta honibres utiles. Se nombraron gencrales, y se did el reglamento que se habia de observar en los campamentos para pasar el desierto de Sinai, y el de Faran. Todo arregtado se pusi¢ron en marcha. guia- dos siempre por Ja nube que cubria el Yabernaculo, y defendia a} pueblo de Tos ardores del sol durante el dia, ¥ por el resplandor de fuego que los alumbraba durante Ja noche. En este orden prosiguid el pue- blo de Dios su marcha al desierto de Faran: pero este pueblo incorregible se disgust6 ahora del ma- ni, ¥ querian otro alimento. Se acordaban de las cames, de los peces y de todas las verduras del Egipto, ¥ esta/ memoria era estimuloe 4 la murure- NUMEROS. 74 cion contra Moises, y continuada queja contra el Dios que los habia librado. El paciente Moises fué ahora tan incomodado con el clamor general, que pidié vivamente 4 Dios le quitase de sus hombros la carga de aquel pesado pueblo, 6 le quitase la vida. El Seior le consolé prométiendole carne para el dia siguiente; y fiel 4 sus promesas envid ab campamento wna manga de codornices que cubrid la tierra por todo un dia; y de ellas tomaron cuantas, quisi¢ron para comer, secar, y guardar. Dios los cas- 1ig6 al mismo tiempo con una plaga terrible, en cas- tigo de-sus antojos y murmuracion. Moises recibié érden del Sedor para combatir 7 echar de la tierra de Capaan las naciones idélatras gue la habitaban, y que tomara posesion de aquella tierra que cra la prometida. En virtud de esta 6rden, doce hombres, uno de cada tribu, fuéron nombrados para esplorar la tan deseada region, y traer toda la informacion necesaria, con respecto a la feracidad, del terreno, el estado de poblacion, y caracter de sus habitadores. Fstas doce espias volviéron al cabo de cuarenta dias. haciendo elogios de la hermosura y abundancia de la tierra, y en prueba de su fertilidad trajéron un racimo de uvas tan grande 5s que dos hom- bres le cargaban en los hombros suspendido de un varal. Nada puede igualar a la alegria y desco de los Israclitas por entrar en la tierra de Canaan: pero cuando oyéron que los Cananeos eran hombres vale- rosos, ¥ que habitaban ciudades grandes y fortaleci- das, su gozo se convirlié en terror panico, y se aco- 72 NCUMEROS. bardéron tanto, que amotinandose contra Moises, conviniéron en elegir un caudillo que los volviese 4 Fgipto a vivir bajo el poder de Faraon, Esto provocd la justicia de Dios, y castig6 de muerte 4 los diez ¢s- ploradores que habian causado aquel disgusto con sus temores infundados, reservando solo a Josué ¥ Caleb, que Jlenos de confianza en el Sehor procuraron ani- mar al puchio para emprender Ja conquista. El Senor perdond al puchlo por los rueges de Moises, y les prometid de nuevo la posesion de la tierra de Canaan, por amor de Abrahan, de Isaac ¥ de Jacob; pero todos aquellos que habian desconfiado de su promesa, ha- dian de vagar cuarenta aiios por el desierto, hasta que pereciera su generacion. Moises prixcipié ahora 4 esperimentar los tiros de Ja envidia. Sin embargo de ser el mas humilde de to- dos los Israelitas, no podian tolerar que fuese cl Unico 4 quien Dios hablase. Aaron el sacerdote y her- mano mayor de Moises, y Maria su hermana , aquella misma muchacha que se ofrecié 4 la hija de Faraon para buscar una nodriza que criara al nitio espédsito su hermano , nnumuradan ahora de Moises. Aaron se quejaba de que el pueblo mirase 4su hermano como nice Grgano de la voluntad de Dios, alegando que ¢1 tambien habia oido al Seior: y Maria murmuraba de gne Moises estuviese casado con una muger que no era Israelita. El Seiior tomé la defensa de su siervo Moises. reprendié a Aaron, y castig6 4 Maria con lepra: el humilde harmano rogé 4 Dios por ellos, ¥ fuéron perdonados, . NUMEROS. 73 Este disgusto doméstico era indicio de una conspi- yacion formada por un partido numeroso : tanfo mas perniciosa, cuanto evan mas respetables los conspira- dores. Coré nieto del patriarca Levi, Dataa y Abiron los principales de la tribu de Ruben, con docientos y cincuenta gefes mas, se declardron abiertamente , re- sueltos a privar 4 Moises y 4 su familia de) supremo poder, y del ministerio del Taberndculo. Llenos de envidia, y movidos de la ambicion convocéron una asamblea, y acusdron alli de usurpadores 4 Moises y 4 Aaron. Aténito Moises al oir una acusacion tan atre- vida, se postr6 en la tierra 6 implord, como siempre hacia, la proteccion del Seiior en su defensa ; y tevan- yantandose dijo: «Coré, ven {ti maiiana con todos tus asociados 4 Ja puerta del Taberniculo, y traed vues- trosincensarios , el Sefior mostrara entonces su elec- cion.» A la hora convenida, se presentaron todos ante ef Taberndculo; Moises y Jaron 4 un lado, Coré y sus partidarios al otro, Dios aparecié y hablo 4 Moises delante de toda la congregracion, mandé se- parar los sediciosos, y a vista de todo ef pueblo, se abrié la tierra y tragé a Coré, Datan, ¥ Abiron; al mismo tiempo salid fuego, y consumid 4 los docientos y cincuenta mas notables ce los facciosos. Despues de este castigo. quiso el Senor manifestar visiblemente ‘su pueblo la eleccion que se habia di- gnado hacer de Ja tribu de Levi en la familia de Aaron para el ministerio de su Santuario; y ordend poner en el Laberndculo junto al Arca de la alianza doce yaras, escrito en cada upa el nombre del principe de 74 NUMERDS. cada tribu, incluyendo la de Aaron por Ja tribu de Levi; declarando que la vara de aqueila tribu que floreciese mostraria la tribu que e} Sefior habia esco- gido para el ministerio sacerdotal. Las doce varas qicdaron en ci Tabernicule toda la noche 5 al dia si- ‘guiente volviéron los dace principes al Tabernaculo, y Asu mayor admiracion halliron que la vara de Aaron no solo habia echado botones y flores, mas estaba cu- Dierta de hojas, y cargada de aluendras; los otros principes recogi¢ron sus varas, secas como las habian depositado. De este niodo quedd establecida ta pre- rogativa del sacerdocio de Aaron fuera de toda duda, Sosegado el pueblo de Israel despues de la sedicion de Coré y sus compaeros, Moises pidid al Rey de Edon paso por su tierra bajo términos muy prudea- tes, pero rehuséndolo Edon, se hallé Moises preci- sado 4 dirigirse hacia el moute Hor. Aqui murié el sumo sacerdote Aaron, y Elcazar su hijo te sucedié en el pontificado; habiéndose hecho esta investidura en el mismo monte. Luego que Moises bajé de Hor con Eleazar, did sus drdenes, y comenzé la marcha del pueblo para entrar en Ia tierra de Canaan. Advertide de este movimiento, Arad, rey de los Cananeos, le salid al encucntro con gente armada, mas Jos Israeli- tas protegidos por Dios le venciéron ; él murié ¥ sus ciudades fueron tomadas. Despucs de esta victoria, levé Moises al pueblo por un camino junto al Mar rojo, para redcar 1a tierra de Edon: y siendo este parage sumaniente drido Jes faltaron los viveres, y el pueblo comenz6 4 mur- NUMEROS. 15 murar. Favores singulares , castigos.ejemplares , mila~ gros estupendos, nada era capaz de corregir ¢] natu- tal impaciente y desconftado de los Israclitas: si esca- geaba el alimento, sifaltaba el agua, si temian 4.an ene- migo, cn cualquier aparo en que se Vieran, no solocal- - paban a Moises, mas aun censuraban la divina Provi- dencia,v sentian habersalido de la esclavitud de Egipto. En esta jornada se impacientéron tanto, y mostraron tanta insolencia , que proveciron la venganza de Dios, y sulriéron terriblemente por su murmuracion crimi- nal. El Sefior inund6 el campamento con un enjambre de serpientes abrasadoras, cuyas picaduras fuéron mortales 4 los mas sediciosos, y muy dolorosas 4 to- dos, La murmuracien y sarcasmos de esta discola ge- neracion se convirtiéron al mstante en suspiros y ar- repentiniento: y Moises movido 4 compasion interce- aid por cllos al Seor, ¥ sus megos fnéron oidos. Dios le mandé hacer una serpiente de bronce , ¥ po- nerla por sciial en medio del campamento, Jo cual hecho, las serpientes desapareciéron, y los picados por ellas sanaron. Moises levanté despues su campo, y pidié 4Sehon rey de los Amorrheos paso por ‘st tierra; este le nego, y se puso sobre las armas, pero qued6 vencido, ymuerto. Og rey de Basan siguié su ejemplo, y tua el mismo fin que el Amorrhco; el pucblo animado ahora con estas dos victorias procedié hasta las la~ nadas de Moab, y se acampé 4 la vista de Jericé. Balac rey de Moab informado de la derrota y muerte de Arad y de Og, no se atrevia 4 oponerse con las ar- 16 NUMEROS. mas, € hizo Hamar al adivino Balaan , para que maldi- jera al pueblo de Dios; pero este sc abstuvo de ha- cerlo por amenaza del Sefior. El Moabita instaba 4 Balaan para que fuera 4 maldecir 4 aquel pueblo que tanto temia, ¥ el Scitor permitié 4 Balaan ir 4 ver al rey, 4condicion de no decir otra cosa, sing Ja que el Seiior le inspirara. Balaan partié a la maiiana, mon- tado en su borrica, leno de vanidad por verse corte- jado de un rey, tentado con los ricos presentes que le habia enviado , y formando pensamientos, como po- dria eludir la amonestacion del Seior. Embebecido en estas cavilaciones segnia su camino, cuando la horrica se paré de repente, detenida por Ia presencia de un Angel que estaba en miedio del camino con una espada cn la mano. Balaan, que no veiaal Angel, se incomods con la borrica, y le di6é ftertes varazos: la inocente bestia detenida por delante. y apaleada por detras, sec echd al suclo; Balaau mas incomodado la golpeaba con mayor fuerza, hasta que movida la burra por el poder de Dios , volvié la cabeza, hablé + le dijo: ¢qué te he hecho yo ? porqué me has apalea- do tantas veces? no he sido siempre una buena burra para ti? Balaan vio enlénces al Angel que Je amena- zaba con la espada, y despavorido se arrojé aj suelo. E] Angelle reprendi6 por su impiedad, por su ava- ricia, y por su crueldad, y le dej6é seguir su camino encargandole no decir sino las palabras que el Seior Je inspirara. Balaan lleg6é a4 presencia de Balac, quien le pidié maldijera 4 aquel pucblo venido de Egipto; pero como el Seiior inspiraba al adivino, en lugar de NUMEROS. i] maldiciones , pronunciaba )endiciones, y predecia muchas victorias. Tuego que cl Setior cesé de inspirar 4 Balaan, habl6 este segun Ia iniquidad de su corazon. Aconsej6 al Rey enviar las mugeres Woabitas y Madianitas al campo del puebio de Israel para seducirle a 1a idola- tria, hacerle perder el favor de Dios, y frustrar de este modo el efecto de las bendiciones que habia pro- nunciado por inspiracion, El malvado consejo fud adnitido, ¥ produjo consecuencias muy fatales. pues gran parte del pueblo prevaricé. Trritade el Senor castig6 primero su pueblo, haciendo morir veinte y cuatro-mil de los culpados: y despues castigd a los Madianitas , con la derrola y muerte de cinco Reyes , da del adivino Balaan, la de todos los hhomlsres Madia- nitas, y de todas las mugeres que labian seducido a los Israelitas, reservando solo a las doncellas. La cé- lera de Dios fué aplacada por el santo zelo de Finees, que mat6é 4 Zanbri y Cozbi en actral delito; ¥ por este hecho de su zelo por la honra de Dios, sucedio a su padre Fleazar en el sacerdocio. Moises y Aaron habian cometido una culpa, la cual aunque leve, no quiso ei Sehor quedara impune. Es- tando el pueblo de Israel en el desierto de Sin, les falté clagua, y se amotindron contra Moises y Aaron, Los dos santos hermanos acudi¢ron al Setior en este contlicto. el cual mand6 a Moises tomase la vara de los prodigios , que estaba delante del Setor. y que fuera 4 la roca: la instruccion fué que hablase a la roca delante del pueblo, y luego brotaria agua en iE 4 78 DEUTERONOMIO. abundancia. Moises fué al parage, ¥ sea que dudé dicva agua laroca con sola la palabra, 6 que perdié por cl momento su acostumbrada mansedumbre ; en lugar de hablar, dié con la vara dog fuertes golpes 4 la petia, cosa que no se le habia mandado, Aaron jinadscrtidamente. 6 con alguna presuncion, astmid en si el poder de sacar agua de una piedra. Dios que conoce el jnterior del hombre, hallé culpable a los dos hermanos en esta ocasiou; y enténces les declaré que en pena de esta desconfianza. no habian de en- trar en la tierra prometida, Y en cunplimiento de esta sentencia nurié Aaron, vy ahora se acercd el finde su hermano. DEUTERONOMIO. Moises habia ya conducido a Ios Israelitas hasta las orillas del Jordan havrera que 6] sabia de an- temano no habia de pasar. Enténees Lamo a Josué, Y en presencia de todo el pueblo le confirid el go- bierno. como a sucesor; luego se dirigié al pueblo, y le repilié todo lo que Dios habia hecho 4 favor de cilos, tanto en tiempo de paz. como en ltienpo de guerra. para perpetuarlo en la memoria de todos. Tambien les repitid la Ley, y exhort6 al pueblo 4 meditarla y observarla: dejandola eserita , por man- dado de Dios, en un libro qué fué puesto por los Le- vitas tun fado del Arca de la alianza del Sejior en el Taberndculo; v el cual desde entdances ha sido yene- DEUTERONOMIO. 79 rado por mas de treinta y dos siglos, casi en todo el mundo. : Cuando este santo Legislador conocié que se acer- caba la hora de su disolucion, exhorté 4 Josué 4 des- empehar dignamente el alto empleo a que habia sido vombrado; i confiar siempre en Dios sin cesmayar3 ¥ que concluida la conquista , distribuyese la tierra & las tribus con equidad. Luego record6 al pueblo las bendiciones de que se verian colmados, si obedecian al Senor, y las maldiciones que caerian sobre ellos , si olvidando 4 su Dios, seguian 4 los idolos: encar- gandoles con particularidad instruir 4 sus hijos en la Ley, ¥ acostumbrarlos 4 vivir en el santo temor de Dios. Despues dle estas santas exhortaciones, subié por mandado de Dios al monte Nebo, enfrente de Jeri- cé, en Jas Hanadas de Moab, Alli le dijo el Sefior, mostrandole todo aquel pais: Esta es la tierra por la que juré 4 Abrahan, a Isaac. ¥ 4 Jacob diciendo: « a tu linage la daré. » La has visto con tus ojos, mas no pasaras 4 ella, Moises lendid su vista por aquella sus- pirada region; y recogiéndose luego en sf mismo, murié 4 los ciento y veinte alos de su edad. El pueblo de [srael lloré su muerte por muchos dias, vestidos todos de luto como era debido; porque Moises habia sido el mas ficl amigo de los Israelitas, y el mas in- cesante mediador a favor del pueblo. 80 JOSUE. CAPITULO SEGUNDO. GOBLERNO DE JOSLE, JOSUE, El nombramiente de Josué ué heche con toda so- lemnidad ; Moises puso las manos sobre su cabeza, y quedé eno de Sabiduria. Su talento militar, sw esfuerzo personal, sus virtudes privadas, le calilica- ban tan bien para el supremo mando, que todos le hiciéron gozosos el juramento de fdelidad. El nuevo Gefe did orden 4 los principes del pueblo. para que pasasen al campamento, é intimasen 4 todos los hom- bres de armas lacer provisiones. porque despues de tres dias labia de marchar e! ejército 4 la ticrra de promision. Con esta resclucion envid Josué dos es- pias 4 reconocer Ja tierra, y las fortificaciones de Jericd: esios fuéron descubicrtos, y cuando et Rey mand6é prenderlos. Rakah, 1a muger en cuya casa se habian acogido , los oculld con tanta astucia. que no pudiéron hailaros. Fsta los informé del abatimienta y temor gue habia causado en todos los habitadores la noticia de Ja llegada del pueblo de Israel: les exi- gid juramento de salvar della y 4 su familia, cuando entraran la ciudad, y luego tos descolgé con una soga, por la ventana de su casa que caia sobre la miuralla. Estos dos cspias nas animosos y resueltos que los otros enviados por Moises, volvicron al campamento JOSUE. St y dijéron a Josué, que los habitadores estaban tan abatidos de temor, que 10 tenfan mas confianza de salvarse sino la que les daban los muros. Josué levantd el campamento de noche, y legé a la orilla del Jordan: enténces did orden para que los sacerdetes tomasen cl Arca de la alianza, y pasaran el rio delante del ejército. E] Jordan estaba ala sazon muy erecido, y apénas Jos ministros tocdron el agua con sus pies, se detuvo la corriente por la parte de arriba, hinchandose 4 manera de un monte, ¥ cor- riendo el agua de la parte de abajo, qued6é la madre del vio en(cramente seca. Los sacerdvtes que carga- ban elarca. se deluviéron en la mitad, hasta que pa- saron a pie cnjuto los cuarenta mil combatientes de que se componia el ejércilo de Israel. Para memoria de este prodigio mandé Josué poner en el paso del rio doce piedras por doce hombres cscogidos uno de cada tribui y sacar doce picdras del rio, para po- nerlas en cl campameute. Esto hecho, y marchando los que ilevaban el arca, las aguas detenidas corri¢- ron con grande impetu hasta junlarse con la otras. Bespues de muchos sigios de praniesa, y de muchos afios de Wabajos, entré el puchblo de Israel! en la tier- ra prometida, Tenian la proteccion del Sedor, pero tambien tenian que pelear. La ciudad de Sericd era el baluarte de Ganaaa : estaba muy fortificada v bien guarnecida, pero el Sehor prometié ponerla en las manos de su pucblo. Los sacerdotes recibiéron 6rden de pasear el Arca nna vez cada dia al rededor de la ciudad, y al son de las frompetas ; esta Grden fué 82 JOSUE. ejecutada con puntualidad; y dando la vuelta al sép- timo dia, Josué mandé hacer alto 4 las tropas y que gritasen : en aquel mismo instante que cl sonido de las trompetas y los gritos de Jos soldados resonaban con horror en Jos oidos de la guarnicion , se desplo~ maron los muros de Jericé, dejando libre entrada a las tropas de Isracl, Todos los habitantes que habia en la ciudad, desde cel hombre hasta la muger, desde e] nifio hasta el auciano fuéron pasados 4 cuchillo en aquel dia. Tan terrible fué el castigo con que Dios vi- sit 4 aquellos id6latras , que solo Ja muger que habia salvado a los dos espias , sus padres, hermanos y pa- rentela escaparou con la vida. Luegoe que los Israeli- tas tomaron posesion de la ciudad y comarca de Jeri- cé, comenziron a hacer pan de trigo, y cesé de caer para siempre cl mana del cielo. Antes del ataque sobre Jericé, Josué publicd una orden prohibiendo severamente a sus soldados el guardar para si oro, plata, 6 alhaja alguna; porque habia consagrado solenmemente al Sefior todo el despojo de aquella ciudad, Eu contravencion de este edicto, \can, soldado de la tribn de Juda, habia to- mado para si una capa de grana muy rica, docientos ducados de plata, y wna regla de oro de mucho valor. Dios sc mostré sentido de esta transgresion. infundien- do temor en una division de las tropas de Israel, que huyéron vergonzosamente delante de un corto ntime- ro de enemigos, dejando treinta 3 seis hombres mner- tos en la fuga. Alarmado el valiente Josué con esta infame conducta de sus soldados en medio de sus vic- JOSUE. 83 torias, se postré en ¢l suelo, rogando al Seiior fe dic- se 4 conocer la causa de esta desgracia. Y sabiendo que era el hurto sacrilego de Acan, mand6 apedrear- le de muerte en el valle de Acor. Josué tomd despues la ciudad de Hai, haciendo en ella el mismo estrago que en Jericd. Alarmado A:loni- sedec Rey de Jerusalen con estas conquistas de Josué, y mucho mas con la alianza de los Gabaonitas , avisé 4 otros cuatro Reyes coufinantes , para unir sus tropas ¥ apoderarse de la ciudad de Gabaon , a fin de privar al pueblo de Israel de este apoyo. Los cinco Reyes se uniéron y pusiéron sitio 4 la ciudad. En esta afliecion los Gabaonitas imploraron socorro 4 Josué, y¥ este ac- tivo caudillo caminando toda la noche desde Galgala, a la mafiana cayé de improviso sobre ellos, y los pu- soen el mayor desérden. Josué los perseguia hacien- do gran matanza, ¥ teinicndo que acabada el dia, se escapase el resto 4 la sombra de la noche, imploré al Sefior. La confianza sin igual que este santo varon (e- nia en su Dios le movid & mandar al Soly 4a Luna parar su curso; delante de todos los hijos de Israel miro al ciclo. ¥ dijo en alfa voz: Sol, detente sobre Gabaon, y Luna, parate sobre cl valle de Ayalon. iProdigio sin cjemplar! el Sol y 1a Luna se pararon a la voz de Josué. hasta que el ejército del Sehor complet Ja destruccion de sus enemigos. Loscinco Reyes canancos, gue habian huido con tiempo, se ecultaron en una cueva; Josué Ja roded , con un destacamento , los mand6é sacar, les quitd las vidas, los suspendié de cinco maderos por todo un 84 JOSUE, dia. ¥ al ponerse el sol mandé echar los cadaveres en la misma cuesa. Este cawpeon israelita vencid en diferentes acciones 4 treimta y un Reyes, conquisto casi toda la tierra de Canaan. 4 dejd al pueblo ce Dies en posesion de la tierra que le habia prometido. Concluidas felizmente las operaciones militares de es- te general, siempre victoricso bajy ta proteccion del Sefor, solo restaba distribuir el pais conquistado en- tre las tribus. segun las viltimas instrueciones dei le- gisladoy Moises ; Jusilé iG bing fein las porcienes en juslicia y equidad, y sorteandolas ues entre las nibus, como lo halia mandade el Senor. serie. disidicndo despues de este tildino acto del gobierno glériose de Josué. como se sintiese muy viejo, convocd 4 los Ancianos, 4 los Principes. Caudillos » Magistrados que represeutabau al pueblo de Israel; y puestos Lo- dos & su presencia, les haisld en estas palabras : « Yo soy vicio, y we hallo en una edad imuy avanzada: yosotros veis todo lo que el Sefior nuestro Dios hia he- cho con las nactones que teneis alrededor, y que vi- sidlemeute ha combatido por vosotros. Ya queda re- partida por suerte la tierra que el Sehor os habia prometido, y dle la que tendréis completa posesion. Guandad de corazoa todas las cosas que estan eserilas en cl fibro de la Ley que nos dejo Moises, y no os desvicis de ellas, ni Ala diestra ni 4 la siniestra. Pro- curad diligentemente amar al Setior yueslro Dios : porgne si os adheris 4 los errores de los iddlatras que os rodean 5 si vs mezclais cou ellos por matrimonios; JOSUE. 85 y si contraeis con ellos amistades ilicitas , tened en- tendido desde ahora, que e] Sehor, léjos de ayudar- os contra estas naciones, descargara su irresistible furor contra vosotros, y¥ arrebatara de vuestras manos lo que ya poseeis. » Jesué pasd luego 4 Siquen, y pocos dias despues convecé otra vez a los principales de las doce tridus de Israel, y les hablé en nombre del Seftor. En esta ocasion les record6é todos los beneficios , que habian recibido de Dios, desde a yocacicn de Abrahan y.su salida de Mesopotamia, hasta aquella presente hora , concluyo exhortiudolos 4 temer y¥ servir 4 Dios cor corazon perfecto ¥ sincero. El pueblo prometid so- lemnemente nunca abandonar al Sedor, ni servir a los dioses agenos : ¥ Josué mando poner una lapida grande en ec) Santuario, para recordar este voto al pucblo v 4 sus descendientes, dejando al mismo tiempo depositado on libro, en el que bahia es- crito todo lo acaecide desde la muerte de Moises, Luego dlespidid al pueblo para que cada uno fuese 4 su posesion :y Josué empled los altimos dias de su vi- da en meditar ta Santa Ley, y dar gracias al Senor. Fste esclarecido Siervo de Dios mwid poco despues 4 los ciento y diez aos de su edad, con mucho senti- miento de todo Israel. a 36 LOS JUECES. CAPTETLO TERCERO. GOBIERNO DE LOS JUECES. LOS JUECES. Con la muerte de Josué qued6é el pueblo de Israel sin caudillo : ¥ considerandose las tribus en igualdad - de derecho, se gobernaba cada una, segun las cir- cunstancias en que se hallaba. y segun el interes que se proponia. Declaraban guerra, hacian paces, con- trataban alianzas, formaban tratados. segun les con- yenia, y muchas veces sin atender A su conveniencia. En estado de separacion, no advertian los Principes de Israel, que la prosperidad de wna wibu era opre- sora de las demas; y que en Ja ruina de otra peligra~ ban todas. La casa de Juda se evgrandecié con muchas victorias, conquisté muchas ciudades fuertes, derroto ¥ mal6 al poderoso Adonibezec que se lison- jeaba baber cortado las manos a setenta Reyes. y te- nerlos esclavos en su casa; pero al mismo tiempo la tribu de Dan estaba oprimida por el Amorreo. Sin embargo, miéntras estos Principes coetineos de Jo- sué gobernaron , aunque desunidas las tribus, se man- tuviéron todas fieles al voto que habian hecho 4 Dios en presencia de Josué : mas luego que pasd esta ge- neracion, cuarenta aflos escasos despues de la muer- te de aquel ilustre caudillo, se olvidaron de la pro- mesa que habian hecho sus padres, y de la lapida LOS JUECES, 87 colocada en el Santuario para recordarla. Se entre- casaron con los iddlatras, se estrecharon en amista- des ilicitas , olvidaron a su Dios, y adoraron 4 los age- nos. Este inemendable pueblo, fiel en las horas de ad- versidad , irisolente y prevaricador en los tiempos di- chosos , provocé ahora laira del Sefor. quien le pu- so cn esclavitud-por ocho aos , bajo el duro cetro de Cusan Rasatain, Rey de Mesopotamia. No pudiendo soportar esta dura opresion, volvié- ron 4 su Dios. protestaron arrepentimiento, é im- ploraron perdon. La infinita bondad de Dios no se nego jamas a su ingrato pucblo, y ahora le did un Salvador para que los librase : este fué Otoniel, el primero de los Jueces de Israel. Este Gefe junto un ejército , salid 4 combatir al Rey Cusan, y bajo la vi- sible proteccion del Dios de Israel did batalla al Me- sopotamo, le derroté. y tomo prisionero , libertando con esta seilalada victoria 4 todo Israel. Otros cuarenta ailos de independencia y prosperi- dad borraron de la memoria de los Israelitassu pasado castigo, y la victoria de Otonicl, Volviéron a la ido- latria, y los Moabitas fuéron el instrumento de su castigo : diez y ocho afios bajo el pesado yugo de Eglon Rey de Moab hici¢ron conocer 4 Los Israelitas el crimen de su prevaricacion : afligidos clamaron a Dios, y el Sefor les dio otro Libertador. -\od fué el personage escogido por Dios para librar a Israel : es- te atrevido caudillo fué solo al palacio de Eglon, le asesind en su retrete , salié de la ciudad, y lamando 4 los Israelitas, se puso 4 su frente, y tomaron la 88 LOS JUECES. ciudad de Moab con grande destruccion de sus habi- tanles. Asi se salvé Isracl por la intrepidez de Aod, el segundo Juez, y viviéron en paz por ochenta aios. EI tercey Juez de Israel fué Sangar, quien liberté al pueblo de la opresion de los Filisteos. El cuarto Jucz fué Barac, asistido por la profetisa Débora. 11 transitorio arrepentimiento de Israel du- raba solo con la sehal del azote, y quitada esta, se borraba la memoria del castigo. Los Israclitas volvié- ron otravez ala idolatria, y en castigo de su maldad, cay éron bajo la dominacion de Jabin Rey de Canaan. Sisara su general los oprimia en estremo : por mas de ‘yeinte afos los estuvo aterrando con sus Lropas nu- merosas, Y sus espantasos carros armados. Débora gobernaba al pueblo de Israel en este tiempo, y aun- gue dotada de prudencia y fortaleza bastante. para arrostrar Ios mayores peligros, juzgd ahora conve- niente Dombrar un general. Los talentos de Barac le mereciéron esta eleccion, ¥ Débora le mando mar- char contra Sisara, Barac no queria tomar el maudo de las tropas, si Débora ne le acompahaba : esta con- sintio, y partiéron los dos a la cabeza de diez mil comibatientes hacia el monte Tabor. Informado Sisa- ra de este movimiento juntd novecientos carros de hierro que tenia armados, y movid todo su ejército hacia el Cison. Barac le atacé con tanto imperu que derroté todo el ejército de Jabin, y su general Sisa- ra huyé solo y a pie hasta la tienda de Jael. Esta Je ofrecié asilo en su casa; Sisara le admitié sin rezelo, J fatigado de la fuga se quedo dormido, despues de LOS JUECES. 89 haber refrescado. La seguridad de su patria obligé & Jacl a faltar al derecho de hospitalidad ; viendo que Sisara dormia profundamentc, tomé un clavo, y dan- dole wn fuerte golpe con un martillo, le alravesé por las siencs la cabeza hasta el suelo. Asi quedd el pue- blo de Israel libre de 1a dominacion de Jabin por el valor de Barac, por el conscjo de Débora, y la reso- lucion de Jael. La vigilante administracion de Débora, su consus mada prudencia y firmeza herdica mantuyo a tos Israe- lifas en inayor sujecion y obediencia, que Moises y Josué con (oda su autoridad suprema, Su muerte jus- tificd Ja desconfianza que esta muger tenia de la fide- lidad del pueblo : pues apénas se vicron libres de su mando, no solo valviéron 4 la idolatria, mas tambien 4 un libertinage desenfrenado. Madian fué ahora el yerdugo que Dios escogié para suavizar la durezade su pueblo. Los Madianitas eran una uacion cruel y bar- bara, que no se contentaba con la esclavitud de Is- rael, mas parece procuraba su esterminio. No les permiiian gozar ni aun aquellos frutos de Ja tierra mas necesarios : suis campos eran talados por ejércilos mumerosos 5 sus inieses destruidas por la multitud de sus ganados; tanta era la humillacion de los Israeli- tas, que se hallaban obligados 4 refugiarse cn las grutas y cavernas que habian hecho en los montes, En esta estrema miseria clamaron 4 Dios; su arrepen- timiento parecia mas sincero que en ninguna otra oca- sion; el Seior se compadecid de su pueblo, y esco- gid 4 Gedeon para librarle de esta cruel opresion. El 90 LOS JUECES. Angel del Scftor en trage de peregrino, se le apare- cié sentado al pie de una encina, cuando este robusto joven estaba afanado en aventar una parva, para guardar el trigo antes que se le quitasen los opreso- res. El mensagero celestial le anuncié su destino, mas Gedeon lo dudaba, a causa de ta oscuridad de su fa- milia, y la insignificancia de su persona : hasta que deseubriéndose el Angel , le comunicé la voluntad di- vina, y Gedeon se preparé a ejecutarla. La primera 6rden que recibid fué destruir el altar de Baal. y el bosque que ie rodeaba, Gedeon juzgé_ prudente hacerlo de noche, y tomando consigo diez peones de su casa, talé el bosque, arrasé el altar del {dolo, erigid otro al Seior, y¥ Je sacrificd un toro. Los Madianitas y Amalecitas juntéron sus tropas, y pa- sando el Jordan, acampdron en el valle de Jezrael, para hacer una de sus acostumbradas escursiones. Este peligro inflamé el zelo de Gedeon : al instante tocd la trompeta marcial, y junté un gran nimero de hom- bres de todas las tribus,los que undnimemente le reco- nociéron por Gefe. El joven general estaba dotado de yalor ¥ firmeza, pero desconfiada de su mal organi- zado ejército, para contender con tropas disciplina- das : ¥ por esto Antes de entrar en lid con tan forml- dable enemigo, pidié humildemente al Sehor pruebas evidentes de su proteccion. Primeramente puso Wi ¥ellocino de lana en la era por toda una noche; ¥ hall6 por la mafiana todo el suelo al rededor secoy el Yellocino empapado en rocio,’exactamente como ha bia deseado. Implorando perdon al Sefior por su i LOS JUECES. 91 portunidad, pidié el mismo milagro en efecto dife- rente : y 4 Ja maiiana hallé todo el suclo mojado, y seco el vellocino. Satisfecho con estas pruebas , movid Gedeon su ejército, y marché a encontrar al enemigo, seguro de la victoria. El ejército de Gedeon era muy numeroso, y cono- ciendo el Sefior la vanidad y petulancia de los Israe~ lilas, quiso convencer 4 su pueblo, que era él, y no as fuerzas de Israel, quien destruiria 4 los enemigos. Para este fin, mand6é a Gedeon tomar solo trecientos hombres con él, Nevande cada uno un cintaro con una luz dentro, y una trompeta, F¥ que entrase con este puflado de gente, durante la noche, en medio del campamento de los Madianitas. Asf fué hecho, y 4 una senal concertada, quebraron todos sus cintaros unos contra otros en im momento : hrego tomaron la luz en la mano izquierda, la trompeta en Ja derecha, corriendo por el campo, los unos tocaban miéntras los otros gritaban : « La espada del Senor y de Ge- deon. » E] campo enemigo se lend de confusion, to- dos empuilaron las espadas ¥ se mataban unos 4 otros; los Israclitas entretanto, aprovechandose de la confu- sion . los perseguian haciéudoles cruel estrago por to- das partes. La tribu de Efrain se habia apoderado del paso del Jordan,¥ los que escapaban del campo, pere- cian al filo de sus espadas. Ciento veinte mil enemi- gos pereciéron en esta jornada con Oreb y Zeb sus caudillos. El victorioso Gedeon, que tambien se Ha- maba Jerobaal por haber demolido el altar del idolo partié luego contra Sebé y Salmana Reyes de Ma~ 92 LOS JUECES. dian; los sorprendié en Nobé, derroté su efército y tomando prisioneros 4 los dos Principes, que habian huido del campaniento , les quitd la vida él mismo, Agradecidos los Israclitas 4 los selaladas servicios que Gedeon habia hecho @ la patria, le ofreciéren el Gobierno de Israel, hereditario en su familia, mas este ilustre Defensor deseché la propuesta, declaran- do que ¢] Seior habia de mandar solo sobre su pue- blo. Entéuces se retiré 4 los ejercicios de su vida pri- yada, ¥ murié en paz dejando una familia muy nu- merosa. Entre los setenta hijos que sobreviviéron 4 Gedeon habia mo Ilamade ibimelec; este monstruo mnia a un natural el mas ambicioso, todo el valor y fortaleza de su padre; y 41a mas violenta inkumani- dad, toda Ja crueldad de nna fiera. Se hizo Rey de Israel eu Siquen su patria, por medios artificiosos, v te- miendo oposicion en su familia, hizo matar sobre una misina piedra a sesenta y ocho lermanos, quedando con el feroz sentimiento de hahérsele escapade Joa- tan el hijo menor de Gedeou. Los mismos Siguenitas que le habian cefido la diadema, se cansaron pronto de su tirania, y conspirairon contra él, pero siendo muy débiles para resistir 4 on hombre como Abinie- lec fuéron todos pasados a cuchillo, y la ciudad sem- brada de sal. Algunos que puditron salvarse de la ciudad, se refusidron & una torre : el] sediento ester- minador la rédeé de Icha, y poniéndole fuego, pere- ciGron mil personas que habia en ella. De allf pasd 4 Tebes. vy queriendo hacer el mismo estrago en fa tor- re de la ciudad, al acercarse al pie, fué muerto con LOS JUECES. 93 el golpe de un pedazo de piedra de molino , que ar- rojo una esforzada muger desde las almenas de la torre. Asi castig6 el Seftor 4 Abimelee por la muerte de sus hermanos; y a los Siquenitas por haberle nom- brado Rey. Tola ¥ Jair fuérou los Jucces que gobernaron ak pueblo de Israel despues de Gedeon : cl primero por veinte y tres allos, y el segundo por veinte y dos, Jeiié, hombre muy esforzado , y de grande espe- riencia militar, fué electo Juez por el pueblo, cuando se hallé oprimido por los hijos de Ammon. Este hu- mano general liizo cuanto pudo, para disuadir a los Ammonitas de sus injustas irrapeiones , y evitar por medios amistosos la ruina de los pucblos, y la ma- tanza de hombres : pero viendo infructuosos todos sus esfuerzos, juntd el ejércilo y le prepard para la campaila. Eva necesario pasar con sus tropas por la tierra de los Amorreos, y envid mensageros al Rey Seon para perirle paso : este le negé, y salié para oponcrsele, Jefiéimploré el favor del Dios de Israel, ¥ con su auxilio derraté enteramente al ejército Amor- reo, y ocupéd el pais. Obtenida esta victoria tomdé sus disposiciones para combatir 4 los Ammonitas, Descando Jefié complacer 4 Dios, y obtener por su favor el triunfo sobre ua ejército formidable, bizo voto al Sector diciendo : « Sipusieres en mis manos a los Ammonilas, el prime- To que saliere de las puertas de mi casa, sea el que fuere , y se preseniare 4 mf cuando vuelva en paz, le 94 LOS JUECES. ofreceré al Seflor en holocausto, » Jefté atacd a los Ammonitas, € hizo prisionero 4 todo el ejércilo. La noticia de un suceso tan feliz volo 4 ta familia de Jef- té, y volviendo este 4 su casa despues de la batalla, la Wuica hija que tenia salié gozosa 4 recibirle con musica y danza, acompafada de sus doncellas. Jefté se acercaba pensando en su voto, y aguardando la victima , cuando vid el destino fatal de su amada hija; la sensacion ce dolor partié su corazon, y rasgando sus vestiduras esclaind : Ay de mi! hija mia! y luego le dijo el terrible voto que habia hecho. La hija se sometio resignada, y solo pidid a su padre dos meses de suspension, para Horar su infansto hado con sus amigas en un retiro, prometiendo volver para que su — padre cumpliera el voto que habia prometido a! Se~ flor. Jeflé concedié el triste plazo , y pasados los dos meses , se presentd al altar esta fiel hija, para que el religioso padre cumpliera su voto. Las jovenes de Is~ rael sc juntaban, todos los ajios, para celebrar el ani- versario del sacrificio de esta virgen desgraciada. Jefté goberné al pueblo seis afios y murié en Galaad. Veinte y cinco allos despues de la muerte de Tefté , el desleal pueblo de Isracl solvid 4 apostatar, y en cas- tigo de su obstinada perfidia los sujeté el Sefior al poder de los Filisteos, Las vejaciones que sufrian los Israelitas bajo cl azote de esta raza orgullosa , les hi- zo levantar el grito al ciclo, y pedir perdon.a su ofen- dido Dios. El Sefior sc compadecid de su pueblo, y les envié un personage que confundiese 4 sus cnemi- §0S, nas con sus hazaias personales , que en batallas LOS JUECES. 95° ordenadas. Este hombre fué Sanson, y todo fué es- traordinario en este héroe. Su nacimiento fué anun- ciado 4 su madre por un ange), en estas palabras re « Estéril eres y sin hijos, mas concebirds y parirds un nifio, a cuya cabeza no tocara navaja, porque sera Nazareo de Dios desde el vientre de su madre, y él librara 4 Israel de manos de los Vilisteos. » Manné el marido de esta muger crey6 el vaticinio del angel : y Ja madre, durante el tiempo de su ocupacion, no co- mié cosa inmunda , ni bebid licor algnno fermentado. Sanson nacié, fué educado segun la instruccion del angel, crecid,.y vino 4 ser el hombre mas fuerte del mundo. Cuando Sanson era mozo, fué con sus padres & Tamnata para pedir en casamiento 4 una joven que Je habia agradado mucho. En el camino se aparté un poco de sus padres, y 4 este tiempo sali un furioso Icon de una viiia inmediata, y vino hacia él para de- yorarle. Sanson sin armas, sin palo, solo con sus manos desnudas , se arrojé 4 la fiera, y 1a despedazé como si fuera un cabrito : luego fué con sus padres sin decirles lo que le habia ocurride. Despues de al- gunos dias tuvo que pasar por aquel camino. y apar- tandose a ver el esqucleto del leon, hallé en su boca un enjambre de abejas, y un panal de miel; Sanson tomé el panal y se le comié por el camino. La novia que le habia sido prometida, cas6é entretanto con un Filisteo por orden de su padre; ¥ esta infidelidad ir- Tité tanto 4 Sanson, que se declaré enemigo de todos los Filisteos. El primer acto de su venganza fué coger trecientas 96 LOS JUECES. zorras, ¥ atando unas a otras por las colas, puso un tizon ardicndo en cl nudo que juntaba cada par : lue- go las solté, y entrandose por los campos , incendia- ron las micses, las vias y hasta los olivares. Los Filistcas Hlegaron 4 descubrir el autor de esta traza fatal, y no pudiendo vengarse en Sanson, guemaron vivos al padre y a la hija porque habian sido causa de su enojo. Nada satisfacia a Sanson despues de haber dectarado guerra etema a los Filisteos , cada dia ha- Haba ocasion de darles pruchas lunestas de su valor estraordinario ; hasta que consternados levantaron un ejército para oponerse dun hombre solo ; amenazaroa ata wibu de Juda, que no dejarian las armas de las manos hasta vengarse de Sansen; y como eb pueblo de Israel estaba bajo la deminacion de los Filisteos, resolvicron entregar al que era causa dcl peligro que Jos amenazaba. Sanson se habia retirado solo a una cueva en Etan, y alli fuéron tres mil Israelitas para agarrarle : bajo 1a promesa de que no le matarian , se rindid, y despues de atarle los brazos con fuertes cuerdas . le entregaron a sus mortales enemigos. Nada podia igualar 4 la alegria de los Filisteos, cuando vicron anarrado y bajo su poder a tan formi- dable adversario : asi Henos de gozo, prorumpicron en vivas. y marcharoa en triunfo con su presa: Sanson se irrité cou la insolencia de sus eneinigos , y asistido por el espiritu de Dios, hizo esfuerzos y rompid las retorcidas ligaduras , como se parte un hilo a fa lama de la luz, Viéndose ahora con sus membrudos brazos descmbarazados, agarré la quijada de un asno que LOS JUECES. 97 accidentalmente estaba alli cerca, y acometiendo fu- rioso al ejercito que le conducia, dejé mil hombres tendidos en el campo de tan cesigual batalla. Con el esfuerzo violento que hizo cn esta sangrienta accion, queddé mur afligido de la sed; y habiendo rogado al Senor le socorriera en aquella necesidad, salié mila- grosamente agua de la misma quijada, con la cual se rcfrescé , y se salvé de sus enemigos. Este Ultimo suceso end de espanto a los Filisteos, ¥ excild mas su venganza: ya no pensaban acome- terle cn persona, sino acecharle en oculto. Sanson fué ala ctudad de Gaza, y habiéndose divulgado en el paeblo su Yegada, formiron el plan de vengarse de él. Cerrdron las puertas de la ciudad, y rodedron el muro para que no se les escapase por la noche. San- son iguorante del peligro repos6 tranqailo, hasta que informado 4 media noche de las medidas tomadas contra él, sc levanté para salir de la ciudad. La guar- dia confiando en las fuertes y dobles ccrraduras , s¢ habia retirado 4 otro lugar, cuando Sanson legé 4 1a puerta : esta barrera no Ie acobaras , junté todos sus esfuerzos, y de un solo impulse desprendié las puer- tas del muro, derribando Jos pilares ¥ rompiendo Las cerraduras. Luego tomé las pucrtas sobre sus espal- das, y Hevd aquelias dos ponderosas hojas & ia cum- bre del monte que mira al Hebron. Fste fortisimo varon, 4 quien nada pudo hacer la fuerza unida de los hombres, fué postrado por una pérfida muger. Dalila no tenia mas poder que su her- mosura, ni mas fuerzas que sus caricias : esta astuta 98 LOS JUECES. yvenal muger indujo & Sanson 4 descubrirle el seereto de su fuerza prodigiosa. y este descubrimiento fud su ruina. La desmoralizada amiga le. hizo dormir sobre sus rodillas, un barbero que estaba prevenido, le rapo ja cabeza, y con la pérdida del cahello , queda Sanson como un cordero, a merced de os Filisteos, Estos crueles enemigos le saciron luego los ojos, y le Ievaron A Gaza atado con cadenas, y encerrandole en la carcel, le biciéron moler trigo. Los Filisteos seivalaron un dia de grande solemni- dad, como aniversario, para dar gracias 4 su idolo Dagon, por haber puesto en sus manos a un enemigo tan poderoso como Sanson : despues se juntiron a un banguete, yen un movimiento de su inebriada alegria {ué propuesto, aplaudido, y mandado traer a Sanson para mofarse de él, Para mayor escarnio le hiciéron estar de pie 4 vista de todo el concurso, en- tre las dos columnas que sostenian todo el edificio, dentro del cual habia como tres mil personas. Sanson corrido con tan vergonzosa situacion suplicé al Sefor le restituyese en aquelia hora toda su fuerza anterior, y sintiendo en su interior el impulso de su recobrado vigor, asié los dos pilares que tenia a sus lidos, y se incliné con todo el esfuerzo posible; muera Sanson, dijo, con los Filisteos. y trastornando las dos colum- nas se desplomé todo el edificio. y enterroé 4 tres mil Filisteos bajo sus rninas, Asi pereeié Sanson entre sus eneniigos, despues de haber juzgado a Israel por Feinte aos : sus hermanos y parientes sacdron su RUT. 99 cuerpo, y Je enterrdron en el sepulcro de sus mayo- res. RUT. Despucs de la muerte de Sanson, Eli que era Sumo Sacerdote reunié en si el gobierno de Israel, y fué el décimo de sus Jueces, La Santa Escritura nos da en este tiempo una corta historia de un ejemplo admirable de, amistad la mas sincera : tanto mas estraordinaria cuanto era entre dos mugeres, cuyo parentesco no es por lo general muy adaptado a pro- ducir um afecto de {ntimo amor. Una suegra y una muera, Noewi y Rut fuéron compaiieras insepara~- bles en los mayores trabajos y adversidades. Elimelee y su muger Noemi con dos hijos que te- nian , dejiron la ciudad de Belen en Judd, y fucron 4 la region de Moab, para librarse de la gran penu- ria que alligia 4 su pais, Los dos hijos casiron con mugeres Moabitas, pero muriéron sin sucesion, poco despues de Elimelec su padre. Noemi quedé vinda y hnerfana, en estrema pobreza, y pais estraito : en este estado de desconsuelo vivid algunos aiios con las dos nueras, que se habian mantenido con ella des- pues de la muerte de sus maridos. Oyendo Noemi que ta abundancia habia vuelto 4 Juda determin6 salir de Moab y volverse 4 su tierra ¥ comunicd 4 sus nueras su determinacion, para que se quedasen con los suyos, porque ella era pobre, y seria obligada a vivir de li- mosna. [na de las nueras creyé muy prucente et 400 RUT. consefo . ¥ se fué con su familia, pero la otra Hamada Rut le rogoé con Jigrimas, que uo Ja apartase de si, «Yo te acompanaré. Je decia, adonde quiera que yayas : donde tu morares, alli moraré yo tambien: tu pueblo sera mi puchlo, y ta Dios sera mi Dios: seré tu compaiiera en tus trabajos, contigo viviré, contigo moriré, y solo Ja muerte podraé separarme de ti. » Movida Noemi con tan singular carino abrazé 4 Rut, y las dos se volviéron a Belen. Como Noemi no habia dejado hacienda en Juda, ni habia traido dienes de Moab, se hallé en la nece- sidad de mandar a Rut 4 recoger las espigas que de- jaban atras los segadores, ¥ con ellas hacer pan para alimentarse. Un labrador rico Namado Booz, & cuyos rastrojes iba Rut a espigar, informado de ta virtud y buenos oficios gue esta fiel muger hacia & Noemi, mandé 4 los segadores dejar 4 propésito espigas sufi- cientes , para que la muchacha Jas tomara sin rubor. Booz recibid despues tantas pruebas de Ja virtud, y bondad de Rul. que resolié tomaria por muger, . Entre los Isvaelitas habia un derecho de parentes- co. por el cual el pariente mas proximo 4 un hombre casado que moria sin tencr sucesion, podia tomar por muger 4 la viuda en preferencia 4 otro pariente mas lejano; y cuando ccdia cl derecho 4 otro, para que la cesion fuese valida, se quitaba el zapato, ¥ se le daba al pariente ménos préximo, En este caso se hallaba Booz. no pudiendo casarse con Rut hasta que otro pariente mas cercano renunciase su derecho. Booz cité al otro pariente delante de diez ancianos, LOS REYES. I. 404 y hecha por este 1a renuncia de su derecho , casé so- lemnemente con Rut. Este casamiento, debido 4 la virtud y amistad herdica de Rut para con su suegra , mereci6 las mas felices bendiciones 4 toda la familia. Booz tuvo un hijo en Rut Hamado Obed : este fué pa- dre de Isai’, y este fué padre de David. LOS REYES I. El juez Eli siendo al mismo tiempo Sumo Sacer- dote del Dios de Israel, asistia en Silo para ofrecer al Seior los sacrificios y oraciones de su pueblo. Ana estaba casada con Elcana, y vivia sumamente afiigi- da, porque no tenia hijos. El Sacerdote Eli estaba un dia sentado delante de las puertas del templo, cuan- do entr6 Ana a ofrecer sus oraciones; afligida por su esterilidad, oré al Sefior derramiando copiosas lagyi- mas, € hizo un voto diciendo: « Seiior de Jos ejérci- tos, si volviendo los ojos, mirares la afliccion de tu esclava, y te acordares de mi, y dieres 4 tu sierva un hijo varon, te lo consagraré, Senor, por todos los dias de su vida. » Fli le dijo: vele en paz. y el Dios dle Israel te conceda la peticion, que le has hecho. El Sefior oy la stiplica de Ana, concediéndole un hijo, 4 quien puso el nombre de Samuel: y cuando ceso de alimentarle 4 sus pechos, le trajo al templo; ofrecié al Seiior una hostia solenmne, y luego presen- 16 el nifio al Sacerdote Eli diciéndole: « Ruégote, Seiior mio, recibas este nino que he consagrado al servicio de Dios por todos los dias de su vida. Yo soy L 5 402 LOS REYES. I. aquella muger que estuve aqui orando al Senor de- lante de ti: por este nillo oré, y el Sefior me conce- did la peticion que le hice.» Ana entonces hizo un cintico de gracias al Dios de Israel. La fiel y piadosa Ana partid del templo, despues de haberse desprendido de su deseado y¥ tierno hijo, en upa edad en la que las gracias y caricias de la inocen- cia Ie hubieran Ienado el corazon de contento y feli- cidad, Samuel qued6 con Eli consagrado al servicio lel Tabernaculo . y su madre Je Wevaba una tunica de Si- no cada aio, cuando subia con su marido 4 ofrecer el sacrificio solemne. Eli era un varon justo ¥ reeto, pero sus dos hijos Ofni y Finees eran malvados. porque no servian al Sehor, ni conocian Jas obligaciones de los Sacerdotes respecto al pueblo, Eli oia frecuentemente quejas muy justas de los excesos graves de sus hijos, pero en lu- gar de castigarlos con la severidad que merecian sus crimenes atroces , solo los reprendia blandamente. Esta culpable connivencia de Eli como Pontifice , y criminal negligencia como padre, ofendiéd mucho al Sefor . y le envié 4 decir por un Ponfeta, que su fa- milia seria privada del Sacerdocio, y que sus dos hi- jos Ofnit y Finees moririan ambos en un dia. Castigo justo y debido 4 un padre que toleraba la corrupcion moral de sus hijos. y 4 estos por la profanacion que hacian de suiministerio sagrado. Estando el joven Sa- muel una noche en el templo, oyo una voz que le Ia maba,y creyendo era la de Eli, fué a saber lo que le mandaba: segunda vez fué Lamado Samuel, y segunda LOS REYES. 1. 203 vez {ué este 4 ver lo que le mandaba Eli: y escuchando al Seftor Ja tercera vez, le fué comunicado lo mismo gue el Profeta habia anunciado 4 Eli. Samuel crecid , el Scfior le hizo profeta, y fué venerado por toda Israel, Durante el Gobierno de Eli , los Filisteos hiciéron guerra contra el pueblo de Dios, y en el primer en- cuentro huyéron Jos Israelitas con pérdida de cuatro rail hombres. En una mala administracion se pierden todas las virtudes publicas; y asf la presente corrup- tion del pueblo trajo sobre si el mayor de todos los males que espcriménté Israel desde su salida de Egipto, Convencidos los Israelitas de su impotencia para li- brarse por si mismos de la calamidad que ahora los oprimia , en lugar de hacer penitencia para aplacar al Seiior . y merecer la proteccion que tantas veces ha- bia dado 4 su pueblo , solo pensaron en levarla Santa Area de la alianza 4 1a batalla, Este insensato pueblo, tomando esta medida , parece queria forzar al Dios de Jos ejércitos 4 defender su causa, 6 perder ¢] monu- mento mas sagrado y mas solemne de su religion y de su favor. El Arca fué removida contra el espreso man- dlamiento del Sefior, con la circunstancia agravante de ser conducida por los sacrilegos hijos de Eli. Los Filisteos se intimidaron al principio 4 Ja presencia del Excelso Dios de Isracl, pero animados por sus gefes, disron la batalla y derrotaron 4 los Israelitas en todos los puntos : Ofni y Finecs con treinta mil hombres queddron muertos, y el resto huy6 yergon- zgsamente, abandonando 4 los incircuncisos el sagra- 404 LOS REYES. I. do Simbolo de 1a Predileccion divina que habian cus- todiado por trecientos setenta y cuatro anos. Eli, sen- tado 4 la puerta del Taberniculo, aguardaba cuida- doso el éxito del combate : cl mas ligero de los fugi- - fivos le informé de la derrota del ejército , la muerte de sus dos hijos, y la pérdida del Arca. Esta ultima palabra sobresalté al anciano Pontffice, y cayendo de espalda se descoyunté la cerviz. Eli murié castigado por los pecados dle sus hijos 4 los noventa’ y ocho aos de su edad, y cuarenta de su gobierno, en el que le sucedié Samuel. Israel se estremecia con la idea de que la Santa Area seria profanada por los infieles; mas el Excelse Dios cuyos arcanos son incomprensibles , castigan- do 4 los Israelitas con 1a voracidad de sus remordi- mientos por esta pérdida, confundia 4 los Filisteos con Ja manifestacion de su poder. Los inficles Heva- ron e] Arca como trofeo de su victoria al templo de Dagon; pero este fragil {dole no pudiendo mante- nerse delante del Dios Fuerte, cayé a tierra boca abajo y asi pasé toda la noche. Cuando los sacerdotes Filisteos entraron al templo por la mafiana, y viéron la divinidad de Dagon en un estado tan abatido, que- darou pasmados ; sin examinar Ja causa de tan irre: gular mudanza, levantiron la impotente estatua, y la pusiéron otra vez sobre la peana. A la maiiana siguiente volvicron cuidadosos 4 ver el estado de st Dios, y al niayor asombro de los Filisteos fe halldron descuartizado ; la cabeza y manos esparcidas por los rincones, y el mutilado tronco tendido en el suelo. LOS REYES. I. 105 Los idgfatras no fuéron mas afortunados que su {do- lo: plagas, contagios y otros castigos les hiciéron co- nocer el irresistible poder del Dios de Israel, y re- solviéron restituir el Arca. Para este objeto prepard~ ron wh carro nuevo, ¥ unciéron & él dos vacas cerriles : Iuego colocdron cl Arca en el carro, deja- ron ir fas yacas de su propio instinto, diciendo : si et carro va camipo derecho 4 Betsames en donde esta- ba el Arca, congcerémos que el Dios de Israel nos ha hecho estos males; pero si no, entonces conoce- rémos que solo ha sido efecto del tiempo. Los ani- males tiraron del carro, ¥ sin desviarse & la izquierda ni d la derecha, fuéron 4 Ja tierra de Israel. Los Satrapas de los Filisteos fuéron siguiendo el no guia- -do caro, hasta que viéndole entrar derecho en Bet- games, ‘se yolviéron mas convencidos del poder del Dios de {evael. Los Israelitas recibiéron muy contentos el Arca de ja alianza : pero en medio de su alegria cometiéron algunas irreverencias, faltando a la veneracion que estaba prescrita ep la Ley de Moises, y el Seior los casligé severamente. De Betsames fué lievada el Arca 4 Cariatiarin ¥ depositada en casa de Abinadah que habitaba en Gabaa, segun la ycluntad del Setior. Los Principes de los Filisteos , pasados algunos aos, se confederdron, y saligron contra Israel ; el pueblo leno de un terror panico acudiéd i Samuel para gue implorase Ja proteccion divina; y por medio de las fervorosas oraciones de este fiel y virtuoso Goberna- dor, el Senor humillé & las Filisteos y favorecié 4 su 106 ¢ LOS REYES. I. pueblo, miéntras el sabio y prudente Samuel tuvo vigor para mandar dIsrael. Cuando Ia edad ¥ enfer- medades no le permitiéron atender 4 los cuidados del Estado, movido del amor paternal , entregé el go- Dierno & sus dos hijos Joel y Abia, hombres avaros, corrompidos y opresores, Los Israelitas previendo mayores desgracias bajo la direccion de Jos hijos de Samuel , que habian sufrido bajo la influencia de los hijos de-Eli, quisiéron mudar la forma de gobierno, y desedron tener uu Itey que los mandara, ¥ capita- nease cn las batallas. Tu eres viejo, dijo el pueblo 4 Samucl, y tus hijos son muy malos : establécencs un Rey que nos juzgue como le ticnen las otras naciones, El Sefior se ofendid con su pueblo, porque desechaba su gobierno inmediato, y preferia la monarquia ; Sa- wauel les esplicé las prerogativas y grande autoridad que Dios habia de couterir al Rey, y las vejaciones a que se esponian, si este abusaba de su poder. El pue- bio queria mudanza, insistié en tener Rey , ¥ el Seior les did uno del modo siguiente. ; Samuel recibié érden del Seiior para subir al tems plo al dia siguiente 4 cierta hora, y ungir por Rey de su pueblo al hombre que el Sedov le presentara. H santo Sacerdote estaba aguardando la disposicion divina cuando se le presenté wu hombre de estatura estraordinaria, el que ignorante de los designios de Dies, habia venido a cousultar a Samuel, sobre unas pollinas de su padre gue se habian estrariado dos dias antes. 1 Profeta le recibié con mucho respeto, le hospedd aquella noche con mucho agrado, ya LOS REYES. I. 107 maiiana siguiente le despidid, acompaiiandole fuera de la ciudad. Cuando los dos se hallaron solos en eb ejido, Samuel declard 4 Saul la palabra del Seiior, y sacando una ampollita de aceite sagrado la derramd sobre la cabeza de Saul, ungiéndole por Principe sa- berano de Israel; y besindale, se despidio de él. Saul partid para su casa, habiendo hallado un Reino, cuando buseaba unas pollinas perdidas, Samuel faé Acongregar las tribus, para sortear cl deseado Rey. La suerte cayé sobre la triba de Benjamin, luego sobre la familia Metri, y diltimamente sobre la per- sona cle Saul: este fué presentado al pucblo, y todos Je aclamaron, Viva el Rey. Samuel escribio la Ley det Reino enqun libro, aquella fué promulgada, y este depositado en el Tabernaculo, CAPITULO CUARTO. RETNADO DE SAL, Saul principié 4 reinar en Israel segun cl espiritu de Dios : el pundoner del nuevo monarca no podia per- mitir mas inswtos ce las naciones vecinas, y los nue- yos yasallos se ofrecian voluntarios 4 pelear bajo la direccion del nucvo caudillo, Saul junté un ejército ¥ salié A encontrar 4 los Filisteos : por algun licmpo estuviéron los dos ejércitos 4 vista uno de otro, sin empefiarse en una accion general, hasta que el es- forzado Jonatas, cansado de ver una inaccion que descubria temor, se retiré del campo con solo su es- 108 LOS REYES. I. cudero. Movido por et honor de su patria, y Heno de copfianza en su Dios, trepd por rocas casi inaccesi~ Dies, y cayd de improviso sobre cl Manco de los Fi- listeos, Este valtente joven, acompaiado de su escu- dero, penetrd por Ja parte mas flaca del enemigo , haciendo prodigios de valor : la confusion se esten- did por todo cl campo, ¥ los Filisteos se mataban unos 4 otros, Saul conjeturé por la ausencia de su hijo Jonatas la causa de aquel desérden y huida det encmigo, y temiendo que se escapasen por el bosque que tenian dla espalda, did Grden de perseguirlos por entre los arboles, obligando 4 todo el ejército con juramento 4 no gustar cosa alguna hasta Ja no- che. Jonatas, ignorante del juramento , habia comido un poco de miel durante fa accion, y esta violacion del juramento, aunque involuntaria, ofendié tanto 4 Saul, que mand6 quitar la vida 4 su hijo. El herdico valor que Jonatas habia mostrado aquel dia, fué tan justamente celebrado por los soldados, que se opusié- ron abicrtamente al deereto del padre, y con su cons- tancia salvaron al hijo. La clevacion de Saul al trono fué muy acertada para la seguridad del estado : 6] gobernaba con ab- soluta auloridad, haciéndose respetar de sn pueblo, ¥ siendo el terror de las naciones vecinas. Despues de haber humillado 4 los Filisteos, derrot6é sucesiva- mente alos Moabitas. 4 los Ammonitas, vy 4 los Reyes de Edon y Zoba. Fl mas antiguo de los enemigos de Israel quedaba por castigar , y el Seiior quiso valerse de Saul para vengar los agravios que los Amalecitas LOS REYES. I. 169 habian hecho 4 su pueblo deside el tiempo de Moises. Samuel mando 4 Saul, en elnombre de Dios, combatir a Amalec, pasar 4 cuchillo 4 todo viviente en este pais idélatra, sin perdonar aun los animales mas inocen- tes. Comunicada esta é6rden divina, se puso Saul al frente de docientos y dicz mil hombres, y Con esta hueste poderosa penctré hasta el centro de Amalee :° el rey Agag le salié al encuentro. pero fué derrotado ¥ hecho prisionero. Saul, contrario 4 la érden espresa del Seftor, concedié la vida al rey Agag , y reserva para si, y para sus capilancs los ganados , rebaiios, ¥ despojos mas preciosos del pais. Provocado Samuel con la criminal desobediencia de Saul, le dijo : « Por cuanto has desechado la palabra del Seftor, el Sefior te ha desechado para que no seas Rey, y ha dado ed reino A olro mejor que ti. » El Santo Profeta mandé traer 4 su presencia al rey Agag, y para vengar al Dios de Israel, le dividid en trozos en Galgala delante del Seiior : luego se retird irritado contra Saul, y no le yolvio 4 yer jamas. Desechado Saul del trono por su desobediencia y presuncion, dijo cl Seiior 4 Samuel , que habia esco- gido una persona para ser Rey de Israel y que fuese 4 Belen para ungir alli al que le nombrase. Samuel, con pretesto de ofrecer un sacrificio al Senor, fué a Belen, vid alli 4 Isai, y le dijo le presentase sus hijos 41a hora del sacrificio. Isai vino con siete hijos, ¥ los fué presentando al Profeta uno 4 uno, sin que el Espiritu de Dios le inspirase cual era el clegido, Sa- muel pregunté 4 Isai si no tenia mas hijos; este res- 5* 110 LOS REYES. I. pondid que tenia otro, el menor de todos, que estaba apacentando Jas ovejas : haz que venga, dijo Samuel; y a poco rato le presentaron 4 David, muchacho ru- bio, de hermoso aspecto, y de linda cara. El Seftor inspiré 4 Samucl, y levanténdose sacé la ampolleta ¥ le ungid con el santo Oleo : en aquel mismo punta bendijo ei Sefior 4 David en lugar de Saul, para regir i su pueblo. y defenderle de sus enemigos; pero Saul retuyo la dignidad real hasta su muerte, porque la eleccion de David era revelada solo 4 Samuel, ¥ 1a uncion era una ceremonia privada que no llam6 la atencion de nadie. David se retiré al campo 4 cuidar el ganado de su casa, y Saul qued6 entregado 4 re- mordimientos, enfermedades del espiritu y del cuer- po, acometimientos de insania furiosa unas veces, ¥ casi siempre oprimido de melancolia. Miéntras Saul se ocupaba en combatir los enemigos de Israel que habitaban hacia el mediodia, los Filis- teos se habian recobrado de sus pérdidas, y quisiéron probar otra vez la fortuna de la guerra. Saul saltié en persona para resistirles, los dos ejércitos se encam- paron en el valle del Terebinto, y se observaban. En- tre los Filisteos habia un hombre de una estatura es- traordinaria, de grande valor y de mucho orgullo , Hamado Goliat. Este soberbio monstruo solia venir to- dos los dias cerca del campo de Israel, todo su cuer= po armado de cobre, con armas proporcionadas 4 sus fuerzas, ¥ con un tono insultante, desafiaba 4 todo Israel 4 pelear con 6] uno 4 uvo, Todos sentian ha vergitenza ¢ indignacion de aquel desprecio, pero LOS REYES. I. 11f ninguno se atrevia 4 medir sus armas con tal desco- munal gigante. A esta sazon David fué al ejército por orden de su padre a evar algunas provisiones 4 tres hermanos suyos, y apénas legé al campamento, se presenté Goliat con sus acostumbradas bravatas. EL animoso David se lend de indignacion al oir la inso~ lencia del gigante, y se sintié avergonzado al ver que no habia un Israelita entre todos los escuadrones que vengase aquel oprobio. Animado por su patriotismo , mas que por Jas promesas de Saul, fué al Real y pidid permiso para salir contra Goliat. Saul no queria espo- ner el honor de todo su ejército, y tal vez su propia corona, al peligroso éxito de una lucha tan desigual, entre un guerrero formidable, y un joven de veinte y tres aiios sin espericncia. No desconfie el Rey, dijo David, de mi apariencia pastoril: yo he peleado con- tra un leon, ¥ contra mn oso que devoraban mi ma- nada , les he quitado Ja presa de la boca, y asiéndolos por las quijadas, los he desbaratacdo con mis manos 3 yo ine siento capaz de hacer lo mismo con este arro- gante Filistco. El Rey consintié, y mand6 armar 4 David con sus propias armas, pero David prefirié su cayado, y su honda. y salié al combate. Cuando Go- liat vid venir contra si 4 un muchacho con un palo , se irvito al verse tratado como un perro, ¥ para vengarse de este insulto, pensaba nada ménos que arrojar al aire el cuerpo del joven para pibulo de las aves. Da- vid puso una piedra en su honda, y la clayo en L frente del gigante, derribindole muerto en el canl- po: luego corrid 4 él, y le corté la cabeza con su 412 LOS REYES, 1. propia espada , entre las acclamaciones de los Israeli- tas, y la consternacion de los Filisteos : estos, viendo isu campeon descabezado en cl suelo, huyéron, y aqucllos viendo la confusion de sus enemigos , los per- siguiéron acuchillindolos cruclmenté, y gandron una completa victoria. EI regocijo por la victoria de David se estendid por todo el reino; las mugeres salian de las ciudades a recibir 4 David con danza, canciones y anisica : y es- tos aplausos ofendicron tanto el orgullo de Saul, que se inflamd en zelos y le aborrecia de.muerte. Jonatas su hijo admiraba la magnanimidad de David, y con- geniando los dos en generosidad, se estrecharon en la mas sincera amistad. Saul dié orden para matar 4 David, pero Jonatas aplacé la injusta ira de su padre por aquel momento; su corazon sin embargo era presa de sus zelos. Cuando la melancolfa le postraba , David Je aliviaba con la melodia de su arpa, Un dia estaba Saul en el lecho con su venablo al lado, miéntras Da- vid tocaba el arpa; ¥ pensando aprovecharse del descuido del atento mtisico , agarré el venablo en un impulso de su odio. y le disparé a David para atra- yesarle contra la pared. Otro dia le mandé cercar en : su casa, pero su muger Micol que Saul le habia dado en casamiento le libré de la furia de su injusto padre. ‘YVantas persecuciones moviéron 4 Jonatas 4 acon- sejar 4 David, se ausentase para salvar su vida; ¥ enténces se fué con Samuel ‘que habitaba en Ra- mata. David, viéndose perseguido hasta en aquel retiro, LOS REYES. I, 113 volvié 4 casa de Jonatas, quien Je prometié velaria por su seguridad. j Qué contraste presentaban Jas pa- siones de Saul y de David ! aquel, siempre sediento por la sangre de este, y este, siempre respetanda y aman- do 4 aquel : y aunque muchos oficiales distinguidos del ejército le ofreciéron su ayuda para levantarle at trono , David deseché la proposicion con enojo y hor- ror, porque veneraba al ungido del Seiior. Al contra tio, dos veces salvé Ja vida al Rey, en la ocasion misma que este le buscaba para matarle. Persiguiendo 4 David cn‘el campo, entrd Saul descuidado en una cueva, 4 donde estaba David con otros hombres ar- mados, ¥ solo se content con cortarle la orla del manto, para darle 4 entender que le labia tenido en su poder, Otra vez le hallé durmiendo en su tienda, y David le quité el venablo con que habia intentado matarle en su palacio, y un jarro de agua que tenia & la cabecera, dejaudole dormir en reposo. David se encontré una vez con Saul, y le reconvino amistosamente sobre la injusticia de la crucl persecu- cion que le hacia, miéniras que é1 no le deseaba sing bien. La elocuencia de David y la justicia de sus que~ jas conmoviéron 4 Saul y loré; luego le dijo : hijo mio David , mas justo eres que yo; tu no me has he- cho sino bienes, y yo te he pagado con males. Sé ciertamente que las de reinar sobre Israel; jirame por el Seiior, que no has de estinguir mi linage, ni esterminar mi nombre de la casa de mi padre. David se lo juro, y se retirdron en paz; mas temiendo la inconstancia de Saul, pues acababa de quitarle 4 su 4 LOS REYES. I. muger Micol y darla 4 otro por muger, resolvié ausen- tarse de Israel para no incomodarle con su presencia, y se retiré con una escolta de soldados, @ las tierras del Rey Aquis. En este tiempo murio el justo Samuel a Ja edad de noventa ailos, y todo Israel hizo luto por él, ¥ Je loraron. Samuel fué un varon siempre vir= tuoso en su vida, siempre ficl Asu Dios, amante 4 su pueblo, y fiel al desgraciado Rey que habia l mismo ungido. En todas ocasiones le reprendio sus faltas con entereza y con respeto, y cuando no estaba en su poder impedir sus yerros, lloraba amargamente sus consecuencias, Samuel fué el ultimo Juez de Israel, y gobern6é por veinte afios, hasta que entregd el go- Dierno 4 Saul: él fué wn sacrificador cuyas victimas fuéron siempre aceptadas por Dios ; fué un Juez cuyas disposiciones fuéron siempre aprobadas por el pue- blo; y fué un Profeta que anuncié siempre las pala= bras del Seiior sin temor 4 los hombres. Los Israelitas le diéron sepultura en su casa en Ramata 4 donde su sepulcro fué venerado por muchos afos. Cuando David buscaba refugio contra Saul, le acontecié hallarse junto al Carmelo sin provisiones , 4 punto de perecer de necesidad , con seiscientos ami- gos fieles que le seguian. En este apuro supo que vi-~ via alli junto un hacendado rico llamado Nabal, y que i la sazon estaba esquilande sus ovejas. David mando diez hombres para saludarle pacificamente, y pedirle de su parte algunas provisioncs. Nabal res- pondié que él no conocia 4 David. y que no daria sa Pan ni su carne 4 unos hombres discolos y fugitivos, LOS REYES. I. 415 despidiéndolos sin darles ni aum agua. La necesidad en que David se hallaba, y la insolente respuesta de Nabal justificaban cualquiera violencia. David dejd docientos hombres para cuidar del bagaje, y mand6é tomar las armas 4 cuatrocientos, y puesto a su frente camin6 4 casa de Nabal. Abigail, la pradente y her- mosa muger del hacendado , informada de la descor- tes respuesta de su marido, mand6 preparar varias cargas de pan, vino, carne cocida, harina, higos y pasas, y mandando 4 sus criados que la siguieran, partid con sus presentes al campamento de David, ¥ asf le detuvo en su marcha, Luego que vid 4 David se aped, y echindose a sus ‘Dies, le rogé perdonase la iniquidad y groseria de su marido, y que recibiese aquellas provisiones. David qued6 sorprendido al ver Ja hermosura y discrecion de Abigail, ¥ aplacé su fu- ror contra Nabal; pera el Senor le castig6 privandole de la vida diez dias despues. Cuando David supo la muerte de Nabal, envié mensageros a la viuda para solicitarla por muger : Abigail acepté la propucsta con mucha huwnildad, y no ménos placer; luego prepardé su yiage, y tomando cinco doncellas que la servian, partié con los mensageros & casa de David. Miéntras David vivia con Abigail en Siceleg , los Fi- listeos hiciéron guerra a Israel con un poderoso ejér- cito. Saul oprimido en su espfritu y fatigado con las dolencias mas que con la edad, temblé a vista de la fuerza del enemigo. Privado ahora de los consejos de Samuel, enemistado con David , detestado de su pue- bio y abandonado del Sefior, presentia con horror el 116 LOS REYES. II. fatal fin de su destino. La hora del tremendo cheque Lego; ¥ los Filisteos atacaron con tanto dennedo, que en el primer impetu derrotaron Jas alas del ejército, guedando muertos Jonatas, y los generales que las mandaban ; las legiones victoriosas cayéron sobre el centro, que se mantuvo algun tiempo por los esfuer- zos de Saul, hasta que herido gravemente, le retira- ron del campo, ¥ los Filisteos completaron la victo- ria. Saul no podia huir 4 causa de las heridas, ni po- dia escapar de una muerte vergouzosa si cra tomado por los enentigos ; perdido ya el honor, quiso perder la vida : rogé di su escudero que le matara, ¥ uo pu- diende prevalecer con su criado , tomé sn espada y se dejé caer sobre ella; el ficl escudero viendo muerto a Saul , hizo Jo mismo, ¥ espird junto Asuamoo. Asfter- min6 su vida este desgraciado Rey de Israel, a los treinta y ocho aiios de su reinado. LOS REYES, I. Tres dias despues de esta desastrada batalla se pre- senté 4 David un joven Amalecita, trayendo Ja dia- dema y brazalete de Saul, y dando una funesta rela- cion del suceso. FE] entremetido mensagero inventé mn cucnto, para hacerse mérite con David, pero errando ep la eleccion’ de sus imaginadas circunstancias , pa- decid por el pecado que no habia cometido. « Der- rotado el ejército, dijo 4 David, y muerta Jonatas en la accion, se retiré Saul del campo muy mal heri- do: yo pasé por casualidad 4 un lado del monte Gel- LOS REYES. If. Aly boe, y vi a Saul herido en el tiempo que sus enemi- Bos se acercaban : el Rey me llamdé, ¥ me dijo que le acabase de matar, para librarse de tantas congojas. Viendo yo que no podia vivir despues de tal estrago , hice lo que me mando, y le maté. Enténces tomé la diadema desu cabeza y el brazalete de su brazo, yme apresuré 4 venir, para ponerlos a tus pies. » David rasgo sus vesliduras de dolor; mand6 matar al men- sagero por haber puesto las manos en el ungido del Seiior , y Moré la muerte de Saul y Jonatas. CAPITULO QUINTO. REINADO DE DAVID. Vacante ahora el trono de Israel, y sabiende David que el Seiior le habia destinado para sucesor de Saul, salié de la tierra de Aquis, y fué a la ciudad de tie- bron, donde fué proclamado Rey de Israel ep la tri- hu de Juda, siendo treinta afios de edad: las otras tribus proclamaron 4 Isboset, hijo de Saul. Este fué el origen de una guerra civil que duré siete aiios, con mucha pérdida de ambos jados; dando al mismo tiempo un ejemplo, para la division del pueblo de Israel por la muerte de Salomon. Abner, capitan de grande valor y habilidad sostenia 4 Isboset; y el san- griento Joab era el general de las tropas de David. David se condujo con mucha prudencia durante esta guerra intestina, teniendo siempre presente que su rival era hijo de Saul y hermano de Jonatas, Abner, 118 LOS REYES. II. hombre prudente, conocié al fin que el Sefior habia destinado 4 David para el trono de todo Israel, y preparaba 4 las tribus para reconocerle. Con este mao- tivo fué 4 Hebron para tratar con David : este le reci- bid con todo el respeto debido 4 hombre grande, aunque opuesto 4 su partido, y salié 4 despedirle en persona. Informade Joab cel recibimiento que David habia hecho a Abner, se leno de zelos contra él, ¥ le mato. Dos oficiales de Isboset le asesindron en la ca~ mia, le cortaron la cabeza y la Nevaron 4 David, pero este los hizo matar en castigo de su traicion. Asi se termino la guerra civil, y David quedé pacifico po- seedor del trono de Jsrael. David conocia la importancia de la ciudad de Jeru- salen que ocupaban los Jebuseos, y aunque la forta~ leza de Sion era inespugnable, no desconfié de su conquista. David-junté un ejército de hombres esco- gitos, y vino al pie de la fortaleza: d vista del peli- . gro, ofrecié el mando al que primero escalase el muro; Joab fué el primero que monté sobre la mura- lia; y signiendo todos el ejemplo del general, quedé Sion sujeta 4 David: por esto se Jlam6 Jerusalen des- de enténces la ciudad de David. Edificd su casa en ef monte Sion, y alli formé el plano para el suntuoso templo que edificé su hijo Salomon. Dueno David de Jerusalen, su primer cuidado fué traer el Arca de Ja alianza de casa de Abinadab, don- . de habia estado por yeinte afios. Una procesion so- lemne caming delante, y luego seguia el Arca, rodea- dade Sacerdotes y Levitas, conducida 4 los hombros LOS REYES. I. 449, y no tirada por bestias. El Rey despojado de su ptir- pura, y vestido con ub roquete de lino, iha tocando el arpa y danzando delante del Arca. Micol, la hija de Saul, despues de la muerte de su padre habia ve= nido 4 vivir con David : esta Reina se habia asomado 4 un baleon del palacto, para ver pasar la procesion, y cuando vi6 al Rey vestido de un roquete y danzanda por la calle, se indigné , juzgando aquella alegria in- decorosa para un monarca. El Arca fué depositada en medio de un Tabernaculo que David habia mandado hacer y adornar ricamente ; y despues de haber ofre- cido incienso al Sehor de tos ejércitos, despidid al pueblo dandoles la bendicion. Micol dijo 4 David, cuando volvid del Tabernaculo : « | Qué espectacula tan glorioso es ver 4 un Rey desnudo de sus vestidu~ ras, vestido con un roquete y saltando como un bus fon!» David respondid 4 esta irénica esclamacion + + ws atansa ana aci i - «Micol, YO NO prose qa es degradacion humillar: me y danzar delante de aquel Sefior, que me prefirid Atu padre y 4 toda tu casa, y me ha puesto en el tro- no de Israel. » David fué fiel ab Sefior por cuanto aborrecia toda especie de idolos, y no descansé su corazon hasta destruir Ia idolatria en las naciones vecinas : zcloso det honor de su pueblo, te eximid del tribute que paga- pan a otros Principes, y asegur la paz éindependen- cia de Israel, humillando el poder de sus vecinos. David no provocé jamas 4 ningun gobierno, ni entrd en guerra por ambicion, porque no se gloriaba como otros Reyes en el ntimero de sus tropas; pero si le 120 LOS REYES. IL, provocaban, sabia vengar el honor de su pueblo, porque confiaba en el Dios de Israel, Teniendo por general al incomparable Joab, juzgaba inulil, tal vez embarazosa, su presencia en el ejército ; y miéntras sus soldados peleaban en el campo, él pasaba en el Tabernaculo, haciendo fervorosos ruegos ai Dios de los ejércitos. La gratitud y compasion resplandecian notable- mente entre todas sus calidades. EI trataba a los des- cendientes de Saul con todo el respeto debido a la Ma- gestad : un hijo de Jonatas fué pucsto en posesion de cuanto habia pertenccido 4 su padre, y tratado coino a principe. David habia recibido algunos favo- res del Rey de Ammon durante las persecuciones de Saul, y habiendo muerto este, mandd sus embaja- dores para cumplimentar al hijo en su coronacion, y ofrecerle su amistad ; pero el joven Rey fué inclinado 5 op ran penian = @ creer que Cran esp" wu pasaporte de embaja- dores, y los afrentd del modo mas fusultante, que podia sugerir la malicia en aquelios tiempos. David se vio precisado a vengar el decoro debido asu persona ; con un castigo proporcionado 4 la magnitud del ube trage. El invencible Joab marché ¥ conquisté todo e} reino de Ammon. Durante esta campaiia cometio Da- vid aquel crimen que obscurecié todas sus vir tudes, y por el que padecié toda su vida. David se paseaba wna siesta por In azotca de su pa- lacio , desde donde vid una muger que se lavaba en el jardin de su casa : el Rey, ex un momento de fragi- lidad, ta desed, la mand6 Wamar 4 palacio, y siendo LOS REYES. IT. 4a muger de estremada hermosura, su presencia acabd de inflamar 4 David, Betsabé era muger de un ofi- cial que estaba en el ejército : pasados algunos meses po podia ocultarse el efecto de su condescendencia, y siendo tan severa Ja ley contra el crimen que habia cometido, espuso 4 David su peligro. La ausencia del marido era wa prueba clara de su infidelidad : Urias fué llamado del ejército , pero la inflexible ansteridad de este hombre frustré el.nal concertado remedio. Un exceso conduce 4 otro exceso : David yesolyié sal- yar el honor que habia arruinado con otro crimen mayor, ¢ hizo volver 4 Urias con una carta para Joab, en la que iba la sentencia de su muerte. El general puso a Trias en el sitio mas peligroso de la batalla, y abandonandole 4 propésito fué muerto por los Am- monitas, Betsabé Nord la injusta muerte que habia causado 4 su iocente marido, pero con Jas lagrimas cesé su dolor; pasados jos dias de Into, fué condu- cida a palacio como muger de David, y poco despues dié 4 luz un nifio, el que murié por disposicion di- yina. Este pecado produjo en David cl inismo efecto que produce en los demas pecados : cuando se ofende 4 Dios , se huye de Dios, y en lugar de buscar perdon , se acostumbra cl pecador 4 vivir en el delito. David que antes era tan devoto, ces6 ahora en su devocion, y casi se olvidé de su Dios: por mas de un aiio no did sedales de arrepentimiento, y la muerte del adulte- rino infante le afligia mas que la sangre del inocente Urias. Ek Sefior quiso despertar su siervo de aquel 422 LOS REYES. Il. estado de insensibilidad; y para reprenderle por tan atroz pecado, mand6 al Profeta Natan se presentase al Rey y le propusiese un caso de injusticia, para con- dlenarle por su propia boca. Presentado el Profeta A David, le dijo: «Seior, habia dos hombres en una cindad, cl uno rico, ¥ el otro pobre. El rico tenia Ovejas y bueyes muchisimos, en gran manera; mas ch pobre ninguna otra cosa tenia, sino una oveja peque- fia gue habia comprado y criado; 1a cual habia cre- cido en su casa, comiendo su pan, beliendo en su copa, y durmiendo en su regazo. Sucedié que vind un forastero 4 casa del rico, y queriendo este dar un ban- guete 4 su huésped, en lugar de tomar una de sus ovejas, tom ta del pobre vecino, la maté y la aderezé para que comiese el hombre que habia hospedado en su casa, » Al oir David van accion tan injusta y tan cruel, se indigné en estremo contra el rico opresor, é igno~ rante de que é! mismo era la persona traida 4 juicio, esclam6 : « Vive el Seflor, que es digno de muerte el hombre gue tal hizo. » El Profeta enténces , revistiéndose del cardcter de Su mision , dijo :« David, tu eres ese hombre, y esto me manda decirte el Senor Dios de Israel: Yo te ung por Rey sobre Israel, vy yo te libré de la mano de Saul; yo te di la casa de Israel y Ja de Juda, y si esto es poco, te daré aun cosas mayores. ¢Porqué pues, despreciaste la palabra del Sefior para hacer lo malo en mi presencia? A Urias hiciste perecer 4 euchillo, ¥ tu has tomado por muger Ja qre era suya; por lo Cual no se apartara espada de tu casa perpetuamente, LOS REYES. IL. 123 porque me has menospreciado, tomando la muger de tu projimo. He aqui que yo levantaré el mal sobre ti de tu misma casa. » Despertando el espfritu de Da- vid, como 4 la vista de un relampago, conocié toda la evormidad de su pecado y esclamé : Pequé contra el Sefior. Natan afiadio : no mariras, el Sefior ha trasladado tu pecado. : David principié 4 esperimentar muy pronto el ter- rible efecto de su pecado y todos los castigos que el Profeta Natan le habia anunciade. Ammon el hijo primogénito fué muerto por su hermano Absalon: este despues sohborndé 4 los ministros del Rey, gand 4 mu- chos oficiales, levanté un grande ejército, y puesto al. frente de sus guardias, se declaré abiertamente contra su padre , y quiso deponerle del trono. David temia gue Absalon le matase; ¥ no queria mandar tropas contra él, por temor de que matasen 4 Absalon. En esta amarga contienda de sentimientos, abandoné el Rey la capital, y huyé al monte de las Olivas : David subia la cuesta 4 pie desnudo , cubierta la cabeza con un manto, y Horando amargamente, seguido de un corto ntimero de criados fieles 4 su amo. Si el sentimiento paternal de David borraba en su corazon el sentimiento de la dignidad Real, la seguri- dad del stado estimulaba el animo de Joab, quien presenténdose al Rey con su acostumbrada firmeza, insistio en oponerse al rebelde Principe. Este atrevido general junté algunas tropas, y salié contra Absalon 5 pero el amor de David para con este hijo ingrato era tan grande que suplicé @ sus oficiales, no hirieran @ AR LOS REYES. II. Absalon. Llegado Joab a vista del enemigo , los atacé con vigor, matando veinte mil rebeldes en esta san- grienta accion. Absalon huyé corriendo sobre un mulo por el bosque de Efrain, y pasando por debajo de una espesa encina, se le enreddron los calcllos en jas ramas tan fuertemente que quedé suspendido en él aire. Joab le descubrio en este estado, y Ie atravesé tres lanzas por e} pecho; Juego mando tocar la bocina, contuvo al ejército que iba en alcance de los fugitivos, y puso fin 4 Ja rebelion en un dia. Cuando David fué informado de la victoria, su pri- mera pregunta fué por la vida de Absalon, ys oyendo que habia perecido , se retird d su gabinete llorando y clamando en Ja angustia de su corazon, ; Hijo mio Absalop, Absalon hijo mio! Ojala, hubiera yo muerto por ti! Absalon hijo mio, hijo mio Absalon ! El Rey se encerré en su aposento , y no queria ver 4 nadie : un dia tan glorioso 4 Jas armas reales y tan feliz para el estado fué el dia de mayor tristeza para David, que no queria mostrarse al ptiblico, aunque e? pueblo al rededor del palacio deseaba ver al Rey libre ya del peligro que le habia amenazado. Joab se enojé mucho con esta conducta de David, y con la libertad de un soldado que jamas tuvo temor, se entré en el gabinete de su Soberano, y le reprendié dsperamente por su indiferenciafpara con sus vasallos, y excesiva lamen- tacion por un rebelde : « Has avergonzado hoy 4 los siervos quezte han salvado. Amas a los que te aborre~ ecn, y aborreces 4 los que te aman ; se conoce muy bien, que si viviera Absalon, y todos hubiéramos pe- LOS REYES. JY. 125 recido, enlonces estarias contento. Ahora pues , le- yantale, sal fuera, habla y satisface 4 tus siervos : pues te juro por el Seftor, que si no salieres, no ha de quedar contigo un hombre esta noche, y esperi- mentards mayores males, que todos los que te han sucedido en tu vida. » La entereza de Joab coufundidé el ciego afecto paternal del Rey, cesé de Norar, y salié a felicitar las tropas que habian sido fieles 4 su Justa causa : y despues bajd 4 Jerusalen entre las acla- maciones del pueblo. Un pecado de concupiscencia habia lenado de amargura la vida de David; un pecado de vanidad la termind en alliccion, David mandé 4 Joab numerar todo el pueblo de Isracl; Joab Je respondid que era un proyecto tan vano como inulil ; cl Rey insistid, su Gencral no quiso oponerse mas, y partid para su co~ imision. Por dicz meses estuviéron los comisionados empleados en numerar al pueblo, y Joab se presenté al Rey con la suma del encabezamiento. Davidse llend de yvanidad al yer una lista de un millon y trecicntos mil hombres de armas en sus dominios, pero muy pronto conocié la locura de su presuncion , confesd su culpa, y pidié perdon al Seiior. El Profeta Gad se presentd & David de orden de Dios, no para absol- verle, sino parva darle el castigo. Sicte afios de ham- bre en todo Israel; tres meses de deri otas sucesivas y continua fuga; 6 tres dias de peste cn el pueblo, fué propuesto a David para que cscogiera uno de los tres males. El Rey escogid el castigo de menor duracion, y en tres dias muriéron setenta mil hombres : 4 vista 1. 6 426 "LOS REYES. II. del estrago que’ hacia la peste, David loraba y cla- maba, | O Dios Omnipotente! yo soy el que he pecado contra ti; ¢porqué castigas d mi pueblo inocente?.., El Senor escuchd la oracion de su siervo, y el Angel esterminador depuso su guadaia destructora. LOS REYES. i. El Rey David habia envejecido , y no era ya capaz de reinar mas : ninguno de'los hijos estaba reconocide por sucesor, 4 causa de la oposicion de intereses que existia entre los hermanos. David habia jurado 4 Bet- sabé que su hijo Salomon reinaria despues de él, pero no habia comunicado al pueblo su real volun- tad. Adonias, el mayor de los hermanos, habia traido a su partido 4 Joab el generalisimo de las tropas, 4 Abiatar el sacerdote, y otros ilustres personages; 4 los cuales habia convidado 4 cenar, para fijar la hora de su proclamacion. Betsabé que velaba por los in~ tereses de su hijo, descubrio el plan de Adonias , y al instante acudié 4 David y le informd de todo lo que pasaba , recordindele al mismo tiempo el juramento que le habia becho de nombrar dsu hijo Salomon por sucesor 41a corona. Natan el Profeta que estaba de acuerdo con Betsabé, entro al mismo tiempo 4 ver al Rey, ¥ con tanta destreza acabé de persuadirle, que en aque] mismo dia mandd ungir 4 Salomon, y antes que su rival tuviera la menor sospecha, fué pro- clamado al son de Jas trompetas Rey de Israel. Un rio tremuo entorpecia ripidamente los miembros de LOS REYES. IT. 127 David, y sintiendo acercarse la hora de su disolucion, Hlamé 4 Salomon, y le dié todas las instrucciones que juzg6 convenientes para su gobierno, y luego durmié en el Seiior 4 los cuarenta alos de su reinado en Is- rael, y 4 los setenta de su edad, CAPITULO SESTO, REINADO DE SALOMON. Asegurado Salomon en el trono de Israel, vengé algunos agravios hechos 4 su padre en la vejez, 6 en circunstancias que no hacian prudente el castigo. Joab el mas valiente y esperimentado caudillo que jamas tuvo Israel, habia muerto con su propia mano, aA sangre fria, 4 los generales Abner, y Amasa 3 habia quitado la vida 4 Absalon contra la espresa érden de su Hadre y y de su Rey, y habia insultado 4 su Sobera- no en la amargura de su corazon. El habia hecho ser- yicios importantisimos al Estado, pero el ultrage he- cho 4 la Magestad no debia quedar impune, y la san- gre de Abner y Amasa pedia venganza. Banaias fué comisionado para matarle, ¥ Joab tomé asilo en el © Tabernaculo : sin embargo de fan sagrada inmunidad, Banaias le acometié en el Altar, y le maté. Semei, que habia maltratado 4 David, durante 1a rebelion de Absalon fué tambien muerto por Banaias. Adonias que Antes habia sido perdonado por su hermano, fué tambien muerto por Banaias : de modo que este ge- neral fué el ejecutor de la justicia de Salomon. Satisfecha la justicia y establecida la paz en el pa- 128 ° LOS REYES. III. lacio de Juda, se aparecié el Sefior 4 Salomon en sucho, y le dijo : Pideme lo que quieras que te dé. Salomon, movido del mas laudable deseo que jamas animé a otro principe. respondid : que siendo todavia muy joven, y no hallandose capaz de gobernar un rei- no tan vaste, pedia sabiduria para hacer lo que fue- ra justo y distinguir lo bueno de lo malo. Una Peticion tan sabia. le hizo cigno del don de sabidu- ria, y el Sehor le doté de tanta inteligencia, que ni antes, ui hasta ahora ha tenido igual. Pocas horas despues de haber recibido este clon inapreciable, se presenta un caso de tan estraia difienliad, que re- queria una sagacidad mas que hwnana, para esclare- cer [a verdad. Dos mugeres se presentaron al Rey con un nino pidiendo justicia, y la primera hablé asi : Seior, esta muger y yo viviamos en una misma casa, ¥ yo pari cn el mismo aposento donde cll es- faba : tres dias despues pariéd tambien ella, y segui- mos las dos solas viviendo ea’ la casa. Esta muger desgraciadamente ahogéd a su hijo estando durmien- do; ¥ levantindose en silencio cuando yo dormia, puso su nifio muerto a mi lado, y se Ilevé el mio. Cuando yo disperté, tomé 4 mi hijo para darle de mamar, y le hallé muerto : sohresaltada le miré con cuidado ala claridad del dia. y reconoct que no era el niiio que yo habia parido, mas es el que esta nu- ger tiene. La otra muger afirmaba que cl niiio vivo era suyo, y gue Ja otra habia inventado este cuento para quitarle su hijo : y ast seguian las dos altercan- do. En este caso no habia testigos que depusiesen LOS REYES. II. 129 por una o por otra parte; 1a tierna edad del infante no mostraba semejanza; el semblante de las dos ma- dres estaba ignalmente agifado y afligido; y Ia deci- sion era de importancia, pues se podria privar de un hijo viviente 4 su yerdadera madre. El iluminado Juez no atendid a las palabras para decidir; no observé los semblantes para juzgar; ni se guid por apariencias para scutenciar. Sabia que en el corazon humano hay movimientos involuntarios que deseubren Ja para verdad, y que los del corazon de una madre son hijos de la naturaleza, y no de la yoluntad ni del interes; estas eran las pruebas que Salomon buscaba én tan dificil juicio. Traigan una espada, dijo el Rey, dividase ese niio en das partes, ¥ dad la mitad 4 una y la otra mitad 4 la otra. Por amor de Dios, esclamdé al instante una muger, no hagas tal cosa ; ruégote Seiior, que le deis 4 ella el nifio vivo y no le mateis. Esta era la prueba de la na- turaleza que Juscaba el sabio Rey para conocer la verdadera madre, y al instante mando darle 4 su _ hijo, cierto eu la jasticia de su sentencia. La decision fué generalniente aplaudida, ¥ todo Israel temié a un Rey que estaba dotado de la sabiduria de Dios, para hacer recta justicia. Luego que David traslad6 el Arca de la Alianza 4 Sion , pensé hacer un templo magnifica : pero el Se- - flor le declaré que la obra no se ejecutaria hasta des- pues de su muerte, que el hijo que Ie habiade suceder la completaria , y que el trono de su reino se estable- ceria para siempre. Con este aviso David habia depo- 130 LOS REYES. III. sitado muchos tesoros de los despojos de las naciones id6latras. Cuando el santo Rey sc sintié proximo al fin de su vida mortal, congreg6é 4 todos los grandes de su reino, y les comunico su deseo de haber edifi- cado una casa al Sefior. y la voluntad de Dios en que fuera su hijo Salomon ej que la habia de edificar: Iuego les dié cuenta de los tesoros que habia desti- nado 4 este fin, y concluyé rogandoles, asistiesen 4 su hijo en esta grande obra. Consiguiente 4 este deseo de David y voluntad de Dios, Salomon envi mensa- geros 4 Hiran Rey de Tiro, y grande amigo de David, suplicindole diese érden 4 sus siervos, para cortar cedros del Libano, y que é] pagaria todo el salario que pidieran. Ei mensage fué recibido graciosamente, Ja madera fué cortada, ¥ conducida por mar al puer- to mas inmediato 4 Jerusalen. Salomon escogié para esta fabrica los mas habiles obreros de todo Israel, en numero de treinta mil: ochenta mil canteros se ocupaban en cl monte, sa- cando y cuadrando piedras ; y setenta mil hombres mas estaban constantemente empleados en conducir los materiales al sitio de Ja obra, sin contar tres mil ¥ trecientos sobrestantes, para dar érdenes, y velar sobre los trabajadores en cada departamento. Las di- mensiones del-templo eran cortas, si las comparamos con las de nuestras magnificas catedrales, pero la especie de su construccion . y el adorno interior exce- dia con mucho 4 todas las fabricas que se han hecho despues. El templo era de setenta codos de largo, veinte de ancho, y treinta de alto: el portico de la LOS REYES. Il. IS fachada tenia veinte codos de larga, diez de ancho, ciento y veinte de alto. En todo el rededor del templo y del oraculo habia vigas y entablados cerea de la pared del edificio, sin estribar en él : siendo lo mas admirable, que las piedras estaban labradas con tanta exactitud, que durante la obra no se oyé mar- tillo , ni hacha, ni instrumento alguno de hierro den- tro de la casa. Todo el interior del templo estaba revestido de cedro , teniendo sus entalladuras y jun- turas hechas con mucho arte, y todo cubierto con entalles de relieve; de modo que no se podia dcscu- brir ni una sola piedra en Ja pared. En medio del Templo estaba el Oraculo, de veinte codos de largo, yeinte de ancho, y vetnte de alto, todo cubiert6 de oro purisimo : y del mismo modo estaba la casa de- Jante del Ordculo,y los dos Querubines que cubrian con’ sus alas el Area de la alianza. Todas las paredes del Templo estaban adornadas con varias molduras y Telieves con Querubines, palmas y otras figuras, que parecian saltar, y salirse de la pared. La casa con todas sus obras interiores , y esteriores fué empezada ¥ acabada en siete aiios : y este fué el primer templo dedicado 4 Dios en el mundo. Luego que fué acabado el Templo con todos sus adornos, hizo Salomon todas las preparaciones para Ja solemnidad de su dedicacion. Por un edicto Real se congregiron todos los Ancianos de Israel , los Prin- cipes de las tribus, y los Caudillos de Jas familias de Juda; y en un dia solemne del séptimo mes, proce-" did la procesion desde el] monte Sion, llevando los 132 LOS REYES. UL. Sacerdotes el Arca sobre los hombros, y Salomon 4 pie delante de ella, hasta colocarla en el Oraculo del Templo, en el Santo de los Santos debajo de las alas de los Querubines. Una nicbla lend la casa del Se- fior, de manera que los Sacerdotes no podian aten- der 4 su ministerio 4 causa de la nube, porque la gloria del Sciior habia Henado su sata Casa. EI] Rey Salomon esclam6é entonces : ; Verdadcra- mente esta cs Ia casa del Sefior! pues cl Senor dijo, que habitaria en la nichla. Y volvicndose luego a la congregacion hendijo 4 todo el puelslo de Isracl. Sa- lomon ent{6uces se puso en pie delante del altar del Senor, Avista de la congregacion de Isracl, y esten- dicudo los brazos al cielo , eno su corazon de fervor, hizo la oracion siguicnte : « Sehor Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo, ni abajo en la tierra : tu que'fias guardado el pacto y la misericordia 4 David mi pa- dre, y 4 todos tus sicryos fieles, sé firme, Seiior, en “las promesas que les has hecho. ¢ Sera pucs creible, que Dios ha de habitar yverdaderamente sobre la icrra? si ch cielo, ni los ciclos de los ciclos pueden contenerte, ¢ Cudnto ménos esta casa que he edifica- do? Mas vuelve los ojos, Seiior Dios mio, a Ja oracion de tu siervo y & sus ruegos : oye la alabanza ¥ la ora- cion, que tu siervo hace hoy delante de ti. Abre tus ojos sobre esta casa de noche y de dia; oye los rue- gos de tu siervo, y de tu pueblo de Israel, en todo lo gue te pidieren en este lugar , para que los oigas tam- bien cn tu morada celestial y les seas propicio. Si um LOS REYES. II. 133 hombre pecare contra su projimo, y tuviere que ha- cer algun juramento, con que quede obligado, y viniere 4 tu casa por motivo del juramento delante de tu altar, dyele en el cielo: y haz justicia 4 tus siervos, condenando al impio , y justificando al justo. Si tu pueblo de Israel, en castigo de sus pecados, fuere oprimido por sus enemigos, y vinicre arrepen- tido 4 invocar tu Santo Nombre en esta casa, dyele en el cielo, perdonale su pecado, y protégele en la lierra que diste 4 sus padres. Si estuviere cerrada el ciclo, y no loviere por causa de sus pecados . y. orando en este lugar hicieren penitencia, dyelos en el cielo, perddnales su pecado, muéstrales el verda- dero camino, ¥ envia tu Muvia sobre la tierra. Si el hambre, 6 la peste, Ia langosta 6 esterilidad , si el enemigo siliare 4 tu pucblo, ¥ le augustiare con los esigagos de la guerra, si alguno postrado a tu pre- sencia en esta casa. estendiere sus brazos imploran- dote, éyele en tu morada celestial, perdonale, y librale de sus aflicciones. Si un estrangero , nacido . fuera de tu pucblo, viniere de wna region distante, movido de amor 4 tu Santo Nombre, y te invocare en este lugar, dyele y concédele todo lo que te pidiere, para que tu nombre sea ensalzado en todos los pue- blos de la tierra. Si peleando tu pueblo contra sus enemigos, fueren hechos caulivos por sus pecados, ¥ arrepentidos en su cautiverio se convirtieren 4 ti, y te linploraren mirando hacia el parage de esta tu casa, perdénalos . infunde misericordia en aquellos que ios fuvieren cautivos , ¥ restiltiyelos 4 esta licrra que les 6 434 LOS REYES, III. diste en posesion. Abre Sefior tus ojos 4 los ruegos de tu siervo, y de tu pueblo de Israel, y concédeles to- das las cosas por las que te invocaren. Porque tit, 0 Se- for Dios, los elegiste por heredad tuya, entre todos los pueblos de la tierra, como lo declaraste por tusier- ¥0 Moises, cuando sacaste 4 nuestros padres de Egipto. » Apénas huboacabado cl Rey esta fervorosa oracion, descendid fuego de} Cielo, consumio los sacrificios , y habité la gloria de Dios en el templo. Ei Rey, y todo Israel con ¢l sacrificaron victimas delante del Sefior, durante catorce dias, en los que se inmoliron veinte ¥ dos mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Con- cluido el tiltimo dia de la festividad, Salomon despi- id al pueblo, los que Nenando de bendiciones al Rey, se volvicron a sus casas alegres, y placenteros de co- razon, por todos los bienes que el Setor habia hecho a David su siervo, y a todo su pueblo de Israel *. © Despues de completado y consagrado el Templo, principié Salomon a edificar un palacio para sf, y le acabé en trece aiios, Fra de wna arquitectura tan ma- gnifica, que fué la admiracion del mundo. Los es- trangeros venian de grande distancia 4 ver los edifi- cios maravillosos de Jerusalen. y 4 oir Ja sabiduria de un hombre tan estraordinario y privilegiado, La Reina Saba hahiendo oido Ja fama de Salomon, vino 4 Je- Tusalen con todo cl acompaiamiento y esplandor que estuyo en su poder. Cuando entro en Ja ciudad de Da- Vid, y vid las fabricas del Templo y del palacio real; * La consagracion del templo es el principio de la quinta edad del mundo, LOS REYES. III. 135 enando vid el ommato de la casa de Dios, la disposi- cion y grandeza de Ia casa del Rey, quedo atdnita al ver tanta riqueza ysuntuosidad. Mucho mayor {ué to- davia su admiracion , cuando introdueida 4 presencia de] Rey, ov la sabiduria de sus palabras, y contem- plé la profundidad de sus conocimientos sobre toda Ja naturateza. Absorta y como fuera de si, dijo a Sa- lomon: « Yo no daba crédito 4 lo que me contaban de ti, o Rey : mas ahora que lo he visto por mis ojos, conozco que exccde & todo le que la fama ha publi- tado. Dichosas tus gentes , ¥ dichosos tus siervos, que estan siempre delante de ti, y oyen tu sabiduria. » Conyencida abora de la realidad de cosas, que no ha- bia podido concebir, se despidié de Salomon, y se volvié a su pais, cargada de preseutes. mucho mas apreciables que el oro, aromas y piedras preciosas que ella habia traido de regalo. Salomon reind cuarenta aios sobre el trono de Da- yid : la mitad de su reinado fué ef mas glorioso de Ja tierra; un Rev fiel 4 su Dios, y zetoso por su hon- ra; un Key dotado de sabiduria ¥ dispuesto a hacer justicia segun clla; un Rey con riquezas inmensas, y empleamlolas en honor del Seior y en provecho de su pueblo; tal fué Salomon los primeros veinte alos de su reinado, La otra mitad fué el reinado mas infa~ me que hubo entre todos los hombres ; un Rey opri- miendo 4 sus sitbditos, para vivir en lujo escanialo- So : un Rey abandonando su gobierno, para vivir ro- deado de mil mugeres en deleites inmundos; tal fue Salomon en los wltimos reinte afios de su reinado. Es 136 LOS REYES. IIL. verdad que la pluralidad de mugeres estaba permiti- da por la Ley en aquellos tiempos : pero Salomon abusé vergonzosamente de aquella permision , casan- dose con mil, de las cuales setecientas tenian el trata- miento de Reinas : tanto mas criminal, cuanto gue el mayor minero de estas eran idolatras , enlace que ¢s- taba espresamente prohibido. La justicia de esta ley se manifesté en Salomon, pues 4 pesar de su sabjdu- ria sobrehumana, cay6 en e) abismo de la idolatria, tan ciegamente sumergido, que no se sabe hubiese vuelto su corazon a Dios, ni que hubiese conocido sus errores, dla Ultima hora de su vida. Salomon murié 4 los cincuenta y nueve anos de su edad, habiendo yeinado cuarenta. — LIBRO VY. QUINTA EDAD DEL MUNDO. Cemprende 476 anos. GAPITULO PRIMERO, REYES DE ISRAEL HASTA LA DESTRUCCION DEL REINO. Indignado el Sciior contra Salomon ‘por no haber guardada su pacto ni sus mandamientos, juré en su ira desmembrar su reino y dar la mayor parte a wa siervo suyo; dejando solo ma tribu 4 su hijo por amor i David, y para continuar el cetro de Juda en su fa- LOS WEYES. II. 137 milia, Al mismo tiempo declaré el Seiior que Jera- boan, joven de buena indole, de lalentos y valor, hijo de un subdito de Salomon, sucederia en la parte del trono de Israel. Jeroboan se habia disgustado con su Rey Salomon y se habia rebelado contra él: pero aunque este javen era may amado del pueblo, tuvo que ausentarse para huir de la venganza de su sobe- raulo, ¥ se@ acogié hajo la proteccion de Sesac Rey de Egipto. . . Por la muerte de Salomon, su hijo Roboan subid al trono de Isracl, y aunque hallé al pueblo muy oprimido con las contribuciones que habia impuesto su padre , Ics impuso otras aun mas pesadas. El pue- blo nombré diputados para suplicar al nuevo Rey suavizase un poco la estremada dureza de su gobier- do: Roboan junté un conseja de Estado para deli- berar sobre la respuesta que habia de dar al pueblo : los consejeros mas ancianos y prudentcs faéron de parecer, que debia escuchar la peticion y aliviar la carga de los tributos. No era facil que 4 un Rey jd- yen ¥ orgulloso con la autoridad suprema, agradara un consejo tan suave : y esperando oir otro parecer mas acorde con sus violentas inclinaciones, consultd A los jovencs que se habian criado 4 su lado. La res- puesta de estos correspondid 4 sus deseos, ¥ presen- tado eJ Rey en cl salon de la audiencia, dijo con as- pereza a los diputados de Israel: « Mi padre puso un yugo pesado sobre vosotros, mas yo afadiré mas peso A su carga : él os azoté con correas, mas yo 08 azotaré con escorpiones. » La consecuencia de esta 38 LOS REYES. III. impropicia respuesta del trono fué una rebelion del pueblo : las tribus se juntaron en congreso y aclama- ron d Jeroboan por Rey de Israel, 4 excepcion de la tribu de Juda que qued6 fiel 4 la dinastia de David. Jeroboan, vuelto tle Egipto, empuis cl cetro y quedé sentado sobre el trofio de Israel : y Roboan coatinud en el trono de Juda segun la promesa hecha 4 David, hasta la destruccion de los dos reinos. El de Israel duré ménos tiempo y qued5 totalmente estinguido: el orden requiere que se mencionen primero los Reyes de Israel hasta el cautiverio de su pueblo, y dispersion por todas las partes septeatrionales del Asia. I. Jerovoan. Luego que este Rey se vid cn el trono de Israel por aclamacion del puchlo’, olvidan:lo que todo era obra del Seior. dijo en sa corazon: si este pueblo continua yenlo a Jerusalen 4 ofrecer los sa- crificios que estan mandados en el templo del Seiior, se volvera bajo cl dgminio de los descendicntes de David. Esta descoafianza impia , pues el Sedor le habia asegurado por inedio del Profeta Abias el estableci-’ miento fijo de su reino, le sugirié un sistema de poli- tica, seguido nd pocas veces por Principes quc han hecho la religion instrumento titil 4 sus intereses pri- yados : hacer mudar al pueblo de religion le parecié necesario para asegurarse en el trono, Para este efecto hizo dos becerros de oro; puso uno en Ia ciudad de Betel, y el otro en lade Dan; luego publicé este breve edicto : « Israel, no iras en adelante 4 Jerusalen para sacrificar : aqui tienes tus dioses que te sacdron de la LOS REYES, III. 139 tierra de Egipto. » Tan propenso era Jsracl a 1a idola- tria , que la voluntad del Rey fué suficiente para ha- cerle abandonar al Omnipotente Dios por dos novi- Uejos de metal. Los sacerdotes fuéron los tinicos que se mostraron descontentos, y para librarse de su opo- sicion, tomo Jeroboan el partido de desterrarlos 4 todos fuera del reino. Luego erigié dos altares magni- ficos, y did un ceremonial para el culto de los becer- rillos, semejante al que se practicaba en el culto del verdadero Dios, imaginando que este cra el medio mas eficaz para calmar el escrtipulo de algunos; y para seducir 4 todos did ejemplo en su persona, su- Diendo sobre el altar y ofreciendo incienso 4 vista de todo el pueblo. Jeroboan fué tristemente perturbado un dia mién- tras ofrecia inciensos cn el altar de su nuevo Dios, Un Profeta de Juda, mandado por el Sefor, Hegé 4 este tiempo y esclamd : Altar, altar, esto dice el Sefior: He aqui naceré un hijo de la casa de David que se Mamara Josias, y hard degollar sobre ti los sacerdo- tes que ahora queman sobre ti incicnsos, y sobre ti quemara huesos de hombres. Esta sera la sefial de que ha hablado el Seftor : este altar se partira, y sc der- ramara la ceniza que esta sobre él. Irritado Jeroboan con el atrevimiento del advenedizo Proteta, estendid la mano diciendo : prendedle ; mas en aquel mismo instante , la mano se le secé y el altar se partio. Con- movido Jeroboan con el repentino castigo , rogé hu- Iaildemente al hombre 4 quien poco antes queria despedazar, que interccdiera con el Dios vivo para 140 LOS REYES. III. que Je restitnyese la perdida vitalidad 4 su mano: el Profeta hizo oracion y el Rey recobro su nano. Este mismo Profeta de vuelta 4 Juda fué incitado 4 comer en el camino, contra el espreso mandamicnto que habia recibido de su Dios, ¥ por esta desohediencia fué devorado por un leon en el camino. Jeroboan reind yeinte y dos aiios, siempre oprimido de aflic- ciones tanto domesticas como de estado, hasta que perseguido por Abia Rey de Juda, despues de haber perdido su numeroso ejército en el monte de Seme- ron, murid en castigo de sus pecados. I. Nadab. Por la muerte de Jeroboan, Nadab su hijo lesneedio enel trono de Israel : corrompido con el mal ejemplo de su padre, se mantuvo en la misma idolatria. Provocado por los Filisteos, junto un ejérci- to ¥ puso sitio 4 Gebheton : durante esta espedicion, conspiré contra él Baasa y le matd en cl segundo aio de su reinado. IIL Baasa. Este era un oficial en el ejército de Is- rael dela tribu de sacar : dando muerte 4 su Rey se apodero del trono. ¥ para asegurarse en él pasd a cu- chillo 4 too el Hinege de Jeroboan, cumpliéndose ja sentencia que el profeta Aias pronuncid de parte del Scilor, del estermizio total de la casa de leroboan en castigo de su idolaria. Por estos medios violentos se mantuvo en el (reno veinte y cuatro ailos . y siguid losinismos caininos de sus predecesores. El Profeta Jett Je autuicid de part: del Sefior el mismo esterminio de su familia , que él habia hecho de Ja familia de Tero- boan. LOS REYES. IIE. Vl IV. Ela, hijo de Baasa, le sucedié en el trono de Is- rael; y principié su reinado con ta muerte del santo Profeta Jed, por haber anunciado 4 su padre lo que el Sefior le habia mandado : pero en el segundo ate de su reinado, hallandose embriagado en casa de Arsa Gobernador de Tersa, fué muerto por Zambri. Y. Zanbri. Este era Comandante de la caballeria cuando mat 4 Ela, y teniendo la tropa de su parte, se declard Rey en aquel misino dia y ocupé el trono. Lo inismo que Baasa habia hecho con la casa de Je- reboan, hizo Zambri con la casa de Baasa, ejecu- tando Ja sentencia pronunciada por el virtuoso Jed. Amri el capitan general cde Isracl estaba con el ejérci- to que sitiaba 4 Gebbeton. cuando supo la traicion de Zambri : luego levanto el sitio y fué contra él. Zam- bri se encerré en el palacio real de Tersa, y no pu- diendo escapar de una muerte ignominiosa, puso fuego al edificio y perecié en las llamas, 4 los siete dias despues de haber asesinado 4 su soberano y ha- ber usurpado 1a dignidad real. VL Amri. Siendo hombre valiente y tenicndo el ejército 4 su favor, cespucs de vengar Ja muerte del Rey Ela, fué aclamado Rey de Israel sin oposicion. La accion mas notable de Amri fué la fundacion de la ciudad de Samaria que vino 4 ser tan famosa en los fastos de Israel : y despues de haber reinado doce afios murid. , VIL Acab hijo de Amri le sucedio en el trono ; he- redo la iniquidad de su padre, y excedié cn maldad 4 1odos sus aplecesores. No contento con seguir la 442 LOS REYES. III. idolatria introducida en Israel desde el reinado de Je- roboan, tomd por muger a Jezabel hija de Etbaal Rey de los Sidonios, y erigié un altar 4 Baal dios des- conocido en Israel. Mas el Seftor, zeloso por su hon- ra,levanté en tiempo de este abominable Rey el gran Profeta Elias, para confundir 4 los iddlatras con los mas estupendos milagros, ZELO DEL PROFETA ELTAS, El abandono que las tribus de Israel habian hecho del verdadero Dios en este tiempo, y la vergonzosa adoracion que daban 4 toda especie de idolos , habia Negado al mayor exceso. E} Seiior quiso ahora darles pruebas de su poder y de su ira, por elzelo de un fiel é intrépido Profeta. Elias Tesbita se presenté al Rey Acab y le dijo: « Vive el Sebor Dios de Israel, en cuya presencia estoy , que no caera rocio ni lluvia en estos aiios, sino segun la palabra de mi boca: » y cerrado el cielo por la voz del Profeta, se retiré al arroyo Carit, El Sefior manfuyo alli 4 su servo mila- grosamente por el ministerio de cuervos, hasta que Secdndose tambien aquel arroyo, tuvo orden de pro- ceder 4 Sarepta. Fatigado Elias de hambre y sed, pi- dié 4 una pobre viuda que recogia Leia 4 la puerta de Ja ciudad, un poco de agua para beber; 1a caritativa muger iba 4 traer el agua, cuando Hamandola el Pro- fetale pidid tambien un pedazo de pan. El generoso corazon de la viuda sintié ahora con mayor angustia la estrema necesidad en que se hallaba, y respondid. LOS REYES. Il. 1h3 con vehemencia. Vive el Sefior tu Dios que no tengo pan, sino solo un puiiado de harina y un poco de aceite, y voy 4 cocerla con estos palos para comer yo y mi hijo, y perecer despucs, Elias rogé 4 la muger hiciera primero una torta para él, ¥ que despues ha- ria otra para ella y su hijo, pues era la voluntad de Dios, que no faltase harina ni menguase aquel aceite, hasta que lloveria sobre la tierra. Un corazon piado- so se convence pronto; la virtuosa muger sin dudar un momento, hizo como el Profeta le habia dicho; co- miéron aquel dia. y siguiéron manteniéndose sin acabarse la harina ni el aceite, conforme 4 Ja pala- bra del Sefior que habia hablado por la boca de Elias. Premio debido 4 esta pobre muger, la cual aunque iddlatra, socorrié al necesitado Profeta con lo tiltimo que poseia, y creyé al siervo de Dios que era dese- chado en Israel. Una viuda que ve morir 4 sa hijo tinico es una viva .imagen de dolor: é] de la viuda espird en su regazo , y la afligida madre en la angustia de su corazon,, cor- real Profeta de Dios, y Nora por la muerte de sw hijo. Elias cuya fe y confianza en el Senor era igual al zelo que’tenia por la honra de su santo Nombre, tomé al hijo, le Nev 4 su camara, é inclinandose sobre e! ni- fio clam: « Sefor Dios mio, ¢porqué afliges a Ja viu- da que me sustenta, privandola de su nijo? Ruégote Sefior, vuelva el alma 4 las enfraiias de esta criatura. Dios oy6 la voz de su siervo, y vuelta el alma al nino, le entrego a la afligida madre diciéndole : « Aqui tie- nes vivo 4 tu hijo. » Abiertos los ojos de aquella gen- qh LOS REYES. II. til con tan manifiesto milagro, confesd que Elias era el Profeta de Dios, y que la palabra del Sefior era verdadcra en su boca. La impia Jezabel, mas irvitada contra el Dios de Israel por la esterilidad que padecia cl reino. per- seguia cruelmente a los profetas del Senor, y hubiera acabado con todos, si cl piadoso Abdias no hubicse escondido y alimentado a cien ministros del Altisimo. Un dia en que este buen liombre buscaba forraje para - los caballos del Rey , se Je presenté Elias en el cami- no, y le dijo: Anda, y di 4 tu Seiior, que aqui,esta Elias. Abdias temia evar un mensage que habia de irritar & Acab, mas animado por el Profeta fué al palacio, did el aviso, y vino el Rey 4 donde estaba Elias. Luego que Acab vid al Profeta le dijo: ¢ No eres {ti el que trae alborotado 4 Israel? El intrépido Elias despreciande Jas amenazas de} Rey , le respon- dié con denuedo : Yo no he alborotado 4 Israel , sino tu, y la casa de tu padre, que habeis dejado los man- damientos de Dios, v habeis seguido & los Baales. Mas no obstante, congrega delante de mi a todo el pueblo en el monte Carmelo, y 4 los cuatrocientos y cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos sa- cerdotes de los bosques, que comen de la mesa de, Jezabel. Acab envié 4 lamar 4 todos los hijos de Israel, ¥ congregé a los ministros de sus idolos en el monte Carmelo. Elias acereandose & la multitud les dijo: ¢Hasta cuando estaréis vacilando entre dos opiniones? si cl Senor ¢s el verdadero Dios, seguidle ; ¥ si es LOS REYES, Il. 145 Baal, seguidle; confundido cl puchlo con este argu- mento del Profeta, no respondid una palabra. Yo solo he quedado de los profetas del Sehor, y hay entre vosotros cuatrocientos y cineuenta profetas de Baal. Dénsenos dos Jueves, ¥ escojan ellos uno; divi- danle en trozos, ¥ ponganlos sobre la leita; yo haré lo mismo con el otro, ¥ no se pondra fuego bajo nin- guno de los dos. Invocad 4 yuestros dioses, y yo in- vocaré el nombre de mi Senor. y el Dios que res- pondiere mandando fuego , sea ese e] Dios del pue- blo. Una proposicion tan justa y equitativa no podia ser desechada. Los profetas de Baal pusiéron su victi- ma sobre el aliar, é invocaron 4 su dios hasta medio- dia, pero todo en vano, pues no habia la menor sefial de fuego. Elias se mofaba de ellos diciéndoles con ironia : Gritad fuerte, quizas vnestro dios esta ocu- pado en casa, 6 esta en camino; quizas habra entrado en alguna posada, y esti durmicndo Ja siesta. Los falsos profetas picados con Ja burla de Elias daban mayores gritos 4 Baal, sajandose las carnes con cu- chillos ¥ lancetas segun su rilo ; mas Baal sordo d sus voces no mandaba fuego. Llegé la hora en que Elias debia hacer su sacrifi- cio, y Hamando al pueblo, compuso el altar del Seior que habia sido destruido. Primeramente tomd doce piedras segun el niimero de las tribus de Jacob, y con ellas hizo un altar al Sefior de Israel; hizo ademas un acueducto , como dos pequeiios surcos al rededor del altar; luego acomods la leiia, dividié el huey en tro- zos, ¥ los puso sobre el altar. Mand6 echar agua re- 446 LOS REYES, HI. petidas veces, hasta correr y lenarse la zanja que re- deaba el lugar del sacrificio; ¥ preparado todo a sa- tisfaccion «le.aquel ignorante pueblo, se acercé eb santo Profeta, y ord diciendo : « Sefior Dios de Abra- han, de Isaac y de Jacob, muestra hoy que tu eres el verdadero Dios de Israel, y yo tu siervo; y que por mandainiento tuyo he hecho todas estas cosas. Oyeme, Sefior, 6yeme, para que conozca este pue- blo, que tti eres el Senor Dios, y que de nuevo has convertido su corazon. » Apénas habia pronunciado el zeloso Profeta la ultima palabra de esta tervorosa suplica , cayo fuego del ciclo, y devord el holocaus- to, la lena y las piedras, consumiendo hasta el polvo Y agua que habia al rededor del altar, Un prodigio tan grande como manifiesto desperté al pueblo desu error, se postrdron sobre el rostro, confesando 4 vo-~ ces: El Senor es el Dios. el Scior es cl verdadero Dios. Viendo el Profeta cl arrepentimiento del pue- blo, ¥ Ja confusion de los ministros de Baal, se apro- yeché de ta opertunidad para vengar Ja honra del Seiior. Israel, clamé Elias, esos son los impostores que 0s han seducido; echad mano 4 esos fatsos pro- fetas. ¥ no dejad escapar 4 uno. El pueblo, cuya furia no tiene Iimiles cuando se ve vergonzosamente enga- fiado, echd mano a los impostores y les diéron la muerte merecida por sus abominaciones. El santo Profeta., movido de compasion por Israel, subid 4 la cumbre del Carmelo, ¥ rogé 4 Diog siete veces, cue derramase Ja deseada iluvia sobre la tierra: una nu- pdecilla, como la huella de un hombre , se levanté del LOS REYES. III. 1h7 horizonte, y estendiéndose conforme se elevaba , os- curecié el cielo, y cayd una grande Nuvia, dejando apénas tiempo suficiente al pueblo para acogerse 4 sus casas. Informada la perversa Jezabel de la muerte de los profetas de Baal por la persuasion de Elias, juré ha- cerle esperimentar su venganza : el Profeta temié la desesperacion de la Reina, y huyé por el camino de Bersabé 4 Juda; luego se dirigié hacia el desierto, y fatigado en el cuerpo y en el espfritu , se senté de- bajo de un arbol; allf le envié el Seiior un Angel con alimento , y le ordend caminar hasta Horeb el monte de Dios, 4 donde Hegé despues de cuarenta dias y. cuarenta noches, y se acogié en una cueva. Apénas habia descansado el Profeta, cuando fué despertado por wn viento fuerte que trastornaba Jos Montes, y quebrantaba las piedras ; despues sintié que la tierra se estremecia, y luego vid pasar un fuego cuyo res- plandor le oblig6 4 cubrirse el rostro con su manto. Una voz del cielo llegé a sus oidos, que decia: g Qué haces aqui Elias? El Profeta respondié : Aqui me abraso de zelo por el Sefor Dios de los ejércitos , porque han abandonado -tu pacto los hijos de Israel; han destruido tus attares; han pasado 4 cuchillo 4 tus profetas; yo he quedade solo, y me busean para quitarme la vida. Anda, le dijo el Senor, y vuelve por el camino del desierto hacia Damasco; alli un- girds 4 Azael por Rey de Siria, y 4 Jeti por Rey de Israel, y 4 Eliseo por tu sucesor. 148 LOS REYES. III. Obediente & la voz del Sefior , partié Elias para Damasco, y en su camino encontré 4 Eliseo que es- taba arando; el Profeta se llegé a él, y le echd su manto sobre los hombros. Cuando un yaron justo siente la gracia de Dios, nada le detiene para seguir _la voluntad divina; Eliseo dejé al punto los bueyes, y se fué corriendo detras de Elias, La obediencia y afecto 4 los padres es una obligacion indispensable en los hijos; Eliseo temia faltar 4 este deber sagrado, si se ausentaba de su casa & manera de un profugo; por lo que rogé humildemente a Elias le permitiese ir 4 su casa, para pedir la bendicion 4 sus padres, ¥ Desarlos por tiltima vez. El Profeta concdescendidé con tan justia peticion , Eliseo fué 4 su casa, y volvié fiel- mente su maestro que le aguardaba en el campo. Gozoso Eliseo con la vocacion que cl Seilor habia he- cho de él, quiso dar un banquete 4 sus compaiteros trabajadores , y tomando el par de bueyes ce su ara- do, los mataron y prepardron su carne ; luego que comiéron, se levantd Elias, y Eliseo le siguié sirvién- dole como 4 su maestro. El débil Rey Acab habia permitido 4 su malvada muger Jezabel comeler un crimen horrible, derra- mando la sangre cle] inocente Nabot. Este tenia una villa cerca del palacio del Rey, y siendo heredad de sus padres, no queria privarse de su posesion. Acab, se la pidié para agregarla 4 la huerta de su casa, y Nabot no la guiso enagenar : esto entristecié mucho al Rey, é informada Jezabel de la causa, bused falsos tesfigos que jurasen haber oido 4 Nabot blasfemar LOS REYES. Il. 149 contra Dios, y murmurar del Rey; sustanciada esta falsa acusacion , el inacente Nabot fué sentenciado, arrastrado fuera de la ciudad, y muerto 4 pedradas. Satisfecho el corazon ferino de la depravada Reina con la sangre de Nabot, fué y dijo al Rey : ya puedes tomar posesion de la vita; ya no existe aquel que no quiso complacerte. cal se levanté, y descendia 4 tomar posesion de tan mal adquirida heredad , cuan- do Elias le salié al encuentro, y le dijo : Mataste el dueho , y poseiste su hacienda; pues esto dice el Se- hor: En este lugar donde los perros lamiéron Ja sangre de Nabot, lameran tambien Ja tuya; ¥ los perros comeran las carnes de Jezabel en la heredad de Nabot. Poco tiempo despues, Ramot de Galaad Rey de Siria declaré guerra al Rey Acab, y no teniendo este suficientes fuerzas para resistir A su adversario , pidid ayuda a Josafat Rey de Juda. Este Key habia casado su hijo con Atalia hija de Acalb, y por razon de esta alianza vino en su ayuda desde Juda. Acab habia cousultado a sus profetas sobre el éxito de esta guer- ra, y todos le habian slado una respuesta lisonjera : pero Josafat que era principe religioso queria con- sultar 4 algun profeta del Dios de Israel. Acab res- pondié que habia uno en Samaria a quien aborrecia, porque siempre le anunciaba desastres , y por tanto seria intitil consultarle. Josafat insistié en que se a- mase, y el profeta Miqueas vino a presencia de los Reyes. Este profeta, fiel 4 la inspiracion divina , dijo IL M4 150 LOS REYES. Il. sin tcmor ¥ con sencillez que la guerra seria desas-. trada, ¥ que terminaria con Ja muerte de Acab. Josafat debia haberse vuelto 4 Juda despues de ha- ber oido elanuncio de Miqueas, pero tuvo la debilidad de creer comprometido su honor, ¥ acompaié a Acab en la batalla. El Rey de Siria habia dado orden at los comandantes de su caballeria de dirigir toda su. fuerza contra la persona del Rey de Israel ; esta dis- posicion del de Siria no se le oculté 4 Acab, y asf juzg6 prudente despojarse de las insignias reales, para no ser conocido durante la accion. Los gencrales de Siria, en virlud de sus instrucciones, cargdron y r0- dedron 4 Josaiat Nevados de su apariencia real, ¥ es- turo 4 peligro de perder su vida, sino se descubriese con fiempo. Este bienintencionado ¥ sincero Principe fué espuesto 4 grande peligro, por la astucia y mala fe de un aliado sin religion , sin hozor y sin amistad. Pero el destino de Acab estaba anunciado por el pro- feta del Senor ; una saeta disparada al acaso por un soldado enemigo . Ie hirié mortalmente entre la cer- viz y la espalda, de enya herida murié al ponerse el sol. El carro en que {ué herido qucd6 leno de la sangre que habia derramado, vy luego fué traido por easualidad al parage donde Nabot habia sido apedrea- do, y alli lamiéron les perros la sangre de Acab, se- gun habia predicho el profeta Elias. Josafat se volvié a Jerusalen reprendido por el Seior, por haber dado socorro 4 un impio, y haber contraido amistad con un hombre que aborrecia ai Seiior. LOS REYES. IV. A5L LOS REYES. Iv. VIII. Ocozias. Por la muerte de Acab, Ocozias su hijo subié. al trono de Israel. Este Rey solicité la amistad y alianza de Josafat, pero cl Rey de Juda es- taba muy escarmentado de su primer error. Ocozias dié una caida desde el balcon de un cuarto alto, y enfermaé gravemente. No parece sino que esta raza de reyes de Israel tenian endurecido el corazon por cas- tigo; pues el primer paso que daban cuando lega- ban a reinar , era renunciar al Sejior Dios de Israel. Luego que Ocozias se sintié en peligro, nombré mensageros para ir 4 consultar 4 Belzebud dios de Acaron sobre el fin de su enfermedad, Elias por amo- nestacion del Angel del Setior , les salié al encuentro en el camino, y les dijo : Mensageros de Ocozias , éno hay Dios de Israel, que vais 4 consultar 4 Belze- bud dios de Acaron? pues esto dice el Sefior : De la cama en que subiste, no descenderis , sino que mori- ras. Acobardados los mensageros con el encuentro del zeloso Profeta se volviéron 4 Samaria, é informa- ron fielmente 4 Ocozias lo que habian visto y lo qne habian oido; y no fué dificultoso conocer que era Elias 4 quien habian encontrado, El odio que Ocozias habia concebido contra Elias durante el reinado de su padre, se inflamé ahora con la relacion de los mensagcros , y queriendo vengarse del Profeta, mand6 a un capitan de sus guardias con cincuenta hombres 4 caballo para prenderle. Ufano 452 LOS REYES. IY. el oficial con sa comision, parti de priesa & cum- plirla; y cuando Negé a ver 4 Elias en el monte y solo, creyé que yale tenia en su poder : Hombre de Dios, dijo insolentemente el Capitan, baja presto del monte, y ven conmigo a ia presencia det Rey. El Profeta te- nia mucho zele por Ja honra del Dios 4 guien servia, para sufrit la falta de respeto con que le intimaban rendirse : sisoy hombre de Dios, descienda fuego del cielo y devore 4 toda tu compania contigo ; el fuego descendid al instanic, y cl Capiian con sus cincuenta hombres quedaron consumidos. Otro oficial con otros Cincuenta soldados salié con la misma comision, pero Elias era hombre terrible ; al jutimarle que bajase del nionle, hizo bajar otra vez fuego , y todos fuéron de- vorados. E] infaiuado Ocozias atribuia estos prodi- gios a casualidad, y estaba resuelto 4 asegurarse de su persona. Un tercero Capitan salié con mas tropa para prender a Elias. pero escarmentado con cl cas- tigo de las otras dos compan 6 conociendo la vir- tud del santo Profeta, observé una conducta ciferen- ie tse detuvo 4 una distancia considerable, se aped, y Goblando las rodillas con mas yeneracion que 4 su Rey, le dijo humildemente : Hombre de Dios, no te enojes contra tu siervo ni contra estos que han venido comnigo; tu has anigeilade con fuego del cielo a otros dos capitanes con sus compafifas, y ahora te yuego tengas compasion de mi 5 ya ves qite soy man- dado a busearte, haz ahora lo que fuere de tuagrado. Si los dos primeros oficiales, sabiendo bien los por- tentos que el Sefior habia hecho por medio de su fiel LOS REYES, IV, 153 Profeta, se hubieran presentado y hablado a Elias con el mismo respeto que este tiltimo , no hubieran atraido sobre si el castigo del ciclo. El Profeta ven- gaba solo la falta de respeto al Bios de Isracl en su persona, Namandole por mofa hombre de Dios, ¥ dandole una érden, como si intimaran la rendicion 4 un malhechor. Movido Elias ahora por el religioso respeto del tercer comisionado, le escuché henigna- mente, é inspirado por el Angel del Senor, descendid del monte, y acompahado del Oficial como guardia de honor, se presentd al Rey y le dijo : Esto dice el Sefor; por cuanto enviasie Mensageros 4 consultar 4 Belzcbud dias de Acaron, conlo si no auhiera Dios en Israel & quien pudicras consular , del lecho sobre que subiste no descenderas, sino que moriris de muerte. Aquel Rey que pocas horas antes deseaba tener en su poder 4 Elias, quedé ahora Ueno de pa-~ yor 4 su vista; Elias se volvié al monte, y Ocozias murié poco despues. Elias labia side un Profeta tan fiel a la voz de su Dios, tan intrépido en amunciar & tos Reyes las drde- nes divinas, ¥ tan zeloso en ejecutarlas. que compla- cido el Sefor con su invariable fidelidad, le quiso premiar de un modo enteramiente maravilloso. El santo Profeta yenia un dia de Gilgala con su fiel discipulo Eliseo, y parandose en cl camino Je dijo + Quédate aqui, porque el Sefior me ha enviado a Be- tel; Eliseo le respondié : Vive el Seiior y vive tu al- ma, que no te dejaré. Luego que Hegiron a Betel , los fieles del Sefior satiéron a recibirlos, v acercindose 154 LOS REYES. IV. algunos a Eliseo le dijéron privadamente, gsabes que el Sefior te quitara hoy d tu maestro? silo sé, callad. Elias se puso otra vez en camino, y pardn- dose un poco despues, dijo 4 Eliseo : Quédate aqui , porque el Sefior me ha enviado a Jericé. Eliseo le respondié, que no se apartaria de él y siguid-en su compahia. Llegados 4 Jericé, dijo Elias 4 Eliseo que se quedase alli, porque el Sefior le habia enviado al Jordan ; mas c} fiel discipulo habia hecho resolucion de no separarse de su maestro, Camindron pues los dos juntos, y llegando 4 la orilla del Jordan , tomé Elias su manto, le doblé y did con el sobre el rio: al instante se dividiéron las aguas 4 uno y otro lado, . Y pasdron a pie enjuto. Habiendo pasado el rio dijo Elias 4 su discipulo : pides lo que quieras que- haga por ti, antes que me separe para siempre. Eliseo res- pondié sin detenerse, pido que tu espiritu sea dupli- cado en mi. La peticion del discipulo, que conocia mejor que nadie el espirilu de su maestro, parece exorbitante; y asf parecid a Elias, pues le respon- di6 : Dificil cosa has pedido; mas no obstante , si me vieres cuando sea arrebatado de ti, tendras lo que has pedido , mas si no me vieres, no lo tendras. Un hombre que espresamente se labia negado tres veces 4 separarse de su compaiiero, no era facil, que des~ Dues de oir tan gran promesa ¥ 4 condicion tan facil, se descuidara su yigilancia. EF] discipulo caminaba junto 4su maestro, cuando vino por cl aire un carro de fuego, tirado por caballos de fuego; y montando Elias en él, fué arrebatado 2 ciclo en un torbellino. LOS REYES, IV. 155 Elise pasmado con Ia maravillosa traslacion de su maestro , gritaba: Padre mio, padre mio, carro de Israel, y su conductor. Elias se perdié de vista en un Momento, Fliseo rasgé su vestidura de dolor, y to- mando el manto que.su maestro le habia echado al . tiempo de su traslacion, se volvié al Jordan con la preciosa reliquia. VIRIUDES DEL PROFETA ELISEO. Desde este momento principié Eliseo A obrar tan- tas maravillas , que se vid el entero cumplimiento de la viltima promesa que bizo Elias 4 su fiel disciputo. Luego que perdid de vista 4 su amado maestro, se yolvid hacia el Jordan, y llegando 4 1a orilla vid la dificultad de pasarte. El modo milagroso con que le habia atravesado poco antes le hizo ahora recordar que Elias habia herido las aguas con su manto, de~ Jando un paso enjuto; y como tenia en su posesion este apreciabie don que le habia dejado el santo Pro- feta, hizo con 1 Jo mismo, ¥ las aguas se dividiéron. Los hijos de los profetas de Jericé, que desde la otra parte del rio habian visto todas las maravillas de aquel dia, viniéron 4 su encuentro ¥ Je veneraron in- Clinados hasta la tierra. Eliseo siguio hasta Jericé, & donde los habitantes le representaron la mala calidad de las aguas, y esterilidad del terreno de aqueila ciu- dad, que en otros respectos era un pueblo muy agra~ dable. El Profeta mando traer una vasijd nueva con un poco de sal, fué al manantial, y echando la sal en 156 LOS REYES. IV. el agua dijo: Esto dice el Seior: Sané estas aguas, ¥ en adelante jamas habra en ellas muerte ni esterili- dad. Las aguas quedaron desde enténces saludables segun la palabra del siervo de Dios. Eliseo partié de Jericé para Betel, y en el camino dio pruebas de que con el espiritu de su maestro ha- Dia heredado tambien su carciter. Al subir la cuesta de Betel, fué visto por una porcion de muchachos que jugaban por alli, los cuales observando que el Pro- feta era calvo, gritéron con mucho escarnio: sube caivo, sube calvo. Irritado Eliseo con la insolencia de aquellos tmantillos, volvid Ia cara y los maldijo en elnombre del Sefor: al instante saliéron del bosque jumnediaio dos osos, instrumentos del castigo de los atrevidos muchiachos, asi como de sus descuidados padres, y despedazivon cuarenta y dos de los mas desvergonzados. El santo Profeta siguid su camino al monte Carmelo , y de alli pasé 4 Samaria a capital del reino de Israe}, JX. Joran. Habiendo muerto el Rey Ocozias sin sucesion, ocupd el trono de Israel Joran su hermano menor. Este Principe no fué tan prevaricador como sus antecesores: conocia los danos que habia sufrido Israc] desde la introduccion del culto de Baal por 1a influencia de su madre Jezabel, y sin consideracion a ella, proscribié las estatuas de aquel idolo; pero re- tuvo siempre el culto de los becerros introducidos por Jeroboan. Joran declaro la guerra contra Mesa Rey de Moab, porque este habia negado el tributo anual de cien mil corderos y cien mil carueros, que Moab LOS REVES. IV. 137 estaba obligado a pagar d los Reyes de Israel: y para hacer la guerra con mayor acierto, rogé a Josafat Rey de Juda que te ayudase. La alianza que’ Josafat habia hecho con Israel casando 4 su primogénito con una hermana de Joran, fué una razon de estado para no negarle este auxilio; y esta union de dos Reyes po- derosos movid al Rey de Edon 4 entrar tambien en Ja liga. Juntos los tres ejércitos bajo la direccion de Jos tres Reyes, marcharon por un camino de siete dias, y apu- rados por la falta de agua, desanimd mucho esta cir- cunstancia al Rey de Ssracl. El de Juda pregunté si habia por alli algun Profeta del Seiior, para que ro~ gara 4 Dios por el ejército; le informéron que alli cerca residia Elisco discipulo de Elias, y Josafat no dudando gue la palabra del Profeta era la palabra del Senor, fué con los otros dos Reyes 4 Visitarle. Luego " que Eliseo vid A Joran venir hacia él, le dijo: ¢ qué tengo yo que ver contigo ? anda a los profetas de tu padre y de tu madre. Sin embargo de este aspero re- cibimiento, Joran le pregunté sobre el fin de su guerra contra Moab, y Eliseo con la entereza heredada de su maestro le respondio: Vive el Seiior de los ejércitos , en cuya presencia estoy. que si no respetara la per~ sona de Josafat Rey de Juda, no te hubiera atendido ni aun mirado. Enténces mando llamar un nnisico, y fila armouia del arpa inspiré el Seftor al Profeta: haced., dijo Eliseo, en el canal de este arroyo muchos fosos, porque esto dice el Scilor: no veréis viento ni Huvia, y este canal se Jlenara de agua, y beberéis vos- . 4 458 LOS REYES. IV. otros, vuestras familias y vuestras hestias, Ademas de est}, cl Sehor entregara 4 Moab en vuesiras manos, destruiréis sus puchlos, cortaréis todo arbol fratal, cegaréis Jos manantiales de las aguas, y cubriréis de Piedras sus campos de labor. A la hora del sacrificio en la maiana siguiente, vino un torrente de agua por el camino de Edon, que inundo todo aquel valle por algunos dias. Informados los Moabitas de 1a marcha de los tres Reyes contra ellos, juntaron cuantos hombres podian tomar armas para salirles al encuentro. y en la pri- mera marcha se acampéron junto al ejéreite combi-~ nado. El efecto de los rayos del sol naciente, causado sobre Ja superficie de} agua del valle aluciné 4 los Moabitas, y en la confusion de sus sentidos , crey éron que era la sangre dec los aliados, vertida por las espa- das dc unos contra otros. Ofuscados con aquella idea fantaistica. que los mas prudenies no podian desvane- eer, se arrojé la multitud en desérden, no 4 pelear, sivo 4 la presa y saqueo del imaginado campo de ba- talla, Cuando los Israclitas viéron descender al valle aquel desordenado monton de enemigos , se levanta- ron dv repente, y empunando las espadas , hici¢ron horrible estrago con total esterminio de los Moabitas: el ejército de los tres Reyes entré luego en ct territo- rio enemigo, y destruyé pueblos, plantios, fuentes ¥ campos como habia anunciado el Profeta. Eliseo no ejercia su don de milagros solamente . para beneficio 6 ruina de los grandes; su caridad para con los pobres era una virtud en que se deleitaba su LOS REYES. IV. 159 corazon. Una pobre viuda se llegé un dia 4 Eliseo, y je dijo Hena de afliccion: tu siervo mi maride ha muerto, y tu sabes que fué temeroso del Seiior; el difunto debia algun dinero, y ahora viene cl acreedor para llevarse mis dos hijos, y hacerlos sus esclavos. El Profeta le pregunt6 ¢ qué tenia en su casa para pa- gar? y la pobre le respondié , que solo tenia un poco de aceite: ve, Je dijo el siervo de Dios, y pide pres- tadas cuantas vasijas puedas hallar entre tus vecinoss enciérrate en tu casa con tus hijos, y lena todas las vasijas con el aceite que tu tienes. La viuda lena de fe hizo lo que cl Profeta le ordend, y recogid aceite hastante para vender J satisfacer 4 su acreedor , que- dandole ademas para mantenerse ella ¥ sus hijos. Otra piadosa muger de Sunan acostumbraba hos- pedar al Profeta cuando pasaba por aquella ciudad , que era muy frecuentemente. Elisco agradecido 4 su generosa hospitalidad, obtuvo por sus ruegos que Dios concedicse un hijo 4 su bienhechora; don para ella tanto mas agradable, cuanto habia perdido la esperanza de ser madre. Feliz la Sunamilis con su hijo, tuvo el pesar de verle morir en su regazo : en la amargura de su dolor puso al difunto uniiio en la cama, y Wena de confianza fué al monte Carmelo a solicitar con ‘sus lagrimas la intercesion del profeta del Seftor. Conmovido Eliseo con cl llanto de la afli- gida madre, envié 4 su criado Giezi para poner su b&culo sobre la cara del niiio : mas Giezi no tenia la fe ni la virtud necesaria para ser Di aun pasivo instru- mento de tales maravillas; puso el baculo sobre 1a 160 LOS REYES. IV. cara cel nijo, pero la criatura no did senales de vida. El Profeta vino en persona a la casa, se encerré en el cuarto donde estaba el nifio, hizo oracion al Se- or, y cl hijo fué restituido 4 la vida, vy 4 su madre. Naaman Gencral del cjército del Rey de Siria era hombre de grande reputacion , poscia muchas rique- zas, y gozaba el favor y confianza de su soberano; sin embargo de todas estas ventajas, Naaman era un hombre infeliz; una lepra inveterada que nadie habia podido curarle, casi le tenia desterrado de la socie- dad. Por fortuna de Naaman y de su familia , tenia cn su casa una esclaya judia, que habia sido cautivada en una escursion de los Sirios, y era doncella de la mneger del Ceneral, La muchacha se acordo de los muchos milagros que Eliseo obraba en Israel, ¥ dijo 4 su ama : Ojala hubiera ide mi amo 4 ver al Profeta que esti en Samaria. Esta insimnacion fué escuchada , vy despues de haberla considcrado, resolvid Naaman partir para la capital de Israel. El General pidié a su soberano una carta de recomendacion para Joran, esponiendo los motives de su viage. EL Rey de Siria, enlendiendo mal las razones de su General, 6 no leyenda lo que habia escrito su secretario, did la carta de recomendacion para el Rey de Israel, muy mal concebida , pues en cella le rogaba curase al dador de la enfermedad que padecia. Cuando Joran leyé la carta. y vid que le pedian nada ménos que sanar 4 un leproso incurable , se irrité en estremo, atribuyen- do a insulto 1a mal esplicada peticion ; sabiendo muy bien que él no pocia aspirar al don de hacer mila- LOS REYES. IV, 161 gros. Informado Eliseo de lo que pasaba, pidid a Joran le mandase al general siro 4 su casa, de lo que se alegré mucho cl Rey de Israel, y dirigié a Naaman casa del Profeta. El afligido Naaman partié con todo su tren a visi- tar 4 Eliseo; y antes de llegar 4 su morada, encontré a un mensajero en el camino, quien le dijo de parte del Profeta, que se lavara siete veces en las aguas del Jordan. Naaman, poco satisfecho con el recibo que habia tenido en palacio, y mucho ménos con el remedio que le daba el Profeta, queria volverse 4 Siria, donde en su opinion habia mejores rios que el Jordan, y mejores aguas que en Israel. Los cria~ dos habian oido muchas curas milagrosas hechas por el Profeta. y prevaleciéron con su Sefor a que se banara en el Jordan conforme al mensage recibido, Naaman se lav6 siete veces en el rio, y qued6 sano. El efecto tan prodigioso que causé el simple remedio de las aguas del Jordan mud6 asi el corazon coma la mente del general siro : pues no solo agradecié Ia virtud del Profeta, mas vino en conocimiento del ver- dadero Dios, y uo ofrecié en adelante holocaustos ni victimas sino al Scfor de Israel. Fl agradecimiento le movi6 4 hacer ricos presentes al Profeta, y le insté para que los recibicra; pero el virtuoso Eliseo, que en todas sus obras no buscaba sino la gloria de su Dios, perentoriamente los rehus6. Giezi, aquel criado 4 quien el Profeta habia mandado con su baculo para resucitar al hijo de la Sunamitis, disgustado con el desinteres de su amo, fué ocultamente 4 buscar 4 162 LOS REYES. LY. Naaman, que ya se retiraba 4 Siria, y despues de una sarta de mentiras injuriosas 4 su amo le pidid un ta- lento de plata. El agradecido Siro le did dos talentos, y dos ricos vestidos , y los guardd para si. El espfritu del santo Profeta habia estado presente 4 la codiciosa negociacion de Giezi, y conocié ahora por primera yez qué sujeto era suf criado : luego le Jamo a parte, ¥ pidio cuenta de lo que habia hecho. Giezi negé todo, ¥ decidido e} Profeta en darle un castigo correspon- diente 41a culpa, le dijo : supuesto que tu has reci- Dido de Naaman ricos vestidos, y dinero bastante para comprar hacienda y vivir en abundancia, toma tam- bien para ti y para tu linage su lepra. El avariento Giezi qued6 desde -aquel mismo instante cubierto de Jepra, dejandola yinculada en sus hijos. Poco tiempo despues de la vuella de Naaman a Si- via. hubo desavenencia entre este Rey y el de Israel, ¥se declariron guerra. El de Siria teniendo un ejér- cito inferior. resolsié hacer la guerra con estratage- ‘ma y emboscadas : pero el Profeta Eliseo que se inte- resaba por la seguridad de Isracl, mo obstante sus errores, avisaba a Joran, que estuviese prevenido tal dia, 6 que uo pasase por tal parage , para no ser sor- prendido. Conturbado el Rey de Siria con el mal su- ceso dle todos sus ardides, sospeché que algun traidor revelaba sus planes al dle Israel. y junté 4 sus gene- rales, para ver si podia descubrir al que le vendia. Tno de ellos dijo : Sefior, no sospeches de ninguno de tus sicrvos; el Profeta Eliseo cs el que descubre al Rey de Israel las palabras que hablas cn lo mas LOS REYES. IV. 163 retirado de tucdmara, y aun tus pensamientos; ahora esta en Dotan, vé si puedes asegurarte de su per- sona. Con este ayiso mandé el Rey una brigada de caballeria para sitiar el lugar de noche, y prender 4 Eliseo por la maiiana. El Profeta hizo oracion al Se~ flor para que confundiera la vista de sus enemigos, y saliéndoles al encuentro les dijo : no es este el pueblo ni el camino para hallar al varon que buscais, se~ guidme ¥ os le mostraré. E] ofuscado ejército siguid al Profeta hasta el centro de la ciudad de Samaria, y rogando al Setior les aclarara la vista, se halléron los Siros, prisioneros en medio de la capital de Israel, Joran queria pasarlos a cuchillo, mas Elisco se opu- 80, porque no eran prisioneros de batalla; antes le persuadié, a que les diese de comer, y los dejase volver 4 su campamento. Insensille el Rey de Siria a este acto de gencrosidad, inuy raro en aquellos tiem- Pos, reunid todas sus fuerzas y puso sitio 4 Samaria, causando una hambre tan estrema que dos madres conviniéron en comerse sus dos hijos. El horrendo convenio principid matando una madre 4 su hijo, y las dos alimentandose con la carne del inocente ; as cuando Llegé el tiempo de matar al otro nino , su ma- ‘dre le oculté. Ofendida ta otra con esta falta del in- humano concierto, se presenté al trond esponiendo el funesto caso, ¥ pidiendo justicia, Aunque cl Rey sabia la estrema necesidad de los habitantes, no habia aprendido ocurriese entre dos madres una circunstan~ cia de tan enorme barbaridad : y estremecido al oir la horrible relacion, rasgé su vestidura de dolor, 164 LOS REYES. IY. ciiio su cuerpo con cilicios, y lloré amargamente wnos males que no podia remediar. En el tormento de su animo concibid la idea de que Eliseo era Ja causa de la calamidad de Israel, ¥ siu dar lugar 4 la reflexion decreté su muerte. El Profeta estaba con los ancia- nos del pueblo, considcrando el infortunio del puc- blo, cuando se acercaba el verdugo mandado por el Rey ; y como adivinase cl objeto de sa comision , man- dé cerrar la puerta y no dejarle cutrar. Joran lHegd poco despues, y se le aplacé Ja iva a Ja vista del Pro- feta, el que Ie consal6 con la promesa de un prouto Socorro , asegurandole de parte del Sefior, que al dia siguiente habria grande abundancia de provisiones. Un oficial amigo del Rey, que se hallaba junto a él, se burlé del vaticinio del Profeta, y este le respon- did, fu le veras con tus ojos, mas no Jo disfrutards, E] Sefior confindié aquella noche 4 todo el ejército si- tiador con tanto espanto, que abandonaron sus lien- das y bagages. sus calallos y ahnacenes , huyendo Consternados entre las linicblas y sin direccion . auhe- Jando solo por salvar sus vidas. Con la luz del dia fué descubierta la precipitada huida de los Siros, y los Samarilanos saliéron a saquear el campamento con tanto tropel, que cl oficial que se habia burlado de la predicciow del Profeta, fué sofocado bajo los pies de los hambricntos habitantes, La abundancia de pro- visiones fué couforme a la promesa de Eliseo, y con Ja wnverte del oficial inerédulo quedé cumptida fa profecia dei siervo de Dios. El Scfior habia ordenado al profeta Elias ungir 4 LOS REYES IV. 165 Azael por Rey de Siria, y 4 Jet por rey de Israel, pero estas comisiones fuéron despues reservadas al Profeta Eliseo ; primero furé la de Azacl, Benadad Rey de Siria estaba grayemente enfermo, y sabicndo que Eliseo habia llegado 4 Damasco, dijo 4 Azael que to- mara consigo ricos presentes para el Profeta, y le ro- gase consultara al Seftor, si sanaria de aquella enfer- medad. Azael did su mensage, y Ulisco le respondid que la enfermedad no era mortal, pero que moriria de inuerte violenta. Estas ullimas palabras afligiéron tanto al Profeta miéntras las pronunciaba, que Horé. ¢ Porqué Noras Sehor mio? preguntd Azael muy sor- prendido, Porque sé los males que has de hacer a les hijos de Israel, respondio el varon de Dios, Tui entre- garas 4 las llamas sus fortalezas, pasards 4 cuchillo sus jovenes, despedazaras sus infantes, y mataras las criaturas en el scno de sus madres. Todo esto haras cuando seas Rey de Siria , como ct Sefior me ha mos- trado. Azael dijo que no cra un perro, para cometer tan atroces crueldades ; pero 1a palabra del Senor ha- bia de cumplirse. Este mismo Azael sofocd a su Rey en la cama, ocup6é su trono, y en su reinado suce- digrou todos los estragos cuya prediccion habia ar- rancado las lagrimas al Profeta. Durante la cruel guerra que Azacl hacia a Israel, el Rey Joran fué herido en una batalla, y se retiré 4 su palacio de Jezrael para curarse, dejando el ejércita en Ramot de Galaad. Eliseo cntretanto llam6é 4 uno de los hijos de los profetas, y le mandé la ciudad de Ramot con una ampollita de aceite, para ungir 4 Jed 166 LOS REYES. IY. por Rey de Israel. El ministro del Profeta partié para su comision, y Negado al ejército vid 4 Jeti en com- pafifa de los otros generales, y llegandose 4 ¢l le di- jo: Principe, tengo que decirte una palabra aparte. Jeti se retird con él, y sacando entonces la ampollita, Je ungié diciendo : Esto dice el Sefior : Te he ungido Rey sobre Israel; heriras la casa de Acab tu Senor, y vengaré la sangre de mis siervos los profetas, y la de todos los siervos del Sefior de la mano de Jezabels porgue destruiré la casa de Acab, como hice con Ja casa de Jeroboan, y con la de Baasa; Jezabel sera comida por los perros eu el campo de Jezracl, y no habra quien 1a entierre. Dichas estas palabras, se retiro e] ministro del Profeta sin hablar mas, y se yolvid sin detenerse un instante, segun las instruc- Clones que babia recibido. Los compaiieros de Jeti le aguardaban con impaciencia para saber el objeto de aquel misterioso mensagero. Jeu les contd franca Mente, que era un Profeta, y que le habia ungido Rey de Israel por orden del Sefor; al oir esto, se qui- taron los mantos, y estendiéndolos 4 los pies de Jeu, le proclamaron Rey de Israel al son de trom- petas. Jett tenia el mando en gefe del ejército en la au- sencia de Joran. ¥ estimulado del deseo ambiciosa de reinar, temeroso de que el Rey supiese su procla- macion, y resuelto 4 dar un golpe que le quitase toda oposicion, partid a Jezrael con un grueso destacamen- to de caballeria. El Rey Joran estaba en su palacio Con su sobrino Ocozias Rey de Juda , que habia ye- LOS REYES. IY. . 4167 nido a visitarle en su enfermedad; é informado por un sentinela, de que un cuerpo de tropas se acercaba 4 la ciudad, mandé dos mensageros sucesivamente 4 inquirir el objeto de aquel movimiento. Ninguno de los mensageros volvia, y la tropa avanzaba tanto, que Jeti fué reconocido. Confuso Joran con aquella misteriosa venida de su general, mandé ‘preparar su carro in- mediatamente para ir 4 encontrarle en persona ; Ocozias monté tambien cl suyo y le acompaiié. Jed habia avanzado ya hasta muy cerca de la ciudad, cuando los dos Reyes le encontraron : Joran preguntd 4 su general, Jeu, vienes de paz?.¢Qué paz esperas de mi, respondid Jeu, cuando los excesos de Jezabel tu madre son cada dia mayores? Al oir Joran esta respuesta de un stibdito 4 la cabeza de wna fuerza armada, se crey6 perdido, y se prepard a la huida : pero el diestro Jeti al instante le lanz6 un dardo, y atrayesdndole el corazon le derribé muerto. Ocozias huyé, pero fué perseguido y muerto. Jeu siguid su marcha 4 Jezrael, y llegando al palacio , mandé pre- cipitar 4 Jezabel de una ventana, y despues de ho- Yada por los cahallos fué devorada por los perros, cumpliéndose literalmente la prediccion del Profeta Elias. X. Jeu se afirmé-en el trono, y fué ejecutor de la diyina justicia, para estinguir la casa del impio Acab en Israel, y esterminar los profetas de Baal. Una crueldad refinada es visible en todas las acciones de Jeti, y fué su disposicion sanguinaria, la que le hizo apropiado instrumento de 1a vengapza que el Seftor 168 LOS REYES. 1¥. habia decretado contra los prevaricadores de ‘Israel. Acab habia dejado setenta hijos, y estos se criaban en Samaria, repartidos en las casas de los Magnates de la ciudad, como Ayos de los Principes. Jeu escribié una carta circular 4 estos, encargandeles se juntasen todos los sesenta. y cligiesen uno de los Principes para reinar sobre Israel. Mstos cortesanos conocian muy bien el caracter de Jeti, para caer en la insidiosa propuesta; ellos formaron su junta y conviniéron en esta respuesta : Vasallos tuvos somos, harémos todo lo que mandares, y no pondrémos Rey sobre noso- tros. Haz lo que bien te parecicre. Vista esta res- puesta, Jeti les escrivio segunda carta diciendo : Si sois mios , y me obedeceis , quitad tas cabezas a los hijos de Acab, y manaua a esta misma hora, taéd- melas 4 Jezracl. El contenido de esia segunda carta, justificaba Ja sospecha que habia causado la primera a los Ayos, y compromeltidos ensu respuesta, Hevaron al dia siguiente 4 Jezrael las setenta cabezas de los hijos de Acab. Jeti partid luego para Samaria, y en el camino hizo degollar 4 cuarenta y dos hermanos de Ocezias rey de Juda, los que ignoraptes de la muerte de su hermano v revolucion en Jezracl, venian a visitar 4 Joran. Esterminada ta familia de Acab, pasd Jeu a castigar los sacerdotes de Baal. Luego que llego a Samaria, se fingid adorador de Baal , y publice un edicto. convocando & todos 1os sa- cerdotes de aquel fdolo , para hacer una solemme ac- cion de gracias por su eutronizacion. Los profelas de Baal se regocijarou mucho con ladevocion de su real LOS REYES. IV. 169 prosélito, no dudanda que el culto de su dios se es- tenderia sobre todo Isracl con el ejemplo de un hom- bre como Jeti; y para dar toda Ia solemnidad al sa- crificio, conviniéron en concurrir al templo de Sama- Tia todos los ministros del altar. En el dia sehalado por el Kicy, se congregaron todos muy temprano, para tener lugar de congratularse unos 4 otros dutes de la hora del sacrificio. Llegé el tiempo, se did la sefial, y poniénilose sus vestiduras entraron todos los minis- iros de Baal en cl templo, en tanto numero que apé- nas pocian moverse para hacer las ceremonias. Prin- cipiaron 4 hacer el holocauste, y continuaban en sv bullicioso entusiasmmo, cuando de repente entraron ochenta hombres escogidos por Jett, y emputiando las espadas , dejéron cl pavimento cubierto de caddveres ensangrentados, Ejecutada la cruel érden sin esca- parse un sclo ministre del idolo , sacaron su estatua , jaredujéron a polo, destruyéron el templo , y quedé Baal totalmente esterminado en Israel. Si Jeti hubiera calcinado los becerros de oro de Jeroboan, como hi- zo con el simulacro de Baal, su zelo, aunyue feroz, hubiera sido escusable; pero continuando en la pre- varicacion del primer Rey de Israel , ofendid mucho al Seftor, y abandoud & Jet y A su pueblo 4 la persecu- cion de Azacl. Este Rey de Siria derroté los ejércitos de Israel por todas partes, infligiendo en el pueblo aquellas calamidades terribles, cuya sola prevision hizo Morar al Profeta Eliseo, cuando este mismo Azael fué 4 consultarle sobre la enfermedad desu Rey Benadad. Despues dle un reinade desgraciado de vein- 170 LOS REYES. IV, te y ocho afios murié Jeu, y le sucedid Joacaz su hijo. XI. Joaeaz por las continuas derrotas que habia su- frido Israel durante el reinado desu padre, se hallé sin medios de defensa : diez carros de campaia, cin- cuenta hombres de 4 caballo, y diez mil de 4 pie com- ponian todo su ejército. Con este miserable resto del antiguo poder de Israel, no podia impedir la devasta- cion de sus dominios. Benadad hijo de Azael, habia heredado el trono de Siria y eb implacable odio de su padre con él : privado de aquella grandeza de animo que la hwnillacion de un enemigo suele causar cu un vencedor, se deleitaba en destruir sin oposicion; y hubiera acabado con Israel, si el Senor, viendo la angustia de su pueblo, no Je hubiera dado un liber- tador. Joacaz murié despues de un vergonzoso rei- nado de diez ¥ siete afios, y Joas su hijo reind en su lugar. . XII. Joas subid & un trono humillado para reinar sobre un pueblo abatido ; todas las ciudades de algu- na importancia estaban ocupadas por los Siros ; y aco- bardados los Israclitas con tantos desastres, daban al muevo Rey poca esperanza de espeler al enemigo de Israel. Aunque Joas vivia en la prevaricacion de sus antecesores,, tenia una singular veneracion al Profeta Elisco : y cuando supo que el siervo de Dios estaba gravemente enfermo, vino 4 visitarle. Luego que en- tré en el aposento del venerable anciano, y le vid tan préximo a morir, lord mucho ; se acercé al lecho pa- Ta pedirle su bendicion, y dijo : Padre mio, Padre LOS REYES. IV. An” mio, cairo de Israel y su conductor. El santo Profeta que habia sentido la angustia de Israel por tantos aiios, y vid ahora la afliccion del Rey, quiso premiar su ca- Tidad prometiéndole victorias coutra su enemigo. Trae fu arco y las flechas , le dijo Eliseo ; traido el ar- co, continud : Pon tu mano sobre el arco; y el Profe- ta puso entonces sus manos sobre las del Rey : Abre la ventana del oriente, aiadid el siervo de Dios, y tira una flecha. El Rey disparé el arco; ¥ Eliseo esclamé : Saeta de salud del Seftor, y saeta de salud contra Si- ria; herirds 4 la Siria hasta consumirla. Toma las fle- chas, dijo de nuevo el Profeta, & hiere la tierra con un dardo. Joas tomd las Nechas, arrojé tres contra la tierra , y ces6. El debilitado espiritu de Eliseo se in- flamé, y dijo al Rey con gran enojo : ¢Porqué has cesado de tirar fechas? si hubieras herido la tierra cinco, seis 6 siete veces, hubieras berido 4 la Siria hasta el esierminio : mas ahora Ja heriras solo tres veces. El Rey se despidié muy consolado, y el virtuoso Eliseo oprimido con los aos y consumido por la en- fermedad, murid poco despues. E} maravilloso don de milagros con que el Seior distinguié 4 este fiel Pro- feta suyo, le hizo célebre durante su vida, y continud su virtud hasta en el sepulcro. Poco tiempo despues de haberle sepultado, pasaban junto 4 su sepulcro woos habitantes del pueblo 4 enterrar 4 un difunto : viendo venir ana cuadrilla de salteadores moabitas, y no teniendo lugar de abrir un hoyo, les ocurrié echar el cadaver en el sepulcro de Eliseo > Y se retiraron 172 LOS REYES. IY. precipitadamente 4 la ciudad. Apénas tocd los huesos del santo Profeta aquel hombre muerto, resucito , ¥ sosteniéndose sobre sus pies, se restituyé a su casa. Animado Joas con la prediccion de} santo Profeta , jevanto nuevas tropas, las animé con su ejemplo, ¥ jas mandd en persona contra el Rey de Siria. Bena- dad le salié al encontro, pero fué derrotado tres ve- ces por el Rey de Israel , obtenicndo este tres gran- des victorias, segun el ntimero de saetas que habia disparado con su arco apresencia de Eliseo; ¥ con es- tasventajas recobro Joas todas las ciudades de Israel que habia perdido su padre Joacaz. El Rey de Juda Amasias habia vencido a los Iduincos, y esta victoria Je habia engreido tanto. que provocd injustamente 4 Joas y le desafid. Este Rey habia adquirido prudencia en sus anteriores desgracias, y aunquévictorioso aho- ra de los Sires, queria evilar todo rompimiento con el Rey de Juda, y procuré calmarle con razones ; pe- ro todo fué indtil, porque Amasias continud insultin- dole. Joas vid ultrajado su honor, ¥ quiso vengar !a afrenta; janté su ejército y marché hacia Juda, Ama- sias le aguardaba en Betsamies con sus tropas, y 10 tardé Joas mucho en presentarse 4 vista de aquclla ciudad, Luego se did la batalla, y el ejército de Juda fué completamente derrotado : Amasias huy6 4 Betsa- mes, y ei victoriose Joas fué tras él, tomd la ciudad y le hizo prisionero. Joas para completar su triunfo Mev 4 Amasias preso 4 su misma corte de Jerusalen; ¥ despues de derribar parte de las murallas, y de sa- quear todo el oro, plata y vasos que hallé en el tem- LOS REYES. IV. 173 plo y ex el tesoro real, se volvié en triunfo 4 Sa- maria. Despues de esta victoria murié Joas habienda reinado diez y seis alos, y le sucedié Jeroboan su hijo. . XII. Jeroboan I. Elreino de Israel habia swfrido tanto en los reinados anteriores, que estuvo & punto de ser borrado del numero de las nacianes. El largo y feliz reinado de Jeroboan segundo, dando vigor a la nacion, la puso en estado de oponerse 4 sus enemi- gos. Jeroboan hizo la guerra 4 los Siros con tanta fe- licidad , que reconquisté toda la tierra que habia per- dido Israel, y restablecié los mites antiguos del rei- no, segun el profeta Jonas habia predicho al princi- pio del reinado de Jerohboan, cuando no habia indi- cios algunos de que Israel pudiera humillar 4 la Siria. Despues de haber reinado cuarenta y un aiios muris, ¥ le sucedid su hijo Zacarias. XIV. Zacarias. Cuando este Principe subidé al trono de Israel, se hallé rodeado de Gefes ambiciosos , que aspiraban 4 poseerse de} reino, y solo los detenia la rivalidad. Sellun, el mas atrevido de ellos, conside- rando su partido bastante fuerte, se conjuré abierta- mente contra su Rey, y le maté en publico. Asi acabd Zacarias ua reinado de solo seis meses; y con su muerte quedd estinguida la familia de Jeu, habiendo declarado el Sehor que no habia de reinar en Israel sino por cuatro generaciones. XY, Sellun. Este regicida usurpé Ja corona, y apé- nas tuyo tiempo para cebirsela. Menacn, otro Gefe ambicioso que hubiera conspirado dntes contra su iL 8 47h LOS REYES. Iv. sobcrano , si hubiese tenido probalidad de conseguir su fin, procuré ganar ahora el partido de Zacarias 5 y con pretesto de vengar Ja nerte de este desgraciado Rey . quité la vida a Sellun al mes de su usurpacion, ¥ reino en su lugar. XAYIL Menaen. Lucgo que este usarpador se crey6 Seguro en el trono, fué 4 combatir la ciudad de Tap- $2 que no queria reconocerle, y los infelices habitan- des. no pudiendo resistir la fuerza de Menaen, se rin- dicron con esperanza de obtener perdon, La compa- sion era virtud desconocida del usurpador, y todos Jos que se haflaron en Ja ciudad fuéron pasados a cu- chillo sin distincion de sexo ni edad. Ful Rey de los Asirios vino contra Israel, pero Menaen , en virtud de wna gran cantidad de dinero que did al Asirio, cvité Ja invasion , ¥ Fulse volvié dejandole mas firme en el irono, Menaen reind diez aiios , y dejé la corona 4 su | hijo Faceia. AVIL Faceia. Este Principe no fué tan feliz como su padre : sin virtndes propias. sin la resolucion 6 politica de Menaen, se mautuvo en el trono liasta que gue se declaré un enemigo contra él. Facé, hijo del general Romelia, se conjurd contra Faceia y Je maté en sn palacio de Samaria, despues de dos afios de un rejuado iiseralle, Ei pueblo de Israel reconocié 4 Facé por Rey. XVHYI. Facé. Este usurpador era un gran guerre- yo : sin embargo del deplorable estado en gue se ha- Haba el reino, pudo levantar un ejército y hacer una guerra destructiva al Rey de Juda; pero estas venta- LOS REYES. IV. 175 jas aceleraron su ruina, y la pérdida de algunas tri- bus. Facé trajo su alianza 4 Rasin Rey de Siria, y unidas sus fuerzas con las de este, pusiéron sitio 4 Je- yusalen. Acab Rey de Juda, no hallindose en estado de resistir 4 los sitiadores, imploro el auxilio del Rey de Asiria, y para asegurar el efecto de su solicitud , le mandé embajadores con todas las alhajas de oro y plata que pudo hallar en el templo ¥ en su tesoro, A la vista de tan rico presente se resolvid el Asirio, y vi- no con un poderoso ejército para librar 4 Acab de las manos de sus enemigos. Rasin perdi su vida y su rei-" no; Facé perdié toda la tierra de Neftali y otras mu- chas provincias de Isracl, de las que se apoderé el Rey de Asiria, llevandose cautivos 4 sus habitantes. Estas pérdidas de Israel diéron motivo a Osé para conjurarse contra Facé , y logrando una oportuni- dad favorable, le quité la vida a los veinte afios de su reinado, y subié al trono en su lugar. XIX. Osé, Este fué el tiltimo Rey de Israel. Una sucesion de regicidios, conjuraciones y anarquia no podia continuar por mas tiempo. Abandonado Israel por cl Seiior despues de muchos afios, vid ahora acer- carse el término de su existencia, no solo como na- cion, mas con el duro castigo de la transportacion de todos sus habitantes. Salmanasar Rey de los Asirios, incitado por el desérden y debilidad del reino de Is- racl, le invadié y conquisté, permitiendo 4 Osé el itulo de Rey, con la condicion de pagarte un tributo, Jy reconocerse yasallo de los soberanos de Asiria. Osé consintid en todo, mas no siendo posible que un 176 LOS REYES. lv, Rey obre de buena fe en un estado tan degradado, so- licité Osé Ja proteccion del Rey de Egipto , aunque fuese solo por mudar de amo. Salmanasar descubrié el oculto designio del Rey de Israel, junté todas sus fuerzas, ocupé todas las provincias y cereé 4 Samaria. La capital se defendio por tres afios, hasta que los horrores de un sitio tan obstinado obligiron 4 Osé 4 entregarse 4 discrecion del conquistador. Salmanasar, justamente indignado con la mala fc de su tributario , le encadend y encarceld por todasu vida : luego man- d6 juntar a todos log habitantes del reino + ¥ separain- dolos en cuerpos, Ios condujo 4 las orillas del ria Gazan , y desde alli los disivibuy6 eutre las cindades de los Medos, trayendo Babilonios para habitar en Sa- maria y demas pueblos de Isracl. Este fué el fin desastrado de las diez tribus que se- paradas de Judi formaron un reino distinto bajo el gobierno de Jeroboan. En los doscientos cincucnta y cuatro anos de su duracion , y en una serie de diez y nueve Reyes, no hubo uno que hubiera servido al verdadero Dios. La idolatria introducida por Jero- boan desde la muerte de Salomon fué conservada basta elticmpo de la cautividad. Es casi inconcebible, como pudo una nacion extera mantenerse por siglos, fiel 4 unos idolos iinpotentes, y resistirse 4 los impul- sos deaquel Dios que habia obrado, a vista de toda el pueblo, los mas estupendos predigios por medio de Elias , Eliseo y otros profetas, No habiendo sido sufi- ciente ni castigos , ni amenazas por lo presente ni por Jo futuro, fué necesario poner fin a sus abominacio- LOS REYES. IY. 177 nes € idolatria con la total disolucion de su imperio : y estinguido este, quediron condenados A yagar ellos y sus descendientes por las provineias septentrionales -del Asia para siempre. CAPITULO SEGUNDO. REYES DE JUDA HASTA LA CAUTIVIDAD DE BABILONIA. Separadas las diez tribus que aclamaron 4 Jeroboan por su Rey, quedaron la triu de Juda y la de Benja- min constituidas en otro reino distiulo : aquellas por mas nunierosas se intituliron Reino de Israel, y la de Benjamin, siendo muy inconsiderable, quedé refun- dida en el Reino de Juda. El Sefior habia prometido 4 David la estabilidad de su trono en esta tribu, y con- forme 4 esta promesa divina, la linea masculina de David ocupé el trono de Juda, i, Roboan. La proclamacion de Jeroboan al trono de Israel fué considerada por Roboan como m acto de rebeldia, y resuelto 4 recobrar los derechos que le asistian de justicia, levanté un ejército de ciento ochenta mil hombres, para reducir 4 su obediencia las tribus insurgentes ; pero cl Seficr habia decretado de antemano la desmembracion cel reino de Salomon en castigo de su infidelidad. Scmeias se preseut6é 4 Roboan, ¥ le intimd de parte de Dios que no peleara contra sus hermanos los hijes de Israel, porque el Se- for mismo habia hecho aquella division; el Rey es- cucho con sumision las palabras del Profeta, despidid 178 LOS REYES. IV. las tropas y se retiraron cada uno 4 su casa. Con mo- tivo de la prevaricacion de Jerohoan, todos los sacer~ dotes y levitas de Israel, con otros muchos que DO quisiéron abandonar al Dios de sus padres, se aco- giéron 4 Juda; y Roboan con grande generosidad proveyé para los unos, ¥ Sefiald tierras 41os otros para su mantenimiento. Despucs construyé muchas forta- Jezas en las fronteras, para la seguridad del Estado que se hallaba amenazado, tanto de parte del ambi- cioso usurpador de Israel, como de otras naciones barbaras, Estas obras dignas del empleo de un buen Rey, ocuparon la atencion de Roboan por tres aiios, y durante este tiempo siguié Ios caminos del Seiiors mas luego que se entrego al ocio, se abandond a to- dos los desérdenes que habia visto en la profligada corte desu padre Salomon, y trajo sobre si el castigo de] Seiior, fuertemente infligido con la espada estran- gera. Sesac, Rey de Egipto, invadié a Juda, y legd hasta Jerusalen con mil y docientos carros, sctenta mil hombres de a caballo. y toda la infanteria que pu- do sacar del Egipto, de la Libia y de Etiopia. El Se- flor anuncié al Rey de Juda, por su siervo Semcias , que le habia abandonado 4 manos de Sesac, en casti- go de haber abandonado a su Dios: el Rey y el pue- blo se humilléron delante de Dios, y despues de ha- cerles sentir el azote de un conquistador, se retiré Sesac llevandose los tesoros de la casa del Seiior ¥ del palacio de Jerusalen, que Salomon habia juntado durante su reinado. Roboan reiné diez y siete alos, ¥ murié 4 los cincuenta y ocho de su edad, LOS REYES. IV. 179 I. Abfa. Por la muerte de Roboan, Abia su hijo fué proclamado Rey de Juda. Corrompido el corazon de este Principe con el mal ejemplo que le habia dado el reinado de su padre, vivid cn la misma prevarica- cion; pero el Sefior habia prometido al linage de Da- vid el imperio de Juda, y fiel 4 su promesa defendia la independencia del trono, no obstante los pecados del que Je ocupaha. Jeroboan vind contra Judd con un ejército de ochocientos mil hombres; Abia junt6 cuatrocientos mil, y aunque inferior en fuerzas salié 4 combatir 4 Jeroboan. Los dos ejércitos se divistron junto al monte Semeron en Efrain, y Abia prudente- mente se acampo en el monte, para mantenerse sobre la defensiva, exhortando 4 los de Juda 4 defender la causa del verdadero Dios, y animadndolos con el ejem- plo de los sacerdotes que acompaiiaban al ejércite. Este impio conocia muy bien que no podia vencer sin la proteccion de aquel Sefior 4 quien habia abando- nado. Jeroboan entretanto, confiando en su mayor numero mand6 cercar el monte, debilitando mucho su fucrza con la grande estension de su Ifnea; lo cual visto por Abia, guiso aprovecharse de aquel error para atacarle yigorosamente. Luego mandé 4 los sa- cerdotes tocar las trompetas, y descendid con impeta sobre el ejército de Roboan, poniéndole en la mayor confusion : un niimero lan crecido puesto una vez en desérden no pudo volver a obrar en wion, y no prescntando ahora resistencia ordenada, era preciso perecer 4 manos del enemigo. Quinientos mil hom~ _bres del ejército de Jeroboan muriéron en esta bata~ 480 LOS REYES. 1¥. Ila; y Abia victorioso ahora, tomd muchas ciudades de Israel, con cuya couquista quedé el reino de Juda mas fortalecido. Poco despues murié Abia, habiendo reinado solo tres aiios. TII, Asa subié al trono de Juda por la muerte de Abia su padre. Considerada la conducta general de este Principe fué un Rey fiel 4 laley, y observador de los mandamientos de Dios : derribé los altares del cullo estrangero, que habian sido erigidos en el tiem- po Ge Abfa y de Roboan; quebré las estatuas , tald los bosques donde estaban los templos iddlatras, y pu- blicé un edicto , mandando bajo penas severas 1a ob- servancia de la ley de Moises. Una larga paz le faci- lito medios para reparar las fortalezas, y organizar un lucido ¢jército de quinientos y ochenta mil-hombres. Zara, Rey de Etiopia, invadié cl terriiorio de Juda con un millon de hombres y trecientos carros de guerra, poniendo en consternacion todo el reino con un utimero tau inmenso de tropas. Asa no desmayé, porque ponia toda su confianza en‘Dios : junté su cjército , salié 4 oponerse al Etiope, y le encontré en e] valle de Sefaia junto 4 Maresa. En esta situacion era preciso dar batalla, y de esta batalla dependia la suerte de Juda. Asa formd su ejército 4 vista del ene- migo, ¥ con wa confianza semejante 4 la que anima- ba a Josué en todas sus batallas, invocé al Seiior di- ciendo : Selor Dios nuestro, no hay para ti ninguna diferencia en socorrer con pocos 6 con muchos; ayti- danos Senor, porque teniendo en ti y en tu nombre Ja confianza , hemos venido contra esta multitud. Se- EOS REYES, IY. 181 flor, tu eres nuestro Dios, no prevalezca el hombre Contra ti, Luego did la seal del ataque, y destrozé completamente el numeroso ejército de los Etiopes. Una prueba tan visible de la proteccion del Seiior debia haber mantenido el zelo de Asa por la Ley santa, pero la constancia en el servicio de Dios era yirtud desconocida 4 los Reyes de Juda como 4 los de Is- Yael. El corazon de Asa se habia mudado ya, cuando Baasa Rey de Isracl invadié 4 Juda algunos aiios des- pues. Intimidade ahora no besed su salvacion en Dios, sino en un Rey iddlatra : con sumision la mas vergonzosa , puso 4 tos pies de Benadad Rey de Siria ricos presentes , implorando rendidamente su protec- cion. Esta conducta ingrata de Asa ofendié al Senor, y cl profeta Anani fué comisionado para reprender al Rey por esta alianza. El corazon dle Asa estaba ya en- durecido : en vez de escuchar af santo Profeta, Ic mandé poner cn un cepo culpandole de insolencia ; y todos aquellos que se mostraron disgustados con - el no merecido castigo de Anani, perdiéron la vida 4 causa de su compasion. Afligido ahora con Jas des- gracias causadas por su infidelidad, cayo enfermo de una especie de gola muy penosa; ¥ olvidado entera- mente desu Dios, no tuvo mas esperanza que en sus médicos, los que no pudiéron impedir que muriera de aquella enfermedad, despues de haber reinado cuarenta y un aos. Iv. Josafat sucedio i su padre Asa. Todas las vir- tudes resplandeciéron en este Principe; santo zelo por Ja religion, sabiduria en su gobierno. y genero- 8" 182 LOS REYES. IY. ‘sidad en todas sus acciones. Este Rey prudente ad- yirtid que no bastan los edictos ni son suficientes los castigos para desarraigar los vicios inveterados de los subditos; ni aun se puede priyar la ocasion de practicarlos , cuando queda la raiz @ semilla de los mismos vicios en el corazon. Por esto no quedé ester- minada la idolatria, aunque todos los templos de los {dolos {uéron demolidos y deshechos sus simulacros al principio del reinado de Asa. Josafat conocid cla- ramente, que la ignorancia es Ja raiz y la causa de los crimenes del pueblo, especialmente en materia de religion : y convencido de esto, envid 4 todas las ciu- dades sacerdotes virtuosos y maestros habiles para esplicar la ley al pueblo, y ensefar a cada clase sus deberes respectivos. El buen efecto correspondid a esta sabia medida; cl pueblo se mantuve fiel al Sefor, el estado prosperd, el Rey fué respetado en Juda. y temido por las naciones comarcanas. Ninguno se atre- vio a hacer guerra contra Josafat, y los Filisteos y los Arabes procuraban su amistad, Uevandole ricos pre- sentes. Tal es el triunio de la sabiduria de los Reyes. Josafat sin embargo cometié un error, cuyas con- secuencias fatales frustraron los resultados felices, que se esperaban de su sabia administracion. Algunas ra- zones de estado le indujéron 4 contraer afinidad con el Rey de Israel, casando a yoran su hijo y heredero, con una hija del impio Acab y de la malvada Jezabel. Esta alianza fatal le causo muchos disgustos, y le en- yolvid en muchos peligros , siendo tambien el origen de las revoluciones, anarquia y prevaricacion, que LOS REYES. Iv. 183 tanto afligiéron a Juda en los reinados siguientes. Jo- safat murié 4 los sesenta afios de su edad, habiendo reinado veinte y cinco. ¥. Joran siendo el primogénito, subié al trono de Juda por la muerte de su padre Josafat. Este Princi- pe, indigno de tal padre, no solo imit6 4 los Reyes de Israel en sus abominaciones, mas los excedié en actos de crueldad. El primer abuso que hizo de su autoridad fué mandar degollar 4 todos sus hermanos . y dlos hombres mas principales de Juda. Luego man- d6 edificar templos 4 Baal, é hizo que los habitadores de Jerusalen se postrasen, porprimera vez, delante del idolo de Acab y Jezabel con cuya hija estaba ca+ sado. Parece que este hijo abominable queria bor- rar en sus stibditos la memoria de la virtud de su padre, y la idea del Dios de Israel. Los habitantes de Edon estremecidos con tales excesos, ai principio mismo de su reinado , se rebelaron y quedayon inde- pendientes de Juda. £1 Seiior, por amor de David y del pacto que habia concertado con él, sufrié sobre la tierra a este inicuo, y no destruy6é el reino de Ju- di. Un dia recibié una carta profética anunciandole por castigo de su impiedad la cautividad de su fami- lia, el saqueo de su palacio, una horrible enferme- dad y la -muerte. El cumplimiento de esta infausta profecia se verificd dentro de muy poco tiempo : los Filisteos y los Arabes invadiéron el reino de Judd ; to~ maron 4 Jerusalen, saquearon la casa del Rey, y se llevdron en cautiverio touas sus mugeres y sus hijos, 4 excepcion-de Ocozias el menor de todos, que se sal- 184 LOS REYES. Iv. y6 por providencia de Dios, para que no se estin- guicra cl linage de David. El Rey fué atacado de una enfermedad incurable, y consumido lentamente de un humor corrompido que le roia las entraitas 4 pedazos, acabo de penar y de vivir 4 los cuarenta aiios de su edad y el octavo de su reinado, VI. Ocozias sucedié 4 su padre Joran. Cuando este Principe subié al trono de Juda, Joran Rey de Isract se preparaba para resistir 4 Azacl Rey de Siria. El pa- rentesco que tenia con Joran le movié 4 ir A Samaria, para visitarle en su enfermedad; y durante su visita ocurtid la intempestiya venida de Jeti, despues de haberle proclamado Rey el ejército. Ocozias salié con Joran 4 recibirle : Jeu maté a Joran, Ocozias fué perseguido cn su fuga y¥ herido en su carro. Sus cria- dos le Ilevaron 4 Magedo, adonde murié en cl pri- incr aio de su reinado, y 4 los veinte ¥ tres de su edad. VIL A\talia. Cuando Ocosias fué por desgracia suya Avisitar 4 Joran, guedé con el gobierno su madre Alalia; y luego que esta muger ambiciosa supo la - muerte de Ocozias , y de los otros hijos que perccié- ron 4 manos de Jeu, concibié el plan de ocupar el trono. Un solo obstaculo se presentaba 4 su ambicion, y eran Jos ftiernos infantes nietos suyos : la crueldad mas que ferina de esta desapiadada madre removié aquel obstaculo, mandando degollar secretamente to- dos aquellos nifiios en una noche. Josaba, hermana del difunto Rey Ocozias, durante la sangrienta escena, fué al cuarto donde se criaba Joas el hijo menor det LOS REYES, IY. 485 Rey, y tomando al nifio en sus brazos mandé 4 la nodriza seguirla, En aquella misma noche sacé la Princesa al infante y al ama del palacio, y los oculté en el templo de Jerusalen , al cuidado de Jojada el Su- mo Pontifice. La cruel Atalia, creyendo ahora baber destruido toda la estirpe Real, se hizo proclamar Rei- na de Juda, y gozaba tranquila la corona usurpada. La princesa Josaba era muger de Joiada,y estando el secreto entre este virtuoso matrimonio, se crid el in- fante por seis anos en el templo sin ser descubierto. Viendo Joiada al pueblo sumamente disgustado con el corrompido gobierno de una muger desmoralizada, iddlatra y estrangera, llamé secretamente 4 los Gefes del ejército y Comandantes de las guardias, a los Sa- cerdotes ¥ Levilas, 4 los Grandes y Magistrados de Je- rusalen , y congregados en el templo Jes mostré al hi- jo del Rey. ‘Todos se daban parabienes por la inespe- rada continuacion del linage de David enel trono de Juda, y en aquel instante le juraron. Luego tomaron Jas medidas para la proclamacion solemmne, y en cl dia concertado, le ungiéron, le pusicron la diadema, y sentado Joas en un solio, que se habia erigido en el templo, fué proclamado Rey de Judd con grande aclamacion de yivas. Cuando Atalia oy6 las voces del pueblo, corrié al templo, ¥ vid al joven Rey sobre el trono con toda la ceremonia de una coronacion. At6- nitacon lo que yeia, grilé : ; Traicion, traicion ! Los soldados , por orden de Joiada, ta sacdron del templo para no profanarle con sangre, ¥ arrasuyindola por los 186 LOS REYES. IY. cabellos, la Hevaron cerca del palacio, y la espada dio alli fin 4 su vida abominable. VILL. Joas. Cuando este Principe fué proclamado Rey de Juda, solo tenia siete aitos; el virtuoso Ponti- fice Joiada libertador, y maestro del jéven Monarca, gobernaba el Reino en su nombre, y todo iba con prosperidad. Joas crecid en edad, y conservaba el mayor respeto por su bienhechor, oia sus amonesta- ciones y seguia eu todo su parecer. El templo de Baal ¥ sus estatuas fuéron demolidas ; el templo del Dios de Israel fué reparado. y la religion santa del Setior fla- recia. Pero Joiada era muy anciano, y sus servicios pu- blicos a estado habian empezado muy tarde. EI vir- tuoso Pontifice habia llegado ahora a la edad de cien- to y treinta alos, y la disolucion de sus partes mate- Tales no podia suspenderse por mas largo tiempo: Jofada murid, y su muerte fué una calamidad para el reino. Joas era muy joven, y no tenia esperiencia al de negocios ni de hombres; rodeado de una multitud de cortesanos, escogia por consejeros alos mas astu- tos aduladores; y cuando estos hallaron acceso facil 4 ja menie y al corazon dle este Rey débil , corrompié- ron las ideas de virtud y los sentimientos nobles , que el virtuoso Pontifice le habja inspirado, Por un decre- to real fuéron restablecidos los idolos, el Rey les adoro ptiblicamente, ¥ el pueblo volvié a la idolatria Estos excesos encendiéron el zelo de Zacarias, que ba- bia sucedido 4 su padre Joiada en el Pontilicado, J con un santg atrevimiento se presenté en la corte, reprendiendo aquel escandaloso abandono del Dios LOS REYES. IV, 187 de Israel, Los mas culpables fuéron los mas ofendicos contra Zacarias; y el sacrilego Ney Joas, olvidando que de)ia su corona y su vida al padre del Pontifice, Je mand6 apedrear hasta morir en el gran patio en- tre el altar y el templo. La sangre del martir Zacarias pedia venganza, ¥ no se cumpliéron doce meses antes que cl Rey, los cortesanos ¥ el pueblo sufriesen el castigo. Un ejército siro inyadié 4 Juda, tomé a Jeru- salen, quiféron la vida 4 los principales del pueblo, saquedron el templo, palacio y ciudad, ¥ despues de haber tratado al Rey con Ja mayor ignominia, le de- jaron enfermo, y se retiraron 4 Damasco cargados de despojos. Enfurecido el pueblo con esta humillacion , se armo contra el Rey como autor de tantos males; dos de los principales entraron en-el palacio, y le asesinaron en su lecho, Este fué el fin desastrado de Joas 4 los cuarenta ¥ siete aiios de su edad. IX. Amasias. Este Principe sucedié su padre Joas en el trono de Juda, 4 los veinte y cinco ailos de edad. Su conducta fué igual ala de su padre, y asi fué tam~ bien su fin : comenzé 4 reinar en justicia y con pros- peridad, y acahé en desgracia y 4 manos de sus pro- pios vasallos. Al principio de su reinado hizo numerar los vecinos de Juda, y hallé que tenia trecientos mil hombres efectivos para la guerra : esto le lisonjeaba con la probabilidad de salir victorioso, y asi junté el ejérci- to é hizo guerra 4 los Idumeos. Es de advertir, que Amiasias invocaba al Dios de Israel en ia batalla, y con su proteccion obtuvo una completa victoria sobre el enemigo : pero hallando entre los despojos los idolos 188 LOS REYES. IY. de Idumea, los trajo # Jerusalen, y complacide con ellos, los tomé por dioses suyos, los adoré y ofrecié inciensos. Esta conducta inconsecuente de los Reyes de Judd, cn materia de tanto momento como la ado- racion 4 Dios, ¢s totalmente inesplicable. Un Profeta se presenté 4 Amasias de parte del Seiior, y le dijo: “¢Porqué has abandonado al Dios que te lia dado la vietoria, y adoras 4 unos dioses que no pudiéron li- brar 4 su pueblo de tumano ? Amasias confundido con la fuerza del argumnento did la wltima respuesta de los Reyes injustos : Que se retirase de su presencia, amenazandole con la muerte ; el Profeta se retiré, anunciindole un fin desastrado en castigo de su infi- delidad. Engreido Amasias con su victoria, se creia invencible, y tuvo la imprudencia de provocar con insultos al Rey de Israet Joas. LE) ofendido Rey mar- cho hacia Juda con un ejército poderdso, y dispuesto © 4 vengar cl ultrage hecho a su dignidad ; los dos ¢ejér- citos se encontraron en Betsames , y se did una batalla sangrieuta, en la que las tropas de Juda quedaron des- truidas. Amasias fué hecho prisionero, ¥ conducido ignominiosamente a su mismo palacio de Jerusalen. Despues de una larga y vergonzosa prision, le diéron libertad; pero sus vasallos conspiraron contra él, f- le matiron en Laquis adonde se habia refugiado. Asi “. cayé sobre él el castigo decretado por su infidelidad , despues de haber reinado veinte y nueve aiios. X. Ozias. Sabida en Jerusalen {a muerte violenta de Amasias, se juntaron los principales del pueblo, ¥ proclamaron Rey de Judi A Ozias su hijo, joven de LOS REYES. IV. 189 diez y seis aiios. Este Principe estaba dotado de gran- des talentos , ¥ gobernd su pueblo con 1a mayor sabi- duria, prudencia y felicidad. Conquisto el pais de los Fi- listeos. y le aitadid 4 sus estados; luego vencid a los Arabes, & hizo tributarios 4 los Ammonitas ; siendo tan feliz en todas sus espediciones militares , que hizo su nombre respetable hasta en Jas naciones mas re- motas. Sus virludes no fueron solo en cl ramo de la guerra; la religion , la agricultura y las artes florecié- Fron bajo su active gobierno. Repard las fortalezas de- caidas, ¥ construyé otras en las provincias ; hermosed a Jerusaten, ¥ fundd nuevas ciudades en los paises conquistados ; fomenté la cria de ganados, cavé mu- chisimas cisternas para proveer de abrevaderoslos pa- rages aridos, y planté arboledas y viiias en los sitios mias oportunos. Este Rey no cayé en idolatria, pero peco en un estrenio opuesto parasu perdicion. Un rei- nado de mas de cincuenta afios de prosperidad y glo- ria engriéron su corazon, y aspiré a una autoridad que no le pertenecia por la Ley; quiso unir el Sacer- docio 4 la diadema, y el incensarie al cetro, El Pon- tifice y los sacerdotes de la casa del Seftor resolvicron oponerse a todo trance, y no consentir que persona aiguna les usurpase el derecho espiritual y sagrado que habian heredado de Aaron. Resuelto Ozias 4 usur- par wo ministerio que no podia ejercer en justicia, en- ‘tré un dia en el templo a la hora del sacrificio, y to- mé el incensario para ofrecer perfumes en el altar. El Pontifice y ocho sacerdotes mas le hiciéron frente, pera el orgulloso Ozias, rodeado de sus guardias , 190 LOS REYES. IV. amenazo de muerte a todo el que le interrumpiera : entretanto, los mipistros del culto recurriéron 4 sus armas, y fulminaban terribles anatemas contra el Rey sacrilego. El Sefor tomé la causa de sus sacerdotes, ¥ por el honor de su santa casa puso fin a aquella dis- puta escandalosa de un modo milagroso. Una erupcion de lepra aparecio repentinamente en la frente del Rey, y la causa mudé ahora de aspecto. La presencia de un leproso era la mayor violacion del templo del Dios de Israel, siendo esta enfermedad la mas horri+ ble entre los Judios, Los sacerdotes ahora con redo- blado zelo se apresuraron 4 defender la santitad del templo de tan impuro contagio, é inmediatamente ar- rojaron al Rey de la casa de Dios ; Ozias mismo, léjos de hacer resistencia, corrié 4 su palacio para oculfar la vergonzosa plaga, El humillado Rey no pudiendo en este estado conversar con su familia , ni tratar con sus ministros , ni presentarse 4 vista del pueblo, abdi- cé la corona, se retiré 4 un cuarto separado , y reclu- so en él terminé su vida miserablemeute 4 los sesen- ta yocho afios de su edad. . XI. Joatan sucedié en el trono de Juda por la ab=- dicacion de su padre Ozias. Este Principe excelente habia heredado todas las virtudes,de su padre; y teniendo presente el fatal escarmiento que le habia anticipado la corona, no fué tentado de la ambicion de usurpar la prerogativa sacerdotal. Toda la aten- cion de Joatan fué dirigida 4 la felicidad de su pueblo; y con la mas noble emulacion erigié fabricas sun- tuosas en Jerusalen para Lermosura del templo, y LOS REYES. Iv. 194 para dlefensa de ia ciudad. El Rey de Ammon quisa sacudir el yugo tributario con que le habia tenida sujeto Ozias; pero Joatan , aunque pacifico, no queria perder los derechos de su corona, alcanzados con gloria, y apropiados al bien puiblico. El ejército de Jada said.’ campaitia, Joatan se puso al frente, y los Ammonitas queddron vencidos : ademas del tributo estipwado fuéron compelidos 4 contribuir por tres aflos con una grande cantidad de trigo y cebada para el mantenimiento de los presidios de Judd. La nacion no habia tenido Antes de Ozias ni vid despues de Joa- tan, Ja felicidad de tener dos Reyes sucesivos virtuo- sos , sabios y ficles at Sefior; y si el reinado del ultima hubiesc sido de igual duracion que el primero, 1a desgracia de Juda hubiera retardado , 6 tal vez se ha~ bria evitado; pero desgraciadamente murié Joatan & la edad de cuarenta y un aflos, habiendo reinado solamente diez y seis. RIL. Acaz su hijo le sucedié en el trono. El noni- bre de este Principe fué el oprobrio de la dinastia de David, y Ja afrenta de la tribu de Juda. Vicioso cn sus costumbres, supersticioso en sus principios , im-~ pio en sus ideas , no solo abandon la casa del Scitor, mas la profané del modo mas escandaloso. No se con- tenté cou abrazar las supersticiones de Israel como Joran, 6 los idolos de Idumiea como Amasias; mas para exceder 4 todos en impiedad , rompid los vasos sagrados del servicio divino , y mand6 quitar el altar que Salomon habiaerigido en el templo. Los Reyes que habian prevaricado antes , labian conservado un res- 492 LOS REYES. IV. peto de temor 4 la santa casa del Seiior, y adoraban a sus fdolos en los alrededores de la ciudad : Acaz eve la osadia hasta erigir un altar pagano en el tem- plo mismo del Sefior, y consagrar a su hijo segun el rito de los Persas, haci¢ndole pasar por un fuego emblematico. El Rey hallaba tan facil perpetrar estas: abominaciones, cuanto podia esperar todo dei nefario Urias, Pontifice en su reinado, y deshonra del sacer- docio, No intentd el Rey Acaz una profanacion , que ¢l Pontifice Urfas no estuviera pronto a completar el sacrilegio. FE] pueblo, acostumbrandose ai escandato que la corona ¥ la tiara le presentaban cada dia, per- dié el temor a Ja justicia. y el respeto.a la religion : asi se estendid la idotatria por todo el reo de Inda, hasta que urritado el Seior, abandond al Rey, al Pontifice y 41a nacion 4 la furia de sus enemigos. Ja- mas se vid Juda en mayores ‘calamidades ; muerte, saqueo y destruccion eran las tnicas ideas de la mente, los solos objetos de los sentidos. Facé , Rey de Isracl, invadié el territorio Hevando la desolacion por todas partes; ‘en un solo dia dejé mucrtos en el campo de batalla ciento veinte mil Judios. Zecri, Cau- dillo de Efrain, Weg hasta el mismo palacio de Acaz, maté 4 su hijo Maasias, y a los principales ofi- ciales de la casa Real. Docientos mil cautivos de ani- Dos sexos ¥ de todas edades, iban conducidos a Sa- maria como rebaios de ganado; y si el profeta Oded no les hubiese obtenido libertad, hubieran perecido en el camino. Los Idumeos inyadiéron por el medio- dia, y entrando sin oposicion, talaban los campos ¥ LOS REYES. LY. 193 pasaban a cuchillo a los habitantes , Jevandose cuanto hallaban. Los Filisteos se derramaron por el occi- dente y se apoderaron de muchas ciudades de Juda, haciéndoles sentir todos los horrores de la guerra. Pero lejos de escarmentar con estos castigos de Dios, Acaz trajo sobre su afligido pueblo aun mavores ca- lamidades, con la alianza que hizo con Teglat-Fala- sar Rey de los Asirios. EL Rey de Juda, en su deses- perada situacion, le dirigid una infame carta, en la que vergonzosamente se ofrecia tributarie de aquel poderoso monarca oriental, y en sefial de su sinceri- dad, le hizo presentes de todos los vasos de ore y plata que habian quedado del teniplo. 1 Rey de los Asirios condescendié con los deseos de Acaz; ¥ ba~ jando contra los Reyes de Siria y de Israel, destruyé al primero y humilld al segundo, Ievandose un gran numero de Isractitas cautivos 4 las provincias de Babi- lonia : principio de la fatal esclavitud que puso fin al reino de Israel. V1 obcecado Acaz no veia que estos desastres que oprimian 4 la nacion, eran el azote de la divina justicia, deseargado para castigar las aboni- naciones del Rey y de su pueblo; y atribuyéndolos al poder superior de los dioses de los gentiles , les eri- gia nuevas estatuas, las adoraha y les ofrecia incten- sos, para aplacar su ira contra Juda. Provocada la colera del Dios de Israel con tantos ultrajes, quitd la yida al impenitente prevaricador, a los treinta y seis aiios de su edad, despues de diez y seis de un per- verso reinado. XIIL Ezequias tenia veinte y cinco anos de edad, 194 LOS REYES. IV. cuando sucedié a su padre Acaz en el (rono de Juda, La piedad de este Principe, y su fidelidad al verda~ dero Dios fué tan pura, que no hubo antes ui despues de él Rey alguno del pueblo del Sefior que Je igua- Jara. El primer edicto de su reinado fué la primera prueba de su santo zelo por la honra del Sefior : en €] mandaba abrir las puertas del templo que habia ferrado Acaz, restituyd los sacerdotes y levitas A su ministerio, y restablecié el culto del Dios de Israel. En el dia sefialado se congregaron todos en la plaza oriental del templo, 4 donde el zeloso Ezequias les hizo un patético discurso, mostrandolesla causa de las talamidades de la nacion. Exhorté 4 los sacerdotes y levitas 4 santificarse, para que haciéndose aceptables al Sefor purificasen cl templo y espiasen las profa- naciones hechas cn él. Concluidos los ocho dias de purificacion . el religioso Rey precedido de los Prin- cipes de Jerusalen, subi6 en grande pompa 4 la ‘casa del Seiior, ¥ ofrecié un solemne holocausto por los pecados de Isracl, al son de los instrumentos que animaban la melodia del coro. Goncluida la ofrenda, vié Juda ci ticrno especticulo de un virtuoso Rey inclinado en la tierra, anegado en lagrimas, y orando a Dios por los pecados del pueblo. A fin que Jas ceremonias se hiciesen en adelante con la debida solemnidad , y que los ministros se dedicasen esclusi- vamente al culto, les restablecié los diezmos y primi- Cias que la ley de Moises les habia asignado. El zelo del piadoso Ezequias no se limité solo al Testablecimiento de la santa religion en Jerusalen ; LOS REYES, IV. 195 mas tambien envid mensageros y cartas 4 todas las tiudades, asf de Judd como de Israel, exhortando 4 todos 4 volver sus corazones al Seiter Dios de Abra- han, de Isaac y de Jacob, y prepararse para celebrar Ja sanfa Pascua. La multitud de Israel rebos6 de ale- pria por el restablecimiento de los azymos, y en este momento de fervor saliéron de las ciudades, é hicié- ron pedazos los simulacros, derribaron los altares, Gemoliéron los templos , talaron los bosques que los rodeaban , y borraron todo vestigio de idolatria. Este activo y puro zelo de Ezequias por la honra del Dios de Israel le granjed la proteccion del Sefior en todas sus empresas , y por ella se hizo amado de tos suyos, y temido de sus enemigos. Los Filisteos que tanto habian afligido 4 Juda con sus irrupciones repctidas , durante el ignominioso reinado de Acaz, fuéron destruidos por Ezcquias, perdiéron todas las ciudades y fuertes de que se habian apoderado, y fuéron reducidos 4 los estrechos limites de su antigua territorio. Acaz se habia hecho tributario del Rey de los Asirios , cuando imploré sv auxilio en ruina de Is- rael, ¥ esta era una degradacion a que no podia so- meterse el ilustre Lzequias : fiel 4 su Dios. confiaba en su proteccion, y sabia que con esta habia de triunfar en su justa causa. Cuando el orgulloso Senna- querib, que habia sucedido al trono de Ninive, enten- dio que el Rey Ezequias organizaha su ejército, adi- vin6 Ia causa de este armamento, ¥ guiado de‘nna politica sagaz, cayo de repente sobre Juda con fuer- zas irresistibles, y ocup6 todas las ciudades fuertes, 196 LOS REYES. IY. Ezequias no tenia tiempo ni fuerzas para opo- nerse A tan formidable adversario, y juzgé prudente comprar la paz 4 todo precio; una swma inmensa de dinero fué dada a Sennaqueril, y este se obligd a eva- cuar el ferritorio de Judd. El Asirio se arrepintid, y abusando de su poder, en violacion del convenio, envid contra Jerusalen un grande ecjército al mando de Rabsaces , él mas altanero de todos sus generales. Este insolente caudillo inlim6 la rendicion de Jerusa- len ed los términos mas insullantes y blasfemos. ¢ Qué Dios hubo jamas, que pudiese librar 4 su pueblo de la espada del gran Rey de los Asirios? ¥ podra acaso el Dios de Israel librar 4 Jerusalen de la mano de Seu- Baquerib? Al oir Ezequias esta impia amenaza, rasgd sus vestiduras de dolor se vistid de saco, y fué al templo a postrarse delante de su Dias. El afligido Rey consult6 al profeta Isaias, y el santo varon respondié : Esto dice el Sejior : no te intimides con Jas blasfemias que has oido. Enviaré un Espiritu al Rey de los Asirios, oird una nueva, ¥ se volyera 4 su tierra, y alla morira 4 cuchillo. Yo ampararé a esta ciudad, y la salvaré por amor de David mi siervo. Conforme 4 la palabra del Sefor, Sennaquerib recibié noticia de que Taraca Rey de Etiopia venia sobre él con grande ejército para atacarle; y antes que le- vantara el sitio , vino el Angel del Senor 4 media no- che, y maté ciento ochenta mil hombres en e] cam~ pamento de los Asirios. Cuando Sennaquerib al ama- necer vid todas sus lincas cubiertas de cadaveres, y Rabsaces entre los muertos , wn terror panico oprimid LOS REYES, Iv. 197 su corazon, y se retiré precipitadamente 4 Ninive con las reliquias de su formidable ejército. La ira del ofendido Dios persiguid 4 este orgulloso Rey hasta su propia casa; y para hacerle mas sensible su castigo, su propio hijo le maté 4 cuchilladas, miéntras adora- ba enel templo 4 su dios Nesroc. Las aflicciones que el virtuoso Ezequias habia su- frido durante el sitio de los Asirios, le causdron una enfermedad mortal. El Sefior envi al profeta Isaias para anunciarle su muerte; esta amarga inteligencia conmovié el corazon del Rey, ¥ volviéndose hacia ta pared , loré mucho y rogé 4 Dios por su vida, ale- ganado en su favor la constante fidelidad que babia guardado a su Dios, El Seftor, que solo habia querido probar la humildad de su siervo , mandé 4 Isaias, que aun no habia salido del palacio, dijera al Rey : £sto dice el Sefior Dios de David tu padre; he oido tu oracion y he visto tus lagrimas, y por esto sanaras; de aqui a tres dias subiras al templo, y viviras quince aos mas. Aunque Ezequias no dudaba de la promesa divina que acababa de oir, por complacerse mas «n las maravillas de Dios, pidié al Profeta una seial vi- sible en confirmacion del feliz anuncio. Isaias dejé & la eleccion ‘del Rey el adelantar 6 el retroceder la sombra en un relox de sol que estaba 4 la vista; y pensando Ezequias que el adelantarse la sombra no seria tan prodigioso, pidié que retrocediera, y al instante fué volviendo Ia sombra del estilo por 1as li- neas gue ya habia corrido diez grados atras. Cuando Ja sanidad milagrosa de Ezequias, y el es- i 9 498 LOS REYES. IV. tupendo milagro del retroccso del so! legé asaberse en Babilonia, el Rey Berodac le envid presentes y cartas de congratulacion, Ezequias recibié a los em- bajadores con mucha alegria, y Jes niostrd todo el (Oro , vasos, aromas, y cuanto habia de precioso en el tenrplo y en su palacio , cayendo en Ja peligrosa tentacion de vanidad. El Senor se airdé mucho con esta ligereza del Rey, y le manifesto su desagrado por boca de Isaias. £1 Profeta se presenté a Ezequias ¥ le dijo : He aqui vendran dias, en que todas estas cosas que hay en tu casa. y han atesorado (us padres. hasta este dia. seran {ransportadas 4 Babilopia sin quedar una. Eze quias conocié entonces la justicia de las palabras del Sefior ; y pasados los quince aiios de vida que Dios Je habia ofrecido en su enfermedad murié, despues de veinte y nueve alos de un reinade prospero y religioso. XIV. Manases de edad de doce afos sucedié 4 su padre Ezequias : un muchacho de esta edad sin pa- dre, sin gobernador, dependiente solo de su yolun- tad, y sin mas conocimientos que el de ser superior ¥ Gefe de todos los hombres de Juda, cay6 en todos Jos vicios de un joven licencioso, Cuanto mas erecia, tanto mas criminales eran sus vicios; primero por li- gereza y despues por malicia, anuld todo lo que su Virtuoso padre habia ordenado. Manases con su ejem- plo sedujo de nuevo al pueblo a las abominaciones ale Acaz, sacrilied 4 Baal, y le crigié una estatua en el templo. Luego que tuvo un hijo , le consagré al genti- lismo pasandole por el fuego; no solo emulaba Jas LOS REYES. IV. 4199 iniquidades de su abuelo, mas queria exceder 4 los mas malyados de sus antepasados; y asociando la mas sangrienta crueldad 4 la impiedad mas escanda- Josa hizo correr, por las calles de Jerusalen , torren- tes de sangre inocente , sin respeto a edad ni 4 digni- dad. El santo Isaias, descendiente de la familia Real de Judi, y en la avanzada edad de cien afios , fué martirizado por este feroz Rey. Esta barbara ejecucion llené 1a medida de sus excesas, y provace al Sefior 4 decretar la ruina de Jerusalen, y abandonar las reli- quias del pueblo de Israel a las manos de sus enemi- gos. Los Babilonios invadiéron el reino de Judi, y aungue Manases tenté alguna resistencia, fué al fin derrotado, hecho prisionero, y conducido en cade- nas 4 Babitonia, El abatimiento de la cautividad disipé Jas tinieblas de su pervertida mente, conocid todos sus errores , confesd Ja justicia del castigo que el Se- Hor le habia infligide , hizo grande penitencia, € im- ploré humildemente la misericordia divina. El Seior Dios de Isracl o¥6 su oracion, ¥ le restituyé el reino de Juda. Las miserias que habia sufrido en una tierra estrafia mudaron euteramente su conducta, y se aplicd 4 borrar sus abominaciones pasadas, quitando Jos dioses agenos y sus fantasticos simulacros de la casa del Sefior, sin dejar en la ciudad vestigio alguno de los idolos. El altar del Senor fué restablecido, yueltos los sacerdotes 4 su ministerio . inmola)an vic- timas pacificas y hostias de alabanza al Sefor Dios de Israel. 200 JUDTY, HEROISMO DE JLDIT. JUDIT. Miéntras que Manases reparaba los males que ha- bia causado la invasion de los Babilonios, y borraba el escandalo (le sus pasados errores con la enmienda de su conducta publica .se hallé amenazado de un formidable encmigo , que puso en peligro al reino de Juda. Nabucodo nozor Rey de los Asirios, habia ven- cido 4 Arfaxad Rey de los Medos y unido este imperio al suyo. Ambicioso por naturaleza y afortunado en la guerra, concibid en su orgullo ia vana idea de suje~ tar 4 su imperio todas las naciones de la tierra. Para este efecto formd wi consejo de guerra, deliberado cn ¢] su yasto proyecto, nombré por Generalisimo 4 su celebrado caudillo Olofernes , dandole iustruccio- nes para subjugar todos los reinos al occidente de Babilonia. Sus tropas marcharon como wn torrente que inundaba las provincias y asolaba las ciudades : infundiendo tanto terror, que los Reyes mas distantes te enviaban embajadores para someterse a discrecion, . y evitar una total ruira, Los hijos de Israel se llend- ron (le payor , al oir las marchas precipitadas de estas fuerzas irresistibles; imploraron ia proteccion del Dios de los ejércitos, y confiado en el Scijor, se apercibiéron y tomaron todas Jas medidas necesarias, para hacer una resistencia estremada. Si el Dios de Israel , decian, libré 4 nuestros padres de las manos JUDIT. 201 de Sennaquerib , ¢como nos abandonara al poder de Nabucodonzoor? esta confianza en el poder del Seior los libré del peligro. Cuando Olofernes supo la resolucion del pueblo de Israel, se encendid en célera al ver que una nacion como la de Judd. se atreviera A oponerse a sus ar- mas. Los Moabitas y los Ammionitas se habian rendido ya 4 su poder, mandando Iamar 4 los capitanes de estas naciones yecinas, les pidid informacion sobre el estado de Juda y las fuerzas de su Rey. Aquior, Ge- nerai de las tropas de Ammon, tom6 Ia palabra, y le informé del origen ¥ progresos de Israel, del poder y magestad del Dios que adoraban, de las maravillas que habia obrado en su defeusa, y concluyé diciéndole francamente, que si los Judios tenian propicio a su Dios , todo esfuerzo para someterlas seria vano , y los agresores quedarian cubiertos de oprobrio, Decir alos Asirios que habia un pueblo sobre la tierra, capaz de de resistir al gran Nabucodonozor, era una dlasfemia que Olofernes no podia dejar impune : luego maud6d atar 4 Aquior y conducirle 4 Betulia, ciudad que iba a sitiar, para que pereciera en ella con todos sus ha- Ditantes al furor de las espadas asirias. Aquior refirié fielmente 4 los de Betulia el grande enojo de Olofernes. por lo que él le habia dicho del Dios de Israel, ¥ los inform6é de la resolucion que ha- bia hecho de pasar a cuchillo 4 todos los vecinos, cuando se apoderara de Ja ciudad. Las autoridades de Betulia, oyendo el grande peligro que los amena- zaba, ltoraron y clamdron al Sefior; y no esperanda 202 JUDIT. compasion de un enemigo tan feroz, resolviéron de- fenderse hasta perccer. La situacion de Betalia en la montafia de Galilea la hacia inespugnable, y obligé 4 Olofernes 4 emplear en su asedio nada ménos de ciento veinte mil hombres .de 4 pie, y veinte y dos mil de 4 caballo. Un ejército tan numeroso, tan aguer- rido y bien organizado intimidé 4 los sitiados, y casi Uegaron 4 desesperar, cuando Olofernes les corté el acueducto. Luego que consumiéron el agua de fas cisternas, fuéron de tropel a casa de Ozias Goberna- dor de la ciudad, pidiendo los entregase 4 Olofernes, para acabar de una vez el ardor de la sed con las es- padas enemigas. El virtuoso Ozias banado en ligri- mas les rog6é que aguardasen solo cinco dias mas, ¥ esperasen miscricordia cel Seiior. Habia en Betulia 4 este tiempo nna viuda, tan her- mosa como irreprensible en su conducta: su marido le habia dejado grandes riquezas, pero ella fiel 4 su memoria habia renvnciado 4 los placeres del mundo J se habia consagrato al retiro, penitenciay devocion. Tal era Ja vida de Judit, cuando fué informada del pe- ligro estremo que amenazaba 4 su patria. Sabiendo que el Gobernador habia resuelto entregar la ciudad 4 los Asirios, formé el designio mas atrevido , mas peli- groso ¥ herdico que jamas ocurrié i una muger de su calidad y de sus costumbres. Firme en su noble reso- lucion, lo primero que hizo fué reprender al Go- bernador y al pueblo por su falta de confianza en el Sefior : despues les dijo que habia formado su plan para librar 4 la patria, mas que no le preguntascn JUDIT. 203 nada sobre esto, sino que rogasen 4 Dios por su acier- to, v la dejaran salir por las noches fuera de la ciudad con una sola criada, para hacer oracion al Setior. Ju- dit volvié 4 su casa, entré en su oratorio , y postran- dose reverentemente cn presencia de su Dios, dijo : « Mira, Setior, desde tu excelso trono el campamento de los Asirios, como en otro tiempo te dignaste mirar elcampamento de los Egipcios, y los sumergiste en las. aguas del mar. Levanta tu brazo ommipotente, y des- truye el esfuerzo de estos que se prometen violar tu Santuario, y profanar tu nombre. Haz, Seilor, que con su propia espada sea cortada su soberbia, quede prendido en el lazo de los ojos, y herido con los labios de mi carifio. Pon firmeza en mi corazon para despre~ ciarle, y valor para derribarle: porque sera mayor Monumento de tunombre, que perezca bajo el brazo de una mnger. Dios de los cielos, 6yeme, fortifica en mi corazon el designio, y conozcan todas las gentes que tu eres el Dios, y que no hay otro fuera de ti. » Concluida esta fervorosa oracion se levanté lena de confianza, se quitd el vestido penitente, ¥ se adorné cou todas las gracias, que el arte y la riqueza pueden conferir 4 wna wuger. Luego mandé 4 su fiel criada que la acompaiiara, y Mevase provisiones para cinco dias; y saliendo 4 media noche por la puerta de la ciudad. se dirigid al campamento de los Asirios. Al amanecer fué descubierta por las sentinelas avanza- das, y les dijo, que era una muger de Betulia que se habia escapado de a ciudad, para ir 4 la presencia del Principe Olofernes y manifestarle secretos de im- 204 JUDIT. portancia. La guardia quedo admirada de tan estre- maida beldad, y con mucho respeto Ia, condujéron 4 la tienda del General, informandole como la habian descubierto : entonces vid Judit & Olofernes, sentado bajo un pabellon de ptirpura y oro, se postrd en tierra ¥ le adoré. Luego que se levanté por mandado de Olofernes, y mas aninada con Ja impresion que creia haber hecho en el corazon del General, le dijo: Cuando consideré el poder irresistible de Nabucodo- nozor, y la eleccion que habia hecho de su invencible General, cuya prudencia y disciplina es celebrada en toda la tierra, no me quedé duda de que Betulia seria tomada y entregada a saco. Ll mismo Dios de Israel a quien estos habitadores han ofendido mucho los en- tregard en tus manos, pues ya no les ha dejado que comer ni que beber: 6 inspirada por su Dios, vengo yo riisma a darte este aviso. Yo tu sierva adoro 4 mi Dios, aun ahora que estoy en tu poder, y espero que _ no me negaras la gracia de permitirme salir al campo todas las noches, para hacer oracion al Sefior. La hermosura de Judit, 1a clocuencia de su espresion, y Ja dulzura de sus palabras hiciéron en Olofernes un efecto, aun mayor de que ella habia esperado. El Ge- neral mandé alojarla en Ja tienda de sus tesoros, y que le sirvicsen todo géncro de viandas. Ahora Senor, dijo Judit, no puedo comer de las viandas que me ofreees , mas comeré de las provisiones que he traido. Entonces mand6é Olofernes conducirla la tienda que le habia destinado, con orden de permitirle salir JUDIT. 205 afuera, por la noche y antes de amanecer, para hacer oracion. Al cuarto dia de la Ilegada de Judit al campo ene- migo, did Olofernes un gran convite 4 sus tenieates y principales oficiales del ejército: la vanidad le novid a mostrarles su ilustre prisonera, y con este intento mand6 4 su Eunuco, que persuadiera 4 Judit venir espontincamente a cenar, y pasar la noche en su couipafifa, La Hebrea, que deseaba con ansia una oportunidad de ejecutar su intento, consintié en todo, y fué a la tienda del General 4 la hora de la cena: este la recibié muy carifiosamente; y como todos con- gratulaban al Gefe por la posesion de la bella Betu- liana, le enagenaron con su imaginada dicha, y bebid yino con mas exceso, que jamas habia hecho, Cuando fué tarde se retiraron los convidados a sus tiendas , quedandose Judit con Olofernes tan einbriagado, que cayé en un profundo letargo : y miéntras este dormia, aquella rogaha a Dios que le dieva fuerza ¥ dnimo para ejecutar su intento. Informada Judit por su criada, que velaba en la antecamara, de que no habia gente cerca, se llegé dla cama con el alfange desenyainado, é implorando al ciclo por esfuerzo, asid del cabello a Olofernes, y de dos golpes le corté la cabeza. Luego que se recobré un poco de la agitacion que le causé una escena tan horrible, quit6é el mosquitero de la cama, puso la cabeza det orgulloso General en un saco, y con este sangriento despojo , saliéron las dos 4 orar como acostumbraban, ¥ atravesando et campamento, llegdron dla puerta de la ciudad, Abrid * 9 ma 206 JUDIT. soldados Ja puerta, dijo Judit 41a guardia, porque Dios nos ha favorecido; ¥ luego que entro, se hallo rodeada de los principales de ta ciudad, que con ha- chas encendidas saliéron 4 recibirla. Cuando se so- sego el primer bullicio , pidié silencio y dijo : « Ala- bad al Sefor nuestro Dios, que por mi ha cumplido la miscricordlia que prometié 4 Isracl , y por mi mano ha muerto esta noche al enimigo de su pueblo. Ved aqui la cabeza del arrogante Olofernes cortada por la mano de wna muger, y ved aqui el mosquitero de la cama en que dormia atosigada con el vino, Mas vive el Sefior, que su Angel me ba guardado, sin permitir que yo susicrva fucse amancillada, Dad todos gracias 4 Dios porque su wisericordia es infinita. » Todos esclamdron : Ei Sefior te bendijo eon su virtud, por- que ha aniquilado 4 nuestros enemigos por tu esfor- zado brazo. Aquior se postrd alos pies de Judit di- ciendo : Bendita eres, oamuger, en tedo el pueblo de Israel, y el nombre de tu Dios sera engrandecido per {i. Este Ammonita abraz6é la Ley de Moises, y por la circuncision qued6 agregado al gremio de Israel, Judit mandé colgar la cabeza de Olofernes de la muralla, y exhorté 4 los ciudadanos a estar prontos y bien armados al romper el dia, para salir de la ciu- dad con grande impetu, fingiendo una salida. El pue- blo aguardd gozoso la luz del sol, y saliendo de la ciu- dad con grande algazara, alarméiron todo el ejércita _de los Asirios: los edecanes corriéron 4 despertar 4 su General, pero no permitia la etiqueta oriental dar voces 4 un Gefe de tanto poder y orgullo : la confu-' JUDIT. 207 sion crecia, y pensando los generales que Olofernes estaba con Judil, no se atrevian 4 entrar en el retrete donde dormian. La aprension de uu desesperado ata- que de los Betulianos los obligé 4 entrar eu la tien- da; y al Hegarse a la cama, solo halliron el tronco sin cabeza , batiado en sangre: el pavor que este hor- tible especticulo causé en los oficiales, se estendid pronto por todo el campamento, y atribuyendo los soldados un hecho tan estraordinario al Dios de Israel, fuéron agitados del miedo, y huyéron desordenada- mente por todas partes. Los sitiados que aguardaban por momentos esta confusion, cayéron sobre los fugi- livos. y los persiguiéron con sangricnto estrago, La noticia de esta derrota volé 4 las ciudades inmediatas, y armandose Ja juventud, siguiéron al'aleance del ejército desordenado hasta los confines de Asiria, miéntras que los de Betulia distribuian entre si los ri- cos despojos def formidable ejército de Nabucodono- zor. La gloria de Juda, la alegria de Israel, la honra de la nacion, la religiosa Judit que todo lo atribuia 4 obra del Seftor, proclamé Ja gloria del Dios de Israel en un sublime cantico : y retirandose 4 su casa, con- tinu6 en castidad y devocion hasta su muerte, 4 la edad de ciento v cinco atios. Libre allora el Rey Manases de la invasion de los Asirios , espidid edictos a todos los pueblos de Juda, para que sirviesen con fidelidad al Dios de Israel. Ma- nases terminé un largo reinado de cincuenta y cinco aos, comenzado en errores, continuado en desgra~ cias, y acabado en arrepentimiento, confesando 4 1a 208 LOS REYES. IY. hora de su muerte, gue el Selior era el unico Dios ver- datero, X¥. Amon sucedié en el trono de Juda a su pa- dre Manases, y aunque este Principe se habia edu- cado duranie el tiempo del arrepentimiento de su padre, luego que entré 4 reinar , restablecid los ido- los y les hizo sacrificios. Imito 4 Manases en 1a impiedad, pero no le imitd en la penitencia; exce- diéndole en la profanacion del templo que su padre habia respetado, aun en el tiempo de sus mayores jniquidades. Sus criados conspiraron contra é] y le matiron en su palacio, despues de un inicuo reinado de dos afios. XVI. Josias, Por la prematura y desastrada muerte de Amon descendié la corona a su hijo Josias : mas siendo este Principe de solo ocho aios de edad, cl manejo de los negocios estuyo en manos de una Junta de ancianos que gobernaron durante su minoridad. Por mas inicuo que sea un Monarca, sera siempre un crimen de lesa magestad verter la sangre del Ungido del Senor : y si el asesinato de una persona privada es un delito detestable, el poner manos yio- Jentas en cl Soberano es ui horrendo atentado. Los asesinos de Amon pagaron su delilo con sus vidas, ¥ Satisfecha la justicia, se hizo la proclamacion de Jo- sias. Este fué el mas virtuoso de todos los Reyes de Juda, y su nombre habia sido anunciado algunos si- glos Antes por los Profetas, como cl nombre de un Rey piadoso, justo y glorioso, El celebrado Josias LOS REYES, IV. 209 mostré desde sus mas tiernos aios las virtudes mas ilustres, las cuales resplandecian mas, 4 proporcion que crecia en edad; y luego que esta sazono su mente, principié 4 gobernar por si mismo, segun los im- pulsos de su recto corazon. Su primer edicto fué la estirpacion de la idolatria, limpiando 4 Jerusalen y 4 todo Juda, de las raices de aquella inveterada prevaricacion. Los templos fuéron demolidos , los allares derribados , los simulacros desmenuzados, los escombros echados en parages jinmundos, 6 impelido del mas ardiente zelo hizo exhumar los huesos de los sacerdotes apdstatas, y quemarios sobre aquellos mismos esconibros dle la profanacion de sus abuelos. Josias no se contentaba con mandar borrar hasta los vestigios de la supersti- cion, Cl mismo iba de ciudad en ciudad, ¥ su orden se cjecutaba en su presencia. Limpio el reino de toda abominacion, volvio Josias 4 Jerusalen para acelerar los reparos del Templo : v habiendo necesidad de mas dinero para concluir una obra tan dispendiosa , ‘pidid al Pontitice Elcias iodo el dinero que hubiese en las cajas del templo. EI virtuoso Elcias simpatizando con el justo Rey en la piedad, rebuscd todo el cuarto del tesoro para juntar el dinero de las ofrendas, y mi- yando atentamente dentro de una caja, hallé en ella el libro de la Ley escrito por la mano de Moises. Safan , el Escriba de mas ciencia en Jerusalen, Nevo el libro al Rey y se lo ley6: cuando el piadoso Josias oy6 las terribles amenazas que habia hecho el Sellor contra los que abandonasen su santa Ley , rasgo 240 LOS REYES. IV. sus vestiduras de dolor por el peligro de su pueblo. Convocados el Pontifice Elcias y los principales em- pleados del palacio 4 presencia del Rey, recibiéron 6rden de ir 4 consultar 4 Olda, muger muy eelebrada por su espiritu de profecfa, 1a cual informada del desco del Rey, respondié : Decid a Josias : Esto dice el Seiior : He aquf que yo enviaré sobre este lugar y sobre sus woradores las calamidades y todas las maldiciones que estan escritas en este libro , que leyé- ron delante del Rey de Juda ; porque me abandona- ron y sacrificdron 4 dioses agenos, provecandome 4 ira en todas las obras de sts manos: por tanto, ira destilando mi furor sobre este lugar, y no se apagara. Mas el Rey Josias no vera estos males, por que se ha enternecido su corazon. y se ha humillaclo en la pre- sencia de Dios. Cuando el Rey fué informado de las palabras de Ja Profetisa , sefialé un dia para que con- curriesen al Templo todos los principales de Juda, oyesen las palabras del santo libro. El virtuoso Josias presidid esta asamblea, y concluida la lectura, se puso ep pie en su tribuna, € hizo voto solemne de observar todes aquellos divinos preceptes : el pueblo imité al Rey ¥ con este eficaz ejemplo , los moradores de Jerusalen cumpliéron el pacto hecho con el Sefor Dios de Israel tan religiosamente, que en todo el reinado de Josias no se apartaron de Dios. La fiesta de la Pascua se celebré en todo el reino con mayor solemnidad que jamas se hizo, desde el tiempo de Samuel. Por treinta y un alos continud este pueblo viviendo feliz bajo la proteccion del Seiior, y bajo el LOS REYES, IV. 211 gobierno de un Soberano tan religioso; hasta que por una mal entendida razon de estado, 6 por un im- prudente consejo, el Rey Josias corrid 4 su muerte, ¥ acelerd con ella la ruina de Juda. Faraon Necao, Rey de Fgipto, subié con un pode- Toso cjéreito para hacer guerra en Carcamis, pais al norte de la Palestina; el transito de las tropas de Faraon por los confines del reino de Juda alarmé mu- cho 4 Josias, y- sin investigar las disposiciones del Rey de Egipto, le salié al encuentro con un ejército. Sorprendido el de Kgipto con la apariencia hostil del de Juda, envid embajadores diciéndole : ¢ Qué hay entre los dos, o Rey de Juda? no vengo contra ti, mi destino es pelear contra otra nacion, contra la cual me ha mandado Dios ir sin dilacion ; deja de oponerte a Dios que esta conmigo, para que no te quite la vida, Esta seguridad de parte de un soberano, de quien Josias no tenia razon de sospechar, deberia haberle desarmado, 6 procurar solo cubrir su fron- tera ; pero alucinado este Rey en su primer designio , se preparé para combatir 4 los Egipcios superiores en mimero ¥ en disciplina. Los dos ejércitos se eu= contraron en el campo de Magedoslas tropas de Juda fuéron derrotadas, y Josias herido mortalmente de un flechazo. Sus criados le pasdron 4 otro earro ¥ Nevaron a Jerusalen, donde murid de la herida, & los treinta y un aiios del tnico reinado en que 20 hubo idolatria en Juda, desde David primer Rey de la dinastia, Su cuerpo fué sepultado con general sen- timiento de toda la nacion, y Uorado por Jeremias, 212 LOS REYES. LY. quien hizo la muerte de Josias asunto digno de sus mas sublimes trenos. XVII. Joacaz. La depravada conducta del hijo y sucesor de Josias justificd muy dien el Manto del pue- blo, y las lamentaciones del Profeta. Joacaz no tenta derecho legitimo ila corona de Juda, pero en la con- fusjon causada por Ja muerte lamentable de su padre, gand la aclamacion del pucblo por intriga , y subié al trono. La oposicion de Josias , y el disputado derecho de, Joacaz, fué ahora pretesto para dirigiy su ejército el Rey de Egipto contra Jerusalen : Juda no estaba en estado de resistir, y asi entré el Egipcio en la capital sin oposicion : depuso & Joacaz a los tres meses de su reinado, y le mand6é en cadenas 4 Egipto donde mu- rid, Faraon Necao impuso wna gruesa contribucion sobre Juda. y se retird despues de colocar en el trone A Joakin otro hijo ce Josias. XVII. Joakin. El auspicto de Faraon era de una naturaleza muy ominosa para Joakin, pues el precio de su corona excedia 4 sus recursos. y le preparaba e] camino 4 otra mayor opresion. Agotado el poco tesoro que el buen Rey Josias habia juntado en el tiempo de su prosperidad , impuso un grayoso tribulo por capitacion, para satisfacer la suma inmensa que el Rey de Egipto habia exigido; pero Joakin admitia toda condicion para reinar, careciendo de honor, de justicia ¥ de toda virtud. Este Principe tuvo la ventaja de vivir en tiempo de los mayores profetas que le mostrasen los caminos de Dios ; sin embargo, no solo fué tan vicioso como muchos de sus antecesores , mas LOS REYES. EY. 213 A su impiedad junté un endurccimiento escandaloso. El libro de las profecias de Jeremias cayé un dia en sus manos , y mandé que se le leyesen : apénas oyd las amenazas que el santo Profeta , por érden del Se- nor, fulminaba contra él, arrebaté el libro de manos del escriba, le hizo pedazos, y con audaz escarnio le arrojO al fuego. Jeremias recibid dérden del Seiior para escribir otra vez la misma profecia, afadiendo Otras amenazas merecidas por este sacrilego des- precio. . El mal ejemplo de Joakin corrumpid todas Jas clases del estado, & irritado el Seftior por el menos- precio de sus divinas amonestaciones, y por el cruel tratamiento que cl pueblo daba a sus Profetas. armd el brazo de una justicia vengatlora para reducir 4 Jos habitantes de Juda al estado de dispersion en que vagaba el pueblo de Israel. El Rey de Babilonia vino contra Jerusalen , tomé Ja ciudad , hizo prisionero al Rey ¥ le Leva en cadenas, con el joven Daniel y otras personas de distincion, 4 la capital de su imperio. Bajo la condicion de vasallage fué restituido 4 liber- tad, y por haber faltado 4 la jurada fe, sufrio una muerte iguominiosa. Tal fué cl fin de dos perversos hijos del padre mas virtuoso. Faraon, nombre comun de los Reves de Egipto , privé de fa corona y libertad 4 Joacaz; Nabucodonozor, nombre tambien comun de los Reyes de Babilonia, quité ahora elreino y¥ la vida A Joakin, despues de un miserable reinado de once ailos. XIX. Joaquin. Este Principe tenia diez y ocho aiios 244 LOS REYES. IV. de edad, cuando por muerte dle su padre fué reca- nocido por el pueblo Rey de Juda : mas como Nabu~ codonozor no aprobase esta exaltacion , le arrojé det trono 4 los tres meses de sureinado, ¥ le lev6 cauti~ yo 4 Babilonia con toda su familia, y los mas princi- pales vecinos de Jerusalen, dejando con la investidu- ra real 4 Sedecias, tercer hijo de Josias. XX. Sedecias. El pueblo de Israel , los dominios de David y Salomon, 1a nacion de Juda se hallé ahora redacida 4 una mera sombra de monarquia, con wna fantasma de Rey. Sedecias continud por nueve ailos en un abatido vasallage, libre solo para seguir sus propensiones a todo lo que era malo, insullando 4 Jos Profetas del Seiior , y burlandose de las amenazas divinas. Picado por un sentimicnto de su ignominia, renuncié al pacto de homenage prometido al Rey de Babilonia : y Nabucodonozor , irritado con la mala fe de los degradados Reyes de Juda, resolvié la destruc- cion de] yacilante trono de David. Un numeroso ejér- cito cercé otra vez 4 Jerusalen, y el pueblo, desespe- rando de obtener términos favorables, se obstinéd en la defensa, sin acobardarse por la formidable aparien- cia del enemigo , ni con la estremada hambre que pa- decia. Al cabo de dos aiios consigniéron los sitiadores abrir una grande brecha, y tomaron la ciudad por asalto. Sedecias habia huido en Ia oscuridad de Ia no- che, y descubferta su fuga por la vigilancia de los si- tiadores, fué seguido y alcanzado en la Hanada de Je- ricd. El miserable Rey fué vuelto y presentado 4 Na- bucodonozor, quien le did un castigo mas cruel que LOS REYES. IY. ” 245 Ja muerte misma ; todos sus hijos fuéron degollados 4 su vista, ¥ alormentado su corazon con tan horrible espectaculo , le saciron los ojos, le ataron con cade~ has, y fué levado 4 Babilonia. El Rey Nabucodo- nozor dejé en Jerusalen 4 su general Naburzadan con instrucciones de desolacion, y se retiré triunfante 4 su capital. La eleccion de este Gefe fué muy apropiada para cumplir literalmente todas las amenazas del Sefior so- bre su pueblo, y las 6rdenes de su soberano : el tem- Plo fué quemado , el alcazar demolido, fas murallas de la ciudad arrasadas, y todos los edificios arruina- dos. Los habitantes de Juda privados de cuanto po- seiap fuéron sacados al campo, y distribuidos en cuerpos fuéron arreados como hatos de ganado 4 Ba- bilonia. Un corfo numero de labradores bajo el ga- bierno de Godolias, quedaron por 6rden de Nabuco- donozor para cultivar las viias y campos, 4 fin de abastecer las guarniciones ; pero el Senior habia ame- nazado con la total espulsion de los Judios. Algunos malcontentos conspiraron contra el gobernador Godo- lias y le mataron : temiendo todos que el justo eas- tigo de esta accion temeraria , caeria indistintamente sobre cllos, se uniéron en un cuerpo, y abandonan- do la tierra de Juda se huyéron 4 Egipto; quedando asi verificada ta predicha destraccion total del reine de Juda, cumplidas todas las amenazas que habia he- cho el Sefior por bocas de sus profetas. y justificadas Tas sublimes lamentaciones del dolorido Jeremias, 216 LOS PROFETAS. CAPITULO TERCERO. LOS PROFETAS. La palabra projects significa prediecion inspirada por el Espiritu Santo; y la palabra profeta significa una persona escogida por Dios, por declarar estraor- dinariamente la divina voluntad a su pueblo, La Santa Escritura menciona muchos y grandes profetas; pera como la mision de algunos fué en ocasion especial , para dar respuesta 6 amonestacion 4 una persona 6a un pueblo en particular, sin quedar espresamiente es- crito el asunto de 1a iaspiracion ni de la vision que tu- viéron, solo se refiere el anuncio en el tiempo en que ocurrid, segun la narracion de la historia. Hay otros Profetas 4 quienes el Sefor escogid, no solo para , amonestar 4 los Reyes 6 al pueblo cuando se separa- ban de Ja santa Ley, mas tambien para predecir acon- tecimiicntos futuros y remotos; especialmente la cau- tividad , restablecimiento, y wiltinta dispersion de los Judios , la vocacion de los Gentiles, !a venida y reine triunfante del Mesias Jesucristo. Estos Profetas escri- biéron por érden divina sus visiones, con todo lo que Dios les reveld; y sus escritos cuidadosamente pre- servados fuéron insertados al fin del Antiguo Testa- mento, formando un cuerpo de libros de profecias. Todos estos Profetas viviéron durante Jas monar- quias de Isracl y de Judi, y muchos de ellos en el cautiverio. Daniel, llevado cuando muy joven cautivo LOS PROFETAS. 247 a Babilonia, fué inspirado alli en todas sus profecias. El érden cronologico requiere, pues, tralar de los Profetas despues de la destruccion del reino de Juda, objeto principal de las amenazas divinas ; y antes del restablecimicnto del pueblo de Israel 4 su pais origi- nario. El mimero de estos yarones inspirados, cuyos escritos forman lasagrada coleccion de profecias, son diez y siete. Isaias, Jeremias , Ezequiel y Daniel se in- titulan Profetas mayores, por la sola razon de ser mas difusos; y los otros son llamados comunmente Profe- tas menores. Barne esta colocado despues de Jere- mias, siendo su profecia tan analoga ala de este, que en los primeros siglos de la Iglesia se consideraba co- mo comunicada por Jeremias 4 Baruc, y escrita por este despues de la muerte de aquel. Aqui se sigue el orden aprobado por Ia Santa Iglesia Catélica. PROFETAS MAYORES. ISALAS. Tsaias era descendiente del linage de los Reyes de Judai. Este itustre Profeta. tan celebrado por su pie- dad singular, por su estilo inimitable, por su conoci- miento éintuicion de lo futuro, tiene el primer lugar entre los Profetas. Isaias abla tan esplicitamente y con tanta precision de Jesucristo y de su Iglesia, que algunos de sus cap{tulos sc parecen mas a los de uw historiador elegante , refiriendo hechos pasados y de su tiempo, que d los de un Profeta anunciando aconte- 218 LOS PROFETAS. cimientos futuros setecientos aiios antes de su verifica- cion. La venida de Juan el Bautista y su ministerio; la venida del Mesias en carne humana; su nacimiento de una Virgen ; la plenitud de los Dones del Espiritu San- to de que su humanidad seria dotada; Ja virtua y jus- ticia que habian de resplandecer cn todas sus accio- nes; los ullrages, insultos ¥ persecuciones que habia de recibir de los Judios; las circunstancias mas me- nudas de su pasion, y todos los sufrimientos que ha- bia de padecer en su muerte; su reino triunfante por todas las naciones del universo; el estado pacffico de Ja Iglesia bajo su imperio; la alegria y felicidad de su Iglesia por la conversion de los Gentiles, se hallan en términos terminantes , por todo cl libro de este excel- So Profeta. Entre Jas muchas visiones con que Isaias fué favore- cido , la siguiente es la mas angusta. E} Sefor se le aparecié en todo el esplandor de su Magestad; e] Al- tisimo estaba sentado sobre un solio elevado, rodeado de Serafines celestiales que cantaban con melodia, diciendo : Santo, Santo, SaxTo, SENOR Dios DE LOS EJERCITOS, LLENA ESTA TODA LA TIERRA DE TU GLonia. Isaias, leno de un reverente temor, se hu- millé ante la presencia del Sefor; no atreviéndose 4 abrir sus labios inpuros, para acompafiar 4 aquel co- ro espiritual en la proclamacion de tan santos mistes rios. Uno de los Serafines que estaba junto al trono Gel Rey de Jos cielos, tomé con unas tenacitas de oro, un ascua encendida de las que habia sobre el altar, ¥ol6 hacia el respetuoso Profeta, y tocandole los la- LOS PROFETAS. 219 e bios con el fuego, le dijo : Tu iniquidad sera borrada con esto, y tu pecado sera larado. Isaias se postrd ren- dido al Sebor, ofreciéndose 4 ir y anunciar fielmente al pucblo todo lo que el Senor le mandase. « Ezequias, dice el Eclesiastico cap. 48, v. 25, agradé 4 Dios, y anduvo con fortaleza en el camino de David su padre, que le recomendé Isaias, Profeta grande y fiel delan- te de Dios. En sus dias retrocedié el Sol, y¥ él prolon- g6 la vida al Rey. Con espiritu grande vid los ultimos tiempos, y alentd 4 los que Woraban en Sion. Hasta el fin de los tiempos mostré las cosas yenideras, ¥ las escondidas antes que aconteciesen. » Este cs el elogio que la Santa Escritura hace de este esclarecido Profe- ia, antes que sus mas maravillosas profecias fuesen li- teralmente cumplidas. Isaias profetizé por mas de se- senta y cualro afios, durante los reinados de Azarias Joatan , Acaz y Ezequias Reyes de Juda; hasta que el impio Manases Ie puso en prision , y le mando aserrar vivo, padeciendo el martirio por su fidelidad 4 Dios, Alos cien ailos de su edad, y seiscientos ¥ setenta an- tes de Jesucristo. JEREMIAS, Jeremias era hijo del Pontifice Elcias, aquel que hallo el libro de la Ley en el tempio +¥ gue fué leva- do al Rey Josias. La lectura de este sagrado escrito jnflamé el numen sublime de Jeremias; y mereciendo por su virtud Ja inspiracion divina , comenz6 a profe- tizar en el afto trece del rcinado de Josias. y continud 320 LOS PROFETAS. por espacio de dicz y ocho ailos, arreglando por es- crito todas sus profecfas conminatorias. El protervo Joakin procur6 este libro y mandé A su amanuense gue lec leyera : oyendo las terribles amenazas que el Seiior le hacia por su Profeta, en castigo de sus ini- quidades, se enfurecié, hizo pedazos el libro, y los arrojé al fuego. Jeremias, por orden del Senor, yol- vio A escribir las mismas profecias, afadiendo aun mayores amenazas contra el sacrilego Rey ; ¥ estas son jas que se han preservado hasta ahora, Este Profeta , que veia en su espiritu la destruccion de su amada patria Jerusalen, escribié en verso he- braico sus ligubres lamentaciones en cinco capitulos, esplicando su dolor y sentimiento con tan admirable energia de espresion, que no hay escrito alguno de esta especie, que se le pueda comparar. No hay, 4 fa verdad, quien lea sus lamentaciones, por mas in- sensible que sea, que no sienta en su corazon vivas impresiones de aque! profundo dolor, que traspasaba elcorazon de su autor. Cuando lego el funesto cum- plimicnto de todo lo que Jeremias habia predicho; cuando el Templo y todo lo que habia en él de sagra- do fué demolido; las murallas y edificios de Jerusa- len arrasados; el nombre de Sion tan glorioso Antes y ahora casi borrado; cuando Juda como nacion fué aniquilada; este Profeta fué la tinica persona que el irritado Nabucodonozor respetd, y por cnya vida an- duyo tan solicito. La eminente santidad del anciano Jeremias habia hecho tanta impresion en aquel monar- ca oriental, que cuando se retiré del sitio, did orde- LOS PROFETAS. 221 nes especiales a su general Nabuzardan. para prote- ger al venerable Profeta contra todo peligro en ja 10- ma de la ciudad, y dejar 4 su eleccion, ir 4 Babilonia 6 quedarse en Judea. Jeremias, por amor y¥ compa- sion 4 los pocos Judios que guedaban por érdeu del Rey para cultivar los campos, escogié quedarse con cllos; y cuando estos huyéron a Egipto despues de haber asesinado al Gobernador Godolias, los acom- pailé , reprendiéndoles su crimen y profetizando con- tra su idolatria, Este malvado resto de Ia nacion pre- varicadora se enfureci6 contra el santo Profeta, y le apedrearon hasta completar su martirio, seiscientos ailos antes de Jesucristo. BARUC. iste profeta muy distinguido por su nacimiento, y aun mas ilustre por su piedad, renuncid todas las ven- tajas que su sangre, talentos y riquezas le proporcio- naban en el mundo, por hacerse amanuense y disei- pulo del profeta Jeremias, de quien jamas se separo. Persecuciones, amenazas, peligros, nada fué capaz de hacerle apartar de la compaiiia de su venerable maestro, firme en su amistad durante su vida, y fiel imitador «le sus yirtudes despues de su muerte. Estan- do en Babilonia escribid sus profectas, y las levé 4 Jeconias hijo del Rey Joakin , y 4 todo el pueblo cautivo, con tanta persuasion, que los hizo llorar, ayunar, y rogar al Sciior postrados en fierra. Aunque Baruc era muy sabio, y dotado de una elocuencia sublime , la humildad es Ja virtud que mas Drilla en su he 10 992 LOS PROFETAS. estilo. En una junta que tuviéron los Principes y an- Cianos del pueblo en Jerusalen, Baruc, en nombre de todos, implordé la misericordia del Senor en el moto siguiente : « Sehor Dios Eterno, tu que sacaste al pueblode Jsrael de Egipto, con sefales y prodigios de tu gran poder, aparta tu ira de nosotros, porque hemos quedado pocos ¥ esparcitlos entre los Gentiles : Oye, Seflor, nuestros ruegos y nuestras oraciones , y libranos por anor tuyo, haciendo que hallemos gracia delanie de los que nos han sacado, para que sepa toda la tierra, que ttl eres e] Sefior Dios nuestro, ¥ que ta nombre ha sido invocado sobre Israel, ¥ so- bre su linage. Vuelve, Sedor, 4 mirarnos desde tu sauta morada , y esctichanos. Abre tus ojos y ve : por- que los mnertos que estan en el sepulcro, separadas sus almas de sus cuerpos, no haran honra ni gloria a lusanto Nombre. Solo los vivientes. tristes por la mu- chedumbre det mai, oprimidos con el peso de su cas- tigo , enflaquecidos con ayunos ¥ suspiros, desfalle- cides sus ojos cou Hanto, partidos los corazencs de dolor, estos son Jos qne te daran gloria, y se humi- Maran 4 tu divina justicia. Oye, Selior, y apiadate, borque cres un Dios misericordioso. y ten piedad de nosotros, poryue entu presencia hemos pecado. ¢ He- wos de perecer para siempre , porque tu vives eter- hamente? No te acuerdes de las maldades de nuestros padres , mas acuérdate de tu poder y cde tu nombre €n este Gempo : porque tii eres el Seior Dios nuestro, ¥ Nosotros te alabarémos. Barue murié en el liempo del cautiverio. . LOS PROFETAS. 233 EZEQUIEL. Este Profeta era Levita, hijo del sacerdote Buzi y uno de los cautivos evades 4 Babilonia , adonde Dios Je inspiré con visiones muy singulares, tan sublimes como mistcriosas : consolaba con ellas4sus compatie- ros, y los mantenia con Ia esperanza del restableci- miento de Israel. La comision de Ezequiel como Pro- feta del Sefior fud tan rara, como todas las visiones gue tuvo, Cuatro animales multiformes , seguidos de cuatro ruedas, llenas de ojos y al parecer animadas , moviéndose de arriba abajo y de un lado 4 otro con la velocidad de wn relimpago, se presentaron a su vista : sobre las cabezas de los cuatro animales estaba una semejanza del firmamento, sobre el firmamento un trono, y sobre el trono la semejanza de un hom- bre. Ezequiel estaba at6nilo con esta vision , cuando oy6 una voz gue le decia : Hijo de hombre , yo Le en- vio 4 los hijos de Israel que se apartaron de mi, para gue sepan que ha habido Profeta en medio de ellos. Una mano se estendid por el aire, y legindose 4 él, le presenté un libro escrito por dentro y por fuera, y abridndole, dijo la voz otra vez: hijo de hombre co- me ese voltimen, llena tus entrafas con su contenido, y anda a la casa de Israel . para decirles todas las pa- Jabras que yo te hablaré : el Profeta abrié la bocay se comio el libro, que le parecié dulce como la mieL. El Seftor maudé 4 Ezequiel representar el asedio de Jerusalen, la grande estrechez en que se veria durante elsitio, la prision del Rey Sedecias, la entera des- 224 LOS PROFETAS. truccion de la ciudad, y¥ el cautiverio F dispersion del pueblo, despues de las miserias y trabajos de aquella guerra, Asi mismo Ja tiltima desolacion de la opu- lenta ciudad de Tiro, Ja destruecion de los Ammoni- tas, de los Moabitas , Iduincos, Filisteos y Egipeios , por los insultos y uitrajes hecos al pueblo del Sefior, Ezequiel fé trasportado en espiritu, algun tiempo despues, a una de las mas altas moutatias de Judea . y vid desde alli el templo de Jerusalen, restablecido asu antiguo esplendor, y la gloria del Dios de Israel habitando en él ofra vez. El restablecimiento del pucblo judio fe fué manifestado en aquella estraordi- naria vision de los hucsos. E} Profeta fué arrebatado en espiritu. y dejado en medio de un valle, que es- taba cubierto con un prodigioso mimero de huesos secos. Despues de haberle paseado todo al rededor , € inspeccionado un espectaculo tan pavoroso . ie dijo el espiritu de Dios, que mandara 4 los huesos levan- farse, y reasumir los nervios, las carnes y Ja piel, para que volvicran a su antiguo estado. El Profeta ileno de confianza hizo todo lo que cl Sefior le habia mandado; y apénas habia dado Ja orden 4 los huesos esparcidos por el valle, ord un ruido y comnocion “causada por Jos huesos. que se ayuntaban unos a otros en sus propias coyunturas, Todo el valle quedé ahora Heno de cadaveres en pie, pero sin movimicuto : yel Profeta estaba admirado con la stibita incorporacion de aquel inanimado ejéreito, Hijo de hombre, le dijo la voz otra vez, manda al espiritu venir de Jos cuatro vientos , y soplar sobre estos mucrtos para que revi- LOS PROFETAS. 225 yan; el obediente Ezequiel lo hizo, y al instante prio- cipié 4 marchar aquella multitnd. El Profeta entéuces arengé en alta voz 4 su recien formado auditorio, di- ciéndole : Esto dice cl Senor Dios : He aqui yo abriré Vuestras sepulturas . os sacaré de vuestros sepulcros , Y os conduciré a la tierra de Israel, El Alifsimo favo~ recid despues 4 su Profeta, esplicdndole la vision é informandole que los huesos representaban el pueblo ue israel esparcidos por todas partes, y que por su misericordia los recogeria . y conduciria a su tierra; haciendo de ellos una sola nacion bajo el gobierno de un salo Rey que seria su siervo David; el que habia de reinar sobre ellos para siempre ; que haria alianza de paz eterna con ellos; que su aberndculo estaria entre los hijos de Israel; que cl Seiior seria su Dios y ellos serian su pueblo; y que de este modo sabrian todas las naciones que ¢1 Seftor era el sautificador de Israel, cuando su santificacion estuvicse en medio de ellos perpetuanente, EI Profeta Ezequiel mwié en su cautiverio, despues de haber profetizado veinte y dos aos; y segun dice Epifanio ev su libro sobre las vidas de los Profetas , fué mucrto por un Principe judio eu las orillas del rio Eufrates , y sepultado en el sepulcro de os abuelos de Abrahan. DANIEL, Cuando Joakin Rey de Juda fué hecho prisionero por Nabucodonozor, y Uevado 4 Babilonia, fuéron escogidos un gran nimnero de niilos de la estirpe de 226 LOS PROFETAS. los Reyes de Israel , para ser educados en el palacio del Rey de Asiria, é instruidos en Ja lengua y ciencias de los Caldeos. Entre estos jovenes habia cuatro muy distinguidos, Daniel, Anauias, Misacl ¥ Azarias ; mas por orden del Rey, sus nombres fuéron nudados en Baltasar, Sidrac, Misac, y Abdénago. Estos cuatro jovenes fuéron pnestos al cnidado de Malasar, Mayor- domo mayor de palacio, con especial 6rden de aten- derles, y alimentarlos con comida y bebida de la me- sa del Rey. Daniel, fiel 4 la Ley del Dios de Israel , Propuso en su corazon no contaminarse con los man- Jares ni bebidas de la mesa de un idélatra ; por tanto, rogé a Malasar no le diese 4 6] ni a sus tres compatie- ros otro alimento sino legumbres, ni mas hebida que agua, El Mayordomo no queria consentirlo, porque temia que esta dieta, en lugar de nutrirlos los enfla- queceria, y si el Rey descubria la causa, viéudolos flacos y palidos, la atribuiria 4 sinfestros motivos , ¥ fe condenaria 4 muerte. Daniel le suplicé permitir- Jes esta dicta solo por diez dias, para convencerle que esia especie de comida los cugordaba mas que todas Jas otras viandas, £1 Mayordomo, siende hombre de buen natural, consintid; y la esperiencia le mostrs , que no solo los nutria bien, mas mostraban en sus caras mas salud y robustez, que todos los otros jéve- nes que Se regalaban con los platas mas esquisitos de la mesa de Nabucodonozor. Llegado el tiempo de prescutar al Rey todos los jévenes Israelitas, los cua~ tro discipulos de Malasar fuéron examinados, y el Rey se admiré mucho al hallarlos mas instruidos y sabios LOS PROFETAS. 227 que todos los doctores de su reino. Danielse distinguid tanto sobre sus compaiieros , que su prudencia fudad= mirada de todos; y miraban como efecto de sagaci- dad ¢inteligencia lo que en realidad era inspiracion y don de profeta ; comolo manifesté, cuando se cons- tituyo defensor de la inocencia, ¥ juez ev la causa de Ja calumniada Susana. Susana era hermosa, joven yde mucha amabilidad : su padre Elcias la habia instruido en la ley de Moises , y en la practica de toda virtud; y para asegurar el fru- to desu cuidado paternal, cuanda fué de edad, la did en casamiento 4 un hombre de consideracion Hamado Joakin. Este era un sugeto muy distinguido entre los Hebreos residentes en Babilonia, no solo por sus ri- quezas, mas por la grande reputacion que gozaba en el pueblo. El Rey de Babilonia permitia 4 los Judios cautivos elegir dos jueces de entre ellos cada allo, para que entendicsen en sus diferencias. y decidiesen Sus causas civiles ¥ criminales, segun la ley y cédigo de Moises: y como la casa de Joakin tenia conve- niencias, y él era hombre generoso, los «los jueces so- lian ir 4 ella para administrar justicia. La conducta irreprensible de Susana era su mayor perfeccion. la mayor felicidad de su marido, y la admiracion del pueblo, hasta que dos malvados Jueces intentaron mancillar su inocencia 6 arruiaar su honor. Estos ha- bian observado, que concluida la hora de los nego- cios de justicia, Ja bella Susana salia 4 pasearse por el jardin de su casa, sola y con fa libertad que le daba la persuaston de que nadie la miraba, hasta que le- 228 LOS PROFETAS. gaba la hora de entrarse al cuarto del baiio. Encen- didos en lascivia los dos inicuos jueces ,’formd cada uno el mismo intento detestable, y buscaban ocasion para ¢jecutarle. Por casualidad entraron ambos en el jardin de Susana en un mismo dia, ¥ uno fué 4 es- conderse cn el lugar donde el otro se habia ocultado ; ¥ como cada uno Ieia en ef semblante del otve su in- tentada maldad, se conmnicaron un designio que ya no podian ocultar, y resolviéron hacer los dos juntos, lo que ya cra imposible conseguir separados. Ja facilidad 6 libertad que les daba el empleo y la frecuencia en casa de Joakin proporciond que en- trasen ¢] jardin otro dia por la siesta, sin ser vistos de nadie; y se acultaron poco tiempo antes que Susana fuera a bajlarse segun la cotumbre de Babilonia. No Sospechande esta casta esposa , ‘que hubiese hombre alguno en el recinto de su reereo, muclio ménos Ja asociada asechanza de los dos jueces. tomo cl olca para ungirse, y mandé fuera a las criadas, las que cerraron la puerta del jardin, miéntras su ama se bahaba. Esta oportunidad tan favorable 4 los deseos diabdlicos de los impiidicos ancianos los hizo salir de entre los arboles, y correr al cuarto del baiio, Al instante declararon a Susana la pasion criminal que los habia condueido alli, y cuando viéron Ja indigna- cion de Ja virtuosa muger, al oir una propuesta tan vergonzosa, la amenazaron diciendo : Si no condes- ciendes con nosotros, rindiéndote @ nuestro amor, testificaréinos contra ti, diciendo que estaba contigo un mancebo, y que por eso despachaste fuera a tus \ LOS PROFETAS. 229 doncellas, La casta Susana suspiraba y decia: Por to- das partes estoy rodeada de angustias; si hago la maldad que pretendeis, ofenderé 4 Dios y 4 mi espo- So, ¥ si me resisto, destruiréis mi honor y mi vida: pero antes quiero morir da vuestras manos inocente, que pecar contra el Sefior; ¥ al instante di6 gritos, Mamando a sus criadas, Los insidiosos Jueces gritaron con mas fuerza, para que no se oyera la voz de Su- sana, y corriéron a Ja puerta del jardin, rinendo 4 los criados por no haber acudido 4 tiempo, para agarrar 4 un joven que habian sorprendido con Su- sana. Engafiados en sus deseos crimiuales contra el honor de una inocente, se Nenaron de yenganza, y Je imputiron fa mas atrozcalumnia. Los criados no du- daron el ‘testimonio de dos ancianos y magistrados , creycron culpable & Susana, ¥ atribuian 4 hipocresia, la Virtud que su ama habia mostrado hasta enténces. La acusacion fné estendida en forma y notificada para juzgar & Susana al dia siguiente delante del publico. El padre, el marido, y los parientes de 1a inocente acusada no quisiéron verla, estando sumergidos en afliccion : a virtud pura de Susana Jos hacia dudar del delito; pero dos ancianos. Jueces del pueblo y festi- gos de vista, les hacia creer fa ofensa, y se ocultaban avergonzados; porque wia muger adultera en aquel pais deslustraba todo un linage, El pueblo, agitacto de la misma duda é indignacion, aguardaba fmpa- ciente Ja hora del juicio, para oir la acusacion y la defensa. Susana fué conducida al siguiente dia 4 fa sala de justicia, adonde aguardaban sentados los dos 10" 230 LOS PROFETAS. malvados ancianos, que reunian en si las incompati- Dies fanciones de acusadores. testigos, y jueces en una misma causa, La inocente acusada se presents en ja sala, cubierta la cabeza con un velo; y esperando los jueces hallar en el rubor de la virtud una sefal : aparente de delito, la manddron descubrir. Los dos execrables acusadores se levantaron enténces, pusié- ron sus manos sobre la acusada, segun Las formalida- des judiciales de aquellos tiempos, y diéron contra ella el mas horrible y falso testimonio, inventando circunstancias para seducir al pueblo. El vulgo igno- rante, incliuado siempre a creer lo mag malo, y se- ducido ahora por la autoridad, y venerable esterior de los dos inicuos testigos, juzgaron intitil la defensa ; y sin aguardar amas, la condeniron & muerte. La Virluosa Susana, abandonada ahora en ta tierra, apeld al cielo diciendo : Eterno Dios, iG que conoces Las co- sas escondidas, que sabes las cosas antes que suce- dan, te es manifiesto el falso tesmonio, que han le- yantado coutra mi. ¥ que me van A quitar ja vida, sin haber cometido el crimen, que me imputan estos crucles cnemigos. El justo Juez oyo su oracion desde Io allo, y envid su espiritu para proteger Ja inocencia. EL pueblo. que en estas ocasiones cra el verdugo, conducia 4 Susana al suplicio, cuando el joven Da- nicl, movido por el espiritu de Dios, salid al encuen- tro ¥ les dijo en alta voz: Yo soy inocente de la sangre de esta muger. ¢ Hijos de Israel, tan insensatos sois, que sin forma dle juicio y sin conocer 1a verdad, ha- Deis condenado 4 muerte 4 una hija de Juda? volved LOS PROFETAS. 231 al tribunal, y veréis como han dado false Lestimonio contra ella. Aunque los Jueces instaban al pueblo 4 la pronta ejecucion de Ja sentencia, fa reputacion del joven Daniel, y su irresistible elocuencia les hizo du- dar del delito, y juzgaron prudente volver al tribunal, Los Jueces, con insultante ironia, dijéron 4 Daniel, que se sentara entre ellos para ensefiarlos, pues pre- sumia de salio ; asi lo hizo el Profeta, luego mand6 al pucblo separar los dos acusadores y mantnerlos incomunicahles, para examinarlos en preseacia de todos. Hecha la separacion, mandé traer uno, y con una voz que fuliinaba rayos, le dijo: O tu envegecida en iniquidades, ahora quedarin descubiertos tus pe~ cados; ti has pronanciado un juicio inicuo, sin temor al Seiior que dice : « Al inocente y al justo no mata- ras. » Ahora bien, si la viste debajo de un arbol con el mancebo, di pronto? debajo de qué arhbol? El con- fundido Juez respondid : Debajo de un fentisco. Has mentido contra tu cabeza, le dijo Daniet, y el \ngct del Senor ha recibido la sentencia divina para tu des- truccion. Retirado este Juez trajéron al otro, dirigién- dose a 61 Daniel, Je dijo: Raza de Canaan ¥ no de Ju- da, tus impuros deseos te han precipitado; has aba- sado de las hijas de Israel, mas no abusaras de la hija de Juda; ahora bien ¢ debajo de qué arbol sorpren- diste 4 Susana con el mancebo? el viejo pecador res- pondié temblando : debajo de una encina. Mas men- tido contra tu cabeza, le dijo Daniel, y el Angel del Scfior te espera con la espada en la mano para des- trozarte. Nada puede igualar 4 la furia del rulgo 232 LOS PROFETAS, cuando se eree enganhado, y viendo ahora tan mani- fiesto el perjurio y calumuia de los perversos Jueces , los arrastraron al campo para dares el mismo castigo, gue la Ley sefialaba 4 la acusada. Ninguno creia ha- ber vengado la inocencia de Susana, ninguno se creia justificado de su primer engaiio, si no lanzaba una pie- dra a los malvados reos, hasta que quedaron deshechos sus cuerpos por el campo. Los parientes y amigos de Susana diéron gracias 4 Dios’por haber libertado 4 la que perseguida por todos habia puesto su confianza en el Sehor, Daniel desde aqnel dia adquirié grande fa- ma entre los hijos de Israel, ¥ la castidad de Susana era recordada como dechado de virtud a todas las hi- jas de Juda. La fama dle sabiduria que Daniel habia ‘adquirido en defensa de Susana, era precursora de la grande gloria que habia de gozar en Ja corte del gran Nabu- codonozor. EL don de interpretar suenos, en aquellos licmpos . era lo mismo que profetizar: por él fué eb Patriarca Josef elevado a la niayor dignidad en el rei- uo de Egipto, y por él fué Daniel elevado al mayor fa- vor en la corte de Babilonia. Pero este don fué mas sobresaliente en Daniel, pues no solamente descubria ja significacion, mas tambien adivinaba la forma y cir- cunstancias del sueno, como sucedié en el caso de Nabucodonozor, Este Rey tuvo un sueho espantoso , ¥ conturbd tanto su espiritu. que disperto terrible- mente despavorido, y en Ia siibita conmocion olvidé e] asunto de su sucho: no podia acordarse de una sola circunstancia, lo que aumentaba mas el horror LOS PROFETAS. 233 que le habia cansado en su mente y en su Corazon. No pudiendo sosegar con su inesplicable inquictud , mand6 convocar a todos los sabios, adivinos y en- cantadores de su reino, para que le recordasen su suefho. Confundidos los pobres pedantes con tau es- tirana pregunta, declararon que era imposible a los hombres adivinar lo que otro habia sonado; y supli- caron al Rey les dijese el suciio , para darle su inter- pretacion. Nabucodonozor se enfurecié con esta res- puesta. y en un arrebato de célera, mandé matar 4 todos los pretendidos sabios por impostores, Esta Gr- den despética se puso en ejecucion, y siendo Daniel, Ananias, Misael y Azarias del gremio de los sabios, Jos buscaron para matarlos. Los javenes Hebreos, ignorantes de tan barbaro decreto, no sabian el peli- gro que los amenazaba, hasta que fuéron informados por el General Arioc encargado de la comision ester- minadora. Daniel rego al General le permitiese ir in- mediatamente a hablar con el Rey, 4 quien suplicé algun tiempo para considerar, confiado en que Dios le inspiraria para satisfacer al sobresaltado Nabucodo- nozor. Obtenido el plazo, Daniel rogé 4 sus compa- Heros Je acompafaran 4 implorar la divina gracia sobre este arcano. y que no percciesen con los otros sabios de Babilonia. El Senor oy6 la siplica de sus siervos, y revelo 4 Daniel aquetla misma noche todo el suefio y su interpretacion. Daniel se presento al dia siguiente al Rey, ¥ le dijo: O Rey Nabucodonozor, hay un Dios en el cielo que revela los misterios, el cual te mostré las cosas que 234 LOS PROFETAS. han de suceder en los ultimos tiempos. Tu estahas pensando en tu lecho. sobre las revoluciones que ocurriran 4 {u imperio, cuando viste una grande esta- tua, cuya cabeza era de ora. el pecho y brazos de plata, el vientre y maslos de cobre, las piernas de hierro, ¥ los pies de barro. Una piedra se desgajé del monte por si misma, y dando con fuerza en los pies de la estatua, la redujo 4 polvo que se evo el vien- to: pero la piedra que habia herido a la estatua cre- cio como un monte, y Hend toda Ja tierra. Este fué, o Rey, tu sueiio, ¥ esta es la interpretacion. Tu eres la cabeza de oro, ¥ Lu imperio el mayor; el pecho y bra- z0s de plata sera otro reino menor, que sucedera al tuvo; luego se levantara otro reino de cobre, el cual mandara i toda la tierra; el cuarto reino sera de hier- ro, que desbaratara 4 los tres anteriores; el quinto sera unreino, que Dios levantara de todos los demas, y el cual subsistira para siempre. Nabucodonozor es- cuchd con adiniracion la maravillosa narracion de las futuras revoluciones. cay sobre su rostro. y confesd que el Dios de Daniel era el Dios de los dioses, el Rey de jos reves, y el vevelador de los misterios, Daniel fué elevado a la dignidad de Principe sobre todas las provincias de Babilonia, y Presidente de todos los consejos (lel imperio : v por su favor fucron nombra- dos sus tres compaiieros superintendentes de la pro- ¥incia de Babilonia. Estos tres jovenes Hebreos tuviéron muchos envi- diosos entre los nobles, que miraban con zelos los honores que les conferia el Soberano, y buscaban LOS PROFETAS. 235 oportunidad para desgraciarlos. Nabucodonozor ha- bia erigido una estatua de oro de un tamaiio enorme, en el campo de Dura en 1a provincia de Babilonia: 7 al mismo tiempo espidié un edicto, mandando a todos los nobles 5 jefes del reino asistir a su dedicacion, ¥ adorarla bajo pena de muerte. En cumplimiento de la érden soberana viniéron al campo todos los Principes, Generales y Gobernadores de las provincias, para humillarse delante de Ja grande estatua; pero Sidrac, Misac y Abdénago no asistiéron, y por esto fuéron acusados al Rey de desprecio y desobediencia, El so- berbio Nabucodonozor les mandé comparecer. y los amenazd con hacerlos echar en un horno ardiendo, sino cumplian con el edicto como el resto de sus va- sallos. Los tres jévenes. confiando en el Dios de Is- racl, no temiéron las amenazas y respondiéron peren- toriamente, que no adorarian la estatua erigida ni 4 dios alguno del Rey; que el Dios 4 quien adoraban, los libraria de todo mal que el Rey quisicra hacerles; 6 que si era Ja voluutad del Senor que padecieran, estaban dispuestos 4 perecer dntes que faltar al man- damiento de su Dios, El orguiloso Déspota, que na podia sufrir oposicion 4 su voluntad, mando atarlos y arrojarlos en un Lorno de fuego, que en esta ocasion fué encendido con siete veces mas leila de lo usual. Los tres Judios, vestides como estaban, cayéron ep el fuego sin recibir lesion alguna; al mismo tiempo que los hombres que ios echaron , muriéron abrasados con las lamas que salian del horno. El Seiior protegid & sus yerdaderos fieles, por el ministerio de un Angel ~o t 236 LOS PROFETAS. que descendié al horno, les rompio las ligaduras , y los acompanaba pascando en medio de las Hamas, alabando y bendiciendo 4 Dios con un sublime canti- co de gracias. Informado Nabucodonozor de que los Jovenes se paseaban ilesos por el horno, se levanté apresuradamente a ver lo que no podia crecr, y que- a6 atonito cuando al acercarse, vid con ellos una cuarta persona con un aspecto resplandeciente. Lleno de admiracion el Rey con tan rara maravilla, Hamé 4 los siervos de Dios, y estos saliéron al instante del medio del fuego. Los Principes y Gefes de Babilonia contemplaban admirados, y examinando 4 los tres jb- venes, halldron que el fuego no habia hecho la me-— nor impresion sobre sus cuerpos ni vestidos , ni cha- muscado uu cabello de su cabeza. Aténito Nabucodo- nozor, prorunipid diciendo : Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Shdénago, que envio su Angel para librar los que creyéron en él. Mando que caalquie- ra que blasfemare contra el Dios de estos Hebreos perezca. y su casa sea destruida; porque no hay otro Dios como el de Israel. El Rey enténees promovid a los tres Hebreos 4 los mavores emplcos del reino. Aunque Nabucodonozor habia confesado el poder del Dios (le Israel , por los prodigios que habia obra- do por medio de Daniel y 4 fayor de los otros He- breos, hasta ahora no je habia reconocido por su Dios. El habia decretado pena de muerte al que blas- femare contra el Dios de Daniel, pero no habia man- dado & sus vasatlos que le diesen cult; ni hubiera po- dido. por el solo medio de un cdicto, sacar A su in- LOS PROFETAS. 237 menso imperio de la idolatria: asi es que el Rey. los sacerdotes, y todo el pueblo de Babilonia, estaban sumergidos en un abismo de supersticiones Jas mas groseras. Elsabio Danicl se aprovecho un dia de una ocaston favorable, para couvencer al Rey de las im- posiciones que practicaban sobre el pueblo los sacer- dotes del idolo mas principal. Bel era en aquel tiem- po el idolo favorito de los Babilonios ; y aunque los atribulos de su divinidad eran groseros en estremo ¥ ridiculamente sensuales , este clios gozala la venera- cion . no solo de la plebe ignoraute mas del Rey mis- mo. Bel era wo dios muy gloton ; cada dia le Wevaban para su alimento doce hanegas de harina. cuarenta carneros, y seis cantaras de vino, y con todo siempre estaba hambriento: sienco el mayor cuidado de sus mjnistros que no faltara esta refaccion cotidiana de su Dios, por temor de que con las ansias del hambre hfciera estremecer al ciclo y la tierra, Por mas grose- ra gue se manifestaba la imposicion, el ignorante pueblo continuaba en su delusion, sin sospechar que los sacerdotes del voraz idolo entraban al templo de noche por un pasage subterraneo, mantenido en reli- gioso secreto entre clios, y se Hevaban todas las pro- visiones que diariamente se Ie ofrecian. Daniel comia 4 la mesa con el Rey, siendo la per- sona mas favorecida en su reino. Un dia pregunté el Rey 4 Daniel ¢ porqué no adoras a Bel? Yo no adoro {dolos hechos de mano, respondid, sino 4 un Dios vivo que crié at cielo ¥ 4 Ja tierra. Nabucodonozor, que juzgaba de Ja divinidad de Bei por su enorme poder 238 LOS PROFETAS. digestivo, se admiré al oir decir que Bel no era un dios viviente 5 y pregunté 4 Daniel , ¢ Como se atrevia 4 ne- gar la vitalidad de Bel, consumiendo diariamente tanta comida y bebida? A pesar del respeto debido al So- berano, Daniel no pudo contener la risa y respondié : No te dejes engatiar, o Rey; Bel es un dios de barro por dentro, de bronce por defuera, y no come. La de- cidida respuesta de Daniel puso al Rey en 1a alterna- tiva : 6 de creer que los sacerdotes del idolo le engaiia- ban groserameite, 6 que Daniel le insultaba con des- caro, ¥ enténces resolvid salir de una duda ofensiva a sumagestad, Primero Namé a los sacerdotes ¥ les dijo: Si no me declarais quien come las provisiones que se Uevan diariamente al templo, moriréis ; mas sime hi- ciereis yer que Bel la consume, pagara Daniel con su vida la blasfemia que ha dicho contra él, y su falta de respeto 4 mi persona. Sea como to has dicho, respon- diéron todos; preséntense Ja viandas 4 Bel. y queda- ras satisfecho. Al dia siguiente fué el Rey con Daniel al teniplo, 4 donde los recibicron los sacerdotes, que eran no ménos de setenta sin contar las mugeres y los hijos. O Rey, dijéron les ministros del fdolo, mira que nosotros todos vamos afuera; haz poner las viandas y el vino, cierra la puerta, y séllala con tu anillo; y si manana temprano cuando entrares, no vieres que Bel lo ha comido todo, nos someterémos 4 tu justa indi~ gnacion : mas si Bel ha consumido todo, perezca Da~ niel por haber blasfemado contra Dios y calumniado Asus ministros. El Rey mandé poner las viandas de- jante del idolo. y Daniel mando 4 sus criados traer LOS PROFETAS. 239 eeniza, y cernerla por todo el templo en presencia del Rey ; luego saliéron. cerraron las puertas, ¥ se- TAndolas con el anillo real se fuéron. Los sacerdotes, ~ agenos de lasagacidad del Profeta, entraron de noche por el subterranco segun su costumbre, comiéron y se Hevaron el resto de Jas provisiones. El Rey y Daniel fuéron muy de manana altemplo, examinaron los se- Nos, y Daniel confesd que estaban como los ha- Dian dejado. Luego que abriéron la puerta y entra- ron, miréd el Rey a la mesa, y viendo que todas las provisiones habian desaparecido, esclamé : Grande eres, o Bel, y no hay en ti engano alguno. Daniel que podia ahora reirse impuncmente, detavo al Rey para que no se acercase mas, tliciéndole : Mira Seiior el suelo, y considera de quien pueden ser estas huellas; entonces vid el Rey que eran huellas de hom-~- bres, de mugeres y de nitios; corrido con la im- posicion que le habian hecho, mandd al instante re- gistrar todo el tempto, y hallaron el postigo secreto por donde entraban los impostores 4 comer Ja abun- dante racion de su dios. (rrebatado en célera Nabu- codonozor por el vergonzoso engaiio, mandé matar 4 todos aquellos impostores con sus familias; y Daniel triunfante se ocup6 entretanto en hacer destruir no solo ¢1 fdolo mas el templo tambien. Un desengano tan maniliesto deberia haber con- yeucidp al Rey de todos los demas objetos groseros de 1a adoracion de los gentiles; pero miéntras la mente no forma una justa idea del verdadero Dios en la inmensidad de sus atributos , 4 un error sigue otra 240 LOS PROFETAS. mas ridiculo, y asi va creciendo e] caos tenebroso de Ja supersticion. La vergonzosa imposicion de Bel aca- baba de descubrirse, y la ignorancia halld otro objeto de adoracion en un horrible monstruo. Cn dragon enorme fué hallado en un bosque, y Ja estraiia singu- laridad del reptil fué considerada por los Babilonios como atributo de divinidad. Fl monstruo recibia ahora las ofrendas que cl insensible Bel habia perdi- do. y es devoial:a a presencia de todos. ‘Tragar y menearse eran argumentos muy poderosos de la animacion del nuevo dies; ast creyé Nalucodonozor que Daniel no podria negar que este era un Dios vivo, ¥ que le adoraria. No obstanic el movimiento . Danie negé que era un Dios vivo, ¥ pidid permiso para ma-. farle sin espadani palo en presencia del Rey. Este lo concedié y Daniel preparé una composicion ; hizo unos Dollos con ella, los arrojé al dragon, y apénas tos ha- dia tragado rebenté el] monstruo. « He aqui el Dios que adorais » fué todo el discurso de Daniel a los presentes; y nada podia ser mas clocuente en aquel momento. Cuando el pueblo atribuye 4 encantos los mayores prodigios, nada pucde sacarlos de su error: 10s Babi- Jonios creyéron que Daniel era un magico , asesino de sus dioses, y que el Rey era su complice; y amo- tinados, esparciéron la voz de que cl Rey se habia vuelto Judio, y renegado i los dioses de Babilonia. Esta acusacion, la mas fatal que puede hacerse 4 un Rey, hizo temblar 4 Nabucodonozor en medio de su poder, y para salvar su persona y su funilia, entregé LOS PROFETAS. 241 4 Daniel al resentimiento de un pueblo furioso. Estos mortates enemigos del siervo de Dios le echaron al instante en un laga. donde siete leones hambrientos aguardaban para devorarle ; pero el Sefior no solo le libré de Jas garras de las fieras , mas le proveyd de alimento por cl iinisterio de um Angel. EI virtuoso Hahacue que vivia en Judea, habia cocido la comida y acomodado algunos panes para Hevarlo 4 sus segado- res; el buen hombre caminaba al campo con su ca- nasto. cuando le salié al encuentro un Angel dicién- dole : Habacuc, leva esa comida que tienes 4 Daniel, que esta en el lago de los leanes en Babilonia. La dre den parecia muy dificil en la cjecucion, y aunque las palabras eran claras.’ Habacuc no sabia los medios para cumplirla, ni el objeto 4 que se divigia : por lo que sin mostrar desobediencia. respondid : Seior , yo no conozco 4 Daniel, no sé donde esta Babilonia ni el lago de los leones. El Angel sin decir mas palabras le tomé por los cabellos, vcon el impetu de su espiritu le Hlevé a Babilonia y le puso sobre el lago. Daniel, dijo Habacuc, Daniel siervo de Dios, toma la comida que te envia el Senor. Daniel miré al ciclo y esclamo : Tu, 0 Dios, te has acordado de mi, porque no desamparas jamas a los que teaman entices tomé6 las provisiones, ¥ migntras comia, e) Angel/volvid 4 Habacue al sitio mismo donde le habia tomado. Pasados seis dias que Daniel habia estado entre los leones, vino el Rey 4 mi- rar al Jago para Morar el destino fatal de su fiel amigo, y¥ cuando llegé ala lumbrera, vi6 al sauto Profetasen- tado en medio de Ios leones, Pasmado el monarca al 242 LOS PROFETAS. yer 4 Daniel acariciado de jas fieras, miré al cielo, ¥ dijo en alta voz : Grande eres tu, Sehor Dios de Daniel, ¥ no hay otro Dios sino solo ti. Danicl fué inmediata- mente sacado del lago, v aquellos que habian maqui- nado su ruina fuéron echados 4 los Jeones, y devora- dos delante de él en un momento, Siempre que Nabucodonozor veia algun prodigio hecho por ¢l Sefior a favor de sus ficles Hebreos, ben- decia al Dios de Israel, 6 como usaba decir, al Dios de Daniel, pero nunca le recouocia por suyo ni pre- guntaba por su Ley : porque pasada la impresion de Ja maravilla, se olvidaba del Omnipotente 4 quien acababa de bendecir. En pena de esta insensibilidad decreté Dios un castigo cruel, vse le mostré en sue- fio. El rey vio un arbol prodigioso, cuya copa tocaba el cielo, ¥ las ramas se estendian por todas las estre- midades de la tierra: los animales pacian bajo su deli- ciosa sombra, y las aves del cielo mora)an en sus frondosas ramas, alimentandose todos con la abun- dancia de su fruto, El Rey miraba absorto aquel ar- bol inmensurable, cuando el Angel del Seiior descen- dio del cielo, y con una voz muy fuerte dijo : « Cor- tad el arbol, desmochad sus ramas. sacudid las hojas, ¥ espareid el fruto; pero dejad la cepa de sus raices, ¥ amarradla cou cadeuas de hierro y de cobre ; moje el rocio del cielo su tronco por siete aos; que su medula se convierta cu corazon de hombre, ¥ que vi- ¥a entre las fieras de la tierra. » Despavorido el Rey con el aspecto de aquella vision misteriosa , y mucho mas con Ja sentencia pronunciada por el santo vela- LOS PROFETAS. 243 dor, consulté 4 Daniel sobre su interpretacion. El Profeta escuchd atento la narracion del Rey , y que- do pensativo por una hora , hasta que Nabucodono- zor, que presentia algun mal, le pidid la esplicacion y que hablase sin temor. Daniel se levanté y dijo : « Seftor el suefio recaiga sobre los que te quieren mal, y lo que é] significa sea para tus enemigos. El drbol que viste eres li mismo, que has sido engrandecide y te has hecho poceroso : ha crecido tu grandeza y ha llegado hasta el ciclo, y tu potestad hasta los tér- minos de la tierra. Aquellas palabras del santo vela dor son la sentencia que el Altisimo ha pronunciado contra ti, Te separarin de los hombres, y vivirds con Jas bestias y las ficras : comeras heno como un buey, y seris baiado con el rocio del cielo por siete aios para que te convenzas , de que el Excelso tiene domi-~ nio sobre el reino de los hombres, y le da 4 aquela quien quicre, Pero como la cepa de Tas raices ha que-. dado reservada, asi tambien permanecerd tu reino pa- rati, despnes que conozcas que toda potestad viene dei ciclo. Toma. 0 Rey, mi consejo; borra tus pecados con limosnas, ¥ redime tus makdades ejercitando 1a misericordia con los pobres : y asi podra ser qt ¢ Dios perdone tus pecados. » Nabucodonozor oy6 con indi- ferencia la interpretacion, y no se aprovecho del salu- dable consejo de Daniel. . Doce meses despues dle este anuncio, no le quedéd al Rey ui la memoria de la amenaza del cielo. Un dia subio 4 las azoteas de su palacio para divertirse con Ja vista de Babilonia, y se lend de yanidad al yer la 244 LOS PROFETAS. grandeza 4 que habia llegado la capital bajo su_rei- nado. Enagenado en su presuncion, fué despertado por una voz del cielo. que le repetia la misma sen- tencia de su castigo , que un aio antes habia oido de boca de Daniel. En aquella misma hora se embrutecié su corazon ; nadie podia detenerle en la compaiifa de los hombres ; y como una bestia, salié al campo 4 co- mer heno, ¥ 4 dormir desnudo al rocio por siete anos. Durante esta vida brutal, le crecié cabello por todo e] cuerpo como A un oso, ¥ las uhas como 4 un ave de rapiia. Cumplidos Jos siete aios de su embrutecimien- to le fué restitnida la racionalidad, y el primer ejerci- cio de sus facultades (ué levantar los ojos al ciclo y confesar 4 voces ¢] supremo dominio del Excelso so- bre todas las criaturas : 10s Grandes y Magistrados vi- niéron 4 congratularle, y fué restablecido en su reino y 4su antigua grandeza. Humillado ahora por el po- der de Dios, y convencido de la justicia de Ja senten- cia que habia sufrido , espidié un manifiesto , para in- forniar 4 todo su imperio las maravillas qute el Setor habia obrado para mostrarle que cl Dios de Daniel era el Soberano del universo, que sus obras eran ver- daderas, sus caminos juiciosos, y que & solo puede humillar 4 los vanos y soberbios. El Profcta Daniel tuvo otra oportunidad de mostrar los designios del \ltisinio, en la condenacion de Bal- tazar hijo de Nabucodonozor y sucesor en ¢] iniperio. Este Rey celebrd un magnifico convite para festejar 4 los Grandes y Seiiores de la corte; mil nobles asis- tiéron al suntuoso banquete , solicitos en complacer al LOS PROFETAS. " QH5 Soberano , que por su parte los excitaba 4 la alegria con repetidos brindis. Los triunfos de la nacion recor- daron la conquista de Juda, y elsaqueo de Jerusalen trajo 4 conversacion los sagrados vasos de oro y plata que Nabueodonozor habia traido del templo, Algunos cortesanos espresiron deseos de ver aquellos vasos, y al instante mandé el Rey 4 su tesorero traerlos para el servicio de la mesa. Su vista excité 4 cada uno 4 be- ber en ellos. y hasta las mugeres y concubinas gusta- ron vino en los vasos sagrados, cantando, como en jrvisiéa del Sefior de Israel, himrfos a sus {dolos. En Jo sumo de su profana alegria, viéron de repente una mano que escribia en la superficie de la pared, en frente del gran candelero, unas palabras ininteligi- bles. Esta estraiia apariencia cambid pronto Ja alegria en sobresajto; el alboroto que hacia estremecer el real salon con palmadas y risa, se mudé en quietud y silencio de sepulero; todos miraban y veian nioverse Ja mano del invisible agente, palidos, palpitandoles el corazon, y batiéndoscles las rodillas de temblor. Baltazar, mas asustade que todos, gritaba en alla yoz Yamando 4 los sabios para esplicar aquetla vision; ofreciendo 4 cualquiera que leyese aquellas palabras ¥ declarase su significacion, 1a ilustre distincion de la purpura y el collar de oro. Los sabios miraban, y cada vez mas perplejos enmudecian. La turbacion del Rey se aumentaba, y los cortesanos seguian en Ja mayor consternacion. Informada la Reina de Jo ocurrido, é inquieta por la situacion de su esposo, acudid a tran- quilizar su mente : Manda venir & Daniel, le dijo; en a au 246 LOS PROFETAS. élse halla el espiritu de los santos dioses; tu padre conocié su sabiduria admirable, y por eso le hizo Principe de todos los sabios. Daniel fué introducido y Baltazar le ofrecié la purpura, el collar y el tercer in- gar en su reino, si podia leer y esplicar aquella es- pantosa escritura. El santo Profeta respondié : « Guar- da,o Rey, esos premios para ti, y reserva los dones que me ofreces para otro ; yo te leeré esas palabras, y te mostraré su significacion. O Rey, tu padre Nabu- codonozor fué un Principe grande ¢ ilustre; mas cuan- do su corazon se engrid, y se obstind su 4nimo en la soberbia, fné reducido al estado de una bestia, comid yerba, yelrocio caia sobre su cuerpo, hasta que re- conocio ef poder eterno del ltisimo sobre el reino de los hombres. ¥ ti, o Baltazar, siendo hijo suyo, y sa- Diendo todo esto, no has hunillado tu corazon, y te has alzado contra el Dominador del cielo, trarendo los vasas sagrados de su cultoa tu mesa, para beber en ellos tti, tus vasallos, tus mugeres J tus concubinas: tu las profanado estos sagrados vasos, dandp alaban- zas 4 wnos dioses que no ven ni oyen ni sienten, y no has glorificado al Dios en cuyas manos esta tu vida. Por tanto ha enviado esos dedos para mostrarte escri- tatu condenacion en estas tres palabras : MANE, TE- cEL, Fars. Oye ahora la significacion: Maxe, Dios ha numerado tu reino. y le ha puesto término; TE- cer , has sido pesado en Ja balanza, y has sido hallado falto ; Fangs, tu reino has sido dividido, y se ha dado alos Medos y 4 los Persas. » Baltazar oyé atento la sentencia fatal, y enmudeci6 resignatlo : mandé ves- LOS PROFETAS. 2n7 tir 4 Daniel la purpura, echarle al cuello el collar, y proclamarle el tercer hombre en poder cn todo.:su reino, sin sospechar la proximidad de su castigo. Aguella misma noche fué muerto en su palacio, y Dario, Principe medo, proclamado Rey de Babi~ lonia. Por la muerte de Baltazar quedo estinguida la linea de los Monarcas caldeos, y fué ocupado el trono por ja estirpe de los Medos. Dario, hijo de Asuero, fué el primer Principe de esta dinastia que reind en Babi- lonia, Fste Rey establecié ciento y veinte Satrapas: ‘como Gobernadores de otras tantas provincias de que Se componia su rcino; los cuales habian de recibir las 6rdenes y dar cuenta de sus respectivos gobier- nos 4 tres Principes que habia nombrado el Rey como ministros principales del Estado. Tne de estos tres era Daniel, 4 quien Dario respetaba como 4 un howbre Ileno del espiritu de Dios; y viendo en él cada dia mayores muestras de su sabidurfa é integri- dad , pensaba hacerle su primer ministro , lo que lend de envidia 4 los nobles, no pudiendo sufrir el alto favor y esclusiva confianza que gozaba el hebreo cau- tivo. Estos émulos conspiraron contra Daniel, pero no podian hallar pretesto alguno para indisponerle con el Rey; tanta era su fidelidad y virtud. Ellos ha- bian obscrvado la inviolable adhesion de Daniel 4 los -mrandamientos de la ley de su Dios,.su firme piedad Y constancia en la practica de sus devociones, 6 ima- iginaron con sagacidad un inedio de hacerle quebran- , tar-wn edicto Real en 1a observancia de:su religion. 248 LOS PROFETAS. Estaba establecido en el gobierno de los Medos, que todo decreto firmado con el gran sello del Rey no podia ser alterado por circunstancia alguna, ni traspasado por ninguna persona impunemente. Los émulos de Daniel se valiéron de esta costumbre para sorprender al Rey, y hacer caer al Profeta en el lazo nsidioso, Resuclto el plan se presentaron al Sobe- rano y le dijéron: O Rey Dario, todos los Principes de tu reino, los Sdtrapas, Senadores y Jueces son de parecer, que sc publique un edicto imperial man- dando : que odo aqucl gue presumierc en el término de treinta dias ofrecer alguna oracion, stiplica 6 pe- ticion a Dios 6 4 hombre alguno, excepto el Rey, sea echado 4 los leones, El incauto Dario confirmd, sellé é hizo publicar el decreto. Daniel lo supo despues de © ta publicacion, cuando no podia ya oponerse con sus consejos; pero la fidelidad que profesaba 4 su Dios era tan firme, que ningun decreto humano podia - apartarle del cumplimiento de la ley santa de su Dios. Daniel acos(wnbraba invocar a su Dios tres veces cada dia, abriendo la ventana de su camara que mi- aba 4 Jerusalen, y arrodillado rogaba fervorosa- mente al Seflor Dios de Israel. Los enemigos que le espiaban con la mayor solicitud, le halléron orando como solia antes del decreto, y se presentaron 4 Da- rio diciendo : 0 Rey, Daniel e] Hebreo cautivo de Juda, con menosprecio de tu decreto ora con la ven- . tana abierta tres veces cada dia. El Rey se afligié en - estremo y queria salvar 4 Daniel, pero los nobles le espusiéron I inviolabilidad del decreto segun la ley LOS PROFETAS. 29° del imperio; y no pudiendo resistir la alegada nece- sidad de Ja ejecucion , se hallé forzado 4 firmar la sen-- tencia ; entonces volviéndose A Daniel le dijo: Tu Dios 4 quien tan firmemente adoras , te salvara. Daniel fué levado de la presencia del Rey al lago de los leanes y entregado 4 tas fieras, fué puesta otra vez la losa que cubria la entrada, sellada con el anillo del Rey, y rubricada con los anillos de los Nobles. Dario se retiré 4 su palacio y pasé toda la noche sin comer, sin beber ni dormir: el pesar por la desgra~ cia de su amigo le inquictaba tanto, que salid de su palacio temprano y fué acelerado al lago; se acercé Ja reja y con triste voz dijo : Danicl, siervo del Dios vivienle, ¢ te habra protegido tu Dios? O Rey, res- pondié Daniel, vive para siempre , mi Dios ha enviada su Angel, y lia cerrado la boca de los leones para que no me hicieran dafio, porque en nada he ofendida contra el Sefor mi Dios, ni contra el Sefior mi Rey. Trasportado el Rey de gozo hizo venir 4 los nobles. que habjan rubricado la losa, mando salir 4 Daniel, é- hizo echar en el lago 4 todos aquellos que le habian instado a firmar Ja sentencia contra 61: los cnemigos del Profeta fuéron despedazados por las hambrientas fieras, oyéndose desde afuera el crujido de sus huesos quebrantados. El Rey Dario publicd enténces un de- creto, para que todos los habitantes de su imperio: honrasen y reverenciasen al Dios de Daniel, porque él solo cs el Dios viviente y elerno por los siglos de los siglos , cuyo reino no sera destruido, y su poder durara hasta la eternidad. 250 LOS PROFETAS. Daniel tuvo muchas yisiones en las que el Sefior le revelé varios acontecimientos futuros, como el en-:- grandecimienio y decadencia de los cuatro grandes imperios de la tierra, Asiria, Persia, Grecia y Roma. E} Profeta escrtbio con tanta claridad las circunstan- cias particulares de estas revoluciones, que los mas- incrédulos fildsofos se han hatlado confundidos al ver el exacto cumplimiento de cada una, y no lan podido dejar de confesar, que solo un Dios soberano del universo podia habérselas mostrado. Los Doctores judios de los primeros sigtos de la Era cristiaua, em- peliados en negar la mision divina de Jesucristo, buscaban en la oscuridad de algunas profecias funda- mento para invalidar las otras, La claridad de los va- ticinios de Daniel los sorprendia, y no pudiendo ter- giversar las espresiones terminantes de sus anuncios sobre la venida de) Mesias prometido, negaban que. Daniel habia sido profeta. Evasion futilisima , pues el nombre del profeta no enerva la fuerza de 1a profe- cia: y esta, bajo cl nombre de Daniel, estaba eserita en caldeo y en hebreo, mucho antes de ser tradu- cida al antiguo griego por los setenta intérpretes , Gocientos ochenta y cuatro aiios antes de la yenida de Jesucristo. La profecia mas notable ¥ mas importante de todas las de Daniel es aquella en que especifica y deter- mina el preciso tiempo de la venida del Mesias. En él ano primero del reinado de Dario, Daniel estaba Profundamente considerando los setenta afios, que habia de durar ja cautividad de los Judios segun la LOS PROFETAS. 254 prediccion del Profeta Jeremias. La presencia de los miales que affigian al pueblo de Israel, movié al Profeta 4 implorar la misericordia del Sefior , cuando el Angel Gabriel Megandose 4 é1, le dijo: O Daniel, ahora vengo para instruirte y darte conocimiento ; has de saber que setenta semanas es el plazo seialado 4 tu pucblo , para que fenezca la prevaricacion y sea bor- yada la maldad; para que venga la justicia perdura~ Dle, tenga cumplimiento la profecta, y sea ungide el Santo de los Santos. Sabe pues, y nota alentamente : desde la salida de la orden que sera publicada para Ja reedificacion de Jerusalen hasta Cristo Principe , Serin sesenta y nueve semanas. Y despues de sesenta ¥ bueve semanas, en la mitad de 1a semana siguiente, serd muerto el Cristo, y el pueblo que le negara no Sera llamado suyo en adelante. Y vendra un pueblo €on un caudillo que destruird la ciudad y el Santua- Tio; eesard Ja hostia y el sacrificio; vendra sobre el templo la abominacion de la desolacion, y esta deso- lacion durara hasta la consumacion y el fin. Ahora bien; las circunstancias principales de la vida de nuestro Salvador Jesucristo, su nacimienta de una virgen inmaculada, sus milagtos, su pasion muerte y resurreccion, fuéron claramente reveladas al Profeta Isaias ; de modo que solo restaba que re- velar 4 Daniel el tiempo preciso en que estas pro- mesas debian tener su cuinplimiento. Segan el sistema de alegoria usado én el estilo profético y comun entre los-Judios, las semanas del Profeta incluyen afios en lugar de dias, siete afios cada semana: y siendo ia 252 LOS PROFETAS. prediccion sesenta ynueve semanas y parte indefinida de otra semana siguicnte, se dcbe tomar el nimero entero de setenta semanas : de modo que setenta se- manas de a siete alos cada una hacen cuatrocientos ¥ noyenta afios. La orden 6 permiso para reedificar 4 Jerusafen, fué dada por Artajerjes en el séptimo afio de su reinado, que fué el aiio tres mil quinientos cuarenta ¥ sicte de la creacion del mundo. Aiidase 4 este ntiimero 1os cuatrocientos y noventa aifios de las setenta semanas de Daniel, y las dus sumas compon- dran cuatro mil treinta y siete alos; que segun Ja computacion comunmente recibida, fué el aio en que Jesucristo nuestro Scttor murié en la Cruz por nues~ ira redencion *. Daniel fué Profeta toda su vida, pues desde su in- fancia fué inspirado por el espiritu del Sefior : él tuyo muchas persecuciones , pero su santidad le hizo muy respetable en el palacio de los mayores Reyes de la * PROFECIA DE LAS SETEXTA SEMANAS. Ajio de !a creacion del mundo cuando Artajerjes did la érden para reedificar el templo de Jerasalen. . . , 3547 LXX semanas de siele ahoscada una,» 2 2 we) 4go Atio del mundo cuando Jesucristomnrié, 2. 6 6. hod7 Otro Computo. Desde el aio en que Artajerjes dio fa orden pata reedifi- carel templo hasta e) nacimiento de Jesucristo. . . 457 Edad de Jesucristo cuando muri, « - 6. 1 e853 LXX semanas de siete aiios cada una, . . « . ss Ago LOS PROFETAS. 253% tierra. Favorecido por Nabucodonozor, honrado por’ Baltazar, amado de Dario, y respetado por Ciro, mu- Tid dJos noventa y un afios de su edad en el palacio- de la ciudad de Susan : quinientos y quince aiios dntes. del nacimiento de Jesucristo. PROFETAS MENORES. OSEAS. Oseas hijo de Beeri nacid en la ciudad de Betsames- de la tribu de Isacar, y principié 4 profetizar en los dias de Ozias , Joatan, Acaz y Ezequias Reyes de Juda ; y en Jos dias de Jeroboan segundo, hijo de Joas Rey de Israel, mas de ochocientos aios antes de Jesucris- to, El Profeta Oseas movido por el espiritu de Dios’ reprendid fuertemente los atroces pecados de Israel’, anunciindoles positivamente la cautividad de las diez tribus, y manifestando los terribles eastigos que les estaban preparados: con esta ocasion , exhortaba vi- yamente el Profeta 4 los de Juda que no los imitasen : mas estos, sordes 4 las amonestaciones divinas, si- guiéron los mismos caminos de la idolatria, por Io que Oseas en nombre del Seftor Jes anuncid espresa- Mnente su ruina. Este santo Profeta murid @ los noven- ta aos de su edad. JOEL. La Santa Escritura dice que Joel era hijo de Fa- tuel, pero no especifica en que reinado profetizd : mas _ai* 254 LOS PROFETAS. por el tenor de sus profecias parece que fuéron eseri- tas en el reinado de Manases Rey de Juda, despues de la cautividad de las diez tribus. Joel exhorté al pueblo con mucha espresion al arrepentimiento y pe~- Ditencia, prometiendo el perdon a todos los que escu- charan la voz del Sefor ; anunciandoles que si seguian obdurecidos, cacrian sobre ellos males terribles, par- ticularmente en el juicio final, que el santo Profeta les decia habian de sufrir todos los hombres cuando comparecieren en cl yalle de Josafat. AMOS. E] Profeta Amos era pastor ex la comarca de Te- cua, y comenzd 4 profetizar en el reinado de Ozias Rey de Juda, y en él de Jeroboan segundo , Rey de Israel , dos afios antes del gran terremoto que se sin- 16 cn toda la Judea. Amos pronuncid los juicios de Dios contra el pueblo prevaricador , si no se arrepen- tianen tiempo para obtener la misericordia del Senor. Al mismo tiempo consolaba 4 los buenos con la espe~ ranza de la yenida del Mesias, que debia traerles su libertad y salvacion. Amasias. sacerdote de Betel , le acusd de sedicioso ante el Rey Jeroboan; y despues, Ozias Rey de Juda se ofendié contra él, por haberle Teprendido cuando quiso arrogarse el derecho pontifi- cal, y fué muerte per érden suya ochocientos afios antes de Jesucristo. LOS PROFETAS. 255 ABDIAS. Nada se sabe sobre la patria, padres ni tiempo en que escribio este Profeta; se conjetura que este es aquel misma Abdias que se menciona en los hechos del Profeta Elias, cl que libré de la furia de Acab y de Jezabel 4 cien Profetas del Seiior, ocultandolos en una cueva ¥ alimentandolos 4 escondidas del Rey su Amo. .Abdias vaticind la ruina de los Idumeos por su orgullo contra los hijos de Israel, y por la alegria que mostraban al ver los males con que el Senor cas- tigaba 4 su pueblo. Este Profeta predijo tambien el restablecimiento de] reino del Mesias. . JONAS. Jonas hijo de Amati de la tribu de Zabulon vivid en el tiempo de Jeroboan segundo, Rey de Israel, y prin- eipid 4 profetizar desde muy joven, anunciando la conquista, que Jeroboan hizo despues, de la tierra de Israel usurpada por los Siros. Irritado el Setior por fas prevaricaciones de la famosa Ninive, mando 4 Jonas que fuese alld, para predicar y amenazar 4 los trans- gresores con el castigo que les estaba preparado si no se enmendaban. Este humilde Profeta que no estaba dotado del esforzado corage del zelozo Elias, consi~ derd Ia comision muy peligrosa, y queriendo evitar una segunda érden, huyé cobardemente para eludir Ta primera, resuelto 4 embarcarse en Ja primera nave. 256 LOS PROFETAS. que sc hiciese 4 la vela. A su legada al puerto de Jop- pe, hallo que estaba para partir un navio destinado a Tarsis; y como Jonas no tenia otro objeto en su viage que cl de huir de Israel, pago el flete que le pi- Giéron, y 4 pocas horas se vid en alta Mar muy con- tento, por haberse librado ya de la peligrosa empre- sa de reprender los fieros Ninivitas. Mas jqué va- nos son los proyectos y efugios de los hombres cuan~ do se oponen los designios de Dios! Una gran tor- menta se levanté , que 4 cada momento ponia al bar- co en peligro de naufragar; en Vano clamaban 4 sus dioses los marineros , en vano echdron al mar la car- ga para aligerar el barco, el peligro crecia cada vez mas. Jonas casi wuerto de miedo , se habia hajado & la bodega y acostado; los marineros en su afliccion, creyéron que el naufragio seria castigo divino por los pecados de algune de la tripulacion. Echaron suertes para conocer el objeto de la célera de Dios, y 1a suer- te cayé sobre el pasagero Jonas. Aunque el Profeta habia desobedecido al Seior, era justo y virtuoso; y viendo ahora en su conciencia descubierto su delito, subiéd 4 la cubierta y confesé abiertamente a todos quicn era, y que iba huyendo de su Dios. Eaténces _nianifesté que estaba pronto 4 ofrecer su vida por la salvacion de los demas, ¥ les aseguré, que no podrian escaparse de naufragio si no-le arrojaban al mar, sd- " biendo ciertamente que él solo era la causa de aque- lia tormenta. Los marineros queddron admirados al oir la sinceridad de Jonas, no ménos que de su reso- lucion; y apreciando tantas virtudes en aquel hombre LOS PROFETAS. 257 desconocido quisiéron salvar su vida, haciendo sus ultimos esfuerzos para ganar la orilla y echarle en tierra. No siendo esta 1a voluntad de Dios, no pudié- ron conseguir su piacoso intento, y venciendo la se- guridad de todos 4 la preservacion de uno, agarraron 4 Jonas y le botaron al mar, cesando al instante el” furor de [as olas. El Seiior habia elegido 4 Jonas para su mision 4 Ninive, y aunque desobediente, habia dado en su mis- ma huida pruebas de su arrepentimicnta y generosi- dad. Un cetacco enorme estaba preparado para salvar la vida del Profeta, y conducirle seguro en la cavidad de su vientre al puerto de su destino. Jonas no solo iba seguro y sin molestia, mas conservaba el uso de sus sentidos y potencias, haciendo oracion 4 su, Dios y cantando hinmos en accion de gracias : y despues de un pasage de tres dias y tres noches, la ballena por impulso del Seiior se legé a la orilla y vomité 4 Jonas en tierra. El Sefior mand6é 4 Jonas que se Jevan- tara y fuera 4 Ninive para predicar las palabras que alli le inspirase : y como el Profeta habia ya aprendi- do A someterse 41a voluntad divina, se puso en ca- mino sin réplica ni disgusto. Ninive cra Ja capital de todo el imperio de Asiria, - ciudad muy poblada y opulenta : y Jonas tenia que hacer tres dias de camino pora llegar 4 ella. Luego que entré en la ciudad, declaro & los habitantes el juicio de Dios diciendo : pasados cuarenta dias Ninive sera destruida. Consternados los Ninivitas con estater- rible amenaza del Sefior, veian que la enormidad de 258 LOS PROFETAS. sus crimenes habia provocado la justicia divina, y asf creyéron al Profeta, temiéron la célera de Dios y se arrepintiéron. Jonas se presentd al Rey para anunciarle Jas palabras del Sefior, y este humilde Monarca se le- yant6 de su solia, se despojé de su purpura, se vistio de penitencia, y se senté sobre ceniza. Un edicto sobe~ yano solemnemente publicado mandaba que ni los hombres ni las bestias comieran ni bebieran, obser- yando todos un ayuno riguroso ; que Jos habilantes se Separasen de sus vicios é iniquidades ; y que vestidos desacohiciesen penitencia, y rogaseh a) Dios de Jonas paraaplacarsucélera. ; Qué contraste presenta la con- ducta de Ninive con la de Israel y Juda! los Ninivitas eran una nacion iddlatra, y Jonas el primer Profeta que les mandaba el Selor para reprender sus pecados: sin embargo, el Rey, los Grandes y todos los habi- tantes oyen al enviade del Dios de Israel, temen su juslicia y se enwiendan. Los Israclitas, al contrario , Son la nacion escogida, y fayorecides con prodigios asombrosos; tienen escrita su santaley, y profetas con virtud de hacer grandes milagros en prueba de su mi- sion; esto no obstante, los Reyes y el pueblo se obs- tinan en sus abominaciones, matan 4 los profetas y provocan la justicia del Sefior, hasta traersobre st una total ruina. Dios no queria la destruccion de los pe~ Cadores sino quese convirtieran y vivieran; y viendo la huuuillacion y sincero arrepentimiento de los Ninivi~ tas, suspendié lasentencia que por su mandado habia. Propunciado Jonas, y reservé 4 Ninive para castigat.. LOS PROFETAS. 259 los: inveterados crimenes de los endurecidos Israe~ litas, Aunque Jonas era testigo del arrepentimiento y pe- nitencia del pueblo, y que debia.esperar la revocacion def decreto esterminador, el temor de pasar por falso Profeta, si no tenia cumplimiento su vaticinio, le. afli- gié tanto, que rogé a Dios le quitara la vida, y quiso ahora justificar su primera desobediencia, su huida 4 Joppe y Tarsis, Desconsolado con tan injusta aflic- Cion, salié de la ciudad y 4 corta distancia se pard; hizo una enramada para protegerse de los.rayos del sol, y se senté 4 la sombra resuelto 4 pasar alli el término de los cuarenta dias. E] Seior que conocia Ia rectitud del corazon de su Profeta, le perdond esta debilidad; y para convencerle de su sinrazon con un argumento sencillo y natural, crié una yedra que es- tendiendo sus verdes hiojas sobre la enramada, le ha- cia.una sombra deliciosa. Jonas desperté en la mafia- na siguiente, y quedd muy contento con el fresco agradable de la sombra durante aquel dia; pero su contento le duré poco, pues al rayar cl alba el si- guiente dia un gusano corto la raiz de la yedra y se secé al punto. El sol se levanté con mas ardor de lo usual, sobrevino un viento abrasador, y privado el Profeta de.la verde sombra, caian los rayos del sol sobre su cabeza, causandole tanta sofocacion que es- clamé impaciente : Mejor es morir que vivir. Enton- ces.le dijo el.Seilor: ¢ crees, Jonas, que tiencs tu ra- zon: para enojarte con ia yedra? el. Profeta, que Solo atendia 4 la incomodidad que esperimentaba, 260 . LOS PROFETAS. pensd que tenia razon hasta para desear a mucrte. Jonas, le dijo el Seior. tu te afliges mucho por la pérdida de la yedra que ni plantaste ni regaste ¢ por- qué, pues, no sentiria yo la destruccion de toda una cjudad tan poblada como Ninive? Mas de ciento y veinte mil hombres que la habitan, sin saber distin- guir lo bueno de lo malo, y que arrepentidos me im- Ploran ¢ no mereceran el perdon? 6 seré yo insen- sible 4 sus lagrimas? Convencido el Profeta con tan poderoso argumento. conocié su error y admiré la bondad infinita del Sefor. MIQUEAS. Miqueas de Morasti de la tribu de Juda profetizd en los reinados de Joatan, de Acaz y Ezequias, El asunto de las revelaciones de Miqueas es semejante en todo al de las profecias de Isaias; deseribir el jui- cio que haria Dias de su pueblo, haciendo venir con- tra él 4 los Asirios, por los cuales las diez tribus de Isracl seria disipadas. ¥ el territorio de Juda asolado con las irrupciones de enemigos que Megarian hasta Jerusalen. Miqueas reprende 4 los principes, jueces y-magistrados, echandoles en cara sus abominaciones y su obstinacion, las que serian causa de Ja ruina de todo Juda, si no se volvian a Dios con arre- Pentimiento verdadere. Al mismo tiempo cousuela at resto del pueblo que se mantenian fieles al Sefior, anunciando la venida del Mesias, 1a vocacion de los Gentiles , la gloria y felicidad de la Iglesia. Miqueas es- LOS PROFETAS. 261 presa cl nacimiento de Jesucristo en Belen tan clara- mente, que mas parece la relacion de una cosa pasa- da, que un acontecimiento que habia de suceder des- pues de siete siglos. Este Profeta fué contempordnco de Isaias , y parece que el Sejior Ie hizo sucompaiiero, pues Jas dos profecias son conformes en todo; que- dando la doctrina por este medio mejor autorizada, y los obstinados sin escusa alguna en su perdicion. NAUTN, Este Profeta era de ja tribu de Simeon, y anuncid la palabra del Sefor entre la cautividad de Asiria y la de Babilonia. Todo el asunto de esta profecia es una prediccion de la ruina total del reino de los Asirios, describiendo particularmente las justas causas de los Juicios de Dios contra esta nacion, y los efectos de la divina venganza. Este fué el ultimo decreto dado por el Sefor contra Ninive , habiendo sido suspendida - por un tiempo la primera sentencia proferida por Jo- nas, a causa de la sincera penitencia de los habitantes que vivian en aquel ticupo. Naun vivid en el reinado de Ezequias, mas de setecientos anos antes de la ve- nida de Jesucristo. HABACUC, El fin de la profecia de Habacuc era mostrar la jus» ticia de Dios en el gobierno del mundo, y particular- mente con respecto a su Iglesia. A este efecto declara 262 LOS PROFETLAS. el Profeta, por una parte, cuales eran los pecados del pueblo de Juda, que tanto habian provocado la célera del Seiior; y por otra enseha, que aunque el Sefor se sirve de las naciones mas inicuas y profanas para casti- gar las injusticias de su pueblo, no se debe concluir que Dios abandona el gobierno del mundo ni de su Iglesia, pues esto se dirige 4 mostrar los acimirables efectos de su Providencia secreta en el castigo de la iniquidad. El Profeta nos ensefia tambien el verda- dero medio de consolarnos en las adversidades, revis- Uendo nuestras almas de paciencia, y poniendo toda la confianza de nuestra salyacion en un solo Dios, fn- Vocaindole y engrandeciendo las maravillas del Seiior, como hace Habacuc en un hermoso cantico que le ins- Piro el Espiritu Santo. El Profeta mismo vi6, muchos aios.despues, el cumplimiento de su profecia sobre Jaruina del imperio de los Caldeos. SOFONXIAS. Este Profetaera hijo de Cusi de la tribu de Simeon, J profetizd en el rcinado de Josias Rey de Juda, mas de seiscientos aiios antes (le Jesucristo. El fin de la. profecfa de Sofonias era reprender a los hijos de Juda, y anunciarles Ja proxima desolacion de Jerusa- len por los Babilonios en castigo desu idolatria y enor- mes pecados. EF] Profeta los exhorta 4 oracion ¥ peni- tencia, y les promete la gracia del Senor : asimismo Profetizé el restablecimiento de la Iglesia 4 la venida del Mesias. LOS PROFETAS., 263:. AGGEO, Aggeo nacié en Babilonia durante la cautividad, y profetizd en Jerusalen cuando volvio 4 Juda con el Principe Zorobabel, Esta profecia parece una conti nuacion de la historia de Esdras, por su coustante exhortacion a los Judfos afin de acabar la reedifica- cion del temple, empezado desde el tiempo de Ciro, EL Seiior alentaba & los Judios, por la boca de Aggeo, con la promesa de que el Mesias habia de entrar en aquel templo que estaban edificando, y cuya manifes- tacion en la carne anuncid espresamente, con la pre- dicacion del Evangelio por toda el mundo. Les cas- tigos del Seijor precediéron d 1a construccion del tem- plo y 41a construccion del templo habian de seguir sus bendiciones. Aggeo profetizd quinientos y veinte alios antes del nacimiento de Jesueristo. ZACARIAS, Zacarias fué contemporineo de Aggeo, y la union de estos dos Profetas fué muy conveniente, para wan- tener viyo el espiritu de los Judios en la reedificacion del templo, y restablecimiento del culto de Dios. Za- carias representé varias veces al pueblo las iniqui- dades de sus padres, y el gran castigo que recibiéron por haber despreciado 4 sus Profetas, 4 fin de que no los imitaran. El Sefior favorecio 4 Zacarias con mu- chas excelentes visioues, que le mostraron claramente 264 LOS PROFETAS. el estado floreciente en que se habia de hailar la Igle~ sia bajo el gobierno del Mesias. EF] Profeta Zacarias yalicina con {anta claridad la venida de Jesucristo hecho hombre , que parece habia visto con sus ojos corporales al Salvador del mundo conversando con sus discipulos, y haciendo su entrada triunfante en Jerusalen montado sobre el pollino. Zacarias escribié esta profecia tan termimante quinientos aiios antes de su cumplimiento. MALAQULAS. Este Profeta recibié 1a revelacion dct Seior despues de la recdificacion del templo, trecientos noveuta y slete aiios dntes del nacimiento de Jesucristo. El ob- jeto principal de la mision de Malaquias fué repren- der 4 los Judios por sn ingratitud al Sefior, y cen- surar los grandes desdrdenes que les sacerdotes ha- ian introducido en la Iglesia, Estos miraban con una indiferencia escandalosa el servicio del templo, con pretesto de que el culto no se habiaestablecido con la maguificencia que ellos habian deseado ; y al mismo. tiempo se habian olvidado enteramente de socorrer 4 los pobres, contra lo establecido en la alianza que el Seior habia hecho con la tribu sacerdotal de Levi. Por estas omisiones y otras malas costumbres introdu- cidas entre ellos, los exhorta el Profeta 4 convertirse al Seiior, y aguardar al Mesias que habia de venir pronto 4 manifestarse al mundo, para poner fin al ministerio levitico, y establecer por todo el mundo el puro ser- LOS PROFETAS. — 265 . icio de Dios, Malaquias fué el tiltimo de los profetas, y anuncié con admirable claridad la venida de Jesu- cristo, la de su Precursor Juan el Bautista, la vocacion de los Gentiles, y el juicio final, cuando el Scitor pre- miara a los buenos y castigara los malos. CONCLLSION & LOS PROFFTAS. En varias partes de este compendio quedan men- cionadas Ja profecias mas esplicitas sobre la venida de un Mesias. Todas estas profecias se han cumplido en Jesus Nazareno, hijo de Maria Virgen, con tanta exactitud y precision que no podra negar el mas in- crédulo ser este Jesus el verdadero Mesias , cl ver- dadero Gristo, el prometido Salvador del género hu- mano, Desde el principio del mundo fué anunciado al primer hombre Adan, que de una muger habia de nacer un Salvador para quebrantar la cabeza de la serpiente tentadora, y librar al género humano del pecado que habia contraido en la prevaricacion del padre universal de todos los hombres. Despues fué anunciado por varios Profetas , que este Salvador ha- pia de descender de Abrahan, Isaac, Jacob, Juda y David. Fué anunciado el tiempo en que habia de na- cer;la paz universal que habia de reinar en el mundo s que Belen habia de ser el lugar de su nacimiento ; que habia de nacer de una Virgen pura; que le habia de preceder un Precursor; que habia de predicar 4 los hombres; y casi todas Jas circunstancias de su vida , pasion y muerte fuéron anunciadas por el Profeta Isaias. 266 JOB. Por timo, la admirable prediccion de Daniel sefia- Jando el'tiempo preciso ai cumplimiento de las setenta semanas de aios habiéndose verificado, el Santo de Jos Santos fué ungide, el Cristo nacid, padecid y fué muerto, la ciudad fué aselada, el templo destruido, los sacrificias fuéron abrogados , las ceremonias de la antigua Ley cestron, el pecado fatal fué borrado, el hombre reconciliado 4 su Dios, la puerta de 1a gloria abierta, y todas las promesas de la redencion fuéron cuniplidas , como se vera en Ja segunda parte de este conipendio, ° CAPITULO CUARTO. EL JUSTO JOB. JOB. La Santa Escritura nos presenta un ejemplo admi- rable de integridad y resignacion 4 1a voluntad de Dios en la Distoria del paciente Job. para ensefarnos 4 poner toda nuestra confianza cn e) Sefior, en Ia vi- - cisilud de Ja vida humana y cosas de este mundo. No se sabe el tiempo preciso en que vivia Fob ni quien escribid su libro; pero como se supone haber existide este personage antes que Moises recibiera la ley del Sefior, se debe concluir que cra nieto de Esau, y que Vivia durante la esclavitud de tos descendientes de Jacob en Egipto. Job moraba en la provincia de Hus , Situada entre la tierra de Canaan y el reino de Jos Cal- JOB. 267 deos; estaba dotado de wna sencillez y rectitud de co- razon admirable , era temeroso de Dios y enemigo de todo lo malo. Este hombre era muy rico en su pais, pues solo en ganado tenia sicte mil ovejas, tres wil camellos, mil bueyes, y quinientos asnos : animales todos de mucha utilidad y valor en aquellas regiones, ¥ en unos tienipos en que el lujo preseutaba pocos objetos mas al deseo. Siete hijos y tres hijas aumenta~ Dan su felicidad, y Job no tenia mayor contento que el de instruir 4 su familia cn las obligaciones que de- bian a Dios. y exhortarlos 4 Ja caridad y union entre ellos, ofreciendo diariamente holocaustos al Seior por Jasantidad y prosperidad de cada uno desu casa. Una virtud tan excelsa Ulend de zelos al encmigo comun de Jos hombres, y queriendo privarle de la felicidad que gozaba, pidid al Altisimo permiso para tentarle , ani- mado con la esperanza de reducir al justo varon 4 des- esperacion. El Sefor que conocia la sincera virtud de su siervo, que le amaba y le (emia , que vivia separa- do de toto mal, y que no habia hombre semejante 4 él en ja tierra, permitié al espiritu tentador afligir 4 Jol, pero con espresa prohibicion de tocarle 4 su persona. El envidioso Satanas apelé 4 toda su malicia para salir con su intento, y preparé cuatro mensajeros para que sucesivamente le anunciasen la pérdida de todo cuanto poseia. Complacido Job en su feliz esta- do, consideraba las riquezas con que el Seftor le fla bia favorecido , y se alegraba con saber que todos sus hijos estaban en casa del primogénito , comiento y 266 JOB. Por timo, la admirable prediccion de Daniel sefia- Jando el'tiempo preciso ai cumplimiento de las setenta semanas de aios habiéndose verificado, el Santo de Jos Santos fué ungide, el Cristo nacid, padecid y fué muerto, la ciudad fué aselada, el templo destruido, los sacrificias fuéron abrogados , las ceremonias de la antigua Ley cestron, el pecado fatal fué borrado, el hombre reconciliado 4 su Dios, la puerta de 1a gloria abierta, y todas las promesas de la redencion fuéron cuniplidas , como se vera en Ja segunda parte de este conipendio, ° CAPITULO CUARTO. EL JUSTO JOB. JOB. La Santa Escritura nos presenta un ejemplo admi- rable de integridad y resignacion 4 1a voluntad de Dios en la Distoria del paciente Job. para ensefarnos 4 poner toda nuestra confianza cn e) Sefior, en Ia vi- - cisilud de Ja vida humana y cosas de este mundo. No se sabe el tiempo preciso en que vivia Fob ni quien escribid su libro; pero como se supone haber existide este personage antes que Moises recibiera la ley del Sefior, se debe concluir que cra nieto de Esau, y que Vivia durante la esclavitud de tos descendientes de Jacob en Egipto. Job moraba en la provincia de Hus , Situada entre la tierra de Canaan y el reino de Jos Cal- JOB. 267 deos: estaba dotado de wna sencillez y rectitud de co- razon admirable , era temeroso de Dios y enemigo de todo lo malo. Este hombre era muy rico en su pais , pues solo cn ganado tenia sicte mil ovejas, tres wil camellos, mil bueyes, y quinientos asnos : animales todos de mucha utilidad y valor en aquellas regiones, y en unos tiempos en que el lujo preseutaba pocos objetos mas al deseo. Siete hijos y tres hijas aumenta~ Dan su felicidad, y Job no tenia mayor contento que el de instruir 4 su familia cn las obligaciones que de- Dian a Dios, y exhortarlos 4 1a caridad y union entre ellos. ofreciendo diariamente holocaustos al Seiior por lasantidad y prosperidad de cada uno desu casa. Una virtud tan excelsa lend de zelos al encmigo comun de Jos hombres, y queriendo privarle de ta felicidad que gozaba, pidié al Altisimo permiso para tentarle , ani- mado con la esperanza de reducir al justo varon 4 des+ esperacion. El Sehor que conocia la sincera virtud de su siervo, que le amaba y le temia , que vivia separa- do de toto mal, y que no habia hombre semejante a él en Ja tierra, permitié al espiritu tentador afligir 4 Job, pero con espresa prohibicion de tocarle 4 su persona. El envidioso Satanas apelé 4 toda su malicia para salir con su intento, y preparé cuatro mensajeros para que sucesivamente le anunciasen la pérdida de todo cuanto poseia. Complacido Job en su feliz esta- do, consideraba las riquezas con que el Seftor le Ha bia favorecido , y se alegraba con saber que todos sus hijos estaban en casa del primogénito , comientto y - 268 JOB. divirtiéndose en union fraternal , amor € inocente re- " gocijo, cuando Negé un mensajero muy asustado , y le dijo : Sefor, los bueyes estaban arando y ta burra- da paciendo alli junto ; los Sabeos acometiéron a este tiempo, matéron los peones y se llevaron todo; yo Solo escapé para comunicarte la desgracia. Apénas habia hablado este, cuando llegd otro infausto men- sagero diciendo : Sevor, fuego de Dios cayé del cielo, abras6 4 tus pastores y consumié a las oejas; yo so- Jo escapé para comunicarte esta desgracia. Aun no habia oido Job la pérdida de su rebaio, cuando acer- candose otro mozo nny fatigado , le dijo : Senor, tres cuadrillas de Caldeos se echaron de improviso sobre los camellos, mataron 4 tus siervos y se llevaron todo ; yo solo me escapé para comunicarte esta clesgracia. Aeste mismo tiempo entré un criado Norando, y le dijo : Seior, un huracan deshecho estremecio la casa * en que estaban tus hijos ¥ tus hijas, ¥ desplomandose en wmomento, los ha sepultado a todos bajo susrui- nas; yo estaba fuera por casualidad y vengo 4 comu-" nicarte esta desgracia. ¥) virtuoso Job, no aguardan- do ya mas desgracias, se postré en tierra, adoré d su Dios y dijo : Desnudo sali del vientre de mi madre, y desnudo volveré 4 la sepultura; el Sefior lo did, el Sefior lo quité ; hagase en todo su divina voluntad; bendito sea cl nombre del Sefior. Satanas qued6 confundido al ver, que en lugar de desesperar 4 Job, habia confirmado mas su admira- ble paciencia; y alucinado en suira, imaginé que se- Tia insensible 4 todo ménos en su persona: en esta JOB. 269 persuasion pidié de nuevo licencia al Scitor para afli- girle en su cuerpo, y Dios se la concedio , con tal que no peligrase su vida. Cou este permiso, Satanas te hi- rid el cutis y produjo una ulcera viva , que se estendia desde la planta del pie hasta lo alto de Ia cabeza; mas el paciente Jo}, siamurmurar, se retiré 4 un muladar, y sentado alli bendecia al Selor, y con un tiesto se raia el humor acre , que le corroia las carnes. Aqui se veia el justo varon, perdida su hacienda, privado de sus hijos , y cubierto de Wagas; nada habia dejado Sa- tanas al afligido Job, sino la muger, y esta fué para su mayor tormento. El enemigo ie habia tentado con la destruccion de todo lo que poseia y de todo lo que mas ama}a, pero no je habia tocado a su caracter ni su virtud ; esta especie de provocacion estaba reser- vada para su muger : esta visité al afligido ma- rido en e] muladar para tratarle de estupido y de ne- cios la virtud de suadmirable resignacion es insultada por la muger con un sarcasmo impio: « Bendice a Dios, dice al abatido esposo con una irouia blasfema, bendice 4 Dies, y muérete. » El santo Job sufrié con paciencia aquel tiro de la lengua mordaz desu mager, y solo le respondid : Ta hablas como quien eres : ¢ si de ja mano de Dios hemos recibido los bienes , por- qué no recibirémos los males? En seguida viniéron Elifaz, Baldad y Sofar, tres amigos de Job para consolarle : esta seria la buena intencion de su visita, pero en realidad no fué sino para ejercitar mas su paciencia; primero con un si- lencio enfadoso, y despues con la indiscrecion de sus BK 12 270 JOB. reflexiones, Abandonado a Ja amargura de su situa- cion, esclamé : Perezca el dia en que nact, y la noche en que fui concebido ; ¢porqué no mori en el vientre de mi madre, 6 luego que vi la luz no pereci? pues durmiendo ahora estaria en silencio, y en mi suefio reposaria. Job en todo esto no ofendia 4 Dios con sus labios; estas quejas mostraban solo, que no era insensible , que su corazon no era de marmol , Di sus carnes de bronce; chamaha, es verdad, pero no hablaba cosas necias contra el Senor. Elifaz, uno de los tres amigos presentes , tomd las quejas de Job como hijas de la impaciencia, y quiso persuadir al justo yaron, que Dies fe castigaba por sus pecados. (En dénde esta tu temor. decia 4 Job, endonde esta tu fortaleza, tu paciencia y la perfeccion de tus caminos? recapacita, te ruego. ¢qué inocente perecid jamas? 6 cuando fucron destruidos los justos 2 Diena enturace es el hombre 4 quien Dios corrige. ne desprecies pues la correccion del Setor. Tal era el consuelo que este impertinente hablador daha al afli- gido amigo : insultarle en su sufrimiento, y ponerle en la necesidad de tener que defenderse contra sus misidiosas razones ; pero fa yirlud de Job era magna~ nima , y cierlo en su jnocencia, respondié : Ojala se Pesasen en ava hialanza mis pecados, por los que ha caido sobre mi la ira de Dios en esa calamidad que padezco, ¥ entonees se yeria que esta es mas pesadas por Jo que wis palabras estan lenas de dolor , sin- tiendo que la incignacion del Seftor apura mi espirita, Las cosas que antes no queria tocar son ahora mi ali- JOB. 274 menio; yO por mi no puedo valerme; mis deudos se han retirado de mi; y vosotros que ahora me mirais , teneis asco de mis Hlagas. ¢Porqué habeis interpretado mal mis quejas, siendo asi que ninguno de vosotros puede reprenderme? y solo componeis discursos para censurarme ? Examinad imparcialmente , comparad mis palabras con mi situacion, ¥ no hallaréis iniqui- dad en mi lengua, ni os parecera necedades lo que sale de mi boca. Job miré enténces al cielo , ¥ escla~ mo ; ¢Qué cosa es cl hombre, Sefior, para que tule — engrandezcas? 6 porqué pones sobre él tu corazon? Le visitas de madrugada y de repente le pruebas : ¢ hasta cuando no me perdonas ui me dejas tragar saliva? Pequé, ¢ qué haré contigo, o Guardador de los hom- bres? porqué te has declarado contra mi, y me has hecho insufrible 4 mi mismo$ porqué no quitas mi pecado, y porqué no retiras mi iniquidad? he aqui que yo voy ahora 4 dormir en el potvo, y si me bus- caresmaiiana, no subsistiré, : Movido Job despues por las razones de Sofar. en- tra 4 discutir el delicado punto de la prosperidad aparente de los impios. y dice: Aun yo mismo, cuan- do lo recapacito, me asombro y se estremece mi carne : ¢A qué fin pues viven los impios, sort ensal- zados, y abundan en riqnezas> sus hijos se conservar y multiplican 4 su vista; sus casas estan sin temor y en paz; su hacienda crece, y su corazon se alegra con la armonia de la musica. Mas ellos pasan sus dias en bienes, ¥ en un momento descienden a los inflernos : porque para el dia de la perdicion esta re- 272 JOB. servado el malo, y sera conducido al dia del furor. Si el impio ve mulltiplicar 4 sus hijos, estos, por la culpa del padre, seran entregados a la espada, y sus nietos pereceran de hambre; los que quedareu de él seran enterrados en su ruina, y sus yiudas no llora- ran; si amontona oro, plata y vestides, no los dis- frntara ; el justo se vestira de ellos, y el inocente re- partira la plata. Baldad acus6 tambien al abatido Job de impacien- te, y queria convencerle, que la miseria en que se hallaba era castigo de sus pecados. Job les reconviene su indiscrecion en repetir tantas impertinencias ¥ dis- cursos frivolos , hacitndose consoladores muy gravo- sos. ¢ Hasta cuando, les dice, angustiaréis mi alma, y me moleréis con vuestras acusaciones? diez veces me habeis querido confundir, y no os avergonzais de oprimirme. Sea enhorabuena que yo haya errado, mi yerro quedara conmigo; mas vosotros os levantais conlra mi. y me dais en cara con mis oprobios. En- tended siquiera por esta vez, que Dios me ha casti- gado con demasiado rigor. Yo, agucl opulento en otro tiempo, de repente he sido desmenuzado; he su- frido sin haber ofendido con mis manos, y cuando los ruegos que ofrecia 4 mi Dios eran puros. ;0 si yo pu- diera llegar hasta su trono, esponer ante él mi causa y presentar mi queja! mas é] sabe mis caminos, y me ha acrisolado como el oro que pasa por el fuego. Mis pies siguiéron siempre sus pisadas , yo guardé sus ca~ minos y no me desvié de él; libraba al pobre que gritaba, y al huérfano que no tenia quien le ayudases JOB. 273 la bendicion del que iba 4 morir venia sobre mi, y consolaba el corazon de la viuda en su afliccion : ojo fui para el ciego, y pie para el cojo; padre era de los pobres, y me informaba con Ja mayor diligencia de la causa que no entendia. Péseme Dios en balanza justa, ¥ conozca mi senci- lez, 6 castigue mi iniquidad. Si anduve en vanidad, si mi pie buscaba engajios, si mis pasos se desviaron del camino, si mi corazon siguié 4 mis ojos. y si man- ché mis manos en injusticia, perezca mi linage sobre la tierra. Si mi corazon fué seducido 4 causa de mu- ger, 6 puse acechanzas al honor de mi amigo, castigue Dios en mi este crimen enorme y esta grande iniqui- dad. Si desdeié escuchar la justicia de mi siervo 6 de mii sierva cuando se quejaban de mi, juizgueme el Se- fior con rigor. Si negué 4los pobres Ja limosna que me pedian, Ohice esperar 4 la yiuda en sn afliccion 5 si comi solo mi bocado y no comié el huérfano de él; si desprecié al que iba 4 perecer porque no tenia que vestirse; si el pobre qae estaba sin cubierta no sé abrigd con los vellones de mis ovejas, 6 si alzé mi mano contra el huérfano, descoytintense mis hombros y caigan al suelo, Si puse mi alegrfa en mis riquezas 6 mi confianza en cl oro; si me holgué de la ruina de aquel que me aborrecia, y me regocijé del mal que le vino; si encubri mi pecado, ¥ oculté en el seno mi ini- quidad, jtizgueme entdnces el Omnipotente con toda severidad. Mas ¢ qué haré ahora? Si hablare, no reposara mi dolor ; y si callare , no se apartard de mi, El furor de 27k JOB. Dios se ba encendido contra mf. ¥ me ha tratado co~ mo 4 enémigo suyo. Me ha despojado de mi gloria, y me ha quitado la corona de mi cabeza: me destruyé por todos lados, y perezco como un Arbol desarrai- gado; los salteadores viniéron mancomunados, y nie robaron mi hacienda ; los vientos se conjuraron, y me privaron de mis hijos; mi muger tuvo asco de mi, y¥ me ha dejado; mis hermanos se han alejado de mf, y mis conocidos como estraiios se han. apartado; mis parientes me han abaudonado, y se han olvidado de nif les que me conocian ; mis siervos y mis siervas me han tratado como 4 estrano., ¥ soy como forastero en mi propia casa; amo 4 mis criados y no me res- ponden; me han desaniparado los que en otro tiem- po eran mis consejeros; ¥ aquel 4 quien mas amaba me ha vuelto sus espaldas; aun los insensatos me des- precian , y se apartan hablando mal de mi; mi rostro se ha hinchado ‘con et Hanto, y las pupilas de mis ojos se han oscurccido; consumidas mis carnes, se han pegado mis huesos 4 Ia piel, y solo me han quedado los labios al rededor de mis dientes; e! dolor me ha oprimido, y todos mis miembros han sido reducidos . 4 nada. Todo esto he sufrido sin maldad de mis ma- nos, cuando ofrecia 4 Dios mis ruegos sinceros ; ¥ yed aqui que pasan mis cortos alios, y ando por un sendero por el que no volveré. Pero yo sé que vive mi Redentor, y que en el ultimo dia he de resucitar de la tierra; y seré de nuevo rodeado de mi piel, y en mi carne veré a mi Dios, 4 quien he de ver yo mis- JOB. 275 mo, y mis ojos le han de mirar; esta es la esperanza que esta depositada en mi pecho. Todo esto dijo el virtuoso Job con la sinceridad de un inocente que abre su corazon, ¥ los tres importu- nos consejeros cesaron de censurarle : pero Elid, un joven presuntuoso que estala presente, tomé ahora la palabra, airado contra Job por lo que habia dicho, é indignado con los otros tres porque no le habian respondido. Soy joven, dijo, y yosotros ancianos , por lo cual temia declarar mi dictamen. Ahora veo que no son siempre sabios los de mucha edad, y que no entienden siempre lo que es justo. He escuchado en silencio miéntras vosotros hablabais, y viendoos ahora intimidados, y sin saber que responder 4 Job, permitaseme hablar tambien , y responderé como gu- piere. Oye pues Job mis palabras. y escucha mis razones. Yo te he oido decir : Limpio soy yo, sin manctlla, y no hay en wi iniquidad; soy justo delante de Dios; ha buscado achaques contra mi, y me ha tenido por ene- migo suyo; ha puesto mis pies en un cepo. y ha es- piado todas mis acciones. Estas han sido tus palabras, yen esto no has sido justo , porque Dios es mayor que el hombre ; ¢te atreves ti a disputar con Dios porque no te ha dado cuenta de todas sus acciones > Job. tu no lias hablado sino disparates; todas tus pa- Jabras han sido necedades, y en todas (us razones suena muy mala doctrina. Dios mio! sea probado Job hasta el fin ; no dejes de atormentar 4 un hombre tan inicuo; porque sobre sus pecados afade blasfe- 276 JOB. mia; nosotros entre tanto le estrecharémos, y apele despues al juicio de Dios en sus discursos. Despues de este decente preludio, el insolente pedante estuvo por largo tiempo acriminando al justo Job, porque se habia quejado cn la amargura de su miseria, y porque se consolaba con la memoria de sus buenas obras. Tan erradamente habia entendido este charlatan las razo- nes de Job, y con tanta arrogancia le reprendia, que Dios mismo se digné aparecer . y tomar la defensa de su inocente y ultrajado siervo. Del medio de un tor- hellino salid la voz del Sefior que decia : « Quién es ese hablador que cnvuelye sentencias tan inconside- radamente? A la voz del Sefior, se callé Elid, y Job tuvo miedo del Senor, quien lereprendié por haberse quejado ¥ argilido 4 Dios en sus aflicciones. : Adénde estabas ti, le dijo el Senor desde el torbellino, cuan- do yo fundé la tierra, y reduje el mar a sus limites ¢Por ventura has considerado la estension de Ja tierra y la profundidad del inar? sabes tt por qué camino se esparce la luz, y cual es el lugar de las tinieblas ? sa- Dias tu que habias de nacer? 6 tenias noticia del ni- mero de tus dias? acaso entiendes ti el orden de los astros, y puedes dirigir su marcha desde Ja tierra? por ventura el que disputa con Dios tan facilmente se aquiela? el que arguye a Dios debe responderle. Job respondié humildemente ; ¥o que he hablado con ligereza, qué pucdo responder? pondré la mano sobre mi boca; he hablado una vez, y ojala no hubiese di- cho cosa alguna; he hablado otra vez, y no abriré mi boca mas. El Seiior continué lablando 4 Job : ¢ Por JOB. 277 ventura hards ti vano mi juicio, y me condenaras 4 mi para justificarte a tf? lienes td un brazo como Dios, Y truena tu voz como ja sya? Revistete de resplan- dor., leyantate en alto, circtindate de gloria, disipa 4 los soberbios con tu furor, y con una sola mirada aba- te a los altaneros; cuando hagas ti eso, yo confesaré que podra salvarte tu derecha. Job respondié al Se- Hor : Sé que todo lo pucdes hacer, y que ningun pen- Samiento te se esconde. Seiior, yo solo te conoeia de Oidas , mas ahora te veo con mis ojos. Por esto me ar- repiento de haber hablado tan vanamente, y hago pe- nitencia cubierto de polvo y ceniza. Despues que cl Seftor hablé 4 Job, y que este se humill6 en la divina presencia, dijo 4 Elifaz : Mi furor se ha airado contra ti y contra tus compafieros , por- que no habeis hablado delante de milo recto como wi siervo Job. Por tanto, tomad siete toros y siete carneros, ¢ id 4 mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros. Yo escucharé la oracion de Job por vosotros, ¥ os perdonaré esta necedad; porque no habeis hablado de mi con rectitud come ha hecho mi siervo Job. Asi se dignd Dios al fin justificar Ja ino- cencia de su siervo. y condenar la charlataneria de sus importunos amigos. evyas necedades no quiso Dios perdonar, sino por la interccsion de aquel mismo ~ 4 quien tanto habian afligido con sus injustas acusa- ciones, El Sefior sand 4A Job y le bendijo, dandole olrcs siete hijos y otras tres hijas que faéron las mu- gercs més hermesas que jamas se vidron en aquella tierra , y doble numero de ganado; catorce mil ove- 12* 278 : TOBIAS, jas, seis mil camellos, dos mil bueyes, y mil asnos : viviendo despues dle sus desgracias ciento y cuarenta afios, y muriendo muy viejo entre sus hijos y los hi- jes de sus hijos hasta la cuarta generacion. CAPITULO QUENTO. EL VIRTUOSO TOBIAS. TOBIAS. El santo varon Tobias de la tribu y ciudad de Néf- tali, fué uno de los cautivos Israelitas que Salmana- sar hizo conducir 4 su reino de Asiria, cuando ani- quilé el reino de Israel. ¥ aprisiondé a su ultimo Rey Osé. Tobias habia dado pruebas de su fidelidad a Dios, y amor A sus projimos desde su infancia. Mién- tras los demas iban 4 hacer holocaustos 4 los becerros de oro que habia introducido Jeroboan, Tobias iba a Jerusalen, y adoraba a su Dios en el santo Templo, ofreciendo fielmente sus primicias y sus diezmos : y ¢ en su cautiverio continud siempre ficl al Senor; dis- tribuyendo entre sus pobres hermanos cautivos cuan- to tenia. Cna virtud , tanto mas pura cuanto era mas oculta, lego sin embargo a noticia del Rey Salmana- sar, y admirado de la caridad del cautivo, le dié bie- nes para ejercerla, y permiso para que se estableciera con su familia donde quisiese , con todos los privile- gios de un Asirio. Con dineros 4 su disposicion , To- Dias era un hombre feliz en el cautiverio : acomodar TOBIAS. 279 enemistades, socorrer al necesitado, vestir al desnu- do, Consolar ai afligido, visitar al enfermo, y enterrar los muertos, era et ejercicio diario de Tobias ; y por Ja noche , antes de reposar, formaba la lista de sus caridades para el dia siguienté, y computaba los me- dios necesarios para efectuarlas. La caridad para los difuntos era la virtud mas sobresaliente en Tobias : sentado 4 Ja mega un dia, fué informado que el cada- ver de un Israelita que habian degollado estaba in- sepulto en Ja plaza’; el piadoso varon dejé Ja comida, fué y trajo el cadaver sobre sus hombros, para en- terrarle secretamente en la oscuridad de la noche. Con el salyoconducto de Salmanasar solia salir de Ninive para visitar otras ciudades del imperio donde habia cautivos, y socorrer a los mas desvalidos, Ha- ilandose en Rages, encontrd 4 Gabelo su compatriota en erande necesidad , vendi6 varias alhajas que le ha- bia regalado el Rey, ¥ le presto una suma de dinero, quizas mas de lo que dictaba la prudencia, pero la generosidad de Tobias no tenia limites : recibid el pa- garé de Gabelo, y se yolvié contento 4 su casa. En éste tiempo murié Salmanasar y reind su hijo Senna- querib ; este fué a hacer Ja guerra 4 Judea, su general Rabsaces puso sitio 4 Jerusalen, insulté al Rey Eze- quias v blasfemo al Sefior, por lo que muriéron ciento Ochenta mil soldados por la espada del Angel dé Dios. Como Sennaquerib se volviese 4 Ninive irritado contra Judea, mandaba matar Israelitas cautivos por la mas minima causa; ¥ sabiendo que el virtuoso Tobias les daba sepultura, se ofendié aquel desapiadado Rey de 280 TOBIAS. estos actos de caridad, mandé confiscar todos sus bienes , y el anciano se hallo obligado 4 esconderse en casa de sus amigos para salvar su vida. Tobias, sin embargo , hacia obras de caridad 4 pesar del Rey; de noche recogia los cadaveres, y de dia eavaba el hoyo ¥ los sepultaba ; hasta que cansado una noche , vino su casa » Sc acosté en el patio junto 4 una pa- red y se quedd dormido con los ojos abiertos. Una golondrina escupid desde el nido, ¥ por desgracia cayé el estiércal caliente en los ojos de Tobias, y le privo de la vista. Este accidente afligid mucho al sier- yo de Dios; porque si Antes no podia por su pobreza socorrer al necesitado , teniendo vista podia enterrar a los difuntos; mas ahora no podia ser til ni 4 vivos ni 4 muertos ; ¥ cste sentimiento ensalzaba su virtud aun mas que su paciencia. Tobias en su adversidad vivia resignado , y nada podia hacer yacilar su constancia. Habiendo dado cuanto tenia para socorrer 4 sus prdjimos, ¥ uo pu- diendo ahora trabajar, su muger estaba obligada 4 afanarse para manicner la casa, Ana era una buena muger, una buena esposa, tenia conocimiento domeés- tico, tenia economia ; de una sola cosa carccia Ana, y era el dominio sobre su lengua. Como la muger de Job, asi Ana atormentaba 4 Tobias: ¢ Donde esta tu esperanza . le decia con burla sacrilega, donde esta tu esperanza. por Ja cual hacias limosnas y sepulturas ? Tobias. ménos afligido que Job, respondio con mas tranguilidad , dandoie una amonestacion saludable : No hables asi. porque somos hijos de Santos, ¥ espe- TOBTAS. 281 ramos aquella vida que ha de dar Dios 4 los que nunca mudan de é1 su fe. Ana compré otro dia un cabrito con el producto de una tela que habia trabajado ella misma, y trajo 4 casa el animalito. Cuando el ben- dito Tobias oyé el balido en su casa, juzgé que un cabrito era plato muy delicado para una familia tan Pobre, y dijo asu muger con poca delicadeza : ¢Ha sido robado ese aninial? restituidie a su dueiio, porque no nos es licito comer cosa alguna hurtada, ni aun to- carla. Esta involuutaria descortesia del anciano ofen- dio tanto 4 Ana, que como vibora irritada comenz6 a zaherirle con espresioncs que lastimaron mucho et corazon del marido. Tobias, paciente como Job, ja oy6 en silencio, gimid y Jloré, pesaroso por su im- prudente observacion. Era humilde, ¥ no queria ofen- der 4 nadie; era cavitativo, y no pudiendo hacer mas servicios 4 sus prdjimos, rogaba a Dios por sus peca- dos y los de su nacion, y le pedia llevase sa alina en paz al seno de Abrahan. Tobias se sintid enfermo y creyé que Dios habia oido su oracion : antes que se acercase su muerte, quiso cumplir con Ja ultima obligacion de un padre virtuoso; Ian6,a su hijo, y le dijo: Oye , hijo mio, las palabras de mi hoca, y grabalas en tu corazon. Luego que Dios recibiere mi alma, entierra nii cuer- pos; y honraras 4 tu madre todos los dias de tu vida, porque debes acordarte de cuantos y cuan grandes peligros pas6 por ti Hevandote en su seno; y cuando ella lmbiere cumplido el tiempo de su vida, 1a enter- raras cerca de m/f, Ten a Dios presente todos los dias 282 TOBIAS. de tu vida; y guardate de consentir jamas en pecado, ni de quebrantar los mandamientos de Dios nuestro Seftor. Haz limosnas cuanto puedas, y no apartes tu rostro de bingua pobre, para que el Seior no aparte e} suyo de ti. Si tuvieres mucho, d4 con abundancia; si tuvieres poco , da de lo poco con buena gana, ¥ asi formaras un gran tesoro para e] dia de la necesidad. Por cuanto la Jimosna libra de todo pecado y de la muerte, no permitienco que el alma vaya a las tinie- las. La limosna servira de gran confianza, delante del sumo Dios. 4 todos los que la hacen. Guardate, hijo, de toda liviandad, seras fiel 4 tu muger, ¥ no cometas jamas crimen con otra; no seas soberbio nt seas injusto; da al pobre yal jornalero lo que le pro- metieres y lo que le fuere debido. No hagas 4 otro lo que no quisieres que otro te haga a ti; y alaba al Se- Bor en todo tiempo, pidiéndole enderece tus caminos, Ypermanezcan en 1 todas tus designios, Mas de saber, hijo mio, que yo presté una cantidad de dinero 4 Ga- belo en Rages, cuvo pagaré tengo en mi poder : ya es tiempo que recobres de é] ese dinero, y le resti- tuyas el recibo que tengo firmado desu mano. No te- tas, hijo mio : es verdad que somos pobres, mas tendrémos muchos bienes, si temiéremos 4 Dios , si. nos apartaremos de pecado ¢ hiciéremos bien. El j6veun Tobias escuchd atento estas instrucciones piadosas, prometio 4 su padre hacer todo lo que mandaba, y se prepard para ir dla ciudad de Rages, a fin de cobrar el dinero que Tobias habia prestado 4 Gabelo con tanta generosidad. Ei joven se puso ep a . _ mee TOBIAS. 283 camino, sin mas compaiiia que la de un fiel perro que habia criado, ¥ 4 poca distancia sc encontré con un gallardo jéven caminante, al enal srludé cortes~ mente, ¥ le pregunté si conocia el camino de Rages, El incégnito, que era un Angel del Seiior, le respon- did que si, que habia estado muchas veces en Rages, ¥ que conocia a un Gabelo en cuya casa solia hospe= darse. Esta noticia era de mucha importancia, y el amante hijo juzgé prudente volver 4 su casa, para in- formar 4 sus enidadosos padres la fortuna de haber hallado un compafiero tan bien calificade para acom- pafiarle. Conténto el anciano con el feliz encuentro del caminante, le rogé fuera a traerle , porque tendria mucho gusto en hablarle. Asi fo hizo, ¥ el Angel fué introducido a Tobias, diciendo que se amaba Aza- Tias, que acompaiiaria 4 su hijo 4 Rages y volveria con él, Tobias le dié gracias y Ja bendicion de) Setior durante su viage; el Angel le anuncié que recuperaria pronto la vista perdida , y \a madre quedé Horando la partida de su hijo. Partio pues Tobias con su perro en compatiia del Angel y camindron hasta el Tigris. Viendo el joven el agua clara de aquel rio, se llegé 4 Ja orifla para la- yarse los pies; y cuando ménos pensaba vid de re- pente un pez disforme, que venia hicia él con la boca abierta para tragarsele. El pobre Tobias todo despa- yorido, dié un salto atras gritando 4 su compaiiero: Seilor , que me come. No temas, le respondio e) An- « pel, cégele por una agalla y sdcale 4 tierra : animado con la presencia de su compaiiero, Tobias agarré.al 284 TOBIAS. pez y le arrastro 4 la playa. Abre ese pez, le dijo Azarias , scale el corazon, la hiel, y el higado que es muy buena medicina, para ahuyentar todo género de demonios, y quitar las cataratas de los ojos. To~ bias hizo lo que le ordend su amigo, y guardd en su fardel la apreciable medicina : luego asdron parte del pescado para comer agquel dia, y salaron cl resto para el viage. | En el camino hiciéron conversacion de un tal Ra- guel pariente del anciano Tobias, el cual tenia una hija unica Namada Sara. Esta muchacha se habia ca- sado siete veces, ¥ todos siete maridos habian muerto Ja noche del casamiento de cada uno sin haberla to- cado. Este horrible suceso, siete veces repetido , alli- gia mucho 4 los padres de Sara, haciéndoles perder toda esperanza de sucesion en la familia, y ullrajaban 4 Ja inocente muchacha Hamandola homicida de ma- ridos. El joven Tobias que habia oido aquellos acci- dentes fatales, y que era mm demonio el que quitaba la vida 4 los esposos de Sara, consideraba el tdlamo de su prima igual a un suplicio. Azarias le fué enca- reciendo por el camino Ja grande hacienda que Sara habia de heredar de sus padres siendo hija unica; ¥ cuando Hegaron a vista del pueblo donde viria Ra- guel. dijo el Angel 4 ‘Lobias : Vamos & parar en casa de Raguel tu pariente y le pediras a su hija Sara por muger. Esta propuesta hizo estremecer 4 Tobias , aun mucho mas que el horrible pez del Tigris, ¥ comenzé &@ sospechar la buena voluntad de su compaiiero. El Angel calmé el miedo del asustado javen, aseguran- TOBIAS. 285 dole que el demonio Asmodeo solo tenia poder sobre aquellos que entran en el matrimonio sin respeto 4 Dios , y que como bestias se entregan 4 su pasion por un impulso sensual, sin objeto religioso y racional. Cuando tt la hubieres tomado por muger, no egues 4 ella en tres dias, y entrando en el aposento con ella, haréis oracion los dos. La primera noche que- mards el higado del pez, y scr aluyentado cl de- monio ; en la segunda noche serds admitido en el ayuntamiento de jos santos Patriarcas; en la tercera noche conseguiras bendicion para que os nazcan hijos sanos ; y pasada la tercera noche recibiras la doncella en temor del Sciior, Wevado mas bien del amor de tener hijos que de la pasion, para que consigas en los hijosla bendicion reservada al linage de Abraban. En esto Negdron 4 casa de Raguel, y cuando el Angel les did 4 conocer al jéven Tobias, toda la fa- milia Horé de alegria, y prepardron un gran convite. Llegada la hora de comer, Tobias pidid 4 Raguel le diese su hija Sara en casamiento , declarando solemne- mente que no comeria ni beberia cn su casa, si 10 le otorgaba primero su peticion. Raguel se hallé en ta mayor perplegidad , porque a su parecer se trataba nada ménos que de la muerte de su sobrino. Si ne- gaba su hija 4 Tobias, estaba cierto de perder su amistad y compaila; y sise la concedia, rezelaba que” su amado sobrino aumentaria la funesta listade yernos desgraciados. El Angel penetré la confusion {interior de Raguel, y le dijo : No temas darsela, porque tu hija esta reservada para este que teme 4 Dios. Instado 286 TOBIAS. Raguel por todas partes, tom 1a mano derecha de su hija y la de Tobias, y los unié en matrimonio di- ciendo : El Dios de Abrahan, de Isaac, y de Jacob sea con vosotros, él os jinte y cumpla en vosotros su bendicion. El contrato fué formalizado con escritura , ¥ la boda celebrada con un gran banquete 4 a mayor alegria de todos. Cuando los Esposos se retiraron 41a noche al cuar- to que les estaba preparado, Tobias tuvo buen cni- dado de seguir Jas instrucciones que le habia dado el Angel por el camino; sacé de su fardel un pedazo del higado del pez. y le puso sobre los carbones en- cendidos que habia mandado preparar; luego exhortd 4 la doncella Sara 4 hacer oracion ai Sefior los dos juntos por toda la noche. Raguel habia dado su cou- sentimiento, forzado por Jas instancias de Tobias y de su incégnito compafiero, y cuando la noche le re- cordo el peligro ya inevitable de su sobrino, mandé a sus criados abrir una sepultura. porque la esperien- cia le habia ensefiado 4 no omitir esta diligencia. Preparado el funeral, manddron una eriada al dor- ~ mitorio de los esposos , para ver el estaco del muerto , ¥ enterrarle antes que aclarara: mas la criada volvie con la agradable noticia de que ‘Tobias y Sara estaban salvos y sanos, durmiendo tranquilamente ; y el hoyo Tué inmediatamente cerrado. La alegrfa de Ja familia era igual & aquella de la resurreccion de un hijo mnuerto : mandadron matar dos vacas gordas y cuatro carneros, para dar un banquete a todos los amigos, vecinos y conocidos; consiguiendo que Tobias se de- TOBIAS. 28T tuviera con ellos dos semanas. Azarias fué entretanto 4 Rages y cobré el dinero de Gabelo, le trajo a las bodas, y el agradecido Hebreo bendijo en el nombre del Seiior Dios de Israel al hijo de un varon bueno, justo , caritativo y temeroso de Dios. El anciano Tobias y su muger, pasado el tiempo en que esperaban al hijo de vuelta, lloraban des- consoladamente con la aprension de alguna desgra- cia: miéntras que el hijo , sintiendo la afliccion y des- consuelo de sus padres, importunaha al suegro le de- Jase volver pronto 4 su casa, Raguel conocié la justi- cia de tanta instancia, y entregé al sobrino su esposa Sara, una gran cantidad cle dinero, la mitad de toda . su hacienda, y una escritura en la que se obligaba & dejarle la otra mitad despues de su muerte, y la de la madre de Sara. Raguel y Ana encargaron mucho a su hija amar @ su marido, honrar 4 sus suegros, gober- nar bien su casa, ¥: mostrarse irreprensible en toda su conducta : luego la besiron tiernamente , y se despi- diéron de ella en el camino. El Angel amonesté 4 To- bias adelantarse con él, que Sara caminase mas des- pacio con los criados y el ganado. y que trajera 1a hiel del pez consigo. La madre de Tobias, desde que principio 4 estar sobresaltada con la tardanza del hijo, subia todos los dias & la cumbre ce un monte con el deseo de yer veni? 4 los viageros; y cn el dia en que se acercdron, vid venir de Iéjos 4 su hijo con su com- paiiero Azarias y corrié 4 dar la nueva 4 su marido, al mismo tiempo que entraba el ficl perro, adelantado por su instinto natural, para anunciar la feliz nueva 288 TOBIAS. con su carifiosa inquietud y con los halagos de sa cola. Antes que Hegaran ala casa dijo el Angel a Tobias: Cuando entrares en tu casa, adora Inego al Sefior tu Dios, y dandole gracias, Hégate 4 tu padre y dale un beso , al instante le untaras sus ojos con Ja hiel del pez que traes contigo; tu padre vera la luz del cielo, y se alegrara con tu vista. El amante hijo hizo fielmente lo que dabia ordenado el Angel, y el anciano Tobias re- Cobré la vista. Sara llegé 4 los siete dias con todo el dinero y hacienda; y los dos Tobias rogaron al buen amigo Azarias se dignase Lomar para si la mitad del * dinero y¥ hacienda adquirida. Azarias les respondié : Bendecid al Dios del cielo, y alabadle delante de to- dos los vivientes, porque ha tenido miscricordia de vosotros. Bucna es la oracion con el aymno, y mejor Ja limosna gue tencr guardados los tesoros; porque la limosna libra de la muerte; ella es la que purga Jos pecados, halla misericordia, y da vida eterna, Cuando orabas con higrimas , y enterralas los muertos, cuan- do dejabas la comida para recoger los cadaveres y en- terrarlos de noche, vo presenté tu oracion al Setior; ¥ porque eras acepto 4 Dios , fué necesario que la ten- tacion te probase. El Sedor me ha enviado ahora para curarte, y para librar del demonio 4 Sara muger de tu hijo : porque yo soy cl Angel Rafael, uno de los siete que asistimos delante del Seffor. Al oir estas pa- Tabras el anciano Tobias y el hijo se turbaron, y viendo desaparecer al Angel, se postraron en tierra sobre sus rostres haciendo oracion por tres horas; y TOBIAS. 289 levantandose el padre abrié su boca, ¥ dijo : Grande eres, Selior, por siempre, y tu reino por todos los siglos. Bendecid al Sefior, hijos de Israel, ¥ alabadle 4 la vista de las gentes : si nos ha castigado por nues- tras iniquidades, él mismo nos salyara por su miseri- cordia, Mirad pues las maravillas que ha hecho con nos- otros y alabadle con temor : ensalzad al Rey de los si- glos en vuestras obras. Yo le alabaré en Ja ticrra de mi cautiverio : porque ha manifestado su magestad sobre una gente pecadora, Convertios pues , pecadores, y haced lo justo delante de Dios, creyendo que hard con nosotros misericordia. El piadoso y venerable Tobias que habia presenciado tantas escenas de mi- seria, antes y despues de la destruccion del reino de Israel, vivid ciento cincuenta y ocho afios: y cuando s¢ sintié proximo 4 morir, Hamdé a su hijo ya sus nie- tos, ¥ les dijo: « Oid pues, hijos mioss 4 vuestro pa- dve ; servid al Sehor en verdad, é indagad para ha- cer lo que le es agradable. Excargad 4 vuestros hijos que hagan obras de justicia y Jimosnas, que tengan 4 Dios presente, y le bendigan en todo tiempo con ver- dad. » Los virtuosos hijos del religioso Tobias perse- yeraron en buena vida y en santas obras, de tal ma- nera que fuéron aceptos 4 Dios, 4 los hombres, y 4 todos los habitadores de la tierra. 290 ESTER. CAPITULO SESTO. LA REINA ESTER. ESTER, Despues que el Principe Zorobabe} volvie 4 Judea con una parte del pueblo cautivo para reedificar 2. Jerusalen y el Templo, la otra parte del pueblo que habia quedado en Jas provincias de Babilonia, estuvo a punto de perecer en cl tercer aho del reinado de Artajerjes. Este Rey persa, conocido mas bien por el nombre de Asutera, did wna magnifica fiesta a) estilo oriental con repetidos banquetes por nmehos dias , 4 la que asistiéron todos los Sitrapas y principales em- pleados en su vasto imperio. Un dia de estos en que Ja alegria reiné en Ja mesa con mas particularidad , y en el que los cortesanos fuéron mas felices en adular a su Rey, Asuero tuve cl capricho de mostrar & los Principes convidados 4 su mesa la Reina Vasti su mu~ ger, con la corona sobre su cabeza y adornada con .todo elesplandor oriental. Siete eunucos fuéron des~ pachadas para comanicar 4 Ja Reina Ja voluntad de Asuero, y para que la viniesen acompaiiande al salon del convite. Vasti consider esta orden como impro- pia de Ja etiqueta asiatica. efecto de una alegria des-" ordenada mas bien que del deseo de honrar 4 su per- sona; y no queriendo presentarse en aquella hora del convite . rebusd perenteriamente obedecer aquella ESTER. 291 imprudente 6rden de su marido. Asuero habia ofreci- do a sus ilustres huéspedes obsequiarlos con el favor singular de mostrarles la Reina, por lo que quedo su- mamente irritado con este desaire; y en aquel instan- te de acatoramiento pregunté A sus consejeros 4 qué pena estaba sujeta Ja Reina por esta desobediencia : hora iupropia y silio poco adaptable , para juzgar un caso de tanta delicadeza. El Presidente de los minis- iros respondié : « La Reina ha ofendido no solo al Rey , mas tambien 4 todos vuestras siervos : y si esta desobediencia queda impme, cuando Hegue a noti~ cia de todas las mageres, estas no haran caso de los mandamientos de sus maridos. La indignacion de Vuestra Magestad es justa, y asi conviene, si el Rey lo tiene a bien, declarar por un edicto irrevocable, que Ja Reina Vasti ha perdido su dignidad, que no vuelva a entrar en la presencia del Rey, y que su corona pa- se 4 otra que sea mejor que ella, Asuero aprobé el pa- recer. y cspidia el decreto de degradacion. Pasados algunos dias el Rey se entristecié mucho , y sus ministros le propusiéron enviara personas por todas las provincias del imperio para buscar las virge- nes mas hermosas , que las trajesen 4 Susan donde es- taba enténces la corte, y aquella que agradase mas al Rey reinara en lugar de Vasti. ‘Lodo esto se hizo por orden de Asuero, y entre las doncellas escogidas ha- bia una amada Ester, la eual agradé (anto al Rey, que la eligié por esposa, le puso la corona sobre la cabeza, y fue declarada Reina. Ester era sobrina de un Judio llamado Mardoqueo, e] que Ja habia adopta; 292 ESTER. do por hija, y la habia educado él mismo; pero no queriendo darse 4 conocer, habia mandado 4 Ester no descubriese su religion ni su origen. £1 afecto pater- nal Nevaba a Mardoqueo algunas veces a la puerta del palacio, y esta frecuencia ie estreché cn amistad con los dos porteros de la casa real, Bagata y Tara, los cuales eran participantes en una conspiracion formada contra el Rey, y se habian ofrecido a estender sus manos contra su Soberano. Mardoqueo descubrié sus jntentos. y dié parte de todo 4 Ester para que lo co- municara al Rey : la averigacion fué hecha, probo el delito, y los dos traidores muriéron en un pati- bulo. Asuero tenia un ministro favorito Mamado Aman, 4 quien el Rey habia ensalzado sobre todos los Princi- pes de su corte , hasta mandar que todos los vasailos en suimperio le doblasen la rodilla y le adoraran. Mardoqueo que frecuentaba la entrada del palacio, so lia encontrarse con el orgulleso ministro, ¥ no le do- Dlaba la rodilJa; Jo que irritaba tanto 4 Aman, que resolvid vengarse , no solo de Mardoqueo, mas ha- cer perecer 4 toda Ja nacion de los Judios que habian quedado en Asiria. El vengativo ministro buscd oca- sion de persuadir al Rey, que los Judios eran una gente insolente, unidos entre si, y separados de los vyasallos de su imperio; que por sus leyes y ceremo- nias privadas eran enemigos al estado, y menospre- ciaban 4 todos los que no eran desu creencia; y que siendo peligrosa la existencia de este pueblo en sus do- mivios, la seguridad de la nacion requeria su estermi- ESTER. 293 nio: por Jo que si e] Rey lo aprobaba, se dignase dar un decreto para su total destruccion. El incauto Rey, ereyendo que todo lo que esponia el sagaz Ministro era efecto de un puro zelo por el bien y seguridad del estado, sacé de su dedo el anillo, y daudosele le dijo : « Vfaz de ese puehlo como gustes. » Aman enténces estendié un edicto en nombre del Rey, y sellandole con cl anillo real, le dirigié 4 todos los Satrapas ¥ Go- bernadores, para que en el dia catorce del duodéci- mo mes, todos los Judios sin distincion de edad ni Sexo fuesen pasados a cnehillo. La noticia de este dcereto consterné & los Judios; Mardoqueo rasgé sus vestiduras, y fué hasta las puertas del palacio Horan- do, y manifestando la amargura desu corazon. Infor- mada Ester del Hanto de Mardoqueo, envié 4 su ma- yordomo 4 inquirir Ja causa de aquel pesar. Mardo- queo le contd todo, daindole al mismo tiempo una co- pia del decreto esterminador , para que viéndola Es- ter, presentase al pic del trono su intercesion para la salvacion dcl puchlo del Senor. La virtuosa Ester se Hallé en lamas amarga indecision : si no acudia pres- to & suplicar al Rey, todo su pueblo, y quizas ella tambien pereceria; y si se acercaba al trono sin ser Slamada, incurriria en la pena de muerte decretada contra todo hombre 6 muger que asi hiciera. Movida al fin por las razones de Mardoquco se resolvié, con tal que los Hebreos que habia en Susan ayunasen tres tlias y tres noches, para implorar al Senor le diese acierto en su stiplica; y que ella ¥ sus criadas harian lo mismo. L 13 294 ESTER. Al tereer dia se vistid Ester con las vestiduras rea- les, fomd dos criadas para que la acompaiiasen, y apoyando el brazo sobre una de elias, andaba con dificultad, por la opresion de dolor y confusion de su mente. Animada con la esperanza que ponia en el Sefior mas que en los atractivos de su hermosura, atraveso varias antecamaras hasta llegar al salon donde el Rey daba su audiencia, y se pard enfrente del tro- no, Asuero estaba sentado sobre el solio de su imperie con su manto Real y cetro de oro cuando vio 4 la Reina.: sorprendido de tan imesperada apariencia, contra los reglamentos de palacio, y atribuyéndola 4 curiosidad indecorosa, mird a Ester con un aspecto tan terrible que cayé desmayada. El desfallecimiento de la Reina mudé el espiritu de Asuero; leno ahora de sohresalto bajé apresurado del trono para socor- rerla; y sosteniéndola en sus bragos. la acariciaba diciéndole : ¢Qué tienes, Ester? yo soy tu hermano, no tenias ; Do Moriras , esta ley no ha sido establecida para ti, sino para todos los demas; toca ec] cetvo de clemrencia. Ester no respondia, y poniéndole el cetro sobre el cuello, la besaba y procuraba volverla en sf, Ester cobro fuerzas con las muestras de bondad que el Rey le daba, ¥ le dijo : Te he visto, Seiior, como un Angel de Dios, y mi corazon se ha turbado con el temor de tu niagestad : porque ti, Sefior eres en estremo admirable. y tu rostro esta leno de gracias. Miéntras pronunciaba estas palabras, se desmayo de nuevo y qued6 sin sentido. El Rey en la mayor tur- Dacion le dijo afectuosamente : Te concederé todo Je ESTER. 295 que pidas, y tendras aunque sea la mitad de mi reino, silo deseas, Si he hallado gracia delante del Rey, ress pondid Ester, y si le place concederme io que pido y cumplir mi peticion, venga el Rey y Aman al con Vile que Je tengo dispuesio, Asuero quedé sorpren- dido con la simple peticion de la Reina, consintid, y mando Hamar 4 Aman, El Rey y el ministro asistiéron al banquete que Ester les habia preparado, ¥ concluida la comida, preguntd Asuero ala Reina cual era su peticion, pro~ metiendo concederle todo lo que pidiese. Ester res- pondié : Si el Rey me favorece con volver manana y traer 4 Aman, enténces le manifestaré mi voluntad. Asucro lo promelid, y Aman se retiré a su casa muy cngreido-con la consideracion de los Honores que le dispensaban sus Soberanos : pero todo su contenta mud6 en furor, cuando al salir del palacio vio 4 Mar- doqueo sentado a la puerta del atrio, sin levantarse de sti asiento ni mostrarle el menor respeto. El orgu- Noso ministro no podia sobrellevar este desaire del Judio; y desahogando su resentimiento, se quejaba amargamente de no poder vengar este desacato hecho a su persona, Por mas feliz que soy , decia 4 su muger y Asus auigos, en hijos , en riquezas, con el favor del - Rey , yla alta distincion de asistir 4 los convites de la Reina, me considero desgraciado, miéntras este Ju- - dio Mardoqueo sigue sentindese a la puerta del pa-~ lacio para mostrarme desprecio. Su muger y amigos le animaban 4 la venganza, aconsejandole leyantar uma horca para Mardoqueo, y solicitar la érden- del 296 ESTER. Rey para suspenderle en ella Ja mafiana siguiente. -Ciego {man cn su furor lo aprobé; Ja horea quedé plantada , y el ministro reposado con la resolucion de ~Vengarse. Ocupado en cuidados el espiritu de Asuero, no po- dia dormir, mand6 traer los anales de su reinado y¥ que le leyesen: cuando el secretario leyé el pasage en que se referia Ja traicion dle los cunucos, que Mardo- gueo habia descubierto y dado parte en tiempo, pre- > gunté cl Rey, ¢qué premio se le ha dado por un ser- vicio tan importante > Ninguno, Senor. le respondié- ron. ;Como es posible, esclaméd Asuero, que 4 un hombre que me salvé Ia vida no se haya premiado ! ¥ quedé muy disgustado con esto. Aman vino tem- prano al palacio 4 pedir la érden necesaria para Ia muerte de Mardogueo: y sabiendo el Rey que su mi- nistro estaba en la antecimara mandé que entrase, é inmediatamente le pregunté: ¢ Qué debe hacerse con aquel hombre 4 quien el Rey desea honrar? El pre- suntuoso ministre. creyendo gue él era cl sujeto a quien el Rey intentara honrar, respondié : Fl hombre a quien el Rey desea honrar debe ser vestido del manto real con Ia corona sobre su cabeza, y monta- do sobre uno de los caballos que monta el Rey, sera guiado por el primero de los Principes del reino, el que caminando por Ja plaza de Ja ciudad diga en alta voz : Asf seri honrado todo aquel 4 quien el Rey quisiere honrar. Date priesa, mando cl Rey a su mis nistro, toma el manto real y el caballo, y haz todolo que has dicho con el Judio Mardoqueo, que se sucle ESTER. 297 sentar 4 las puertas del palacio. Guardate de omitir cosa alguna de las que has dicho, Aman tomd el man- to real y el caballo , visti y coroud 4 Mardoqueo , y paseaudole por la plaza, gritaba: De esta hoara es. digno aquel 4 quien el Rey quiere honrar. Concluida la procesion con el mayor disgusto de Aman, corrid 4 su casa leno de confusion y Horando de rabia. Pregonar por mandado del Key los mayo- res honores del imperio conferidos 4 un enemigo, cuya sentencia de muerte iba 4 solicitar en aquella misma hora; poner con su propia mano la corona y manto real sobre aquella misma persona, para la gue acabada de plantar una hhorea, era una mortifica- cion igual a la muerte » ho solo para Aman, mas para cualquiera otro ménos ambicioso y vengativo que éL Aman descubriendo su dolor su muger y 4 sus ami- gos buscaba consuclo en sus razonamientos, ¥ su muuger y sus anligos considerando bien el caso le pro- nosticaban peores consecuencias todavia. Un mayor- domo del Rey llegé 4 este tiempo para dar priesa al ministro , siendo ya la hora del convite, y al instante fué con élal palacio. Alegre el Rey con el vino, mo- yido quizas mas de su amor por la hermosa Ester, di- jo: Esposa, ¢ qué peticion es la tuya> te concederé cuanto quieras, aunque pidas la mitad de mi reino. La bella Ester, reuniendo ahora todas las gracias en sus ojos, miré tiernamente 4 Asucro para ganar su corazon, ¥ le dijo : Si he hallado gracia en tus ojos, o Rey, dignate concederme Ja vida por la que te rue- go, y salva 4 ini pueblo por quien intercedo tu cle- 298 ESTER. mencia, ¥a estas informado, Seiior, que-yo soy He- brea, y ahora debo comunicarte que yo y todo mi pueblo estamos sentenciados 4 morir y ser estermina- dos. Si solo nos vendiesen por esclavos y esclavas , Seria un mal tolerable, y gimiendo callaria : mas aho- ra hay un enemigo nuestro, cuya cruetdad amaneillara ta gloria del Rey mi Seftor. Atdnito Asuero pregunté : éQuién es ese, y cual es su poder, que tenga osadia de lacer esto? Ester respondié vivamente : Nuestro pésimo contrario y enemigo es este Aman; este mis- mio es el hombre que abusando de la estrema bondad de su Rey, ha estendido, ha sellado y dirigido un decreto cn vuestro real nombre, para pasar 4 cuchi- Uo, en todos vuestros dominios y en un mismo dia, 4 todo el pueblo de Israel, sin otra culpa que la de ser fieles 4 su Dios. Un designio tan horrible estremecid al Rey, y levantandose se retiré al jardin, para con-. siderar la resolucion que habia de tomar sobre un ne- gocio tan arduo. Aturdido Aman con la acusacion de la Reina y el furor del hey, se postré a los pies de Ester, que estaba reclinada en su sofa, implorando su proteccion. Elerfmende Aman era muy enorme para que ta Reina intercediese por 1; y el peligro en que Aman hallaba su vida le impelia a solicitar con mas instancia Ja compasion de Ester. En la confusion que le agitaba. se acercé ala Reina mas de lo que permi- tia el respeto, lo cual visto por Asnero que entré en aquel momento. se arrebatd en cédlera. ¥ gritd : muera ese traidor. Arbana, uno de los mayordomos de palacio, dijo al Rey : Sefor, este hombre tiene le- ESTER. 299 Fantada en su casa una horca para vuestro fiel sierra Mardoqueo, Colgadle en ella dijo cl Rey; y la orden fué inmediatamente ejecutada. El criminal sufrid el mismo castigo que habia preparado al imocente; la Justicia divina quedé satisfecha, Vster y su pue- blo quedaron vengados , y la ira del Rey fué apla- cada. Ester declaré ahora al Rey que Mardoqueo era su tio. y que Ja habia criado 6 instrutdo como 4 hija : Asuero se alegré mucho saber quien era Mardoqueo, Je entregé el anillo real que habia mandado quitar 4 Aman. ¥ le did el gobierno del palacio. De este modo Se removid el mal que'amenazala 4 los Judios que re- Sidian en la corte; pero quedaba todavia la terrible consecuencia del fatal decreto, que Aman habia man- dado a todas las provincias del imperio : la piadosa Ester suplicé otra vez al Rey enviase nuevas ordenes los Satrapas y Gobernadores, revocando: las ins- frucciones esterminadoras del pérfido Aman. Asuero responiid dla Reina y 4 Mardoqueo : He castigado al traidor que se atrevid 4 estender su mano contra los Judios. eseribid cowo mejor os pareciere en nombre del Rey, y sellad las cartas con mi anillo. Mardoqueo escribio una carta admirable 4 los Gobernadores, ma- nifestindoles el abuso que habia hecho Aman de la confianza del Rey, la soberbia de los favoritos de los Monarcas, sus ingratitudes, sus engaies v artificios : previaicndolos no juzgaran aquella contradrden cfec- to de ligeveza de animo, sino como una providencia 300 ESDRAS. conforme a la condicion y necesidad de los tiempos, como lo pide cl bien de la Republica. En todas las provincias, ciudades y pueblos 4 donde ilegaba esta érden del Rey, habia maravillosa alegria, banquetes y convites : cn tanto grado, que muchos de otras naciones y sectas abrazaban la reli- gion y ceremonias de los Judios; y por muchos aiios se celebro aquel dia, como aniversario de la salvacion del pueblo judio por la providencia del Sefor, y la yvirtud de Ester y Mardoquco. LIBRO VI. SESTA EDAD DEL MUNDO. Comprende 532 anos. CAPITULO PRIMERO, REEDIFICACION DEL TEMPLO Y GOIMERNO DE SUDEA DESPLES DE LA CAUTIVIDAD, ESDRAS. Los Judfos continuiron en sa desolacion hasta completarse los setenta ailos de cautividad 4 que el Senor los habia condenado por sus repetidas prevari- caciones. Durante aquel tiempo , el imperio de Babi- ESDRAS. Sok lonia fué trastornado por Dario Rey de Persia, 4 quien sucedio cn el trono el grande y glorioso Monarca Ci- ro. Doscientos aiios antes habia predicho el Profeta Tsaias, que naccria un hombre llamado Ciro , que se- ria un grande Rey, ¥ que cumpliria toda la yoluntad del Sefior, haciendo reedificar & Jerusalen, y al tem- plo. El Dios de Israel, zeloso de su palabra y promesa, desperté cl espiritu de Ciro, ¥ por sa mandado pu- blicd un solemne edicto en todo su imperio, distri- buyendo copias por escrito para su mayor noticia y mas acertado efecto, «Esto dice Ciro Rey de los Persas: Todos los reinos de la tierra me los ha dado el Sefor Dios del cielo, y él mismo me ha mandado que le edifique casa en Jerusalen, que esta en Judea. ‘todos los varones que han quedado pertenecientes al pucblo del Seor Dios de Israel subiran 4 Jerusalen para edificar la casa de su Dios. ¥ es mi real yoluntad que se les ayude con plata, oro, hacienda y bestias desde el lugar en que more cada uno, hasta el lugar de su destino. » Kl gencroso Ciro no solo proporciond los gastos para cl restablecimiento de Israel como pue- blo, was por otro edicto comunicado 4 los tesoreros del eravio piiblico, mandaba pagar los gastos de la fabrica del templo. Asi mismo mandd a su tesorero, entregar al Principe de Juda los cinco mil y cuatro- cientos vasos de oro y plata que Nabucodonozor ha- Dia sacado del templo antiguo, para que volvie- ran 4 eniplearse en el servicio y culto del Dios de Is- rael. En virlud de este cdicto, mas de cuarenta y dos 15" 302 ESDRAS. mil Judios se pusiéron en camino para volver 4 Jeru- salen, bajo la conducta del Principe Zorobabel. Lue- go que Iegdron A Jerusaten, el Sacerdote Josué con- gregd al pueblo, y edificiron provisionalmente ua altar al Dios de Israel, para ofrecer en él holocaustos, ast diarios como solemues, conforme 4 lo que estaba mandado en Ja ley de Moises. Formado el plan, y abiertos los cituiertos, asistiGron los sacerdotes en solemnes vestiduras, los Ievitas con sus instrunentos, ¥ todo el pucdlo de gala, para colocar la picira fun~ damental del santo edificio . lo que se hizo entre las yivas aclamaciones de alegria por todos los especta- dores. Les Tires y Sidonios. por mandado de Ciro, cortaban Arboles, cuadraban vigas, sacaban piedras, dabraban sillares. y les Judios que eran espertos al- baiiles cdificahan, Los descendientes de los Galdeos que habian venido A poblar tas cindades que qaedaron dlesiertas pore} destierre de los bijos ce Israel. infor- mados de la obra, se presentiron 4 Zorobabel y 4 fos Ancianos del puchlo, solicitando que los admitic- TM como compaiieros en el wadajo : nus los Princi- pes de Juda no tuviéron por conveniente admilir ta Solicitud. Este ofendid en estremo a los Samaritanos , los que procuraron desde enidnees, por touos los me- dios gue estaban 4 su aleince, interrumpir la fabrica del templo. y frustrar el designio de los Israclitas, Representaron 4 Ja corte, ¥ gandron con presentes 4 muchos consejeros del Rey de Persia para hacer sus- pender la obra : pero Ciro, inflexible en sus decretos thando dimanaban de sa bondad y de su justicia, ESDRAS. 303 prohibié que le hablasen coutra la determinacion que habia tomado 4 favor del pueblo de Isracl. Con la muerte de Ciro perdié el pueblo del Seftor su protec- tor, y sus enemigos prevaleciéron cn el reinado de Cambises su sucesor al trono de Persia, haciendo sus- pender Jas obras ; hasta que por el zelo y exhortacio- nes de los profetas Aggeo y Zacarias continuaron el trabajo. Tatanai , Virrey de los Persas en Samaria, vino 4 Jerusalen con objeto de estorbar la obra, ¥ convenido con Zorobabel, escribiéron a Dario. que habia sucedido 4 Cambises. una representacion so- bre aquel negocio. E] Rey mando registrar los archi- vos, ¥ hallado el edicto de Cira, le confirmd : la fa- brica fué continiada, y 4 los veinte afos quedé el templo enteramente acabado y dedicado con grande solemnidad, El resto de tos Judios que habian quedado en Ba~ Dilonia despues dv la partida de Zorobabel, v que se habian salvado de la persecueion del pérfido Aman por la intercesion de Ester, volviéron 4 Jerusalen ba- jo la direccion del sabio y virtuuso sacerdote Esdras.- Informado el Rey Artajerjes de la prudencia del Es- criba Esdras y sit grandereputacion entre los Hebreos, le dié patente de Visitader de Jerusafen y toda la Ju- dea. con pleno poder para recibir y hacer uso de to- da Ja plata y oro que cl Rey, sus consejcros, y los ha- Ditantes de Babilonia habian ofrecido espontancamen- te. Al mismo: tiempo se public6 an edicto real, para que los sacerdotes. levitas, y cualquiera otra persona Gel pueblo de Israel que quisiesen ir & establecerse & 304 ESDRAS. Ja Judea, se unicsen bajo la direccion de Esdras, Ar- tajerjes asignaba las rentas reales de las provincias al occidente del rio Jordan , para c] mantenimiento de jos ministros, y scrvicio de la casa del Dios de Israel. Asf mismo autorizaba el Rey 4 Esdras para nombrar Jueces , y establecer magistrados en los pueblos que juzgase conveniente, para castigar con muerte, pri- sion, desticrro 6 multa, 4 los wansgresores de la ley de Dios , de las Grdenes del Rey, ¥ a los perturbado- res de la Republica. Llegado Esdras a Jerusalen con ce] pueblo que le seguia, supo con grande dolor, que los primeros Judios que volviéron con Zorobabel, hhabian contraido alianza con las mugeres gentiles del pais ; y manifestando al pueblo la comision que le habia dado el Rey, y cl pleno poder con que le habia autorizado, mand6 a los Israelilas repudiar aquellas mugeres estrangeras ; todos obedeciéron , promectiendo no coulraer mas matrimonios con idé- Tatras. Algunos Judios de distincion habian quedado cn Ba- Dilonia despues de la partida de Esdras, labiendo ob- ienido por sus virtudes cargos de inyportancia en la corte. El recto y piadoso Ncemias cra uno de cellos, y tenia el empleo de Copero del Rey Artajerjes ; dignidad de palacio de la mayor confianza y distincion en las cortes oricntales. Este fiel Israelita, solicito en informarse del estado de su nacion bajo la adminis- tracion de Esdras, encontré un dia 4 Anani, paisano suyo. que acababa de venir de Jerusalen, y le rogé te informase del estado del pueblo y de Ja santa Ciu- ESDRAS. 305 dad. Entre las cosas que le dijo , fué una sobre el es- tado de los muros de la ciudad, que estabay arrasa- dos, y sus puertas quemadas al fuego. Us muy singu- Jar el aprecio que el buen Neemias hacia de las mura- las de Jerusalen , y lo mucho que Jastimé 4 su cora- zon oi” su destruccion, pues rompié en Danto, se vis~ tid de lnto, ayund por muchos dias, haciendo fervo- rosas oraciones al Seftor. Un dia en que fué a servirsu empleo de Copero 4 la mesa del Rey, estaba tan triste ¥ alligido , que lo advirtid Artajerjes y le preguntd la causa. Neemias le respondid : ¢Cémo es posible, o Rey, que mi rostro no muestre el dolor de mi corazon, sa- Diendo que la ciudad doude estén los sepulcros de mis padres se halla desmantelada , y sus puertas quema- das & fuego? ¢¥ qué cosa pides? le dijo el Rey con mucho agrado. Que vuestra Magestad se digne en- yiarme a Judea, respondié Neemias, para reedificar los muros de la ciudad donde reposan los huesos de mis padres. Oyendo el Rey y la Reina la peticion de su fiel siervo, se la concediéron, con la condicion de gue yolveria dentro de cierto plazo : y para facilitar su intento, Je did Artajerjes cartas para los Goberna- dores de las provincias, y Guardabosques, a fin de que le asistieran, y le diesen toda la madera necesa- ria para Ja obra. Contento Neemias con Jos favores de su Soberano, lego 4 Jerusalen, regisud bica Jas ruimas, y miostré luego 4 los Sacerdotes , Magistrados, y sujetos princt- pales dela ciudad Ja concesion liberal del Rey, de lo que se alegraron muchisimo : y en seguida comenza 306 ESDRAS. ron 4 reedificar con la mayor actividad los muros , las torres y tas puertas de Jerusalen, Los Samaritanos se oponian, y hacian cuanto estaba en su poder para frustrar cl proyecto de Neemias ; Hegando 4 (al exceso su osadia, que fué necesario armar una parte de los habitantes , y poner centinelas de noche miéutras dur6 el trabajo. Nada podia intimidar al activo y ze- Toso Neemiias en la reedificacion de sus Horadas mura- as; y en muy breve tiempo tuyo el consucio de ver Ja ciudad bien cercada de muros vy torres con las puertas necesarias. El zeloso Neemias hizo tres reformas muy esenciales en cl puedlo de Israel, durante su visita 4 Terusalen. Habiendo sabide que los levitas, cantores y otros empleados en el templo se habian ausentado de Jeru- Salen, porque no les querian dar las porciones que Jes estaban sefialadas por la ley. congregé a jos Ma- pistrados. y los reconvin6 sobre la irregularidad de haber abaudonado ta casa de Dios : luego reunis a to- dos los ministros del culto, y estos reasmmicron sus funciones. Se nombraron superintendentes de los gra- neros. y el pucblo traia los diezmos de triga, accite J vino, para almacenarios y distribuirlos despues. Otro abuso que reformé Neemias, fud la observacton del sabado. Los Judios acostumbraban traer al mer- tado en este dia todo género de provisiones. 1 religioso Neemias reprendié 4 los Magistrados dle Ferusalen $0- bre esta profanacion , é hizo cerrar las puertas de la Ciudad en los dias de sabado, para que los Tiros, ¥ otros arrieros no entrasen con sus cargas. El tercer ESDRAS. 307 abuso que reformé Neemias {ud la frecuencia de casa- mientos con las mugeres gentiles desde Ja muerte de Esdras ; una de las conseevencias era. que los hijos de estos matrimonios hablaban la lengua te los paga- nos, ¥ apenas entendian el idioma judaico, Neemias les mostré cuan grave era este pecado en la ley de Moises, y Jas fatales cousecuencias que trajo al pue- blo del Senor este mal ejemplo de Salomon : la obs- linacion de muchos hizo necesario valerse de la fuer- za, azotando @ unos ¥ dlesterrando a otros. Entre es- tos uiltimos habia un cierto personage Hamado Mana- ses, hijo de Jofada Sumo Sacerdole, que estaba ca- sado con una hija de Sambalat Gobernador de Sa- maria: el cual irritado contra Neemias y los Magistra- dos de Jerusalen, obtuvo por el valimiente de su sue- gro un privilegio del Rey Dario Noto para edificar un templo sobre el wonte de Garizin cerca de Sama- ria, Y ser nombrado é mismo Sumo Pontifice. De este modo causd un cisma que duré hasta ¢l tiempo de Jesucristo, ¥ los Judios descontentos en Jerusalen buian a Samaria, renruciando cl templo de Sion, y frecuentandy el de Garizin. E] piadoso Neemias muriéd cuatrocienios ¥ yeinte anos dutes de Jesucristo; y despues de su muerte, gued6 el gobierno de Jerusa- Jen agregado a la prefectura de la Siria, viniendo a ser de este modo el Pontificado un empleo del nom- bramiento de los Gentiles. Los Judios continuaron vi- viendo en paz con el libre ejercicio de su religion y eeremonias, durante los reinados de Dario Noto, Ar- tajerjes Mnemon , Oco y Dario Codomano, Reyes de 308 ESDRAS. los Persas y de los Medos, hasta que cl gran imperio de Babilonia fué arruinado por el irresistible poder de Alejandro Magno. Este célebre conquistador del Asia habia sido mos- trado figurativamente al profeta Daniel en dos visiones diferentes. En la vision de las cuatro bestias, que fi- guraban los cuatro graudes imperios de la tierra que habian de suceder uno 4 otro Antes del reino de Cris- to, la tercera bestia era como un leopardo , con cua- tro alas, y cuatro cabezas, y cra animal de mucho poder. El imperio de Alejandro fud el tercero ; ta ra- pidez de sus conquistas como el vuclo de un aguila; y Ja corona de Alejandro se dividié por muerte suya, para coronar 4 cuatro Reyes. En otra vision le fué mostrado un macho cabrio, que iba del occidente al oriente con una hasta muy grandy en la frente, y se encontré con un carnero que tenia muchas astas : el macho embistié al carnero con todo el anpetu de su fuerza. le quebré todas las astas , y le hollé en tierra, sin que nadie pudiera favorecerie. El macho crecié mucho, se le cay el asta grande, y le naciéron cua- tro, El carnero figuraba a Dario, que amenazaba al occidente ; y el macho figuraba & Alejandro que pasé al oriente, vencié 4 Dario. y le quité sus reinos : cre- cid su imperio y cayo, para levantarse cuatro en su lugar. Alejandro se enfermd . y conociendo que iba a morir, dividié st reino en cuatro partes, y corond a sus cuatvo Generales mas principales. Ta parte del Asia fué el reino de Seleuco, ¥ por consiguiente qued6 sujeta a él la Judea, LOS MACABEOS, 309 CAPTITLO SEGUNDO, CRUEL PERSECUGION DE ANTIOCO. LOS MACABEOS. Los Judios continuaron gozando paz y libertad en sus ccremonias religiosas, durante el reinado de Se- leuco, ¥ Antioco el Grande, hasta que la paz fué tur- dada en tiempo de Scleuco Filopator, sucesor de An- tioco en el reino de Siria. Scleuco honraba mucho 4 Jerusalen, a los Judios y 4 su religion, movido de la piedad y virtudes del Pontitice Oniass y aunque este Rey era gentil, daba una renta anual muy liberal para mantener con decencia el culto del verdadero Dios. Tal es Ja influencia de la virtud de los sacerdotes, que hacen respetar su religion aun & aguellos que no la profesan. Simon, de la tribu de Benjamin, gue tenia la superintendencia del tesoro del templo, sin mas motivo que vengarse del Sumo Sacerdote Onias, in- formé 4 \polonio Gobernador gencral de la provin- cia, que en las cajas del tempo habia sumas inmensas de dinero ¥ otras riquezas del comun, que no perte- necian al ramo de los sacrificios, ¥ que podian po- nerse en el erario del Rey. Un descubrimicnto de esta especie es un asunto de inucho interes para congra= ciarse un Gobernador con su Soberano : Apolonio in- formo a Seleuco todo lo que Simon le habia comuni- cado, y creyendo el Rey que aquel dinero era residua 310 LOS MACABEOS. de Jas sumas que donaba anualmente para los gastos del culto, envié a Heliodoro, su Ministro de Tacienda, para recoger aquel tesoro. La comision requeria mu- cho secreto, para no dar tiempo 4 remover el dinero en todo 6 en parte; ¥ asi partio el Ministro, cou pre- testo de visitar aquella provincia, para poner en eje- Cucion con mas acicrto el designio del Rey. Llegado Heliodoro a Jerusalen, llam6é 4 Onias y le mostro la orden del Rey ;el Pontifice respondid : Que el dinero guardado en las cajas del templo era un fondo de donaciones hechas por los fieles para so- correr 4 viudas y huérfanos, y un depésito pertenc- ciente a Tobias Hircano, varon eminente , que lo ha- bia puesto alli por mayor seguridad. El ministro, mas atento a cjecutar sus 6rdenes que a considerar 1a jus- licia, respondio : Que él no tenia instrucciones de examinar como habia venido alli aquel dinero, ni cual €ra su destino ; su comision era solo para levarsele al Rey. Esta respuesta perentoria del comisionado afli- gié mucho al justo Onias, ¥ puso en consternacion A toda la ciudad, que tenia todo el derecho a aquel di- nero. El Sumo Sacerdote ¥ los pobres de Jerusalen recurriéron al Seitor, imploranio su proteccion con- tra aquella violencit. Heliodoro, entre tanto, mar- chaba hacia el femplo con su guardia, para apode- rarse del tesoro por la fuerza, mas el espiritu del Dios Todo Poderoso detnvo su militar arrogancia. Un ca- ballo belicoso con un ginete ricamente vestido y de vista cspantosa se aparecié 4 la entrada del templo , y embisticndo 4 Ueliodoro, amenazaha destruirle LOS MACABEOS. Bil con las manos, miéntras que dos gallardos mance- bos, puestos cada uno a su lado y armados de buenos zurriagos, le saciwdian fuertes latigazos sin cesar. El atrevido ministro cay6 en tierra sin habla, y le retira- ron léjos del temp}o en una silla de manos. Los guar- dias se recobraron del temor que los habia paralisa- do, yal ver e! estado horrible de su Gefe , suplicdron humildemente al virtuoso Pontifice, que rogara al Al- tlsimo concediese la vida d4aquel hombre, que parecia estar en las agonias de la muerte. Onias considerd prudentemente , que tal vez podria sospechar el Rey que el milagroso efecto del poder del Sefior era al- guna trama urdida por los Judios contra su ministro, y ofrecié sacrificio saludable por la salud de Helio- dore. Dios oyé la oracion de su siervo, y restituyé el sentido al humillaido ministro que quiso atropellar el Santuario : los dos jévenes cclestiales, puestos 4 su lado con el azote en la mano, le dijéron : Da gracias al Sacerdote Onias, pues solo por su intercesion te ha librado el Sefor la vida,’¥ acordandole de este 1 vi~ sible castigo, anuncia 4 todos Jas maravillas de Dios ¥y su poder. Dichas estas palabras, desapareciéron, Escarmentado Heliodoro con Ja mano de los Angeles, ¥ contento con haber escapaco con Ja vida. velyid a Ja corte sin el tesoro, Ginformé a Seleuco de todo lo que habia visto, y de todo lo que habia sufrido. El Rey que habia ya contado con aquel dinero sagrado, queria buscar otros medios para apoderarse de él, y consultd con su ministro sobre ¢l nombramiento de Olra persona. para mandarla a Jerusalen con el mis- 312 LOS MACABEOS. mo encargo. Helicdoro le respondié francamente : Seiior, si tienes algun enemigo contra tu persona , 6 traidor contra tu reino, que merezca 1a muerte 6 wn castigo muy crucl, enviale 4 Jerusalen por el tesoro del templos pues si el caballo no le destrozare, los dos mancebos de los zwriagos daran buena cuenta de él; porque verdaderamente hay virtud divina en aquel lugar, que no dejara impune al gue intentare violarle: E] pérfido Simon, que habia denunciado el tesoro de la casa del Sefor al Rey Seleuco, acriminaba al virtuoso Onias, y le indispuso tanto con Apolonio , que parecié indispensable al santo Pontifice ira la corte, no como acusalor sino para vindicar su honor y asegurar la tranqailidad del pueblo. Eu este tiempo murid Seleuco y le sucedid en el trono su herniano menor .ntioco el Noble, crucl perseguidor del pue- blo de Israel. El virtuoso Onias poseia muchas virtu- des , para vivir tranquilo bajo cl reinado de un hom- bre como Antioco, y entre el corrompido pueblo de Jerusalen. Su inicuo hermano Jason dié dinero al Rey , fué nombrado Poutifice, y Onias quedé privado del sumo Sacerdocio. Menelao, hermano del calum- niador Simon, ofrecié mas dinero a Antioco, hizo de- poner a Jason, y obtuvo para si el pontificado; di- guidad que no podia ejercer, no siendo de la tribu de Levi, y haciéndose tanto mas cscandaloso cl crimen de simonia. Este malvado intruso, para satisfacer los gastos de sus intrigas, sacé del templo los yasos sa- grados, y los mand6 vender en Tiro y otras ciudades : LOS MACABEOS. 313 lo cual sabido por cl zeloso Onjas, le escribié desde Antioquia reprendiéndole por wna profanacion tan grave. La carta de Onias irritd en estremo a Menclao, ¥ aprovechiudose de la ausencia de Antioco, preva- lecié con Andronico hacer motir 4 Onias, Andrénico era muy estimado de Antioco, y habia sido nom- brado Virrey en su ausencia; este fué a visitar 4 Onias en su retiro cerca de Dafne . le sacd fuera, y le maté con su propia mano. La muerte de este santo Sacer- dlote fué lamentada no solo por los Judios, mas tam- bien por los Gentiles. Antfoco mismo se afligié en el corazon al oir aquel hecho atroz, y Meno de lastinia por la muerte de Onias no pudo contener las lagri- mas, acordandose de las virtudes del venerable sa- cerdote, Al instante volvid cl Rey 4 Antioquia, y mo- vido de célera, manddé despojar 4 Andrénico de la purpura, pasearle por la ciudad como 4 vil asesino , ¢ quitarle Ja vida en el mismo lugar donde habia come- tido el horrendo sacrilegio. El pueblo judio se destruia con sus facciones, ¥ las tremendas sefiales de ejércitos combatiendo en claire, que por enarenta dias se viéron sobre Jerusalen , le- nabande horror Asus habilantes. Una falsa voz de que Antioco habia sido muerto peleando en Egipto se es- parcid por Jerusalen y fué creida de todos, liaciendo publicos regocijos por la supuesta muerte del tirano : pero jamas un eugaiia costd mas caro aun pueblo. Antioco volvid victorioso de Egipto, é informado de las demostraciones poco leales de sus yasallos judios, resolvid arruinar Jerusalen, el teimplo, la ley de 344 LOS MACABEOS. Moises, } hasta el nombre de Ysrael, Al frente de un ejércilo podcroso marché 4 Jerusalen, tomd la ciu- dad por asalto, y soltando el dique de su cruel ven- ganza, inund6 la ciudad con la sangre de sus habita- dores : ochenta mil personas fuéron pasadas 4 cuchillo enelespacio de tres dias, y charentamilfueron levados prisioneros y vendidos por esclavas. Elimpio Poniifice Menclao condujo al Rey aj templo, en donde el Mo- nare a gentil tomaba con sus wanos sacrflegas los va- sos consagrados que los otros Reyes habian otrecido al Sefior, los manoseaba indignamente, afadicndo Dburla 4 Ja profanacion. E} Dios de Israel, irritado con los sacrilegios de los sacerdotes inismos , habia aban- donado su templo 4 los enemigos, ¥ por esto no espe- rimenté Antioco ahorael efecto de la venganza divina que poco antes habia caido sobre Heliodore, FE} Sehor no habia escogido al pueblo de Israel por amor 4 Je- rusalen y a su templo, sino que habia protegido 4 esta ciudad y asa casa por amor al pueblo y descen- dencia de David. y firme a su promesa, mantuyo a los Sud{fos como nacion hasta cl total cumplimiento de las profecias, Antioco se retiré a Antioquia despues de este es- trago; pero su odio 4 Jerusalen no se habia borrado de su corazon. Apolonio, su general, niarché dos aios despues con un ejército de veinte y dos mil hombres, con érden de malar a todos los adultos, v de vender mugeres y parvulos en perpetuo cautiverio las na- Ciones vecinas, Este detestable comandante entré en Jerusalen con apariencia de‘paz, y la-observé por.al-

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