Prlogo a Katastroph El escritor sentado en un muro cualquiera, un tapial lo suficientemente pequeo como para poder, desde all, recrearse

en ese mundo-pas en el que vive. Una mirada mltiple nos revela desencanto y miseria. Relaciones rotas e inconexas, perdidas. Las cosas que no pueden ser: Katastroph. Un universo compuesto de tres partes que nos susurra: En este pas nada es posible, tanto en la vida como en la literatura, a travs de la voz de un escritor que se nos antoja joven, desencantado, lleno de experiencias marginales y referencias post-modernas: libros, autores, medios visuales, cine. Mundos virtuales que conviven en espacios fantsticos y reales. Un retrato completamente urbano y globalizado, con la feroz individualidad que concede la existencia en un pas, en una ciudad considerada como una de las ms violentas del mundo. El escritor languidece y trata desesperadamente de aferrarse a la escritura, a la posibilidad del amor y aun de la locura como tabla de salvacin. Y, sin embargo, Katastroph se presenta como un grito poderoso de insatisfaccin ante el deber ser, ante los idearios sociales de la juventud, de los artistas, de los escritores o escritoras. Katastroph nos empuja ms all de la sobrevivencia cotidiana, narrando la desdicha de contar con el don de la palabra en estas amadas, temerarias, pero pobres honduras. Es una coleccin de relatos sobre la soledad propia, esa donde nadie puede acompaarnos. Nada ni nadie apuesta por el arte en este pas ingente, donde el oficio de la escritura es visto como excntrico, estrafalario y continuamente puesto en tela de juicio. Lleno de dudas y entendido solo por aquellos que viven en esta especie de universo paralelo, que curiosamente quieren dejar su legado a quienes persistentemente los ignoran. Seguimos al escritor que sigue sentado en el muro mirando ese mundo que no le satisface. Podra volar y estrellarse sobre l de la misma forma que podra pararse y abandonarlo. Posiblemente no lo har, porque est comprometido con ese mundo, porque lo ama o porque sabe que es la nica manera de seguir existiendo. Vuelve sobre sus pasos y nos deja la duda. Ese es uno de los inicios. Jessica Isla Ultimo da de febrero de 2012 (ao que se vaticina como el del fin del mundo)