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SATHYAM

SHIVAM
SUNDARAM
(Verdad, Bondad, Belleza)
B. N. NARASIMHA MURTHY

SATHYAM
SHIVAM
SUNDARAM
(Verdad, Bondad, Belleza)

1980-1985

Volumen 5

Sai Ram
Sathyam, Shivam, Sundaram - Volumen 5

© SRI SATHYA SAI BOOKS and PUBLICATIONS TRUST


Prashanti Nilayam 515 134 - Anantapur District Andra Pradesh - INDIA

Título original: Sathyam, Shivam, Sundaram - Volume 5

© Sai Ram, 2009

Publicación por la Fundación Sri Sathya Sai Baba de la Argentina

Traducción al español: Mercedes Wesley


Revisión y corrección: Claudia Menéndez

Ventas y/o consultas: pedidos@fundacionsai.org.ar


www.fundacionsai.org.ar

Reservados todos los derechos


para la lengua española

Sai Baba, Sri Sathya


Sathyam Shivam Sundaram. - 1a ed. - Buenos Aires : Fundación Sri
Sathya Sai Baba de Argentina, 2009.
v. 5, 400 p. ; 20x14 cm.

Traducido por: Mercedes Wesley


ISBN 978-987-24317-4-7

1. Espiritualidad. I. Wesley, Mercedes, trad. II. Título


CDD 291.4

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Libro editado e impreso en la Argentina


Printed in Argentina

La fotocopia mata al libro y es un delito.

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento,


el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier
forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante
fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito
del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Esta edición de 3000 ejemplares, se terminó de imprimir en


la planta impresora Sevagraf S.A., Buenos Aires,
República Argentina, en agosto de 2009.
Nota del editor

En su prefacio a la edición de 1982 de Sathyam Shivam


Sundaram - Parte I, Sri N. Kasturi, el autor de los primeros
cuatro volúmenes de la biografía de Bhagavan Sri Sathya Sai
Baba, escribió: “La primera parte, que abarca la vida de
Bhagavan hasta 1960, fue publicada por primera vez en
1961. Las Partes II, III y IV, que narran la historia de la vida
de Bhagavan hasta 1979, fueron escritas y publicadas en los
años subsiguientes. La Parte V tratará sobre los años poste-
riores. Otros volúmenes le seguirán”.
El cuarto volumen fue publicado en 1980, el día de Gu-
rupurnima. Exactamente un cuarto de siglo después, el
quinto volumen, que comprende la vida de Baba entre 1980
y 1985, es ofrecido a Sus pies de loto en ocasión de las ce-
lebraciones de Gurupurnima en 2005, el 80.° año de Su ad-
venimiento. Les pedimos disculpas a Él y a Sus devotos por
no haberlo hecho antes. Sin embargo, esperamos ponernos
al día con la saga que continúa en el presente, publicando
en rápida sucesión los volúmenes siguientes, cada uno de
los cuales abarca entre cinco y diez años de Su memorable
vida. Tenemos la ventaja de la brillante luz retrospectiva que
ilumina nuestra senda.
Con las bendiciones de Bhagavan Baba, un comité ase-
sor integrado por cuatro veteranos devotos –el Dr. G. Ven-
-8- B. N. NARASIMHA MURTHY

katraman, la Dra. Jayalakshmi Gopinath, Sri B. N. Narasimha


Murthy y Smt. Sitalakshmi– fue constituido en octubre de
2003 para ayudar a editar los volúmenes. El comité le con-
fió a Narasimha Murthy la tarea de preparar los textos con
la ayuda de sus miembros y de Sri V. N. Prahlad. Este tra-
bajo se ha convertido desde entonces en una sagrada labor
de amor para Narasimha Murthy, quien, después de com-
pletar el manuscrito del quinto volumen, está ahora cote-
jando el material para el sexto. En su prefacio a este volu-
men, ha resumido el plan y el enfoque que adoptó al
escribir la sagrada biografía.
Le oramos humildemente a Bhagavan Baba para que
nos conceda Su divina gracia en nuestros esfuerzos por pu-
blicar la Serie de libros Sathyam Shivam Sundaram de un
modo que lo satisfaga a Él por completo e inspire a la hu-
manidad en el presente y en el futuro.

21 de julio de 2005 (Gurupurnima)

Director
Sri Sathya Sai
Books and Publications Trust
Prashanti Nilayam
Bhagavan bendice amorosamente el libro
en Kodaikanal, el 30 de abril de 2005

Una mirada a la tapa

Una hojeada al libro


Prefacio

Antes de escribir acerca del libro, debo ofrecer mis


agradecidos pranams a los pies de loto de Bhagavan Sri Sa-
thya Sai Baba por lo que esta obra ha producido en mí, su
primer beneficiario. Una vez que emprendí la tarea, el tema
del libro se volvió una obsesión fascinante. Cotejar el mate-
rial, reflexionar acerca de él y escribir se convirtieron en una
práctica de ascetismo espontánea. Este sadhana me ha con-
ferido experiencias que me convencieron más allá de toda
duda de que soy simplemente un instrumento que cumple
con Su divino mandato. Muchas veces me convertí en un
mudo testigo mientras el libro se escribía a sí mismo. En al-
gunos momentos de debilidad, me sentí como una traba
que obstruía el libre fluir de la gracia celestial que estaba to-
mando la forma del libro; en esas ocasiones me encontré
trabajando bajo la ilusión de que yo era el escritor. Estoy se-
guro de que el lector podrá percibir fácilmente las crestas y
las hondonadas de esta experiencia interna a medida que
recorre el libro.
Trabajar en este volumen indudablemente me ha ayu-
dado a ahondar en lo profundo de mí para encontrarlo a Él
presidiendo el divino drama de la evolución de la diversi-
dad de la materia y la mente hacia la unidad del Espíritu a
través de los innumerables laberintos de la vida. Una y otra
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vez me fue recordado Su lema revelador: “El principio de


Sai y el mensaje de Sai son Uno y el Mismo: el Amor. Sai
no es el cuerpo inerte, sino el Espíritu nectarino”. ¿En-
tonces cómo puede un libro captar Su historia? “Quisierais
que yo hablara de Jesús, pero ¿cómo puedo siquiera ensa-
yar la canción de la pasión del mundo en una caña hueca?”,
preguntó Su querido discípulo Juan en el clásico Jesús, el hi-
jo del hombre, escrito por Kahlil Gibran. Es cierto que nin-
gún libro puede captar lo que Él es y lo que Él hace, ya que
ni Él ni Su obra están limitados al único plano de existencia
que nosotros conocemos: el plano físico.
Por lo tanto, tengo que confesar que este libro es solo
un pobre indicador de lo que Bhagavan Baba hizo entre
1980 y 1985 para llevar a cabo la misión que Él mismo se
impuso. A manera de apéndice, se proporciona una crono-
logía detallada de los eventos de Su vida durante dicho pe-
ríodo, tal como pudieron verse en el plano físico. Esto ayu-
dará al lector a saber dónde estuvo Él y qué hizo en un día
en particular. El libro está dividido en doce capítulos; algu-
nos de ellos describen los eventos más importantes y otros
se refieren a los aspectos principales de Su misión.
La narración está tejida con los hilos de una historia, una
crónica y un testamento, y casi todos los capítulos se hallan
profusamente rociados con Sus lilas y mahimas, que cum-
plen la importante función de convencer a la dubitativa men-
te de que el Espíritu gobierna supremo incluso en el mundo
de la materia. “La cabeza no oirá nada hasta que el corazón
haya escuchado”, declaró Rumi, el místico sufí. El objetivo
principal de este libro es conmover al corazón sin ofender a
la cabeza; proporcionar inspiración a un aspirante o a un al-
ma que busca a tientas.
El primer capítulo, “¿Quién soy Yo?”, es un recopilación
de lo que Baba ha revelado acerca de Sí Mismo desde Su
advenimiento. Define el enfoque adoptado por el escritor
sobre el tema del libro y establece el tono y el curso de los
capítulos siguientes. En el segundo capítulo, “La fragancia
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El Supremo Maestro de Parantahkarana Pravesh


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del ‘capullo que se abre’”, se narran algunos de los hechos


importantes de los primeros años de vida de Bhagavan que
no fueron registrados en los cuatro volúmenes iniciales. El ter-
cer capítulo, “El valle del divino deleite”, cuenta la historia de
la visita de Baba a Nueva Delhi y Cachemira en junio de 1980.
Este capítulo es representativo de las narraciones de mu-
chos viajes que Él realizó durante este período de seis
años, en el que viajó, literalmente, desde Cachemira hasta
Kanyakumari.
La fundación de la Universidad –el Instituto Sri Sathya Sai
de Educación Superior– fue sin dudas el evento más impor-
tante de esos años. Los capítulos cuarto, quinto y sexto es-
tán dedicados a este tema. Además de delinear la génesis
de la Universidad, estos tres capítulos dan una idea de la su-
prema habilidad artística con la que Bhagavan guió los des-
tinos de algunos de Sus estudiantes, maestros y administra-
dores, marcando así el destino de la Universidad. Los dos
capítulos siguientes, “Se extiende para llegar a todos” y “En-
canto terrenal con sabor celestial”, describen los aspectos
más importantes de Su personalidad: Su completo dominio
del arte de parantahkarana pravesh o la capacidad de entrar
en los corazones de otros, transformando sus vidas.
En el año 1984, tuvo lugar un hito en la misión de Baba
en el campo de la medicina: la inauguración del nuevo y es-
pacioso Hospital General Sathya Sai, en Prashanti Nilayam.
El noveno capítulo, “El Médico Divino”, presenta la historia
de los dos hospitales generales fundados por Bhagavan en
Prashanti Nilayam y en Whitefield; también se explaya acer-
ca de la filosofía de la salud, además de arrojar luz sobre Sus
asombrosos poderes de curación. El décimo capítulo, “Una
nueva morada para el Señor en Brindavan”, comienza con
la primera visita del joven Baba a Bangalore en 1944 y ter-
mina con la inauguración del nuevo mandir, “Trayee Brin-
davan”, en Whitefield, el 26 de abril de 1984.
“¡Dios está actuando entre nosotros!”, el undécimo ca-
pítulo, abarca las actividades importantes de las Organiza-
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ciones Sri Sathya Sai durante el período que culmina con la


Cuarta Conferencia Mundial y las celebraciones del Cum-
pleaños número sesenta de Bhagavan Baba. El último capí-
tulo, “El Maestro del Mundo”, ofrece la esencia de las en-
señanzas de Bhagavan durante el período considerado.
A medida que el lector avance en la lectura de estas pá-
ginas, descubrirá que las historias de Sus devotos –que re-
flejan la gloria del Avatar– son utilizadas como los bloques
que construyen la historia de Su vida. Cada una de estas
historias representa las experiencias de cientos o, mejor di-
cho, miles de esos afortunados receptores del amor y la gra-
cia de Bhagavan. Para mantener la autenticidad, he narrado
sólo las experiencias de aquellos con quienes he interac-
tuado; raras excepciones se hacen a esta regla en el caso de
personas muy conocidas en el mundo. He hablado prácti-
camente con cada una de ellas en detalle acerca de sus ex-
periencias, y muchas han respondido un cuestionario pre-
parado para cada una en especial.
El compilador de la literatura sobre Sri Sathya Sai, Sri N.
Kasturi, fue una figura paternal para mí, y su vida y sus obras
me han inspirado profundamente. En primer lugar, tengo que
expresar mi sincera gratitud hacia él antes de reconocer mi
deuda con muchas personas que, por su inmenso amor ha-
cia Bhagavan, me han ayudado a completar esta tarea.
Le agradezco a Sri K. S. Rajan, director de Sri Sathya Sai
Books and Publications, a los miembros de la Fundación y al
Comité de Sathyam Shivam Sundaram por proporcionarme
muy valiosas sugerencias y material para la preparación del
libro. Le estoy especialmente agradecido a Sri V. N. Prahlad
por ayudarme a estructurar los contenidos del volumen,
además de reunir una gran cantidad de material y clasificar-
lo de manera sistemática.
También deseo agradecer a muchos devotos jóvenes y
ancianos –entre ellos, algunas celebridades y personalida-
des muy conocidas– que compartieron sus experiencias
conmigo generosamente, ofreciendo su precioso tiempo.
Algunos de ellos también me han prestado valiosas cartas
escritas por Bhagavan y fotografías. La mayoría de esas per-
sonas figura en este libro. De ese grupo debo mencionar en
especial a mi respetado hermano Sai, Sri C. Sreenivas,
quien dedicó generosamente su tiempo a intercambiar opi-
niones sobre el libro; le agradezco sus palabras de aliento.
Sri Sanjay Sahni y Sri Ruchir Desai, mis estimados cole-
gas de Brindavan, me han ofrecido útiles consejos acerca
del contenido y el lenguaje del libro. Sri K. Vansantha Raj,
mi antiguo colega de Sathya Sai Grama, Muddenahali, ha
revisado cuidadosamente el texto y me ha ayudado a edi-
tarlo. Les agradezco su apoyo incondicional.
Nuestros ex alumnos y mis jóvenes colegas de Brindavan
–Sri Rajeev Rajan, Sri Sai Manohar y Sri Raghupathi Rao– me
han dado su ilimitado apoyo de muchas maneras; Rajeev
Rajan ha trabajado mucho en todos los aspectos del libro.
Sri Suresh, un artista de Bangalore, ha diseñado la tapa. El fo-
tógrafo Sri Kekie Mistry y mi colega, el Dr. C. N. Sundaresan,
enseguida me ofrecieron algunas de sus fotografías para in-
cluirlas en el libro. Otros ex alumnos, como Sri Sai Roopak y
mis jóvenes amigos Sri Mahabaleshwar y Sri Ravi, me han
ayudado a seleccionar y ubicar las imágenes que corres-
ponden a cada capítulo. Sri T. S. Venkatraman y Smt. y Sri
Jaishankar, de Bangalore, han trascripto con gran cuidado
muchas de mis entrevistas con devotos. Estoy en deuda
con todos ellos.
Un humilde jardinero de Su Jardín de Amor dedica este
Prema Pushpam –el Volumen V de Sathyam Shivam Sunda-
ram– con amor y gratitud a los pies de loto de nuestro muy
amado Maestro.

B. N. Narasimha Murthy
Prashanti Nilayam
21 de julio de 2005 (Gurupurnima)
1

“¿Quién soy Yo?”

En una hermosa mañana de principios de mayo en Ko-


daikanal, Bhagavan Baba estaba sentado en el salón de Sai
Sruti, rodeado de algunos afortunados estudiantes, maes-
tros y devotos elegidos para acompañarlo al encantador
pueblo de montaña ese verano. Era una de esas bellas se-
siones después del desayuno. En cierto momento, Bhaga-
van anunció a los estudiantes:
–¡Le daré un premio especial a quien responda correc-
tamente Mi pregunta!
Todos los presentes, en especial los estudiantes, se
mostraron expectantes y sumamente interesados. En tales
ocasiones, Bhagavan solía hacer preguntas acerca de even-
tos o personalidades de las epopeyas o mitología indias.
Sin embargo, la pregunta de ese día era de un carácter muy
particular. Baba les preguntó a los jóvenes, señalándose:
–¿Quién soy Yo?
La respuesta llegó casi inmediatamente:
–¡Dios! –gritaron varios muchachos al mismo tiempo.
Habían pensado que la respuesta era muy simple, pero
Baba sonrió y dijo:
- 18 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¡No es correcto!
Todos estaban perplejos. Uno de los jóvenes dijo:
–Swami, ¡Tú eres Shiva Shakti svarupa!
Todos miraron a Bhagavan con expectación. Una her-
mosa sonrisa floreció en Su rostro alegre.
–¡No es correcto! –exclamó.
Muchos sintieron que se trataba de una de Sus travesu-
ras divinas. Uno de los estudiantes juntó el valor necesario
para decir:
–¡Swami, Tú eres Sri Krishna venido de nuevo!
Baba rió con fuerza y repitió:
–¡No es correcto!
–¡Swami, Tú eres Sarva Devata svarupa! –dijo entonces
uno de los devotos mayores.
–¡No es correcto! –volvió a decir Baba.
Tanto jóvenes como ancianos estaban desconcertados,
y la intriga aumentaba. Uno de los devotos le suplicó:
–¡Swami, por favor dinos quién eres!
–¡Yo soy Yo! –declaró Bhagavan.
Todos rieron, y el alborozo reinó en el lugar. Sin embar-
go, Swami parecía estar serio. Al notarlo, todos se pusieron
serios. La atmósfera se tornó completamente sublime a me-
dida que Swami avanzaba en la siguiente explicación:
–“Yo” es la base de todo. Decir “Yo soy esto o aquello”
es dvaita bhavam, dualidad. “Yo soy Yo” significa advaitam
o ekatvam, unidad. Esa es la verdad última. Este “Yo” reci-
be diversos nombres: Dios, Atma, Brahmán, Krishna, Rama,
Shiva, Alá o Jehová.
Un Avatar es un enigma. Está envuelto en el misterio.
Para nosotros, los humanos, Él seguirá siendo siempre un
enigma. Bhagavan Baba ha declarado: “Ustedes no pueden
conocer Mi Realidad ni hoy ni después de miles de años de
ascetismo o indagación, ¡aunque toda la humanidad se unie-
ra en ese esfuerzo! Un Avatar es consciente no solo de Sus
vidas anteriores y futuras, sino también del pasado, presen-
te y futuro de todas las criaturas. Sin embargo, el hombre no
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Baba frente a “Sai Sruti”, el Mandir de Kodaikanal

Bhagavan con Sus estudiantes en Kodaikanal


- 20 - B. N. NARASIMHA MURTHY

conoce sus propias vidas pasadas o futuras, y ni siquiera su


futuro en la vida presente. ¿Cómo podría entender al Ava-
tar? Yo estoy más allá del alcance de la más intensa indaga-
ción y la más meticulosa medición. Solo aquellos que han
reconocido y experimentado Mi amor pueden aspirar a vis-
lumbrar Mi divina naturaleza”.
En el Bhagavad Gita encontramos revelaciones similares
de Bhagavan Sri Krishna:
“Ni las huestes de devas ni los grandes rishis conocen
Mi origen, pues en cada aspecto Yo soy la fuente de los de-
vas y los rishis”.
“Oh, Arjuna, Yo conozco a todos los seres del pasado,
el presente y el futuro, ¡pero nadie Me conoce a Mí!”
Cuando Arnold Schulman –un famoso guionista y dra-
maturgo de Hollywood– le preguntó a Bhagavan “¿Tú eres
Dios?”, Él respondió: “¿Cómo puede una hormiga medir la
profundidad del océano o un pez descubrir la verdad acer-
ca del cielo?”. En otra ocasión, Bhagavan reveló: “En lugar
de tratar de saber quién soy Yo, traten de saber quiénes son
ustedes. ¡Cuando se conozcan a sí mismos, Me conocerán
a Mí!”.
Nosotros entenderemos a Baba en la medida en que Él
se nos revele y en la medida en que nosotros nos conozca-
mos a nosotros mismos. Si estudiamos la vida de Baba, ve-
remos que Él ha hecho diferentes revelaciones acerca de Sí
Mismo a diversas personas en distintas etapas de Su vida.
Baba Mismo ha explicado por qué tuvo que hacerlo:
“Como todos los Avatares, Krishna anunció Su adveni-
miento al mundo poco a poco, paso a paso, probando en
cada ocasión hasta qué punto la realidad sería aceptada por
la gente que lo rodeaba. Es el mismo caso que el de este
Avatar. ¡Las señales y los milagros estaban destinados en-
tonces, como lo están ahora, a proclamar al Avatar!”.
“¡Solo otro Sai Baba puede saber qué es este Sai Baba!”,
dijo Baba en una ocasión, y preguntó: “Si Yo no les hablo
acerca de Mí Mismo, ¿quién otro podría hacerlo?”. Por mi-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 21 -

“Ustedes no pueden conocer Mi Realidad”


- 22 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sericordia hacia la humanidad, Bhagavan Baba a menudo ha


hablado acerca de Sí Mismo cada vez que sintió que eso era
necesario para avanzar en Su misión. También muchas ve-
ces ha divulgado profundas verdades acerca de Sí Mismo
por amor a Sus devotos, a quienes tales revelaciones llenan
de inmensa dicha y bienaventuranza.
Como Baba Mismo reveló, aunque Él nació con todo el
poder y la sabiduría divinos, los manifestó paso a paso en
el momento oportuno después de preparar a la gente que
lo rodeaba para que comprendiera y aceptara lo que Él re-
velaba. Este proceso continúa hasta el día de hoy.
Cuando Bhagavan estuvo en Bombay, en junio de 1968,
Él tuvo la gentileza de responder las preguntas del editor
de un diario de Gujarat, Nava Kaal, acerca de Sus “mila-
gros”. Una de las primeras preguntas fue:
–¿Cuándo comenzó a manifestar estos signos de poder
divino?
–¡Ya en la niñez! En la escuela, Yo solía crear chocolates,
canicas y otros objetos para los niños que Me rodeaban
–respondió Baba.
Entonces el editor se atrevió a preguntar:
–Baba, ¿a qué edad adquirió este poder?
–¡En el mismo instante de Mi nacimiento! –respondió
Baba, y luego de una pausa agregó con énfasis–: ¡Incluso
antes!
El editor, perplejo, exclamó:
–¿Eso quiere decir...?
–¡Eso quiere decir que Yo decidí Mi nacimiento! Decidí
quién sería Mi madre. Los simples humanos pueden elegir
solo quién será su esposa o esposo; el Hijo eligió a la madre
en las encarnaciones de Rama y Krishna. También entonces la
tarea por la cual se decidió el nacimiento fue conferir prema
a todos, y a través de ese prema, promover la vida recta.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 23 -

Cuando en su época de escolar el joven Sathya sacaba


de Su bolso una cantidad ilimitada de dulces, lapiceras y
otros objetos y se los daba a Sus compañeros de escuela,
ellos naturalmente se quedaban pasmados. ¡Muchas de
esas cosas no se conseguían en ningún lugar de esa región!
Ellos le preguntaban:
–¿Cómo consigues todo esto?
–Tengo a un Grama Shakti bajo Mi control. ¡Él Me dará
todo lo que quiero! –respondía Sathya, imperturbable.
Esa respuesta los satisfacía. Más tarde, Bhagavan Baba
ha dicho que Él les daba una respuesta que ellos podían en-
tender y aceptar. Con una profunda comprensión de la hu-
manidad y gran compasión por esta –que se siente segura
en su complacencia ignorante, aferrándose a la mera di-
mensión física de la existencia, dichosamente inconsciente
de los planos de existencia más profundos, elevados y glo-
riosos–, el joven Avatar preparaba con laboriosidad las
mentes de las personas que lo rodeaban para que pudieran
recibir Sus revelaciones acerca de Su verdad y Su misión.
Solo podemos imaginar la misericordiosa agonía en el
corazón del maestro, dedicado pacientemente a la misión
autoimpuesta de liberar al hombre aferrado a la penosa
existencia terrena y elevarlo hacia las regiones eternas de
su propia Realidad. En una ocasión, Bhagavan Mismo ma-
nifestó lo difícil que era Su situación cuando les dijo a algu-
nos de Sus seguidores: “Yo soy Nataraja, el maestro de la
danza, el primero entre los danzarines. ¡Solo Yo conozco la
agonía de enseñarles cada paso de la danza!”.
A los diez años, Sathya ya se había ganado los títulos de
“Gurú” y “Brahma Jñani” por parte de Sus amigos y mayo-
res debido a Su forma de vida ejemplar y a Su irrefrenable
inclinación por enseñar el modo correcto de vivir a jóvenes
y ancianos por igual. Entre las canciones que Sathya ense-
ñó al grupo Pandari Bhajan, que Él había formado, había al-
gunas que glorificaban a un centro de peregrinaje descono-
cido llamado “Shirdi”, ¡en el cual la nueva deidad era “Sai
- 24 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Baba”! Cuando alguien le hacía preguntas acerca de “Shir-


di” y de “Sai Baba”, Sathya solía contarles interesantes his-
torias sobre el nuevo templo y la deidad. Así, Él preparó el
terreno para revelar Su identidad como Sai Baba en los tres
años siguientes.
Como estudiante de la escuela secundaria de Uravakon-
da, el joven Sathya, de trece años, inició el proceso de pro-
clamar Su identidad. Lo hizo en tres etapas, entre marzo y
octubre de 1940. La memorable madrugada del 8 de marzo
de 1940 trajo un marcado cambio en Su vida. ¡Todo co-
menzó, aparentemente, con la picadura de un escorpión ne-
gro muy venenoso! No obstante, Baba Mismo reveló, años
después, que ningún escorpión lo había picado. Él sólo ha-
bía decidido atraer la atención de la gente y prepararla para
recibir una declaración trascendental pocos meses después.
Para expresarlo en Sus propias palabras: “¡Yo simplemente
quise demostrar que estoy más allá de visha y vishaya!”.
En el verano de 1940, cuando tenía catorce años, el jo-
ven Sathya pasó por momentos de extremo dolor con una
fortaleza y paciencia asombrosas. El extraordinario cambio
en Su conducta fue malinterpretado por la gente que lo ro-
deaba. ¡Algunos ancianos de la aldea sintieron que el ex-
traño e inexplicable estado de Sathya se debía a algún es-
píritu maligno que lo había poseído! Agobiados a causa de
la profunda preocupación que sentían por el bienestar de su
pequeño hijo, los padres de Sathya y otros parientes con-
fiaron en sus consejos e hicieron llamar a exorcistas para cu-
rarlo. Ni Sus parientes ni la gente que lo rodeaba pudieron
pensar jamás que Sathya había venido al mundo para exor-
cizar el espíritu del mal que había poseído a toda la huma-
nidad. ¡Uno se estremece con solo pensar en los atroces
tratamientos que Sathya tuvo que tolerar a manos de los
crudos demonios que desfilaron haciendo alardes de ser
exorcistas de demonios! Sin embargo, Él lo soportó todo
sin sobresaltarse ni amilanarse. ¡Fue un acto de tolerancia y
también de misericordia por la humanidad errante!
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 25 -

“Yo soy Sai Baba”


- 26 - B. N. NARASIMHA MURTHY

En referencia a esos días difíciles, Baba dijo unos meses


después a las personas que todavía dudaban de si Él era
realmente quien afirmaba ser: “Aun después de ver tanta
fortaleza y el milagro de un niño pequeño que atraviesa ile-
so todo ese terror, ustedes no están convencidos de que Yo
soy Baba; ¿cómo habrían reaccionado si Yo simplemente
hubiera hecho ese anuncio un día cualquiera? ¡Quise que se
supiera que Yo soy de sustancia divina, no me afectan el su-
frimiento, el dolor ni la alegría humanos!”. ¡Estas palabras
dan testimonio de los afanes de un Mesías que viene a re-
dimir al hombre de sus locuras y debilidades! En Su famosa
carta a Su hermano mayor, del 25 de mayo de 1947, Baba
observó: “¡Este es el sino de los Mahatmas, en todas partes,
en todas las épocas!”. Sufrir silenciosa y gozosamente para
expiar los pecados de otros es un importante sello distinti-
vo de todo profeta.
El 23 de mayo de 1940, Sathya hizo el anuncio que la
historia estaba esperando. Ese día declaró: “¡Yo soy Sai Ba-
ba! Pertenezco al Apastambha Sutra y al Bharadvaja gotra”.
Y el joven Baba eligió el día 20 de octubre del mismo año
para cortar Sus lazos con la familia en la que había elegido
nacer y proclamar Su misión avatárica. Abandonó la escue-
la y el hogar, y les dijo: “Ya no soy su Sathya. ¡Yo soy Sai!
Me voy. Ya no les pertenezco. ¡Maya se ha ido! ¡Mis bhak-
tas Me están llamando! Tengo trabajo que hacer”.
¿Por qué el Avatar Sri Sathya Sai Baba se identificó sólo
con Sri Shirdi Sai Baba y no con otros Avatares anteriores?
Bhagavan Baba ha respondido a esta pregunta: “Les di el
nombre del Avatar que Me había precedido inmediatamen-
te antes. ¡Solo quise decir que Aquel que había venido co-
mo Shirdi Sai Baba ahora ha regresado como Sathya Sai Ba-
ba! Además, hay tres Sais: ¡después de este Avatar, habrá
otro, Prema Sai!”.
En la tarde del Cumpleaños número 37 de Baba, en no-
viembre de 1962, el Dr. Chenna Reddy, por entonces Mi-
nistro de Planeamiento del Gobierno de Andhra Pradesh,
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 27 -

fue bendecido con el privilegio de inaugurar el edificio de la


Escuela Primaria donado por Baba a la aldea de Puttaparti.
En el acto que siguió a la inauguración, el ministro dijo en
su alocución: “A pocas semanas de mi peregrinaje a Shirdi,
tengo la buena fortuna de venir a Puttaparti, donde Sri Shir-
di Sai Baba ha encarnado nuevamente como Sri Sathya Sai
Baba”. Sin embargo, Baba, en Su discurso, le recordó al Mi-
nistro y también al público: “Yo soy todos los nombres, no
solo estos dos, Shirdi Sai Baba y Sathya Sai Baba. Llamar a
aquella manifestación Shirdi Sai Baba o a este advenimien-
to Sathya Sai Baba es solo una de las muchas formas de de-
signación. ¡Entonces, como ahora, Sai es todos los nombres
y formas!”.
Esta declaración nos brinda una idea del carácter univer-
sal del Avatar. Una y otra vez, Baba ha dado amplias mues-
tras de esta verdad acerca de Sí Mismo. Como registró Sri
Kasturi en los volúmenes anteriores de Sathyam Shivam
Sundaram, en distintas ocasiones Baba otorgó a muchos de-
votos la visión de diversas formas de Dios, entre ellas los
Dashavatares, las diez encarnaciones de Maha Vishnu.
Continuando con el relato de aquella ocasión, Él hizo
esta importante declaración: “Cuando los aspirantes serios
les pregunten dónde ha de encontrarse al Señor, no los evi-
ten; denles la respuesta que se eleva desde su corazón has-
ta su lengua. ¡Diríjanlos hacia Puttaparti e invítenlos a com-
partir la dicha que sienten!”.
Con un sentimiento de compasión hacia las personas
que dudan permanentemente, Bhagavan Baba ha hecho ca-
tegóricas declaraciones, una y otra vez, acerca de Su divina
personalidad y Su misión. Incluso antes de comenzar a dar
Sus discursos públicos, Baba había revelado: “No he llega-
do sin invitación a este mundo. Los sadhus, santos, sabios
y hombres buenos de todos los credos y climas alzaron sus
voces, suplicándome que viniera; ¡por eso, he venido!”. “Si
hubiera venido como Narayana, con cuatro brazos que sos-
tienen la caracola, el disco, la maza y el loto, ustedes Me
- 28 - B. N. NARASIMHA MURTHY

habrían encerrado en un museo y le habrían cobrado dine-


ro a la gente por Mi darshan. Si hubiera venido como un
simple hombre, no habrían respetado Mis enseñanzas ni las
habrían practicado. Entonces, vine en esta forma humana,
con sabiduría y poderes sobrehumanos”.
El día de Mahashivaratri de 1955, Él declaró: “Sai no co-
noce japa, dhyana ni yoga; Él no conoce ninguna adoración.
No le orará a nadie, ¡pues Él es el más alto! Él sólo les ense-
ña a ustedes a orar y a adorar. En este Avatar, los malvados
no serán destruidos; ellos serán corregidos, reformados,
educados, y conducidos de regreso a la senda de la que se
desviaron. El árbol que está infestado de termitas no será
cortado; ¡será salvado con tiernos cuidados!”. Cuando se di-
rigió a los devotos reunidos a orillas del río Chitravati, el 23
de febrero de 1958, Baba afirmó: “Se darán cuenta de que
cada descripción de Mi mahima se queda corta al tratar de
representar su realidad. Si estudian los shastras y conocen
las características del Avatar del Señor, quizás obtengan un
indicio de la verdad acerca de Mí”.
Durante el discurso que pronunció en Prashanti Nila-
yam, el 21 de octubre de 1961, Bhagavan Baba destacó:
“Rama, Krishna y Sai Baba parecen diferentes debido a las
vestiduras que eligieron llevar. Sin embargo, son la misma
Entidad. Créanme, no se dejen llevar hacia el error y la
pérdida. Pronto llegará el día en que cualquier edificio,
por más grande que sea, resultará demasiado pequeño
para las multitudes convocadas a este lugar. El cielo mis-
mo tendrá que ser el techo del auditorio del futuro. Uste-
des serán testigos de que este Puttaparti se convertirá en
Mathura Nagar. Nadie puede detener o demorar estos
nuevos acontecimientos. Yo no los abandonaré, y ninguno
de ustedes podrá abandonarme a Mí. Mi sangre vital es
prema. Yo soy la fuente de daya. Entiéndanme bien a Mí
y a Mi naturaleza. Sus vidas están entrelazadas con Mi
permanencia en la Tierra. Actúen siempre de un modo
digno de este gran privilegio”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 29 -

“Sai es todos los nombres y formas”


- 30 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Al hablar en Prashanti Nilayam el 24 de noviembre de


1961, Bhagavan explicó: “Cuando el río vital de la humani-
dad corre a la deriva y fluye hacia las secas arenas de la falta
de propósito, el Avatar viene para prevenir y mostrar el ca-
mino. Esa es la misión del Avatar”. “Estoy decidido a corre-
girlos sólo después de revelarles Mi identidad. Es por eso
que Yo anuncio, de vez en cuando, Mi Realidad y manifies-
to signos de Mi poder, que ustedes llaman ‘milagros’. No es
que Yo esté deseoso de hacer alarde de Mis poderes. ¡El
propósito es atraerlos hacia Mí y unir sus corazones a Mí!”.
El 28 de abril de 1962, Bhagavan les dijo a los residen-
tes permanentes de Prashanti Nilayam: “Pues bien, ustedes
tienen la oportunidad de ver, experimentar y ser santifica-
dos por la encarnación del Señor; han alcanzado esta fortu-
na como resultado del mérito acumulado en muchas vidas
anteriores. Hasta los rishis y los devas han orado largamen-
te en el pasado para obtener esta gran oportunidad. Ahora
que han ganado esta buena fortuna, esfuércense por sabo-
rear la madhurya y alcanzar la bienaventuranza de sayujya.
No pierdan ni un solo instante. Los kiranas, los rayos que
emanan de Mí, son de tres tipos: los stula kiranas llenan
Prashanti Nilayam, los sukshma kiranas saturan la Tierra y
los karana kiranas cubren el universo entero. El stula kirana
convierte al hombre en un sadhaka, el sukshma lo hace un
Mahatma y el karana lo transforma en un Paramahamsa”.
El 6 de julio de 1963, el día de Gurupurnima, Bhagavan
se repuso en forma muy milagrosa de una enfermedad
mortal –trombosis cerebral– que Él había asumido de un in-
defenso devoto para salvarlo. Por compasión hacia Su que-
rido devoto, Él Mismo soportó los sufrimientos de la enfer-
medad durante ocho días, mientras permanecía encerrado
en Su sala de estar. Él le anunció ese día al público conmo-
vido: “¡Yo soy Shiva Shakti svarupa! He descendido en esta
forma a causa de una bendición otorgada al sabio Bharad-
vaja. Shiva Mismo nació en el gotra de ese sabio como Sai
Baba de Shirdi. Shiva y Shakti han encarnado ahora como
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 31 -

Yo Mismo en su gotra; únicamente Shakti encarnará como


el tercer Sai en el mismo gotra, en el estado de Mysore”.
Al comenzar el discurso del Cumpleaños número 39, en
1964, Bhagavan cantó un improvisado poema en telugu,
que quería decir lo siguiente: “¡El mismo Señor Maha Vish-
nu, que derramó Su infinita gracia sobre Prahlada y lo pro-
tegió de la furia de su padre, que otorgó el don de la ri-
queza material y espiritual al pobre Kuchela, que rescató
misericordiosamente al rey de los elefantes de las fauces
del mortal cocodrilo, que redimió al emperador Bali por Su
infinito amor, que es adorado por los dioses y los ángeles,
que es el guardián y protector de los desamparados y los
afligidos y el Señor de la Diosa de la riqueza, y que brilla
como conciencia pura, que es la base fundamental de todo
el universo, ha descendido hoy como el Señor de Parti!”.
El discurso que Bhagavan pronunció el 17 de mayo de
1968, ante los delegados de la primera conferencia de las
Organizaciones Sri Sathya Sai, fue único. Comenzó la alocu-
ción en el lenguaje de los dioses –el sánscrito–, desconcer-
tando a todos, incluso al traductor, Sri Kasturi, quien per-
maneció callado hasta que Baba cambió al telugu. Muchas
revelaciones acerca de Sai, el Avatar de la era, fluyeron li-
bremente, elevando a los delegados de todo el mundo a
los dominios trascendentales del Espíritu.
“No quiero que piensen que deseo que hagan publici-
dad de este nombre y esta forma. No he venido a estable-
cer un nuevo culto. Sepan que esta forma de Sai es la forma
de todos los nombres por los que el hombre ha identificado
y adorado al Uno Divino desde el principio de los tiempos.
Por lo tanto, les estoy enseñando que no debe hacerse una
distinción entre los nombres de Rama, Krishna, Ishvara y Sai,
pues todos ellos son Mis nombres. ¿De qué les sirve adorar
Mi nombre y Mi forma si no intentan cultivar Mi samatva, Mi
shanti, Mi prema, Mi sahana y Mi ananda?
Hoy se han reunido aquí personas devotas, personas
provenientes de todos los sectores de la sociedad; debo
- 32 - B. N. NARASIMHA MURTHY

decirles algo acerca de Mi Realidad, porque noventa y


nueve de entre cien de ustedes no saben... Aunque es
prácticamente imposible conocer Mi Realidad, muy pronto
ustedes reconocerán la bienaventuranza derramada por el
Principio Divino, que ha asumido este sagrado cuerpo y es-
te sagrado nombre. ¡Su buena fortuna, al tener esta opor-
tunidad, es mayor que la de los videntes, sabios, santos,
monjes y hasta dioses!
En esta Forma Humana se manifiestan cada Entidad Di-
vina, cada Principio Divino, es decir todos los nombres y
formas que el hombre le ha atribuido a Dios. ¡Esta forma es
Sarva Devata svarupa! No permitan que la duda los distrai-
ga. Si instalan en el altar de su corazón una fe firme en Mi
Divinidad, podrán obtener una visión de Mi Realidad. Si, en
lugar de eso, oscilan como el péndulo de un reloj entre la
fe y la duda, jamás lograrán comprender Mi Verdad ni ob-
tener esa bienaventuranza. ¡Son muy afortunados por tener
en esta misma vida la oportunidad de experimentar la bien-
aventuranza de este Sarva Devata svarupa!
Reflexionen por un instante acerca de esta manifesta-
ción de Sathya Sai. En esta era de materialismo desenfrena-
do, de agresiva incredulidad e irreverencia, ¿qué es lo que
atrae hacia Él la adoración de millones de personas de todo
el mundo? Se convencerán de que la razón fundamental es
que esta es la Divinidad en forma humana.
Nuevamente, ¡cuán afortunados son al poder ver a todos
los países del mundo rindiendo homenaje a Bharat, al poder
oír la adoración del nombre de Sathya Sai reverberando en
cada rincón del mundo, incluso mientras esta forma se en-
cuentra aquí, entre ustedes, con ustedes, ante ustedes!”.
Durante la celebración de Su Cumpleaños número 55,
en 1979, Baba declaró: “¡Yo no tengo un día de cumplea-
ños porque no he nacido! Es solo el cumpleaños de este
cuerpo. Ustedes dicen que tengo 54 años, ¡pero Yo no ten-
go edad!”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 33 -

Sai es el Atma siempre refulgente y bienaventurada


Lo sin forma que nunca fue, ni es ni será
El Eterno, sin entrada ni salida
¡El Inmortal, que no nace ni muere!

He aquí una estrofa sánscrita cantada por Bhagavan al


comienzo de uno de Sus discursos:

Naham manushyo na cha deva yakshah


Na brahmana kshatriya vaishya shudrah
Na brahmachari grihi vanastah
Aham Sathya bodhakah
Sathyam Shivam Sundaram

Estos versos significan: “¡Yo no soy ni humano ni ángel ni


semidiós! No soy un brahmín, ni un kshatriya ni un vaishya ni
un shudra! ¡No pueden limitarme a ninguna etapa de la vida,
como la de un estudiante, un jefe de familia o un anacoreta!
Yo soy el Eterno Maestro de la Verdad. ¡Yo soy SATHYAM
SHIVAM SUNDARAM: VERDAD, BONDAD Y BELLEZA!”.
En otra ocasión, algunos miembros del Parlamento,
que se encontraron con Baba en Prashanti Nilayam, le pi-
dieron que les dijera algo acerca de Sí Mismo. Bhagavan
declaró: “Cuando estoy entre los hombres, soy un hombre.
Cuando estoy entre las mujeres, soy una mujer. Entre los
niños, soy un niño. Cuando estoy solo, soy Dios”. Estas pa-
labras explican que Baba es capaz de establecer una afini-
dad casi inmediata con cualquier persona que se encuen-
tre junto a Él, sin importar la edad, el sexo, el lenguaje, la
religión o la nacionalidad.

✺✺✺

Se dice: “Dios desciende para que el hombre pueda as-


cender hasta la Divinidad”. Un aspecto importante de la mi-
sión del Avatar es demostrar la unidad de Dios y el hombre.
- 34 - B. N. NARASIMHA MURTHY

En este contexto, Baba una vez declaró: “No pongan dis-


tancia entre ustedes y Yo. No interpongan las formalidades
de la relación Gurú-shishya entre ustedes y Yo. Yo no soy ni
Gurú ni Dios. ¡Yo soy ustedes! ¡Ustedes son Yo! Esa es la
verdad que comprenderán cuando lleguen a la meta. Uste-
des son las olas y Yo soy el océano”.
A pesar de todas las declaraciones y revelaciones he-
chas por el Avatar acerca de Sí Mismo, Él sigue siendo un
misterio para el hombre. No obstante, según el Avatar, ¡Él
es el océano y el hombre es la ola! ¿Puede la ola conocer al
océano? Podrá hacerlo sólo cuando conozca su unidad con
el océano. Para que eso ocurra, la ola tiene que perder su
sentido de separación, el ego.
He aquí la historia de una de esas “olas” que, en su ig-
norancia, ¡estaba buscando el océano! Es la historia de la
necedad del hombre y la oceánica compasión del Avatar. La
historia también arroja luz sobre el desconcertante misterio
del Avatar y la yogamaya que lo rodea.
Por la voluntad de Bhagavan Baba, yo me encontraba
en el umbral de un nuevo capítulo de mi vida. Era el día 7
de agosto de 1983. Me había mudado desde Sathya Sai
Grama, Muddenahalli, a Prashanti Nilayam para servir como
director de la residencia para varones del Instituto Sri Sathya
Sai de Educación Superior y de la Escuela Secundaria Sri Sa-
thya Sai.
Esa noche, alrededor de las nueve, fui atraído hacia el
área del mandir en Prashanti Nilayam. Reinaban un silencio
y una serenidad supremos. Fui a sentarme cerca de la co-
lumna izquierda de la puerta Dashavataram, frente al man-
dir. De repente recordé que me había sentado en el mismo
lugar, y casi a la misma hora, dieciocho años antes, cuando
era un estudiante universitario, y mi memoria retrocedió
para revelar un hecho significativo que había ocurrido aque-
lla noche...
Tenía unos veinte años en esa época. Me senté allí ro-
gándole al Señor con los ojos llenos de lágrimas que me so-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 35 -

Carta de Bhagavan a Sus muchachos – Febrero de 1984

El misericordioso Avatar está siempre dispuesto


a ayudar a un aspirante sincero.
- 36 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Carta de Bhagavan a Sus muchachos – Febrero de 1984


(traducción de la carta manuscrita)

¡Mis queridos muchachos! Acepten mi amor y bendicio-


nes. He recibido cartas de Narasimha Murthy. Me sentí muy
feliz. ¡Mis queridos! Cada uno de ustedes es la misma encar-
nación de la divinidad. Su verdadero ser es Sat-Chit-Ananda,
Existencia, Conciencia y Bienaventuranza Absolutas. Ustedes
han olvidado esta Verdad. Por lo tanto, recuérdenla tomando
el sagrado y poderoso nombre de la Realidad hasta que su
mente desaparezca y disfruten, así como Sai ha estado disfru-
tando, esa infinita bienaventuranza que jamás se agota.
La gracia de Sai es necesaria. Por lo tanto, es importante
que unan sus manos, cualquiera sea su país o su raza. Yo es-
toy siempre con ustedes, alrededor de ustedes y en ustedes...
Pero... ¿qué puedo hacer?
Ustedes no Me están siguiendo.
Con amor,

Baba
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 37 -

corriera y me diera refugio a Sus pies. Pasados unos minu-


tos, un anciano vestido con un dhoti y una kurta, y con una
toalla blanca alrededor de su cabeza, que le recogía el ca-
bello plateado, se acercó y se paró junto a mí. Sequé rápi-
damente mis lágrimas y lo miré. No podía distinguir bien
sus facciones a la luz tenue. Él exclamó con ternura, en un
telugu coloquial: “¡Nayana! Eres muy afortunado por haber
llegado hasta Baba a tan temprana edad. Muchas personas
vienen y van. ¡Quien pueda aferrarse al Señor con fe y de-
terminación, y establecer una relación estrecha con Él, po-
drá cruzar fácilmente el océano de samsara! ¡No te rindas,
aférrate!”.
Luego se marchó. En ese momento ni siquiera me pre-
gunté quién podría ser esa persona. Al recordar ese inci-
dente, sentado en el mismo lugar después de dieciocho
años, me inundó la gratitud. El regalo de vivir y servir en
divya sannidhi era la mayor bendición que se me había con-
cedido. Pensaba que era la meta de mi vida. Naturalmente,
la aspiración más intensa de mi corazón era retenerla hasta
el mismo final. Esa se volvió mi constante plegaria.
A la mañana siguiente, después del darshan, un devoto
mayor me felicitó por mi buena fortuna y me dijo: “Swami
es como el fuego. Tú te has acercado mucho a Él. Muchos
de los que se le han acercado se han quemado debido a la
falta de pureza. ¡Que Swami te ayude a mantenerte puro
para disfrutar de Su proximidad para siempre!”.
Le di las gracias por sus buenos deseos. Lo había oído
decir en sus charlas públicas, en la divina presencia: “Swa-
mi es el fuego. Si se acercan demasiado a Él, pueden que-
marse; si están lejos, ¡quizás no reciban el calor!”. También
solía hablar acerca de la yogamaya que rodea al Avatar y
que confunde a todos los hombres, especialmente a aque-
llos que viven y trabajan en Su proximidad.
Sus palabras de interés hacia mí, aunque inspiradas por
buenas intenciones, provocaron una cadena de pensamien-
tos que me hicieron caer en un estado de preocupación e
- 38 - B. N. NARASIMHA MURTHY

inseguridad. Por supuesto, mi plegaria a Swami continuó.


Recordé las palabras del Señor Krishna en el Bhagavad Gi-
ta:
“No Me revelo a todos, ya que estoy rodeado de yoga-
maya. ¡El mundo que vive en la ilusión no Me conoce co-
mo la Base sin muerte y sin nacimiento de toda la existen-
cia! Cuando Me valgo de la forma humana, ¡los hombres
engañados no comprenden la suprema verdad de que Yo
soy el Señor de todos los seres!”.
En una ocasión, hablando acerca de Sí Mismo, Bhaga-
van Baba declaró:
“Como Me muevo entre ustedes, ingiero alimentos co-
mo ustedes y hablo como ustedes, se dejan engañar por la
creencia de que este es solo un caso de humanidad. Estén
prevenidos contra este error. Yo también los estoy enga-
ñando al cantar con ustedes, jugar con ustedes y compro-
meterme en actividades con ustedes. Sin embargo, en cual-
quier momento Mi divinidad les puede ser revelada; tienen
que estar listos, preparados para ese momento. ¡Como la
Divinidad está envuelta en humanidad, deben esforzarse
por vencer la maya que la oculta de ustedes!
Los movimientos y las actividades del Avatar pueden
parecerles ordinarios y comunes a algunas personas. No
puede haber nada ‘ordinario’ o ‘común’ en la vida de los
Avatares. El Ser sin forma toma la forma de un ser humano
para poder asociarse con la humanidad, dar ejemplo y es-
tablecer ideales para los seres humanos y transmitirles to-
dos los aspectos que ellos deben aprender. El Avatar se
comporta de un modo humano para que la humanidad
pueda sentir familiaridad, pero se eleva a alturas sobrehu-
manas para que la humanidad pueda aspirar a alcanzar esas
alturas”.
El Avatar y yogamaya se volvieron el tema de mi con-
templación durante los dos días siguientes. Baba le había
pedido a Sri Kutumba Rao, el entonces secretario de la Fun-
dación Central Sri Sathya Sai y un muy cercano servidor de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 39 -

El Avatar desciende sobre la Tierra como una flor completamente abierta.

“Que la Madre sea tu Dios; que el Padre sea tu Dios”.


- 40 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Bhagavan durante muchos años, que se ocupara de mi


bienestar hasta que me mudara a la residencia. Cuando le
pregunté:
–Señor, la gente dice que Swami está rodeado de yo-
gamaya. ¿Qué piensa usted al respecto?
Él respondió sin pestañear siquiera:
–Narasimha Murthy, no es simplemente maya; ¡es ma-
hamaya!
Su respuesta realmente me amilanó. Le hice otra pre-
gunta:
–¿Entonces cómo podemos sobrevivir a ella?
Él sonrió y me aseguró:
–No hay nada de qué preocuparse. Tenemos que orarle
constantemente. Él es muy misericordioso; es especialmen-
te bondadoso con aquellos que lo rodean. ¡Él conoce nues-
tras flaquezas!
Reflexioné sobre sus palabras durante un largo rato esa
noche, y finalmente decidí formularle mi pregunta al mismo
Bhagavan y pedirle Su gracia y Su guía. Iba a comenzar mi
trabajo como director de la residencia al día siguiente. Ba-
ba me llamó para una entrevista esa mañana. Me miró lle-
no de bienaventuranza y misericordia, y me dijo:
–Estoy muy muy feliz contigo. Con una sola palabra de
Swami, tú dejaste la escuela de Muddenahalli y viniste aquí.
Un verdadero aspirante debe tener este tipo de desapego.
¿Qué quieres? ¡Pídemelo y te lo daré! ¡Todo está aquí! –Y
mostró Su puño derecho.
–Swami –respondí–, Tú me has dado todo. Me has con-
cedido el deseo de mi corazón de servirte. ¿Qué más ne-
cesito?
–¡Buen muchacho!... Pero pídeme algo.
–¡Swami, bendíceme para que pueda vivir a Tus pies pa-
ra siempre!
Esas palabras salieron de mi corazón espontáneamente.
Él colocó Su palma derecha sobre mi cabeza y dijo:
–¡Tatastu!
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 41 -

Me llené de alegría y sentí que era el momento oportu-


no para hacerle la pregunta que me había estado pertur-
bando algunos días. Le dije con mucha vacilación:
–Swami, la gente dice que una muy poderosa yogama-
ya rodea a Swami...
Baba rió con ganas y preguntó:
–¿Quién dijo eso?
–¡Swami, lo dice el Bhagavad Gita también!
–No te preocupes por eso. Si cultivas un sentido de
completa entrega a Swami, ¡ninguna maya te afectará! –de-
claró Bhagavan; y me ordenó–: Desarrolla la actitud de en-
trega.
Mientras salía del salón de las entrevistas, recordé la
afirmación del Señor en el Bhagavad Gita: “Mi maya forma-
da por los gunas es difícil de vencer; ¡pero aquellos que se
entregan a Mí y se refugian en Mí pueden atravesar esta
maya!”.
Para aquellos afortunados que viven en la presencia del
Avatar o bajo el paraguas de Su gracia, la senda ordenada
por Bhagavan es sharanagati, que es la fructificación de la fe
y el amor. El obstáculo en esta senda es el propio ego. La
conquista del ego es posible solo mediante la inmensa gra-
cia del misericordioso Avatar, que está siempre dispuesto a
ayudar a un aspirante sincero. Baba ha dicho: “Si dan un pa-
so hacia Mí, ¡Yo daré cien pasos hacia ustedes!”. ¡Su mise-
ricordia es nuestra esperanza!

✺✺✺
2

La fragancia del
“capullo que se abre”

El Avatar desciende sobre la Tierra como una flor com-


pletamente abierta, a diferencia de todos los demás morta-
les. Por lo tanto, la expresión “capullo que se abre” no se
aplica al Avatar, sino solo al proceso de la revelación de Sí
Mismo, que comienza incluso antes de Su advenimiento y
se vuelve infinito en tiempo y contenido, ya que ningún
mortal podrá comprender jamás Su gloria. El mundo sólo
sabrá de Él tanto como Él misericordiosamente revele. Por
eso, el trabajo de aquel que pretenda escribir la biografía
del Avatar se vuelve una tarea difícil. Puede otorgarle una
total plenitud a quien lo intente, pero la tarea jamás podrá
completarse, porque la biografía de cualquier Avatar siem-
pre estará incompleta. Esto también es así en el caso de la
biografía de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.
En este capítulo, se intenta reunir revelaciones hechas
por Baba Mismo y experiencias divulgadas por otros acer-
ca de Sus primeros días que no están incluidas en los pri-
meros cuatro volúmenes de Sathyam Shivam Sundaram. La
fragancia de este “capullo que se abre” toma la forma de al-
- 44 - B. N. NARASIMHA MURTHY

gunos signos y muestras prodigiosas de Su esplendor, sabi-


duría y compasión.
Ishvaramma, la madre del Avatar, relató esta experien-
cia sumamente conmovedora treinta años después de que
hubiera ocurrido, pues se le había pedido que no hablara de
ella. Sri Kasturi la registra en su libro Ishvaramma, La Madre
Elegida. Este es su relato:
“Baba era un bebé de nueve meses en ese entonces. Pue-
do recordar todo el incidente con absoluta claridad. Después
de bañarlo y vestirlo, le apliqué un colirio refrescante en los
ojos. También coloqué en Su frente vibhuti del templo de Shi-
va y un punto de kumkum del templo de Sathyamma. Lo pu-
se en la cuna, moviéndola para que se meciera, y me dirigí al
hogar, donde la leche estaba por hervir. De repente, lo oí llo-
rar. Esto me sorprendió, pues, créanme, el niño jamás había
llorado desde Su nacimiento por ninguna razón, ni por ham-
bre, dolor o incomodidad. Lo alcé y lo puse en mi regazo.
Entonces dejó de gemir. Vi un halo de luz brillante a Su alre-
dedor. Sin embargo, la luz no me lastimaba; era muy fresca,
a pesar de ser tan brillante y estar tan cerca. Me quedé sen-
tada, inmóvil, perdida en el deleite. La luz se mantuvo allí du-
rante un largo rato, antes de desvanecerse. Cerré los ojos y
probablemente perdí la conciencia de todo lo que me rodea-
ba, hasta que mi suegra se acercó a mí y desperté. El niño pa-
recía estar dormido. Ella me preguntó qué había ocurrido, y
yo le conté acerca del halo, que aún podía ver, claramente de-
lineado. Ella puso un dedo sobre sus labios y dijo: ‘No le di-
gas a nadie acerca de esto. Ellos no comprenderían; difundirí-
an todo tipo de cuentos’. Creo que ella se lo contó al abuelo,
pues él me preguntó acerca de esto más tarde”.
Los éxtasis y las agonías de la gran madre que dio a luz
al Avatar, y su viaje espiritual que termina con la realización
última, están descriptos de un modo conmovedor en el li-
bro de Kasturi.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 45 -

Karanam Subbamma Nagar, la colonia de sesenta casas


para familias pobres (ubicada junto al campus educativo de
Prashanti Nilayam), fue inaugurada por Baba durante las ce-
lebraciones de Su Cumpleaños número 60, en 1985. Este
misericordioso acto de Bhagavan simbolizó Su gratitud ha-
cia Karanam Subbamma, conocida en todo el mundo como
la “madre adoptiva” del Avatar. Subbamma fue para el jo-
ven Sathya lo que Yashodha fue para el joven Krishna en
Brindavan. Un espontáneo lazo de afinidad y amor surgió
entre Subbamma y Sathya desde Su niñez.
A medida que Sathya se convertía en un niño que em-
pezaba a dar Sus primeros pasos, el instinto maternal de
Subbamma, que no tenía hijos propios, alcanzó una total ple-
nitud amando y alimentando a Sathya. ¡Para evitar que sus
parientes la criticaran y dijeran que estaba contaminando su
“casa brahmín” al hacer entrar en su cocina al “niño Raju”, a
veces ella tenía que alimentarlo en secreto! Una de esas for-
mas de alimentarlo en secreto era pasarle platos de comida
especiales desde una ventana alta de su casa que daba a la
terraza de la casa de los Raju. Ella vislumbró por primera vez
la divinidad de Sathya en una de esas ocasiones, cuando Él
tenía unos seis años de edad. Cuando Sathya se disponía a
beber agua de un vaso que ella sostenía, ¡Subbamma tuvo la
visión del cosmos entero en Su tierna boca! Vio allí el mara-
villoso espectáculo de los cuerpos celestes girando en sus ór-
bitas. La invadió el temor y luego el éxtasis; unos instantes
después, ella salió corriendo de su casa y encontró a Sathya
en la calle. Sin importarle lo que otros pudieran decir, se afe-
rró a Sus diminutos pies y los lavó con sus lágrimas. Perma-
neció en ese estado de éxtasis durante varios días.
La semilla de la fe en el Avatar, que fue plantada en su
corazón ese día, creció hasta convertirse en un inmenso ár-
bol de inmaculada devoción, que dio los frutos de la entre-
ga total a lo divino. Finalmente le fue otorgado el supremo
regalo de la liberación de manos de su amado Señor.

✺✺✺
- 46 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ya de pequeño, Sathya era un líder nato. Era un Gurú


que conducía a los niños de la aldea por la senda de la bon-
dad y la santidad. No hace mucho tiempo, Baba reveló un
incidente interesante de aquellos primeros años, que mar-
ca un hito en el proceso de revelación de Sí Mismo. Así lo
relató Bhagavan Mismo:
“Desde los primeros días, he sido una fuente de inspira-
ción para los niños pequeños. Solía exhortarlos a cumplir con
sus deberes sinceramente y a desistir de causar daño a otros.
Durante el mes de Magha, Yo solía llevar a los niños al tem-
plo de Hanuman a las cuatro de la mañana. Después del ba-
ño sagrado en el estanque del templo, solía pedirles que hi-
cieran pradakshina y Me sentaba en el templo mientras ellos
daban vueltas a su alrededor. Un día, ellos insistieron en que
Yo también Me uniera a ellos en esas vueltas. Después de
muchos ruegos, finalmente accedí y comencé a dar vueltas
alrededor del templo. Al finalizar la primera vuelta, un gran
mono surgió de la nada y bloqueó Mi camino. Los niños in-
tentaron ahuyentar al mono, pero fracasaron. El mono no era
otro que Hanuman mismo, quien Me suplicó: ‘Oh, Señor,
soy yo quien debería hacer pradakshina alrededor de Ti. No
debes hacer esto’. Les expliqué a los niños la sagrada súpli-
ca de la deidad del templo. Este incidente transformó sus co-
razones. Ellos recorrieron la aldea contándole a la gente lo
que habían visto en el templo de Hanuman”.

✺✺✺

En 1980, Bhagavan Baba reveló por primera vez el en-


cuentro que tuvo con Wolf Messing en 1937. Wolf Grigo-
rievich Messing fue una de las figuras más enigmáticas y
místicas del siglo XX. Fue conocido por sus sorprendentes
poderes psíquicos, que lo convirtieron en una leyenda vi-
viente. Era un judío que había nacido en Polonia, en 1899.
Viajó por todo el mundo hasta 1939, demostrando sus ma-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 47 -

El joven Sai en los días del viejo Mandir


- 48 - B. N. NARASIMHA MURTHY

ravillosos poderes mentales. En sus viajes, conoció a mu-


chas personalidades famosas, entre ellas, Albert Einstein,
Sigmund Freud y Mahatma Gandhi. Él había predicho la caí-
da de Hitler, por lo que este último puso precio a su cabe-
za. Cuando Polonia cayó bajo Hitler en 1939, Messing se
marchó a Rusia y se estableció allí. Demostró sus asombro-
sos poderes mentales ante Stalin realizando raras proezas y
se ganó su confianza. Murió en Moscú a los setenta y cinco
años.
El 22 de noviembre de 1980, ante una vasta concurren-
cia de devotos de todo el mundo, en Prashanti Nilayam, Ba-
ba reveló un importante aspecto de la personalidad de
Messing, que el mundo no conocía. Él era un vehemente
aspirante espiritual que llegó a la India en busca de la ilu-
minación. Conoció a muchos santos y personalidades vene-
rables en los Himalayas y se dedicó a realizar prácticas es-
pirituales. Finalmente, alcanzó la beatitud última de Atma
sakshatkar. Bhagavan contó lo siguiente:
“No he revelado este incidente a nadie, en ninguna par-
te, hasta el día de hoy. Ocurrió en 1937, en Kamalapuram.
Adondequiera que Yo iba, siempre había muchos niños a
Mi alrededor. Un día, Me encontraba cerca de la estación de
trenes con los niños. Al verme, una persona corrió hacia Mí,
Me tomó en sus brazos y Me besó, diciendo: ‘¡Estoy tan fe-
liz..., estoy tan feliz!’, mientras las lágrimas corrían por sus
mejillas. Luego comenzó a danzar locamente repitiendo:
‘¡Te amo..., te amo!’. Mis compañeros, que observaban la
extraña conducta de ese hombre, se preguntaban: ‘¿Quién
es este hombre blanco? Parece un loco. Probablemente,
quiera secuestrar a Sathya’. Ellos Me obligaron a alejarme
de allí. No obstante, el hombre permaneció clavado en el
lugar, observándome con añoranza hasta que desaparecí de
su vista. Ese hombre no era otro que Wolf Messing”.
Sri V. K. Narasimhan, por entonces subdirector de Sana-
tana Sarati, también estaba entre el público ese día. Como
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 49 -

era periodista, quiso averiguar los detalles del encuentro


entre Messing y Stalin al que Baba había hecho referencia
en Su discurso. Buscó en sus libros de consulta esa noche,
y a la mañana siguiente le presentó triunfalmente sus ha-
llazgos a Bhagavan. Se decía que Wolf Messing había des-
afiado a Stalin diciéndole que iría a verlo a su oficina del
Kremlin a una hora determinada, un día en particular. Stalin
había tomado todas las precauciones y había dado órdenes
estrictas a todos los guardias de seguridad para que nadie
pudiera entrar en su oficina durante ese lapso. ¡A pesar de
toda la vigilancia, Messing apareció en la oficina de Stalin a
la hora exacta que había anunciado! Cuando Stalin le pre-
guntó cómo había podido burlar a todos los guardias, Mes-
sing respondió que simplemente había creado en las men-
tes de los guardias la ilusión de que quien había pasado
caminando junto a ellos era el mismo Stalin.
A Baba no le causó gracia la narración; e incluso re-
prendió al subdirector por no creer en la verdad de Sus pa-
labras. Como había revelado Bhagavan, Messing también
había profetizado la caída del régimen de Stalin y el colap-
so del sistema antirreligioso establecido por él.

✺✺✺

Bhagavan Baba declaró: “¡Otorgaré tanto annam como


amritam a aquellos que confían en Mí y Me entregan sus vi-
das!”. Las vidas de Sus innumerables devotos en todo el
mundo demuestran la validez de esta promesa. En otra oca-
sión, proclamó: “¡Yo jamás decepciono a aquellos que de-
positan toda su fe en Mí! Muchas personas se arruinaron a
sí mismas por falta de fe, pero no hay nadie con fe en Dios
que se haya arruinado. Puede haber altibajos en la vida; ¡pe-
ro un verdadero devoto finalmente saldrá victorioso!”. En
esa ocasión, Baba habló del ejemplo de dos de Sus compa-
ñeros de escuela en Uravakonda –Ramesh y Suresh– para
ilustrar la verdad de esta afirmación infalible.
- 50 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ramesh y Suresh siempre se sentaban a cada lado de


Sathya en el aula. Ellos amaban inmensamente a Sathya, lo
respetaban profundamente y acudían a Él para todo. Eran
puros de corazón, pero con poca cabeza. En aquellos días
se otorgaban los Certificados de Estudio de Escuela Prima-
ria (E.S.L.C., Elementary School Leaving Certificate) solo a
aquellos que aprobaban un muy temido examen público.
Muy pocos pasaban esta prueba, que asustaba a Ramesh y
a Suresh. El temor y la agitación por el examen los impulsó
a entregarse a Sathya, que era un pilar de fuerza para todos,
incluso siendo un niño. Le imploraron que los salvara de ser
devorados por ese temor. Sathya les aseguró: “Tengan ple-
na fe en Mí. ¡Yo Me ocuparé de todos sus problemas!”.
El modo en que Sathya ayudó a Sus dos amigos en el
examen demuestra la verdad de que el Amor es más ele-
vado que la Ley. Antes de entrar en el salón, Sathya les di-
jo que no escribieran nada en el examen ni entregaran la
hoja al supervisor. Ellos simplemente tenían que levantarse
y salir del salón después de que Sathya se hubiera levanta-
do. Ramesh y Suresh, que jamás habían pensado que en-
frentar un examen público sería algo tan fácil, obedecieron
a su joven guardián. Los tres se encontraban separados uno
de otro por varios bancos, ya que sus números de registro
no eran consecutivos. En las dos horas que duró el examen,
Sathya escribió tres juegos de respuestas, uno para Sí Mis-
mo con Su letra, y los otros dos para Ramesh y Suresh con
sus respectivas letras; también escribió en ellos los tres
nombres y sus respectivos números de registro. Cuando
sonó la campana y el supervisor les pidió a los estudiantes
que entregaran sus hojas, Sathya se dirigió a la mesa y co-
locó allí tres juegos de respuestas.
Los resultados del examen fueron anunciados diez días
después. Solo tres niños habían obtenido el puntaje más al-
to en toda la escuela. ¡Ellos eran Sathya, Ramesh y Suresh!
En las celebraciones que siguieron, los tres recibieron guir-
naldas y fueron llevados en procesión por el pueblo. Con lo
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 51 -

ocurrido en este examen, Ramesh y Suresh habían aprendi-


do la eficacia de entregarse a Sathya, y continuaron en la
misma senda en todas las cuestiones, grandes o pequeñas.
Así, Sathya se convirtió en el centro de sus vidas o, más
bien, en sus vidas mismas.
Sin embargo, el joven Maestro no quedó satisfecho
con ayudarlos sólo a pasar los exámenes públicos; tam-
bién quiso llevarlos a través del océano de samsara mis-
mo, ya que alcanzaron la calificación más alta en el
E.S.L.C., es decir, cumplieron con los requisitos de Entre-
ga, Amor y Confianza (en inglés, Eligibility in Surrender,
Love and Confidence). No obstante, esto fue como un
bautismo de fuego para los dos niños. Seguramente, no
les importó, ya que los condujo al destino de la bienaven-
turanza final de la unión con Dios.
Cuando Sathya dejó la escuela y Su hogar, y comenzó
Su misión de redención de la humanidad –al mudarse de
Uravakonda a Puttaparti–, las tiernas enredaderas de las vi-
das de Ramesh y Suresh perdieron su sostén. Los dos niños
no pudieron soportar el tormento de la separación de su
querido amigo y maestro. Uno saltó dentro de un pozo y
terminó con su vida; el otro se volvió loco y sólo pronun-
ciaba dos palabras: “Sathya” y “Raju” todo el tiempo, y se
negaba a abrir los ojos para ver aquello que no fuera Sathya.
Finalmente, cuando “su Sathya”, que había declarado que
era “Sai Baba”, apareció ante él en respuesta a las plegarias
de sus padres, él abrió los ojos por última vez y luego los
cerró para siempre.
Este no es el final de la historia. Bhagavan ha revelado
que el intenso anhelo de ellos de estar con su Sathya todo
el tiempo, ¡los trajo de regreso al mundo en la forma de los
dos cachorros, Jack y Jill, que llegaron a su destino en el vie-
jo mandir de Puttaparti! Escuchemos la historia de los dos
afortunados canes de boca de su amado maestro:
“Los mismos Ramesh y Suresh nacieron como Jack y Jill.
Cuando Yo vivía en el viejo mandir, Me trajeron estos dos
- 52 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cachorros. Yo fui quien los bautizó. Uno solía dormir cerca


de Mis pies, y el otro, cerca de Mi cabeza. Siempre estaban
conmigo. Un día, la Rani de Mysore vino a verme. Como en
aquel entonces no había caminos adecuados a Puttaparti,
ella bajó del auto en Karnatanagepalli y caminó hasta el
mandir. El conductor cenó en Puttaparti y se dispuso a re-
gresar al auto. Yo llamé a Jack y le pedí que acompañara al
conductor y le mostrara el camino. Jack caminó adelante, y
el conductor lo siguió.
A la mañana siguiente, el conductor puso en marcha el
auto sin saber que Jack estaba durmiendo debajo de este.
La rueda del auto pasó por encima del lomo del perro y le
quebró la columna vertebral. Jack se arrastró a través del río,
gimiendo todo el tiempo. Un lavandero llamado Subbana lo
vio y corrió hacia Mí exclamando: ‘Swami, Jack viene para
aquí gimiendo de dolor’. Cuando salí, Jack se me acercó au-
llando, cayó a Mis pies y dio su último suspiro. Tres días
después, Jill también murió. El ‘Brindavanam’ que hay de-
trás del ‘viejo mandir’ es el samadhi de los dos perros”.
Así, los dos punya jivis alcanzaron los pies de loto de su
eterno Guardián.

✺✺✺

Si Ramesh y Suresh tuvieron que pasar por un “bautis-


mo de fuego” para alcanzar su destino final, podemos decir
que la senda de Kondama Raju, el abuelo del Avatar, hacia
la fusión final fue un “bautismo de agua”. Es bien sabido
que él llevó una vida muy santa. Se dice que la vida de un
santo tiene que ser juzgada según el modo en que deja el
mundo. Baba Mismo relata sus últimos momentos de este
modo:
“El abuelo de este cuerpo, Kondama Raju, era un gran
devoto. Él vivió 112 años. Todas las mañanas, solía caminar
hasta el nuevo mandir para tener Mi darshan. Un día él Me
preguntó:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 53 -

Sai con los dos punya jivis

El Nieto libera al abuelo


- 54 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–Swami, por favor, dime cuándo moriré.


–¿Por qué hablas sobre la muerte ahora? –le respon-
dí–. Gozas de buena salud. Cuando llegue el momento, lo
sabrás.
Él Me suplicó:
–Swami, nuestro linaje ha sido santificado con Tu adve-
nimiento. Tu gloria se ha extendido por todo el mundo. Mi
único deseo es que Tú derrames agua en mi boca cuando
yo dé mi último suspiro. El rey Dasharata no tuvo la fortu-
na de beber agua de manos del Señor Rama en el momen-
to de su muerte. Hoy el mismo Rama ha encarnado como
Sai Rama. Por lo tanto, te ruego que me concedas mi últi-
mo deseo.
–¡De acuerdo! No te preocupes por eso ahora –le dije.
Una mañana muy temprano, él vino al mandir y tuvo Mi
darshan. Regresó a su hogar y se recostó. Después de un
rato, le pidió a Ishvaramma que fuera al templo de Sathya-
bhama y se fijara si venía Swami. Ella vio que el auto de
Swami se acercaba al templo y le dijo:
–Sí, Swami viene en Su auto.
Entonces, Kondama Raju le pidió:
–Ishvaramma, trae un vaso de agua y coloca en él una
hoja de tulasi.
Ella hizo lo que le pedía. Cuando Me acerqué a él, Me
estaba esperando con el vaso en la mano. Sabía que se
acercaba su fin y Yo había ido allí para cumplir Mi promesa.
Él dijo:
–Swami, estoy listo.
–¡Yo también estoy listo! –respondí.
Mientras Yo derramaba agua del vaso en su boca, él de-
jó su cuerpo apaciblemente. Antes de morir, dijo:
–¡Qué gran fortuna es beber agua de Tu divina mano an-
tes de partir de este mundo! Ni siquiera el rey Dasharata,
que realizó grandes tapas y yaga-yagnams, tuvo tal fortuna.
Mi vida ha sido redimida.
Con estas palabras, cerró los ojos.”
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 55 -

Y ahora permítanme ofrecer mis salutaciones al Avatar


Sri Sathya Sai, nuestro maestro, quien otorga el don final de
moksha a todas las almas anhelantes, y narrar Su sagrada
historia a partir del año 1980. Sin embargo, antes quisiera
recordar los famosos versos del gran poeta-místico Kahlil
Gibran: “Os ruego perdonarme por haber comenzado una
historia que no puedo concluir. Pero el final no está aún en
mis labios. ¡Es todavía una canción de amor en el viento!”.

✺✺✺
3

El valle del divino deleite

El último día de enero de 1984, recibí una carta escrita


por Bhagavan en telugu, que describe la magnífica cascada
de ananda y prema que desciende sobre la Tierra durante
Sus viajes y visitas a otros lugares. Por supuesto, Su vida
misma es una saga de ananda y prema. Sin embargo, po-
demos ver su manifestación amplificada cuando Él está de
viaje por lugares distantes para cumplir con la misión para
la cual ha venido. Baba escribió esa carta a Su regreso de
Brindavan después de un viaje de diez días al estado de Ta-
mil Nadu. He aquí algunos extractos del texto:
“Llegué a Madrás el 18. Se organizó allí una reunión
muy grande. El día 20 seguí viaje hacia Chengulpattu y
otorgué bienaventuranza a cientos de miles de personas
congregadas allí. También presencié las actividades de ser-
vicio social llevadas a cabo por los devotos; no hay palabras
para describir su devoción y entrega. Desde allí, viajé a Ti-
ruchi, Madurai, Kodaikanal, Dindigul, Palani, Coimbatore,
Salem, Krishnagiri, Dharmapuri, y muchas otras ciudades.
Había un verdadero mar de gente en todas partes es-
perando la llegada de Sai. Las personas se habían parado
- 58 - B. N. NARASIMHA MURTHY

junto al camino a lo largo de kilómetros. Cantaban bhajans


y danzaban en éxtasis. A medida que Swami llegaba a sus
ciudades, las exclamaciones de ‘Sairam’ y ‘Jaikars’ llenaban
el aire. La gente celebraba Su llegada haciendo estallar pe-
tardos. Su dicha y bienaventuranza ilimitadas brotaron de
miles de ojos en forma de torrenciales lágrimas; estaban
embriagados con la ambrosía del amor divino. Aquellas es-
cenas podían conmover y transformar el corazón de cual-
quiera que las contemplara.
Adondequiera que Yo iba, había cientos de miles de
personas esperando el darshan. Llegaban desde ciudades y
aldeas en autobuses especiales, autos, camiones, carretas
de bueyes y carros tirados por caballos. Nuestras organiza-
ciones en Tamil Nadu han adoptado a trescientas aldeas; Yo
visité casi todas y les otorgué inmensa felicidad a esos al-
deanos. Se organizaron cientos de campamentos médicos
en esas aldeas, y miles de personas fueron atendidas y re-
cibieron medicamentos gratis; se realizaron también miles
de cirugías en forma completamente gratuita. Además, los
aldeanos recibieron saris y dhotis de regalo. Una visión fu-
gaz de Swami bastaba para hacerlos danzar de alegría.
Es preciso que todo esto sea visto y experimentado; no
puede ser escrito. Personas de otros lugares tienen que ver
la gloria y el esplendor de Swami. Los que viven en Pra-
shanti Nilayam son como sapos en un pozo: no compren-
den la gloria de Swami, pues Él es fácilmente asequible pa-
ra ellos. Millones de devotos esperaron el momento de caer
a los pies de Swami; hasta estaban dispuestos a sacrificar
sus vidas solo para tener esa preciosa oportunidad. A pesar
de las enormes multitudes, la disciplina fue ejemplar. Los
bhajans deleitaron los oídos; la escena fue una fiesta para
los ojos. El corazón se derretía, se conmovía y fluía. ¡Los
arreglos fueron verdaderamente maravillosos!
Así, habiendo completado la digvijayam –la marcha
triunfal– regresé recién ayer a Bangalore. Como los jóvenes
oraron para poder celebrar el día anual de la residencia el 5,
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 59 -

Carta de Baba al escritor – Enero de 1984


- 60 - B. N. NARASIMHA MURTHY

estaré aquí hasta entonces, y luego regresaré a Prashanti


Nilayam. Mis bendiciones a todos los jóvenes.
Baba”

Las maravillosas escenas descriptas en la carta se repi-


tieron muchas veces en diferentes lugares de todo el país,
en los seis años que van de 1980 a 1985. Este capítulo na-
rra Su fascinante visita a Delhi y a Cachemira, que se llevó a
cabo desde el 1.° hasta el 18 de junio de 1980.

✺✺✺

Era un domingo de sol en Brindavan. Los estudiantes se


habían reunido fuera de la residencia de Bhagavan para el
darshan. Había mucha expectativa en el aire; el silencio que
saturaba la atmósfera era sublimado por la melodía de los
bhajans cantados por los devotos a cierta distancia, en el
tinglado “Sairam”, bajo el enorme árbol. Cuando Baba
emergió del mandir, estaba sonriente y había un destello
alegre en Sus ojos radiantes. Miró a los muchachos y pre-
guntó:
–¿Cuándo comienzan los exámenes?
–La semana próxima, Swami –le respondieron ellos a
coro.
–Estudien mucho y obtengan la nota más alta. Viajaré a
Cachemira y llevaré conmigo solo a los que saquen las me-
jores notas. Se están haciendo los preparativos. Iremos en
un avión chárter.
A medida que recorría el camino, flanqueado por los
muchachos, hacia la congregación de devotos en el tingla-
do “Sairam”, Él repitió varias veces: “¡La nota más alta, Ca-
chemira... La nota más alta, Cachemira!”.
El alborozo se sumó a la expectativa de los jóvenes, y
dulces sueños de un viaje al “paraíso” en compañía de Dios
nacieron en muchos corazones. Esa noche, Baba dijo nue-
vamente:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 61 -

–Llevaré a Cachemira a los que obtengan la mejor nota.


¿Cuántos vendrán?
Todos los estudiantes levantaron sus manos instantá-
neamente.
–¿Seguro? –preguntó Él.
–¡Sí! –gritaron ellos.
–Veremos..., veremos. También deben cultivar mucha
devoción y disciplina –agregó Baba.
Eso significaba que aquellos que aspiraran a ir a Cache-
mira con Bhagavan tenían que obtener notas altas no solo
en el examen de la Universidad, ¡sino también en el exa-
men de vida que Él les tomaría!
Pasaron algunos años, pero el viaje a Cachemira sólo se
concretó el 1.° de junio de 1980. Esa mañana trascenden-
tal, Bhagavan Mismo contó a los muchachos (que para en-
tonces ya se habían convertido en profesores de la univer-
sidad) y a los pocos mayores que fueron elegidos para
acompañarlo a Cachemira. “Uno, dos, tres... diecisiete, y
Yo, dieciocho. ¡Muy bien, es un número divino!”
Ellos se habían reunido en presencia de Bhagavan justo
antes de partir de Brindavan. Uno de los muchachos del
afortunado grupo escribió luego en referencia a ese emocio-
nante momento: “¡Yo apenas lo podía creer! ¿Qué glorias y
prodigios veríamos? ¿Qué maravillas y misterios iríamos a
presenciar? ¿Qué mahimas y qué lilas observaríamos? ¿Qué
grandeza y qué gloria nos serían reveladas?... Esos eran los
pensamientos que flotaban en nuestras mentes”.
El avión que llevaba al Señor y a Sus elegidos despegó
de Bangalore hacia Nueva Delhi a las 11.45 de la mañana.
Hubo una breve escala en Hyderabad, que Bhagavan utili-
zó para ofrecer darshan a un enorme grupo de devotos pro-
venientes de las ciudades gemelas de Hyderabad y Secun-
derabad. Los devotos estaban emocionados por tener esta
oportunidad tan inesperada.
A las 3 de la tarde, el avión aterrizó en el aeropuerto de
Palam, en Delhi. Bhagavan salió de la aeronave en medio de
- 62 - B. N. NARASIMHA MURTHY

la entusiasta aclamación de miles de devotos que se habían


ubicado lo mejor posible, en el aeropuerto, para tener el dar-
shan. Sri Sohanlal, ferviente devoto de Bhagavan durante
muchos años y presidente de las organizaciones Sri Sathya
Sai de Nueva Delhi, tuvo la buena fortuna de oficiar de anfi-
trión de Baba en su residencia de Golf Links 16. Él también
había sido el principal artífice del viaje a Delhi y a Cachemira.
A medida que la caravana de Bhagavan se acercaba a
Golf Links, podían verse cientos de vehículos estacionados
al costado del camino, desde una distancia de dos kilóme-
tros hasta la residencia. Era una multitud. Resultaba asom-
broso ver a miles de hombres y mujeres –jóvenes y ancia-
nos– esperando allí, con un calor agobiante, solo para ver
fugazmente al Avatar. Eso explica por qué el Señor eligió
esta tierra para nacer una y otra vez. Romain Rolland, el fi-
lósofo y escritor francés, dijo: “Si hay un lugar sobre la faz
de la Tierra que ha sido el hogar de los sueños más eleva-
dos de todos los hombres desde los primeros tiempos,
cuando el hombre comenzó el sueño de la existencia, ese
lugar es la India”. La escena de ese día, en Golf Links 16, re-
velaba una fervorosa tradición espiritual y la poderosa he-
rencia cultural del país, incluso en esta época de tanto ma-
terialismo. El poder de bhakti –el alma de la India– quedó
ampliamente demostrado para todos los que contemplaron
aquellas escenas conmovedoras ese día y los siguientes.
Esa tarde, un caleidoscópico grupo, representativo de
la capital del país, se congregó alrededor de esa residencia
para rendir homenaje al Avatar de la era y recibir de Él con-
sejo, consuelo y paz mental. Príncipes y mendigos, eruditos
e iletrados: todos estaban reunidos allí. Había jueces, inte-
grantes del cuerpo diplomático, ministros del gobierno
central y estatal, miembros del parlamento, políticos que
representaban diversas ideologías, integrantes de la buro-
cracia capitalina, industriales y también dignatarios extran-
jeros. Baba se paseó entre la gente irradiando Su bienaven-
turanza plena de gracia y Su amor, que elevaba a todos.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 63 -

Bhagavan sale del mandir en Brindavan mientras


Sus estudiantes forman una hilera a lo largo del camino

“Estudien mucho y obtengan la nota más alta”


- 64 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Según Sus propias palabras, “cargó las baterías” de los que


manejaban la nación. También llamó a algunas personas pa-
ra otorgarles el muy deseado obsequio de una entrevista
personal. Uno de ellos fue Sri Sanjay Gandhi, que recibió es-
ta bendición junto con su familia.
Al día siguiente, se había reunido allí una cantidad aún
mayor de devotos provenientes de la capital y sus subur-
bios. Habitantes de las ciudades y aldeas vecinas también
habían llegado en tropel a Delhi con la esperanza de recibir
la bendición del darshan. Después de otorgar darshan al nu-
trido grupo y de aceptar el arati al final de los bhajans, Ba-
ba se dirigió a la capital para ver el sitio adquirido para es-
tablecer una escuela. Envió a otros miembros del grupo a
visitar el Birla Mandir, el Fuerte Rojo, Qutub Minar, y otros
lugares importantes de la ciudad. También hubo una sesión
de darshan y bhajans al atardecer.
Esa noche, cuando los miembros de la comitiva se reu-
nieron alrededor de Baba, Él les entregó un suéter a cada
uno diciendo: “El clima en Srinagar es muy frío y necesitan
ropa abrigada... Iremos a Cachemira mañana; ¡tienen que
levantarse muy temprano!”. Una deliciosa sensación de ex-
pectativa llenó sus corazones; muchos de ellos no durmie-
ron en toda la noche. A la mañana siguiente, ¡Bhagavan en-
tró en sus habitaciones a las 3.30 para supervisar los
preparativos del viaje!

✺✺✺

El 3 de junio, a las 6.10 de la mañana, el avión con des-


tino a Jammu despegó de Delhi con Baba y Su comitiva. Hi-
zo una breve escala en el aeropuerto de Chandigarh, don-
de nuevamente los esperaba un gran grupo de devotos que
habían llegado allí incluso antes del amanecer. Hombres,
mujeres y niños cantaban bhajans fervorosamente y expre-
saban su sed de darshan con su estentóreo coro de “¡Jai bo-
lo Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki... jai, jai, jai!”. Primero
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 65 -

Bhagavan los saludó con Su pañuelo por la ventanilla del


avión como signo de bendición. Sin embargo, ellos no que-
daron satisfechos y le imploraron: “Sai Baba, ¡darshan!”.
Conmovido por su sincera devoción, Bhagavan descendió
del avión a la luz dorada del sol naciente y se acercó a Sus
queridos devotos. Ningún poeta podrá describir jamás la
dicha que llenó sus corazones y fluyó en forma de lágrimas
espontáneas. Baba también bendijo a los funcionarios del
aeropuerto con Sus amorosas palabras.
Mientras Él regresaba al avión, se podía percibir la sen-
sación de plenitud de esas personas. Swami Karunyananda
(el miembro más anciano de la comitiva), emocionado has-
ta las lágrimas por la intensa devoción del grupo reunido
allí, y por la compasiva respuesta del Señor, exclamó:
“¿Quién dice que esto es el Kali Yuga? ¡Les digo que esto
es el Sathya Yuga!”.
El avión sobrevoló la elevada cadena montañosa del
poderoso Himalaya, sobre el magnífico río Sutlej y el dique
Bhakra Nangal, y aterrizó en el aeropuerto de Jammu a las
9.15 de la mañana. Mientras Bhagavan bajaba la escalerilla
del avión, el aeródromo resonó con fuertes exclamaciones
de “Jai Sairam... Jai Sairam”, provenientes de la multitud
reunida allí. El teniente general S. P. Malhotra, jefe del ejér-
cito del Comando del Norte, estaba allí para recibir a Bha-
gavan y fue bendecido con la buena fortuna de actuar como
anfitrión de Baba y de Su comitiva en Jammu y Cachemira.
Cumplió con su función con gran aplomo y eficiencia.
La caravana de automóviles, encabezada por el Merce-
des Benz blanco que transportaba a Bhagavan, conducido
por el coronel Beri, se dirigió al comedor de oficiales, dis-
tante diez kilómetros, donde se habían reunido cientos de
soldados. Muchos de ellos habían estado con Baba ante-
riormente. No cabían en sí de dicha cuando Él los recono-
ció y les dirigió palabras de amorosa bendición. Después de
desayunar allí, el convoy se encaminó hacia el Cuartel Ge-
neral del Ejército en Udhampur. Fue un viaje muy agrada-
- 66 - B. N. NARASIMHA MURTHY

ble, por un camino flanqueado por álamos y cedros, a tra-


vés de colinas y valles salpicados de diminutas aldeas en
medio de un verdor de encanto exquisito.
La comitiva llegó a Tara Mount, la residencia del gene-
ral Malhotra, donde haría un alto ese día. Baba recorrió la
casa y quedó muy satisfecho con los arreglos que se habían
realizado. Pasó largo tiempo con los miembros de la comi-
tiva en el jardín bien cuidado que rodeaba la residencia,
apreciando la flora y la fauna. ¡Parecía que Purusha y Prakri-
ti se encontraban allí en perfecta armonía!
Al atardecer, hubo un encuentro público en el Club de
Gymkhana del Ejército, en Udhampur. La ciudad entera se
había reunido en el vasto prado del club. El escenario al ai-
re libre, rodeado de majestuosas montañas, parecía un es-
tadio. El general Malhotra dio la bienvenida a Bhagavan y
felicitó a los habitantes de la ciudad por la buena fortuna de
tener a Dios entre ellos. Luego, la voz de Baba llenó el aire
y entró directamente en el corazón de todos los presentes.
Exhortó a la asamblea, que consistía principalmente de per-
sonal de defensa, a traducir su amor por Dios en las virtu-
des de veracidad y tolerancia en sus vidas cotidianas y a de-
dicarse al servicio de nuestra gran Madre Patria. Al final del
discurso, Baba cantó algunos bhajans, que maravillaron a
los soldados y a los oficiales del Ejército.
Al regresar a Tara Mount, Bhagavan recorrió la residen-
cia y pasó algún tiempo en el cuarto de puja. Luego, salió
al jardín seguido por el general Malhotra y paseó por el ex-
tenso prado. Expresó Su satisfacción por la paz, la sereni-
dad y la belleza que otorgaban un encanto paradisíaco al lu-
gar. Más tarde, en respuesta al ruego del general, bendijo a
algunas personas afectadas por graves problemas físicos y
mentales. Ese único día había traído paz, solaz y bendición
a miles de seres humanos en Nueva Delhi, Chandigarh,
Jammu, Udhampur, y muchas aldeas cercanas.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 67 -

El sol que se elevaba en el cielo el miércoles 4 de junio


vio a Bhagavan Baba y a Sus dichosos acompañantes de
Brindavan viajando hacia Cachemira por la ruta que va de
Jammu a Srinagar. Ya moribundo, el emperador mogol Je-
hangir, con el anhelo de tener una visión de Cachemira, ha-
bía descripto el valle como “ese jardín de eterna primave-
ra, con agradables praderas y encantadoras cascadas
imposibles de describir”. El auto blanco de Bhagavan y el
general Malhotra iba delante del autobús que transportaba
a los ansiosos y expectantes jóvenes, que se felicitaban por
su buena fortuna. El río Chenab fluía casi paralelamente al
camino, y blancas nubes flotaban en un cielo azul intenso.
La caravana se detuvo brevemente en Patnitop, la her-
mosa pradera situada a unos 2.500 metros sobre el nivel
del mar. Poco después de reanudar el viaje, Baba decidió
derramar Su amor sobre Sus acompañantes elegidos y su-
bió al autobús. Al recorrer el pasillo, tuvo una palabra amo-
rosa para cada uno. El autobús continuó su marcha y el au-
to lo siguió detrás. El amor de Baba por la naturaleza se
puso de manifiesto a medida que Él señalaba a sus acom-
pañantes un pico plateado que brillaba en la lejanía, un
arroyo que corría un poco más abajo y también las aves que
volaban: todo era un festival de dicha.
Cuando los vehículos salieron del túnel de Banihal, se
encontraron con el magnífico paisaje de la alfombra mágica
del valle de Cachemira. No se necesita un corazón de poe-
ta para comprender por qué los emperadores mogoles lla-
maban a ese lugar “el paraíso”. El valle era un mar de arro-
zales de un verde lozano, cruzado por avenidas de altos
álamos, salpicado por ordenadas plantaciones de manza-
nos, ciruelos y almendros. Rodeado completamente por un
anillo de montañas y arroyos que fluían con rapidez, el va-
lle se veía espléndido.
Por la tarde, el grupo llegó a Verinag, una pequeña y
pintoresca aldea situada en la cadena de Hindukush, donde
el río Jhelum comienza un largo viaje hacia su destino leja-
- 68 - B. N. NARASIMHA MURTHY

no. Cientos de devotos esperaban ansiosamente la llegada


de Bhagavan. Hubo un aplauso atronador cuando descen-
dió del autobús. Fue recibido con ofrendas de rosas de di-
versos colores. Baba caminó entre la gente reunida allí y la
bendijo. El viaje hacia Srinagar continuó después de un de-
licioso almuerzo ofrecido con amor por los devotos.
El grupo arribó a Srinagar pocos minutos después de las
cuatro de la tarde. Prasad Villa, la residencia del coman-
dante del Ejército en ese lugar, estaba lista para recibir a
Bhagavan. Al entrar en el recinto, la comitiva podía oír los
bhajans cantados con entusiasmo por los devotos reunidos
bajo un enorme pandal (tienda temporaria). Smt. Prem Mal-
hotra dio la bienvenida a Bhagavan a la Villa ofreciéndole
una guirnalda y el arati. A los pocos minutos, Baba salió de
la mansión, se detuvo en el parque y miró a su alrededor,
apreciando la sublime belleza del lugar. Desde allí se divi-
saba el templo de Shankaracharya, en la cima de una colina
cercana. El gran exponente de la filosofía advaita de Kerala
había santificado ese lugar con su presencia muchos siglos
atrás. Luego, Baba caminó hacia el grupo que lo esperaba
extasiado y lo bendijo.
Ese atardecer, algunas personas mayores de la comitiva
le rogaron a Bhagavan que visitara el célebre Shalimar
Bagh, en la ciudad. Él se rehusó diciendo: “Es un jardín bien
mantenido, con manantiales naturales y lagos. Si Yo voy allí,
habrá una gran afluencia de gente y eso arruinará el jardín”.
Sin embargo, los mayores y los muchachos continuaron su-
plicándole a Bhagavan. Pensaban que la noticia de Su lle-
gada no se habría difundido aún por la ciudad. Baba acce-
dió a sus súplicas con renuencia. Planearon ir allí a la
mañana siguiente muy temprano, antes de que la ciudad
despertara, para poder evitar a las multitudes.
La comitiva llegó a las puertas del jardín a las siete de
la mañana del día siguiente. No había mucha gente allí.
Cuando Baba entró, el guardián se precipitó hasta un rosal
cercano, cortó algunas rosas sin preocuparse por las espi-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 69 -

nas que lo lastimaban, corrió hacia Bhagavan y cayó a Sus


pies. Luego la comitiva continuó su marcha. Dos jóvenes de
aspecto moderno se acercaban desde el extremo opuesto.
Al observar su forma de caminar, los muchachos sintieron
cierta aprensión. Sin embargo, en cuanto esos jóvenes vie-
ron a Baba, corrieron hacia Él y cayeron a Sus pies. Repen-
tinamente, se oyeron fuertes exclamaciones de “jai... jai”
que provenían de algún lugar a sus espaldas y se produjo
una gran conmoción. Azorados, todos miraron hacia atrás
y, para su consternación, vieron que muchas personas sal-
taban las puertas cerradas del parque y, haciendo caso omi-
so de los hermosos canteros de flores, las zonas con lodo y
las plantas de espinas, corrían por todas partes para arran-
car las rosas de los rosales. Los que tenían flores en las ma-
nos se aproximaron a Baba, quien miró a los muchachos y
les dijo: “¿Acaso no se los dije ayer? Ustedes no me escu-
charon... Ahora, si el jardín queda arruinado, ¡la gente dirá
que Sai Baba es el responsable!”. Después de pedirles que
recorrieran todo el jardín, Él regresó inmediatamente a Pra-
sad Villa. Toda la comitiva sintió remordimientos por haber
cometido el error de desoír las palabras de Baba. También
comprendieron su ignorancia con respecto al magnético
poder de atracción de Bhagavan. Durante los días siguien-
tes tuvieron abundantes pruebas de este inmenso poder.

✺✺✺

Srinagar tenía un activo Seva Samiti (grupo de servicio)


Sri Sathya Sai, con unidades de Mahila Vibhag, Sevadal y Bal-
vikas. Se cantaban bhajans en muchas partes de la ciudad y
se llevaban a cabo actividades de servicio en hospitales, es-
cuelas y cárceles. Miembros de todas las religiones tomaban
parte en las actividades del Samiti con un sentido de her-
mandad. Ellos vivieron la experiencia directa de la paterni-
dad de Dios la tarde del 4 de junio de 1980. A medida que
se difundía la noticia del arribo de Bhagavan a la ciudad, la
- 70 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cantidad de personas que llegaba a Prasad Villa para tener dar-


shan aumentaba en proporción geométrica día tras día. Hin-
dúes, musulmanes y cristianos llegaban de a miles a ese tem-
plo del “Dios caminante”; también había un buen número de
extranjeros. Los caminos que conducían hacia el vibrante san-
tuario del “Dios amoroso” estaban desbordados. Había gente
por todas partes, empujándose y compitiendo para tener una
visión fugaz de Bhagavan. Él no los decepcionó.
Uno de los jóvenes maestros que fueron testigos afor-
tunados de esas escenas conmovedoras lo recordó así: “Él
se movía entre las personas, curando a los enfermos, con-
solando a los afligidos, calmando a los llorosos, grabando
Su emblema de Divinidad en cada corazón. Habíamos visto
grandes multitudes antes, pero ninguna como esa. La sola
visión de la túnica roja era suficiente para hacer llorar a la
gente, literalmente. Muchos lloraban a viva voz, rogándole
que los bendijera. Algunas personas, incapaces de resistir el
llamado de lo Divino, rompieron todas las barreras y caye-
ron a Sus pies, dejando salir toda su angustia, para recibir a
cambio bendiciones y vibhuti. Se había corrido la voz de
que DIOS había llegado. La ciudad estaba en llamas con el
Sello de la Eternidad, el Señor Mismo”.
El flujo de visitantes era interminable. Oficiales del Ejér-
cito, jawans (soldados rasos), comerciantes, funcionarios
del gobierno, aldeanos, anacoretas, monjes peregrinos, en-
fermos y afligidos se congregaban en gran cantidad donde-
quiera que Él se encontraba. Los gobernantes del Estado no
se quedaron atrás. El 6 de junio, Sri Sheik Abdullah, el pri-
mer ministro regional, llegó para rendir homenaje al divino
visitante. Luego regresó con toda su familia y algunos de
sus ministros en dos días consecutivos para recibir las ben-
diciones de Bhagavan. Su excelencia, Sri L. K. Jha, el go-
bernador de Jammu y Cachemira, llegó con su esposa la tar-
de del 10 de junio y presentó sus respetos a Baba.
Cada uno de los diez días que Bhagavan pasó en Ca-
chemira (desde el 4 hasta el 14 de junio) fue memorable. Su
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 71 -

“La Belleza es Verdad, la Verdad es Belleza”


- 72 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sola presencia esparcía un aura de paz y alegría sobre el va-


lle. Para los afortunados miembros de la comitiva que viaja-
ba con Él, aquellos días fueron especiales y únicos. Además
de ser los receptores de Su abundante amor y gracia, ellos
fueron bendecidos con la singular oportunidad de presen-
ciar muchos signos y prodigios de la divinidad encarnada
en su amado Swami. Con estas palabras lo relata uno de
aquellos jóvenes maestros:
“Los eventos más gloriosos y prodigiosos de todo el
viaje fueron las mahimas del Señor, el divino juego de crea-
ción que esa ‘pequeña mano morena’ de Dios a menudo
despliega: un verdadero dominio de la naturaleza y sus ele-
mentos. Numerosos devotos recibieron recuerdos de gra-
cia y amor materializados por Él. No obstante, algunos he-
chos se destacaron por su carácter único, porque evocaron
los días en que Bhagavan realizaba Sus lilas en las arenas
del Chitravati frente a quienes presenciaban tales maravi-
llas. El primero tuvo lugar en Dachhigam, un lugar selvático
de extraña belleza, el valle más encantador de Cachemira.
Una profunda corriente de espiritualidad prevalece en el si-
lencio que lo envuelve todo y, cuando el Señor Mismo es-
tá parado en medio de Su experta artesanía, la veracidad de
aquellas palabras de Keats se vuelve evidente: ‘La belleza
es verdad, y la verdad es belleza; nada más se sabe en es-
ta tierra y nada más hace falta’. ¡Qué dicha inefable, qué de-
leite indescriptible! La naturaleza cantó himnos de alabanza
al Señor en silencio, las flores ‘anhelaron un instante de in-
dulgencia para estar a Su lado’, y los espíritus volaron alto
en puro éxtasis. Dios es belleza, la belleza es Dios: Sathyam
Shivam Sundaram. El primer plano y el trasfondo, la imagen
y el objeto se habían unido en una hermosa entidad. Los
fragmentos perdían su identidad...
–¿Hay arena cerca de aquí? –preguntó el Señor.
–Sí, Swamiji. Hay un río que pasa cerca y su lecho tiene
algo de arena.
–Vengan. ¡Vamos allá!
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 73 -

Materializaciones en las arenas de Dachhigam

Sphatika Linga El Señor Badrinarayana


y Su Consorte
- 74 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Todos sentían curiosidad. ¿Por qué este repentino éxo-


do hacia la arena cuando la naturaleza ofrecía abundante
verdor?
–¡Ah! Esto es excelente –dijo el Señor. Vio una peque-
ña porción de arena cerca del arroyo y se sentó allí.
“¿Qué estará pasando?”, se preguntaban todos. En-
tonces el sol descendió con humildad y, espiando dentro
del círculo que nosotros habíamos formado en torno de
Bhagavan, dibujó un radiante halo alrededor de Él. Rayos
de sol resplandecientes brillaron a través de Su corona de
cabello... Entonces, Bhagavan comenzó a dibujar algo en
la arena con los movimientos ondulantes que a menudo
hace con Su mano. Cuando la ‘obra de arte’ estuvo com-
pleta, cavó con Sus manos vacías en la arena, la sacudió por
unos instantes y extrajo de ella una placa de oro, de forma
cuadrada y de un tamaño de casi 10 centímetros de lado,
con imágenes del Señor Badrinarayana y la Diosa Lakshmi.
–Vayan pasándola –dijo el Señor como si nada hubiera
ocurrido, y permaneció sentado, lleno de contento.
En tanto que nosotros, exaltados y llenos de dicha, to-
mábamos fotografías y cantábamos Sus alabanzas mientras
observábamos esa creación naciente, tocándola, adorán-
dola y registrando en nuestras mentes, llenos de admira-
ción, la gloria de Sathya Sai. Esta era la primera vez que
muchos de nosotros teníamos el privilegio de observar una
creación de este tipo. Sin embargo, eso no fue todo.
–¿Tienen una lapicera? –preguntó el Señor.
Alguien que estaba cerca le entregó una inmediatamen-
te. Él la tomó en Sus manos y comenzó a dibujar algo en la
arena. Un movimiento circular, un toque acá y un acabado
allá… Sus pequeñas manos vacías cavaron nuevamente.
¿Qué era? Nuestros corazones dejaron de latir. Todos
estiramos el cuello. Las cámaras estaban listas; todos mirá-
bamos fijamente con ojos muy abiertos y expectantes. De
allí emergió un hermoso linga de cristal de 5 centímetros.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 75 -

Él lo sostuvo a trasluz, con el sol de fondo... ¡Un deleite ine-


narrable!
–Este es el sphatika linga instalado por Adi Shankara de-
bajo del hima linga, en la cueva de Amarnat –reveló el Señor.
En otra ocasión, cuando estábamos sentados a orillas
del río Liddar, cerca de Pahalgam, la aldea de pastores, el
Señor empezó a hablar sobre Sri Shankaracharya y sus mo-
nasterios. Sri Shankara había instalado un linga de potentes
vibraciones espirituales en Chidambaram.
–Y ahora –dijo Bhagavan– les mostraré una réplica exac-
ta del chidambara linga instalado por Shankaracharya.
¡Y de la arena plateada surgió un linga de 7 centímetros!
El linga era espectacular e hizo que todos cerráramos los
ojos en adoración reverente, adoración de Bhagavan, la en-
carnación de Shiva-Shakti.
–Todo esto es tamasha, diversión –comentó Él, luego.
¡Para Él, el Señor del universo, todas estas son bagatelas!”
Durante el viaje que realizaron con el Señor, durante esas
dos semanas deliciosas, ellos vieron emerger de Su mano
muchas facetas de esta “tamasha”. Por ejemplo, el 9 de ju-
nio, en el jardín de la casa de huéspedes, junto al río Liddar,
Baba tomó una rosa, sopló sobre ella… ¡y la rosa se convir-
tió en un Shivalinga! Luego se lo entregó al coronel Beri. Más
tarde, el mismo día, sentado en el lecho del río, creó un me-
dallón en el que estaba grabado el sagrado Srichakra.
De esa akshaya hasta salieron relojes para el general
Malhotra y para Sri Sohanlal, anillos para el general y para
el mayor Kaul, y cajas de vibhuti para Sri Sohanlal y el co-
ronel Beri.
El relato del maestro continúa de este modo:
“Y así pasaron los días de esa quincena. Cada jornada
tenía un fresco comienzo, como si el mundo fuera creado
de nuevo cada vez. Al atardecer, sentado en el parque o en
una habitación, el Maestro exponía la sublime verdad del
Vedanta, o la interpretación del mantra Gayatri. En otras
ocasiones, hablaba sobre el propósito de la vida, sobre los
- 76 - B. N. NARASIMHA MURTHY

desastres que enfrentaríamos si seguíamos la senda del ma-


terialismo. A menudo aclaraba las dudas de muchos busca-
dores. Cuando Baba habló acerca del papel del budhi en la
vida humana, nos vimos elevados a alturas no alcanzadas
hasta entonces. Algunos días, Él solía cantar bhajans con Su
voz resonante. ¡Ah, qué divino deleite! ¡Bienaventuranza
absoluta!”
En verdad fue para ellos una bienaventuranza absoluta
caminar junto a Bhagavan por las orillas del sagrado río
Sindhu –que corría velozmente lejos de la ciudad de Srina-
gar–, en la tarde del 13 de junio. En ese lugar realmente en-
cantador, Baba les concedió el deseo de posar para tomar-
se unas fotografías con ellos. El agua era cristalina y podían
verse los granos de arena en el lecho del río. Como este co-
menzaba su viaje en algún sitio cercano, en muchos lugares
era poco profundo (menos de treinta centímetros de pro-
fundidad). Para llegar al lago Manasbal, el grupo debió cru-
zar el río. Fue una visión inolvidable ver al Señor levantán-
dose la túnica con ambas manos y vadeando el río con el
andar majestuoso de un cisne. Una línea del Sri Lalita Sa-
hasranama Stotram (“Marali Mandagamana Mahalavanya
Sevadhih”) reveló su significado en esa maravillosa escena.
Baba se detuvo justo en el medio del río y observó con
atención cómo corrían las plácidas y frescas aguas. Los es-
tudiantes y las demás personas que Lo rodeaban se olvida-
ron de sí mismos contemplando los hermosos pies que bri-
llaban bajo el agua. El omnisciente Señor respondió con una
sonrisa radiante. Antes de continuar el cruce del río, ellos
rociaron algunas gotas del agua santificada sobre sus cabe-
zas. Se sintieron redimidos de la existencia mundana: eran
uno con su Señor y Su creación.
El sol que salió la mañana del 14 de junio indicaba que
el día de la partida había llegado. Todas las cosas, buenas y
malas, tienen un final. Sin embargo, desde la percepción
humana, lo bueno termina más rápido y las cosas malas pa-
san con lentitud. Todos los integrantes de la comitiva de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 77 -

Mahalavanya shevadhih – el océano de belleza


- 78 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Bhagavan sintieron que el tiempo había volado en esos ca-


torce días. Cuando Bhagavan llegó al aeropuerto de Srina-
gar esa tarde, había allí una gran multitud. La agonía de la
separación era evidente en cada rostro; muchos tenían lá-
grimas en los ojos y algunos sollozaban en voz alta mien-
tras su Señor abordaba el avión.
Hombres y mujeres de todos los credos se animaron a
romper la línea de los guardias y avanzaron como una ola
para tener otra visión fugaz del Uno Compasivo. Bhagavan
percibió su anhelo e hizo abrir la puerta del avión nueva-
mente. Salió y saludó a la multitud, transmitiéndole en si-
lencio que Él estaba con ellos en todo lugar y en todo mo-
mento. Permaneció parado junto a la puerta del avión
otorgando darshan hasta que la aeronave estuvo lista para
el despegue. Finalmente, el avión partió hacia Delhi a las
4.30 de la tarde. La multitud de devotos reunida en el ae-
ropuerto observó el avión hasta que este desapareció en los
cielos.
Bhagavan permaneció en Delhi los días 15 y 16 de ju-
nio. Envió a los miembros de la comitiva a visitar la capital
y sus alrededores mientras Él continuaba con Su misión de
conferir ananda y prema a todos los que se congregaban en
Su presencia. También visitó las casas de algunos afortunados
devotos. El 17 de junio, voló a Bombay con Su comitiva. Ese
día, se reunió en el Dharmakshetra con miembros del Samiti
y con los organizadores de la Tercera Conferencia Mundial,
que se realizaría en noviembre de 1980. En la mañana del día
18, Baba colocó la piedra fundamental de un salón en el
Dharmakshetra, se despidió de los miles de devotos que
se habían reunido allí y llegó a Brindavan esa misma tarde.
Así terminó un memorable festival de diecisiete días de di-
vino deleite, durante los cuales las semillas del mensaje del
Avatar fueron sembradas en un millón de corazones.
Jamás había imaginado el general S. P. Malhotra la gran
fortuna que iba a tener cuando fue destinado al Ejército del
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 79 -

En el momento de la despedida

Baba en el Dharmakshetra, Bombay


- 80 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Comando del Norte, en enero de 1980. Aunque él y su es-


posa tuvieron el primer darshan de Bhagavan en 1974, en
Ooty, cuando él se desempeñaba como comandante del
Colegio de Oficiales de los Servicios de Defensa en We-
llington, el momento crucial de sus vidas llegó cuando ellos
visitaron Prashanti Nilayam, durante la festividad de Mahas-
hivaratri, en 1976.
En octubre de 1980, cuando el general Malhotra se en-
contraba en visita oficial en Kamptee, en el distrito de Nag-
pur, contrajo herpes en los ojos. No le prestó atención a es-
ta dolencia, pues estaba preocupado por el trabajo que
tenía entre manos. La enfermedad se agravó, y llegó a te-
ner ampollas supurantes en la cabeza y el rostro. Fue trasla-
dado al Hospital del Ejército, en Delhi. A pesar de que re-
cibía el mejor tratamiento, su estado empeoró y se enfrentó
con la triste perspectiva de perder la vista. Los médicos pa-
recían desesperanzados. Tendido en la cama del hospital, el
general Malhotra se sentía completamente indefenso. Re-
cordó con ternura los días felices pasados junto a Bhagavan
en Udhampur y Srinagar, donde sus ojos se habían deleita-
do continuamente con la Divina Forma. Mientras lágrimas
de ansiedad brotaban de sus ojos, le oró a su amado Baba
pidiéndole ayuda.
Smt. Prem Malhotra corrió a Prashanti Nilayam con el fin
de pedir la gracia de su Señor para su esposo. Se sentó fue-
ra del mandir con el corazón abatido. Bhagavan se acercó a
ella y la tranquilizó. “¿Por qué te preocupas? Él estará bien.
Llevará algún tiempo”, le dijo. Después de eso, las cosas
comenzaron a mejorar para el general. Su médico, el coro-
nel Boparai, sintió en su interior que debía probar con una
inyección que había resultado ineficaz en muchos pacientes
con la misma afección. Esa inyección funcionó bien en el ca-
so del general Malhotra y el mal no se agravó. Los médicos
le dijeron que las marcas de pigmentación que la enferme-
dad le había dejado en el rostro nunca desaparecerían.
También le advirtieron que el dolor punzante en los ojos era
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 81 -

un fenómeno normal debido a la enfermedad que había pa-


decido. Cuando le dieron el alta en el hospital, se le acon-
sejó no viajar y proteger sus ojos del polvo.
El general Malhotra no prestó atención a los consejos
médicos y viajó a Prashanti Nilayam por medios aéreos y
terrestres para estar en presencia de su Señor durante algu-
nos días. En cuanto Baba lo vio en la veranda del mandir,
caminó hacia él y le dijo: “Te he regalado los ojos”, y le
aconsejó dejar de tomar los medicamentos. Baba también
invitó al general Malhotra a cenar con él todas las noches.
La compasión de Baba lo colmó, y Su gracia venció a la en-
fermedad por completo. Durante las cenas, la misericordio-
sa mirada de Bhagavan se encontraba con los ojos del ge-
neral cada vez que este contemplaba a su Señor. El dolor
punzante en los ojos se redujo gradualmente y desapareció
del todo al final de esa semana. Lo mismo ocurrió con las
marcas de pigmentación en el rostro. A su regreso a Srina-
gar, los médicos quedaron pasmados ante la milagrosa cu-
ra que tuvo lugar por la gracia de Baba.
En el año 2004, el general Malhotra y Smt. Prem Mal-
hotra declararon lo siguiente: “Treinta años han pasado des-
de que conocimos a Swami. Nuestras vidas han sido trans-
formadas por Su contacto. Visitamos a Baba regularmente,
dos veces por año, en Gurupurnima y en Su Cumpleaños.
Cada visita nos recarga y eleva nuestros espíritus decaídos.
Su darshan nos da la fuerza para enfrentar los problemas y
desafíos de la vida cotidiana”.
4

Una universidad reconocida para


redimir a la educación superior

Al exponer los ideales de la educación, Baba advirtió a


todos los educadores: “Cuando un hombre no está capaci-
tado para llevar una vida buena y sagrada, enseñarle diver-
sas habilidades y trucos lo convierte en un peligro para sí
mismo y para el mundo”. La validez de esta advertencia se
ve reflejada dolorosamente en una carta abierta a todos los
maestros escrita por un sobreviviente de un campo de con-
centración que funcionó durante la Segunda Guerra Mundial.
“Querido Maestro:
Soy un sobreviviente de un campo de concentración.
Mis ojos vieron lo que ningún hombre debería presenciar:
cámaras de gas construidas por ingenieros expertos, niños
envenenados por médicos instruidos, criaturas muertas a
manos de enfermeras capacitadas, mujeres y bebés asesi-
nados a tiros y quemados por individuos graduados de es-
cuelas secundarias y universidades.
Por todo esto, sospecho de la educación. El pedido que
les hago es que ayuden a sus estudiantes a volverse huma-
- 84 - B. N. NARASIMHA MURTHY

nos. Sus esfuerzos jamás deben producir monstruos erudi-


tos, psicópatas expertos, Eichmanns educados. La lectura,
la escritura y la aritmética son importantes solo si sirven pa-
ra hacer a nuestros niños más humanos”.
Esta carta simboliza el grito angustiado de una huma-
nidad golpeada, que sufre las lesiones infligidas por la in-
humanidad del hombre. El autor de esta carta percibió
correctamente que la clave para resolver este problema de
miseria humana se halla en las manos del maestro o edu-
cador. En respuesta a las plegarias lastimeras de una hu-
manidad acosada por los conflictos, Bhagavan Baba, el
Maestro Mundial, ha comenzado una revolución silenciosa
pero radical en el campo de la educación, que tiene el po-
tencial para cambiar el curso de la educación mundial. En
referencia a los males que afligen al mundo contemporá-
neo, Baba ha declarado: “La necesidad de esta hora no es
un nuevo orden social, ni una nueva revolución política o
económica; lo que necesitamos hoy son hombres y muje-
res de carácter”. La verdadera crisis es la crisis de carácter,
que no tiene precedentes y ha colocado al hombre en un
cruce de caminos en el que la elección es entre un “Nuevo
Mundo” y “ningún mundo”.
¿Qué es el “Nuevo Mundo”? No es un mundo sin sufri-
miento, sino aquel donde el hombre no inflija sufrimiento al
hombre. No es un mundo sin oscuridad, sino aquel en que
el hombre crea que puede conquistar la oscuridad. No es
un mundo sin muerte, sino aquel donde el hombre conoz-
ca el secreto de la inmortalidad. El “Nuevo Mundo” no es
un mundo que alce los ojos al cielo buscando la redención
de Dios, sino un mundo donde los hombres unan sus ma-
nos a Dios en la tierra para hacer descender al cielo. En es-
te cielo en la tierra, no estará permitido que las personas
mueran de hambre o carezcan de vestimenta y refugio; na-
die sufrirá por falta de medicamentos y cuidados médicos
cuando sean necesarios. No se negará a ningún niño naci-
do en este “Nuevo Mundo” la oportunidad de recibir el ti-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 85 -

po correcto de educación. En síntesis, el “Nuevo Mundo”


es aquel en el que se satisfacen las necesidades materiales
básicas de todos y en el cual el hombre ha aprendido el ar-
te de vivir en armonía consigo mismo, con sus semejantes
y con la Madre Naturaleza.
Solo el “Nuevo Mundo” puede construir al “Nuevo
Mundo”; y solo la “Nueva Educación” puede formar al
“Nuevo Hombre”. En opinión del Dr. Vinayak Krishna Go-
kak, una eminencia entre los hombres de letras y educadores
de la India, y el primer Vicerrector del Instituto Sri Sathya Sai
de Educación Superior, el “Nuevo Hombre” no es realmen-
te nuevo; es una síntesis del “Nuevo” y el “Viejo”. Asimis-
mo, la “Nueva Educación” es una combinación de la “mo-
derna” y la “antigua”. Esta “Nueva Educación” ya ha sido
dada al mundo por Bhagavan Baba. Es la realización de la
visión de los filósofos de la educación de todos los tiempos
y de todas las tierras, que declararon: “El alma de la educa-
ción es la educación del Alma”. E. F. Schumacher, uno de
los pensadores más originales y profundos de los tiempos
modernos, escribió en Lo pequeño es hermoso: “Los pro-
blemas de la educación de hoy son meros reflejos de los
problemas más profundos de nuestra época. Estamos su-
friendo de una enfermedad metafísica y la cura debe ser,
por lo tanto, metafísica. Si continúa la presente actitud an-
timetafísica, la educación, lejos de ser el más grande recur-
so del hombre, se volverá un agente de destrucción”.
La “Nueva Educación”, que es el regalo más valioso de
Bhagavan Baba al mundo moderno, combina lo físico y lo
metafísico en una hermosa síntesis. Está basada en la Filo-
sofía Sri Sathya Sai de Educación Integral, que orienta la
conducción de las escuelas y universidades creadas por
Bhagavan. Esta filosofía sobre la educación es “idealista”
en sus objetivos, “pragmática” en su enfoque y “naturalis-
ta” en el escenario elegido; y tiene por objeto formar hom-
bres y mujeres sanos, impartiendo una educación sana pa-
ra los tres componentes de la personalidad humana: el
- 86 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cuerpo, la mente y el espíritu. Pueden verse las bases de


esta filosofía en “Vidya Vahini”, un tratado sobre educación
escrito por Baba.

✺✺✺

La primera institución de educación superior fundada


por Baba fue el Colegio Universitario de Artes y Ciencias pa-
ra Mujeres, en Anantapur, en 1968; la segunda fue el Cole-
gio Universitario para Hombres, en Brindavan, Whitefield,
en 1969. En estos colegios universitarios para alumnos in-
ternos, se ha podido ver el renacimiento de los Gurukulas
de la antigua India en escenarios modernos. El principio
fundamental de impartir vidya en forma completamente
gratuita a los estudiantes fue seguido escrupulosamente en
estos modernos Gurukulas fundados por Bhagavan. En una
época en que el comercialismo ha levantado su desagrada-
ble cabeza incluso en el campo de la educación, impartir
instrucción gratuita en todos los niveles (incluido el univer-
sitario) ha sido ni más ni menos que un milagro. En un cor-
to período, estos colegios se ganaron un nombre en lo re-
lativo a la “formación del carácter” en la educación superior,
bajo la guía y la supervisión directas de Baba.
En 1979, se creó un instituto universitario para hombres
en Prashanti Nilayam. Los colegios de Prashanti Nilayam y
Anantapur fueron afiliados a la Universidad Sri Venkateswa-
ra, en el Estado de Andhra Pradesh. El colegio de Brinda-
van, por su parte, dependía de la Universidad de Bangalo-
re, en el Estado de Karnataka. Incluso los servidores más
cercanos a Bhagavan se sorprendieron cuando Él reveló Su
intención de tener una universidad autónoma en Prashanti
Nilayam al año de comenzar el colegio universitario allí y de
afiliar los otros dos colegios a la nueva universidad. En
aquellos días, había muy pocas instituciones autónomas, e
incluso a los colegios universitarios con cursos de posgra-
do, que habían sido fundados décadas antes, no se les otor-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 87 -

Templos de Educación Superior

Campus de Brindavan

Campus de Prasanthi

Edificio
administrativo

Campus de
Anantapur
- 88 - B. N. NARASIMHA MURTHY

gaba la autonomía tan fácilmente. Los colegios universita-


rios Sri Sathya Sai de Prashanti Nilayam y Whitefield solo
dictaban cursos para no graduados, y el colegio de Ananta-
pur tenía únicamente un curso de posgrado en idioma telu-
gu, además de los cursos para no graduados.
Por supuesto, no era la primera vez que Baba se refería
a una universidad en Puttaparti. Lo había mencionado por
primera vez casi tres décadas antes, en diciembre de 1951.
Escuchemos esa historia de boca de Sri N. Kasturi:
“La fundación de la Escuela Secundaria de Bukkapatnam
fue la primera acción audaz de Baba para promover y pa-
trocinar instituciones educativas para los jóvenes. Tuvo el
honor de ser conocida por Su nombre. Él fue el presidente
del comité escolar. Nutrió a esta escuela desde su naci-
miento y siguió siendo su patrocinador y presidente hasta
que se convirtió en una de las mejores escuelas del distrito
desde el punto de vista académico y en todo sentido.
El ‘Día de la Escuela’ iba a ser presidido por el Honora-
ble Sri Koti Reddy, el ministro de Rentas del Estado. Baba
me había conferido el título de doctor en Filosofía Honoris
Causa en la tarjeta que hizo imprimir para ser enviada a to-
dos los invitados al acto y había elevado mi cargo de ‘su-
pervisor’ a director. Brotaron lágrimas de mis ojos cuando
vi mi nombre en la tarjeta como ‘N. Kasturi, Maestro en Ar-
tes, Licenciado en Derecho, Doctor en Filosofía, Director,
Escuela D. R. M., Davanagere’. Por supuesto, tenía a mi fa-
vor una cantidad de tesis en estado embrionario sobre te-
mas a los que me había dedicado para obtener el doctora-
do en Filosofía de las Universidades de Madrás o Mysore.
Sin embargo, había fracasado en todos mis esfuerzos en ese
sentido. Así que tuve que confesarle la verdad a Swami.
Cuando caí a Sus pies en Bukkapatnam y aduje que no es-
taba calificado para el doctorado en Filosofía, Baba sonrió y
me palmeó la espalda diciendo:
–Tú eres doctor en Filosofía.
Sri Keshav Vittal, un viejo amigo mío, le preguntó:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 89 -

Inauguración del Colegio Universitario en Brindavan, 1969

Bhagavan inaugura el Edificio del Instituto, en Prashanti Nilayam, 1980


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–¿De qué universidad, Swami?


Swami se volvió hacia él y respondió:
–¡De la Universidad de Puttaparti!
Por lo tanto, ¡la Universidad de Puttaparti ya estaba allí,
en Su Plan Maestro!”.
Cuando Bhagavan Baba dispuso que se fundara una
Universidad en Prashanti Nilayam, en 1980, las personas
idóneas ya estaban en los puestos correctos para ser los ins-
trumentos que lo hicieran posible. Este evento fue un hito
en la marcha de Su misión de Dharma Samstapana. Sus uni-
versidades necesitaban autonomía para promover la causa
de infundir valores espirituales y morales en la educación
superior, y para obtener la combinación correcta de educa-
ción sintetizando la “computadora” y la “cultura”. Baba es-
cribió en “Vidya Vahini”: “El estudiante tiene que dominar
dos campos de conocimiento para alcanzar la felicidad to-
tal y la realización completa. El primero es el conocimien-
to relacionado con la creación. El segundo es el conoci-
miento concerniente al creador. El primero le confiere
jivana upadhi, los recursos para ganarse la vida; y el se-
gundo le otorga jivita paramavadhi, la meta suprema de la
vida”.
Sri S. B. Chavan, en ese entonces ministro de Educación
del Gobierno de la India, que había reconocido el inmenso
potencial del experimento educacional de Bhagavan, de-
sempeñó un papel importante en la creación de la Univer-
sidad en Prashanti Nilayam. El Dr. V. S. Jha, experimentado
educador y ex vicerrector de la Universidad de Benares, en-
cabezó el Comité de Inspección enviado por la comisión
que otorga permisos y subvenciones a universidades (Uni-
versity Grants Commission, UGC) para estudiar el funciona-
miento de los colegios universitarios Sri Sathya Sai. Este
comité quedó muy impresionado con lo que observó en los
tres campus y anonadado por el sublime impacto que la
personalidad y las enseñanzas de Bhagavan Baba producían
en los estudiantes y profesores.
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Procesión del día de la inauguración de la Universidad reconocida

El edificio administrativo
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Cuando habló en el Seminario sobre “Orientación en Va-


lores para la Educación Superior”, que tuvo lugar bajo la
guía de Bhagavan en el Colegio Universitario de Brindavan,
en agosto de 1981, el Dr. Jha confesó: “Vine como un críti-
co y me quedé para rezar”. Luego declaró: “Los problemas
que se enfrentan en la orientación en valores para la edu-
cación superior ya han sido resueltos con éxito en las insti-
tuciones de Baba. Espero que cuando esta institución se
convierta en una universidad, brille como un ejemplo para
todas las universidades de la India y del mundo entero”.
Muchos eminentes educadores de todo el país participaron
en este seminario de tres días organizado eficientemente
por los ex alumnos del colegio. Al finalizar el encuentro, el
Dr. Jha les confió a los ex alumnos: “Creo que no tengo que
mirar lejos para encontrar al vicerrector de esta Universidad,
cuando los veo a todos ustedes”. El glorioso informe pre-
sentado por el Comité fue un fervoroso tributo al educador
más grande de todos los tiempos: Baba.
Por recomendación de la UGC, el Gobierno de la India
le confirió el nivel de Universidad reconocida (deemed uni-
versity) al Colegio Universitario de Prashanti Nilayam. La
buena noticia fue anunciada ante un Auditorio Purnachan-
dra atestado de gente, en Prashanti Nilayam, el auspicioso
día de Vijaya Dasami, el 8 de octubre de 1981. El mismo día
se llevó a cabo una Bhumi Puja para la construcción del edi-
ficio administrativo de la Universidad, en la colina situada al
sudoeste del mandir. El 22 de noviembre de 1981, se dio
un importante paso en la Revolución Mundial Sri Sathya Sai
en Educación, con la inauguración de la Universidad, el Ins-
tituto Sri Sathya Sai de Educación Superior, a cargo del Ho-
norable Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la In-
dia, Sri Y. V. Chandrachud, en presencia de Bhagavan Baba,
quien bendijo la Universidad y se convirtió en su Rector. El
Dr. V. K. Gokak exhortó así a sus estudiantes en una ocasión
posterior: “¡Qué afortunados son al tener al Rector del uni-
verso como Rector de su Universidad!”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 93 -

“Mis estudiantes son Mi propiedad”


- 94 - B. N. NARASIMHA MURTHY

En Su discurso de bendición, durante el acto inaugural,


Baba expuso los principios y prácticas de la verdadera edu-
cación y agregó:
“Este es el día de la inauguración de nuestro Instituto.
Hoy se ha plantado el árbol joven. Los estudiantes son sus
raíces. El árbol crecerá majestuosamente con ramas en to-
das direcciones; innumerables flores se abrirán; proporcio-
nará y promoverá la paz y la seguridad en el mundo. Para
que eso ocurra, los estudiantes –al igual que las raíces– de-
ben permanecer firmes y proporcionar sustento. Sé que las
raíces tienen que ser regadas y Yo haré esa tarea. Los estu-
diantes lo son todo para Mí. Si Me preguntan cuál es Mi
propiedad, muchos de ustedes quizás esperen que la res-
puesta sea ‘¡Ah! Todos estos edificios, todo este vasto
terreno’. Sin embargo, Mi respuesta es: Mis estudiantes
constituyen toda Mi propiedad. Me he ofrecido a Mí mis-
mo a ellos.
Los estudiantes y los profesores son las posesiones más
valiosas de la Universidad; solo ellos pueden convertirla en
una Universidad ideal. Junto con las materias relacionadas
con el conocimiento mundano, esta Universidad impartirá
instrucción sobre prácticas y códigos éticos, morales y es-
pirituales. Tiene como objetivo cultivar la pureza de la men-
te y virtudes tales como la adhesión a la verdad, la devo-
ción por lo Supremo, la disciplina y la dedicación al deber.
Esta Universidad nutrirá y promoverá estas cualidades”.
La Universidad reconocida fundada por Bhagavan en la
víspera de Su Cumpleaños número 55 es la materialización
de la “universidad soñada” por grandes lumbreras espiri-
tuales, como Swami Dayanand Sarasvati, Vivekananda, Sri
Aurobindo, Mahatma Gandhi y Rabindranah Tagore, quie-
nes adornaron el firmamento indio durante el brillante pe-
ríodo del renacimiento nacional.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 95 -

Los cursos de posgrado en ciencias y humanidades co-


menzaron en la Universidad en junio de 1982 y la primera
“Convocación” se llevó a cabo exactamente un año des-
pués de su inauguración. Una de las muchas características
únicas de esta Universidad es que las fechas del primer y úl-
timo día del año académico y del día de la “Convocación”
jamás han sufrido cambios. El año académico comienza el
primer día hábil del mes de junio y termina el último día de
marzo, y la “Convocación” tiene lugar el 22 de noviembre
de cada año. El Instituto, que tenía dos campus (en Prashanti
Nilayam y en Anantapur) afiliados a él durante el primer año,
pudo otorgar la afiliación a un tercer campus en Whitefield,
con el debido permiso del gobernador del Estado de Karna-
taka, en el término de un año. Así pues, adquirió una carac-
terística única: tener campus en más de un estado.
El edificio administrativo de la Universidad fue inaugu-
rado la mañana del 22 de noviembre de 1982, día de la pri-
mera “Convocación”. El imponente y majestuoso edificio,
erigido en la cima de la colina, se construyó en un plazo de
doce meses. Al dar la bienvenida a la gran cantidad de pú-
blico que llenaba el Auditorio Purnachandra y sus alrededo-
res esa mañana, el Dr. V. K. Gokak describió al edificio co-
mo un faro de luz para educadores de todo el mundo. “Esta
estructura magnífica atrae a las personas hacia Prashanti Ni-
layam para emprender una aventura espiritual”, dijo. Y
agregó: “Su arquitectura combina el estilo indosarraceno
con otras tendencias, que han sido integradas para reflejar
la armonía de las grandes religiones del mundo. Al igual
que Bhagavan Mismo, es una combinación de tradición y
modernidad”.
Sri N. A. Palkhivala, el destacado jurista, al pronunciar su
discurso en la primera “Convocación” del Instituto, esa tarde,
declaró: “El Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior
marca el comienzo de la regeneración moral y espiritual de
nuestro país. Es un gran experimento que representa los cin-
co ideales de Bhagavan: Sathya, Dharma, Shanti, Prema y
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Ahimsa. No hay equivalentes exactos en el idioma inglés pa-


ra estos cinco términos. Dharma es ‘obediencia hacia lo que
no puede ser impuesto’. Los estudiantes que hayan asimila-
do el Dharma contribuirán con ‘la felicidad nacional general’.
La India se ha mantenido unida a través de los siglos me-
diante la adhesión al Dharma. Shanti no significa simple-
mente ‘paz’; es saber ‘cómo poseer el alma propia antes de
que llegue la última hora’. El concepto de Prema encarna el
antiguo ideal indio de una familia humana unida en el amor
por lo divino. Ahimsa representa el sentimiento de paren-
tesco con todos los seres vivientes”. Y concluyó su animado
discurso expresando su esperanza y su fe en el futuro de la
nueva entidad: “El Instituto producirá hombres y mujeres
dedicados y bien equipados, que construirán la nación. De él
saldrán líderes que rescatarán a la nación del retroceso mo-
ral y espiritual que la ha alcanzado”. Esa fue también la es-
peranza y la fe de muchos otros hombres y mujeres pensan-
tes de todo el mundo, que observaron este gran
experimento en el campo de la educación superior con mu-
cha expectativa. Su fe no ha sido defraudada.

✺✺✺

El Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior avanzó


rápidamente y fue logrando sus objetivos en todos los fren-
tes a medida que pasaron los años. Se impartió una educa-
ción académica de alto nivel a los estudiantes sobre la base
firme de la “construcción del carácter”. Se proporcionaron
medios para la investigación y se otorgó el título de “doc-
tor en Filosofía” incluso al primer grupo de posgraduados
de la Universidad, en 1984. Se puso cuidado en asegurar
que las áreas de investigación en diversas materias fueran
socialmente relevantes y beneficiosas para el común de la
gente.
El esfuerzo de la Universidad por infundir el idealismo en
los jóvenes corazones de los estudiantes tuvo un éxito fan-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 97 -

“Declaro la ‘Convocación’ abierta”

En la primera “Convocación”, 22-11-1982


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tástico. No hace falta decir que la base de este éxito fue el


amor incomparable de Bhagavan por Sus estudiantes. Este
amor hizo que los jóvenes modernos que cruzaban las puer-
tas de la Universidad se ciñeran a la senda santificante de la
devoción por Dios y la compasión hacia sus semejantes. Ha-
biendo sido bendecido por Bhagavan para servir como di-
rector de las residencias estudiantiles en Prashanti Nilayam y
Brindavan desde 1983, he sido un testigo afortunado del
asombroso milagro de la transformación espiritual que pro-
dujo Bhagavan en un gran número de jóvenes. A continua-
ción, relataré uno de esos episodios en la vida de un estu-
diante que ingresó al curso de posgrado en 1983. Pero
antes debería comentar un poco sus circunstancias. Cada es-
tudiante que ingresaba en el Instituto desarrollaba, normal-
mente, la aspiración de que Baba le hablara y de disfrutar de
Su proximidad. La intensidad de este deseo podía variar
de un estudiante a otro y, además, sufrir cambios en un
mismo joven a lo largo de su estadía en el Instituto.
Mi experiencia en las últimas dos décadas me ha con-
vencido más allá de toda duda de que Bhagavan bendice a
cualquier estudiante que desarrolla y mantiene una sincera
y fuerte aspiración, cumpliendo el deseo de su corazón en
el momento correcto. Ello está de acuerdo con la eterna ley
que gobierna la aspiración espiritual de un individuo y su
cumplimiento: “Busca, y se te dará; golpea, y las puertas se
abrirán para ti”. Sin embargo, uno tiene que cultivar la pa-
ciencia junto con la fe y esperar a que llegue el momento
de que se cumpla el deseo. La impaciencia solo conduce a
la frustración y la desesperación.
En el antiguo Gurukula presidido por un preceptor ilu-
minado, algunos de los estudiantes solían optar por perma-
necer allí incluso después de haber completado su educa-
ción, para ayudar en el manejo del Gurukula o en la
expansión de sus actividades. A estos estudiantes se los lla-
maba antevasins. Su amor por su preceptor y su idealismo
los mantenían ligados a su alma máter. Aun en nuestro mo-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 99 -

derno Gurukula, fundado y presidido por Baba, muchos es-


tudiantes se han quedado como antevasins por puro amor
hacia su Kulapati. En el momento de escribir este capítulo,
hay más de cien ex alumnos del Instituto que han permane-
cido en las Instituciones fundadas por Bhagavan en Prashanti
Nilayam y Brindavan. Han estado sirviendo allí, con diversas
funciones, en los ashrams, las escuelas, los colegios univer-
sitarios, las residencias y los hospitales. He aquí la conmo-
vedora historia de Sri Nageswara Rao:
Nageswara Rao había aprobado el curso para no gra-
duados en Ciencias de la Universidad de Andhra con dis-
tinción. Provenía de una familia de agricultores de la región
costera de Andhra Pradesh y había perdido a su madre en
la niñez. Era de físico bastante débil, pero mentalmente
muy capaz. También era brillante desde el punto de vista
académico. Fue su sinceridad en una de las sesiones de tra-
bajo social, un domingo de septiembre de 1983, lo que
atrajo la atención de todos. Esa mañana, los estudiantes es-
taban limpiando los alrededores de la residencia. Una obs-
trucción de las cañerías de desagüe en uno de los pabello-
nes de baños había provocado un derrame de residuos y de
agua detrás de la residencia.
Un grupo de muchachos no graduados se había dirigido
al lugar para limpiarlo. Nageswara Rao dirigía el grupo. Los
muchachos se sentían algo renuentes a trabajar allí debido a
la suciedad y el mal olor. Mientras los otros vacilaban, Na-
geswara se metió en el charco y comenzó a limpiar el lugar
usando los implementos. Entonces, los otros jóvenes lo si-
guieron. El lugar quedó limpio en un santiamén, y las cañe-
rías también fueron destapadas. Más tarde, yo lo llamé y lo
felicité. Él dijo muy humildemente: “Señor, lo que hice no
fue nada extraordinario. ¿Acaso no lo hacemos en nuestros
hogares? La residencia es el hogar que Swami nos regala”.
Su humildad y devoción por Baba conmovieron mi corazón.
Nageswara Rao era muy constante en sus esfuerzos por
transitar la senda espiritual. Solía encontrarse conmigo con
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frecuencia para pedirme ayuda y guía. Una vez que se con-


venció de la eficacia de la meditación en saguna sakara, él
eligió a Bhagavan como su Ishtadevata y comenzó a medi-
tar con regularidad. También realizó sinceros esfuerzos por
practicar las enseñanzas de Baba en su vida cotidiana. Na-
turalmente, sentía un gran deseo de estar cerca de Baba.
Baba solía pasar mucho tiempo con los estudiantes en el
pórtico del mandir. Se movía entre los muchachos e inter-
actuaba con muchos de ellos todos los días. Solía pararse en
medio de los jóvenes y hacerles preguntas acerca de sus
actividades académicas y demás tareas. Incluso acostum-
braba extenderse sobre temas básicos de espiritualidad. Ta-
les sesiones a veces duraban más de una hora.
Baba reconocía e identificaba a muchos de los estudian-
tes por sus rostros e incluso por sus nombres. Cada mu-
chacho esperaba la oportunidad de conversar con Bhagavan
durante esas sesiones elevadoras. Nageswara Rao no era
una excepción. Sin embargo, en su caso, ese momento
afortunado nunca llegaba, ni siquiera al finalizar el primer
año de su curso de dos años. Él había visto cómo Baba les
hablaba a muchos de sus compañeros de clase durante el
año. Su optimismo gradualmente fue dando paso a la de-
sesperación. Lo alenté a esperar con paciencia, sin rendirse.
Él incluso deseaba quedarse en la residencia durante las va-
caciones de verano para seguir teniendo el darshan de Ba-
ba y aguardar su oportunidad. Sin embargo, Bhagavan qui-
so que todos los estudiantes regresaran a sus hogares y
permanecieran con sus padres durante esas vacaciones.
Nageswara volvió a su hogar a regañadientes y fue el pri-
mero en retornar al campus cuando la residencia reabrió
sus puertas.
Nageswara Rao esperaba tener la oportunidad de estar
cerca de Baba al menos durante su segundo año. Sin em-
bargo, no iba a ser así. El segundo año también llegó a su
fin, y él se sentía profundamente angustiado. Después del
examen final, vino a mi habitación y rompió en llanto antes
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 101 -

El Eterno Guardián del Dharma


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de poder pronunciar palabra. Yo recordé unas frases de una


canción de Mira Bai: “¡Hice crecer la delicada enredadera
del amor en mi corazón con las aguas de mis lágrimas y
ahora esa enredadera se ha hecho fuerte y se ha extendido
en todas direcciones, dando los frutos de la bienaventuran-
za!”. Lo alenté diciéndole:
–Un corazón de niño lleno de amor por Swami tiene un
poder tremendo para atraerlo. Él ya te ha otorgado ese ma-
ravilloso tesoro. Estoy absolutamente seguro de que te
concederá el deseo de tu corazón. ¿Qué es lo que real-
mente quieres de Él?
Nageswara respondió, con las palmas unidas:
–Quiero estar con Él toda mi vida y servir en Su misión.
Habiendo llegado hasta Él, no quiero alejarme.
Algunas lágrimas todavía brillaban como perlas en sus
mejillas. Mi corazón clamaba por el muchacho. Una es-
pontánea ola de certidumbre se levantó en mi corazón. Le
aseguré:
–Nada puede interponerse entre tú y Swami. Él no es
otra cosa que puro amor y compasión. Si tienes en tu co-
razón la noble aspiración de ofrecerte tú mismo a Él, ¿có-
mo podría Él negarte ese deseo? Puedo decirte con la au-
toridad de mi propia experiencia que tu sincera plegaria
será respondida.
Luego le narré algunas de mis experiencias que descri-
bían el poder de la plegaria sincera; pude ver esperanza y
luz en sus ojos cuando salió de la habitación.
Bhagavan les permitió a los muchachos quedarse en la
residencia durante esas vacaciones de verano. Era el año
del Cumpleaños 60 del Avatar. Baba también permaneció
en Prashanti Nilayam y les dio a los muchachos y a los pro-
fesores la bendita oportunidad de prestar servicio social en
las aldeas cercanas a Puttaparti. De hecho, Él también visi-
tó dos aldeas –Kammavaripalli y Ammagondapalyam– jun-
to con los muchachos; dio un discurso en la primera aldea
e inauguró un templo recién construido en la otra. Bhaga-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 103 -

van Mismo había dispuesto la construcción de ese templo


en un sitio panorámico al pie de una colina. Los muchachos
pasaron momentos maravillosos durante esas vacaciones.
Baba había hecho traer dos autobuses para transportarlos a
las aldeas. Cada mañana, Él bendecía a los muchachos y los
despedía cuando partían hacia las aldeas; y, por la tarde, le
daba frutas y dulces a cada uno individualmente. Fue una
experiencia de gran regocijo para Nageswara Rao, quien se
hallaba al frente de las actividades de servicio social.
Los resultados de los exámenes fueron anunciados al fi-
nal de las vacaciones, y Nageswara Rao obtuvo la mejor no-
ta de su clase. Esa tarde tuvo lugar el momento decisivo de
su vida. Baba salió del mandir, miró a los muchachos que se
habían reunido en el pórtico para el darshan y me pregun-
tó en voz alta:
–¿Quién es Nageswara Rao?
Mi corazón se detuvo por un instante; vi a Nageswara
Rao ponerse de pie entre los jóvenes y acercarse a Baba.
Las lágrimas brotaban de sus ojos, y sus labios temblaban
con la emoción de la dicha. Cuando Nageswara Rao se acer-
có a Bhagavan, Él le dijo con gran ternura:
–¡Toma padanamskar!
El muchacho cayó a los pies de Baba y comenzó a so-
llozar. Pude sentir la profunda satisfacción que sentía. Baba
lo levantó y le preguntó:
–¿Qué quieres?
En ese momento tan glorioso de su vida, Nageswara se
quedó mudo y no pudo expresar la aspiración que había
abrigado en su corazón durante años. Sin embargo, el “Uno
Omnisciente” había sondeado su corazón. Baba dijo:
–Lo sé. Te mantendré conmigo. Puedes unirte al Instituto
como profesor y hacer también tu Doctorado en Filosofía.
Nageswara Rao se convirtió en profesor del Instituto y
cursó el Doctorado en Filosofía en los tres años que si-
guieron a esa tarde memorable. Su vida encontró su rea-
lización al convertirse en un sagrado instrumento en las
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manos de su Señor. Su caso es similar al de muchas otras


almas afortunadas.

✺✺✺

Muchos de los ex alumnos de los colegios universitarios


de Bhagavan han desempeñado papeles importantes en Su
misión redentora del mundo. Cada uno de ellos fue perso-
nalmente cincelado y moldeado por Bhagavan para poder
ser Su instrumento noble y competente. Sri Sreenivas,
quien fue director de la Residencia Universitaria en Brinda-
van hasta 1984, se destaca entre tales ex alumnos. La his-
toria de cómo Baba lo eligió y lo moldeó constituye una lec-
tura interesante e iluminadora.
Sreenivas era un niño de solo siete años cuando vio a
Bhagavan por primera vez. Eso ocurrió cuando Baba visitó
su casa en 1963. Su padre, Sri Raghavendra Rao, era un ofi-
cial del IPS (Servicio de Policía de la India) y cumplía tareas
en Hyderabad, en ese tiempo. Era una persona muy agra-
dable y elegante, y por su aspecto parecía más un filósofo
que un oficial de policía. Tenía amplios conocimientos en
cuestiones de religión y era un sincero practicante de la es-
piritualidad. La madre de Sreenivas, la Dra. Rajeswari, era
una médica apasionada, especializada en el campo de la
obstetricia y la ginecología; creía en la máxima “El trabajo
es adoración” y la practicaba. Más adelante, ella desempe-
ñó un importante papel en la misión médica de Bhagavan;
su historia se relata separadamente en el capítulo “El Médi-
co Divino”.
Muchos rasgos de su padre y de su madre permane-
cieron latentes en el joven Sreenivas durante sus años de
escuela y se manifestaron en su vida tiempo después. Era
considerado un “muchacho bueno y alegre” por sus com-
pañeros y maestros de la Escuela Pública de Hyderabad,
donde completó su educación en 1970. El joven, aunque
brillante, hallaba poco tiempo para sus estudios académicos
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 105 -

entre sus muchas distracciones, y pronto obtuvo la nota


más baja posible para un estudiante en el examen ISC. Él y
algunos de sus amigos querían continuar su educación uni-
versitaria en la ciudad de Bangalore, a la que creían un lu-
gar más adecuado para su estilo de vida por su toque cos-
mopolita. Sus padres le habían dado libertad de acción
desde la niñez; al completar la educación escolar, su elec-
ción fue decisiva.
Raghavendra Rao acompañó a su hijo a Bangalore para
buscar vacante en un buen colegio universitario para alum-
nos internos, donde pudiera graduarse en comercio. El tío
de Sreenivas, Sri Ramanaiah, también los acompañó en es-
ta búsqueda, que resultó infructuosa: las notas bajas en el
boletín de calificaciones del muchacho fueron un obstáculo
para cumplir su deseo de llevar una vida universitaria en la
ciudad. Antes de despedirse de Bangalore, se encontraron
con el coronel Joga Rao, un primo lejano de Raghavendra
Rao. Joga Rao, que estaba conectado con la construcción
del edificio del colegio universitario Sathya Sai en Brinda-
van, observó a Sreenivas de pies a cabeza y dijo, vacilante:
“Hay una escuela universitaria que se abrió hace poco en
Whitefield. Pueden ir a echarle una mirada. Hablaré con el
director... Pero quizás no sea la indicada para el muchacho”.
La última frase fue obviamente motivada por el aspecto
“moderno” del joven, ¡que se reflejaba en su vestimenta y
su corte de pelo!
Cuando se encontraron con Sri Narender, el director del
Colegio Universitario de Brindavan, obtuvieron la recepción
desfavorable esperada; el boletín de calificaciones del mu-
chacho aumentó las dudas del director. No le negó a Sree-
nivas la admisión al Colegio, pero quiso que ellos procura-
ran obtener las bendiciones de Baba para la admisión a la
residencia, que era obligatoria para todos los estudiantes.
También les dijo que Baba se encontraba en Prashanti Nila-
yam. Cuando ellos llegaron allí, les informaron que Baba se
había ido a Anantapur. Pero no querían rendirse. Eran alre-
- 106 - B. N. NARASIMHA MURTHY

dedor de las 8 de la noche cuando llegaron al campus de


Anantapur. Baba ya se había retirado a Su habitación. Los
antecedentes de Raghavendra Rao y el hecho de que Bha-
gavan había visitado su casa en Hyderabad hicieron que el
voluntario que los recibió se animara a llevar la tarjeta del
visitante al piso superior. Mientras se hallaban en el pórtico
esperando el regreso del voluntario, vieron a Baba descen-
der las escaleras. Baba saludó afectuosamente al padre del
muchacho diciendo:
–¡Ah, Raghavendra! ¿Cómo estás?
Raghavendra Rao se adelantó, tocó los pies de Bhaga-
van muy respetuosamente y le comunicó su anhelo de que
su hijo fuera admitido en la residencia y el Colegio Univer-
sitario de Brindavan. Baba le preguntó:
–¿Dónde está el muchacho?
Raghavendra Rao señaló a su hijo, que se encontraba a
cierta distancia con las palmas unidas. Baba caminó directa-
mente hacia Sreenivas, lo miró a los ojos, sonrió y dijo:
–¡Tú eres Mi muchacho!
Esas cuatro palabras tuvieron un efecto mágico en el ser
interno de Sreenivas, que, por supuesto, no lo comprendió
en ese momento. Él sintió una gran felicidad. Baba no solo
no se mostró decepcionado por su aspecto de joven infor-
mal y moderno, sino que además hubo algo poderosamen-
te positivo en el primer contacto visual que el muchacho
tuvo con Bhagavan. Baba le dijo al padre que el muchacho
podía unirse al campus de Brindavan.
Luego, Baba dirigió rápidamente Su atención hacia el
tío del joven, Ramanaiah, a quien llevó de la mano hasta un
rincón debajo de la escalera. Esa era la primera vez que Ra-
manaiah iba a ver a Bhagavan. Ambos sostuvieron una ani-
mada conversación durante más de diez minutos, mientras
los otros se preguntaban cuál podía ser el tema de la char-
la. Ramanaiah era un joven de unos veintiocho años y, al
igual que cualquier muchacho moderno criado en una ciu-
dad, era una persona despreocupada, propensa a la diver-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 107 -

sión y el jolgorio. El tema de conversación entre él y Baba


no podía ser nada profundo o filosófico. Después de esos
diez largos minutos, Ramanaiah se despidió de Baba. Bha-
gavan bendijo a todos con Su benevolente sonrisa y Su ma-
no levantada y subió las escaleras.
Tanto el padre como el hijo sentían una gran curiosidad
por saber qué había sucedido entre Baba y Ramanaiah,
quien era completamente ajeno a todo lo que fuera religio-
so o espiritual. Cuando le preguntaron, Ramanaiah respon-
dió: “¡No puedo entender a este Baba! ¿Por qué se refirió a
los efectos nocivos del alcohol y me habló en contra del há-
bito de beber? Yo no soy un chico. Bebo ocasionalmente y
lo disfruto. ¿Acaso eso puede arruinarme? ¡Al final de la
conversación, me advirtió que sufriría un gran daño si no
abandonaba ese hábito!”. Ramanaiah parecía molesto con el
consejo no solicitado que había recibido. Sin embargo, las
palabras de Baba resultaron ser proféticas. Ramanaiah se
convirtió en un alcohólico y eso resultó fatal para él. ¡Murió
cuando tenía solo treinta años, dejando a una joven esposa
y a un bebé en la cuna!
Para Sreenivas, la vida en Brindavan era muy diferente
de la que había llevado en la Escuela Pública de Hyderabad.
Bhagavan no se encontraba en Brindavan cuando él co-
menzó sus estudios allí. No entraban muchas personas al
complejo universitario, en el que vivían menos de cien es-
tudiantes con algunos de sus profesores. En aquellos días,
tanto el edificio de la residencia como el del colegio uni-
versitario, situados a dos pasos uno del otro en el ashram,
eran construcciones muy simples comparadas con las de la
Escuela Pública, y también lo eran las instalaciones y como-
didades que poseían. El enorme baniano que se elevaba en
el complejo parecía mirar con menosprecio al pequeño edi-
ficio de la residencia, situado en la parte norte. La única di-
ferencia entre el edificio de la residencia y el del colegio
universitario era que los cobertizos que albergaban al cole-
gio estaban recién construidos y el edificio de la residencia
- 108 - B. N. NARASIMHA MURTHY

parecía vetusto. Por supuesto, Sreenivas sabía que eran


arreglos temporarios en el joven campus.
Sin embargo, para su sorpresa, el muchacho no tuvo
muchas dificultades para adaptarse a la nueva forma de vi-
da, que era bastante dura y exigente. Ese era un rasgo des-
tacable de su carácter: él tomaba la vida así como venía.
Probablemente, las plegarias comunitarias intercaladas en la
vida del campus y la serenidad del lugar sosegaron su ser
interno, que, sin que él mismo lo supiera, ansiaba algo más
que comodidades materiales y una vida agradable.
Parece que, al nacer, él no había llorado como cualquier
otro bebé. Los alarmados padres tuvieron que recurrir a di-
versos medios para hacerlo llorar. No obstante, una vez que
comenzó el llanto, no hubo forma de detenerlo. Cuando su
padre buscó el consejo de un sadhu a este respecto, este le
dijo que el bebé debió de haber sido un yogi que llegó al
mundo en un estado de comunión con Dios ¡y que se sen-
tía triste por haber sido perturbado! El tipo de vida que lle-
vó antes de arribar a su hogar espiritual no había logrado
cortar sus lazos internos.
Bhagavan llegó a Brindavan después de algunos meses,
y Sreenivas vio cómo la vida en el ashram cambiaba instan-
táneamente. La serenidad del lugar se vio modificada por la
intensa actividad que provocaba la mera presencia de Ba-
ba. Había un nuevo brillo en los viejos rostros familiares que
él había visto día tras día a su alrededor durante esos pocos
meses. Baba llenaba los pensamientos y la mente de todos.
Una inexplicable sensación de dicha, expectación y satis-
facción saturaba el aire. Hasta la existencia del baniano, que
él había visto todos los días, parecía cobrar un nuevo signi-
ficado cuando la figura de túnica roja llegaba y se sentaba o
caminaba bajo su sombra. Una hermosa mañana, mientras
Sreenivas esperaba junto con otros estudiantes fuera del
mandir, una expectación difícil de explicar llenó su corazón.
Baba salió y comenzó a caminar a lo largo de la senda
flanqueada por estudiantes; en el corazón de Sreenivas ha-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 109 -

“Tú eres Mi muchacho”

Bhagavan con Sus muchachos en el pórtico del mandir en Brindavan


– Sreenivas en segundo plano
- 110 - B. N. NARASIMHA MURTHY

bía un irrefrenable anhelo de recibir al menos una mirada fu-


gaz de Baba. Su aspiración quedó satisfecha cuando Bhaga-
van lo miró directo a los ojos y sonrió. Sreenivas se quebró,
y las lágrimas fluyeron torrencialmente. Comenzó a sollozar.
Jamás había tenido una experiencia similar. Las fuerzas inter-
nas que guían y dan forma a nuestras vidas están más allá de
la comprensión de nuestras inquisitivas mentes. Las palabras
no pronunciadas que emanaron del corazón anhelante de
Sreenivas conmovieron a Bhagavan. Él se acercó al joven as-
pirante, le palmeó la cabeza y lo consoló diciendo suave-
mente: “¡No, no!”. Eso fue todo lo que había ocurrido por
fuera, pero había mucho más allí de lo que saltaba a la vista.
Una indescriptible locura por la forma de Bhagavan se
apoderó del corazón de Sreenivas en ese instante. Él no
quiso resistirse a ella; tampoco hubiera podido hacerlo. Se
volvió una víctima voluntaria de una locura que lo superó;
le resultaba difícil decir si esto le producía angustia o delei-
te. Incluso si era angustia, había dulzura en ello. Bhagavan
se convirtió en “toda la finalidad” de su vida. Durante los
muchos días y meses en que Baba se hallaba en Brindavan,
Sreenivas permanecía de pie ante la ventana de la residen-
cia de Bhagavan durante doce o catorce horas desde la ma-
ñana hasta el anochecer. Ningún pensamiento acerca de co-
mida o bebida aparecía en su mente durante esas horas. A
veces, su Señor corría la cortina de la ventana y reconocía
su presencia con una sonrisa o levantando la mano. Duran-
te muchos días ni siquiera eso ocurría, pero su ascetismo
continuaba. Su perseverancia fue puesta a prueba amplia-
mente, pero por fin fue recompensada mediante el regalo
de la proximidad con lo Divino. Baba comenzó a llamarlo
de vez en cuando y a permitirle gozar de Su amor y gracia.
El lazo de seda se fue fortaleciendo día tras día; muchas
lecciones fueron enseñadas y aprendidas en ese proceso.
Sreenivas descubrió que su Señor era un amo exigente y ri-
guroso que no quedaba satisfecho con nada que no fuera el
acatamiento completo de Sus órdenes en todos los asuntos
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 111 -

grandes y pequeños; de hecho, no había nada grande o pe-


queño para Él. Lo que importaba era la total sinceridad en
la forma de considerar la vida en todo momento y en todo
lugar. Los signos de la omnisciencia y omnipresencia de
Baba, que le fueron otorgados en abundancia, a veces lo
sorprendían y en otras ocasiones lo intimidaban. Él estaba
dispuesto a hacer cualquier cosa para complacer a su Dios.
Baba quería que él fuera bueno en todo, incluso en lo aca-
démico; eso no le dejó más elección que estudiar intensa-
mente. Le fue bien en los exámenes anuales conducidos
por la Universidad de Bangalore.
La vida era tranquila para Sreenivas, o eso creía él. Hu-
bo muchos momentos de gran alegría y éxtasis que llena-
ron su vida durante ese período. Sin embargo, en el cami-
no del amor a Dios, también hay túneles de agonía que
deben recorrerse para poder llegar a destino. Sreenivas tu-
vo que pasar por uno de esos túneles durante su segundo
año en Brindavan. Hubo unas largas vacaciones a mediados
del período académico, que abarcaron, al final, la festividad
de Navaratri. Con el permiso y las bendiciones de Bhaga-
van, Sreenivas viajó a Kumasi, en Ghana, para pasar algu-
nos días con su madre, que prestaba servicios allí como di-
rectora del Hospital General. La frivolidad de la juventud lo
hizo desviarse de la senda recta que Baba había establecido
para él en la vida. ¡Probablemente, fue un descuido juvenil
lo que lo hizo pensar que Kumasi estaba lejos de Puttaparti,
donde Baba se encontraba en ese momento! No obstante,
tomó conciencia de su insensatez muy pronto, y los días en
esa ciudad lejana, sin la proximidad de Bhagavan, parecie-
ron volverse más largos con cada hora que pasaba; su men-
te voló de regreso al “Amor de su vida”, en Prashanti Nila-
yam, mucho antes de que lo hiciera su cuerpo.
Sreenivas regresó dos semanas antes de la festividad ¡y
descubrió que su amoroso Dios ya lo había puesto en el “ta-
ller de reparaciones”! Baba se negaba a mirarlo y mucho me-
nos a hablarle. Parecía como si él ni siquiera existiera para Su
- 112 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Señor. El poder de Baba para negarse a ofrecer Su amor só-


lo puede compararse con Su poder de darlo. Cuando Él so-
mete a prueba a Sus devotos, lo hace con tal severidad que
puede conducir al devoto al punto límite, aunque jamás lo
quebrará. Sin embargo, el tierno corazón de Sreenivas pare-
cía haberse roto; era una experiencia completamente nueva
e inesperada para él. Se sentía como un pez arrojado fuera
del agua. Sufría de una agonía punzante en la monotonía sin
sentido del día y en el silencio insomne de la noche. Era de-
masiado joven para comprender que estaba atravesando la
“noche oscura” del alma antes del amanecer inminente. Se
convirtió en una sombra de lo que había sido su dichoso ser.
Era el último día de Navaratri. Junto con otros estudian-
tes, Sreenivas tomaba parte en la actividad de servicio para
ayudar a construir un edificio justo detrás del mandir. Mien-
tras se hallaba formado en una hilera de estudiantes que se
pasaban cuencos llenos de arena destinados a la construc-
ción, pensamientos desesperados desfilaban por su mente
de manera espontánea: “Éste no es el lugar para un sujeto
como yo. Quizás no merezca estar aquí. Entonces, ¿qué es-
toy haciendo en este sitio?”. Decidió dejar el lugar esa no-
che y no regresar jamás; había llegado al punto límite. Pe-
ro el Maestro omnisciente decidió poner fin al drama de
castigar a esa alma casta. Dos minutos después de que hu-
biera pasado ese pensamiento por su cabeza, Sreenivas oyó
a alguien que exclamaba: “¿Quién es Sreenivas?... ¡Swami
te está llamando, corre al mandir!”. Sreenivas jamás había
corrido tan rápido. Cuando llegó al mandir, fue conducido
arriba. En la sala de estar, Baba lo saludó muy afectuosa-
mente con Su sonrisa benevolente y le habló como si nada
raro hubiera ocurrido entre ellos en aquellos días de Su
completo silencio hacia él. Los días felices con el Señor ha-
bían regresado para Sreenivas. De hecho, el lazo se hizo
más fuerte y él obtuvo más y más proximidad divina.
El tercer año de Sreenivas en Brindavan fue notable, ya
que Bhagavan le permitió estar en Su amorosa presencia
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 113 -

Divino darshan bajo el baniano, en Brindavan


- 114 - B. N. NARASIMHA MURTHY

durante largas horas. En las vacaciones, el muchacho pasó


casi todo su tiempo con Bhagavan, tanto en Brindavan co-
mo en Prashanti Nilayam. Jamás se le ocurrió que Baba lo
estaba moldeando para un papel en Su misión; él simple-
mente disfrutó estando en presencia de Aquel que consi-
deraba la meta de su vida. El siguiente hecho ocurrió una de
esas hermosas mañanas en Prashanti Nilayam. Sreenivas
estaba sentado a los pies de Bhagavan junto con otro estu-
diante. Baba les dijo:
–Dicen las escrituras que Dios tiene el poder de multi-
plicar uno en muchos con Su mera voluntad. ¿Lo saben?
–Sí, Swami. Tú puedes hacer cualquier cosa que desees
–respondieron ellos.
Bhagavan materializó un anillo con un movimiento de
Su mano y se los mostró. Lo sostuvo en Su palma derecha
y sopló sobre él sólo una vez. Cuando abrió la mano, había
dos anillos. Él sonrió, los sostuvo en la palma y sopló sobre
ella una vez más. ¡Los dos se habían multiplicado en cuatro!
Como un niño juguetón, Él volvió a soplar sobre los anillos.
Los cuatro se volvieron ocho. Los colocó en ambas palmas
y sopló sobre ellos. ¡Había dieciséis anillos! Cuando sopló
sobre esos anillos por última vez, volvieron a ser dos. Con
una mirada inocente, Él dijo:
–¡Todo es simplemente tamasha! –y se los regaló a los
dos muchachos.
Después de esa tamasha, Él les preguntó con seriedad:
–¿Saben cuál es el deseo más intenso de sus corazones?
La pregunta era inesperada para ambos; únicamente
Bhagavan tenía importancia para ellos en sus vidas. Guar-
daron silencio.
–Les mostraré cuál es –dijo Baba, y le pidió a otro estu-
diante que trajera un bloc de papel de carta que había so-
bre la mesa.
Cuando se lo entregaron, Él arrancó una hoja, les mos-
tró el papel en blanco a ambos, lo arrolló formando un fino
rollo y lo sumergió en el agua de un vaso de plata que ha-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 115 -

bía junto a Él. Después de unos segundos, extrajo la hoja y


se la dio al primer muchacho. Cuando éste la desenrolló y
la miró, encontró algo escrito en inglés con una letra her-
mosa: “Concédeme la perseverancia para estar junto a Tu
puerta día y noche”.
Cuando Bhagavan repitió el mismo ejercicio encantador
para Sreenivas, lo que había escrito en el papel era: “Con-
cédeme la fuerza para amarte con todo mi corazón”. No ha-
ce falta decir que esa era la aspiración más intensa de su co-
razón. Se dice que “La Verdad de la Plegaria es el Amor y
la Verdad del Amor es la Acción”. El amor creciente de
Sreenivas por su Señor se ha traducido en una acción res-
plandeciente en la divina misión durante casi tres décadas.
Por lo tanto, lo que ha convertido a la Universidad Sri
Sathya Sai en la “joya de la corona de la educación superior
en la India” es el amor de Sri Sathya Sai Baba por Sus estu-
diantes. Si el lector quiere saber más acerca de esto, solo
debe preguntarles a Sus estudiantes. Cada uno de ellos tie-
ne una historia, o mejor dicho, ¡una novela para escribir!
5

Sus instrumentos en
la construcción del
templo del saber

“Quien elige a la Divinidad, es elegido por la Divini-


dad”, declaró Sri Aurobindo. Baba también ha revelado:
“¡Nadie puede venir a Mí sin Mi sankalpa!”. Además, hay
algunos seres afortunados escogidos especialmente por Él
para ser Sus instrumentos en Su misión. La educación de los
niños y los jóvenes tiene un lugar especial en la misión de
Bhagavan Baba. “Yo empleo tres cuartas partes de Mi tiem-
po y energía en Mis estudiantes”, ha dicho Él a menudo. Es-
te capítulo trata sobre los instrumentos elegidos por Baba
en la causa de la educación superior.
El Dr. Vinayak Krishna Gokak, el primer Vicerrector del
Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior, fue una per-
sonalidad imponente desde el punto de vista físico, mental
y espiritual. Al hablar en ocasión del cumpleaños número
60 de Gokak, en agosto de 1969, Bhagavan lo comparó con
el gran sabio Vasishta y observó que él tenía el vishala bu-
dhi del sabio Vyasa. Yo descubrí un aspecto de su extraor-
- 118 - B. N. NARASIMHA MURTHY

dinario y sublime intelecto un atardecer de 1979, en Brin-


davan. Después de que Bhagavan se hubo retirado por ese
día, yo me encontraba sentado con Gokak en el jardín fue-
ra del mandir. Él estaba componiendo su epopeya en kan-
nada “Bharata Sindhu Rashmi”, en ese entonces. El tema de
la epopeya era la vida y el pensamiento de sabios y reyes
de los tiempos védicos.
En el transcurso del diálogo, le pregunté:
–Señor, ¿cuándo se publicará la epopeya?
Él reflexionó unos instantes, elevó la vista al cielo y dijo:
–¡Narasimha Murthy, mira el cielo!
Era el anochecer; cuando miré hacia arriba, las estrellas
estaban comenzando a titilar. Antes de que yo pudiera res-
ponder, Gokak me preguntó:
–¿Qué ves allí?
–Señor, las estrellas están apareciendo en el cielo.
–No es simplemente la aparición de las estrellas. ¡Es
Dios componiendo la epopeya divina en el lienzo del cie-
lo!... ¿Puedes ver esas estrellas a la mañana, después de la
salida del sol?
–No, señor.
–Dios compone una gran epopeya cada anochecer en el
cielo y la borra cada mañana. Es como un niño que escribe
un poema en una pizarra y lo borra después de cierto tiem-
po. ¿Acaso Él tiene el deseo de publicarlo?
Quedé ensimismado en la profundidad de la observa-
ción; no tenía respuesta a la pregunta del gran poeta. Go-
kak continuó:
–Él escribe la gloriosa epopeya en el cielo por la pura di-
cha de la existencia. ¿No es así?
–¡Sí, señor!
–¡A Él ni siquiera le preocupa si alguien observa la ce-
lestial belleza de Su creación! ¿No es cierto?
–¡Sí, señor!
–Solo nosotros, los humanos, queremos dar publicidad
a nuestras pequeñas creaciones, ¿no es así?
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 119 -

–¡Sí, señor!
–¿Sabes por qué?
–Tenga la bondad de aclarármelo, señor.
–¡Es porque no hemos encontrado la dicha completa de
la existencia!
Lo elevado de su pensamiento y sentimiento me colo-
có en una posición de completa humildad y pude vislum-
brar la majestad de esa dicha completa. El diálogo se disol-
vió en el silencio de la nada.
“Bharata Sindhu Rashmi” fue publicado finalmente en
1982 y por esta obra el Dr. Gokak recibió el premio literario
más importante del país, el “Jñana Peeth”.
No es de extrañar, entonces, que Bhagavan eligiera a
semejante poeta entre los intelectuales para exponer Su Fi-
losofía de Educación al mundo; y Gokak lo hizo con perfec-
to donaire. Sus escritos sobre “Filosofía Sri Sathya Sai sobre
Educación Integral” y “Educación en Valores Humanos” son
incomparables por su lucidez y profundidad, y han consti-
tuido el trampolín para el lanzamiento de una nueva revo-
lución en el campo de la educación mundial. Su trabajo co-
mo Vicerrector de la Universidad reconocida en Prashanti
Nilayam desde 1981 hasta 1984 se volvió para él una labor
de amor. Ese esfuerzo, bajo la guía directa de Baba y con Su
gracia, lo coronó con la gloria de la realización como edu-
cador y también ubicó a la Universidad en el mapa educa-
cional del país.
Gokak tuvo el primer darshan de Bhagavan Baba en
1965, en Hyderabad, cuando era Director del Instituto Cen-
tral de Inglés de esa ciudad. Al momento de ser invitado por
el Dr. Boorgala Ramakrishna Rao (el anterior Gobernador de
Kerala y Uttar Pradesh) a dar una conferencia en una reunión
del “Prashanti Vidvam Mahasabha” en presencia de Baba,
Gokak ya tenía la intención de buscar la bendición de Ba-
ba en una cuestión personal que lo preocupaba profunda-
mente. Su hija Mala padecía una gran debilidad física, que
afectaba también su mente. Las prescripciones y los conse-
- 120 - B. N. NARASIMHA MURTHY

jos de los médicos habían sido de poca ayuda. Mientras él


oraba pidiendo el auxilio de la Divinidad, dos personas que
lo estimaban le escribieron, en el término de un mes, acon-
sejándole ver a Bhagavan Baba.
Se dice que “la adversidad del hombre es la oportuni-
dad de Dios”. Las circunstancias en su vida habían conduci-
do a Gokak hacia Bhagavan para un propósito superior en
pos de su evolución personal y de una revolución educa-
cional. Él lo descubrió pronto por ser un ardiente seguidor
de Sri Aurobindo y de la Madre, y un vehemente aspirante
espiritual. Mientras pronunciaba la conferencia en el Pra-
shanti Vidvan Mahasabha, con Bhagavan en el escenario, vi-
vió una experiencia que le dio nuevas fuerzas; sintió una
gradual expansión de la conciencia y, para cuando hubo ter-
minado, experimentó una presencia divina que llenó el va-
cío de su corazón causado por la ausencia física de Sri Au-
robindo en la Tierra. Baba ya había entrado en su corazón.
El impacto de este primer darshan se expresó en la forma
de una efusión extática en su poema “Darshan”. El poema
comienza y termina con los siguientes versos:
“¿Han visto a Baba,
que hace arder a las ciudades con anhelo
y las inunda con el deleite de la existencia?
No han comprendido el sentido mismo de sus vidas
si no lo han visto y Él no les ha hablado”.
Pocos días después, Baba llamó a Gokak y a su esposa
para una entrevista, la cual constituyó un hito en su viaje es-
piritual. Más tarde, Sharada Gokak escribió en su autobio-
grafía: “Fue Bhagavan Sri Sathya Sai Baba quien hizo que
Gokak diera más importancia a la devoción y al amor en su
vida. Baba le hizo comprender la importante verdad de que
la devoción no se opone a la exploración intelectual”. En el
término de un año, Gokak y su esposa pasaron por una can-
tidad de experiencias –entre ellas, algunos sueños– que los
convencieron de que tanto Sri Aurobindo como la Madre
estaban presentes en Bhagavan. Baba lo demostró de un
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 121 -

Bhagavan pronto se convirtió en la cabeza de la familia del Dr. Gokak

En su residencia en Bangalore

En la ceremonia de upanayanam de su nieto


- 122 - B. N. NARASIMHA MURTHY

modo maravilloso en el cuarto de puja de su casa en Ban-


galore después de que el Dr. Gokak se mudara allí como vi-
cerrector de la Universidad de Bangalore. Durante Su pri-
mera visita a la casa, Baba se dirigió directamente al cuarto
de puja. El Dr. Gokak se sintió avergonzado, ya que la foto
de Sri Aurobindo se encontraba en el centro del altar y la fo-
to de Baba, que también estaba allí, no ocupaba un lugar
tan prominente. Baba tomó una rosa, que había caído de
una de las fotos, ¡y la colocó junto a la imagen de Sri Auro-
bindo! Una intensa paz descendió de inmediato a la mente
turbada de Gokak.
Bhagavan pronto se convirtió en la cabeza de la familia
de Gokak, y Su sublime poder de transformación ejerció in-
fluencia en la vida de cada uno de sus miembros. El hijo de
Gokak, Sri Anil, quien se había unido al servicio administra-
tivo indio (IAS, por su sigla en inglés) en 1966, en el esta-
do de Maharashtra, era un racionalista que no creía en Dios.
Cuando Anil viajó a encontrarse con sus padres en ese mis-
mo año, recibió la agradable sorpresa de encontrar una me-
joría significativa –aunque inesperada– en el estado físico y
mental de su hermana Mala. Sus padres lo atribuían a las
bendiciones de Bhagavan Baba. Esa fue su primera intro-
ducción a Baba, que lo llevó a pensar que debía de haber
algo sobrehumano en Él. Pocos meses después, cuando
Mala murió, sus padres sintieron que Baba se la había lle-
vado del mundo para poner fin al sufrimiento y la agonía
que la joven estaba padeciendo. El hecho de que Gokak hu-
biera desarrollado una fe tan inmensa en Baba, a pesar de
su dedicación a la lógica y la investigación, hizo surgir en la
mente de Anil una nueva cadena de pensamientos acerca
de Baba y de la existencia de Dios.
Solo en agosto de 1969, Anil y su esposa se encontra-
ron con Bhagavan por primera vez en Brindavan. Con un
movimiento de Su mano, Bhagavan materializó un hermo-
so collar y se lo dio a la esposa. También hizo aparecer de
la nada una enorme manzana sin el menor esfuerzo y se la
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 123 -

dio. Lo que realmente conquistó a Anil fue el amor desbor-


dante de Bhagavan. El muchacho pudo percibir intuitiva-
mente que Su amor era la fuente inagotable de todos Sus
poderes. Su padre le dijo que aquellos milagros eran solo
las tarjetas de visita de Baba y que uno tenía que esforzar-
se por conocer las múltiples facetas de Su personalidad. Así
comenzó un nuevo proceso de evolución en el ser interno
de Anil.
En 1976, Sharada, la esposa del Dr. Gokak, cayó grave-
mente enferma. Anil y su esposa viajaron a Bangalore para
cuidarla. Era un caso delicado de pleuresía y, según los mé-
dicos, le quedaban solo tres meses de vida. No obstante, se
recomendó una cirugía. El suegro de Anil, que era profesor
de medicina, también apoyó la sugerencia. Toda la familia
fue a ver a Baba a Brindavan para pedirle Su gracia y guía.
Bhagavan materializó vibhuti, se lo dio a Sharada Gokak y
les dijo: “Ella estará bien; no hay necesidad de ninguna ci-
rugía”. Cuando le tomaron una radiografía de tórax al día si-
guiente, ¡los médicos quedaron atónitos al descubrir que en
ella no se veía ninguna infección! ¡La mujer vivió dieciocho
años más! Gokak estaba agradecido con Bhagavan por el
gran regalo de la salud para su esposa y el mayor regalo de
la fe para su hijo.
Gokak fue un testigo afortunado de muchas manifesta-
ciones asombrosas del poder divino de Bhagavan, espe-
cialmente mientras él y su esposa permanecieron con Baba
en Brindavan después de finalizada su tarea como vicerrec-
tor de la Universidad de Bangalore y director del Instituto
Central de Estudios Superiores en Shimla. He aquí uno de
esos episodios narrado por él mismo:
“Permítanme citar un ejemplo para explicar lo que quie-
ro decir con un pedido directo o integral de la presencia de
Baba. Me encontraba en Brindavan cuando un grupo de unos
cuarenta italianos llegó para ver a Swami. Ellos no hablaban
una palabra de inglés y entendían muy poco. Hicieron el
largo viaje desde su tierra natal para ver al Hombre Dios
- 124 - B. N. NARASIMHA MURTHY

que había aparecido en la escena humana. Todos se senta-


ron apiñados en el cuarto de entrevistas. Yo también me
senté en un rincón. Después de bendecirlos a todos con Su
benevolente sonrisa y de dirigir algunas palabras a uno o
dos que sabían algo de inglés, Él le pidió a un lisiado sen-
tado entre ellos que le entregara sus muletas. Cuando el
hombre así lo hizo, Baba le sonrió y le dijo, moviendo Su
mano: ‘Ahora puedes caminar hacia la congregación de
bhajans reunida afuera’. El lisiado se puso de pie y, con gran
vacilación, trató de mover las piernas. Pudo hacerlo y, co-
mo un niño pequeño que aprende a caminar, avanzó con
pasos lentos pero seguros hacia la reunión de bhajans. La
visión del lisiado caminando por sus propios medios entre
la gente que lo rodeaba emocionó a sus compatriotas, que
exclamaron con júbilo: ‘¡Jesús ha venido!’. Trataron de co-
municar esto con gestos a los devotos indios reunidos a su
alrededor. Quedó claro para ellos, a partir de este único in-
cidente, que Baba era un Hombre Dios.
Al ver la escena, que estaba llena de emoción y entu-
siasmo, recordé los hechos del Nuevo Testamento de la Bi-
blia, cuando Cristo decía ‘¡Has sido sanado!’, y el hombre
era curado de su enfermedad milagrosamente. Esta escena
fue tan vívida para mí como debió de haberlo sido la esce-
na de Jesús y la multitud que lo rodeaba en aquellos tiem-
pos. Esto es lo que quiero decir con impacto directo. No se
requiere ningún argumento, ninguna persuasión. Haber vis-
to un milagro como ese es suficiente para una vida entera
de convicción. Un cambio de esta clase les ocurre tanto a
los intelectuales como a los iletrados”.
Muchas experiencias semejantes sobre el amor, la sabi-
duría y el poder de Bhagavan le enseñaron a Gokak el su-
premo arte de la entrega a la Divinidad. Tuve la maravillosa
oportunidad de servir como director de la Residencia Uni-
versitaria en Prashanti Nilayam cuando Gokak era el vi-
cerrector. No solo aprendí muchas lecciones valiosas de
Gokak en la esfera de la educación superior, sino que tam-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 125 -

Su amor es la fuente inagotable de todos Sus poderes


- 126 - B. N. NARASIMHA MURTHY

bién descubrí la belleza y dulzura de la relación que existía


entre él y Baba, su Maestro. En mis primeros meses como di-
rector allí, yo sentía que Gokak debía mostrar más iniciativa
en la formación del carácter de los estudiantes. Por mi inma-
durez juvenil, me tomé la libertad de preguntarle a Gokak:
–Señor, tenga la bondad de perdonarme si estoy equi-
vocado. Siento que usted no está muy comprometido en la
formación del carácter de los estudiantes. ¡Seguramente
existe una razón para ello!
Él me miró con compasión, sonrió y dijo:
–Me alegra que me hayas planteado este punto. He
descubierto por experiencia propia que Swami es el mejor
escultor de la personalidad de los estudiantes. Nosotros es-
tamos aquí solo para asistirlo. Estoy seguro de que tú tam-
bién comprenderás esta verdad pronto. Cuanto antes lo ha-
gas, ¡mejor será para los estudiantes y también para ti!
¡Debemos esforzarnos constantemente por no volvernos
obstáculos en Su camino!
Este consejo se aplica a todos aquellos a quienes se
otorga la bendición de trabajar cerca de Bhagavan en cual-
quiera de Sus proyectos.
Al hablar en un acto dispuesto por Baba para felicitarlo
en su cumpleaños número 75, Gokak dijo: “He aprendido
una importante lección en mi vida: entregarme a Swami
completamente y hacer lo que Él me ordena que haga. ¡Sé
muy bien que en eso reside la realización de mi vida!”.

✺✺✺

El coronel Joga Rao también encontró la realización de


su vida contribuyendo con sus servicios a la misión de Bha-
gavan Baba. Si el Dr. Gokak era un hombre “de letras”, el
coronel Rao era un hombre “de dibujos”. Siendo ingeniero
civil, Joga Rao fue un instrumento en la construcción de
magníficos edificios en los tres campus de la Universidad,
entre ellos, su imponente edificio administrativo en la cima
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 127 -

de la colina, en Prashanti Nilayam. Además, la maravillosa


relación que disfrutaba este ingeniero con el “Arquitecto
del Universo” es insuperable por su encantadora intimidad;
él era un ejemplo ideal de sakhya bhakti.
Aunque era un devoto del Señor Krishna desde la niñez,
Joga Rao detestaba a los hombres de túnica ocre. Después
de su exitoso desempeño como jefe de ingenieros de Hin-
dustan Aeronautics Ltd., de Bangalore, a fines de los años
sesenta, creó una compañía de ingeniería y consultoría con
un grupo de expertos provenientes de diversos campos de
la ingeniería, la construcción y la administración. Una tarde,
en 1969, al regresar de su oficina, él encontró una foto de
Bhagavan Baba en el cuarto de puja. Su esposa la había re-
cibido de Smt. Ramaswamy, su vecina, que era una fervien-
te devota de Baba; Sri Ramaswamy estaba estrechamente
vinculado a las actividades de servicio en Brindavan. Joga
Rao se enfadó al ver la foto en el altar. Su esposa la quitó de
allí y la guardó en el aparador.
Pocos días después, Baba visitó la casa de los vecinos y
almorzó allí. Aunque Joga Rao y su esposa también estaban
invitados, él se mostraba renuente a ir. Sin embargo, ante la
insistencia de su esposa, aceptó. Bhagavan le habló muy
amorosamente y lo invitó a Brindavan. El comportamiento
suave y cálido de Baba conmovió el corazón de Joga Rao,
quien fue atraído hacia Brindavan poco después. El am-
biente devocional del ashram y la disciplina de la vasta con-
currencia de devotos presentes allí tuvieron un profundo
impacto en él. Bhagavan lo recibió con mucho afecto. Du-
rante la conversación, Él le sugirió al pasar a Joga Rao que
se uniera a los trabajos de construcción del edificio del co-
legio universitario de Anantapur. El apasionado ingeniero
respondió positivamente, y eso marcó el comienzo de un
nuevo capítulo en su vida.
Este brillante profesional no tardó mucho tiempo en to-
mar conciencia de la Divinidad de Baba. Por supuesto, el
Señor le concedió muchas experiencias reveladoras. Escu-
- 128 - B. N. NARASIMHA MURTHY

chemos una de esas experiencias de boca del propio Joga


Rao:
“Durante la construcción del colegio universitario de
Anantapur, yo solía hacer visitas regulares al sitio para veri-
ficar los avances. Cuando estaba por emprender uno de
esos viajes, Bhagavan, que se encontraba en Brindavan, me
dijo que pospusiera un día la visita. Sin embargo, yo tenía
una reunión importante en mi compañía al día siguiente y
por eso no podía cambiar mis planes. Me despedí de Swa-
mi y me dirigí a Anantapur. El cielo, que había estado total-
mente despejado hasta que llegué a Penukonda, se cubrió
de pronto de espesas nubes y comenzó a llover sin cesar.
Mi auto quedó atascado en una alcantarilla de bajo nivel, y
el agua corría a ambos lados debido a la repentina inunda-
ción. Recordé a Swami y oré pidiéndole que me asistiera.
Un grupo de aldeanos apareció y me ayudó a cruzar la al-
cantarilla. Llegué a Anantapur y terminé el trabajo.
Mientras regresaba a Bangalore, comenzó a llover in-
tensamente de nuevo; también soplaban fuertes vientos.
Tuve que detenerme debido a la caída de un enorme árbol
sobre el camino. Ya estaba anocheciendo. Sentí que tendría
que haber hecho caso a las palabras de Swami. Sin embar-
go, comencé a cantar Su nombre y a orar para pedir ayuda.
De nuevo, unos lugareños vinieron a rescatarme; ellos lim-
piaron un camino lateral. Mientras transitaba por este des-
vío, no noté una curva en la senda sumergida bajo el agua,
pero, en lugar de caer en una zanja, ¡de repente el auto se
detuvo sin ningún esfuerzo de mi parte y fue levantado li-
teralmente de la posición incorrecta y colocado en el senti-
do adecuado! Sin duda, fue la mano invisible de Swami la
que me salvó. Llegué a Bangalore muy avanzada la noche.
Durante todo el viaje, canté el nombre de Swami. Cuando
me encontré con Baba a la mañana siguiente, Él describió
en detalle todas las dificultades que yo había tenido que en-
frentar el día anterior y me dijo que había estado conmigo
todo el tiempo, cuidándome y guiándome. ¡También con-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 129 -

firmó que Él había levantado el auto en el desvío cuando


estuvo a punto de caer en la zanja y lo había puesto en la
dirección correcta! Muchos casos similares en que evitó de-
sastres y protegió mi vida son una amplia prueba de la di-
vinidad de Swami”.
El compromiso desinteresado de Joga Rao y el celo que
este ponía para lograr la excelencia en el trabajo le gana-
ron la confianza de Bhagavan, quien lo apoyó y alentó en
sus planes para levantar los dos ashrams y los tres campus
de la Universidad. Según Joga Rao: “Baba planea cada tra-
bajo de construcción como un simple proyecto y gradual-
mente lo desarrolla, después de un análisis cuidadoso. Si
Él quiere que un proyecto sea completado en una fecha en
particular, se terminará para ese momento. Ese es el poder
de Su sankalpa. Puede surgir cualquier cantidad de proble-
mas, pero el proyecto quedará listo para la fecha estable-
cida por Él”.
En 1972, cuando el documento de la Fundación Central
Sri Sathya Sai iba a ser registrado en Hyderabad, Bhagavan
le pidió a Joga Rao que coordinara todo el trabajo relacio-
nado con ese tema, además de organizar Su visita a la ciu-
dad. Era obligatorio para los miembros de la Fundación es-
tar presentes en el momento del registro. Por lo tanto, Joga
Rao llamó a la Rajamata de Nawanagar, que se encontraba
en Bombay, para que viajara a Hyderabad junto con Sri Na-
ni Palkhiwala y Sri Indulal Shah. Esa noche, ella le confirmó
por teléfono a Joga Rao que viajaría a Hyderabad sólo con
Indulal Shah, puesto que Palkhiwala no se encontraba en la
ciudad. Como Baba ya se había retirado a esa hora, Joga Rao
no pudo transmitirle el mensaje.
A la mañana siguiente, recibió un telegrama en la ofici-
na de correos, enviado por la Rajamata a Bhagavan, que
confirmaba su arribo. Sri Prasada Rao, el entonces Presiden-
te estatal de las Organizaciones Sri Sathya Sai de Andhra
Pradesh, también vio el telegrama. Cuando se encontraron
con Baba y le entregaron el mensaje, Él lo leyó y exclamó:
- 130 - B. N. NARASIMHA MURTHY

“¡Joga Rao, ellos no vienen!”. Perplejo y confundido, Joga


Rao leyó el telegrama una y otra vez. ¡Según el texto, lo que
Baba decía era correcto! Joga Rao y Prasada Rao se miraron
sorprendidos y permanecieron callados. Sin embargo, du-
rante el almuerzo, Baba rió y les pasó nuevamente el tele-
grama. ¡Tenía las mismas palabras que ellos habían leído en
la oficina de correos! ¡Esa era la forma de Baba de hacerles
una broma!
En una ocasión, Joga Rao le preguntó a Bhagavan:
–Swami, ¿cuál es Tu verdadera forma?
Baba sonrió y respondió:
–Bangaru, te la mostraré algún día.
Ese día llegó después de largo tiempo, en la fiesta de
Mahashivaratri, en 1978. Durante el Mahashivaratri anterior,
en 1977, al observar las dificultades de la enorme multitud
de devotos que avanzaban en oleadas para tener una vis-
lumbre del lingodbhava en Prashanti Nilayam, Bhagavan
había anunciado que cancelaría las posteriores celebracio-
nes públicas de la festividad y que los devotos podrían ce-
lebrar el sagrado día en sus propios lugares de residencia a
partir del año siguiente. El Mahashivaratri se celebró de
nuevo el jueves 7 de marzo de 1978. Mientras los devotos
se preguntaban dónde estaría Baba ese día sagrado, Él par-
tió hacia Ooty en las primeras horas de la mañana del 4 de
marzo con un muy reducido contingente de estudiantes y
devotos. Dejó Ooty el día 7 y continuó el viaje hacia el bos-
que de Madhumalai, que se halla camino a Mysore. Hizo un
alto en la casa de huéspedes situada en la cima de una pe-
queña colina en el bosque.
Después del desayuno, Baba caminó hasta el hermoso
prado que está frente a la casa de huéspedes y se tomó fo-
tografías con cada miembro del grupo. Un estudiante utilizó
una cámara Polaroid, y los miembros del grupo recibieron
las fotos al instante. Finalmente, Baba le pidió al estudiante
que le tomara otra foto. Como la parte inferior de Su túnica
naranja había quedado atrapada entre las ramitas de un ar-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 131 -

Baba en el bosque de Madhumalai

La foto polaroid – Baba como Dattatreya


- 132 - B. N. NARASIMHA MURTHY

busto, antes de que la cámara disparara, Smt. Ratanlal se lan-


zó hacia adelante para acomodar los pliegues de la túnica.
Todos quedaron pasmados cuando Bhagavan le gritó con
fuerza: “¡No Me toques!”. Ella retrocedió de inmediato. Una
vez que la cámara hubo disparado, Baba tomó la foto que
salía de ella y se la dio a Joga Rao. Mientras él la sostenía en
la mano, la imagen se reveló gradualmente.
¿Pero qué fue lo que Joga Rao vio en la foto? En el lu-
gar donde había esperado ver la forma de Baba con túnica
naranja, se erguía una joven figura en blanco y negro. La
forma, que llevaba una vestimenta blanca y ondulante, ¡te-
nía tres cabezas y seis manos! Cada brazo sostenía una in-
signia de la Divinidad. El brazo izquierdo inferior, plegado
en el codo, descansaba sobre el lomo de una majestuosa
vaca joven. Había cuatro perros en segundo plano. ¡El ros-
tro en el centro era el de Baba! ¡Era la forma de Dattatreya
como la describían los Puranas, la forma integrada de la Tri-
nidad: Brahma, Vishnu y Maheshvara! Baba había respondi-
do a la pregunta de Joga Rao. ¡Esa era Su verdadera forma!
Después de que todos los ojos se hubieron deleitado con
esa increíble creación y todos los corazones hubieron regis-
trado la rara revelación, la foto desapareció. Al hablar con
los estudiantes de Brindavan a la mañana siguiente, Bhaga-
van confirmó que esa era en efecto Su verdadera forma.
¡También aclaró que Smt. Ratanlal no habría sobrevivido si
lo hubiera tocado en ese momento!
Fueron numerosas las ocasiones en que el Señor llegó
al rescate de los miembros de la familia de Joga Rao en
momentos de peligro.
La hija mayor de Joga Rao iba a ser sometida a una ci-
rugía –una histerectomía– en una clínica de Bangalore. Los
médicos se mostraban preocupados por el mal funciona-
miento de sus riñones y se proponían extirpar uno durante
la intervención. Un día antes de esta, Joga Rao fue a Pra-
shanti Nilayam a ver a Bhagavan. Antes de que pudiera ha-
cer un comentario, Baba le dijo: “Joga Rao, no hay necesi-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 133 -

dad de extirpar el riñón. Ten la seguridad de que todo irá


bien”. También materializó vibhuti para su hija y se lo dio.
Cuando Joga Rao fue a ver a la joven a la clínica, a la maña-
na siguiente, ella tenía una sonrisa radiante. Le dijo: “Padre,
por favor dame el vibhuti. ¡Swami vino aquí anoche y dijo
que no me extirparían el riñón y que Él me enviaría vi-
bhuti!”. No hace falta decir que todo anduvo bien a partir de
ese momento.
En una ocasión, Joga Rao sintió un fuerte dolor en el pe-
cho con todos los síntomas de un ataque cardíaco. Se apre-
suraron a llevarlo a un famoso hospital privado de Bangalo-
re, donde fue internado en la unidad de terapia intensiva.
Baba se hallaba en Prashanti Nilayam, y todos estaban se-
guros de que visitaría el hospital para ver a Joga Rao. De he-
cho, las autoridades de la institución se estaban preparando
para Su visita. Mientras tanto, durante el darshan de la tar-
de en Prashanti Nilayam, Bhagavan les dijo a los estudian-
tes y a unos pocos mayores que se habían reunido en el
pórtico del mandir: “Joga Rao no está bien. Tengo que ir a
Bangalore a verlo”. El conductor preparó el auto. Su parti-
da hacia Bangalore era inminente. Baba se dirigió a Su ha-
bitación, salió después de cierto tiempo y anunció: “Fui a
ver a Joga Rao; él está bien. ¡Me senté a su lado en la cama
y él se sintió perturbado porque no habían preparado una
silla para Mí!”.
Cuando el yerno de Joga Rao fue a verlo en las últimas
horas de la tarde, Joga Rao le dijo: “Swami vino aquí y me
bendijo. Se sentó en mi cama, ya que no habían colocado
una silla para Él”. Pocos días después, cuando Joga Rao ya
había dejado la unidad de terapia intensiva y había sido ubi-
cado en una habitación privada, Bhagavan viajó a Bangalo-
re y lo visitó en el hospital.
Una noche, en Brindavan, cuando Joga Rao fue al salón
comedor para cenar con Baba, Él le dijo: “Joga Rao, ya es
tarde; ve a tu casa”. A Joga Rao, que solía comer con Bha-
gavan a diario, lo sorprendió la orden inesperada. Dejó el
- 134 - B. N. NARASIMHA MURTHY

mandir sintiéndose ligeramente deprimido. Mientras cami-


naba hacia el auto, uno de sus amigos, que vivía en una ca-
sita en el ashram, lo invitó a comer unos bocadillos; Joga
Rao aceptó. Después de un rato, recibió una llamada tele-
fónica de su casa en la cual le informaban de la repentina
muerte de su esposa. Él corrió enseguida a su hogar sólo
para descubrir que Baba ya se encontraba allí. Además, ¡Él
había traído un hermoso sari de Kancheevaram para envol-
ver el cuerpo de su esposa! Al ver a Joga Rao, Baba dijo:
“Joga Rao, te dije que fueras a tu casa y no lo hiciste”. Joga
Rao comprendió su insensatez al no haber obedecido la or-
den de Bhagavan y cayó a Sus pies.
Durante una de las celebraciones de Su Cumpleaños,
Bhagavan Baba felicitó a Joga Rao y dijo a la vasta con-
currencia de devotos: “Todos ustedes lo conocen como el
coronel Joga Rao, ¡pero Yo lo conozco como Karma Yogi
Joga Rao!”. Joga Rao fue honrado con dos kankanams de
oro y una bandeja de plata. Sri R. Venkatraman, en aquel en-
tonces Presidente de la India, y el Dr. Chenna Reddy, en ese
tiempo Primer Ministro de Andhra Pradesh, estaban pre-
sentes en el escenario en esa ocasión. Más tarde, a instan-
cias del Presidente, el Primer Ministro estatal le pidió a Jo-
ga Rao que aceptara un Premio Nacional en reconocimiento
de su servicio desinteresado a la sociedad. Joga Rao agra-
deció a ambos su amable gesto y dijo: “Ya he recibido el
honor más grande del Señor Mismo. ¡No sería apropiado de
mi parte siquiera pensar en aceptar algún otro premio!”.
Ese es verdaderamente el Karma Jogi Joga Rao.

✺✺✺

En Su mensaje de bendición para la segunda “convoca-


ción” de la Universidad, el 22 de noviembre de 1983, Bha-
gavan Baba apreció los servicios prestados por el Dr. V. K.
Gokak a la Universidad como primer Vicerrector y agregó:
“Así como Lakshmana lo hizo con Rama, nuestro Registra-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 135 -

Joga Rao sigue al Maestro


- 136 - B. N. NARASIMHA MURTHY

dor trabaja de la mano del Vicerrector”. La razón, la emoción


y el impulso para la acción habían hallado la combinación y
el equilibrio correctos en Sri K. Chakravarti, quien fue elegi-
do por Baba como primer Registrador de la Universidad. Un
corazón sumamente sensible se escondía bajo su aspecto
duro e intelectual. Atraído por el llamado interno, él pasó
“del Gobierno a Dios”, renunciando a una brillante carrera
en el IAS, a los cuarenta y cinco años.
Para Chakravarti, que había nacido en una devota fami-
lia Vaishnavita de Madrás, la fe en Dios y el respeto por los
valores espirituales y morales eran naturales y espontáneos.
Cuando fue admitido en el IAS en 1960, a los veinticuatro
años, después de su formación universitaria en Economía y
Leyes, la principal razón por la que eligió el Estado de
Andhra Pradesh para el servicio fue que este era la residen-
cia del Señor Venkatesvara en Tirumala. Cuando lo nombra-
ron recaudador del distrito de Anantapur, en 1975, después
de quince años de servicio en diversos puestos tanto en el
gobierno central como el estatal, era conocido por su capa-
cidad y su integridad.
Prashanti Nilayam en Puttaparti fue el primer ashram
que Chakravarti visitó en su vida; él había estado en muchos
templos, pero jamás había conocido a ninguna personali-
dad religiosa o espiritual en ningún ashram o mutt hasta ese
momento. Fue más por la insistencia de su esposa, Smt.
Sudha, y las frecuentes sugerencias de su colega, el mayor
Vishwanath (inspector de policía del distrito de Anantapur),
que Chakravarti decidió ir a Prashanti Nilayam. Camino al
ashram desde Anantapur, él le dijo a su esposa que si tenía
la oportunidad de pasar algo de tiempo con Baba, le haría
una pregunta acerca del capítulo dieciocho del Bhagavad
Gita. Las primeras palabras de Baba a Chakravarti en el cuar-
to de entrevistas esa tarde fueron: “Tal vez Yo sea nuevo
para ti, pero tú no eres nuevo para Mí”. Y Baba hizo que él
y su esposa sintieran la verdad de Su declaración con Su ca-
lidez espontánea y natural durante esa hora. La felicidad y
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 137 -

la alegría de estar unidos a alguien a quien conocían y ama-


ban desde hacía eras inundaron sus corazones en esa hora
decisiva de sus vidas y ese sentido de realización se volvió
el ancla de sus vidas a partir de ese momento.
Durante la entrevista, Chakravarti y su esposa se sor-
prendieron cuando Bhagavan sacó por Su propia cuenta
como tema de discusión el capítulo dieciocho del Bhaga-
vad Gita. Cuando la esposa cayó a los pies de Baba, Él le
preguntó:
–¿Qué quieres?
–Quiero morir como una sumangali –respondió ella.
Ese sagrado deseo de toda esposa india ideal le fue
otorgado por Bhagavan. Esa aspiración ocupaba un lugar
predominante en su mente, ya que tanto su madre como su
hermana habían perdido a sus esposos en la juventud.
Antes de la siguiente visita de Chakravarti a Prashanti
Nilayam, Smt. Sudha Chakravarti visitó el ashram dos ve-
ces en compañía de los miembros de la familia del mayor
Vishwanath. Durante una de esas visitas, mientras se halla-
ba sentada en presencia de Baba, un pensamiento perdido
pasó por su mente: “Bhagavan sólo materializa vibhuti.
¿Por qué no kumkum?”. A los pocos minutos, Él movió Su
mano diciendo: “Tú pediste kumkum... ¿no es cierto? ¡To-
ma este kumkum permanente!”. Y le entregó un anillo de
oro con un granate. Cuando ella regresó a Anantapur, le
mostró el anillo a su esposo y le relató cómo Baba había
cumplido el deseo que había cruzado por su mente. Cha-
kravarti comentó medio en broma: “¡Entonces a mí me en-
cantaría recibir sólo un anillo de diamantes de Baba!”. Du-
rante su siguiente visita a Prashanti Nilayam, Baba
materializó un anillo, se lo dio y le dijo: “¡He aquí un lindo
anillo de diamantes para ti!”.
Sus visitas a Puttaparti se hicieron más frecuentes a me-
dida que pasaba el tiempo. Lo que los atraía hacia allí era
el lazo inexplicable que se había formado con Bhagavan,
que era, en palabras de Chakravarti, “mucho más hermoso
- 138 - B. N. NARASIMHA MURTHY

que cualquier relación humana”, y el arrobamiento que “en-


volvía el ser en Su presencia”. Al final, ellos visitaban el ash-
ram todas las semanas. Bhagavan era muy bondadoso y ge-
neroso con ellos cada vez que iban. Él también llevó a cabo
el upanayanam de sus dos hijos el día de Vijaya Dasami, en
octubre de 1975. A veces, cuando Baba hacía sus “rondas
de inspección” para supervisar los trabajos de construcción,
visitaba su departamento, que se hallaba junto al Auditorio
Purnachandra. De este modo, ellos gozaron de la gloria de
la gracia de Dios durante más de un año.
Una de sus visitas a Prashanti Nilayam, un domingo de
1976, fue inolvidable. Esa era la primera vez que Baba no
los llamaba para una entrevista, aun cuando los había visto.
Después del darshan de la mañana, ellos regresaron a su
departamento. Bhagavan se dirigió al Auditorio Purnachan-
dra para supervisar un trabajo y permaneció allí durante
muchas horas. A cada hora, Sri Kutumba Rao, el secretario
de la Fundación Central Sri Sathya Sai, iba al departamento
de Chakravarti y les decía: “Swami está muy ocupado hoy.
No sé cuándo podrá verlos. Les ha mandado decir que si
tienen algún trabajo urgente en Anantapur, pueden irse”. Y
todas las veces, la respuesta de Chakravarti era la misma:
“Por favor, transmítale a Swami que puedo esperar. Hice
arreglos para estar libre todo el día; no tengo apuro”. El
mismo diálogo se repitió tres veces en tres horas.
Finalmente, a las 12 del mediodía, Kutumba Rao llegó y
les dijo: “Swami los ha llamado al Purnachandra”. Ellos si-
guieron a Kutumba Rao al auditorio, donde Bhagavan se en-
contraba ocupado dirigiendo una obra de los estudiantes.
Baba los saludó con una cálida sonrisa, materializó un bundi
laddu caliente y lo colocó en las manos de Chakravarti. Sri
Bhagavantam, quien estuvo con Baba todo el tiempo en el
Purnachandra, le reveló la parte más importante de la obra
de ese día a Chakravarti un año después. Cuando Kutumba
Rao fue a transmitirle a Bhagavan la respuesta de Chakravar-
ti esa mañana, Él había observado: “Chakravarti está aquí. Yo
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 139 -

El Rector único de una Universidad única


- 140 - B. N. NARASIMHA MURTHY

le estoy pidiendo que se vaya. Pero si él se queda aquí hoy,


su vida dará un giro en una dirección en particular. Si él se va,
su vida tomará otro rumbo”. Hoy, Chakravarti está muy feliz
con el giro que ha tomado su vida. Al mirar atrás, siente que
tomó la decisión correcta ese día debido sólo a la gracia de
Baba y a que fue la elección de Bhagavan y no la suya.
Siendo un ferviente devoto del Señor Venkatesvara des-
de la niñez, Chakravarti había subido la colina en Tirumala a
pie muchas veces en su juventud y era un asiduo visitante
del templo sagrado, incluso años más tarde. Su Señor le
concedió un sueño conmovedor cuando él era recaudador
de Anantapur. Eso ocurrió un año después de su primer
darshan de Baba en Prashanti Nilayam. Esa experiencia bri-
lla en su corazón aún hoy como uno de sus más preciosos
tesoros. Así lo recuerda él: “Me encontraba en el sagrado
templo de Tirumala, parado muy cerca del ídolo del Señor.
Bhagavan Baba salió del ídolo y dijo con Su dulce voz ‘¡Mi-
ra, estoy aquí!’, y luego se volvió a fundir en el ídolo. Al le-
vantarme, sentí que de mi corazón salía un estallido de di-
cha sobrenatural y que las hermosas palabras de Shelly
‘¿Fue un sueño o una visión?’ resonaban en mis oídos.
Cuando Chakravarti fue transferido de Anantapur a Hyde-
rabad como Director de Textiles con jurisdicción en todo el
Estado, en julio de 1976, se entristeció porque sus visitas se-
manales a Prashanti Nilayam llegarían a su fin. A pesar de la
tentación de permanecer en un lugar cercano al ashram, de-
cidió partir hacia Hyderabad, ya que creía que no tenía dere-
cho a exigir al gobierno ningún puesto o lugar específicos.
Bhagavan les otorgó a él y a su esposa el regalo de quedarse
muy cerca de Él durante dos semanas en Prashanti Nilayam y
también en Brindavan antes de su traslado a Hyderabad. Ade-
más, Baba les aseguró: “No es necesario que se preocupen
pensando que han perdido la conexión conmigo. En lugar de
una conexión, ¡Yo les daré diez!”. ¡Y así resultó ser!
En Hyderabad había una escuela creada por Bhagavan, la
Sri Sathya Sai Vidya Vihar. Estaba situada en la planta baja de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 141 -

una mansión palaciega, en la cima de una colina, y tenía una


vista majestuosa de todos los alrededores. El primer piso del
edificio se encontraba desocupado. Baba bendijo a Sudha
Chakravarti, que tenía una maestría en Economía y un diplo-
ma de posgrado en Servicio Social, con la oportunidad de ser-
vir en Su causa como directora y corresponsal de la escuela y
le pidió a Chakravarti y a su familia que residieran en el primer
piso del edificio. Se sintieron sumamente conmovidos cuan-
do Bhagavan les dijo: “¡Todos estos años ustedes han vivido
en un edificio alquilado y ahora pueden residir en su propia
casa!”. Bhagavan se quedó con ellos en esa mansión durante
las dos visitas que hizo a la ciudad en aquella época.
Durante su estadía en Hyderabad, ellos experimentaron
muchos signos de Su presencia y gracia, los que Chakravarti
considera “una mera manifestación del normal ejercicio del
muy intrínseco poder de la Divinidad”. Por supuesto, ellos
nunca se perdieron sus visitas mensuales para tener el dar-
shan de su querido Señor, ya fuera en Prashanti Nilayam o
en Brindavan.
En 1977, Chakravarti viajó a Mussorie para un curso de
orientación. Una noche, alrededor de las ocho, hacia el final
del curso, mientras se preparaba para asistir a una reunión
informal, sufrió un desmayo en el excusado. Cuando recu-
peró la conciencia, sintió un fuerte dolor en el mentón; el
espejo le mostró la imagen de su mentón desgarrado, con
un hueso que sobresalía. Fue llevado a Dehradun, donde le
cosieron el largo corte y le colocaron un vendaje alrededor
de la cabeza. Él no quiso contarle a su esposa lo ocurrido
para que no se preocupara.
La noche del accidente, exactamente a la misma hora,
mientras Sudha Chakravarti jugaba con los perros en la casa,
su mangalasutram se cortó y cayó al suelo. Ella se preocupó
por la seguridad de su esposo. Sus primeros pensamientos
se dirigieron a Bhagavan, y ella recordó Su promesa en la
primera entrevista. Pidió una llamada de larga distancia a
Prashanti Nilayam –ya que no había discado directo en aquel
- 142 - B. N. NARASIMHA MURTHY

tiempo– para hablar con Kutumba Rao y transmitirle sus te-


mores a Baba. Obtuvo la conexión telefónica inmediata-
mente y pudo hablar con Kutumba Rao justo cuando él iba a
encontrarse con Baba por última vez en el día. Al cabo de
una hora, ella recibió el mensaje tranquilizador de su Señor:
“No te preocupes. Swami está siempre con Chakravarti; Él
está dentro y alrededor de él. No sufrirá ningún daño. ¡No
tomes ninguna pastilla para dormir!”.
Sudha se enteró de la lesión de su esposo sólo cuando él
regresó de Hyderabad dos días después. ¡Ambos corrieron
hacia su Salvador para ofrecerle su gratitud! Sri Sathya Murthy,
un funcionario de las Organizaciones Sri Sathya Sai de Hyde-
rabad, había viajado a Prashanti Nilayam un día después del
accidente en Mussorie. Le transmitió a Bhagavan las plegarias
de Sudha en relación con sus temores; Baba le dijo: “Cuando
su mangalasutram se rompió, ella no llamó ni a Chakravarti ni
a su madre ni a sus parientes. Ella recordó solo a Swami y le
oró a Él. Un verdadero devoto debería ser como ella”.
Una tarde de octubre de 1978, en Brindavan, Chakra-
varti se encontró con Bhagavan a las cuatro para despedir-
se de Él y volar de regreso a Hyderabad. Baba le preguntó:
–¿A qué hora es el vuelo?
–Swami, es a las seis y cuarto –respondió él.
Bhagavan pensó por unos instantes y dijo:
–Trae tu auto aquí.
Cuando Chakravarti llevó el auto al pórtico del mandir,
Baba se subió a él y le pidió que lo condujera al auditorio
del colegio universitario. Baba vio la representación de una
obra a cargo de un estudiante en el auditorio con Chakra-
varti y, cuando regresaron al mandir, ya eran las seis de la
tarde. Mientras Chakravarti estaba pensando en posponer
su partida hacia Hyderabad, ya que habría perdido el vue-
lo, Bhagavan le dijo:
–Puedes partir hacia Hyderabad ahora.
Chakravarti no quiso decirle a Baba que el avión habría
partido para cuando él llegara al aeropuerto. Condujo hasta
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 143 -

allí y llegó a las siete. Al entrar al salón, oyó el anuncio de


que el vuelo a Hyderabad, que había estado demorado por
razones de fuerza mayor, ¡ya estaba listo para embarcar!
En otra ocasión similar, en 1979, mientras Chakravarti
se despedía de Bhagavan, Baba lo bendijo diciéndole: “¡Ve
sin peligro y regresa con alegría!”. Chakravarti subió al
avión en el aeropuerto de Bangalore y la nave despegó a
horario. Sin embargo, cuando el avión estaba llegando al
aeropuerto de Hyderabad, en lugar de aterrizar allí, co-
menzó a dar círculos en el aire. Unos cuarenta y cinco mi-
nutos después, la ansiedad de los pasajeros se intensificó
cuando comenzaron a hacerse preparativos para un aterri-
zaje “de panza” debido a un problema técnico con las rue-
das de la aeronave. Sin embargo, Chakravarti, que estaba
leyendo un libro, no sintió la menor preocupación, ya que
recordaba las palabras tranquilizadoras de su Guardián an-
tes de partir de Brindavan. Cuando el avión finalmente des-
cendió para realizar un aterrizaje forzoso, sus ruedas emer-
gieron justo a tiempo. ¡Fue un aterrizaje normal! Mientras
Chakravarti le agradecía a Baba y descendía del avión, vio
ambulancias y autobombas alineadas para ocuparse de
cualquier eventualidad.
Cuando Chakravarti completó veinte años en el Servicio
Administrativo Indio, en 1980, era el Secretario de Finanzas
a cargo de Proyectos. Había en él un fuerte anhelo interno
de servir a Dios directamente en lugar de servirlo a través
del Gobierno. Cuando le expresó esta aspiración a Bhaga-
van, Él le dijo:
–¿Por qué quieres retirarte del Servicio Administrativo
Indio tan pronto? Si continúas en el Gobierno, puedes as-
cender hasta convertirte en Primer Secretario del Estado.
Puedes venir aquí luego de tu retiro.
Chakravarti le dijo humildemente a su Señor:
–Swami, quiero servir al Supremo cuando todavía ten-
go buena salud, entusiasmo y energía. No sé cuánto podré
hacer después de retirarme.
- 144 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Sin embargo, la noble plegaria del alma anhelante no


fue escuchada de inmediato. Probablemente, el sueño sa-
grado de un corazón mortal necesitaba ser fortalecido con
mayores austeridades para fructificar.
Finalmente, el período de espera terminó para Chakra-
varti cuando se fundó el Instituto Sri Sathya Sai de Educa-
ción Superior en 1981. Bhagavan quiso que él participara
de las tareas del comité para formular las reglas de la Uni-
versidad en julio de 1981 y lo nombró su primer registrador
pocos meses después. Así, él obtuvo el ascenso por el que
había orado: “del IAS a SAI”. Aunque había tenido el privi-
legio y la bendición de estar en la presencia física de Bha-
gavan incluso antes de convertirse en el registrador de la
Universidad, la experiencia de trabajar con Baba –el Rector
Único de una Universidad Única– fue un singular proceso de
revelación para Chakravarti. La maravillosa combinación
de “grandes habilidades de administración y la más eleva-
da sabiduría espiritual”, y “la amplitud de visión y profundi-
dad de observación” que se manifestaban de forma espon-
tánea en Bhagavan como administrador lo dejaban
absolutamente pasmado. Escuchar hablar a Chakravarti so-
bre lo que vio en Bhagavan como Rector de la Universidad
nos enriquece con una rara claridad:
“Un miembro más antiguo del Comité me informó que
Bhagavan sería cualquier cosa menos un Rector ceremonio-
so. Por cierto, en los años en que he tenido la buena fortu-
na de trabajar como registrador, Bhagavan ha sido un Rec-
tor tremendamente activo y, debo decir, el funcionario más
dinámico de la Universidad... El Rector me indicó que tu-
viera lista la vestimenta ceremonial para el Vicerrector, el
Registrador, los miembros de la Fundación y el Consejo
Académico en pocas semanas. Él Mismo dio instrucciones
acerca de la maza ceremonial que debía llevar el Registra-
dor en las procesiones formales durante las “convocacio-
nes”. ¡Ni un solo detalle escapaba a Su atención! Su entu-
siasmo por la próxima inauguración de la Universidad era
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 145 -

El Rector en el escenario del encuentro deportivo con Chakravarti

En la Exhibición de Ciencias presentada por Sus estudiantes


- 146 - B. N. NARASIMHA MURTHY

ilimitado. El orden de la procesión, la disposición de los


asientos en el estrado; mencionen cualquier detalle y allí es-
taba Él, con su guía espontánea e infaltable...
Él bendijo las reuniones del Cuerpo Directivo y el Con-
sejo Académico con Su presencia física en diversas ocasio-
nes. Hay dos aspectos que han quedado grabados en mi
memoria: la hospitalidad que solía ofrecer como amable an-
fitrión y el gran interés con que solía seguir las deliberacio-
nes... Su presencia en las reuniones era motivo de mucha
alegría e inspiración para los distinguidos miembros de es-
tos augustos cuerpos de la Universidad... Después de finali-
zadas las reuniones, el comentario general era: ‘¡Qué Rector
único! Él solicita activamente nuestros puntos de vista, res-
ponde a ellos con entusiasmo, toma rápidas decisiones y da
instrucciones a Su Vicerrector y a otros funcionarios para im-
plementarlas’. ...Las reformas estructurales, que quedan sin
aplicar durante años en diversas Universidades por sus pro-
pias razones y restricciones, fueron implementadas por Su
gracia desde el mismo comienzo de nuestra Universidad...
El Rector deseaba que los estudiantes obtuvieran el má-
ximo beneficio de sus estudios. Producía un gran regocijo
ver al Vicerrector tan lleno de ideas, a pesar de su edad; pe-
ro aún más alentadora era la libertad que el Rector le daba
al Dr. Gokak para poner en práctica tales ideas. El Rector las
aprobaba con mayor entusiasmo aún...
Como contralor financiero, el Rector es incomparable.
Conoce las áreas en las que se tiende a malgastar. Él es ge-
neroso y parsimonioso a la vez: una combinación única, que
surge de Su filosofía más amplia de que malgastar el dine-
ro es algo malo... Por sobre todo, Él tiene sumo interés en
que establezcamos una atmósfera de austeridad y respon-
sabilidad en la universidad. Debe haber elegancia, pero no
ostentación; gracia, pero no lujo; belleza con simplicidad...
El Rector estableció desde el comienzo la norma de que
la Universidad recibiría fondos de la Fundación y que solo
podría recibir asistencia para su desarrollo de la U.G.C. (Uni-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 147 -

versity Grants Commission), pero ninguna subvención proce-


dente del Gobierno. La autonomía financiera, como Él dijo, es
una condición previa esencial para la autonomía académica...
La excelencia académica no es la única consideración
en Su designio. Él advierte a aquellos estudiantes brillantes
que no se adhieren al código de disciplina diciéndoles que
no está impresionado con sus ‘notas’, sino que está disgus-
tado con las ‘observaciones’1 hechas contra ellos. Mencio-
na especialmente a los muchachos que quizás no han reci-
bido una distinción académica, pero que siguen sus
órdenes y mandatos sin vacilar. Todo ello tiene el objetivo
de desarrollar en los estudiantes un apropiado sentido de
perspectiva y equilibrio en la vida. No hay nada más eficaz
que la combinación de una ‘palmadita’ aquí y un ‘golpe’
allá, que Él administra a sus estudiantes y maestros. Él lo lla-
ma el ‘tratamiento de mantequilla y vara’. Él es un Rector
cuya vida se considera claramente un modelo y cuya prác-
tica de las eternas enseñanzas es un poderoso mensaje que
hace comprender a Sus queridos miembros facultativos el
verdadero papel que desempeñan en Su Universidad...
Él nutre amorosamente los talentos creativos de los es-
tudiantes. Y los estudiantes siempre dan lo mejor de sí mis-
mos únicamente porque quieren complacer al Rector. Aquí,
uno ve el lazo permanente entre el Rector y Sus estudian-
tes en muchas áreas de la vida universitaria. Así se mueve
el ciclo: hoy en la Universidad y mañana en el mundo; hoy
unidos a Él como el Rector de la Universidad, y mañana uni-
dos a Él como el Rector del mundo. Es un lazo fuerte y per-
durable en esta vida y en las vidas por venir.
Todas las enseñanzas del Rector son expresiones es-
pontáneas de Su amor universal. La Universidad que ha es-
tablecido es solo un medio de atraer a Sus almas elegidas
para que aprendan, evolucionen y finalmente alcancen la

1 N. de la T.: Juego de palabras entre marks (“notas”, en inglés) y re-


marks (“observaciones”, en inglés).
- 148 - B. N. NARASIMHA MURTHY

realización. Este Rector es el maestro, el guía y el redentor:


un Rector único”.
Chakravarti es una de estas almas elegidas. Una tarde,
él iba manejando desde el despacho del Registrador hasta
el mandir; conducía bastante rápido, porque quería tener el
darshan de Baba antes de que Él se retirara después de los
bhajans. Al oír la canción del arati mientras ingresaba por el
portón principal, aumentó la velocidad. Repentinamente,
un extranjero se cruzó en el camino; Chakravarti tuvo que
frenar de golpe. Antes de poder dar rienda suelta a su irri-
tación contra el extranjero, éste le dijo, con una amplia son-
risa en el rostro: “¡Ya ha llegado a su hogar! Vaya despacio”.
Chakravarti le dio las gracias, ¡porque ese extranjero le ha-
bía recordado la mayor verdad de su vida!
6

Sus maestros elegidos

“La habilidad y la fuerza, la condición y la talla de la hu-


manidad son moldeadas y promovidas en proporción a la
calidad y el carácter de sus maestros”, declaró Bhagavan
Baba, el Maestro de maestros, en Vidya Vahini. El especta-
cular éxito del experimento educativo que Él inició puede
atribuirse, en primer lugar, a Su total dedicación y, en se-
gundo lugar, a Su habilidad para seleccionar los maestros
adecuados para dirigir Sus instituciones educativas. Todos y
cada uno de los maestros elegidos para Sus colegios y re-
sidencias han sido seleccionados personalmente por Él. Es-
tos hombres y mujeres escogidos no solo son competentes
conocedores y eruditos en sus áreas, sino que además bri-
lla en sus vidas el ideal espiritual; ellos son estudiantes ex-
celentes de una síntesis pragmática de Para Vidya y Apara
Vidya. Bhagavan Baba escribió: “Para la pregunta ‘¿Quién
es el verdadero estudiante?’, la respuesta es ‘El maestro’. El
lema que inspire al maestro ha de ser: ‘Yo seré el estudian-
te ideal a quien mis alumnos pueden emular’”. En este ca-
pítulo, se narran las historias de algunos de estos maestros
elegidos que se convirtieron en Sus dedicados estudiantes
- 150 - B. N. NARASIMHA MURTHY

de por vida. Cada uno de ellos representa a una veintena o


más de esos hombres y mujeres que sirven en las institu-
ciones educativas fundadas por Bhagavan.
El profesor Sundar Rao fue a ver a Baba por primera vez
en 1960, aunque había oído hablar acerca del “Muchacho
milagroso de Puttaparti” en 1940. Sus amarras espirituales,
nutridas por el amor reverente hacia Annie Besant y el Mo-
vimiento Teosófico, habían conducido a este brillante estu-
diante de literatura inglesa desde su ciudad natal de Man-
galore hasta Madanapalle, una ciudad situada a 500
kilómetros de distancia, que se había vuelto conocida por
ser el lugar de nacimiento de Sri J. Krishna Murthy. Enseñó
inglés allí, en el Colegio Teosófico Besant, durante casi vein-
te años, hasta 1949. Era muy popular entre sus estudiantes,
quienes lo llamaban “Shakespeare Sundar Rao” debido a su
afición por interpretar los papeles de los famosos persona-
jes de Shakespeare en el aula.
Puttaparti se hallaba a una distancia de solo 80 kilóme-
tros de Madanapalle. Algunos estudiantes del profesor Sun-
dar Rao hacían un interesante relato de su picnic a Putta-
parti, donde habían quedado pasmados y llenos de
reverencia al ver a Baba, de catorce años, extraer súbita-
mente de las arenas del Chitravati rollos de película nuevos
para sus cámaras. Sin embargo, Sundar Rao no se había sen-
tido interesado ni inspirado por el relato, pues aún no era
su tiempo para conocer a su maestro.
En 1949, el profesor Sundar Rao se mudó de Madana-
palle, donde era jefe del Departamento de Inglés, a la ciu-
dad templo de Udupi, cerca de Mangalore, para ocupar el
puesto de director del recién fundado Mahatma Gandhi
Memorial College. Se hizo conocido por la estricta disci-
plina que impuso y por ser un administrador capaz. Su de-
dicación al trabajo era tal que rara vez dejaba su puesto
por alguna cuestión personal o familiar. Sus tres jóvenes
hijas, que habían oído hablar sobre el Avatar en 1954, vi-
sitaron Puttaparti varias veces con el permiso de sus pa-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 151 -

dres. Ni siquiera los interesantes relatos de las experien-


cias maravillosas de sus hijas con Baba lograron atraer a
Sundar Rao a Puttaparti, ya que él no quería ser distraído
de su trabajo en el colegio. Finalmente, el llamado le lle-
gó en 1960 en la forma de una pregunta de Bhagavan Ba-
ba a sus hijas, que se encontraban en Puttaparti: “¿Cuán-
do vendrá su padre aquí?”.
El primer darshan de Baba tuvo un profundo impacto en
Sundar Rao. El espontáneo y abundante amor derramado
por Bhagavan lo dejó anonadado. Un vislumbre de la om-
nisciencia del Maestro, que le fue revelado en la forma de
un íntimo conocimiento de muchas sutiles experiencias de su
ser interno, lo hizo estremecerse de emoción. La búsqueda
de un maestro inspirado que fuera un sincero estudiante de
la senda interna había terminado a los pies del Maestro
Mundial.
Durante uno de sus viajes a Puttaparti con los miembros
de su familia, en 1963, Bhagavan le dijo a Sundar Rao que
Él visitaría su casa en Udupi. En marzo de 1964, Bhagavan
fue a Nalur, un pueblo del distrito de Shimoga, y permane-
ció en la casa de Sri Chinnappa Gowda durante unos pocos
días. Udupi quedaba a una distancia de cuatro horas en au-
to desde Nalur. Aunque Sundar Rao había estado en cama
con fiebre durante muchos días, viajó a Nalur con su espo-
sa, Ramabai, y sus hijas en la mañana del 23 de marzo pa-
ra invitar a Baba a su casa. Durante los bhajans celebrados
allí, repentinamente, la madre de un niño ciego corrió hacia
Baba con su pobre hijo implorando Su misericordia. ¡Bha-
gavan tocó los ojos del niño con ternura y le otorgó la vis-
ta! Esta noticia corrió como reguero de pólvora. La multitud
se multiplicaba en forma incontrolable cada hora y cientos
de personas con impedimentos físicos llenaban el lugar por
la tarde; en ese tumulto, Sundar Rao y los miembros de su
familia no pudieron encontrarse con Bhagavan. Esperaron
allí hasta la medianoche y regresaron a Udupi profunda-
mente decepcionados.
- 152 - B. N. NARASIMHA MURTHY

La tarde siguiente, a las siete, alguien golpeó a la puer-


ta de la casa de Sundar Rao en Udupi. Sus hijas notaron a
través de las cortinas de la ventana la túnica naranja y la es-
pesa mata de cabello de la persona que se hallaba ante la
puerta. ¡El Señor había ido a su humilde casa! Baba dijo:
“Sundar Rao, ¡he venido sólo para bendecirte! Estaré aquí
sólo diez minutos. No hagas esfuerzos. De hecho, Yo ya ha-
bía viajado 16 kilómetros hacia Bangalore desde Nalur. Sin
embargo, el profundo anhelo de tu corazón Me conmovió,
hizo que cambiara la dirección del viaje y Me arrastró hasta
acá”.
Sin embargo, ante el persistente ruego de Ramabai a
Baba para que se quedara a cenar en su casa, Bhagavan per-
maneció allí hasta la medianoche y luego partió hacia
Mysore. Esa debió de haber sido la única vez en su vida que
Sundar Rao lamentó que su casa fuera pequeña, ya que no
podía acomodar al Señor y a Sus acompañantes ni siquiera
por una noche. No obstante, su corazón era lo suficiente-
mente grande como para albergar al Señor del universo.
En 1964, Sundar Rao se retiró del renombrado M.G.M.
College y se estableció en la morada de Su Señor en Putta-
parti con su esposa y su hija menor, Hemalata. Bhagavan lo
“realineó”2 y utilizó sus servicios como administrador de la
cantina recientemente inaugurada en Puttaparti. También le
pidió a Sundar Rao que ayudara a Sri N. Kasturi en la publi-
cación de Sanatana Sarati, la revista mensual en inglés. Bha-
gavan se había hecho cargo directamente de la vida de
Sundar Rao como su sarati, su auriga.
Cuando se fundó el Colegio Universitario Sri Sathya Sai
de Artes, Ciencias y Comercio en Brindavan, Whitefield, en
1969, Bhagavan confió a Sundar Rao la sagrada responsabi-
lidad de administrar el campus como director de la resi-
dencia universitaria. Ese puesto era un sueño hecho reali-

2 N.de la T.: El autor hace un juego de palabras entre retire, que significa
“retirarse” en inglés, y re-tyre, remendar las llantas de un vehículo.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 153 -

dad para el experimentado idealista. En esa sagrada tarea,


el maestro que había en él halló la realización.
Durante el verano de 1974, Sundar Rao sufrió una leve
parálisis facial y le aconsejaron reposo absoluto. Su ansiosa
esposa le oró a Baba para que fuera a bendecirlo a su resi-
dencia, que se hallaba en la entrada del ashram. Después de
otorgar darshan a los devotos, una tarde, Bhagavan se diri-
gió hacia la residencia de Sundar Rao. En el camino, tomó
una pakoda de la bandeja que le ofrecían los estudiantes.
Baba le extendió Su mano con la pakoda a Sundar Rao,
quien prontamente abrió su mano para recibirla. Sin embar-
go, ¡Bhagavan se llevó juguetonamente la pakoda a Su pro-
pia boca! Ramabai exclamó con desilusión “¡Sairam!”, y
Sundar Rao no pudo dejar de sonreír, aunque con cierta di-
ficultad. Bhagavan le dijo a Ramabai: “No te preocupes por
Sundar Rao. Él estará bien en poco tiempo”. ¡Luego mate-
rializó una pakoda caliente, se la dio a Sundar Rao y le pidió
que la comiera! Como Sundar Rao vacilaba en comerla, Ba-
ba lo amenazó con tono travieso: “¡Si tú no la comes, la co-
meré Yo Mismo!”. Luego Bhagavan le pidió que a la maña-
na siguiente hablara a los estudiantes sobre seva en el
mandir. Sundar Rao sintió que su dolencia no le permitiría
dar una charla, pero la orden de Baba lo obligaba a hacerlo.
Por la mañana, Sundar Rao comenzó su charla para los
estudiantes en presencia de Bhagavan. Al principio hubo
cierto titubeo en su voz, pero a medida que hablaba se pro-
dujo el milagro de curación: ¡la contorsión paralítica de su
rostro fue desapareciendo y éste quedó completamente
normal! Después de unos minutos, pudo hablar con absolu-
ta claridad. Sundar Rao hizo notar a los estudiantes y a otros
miembros del público el milagro que había tenido lugar jus-
to frente a ellos y declaró, señalando a Bhagavan: “¡Solo por
Su voluntad soy capaz de hablarles normalmente!”. Hubo un
destello de inocencia omnisciente en el rostro de Bhagavan.
En Brindavan, Sundar Rao fue bendecido con la rara for-
tuna de seguir al Señor cada vez que Él salía del mandir pa-
- 154 - B. N. NARASIMHA MURTHY

ra otorgar darshan a Sus devotos. Para el místico y poeta que


había en él, fue una gran experiencia seguir los pasos del Se-
ñor en el largo trecho de arena. Él inmortalizó esa gloriosa
oportunidad en su artículo “Tras Sus Pisadas”, publicado en
Sanatana Sarati. El artículo comenzaba con las líneas:
“Maestro, continúa y yo Te seguiré,
hasta el último aliento, con verdad y lealtad”.

Y eso fue lo que hizo hasta el final de su vida. El 3 de


enero de 1975, Bhagavan regresó de Ooty a Brindavan,
desde donde partiría hacia Bombay al día siguiente. Sundar
Rao fue a la habitación de Bhagavan esa mañana para pe-
dirle Su guía y gracia, y para colocar la carga de los proble-
mas que pesaban en su corazón a los pies de su Señor. Ba-
ba lo bendijo muy amorosamente con las palabras: “Es
tiempo de que descanses. ¡Entrégame todas tus cargas!” y
partió hacia Bombay. Esa misma noche, a las nueve, Sundar
Rao dejó su cuerpo mortal en paz. En ese momento, Baba,
que estaba hablando con algunos devotos en el Dharmaks-
hetra en Bombay, miró de repente hacia arriba y dijo: “¡Sun-
dar Rao ha llegado!”. Los devotos dirigieron su atención ha-
cia la puerta de la habitación, y Baba dijo: “¡No allí, sino
aquí!”, señalando Su corazón. ¡Sundar Rao había seguido a
su Maestro incluso después de su último aliento!

✺✺✺

Cuando el campus de Brindavan, Whitefield, fue afiliado


en 1982 a la Universidad reconocida, el Director de ese Co-
legio era el Prof. D. Narender, que se había desempeñado
en ese puesto durante doce años. Puedo decir sin la menor
vacilación que el Prof. Narender fue uno de los directores
más populares y respetados que el colegio haya conocido.
Un porte digno y unos modales suaves marcaban su exte-
rior; la profundidad de su erudición y la bondad de corazón
formaban su personalidad interna. Era un hábil administra-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 155 -

¡Dios es travieso a veces!


- 156 - B. N. NARASIMHA MURTHY

dor que utilizaba el poder del silencio y la economía de pa-


labras muy eficazmente.
Aunque había nacido en una familia devota, Narender
tuvo que tomar una senda sinuosa que comenzó con el es-
cepticismo y el cinismo hacia Bhagavan. Cuando egresó
con honores del Presidency College con un título en Litera-
tura inglesa, él era –según sus propias palabras– un “típico
joven indio moderno sin lazos con nuestra cultura, con una
gran dosis de influencias culturales y literarias de Occiden-
te, con poco o ningún sentimiento religioso y lleno del ci-
nismo que estaba de moda en esa época”.
La tragedia golpeó a Narender y a su familia en 1962,
cuando su hijo de cuatro años, Gautam, sufrió una extraña
dolencia neurológica. Todos los médicos especialistas que
ellos consultaron en Madrás y Bangalore opinaron unáni-
memente que no había cura para el mal y ningún futuro pa-
ra el niño. Los invadió una sensación de completo desam-
paro. El corazón de Narender clamó a tientas, pidiendo
ayuda a una fuente todavía desconocida para él. Su bús-
queda de algo eterno en la vida efímera se fue intensifican-
do a medida que leía las enseñanzas de Sri Ramakrishna y
Sri Ramana. Escuchar música devocional clásica le propor-
cionaba gran solaz.
Pocos meses después, Baba visitó Madrás y se alojó en
la residencia de un viejo devoto durante dos semanas. Na-
render y su padre llevaron a Gautam a ver a Baba y le su-
plicaron que derramara Sus bendiciones sobre el niño. La
primera entrevista privada que él tuvo con la “Compasión
Encarnada” cambió sus vidas para siempre; el abatimiento
fue reemplazado por la esperanza. Así lo relató Narender:
“Mientras yo iba a la deriva como un barco en medio de un
mar calmo, Bhagavan llegó a mi vida como una fuerte ráfa-
ga de viento, llenando mis velas mentales con nueva ener-
gía, dándoles una dirección a mis pensamientos y quitando
de un soplo las telarañas del cinismo, la duda y la incredu-
lidad que había en mi mente”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 157 -

Bhagavan con el Prof. Sundar Rao

Con el Prof. Narender


- 158 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Narender comenzó a visitar Prashanti Nilayam con su fa-


milia y su hijo enfermo con mucha asiduidad. El amor de
Gautam por Baba fue espontáneo e intenso; su ánimo se ele-
vaba cada vez que Bhagavan le hablaba, cosa que ocurría
con bastante frecuencia. Sin embargo, su estado físico se
deterioraba día tras día. En sus intensos esfuerzos por man-
tener feliz al niño, la familia pasaba las noches cantando
bhajans en el hogar. Aparecieron signos de gracia en forma
de vibhuti, kumkum y amrit en casi todas las imágenes e
ídolos del cuarto de puja. Cada vez que la salud de Gautam
empeoraba, aparecían milagrosamente en el altar medica-
mentos, entre ellos, frascos de inyecciones. Esos medica-
mentos proporcionaban una curación oportuna.
En respuesta a las ardientes plegarias de Narender, Baba
visitaba su hogar a menudo y los deleitaba con Su canto. El
foco de la atención de Bhagavan era siempre Gautam. Lo lla-
maba “Gurú”, ya que había sido el niño quien había hecho
entrar a Baba en su familia y a la verdadera espiritualidad en
sus vidas. Aunque el estado de salud de Gautam empeora-
ba, su espíritu siempre irradiaba bienaventuranza. El niño co-
menzó a perder el movimiento de sus miembros, el habla y
la visión; solo su facultad de oír permanecía intacta. Incluso
cuando Bhagavan se aproximaba a él en silencio, el niño de
algún modo podía percibir Su presencia y respondía con ale-
gría. La entrada de Baba en sus vidas llenó de ánimo y felici-
dad a la familia, que de otro modo habría caído fácilmente en
la aflicción y la depresión. De hecho, Bhagavan dio un nuevo
nombre a Gautam, Vijaya Sai, y explicó que el nombre sim-
bolizaba la victoria del espíritu y la mente sobre la materia.
A medida que transcurría el tiempo, una fuerte aspira-
ción de servir a Baba en Su misión se desarrolló en el cora-
zón de Narender y su sueño fue compartido por su esposa
y sus padres. La familia oraba fervientemente para estar ba-
jo el cuidado y la guía constantes de Bhagavan. En 1970
Bhagavan respondió a su plegaria pidiéndole a Narender
que se mudara a Bangalore a trabajar para Él. Más tarde,
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 159 -

Baba recordaría con aprecio: “Cuando le pedí a Narender


que viniera a Bangalore, él no Me hizo ninguna pregunta
aunque no se le dijo qué trabajo tendría que hacer. ¡Él fue
directamente a su colegio en Madrás, renunció a su trabajo
sin vacilación, llegó a Bangalore con su familia y esperó
nuevas instrucciones de Swami!”.
El Colegio Universitario Sri Sathya Sai de Artes, Ciencias
y Comercio en Brindavan tenía solo un año cuando Naren-
der fue nombrado Director en 1970. Era un desafío estar a
cargo de los asuntos del Colegio en sus años de formación,
pero él desempeñó sus tareas con plena fe, dedicación y
entrega a Bhagavan. Había sido dotado de muy ejemplares
cualidades de cabeza y corazón, y se esforzó duramente por
hacer que la visión de Bhagavan de un Gurukula moderno
e ideal cobrara vida. Baba derramó Su amor y afecto sobre
él, y entre ambos se desarrolló una encantadora relación.
Una tarde, Baba hizo traer el auto, se subió y le pidió a
Narender que hiciera lo mismo. Mientras el auto arrancaba,
Él le dijo a Narender: “¡Pensé en llevarte a tu hogar esta tar-
de!”. Narender se sentía profundamente conmovido por la
gentileza del Señor, pero lo preocupaba no poder recibirlo
en su hogar de un modo apropiado, ya que ni siquiera po-
día informarles a su esposa e hijos acerca de la visita no
anunciada. Cuando el auto se detuvo frente a su casa en Ul-
soor, en la ciudad, ¡Bhagavan le pidió a Narender que per-
maneciera sentado en el auto, descendió, fue hasta la puer-
ta y tocó la campana! Su esposa quedó azorada al ver a
Bhagavan, que sonreía levantando Su abhayahasta.
Baba entró en la casa y le preguntó:
–¿Ha regresado Narender?
–Swami, él aún no ha regresado del colegio.
Baba se dirigió afuera con una sonrisa pícara y llamó a
Narender. Cuando Narender entró a la casa, sus copas re-
bosaron de dicha. Bhagavan se movió libremente por la ca-
sa, incluso en la cocina, bendijo a Vijaya Sai y partió hacia
Brindavan a los pocos minutos.
- 160 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Cuando Vijaya Sai murió en paz, en 1974, el amor y la


gracia derramados por Bhagavan sobre Narender y su fami-
lia no tuvieron límites. Él visitó su hogar poco después y di-
jo: “El nacimiento de Vijaya Sai fue puramente adhyátmico.
Él vino al mundo sólo para agotar su karmasesha. A pesar
de haber perdido la función de todos sus sentidos excepto
el oído y el tacto, su bhakti hacia Swami le permitió alcan-
zar la meta más elevada de la vida: mukti. Bhakti y shrad-
dha constituyen la riqueza más importante en la vida del
hombre; uno puede superar todas las dificultades en la vi-
da con esta riqueza”. Aquellas palabras calmaron las olea-
das de pesar en los corazones de los afligidos padres.
Narender practicó al pie de la letra y de todo corazón la
enseñanza más importante de Baba a los maestros: que tra-
taran a sus estudiantes como a premaputras. Él los amaba
inmensamente. Sus estudiantes lo recuerdan como un pro-
fesor estricto que imponía disciplina con un corazón lleno
de amor y bondad. He aquí un incidente algo gracioso que
tuvo lugar durante una de sus clases, el cual refleja su amor
por los estudiantes.
Un alumno nuevo que no estaba acostumbrado a la du-
ra vida del campus sintió mucho sueño durante la clase. Sin
darse cuenta, apoyó la cabeza en la mano de Narender, que
descansaba sobre el bloc de papel en su pupitre, ¡y cayó
profundamente dormido! Narender continuó enseñando sin
mostrar ninguna turbación. Solo cuando la hora terminó, le
dijo con tono imperturbable al estudiante: “Ha tocado la
campana”, ¡y retiró su mano suavemente! Cuando el aver-
gonzado estudiante corrió al despacho del Director para
disculparse, Narender le enseñó con mucha paciencia el ar-
te de mantenerse despierto en clase a pesar de la rutina exi-
gente del campus.
En 1976, Bhagavan decidió construir una residencia
bien equipada y espaciosa junto al edificio del colegio uni-
versitario para los estudiantes de Brindavan. Hasta entonces
los estudiantes residían en un edificio pequeño, simple y
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 161 -

viejo, dentro del ashram. Ya se estaban haciendo preparati-


vos para la bhumi puja en el nuevo sitio. A los estudiantes
no les gustaba la idea de mudarse del predio del ashram
donde residía su querido Señor.
Cuando Baba llegó a la residencia una mañana, uno de
los estudiantes le entregó una carta en la que le imploraban
que no los expulsara de Su proximidad. Bhagavan le dio la
carta a Narender y le pidió que la leyera en voz alta para que
todos pudieran oír. Durante la lectura de la carta, todos los
estudiantes comenzaron a suplicarle que respondiera a sus
ruegos. Baba hizo llamar al coronel Joga Rao y a otros inge-
nieros que estaban preparando los planos del edificio en el
nuevo sitio. Cuando ellos entraron en escena, Baba les dijo:
–Joga Rao, los muchachos no quieren que el edificio se
construya en el nuevo sitio; quieren residir aquí mismo.
¿Qué hacemos?
El coronel Joga Rao respondió muy firmemente:
–Swami, no podemos cambiar los planos en esta etapa.
El nuevo edificio allá será muy cómodo para los muchachos.
Bhagavan miró a los estudiantes, quienes dijeron:
–Swami, no queremos comodidades. Estaremos felices
solo si vivimos más cerca de Ti.
Entonces Baba preguntó a Narender:
–Narender, ¿cuál es tu opinión?
–Swami, los muchachos están lejos de sus padres. Han
venido acá por Ti; su plegaria de estar muy cerca de Swami
es perfectamente legítima. ¿Puedo agregar también mi hu-
milde plegaria de que Bhagavan les conceda esta bendi-
ción? –suplicó Narender.
Al oír la humilde pero categórica respuesta del Director,
Bhagavan, conmovido por el amor de los estudiantes, cam-
bió el sitio del nuevo edificio para que quedara dentro del
recinto del ashram.
Justo antes de retirarse como Director del campus de
Brindavan después de dieciocho años de servicio, Naren-
der sufrió un ataque de parálisis. Fue llevado de urgencia a
- 162 - B. N. NARASIMHA MURTHY

una clínica de Bangalore, donde lo trataron durante algu-


nos días. Bhagavan se hallaba en Prashanti Nilayam en ese
momento. Una de esas noches, Bharat, el hijo más joven
de Narender, que se quedaba con su padre en la habita-
ción, se despertó alrededor de las cinco de la mañana y
descubrió que su padre ya estaba despierto. Al acercarse,
vio una hermosa sonrisa en el rostro de Narender, que di-
jo con voz vacilante:
–¡Bharat, Swami estuvo aquí hace algunos minutos!
Confundido, Bharat no podía creerle; miró hacia la puer-
ta, que permanecía cerrada con llave desde adentro. Su pa-
dre continuó:
–Swami me ha asegurado que estaré bien en pocos días.
Él materializó vibhuti, puso un poco en mi boca y también
lo aplicó en mi frente.
¡Fue entonces cuando Bharat notó las marcas frescas y
anchas de vibhuti en la frente de Narender!
Esa misma mañana, Bhagavan salió del mandir a las sie-
te, caminó hasta el juez Damodar Rao, el padre de Naren-
der, que se hallaba sentado en la veranda, y le dijo:
–Fui a ver a “nuestro” Narender a la clínica esta mañana
temprano. ¡Él está muy bien!
No hace falta decir que Narender se recuperó muy rápi-
damente después de eso. Pocos meses después, decía a
sus estudiantes: “¡Valió la pena pasar por las penurias del
ataque de parálisis para experimentar la abundante gracia
que me concedió Bhagavan!”. Narender tuvo el último dar-
shan de su amado Bhagavan en Prashanti Nilayam el auspi-
cioso día de Gurupurnima al año siguiente. De regreso en
Brindavan, él solía entrar en éxtasis recordando la compasi-
va sonrisa que Baba le había otorgado; esa sonrisa parecía
haber cautivado su corazón, llenándolo de una bienaventu-
ranza de otro mundo.
A los pocos días, Narender se enfermó; la dolencia físi-
ca no marcó ninguna diferencia en su estado interno de
bienaventuranza y su vida terminó en paz dos semanas
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 163 -

después. Bhagavan dio órdenes de que los restos mortales


de Su querido “Director” fueran llevados a Prashanti Nila-
yam y cremados a orillas del Chitravati. Baba llamó a los
miembros de la familia para una entrevista al día siguiente
y borró todo el pesar que el duelo había causado en sus co-
razones. También hizo arreglos para enviar comida a la fa-
milia hasta el día decimotercero. Envió dulces a la familia
además del almuerzo ese día con el siguiente mensaje:
“¡Regocíjense, Narender se ha fundido en Swami!”.

✺✺✺

Mientras la Prof. Anima Mukerjee yacía tendida en la


habitación del hospital en Bangalore, en la mañana del 18
de junio de 1964, ella oscilaba entre la desesperación y la
esperanza. Estaba a punto de viajar a los Estados Unidos de
América para comenzar sus estudios superiores cuando el
terrible accidente ocurrido cuatro días antes –mientras ella
y su hermana viajaban en motoneta por Bangalore– hizo tri-
zas su sueño. La tibia de su pierna derecha estaba seria-
mente quebrada y astillada. Después de la primera cirugía
sin éxito, los médicos estaban considerando amputar la
pierna. La situación era desesperada.
¿De dónde provenía entonces la esperanza? Su herma-
na, Kanak, y su cuñado, el Dr. Dilip Kumar Banerjee, eran
fervientes devotos de Baba, y Él había visitado su hogar en
el campus del Instituto Indio de Ciencias muchas veces. El
Dr. Banerjee era el Jefe del Departamento de Química Inor-
gánica del Instituto. Los Banerjee no tenían duda de que
Bhagavan acudiría a socorrer a Anima. Sin embargo, ella no
estaba tan segura. Cuando los Banerjee hablaron del tema
con Swami, Él les aseguró: “Ella estará completamente res-
tablecida; solo perderá dos dedos del pie”. Esto sorprendió
a todos, ya que no había un daño visible en los dedos del
pie. Dos días después, tal como Baba había predicho, dos
dedos del pie afectados de gangrena tuvieron que ser am-
- 164 - B. N. NARASIMHA MURTHY

putados; sin embargo, el temor de perder la pierna aún


preocupaba mucho a Anima.
Mientras los Banerjee corrían nuevamente a Bhagavan
en busca de auxilio, Anima razonaba para sí: “¿Por qué de-
mostraría Sai Baba algún interés por mí si yo no he querido
ir a verlo ni siquiera una vez?”. Poco después, su hermana
y su cuñado llegaron con un gran entusiasmo dibujado en
sus rostros. Kanak anunció: “¡Bhagavan vendrá esta tarde al
hospital a bendecirte!”. La mente de Anima quedó comple-
tamente en blanco por unos instantes; ¡la emoción por el
tan inesperado gesto de misericordia de Baba borró todos
sus pensamientos!
Anima describe así ese día tan memorable de su vida:
“Él llegó, se paró junto a la puerta durante unos segundos y
me miró de modo penetrante. Su rostro querúbico y redon-
do le daba un aspecto de inocencia. No encontré nada ex-
traordinario o excepcional en Él en ese momento, salvo Su
espesa mata de pelo crespo. Él mantuvo una conversación
informal con los Banerjee, mientras abrazaba cariñosamente
a su pequeño hijo, Deepak. Fue entonces cuando Su simpli-
cidad, Su dulzura y, sobre todo, el amor y la compasión que
transmitían Sus grandes ojos pardos me conmovieron.
De repente, Él movió en círculos su palma derecha vacía
y, en un instante, apareció un medallón con Su propia ima-
gen vestida con túnica naranja. Él lo miró con una sonrisa ra-
diante y exclamó: ‘¡Swami viste la misma túnica que lleva
ahora!’. En ese momento, aunque estaba algo asombrada,
disfruté más de Su inocencia de niño que del acto sobrena-
tural de materialización. Él le entregó ese medallón a Deepak,
que se mostró absolutamente encantado. Baba se puso de
pie y caminó hasta el otro lado de la cama diciéndome: ‘El
bhakti de Kanak y tu dhairyam Me han traído hasta aquí’.
Mientras yo seguía mirándolo, Él hizo brotar de Su palma de-
recha una enorme cantidad de vibhuti, lo derramó sobre mis
dos piernas y puso un poco en mi frente. Me miró a los ojos
y me preguntó: ‘¿Estás triste por perder la oportunidad de ir
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 165 -

El concepto de Divinidad cobró sentido en el Avatar


- 166 - B. N. NARASIMHA MURTHY

a los Estados Unidos?’. Y agregó con voz suave y consolado-


ra: ‘No te preocupes, ¡tendrás una mejor oportunidad!’. Les
aseguró a los Banerjee: ‘¡Haré que esté completamente bien
pronto!’. Ese momento fue una experiencia única, que me re-
concilió instantáneamente con la pérdida de la oportunidad
académica y el dolor físico causado por el accidente.”
Tal como Él había dicho, Anima estaba de pie con las
piernas intactas pocos meses después. Habiéndose com-
probado que su pronóstico estaba completamente equivo-
cado, los médicos exclamaron: “¡Solo Dios pudo hacerlo!”.
En diciembre de 1965, Bhagavan le permitió a Anima re-
gresar a Lucknow para continuar con su trabajo como Jefa
del Departamento de Antropología en el Colegio Universi-
tario de esa localidad. Su bendición de despedida para ella
fue: “¡Tu futuro es brillante!”.
La afirmación de Baba llenó su vida de nuevas esperan-
zas y optimismo. A medida que iba tomando conciencia de
que había conocido a Dios en forma humana, ella com-
prendió que su “mejor oportunidad” sería servirlo a Él en Su
misión. El anhelo de su corazón se cumplió en junio de
1969, cuando Bhagavan la eligió como Directora del cole-
gio universitario de mujeres en Anantapur. El colegio tenía
solo un año y funcionaba en un modesto edificio en la ciu-
dad. Fue trasladado a un gran campus fuera de la ciudad en
julio de 1971. Anima trabajó en pos del progreso integral
del colegio con gran celo a pesar de su salud inestable. Al
entregarle las riendas del colegio, Bhagavan le había ase-
gurado: “Tú puedes contactarme cada vez que tengas un
problema. ¡Mi número telefónico es uno! ¡Yo responderé
sin falta!”. Él le había recordado la línea directa en su cora-
zón, que la conectaba instantáneamente con Él.
Y Baba jamás le falló en tiempos de necesidad. En los pri-
meros años de su permanencia en Anantapur, ella sufrió un
problema de salud de origen sanguíneo; los médicos no es-
taban seguros de la causa de la enfermedad. Cuando sugi-
rieron una cirugía, cuyo éxito era dudoso, Baba le dijo: “No
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 167 -

pienses en ninguna cirugía durante seis meses”, y envió a


Anima a un médico de Bangalore, que le aconsejó una trans-
fusión de sangre como remedio inmediato. Después de al-
gunos viajes semanales a Bangalore, cuando ese médico
también sintió que era necesario practicar esa cirugía sin de-
mora, Baba no lo permitió. Le aseguró a su ansiosa herma-
na: “Yo Me ocuparé de ella. ¿Por qué te preocupas?”. Seis
meses después, ¡el misterioso mal desapareció milagrosa-
mente!, y ya no hubo necesidad de ninguna otra medicación.
La Prof. Anima Mukerjee se desempeñó como directo-
ra del colegio en Anantapur hasta 1975, luego de lo cual
Bhagavan la envió a Jaipur en Rajastán para fundar allí otro
colegio universitario para mujeres. Durante su trabajo en
Anantapur, Baba la guió a cada paso y la sostuvo en su es-
fuerzo por poner en práctica su filosofía educacional. Él no
dudaba en reprenderla y corregirla cuando era necesario.
Escribía cartas a la Directora y a las maestras en las que ex-
presaba Sus expectativas e inquietudes. Él también visitaba
el campus bastante a menudo y cargaba la atmósfera con
vibraciones espirituales elevadas. Su influencia en el funcio-
namiento del colegio creó una tendencia nueva en la edu-
cación superior para mujeres. Sri K. B. Desai, el entonces
Gobernador de Andhra Pradesh, que fue el invitado princi-
pal en ocasión del cuarto día anual del colegio en 1973,
proclamó: “Les ruego a los académicos que estudian y pla-
nifican el futuro del país que vengan al Colegio Sathya Sai y
se lleven consigo lecciones que los ayudarán en gran medi-
da. Éste es un ejemplo único de algo concreto que se está
logrando en el campo de la educación para rehabilitarlo y
reformarlo a lo largo de líneas correctas”.
En el momento de escribir este capítulo, la octogenaria
Prof. Anima Mukerjee nos dice lo siguiente: “He tenido la
fortuna de haber prestado algún servicio en la misión edu-
cativa Sai durante más de dos décadas. Él me ha otorgado
vislumbres de Su realidad después de prepararme para ello
gradualmente. Ahora comprendo que no se debe relacionar
- 168 - B. N. NARASIMHA MURTHY

o limitar a Baba a Su cuerpo o Su presencia física... El con-


cepto de Divinidad ha cobrado sentido y la idea del Avatar
se ha vuelto una realidad viviente en la forma de Bhagavan
Baba. Siento Su presencia viva en el altar interno de mi co-
razón, y un profundo sentido de realización llena mi ser”.

✺✺✺

Para la Dra. Jayalakshmi Gopinath, el 7 de julio de 1972


fue un día inolvidable; no solo por haber sido seleccionada
para formar parte del cuerpo docente del Colegio Universi-
tario Sathya Sai en Anantapur ese día; ni siquiera por haber
sido llamada por Baba Mismo, que le dijo: “Jayamma, estás
seleccionada. ¡Cuida bien a las niñas!”. Por supuesto, ella se
sintió conmovida al oír estas palabras de Baba. Sin embar-
go, lo que sucedió más tarde ese día, después de la parti-
da de Baba de Anantapur, transportó su ser a un plano de
existencia donde el temor y la ansiedad no existían.
Más avanzada la tarde, mientras Jayalakshmi se encon-
traba sentada con algunas colegas en la sala de profesoras,
llegó allí la Dra. Hemalata, la Vicedirectora. Ella felicitó a
Jayalakshmi por su buena fortuna y le preguntó:
–¿Por qué no te uniste al colegio el año pasado?
Jayalakshmi se sintió desconcertada ante la inesperada
pregunta y guardó silencio. Sin embargo, Hemalata continuó:
–El día de la reunión del comité de selección el año pa-
sado, Baba me preguntó si tú habías enviado tu solicitud
para el puesto de profesora de inglés. Yo le respondí que
ese nombre no figuraba entre las solicitantes.
Con curiosidad, ella le preguntó a Hemalata:
–¿Baba mencionó mi nombre?
–Sí, Él no solo mencionó tu nombre, sino que también
me habló de tus antecedentes.
–¿Qué dijo?
–Dijo que tu esposo, el Dr. Gopinath, que era el Direc-
tor del Central Tobacco Research Institute en Rajamundry,
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 169 -

La Dra. Jayalakshmi Gopinath y la Dra. Hemalata


reciben el premio después del Encuentro Deportivo

El Grupo de Nadaswaram del Campus de Mujeres


- 170 - B. N. NARASIMHA MURTHY

había muerto algunos meses antes y que tú estabas muy


deprimida. Bhagavan quería que tú vinieras a servir aquí.
Jayalakshmi quedó estupefacta. Dijo de repente:
–¡Pero mi esposo gozaba de buena salud en julio pasa-
do! ¡Él murió recién este febrero!
Se produjo un silencio absoluto.
–¿Cómo pudo Baba decir lo que iba a ocurrir siete me-
ses después? –preguntó una de las profesoras.
Jayalakshmi, que se había tranquilizado por completo
para entonces, respondió con una total convicción basada
en su experiencia personal:
–¡Él lo sabe todo, porque es el Director de nuestras vi-
das! ¡Él conoce el pasado, el presente y el futuro!
Un elocuente silencio saturó la atmósfera mientras el
sentido de aquellas palabras penetraba en cada una de las
personas presentes. Para Jayalakshmi resultó evidente que
toda su vida hasta ese momento había sido solo una pre-
paración para la tarea que el Señor le había confiado ese
día. ¡Esta sagrada tarea era la misión de su vida!
Ella ha estado prestando servicio como Directora de la
Residencia de las estudiantes y como Jefa del Departamen-
to de Inglés en Anantapur durante más de treinta años al
día de hoy. También se desempeñó como Directora del Ins-
tituto durante algunos años.
Jayalakshmi nació en una familia acomodada y profun-
damente religiosa de Bangalore. Era la menor de las tres hi-
jas de Sri Keshav Vittal y Smt. Saroja. A pesar de ser un es-
tricto seguidor de la cultura y las tradiciones indias, Keshav
Vittal era muy tolerante en sus opiniones y enfoque acerca
de los hombres y las circunstancias. La madre de Jaya-
lakshmi provenía de una familia con una formación altamen-
te estética, que llevaba la música en la sangre. Jayalakshmi
aprendió a cantar canciones devocionales con su madre.
Las tres hermanas fueron educadas en las mejores es-
cuelas misioneras cristianas. Jayalakshmi aprobó el examen
para obtener el título de Licenciada en Filosofía, Sociología
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 171 -

y Economía con una medalla de oro de la Universidad de


Mysore. También estuvo entre las muchachas con mejores
calificaciones en el examen de la Maestría en idioma inglés
y Literatura del Madrás Presidency College.
Cuando Keshav Vittal se estableció en Bangalore des-
pués de su retiro, en 1948, sus dos hijas mayores ya esta-
ban casadas. Durante una de sus caminatas en las primeras
horas de la mañana por los jardines de Lalbagh, él oyó ha-
blar a un desconocido sobre Sri Sathya Sai Baba, que tenía
entonces veintidós años. No perdió tiempo y fue a recibir el
darshan de Baba junto con su esposa y su hija menor en la
residencia de Smt. Sakamma, propietaria de plantaciones
de café.
Su primer encuentro con el Avatar los unió a Él para
siempre. Su peregrinaje a la casa de Sakamma se convirtió
en una actividad habitual cuando Baba se encontraba en
Bangalore. A veces, cuando Bhagavan iba a Lalbagh con al-
gunos devotos, ellos también lo seguían. Solían sentarse en
un rincón apartado de los extensos jardines y disfrutar de Su
bienaventurada compañía en el regazo de la naturaleza. Fue
allí donde Baba le pidió a Jayalakshmi que cantara por pri-
mera vez. Las famosas líneas de Gurudev Rabindranath Ta-
gore de “Gitanjali”, “Cuando Tú me ordenas que cante, pa-
rece como si mi corazón se fuera a romper de orgullo; yo
miro Tu rostro y mis ojos se llenan de lágrimas”, vinieron
a la mente de Jayalakshmi. Ella le cantó a su Señor con to-
do el corazón. Su canto de los bhajans de Mira y los kritis
de Purandaradasa y Kanakadasa en presencia de Baba se
volvieron algo habitual aquellas maravillosas sesiones en
Lalbagh.
Cuando Baba regresaba a Puttaparti, ellos hacían viajes
regulares a esa remota aldea ¡donde la vida estaba muy cer-
ca de la Edad de Piedra! A ellos no les importaban las inco-
modidades ni las molestias del viaje y del lugar, porque la
dicha y el éxtasis de vivir con su Señor compensaban am-
pliamente todo lo demás. Aquellos eran los días de infinito
- 172 - B. N. NARASIMHA MURTHY

deleite y total embeleso, que se han perdido en el pasado


para siempre, pero están eternamente grabados en sus
memorias. Sus conmovedoras experiencias con el Señor
dentro y alrededor del “viejo mandir” y en las arenas del río
Chitravati fueron múltiples y de diferentes matices. Jaya-
lakshmi narra dos de ellas:
“Ocurrió hace tiempo, en 1948. Yo había ido a Puttapar-
ti con mi padre y mi madre. El ‘viejo mandir’ de aquellos
tiempos era un edificio muy simple; podía alojar solo a unos
pocos devotos. Durante esa visita, cuatro de nosotras –mi
madre, una joven dama de Bangalore, una anciana viuda y
yo– estábamos durmiendo juntas en el salón principal, en
uno de cuyos extremos se hallaba el altar. Éste era una pla-
taforma elevada sobre la que se habían colocado retratos de
tamaño natural de Shirdi Baba y Swami a ambos lados de la
estatua de plata de Shirdi Baba con Adisesha como Su tro-
no. Un par de lámparas de bronce se mantenían encendidas
en el altar día y noche. Los retratos y la estatua estaban de-
corados con una buena cantidad de guirnaldas. Un aura sa-
grada rodeaba al altar. Mi madre y la anciana viuda ya se ha-
bían dormido, pero la joven dama y yo seguimos hablando
acerca de Swami y Sus enseñanzas hasta bien entrada la no-
che. Alrededor de la medianoche, nos levantamos y nos di-
rigimos hacia la puerta de rejas del salón. No había electrici-
dad en aquel entonces en Puttaparti y era la mitad oscura del
mes. Sin embargo, quedamos sorprendidas al ver una luz
brillante afuera. Atravesamos la reja y salimos. No podíamos
creer lo que veíamos. ¡Una luz brillante envolvía no solo el
área alrededor del mandir, sino que parecía bañar toda la al-
dea con un fulgor incandescente! ¡Las colinas alrededor de
Puttaparti resplandecían con una banda de luz deslumbran-
te que las rodeaba! El brillo de esa luz era casi cegador; nos
resultaba evidente que este misterioso fulgor alrededor de
las colinas había iluminado todo Puttaparti.
A la mañana siguiente, Baba me preguntó: ‘¿Yemi sa-
macharam?’. Yo enmudecí por unos instantes, pero final-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 173 -

mente junté valor para hablarle del milagro que se había


desplegado ante nosotras la noche anterior. Baba sonrió y
dijo: ‘La luz brillante que rodea a las colinas está siempre
allí, ya sea que las personas puedan verla o no. ¡Es dik-
bandhan, la luz sagrada que desvía todas las corrientes ma-
lignas y negativas y evita que ellas entren en este lugar sa-
grado!’. No cabe duda de que hay muchos misterios que
escapan a la comprensión del hombre.
La segunda lila ocurrió en la presencia física de Bhagavan.
Cuando descendimos del auto, Bhagavan estaba parado
afuera como de costumbre con una sonrisa de bienvenida. En
cuanto entramos al mandir, Bhagavan se detuvo y me dijo:
‘Jayamma, canta algunas canciones’. Yo siempre me había
puesto nerviosa al cantar en Su presencia, pero esto era su-
mamente inesperado. Me compuse y canté primero un bha-
jan de Mira, que a Él le gustó mucho. Para mi sorpresa, a me-
dida que la canción continuaba, la guirnalda en el retrato de
tamaño natural de Shirdi Baba comenzó a balancearse suave-
mente. ¡A medida que el ritmo de la canción se hacía más rá-
pido, la larga guirnalda se balanceaba con más fuerza y, por
último, se cortó y cayó cuando la canción terminó! Baba me
miró con una sonrisa afable y bondadosa y me pidió que can-
tara otra canción. Esta vez, ocurrió lo mismo con las guirnal-
das de la fotografía de tamaño natural de Swami. Baba me or-
denó que cantara de nuevo. Emocionada con Su lila, canté
con todo el corazón. Mientras lo hacía, ¡las guirnaldas en la
estatua de Shirdi Baba resbalaron con gracia una tras otra!
Cuando terminé la canción, ¡todas las guirnaldas se hallaban
apiladas sobre el altar! Yo no cabía en mí de dicha. Baba mi-
ró a mi padre, me miró a mí y dijo: ‘¿Chushara?’. ¡Con aque-
llas palabras mágicas, todo el cansancio del viaje había des-
aparecido!”. Sus maravillosas experiencias de aquellos días
pueden llenar las páginas de otro libro.
Jayalakshmi se había casado con el Dr. Gopinath en sep-
tiembre de 1953. Ellos se mudaron a Rajamundry cuando
Gopinath fue nombrado Director del Central Tobacco Re-
- 174 - B. N. NARASIMHA MURTHY

search Institute. Bhagavan nunca dejaba de visitar a los Go-


pinath cuando iba a la ciudad. Keshav Vittal a menudo le
escribía a Gopinath desde Bangalore: “No sé qué quiere de-
cir Baba, ¡pero Él me dice que quiere a Jaya para Su Cole-
gio de Anantapur!”. ¡Eso era muchos años antes de que el
colegio fuera creado siquiera! Cuando Baba visitó la casa de
Gopinath en Rajamundri, en 1964, Gopinath le dijo:
–Swami, puedes llevarte a Jaya cuando quieras para Tu
colegio.
Sin embargo, Baba respondió:
–Gopinath, si Yo me llevo a Jayamma de aquí, ¿quién
cuidará de ti?
Después de eso, todo el asunto fue olvidado hasta oc-
tubre de 1971. Después de la muerte de la madre de Jaya-
lakshmi, en 1964, Keshav Vittal se estableció en Brindavan
según el mandato de Bhagavan. Un día, sintiéndose depri-
mido, Keshav Vittal le contó a su hija –que estaba con él en
Brindavan en ese momento– que había extraviado un me-
dallón de plata con la imagen de Baba que Bhagavan le ha-
bía dado quince años antes. Él solía llevar a cabo el abhis-
hekam del medallón cada mañana.
Cuando Keshav Vittal se encontró de nuevo con su hija
la misma tarde, se veía muy feliz. Le dijo: “Jaya, Swami es
muy bondadoso conmigo. Después de verte esta mañana,
yo seguí buscando el medallón. Al oír unos pasos, levanté
la vista y encontré a Swami parado frente a mí. Él dijo: ‘Sé
lo que estás buscando. Sarojamma vino a Mí en las prime-
ras horas de la mañana y Me lo contó todo. Has perdido el
medallón de plata que Yo te había dado. A ella la preocupa
que tu salud se deteriore si no llevas a cabo el abhishekam
del medallón cada mañana y tomas esa agua sagrada. Me
suplicó que lo recuperara para ti. No te preocupes, Vittal
Rao; tu esposa te cuida como tu ángel guardián. ¡Ella se
preocupa mucho por tu bienestar y estará contigo todo el
tiempo!’. En cuanto al medallón de plata, dijo que me lo da-
ría después de Su viaje a Pandarapur en pocos días”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 175 -

Los ojos de Jayalakshmi se llenaron de lágrimas al oír ese


relato; su corazón estaba lleno de gratitud hacia su querida
madre y su amado Baba. Se sentía muy feliz por su padre.
Después de su bienaventurado y memorable viaje a
Pandarapur junto a su Señor, Bhagavan los llamó a ambos
para una entrevista. Él le dijo a Keshav Vittal: “Vittal Rao,
Swami siempre cumple Su promesa. Antes de darte el me-
dallón de plata, te contaré lo que Sarojamma Me dijo. Ella
dijo: ‘Swami, la caja de plata no solo contiene el medallón,
sino también dos flores secas de jazmín que mi esposo le
había ofrecido al medallón en Bangalore antes de venir
aquí. También hay una moneda de un anna que Tú habías
bendecido tocándola’. ¡Ahora te daré la caja de plata con
todo su contenido!”. Entonces, movió Su mano en círculos
y la caja de plata apareció en Su palma, mientras padre e
hija observaban conteniendo el aliento. ¡Baba quitó la tapa
de la caja y les mostró el medallón con las dos flores de jaz-
mín y la moneda de un anna! Se la dio a Keshav Vittal y le
dijo: “No seas descuidado; ¡guárdala bien! Sarojamma está
muy preocupada por tu salud”. Ellos cayeron a los pies de
su eterno Guardián con lágrimas de alegría y gratitud. Des-
pués de eso, Keshav Vittal se estableció en Brindavan y
Jayalakshmi regresó a Rajamundry.
Los años pasaron rápidamente. En 1971, Gopinath pla-
neaba aceptar un puesto internacional en Irán por tres años
y quería preguntarle a Baba dónde debía permanecer su es-
posa mientras él se encontrara en el extranjero. Cuando le
hizo la pregunta a Bhagavan en Brindavan, Él tomó la ma-
no de Gopinath, lo llevó al rincón del largo corredor donde
se hallaba una maqueta del edificio del Colegio de Ananta-
pur y le aseguró: “No te preocupes. Cuando tú estés au-
sente, Jayamma estará en este colegio. ¡No habrá hombres
en el recinto del colegio excepto los vigilantes!”. La ansie-
dad de Gopinath desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
El viaje de Gopinath a Irán quedó solo en los papeles. Él
murió el 22 de febrero de 1972 en una clínica de Raja-
- 176 - B. N. NARASIMHA MURTHY

mundry seis semanas después de un ataque cardíaco. Baba


había enviado dos cartas a través de Sri Karunayananda
cuando Gopinath se encontraba en la clínica; una era para
Gopinath y la otra para Jayalakshmi. La carta para Gopinath
exudaba amor divino; Baba le había aconsejado que no sin-
tiera temor, pues Él ya le había procurado un lugar en Su co-
razón. En Su carta a Jayalakshmi, Baba no mencionaba nada
acerca de su esposo; Él la había consolado y la había ex-
hortado a ser valiente.
Tres días después de la muerte de su esposo, Jaya-
lakshmi fue a Brindavan a recibir el darshan de Bhagavan,
quien la miró fijamente desde cierta distancia. Él no le habló,
pero más tarde le mandó a decir a través de Sri Ramabrah-
mam que ella debía terminar todas las exequias y regresar
luego. Ella siguió Su mandato. Cuando regresó, Bhagavan la
llamó y le habló; se mostró sumamente compasivo con ella
esa mañana. Jayalakshmi juntó valor para preguntarle:
–Swami, ¿por qué no me hablaste cuando vine aquí in-
mediatamente después de la muerte de mi esposo?
La respuesta de Baba fue:
–¡No hubiera podido soportar tu llanto!
El corazón del Avatar es profundamente sensible ante el
sufrimiento humano. Él dio instrucciones a Jayalakshmi pa-
ra que llamara a su padre mediante un telegrama; Keshav
Vittal se estaba alojando con su hija mayor en Thirunelveli,
en ese momento. Cuando el padre llegó, Bhagavan los lla-
mó para una entrevista. Él le preguntó a Jayalakshmi:
–Jayamma, ¿dónde te gustaría vivir?
–Quiero quedarme con Swami –fue su respuesta inme-
diata.
–¿Qué dices tú, Vittal Rao?
Keshav Vittal le respondió a Baba:
–Swami, ya tengo ochenta y tres años. ¡No sé de nadie
que pueda cuidar a Jaya salvo Tú!
Inmediatamente Bhagavan tomó la mano del anciano
padre en Sus dos manos y dijo:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 177 -

–Vittal Rao, no te preocupes. ¡Yo cuidaré de Jayamma


hasta el final!
Esas fueron las palabras más memorables en la vida de
Jayalakshmi. Padre e hija rompieron a llorar llenos de grati-
tud y cayeron a Sus pies. Antes de despedirse, Él les dijo:
–¡Llevaré a Jayamma al Colegio de Anantapur!
Así fue como la Dra. Jayalakshmi Gopinath se volvió una
de “Sus maestras elegidas”. Su vida, completamente dedi-
cada a la misión de Baba, se ha visto entretejida con las vi-
das de miles de jóvenes mujeres que han pasado por ese
templo del saber en las últimas tres décadas.

✺✺✺

Las cartas escritas por Bhagavan Baba a la Dra. Hemala-


ta, que prestó servicio en el Colegio Universitario Sathya Sai
para Mujeres en Anantapur como directora durante más de
veinte años, son sumamente reveladoras. Las cartas que di-
rigió a esta doctora en Literatura Telugu están escritas en te-
lugu fluido y cubren todos los aspectos de la educación de
las mujeres, particularmente en la India. Aquí tenemos al-
gunos extractos de las epístolas divinas.
Poniendo de relieve el elevado idealismo que lo impul-
só a establecer el colegio universitario, Bhagavan escribió:
“La mujer es la base de la sociedad, y su corazón es la
fuente de todas las virtudes. He establecido esta institución
con la gran esperanza y aspiración de inculcar moralidad e
integridad en la sociedad y para defender el honor de una
gran tradición. Aspiro a que este colegio universitario esta-
blezca elevados ideales en todas las esferas de la vida.
Aquellas que sirven y aprenden en este colegio deben tra-
bajar juntas con mutuo amor y comprensión”.
He aquí Su visión de la educación:
“Así como el relámpago que fulgura brillantemente
contra las nubes oscuras en el akasha, la luz de la sabidu-
ría debe brillar entre las nubes de la educación en hrida-
- 178 - B. N. NARASIMHA MURTHY

yakasha. La educación que no conduce a la sabiduría es


solo una conglomeración de nubes del oscuro humo de la
ignorancia. El mero conocimiento libresco carente de sa-
biduría espiritual, conocimiento general y sentido común
es inútil”.
“Si las personas educadas no poseen virtudes tales co-
mo veracidad, tolerancia, humildad y compasión, los títulos
académicos, como Maestría en Artes, Maestría en Ciencias
y Doctorado en Filosofía, ¡son una mera carga para sus ca-
bezas! Si las personas educadas tienen una mentalidad
mezquina, ¡eso implica una falta de respeto a Sarasvati, la
Diosa del Conocimiento!”.
Bhagavan era intransigente con respecto al carácter y la
conducta de maestros y estudiantes. Él escribió:
“Los maestros no tienen derecho a enseñar lo que no
practican. Los maestros deben comportarse con nobleza y
tolerancia. Si en lugar de eso se revuelcan en el lodo de las
cualidades mezquinas, como el odio, los celos, el egoísmo,
la pompa y el orgullo, arruinarán el carácter y la disciplina
de los estudiantes. A pesar de todos sus logros académi-
cos, tales maestros no serán capaces de ejercer ningún con-
trol sobre sus estudiantes, ya que los estudiantes no los res-
petarán. Junto con las altas calificaciones académicas, los
maestros de nuestro colegio deben tener buenas cualida-
des, como la devoción a Dios, el respeto por los mayores y
la veneración por nuestras nobles tradiciones.
En lugar de dictar aburridas disertaciones a los estu-
diantes sobre el carácter y la conducta, los maestros deben
dar el ejemplo practicando lo que quieren predicar. Los
maestros deben establecer el ideal para los estudiantes in-
cluso en cuestiones mundanas tales como la vestimenta, el
peinado, el modo de caminar, hablar y reír.
La mujer es la Grihalakshmi; ella es el ángel guardián de
los ideales nobles en la sociedad. Sin embargo, si las muje-
res vagan por ahí con vestimenta inapropiada o ligera y el
cabello suelto, ¡ellas solo parecerán rakshasis o pishachis!
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 179 -

¡Es una necedad absoluta pensar que tal vestimenta y pei-


nado son signos de educación superior!”.
Cuando se decidió dedicar la primera hora de cada jue-
ves en el colegio universitario a “clase de moral”, Bhagavan
escribió:
“Ya hemos introducido las clases de moral en Bangalo-
re. Podemos hacerlo también en Anantapur. Cada jueves
por la mañana, durante la primera hora, todas las estudian-
tes y las profesoras tienen que asistir a la clase de moral. Te-
mas como el Bhagavad Gita, el Mahabharata, el Bhagava-
tam, la Biblia, el Corán y las vidas de santos y profetas de la
India y del mundo pueden ser elegidos para su discusión en
las clases de moral. Nuestras disertantes también pueden
dedicar algunas clases a la Cultura India. Es bueno comen-
zar la clase de moral con plegarias. Esta clase puede darse
en el auditorio. Pueden hacerse los cambios necesarios en
el horario para poder acomodar la clase de moral”.
Con respecto a la selección de estudiantes para ser ad-
mitidas en el colegio, Baba escribió:
“Me hace feliz que estén siguiendo el procedimiento y
el criterio establecidos para las admisiones al Colegio. No
deben considerar la recomendación de nadie en este as-
pecto. La selección debe estar basada únicamente en el
mérito. El espacio en la residencia también es una limita-
ción. Yo no interferiré en este asunto. Tienen libertad para
seguir todas las reglas y regulaciones establecidas. Todas
son Mías. Cuando alguien Me ore para ser admitida, Yo le
pediré que se contacte con la Directora”.
Además de proporcionar edificios magníficos, Bhaga-
van se hizo cargo de todas las demás necesidades materia-
les del Colegio; incluso se ocupó de detalles menores co-
mo puede verse en estos extractos:
“Les envío un equipo completo para la banda. Aunque he
adquirido instrumentos nuevos, ahora les mando algunos li-
geramente usados; sería difícil para las estudiantes comenzar
con instrumentos flamantes, ya que tendrían que soplar con
- 180 - B. N. NARASIMHA MURTHY

mucha fuerza en el caso de los de viento. Enviaré el equipo


nuevo para el Cumpleaños. Pueden asignar a una profesora
para que ayude a las estudiantes a aprender a marchar al son
de al menos dos o tres melodías en el tiempo disponible”.
“El material que les fue enviado el día 12 de este mes
es solo una pequeña parte de lo que quiero enviarles. To-
davía hay muchas cosas más para ser transportadas: 150 si-
llas para las estudiantes, 16 mesas y sillas para las profeso-
ras, 8 mesas para el laboratorio de Física, 8 mesas para el
laboratorio de Química, otros equipos para el laboratorio y
muchas otras cosas van en camino. El envío quizás llegue a
Anantapur en dos días. En cuanto reciban los materiales,
háganme saber si necesitan algo más. Yo les proporcionaré
todo lo que necesiten”.
“Mil cuadernos y diarios han sido enviados para las es-
tudiantes. También hay un paquete que contiene algunos li-
bros para la biblioteca. Si algunos de ellos no resultan útiles
para nuestras estudiantes y profesoras, pueden mantener-
los aparte. Los textos en telugu también llegarán allí en un
día o dos. Otros libros de texto –de inglés, química, botá-
nica, zoología, física, historia, etc.– han sido comprados en
Madrás y Bangalore. También llegarán pronto”.
“Si Me mandan las medidas de las nuevas estudiantes,
les enviaré los saris-uniformes para todas ellas...”
Como fundador y patrocinador ideal, Baba proporcionó
completo apoyo moral y aliento a las administradoras de
Sus instituciones educacionales. Cuando el colegio univer-
sitario atravesó en sus inicios algunas dificultades, que te-
nían que ser enfrentadas por la administradora, Él escribió:
“No tienes que preocuparte por nada. Sai está muy fe-
liz con la paciencia y la resistencia que has desplegado du-
rante este tiempo difícil. Sai lo sabe todo. Por eso, tú sim-
plemente tienes que cumplir con tu deber y ser feliz. Que
tu mente no se inquiete debido a estos problemas pasaje-
ros. Yo me ocuparé de todo. Todo estará bien con el paso
del tiempo”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 181 -

Benditos son los maestros elegidos por el Avatar para


enseñar en Sus instituciones educacionales. En una ocasión,
cuando Bhagavan Baba les estaba hablando a los maestros
de Su Colegio Universitario en Prashanti Nilayam, uno de
los profesores le rogó:
–¡Swami, por favor, guíame con respecto a cómo pro-
gresar en la senda espiritual y llegar a la meta!
Baba declaró:
–Cuiden a Mis muchachos y fórmenlos como hombres
nobles y capaces. Eso es suficiente; ¡sin lugar a dudas, ha-
llarán la realización de sus vidas! ¡No necesitan hacer nada
más!
La oportunidad de servir en sus escuelas y colegios uni-
versitarios es un regalo sumamente precioso del Avatar pa-
ra un buscador: es la llave del reino de los cielos.
7

Se extiende para llegar a todos

Es un hecho de la historia que ningún otro personaje di-


vino –sea un santo, un profeta o un Avatar– fue adorado en
vida como Dios en forma humana por millones de personas
en más de cien países como Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.
El Avatar Sathya Sai hizo su advenimiento en un punto su-
mamente crítico de la historia de la humanidad, en el cual
el rápido avance de la ciencia y la tecnología ha causado no
solo el encogimiento del mundo, sino también el encogi-
miento del corazón humano. El encogimiento del mundo
hasta volverlo una aldea global lo ha convertido en un lugar
pequeño donde cualquier suceso en un rincón afecta a to-
dos en todas partes. El encogimiento del corazón humano
ha drenado el amor y la compasión del individuo y la vida
social, lo que a su vez ha conducido a un conflicto sin pre-
cedentes dentro del hombre, entre un hombre y otro y en-
tre el hombre y la Madre Naturaleza. Este conflicto en tiem-
pos modernos ha llegado a amenazar la misma existencia
del hombre. Arnold Toynbee había advertido con toda ra-
zón: “El progreso espiritual del hombre será inversamente
proporcional a su maestría tecnológica”.
- 184 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Hoy la tarea que ha de emprender el hombre de ma-


nera inmediata, para salvarse a sí mismo de la autoextin-
ción, es restablecer el equilibrio entre su cabeza y su cora-
zón. Eso sólo puede lograrse mediante la transformación
interna: reactivando los principios de la fe y el amor en su
corazón. Esa es la misión para la que Bhagavan ha venido.
Él ha declarado: “El amor y la fe son los principios funda-
mentales para redimir la vida humana. Mi vida es Mi men-
saje. Yo amo a todos; esa es Mi naturaleza. ¡Todos son Míos
ya sea que Me llamen por este nombre, por cualquier otro
nombre o incluso por ningún nombre! La Divinidad es la
fuente primordial del amor universal. La fe en la Divinidad
es la clave para desarrollar tal amor. Únicamente la senda
del amor puede transformar al hombre y, en consecuencia,
al mundo”.
Baba, que encarna en Sí Mismo Su mensaje de amor, se
ha extendido para llegar a hombres y mujeres en todo el
mundo más allá de su casta, credo, color, clase social, reli-
gión o nacionalidad. Él ha proclamado: “Este Sai ha venido
para llevar a cabo la suprema tarea de unir a toda la huma-
nidad como una sola familia mediante el lazo de la her-
mandad; afirmando e iluminando la realidad Átmica de ca-
da ser, para revelar lo Divino, que es la base sobre la cual
descansa todo el cosmos; instruyendo a todos para que re-
conozcan la herencia común que une al hombre con el
hombre, para que el hombre pueda librarse de lo animal en
él y elevarse a lo Divino, que es la meta”.
Con mucha frecuencia, Él ha sido Su propio mensajero;
Su relación con cada uno de Sus devotos es personal e in-
dividual. Quienes no han venido ni siquiera una vez a Su
presencia física también gozan de una relación personal con
Él, ya que su modo de contacto no está limitado al plano fí-
sico. Su modus operandi es diverso y múltiple, aunque el
proceso subyacente es básicamente el mismo: evocar la fe,
despertar el amor y establecerlo a uno en una búsqueda in-
terna de la Divinidad. La historia de cada individuo que ha
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 185 -

Se extiende para llegar a la humanidad que llora

Todos libres de temor


- 186 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sido tocado por Él es fascinante. Asomémonos ahora a las


vidas y las experiencias de algunos de ellos en este capítu-
lo y el próximo; cada uno representa a muchos miles de
esos peregrinos en la senda de la fe y el amor.

✺✺✺

Sri N. R. Dwarakanath, un contador público del estado


de Karnataka, en la India, viajó a Bahrain, en el Golfo Pérsi-
co, en 1978, para prestar servicio como contador en una
compañía norteamericana, la National Cash Register Corpo-
ration. Tuvo su primer darshan de Bhagavan en 1974 y se
volvió un ferviente devoto. Vasu, su esposa, había desarro-
llado devoción por Baba desde niña bajo la influencia de su
devoto padre. Junto con unos pocos devotos que vivían en
Bahrain, Dwarakanath estableció el Centro Sai de Manama
en febrero de 1981. Entre treinta y cuarenta devotos se reu-
nían en su departamento para los bhajans semanales. En un
lugar destacado de la sala, se exhibía una hermosa foto de
Baba sentado en la jhula con una manzana en la mano.
En marzo de 1983, los padres de su esposa visitaron
Bahrain para asistir a la celebración del primer cumpleaños
de su nieto. Sri Sundaram Iyengar, su suegro, era devoto de
Baba desde 1950; Smt. Pankajam, su suegra, era una fiel
devota del Señor Venkateshvara y solía cantar canciones de-
vocionales con profundo fervor. Sin embargo, ella no mos-
traba demasiado interés por Baba.
En la noche del jueves 17 de marzo, Dwarakanath había
ido de visita a la casa de un amigo con su esposa y su sue-
gro. Pankajam se encontraba sola en la casa cuidando a su
nieto, Sai Gopal. Alrededor de las 9.15 de la noche, oyó un
golpe en la puerta. Como no esperaba que los miembros de
su familia regresaran tan temprano, ella vaciló en abrir la
puerta. Sin embargo, cuando los golpes persistentes se vol-
vieron más fuertes, ella abrió con gran renuencia. ¡Quedó
estupefacta al encontrar a Bhagavan Baba parado afuera con
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 187 -

Peregrinos en la senda de la fe y el amor

Baba en la jhula con una manzana en la mano


- 188 - B. N. NARASIMHA MURTHY

una manzana en la mano derecha! Él le habló en tamil: “He


traído esta manzana para Dwarakanath”. Pankajam, absolu-
tamente pasmada, permaneció muda y paralizada en el lu-
gar. Ni siquiera extendió la mano para recibir la manzana.
Baba pasó la manzana de la mano derecha a la izquierda,
materializó vibhuti y se lo aplicó a la dama en la frente.
¡Luego dio media vuelta, caminó unos metros y desapare-
ció en el aire!
Dwarakanath y los demás regresaron a su departamen-
to a las 10 de la noche. Dwarakanath tuvo que abrir la puer-
ta con un duplicado de la llave, ya que no había respuesta
desde el interior cuando golpeó a la puerta repetidas veces.
Encontraron a Pankajam sentada en un estado de profunda
conmoción y transpirando profusamente. También se asom-
braron al ver una gruesa marca de vibhuti en su frente. Sien-
do una ferviente y casi fanática vaishnavita, ella se había ne-
gado a creer en Baba y no había querido saber nada con el
vibhuti antes. Le llevó un tiempo calmarse y relatar su in-
creíble experiencia. Ellos se sintieron conmovidos al oír su
relato, pero desilusionados por haber perdido la gloriosa
oportunidad del darshan en la puerta de su hogar. Se en-
tristecieron, porque su Señor ni siquiera había sido invitado
a pasar a la casa cuando llegó allí y porque Pankajam no ha-
bía recibido la manzana de manos de Baba cuando le fue
ofrecida.
Ese mismo día, Bhagavan le había otorgado brahmopa-
desham a 680 vatus en una ceremonia colectiva de upana-
yanam en Prashanti Nilayam. Un sobrino de Dwarakanath,
que estaba estudiando en la escuela en Prashanti Nilayam,
era uno de aquellos afortunados vatus. Bhagavan habló a la
vasta congregación de vatus y a sus padres durante más de
una hora sobre la suprema importancia del mantra Gayatri.
El lunes siguiente, apareció vibhuti en el abhayahasta de
Baba en una fotografía en la casa de Dwarakanath, en Ma-
nama. El número de devotos que llegaba al centro para los
bhajans semanales aumentó. Dos meses después, también
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 189 -

apareció vibhuti en la foto de Shirdi Sai Baba. Mientras que


el vibhuti en la foto de Sri Sathya Sai era similar al materia-
lizado por Él –suave, fino, fragante y de color ceniciento–,
el que apareció en la foto de Shirdi Sai era grueso, de color
marrón y sin olor, tal como el extraído del dhuni en Shirdi.
Cada vez que Pankajam asistía a los bhajans, aparecía vi-
bhuti sobre sus cejas. Una semana antes de la aparición de
Bhagavan en Bahrain, Pankajam había tenido una hinchazón
bajo su rodilla derecha. En el American Mission Hospital de
Bahrain, se le diagnosticó un tumor sebáceo. El consejo del
médico era extirparlo con cirugía. Sin embargo, ¡éste des-
apareció por sí solo milagrosamente el día que ella tuvo el
darshan de Bhagavan! No hace falta decir que Pankajam ha-
bía descubierto, para su completo deleite, que su Señor
Venkateshvara y Sri Sathya Sai eran uno y el mismo.

✺✺✺

El Sr. Robert A. Bozzani y su esposa, de los Estados Uni-


dos de América, dicen: “Fue durante el período 1980-1986
cuando vimos cómo Baba ‘llamaba hacia Él’ a una gran can-
tidad de devotos de los Estados Unidos de América y de
muchas partes del mundo. Ocurrió sin ninguna publicidad
ni proselitismo por parte de los miembros de los centros
Sathya Sai Baba”.
El propio Bozzani tuvo la experiencia del “llamado” de
Bhagavan en diciembre de 1973. Eso fue aproximadamen-
te un año después de la muerte de su padre. En ese tiem-
po, él estaba profundamente obsesionado con “una infelici-
dad” surgida de la confusión acerca del propósito de la vida
y de la comprensión de lo efímero de los placeres del mun-
do. Esa desdichada obsesión se convirtió en el trampolín de
su búsqueda espiritual. Él había oído hablar acerca de Bha-
gavan Baba a su esposa, Bárbara, cuya profesora de yoga
era una devota de Baba. También había visto Sus fotos y ha-
bía escuchado en el fonógrafo los bhajans llenos de senti-
- 190 - B. N. NARASIMHA MURTHY

miento cantados por Él, pero no demostraba ningún interés


en Baba.
Finalmente, el “llamado” le llegó a Bozzani el 9 de di-
ciembre de 1973. Baba se le apareció esa noche en su ho-
gar en Norteamérica. No era ni un sueño ni una visión; ¡Él es-
taba allí en persona! Baba le habló con la voz de su difunto
padre: “¡No te preocupes... todo estará bien!”, y desapare-
ció. ¡Pero eso no fue suficiente para Bozzani! Él siguió vaci-
lando hasta que su esposa le anunció: “Me voy a ver a Sa-
thya Sai Baba, vengas tú o no”. No le quedó otra opción que
viajar con su esposa, aunque a regañadientes, en febrero de
1974. Integraron un grupo con la profesora de yoga como
guía. En Bangalore, Bozzani le dijo a su esposa: “Te dejaré
en Prashanti Nilayam, haré arreglos para que todas tus ne-
cesidades estén cubiertas y regresaré a Bangalore para visi-
tar lugares de interés”. ¡Ni siquiera hizo cerrar la cuenta del
hotel, pues quería regresar el mismo día! Ellos llegaron a
Prashanti Nilayam bastante entrada la noche, de modo que
él decidió quedarse y viajar a Bangalore al día siguiente.
La mañana siguiente, Bhagavan llamó a su grupo a una
entrevista y les habló durante veinte minutos. Mientras Boz-
zani lo escuchaba, sintió un movimiento profundo en su co-
razón, y como un relámpago cruzaron por su mente tres pre-
guntas que lo habían inquietado cuando era un niño de doce
años. Estas preguntas habían surgido en su mente de niño
durante una clase de religión, cuando un maestro dijo:
“¡Dios se enfadará mucho si asisten a otra iglesia!”. La pri-
mera pregunta era: “Si hay un Dios, Él debe ser un Dios pa-
ra todos. ¿Cómo podría ser de otro modo?”. La segunda
era: “Si hay un Dios, ¿por qué no pudo venir antes de Jesu-
cristo y por qué no, después de Jesucristo?”. La tercera era:
“¿No debería haber mucho más con respecto a este mundo
y el universo de lo que el hombre piensa que hay?”. Las
respuestas también le llegaron desde su interior mientras
escuchaba la voz etérea de Bhagavan: “Sí, hay un Dios y Él
es para todos. Sí, Él ha venido antes y también después de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 191 -

El Divino Imán
- 192 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Jesucristo, y en este preciso momento ¡Él está aquí! Sí, hay


mucho más con respecto al universo de lo que el hombre
piensa que hay”.
Después de esa entrevista, Bozzani se acercó a su espo-
sa y le dijo: “Sathya Sai Baba es Dios. No regresaré a Ban-
galore, quedémonos”. Así comenzó su maravilloso viaje con
su amado Señor. En uno de sus encuentros posteriores con
Swami, Él confirmó que había visitado su hogar el 9 de di-
ciembre de 1973. Su amor por Él se volvió el áncora de sus
vidas. “¡En presencia del amor, los milagros tienen lugar!”,
declaró Robert Schuller. Muchos milagros tuvieron lugar en
sus vidas, incluso la desaparición del cáncer de Bozzani
mediante una palabra de Swami. Sin embargo, ambos sien-
ten que el milagro más grande es el constante flujo de gra-
cia y amor en sus vidas, que los mantiene serenos frente a
los altibajos de la vida.
Robert Bozzani, que es actualmente presidente y fidu-
ciario del Sathya Sai Book Center of America, y su esposa
Bárbara, directora del Sathya Sai News Letter de los Estados
Unidos, recuerdan haber visto a Baba “llamando hacia Él” a
muchas personas entre los años 1980 y 1986:
“A principios de la década de 1980, nos mudamos a
Phoenix, una gran ciudad con una población superior al mi-
llón y medio de personas. Antes de mudarnos allí, le pre-
guntamos a Swami si debíamos iniciar un Centro Sathya Sai
Baba en Phoenix. Baba dijo con énfasis: ‘Sí, muchos llega-
rán’. Nos sentimos muy felices de poder servir en Su misión
incluso en el nuevo lugar.
Siguiendo instrucciones de Swami, abrimos un Centro
Sathya Sai Baba. Ninguno de los dos es músico, ni podemos
guiar en los bhajans; de modo que comenzamos las reu-
niones en el centro cada jueves por la noche intentando
cantar bhajans indios solo nosotros dos ¡con un grabador
como guía! Teníamos un gato y un perro como mascotas en
nuestro hogar, ¡y ambos parecían disfrutar escuchando
aquellas canciones!
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 193 -

Después de algunas semanas, una joven golpeó a nues-


tra puerta. Ella se acababa de mudar a Phoenix desde Nue-
va York y quería unirse al centro. Se había graduado en una
famosa Escuela de Música del país; sabía cantar bhajans y
también tocar varios instrumentos.
Con una cantante de bhajans competente y experi-
mentada en el lugar, Swami comenzó a enviar más y más
gente al centro. Las personas parecían salir de la nada,
simplemente llegaban los jueves por la noche. La mayor
concurrencia a los bhajans nos impulsó a tener una reu-
nión pública una vez por mes, el domingo por la tarde, en
el centro. Teníamos como disertantes a Elsie Cowan, Char-
les Penn, Jack Hislop y unos pocos más. Estas reuniones se
hicieron más grandes y el centro creció. Tal como Swami
había dicho, muchos llegaron.
Durante este período, hubo una asombrosa expansión
de centros Sai en los Estados Unidos de América y en otras
partes del mundo. Durante la década de 1970, no había
más de veinte Centros Sathya Sai Baba en nuestro país. Sin
embargo, en la década de los ochenta, éstos comenzaron a
crecer rápidamente y ahora hay más de 225 centros”.
La siguiente es otra de las experiencias de los Bozzani
sobre cómo Swami llamó a Sus devotos hacia Él y Sus cen-
tros a principios de la década de los ochenta. En las reunio-
nes en el Centro Sathya Sai Baba de Phoenix, Bozzani daba
paquetes de vibhuti a aquellos que los pedían. Dos parejas,
que asistieron a una de las reuniones, regresaron a su ho-
gar y abrieron estos paquetes. Quedaron estupefactos al
ver cómo el vibhuti se transformaba en muchas flores pe-
queñas y hermosas. Este signo de gracia afectó a las dos
parejas en forma muy diferente. Una de ellas se sintió con-
movida por la gracia de Baba y se convirtió en ferviente de-
vota. ¡La otra se sintió tan asustada y confundida con esta
experiencia que jamás regresó al centro!
Muchos otros signos de gracia se manifestaron en la vi-
da de la primera pareja. La esposa, una ejecutiva que traba-
- 194 - B. N. NARASIMHA MURTHY

jaba para una cadena de restaurantes, renunció a su trabajo


y se volvió un miembro muy activo del centro; también se
convirtió en la primera maestra de Balvikas en Phoenix. El
esposo era un fumador empedernido y solía consumir varios
paquetes de cigarrillos por día. A pesar de saber que a Swa-
mi no le gustaría que él continuara con este hábito indesea-
ble, no podía evitarlo ni con sus mayores esfuerzos, que in-
cluían plegarias a Swami. Sin embargo, Swami lo ayudó a
dejar ese mal hábito de un modo sorprendente: ¡Él hizo que
uno de los paquetes de cigarrillos que tenía ese hombre se
volviera inagotable! ¡Este caballero fumó continuamente du-
rante tres días del mismo paquete, que le proporcionaba
tantos cigarrillos como él deseaba! Recién el tercer día, se
dio cuenta de lo que estaba ocurriendo; ¡la milagrosa ilusión
del paquete de cigarrillos inagotable lo impactó tanto que
dejó el destructivo hábito!

✺✺✺

El Prof. Abdul Razak Baburao Korbu, que enseñaba en


la Facultad de Abogacía de Sangli y en la de Kolhapur, se
había ganado una buena reputación como un profesor de
Leyes muy popular. En febrero de 1981, se sintió alboro-
zado al enterarse de que la nueva Universidad de Bhaga-
van Baba en Prashanti Nilayam necesitaba profesores visi-
tantes para catorce facultades. Él había visitado
regularmente el ashram de Baba durante cuatro años. Sin
embargo, Baba no le había hablado nunca. De hecho, Bha-
gavan lo había mirado solo una vez; eso había ocurrido
tiempo antes, en 1977, pero fue suficiente para cautivar su
corazón para siempre. Según las propias palabras de Kor-
bu: “Me había enamorado de Baba a primera vista y había
enloquecido por Él”. Él estaba seguro de que Baba había
sido quien lo había ayudado a progresar en la vida desde
su situación de chiquillo de los barrios pobres hasta la de
un respetado profesor.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 195 -

“¡Los extranjeros no son extraños para Mí!”3

Bozzani postrándose ante el Señor

3 N.de la T.: Juego de palabras en inglés que no se puede reproducir


en español: Foreigners are My “far-nears”, que significa “Los extran-
jeros son Mis (devotos) cercanos que están lejos”.
- 196 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ahora, había surgido la oportunidad para Korbu de ser-


vir a Baba en Su misión educativa y el profesor se lanzó a
ella. Renunció a su puesto de docente en la Facultad de Abo-
gacía de Kolhapur y envió su solicitud para el puesto de Pro-
fesor Visitante de Derecho Mercantil en el Instituto Sri Sa-
thya Sai de Educación Superior. Durante su visita a
Puttaparti en marzo de 1981, la oficina del Instituto le in-
formó que, en respuesta al anuncio en el Sanatana Sarati, se
habían recibido miles de solicitudes de eminentes profeso-
res de todo el mundo para catorce puestos. Korbu perdió
toda esperanza de enseñar en la Universidad; regresó a
Sangli sintiéndose profundamente deprimido.
En la segunda semana de abril de 1981, ¡Korbu recibió
una carta del Instituto de Prashanti Nilayam en la cual le no-
tificaban su nombramiento! Salió de la oficina, se dirigió di-
rectamente a su dormitorio, se sentó en la cama, luego de
echar llave a la puerta, y lloró como un niño, no sabe duran-
te cuánto tiempo. Le dio las gracias a Bhagavan por esta
oportunidad única. ¡Se preguntaba cómo había sido seleccio-
nado sin haber tenido siquiera una entrevista! La respuesta se
la dio el Vicerrector, el Dr. V. K. Gokak, cuando Korbu se en-
contró con él dos días después en Prashanti Nilayam.
El Dr. Gokak le explicó: “Esa es en sí una historia intere-
sante. Profesor Korbu, ¿cómo podríamos haber entrevista-
do a miles de solicitantes? Le oramos a Swami para que nos
guiara en el tema de la selección. Él dijo que iría a la ofici-
na un día y haría lo necesario. Nos dijo que no hacía falta
abrir ningún sobre ni llamar a ningún postulante. Una ma-
ñana, después del darshan, Él vino a la oficina y yo lo seguí.
Swami nos pidió que esparciéramos todas las solicitudes en
el piso, cosa que hicimos. Él tomó catorce sobres de la pila
en catorce segundos, nos dijo ‘¡Estas personas están selec-
cionadas!’, y se marchó. ¡Cuando abrimos los sobres, des-
cubrimos que había una solicitud para cada una de las ca-
torce facultades! Entre las solicitudes seleccionadas, la suya
era para Derecho Mercantil. Los milagros de Swami se han
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 197 -

vuelto una cuestión de rutina para nosotros ahora. Si tiene


alguna duda, puede reunirse con el Registrador. Excepto
esos catorce sobres, todos los demás aún están sellados”.
Korbu se quedó sin palabras, conmovido por el gesto
de gracia de Baba al seleccionarlo. No le pareció necesario
hablar con el Registrador al respecto y partió hacia Kolha-
pur. Su primer viaje a Prashanti Nilayam como profesor vi-
sitante fue en junio de 1981.
Baba no le había hablado ni una palabra en el primer año
de su servicio como profesor visitante. Una tarde, durante
el darshan, Baba caminó directamente hacia él y Korbu to-
có Sus pies con lágrimas en los ojos. Baba le preguntó:
–¿Cómo está usted, señor?
–¡Estoy bien, Baba! Ahora...
Antes de que Korbu pudiera completar la frase, Bhaga-
van lo interrumpió:
–Lo sé, lo veré más tarde.
Eso hizo muy feliz a Korbu. Lo que le dijo el Vicerrector
al día siguiente aumentó su felicidad: “Swami lo ama mu-
cho. Sus estudiantes dicen que usted enseña muy bien”.
Ese domingo por la tarde, después de otorgar darshan a los
devotos, Bhagavan caminó hasta Korbu en la veranda del
mandir y le preguntó:
–¿Cuál es su primer nombre, señor?
–Abdul Razak, Swami.
–¿Cuál es el significado de Abdul?
–Significa “devoto”, Baba.
–¿Qué significa Razak?
Korbu intentó balbucear algo. Baba Mismo dijo:
–Razak significa Alá. ¿Cuál es el significado de Alá?
–Dios, Baba.
–Eso no es totalmente correcto. Alá significa “lo más al-
to” o “por encima de todo”; ese es también el significado
de Parameshvar: Parama Ishvar. No hay diferencia. Alá y Pa-
rameshvar son uno. Él se ha manifestado a Sí mismo como
este vishva.
- 198 - B. N. NARASIMHA MURTHY

La mente de Korbu quedó en blanco de dicha. Luego,


Baba lo llamó al cuarto de entrevistas. Korbu rompió a llo-
rar cuando estuvo totalmente a solas con su Guardián por
primera vez. Bhagavan estableció una armonía instantánea
con él, diciéndole: “Siéntate cómodo y no llores. ¡Por qué
temer si Yo estoy aquí! Tú eres Abdul, Mi Abdul, y Yo soy
Tu Razak; tú lo sabes bien”. La segunda entrevista que Ba-
ba le concedió al día siguiente resultó ser un hito en la vida
de Korbu. Él relata lo siguiente:
“Baba llamó a nueve extranjeros junto conmigo al cuar-
to de entrevistas. Después de explayarse acerca de algunos
temas espirituales en el cuarto externo, Él me llamó a mí
solo al cuarto interno. Baba dijo:
–Yo sé que tienes fe en Mí, pero tú no crees en Mi po-
der de crear objetos. ¿No es así?
La pregunta me dejó pasmado; Baba había puesto al
descubierto la duda oculta en mi corazón durante los últi-
mos cinco años. Me alegró que Baba Mismo hubiera saca-
do el tema. Le dije:
–Perdóname, Baba. Lo que has dicho es correcto.
Baba dijo con gran ternura:
–Tu falta de fe en Mi poder para materializar es genui-
na. Me gusta tu franqueza y te amo. Es bueno que no des
nada por sentado. Ahora bien, ¡puedes pedirme cualquier
cosa y Yo te la daré en este preciso instante! Tómate tu
tiempo, piensa y pídeme cualquier cosa que desees.
Después de pensar por unos momentos, sabiendo que
había muy pocos musulmanes entre Sus devotos, decidí
pedirle:
–¡Baba, por favor, dame un objeto que contenga dentro
de sí al universo entero y que además tenga marcado en él
algún símbolo de mi religión!
Baba sonrió dulcemente y dijo:
–Abdul, ¿tú crees que Me has hecho un pedido impo-
sible?
Yo continué mirando a Baba en silencio.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 199 -

Él me dijo, mostrándome la palma de la mano:


–Mira Mi palma. ¿Ves algo allí? No hay nada en ella ni
detrás de ella. Puedes verificarlo por ti mismo.
Él dio vuelta la palma hacia abajo; la manga de Su túni-
ca estaba por encima del codo. No me atreví a tocar Su ma-
no. Sin embargo, Baba tomó mi mano enérgicamente y la
movió alrededor de Su palma y Su mano. Después de eso,
Él dijo:
–Abdul, continúa mirando el centro de Mi palma por
unos instantes.
Mientras yo miraba Su palma boquiabierto, en pocos
segundos, la piel en el centro de la palma se abrió y pude
ver un objeto grande y redondo saliendo de ella. Pronto la
piel se volvió normal como antes y había allí un anillo bri-
llante, que cayó al piso.
Baba me dijo:
–Levántalo, míralo con detenimiento y luego entrégamelo.
Yo lo inspeccioné con mucho cuidado; tenía una luna
creciente y una estrella grabadas en oro. Lo puse en Su pal-
ma y le pedí:
–Baba, no puedo entender qué significa este anillo. Por
favor, explícame.
Baba rió y dijo:
–¡Tú sólo naciste como musulmán, pero no sabes nada
acerca del islamismo!
Era cierto; yo no sabía mucho acerca de mi propia reli-
gión; y tampoco era una persona verdaderamente religiosa.
Baba me explicó:
–He hecho este anillo de oro en ashtakonas con nava-
ratnas incrustados; ambos representan al universo. En el
medio de los navaratnas he puesto el símbolo islámico de
la luna creciente y la estrella en esmeraldas, que son de co-
lor verde. Estas piedras verdes también representan a tu re-
ligión. Ahora bien, pondré este anillo en el cuarto dedo de
tu mano izquierda, ya que el dedo de tu mano derecha es-
tá deformado.
- 200 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Sorprendido, miré los dedos deformados de mi mano


derecha. Baba deslizó el pesado anillo brillante en mi dedo;
era la medida perfecta. De regreso en el cuarto externo, Ba-
ba les habló a los extranjeros que esperaban allí sobre el
anillo y mi falta de fe y dijo con agudeza:
–¡Él es un devoto travieso (¿difícil?)!4
¡Solo después de salir del mandir me enteré, a través de
un devoto musulmán norteamericano que le echó una mi-
rada al anillo, de que Baba había inscripto la palabra ‘Alá’ en
lenguaje arábigo, que yo no conocía, en el centro de la es-
meralda verde!”.

✺✺✺

El Sr. Philip Mathew Prasad había nacido en una familia


sumamente religiosa de Palghat, en el Estado de Kerala. Al
vivir en una atmósfera de armonía comunitaria en la ciudad,
los primeros años de Philip estuvieron marcados por una
comprensión de los valores espirituales y morales funda-
mentales, comunes a todas las religiones. Sin embargo, hu-
bo un abrupto cambio en su punto de vista cuando fue tras-
ladado a Trivandrum a los quince años de edad para
proseguir sus estudios superiores. Los vientos del pensa-
miento marxista que soplaban fuertemente lo arrastraron en
otra dirección y él se volvió un ateo fanático. A los dieci-
siete años, se convirtió en líder del movimiento estudiantil
marxista y a los dieciocho era miembro del partido. A los
veintiún años abandonó los estudios y se unió al movi-
miento naxalita. Se convirtió en uno de los miembros fun-
dadores del primer Comité de Naxalitas de la India, que se
formó en Calcuta en 1968. Pronto se encontró en el centro

4 N. de la T.: Las palabras naughty y knotty se pronuncian en forma casi


idéntica en inglés, por lo que el Prof. Korbu se pregunta si Bhagavan
dijo “naughty devotee”, devoto travieso o desobediente, o “knotty de-
votee”, devoto difícil o confuso.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 201 -

de los conflictos armados con la policía y los saqueos a los


terratenientes, mientras trabajaba para los tribales en los
senderos de las colinas de Kerala. En el término de un año
se hallaba en prisión.
Philip se encontraba completamente solo en su celda de
la Prisión del Distrito en Kozikode, en 1973. Su ser interno
se hallaba en un estado de confusión. Pasaba su tiempo re-
flexionando acerca de los problemas fundamentales de la vi-
da. El hambre espiritual profunda de su alma se manifestaba
de múltiples formas, obsesionándolo día y noche. Estaba
desilusionado de la ideología y la senda que había elegido
para sí. Sin embargo, el Dios al que le había orado de niño
no abandonó a Philip cuando él se enfrentó con la crisis más
oscura de su vida.
La Organización Sathya Sai local dirigía bhajans en la
prisión justo fuera de su celda. Sin embargo, él se mostra-
ba disgustado e impaciente durante la hora que duraban los
bhajans, ya que su mente estaba en completo desorden de-
bido a su actitud negativa hacia cualquier cosa que fuera
espiritual. Al final de unos bhajans, un voluntario caminó
hasta su celda y le entregó amorosamente una naranja co-
mo prasadam a través de las rejas de hierro. Philip se enfu-
reció y le arrojó la naranja al hombre que se la había dado.
El proyectil golpeó la nuca del voluntario, que dio media
vuelta y miró a Philip. No había ni ira ni miedo en sus ojos;
él tan solo se alejó caminando. Philip se sintió impulsado a
reflexionar profundamente acerca del episodio, que había
causado un hondo dilema moral en su corazón.
Una noche, incapaz de soportar la agonía, se quebró y
lloró descontroladamente. Por fin, un irresistible anhelo de
orar brotó de su interior. Rezó la “plegaria del Señor”, que
Jesús enseñó a sus discípulos, la cual había aprendido de su
madre en la niñez. Pidió una sola bendición: dormir. Ésta le
fue concedida de inmediato; simplemente cayó en un dul-
ce sueño sin sueños sobre la sábana mojada por las lágri-
mas de arrepentimiento.
- 202 - B. N. NARASIMHA MURTHY

La fe que le fue otorgada de nuevo esa noche cambió


su vida por completo. Pasó los siguientes cuatro años en
prisión en plegaria, namasmarana, contemplación y estudio
de las escrituras hindúes, cristianas, musulmanas y budistas.
Profundizó en el mensaje del Bhagavad Gita, explorando la
síntesis entre la filosofía marxista y la Cultura India perenne
en el escenario contemporáneo de carácter multirreligioso.
Muchos años después, su búsqueda lo condujo a las ense-
ñanzas de Sai Baba de Shirdi, que brillaba como el Mesías
de la armonía entre las religiones de la India moderna. Una
afinidad espontánea con la compasiva figura de Shirdi Baba
surgió en su corazón.
Cuando Philip finalmente salió de prisión, se convirtió en
abogado y se dedicó a elevar a las masas oprimidas como ac-
tivista político y trabajador social. Entró en contacto con
Swami Ananda Tirtha, un defensor de las masas y el último
sanyasin-discípulo iniciado por Sri Narayana Guru. Durante
una de sus estadías con Philip, Ananda Tirtha, que se hallaba
muy enfermo, quiso ser llevado al lugar de nacimiento de su
Gurú, Chempazhanti, que se encontraba a pocos kilómetros
de Trivandrum. El sanyasin estaba demasiado débil como pa-
ra caminar siquiera unos pasos. Sin embargo, en cuanto lle-
garon en automóvil al lugar, Philip quedó pasmado al ver a
Ananda Tirtha rebosante de energía y caminando alrededor
del mandir con vigor, derramando lágrimas de devoción.
Ese día Philip tomó conciencia del poder de Gurubhak-
ti. Su corazón anhelaba encontrar un verdadero Gurú.
Ananda Tirtha había visitado Prashanti Nilayam dos veces y
sentía gran veneración por Baba. Sus respetuosas palabras
sobre Baba causaron un profundo impacto en Philip. Ade-
más, el libro Sai Baba, el Hombre Milagroso, de Howard
Murphet, preparó su mente antes de que el llamado llega-
ra de un modo milagroso el día siguiente a la Navidad de
1984. Dos días antes, había dejado su caja con la vesti-
menta de abogado y las carpetas de sus causas en la casa
de su padre, en la ciudad. Su padre se la llevó a las seis de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 203 -

la tarde del 26 de diciembre. Cuando Philip abrió la caja,


oyó un ruido metálico y descubrió un anillo con el rostro
de Shirdi Sai Baba grabado en relieve. ¡Entraba perfecta-
mente en su dedo!
Según las palabras de Philip: “La mera visión del anillo
me llenó de éxtasis, y esa bienaventuranza saturó todo mi
ser durante tres días. Dios ya no era una proposición inte-
lectual; Él se convirtió instantáneamente en una realidad vi-
viente”. Sin embargo, la mente escéptica de Philip no le
permitió estar en paz después de esos tres días. Él dice:
“Tenía la duda persistente de que algún devoto demasiado
fervoroso y ansioso de difundir el mensaje de Baba hubiera
colocado el anillo en mi caja. Recorrí las tiendas de Trivan-
drum donde se venden tales recuerdos buscando un anillo
similar. Fracasé, no miserablemente, sino felizmente”.
Pronto Philip llegó a Prashanti Nilayam y tuvo el darshan
de su Maestro. Sin embargo, la carga de culpa que había
llevado en su corazón y la sospecha con la que otros lo mi-
raban impedían que él sintiera paz y felicidad. Finalmente
fue salvado del torbellino de culpa por Su Señor durante las
celebraciones de Onam en 1985. Esa primera entrevista con
su Maestro fue el momento decisivo de su vida.
Philip recuerda con absoluta alegría: “Swami me acep-
tó tal como yo era, completamente, sin manipularme. La
aceptación incondicional me llenó de bienaventuranza. En
esa entrevista, que duró cuarenta y cinco minutos, Swami
repitió diecisiete veces ‘¡No manches tu conciencia con cul-
pa!’. Él me trató como si yo fuera Su único amigo y la úni-
ca persona digna de Su amistad en todo el universo. ¡Qué
orgulloso y confiado me sentí! Nadie me había aceptado
antes; ni siquiera mi madre. El ‘mundo’ quería cambiarme
primero y recién después aceptarme. Sin embargo, el ‘Ver-
bo’5, que es Swami, simplemente me abrazó tal como yo

5 N. de la T.: Juego de palabras entre world, “mundo” en inglés, y


Word, el “Verbo” en inglés.
- 204 - B. N. NARASIMHA MURTHY

era. Esta aceptación desató en mí un estallido de lágrimas,


que empaparon mi vestimenta y Su túnica. Swami secó mis
lágrimas con Su pañuelo, materializó vibhuti y lo vertió den-
tro de mi boca”.
Baba materializó un anillo con una esmeralda para Phi-
lip. Mientras se lo obsequiaba, Bhagavan miró el anillo que
ya adornaba el dedo de Philip y le preguntó con un deste-
llo en Sus ojos: “¿Ese anillo se puede conseguir en las tien-
das?”. Philip comprendió que Baba se estaba burlando de él
por su naturaleza incrédula. Había regalos materializados
para cada miembro de su familia. Su hijo de tres años reci-
bió una cruz de oro adornada con perlas. Para su hija, había
un medallón con los retratos de Baba en una cara y de Cris-
to en la otra; y para su esposa, un medallón con el rostro de
Shirdi Baba y la inscripción “¡Por qué temer si Yo estoy
aquí!” grabados en él.
No hace falta decir que Philip se convirtió en un mensa-
jero muy eficaz del Avatar Sai en Kerala. Su talento para ha-
blar en público y para escribir, y su celo por el bienestar pú-
blico hallaron la realización en Su misión. Durante uno de
sus viajes a Calicut, él supo que el verdadero momento de-
cisivo de su vida no fue la primera entrevista con su Maes-
tro, ¡sino la ocasión en que le arrojó la naranja como pro-
yectil a un humilde servidor de su Maestro! Philip recuerda:
“En una oportunidad, fui invitado por la Organización
Sathya Sai Baba del distrito de Calicut para hablar sobre
Bhagavan Baba a un vasto público apiñado en el ayunta-
miento de la ciudad. Durante el transcurso de mi charla,
mencioné los primeros bhajans Sai a los que había asistido
de mala gana mientras estaba en prisión y mi colérica reac-
ción a ellos. Después de mi charla, un anciano se me acer-
có e insistió en que visitara su hogar cerca de allí. Su nom-
bre era Sri Shankara Iyer y era un vendedor mayorista de
flores que se había vuelto devoto de Baba muchas décadas
antes. Me ofrecieron una taza de café en su vivienda. Des-
pués de beberla, él rompió a llorar y me narró esta historia:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 205 -

Shankara Iyer era el voluntario que había sido golpeado


por mi naranja-proyectil en la prisión. Cuando la naranja lo
golpeó, él sintió compasión por el joven enfurecido que se
hallaba en la celda: yo mismo. Él le oró así a Bhagavan:
‘Swami, derrama Tu misericordia sobre este muchacho y
transfórmalo para que sea feliz. ¡Quizás algún día, con Tu
gracia, yo pueda ofrecerle una taza de café en mi casa!’.
Swami había escuchado las plegarias de Shankara Iyer y ha-
bía acudido a socorrerme. Fue por esa época que se pro-
dujo el cambio en mi vida y yo recuperé la fe en Dios. ¡Des-
de la misma celda en la que él fue golpeado por mi
naranja-proyectil, yo fui enviado por Swami a un largo via-
je en el que Shankara Iyer fue el Jefe de estación!”.

✺✺✺

El Sr. Leonardo P. Gutter (de Buenos Aires, Argentina)


había oído hablar sobre Sai Baba en 1981 a una dama que
era miembro de la Organización Espiritual Raja Yoga de la
ciudad. Él era el vicepresidente de esa organización. El re-
lato de la dama sobre cómo había conocido a Baba era muy
fascinante. En su viaje a la India el mes anterior, ella se ha-
bía detenido en Londres por unos días. Allí visitó una bi-
blioteca y, mientras se encontraba mirando los libros de una
estantería, ¡un volumen del estante superior le cayó en la
cabeza! Era un libro sobre Baba. Al hojearlo, ella sintió un
profundo deseo de conocer a Baba. Visitó Prashanti Nila-
yam, donde Baba le concedió una entrevista. De regreso en
Buenos Aires, ella les habló a los miembros de su organiza-
ción acerca de Baba con gran entusiasmo y emoción. Les
dijo que Él era el Avatar –el Mesías– que el mundo estaba
buscando. Eso entusiasmó a Leonardo para asistir a las reu-
niones de un grupo de devotos Sai en la ciudad, aunque él
no se consideraba un devoto.
Un tiempo después, Baba surgió en un sueño de Leo-
nardo. Él se hallaba en una habitación con algunos amigos
- 206 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cuando Baba apareció en la puerta y entró. Leonardo pen-


só para sí: “Si Él es el Avatar, ¡yo debería sentir algo espe-
cial cuando Él se acerque a mí!”. Y eso fue exactamente lo
que ocurrió. A medida que Bhagavan se acercaba, él tuvo
una experiencia increíble. Según sus propias palabras: “Co-
mencé a sentir vibraciones en cada célula de mi cuerpo su-
til; luego, cada célula comenzó a burbujear y a estallar con
una energía llena de bienaventuranza. ¡El ananda que yo
procuraba encontrar en mi búsqueda espiritual fue mío en
un instante! Oleadas de energía y bienaventuranza recorrie-
ron mi cuerpo de pies a cabeza”. Con esa experiencia, él
perdió todo control de su cuerpo y cayó al piso. Sin em-
bargo, se encontraba totalmente consciente y en un estado
de completa bienaventuranza. Vio a Baba moviéndose ha-
cia la puerta y se repitió a sí mismo: “¡Baba, Tú eres Dios!”.
Baba se dio vuelta, se acercó a él, lo levantó y lo bendijo
palmeándole la cabeza. El sueño terminó, y Leonardo se
despertó. El sueño llenó su corazón con un deseo vehe-
mente de conocer a Baba y por eso se unió a un grupo de
devotos que se disponía a viajar a la India. Él tuvo su primer
darshan en Madrás, en enero de 1982.
Cuando Bhagavan regresó a Prashanti Nilayam, el gru-
po argentino lo siguió y esperó ansiosamente tener una en-
trevista con Él. Pasaron treinta y cuatro días sin ninguna en-
trevista. Algunos de los miembros del grupo estaban
desilusionados, pero Leonardo creía que Baba no decep-
cionaría a Sus devotos. En lugar de perder la esperanza, él
miró en su interior y realizó una introspección. Esa noche,
pensó: “Tengo que servir a Swami y difundir Su mensaje, ya
que lo he reconocido como el Avatar de esta Era. Debo en-
tregarme a él por completo”. Le oró a Bhagavan para que
le concediera la fe y la voluntad para lograrlo.
A la mañana siguiente, Bhagavan se acercó a Leonardo
en las filas de darshan y le dijo: “Sí, te llamaré a una entre-
vista esta tarde”. Esa tarde, se le concedió al grupo argenti-
no una entrevista, durante la cual Baba le susurró a Leonardo
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 207 -

Darshan en las arenas


frente al Mandir de Prashanti

Bhagavan bendiciendo
a Leonardo Gutter
- 208 - B. N. NARASIMHA MURTHY

al oído: “¡Yo jamás decepciono a Mis devotos!”. Después de


esa entrevista, Leonardo estaba seguro de su misión en la vi-
da: difundir el mensaje del Avatar en su parte del mundo.
Antes de partir de Prashanti Nilayam en marzo de 1982,
Leonardo sintió en su corazón un fuerte anhelo de regresar
en septiembre para tener el darshan de Bhagavan. Sin em-
bargo, sabía que su situación financiera no lo permitiría. No
obstante, le oró a Baba para que cumpliera su deseo y re-
gresó a Buenos Aires. El grupo de devotos en la Argentina,
aunque pequeño, contaba con miembros muy dedicados y
decididos. Ellos recorrieron el país e incluso el extranjero
difundiendo la buena noticia de la presencia del Maestro
Divino en la tierra. Leonardo utilizó todas las oportunidades
de hablar sobre Él ante cualquiera en cualquier lugar.
Al concluir un viaje de negocios a Ecuador, en julio del
1982, Leonardo halló la ocasión de hablarle a un grupo de
Hata Yoga en la ciudad de Quito. Al final de la reunión, un
industrial local muy importante, que había sido embajador
de Ecuador, lo invitó a almorzar a su casa al día siguiente.
Durante el almuerzo, la conversación viró hacia los poderes
sobrenaturales de sanación de Baba. Al finalizar la charla, el
industrial le preguntó: “¿Te importaría ir conmigo a la India
en septiembre para ver a Baba? ¡Si estás de acuerdo, haré
todos los arreglos para el viaje!”.
El alborozado Leonardo accedió y le agradeció a Bha-
gavan por cumplir su deseo. Ellos llegaron a Prashanti Nila-
yam la primera semana de septiembre. En el trayecto a la
India, Leonardo descubrió el motivo del viaje de su amigo.
Él no era un aspirante espiritual; quería suplicarle a Baba
que lo curara de un cáncer en el paladar. Ya había sido so-
metido a una cirugía en los Estados Unidos de América, pe-
ro eso no lo había ayudado. Leonardo le oró a Baba para
que derramara Su misericordia sobre su amigo.
Mientras se hallaban sentados en el recinto del mandir
durante los bhajans vespertinos del noveno día, ocurrió al-
go extraño. El industrial comenzó a sollozar con una emo-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 209 -

ción incontrolable. Leonardo trató de consolarlo, pero fue


en vano. Después de un rato, él exclamó:
–¡Baba es muy bondadoso! ¡Me ha curado del cáncer!
Leonardo, desconcertado, preguntó a su amigo:
–¿Qué quieres decir? ¿Cuándo te habló Baba?
–¿No lo viste venir hacia mí hace unos minutos? –pre-
guntó el industrial.
–¿Cómo es posible? ¡Baba no ha salido en absoluto!
–Baba se acercó, se paró frente a mí y me pidió que
abriera la boca. Luego puso Su mano dentro de mi boca, sa-
có algo y dijo: “¡Estás curado!”. ¡Estoy seguro de que estoy
curado!
Leonardo se quedó sin palabras al oír la asombrosa ex-
periencia de su amigo. Ellos partieron de Prashanti Nilayam
al día siguiente y regresaron a Ecuador. ¡Su oncólogo en
Quito llevó a cabo los estudios necesarios y confirmó que
no había rastros del cáncer! No hace falta decir que el in-
dustrial se volvió un ferviente devoto de Bhagavan. Él es-
cribió su experiencia y distribuyó diez mil copias del escrito
por todo Ecuador.
Una década después, Leonardo P. Gutter se convirtió en
un importante líder del Movimiento Sai de Latinoamérica.

✺✺✺

Sri Chidambarakrishnan era un joven rico de Mukkudal,


localidad situada a veinticinco kilómetros de Tirunelveli.
Provenía de una familia conocida como los “reyes del taba-
co” del sur de la India. La predicción de un renombrado as-
trólogo de que moriría antes del 15 de marzo de 1960 creó
en Chidambarakrishnan un intenso temor y ansiedad. Una
semana antes del límite de tiempo, algunos de sus amigos
le aconsejaron ir a ver a Baba, quien pasaría por Tirunelveli
en Su camino a Trivandrum desde Madurai. Baba visitó las
casas de algunos devotos en Tirunelveli ese día y se detu-
vo en Surendai, una ciudad vecina.
- 210 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Había además otro problema que molestaba a


Chidambarakrishnan. Su hermano mayor, que era una per-
sona muy influyente en esa región, había evitado que él se
casara con una muchacha de su elección; incluso había ob-
tenido una interdicción judicial contra el casamiento basada
en que la novia era aún menor de edad. A la mañana si-
guiente, durante el darshan en Surendai, Baba caminó di-
rectamente hacia él, lo tomó de la mano y lo condujo den-
tro de la casa. Baba le palmeó el hombro y le dijo:
–No te preocupes; tienes una larga vida. No morirás,
como vaticinó el astrólogo. ¡He venido aquí sólo para sal-
varte!
Chidambarakrishnan no daba crédito a sus oídos; sin
poder pronunciar una palabra, sus ojos se llenaron de lágri-
mas. Baba continuó:
–¿Qué hay de tu matrimonio?
–¿Cómo sabes todo esto? –soltó abruptamente
Chidambarakrishnan.
–Este Baba de pelo rizado lo sabe todo. No sientas an-
siedad por nada. ¡Celebraré tu matrimonio en Puttaparti y tu
hermano mayor también asistirá a la ceremonia!
Chidambarakrishnan no podía creerlo. Afirmó en forma
terminante:
–Baba, mi hermano mayor es una persona muy pode-
rosa. No hará caso a las palabras de nadie.
Bhagavan sonrió y le aseguró:
–Confía en Mí. ¡Todo estará bien!
Ante la mirada atónita de Chidambarakrishnan, Baba
materializó un medallón de oro con Su imagen y se lo dio
diciendo:
–He aquí un raksha para ti. Mantenlo siempre contigo.
Desde ese mismo instante, Chidambarakrishnan fue un
hombre diferente; su corazón se llenó de nueva esperanza
y valor al haber encontrado a un guardián omnipotente. Co-
mo le ordenó Baba, él se unió al grupo y viajó a Trivandrum
y a Kanyakumari. Fue testigo afortunado de muchas lilas a
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 211 -

“¡He venido aquí sólo para salvarte!”


- 212 - B. N. NARASIMHA MURTHY

orillas del mar. Cuando regresó a su ciudad natal, había su-


perado completamente el temor a la predicción del astrólo-
go. Las palabras con que Baba lo despidió fueron: “¡Si has
obtenido Daivanugraha, los navagrahas no pueden dañar-
te!”. ¡Cuán cierto es que si uno obtiene la gracia divina ni si-
quiera los nueve planetas pueden dañarlo! Bhagavan cele-
bró su matrimonio en el mandir de Prashanti Nilayam tres
meses después. Como le había prometido Baba, su herma-
no mayor también asistió a la boda.
Durante su larga vida, en la que Bhagavan se convirtió
en su mismo aliento, las lecciones que aprendió
Chidambarakrishnan y las maravillas que vio fueron muchas.
Bhagavan visitó su ciudad natal dos veces; se quedó en su
casa durante cinco días en marzo de 1962 y por dos días en
junio de 1963. A través de los altibajos de la vida, él se asió
firmemente a los pies de su querido Dios. Sus experiencias
con el Avatar de la Era son demasiado preciosas como pa-
ra que se pierdan. He aquí dos vistazos fugaces a su fasci-
nante vida que reflejan la gloria de su Señor.
En diciembre de 1960, Bhagavan residía en Nandana-
vanam, en Whitefield. Una tarde, cuando Chidambara-
krishnan llegó al ashram en su auto, vio a Baba parado fue-
ra de Su casa con Sri B. Ramakrishna Rao, el entonces
Gobernador de Kerala. Él descendió del auto, corrió hacia
Bhagavan y se postró ante Él. Baba le dijo:
–Chidambaram, has llegado en el momento oportuno.
Nos vamos a Bangalore; viajaremos en tu auto.
Chidambarakrishnan le pidió a Baba que le diera diez
minutos para poder limpiar el auto. Había otra razón para su
pedido; ¡quería sacar del asiento trasero su escopeta de dos
cañones antes de que Baba pudiera verla! Sin embargo,
Bhagavan no le dio tiempo y caminó hasta el auto.
¡Chidambarakrishnan sólo pudo empujar la escopeta desde
el asiento hasta el piso en esos breves instantes!
Bhagavan subió al auto junto con el Gobernador, quien
había conocido a Chidambarakrishnan como miembro de la
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 213 -

comitiva que acompañó a Baba en su viaje a Trivandrum.


Baba le dijo al dignatario:
–Chidambaram es un muy buen devoto de Tirunelveli y
está dispuesto a hacer cualquier cosa por Swami.
Chidambarakrishnan, sin poder sacar la escopeta de su
mente, saludó al Gobernador. Ramakrishna Rao se sorpren-
dió al ver la escopeta a sus pies. Sonriendo, le preguntó a
Baba:
–Swami, Tú dices que él es un muy buen devoto. ¿Por
qué lleva esta escopeta con él?
Baba miró la escopeta y luego a Chidambarakrishnan, y
le preguntó:
–¿Qué dices de esto?
Chidambarakrishnan juntó las manos en un gesto de
oración y confesó:
–Swami, Te ruego que me perdones. Aunque llevo la
escopeta como protección personal durante los viajes, me
gusta cazar. Solo les disparo a las aves; ¡no soy vegetariano
de nacimiento, yo las como!
–Chidambaram, tú sabes que Yo estoy en cada ser, ya
sea un ave o una bestia. ¿Cómo puedes herir a una criatu-
ra? Supón que matas a una madre-pájaro, ¿qué suerte
correrán sus inocentes pichones? –preguntó Baba.
–Swami, por favor, perdóname; no lo haré más a partir
de hoy. Te ruego que me des la fuerza para mantener mi
promesa.
–Eres un buen muchacho. Todos cometen algún error.
Sin embargo, un verdadero devoto debe estar dispuesto a
corregirse.
El diálogo continuó mientras el auto comenzaba a mo-
verse. Ramakrishna Rao le preguntó a Baba:
–Swami, ¿tampoco debemos matar criaturas peligrosas,
como cobras o animales salvajes?
–Yo resido incluso en ellos. Cuando tomen conciencia
de esta verdad, ellos tampoco les causarán daño. Incluso si
no se han dado cuenta aún, jamás deben matarlos por pla-
- 214 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cer; solo pueden hacerlo en defensa propia si ellos los ata-


can. Ni siquiera los animales los dañarán si ustedes sienten
amor por ellos en su corazón.
Fue una gran lección para la práctica de la no violencia
en la vida. Chidambarakrishnan resolvió hacerse vegetaria-
no puro y abandonar el pasatiempo de la caza. Sin embar-
go, después de algunas semanas sucumbió a la tentación
cuando su primo le propuso una fórmula de transacción: “Si
no quieres comer carne, está bien. Pero no nos prives del
placer de tu compañía al salir a cazar; por favor, ven con
nosotros al bosque. ¡Estoy dispuesto a asumir el pecado
que pueda resultar de que tú les dispares a las aves!”. Él ol-
vidó la promesa a Bhagavan y mató a dos patos salvajes en
un lago. Su primo descendió del jeep de un salto y buscó
los patos. Todos estaban felices, excepto Chidambara-
krishnan, que regresó a su hogar con el peso de la culpa en
el corazón.
Chidambarakrishnan fue a Puttaparti esa misma tarde.
Bhagavan se mostró tan afectuoso como siempre, pero la
culpa remordía el corazón de Chidambarakrishnan todo el
tiempo. Aunque él quería quedarse allí algunas semanas,
Bhagavan le pidió que regresara a su ciudad a los pocos días,
diciendo: “Tienes un trabajo importante allá”. También ma-
terializó vibhuti, se lo dio a Chidambarakrishnan y le pidió
que lo llevara a su casa.
Al regresar a su hogar, Chidambarakrishnan encontró a
su primo internado en un hospital en grave estado. Al sal-
tar de prisa del jeep para recoger los dos patos del lago ese
día fatídico, una chapa de hierro que sobresalía del vehícu-
lo le había causado un rasguño en la pierna. Él no le había
prestado atención y la tomó como una herida sin importan-
cia, pero ésta le había provocado un virulento ataque de té-
tanos con una fiebre muy alta. En cuanto vio a Chidambara-
krishnan, se lamentó diciendo: “Cometí el horrendo pecado
de hacerte romper tu promesa a Sai Baba y por eso estoy
sufriendo ahora. Me arrepiento de mi pecado y ruego por
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 215 -

Su misericordia; ¡solo Sai Baba puede salvarme!”.


Chidambarakrishnan comprendió que Baba lo había envia-
do enseguida de regreso a su hogar únicamente para salvar
a su primo. El vibhuti dado por Bhagavan llegó en su auxi-
lio y lo curó completamente en pocos días. Ambos primos
dejaron de cazar y se volvieron estrictos vegetarianos.
Mientras Chidambarakrishnan sentía que era muy afortu-
nado al poder disfrutar de lo mejor de ambos mundos –el
material y el espiritual–, su negocio comenzó a caer en pica-
da a principios de la década de los setenta. Para 1980 se ha-
bía convertido en un indigente. No podía resignarse a la du-
ra vida de pobreza, y su fe empezó a vacilar. Sus visitas a Parti
se hicieron menos frecuentes y luego cesaron por completo.
Por supuesto, esto también se debía a que no tenía dinero
para viajar. Culpaba a Bhagavan por no venir a socorrerlo y se
maldecía a sí mismo por su locura de ir tras Él. También se
enfermó, y su salud se vio seriamente afectada. Se volvió
muy irritable y les hizo la vida difícil a su esposa y sus hijos.
En la mañana de Makara Sankranti, mientras
Chidambarakrishnan se hallaba sentado en su casa rumian-
do amargamente sobre su pasado, oyó una voz que prove-
nía de afuera: “¡Chidambaram! ¡Chidambaram!”. El acento le
recordó al de Baba, aunque la voz era diferente. El sirvien-
te, que salió a averiguar quién era, regresó y le informó que
un sanyasin había recorrido el largo camino desde Shirdi
para verlo. Chidambarakrishnan gritó:
–Ya he sufrido suficiente a manos de un sanyasin. No
quiero encontrarme con otro. ¡Échalo!
Cuando el sirviente fracasó en sus esfuerzos por echar-
lo, Chidambarakrishnan salió con su rifle y amenazó al visi-
tante inoportuno, que llevaba un chal ocre alrededor de los
hombros:
–¡Si no te vas de aquí, te dispararé!
El sanyasin sonrió y le dijo:
–¿Por qué estás tan enojado conmigo? La ira no te hará
ningún bien. Si no quieres hablar conmigo, me iré.
- 216 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Luego se alejó. A los diez minutos, el sanyasin estaba


de regreso, esta vez traído por Chelliah, el único amigo de
Chidambarakrishnan en el pueblo que lo había ayudado en
tiempos difíciles. Chelliah le aconsejó:
–Este sanyasin no es una persona común; tiene poderes
maravillosos. Quizás pueda ayudarte.
Por no herir a su amigo, hizo pasar al sanyasin a la ve-
randa. El sanyasin le aconsejó nuevamente a Chidambara-
krishnan que no se enojara y lo consoló diciéndole que las
dificultades que estaba atravesando lo acercarían más a
Dios. Transformó unas flores secas en vibhuti y luego en ho-
jas de bilva de oro, soplando sobre ellas. Sin embargo, es-
to no causó impresión en Chidambarakrishnan; en lugar de
eso, se mostró agitado y le gritó nuevamente al sanyasin:
–No estoy interesado en esta prestidigitación. ¡Solo
quiero recuperar el dinero y las propiedades que perdí!
¿Puedes darme eso?
–Tú sabes que Yo puedo hacer cualquier cosa. Tú sabes
quién soy y sin embargo simulas no conocerme. Llévame a
tu cuarto de puja arriba.
–Pase lo que pase, no permitiré que entres a mi casa.
Por favor, vete. ¿Por qué me persigues?
Chidambarakrishnan no podía controlar su exasperación.
Su esposa, que estaba observando la escena a través de la
ventana, salió a la veranda y le rogó que llevara al sanyasin
arriba. Chidambarakrishnan le hizo caso y llevó al sanyasin al
cuarto de puja en el primer piso; su esposa también los si-
guió. El sanyasin sacó su rudrakshamala y lo apretó. Un dul-
ce néctar fluyó de él, y el sanyasin se lo dio a beber a la pa-
reja. Arrancó una rudraksha del mala y se la dio a
Chidambarakrishnan, quien chilló angustiado:
–¿También quieres que me vuelva un sanyasin? No,
tengo una familia que cuidar.
El sanyasin miró a la esposa de Chidambarakrishnan y le
dijo:
–Aconséjale a tu esposo que no se enfurezca.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 217 -

En un abrir y cerrar de ojos, se quitó el chal de alrede-


dor de los hombros. Hubo un destello de luz brillante, que
obligó a la pareja a cerrar los ojos. Cuando los abrieron nue-
vamente, Bhagavan Baba estaba parado en el lugar del san-
yasin. Baba fue pura compasión cuando le dijo:
–Desde el momento en que Me viste como el sanyasin,
tú supiste muy bien quién era Yo. Sin embargo, Me tratas-
te mal y Me insultaste.
Chidambarakrishnan rompió a llorar y cayó a los pies de
Baba acompañado por su esposa. Le suplicó:
–Swami, perdóname y quítame la vida por el pecado
que he cometido. Ya no puedo vivir más en la pobreza.
–¡He venido a darte la vida y no a quitártela! Eso fue lo
que hice cuando tú Me encontraste en Surendai hace vein-
te años. ¿Cómo pudiste olvidarlo? Soy consciente de todo
lo que te ha pasado. El placer y el dolor se siguen uno al
otro como el día y la noche. Solo Dios es tu eterno compa-
ñero. Esa es la lección que tienes que aprender ahora.
Bhagavan pidió un vaso de leche. Después de beber la
leche, les pidió que le ofrecieran arati. Bendijo a la pareja
diciendo:
–Todo estará bien con el correr del tiempo. Ahora debo
marcharme. No Me sigan.
¡Salió del cuarto de puja y descendió las escaleras mien-
tras la pareja permanecía clavada en el piso!

✺✺✺

El Sr. Bill Liam Mckay Aitken, de Escocia, que se consi-


dera un “nómada espiritual”, eligió ser un indio naturaliza-
do en los años sesenta y viajó por todo el país. La expe-
riencia que adquirió sobre la “geografía espiritual de la
India” lo convirtió en un famoso escritor de muchas narra-
ciones populares de viajes. Bill Aitken, un consumado es-
critor de libros como Riding the Ranges, The Nanda Devi Af-
fair y Branch Line to Eternity, ha escrito un libro notable
- 218 - B. N. NARASIMHA MURTHY

acerca de Bhagavan Baba: Sri Sathya Sai Baba: A Life. El li-


bro ha captado la esencia espiritual de la vida de Bhagavan
y lo retrata como un Maestro Mundial en tiempos moder-
nos, de la estirpe de Gautama Buda y Jesucristo.
Aunque los devotos de Bhagavan Baba quizás no estén
completamente de acuerdo con Bill Aitken en sus explora-
ciones intelectuales sobre el misterio insondable del Avatar,
nadie puede estar en desacuerdo con él cuando declara:
“Lo que Sathya Sai Baba despierta en mí es un sentimiento
tan enloquecedoramente hermoso que estoy convencido
de que todos en el mundo desearían experimentarlo”.
Bill Aitken vio por primera vez a Baba en el invierno de
1972, en la residencia de la Rani de Zind, en Nueva Delhi.
Su primera impresión fue ésta: “Sin ninguna duda, Su pre-
sencia era más electrizante que la de cualquier hombre san-
to o, para el caso, de cualquier ser humano que yo hubiera
conocido jamás. Él parecía crepitar con fuerza psíquica, co-
mo si estuviera cargado de una energía tan vital que uno re-
cibiría una descarga eléctrica si lo tocaba”. Su encuentro
con Baba el 14 de junio de 1980 –nuevamente en el mismo
lugar, después del viaje de Baba a Cachemira– fue extraor-
dinario para Bill Aitken, ya que le salvó la vida seis semanas
después, durante su expedición a los Himalayas. He aquí su
versión de la historia:
“En ese momento, yo me estaba preparando para hacer
un peregrinaje al Santuario de Nanda Devi, una de las cami-
natas más difíciles de los Himalayas. Cuando fui a encontrar-
me con Baba, había llevado conmigo mi equipo de alta
montaña, que incluía sogas, clavos para roca y mi fiel pi-
queta de hielo, una herramienta indispensable para atrave-
sar zonas de hielo escarpadas en las altas montañas. Baba
me preguntó amablemente por mi bienestar y yo le dije que
me gustaría que Él bendijera mi aventura. Mi anfitriona sugi-
rió que yo le diera mi piqueta de hielo para que la bendije-
ra. Él sonrió, la tomó y comenzó a hacer algunas preguntas
sobre la composición del acero usado en su fabricación. Sus
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 219 -

estudiantes, que se encontraban presentes, sabían más acer-


ca de eso que yo. Repentinamente, Él produjo vibhuti de la
nada –sin los movimientos circulares de la palma que yo ha-
bía visto en público– y procedió a frotar la piqueta con gran
intensidad en el extremo del pico. Luego dijo en tono deci-
dido: ‘Tendrás éxito’, y me devolvió la piqueta.
No sé qué es lo que constituye un milagro, pero sí sé
que un mes después, el 26 de julio, mientras escalaba ha-
cia el Santuario, el pico de mi piqueta me salvó la vida.
Mientras atravesaba unas difíciles y húmedas paredes de
roca cortadas sobre la garganta del Rishi Ganges en Rha-
mani, fui ayudado por dos excelentes porteadores de Garh-
wali. Ellos eran tan hábiles y osados que desdeñaban el uso
de sogas y solían cruzar descalzos las paredes mojadas, que
se inclinaban hacia el borde de la garganta. Solían ir ade-
lante fijando la cuerda, luego se sentaban y esperaban a que
yo me jalara hacia arriba con todo mi equipo de montaña.
Comenzamos a subir por una estrecha canaleta de tierra,
que estaba especialmente resbalosa y difícil. No había apo-
yos confiables para el pie en ningún lado, y teníamos que
fabricarlos a medida que subíamos. Miré hacia el abismo
que se abría trescientos metros hacia abajo en la enorme
garganta tallada por el río que corría allí.
Pateé con la punta de un pie para afirmarme en la tierra
húmeda y, estirándome hacia arriba, clavé el pico de la pi-
queta en la tierra por encima de mi cabeza. Para mi cons-
ternación, el pico de 15 centímetros retumbó contra la ro-
ca después de haberse hundido sólo 7 centímetros, no lo
suficiente como para sostener algún peso. En el mismo ins-
tante, la tierra bajo mi pie se desmoronó y sentí cómo yo
iba cayendo suavemente junto con la tierra hasta quedar
colgando sobre la garganta sostenido únicamente por el pi-
co de la piqueta. Durante un instante de agonía, todo mi
peso cayó sobre la piqueta; mis pensamientos eran más de
disgusto conmigo mismo por mi incompetencia que de te-
mor a precipitarme 300 metros hacia una muerte segura.
- 220 - B. N. NARASIMHA MURTHY

De algún modo, esos 7 centímetros de acero no tajaron


la tierra blanda, sino que me sostuvieron el tiempo sufi-
ciente como para que los porteadores descendieran y me
agarraran. Después de salvarnos por milagro algunas veces
más, llegamos con éxito a nuestro sagrado destino –el San-
tuario de Nanda Devi– el sagrado día de Gurupurnima. Hu-
bo otros incidentes espeluznantes en nuestro camino de
vuelta, pero por la gracia de Baba regresamos a salvo y hoy
estoy vivo para narrar la historia”.
Así, Bhagavan se ha extendido para llegar a muchas al-
mas aspirantes en todo el mundo. Ni las distancias ni las di-
ferencias de casta, credo o nacionalidad pueden obstaculi-
zar Su amor y compasión. Él a menudo canta: “No hay
razón para el amor, no hay estación para el amor”. Él es ahe-
tuka dayasindhu. Su compasión incesante y sin causa inspi-
ró a Sri Kasturi a declarar: “¡Si lo necesitas, lo mereces!”. La
saga de Su misericordia al buscar esas almas necesitadas
continúa en el capítulo siguiente.
8

Encanto terrenal con


sabor celestial

Una soleada mañana de 1970, Meenal Manohar Gavas-


kar se encontraba sola en su departamento de Dadar, Bom-
bay. Estaba pensando en su hijo Sunil, que había ido al Es-
tadio Brabourne para representar al equipo de cricket de
Bombay en un partido del Trofeo Ranji contra Gujarat. Su hi-
jo sabía que no estaba incluido en el equipo de once juga-
dores en ese partido, de modo que ni siquiera había lleva-
do los protectores para las piernas al campo de juego; ¡el
muchachito sentía que era demasiado engorroso cargar con
los protectores en el tren! Meenal le oraba regularmente a
Sai Baba de Shirdi pidiéndole que bendijera a su hijo para
que ascendiera en su carrera en el cricket. Su desempeño
en los dos partidos que había tenido la oportunidad de ju-
gar para Bombay en la temporada anterior no había sido na-
da extraordinario, por lo que no era un jugador regular en
el equipo de Bombay.
El esposo de Meenal, Manohar Gavaskar, era bateador
guardameta en un club de cricket de la ciudad, y su her-
- 222 - B. N. NARASIMHA MURTHY

mano, Madhav Mantri, había jugado tanto en el equipo de


Bombay como en el de la India. Sunil había sido bendecido
con un gran talento y a los dieciséis años fue seleccionado
para el equipo escolar de la India para jugar una “Serie In-
ternacional” contra estudiantes de Londres. Su récord co-
mo bateador en el nivel escolar y universitario era bastante
impresionante. Sin embargo, aún tenía que destacarse en
los partidos de primera clase.
Esa mañana, Meenal no sentía demasiada ansiedad, ya
que su hijo no iba a jugar el partido. No obstante, mientras
realizaba sus tareas en la cocina, siguió orando para que él
ascendiera en el juego. Cuando levantó la vista, ¡quedó
pasmada al ver una figura de túnica roja parada junto a la
pared frente a ella! Tenía una espesa mata de cabello rizado
y una cautivante sonrisa. Permanecía de pie, mirándola, con
Su mano derecha levantada a modo de bendición. Ella ja-
más lo había visto antes y no sabía quién era. Aunque sen-
tía intuitivamente que debía de ser una persona divina,
Meenal se sintió turbada. Antes de desaparecer, Él le dijo
con voz dulce en lengua marati: “No te preocupes, solo es-
pera y observa; ¡él marcará una centuria!”. Meenal estaba
conmocionada y perpleja a la vez, pero también sentía al-
borozo por la magnánima bendición. Se preguntaba cómo
podía hacerse realidad eso, puesto que Sunil ni siquiera es-
taba en el equipo de once jugadores. Ansiaba descubrir
quién era esa persona. Se dirigió al puesto de diarios de la
calle, frente a su edificio, donde también vendían láminas
de dioses y diosas.
El vendedor tampoco pudo identificar a la persona que
Meenal trataba de describir con palabras y gestos. Aunque
le dijo que no tenía ninguna lámina de esa misteriosa per-
sona, ella insistió en buscarla en el montón de imágenes
que había en el puesto; pero los esfuerzos fueron inútiles.
Una búsqueda en un segundo puesto tampoco dio ningún
resultado. Al regresar a su hogar, ella pasó nuevamente por
el primer puesto. El hombre le preguntó: “¿Cómo podría
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 223 -

El “pequeño maestro” con su Maestro

Los lances perfectos en el cricket


- 224 - B. N. NARASIMHA MURTHY

estar ahí sin que yo lo supiera? ¡Ni siquiera hice un pedido


para recibir algo como eso!”. Sin embargo, le hizo el favor
de revisar todas las láminas nuevamente. ¡El corazón de
Meenal saltó de alegría cuando notó la lámina que había es-
tado buscando al final de la pila! El nombre –Bhagavan Sri
Sathya Sai Baba– estaba impreso en la parte inferior de la lá-
mina. ¡La postura de Baba en la lámina era la misma que la
de la visión que había tenido en la cocina! Ella le ofreció a
Bhagavan su primer namaskar. ¡El vendedor se la dio gratis,
ya que no había pagado nada por ella!
Meenal regresó a su hogar y, mientras colocaba la lámi-
na en el mismo lugar donde había tenido la visión, el teléfo-
no comenzó a sonar. Era Sunil; quería que ella le llevara in-
mediatamente al estadio sus protectores para las piernas.
¡Había sido incluido en el equipo de once jugadores en el úl-
timo minuto, ya que Ajit Wadekar, el capitán del equipo, se
había lesionado en las redes esa mañana! Sunil tenía que abrir
el juego. Ella corrió al estadio. Cuando llegó allí, Sunil ya ha-
bía abierto el bateo usando los protectores de Ajit Wadekar.
Sunil había marcado 71 puntos para la hora del almuer-
zo y continuó hasta completar su centuria después del al-
muerzo. Para la madre, la predicción de Baba se había hecho
realidad. Más tarde, ese mismo día, ella se enteró de que
Sathya Sai Baba había anunciado que Él era la reencarnación
de Sai Baba de Shirdi. La llenaba de júbilo que Él hubiera res-
pondido a sus plegarias. Hubo una celebración en el hogar
esa noche. Cuando la madre le contó a Sunil acerca de la mi-
lagrosa bendición de Baba para él, su corazón respondió es-
pontáneamente con agradecida devoción a Sai Baba, que
había entrado en su vida de este modo misterioso.
Nada detuvo a Sunil después de ese partido. Acumuló
montones de corridas ganadoras con elegante estilo. Des-
pués de la gira a las Indias Occidentales en 1971, fue cata-
pultado a la categoría de héroe nacional. Cuando finalmente
se retiró, después de dieciséis años de cricket internacional,
había logrado un nuevo récord mundial para el número más
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 225 -

alto de centurias marcadas en partidos internacionales con


treinta y cuatro de ellos a su favor. Había marcado un pro-
medio de 51 en 208 entradas en 121 partidos.
En una ocasión, hablando con Sunil Gavaskar, le pregunté:
–¿Puedes mencionar una ocasión específica en que la
gracia de Bhagavan Baba te haya ayudado a tener éxito en
tu carrera en el cricket?
Su respuesta fue espontánea y categórica:
–No hay una ocasión específica; Él me ayudó todo el
tiempo. ¡No tengo la menor duda de que sin Él a mi lado,
yo no podría haber marcado ni un punto!
Debo decir que su respuesta me dejó perplejo y mara-
villado por la profundidad de su devoción por Bhagavan.
Luego agregó:
–Siempre llevo una fotografía de Baba conmigo adon-
dequiera que voy. Lo primero que hago en la mañana cuan-
do me levanto es ofrecerle a Él mi namaskar; ese es tam-
bién mi último acto antes de irme a dormir –y continuó–:
Además, las veces que fallé en el cricket o en cualquier otro
momento de mi vida, sentí que Él lo había hecho con un
propósito, para enseñarme alguna lección. Quizás yo me
estaba volviendo presuntuoso o arrogante o me sentía or-
gulloso de algún logro. Esta actitud me ha ayudado a no
desesperarme en momentos de fracaso.
¡Sin duda, la humildad es el ingrediente esencial de la
grandeza!
Mientras jugaba un torneo de tres días contra Victoria,
en Australia, en 1977, Sunil, que era el subcapitán del equi-
po, se desgarró un músculo del muslo derecho. Tenía un
dolor muy fuerte y no podía pararse ni ejercer ninguna pre-
sión sobre su pierna derecha. En ese entonces no había nin-
gún fisioterapeuta con el equipo indio. Él se acercó al mé-
dico del equipo de Victoria, quien le aconsejó hacer reposo
absoluto por un mínimo de cuatro a seis semanas. Se sintió
muy desdichado, ya que los partidos internacionales en
Brisbane comenzarían a los diez días, y cuatro semanas de
- 226 - B. N. NARASIMHA MURTHY

reposo significaban que se perdería al menos dos partidos


internacionales. Compartió su decepción con su esposa por
teléfono. Ella le aseguró: “Te enviaré vibhuti de Baba. ¡Tú
sólo tienes que aplicártelo sobre la lesión y estoy segura de
que podrás jugar los partidos internacionales!”. Sunil pudo
recibir el vibhuti a través de Sri Sushil Doshi, el comentaris-
ta de radio, tres días antes del partido. Hasta entonces, ca-
si no había habido mejoría en el estado del muslo a pesar
del reposo y la fisioterapia.
El vibhuti operó el milagro en Sunil; su estado mejora-
ba cada vez que lo aplicaba sobre el muslo afectado. En el
término de un día, el dolor desapareció; solo quedaba algo
de rigidez. El capitán y el director del equipo estaban sor-
prendidos y encantados con la milagrosa recuperación. Un
día antes del partido internacional de Brisbane, el capitán le
dijo a Sunil: “Queremos que juegues mañana aunque estés
al cincuenta por ciento de tu estado físico; pero la elección
es tuya. No anunciaremos la formación del equipo final has-
ta unos pocos minutos antes del inicio”. Sunil se aplicó vi-
bhuti antes de ir a dormir. A la mañana siguiente, cuando se
levantó, ¡se sintió muy bien! Salió a trotar suavemente por
el campo de juego y quedó satisfecho: podría soportar los
rigores del partido internacional. ¡Decidió jugar y en ese
partido marcó su undécima centuria!
Sunil recibió el primer darshan de Bhagavan ocho años
después de que su madre tuviera la visión en la cocina. Fue
el día de descanso en la competencia entre la India y las In-
dias Occidentales en Madrás, en 1978. Él era el capitán del
equipo indio, y Kallicharan era el capitán de las Indias Occi-
dentales. Baba se encontraba en Madrás y estaba dando
darshan en Abbotsbury, en la ciudad. Sunil fue allí con G. R.
Vishwanath y Kallicharan. Ambos capitanes se encontraban
bajo presión, ya que la competencia se hallaba en un equi-
librio muy delicado después del tercer día. Especialmente el
capitán del equipo indio tenía un trabajo de mucha presión
entre manos. Esto es lo que Sunil dijo acerca de esa oca-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 227 -

El Rector inaugura
el Encuentro Deportivo
de la Universidad

Con Sus jóvenes


campeones
- 228 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sión: “Mi primer darshan fue muy sorprendente. Cuando


Swami salió, daba la impresión de que estuviera deslizán-
dose sobre un río que fluía con suavidad. Había un resplan-
dor a Su alrededor y, en el instante en que fijé mis ojos en
Él, me sentí completamente tranquilo conmigo mismo; ol-
vidé todo lo concerniente al cricket y me sentí absoluta-
mente en paz”.
Después del darshan, Bhagavan los llamó a los tres pa-
ra una breve entrevista y los bendijo. Mientras regresaban
al hotel, Kallicharan le dijo a Sunil con tono alegre:
–¡Vamos a ganar este partido con las bendiciones de
Baba!
Sunil respondió:
–Somos dos, Vishwanath y yo, y tú eres sólo uno. ¡Te-
nemos bendiciones dobles y vamos a ganar!
La India ganó ese partido.
Sunil visitó Prashanti Nilayam por primera vez en 1982.
Bhagavan lo bendijo con una entrevista la primera tarde.
Después de la entrevista, Baba lo llevó a la residencia de los
estudiantes, quienes se habían reunido en el hall de plega-
rias. Bhagavan le pidió a Sunil que se sentara en una silla a
Su lado. Mientras él tomaba asiento con gran nerviosismo,
Baba le dijo:
–Hoy es Bakrid. ¡Háblales a los muchachos acerca de la
importancia de la festividad!
Sunil se quedó atónito, ya que jamás pensó que podría
hablar de algo en presencia de Baba y, además, no sabía ca-
si nada sobre el islamismo, el Corán o Bakrid. Le imploró a
Baba:
–Swami, no sé nada acerca de Bakrid. ¿Cómo podré
hablar?
Bhagavan respondió:
–Tú simplemente ve y párate frente al micrófono. ¡Todo
estará bien!
Sunil obedeció la orden. Habló entre diez y doce minu-
tos acerca del islamismo y de Bakrid. Cuando terminó, hu-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 229 -

bo un aplauso atronador. Cuando regresó a su silla, Baba lo


miró y le dijo:
–¿Acaso no te dije que podías hablar?
Sunil sólo unió sus palmas en reverencia. Veinte años
después él me dijo:
–¡Hasta el día de hoy no sé qué dije ese día! Simple-
mente me paré ante el micrófono siguiendo Su orden. ¡Él
mismo habló a través de mí!
Cuando la India ganó la Copa Mundial de cricket en
1983, con Kapil Dev como capitán, Sunil era uno de los
miembros del equipo. El famoso triunfo sobre las Indias Oc-
cidentales, los favoritos, en las finales causó euforia en todo
el país. En 1984, Sunil Gavaskar fue seleccionado para lide-
rar el equipo indio en otro torneo internacional en Austra-
lia para la “Copa Benson Hedges”. Todos los países juga-
dores de cricket tomarían parte en el torneo. Sunil sentía la
presión y el ardor de la tarea. Sin embargo, un día antes de
partir hacia Australia con el equipo, tuvo una visión “de sí
mismo sosteniendo en alto la Copa del Campeonato contra
el fondo de una túnica naranja” en su casa. Inmediatamen-
te, se alivió el peso de toda su ansiedad y tensión. Estaba
seguro de que la India ganaría el torneo. ¡Y eso fue lo que
ocurrió! Esa memorable victoria en el torneo puso fin a las
críticas que decían que la India había ganado la Copa Mun-
dial en 1983 por pura suerte.
En una ocasión, Tony Cozier, el renombrado comenta-
rista de cricket, y Sunil Gavaskar se encontraban juntos en
el palco de comentaristas en las Indias Occidentales, du-
rante una competencia internacional entre la India y las In-
dias Occidentales. Durante algunos momentos aburridos
del partido, la discusión giró hacia las joyas y los ornamen-
tos. El anillo de diamantes en el dedo de Sunil atrajo la
atención de Cozier y la cámara. Inmediatamente, el relu-
ciente diamante del anillo cubrió toda la pantalla de televi-
sión. Cozier le preguntó a Sunil:
–¿Cuánto cuesta?
- 230 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¡Su valor es incalculable, pues me lo regaló Bhagavan


Sri Sathya Sai Baba! –dijo Sunil Gavaskar, siendo él mismo
inestimable, un regalo de Baba al mundo del cricket.

✺✺✺

Una tarde, durante las celebraciones de Su Cumpleaños


número 60 en noviembre de 1985, Bhagavan Baba anunció
al final de Su discurso a la enorme congregación de devo-
tos reunidos en el Estadio Sathya Sai Hill View: “Ahora Shiv-
kumar Sharma tocará el Santur; él es devoto de Swami des-
de hace mucho tiempo. ¡Si quieren experimentar la
divinidad, escuchen su música!”. El anuncio fue recibido por
cientos de miles de devotos provenientes de todo el mun-
do con estruendosos aplausos. El programa original era que
él tocaría el Santur antes del discurso de Bhagavan. Sin em-
bargo, el programa fue cambiado a último minuto. El Pan-
dit Shivkumar Sharma se preguntaba con preocupación si
Baba se quedaría para su recital. Si Él dejaba el estadio,
¿quién se quedaría? ¡Y entonces llegó el anuncio de Bhaga-
van Mismo!
He aquí la descripción de Shivkumar Sharma de esa ex-
periencia: “Me sentí completamente conmovido, y las lágri-
mas comenzaron a manar de mis ojos. No podía ponerme
de pie ni moverme. No daba crédito a mis oídos, ya que,
durante todos estos años, Baba jamás me había llamado por
mi nombre. Con gran esfuerzo, pude ponerme de pie y su-
bir al escenario. Emocionalmente, no me encontraba en con-
diciones de tocar. Baba puso Su brazo en forma amorosa so-
bre mi hombro. Eso tuvo un efecto calmante en mí; me
recuperé y comencé a tocar. Al final del concierto, Baba ma-
terializó un anillo de diamantes y lo colocó en mi dedo”.
Hay grandes músicos que se vuelven sinónimo de los
instrumentos que tocan. ¿Pero cuán a menudo un instru-
mento obtiene una identidad debido a un músico? El San-
tur, el instrumento folklórico de Cachemira –originalmente
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 231 -

llamado shata-tantri vina–, le debe su carácter de instru-


mento clásico al Pandit Shivkumar Sharma. Su padre, el
Pandit Uma Dutt Sharma, que era un famoso vocalista de
Jammu, le había confiado la tarea de incluir el instrumento
en las plataformas de conciertos de música clásica. Él acep-
tó y alcanzó el éxito en ese desafío a pesar de todas las di-
ficultades. Después de profundas investigaciones, hizo al-
gunas modificaciones importantes al instrumento de cien
cuerdas, y logró aumentar su registro para que cubriera tres
octavas. Eso no fue suficiente; tuvo que crear una nueva
técnica para tocar el instrumento con la cual podía sostener
las notas y mantener la continuidad del sonido. Hoy el San-
tur es reconocido como un instrumento clásico no solo en
la India, sino también en todo el mundo.
Shivkumar Sharma oyó hablar por primera vez acerca
de Bhagavan Baba en 1968 al médico de cabecera de su fa-
milia, quien se había convertido en amigo de la familia, el
Dr. M. L. Shukla. Aquellos eran todavía días de duros es-
fuerzos para él. El médico creía que las bendiciones de Ba-
ba ayudarían a Shivkumar en su senda inexplorada y por
eso quería que el músico conociera a Bhagavan. En una
ocasión, Shukla llevó a Shivkumar a la casa de un devoto de
Baba en Vile Parle, donde muchos signos de gracia se mani-
festaban regularmente. Mientras Shivkumar tocaba el Santur
frente a una fotografía enmarcada de Baba, sobre el vidrio se
materializó vibhuti, que cubrió todo el retrato. Esa fue su
primera experiencia de la gracia de Baba.
Cuando Baba visitó Bombay en 1969, Shivkumar fue in-
vitado a tocar el Santur en Sathya Deep, Su morada en el
Dharmakshetra, Andheri. Muchos dignatarios y personajes
importantes de la ciudad se habían reunido en el salón en
presencia de Baba esa tarde. Al final del programa, Baba le
dijo a Shivkumar: “Me gusta tu música. Quiero hablar con-
tigo. Ven aquí mañana por la mañana”. Sin embargo, Shiv-
kumar se sintió preocupado, pues había hecho arreglos pa-
ra asistir a una grabación al día siguiente. Antes de que
- 232 - B. N. NARASIMHA MURTHY

pudiera decir algo, Bhagavan agregó: “No, tú estás ocupa-


do mañana; puedes venir aquí pasado mañana. Trae a tu es-
posa contigo”.
El primer encuentro de Shivkumar y su esposa con Ba-
ba fue memorable para ellos, porque le infundió a él una fe
total en su destino. Bhagavan habló acerca de la aspiración
del músico y de sus esfuerzos por alcanzar el éxito; también
describió gráficamente muchas de sus pruebas y decepcio-
nes y le aseguró: “No te preocupes. Tendrás éxito en tus es-
fuerzos”. La espontánea efusión de amor y gracia divinos
dejó a Shivkumar mudo con la dicha de la plenitud com-
pleta; jamás había experimentado algo igual antes.
Después de unos instantes de silencio, Baba le preguntó:
–¿Qué quieres?
–Swami, solo quiero Tus bendiciones –barbulló Shivkumar.
Sin embargo, su esposa le suplicó:
–No, Swami. Por favor, dale algún recuerdo de Tu gracia.
Bhagavan movió Su mano y materializó un anillo hecho
de un metal blanco con el busto de Baba repujado en oro.
Lo colocó en el dedo de Shivkumar y dijo:
–El tamaño está bien.
–Sí, Swami.
Baba miró a Shivkumar y a Manorama y dijo:
–A partir de hoy, éste es su hogar, y Mi hogar es su co-
razón. ¡Pueden venir a Mí en cualquier momento!
¡De este modo, ese día el Avatar le hizo una invitación
permanente a la afortunada pareja!
El anillo que le había dado Baba adornaba el dedo de
Shivkumar dondequiera que él iba y atraía la atención de mu-
cha gente, en especial, cuando él tocaba en el escenario.
Cuando le preguntaban acerca del anillo, no dudaba en de-
cir que era un regalo de Baba. Esa respuesta hacía que la
gente pensara que Shivkumar era un alma bendecida. Otros
sentían curiosidad y le preguntaban: “Panditji, ¿el anillo ha
cambiado su vida de algún modo?” o “¿En qué forma ha me-
jorado su vida?”. Shivkumar respondía a tales preguntas con
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 233 -

Él toca las cuerdas de nuestro corazón

El Pandit Shivkumar Sharma tocando en el Dharmakshetra


en la divina presencia.
- 234 - B. N. NARASIMHA MURTHY

una sonrisa que era muy natural en él. Se volvió un hábito


para él cantar “Sairam” y ofrecer su pranam al busto de oro
de Baba en el anillo, tocando con él su frente y sus ojos
cuando se levantaba en la mañana y también cuando se iba
a dormir por la noche.
Algunos meses después de su primer encuentro con
Baba, Shivkumar viajó a su ciudad natal, Jammu. Como era
un verano caluroso, dormía en la terraza de la casa. Antes
de dormirse, mientras miraba el busto de Baba en el anillo,
surgió en su propia mente la pregunta que muchos le ha-
bían hecho: “¿Ha habido algún progreso real en mi vida en
los últimos meses?”. Se acostó pensando que nada ex-
traordinario había ocurrido durante ese período. Cuando se
despertó a la mañana, miró el anillo. ¡Quedó consternado al
descubrir que faltaba el busto de Baba! Lo buscó frenética-
mente en la cama y en la terraza; no pudo encontrarlo en
ninguna parte. Se sentía abatido, pues pensaba que su pro-
pia mente dubitativa era la responsable de la desaparición.
Contempló el sol naciente en las montañas orientales y ca-
minó hacia el extremo este de la terraza. De repente notó
algo que brillaba bajo los débiles rayos de sol en el estrecho
parapeto del pórtico debajo de la terraza. Al enfocar sus
ojos sobre el objeto, pudo reconocerlo; ¡era el busto de oro
de Baba! Shivkumar se preguntó cómo había ido a parar allí;
ninguna lógica podía resolver ese misterio.
No fue fácil recuperar el busto de oro. Hizo descender a
un niño pequeño con una soga sobre el parapeto; este lo
tomó y se lo dio a Shivkumar, quien sintió gran alivio. Sin
embargo, a pesar de todos sus esfuerzos usando muchos ti-
pos de pegamento, no pudo fijar el busto sobre el anillo.
Colocó el anillo y el busto en una cajita de plata y lo llevó
consigo dondequiera que fuera. En una ocasión, se encon-
traba en Estocolmo, Suecia, para dar algunos conciertos.
Allí, consiguió un adhesivo especial y trató de pegar el bus-
to al anillo, pero no le fue posible. Una noche, Baba apare-
ció en su sueño y le preguntó: “¿Por qué no te pones el ani-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 235 -

llo?”. ¡A la mañana siguiente, cuando trató de fijar el busto


sobre el anillo, para su sorpresa, lo logró!
Pocos meses después de que Shivkumar hubiera re-
gresado a Bombay, Bhagavan visitó la ciudad. Llegó una
invitación desde el Dharmakshetra para que fuera allí a to-
car el Santur para Baba. Después del recital, Bhagavan le
preguntó:
–¿Cómo fue tu gira por el exterior?
–Baba, con Tus bendiciones la gira transcurrió bien, pe-
ro mi anillo...
Antes de que él pudiera completar la frase, Bhagavan
intervino diciendo:
–Sí, aunque tú creías en Swami, una duda se deslizó en
tu mente una noche y Baba desapareció del anillo. Luego Él
apareció en un sueño y te pidió que te lo pusieras. ¡Desde
entonces, el anillo está perfectamente bien!
A medida que transcurrieron los años, la conexión de
Shivkumar con Bhagavan se hizo más fuerte. Él experimen-
tó la abundante gracia de su Señor en sus muchas facetas.
En una ocasión, su hijo Rahul fue salvado de una muerte se-
gura en un grave accidente automovilístico en Dubai. Du-
rante una de Sus visitas a Bombay, Baba bendijo a Shivku-
mar y a su familia visitando su casa. Por supuesto,
Shivkumar no ha escapado al “tratamiento del taller de re-
paraciones” de manos de Baba, durante el cual aprendió
una lección muy valiosa: “¡Quienes no pueden comprender
Su silencio, tampoco comprenderán Sus palabras!”. Y lo que
es más importante, él aprendió la suprema lección de “en-
tregar el ego a la Divinidad”. Respondiendo a una pregun-
ta sobre su actitud hacia Bhagavan y su enfoque con res-
pecto a la música, reveló: “Yo toco mi música con un
sentido de entrega a Swami. Simplemente soy un instru-
mento en Sus manos. ¡Mi música es mi plegaria a Él!”.

✺✺✺
- 236 - B. N. NARASIMHA MURTHY

En febrero de 1965, el Maharajá Sri Digvijay Sinhji, po-


pularmente conocido como “Jam Saheb” y sucesor al trono
del difunto Maharajá Sri Ranjit Sinhji de Nawanagar, cayó
gravemente enfermo en el palacio de Jamnagar. Sufría do-
lores terribles causados por una piedra en la vesícula biliar.
Era diabético, tenía visión borrosa debido al glaucoma. A
pesar de ser un hombre de fuerte voluntad, la enfermedad
continua a lo largo de varios años lo había reducido a un es-
tado de completa indefensión y él esperaba la muerte co-
mo el único alivio para su sufrimiento. Los afamados médi-
cos que lo atendían sentían la misma impotencia; sugirieron
con cierta duda una cirugía, sabiendo que su frágil cuerpo
no podría soportarla. La Maharaní Gulab Kunwarba sentía
que era imprudente trasladar a su esposo a Bombay, donde
debía practicarse la cirugía.
Jam Saheb estaba desesperado por encontrarse con su
Gurú, Sri Aghoranandaji Maharaj, quien era muy conocido
en esa región como un gran Yogi y un hombre de Dios. El
Gurú llegó a su cabecera después de dos días. El discípulo
real le suplicó a su preceptor:
–Maharaj, no puedo soportar más el dolor. Te pido que
les aconsejes a los médicos que me ayuden a morir.
El Gurú se sintió conmovido, pero tenía un exterior du-
ro que ocultaba su bondadoso corazón. Le dijo:
–¿Es Jam Saheb el que habla o es otra persona? No
quiero oírte hablar así de nuevo.
–¿Qué otra cosa puedo hacer?
El Gurú extrajo una fotografía de su bolso, se la mostró
a Jam Saheb y le preguntó:
–¿Lo conoces?
Jam Saheb, que ni siquiera estaba dispuesto a mirar la
fotografía, le dijo:
–No conozco a nadie. ¡Primero tengo que estar bien,
solo entonces podré ver o conocer a alguien!
–Es el deber del Gurú conducir a su discípulo hacia Dios.
El que aparece en esta fotografía es Dios en forma humana.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 237 -

“¡Quienes no pueden comprender Su silencio,


tampoco comprenderán Sus palabras!”
- 238 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Míralo y órale a Él –le ordenó el Gurú, y sostuvo la foto ba-


jo la lámpara para que el rey pudiera verla.
Jam Saheb miró la fotografía con cierto esfuerzo y su-
surró:
–Es Sai Baba.
–Sí, es Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Aparta tu mente
del dolor y dirígela hacia Él. Baba tiene el poder de eliminar
tu dolor; tú sólo tienes que orarle desde la profundidad de tu
corazón.
La voz del Gurú, llena de convicción, infundió algo de
esperanza en el corazón de su discípulo real. Al oír a la Ma-
haraní hablar con alguien con voz alterada pero firme en el
corredor fuera de la habitación, el Gurú salió.
La Maharaní le explicó:
–Hay un caballero que quiere ver al Maharajá inmedia-
tamente. ¿Cómo es posible? Cuando le mandé decir que él
está enfermo, ¡respondió que no se iría sin ver al Maharajá
o a la Maharaní!
El Gurú le dijo:
–¿Por qué no recibes al pobre sujeto que ha hecho un
largo viaje desde el sur?
–Maharaj, ¿cómo puedo recibir a alguien cuando mi es-
poso está en su lecho de muerte? –le preguntó ella.
–Podría ser alguien importante para nosotros. Vayamos
a verlo juntos.
El Gurú había tomado la decisión. Se le pidió al visitan-
te que subiera. Era el Dr. Ghadia, del Reino Unido, quien,
por supuesto, era originalmente oriundo de Jamnagar. Les
dijo con humildad:
–Lamento molestarlos. Me ha enviado aquí Bhagavan
Sri Sathya Sai Baba. Yo me encontraba en Puttaparti hace
dos días. Baba me dijo que el Maharajá no se encontraba
bien y me dio este paquete de vibhuti para él.
Le entregó un gran paquete a la Maharaní. Ella se sor-
prendió, pero no su Gurú; era como si lo hubiera estado es-
perando. Él exclamó con la alegría de un niño:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 239 -

–¡Te lo dije, él podía ser importante para nosotros! ¡Ya


he colocado la foto de Baba junto a su cama y ahora Él ha
enviado su sagrado prasad!
La Maharaní le dio las gracias al Dr. Ghadia, quien se des-
pidió de ellos y partió. El Gurú entró en la habitación del Ma-
harajá seguido por la Maharaní. Le explicó al rey lo que ha-
bía sucedido afuera; abrió el paquete de vibhuti, mezcló un
poco con agua y le pidió a Jam Saheb que la bebiera. Tam-
bién aplicó el prasad sobre el abdomen del paciente. Mien-
tras estaban comentando los extraños eventos del día, el Ma-
harajá, que no había pegado un ojo en los últimos tres días,
se quedó dormido. Fue un gran alivio para todos. Cuando
despertó en la mañana, ¡el dolor había desaparecido por
completo! Bhagavan Baba había entrado en la vida de la pa-
reja real trayéndoles alegría y consuelo. El bendito Gurú ha-
bía cumplido con su deber de llevar a su discípulo hasta Dios.
La recuperación del Maharajá fue lenta pero constante.
A los seis meses, estaba completamente recuperado, con la
excepción de su vista borrosa. En diciembre de 1965, él fue
a Prashanti Nilayam, acompañado por Rajkumar Narahari
Sinhji, su primer yerno. Bhagavan materializó un dulce, que
el rey encontró difícil de describir. Era de color crema, ni
pegajoso ni completamente seco. Con respecto a su sabor,
Jam Saheb dijo más tarde: “¡He estado en todo el mundo y
jamás comí algo semejante!”. Baba le dio una cantidad con-
siderable de ese prasadam “de otro mundo” al Maharajá y
le dijo:
–Jam Saheb, tú eres diabético.
–Sí, Swami.
–¡No importa; cuando Swami te lo da como prasadam,
puedes comerlo sin vacilación!
Después de que el Maharajá lo hubo comido, Bhagavan
le preguntó:
–¿Qué quieres, Jam Saheb? Dímelo.
–Swami, solo quiero Tus bendiciones.
–¿Quieres tu vista?
- 240 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–No quiero mi vista para ver algo de este mundo. Aun-


que no puedo ver Tu forma con claridad, la tengo grabada
en mi corazón. Deseo tener mi último darshan del Señor
Somnat.
–Te llevaré a Somnat Yo Mismo –le aseguró Bhagavan.
Jam Saheb regresó contento a Jamnagar. Pasó días lle-
nos de bienaventuranza hasta su fin, que llegó abrupta-
mente a las 4 de la mañana del 2 de febrero de 1966. Tuvo
un ataque cardíaco masivo, pero no sufrió ningún dolor.
Sorprendió a todos los que lo rodeaban y especialmente a
los médicos que lo atendían; ¡se había estado moviendo de
una silla a otra aun cuando el pulso había descendido a ce-
ro! Finalmente, se recostó en su cama, sostenido por gran-
des almohadones, y les dio las gracias a los médicos y a los
sirvientes. Antes de acostarse, le dijo a la Maharaní:
–Gracias. Has sido una buena chica. ¡Dios estará siem-
pre contigo!
Dejó el mundo en paz después de que la Maharaní le
diera de beber agua del Ganges.
Siete días después de la muerte de Jam Saheb, la Ma-
haraní recibió una carta de Prashanti Nilayam. Había sido es-
crita por su sobrina, Nanda Kumari, la princesa de Kutch, el
3 de febrero. Ella estaba viviendo en Prashanti Nilayam en
ese momento. Baba le había informado acerca de la muer-
te de su tío, el Maharajá de Nawanagar, y le había pedido
que escribiera la carta a su tía en Su nombre. Él le había di-
cho a Nanda Kumari: “Transmítele Mis bendiciones a la Ma-
haraní. Ella está preguntándose con profunda angustia en
su corazón qué le ha ocurrido al alma del Maharajá. Yo es-
tuve con él en sus últimos momentos, lo llevé a Somnat se-
gún su último deseo y le otorgué moksha”. Esa carta actuó
como un bálsamo en el corazón apesadumbrado de la Ma-
haraní. Mediante ese mensaje, Bhagavan le concedió fe to-
tal en Él como “Sakshat Parameshvara svarupa”. He oído de
ella un amoroso consejo, que daba sin titubear a los devo-
tos alrededor de Baba: “Swami es sakshat Ishvar. No se de-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 241 -

¡El Señor complace al “Sheik”!

Él se deslizó descalzo sobre las arenas ardientes


- 242 - B. N. NARASIMHA MURTHY

jen engañar por Su maya natak. ¡Él es muy bueno repre-


sentando ese drama!”.
La Maharaní Gulab Kunwarba se convirtió en la Rajama-
ta de Nawanagar cuando su hijo Yuvraj Sri Shatrushalya
Sinhji ascendió al trono en abril de 1966. Ella se encontró
con Bhagavan Baba por primera vez en mayo de 1966, en
la residencia de su prima, la Maharaní de Kutch, en Bom-
bay. En ese tiempo, ella estaba muy irritada con su hijo. Era
una mujer de voluntad fuerte, con un gran respeto por sí
misma. Incluso sin que ella le hablara del asunto, Baba le di-
jo: “No necesitas preocuparte por nada. ¡Yo soy tu hijo!”.
Esa frase eliminó todas sus preocupaciones para siempre.
La Rajamata recibió del Avatar la bendición de convertirse
en la Devamata. A los pocos días, Bhagavan visitó su resi-
dencia en Bombay. Su hija, Himanshu Kumari, le oró a Ba-
ba en su corazón pidiéndole una señal que le permitiera
creer en Su divinidad. El misericordioso Maestro respondió
instantáneamente: ella vio a su querido padre fallecido en
el lugar de Baba y rompió a llorar. Las manchas de la duda
en su corazón fueron lavadas con lágrimas de gratitud.
La Rajamata se ofreció a sí misma completamente en el
altar de la misión de su Señor. En 1968, cuando la octoge-
naria madre de la Rajamata fue a vivir en la divya sannidhi
en Brindavan, Bhagavan la invitó a vivir en Su morada. Ella
vivió allí hasta que se construyó el edificio “Devi Nivas”, en
1971, en el ashram de Brindavan, en un terreno otorgado
por Baba a la Rajamata. Cuando en 1972 se creó la Funda-
ción Central Sri Sathya Sai, Baba nombró a la Rajamata
miembro de la Fundación. Cuando la Universidad reconoci-
da fue fundada en 1981, Bhagavan también la nombró
miembro de la Fundación de la Universidad. Ella también
formó parte del Consejo Mundial de las Organizaciones Sri
Sathya Sai. Su papel en la misión de Bhagavan sigue sien-
do incomparable.
He aquí algunos incidentes interesantes en la vida de la
Rajamata, que describen la dulzura de la relación que exis-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 243 -

tía entre Bhagavan y ella. El sabor de esa dulzura, por su-


puesto, era Su magnanimidad:
En Su tercera visita a Jamnagar, Bhagavan llegó al Pala-
cio Amar Vilas al mediodía, el 31 de marzo de 1973, des-
pués de inaugurar el Ala Sri Digvijay Sinhji del Colegio Raj-
kumar, en Rajkot. Una larga caravana de vehículos seguía a
Baba. La Rajamata se encontraba en uno de los autos. Co-
mo era una organizadora muy meticulosa, ella le había da-
do instrucciones a su leal guardia de seguridad árabe apos-
tado en el pórtico –apodado “Sheik”– de que no permitiera
a nadie entrar con calzado al pórtico y al palacio, para man-
tener la santidad del lugar durante la visita de su Señor. El
auto de Bhagavan llegó al pórtico y, cuando Él descendió
del vehículo, los miembros del comité de recepción avan-
zaron para recibirlo con todos los honores. Sin embargo,
“Sheik” se les adelantó y, para el horror de todos, le dijo a
Bhagavan: “¡Baba, juti nikaliye!”. ¡Baba sonrió y condescen-
dió a actuar según el pedido del guardia! Se quitó Su cal-
zado y procedió a recibir a la guardia de honor formada por
un contingente de guardias del palacio que estaban espe-
rando bajo el sol.
La Rajamata llegó allí en pocos segundos y se enteró de
la blasfemia cometida por su guardia. Corrió hacia su Señor,
se disculpó profusamente y le suplicó que se pusiera las
sandalias que ella había traído en las manos. ¡Para su cons-
ternación, Bhagavan avanzó hacia los guardias del palacio y
se deslizó descalzo sin ningún esfuerzo sobre la arena ar-
diente, bajo el sol abrasador de un mediodía de pleno ve-
rano! Cuando Él regresó al pórtico, vio a la Rajamata re-
prendiendo con severidad a “Sheik” por su imperdonable
pecado. Los ojos suplicantes del guardia, que ansiaba ser
perdonado, se encontraron con la mirada compasiva de
Bhagavan. Baba la apaciguó diciendo: “Rajamata, no es su
error en absoluto. Tú no le diste instrucciones de que hicie-
ra una excepción Conmigo. ¡Aprecio su lealtad y su afán por
cumplir con su deber!”. Lágrimas de gratitud brotaron de
- 244 - B. N. NARASIMHA MURTHY

los ojos del guardia, que, a pesar de creer que Baba era
Dios en carne y hueso, había cumplido con su deber si-
guiendo las órdenes de su ama. Además de eso, Baba le
palmeó suavemente la espalda con aprecio y le materializó
un talismán. Era una piedra gris verdosa, de 2,5 por 2,5
centímetros, con un grabado arábigo del Corán. El aturdido
“Sheik” miró a la Rajamata con ojos agradecidos ¡por la ma-
ravillosa oportunidad que no habría tenido si ella no lo hu-
biera reprendido!
En diciembre de 1970, Bhagavan hizo un alto en la “Ca-
sa de Jamnagar” de la Rajamata en Puna, en Su viaje hacia
Bombay desde Bangalore. Se hicieron arreglos para un en-
cuentro público en el predio a la mañana siguiente, el cual
Baba bendijo con un discurso. La Rajamata estaba en la co-
cina supervisando los preparativos para el almuerzo con su
hija, Himanshu Kumari. Ellas podían escuchar el discurso
desde donde se hallaban sentadas y también tener Su dar-
shan por la ventana. Al final del discurso, Bhagavan co-
menzó a cantar bhajans y la Rajamata repitió los bhajans con
los ojos cerrados. Después de conducir algunos bhajans,
Baba les pidió a los devotos que continuaran cantando y en-
tró en la cocina por la puerta trasera. La Rajamata, absorta
en su devoción, continuó cantando bhajans. Bhagavan les
hizo señas a la hija y a otras personas de que no la moles-
taran y se paró detrás de ella escuchando su canto. Después
de un rato, cuando ella se dio vuelta para ver qué estaba
ocurriendo en la cocina, quedó anonadada al ver a Baba,
quien le dijo:
–Rajamata, tú cantas muy bien. ¡Ahora puedes ir al pan-
dal y conducir los bhajans!
–¡No, Swami, de ningún modo! Jamás lo he hecho –di-
jo la aturdida Rajamata.
–No, tú Me has oído cantar cualquier cantidad de veces.
¡Ahora Yo quiero escuchar tu canto!
–Swami, por favor, no me avergüences... ¿Por qué has
venido aquí?
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 245 -

Bhagavan en el santuario del Templo del Señor Somnat

La Rajamata que se convirtió en la Devamata


- 246 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¡Vine a ver que estás haciendo aquí y también a escu-


char tus bhajans!... ¿Para cuántas personas has preparado
comida?
La Rajamata respondió:
–Swami, podemos alimentar a unas sesenta personas.
Bhagavan se dirigió a la despensa, levantó la tapa de
cada recipiente y preguntó qué contenía; de este modo Él
bendijo cada platillo que había sido preparado. Luego re-
gresó al pandal y recibió el arati.
Mientras Baba compartía el almuerzo con algunos invi-
tados, Él siguió agregando gente a la lista de personas que
había que alimentar. Más y más personas fueron llamadas a
almorzar según Sus órdenes. La Rajamata estaba tensa y
preocupada por la cantidad de comida disponible en la co-
cina. Sin embargo, Baba era pura sonrisa observando su
turbación. ¡Cuando terminó el almuerzo, un total de sete-
cientas personas habían recibido comida sin ningún proble-
ma y todavía quedaba algo de alimento! ¡Todos en la coci-
na ese día fueron testigos del milagro de que cada
recipiente se convirtiera en un akshaya patra!
Una nueva estatua de Krishna fue traída a Brindavan pa-
ra ser instalada en el hall de darshan. Era una obra de arte
exquisitamente hermosa, que mostraba a Krishna tocando
la flauta en la postura de tribhangi. Fue descargada del ca-
mión frente al mandir y llevada adentro por los estudiantes.
Baba supervisó toda la tarea y se mostró muy feliz con la es-
tatua. Hizo llamar a la Rajamata para que la viera. Cuando
ella entró y comenzó a mirar la estatua con profunda alegría
pintada en el rostro, Bhagavan le preguntó:
–Rajamata, ¿qué te parece este Krishna? Es muy her-
moso... ¿verdad?
Ella lo miró con adoración en los ojos y le dijo:
–¡Nadie puede ser tan hermoso como mi Kanhaiyya!
Una sonrisa encantadora apareció en el radiante rostro
de Baba. Él le preguntó al director del colegio, que se en-
contraba allí:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 247 -

–¿Sabes quién es su Kanhaiyya?


El director lo miró confundido, ya que no conocía la res-
puesta. ¡Bhagavan se señaló a Sí Mismo orgullosamente y
asintió con Su majestuosa cabeza!
El 26 de septiembre era el cumpleaños de la Rajamata.
Bhagavan la visitó en “Devi Nivas” en su último cumplea-
ños. En cuanto Él la vio, comenzó a cantar: “¡Que los cum-
plas feliz, Rajamata!”.
Ella también imitó Su canto y caminó hasta Él. Le suplicó:
–Swami, hoy Te pido un regalo de cumpleaños. ¡Debes
concedérmelo sin falta!
–¿Qué es? Dímelo –dijo Baba.
–Primero, debes prometerme que me lo concederás, ¡y
solo entonces Te diré lo que es!
–Primero, dime lo que es. ¡Yo te lo concederé!
La discusión entre Dios y la devota continuó por un ra-
to. Finalmente, Bhagavan tuvo que ceder. Le dijo:
–¡Está bien, tienes Mi promesa de que te concederé lo
que sea que quieres! Ahora dímelo.
–¡Bhagavan, concédeme la muerte!
Baba colocó Sus manos sobre la cabeza de la Rajamata
durante cinco minutos. Nadie supo qué ocurrió en esos pre-
ciosos instantes. Hablando acerca de ello más tarde, ella le
dijo a su hija: “Swami es Dios. ¡En esos cinco minutos Él me
mostró todo lo que yo quería ver!”.
A partir de ese día, la Rajamata continuó dando deta-
lladas instrucciones a los miembros de su familia sobre to-
dos los asuntos relacionados con lo que debían hacer des-
pués de su partida del mundo. ¡También le dijo a su nieto
cómo podía saberse si una persona estaba muerta o no!
Ella dejó su cuerpo seis días después, a las 4 de la maña-
na, en paz, escuchando los bhajans cantados por su ama-
do Señor, que ella quería que se tocaran en un grabador.
Pocas horas antes de su último aliento, les había dicho a su
hija y a su nieto: “No me hablen más. ¡Quiero escuchar so-
lo la voz de Bhagavan!”.
- 248 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Su Bhagavan llegó a “Devi Nivas” después de la salida


del sol. Mirando el cuerpo de Su querida devota, dijo para
Sí Mismo: “¿Quién hará ‘jagada’ conmigo a partir de aho-
ra?”. En el lenguaje hindi, ¡jagada significa reñir! Un aspec-
to único de la encantadora relación entre Bhagavan y la Ra-
jamata era que Él le había dado la libertad de disentir con Él
en muchos asuntos. En ocasiones, ¡incluso le había permiti-
do discutir con Él! Esa mañana, después de que ella se hu-
biera fundido en Él, ¡Bhagavan se refirió a tales discusiones
como “jagada”! ¡Sin duda, ella fue única entre Sus innume-
rables devotos!

✺✺✺

Pasemos ahora de una reina terrenal a la reina de la me-


lodía, Bharata Ratna Smt. M. S. Subbulakshmi, conocida en
el mundo como “MS”, a quien el maestro de música indos-
tana, Ustad Bade Ghulam Ali Khan, llamó “Susvaralakshmi”,
la diosa de la dulce voz. Refiriéndose a ella, Mahatma Gan-
dhi dijo en una ocasión: “Su voz es extremadamente dulce;
ella queda absorta en el bhajan. Durante la plegaria, uno de-
be quedar absorto en Dios. Cantar un bhajan es una cosa;
cantarlo y quedar absorto en Dios es algo muy diferente”.
Ese era precisamente el sello distintivo de su música: ella le
devolvió la esencia espiritual a la música carnática en tiem-
pos modernos al dedicarse a nadopasana, donde la música
llena de bhakti es la senda hacia moksha.
El demasiadas veces citado tributo de Jawaharlal Nehru
a MS –“¡Quién soy yo, un mero Primer Ministro, ante la Rei-
na de la Canción!”– se convirtió en un cliché en su época. A
él mismo le gustaba repetir sus famosas palabras de elogio
hacia ella cada vez que hablaba en sus conciertos públicos
para obras de caridad: “Aunque estoy acostumbrado a ha-
blar en público, no me resulta demasiado fácil hacerlo en
esta ocasión. La música de Subbulakshmi tiene una cualidad
conmovedora y, cada vez que ella visita Delhi, ¡hace estre-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 249 -

Ganalola Sri Sathya Sai –


Él sigue el compás de la música de nuestros corazones
- 250 - B. N. NARASIMHA MURTHY

mecer de emoción al público, que queda embelesado con


su melodía!”.
MS era la madrina de muchas causas e instituciones be-
néficas; las más famosas de ellas eran sus conciertos para
recaudar fondos para el Kasturba Memorial Trust asociado
con Mahatma Gandhi. De hecho, el dinero jamás fue su mo-
tivación para cantar. Ella era un gran ser humano; su simpli-
cidad, humildad y generosidad eran legendarias. Cuando el
Gobierno de la India le confirió el honor más alto de “Bha-
rata Ratna”, fue un homenaje que se rindió al poder espiri-
tual de la música y un tributo al ideal de feminidad indio
que ella personificaba.
Para MS, Bhagavan Baba era –en sus propias palabras–
“Sri Krishna Paramatma encarnado, que vino a salvar a la
humanidad en la era de Kali”. Ella solía decir a menudo:
“Baba es la Verdad y la Bondad encarnadas. Creer en Él es
tener un apoyo seguro en tiempos de dificultad”. Quizás a
muchos les resulte sorprendente saber que la reina de la
melodía tuvo una importante cuota de dificultades y adver-
sidades en la vida. De hecho, las adversidades hicieron sur-
gir lo mejor de su música. “Las canciones más dulces son
las de nuestros recuerdos más tristes”, escribió Shelley.
Existe la creencia generalizada en la India de que Dios hace
pasar deliberadamente a sus más queridos devotos por in-
numerables dificultades para prepararlos para la beatitud fi-
nal de fundirse en Él. En este contexto, el papel desempe-
ñado por MS como Mira en la popular película de los años
cuarenta –tanto en tamil como en hindi– se ajustaba apro-
piadamente a su vida personal.
MS tuvo el primer darshan de Baba en Brindavan, en
1975. Aquellos eran momentos difíciles en la vida de la pa-
reja. Su esposo, Sri Sadasivam, estaba a su lado –como
siempre– cuando ella se postró a los pies de Baba por pri-
mera vez, temblando de pies a cabeza y con lágrimas en los
ojos. Bhagavan sonrió y dijo: “¡Ven, ofrece el namaskar que
ha estado pendiente durante diez años!”. Bhagavan los lla-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 251 -

mó a una entrevista personal y detalló sus infortunios –así


como ellos los experimentaban en sus corazones–, lo cual
los convenció de que Él era su antaryami. Recordando su
primer encuentro con Bhagavan, MS diría más tarde: “Ha-
bía llevado años de devoción antes de poder experimentar
la bienaventuranza de Su presencia física”.
MS había oído hablar sobre Bhagavan Baba diez años an-
tes a unos devotos que eran amigos y querían bien a la fami-
lia. Aunque ella anhelaba profundamente tener Su darshan,
no pudo hacerlo hasta 1975. Sadasivam no se mostraba in-
clinado a ir a ver a Baba y, al ser una esposa india ideal y le-
al, ella no viajaba a ninguna parte a menos que la acompa-
ñara su esposo. Durante su visita a Bangalore, MS se quedó
con los Venkatachalam. Sri S. R. Venkatachalam era devoto de
Baba y visitaba Brindavan con frecuencia. En una ocasión, MS
le pidió a Venkatachalam que ofreciera sus pranams a Bhaga-
van y le rogara en su nombre que le enviara prasadam. Cuan-
do Venkatachalam le transmitió su plegaria a Baba, Él dijo:
“¿MS?... Lo sé, su esposo, Sadasivam, no viene aquí. Sin
embargo, él vendrá un día”, y le dio prasadam para ella.
Ella había oído a Venkatachalam relatar la interesante
historia de su primera visita a Brindavan cuando estaba su-
friendo de migraña crónica. Mientras viajaba hacia Brinda-
van, él pensó: “¿Puede Sai Baba curar mi dolor de cabeza?”.
Durante el darshan, Bhagavan pasó de largo frente a él. Sin
embargo, volvió sobre Sus pasos, se paró delante de Ven-
katachalam y le preguntó:
–¿Qué quieres?
–Baba, te suplico que me des Tus bendiciones –le pidió
Venkatachalam.
Bhagavan lo bendijo colocando Su mano sobre la cabe-
za de Venkatachalam. ¡El dolor de cabeza que lo había mo-
lestado durante muchos años desapareció en ese instante y
jamás regresó!
Cuando le preguntaron a MS cómo se había vuelto de-
vota de Baba, su respuesta fue muy simple: “La gente ha-
- 252 - B. N. NARASIMHA MURTHY

blaba sobre Su grandeza y también me relataba los modos


asombrosos en que Él resolvía sus problemas. El mejor mi-
lagro, por supuesto, es la paz que uno experimenta al ser
tocado por Su mirada llena de amor y bondad. ¡Qué mara-
villosa sensación de seguridad nos otorgó cuando nos en-
tregamos a Él olvidando todo excepto Su presencia! ¡Sus
palabras están siempre llenas de verdad, son Daivachol!”.
MS y Sadasivam se volvieron visitantes habituales de
Prashanti Nilayam y Brindavan, y MS cantó desde lo pro-
fundo de su corazón para Bhagavan cada vez que tuvo la
oportunidad. Su primer concierto público en presencia de
Baba fue durante el Curso de Verano de Cultura y Espiritua-
lidad Indias en Brindavan, en mayo de 1977. Sri Atal Bihari
Vajpayee, el entonces Ministro Central de Relaciones Exte-
riores, era el invitado principal esa tarde en el auditorio del
colegio atestado de público. Mientras MS cantaba un bha-
jan de Mira en total arrobamiento devocional y olvido de sí
misma, Bhagavan se puso de pie, materializó un hermoso
collar de oro y se lo obsequió. Ella se emocionó honda-
mente al recibirlo y ese regalo tuvo un profundo significa-
do para MS en su vida espiritual.
MS solía decir: “Mi esposo y yo fuimos a Prashanti Nila-
yam o Brindavan muchas veces, y a ‘Sundaram’ cada vez
que Él visitaba Madrás, sin ninguna expectativa salvo tener
Su darshan, mientras Él se movía entre Sus devotos”. Sin
embargo, muy a menudo Baba solía detenerse delante de
MS, pronunciar algunas palabras de bendición y materiali-
zarle vibhuti. A veces, Él llamaba a la pareja para una en-
trevista personal. Bhagavan también visitó su residencia en
Madrás algunas veces. Cuando su hija, Radha, enfermó gra-
vemente en 1982, Bhagavan mantuvo a la destrozada pa-
reja junto con su hija en Brindavan durante más de un mes
y derramó Su ilimitada misericordia sobre ellos.
MS sacó un álbum de bhajans para Sai bajo la dirección
de Sadasivam en muchas lenguas indias. Uno de ellos era
“Sairama chiluka”, compuesto por Baba Mismo en Su niñez.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 253 -

Bhagavan bendice a M. S. Subbulakshmi en Prashanti Nilayam

La pareja con Baba en Brindavan


- 254 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Unos pocos afortunados tuvieron la oportunidad de ver a


Baba escuchando lleno de bienaventuranza a MS cantando
esa canción, siguiendo el ritmo con Sus manos e incluso
uniéndose al canto. Entre las otras canciones, algunas eran
parte de su repertorio y otras fueron aprendidas o com-
puestas para el álbum. Al recordar aquellos momentos
emocionantes, MS relató: “Mientras cantaba cada canción,
me perdía en la contemplación de Baba, que es Karuna-
murti”, y agregó con reverencia: “¡Qué afortunados somos
al vivir en una era en la que Dios vive entre nosotros!”.
Un servidor cercano de Bhagavan visitó a MS en Madrás
pocos meses antes de que ella muriera. Al despedirse de
ella, le preguntó:
–Amma, viajo mañana a Prashanti Nilayam. ¿Tiene algo
para transmitirle a Swami?
Ella unió sus palmas, miró hacia arriba un instante, le
lanzó una mirada al retrato de Baba en la habitación y dijo
con voz ahogada por la emoción:
–¿Qué tengo para transmitirle a Dios? ¡Él cumple cada
deseo aun antes de que éste surja en mi corazón!
Su piadosa respuesta, que mostraba su total y constan-
te comunión con Bhagavan, ¡hizo que el hombre se sintie-
ra avergonzado por haber hecho esa pregunta! Sin embar-
go, el sentimiento sublime que experimentó al escuchar su
respuesta lo hizo creer que su pregunta estaba justificada.
9

El Médico Divino

La misión fundamental del Maestro es apartar la mente


del hombre de su obsesión por el cuerpo efímero y condu-
cirla hacia el Espíritu eterno; en eso reside la salvación tanto
para el hombre como para la sociedad. La sociedad humana
puede progresar hacia el ideal de la felicidad y la armonía
totales solo cuando el hombre busca con afán la meta espi-
ritual. Bhagavan, aunque primordialmente dedicado a la re-
dención espiritual del hombre, no pasa por alto su bienes-
tar material. Después de todo, el hombre es tanto un hijo
de la tierra como un descendiente del cielo. El ideal de Ba-
ba de un paraíso espiritual para el hombre tiene sus raíces
en la tierra. Él está tan comprometido en satisfacer las ne-
cesidades materiales básicas del hombre como en enseñar-
le a vivir en armonía consigo mismo, con sus semejantes y
con la Naturaleza. La edad de oro podrá alborear solo cuan-
do se alcancen ambas cosas.
La primera institución establecida por el Avatar, que vi-
no a sanar las heridas del alma, fue un hospital para sanar el
cuerpo. Bhagavan colocó la piedra fundamental para el edi-
ficio del hospital en la pequeña colina situada justo detrás
- 256 - B. N. NARASIMHA MURTHY

de Su morada durante Su Cumpleaños número 29, en


1954. La construcción del edificio se convirtió en una labor
de amor tanto para los devotos como para su Dios. Él visi-
taba el emplazamiento de la obra casi todos los días y pa-
saba algunas horas con los devotos –jóvenes y ancianos–,
que trabajaban con alegría y entusiasmo. Cantaban bhajans
mientras contribuían con su pequeña parte en la tarea; ca-
da piedra y ladrillo usados para el edificio estaban impreg-
nados de su amor por el Señor, que se sentaba sobre una
roca como la deidad que presidía esa escena encantadora.
Los afortunados devotos que formaron parte de aquellos
tiempos inolvidables recuerdan vívidamente cómo, en una
noche iluminada por la luna, Baba llegó ahí cargando bajo
el brazo una gran jarra de jugo de frutas y le ofreció un va-
so de esa ambrosía a cada uno de ellos.
El edificio, que miraba al Este, se iba levantando sobre la
colina, bañado cada mañana por los dorados rayos del sol
naciente y alimentado con el néctar del amor del Maestro y
Su rebaño. En aquellos días, se podía ver desde allí el río
Chitravati, que fluía con las majestuosas colinas de fondo, ya
que nada obstaculizaba la vista en esa época. El hospital, la
primera institución que llevó el nombre de Sri Sathya Sai, fue
inaugurado por el entonces Primer Ministro de Andhra Pra-
desh, Sri B. Gopala Reddi, el 4 de octubre de 1956, durante
las celebraciones de Navaratri. Había cinco habitaciones en
el hospital; dos de ellas servían como pabellones; otra, co-
mo sala de maternidad, y las otras dos eran usadas como
consultorio y dispensario de medicamentos y vendajes.
Bhagavan pasaba mucho tiempo en el hospital, en
aquellos días, consolando a los enfermos y dando entusias-
mo al médico y a su equipo de voluntarios no médicos.
Unos doscientos pacientes provenientes de las aldeas veci-
nas concurrieron al hospital todos los días durante el primer
año. A veces, cuando el único médico del hospital –un ci-
rujano retirado– se sentía cansado, ¡Baba solía pedirle que
descansara y trataba a los pacientes Él Mismo! La medicina
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 257 -

La piedra fundamental para el Hospital, en Prashanti Nilayam –


en Su Cumpleaños número 29

Baba con los devotos voluntarios en el emplazamiento de la obra


- 258 - B. N. NARASIMHA MURTHY

principal en el hospital era la gracia de Bhagavan, y no ha-


ce falta decir que era infalible. A medida que pasaron los
años, la cantidad de médicos que prestaban servicios en el
hospital aumentó, pero la participación física directa de
Bhagavan decreció gradualmente, aunque Su presencia in-
visible continuó guiando las manos sanadoras.

✺✺✺

El Dr. B. Seetaramaiah, el afortunado cirujano que se de-


sempeñó como primer director médico del hospital desde
1956 hasta 1975, escribió: “Desde su inicio, Baba me con-
cedió la oportunidad única de servir a la institución bajo Su
guía. A menudo le rogaba a Bhagavan que me relevara de
esta responsabilidad debido a mi edad avanzada; pero Él
simplemente ignoraba mi pedido y me alentaba a continuar,
asegurándome: ‘No temas. Solo sé un instrumento. ¡Yo ha-
ré todo por ti!’. En ocasiones, durante meses, yo solía ser el
único médico disponible en el hospital. Durante esos perío-
dos difíciles, con Su gracia, fui capaz de atender a un gran
número de casos médicos resistentes a la terapéutica, ade-
más de diagnosticar y recetar medicinas para algunos cien-
tos de pacientes externos todos los días. Como Bhagavan
era quien otorgaba la gracia visible e invisible, no hubo un
solo fracaso”. No obstante, en el segundo aniversario del
hospital, refiriéndose al informe de una foja de servicios
muy exitosa, que fue leído en voz alta por Seetaramaiah,
Baba declaró: “Debo decir que el espíritu de servicio desin-
teresado, que motivó a los devotos que realizaron shrama-
dan durante la construcción del edificio del hospital, anima
a los médicos aquí y ha sido la razón principal del éxito de
este hospital”.
Al hablar acerca de sus experiencias en el hospital, See-
taramaiah dijo: “En nuestra calidad de médicos, nos sor-
prende la inexplicable serie de curaciones que los pacientes
experimentan en este hospital, en especial cuando llegan
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 259 -

aquí después de haber sido rechazados –por considerarlos


incurables– por todas las principales instituciones de este
país y el exterior. Bhagavan derrama Su amor en mayor me-
dida sobre aquellos que sufren y que corren con desventa-
ja en la carrera de la vida; Él les otorga el don de la salud,
para que pueda ser utilizado con provecho”. Los devotos
son muy conscientes de los innumerables casos de curacio-
nes milagrosas y restablecimiento de la salud que la fe en
Bhagavan ha producido. Puede ocurrir en Su cercanía in-
mediata o en lugares distantes de todo el mundo. A menu-
do, Él ha sido el consultor divino para los médicos que bus-
can Su guía, especialmente cuando andan a tientas en la
oscuridad. ¡Con mucha frecuencia, Él Mismo ha sido el mé-
dico que diagnosticó enfermedades con precisión y recetó
los medicamentos adecuados, a veces, practicando cirugías
de emergencia y salvando las vidas de Sus devotos! Tam-
bién tenemos registros de algunos casos en que Baba llamó
a los muertos de regreso a la vida.
En una ocasión, Baba reveló por qué asumía Él Mismo la
tarea de fundar hospitales: “Yo fundo hospitales para las per-
sonas que obtienen satisfacción mental y paz solo cuando
son tratadas en hospitales, sin percatarse de que la fe en el
Atma eternamente sana es el mejor tónico y medicamento.
Cuando ellas visiten estos hospitales, tomarán conciencia de
que la gracia divina es más potente que todos los medica-
mentos; se volverán hacia Dios y transitarán la senda de la
realización del Ser”. Cuando se le preguntó acerca del se-
creto de las curas milagrosas, Él respondió: “Mi experiencia
es que Yo soy uno con cada ser sensible y con cada objeto
inanimado. Mi amor fluye hacia cada uno, porque Yo los veo
a todos como a Mí mismo. Si una persona corresponde a Mi
amor desde lo profundo de su corazón, Mi amor y el suyo
se encuentran al unísono y ella es curada de su mal. Cuando
no hay reciprocidad, no hay cura”. Por supuesto, hay curas
que tienen lugar por Su mera voluntad. Una vez el Dr. His-
lop le preguntó a Baba: “¿Swami cura a una persona sólo
- 260 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cuando el karma es apropiado?”. Él respondió: “No. Si Swa-


mi está complacido con esa persona, Él la sana inmediata-
mente. El karma no puede ser un obstáculo. Si la persona
tiene un corazón puro y está viviendo las enseñanzas de
Swami, Su gracia llega a ella automáticamente”.
He aquí algunas de las curas milagrosas que Seetara-
maiah presenció en el Hospital Sri Sathya Sai de Prashanti
Nilayam:
Había un plantador de café de Malnad, en el estado de
Mysore, que había sufrido de artritis reumatoidea de natura-
leza múltiple durante más de treinta años. Llegó al hospital
con mucha fiebre y un riñón dañado. Bhagavan dio instruc-
ciones a Seetaramaiah de que lo examinara y le administra-
ra algunas inyecciones. Sin embargo, el paciente, que esta-
ba escuálido y postrado en cama, se negaba a tener algo que
ver con el personal médico. Ya había tenido suficiente de
ellos: alópatas, ayurvédicos, homeópatas y demás. ¡Él que-
ría que solo Bhagavan lo tratara! Bhagavan cumplió benig-
namente su deseo; creó una pequeña botella de líquido para
el paciente y le pidió que mezclara dos gotas de su conteni-
do en agua y lo bebiera dos veces por día. A los diez días, el
hombre caminó por sus propios medios a la veranda del
mandir; en un mes, entró al mandir y cantó bhajans; en el tér-
mino de quince días, ¡estaba completamente normal!
En Moradabad, cerca de Delhi, había una persona que
sufría de cáncer de lengua. Médicos eminentes de Delhi,
donde estuvo hospitalizado durante dos años, trataron la
enfermedad en vano. Abandonado por todos los médicos,
llegó a Prashanti Nilayam como último recurso. Después de
tener el darshan de Bhagavan una mañana, entró al hospi-
tal y le comunicó sus pesares en forma tumultuosa al Dr.
Seetaramaiah. Éste le dijo que no perdiera la esperanza,
pintó su lengua con glicerina boricada y le dio unas tabletas
de un complejo B para que tomara. Por supuesto, el médi-
co le aconsejó al paciente que le orara a Baba para pedir
ayuda. Dos días después, el paciente partió de Prashanti Ni-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 261 -

El Médico Divino en el Hospital


- 262 - B. N. NARASIMHA MURTHY

layam con algunos paquetes de vibhuti bendecidos por


Bhagavan, que se convirtieron en su única medicina. Tam-
bién se había llevado consigo una foto de Baba para adorar-
la en su hogar. Un año después, ¡regresó a Prashanti Nilayam
completamente curado del cáncer! Le reveló a Seetaramaiah
que Baba le había dado muestras de que estaba con él en su
hogar cuando empezó a manar vibhuti de los retratos de di-
versas deidades, entre ellos el de Bhagavan Mismo.
Thangavelu trabajaba en una fábrica de hilados en Bom-
bay. A los cuarenta años, lo atormentaba un cáncer de rec-
to. Su empleador solía llevarlo a menudo a Suiza, donde él
consultaba a los médicos sobre su enfermedad. Cuando oyó
hablar de Baba, corrió a Prashanti Nilayam para obtener Sus
bendiciones. En el hospital, Seetaramaiah pudo darle única-
mente algunos paliativos. Sin embargo, a la noche, mientras
Thangavelu se encontraba durmiendo en un cobertizo en
Prashanti Nilayam, ¡Baba apareció en su sueño con un ins-
trumento cortante en la mano y lo operó! Al despertar, él en-
contró manchas de sangre en su cuerpo y sus ropas, pero se
sentía inmensamente aliviado. Un tiempo después, ¡Thanga-
velu le escribió a Seetaramaiah diciéndole que había sido cu-
rado milagrosamente por esa “cirugía en sueños”!
Seetaramaiah concluyó diciendo: “Los cálculos biliares
desaparecen cuando Él les resta importancia, insistiendo en
que no existen salvo en la imaginación. Los ataques cardía-
cos son evitados misteriosamente; el asma no atormenta
más a sus víctimas; los tumores se disuelven con una orden
Suya. De hecho, es todo el juego de Su voluntad sobre los
cuerpos en los que Él Mismo reside. Estoy convencido de
que el hospital ha sido establecido por Bhagavan para educar
a médicos como yo y convencernos de lo inútiles que son las
meras prácticas médicas sin el efecto sanador de la gracia di-
vina, fácilmente asequible mediante la plegaria sincera”.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 263 -

El Dr. Narottam Menghra Alreja, que se convirtió en el


director médico del hospital en 1975, ha prestado servicios
allí en diversos puestos con total dedicación durante tres
décadas. El Dr. Alreja era un serio y sincero aspirante espi-
ritual de Bombay, que estaba en busca de su Gurú, como le
había indicado un Siddha Purusha que había dejado su cuer-
po a la avanzada edad de ciento cuatro años. Cuando Alre-
ja le rogó a ese santo que le otorgara un mantra, éste res-
pondió que no podía aceptar ser su Gurú porque iba a dejar
el mundo en poco tiempo. Sin embargo, le aseguró a Alre-
ja que él encontraría un Maha Gurú más adelante. La bús-
queda del Gurú llevó a Alreja a Brindavan en 1965. Las pri-
meras palabras que Baba le dirigió fueron:
–Doctor, ¿cuándo llegó de Bombay?
Mientras Alreja se preguntaba cómo sabía Baba cuál era
su profesión y de dónde venía, Bhagavan lo llamó a una en-
trevista. Le preguntó:
–¿Qué quieres?
–Por la gracia divina tengo todo lo que he querido. No
tengo nada más que pedir –respondió Alreja.
–Pero debe de haber algo que aún quieres. Te daré cual-
quier cosa que quieras.
–Baba, Mi buddhi me impulsa a no pedir nada material.
–Sí, lo sé. Tienes un paripakva buddhi. Muy bien. ¿Qué
quieres?
–Concédeme bhakti y shraddha.
Mientras Bhagavan le tocaba la cabeza, confiriéndole
Sus bendiciones con ese gesto, Alreja se inclinó para tocar Sus
pies. Para su absoluta sorpresa y alegría, vio que los peque-
ños y resplandecientes pies de Baba se transformaban en
los pies más grandes del Siddha Purusha que se había ne-
gado a iniciarlo en un mantra. Su búsqueda del Maha Gurú
terminó ese día en Brindavan.
Muchas experiencias maravillosas que tuvieron lugar en
los diez años siguientes finalmente hicieron que Alreja se
trasladara de Bombay a Prashanti Nilayam. He aquí la expe-
- 264 - B. N. NARASIMHA MURTHY

riencia más asombrosa de todas. Cuando él estaba traba-


jando como cirujano contralor en Bombay, le llevaron el
cuerpo de un hombre llamado Joseph, que había muerto
ahogado, para que realizara la autopsia. Él examinó el cuer-
po y emitió el certificado correspondiente; para cumplir con
su práctica, también envió una copia a la policía. Algunos
días después, surgió una sospecha en los parientes de Jo-
seph de que podía ser un caso de asesinato y no una muer-
te natural. Era la primera vez que la integridad profesional
de Alreja era cuestionada. Le oró a Baba para pedirle ayu-
da.
Según la orden de la corte, el cuerpo debía ser exhu-
mado y examinado. ¡Habían pasado treinta y tres días des-
de la autopsia! John Croft, el Comisionado de Policía, llevó
a Alreja al cementerio. Cuando se abrió la tapa del ataúd, el
cuerpo se veía fresco como si hubiera sido enterrado en ese
momento. El Comisionado examinó el cuerpo moviendo
sus miembros y comprobó que no había ni heridas ni frac-
turas. Después de que los oficiales de policía se hubieron
retirado del lugar, y mientras Alreja caminaba hacia su au-
to, repentinamente se le ocurrió: “¿Cómo puede el cuerpo
permanecer fresco incluso después de un mes?”. Regresó y
abrió nuevamente la tapa del ataúd. Quedó consternado al
ver el cuerpo en un estado de completa desintegración; ¡era
una masa de carne en descomposición! Estupefacto y ma-
ravillado, regresó a su hogar, sólo para oír a su esposa rela-
tar emocionada que había visto a Bhagavan en el recinto
¡sosteniendo un gran pescado en Su mano y haciéndolo ba-
lancear! Ellos corrieron a Prashanti Nilayam para agradecer
a su Salvador. Baba le dijo a la extática pareja: “Sí, hice que
el cuerpo estuviera entero y fresco. ¡De otro modo, habrías
estado en problemas!”. La agradecida pareja cayó postrada
a Sus pies.
Largos años de servicio cerca de Bhagavan le otorgaron
a Alreja muchas experiencias sorprendentes de Su divino
poder y sabiduría. Registramos aquí algunas de ellas:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 265 -

El Dr. Ghosh, un profesor de Calcuta que había llegado a


Prashanti Nilayam para tener el darshan de Bhagavan, sufrió
un ataque cardíaco. Estaba alojado en uno de los departa-
mentos del edificio Prashanti Este. Bhagavan envió a Alreja
allí para que atendiera al Dr. Ghosh. En el caso de pacientes
que sufrían de enfermedades serias, como cáncer o proble-
mas cardíacos, el consejo general que Baba le daba era: “No
te apures a hablarles de la causa de su dolor o molestia, ya
que eso los asustaría más y los dejaría medio muertos. Da-
les el mejor tratamiento posible y revélales la verdad gra-
dualmente, por etapas. En el caso de los ataques cardíacos,
no traslades al paciente al hospital de inmediato a menos
que haya una deficiencia respiratoria. Primero, trata al pa-
ciente en su hogar y luego puedes trasladarlo al hospital”.
Alreja se dirigió al departamento del Dr. Ghosh y lo
examinó. Había claros signos de un ataque cardíaco. El pa-
ciente también sospechaba lo mismo. Sin embargo, el Dr.
Alreja calmó sus temores, lo trató con algunos medica-
mentos básicos y también le dio vibhuti enviado por Baba.
Según las instrucciones de Bhagavan, el paciente fue tras-
ladado al hospital a la mañana siguiente. Pasó un día, y su
estado no había mejorado demasiado. La tercera mañana,
Alreja fue al hospital y vio al Dr. Ghosh radiante de alegría;
se veía perfectamente saludable. Alreja estaba seguro de
que había habido intervención divina, porque de otro mo-
do eso no podría haber sucedido. Mientras miraba la foto-
grafía de Baba en el pabellón, el Dr. Ghosh le dijo: “Doctor,
anoche yo estaba preocupado y no podía dormir. ¡Mientras
miraba la fotografía de Swami, Él salió de ella, me bendijo
con vibhuti, me palmeó el pecho y regresó a la foto!”. A
los pocos días, el Dr. Ghosh regresó a Calcuta rebosante de
salud y felicidad.
En un sueño, Alreja se vio a sí mismo cavando un pozo
con una palanca y a Baba, parado a su lado. Después de tres
intentos inútiles, estaba probando por cuarta vez cuando
Bhagavan le preguntó:
- 266 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¿Qué estás haciendo?


–Estoy buscando agua –respondió Alreja.
–Estás malgastando tu tiempo y tu energía. Ya has fra-
casado tres veces y lo estás volviendo a intentar.
–Bhagavan, ten compasión y dime por qué he fracasa-
do. ¿Qué me falta?
–Te falta tatparata –dijo Baba y desapareció.
El sueño terminó.
A la mañana siguiente, Alreja fue al hospital como de
costumbre. Se había olvidado completamente del sueño
hasta que Baba lo llamó a Su habitación a la 1.30 de la
tarde.
Bhagavan inició la conversación.
–¿Qué viste en el sueño ayer?
Mientras Alreja relataba el sueño, Baba dijo:
–Sí, te falta tatparata.
–Swami, ¿qué significa tatparata?
–Piénsalo tú mismo y luego dímelo.
Alreja repitió un verso del Bhagavad Gita que tenía la
palabra tatparah. Era el verso 39 del cuarto capítulo.
–¿Qué significa?
–Significa que un hombre con fe, determinación y con-
trol de sus sentidos alcanza la sabiduría, la cual le confiere
paz suprema.
–¿Entonces qué significa tatparata?
–Determinación, atención y disposición para hacer lo
correcto.
–En el contexto del shloka, es correcto. ¿Puedes pensar
en algún otro significado? –inquirió Baba.
–Baba, no lo sé. Te pido que me ilumines.
Bhagavan explicó:
–Tat significa Brahmán, parata significa “estar estableci-
do”. Por lo tanto, tatparata significa “estar establecido en
Brahmán”. ¿Comprendes ahora?
–Lo comprendo. ¿Pero de qué sirve comprenderlo si no
tengo la experiencia de Brahmán?
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 267 -

El nuevo edificio del Hospital General en Prashanti Nilayam

Baba con los médicos en el hospital


- 268 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¿Es eso tan fácil?


–Swami, lo sé. ¡El hombre no puede alcanzar la expe-
riencia suprema –por más que lo intente– a menos que dis-
frute de Daivakripa y Gurukripa!
–Todo ocurrirá en el momento correcto. Uno tiene que
cultivar fe y paciencia. Pero ahora, si quieres, puedes ha-
cerme algunas preguntas.
–Baba, Tú has dicho que el sabio Ashtavakra le otorgó
al rey Janaka la experiencia más alta susurrándole un man-
tra al oído. ¿Cuál es ese mantra? Por lo que yo sé, no apa-
rece en ningún libro.
–¿Quieres saber cuál es ese mantra?
–Sí, Swami –dijo Alreja ansiosamente.
Baba se levantó de la silla, se inclinó hasta llegar al oído
de Alreja y pronunció: “¡Tat Tvam Asi!”.
Inmediatamente, Alreja perdió todo sentido de separa-
ción. Existía Baba y solo Baba. Alreja volvió a su estado nor-
mal sólo cuando Baba le preguntó:
–¿Lo comprendes ahora?
Alreja respondió:
–Sí, Swami. ¡Todo es Brahmán! –Y cayó a Sus pies.
A la hermana de Alreja, en Bombay, le habían diagnos-
ticado cáncer de mama. Su esposo, un científico nuclear del
“Tata Institute of Fundamental Research”, no creía en Baba
ni, para el caso, en ningún otro santo o sadhu. La esposa
creía en Dios, pero no había mostrado ninguna inclinación
hacia Baba. El hermano de Alreja, quien había diagnostica-
do la enfermedad, le pidió que hablara con el Dr. Ramdas,
el cirujano en jefe del “Tata Memorial Hospital”, con res-
pecto a la cirugía. Alreja fue a Bombay, habló con el Dr.
Ramdas y fijó el día de la intervención.
Baba estaba en Bombay en ese momento, y Alreja fue
al Dharmakshetra para pedirle Sus bendiciones para su her-
mana. Cuando le oró a Baba para recibir prasad, Él le pre-
guntó a Alreja:
–¿Ella tiene fe en Mí?
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 269 -

Alreja le respondió:
–Swami, no lo sé; solamente Tú lo sabes. E incluso si
ella no tiene fe en Ti, ¡Tú puedes concederle la fe y también
curarla!
Baba materializó vibhuti y se lo dio con la instrucción
de que la hermana debía aplicárselo sobre el pecho iz-
quierdo durante siete días. Alreja se preguntó cómo haría
ella para aplicarse el prasad durante siete días si la cirugía
tendría lugar en dos días. Pero pronto se enteró de que la
cirugía había sido pospuesta una semana, ya que el Dr.
Ramdas había tenido que correr a Madrás para una opera-
ción de emergencia.
Alreja estaba seguro de que el prasad de Baba “cance-
laría el cáncer de su hermana”. Cuando le manifestó su
creencia a su cuñado, éste le dijo: “Eres un necio. ¿Cómo
puede el vibhuti curar el cáncer?”, y quiso que la cirugía se
realizara según estaba programada. Convenció a la herma-
na de Alreja, que tenía dudas sobre la operación, de que
se sometiera a ella. Mientras el Dr. Ramdas llevaba a cabo
la cirugía, Alreja permaneció allí observándola. Se extraje-
ron tres tipos de tejido del tumor y fueron enviados nue-
vamente para una biopsia. ¡Ninguno de ellos era cancero-
so! Esto dejó perplejos tanto a su cuñado como a su
hermano. Alreja sugirió que los cuatro portaobjetos –el pri-
mero, que mostraba el estado prequirúrgico, y los otros
tres, que mostraban el estado postquirúrgico– fueran en-
viados a un oncólogo reputado, el Dr. Purandare, para ob-
tener una confirmación. Al examinar los portaobjetos, el
Dr. Purandare opinó que el primero mostraba una severa
malignidad, ¡mientras que los otros tres no mostraban ras-
tros de cáncer! Este incidente tuvo un impacto tremendo
en su familia. Baba les había otorgado el regalo más pre-
cioso de la fe, además de la dicha de la “cancelación del
cáncer”. Sin embargo, la hermana de Alreja se arrepintió
de no haber creído completamente en las palabras de su
hermano antes de la cirugía; sentía que al menos debió ha-
- 270 - B. N. NARASIMHA MURTHY

ber insistido en un nuevo análisis del tumor antes de la


operación.

✺✺✺

El hospital creció gradualmente con el paso de los años,


y muchos más devotos médicos, paramédicos y personal
no médico se unieron a él en la misión de sanar los cuerpos
de otras personas y limpiar sus propias almas. Más y más
instalaciones fueron agregadas al hospital cada año, espe-
cialmente después de 1979. Con la inauguración del nuevo
y espacioso edificio –situado en un emplazamiento amplio
al sur del edificio viejo– en Mahashivaratri, el 29 de febrero
de 1984, se introdujeron en el hospital procedimientos qui-
rúrgicos generales.
El siguiente es un caso asombroso de resurrección que
ocurrió en el hospital, del cual yo fui testigo cuando era el
director de la residencia de los muchachos en Prashanti Ni-
layam. Temprano, una mañana de octubre de 1985, Nara-
yana Sharma, un estudiante investigador que vivía en la re-
sidencia, fue internado en el hospital con un ataque agudo
de asma. El Dr. Chari, el director médico, se alarmó al en-
contrarlo en un estado de colapso. Mientras el anestesista
estaba tratando de ayudar al paciente con una máscara de
oxígeno, la Dra. Shanta, que llegó a la escena, descubrió
que no había latidos; el cuerpo se había puesto azul. Chari
le dijo a Shanta: “Ya no está aquí”, y se dirigió al mandir a
informarle a Baba. A los quince minutos, regresó con dos
paquetes de vibhuti enviados por Bhagavan con instruccio-
nes de aplicarlo sobre el pecho del paciente y de colocar
bolsas de agua caliente en su espalda.
Fui al hospital para ver al estudiante y, al enterarme de
lo que había ocurrido, me dirigí, desesperado, al mandir.
Bhagavan me aseguró: “El muchacho estará bien; no es ne-
cesario preocuparse”, y me dio un termo con café caliente
con la siguiente instrucción: “Dale el café de a sorbos”. De
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 271 -

regreso en el hospital, le entregué el café a Shanta, quien


tomó el termo sin ninguna expresión en su rostro. Su pre-
gunta no verbalizada –como ella relató luego– era: “¿Cómo
va a tomar café un muchacho muerto?”. ¡Mientras mirába-
mos el cuerpo con impotencia y con plegarias en nuestros
corazones, el dedo gordo del muchacho se movió leve-
mente! ¡Nuestros corazones se detuvieron! Shanta quitó la
máscara de oxígeno y le susurró al oído: “Swami te ha
mandado café. Por favor, bébelo”. Mientras ella le daba una
cucharada de café, para nuestra alegría y sorpresa, el mu-
chacho comenzó a tomarlo de a poco.
Cuando la Dra. Shanta estaba colocando el manguito
del tensiómetro en el brazo del muchacho, Bhagavan entró
al pabellón. Sonrió y le preguntó a la doctora:
–¿Acaso no está muerto? Entonces, ¿por qué le estás
colocando el tensiómetro?
Al oír la voz de Bhagavan, ¡el muchacho abrió los ojos
con cierto esfuerzo! Baba se acercó a él y le dijo bromeando:
–¿Todavía estás vivo? ¡Todos están diciendo que estás
muerto!
Miró a Chari y le preguntó:
–¿Es cierto que había muerto?
–Sí, Swami –respondió Chari. Shanta agregó:
–Swami, no había pulso ni respiración. No podíamos oír
los latidos ni sentir la presión sanguínea. ¡Por lo tanto, lle-
gamos a la conclusión de que había muerto!
Bhagavan sonrió y movió Su mano. En ella apareció un
cuadrado color parduzco que parecía un chocolate. Él lo co-
locó en la boca del muchacho y le pidió que lo masticara.
Le dijo a la doctora que controlara el pulso y la presión san-
guínea. Ambas cosas habían vuelto a la normalidad. Baba
se dirigió a nosotros, diciendo:
–¿Pueden creerlo? ¡El muchacho muerto ha vuelto a la
vida!
Nosotros dijimos:
–Sí, Swami.
- 272 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Les hizo a los médicos la misma pregunta. Todos ellos


respondieron “Sí, Swami”, y uno de ellos le dijo:
–Baba, Tú eres Dios. ¡Puedes hacer cualquier cosa!
–¿Tienen esa fe? –preguntó Bhagavan.
–¡Sí, Swami! –respondimos todos al unísono.
–Es verdad. Él había muerto. ¡Le di una segunda vida!
–reveló Baba con tono despreocupado.
Muchos estudiantes estaban esperando afuera ansiosa-
mente. Baba me pidió que les explicara lo que yo había vis-
to. Los muchachos se sintieron felices al oír la buena noticia
y regresaron a la residencia llenos de alegría.
Baba les pidió a los médicos que le colocaran al pacien-
te un goteo de hidrocortisona y regresó al mandir. Después
de un rato, envió tres frascos de tabletas, materializadas por
Él, para ser administradas al paciente en la dosis adecuada.
Para la tarde, el muchacho se encontraba bien y fue dado de
alta del hospital según las instrucciones de Baba.

✺✺✺

Bhagavan abrió el segundo hospital en 1976, en White-


field, a tres kilómetros del ashram de Brindavan. Sri N. G.
Ganpuley, una persona asociada a Netaji Subhaschandra
Bose en Alemania, había regresado a la India después de
treinta años de estadía en ese país y se estableció en Whi-
tefield en 1969. Su patriotismo lo había impulsado a fundar
una pequeña clínica, llamada “Sociedad de Salud y Educa-
ción”, con la ayuda de algunos médicos a quienes guiaban
los mismos sentimientos. La clínica, que funcionaba en un
cobertizo, en un vasto terreno de 4 hectáreas, distribuía
medicamentos a los aldeanos en forma gratuita. En 1970,
Ganpuley ofreció el terreno y la clínica a la Fundación Sri Sa-
thya Sai de Salud y Educación para apoyar la noble causa de
promover la salud.
Al inaugurar el Hospital Sri Sathya Sai en Whitefield el
auspicioso día de Vinayaka Chaturti, el 28 de agosto de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 273 -

Inauguración del hospital en Whitefield –


Sri Kamavadhani cantando plegarias Védicas

Hospital General Sri Sathya Sai – Whitefield


- 274 - B. N. NARASIMHA MURTHY

1976, Bhagavan reveló Su visión acerca del cuidado de la


salud:
“El hombre sufre de dos tipos de enfermedades: físicas
y mentales. Un importante hecho acerca de estos dos tipos
de enfermedades es que el cultivo de la virtud las cura a
ambas. La salud física es un requisito previo para la salud
mental, y la salud mental asegura la salud física. El cuerpo y
la mente están estrechamente relacionados entre sí. Un
cuerpo sano es el mejor recipiente para una mente sana.
La vida material y la vida espiritual son como los dos pla-
tillos de una balanza; ambas tienen que ser atendidas en
igual medida, al menos hasta haber alcanzado cierta etapa
de progreso espiritual. El cultivo de una visión espiritual le
otorga al hombre una actitud de generosidad, fortaleza ante
la adversidad y un espíritu de entusiasmo para hacer el bien
y prestar servicio en la mayor medida de sus posibilidades.
Estas virtudes fortalecen tanto a la mente como al cuerpo”.
Su consejo a los médicos fue:
“Debo señalarles a los médicos que trabajan aquí que las
palabras dulces y suaves que pronuncian y el amor y la com-
pasión que demuestran pueden curar mejor y más rápida-
mente las enfermedades de sus pacientes que los medica-
mentos que recetan. Deben considerar a los pacientes como
a sus propios parientes y atenderlos con amor y sin vacila-
ción. El médico tiene que recordar que el paciente tiene que
cooperar con él para poder curarse y que, una vez curado, el
paciente le da al médico satisfacción y alegría. Por lo tanto,
el médico tiene que estar agradecido con el paciente”.
Y Baba aconsejó a los pacientes:
“La confianza en la gracia de Dios es el mejor remedio
para cualquier enfermedad. Transfieran la fe que tienen en
los medicamentos a Dios; pongan su confianza no en los
medicamentos, sino en lo Divino. Me sorprende la cantidad
de personas que recurren a las tabletas y los tónicos. Re-
curran a la oración, a la disciplina espiritual y a la medita-
ción. Esas son las vitaminas que necesitan; ellas les devol-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 275 -

verán la salud. ¿Qué pueden hacer los medicamentos y los


médicos sin la gracia de Dios? ¡Ninguna tableta es tan efi-
caz como el nombre divino!”.
Bhagavan eligió a la Dra. Rajeswari como Su instrumen-
to para establecer y dirigir el hospital de Whitefield. Era la
mejor calificada en su especialidad –obstetricia y ginecolo-
gía– desde el punto de vista académico, y una doctora apa-
sionada por su profesión. Le dedicaba más de doce horas
por día. Aunque era devota de Dios a su modo, no sentía
demasiado respeto por los sadhus y sanyasins hasta que vio
a Bhagavan Baba en 1972, en Brindavan. De hecho, ella lle-
gó a Brindavan para ver a su único hijo, que estaba estu-
diando en el Colegio Universitario Sri Sathya Sai, y resultó
que Baba se encontraba allí en ese momento.
Durante su primer viaje a Brindavan, ella no tuvo ningún
indicio de las cosas que estaban por suceder, y mucho me-
nos se dio cuenta de que había llegado a su destino final en
el plan divino. Incluso cuando Baba la invitó a trabajar en el
hospital de Whitefield durante una de sus visitas posterio-
res a Brindavan, ¡su primera respuesta fue un cortés “no”! A
los cuarenta y nueve años, ella se encontraba en la plenitud
de su carrera, prestando servicios como Directora del Hos-
pital General Komfo Anokhye de 450 camas en Kumasi,
Ghana. ¡Naturalmente, no le divertía hacerse cargo de una
clínica tan pequeña! Ella casi había concluido sus planes de
trasladarse de Ghana al Reino Unido en busca de mejores
perspectivas. ¡La respuesta de Baba a su “no” fue una be-
nigna sonrisa omnisciente! Por supuesto, Él ya se había
abierto camino dentro de su corazón, que buscaba su ver-
dadero hogar aun sin que ella lo supiera.
Durante Su Avatar anterior en Shirdi, Baba había dicho a
menudo: “Mi devoto podrá estar a cualquier distancia, in-
cluso a miles de kilómetros; ¡pero cuando Yo quiera que él
venga a Mí, será atraído como un gorrión con un hilo atado
a la pata!”. Eso fue lo que le ocurrió a la Dra. Rajeswari cuan-
do llegó la hora señalada; ella viajó a Brindavan y se esta-
- 276 - B. N. NARASIMHA MURTHY

bleció allí pocos meses antes de la inauguración del hospi-


tal de Whitefield. Se zambulló en su trabajo de todo cora-
zón, que era el único modo en que sabía hacerlo. Su capa-
cidad para conducir instituciones alcanzó su plenitud en su
nuevo puesto. Era una líder y una luchadora a quien le en-
cantaba tener un desafío entre manos; disfrutaba superando
obstáculos en el camino. Con la gracia y la guía de Bhaga-
van, ella formó un equipo de médicos y trabajadores dedi-
cados que atendieron a la población rural, que afluyó en
gran número al hospital.
Su dedicación a los pequeños detalles en la dirección del
hospital fue ejemplar. ¡Para ella, la santidad y la pulcritud
iban juntas! A menudo la he visto con una escoba en la mano,
barriendo el predio del hospital a primera hora de la mañana,
incluso antes de que llegaran los barrenderos. Ella les decía
a sus colegas, a quienes amaba intensamente: “No tiene
sentido enaltecer una clase de trabajo y tildar a otro de ba-
jo. Lavar la ropa blanca y manejar el bisturí son tareas igual-
mente sagradas y gratificantes. Cualquier trabajo hecho co-
mo una ofrenda a Bhagavan eleva al hacedor al eminente
nivel de un Karma Yogi, para quien la gracia divina se vuel-
ve su mismo aliento vital. La fe en Su omnisciencia y la re-
nuncia tanto a considerarse el hacedor como a esperar una
recompensa por su acción aseguran no solo la unión última
con la Divinidad, sino también la enorme dicha de Su cons-
tante presencia”. En verdad, ella era una Karma Yogi por
excelencia, que había experimentado Su presencia cons-
tante incluso físicamente.
Este suceso tuvo lugar en las primeras horas de la maña-
na del domingo 9 de noviembre de 1980. Bhagavan se en-
contraba en Prashanti Nilayam. El hijo de la Dra. Rajeswari, Sri
C. Sreenivas, que prestaba servicios como director de la resi-
dencia de los muchachos en Brindavan, había viajado a Pra-
shanti Nilayam con los estudiantes para asistir a los akhand
bhajans mundiales de 24 horas de duración, que habían co-
menzado el sábado por la tarde. Rajeswari se encontraba sola
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 277 -

Bhagavan bendice a la Dra. Rajeswari

Con los médicos del hospital de Whitefield


- 278 - B. N. NARASIMHA MURTHY

en su hogar en el ashram. Como era su costumbre, se levan-


tó a las 3 de la mañana y, después de sus abluciones, comen-
zó con su adoración diaria alrededor de las 4 de la mañana.
Cuando estaba en la mitad de su puja, oyó a alguien
que la llamaba: “¡Doctora Amma! ¡Doctora Amma!”. Ella se
asomó para ver quién podía ser, pero la visibilidad era es-
casa debido a la distancia y a la oscuridad. Cuando oyó la
voz por tercera vez, ella se dirigió afuera y abrió la puerta
principal. Lo que vio allí hizo que su corazón se estreme-
ciera de alegría. ¡Bhagavan en persona estaba parado ante
la puerta! Ella se quedó sin palabras, absolutamente con-
movida por la inesperada y repentina aparición del Señor
ante su puerta a esa hora sagrada. Bhagavan rompió el si-
lencio preguntándole con Su voz melodiosa:
–¿Estás haciendo la puja?
Mientras ella se inclinaba para hacer namaskar, Baba dijo:
–¡Chesko, namaskaram chesko!
Después de hacer namaskar, ella cerró los ojos un ins-
tante por la dicha que la embargaba y dijo con agradeci-
miento:
–¡Swami!
Cuando volvió a abrir los ojos, ¡Él había desaparecido!
Al regresar al cuarto de puja, atravesando la sala, vio su
reflejo en un espejo: ¡su rostro estaba salpicado de vibhuti!
Esa mañana, en Prashanti Nilayam, mientras transcurrían
los akhand bhajans, C. Sreenivas se encontraba sentado en
la veranda del mandir. Alrededor de las 6.30 de la mañana,
Baba lo llamó adentro. Le dijo a Sreenivas, con una sonrisa
inocente danzando en Su radiante rostro:
–¡Fui a Brindavan y vi a tu madre!
Rajeswari fue testigo de muchas otras manifestaciones
maravillosas de la gracia del Señor en el hospital, en la forma
de curas milagrosas y acciones de rescate. Sin embargo, la
más asombrosa de todas fue la maestría con la que Bhagavan
atrajo a brillantes médicos y los convirtió en instrumentos efi-
caces de Su misión de sanación. Algunos de ellos se unieron
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 279 -

“¡Yo puedo estar aquí y también allí!”


- 280 - B. N. NARASIMHA MURTHY

a Sus hospitales de Prashanti Nilayam y Whitefield como mé-


dicos y cirujanos permanentes, y muchos otros ofrecieron sus
servicios como médicos visitantes. Es imposible siquiera
nombrarlos a todos en este capítulo, y mucho menos relatar
sus historias. El Dr. P. V. Hegde, el Dr. Balasubramanian, el Dr.
Narasappa, la Dra. Sarojamma y el Dr. Prabha son dignos de
mención por sus dedicados servicios en el hospital de White-
field. La Dra. Savitri, quien se unió al hospital en 1983, se ha
destacado por su servicio desinteresado e incansable. La ma-
ravillosa historia de cada una de estas vidas llenaría un libro.
¡Que su raza se multiplique!
El hospital de Whitefield, que ganó rápido reconoci-
miento y reputación como maternidad en los primeros
años, ha crecido ininterrumpidamente hasta convertirse en
un centro único de sanación que cuenta con casi todas las
instalaciones para brindar atención primaria. La inaugura-
ción del quirófano y el comienzo de los procedimientos de
cirugía general en noviembre de 1980 fueron un importan-
te hito en su crecimiento.
Fue Sir William Osler quien fijó metas para la noble pro-
fesión médica en los tiempos modernos cuando declaró:
“Prevenir la enfermedad, aliviar el sufrimiento y sanar a los
enfermos: éste es nuestro trabajo”. Al anunciar al mundo:
“Yo les di medicinas; Dios los sanó”, Galeno le dio a la pro-
fesión médica su método más potente. En una sociedad en
la que el comercio ha invadido el campo de la medicina y
ha pervertido sus objetivos y sus métodos, y en la cual la
atención médica se hace cada vez más inaccesible para más
y más personas, los hospitales creados por Baba en Pra-
shanti Nilayam y Whitefield, que ofrecen atención médica
de calidad en forma completamente gratuita a quienquiera
que llegue a sus puertas, brillan como faros, recordando a
todos los médicos la nobleza y la gloria de su profesión.

✺✺✺
10

Una nueva morada para


el Señor en Brindavan

“Vida de mi vida, ...voy a guardar mi corazón de todo


mal, y a tener siempre mi amor en flor, pues tú estás senta-
do en el sagrario más íntimo de mi alma”, cantó Gurudev
Rabindranat Tagore. Cuando los devotos le oran a Bhagavan
Baba para que bendiga sus planes de construir mandires pa-
ra Él en sus localidades, Él a menudo dice: “Vuestro corazón
es Mi mandir. Manténganlo limpio y puro. Los templos
construidos con ladrillo y mortero no Me dan confort”. A
veces, Él también les pregunta: “¿Cómo pueden construir un
templo para Aquel que llena el universo entero?”. Sin em-
bargo, a pesar de eso, millones de Sus devotos, que creen
que Él es el Maestro invisible de sus familias, han construi-
do lugares de adoración en sus hogares por amor a Él. Po-
demos encontrar tales templos sagrados en todo el plane-
ta, en las chozas de los pobres y en las mansiones de los
millonarios.
Además, cientos de templos dedicados a Baba han sur-
gido en aldeas, pueblos y ciudades. La cantidad de estos
- 282 - B. N. NARASIMHA MURTHY

templos construidos para adorar a una Personalidad vivien-


te a lo largo de Su vida no tiene paralelo en la historia. Sig-
nos de Su omnipotente gracia se manifiestan en muchos de
estos altares y siembran las semillas de la fe en muchos
otros corazones vírgenes. No obstante, hay algunos edifi-
cios construidos por Sus devotos por amor a Él, que han si-
do bendecidos con la fortuna de albergar Su cuerpo físico.
Los más destacados son los mandires de Prashanti Nilayam,
en Puttaparti, y de Brindavan, en Bangalore, los dos ash-
rams donde Baba reside la mayor parte del año. Ahora
narraremos la historia del nuevo mandir de Brindavan, que
vio la luz del día en 1984. También es una oportunidad de
conocer la génesis del ashram de Brindavan.
Bangalore, situada a una distancia de 150 kilómetros de
Puttaparti, hacia el sur, recibió su mayor bendición cuando
Bhagavan decidió convertirla en Su segundo hogar después
de Puttaparti. Él llegó a Bangalore por primera vez en febre-
ro de 1944, cuando aún era un muchacho de dieciocho años.
Smt. Karanam Subbamma y su hermano, Sri Pappur Sathya-
narayana, Smt. Kamalamma y Swami viajaron en un carro ti-
rado por bueyes hasta la estación de trenes de Penukonda y
llegaron a Bangalore por tren. Se quedaron en la pequeña
casa de Sri Mavalli Rama Rao, cerca de Lalbagh, durante
unos diez días. En ese tiempo, solo unos pocos parientes de
Kamalamma y sus amigos en la ciudad habían visitado Pu-
ttaparti para ver al “muchacho Bhat Raju, ¡que se había pro-
clamado a Sí Mismo Sai Baba, que materializaba cosas de la
nada y curaba enfermedades sin medicinas!”. Ellos se con-
gregaban en esa casa, que no tenía ni siquiera luz eléctrica,
para verlo; también lo invitaban a visitar sus hogares.
Durante 1944, Baba hizo cuatro viajes más a la ciudad.
Quienes tuvieron el darshan de Su divina y hermosa perso-
nalidad una vez, no podían resistir el deseo de ir a verlo una
y otra vez, dondequiera que Él se encontrara. Cada vez que
Él visitaba Bangalore, una atmósfera festiva saturaba sus ho-
gares y una nueva dicha descendía en sus corazones. Sus vi-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 283 -

sitas a la ciudad se hicieron cada vez más frecuentes; Él via-


jaba a Bangalore después de casi todas las festividades.
También pasaba por ahí en Su camino hacia y desde Madrás.
Los hogares más pequeños no podían albergar a Baba y
a los devotos que llegaban a Él en multitudes. Algunos de-
votos de la ciudad le oraron para que se quedara en sus re-
sidencias, donde más y más personas podrían tener Su dar-
shan y también asistir a los bhajans de los jueves. Durante
Sus siguientes visitas, en 1944, Bhagavan se quedó en las
residencias de Sri Narasimha Rao Naidu y Sri Navaneetham
Naidu, en Chamarajpet. La espaciosa casa de Sri Thirumala
Rao, en St. John’s Road, se convirtió en el refugio de Sus de-
votos entre 1945 y 1946. Entre 1946 y 1948, permaneció
en la residencia de Sri Ranjoth Singh, el Inspector General
de Policía, en Basavana Gudi. La residencia de Smt. Sakam-
ma, en Bull Temple Road, fue bendecida entre 1947 y 1950.
La vivienda de Smt. Nagamani Poornaiah, en Richmond Ro-
ad, y la de Sri Keshav Vittal, en Wilson Garden, tuvieron esa
fortuna única entre 1949 y 1953. Entre 1954 y 1958, Sri
Venkatraman y Sri Srinivasan, dos reputados auditores de la
ciudad, tuvieron la oportunidad de alojar a Bhagavan; sus
residencias estaban situadas en Kumara Park.

✺✺✺

El amor y la compasión infinitos de Bhagavan conmo-


vieron y conquistaron muchos corazones en Bangalore du-
rante ese período. No hay forma de registrar las emotivas
historias de todos los corazones que fueron tocados y trans-
formados por Su amor. Sin embargo, he aquí algunos vis-
lumbres de la manifestación de Su misericordia.
Kum. Jayalakshmi, la hija de Keshav Vittal, todavía era
una adolescente cuando vio a Baba por primera vez en Ban-
galore. Nacida y criada en una familia devota, ella sintió de-
voción por Baba instantáneamente. Cuando Bhagavan iba y
se quedaba en su casa de Wilson Garden, su tierno corazón
- 284 - B. N. NARASIMHA MURTHY

rebosaba de dicha y ella solía tomar parte con entusiasmo


en cualquier tarea requerida para recibir a Baba y conceder
el darshan a los muchos devotos que llenaban su casa. La
muchacha fue testigo de muchas manifestaciones del poder
y el amor divinos de Baba en su casa. He aquí uno de tales
incidentes en los que Él desempeñó a la perfección el pa-
pel de un hijo amoroso hacia Su madre terrenal. Esa expe-
riencia causó una impresión indeleble en su joven mente y
un fuerte impacto en su personalidad. Más adelante, ella se
convirtió en una incansable trabajadora, líder en Su misión,
en el campo de la educación de la mujer. Ella ya ha figura-
do en este libro como una de “Sus maestras elegidas”. Es-
cuchemos la historia con sus propias palabras:
“Una mañana, Baba envió a la Madre Ishvaramma a vi-
sitar la ciudad junto con dos damas devotas. Cuando ellas
regresaron, después del mediodía, Ishvaramma entró a la
casa con gran dificultad; las dos damas la sostenían una a
cada lado. Ella se dirigió directamente a Swami y, mostrán-
dole su mano derecha, le dijo con lágrimas en los ojos:
–Swami, tengo un dolor terrible en la mano.
Su codo había golpeado contra el asiento delantero del
auto cuando el conductor frenó de golpe mientras bajaban
por una empinada calle de mucho tránsito en la ciudad.
Swami materializó vibhuti, lo untó sobre el codo y la mano
y le dijo con ternura:
–No te preocupes; estará bien.
Siguiendo el consejo de Swami, ella se retiró a descan-
sar a una de las habitaciones. Tuve la buena fortuna de cui-
darla esa tarde; los demás estaban ocupados con los arre-
glos para recibir a los devotos que vendrían para el darshan.
Inmediatamente después de la partida de los devotos,
Swami regresó para preguntarle:
–¿El dolor ha disminuido?
Ella dijo con su inocente voz de niña:
–No, Swami. Es muy fuerte.
Con el afecto maternal tan natural en Él, Baba le dijo:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 285 -

–Estará allí sólo por un corto tiempo; desaparecerá ma-


ñana a la mañana. No te preocupes.
Movió Su mano y apareció un montón de vibhuti, que
Él aplicó sobre la mano de Ishvaramma con gran cuidado.
Al caer la noche, el dolor aumentó y ella comenzó a que-
jarse. Aunque yo me encontraba a su lado, poco podía ha-
cer para aliviar su dolor. Eran más de las diez de la noche y
todos se habían retirado a dormir. Sin embargo, el Hijo sin-
tió su dolor; el sufrimiento de Su madre terrenal no le per-
mitía dormir. Él entró silenciosamente a la habitación. Is-
hvaramma se sentó en su cama al ver a Swami. La madre
no pudo contenerse y exclamó:
–Swami, me está doliendo mucho.
Swami le acarició la mano con suavidad y la consoló di-
ciendo:
–Disminuirá en una hora.
Luego, se deslizó fuera de la habitación moviendo len-
tamente en círculos Su mano derecha. La madre se recos-
tó, pero no pudo dormir debido al fuerte dolor. Tal como yo
esperaba, Baba entró de nuevo a la habitación una hora más
tarde y le preguntó:
–¿Cómo está el dolor?
Ella respondió:
–Swami, está un poco mejor.
Swami la miró satisfecho:
–¿No te lo dije? Desaparecerá por completo a la mañana.
Movió Su mano suavemente sobre la mano y la cabeza
de Ishvaramma, materializó vibhuti y lo untó sobre su mano.
Salió de la habitación un minuto después. La aliviada madre
se quedó profundamente dormida. Sin embargo, yo no pu-
de dormir en toda la noche. ¿Cómo podía hacerlo? Había si-
do testigo afortunada de la conmovedora escena del Hijo
que desempeñó el papel de una Madre con Su madre.
Cuando el reloj dio las cuatro, la madre Ishvaramma se
sentó en la cama y su querido Hijo entró suavemente a la
habitación. Yo me puse de pie con el corazón lleno de gra-
- 286 - B. N. NARASIMHA MURTHY

titud; tuve el darshan del Señor durante brahma muhurtam.


Él le preguntó con dulzura:
–¿Cómo estás?
Ella respondió:
–Ya casi estoy bien. El dolor es muy leve.
Y levantó la vista con expresión de niña para contem-
plar Su misericordioso rostro. Él le acarició la cabeza y le
aseguró:
–Estarás perfectamente bien para cuando salga el sol.
Descansa bien.
Una hermosa sonrisa apareció en Su rostro mientras sa-
lía de la habitación. Esta experiencia celestial se ha vuelto
un tesoro inestimable en mi corazón desde entonces”.

✺✺✺

Sri K. R. Shastry era un joven que trabajaba en una firma


de auditores y revisores de cuentas creada por Srinivasan y
Venkataraman, quienes eran devotos de Baba. Él era oriun-
do de una pequeña aldea cercana a la ciudad comercial de
Chintamani. Tuvo su primer darshan de Bhagavan Baba en
la casa de Venkataraman, en Bangalore, en julio de 1954. El
joven Shastry, que sentía una profunda devoción por el Se-
ñor Sri Rama, creía que Baba era Sri Rama venido nueva-
mente para establecer el dharma en el mundo. Aprovecha-
ba cada oportunidad de servir a su Señor siempre que Él
llegaba a Bangalore. Sus empleadores, que estaban com-
placidos con su sinceridad y su devoción por Baba, lo invi-
taban a la ciudad unos días antes de la llegada de Bhagavan
para que los ayudara con sus preparativos para recibir al Se-
ñor en sus casas. Como servidor personal de Baba durante
Sus visitas a Bangalore, el lazo entre el devoto y Su Señor
se fue fortaleciendo día tras día. ¡La sinceridad de Shastry y
su baja estatura hicieron que Baba lo llamara “Lal Bahadur
Shastry”! He aquí una experiencia de ese joven devoto, que
confirmó su fe en la omnipresencia de Bhagavan Baba.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 287 -

El único Señor en muchos templos


- 288 - B. N. NARASIMHA MURTHY

En abril de 1959, Shastry tuvo que viajar a Puna para dar


un examen de Contabilidad. Afortunadamente para él, Ba-
ba estaba en Bangalore en ese momento. Le pidió a su Se-
ñor que lo bendijera antes de partir hacia Puna. Bhagavan le
dijo: “Tienes Mis bendiciones en abundancia. Estaré conti-
go todo el tiempo”. Venkataraman había hecho arreglos pa-
ra que Shastry se quedara en la casa de su cuñado en Puna.
La estadía allí fue muy agradable, y Shastry congenió con la
familia, ya que todos sus miembros eran devotos de Baba.
Sri Rangarajan, el sobrino de Venkataraman, sentía un pro-
fundo amor por Baba. Él consideraba a Shastry un ejemplo
ideal de dasyabhakti.
Después de dar el examen, Shastry fue por la tarde a la
estación de trenes con Rangarajan para reservar su boleto
de vuelta a Bangalore. De regreso al hogar, ellos pasearon
por un parque cercano –Victoria Gardens– y tomaron asien-
to en un banco de piedra. No había mucha gente en el par-
que. Rangarajan ansiaba saber más y más acerca de Baba, y
Shastry sentía el mismo entusiasmo por compartir sus ex-
periencias. Cuando el reloj de la torre del vecindario dio las
seis, un anciano de unos setenta años se acercó y tomó
asiento en el mismo banco. Era alto y apuesto, tenía cabe-
llo gris corto y llevaba zapatos viejos; vestía camisa de man-
gas largas y pantalón, ambos se veían bastante gastados. El
hombre inició la conversación preguntándole a Shastry:
–¿De dónde eres?
Shastry dio una respuesta breve. El anciano continuó:
–Yo visito Bangalore bastante a menudo. Conozco Cha-
marajpet, Basavana Gudi y Kumara Park muy bien. He via-
jado por todo el mundo, pero no hay ningún otro país co-
mo la India. Amo la India profundamente. Esta tierra es la
mina de la sabiduría espiritual del mundo.
Sus palabras, que sonaban completamente sinceras, fas-
cinaron a los dos jóvenes; de modo que ellos continuaron es-
cuchando al desconocido sabio, que hablaba con inmensa
preocupación por el bienestar del hombre y la sociedad. Per-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 289 -

dieron el sentido del tiempo mientras el anciano se explaya-


ba acerca de las grandes verdades y los valores de la cultura
india y su importancia en tiempos modernos para toda la
humanidad. Él citó con fluidez hermosas frases tanto en hin-
di como en inglés. Finalmente, expresó su decepción de que
los mismos indios abandonaran la práctica de aquellas virtu-
des eternas en sus vidas. Para confirmar esa opinión, dijo:
–Hace algunos años, viajé a Rishikesh con algunos ami-
gos. Vi a muchos sadhus con túnicas color ocre pasando las
cuentas de sus japamalas; sin embargo, sus mentes vaga-
ban por todas partes... No tengo a nadie a quien pueda lla-
mar mío, pero yo amo a todos.
Cuando terminó de pronunciar estas palabras, el reloj
dio las siete. Se puso de pie y dijo:
–Pueden permanecer sentados aquí cómodamente el
tiempo que quieran, ya que no tienen responsabilidades
que atender. Pero yo tengo que irme ahora; un montón de
gente me estará esperando.
Luego comenzó a alejarse. Los cautivados jóvenes lo si-
guieron hasta el camino afuera del parque. Las palabras fi-
nales que les dirigió fueron:
–Jamás dejen de cumplir con sus deberes hacia sus pa-
dres. Sin importar lo ocupados que estén, nunca olviden a
Dios. Un poco de devoción por Él los salvará de desastres
terribles.
Después de decir estas palabras, el hombre levantó la
mano y señaló el reloj de la torre situado detrás de ellos.
Los jóvenes dieron media vuelta para mirar el reloj; eran las
siete y cinco. Cuando se dieron vuelta nuevamente, él ya no
se encontraba allí; ¡se había hecho humo! Ellos quedaron
muy conmovidos. Shastry exclamó:
–¡Era nuestro Baba! No logramos reconocerlo a pesar de
que Él nos dio muchos indicios de quién era. ¡Nuestra inte-
ligencia es una vergüenza! Los bhajans deben de haber co-
menzado en el mandir en Prashanti Nilayam a las siete. Ba-
ba ha regresado allí.
- 290 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Cuando K. R. Shastry volvió a Bangalore, le pidieron


que viajara a Madikeri, en el distrito de Coorg, para hacer
preparativos para recibir a Bhagavan allí. Cuando Baba lo
vio en Madikeri, le preguntó a Shastry:
–¿Qué ocurrió en Puna?
La pregunta lo hizo enmudecer, aturdido, mientras los
recuerdos del anciano en el parque de Puna pasaban por su
mente. Entonces Baba Mismo le explicó a Sri N. Kasturi to-
do lo que había ocurrido en Victoria Gardens, en Puna, y
agregó:
–¡Papam! ¡No lograron reconocerme!
K. R. Shastry creció y floreció como un destacado audi-
tor de su distrito. Propagó el mensaje de Su querido Dios
en la región como presidente de distrito de las Organiza-
ciones Sri Sathya Sai y atrajo a muchas almas buscadoras al
divino rebaño. Actualmente, es director de una escuela de-
dicada a los valores que Baba promueve, en la ciudad de
Chikballapur.

✺✺✺

Con el paso del tiempo, el rebaño de Bhagavan creció


tanto que ninguna de las residencias de Sus devotos podía
albergar a las multitudes que llegaban para Su darshan. Mu-
chos de los devotos tenían que reunirse, desafiando al sol y
la lluvia, en los caminos fuera de las residencias donde Él se
quedaba. Esa escena conmovió el tierno corazón de Bhaga-
van y Él decidió tener un ashram en la paz y la serenidad de
las afueras de la ciudad.
El 1.° de enero de 1958, Baba visitó Whitefield, un pe-
queño pueblo a veinte kilómetros al este de la ciudad, con
algunos devotos y pasó todo el día en un huerto de árboles
frutales. Su sankalpa de tener un ashram en los alrededores
de Whitefield se materializó el 23 de julio de 1959, cuando
compró un predio de ocho hectáreas al este del camino
principal, en la zona norte del pueblo. Bhagavan entró en
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 291 -

La casa de campo que albergó al Señor en Nandanavanam

Baba fuera del viejo mandir en Brindavan


- 292 - B. N. NARASIMHA MURTHY

forma ceremonial en el lugar el 25 de julio de 1960 y llamó


al Ashram “Nandanavanam”. Haciendo honor a su nombre,
ese fue un “jardín de deleite” o el “jardín del divino hijo de
Nanda”. El terreno rectangular, adornado por cientos de ár-
boles, resonaba con el canto de miles de pájaros. Con una
pequeña colina cubierta de árboles en el extremo norte, el
lugar se veía celestial. Había una casa de campo pequeña
pero agradable en el medio del jardín. El otro edificio en el
predio era un cobertizo junto al portón principal, en el ex-
tremo sudoeste. Baba se alojó en Nandanavanam durante
Sus cortas visitas a la ciudad hasta fines de 1961.
Sri Gogineni Venkata Subbaih Naidu y su familia, cono-
cidos como los reyes de la mica en Andhra Pradesh, eran
los propietarios de “Mohan Palace”, un solar de más de cin-
co hectáreas a cinco kilómetros al norte de Nandanavanam.
Mohan Palace, situado al lado de la estación de trenes de
Whitefield, era un área bien planeada, con una espaciosa
casa de campo, rodeada de huertas bien cuidadas con mu-
chas fuentes y un estanque. Una avenida sinuosa, flanquea-
da a cada lado por muchos árboles florecidos, conectaba la
casa con el portón principal en el extremo noroeste del
terreno. Al entrar al predio, uno podía ver un enorme ba-
niano a la derecha y dos casas con techo de tejas conecta-
das por un corredor cubierto en el lado izquierdo. En con-
junto, era un lugar que despertaba admiración.
El divino y poderoso imán que es Bhagavan Baba atra-
jo a este famoso magnate de la mica de Andhra Pradesh a
Nandanavanam. El padre y sus tres hijos –Sri Venkateswara
Rao, Sri Seshagiri Rao y Sri Mohana Rao– se volvieron de-
votos de Baba. Él también visitó su hogar algunas veces.
Después de la muerte de su padre, en septiembre de 1961,
los tres hermanos visitaron Puttaparti y le rogaron a Bhaga-
van que se quedara con ellos en “Mohan Palace” cada vez
que Él visitara Bangalore. Baba aceptó su amoroso pedido
y pasó el verano de 1962 con ellos. Se hicieron excelentes
arreglos para el darshan bajo los árboles a cada lado de la
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 293 -

avenida. El afectuoso servicio que ellos prestaban a los de-


votos complació a Bhaktavatsala Bhagavan. Cuando los tres
hermanos, inspirados por su devoción a Baba y su amor por
Sus devotos, le ofrecieron “Mohan Palace”, Él lo aceptó. Sin
embargo, insistió en que ellos aceptaran Nandanavanam,
que era Su amoroso regalo para ellos. Sai Gopala bautizó al
nuevo ashram “Brindavan”, lo cual le recordaba a uno el sa-
grado lila bhumi del divino pastor de vacas, Bala Gopala.
Una ceremonia que duró tres días a partir del 13 de abril
de 1964 marcó la inauguración del ashram, que experimen-
tó muchos cambios durante un período de dieciocho meses.
Fue un día doblemente auspicioso, ya que era el comienzo
de Krodhi, un nuevo año solar, y de Vasanta Navaratri. Asis-
tieron a la sesión inaugural muchos dignatarios, grandes eru-
ditos védicos y célebres artistas, además de miles de devo-
tos de toda la India y el exterior. Desde entonces, Brindavan
se convirtió en el segundo hogar del Avatar durante casi seis
meses al año. Inicialmente, Sai Krishna, el Señor de Brinda-
van, otorgaba darshan caminando por la avenida, mientras
los hombres y las mujeres se sentaban a cada lado. Más ade-
lante, comenzaron las sesiones de bhajans bajo el gran ba-
niano los domingos y los jueves. Bhagavan se sentaba en la
plataforma circular que rodeaba el enorme tronco del árbol
frente a la hermosa estatua de mármol de Venugopala, pa-
rado en la famosa pose tribhangi. A medida que aumentaba
el número de devotos que visitaban Brindavan, un mantap
circular con un techo de chapas metálicas surgió bajo el ár-
bol. Recibió el nombre de “Sairam Shed” o “Sairam Man-
tap”. Gradualmente, más y más instalaciones se agregaron
al ashram para beneficio de los devotos.
Un período dorado comenzó en Brindavan cuando se
estableció allí el Colegio Univeritario Sathya Sai de Artes,
Ciencias y Comercio para varones. El lugar adquirió un au-
ra nueva gracias a la hermosa y dulce relación entre Bhaga-
van y Sus estudiantes. Se convirtió en un moderno Guruku-
la, con estudiantes que residían en la amorosa proximidad
- 294 - B. N. NARASIMHA MURTHY

de su Kulapati. En la década transcurrida entre 1970 y


1980, Bhagavan permaneció en Brindavan durante la ma-
yor parte del año, formando a Sus “muchachos” con amo-
roso cuidado. Las maravillosas manifestaciones de Su divi-
no poder llenaron de admiración a Sus afortunados
estudiantes, quienes fueron tocados y transformados por el
nectarino amor que Él derramó en abundancia sobre ellos.
Brindavan se llenaba de actividad en los veranos, cuando
miles de estudiantes universitarios de todo el país acudían
allí para participar del “Curso de Verano de Cultura y Espiri-
tualidad India”. Los devotos que tuvieron la oportunidad de
disfrutar de Su proximidad tanto en Prashanti Nilayam como
en Brindavan dicen: “Prashanti Nilayam es Su oficina, y Brin-
davan es Su hogar. Él es Shiva en Prashanti Nilayam, y Krishna
en Brindavan”.

✺✺✺

El exquisito encanto de Brindavan está bien reflejado en


muchos maravillosos e interesantes hechos de la vida de Sri
Ramabrahmam, quien fue bendecido por Bhagavan para ser
el administrador del ashram durante casi tres décadas, desde
su apertura hasta la muerte de Ramabrahmam. El hecho de
que Bhagavan le escribiera a Ramabrahmam más de nove-
cientas cartas de Su puño y letra desde Prashanti Nilayam y
otros lugares, guiándolo y dándole meticulosas instruccio-
nes acerca del mantenimiento del ashram, indica el lugar de
orgullo que Brindavan ocupaba en Su corazón. También hay
muchas cartas escritas por Baba a Ramabrahmam en las que
expresa Su infinito amor, benevolencia e interés por su
bienestar físico y espiritual; aquellas cartas reflejan el afecto
maternal, la severidad paternal y la sabiduría magistral del
Avatar. La siguiente es una carta poética, impregnada de
nectarino amor divino, que Bhagavan le envió:
“¿Acaso Yo olvidé alguna vez el flujo de lágrimas de
anhelo derramadas por Sati Sakkubai, que ansiaba verme?
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 295 -

Carta de Baba a Ramabrahmam desde África oriental


- 296 - B. N. NARASIMHA MURTHY

¿Acaso no recordé las severas pruebas que atravesó Mi de-


voto Nandanar, quien no tenía otra aspiración que adorar-
me? ¿Acaso Rani Mirabai, quien lloraba incesantemente y
Me suplicaba que sólo le diera Mi darshan, desapareció de
Mi memoria? ¿Pasé por alto alguna vez las plegarias de Ka-
vi Thyagaraja, quien deambulaba por doquier con locura di-
vina, exclamando incesantemente ‘Rama... Rama’?
¡Oh, Ramabrahmam! ¿Acaso tu Sai, que los tiene a to-
dos siempre presentes, no escuchará tus súplicas mientras
lloras por Mí ahora? ¿Por qué no derramaría Él Su miseri-
cordia sobre ti? Ten la seguridad de que Él te protegerá sin
falta en todo momento.
¡Ramabrahmam! Sai jamás te olvidará dondequiera que
estés. Puedes estar en un bosque, en el cielo o en una mon-
taña; puedes ir a una aldea o a una ciudad, eso no le im-
porta a Sai; ¡Él jamás se olvidará de ti!
Tu Baba.”
Ramabrahmam, oriundo de una aldea cercana a Vijaya-
wada, en Andhra Pradesh, era un próspero agricultor y co-
merciante. Devoto de Sai Baba de Shirdi desde 1945, tuvo
el primer darshan de Baba en 1953, en Prashanti Nilayam, a
los cincuenta y un años. En su primer día en Prashanti Nila-
yam, se quedó sorprendido cuando Bhagavan lo abordó
con la pregunta: “Ramabrahmam, ¿cómo estás?”. Rama-
brahmam se preguntó cómo era que Baba sabía su nombre.
El tercer día de su estadía, Baba lo bendijo con la oportuni-
dad de ofrecerle padapuja. Mientras lo hacía, ¡él vio a Sai
Baba de Shirdi sentado en el lugar de Sathya Sai en la silla!
Así, Baba le otorgó el más precioso regalo de la fe y Rama-
brahmam jamás miró hacia atrás después de eso. Se volvió
un visitante frecuente de Puttaparti y a veces viajó allí con
algunos miembros de su familia, constituida por su esposa,
dos hijas y tres hijos.
Después de su primer viaje a Puttaparti en 1953, Rama-
brahmam se embarcó en un negocio de exportación de ta-
baco en Guntur, que prosperó rápidamente debido a su tra-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 297 -

bajo duro y su honestidad. Eso aumentó su devoción por Ba-


ba. Todo anduvo bien hasta 1955, cuando comenzaron las
dificultades. Más adelante, él confesó que fue un período en
que Bhagavan lo entrenó con el fin de hacerlo mentalmente
más fuerte para volverse digno de ser Su servidor en Brinda-
van. Ramabrahmam se enfermó gravemente hacia fines de
1955, y nadie pudo diagnosticar su mal hasta junio de 1956.
Además, Bhagavan no le prestaba la menor atención cada
vez que él iba a Prashanti Nilayam. Por fin, cuando se le diag-
nosticó una grave infección pulmonar, le aconsejaron que
fuera a Mysore, en Karnataka, para recibir atención médica y
para descansar. Estuvo en Mysore desde junio de 1956 hasta
marzo de 1957. Su negocio se vino abajo; tuvo que vender la
mayor parte de sus propiedades y sus tierras para pagar sus
deudas. En el término de un año, pasó de ser un millonario a
ser un indigente. Su fe en Baba estaba atravesando una prue-
ba severa, pero él la pasó con éxito. Por fortuna para él, aun-
que todos sus parientes y amigos lo abandonaron, Bhagavan
derramó sobre él un amor inmenso y jamás lo abandonó. El
lazo de la devoción se hizo más fuerte.
El ser interno de Ramabrahmam experimentó una dura
purificación y cincelado durante los cinco años que siguie-
ron, y su anhelo de la Divinidad se volvió cada vez más in-
tenso. El momento decisivo en su vida llegó en 1963, cuan-
do fue a ver a Bhagavan –que se encontraba en Brindavan–
para pedirle Sus bendiciones para el casamiento de su hija
menor. El momento de la boda de su hija aún no había lle-
gado; pero era el momento de la boda de su alma con Dios.
Bhagavan le aseguró que Él haría los arreglos y llevaría a ca-
bo el casamiento de su hija en el momento apropiado, y
además le pidió que se trasladara a Brindavan con su espo-
sa y su hija, y se estableciera allí como administrador del
ashram. Ramabrahmam aceptó agradecido el regalo como
recompensa por su ascetismo a lo largo de muchas vidas.
Ese día, él halló la realización en su búsqueda de lo eterno
en el mundo efímero.
- 298 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Tuve la oportunidad de trabajar con Ramabrahmam en


Brindavan durante cuatro años y me beneficié enormemen-
te con su elevado ejemplo de lealtad y devoción por Bha-
gavan. Él era muy bondadoso con sus colegas más jóvenes
y no vacilaba en darles consejos cada vez que eran reque-
ridos. Además, solía ilustrar sus consejos con ejemplos de
sus propias experiencias con Bhagavan. Su primer consejo
era: “No crean que han venido aquí por un trabajo. Deben
considerar a este lugar como de su propiedad y cuidarlo
con un sentido de compromiso”. El segundo consejo era:
“No le pidan ningún favor personal a Bhagavan. Si realizan
Su trabajo, Él hará el trabajo de ustedes y se encargará de
todas sus necesidades. Bhagavan les dará mucho más de lo
que merecen sin que ustedes lo pidan”. El tercero era: “Si-
gan y obedezcan las instrucciones de Bhagavan al pie de la
letra. Ustedes no tienen ninguna libertad. No traten de in-
terpretar Sus órdenes basándose en su lógica y su conve-
niencia”. Y, por último, solía decir: “Baba es Dios. Siempre
considérenlo Dios. En ocasiones, Él hablará en un tono más
informal o hasta bromeará con ustedes. Sin embargo, uste-
des jamás deben tomarlo a la ligera. Si pierden esta opor-
tunidad, es posible que les lleve muchas vidas volver a ob-
tenerla. Su prioridad en esta vida debe ser Bhagavan; todas
las demás personas y cosas vienen después”.
Una vez, Baba llamó a Ramabrahmam y le dijo: “Tu es-
posa habla demasiado y grita tanto que todos en el ashram
la oyen. Yo también oigo su voz desde el mandir”. Al día si-
guiente, Ramabrahmam llevó a la esposa a su aldea. Viajó
durante más de quince horas, la dejó allí y regresó. ¡Cuan-
do la elección fue entre Bhagavan y su esposa, él eligió a
Bhagavan! A su regreso, él le comunicó a Baba:
–Swami, mi esposa no molestará más a nadie aquí. Te
ruego que me perdones a mí y también a ella por las mo-
lestias que causó hasta ahora.
Baba afirmó:
–Nunca te dije que la mandaras lejos de aquí.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 299 -

Ramabrahmam vivió y trabajó para Dios

Inauguración del Gokulam en Brindavan


- 300 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ramabrahmam guardó silencio. Una semana después,


Baba le preguntó:
–¿Cuándo regresa tu esposa?
Ramabrahmam respondió:
–Swami, no lo sé.
Todos los días, durante los días siguientes, Bhagavan le
hizo la misma pregunta y obtuvo la misma respuesta. Final-
mente, Baba se disgustó con Ramabrahmam y le dijo:
–Ramabrahmam, si tu esposa no viene aquí en el térmi-
no de una semana, tú tendrás que unirte a ella y quedarte
allí mismo.
¡Entonces, Ramabrahmam comprendió la gravedad de la
situación y la trajo de regreso a Brindavan en un lapso de
tres días!
El casamiento de la nieta de Ramabrahmam se iba a rea-
lizar en Guntur. Él recibió la invitación desde su hogar dos
semanas antes. Se la ofreció a Bhagavan, pero no le pidió
Su permiso para asistir a la boda. Mientras permanecía de
pie en silencio, Baba Mismo le dijo:
–Puedes ir y asistir a la boda.
A medida que se acercaba el día del casamiento, él es-
peraba que Baba le dijera que partiera hacia Guntur con dos
o tres días de anticipación. Sin embargo, Bhagavan guardó
silencio con respecto a eso. Ramabrahmam tampoco habló
de ello. El día después del casamiento, Baba le preguntó:
–Ramabrahmam, ¿por qué no fuiste a la boda?
Ramabrahmam respondió en forma imperturbable:
–Swami, pensé que Tú no querías que asistiera. De otro
modo, seguramente me hubieras dicho que fuera.
Bhagavan se mostró inmensamente complacido; le dijo a
Ramabrahmam, que tenía entonces unos setenta y cinco años:
–¡Buen muchacho! Éste es el signo de un verdadero de-
voto.
Para Ramabrahmam, nada importaba salvo complacer a
Baba en pensamiento, palabra y acción. En verdad, él era un
devoto por excelencia.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 301 -

El segundo hijo de Ramabrahmam, Sri Nagabhusan,


murió repentinamente en Vijayawada el 3 de junio de 1964.
Todas las vías de comunicación entre Vijayawada y Brinda-
van estaban cortadas en ese momento debido a un gran ci-
clón. Sin embargo, esa noche, Bhagavan le dijo:
–Tu hijo Nagabhusan ha muerto. Ve a tu casa con tu es-
posa de inmediato. Pero no le digas a tu esposa acerca de
la muerte hasta que lleguen allí.
Ramabrahmam obedeció implícitamente la orden. Du-
rante las diecisiete horas de viaje con su esposa, él no le di-
jo nada excepto que Baba lo había enviado a Vijayawada
por un trabajo importante. Cuando ella llegó a su hogar, vio
el cuerpo muerto de su querido hijo. Quiso que Ramabrah-
mam le informara de inmediato a Bhagavan acerca de la tra-
gedia que los había golpeado. Solo entonces él le dijo la ver-
dad y la consoló diciendo: “Por Su infinita misericordia hacia
ti, Swami no quiso que te informara acerca de la muerte del
muchacho en Brindavan. Como madre, te habría sido im-
posible soportar la pena durante el largo viaje”.
Los ritos finales los mantuvieron en Vijayawada durante
dos semanas. Bhagavan escribió una larga carta a Rama-
brahmam y a su esposa durante ese período consolándolos
con palabras de sabiduría acerca de la vida y la muerte. Sin
embargo, el fuego de la angustia en el corazón de la madre
por la pérdida de su joven hijo no podía ser extinguido tan
fácilmente. Cuando ambos regresaron a Brindavan, ella llo-
ró con amargura ante Bhagavan y se lamentó:
–Baba, he perdido a mi hijo.
Baba le dijo:
–Él no se ha ido a ninguna parte. Está conmigo.
–¿Está contigo? ¿Es eso cierto? –preguntó la desconso-
lada madre.
Bhagavan llevó a la pareja al cuarto de entrevistas. ¡Am-
bos vieron a su hijo, cuyo cuerpo habían cremado a cientos
de kilómetros de allí dos semanas antes, sentado en el cuar-
to de entrevistas en Brindavan! Baba hizo todo lo necesario
- 302 - B. N. NARASIMHA MURTHY

para aliviar el intenso dolor de la apesadumbrada madre y


lo logró en el término de un solo día.
Relatamos aquí tres experiencias de Ramabrahmam,
que enseñan importantes lecciones necesarias para cual-
quier servidor de Baba.
Ramabrahmam era físicamente alto, fornido y corpulen-
to. Un día, ¡Baba le dio Su túnica naranja y le pidió que se
la pusiera! Cualquier otro lo hubiera interpretado como una
broma. Sin embargo, Ramabrahmam la tomó en sus manos
y miró a Baba. Baba dijo:
–Sí, póntela.
Ramabrahmam le dijo solemnemente:
–Swami, lo intentaré. Pero no sé cómo pasarán mi ca-
beza y mis grandes manos.
Bhagavan no cedió. Mientras Ramabrahmam trataba de
meter la cabeza dentro de la túnica con gran dificultad, ca-
si se quedó sin aliento. Sin embargo, no se dio por venci-
do. ¡Para su completa sorpresa y alegría, la túnica comenzó
a agrandarse hasta volverse de su talla! Ramabrahmam
aprendió una buena lección de esa experiencia. Él solía de-
cir: “Cuando uno trata sinceramente de hacer lo que Baba le
dice, Él sin duda lo ayudará a completar la tarea con éxito”.
En una ocasión, cuando Ramabrahmam se encontraba
en la planta baja del mandir, oyó que Bhagavan lo llamaba
desde el primer piso. Como tenía un termo en la mano,
pensó que sería inapropiado ir con él al encuentro de Baba.
De modo que fue a la cocina, dejó el termo allí y subió las
escaleras. Cuando llegó adonde se encontraba Bhagavan, Él
le lanzó una mirada penetrante y le preguntó:
–¿Por qué has venido?
–Swami, Tú me llamaste –respondió Ramabrahmam.
Baba dijo con cierta severidad:
–Te llamé hace unos minutos y no ahora.
Así, fue despedido de la divina presencia.
Un mes después de ese incidente aparentemente me-
nor, se estaba cavando un pozo en la granja agrícola de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 303 -

Bhagavan coloca la piedra fundamental para


el nuevo mandir en Brindavan – mayo de 1983

Trayee Brindavan, inaugurado en abril de 1984


- 304 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Brindavan bajo la supervisión de Ramabrahmam. Él había


ido a ese lugar con algunos dulces que Bhagavan le había
dado para los miembros del Sevadal y los trabajadores que
realizaban la excavación. Después de distribuir los dulces, él
caminó de regreso al mandir cruzando los campos. Miró su
reloj y supuso que Baba ya podría estar esperándolo. Co-
menzó a caminar más rápido, pero en su prisa resbaló y ca-
yó. Exclamó “Sairam” justo antes de caer al suelo. Aunque
había sido una mala caída, no sintió ninguna molestia a pe-
sar de que sus ropas blancas se habían ensuciado. Al apro-
ximarse a Bhagavan, Él le dijo:
–Ramabrahmam, en cuanto tú pronunciaste Mi nombre,
Yo corrí al lugar donde caíste en la granja y te protegí para que
no sufrieras heridas serias. De otro modo, te habrías roto al-
gunos huesos. ¿Qué habría ocurrido si Yo no hubiera llegado
allí en cuanto Me llamaste? Sin embargo, cuando Yo te llamo
a ti, tú te tomas tu tiempo para venir a Mí. ¿Está todo bien?
Ramabrahmam cayó a los pies de Baba y le rogó que lo
perdonara.
Un día, a las seis de la tarde, Sri B. D. Jatti, el entonces
Vicepresidente de la India, llegó a Brindavan para pedir las
bendiciones de Bhagavan en un asunto de importancia na-
cional. Lo acompañaban algunos ministros nacionales y el
Primer Mandatario de Karnataka. Sin embargo, Baba ya se
había retirado por ese día. Ramabrahmam recibió al Vice-
presidente y a los otros dignatarios en el Sairam mantap, ya
que ningún invitado o visitante podía entrar al área del
mandir sin el permiso de Baba. Él los saludó respetuosa-
mente y les pidió que regresaran a la mañana siguiente. Sin
embargo, el Vicepresidente le suplicó:
–Tengo que hablar con el Primer Ministro acerca de es-
te asunto antes del amanecer. Por favor, infórmele a Baba
que estoy esperando aquí para encontrarme con Él.
Ramabrahmam dijo en forma cortés pero firme:
–Señor, nadie se atreve a golpear a la puerta de Swami
después de que Él se ha retirado. Por favor, discúlpeme.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 305 -

–Entonces, ¿qué podemos hacer? Por favor, denos su


consejo –dijo el preocupado dignatario.
–Basándome en mi experiencia, puedo decirle que hay
una sola salida. Tenga la bondad de sentarse aquí, cantar
“Sairam” y orarle a Baba. Él lo sabe todo. Quizás responda
a su plegaria –contestó el veterano devoto.
Sri Jatti aceptó el consejo y se sentó a rezar. Ramabrah-
mam regresó al mandir. En pocos minutos, Bhagavan
emergió de su habitación y dio instrucciones a Ramabrah-
mam de que lo hiciera pasar. Bhagavan habló con él duran-
te más de treinta minutos.
Lo que había ocurrido no sorprendió a Ramabrahmam.
Sin embargo, fue una experiencia reveladora para otros. Ba-
sándose en muchas experiencias como esa, el consejo de
Ramabrahmam a sus jóvenes colegas era: “Debemos orarle
a Swami siempre para recibir la inspiración adecuada para
hacer las cosas correctamente y poder complacerlo. Si de-
pendemos de nuestra inteligencia y nuestro pensamiento,
nos equivocaremos nueve de cada diez veces”. Ramabrah-
mam era un hombre de Dios; él vivía para Dios y trabajaba
para Dios.

✺✺✺

En el ejemplar de junio de 1983 de la revista mensual


Sanatana Sarati, apareció un breve anuncio en la contrata-
pa titulado “Un nuevo Mandir para Brindavan”. Decía así:
“Los visitantes que lleguen a Brindavan echarán de menos
el familiar edificio centenario que, con agregados y mejo-
ras, fue la residencia de Bhagavan durante casi veinte
años... Bhagavan colocó la piedra fundamental del nuevo
mandir en el sitio viejo el 17 de mayo de 1983”. Para mu-
chos, este anuncio trajo recuerdos nostálgicos; se sintieron
abatidos ante la demolición de la estructura que había sido
feliz testigo de sus dichosas interacciones con Dios y de su
transformación. Sin embargo, el nuevo mandir que fue eri-
- 306 - B. N. NARASIMHA MURTHY

gido en su lugar, en el término de un año, borró toda esa


melancolía.
El nombre elegido por Bhagavan para Su nueva morada
–“Trayee Brindavan”– posee múltiples significados. Origi-
nalmente, se consideró el nombre “Sathyam Shivam Sun-
daram”, que significa los tres aspectos de la Divinidad.
“Sathyam” es el nombre de la morada de Bhagavan en
Bombay; “Shivam” es la de Hyderabad y “Sundaram”, la de
Madrás. Sin embargo, la combinación de los tres nombres
sonaba demasiado larga y por eso no fue elegida. “Trayee”
incluía a los tres. También es el término compuesto para los
tres Vedas –Rig, Yajur y Sama– que constituyen la fuente
primera del Sanatana Dharma. “Trayee” también representa
los tres atributos del Absoluto: Sat, Chit y Ananda. “Trayee”
es uno de los mil nombres de la Diosa en el Sri Lalita Sa-
hasranama Stotram. También representa la trinidad presen-
te en las principales religiones. Además, para los aspirantes
espirituales es un recordatorio perenne de “Trikarana Shud-
dhi”: la pureza de pensamiento, palabra y acción.
“Trayee” también representa “trikala”: el pasado, el pre-
sente y el futuro. El edificio tiene tres entradas, la puerta
principal en el oeste, el cuarto de entrevistas en el norte y
la entrada de servicio en el sudoeste. La mansión de dos pi-
sos, que tiene al loto como el motivo dominante en todos
los aspectos de su arquitectura, está enlazada con otro nú-
mero místico: el nueve, el Brahma Sankhya, y sus múltiplos.
El plano del edificio muestra dos círculos concéntricos; el
círculo interior, que tiene un diámetro de 11 metros (36
pies), constituye el salón con una cúpula majestuosa de 11
metros de alto desde la planta baja, y el círculo exterior tie-
ne 22 metros (72 pies) de diámetro. El área entre los dos cír-
culos está dividida en habitaciones y pasillos en ambos pi-
sos. Cuando uno se para en el salón circular, puede ver
nueve puertas en el primer piso. La altura de cada piso es de
3,65 metros (144 pulgadas). El círculo interior tiene nueve
columnas en la periferia, y el círculo exterior, 18.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 307 -

Bhagavan en el balcón, dentro de Trayee Brindavan

“Vuestro corazón es Mi jhula”


- 308 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Dieciocho marquesinas de hormigón en forma de péta-


los de loto dan a las 18 ventanas del primer piso en la parte
exterior; el salón circular interior posee un balcón-parapeto
con nueve lotos abiertos y uno de los navagrahas adorna el
centro de cada loto; un majestuoso techo abovedado con un
gigantesco loto rosado de más de 8 metros (27 pies) espar-
ce su esplendor y un estanque con forma de loto rodea to-
do el edificio. Con todo ello, uno tiene siempre presente al
loto, que es el símbolo del florecimiento espiritual del cora-
zón humano. También es la flor favorita de Bhagavan.
El encanto estético de la mansión ha sido realzado por
el excelente tallado en madera de la sólida puerta de entra-
da con dos paneles basados en escenas del Ramayana y el
tema de Shiva-Shakti. Al atravesar la puerta principal, una
antigua puerta de palo de rosa que conduce al salón circu-
lar interior le da al visitante la bienvenida. Cuando uno abre
esta puerta, unirá las palmas para saludar a la gran estatua
de Ganesha, flanqueada por las estatuas de Nataraja y Venu
Gopala a cada lado.
Bhagavan inauguró Trayee Brindavan el 26 de abril de
1984. Fue un día memorable para los miles de devotos que
se habían congregado allí, que venían de lejos y de las zo-
nas vecinas. Esa mañana, una enorme multitud de devotos
e invitados se habían reunido en el Sairam Mantap y en la
shamiana (toldo) contigua al edificio. Baba salió de Su resi-
dencia temporaria, “Devi Nivas”, en el predio adyacente a
Brindavan, en una impresionante procesión encabezada por
una banda y con los estudiantes que recitaban himnos vé-
dicos y cantaban bhajans. Las vacas del Gokulam, ricamen-
te enjaezadas, que eran parte de la procesión, le recorda-
ban a uno las escenas del Bhagavatam.
Cuando Bhagavan entró por las puertas de Trayee Brin-
davan, los sacerdotes que habían realizado los homams tra-
dicionales antes de Su llegada le ofrecieron Purna Kumbha
Svagatam. Antes de la inauguración, Baba les dio regalos a
todos los que habían participado en la construcción del nue-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 309 -

vo edificio. Entre ellos se destacaban Sri Athale, el arquitec-


to de Bombay, el general de brigada Bose y Sri Vimalana-
than, quienes habían supervisado la construcción, y Sri Na-
tesan y Sri Sukumaran, quienes habían contribuido con las
reliquias de arte antiguo y los tallados en madera. Luego Él
inauguró el edificio cortando la cinta y descubriendo una pla-
ca con la inscripción “Trayee Brindavan”. A medida que Bha-
gavan entraba en el mandir, había gran alegría alrededor.
Cuando un grupo de periodistas le pidió un mensaje para la
ocasión, Bhagavan dijo en telugu: “Vuestra alegría es Mi ale-
gría”. Les dijo que el edificio era el resultado de la labor de
amor y devoción de numerosos devotos. Él recordó en este
contexto cómo los monos, las ardillas y otros seres habían
ayudado a Rama a construir el puente hacia Lanka.
Miles de personas fueron alimentadas suntuosamente
en esa ocasión, y se distribuyó ropa a un gran número de
ancianos y personas discapacitadas. Por la tarde, el audito-
rio al aire libre, entre el recinto del mandir y el Sairam Man-
tap, se colmó de devotos que disfrutaron del nectarino dar-
shan del Señor, mientras una conmovedora música
devocional a cargo de renombrados músicos llenaba el ai-
re. Smt. M. S. Subbulakshmi, Smt. S. Janaki y Smt. P. Leela
tuvieron la buena fortuna de cantar desde lo profundo de
sus corazones al Señor en forma humana, y Pt. Jog tocó
magistralmente el violín en ese ambiente sublime.
Así floreció un nuevo “Loto” donde muchos corazones
habían florecido.
11

“¡Dios está actuando


entre nosotros!”

Al dirigirse a la Conferencia Internacional de las Organi-


zaciones Sri Sathya Sai en Roma, que tuvo lugar el 30 y 31
de octubre de 1983, Sir George Trevelyan, galardonado con
el Premio Nobel Alternativo y Presidente de Wrekin Trust,
Reino Unido, hizo una declaración sumamente optimista con
respecto a la marcha de la humanidad hacia la unidad al
proclamar: “¡Dios tiene un plan y lo está llevando a cabo!”.
En el estimulante discurso que pronunció durante la
Conferencia, a la que asistieron más de 1200 delegados de
Italia y 800 de otros países –tan lejanos entre sí como la Ar-
gentina y Chile, en Sudamérica, y Australia y Nueva Zelanda
en las antípodas–, y unos tres mil observadores de todas las
regiones de Italia, Sir George recordó la promesa de Baba a
la humanidad, con plena confianza en su cumplimiento:
“Escuchen las palabras del Avatar: ‘He venido para re-
parar el antiguo camino real hacia Dios. Los Avatares jamás
pueden fracasar; Su voluntad debe prevalecer, lo que pla-
nean debe tener lugar’. Y además: ‘He venido para inscribir
- 312 - B. N. NARASIMHA MURTHY

un capítulo dorado en la historia de la humanidad, en el que


la falsedad fracasará, la verdad triunfará y la virtud reinará.
El carácter conferirá poder entonces, no el conocimiento ni
las habilidades inventivas ni la riqueza. La sabiduría será en-
tronizada en los concilios de las naciones’”.
Dos años después, al dirigirse a un auditorio en West-
minster Central Hall, Londres, Sir George Trevelyan hizo una
afirmación conmovedora: “Estamos observando el fenóme-
no más extraordinario de nuestro tiempo. Vivimos en un
mundo en el que muchas personas están sumamente per-
turbadas y hasta desesperadas, en el que imperan todo tipo
de fuerzas oscuras, que causan daño y crean temor. Y en me-
dio de esto llega la esperanza suprema a nuestra era turbu-
lenta, una tremenda comprensión de que Dios está actuando
entre nosotros, y de que existe la posibilidad de la redención
a través del poder del amor”. Luego continuó citando a Bha-
gavan Baba: “Yo estoy con ustedes siempre. Vuestro corazón
es Mi hogar. El mundo es Mi mansión. Incluso aquellos que
Me niegan son Míos. Llámenme por cualquier nombre y res-
ponderé. Visualícenme en cualquier forma y Yo me presenta-
ré ante ustedes. No calumnien ni lastimen a nadie; porque
Me estarán calumniando a Mí, que estoy en ellos”.
El mensaje de Bhagavan Baba a la Conferencia de Roma
fue leído por el Dr. V. K. Gokak, el entonces Vicerrector del
Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior, quien inau-
guró la Conferencia el 30 de octubre de 1983. He aquí el
mensaje, que contenía las recomendaciones de Bhagavan
para curar los males de la humanidad sufriente en los tiem-
pos modernos.
“Encarnaciones del Espíritu Divino:
El antiguo refrán ‘Todos los caminos conducen a Roma’
ha sido reivindicado hoy. Es de gran significación el hecho de
que personas de muchos países se hayan reunido en esta his-
tórica ciudad. Tienen que tomar conciencia de que han veni-
do aquí para aprender cosas que jamás han oído antes, y pa-
ra inspirarse en nuevos ideales sobre la aventura humana.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 313 -

“¡Dios está actuando


entre nosotros!”
- 314 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Esta conferencia no concierne a una religión, nación, ra-


za, casta o individuo en particular. Tiene por objeto revelar
la Verdad esencial que subyace a todas las escrituras y pro-
curar la paz y el bienestar de todos los pueblos a través del
establecimiento de la Verdad y la Rectitud.
Toda la humanidad pertenece a una sola Religión: la Re-
ligión del Hombre. Dios es el Padre de todos los hombres.
Como hijos de un solo Dios, todos los hombres son herma-
nos. Por lo tanto, esta conferencia es una reunión familiar.
No es una reunión de nacionalidades y religiones. Es una
reunión de mentes. No está relacionada con una cultura o
filosofía en particular. Se ocupa de la forma de vida divina
implícita en todas las religiones.
La Verdad básica de todas las religiones, más allá del
país o la raza, es una y la misma. Las ideas filosóficas o las
prácticas y enfoques pueden variar. Pero el objetivo final y la
meta son solo uno. Todas las religiones proclaman la Unidad
de la Divinidad y predican el cultivo del Amor Universal sin
importar casta, credo, país ni color. Aquellos que ignoran es-
ta Verdad fundamental están creando gran confusión y caos
al fragmentar a la Divinidad. Confinar y dividir al Infinito Di-
vino en compartimientos tan estrechos es traición a la Divi-
nidad. La base para una vida espiritual, fundada en Dios, es
el Espíritu que mora en el interior: el Atman.
Quien no tiene una actitud tolerante y respetuosa por
otras religiones no es un verdadero seguidor de su pro-
pia religión. Adherirse estrictamente a las prácticas de la
propia religión no es suficiente; uno también debe pro-
curar ver la unidad esencial de todas las religiones. Solo
entonces el hombre será capaz de experimentar la unidad
de la Divinidad. No debe haber ningún tipo de coerción
o coacción en la esfera de la religión. Las cuestiones reli-
giosas deben ser discutidas con calma, desapasionada-
mente. No abriguen el sentimiento de que una religión es
superior y otra es inferior. Los conflictos basados en la re-
ligión deben ser totalmente eliminados. Dividir a los
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 315 -

hombres por motivos religiosos es un crimen contra la


humanidad.
La humanidad tiene que tomar conciencia de que tanto
el individuo como la sociedad son manifestaciones de la
Voluntad Divina y que la misma Divinidad satura el Univer-
so. Solo si reconoce esta Verdad podrá el hombre renunciar
a su ego y llevar una vida de devoción al deber. La socie-
dad no debe volverse un reñidero de gallos lleno de indivi-
duos egoístas, sino una comunidad de individuos divina-
mente guiados...
Debe comprenderse que las comodidades materiales no
son el único objetivo de la vida social. Una sociedad en la que
los individuos se interesan solo por el bienestar material no
será capaz de alcanzar la armonía y la paz. Incluso si se logra
esta armonía, solo será una armonía provisoria, pues, en una
sociedad así, los fuertes oprimirán a los débiles. Y la distribu-
ción igualitaria de la munificencia de la naturaleza no asegu-
rará otra cosa que una igualdad nominal. ¿Cómo puede la
distribución igualitaria de bienes materiales lograr la igualdad
con respecto a los deseos y las habilidades? Por lo tanto, los
deseos tienen que ser controlados desarrollando un enfoque
espiritual y apartando la mente de los objetos materiales, en-
focándola en la Divinidad que mora en cada corazón... Al
convertir el amor por las cosas materiales en Amor a Dios,
uno experimenta lo Divino. Esta experiencia no es algo que
está más allá de las posibilidades del hombre. De hecho, es
una parte de la naturaleza inherente del hombre. Es el secre-
to de su condición humana y de su divinidad.
Hoy el hombre imagina que lo sabe todo acerca de la
Naturaleza y el Universo. ¿Pero de qué le sirve todo este co-
nocimiento si no se conoce a sí mismo? Solo cuando se
comprenda a sí mismo será capaz de conocer la Verdad
acerca del mundo externo. La Realidad interna del hombre
no puede ser conocida explorando el mundo externo. Cuan-
do dirija su visión hacia adentro y tome conciencia de su di-
vinidad esencial, desarrollará ecuanimidad hacia todos los
- 316 - B. N. NARASIMHA MURTHY

seres. Debido a ese sentimiento de unidad, experimentará la


Bienaventuranza que trasciende toda comprensión”.
En la memorable Conferencia de Roma, Sir George Tre-
velyan fue uno de los tres oradores invitados; él habló so-
bre el tema “Hacia la unidad humana”. El segundo fue el Sr.
Eugene Roy Davis, Presidente Fundador del Centro para la
Conciencia Espiritual, Lakemount, Georgia, Estados Unidos
de América; su discurso trató sobre “Las responsabilidades
espirituales en nuestro mundo que despierta con rapidez”.
El tercero fue el Sr. Víctor Kanu, ex Embajador de Sierra Le-
ona en el Reino Unido y otros países; su tema fue “Sri Sa-
thya Sai Baba, la Esperanza de la humanidad”.
Se trataron cinco temas en la conferencia, y las delibe-
raciones de los comités fueron presentadas a la conferencia
por sus respectivos presidentes:
1. “La unidad de la humanidad”, por Sri V. K. Narasimhan.
2. “Los ideales Sai en la vida cotidiana”, por el Dr. John
Hislop.
3. “La ciencia y la espiritualidad”, por el Dr. Samuel Sandweiss.
4. “La esencia de todas las religiones”, por el Sr. Howard
Murphet.
5. “Las cualidades humanas y la naturaleza divina”, por Sri
V. Srinivasan.
Sri V. K. Narasimhan, en ese entonces subdirector de Sa-
natana Sarati, quien viajó con el Dr. V. K. Gokak a Roma des-
de la India, tuvo una milagrosa experiencia de la omnipre-
sencia de Bhagavan Baba en Roma. Ese milagro pasó a ser
el tema de conversación de los devotos en la Conferencia.
Escuchemos el relato del conmovedor incidente de boca
del Dr. Sara Pavan, de Australia, que fue testigo del milagro:
“Todo ocurrió en Roma. Me encontré con Sri V. K. Nara-
simhan el 27 de octubre en el Hotel Ergife y le pedí que le-
yera la copia preliminar del ‘Anuario Sathya Sai de Austra-
lia’, que yo estaba preparando para su publicación, para
asegurar que se ajustara al nivel deseado. Narasimhan, al
querer revisarla, trató de encontrar sus anteojos de lectura.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 317 -

“Dios es el Padre de todos los hombres”


- 318 - B. N. NARASIMHA MURTHY

La búsqueda frenética de los anteojos resultó infructuosa,


aunque encontró el estuche rojo en el que los guardaba
usualmente. Temía haber dejado los anteojos en su depar-
tamento en Brindavan, Whitefield. Había partido de Brinda-
van de prisa, ya que tuvo que ir dos veces a la Oficina de
Pasaportes el día de su partida. Narasimhan se preguntaba
cómo haría para participar de la conferencia, y ni hablar de
leer el material que yo le había dado.
Lo visité a la mañana siguiente en el hotel. Nos hallába-
mos sentados en un sofá, conversando acerca de cómo ha-
bía llegado cada uno a Swami. De repente, sentí el ruido de
algo que caía sobre el almohadón entre nosotros. Queda-
mos pasmados al ver un par de anteojos de armazón negra
que acababan de caer. Narasimhan les echó otro vistazo a
los anteojos sobre el almohadón y exclamó: ‘¡Éstos son mis
anteojos de lectura! ¡Swami está aquí!’. Incluso antes de que
esas palabras fueran pronunciadas, yo también sentí que al-
go ‘inusual’ estaba ocurriendo. Narasimhan estaba muy im-
presionado con la milagrosa aparición de sus anteojos. Le
caían lágrimas de gratitud hacia Swami. Este milagro, que
ocurrió en mi presencia, en Roma, me convenció más allá
de toda duda de la omnipresencia de Swami”.
Cuando Narasimhan regresó a Prashanti Nilayam, la pri-
mera pregunta que Swami le hizo fue: ‘Narasimhan, ¿qué pa-
só con tus anteojos?’. Narasimhan le contó a Swami que sin-
tió como si alguien le hubiera llevado los anteojos. Swami
dijo: ‘¡Yo te llevé los anteojos desde Bangalore hasta Roma!’.
La Conferencia Internacional de Roma constituyó un hito
en el crecimiento mundial del Movimiento Sai. En cierto mo-
do, fue la precursora de la Cuarta Conferencia Mundial de las
Organizaciones Sri Sathya Sai, que tuvo lugar en Prashanti
Nilayam del 17 al 21 de noviembre de 1985, como parte de
las celebraciones del Cumpleaños 60 de Bhagavan Baba.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 319 -

En 1982, miembros del Consejo Mundial de las Organi-


zaciones Sri Sathya Sai le rogaron a Bhagavan Baba que les
permitiera celebrar Su Cumpleaños 60 a escala mundial en
noviembre de 1985. Baba se mostró renuente, pero final-
mente accedió cuando le aseguraron que estas celebracio-
nes serían como afluentes de los ríos cada vez más anchos
de actividades de servicio, lo cual beneficiaría tanto a los
devotos como al mundo.
Durante la Cuarta Conferencia de la India, en 1970, al acla-
rar el objetivo principal de las Organizaciones Sri Sathya Sai,
Bhagavan Baba había dicho: “Las gotas de lluvia no llegan al
mar –que es su origen y también su meta– a menos que for-
men corrientes y ríos. Del mismo modo, los devotos de Dios
son gotas de lluvia en el océano de ananda. Por lo tanto, tie-
nen que adoptar la forma de corrientes y ríos para regresar a
su origen. La Organización de Servicio Sathya Sai es la co-
rriente que reúne a los devotos de diversas partes del mundo,
sin importar su lengua, religión, casta, color ni nacionalidad,
llevando a cada sevak Sai de regreso a la Divinidad”. La idea
de una aproximación colectiva a la meta última de la vida fue
un concepto revolucionario en el contexto del antiquísimo
acercamiento individualista a moksha, especialmente en la In-
dia. Uno no puede pasar por alto el bien social al buscar la
propia salvación; ambos son complementarios y tienen que ir
de la mano. El propósito espiritual del servicio social jamás ha-
bía sido tan bien destacado. El llamado fuerte y claro de Baba
a Sus devotos para que se reunieran y avanzaran por la senda
de la salvación dio un gran impulso a la Organización Sathya
Sai, que sólo tenía cinco años en aquella época.
El espectacular crecimiento de las organizaciones en to-
do el mundo, en los quince años siguientes, se manifestó
claramente en la Cuarta Conferencia Mundial, celebrada en
noviembre de 1985, en Prashanti Nilayam. Asistieron a ella
más de trece mil delegados y unos cuatrocientos mil devo-
tos de cuarenta y seis países, y el tema de la conferencia fue
“La integración de la comunidad mundial”. La semilla, sem-
- 320 - B. N. NARASIMHA MURTHY

brada por Bhagavan en el corazón de la humanidad cuando


declaró Su misión al mundo, siendo un muchacho de cator-
ce años, había crecido hasta convertirse en un inmenso ár-
bol, en cuarenta y cinco años.
En vista de la capacidad limitada del Auditorio Purna-
chandra y del gran número de devotos ansiosos por parti-
cipar de la Conferencia Mundial y de las celebraciones del
Cumpleaños, todas las sesiones se llevaron a cabo en el Es-
tadio Hill View, excepto la ceremonia inaugural. Desde la
Conferencia de Sevadal en 1984, Bhagavan Mismo había
mostrado un profundo interés por hacer que el Estadio Hill
View estuviera listo para la Conferencia Mundial y las cele-
braciones del Cumpleaños, ya que el estadio solo no podía
albergar a los cientos de miles de devotos que se esperaba
que llegaran para la ocasión. Cada detalle de los arreglos
fue iniciado y supervisado por Bhagavan; esto incluía la ni-
velación y limpieza del terreno del estadio, la construcción
del estrado “Shanti Vedika” y la extensión de las galerías a
los costados de la colina.
Al dar la bienvenida a los delegados de la Conferencia
Mundial congregados en el Auditorio Purnachandra, en la
mañana del día 17, Sri N. Kasturi, que tuvo el privilegio de
estar cerca de Baba durante casi cuarenta años y que había
visto crecer el Movimiento Sai desde sus inicios como un
tierno brote hasta convertirse en un vigoroso árbol mundial
con raíces en cada continente, dijo con voz quebrada por la
emoción: “En ocasión de la Primera Conferencia Mundial en
1968, Swami declaró ante aquellos que se habían congre-
gado respondiendo al llamado del Avatar por la paz en la
tierra y la buena voluntad entre los hombres que Él encar-
naba en Sí Mismo a todos los nombres y formas con los que
el hombre había adorado a Dios. Ésta es la Cuarta Conferen-
cia, y el vasto número de delegados de todos los continen-
tes prueba que millones han aceptado el Mensaje Sai de
amor, servicio y serenidad como el único remedio para el
veneno de la codicia, el orgullo y el odio. El tema de esta
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 321 -

conferencia es “La integración de la comunidad mundial”.


¡Verdaderamente, estamos en presencia de Aquel cuya Vo-
luntad puede forjar a toda la humanidad hasta volverla Una!”.
Sri Indulal Shah, el primer Presidente de las Organiza-
ciones Sri Sathya Sai de la India (desde 1967 hasta 1975) y
el primer Presidente del Consejo Mundial de las Organiza-
ciones desde 1975, describió el crecimiento de las Organi-
zaciones Sathya Sai en todo el mundo en los veinte años
transcurridos desde su inicio y proclamó: “Estos veinte
años han dejado en claro que la Organización Sai es, en el me-
jor de los casos, una fracción de la misión de Bhagavan Baba.
Él actúa en cientos de niveles y planos y, sin nuestro cono-
cimiento, continúa haciendo Su trabajo a Su modo. Mien-
tras que la Organización Sai está completamente identifica-
da con Bhagavan Baba, lo opuesto no es verdad”.
Al inaugurar la Conferencia, Bhagavan declaró que úni-
camente el servicio desinteresado podría complacer a Sai.
Proclamando la supremacía del seva como sadhana, Él dijo:
“El objetivo del karma es jñana y jñana es la base del karma.
Combinar en la práctica a ambos constituye seva: servicio
desinteresado. No hay mayor sadhana espiritual que el se-
va. El Supremo Señor de los tres mundos, Sri Krishna Mis-
mo –cuando descendió para proclamar el destino del hom-
bre–, sirvió a las bestias y a las aves. Cuidó a los caballos y
a las vacas con amor. En la gran batalla del Kurukshetra, Él
no quiso esgrimir la espada, sino que se contentó con figu-
rar como un mero auriga. De este modo, Él demostró el
ideal del servicio desinteresado.
La filosofía Sai no consiste en alentar a los devotos a
sentarse en un rincón, controlar su respiración y repetir
‘¡Soham! ¡Soham!’. El mensaje Sai es: ‘¡Oh, Sadhak! ¡Leván-
tate! ¡Apréstate para la acción! ¡Lánzate al servicio social!’.
Controlando sus sentidos, deben dedicarse al servicio so-
cial. Una vida sin seva es un templo lleno de oscuridad. Es
la morada de espíritus malignos. Solo la luz del seva puede
iluminar al aspirante espiritual.
- 322 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Han venido aquí desde lugares distantes del mundo, in-


curriendo en grandes gastos y experimentando incomodi-
dades personales. Al haber venido, deben tratar de asimilar
buenos pensamientos y nobles sentimientos para poder re-
gresar con la determinación de llevar vidas ejemplares y
dedicarse a acciones meritorias, que harán sus vidas subli-
mes. Ésta es Mi bendición para todos ustedes”.
Al terminar el discurso, Bhagavan aconsejó: “Antes de
concluir, deseo darles dos directivas que los harán com-
prender la importancia de esta conferencia. Una es: ‘Practi-
quen lo que predican’. La otra es: ‘No prediquen lo que no
practican’. Si hablan acerca de algo que no practican uste-
des mismos, eso es un engaño. Si hacen lo que dicen, ¡eso
es un signo de grandeza!”.
En los tres días siguientes, los delegados se dividieron
en subcomités para considerar diversos aspectos de las ac-
tividades de la Organización con relación al objetivo de
promover la integración de la comunidad mundial. Los sub-
comités deliberaron acerca de los siguientes temas: Sa-
dhana espiritual, Educación en Valores Humanos, Balvikas,
Sevadal, Desarrollo rural y la creación de Fundaciones y Fi-
deicomisos benéficos.
La Sesión de Cierre de la Conferencia tuvo lugar en el
Estadio Hill View el 21 por la mañana. En su discurso de
bienvenida, el Dr. Michael Goldstein, de los Estados Unidos
de América, miembro del Consejo Mundial, le transmitió a
Bhagavan las aspiraciones de todos los devotos del mundo:
“Amadísimo Bhagavan, nosotros, Tus humildes devotos de
muchas tierras lejanas, de todos los continentes habitados
de la Tierra, de cuarenta y seis naciones diferentes, recono-
cemos que la vida es preciosa, que es un lapso de concien-
cia que Tú nos has dado. Nos comprometemos a no mal-
gastar este sagrado e inapreciable tesoro. Prometemos
esforzarnos por implementar las decisiones tomadas aquí
hoy, cumplir con nuestras responsabilidades como devotos
Sai para con nosotros mismos, los hermanos y hermanas de
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 323 -

nuestras respectivas naciones y el mundo en general. Te ro-


gamos que, en Tu benevolencia, nos permitas servir siem-
pre en la Divina Causa, fiel y eficazmente”.
Sri V. Srinivasan, el Vicepresidente del Consejo Mundial,
hizo un resumen de las decisiones y recomendaciones de la
Conferencia. El deseo de la Conferencia era que hubiera in-
tegración en primer lugar dentro de la Organización Sai.
Como primer paso hacia la integración de la comunidad
mundial, la Conferencia dispuso que se emprendieran algu-
nos programas comunes en cada país con cuatro objetivos:
1. Salud y bienestar nacional
2. Fortalecimiento de la base espiritual
3. Difusión del mensaje del Avatar Sathya Sai
4. Límite a los deseos
En Su histórico discurso de despedida en la Conferen-
cia, Bhagavan declaró:
“Yo acepto sólo una ofrenda del mundo: amor, amor sa-
grado y desinteresado, manifestado como servicio desintere-
sado, hermandad, ternura de corazón y compasión”. Refi-
riéndose a la crisis mundial en estos tiempos, Él dijo:
“Tenemos aquí, en la Conferencia Mundial, a delegados de
muchos países, ligados a diferentes culturas y tradiciones,
idiomas, estilos de vestimenta y alimentación, y pertenecien-
tes a diversas nacionalidades. Sin embargo, esta variedad no
debe ocultar de su visión la unidad de la divinidad inherente
en todos. Hoy el mundo padece problemas formidables y un
temor que se extiende con rapidez: temor a la guerra; al
hambre y al terrorismo demoníaco; a conflictos raciales, reli-
giosos y regionales; temor por la recuperación económica y
la supervivencia; temor a la indisciplina estudiantil; a los con-
flictos entre credos; al frenesí y el fanatismo; a la usurpación
de poder y el egoísmo extremo. El único remedio para este
temor progresivo es una actitud de desapego basada en el
discernimiento espiritual. Cuando uno está apegado al com-
plejo cuerpo-mente y a la limitación del ‘yo y lo mío’, es im-
posible escapar al temor. La conciencia adváitica –lo que pre-
- 324 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sencian es solo una superposición de sus mentes sobre la Re-


alidad– es la mejor cura. El servicio impulsado por el amor
desinteresado es el sadhana más eficaz”.
Al finalizar el discurso, Baba les dio a los miembros y tra-
bajadores de la organización, y a todos los devotos, diez di-
rectivas para ser practicadas en la vida –“La senda de diez
pasos hacia la Divinidad”–, que se incluyen en el último ca-
pítulo de este libro, “El Maestro del Mundo”.
La Cuarta Conferencia Mundial constituyó un hito im-
portante en el crecimiento del movimiento espiritual, edu-
cacional y de servicio a escala mundial, que se extendió a
más de cien naciones en los diez años siguientes. Según la
Sra. Bárbara Bozzani, de los Estados Unidos de América:
“Fue verdaderamente un evento internacional de gran mag-
nitud, una reunión espiritual de almas unidas en su amor
por Bhagavan”. El Dr. Al Levi, un psicólogo de la ciudad de
Nueva York, sintió que la Conferencia Mundial fue “un paso
monumental en la evolución espiritual de la humanidad, un
punto decisivo, una importante etapa de transición”.
Sri Indulal Shah recordó con jubiloso asombro: “Casi un
año antes de la Conferencia, le presenté a Bhagavan todos
los datos relacionados con los Centros Sai, los Grupos, las
Fundaciones Benéficas y las Instituciones Educativas de la
India y el exterior. Le solicité Su guía con respecto a quié-
nes podían estar acreditados para participar de la Conferen-
cia Mundial. Incluso entonces era evidente que si se permi-
tía asistir como delegado a un representante de cada
Grupo, habría más de diez mil delegados en la Conferencia.
En ningún momento de la historia podemos encontrar una
conferencia de representantes de ninguna Organización Es-
piritual llevada a cabo en presencia del Avatar. ¡Quedé ma-
ravillado ante el magnífico tamaño de nuestra Organiza-
ción, que anunciará una gran revolución espiritual!”.

✺✺✺
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 325 -

“Nuestra vida es un libro abierto para Él”


- 326 - B. N. NARASIMHA MURTHY

La voluntad y la gracia divinas convirtieron a Sri Indu-


lal Shah en el arquitecto principal de las Organizaciones Sri
Sathya Sai desde sus inicios. Su personalidad fue moldea-
da y preparada para la gran tarea aun antes de que él co-
nociera a Bhagavan en 1965. Pocos años después, Indulal
Shah dijo: “La semilla del amor por el Avatar fue plantada
en mi corazón en el verano de 1965; hasta entonces, no
supe de Su advenimiento. Mirándolo ahora, da la impre-
sión de que Él me conocía desde mucho antes de que yo
lo conociera a Él”.
Indulal Shah llegó a Bombay desde su lugar natal, en
Gujarat, en 1937, cuando era un adolescente, para prose-
guir sus estudios de contador público. En el Hogar para Es-
tudiantes de Sri Ramakrishna, la residencia donde vivió du-
rante cinco años, los monjes de la Orden de Ramakrishna lo
introdujeron en los conceptos básicos de la cultura india. La
personalidad fulgurante de Swami Vivekananda, de quien
los monjes hablaban con gran veneración, encendió en su
tierno corazón un fervor patriótico e idealista, que fue forta-
lecido aún más por la influencia de Mahatma Gandhi y sus
enseñanzas. Aquellos eran tiempos en que la influencia hip-
nótica del Mahatma conquistaba muchos corazones jóve-
nes para la causa nacional.
Indulal formó parte del movimiento “Abandonen la In-
dia” en 1942 y se volvió un trabajador entusiasta del Con-
greso Nacional Indio en 1946. Sirvió a la organización co-
mo secretario en la Región Bombay desde 1951 hasta
1960. Se unió a la Comisión de Industrias en Aldeas del
Gobierno de la India y trabajó para su programa de investi-
gación sobre economía rural desde 1954 hasta 1964. Su es-
posa, Smt. Sarlaben, resultó ser una ayudante hábil en sus
esfuerzos desinteresados. Era natural en él poner el alma y
el corazón en cualquier cosa que hacía, y ser meticuloso en
la planificación y eficiente en la acción. Ganó muchos laure-
les en el trabajo que hizo para la población rural pobre. In-
dulal también sirvió con eficiencia en la Misión Ramakrishna
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 327 -

como secretario de su rama en Bombay desde 1949 hasta


1964.
Para 1965, la espiritualidad se había convertido en algo
más que un concepto académico para Indulal. La muerte de
su hijo de nueve años, Yogesh, en mayo de ese año me-
morable, marcó un punto decisivo en su vida. Uno de los
amigos de la familia invitó al apesadumbrado Indulal, a su
esposa Sarlaben y a su hija Darshana a quedarse con él en
Bangalore durante algunos días. Una de esas tardes, el an-
fitrión lo instó a ir a un encuentro público en Malleswaram,
en el que Baba dirigiría la palabra. Cuando llegaron al lugar,
Baba ya había comenzado Su discurso. Una multitud lo es-
cuchaba absorta, en absoluto silencio. Un aura mística ro-
deaba todo el lugar. En cuanto él posó sus ojos en Bhaga-
van, lo invadió un extraño sentimiento, desconocido para él
hasta ese momento. Sin embargo, lo que lo impresionó
fuertemente fue el modo en que Baba disipó las nubes de
lluvia que amenazaban con interrumpir la reunión. ¿Puede
alguien disipar las nubes cargadas de lluvia con un movi-
miento de la mano y continuar hablando como si nada hu-
biera ocurrido? Indulal sólo había leído acerca de tales fe-
nómenos en los Puranas. Ese fue el momento decisivo de
su vida, y surgió en él un fuerte anhelo de conocer a Baba.
Indulal visitó Brindavan con su esposa e hija durante
cinco días consecutivos. Ellos anhelaban una entrevista per-
sonal con Baba y su oportunidad llegó el quinto día. Bha-
gavan los condujo al cuarto de entrevistas haciendo algunas
observaciones relativas a la profesión de contador público
de Indulal. No hubo necesidad de que Indulal se presenta-
ra; comprendió que su vida era un libro abierto para Baba.
Ellos experimentaron un sentimiento de beatitud muy agra-
dable en Su presencia. Mientras se despedían, Bhagavan le
dijo a Indulal: “Iré a Bombay dentro de una semana. Puedes
encontrarte conmigo allí”. La invitación rebosaba del afecto
espontáneo de un viejo amigo. Ellos salieron de la habita-
ción sintiendo que conocían a Baba desde la eternidad.
- 328 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Bhagavan Baba estuvo en Bombay la semana siguiente


y se alojó en lo de Sri P. K. Sawant, un Ministro del Gobier-
no de Maharashtra. Indulal ansiaba encontrarse con Bhaga-
van y mostrarle la exhibición “Sant Darshan” –que ilustraba
el eterno mensaje de la cultura india transmitido y enseña-
do por los santos y los sabios–, planeada y producida por él
para el beneficio de la comunidad estudiantil. En cuanto In-
dulal fue llevado ante Su presencia, Bhagavan le preguntó:
“¿Dónde es la exhibición?”. Indulal enmudeció de asombro
por unos instantes; jamás se la había mencionado a Baba o
a alguien cercano a Él antes, ¡y aun así Él sabía acerca de
ella!
Baba vio la exhibición móvil esa misma tarde y la ben-
dijo. Más tarde, fue expuesta en casi todas las escuelas de
Bombay y en cientos de escuelas de Gujarat. También fue
llevada por toda la India durante las Celebraciones del Cen-
tenario de Gandhi en 1969 como tren-exposición-móvil. La
exhibición hizo que Indulal se acercara más a Baba. Dos me-
ses más tarde, Indulal imaginó otra exhibición para ilustrar
la vida y las enseñanzas de Bhagavan Baba. Para armarla,
estudió larga y detenidamente casi todos los libros publica-
dos sobre Baba y Sus enseñanzas durante muchos días. En
este proceso, comprendió la naturaleza universal de las en-
señanzas Sri Sathya Sai, que se aplican a personas de todas
las religiones y de todas las naciones. Sintió que toda la hu-
manidad anhelaba esta panacea para curarse de los muchos
males que la plagaban.
La exhibición “Enseñanzas de Sri Sathya Sai” fue inau-
gurada por Bhagavan Baba en Prashanti Nilayam durante las
celebraciones de Navaratri en octubre de 1965. El Acta de
Registro y otros documentos del primer Seva Samiti Bha-
gavan Sri Sathya Sai –registrado ante el Comisionado de
Instituciones de Caridad de Bombay con la activa participa-
ción de Indulal– también le fueron entregados a Baba en
ese momento. Así fue sembrada la semilla del inmenso ba-
niano de las Organizaciones Sri Sathya Sai.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 329 -

Indulal Shah con su Señor

La exhibición en Prashanti Nilayam


- 330 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Indulal renunció a todas las otras organizaciones y se


zambulló en las actividades de la Organización Sathya Sai
con gran entusiasmo. El frecuente darshan de Bhagavan jun-
to con el estudio de Sus enseñanzas y su sincero esfuerzo
por ponerlas en práctica crearon en Indulal un lazo sagrado
con Él e iniciaron un nuevo capítulo en su vida. Según Indu-
lal: “Después de que Baba entrara en mi vida, aunque no hu-
bo un gran cambio en la naturaleza del trabajo que yo hacía,
se produjo una transformación interna que hizo que mi via-
je continuara lleno de nueva energía, luz y dicha. Solo des-
pués de entrar en contacto con Él, comprendí la verdadera
significación del trabajo social. El servicio social que había re-
alizado antes me proporcionaba felicidad, pero no me daba
la oportunidad de elevarme espiritualmente. La máxima de
Bhagavan: ‘El lazo entre la vida social y la vida espiritual no
es una conexión casual. La vida social es la base misma de
la vida espiritual’, tuvo un profundo impacto en mi vida. Me
otorgó la oportunidad de desarrollar la conciencia de lo Di-
vino”. Indulal comprendió que el servicio hecho como tra-
bajo de Dios lo conduce a uno hacia Dios.
Muchos prodigios y signos de la divinidad de Baba que
Indulal vio y experimentó también desempeñaron un papel
en su viaje interno y en su maravilloso trabajo en la misión
de Baba. En 1967, Bhagavan aceptó el ruego de Indulal de
que se alojara en su residencia en Santa Cruz durante Sus
visitas a Bombay. Durante una de esas visitas, Baba se en-
contraba desayunando junto con los miembros de Su comi-
tiva. Sarlaben estaba sirviendo vadas calientes. Bhagavan
tomó la vada que le habían servido, se la dio a Darshana y
se quejó diciendo: “Mira lo que Me ha servido tu madre.
¡Pártela y ve por ti misma!”. Cuando ella la partió en dos,
para su gran sorpresa, ¡encontró dos aros, uno en cada pe-
dazo, que relucían en medio de la masa caliente! Baba se
puso de pie, sonriendo, extrajo los aros y se los mostró a
todos. Esta lila los llenó de alegría y asombro. Finalmente,
Bhagavan colocó los aros en las orejas de Darshana.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 331 -

Durante la Conferencia de las Organizaciones Sathya Sai


de la India en Madrás, en 1967, Indulal formó parte del co-
mité responsable de unificar las actividades en todo el país.
Una de esas tardes, la Organización Sai local había organi-
zado un encuentro público para rendir honores a Bhagavan.
Baba pronunció un discurso ante la congregación en lengua
telugu, que Indulal no entendía. El discurso no fue traduci-
do al inglés. A la mañana siguiente, Indulal y los miembros
del comité se encontraron con Bhagavan para solicitarle
que los guiara en la tarea de ultimar las decisiones de la
Conferencia. Sri B. Ramakrishna Rao, que había sido Primer
Ministro de Andhra Pradesh y Gobernador de Kerala y Ut-
tar Pradesh, también era uno de los miembros de ese pe-
queño grupo. Bhagavan comenzó a hablar en telugu acerca
del encuentro público mantenido la tarde anterior. Indulal
era el único en ese grupo que no entendía el telugu. Rama-
krishna Rao juntó valor para decirle a Baba:
–Swami, Indulal Shah no entiende el telugu. Si Tú me lo
permites, traduciré la conversación al inglés.
Baba dijo:
–¡No, no hay tiempo; él entiende el telugu!
Y golpeó suavemente con Sus dedos la cabeza de Indulal.
¡Para su gran sorpresa, Indulal pudo entender la discu-
sión en telugu desde el instante en que los dedos de Bha-
gavan tocaron su cabeza! ¡Sin embargo, esa capacidad le
duró solo hasta el final de la discusión!
El Dharmakshetra, el faro espiritual establecido por Bha-
gavan en Bombay, se erige como un milagro de Su divino
sankalpa, revelado durante Su estadía en la ciudad, en la re-
sidencia de Indulal, en 1967. Indulal desempeñó un papel
importante en la construcción de este ashram en Bombay.
Después de visitar muchos sitios en el mes de marzo, Baba
seleccionó uno donde solo había montículos; ni siquiera
existía un camino de acceso. Bhagavan colocó la piedra fun-
damental el día de Divali, en noviembre del mismo año, y
afirmó que el edificio estaría terminado en mayo de 1968
- 332 - B. N. NARASIMHA MURTHY

para la primera Conferencia Mundial de las Organizaciones


Sathya Sai. Ni siquiera los planos del edificio estaban listos
entonces; los trabajos de construcción comenzaron recién
el 26 de enero de 1968. Sin embargo, el hermoso edificio
con forma de loto estuvo concluido a tiempo y fue inaugu-
rado por Bhagavan el 12 de mayo, tal como Él había antici-
pado. Esa mañana, Bhagavan le preguntó a Indulal:
–¿Cuántos días llevó esta construcción?
Indulal quedó desconcertado ante esta pregunta ines-
perada; él sólo había vigilado cuidadosamente el modo en
que se habían utilizado el dinero y los materiales destinados
a los trabajos de construcción. Calculó vagamente la canti-
dad de días y dijo:
–Swami, ha llevado unos tres meses, alrededor de 90
días.
–¡No, no! –dijo Baba, con un destello en los ojos–. ¡Lle-
vó 108 días! Puedes comprobarlo con tu contratista.
Se llamó al contratista y se le pidió que consultara sus
registros. ¡Los libros revelaron exactamente 108 días!
He aquí un incidente interesante en el cual el dominio
total de Bhagavan sobre la Naturaleza se manifestó de un
modo muy natural. También en este caso, como siempre,
Su compasión lo impulsó a trascender las leyes de la na-
turaleza.
Ocurrió en el mes de julio, cuando Bhagavan se encon-
traba en Bombay. La Organización Sai de Bombay había
arreglado un encuentro público en el Dharmakshetra en
honor a Baba. Era un domingo por la tarde. El encuentro iba
a comenzar a las 6. A las 5.15, el cielo estaba totalmente
cubierto y los organizadores temían que la lluvia pudiera
azotar el lugar en cualquier momento. En su ansiedad por
evitar dificultades para un gran número de devotos, algu-
nos de ellos sintieron que debían solicitarle a Baba que el
encuentro comenzara media hora antes. Indulal sintió que
Bhagavan podría no acceder a sus ruegos, ya que Rahuka-
lam terminaría recién a las 6. No obstante, sus colegas in-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 333 -

sistieron en que no había nada como Rahukalam para Bha-


gavan y que debían ir a hacerle el pedido.
Indulal se dirigió a Bhagavan y le rogó:
–Baba, ¿podríamos empezar el encuentro un rato antes?
–¿Por qué? –preguntó Baba con un tono que era en sí
mismo una respuesta a la pregunta.
Sin embargo, Indulal no logró entender el significado de
la pregunta de Baba y le suplicó:
–Swami, es probable que llueva. El encuentro quizás se
interrumpa, y los devotos podrían sufrir.
Baba sonrió compasivamente; tomó a Indulal de la ma-
no y lo llevó a una ventana cercana, desde la que Indulal
pudo ver que ya había empezado a lloviznar. Podían ver por
la ventana a toda la multitud reunida abajo y el cielo cu-
bierto de oscuras nubes. Baba dijo:
–Sí, sí, caerán intensas lluvias.
La afirmación de Bhagavan puso más ansioso a Indulal.
Podía ver a los devotos abriendo sus paraguas para prote-
gerse del aguacero inminente. Comenzó a buscar las palabras
adecuadas para orarle a Baba. Mientras tanto, Bhagavan sacó
Su mano por la ventana y la levantó hacia el cielo. ¡En un ins-
tante, la llovizna paró y las nubes comenzaron a disiparse! En
ese momento de ansiedad, el extraordinario acto de Bhaga-
van no tuvo ningún impacto en Indulal. Baba dijo:
–Comenzaremos la reunión a las 6 como fue anunciado.
Indulal corrió abajo para transmitir la orden de Baba a
sus colegas. El encuentro comenzó a las 6, y a esa hora el
cielo estaba claro como para disipar todos sus temores. En
el transcurso del encuentro, Indulal tomó conciencia del
gran error que había cometido al rogarle a Baba que co-
menzaran antes. Evidentemente, durante esos momentos
de ansiedad, él había olvidado la verdad de que Baba es
Dios y que tiene dominio total sobre la Naturaleza. Cuando
concluyó el encuentro, todos los organizadores se sentían
muy felices. Indulal corrió con lágrimas en los ojos a ver a
Baba y cayó a Sus pies. Baba lo miró y dijo:
- 334 - B. N. NARASIMHA MURTHY

–¡Lo olvidaste!
¡Ese fue un momento inolvidable para Indulal!
Rindiendo homenaje al magnífico servicio prestado por
Indulal a la Organización, Sri V. Srinivasan, quien trabajó en
estrecha colaboración con él como Vicepresidente del Con-
sejo Mundial, dijo: “Todos saben que Sri Indulal Shah le ha
dado forma y estructura a la Organización de Servicio Sri
Sathya Sai en todo el mundo, moldeándola como un instru-
mento para el seva Sai y el sadhana personal de todos los
que fueron inspirados por las enseñanzas de Bhagavan. Él
ha asimilado todos los mensajes de Bhagavan y ha com-
prendido plenamente la misión del Señor en este Avatar.
Ha incorporado este conocimiento y esta comprensión al
guiar y motivar a los sevaks Sai de muchísimos países. He
visto y experimentado el alcance de la visión y la previsión
con la que llevó a la Organización Sathya Sai del lugar que
ocupaba como cuerpo local al de una organización mundial.
Como hombre de grandes ideas, él nos inspiró a todos pa-
ra lograr lo que el Señor quiso que lográramos. Él siempre
destacó que cuando nos dedicamos al trabajo de Sai, nin-
guna dificultad es insuperable. Esta inmensa confianza en sí
mismo y en el trabajo de Sai surge de su profunda y cons-
tante fe en Bhagavan”.
He aquí el consejo básico de Sri Indulal Shah a todos los
sevaks Sai: “Ser benditos y espirituales es permanecer en
las manos de Sai siempre, pase lo que pase. ‘Estar en las
manos de Sai’ es una forma metafórica de decir ‘mantener
a Sai en nuestra conciencia’. Mientras Él está en nuestras
mentes, estamos en Sus manos. Cuando lo alejamos de
nuestras mentes, también nos arrojamos fuera de Sus ma-
nos, y nos hundimos. ¡Es tan simple como eso!”.

✺✺✺

Al hablar acerca de las celebraciones del Cumpleaños


número 60 de Bhagavan Baba, después de ese espectacu-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 335 -

lar evento, Sri Indulal Shah, que encabezó los enormes es-
fuerzos realizados para llevar a cabo los festejos, dijo: “Nin-
guna celebración de cumpleaños de esta magnitud, y du-
rante un período de tres años, fue organizada en ningún
otro lugar del mundo. Y lo importante es que cada activi-
dad –grande o pequeña– conducida por la Organización Sai
contenía la semilla de una nueva actividad para promover
el bienestar social y la felicidad, y para hacer que la propia
fe en la Divinidad creciera cada vez más. El resultado ha
mostrado claramente que el entusiasmo generado al cele-
brar el Cumpleaños 60 de Baba no disminuyó una vez ter-
minadas las celebraciones, sino todo lo contrario: el senti-
miento genuino de cada trabajador activo fue que el
verdadero trabajo recién había comenzado. De esta expe-
riencia surge una lección digna de mencionarse: el verda-
dero índice del éxito de estas celebraciones debe medirse
no en términos de las funciones y programas llevados a ca-
bo, sino de acuerdo con su contribución al bienestar, la sa-
lud y la felicidad de la gente, y también según el amor y la
adoración de los trabajadores a la Divinidad presente en to-
dos los que ellos sirven”.
La Celebración del Cumpleaños en Prashanti Nilayam,
que comenzó el 14 de noviembre de 1985 y duró diez días,
fue la culminación de las celebraciones que las Organiza-
ciones Sathya Sai de todo el mundo realizaron durante tres
años. Fue un festival único de luz y deleite. Lo que ocurrió
en Prashanti Nilayam durante esos diez días constituyó un
milagro que dejó a todos pasmados. Hubo al menos
400.000 personas el último día, el 23 de noviembre. Todos
fueron alimentados suntuosamente cuatro veces por día
durante los diez días en forma totalmente gratuita. ¡La can-
tidad de comidas servidas durante las celebraciones superó
los ocho millones! Una gran variedad de comidas vegeta-
rianas fueron preparadas para alimentar a personas de mu-
chas naciones. Más de dos mil voluntarios –hombres y mu-
jeres– trabajaron en las enormes cocinas y comedores.
- 336 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Hubo al menos diez mil voluntarios trabajando las veinti-


cuatro horas para hacer que las multitudes que atestaban el
lugar vivieran con alegría las celebraciones.
La diversidad y la calidad de las actividades incluidas en
las celebraciones fueron notables. Se organizaron campa-
mentos médicos en las aldeas de Sri Sathya Sai Taluk desde
el 14 hasta el 16 de noviembre, en los que cientos de mé-
dicos de todas las regiones de la India y de varios países ex-
tranjeros prestaron sus servicios para cubrir las necesidades
sanitarias de muchos miles de aldeanos. Diez centros que
formaban parte de un campamento médico en Prashanti Ni-
layam se mantuvieron abiertos día y noche durante los diez
días. Hubo Narayanaseva el día 16, cuando diez mil aldea-
nos pobres reunidos en el estadio recibieron comida y ves-
timenta. Bhagavan Mismo sirvió comidas y entregó ropa a
algunos, iniciando el servicio. Una colonia de sesenta casi-
tas, llamada “Karanam Subbamma Nagar”, fue inaugurada
por Bhagavan Baba el día 16, en memoria de la piadosa mu-
jer que fue la primera en Puttaparti en reconocer la divinidad
de Baba. Estas casitas fueron donadas a las familias necesi-
tadas y merecedoras. El 17 por la mañana, más de cien rit-
viks comenzaron a cantar himnos védicos en el mandir; los
cánticos continuaron hasta el final de las celebraciones.
Bhagavan permitió el lanzamiento de más de noventa
publicaciones –como una ofrenda a Él en ocasión de Su
Cumpleaños 60– en la función inaugural de la Cuarta Confe-
rencia Mundial, el 17 por la mañana en el Auditorio Purna-
chandra. Los delegados de la Conferencia Mundial organiza-
ron una gran recepción para Bhagavan Baba el 19 por la
tarde, en el estadio. Algunos antiguos devotos que habían
estado vinculados a Bhagavan durante más de dos o tres dé-
cadas fueron elegidos para ofrecerle sus felicitaciones. Entre
ellos se contaban Sri R. P. V. Rayaningar, Sri G. K. Damodar
Rao, Smt. Kamala Sarathi, Smt. A. Mukherjee y Sri M. M.
Pinge, de la India; el Sr. Wee Lin, de Singapur; la Sra. Chiyu-
ka Tusiyuma, del Japón; el Sr. Robert Bozzani, de los Estados
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 337 -

El Planetario nace en Prashanti Nilayam en el término de un año

Baba coloca la piedra fundamental

El edificio único
- 338 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Unidos de América, y el Sr. Jagatheesan, de Malasia. En la


misma ocasión, se honró a cinco devotos octogenarios: Sri
N. Kasturi, Sri N. S. Krishnappa, el Dr. B. Seetaramaiah, Smt.
T. Krishnamma y Smt. Konamma, que habían servido a Bha-
gavan de diversas maneras, entregándoles recuerdos. A la
mañana siguiente, un público internacional vio el programa
único de Godaan en el estadio. Su Señor, Sai Gopala, entre-
gó personalmente a sesenta afortunados aldeanos sesenta
vacas lecheras con sus terneros primogénitos.
El 22 de noviembre, el Instituto Sri Sathya Sai de Educa-
ción Superior logró la singular distinción de ser la única Uni-
versidad de la India que poseía un moderno Planetario para
fines educativos. Este edificio, único en su género, construi-
do en tiempo récord bajo la constante supervisión directa de
Baba Mismo, fue inaugurado esa mañana. La Cuarta “Con-
vocación” del Instituto tuvo lugar la misma tarde en el am-
plio Estadio Hill View, con más de 400.000 personas que ob-
servaron el acontecimiento. Jamás en los anales de la
educación superior, en ninguna parte, había tenido lugar una
reunión semejante, en un ambiente tan pintoresco y con tan-
ta asistencia de público entusiasta. El renombrado científico
E. C. G. Sudarshan pronunció el discurso de “convocación”, y
Bhagavan bendijo a la vasta concurrencia con Su mensaje.
El imponente estrado del estadio, bautizado apropiada-
mente “Shanti Vedika”, no solo sirvió como plataforma des-
de la que Bhagavan concedió darshan y dio Sus memora-
bles discursos, sino que también funcionó como escenario
del festival cultural de ocho días, del 17 al 24 de noviem-
bre. Los programas culturales incluyeron una serie de ex-
quisitas danzas y ballets folklóricos preparados por las Or-
ganizaciones Estatales de la India, conciertos musicales a
cargo de renombrados músicos y tres representaciones tea-
trales a cargo de los estudiantes de Bhagavan. Las alumnas
del Campus de Anantapur del Instituto presentaron la obra
“Ishvarah Sarvabhutanam” el 20 de noviembre. La repre-
sentación en telugu “Radha Krishna” y la representación en
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 339 -

inglés “Aquí y allá”, puestas en escena por los alumnos del


Campus de Prashanti Nilayam el 21 y 22 de noviembre res-
pectivamente, fueron dirigidas por Bhagavan Mismo. ¡Baba
había mostrado un profundo interés por los ensayos de es-
tas dos obras durante el mes anterior y había enseñado a los
estudiantes a interpretar las canciones, a recitar los diálogos
y a actuar sus papeles! Las canciones en telugu para “Rad-
ha Krishna” fueron escritas por Bhagavan Mismo. En la tar-
de del 23, mientras la inmensa congregación de devotos
deleitaba sus ojos con la encantadora escena de Bhagavan
sentado en la decorada jhula, los estudiantes del último año
del Campus de Prashanti Nilayam cantaron con gran senti-
miento canciones en telugu, hindi e inglés, compuestas es-
pecialmente para la ocasión.

✺✺✺

Cuando salió el sol el día 23, el Estadio Hill View pare-


cía un océano de humanidad en el que ríos humanos afluían
desde todas las direcciones. Había gente en todas partes, y
todos contenían el aliento esperando poder tener una visión
momentánea del Avatar esa gloriosa mañana en la que el
sol se ocultó tras las nubes y no volvió a salir hasta que la
función terminó. El clima fresco y agradable se sumó a la
alegría interna de expectación de medio millón de devotos
en Prashanti Nilayam. Escuchemos la historia que se des-
arrolló esa mañana de boca de algunas de aquellas afortu-
nadas almas.
Unos sesenta alumnos del Instituto y la Escuela tuvieron
el privilegio de unirse a la procesión desde el mandir hasta el
Estadio como bailarines de Bhangra y Naga delante de la
carroza de Bhagavan. He aquí su gozosa experiencia: “Fui-
mos al mandir a las 5 de la mañana para ponernos los tra-
jes y el maquillaje. La procesión iba a comenzar a las 7.30.
Cuando Bhagavan salió del cuarto de entrevistas a las 6.45
de la mañana, nosotros estábamos en el salón de bhajans.
- 340 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Nos llenamos de alegría al ver a Swami entrar al salón. Pro-


bablemente, éramos los primeros en tener Su darshan ese
día memorable. Nos miró a todos con atención y se mostró
complacido. Arregló el tocado de algunos de los mucha-
chos para hacer que se vieran mejor. Luego nos preguntó:
–Muchachos, ¿tomaron su desayuno?
Guardamos silencio ya que no habíamos desayunado y
sabíamos que Él no se sentiría feliz si le decíamos la verdad.
Baba sonrió y dijo:
–¡Lo sé, lo sé!... No han comido nada. ¿Cómo van a bai-
lar y mantenerse en pie hasta el final de la función? Será
bastante tarde... No se preocupen. Haré arreglos para que
tomen el desayuno.
Swami llamó a algunos voluntarios y les pidió que nos
trajeran el desayuno. Nos sentimos tan conmovidos por Su
preocupación maternal que a algunos nos brotaron lágri-
mas de los ojos. Ese fue Su primer acto en Su cumpleaños
60. Salió del salón sólo después de que nos hubieran servi-
do el desayuno. Tuvimos la gran fortuna de poder bailar de-
lante de Su carroza en la procesión. Ninguno de nosotros se
sintió cansado después de la procesión. ¡Por el contrario,
nos dio pena que hubiera terminado!
Smt. Namagiriamma, de Mysore, era una antigua devo-
ta de Bhagavan. Ella había vivido en el “viejo mandir” en
Puttaparti durante muchos años. Esto fue lo que ella dijo
después del Cumpleaños 60 de Bhagavan:
“En aquellos días del ‘viejo mandir’, antes de 1950, te-
níamos a Swami sólo para nosotros. Él solía pasar todo Su
tiempo con nosotros. A veces, todo era diversión y juegos.
Uno de aquellos días, Swami nos dijo a Smt. Sakamma y a
mí: ‘En Mi Cumpleaños 60, habrá cientos de miles de de-
votos en esta aldea. Para ese entonces, Yo tendré Mi propia
Universidad. ¡Me moveré en procesión en una carroza do-
rada tirada por caballos blancos!’ Su tono era bastante serio.
Aquellos eran los días en que apenas había cien perso-
nas alrededor de Swami. Ambas pensamos que Swami es-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 341 -

Los coloridos programas culturales


- 342 - B. N. NARASIMHA MURTHY

taba bromeando con nosotras y no pudimos contener la ri-


sa. Swami nos miró solemnemente y dijo: ‘¡No parecen
creer lo que les digo! Sakamma no estará allí para verlo’.
Luego se volvió hacia mí y dijo: ‘¡Pero tú sí estarás allí para
verlo! Sin embargo, ¡no tendrás esta clase de proximidad
conmigo en ese momento!’.
¡Hoy, no me queda más que decir que las palabras que Él
pronunció casi cuatro décadas atrás se han hecho realidad! El
23 por la mañana, yo me encontraba en el camino justo afue-
ra de la Puerta de Ganesha entre una enorme multitud para
poder tener tan solo una visión fugaz de Swami. Se me llena-
ron los ojos de lágrimas cuando vi Su carroza a la distancia, re-
cordando estas palabras proféticas. Él no perdió la oportuni-
dad de mirarme y sonreírme de un modo significativo cuando
la carroza pasó a mi lado. Pareció querer decirme: ‘¡Mira, tú
no creíste en Mis palabras aquel día!’. ¡Me siento extremada-
mente bendecida de estar viva hoy para ver Su gloria!”.
El Sr. Naipaul Sukdeo llegó a Prashanti Nilayam por pri-
mera vez en noviembre de 1985 para la Conferencia Mun-
dial como delegado de Trinidad y Tobago. Por supuesto, él
había sido devoto de Bhagavan durante muchos años y ha-
bía visto muchas lilas en su país. Aquí narra lo que vio en el
estadio el día 23.
“Bhagavan llegó al estadio en una carroza dorada, dise-
ñada a semejanza de la carroza tradicional conducida por Sri
Krishna en el campo de batalla de Kurukshetra, tirada por
cuatro magníficos caballos blancos. La carroza llegó en una
grandiosa procesión encabezada por un grupo de nadasva-
ram, la banda de los estudiantes y bailarines con atavíos es-
pléndidos. Cuando la carroza pasó frente a nosotros, yo ex-
clamé espontáneamente: ‘¡Éste es el Avatar de la Era de
Kali!’. Podíamos ver claramente el dulce rostro sonriente de
Baba. Su tez dorada exudaba un brillo resplandeciente con-
tra el fondo de la oscura corona de cabello rizado y los blan-
quísimos dientes. Tenía Sus dos manos levantadas en el ai-
re, saludando y bendiciendo a las enormes multitudes.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 343 -

“Nosotros pasamos como la corriente de los ríos, pero Él permanece”


- 344 - B. N. NARASIMHA MURTHY

¡Mis ojos habían visto al Señor! ¡Él era mi Rama, Krishna,


Shiva, Durga, Jesús, Alá y todos! Mientras Swami subía a la
plataforma en el hermosamente decorado Shanti Vedika,
cientos de miles de devotos gritaban el saludo de cumple-
años ‘¡Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki jai!’. El saludo de
victoria y adoración pareció hacer temblar el cielo. Las nu-
bes se volvieron más densas y parecían estar a punto de re-
ventar. Muchos de nosotros recordamos el pronóstico de
que un ciclón cruzaría supuestamente la costa de Andhra
Pradesh, causando fuertes lluvias en la región. ¿Pero qué
había que temer en presencia del Señor? Ni siquiera lloviz-
naba. Por otro lado, ¡resultaron ser unas agradables nubes
que cubrieron el sol!
Bhagavan también mencionó la misteriosa desaparición
del ciclón en Su discurso de Cumpleaños. Él reveló: ‘Cuan-
do la celebración acababa de comenzar, Kasturi Me repitió
varias veces lo que había oído en la radio. Un ciclón estaba
por cruzar la costa y entrar en Nellore y Ongole, causando
fuertes lluvias también en Rayalseema. Pero eso no ocurrió.
La devoción de las personas ansiosas por estar aquí en este
día fue el escudo que alejó al ciclón. Si hubiera barrido la zo-
na, los devotos habrían sufrido mucho. Su devoción conmo-
vió Mi corazón, y Mi voluntad fue que ellos no sufrieran nin-
gún inconveniente. Mi corazón es suave como la manteca,
pero la manteca también necesita calor para derretirse. Su
devoción fue ese calor. ¡Nadie ha anunciado aún dónde se
ha ido ese ciclón! ¿Cómo puede alguien medir esta maravi-
lla?’. No hace falta decir que la revelación fue recibida con
aplausos ensordecedores. El mensaje de Cumpleaños, que
reveló el asombroso poder del ‘Sankalpa Sai’ y aseguró a los
devotos protección completa en todo momento, nos elevó
a niveles de existencia más altos y bienaventurados.
¡Mientras me hallaba sentado allí con mis compañeros
devotos y delegados, no pude dejar de maravillarme por la
suerte que teníamos de estar a los pies de Sai en el 60.° ani-
versario de Su Advenimiento como el Kali Avatar!”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 345 -

En Su memorable discurso de Cumpleaños de noventa


minutos, Bhagavan explicó la relación integral que existe
entre el hombre y Dios y aclaró muchas dudas de los de-
votos. Con infinita compasión por la humanidad, Él reveló
sin vacilar cómo obraba el “sankalpa Sai” para el beneficio
del mundo y declaró que Él era la persona más rica del
mundo, ya que poseía el tesoro más grande del amor des-
interesado y universal. He aquí algunos extractos del histó-
rico discurso:
“Dios es el único sostén de la vida humana: la base, la
estructura y la consumación. El dinero no puede ayudar al
hombre a cultivar la santidad y fundirse en Dios, la fuente.
La erudición es igualmente ineficaz. El único modo en que
puede hacerlo es dirigiendo su anhelo y sus esfuerzos hacia
Dios y desarrollando un espíritu de indagación. Cuando el
anhelo se hace más agudo y profundo, lo conduce al hom-
bre más allá del reino de los sentidos y la débil facultad de
la razón, más allá de las estrellas y el espacio, y lo ayuda a
zambullirse en el océano ilimitado de la bienaventuranza. Si
el anhelo es dirigido en cambio hacia los deseos del mun-
do y sus innumerables distracciones, lo sumerge al hombre
en la miseria. La mejor forma de escapar a este destino es
refugiarse en la compañía de los buenos y los píos, y hacer
el viaje junto con ellos.
El hombre no puede existir si Dios no lo sostiene. Dios
también necesita al hombre para anunciar Su existencia. La
palabra ‘Nara’ implica el concepto de ‘Narayana’. El hombre
crea a Dios a su propia imagen con la intensidad de su sa-
dhana y Dios crea al hombre a Su imagen mediante Su vo-
luntad de que esto ocurra. La mayoría de las personas son
demasiado débiles de intelecto e imaginación para conce-
bir a Dios. El egoísmo impide el sadhana y promueve la in-
transigencia y la ignorancia, pervirtiendo la inteligencia.
Es inherente a la naturaleza del mundo que cada perso-
na tenga que encontrar a un oponente o enemigo. Única-
mente Sai no encuentra un solo enemigo en el mundo en-
- 346 - B. N. NARASIMHA MURTHY

tero. Algunas personas, dejándose llevar por sus propias


fantasías, pueden suponer que ellas Me disgustan. Sin em-
bargo, desde Mi punto de vista, no hay nadie a quien Yo no
ame. Todos Me son queridos. Déjenme decirles que nadie
más en el mundo de hoy tiene tanta riqueza, tantas propie-
dades, tantos tesoros como Yo, ni siquiera el Banco Mundial,
ni siquiera los emperadores más ricos. ¿Cuál es esa riqueza,
esa propiedad, ese tesoro? Es Mi amor desinteresado y uni-
versal. Mi total falta de egoísmo. Mi corazón compasivo lle-
no del anhelo de servir y salvar, Mi resolución de establecer
la paz y la prosperidad, Mi determinación de derramar
ananda sobre el mundo: todo esto se está manifestando más
y más día tras día y Yo estoy siempre lleno de inconmensu-
rable ananda. No Me afecta la ansiedad ni por un instante.
Consideren esto: ¿Hay alguien en el mundo que pueda
anunciar esto?
Cuando Yo decido que se lleve a cabo un proyecto, los
medios para lograrlo estarán espontáneamente disponibles
sin ninguna campaña para reunir fondos. Mi voluntad tiene
el poder de concretar Mi plan. Fue Mi voluntad que surgie-
ra una universidad en Puttaparti; la Rajamata de Nawanagar
la construyó. Para alimentar a la universidad con muchachos
bien entrenados, fue Mi voluntad que hubiera una Escuela
Secundaria; Bozzani, de Norteamérica, oró para que se le
diera la oportunidad de construirla. En Bangalore, cuando
Yo decidí que se planificara una Universidad y una Residen-
cia, la Sra. Elsie Cowan solicitó que se le otorgara el privile-
gio de completarlas. Ese es el poder de Mi sankalpa.
La disciplinada devoción, el amor y la fortaleza de uste-
des son ejemplares. No es correcto que Yo elogie a Mi pro-
pia gente. Los occidentales han venido en grandes cantida-
des aun teniendo que afrontar muchas incomodidades e
inconveniencias. Para cada uno de ellos, esto es verdadero
tapas. Deben emplear sus días, sus acciones, su inteligencia
y sus habilidades para transformarse a sí mismos en heroi-
cos mensajeros de Dharma y Karma.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 347 -

El Maestro del Mundo haciendo Su trabajo


- 348 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Deseo algo de ustedes: desarrollen un sentido de her-


mandad con todos; adopten siempre la conducta correcta; re-
nuncien a las actividades egoístas; den la bienvenida a todas
las oportunidades para servir a los pobres y los oprimidos.
Como parte de las celebraciones del Cumpleaños 60, los
haré atravesar una prueba. Tienen que aceptarla. El agricultor
ara la tierra, siembra las semillas y observa cómo crecen los
cultivos hasta que los granos son cosechados. El siguiente
proceso es el aventamiento. Entonces el viento hará volar la
paja y solo permanecerá el grano duro. A partir de ahora, Yo
comenzaré el aventamiento; la prueba eliminará la paja.
Tengo que aclarar un punto más. Se ha extendido un te-
mor que está causando confusión en las mentes de las per-
sonas: que después del Cumpleaños 60, Swami no estará
disponible para el público y que habrá un cambio en Swa-
mi. La Mía no es una naturaleza cambiante. Yo jamás Me
distanciaré de Mis devotos. Estaré disponible para los de-
votos cada vez más a partir de ahora. Sathya Sai es Sathya:
Verdad. ¿Cómo puede Sathya cambiar?
El Sathya Sai Prabhu y los Sathya Sai sevaks están inse-
parablemente ligados por el amor y la lealtad. Sai existe pa-
ra ustedes, y ustedes existen para Sai. No podemos estar
separados”.
¡Recordemos siempre que vivimos en un tiempo en el
que Dios está actuando entre nosotros! Refiriéndose al Me-
sías que caminó sobre la Tierra hace dos mil años, Kahlil Gi-
bran escribió: “Pasaremos como la corriente de los ríos y
perderemos nuestros nombres. ¡Pero aquellos que se cru-
zaron con Él a mitad de la corriente serán recordados por
haberse cruzado con Él a mitad de la corriente!”. Que no
seamos recordados solo por cruzarnos con Él a mitad de la
corriente; unamos nuestras manos con las de Él para hacer
que nuestro mundo sea un lugar mejor para nosotros mis-
mos y para la posteridad.
12

El Maestro del Mundo

Uno de los signos más seguros del Maestro Divino que


hace Su advenimiento en el mundo para redimir al hombre
de “la tiranía de la carne” y conducirlo a “la libertad del Es-
píritu” es Su asombrosa habilidad para expresar las verda-
des más elevadas en la forma más simple y Su sabiduría sin
igual para sintetizar los modos aparentemente contradicto-
rios en que los buscadores se acercan a la meta última. Es-
ta aptitud sobrehumana incluye la habilidad para hacer que
se comprendan principios sublimes utilizando ejemplos
apropiados tomados de la vida cotidiana de la gente común
de estos tiempos, la capacidad para ilustrar un tema me-
diante parábolas adecuadas que atraen la atención de todos
y la utilización de juegos de palabras simples para hacer
que se comprendan leyes profundas que gobiernan la vida.
Además, está la inspiración espontánea que echa nueva luz
sobre las antiguas escrituras, tendiendo un puente entre el
conocimiento intelectual y la experiencia intuitiva.
Las enseñanzas de semejante Maestro emanan del co-
razón y el origen mismo de toda la sabiduría y por eso en-
tran instantáneamente en el corazón de todos. Es sencillo
- 350 - B. N. NARASIMHA MURTHY

comprenderlas y practicarlas. Si las practicamos con serie-


dad, seguramente alcanzaremos la meta suprema de la vi-
da. Tanto los eruditos como los iletrados se sienten a gusto
escuchando esas palabras nectarinas impregnadas de amor.
La dicha y la paz entran junto con esas palabras en los co-
razones de los que las escuchan.
En este capítulo, se intenta estudiar el contenido, el mé-
todo, la fuerza y el estilo de los discursos que Bhagavan Ba-
ba pronunció durante el período que abarca este volumen.
En los primeros tres años, desde 1980 hasta 1982, el tema
principal fue la educación; el colegio universitario de Pra-
shanti Nilayam fue fundado en 1980, y la universidad reco-
nocida fue establecida en 1981. En 1983 el énfasis estuvo
puesto en la unidad de todas las religiones, la condición
única del nacimiento humano y la significación del Avatar.
En los discursos dados en 1984, encontramos a Bhagavan
exhortando al hombre a transformarse a sí mismo, a com-
prender su origen divino y a tomar conciencia de su desti-
no divino. En 1985, el foco estuvo puesto en el seva y el sa-
dhana; la Cuarta Conferencia Mundial de las Organizaciones
Sri Sathya Sai se llevó a cabo junto con las celebraciones del
Cumpleaños sesenta durante ese año. Por supuesto, el te-
ma subyacente de Su mensaje fue, como siempre, la “Trans-
formación espiritual del hombre y el Bienestar de la socie-
dad”.

✺✺✺

Bhagavan ha expresado las verdades más elevadas del


vedanta con palabras muy simples. Su declaración “Cuando
bhrama (la ilusión) desaparece, se alcanza Brahmán (Dios)”
revela la esencia del vedanta. El objetivo supremo de la vi-
da humana es alcanzar a Brahmán. Solo eso puede otorgar-
le al hombre la bienaventuranza eterna, que pondrá fin a to-
dos sus pesares y sufrimientos. “Sarvam khalvidam
Brahma”: todo lo que existe es únicamente Brahmán. Sin
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 351 -

embargo, uno ve diferencias y diversidad debido a la bhra-


ma de la conciencia del cuerpo o ego, causada por la men-
te. Bhagavan expresa la misma verdad de un modo simple:
“¡En la matemática espiritual, 3 – 1 = 1!”. Aquí Él se refiere
a la trinidad de Paramatma: Dios, Prakriti o la Naturaleza, y
Jivatma o el alma individual. Prakriti es el espejo, Paramat-
ma es el objeto y Jivatma es el reflejo. Cuando uno quita el
espejo, solo queda el objeto; el reflejo desaparece al quitar
el espejo. Cuando la ilusión de Prakriti causada por la con-
ciencia del cuerpo es eliminada –cuando la mente es elimi-
nada– el Jivatma se vuelve Paramatma.
¿Cómo se elimina esta ilusión? Bhagavan dice: “Cuando
drishti (la visión) se vuelve premamayam, srishti (la crea-
ción) se vuelve brahmamayam”. Cuando uno mira al mun-
do con los anteojos del amor, verá solo a Dios. Por lo tan-
to, el amor es la panacea. Baba ha simplificado aún más la
esencia de todo el sadhana en la siguiente declaración:

Donde hay fe, hay amor.


Donde hay amor, hay paz.
Donde hay paz, hay verdad.
Donde hay verdad, hay bienaventuranza.
Donde hay bienaventuranza, está Dios.

El valor fundamental, que es el origen de todos los


otros valores, es el AMOR. Bhagavan declara:

El amor en el pensamiento es verdad.


El amor en la acción es rectitud.
El amor en el sentimiento es paz.
El amor en la comprensión es no violencia.

¿Cuál es el requisito básico para el éxito en la senda es-


piritual? “La eliminación de la inmoralidad es el único cami-
no hacia la inmortalidad”, dice Baba. Un corazón puro y un
carácter impecable constituyen la base de una vida espiri-
- 352 - B. N. NARASIMHA MURTHY

tual. También ha declarado lo mismo en una frase simple:


“Chitta shuddhi conduce a jñanasiddhi”, “la pureza de la
mente conduce a la sabiduría espiritual”. ¿Cómo podemos
lograr la pureza de la mente? Según Baba: “Chitta shuddhi
se alcanza mediante nishkamakarma”, solo el servicio des-
interesado puede limpiar la mente de las impurezas de los
deseos mundanos y los apegos. Por lo tanto, Bhagavan ha
dicho: “Sevasadhana es el tapas (ascetismo) más elevado”.
Podemos encontrar la esencia fundamental de la senda es-
piritual en Su declaración simple: “El trabajo se transforma
en adoración cuando es ofrecido a Dios con amor; el traba-
jo realizado con un sentido de adoración conduce a la sabi-
duría”. Así, el primer paso en la senda es la fe en Dios y el
amor por Él. El paso siguiente es el servicio desinteresado
al prójimo.
La solución de Bhagavan a los problemas del mundo es
muy simple. La clave para el bienestar del mundo es la trans-
formación del individuo. Según Él: “Si hay rectitud en el co-
razón, hay belleza en el carácter. Cuando hay belleza en el
carácter, hay armonía en el hogar. Cuando hay armonía en
el hogar, hay orden en la nación. Cuando haya orden en la
nación, habrá paz en el mundo”. Los individuos que care-
cen de rectitud crean una sociedad desasosegada. ¿Cómo
puede establecerse firmemente la rectitud en el corazón del
hombre? Baba declara: “La sociedad humana sin fe en Dios
degenera hasta convertirse en una jungla de bestias”. Una
sociedad humana recta puede florecer solo cuando el hom-
bre es transformado espiritualmente.
¿Cómo comienza la transformación espiritual en el co-
razón del hombre? Bhagavan proporciona la respuesta: “Si-
gan al Maestro, enfrenten al demonio, luchen hasta el final
y terminen el juego”. Esta senda cuádruple destruye la es-
puria cortina de la ignorancia, que oculta al Maestro pre-
sente en el propio corazón. La lucha constante en la vida
humana es la lucha interna de la mente por alejarse de los
lazos de los sentidos en respuesta al llamado de la con-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 353 -

ciencia, que es la voz del Maestro interior. Baba dice:


“Quien sigue a los indriyas se vuelve un pashu, un animal;
quien sigue al budhi se vuelve Pashupati, Dios”. Esta lucha
no tiene que alejar necesariamente al hombre de la socie-
dad y empujarlo hacia el bosque. Bhagavan presenta la so-
lución en Su estilo inimitable: “¡La cabeza en el bosque y las
manos en la sociedad! Trabajen con las manos en la socie-
dad, pero fijen su mente en Dios”. Así, la fe en Dios en el
corazón del hombre es la base para un mundo feliz.

✺✺✺

Bhagavan transmite verdades sutiles y sublimes a quie-


nes lo escuchan utilizando ejemplos cautivantes. “Karma,
Dharma y Brahma” es un tema que se ha discutido amplia-
mente en la filosofía india. El Karma es una vida de acción en
el mundo. El Dharma estipula las normas que regulan nues-
tras acciones. Brahma es la meta última de la vida. Bhagavan
simplifica la relación entre los tres tomando un ejemplo sim-
ple de la vida cotidiana de un ama de casa. “El chutney de
coco que preparan en sus hogares tiene cuatro ingredientes
básicos: coco, sal, ají y tamarindo. Conseguir estos cuatro in-
gredientes limpios y puros en las cantidades requeridas y
mezclarlos hasta formar una pasta es karma. Luego, ustedes
colocan una pequeña cantidad en la lengua para probar el
sabor y modificar la mezcla, de ser necesario, para mejorar-
la. Todo este proceso es dharma. Finalmente, ustedes co-
men el chutney junto con su alimento y obtienen deleite.
Ese es el estado de alegría, de contento, el final del deseo.
¡Eso es Brahma! Actúen, dediquen y adoren: ese es el ca-
mino para adquirir una conciencia pura”.
La Divinidad se halla inmanente en el universo. “¡Oh,
Partha! Has de saber que Yo soy la antigua semilla en todos
los seres”, declara el Señor en el Bhagavad Gita. Baba lo ex-
plica mediante un ejemplo simple: “Plantamos una peque-
ña semilla, que crece hasta convertirse en un gran árbol. El
- 354 - B. N. NARASIMHA MURTHY

árbol da miles de frutos, cada uno de los cuales contiene se-


millas. Dios es la semilla primigenia, y el universo es el ár-
bol. Todos los seres del universo son los frutos que contie-
nen dentro de sí las semillas de la Divinidad. Cuando el
hombre hace esfuerzos por conocer su naturaleza divina, la
Divinidad dentro de él se manifiesta. Éste es el objetivo de
la vida humana”.
Según Bhagavan, Dios es el objeto y el mundo es su
sombra. Baba dice: “Imaginen un cocotero con muchos co-
cos. Éste proyecta una larga sombra sobre el suelo. Cuando
uno trepa al árbol y saca los cocos, su sombra también se
proyecta. Sin embargo, si uno trata de asir sólo los cocos en
la sombra, no obtendrá ninguno. Cuando uno trata de co-
nocer a Dios y lo logra, también triunfa sobre el mundo”.
Las tres sendas de karma, bhakti y jñana conducen al
mismo destino de la realización del Ser; solo el modo en
que uno viaja por estas sendas puede ser algo diferente. Pa-
ra explicar este punto, Baba compara a estas tres sendas
con las tres formas de viajar en tren al mismo destino. El
karma yoga es como el viaje en el cual el pasajero tendrá
que descender y cambiar de tren algunas veces antes de
llegar a su destino. El bhakti yoga es como el viaje durante
el cual el vagón en que viaja el pasajero es desenganchado
de un tren a mitad de camino en un empalme de vías y en-
ganchado a otro tren; el pasajero no necesita descender. El
jñana yoga es como viajar en un solo tren desde el punto
de partida directamente hasta el lugar de destino. Bhaga-
van también da un ejemplo ligeramente modificado: “El
karma yoga es como viajar a pie, el bhakti yoga es viajar en
un carro de bueyes y el jñana yoga es viajar en un avión”.
Refiriéndose a la meditación, Bhagavan dice: “Muchas
personas creen equivocadamente que dhyana, la meditación,
es igual a ekagrata, la concentración. La meditación es un
proceso que tiene lugar más allá de los sentidos, mientras
que la concentración es un proceso en el nivel sensorial. En-
tre las dos, hay una línea de demarcación llamada chintana,
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 355 -

Sai Krishna relata la historia de Krishna


- 356 - B. N. NARASIMHA MURTHY

la contemplación”. Baba lo simplifica más: “Hay un rosal con


ramas, hojas, flores y espinas. Necesitan concentración para
arrancar la rosa sin lastimarse con las espinas. Luego toman
la rosa en su mano y disfrutan de su belleza y fragancia; eso
es comparable con la contemplación. Finalmente, ustedes
ofrecen la rosa a Dios con amor; eso es meditación”.
Baba dice que la mente es responsable tanto de la es-
clavitud como de la liberación del hombre. Por lo tanto, el
control de la mente es la clave en la senda espiritual. ¿Pero
cómo controlamos la mente? Bhagavan explica: “La mente
es como una abeja negra. Sin duda, es muy fuerte y puede
hacer un agujero incluso en la madera más dura. Esta abeja
tan fuerte, al libar el néctar de un loto, queda fácilmente
aprisionada en la delicada flor al anochecer, cuando los pé-
talos se cierran sobre ella. Del mismo modo, la mente, que
realiza sus innumerables ardides y salta inquieta de aquí pa-
ra allá, pierde su fuerza indócil cuando se la enfoca en
Dios”. Por lo tanto, solo la devoción por lo Divino puede
ayudarnos a controlar la mente.
Cuando estamos dedicados a nuestras actividades coti-
dianas, ¿es posible no contaminarnos con los apegos y
anhelos mundanos? Baba afirma que es posible. Al dirigir-
se a los estudiantes del Instituto Sri Sathya Sai de Educación
Superior, el 16 de junio de 1983, Él los instó así: “¡Queridos
estudiantes! El tiempo es infinitamente precioso. En la vida
del hombre, el período como estudiante es el más valioso
y sagrado. Deben hacer el mejor uso de él. La leche mez-
clada con agua no puede recuperar su pureza original sin
importar lo mucho que traten de separarla. Sin embargo,
cuando convierten la leche en manteca, su asociación con
el agua no la afectará. Flotará en el agua y mantendrá su es-
tado característico. Samsara –los deseos y apegos munda-
nos– es como el agua. La mente del hombre es como la le-
che. Cuando la mente pura, sagrada e impoluta se mezcla
con los deseos mundanos, es difícil recuperar la pureza ori-
ginal. No obstante, en este sagrado período de estudio, si
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 357 -

ustedes obtienen de su mente no corrompida la manteca


del conocimiento, la sabiduría y la conducta recta, serán ca-
paces de permanecer incontaminados por las atracciones
del mundo aun estando en él”.
La identificación con el cuerpo o el ego ha de eliminar-
se para alcanzar la sabiduría más elevada. ¿Cómo se hace?
Bhagavan responde a esta pregunta con un símil apropia-
do: “Si hay un forúnculo en el cuerpo, aplicamos algún un-
güento y lo cubrimos con un vendaje hasta que sane. Si so-
lo ponen un vendaje sin el ungüento, es probable que se
vuelva séptico y cause mayor daño. Además, tenemos que
limpiar el forúnculo con agua pura y curarlo a menudo. Del
mismo modo, en la vida, está el forúnculo de la personali-
dad en la forma del ego. Para curar este forúnculo del ego,
lávenlo todos los días con el agua del amor puro, aplíquen-
le el ungüento de la fe y cúbranlo con el vendaje de la hu-
mildad. De otro modo, no podrán evitar que les cause do-
lor y pesar”.

✺✺✺

Las parábolas sumamente interesantes y eficaces cons-


tituyen una parte importante de las enseñanzas de cualquier
Maestro. Baba es un narrador experto. Es entretenido y
también esclarecedor escuchar Sus parábolas. La misma
historia parece nueva y diferente cuando Él la relata en dis-
tintas ocasiones, gracias a las innovaciones y variaciones
que Él hace cada vez. Sus “chinna katas” constituyen una
lectura fascinante.
La erudición seca y la labia no ayudan a obtener la gra-
cia de Dios. La fe en Dios semejante a la de un niño obrará
maravillas. En Su discurso del 23 de enero de 1982 en Ma-
drás, Bhagavan ilustró este punto con una parábola apro-
piada. “Un gran erudito, muy versado en el Bhagavatam, se
encontraba una vez ensalzando la devoción de las pastoras
de Brindavan por el pequeño Krishna. Había un ladrón en-
- 358 - B. N. NARASIMHA MURTHY

tre el público que se sintió atraído por la descripción del


hermoso y enjoyado Krishna. ¡Sintió la tentación de robarle
al pequeño Krishna sus ornamentos! Al final del discurso, el
ladrón se acercó al erudito y le preguntó dónde podía en-
contrar a Krishna. El erudito le respondió muy lacónicamen-
te: “En Brindavan, a orillas del Yamuna, por la noche”. El la-
drón se dirigió enseguida a ese lugar. El Señor apareció ante
él como un niño de doce años adornado con muchas joyas
resplandecientes. ¿Pero cómo podía quitarle los ornamen-
tos a esa Hermosura? Continuó mirándolo extasiado duran-
te horas, renuente a pedirle las joyas y avergonzado. No
obstante, Krishna lo sabía. ¡Él se quitó las joyas, una por
una, se las entregó al aturdido ladrón y desapareció!”.
En otra ocasión, Baba narró una interesante historia real
tomada de las páginas de la Segunda Guerra Mundial, que
demuestra el poder de la fe:
“Durante la Segunda Guerra Mundial, un vapor que trans-
portaba soldados indios fue bombardeado y hundido por los
japoneses. Muchos perdieron la vida. Solo cinco hombres lo-
graron permanecer en los botes salvavidas y remar en medio
del agitado océano con la esperanza de llegar a tierra firme.
El bote fue sacudido por las olas durante muchas horas. Uno
de ellos empezó a desesperarse y gritó: ‘El mar me tragará.
Me volveré alimento para los tiburones’. En estado de páni-
co, cayó al agua. Otro soldado se lamentó: ‘Temo que mi fa-
milia pase por grandes sufrimientos. Estoy muriendo sin ha-
ber hecho arreglos para su futuro’. Él también perdió su fe y
sucumbió al temor. El tercer hombre dijo: ‘¡Qué tragedia!
Tengo conmigo los documentos de mi seguro de vida. ¿Có-
mo podrá mi esposa obtener el dinero, ahora que estoy mu-
riendo?’. Y también fue tragado por el mar.
Los otros dos se fortalecieron mutuamente en su fe en
Dios. Ellos dijeron: ‘No nos rendiremos ante el temor. No
renunciaremos a nuestra fe en la omnipotencia y compasión
de Dios’. Incluso tuvieron que abandonar el bote agujerea-
do. No obstante, no se rindieron; comenzaron a nadar ha-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 359 -

La música ofrecida a Dios conmueve


nuestras almas y nos eleva hasta Él
- 360 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cia la orilla. A los pocos minutos, llegó un helicóptero en-


viado por un barco guardacostas que había recibido señales
desde el vapor que se hundía; los divisó y los transportó a
salvo hasta la costa. Más tarde, ellos se dijeron: ‘¡Solo hay
cinco minutos entre la vida y la muerte!’. Su fe los hizo sa-
lir victoriosos; la falta de fe causó la derrota y la muerte de
los otros tres”.
Debemos creer que todo trabajo es el trabajo de Dios. Eso
no solo transformará nuestro trabajo en adoración, sino que
además nos permitirá dar lo mejor de nosotros mismos en
cualquier esfuerzo. Bhagavan ilustra esta verdad con un hecho
fascinante de la vida de Akbar, el gran emperador mogol:
“Una tarde, Akbar estaba recorriendo la capital en com-
pañía de Tansen, el músico de su corte. Ellos se cruzaron
con un anciano que cantaba para sí canciones en alabanza a
Dios. El emperador detuvo su carruaje y continuó escu-
chando las canciones del desconocido, que conmovieron
su corazón. El tiempo se detuvo mientras las lágrimas ma-
naban de los ojos del emperador. Cuando el canto finalizó,
el emperador salió de su arrobamiento y le preguntó a Tan-
sen, que era considerado el mejor cantante de su época:
–He escuchado tu canto durante largo tiempo. Sin du-
da, es dulce para los oídos y calma el corazón. Pero el can-
to de este anciano me llenó de una bienaventuranza celes-
tial y elevó mi alma a un paraíso de dicha pura. Tu música
jamás me ha hecho sentir así. ¡No logro entender por qué!
Tansen respondió con toda humildad:
–¡Su Majestad! He estado cantando para complacerte,
pero este devoto está cantando para complacer a Dios. ¡Eso
marca la diferencia!”

✺✺✺

En ocasiones, Baba juega con las palabras para destacar


una idea y causar un efecto profundo. He aquí algunos de
esos ejemplos:
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 361 -

“Un hombre egocéntrico no puede alcanzar al Supre-


mo. Por lo tanto, deben cultivar la amplitud mental y procu-
rar servir a sus semejantes en forma desinteresada. Incluso
en la búsqueda de mukti, la liberación, uno no debe intere-
sarse solo por sí mismo. Interesarse solo por ‘naa mukti’, ‘mi
liberación’ (en telugu), solo conducirá a ‘na mukti’, ¡‘ningu-
na liberación’ (en sánscrito)!”.
Haciendo alusión al hecho de que el hombre moderno
sabe cómo lograr la fisión del átomo pero no tiene amor en
su corazón, Baba dice:
“Hoy necesitamos una ciencia que pueda promover el
amor. Sin embargo, actualmente, en lugar de ‘espíritu de
amor’, ¡sólo vemos ‘la fisión del amor’!6. Imaginen cuál
puede ser el estado del hombre en una era en que la cien-
cia y la civilización han progresado hasta un punto que va
mucho más allá de cualquier cosa concebible en eras ante-
riores. Sin embargo, en las denominadas ‘eras de la oscuri-
dad’, sin ningún conocimiento de la ciencia y la tecnología,
el hombre llevaba una vida más noble y feliz. Hoy el hom-
bre se complace en mostrar más crueldad que los animales.
Ha perdido el respeto por la vida. ¿Dónde está entonces el
progreso de la civilización del que tanto alarde se hace?”.
Todos piden tener paz mental, pero pocos saben cómo
alcanzarla. Bhagavan nos enseña el secreto de la paz de un
modo muy simple:
“La gente dice ‘Yo quiero paz’. Cuando ustedes quitan
las dos primeras palabras de la oración, lo que queda es
‘paz’. Pero nadie quiere renunciar al ‘yo’, el ego, ni al ‘quie-
ro’, el deseo. Entonces, ¿cómo pueden obtener ‘paz’? ¡Só-
lo se harán ‘pedazos’!”7

6 N. de la T.: Juego de palabras entre Spirit, “espíritu” en inglés, y split,


“fisionar”.
7 N. de la T.: Juego de palabras entre Peace, “paz” en inglés, y pieces,
“pedazos”.
- 362 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Al destacar la importancia de kshama, la fortaleza o to-


lerancia, en la vida de un hombre, Baba dice:
“Se identifica a Kshama en las escrituras con verdad,
rectitud, sabiduría, sacrificio y dicha. Sin kshama el hombre
no puede ser feliz ni siquiera por un kshana, un instante.
Kshama promueve las cualidades divinas. Revela la Divini-
dad interna”.
No podemos impresionar a Dios con nuestra riqueza,
posición o fuerza física. Bhagavan declara:
“El Señor tiene en cuenta su bhakti, devoción, y su shak-
ti, fuerza. Quiere que posean guna, virtudes, no le interesa
su kula, su casta. Él busca su chittam, su corazón, y no su
vittam, su riqueza”.
Bhagavan explica:
“Para lograr cualquier objetivo, se necesita tanto krishi,
esfuerzo personal, como kripa, gracia divina. Las dos cosas
son como los polos negativo y positivo de un imán. Uno
debe orar con fe para obtener la gracia. Todo el que busque
la gracia con sinceridad la obtendrá”.
Bhagavan ridiculiza la superficialidad y falta de sinceri-
dad de la devoción en los tiempos modernos en esta de-
claración:
“El Señor está siempre listo para responder a las plega-
rias de los devotos. Sin embargo, lo que pasa por ‘devoción’
hoy en día es solo un ‘océano profundo’, el sumergimiento
en el océano de la vida mundana8. La gente habla acerca de
lo Divino, pero solo le interesa ‘sumergirse profundamente
en el vino’9. Hablan acerca de ‘compasión’, pero solo les in-
teresa la ‘moda’10. ¡Hablan de ‘cooperación’, pero solo se

8 N. de la T.: Juego de palabras entre Devotion, “devoción” en inglés,


y deep ocean, “océano profundo”.
9 N. de la T.: Juego de palabras entre Divine, “Divino” en inglés, y deep
wine, “vino profundo”.
10 N. de la T.: Compassion significa “compasión” en inglés y fashion,
“moda”.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 363 -

complacen en la ‘operación’! En estos días, la devoción ha


quedado reducida a una exhibición pomposa”.
He aquí otras profundas declaraciones de Bhagavan,
que contienen en sí la magia de los juegos de palabras:
El amor vive dando y perdonando; el yo vive tomando
y olvidando.
Las “propiedades” no son “vínculos apropiados”11.
“Que la mente muera” es más valioso que un “dia-
mante”12.
¡Cuando la “filosofía” degenera en una gimnasia intelec-
tual, se vuelve “pura pérdida de sabiduría”13!
Solo un verdadero sevak, servidor, puede volverse un
buen nayak, líder.
Pueden aspirar a volverse Shankara, Dios, solo si son un
verdadero kikara, servidor.

✺✺✺

El Maestro Divino viene a realizar, no a destruir. Las es-


crituras de las diferentes religiones no son otra cosa que las
revelaciones del mismo Maestro hechas a pueblos de dife-
rentes tierras en distintos momentos del tiempo. Sin embar-
go, a medida que el tiempo pasa, las escrituras son inter-
pretadas, reinterpretadas y muchas veces mal interpretadas
por intereses creados o por secos eruditos sin experiencia
espiritual. Esas malas interpretaciones cubren el verdadero
significado con una gruesa capa de polvo y niebla. Cuando
el Maestro vuelve a aparecer en el mundo y habla acerca de
las verdades eternas, estas vuelven a brillar en su prístina

11 N. de la T.: Properties significa “propiedades” en inglés y proper ties,


“vínculos o lazos apropiados”.
12 N. de la T.: Die mind significa “que muera la mente” en inglés, y dia-
mond, “diamante”.
13 N. de la T.: Philosophy significa “filosofía” en inglés y full-loss-ophy es
una palabra acuñada por Bhagavan para indicar que es una “pura pér-
dida de sabiduría”.
- 364 - B. N. NARASIMHA MURTHY

sencillez. Él echa nueva luz sobre las antiguas escrituras re-


velándolas en su verdadero espíritu.
Bhagavan señala que la esencia del Bhagavad Gita está
expresada en la primera mitad de la primera línea de la pri-
mera estrofa: “Dharmakshetre Kurukshetre”. Con un ligero
reordenamiento de la frase, Él revela que el Gita exhorta al
hombre a “kshetre kshetre dharmam kuru”, a seguir el ca-
mino de rectitud en cada campo o aspecto de la vida. Ade-
más, juntando la primera palabra de la primera estrofa y la
última palabra de la última estrofa del Gita, Él declara que
la esencia de esta escritura es “mama dharma”, “mi deber”.
“Cuando alguien Me ofrezca con devoción patram, una
hoja; pushpam, una flor; phalam, una fruta, o toyam, agua,
yo la aceptaré”, declara el Señor en el Gita. Lo que es im-
portante en la ofrenda es el sentimiento de devoción y no
lo material, que es solo un símbolo. Bhagavan Baba agrega:
“¿Qué es patram? No es la hoja común que ustedes ven a
su alrededor; el significado interno de patram es su cuerpo
mismo. Pushpam es su hridaya pushpam, la flor de su cora-
zón. Phalam es su mano phalam, el fruto de su mente. To-
yam no es el agua del grifo o del río. Es ananda bashpam,
las lágrimas de alegría que manan del interior de un cora-
zón sincero y piadoso”.
El Adhyatma Ramayana declara que Rama había perdi-
do el gusto por la vida cuando era un muchacho de cator-
ce años y que eso causó confusión y consternación en las
mentes de Sus padres y otras personas. Baba revela: “Lue-
go de un largo peregrinaje a los santuarios y lugares sagra-
dos del país, Rama pasó algunos años en soledad y apa-
rente introspección antes de cumplir catorce años. Sentía
aversión por la comida y los trajes reales. No mostraba in-
terés por los hombres ni por las cosas materiales. ¡Él movía
Sus dedos y Su palma riendo sin razón aparente; escribía
cosas en el aire con los dedos! Reía sin ningún motivo. En
síntesis, Sus acciones y movimientos eran exactamente
iguales a los Míos cuando Yo tenía esa edad. El sabio Vasis-
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 365 -

Sus estudiantes viven Su mensaje


- 366 - B. N. NARASIMHA MURTHY

hta trató de hacer que Su mente volviera a la normalidad.


Sin embargo, esa es solo una etapa que atraviesan todos los
Avatares justo antes de lanzarse a la tarea para la que han
descendido. Durante ese tiempo, el Avatar estaba trazando
Su plan maestro. Al final de ese período, el sabio Vishvami-
tra llegó a la escena y le pidió al rey Dasharata que enviara
a Rama con él para salvar a los anacoretas de los demonios
que profanaban los ritos Védicos en las ermitas. Entonces
comenzó a desplegarse el plan divino”. Solo un Avatar po-
día echar luz sobre ese extraño comportamiento de Rama.
En el Purusha sukta, se dice que el Vishva Virat Purusha –la
Persona Cósmica– posee mil cabezas, mil ojos y mil pies.
Baba explica: “Vishva Virat Purusha no es una figura dibuja-
da por un pintor como Ravi Varma o una persona descrita
por un poeta. Es la Persona Cósmica Divina que satura el
universo entero y se manifiesta a Sí Misma en miles de for-
mas. También significa que el universo entero no es otra co-
sa que la manifestación de lo Divino”.
Los Upanishads han declarado: “El hombre puede alcan-
zar la inmortalidad sólo a través de tyaga –el sacrificio– y no
mediante la riqueza, la progenie o los ritos de sacrificio”.
¿Cuál es el verdadero tyaga? Bhagavan da la respuesta:
“Tyaga o renunciación no es dejar el hogar y huir a la selva.
Renunciar a los deseos mezquinos y egoístas es el verda-
dero tyaga que lo conduce a uno a yoga. Eso significa que
uno debe sublimar cada pensamiento, palabra y acción co-
mo una ofrenda a Dios. Para hacerlo, hay que cultivar pre-
ma. Prema crece con tyaga”.
Cuando se refiere a la práctica perversa del sacrificio de
animales, que algunas personas ignorantes asocian equivo-
cadamente con ciertas prácticas religiosas, Baba dice: “Lo
que se ha de sacrificar no es el desafortunado pashu, el ani-
mal, sino pashutvam, las cualidades animales presentes en
ustedes”. Al explicar el Asvamedha Yaga, el Sacrificio del
Caballo, Él aclara: “Asvamedha Yaga no significa el ritual de
matar al caballo. Aquí, significa la mente, que es inestable
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 367 -

e inquieta como las patas, la cola o las orejas de un caballo.


El verdadero Asvamedha significa el sacrificio de la mente
díscola, dedicándola a Dios para que se vuelva estable y se-
rena. Los términos usados en las escrituras poseen muchos
significados; es difícil comprender su significación interna.
Pueden encontrar el significado correcto solo si se basan en
los sublimes principios del Sanatana Dharma, como la ver-
dad, la rectitud, la paz, el amor y la no violencia. Escuchen
el significado interno de los aforismos, los rituales y los pre-
ceptos Védicos con concentración abnegada, pura y gozo-
sa. Atesórenlos en el corazón para practicarlos en la vida
diaria y compartirlos con otras almas anhelantes”.

✺✺✺

Según Bhagavan Baba, el conocimiento que no se pone


en práctica es inútil; solo con la práctica uno cosecha los be-
neficios del conocimiento. Él pregunta: “¿Puede eliminar la
oscuridad la mera información acerca de una lámpara? ¿Po-
drá terminar con el hambre un libro sobre el arte de cocinar?
¿Puede mitigar los sufrimientos de los pobres un tratado so-
bre economía? ¿Puede uno librarse de una enfermedad so-
lo escuchando acerca de la eficacia de un medicamento?
¿Puede eliminar la propia ignorancia la mera erudición acer-
ca de las escrituras?”. Y Él Mismo da la respuesta: “La re-
compensa por adquirir conocimientos que no se ponen en
práctica es un gran cero”.
La práctica es un aspecto muy importante de las ense-
ñanzas de Baba. Al finalizar la Cuarta Conferencia Mundial de
las Organizaciones Sri Sathya Sai, en noviembre de 1985, Él
dio al mundo la “Senda de diez pasos hacia la Divinidad”:

1. Amen y sirvan a la Madre Patria; no odien ni lastimen a


la Madre Patria de otros.
2. Honren a cada religión; cada una es una senda hacia el
único Dios.
- 368 - B. N. NARASIMHA MURTHY

3. Amen a todos los hombres sin distinción; sepan que la


humanidad es una sola comunidad.
4. Mantengan sus hogares y alrededores limpios; eso les
asegurará la salud y la felicidad a ustedes y a la sociedad.
5. No arrojen monedas cuando los mendigos extienden la
mano pidiendo limosna; ayúdenlos a confiar en sí mis-
mos. Proporcionen alimento y refugio, amor y cuidados
a los enfermos y los ancianos.
6. No tienten a otros ofreciéndoles sobornos ni se rebajen
ustedes aceptándolos.
7. No sientan celos, odio o envidia por ningún motivo.
8. No dependan de otros para que los sirvan en sus nece-
sidades personales; sean sus propios servidores antes
de servir a otros.
9. Cumplan con las leyes del Estado y sean ciudadanos
ejemplares.
10. Adoren a Dios y aborrezcan el pecado.

Al dirigirse a los estudiantes del Instituto Sri Sathya Sai


de Educación Superior de Brindavan, el 29 de diciembre de
1985, Bhagavan dijo: “Para desarrollar fuerza moral y men-
tal, uno debe practicar sadhana con el objeto de disciplinar
la mente. Para eso, hay que promover diez tipos de pure-
za”. Las siguientes diez directivas son importantes guías
para toda la juventud:

1. La primera es la pureza del lugar en el que viven. La ha-


bitación debe estar limpia y libre de cualquier cosa que
sea impura. Deben llenar con paz y pensamientos puros
los retratos y otros objetos que vean. No debe haber si-
tio allí para los objetos que despiertan agitación y malos
pensamientos. El lugar en el que viven y estudian debe
tener una atmósfera sátvica.
2. Deben esforzarse por crear un ambiente armonioso en sus
familias. La discordia en la familia conducirá a una atmós-
fera desagradable, inadecuada para la vida y el estudio.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 369 -

3. Eviten ingerir alimentos tamásicos y rajásicos. Eso signifi-


ca que no deben comer alimentos excesivamente agrios
o picantes; además, eviten lo que no es vegetariano. El
alimento sátvico y vegetariano es lo más adecuado para
una vida buena y sagrada.
4. Los líquidos que beben deben ser puros y sátvicos; ja-
más deben consumir bebidas alcohólicas.
5. Esfuércense por cultivar buenos sentimientos y pensa-
mientos y alejar a los malos.
6. Si desean desarrollar pensamientos y sentimientos pu-
ros, es necesario que miren únicamente cosas que con-
duzcan a ellos. Ver cosas malas incitará los malos senti-
mientos. Srishti depende de drishti. Deben considerar a
cada mujer mayor como a su madre y a aquellas que
son más jóvenes, como a sus hermanas.
7. Los libros que lean deben ayudarlos a cultivar la pureza
en sus vidas. Eviten los libros que inciten los malos senti-
mientos en ustedes. Los libros sobre temas que no sean
literarios no afectarán su carácter, pero sean muy selecti-
vos al estudiar libros sobre literatura. Si se les pide un li-
bro inadecuado para estudiar, considérenlo solo un tex-
to y no una guía para la vida.
8. Deben ser selectivos en cuanto a las actividades de ser-
vicio en las que se comprometen. Estas actividades de-
ben ayudarlos a cultivar pureza y darles alegría; el servi-
cio que presten también debe hacer felices a aquellos
que lo reciben. Para que eso ocurra, consideren a la per-
sona a la que sirven como una encarnación de lo Divi-
no. Elijan servir a Daridra Narayana –los pobres y los ne-
cesitados–, ya que ellos son también reflejos de lo
Divino.
9. Deben practicar sadhana –disciplinas espirituales– regu-
larmente. Solo entonces podrán mantener la mente pu-
ra. La esencia de todo sadhana es desarrollar amor pu-
ro y desinteresado por todos, y ver lo Divino en cada
uno y en cada cosa.
- 370 - B. N. NARASIMHA MURTHY

10. Elijan la profesión correcta, la apropiada para ustedes.


La nación y la comunidad son las que los ayudan a ga-
narse la vida. Por lo tanto, busquen la oportunidad de
beneficiar a la comunidad. Deben asegurarse de ser
siempre imparciales, justos, veraces y correctos al cum-
plir con sus deberes”.

Además de las máximas generales para una vida feliz y


útil aplicables a toda la humanidad, Bhagavan otorga a los
aspirantes sinceros una guía práctica apropiada para cada si-
tuación: He aquí uno de esos ejemplos: “Cuando sientan
que la ira surge en ustedes, pueden alejarse del lugar con el
fin de darse tiempo para serenar sus emociones. O pueden
tomar un vaso de agua fría y sentarse en silencio, o caminar
a paso rápido un kilómetro para vencer su enojo. O simple-
mente párense frente a un espejo y miren su rostro, o co-
miencen a cantar algunas canciones en alabanza al Señor”.

✺✺✺

Bhagavan es un Maestro de la síntesis. En Sus enseñan-


zas, hallamos Sarva Dharma Samanvaya y Sarva Yoga Sa-
manvaya: una armoniosa combinación de todas las religio-
nes y todas las sendas. Las aparentes contradicciones en los
diversos principios y prácticas de las religiones desaparecen
cuando Baba señala el hilo común de amor desinteresado y
la sabiduría unificadora que corre a través de todas ellas.
Las diferencias que parece haber en los enfoques de las di-
versas sendas se desvanecen en la luminosidad deslum-
brante de la experiencia intuitiva de la unidad que Él trans-
mite a todos en Su presencia. Para Él, los aspectos
materiales y espirituales de la vida humana no tienen una
existencia separada; ambos se fusionan en la sinfonía celes-
tial de un enfoque integrador de la vida que se enriquece
con la alegría de la mera existencia en el plan divino. En la
senda dorada que muestra Bhagavan, las barreras ilusorias
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 371 -

La esencia de todo sadhana: Amar a todos, Servir a todos


- 372 - B. N. NARASIMHA MURTHY

entre la ciencia y la espiritualidad se rompen para dar lugar


a una búsqueda unificada de la Verdad.
La enseñanza fundamental de Bhagavan Baba es: “Mi
vida es Mi mensaje”. El regocijante libro sobre Su vida
ejemplar –que se está desplegando en nuestro propio tiem-
po– está abierto a todos, para toda la eternidad.

✺✺✺
Apéndice I

Cronología de eventos en la vida


de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
(1980-1985)

1980
Feb 10 Se lleva a cabo en Brindavan la reunión del Círcu-
lo de Estudios sobre Educación Sri Sathya Sai.
Feb 17 Bhagavan visita el Colegio Sri Sathya Sai para
Mujeres, Anantapur.
Feb 18 Discurso en la reunión del Círculo de Estudios
Sathya Sai organizada en Bangalore.
Mar 7 Baba revela Su forma de Dattatreya en Ooty,
durante una sesión de fotos con los estudiantes
del Sri Sathya Sai Vidya Vihar, Ooty.
Mar 25 Se celebra la festividad de Ramanavami en Brin-
davan.
Jun 1 Bhagavan comienza Su visita a Jammu y Cache-
mira vía Hyderabad, Delhi.
- 374 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Jun 6 Bhagavan materializa el sphatika linga de Amar-


nat y la estatuilla de Lakshminarayana de Badri-
nat en Dachigam, a 24 kilómetros de Srinagar.
Jun 7 En Pahalgam, Bhagavan materializa el sagrado
Srichakra y los lingams de los famosos templos
de Chidambaram y Kedarnat.
Jun 18 Baba regresa a Brindavan vía Delhi y Bombay.
Coloca la piedra fundamental para el hall del
Dharmakshetra, Bombay.
Jul 10 Discurso en el Colegio Universitario Sri Sathya
Sai, Brindavan.
Jul 13 Discurso en la residencia estudiantil del Colegio
Universitario, Brindavan.
Jul 27 Festividad de Gurupurnima en Prashanti Nilayam.
Ago 8 Bhagavan inaugura el nuevo edificio de Sri Sa-
thya Sai Vidya Vihar en Ooty.
Ago 13 Discurso en la residencia estudiantil, Prashanti
Nilayam.
Sep 21 Discurso en la residencia estudiantil, Prashanti
Nilayam.
Nov 1 El Gobierno de Andhra Pradesh forma una nue-
va división administrativa llamada Sri Sathya Sai
Taluk, que incluye a Puttaparti y a unas cien al-
deas vecinas.
Nov 8 El akhand bhajan mundial comienza el segundo
sábado del mes de noviembre.
Nov 18 Bhagavan inaugura el nuevo edificio del Cole-
gio Universitario en Prashanti Nilayam.
Nov 19-21 Tercera Conferencia Mundial de las Organiza-
ciones de Servicio Sri Sathya Sai en Prashanti
Nilayam.
Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 55 de
Baba.
Dic 3 Se celebra en Brindavan la festividad judía de la
luz, Hanukah. Bhagavan permite que el símbo-
lo judío sea incluido en el emblema del Sarva
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 375 -

Dharma utilizado por todos los centros del ex-


tranjero.
Dic 24 Bhagavan inaugura el nuevo edificio de la resi-
dencia estudiantil para varones en Prashanti Ni-
layam.
Dic 25 Nace la Escuela Primaria Sri Sathya Sai en Pra-
shanti Nilayam. Los devotos celebran la Navi-
dad en la presencia de su Maestro.

1981
Ene 14 Baba inaugura la oficina central del Consejo
Mundial de la Organización Sri Sathya Sai en
Prashanti Nilayam
Ene 14 Bhagavan otorga a las Organizaciones de Servi-
cio Sri Sathya Sai del mundo una carta (charter)
permanente, administrada por la Fundación
Central Sri Sathya Sai.
Ene 19 Se inaugura “Sundaram”, en Madrás. Diseñado
a imagen del Mandir de Prashanti Nilayam,
“Sundaram” es una joya arquitectónica, un edi-
ficio de dos pisos, con cúpulas a ambos lados,
un gopuram en el centro y un balcón en el pri-
mer piso. “Sundaram” es el tercero de una se-
rie de faros espirituales encendidos por Bhaga-
van; el primero fue el Dharmakshetra de
Andheri, en Bombay, cuyo mandir fue llamado
“Sathya Deep”, y el segundo, el mandir de
Hyderabad, con una imponente cúpula que re-
presenta un Shivalinga y llamado apropiada-
mente “Shivam”.
Ene 22 Bhagavan viaja de Madrás a Bombay. Inaugura
el nuevo edificio del Dharmakshetra para alber-
gar a los estudiantes de la Escuela Primaria, la
Escuela Secundaria y la Escuela Técnica, en rá-
pido crecimiento, que reciben a los niños de
Andheri y zonas aledañas.
- 376 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ene 23 Inauguración del Instituto para la formación de


maestros en Educación en Valores Humanos, en
Bombay.
Feb 5 Nace “El Reino de la Madre Sai”, una organiza-
ción de ex alumnas del Colegio Universitario de
Anantapur.
Mar 1 Comienza la publicación por entregas de “Vidya
Vahini” en la revista mensual Sanatana Sarati.
Mar 7 Visita a Hyderabad.
Mar 8 Bhagavan coloca la piedra fundamental del
nuevo complejo que albergará al Sri Sathya Sai
Vidya Vihar en Mehedipatnam, Hyderabad.
Mar 9 Bhagavan visita la Escuela Especial para Niños
Atrasados y coloca la piedra fundamental del
“Edificio en Conmemoración de V. D. Prasada
Rao”, en Hyderabad. Regresa a Prashanti Nila-
yam el día 9.
Abr 5 Baba inicia la publicación de “Sathya Sai Vahini”
el día de Yugadi en Prashanti Nilayam.
Abr 12 Discurso en la residencia del Colegio Universi-
tario, Brindavan.
Abr 13 Se celebra la festividad de Sri Ramanavami en la
divina presencia, en el Golden Jubilee Hall, Lal-
bagh, Bangalore.
Abr 19 El Círculo de Estudios Sri Sathya Sai de Ban-
galore organiza y da clases especiales de apo-
yo en forma gratuita a unos 250 estudiantes
de comercio –varones y mujeres– de las uni-
versidades de la ciudad. Bhagavan los inspira
con un discurso de noventa minutos en Brin-
davan.
May 11 Visita a Bombay.
May 14 Baba vuela de Bombay a Vijayawada y llega a
Rajamundri vía Eluru y Kovvur.
May 15 Bhagavan acepta al Sri Sathya Sai Gurukulam,
Rajamundry, dentro de Su rebaño.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 377 -

May 17 Baba inaugura en Lalbagh, Jubilee Hall, Banga-


lore, un curso de diez días de orientación en
EVH para maestros de Karnataka.
Jun 15 La misión educativa de Bhagavan se expande
con la inauguración de la Escuela Primaria y la
Escuela Secundaria Superior Sri Sathya Sai en
Prashanti Nilayam.
Jun 27 Discurso a los miembros del “Reino de Sathya
Sai” y el “Reino de la Madre Sai”.
Jul 4 Baba habla a las maestras de Su Escuela Prima-
ria en Prashanti Nilayam.
Jul 17 Los devotos celebran la festividad de Gurupur-
nima en Prashanti Nilayam, en presencia de su
JagadGuru.
Jul 18 Discurso a los miembros del “Reino de Sathya
Sai”.
Ago 1 Bhagavan inaugura los campamentos de forma-
ción para maestros de Balvikas del extranjero.
Ago 6 Cierran los campamentos de formación, y Bha-
gavan parte hacia Brindavan a mediodía.
Ago 29-31 Se lleva a cabo un Seminario sobre “Orientación
en Valores para la Educación Superior” en Brin-
davan.
Sep 30 Se celebra el vigésimo quinto aniversario del
Hospital Sathya Sai en el Purnachandra.
Oct 2 Comienzan las celebraciones de Dasara junto
con el Veda Purusha Saptaha Jñana Yajna.
Oct 8 El día de Vijaya Dasami, Bhagavan anuncia el
nacimiento del Instituto Sri Sathya Sai de Educa-
ción Superior como una Universidad reconocida
(deemed university). Se lleva a cabo la Bhumi
Puja para el Edificio Administrativo de la Univer-
sidad.
Oct 26 Dipavali en Prashanti Nilayam.
Nov 6 El encantador pueblo de Sathya Sai Grama, co-
bijado al pie de las colinas Nandi, es bendecido
- 378 - B. N. NARASIMHA MURTHY

cuando Bhagavan Baba preside la bhumi puja


para el edificio del Colegio Semisuperior, parte
del campus educativo de Muddenahalli.
Nov 14 Akhand bhajan mundial.
Nov 19-21 Quinta Conferencia de Sevadal Sri Sathya Sai de
la India.
Nov 22 Inauguración formal del Instituto Sri Sathya Sai
de Educación Superior, con el nivel de una uni-
versidad reconocida, a cargo del Presidente de
la Corte Suprema de la India, Sri Y. V. Chandra-
chud. Abre sus puertas el edificio de la Escuela
Secundaria Superior en Prashanti Nilayam.
Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 56 de
Baba.
Nov 26 Discurso inaugural en el Instituto Sri Sathya Sai
de Educación Superior.
Dic 24 Se celebra la Víspera de Navidad en el edificio
Round por primera vez.
Dic 25 Celebraciones de Navidad.

1982
Ene 14 Baba da un discurso en la residencia del Cole-
gio, en Brindavan.
Ene 21 Visita a Madrás.
Ene 22 Cuarta Conferencia Estatal de la Organización
de Servicio Sri Sathya Sai de Tamil Nadu, en Ab-
botsbury, Madrás.
Ene 24 Visita a Neyveli.
Ene 26 Bhagavan viaja a Bombay.
Ene 27 Se lleva a cabo el encuentro de Balvikas en
Bombay.
Feb 4 Bhagavan inaugura el nuevo edificio de la Es-
cuela Primaria Superior en Sigehalli –cerca de
Brindavan–, que es adoptada por el Colegio
Universitario Sathya Sai para su desarrollo.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 379 -

Feb 22 Festividad de Mahashivaratri en Prashanti Nilayam.


Mar 26 Se celebra la festividad de Yugadi en Prashanti
Nilayam.
Abr 2 Se celebra la festividad de Sri Ramanavami en
Brindavan.
Abr 3 Bhagavan comienza Su gira por ocho estados.
Abr 4 Baba dirige la palabra a los funcionarios del Go-
bierno de Andhra Pradesh, a los líderes empre-
sariales y a otros profesionales en el Ravindra
Bharati Hall, Hyderabad.
Abr 5 Bhagavan bendice con Su visita la Escuela Se-
cundaria Sri Sathya Sai Bala Vihar.
Abr 6 Baba vuela a Delhi.
Abr 7 Bhagavan viaja en auto al campus del Bharatiya
Vidya Bhavan, Nueva Delhi.
Abr 8 Baba asiste a la bhumi puja que precedió la cons-
trucción de una escuela que pondrá énfasis en el
cultivo de los valores humanos según fueron
concebidos por Bhagavan. A las 6.15 de la tarde,
Bhagavan dirige la palabra en una reunión de in-
telectuales, en Vigyan Bhavan, Nueva Delhi.
Abr 9 Al amanecer, Baba viaja en auto a Rishikesh y
continúa hasta Mussorie, al pie de los Himalayas.
Se detiene por un rato en Ghaziabad, Meerut,
Roorkee y Hardwar. Cerca de Rishikesh, Baba
preside una bhumi puja para un Vedashastra Pat-
sala, administrado por la Organización de Servi-
cio Sathya Sai de Uttar Pradesh. Después de con-
ceder darshan en Dehra Dun, Bhagavan llega a la
residencia de la Maharaní de Jind, en Mussorie.
Abr 11 Baba regresa a Delhi vía Panipat y Karnal.
Abr 12 Baba vuela a Jaipur desde Delhi y visita el Cole-
gio Universitario Sri Sathya Sai para Mujeres,
fundado por Él en Rajastán.
Abr 13 Baba viaja a Bhopal desde Jaipur.
Abr 14 Baba vuela a Jamnagar desde Bhopal.
- 380 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Abr 15 Bhagavan abre el “Ashram Sri Ranjit Sinhji Ni-


radhar”, un hogar para ancianos, en Jamnagar.
Bhagavan regresa a Bangalore vía Bombay.
May 12 Baba dirige la palabra a la congregación que ce-
lebra el 14.° aniversario del Dharmakshetra.
May 14 Bhagavan visita el “Bhabha Atomic Research
Centre” en Trombay, Chembur, luego de haber
recibido una invitación especial.
May 20-29 Segundo programa de formación en Educación
en Valores Humanos organizado en Vidyagiri,
Prashanti Nilayam. Bhagavan da Su valioso men-
saje la mayoría de los días.
Jul 6 Festividad de Gurupurnima en Prashanti Nilayam.
Jul 8 Discurso pronunciado en el Instituto Sri Sathya
Sai de Educación Superior, Prashanti Nilayam.
Ago 1-2 Visita a Madrás.
Ago 12 Sri Krishna Janmashtami en Prashanti Nilayam.
Ago 22 Festividad de Sri Ganesha en Prashanti Nilayam.
Sep 1 Festividad de Onam en Prashanti Nilayam.
Oct 1 Termina la publicación por entregas de “Vidya
Vahini” y comienza la de “Sutra Vahini” en la re-
vista Sanatana Sarati.
Oct 21 Comienza la festividad de Dasara marcada por
el Veda Purusha Jñana Yajnam.
Oct 27 Se celebra Vijaya Dasami en Prashanti Nilayam.
Nov 13 Akhand bhajan mundial.
Nov 15 Festividad de Dipavali en Prashanti Nilayam.
Nov 18 Los devotos celebran Ratotsavam.
Nov 19-21 Décima Conferencia de las Organizaciones Sri
Sathya Sai de la India llevada a cabo en Pra-
shanti Nilayam.
Nov 20 Día Anual del Hospital Sri Sathya Sai.
Nov 22 Bhagavan, el Rector, declara abierta la Primera
“Convocación” de la Universidad reconocida e
inaugura el Edificio Administrativo del Instituto
Sathya Sai de Educación Superior en Vidyagiri.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 381 -

Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 57 de


Baba.
Dic 1 Visita al campus de Anantapur de la Universi-
dad.
Dic 25 Celebraciones de Navidad en Prashanti Nilayam.
Dic 30 Bhagavan dirige la palabra a los estudiantes en
Brindavan.

1983
Ene 1 Discurso el Día de Año Nuevo en el Instituto.
Ene 8 Discurso en la Residencia del Colegio Universi-
tario en Prashanti Nilayam.
Ene 16 El auspicioso día de “Kanum Pongal”, Bhagavan
Baba llega a “Sundaram”, iza la “Bandera de Pra-
shanti” e inaugura el Mandapam recién construi-
do, el “Shanti Vedika”, que sirve como platafor-
ma para el auditorio al aire libre en el patio de
“Sundaram”.
Ene 19 Bhagavan inaugura un colegio sindical estable-
cido por el “Southern Railways Employees’
Sangh” en Perambur.
Ene 21 Baba viaja a Bombay desde Madrás.
Ene 23 Bhagavan habla en la conferencia regional del
Lions Club de Bombay. Coloca la piedra funda-
mental de los centros zonales de formación pa-
ra maestros primarios de EVH.
Feb 11 Festividad de Mahashivaratri en Prashanti Ni-
layam.
Feb 17 Bhagavan bendice las celebraciones del Dece-
nario del Colegio NMKRV para Mujeres en Ja-
yanagar, Bangalore, y dirige la palabra a las es-
tudiantes y maestras en las instalaciones del
colegio.
Mar 17 Upanayam en masa para 680 muchachos en
Prashanti Nilayam.
- 382 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Abr 3 Baba viaja a Hyderabad desde Brindavan.


Abr 6 Bhagavan llega desde Vijayawada para declarar
abierto el magnífico mandir nuevo “Sathya Sai
Shanti Sudha”, construido por el Sai Seva Sami-
ti del distrito de Guntur.
Abr 7 Bhagavan inaugura la nueva residencia estu-
diantil construida en el Gurukulam, Rajamundry.
También visita Eluru y Kovvur.
Abr 8 Swami parte hacia Hyderabad en las primeras
horas de la mañana y regresa a Brindavan.
Abr 21 Festividad de Sri Rama Navami en Prashanti Ni-
layam.
May 6 Celebraciones del Día de Ishvaramma en Pra-
shanti Nilayam.
May 11 Bhagavan viaja a Bombay desde Brindavan.
May 17 Bhumi Puja para “Trayee Brindavan”.
May 19 En Sathya Sai Grama, Muddenahalli, Baba inaugu-
ra un campamento espiritual y educacional de diez
días para maestros de Alike y Muddenahalli.
Jun 16 Discurso pronunciado en el Instituto Sri Sathya
Sai de Educación Superior, Prashanti Nilayam,
en ocasión del inicio del nuevo año académico.
Jul 12 Bhagavan da un discurso el día de Ramzan.
Jul 22 Inauguración del Centro de Entrenamiento para
la Seguridad en Prashanti Nilayam. Bhagavan
también inaugura un curso de entrenamiento
de tres días para un grupo de tareas especiales,
llamado “Bhadrata Dal”, para ordenar a las mul-
titudes en festividades y reuniones públicas en
Prashanti Nilayam.
Jul 24 Se celebra la festividad de Gurupurnima en Pra-
shanti Nilayam. Baba inaugura el programa de
Servicio Social en el Instituto Sri Sathya Sai de
Educación Superior.
Ago 14 Discurso pronunciado en la residencia estudian-
til del Colegio en Prashanti Nilayam.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 383 -

Ago 14-18 Curso de formación para Gurús de Balvikas de


la India y el extranjero en Prashanti Nilayam.
Ago 22 Festividad de Onam en Prashanti Nilayam.
Ago 31 Se celebra Sri Krishna Janmashtami en Prashanti
Nilayam.
Oct 7 Celebraciones de Dasara y el Veda Purusha Sap-
taha Jñana Yajna en marcha.
Oct 30-31 Simposio Internacional en Roma.
Nov 12 Akhand bhajan mundial.
Nov 18 Ratotsavam.
Nov 19-21 Conferencia de las Organizaciones Sri Sathya
Sai de la India.
Nov 22 Segunda “Convocación” de la Universidad.
Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 58 de
Baba.
Dic 25 Celebración de Navidad en Prashanti Nilayam.
Dic 27 Bhagavan Baba inaugura la Conferencia Mun-
dial de maestros y estudiantes de Balvikas, de
cinco días, en el Auditorio Purnachandra.
Dic 29 Encuentro Mundial de Estudiantes de Balvikas.
Dic 30 Bhagavan habla a los estudiantes de Balvikas y
Pre-Sevadal y a los maestros en el Auditorio
Purnachandra.

1984
Ene 13 Sankranti y acto de cierre del Encuentro Depor-
tivo.
Ene 18 Bhagavan visita Madrás y recorre otros seis dis-
tritos: Trichy, Chengelpet, Madurai, Coimbato-
re, Periyar y Salem. Camino a Sundaram, Bha-
gavan es recibido con gran entusiasmo cerca
de Chittoor, Walajah y otros lugares.
Ene 23 Bhagavan viaja en avión desde Madrás y aterri-
za en Trichy. Después del almuerzo, Baba y Su
comitiva parten hacia Kodaikanal.
- 384 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Ene 26 Bhagavan se dirige a Mettur, visitando en el ca-


mino Kangayam, Perundurai y Chennimalai.
Ene 27 Baba visita Salem y regresa a Brindavan vía
Krishnagiri.
Feb 4 Bhagavan inaugura la Exhibición de Ciencias en
Brindavan.
Feb 5 Discurso a los padres el Día de la Residencia es-
tudiantil.
Feb 9 Discurso en el Auditorio del Instituto en Pra-
shanti Nilayam.
Feb 29 Bhagavan inaugura el edificio del nuevo Hospi-
tal General en Prashanti Nilayam el día de Ma-
hashivaratri.
Mar 1 Concluye la publicación por entregas de “Sutra
Vahini” y comienza la de “Lila Kaivalya Vahini”
en la revista Sanatana Sarati.
Mar 11 Discurso pronunciado en la Residencia estu-
diantil del Colegio Universitario en Prashanti Ni-
layam.
Mar 19 Bhagavan inaugura un taller de cinco días sobre
“Reforma en Exámenes” patrocinado por la
Asociación de Universidades Indias, Nueva Del-
hi, y el Instituto Sathya Sai.
Mar 23 Acto de despedida del taller sobre “Reforma en
Exámenes” llevado a cabo en el Instituto.
Abr 2 Festividad de Yugadi en Prashanti Nilayam.
Abr 10 Festividad de Sri Ramanavami en Brindavan.
Abr 11 Bhagavan parte de Brindavan a primera hora de
la mañana, acompañado por un grupo selecto
de devotos, y llega a Vidya Vihar, Ooty, a las
2.30 de la tarde.
Abr 13 Bhagavan inaugura el templo de Ganesha el Día
de Año Nuevo Tamil en Vidya Vihar. Materializa
un yantra de oro para ser instalado bajo la estatua.
Abr 26 Bhagavan ingresa a Su nueva morada, Trayee
Brindavan, en Su ashram de Whitefield.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 385 -

May 6 Celebraciones del Día de Ishvaramma en Brin-


davan.
May 11 Baba visita Bombay.
May 12 Decimosexto aniversario del Dharmakshetra.
May 14 Baba dirige la palabra a varios miles de miem-
bros de la Cámara de Comercio India en el es-
tadio Brabourne, Bombay.
May 19 Visita a Hyderabad.
May 20 Baba inaugura la Conferencia de Sevadal del
Estado de Andhra Pradesh en “Shivam”,
Hyderabad.
May 29 Bhagavan vuela a Madurai y luego se dirige en
auto a Kodaikanal.
Jul 2 Comienzo de una serie de discursos sobre el Gi-
ta en Prashanti Nilayam.
Jul 13 Festividad de Gurupurnima en Prashanti Nilayam.
Ago 16 Bhagavan inaugura una nueva escuela en Buk-
kapatnam.
Ago 19 Festividad de Sri Krishna Janmashtami en Pra-
shanti Nilayam.
Ago 30 Festividad de Sri Ganesh Chaturti en Prashanti
Nilayam.
Sep 7 Festividad de Onam en Prashanti Nilayam.
Sep 26 Comienzan las celebraciones de Dasara en Pra-
shanti Nilayam.
Oct 24 Festividad de Dipavali en Prashanti Nilayam.
Nov 10 Akhand bhajan mundial.
Nov 15-17 Exhibición sobre actividades de Servicio Rural:
“Sathya Sai Seva Darshan”.
Nov 18 Bhagavan preside la primera Conferencia Inter-
nacional de Sevadals en el Auditorio Purna-
chandra, a la que asisten más de 8.500 delega-
dos Sevadals de todas las regiones de la India y
de veinte países extranjeros. La conferencia
concluye el día 21.
Nov 22 Tercera “Convocación” de la Universidad.
- 386 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 59 de


Baba; Baba coloca la piedra fundamental para
un Planetario bien equipado.
Dic 25 Celebraciones de Navidad en Prashanti Nilayam.
Dic 31 Discurso a los Gurús de Balvikas en el mandir,
en ocasión del primer Taller Nacional de Educa-
ción en Valores Humanos.

1985
Ene 14 Festividad de Sankranti en Prashanti Nilayam.
Ene 18 Visita a Madrás desde Prashanti Nilayam vía
Anantapur y Madanapalle.
Ene 21 Bhagavan consagra la estatua de Thiruvidhi
Amman –la Diosa Madre– en el templo renova-
do de la colonia Tirumangalam en las afueras de
Annanagar.
Ene 22 Bhagavan dirige la palabra en “Sundaram” a los
trabajadores activos Sai que prestan servicio en
300 aldeas adoptadas de Tamil Nadu.
Ene 25 Bhagavan inaugura el Taller sobre Salud e Higie-
ne para trabajadores Sevadal en “Abbotsbury”.
Ene 26-29 Visita a Bombay y Akola. Bhagavan abre el Mana-
va Abhyuduya Kshetra, que forma parte del Dhar-
makshetra. El nuevo edificio se construye para que
funcionen allí el Instituto de Educación en Valores
Humanos y también la Escuela Técnica Sathya Sai.
Feb 2 Bhagavan dirige la palabra a los residentes de la
aldea de Nallatur, cercana a Tirutani, Tamil Na-
du, mientras inaugura edificios construidos por
el Sathya Sai Seva Samiti local.
Feb 17 Mahashivaratri en Prashanti Nilayam.
Mar 20-21 Entrevista a educadores de Delhi.
Mar 22 Festividad de Yugadi en Prashanti Nilayam.
May 4 Baba inaugura un campamento oftalmológico
gratuito organizado por el ala de la Zona Oeste
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 387 -

del Sathya Sai Seva Samiti de Tamil Nadu con la


ayuda de un equipo de especialistas del Hospi-
tal Oftalmológico Arvind, Madurai, en la Escue-
la Secundaria Ishvaramma.
May 6 Celebración del Día de Ishvaramma en Prashanti
Nilayam.
May 13 Discurso pronunciado para los estudiantes de
Prashanti Nilayam.
May 26 Bhagavan lleva a los estudiantes de la Universi-
dad a las aldeas de Kammavaripalle y Amma-
gondapalem para realizar diversas actividades
de servicio.
Jun 1 Bhagavan inaugura el primer Seminario y Taller
sobre Educación en Valores Humanos en el Au-
ditorio Purnachandra.
Jun 12 Upanayanam en masa en Prashanti Nilayam.
Jul 2 Se celebra la festividad de Gurupurnima en Pra-
shanti Nilayam. Baba inaugura el nuevo edificio de
dos pisos para la Escuela Primaria del pueblo.
Jul 7 Bhagavan dirige la palabra a los residentes que
se han establecido en el ashram de Prashanti
Nilayam.
Jul 11 Discurso pronunciado en el Auditorio del Insti-
tuto.
Ago 15 Bhagavan da un discurso en el Instituto, en oca-
sión de las celebraciones por el Día de la Inde-
pendencia.
Ago 28 Celebraciones de la festividad de Onam.
Sep 7 Festividad de Sri Krishna Janmashtami.
Sep 18 Festividad de Ganesh Chaturti en Prashanti Ni-
layam.
Nov 9 Akhand bhajan mundial.
Nov 14-16 Se organizan Campamentos Médicos en Sri Sa-
thya Sai Taluk.
Nov 14 Bhagavan Baba inaugura formalmente el impo-
nente escenario y estrado, con su gopuram y
- 388 - B. N. NARASIMHA MURTHY

las imágenes sagradas de Brahma, Surya, Chan-


dra y Subrahmanya, bautizado apropiadamente
“Shanti Vedika”, el Foro de la Paz.
Nov 16 Se llevan a cabo Narayanaseva y Vastradanam
en el estadio. Baba inaugura una colonia de se-
senta casitas, la mayoría de ellas construidas
como casas apareadas. La colonia es llamada
Karnam Subbammanagar.
Nov 17 Bhagavan permite la publicación de noventa li-
bros en ocasión del Cumpleaños número 60 del
Avatar.
Nov 17 Baba inaugura la cuarta Conferencia Mundial de
las Organizaciones Sri Sathya Sai.
Nov 18 Ratotsavam.
Nov 20 Bhagavan obsequia individualmente a los al-
deanos sesenta vacas lecheras con sus terneros
primogénitos en el Estadio Hill View.
Nov 21 Función de despedida de la Conferencia Mundial.
Nov 22 Se lleva a cabo la Cuarta “Convocación” de la
Universidad. Baba inaugura el nuevo Planetario.
Nov 23 Celebraciones del Cumpleaños número 60 de
Baba.
Dic 5 Discurso pronunciado en el Auditorio del Insti-
tuto, Prashanti Nilayam.
Dic 7 Bhagavan llega a Brindavan.
Dic 8 Comienzan las celebraciones de una semana de
duración en Brindavan y Bangalore, como parte
de las celebraciones del sexagésimo Cumplea-
ños de Baba.
Dic 11 Discurso pronunciado en el Chowdaiah Memo-
rial Hall, Bangalore.
Dic 25 Celebraciones de Navidad en Brindavan.
Dic 29 Discurso pronunciado en la Residencia del Co-
legio Universitario, Brindavan.

✺✺✺
Apéndice II

Glosario
Abhayahasta – La mano que confiere libertad del temor; expresión de
bendición.
Abhishekam – Baño ritual dado a un ídolo con agua, leche, miel, aceite
y demás.
Adhyátmico – Espiritual.
Adisesha – Serpiente primigenia con mil capuchas, sobre la que des-
cansa el Señor Vishnu.
Adváitico – No dualista.
Advaitin – Aquel que tiene la visión y la experiencia de la no dualidad.
Aham Sathyabodhakah – Yo soy el maestro de la Verdad.
Ahetuka Dayasindhu – Aquel que no necesita una razón para derramar
Su gracia.
Ahimsa – No violencia en pensamiento, palabra y acción.
Akasha – Cielo / éter – uno de los cinco elementos.
Akhand Bhajan – Bhajans cantados durante doce o veinticuatro horas in-
interrumpidas.
Akshaya Hasta – La mano que tiene un poder para dar inagotable / que
no disminuye.
Akshaya Patra – La vasija cuyo contenido jamás puede ser vaciado (in-
agotable).
Akshaya Vibhuti – Vibhuti inagotable.
Amma – Madre
Amritam / Amrit – Néctar / ambrosía que puede conferir la inmortalidad.
Ananda – Bienaventuranza divina.
Anna – Una unidad de moneda antigua de la India equivalente a 6 1/4
paisas.
- 390 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Annam – Comida; arroz cocido.


Antaryami – Morador interno.
Apara Vidya – Educación material / educación mundana.
Arati – Movimiento en círculos de una llama de alcanfor o pabilo frente
a la deidad al finalizar su adoración.
Ashram – Ermita.
Ashtakonas – Ocho ángulos.
Asvamedha Yaga – La ceremonia de sacrificio del caballo.
Atma – El Alma o Ser inmortal
Atma Sakshatkar – Realización del Ser.
Avatar – Encarnación divina.
Balvikas – Educación en valores humanos para niños; florecimiento de
un niño.
Bangaru – Un término cariñoso para dirigirse a alguien como “oro”.
Bhajan – Canciones devocionales cantadas a coro en alabanza a Dios.
Bhakta – Devoto.
Bhaktavatsala – Aquel que siente gran afecto por Sus devotos: Dios.
Bhakti Yoga – La senda de la devoción.
Bhangra – Una danza del Punjab, mundialmente popular.
Bharata Ratna – El honor más alto conferido a un individuo en la India.
Bhumi Puja – La adoración ceremonial de la tierra antes de construir un
edificio sobre ella.
Bilva – Árbol considerado sagrado (asociado con el Señor Shiva). Aegle
marmelos.
Brahma – Una de las deidades de la Trinidad hindú; el Creador.
Brahma Jñani – Aquel que ha realizado a Dios.
Brahma Muhurtam – Las horas auspiciosas de la mañana antes del ama-
necer.
Brahmamayam – Impregnado de Dios / lleno de Dios.
Brahmán – Dios, el Ser Supremo, la Realidad Última.
Brahmopadesham – Iniciación en el mantra Gayatri o el conocimiento
sagrado.
Budhi – Intelecto; facultad de discernimiento.
Bundi Laddu – Una clase de preparación dulce, con forma esférica.
Chesko – Hacer; “tú puedes hacer”.
Chidambara Linga – Linga instalado por Sri Adi Shankara en Chidambaram.
Chinna Katas – Parábolas relatadas por Bhagavan Baba.
Chintana – Contemplación.
Chitta shuddhi – Pureza de mente / corazón.
Chushara – “¿Viste tú?” en idioma telugu.
Daivachol – Palabras de la Divinidad.
Daivakripa – Misericordia divina.
Daivanugraha – Gracia divina.
Daridra Narayana – Dios en la forma de los pobres.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 391 -

Darshan – Ver a una persona santa /encarnación divina.


Dashavatar – Las diez encarnaciones de Vishnu.
Dasyabhakti – Una de las nueve formas de devoción, la actitud de ser-
vidumbre.
Dattatreya – La encarnación de la Trinidad en una forma.
Daya – Compasión.
Devamata – Madre de Dios.
Devas – Ángeles / dioses.
Dhairyam – Valor.
Dharma – Rectitud.
Dharma Samstapana – Establecimiento del Dharma.
Dharmakshetre Kurukshetre – La primera línea del Bhagavad Gita, que
comienza con la palabra Dharma.
Dhoti – Prenda de vestir inferior usada tradicionalmente por los hombres
indios.
Dhuni – Fuego que es mantenido ardiendo en un templo (asociado con
Shirdi Sai Baba).
Dhyana – Meditación.
Divali – La festividad de las luces en la India.
Divya Sannidhi – Divina presencia.
Drishti – Visión / vista.
Dvaita Bhavam – Sentimiento de dualidad.
Gangajal – Agua sagrada del río Ganges.
Godaan – Dar vacas por caridad.
Gopuram – Domo.
Gotra – El nombre del linaje propio.
Grama Shakti – La deidad que preside una aldea.
Grihalakshmi – Referencia respetuosa a un ama de casa.
Gurú – Preceptor.
Gurubhakti – Devoción por el preceptor.
Gurukripa – La misericordia del preceptor.
Gurukula – Instituciones educacionales de la antigua India para alumnos
internos.
Gurupurnima – El día de luna llena dedicado a la adoración del preceptor.
Hata Yoga – La senda del control del cuerpo y la mente.
Hima Linga – El linga hecho de hielo (en Amarnat).
Homam – Sacrificio védico.
Honoris Causa – Conferido honoríficamente.
Hridayakasha – Conciencia interna (en el propio corazón).
Indriyas – Sentidos.
Ishta Devata – La deidad elegida.
Ishvarah Sarvabhutanam – Dios habita en todos los seres.
Jagadgurú – El maestro del mundo.
Jam Saheb – El rey del estado de Nawanagar, cuya capital es Jamnagar.
- 392 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Japa – Recitación del nombre de Dios.


Japamala – Rosario de cuentas.
Jhula – Una hamaca.
Jñana – Sabiduría espiritual.
Jñana Yoga – La senda del conocimiento / sabiduría.
Jñanasiddhi – La obtención de la sabiduría última.
Juti Nikaliye – Quitarse el calzado.
Kali Avatar – Encarnación divina de la Era de Kali (la era presente).
Kali Yuga – La era presente llamada Era de Kali en el calendario hindú.
Kankanams – Ornamentos de oro usados en las muñecas.
Kanum Pongal – Festividad de la cosecha en el sur de la India, llamada
por este nombre en Tamil Nadu.
Karana – Lo causal.
Karma – Acción / trabajo; la teoría de la acción y la reacción.
Karma Yoga – La senda de la acción, realizar el trabajo como adoración.
Karma Yogi – Aquel que ha alcanzado la perfección en el Karma Yoga.
Karmasesha – Karma residual de un individuo que es la causa del naci-
miento presente.
Karunamurti – Encarnación de la compasión.
Kavi – Poeta.
Kritis – Composiciones.
Kshatriya – Casta guerrera / gobernante, una de las cuatro castas de la
antigua sociedad hindú.
Kshetre Kshetre Darmam Kuru – Seguir el Dharma / la conducta recta
en cada campo.
Kulapati – Rector de una universidad.
Kumkum – Pigmento rojo usado por las mujeres hindúes para marcar un
punto en la frente.
Kurta – Una prenda de vestir superior usada por los hombres.
Lila – Juego divino.
Lila Bhumi – Campo del juego divino.
Linga – Piedra de forma oval que simboliza la naturaleza cósmica del Se-
ñor Shiva.
Lingodbhava – Emergencia del linga de la boca de Bhagavan Baba en
Mahashivaratri.
Madhurya – Dulzura.
Magha – Nombre de uno de los meses del calendario hindú.
Maha Gurú – Gran preceptor.
Maha Vishnu – Una de las deidades de la Trinidad hindú; el Sustentador.
Mahamaya – Gran poder de ilusión.
Mahashivaratri – Un día y una noche auspiciosos en el año, dedicado a
la adoración del Señor Shiva.
Mahatmas – Grandes almas / hombres de sabiduría espiritual.
Maheshvara – El gran Señor Shiva.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 393 -

Mahima – Milagro divino / gloria divina.


Makara Sankranti – El día de la cosecha / festividad en la que el sol co-
mienza su camino hacia el norte.
Mala – Guirnalda.
Mama Dharma – Mi dharma / deber.
Mandapam – Salón / altar.
Mandir – Templo.
Mangalasutram – Hilo con un pendiente atado por el novio alrededor
del cuello de la novia.
Mantap – Ver mandapam.
Mantra – Fórmula mística llena de poder espiritual.
Mantra Gayatri – Verso védico sumamente sagrado cantado para la ilu-
minación del intelecto.
Marali Mandagamana Mahalavanya Sevadhih – La reina de los cisnes,
alguien con un andar lento y majestuoso, el océano de belleza.
Maya – El poder de la ilusión.
Maya Natak – Drama divino del Avatar, que engaña a la gente que lo ro-
dea.
Moksha – Liberación.
Mukti – Ver moksha.
Mutt – Ermita.
Na Brahmachari Grihi Vanastah – Ni estudiante, ni jefe de familia ni ana-
coreta.
Na Brahmana Kshatriya Vaishya Shudrah – Que no pertenece a ningu-
na de las cuatro castas de la sociedad hindú.
Nadasvaram – Banda musical que toca en ocasiones auspiciosas en la India.
Nadopasana – Adoración de Dios a través del canto, la música.
Naga – Tipo de danza del noreste de la India.
Naham Manushyo Na Cha Deva Yakshah – Ni hombre, ni ángel ni se-
midiós.
Namaskar – Salutación según la tradición india.
Namasmarana – Cantar el nombre divino.
Nara – Hombre.
Narayana – Otro nombre de Maha Vishnu; Dios.
Narayana Seva – Servicio a Dios sirviendo a los semejantes (especial-
mente a los pobres), dando alimento y ropa.
Navagrahas – Los nueve planetas.
Navaratnas – Las nueve piedras preciosas.
Navaratri – Las nueve noches dedicadas a la adoración de la Madre del
universo.
Nayak – Líder.
Nishkamakarma – Servicio desinteresado.
Onam – Importante festividad del estado de Kerala.
Padanamskar – Salutación en que se tocan los pies.
- 394 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Padapuja – Adoración de los pies del Avatar / preceptor.


Pakoda – Un bocadillo picante, salado.
Papam – Expresión de conmiseración o lástima en idioma telugu.
Para Vidya – Educación espiritual.
Paramahamsa – Persona iluminada que puede separar lo ilusorio de lo
real y gozar de bienaventuranza.
Paramatma – El Dios Supremo; el Ser Cósmico.
Parameshvar – El Señor Supremo; el Señor Shiva.
Parantahkarana Pravesh – La entrada en los corazones de otros.
Parata – Estar establecido.
Paripakva Budhi – Intelecto maduro.
Pishachis – Duendes.
Prabhu – El Señor.
Pradakshina – Dar vueltas alrededor de una imagen divina como forma
de adoración.
Prakriti – La naturaleza.
Pranam – Salutación según la tradición india.
Prasadam – Regalo de una persona santa como signo de su gracia.
Prema – Amor.
Prema Pushpam – La flor del amor.
Premamayam – Lleno de amor.
Premaputras – Considerar a los hijos de otros como hijos propios por
amor desinteresado.
Puja – Adoración.
Punyajivis – Individuos que han llevado una vida meritoria.
Purana – Mitología.
Purna Kumbha Svagatam – Bienvenida ceremonial védica en la que se
utiliza un recipiente de plata decorado que contiene agua.
Purusha – El Señor Supremo / el aspecto masculino de Dios.
Purusha Sukta – Sección de himnos védicos en alabanza del Purusha.
Rahukalam – Período desfavorable de un día en el calendario hindú.
Raja Yoga – La senda del control mental, la senda real.
Rajamata – La madre de un rey.
Rajásico – Apasionado; uno de los tres gunas, que representa el vigor y
la agresión.
Rajkumar – Príncipe.
Raksha – Objeto obsequiado por una persona sagrada para proteger de
dificultades y adversidades.
Rakshasis – Demonios (femenino).
Rani – Reina.
Rishis – Sabios.
Ritviks – Eruditos védicos que ofician en un ritual de sacrificio.
Rudraksha – Las semillas del árbol Elaspsarus gamtrus usadas como
cuentas de un rosario.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 395 -

Rudrakshamala – Rosario de cuentas de Rudrakshas.


Sadhak – Aspirante espiritual.
Sadhana – Práctica espiritual; esfuerzo en la senda espiritual.
Sadhu – Santo; monje.
Saguna Sakara – Forma divina con atributos.
Sahana – Paciencia; tolerancia.
Sai Baba... ¡Darshan Do! – “Sai Baba... Concédenos Tu darshan”.
Sakhya Bhakti – Una de las nueve formas de devoción; la actitud de
amistad.
Sakshat Ishvar – Dios manifestado.
Sakshat Parameshvara Svarupa – Manifestación del Dios Supremo.
Samadhi – Estado de comunión con Dios; la tumba de una persona santa.
Samatva – Ecuanimidad.
Samsara – La esclavitud de la vida mundana.
Sanatana Dharma – La religión universal eterna revelada por los viden-
tes védicos.
Sankalpa – Voluntad; resolución; pensamiento.
Sankranti – El día en que el sol comienza su movimiento hacia el norte.
Sanyasin – Renunciante.
Sarati – Auriga.
Sarva Devata Svarupa – Encarnación de todas las formas de Dios.
Sarva Dharma Samanvaya – Armonía de todas las religiones.
Sarva Yoga Samanvaya – Síntesis de todas las sendas espirituales.
Sarvam Khalvidam Brahma – Todo esto es Brahma / Dios.
Sathya – Verdad.
Sathya Yuga – La era de la Verdad; una de las cuatro eras del calendario
hindú.
Sathyam Shivam Sundaram – Verdad, Bondad y Belleza; los tres aspec-
tos / atributos divinos.
Sátvico – Cualidad buena, equilibrada, pura; uno de los tres gunas.
Sayujya – Fusión con Dios.
Seva – Servicio.
Sevadal – Equipo de voluntarios que hacen servicio en las Organizacio-
nes Sri Sathya Sai.
Sevak – Servidor.
Sevasadhana – Servicio hecho como práctica espiritual.
Shakti – Poder; Diosa.
Shankara – Sinónimo para el Señor Shiva; Aquel que confiere auspicio-
sidad.
Shanti – Paz.
Shanti Vedika – Plataforma en el Estadio Vidyagiri en Prashanti Nilayam,
cuyo nombre significa “asiento de la paz”.
Sharanagati – Entrega de sí mismo.
Shastras – Escrituras.
- 396 - B. N. NARASIMHA MURTHY

Shata-Tantri Vina – Instrumento musical de cien cuerdas; santur.


Shishya – Discípulo.
Shiva – El principio divino de auspiciosidad.
Shiva-Shakti – Combinación de los aspectos masculino y femenino de
Dios.
Shivalinga – Ver linga.
Shloka – Estrofa en sánscrito.
Shraddha – Sinceridad de propósito; fe.
Shramadan – Caridad en la forma de esfuerzo físico.
Shudra – Una de las cuatro castas de la sociedad hindú; quienes realizan
trabajo físico.
Siddha Purusha – Un santo que ha obtenido siddhis / poderes espirituales.
Soham – Yo soy Él / Dios.
Sphatika Linga – Linga de cristal.
Sri Lalita Sahasranama Stotram – Una composición en sánscrito con mil
nombres de la Diosa Sri Lalita.
Srichakra – Configuración mística que representa a la Diosa en la tradi-
ción hindú.
Srishti – Creación.
Stula Kirana – Rayos densos.
Sukshma – Sutil.
Sumangali – Una mujer cuyo esposo está vivo; una esposa dedicada a su
esposo.
Susvaralakshmi – Diosa que posee la riqueza de una voz melodiosa.
Svarupa – Forma; encarnación.
Tamasha – Diversión y juegos en idioma hindi.
Tamásico – Indolente e ignorante; uno de los tres gunas.
Tapas – Ascetismo.
Tat – “Aquello” que representa al Ser Supremo / Dios.
Tat Tvam Asi – “Tú eres Eso, Tú eres Dios”.
Tatastu – Amén; que así sea.
Tatparah – Aquel que posee determinación y completa concentración
mental.
Tatparata – Determinación y completa concentración mental.
Tribhangi – La famosa pose del Señor Krishna de pie, con el cuerpo do-
blado en tres lugares.
Trikala – Los tres períodos de tiempo: pasado, presente y futuro.
Trikarana Shuddhi – Pureza de pensamiento, palabra y acción.
Tulasi – Planta sagrada de albahaca.
Upanayanam – Ceremonia de iniciación en el mantra Gayatri.
Ustad – Preceptor en el idioma hindi (asociado con la música).
Uttarayana – El día en que el sol comienza su movimiento hacia el norte.
Vada – Un bocadillo picante, salado.
Vaishnavita – Alguien que pertenece a la secta de devotos del Señor Vishnu.
SATHYAM SHIVAM SUNDARAM - 397 -

Vatu – Muchacho al cual se inicia en el mantra Gayatri.


Veda Purusha Saptaha Jñana Yajna – Función de una semana de dura-
ción en que se difunde el conocimiento védico.
Vedanta – El cenit de la filosofía de los Vedas.
Védico – De los Vedas; relacionado con los Vedas.
Vibhuti – Ceniza sagrada otorgada como prasadam.
Vidya – Educación o conocimiento.
Vijaya Dasami – El décimo y último día de Dasara / Navaratri.
Vinayaka Chaturti – El cumpleaños del Señor Vinayaka celebrado anual-
mente.
Visha – Veneno.
Vishala Budhi – Amplitud mental; intelecto desarrollado.
Vishaya – Placer sensual.
Vishnu – Ver Maha Vishnu.
Visva Virat Purusha – La Persona Cósmica.
Vittam – Riqueza.
Yaga-Yagnams – Sacrificios védicos.
Yantra – Talismán con poder espiritual.
Yemi Samacharam – “¿Qué pasa?” en idioma telugu.
Yoga – Unión con Dios; la senda que conduce a la unión con Dios.
Yogamaya – El poder de ilusión que rodea al Avatar.
Yogi – Quien ha alcanzado la perfección en el control mental o la comu-
nión con Dios.
Yuvraj – Príncipe heredero.

✺✺✺
Índice

Nota del editor ......................................................... 7


Prefacio..................................................................... 11
1. “¿Quién soy Yo?” ............................................... 17
2. La fragancia del “capullo que se abre” ............... 43
3. El valle del divino deleite ................................... 57
4. Una universidad reconocida para redimir a la
educación superior ............................................. 83
5. Sus instrumentos en la construcción del templo
del saber ............................................................ 117
6. Sus maestros elegidos........................................ 149
7. Se extiende para llegar a todos .......................... 183
8. Encanto terrenal con sabor celestial.................... 221
9. El Médico Divino................................................ 255
10. Una nueva morada para el Señor en Brindavan .. 281
11. “¡Dios está actuando entre nosotros!” ................ 311
12. El Maestro del mundo........................................ 349
Apéndice I
Cronología de eventos en la vida de Bhagavan
Sri Sathya Sai Baba (1980-1985)......................... 373
Apéndice II
Glosario.............................................................. 389

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