La idea de que un profesor, especialmente en el caso de las
Matemáticas, no tiene prestigio si no suspende a un porcentaje de sus alumnos, es un fenómeno irracional muy extendido
El descubridor de este fenómeno, el matemático y director de
la IREM de Toulose, André Antibi lo ha bautizado con el nombre de Constante Macabra y considera que el fracaso de muchos alumnos en Física y Matemáticas esta determinado por la presión social a la que están sometidos muchos profesores de estas asignaturas. Así el propio Antibi reconoce que durante más de dos décadas, consideró que si muchos de sus alumnos obtenían calificaciones altas, de forma totalmente irracional pensaba que había realizado mal su trabajo.
El catedrático de la Universidad Paul Sabatier, sostiene que, en muchos
casos, se considera que los profesores son los encargados de seleccionar a los alumnos válidos y se olvida que su principal función es la de trasmitir sus conocimientos al máximo número de ellos. Por tanto, que se considere al profesor de Matemáticas como un seleccionador, puede contribuir a la desmotivación de muchos alumnos que, en principio, no tenían ninguna predisposición contra esta materia. Antibi, que ha investigado sobre todo en su país de orígen, considera que este fenómeno también se reproduce entre los profesores españoles y alertó sobre la necesidad de eliminar la presión en las aulas para acabar con el fracaso escolar, ya que muchos alumnos suspenden de ‘manera artificial. Autor del libro La Constante Macabra, que en Francia ha obtenido un enorme éxito, Antibi afirma que este fenómeno que hace veinte años se contemplaba como algo natural, puede tener efectos catastróficos, puesto que cada vez es más frecuente que los profesores planteen exámenes deliberadamente complejos, preguntas excesivamente largas o limitaciones de tiempo y espacio, creando situaciones tan absurdas como el que sea común, en determinados cursos, obtener notas por debajo de cero. La principal consecuencia de este problema es la desmotivación del alumnado y es que, como en la vida, la fuente fundamental de confianza de un estudiante es el éxito en su trabajo. El docente relató que su camino para acabar con la desmotivación de los alumnos, problema que en su opinión es capital en la Educación en Francia, ha sido largo, aunque con la edición de su libro, que el mismo financió, ha contribuido a abrir el debate en su país y a que muchas organizaciones educativas se interesen por sus trabajos en este sentido. En este momento, unos 200 profesores franceses y 30 españoles, pertenecientes a la Universidad de Santiago de Compostela, prueban con sus alumnos el sistema de evaluación propuesto por Antibi, basado en la ‘evaluación por contrato de confianza’. Este método, consiste en facilitar al alumno los contenidos que tiene que saber, sin que haya sorpresas a la hora de realizar el examen, es por tanto un método sencillo, que en palabras de su creador no cuesta ni un solo euro. Como ejemplo, Antibi comentó que un profesor de Matemáticas puede entregar una semana antes del examen, una selección de problemas, que resuman todos los conocimientos aprendidos durante el periodo que quiere evaluar. El profesor debe advertir que del mencionado resumen se extraerá gran parte de la prueba del examen, lejos de que se produzca un descenso en el rendimiento de los alumnos, este aumenta, según su investigación, pues los alumnos trabajan más antes del test para comprender cuestiones que se plantean en clase, en ocasiones más complejas que las de la lista, porque saben que entre ellas está el contenido de la prueba. Con el método, siguen produciéndose suspensos, pero la diferencia es que no son "artificiales" y el profesor puede detectar la causa del fracaso escolar. El investigador precisó que la Constante Macabra no está presente en las asignaturas más fáciles denominadas por los alumnos “Marías”, ni tampoco en Formación Profesional, además de no ser un fenómeno que se reproduzca en todos los países, lo que pone de manifiesto su "irracionalidad".