Professional Documents
Culture Documents
2
CLASE INAUGURAL
3
TEORÍA Y DOCTRINA
Claro está que este enunciado, singularmente simple, es, realmente difícil
de realizar, en su conjunto y en forma acabada, porque no interviene en la
vida misma de un movimiento tan grande como nuestro movimiento una
concepción, sino también una acción. Y debemos confesar; que la acción
está siempre por sobre la concepción, porque en este tipo de preparación de
multitudes lo que hay que presentar en un punto de partida es una unidad
de concepción, para que esa unidad de concepción, consecuente en la
marcha del tiempo, vaya realizándose con absoluta unidad de acción.
Solamente así es posible vencer en los grandes movimientos colectivos.
La unidad de concepción está en la teoría y en la doctrina; y la unidad de
acción está en la buena conducción del conjunto de esta doctrina y de esta
teoría. Vale decir que se trata de poner en marcha no solamente la idea para
que ella sea difundida, sino la fuerza motriz necesaria para que esa idea sea
realizada, que es lo que interesa. Por eso, la Escuela Superior Peronista,
4
que será una escuela que ha de cumplir cuatro funciones fundamentales,
permitirá la realización de ciclos completos, desde la concepción hasta la
realización terminal.
LA ESCUELA Y LA DOCTRINA
DESARROLLO DE LA DOCTRINA
CONSISTENCIA IDEOLÓGICA
5
Nosotros hemos hecho la primera operación. Hay que realizar la segunda y
la tercera para que la inteligencia pueda decir que este cuerpo contiene el
menor número de errores por causas que puedan haber escapado a la
percepción del análisis y de la síntesis de los hombres que han trabajado en
ella.
PROFESORES y ALUMNOS
Por eso será necesario no solamente desarrollar, sino también que en esta
escuela se sienten las bases necesarias para ir profundizándolas y
adaptándolas a la marcha del tiempo. Una doctrina hoy excelente puede
resultar un anacronismo dentro de pocos años, fuerza de no evolucionar y
de no adaptarse a las nuevas necesidades. Por eso hemos puesto, como
primera tarea para la Escuela, el desarrollarla, terminarla y después
mantenerla al día, para adaptarla a la evolución.
6
Y si una doctrina debe inculcarse, la teoría es suficiente con que se la
conozca. ¿Por qué? Porque la fuerza de realización está en la doctrina y no
en la teoría. La doctrina, una vez desarrollada, analizada y conformada,
debe ser artículo de fe para los que sienten y para los que la quieren. La
teoría es solamente la interpretación inteligente de la doctrina, y la forma
de ejecutarla, es ya la acción mecánica en el empleo del esfuerzo para
llevarla a cabo. Por esa razón, lo primero es artículo de fe, como ha dicho
la señora de Perón; lo segundo es de la inteligencia; y lo tercero es del alma
y de los valores morales.
APÓSTOLES DE LA DOCTRINA
7
cualquier parte que estemos tendremos la unidad absoluta de doctrina. Esta
también es función de la Escuela, y está considerada esa función como la
principal autodefensa de nuestro propio movimiento y de nuestra propia
doctrina. Nuestra doctrina puede ser desvirtuada puede ser destruida y, en
consecuencia nuestro movimiento puede ser disociado y puede ser
destruido por la mala interpretación de la doctrina y por la falta de unidad
de doctrina que practiquemos los mismos peronistas.
Por esa razón, entre todas las funciones que pueden asignarse, yo he puesto
en estas cuatro cuestiones, como las más importantes, tanto la forma de
inculcar como la forma de mantener la unidad.
PREDICADORES y REALIZADORES
8
Por eso la función de formar los cuadros de nuestro movimiento en esta
escuela tiene una importancia extraordinaria, porque en la formación de
ellos ya va incluido todo el proceso anterior, de mantener, consolidar y
desarrollar nuestra doctrina, inculcarla y tenerla al día, como ya hemos
explicado, que son las cuatro funciones de la Escuela.
CONDUCTORES NACEN
Por esa razón nosotros no decimos que puede ser función de la Escuela el
formar conductores, porque los conductores no se hacen.
Desgraciadamente, los conductores nacen, y aquel que no haya nacido, sólo
puede acercarse al conductor por el método. El que nace con suficiente óleo
sagrado de Samuel no necesita mucho para conducir; pero el que no nace
con él, puede llegar a la misma altura por el trabajo. Por eso Moltke dijo
una vez que el genio es trabajo. Al genio se llega por ésos dos caminos.
También por la perseverancia, el perfeccionamiento, el trabajo constante,
se puede llegar al genio.
Esas dos concepciones son las que nos apartan de la escuela fatalista del
siglo XVIII, donde decían que si los artistas nacen, no habría necesidad de
cultivar las artes, ya que si nacen, nacerá solo, y si no, no llegará nunca a
conformar un artista.
Yo no creo que todos los artistas hayan nacido. Hay un gran porcentaje que
con el trabajo se acerca tanto al genio que ha llegado a conseguirlo. Por eso
digo que esta cuarta función de la Escuela es quizá la más difícil y la que
hay que manejar con una mayor prudencia, para no descorazonar a los
hombres y para prestar al Movimiento la ayuda más eficaz, en el orden de
su conducción.
9
TÉCNICA DE LA CONDUCCIÓN
La conducción política es todo un arte y ese arte esta regido por principios,
como todas las artes. Si no tuviera principios no sería un arte, así como una
ciencia que no tiene leyes tampoco es una ciencia. La diferencia que hay
entre la ciencia y el arte consiste en que la ciencia se rige por leyes, leyes
que dicen que a las mismas causas obedecen los mismos efectos, y el arte
se rige por principios que son comunes en su enunciación, pero que son
infinitamente variables en su aplicación, y ahí está la dificultad del arte
porque el arte no presupone solamente la aplicación de leyes, sino también
la aplicación de principios en los cuales la creación representa el ochenta
por ciento del fenómeno, y la creación no es producto de una técnica. La
creación es producto de una inspiración que los hombres tienen o no.
En esa técnica de la conducción es indudable que existen factores
ponderables y factores imponderables.
10
tan complejas de percibir, que la inteligencia y el racionalismo son a
menudo sobrepasados por la acción del propio fenómeno.
Y para concebirlo hay solamente una cosa superior, que es la percepción
intuitiva e inmediata y la contracción que de ese fenómeno vuelve a
reproducirse como fenómeno en la colectividad.
ACCIONES INMEDIATAS
11
casi ninguno de los errores a que fueron inducidos en el camino de la
conducción.
ARTE Y EXPERIENCIA
LA HISTORIA NO SE REPITE
12
aquí? ¿La economía de las fuerzas?", y el enemigo se venía encima: “¿Qué
principio de la conducción aplico aquí?”, y el enemigo seguía avanzando y
habían ya tomado contacto las vanguardias. "¿Qué ejemplo de la historia
me puede inspirar para la batalla?", y el adversario seguía avanzando, y ya
se producía la “mélange”, como dicen los franceses. Hasta que él se dio
cuenta y dijo: “Al diablo los principios y al diablo los ejemplos; veamos de
qué se trata, veamos el caso concreto”. Vio el caso concreto como era,
resolvió de acuerdo con su criterio y ganó la batalla.
Señores: sobre esto hablaremos mucho durante el año, porque yo voy a dar
los cursos de conducción. Analizaremos profundamente toda está difícil
materia. Creo que nos costará trabajo, pero quedaré satisfecho si al final de
mis cursos he conseguido formar hombres capaces de tomar una resolución
y de realizarla, es decir, hombres de acción, porque la conducción ha sido
hecha, por la naturaleza, para qué se gasten y quemen allí los conductores.
La tarea de esta Escuela Superior Peronista, en mi concepto, no será la de
formar peronistas: aquí vendrán los peronistas ya formados. La tarea
nuestra será la de mejor capacitarlos y la da poner en, sus manos el mayor
número posible de armas para hacerlos vencedores en la conducción de sus
respectivas fracciones.
CAPACITACIÓN INDIRECTA
13
también en las cualidades de orden moral que hay que poseer y que hay que
desarrollar en la masa peronista.
Por esa razón, nuestra tarea de instruir y de educar debe cumplirse con
hombres de cierta evolución, y por eso se llama Escuela Superior Peronista.
Es indudable, señores, que esta escuela no puede ser una escuela teórica, no
puede ser una tribuna de exposición pasiva de muchas ideas que ya
conocemos. Es necesario que en esta escuela se cumplan dos funciones:
que se haga un sector de la erudición, capacitar intelectualmente en él
conocimiento de nuestra doctrina y de nuestra manera de pensar; pero
también es necesario que haya otro sector de escuela activa, para formar
hombres y mujeres capacitados para esa función; vale decir qué esta
erudición será la base que le daremos al criterio de cada uno de los
14
peronistas, para que con ese criterio, evolucionado, informado e ilustrado,
pueda tomar buenas medidas y realizarlas bien en todas las ocasiones. Si
nosotros conseguimos formar conductores mediante la enseñanza
racionalizada de nuestra doctrina, de nuestra teoría y de nuestras formas de
ejecución, habremos cumplido bien con nuestra misión. Pero si formamos
solamente hombres capaces de decir, no habremos cumplido sino la mitad.
Tenemos que formar hombres capaces de decir y hombres capaces de
hacer, y en este caso se trata de formar, en lo posible, el mayor número de
hombres capaces de hacer, porque en este país, hasta ahora, no hemos
formado más que hombres capaces de decir.
HONRAS A LA ESCUELA
15
SENTIDO HEROICO DE LA VIDA
16
CAPÍTULO I
1. — INTRODUCCIÓN
OBJETIVO DE LA MATERIA
17
de la perspectiva forman parte de la teoría de ese arte, forman parte de
aquello que permite ejecutar; lo mismo que el manejo de los instrumentos,
de los pinceles; etc, los escalpelos, de todo lo que se utiliza en las artes
plásticas. Son las formas de la ejecución del arte. Pero un hombre, aun
penetrando y conociendo la teoría, o sea la perspectiva, el color, el ángulo,
los desplazamientos, la colocación, todo eso que forma los grandes
principios de la perspectiva para el arte plástico, no haría una obra de arte
ni con esos conocimientos ni con el perfecto manejo de los instrumentos de
ejecución. Si él no es un artista, si no es capaz de crear dentro de esa teoría
y dentro de esas formas de ejecución, no será nunca un buen artista.
Las obras de arte no se hacen con la teoría ni con los instrumentos de
ejecución. Eso se hace con algo que da la naturaleza a los hombres, a todos
en una medida diferente. Muchos resultan Miguel Ángel porque han venido
dotados de una inmensa cantidad de las facultades de creación; y otros
hacen un buen cuadro, que no llega a célebre, aunque posiblemente tenga
mejor técnica que la de Miguel Ángel, una ejecución más perfecta, pero le
falta algo, que ellos no tienen y que solamente hubiera podido dar un
Murillo, un Rafael o cualquiera de los grandes hombres. Una obra de arte
no se hace ni con una teoría ni con las formas de ejecución. Esa es otra de
las cosas que hay que conocer dentro de la conducción.
Por eso diríamos nosotros que cuando queramos asimilar la teoría y las
formas de ejecución del arte de la conducción política tendremos que
imaginarnos que hay una serie de sistemas dentro de los cuales uno puede
organizarse y prepararse para la conducción; que eso lo capacita en cierta
medida para la conducción, y que cuanto mejores conocimientos tiene, se le
facilita más la conducción. Eso es lo que nosotros podemos asimilar en un
curso de conducción.
Lo que yo les puedo dar a ustedes es la técnica; lo que no les puedo dar es
el arte de la conducción. De la misma manera que uno enseña a tocar la
guitarra y da la perfección de la técnica de la guitarra. Pero esa condición
natural con que nace el artista, eso no se puede enseñar. Eso es la
conducción.
18
sobre los cuales debe apoyar su criterio. Por eso, dentro de la técnica, esta
primero la erudición, o sea el conocimiento de sus elementos.
Inmediatamente el ejercicio de los métodos, que son únicos en esto. El
método objetivo, es decir por la percepción, y el otro de la reflexión y la
observación, o sea el método subjetivo. Eso es lo que pone en juego el
criterio, lo que nosotros haremos en la conducción.
ESCUELA ACTIVA
Toda esta materia que contiene esta forma de enseñanza tiene una sola
función dentro de nuestra acción escolástica. Está destinada a formar
hombres capaces de tomar una resolución y de ejecutarla.
Si yo consigo a fin de año, en cada uno de los que estudian esta materia,
que se capacite para analizar profundamente una situación, tomar una
resolución acertada y ser capaz de ejecutarla, habré cumplido con mi
misión. Si no formo esa clase de hombres o de mujeres, no habré cumplido
con la misión que me propongo. Por eso, más que una tarea escolástica, la
mía es toda una escuela activa de conducción. No es cuestión de que yo
hable y ustedes escuchen. Eso será por un tiempo, mientras desarrollemos
la parte teórica. Después ustedes harán y yo diré si está bien lo que hacen.
19
Yo recuerdo que cuando era alumno en esta materia habían importado al
país un método, que era el de trabajar sobre el error. Nos proponían un
tema; por ejemplo: "Plan de operaciones, análisis de tal operación, juicio
crítico". ¿Qué podíamos hacer nosotros, si no sabíamos nada? Había un
muchacho del curso que decía que enseñar sobre el error a un individuo que
no sabe nada es lo más terrible que puede ocurrirle. Es lo mismo que si a
uno que aprende música, el director le dijera: "Siéntese; toque el Himno
Nacional, que yo lo voy a corregir" Lo que deseo es darles los rudimentos
básicos para empezar a trabajar; y para que pongan la mano en la masa
tengo que tener la masa. Una vez que yo haya dado las bases, recién
entonces comenzaremos la parte activa.
LOS CONDUCTORES
Todo eso lo daré como más o menos conocido, para entrar a analizar
algunos casos concretos, también de esos grandes conductores, tomando los
hombres que han triunfado en la conducción de pueblos, que desde la época
de los egipcios hasta la nuestra son bastante numerosos. Habría que tomar a
cada uno de esos hombres y estudiar en cada uno de ellos cuál fue el
método que le permitió triunfar. Y analizaríamos así, como hizo Plutarco
en sus "Varones ilustres”, cien personalidades, y diríamos por qué
triunfaron en la conducción política. ¡Algún factor debe de haber para que
triunfaran, habiendo millones que no triunfaron con el! Analizar así cada
hombre a lo largo de la historia es el estudio de la evolución filosófica del
arte de la conducción. Pero ello nos llevaría a nosotros por lo menos cien
20
horas, con el fin de poder estudiar cada personalidad. Eso lo dejo librado al
criterio de ustedes, para que lo consulten individualmente.
Solamente estudiaremos algunos casos de hombres ilustres.
Tendríamos que comenzar por Licurgo, que en el arte de la política fue, sin
duda, el más grande hombre de la antigüedad, y podemos considerar que
él fue el primer justicialista del mundo, por otra parte. Efectivamente; él
quitó, por primera vez en la historia, la tierra a los terratenientes,
entregándola al pueblo, dividiéndola en parcelas. Así practicó nuestro
justicialismo de novecientos a ochocientos años antes de Jesucristo. Por eso
quizás sea para nosotros el hombre a quien debemos observar con más
atención.
Fue un triunfador, fue un legislador que dejó a su país una enorme cantidad
de leyes, que duraron casi quinientos años. Para que esto sucediera en
aquella época, esas leyes debían ser muy buenas. Hoy nunca llegan a durar
tanto.
Por esa razón, si yo tuviera el tiempo necesario, este curso sería un estudio
de cada uno de esos hombres. A través de ellos estudiaríamos la evolución
filosófica de toda la conducción, en todos los tiempos. Pero eso sería
demasiado largo.
Yo prefiero ser más empírico y comenzar a tomar directamente las formas
de la conducción, prescindiendo de toda esa parte; que es sumamente
interesante, pero que en realidad es demasiado extensa para poder
desarrollarla en un curso regular.
21
partidos políticos, los antiguos medios, el caudillismo y la delegación de la
conducción; la conducción anarquizada; y, en segundo lugar, los medios
modernos.
CONDUCCIÓN Y CULTURA
CONDUCCIÓN CENTRALIZADA
22
tecnificación y actualización. Y tomamos, en la tercera bolilla, la trilogía de
la acción, de la doctrina y de la teoría y formas de ejecución.
4º) Método de la conducción
La cuarta bolilla es el "Método de la conducción": la situación, la
información, los estudios bases, la observación objetiva y la observación
subjetiva. Apreciación de la situación, la premisa, el análisis y la síntesis.
La resolución y el plan de acción; y las disposiciones, la ejecución y el
control.
Ahí está toda la teoría sobre el método de la conducción. La conducción
tiene un método. Así como los cirujanos tienen sus métodos, y los clínicos
y los ingenieros los suyos, la conducción tiene un método al cual hay que
ajustarse. No es nuevo. Descartes, hace más de cuatrocientos años, hizo la
enunciación definitiva y permanente del método. Es el autor del método.
La conducción sin método no va adelante. El método de la conducción,
como es un método de acción, está basado en la observación de la
situación, en su análisis, o sea en la apreciación, en su consecuencia, o sea
la resolución (cómo se va a resolver el asunto), o sea el plan, y después la
ejecución, y ver y comprobar cómo se realiza. Todo eso es el método de la
conducción.
23
general y permanente, dominio de masa, popularidad, prestigio, libertad
de acción, adoctrinamiento, acción solidaria, organización, son todos
series de principios de la conducción. Preparación, cultura cívica,
selección humana, acción electoral cuantitativa, acción de gobierno
cualitativa. La acción política, la acción técnica, el sentido de ubicuidad de
la política en la conducción. El sentido popular de la conducción, etc. Hay
otras series de esto que se convierten en los grandes principios de la
conducción política;
c) Formas de ejecución; la preparación, publicidad, propaganda, medios
de acción, ejecución estratégica, ejecución táctica, agentes de ejecución,
métodos de ejecución. La lucha, sus objetivos generales y sus objetivos
limitados. Procedimientos estratégicos y procedimientos tácticos en la
conducción política.
24
llegará a una forma más perfecta que aquel que trabaja sin conocer los
elementos de su arte.
PREPARAR A LA MASA
25
Esa es la masa ideal para conducir, es la masa fácil, la que se conduce sola,
porque hay momentos que pierde la acción del conductor, que "se va de la
mano del conductor", y en esos momentos debe conducirse sola.
Ese es, en política, un fenómeno que sucede todos los días. Cuando una
masa no tiene sentido de la conducción y uno la deja de la mano, no es
capaz de seguir sola, y se producen, loa grandes cataclismos políticos. Así
fue la revolución del 6 de Septiembre. La masa misma se alzó contra su
propio conductor y lo echó abajo. Era una masa inorgánica, que no estaba
preparada para ser conducida. Eso trae graves trastornos.
Muchos dicen: "El pueblo está hoy con uno y, mañana con otro" ¡Hay que
preparar al pueblo para que esté con una causa permanente! ¡Si no tiene
una causa, hay que crearla!...
26
Siempre se trata de una voluntad que vence a otra; una voluntad que ha
puesto en movimiento a una masa contra otra masa.
Por eso digo que si esa organización se necesita para todas las luchas,
también se necesita para la lucha política. Se facilita la lucha política
cuando esa organización corresponde bien al objeto. Vale decir, que al
organizar la masa es necesario proceder cumpliendo los principios de toda
organización. Primero, que sea una organización simple, que no sea
complicada, porque si no no se puede manejar, Por eso, la primera regla de
la organización es la simplicidad.
Que sea objetiva, vale decir que esté organizada con una finalidad
específica y que sirva para cada especialidad, porque a menudo la gente
quiere organigar una cosa que sirva para dos; como el sofá-cama, donde
uno se sienta mal y duerme peor. Hay que organizar cada cosa para su
finalidad, vale decir que la segunda regla de la organización es la
objetividad.
La tercera es la estabilidad orgánica; es decir que se organice
definitivamente y no se cambie todos los días, porque si no se conduce a la
desorganización. Por eso es necesario un grado de estabilidad; pero si esa
estabilidad es demasiado prolongada se anticua. Pierde el cuarto factor.
El cuarto es la perfectibilidad, y los que se anquilosan en un sistema y se
exceden en la estabilidad pierden perfectibilidad. La perfectibilidad es la
evolución. Es decir que no se puede estar cambiando todos los días de
organización, pero tampoco se puede permanecer siempre con la misma
organización, Hay que hacerla evolucionar de acuerdo con el tiempo y la
situación.
27
errores orgánicos y cambian de dirigentes como de camisa. Eso los lleva al
caos orgánico.
Nosotros, mal o bien, durante estos cuatro años hemos mantenido un grado
de estabilidad, y dentro de ella un cierto grado de perfectibilidad. Hemos
cambiado los sistemas, pero despacito, de a poco. Es cierto que también, a
veces, nos peleamos; pero la sangre no llega al río. Son discusiones
pequeñas, "camandulería" de algunos "caudillitos" que todavía quedan. Eso
obedece más qué a defectos de nuestra organización a defectos de los
hombres, ¡Todos los problemas tienen solución; pero no todos los hombres
tienen solución! Alguna vez llega alguien con un problema y me lo entrega.
Yo suelo decirle:
“-Muy bien: el problema yo lo resuelvo; pero usted ¿qué quiere? Porque
quién sabe si a usted lo puedo resolver". En la organización política
tendremos siempre esos defectos, porque son los defectos de los hombres.
Pretender que los hombres sean perfectos dentro de los elementos de la
conducción sería pretender lo imposible. ¡Lo que nosotros tenemos que
tratar es que sea perfecta, a pesar de los defectos de los hombres! Cuando
construimos una pared no nos fijamos de qué están hechos los ladrillos, y
solamente vemos si la pared nos cubre y el techo nos abriga. No pensamos
que en los ladrillos se utilizan materiales como el barro y el estiércol.
28
establecido el continente. Antes, es inútil intentarlo. Lo mismo pasa en la
organización de un ejército, que en la de un magisterio, que en la
organización de un clero o de cualquier otra actividad. Todo eso se rige por
una misma ley en la organización.
Nosotros tenemos ya el continente, y tenemos gran parte del contenido.
¿Por qué? Porque el continente ha cristalizado la organización integral de
los elementos de la conducción. Este acto de la creación de la Escuela
Superior Peronista, como así también de los Ateneos, de las Unidades
Básicas, como también los elementos culturales que ya están dentro del
partido; todo eso ya no está trabajando sobre el continente, sino que está
trabajando sobre el contenido. Y esto tenemos que llevarlo hasta la última
célula partidaria, educando al último hombre que obedezca a nuestra
doctrina y que vaya en nuestra conducción. Cuando lo hayamos obtenido,
podremos decir: ¡Ahora tenemos los elementos básicos de la conducción!
29
decir que en la conducción no es suficiente con tener —como algunos
creen— un conductor, ¡No!
LA MASA
30
CAUSAS SIN DOCTRINA
31
autoridad y de su poder; no respeta a los hombres y desprecia al pueblo.
Allí comienza a firmar su sentencia de muerte.
EL CONDUCTOR PERFECTO
Para terminar, les diré cuál es la fórmula que la experiencia de tantos años
de lucha y de trabajo me ha dicho que es la fundamental en la conducción y
en el gobierno, dos artes bastante diferentes una de otra. La conducción es
la lucha y el gobierno es construcción; pero en los dos prevalece esta
misma regla, que ha de ser imperturbable, sobre todo cuando los hombres
llegan a tener un gran poder y una gran autoridad.
Algunos creen que gobernar o conducir es hacer siempre lo que uno quiere.
Grave error. En el gobierno, para que uno pueda hacer el cincuenta por
ciento de lo que uno quiere, ha de permitir que los demás hagan el otro
cincuenta por ciento de lo que ellos quieren. Hay que tener la habilidad
para que el cincuenta por ciento que le toque a uno sea lo fundamental. Los
que son siempre amigos de hacer su voluntad terminan por no hacerla en
manera alguna. Ustedes han de haber visto esto entre los mismos
compañeros. Hay algunos voluntariosos, que siempre quieren imponer su
voluntad, que nunca transigen con los otros. Si trabajan en su
circunscripción, todo ha de ser para ellos. Esos son peligrosos, nunca llegan
lejos y se matan solos en el camino. No han sido capaces de desprenderse
de ese cincuenta por ciento, e ignoran que en política, como en todo, “el
que mucho abarca poco aprieta”.
En las próximas clases trataremos las características de la conducción
moderna, vale decir: un ligero análisis de los antiguos y de los nuevos
métodos; cómo nosotros utilizamos los medios nuevos para una nueva
conducción, y por qué hemos revolucionado la conducción política en el
país. Nosotros no solamente hemos hecho una revolución en el orden social
y económico, sino también en el orden político, revolución que es mucho
más propaganda que lo que muchos se imaginan, y que es lo que quiero
poner en evidencia en la próxima clase.
32
CAPITULO II
33
DOS ÉPOCAS
CONDUCCIÓN PRIMARIA
Como consecuencia de que el contacto de las masas era directo con los
caudillos de segundo orden y de que éstos eran los intermediarios entre la
masa y la conducción superior (fuese ésta hombre o partido), no se podía,
por razones de medios, realizar una conducción más o menos centralizada.
Había que confiar en los caudillos de segundo orden, porque ¿cómo podía
el caudillo total llegar hasta la masa misma? No eran hombres para
adoctrinar masas o bien no les convenía llegar con su palabra a la masa.
Por otra parte, ellos no querían de la masa el apoyo sentimental, sino el
apoyo electoral, con el cual se conformaban. En consecuencia, y como no
existía entonces la radiotelefonía y aun después, cuando existió, ellos no
quisieron ponerse en contacto directo con la masa por ese medio que les
brindaba la ciencia y permanecían aislados de la masa.
EL CAUDILLO
34
Eso es cierto, es de la época. Cuando yo era subteniente, había un capitán
en mi compañía, de esos capitanes viejos, que decía lo mismo: "No hay que
ir mucho a la compañía porque los subalternos pierden el respeto". ¡Es
claro! Como era ignorante y bruto, en cuanto lo conocían, le perdían el
respeto. Estando alejado, no lo conocían y estaban siempre en duda sobre
su valor, inteligencia y capacidad.
Lo mismo era el caudillo político. Eludía el contacto con el pueblo porque
no le favorecía, porque carecía de las cualidades que debía tener para
conducir. Es decir, que su resolución de no establecer contacto era sabia
en cierta medida. Pero el pueblo, a la larga, tenía que conocer la verdad,
porque las verdades, se pueden ocultar por poco tiempo.
35
PARTIDOS SIN ARRAIGO
¿Qué significa partido sin arraigo, en el pensar nuestro? Son los partidos
que no saben lo que quieren. ¿Y cómo iban a saber si los dirigentes
tampoco lo sabían?
Y no vayan a pensar que esto es una cosa tan extraordinaria.
Me atrevería a afirmar que no son muchos los hombres que saben lo que
quieren.
Para no alargar el análisis, diré que podremos estudiar todos esos males, en
forma bien determinada, estudiando las distintas fuerzas políticas que
actuaron en nuestro medio.
Pero el mal que los aquejó siempre fue el envejecimiento de las fuerzas
políticas por falta de evolución, otro de los males de la organización
política antigua. Porque como se basaba en hombres y en caudillos, así
como envejecía el caudillo, envejecía el partido.
Como ellos no iban detrás de una doctrina que pudiera palparse y
practicarse racional y conscientemente, los organismos envejecieron con
sus hombres.
Como ellos no dejaron entrar a las nuevas generaciones a compartir con
ellos la responsabilidad o la prebenda de los puestos públicos, los hombres
que valían fueron apartándose para dedicarse a otra cosa.
Al final la cosa pública quedó en las peores manos: en manos de los
hombres con cerebro marchito y con el corazón intimidado. La política no
es para esa clase de hombres.
LA CONDUCCIÓN CENTRALIZADA
36
DEBEN TRANSFORMARSE LAS FORMAS POLÍTICAS
Para dar ejemplo, tomaré una sola de esas fuerzas, que es la que presenta
un aspecto más interesante, más rápido y más objetivo para analizar: el
socialismo.
El socialismo nació en la III Internacional, es decir que su lugar y época de
nacimiento son casi simultáneos con el comunismo. Los dos son hijos de
una misma madre: el marxismo. Cuando se realiza la III Internacional, se
separa el socialismo del comunismo. Se produce la primera lucha y los
comunistas pretenden iniciar una acción contra el socialismo para
exterminarlo. Pero los que tomaron la dirección del comunismo resolvieron
sabiamente dejarlo actuar, porque la tendencia del socialismo, desde su
nacimiento, presuponía una acción demasiado demagógica y contemplativa
al mismo tiempo para que pudiera ser efectiva. En una misma internacional
los comunistas dijeron:
"Dejen actuar a los socialistas, que ellos son especiales para sembrar,
pero no sirven para cosechar. Los que vamos a cosechar somos nosotros".
Como la teoría era común, dejaron al socialismo sembrar el marxismo en el
mundo, y hoy están los comunistas recogiendo con la cosechadora lo que
sembraron los otros. Esta es una realidad que no se puede negar.
37
En España, el gobierno de Azaña llevó a la guerra civil y a una situación
económica que tal vez necesite mucho tiempo para hallar solución.
Podríamos analizar muchas otras partes en que la acción del socialismo se
ha hecho sentir, llevando a los países al fracaso y entregándolos en manos
del comunismo, a pesar de los que han aparecido para defender los últimos
restos que aun quedan del socialismo del mundo.
NUESTRO SOCIALISMO
EL SECTARISMO POLÍTICO
38
LA DOCTRINA
Bien; yo he querido citar estos ejemplos rápidos para dar una idea y llevar a
la persuasión de la necesidad que la conducción impone de hacer
evolucionar los organismos políticos para que puedan ser susceptibles de
ser manejados y de ser conducidos. Es decir, llevarlos a las nuevas formas.
¿En qué consiste la nueva forma de la conducción? Hay que reemplazar el
sectarismo político del siglo pasado y de esta mitad del siglo presente por
una doctrina.
¿Qué diferencia hay entre la conducción gregaria o sectaria y el
adoctrinamiento? La doctrina no es una regla fija para nadie. Es, en
cambio, una gran orientación con principios; con principios que se
cumplen siempre de distinta manera.
No se está atado a nada fijo, pero si se tiene la orientación espiritual para
resolverse, en todas las ocasiones, dentro de una misma dirección; pero en
un inmenso campo de acción para la ejecución.
Dar esa unidad de doctrina es la base para formar las nuevas agrupaciones;
vale decir, para formar agrupaciones conscientes e inteligentes, dentro de
una orientación unitaria.
Eso es lo que la doctrina persigue; vale decir, encaminar los valores
morales de los hombres y su acción intelectual y material en una dirección
única.
¿Cómo realiza su marcha? Esto está librado a cada uno. ¿Cuándo la
realiza? También el momento lo elige cada uno. Pero la orientación la fija
la doctrina. Es la orientación y es el sentido y el sentimiento de esa masa lo
que la doctrina quiere fijar y quiere establecer. En base a ese
adoctrinamiento, recién puede pensarse en la conducción.
39
la conducción de la Nación basándose en las apetencias y en los sentidos de
los hombres y no en los ideales de la nacionalidad y en las altas formas
patrióticas de conducción y realización por el Estado y para la nación
misma.
Ese enfoque hay que cambiarlo.
No debemos hacer lo que nos conviene a nosotros, sino lo que a todos; lo
que conviene al Estado, no a cada uno indistinto e incívicamente. Por eso
cuando hablo de la moderna conducción hablo de la necesidad primaria de
organizarse para actuar con la unidad de concepción que nace de la
doctrina y de la común unidad de acción que nace de la unidad de
concepción. Sin esto, todas son dificultades para la conducción.
ADOCTRINAMIENTO DE LA MASA
Para alcanzar eso, debemos llevar un cierto grado de cultura cívica, social y
general a la masa. Con un pueblo de ignorantes y de analfabetos, este tipo
de conducción es sumamente difícil. Por eso, mientras antes se decía: "Hay
que educar al soberano", y todo el mundo le daba vino y empanadas,
nosotros decimos: "Hay que elevar la cultura del pueblo", y nos ponemos a
trabajar para hacerlo.
Nuestra conducción, tal cual la queremos nosotros, no puede realizarse bien
hasta que ese grado de cultura no haya saturado a toda la población.
Cuando ese grado de cultura, que es a la vez de sentido y de sentimiento, se
haya desarrollado, nuestra conducción será sumamente fácil. Bastará
difundir lo que sea conveniente para la Nación, y en eso estaremos todos de
acuerdo. Nadie discutirá ya sobre los beneficios de la independencia
económica, de la justicia social o de la soberanía de la Nación. Eso es, en
parte, falta de cultura para los que no lo comprenden, y falta de educación
de sus propios sentimientos, para los que entienden demasiado, pero no
quieren sacrificar nada de sí en beneficio del conjunto de la Nación. Por
eso digo que para conducir es indispensable alcanzar ese grado de cultura
al que nosotros aspiramos.
40
Cuando actuamos en un acto cívico, nos basta hablar a todo el país por
radio y no queda ningún argentino sin conocer lo que le terminamos de
decir.
Eso era antes imposible. Hoy lo hacemos en un minuto. Antes se
necesitaban seis, ocho meses, un año.
Hoy no se puede admitir ni tolerar la conducción anarquizada de las partes,
ya que es posible realizar la conducción centralizada mediante los nuevos
métodos. Así fue como nosotros derrotamos a nuestros adversarios
aferrados a las viejas formas de los comités y de la transmisión por
intermediarios, que eran los caudillos políticos. Nosotros tomamos la radio
y dijimos a todos: "Hay que, hacer tal cosa". Y la hicieron. Esa unidad de
acción se obtuvo aprovechando un medio que ellos no supieron aprovechar
en la misma forma que nosotros.
Hay que ir aprovechando todo eso nuevo para ir llevando una conducción
más ajustada a la necesidad de la propia conducción. Estas modernas
formas de conducción permiten reformar los antiguos sistemas lentos,
sometidos a una cantidad de interferencias que hacían no solamente
inaplicable, lento e incorrecto él sistema, sino que no permitían en manera
alguna unificar la forma de concebir para unificar la manera de accionar.
La nueva forma de conducción está ajustada a esos nuevos medios, a esa
nueva cultura y al nuevo sentido que puede tener la conducción moderna.
Cuando quien conduce no los aprovecha y conduce como hace un siglo, es
41
indudable que se halla en enorme desventaja frente a los que aprovechan
todas las circunstancias de los perfeccionamientos modernos para ponerlos
al servicio de la conducción.
Por esa razón, estas nuevas formas han permitido también alterar en cierto
modo la organización de las fuerzas que actúan en la política. Si utilizando
aquellos antiguos medios nosotros estuviéramos organizados como estaban
organizados antes, no podríamos tener las formas orgánicas modernas.
El peronismo tiene un partido político de hombres, tiene un partido
político de mujeres y tiene una organización sindical, que también actúa en
beneficio del peronismo, aun cuando muchos de sus integrantes no
pertenecen a ningún sector político. Esta es la realidad.
Hace mucho tiempo eso no hubiera sido posible, porque como la dificultad
de aquellos tiempos era precisamente la conducción, cuanto mayor fuera el
número de conducciones, los inconvenientes se multiplicaban por el
número de los distintos organismos que debían conducirse. Por eso no
podían darse el lujo de tener distintas agrupaciones y organizaciones para
manejar. Pero hoy no existe ninguna dificultad para qué sea así, y si las
mujeres quieren organizarse por su cuenta y tener ellas su organización
política, ¿por qué no les daremos el gusto?
Y sí los hombres quieren tener su partido político sin qué nadie interfiera su
acción, ¿por qué no les daremos el gusto?
Y si los obreros no desean incorporarse a un partido político y quieren
seguir formando parte de un sindicato, ¿por qué no les vamos a dar el
gusto?
Si practican nuestra doctrina, ¿qué nos interesa dónde están encuadrados y
dónde actúan? Nos basta con que sientan y actúen como justicialistas,
cualquiera sea la organización que los agrupe. ¿Por qué? Porque así los
podremos conducir cualquiera sea el tipo de organización que tengan.
42
AGLUTINACIÓN Y DISOCIACIÓN
43
verdad. En vez del engaño, ser leal y sincero y cumplir con todo el mundo.
Lógicamente, para analizar un problema, leal y sinceramente, no es
suficiente con tener la intención, porque muchas veces en la vida no se
puede tener la seguridad de si se podrá cumplir con lo que se promete, ya
que no se trata sólo de intención, sino también de posibilidades.
Cuando empezamos nosotros a trabajar, recibimos a todo el que viniera,
creando una organización que permitía a todos los argentinos, pobres, ricos,
malos, buenos, blancos o negros, que viniesen allí a escucharnos.
Yo los recibía a todos, los saludaba y después les decía qué pensaba yo y
cómo creía que debían resolverse los problemas.
Si llegaban diez, les hablaba; si llegaban dos, también les hablaba; si eran
diez mil, mejor. Así el número fue creciendo, y cuando quise acordarme
tenía el predicamento político que yo necesitaba para comenzar a accionar.
Yo siempre prefería, en vez de hablar a hombres, hablar a organizaciones.
¿Por qué? Por la misma causa que cuando uno quiere juntar todas las
hormigas, no las agarra de a una, sino que va al hormiguero y las agarra
allí. Entonces, yo me dediqué a los hormigueros, con cierto provecho. ¿Por
qué? Porque ellos vieron que lo que yo les decía, hacía. Ellos vieron que
me traían sus inquietudes y las veían satisfechas. Es decir que yo no era un
"macaneador" más. Por lo menos, prometía ser un hombre que hacía las
diligencias necesarias para cumplir lo que ellos querían.
44
cosas y sobre todos los momentos. Eso es, precisamente, lo difícil de la
conducción.
Bien; realizado ese primer reclutamiento, podemos decir que todo aquello
que está organizado, que era captable para el Movimiento Justicialista, ya
lo hemos captado. Si siguiéramos ahora con el mismo sistema
fracasaríamos, porque lo que queda ya no lo vamos a poder captar así.
Ahora hay que empezar como cuando se ha tomado el hormiguero. Ahora
hay que empezar a juntar las hormigas sueltas. No hay más remedio,
porque lo captable ya lo hemos captado. Ahora tenemos que hacer dos
trabajos: primero, no perder lo que ya tenemos, y segundo, tratar de captar
lo que no tenemos.
¿Cómo está lo que no tenemos dentro del movimiento peronista? Hay dos
grandes grupos.
El primero es el de los indiferentes, que algunos llaman la opinión
independiente. Eso no es opinión independiente. Eso es indiferencia, que en
el orden político puede llamarse estupidez política. Es eso que no tiene ni
un color ni otro, que es como decía el famoso cura de "Flor de durazno":
"Es como la bosta de paloma, que no tiene ni bueno ni mal olor".
45
Algunos dicen: hay que captarse la opinión independiente. Grave error. Esa
no se capta nunca, porque está tres días con uno y tres días contra uno. Esa
opinión es la que no debe interesar al que conduce. Algunos han perdido lo
que tenían por ganarse la opinión independiente. A ésos hay que dejarlos al
margen y no tratar de conducirlos. Esos son inconducibles; ésos son en
todas las colectividades los salvajes permitidos por la civilización, que
viven aislados y al margen de las inquietudes de los demás. Esos no nos
interesan. A ésos no los vamos a captar nunca. Y si los captamos son
elementos de disociación dentro de la organización política porque ellos
están siempre en contra, algunas veces de las cosas buenas y otras veces de
las cosas malas. Porque un argentino que conoce su patria y que la quiere y
no ha tomado partido en eso, no debe tener grandes condiciones de patriota
ni grandes condiciones morales.
Licurgo —a quien mi señora cita hoy en su conferencia— estableció en una
de sus más sabias leyes —entre las tantas leyes que él hizo para Esparta—,
que para mí es la más maravillosa de todas, lo siguiente: "Hay un solo
delito infamante para el ciudadano: que en la lucha en que se deciden los
destinos de Esparta él no esté en ninguno de los dos bandos o esté en los
dos”. Esos señores independientes pertenecen a esa clase de delincuentes
que cita Licurgo en sus leyes. Son pasibles de un delito infamante contra la
República.
46
los cuales era Carrera y el otro O'Higgins. Este declaró: "Toda esta fuerza,
que es la fuerza chilena, está a sus órdenes"; y Carrera le dijo: "Señor, yo
estoy a sus órdenes". Cuando San Martín le contestó: "No necesito
hombres, sino tropas" y consultó a los soldados, los de O'Higgns se
incorporaron al ejército de los Andes y los de Carrera se negaron a
incorporarse donde no se incorporase su jefe. Entonces San Martín, en una
sabia orden que dio, dijo: "Acepto las tropas de O'Higgins y las incorporo
al ejército de los Andes". A las otras las dispersó y ordenó volver a Chile,
porque él no podía contar con hombres que estaban más dispuestos a servir
a un caudillo qué a su patria.
Eso mismo es lo que nosotros necesitamos. A aquellos hombres que
quieren servir más a un caudillo que a la Patria no los queremos dentro de
nuestro Movimiento. Pero aquellos que se persuadan de que somos sólo
instrumentos al servicio de la Nación serán siempre bienvenidos.
Hay que persuadir a los que están equivocados y toman la política como un
fin y no como un medio, y hay que traerlos a nuestras agrupaciones. Si son
idealistas y hombres de bien, serán bienvenidos y reforzarán nuestra
propia organización.
Ese es el trabajo que tenemos que realizar. Hay que tomar uno por uno e
irlos persuadiendo. En política, el arma de captación no puede ser otra que
la persuasión, porque queremos hombres conscientes que sirvan
conscientemente a la doctrina. No inconscientes que por apetencias quieran
ponerse al servicio de una causa que es noble para envilecerla. Los
hombres que vengan al peronismo deben hacerlo con la voluntad decidida a
poner todos los días algo de su parte, para ennoblecerlo y dignificarlo.
Con esta conversación doy por terminado todo lo que se refiere a las
características de la conducción moderna en nuestro país en este momento.
47
Debemos hacer que se vayan olvidando de sus antiguas creencias y
doctrinas y vayan asimilando las nuevas. Eso es obra de generaciones.
Cuando los que hoy son chicos lleguen a tener veinte o veinticinco años, el
peronismo estará en el auge de su organización y de su número.
Nuestro trabajo sobre la juventud y la niñez va formando las futuras
generaciones que han de engrosar el peronismo. No tengo la menor duda.
Si con el voto de los hombres hemos ganado enormemente, con el voto de
las mujeres ganaremos mucho más aún; pero esto no es ni sombra de lo que
será el día que voten los pibes de hoy.
LA LUCHA ES COMÚN
48
ustedes: este año se realizarán elecciones generales. Hay veinte mil puestos
para cubrir y nosotros no tenemos todavía veinte mil dirigentes capacitados
como deseamos, moral e intelectualmente, para desempeñarlos. Yo me
explicaría que los puestos se pelearan por los hombres, pero no que los
hombres se peleen por los puestos.
EL EJEMPLO DE EPAMINONDAS
49
que debe conformar un instrumento perfecto para que pueda llevar y la
haga actuar, y cuando actúe, actúe bien. Los instrumentos de la conducción
o los que se forman de la conducción deben tener el temple, la forma y todo
adecuado a esa conducción.
Vale decir que el conductor moderno no debe tener solamente masa para
conducir. Debe tener una masa organizada, educada, elevada
espiritualmente, porque entonces la conducción se facilita. Cuando yo
tengo que realizar un trabajo, lo primero que hago es munirme de las
herramientas con que debo trabajar. El conductor que debe realizar la
conducción, que es un trabajo, debe tener también las herramientas y los
elementos necesarios para hacerlo, y entonces lo hará bien. De lo contrario,
se le presentan dificultades. Es como si me pusiera a construir una casa y
una lapicera y un compás para trabajar. Para realizar esta debo tener pala,
cuchara y todas las herramientas apropiadas. Sus instrumentos se los forma
sólo el conductor, y según como los forme será cómo conduzca.
Por eso siempre insisto tanto en esto: que, para conducir, lo primero que
hay que hacer es formar el instrumento con que uno va a conducir, valerse
de todos los medios para formarlo y para que resulte apropiado a la propia
conducción.
50
domador, pero cuando está adiestrado lo puede conducir hasta un chico.
Así es la conducción.
51
gobierno, es otra cosa. Al gobierno hay que llevar lo mejor que se tenga, lo
más capaz, porque hay que realizar una acción para el bien del país.
Por eso es indispensable para nosotros hacer la organización espiritual y la
organización material.
52
DEBEN ARMONIZARSE BIEN DOCTRINA, TEORÍA Y FORMAS DE EJECUCIÓN
53
que hay que hacerla conocer, comprender y sentir. Eso es predicar.
Predicar no es decir. Decir es muy fácil; predicar es muy difícil.
Yo no soy de los hombres que creen que debemos confiarnos con hacer un
cuerpo de doctrina muy bonito, ponerlo en la biblioteca y dejarlo para que
lo lean las generaciones que vengan porque cuanto más podrán decir: ¡Qué
buena idea tuvo este tipo!, Pero no habiéndola realizado, ¿de qué vale? El
mundo no vive de buenas ideas; vive de buenas realizaciones.
Por eso creo que las doctrinas son movimiento, son acción no son solo
pensamiento, no son sólo concepción. Para mí, la acción está siempre por
sobre la concepción. Muchas concepciones, no tan perfectas y algunas
veces bastante malas, han servido mas a la humanidad que muchas
concepciones hermosas que no se realizaron. Este es el punto de partida de
la conducción que nosotros debemos tener presente. Debemos preparar una
masa lo más perfecta posible, pero sin pasarnos a ser los teóricos y no los
realizadores.
54
revolución observamos que las "enciclopedias" no previeron un Dantón ni
un Marat que les cambió todos los papeles. Vale decir que no hay una
continuidad segura entre el proyecto y la realización. Vale decir que no
hay seguridad en el método ideal. En cambio, los acontecimientos suelen
ser mucho más sabios. ¿Por qué? Porque quien no se aferra a ideas viejas,
que no hacen un "canon" del cual no se puede apartar, tiene una libertad de
acción superior que le permite, teniendo buena intención y suficiente
capacidad para resolver cada problema, ir ejecutando en forma empírica.
Detrás ya vendrán quienes recojan la experiencia y la cristalicen en una
doctrina que después se entregará como ejemplo a las generaciones
venideras.
En otras palabras: se ejecuta el hecho, se sacan las enseñanzas, se
perfectibiliza al máximo y sobre eso se cristaliza una verdadera doctrina.
Es el sistema que nosotros hemos seguido. Yo no hablé nunca de doctrina
hasta que no hubimos realizado lo qué estaba en nuestra idea realizar.
Nuestra doctrina peronista es: eficaz. ¿Por qué? Porque la gente sabe que
nosotros no hablamos, que nosotros hacemos y después presentamos el
hecho y décimos, esto es lo que hay que hacer. Es decir, predicamos con el
ejemplo, es la mejor de todas las prédicas.
Esa doctrina debe ser también elástica. Las doctrinas políticas no pueden
ser eternas, aunque sean eternos los principios que las sustentan.
Pero, dentro de la doctrina, además de los grandes principios están
contenidas muchas cuestiones de forma que obedecen a las condiciones de
tiempo y espacio. La doctrina debe ser actualizada. Quizá dentro de diez o
veinte años, lo que hoy decimos del peronismo, y que vemos tan
maravilloso, ya sea anticuado. Vale decir que a la doctrina hay que
mantenerla al día, y hay que hacerla evolucionar, presentando siempre
nuevas formas activas de esa doctrina. Por eso es difícil conformar una
doctrina. Hay que estudiar muy perfectamente el momento en que se la
realiza, y hay que establecer también los organismos que vayan
actualizando esa doctrina.
En cuanto a la parte Justicia Social contenida en nuestra doctrina hace un
siglo hubiese parecido una cosa anarquista y terrible. Quizá dentro de cien
años, los que lean nuestra doctrina se reirán y dirán: "¡Qué bárbaros! ¡Vean
las cosas que hacían!" Porque ése es el valor de las doctrinas. Sólo hay una
parte de la doctrina que es eterna: la que cristaliza los grandes principios.
Esa sí permanece, porque lo que cambia en el mundo son las formas; el
fondo permanece siempre inmutable, y es sobre el fondo que se arman los
grandes principios.
55
AL PUEBLO NO HAY QUE DARLE PRINCIPIOS ABSTRACTOS
Pero la política no puede ajustarse a eso, sobre todo cuando hay que
conducir un pueblo dentro de esa doctrina. No se le pueden dar esos
principios abstractos, que el pueblo no comprenda del todo. Hay que darle
algo más para alimento del espíritu y de la inteligencia del pueblo.
Diremos, para no alargar el punto referente a la doctrina, que lo que
nosotros queremos con esa doctrina es que el pueblo argentino perciba los
problemas de la misma manera, se acostumbre a apreciarlos de un mismo
modo y a resolverlos de una manera similar. Si nosotros obtenemos del
pueblo eso, habremos obtenido lo que estimo que nos propusimos obtener
cuando hicimos la doctrina. Eso en cuanto a la doctrina
LA TEORÍA
"Un ejemplo aclara todo", decía Napoleón. Yo digo que cuando nosotros
decimos que en el Justicialismo el capital está al servicio de la economía
establecemos una cosa nueva. ¿En qué consistía la antigua teoría
capitalista? En tener la economía al servicio del capital, y para eso toda la
economía capitalista fue basada en un gran principio de economía pura.
Eso, que en economía pura es perfecto, lo analizo, como justicialista, desde
otro punto de vista. Lo veo desde el punto de la economía aplicada, porque
la ciencia pura debe estar al servicio de los hombres y de la vida.
56
No puede permanecer en la abstracción, porque entonces no tiene ninguna
utilidad, como no sea la lectura, la reflexión y el trabajo de los
intelectuales.
Si el principio hedónico es cierto en la economía pura, ya no es tan cierto,
aun cuando no es falso, en la economía aplicada. Un ejemplo aclarará todo
esto. Se establece, por ejemplo, que en la explotación de una empresa
comercial o industrial hay una curva en cuyo vértice se cumple el principio
hedónico, vale decir, donde se obtiene el máximo de ganancia con el
mínimo de inversión, o sea el máximo de provecho con el mínimo de
esfuerzo.
A eso se llama en economía el punto óptimo; vale decir que un fabricante
instala su fábrica, y durante, su instalación pierde dinero. Cuando comienza
a producir, comienza a ganar; pero aun no alcanza a cubrir los gastos; sigue
produciendo, y llega un momento en que gana, por ejemplo, diez. Si sigue
aumentando la producción, advierte que no gana en proporción a lo
invertido, sino mucho menos. Y así llega a veinte, por ejemplo, donde
pierde lo mismo que en el punto cero. A ningún industrial ni comerciante
se le va a ocurrir producir fuera del punto óptimo, y esta teoría de los
puntos óptimos es la que rige la explotación de cualquier industria o
comercio. Eso es perfecto; Nadie puede objetarlo desde el punto de vista
económico. Pero en la vida de los pueblos, nosotros, los justicialistas, no
creemos que la economía sea todo.
Los hombres tienen su valor; la sociedad también es respetable; la
comunidad tiene su importancia; el factor social juega un gran papel dentro
de las comunidades modernas, y lo mismo el factor político que el factor
cultural.
Cuando nosotros sometemos esa teoría de los economistas a estos otros
factores, vemos que ya no sigue siendo tan exacta.
¿Por qué? Piensen ustedes desde el punto de vista social. Si ese señor
produce diez, y yo le digo que produzca un poco más me dice que no
puede, porque se sale del punto óptimo. Yo le contesto: "Vea que aquí la
población tiene que comer veinte y usted solamente produce diez". De
acuerdo con la teoría económica, él dice: "¡Que revienten! Que coman diez,
aunque estén a media ración". Vale decir que el consumo está supeditado a
la producción; que en ese tipo de economía capitalista el consumo, que es
uno de los ciclos económicos, se somete a la producción, que es uno de los
ciclos beneficiarios del capital, porque él mantiene su teoría del punto
óptimo.
Si el capitalista dice que el consumidor reviente, que esté a media ración, el
sociólogo le responde: "No; porque el que está a media ración aguantará un
tiempo; después se rebelará y causará un desastre".
Nosotros, los justicialistas, decimos que para que ese fenómeno no se
produzca hay que buscar una solución. ¿Cuál puede ser? Aumentar la
57
producción, aunque se salga del punto óptimo. El estómago no tiene puntos
óptimos, sino un punto de saturación. El consumo no debe estar sometido a
la producción; es decir, que subordine el capital y sus conveniencias al
consumo y a las necesidades.
Esta es la teoría justicialista.
Nosotros hemos destruido toda una teoría y un sistema que lleva un siglo y
medio de aplicación en el mundo, y sobre el cual se han escrito miles de
volúmenes. ¿Cuándo los justicialistas vamos a estar a la altura de ellos?
Cuando hayamos desarrollado toda nuestra teoría, fundada sobre este
sistema, que cambia las bases y destruye el principio hedónico, algo que ha
sido sagrado durante siglo y medio para el sistema capitalista. El principio
justicialista invierte los términos y, en consecuencia, toda la ciencia, porque
la economía capitalista fue toda una ciencia.
Es indudable que exagero un poco el razonamiento para hacer notar las
diferencias. Hay cosas que se mantienen aún dentro del principio hedónico
y que nunca saldrán de él. Lo que trato es de llevar a tolerar nuevas formas
que hoy son intolerables, a establecer como aceptable lo que hoy se
considera una herejía dentro de la economía universal. Eso constituirá toda
la teoría del Justicialismo, que todavía está por escribirse, aun cuando no
está por hacerse, ya que aquí la hemos realizado.
58
AL CAPITALISTA TAMBIÉN LE CONVIENE ADOPTAR NUESTRO SISTEMA
59
realizar. Con ello no ganaríamos sino un gran dolor: el de sufrir y no poder
remediarlo.
Las formas de ejecución, elegidas inteligenmente, de acuerdo con esa
doctrina y esa teoría, ponen en movimiento toda la organización.
Los reglamentos del Banco Central; los reglamentos del Consejo
Económico; los reglamentos orgánicos de los bancos y todo tema
financiero del I.A.P.I., y de todas las organizaciones, formas de ejecución.
Cuando yo he hablado de estos problemas algunos se han quedado
mirando, sin entender. Todo esto tiene una técnica de la cual no se puede
salir, y para realizarla es necesario sentirla primero, conocerla luego y
después hacerla. Quedarse en sentir una cosa, ¿de qué vale? Quedarse en
saberla, ¿qué interesa? Lo importante es cumplir las tres etapas para
realizarla y para realizarla bien.
Y para tener buenas formas de ejecución hay que tener buena doctrina y
buena teoría. De una mala teoría, de una mala doctrina, sale una mala
forma de ejecución. Yo no sé si nosotros habremos hecho muy bien; pero
lo hemos hecho. Lo que sé es que los objetivos se han cumplido, y que en
el futuro lo podremos hacer mucho mejor, porque cada día sentimos más,
sabemos más y podemos más.
60
fulleros: "ayudamos” a que saliese la carta: es decir, la sacamos con
habilidad.
Observen ustedes que, realizada la reforma social, nosotros llevamos,
diremos así, los salarios, y, en consecuencia, las retribuciones, a un
desequilibrio con la producción, porque para pagar hay que tener dinero y
para tener dinero hay que trabajar y producir. De manera que lo lógico era
ver cómo producíamos, cuánto podíamos pagar y, entonces, pagar en
relación con eso. Nosotros lo hicimos al revés, sin pensar si podíamos y si
había, y dijimos: "Que se pague; después veremos cómo arreglamos". Es
decir, "quemamos las naves", porque ya no podíamos volvernos atrás.
61
negocios, pero en parte la pagamos con la desvalorización de la moneda, lo
mismo que hizo el mundo para pagar la guerra. Suspendimos el patrón oro.
No debemos nada a nadie. Ahora estamos juntando oro. Los cinco mil
millones de pesos que salían anualmente al exterior no salen más. La
manguera que echaba un chorro para afuera la hemos dado vuelta y echa el
chorro para adentro.
Utilizamos un sistema distinto a todos los que se han usado en el mundo en
épocas de crisis y necesidad. Cuando decían que había que hacer
economías, les reducían los sueldos a los empleados y obreros. Nosotros
dijimos: "¿Estamos pobres? Páguenles cinco veces lo que les pagaban
antes". De ese modo se reactivó la economía y todo salió bien. Todo
mejoró en el momento en que estábamos más pobres.
Los yanquis decían, hace cinco años: "Estos locos duran seis meses y se
funden". Hoy dicen que el Estado más floreciente de la economía en toda
América es el de la República Argentina.
Contado esto anecdóticamente, como lo cuento yo, parece una cosa simple.
Pero yo sé lo que han pasado los pobres muchachos del grupo económico
junto conmigo; las penurias que ha habido que enfrentar para realizar la
obra extraordinaria que se ha realizado en el proceso de la economía
argentina, y, probablemente, como único caso en el mundo. En momentos
difíciles de la humanidad, cuando en otros países se están comiendo los
botines, nosotros estamos en un estado de florecimiento extraordinario, este
esfuerzo y este milagro económico hechos en la República Argentina se
han realizado sin imponerle a ningún argentino ningún sacrificio. Al
contrarío, dando una época de abundancia en un mundo de dolor, de
miseria y de desesperación.
62
CAPÍTULO III
EL MÉTODO DE LA CONDUCCIÓN
/. — LA SITUACIÓN
EL MÉTODO ES INDISPENSABLE
63
prepara el éxito de la conducción estratégica. Esto es indispensable para
establecer un método.
EL MÉTODO ES EL MISMO
INTUICIÓN Y RACIONALISMO
64
Si es un arte simple y todo de ejecución, podríamos decir nosotros que se
puede conducir sin tener un plan; vale decir, que se puede conducir a base
de improvisación.
¿QUE ES EL MÉTODO?
65
Es decir, es el ejercicio de la inteligencia habituada a la síntesis y al
análisis.
MÉTODO SIMPLE
66
Por esa razón es que quiero llevarlos paulatinamente a través de estas
reflexiones a fijar un método objetivo para la acción es decir, un proceso
inteligente a realizar en cada caso y con cada fenómeno para abarcarlo,
analizarlo y dar la solución.
Es lo que hace el médico: observa al enfermo, estudia su historia clínica,
sus síntomas, su parte fisiológica y su parte psíquica; después se encierra,
hace su propio análisis, consulta todas las pruebas que pueda haber,
radiografías, etcétera, y al final da su conclusión y dice qué tiene el
enfermo y cuál ha de ser el remedio para sanarlo de su enfermedad.
El caso que analizamos es exactamente el mismo. Abarca el fenómeno, lo
penetra profundamente y después, con todos esos estudios en sus manos,
los analiza, los desmenuza parte por parte haciendo el análisis de cada
cuestión, relacionando perfectamente bien las causas y efectos, y al final de
todo, dice:
—Muy bien; éste es el cuadro sintético, y para llegar a este objetivo que
perseguimos, esto es lo que yo tengo que realizar.
La conducción es un arte fácil y todo de ejecución. Y el método que nos
conduzca ha de ser también un método fácil todo de ejecución.
¿En qué consiste y qué es cada una de las partes del método de la acción?
Primeramente es la situación; segundo la apreciación de esa situación, y
tercero, la resolución que surge de la apreciación de la situación que hemos
contemplado.
Vale decir que de la situación y de la apreciación, o sea del fenómeno y del
análisis, fluye lo que hay que hacer.
Eso fluye como una cosa natural, como un proceso lógico y sin forzar la
inteligencia del que realiza esa operación.
El método va de la apreciación del fenómeno a la apreciación de ese
fenómeno en su conjunto y en cada una de sus partes; y de ahí surge una
acción que mediante el sistema de análisis puede planificarse
perfectamente.
Podríamos decir que todo el método de la acción estriba en esto:
conocimiento del fenómeno o sea de la situación; análisis del fenómeno o
sea apreciación, y conclusión, o sea el método de acción.
67
desfavorables para esa acción. ¿Cómo anulo los factores desfavorables?
Alrededor de todo gira el método de la conducción. Hay algunos que
realizan operaciones complicadísimas para llegar a estos resultados.
No se trata aquí, en los fenómenos humanos, de un cálculo actuarial que se
pueda hacer con cifras. No se puede aquí realizar un ajustado método de
cálculo de posibilidades, porque, desgraciadamente, todavía no hemos
podido representar los factores que juegan dentro del hombre y de su alma
por números, cifras o coeficientes. De manera que este análisis ha de
realizarse como operación libre y natural de la inteligencia con su acción
perceptiva y objetiva y con su conclusión subjetiva del fenómeno, que cada
uno aprecia de acuerdo con su capacidad, su erudición y su intuición, que
muchas veces vale tanto como las dos juntas.
PREVALECE LA INTUICIÓN
68
LA SITUACIÓN
Yo he dicho muchas veces que los hombres proceden bien como bien
informados estén.
Uno de los graves errores que cometen los hombres en la conducción
política es, precisamente, accionar sin conocer cuál es la situación.
Equivocados de la situación, se afirman las enormidades más espantosas,
como aquellos que dicen: "todo el pueblo está conmigo", y muchas veces ni
el ordenanza los acompaña.
Desde ese grosero error en el conocimiento de la situación hasta aquel que
domina toda la situación, pero se equivoca en dos o tres factores que la
influyen, existe un sinnúmero de gradaciones en el error de la percepción
de la situación. Pero lo que sí podemos decir es que el noventa por ciento
de los errores cometidos en la conducción política de los pueblos estriba
precisamente en un conocimiento imperfecto, incompleto o erróneo de la
situación. Si todos los hombres conocieran perfectamente bien la situación
en que actúan, los errores de la conducción se reducirían en un noventa por
ciento. Y eso es lógico, por lo mismo que dice Martín Fierro, que "árbol
que nace torcido...", y si se comienza un análisis racional partiendo de un
error no se puede llegar, a un acierto a través de un sinnúmero de
operaciones, sino que ese error inicial va multiplicándose en cada nueva
acción que se realiza para llegar a cometer errores garrafales e
inexplicables, a posteriori naturalmente, cuando los hechos con su
evidencia aplastante demuestran que se ha cometido un grave error, en la
conducción.
Muchas veces -esto lo vemos todos los días, desde la más pequeña acción
política hasta la más grande- se cometen errores groseros en la conducción,
inexplicables si uno no advierte la base: conocimiento imperfecto de la
situación.
Esto implica para el método que el punto de partida del mismo radica en el
conocimiento perfecto de la situación. Entonces recurrimos a los medios de
conocimiento de la situación, porque naturalmente, para conocer la
situación también existe un sistema, debe existir un sistema.
SISTEMA DE LA INFORMACIÓN
69
Es indudable, señores, que, para el que conduce, ninguna observación, ni el
informe ni el reconocimiento por interpósitas personas, ni el conocimiento
objetivo o subjetivo de otros organismos, pueden reemplazar a la propia
observación personal y objetiva. Es decir, que nada reemplaza lo que uno
mismo puede porque eso le da —diremos— el conocimiento vivido de una
situación que él va también a vivir en el análisis y va a vivir en el
establecimiento del plan de acción. Esa información parte del conocimiento
personal y objetivo del propio conductor, y en esto estriban muchas veces,
los aciertos de la conducción.
Los hombres que pueden abarcar una situación y penetrarla profundamente
en poco tiempo son los que están más capacitados. Claro que en eso debe
jugar más la capacidad objetiva que capacidad subjetiva.
El hombre está inclinado en sus reflexiones a errar más cuando se fía en sus
meditaciones teóricas que cuando se fía en los ojos, que están percibiendo
la realidad misma. Por eso, nada reemplaza a esa impresión personal en el
conocimiento de los hechos. Sin embargo, como es difícil que un hombre
pueda abarcar personalmente el inmenso panorama con el gran número de
facetas que presenta un panorama político, es necesario que recurra a lo que
en este aspecto del método se llaman los estudios bases. Es decir, de toda la
información, de toda la percepción objetiva y de toda la percepción
subjetiva que realice el que plantea la situación, es necesario hacer un
estudio, estudio que va cristalizando en una ajustada síntesis cada una de
las series de asuntos que son decisivos en la situación; vale decir, pelando
los árboles sacando las ramas para quedarse sólo con los troncos, porque si
no las ramas son las que no le van a dejar ver la profundidad de la
situación.
Ese trabajo se llama depuración, y en él se toma la noticia, se comprueba,
se refirma o se descarta por errónea, donde se analiza la situación mediante
el conocimiento directo o el reconocimiento que uno va a hacer. Cuando
hay un problema confuso, va al lugar, conversa con la gente, con los
dirigentes, para empaparse bien de la situación, y de allí saca una
conclusión que cristaliza en un hecho que plantea ya la situación.
El análisis de esa situación es imposible si uno no ha conseguido primero
aclararla perfectamente. Es inútil apreciar una situación si uno no la ha
penetrado y conocido profunda y sistemáticamente en todas sus partes.
VIVIR LA SITUACIÓN
Sería largo enumerar todos los sistemas que han de seguirse para obtener
una buena información, y, en consecuencia, vivir una situación. No
70
hablamos ya de conocer una situación, sino de vivirla. No es suficiente
conocer los hechos, sino que debe asimilárselos para decir que no sólo se
conoce la situación, sino que se la ha vivido.
Dentro del método racionalista de la acción, la apreciación de la situación
es siempre previa. Cuando uno vive la situación, la tiene perfectamente
bien documentada y la repasa una y mil veces; una vez que la va
estudiando, va profundizando en el conocimiento de la misma. La fija en
monografías, estudios generales y parciales. Esos se llaman los estudios
bases, porque allí no solamente está la noticia, sino el estudio de la noticia;
no solamente la información, sino también el estudio de la información.
No solamente está la apreciación objetiva que uno haya hecho sino las
conclusiones que surgen de esa apreciación objetiva; solamente la
deducción subjetiva de los hechos, sino también las consecuencias a que
esos hechos pueden conducir. Vale decir, esa preparación previa para
presentar el fenómeno, en condiciones de ser utilizado en forma directa en
el análisis. El análisis es siempre una operación complicada, y cuanto más
se simplifica y facilita, la situación se verá simplificada y facilitado el
análisis.
En conclusión, para no alargar demasiado esta exposición, que puede ser
materia de todo un curso, diré solamente que en el ejército, desde hace
veinte o veinticinco años, tenemos una Escuela de Informaciones que ha
formado miles de alumnos que prestan servicios.
71
SITUACIÓN GENERAL Y PARTICULAR
72
contamos, llamémosla partido femenino, masculino o sindicato, para
nosotros, los peronistas. Es necesario el primer análisis sobre la fuerza.
El segundo, la situación de lugar, vale decir, dónde actúa y cómo actúa esa
fuerza; en otras palabras, el escenario que hay que analizar porque hay una
relación constante y fundamental entre el hombre y su punto de acción o su
escenario de acción.
El tercer elemento es el espacio, vale decir, todo lo que juega la situación
relativa de lugar, de distancia. Y el cuarto es el tiempo, es decir, el
momento actual de la evolución de los hechos, del fenómeno social, del
fenómeno político y del fenómeno económico. No es lo mismo apreciar
una situación para el pueblo del 17 de Octubre que para el de la Revolución
Francesa, o que para el pueblo de Licurgo, al que se ha referido mi señora
hace un rato.
Cada uno de esos tres momentos fijaría tres apreciaciones que tendrían
puntos total y absolutamente distintos de apreciación. De manera que el
tiempo, vale decir, el momento, es decisivo. Todo fenómeno humano ha de
juzgarse en sus condiciones de lugar y tiempo.
Lo que hoy es cierto, mañana puede ser total y absolutamente incierto; lo
que es cierto aquí, puede ser total y absolutamente incierto allá.
En la apreciación, esos factores de tiempo y lugar suelen ser decisivos.
Muchas veces con una buena situación se aprecia equivocadamente, porque
uno no se ha puesto en las condiciones de lugar y tiempo.
Resumiendo: lo primero es la fuerza; lo segundo, el escenario en que actúa
la fuerza; lo tercero, las condiciones de lugar; y, finalmente, lo cuarto, las
condiciones de tiempo. Esas son las bases para hacer la apreciación.
FUERZAS: SU APRECIACIÓN
¿Cómo juega cada una de estas bases? Las fuerzas las debemos considerar
divididas en dos aspectos: las fuerzas que son favorables a la acción y las
que son desfavorables a la acción.
La acción política es una lucha de voluntades.
¿Cuáles obedecen a nuestra voluntad y cuáles a la voluntad contraria a la
nuestra?
¿Quiénes son peronistas y quiénes son de la "contra", diríamos nosotros?
Es decir, estudiar minuciosamente esas fuerzas.
En su estudio concurre un sinnúmero de fenómenos que no pueden escapar
a la percepción del que realiza el análisis o la apreciación: cómo actúa, la
base en que está inspirada, la doctrina que la rige, los sentimientos
individuales, los sentimientos colectivos, que, desgraciadamente, son
distintos, ya que los hombres solos son una cosa y reunidos son otra cosa
totalmente distinta.
73
Los hombres que deciden y actúan han de ser estudiados individualmente,
y los que actúan en conjunto han de ser estudiados en conjunto también. No
vale para esto, el involucrar a todos los hombres en una misma apreciación.
Señores: yo estoy volando a mil metros sobre la apreciación, porque quiero
andar rápido. Indico solamente la gran línea directriz. Cada una de estas
cosas daría motivo a ocho o diez clases para profundizarlas, pero si debo
dar un curso de tres meses no puedo dedicar a cada una de estas cosas el
tiempo necesario. Sólo deseo dar un curso de información, no un curso
formativo, porque si quisiera ser formativo alcanzaría a dar solamente tres
puntos de los que figuran en el programa. Yo quiero, en cambio, explicar
todos los puntos y dar siquiera una información general.
UN EJEMPLO DE APRECIACIÓN
74
LA RESOLUCIÓN. PLAN DE ACCIÓN
Cada hombre debe hacerse antes de la acción una pregunta: "¿Qué quiero?
¿Adonde voy? ¿Qué es lo que busco?" Cuando haya aclarado eso, se le
habrá aclarado totalmente el panorama todo lo subordina a esa necesidad y
trabaja para ella.
No es fácil encontrar muchos hombres que sepan lo que quieren. Por eso lo
primero que ha de surgir de una apreciación es: ¿Qué Quiero hacer? Ese es
el objetivo. Esa es la finalidad para la cual uno trabaja. Se coloca el
objetivo y entonces se extraen; todas las conclusiones mirando el objetivo y
cuáles son las que han de servir a ese objetivo.
Analizando, aislando, cristalizando, tendrá todos los medios o caminos o
rutas que conducen al objetivo buscado. Podrá apreciar los vientos
favorables y la forma de aprovecharlos, y los vientos en contra y la forma
de neutralizarlos, como así también dónde está la fuerza motriz que lo va a
llevar. Todo surge de esa apreciación. Con ese objetivo y con todas esas
conclusiones surge el verdadero plan de acción. Vale decir que para ir a
aquel objetivo desde esa situación y mediante el análisis, yo tengo que
hacer primero tal cosa. Alcanzado eso, voy a tal otra cosa y de ahí voy a tal
otra cosa.
75
realización no es una cosa fácil. La realización que surge de ese método
que alcance ese plan fija la acción hasta cierto punto.
ÓRGANOS DE EJECUCIÓN
76
ORGANIZACIÓN Y ENCUADRAMIENTO: DIRIGENTES
77
prestigiamos como políticos. Esa división ha permitido al peronismo no
desgastarse durante la acción de gobierno, como se desgastan todos los
gobiernos.
LA ACCIÓN DE GOBIERNO
78
TODO TUVO SOLUCIÓN
Hemos maniobrado, como podremos decir algún día —quizá hoy sea
prematuro—, no por sistemas o por métodos, sino con resoluciones, es
decir, con soluciones para cada momento.
Cuando el mundo está en un caos tan espantoso como el caos económico y
financiero del mundo actual, no hay sistema que resista, no hay método que
sea eficaz. Solamente hay soluciones. Vistos los casos concretos,
solucionar caso concreto por caso concreto.
Es la única manera de asegurar el éxito, y eso es lo que hemos hecho
nosotros en la conducción dinámica y objetiva, como solución para cada
uno de los grandes problemas que se presentaron, pero sin ceñirnos jamás a
un método. Cuando abandonamos el patrón oro o suspendimos el patrón
oro, ¿no dijo todo el mundo que éramos unos animales? Naturalmente que
79
nosotros sabíamos que no lo éramos. ¿Qué pasaba en ese momento?
Estados Unidos se preparaba para revaluar su oro aumentando el veinte por
ciento, vale decir, haciéndonos pagar una parte de la guerra anterior con el
veinte por ciento de nuestro peso.
En ese momento cortamos el cordón umbilical que nos ataba al oro y
dijimos: "el peso es un servicio público para la República Argentina",
porque de lo contrario ese veinte por ciento se lo hubieran llevado ellos, y
nosotros preferimos gastar aquí ese 20% para pagar los platos que se
habían roto acá. De manera que hicimos eso y mucho más. Todo ese oro lo
cambiamos por barcos y hoy esos barcos han traído casi cuatro veces el oro
que costaron.
Costaron un millón y medio de dólares, hoy valen cuatro millones de
dólares y nos resultan gratis, porque ellos se han pagado a sí mismos. Vale
decir, que se han pagado, valen cuatro veces más de lo que costaron, han
traído cuatro veces el oro que costaron y todos los años nos traen millones
de pesos en divisas que antes se iban al exterior, cuando teníamos que
pagar a los ingleses.
NO TENEMOS PROBLEMAS
80
no hemos pensado solamente para este momento. Esa manguera, que
chorreaba agua para afuera, y echa el agua para adentro, está cada vez más
gruesa. Mediante lo que hemos ido asegurando, podemos afirmar que la
situación de florecimiento económico de este momento será mejor cada día
que pase. De manera que no tenemos ninguna inquietud y podemos darnos
el lujo de aumentar los sueldos y hacer muchas otras cosas, porque tenemos
los medios para hacerlas. En esto también trabajamos inteligentemente,
resolviendo las situaciones.
Va un cuento muy al caso. Los otros días vino alguien a decirme: "Vea, la
carne está muy cara". Le contesté: "¿Cuanto está valiendo la carne?". "Vea,
en el mercado está a $ 1,50 y 1,75 el kilo vivo, lo que representa $ 2,50 el
kilo". Le pregunté: "¿Qué le parece a usted?". Y me contestó: "Hay que
bajar el precio, ponerle un tope para que no suba más, porque si no la gente
no podrá comer más carne". Le dije: "¿Qué le parece si subimos los salarios
en lugar de bajar el precio de la carne?". Agregó: "Y... la inflación; se
establece una carrera y uno no puede saber dónde para". Entonces, le
manifesté: "¿No cree usted que hoy nos defendemos con carne? ¿No sé da
cuenta, de que si bajo el precio de la carne aquí, los ingleses me lo bajan
allá? Prefiero pagar salarios más altos aunque se desvalorice el peso, pero a
los de afuera les cobro $ 2,50".
Es decir, que hay gente que todavía no sabe que la economía interna es una
y la internacional es otra y que la ganancia la tenemos que sacar de la
economía internacional para vivir bien, cualquiera sea el método qué
empleemos. No nos importa con tal de sacar el beneficio. No vamos a
cobrar menos a los de afuera por el estúpido prurito de decir que bajamos
los precios.
Hay que bajarlos, pero inteligentemente, para que no se conviertan en un
factor de pobreza en lugar de lo que nosotros deseamos, que es una
economía de abundancia.
Ya somos duchos en esto; hemos aprendido todas las triquiñuelas. En
economía un poco se aprende en los libros, pero en la vida se aprende
muchísimo más.
81
El valor de la moneda no es el valor relacionado con el oro que se fija en
Wall Street, sino el poder adquisitivo en el país donde se utiliza y el poder
de acceso que el pueblo tiene a esa moneda.
Le he preguntado a un norteamericano, y se lo pregunto a todos, si con un
dólar en Nueva York se hace lo mismo que con un peso en Buenos Aires.
— ¡Qué esperanza! Un bife cuesta diez dólares en Nueva York, o sea
ciento cincuenta pesos. Nosotros con ese dinero casi compramos una vaca.
DEBEMOS TRIUFAR
82
Por esa razón, señores, yo he querido organizar esto, y les voy a decir a
ustedes cómo he armado toda la acción y cómo estamos realizando todo el
conocimiento de la situación.
INFORMACIÓN
83
Bien, una vez realizado ese trabajo, nosotros hacemos una apreciación de la
situación de acuerdo con ésa información. Hecha esa apreciación, tomamos
una resolución y hacemos un plan acción, ¿En qué consiste esa
apreciación? Sería largo explicarlo. Hay diez hombres que hace tres meses
la están realizando; con eso sólo se imaginarán el trabajo que ello
representa. Son hombres especializados que no han hecho otra cosa en su
vida y están auxiliados por todos los organismos. Esta es una cosa seria. No
se puede hacer a ojo de buen cubero y en base a improvisaciones. Es toda
una cuestión de métodos perfectos y completos.
¿Qué debo hacer yo? Mediante esa situación, estudiar lugar por lugar. Por
ejemplo: En este pueblito de doscientos a trescientos habitantes, en el año
1946 ganábamos por cincuenta votos, y en la última elección ganamos sólo
por diez votos ¿Por qué hemos perdido cuarenta? Entonces hay que
averiguar por qué hemos perdido esos votos. Viene toda la información y
además la comprobación. Me dicen, por ejemplo, que fulano de tal, que era
un hombre influyente allí, hacía tal cosa; ahora resulta que anda medio
tibio, porque parece que le han puesto los puntos en tal parte... Entonces,
nosotros tenemos que sacarle los puntos. Doy ese ejemplo porque es el más
común.
SOLUCIONES DE DETALLE
Es decir, hay que ir accionando en cada lugar, aparte de llevar a cabo una
conducción de conjunto que contemple los acontecimientos totales. Todo
este trabajo, minuciosamente realizado, es él que estamos ejecutando en
este momento. Hecha esta apreciación, nosotros reuniremos aquí a todos
los gobernadores, a todos los delegados partidarios de cada provincia, a
84
todas las autoridades políticas, administrativas, etcétera, y entonces
haremos una minuciosa exposición de la situación y la discutiremos con
cada uno de los hombres que actúan en el lugar, que conducen
tácticamente, con los que yo no me quiero meter, porque yo no puedo
conducir la política del lugar. ¿Qué sé yo lo que pasa en la provincia de La
Rioja, por ejemplo? ¿Cómo voy a conducir yo, desde aquí, la provincia de
La Rioja? Desde aquí conduzco las catorce provincias y las diez
gobernaciones; pero el que está en La Rioja conduce esa provincia.
Con el partido pasa exactamente lo mismo. Tiene aquí un consejo superior,
que es el que conduce todo el partido; pero tiene sus delegados en toda la
República, que son los que conducen en las distintas localidades la acción
política. No puede pretender el partido conducir desde aquí cada una de las
provincias. El resuelve y toma las grandes resoluciones aun para el interior;
pero no conduce en forma directa, porque no conoce la situación. No puede
conducir lo que no conoce.
Todo este análisis que hacemos aquí es la autocrítica a nuestra propia obra
política y de gobierno. Esa autocrítica es la que permite que en rueda de
amigos nos digamos la verdad, aunque no nos guste. Hay que decirla, y
entre amigos es obligación decirla.
La verdadera colaboración no es alabar siempre, sino señalar los errores,
hablando un lenguaje claro de realidad, de verdad y de amistad. El
verdadero amigo es el que aconseja, y si es el enemigo el que habla, es
mejor que esté cerca.
Decía Alejandro, cuando uno de ellos se iba a ir enojado: "Tú te quedas
aquí. Prefiero que me critiques donde me conozcan y saben que lo que
dices no es cierto, a que me vayas a criticar donde no me conocen". Aquí
pasa lo mismo. Si son dos compañeros que se pelean entre ellos, es mejor
que se critiquen de cerca. Se trata de pasiones que es inútil pretender
quitarlas a los hombres, porque sería desvirtuarlos.
El hombre tiene sus pasiones buenas y malas; y hay que tomarlo tal cual es,
llevándolo despacio y con buena letra, como dicen los criollos. Con
ductilidad, con paciencia y con tolerancia. Entre nosotros, compañeros de
una misión común, con una doctrina común, no nos podemos ocultar la
verdad; la verdadera colaboración está en decirle al amigo: "Esto está mal".
Esa autocrítica es la que nosotros debemos propugnar. Nos reunimos y en
círculo reservado decimos todo lo que pensamos. Entre nosotros no puede
haber reservas mentales. La reserva mental es una forma de traición al
compañero y al amigo. Esto se hace de dos maneras: cuando la gente lo
hace con encono y termina a silletazos; si lo hace con sinceridad, lealtad y
bondad, termina con abrazos. Eso es lo que buscamos: que estas reuniones
85
terminen con abrazos de amigos que se han puesto de acuerdo y han
quedado liberados de reservas mentales, porque la lucha política lleva
fatalmente a eso. No son tanto los dirigentes como la gente que los rodea,
que siempre viene con cuentos.
CUENTEROS Y ADULADORES
Cuatro son las condiciones fundamentales para todos los métodos: 1º, que
sea simple, porque si es complicado no se cumple bien; 2º, que sea objetivo,
que vaya a una finalidad y que sepa lo que quiere; 3°, que tenga estabilidad
en la acción, que se lo pueda utilizar permanentemente; y 4º, que sea
perfectible, que en cada momento lo podamos perfeccionar.
Esas son las cuatro condiciones básicas de toda organización de métodos
como de sistemas. Es la base de toda la acción: simple, objetiva, estable y
perfecta.
Si cumplimos esas cuatro condiciones, nuestro método, por simple que sea,
por primario que parezca, será efectivo. Si no lo cumplimos, por ampuloso,
por grande y por científico que sea, nos llevará al fracaso.
86
En esto no hay que olvidarse de la sentencia napoleónica que es una de las
cosas más sabias que he oído atribuir a Napoleón. Preguntado por qué él
siempre vencía a los generales austriacos, se limitó a decir: "Los genérales
austriacos saben demasiadas cosas". En esto, como decía Martín Fierro, el
quid del hombre "no está en aprender muchas cosas, sino en aprender cosas
buenas".
87
CAPÍTULO IV
ORGANISMOS DE LA CONDUCCIÓN
88
Hoy vamos a conversar sobre los órganos constitutivos de la conducción.
Vale decir, el conductor, los auxiliares de la conducción, la transmisión, la
ejecución y el control de la conducción.
La conducción en sí necesita tener un desarrollo permanentemente
orgánico. Es uno de los problemas básicos de la conducción, porque es sin
duda, una actividad difícil, no sólo en la concepción, en la planificación y
en la ejecución, sino también en el control.
No se concibe una conducción sin un control. Vale decir, que no es
suficiente que yo de una disposición, que ha de cumplirse, si no compruebo
personalmente que se cumple, porque lo hombres son siempre rebeldes al
cumplimiento, unos por inercia otros por apatía y otros por mala intención.
De manera que no es suficiente decirle al hombre lo que hay que hacer,
sino que es necesario comprobar si lo hace.
Esa es la experiencia más clásica en toda clase de conducciones.
EL PUNTO DE PARTIDA
LA CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA
89
Esto sirve para, la conducción general, o sea lo que desde hoy en adelante
llamaremos la conducción estratégica, porque en la política hay también
una acción estratégica y hay acciones tácticas, porque la política es una
lucha, y donde hay una lucha hay una lucha general y hay luchas
particularizadas.
La lucha general es la estratégica y la lucha particularizada es la lucha
táctica.
¿Qué hace la estrategia en la política? Prepara las mejores condiciones
generales para obtener el éxito táctico en las acciones parciales.
Eso tomaremos en adelante, para entendernos, como definición de lo que es
la estrategia política. Estrategia política es la serie de medidas y acciones
que la conducción general establece dentro del marco total, para preparar
las mejores condiciones de la lucha táctica en los lugares donde ella se
realiza.
Y la lucha táctica, o sea la táctica política, es la acción puesta en
movimiento en los sectores de acción política para vencer en la lucha
dirigida contra los adversarios.
Es decir, en otras palabras, que quien hace la conducción general, el
conductor, tiene por misión actuar en el campo político en forma tal que
posibilite las mejores condiciones de lucha en cada lugar que ella se realice.
APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA
¿Por qué, señores, debe dividirse este campo? ¿Por qué razón no se hace
solamente la táctica y no la estratégica? Nosotros estamos acostumbrados,
en nuestra política, a confiar demasiado en la lucha táctica.
Hasta ahora se ha hecho muy poco en el orden de la lucha estratégica. Se
confiaba en la acción de los caudillos parciales.
El gobierno cometía un sinnúmero de errores en el orden político,
empezando por hacer demagogia en vez de obra de gobierno; hacía política
desde el gobierno, en lugar de realizar obra en el campo de las
satisfacciones populares, que son la base del predicamento general en
política y que los caudillos locales estaban obligados, después, a destruir de
una u otra manera.
¿Qué ayuda tenían los colaboradores locales de la acción política general?
Ninguna por parte del gobierno o del que gobernaba y conducía la política
en el campo estratégico.
En otros casos se efectúa una acción estratégica en la dirección de la
política, pero no siempre acompañada con la acción táctica, porque, eficaz
en una forma general, la conducción estratégica afloja los resortes
parciales. Entonces, allí donde no hay enemigos, los hombres se ponen a
luchar entre ellos en vez de formar un frente para realizar la lucha.
90
TIPO DE CONDUCCIÓN IDEAL
91
GOBIERNO DE CONJUNTO
Yo, que conduzco desde aquí, no estoy con nadie, ¡estoy todos! Por esa
razón no puedo estar con ningún bando ni partido.
Cuando se hacen dos bandos peronistas, yo hago el "Padre Eterno": los
tengo que arreglar a los dos.
Yo no puedo meterme a favor de uno o del otro, aunque alguien tenga la
razón.
A mí solamente me interesa que no se dividan.
No puedo darle la razón a ninguno de los dos, aunque vea que,
evidentemente, alguno de los dos la tiene.
Eso sería embanderarme, y si yo me embandero, el arreglo se hace más
dificultoso.
Más bien los llamo, converso con ellos y les digo: "Déjense de cuestiones:
¡qué van a seguir discutiendo!; pónganse de acuerdo y arreglen el
conflicto". Y cuando nos arreglamos y nos ponemos de acuerdo, no hay
problema entre nosotros que no se pueda solucionar.
Por eso, en mi función de conductor superior, si me embanderase pasaría a
meterme en la conducción táctica del lugar, donde, no es mi esfera de
acción. Perjudicaría los intereses locales, abandonaría el problema,
intervendría en lo que no es objeto de mi conducción, y al abstraerme en
ese programa, abandonaría la conducción de conjunto y estaría mal
conducido lo estratégico y mal conducido lo táctico. Y ésa no es la función
del que conduce desde arriba.
92
LA LÍNEA DIVISORIA
Por esa razón he hecho esta disertación, para explicar dónde está la línea
divisoria entre la conducción táctica y la conducción estratégica.
No hay una línea divisoria; hay un sentido común que dice hasta dónde
llega uno en su actividad y una prudencia que anuncia dónde debe
detenerse antes de invadir la jurisdicción de los demás, pero sobre todo eso
hay un espíritu de amistad, de correligionario, de partidario, de doctrina,
que le dice a uno que cualquiera sea la esfera de acción donde actúe, si lo
hace con buena voluntad y para ayudar, está bien, y si lo hace con mala fe,
con mala voluntad, para entorpecer o para producir fricción, está fuera de
su acción y de su misión.
Con buena fe y con buena voluntad, en todas partes; con mala fe y mala
voluntad, en ninguna parte resultará eficaz.
Si todos actuamos dentro de esta esfera de acción que nos fija la propia
función, nosotros no podremos interferir nunca, molestar o crear problemas
inexistentes.
Ya en nuestro país se han producido. La intención de formar una liga de
gobernadores se produjo.
En nuestro movimiento, todos esos que han actuado con antigua
concepción han producido factores disociantes y de molestias en la
conducción.
93
Hoy, afortunadamente, ya se ha delimitado perfectamente bien. No se ha
terminado con las interferencias; pero, sin embargo lo vamos realizando
orgánicamente bien.
Cada provincia, con su gobierno y su representante del Partido Peronista en
el Consejo Superior, con sus autoridades partidarias dentro de cada una de
ellas, con amable comprensión conducción parcial, va desenvolviéndose
perfectamente bien.
Cuando hay alguna pequeña cosa, nos reunimos, hablamos nos ponemos de
acuerdo.
Sobre todo, viviendo la verdad y no teniendo reservas mentales, no hay
problemas, para nosotros, que no podamos arreglar.
Cuando se produce algún pequeño roce, yo pongo especial atención y en
seguida llamo a las partes y les digo: "A ver ¿qué pasa? Vamos a estudiar".
Estudiamos y arreglamos el roce y restañamos lo que pueda haber. No dejo
profundizar. Hay que estar atento cuando se produce la rasgadura, para que
después no se haga la grieta. Cuando se produce la rasgadura voy y pongo
un poco de mezcla, fratacho y... ¡listo!
94
Y, sobre todo, en esta clase de conducción superior es conveniente estar
acorazado con la condescendencia y sobre todo con la transigencia.
JUEGO DE TRANSIGENCIAS
LA DISCIPLINA POLÍTICA
95
Es una disciplina consciente, como lo es también la militar, pero sin
rigidez; porque el militar está allí en un servicio; si es soldado, obligatorio,
y si es jefe u oficial, en su profesión, de la cual él ha hecho fe para
cumplirla y ha jurado realizarla con honor, disciplina y dignidad.
De manera que cuando recibe una orden, buena o mala, está obligado a
cumplirla, porque está en su servicio, en su obligación; pero al político si le
dan una orden que no le gusta, manda al diablo al conductor y no la
cumple.
Es decir, que hay un grado y una forma totalmente distintos de disciplina.
Es una disciplina de corazón, basada en la comprensión y en la persuasión,
no en las órdenes ni en las obligaciones.
Los hombres que actúan en política deben ser siempre manejados con
persuasión.
Nadie puede actuar si no va convencido de que lo que va a hacer es bueno,
lo comparte y lo quiere realizar.
Indudablemente que en esta clase de conducción hay que tener una gran
intuición para conocer a los hombres. En política, a los hombres hay que
ayudarlos a ir adelante, cuando lo merecen. El que no tiene condiciones y
puede ser peligroso para el propio Movimiento, ¡a ése hay que anularlo! En
política no se puede herir. Nunca hay que largar a uno con una "pata rota",
porque ¡hay que ver el mal que hace!
En política no se hiere: se mata o no se hace nada. Esas son imposiciones
del medio en que uno actúa en esa clase de conducción.
Indudablemente que realizada la conducción dentro de las esferas de acción
a que me he referido, en lo grande y en lo particular, o en lo estratégico y
en lo táctico, dentro de lo perfectamente orgánicas, y cumpliendo cada uno
su función, conscientemente, en la realización de esa conducción, puede
llegar adquirir un alto grado de perfectibilidad.
Para lograr esta perfectibilidad influye, más que nada, la educación de los
tres elementos fundamentales de la conducción; conductor superior, los
cuadros auxiliares de la conducción y la masa.
Claro que ese ideal no se alcanza en dos ni en cinco ni veinte años; son
necesarios cincuenta años de trabajo para "educar al soberano", como
decían antes.
Cuando nosotros decimos que hay que educar al ciudadano, nos ponemos a
educarlo. Antes, de acuerdo con las formas de conducción política, les
96
convenía más bien que "el soberano" estuviera muy educado, que no
tuviese mucha conciencia de derechos ni de sus prerrogativas.
Señores: yo me extendí un poco en esto porque quería dar una idea general
sobre los dos grandes aspectos de la conducción. Por ejemplo, para
particularizar y terminar este tema debo decirles que cuando tomé la
dirección de la conducción, recién tuvimos nosotros algunas fuerzas
orgánicas.
En 1945, cuando se preparó la elección del 24 de febrero vinieron a decir
que no teníamos fuerzas organizadas, que cómo íbamos a hacer nosotros
frente a esos partidos que hacía tantos años que estaban organizados, que
gastaban mucho en su propaganda, que tenían todos sus comités instalados,
que gastaban millones en movilizar a sus hombres, y que nosotros no
teníamos ni partido, ni comité, ni dinero, ni propaganda, sino la que hacían
los descamisados con carbón en la calle.
Para mí, la elección es un acto cuantitativo. Son votos que se meten dentro
de las urnas, y para meter votos dentro de las urnas, los hombres que
comparten mis ideas y las de todos los que pensamos así ¿necesitamos estar
organizados? Lo que necesitamos es gente que vote, y para eso no es
necesario organizar.
Es cuestión de llamar a la gente para que vote. Y sí nosotros hemos
persuadido al pueblo argentino de que tenemos razón, ¿para qué vamos a
tener comités?
Efectivamente, los hechos me dieron la razón en las elecciones, pues con lo
poco que pudimos hacer nosotros orgánicamente se recuperó todo lo
previsto.
¡Qué iba a conducir una masa como la que tenía el Peronismo, total y
absolutamente inorgánica! ¿Qué conducción política podíamos hacer?
Para conducir hay que tener una masa organizada, hay que tener comandos
organizados y hay que tener un comando superior, también organizado, que
pueda actuar. Si no se cuenta con eso, es mejor callarse la boca y no
conducir; hay que dejar que todo se conduzca solo, sobre todo en la
elección, que es un acto cuantitativo.
Los hechos me dieron la razón en estos problemas, a pesar de que no
teníamos nada.
97
NO HAY NADA DECISIVO
De manera que, bien apreciada, ésa debe ser una pauta que nos presenta la
clase de conducción y el valor de la conducción en cada uno de los actos
políticos en que actuamos nosotros, considerando como actos políticos el
gobierno y la lucha comicial.
En este sentido la conducción tiene aspectos sumamente diversificados, a
muchos de los cuales uno les asigna coeficientes exagerados.
Algunos giran alrededor de puntos fijos y dicen: "Vea, el que nosotros
tengamos a tales hombres en el Movimiento es decisivo para él".
Otros dicen: "Es decisivo que hagamos tal cosa en tal parte". En política no
hay nada que por sí sea decisivo.
Lo decisivo es que aunemos todos los coeficientes de acción efectiva y los
conduzcamos bien.
Eso es lo único que la conducción puede hacer dentro de la política.
Los demás son resortes de otra naturaleza, administrativos o de gobierno,
pero no de la política.
Y esto divide el otro sector en que actúa la política: el gobierno por un lado
y la política por otro. Ni los del gobierno haciendo la política ni los de la
política haciendo el gobierno.
Este es otro de los factores fundamentales de la conducción: no embarullar
los tópicos, cada uno en su función. Y nada de cada uno fuera de su
función, ni en la del vecino.
Por esa razón, al establecer nosotros las bases para la conducción, debemos
fijar claramente esos cuatro aspectos.
El que conduce la política actúa en lo estratégico y en lo táctico. El que
gobierna, por un lado, y el que conduce la política, por otro.
Por eso, mientras he estado en el gobierno no he querido tomar la dirección
de la política y he creado el Consejo Superior Peronista, que es quien
conduce.
Nadie podrá decir que estando yo en el gobierno he dicho: "Quiero que
fulano de tal sea tal cosa".
¡No! A mí me vienen a preguntar —y me lo preguntan todos los días—:
"¿Quién es su candidato?"
Yo, invariablemente, contesto lo mismo: "El que elija el pueblo. Ese es mi
candidato."
Flaco servicio haría si yo me pusiera a digitar quiénes han de ser los
hombres que deben actuar en cada parte.
Empezaría por demostrar que faltaba a la verdad cuando decía que cada
peronista lleva el bastón de mariscal en su mochila.
98
Será el pueblo quien los elija, si tienen las condiciones morales necesarias
para actuar en la función pública.
99
LA CAPACITACIÓN INTEGRAL
Nosotros hemos creado una organización que permite que la política esté
conducida de acuerdo con el gobierno, porque no podemos dividirla en
forma absoluta, ya que el gobierno es parte de esa política y la política es
parte de ese gobierno; pero cada uno en lo suyo.
Cada uno en su conducción y todos de acuerdo.
Claro está que esto es más fácil decirlo que hacerlo. Pero con la práctica y
el respeto de esas grandes directivas llegaremos a ejecutarlas
mecánicamente, sin que nadie imagine siquiera que se puede hacer lo que
no debe.
Si cada uno entra en esta acción, con la prédica de unos cuantos años —por
ejemplo veinte—, tendremos educada a la masa, a los dirigentes y a los
conductores.
LA RESPONSABILIDAD DE LA CONDUCCIÓN
Esa acción directa e indirecta del conductor, su ejemplo, sus virtudes, sus
defectos, sus métodos, sus sistemas, trascienden todos hasta el último
escalón de la masa.
"De tal palo tal astilla".
Como él sea, será la masa.
Sus virtudes las cosechará en los hechos y sus defectos los sufrirá también
en los propios hechos. Esto es sumamente importante.
Por eso, uno debe tratar, aunque no sea nada, de serlo todo, si tiene la
responsabilidad de la conducción.
100
Es más comprensible, más fácil y todo se sistematiza mejor cuando hay una
alta comprensión y ésta viene con la elevación del nivel cultural.
De ahí que yo crea que el peronismo tiene una función esencial que realizar
dentro del pueblo argentino: ir elevando la cultura política, la cultura cívica
del pueblo.
Sin eso estaremos siempre expuestos a que nos saquen la masa,
engañándola; pero si le enseñamos a la masa a discernir por sí, a apreciar
por sí, a comprender por sí, entonces estamos seguros de que no la volverán
a engañar nunca más.
Y no engañada, no podrá irse con los que tienen la mala intención, sino que
irá con los que tienen la buena intención.
Eso será a la vez el reaseguro del peronismo, para que nunca estemos
tentados de tener una mala intención, para que seamos siempre
instrumentos del pueblo y no lleguemos jamás a hacer del pueblo un
instrumento nuestro.
Por esa razón, al hablar del conductor es necesario decir que forma sus
fuerzas, las organiza, las instruye, las prepara y las conduce.
De lo contrario, no es conductor.
Cada conductor crea su instrumento, como cualquiera que debe realizar
un trabajo.
Nadie lo puede hacer en su lugar, de manera que él tenga algo que
agradecer.
Si no lo hace él personalmente, con sacrificio de todos los días, con la
prédica constante y permanente, con el ejemplo, si él no se empeña con
todas sus fuerzas y con toda su vida —y la vida de un hombre es demasiado
corta para hacerlo todo— no podrá conducir bien.
Por esa razón, creo —y lo he sostenido siempre— que el genio es trabajo.
Nada puede realizarse por inspiración de nada, sino por la prédica
constante y permanente, por la continuidad extraordinaria; del esfuerzo.
Solamente así se podrán vencer las malas inclinaciones, a las cuales es
siempre más propensa la gente, que a las buenas.
De manera que todo eso está sobre los hombros de uno. Es necesario ir
arbitrando los medios para realizarlo, pensando que a los pueblos no se les
puede dar eso por bolsas; hay también dosificación.
No es suficiente con que el pueblo engulla; es necesario que asimile, y hay
que hacerlo de manera que el pueblo asimile.
101
No hay que hacerlo en la medida de lo que uno puede decir o enseñar, sino
en la medida en que el pueblo aprende, dándole suficiente para que asimile.
No mucho; poco pero bueno.
Esta prédica de la doctrina, desarrollada paulatinamente, ha de ser
convenientemente dosificada.
Nosotros podemos estar contentos con los resultados que, hemos obtenido
con nuestra prédica. ¡Hasta nuestros propios adversarios están hablando
en peronista desde sus propias tribunas!
Quiere decir que nuestra doctrina no sólo ha entrado en los peronistas, sino
también en los contrarios.
102
Todos saben, tanto como yo, cuántos hombres hemos tenido que sacar de
los que actuaron en los primeros tiempos, porque sus valores morales no
estaban a la altura de sus ambiciones o de sus deseos.
103
LA DESCOMPOSICIÓN EMPIEZA POR LA CABEZA
Los partidos políticos mueren así, porque ya he dicho muchas veces que los
pescados y las instituciones se descomponen primero por la cabeza.
El día en que nos descompusiéramos nosotros, no tardaría mucho en
descomponerse todo el Movimiento, disolverse y dispersarse.
Así mueren las instituciones.
Por esa razón creo que es una responsabilidad la que adquirimos los que
tomamos los puestos directivos.
Siempre que veo una orquesta, miro al que dirige y pienso: "Preferiría estar
tocando allí un instrumento y no ser el director que tiene que vigilar a los
que tocan y debe tener una capacidad superior". Es más cómodo tocar y
hacer lo que le indican.
En esto de la conducción es lo mismo.
Cuando uno conduce con verdadera pasión, lealtad y sinceridad, es mucho
más difícil el puesto del que dirige que el puesto del que ejecuta, y es para
eso que debemos formar y preparar, nuestros hombres.
LA CONDUCCIÓN EN GRANDE
104
EL PROPIO CONVENCIMIENTO
105
Una de las cosas más comunes en la conducción política es que el que
conduce en el lugar cree que el mundo gira alrededor del pueblo que dirige,
y entonces no hay problema que él no subordine a la acción política que
desarrolla allá en el pueblito.
Cuando viene alguna cosa, la resuelve por su cuenta.
No es ése el procedimiento.
El debe subordinar el pueblito a la República, porque el pueblito está en la
República y no la República en el Pueblito.
El que hace una conducción de su pueblito, departamento, provincia o
territorio ha de pensar siempre que va a resolver alguna cuestión de la lucha
política, y ha de pensar, también, si eso que él hace favorece a la acción de
conjunto o no la favorece, en cuyo caso, si no está seguro, lo mejor es
consultar a la acción de conjunto, y allí le dirán si conviene o no conviene,
porque ellos están más en la acción de conjunto.
106
transmitirlo". "Transmítelo", le dicen al secretario. Éste dice a otro:
"Transmítelo".
Pasa el tiempo y la noticia, la orden o la directiva llega a algunas partes y a
otras no llega.
A algunas partes llega al día siguiente, a otras al año siguiente; a algunas
partes llega completa, e incompleta a las otras.
Esto es algo que tiene un valor importantísimo, aunque nos parezca que no.
Que todo el mundo esté igual y oportunamente informado, después de la
unidad de concepción, es lo único que asegura la unidad de acción.
De nada vale que nosotros lo pensemos si no lo hacemos pensar a todos
los demás que deben actuar.
De manera que esto, que parece una cosa secundaria, es fundamental.
Hay que organizar un sistema de transmisiones permanentes y completo
para que las noticias, informaciones, disposiciones, directivas y órdenes
lleguen oportunamente y a todas partes, porque si no la aplanadora no se
forma.
Esa aplanadora —de que tanto hemos hablado— no marcha, no funciona.
Este defecto lo he observado mucho en nuestro trabajo, y es muy común.
Yo recuerdo siempre a los radicales, y menciono esto como un caso de
eficacia de las medidas que se toman contra la acción del adversario.
Siempre, con los radicales amigos míos, he criticado una cosa: "A ustedes
los engañaban en la provincia de Buenos Aires, y con el fraude les ganaban
la elección. Ustedes se reunían en el comité, lanzaban un manifiesto y se
quedaban tan tranquilos por cuatro años", y la masa también se
conformaba.
LEVANTAR AL PUEBLO
Hay que hacer una cosa, hay que levantar al Pueblo. ¡Que manifiesto ni qué
ocho cuartos! Una orden: levantar al Pueblo. Frente al fraude se
reacciona de una sola manera. Hay que tener todo bien conectado y a la
voz de "ahora" se levanta todo mundo, le queman los comicios, le matan
los fiscales, cualquier cosa. Es la única forma de combatir el fraude. ¡Pero
con manifiestos...!
Indudablemente que para hacer una cosa así es necesario tener la
conducción y todo un sistema de acción establecido, de transmisión, para
que llegue y se conecte en un todo, y accione todo el mundo junto.
La acción de conjunto es extraordinaria.
Ya vamos a hablar, cuando tratemos de los principios de la conducción, de
la acción de masa, que es la base en política.
107
HAY QUE SER FUERTE EN UN LUGAR Y EN UN MOMENTO
LA ACCIÓN DE MASA
Esa acción de masa destruye cualquier cosa. Recuerdo que una vez, cuando
estaba en la Secretaría de Trabajo, en 1944, que salían a la calle la
F.U.B.A. y la U.D., yo estaba metido adentro, pero tenía todos los obreros
atrás y les decía: "De casa al trabajo y del trabajo a casa".
Venían y me decían todos los días: "Nos están ganando la calle y no hay
que dejársela ganar".
Yo contestaba: "Y bueno, ¿para qué quieren la calle?; dejémosles que
tengan la calle".
"Que hacen manifestaciones, que insultan a la gente, que nos pegan cuando
nos encuentran aislados, que matan vigilantes", me decían.
"Paciencia —contestaba—, somos una víctima más de los políticos".
LA ECONOMÍA DE LA FUERZA
108
LOS VERDADEROS PRINCIPIOS DE LA CONDUCCIÓN
109
HAY QUE CONOCER LA SITUACIÓN
110
NECESIDAD DE CONTROL
Señores: por hoy yo doy por terminada esta clase con la que he cerrado los
capítulos preliminares de la conducción y desde la próxima clase deseo
entrar directamente en la conducción.
Todo lo que hemos hablado, como prolegómeno de la conducción, es muy
importante, pero la médula misma de toda la parte de la conducción la
comenzaremos a tratar en la próxima clase hablando del conductor como la
parte vital del arte de la conducción, sus condiciones morales, intelectuales
y partidarias.
Haré una rápida recopilación de lo que yo creo que debe ser el conductor,
para después entrar inmediatamente a lo referente a la parte inerte del arte.
EL ARTE Y LA TEORÍA
El arte está compuesto siempre de una parte vital, que es el artista; de una
parte inerte, que es la teoría del arte.
111
Lo primero que quiero presentar es lo que considero que constituye el
artista en la conducción.
Como en todas las artes, la conducción no escapa a las reglas generales.
Quiero presentar al conductor como considero que debe ser: cuáles son sus
valores y cualidades, para después considerar directamente la teoría del
arte, analizando una serie de principios que lo caracterizan.
Nadie puede decir cuáles son los principios del arte de la conducción, ni
tampoco nadie se ha animado a decirlo. Unos han dicho mucho y otros
poco.
Que existen principios, es indiscutible, porque si no existieran, la
conducción no sería un arte. Y es arte y tiene principios, porque de lo
contrario no sería arte.
Cristalizando unos cuantos principios, y analizándolos, nos iremos
metiendo suavemente, como un tornillo, dentro del arte mismo, pensando
que de nada vale la teoría si no se tiene un poco de artista.
Lo que la teoría puede dar es una técnica, y eso no es solamente técnica.
La teoría sirve al arte, pero si no hay un artista se hará una obra perfecta,
pero sin vida. La inspiración es del artista. En esto todos tienen un poco de
artista, según la cantidad de gotas de óleo sagrado de Samuel que Dios ha
puesto en cada uno.
Unos lo hacen con acierto y otros con menos acierto, porque de artista y de
loco, como dicen, todos tenemos un poco.
Todo el mundo tiene, en esto, un poco de artista. Pero eso se perfecciona
extraordinariamente por el método.
Los antiguos decían que al arte se llega por dos caminos por el genio o por
el método. Los que no tengamos la suerte haber recibido mucho óleo
sagrado, por lo menos tengamos la perseverancia de persistir en el método
para arrimarnos al arte.
Por otra parte, la conducción no requiere solamente genios; necesita
hombres medianos y de trabajo, que muchas veces son más eficaces.
La inspiración puede dar una solución, en algunas circunstancias; no hay
que caer en la escuela que estuvo en boga en 1800 que decía que el arte es
solamente para los que nacen artistas y que los que no nacen artistas ¡para
qué se van a dedicar al arte! ¡Se nace o no!
112
SUELE SER CUESTIÓN DE GUSTOS
113
LA PROPIA EXPERIENCIA
114
CAPÍTULO V
EL CONDUCTOR
I. — SECRETOS DE LA CONDUCCIÓN
Creo que todavía no existe una ciencia que capacite al hombre para realizar
esa clase de trabajos.
La ciencia, en general, difiere del arte y se rige por leyes, las cuales
establecen qué a los mismos efectos corresponden las mismas causas.
El arte, en cambio, es una cosa distinta; no tiene reglas fijas ni leyes, sino
que se rige por principios, grandes principios que se enuncian en una
misma forma, pero que se aplican de infinitos modos y maneras. Vale decir
que nada nos da la posesión de un arte, de un principio como cierto, sino
mediante la transformación que el criterio y la capacidad del conductor
hace en su aplicación en cada caso concreto, porque las mismas causas en
la conducción no producen los mismos efectos.
115
LA HABILIDAD DEL CONDUCTOR
116
hombre es la creación. Tenemos mucho hecho en el mundo, pero no mucho
creado. La tarea del conductor es crear, crear siempre, estar siempre
predispuesto a crear.
Al dividir el arte de la conducción deben tenerse en cuenta dos partes
fundamentales: la parte vital del arte, que es el conductor, el artista, y la
parte inerte, que comprende toda la teoría del arte y su técnica.
Esta teoría del arte y su técnica puede ser aprendida por cualquiera, y, en
consecuencia, cualquiera puede llegar a poseer los secretos de la
conducción.
117
CONCEPTO DE LA UNIVERSALIDAD
118
DE LA SITUACIÓN AL OBJETIVO
119
UN CONSTRUCTOR DE ÉXITOS
120
sistemas, la rutina y las recetas. Es decir, que en esto no hay que copiar,
hay que crear, porque el arte es creación.
Nadie se ha hecho famoso copiando cuadros o esculturas, ni tampoco
copiando ejemplos, porque algunas veces se copian también los malos
ejemplos.
Es cuestión de discernimiento de cada individuo; pero lo importante es que
cuando se quiere realizar una obra de este orden que tenga algún valor,
haya creación.
En consecuencia, hay que poner en juego el criterio, no la memoria, los
modelos, las recetas, ni los sistemas. Para esto no hay sistemas.
La convicción es uno de los aspectos de la vida imposibles de sistematizar;
no puede haber sistematización. Esa es la enseñanza que surge de la teoría
de la construcción de los éxitos.
Por otra parte, es necesario pensar que lo que el conductor enfrenta es una
situación concreta y que lo que necesita es una solución, que no encontrará
en ninguno de los ejemplos de la historia, ni sacará explícitamente de
ninguno de los principios de la teoría del arte.
Los principios de la teoría del arte han surgido de las grandes obras
maestras de la conducción política. De manera que, siendo principios
empíricos, no los podremos fabricar nosotros, sino que surgen de los
hechos.
Por eso la conducción no es una técnica, sino un arte, y de allí que el
conductor no es un técnico, sino un artista.
El artista que debe crear tiene ante sí un caso concreto; le encargan la obra,
tiene los materiales, todo lo necesario. Él debe darle vida; ésa es la solución
que buscará si es escultor o pintor. Si es conductor, le dan un desorden
tremendo y tiene que arreglarlo para ir adelante.
Le entregan una Argentina capitalista, sin justicia social, sin soberanía
política y sin independencia económica, y tiene que solucionar todos los
problemas.
No es que yo quiera citar un ejemplo nuestro, pero sí quiero dar el ejemplo
real.
Hay que darse cuenta de los inconvenientes con que se tropieza en la
realización de una obra de conducción, los malos ratos que hay que pasar,
las amenazas, las noches y los días tristes; pero al final se llega a una
solución y entonces la satisfacción compensa todos los malestares.
121
LA EXPERIENCIA PROPIA ES DIFÍCIL
Pero, aunque parezca una "verdad de Perogrullo", una de las cosas más
importantes para el conductor es que tenga presente que quien debe
conducir los acontecimientos es él. Y que no debe ser conducido jamás por
los acontecimientos.
Esa es una de las condiciones fundamentales del conductor. Que sea
conductor; que él conduzca los acontecimientos, y que no sean los
acontecimientos los que lo conduzcan a él. Primera cuestión. Y segunda,
que debe saber siempre lo que quiere.
Debe conocer siempre cuál es el objetivo sobre el cual marcha.
Estas dos cosas parecen asimismo dos "verdades de Perogrullo", porque
conducir, lógicamente, presupone que sea uno el que origina, desencadena
y realiza los acontecimientos, y no que sea él el juguete de esos sucesos.
También hay que saber lo que se quiere, cuál es el objetivo por el que
conduce.
Yo les diría a ustedes que en la historia son muchos más los conductores
que han sido conducidos por los acontecimientos y que no sabían qué era lo
que querían, o cuál era su objetivo, que los que han conducido y los que
han tenido claro el objetivo y la finalidad por la que luchaban. Es una cosa
extraordinaria, pero es así. Es exactamente como yo les digo.
Otra de las cuestiones que el conductor no debe jamás olvidar es que todos
sus hechos tienen factores determinantes y factores secundarios.
Generalmente, como le pasó a Don Quijote, muchos de los hombres
luchan, dirigen la acción contra los molinos de viento y se olvidan de sus
122
enemigos. Es decir, son atraídos a esos objetivos secundarios donde gastan
toda su energía y su tiempo, mientras ven desfilar los objetivos principales
sin apoderarse de ellos y encaminarlos a su voluntad.
Vale decir que en todas las acciones de la política hay factores
determinantes o principales y factores secundarios. El secreto está en
abarcarlos bien, comprenderlos bien y dominar los fundamentales, dejando
libres los secundarios que no tienen mucha importancia; o, cuando mucho,
atendiendo los objetivos fundamentales con los medios fundamentales o
principales, y atendiendo los secundarios sólo con fuerzas y con medios de
segundo orden.
123
CUALIDADES INDISPENSABLES DEL CONDUCTOR
CONDUCIR ES ACTUAR
El arte tiene un sentido vital que no puede reemplazarse con la técnica. Por
eso digo que no son en realidad los conocimientos ni la extraordinaria
erudición los que dan la capacidad.
Conducir es actuar, es crear.
Lo único que la técnica enseña es un sistema, pero no enseña los medios de
realizarlo. Eso está en cada individuo o no está.
Por eso digo que no presupone un perito en ciencias políticas y sociales un
buen conductor político.
Tenemos tantos formados por nuestras facultades y, sin embargo, no he
visto ninguno que se haya destacado en el orden de la conducción política.
La conducción política necesita, para triunfar en este orden de cosas y en
primer término, un conductor. Pero un conductor, en la política, no ha de
ser sólo eso; tiene que ser un maestro, porque su acción no es solamente
conducir, sino que es, primeramente, enseñar, luego formar; organizar
después, y, por último, recién conducir.
124
LO PRIMERO, FORJAR EL PROPIO INSTRUMENTO
LUCHADORES DE MONTONERA
Por esa razón, él debe ser también el conductor de pueblos, tiene que ser,
además de un hombre que conduzca, un hombre que sepa enseñar, que sepa
formar al pueblo, que sepa organizarlo y que sepa, finalmente, conducirlo.
Por eso creo que los conductores de la política, en la Argentina, han sido
muy pocos.
¿Por qué pienso así?
Porque hemos llegado hasta esta altura y vemos que el pueblo argentino no
está todavía ni formado, ni instruido, ni organizado para posibilitar esa
conducción.
Nosotros hemos tenido caudillos, no hemos tenido conductores. Si
hubiéramos tenido conductores, el pueblo ya estaría educado, formado,
organizado, y sería fácil conducirlo. Por eso no lo podemos conducir ahora
con un sentido técnico. Somos capaces, de hacer una diablura o una acción
popular, pero no somos capaces de construir una obra perfecta a través de
los años.
Es decir, somos luchadores de montonera; no somos luchadores
constructivos de una organización permanente.
Por eso tenemos todavía el sentido gregario y no el sentido técnico de la
conducción.
¿Para qué es ese sentido técnico? Para dar continuidad a las obras y a la
existencia misma de la organización y de la conducción dentro del país. Sin
esa educación el pueblo no irá muy lejos; cambiará de caudillo, pero no
hará nada permanente.
Si los hombres de la conducción no fueran capaces de organizar una acción
permanente dentro del pueblo, no serían conductores, serían caudillos.
EL CONDUCTOR Y EL CAUDILLO
125
aprovecha la organización. El caudillo no educa, más bien pervierte; el
conductor educa, enseña y forma.
Es decir, son maneras diametralmente opuestas en la acción política, en mi
concepto. Si un conductor, después de haber manejado un pueblo, no deja
nada permanente, no ha sido conductor, ha sido un caudillo. Esa es la
diferencia que yo establezco; no sé si estaré equivocado. Lo que sí puedo
decir es que los partidos políticos triunfan o son destruidos por sus
conductores.
Cuando un partido político se viene abajo, no es el partido político quien
tiene la culpa, sino el conductor; en el último análisis, el culpable es
siempre el conductor.
Algún error habrá cometido, o quizás muchos errores, ya que salvar al
partido es su función, porque es su causa.
Pero el conductor, cuando sucumbe su causa, también sucumbe él; y
generalmente, la fuerza que lo acompaña, con él, sistemáticamente.
126
EL CONDUCTOR PERFECTO
Napoleón definía así al genio: representando los valores morales por las
coordenadas verticales y los valores intelectuales por la base, el genio es
aquel que tiene base igual a su coordenada; es decir, un hombre que tiene
repartidos muy armoniosamente sus valores morales y sus valores
intelectuales, o sea que es capaz de concebir bien y que tiene la fuerza
suficiente para ejecutar bien.
Esa era la definición que Napoleón daba del hombre perfecto para la
conducción.
El conductor necesita tener valores espirituales, vale decir, morales, y
también necesita tener valores intelectuales, como capacidad, criterio,
método, espíritu creador; en fin, un sinnúmero de condiciones que voy a
tratar de enumerar a continuación.
127
FE Y OPTIMISMO
EL DEBER DE VENCER
128
Por eso el conductor es, por sobre todas las demás cosas, un luchador.
Por inteligente, sabio y bueno que sea, si no lucha para alcanzar lo que se
propone, no llegará nunca a ser un conductor.
ESPÍRITU DE SACRIFICIO
Por esa razón son dos las condiciones fundamentales del conductor: su
humildad para hacerse perdonar por los demás lo que no hace por ellos; y
su desprendimiento, para no verse nunca tentado a trabajar para sí.
Estas condiciones, que parece que no tuvieran importancia, la tienen —y
extraordinaria—en el conductor político.
No ocurre lo mismo en un conductor militar, para quien son secundarias.
En el conductor político esto es quizá lo más fundamental.
Es natural que para esto también se necesite una alta dosis de espíritu de
sacrificio, porque en esto se es siempre protector, nunca protegido.
Por lo tanto, puesto en la tarea de hacer por los demás y proteger a los
demás, uno tiene que soportar también los golpes que vienen dirigidos a los
demás, con estoicismo y resignación.
A eso llamo yo espíritu de sacrificio.
EL ARTE DE CONVIVIR
129
Pero debe ser alta y profundamente transigente en los medios de realizarla,
para que todos, por su propio camino, puedan recorrer el camino que les
pertenece.
Ese proceder del conductor es lo que va deshaciendo paulatinamente su
pedestal.
El conductor político nunca manda; cuando mucho, aconseja; es lo más que
se puede permitir.
Pero debe tener el método o el sistema necesario para que los demás hagan
lo que él quiera, sin que tenga que decirlo.
130
De manera que el conductor debe comprender claramente que su justicia es
la base de las buenas relaciones, del respeto que por él tengan y de la
aglutinación natural de la masa que conduce.
Sin este sentido innato de la justicia, nadie puede conducir.
Si el conductor debe ser también un maestro, debe enseñar; y debe enseñar
por el mejor camino, que es el del ejemplo.
No delinquiendo él, no formará delincuentes.
Porque, en la conducción, de tal palo ha de salir tal astilla.
HACERSE SEGUIR
Por esa razón, el conductor, que debe ser un luchador, no lucha nunca en
forma personal.
131
El lucha por una causa.
Por eso, cuando algo anda mal, él no se debe ofender personalmente.
El debe mirar, desapasionada, inteligentemente, cómo corregir el error en
beneficio de la causa que persigue.
Cuando algunos políticos reaccionan violentamente y luchan entre sí, no
están trabajando por la causa de todos: están trabajando por la causa de
ellos.
Porque, nadie que conduzca debe olvidarse de que él es un luchador de una
causa, no de su persona; y cuando alguno de los correligionarios equivoca
el camino, puede hacerlo con buenas o con malas intenciones.
Otra de las condiciones que el conductor debe tener es estar siempre lejos
de la pasión.
132
La pasión es, generalmente, producto de un sectarismo.
Cuando el hombre que conduce toda la política se sectariza, pierde la mitad
de las armas que tiene para defenderse.
En segundo, lugar, cuando obedece a su pasión, abandona la conducción de
todos, para dirigirse a un sector que es el que lo apasiona.
Ese no es un conductor.
El conductor debe ser un hombre frío, sin pasiones, y, si las tiene, ha de
dominarlas y no dejarlas ver nunca.
Esa es una cualidad muy peligrosa en la conducción.
Es necesario que mire con lente planar, que vea todo el panorama, que no
se deje nunca atraer hacia una parte de ese panorama haciéndole abandonar
el conjunto, porque entonces conducirá a una pequeña parte, abandonando
la conducción del conjunto, que es lo que importa e interesa.
Por esa razón, el pasionismo, como el sectarismo, son fatales en política.
¿Por qué razón ha sucumbido el Partido Socialista?
Por su sectarismo.
¿Por qué va a sucumbir el comunismo?
Por su sectarismo.
¿Por qué va a sucumbir el nacionalismo?
Por su sectarismo.
¿Qué es un sectario?
Yo siempre combino esto y lo explico con cosas de mi oficio, que son las
que más conozco.
133
No podría pelear con su enemigo nada más que a cuarenta kilómetros de
distancia.
Cuando se juntaran, ¿qué iba a hacer?
134
ES MÁS DIFÍCIL HACER QUE DECIR
Para no extender más esta conversación, quiero decir dos palabras sobre los
valores intelectuales del conductor.
En primer lugar, el conductor ha de conocer su oficio, que es sumamente
difícil, porque no solamente ha de conocer las formas de acción, sino que
135
también debe tener en evidencia permanente los valores que ponen en
movimiento esas formas de acción.
El conocimiento del oficio es indispensable para el conductor, porque él no
ha de ser un conductor inconsciente, sino que en todo momento ha de ser
un conductor consciente.
El debe ser moral, porque lo es, pero también ha de ser moral porque se
controla en todo momento para poderlo ser.
El ha de ser un hombre capacitado, porque si no puede hacer equivocar a
los demás; pero debe conocer hasta el último detalle de su propio oficio de
la conducción, para hacerlo conscientemente, porque lo mismo es
equivocar a los demás a conciencia que inconscientemente.
En esto hay también dos clases de hombres: hay un hombre que está
acostumbrado y le gusta andar por entre las cosas que los otros han creado.
Y hay hombres a los que no les gusta eso, que les gusta crear las cosas por
entre las que quieren andar.
Los conductores tienen esta segunda característica: nunca son hombres que
andan por caminos trillados. Ellos tienen la fiebre de crear.
Por eso un conductor es maravilloso para crear, pero peligroso para
estabilizar, porque tiene fiebre de la creación, y en las creaciones de los
hombres es necesario pensar que hay un alto grado de importancia en la
perfectibilidad que presupone la creación permanente, pero que también
hay un grado importante en la estabilidad, porque estar empezando siempre
no es cosa de cuerdos.
LA CREACIÓN Y LA ESTABILIZACIÓN
136
LA TÉCNICA DEL CONDUCTOR
Debe poseer una técnica inteligente, y digo una técnica inteligente porque
ésta, objetivamente apreciada, se divide, para mí, en dos: hay una técnica
que llega a cierto punto y se esquematiza, se hace rutinaria y realiza
siempre lo mismo.
La técnica del conductor ha de ser una técnica inteligente, una técnica en
permanente evolución porque la humanidad, de la cual él conduce una
parte, está en permanente evolución.
Si él se estabiliza, se queda atrás.
Por eso digo que el conductor ha de poseer una técnica, no una técnica
inteligente y en permanente evolución.
No se puede decir cuál es la técnica de la conducción, porque es distinta en
cada lugar del mundo y es distinta también en cada momento del mundo.
La inteligencia del conductor está en mantener al día su técnica y en no
esquematizarse o caer en la rutina de una técnica, que es superada por el
tiempo.
Este es un asunto difícil, pero que suplen todos los que tienen una técnica:
los médicos, que tienen que vivir al día, los guerreros, etcétera.
EVOLUCIÓN DE LA TÉCNICA
137
INICIATIVA Y CAPACIDAD DE ACCIÓN
138
Vivir la situación presupone conocer los hombres, la historia y los hechos,
tres cosas que se enuncian con tanta facilidad, que comprenden el
conocimiento integral de la vida.
Es difícil conocer los hombres, es difícil conocer la historia de la
humanidad, conocerla bien, pero lo más difícil es conocer bien los hechos,
porque ésos están por producirse y casi hay que adivinarlos para conducir.
Es decir que nosotros, cuando estudiamos los hechos para la conducción, lo
hacemos como un encadenamiento, diremos, filosófico de la dinámica de la
vida, de la dinámica de todos los hechos, hasta cierto punto, y para
asomarnos al porvenir, para ver qué puede producirse e ir ya previendo.
Tan anhelante debe ser la conducción, que llega hasta el extremo de
asomarse a los últimos hechos para entrever el futuro.
139
Con estas condiciones, todo se reduce a tener una concepción clara, un
criterio reflexivo y profundo, y un método, del que ya hemos hablado.
140
CAPÍTULO VI
Es indudable que todas las actividades tienen su teoría, según sea el método
con que se encaran, se estudian y se resuelven.
Nada hay en la vida que no se pueda condensar en una teoría. La teoría es
el producto del análisis.
Cualquier acción que se desarrolle en la vida puede ser sistematizada con
todas las demás actividades que se realicen paralelamente, formando
verdaderas series de asuntos.
Eso, que ha constituido inicialmente el verdadero estudio filosófico de los
hechos de la vida, también comprende los estudios que se refieren al arte de
la conducción.
El arte de la conducción es eminentemente empírico, es decir, que no se ha
podido conformar una teoría previa para el arte de la conducción, como no
se ha podido conformar una teoría previa para ninguna de las demás artes.
LA ACCIÓN Y LA TEORÍA
141
Este, constituyendo la parte vital del arte, es quien pone a servicio de esa
actividad su propia personalidad, personalidad que reúne las condiciones de
todo orden que se necesitan para una realización acabada de la obra que él
quiere confeccionar mediante su trabajo, su actividad, su entusiasmo, su
alma y su inteligencia.
Es indudable, sin embargo, que a medida que los hechos han ido
repitiéndose en la conducción, ha podido ir conformándose toda una teoría
del arte.
Es decir que la enseñanza dejada por todos los conductores de la Historia,
sean éstos conductores políticos, religiosos o militares, ha sido útil.
Es de allí de donde vamos a extraer toda una teoría, teoría que comprende
lo que nosotros ya hemos comenzado por establecer al mencionar la
conducción como una actividad creadora, como una actividad artística y no
científica, ni laboral, ni de ningún otro orden.
142
EL CONDUCTOR, HOMBRE DE ACCIÓN
LA CONDUCCIÓN Y LA CREACIÓN
143
Vale decir que no se puede deslindar en forma absoluta el campo de los
principios con el de la aplicación; no se puede aislarlo.
Yo no puedo decirles: "los principios son tales y las formas de ejecución
son cuales".
Yo tengo que decirles que hay principios y formas de ejecución. ¿Cuál es la
línea divisoria? ¡No la hay!
Es un esfumaje donde se mezcla una actividad con la otra, en forma que yo
no puedo, rígidamente, dividir una cosa de la otra.
En algún momento se triunfa solamente con buenas formas de ejecución.
En otros casos se prescinde de la forma de ejecución y se triunfa aplicando
los principios.
¿Cuándo hay que aplicar los principios? Siempre.
¿Cuándo hay que aplicar las formas rígidas de ejecución? Algunas veces.
¿Cuándo hay que cambiar las formas? Eso yo no lo puedo decir, porque
hay que cambiarlas en infinito número de casos.
De manera que lo que yo no puedo enseñar es la aplicación de esto.
LA SENSACIÓN INTUITIVA
En esto hay mucho de esa sensación intuitiva, natural, que se crea por el
ejercicio.
Por eso la conducción es un arte todo de ejecución, decía Napoleón.
Es un arte simple, pero todo de ejecución
Es decir, es simple porque no hay nada forzado que uno tenga que recordar,
que uno tenga que grabar, que cotejar.
No es un cálculo de probabilidades, no es un cálculo actúarial, no.
144
Es un cálculo realizado por un fenómeno interno cuya explicación es muy
difícil, porque son muy difíciles los campos que actúan, y muy
indeterminados en su actuación.
A CONDUCIR NO SE ENSEÑA
LA ANTÍTESIS DE LA RUTINA
145
El método conduce al esquema, el esquema a la rutina, y la conducción es
la antítesis del esquema y de la rutina.
Pero se necesita método para la ejecución y también se necesita método
para la concepción.
Pero, si uno se somete al método, fracasa; hay que someter el método a
uno.
LO VITAL Y LO INERTE
146
Hay cosas que no resisten método.
Y la conducción es una de las cosas de la vida que no resisten método.
No resisten método... ¿Por qué?
Porque en la vida las cosas no se presentan metódicamente. No se puede
sistematizar lo insistematizable.
LA ANTÍTESIS DE LA SISTEMATIZACIÓN
SÍNTESIS DE LA TEORÍA
Por otra parte, no es fácil desarrollar una materia tan amplia como es la
conducción y sobre todo como es la teoría del arte, que conforma toda una
inmensa teoría, en las pocas clases que nosotros tenemos que dar.
Por eso, yo me tengo que arreglar de alguna manera para ir comprimiendo
esto y dar solamente una síntesis.
Y más bien que hacer esa síntesis, hacerla comprender.
Valerme de todo para hacerla comprender.
Es más importante que ustedes comprendan lo que es la conducción, que
ustedes se dediquen a estudiarla para aprenderla.
Entonces, yo quiero hacerles comprender, llevar la idea básica al
conocimiento de ustedes.
Siempre será más útil que todo lo que yo pudiera presentarles como
desarrollo en cada uno de estos principios.
LA ECONOMÍA DE FUERZAS
147
fuerte en un momento y en un lugar, que es donde se va a producir la
decisión.
Ese es un gran principio, que no solamente sirve a la conducción, sino a
todas las cosas en la vida.
Dedicar los medios principales, atendiendo las secundarias también con
medidas y medios secundarios.
¡Principio que es de economía de fuerzas, aplicable a todos los actos de la
vida!
LA INFORMACIÓN
148
de preguntarle: "Dígame, amigo, ¿usted viene del Japón o de la China, que
no sabe lo que está pasando en la República Argentina?"
¡Hay tantos hombres de ésos!...
Y a lo mejor le vienen a dar consejos a uno.
De manera que es un principio fundamental: hay que vivir la situación.
No sólo hay que conocerla, hay que vivirla, porque hay cosas que no se
perciben: solamente se sienten.
Entonces, hay que dar a la epidermis esa sensibilidad que sólo se obtiene
mediante la acción, la vida permanente dentro de la situación.
La información es, sin duda, uno de los grandes principios de toda
conducción.
EL SECRETO
Ahora, el secreto.
Para la conducción, el secreto es otro asunto sumamente importante.
¿Por qué?
Porque la conducción es un método de acción; vale decir, es el método en
acción.
La política y su conducción es, simplemente, la lucha de dos grandes
voluntades contrapuestas; ésa es la política.
La política es una lucha, una lucha de dos voluntades, sean éstas
individuales o colectivas.
Unos luchan por una cosa y otros luchan por otra. ¿Qué presupone eso?
Una acción con un objetivo, por un lado, y una acción con otro objetivo,
por el otro.
Esos dos luchan para llegar a una decisión, decisión que ha de ser favorable
a una voluntad o a la otra, porque, como son contrapuestas, no puede
satisfacer a las dos voluntades.
A la asignación del éxito a una de esas dos voluntades, la llamamos
nosotros decisión en el campo de la conducción.
Bien; si son voluntades contrapuestas, lo que hay que hacer es poner
siempre delante de la voluntad adversaria un telón, para que no conozca
nuestra voluntad, para que no sepa por dónde vamos, cómo vamos y hacia
dónde vamos.
LA SORPRESA
149
¿Qué es la sorpresa?
150
Eso lo lleva cada uno adentro, o no lo lleva.
Es cuestión de astucia, de habilidad, de capacidad, de previsión.
Es también importante saber cómo hay que mantener el secreto, sobre todo
haciéndole caso a Martín Fierro: "en uno, con gran precaución en dos".
Hay después miles de formas para disimular y también cómo obtener la
información.
Allí entra mucho el hombre, no los hombres. Es decir, hay que saber cómo
va uno a informarse, adonde va a llegar, cómo va a obtenerla y cómo va a
aprovechar, porque hay algunos espíritus sherlockholmescos que todo
quieren saberlo, pero no aprovecharlo, porque si lo aprovechan se
descubren.
Y yo les pregunto: si no la va a aprovechar, ¿para qué quiere la
información?
Es decir que esto no sólo consiste en obtener la información, sino también
en aprovecharla en beneficio de la propia conducción.
Cada una de estas cosas puede ser objeto de un profundo análisis, mediante
el cual se pueden desmenuzar y sacar cien mil conclusiones de cada una de
esas cosas.
Hay que darse cuenta de que el mundo lleva miles de años en el trabajo de
la información; miles de años en el mantenimiento de los secretos y miles
de años en la obtención de sorpresas.
¡Si habrá hecho el hombre!
¡Si habrá penetrado el hombre!
¡Si habrá desarrollado el hombre estas tres cuestiones tan fundamentales!
151
Esas pequeñas ventajas que se acumulan a lo largo de la conducción son
muchas veces el factor que, echado en la balanza de la decisión, inclina el
platillo a nuestro favor.
Pequeñas cosas.
Para vencer se necesita tener un poquito más que el otro: nada más que un
poquito...
¡Es lo que inclina la balanza!
LA UNIDAD DE CONCEPCIÓN
¿Por qué?
¿Qué es la unidad de concepción?
Es la congruencia en el sistema del análisis; es decir: no oponer ideas
antagónicas dentro de una misma concepción, porque una idea destruye a la
otra idea, y entonces, después, ocurre lo que les ocurre a muchos hombres
con quienes hablamos todos los días.
Usted lo escucha una hora a ese hombre, y él se ha pasado media hora
afirmando una cosa, y media negándola.
Y entonces, cuando el hombre termina, usted dice: pero, en conclusión,
¿qué quiere este hombre; adonde va, cuál es la idea?
Hay hombres naturalmente incongruentes, incongruentes en la concepción
de las cosas. Porque de eso de que todos tenemos un poco... algunos tienen
mucho, otros menos.
Pero todos, todos tenemos un poco.
Entonces, hay siempre un cierto grado de incongruencia en cada hombre.
Un hombre hace una apreciación, y la va desarrollando.
152
Y usted se dice: bueno, entonces este hombre va a disponer que se haga tal
cosa.
Pero no, indica todo lo contrario.
Es decir que su apreciación es diametralmente opuesta a la conclusión o a
la resolución, o a lo que él quiere.
Hay hombres a quienes, para destruir lo que dicen, es necesario dejarlos
hablar; nada más.
Dejarlos hablar: ellos solos se destruyen.
Eso es falta de congruencia en sus propias ideas.
UN SOLO OBJETIVO
LO REALMENTE IMPORTANTE
153
"AL OBJETIVO PRINCIPAL, CON TODO"
154
LA CONDUCCIÓN Y LA VOLUBILIDAD
LA UNIDAD DE ACCIÓN
155
LOS ENUNCIADOS Y SU APLICACIÓN
LA ORGANIZACIÓN CONVERGENTE
156
trabajando para llevar a la gente en esa dirección y para que no se nos
separe.
Sin embargo, tenemos siempre alguno que medio hace rancho aparte y se
separa.
LA OBEDIENCIA Y LA DISCIPLINA
157
OBEDIENCIA Y RESPETO
Siempre digo yo que aprendí desde muy joven que debía ser obedecido y
que debía ser respetado. Y en eso no me puedo quejar.
Afortunadamente, siempre me han obedecido y siempre me han respetado.
Para ser obedecido, nunca mandé nada que no se pudiera realizar.
Primera cosa. Y siempre, cuando mandé, traté de que lo que yo decía que
se debía hacer fuera una cosa lógica, y que el hombre la hiciera con placer
y no con violencia.
Y para ser respetado, hay un solo método: respetar.
Nadie es tan indigno y tan miserable que no merezca respeto.
Si uno respeta a todos, aun quizás al que no lo merece, gana, siempre el
respeto de los demás.
De manera que esto es simple cuando uno lo ejecuta con esa elevada
concepción del respeto y esa elevada concepción de la obediencia.
Si nosotros hacemos dentro de nuestro partido esa escuela, seremos
siempre obedecidos, y seremos obedecidos con placer; y si mantenemos ese
respeto permanente, habrá siempre disciplina, la mejor disciplina: la
disciplina de fondo, la disciplina del respeto, que es la única disciplina que
vale en la vida de los hombres.
LA OBEDIENCIA Y EL MANDO
Por eso sobre todo es indudable que podríamos hablar mucho. Yo soy,
quizá, un técnico en disciplina.
Cuarenta años he obedecido, y cuarenta años me he hecho obedecer.
De manera que algo debo de saber de la disciplina.
Por otra parte, la disciplina castrense es la disciplina más dura, más rígida y
más insoportable.
Sin embargo, la naturaleza del hombre llega a soportarla hasta con placer,
de manera que no hay disciplina suficientemente rígida como para que el
hombre no la pueda respetar y no la pueda cumplir.
LA DISCIPLINA POLÍTICA
158
Al hombre no hay que exigirle el cumplimiento de la disciplina; hay que
exigirle la disciplina por el cumplimiento.
Es decir, primero hay que enseñarle a cumplir, para lo cual hay que ponerle
en el alma en marcha esa necesidad; después, la disciplina viene sola.
Vale decir que la disciplina política es distinta a todas las demás
disciplinas, como que todos somos soldados enrolados en un ejército que
tiene que hacer una sola cosa, pero por voluntad propia, porque cuando la
voluntad se fuerza, el hombre deserta, y no hay pena ni castigo que le caiga
bien a un hombre que políticamente deserta de sus ideas, de su partido o de
sus principios.
LA DISCIPLINA Y EL CONVENCIMIENTO
LA DISCIPLINA DE CONJUNTO
159
Lo primero que hay que asegurar es la base en la conducción. Asegurado
eso, todo lo demás marcha como sobre un carril, sin desviaciones ni
distorsiones de ninguna naturaleza.
LA EDUCACIÓN DE LA MASA
UN ALMA COLECTIVA
LA ECONOMÍA DE FUERZAS
160
Emplear bien esas fuerzas es lo más difícil que hay. Es indudable que es lo
más difícil. ¿Por qué? Porque cuando uno toma una acción —diremos—
ofensiva contra un adversario político, se divide la lucha en veinte
escenarios distintos, de los cuales uno es el decisivo y los demás son
secundarios.
Donde hay que vencer e imponerse es ahí donde está el objetivo principal,
atendiendo los objetivos secundarios con medios solamente secundarios,
sirviendo a la unidad de acción.
Ahora bien, cuando uno ha elegido ese objetivo, no es suficiente con que
exista un objetivo. Existe una acción de tiempo.
Hay que dominar allí en el momento que es oportuno; no se puede dominar
siempre; hay que dominarlo en el lugar, es decir que hay que vencer en el
lugar y en el momento al objetivo importante.
El hacer coincidir esas tres cosas es lo más difícil de la conducción.
UN CASO CONCRETO
161
“DE CASA AL TRABAJO Y DEL TRABAJO A CASA"
162
CAPÍTULO VII
LA ECONOMÍA DE FUERZAS
En la clase anterior había dejado para tratar hoy lo que se refiere a uno
de los grandes principios de la conducción, quizás el más fundamental de
todos: el de la economía de fuerzas.
En la conducción política —que indudablemente involucra siempre fuerzas
políticas— la economía de fuerzas es un sistema que permite obtener un
poder concentrado en un lugar y en un momento.
La lucha política presupone una acción permanente en numerosos lugares y
de regular intensidad, vale decir, una lucha distribuida en el espacio en que
se actúa y en el tiempo.
Tiempo y espacio: dos factores de toda acción de lucha.
El principio de la economía de fuerzas establece, como condición
fundamental para vencer en la lucha política, que es necesario ser más
fuerte en la acción en un momento y en un lugar, que es donde se produce
la decisión.
Observen ustedes que esto es toda una técnica que no obedece solamente a
la lucha.
Es un principio casi universal y permanente en la vida.
Se cumple ese principio cuando decimos que hay que aprender una sola
cosa a la vez; o que no hay que buscar cosas que respondan a dos objetivos,
sino a uno solo.
Como éstos, existe una cantidad de hechos que caracterizan toda la
mecánica del empleo de la fuerza en la conducción política.
Este principio, que trata de unificar el esfuerzo, establece que dentro de una
lucha hay toda una técnica en acción, y es la misma técnica que existe en la
vida para todas las cosas.
Decimos del sofá-cama que no sirve para sentarse y que se duerme mal en
él.
Eso está también dentro del principio que nosotros llamamos de la
economía de la fuerza, para darle un nombre con el que queremos significar
que en ese inmenso campo en que se desarrolla la lucha política hay un
principio que es más importante que los demás.
163
EXPLICACIÓN DIRIGIDA AL ENTENDIMIENTO
164
De modo que pueden violarse algunas veces principios de la conducción,
pero éste no puede ser violado sin atenerse a las consecuencias de su
violación.
165
porque en cualquier momento pueden aparecer nuestros adversarios
copándonos la calle.
No se puede proceder así.
La calle hay que tomarla de otra manera. Hay que coparla donde interesa y
cuando interesa.
Si vencemos allí, en ese momento, nos hemos ahorrado todo un inmenso
desgaste de fuerzas, de actividad, de tiempo.
166
DETERMINAR LOS LUGARES DECISIVOS
Nosotros debemos determinar los lugares decisivos, pero nos queda por
establecer una segunda condición, que es el tiempo.
Entonces sabemos que vamos a concentrar nuestros esfuerzos en esos
lugares, pero nos falta determinar cuándo y con qué medios vamos a actuar.
Entonces, ésa es una acción discriminatoria que va determinando los
centros de la acción y los momentos de la misma.
Es lo que permite establecer, dentro del gran panorama político y en todas
las actividades políticas, lo que se refiere a tiempo y lo que se refiere a
lugar.
Ahí se determina cuáles son las acciones principales en la política y cuáles
son las secundarias.
167
y en ese momento, constituyendo allí el centro de gravedad de nuestra
acción.
Esto conforma una teoría del empleo de las fuerzas.
168
CRITERIO DE LA CONDUCCIÓN CIENTÍFICA
169
En cualquier acto político que uno realiza, como asimismo en la vida
diaria, es necesario aplicar el principio de la economía de fuerzas.
Esto presupone que ese principio no se ha de aplicar puramente en forma
reflexiva, sino que ha de aplicarse en forma inductiva, natural.
Hay que llevar al hombre que conduce a la costumbre de proceder siempre
así en la aplicación de este principio de la conducción.
170
NO TENEMOS MÁS QUE UN PROBLEMA
Podemos decir que aquel capital inicial que tuvimos lo seguimos teniendo o
lo hemos aumentado en la mayor parte de los lugares, de modo que no
solamente contamos con ese enorme caudal, diremos, de hombres que
comparten nuestra manera de pensar y de sentir, sino que también tenemos
el concepto y el prestigio que nos han dado estos años de acción; en que
habremos cometido algunos errores, pero no muy grandes como para
llevarnos a la derrota o al desastre en la acción política.
En cuanto al hecho de la lucha comicial, nosotros no podemos temer nada.
Ahora, con la incorporación de la mujer a la acción política nuestra
posibilidad aumenta, de manera que no tenemos ningún problema interno.
Sobre todo, no tenemos ningún problema interno al cual tengamos que
dedicarnos con todas nuestras energías para resolverlo.
171
EL PROBLEMA INTERNACIONAL
DE LO INTERNO A LO EXTERNO
172
que le representan a veces momentos decisivos en los que tiene que tomar
resoluciones muy importantes para su propia existencia.
Hay momentos en la vida de una persona en los que debe tomar
resoluciones que van a durarle 10 ó 15 años, o tal vez todo el resto de su
vida.
No son frecuentes esos momentos, pero cuando llegan es cuando el centro
de gravedad de su vida le exige que se resuelva.
El 5 de junio de 1946 yo creí que debía tomar una de las grandes
decisiones, de la cual dependería toda mi acción de gobierno, y en ese
momento adopté una resolución que es la que me ha permitido mantener
todo mi gobierno con un cierto grado de congruencia en la acción interna e
internacional.
173
LOS ACIERTOS Y DESACIERTOS PROPIOS
174
Y en estos tiempos, más, porque son luchas ideológicas, en que tienen una
dependencia extraordinaria, un alto grado de dependencia, lo interno de lo
internacional, y lo internacional de lo interno.
Pero, se me daría vuelta la batea en lo interno, y el "lío" lo tendríamos
adentro.
Tal es el grado de dependencia que en nuestros días ha adquirido el
problema interno respecto al internacional.
Lo importante es no equivocarse en cuál es el objetivo principal y cuál el
secundario.
"Dónde y cuándo", ése es todo el secreto, en mi concepto.
Cuando las circunstancias son muy adversas, a pesar de acertar uno el lugar
y el momento, le dan un mamporro.
¡Y bueno: ésas también son cosas de la lucha!
En la lucha, uno nunca está seguro.
Esto es como el que anda, en un alambrecarril, hasta que llega a la
plataforma: puede llegar o no a ella.
Y si llega, en seguida sigue otro alambre.
Así es la vida: así es la lucha.
Tiene momentos seguros, que duran muy poco tiempo, para volver después
a realizar la marcha insegura por mucho tiempo.
El que no se sacrifica, digamos así, a aceptar esas situaciones, es mejor que
no se meta en la lucha.
La lucha es para los hombres que aguantan.
Los que no aguantan es mejor que no luchen.
También se puede vivir sin luchar.
LA ACCIÓN INTERNACIONAL
En esto hay que ver ahora, discriminado, el gran problema. En esa acción
internacional, ¿dónde está su propio centro de gravedad?
Nosotros vamos descartando lo interno, que es secundario, porque ya
tenemos vencido y sobrepasado este problema.
Vamos a lo internacional, que es el teatro principal de nuestra acción en
este momento.
¿Dónde está el centro de gravedad de todo ese inmenso panorama
internacional?
Algunos dicen que es una lucha de dos imperialismos; unos dicen: ¿Por qué
no nos arreglamos con éstos?
Uno lo oye decir todos los días.
Otros dicen: No los exacerbemos a los otros.
175
Todo eso es secundario.
Hay que establecer un objetivo que sea principal para nosotros.
Ese objetivo principal, en mi concepto, es el siguiente: se ha de producir
una guerra en la que un imperialismo va a vencer y el otro va ser derrotado,
pero ninguno de los dos, ni el vencedor ni el vencido, va a ganar la guerra.
176
comprensión de ustedes en una cosa tan difícil como es exponer algo tan
abstracto.
He tratado de ponerles un ejemplo general y grande de esa acción para que
tengan una idea general.
177
CAPÍTULO VIII
LA CONTINUIDAD EN EL ESFUERZO
CONTINUIDAD EN LA ACCIÓN
Esto, que parecería algo sin mayor importancia, es, quiza una de las cosas
que tienen más importancia en la conducción.
En la conducción puede uno hacer cualquier cosa, puede cometer cualquier
error, pero hay algunas cosas que son imprescindibles, en las cuales no
puede cometerse error sin pagar muy caras las consecuencias.
Una de ellas es la continuidad en la acción.
Hay que obrar, hemos dicho ya en otra oportunidad, sabiendo lo que uno
quiere, primero.
Parece una perogrullada, pero no lo es. La mayor parte de los hombres que
actúan en la conducción, a menudo no saben lo que quieren.
178
CONTINUIDAD EN EL ESFUERZO
NO DESVIARSE PARCIALMENTE
179
Un ejemplo aclarará bien esto: nosotros tenemos que realizar una acción
política dentro del plan establecido desde ahora hasta la terminación del
Segundo Plan Quinquenal.
Nosotros decimos: vamos a hacer esta campaña política; vamos a vencer en
las elecciones de 1952 y vamos después a realizar el Segundo Plan
Quinquenal, que encierra todos los objetivos, políticos, sociales y
económicos.
Yo puedo establecer con detalle todo hasta el 24 de febrero de 1952, fecha
en que se van a efectuar las elecciones. Más allá, ¿de qué me vale a mí
prever en detalle si a lo mejor puedo perder la elección?
180
resolvemos la nueva situación rápidamente, volvemos al camino e
insistimos otra vez sobre el objetivo.
Ese es el concepto de continuidad de acción.
PERSEVERANCIA EN LA ACCIÓN
LA CONDUCCIÓN SE COMPRENDE
181
EL PLAN HAY QUE CUMPLIRLO
182
Cuando la desesperación no le deja otro camino, él toma una acción viril
para saber cumplir el último principio.
183
POPULARIDAD Y PRESTIGIO
ES NECESARIO EL PRESTIGIO
184
Es necesario dejar la conducción a otro que tenga prestigio, o de lo
contrario aquélla se va por tierra.
Nadie puede conducir sin ese principio básico de la conducción que es el
prestigio.
185
Uno debe obrar siempre con lealtad y con sinceridad.
Aun los errores cometidos con lealtad son perdonables.
Imperdonables son los cometidos con mala fe.
Estos no los puede perdonar el pueblo ni ninguna persona de buena fe.
Por esa razón, nuestra base, o la base de nuestra doctrina, afirma eso: que
es necesario proceder con veracidad en todos los actos de peronista, y
afirmar eso en la lealtad y en la sinceridad de la acción.
El hombre que no procede con lealtad y con sinceridad en nuestro
movimiento, o en cualquier otro movimiento, nunca llegará a ser nada.
Por eso, el cultivo de las virtudes personales es la base de la conducción.
Un conductor sin virtudes —dije al principio— es un conductor que va de a
pie, no va lejos.
186
Eso me limitaría enormemente en mi acción de conductor, pues yo tendría
que estar subordinado a lo que a la gente le gusta que uno haga.
Sin esta libertad de acción no se puede conducir: es totalmente imposible.
187
DOCTRINA Y TÁCTICA
188
De ahí que los capitalistas hayan dicho a menudo que el Justicialismo es
más peligroso que el comunismo; para ellos sí, porque ellos no saben lo
que quieren.
Nosotros, en cambio, sabemos adonde vamos y si tuviéramos el mundo en
nuestras manos lo haríamos justicialista... sin someterlo a nuestro
"imperio".
LA CONDUCCIÓN ES UN ARTE
189
Tanto es así, que ahora hacemos el descubrimiento de que hoy en el mundo
puede ponerse en ejecución la doctrina social cristiana que hace dos mil
años estamos predicando.
En los últimos cincuenta años, salvo dos o tres casos, como Yrigoyen, por
ejemplo, en general todos nuestros políticos fueron abogados de
importantes empresas, de la Unión Telefónica, de los ferrocarriles o de
alguna otra, pero todos eran abogados de compañías extranjeras.
Entonces, señores, ¿qué sabían esos hombres de la conducción y del
gobierno?
No sabían absolutamente nada.
Llegaban al gobierno y en los seis años que estaban en él aprendían algo a
fuerza de los errores que cometían en perjuicio de todos los argentinos,
pero entonces se hacía una nueva elección y venía otro que tampoco sabía
nada de nada, y vuelta a lo mismo para que empezara a aprender.
En nuestras universidades, los muchachos estudiaban ciencias políticas;
pero ¿de qué les ha servido?
190
Pasaban su vida estudiando ciencias políticas, y cuando salían de la
Facultad iban a hacer de dactilógrafos en alguna oficina por doscientos
pesos mensuales, y en donde su jefe “lo ataba a la pata de su silla" para que
no pudiera progresar por su cuenta.
"AMATEURS" GOBERNANDO…
191
PRINCIPIO MORAL DE NUESTRA DOCTRINA
192
No hay conducción de masas, por bien organizadas que estén en lo
material, si no se ha creado por el adoctrinamiento una acción solidaria.
Ustedes lo pueden observar todos los días con los pequeños "caudillitos"
que todavía actúan dentro del peronismo.
Esos no tienen acción solidaria, no tienen una conciencia justicialista y
peronista ni tienen una conciencia social.
Sin esos dos estados de conciencia política es una cosa muy difícil.
El Justicialismo o el Peronismo es una gran bolsa en la cual cada uno pone
un poco de lo que él conquista y de lo que él tiene, de manera que cuando
se ponen cosas dentro de esa bolsa nadie se puede pelear.
Se pelea cuándo algún "vivo" quiere meter la mano en la bolsa y sacar algo.
Vale decir que la acción solidaria está afirmada en esa conciencia política y
en esa conciencia social.
Yo he dicho muchas veces que quizá de todo el bien que yo pueda haber
hecho a la colectividad argentina, uno es inigualable: el haber
desarrollado en el pueblo argentino una conciencia social.
Eso ha sido el golpe de muerte para el individualismo negativo en el que
hemos vivido durante tantos años.
Todo el mundo era enemigo de todo el mundo, y una economía de miseria
había creado en el campo económico una lucha permanente en la que,
como dice el tango, todos los días había que salir en busca del "peso" para
poder comer.
Esa economía de miseria ha sido el azote más extraordinario contra la
solidaridad del pueblo argentino.
En política estaba el que le hacía la zancadilla mejor al otro, para que el
otro cayera y él saliera adelante; ésa era la escuela nefasta y negativa de
ganar haciendo mal a los demás, en vez de ganar corriendo más ligero que
los demás y siendo más capaz y más moral que los otros.
Ese es el espíritu maldito del individualismo, carente de sentido social y de
sentido político, que no sólo ha hecho de cada hombre un lobo, sino que ha
hecho lanzar a unas naciones contra otras.
BANDERA DE LA SOLIDARIDAD
Cuando nosotros decimos que para un peronista no debe haber nada mejor
que otro peronista, estamos levantando la bandera de la solidaridad dentro
de nuestras fuerzas.
Desgraciadamente, no la podemos levantar dentro de nuestros adversarios,
pero cuando a ellos les decimos que queremos que en la Argentina todos
193
estén unidos, les estamos levantando una bandera a favor de ellos dentro de
nuestro movimiento.
En esto la conducción debe hacer hincapié de una manera profunda: no
puede haber conducción sin acción solidaria.
La acción solidaria es también producto de la doctrina.
Cuando todos los hombres piensan de una misma manera y sienten de un
mismo modo, la solidaridad viene sola.
Viene esa solidaridad que se consubstancia con la vida misma de los
hombres; esa conciencia colectiva, esa conciencia social por la que
nosotros luchamos para que todos metan dentro de la bolsa y nadie se avive
de querer sacar de la bolsa, pues lo que está dentro de ella se reparte entre
todos.
Cuando un peronista, aun en la acción política pequeña, quiere sacar
ventaja para sí, está perjudicándose él mismo.
Es tan ignorante y tan poco profundo, que no se da cuenta de que al
proceder así hace un gran mal al Movimiento y que si el Movimiento
fracasa, él va a ser uno de los fracasados, no un triunfador.
Para que triunfemos cada uno de nosotros tenemos que empezar por hacer
que triunfemos todos en conjunto; de allí saldrá el triunfo para cada uno en
la medida que cada uno lo merezca, si hay justicia, y si hay injusticia, hay
que soportar virilmente los golpes y tratar de llegar más lejos que los demás
que no posean virtudes.
194
Yo en el Movimiento no tengo obligación de ser juez ni de administrar
justicia entre los hombres.
ESPÍRITU DE SOLIDARIDAD
195
Para eso, además de prepararlos en conjunto e individualmente, debemos
dar a la masa una cultura cívica suficiente y una capacitación suficiente
para la conducción y el gobierno a sus dirigentes.
Debemos poder ejercer, dentro de toda esa masa, una perfecta selección de
los hombres, porque la tarea del gobierno es cualitativa y allí hay que llevar
lo más selecto que dentro del Movimiento tengamos.
Duraremos tanto como buenos sean los hombres que representen la
dirección de nuestro movimiento.
Si no, no duraremos mucho, porque vamos a desilusionar a nuestro pueblo,
y con razón.
En la próxima clase vamos a tratar, entonces, todo lo que se refiere a esa
preparación, a esa cultura cívica y a esa selección humana dentro de la
conducción.
196
CAPÍTULO IX
LA PREPARACIÓN DE LA MASA
CONSIDERACIÓN EN CONJUNTO
PREPARACIÓN DE LA MASA
197
LA MASA, INSTRUMENTO DE ACCIÓN
LA VOLUNTAD DE LA MASA
198
Él debe conocer profundamente, estudiar profundamente la masa y debe
tener el sentido intuitivo de la interpretación de la reacción de la masa.
Si él no lo tiene, no será nunca un buen conductor político, porque él va a
buscar una medida, va a hacer una acción y le va a resultar lo contrario en
la reacción de la masa.
El que conduce una masa, una población, un sector de ella o una
colectividad organizada, debe hacerlo en base a las reacciones.
Él no la debe llevar solamente con discursos o por las mentiras que pueda
inventar.
Él la debe excitar y así hacerla marchar en la dirección que quiere.
De esa manera la conducción se facilita extraordinariamente.
Uno no lleva la masa; la masa va sola, por reacción, a donde uno quiera que
vaya, conjugándose así dos factores: la voluntad individual del conductor y
la voluntad de la masa que él sabe interpretar en el momento oportuno.
199
Hay reacciones intuitivas y naturales, pero también las hay orgánicas, y uno
completa los dos panoramas basándose en la interpretación de esa masa, a
fin de que reaccione, mediante la preparación que uno hace de esa masa,
como desea.
La cuestión está en unir estos dos elementos en la proporción debida,
tomando más de uno que de otro, o más de éste que de aquél, o todo de uno
y nada de otro con lo que tenemos la compulsa natural que el conductor
hace en su habilidad para llevar a la masa a donde él desea.
Pero, señores, ambas cosas vienen no sólo por la preparación de esa masa,
sino por la selección de los hombres dentro de ella, para encuadrarla.
Una masa, generalmente, no tiene valor intrínseco sino en el poder de
reacción como masa misma.
Su poder, su verdadero poder de reacción y de acción, está en los
dirigentes que la encuadran.
Una masa no vale por el número de hombres que la forman, sino por la
calidad de los hombres que la conducen, porque las masas no piensan, las
masas sienten y tienen reacciones más o menos intuitivas u organizadas.
Pero ¿quién las produce?
200
El que las conduce. De manera que, siendo él el excitante natural de eso,
ocurre como con el músculo: no vale el músculo sino el centro cerebral
que hace producir la reacción muscular.
201
Se cuentan votos, en una acción total y absolutamente cuantitativa.
No hay que confundir eso con el gobierno, que es un acto cualitativo.
Allí no se trata de meter votos en una urna: se trata de lograr aciertos en
una acción de gobierno, y el acierto está destinado a los hombres que tienen
capacidad, que tienen moral para realizarlo y que tienen un poco de suerte,
que también interviene y que es un gran factor.
202
Este es otro aspecto también importantísimo, en el que generalmente los
hombres que conducen la política se equivocan.
La conducción técnica no se debe mezclar con la conducción política.
Lo que es político es político y lo que es técnico es técnico, con un amplio
respeto de lo uno por lo otro.
Uno hace la lucha política y el otro hace el desarrollo técnico que está por
resolver y lo resuelve técnicamente.
Ahora, es indudable que hay un pequeño sector que hay que contemplar en
las dos acciones.
En la parte política hay que contemplar un poco el factor técnico, y si no,
piensen ustedes que si hiciéramos política criolla no estaríamos ahora
estudiando la conducción política.
Hay un aspecto técnico en la conducción que no debemos olvidar,
constituido por todos estos principios de que estamos hablando; pero en la
cuestión técnica hay también un sector que contemplar, es decir, hay una
compenetración de estos dos elementos en la mayor parte de la conducción
política.
Un miembro del gobierno debe obrar siempre con un sector de finalidad
política.
Cualquier acto de gobierno debe encerrar siempre un pensamiento político,
como cualquier acto político siempre encierra una parte de acción técnica.
203
EL DON DE UBICUIDAD
APRECIACIÓN DE SITUACIÓN
Después que percibí eso, hice una apreciación de situación propia, para ver
qué era lo que resumía o cristalizaba todo ese proceso de inducción,
diremos, de la masa.
Llegué a una conclusión y comencé una prédica, para llevar la persuasión a
cada uno de los que me escuchaban sobre qué era lo que había que hacer.
Lo que había que hacer era parte de lo que ellos querían y parte de lo que
quería yo.
204
Quizá alguna vez no les satisfacía del todo lo que yo quería; pero, en
cambio, les satisfacía todo lo que ellos querían y que yo había interpretado,
y se lo decía.
Algunos, cuando yo pronuncié los primeros discursos en la Secretaría de
Trabajo y Previsión, dijeron: "Este es un comunista".
Y yo les hablaba un poco en comunismo.
¿Por qué?
Porque si les hubiera hablado otro idioma en el primer discurso me
hubieran tirado el primer naranjazo...
Porque ellos eran hombres que llegaban con cuarenta años de marxismo y
con dirigentes comunistas.
MI TRETA: PERSUADIR
PERSUASIÓN PAULATINA
Durante casi dos años estuve persuadiendo, y como iba resolviendo parte
de los problemas que me planteaba la gente que yo iba recibiendo, la gente
fue creyendo no solamente por lo que yo decía, sino también por lo que
hacía.
Esa persuasión paulatina me dio a mí un predicamento político del que yo
carecía anteriormente.
205
Yo no tenía antes nada de eso dentro de la masa, pero lo fui obteniendo con
mi trabajo de todos los días y con una interpretación ajustada de lo que era
el panorama de lo que esa gente quería y de lo que era.
LA UNIDAD TOTAL
Cuando llegó el momento en que todos creían que ese trabajo era vano, que
yo había perdido el tiempo hablando, sobrevinieron todos los
acontecimientos que me demostraron a mí y a todos los demás que no
habíamos trabajado en vano, que esa masa estaba ya, mediante un proceso
lento, pero bastante efectivo, captada, con lo que ya tenía el primer factor
que es necesario tener para conducir, que es la unidad total y que se obtiene
cuando la masa comienza a estar organizada.
La masa inorgánica comenzó a tomar unidad y a ser conducible.
Es indudable que para esto tiene gran importancia que el que conduce sepa
utilizar lo que tiene a mano para hacerlo.
El proceso de captación de la masa, si uno fuera a tomar uno por uno, es
inalcanzable.
Es algo así como si se quisiera terminar con las hormigas agarrándolas una
por una y tirándolas al fuego.
Hay un procedimiento mucho más eficaz que los hombres olvidan, que es
el de tomar a la masa en grandes sectores.
Los políticos nunca habían utilizado la radio para su acción.
Más bien utilizaban las conferencias callejeras, donde los hombres los
veían.
Yo también me hice ver, primero, porque eso es indispensable.
La acción de presencia y la influencia directa del conductor es importante,
pero la mayor parte de la masa ya me había visto y yo entonces, les hablé
por radio, que era como si me siguieran viendo.
De manera que yo les hablaba a todos.
Imagínense lo que significa la utilización de los medios técnicos en la
política, cosa que no habían hecho mis antecesores.
Por eso me fue posible, el día anterior a las elecciones, dar una orden que al
día siguiente todos cumplieron.
Fue así como ganamos las elecciones.
Nuestros adversarios políticos, cuando nosotros dimos esa orden, se reían,
pero después del escrutinio ya no se rieron tanto.
Era lógico.
Eran sistemas mediante los cuales asegurábamos una unidad de acción de
la masa peronista que ellos no pudieron asegurar.
206
Esa sorpresa, mediante el mantenimiento del secreto hasta el último
momento, fue la que nos permitió, de un solo golpe, decidir la acción a
nuestro favor.
PENETRARSE Y PENETRAR
Es indudable que todo esto que conforma, diremos así, este gran principio,
yo lo he agrupado bajo un solo enunciado: el don de ubicuidad.
El político, o el conductor político, que no tiene ese don de ubicuidad
generalmente está a disgusto en todas partes en donde se encuentra.
Siempre está como en casa ajena.
El secreto consiste en penetrarse y penetrar, de manera que cuando uno
llegue a la casa de los hombres qué lo acompañan se encuentre siempre
como en su propia casa, cosa que obtiene gracias a sus ideas y sentimientos
afines.
Hablando un mismo idioma nos entendemos fácilmente y nos
comprendemos, y eso los extraños o los que piensan de distinta manera no
lo consiguen jamás.
Ese modo de verse, de apreciarse y de sentirse es el don de ubicuidad.
EL VERDADERO MAGNETISMO
207
No hay secretos ni creo que en esto pueda haber, diríamos, alquimia de
ninguna clase.
No hay tal cosa.
Los hombres se convencen o no se convencen, según se les hable con
convencimiento, con sinceridad, etc.
No puedo convencer yo a uno con una mentira que le, endilgo mientras el
otro me está descubriendo y diciendo que estoy mintiendo.
¡Cómo lo voy a convencer! ¡Cómo va a tener confianza en mí!
Hoy es difícil, porque lo miran a la cara a uno y ya se dan cuenta de que
miente.
No se puede ya engañar, por más habilidad que tenga el mentiroso y por
más hábil que sea la mentira que se diga.
Pero cuando uno tiene la verdad, ésa es la elocuencia.
No hay en esto dialéctica.
La elocuencia se forma por la verdad.
ESCUELA DE HUMILDAD
208
No sé si tendremos la "prosopopeya" que tienen los hombres que conducen
en otras partes y la parada que tenían antes nuestros políticos en la acción
pública.
Pero lo que sí sabemos es que trabajamos todos los días para hacer algo útil
para el país, que ahí es donde hay que tener el empaque.
Y en esto, señores, es cosa bien natural que, para conducir a un pueblo, la
primera condición es que uno haya salido del pueblo; que sienta y piense
como el pueblo, vale decir que sea como el pueblo.
Por eso, todo aquel que no haga una conducción popular podrá tener
predicamento en un momento dado; pero el predicamento permanente de
un conductor es su absoluta unificación en su manera de ser, de decir y de
sentir como el pueblo.
Un hombre de nuestro movimiento podrá tener cualquier defecto pero el
más grave de todos será no ser un hombre del pueblo.
Si él no lo fuese por cualquier circunstancia, debe asimilarse y sentirse un
hombre del pueblo.
Recién entonces podrá conducir.
En los tiempos modernos, pues, una de las condiciones fundamentales para
la conducción es el sentido popular del hombre que conduce.
Eso forma parte de su propia personalidad. Sin eso no podrá ir a ninguna
parte y nunca podrá hacer una conducción completa de la masa sobre la que
quiere influir y dirigir.
209
SISTEMA DE LA CONSTRUCCIÓN
210
Yo no les dije que tenían que ir a donde yo iba; yo me puse delante de ellos
e inicié la marcha en la dirección hacia donde ellos querían ir: durante el
viaje, fui dando la vuelta, y los llevé a donde yo quería...
Y, señores, creo que ninguno de los que entonces me escucharon está hoy
arrepentido de haber seguido el camino que yo les indicaba, porque hasta
ahora estamos llegando, y hemos llegado a mejores conclusiones y a
mejores soluciones que las que nos podía haber ofrecido la antigua escuela
que se había inculcado al pueblo argentino
La nueva doctrina peronista es una nueva escuela, es un nuevo sistema, es
un nuevo método que supera total y absolutamente todos los sistemas
conocidos, desde el crudo capitalismo de derecha hasta el más crudo
izquierdismo comunista.
De toda esta gama de cuestiones, yo no he encontrado nadie que, por lo
menos cuando actúa, pueda rebatirme las bases de la doctrina peronista, y
yo, en cambio, he rebatido sistemáticamente las del capitalismo y las del
comunismo, a los capitalistas y a los comunistas mismos.
Para mí esto es lo que debe llamarse el fondo del sentido popular de la
conducción.
211
SÍNTESIS Y ANÁLISIS
Con esto doy por terminado, señores, todo lo que se refiere al aspecto de
los principios y factores que influyen en la conducción.
Todos ellos han sido anotados en forma sintética en las clases que les he
dado desde el principio de nuestro curso hasta ahora.
Ustedes tienen otro trabajo que realizar; aislar de esta descripción
"cinematográfica" que les he hecho el aspecto general de la conducción;
aislar —digo— cada uno de esos factores y profundizarlos por el análisis.
La inteligencia humana realiza siempre, cualquiera sea la actividad a que se
aplique, tres operaciones: la síntesis, o sea la premisa que es la síntesis
perceptiva, lo que uno ve; el análisis, que la mira profundamente y va
desmenuzando las cosas, las va haciendo ver hasta lo más hondo de esa
acción de percepción; pero, como el hombre sabe tanto como recuerda, y es
difícil que recuerde el análisis para toda su vida, cristaliza esa percepción
profundizada por ese análisis, y la cristaliza en una síntesis que es la que él
va a retener, que es la que va a recordar.
212
Cuenta Séneca que un día uno de sus alumnos, siguiendo su consejo, se
había aislado en un rincón, en donde desde hacía tres horas estaba
pensando.
Se acercó Séneca y le preguntó: "¿Qué estás haciendo?"
A lo que le respondió el alumno: "Estoy conversando conmigo mismo, de
acuerdo con su consejo".
Séneca le dijo entonces: "¡Ten cuidado, no vayas a estar conversando con
una mala persona!".
El quiso decirle que recordara que en ese análisis que estaba realizando de
las distintas cuestiones no olvidase las reglas fundamentales y los
principios éticos que él, en la propia escuela filosófica en que trabajan los
estoicos, debía tener de la doctrina de la vida, que es la filosofía, pero
basada sobre virtudes de los hombres, que es la base de toda buena filosofía
de la vida.
Para no hablar con una mala persona, hay que tener siempre presentes esas
virtudes que hacen una buena persona, y entonces ya se puede conversar
consigo mismo.
Ustedes tienen ya todos los principios de esa escuela nuestra, de esa
escuela política que es en el fondo, una escuela filosófica, que da una
doctrina, que da los principios éticos y morales, que da las virtudes de los
hombres, que nos permite comenzar a penetrar en esos aspectos de la
conducción.
Un hombre sin esos principios se desviará, como se desviaron nuestros
antiguos políticos hacia las "mañas" y no hacia las realizaciones virtuosas y
honradas.
213
FORMAS DE EJECUCIÓN
LA PREPARACIÓN EN POLÍTICA
214
VER LAS COSAS LEJOS Y PROFUNDAMENTE
PLAN DE ACCIÓN
215
¡Hasta el último acto estará influido por esa apreciación inicial!
Y los errores que se hayan cometido en esa apreciación inicial, una vez
lanzado al campo de la acción, no se modifican ni se corrigen durante toda
la operación que se va a realizar.
Por eso la preparación tiene una importancia extraordinaria para
cualquier acto de esta naturaleza.
UN FONDO DE EJECUCIÓN
Por eso, las formas de ejecución tienen también su aspecto formal, que se
puede llamar publicidad, propaganda, planes de acción, etcétera; pero
tienen su aspecto de fondo, que es el que fundamenta y realiza con
eficiencia esos actos formales de ejecución.
Las formas de ejecución no tienen ningún valor si no existe, para apoyarlas
y sustentarlas, un fondo de ejecución, es decir un pensamiento profundo
que las fundamente y las haga racionales.
Generalmente, los que persiguen la forma son superficiales.
Cuando venga uno y les diga: "Vamos a hacer un plan de propaganda",
díganle ustedes: "Muy bien, ¿sobre qué base?"
Si el hombre les dice: "Vamos a hacer tal cosa, tal otra y esa, de más allá",
ése lo va a hacer mecánicamente, y un plan así no tiene ningún valor: es un
plan formal, y la propaganda de forma ya no conduce al convencimiento de
nadie.
Hay que ir a la propaganda de fondo.
Pocas cosas, pero muy bien hechas.
Como digo yo, hay que pegar cuando duele y en el lugar que duele...
MÉTODOS DE EJECUCIÓN
216
ACCIÓN OPORTUNA Y EN EL LUGAR PROPICIO
217
Lo que interesa decir ahora es lo que tiene adentro el peronismo, lo que él
representa para la nacionalidad, lo que representa para el futuro del pueblo
argentino.
Tenemos que proclamarlo en todas partes y a toda hora, especialmente en
estos momentos en que la oposición recrudece en un estado de permanente
difamación y desprestigio para todos nosotros.
Esa lucha tampoco hay que hacerla como la hacen ellos.
Ellos están imbuidos de los mismos errores que tenemos muchas veces
nosotros.
Tienen menos medios que nosotros; en eso les llevamos alguna ventaja.
Como nuestros opositores hacen una campaña contra el gobierno,
insultando a los gobernantes y a los funcionarios, eso realmente no vence a
nadie.
Sería peor que la hicieran bien.
Por eso nunca digo nada cuando me dicen: "Ahí lo insultaron".
Yo contesto: "Mejor que me insulten aquí, donde todos me conocen,
porque saben que no es cierto".
218
Quizá ésa sea una de las mejores escuelas que nosotros podamos formar
para el futuro.
219
SISTEMA UNIVERSAL DE LA ACCIÓN
Luego debemos considerar los medios de ejecución, que son más bien un
factor orgánico.
Los medios de ejecución son todas las organizaciones que sirven a esos
agentes de la ejecución; lo que nosotros llamamos, tomando un sector de
nuestra actividad, por ejemplo, la Escuela Peronista.
Hemos fundado una Escuela Superior Peronista.
Esto, lógicamente, conforma un pequeño sector de la formación peronista.
Lo hemos hecho solamente aquí, sin tener otro sector en cuenta.
Consideramos que por algo teníamos que empezar, y decidimos comenzar
por arriba y no por abajo, porque abajo hay otra organización que responde
a la política.
Hablamos ya con el director de la Escuela, pensando la manera de extender
este medio de acción de la cultura política.
Como esta escuela peronista podrán formarse, por ejemplo, en las catorce
provincias y diez gobernaciones, escuelas regionales, dependientes de la
Escuela Superior que funciona en la Capital.
En las unidades básicas, entre cuatro, cinco o diez unidades que se hallen
cercanas, se podrán formar ateneos peronistas, a los que concurran las
personas de todas esas unidades básicas.
220
peronista; pero en cada provincia estaría ya la Escuela Peronista, y en la
Capital Federal la Escuela Superior Peronista.
Empezaríamos desde la unidad básica, donde las personas podrían
concurrir a su escuela, llamémosla ateneo Peronista; del ateneo pasarían a
la escuela peronista regional, y de allí los mejores vendrían a la Escuela
Superior Peronista, para continuar los cursos de cultura superior.
Esto en cuanto a la enseñanza peronista.
En cuanto a la conducción, nosotros tenemos las organizaciones partidarias,
que, como ustedes conocen, van desde el Consejo Superior hasta las
unidades básicas, a las que poco a poco habrá que ir organizando y
estableciendo ya con carácter permanente.
LA ORGANIZACIÓN ES SEDIMENTARIA
221
que sólo busca objetivos transitorios, parciales o limitados, como
indistintamente podríamos llamarlos.
IMPROVISACIÓN Y MÉTODO
222
CAPÍTULO X
LA CONDUCCIÓN APLICADA
GIMNASIA DE LA CONDUCCIÓN
UN ESTUDIO APLICADO
223
LOS TRES SISTEMAS
224
CADA COSA TIENE SU VERDAD
225
leones actúen durante todo el tiempo en que la conducción política se
realice.
El objeto de la Escuela Superior Peronista es formar esos leones, es decir,
formar dirigentes, ya que nosotros no aceptamos a los caudillos.
Formar dirigentes para la política: la verdadera conducción ha de ser por
dirigentes, no puede ser por caudillos.
Y ¿Por qué no puede ser por caudillos, y sí por dirigentes?
Por una simple razón: el caudillo es generalmente un hombre que no se
subordina racionalmente a una conducción.
Es un elemento díscolo dentro de la conducción.
Y la conducción, para que marche científicamente considerada, no puede
tener hombres dentro de ella que actúen discrecionalmente.
Y por eso, cuando tratamos de los conductores, empezamos por decir que
los valores espirituales son los que privan en el conductor.
El conductor que no posea los valores espirituales necesarios será
contraproducente y negativo para el movimiento de la conducción general.
Lo que el movimiento político debe comprender en su conducción es que el
triunfo de cada uno está basado en el triunfo de todos, y que la derrota de
cada uno está ligada también a la derrota de todos.
Cuando todos seamos derrotados, no podrá triunfar ninguno dentro de
nuestro movimiento, porque todos nos vendremos abajo; y ninguno se va a
quedar colgado en el espacio.
226
Este es el punto de partida de toda nuestra acción.
Por eso digo siempre: el movimiento peronista es una gran bolsa en la que
todos metemos algo; ponemos adentro todo lo que tenemos, porque
sabemos que de esa bolsa depende el porvenir de todo el movimiento.
Cuando todos metemos lo nuestro dentro de esa bolsa, ninguno pelea.
Las peleas vienen cuando alguno quiere meter la mano para sacar algo de
adentro.
227
Buscamos tener un partido: hoy ya tenemos un partido.
Las grandes corrientes están ya organizadas.
Estamos formando las escuelas para ir capacitando y uniformando el
criterio de nuestros conductores para que todos lleguemos a ver las cosas
de una misma manera, apreciarlas y resolverlas de una misma manera.
Llegará así a formarse un inmenso movimiento de conjunto que será la
aplanadora de que tantas veces hemos hablado.
Sin esa aplanadora no vamos a ir lejos en política.
Vamos a pelear entre nosotros, vamos a discutir las cosas.
228
Esa persuasión ha de llegar a todos los límites a que debe llegar dentro del
pueblo.
En otras palabras, como decían antes, hay que educar al soberano... pero
hay que educarlo de verdad.
RESPONSABILIDAD DE CAPACITARNOS
229
CAPACITARSE MORALMENTE
230
OLEO SAGRADO DE SAMUEL
EL DIRIGENTE ES UN CONDUCTOR
231
El vale por lo que puede hacer y los resultados que obtiene.
No por otra cosa.
EL GOBIERNO Y LA DIRECCIÓN
232
El conductor político es un predicador que persuade, que indica caminos y
que muestra ejemplos; y entonces la gente lo sigue.
PERSUADIR Y NO MANDAR
233
En este aspecto debe haber una conducción científica y profundamente
racional.
Es una cosa demasiado seria para que sea realizada sólo en las horas de
ocio.
Esto debe constituir una cosa que nos ponga a pensar y nos obligue a
estudiar.
Difícilmente el hombre realice sólo con lo que la naturaleza le ha dado lo
que debe realizar.
Debe contraerse al trabajo, reflexionar muy profundamente; estudiar
muchas cosas que no conoce.
Cuanto más haya profundizado esas cosas, mejor comenzará a penetrarlas.
Y como en la conducción no es cuestión de aprender, sino de comprender,
es en la profundidad de ese análisis que uno llega a saber y realizar mejor
las cosas.
Por esa razón he querido que este curso sea lo suficientemente rudimentario
como para despertar la inquietud.
Y haremos llegar esta misma inquietud a todas las esferas del peronismo.
El apetito viene comiendo.
La gente que va leyendo todo esto se va interesando.
Podrá decir que algunas cosas se pueden hacer mejor, y es profundizándolo
como puede llegar a convertirse en conductor.
Porque si bien es cierto que el conductor nace, hay también muchos que se
hacen.
No se conduce lo mismo a los diez años que a los cuarenta.
En ese lapso de treinta años hay muchas cosas que pueden aprenderse.
En esto, "el genio es mucho de trabajo".
Este curso, decía, es lo suficientemente rudimentario como para empezar a
despertar la inquietud de todos.
Pero lo iremos desarrollando y profundizando hasta hacer un curso
completo de la conducción.
He querido seguir en esto el sistema que sigo en todos los casos: empezar
por poco, por lo simple y fácil, para llegar después, con el tiempo, a lo
difícil y a lo complejo.
234
Y este acervo formará capas sucesivas con una profunda sedimentación
paulatina que los hechos ya van dejando en la marcha de nuestro
movimiento.
Conformaremos después también una completa teoría de la conducción y
entregaremos a todos nuestros conductores la posibilidad de que a quien
esto le guste tenga también su orientación en ella.
Pero lo que tenemos que asegurar es que ningún conductor llegue a la
responsabilidad de la conducción de la gran masa sin las armas en la mano
para defender esa responsabilidad, es decir, dar armas a los hombres.
Nos cuidaremos muy bien de no darle armas a una mala persona, también.
Pero sí daremos a nuestros dirigentes, con el corazón abierto y la
convicción de que estamos haciendo un bien al Movimiento, todas las
armas que poseemos, la experiencia que hemos adquirido y la ayuda de
compañeros que debemos a todos nuestros dirigentes para que ellos puedan
hacer el mejor papel en toda la dirección.
Cuando llevemos esto a todo el Movimiento Peronista, cuando todos los
dirigentes peronistas tengan las bases necesarias para proceder mejor cada
vez, nuestro movimiento será día a día más poderoso y llegará a adquirir un
grado absoluto de invencibilidad en el campo político.
Porque, ¿qué podrán hacernos con este tipo de guerra de guerrillas y de
montoneras frente a nuestra fuerza organizada y científicamente conducida
en toda su gradación?
235
Porque la organización también vence al tiempo.
No los hombres, pero sí las organizaciones.
Las organizaciones sobreviven a los hombres.
Quiere decir que es el único invento del hombre que ha sobrepasado al
tiempo.
La organización vence, pues, al número y vence al tiempo.
Si nosotros queremos hacer del Movimiento Peronista una cosa que
adquiera estabilidad y consolidación permanente dentro del país, tenemos
qué organizarlo.
Y es esa organización la que sobrevivirá a nosotros y nos honrara a
nosotros en el futuro, quizá con hombres más capacitados, mejor
preparados y organizados que nosotros mismos.
Porque, señores, la finalidad de la Escuela Superior Peronista es ésa: es
perpetuar en la organización todas nuestras ideas y nuestras ilusiones de
argentinos y de patriotas.
Conseguir eso es una de nuestras más perentorias obligaciones: no
abandonar esto a lo que suceda.
APRENDER ENSEÑANDO
No, no. Para que Dios nos ayude, tenemos que empezar nosotros por
ayudar a Dios.
Yo espero que para los futuros cursos que organice la Escuela Superior
Peronista sobre esta base ya establecida podamos ir ampliando estos
conceptos, en todos los aspectos de la conducción, para poder llegar a
conformar -como digo-—un curso completo sobre esta actividad.
Y no solamente eso: también comenzar a formar los dirigentes, los
profesores, que han de enseñar la conducción en el futuro.
Nunca se aprende mejor la conducción que cuando uno se ve obligado a
enseñarla, porque eso obliga a pensar sobre distintos aspectos que uno
nunca ha pensado.
236
La conducción es más una cuestión inductiva que de erudición.
Hay que tener la sabiduría suficiente para extraer de allí las verdades que
uno debe defender, seguro de que el pueblo acompaña a uno cuando uno
está en la verdad.
El pueblo difícilmente se equivoca en las grandes verdades.
Entonces, la escuela de conducción resulta fácil en sí a poco que se la
penetre y reflexione, a poco que se raciocine sobre ella.
Por eso digo que sería para mí la más grande de las satisfacciones si entre
nuestros muchachos dirigentes comenzaran a perfilarse aquellos que tienen
predilección por esta clase de estudios, penetrándolos y empezando desde
ya a enseñar a los demás los aspectos de la conducción.
Con estos rudimentos que hemos dado, ya se puede empezar.
Ya tenemos los rudimentos; ahora es cuestión de profundizar e ir sacando
las enseñanzas necesarias para capacitarnos y capacitar a los demás.
Todo lo que en este orden enseñemos es constructivo.
Se podrán cometer algunos errores, pero eso no interesa; en la conducción
se trata de tener mayor número de aciertos que de errores, porque en todas
las conducciones hay errores.
De manera que termino esta clase diciéndoles que mi aspiración es que
todos ustedes, que tienen una base sobre esto, comiencen a estudiar,
enseñando al resto de los dirigentes, porque ésa es la mejor arma para
profundizar este aspecto de la conducción.
237
Al agradecerles todo esto a los compañeros peronistas que me han
escuchado durante este curso les pido disculpas, porque probablemente he
sido un poco desordenado.
Yo no tengo mucho tiempo para preparar mis clases.
Quizás haya repetido muchas cosas y alterado algunas veces el orden de los
tópicos, porque, realmente, tengo la gran dificultad de mis muchas
ocupaciones. Pero quizá el año que viene podamos nosotros estructurar
cursos más racionales; es decir, de un menor tiempo sacar un mayor
provecho a esto.
Yo he hecho lo que he podido; les he dado el remanente de mi experiencia
y de cuanto he estudiado sobre la conducción en un número, el menor
posible, de clases, y he tratado con buena voluntad de trasladar a la
mentalidad de ustedes mi propia mentalidad de la conducción.
Quizá en el futuro pueda ofrecerles a los compañeros clases más racionales
y mejor organizadas.
238
ÍNDICE
CLASE INAUGURAL
Pag.
Teoría y doctrina.................................................. 4
Razón de ser y necesidad de la escuela................ 4
Unidad de acción y unidad de concepción............4
La escuela y la doctrina........................................ 5
Desarrollo de la doctrina...................................... 5
Consistencia ideológica ................................... 5
Profesores y alumnos.......................................... 6
Con la marcha del tiempo................................... 6
Inculcar la doctrina en la masa............. ............. 6
Apóstoles de la doctrina................................ ….7
Deformación de las doctrinas............................ 7
Absoluta unidad de doctrina...............................7
Formación de los cuadros justicialistas..............8
Predicadores y realizadores............................…8
Capacitar para la conducción..............................9
Los conductores nacen…..............................….9
La conducción política es un arte...................... 9
Técnica de la conducción............................….10
La ciencia y el arte de la conducción...............10
No hay recetas para conducir pueblos.............10
Acciones inmediatas........................................11
Una fuerza superior..........................................11
Las mujeres capacitadas pueden llegar a grandes destinos...11
Arte y experiencia............................................12
La historia no se repite.....................................12
Hacer trabajar el criterio propio.......................12
La conducción es siempre la misma................13
Trataremos de formar hombres de acción……13
Capacitación indirecta ...................................13
Elevar la cultura cívica de la Nación................14
Hombres capaces de decir y hombres capaces de hacer......14
Misión de los profesores............................. …15
Honrar a la escuela...........................................15
Sentido heroico de la vida................................16
Lo único que salva a los pueblos......................16
239
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN — PROGRAMA GENERAL ELEMENTOS DE LA
CONDUCCIÓN POLÍTICA
/. — Introducción
Objeto de la materia............................................17
La conducción se comprende, no se aprende......17
Es un arte y tiene su teoría...................................17
Se puede aprender la técnica, no el arte...............18
El criterio, base del arte de la conducción...........18
Escuela activa ...................................................19
Función de esta materia.......................................19
Tampoco conviene enseñar sobre el error..........19
//. — Programa de la materia
Es un programa muy amplio...............................20
Los conductores ...............................................20
Licurgo, el primer justicialista............................21
Conducción y cultura .......................................21
Conducción centralizada....................................22
La buena conducción se mide por el éxito.........22
///. — Elementos de la conducción política
Conductores, cuadros y masas………………...25
Preparar a la masa..............................................25
Masas cultas o ignorantes……………………..25
Pueblos con una causa.......................................26
El conductor debe ser maestro...........................26
La lucha es siempre la misma............................26
La organización, base de la lucha, principios de organización…27
Los errores orgánicos llevan al caos..................27
La organización y los hombres..........................28
La acción política es cuantitativa......................28
La acción del gobierno es cualitativa................28
Perfección humana y perfección orgánica........28
Las etapas y el orden en que se deben cumplir.29
El conductor es a veces conducido...................29
Organizar, educar, enseñar, capacitar y luego conducir....…….30
La masa .........................................................30
Causas sin doctrina...........................................31
La vanidad de los conductores.........................31
El conductor perfecto.......................................32
Lucha y construcción: conducción y gobierno...........................32
240
CAPÍTULO II
CARACTERÍSTICAS DE LA CONDUCCIÓN MODERNA
/. — Tiempo y espacio en la conducción política
Solamente nos referimos a nuestro país............33
Dos épocas........................................................34
Conducción primaria ....................................34
El caudillo .....................................................34
Las convenciones "soberanas”.........................35
Hasta de nombre cambiaron los partidos…….35
Partidos sin arraigo..........................................36
Envejecimiento de los partidos políticos.........36
La conducción centralizada ..........................36
Deben transformarse las formas políticas........37
Un ejemplo: el socialismo. Su "historia”.........37
El socialismo y los comunistas........................37
Nuestro socialismo .......................................38
El sectarismo político......................................38
La doctrina......................................................39
La doctrina, remedio del sectarismo...............39
La doctrina de la Nación es nuestra doctrina...39
Adoctrinamiento de la masa............................40
La técnica moderna al servicio de la conducción política....40
Tenemos nuevas formas de conducción política..................41
Debemos aprovechar bien los nuevos sistemas...................41
La técnica moderna ha permitido cambiar incluso el tipo de
organizaciones....................................................42
La doctrina aglutina a todos...............................42
Aglutinación y disociación................................43
¿Cuál ha sido nuestro sistema? ........................43
Primero: captar la masa.....................................43
Persuasión con hechos......................................44
El conductor no puede mentir...........................45
Ahora hay que "captar" de otra manera............45
Lo que todavía no tenemos: la opinión independiente...........45
Los opositores son más respetables que los independientes...46
El arma de la captación: la persuasión..............47
II. — Doctrina, teoría y formas de ejecución
Todavía no estamos organizados...................... 47
Debemos utilizar nuevas formas........................48
La lucha es común.............................................48
Nuestro movimiento es idealista........................49
Los cargos y los hombres..................................49
El ejemplo de Epaminondas..............................49
241
Es necesario elegir bien los instrumentos y aun construirlos... 50
Hay procedimientos modernos que son extraordinarios.......... 50
Hay que predicar todos los días.......................... 50
Doctrina y forma de ejecución........................... 51
En la organización hay aspectos materiales y espirituales....... 51
Acción cualitativa y acción cuantitativa............. 51
La doctrina: organización espiritual....................52
Doctrina, teoría y formas de ejecución............... 52
Deben armonizarse bien doctrina. teoría y formas de ejecución.53
Hay que hacer conocer la doctrina...................... 53
Nuestra doctrina está en pleno desarrollo........... 54
La acción está siempre por sobre la concepción...54
Procedimiento: realizaciones y doctrina.............. 54
Lo permanente y lo variable de la doctrina.......... 55
Al pueblo no hay que darle principios abstractos…………...... 56
La teoría............................................................... 56
El ejemplo económico. Doctrina y teoría justicialistas
de la economía…………………………………. 56
Hemos destruido toda una teoría y hemos creado otra............. 58
Y nos ha ido bien.................................................. 58
Al capitalismo también le conviene adoptar nuestro sistema... 59
Hay que conformar una teoría política y una teoría social…... 59
Las formas de ejecución de nuestra teoría política.................. 59
La realización fue a veces dura y difícil............... 60
Quemamos nuestras naves................................... 60
Lo que teníamos en 1946..................................... 61
Al cabo de cinco años.......................................... 61
Son los resultados de la doctrina......................... 62
CAPÍTULO III
EL MÉTODO DE LA CONDUCCIÓN
I — La situación
El método es indispensable................................. 63
El método hace racional la conducción.............. 63
Acción estratégica y acción táctica..................... 63
El método es el mismo........................................ 64
Intuición y racionalismo .................................. 64
Método de la conducción: "Arte fácil y todo de ejecución”…64
La improvisación no puede ser un método completo............. 65
Conductor y auxiliares: su necesidad.................. 65
¿Qué es el método? ........................................... 65
Observación, análisis, síntesis............................ 66
Método simple.................................................... 66
242
Partes del método de la acción........................... 67
Medir los factores favorables y los no favorables................. 67
Prevalece la intuición......................................... 68
La situación....................................................... 69
Los errores provienen del conocimiento imperfecto de la
situación........................................................... 69
Sistema de la información............................... 69
No engañarse a sí mismo. — Estudios bases....................... 70
Vivir la situación............................................ 70
Apreciación objetiva y subjetiva................... 71
La información es todo un arte..................... 71
Situación general y particular....................... 72
//. — Apreciación de la situación
Factores que integran una situación política: fuerzas, escenario,
lugar y tiempo............................................ 72
Fuerzas: su apreciación............................. 73
El análisis de las fuerzas es fundamental............................ 74
Un ejemplo de apreciación....................... 74
La resolución. — Plan de acción.............. 75
¿Qué quiero? ¿Adonde voy? ................... 75
El plan de acción y la ejecución.............. 75
Prever nada más que hasta la decisión................................ 76
Órganos de ejecución ........................... 76
Organización y encuadramiento: dirigentes........................ 77
Un ejemplo: la acción política para las elecciones próximas...77
El gobierno y la lucha política................ 77
La acción de gobierno............................ 78
Cuando llegué al gobierno..................... 78
Todo tuvo solución................................ 79
Los grandes éxitos se consiguen arriesgando mucho.......... 79
Soluciones para cada situación.............. 79
Los buenos negocios.............................. 80
No tenemos problemas.......................... 80
Precios internos e internacionales......... 81
Poder adquisitivo del dinero................. 81
La situación general es buena............... 82
Debemos triunfar.................................. 82
Plan de acción política.......................... 83
Información.......................................... 83
Estudiar la situación en detalle............ 84
Soluciones de detalle........................... 84
La conducción estratégica no puede meterse en la conducción
táctica ............................................... 84
243
El mejor amigo es el que nos dice la verdad. Reflexiones y
consejos............................................................. 85
Cuenteros y aduladores..................................... 86
Condiciones de todo método........................... 86
CAPÍTULO IV
ORGANISMOS DE LA CONDUCCIÓN
/. — Conducción táctica y conducción estratégica
Los organismos de la conducción................... 88
El punto de partida.......................................... 89
La conducción estratégica.............................. 89
Aplicación de la estrategia............................. 90
Tipo de conducción ideal............................... 91
Tres banderas irreemplazables .................. 91
Gobierno de conjunto................................... 92
¡Estoy con todos! ....................................... 92
La línea divisoria......................................... 93
Cada uno en su casa.................................... 93
En la propia esfera de acción...................... 93
Diferencias entre la conducción y el mando.................. 94
Juego de transigencias................................. 95
La disciplina política................................... 95
El conocimiento de los hombres................. 96
Educación de los tres elementos fundamentales........... 96
//. — Elementos y métodos de la conducción
No hay nada decisivo................................. 98
No embarullar los tópicos.......................... 98
Que decida el pueblo................................. 99
Hay que evitar interferencias.................... 99
La capacidad integral.............................. 100
El conductor, elemento primordial.......... 100
La responsabilidad de la conducción...... 100
La elevación cultural de la masa............. 100
Cada conductor crea su instrumento....... 101
No mucho, pero bueno............................ 101
Los conductores auxiliares...................... 102
Hombres de una misma causa................. 102
La Escuela Superior Peronista................. 103
Las fuerzas morales..................................103
La descomposición empieza por la cabeza..................... 104
La conducción en grande......................... 104
El propio convencimiento........................ 105
Los sistemas y las formas........................ 105
244
El mundo no gira en torno a uno....................... 105
Equilibrio de las mentalidades.......................... 106
Las disposiciones y el control........................... 106
Cómo asegurar la unidad de acción................... 107
Levantar al pueblo............................................. 107
Hay que ser fuerte en un lugar y en un momento............. 108
La acción de masa............................................. 108
La economía de la fuerza.................................. 108
Los verdaderos principios de la conducción..... 109
Trabajo de años y años...................................... 109
Hay que conocer la situación............................ 110
El cálculo de las fuerzas................................... 110
Necesidad del control....................................... 111
La esencia del conductor.................................. 111
El arte y la teoría.............................................. 111
Los principios del arte de la conducción......... 112
Todos tenemos algo de artista.......................... 112
Suele ser cuestión de gustos............................. 113
Factores de éxito y de fracaso........................... 113
La propia experiencia………………………… 114
CAPÍTULO V
EL CONDUCTOR
I — Secretos de la conducción
La ciencia y el arte de la conducción............... 115
Los hombres y los hechos................................ 115
La habilidad del conductor.............................. 116
Un arte simple y todo de ejecución................ 116
La creación, exigencia del conductor............ 116
Un secreto superior a todos........................... 117
Unidad en la preparación de la Nación......... 117
Concepto de la universalidad........................ 118
La política no se aprende: se comprende...... 118
De la situación al objetivo .......................... 119
Los caminos son infinitos..............................119
El éxito no depende de la suerte................... 119
Un constructor de éxitos............................... 120
Conducir es elaborar éxitos.......................... 120
Los sistemas, la rutina y las recetas............. 120
Obras maestras de la conducción................ 121
La experiencia propia es difícil................... 122
No dejarse conducir por los acontecimientos.......... 122
El secreto está en abarcar bien los factores.............. 122
245
Los objetivos sin valor................................ 123
Cosas que no deben olvidarse jamás.......... 123
Cualidades indispensables del conductor... 124
Conducir es actuar...................................... 124
Lo primero, forjar el propio instrumento... 125
Luchadores de montonera.......................... 125
El conductor y el caudillo.......................... 125
//.—La personalidad del conductor
Capacitación del conductor...................... 126
El conductor perfecto............................... 127
Valores espirituales del conductor........... 127
Los valores morales................................. 127
Fe y optimismo………………………... 128
El deber de vencer.................................. 128
Carácter, energía y tenacidad................. 128
Trabajar para los demás.......................... 129
Espíritu de sacrificio............................... 129
El arte de convivir................................... 129
"Lealtad a dos puntas”............................. 130
La justicia de los hombres....................... 130
La enseñanza más difícil......................... 131
Hacerse seguir......................................... 131
Luchar por una causa.............................. 131
Cuando los hombres se equivocan......... 132
No hay que magnificar los hechos......... 132
El mal del sectarismo............................. 132
Elementos que se complementan........... 133
Combatir con todos los medios.............. 134
La bondad en el fondo y en la forma..... 134
Es más difícil hacer que decir................ 135
Lo moral, factor primordial................... 135
Valores intelectuales del conductor....... 135
Dos clases de hombres........................... 136
La creación y la estabilización............... 136
La técnica del conductor......................... 137
Evolución de la técnica........................... 137
Iniciativa y capacidad de acción............. 138
La fuerza de los pequeños medios.......... 138
Hay que vivir la situación....................... 138
Hay que afirmarse en realidades............ 139
Como la estrella polar del navegante..... 140
Saber realizar el éxito............................ 140
246
CAPÍTULO VI
EL ARTE Y LA TEORÍA EN LA CONDUCCIÓN
I. — Las formas de ejecución
Necesidad de una teoría............................. 141
La acción y la teoría.................................. 141
Conformación de las teorías..................... 142
Enunciación y aplicación de los principios............ 142
La teoría y el método de acción................ 142
El conductor, hombre de acción............... 143
Una aclaración indispensable................... 143
La conducción y la creación..................... 143
Los principios y las formas de ejecución............... 143
La acción y el subconsciente del hombre.............. 144
La sensación intuitiva.............................. 144
A conducir no se enseña.......................... 145
La conducción y los conductores............ 145
La antítesis de la rutina........................... 145
Lo vital y lo inerte................................... 146
La conducción tal como aparece ante nosotros...... 146
La antítesis de la sistematización............ 147
Síntesis dé la teoría................................. 147
La economía de fuerzas.......................... 147
Uno de los grandes principios................ 148
Tres aspectos de la conducción.............. 148
La información....................................... 148
El secreto................................................ 149
La sorpresa .......................................... 149
¿Qué es la sorpresa? …………………. 150
Punto de partida de la conducción........ 150
Más que métodos, ocasiones……….... 150
Hay que aprovechar la información…. 151
No hay nada nuevo............................... 151
II — Unidad de acción y unidad de concepción
La unidad de concepción..................... 152
Un solo objetivo................................... 153
Lo realmente importante...................... 153
"Al objetivo principal, con todo"……. 154
La conducción y las leyes de la vida.... 154
La conducción y la volubilidad............ 155
La unidad de acción.............................. 155
Lo enunciados y su aplicación.............. 156
El empleo de los medios....................... 156
247
La organización convergente.................... 156
La obediencia y la disciplina.................... 157
"Más bien haciendo que diciendo”.......... 157
Obediencia y respeto............................... 158
La obediencia y el mando....................... 158
La disciplina política.............................. 158
La disciplina y el convencimiento......... 159
La disciplina de conjunto...................... 159
La educación de la masa. ..................... 160
Un alma colectiva................................. 160
La economía de fuerzas........................ 160
El objetivo. El lugar y el tiempo.......... 161
Un caso concreto....................................161
"De casa al trabajo y del trabajo a casa”................. 162
Los pequeños y los grandes éxitos........ 162
CAPÍTULO VII
LA ECONOMÍA DE FUERZAS
I - Principios técnicos en que se basa
Una sola cosa a la vez........................... 163
Explicación dirigida al entendimiento... 164
Principio de la economía de fuerzas...... 164
Principio inmutable de la conducción.................... 164
Dos o tres ejemplos aclaratorios............ 165
Nuestro sistema de acción..................... 165
No equivocarse al dar el golpe.............. 166
Desarrollo de la acción conjunta........... 166
Determinar los lugares decisivos........... 167
Los cuatro puntos del principio............. 167
Método de acción aplicada.................... 167
El empleo de la fuerza política.............. 168
Teoría del centro de gravedad............... 168
Criterio de la conducción científica……169
Doctrina total de la conducción............ 169
Aplicación inductiva y natural………... 169
Una segunda naturaleza………………. 170
Los grandes errores en la Lucha............ 170
No tenemos más que un problema…… 171
La mentalidad de nuestros hombres...... 171
Concepto y prestigio de una acción....... 171
El problema internacional..................... 172
De lo interno a lo externo...................... 172
Momentos decisivos del hombre........... 172
248
El dilema de ser o no ser........................... 173
Los aciertos y desaciertos propios............ 174
El actual centro de gravedad..................... 174
Lucha de dos voluntades contrapuestas..... 174
Así es la vida; así es la lucha..................... 175
La acción internacional.............................. 175
En la guerra moderna pierden todos........... 176
Aplicación de la economía de fuerzas........ 176
CAPÍTULO VIII
LA CONTINUIDAD EN EL ESFUERZO
I - El plan de acción
Los grandes principios de la conducción..... 178
Continuidad en la acción.............................. 178
Continuidad en el esfuerzo.......................... 179
No desviarse parcialmente........................... 179
Las dos partes del plan general.................... 179
Sabemos la dirección en que vamos............ 180
Una línea de acción general......................... 180
Perseverancia en la acción........................... 181
La conducción se comprende...................... 181
El plan hay que cumplirlo........................... 182
No hay obra de arte en las concepciones.... 182
Saberse jugar todo a una carta..................... 182
Dominio general permanente ................... 183
Dos clases de dominio................................. 183
Popularidad y prestigio................................ 184
Es necesario el prestigio.............................. 184
Conducción por hombre capacitados……... 185
Prestigio permanente y general.................... 185
Obrar con lealtad y sinceridad..................... 185
Dominio de una masa organizada................ 186
Libertad de acción del conductor................. 186
Conducir dentro de una doctrina.................. 187
Las armas necesarias.................................... 187
Doctrina y táctica………………………….. 188
El adoctrinamiento es la base de todo.......... 188
La conducción es un arte.............................. 189
Cumplir el rito sin realizar la doctrina......... 189
“
Se dedicaron a decir, pero nunca a hacer”... 190
Abogados de importantes empresas.............. 190
Capacitar a los hombres................................ 191
"Amateurs" gobernando................................ 191
249
Principio moral de nuestra doctrina............. 192
No hay nada inmoral que viva..................... 192
Movimiento idealista y moral...................... 192
Golpe de muerte para el individualismo...... 193
Bandera de solidaridad................................. 193
La justicia entre nosotros.............................. 194
Espíritu de solidaridad ............................... 195
Selección de nuestros hombres..................... 195
Cultura y Capacitación de la masa................ 195
CAPÍTULO IX
LA PREPARACIÓN DE LA MASA
I - Cultura cívica y selección humana
Consideración en conjunto........................... 197
Preparación de la masa................................. 197
La masa, instrumento de acción................... 198
Considerar lo que la masa quiere................. 198
La voluntad de la masa................................. 198
Unir lo teórico a lo real................................ 199
Reacciones intuitivas y naturales................ 199
Preparar las reacciones a voluntad………... 200
Las masas no piensan: las masas sienten…. 200
El raciocinio, un reaseguro de la intuición... 201
Utilización equilibrada de racionalismo e Intuición....... 201
Dos factores fundamentales......................... 201
Acción colectiva o constitutiva................... 202
Conducción técnica y conducción política... 202
Un sector en las dos acciones....................... 203
Primero, la síntesis de todo........................... 203
El don de ubicuidad...................................... 204
Sentido espiritual de la interpretación.......... 204
Apreciación de situación.............................. 204
Mi treta: persuadir ..................................... 205
Persuasión paulatina.................................... 205
La unidad total..............................…………206
Utilización de los medios técnicos.............. 206
Penetrarse y penetrar................................... 207
Tener lealtad y sinceridad........................... 207
El verdadero magnetismo........................... 207
Sentido popular de la conducción.............. 208
Escuela de humildad.................................. 208
Sentido popular del conductor................... 209
El cumplimiento del fondo........................ 209
250
Sistema de la construcción......................... 210
Conflictos que destruyen............................ 210
Nueva escuela, nuevo sistema................... 211
La interpretación del pueblo...................... 211
Síntesis y análisis……………………….. 212
Conclusión para cada uno......................... 212
Conversar con uno mismo ..................... 212
Los principios éticos y morales................ 213
Formar una buena persona....................... 213
Formas de ejecución .............................. 214
La preparación en política........................ 214
Ver las cosas lejos y profundamente........ 215
La lealtad en las masas............................. 215
Plan de acción………………………….. 215
Un fondo de ejecución............................. 216
Métodos de ejecución.............................. 216
Acción oportuna y en el lugar propicio... 217
Persuasión del peronismo ................... 217
Lo que tiene dentro el peronismo............ 217
Formas de ejecución dentro de la política.............. 218
Una de las mejores escuelas.................... 218
Conducción técnica y estratégica............ 219
Los agentes de ejecución......................... 219
Sistema universal de la acción................. 220
Los medios de ejecución ...................... 220
Enseñanza y conducción peronistas........ 220
La organización es sedimentaria............. 221
Dos clases de conducciones.................... 221
Improvisación y método………………. 222
CAPÍTULO X
LA CONDUCCIÓN APLICADA
I - Capacitación de los dirigentes
Gimnasia de la conducción...................... 223
Un estudio aplicado.................................. 223
Los tres sistemas....................................... 224
Saber caminar por el tembladeral............. 224
Cada cosa tiene su verdad........................ 225
El fondo y las formas............................... 225
Hay que formar los leones....................... 225
Patear para el mismo arco........................ 226
Los valores espirituales son los que privan............ 226
Función de la Escuela Superior Peronista.............. 227
251
El valor de nuestro movimiento............... 227
Un inmenso movimiento de conjunto...... 227
Estamos elaborando una doctrina única... 228
Educación y organización del pueblo...... 228
La responsabilidad del dirigente es total............ 229
Responsabilidad de capacitarnos............. 229
Capacitarse moralmente……………….. 230
Los dirigentes salen de la acción............ 230
Óleo sagrado de Samuel ...................... 231
Cada peronista lleva el bastón de mariscal...... 231
El dirigente es un conductor................... 231
El gobierno y la dirección...................... 232
El conductor político es un predicador……… 232
Persuadir y no mandar........................... 233
Formar el carácter de acuerdo con el trabajo... 233
Conducción científica y racional…….. .233
Conductores que nacen y que se hacen............ 234
Dar armas a los hombres....................... 234
Fuerza organizada y científicamente conducida…235
El mejor organizado y el mejor conducido...... 235
La organización vence al tiempo ........ 235
Aprender enseñando.............................. 236
A estudiar las masas.............................. 236
Con estos rudimentos se puede empezar.......... 237
Formación de escuelas y ateneos.......... 237
252