Gozando de Dios

El cristianismo nunca tuvo el propósito de hacer tu vida aburrida y triste.

Su propósito es que tengas:

-vida abundante (Juan 10:10)

-gozo (1 Pedro 1:8)
-paz (Romanos 5:1)
-contentamiento (Filipenses 4:11).

Si todo lo que hemos considerado hasta aquí es verdad, entonces este gozo y
paz debieran ser verdad también en tu caso.

Si has de gozar de Dios y de tu nueva vida cristiana, sólo hay una manera de
conseguirlo (Filipenses 4:4-9). La manera de gozar de Dios es darte a ti mismo
a Dios (Romanos 12:1,2).

El cristiano mediocre y contemporizador es siempre desdichado (Marcos 14:66-

72).
El cristiano consagrado puede regocijarse aun en las tribulaciones (Hechos
5:40,41).
Tienes mucho en lo que regocijarte:
-el privilegio incomparable de ser un cristiano (Filipenses 3:7-9)
-el amor de Dios hacia tí individualmente (Gálatas 2:20)
-la promesa de Dios de guardarte (2 Corintios 4:6-18)
-tu herencia (1 Pedro 1:3-9).

No puedes gozar de Dios desde lejos. Necesitas acercarte a El (Salmo 16:11).

Todos los dones de Dios son para que gocemos de ellos, pero el mayor placer es
gozar de Dios mismo.

"Da gracias a Dios por la poca gracia que tengas, y pídele mayor gracia. El te ha
dado esperanza, pide fe; y cuando te dé fe, pide seguridad; y cuando tengas
seguridad, pide seguridad plena; y cuando hayas obtenido seguridad plena, pide
gozo; y cuando tengas gozo, pide la gloria misma; y El sin duda te la dará al
tiempo por El designado."