No es la palabra del hombre (2 Pedro 1:20,21). Es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16,17).
Todos los cristianos necesitan alimentarse de la Palabra de Dios diariamente
(Mateo 4:4). Los nuevos cristianos, especialmente, necesitan esto (1 Pedro 2:2). Hoy en día hay muchos sistemas disponibles de lectura bíblica, que ciertamente te ayudarán en tu nueva fe. Hay también muchos comentarios excelentes de los libros de la Biblia. Busca, sin embargo, el consejo de cristianos con más experiencia antes de comprar alguno. No confundas la lectura de 1a Biblia con el estudio de la Biblia. Leer meramente una docena, más o menos, de versículos no es suficiente. Necesitas dedicar tiempo y meditación a la Palabra (2 Timoteo 2:15; Salmo 119:15). Procura memorizar porciones de la Escritura (Salmo 119:11). "Lee con espíritu de oración, pero no pienses que esto implica una influencia "mágica", y que algo misterioso va a "suceder" cuando leas. El libro de Dios tiene que ser entendido inteligentemente y comunica su verdad a la mente que piensa." E.F. Kevan "No debemos medir, censurar o entender las Escrituras de acuerdo con nuestro propio sentido y razón natural, pero sí debemos meditarlas y escudriñarlas en oración según dichas facultades. El Espíritu Santo debe ser el único maestro que nos enseñe, y que no se avergüencen los jóvenes y los eruditos de aprender de este profesor." Martín Lutero "Puesto que sólo Dios puede dar testimonio adecuadamente de sus propias palabras, así estas palabras no serán plenamente aceptadas en los corazones de los hombres hasta que éstos sean sellados por el testimonio interno del Espíritu." Juan Calvino