Es un hombre maduro de cuarenta y dos años de edad amplio de
espaldas y de constitución fuerte y robusta. Los años de paz le han tratado bien ampliando la circunferencia de su estomago dándole un aspecto engañosamente blando. Sus rasgos faciales son duros y ariscos como si estuviesen esculpidos en piedra. Su cabello es de un color rubio pajizo que comienza a estar surcada por las canas de la edad y una espesa barba norteña que también comienza a clarear ligeramente, le cubre gran parte del rostro. Debajo de unas espesas cejas que le dan un aspecto rudo y gruñón, brillan unos ojos azules llenos de sagacidad inquisitiva difícil de engatusar. Una terrible cicatriz producida por el mordisco de un lobo huargo le recorre el hombro derecho. Pese a ser un bastardo su aspecto es señorial.
Va vestido en todo momento con los ropajes típicos de un guerrero.
Ropas de cuero grueso y resistente, cubiertas por una cota de mallas. Por encima de todo ello, siempre lleva un tabardo con el emblema y los colores de la casa Karstark, un sol blanco sobre negro. Colgando del cinto lleva una espada de preciosa factura de nombre “Claro de Luna” con empuñadura de oro y sendos zafiros engastados. Protegiéndole la cabeza porta una cofia de mallas, y un casco de factura Dorniense que siempre reluce limpio y brillante. Sobre sus hombros descansa una capa de piel de lobo huargo algo desgastada por el tiempo. Unos cómodos guantes de cuero de venado, y unas botas altas completan el conjunto.