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LA PREPARACIÓN UNIVERSITARIA
DE LA JUVENTUD...................................................................................183
EXPERIENCIA UNIVERSITARIA...............................................................187
Los capítulos que constituyen este libro fueron escritos originalmente, entre
1950 y 1980, con motivos diversos, aunque siempre con una preocupación
medular: tratar de encontrar el significado histórico y la interpretación
filosófica de los acontecimientos ocurridos en la vida de México. En algunos
casos las reflexiones se extienden hasta el mas remoto pasado del cual se tiene
noticia, unos 22,000 años atrás, y en otras ocasiones se trata de reflexiones
sobre acontecimientos que están sucediendo ahora, pero que ya tienen una
historia en el pasado inmediato. Ciertos capítulos se refieren a hechos que al
autor no le toco vivir; pero otros han sido coetáneos, y en ellos ha tenido, a
veces, alguna participación activa. En todos los casos las reflexiones se basan
en datos objetivos y comprobados, en los cuales se apoyan ampliamente sus
interpretaciones racionales y sus conclusiones válidas. De esa manera, en este
libro se ofrece una visión panorámica de la cultura mexicana, enfocada desde
los puntos de vista histórico, filosófico, científico y político. En la preparación
de la edición hemos tenido cuidado de encontrar, hasta donde nos ha sido
posible, un lenguaje neto, fluido, directo y comprensible, suprimiendo los
trozos pesados y haciendo las modificaciones y ampliaciones que
consideramos convenientes para ese efecto.
Octubre de 1980
Eli de Gortari
FILOSOFÍA DE LA PREHISTORIA DE
MÉXICO
LA CULTURA PALEOLÍTICA
De acuerdo con los hallazgos arqueológicos que se han hecho hasta ahora,
entre los cuales no figuran restos de primates superiores o de homínidos
antecesores del Homo sapiens, resulta imposible sostener científicamente un
origen autóctono para el hombre americano. Por lo tanto, lo mas probable es
considerar que los primeros humanos que poblaron América fueron grupos de
inmigrantes mongoloides provenientes de Asia que penetraron por el estrecho
de Bering aproximadamente 25,000 años a.n.e., o sea, durante el periodo
geológico del pleistoceno superior. Después, estos grupos se fueron adentrando
en el continente americano, avanzando con lentitud y en oleadas sucesivas que
duraron varios milenios, hasta llegar a poblarlo por entero. En épocas
posteriores, posiblemente se vinieron a sumar otros grupos, que llegaron por
ese mismo camino o, tal vez, cruzando en balsas el Océano Pacífico,
constituidos por australoides, negroides, mongoloides y polinesicos. En todo
caso, los testimonios mas antiguos de poblamiento humano en América han
sido fechados en 22,000 años a.n.e., y, en particular en el territorio del México
Antiguo, en 20,000 años a.n.e., empleando el carbono 14.
El territorio en que se produjo la evolución de nuestra cultura indígena es
conocido con el nombre de México Antiguo y ocupo una vasta región de
América del Norte y del Centro. En el norte, sus limites partían de la costa del
Océano Pacífico, en el actual estado de Sinaloa, formando una gran curva
depresiva hacia el centro, que luego asciende de nuevo para abarcar la región
de la Huasteca y terminar en el actual estado de Tamaulipas, en la costa del
Golfo de México.
15
16 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Por el sur, se extendía hasta Nicaragua, aunque sus límites son menos
precisos. Por lo tanto, el México Antiguo comprendía todo el territorio
mexicano situado al sur de la línea apuntada, la Republica de Guatemala y
Belice en toda su extensión, la mitad de la Republica de Honduras y parte de
las republicas de El Salvador y de Nicaragua. Recientemente los arqueólogos y
prehistoriadotes le han dado a este territorio el nombre de MesoAmérica, el
cual tiene el grave inconveniente de emplear una designación aparentemente
geográfica que carece de significado en geografía. Lejos de representar alguna
ventaja connotativa o denotativa, dicho termino parece representar un intento
— consciente o inconsciente — de subestimación para nuestro país. Todos los
objetos encontrados en el territorio del México Antiguo, desde los hallazgos
mas remotos, muestran acusadamente la existencia de un desarrollo general
común de sus habitantes, en lo que respecta a sus aspectos económico, social,
cultural y científico. Entre los rasgos comunes que presentan las distintas
variantes peculiares que tuvo ese desarrollo cultural, podemos citar: el
calendario ceremonial de doscientos sesenta días, denominados tonalpohualli
por los nahoas y tzolkin por los mayas; el calendario solar de trescientos
sesenta y cinco días, cuya precisión conseguían haciendo correcciones
semejantes a las actuales, y que llevaba el nombre de xihuitl entre los nahoas
y de haab entre los mayas; los conocimientos astronómicos y sus
interpretaciones astrológicas; la escritura jeroglífica empleada para registrar
los acontecimientos y transmitir el saber; la numeración vigesimal utilizada
en la astronomía y en el comercio; la similitud de su politeísmo, basado en el
culto a la naturaleza; la estructura de su organización social y de su
desenvolvimiento económico; la edificación de templos majestuosos; el dibujo,
la pintura y la escultura; el uso del estuco en la arquitectura; los rasgos
principales de sus concepciones estéticas; un conocimiento penetrante de los
vegetales, y una medicina notablemente desarrollada. Es claro que, por una
parte, las características que acabamos de mencionar solamente se muestran en
pleno vigor hasta la época de la cultura urbana o civilización y que, por otra
parte, se destacaron definidamente varias culturas especificas. Pero no cabe
duda de que en esos rasgos característicos en que coincidieron se advierte
decididamente una relación estrecha y un paralelismo en su desarrollo, cuya
formación se inicio desde la época en que se produjo la revolución neolítica.
Mas todavía, entre los pobladores del México Antiguo existe una continuidad
étnica bastante acusada—aunque ostente, como es natural, algunas variantes
Filosofía de la prehistoria de México 17
LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA
útiles, por primera vez— y por último tomaron parte los varones, hasta que,
después de un lapso bastante prolongado, la agricultura acabo por ser la
actividad económica preponderante. Y, como es sabido, este predominio de la
población rural ha perdurado en las sociedades humanas hasta el siglo xIx, en
los países más desarrollados industrialmente, y hasta nuestros días en el resto
del mundo.
Con la agricultura se produjo un aumento en la productividad del trabajo
humano, permitiendo que por primera vez hubiera un excedente entre lo
producido y lo consumido por los productores. A la vez, la producción de
alimentos, aun en su forma mas simple, impuso la necesidad de construir
recintos para el almacenamiento de las cosechas, porque no se consumía todo
desde luego sino que se requería conservar y escatimar los granos para que
durasen hasta la siguiente cosecha y, por otra parte, era preciso apartar la
semilla para la siguiente siembra. Esto hizo que se desarrollara la previsión y la
administración de los abastecimientos. El almacenamiento constituyó una base
para el comercio rudimentario.
Desde el punto de vista tecnológico, la revolución neolítica se puso de
manifiesto con los instrumentos de piedra pulimentada, que aumentaron
enormemente la eficacia de la actividad práctica del hombre y ensancharon sus
posibilidades. A más de esto, se produjo un perfeccionamiento importante en el
arte de cocinar.
De esta manera se fue imponiendo la vida sedentaria, aunque tal cosa no fue
necesariamente contemporánea de la nueva economía. En realidad, algunas
tribus cazadoras y pescadoras llegaron a hacerse sedentarias; mientras que
hubo tribus agricultoras que mantuvieron el nomadismo —y de ello tenemos
muchos ejemplos en el México Antiguo—, cuando los procedimientos
primitivos de cultivo conducían al agotamiento del suelo. El desenvolvimiento
de la agricultura trajo consigo el establecimiento de comunidades cada vez mas
numerosas y económicamente autosuficientes, en un nivel superior al de las
comunidades paleolíticas: puesto que cada comunidad producía y recogía sus
alimentos, tenia a su disposición en la vecindad inmediata las materias primas
requeridas para la satisfacción de todas sus necesidades, y sus miembros
fabricaban los utensilios, instrumentos y armas que empleaban. Sin embargo
esta autosuficiencia no represento necesariamente un aislamiento. En realidad,
durante la época neolítica, el México Antiguo era —al igual de lo que ocurrió
en otras regiones del mundo— una cadena continua de comunidades que se
Filosofía de la prehistoria de México 21
LA CULTURA AGRÍCOLA
LA REVOLUCIÓN URBANA
técnica de contar los objetos uno por uno. Y, por su parte, la multiplicación y la
división son sencillamente procedimientos abreviados para sumar y restar
cantidades iguales. Por otro lado, las necesidades prácticas de la agricultura
impusieron la observación cuidadosa de los cuerpos celestes. En los cielos
claros que predominan en las latitudes tropicales, los habitantes del México
Antiguo pronto reconocieron la regularidad de los acontecimientos y su
conexión cronológica con los sucesos terrestres. Y lo que es más, los éxitos
obtenidos en la predicción del tiempo oportuno para la realización de las faenas
agrícolas los animaron a proseguir dichas observaciones, con la vana esperanza
de poder predecir otros acontecimientos importantes en la vida de los hombres.
De este modo al legítimo propósito de fijar las fechas de cada ciclo agrícola y
los festivales vinculados con ellas, se agrego la elaboración de los pronósticos
astrológicos que, aun cuando carecieron de valor intrínseco, fueron convertidos
en instrumentos para el fortalecimiento de la autoridad política. Por otra parte,
la aplicación del arte de contar a las observaciones astronómicas cada vez más
precisas produjo la formulación del calendario; primero con base en las
lunaciones y, después, en correspondencia con el año solar. En todo caso, el
calendario representa la primera conquista científica obtenida con fundamento
en la observación y en la aplicación acertada del calculo. A la vez, el
calendario constituyó también la primera justificación científica de hacer
predicciones precisas. Y esta primera aplicación de la predicción científica fue
un factor importante para el reconocimiento de la autoridad de quienes tenían
el dominio de los conocimientos necesarios para hacerlo, o sea, de los
sacerdotes.
En principio no había una verdadera distinción en la forma de transmitir las
ciencias aplicadas y las eruditas. La instrucción que se daba para aprender el
arte de contar o el de curar era prácticamente similar a la que se daba al
aprendiz de alfarero o de tejedor. El discípulo observaba el trabajo de su
maestro, quien le mostraba la manera de ejecutar las operaciones, y, luego, el
aprendiz se ponía a trabajar bajo la dirección del maestro, quien le corregía los
defectos de ejecución. Pero, con el desarrollo de la sociedad urbana, las nuevas
artes de escribir, contar y observar los astros se convirtieron en profesiones
“respetables” y sus practicantes se asociaron directamente a la clase dirigente;
en contraste con los artesanos y los agricultores, cuyo trabajo manual empezó a
ser considerado como despreciable. Pronto se estableció una diferenciación
notable entre el saber artesano —que no se transmitía por escrito— y la
32 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
LA CIVILIZACIÓN CLÁSICA
LA REVOLUCIÓN SECULARISTA
arquitectos del México Antiguo, cubriendo los valles del estado de Oaxaca con
multitud de edificios. También en esa época se siguió elevando la pirámide de
Cholula en el valle de Puebla. Pero, entre los últimos años del siglo IX y los
primeros del siglo X, la revolución antiteocrática se propagó a todos los centros
ceremoniales del México Antiguo, acabando con la organización social que le
servía de base. Entonces se extinguieron igualmente los grandes centros
urbanos dc la región central maya, en la ultima parte del gran periodo (889-
987), y se produjo también el colapso de Monte Alban.
Con la desaparición del dominio sacerdotal y el surgimiento de los
guerreros como clase gobernante se consumo la revolución secularista que trajo
consigo una nueva organización política de la sociedad. Desde luego, se
produjo una disminución de la hipertrofia de la función ceremonial, y las
sociedades militaristas se orientaron hacia un mayor equilibrio urbano. Los
guerreros convertidos en gobernantes desempeñaron funciones económicas
fundamentales para el desarrollo social. Se preocuparon principalmente porque
los antagonismos engendrados por la revolución urbana —sobre todo las luchas
entre las clases con intereses en conflicto— no llevaran a la situación de que
las clases y la propia sociedad se consumieran en un combate estéril. Los
grandes gobernantes militares se jactaron de sus actividades económicas, como
lo fueron la construcción de canales y diques, y la edificación de templos y
palacios. Es indudable que el poder militarista aceleró la acumulación de
capital, en forma de alimentos y de otras riquezas, y con los excedentes así
obtenidos se mantuvieron los funcionarios, comerciantes y hombres de armas.
Mientras tanto, los militares cumplieron bien la función económica de proteger
las ciudades, sus canales, sus campos cultivados y sus comunicaciones, contra
las incursiones de otros pueblos menos prósperos. En fin, el dominio de los
guerreros acabo por crear un orden político mas compatible con las realidades
económicas de la sociedad urbana. Y, por lo demás, las nuevas sociedades
militaristas surgidas de la revolución antiteocrática se preocuparon por llevar
cuidadosamente las crónicas de los sucesos que consideraron mas importantes,
terminándose la prehistoria del México Antiguo al comenzar la época de la
historia escrita.
Filosofía de la prehistoria de México 41
BIBLIOGRAFÍA
Clarence L. Hay, et al., The Maya and Iheir Neighbórs, Applcton Century,
Nueva York-Londres, 1940.
43
44 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
En tanto que Morelos llevaba a cabo su campaña victoriosa desde las costas
del sur hasta el centro del país, derrotando a todos los ejércitos coloniales que
se le opusieron, los diputados americanos a las Cortes de Cádiz insistían en la
igualdad política de los países americanos con la metrópoli, la libertad de
industria y agricultura, el libre comercio y la supresión de estancos y
preferencias a los españoles en los empleos y cargos públicos, y conseguían la
exención de tributos a los indios y castas, el reparto de tierras a los pueblos de
46 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Un año más tarde, el propio Congreso dio forma política a la nación con el
Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, sancionado
en Apatzingán el 22 de octubre de 1814. A partir de entonces, las arraigadas
convicciones de Morelos lo hicieron planear todas sus operaciones militares de
acuerdo con el propósito fundamental de defender las actividades de los
miembros del Congreso. Después del fracaso sufrido en las lomas de Santa
María, a las puertas de Morelia, y del fusilamiento de Mariano Matamoros, la
Morelos y la Constitución 47
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54 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
la primera tarea que se propuso Ocampo fue la de terminar sus estudios. Así, a
fines de julio de 1831 se inscribe en la Universidad de México, para completar
su aprendizaje del derecho. Al igual que antes, es un alumno aprovechado. En
octubre de 1833, al ser suprimida la Universidad, pasa como alumno del
Establecimiento de Jurisprudencia, creado por el gobierno liberal de Gómez
Farías, y, al finalizar ese año, comienza su práctica como abogado, después de
haber presentado el examen general previo al de recepción. Pero en 1834,
cuando estaba a punto de obtener el título universitario, sufre una crisis
decisiva que lo hace renunciar a la carrera. Por una parte, el Establecimiento de
Jurisprudencia fue suspendido, junto con los otros cinco erigidos el año
anterior, para hacer volver a la Universidad a la situación que tenía. Otra de las
causas que desencadenan esa crisis en Ocampo es la decepción que le produce
el ejercicio de la abogacía, por las tretas y vicios que conlleva. Al mismo
tiempo, también obran en Ocampo su gran vocación por las ciencias naturales,
su poderosa inclinación hacia la agricultura y otras inquietudes que entonces lo
apremian y lo apasionan. Como consecuencia, Ocampo se retira a Pateo y,
durante los seis años siguientes, se dedica intensivamente al estudio de varias
disciplinas científicas, a dirigir las faenas de su hacienda, a beneficiar a los
campesinos de la finca y de otras haciendas vecinas y, con regocijo, a vivir
plenamente.
La tranquilidad de esa época, única en su vida de adulto, solamente es
interrumpida por su alistamiento voluntario cuando Francia suscita la Guerra
de los Pasteles en 1838, que termina antes de que Ocampo empuñe las armas, y
por un viaje de estudio que hace a Puebla, Veracruz y algunas poblaciones de
Oaxaca, en 1839. En Pateo, una buena parte de su tiempo la pasa leyendo y
reflexionando. Atiende diariamente las labores del campo y se desempeña en
las actividades de la administración. Escucha con atención a los campesinos y
procura ayudarlos de manera eficaz, sin importarle las mermas que así infiere a
su patrimonio. Excursiona frecuentemente por los alrededores, observando con
curiosidad científica la naturaleza y reflectando una multitud de vegetales,
particularmente yerbas, con las cuales realiza experimentos para determinar sus
virtudes y otras propiedades. Las convulsiones políticas de esos años,
incluyendo la separación de Tejas y la guerra subsecuente, deben haber
afectado hondamente la conciencia de Ocampo, incitándolo a pensar con
agudeza en los problemas del país y a tratar de encontrar soluciones racionales
56 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
para algunos de ellos. En las noches despejadas era muy afecto a contemplar el
cielo, aprendiendo a distinguir las estrellas y las constelaciones en la serenidad
de su movimiento. Sin embargo ni aun entonces podía desentenderse de los
sucesos terrestres, de las muchas necesidades de sus compatriotas y de las
iniquidades y abusos a que se encontraban sometidos. También en esa época,
Melchor Ocampo se enamora. La persona a quien entrega su cariño es su nana,
Ana María Escobar, la cual le corresponde con un amor, una admiración y un
afecto entrañables que duran hasta que ella muere. Esos amores deben haberle
producido a Ocampo muchas alegrías y satisfacciones, aunque al principio no
dejaron de producirle turbaciones y hasta conflictos interiores, por lo desusado
que era el tener relaciones maritales con su ama. Sus preocupaciones se
intensificaron cuando nació la primera de sus hijas, Josefa, a mediados de
1836. Sin embargo, cinco años después, consiguió superar por completo sus
tribulaciones, particularmente cuando obtiene de manera explícita la
comprensión de su tutor, el licenciado Ignacio Alas, la cual era muy importante
para Ocampo. Ya en esas condiciones, en adelante pudo gozar tranquilamente
de sus amores con la mujer de su vida, de quien tuvo otras tres hijas: Petra,
Julia y Lucila, nacida esta última en 1850.
Durante su prolongada estancia en Pateo no dejó de hacer cortos viajes a la
Ciudad de México, en donde asistía a las diversiones que había y conversaba
asiduamente con sus antiguos compañeros y otros amigos, tanto sobre
cuestiones científicas que lo entusiasmaban como acerca de los problemas
políticos y económicos del país que lo preocupaban. En uno de esos viajes,
hecho a principios de 1840, sintiéndose agobiado por sus problemas
sentimentales y por la situación nada boyante en que se encontraba su
hacienda, debido principalmente a la compra de libros y las muchas dádivas
que hacía a los necesitados, decide marcharse a Europa. Por supuesto, el viaje
mismo debe haberlo apasionado desde tiempo atrás. Como todavía era
inmaduro y creyendo que de otra manera disgustaría a su tutor, inventa un
cuento truculento y se embarca en Veracruz el 6 de marzo de 1840. Llega a
París el 10 de mayo, prácticamente sin dinero, por lo que se pone a realizar
trabajos ocasionales para mantenerse precariamente; se sabe que varias veces
tuvo que contentarse solamente con frutas para comer. Desde un principio atrae
poderosamente su atención el Jardín de Plantas, en donde asiste a los cursos de
agricultura práctica y de industrias agrícolas, pensando desde entonces en las
maneras de adaptar algunos cultivos y de iniciar ciertos aprovechamientos
Vida y obra de Melchor Ocampo 57
Guadalupe, por medio del cual la república mexicana perdió más de la mitad de
su territorio, Melchor Ocampo renuncia a la gubernatura de Michoacán, en
marzo de 1848. En las elecciones que se hacen en mayo, por parte de la
legislaturas estatales, para nombrar presidente de la república, Ocampo obtiene
algunos votos. Ese mismo año, al establecerse la Cámara de Senadores y
realizarse las elecciones, Ocampo es nombrado senador por Michoacán. En
marzo de 1850 es designado ministro de Hacienda por el presidente José
Joaquín de Herrera, puesto al que renuncia dos meses después, exponiendo
claramente los motivos que tuvo para hacerlo. En enero de 1851 vuelve a ser
candidato a la presidencia de la república.
El año de 1851 lo pasa Ocampo entre Pomoca y la Ciudad de México.
Implicado directamente en la política, debe haber reflexionado gravemente
acerca de la situación del país. Sin duda, entre sus reflexiones deben haber
estado comprendidos los principios del programa de gobierno de Valentín
Gómez Farías, expuesto claramente por Mora:
También debe haber reflexionado mucho Ocampo en los medios para llevar
a la práctica tales principios, fijando su atención en los actos ejecutados por ese
gobierno liberal en 1833: la secularización de los bienes de las misiones
existentes en California, la supresión de la Real y Pontificia Universidad de
México, la organización de la instrucción pública, la cancelación de la
coacción civil para el cobro de diezmos, la prohibición de sermones políticos,
la abolición de la compulsión civil para el cumplimiento de los votos
monásticos y la decisión de que la deuda pública se pagase mediante la
nacionalización de los bienes eclesiásticos.
Al comenzar ese año, se produjo en Maravatío un incidente que puso de
manifiesto, de una manera obvia, cómo el clero manejaba inflexiblemente el
cobro de las obvenciones parroquiales. Al fallecer su marido, una mujer
indigente acudió ante el cura para pedirle que accediera a enterrarlo por
caridad. El cura se negó terminantemente. Y, a los muchos ruegos y lágrimas
de la mujer, aquél acabó por decirle: "Pues si no tienes con qué enterrarlo,
sálalo y cómetelo, porque yo no les he de dar de comer de caridad a los
vicarios, al sacristán, ni al campanero". Cuando Ocampo se entera del
incidente, da a la mujer los 8 pesos que le exigía el cura para que el sepelio
pudiera realizarse. Pero se queda profundamente indignado y busca una
solución definitiva para tales casos. Se decide por ejercer una acción radical,
haciendo una representación ante la legislatura del estado, sobre la reforma de
los aranceles y las obvenciones parroquiales.
Poco después inclusive redacta un proyecto de ley al respecto, que hace
suyo el ayuntamiento de Maravatío. Dicha representación fue impugnada por
"un cura de Michoacán", quien estuvo asesorado por Clemente de Jesús
Munguía, más tarde obispo de esa diócesis. Ocampo responde en tres capítulos.
Luego se publica una segunda impugnación, que Ocampo también contesta. Y
hay todavía una tercera impugnación, que merece la respuesta de Ocampo en
dos partes. La polémica empieza el 8 de marzo y termina hasta el 15 de
noviembre. La lectura de esta discusión, que aparece íntegramente en sus
Obras completas, no resulta fácil en la actualidad, porque nos encontramos
fuera del contexto en que se desarrolló. No obstante, es sumamente interesante
hacerla, para quien quiera conocer a fondo la cuestión debatida. Entre las
impugnaciones y las respuestas de Ocampo, puede advertirse cómo éste
domina el terreno, por la solidez de sus conocimientos, la firmeza de sus
64 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Las leyes protegen el ejercicio del culto católico y de los demás que se
establezcan en el país, como la expresión y efecto de la libertad
religiosa [. . .]. En el orden civil no hay obligación, penas ni coacción
de ninguna especie con respecto a los asuntos, faltas y delitos
simplemente religiosos [. . .]. Quedan abrogados los recursos de fuerza.
Si alguna iglesia o sus directores ejecutaren un acto peculiar de la
potestad pública, el autor o autores de este atentado sufrirán
respectivamente las penas que las leyes imponen a los que
separadamente o en cuerpo lo cometieren [. . .]. Cesa el derecho de asilo
en los templos [. . .]. El juramento y sus retracciones no son de la
incumbencia de las leyes [. . .]. Cesa, por consiguiente, la obligación
legal de jurar la observancia de la Constitución, el buen desempeño de
los cargos públicos y de diversas profesiones antes de entrar al ejercicio
de ellas [. . .]. Ningún acto solemne religioso podrá verificarse fuera de
Vida y obra de Melchor Ocampo 71
misma forma y con los mismos cargos que hasta aquí". De esa manera se hizo
justicia al primer centro laico de enseñanza establecido en México desde 1767.
Al radicarse el gobierno en la capital, Juárez reorganizó el gabinete, quedando
Ocampo como ministro de Relaciones Exteriores, el 13 de enero. Pero, tres
días después, Ocampo renuncia al ministerio y, a pesar de que le ofrecen otros
puestos, decide no aceptarlos y volver a Pomoca.
Mientras tanto, se siguen expidiendo leyes y decretos. El 23 de enero se
vuelve a decretar la supresión de la Universidad de México. El 2 de febrero se
publica la Ley de Imprenta, estableciendo que: "Es inviolable la libertad de
escribir y publicar escritos en cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad
puede establecer previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni
coartar la libertad de imprenta, que no tienen más limites que el respeto a la
vida privada, a la moral y a la paz pública". Ese mismo día se decreta la
secularización de los hospitales y establecimientos de beneficencia que
administraban las autoridades o corporaciones eclesiásticas, para quedar a
cargo del gobierno. El 13 de febrero se clausuran los 22 conventos de
religiosos que existían en la Ciudad de México, quedando solamente 9 para
monjas; los cuales serían extinguidos dos años después, el 26 de febrero de
1863. El 15 de marzo se publica la ley que implanta el sistema métrico decimal
en la república, a la vez que se fijan las normas para la acuñación de monedas.
El 15 de abril se promulga la Ley sobre la Instrucción Pública, redactada por
Ignacio Ramírez, disponiendo que la enseñanza primaria federal sea gratuita y
erigiendo una escuela de sordomudos, una Escuela de Estudios Preparatorios y
las Escuelas Especiales de Jurisprudencia, de Medicina y Farmacia, de Minas,
de Artes e Industrias, de Agricultura, de Bellas Artes y de Comercio, lo
mismo que el Conservatorio de Música, Baile y Declamación.
Como dijimos antes, al renunciar al gabinete, Melchor Ocampo regresa a su
finca de Pomoca, dedicándose a la administración de la misma, al propio
tiempo que reanuda sus estudios científicos y sigue atentamente los
acontecimientos políticos del país. Así se entera del restablecimiento de
relaciones diplomáticas con Inglaterra. También le llega la noticia de la muerte
de Manuel Gutiérrez Zamora, el 16 de marzo, y de Miguel Lerdo de Tejada, el
22 del mismo mes. Igualmente, es informado de la expatriación del Nuncio
Papal y de los embajadores de España y de Guatemala, lo mismo que de la
expulsión de los obispos De la Garza, Munguía, Barajas y Espinosa. Mientras
tanto, Ocampo es postulado para Presidente de la Suprema Corte de Justicia,
Vida y obra de Melchor Ocampo 73
archivos y las bibliotecas viejas en que se encuentra, lo mismo que del papel de
prócer del pasado que le asignan en las historias oficiales y del sitio maldito en
que lo colocan las interpretaciones reaccionarias insidiosas. Por mi parte,
espero haber contribuido a ponerlos en el ambiente histórico donde se
desarrolló en teoría y se llevó a la práctica la Reforma en México.
CIENCIA POSITIVA,
POLÍTICA "CIENTÍFICA"
77
78 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
La reforma planteada por Gabino Barreda fue acogida con favor por los
liberales, ya que, en las condiciones del ejercicio del poder político y
económico, el positivismo resultaba un instrumento inestimable para el
mantenimiento del orden. Fundamentalmente el partido liberal encontró en la
implantación del positivismo la manera de sustituir a la Iglesia -que, hasta
entonces, había sido un enemigo declarado de la burguesía , conservando, a la
3
Ibid,, pp. 79 y 171.
4
Ibid., pp. 79, 134 y 135.
5
Ibid., pp. 80, 150 y 152
6
Ibid., pp. 80 y 165.
1
Ibid,, pp. 83, 111, 122 y 186.
80 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
la vez, todas las ventajas que la propia Iglesia presentaba como factor
importantísimo para el dominio del pueblo: porque establecía la imposibilidad
de que la mayoría de la población pensara, siquiera, en tener alguna
participación en el gobierno; preconizaba el conformismo y la resignación con
la posición en que cada quien se encontraba; exigía la fe ciega en las llamadas
verdades demostrables de la ciencia, que solamente una minoría privilegiada
podía comprender, pero que todos deberían acatar; consideraba al gobierno
constituido como el mejor de los regímenes posibles y lo tenía por intocable;
aspiraba a apoderarse radicalmente de la conciencia de todos los hombres para
dirigirlos, y, por último, deformando los intereses reales de la población,
trasladaba todas las contiendas a aquellos planos en donde se anulaba cualquier
peligro para el régimen establecido.
Con estos propósitos, se introdujo en México la reforma de la enseñanza, de
acuerdo con la Ley Orgánica de Instrucción Pública del 2 de diciembre de
1867, cuya redacción había sido dirigida por Barreda. La fundación de la
Escuela Nacional Preparatoria vino a separar la enseñanza secundaria de la
instrucción profesional. Así, en los cursos preparatorios se abarcó de manera
integral el conjunto de las ciencias positivas, conforme a un plan de estudios
único para todos los alumnos dispuesto en orden a la generalidad decreciente y
complicación creciente de las disciplinas. Se proscribieron todas aquellas
materias que pudieran suscitar polémicas religiosas, introduciendo en su lugar
el estudio de las ciencias naturales basadas en el método experimental.
Además, la reforma positiva también hizo realidad lo que había sido un
proyecto acariciado largamente por Valentín Gómez Farias, José María Luis
Mora e Ignacio Ramírez: implantar la enseñanza primaria obligatoria y
gratuita. En este sentido, la enseñanza recibió un impulso considerable y, al
mismo tiempo, en México se estableció, por primera vez, el cultivo de la
ciencia moderna. Tomaron cuerpo los anhelos que se venían expresando desde
la segunda mitad del siglo XVIII, dándose un golpe de muerte a las estériles
especulaciones teológicas.
Ahora bien, es conveniente aclarar aquí una confusión que se ha propalado
desde la aparición de los trabajos de Leopoldo Zea. De ellos se desprende que
la revolución liberal fue plasmada en México por un grupo de hombres situado
al margen de la sociedad, porque sus miembros no pertenecían a ninguna clase
social. Entonces, cuando se consumó la revolución, y el grupo se afirmó en el
poder, tuvo que preocuparse por descender de su privilegiada situación
Ciencia positiva, política "científica" 81
suprasocial, para buscar una clase social encargada de mantener el orden, Y así
fue como, ya que no podía confiar en el clero ni en el militarismo, vino a fijar
su atención, por simple exclusión, en la burguesía mexicana. Pero antes de
otorgarle tal misión pensó en la necesidad de dar a los miembros de esta clase
una educación especial, para que adquirieran conciencia del destino que se les
confiaba y asumieran con plenitud esa responsabilidad.8 Tal explicación es del
todo inaceptable. En la realidad de los hechos, el partido liberal representaba,
sobre todo, los intereses de la burguesía mexicana y, si bien incluyó en su
programa algunas de las aspiraciones de los campesinos, fue ésta una condición
que tuvo que cumplir por fuerza para contar con su apoyo y poder obtener el
triunfo político. Por eso, en el momento mismo en que se logra la victoria, los
representantes de la burguesía se esfuerzan por hacerla permanente y,
abandonando las demandas campesinas, buscan más que nada el ensanche de
su poderío económico, la destrucción de sus enemigos y la convicción de la
mayoría de la población en su favor. Para esto, rompen las trabas que impedían
el desarrollo del comercio, la agricultura y la industria; se apoderan de las
riquezas acumuladas por el clero y las hacen producir - con lo cual aumentan
de modo fabuloso sus recursos y debilitan enormemente a su enemigo—, y
establecen la enseñanza positivista, a fin de lograr el consenso de la opinión
general. Por lo tanto, no se implanta el positivismo como un medio para crear
conciencia de clase en la burguesía mexicana, suponiendo que ésta no la
tuviera, sino que, al contrario, su establecimiento es una prueba de que esa
conciencia ya se había desarrollado y de que entonces se pretendía crear en las
otras clases una conciencia favorable a los propósitos que la burguesía
mexicana puso en ejecución. Se trataba de imponer la obediencia ciega a los
dictados de la ciencia, cuyo usufructo se confiaba, en monopolio, a una minoría
privilegiada, al servicio del régimen político; y, para ello, se intentaba extender
la instrucción a todas las clases sociales.
amor, orden y progreso fue sustituido por otro: libertad, orden y progreso. Sin
embargo, la libertad no debía estimarse
9 Valentín Gama, “El positivismo en México”, U.G.B. Revista de Cultura Moderna, Órgano de la
Universidad Gabino Barreda, Núm. 2, noviembre de 1935, México, pp.64-93
Ciencia positiva, política "científica” 83
10 Ibíd.
84 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
11 Porfirio Parra, "La ciencia en México" México. Su evolución social, J. Ballescá, México, 1900-1902,T.I, Vol.
2,pp. 417-466.,
12 Porfirio Parra, "La responsabilidad según la psiquiatría", Memoria del Primer Concurso Científico Mexicano,
Tipografía de la Secretaría de Fomento, México, 1897, Vol. I.
Ciencia positiva, política "científica" 85
cuando su uso es inevitable para el verdadero trabajo científico.13 Tales son los
resultados que Barreda obtiene a través de su examen crítico del cálculo
infinitesimal.
Diez años después, las Nociones de ciencias y las Nociones de lógica, de
Luis E. Ruiz, son simples obras de texto. Veinte años más tarde, en la Lógica
de Porfirio Parra, se puede advertir cómo lo que empezó siendo expresión de la
objetividad material de la ciencia ha terminado por convertirse, de cierto modo,
en la manifestación de la subjetividad de una norma ideal. Ahora se considera
que,
[. . .] la lógica formula reglas que establecen no cómo el espíritu es, sino
cómo debe ser, no lo que en él hay, sino lo que debe haber: no las
funciones que efectivamente desempeña, sino las que debe desempeñar
[. ..] sentados de una vez por todas y fundados, independientemente de
sus aplicaciones, los primeros principios y los fundamentales
postulados de la lógica, todo el sistema se organiza y se equilibra come
por encanto, y las reglas brotan vigorosas y bien arraigadas [., .] [todo el
tratamiento se funda] en este grande e incontrovertible principio: que la
verdad plena, completa y fundada, no se encuentra exclusivamente en el
espíritu, ni exclusivamente en el mundo exterior [. . .] [sino que] es la
perfecta congruencia y la exacta y total correspondencia entre las con-
cepciones del espíritu y los fenómenos de la naturaleza [. . .] Este
concepto de lo verdadero que, en rigor, remonta a Santo Tomás de
Aquino, es altamente científico y está irrefutablemente fundado, y en él
se informa el tratado [de Parra] [. . . ].14
LA POLÍTICA "CIENTÍFICA"
Las bases idealistas, sobre las cuales se había iniciado la transformación del
régimen liberal en un orden nuevo, no llevaron al éxito deseado. La enseñanza
13 Gabino Barreda, Examen del cálculo infinitesimal desde el punto de vista lógico, Ediciones de la Revista
Positiva, México, 1908.
14 Manuel Flores, Dictamen sobre el nuevo sistema de lógica inductiva y deductiva del Dr. Porfírio Parra,
Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 3a.ed., México-París. 1921.pp. 701-711.
88 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
positivista no se pudo extender a todos los habitantes del país ni menos rendir
frutos tempranos. Su eficacia se vio retardada y quedó confinada a núcleos
reducidos. Entretanto, la implantación del orden se hacía inaplazable, no se
podía esperar el transcurso de una generación ni se podía confiar en los
resultados más o menos dudosos de su educación. Los enemigos derrotados,
pero no vencidos, empezaban a cobran nueva fuerza. En el seno mismo del
régimen las discordias entre las diversas facciones lo debilitaban y lo dividían,
provocando todavía algunas sublevaciones. No obstante, el grupo de
terratenientes enriquecidos con las haciendas del clero y con las propiedades
urbanas de los conventos fue adquiriendo la hegemonía política, hasta lograr la
dirección indiscutible del régimen. Y para consolidar esta posición, el grupo
recurrió precisamente a los elementos del antiguo régimen. En un militar —el
general Díaz — concentraron su representación y a él, como miembro más
destacado del grupo, le confiaron la administración de los negocios públicos.
Utilizaron a la Iglesia como instrumento eficaz —y bien probado— para el
mantenimiento del orden; no sin hacerle grandes concesiones, que le
permitieron recuperar parcialmente su poder. Es cierto que el positivismo
había aspirado a sustituir a la Iglesia en estos menesteres, pero la burguesía
reaccionaria no podía confiar tan sólo en buenos deseos y prefirió la realidad
tangible de la institución secular.
Más adelante, cuando madura la primera generación burguesa educada por
el positivismo y obtiene participación en el poder político se encuentra con un
orden dictatorial bien establecido, a cuyo sustento colabora la organización
eclesiástica. Las aspiraciones de esta generación quedan confinadas dentro de
tal orden que, por lo demás, conviene a sus intereses y los representa. Su
actividad se endereza hacia esta vertiente, la del progreso; siempre dentro de
los marcos del orden existente y sin pretender rebasarlo. El partido "científico"
se hace cargo de las finanzas del Estado, logra el equilibrio entre los ingresos y
los egresos y se lanza a una política bien meditada y cautelosa, con propósitos
de largo alcance —todos ellos por realizar después de la muerte del dictador y
con la certeza de poder heredarlo pacíficamente. Siguiendo sus reflexiones
"científicas", consideran que la industria, el trabajo y la educación son los
factores más eficaces para hacer que el orden forzado, impuesto
mecánicamente por Díaz, evolucione hasta llegar a ser un orden orgánico y
perenne. En todo caso, el desarrollo económico que propician los "científicos"
Ciencia positiva, política "científica" 89
15 Justo Sierra, "Discurso de clausura", Memoria del Primer Concurso Científico Mexicano, op. cit., Vol, III.
90 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Durante los primeros cincuenta años del presente siglo la vida en México ha
sufrido cambios notables, cuyas manifestaciones se pueden observar en los
distintos dominios de la actividad económica, social, política y cultural. La
riqueza y la multiplicidad de los acontecimientos que constituyen esta
transformación social se acusan también, en forma correspondiente y necesaria,
dentro del campo de la cultura y la ciencia. De tal manera que, al trazar
brevemente los rasgos más salientes que ha tenido el desenvolvimiento de la
teoría que permite interpretar el proceso científico, estaremos siguiendo al
propio tiempo las fases más importantes del desarrollo general que México ha
experimentado. Porque, en último término, el carácter que la investigación
científica asume en cada época y en cada país es un resultado de las
condiciones económicas, sociales y políticas existentes y, a la vez, sus
aportaciones producen una influencia definida en esas condiciones, actuando
sobre su desarrollo.
Al comenzar el siglo XX nos encontramos con los frutos maduros que el
positivismo mexicano había llegado a formar. El volumen de las obras escritas
es cuantioso. En ellas tenemos, por una parte, descripciones de los animales,
vegetales y minerales que se encuentran en el país y anotaciones acerca de los
fenómenos metereológicos y climatológicos, del relieve geográfico y de la
constitución geológica le la república. Por otro lado, se trata de libros de texto
que ponen al alcance de los estudiantes los conocimientos elaborados por mano
ajena; en los cuales se insertan, algunas veces, desarrollos originales sobre
cuestiones de detalle, cuyo propósito principal es el de presentar en forma más
accesible la materia tratada. En todo caso, son trabajos de recopilación de datos
que, si bien son indispensables para la investigación, apenas representan la
91
92 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
considerar a la lógica como "una ciencia del origen del logos, es decir, una
teoría de las formas del pensar que hacen posibles los principios siempre
nuevos de la ciencia". De este modo, y haciendo a un lado el fundamento
experimental de la ciencia, afirman que "la validez de cada nuevo
conocimiento [. . .] se valúa ante todo por su ausencia de contradicción, es
decir, según una ley lógica fundamental". Ya en el desarrollo sistemático de las
distintas partes de la lógica, Larroyo y Cevallos siguen una trayectoria
oscilante: en ocasiones introducen funciones completamente acordes con los
procedimientos de la ciencia contemporánea; pero, en otros casos, pretenden
mantener como válidas algunas concepciones caducas, y, entre unas y otras, se
advierten soluciones de continuidad, de manera que el conjunto es un tanto
desorganizado e inconexo. Por último, llegan a introducir operaciones que no
tienen nada de lógicas, como el llamado "método fenomenológico" que, por lo
demás, ninguna ciencia utiliza. Con todo, la obra de Larroyo y Cevallos
constituye un intento de interpretación lógica de la ciencia contemporánea que
supera, con mucho, a la mayor parte de los textos escritos por autores de habla
española. Por lo cual podemos decir que, por la amplia difusión alcanzada por
ella, ha ejercido una influencia positiva entre la juventud para la comprensión
de la ciencia.
En 1949, José Montes de Oca y Silva publica un estudio acerca del Método
dialéctico, destinado a formar parte de una obra mayor, "Prolegómenos a la
filosofía de la historia", que tiene en preparación. En este ensayo hace un
examen crítico del desarrollo histórico del materialismo y del
desenvolvimiento de la dialéctica en la historia de la filosofía, para llegar,
finalmente, a caracterizar al materialismo dialéctico. "Aceptamos el
materialismo dialéctico", dice, "en cuanto es simplemente un método
historiográfico [. . .] [pero] no únicamente como un método de investigación,
sino también como un método de sistematización y de síntesis". E insiste aún
más, "el materialismo histórico, más que un sistema habrá que considerarse
como un método, como una guía que nos oriente en el laberinto de los hechos
históricos, como un camino por emplear en la indagación de la historia.
Finalmente, Montes de Oca se preocupa por destruir el mal entendido de que el
materialismo histórico sea un economismo de la historia. Precisa que si bien el
proceso de producción y de reproducción de la vida material de la sociedad es,
en última instancia, el momento determinante de la historia, en cambio, la
afirmación de que el momento económico sea el único determinante es una
96 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
99
100 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
103
104 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
LA INVESTIGACIÓN MATEMÁTICA
Como puede verse, en este vasto campo del estudio científico, en el cual la
realidad objetiva se impone de una manera más directa que en la matemática,
las tergiversaciones idealistas se excluyen todavía más. Pero, no por eso, faltan
por completo. A ellas se agregan la escasez de medios y estímulos para el
trabajo, que es más grave por el alto costo de los aparatos y materiales
necesarios para la investigación experimental; también se conjugan, como
inconvenientes, la relativa falta de contacto con las otras actividades científicas
que se realizan en México y la desigualdad arbitraria que existe en el fomento
de las diversas ramas. Por otra parte, el cultivo de estas disciplinas plantea a los
investigadores un problema ético de la mayor significación. De la actitud que
asuman ante esta cuestión, además de que es una prueba de fuego para su
calidad humana, se desprenden consecuencias favorables o desfavorables para
México. En el caso del conocimiento de los recursos nacionales y de la
investigación de los procedimientos que permitan su aprovechamiento, lo
importante es que los científicos orienten sus actividades hacia la preparación
de industrias de transformación que sirvan de apoyo a la efectiva
independencia económica de la nación. De otra manera, lo que aumentará es la
exportación de materias primas no renovables, con el consiguiente incremento
de la dependencia económica respecto de los intereses imperiales extranjeros.
En cuanto a otros aspectos de la investigación, como el de la física nuclear, la
responsabilidad que descansa en manos de los hombres de ciencia mexicanos
es la de enderezar sus esfuerzos hacia el aprovechamiento de esta energía en
aplicaciones pacíficas que mejoren las condiciones de la vida humana. En caso
contrario, los resultados que se obtengan vendrán a aumentar los recursos
técnicos de los incendiarios de la guerra, y los científicos, quiéranlo o no, se
convertirían en apéndices del sistema de preparación bélica y en cómplices del
mismo.
Desde luego, confiamos plenamente en que los investigadores mexicanos
sabrán resolver este problema con acierto, haciendo honor a las mejores
tradiciones de nuestro pueblo. Por lo mismo, esperamos que cuando la presión
se extreme y aun cuando los estipendios que se ofrezcan sean tentadores, no
obstante, sepan rehuir los halagos y no se sometan. En último caso, tenemos el
ejemplo luminoso de Frederic Joliot-Curie, en Francia, y, más cercano y
familiar, el de Norbert Wiener, quien ha colaborado íntimamente con nuestro
orgullo nacional, el fisiólogo Arturo Rosenblueth. Como es sabido, Joliot-
Curie, Premio Nobel de Física por sus investigaciones atómicas, ha preferido
110 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Hospital General y en los Laboratorios del Hospital Infantil, del Militar y del
de Tuberculosos; igualmente, en varias dependencias de las Secretarías de
Agricultura y Ganadería y de Marina, lo mismo que en el Instituto de
Investigaciones Científicas de la Universidad de Nuevo León, en el Instituto
Botánico del Estado de Chiapas y en el Departamento de Biología de la
Universidad de Puebla. Podemos afirmar que las instituciones acabadas de
mencionar cuentan con recursos moderados, si atendemos a las posibilidades
económicas de nuestro país y, sobre todo, comparándolos con los que se tienen
en los otros campos de la investigación científica. Además, el aumento en el
número de profesionales de la medicina y la creciente complejidad de sus
actividades han creado la necesidad de que un buen grupo de ellos se orienten
decididamente hacia los trabajos de investigación. A la vez, se advierte un
incremento en la cantidad de jóvenes que siguen los estudios especializados de
biología. De esta manera, se ensanchan continuamente las bases para mejorar
las investigaciones mexicanas en biología y en medicina, al par que éstas se
hacen más penetrantes.
Las contribuciones hechas por los biólogos y los médicos mexicanos
representan, sin duda alguna, la porción más importante y cuantiosa del aporte
que México ha ofrecido al patrimonio universal del conocimiento científico.
Dentro de los campos estudiados, es indispensable citar los estudios sobre
botánica general, geografía botánica, bacteriología, zoología general,
parasitología, entomología, química biológica, hidrobiología, paleontología,
ecología, anatomía, histología, fisiología, biología general, conservación de
recursos naturales, farmacología, ginecología y obstetricia, otorrinolaringología
y oftalmología, endocrinología y desnutrición, gastroenterología, cardiología,
hematología y citología, neumología, urología, venerología, dermatología,
neuropsiquiatría, pediatría, cancerología, inmunología y alergia, radiología,
cirugía, epidemiología e higiene. Por esta simple enumeración de materias
tratadas, se puede tener noción de la riqueza de las investigaciones mexicanas.
En la medicina podemos observar un notable proceso de colectivización y
de interconexión entre todas sus ramas que se acelera constantemente. Esta
socialización del trabajo médico ha sido impuesta tanto por necesidades
prácticas como por la extraordinaria complejidad de sus problemas y la
estrecha y mutua implicación que existe objetivamente entre todas ellas. Como
consecuencia, la organización de las investigaciones médicas y la correlación
de unas con otras es satisfactoria. El sistema de especialización, que tiene en
112 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
119
120 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
131
132 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
1 Los datos aportados por el profesor Mays fueron dados a conocer en castellano, en una traducción de su artículo
hecha por el autor de este trabajo y editada con el título de La historia y la filosofía de la ciencia en las Universidades
de la Comunidad Británica, UNAM Suplementos del Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos, México, 1968,
Tercera Serie, Núm. 31.
134 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
de las cátedras existentes, para que en ellas se traten dichas materias. Por otro
lado, se puede pensar también en la posibilidad de instituir un curso en el nivel
de maestría. Otro de los niveles a los cuales se puede extender la enseñanza de
la historia y la filosofía de la ciencia es el de las escuelas de enseñanza media.
De esa manera, se prepararían generaciones de jóvenes universitarios con
conocimientos académicos en este dominio, que estarán en condiciones de
continuar sus estudios sobre dicho campo en el nivel profesional y superior.
Los departamentos pedagógicos también necesitan impartir los conocimientos
adecuados a los futuros maestros que se encargarán de enseñar después la
historia y la filosofía de la ciencia en las escuelas medias y en otros niveles. En
el caso de los alumnos de humanidades, es necesario intensificar la enseñanza
de la filosofía y la historia de las ciencias sociales. En general, los estudiantes
de humanidades tienen mucho menos dificultades para comprender los fun-
damentos filosóficos de las ciencias sociales que los de las ciencias naturales.
Por consiguiente, pueden obtener así cierta comprensión de la metodología
científica, sin necesidad de tener conocimientos especializados de física o
biología, por ejemplo. Y no obstante que el surgimiento impetuoso de las
ciencias sociales es relativamente reciente, lo cierto es que los problemas
filosóficos planteados por ellas son sumamente importantes. En fin, a veces se
habla de la conveniencia de que la historia y la filosofía de la ciencia fueran
especializaciones en el nivel profesional, debido a que se requiere cierta
madurez de pensamiento y conocimientos académicos de otras materias antes
de que se puedan estudiar con provecho. Esa consideración es aplicable, hasta
cierto punto, a la filosofía de la ciencia, pero no parece ser indispensable para
la historia de la ciencia.
En resumen, tenemos que en cuatro universidades inglesas se encuentran
firmemente establecidas la historia y la filosofía de la ciencia. A ellas se agrega
una universidad escocesa y otra australiana. En otras instituciones de
enseñanza superior se han establecido cursos de filosofía e historia de la
ciencia, lo mismo que cursos en los que se enseñan separadamente dichas
materias. En algunas de ellas se han establecido igualmente cursos libres de las
mismas disciplinas. En otras universidades, la historia de la ciencia es enseñada
por profesores de los departamentos científicos, de filosofía o de ciencias de la
educación. Hay universidades que ofrecen cursos y seminarios para estudiantes
de ciencias de la educación, tanto para graduados como para investigadores. En
138 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Sobre Argentina:
Acerca de Colombia:
Sobre Brasil:
del doctor Enrique Beltrán, el maestro Arturo Arnaiz y Freg y sus eficaces
colaboradores, en el cual se presentaron y discutieron 59 trabajos que aportaron
datos e interpretaciones importantes. Como consecuencia de ese Coloquio se
fundó la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, la cual
ha desarrollado una gran actividad a lo largo de varios años y, actualmente, se
prepara para reanudarla con nuevos ánimos. Dicha Sociedad ha publicado los
dos volúmenes de las Memorias del Primer Coloquio Mexicano de Historia de
la Ciencia y, por lo menos, otros cuatro volúmenes de sus Anales. Finalmente,
tenemos el Proyecto de historia general de la medicina en México, organizado
y coordinado por el doctor Fernando Martínez Cortés y patrocinado por la
Academia Nacional de Medicina, que está a punto de culminar sus labores con
la redacción de esa obra monumental, en la cual colabora un grupo numeroso
de médicos cirujanos, odontólogos, antropólogos, biólogos, historiadores y
filósofos.
Como se puede advertir con facilidad, el cultivo de la historia de la ciencia
en México, y en los otros países de habla hispana, se ha debido, casi
exclusivamente, a esfuerzos individuales, realizados esporádicamente y sin
vinculación orgánica, ni siquiera personal, entre unos y otros. Por otra parte, la
mayoría de los investigadores que se ocupan de la historia de la ciencia lo
hacen ocasionalmente, sus aportaciones consisten, casi siempre, en artículos y
solamente en raras ocasiones llegan a constituir libros. Tampoco hay
investigadores que se dediquen de manera exclusiva, o principalmente, a la
historia de la ciencia; ya que lo hacen, comúnmente, además de sus actividades
fundamentales y un poco, por así decirlo, en sus ratos perdidos. Por otra parte,
la inmensa mayoría de los investigadores científicos mexicanos y de habla
hispana ignoran tranquilamente la historia de la ciencia y, por consiguiente, la
desprecian o, al menos, no le tienen estimación alguna. Entonces, el problema
más grave y cuya solución resulta más imperiosa es el de organizar los estudios
y las investigaciones en un núcleo institucional, en el futuro inmediato.
Semejante núcleo lo puede constituir un centro universitario de investigaciones
históricas sobre la ciencia y la tecnología, con autonomía académica y que
cuente con los recursos humanos y económicos suficientes para el desempeño
de sus actividades. Las funciones de este centro consistirían en hacer
investigaciones, en preparar investigadores y profesores, en publicar libros, en
editar una revista especializada, en formar una biblioteca adecuada, en difundir
los conocimientos por todos los medios disponibles y en realizar una campaña
150 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
3 "Proposición para la creación del Instituto de Filosofía e Historia de la Ciencia", Memoria del Congreso Científico
Mexicano, UNAM, México 1953, vol. XV, pp. 453-455. (Véase las págs. 99-101 del presente libro.)
UNA MUESTRA REPRESENTATIVA:
LA FILOSOFÍA EN 1956
151
152 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
temas filosóficos. Por otra parte, en 1956 inició sus labores la Facultad de
Filosofía de la Universidad Veracruzana, en Jalapa. También se hicieron los
planes y se efectuaron los trabajos de organización de la nueva Facultad de
Filosofía, que fue inaugurada en Guadalajara, en los primeros días de febrero
de 1957. Estas dos nuevas facultades se vinieron a sumar así a las ya existentes
con anterioridad en las ciudades de México, Guanajuato, San Luis Potosí y
Monterrey.
Entre otras actividades dignas de mención tenemos la formación del Comité
Gestor para que la Universidad de México sea la sede del 13o. Congreso
Internacional de Filosofía, que habrá de celebrarse en 1963. Igualmente, se
constituyó la Comisión Mexicana de Historia de las Ideas en América,
dedicada a encauzar las investigaciones que ya se vienen haciendo en este
campo y a promover la iniciación de otras más. Por otro lado, con la asistencia
de representantes mexicanos, se efectuó el IV Congreso Panamericano de
Filosofía en Santiago de Chile, durante la primera quincena de julio. En
diciembre, se realizó el Primer Seminario de Historia de las Ideas en América,
en San Juan de Puerto Rico. Por su parte, la Mesa Redonda de Filosofía tuvo
solamente dos sesiones durante el año. Y, para no olvidar nada, debemos
registrar que la Sociedad Mexicana de Filosofía, que no realizó actividad
filosófica alguna en 1956, apareció mencionada una que otra vez en las páginas
de "sociales" de los periódicos. En fin, como publicaciones filosóficas
sobresalientes, entre las hechas en México en 1956, apuntamos los volúmenes
de la colección Facultad de Filosofía y Letras, las dos obras de la colección de
Dianoia y el propio Anuario de Filosofía que lleva este nombre; la edición en
castellano del Ensayo sobre el entendimiento humano de Locke, segunda obra
de la colección de Textos Clásicos de Filosofía del Fondo de Cultura
Económica, iniciada brillantemente el año anterior con la Historia de la
filosofía de Hegel; el libro de Miguel León Portilla, La filosofía náhuatl, publi-
cado por el Instituto Indigenista Americano, y la obra de Philipp Frank,
Fundamentos de la física, que inicia la nueva colección Problemas científicos y
filosóficos de la UNAM, como edición del Seminario de Problemas Científicos y
Filosóficos.
Ahora, volviendo al examen de los 7612 opúsculos filosóficos -libros,
artículos y críticas bibliográficas— aparecidos en 1956, recordamos que un
grupo de cinco disciplinas atrajeron decididamente la atención sobre las otras;
tales disciplinas son: estética, filosofía e historia de la ciencia, filosofía e
historia de la religión, lógica y teoría del conocimiento, e historia de la
156 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
filosofía. De este grupo principal se publicaron 6496 obras, o sea, seis de cada
siete. En particular, la estética tuvo la dedicación de 1903 publicaciones, esto
es, la cuarta parte del total, lo cual acusa una destacada preocupación por la
conciencia del arte. Por su parte, la filosofía de la ciencia, junto con la historia
de la ciencia, contó con 1757 opúsculos, es decir, que de cada trece obras
aparecidas, tres correspondieron a la conciencia filosófica de los resultados
obtenidos por el conocimiento científico y del curso de su desarrollo histórico.
De filosofía e historia de la religión se publicaron 995 obras, o sea, dos de cada
quince; lo cual apunta el interés por la elaboración filosófica de la conciencia
de la religión y por el desentrañamiento de su influjo en la vida social. La
lógica y la teoría del conocimiento contaron con 969 publicaciones, esto es,
con la octava parte del total de obras aparecidas; con lo que se manifiesta la
notable preocupación por profundizar la conciencia de la razón y por poner en
claro las maneras como se adquiere el conocimiento, tanto teórica como
experimentalmente. En cuanto a la historia de la filosofía, su cultivo
desembocó en la aparición de 872 obras, o sea, la novena parte del total
correspondiente; de este modo se hizo presente el interés por estructurar la
conciencia filosófica de la propia filosofía y de su desenvolvimiento histórico
que, en muchas ocasiones, es un verdadero desenredamiento. En cambio, las
otras ocho disciplinas filosóficas solamente contaron en conjunto con 1116
obras, esto es, con la séptima parte del total. El número de publicaciones
correspondiente a cada una de ellas fue: teología, 545 opúsculos; filosofía ge-
neral, 259; ética, 120; metafísica, 66; filosofía de la historia. 50; filosofía de la
educación, 41; teoría de los valores, 20; y filosofía del lenguaje, 15.
Entrando en detalles sobre las 1903 obras de estética que vieron la luz en
1956, tenemos la siguiente repartición: sobre artes específicas, 1602 opúsculos,
o sea, seis de cada siete de los publicados; de historia del arte, 159 opúsculos;
de estética general, 69; de teorías estéticas, 54; y sobre temas y símbolos
particulares, 19. Por consiguiente, se puede advertir fácilmente la existencia de
un interés desmesurado, con respecto a las otras ramas de la estética, por la
especificación relacionada con uno u otro en particular.
En cuanto al filosofar sobre la ciencia, los 1757 opúsculos publicados se
pueden clasificar así: 524 tratan de historia de la ciencia, lo cual hace que sean
tres de cada diez; 379 se refieren a las ciencias físicas, esto es, dos de cada
nueve; 332 a las ciencias biológicas, lo que representa dos onceavas partes; 222
La filosofía en 1956 157
a las ciencias de la tierra, una obra de cada ocho; 215 a las ciencias sociales, o
sea, aproximadamente también una octava parte; y 85 a las matemáticas, es
decir, una obra de cada veinte. Como queda en claro, hubo una marcada
atención por el desarrollo histórico de las ciencias y, por otra parte, el orden del
interés filosófico hacia cada grupo de ciencias en particular corresponde de
cerca al orden de importancia que se concede actualmente a las investigaciones
científicas en los mismos campos.
Por lo que se refiere a la lógica y a la teoría del conocimiento, las 969 obras
aparecidas se dividen de la siguiente manera: 389, dos de cada cinco, abordan
los métodos de las ciencias naturales; 143, una séptima parte, se ocupan de los
métodos de las ciencias sociales; 121, la octava parte, tratan acerca de las
categorías de las ciencias sociales; 80 se refieren a la lógica del lenguaje; 60 a
la lógica general; 58 a la crítica de las ciencias; 40 estudian las categorías de
las ciencias naturales; 37 son de logística; 22 de metodología general; 11 de
lógica formal, y, en último lugar, hubo 8 de lógica de las normas. En conjunto,
la metodología general y particular sumó 554 obras, o sea, las cuatro séptimas
parte del total. Por su parte, la proporción de los escritos sobre lógica formal —
uno de cada noventa—pone de manifiesto que esta disciplina despierta cada
vez menos interés. Por otro lado, el número de opúsculos sobre logística o
lógica matemática, uno de cada veinticinco, nos informa de cómo está muy
lejos de ser cierto lo dicho y repetido algunas veces de que la lógica
matemática fuese la disciplina que acaparara la atención de los lógicos actuales
y de que estuviese a punto de sustituir a la lógica entera.
En el campo de la historia de la filosofía, los autores se preocuparon
primero por la época contemporánea, ofreciendo 365 obras, o sea, tres de cada
siete; en seguida, viene la época moderna con 253 opúsculos, dos de cada siete;
y, después, la filosofía medieval con 76, la filosofía oriental con 70, la filosofía
antigua con 69 y, finalmente, la historia general de la filosofía con 39. Desde
luego, podemos subrayar la gran atracción que ejercen los periodos moderno y
contemporáneo para los historiadores de la filosofía, ya que en conjunto se
publicaron 872 obras, que representan las cinco séptimas partes del total. En
cambio, por la filosofía antigua y medieval se mostró un interés relativamente
escaso, apenas una sexta parte del total; lo cual viene a confirmar el acierto de
la decisión tomada en nuestra Facultad de Filosofía en el sentido de suprimir la
obligatoriedad de los cuatro cursos de griego y latín para los estudios
filosóficos.
158 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
otros países iberoamericanos; de tal manera que la octava parte de los escritos
filosóficos corresponde a la historia filosófica de América Latina. En esto se
acusa el interés que existe por precisar y ahondar nuestra conciencia filosófica.
Por otra parte, relacionando el número de habitantes con el número de escritos
filosóficos producidos ese año, tenemos que nuestro país representa la
octágesima parte de la población del mundo, mientras que las publicaciones
hechas en México correspondieron a la sexagésima parte de las aparecidas en
el mundo.
Para concluir este balance de la filosofía en 1956, podemos decir que el
saldo es favorable para México, sobre todo por el indudable incremento
cuantitativo y cualitativo de las actividades y publicaciones filosóficas.
Además, ateniéndonos a la historia de la cultura, el impulso que viene
recibiendo la investigación científica en México nos permite hacer la previsión
de que la filosofía tendrá un desarrollo cada vez más amplio y mejor en un
futuro inmediato. Y, en fin, en perspectiva panorámica, advertimos cómo
aumenta con seguridad el número de mexicanos que cultivan la filosofía y,
entre éstos, el de quienes no solamente aspiran a interpretar el mundo y nuestra
nación sino que tratan de transformarlos.
EL MATERIALISMO DIALÉCTICO EN
MÉXICO
EL MATERIALISMO DIALÉCTICO
161
162 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
SU APARICIÓN EN MÉXICO
1 Ángel Pola, el destacado periodista y editor, entre otras cosas importantes, de la Obras completas de Melchor
Ocampo, en 1900, dice al respecto: "[. . .] La casa número 11 de la calle de las Escalerillas, hoy 20 de la avenida
República de Guatemala, era la casa de El Socialista, el gran periódico de entonces, para mí. Al entrar en la planta baja
del lado derecho, estaba la imprenta; en el último piso, después de una escalera interminable, la habitación del director
y la redacción del periódico [. . .]. Sumábamos seis los redactores de pie: Vicente Segura Reyes, Edmundo Rivera y
Rico, Miguel Montiel, Aurelio Garibay, Miguel Portillo y yo [. . . 1 el director, don Juan de Mata Rivera, era todo un
caballero en su trato [. . .] los redactores estábamos poco en relación con el material de los colaboradores, cuyo número
no parecía tener fin. Se trataba de los derechos y deberes de los obreros; del manejo de los jefes en las fábricas y los
talleres; se explicaba qué eran comunismo y nihilismo; se defendía a los oprimidos de los grandes; se hacía crónica de
las sesiones de las sociedades obreras [. . .]. Allí hice una decidida campaña contra la esclavitud de la servidumbre del
campo en Yucatán, Tabasco, Chiapas, etc. Entonces los sirvientes eran para los amos: estaban vendidos en 100, 200 ó
300 pesos; pasaban de un dueño a otro, mediante el pago de la cantidad y constancia escrita. Y ni la muerte rescataba a
esos infelices, porque la deuda pasaba a los hijos. Sus faltas se castigaban con cepo, trozo, cadena, azotes o encierro en
la cárcel de la misma finca. Allí en El Socialista están los detalles de innumerables casos con cita de lugares, nombres
y fechas de tal abominación [. . .]". (Reproducido por Erasto Cortés Juárez en El Nacional, 12 de febrero de 1956).
2
El Socialista, año 2. Núm. 24, junio 9 de 1872.
166 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
toda Europa, cuyo eco ha resonado hasta nuestras playas, al ver que se ha
entablado la lucha entre el capital y el trabajo, entre la clase de los propietarios
y la de los menesterosos; los gobiernos toman sus precauciones y parte de la
prensa de Ultramar se ha coligado en contra de un terrible fantasma que, como
el espectro de Brocken, se ha levantado entre las nieblas de la populosa Albión:
La Internacional [. . . ]".3 En otro artículo, de Luis G. Miranda, encontramos:
“[. . . ] tuvimos el gusto de asistir a una reunión de obreros [. . . ] que con el
objeto de organizar una sociedad que ponga el hasta aquí a los abusos de los
explotadores del trabajo ajeno [...]. ¿Qué fuera de los obreros de la populosa
Albión, sin esa gigante asociación nombrada la Internacional? [. . . ] la falta de
solidaridad nos ha arruinado, ¡la asociación nos salvará! [, . . ] Hasta la fecha
los trabajadores hemos sido los esclavos del capital, con mayores
padecimientos y privaciones quizás de los que sufren los esclavos de color,
pues como éstos siempre han representado un valor real a los ojos del
empresario, se ha cuidado de su buena alimentación y salud, al par que a
nosotros se nos ha tratado con desprecio, en la consideración de que si un
obrero se inutiliza ocupará su lugar otro, sin que por esto sufra quebranto
alguno la caja del explotador [. . . ]".4 También aparece en el escrito de
Mariano García: "El periódico oficial comprende demasiado bien las
trascendencias del comunismo [...]. En vano algunos órganos de la prensa de
esta capital se esfuerzan por hacer aparecer odiosos a la vista del pueblo
mexicano, a los comunistas de París: la historia más tarde pondrá en su
verdadero lugar los hechos consumados allí [. . . ] las sublimes ideas ahogadas
un tanto por los versallistas en las cloacas de París, van encontrando apoyo en
el pueblo mexicano
La simpatía con los comuneros de París se manifiesta con calor en El
Socialista. La elocuente proclama lanzada por la Asociación Internacional de
Trabajadores, cuando sucumbe la Comuna, es reproducida por entero, bajo el
siguiente encabezado: "Documento Importante. Los periódicos de París
publican el siguiente importante documento, el cual es la mejor refutación que
los miembros de la Commune hacen a los cargos que sobre ellos tratan de hacer
pesar los versallistas, siendo estos últimos los verdaderos causantes de las
3
El Socialista, año 2, Núm. 2, enero 7 de 1872.
4
El Socialista, año 2, Núm. 4, enero 21 de 1872.
5
El Socialista, año 1, Núm. 7, agosto 20 de 1871.
El materialismo dialéctico en México 167
que nos podía conducir al éxito, y de que el socialismo era una utopía defini-
tivamente condenada por la ciencia".15 Pero pronto los hechos vinieron a
demostrar lo contrario. El primero de junio de 1906 estalla en Cananea,
Sonora, una huelga de mineros, con la demanda de "cinco pesos de salario y
ocho horas de trabajo", organizada por la Unión Liberal Humanidad, dirigida
por Manuel M. Diéguez, Francisco M. Ibarray Esteban Baca Calderón,
partidarios de Ricardo Flores Magón. La huelga de Cananea fue reprimida de
manera sangrienta y despiadada por el gobierno porfirista y con la intervención
de fuerzas armadas norteamericanas. Los miembros del comité de huelga
fueron recluidos en las "tinajas" de la prisión de San Juan de Ulúa. Ese mismo
año de 1906 se organiza, en las regiones textiles de Puebla y Veracruz, el Gran
Círculo de Obreros Libres, como precursor de las organizaciones proletarias
del presente siglo. El 7 de enero de 1907 ocurre la sangrienta jornada en las
fábricas de Santa Rosa, Nogales y Río Blanco que, junto con la huelga de
Cananea, anticipa una de las tendencias de la Revolución Mexicana. Apenas es
desterrado Porfirio Díaz, surge la Confederación Nacional de Artes Gráficas,
en 1911, y la Casa del Obrero Mundial, la Unión Minera Mexicana, la
Confederación del Trabajo, el Gremio Unido de Alijadores y la Confederación
de Sindicatos Obreros de la República Mexicana, en 1912. Victoriano Huerta
ordena la clausura de la Casa del Obrero Mundial, por haberlo señalado
públicamente como el asesino de Madero. Más tarde, en 1915, se establece un
pacto revolucionario entre los trabajadores y el movimiento constitucionalista,
quedando organizados los "Batallones Rojos". En marzo de 1916, se forma en
Veracruz la Confederación del Trabajo de la Región Mexicana, en cuya
declaración de principios se expresa: "La C.T.R.M. acepta, como principio
fundamental de la organización obrera, el de la lucha de clases, y como
finalidad suprema para el movimiento proletario, la socialización de los medios
de producción". Como resultado del congreso celebrado en Saltillo, en marzo
de 1918, se constituye la Confederación Regional Obrera Mexicana. Se trata
del primer organismo proletario importante, por el número y la diversidad
profesional de los miembros que agrupa. Su declaración de principios se basa
también en el materialismo histórico. La organización de la CROM viene a
resolver la querella entre las tendencias anarquista y marxista, que se habían
disputado la dirección del movimiento obrero mexicano, encauzándolo en
15
Valentín Gama, "El positivismo en México", U. G. B. Revista de Cultura Moderna, Núm. 2, noviembre de 1935,
pp. 64-93.
170 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
ANTECEDENTES CULTURALES
17
"El derecho público y las nuevas corrientes filosóficas", Boletín de la Universidad, tomo II, Núm. 1, diciembre de
1919.
18
"La teoría biológica del conocimiento", ibídem.
19
"La teoría de la relatividad", El Maestro, Revista de Cultura Nacional, tomo I, Núm. 4, julio de 1921.
172 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
EL MARXISMO EN LA UNIVERSIDAD
20
La Antorcha, Núm. 16, enero 17 de 1925.
El materialismo dialéctico en México 173
21
"El movimiento cooperativista y la Universidad", Universidad de México, tomo I, Núm. 4, febrero de 1931;
"Discurso en la inauguración del Seminario de Ciencias Sociales", Universidad de México, tomo DU, Núms. 17 y 18,
marzo-abril de 1932.
22
"La educación marxista". Universidad de México, tomo II, Núm. 9, julio de 1931.
23
"El sentido de la educación moderna", Universidad de México tomo II, Núm. 10, agosto de 1931.
174 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
LA EDUCACIÓN SOCIALISTA
24
Alberto Bremauntz, La educación socialista en México, México, 1943, 167.
25
Ib ídem., p. 186.
26
Ib ídem, p. 264.
El materialismo dialéctico en México 175
LA CONTRIBUCIÓN TEÓRICA
32
Publicado originalmente en Morclia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En una nueva versión, ha
sido publicada en México por la Kditorial Cirijalbo, en Col. Tratados y Manuales, México, 1980.
182 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
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184 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
187
188 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
Esas libertades son defendidas con pasión, cuando se atenta contra ellas. En
cambio, todavía no se ha podido implantar la libertad de dirección, esto es, que
los directores de escuelas, facultades e institutos y el propio rector puedan ser
escogidos libremente, cualquiera que sea su ideología. En este sentido, se
mantienen implícitamente algunas restricciones, aunque no se declaren
abiertamente ni figuren en reglamento alguno. Por otra parte, desde hace poco
más de cuatro años se ha establecido en grande la institución del profesorado y
la investigaduría de tiempo completo, pagando sueldos decorosos y contando, a
cambio, con la dedicación íntegra a la universidad. En la mayoría de los casos,
estos profesores e investigadores han empezado a rendir mejores frutos, tanto
en la docencia como en la actividad científica. Pero, en algunos casos, la
posición ocupada ha sido mal interpretada por los propios designados y su
rendimiento ha sido pobre. No obstante, los casos de excepción no afectan la
bondad de la institución y, con seguridad, en un lapso breve acabarán por
desaparecer casi por completo. En todo caso, lo que sí hace falta es la
expedición de un reglamento que gobierne las actividades de los investigadores
y los profesores de tiempo completo, basado en unas cuantas normas fun-
damentales y estructurado principalmente en la solvencia académica y en la
responsabilidad docente y científica de los beneficiarios.
Otro aspecto muy interesante de las actividades universitarias en México es
la labor editorial. En los últimos tres años, las publicaciones de la Universidad
Nacional Autónoma de México han aumentado enormemente en número, se ha
elevado de modo muy ostensible su calidad y se mantiene al día en cuanto a los
temas de que tratan. Existen algunos lazos entre varias universidades de
América Latina, aunque son enteramente insuficientes y realmente escasos. En
rigor, una de las necesidades de más urgente atención es el fortalecimiento de
las relaciones universitarias entre los países de habla castellana y portuguesa,
estrechando los vínculos existentes y ampliándolos a otros muchos canales, que
prácticamente ni siquiera se han explorado. A este respecto, todo lo que se
haga redundará en beneficio de la múltiple y auténtica comunidad de intereses
que, fuera de toda duda, existe entre las naciones situadas desde el Río Bravo
hasta el continente antártico. Lo que es más, el fortalecimiento de nuestras
vinculaciones en todos los órdenes es una condición indispensable para nuestro
mejor desarrollo y para la defensa de nuestros aspectos nacionales, entre ellos
la cultura, la economía y la independencia.
EL ASPECTO MAS URGENTE DE
LA REFORMA UNIVERSITARIA:
LA DEMOCRACIA INTERNA
193
194 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
197
198 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
propia universidad, que fue hecha suya por el gobernador David Franco
Rodríguez y, así, fue aprobada por el Congreso del estado de Michoacán. En
dicha ley se señalaron las siguientes orientaciones para las actividades de la
universidad: "Tener como fundamento la existencia material y objetiva del
universo, independientemente de su representación o reflejo en la conciencia
humana; y, en particular, la existencia del hombre como parte integrante del
universo, de su pensamiento como producto y manifestación de su elevada
organización biológica y social. Reconocer que todos los procesos existentes
en el universo, tanto naturales como sociales, son conocidos o susceptibles de
llegar a ser conocidos por el hombre, a través de la investigación científica
efectuada con base en la experiencia y en su racionalización rigurosa y
comprobable. Concebir al universo como el conjunto total de los procesos
materiales en movimiento y transformación constante, vinculados por una
multitud de acciones recíprocas y sujetas a leyes necesarias. Basarse en el
hecho de que el hombre interviene en el desenvolvimiento de los procesos
naturales y sociales, aprovechando sus conocimientos científicos para
modificar con su actividad las condiciones en que se realizan, obteniendo así la
producción de los resultados que se propone, siempre que éstos correspondan a
los efectos de las leyes y propiedades objetivas de los mismos procesos.
Considerar que el hombre se ha desarrollado y se sigue desarrollando por
medio de su trabajo, que constituye la actividad fundamental en la sociedad; y
que todos los procesos de la vida social se encuentran conectados
estrechamente y se influyen unos a otros. Tender al reparto justo de la riqueza
dentro de la sociedad; hacer desaparecer la explotación del hombre por el
hombre; elevar y humanizar el nivel de vida de los trabajadores; y establecer el
sistema democrático en todos los órdenes de la actividad social". Y, en efecto,
todos los organismos de gobierno universitario, desde el Consejo Universitario
hasta los consejos correspondientes a las escuelas y facultades, tuvieron una
composición estrictamente paritaria, de tal manera que contaron con un
estudiante por cada uno de los profesores elegidos para dichos
organismos.
En la misma ley orgánica se establecieron los siguientes principios: "La
enseñanza se basará en los resultados obtenidos por la ciencia y se impartirá
aplicando las técnicas pedagógicas adecuadas. En todos los niveles se
enseñarán, en forma apropiada, los métodos utilizados en la investigación
científica, para que los egresados se encuentren en condiciones de aplicarlos
202 Reflexiones históricas y filosóficas sobre México
con acierto a los problemas que deban resolver. Orientar a los alumnos para
que [., .] desempeñen con su trabajo la función social que les corresponde [.. .].
Vinculación constante de todos los universitarios con la vida del pueblo en
general y de los trabajadores en particular, para formar en aquéllos una clara
conciencia de solidaridad social [...]. Fomentar en los estudiantes el amor a la
patria; formar en ellos conciencia de que la solidaridad internacional debe
basarse en el principio de la autodeterminación [. . .]. La cultura no es una
finalidad en sí misma, sino un instrumento al servicio de la colectividad". El
único gobierno que tuvo la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo, durante la vigencia de esa ley, del 8 de agosto de 1961 al 15 de marzo
de 1963, estuvo apoyado por una mayoría abrumadora de los estudiantes y por
la mayor parte de los profesores. En esos diez y nueve meses se lograron
muchos avances: se crearon las Facultades de Altos Estudios y de
Agrobiología, se establecieron nuevas carreras científicas y técnicas, se
mejoraron los planes y programas de estudios, se elevó el nivel de la
enseñanza, se incrementó el aprovechamiento de los alumnos y se afirmó su
conciencia política. Pero esta situación, la más radical que ha logrado
conquistar en México el movimiento de reforma universitaria, fue destruida
violentamente por otro gobernador del estado, quien aprovechó el descontento
del clero y de otras fuerzas reaccionarias para lanzarlas al ataque contra la
universidad y, luego, resolvió el "conflicto" mediante la derogación de la ley
orgánica de 1961 y la imposición a sangre y fuego, por el ejército federal, de
nuevas autoridades universitarias.
A través de las tenaces luchas sostenidas continuamente por los estudiantes
de todo el país se ha configurado la situación actual. De las 82 instituciones de
educación superior que existen en México, 33 de ellas dependen directamente
del gobierno (9 universidades, 14 institutos y 10 escuelas independientes), 18
son instituciones autónomas (16 universidades y 2 institutos), 8 son
instituciones privadas libres, esto es, reconocidas directamente por el gobierno
(5 institutos y 3 escuelas) y 23 son centros privados incorporados, es decir,
reconocidos por las universidades o los institutos autónomos (8 universidades,
3 institutos y 12 escuelas). Con respecto a su población escolar, de los 116 628
alumnos inscritos en 1964, el 49.5 por ciento correspondió a las instituciones
autónomas, el 35.6 por ciento a los establecimientos que dependen
directamente del gobierno, el 9.1 por ciento a los centros incorporados y el 5.8
por ciento a las instituciones libres. Aunque no se han publicado datos más
La reforma universitaria en México 203