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María Antonieta, Ia reina frívola

Glalnoffett lagull[tlna
Criada enWenay casada alos 15 años con elrq
galo Luis WI, A,Iaña Antonietn de Habsburgo iivió
atodo trapo enlq cofteversallesca, ajena a los aires
de cambio que apitabnn Francia. H cinehapuesto
de nnda sLi fasclnante vida y su trdgica eiecución.

Un marido consentidor
Las relaciones enue Maía Antonieta y
Luis lül -derecha- fueron distaÍtes. Ella
prefería la compañía de su cámara de
cortesanos. con ouienes se divertía en el
palacio del Trianon -€ba¡e-, conslruido
por odefl del rey como regalo para ella.

muy 63
, '$el

,i,
'i.4
l,

La primera fashion victin


lvlaria Antonieta tenia pas¡ón por
la ropa y su mod¡sta mademoiselle
Veladas muy bien afinadas Bertin era uno de los personajes
Su or¡gen v¡enés marcó la afic¡ón más solic¡tados de la corte. turiba
musicalde la reina. Arriba, lecc¡ón una pareja a la moda en versalles.
de música en el Dalac¡o de Versalles.
cuyos salones albergaban numero-
c| ina. Con r-rn riLpiclo moi imic¡tir
sas obras de arte -a la derecha-.
cl r elclrrgo colocl cl errelpo clc 1r
lcina soblc l¡ tabl¡. Una rez sLr
e clesiiir-tallcin cnrlcta qrLe cabcza quecla lijr ai inlcr-nal apa-
i a a conclLrcil r \la¡ía Anto- lato, la cLrchillu biija r la dccapitr.
ni.'ta al cadalso esui esra- Un glito r-esuera cor hrelza cn la
llcntc a las puolers
cionrLcla plazr: ';\'iia la Rcpirblicrl .

dc la Concierl:erie. Ilace nLte\ e nte \licntlas el rerclugo nrueslra lu


scs quc lran c]ccutado a su nrarichr, cabcza srnglantc, cipricblo tnar'
al ic\ (te Trlrnfl¡ LLlls ,\\ l. \ |]t.L\ clcciclo lanza al aire -\LLs gon os ro
clc un año quc la cLcstrlrracl¡ r'eina Il llllcc\. Ll l|lL)lrn.rl l.r lrl rorlrl(' plar cónro rruclc run leina . jos r cnrblemas l-icolorcs. CrrancLo
no pisa la callc. Ahor* cluc pucclc nacLo a muerlc pol cl clclito clc alta Algo atur-dida, pcrr con la rri- la gcntc rbarclonr la plaza. cl r cr.
hacc|lo cs prccisamt'nte el clir se t|aicirin a la pat|ia. |acla ¡i f|cntc, \iar ia Antoriel¡ duqo calga cl c¿rcllls con l¿i s¡n
ñalaclo para sLr clccapitacitln. La Lno dc los lcclacloles dc la-s baja cLcl clrlo r -.Lrbe sin ar LrcLa los griclta cabezn cntrc las piclnlLs rr-r
conritira -'e pone cn nurchr cLun- miLlliplr's cacetilias qlrc pr olifL'r'iur pelclaño-s de rracLcla clel patÍbulo. LLna carrctilh. El ata¡ltd ch iv'ia¡ía
clo las campanas clc la clitecllal clc cn París por aqucllos ticnrpos clcs- Anrcnicta cs r..'sacLo con cal r ii ¡ r
Nonc-Danrc ¡r¡rran las oncr'de l¡r cril¡e el caldcaclÍsinlit lnbiente clue inlojado a LLna tosa aonrL'ir-r.
marrna dc csf tfisfu r g|ishcco 1l se viic cn la plaza clc ia RciolLLcirjl
LIL' ()aLLlLlr! rle I /yl r al¡-edecloles: Los pucstos callcie-
Lr llcgada cic \laría Anronicra Ios qut toclcan cl caclalso r cnclen
a la plaza cle la RclolLrcirin, actLr¡l panccillos, limonaclas r fnrtos
pLnzr clc la Conco|cLc. di:parl r'l sccos. I:l bLrllicio clccc cuanclo l¡i
elictrorizacio r occr'ír¡ cle los palisi- colriti\li clllL'rc(mrpaña a la ¿r¡rl¡¿l-
no-*, que han acuciickr cn masa para qtzsa se cLiliue a la uLrillotina. Arin-
asistil a h tjccLrcirir clc l¡r odiacla clll! Llnos pocos -\c nllfan angllslla
"au-rtr-iaca , nrote cLcspecli\o cllle lc dos, los \ er{ilLlL'los i¿¡l¡s ¿rrl¡r¡l¿s s.'
han ¡lLcsto pol su linlijc r icnús. poncn dr pLrntillus para clisllurar
Enlrc ollas imputlcioncs \la- del e.rpccráculo. A li¡ clc cuelttlis,
r í¿r Antonicui lra siclo acrrsacla clc no toclos los clías pLreclen c0r'r¡cnr
conspilal conlle la Rer olución, de
prlctical inccsto cot Lrno clc sLrs Reina del rococó
hijos, de despilfarlal slrIrr¿\ rri- Salonc¡to de lvlaría Anton¡eta en el
llonar-ils cle las clel EsLado r
alc¿r-,, palacio de Fontainebleau, amuebla-
rLc tlliicional pucblo, cicspLrú-s
a su do en estilo rococó, cuyas formas
de desi clal al .rrbajaclr aulli-iuco recargadas y abundancia de adornos
los plancs clc canpañ¡ clcl cjór'cirir encantaban a la reina de Francia.

64 muy
Aquella reina había nacido el 2 pudiera ser debida a un impedi- acusándola de su indolencia por Finalmente, tras muchas dudas
de noliembre de 1755, veinticua- mento físico de su marido, que no intentar consumar el acto con- r cavilaciones, e) delfín se operó
tro horas antes de que se pr"oduje- durante años se nesó a someterse rugal con el futurc rev de Francia. l logró cumplir con su obligación
ra el brutal terremoto que de|astó a una sencilla opei'ación quirur- Ella tulo que soportal a solas todo de engendrar un sucesor pam la
Portugal. Años después, aJgunos gica. Incluso la madre de MarÍa aquello, sin poder confesar abier- Corona francesa. Pero los años
cronistas afirmaron que esa coin- Antonieta, la podercsa María Te- tamente lo que en realidad estaba de abstinencia pasaron factura.
cidencia fue una clara señalde cuiíl resa de Austria, le escribió canas ocuriendo en su alcoba. Poco a poco, María Antonieta fue
iba a ser su trágico final. distanciándose del rev, un hombre
Hija de los emperadores aus- sin carácter, torpe v apático. Ajena
niacos, la arrhiduquesa María An- a la obligada discreción que impo-
tonieta tenía 12 años cuando fue nía su mngo, la reina organizó a su
elegida par"a casame con el futuro alrededor una camarilla de corte-
l
Luis XVI de Francia apenas 15 sanos con los que se entretenía en
cuando se con\,irtió en su esposa. el nuevo palacio del Trianon, cuva
cSremonil ngqgr3l se celebró el construcción ordenó Luis XVI co-
f1
to oe maYo 0e | / /u en et patacro mo regalo a su Jolen esposa.
de Versalles. Sólo los nobles tuvie-
ton acceso a la capilla que mandó O Conportamiento voluble
constn:ir Luis XI\¡ en el palacio. para escándalo de su madre
Una lez que el azobispo de Reims Con el paso del tiempo, el feliz
bendijo lós anillos de-boda l fina- cañíctel infantil de la reina dio pa-
lizó el acto religioso, el delfín de so a un compofian'riento hedonista,
Francia 1' María Antonieta salieron conrmlso vvoluble que escandalizó
de la capilla para que el pueblo, que a un importante sector de la corte.
acudió en masa a la boda, pudiera Su madre, Maria Tercsa de Austria,
contemplarlos. Como en otms oca- comenzo a prcocupase porla con-
siones históricas, las calles de ParÍs ducta de María Antonieta: "Temo
quedarcn semivacías. Venalles r,ol- su excesiva julentud, el exceso de
rió a ser el centrc del mundo. halago en tomo a ella, su lentitud
Por sus pasillos v patios deam- .>
buiaban más de ,:l.000 sin ientes
ata\riados con fastuosa librea. Los
establos cobijaban 2.000 caballos.
En las ricas estancias recargadas
prendas insp¡radas de Limoges, telas de Antonieta. La famosa
de pan de oro, mármoles, espejos
l candelabros de plata desfilaban Míili,ii¡3iifi,l: en el "revolucionario" Moutet, Ias copas de pastelería Ladurée se
rables biografías, libros vestuar¡o que ¡mpuso champaña planas que ha sumado al reyival
las damas v caballeros de la alta y peliculas. La última la mujer de Lu¡s XVl. El según la leyenda fueron pon¡endo a la venta los
nobleza vestidos con los ropajes de ellas, dirigida por tirón también ha sido diseñadas con el molde pastel¡tos favoritos de
más refinados del continente. En Sofia Coppola, retrata apfovechado por la de uno de sus senos, la reina. Asimismo, los
aquel grandioso escenario la pare- la llegada de la joven empresa que regenta réplicas de perlas ba- gestores del palacio de
ja inició de mala manera su recién archiduquesa austr¡aca las tiendas y l¡brerías rrocas de cr¡stal trans" Versalles han dec¡d¡do
estrenado matrimonio. a Versalles, aunque de los museos públicos Parente y espectacula- restauraf el pequeño
elude su trág¡co final franceses para crear res colgantes de cristal Trianon, el palacete
O l{inglún s¡ÉÍno de actiy¡dad en la guillotina. El filme una colección dedicada de Lalique. Estas joyas que Luis xryl regaló a
en el lecio conyuÉlal ha servido de excusa a la re¡na que ¡ncluye hacen justicia a las su esposa, que Incluye
para que las bouti- juegos de café y cho- piezas originales que un jardín inglés y una
Durante siete largos años no
ocurrió absolutamente nada en el
ques de Paris vendan colate de porcelana pertenec¡eron a María pequeña granja. I
lecho conrugal. Pese a sus repeti- .r-
dos intentos. el delfín de Francia
TINTI ,ITST 24 MAI
fl-acasaba estrepitosamente con
ia joven austriaca. La impotencia
del fu¡uro Luis X\¡I se debía a un A
pequeño problema físico que el
embajador espanol, uno de los me-
i
jor informados en París, desleló
en una carta secrcta a la cone de
Maddd: "El frenillo sujeta tanto
".t
el prepucio que no cede a la intro-
ducción y causa un dolor liloen
é1,por el cual se retrae Su Majestad
del impulso que conviniera".
Durante años, la reina debió
!*
sentirce mu\. frustrada, va que en >rq
l¿,
aquella Francia todos daban por A fa defeda, ca¡tef de Maña Núútiú, ditigd6 por Sofa Coppola y prota.
sentado que la culpa recaía en la
t¿tit ú nártsé Bt S'fl/' C|P?|IA
gonizada por Kisten Dunst -sobre eslas línes-. La pelíctla ha puesto de
insolente austriaca. Nadie pensa- moda en el mundo a la ftmosa ausÍiaca que reinó en la corte de Franc¡a.
ba que la falta de descendencia

mqy 65
El sueco Von Fersen fue su capricho amoroso más duladero
rsu falta de senddo de la seriedad, incluso sus amanres". En r"ealidad, ejército que eniió Flancia a Anéfi- los ricos palacios de París se erten-
\os encalgo, porque confio plena- el rer no fue en nodo alsuno un ca para combatir a los ingleses. De día una ciudad enorme, niserable
mente en los, cuidar de que no cai- comudo ridículo l paré¡ió. Él re- esa loma, Fenen corló el hilo de l plagada de pobles. \adie le d¡o
ga en malas manos , escfibió Nia- nía conocimiento de las rclaciones 1a peligrosa relación antes de que que los graneros de Francia esta-
rÍa Teresa al conde trlercr, al que er¡ramatlimoniales de su mujel estallara el escándalo en la co¡te. ban racíos. Pero 1o cierlo es que
nombro consejero de su hija. Pero sobre todo las que man¡uro con el Pero el apuesto galán r ohió a Parjs ella nunca hjzo preguntas sobre
poco pudo hacer el conde para eli- aris¡ócm|a sueco Arel r on Felsen, en iunio de 1783, tras cuah'o anos asuntos tan 1ed10sos.
lar la tendencia nalural dc la rei- qr,Le lue el capricho amoroso más de r oluntario erilio. En aquella "La reina es la más despreocu-
na al despilfarro v a la conpra de dumder o de la reina. época comenzaron las relaciones pada de las despreocupadas, la
costosísimas jolas, una debilidad más Íntimas. más despilfalradora de las des-
que la hizo nrerecedora del mote O Escapadas nocturnas pilfarradoras, la más tie[lamente
En su indolencia, María Antonie'
Gon adulterio incluido
de 'Señor¿ déficit". ta nunca ilnasinó que más allá de galante r conscientemente coque-
En su biografía sobre la archidu- Hurendo del triste lecho conrl- ta entle las n]ujeres gaiantes \ co-
quesa austriaca, el sran no\elista gal, l{aría Antonjeta efectuaba I queras". escribió Zrr eig. No sor-
r ienés SLeian Zu eig hizo un des' fiecuentes escapadas noctumas a prende que una de las personas
car-nado retrato del natlinronio París. En una de ellas conoció a nás influlentes de la corte fuera
leal: "Luis X\-I es un esposo ideal, Fersen. Tr"as una tomrentosa lela- ntadentc¡iielle Bertin, la modista
que, a pesar de su carácter ahona- ción que empezó a lelantar sos- que prcsperó gracias a los fanlás-
dol siempre paga las cleudas de su pechas en lesalles, el jolen sueco ticos modelos que confeccionó
I n¡r¡ 1¡ rein¡ del rn¡n¡Á"
mujel r se 1o pemite todo, al final decidió alis¡a¡se a toda prisa en eJ
Aquella primela diseñadora de
il moda puso en pie una gran tienda
PaÍs vive tlempos de canb¡o soc¡al en la rue Saint-Honoré, que aún
Esla acuafela de Naudet muastra una festa populaf en la paris¡m plda hor cs la calle de la alta costu¡a en
de la Revolución -actual olaza de la Concord¡e- a fines del sido )Ulll. Paiís. Sobrr elponalón de enrrada
destacaba un canel que anrLnciaba
su calidad como proleedora de la
4É corte. La roracidad de la rtina caló
i1:
en las conesanas: todas querían lu-
cir los fanlisticos modelos ideados
por ]a modista, que plonto tu\o un
ejército de costu-eras r boldadoras
para cumplil los numerosos encal:
gos que lecibía de la cone r las fa-
El asunto del collar milias nobles de la capital.
María Antonieta lanza un candelabro
durar¡te el proceso qüe sufrió por O Un coche de seis caballos
una estafa cometida en su nombre
a disposición del péluquero
en tomo a una joya. Aunque era inG El mismo érito social anollador
cente su reputac¡ón se resifrtió. disfiltó el peluquero de la reina,
Léonhard, que todas ias mañanas
i iajaba en coche de seis caballos
desde Par'ís a Venalles pam poner
en pie aquellos ertralagantes ) al-
tísinos peinados que impedían eJ
paso natural de las danas a tra\'és
de las puertas.
Luego linieron los escarceos
amorosos de Maía Antonieia con
jó\'enes aristócr?tas, los bailes de
máscalas noctumos, su afición al
teatro \ el asunto del collal escán-
dalo que le salpicó directamente.
Ocurrió que una actriz que se hi-
zo pasar por la condesa de \hlois,
en connirencia con un grupo de
impostores, logró conlencel al
cardenal Rohan de que la reina )e
conleÍiía en protegido si le rega-
laba una costosajora. Su eminen-
cia car'ó en el eneaño r apalabró
Dos suizos en bandos opuestos el dichoso collar con un jorero de
Las ideas del ginebrino Rousseau izquier París, aunque no abonó )a prtciada
da-sobre elcontrato social imDulsaron la jola. Una noche le hicieron creer
Revoluc¡ón francesa. Su Daisano Necker a Rohan que una prostituta dis-
-€rriba- tue ministro de finanzas de Luis )ü1, fiazada con lujoso lestuario era la
Dero la oleada revolucionaia le forzó a dimitir. reina. Cruzó con ella unas breles

66 msy
Parte de la
nobleza. los

pueblo llano
se volvielon
contra ella Fechas histéricas, Er 14 de jutio de 1789
20,000 hombres tomaron el penal de la Bast¡lla
palabras sin adr ertir el engaño. -¡zquierda-. El 4 de agosto, la Asamblea Nacional
Días después, el cardenal entrc'gó -aüiba- abolió los privilegios y derechos feudales,
el collal a la suprLesta condesa de
\¡alois, que de innrediato huró con
el botín. Eljovero pensó en todo
nromento que el caldenal Rohan
había sido el mediador de la corte extremas parecian que- tas, provocaron que el hasta donde elle esiaba
natalina de Habsbur-
en Ja compra del collar, r'pol eso \,go, archiduquesa, rer probar. S¡ no, ¿cómo juez acusara a Maria informada. Nunca con-
acudió a Velsalles para cobrar el n¡eta del emperador expl¡car el perenne ¡n- Antonieta de la peor de sideró aquel acto como
importe de la taliosa mercancía. Carlos I de Austria y terés que historiadores las ¡nfamias que pueden una traición, pues ella
licenc¡ada en Cienc¡as y lectores de todas las caer sobre una madre: sólo conocía una máxi-
Una lez destapado el escándalo,
Políticas por la Univer- cof¡entes y clases so- el incesto. En su afán ma: qu¡en lucha por el
se supo que María Antonieta nada
s¡dad de Lova¡na (Bélgi- ciales han man¡festado por calumniar a María rey y la monarqura n
tcnía que ver-con aquella pandilla por ella en el curso de Anton¡eta, los revolucio- hace por una buena
ca), es la autora de una
de delincuentes. Sin embargo, aios nar¡os cons¡guieron herir causa. Ella misma se
rec¡ente biogfafía de su dos siglos?
después, los molucionados recor- antepasada Maria Anto- -La Convenc¡ón llegó en lo más profundo de sentía soberana antes
daron elasunto v lo rúilizarcn con- n¡eta (La Esfera de los incluso a acusafla de su ser a esa ffágil madre que reina de Franc¡a.
¡'a Ia reina crLando fue sometida a Libros. l\4adr¡d, 2006), pfacticar incesto con y arru¡narle sus últ¡mos Ni por un ¡nstante su
juicio por la Conrención. en la que presenta la uno de sus hijos... momemos. alma se adh¡rió al nuevo
cara más humana de la -lMaría Anton¡eta fue movim¡ento o al país
a El dinero enüado a América re¡na de Franc¡a. "No he la pr¡mera en observar que veneró la bandera
de¡ó el pais en bancalrota quer¡do hacerjusticia el carácter extravert¡do tr¡color. La reina festejo
con ella. Sólo la he de su querido hio, el con su esposo Luis XVI
En lealidad, el pecado de Marja el avance de las tropas
mirado con compasión", delfn Luis, y su ten-
Antonieta fue el de toda r,rna ge- austriacas hacia París
dice en respuesta a las dencia a inventar
neración de nobles absolutistas, preguntas de MIJY hlstorias. "lvl¡ hüo en 1792 como una
incapaces de pelcibir las nuelas INTERESANTE. -€scribió la soberana v¡ctoria personal.
corrientes que agitaban el país. -¿El objet¡vo de su
Una burguesía inteligente, que se libro es hacer justicia?
había inshuido acelca dc sus dere' -No. Tras leer las
chos en las oblas de Jean-Jacques numerosas obras que
Rousseau, adlitió que la posición existen sobre la reina
comprendí que el máxi-
de poder político l las finanzas
mo que hab¡an conce-
fi'ancesas se renían abajo. La ban-
dido los h¡storiadores
carrota que sufría cl país, debida a lvlaría Antonieta era
en paÍe a las altas sunas de dine- mostrarla a través de
ro que en|ió Francia al continente los ojos de la justicia.
americano para aludar a las colo- Pero la justicia es fr¡a.
nias inglesas duiante la guena de Ser sólo justos con ella
independencia, hacla necesario un me parec¡a totalmente
insufr c¡ente en relación
cambio mdical de rumbo político.
-Historiadores y bió- a lMadame de Tounel- -Los revolucionarios a la traged¡a que le tocó
Los burgueses, una parte de la
grafos han descr¡to a es muy ind¡screto, fác¡l- düeron que Maria Anto" vivir. Reflexionando
nob)ezal el pueblo llano se loh ie- Maria Antonieta como mente rep¡te lo que ha n¡eta pref¡rió traicionar sobre algo que había
ron contra NIaría Antonieta, una oídodeciryamenudo, a su pais antes que aprend¡do en el estud¡o
una mujer frívola, cruel
mujer todopoderosa que ejercÍa y voluptuosa. ¿Cree que s¡n ment¡r, añade lo que apoyar la revolución, de las mujeres de mi
una ncfasta influencia en un rer es iusto ese retrato? su imaginapion le da a -El 20 de abril de dinastía, me d¡ cuenta
carente de personalidad. En j785, -Toda persona que entender. Ese es su ma- 1792, Lu¡s )ff| se vio de que la única virtud
todos los gmpos hostiles a la rcina estudia ser¡amente una yor defecto y desde lue- obligado a f¡rmar una que supera a la just¡c¡a
esperaban la señaidelinitila para materia h¡stór¡ca sabe go hay que corregirlo". declaración de guerra sólo pod¡a ser la p¡etas.
actua[ Cuatro años después, el 1 1 que los maniqueísmos Mezclando realidad y contra el Rey de Hun- Analizar al personaje de
ficc¡ón, el pequeño Luis, gría y de Bohem¡a, su lvlaría Antonieta m¡rán-
de julio de 1789, el rcr destituvó no se corresponden con
la vida real. Yo intuia impulsado por eltemor sobr¡no. Cuatro d¡as dola con compasión me
al ministr¡ de finanzas Necker, el
que la real¡dad de María o el deseo de complacer antes, l\4aría Anton¡eta ofrecía la oportunidad
único que en esos n'lomentos tur- de presentarla al ledor
Anton¡eta era mucho a su preceptor, reveló había desvelado al
bulentos habría podido solucionar más ampl¡a de s¡gnifica- algunos detalles sobre embajador austriaco el con toda la riqueza de
los grales problemas económicos dos y s¡gnificantes de lo la re¡na. Estas palabras, plan de campaña del mat¡ces intelectuales y
que suhía Flancia. Finaln-,ente, el que las considerac¡ones infant¡lmente indiscre- ejérc¡to revolucionar¡o afedivos.
14 de julio, 20.000 hombrcs toma-

68 müy
Ju4ados por
alta traición
En su nsrcn
En 1792 la
pareja real fue de las lullerías
encarcelada por
la Convención re-
volucionaria. A la
izquierda, Luis )ff|
oye m¡sa antes
acoso de
de ser ejecütado
el 21 de enero de una multitud
1793. Maria Anto-
nieta permanec¡ó
pfesa unos me-
enfelvorizada
ses, fue sometida
a iu¡c¡o por un só a Luis XVI r a Nlaía Antonieta
tribunal popular de apo¡'ar ai ejército inlasor para
-derecha- yfinal. hacer fi'acasar la Relolución, cosa
mente condenada que no lograron. Animados por la
a muene. lictoria, 15.000 hombres marcha-
ron hacia elpalacio de las Tullerías.
Las masas penetraron en tromba
por las puertas. María Antonjeta
quedó confinada en un rincón. Al-
guien dispuso una mesa para pro-
ron al asalto ia Bastilla, el odiado tegerla de los hombres l mujeres
penal de París. Unas horas des-
Coraje en la hora final que ia contemplaban desafiantes.
María Antonieta afrontó con El "monstruo", la "austriaca", la
pués, la cabeza de su gobernador gfan valor su muerte en la
ei narqués Belnard de Launar, -'---.--.f+,..= "Señora déficit" les miraba con
bailaba pálida en la pLlnta de una I, ji ti ri r,' gu¡llotina el 16 de odubre de
1793 y se nego a confesarse,
espanto. Pero nadie la atacó. "\4\o
pica. El duque de Liancoun cotrió
a galope tendido hacia \¡e¡salles.
lll.tl aún, pero es un milagro. Este día
ha sido terible", escribió atemori-
Una tez en palacio, logró que los zada a su amante A\el lon Fenen.
sin ientes despenalan a Luis X\-1.
"¿Es esto una reiuelta?", preguntó
O Napoleón en el escenario
de su imperial futuro
el somnoliento rer de Flancia. El
mersajero le corrigió: "No Sirc, es- Hubo un per:onaje que contem-
to es una rerolución". pló desde el erterior la entrada de
La Asamblea Nacjonal suprimió la multitud en las Tullerías. Era el
las serr idumbres personales r las jolen Napoleón Bonaparle, un ofi-
justicias señoúales, lo que conller ó cial cono que se hallaba sin empleo
la abolición del Égimen absoiutis- en aquellos momentos. Aquel dÍa
ta. Asinismo, los rei olucionalios de furia popular, Napoleón tulo el
instaurartn la igualdad en los im' raro pririlegio de asistir como tes-
puestos, en el acceso a los cargos tigo accidental al asalto del palacio
públicos r anie Jajusricia. Temien- que é1 iba a habitar años después.
do lo que se alecinaba, muchos Se habría burlado si un ridente Ie
nobles r aristóclatas que seguÍan hubiela deslelado que en un futu-
aporando 1a monarquia absolutista ro no nul lcjano él se con\ ertiía
abandonaron Francia. en ei emperador de Francia.
Poco después, la Com ención
O Hu¡da a valennes y condenó al re¡ a muerle, sentencia
detención en las Tulletías sumarisima que fue ejecutada el 21
El 20 de iunio de 1791, Luis X\] de enero de 1793. N4aría Antonieta
hur'ó de la capital con su familia, fue decapitada el 16 de octubre. Su
aunque el periplo duró poco tiem- inroluntario papel en la historia la
po ¡a que ftreron detenidos en \h- conrinió en una mujer denostada
lennes r detueltos a ParÍs, donde por unos \ ensalzada por otros.
permanecieron bajo custodia en el Cuando se enfientó a la guillotina,
palacio de las Tullerías. aquellareina mediocr-e que fue in-
En aquellos días de zozobm, Fer-
Rehabilitación pública. el zl de enero de 1815, tras la restauración capaz de ganarse el canno oe su
monárqu¡ca en Francia, los cuerpos e,\humados de LuisXVly Maia Antonieta pueblo alcanzó su dimensión trá-
sen loliió a Paús pala otganizar el
fuefon transpoftados con gfan pompa para ser entefrados en saint-Denis, gica e histórica \' se conrirtió en un
rescate de la fan.rilia leal fi¡ncesa.
El aristócmta sueco se las ingenió personaje de le¡enda.
para entrar en el palacio, donde en manos de los relolucionarios. eriliados monárquicos hanceses, Feman¿lo Coltnen
pudo estal una r ez más cr,,n su
amada. Pero Fenen no pudo llelar
Fue la ú)tina rez que la rio.
En septienbre de 1792, tres años
llegó con facilidad a las inmedia-
ciones de Paús. Pero los rei olucio-
rtF E r?E?tizl-
Maia Airoñieta, Esplendot y tuaÉedia de una
a cabo su plan r tulo que abando- después de la toma de la Bastilla, narios lograron derrotarlos en rcina. Stefa. ZweiE. Ed. Debate. BaTetan¿. 2003.
_ En tnlenet _
nar- la capital con la filstración de un ejército conbinado de Prusia \/almr: Tras la proclamación de la ffi
tha I e s. ¿ ¡@. e sl¡ dI R os | ftI 99 | e.lg 9 - O 2 5 7 - o 71
in ti@h,htñi, H¡staña de la Reñluc¡óñ F6ncee.
dejar a su amada Marja Antonieta r Austria, al que se habían unido Repúb1ica francesa, el pueblo acu-

70 muy

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