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Momentos afortunados

Admito que los domingos que no salgo no me ducho, pero no


es para tanto. Despus, al ver el agua oscurecer de esa
manera, cre que estaba destiendo, pero la piel no
clareaba. Pens, tambin, que estaba en la introduccin de
un captulo de Castle a punto de gritar histrica al
descubrir el cadver de la cazuela del arroz. Y, por fin,
ca en que era uno de esos momentos afortunados en los que
la empresa del agua, sin previo aviso para aumentar la
satisfaccin con la sorpresa, nos sirve unos baos de barro
Por el mismo precio y a domicilio! El pelo queda algo
rgido, pero la piel queda muy suave.

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