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EL UNIVERSO

La Tierra es un pequeño planeta que gira alrededor de una estrella, El Sol,


ubicada en el brazo de una enorme galaxia, una más de las incontables que se
encuentran dispersas en el universo. Cerca de la Tierra se encuentran los
planetas y demás cuerpos del sistema solar, orbitando al Sol; mucho más lejos
se distinguen las otras estrellas de nuestra galaxia, algunas brillantes y
calientes, otras diminutas y pálidas. Podemos observar nubes de gases de
donde surgen las estrellas y percibir extraños fenómenos que indican el
enigmático vacío que han dejado las estrellas muertas en violentos
cataclismos; también vemos lagunas lácteas que señalan la posición de otras
galaxias y, forzando hasta sus límites los instrumentos astronómicos, los
científicos investigan los misterios fundamentales: cómo pudo haberse iniciado
el universo y cuál podría ser su fin.

LA VÍA LACTEA

La Vía Láctea, también llamada la Galaxia, es un agrupamiento de estrellas


con forma de disco, que incluye al Sol y a su sistema solar. Para un observador
terrestre, el disco de la Galaxia aparece como una banda débilmente luminosa
que se puede observar de noche extendiéndose a través del cielo, sobre todo
en las noches de verano claras y sin luna. Antiguamente a esta banda se la
llamó Vía Láctea (también Camino de Santiago), nombre que en la actualidad
hace referencia a toda la galaxia. La apariencia difusa de esta banda es el
resultado de la luz combinada de estrellas demasiado lejanas para poder
distinguirlas por separado a simple vista. Las estrellas individuales que vemos
en el cielo son aquellas de la Galaxia que están lo suficientemente cerca del
sistema solar para distinguirlas por separado. La Vía Láctea se extiende a
través de las constelaciones Perseo, Casiopea y Cefeo. En la región de la Cruz
del Norte, que forma parte de Cisne, se divide en dos corrientes: la corriente
occidental que brilla cuando atraviesa la Cruz del Norte, palidece cerca de
Ofiuco, a causa de las nubes de polvo, y aparece de nuevo en Escorpio; y la
corriente oriental, que es más brillante cuando pasa por el sur a través del
Escudo y Sagitario. La parte más brillante de la Vía Láctea se extiende desde
la constelación del Escudo a Escorpio, a través de Sagitario. La Vía Láctea es
una gran galaxia espiral, con varios brazos espirales que se enroscan
alrededor de un núcleo central de un grosor de unos 10.000 años luz. Las
estrellas del núcleo central están más agrupadas que las de los brazos, donde
se han encontrado más nubes interestelares de polvo y gas. El diámetro del
disco es de unos 100.000 años luz. Está rodeado por una nube de hidrógeno,
deformada y festoneada en sus extremos, rodeada a su vez por un halo
esférico y ligeramente aplastado que contiene muchos cúmulos globulares de
estrellas, que se encuentran principalmente encima o debajo del disco.

EL SISTEMA SOLAR

El sistema solar está formado por el Sol, nueve planetas y sus satélites,
asteroides, cometas y meteoroides, y polvo y gas interplanetario. El sistema
solar es el único sistema planetario existente conocido, aunque en 1980 se
encontraron algunas estrellas relativamente cercanas rodeadas por un
envoltorio de material orbitante de un tamaño indeterminado o acompañadas
por objetos que se suponen que son enanas marrones o enanas pardas.
Muchos astrónomos creen probable la existencia de numerosos sistemas
planetarios de algún tipo en el Universo.

El Sol contiene el 99.85% de toda la materia en el Sistema Solar. Los planetas,


los cuales están condensados del mismo material del que está formado el Sol,
contienen sólo el 0.135% de la masa del sistema solar. Júpiter contiene más de
dos veces la materia de todos los otros planetas juntos. Los satélites de los
planetas, cometas, asteroides, meteoroides, y el medio interplanetario
constituyen el restante 0.015%. La siguiente tabla es una lista de la distribución
de la masa dentro de nuestro Sistema Solar.

En la actualidad se conocen nueve planetas principales. Normalmente se


dividen en dos grupos: los planetas interiores o terrestres (Mercurio, Venus,
Tierra y Marte) y los planetas exteriores o jovianos (Júpiter, Saturno, Urano,
Neptuno y Plutón).

Los interiores son los cuatro primeros. Son pequeños y se componen sobre
todo de roca compacta y hierro (de ahí el nombre terrestres). Los planetas,
Venus, Tierra, y Marte tienen atmósferas significantes mientras que Mercurio
casi no tiene.

Los jovianos (relativos a Júpiter) son gigantescos comparados con la Tierra y


tienen naturaleza gaseosa como la de Júpiter (de ahí ese nombre). Se
componen, principalmente, de hidrógeno, hielo y helio.

EL SOL

El Sol es la estrella que, por el efecto gravitacional de su masa, domina el


sistema planetario que incluye a la Tierra. Es el elemento más importante en
nuestro sistema solar y el objeto más grande que contiene aproximadamente el
98% de la masa total del sistema solar. Mediante la radiación de su energía
electromagnética, aporta directa o indirectamente toda la energía que mantiene
la vida en la Tierra, porque todo el alimento y el combustible proceden en
última instancia de las plantas que utilizan la energía de la luz del Sol.

La energía solar se crea en el interior del Sol. Es aquí donde la temperatura


(15.000.000° C) y la presión (340 mil veces la presión del aire en la Tierra al
nivel del mar) son tan intensas que se llevan a cabo las reacciones nucleares.
Estas reacciones causan que cuatro átomos de hidrógeno se fusionen y formen
una partícula alfa ó núcleo de helio. La partícula alfa tiene cerca de 0.7 %
menos masa que los cuatro protones. La diferencia en la masa es expulsada
como energía y es llevada a la superficie del Sol, a través de un proceso
conocido como convección, donde se liberan luz y calor. La energía generada
en el centro del Sol tarda un millón de años para alcanzar la superficie solar.
Cada segundo se convierten 700 millones de toneladas de hidrógeno en
cenizas de helio. En el proceso se liberan 5 millones de toneladas de energía
pura; por lo cual, el Sol cada vez se vuelve más ligero.
La energía producida de esta forma es transportada a la mayor parte de la
superficie solar por radiación. Sin embargo, más cerca de la superficie, en la
zona de convección que ocupa el último tercio del radio solar, la energía es
transportada por la mezcla turbulenta de gases. La fotosfera es la superficie
superior de la zona de convección. Se pueden ver pruebas de la turbulencia en
la zona de convección observando la fotosfera y la atmósfera situada encima
de ella.

Las células turbulentas de la fotosfera le confieren una apariencia irregular y


heterogénea. Este modelo, conocido como granulación solar, lo provoca la
turbulencia en los niveles más altos de la zona de convección. Cada gránulo
mide unos 2.000 Km. de ancho. Aunque el modelo de granulación siempre está
presente, los gránulos individuales solamente duran unos 10 minutos. También
se presenta un modelo de convección mucho mayor, provocado por la
turbulencia que se extiende en las profundidades de la zona de convección.
Este modelo de sobre granulación contiene células que duran un día y tienen
30.000 Km. de ancho como media.

MERCURIO

Mercurio recibió este nombre de los romanos por el mensajero de pies alados
de los dioses ya que parecía moverse más rápido que ningún otro planeta. Es
el planeta más cercano al Sol, y el segundo más pequeño del Sistema Solar.
Su diámetro es un 40% más pequeño que la Tierra y un 40% más grande que
la Luna. Es incluso más pequeño que la luna de Júpiter, Ganímedes o la luna
de Saturno, Titán.

Se encuentra a una distancia aproximada del Sol de 58 millones de Km., tiene


un diámetro de 4.875 Km., su volumen y su masa son semejantes a los de la
Tierra y su densidad media es aproximadamente igual a la de la Tierra.
Mercurio orbita alrededor del Sol cada 88 días (año del planeta). Los estudios
de radar del planeta muestran que gira sobre su eje una vez cada 58,7 días o
cada dos terceras partes de su periodo orbital; por tanto, gira una vez y media
sobre su eje durante cada periodo orbital. Dado que su superficie es abrupta,
porosa y de roca oscura.

Las imágenes enviadas a la Tierra por la nave espacial Mariner 10 muestran un


mundo que recuerda a la Luna. Está recubierto por cráteres, contiene grandes
cuencas de anillos múltiples, y muchos ríos de lava. Los cráteres van desde los
100 metros (tamaño más pequeño que se puede diferenciar en las imágenes
de la Mariner 10) hasta los 1.300 kilómetros. Aparecen en varios estados de
preservación. Algunos son jóvenes con bordes abruptos y brillantes rayos que
se alejan de ellos. Otros están muy degradados, con bordes que han sido
suavizados por el bombardeo de meteoritos. El cráter más grande de Mercurio
es la Cuenca Caloris. Una cuenca según Hartmann y Kuiper (1962) esta
definida como una "gran depresión circular con diferentes anillos concéntricos y
alineaciones radiales". Otros consideran que cualquier cráter superior a los 200
kilómetros es una cuenta. La Cuenca Caloris tiene 1.300 kilómetros de
diámetro, y fue causada probablemente por proyectiles que superaban los 100
kilómetros de sección. El impacto dio lugar a anillos montañosos concéntricos
con alturas de tres kilómetros y enviaron sus eyecciones hasta los 600 u 800
kilómetros sobre la superficie del planeta. (Otro buen ejemplo de cuenca con
anillos concéntricos es la Región Valhalla en la luna de Júpiter, Calisto) Las
ondas sísmicas producidas por el impacto en Caloris se enfocaron en el otro
lado del planeta, dando lugar a una región de terreno caótico. Después del
impacto el cráter se llenó parcialmente por ríos de lava.

Mercurio está marcado por grandes acantilados curvos o escarpaduras


lobulares que fueron aparentemente formados a medida que Mercurio
se enfriaba y se encogía en tamaño varios kilómetros. Esta reducción de
tamaño produjo una corteza arrugada con farallones de varios
kilómetros de altura y cientos de kilómetros de longitud.

La mayor parte de la superficie de Mercurio está cubierta por llanuras. Muchas


de ellas son viejas y están llenas de cráteres, pero algunas más
jóvenes tienen menos cráteres. Los científicos han clasificado estas llanuras
como llanuras intercráter y llanuras suaves. Las primeras están
menos saturadas de cráteres y estos tienen diámetros inferiores a los 15
kilómetros. Estas llanuras fueron formadas probablemente cuando
los ríos de lava sepultaron el terreno antiguo. Las llanuras suaves son más
jóvenes todavía con menos cráteres. Estas últimas se pueden
encontrar alrededor de la cuenca Caloris En algunas zonas se pueden ver
parches de lava lisa que recubren los cráteres.

VENUS

Venus, que recibe el nombre de la diosa romana del amor y la belleza, es el


segundo planeta desde el Sol. Es el objeto más brillante del cielo, después del
Sol y la Luna. A este planeta se le llama el lucero del alba cuando aparece por
el Este al amanecer y el lucero de la tarde cuando está situado al Oeste al
atardecer. En la antigüedad, al lucero de la tarde se le llamaba Hesperus y al
lucero del alba Phosphorus o Lucifer. Debido a las distancias de las órbitas de
Venus y la Tierra desde el Sol, Venus no es visible nunca más de tres horas
antes del amanecer o tres horas después del ocaso. Los primeros astrónomos
pensaron que Venus podría ser en realidad dos cuerpos separados.

Venus es abrasador con una temperatura en la superficie de unos 482° C. Esta


alta temperatura es debida básicamente a un aplastante efecto invernadero
causado por la pesada atmósfera y el dióxido de carbono. La luz solar atraviesa
la atmósfera para calentar la superficie del planeta. El calor es radiado de
nuevo hacia el exterior pero es atrapado por la densa atmósfera y no puede
escapar hacia el espacio. Esto hace que Venus sea más caliente que Mercurio.

La temperatura de la superficie de Venus es muy uniforme y alcanza unos 462


° C; la presión de la superficie es 96 veces la de la Tierra. La atmósfera está
compuesta casi en su totalidad por dióxido de carbono (CO2). La base de las
nubes está a 50 Km. de la superficie y las partículas de estas nubes son sobre
todo ácido sulfúrico concentrado. El planeta no tiene campo magnético
perceptible.

Que el 97% de la atmósfera de Venus sea CO2 no es tan extraño como


pudiera parecer; de hecho, la corteza terrestre contiene casi la misma cantidad
en forma de tierra caliza. Cerca del 3% de la atmósfera venusiana es nitrógeno
(N2). Por contraste, el 78% de la atmósfera terrestre es nitrógeno. El agua y el
vapor de agua son muy raros en Venus. Muchos científicos argumentan que
Venus, al estar más cerca del Sol, está sujeto a un llamado efecto invernadero
desbocado que provocó que se evaporaran algunos océanos en la atmósfera.
Los átomos de hidrógeno de las moléculas de agua podían haberse perdido en
el espacio y los átomos de oxígeno en la corteza. Otra posibilidad es que
Venus tuviera en principio muy poca agua.

La superficie de Venus es relativamente joven, geológicamente hablando.


Parece haber sido reconstruida completamente hace unos 300-500 millones de
años. Los investigadores debaten ahora cómo y por qué ocurrió esto. La
topografía Venusiana está compuesta por vastas llanuras cubiertas por ríos de
lava y montañas o mesetas deformadas por la actividad geológica. El Monte
Maxwell en la Tierra de Ishtar es el punto más alto de Venus. Las mesetas de
la Tierra de Afrodita se extienden a lo largo de casi la mitad del ecuador. Las
imágenes de la sonda Magallanes de las mesetas tomadas desde una altura de
2.5 kilómetros son inusualmente brillantes, lo que es propio de suelos
húmedos. Sin embargo, el agua líquida no existe en la superficie y por lo tanto
no puede ser la causa del brillo de las mesetas. Una teoría sugiere que este
material brillante podría estar constituido por compuestos metálicos. Diversos
estudios muestran que el material podría ser pirita de hierro (también conocida
por el nombre de "oro de los tontos"). Es inestable en las tierras bajas pero
sería estable en las mesetas. El material podría ser también algún tipo de
material exótico que produciría los mismos resultados pero en concentraciones
menores.

LA TIERRA

La Tierra es el tercer planeta más cercano al Sol, a una distancia de alrededor


de 150 millones de kilómetros y el quinto en cuanto a tamaño de los nueve
planetas principales. Tiene un diámetro de 12.756 kilómetros, solamente unos
cuantos kilómetros más grande que el diámetro de Venus. Nuestra atmósfera
está compuesta de un 78 por ciento de nitrógeno, 21 por ciento de oxígeno y 1
por ciento de otros constituyentes. Es el único planeta conocido que tiene vida,
aunque algunos de los otros planetas tienen atmósferas y contienen agua.

La Tierra no es una esfera perfecta, sino que tiene forma de pera. Cálculos
basados en las perturbaciones de las órbitas de los satélites artificiales revelan
que la Tierra es una esfera imperfecta porque el ecuador se engrosa 21 km; el
polo norte está dilatado 10 m y el polo sur está hundido unos 31 metros.
Se puede considerar que la Tierra se divide en cinco partes: la primera, la
atmósfera, es gaseosa; la segunda, la hidrosfera, es líquida; la tercera, cuarta y
quinta, la litosfera, el manto y el núcleo son sólidas. La atmósfera es la cubierta
gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Aunque tiene un grosor de
más de 1.100 Km., aproximadamente la mitad de su masa se concentra en los
5,6 Km. más bajos. La litosfera, compuesta sobre todo por la fría, rígida y
rocosa corteza terrestre, se extiende a profundidades de 100 km. La hidrosfera
es la capa de agua que, en forma de océanos, cubre el 70,8% de la superficie
de la Tierra. El manto y el núcleo son el pesado interior de la Tierra y
constituyen la mayor parte de su masa.

La hidrosfera se compone principalmente de océanos, pero en sentido estricto


comprende todas las superficies acuáticas del mundo, como mares interiores,
lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad media de los océanos es de
3.794 m, más de cinco veces la altura media de los continentes. La masa de
los océanos es de 1.350.000.000.000.000.000 toneladas, o el 1/4.400 de la
masa total de la Tierra.

Las rocas de la litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y
se componen casi por completo de 11 elementos, que juntos forman el 99,5%
de su masa. El más abundante es el oxígeno (46,60% del total), seguido por el
silicio (27,72%), aluminio (8,13%), hierro (5,0%), calcio (3,63%), sodio (2,83%),
potasio (2,59%), magnesio (2,09%) y titanio, hidrógeno y fósforo (totalizando
menos del 1%). Además, aparecen otros 11 elementos en cantidades del 0,1 al
0,02%. Estos elementos, por orden de abundancia, son: carbón, manganeso,
azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio, níquel, estroncio y vanadio. Los
elementos están presentes en la litosfera casi por completo en forma de
compuestos más que en su estado libre.

El rápido movimiento giratorio y el núcleo de hierro y níquel de nuestro planeta


generan un campo magnético extenso, que, junto con la atmósfera, nos
protege de casi todas las radiaciones nocivas provenientes del Sol y de otras
estrellas. La atmósfera de la Tierra nos protege de meteoritos, la mayoría de
los cuales se desintegran antes de que puedan llegar a la superficie.

MARTE

Marte es el cuarto planeta desde el Sol y el séptimo en cuanto a masa. Suele


recibir el nombre de Planeta Rojo. Las rocas, suelo y cielo tienen una tonalidad
rojiza o rosácea. Este característico color rojo fue observado por los
astrónomos a lo largo de la historia. Los romanos le dieron nombre en honor de
su dios de la guerra. Otras civilizaciones tienen nombres similares. Los
antiguos Egipcios lo llamaron Her Descher que significa el rojo. Marte tiene dos
pequeños satélites con cráteres, Fobos y Deimos, que algunos astrónomos
consideran que son asteroides capturados por el planeta muy al comienzo de
su historia. Fobos mide unos 21 km de diámetro y Deimos, sólo unos 12
kilómetros.
Marte tiene regiones brillantes de color anaranjado y otras zonas más oscuras
y menos rojas, cuyo contorno y tono cambia con las estaciones marcianas. A
causa de la inclinación de su eje y la excentricidad de su órbita, tiene veranos
cortos y calurosos e inviernos largos y fríos. El color rojizo del planeta se debe
a la oxidación o corrosión de su superficie. Se cree que las zonas oscuras
están formadas por rocas similares al basalto terrestre, cuya superficie se ha
erosionado y oxidado. Las regiones más brillantes parecen estar compuestas
por material semejante, pero menos erosionado y oxidado, y en apariencia
contienen partículas más finas, como el polvo, que las zonas oscuras. La
escapolita, mineral relativamente raro en la Tierra, parece estar muy extendido;
quizá sirva de reserva para el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

Enormes casquetes brillantes, en apariencia formados por escarcha o hielo,


señalan las regiones polares del planeta. Se ha seguido su ciclo estacional
durante casi dos siglos. En el otoño marciano, se forman nubes brillantes sobre
el polo correspondiente. Una fina capa de dióxido de carbono se deposita sobre
el casquete polar durante el otoño y el invierno; es la parte estacional del
casquete. Al final del invierno, el casquete polar puede descender a latitudes de
45°. En primavera y al final de la larga noche polar, la parte estacional se va
deshaciendo, y muestra el casquete helado del invierno o parte permanente.
Los límites del casquete polar retroceden hacia el polo cuando la luz del sol
evapora la escarcha acumulada. En pleno verano, la recesión de la parte
permanente se detiene y permanece un sedimento de hielo y escarcha hasta el
otoño siguiente. Se piensa que esta parte permanente está compuesta sobre
todo por agua helada. Mide 300 Km. de ancho en el polo sur y 1.000 Km. en el
norte. Aunque no se conoce su espesor real, debe contener hielo y gases
helados de un espesor aproximado de 2 kilómetros.

Además de las nubes de dióxido de carbono helado, en el planeta hay otros


tipos de nubes. Se observan neblinas y nubes de hielo a gran altitud. Estas
últimas son el resultado del enfriamiento asociado con las masas de aire que
se alzan por encima de obstáculos elevados. Durante los veranos del sur, son
especialmente notables extensas nubes amarillas compuestas de polvo
levantado por los vientos.

La atmósfera de Marte es bastante diferente de la atmósfera de la Tierra. La


atmósfera de Marte está formada por dióxido de carbono (95,32%), nitrógeno
(2,7%), argón (1,6%), oxígeno (0,13%), y trazas de vapor de agua (0,03%),
monóxido de carbono y gases nobles. La presión media de la superficie es de
0,6% la de la Tierra, equivalente a la presión de la atmósfera terrestre a una
altura de 35 km. La temperatura media registrada es -63° C con una
temperatura máxima de 17° C y un mínimo de -140° C. La temperatura de la
superficie varía mucho según el día, la estación y la latitud. Las temperaturas
máximas en verano pueden alcanzar los 17° C. Debido a la poca consistencia
de la atmósfera, son normales las variaciones de temperatura de 100° C. A
unos 50° de latitud hacia el polo, las temperaturas son aún más frías (menos de
-123° C) durante todo el invierno porque el componente fundamental de la
atmósfera, el dióxido de carbono, se congela en los sedimentos blancos que
constituyen los casquetes polares. La presión atmosférica total de la superficie
fluctúa en un 30% debido al ciclo estacional de los casquetes polares.

JÚPITER

Júpiter es el quinto planeta desde el Sol, y el mayor del sistema solar. Recibió
el nombre del rey de los dioses de la mitología romana. Júpiter es 1.400 veces
más voluminoso que la Tierra (si estuviera vacio cabrían en su interior más de
mil Tierras), pero su masa es sólo 318 veces la de nuestro planeta. La
densidad media de Júpiter es como una cuarta parte de la densidad de la
Tierra, lo que indica que este planeta gigante debe estar compuesto de gases
más que de metales y rocas como la Tierra y otros planetas. Da una vuelta
alrededor del Sol cada 11,9 años a una distancia orbital media de 778 millones
de kilómetros. Tiene un diámetro ecuatorial de 142.800 kilómetros y tarda 9,9
horas en dar una vuelta alrededor de su eje. Esta rápida rotación produce un
engrosamiento ecuatorial que se aprecia cuando se mira el planeta a través de
un telescopio. La rotación no es uniforme.

El conocimiento científico de Júpiter se enriqueció mucho en 1979 a partir de


los satisfactorios lanzamientos realizados por la NASA de las sondas
espaciales Voyager 1 y Voyager 2. Las observaciones espectroscópicas
realizadas desde la Tierra habían demostrado que la mayor parte de la
atmósfera de Júpiter estaba compuesta de hidrógeno molecular, H2. Los
estudios de infrarrojos de la sonda espacial Voyager indicaron que el 87% de la
atmósfera de Júpiter estaba compuesta de H2, y que el helio, He, formaba la
mayor parte del 13% restante. Por la baja densidad observada se deduce que
el interior de Júpiter ha de tener, esencialmente, la misma composición que la
atmósfera. Por lo tanto, en apariencia, este inmenso mundo está compuesto de
los dos elementos más ligeros y más abundantes del Universo, una
composición similar a la del Sol y a la de otras estrellas. En consecuencia,
Júpiter puede corresponder a una condensación directa de una parte de la
nebulosa solar primordial, la gran nube de gas y polvo interestelar a partir de la
que se formó todo el sistema solar hace unos 4.600 millones de años.

SATURNO

Saturno es el sexto planeta desde el Sol y el segundo más grande del sistema
solar con un diámetro ecuatorial de 119.300 kilómetros. Está claramente
achatado en los polos, como resultado de la rápida rotación del planeta
alrededor de su eje. Su día dura 10 horas, 39 minutos y tarda 29,5 años
terrestres en completar su órbita alrededor del Sol. La peculiaridad más
conocida de Saturno es la de estar rodeado de un sistema de anillos,
descubierto en 1610 por Galileo utilizando uno de los primeros telescopios.
Galileo no comprendió que los anillos estuvieran separados del cuerpo central
del planeta, así que los describió como "asas". Fue el astrónomo holandés
Christiaan Huygens el primero en describirlos correctamente. Saturno es el
único planeta cuya densidad es inferior a la del agua (aproximadamente un
30% menos). Si fuese posible encontrar un océano lo suficientemente grande,
Saturno flotaría en él. Además, su densidad media es una octava parte de la de
la Tierra, debido a que el planeta está compuesto fundamentalmente de
hidrógeno. El enorme peso de la atmósfera de Saturno hace que la presión
atmosférica aumente con rapidez hacia el interior, donde el hidrógeno se hace
líquido. Hacia el centro del planeta el hidrógeno líquido se condensa en
hidrógeno metálico, que es un conductor eléctrico. Las corrientes eléctricas
presentes en este hidrógeno metálico son las responsables del campo
magnético del planeta. En el centro de Saturno se han consolidado,
probablemente, elementos pesados formando un pequeño núcleo rocoso a una
temperatura cercana a los 15.000 ° C. Tanto Júpiter como Saturno siguen
asentándose por la gravitación, siguiendo su original acreción de la nebulosa
de gas y polvo de la que se formó el sistema solar hace más de 4.000 millones
de años. Esta contracción genera calor, haciendo que Saturno lo irradie en el
espacio en una proporción tres veces mayor que la que recibe del Sol.

La atmósfera está básicamente compuesta por hidrógeno (88% en masa) y el


helio (11%); el resto comprende trazas de metano, amoníaco, cristales de
amoníaco y otros gases, como etano, acetileno y fosfina. Las imágenes del
Voyager mostraron remolinos y corrientes turbulentas de nubes que tenían
lugar a gran profundidad en una niebla mucho más densa que la de Júpiter
debido a la menor temperatura de Saturno. Las temperaturas de la parte
superior de la nube de Saturno están cercanas a -176 ° C, unos 27 ° C más
bajas que las de Júpiter en los mismos puntos.

URANO

Urano es el séptimo planeta desde el Sol y es el tercero más grande del


Sistema Solar. En comparación con la Tierra, Urano tiene una masa 14,5 veces
mayor, un volumen 67 veces mayor y una gravedad 1,17 veces mayor. No
obstante, el campo magnético de Urano sólo es una décima parte más fuerte
que el de la Tierra. La densidad de Urano es aproximadamente 1,2 veces la del
agua. Fue descubierto accidentalmente en 1781 por el astrónomo británico
William Herschel y originariamente se le llamó Georgium Sidus (Estrella de
Jorge) en honor a su mecenas real, Jorge III. Más tarde, durante un tiempo se
le llamó Herschel en honor a su descubridor. El nombre Urano, que propuso
por vez primera el astrónomo alemán Johann Elert Bode, se comenzó a utilizar
a finales del siglo XIX.

Tiene un diámetro ecuatorial de 51.800 kilómetros y su distancia media al Sol


es de 2.870 millones de kilómetros. Completa su órbita alrededor del Sol cada
84,01 años terrestres, pero gira fuera de la órbita de Saturno y dentro de la
órbita de Neptuno. Está a una distancia media del Sol de 2.870 millones de
kilómetros. El día de Urano dura 17 horas y 14 minutos. Urano tiene al menos
15 lunas. Las dos más grandes, Titania y Oberón, fueron descubiertas por
William Herschel en 1787.

La atmósfera de Urano está compuesta fundamentalmente de hidrógeno y


helio, con algo de metano y pequeñas cantidades de acetileno y otros
hidrocarbonos. El metano situado en la parte alta de la atmósfera absorbe la
luz roja, dando a Urano su color verde-azul. La atmósfera está organizada en
nubes que circulan a latitudes constantes, de forma parecida a como lo hacen
las bandas latitudinales más intensas de Júpiter y Saturno. Los vientos en
latitudes medias de Urano soplan en la dirección de la rotación del planeta.
Estos vientos alcanzan velocidades de 40 a 160 metros por segundo.
Experimentos científicos por radio han encontrado vientos en el ecuador que
soplaban a unos 100 metros por segundo en dirección opuesta.

NEPTUNO

Neptuno es el cuarto planeta en cuanto a tamaño y el octavo en cuanto a


distancia al Sol. La distancia media de Neptuno al Sol es de 4.500 millones de
kilómetros y su diámetro ecuatorial es de aproximadamente 49.400 kilómetros,
o sea, cerca de 3,8 veces el de la Tierra. Su volumen es aproximadamente 72
veces y su masa 17 veces la de la Tierra o 1,7 veces la del agua. Neptuno
completa su órbita alrededor del Sol cada 165 años. Un día de Neptuno tiene
16 horas y 6,7 minutos. El descubrimiento de Neptuno fue uno de los éxitos de
la astronomía matemática.

Casi nunca es visible a simple vista, aunque se puede observar con un


pequeño telescopio, apareciendo como un pequeño disco azul verdoso sin
marcas definidas en su superficie. La temperatura de la superficie de Neptuno
es de unos -218 ° C, parecida a la de Urano, que está a más de 1.500
kilómetros más cerca del sol, por lo tanto, los científicos suponen que Neptuno
debe tener alguna fuente interna de calor. La atmósfera se compone
fundamentalmente de hidrógeno y helio, pero la presencia de más del 3% de
metano da al planeta su sorprendente color azul.

Los dos tercios interiores de Neptuno están compuestos por una mezcla de
roca fundida, agua, amoniaco y metano líquidos. El tercio exterior es una
mezcla de gases calientes compuestos por hidrógeno, helio, agua y metano.

Neptuno es un planeta dinámico con varias manchas grandes y oscuras que


recuerdan las tormentas huracanadas de Júpiter. La mayor de las manchas,
conocida como la Gran Mancha Oscura, tiene un tamaño similar al de la Tierra
y es parecida a la Gran Mancha Roja de Júpiter. La nave Voyager reveló una
pequeña nube, de forma irregular, moviéndose hacia el este que recorre
Neptuno en unas 16 horas. Este scooter o patinete, así ha sido apodada,
podría ser un penacho volcánico que asoma por encima de la capa de nubes.

PLUTÓN

Plutón es el noveno planeta del sistema solar; es el planeta más alejado del Sol
que se conoce. Plutón da una vuelta alrededor del Sol en 247,7 años a una
distancia media de 5.900 millones de kilómetros. La masa de Plutón es de unas
6,4 x 10-9 masas solares. Esto es casi 7 veces la masa de Caronte y
aproximadamente 0,0021 masas de la Tierra, o la quinta parte de nuestra luna.

Se descubrió también que Plutón tiene una atmósfera tenue que contiene un
98% de nitrógeno (N2), metano (CH4) y también están presentes trazas de
monóxido de carbono (CO) que ejerce una presión sobre la superficie del
planeta aproximadamente 100.000 veces más débil que la presión atmosférica
de la Tierra al nivel del mar.

La presencia de metano sólido indica que la temperatura de Plutón es inferior a


los 70 grados Kelvin. La temperatura varía enormemente durante el transcurso
de su órbita ya que Plutón puede acercarse al Sol hasta las 30 UA y alejarse
hasta las 50 UA. Existe una fina atmósfera que se congela y cae sobre la
superficie del planeta a medida que este se aleja del Sol.

La densidad media de Plutón varía entre 1,8 y 2,1 gramos por centímetro
cúbico, Plutón es, aparentemente, más rocoso que los otros planetas de la
parte exterior del sistema solar (se ha llegado a la conclusión que Plutón es
entre un 50% y 75% rocas mezcladas con hielo). Esto puede ser el resultado
del tipo de combinaciones químicas a baja temperatura y baja presión que
tuvieron lugar durante la formación del planeta. Algunos astrónomos han
sugerido que Plutón puede ser un antiguo satélite de Neptuno, violentamente
lanzado a una órbita diferente durante los primeros días del sistema solar.
Caronte sería entonces una acumulación de los materiales más ligeros
resultantes de la colisión.

El período de rotación de Plutón es de 6.387 días, igual que el de su satélite


Caronte. Aunque es común que un satélite viaje alrededor de su primario
siguiendo una órbita síncrona, Plutón es el único planeta que rota
síncronicamente con la órbita de su satélite. Debido a este anclaje mareal,
Plutón y Caronte siempre presentan la misma cara uno a otro durante su viaje
a través del espacio.

LA LUNA

La Luna es el satélite natural de la Tierra. El diámetro de la Luna es de unos


3.480 Km. (aproximadamente una cuarta parte del de la Tierra). La masa de la
Tierra es 81 veces mayor que la de la Luna. Por tanto, la densidad media de la
Luna es de sólo las tres quintas partes de la densidad de la Tierra, y la
gravedad en la superficie lunar es un sexto de la de la Tierra.

La Luna orbita a la Tierra a una distancia media de 384.403 km y a una


velocidad media de 3.700 km/h. Completa su vuelta alrededor de la Tierra en
una órbita elíptica en 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos con
respecto a las estrellas. Para cambiar de una fase a otra similar, o mes lunar, la
Luna necesita 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8 segundos. Como la Luna
tarda en dar una vuelta sobre su eje el mismo tiempo que en dar una vuelta
alrededor de la Tierra, en realidad, siempre es la misma cara de la Luna la que
se ve desde la Tierra. Aunque la Luna aparece brillante a simple vista, sólo
refleja en el espacio alrededor del 7% de su luz.

Entre las características discernibles en la superficie de la Luna están los


cráteres, cadenas de montañas, llanuras o mares, fracturas, cimas, fisuras
lunares y radios o "rayos". El mayor cráter es el llamado Bailly, de 295 km de
ancho y 3.960 m de profundidad. El mar más grande es el Mare Imbrium (mar
de las Lluvias), de 1.200 km de ancho. Las montañas más altas, en las
cordilleras Leibniz y Doerfel, cerca del polo sur de la Luna, tienen cimas de
hasta 6.100 m de altura, comparables a la cordillera del Himalaya. En
observaciones con telescopio se han determinado cráteres de tamaño tan
pequeño como de 1,6 km. El origen de los cráteres lunares se ha debatido
durante mucho tiempo; las últimas evidencias muestran que la mayor parte de
ellos se formaron por impactos explosivos de meteoritos de gran velocidad o
pequeños asteroides, sobre todo durante la era primaria de la historia lunar,
cuando el sistema solar contenía todavía muchos de estos fragmentos. Sin
embargo, algunos cráteres, fisuras lunares y cimas presentan características
de indiscutible origen volcánico.

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