Discurso de grado

Cuando comenzamos el colegio nunca pensamos terminar siendo amigas de la

niña que esta cerca o la que mira mal o de reojo, porque nuestro futuro es
inesperado en aquel colegio que nos resguardo y nos dio educación. Nuestros
años se fortalecen en el colegio a partir de caídas, éxitos, fracasos y alegrías
vividas, las cuales permanecen en nuestra mente por más que queramos
olvidar. Cada día en el colegio encierra emociones y sentimientos que nos
hace mas fuertes para saltar hacia la verdad al salir del colegio, pero nunca
sabremos en el presente el éxito futuro de cada compañera ,solo sabremos la
marca que dejo a partir de una sonrisa, una amistad, un mal entendido y una
ayuda.

Cada etapa se quema con el tiempo, los cambios se ven cada año que
transcurre al regresar con una nueva mirada, cambios físicos y emocionales,
pero lo que nunca cambiara son las experiencias vividas con nuestras
compañeras las cuales nos acompañan gran tiempo en nuestra vida juvenil que
al transcurrir del tiempo nos convertiremos en personas adultas y que ojala no
olvidemos la esencia de ser felices o de valorar los sencillos matices de la vida
que dan color a nuestro existir.

De pronto abran lagrimas de despedida, alejamientos o fortalecimientos de una

amistad al saber que dejamos el colegio y que nunca mas volveremos a
sentirnos parte de un grupo de compañeras que por casualidades de la vida
tienen que permanecer en convivencia sin importar la elección, cada año se
conoce mas a una persona y se valora o critica pero se tiene en cuenta cada
año por su permanencia en la historia de nuestras vidas. Gracias a todas
aquellas que pudieron permanecer como parte del desarrollo de mi madurez
para poder llegar a ser lo que soy hoy y que en un mañana cambiara para
ejercer mi misión en esta vida y que partió de una base para desarrollarme
como persona en el colegio.

No se asusten por el futuro que no ha llegado aun pero construyan el presente

que esta en nuestro alcance y no caminen según la opinión publica porque la
gente juzga por las apariencias pero la intimidad solo la conoce Dios. No se
desesperen por no encontrar un norte si no preocúpense al no querer tenerlo,
porque al vivir una realidad al salir del colegio uno puede asustarse al temer a
fracasar pero una persona no vale por sus éxitos si no las veces que se ha
levantado de sus fracasos.

Ya terminamos una fase de la vida y comenzamos con un reto que es nuestra

verdadera existencia y que Dios no ilumine para afrontar los obstáculos,
pisando firme sin importar las batallas que tengamos que lidiar para empuñar
al cielo como nuestra de nuestra victoria.
Por: María Alejandra Mora curso: 1103 cód.: 23