David y Goliat

Tradiciones peruanas de Ricardo Palma

o es necesario fijar poca ni apuntar los verdaderos nombres de
los protagonistas de este relato. Viven en Arequipa muchos que
los conocieron y fueron testigos del suceso, y a su testimonio apelo en
prueba de lo que van ustedes a leer:

"No es cuento, voto a San Crispo!
Y por hecho real se tenga
Sin ser preciso que venga
a confirmarlo el obispo

Nuestro Goliat era, como en la Biblia, un filisteo o facineroso
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que traa, con el credo en la boca a los honrados vecinos de
Miraflores, y que de vez en cuanto se aventuraba a una fechora en los barrios de la misma ciudad del Misti. El galleaba
entre los mozos crudos, robaba muchachas, desvalijaba bolsillos, apualeaba rivales; aberreaba jaranas, y todo con tan buena
suerte que poda pensar no era an nacido el bravucn capaz de ponerle la ceniza en la frente. Era, como quin dice, la
segunda edicin corregida y aumentada de cierto guapo que a principios del siglo actual hubo en esta ciudad de los reves,
quien daga en mano en os jolgorios de medio pelo.

"Abrirse, que aqu est un nombre!
Ya est vuestro azote encima!
Si quieren saber quin soy,
Soy Barandalla, el de Lima"

Y sin que nadie resollara ni se atreviera a oponrsele, cortaba las cuerdas de la Guitarra, rompa copas y botellas
y, de cuenta de genio, emplumaba con la hembra de mejor trapo.
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Volviendo a Goliat, la justicia misma se aterraba
3
ovendo pronunciar el nombre del bandido, y empez por
ofrecer recompensa al que lo Metiese en caponera hasta que, multiplicndose los delitos, termin poniendo
precio a su cabeza. La autoridad predicaba como San Juan en el desierto; por que habindose ella declarado
impotente, no era posible encontrar patriota que arriesgarse quisiera a ponerle a cascabel al gato. Adems,
que al tal Goliat le resguardaban el bulto unos cuatro matones, tan perdidos y sin alma como l.

Lleg por entonces a Arequipa un mal jugador de cubiletos que arreglo un teatrillo, alumbrado por candilejas
de grasa, en el lambo de Santiago, situaba en la plazuela de Santa Marta. Por un real de plata iba a tener el
pueblo la satisfaccin de ver al brujo ejecutar grotescas habilidades; as es qu los muchachos y la gente de
poco ms o menos se preparaban para no falta a la funcin








1
Delincuente, hombre malvado de perversa condicin.
2
Mala accin, travesura
3
Buena Plata y llagardia de toro de lidia
N