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Almas y Pensamientos

Emilio del Barco

Cuando, los grandes comunicadores de verdades prefabricadas, empiezan a valorar


la verdad mágica de sus palabras, por encima de la verdad científica, debemos
principiar a temer, como rebaño dócil que se deja conducir, si es posible que
nuestro pastor se haya confundido de estrella guía y nos pueda estar conduciendo,
él mismo, al precipicio. Conmigo o contra mí. Las guerras de clases, las eternas
sospechas, el ataque solapado, castrador y represivo de todos los absolutistas,
contra la libertad, dan lugar a pensamientos negativos. La impresión general, es la
suma de las impresiones parciales.

Estamos viviendo tiempos de crisis, indudablemente, como siempre. Las crisis, los
altos y bajos, son inherentes a la vida. Pero, quienes aprovechan esto para
presentarlos como fines de ciclo, son los aprovechados del adoctrinamiento. Los
inductores al miedo, que pretende fijar el destino de las ovejas a las conveniencias
de su pastor. Sin saber éstas que son sólo alimento y sostén de quien se considera
su guía y dueño.

Las crisis graves se trasladan de lugar, aún cuando permanezcan en el tiempo.


Nunca el mundo fue una balsa de aceite. La verdad se puede ocultar, pero eso no la
cambia. Su esencia permanece. Toda verdad es individual. Aún cuando sea única en
su origen, no tiene el mismo valor observada desde un punto de vista y el inverso.
Habiendo una piedra en movimiento, no es igual lanzarla, que recibirla.

Ser feliz, sentirse bien, tener ganas de reír, son estados deseables. La sociedad que
los coarta, está mal orientada en sus principios. La tiranía perfecta consiste en
llegar hasta la apropiación de las almas. Vemos que Bush, Putin, Sharon,
Netanyahu, los sultanes sauditas y algunos políticos más cercanos a nuestro
entorno, llenos de fervor conservador, utilizan su acercamiento a las autoridades
religiosas, para buscar su complicidad recompensada, haciéndola revertir en
beneficio propio. La unión del poder político con el religioso, ha dado siempre lugar
a la gestación de las peores dictaduras. Sea cual fuere la religión de que se trate.
A veces, ideas que han estado ahí, toda la vida, sin que pareciesen conducir a parte
alguna, tienen recodos que no habíamos visto, pero que, iluminados
adecuadamente con la luz nueva de gente sin prejuicios, nos indican salidas
inéditas de viejos laberintos.

La juventud hace bien en ser iconoclasta. Los maestros están para traspasar
conocimientos y enseñar a pensar, no para hacerse admirar por su saber. Los
preceptos no son murallas, están para ser traspasados y sobrepasados.

La creencia en el poder mágico de la palabra, sobre las obras y sus secuelas, no


sólo en el propio trasgresor, sino en los otros seres afectados por el error
confesado, ha derivado, modernamente, en el psicoanálisis y prácticas colaterales
de psicoterapia. Quien confiesa, descansa. Libera su alma del peso del pecado. Así
se explica que, hasta no hace muchos años, algunas disposiciones eclesiales
prohibieran la práctica del psicoanálisis a los creyentes. Trataban de evitar el
traspaso de poderes: de la creencia a la ciencia. Emilio del Barco. 28/08/09.
emiliodelbarco@hotmail.es

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