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FILOSOFÍA 2º DE BACHILLERATO.

ANDALUCÍA

PROYECTO CURRICULAR,
PROGRAMACIÓN DE AULA
Y COMENTARIOS DE TEXTO
FILOSOFÍA 2º DE BACHILLERATO.

PROYECTO CURRICULAR

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1. JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DEL CONTENIDO DEL
PROYECTO

Una propuesta didáctica está concebida como una ayuda metodológica que pueda servir
a los intereses cognitivos, procedimentales y actitudinales del alumnado. Nunca debe
suplantar la creatividad del profesorado implicado en el desarrollo de las materias. En
consecuencia, esta propuesta didáctica no trata, en absoluto, de planificar las clases ni
siquiera pretende determinar las actividades o los procedimientos evaluativos. Es,
simplemente, una ayuda, y como toda ayuda, puede reelaborarse, transformarse,
cambiarse, según la diversidad de los intereses de cada grupo y según las necesidades de
una enseñanza que quiere ser siempre activa y significativa. Toda la batería
metodológica, que desarrollamos en la presente propuesta, está subordinada a la
consecución de este objetivo.
Es necesario tener en cuenta que los contenidos de Segundo de Bachillerato se vertebran
sobre conceptos ya adquiridos en el año anterior. El libro de Filosofía de Primero de
Bachillerato se concibió desde una articulación necesaria con los desarrollos del libro
actual y, por lo tanto, es útil seguir contando con él en la actividad docente del presente
curso. Muchas de las actividades que se plantearon en la propuesta didáctica del primer
curso siguen siendo eficaces, como actividades útiles para la Historia de la Filosofía. En
este sentido, debemos recordar:
– Las diversas actividades de refuerzo y ampliación;
– los textos de apoyo;
– la bibliografía incluida en cada tema;
– la referencia a libros de fácil lectura, que facilitan el refuerzo de muchos de los temas;
– y la referencia a películas y documentales que pueden enriquecer la información y el
espíritu crítico del alumnado.
Además, debemos reconocer y partir de las enormes dificultades que encierra el
desarrollo de esta materia. Todo el profesorado dedicado a la enseñanza de la Filosofía
sabe el esfuerzo titánico que se debe realizar para desarrollar en un curso escolar la
Historia de la Filosofía. Las disposiciones generales de la Consejería de Educación y
Ciencia así lo reconocen, cuando le otorga a esta disciplina una «función articuladora de
la historia intelectual… en relación con la historia de las ideas físicas, políticas,
jurídicas, etc., sin las cuales no es inteligible ni la sociedad y el momento que el
alumnado vive, ni el propio sistema de los saberes que se le trasmiten.» Dicho esto, pasa
a señalar textualmente que no es finalidad de este curso presentar una historia de la
cultura occidental en todas sus manifestaciones, y que no es objetivo de este curso el
estudio de todas las corrientes y tendencias filosóficas desde Grecia hasta hoy, ni
tampoco el conocimiento genérico de un repertorio de autores cuyas teorías se suceden
y contraponen en relación con todos y cada uno de los temas. En conclusión, y
contando, además, con el horario del que se dispone, hay que elegir, organizar, dar
preferencia a unos contenidos sobre otros.
Siguiendo las pautas pedagógicas así marcadas desde la Consejería de Educación y
Ciencia (BOJA, num. 97), el libro presenta claramente diferenciados los dos itinerarios
(ontoepistémico y ético-político), teniendo el profesorado y el alumnado que decidir los
criterios que parezcan más significativos para la comunidad educativa.

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Sea cual sea la elección ejercida, siempre nos encontraremos con la permanente relación
que la Filosofía ha tenido y mantiene con todos los demás quehaceres culturales. La
Filosofía siempre ha querido la reflexión crítica y profunda sobre los problemas y sobre
la diversidad circunstancial del ser humano. Eso hace que la reflexión filosófica sea
distinta de la establecida por otras materias. El discurso filosófico siempre tiene
vocación de totalidad y a ella se refiere. Necesita, por tanto, una visión de globalidad
que añade un plus de dificultad para el alumnado. Eso hace que los planteamientos
didácticos de los temas, la elección de textos, y la posibilidad de los desarrollos
transversales cobren aquí una especial importancia y sirvan de apoyo en el proceso de
enseñanza-aprendizaje de la Historia de la Filosofía.

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2. JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DE LOS ASPECTOS
METODOLÓGICOS Y DIDÁCTICOS

Este proyecto educativo y sus desarrollos metodológicos nacen para dar respuesta a los
nuevos contenidos y a los criterios de evaluación que han sido establecidos en nuestra
Comunidad Autónoma y, por tanto, sus contenidos y el planteamiento metodológico
buscan ajustarse plenamente a sus exigencias. En este sentido, los contenidos y los
materiales curriculares se han planificado teniendo en cuenta los objetivos diseñados para
el desarrollo de la Historia de la Filosofía occidental en sus tres vertientes:
A) Reconstrucción racional de los problemas intelectuales más relevantes y de las
soluciones ofrecidas por los filósofos, de forma que el alumnado pueda situarse ante los
hitos más importantes de cada momento histórico y servirse de esa reflexión para
analizarlos, comprenderlos y poder trazar puentes de comprensión hacia las situaciones que
hoy definen nuestro mundo.
B) Dimensión historiográfica y contextual, que debe servir para que el alumnado pueda
formarse visiones de conjunto, donde se establezcan relaciones con otras realizaciones
culturales, sean estas literarias, artísticas o científicas.
C) Dimensión práctica ético-jurídica, que pueda hacer comprender las situaciones actuales
y sus marcos de referencia históricos, ubicando los problemas filosóficos en el contexto de
las necesidades e intereses de la cultura occidental en la que estamos inmersos.
Siendo estos tres objetivos generales muy ambiciosos, se eligen los aspectos
metodológicos y didácticos que parecen más aptos para alcanzar unos ciertos mínimos, que
puedan resultar satisfactorios y entre los cuales debemos especificar:

1º. Definición clara de objetivos generales para la materia


y particulares para cada tema
a) Objetivos generales
– Comprender, en forma básica, los grandes períodos de la Historia del pensamiento
filosófico occidental.
– Comprender los problemas fundamentales ontoepistémicos.
– Comprender los problemas fundamentales ético-jurídicos.
– Entender algunos problemas actuales a la luz de los desarrollos históricos.
– Impulsar la actitud reflexiva y crítica, que someta a análisis racional los prejuicios y
preconceptos heredados y manejados por nuestra sociedad.
– Fomentar la capacidad de elaborar un pensamiento propio y coherente.
– Promover la capacidad de integración de los conocimientos.
– Cultivar la razón como fuerza transformadora.
– Ejercitar la memoria comprensiva.
– Desarrollar capacidades analíticas, apoyándose en el análisis de términos, en las tesis
filosóficas, en la observación de situaciones históricas, en la comparación con otras
realizaciones culturales, etc.
– Desarrollar la capacidad de sintetizar a través de comentarios, resúmenes, esquemas
comparativos, conclusiones de textos analizados, etc.
– Estimular la capacidad de expresión escrita y oral, apoyada sobre todo en la diversidad
de comentarios de texto propuestos.

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b) Objetivos particulares
– Cada tema enuncia los objetivos que se pretenden conseguir de forma específica en su
desarrollo, tanto desde el punto de vista de los objetivos didácticos como de los
procedimientos y actitudes.
2º. Organización de los contenidos
Se desarrollan los dos itinerarios planteados por las disposiciones generales del 20 de
agosto de 2002 de la siguiente forma:

Núcleo I. Filosofía Antigua

Opción A. Modelos griegos de comprensión del mundo


Tema 1. El paso del mito al logos
Tema 2. La teoría del conocimiento en Platón
Tema 3. La teoría del conocimiento en Aristóteles

Opción B. Ética y política en el pensamiento griego


Tema 4. De la tragedia a Sócrates
Tema 5. La ética y la política en Platón y Aristóteles

Núcleo II. Filosofía Medieval y Renacentista

Opción A. Fe y razón en el mundo medieval


Tema 6. La filosofía medieval

Opción B. El iusnaturalismo medieval y la renovación renacentista de la teoría política


Tema 7. Del iusnaturalismo a las teorías políticas renacentistas

Núcleo III. Filosofía Moderna

Opción A. La nueva ciencia de la naturaleza y los nuevos problemas ontoepistémicos


Tema 8. El Renacimiento y el mundo moderno
Tema 9. El Empirismo y el Criticismo

Opción B. Los ideales políticos ilustrados


Tema 10. La Ilustración y la teoría política moderna

Núcleo IV. Filosofía Contemporánea

Opción A. De la naturaleza a la sociedad y la historia


Tema 11. La Filosofía del siglo XIX

Opción B. Crítica y renovación en el ámbito de la filosofía práctica


Tema 12. La Filosofía del siglo XX

3º. Relación entre objetivos, contenidos y criterios de evaluación


Todos los temas se vertebran sobre un diseño que establece la relación entre los objetivos
didácticos, la evaluación de cada uno de ellos, la especificación de los conceptos
fundamentales, y los procedimientos y las actitudes que se quieren conseguir. Como
ejemplo, podemos emplear el planteamiento seguido en el tema primero.

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Objetivos Didácticos Criterios de Evaluación
1. Entender el mito como una orientación 1.1. Exponer algunos mitos célebres de
general de la inteligencia humana. varias culturas.
1.2. Describir la teoría de la cultura griega.
1.3. Redactar un tema exponiendo las
ventajas y los inconvenientes del
conocimiento mítico.
2. Detectar las semejanzas estructurales 2.1. Analizar las semejanzas y diferencias
entre las explicaciones míticas y las entres algunos elementos míticos, como el
explicaciones lógicas. agua o el fuego o la tierra, y su empleo en
los filósofos arcaicos.
3. Conocer la situación histórica del marco 3.1. Describir, utilizando los
cultural griego. conocimientos históricos, el marco
geográfico de la cultura griega y sus
características.
4. Conocer, distinguir y relacionar los 4.1. Identificar teorías.
principales filósofos arcaicos. 4.2. Comentar textos.
4.3. Comparar semejanzas y diferencias.
4.4. Buscar semejanzas con algunas ideas
actuales.

Hechos y Conceptos Procedimientos Actitudes


– Maneras de proceder – Definir conceptos: mitos, – Mostrar interés y
del mito: logos, Filosofía, polis, arjé, curiosidad.
• Los mitos griegos. amor y odio, spérmata, – Adquirir hábitos de
– El paso al pensamiento átomos. investigación.
lógico: – Comparar textos. – Desarrollar capacidades
• Escuela de Mileto. – Comentarios de texto. de análisis y síntesis.
• Los pitagóricos. – Relacionar los personajes – Desarrollar actitudes de
• Heráclito. con las teorías. observación del mundo que
• Los eléatas. – Conocer las características nos rodea.
• Empédocles. básicas de la orientación – Valorar la diversidad
• Anaxágoras. humana. teórica.
• Demócrito. – Exponer correctamente de – Valorar la importancia de
forma oral y escrita el algunos términos en la
pensamiento filosófico. cultura europea.
– Adquirir rigor intelectual. – Comprender la Historia de
– Adquirir técnicas de la Filosofía como el
trabajo en grupo. esfuerzo de la razón para
responder a las grandes
preguntas que se hace el ser
humano.
– Valorar el debate como
una forma de ejercer y

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practicar el respeto y la
tolerancia.

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4º. INTRODUCCIONES CONTEXTUALIZADORAS

Cada época y cada recorrido, centrado en lo ontoepistémico o en lo éticopolítico,


presenta una introducción que contextualiza las ideas más significativas, para que el
alumnado pueda formarse una visión de conjunto de cada época y pueda obtener, de
forma sencilla, algunas ideas comparativas y estructuradas que le permitan relacionar
los contenidos filosóficos con los contenidos ofrecidos por otras materias. Podemos
poner, como ejemplo, las reflexiones que introducen el Núcleo III: La nueva época
moderna: el Renacimiento, el Manierismo y el Barroco.
«Para el cambio de las ideas en creencias y la transformación de las creencias en ideas
interviene de manera decisiva lo que llamamos usualmente "acontecimiento".
Consideramos como tal a todo fenómeno histórico que, además de acontecer, de ocurrir,
desata otro número de hechos como consecuencia de su existencia. De esta manera, habrá
cosas que acontezcan, pero que se agote su existencia en ese mero acontecer, fenómenos
sin descendencia, podríamos decir, y verdaderos "acontecimientos", sucesos históricos del
tipo que sean (técnicos, científicos, literarios, políticos, artísticos, lingüísticos, etc.), que
engendrarán una urdimbre de hechos históricos, no solo en su clase, sino en las demás
clases de fenómenos de una cultura. Así, mientras los fenómenos históricos solamente
acaecen, transcurren y pasan, los "acontecimientos" se dan y se producen, originando
múltiples variaciones en el sentido que la Historia parecía llevar hasta el momento en que
"se desataron los acontecimientos". La importancia de un "acontecimiento", sin embargo,
debemos enjuiciarla no solo desde el punto de vista de los hechos históricos que provocan,
sino de las ideas que se transforman en creencias y las creencias que se transforman en
ideas, cuando pierden su vigencia lo que Ortega llamaba draomas (las creencias en sí
mismas, que actúan, del griego drao, actuar) para convertirse en ideomas (pura idea o idea
sobre algo). Los ideomas no tienen historia, realmente, los draomas no solo la tienen, sino
que son históricos. De esta manera, como vamos a ver a continuación, el acontecimiento de
la toma de Constantinopla por los turcos será un "acontecimiento" largo tiempo esperado,
pero que hasta que no sucede, no empieza a cambiar la creencia en el mundo bizantino,
cuando ya, de hecho, había desaparecido casi por completo. Y, desde luego, el
descubrimiento del Nuevo Mundo, hará que desaparezca la vieja creencia en que el hombre
euroasiático era el centro de la creación, aunque habrá, como ocurre siempre, profundas
resistencias ante este cambio.
Además, la modernidad, hundiendo sus raíces en la burguesía incipiente de la Baja Edad
Media, triunfaba y buscaba la explicación de su éxito en el uso metódico de la razón. Es
ésta la que debe explorar cada cosa y armonizarla con el conjunto. El Manierismo y el
Barroco, como fenómenos artísticos, ya no se podían concebir desde el simple "golpe de
vista" del Renacimiento. Sucesos, descubrimientos, nuevas técnicas, valores sociales, todo
se había hecho más complicado y el único camino que quedaba para abarcarlo era el
camino simplificador de la razón. De una razón que todavía construía los últimos sistemas
metafísicos, que posteriormente el siglo xviii intentó derrumbar. El Manierismo había
insistido en el color, en la luz, en el alargamiento de las figuras, en superar la idea de
centro, y sobre todo, el equilibrio y la proporción formal defendidos anteriormente. La
Reforma protestante también se situó contra la forma tradicional y no veía en el hombre
ningún tipo de belleza, sino a un ser agónico que busca en la fe interior su salvación. La
Contrarreforma católica contraatacó con la estética barroca, que terminó siendo un arte

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universal. Pero el sentimiento dominante no era la armonía simple, sino el choque, la
impresión fuerte, el intento de dominar las pasiones, la constatación de que el discurrir del
tiempo sobre las cosas es la única forma de contemplar inteligentemente. En aquella época
abundaron los relojes palaciegos. Se hacían metáforas sobre ellos. Las figuras se mueven,
las fachadas se curvan, y solo se entienden a lo largo del paso continuo de las horas. Por
eso, toda esta convulsión necesitó de la brida de la razón, que es la que puede hacernos
triunfar sobre la vida y sobre nosotros mismos.»

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5º. TRATAMIENTO DE LA TRANSVERSALIDAD

Nuestra materia, por su intento de saber universal y globalizador, es especialmente apta


para usar la transversalidad de contenidos, que ayuden a la formación integral del
alumnado. La transversalidad está constituida por unos contenidos que rozan los mínimos
éticos de los derechos humanos, que han ido apareciendo y desapareciendo lentamente, y
que frecuentemente forman un entramado oculto ante los hechos y las ideas históricos.
Veamos algún ejemplo sacado del tema 12:
Todos los autores estudiados en el tema presentan amplias posibilidades de pequeños
desarrollos transversales sobre el destino común del ser humano (Ortega, Heidegger,
Popper, Habermas, María Zambrano). A partir de las reflexiones de ellos, el alumnado
podrá formarse una posición crítica frente a prejuicios como los que se amparan en la
diversidad de razas, sexo, religión, cultura, dominio tecnológico y comercial, etc.
Los análisis de Habermas sobre las situaciones ideales de la acción comunicativa, las
reglas de la pragmática universal y la distinción entre los diversos intereses del
conocimiento, constituyen una plataforma válida y muy amplia para enfocar los problemas
actuales, no tocados directamente por el cuestionario. De todas formas, habrá que tener en
cuenta que la amplitud del tema y las pocas horas destinadas a desarrollarlo hacen que sea
mejor la enseñanza en valores que se puedan transmitir en detrimento de los contenidos.

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6º. AMPLIACIÓN DE CONTENIDOS CONCEPTUALES

En el tratamiento de los temas es frecuente que ciertos contenidos conceptuales no sean


absolutamente precisos para la comprensión de los mismos, pero pueden ser eficaces
complementos para su desarrollo y mejor entendimiento. Este apartado se añade para
ofrecer algunas posibilidades que permitan la comprensión integral de los contenidos
conceptuales, las cuales pueden usarse a juicio del profesorado.

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7º. COMENTARIO DE TEXTOS

Se trata de una de las mejores «herramientas de trabajo» para el desarrollo de nuestra


materia. Las actividades de comentarios de textos deben, como señala la Consejería de
Educación y Ciencia, «proporcionar al alumnado habilidades intelectuales analíticas (de
términos, momentos relevantes, de una argumentación, tesis) o de carácter sintético
(esquemas, recopilaciones, resúmenes), que son también de aplicación general» (BOJA,
num.97). Además, es un instrumento muy apto para conseguir la precisión de ideas, la
corrección en el lenguaje, el ejercicio de las capacidades argumentativas, la práctica de la
memoria significativa, etc. Por todo ello, tiene una
importancia capital como parte de los instrumentos metodológicos aquí usados. Teniendo
esto en cuenta, hemos intentado ofrecer un esquema breve y útil de comentario, además de
cuatro comentarios desarrollados, que puedan servir de ejemplo para la elaboración de los
demás. De todas formas, debe quedar muy claro, tal y como la ordenación pide, «que debe
dejarse libertad al intérprete para escoger las técnicas, los métodos y materiales de trabajo,
respetando de hecho la pluralidad de paradigmas que se usan legítimamente por los
distintos historiadores de la filosofía».
La selección de textos aquí incluidos se ha realizado teniendo en cuenta que puedan
responder a los temas fundamentales de la materia. Así se han elegido de forma diversa y
siguiendo las recomendaciones de la disposición general:
1. Comentarios de textos no muy extensos pero significativos, que han de ser interpretados
en su contexto.
2. Comentarios más extensos que puedan favorecer la comparación y la relación con otras
materias.
3. Comentarios dirigidos por preguntas.
4. Comentarios de libre ejecución, donde el alumnado pueda ejercer más libremente su
creatividad.

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8º. ACTIVIDADES

Cada tema viene acompañado por una gran variedad de actividades, que tienen como
fundamento el refuerzo de conceptos, su ampliación y, en general, el ejercicio de la
racionalidad propia de una materia, en la que es más importante su práctica que su
asimilación no significativa. Las actividades deben también proporcionar: habilidades
intelectuales analíticas, sintéticas, de relación, de investigación, de imaginación y de
creación; pero no deben ser nunca concebidas como un problema de Matemáticas o de
Lógica, con soluciones concretas y definidas. La actividad está concebida como
exploración inquieta de la sabiduría, y en ese sentido se acerca más que ningún
instrumento a la entraña misma de lo que es la Filosofía.

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9º. CRITERIOS DE EVALUACIÓN

Es otro de los elementos esenciales del proceso educativo, y los criterios adoptados deben
estar en relación con los objetivos planteados. Los criterios fundamentales de evaluación
de la asignatura recogen plenamente lo dispuesto por la Consejería de Educación sobre esta
materia:
1. Conocer y manejar de forma adecuada el vocabulario básico adquirido. Así, en los
comentarios de textos dirigidos es el objeto de la primera pregunta.
2. Relacionar los problemas filosóficos con las principales condiciones socioculturales en
las que aparecen y a las que han pretendido dar respuesta. En los comentarios dirigidos
aparecen siempre en la tercera pregunta.
3. Ordenar y situar cronológicamente a los filósofos.
4. Situar las posiciones filosóficas estudiadas señalando sus novedades. En los comentarios
dirigidos deben aparecer en la segunda y en la cuarta preguntas.
5. Analizar los elementos fundamentales de los textos filosóficos, identificando su
estructura expositiva. Ésta es la cuestión central del desarrollo de la segunda pregunta en
los textos dirigidos.
6. Comparar y relacionar algunos textos representativos de distintas épocas y autores. Es el
tema fundamental de la cuarta pregunta en los comentarios dirigidos.
7. Elaborar las exposiciones, argumentadas tanto individualmente como en grupo. Es la
evaluación perseguida a través de las actividades.
8. Estructurar las propias reflexiones. Es un punto fundamental de todos los criterios de
evaluación, que explican el grado de asimilación de la materia y la capacidad general de
plantear los problemas de forma filosófica.
9. Exponer oralmente los contenidos y las actividades.
10. Debatir sobre algunos temas de actualidad.

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FILOSOFÍA 2º DE BACHILLERATO

PROGRAMACIÓN DE AULA

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TEMA 1: EL PASO DEL MITO AL LOGOS

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– Maneras de proceder del mito:
• Mitos griegos.
– El paso al pensamiento lógico:
• Escuela de Mileto.
• Los pitagóricos.
• Heráclito.
• Los eléatas.
• Empédocles.
• Anaxágoras.
• Demócrito.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos: mitos, logos, Filosofía, polis, arjé, amor y odio, spérmata, átomos.
– Comparar textos.
– Comentarios de textos.
– Relacionar personajes con teorías.
– Conocer algunas características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Asimilar técnicas de trabajo en grupo.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la diversidad teórica.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Valorar el debate como una forma de ejercer y practicar el respeto y la tolerancia.

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TEMA 2: LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO EN PLATÓN

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– Vida y obras de Platón:
• Las creencias platónicas.
– La teoría de las Ideas:
• Término.
• Estructura.
• Relación con el mundo sensible.
– La reminiscencia.
– Grados del conocimiento.
– La Dialéctica.
– La diáiresis.
– La sinagogué.
– Repercusiones políticas.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como: polis, idealismo, orden, idea, reminiscencia, areté,
imaginación, creencia, pensamiento, inteligencia, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Aprender técnicas de trabajo en grupo.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a las
grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Valorar el debate como una práctica del respeto y la tolerancia.

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TEMA 3: LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO EN ARISTÓTELES

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
Vida y obras de Aristóteles:
• Las creencias aristotélicas.
– La teoría del conocimiento.
– Modos de estudiar la realidad.
– La ciencia para Aristóteles.
– Los primeros principios.
– La génesis del conocimiento.
– Clases de conocimiento.
– Los seres naturales:
• El movimiento.
• La teoría hilemórfica.
• La teoría de las causas.
• El universo.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como metafísica, lógica, ética, techné, materia, forma, entendimiento
pasivo, entendimiento agente, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Analizar implicaciones posteriores.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir el necesario rigor intelectual.
– Aprender técnicas de trabajo en grupo.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas y de la observación.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la investigación.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a las
grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Valorar el debate como práctica de respeto y tolerancia.

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TEMA 4: DE LA TRAGEDIA A SÓCRATES

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– La ciudad griega y sus luchas:
• Cultura.
• Configuración política, democracia y reformas en Atenas.
• Enfrentamientos con el Imperio.
• Enfrentamiento entre griegos.
– El teatro griego:
• Reflexión moral y política.
• Trágicos.
• Comedia.
– Los sofistas:
• Aparición, enseñanza y método.
• Algunos sofistas.
– Sócrates:
• Personalidad, método y enseñanzas.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como ciudad-estado, arconte, Areópago, democracia, Ecklesía,
Heliaia, sofista, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Aprender hábitos racionales de discusión.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Valorar el debate como práctica de respeto.

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TEMA 5: LA ÉTICA Y LA POLÍTICA EN PLATÓN Y ARISTÓTELES

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
La ética platónica.
3. La política platónica.
4. La ética aristotélica.
3. La política aristotélica.
4. El marco sociocultural del Helenismo:
• El sabio en el Helenismo.
• El escepticismo.
• El estoicismo.
• El epicureismo.
• Plotino.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como ciudad-estado, imperio, virtud, tiranía, aristocracia,
democracia, eudaimonía, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente el pensamiento filosófico de forma oral y escrita.
– Adquirir rigor intelectual.
– Asimilar hábitos racionales de discusión.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Valorar el debate como práctica de respeto.

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TEMA 6: LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
El cristianismo como doctrina religiosa:
• La patrística.
• San Agustín.
• Teoría del conocimiento.
• La Ciudad de Dios.

– El agustinismo medieval:
• La escolástica.
• El siglo xiii.
• Santo Tomás.
• Teoría del conocimiento.
• Distinción esencia-existencia.
• La moral tomista.

– La existencia de Dios:
• Ockham y el nominalismo.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como apologetas, patrística, maniqueísmo, iluminismo, averroísmo,
escolástica, nominalismo, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Aprender hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto socio-cultural.
– Adquirir técnicas de trabajo en grupo.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a las
grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Comprender el valor del respeto a las creencias ajenas.

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TEMA 7: DEL IUSNATURALISMO A LAS TEORÍAS POLÍTICAS
RENACENTISTAS

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– El iusnaturalismo:
• El Derecho Natural en Roma.

– El iusnaturalismo medieval:
• San Agustín.
• Santo Tomás de Aquino.
• Ockham.

– La Escuela Española del Derecho


Natural:
• Vitoria.
• Suárez.

– Maquiavelo.
– Thomas More.
– Jean Bodin.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como iusnaturalismo, ley eterna, nominalismo, ius gentium, utopía,
etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Adquirir técnicas de trabajo en grupo.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
– Valorar la importancia de las ideas.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la auténtica preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Comprender el valor del respeto a las creencias.

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TEMA 8: EL RENACIMIENTO Y EL MUNDO MODERNO

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– Los acontecimientos del siglo xv:
• La imprenta.
• La caída de Constantinopla.
• El descubrimiento de América.

– Los acontecimientos del siglo xvi:


• La división religiosa.
• La nueva imagen del mundo.
• El humanismo.
• Las nuevas técnicas.

– Los comienzos de la ciencia moderna:


• Leonardo.
• Copérnico.
• Brahe.
• Keppler.
• Galileo y la nueva ciencia.

– Descartes:
• La razón.
• El método.
• La estructura de la realidad.

– Spinoza:
• El sistema.
• La idea del ser humano.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como heliocentrismo, homocentrismo, geocentrismo, epiciclos,
epistemología, etc.
– Comentar textos.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Construcción de frases a partir de un vocabulario dado.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.

27
3. ACTITUDES Y NORMAS:
5. Mostrar interés y curiosidad.
6. Adquirir hábitos de investigación.
7. Desarrollar capacidades de análisis y síntesis.
8. Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea.
9. Valorar la importancia de las ideas.
10. Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
11. Valorar la necesidad de la auténtica preocupación política.
12. Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder
a las grandes preguntas que se hace el ser humano.
13. Comprender el valor del respeto a las creencias.

28
TEMA 9: EL EMPIRISMO Y EL CRITICISMO

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– El empirismo:
• Características.
• Precedentes: Bacon y Hobbes.
• Importancia.

– John Locke:
• Precedentes.
• Análisis del conocimiento.

– David Hume:
• División de las ideas.
• Definiciones.
• Análisis del concepto de causa.
• La ciencia en Hume.

– Inmanuel Kant:
• El criticismo.
• Los juicios.

– El conocimiento:
• La estética trascendental.
• La analítica trascendental.
• La dialéctica trascendental

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como fenómeno, experiencia, idea, causa, creencia, criticismo, juicio
analítico, juicio sintético, etc.
– Comentar textos de forma adecuada.
– Comparar teorías.
– Comparar situaciones históricas.
– Construcción de frases (a partir de un vocabulario dado) como método lógico de
comprensión.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad por el problema del conocimiento.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis valorando las teorías aprendidas.

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– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea, valorando el mensaje
empirista.
– Valorar la importancia de las ideas en el terreno de la vida práctica y de la
investigación científica.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Comprender el valor del respeto a las creencias ajenas.

30
TEMA 10: LA ILUSTRACIÓN Y LA TEORÍA POLÍTICA MODERNA

1. CONCEPTOS:
– Características contextuales de la Ilustración.
– Características del pensamiento ilustrado.
– Principales acontecimientos.
– La filosofía ilustrada.

– La nueva concepción de la historia y del progreso:


• Montesquieu.
• Voltaire.
• Turgot.
• Condorcet.

– Las nuevas ideas políticas:


• Hobbes.
• Locke.
• Rousseau.

– Las ideas éticas:


• Hume.
• Kant.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como iluminismo, ilustración, deísmo, absolutismo, liberalismo,
éticas emotivistas, éticas formales, etc.
– Comentar textos de forma adecuada.
– Comparar teorías.
– Saber trabajar en equipo.
– Comparar situaciones históricas.
– Construcción de frases (a partir de un vocabulario dado) como método lógico de
comprensión.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.
– Saber aplicar teorías a las situaciones actuales.

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3. ACTITUDES Y NORMAS:
14. Mostrar interés y curiosidad por el problema del conocimiento.
15. Adquirir hábitos de investigación.
16. Desarrollar capacidades de análisis y síntesis, valorando las teorías aprendidas.
17. Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea, valorando el mensaje
empirista.
18. Valorar la importancia de las ideas en el terreno de la vida práctica y de la
investigación científica.
19. Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
20. Valorar la necesidad de la auténtica preocupación política.
21. Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder
a las grandes preguntas que se hace el ser humano.
22. Comprender el valor de la legítima actuación política.

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TEMA 11: LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO XIX

1. HECHOS Y CONCEPTOS:
– Creencias del siglo xix.
– Acontecimientos históricos.
– Acontecimientos científicos.
– Comte y el positivismo.
– Los tres Estados.
– Clasificación de las ciencias.
– La Sociología.
– El marxismo.
– Feuerbach.
–Marx:
• La alienación.
• La crítica de las ideologías.
• La teoría materialista de la Historia.
• Engels y la dialéctica.
• La teoría marxista del conocimiento.
– Dilthey:
• Refutación del positivismo.
• Explicación y comprensión.
• La hermenéutica.
– Los irracionalismos:
• Schopenhauer.
• Kierkegaard.
– Nietzsche:
• La crítica a la tradición socrático-platónica.
• La voluntad de poder.
• El nihilismo.
• La transvaloración moral y el ideal del superhombre.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como estado teológico, estado metafísico, estado positivo, dialéctica,
alienación, ideología, voluntad de poder, etc.
– Comentar textos de forma adecuada.
– Comparar teorías.
– Saber trabajar en equipo.
– Comparar situaciones históricas.
– Construir frases (a partir de un vocabulario dado) como método lógico de comprensión.
– Conocer características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.

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– Saber aplicar teorías a las situaciones actuales.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad por el problema de los sistemas filosóficos del xix.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis valorando las teorías aprendidas.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea, valorando el mensaje
empirista.
– Valorar la importancia de las ideas en el terreno de la vida práctica y de la investigación
científica.
– Valorar la importancia de algunos términos en la posterior cultura europea.
– Valorar la necesidad de la auténtica preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a las
grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Comprender el valor de la legítima actuación política.

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TEMA 12: LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO XX

HECHOS Y CONCEPTOS:
– Acontecimientos históricos del siglo xx.
– Acontecimientos científicos del siglo xx.
– Ortega y Gasset.
– El existencialismo y Heidegger.
– El neopositivismo: Popper.
– La Escuela de Francfort: Habermas.
– La renovación de la tradición liberal:
• Mill.
• Rawls.
• Nozick.
• Hayeck.
– María Zambrano.

2. PROCEDIMIENTOS:
– Definir conceptos como raciovitalismo, perspectivismo, vida auténtica, Dasein,
falsación, etc.
– Comentar textos de forma adecuada.
– Comparar teorías.
– Saber trabajar en equipo.
– Crear situaciones ideales de habla.
– Comparar situaciones históricas.
– Construcción de frases a partir de un vocabulario dado como método lógico de
comprensión.
– Conocer las características básicas de la orientación humana.
– Exponer correctamente de forma oral y escrita el pensamiento filosófico.
– Adquirir rigor intelectual.
– Adquirir hábitos racionales de discusión.
– Saber analizar las teorías desde su contexto sociocultural.
– Saber aplicar las teorías a las situaciones actuales.

3. ACTITUDES Y NORMAS:
– Mostrar interés y curiosidad por el problema de la Filosofía del siglo xx.
– Adquirir hábitos de investigación.
– Desarrollar capacidades de análisis y síntesis valorando las teorías aprendidas.
– Desarrollar interés interdisciplinar.
– Desarrollar actitudes de observación del mundo que nos rodea, valorando los intentos
humanizadores del lenguaje y de la poesía.
– Valorar la importancia de las ideas en el terreno de la vida práctica y de la
investigación científica.
– Valorar la importancia de algunos términos en la cultura europea.

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– Valorar la necesidad de la auténtica preocupación política.
– Comprender la Historia de la Filosofía como el esfuerzo de la razón para responder a
las grandes preguntas que se hace el ser humano.
– Comprender el valor de la legítima actuación política y democrática.

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FILOSOFÍA 2º DE BACHILLERATO

COMENTARIOS DE TEXTO

37
El curso de la Historia de la Filosofía debe emplear como principal recurso didáctico el
comentario de textos tanto de fragmentos breves adecuados por su representatividad y
su interés, como de fragmentos más largos donde el alumnado realice ejercicios de
análisis y síntesis. Además, a través de estos textos podrán:
– estudiar la relación del pensamiento del autor con su época;
– entender los principales problemas planteados en la obra filosófica;
– realizar una lectura comprensiva de los textos;
– entender cómo los seres humanos se han ido enfrentando intelectualmente con los
problemas fundamentales;
– comparar unas épocas con otras;
– contrastar con las opiniones de nuestro medio cultural.

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TEMA 1: EL PASO DEL MITO AL LOGOS

TEXTO 1
«Así es forzoso que exista absolutamente o que no exista,
Jamás la fuerza de la fe concederá que de lo que es
se genere algo fuera de él, a causa de lo cual ni nacer
ni perecer le permite Dike, aflojándole las cadenas,
sino que lo mantiene. Pero la decisión acerca de estas cosas reside en esto:
es o no es. Ahora bien, está decidido, como lo exige la necesidad,
dejar un camino, impensable o innombrable (ya que no es un verdadero
camino), y admitir el otro que existe y es verdadero.
¿Cómo podría ser después lo que es? ¿Cómo se generaría?
Pues si se generó, no es, ni es si ha de ser en algún momento futuro.
De tal modo, cesa la génesis y no se oye más de destrucción.
Tampoco es divisible, ya que es un todo homogéneo,
ni mayor en algún lado, lo que impediría su cohesión;
ni algo menor, sino que todo está lleno de ente; por ello
es un todo continuo, pues el ente se reúne con el ente.
Pero inmóvil en los límites de grandes ligaduras
existe sin comienzo ni fin, puesto que la génesis y la destrucción
se pierden a lo lejos, apartadas por la fe verdadera.
Lo mismo permanece en lo mismo, y descansa en sí mismo,
y así permanece firme en su posición; pues la poderosa Necesidad
lo mantiene en las ligaduras del límite, que lo rodea en su torno.
A causa de lo cual al ente no le es lícito ser inacabado,
pues no carece de nada: si careciera de algo el ente, carecería de todo.
Lo que puede pensarse es lo mismo que aquello por lo cual existe el pensamiento.
En efecto, fuera del ente –en el cual tiene consistencia lo dicho–
no hallarás el ente. Pues no hay ni habrá nada
ajeno aparte de lo que es; ya que el Hado lo ha forzado
a ser íntegro e inmóvil; por eso son todo nombres
que los mortales han impuesto, convencidos de que eran verdaderos:
generarse y perecer, ser y no ser,
cambiar de lugar y mudar de color brillante.»
Parménides, Sobre la naturaleza.

Preguntas
1. Explica los términos «ente», «necesidad», «hado», «naturaleza».
2. Analiza el sentido del texto e identifica el problema filosófico.
3. Sitúa el autor en su época.
4. Compara estos planteamientos con otras teorías.
5. Expresa tu opinión de forma razonada.

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TEXTO 2
«No es posible penetrar dos veces en el mismo río ni tocar dos veces una sustancia
perecedera en un mismo estado, mas ésta, por la fuerza y la velocidad del cambio, se
dispersa y de nuevo se concentra, o, mejor dicho, no de nuevo ni otra vez, sino al mismo
tiempo, se concreta y fluye, se avecina y se aleja.»
Heráclito.
Preguntas
1. Explica los términos «cambio», «fluir».
2. Comenta el sentido de este fragmento.
3. Sitúa al autor en su época.
4. Compara estos planteamientos con otras teorías.
5. Expresa tu opinión de forma razonada.

TEXTO 3
«Oh amigos, que la ciudad del rubio Agrigento habitáis,
aquí, sobre la Acrópolis, yo os saludo: entre vosotros,
Dios inmortal, ya no mortal, me paseo honrado por todos,
como es conveniente, ceñido de vendas y floridas coronas.
Cuando llego a las ciudades florecientes,
por los hombres y por las mujeres soy honrado:
éstos me siguen a miles para aprender
dónde está el sendero que lleva a la ganancia;
unos necesitan un oráculo, otros, afligidos por toda clase de enfermedades,
quieren oír una palabra saludable.»
Empédocles, Las purificaciones.

Preguntas
1. Explica el sentido de «Dios inmortal, ya no mortal» y «sendero que lleva a la
ganancia».
2. Argumenta la postura mítica de Empédocles.
3. Expresa tu opinión de forma razonada.

TEXTO 4
«Habiendo oído a un individuo, que aseguraba haber leído un libro de Anaxágoras,
afirmar que el Intelecto es el Ordenador y la Causa de todas las cosas, gocé con esta
explicación y pensé que, si la cosa hubiese sido en estos términos, el Intelecto lo habría
ordenado todo y habría dispuesto cada cosa de la mejor manera. Razonando de esta
forma, creía tan contento que había encontrado en Anaxágoras la verdad sobre la causa
de los seres, según mi entendimiento, y que él me habría dicho en primer lugar si la
tierra es plana o redonda y que, después de habérmelo dicho, me habría explicado el fin
o la necesidad. Pero entonces, avanzando en mi lectura, vi que mi héroe no utilizaba
para nada el Intelecto y que no le atribuía ninguna causa al ordenamiento de las cosas,
sino que recurría, como siempre, al aire, al éter, al agua y a otras cosas extrañas.»
Platón, Fedro.

Preguntas
1. Explica el sentido de los términos «Ordenador», «Causa», «Intelecto».
2. Comenta el sentido de este fragmento.

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3. Sitúa al autor en su época.
4. Compara estos planteamientos con otras teorías.
5. Expresa tu opinión de forma razonada.

TEXTO 5
«Al despertar de su sueño Gilgamesh, escuchó de labios de su bisabuelo Utnapishtim el
relato del Diluvio Universal.
Sucedió que un día, viéndose los dioses incapaces de soportar a sus hijos, los hombres,
decidieron que perecieran, inundando la Tierra. Pero la diosa Ea, mediante sus suspiros,
hizo participe de sus generosos sentimientos a un seto de cañas. Y éste, a su vez, merced
a sus movimientos al ser mecido por el viento, informó a Utnapishtim, hombre
inteligentísimo que sabía descifrar los murmullos de las plantas.
Utnapishtim contó a Gilgamesh cómo vivía antes en Shuruppak, la antigua ciudad
situada a orillas del Eúfrates, y era un fiel adorador de Ea, la diosa del Océano.
Cierto día, los dioses Bel Marduk, Anú y otros decidieron destruir el mundo por medio
de un diluvio, pero Ea previno a su adorador y le ordenó:
Hombre de Shuruppak, hijo de Ubaratutu, destruye tu casa y construye un navío de
ciento veinte codos de alto. Abandona las riquezas, ¡busca la vida! Desprecia los bienes,
¡salva la vida! Mete toda simiente de vida dentro del navío. Utnapishtim, de acuerdo
con las órdenes recibidas de Ea, construyó el navío, lo que explica de la siguiente
forma:
El quinto día tracé su estructura. Su superficie era de doce iku (unos tres mil metros
cuadrados). Las paredes eran de diez gar de altura (sesenta metros, aproximadamente).
Los recubrí con seis pisos; repartí su anchura siete veces. Su interior lo repartí nueve
veces. Seis sar (medida desconocida) de brea eché en el horno.
Una vez que Utnapishtim hubo finalizado la construcción del navío, celebró una gran
fiesta. Sacrificó bueyes y ovejas para que comieran los que le ayudaron y les obsequió
con "mosto, cerveza, aceite, vino y miel con la misma profusión que si se tratara de
agua corriente".
Luego prosiguió diciendo a Gilgamesh:
"Todo lo que tenía lo cargué con toda clase de simiente de vida. Metí en el navío a toda
mi familia y parentela. Ganados del campo, animales del campo, artesanos... a todos los
metí. Entré en el navío y cerré mi puerta. Cuando brilló la luz matutina, de los
fundamentos del cielo se alzó una nube negra: Adad rugía allí dentro. El furor de Adad
llegaba hasta el cielo; y toda claridad se trastocó en tinieblas.
Hasta los mismos dioses, horrorizados ante aquella terrible inundación, se refugiaron en
los cielos superiores, en el cielo del dios Anú, y allí se acurrucaron como perros y,
temblando de miedo por tan horrible catástrofe, protestaban cabizbajos y lloraban la
destrucción de los hombres."
Entretanto, continuaba el Diluvio con vientos huracanados, truenos espantosos y
temblores de tierra.
"Seis días y seis noches corre el viento, el Diluvio; la tempestad devasta la región.
Cuando llegó el séptimo día, la tempestad, el Diluvio, fue vencido en la batalla que,
como ejército, había librado. Se amansó el mar, calló el huracán, cesó el Diluvio. Y
todo el género humano se había convertido en fango. La campiña se había convertido en
algo semejante a una techumbre."
Gilgamesh escuchaba muy impresionado la descripción que Utnapishtim le hacía de lo
que sucedió al cesar la tempestad:

41
Abrí la ventana y la luz resbaló por mis mejillas. La nave seguía la dirección de Nisir
(país situado al noreste de Babilonia que corresponde al moderno Kurdistán). El navío
se posó en el monte Nisir. El monte Nisir retuvo el barco y no lo dejó bogar más.
Pasaron seis días. El séptimo día solté una paloma: la paloma volvió. Solté un cuervo: el
cuervo no volvió. Entonces salí de la nave y ofrecí un sacrificio en la cumbre de la
montaña.»
La epopeya de Gilgamesh.

Preguntas
1. Busca el relato del diluvio bíblico en el Génesis 7 y compara los dos relatos.
2. Analiza las características míticas del relato.
3. Compara con las características lógicas de los filósofos arcaicos.

TEXTO 6
«La distinción hecha por los indígenas entre historias verdaderas e historias falsas es
significativa. Las dos categorías de narraciones presentan historias, es decir, relatan una
serie de acontecimientos que tuvieron lugar en un pasado lejano y fabuloso. A pesar de
que los personajes de los mitos son en general dioses y seres sobrenaturales, y los de los
cuentos héroes o animales maravillosos, todos estos personajes tienen en común esto:
no pertenecen al mundo cotidiano. Y, sin embargo, los indígenas se dieron cuenta de
que se trataba de historias radicalmente diferentes. Pues todo lo que se relata en los
mitos les concierne directamente, mientras que los cuentos y las fábulas se refieren a
acontecimientos que, incluso cuando han aportado cambios en el mundo, no han
modificado la condición humana en general.
En efecto, los mitos relatan no solo el origen del mundo, de los animales, de las plantas
y del hombre, sino también todos los acontecimientos primordiales a consecuencia de
los cuales el hombre ha llegado a ser lo que es hoy, es decir, un ser mortal, sexuado,
organizado en sociedad, obligado a trabajar para vivir y que trabaja según ciertas reglas.
Si el mundo existe, si el hombre existe, es porque los seres sobrenaturales han
desplegado una actividad creadora en los comienzos.»
Mircea Eliade, Mito y realidad.

Preguntas
1. Realiza un comentario libre sobre la importancia de los mitos en la orientación
humana.

TEXTO 7
Lo que ha estado en contacto alguna vez sigue siendo eficaz.
«Los papúas de Tumieo, isla de Nueva Guinea, cuidan de arrojar al mar los vendajes
ensangrentados con los que curaron sus heridas, pues temen que si esos harapos cayesen
en manos de sus enemigos podría causárseles daño mágicamente de ese modo. En cierta
ocasión en que un hombre con una herida de la boca sangrando continuamente llegó
para ser curado por los misioneros, su crédula mujer recogió con gran trabajo toda la
sangre para poderla arrojar después al mar. Por forzada y artificial que pueda parecemos
esta idea, quizá no lo es tanto como la creencia en la mágica simpatía que se conserva

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entre una persona y sus ropas de tal modo que todo lo que se haga a éstas repercutirá
sobre la persona misma, aun cuando esté muy lejos en ese momento. En la tribu
Wotjobaluk, de Victoria (Australia), cuando un hechicero conseguía la alfombra de
zarigüeya de un hombre, la quemaba despacio al fuego y mientras lo iba haciendo, el
hombre caía enfermo. Si el hechicero consentía en desvirtuar el encanto, devolvía la
alfombra a los amigos del paciente, recomendándoles que la pusieran en agua "para
lavarla del fuego". Cuando lo hacían así, el enfermo se sentía refrescado y
probablemente se restablecía. En Tanna, una de las Nuevas Hébridas, si alguien tenía
ojeriza a otro y deseaba su muerte, procuraba apoderarse de alguna ropa que hubiera
estado en contacto con el sudor del cuerpo de su enemigo. Si lo conseguía, frotaba las
telas cuidadosamente con las hojas y ramillas de cierto árbol, enrollaba y ataba las
ropas, hojas y ramitas formando un paquete largo y estrecho, y lo iba quemando
lentamente al fuego. Cuando el atadijo estaba consumiéndose, la víctima caía enferma y
cuando todo quedaba reducido a cenizas, moría. En esta última forma de hechicería, sin
embargo, la simpatía mágica puede suponerse que no se da tanto entre el hombre y los
vestidos como entre el hombre y el sudor que brotó de su cuerpo. Pero en otros casos de
la misma clase creemos que la ropa por sí misma es suficiente para darle al brujo un
poder sobre su víctima. La bruja de Teócrito, mientras funde una imagen o masa de cera
con objeto de que su infiel amante se derrita por su amor, no olvida arrojar en el fuego
un pedazo de su manto que había recogido en su casa.»
Frazer, La rama dorada.

Preguntas
1. Encontrar casos parecidos.
2. ¿Qué relación pueden tener estos casos con la búsqueda lógica de las causas?

43
44
TEMA 2: LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO EN PLATÓN

TEXTO 1
La Dialéctica
«Comprende entonces la otra sensación de lo inteligible, cuando afirma que en ella la
razón misma aprehende, por medio de la facultad dialéctica, y hace de los supuestos no
principios sino realmente supuestos, que son como peldaños y trampolines hasta el
principio de todo, que es no supuesto, y tras aferrarse a él ateniéndose a las cosas que de
él dependen, desciende hasta una conclusión, sin servirse para nada de lo sensible, sino
de Ideas, a través de Ideas y en dirección a Ideas hasta concluir en Ideas.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado de las siguientes expresiones: «sección de lo inteligible» y
«facultad dialéctica».
2. Expón el sentido del texto.
3. Explica el contexto histórico y filosófico del texto.
4. Desarrolla cómo explican el conocimiento otros autores.

TEXTO 2
El bien
«En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe,
y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la
causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo
visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y
productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera
proceder sabiamente en su vida privada o pública.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado de «bien», «bello», «mundo visible» y «mundo inteligible».
2. ¿Por qué dice Platón que en el mundo inteligible la idea de bien «es la soberana y
productora de verdad y conocimiento»?
3. Explica el contexto histórico y filosófico del texto.
4. Compara con otras teorías del conocimiento.
5. Desarrolla tu opinión personal sobre las afirmaciones de Platón.

TEXTO 3
Las ideas
«También afirmamos que hay algo Bello en sí y Bueno en sí y, análogamente, respecto
de todas aquellas cosas que postulábamos como múltiples, a la inversa, a su vez
postulamos cada multiplicidad como siendo una unidad, de acuerdo con una idea única,

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y denominamos a cada una "lo que es". […] Y de aquellas cosas decimos que son vistas,
pero no pensadas, mientras que, por su parte, las ideas son pensadas, mas no vistas.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Platón los términos «en sí» y
«análogamente».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
El conocimiento y la idea del bien
«– Pues bien, he aquí –continué– lo que puedes decir que yo designaba como hijo del
bien, engendrado por éste a su semejanza como algo que, en la región visible, se
comporta, con respecto a la visión y a lo visto, del mismo modo que aquél en la región
inteligible con respecto a la inteligencia y a lo aprehendido por ella.
– ¿Cómo? –dijo–. Explícamelo algo más.
– ¿No sabes –dije–, con respecto a los ojos, que, cuando no se les dirige a aquello sobre
cuyos colores se extienda la luz del Sol, sino a lo que alcanzan las sombras nocturnas,
ven con dificultad y parecen casi ciegos, como si no hubiera en ellos visión clara?
– Efectivamente –dijo.
– En cambio, cuando ven perfectamente lo que el Sol ilumina, se muestra, creo yo, que
esa visión existe en aquellos mismos ojos.
– ¿Cómo no?
– Pues bien, considera del mismo modo lo siguiente con respecto al alma. Cuando ésta
fija su atención sobre un objeto iluminado por la verdad y el ser, entonces lo comprende
y conoce y demuestra tener inteligencia; pero cuando la fija en algo que está envuelto en
penumbras, que nace o perece, entonces, como no ve bien, el alma no hace más que
concebir opiniones siempre cambiantes y parece hallarse privada de toda inteligencia.
– Tal parece, en efecto.
– Puedes, por tanto, decir que lo que proporciona la verdad a los objetos del
conocimiento y la facultad de conocer al que conoce, es la idea del bien, a la cual debes
concebir como objeto del conocimiento, pero también como causa de la ciencia y de la
verdad; y así, por muy hermosas que sean ambas cosas, el conocimiento y la verdad,
juzgarás rectamente si consideras esa idea como otra cosa distinta y más hermosa
todavía que ellas. Y en cuanto al conocimiento y la verdad, del mismo modo que en
aquel otro mundo se puede creer que la luz y la visión se parecen al Sol, pero no que
sean el mismo Sol, del mismo modo en éste es acertado el considerar que uno y otra son
semejantes al bien, pero no lo es el tener a uno cualquiera de los dos por el bien mismo,
pues es mucho mayor todavía la consideración que se debe a la naturaleza del bien.

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– ¡Qué inefable belleza –dijo– le atribuyes! Pues, siendo fuente del conocimiento y la
verdad, supera a ambos, según tú, en hermosura. No creo, pues, que lo vayas a
identificar con el placer.»
Platón, La República.

• Comentario libre

TEXTO 5
La metáfora de la línea
«– Ya me doy cuenta –dijo–, aunque no perfectamente, pues me parece muy grande la
empresa a que te refieres, de que lo que intentas es dejar sentado que es más clara la
visión del ser y de lo inteligible que proporciona la ciencia dialéctica que la
proporcionan las llamadas artes, a las cuales sirven de principios las hipótesis; pues
aunque quienes las estudian se ven obligados a contemplar los objetos por medio del
pensamiento y no de los sentidos, sin embargo, como no investigan remontándose al
principio, sino partiendo de hipótesis, por eso te parece a ti que no adquieren
conocimiento de esos objetos que son, empero, inteligibles cuando están en relación con
un principio. Y creo también que a la operación de los geómetras y demás la llamas
pensamiento, pero no conocimiento, porque el pensamiento es algo que está entre la
simple creencia y el conocimiento.
– Lo has entendido –dije– con toda perfección. Ahora aplícame a los cuatro segmentos
estas cuatro operaciones que realiza el alma: la inteligencia, al más elevado; el
pensamiento, al segundo; al tercero dale la creencia y al último la imaginación; y ponlos
en orden, considerando que cada uno de ellos participa tanto más de la claridad cuanto
más participen de la verdad los objetos a que se aplica.
– Ya lo comprendo –dijo–; estoy de acuerdo y los ordeno como dices.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «inteligencia»,
«pensamiento», «creencia» e «imaginación».
2. Explica la temática planteada en el texto.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del autor.
4. Relaciona el tema del texto con otras posiciones filosóficas y expón razonadamente
tu visión sobre el tema.

TEXTO 6
El peligro de enseñar la verdad
«– Ahora fíjate en esto –dije–: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo
asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja
súbitamente la luz del Sol?
– Ciertamente –dijo.
– Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente
encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado
todavía los ojos, ve con dificultad –y no sería muy corto el tiempo que necesitaría para
acostumbrarse–, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido, ha vuelto
con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante

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ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien
intentara desatarles y hacerles subir?
– Claro que sí –dijo.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «opinando acerca de
las sombras» y «ascensión».
2. Expón la temática planteada en el texto y cómo es consecuente con la vida de Platón.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del autor.
4. Relaciona el tema del texto con las posturas de los personajes coetáneos a Platón,
exponiendo razonadamente tu visión personal del tema.

TEXTO 7
Momentos difíciles en el proceso del conocer
«–Pues bien –dije–, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo
que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la
vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del Sol. En cuanto a la
subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con
la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre,
que es lo que tú deseas conocer, y que solo la divinidad sabe si por acaso está en lo
cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se
percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que
ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el
mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la
soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien
quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
– También yo estoy de acuerdo –dijo–, en el grado en que puedo estarlo.
– Pues bien –dije–, dame también la razón en esto otro: no te extrañes de que los que
han llegado a ese punto no quieran ocuparse en asuntos humanos; antes bien, sus almas
tienden siempre a permanecer en las alturas, y es natural, creo yo, que así ocurra, al
menos si también esto concuerda con la imagen de que se ha hablado.
– Es natural, desde luego –dijo.
– ¿Y qué? ¿Crees –dije yo– que haya que extrañarse de que, al pasar un hombre de las
contemplaciones divinas a las miserias humanas, se muestre torpe y sumamente ridículo
cuando, viendo todavía mal y no hallándose aún suficientemente acostumbrado a las
tinieblas que le rodean, se ve obligado a discutir, en los tribunales o en otro lugar
cualquiera, acerca de las sombras de lo justo o de las imágenes de que son ellas reflejo,
y a contender acerca del modo en que interpretan estas cosas los que jamás han visto la
justicia en sí?
– No es nada extraño –dijo.
– Antes bien –dije–, toda persona razonable debe recordar que son dos las maneras y
dos las causas por las cuales se ofuscan los ojos: al pasar de la luz a la tiniebla y al pasar
de la tiniebla a la luz. Y una vez haya pensado que también le ocurre lo mismo al alma,
no se reirá insensatamente cuando vea a alguna que, por estar ofuscada, no es capaz de
discernir los objetos, sino que averiguará si es que, viniendo de una vida más luminosa,
está cegada por falta de costumbre, o si, al pasar de una mayor ignorancia a una mayor
luz, se ha deslumbrado por el exceso de ésta.»

48
Platón, La República.
• Comentario libre

TEXTO 8
La preexistencia de las almas y el conocimiento
«– ¿Cuándo han adquirido nuestras almas el conocimiento de esas mismas cosas?
Porque no es a partir de cuando hemos nacido como hombres. "No, desde luego."
– Antes, por tanto.
– Sí.
– Por tanto existían, Simmias, las almas incluso anteriormente, antes de existir en forma
humana, aparte de los cuerpos, y tenían entendimiento.
– A no ser que al mismo tiempo de nacer, Sócrates, adquiramos esos saberes, pues aún
nos queda ese espacio de tiempo.
– Puede ser, compañero. ¿Pero en qué otro tiempo los perdemos? Puesto que no
nacemos conservándolos, según nace poco hemos reconocido. ¿O es que los perdemos
en ese mismo en que los adquirimos? ¿Acaso puedes decirme algún otro tiempo?
– De ningún modo, Sócrates; es que no me di cuenta de que decía un sin sentido.
– ¿Entonces queda nuestro asunto así, Simmias? –dijo él–. Si existen las cosas de que
siempre hablamos, lo bello y lo bueno y toda la realidad de esa clase, y a ella referimos
todos los datos de nuestros sentidos, y hallamos que es una realidad nuestra subsistente
de antes, y estas cosas las imaginamos de acuerdo con ella, es necesario que, así como
esas cosas existen, también exista nuestra alma antes de que nosotros estemos en vida.
Pero si no existen, este razonamiento que hemos dicho sería en vano. ¿Acaso es así, y
hay una idéntica necesidad de que existan esas cosas y nuestras almas antes de que
nosotros hayamos nacido, y si no existen las unas, tampoco las otras?
– Me parece a mí, Sócrates, que en modo superlativo –dijo Simmias– la necesidad es la
misma de que existan, y que el razonamiento llega a buen puerto en cuanto a lo de
existir de igual modo nuestra alma antes de que nazcamos y la realidad de la que tú
hablas. No tengo yo, pues, nada que me sea tan claro como eso: el que tales cosas
existen al máximo: lo bello, lo bueno, y todo lo demás que tú mencionabas hace un
momento. Y a mí me parece que queda suficientemente demostrado.»
Platón, Fedón.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «alma», «bello» y «bueno».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 9
El Eros platónico
«Estos démones, en efecto, son numerosos y de todas clases, y uno de ellos es también
Eros.
– ¿Y quién es su padre y su madre? –dije yo.

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Es más largo –dijo– de contar, pero, con todo, te lo diré. Cuando nació Afrodita, los
dioses celebraron un banquete y, entre otros, estaba también Poros, el hijo de Metis.
Después que terminaron de comer, vino a mendigar Penía, como era de esperar en una
ocasión festiva, y estaba cerca de la puerta. Mientras, Poros, embriagado de néctar –
pues aún no había vino–, entró en el jardín de Zeus y, entorpecido por la embriaguez, se
durmió. Entonces Penía, maquinando, impulsada por su carencia de recursos, hacerse un
hijo de Poros, se acuesta a su lado y concibió a Eros. Por esta razón, precisamente, es
Eros también acompañante y escudero de Afrodita, al ser engendrado en la fiesta del
nacimiento de la diosa y al ser, a la vez, por naturaleza un amante de lo bello, dado que
también Afrodita es bella. Siendo hijo, pues, de Poros y Penía, Eros se ha quedado con
las siguientes características. En primer lugar, es siempre pobre, y lejos de ser delicado
y bello, como cree la mayoría, es, más bien, duro y seco, descalzo y sin casa, duerme
siempre en el suelo y descubierto, se acuesta a la intemperie en las puertas y al borde de
los caminos, compañero siempre inseparable de la indigencia por tener la naturaleza de
su madre. Pero, por otra parte, de acuerdo con la naturaleza de su padre, está al acecho
de lo bello y de lo bueno; es valiente, audaz y activo, hábil cazador, siempre urdiendo
alguna trama, ávido de sabiduría y rico en recursos, un amante del conocimiento a lo
largo de toda su vida, un formidable mago, hechicero y sofista. No es por naturaleza ni
inmortal ni mortal, sino que en el mismo día unas veces florece y vive, cuando está en la
abundancia, y otras muere, pero recobra la vida de nuevo gradas a la naturaleza de su
padre. Mas lo que consigue siempre se le escapa, de suerte que Eros nunca ni está falto
de recursos ni es rico, y está, además, en el medio de la sabiduría y la ignorancia.»
Platón, El banquete.

Preguntas
1. Explica el significado de las siguientes expresiones «compañero de la indigencia»,
«ávido de sabiduría» y «ávido de recursos».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 10
Qué función desempeña el Eros
«Ninguno de los dioses ama la sabiduría ni desea ser sabio, porque ya lo es, como
tampoco ama la sabiduría cualquier otro que sea sabio. Por otro lado, los ignorantes ni
aman la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto precisamente es la ignorancia
una cosa molesta: en que quien no es ni bello, ni bueno, ni inteligente se crea a sí mismo
que lo es suficientemente. Así, pues, el que no cree estar necesitado no desea tampoco
lo que no cree necesitar.
– ¿Quiénes son, Diotima, entonces –dije yo– los que aman la sabiduría, si no son ni los
sabios ni los ignorantes?
– Hasta para un niño es ya evidente –dijo– que son los que están en medio de estos dos,
entre los cuales estará también Eros. La sabiduría, en efecto, es una de las cosas más
bellas y Eros es amor de lo bello, de modo que Eros es necesariamente amante de la
sabiduría, y por ser amante de la sabiduría está, por tanto, en medio del sabio y del
ignorante. Y la causa de esto es también su nacimiento, ya que es hijo de un padre sabio

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y rico en recursos y de una madre no sabia e indigente. Ésta es, pues, querido Sócrates,
la naturaleza de este daimon. Pero, en cuanto a lo que tú pensaste que era Eros, no hay
nada sorprendente en ello. Tú creíste, según me parece deducirlo de lo que dices, que
Eros era lo amado y no lo que ama. Por esta razón, me imagino, te parecía Eros
totalmente bello, pues lo que es susceptible de ser amado es también lo verdaderamente
bello, delicado, perfecto y digno de ser tenido por dichoso, mientras que lo que ama
tiene un carácter diferente, tal como yo lo describí.
– Sea así, extranjera –dije yo entonces–, pues hablas bien. Pero siendo Eros de tal
naturaleza, ¿qué función tiene para los hombres?
–Esto, Sócrates –dijo–, es precisamente lo que voy a intentar enseñarte a continuación.
Eros, efectivamente, es como he dicho y ha nacido así, pero a la vez es amor de las
cosas bellas, como tú afirmas. Mas si alguien nos preguntara: ''¿En qué sentido, Sócrates
y Diotima, es Eros amor de las cosas bellas?'' O así, más claramente: el que ama las
cosas bellas desea, ¿qué desea?
– Que lleguen a ser suyas –dije yo.
– Pero esta respuesta –dijo– exige aún la siguiente pregunta: ¿qué será de aquel que
haga suyas las cosas bellas?
Entonces le dije que todavía no podía responder de repente a esa pregunta.
– Bien –dijo ella–. Imagínate que alguien, haciendo un cambio y empleando la palabra
"bueno" en lugar de ''bello", te preguntara: ''Veamos, Sócrates, el que ama las cosas
buenas desea, ¿qué desea?".
– Que lleguen a ser suyas –dije.
– ¿Y qué será de aquel que haga suya las cosas buenas?
– Esto ya –dije yo– puedo contestarlo más fácilmente: que será feliz.»
Platón, El banquete.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «amante de la
sabiduría», «en medio del sabio y del ignorante».
2. Explica la temática planteada en el texto y cómo es consecuente con la vida de
Platón.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del autor.
4. Relaciona el tema del texto con las posturas de los personajes coetáneos a Platón,
exponiendo razonadamente tu visión personal del tema.

51
TEMA 3: LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO EN ARISTÓTELES

TEXTO 1
El saber y el método
«Puesto que en todo tipo de investigación en que hay principios o causas o elementos el
saber y la ciencia tienen lugar cuando éstos se conocen (en efecto, pensamos que
conocemos algo cuando conocemos sus causas primeras y sus principios primeros y
llegamos hasta sus elementos), es evidente que también la ciencia de la naturaleza ha de
esforzarse en definir en primer lugar lo relativo a los principios.
Por lo demás, el método natural es aquel que va desde lo que es más cognoscible y
manifiesto para nosotros hasta lo que es más cognoscible y manifiesto por naturaleza,
ya que las cosas cognoscibles para nosotros y las cosas cognoscibles absolutamente no
son las mismas. Por ello resulta necesario avanzar de este modo partiendo de lo que es
menos manifiesto por naturaleza, pero más manifiesto para nosotros hasta llegar a lo
que es más manifiesto y cognoscible por naturaleza. Ahora bien, las cosas compuestas
son las más evidentes y manifiestas para nosotros en un principio y solo posteriormente,
al analizarlas, llegan a sernos manifiestos sus elementos y principios. De ahí que haya
de irse de lo general a lo particular. Y es que lo general es más cognoscible según la
sensación y lo general es como un todo. En efecto, lo general abarca muchas cosas
como partes suyas.»
Aristóteles, Física.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «causa», «método» y «analizar».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 2
La naturaleza
«Y de ahí que unos digan que la naturaleza de los seres es el fuego, otros que la tierra,
otros que el aire, otros que el agua, otros que varios de ellos y otros, en fin, que todos
ellos. Y es que cada cual afirma que la sustancia total es aquello que desempeña esta
función, trátese de un elemento o de más de uno y que todas las demás cosas no son
sino afecciones, estados y modificaciones suyas y que tal realidad es eterna (ya que es
imposible que cambie desde sí misma) mientras que las demás cosas se generan y
corrompen sin fin.
En un sentido, pues, se llama naturaleza a la materia primera que subyace a todos los
seres que tienen en si mismos el principio del movimiento y el cambio. Pero en otro
sentido [se llama naturaleza] a la estructura y forma especifica con que se definen. Y de
la misma manera que se llama "arte" no solo el objeto producido conforme al arte sino
también lo artístico que hay en él, así también se llama "naturaleza" tanto lo que es

52
conforme a la naturaleza como lo natural. En efecto, ante algo que es solo
potencialmente cama y que no tiene aún en modo alguno la forma de la cama, nadie
diría que es algo conforme al arte o que tiene arte. Pues lo mismo ocurre con los seres
constituidos naturalmente: lo que es potencialmente carne o hueso, antes de recibir la
forma especifica con cuya definición enunciamos qué es carne y qué es hueso, ni tiene
en modo alguno su naturaleza propia ni es naturaleza. Conque en este otro sentido la
naturaleza será la estructura y la forma específica –no separable realmente sino
lógicamente– de aquellos seres que tienen en si mismos el principio del movimiento.
En cuanto al compuesto de materia y forma, no es naturaleza sino por naturaleza, por
ejemplo, el hombre. Y la forma es más propiamente naturaleza que la materia. En
efecto, de un ser se dice más propiamente que es cuando está en acto que cuando está en
potencia.»
Aristóteles, Física.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «sustancia», «afecciones», «materia» y
«forma».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 3
¿Qué aportan las ideas?
«Pero lo más importante que uno se preguntaría es qué aportan las Ideas a los seres
sensibles, tanto a los eternos como a los que se generan y corrompen. En efecto, no son
para estos seres causa de ningún movimiento ni de ningún cambio. Por lo demás,
tampoco sirven de nada para la ciencia de los demás seres (pues aquéllos no son
sustancia de estos, pues de lo contrario, estarían en éstas), ni para explicar su ser, pues
no son inmanentes a las cosas que de ellas participan. Si fueran inmanentes, parecerían
quizá ser causas como lo blanco es causa de la blancura en el ser blanco al entrar en su
composición... Por otra parte, tampoco se puede decir que las demás cosas provengan de
las Ideas, en ninguno de los sentidos en que de ordinario se entiende la expresión. En
cuanto a afirmar que las Ideas son paradigmas y que las otras cosas participan de ellas
son palabras vacías y metáforas poéticas.»
Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «Idea» y «movimiento».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 4
Las cuatro causas
«Y todas las causas ahora mencionadas se dividen en cuatro clases principales. Pues los
elementos de las sílabas, la materia de las cosas fabricadas, el Fuego, la Tierra y todos

53
los principios semejantes de los cuerpos, las partes del todo y las premisas de la
conclusión, son causas como aquello de lo que proceden las cosas; y estas causas, unas
son como el sujeto, por ejemplo las partes; otras, como la esencia, por ejemplo el todo,
la composición y la especie. Pero la semilla, el médico, el que aconsejó y, en general, el
agente, todas éstas son causas de donde procede el principio del cambio o de la
estabilidad. Otras son causas como el fin y el bien de las otras cosas; pues aquello para
lo cual las demás cosas se hacen quiere ser lo mejor y el fin de las demás cosas; y nada
importa decir qué es el Bien en sí o un bien aparente.»
Aristóteles, Metafísica.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «causa» y «esencia».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica, exponiendo razonadamente
tu visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 5
El ente
«"Ente" se dice en varios sentidos, según expusimos antes en el libro sobre los diversos
sentidos de las palabras; pues, por una parte, significa la quididad y algo determinado,
y, por otra, la cualidad o la cantidad o cualquiera de los demás predicados de esta clase.
Pero, diciéndose "Ente" en tantos sentidos, es evidente que el primer Ente de estos es la
quididad, que significa la sustancia (pues cuando expresamos la cualidad de algo
determinado decimos que es bueno o malo, pero no que es de tres codos o una persona;
en cambio, cuando decimos qué es, no decimos blanco ni caliente ni de tres codos, sino
un hombre o un dios); y los demás se llaman entes por ser cantidades o cualidades o
afecciones o alguna otra cosa del Ente en este sentido. Por eso podría dudarse si "andar"
y "estar sano" y "estar sentado" significan cada uno un ente, y lo mismo en cualquier
otro caso semejante; pues ninguno de ellos tiene naturalmente existencia propia ni
puede separarse de la sustancia, sino que más bien, en todo caso, serán entes lo que anda
y lo que está sentado y lo que está sano. Y éstos parecen más entes porque hay algo que
les sirve de sujeto determinado (y esto es la sustancia y el individuo), lo cual se
manifiesta en tal categoría. Pues "bueno” o "sentado” no se dice sin esto. Es, pues,
evidente que a causa de ésta es también cada una de aquellas cosas, de suerte que el
Ente primero, y no un Ente con alguna determinación, sino el Ente absoluto, será la
Sustancia.»
Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «ente», «quididad» y «afecciones».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 6

54
La sustancia inmóvil
«Puesto que hemos distinguido tres clases de substancias, dos naturales y una inmóvil,
hay que decir acerca de esta última que tiene que haber una sustancia eterna inmóvil.
Las substancias, en efecto, son los entes primeros, y si todas fuesen corruptibles, todas
las cosas serían corruptibles. Pero es imposible que el movimiento se genere o se
corrompa (pues, como hemos dicho, ha existido siempre), ni el tiempo. Pues no podría
haber antes ni después si no hubiera tiempo. Y el movimiento, por consiguiente, es
continuo en el mismo sentido que el tiempo; éste, en efecto, o bien es lo mismo que el
movimiento o es una afección suya. Pero el movimiento no es continuo, excepto el
movimiento local, y de éste, el circular.
Mas si hay algo que puede mover o hacer, pero no opera nada, no habrá movimiento: es
posible, en efecto, que lo que tiene potencia no actúe. De nada sirve tampoco, por
consiguiente, que supongamos substancias eternas, como los partidarios de las formas,
si no hay algún principio que pueda producir cambios. Pero tampoco éste es suficiente,
ni otra sustancia aparte de las especies; porque, si no actúa, no habrá movimiento. Y,
aunque actúe, tampoco, si su sustancia es potencia; pues no será un movimiento eterno;
es posible, en efecto, que lo que existe en potencia deje de existir. Por consiguiente, es
preciso que haya un principio tal que su sustancia sea acto.»
Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «corruptible», «cambio», «partidarios de las
formas».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 7
El entendimiento
«Pero lo relativo al entendimiento plantea algunos problemas. Parece, en efecto, ser el
más divino de los fenómenos; pero explicar cómo puede ser tal, presenta dificultades.
Pues, si nada entiende, ¿cuál será su dignidad? Más bien será, entonces, como uno que
durmiera. Y, si entiende, pero depende en esto de otra cosa, pues su sustancia no es esto,
es decir, intelección, sino potencia, entonces no será la sustancia más noble. Además,
tanto si su sustancia es entendimiento como si es intelección, ¿qué entiende? O bien, en
efecto, se entiende a sí mismo, o bien alguna otra cosa. Y si entiende alguna otra cosa, o
bien es siempre la misma, o no. Ahora bien, ¿hay alguna diferencia o ninguna entre
entender lo hermoso o lo vulgar? ¿No es incluso absurdo pensar sobre algunas cosas?
Es, pues, evidente que entiende lo más divino y lo más noble, y no cambia; pues el
cambio sería a peor, y esto sería ya cierto movimiento.
Así, pues, en primer lugar, si no es intelección, sino potencia, es natural que sea fatigosa
para él la continuidad de la intelección. Además, es evidente que habría otra cosa más
honorable que el entendimiento, a saber, lo entendido. En efecto, el entender y la
intelección se dará también en el que entiende lo más indigno; de suerte que, si esto
debe ser evitado (efectivamente, no ver algunas cosas es mejor que verlas), la
intelección no puede ser lo más noble. Por consiguiente, se entiende a sí mismo puesto
que es lo más excelso, y su intelección es intelección de intelección.»

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Aristóteles, Metafísica.
• Comentario libre

TEXTO 8
El entendimiento
«Puesto que en la naturaleza toda existe algo que es materia para cada género de entes –
a saber, aquello que en potencia es todas las cosas pertenecientes a tal género– pero
existe además otro principio, el causal y activo al que corresponde hacer todas las cosas
–tal es la técnica respecto de la materia–, también en el caso del alma han de darse
necesariamente estas diferencias. Así pues, existe un intelecto que es capaz de llegar a
ser todas las cosas y otro capaz de hacerlas todas; este último es a manera de una
disposición habitual como, por ejemplo, la luz: también la luz hace en cierto modo de
los colores en potencia colores en acto. Y tal intelecto es separable, sin mezcla e
impasible, siendo como es acto por su propia entidad. Y es que siempre es más excelso
el agente que el paciente, el principio que la materia. Por lo demás, la misma cosa son la
ciencia en acto y su objeto. Desde el punto de vista de cada individuo la ciencia en
potencia es anterior en cuanto al tiempo, pero desde el punto de vista del universo en
general no es anterior ni siquiera en cuanto al tiempo: no ocurre, desde luego, que el
intelecto intelija a veces y a veces deje de inteligir. Una vez separado es solo aquello
que en realidad es y únicamente esto es inmortal y eterno. Nosotros, sin embargo, no
somos capaces de recordarlo, porque tal principio es impasible, mientras que el intelecto
pasivo es corruptible y sin él nada intelige.»
Aristóteles, Del Alma.
• Comentario libre

TEXTO 9
La experiencia y el arte
«Los demás animales viven con imágenes y recuerdos, y participan poco de la
experiencia. Pero el género humano dispone del arte y del razonamiento. Y del recuerdo
nace para los hombres la experiencia, pues muchos recuerdos de la misma cosa llegan a
constituir una experiencia. Y la experiencia parece, en cierto modo, semejante a la
ciencia y al arte, pero la ciencia y el arte llegan a los hombres a través de la experiencia.
Pues la experiencia hizo el arte, como dice Polo y la inexperiencia, el azar. Nace el arte
cuando de muchas observaciones experimentales surge una noción universal sobre los
casos semejantes. Pues tener la noción de que a Calías, afectado por tal enfermedad, le
fue bien tal remedio, y lo mismo a Sócrates y a otros muchos considerados
individualmente, es propio de la experiencia; pero saber que fue provechoso a todos los
individuos de tal constitución, agrupados en una misma clase y afectados por tal
enfermedad, por ejemplo a los flemáticos, a los biliosos o a los calenturientos,
corresponde al arte.
Pues bien, para la vida práctica, la experiencia no parece ser en nada inferior al arte,
sino que incluso tienen más éxito los expertos que los que, sin experiencia, poseen el
conocimiento teórico. Y esto se debe a que la experiencia es el conocimiento de las
cosas singulares, y el arte, de las universales; y todas las acciones y generaciones se
refieren a lo singular. No es al hombre, efectivamente, a quien sana el médico, a no ser
accidentalmente, sino a Calías o a Sócrates, o a otro de los así llamados, que, además, es
hombre. Por consiguiente, si alguien tiene, sin la experiencia, el conocimiento teórico, y

56
sabe lo universal pero ignora su contenido singular, errará muchas veces en la curación,
pues es lo singular lo que puede ser curado.
Creemos, sin embargo, que el saber y el entender pertenecen más al arte que a la
experiencia, y consideramos más sabios a los conocedores del arte que a los expertos,
pensando que la sabiduría corresponde en todos al saber. Y esto, porque unos saben la
causa, y los otros no. Pues los expertos saben el qué, pero no el porqué. Aquellos, en
cambio, conocen el porqué y la causa. Por eso a los jefes de obras los consideramos en
cada caso más valiosos, y pensamos que entienden más y son más sabios que los
simples operarios, porque saben las causas de los que se está haciendo; éstos, en
cambio, como algunos seres inanimados, hacen, sí, pero hacen sin saber lo que hacen,
del mismo modo que quema el fuego. Los seres inanimados hacen estas operaciones por
cierto impulso natural, y los operarios, por costumbre. Así, pues, no consideramos a los
jefes de obras más sabios por su habilidad práctica, sino por su dominio de la teoría y su
conocimiento de las causas. En definitiva, lo que distingue al sabio del ignorante es el
poder enseñar, y por esto consideramos que el arte es más ciencia que la experiencia,
pues aquéllos pueden y estos no pueden enseñar […] Además, de las sensaciones, no
consideramos que ninguna sea sabiduría, aunque éstas son las cogniciones más
autorizadas de los objetos singulares; pero no dicen el porqué de nada; por ejemplo, por
qué es caliente el fuego, sino tan solo que es caliente.»
Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «experiencia», «arte», «ciencia».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 10
Sobre la sabiduría
«Hemos dicho en la Ética cuál es la diferencia entre el arte, la ciencia y los demás
conocimientos del mismo género. Lo que ahora queremos decir es esto: que la llamada
Sabiduría versa, en opinión de todos, sobre las primeras causas y sobre los principios.
De suerte que, según dijimos antes, el experto nos parece más sabio que los que tienen
una sensación cualquiera, y el poseedor de un arte, más sabio que los expertos, y el jefe
de una obra, más que un simple operario, y los conocimientos teóricos, más que los
prácticos. Resulta, pues, evidente que la Sabiduría es una ciencia sobre ciertos
principios y causas.
Y, puesto que buscamos esta ciencia, lo que debiéramos indagar es de qué causas y
principios es ciencia la Sabiduría. Si tenemos en cuenta el concepto que nos formamos
del sabio, es probable que el camino quede más despejado. Pensamos, en primer lugar,
que el sabio lo sabe todo en la medida de lo posible, sin tener la ciencia de cada cosa en
particular.
También consideramos sabio al que puede conocer las cosas difíciles y de no fácil
acceso para la inteligencia humana (pues el sentir es común a todos, y, por tanto, fácil y
nada sabio). Además, al que conoce con más exactitud y es más capaz de enseñar las
causas, lo consideramos más sabio en cualquier ciencia. Y, entre las ciencias, pensamos
que es más Sabiduría la que se elige por sí misma y por saber, que la que se busca a

57
causa de sus resultados, y que la destinada a mandar es más Sabiduría que la
subordinada. Pues no debe el sabio recibir órdenes, sino darlas, y no es él el que ha de
obedecer a otro, sino que ha de obedecerle a él el menos sabio. Tales son, por su calidad
y su número, las ideas que tenemos acerca de la Sabiduría y de los sabios. Y de éstas, el
saberlo todo pertenece necesariamente al que posee en sumo grado la ciencia universal
(pues éste conoce de algún modo todo lo sujeto a ella). Y, generalmente, el
conocimiento más difícil para los hombres es el de las cosas más universales (pues son
las más alejadas de los sentidos). Por otra parte, las ciencias son tanto más exactas
cuanto más directamente se ocupan de los primeros principios (pues las que se basan en
menos principios son más exactas que las que proceden por adición; la Aritmética, por
ejemplo, es más exacta que la Geometría). Además, la ciencia que considera las causas
es también más capaz de enseñar (pues enseñan verdaderamente los que dicen las
causas acerca de cada cosa). Y el conocer y el saber buscados por sí mismos se dan
principalmente en la ciencia que versa sobre lo más escible (pues el que elige el saber
por el saber preferirá a cualquier otra la ciencia más ciencia, y ésta es la que versa sobre
lo más escible). Y lo más escible son los primeros principios y las causas (pues
mediante ellos y a partir de ellos se conocen las demás cosas, no ellos a través de lo que
les está sujeto). Y es la más digna de mandar entre las ciencias, y superior a la
subordinada, la que conoce el fin por el que debe hacerse cada cosa. Y este fin es el bien
de cada una, y, en definitiva, el bien supremo en la naturaleza toda.»
Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «sabio», «experto», «causa».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema y valorando su actualidad.

TEXTO 11
La teoría de las causas
«Y puesto que, evidentemente, es preciso adquirir la Ciencia de las primeras causas
(decimos, en efecto, que sabemos una cosa cuando creemos conocer su causa primera),
y las causas se dividen en cuatro, una de las cuales decimos que es la substancia y la
esencia (pues el porqué se reduce al concepto último, y el porqué primero es causa y
principio); otra es la materia o el sujeto; la tercera, aquella de donde procede el principio
del movimiento, y la cuarta, la que se opone a ésta, es decir, la causa final o el bien
(pues éste es el fin de cualquier generación y movimiento). Aunque hemos tratado
suficientemente de las causas en la Física, recordemos, sin embargo, a los que se
dedicaron antes que nosotros al estudio de los entes y filosofaron sobre la verdad. Pues
es evidente que también ellos hablan de ciertos principios y causas. Esta revisión será
útil para nuestra actual indagación; pues, o bien descubriremos algún otro género de
causa, o tendremos más fe en las que acabamos de enunciar. Pues bien, la mayoría de
los filósofos primitivos creyeron que los únicos principios de todas las cosas eran los de
índole material; pues aquello de lo que constan todos los entes y es el primer origen de
su generación y el término de su corrupción, permaneciendo la substancia pero
cambiando en las afecciones, es, según ellos, el elemento y el principio de los entes.»

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Aristóteles, Metafísica.
Preguntas
1. Explica el significado de los términos «substancia», «materia» y «causa».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema y valorando su actualidad.

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TEMA 4: DE LA TRAGEDIA A SÓCRATES

TEXTO 1
Esquilo
«– REINA: ¡Ay!, escucho éstas que son de las desgracias las más altas, deshonor de los
persas y lamentos agudos. Mas dime esto, retornando atrás: ¿cuál era el número de las
naves helenas para atreverse a trabar combate contra la armada de los persas con la
embestida de sus naves?
– MENSAJERO: Por lo que toca al número, segura estate de que el bárbaro habría
vencido con las naves. Pues para los helenos el número total llegaba a diez escuadras de
treinta naves, y había, aparte de éstas, un escogido grupo de diez naves; para Jerjes, en
cambio, bien lo sé, era de mil el número de naves que mandaba y las muy rápidas eran
doscientas siete: así es la cuenta. ¿Te parece acaso que hemos sido inferiores por el
número en este encuentro? Pero hasta este punto un demon ha arruinado nuestro
ejército, cargando la balanza con fortuna no equilibrada. Los dioses salvan a la ciudad
de Palas diosa.
– REINA: Entonces, ¿no ha sido aún destruida la ciudad de Atenas?
– MENSAJERO: No, pues mientras los hombres están vivos está en pie la muralla.
– REINA: Explícame cuál fue, para las naves, el comienzo del combate. ¿Quiénes
abrieron la batalla: los griegos o mi hijo, soberbio por su gran número de naves?
– MENSAJERO: Comenzó, señora, el infortunio todo un genio vengador o un demon
de desgracia venido de algún sitio. Pues un griego de la armada de Atenas vino y contó
a tu hijo Jerjes esto: que en el momento en que llegaran las tinieblas de la noche oscura
no quedarían los griegos en sus puestos, sino lanzándose sobre los bancos de remeros de
las naves, cada uno en una dirección, la vida salvarían con fuga oculta. Él, así que lo
oyó, sin notar el engaño de aquel griego, ni tampoco la envidia de los dioses, anuncia a
todos los capitanes de la flota esta orden: que cuando deje el Sol de incendiar con sus
rayos la tierra y se hagan dueñas las tinieblas del recinto sagrado del éter, formen el
grueso de las naves en tres filas para guardar los pasos y los estrechos en que resuena el
mar, y otras en círculo en torno de la isla de Ayante, pues si lograban escapar los
griegos de un fin infausto furtivamente, hallando con sus naves una huida, estaba
sentenciado para todos el perder la cabeza. Esto dijo con ánimo tranquilo: pues no sabía
lo que había de venirle de parte de los dioses.
Ellos, no con desorden, sino con calma dócil, prepararon la cena, y cada marinero
amarraba el mango de su remo al escálamo dispuesto para él. Y cuando se extinguió la
luz del Sol y la noche llegaba, todo señor del remo marchó a la nave y todo gobernante
de armas; una fila a otra fila de remeros llamaba en la nave alargada; navegan según la
orden que cada uno recibiera, y a través de la noche los señores de las naves hicieron
que navegara en los estrechos la tropa toda marinera.
La noche adelantaba, pero la armada de los griegos no realizaba en parte alguna una
salida oculta; mas cuando, sin embargo, el día con sus corceles blancos ocupó la tierra
toda, esplendente de ver, primero un grito resonó con clamor, como un canto del lado de
los griegos, y, al tiempo, un eco agudo contestó desde la roca isleña: un terror invadió a

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todos los bárbaros al fallar en su cálculo; pues no cantaban como para huir los griegos,
sino aprestándose al combate con animoso ardor: la trompeta hacía arder con su grito
todo aquello. Al punto, al acordado embate del remo resonante, golpearon las hondas
aguas al compás del jefe de remeros, y pronto todos estuvieron visibles a los ojos.»
Esquilo, Los persas.

Preguntas
1. Reconocer algunos elementos principales de la cultura griega.
2. Comentar la postura de los dioses.
3. Opinión personal sobre el relato.

TEXTO 2
Sófocles: Antígona entierra el cuerpo de su hermano a pesar de la prohibición
del tirano Creonte

«– CREONTE: (dirigiéndose a Antígona). ¡Eh tú, la que inclina la cabeza hacia el


suelo!, ¿confirmas o niegas haberlo hecho?
– ANTIGONA: Digo que lo he hecho y no lo niego.
– CREONTE: (al guardián) Tú puedes marcharte a donde quieras, libre, fuera de la
gravosa culpa. (A Antígona de nuevo.) Y tú dime sin extenderte, sino brevemente:
¿sabías que había sido decretado por un edicto que no se podía hacer esto?
– ANTÍGONA: Lo sabía. ¿Cómo no iba a saberlo? Era manifiesto.
– CREONTE: ¿Y, a pesar de ello, te atreviste a transgredir estos decretos?
– ANTIGONA: No fue Zeus el que los ha mandado publicar, ni la Justicia que vive con
los dioses de abajo la que fijó tales leyes para los hombres. No pensaba que tus
proclamas tuvieran tanto poder como para que un mortal pudiera transgredir las leyes no
escritas e inquebrantables de los dioses. Éstas no son de hoy ni de ayer, sino de siempre,
y nadie sabe de dónde surgieron. No iba yo a obtener castigo por ellas de parte de los
dioses por miedo a la
intención de hombre alguno. Sabía que iba a morir, ¿cómo no?, aun cuando tú no lo
hubieras hecho pregonar. Y si muero antes de tiempo, yo lo llamo ganancia. Porque
quien, como yo, viva entre desgracias sin cuento, ¿cómo no va a obtener provecho al
morir? Así, a mí no me supone pesar alcanzar este destino. Por el contrario, si hubiera
consentido que el cadáver del que ha nacido de mi madre estuviera insepulto, entonces
sí sentía pesar. Ahora, en cambio, no me aflijo. Y si te parezco estar haciendo locuras,
puede ser que ante un loco me vea culpable de una locura.
– CORIFEO: Se muestra la voluntad fiera de la muchacha, que tiene su origen en su
fiero padre. No sabe ceder ante las desgracias.
– CREONTE: Sí, pero sábete que las voluntades en exceso obstinadas son las que
primero caen, y que es el más fuerte hierro, templado al fuego y muy duro, el que más
veces podrás ver que se rompe y se hace añicos. Sé que los caballos indómitos se
vuelven dóciles con un pequeño freno. No es lícito tener orgullosos pensamientos a
quien es esclavo de los que le rodean. Ésta conocía perfectamente que entonces estaba
obrando con insolencia, al transgredir las leyes establecidas, y aquí, después de haberlo
hecho, da muestras de una segunda insolencia: ufanarse de ello y burlarse, una vez que
ya lo ha llevado a efecto. Pero verdaderamente en esta situación no sería yo el hombre
(ella lo sería) si este triunfo hubiera de quedar impune.»
Sófocles, Antígona.

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• Comentario libre

TEXTO 3
Eurípides
«–CORIFEO: Ya en muchas ocasiones me he adentrado en el camino de los
razonamientos sutiles y me he enfrentado con disputas mayores que las que debe
abordar el género femenino. Y es que nosotras también poseemos una musa que nos
acompaña en busca de la sabiduría, pero no todas, pues en el linaje de las mujeres, entre
muchas quizá hallarías solo una pequeña parte que no sea ajena al don de las musas.
Y afirmo que aquellos de los mortales que no conocen en absoluto la procreación de
hijos superan en felicidad a los que los han engendrado. Los que no poseen hijos, por
desconocer si ellos proporcionan alegría o tristeza a los mortales, al no haber llegado a
tenerlos se libran de muchos pesares.
Pero a aquellos que tienen en su casa un dulce plantel de hijos los veo todo el tiempo
atormentados por su cuidado, pensando primero de qué modo los educarán mejor y de
dónde les dejarán a ellos un modo de vida, y, además de esto, si se están esforzando por
hijos malos o por buenos, lo cual es una cosa incierta.
Y ahora voy a decir el peor de todos los males para los mortales: supongamos que ya
han encontrado suficientes recursos, que han llegado a la flor de la juventud y que han
resultado ser buenos; si, a pesar de ello, el destino así lo impone, la muerte los encamina
hacia el Hades llevándose sus cuerpos. ¿Qué utilidad proporciona a los mortales que los
dioses, por el ansia de tener hijos, añadan a los que ya poseen este dolor, el más cruel de
todos?»
Eurípides, Medea.
• Comentario libre

TEXTO 4
Protágoras: Sócrates expone la doctrina de Protágoras
«De igual modo, con la educación ha de procurarse el cambio desde el estado peor al
mejor. Ahora bien, mientras el médico produce el cambio por medio de fármacos, el
sofista lo procura mediante discursos. Nadie, pues, puede hacer que quien piensa lo
falso venga a tener opiniones verdaderas, ya que ni es posible pensar lo que no es ni
tampoco pensar nada que no se experimente y lo que se experimenta siempre es
verdadero. Más bien sostengo que se trata de hacer que quien opina de acuerdo con una
disposición perjudicial del alma llegue a tener las opiniones opuestas y conformes a una
disposición provechosa de la misma, opiniones éstas que por ignorancia algunos llaman
verdaderas: yo, por mi parte, considero que unas opiniones son mejores que otras, pero
no que sean más verdaderas en absoluto. Y por lo que se refiere a los sabios, amigo
Sócrates, lejos de llamarlos ranas, llamo médicos a aquéllos que se ocupan de los
cuerpos y agricultores a los que se ocupan de las plantas. Y es que afirmo que también
estos últimos hacen que las plantas cuando están enfermas, dejen de tener sensaciones
perjudiciales y adquieran estados y sensaciones provechosas y saludables, así como los
oradores sabios y buenos hacen que a las ciudades les parezca justo lo provechoso en
vez de lo perjudicial. Y es que aquellas cosas que parecen justas y honorables a cada
ciudad son justas y honorables para ella mientras piense que lo son. El sabio, por su
parte, cuando resultan perjudiciales, hace que sean y parezcan provechosas. Por la

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misma razón también el sofista es capaz de educar a sus discípulos de este modo y por
ello es sabio y merece recibir un salario elevado por parte de aquellos a quienes educa.
Y de este modo resulta que unos son más sabios que otros por más que ninguno tenga
opiniones falsas y tú, quiéraslo o no, has de aceptar que eres medida. En efecto, estas
consideraciones ponen a salvo mi doctrina.»
Platón, Teeteto.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones: «lo que se
experimenta siempre es verdadero», «parezca justo lo provechoso».
2. Expón la temática planteada en el texto.
3. Describe el contexto cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema con posiciones filosóficas de otros autores y expón,
razonadamente, tu visión personal.

TEXTO 5
Gorgias: Sexto Empírico narra en Adversus Matemáticos las opiniones de Gorgias
sobre «que si algo se conoce no se puede comunicar»
«Más aún, si se concibiera, sería incomunicable a los demás. En efecto, si son visibles y
audibles y perceptibles en general aquellos seres que son objetos exteriores y de éstos
los visibles se captan con la vista y los audibles con el oído y no a la inversa, ¿cómo
sería posible revelarlos a otro? En efecto, la palabra es aquello con que hacemos tal
revelación, pero la palabra no es los seres, los objetos exteriores. Por tanto, no
revelamos a los demás los seres sino la palabra que es distinta de los objetos exteriores.
Y así como lo visible no puede devenir audible ni viceversa, del mismo modo y puesto
que es exterior a nosotros, el ser no puede devenir palabra nuestra. Y puesto que no es
palabra, el ser no puede manifestarse al otro. Pero la palabra –dicen algunos– se
constituye a partir de la incidencia de lo exterior sobre nosotros, es decir, a partir de lo
percibido sensiblemente: así, a partir del encuentro con el sabor se produce en nosotros
la palabra a proferir respecto de tal cualidad y a partir de la impresión del color, la
palabra respecto del color. Pero si esto es así, no es que la palabra sea representativa de
la realidad exterior, sino que la realidad exterior viene a ser manifestativa de la palabra.
Y no cabe argüir que la palabra es un objeto exterior al modo como lo son las cosas
visibles y las audibles y que por tanto a partir de ella, ser y objeto exterior, es posible
manifestar los seres y objetos exteriores. Pues incluso admitiendo, dice Gorgias, que la
palabra es un objeto exterior, es diferente del resto de los objetos exteriores y la
diferencia es máxima entre los objetos visibles y las palabras. En efecto, lo visible y las
palabras se captan por órganos diversos. De donde resulta que la palabra no manifiesta
la mayoría de los objetos, del mismo modo que cada uno de estos tampoco manifiesta la
naturaleza de los demás.»
Sexto Empírico, Adversus matemáticos.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones: «la palabra no es los
seres», «el ser no puede devenir palabra».
2. Expón la temática planteada en el texto.
3. Describe el contexto cultural y filosófico del texto.

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4. Relaciona el tema con posiciones filosóficas de otros autores y expón,
razonadamente, tu visión personal.

TEXTO 6
Antifonte: Cosas naturales para todos los hombres
«Hay normas establecidas para los ojos acerca de qué han de ver y qué no. Y para los
oídos acerca de qué han de oír y qué no. Y para la lengua acerca de qué han de decir y
qué no. Y para las manos acerca de qué han de hacer y qué no. Y para la mente acerca
de qué ha de desear y qué no. Pero no son más agradables ni convenientes por
naturaleza aquellas cosas de que las leyes alejan a los hombres que aquellas otras a que
los exhortan: ciertamente el vivir y el morir son algo natural y el vivir depende para los
hombres de lo que les es ventajoso así como el morir depende de lo que les es
desventajoso. En relación con lo ventajoso, lo que prescribe la naturaleza es libre. En
efecto, y de acuerdo con la recta razón, lo que produce dolor no es en absoluto más
ventajoso para la naturaleza que lo que produce alegría, ni en absoluto es más ventajoso
lo que produce pesar que lo que produce placer. Y es que lo verdaderamente ventajoso
no tiene por qué perjudicar sino ser provechoso.
Solemos ensalzar y respetar a quienes proceden de padres ilustres y no ensalzar ni
respetar a quienes no proceden de familia ilustre. En esto nos portamos entre nosotros
como los bárbaros ya que todos somos por naturaleza iguales en todos los aspectos,
tanto los bárbaros como los griegos. Por lo demás, es oportuno considerar cuáles son las
cosas por naturaleza necesarias para todos los hombres: a todos los hombres les es
posible procurárselas del mismo modo y en esto no nos distinguimos ninguno de
nosotros como bárbaro o como heleno; todos, en efecto, respiramos el aire por la boca y
por la nariz y todos comemos con las manos.»
Antifonte, Fragmentos.
• Comentario libre

TEXTO 7
Sócrates se defiende de las acusaciones que le hacen Melito, Anitos y Licón
«Examinemos desde un principio cuál es la acusación que engendró mi calumnia y
confiando en la cual Melito dictó esta causa criminal. Es decir: ¿qué acusaciones
presentan los calumniadores? Como hechos propios de acusadores, conviene atender al
proceso: Sócrates es injusto y curiosea acerca de los hechos de la tierra y del cielo,
alterando lo mejor en peor, y enseñando tales desatinos a los demás. El hecho sería así:
vosotros, desde niños, lo observasteis en una comedia de Aristófanes, donde se presenta
a un tal Sócrates, que se jacta de ser llevado por los aires, y dice muchas extravagancias,
de las que no entiendo poco ni mucho. He dicho esto, no para despreciar tal comedia –si
es que alguien la conoce–, sino para que yo no sufra otras acusaciones por parte de
Melito, pues en verdad, atenienses, nada me concierne a mí de todo ello. Pongo a
muchos de vosotros como testigos, para que mostréis y os digáis unos a otros todo
cuanto habéis sabido de mí. Decid si alguna vez me oyó hablar alguien ni poco ni
mucho de todo ello. Y sabréis que la mayoría mantiene estas opiniones acerca de mí. En
efecto, si habéis oído decir que doy enseñanzas a los hombres, y obtengo ganancias,
esto no es cierto. Me parece loable, si alguien como Gorgias el Leontino, y Predico de

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Ceos e Ripias de Elos son capaces de enseñar a los demás. Cada uno de ellos,
atenienses, puede recorrer las ciudades y persuadir a los jóvenes para que les sigan,
cobrar sus lecciones y aún recibir el agradecimiento de sus discípulos. Hay entre
nosotros un sabio de Paros, que reside en casa de un hombre que ha dado a ganar más
dinero a los sofistas que todos los demás. Vive en casa de Caltas, hijo de Hipónico. Yo
le pregunté... ¿Quién puede ser buen conocedor de la virtud del hombre y del
ciudadano? Creo que debes pensar en ello, ya que tienes dos hijos. ¿Existe alguien
dispuesto a ello o no? "Existe", me respondió. "¿Quién es –dije yo–, de dónde procede y
por cuánto enseña?" "Se trata de Erenos de Paros –declaró–, que enseña tan solo por
cinco minas." Yo me admiré de que Erenos poseyera tal arte y lo ejercitara por tan poco
precio. También yo me alegraría y envanecería de ello, pero no tengo tales
conocimientos, oh, atenienses.»
Platón, Apología de Sócrates.

Preguntas
1. Explica el significado que tiene en este texto la expresión: «curiosea acerca de los
hechos de la tierra y del cielo, alterando lo mejor en peor, y enseñando tales desatinos a
los demás».
2. Expón la temática planteada en el texto.
3. Describe el contexto cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema con posiciones filosóficas de otros autores y expón,
razonadamente, tu visión personal.

TEXTO 8
Sócrates es el más sabio
«Ya conocéis a Querefonte. Fue mi amigo en la juventud, y también amigo vuestro; fue
desterrado, pero regresó con vosotros. Sabéis, en verdad, cuán esforzado era Querefonte
para sus empresas y, cuando fue a Delfos, se atrevió a consultar al oráculo –no os
alborotéis, repito, amigos– acerca de si existía alguien más sabio que yo. La pitia lo
negó. Pero puesto que Querefonte murió, puede seros testigo de ello su propio hermano,
aquí presente.
Atended a la causa que me lleva a declarar esto, pues quiero mostraros hasta qué punto
se engendra la calumnia. Al oír esto, reflexioné: "¿Qué dice el dios; qué significan sus
palabras?" Pues yo no me considero sabio ni en mucho ni en poco; y, ¿qué indica al
decir que soy el más sabio de todos? No creo que le sea posible mentir. Y durante
mucho tiempo reflexioné acerca de tales palabras. Después, aunque con desagrado,
decidí investigarlo de un modo distinto: me dirigí a casa de un ciudadano, que se
considera sabio, pensando que allí más que en ningún otro lugar comprobaría la
falsedad del oráculo, diciéndole: "Tú declaras que yo soy el más sabio, y este hombre lo
es más que yo." Pensándolo bien, no necesito decir su nombre, pues era uno de nuestros
políticos, y diré tan solo, atenienses, la impresión que me causó. Hablando con él, me
pareció que alardeaba de sabio ante la mayoría y, en especial, ante sí mismo, pero que
no lo era. Me esforcé entonces en mostrarle tal error, y por esta causa, me gané su odio
y el de otros muchos de los presentes. Al salir me decía a mí mismo: yo soy más sabio
que él. En efecto, cada uno de nosotros cae en el peligro de no distinguir lo bello y lo

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bueno, pero mientras él cree saberlo, yo sé que no lo sé, ni creo poder lograr saberlo.
Por este motivo me parece que soy, en algo, más sabio que él.»
Platón, Apología de Sócrates.
• Comentario libre

Texto 9
Sócrates armoniza vida y discurso
«– NICIAS: Porque pareces ignorar, que si estás en contacto con Sócrates y discutes
con él, aunque se empiece a hablar de otra cosa en primer lugar, no cesará hasta dar un
rodeo, y pasar a hablar de sí mismo, de su forma de vida, y de sus convicciones.
Sócrates nunca deja que se vaya su interlocutor antes de haberlo investigado y aclarado
todo. Yo ya estoy acostumbrado y sé que es necesario soportarlo, y que al fin me
convencerá. Me alegra su compañía, Lisímaco, y no creo que sea censurable recordar lo
bueno y malo que hacemos e hicimos, pues creo que es mejor en la vida no rehuir esta
prueba y aceptar la norma de Solón, que recomienda aprender mientras se vive, sin
pensar que la misma ancianidad lleva ya consigo el conocimiento. Ni me complace, ni
deja de complacerme ser observado por Sócrates, porque ya sabía desde hace mucho
que, estando presente Sócrates, no se hablaría de nosotros, ni de los jóvenes. No me
importa, pues, seguir la conversación de Sócrates a su gusto, pero conviene también
preguntar la opinión de Laques.
– LAQUES: En cuanto a la conversación, Nicias, mi opinión es sencilla, o si lo
prefieres, no sencilla, sino doble, unas veces me parece agradable y otras no. Cuando
oigo hablar sobre la virtud u otra ciencia, a un hombre que es en realidad digno de sus
palabras, me alegra profundamente darme cuenta de la completa armonía entre su
persona y su expresión. Me recuerda a un músico perfecto, ya que logra la más bella
armonía, no con la lira ni con otro instrumento frívolo, sino que vive realmente su
propia vida armonizando sus palabras con sus actos.»
Platón, Laques.

Preguntas
1. Explica el significado que tiene en este texto la expresión «vive realmente
armonizando sus palabras con sus actos».
2. Expón la temática planteada en el texto.
3. Describe el contexto cultural y filosófico del texto.
4. Describe el método de enseñanza de Sócrates comparándolo con el de los sofistas.

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TEMA 5: LA ÉTICA Y LA POLÍTICA EN PLATÓN Y ARISTÓTELES

TEXTO 1
Platón: el alma es una realidad escindida
– «No sin razón, pues –dije–, juzgaremos que son dos cosas diferentes la una de la otra,
llamando, a aquello con que razona, lo racional del alma, y aquello con que desea y
siente hambre y sed y queda perturbada por los demás apetitos, lo irracional y
concupiscible, bien avenido con ciertos hartazgos y placeres.
– No; es natural –dijo– que los consideremos así.
– Dejemos, pues, definidas estas dos especies que se dan en el alma –seguí yo–. Y la
cólera y aquello con que nos encolerizamos, ¿será una tercera especie o tendrá la misma
naturaleza que alguna de esas dos?
– Quizá –dijo– la misma que la una de ellas, la concupiscible.
– Pues yo –repliqué– oí una vez una historia a la que me atengo como prueba, y es ésta:
Leoncio, hijo de Aglayon, subía del Pireo por la parte exterior del muro del norte
cuando advirtió unos cadáveres que estaban echados por tierra al lado del verdugo.
Comenzó entonces a sentir deseos de verlos, pero al mismo tiempo le repugnaba y se
retraía; y así estuvo luchando y cubriéndose el rostro hasta que, vencido de su apetencia,
abrió enteramente los ojos y, corriendo hacia los muertos, dijo: ¡Ahí los tenéis,
malditos, saciaos del hermoso espectáculo!
– Yo también lo había oído –dijo.
– Pues esa historia –observé– muestra que la cólera combate a veces con los apetitos
como cosa distinta de ellos.
– Lo muestra, en efecto –dijo–. ¿Y no advertimos también en muchas otras ocasiones –
dije–, cuando las concupiscencias tratan de hacer fuerza a alguno contra la razón, que él
se insulta a sí mismo y se irrita contra aquello que le fuerza en su interior y que, como
en una reyerta entre dos enemigos, la cólera se hace en él tal aliada de la razón? En
cambio, no creo que puedas decir que hayas advertido jamás, ni en ti mismo ni en otro,
que, cuando la razón determine que no se ha de hacer una cosa, la cólera se oponga a
ello haciendo causa común con las concupiscencias.
– No, por Zeus –dijo.
– ¿Y qué ocurre –pregunté– cuando alguno cree obrar injustamente? ¿No sucede que,
cuanto más generosa sea su índole, menos puede irritarse aunque sufra hambre o frió u
otra cualquier cosa de este género por obra de quien en su concepto le aplica la justicia,
y que, como digo, su cólera se resiste a levantarse contra éste?
– Verdad es –dijo.
– ¿Y qué sucede, en cambio, cuando cree que padece injusticia? ¿No hierve esa cólera
en él y se enoja y se alía con lo que se le muestra como justo y, aun pasando hambre y
frío y todos los rigores de esta clase, los soporta hasta triunfar de ellos y no cesa en sus
nobles resoluciones hasta que las lleva a término o perece o se aquieta, llamado atrás
por su propia razón como un perro por el pastor?»
Platón, La República.

Preguntas

68
1. Explica el significado de los términos «cólera», «concupiscencia», «la justicia».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 2
Platón. Correspondencia entre la ética y la política
«Allí Homero ha presentado claramente una especie del alma censurando a otra: lo que
reflexiona acerca de lo mejor y de lo peor censurando a lo que se enardece
irracionalmente.
– Hablas de un modo enteramente correcto.
– Por consiguiente, y aunque con dificultades, hemos cruzado a nado estas aguas, y
hemos convenido adecuadamente que en el alma de cada individuo hay las mismas
clases –e idénticas en cantidad– que en el Estado.
– Así es.
– Por lo tanto, es necesario que, por la misma causa que el Estado es sabio, sea sabio el
ciudadano particular y de la misma manera.
– Sin duda.
– Y que por la misma causa que el ciudadano particular es valiente y de la misma
manera, también el Estado sea valiente. Y así con todo lo demás que concierne a la
excelencia: debe valer del mismo modo para ambos.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «sabio», «enardecer irracionalmente», «las
mismas clases e idénticas en cantidad».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 3
Platón. Correspondencia entre la ética y la política
«– Y en lo tocante al hombre justo, Glaucón, creo que también diremos que lo es del
mismo modo por el cual consideramos que un Estado era justo.
– También esto es necesario.
– Pero en ningún sentido olvidaremos que el Estado es justo por el hecho de que las tres
clases que existen en él hacen cada una lo suyo.
– No creo que lo hayamos olvidado.
– Debemos recordar entonces que cada uno de nosotros será justo en tanto cada una de
las especies que hay en él haga lo suyo, y en cuanto uno mismo haga lo suyo.»
Platón, La República.

Preguntas

69
1. Explica el significado de las expresiones «Estado justo» y «en cuanto uno mismo
haga lo suyo».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
Platón. Obligaciones y estructura de la ciudad respecto a gobernantes y soldados
«– Bien. Hemos convenido, Glaucón, que el Estado que haya de alcanzar la más elevada
forma de gobierno debe contar con la comunidad de las mujeres, la comunidad de los
hijos, y la educación íntegra debe ser común, del mismo modo que las ocupaciones en
común, tanto en la guerra como en la paz, y sus reyes han de ser los que se hayan
acreditado como los mejores respecto de la filosofía y respecto de la guerra.
– Lo hemos convenido.
– También quedamos de acuerdo en que, una vez puestos en funciones los gobernantes,
conducirán a los soldados y los instalarán en moradas tales como las que hemos
descrito, no teniendo nada en privado, sino todo en común. Y además de lo referente a
las moradas, convinimos en cuanto a las propiedades, si recuerdas, cuáles clases de ellas
podrán tener.
– Claro que lo recuerdo; pensábamos, al menos, que no deberían poseer nada de lo que
poseen ahora los demás gobernantes, sino que, como atletas de la guerra y guardianes,
recibirán de los demás, a modo de salario por su servicio como guardianes, el alimento
que para ello requieren anualmente, debiendo ocuparse de sí mismos y del resto del
Estado.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado de las expresiones «comunidad de mujeres», «comunidad de
los hijos», «reyes».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 5
Platón. Las corrupciones del Estado
«Casi al igual que ahora, discurrías dando por descrito el Estado, señalando que
postulabas como bueno un Estado tal como el que habías descrito, y bueno el hombre
similar a aquél, y, según parece, que podías hablar de un Estado y de un hombre
mejores aún. Pero los otros Estados, afirmabas, debían ser deficientes, si éste era
correcto; en cuanto a las restantes constituciones declarabas, según recuerdo, que eran
cuatro las especies dignas de mención, y que había que observar sus defectos y los
hombres semejantes a cada una de ellas, a fin de que, tras observar todo ello y ponernos

70
de acuerdo en cuál seria el hombre mejor y cuál el peor, examináramos si el mejor es el
más feliz y el peor el más desdichado, o bien si sucede de otro modo. Y cuando te
pregunté a qué cuatro constituciones te referías, nos interrumpieron Polemarco y
Adimanto, y así tomaste tú la palabra hasta llegar aquí.
– Lo recuerdas correctísimamente –dije–.
– Pues entonces ofréceme la misma toma, como un luchador, y cuando yo te pregunte lo
mismo, intenta tú decirme lo que en ese momento estabas a punto de decir.
– Siempre que pueda.
– En lo que hace a mí, anhelo escucharte cuáles son esos cuatro regímenes a que te
referías.
– No será difícil que lo escuches. En efecto, aquellos a los que me refiero tienen
también su nombre: aquel que es elogiado por muchos, el de Creta y Lacedemonia,
después el segundo en recibir elogios, la llamada oligarquía, régimen cargado de
abundantes males; en divergencia con éste le sigue la democracia, y la noble tiranía, que
sobrepasa a todos éstos, y que es la cuarta y última enfermedad del Estado. ¿O hallas
alguna otra forma de organización política que esté situada en una especie distinta? Pues
las monarquías hereditarias y las que se venden al mejor postor, y otras organizaciones
políticas de tal índole, son sin duda intermedias entre aquéllas, y no se las halla en
menor número entre los bárbaros que entre los griegos.»
Platón, La República.

Preguntas
1. Explica el significado de las expresiones «el de Creta y Lacedemonia», «oligarquía»,
«democracia», «tiranía».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 6
Platón. La ciudad en Las leyes
«Ahora bien, para nosotros, según creo, la política no es nunca más que esto mismo, lo
justo, a lo cual, ¡oh, Clinias!, debemos ahora tender, teniendo la vista fija en ese tipo de
igualdad, en la fundación de la ciudad que ahora está naciendo. Y si hay alguna vez
alguien más que funde otra ciudad, mirando a esto mismo también será menester que
legisle: no a unos pocos tiranos ni a uno solo ni a ninguna clase de poder del pueblo,
sino siempre a lo justo, que es precisamente lo que ahora mismo se dijo, la igualdad
asignada en cada momento a desiguales según naturaleza. Ahora bien, es inevitable el
servirse de estos nombres en un sentido algo desviado para toda ciudad que no quiera
tener que ver con la discordia en ninguno de sus miembros, pues lo acomodaticio y lo
indulgente no son, cuando se producen, sino torsiones hechas contra la más estricta
justicia a lo íntegro y exacto; no hay, pues, más remedio que recurrir a la igualdad
basada en el sorteo con miras al posible descontento de los más, pero invocando
entonces en nuestras preces a la divinidad y a la buena suerte para que enderecen el
sorteo hacia lo más justo. Resulta, por tanto, forzoso servirse en ese modo de ambos

71
tipos de igualdad; pero recurriendo el menor número posible de veces a una de ellas, la
que necesita del azar.
Tal es, y por tales razones, lo que es imprescindible, amigos míos, que haga del modo
dicho la ciudad que quiera sobrevivir. Y como una nave que boga por el mar necesita
una constante vigilancia de noche y de día, del mismo modo la ciudad, que navega en la
marejada de las demás ciudades y vive en peligro de caer en toda clase de emboscadas,
debe establecer, a lo largo del día hasta la noche y durante la noche hasta el otro día, una
cadena en que se sucedan vigilando magistrados y no cesen jamás de relevar
sucesivamente a otros magistrados o de hacerles entrega de la guardia.»
Platón, Las leyes.

• Comentario libre

TEXTO 7
Platón. Las mujeres en el gobierno de la República
«– Por consiguiente, querido mío, no hay ninguna ocupación entre las concernientes al
gobierno del Estado que sea de la mujer por ser mujer ni del hombre en tanto hombre,
sino que las dotes naturales están similarmente distribuidas entre ambos seres vivos, por
lo cual la mujer participa, por naturaleza, de todas las ocupaciones, lo mismo que el
hombre; solo que en todas la mujer es más débil que el hombre.
– Completamente de acuerdo.
– ¿Hemos de asignar entonces todas las tareas a los hombres y ninguna a las mujeres?
– No veo cómo habríamos de hacerlo.
– Creo que, más bien, diremos que una mujer es apta para la medicina y otra no, una
apta por naturaleza para la música y otra no.
– Sin duda.
– ¿ Y acaso no hay mujeres aptas para la gimnasia y para la guerra, mientras otras serán
incapaces de combatir y no gustarán de la gimnasia?
– Lo creo.
– ¿ Y no será una amante de la sabiduría y otra enemiga de ésta? ¿ Y una fogosa y otra
de sangre de horchata?
– Así es.
– Por ende, una mujer es apta para ser guardiana y otra no; ¿no es por tener una
naturaleza de tal índole por lo que hemos elegido guardianes a los hombres?
– De tal índole, en efecto.
– ¿Hay, por lo tanto, una misma naturaleza en la mujer y en el hombre en relación con
el cuidado del Estado, excepto en que ella es más débil y él más fuerte?
– Parece que sí.
– Elegiremos, entonces, mujeres de esa índole para convivir y cuidar el Estado en
común con los hombres de esa índole, puesto que son capaces de ello y afines en
naturaleza a los hombres.»
Platón, La República.

• Comentario libre

TEXTO 8

72
Aristóteles. La virtud ética
«Existen, pues, dos clases de virtud, la dianoética y la ética. La dianoética se origina y
crece principalmente por la enseñanza, y por ello requiere experiencia y tiempo, la ética,
en cambio, procede de la costumbre, como lo indica el nombre que varía ligeramente
del de "costumbre". De este hecho resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se
producen en nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa existe por naturaleza se
modifica por costumbre. Así la piedra que se mueve por la naturaleza hacia abajo, no
podría ser acostumbrada a moverse hacia arriba, aunque se intentara acostumbrarla
lanzándola hacia arriba innumerables veces; ni el fuego, hacia abajo; ni ninguna otra
cosa, de cierta naturaleza, podría acostumbrarse a ser de otra manera. De ahí que las
virtudes no se produzcan ni por naturaleza ni contra naturaleza, sino que nuestro natural
pueda recibirlas y perfeccionarlas mediante la costumbre.
Además, de todas las disposiciones naturales, adquirimos primero la capacidad y luego
ejercemos las actividades. Esto es evidente en el caso de los sentidos; pues no los
tenemos por haberlos usado. En cambio, adquirimos las virtudes como resultado de
actividades anteriores. Y éste es el caso de las demás artes, pues lo que hay que hacer
después de haber aprendido, lo aprendemos haciéndolo. Así nos hacemos constructores
construyendo casas, y citaristas tocando la cítara. De un modo semejante, practicando la
justicia nos hacemos justos; practicando la moderación, moderados, y practicando la
virilidad, viriles. Esto viene confirmado por lo que ocurre en las ciudades: los
legisladores hacen buenos a los ciudadanos haciéndoles adquirir ciertos hábitos, y ésta
es la voluntad de todo legislador; pero los legisladores que no lo hacen bien yerran, y
con esto se distingue el buen régimen del malo.»
Aristóteles, Ética a Nicómaco.

Preguntas
1. Explica el significado de las expresiones «virtud», «por naturaleza».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

Texto 9
Aristóteles. La recta razón produce la moderación
«Así pues, puesto que el presente estudio no es teórico como los otros (pues
investigamos no para saber qué es la virtud, sino para ser buenos, ya que de otro modo
ningún beneficio sacaríamos de ella), debemos examinar lo relativo a las acciones,
cómo hay que realizarlas, pues ellas son las principales causas de la formación de los
diversos modos de ser, como hemos dicho.
Ahora bien, que hemos de actuar de acuerdo con la recta razón es comúnmente aceptado
y lo damos por supuesto (luego se hablará de ello, y de qué es la recta razón y cómo se
relaciona con las otras virtudes). Pero convengamos, primero, en que todo lo que se diga
de las acciones debe decirse en esquema y no con precisión, pues ya dijimos al principio
que nuestra investigación ha de estar de acuerdo con la materia, y en lo relativo a las
acciones y a la conveniencia no hay nada establecido, como tampoco en lo que atañe a
la salud. Y si tal es la naturaleza de una exposición general, con mayor razón la

73
concerniente a lo particular será menos precisa; pues ésta no cae bajo el dominio de
ningún arte ni precepto, sino que los que actúan deben considerar siempre lo que es
oportuno, como ocurre en el arte de la medicina y de la navegación. Pero aún siendo
nuestro presente estudio de tal naturaleza, debemos intentar ser de alguna ayuda.
Primeramente, entonces, hemos de observar que está en la naturaleza de tales cosas el
destruirse por defecto o por exceso, como lo observamos en el caso de la robustez y la
salud (debemos, en efecto, servirnos de ejemplos manifiestos para aclarar los oscuros);
así, el exceso y la falta de ejercicio destruyen la robustez; igualmente, cuando comemos
o bebemos en exceso, o insuficientemente, dañamos la salud, mientras que si la cantidad
es proporcionada la produce, aumenta y conserva. Así sucede también con la
moderación, virilidad y demás virtudes: pues el que huye de todo y tiene miedo y no
resiste nada se vuelve cobarde, el que no teme absolutamente a nada y se lanza a todos
los peligros, temerario; asimismo, el que disfruta de todos los placeres y no se abstiene
de ninguno, se hace licencioso, y el que los evita todos como los rústicos, una persona
insensible. Así pues, la moderación y la virilidad se destruyen por el exceso y por el
defecto, pero se conservan por el término medio.
Pero no solo su génesis, crecimiento y destrucción proceden de las mismas cosas y por
las mismas, sino que las actividades dependerán también de lo mismo; pues tal es el
caso de las otras cosas más manifiestas, como el vigor: se origina por tomar mucho
alimento y soportar muchas fatigas, y el que mejor puede hacer esto es el vigoroso. Así,
también, ocurre con las virtudes: pues apartándonos de los placeres nos hacemos
moderados, y una vez que lo somos, podemos mejor apartarnos de ellos; y lo mismo
respecto de la valentía: acostumbrados a despreciar los peligros y a resistirlos, nos
hacemos valientes, y una vez que lo somos, seremos más capaces de hacer frente al
peligro.»
Aristóteles, Ética a Nicómaco.

• Comentario libre

TEXTO 10
Aristóteles. Ejemplos de virtudes como término medio
«Pero nosotros debemos no solo decirlo en general, sino también aplicarlo a los casos
particulares. En efecto, cuando se trata de acciones, los principios universales tienen una
aplicación más amplia, pero los particulares son más verdaderos, porque las acciones se
refieren a lo particular y es con esto con lo que hay que estar de acuerdo.
Consideremos, pues, estos ejemplos particulares de nuestra clasificación: en relación
con el miedo y con la audacia, el valor es el término medio; de los que se exceden, el
que lo es por carencia de
temor no tiene nombre (muchas virtudes y vicios no tienen nombre); pero el que se
excede en audacia es temerario, y el que se excede en el miedo y le falta coraje,
cobarde. En el dominio de los placeres y dolores –no de todos, y en menor grado por lo
que respecta a los dolores–, el término medio es la moderación, y el exceso, la
intemperancia. Personas deficientes respecto de los placeres difícilmente existen; por
eso, tales personas ni siquiera tienen nombre, pero llamémoslas insensibles.
En relación con el dar y recibir dinero, el término medio es la liberalidad, el exceso y el
defecto son, respectivamente, la prodigalidad y la tacañería. En estos dos vicios, el
exceso y el defecto se presentan de manera contraria: el pródigo se excede en gastarlo, y

74
se queda atrás en adquirirlo; el tacaño se excede en la adquisición, y es parco en el
desprendimiento. De momento hablamos esquemática y sumariamente, lo cual basta
para nuestro propósito; luego serán definidos con más precisión.
Respecto del dinero hay también otras disposiciones: un término medio, la esplendidez
(pues el hombre espléndido difiere del liberal: el primero maneja grandes sumas, el
segundo pequeñas); un exceso, la extravagancia y la vulgaridad, y un defecto, la
mezquindad. Estas disposiciones difieren de las que se refieren a la liberalidad; de qué
manera difieren se dirá más adelante.
En relación con el honor y con el deshonor, el término medio es la magnanimidad; al
exceso se le llama vanidad, y al defecto pusilanimidad. Y, así como dijimos que la
liberalidad guarda relación con la esplendidez, de la que se distinguía por referirse a
cantidades pequeñas, así también se relaciona con la magnanimidad, ya que ésta se
refiere a grandes honores, mientras que aquélla se refiere a los pequeños; es posible, en
efecto, desear honor como es debido, más de los debido o menos, y el que se excede en
sus deseos es llamado ambicioso, el que se queda corto, hombre sin ambición, y el
medio carece de nombre; sus disposiciones tampoco tienen nombre, excepto la del
ambicioso, que se llama ambición.»
Aristóteles, Ética a Nicómaco.

• Comentario libre

TEXTO 11
Aristóteles. La ciudad
«La polis es la comunidad, procedente de varias aldeas, perfecta, ya que posee, para
decirlo de una vez, la conclusión de la autosuficiencia total, y que tiene su origen en la
urgencia del vivir, pero subsiste para el vivir bien. Así que toda polis existe por
naturaleza, del mismo modo que las comunidades originarias. Ella es la finalidad de
aquéllas, y la naturaleza es finalidad. Lo que cada ser es, después de cumplirse el
desarrollo, eso decimos que es su naturaleza, así de un hombre, de un caballo o de una
casa. Además, la causa final y la perfección es lo mejor. Y la autosuficiencia es la
perfección.
Por lo tanto, está claro que la polis es una de las cosas naturales y que el hombre es por
naturaleza un animal cívico.
La razón de que el hombre sea un ser social, más que cualquier abeja y que otro animal
gregario es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no hace nada en vano.
Solo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La voz es una indicación del dolor
y del placer; por eso la tienen también los otros animales. En cambio, la palabra existe
para manifestar lo conveniente y lo dañino así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo
propio de los humanos frente a los demás animales: poseer, de modo exclusivo, el
sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones. La
participación comunitaria, en éstas, funda la casa familiar y la polis.»
Aristóteles, Política.
• Comentario libre

TEXTO 12

75
Epicuro. Algunos consejos al sabio
«Puede acudir a los tribunales. Y legar escritos a la posteridad. Pero no acudirá a las
concentraciones multitudinarias.
Velará por su hacienda y por su futuro.
Amará la campiña.
Se opondrá al azar, y no abandonará a ningún amigo.
Cuidará de su buena fama, en la medida precisa para no ser despreciado.
Y se regocijará más que los otros en las fiestas.
Dedicará estatuas si pudiera. Pero es indiferente que lo haga.
Solo el sabio puede dialogar con acierto sobre las artes musicales o poéticas, pero no
dedicará su actividad a componer.
Ninguno es más sabio que otro.
Puede buscar una ganancia monetaria, pero solo de su saber, en caso de necesidad.
Y en la ocasión puede servir a un monarca.
Estará agradecido a cualquiera por una buena corrección.
También puede dirigir una escuela, pero de modo que no atraiga muchedumbres.
Llegará a dar lecturas en público, pero no por su gusto.
Tendrá principios de certeza, y no dudará de todo.
Incluso en los sueños se mantendrá ecuánime.»
Epicuro, Acerca del sabio.

• Comentario libre

TEXTO 13
Epicuro. No hay que temer a la muerte
«Nada temible hay en efecto, en el vivir para quien ha comprendido realmente que nada
temible hay en el no vivir. De suerte que es necio quien dice temer la muerte, no porque
cuando se presente haga sufrir, sino porque hace sufrir en su demora. En efecto, aquello
que con su presencia no perturba, en vano aflige con su espera. Así pues, el más terrible
de los males, la muerte, nada es para nosotros, porque cuando nosotros somos, la muerte
no está presente y, cuando la muerte está presente, entonces ya no somos nosotros. En
nada afecta, pues, ni a los vivos ni a los muertos, porque para aquellos no está y éstos ya
no son. Pero la mayoría unas veces huye de la muerte como del mayor mal y otras veces
la prefiere como descanso de las miserias de la vida. El sabio, por el contrario, ni rehusa
la vida ni le teme a la muerte; pues ni el vivir es para él una carga ni considera que es un
mal el no vivir. Y del mismo modo que del alimento no elige cada vez el más abundante
sino el más agradable, así también del tiempo, no del más duradero sino del más
agradable disfruta. Quien recomienda al joven vivir bien y al viejo morir bien es necio
no solo por lo agradable de la vida, sino también por ser el mismo el cuidado del bien
vivir y del bien morir.»
Epicuro, Carta a Meneceo.
Preguntas
1. Explica el significado de la expresión «aquello que con su presencia no perturba, en
vano aflige con su espera».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

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4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 14
Epicuro. El verdadero sentido del placer
«También a la autosuficiencia la consideramos un gran bien, no para que siempre nos
sirvamos de poco sino para que, si no tenemos mucho, nos contentemos con poco,
auténticamente convencidos de que más agradablemente gozan de la abundancia
quienes menos tienen necesidad de ella y de que todo lo natural es fácilmente
procurable y lo vano difícil de obtener. Además los alimentos sencillos proporcionan
igual placer que una comida excelente, una vez que se elimina del todo el dolor de la
necesidad, y pan y agua procuran el máximo placer cuando los consume alguien que los
necesita. Acostumbrarse a comidas sencillas y sobrias proporciona salud, hace al
hombre solícito en las ocupaciones necesarias de la vida, nos dispone mejor cuando
alguna que otra vez accedemos a alimentos exquisitos y nos hace impávidos ante el
azar.
Cuando, por tanto, decimos que el placer es fin no nos referimos a los placeres de los
disolutos o a los que se dan en el goce, como creen algunos que desconocen o no están
de acuerdo o mal interpretan nuestra doctrina, sino al no sufrir dolor en el cuerpo ni
turbación en el alma.»
Epicuro, Carta a Meneceo.

Preguntas
1. Explica el significado de «autosuficiencia», «impávidos ante el azar».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 15
Marco Aurelio. Condición humana
«Si es extranjero en el mundo quien ignora lo que tiene en sí mismo, no es menos
extranjero quien desconoce lo que en él pasa. Será un desterrado el que huye de
acomodarse a la razón social; ciego, el que tiene cerrados los ojos de la inteligencia;
mendigo, el que necesita de otro y no posee en sí mismo todo lo que es útil para la vida.
Es una postema del mundo el que renuncia y se hurta a lo que prescribe la razón de la
naturaleza universal por el hecho de desazonarse ante los acontecimientos; siendo así
que los produce aquella misma causa que te produjo a ti. Es, en fin, un miembro
amputado de la sociedad el que separa su alma de la de los seres racionales, siendo ésta
una misma en todos ellos.»
Marco Aurelio, Meditaciones.

• Comentario libre

TEXTO 16

77
Marco Aurelio. La providencia
«Si los dioses, pues, hubieren ya acordado sobre mí y sobre lo que debe acontecerme,
bien acordado estará; que no es fácil formarse la idea de un dios sin reflexión. ¿Y por
qué se habían ellos de inclinar a hacerme mal? ¿Qué provecho resultaría de aquí, sea
para ellos mismos, sea para el común del universo, de quien son ellos la máxima
providencia? Si no hubieren resuelto sobre mí en particular, por lo menos habrán
deliberado en general sobre el interés común, y como con él se enlazan mis sucesos
personales debo abrazarlos de grado y contentarme con ellos.
Y dado que los dioses no deliberasen acerca de nada –y creerlo es una impiedad; si no,
suprimamos sacrificios, plegarias, juramentos y demás ritos con que al parecer nos
dirigimos a los dioses presentes y mezclados a nuestra existencia–, si ellos, digo, no
deliberasen sobre ninguna de las cosas que nos conciernen, entonces tendría yo el
derecho de deliberar sobre mí mismo, de examinar lo que incumbe a mi interés. Pero el
interés de cada uno dimana de su constitución y naturaleza; y mi naturaleza es racional
y sociable.
Mi ciudad y mi patria en cuanto Antonino, es Roma; pero en cuanto hombre, el mundo.
Consiguientemente, los intereses de estas ciudades son mis únicos bienes.»
Marco Aurelio, Meditaciones.

• Comentario libre

TEXTO 17
Marco Aurelio. La razón universal
«Todas las cosas están encadenadas entre sí, y su conexión es tan sagrada, que ninguna,
por así decirlo, es extraña respecto de la otra, pues todas han sido coordinadas y
contribuyeron de consuno al buen orden del universo. Y es que el mundo es un
compuesto de todas estas cosas; uno el dios derramado en todas ellas; una la sustancia,
una la ley, una la razón común a todos los seres intelectivos; una la verdad, pues una es
también la perfección de los seres que son de un mismo género y participan de la misma
razón.»
Marco Aurelio, Meditaciones.

Preguntas
1. Explica el significado de «el dios derramado en todas ellas», «orden del universo».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 18
Marco Aurelio. Sobre la forma de vivir
«Que no te creen impedimentos ni la maldad ajena ni sus suposiciones ni sus palabras,
ni la sensación de la pobre carne que te rodea. ¡Que atienda a ella la parte afectada! Si
en efecto, cuando ya te encuentras al final de tu vida, tras haber prescindido de todo lo
demás, honras solo a tu guía interior y a lo divino que en ti hay, y no te amedrenta el

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dejar la vida en cualquier momento, sino el no comenzar jamás a vivir de acuerdo con la
naturaleza, serás una persona digna del universo que te engendró y dejarás de ser un
extraño en tu patria y de sorprenderte como de lo inesperado de las cosas cotidianas, así
como de quedarte pendiente de eso y aquello.»
Marco Aurelio, Meditaciones.

• Comentario libre

TEXTO 19
Cleantes. La ley universal
«Pero tú sabes también moderar lo que desborda la mesura, y ordenar lo desordenado.
Incluso los contrarios se reconcilian en ti. Así que en lo Uno has ajustado en armonía
todos los bienes y los males, de manera que de todos ellos se origine la Razón siempre
existente. Esa que olvidan todos los mortales malvados, ¡infelices!, que, anhelando sin
cesar la adquisición de ganancias, ni advierten la Ley Universal de Dios ni la obedecen;
pues si la acataran con sensatez mantendrían una vida virtuosa. Mas ellos por sí mismos
se precipitan, necios, a daños diversos, y unos por el ansia de renombre se empeñan en
extremada querella, y otros con su afán de lucro se comportan sin ningún miramiento, y
otros se dedican a la molicie y a los goces placenteros del cuerpo. De modo que actúan
de modo insensato y se azacanean de un lado a otro, fatigándose en que sucedan las
cosas más opuestas entre sí. Pero tú, Zeus, que todo lo das, el de las negras nubes, el del
fulgente rayo, protege a los humanos de la –funesta ignorancia, y apártala–. Padre, de
nuestra alma, y permítenos conseguir la cordura, en la que tú te afirmas para regirlo
todo con justicia, a fin de que obtengamos tu aprecio y te respondamos con veneración,
cantando en himnos incesantes tus obras, como conviene que haga quien es mortal, ya
que no hay otro privilegio mayor para los humanos ni para los dioses que celebrar
siempre en justicia la Ley Universal.»
Cleantes, Himno a Zeus.

• Comentario libre

TEXTO 20
El escepticismo
«Quienes afirman que los escépticos eliminan las apariencias parecen no haberse
enterado de lo que decimos. Como ya hemos señalado antes, nosotros no suprimimos
las impresiones que producen emociones y nos empujan involuntariamente al
asentimiento: éstas son precisamente las apariencias. Así pues, cuando ponemos en
cuestión si la realidad es tal cual aparece, aceptamos que aparece y no ponemos en tela
de juicio la apariencia, sino las explicaciones dadas acerca de ella, lo cual dista mucho
de poner en tela de juicio la apariencia misma. Por ejemplo, la miel nos aparece como
dulce y estamos de acuerdo en ello, ya que percibimos sensiblemente el dulzor. Lo que
cuestionamos es si la miel es dulce en sí misma: pero esto ya no es la apariencia, sino
una teoría de la apariencia. Y cuando argüimos contra las apariencias no lo hacemos con
la intención de refutar las apariencias, sino para poner de manifiesto la precipitación de
los dogmáticos. Pues si la razón es tan falaz que es capaz de escamotear hasta las

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apariencias ante nuestros propios ojos, ¿cómo no sospechar de ella en asuntos nada
evidentes y cómo no evitar el seguirla precipitadamente?»
Sexto Empírico, Bosquejo del pirronismo.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «apariencias», «dogmáticos».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 21
La finalidad del escepticismo
«A todo esto convendrá añadir algo acerca del fin de la doctrina escéptica. Fin es
"aquello por lo cual se llevan a cabo todas las acciones e investigaciones sin que ello a
su vez se haga por otra cosa" o bien "el objeto último del deseo". Por nuestra parte,
mantenemos que el fin del escéptico es la imperturbabilidad del alma respecto de lo
opinable y la moderación en las emociones respecto de lo inevitable. En efecto,
habiendo comenzado a filosofar con la pretensión de decidir acerca de las impresiones
sensibles y captar cuáles de ellas son verdaderas y cuáles falsas, a fin de alcanzar la
imperturbabilidad, el escéptico vino a hallarse sumido en opiniones discordantes de
fuerza equilibrada y no pudiendo decidir entre ellas, suspendió el juicio. Pues bien, con
la suspensión del juicio le advino la imperturbabilidad respecto de lo opinable. Y es que
quien juzga que algo es bueno o malo por naturaleza se halla sometido a permanente
perturbación: cuando no posee aquellas cosas que juzga buenas se considera
atormentado por cosas naturalmente malas y persigue las que juzga buenas; pero cuando
consigue éstas, se ve aquejado de más perturbaciones aún, pues se agita irracional e
inmoderadamente y temiendo un cambio de fortuna, trata de hacer todo lo posible para
no perder aquellas cosas que considera buenas. Por el contrario, el que mantiene una
actitud de indefinición respecto de los bienes y males naturales, ni evita ni persigue con
vehemencia cosa alguna. Y de ahí que permanezca imperturbable.»
Sexto Empírico, Bosquejo del Pirronismo.

• Comentario libre

TEXTO 22
Plotino. De la contemplación
«[…] a la contemplación ha de aplicarse una facultad de ver que haya llegado a adquirir
una naturaleza semejante al objeto: y es que ni puede contemplar el Sol un ojo que no se
haya hecho semejante al Sol ni puede contemplar la Belleza un alma que no se haya
hecho bella. Hágase, pues, primero semejante a Dios en todo y en todo bella, si es que
ha de contemplar a Dios y la Belleza. Así pues, en el ascenso llegará primero a la
Inteligencia y contemplará allí todas las Ideas bellas y dirá que la Belleza es esto: las
Ideas, fruto y esencia de la Inteligencia, ya que todo lo bello es bello en virtud de ellas.
En cuanto a lo que está más allá de esto, aquello que denominamos naturaleza del Bien,

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es anterior a la Belleza. Conque de modo general puede decirse que la Belleza es lo
primero. Pero si distinguimos entre los inteligibles, habrá que decir que la Belleza
inteligible es el lugar de las Ideas, mientras que el Bien está más allá y es la Fuente y
Principio de la Belleza. O bien, se comenzará estableciendo la identidad de Bien y
Belleza.»
Plotino, Enéada primera.

Preguntas
1. Explica en el presente texto el significado de los términos «Inteligencia», «Belleza»,
«Bien».
2. Explica la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

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82
TEMA 6: LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA

TEXTO 1
San Pablo. La sabiduría del mundo no salva
«Porque la palabra de la cruz es locura para los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios.
Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de
los entendidos.
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el investigador de este
mundo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría,
agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente escándalo, y para los
gentiles locura.»
San Pablo, Carta primera a los Corintios.

• Comentario libre

TEXTO 2
San Juan Crisóstomo. Todo lo que ofrece este mundo es vanidad
«Siempre, sí, pero nunca más que ahora, fue oportuna aquella sentencia: "Vanidad de
vanidades y todo vanidad." ¿Dónde está ahora la espléndida túnica consular? ¿Dónde
las brillantes antorchas? ¿Dónde los aplausos y las danzas y los festines y los regocijos
públicos? ¿Dónde las coronas y las colgaduras? ¿Dónde la algazara de la ciudad y las
aclamaciones en las carreras ecuestres y las adulaciones de los espectadores? Todo se
desvaneció; y un viento que sopló con vehemencia no sólo abatió el follaje, sino que
puso al árbol desnudo a nuestros ojos y sacudido hasta sus últimas raíces. Porque fue
tanto el ímpetu del huracán, que amenazó arrancarlo de cuajo y resquebrajar hasta sus
fibras.
¿Qué se hicieron los falsos amigos? ¿Qué las francachelas y convites? ¿Y el enjambre
de parásitos, y el vino generoso que no cesaba de correr en todo el día, y el arte refinado
de los cocineros, y los adoradores de tu poder, que todas sus acciones y palabras
encaminaban a darte gusto, qué se hicieron? Sueños eran nocturnos aquellos bienes, y al
despuntar el día se disiparon; flores primaverales, que al terminar la primavera se
marchitaron; sombra que pasó de largo; humo, que se deshizo; bombillas de jabón, que
reventaron; telas de araña, que se desgarraron. Por esto repetimos sin cesar esta máxima
del Espíritu Santo: "Vanidad de vanidades y todo vanidad." Máxima que habría de estar
escrita en las paredes y en las orlas de nuestros vestidos, en el foro y en casa, en los
caminos, en las puertas, en los vestíbulos, y sobre todo en la conciencia de cada uno, y
que perpetuamente habríamos de meditar. Y pues la mentira, las apariencias, la
hipocresía es en todo tenida del vulgo por verdad, todos los días en cenas, en almuerzos

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y en tertulias sería conveniente que cada uno la repitiese a su vecino, y que de su vecino
escuchara que "Vanidad de vanidades, todo vanidad".»
San Juan Crisóstomo, Homilía en defensa de Eutropio.

• Comentario libre

TEXTO 3
San Isidoro. De los libros, capítulo XIII. De los nombres de los libros
«1. Códex (códice) se llama el libro de un solo volumen, aunque contenga varias obras.
Se llama códex por traslación, tomado de caudex, tronco de los árboles, que se compone
de muchas ramas; así también el códex tiene mucho libros.
2. Volumen (rollo): se llama a volvendo, de revolver, y así se dice entre los hebreos el
volumen de la ley y los volúmenes de los profetas.
3. Líber es la membrana que tienen los árboles entre la corteza y la madera; de ella dice
Virgilio (Egl., 10, v. 67): "Alta liber aret in ulmo." ("El liber se seca en el alto olmo.")
De aquí vino el nombre de libro, porque antes del uso del papel y membrana animal se
hacían los libros de esta membrana vegetal, que se llama liber, de ahí también que a los
copistas se les llamara librarías.»
San Isidoro. Capítulo XIV. De los que hacían los libros y sus instrumentos
«1. Los librarías (copistas) antes se llamaban bibliopolas, del griego biblon. Los
librarios se llaman también anticuarios; pero propiamente librarios son los que escriben
tanto los libros antiguos como los nuevos, y anticuarios los que solamente copiaban los
antiguos, y de ahí tomaron su nombre.
2. El nombre de escriba, o escribiente, viene de escribiendo, expresando su oficio el
mismo vocablo.
3. Los instrumentos del escriba son la caña y la pluma. El primero está tomado del reino
vegetal, y la pluma es de ave. Su extremidad se divide en dos, conservando la unidad de
la pluma, significando que en aquella división que se hace en el extremo fino de la
pluma se representan el Antiguo y el Nuevo Testamento, con los cuales se expresa el
sacramento de la palabra, difundida por la sangre de la pasión.
4. Se llama cálamo porque pone la unta sobre el papel. Los marinos usan este verbo
calare en el significado de poner.»
San Isidoro, Etimologías.

• Comentario libre

TEXTO 4
San Agustín. Interiorización
«Reconoce, pues, cuál es la suprema congruencia. No quieras derramarte fuera; entra
dentro de ti mismo, porque en el hombre interior reside la verdad; y si hallares que tu
naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo, mas no olvides que, al remontarte sobre
las cimas de tu ser, te elevas sobre tu alma, dotada de razón. Encamina, pues, tus pasos
allí donde la luz de la razón se enciende. Pues, ¿a dónde arriba todo buen pensador sino
a la verdad? La cual no se descubre a sí misma mediante el discurso, sino es más bien la
meta de toda dialéctica racional. Mírala como la armonía superior posible y vive en
conformidad con ella. Confiesa que tú no eres la Verdad, pues ella no se busca a sí

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misma, mientras tú le diste alcance por la investigación, no recorriendo espacios, sino
con el afecto espiritual.»
San Agustín, De la verdadera religión.
Preguntas
1. Explica el significado de las expresiones «entra dentro de ti mismo» y «trasciéndete a
ti mismo».
2. Explica cuál es, según San Agustín, el camino hacia la verdad.
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona la teoría de la verdad agustiniana con otra teoría de la Historia de la
Filosofía.

TEXTO 5
El Sol divino
«Inteligible es Dios, y al mismo orden inteligible pertenecen las verdades y teoremas de
las artes; con todo, difieren mucho entre sí. Porque visible es la Tierra, lo mismo que la
luz; pero aquella no puede verse si no está iluminada por ésta. Luego tampoco los
axiomas de las ciencias, que sin ninguna hesitación retenemos como verdades evidentes,
se ha de creer que podemos entenderlos sin la radiación de un Sol especial. Así, pues,
como en el Sol visible podemos notar tres cosas: que existe, que esplende, que ilumina,
de un modo análogo, en el secretismo Sol divino a cuyo conocimiento aspiras, tres
cosas se han de considerar que existe, que se clarea y resplandece en el conocimiento,
que hace inteligibles las demás cosas. Atréveme, pues, a llevarte a la noticia de las dos
cosas: de Dios y del alma, pero antes respóndeme que te parece de lo dicho.»
San Agustín, Soliloquios.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de la expresión: «verdades evidentes» y del término:
«alma».
2. ¿Cuáles son los argumentos que esgrime San Agustín para afirmar la existencia de
Dios?
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona esta prueba de la existencia de Dios con otras habidas en la Historia de la
Filosofía y expón, razonadamente, tu visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 6
San Agustín. Del deseo de entender lo que creemos
«– Agustín: Pues, si respecto a la existencia de Dios juzgas prueba suficiente el que nos
ha parecido que debemos creer a varones de tanta autoridad, sin que se no pueda acusar
de temerarios, ¿por qué, dime, respecto de estas cosas que hemos determinado
investigar, como si fueran inciertas y absolutamente desconocidas, no piensas lo mismo,
o sea, que, fundados en la autoridad de tan grandes varones, debamos creerlas tan
firmemente que no debamos gastar más tiempo en su investigación?
– Evandro: Es que nosotros deseamos saber y entender lo que creemos.
– Agustín: Veo que te acuerdas perfectamente del principio indiscutible que
establecimos en los mismos comienzos de la cuestión precedente: si el creer no fuese
cosa distinta del entender, y no hubiéramos de creer antes las grandes y divinas

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verdades que deseamos entender, sin razón habría dicho el profeta: Si no creyereis, no
entenderéis. El mismo Señor exhortó también a creer primeramente en sus dichos y en
sus hechos a aquéllos a quienes llamó a la salvación. Mas después, al hablar del don que
había de dar a los creyentes, no dijo: Ésta es la vida eterna, que crean en mí; sino que
dijo: Ésta es la vida eterna, que te conozcan a tí, solo Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien enviaste. Después, a los que ya creían, les dice: Buscad y hallaréis; porque no se
puede decir que se ha hallado lo que se crea sin entenderlo, y nadie se capacita para
hallar a Dios si antes no creyere lo que ha de conocer después. Por lo cual, obedientes a
los preceptos de Dios, seamos constantes en la investigación, pues iluminados con su
luz encontraremos lo que por su consejo buscamos, en la medida que estas cosas pueden
ser halladas en esta vida por hombres como nosotros.»
San Agustín, Del libre albedrío.
Preguntas
1. Explica el significado en el texto agustiniano de las expresiones evangélicas «si no
creéis, no entenderéis», «buscad y hallaréis».
2. Explica cuál es, según San Agustín, las relaciones entre fe y razón.
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona la teoría de la verdad agustiniana con otra de la Historia de la Filosofía, y
expón, razonadamente, tu visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 7
San Anselmo. La existencia de Dios se puede probar por la razón
«Así, pues, oh Señor, tú que das entendimiento a la fe, concédeme, cuanto conozcas que
me sea conveniente, entender que existes como creemos, y que eres lo que creemos.
Ciertamente, creemos que eres algo mayor que lo cual nada puede ser concebido.
¿Pero acaso existe una naturaleza que sea tal, puesto que el insensato ha dicho en su
corazón: Dios no existe.
Pero cuando me oye decir "algo mayor que lo cual nada puede ser concebido", este
mismo insensato entiende lo que oye; y lo que entiende está en su entendimiento,
incluso aunque no entienda que existe.
Porque una cosa es que la cosa exista en el entendimiento, y otra cosa es que entienda
que la cosa existe. Porque cuando el pintor piensa de antemano lo que va a hacer, lo
tiene ciertamente en el entendimiento, pero no entiende aún que exista lo que aún no ha
realizado. Cuando, por el Contrario, lo tiene pintado, no solamente lo tiene en el
entendimiento, sino que entiende también que existe lo que ha hecho. El insensato,
pues, tiene que conceder que tiene en el entendimiento algo mayor que lo cual nada
puede ser concebido, porque cuando oye esto lo entiende, y todo lo que se entiende
existe en el entendimiento.
Y ciertamente, aquello mayor que lo cual nada puede ser concebido no puede existir
solo en el entendimiento. Pues si existe solamente en el entendimiento, puede
concebirse que exista también en la realidad, lo cual es mayor. Por consiguiente, si
aquello mayor que lo cual nada puede ser concebido existe solo en el entendimiento,
entonces esto mismo, es decir, aquello mayor que lo cual nada puede ser concebido será
aquello mayor que lo cual algo puede ser concebido. Pero esto ciertamente no puede
ser.
Luego existe, sin duda alguna, en el entendimiento y en la realidad algo mayor que lo
cual nada puede ser concebido.

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Y esto existe tan realmente que ni es posible concebir que no exista.
En efecto, es posible concebir que existe algo tal que no puede concebirse que no exista.
Y esto es mayor que aquello que puede concebirse que no existe.
Por tanto, si aquello mayor que lo cual nada puede ser concebido puede ser concebido
como no existente, entonces esto mismo, a saber, aquello mayor que lo cual nada puede
ser concebido no es aquello mayor que lo cual nada puede ser concebido. Lo cual es
inconsistente.
Por consiguiente, algo mayor que lo cual nada puede ser concebido existe tan realmente
que ni es posible concebir que no exista.»
San Anselmo, Proslogion.

• Comentario libre

TEXTO 8
Santo Tomás de Aquino. Las verdades divinas
«Es también necesaria la fe en estas verdades para tener un conocimiento más veraz de
Dios. Únicamente poseeremos un conocimiento verdadero de Dios cuando creamos que
su ser está sobre todo lo que podemos pensar de Él, ya que la sustancia divina trasciende
el conocimiento natural del hombre, como más arriba se dijo. Porque el hecho de que se
proponga al hombre alguna verdad divina que excede a la razón humana, le afirma en el
convencimiento de que Dios está por encima de lo que se puede pensar.»
Santo Tomás, Suma contra gentiles.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás los términos «fe» y
«conocimiento».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 9
Santo Tomás de Aquino. La teología es la ciencia suprema
«Pero adviértase que, en las ciencias filosóficas, las inferiores no solo no prueban sus
principios, sino que tampoco discuten con quienes los niegan, dejando esto a cargo de
otra ciencia superior; y, en cambio, la suprema entre ellas, la metafísica, mantiene
controversia con el que niega sus principios, siempre que el adversario admita algo,
puesto que, si nada admite, no queda medio de discutir con él; no obstante lo cual, se
pueden resolver sus objeciones. Así, pues, como la ciencia sagrada no tiene superior a
ella, discute también con quienes niegan sus principios; y si el adversario admite algo de
la divina revelación, lo hace argumentando; y por eso empleamos la autoridad de la
sagrada doctrina para argüir contra los herejes y utilizamos un artículo de la fe contra
los que niegan otro. Claro está que, si el adversario no cree cosa alguna de lo revelado
por Dios, no quedan medios para hacerle ver con razones los artículos de fe; pero sí los
hay para resolver sus objeciones en caso de que las ponga, porque, asentada como está

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la fe en la verdad infalible y siendo imposible demostrar lo que es opuesto a la verdad,
es evidente que las pruebas aducidas contra lo que es de fe no son demostraciones, sino
argumentos que tienen solución.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás los términos
«metafísica», «ciencia sagrada», «hereje».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 10
Santo Tomás de Aquino. El conocimiento de Dios es analógico
«Es imposible decir cosa alguna de Dios y de las criaturas en sentido unívoco. La razón
de esto es porque todo efecto desproporcionado con el poder activo de su causa agente,
recibe la semejanza del agente, no total y perfecta, sino deficiente, de tal manera que las
perfecciones que en los efectos son múltiples y están divididas, en la causa están unidas
y simplificadas, a la manera como el Sol con una misma energía produce en los seres
inferiores formas varias y multiformes. Pues de la misma manera, las perfecciones que
en las criaturas están diseminadas y dispersas, preexisten y están identificadas en Dios,
según ya hemos dicho; y, por tanto, cuando a las criaturas se aplica algún nombre de
perfección, éste la significa o expresa como cosa de naturaleza distinta de todo lo demás
que hay en aquella criatura. Por ejemplo, cuando aplicamos a un hombre el calificativo
de "sabio", significamos una perfección distinta de su esencia, de su poder, de su ser y
de todo lo demás. Pero cuando aplicamos este calificativo a Dios, no pretendemos
significar cosa distinta de la esencia, del poder o del saber divinos; y por esto, cuando el
término "sabio" se aplica al hombre, en cierto modo circunscribe y diferencia la
cualidad significada; pero cuando se aplica a Dios, deja la cualidad significada como
algo no delimitado que desborda el significado del término. Por donde se ve que el
término "sabio", y otro cualquiera, no se aplica en el mismo sentido al hombre y a Dios,
y, por tanto, que no hay término alguno que se aplique unívocamente a Dios y a las
criaturas.
Mas tampoco se les aplican en sentido puramente equívoco, como han querido algunos,
pues en este caso no sería posible conocer ni demostrar cosa ninguna referente a Dios, y
se incurriría siempre en la falacia llamada de equivocación, todo ello opuesto, lo mismo
a los filósofos, que demuestran muchas cosas de Dios, que al Apóstol cuando dice: “lo
invisible de Dios se alcanza a conocer por medio de las criaturas.”
Por consiguiente, se ha de decir que estos nombres se aplican a Dios y a las criaturas
por modo de analogía, o sea, de proporción, que, tratándose de nombres, puede ocurrir
de dos maneras: o porque muchos términos guardan proporción con uno solo, v. gr., el
término “sano”, que se aplica a la medicina y a la orina –porque ambas cosas dicen
orden y guardan proporción con la salud del animal, una como signo y otra como
causa–, o bien porque uno guarda proporción con otro, como el mismo término “sano”,
que se aplica a la medicina y al animal, por cuanto la medicina es causa de la salud del
animal. Y de este segundo modo es como decimos algunas cosas de Dios y de las

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criaturas, en sentido no unívoco ni puramente equivoco, sino analógico, pues, según
hemos dicho, no podemos denominar a Dios más que por las criaturas. Por
consiguiente, lo que se diga de Dios y de las criaturas, se dice en cuanto hay cierto
orden de la criatura a Dios como a principio y causa en la que preexisten de modo más
elevado todas las perfecciones de los seres.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.

• Comentario libre

TEXTO 11
Santo Tomás de Aquino. La existencia de Dios puede demostrarse por sus efectos
«¿Puede demostrarse la existencia de Dios?
Hay dos clases de demostración: una que se funda en la causa y que se llama propter
quid, y ésta es a priori absolutamente hablando, y otra que se funda en el efecto, y se
llama demonstratio quia, y ésta es a priori relativamente a nosotros. Porque cuando un
efecto nos es más conocido que su causa, por el efecto llegamos al conocimiento de la
causa: puesto que acerca de cualquier efecto puede demostrarse que existe su causa
propia, con tal que los dichos efectos sean para nosotros más conocidos [que la causa];
porque, cuando los efectos dependen de su causa, puesto el efecto, necesariamente
preexiste la causa. Por consiguiente, la existencia de Dios, que con relación a nosotros
no es evidente por sí misma, puede ser demostrable para nosotros por los efectos que de
Él conocemos.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás los términos «causa»
y «efecto».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 12
Santo Tomás de Aquino. La enseñanza sagrada es sabiduría
«¿La enseñanza sagrada es sabiduría? La ciencia sagrada es, entre todas las sabidurías
humanas la sabiduría por excelencia, no solo en un aspecto determinado sino
absolutamente hablando.
Porque, por lo mismo que pertenece al sabio ordenar y juzgar, y que las cosas inferiores
se juzgan según una causa más alta, se llama sabio en cada género a aquel que considera
la causa más elevada de este género. Así, respecto de un edificio se llama sabio al
artífice que forma el plano de la obra, a quien se da el nombre de arquitecto, respecto de
los demás obreros, que trabajan las maderas o que preparan las piedras. Esto es lo que
hace decir al Apóstol (Cor., 3, 10): He establecido los cimientos del edificio, como un
sabio arquitecto. En el curso ordinario de la vida se llama sabio al hombre prudente, en
cuanto dispone sus actos al debido fin, según esta sentencia de la Escritura (Prov., 10,
23): la sabiduría para el hombre es la prudencia. Por lo tanto, se llama sabio por

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excelencia al que considera la causa absolutamente más elevada de todo el universo, que
es Dios. He aquí por qué se llama sabiduría al conocimiento de las cosas divinas, como
se ve en San Agustín (De la Trín., lib. 12, cap. 14). Ahora bien: la ciencia sagrada se
ocupa muy especialmente de Dios, como de la primera de todas las causas; dándole a
conocer, no solo en lo que puede ser conocido por medio de las criaturas (cosa que
alcanzaron los filósofos), como dice San Pablo (Rom., 1, 19): lo que se puede conocer
de Dios, les es manifiesto a ellos; sino que todavía enseña lo que sólo el mismo Dios
conoce de sí mismo y ha comunicado a otros por medio de la revelación.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.

• Comentario Libre

TEXTO 13
Santo Tomás de Aquino. Las verdades que la razón no puede investigar
propónense convenientemente a los hombres por la fe para que las crean
«Creen algunos que no debe ser propuesto al hombre como de fe lo que la razón es
incapaz de comprender, por qué la divina sabiduría provee a cada uno según su
naturaleza. Se ha de probar que también es necesaria al hombre la proposición por vía
de fe de las verdades que superan la razón. En efecto, nadie tiende a algo por un deseo o
inclinación sin que le sea de antemano conocido. Y porque los hombres están ordenados
por la Providencia divina a un bien más alto que el que la limitación humana puede
gozar en esta vida –como estudiaremos más adelante–, es necesario presentar al alma un
bien superior, que trascienda las posibilidades actuales de la razón, para que así aprenda
a desear algo y tender diligentemente a lo que está totalmente sobre el estado de la
presente vida. Y esto pertenece únicamente a la religión cristiana, que promete
especialmente los bienes espirituales y eternos; por eso en ella se proponen verdades
que superan a la investigación racional. La ley antigua, en cambio, que prometía bienes
temporales, expuso muy pocas verdades no accesibles a la razón natural. En este
sentido, se esforzaron los filósofos por conducir a los hombres de los deleites sensibles
a la honestidad, por enseñar que hay bienes superiores a los sensibles, cuyo sabor,
mucho más suave, únicamente lo gozan los que se entregan a la virtud en la vida activa
y contemplativa.
Es también necesaria la fe en estas verdades para tener un conocimiento más veraz de
Dios. Únicamente poseeremos un conocimiento verdadero de Dios cuando creamos que
su ser está sobre todo lo que podemos pensar de Él, ya que la sustancia divina trasciende
el conocimiento natural del hombre, como más arriba se dijo. Porque el hecho de que se
proponga al hombre alguna verdad divina que excede a la razón humana, le afirma en el
convencimiento de que Dios está por encima de lo que se puede pensar.
La represión del orgullo, origen de errores, nos indica una nueva utilidad. Hay algunos
que, engreídos con la agudeza de su ingenio, creen que pueden abarcar toda la
naturaleza de un ser, y piensan que es verdadero todo lo que ellos ven y falso lo que no
ven. Para librar, pues, al alma humana de esta presunción y hacerla venir a una humilde
búsqueda de la verdad, fue necesario que se propusieran al hombre divinamente ciertas
verdades que excedieran plenamente la capacidad de su entendimiento.
Otra razón de utilidad hay en lo dicho por el Filósofo: cierto Simónides, queriendo
persuadir al hombre a abandonar el estudio de lo divino y a aplicarse a las cosas
humanas, decía que al hombre le estaba bien conocer lo humano y al mortal lo mortal.

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Y el Filósofo argumentaba contra él de esta manera: El hombre debe entregarse, en la
medida que le sea posible, al estadio de las verdades inmortales y divinas. Por eso en el
libro XI de Acerca de los animales dice que, aunque sea muy poco lo que captamos de
las sustancias superiores, este poco es más amado y deseado que todo el conocimiento
de las sustancias inferiores. Si al proponer, por ejemplo, cuestiones sobre los cuerpos
celestes –dice también en el libro II de Sobre el cielo– son éstas resueltas, aunque sea
por una pequeña hipótesis, sienten los discípulos una gran satisfacción. Todo esto
manifiesta que, aunque sea imperfecto el conocimiento de las sustancias superiores,
confiere al alma una gran perfección, y, por lo tanto, la razón humana se perfecciona si,
a lo menos, posee de alguna manera por la fe lo que no puede comprender por estar
fuera de sus posibilidades naturales.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás los términos «fe»,
«razón», «verdades».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 14
Guillermo de Ockham. Conocimiento de lo individual
«Es igualmente obvio que nuestro entendimiento, en el estado actual, no solo conoce
intuitivamente lo sensible, sino que también conoce, individual e intuitivamente, ciertas
realidades inteligibles que en modo alguno caen bajo el sentido y que no son sensibles
en mayor medida que lo es la sustancia separada: a este conjunto pertenecen las
intelecciones, los actos de voluntad, la delectación consiguiente, la tristeza, etc., de cuya
presencia en sí mismo tiene el hombre experiencia y que, sin embargo, no son sensibles
ni caen bajo sentido alguno. Que tales afecciones son conocidas por nosotros individual
e intuitivamente, es obvio, ya que esta proposición: "yo entiendo" es conocida con
evidencia.»
Guillermo de Ockham, Comentario al libro de las sentencias.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «intuitivamente»,
«sensible», «inteligible».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 15

91
Guillermo de Ockham. El conocimiento deriva de la experiencia
«Ahora bien, es cierto que estas verdades pueden conocerse con evidencia, así como
que todo conocimiento complejo se reduce, en último término, al conocimiento no
complejo de los términos. Por tanto, tales términos han de poder ser conocidos por
medio de alguna forma de conocimiento distinta de aquella en cuya virtud no es posible
conocer estas verdades contingentes: pueden ser conocidas, pues, por medio del
conocimiento intuitivo. Y ésta es la forma de conocimiento a partir de la cual comienza
el conocimiento experiencial: en efecto y de modo universal, quien puede poseer
conocimiento experiencial de alguna verdad contingente y, mediante ella, acerca de
alguna verdad necesaria, tiene cierto conocimiento no complejo de algún término o
cosa, conocimiento del cual carece quien no puede poseer tal conocimiento
experiencial.»
Guillermo de Ockham, Comentario al libro de las sentencias.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «evidencia»,
«experiencial», «verdad contingente».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando tu actualidad.

TEXTO 16
Guillermo de Ockham. Solo existe lo singular
«Por consiguiente, hay que decir que todo universal es una cosa singular y, por lo tanto,
no es universal si no es por su significación, en cuanto es signo de muchos; así como
decimos que el Sol es causa universal, y, sin embargo, es una cosa particular y singular,
pues el Sol se dice causa universal porque es causa de muchas cosas, es decir, de todos
estos seres inferiores generales y corruptibles; y es llamado causa particular, porque es
una causa y no muchas causas. Así también se dice universal la intención del alma,
porque es un signo predicable de muchos; y es llamado singular porque es una cosa y no
muchas.»
Guillermo de Ockham, Summa totius logicae.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «universal», «causa»,
«predicable».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 17

92
Guillermo de Ockham. El universal solo existe en el alma
«En efecto, que ningún universal es alguna sustancia existente fuera del alma se puede
probar evidentemente. Primero, así: ningún universal es una sustancia singular y
numeralmente una, pues si se dijera que lo es, se seguiría que Sócrates sería un
universal, porque no existe mayor razón para que un universal sea una sustancia
singular que otra cualquiera. Por consiguiente, ninguna sustancia singular es un
universal, pues toda sustancia es una numeralmente y singular, porque toda cosa es una
cosa y no muchas cosas; si, pues, es una cosa y no muchas, es una numeralmente, pues
esto es llamado por todos uno numeralmente.»
Guillermo de Ockham, Summa totius logicae.

• Comentario libre.

93
94
TEMA 7: DEL IUSNATURALISMO A LAS TEORÍAS POLÍTICAS
RENACENTISTAS

TEXTO 1
Cicerón. No violar el Derecho divino y humano
«Ejercita tú el alma en lo mejor, y es lo mejor los desvelos por la salvación de la patria,
movida y adiestrada por los cuales, el alma volará más velozmente a esta su sede y
propia mansión; y lo hará con mayor ligereza, si, encerrada en el cuerpo, se eleva más
alto, y, contemplando lo exterior, se abstrae lo más posible del cuerpo. En cambio, las
almas de los que se dieron a los placeres corporales haciéndose como servidores de
éstos violando el Derecho divino y humano por el impulso de los instintos dóciles a los
placeres, andarán vagando alrededor de la misma Tierra, cuando se liberen de sus
cuerpos, y no podrán regresar a este lugar sino tras muchos siglos de tormento.»
Cicerón, Sobre la República.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «se eleva más alto»,
«impulso de los instintos dóciles a los placeres», «liberen de los cuerpos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 2
San Agustín. Del respeto a la diversidad de leyes por parte del cristiano
«La ciudad celestial, durante su peregrinación, va llamando ciudadanos por todas las
naciones y formando de todas las lenguas una sociedad viajera. No se preocupa de la
diversidad de leyes, de costumbres ni de institutos, que resquebrajan o mantienen la paz
terrena. Ella no suprime ni destruye nada, antes bien lo conserva y acepta, y ese
conjunto, aunque diverso en las diferentes naciones, se flecha, con todo, a un único y
mismo fin, la paz terrena, si no impide la religión que enseña que debe ser adorado el
Dios único, sumo y verdadero.»
San Agustín, La ciudad de Dios.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de San Agustín las expresiones
«sociedad viajera», «ciudadanos por todas las naciones», «paz terrena».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

95
TEXTO 3
San Agustín. La paz que buscan las dos ciudades
«Mas los hombres que no viven de la fe buscan la paz terrena en los bienes y
comodidades de esta vida. En cambio los hombres que viven de la fe esperan en los
bienes futuros y eternos, según la promesa. Y usan de los bienes terrenos y temporales
como viajeros. Éstos no los prenden ni los desvían del camino que lleva a Dios sino que
los sustentan para tolerar con más facilidad y no aumentar las cargas del cuerpo
corruptible, que apega al alma. Por tanto, el uso de los bienes necesarios a esta vida
mortal es común a las dos clases de hombres y a las dos casas; pero, en el uso, cada uno
tiene un fin propio y un pensar muy diverso del otro. Así, la ciudad terrena, que no vive
de la fe, apetece también la paz, pero fija la concordia entre los ciudadanos que mandan
y los que obedecen en que sus quereres estén acordes de algún modo en lo concerniente
a la vida mortal. Empero, la ciudad celestial, o mejor, la parte de ella que peregrina en
este valle y vive de la fe, usa de esta paz por necesidad, hasta que pase la mortalidad,
que precisa de tal paz. Y por eso, mientras que ella está como viajero cautivo en la
ciudad terrena, donde ha recibido la promesa de su redención y el don espiritual como
prenda de ella, no duda en obedecer estas leyes que reglamentan las cosas necesarias y
el mandamiento de la vida mortal. Y como ésta es común, entre las dos ciudades hay
concordia con relación a esas cosas.»
San Agustín, La ciudad de Dios.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de San Agustín las expresiones «bienes
futuros», «ciudad celestial», «mandamientos de la vida mortal».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
Santo Tomás. La ley eterna
«Como ya dijimos, la ley no es más que el dictamen de la razón práctica en el soberano
que gobierna una sociedad perfecta. Pero es manifiesto –supuesto que el mundo está
regido por la divina Providencia, como ya quedó demostrado en la Primera Parte– que
todo el conjunto del universo está sometido al gobierno de la razón divina. Por
consiguiente, esa razón del gobierno de todas las cosas, existente en Dios como en
supremo monarca del universo, tiene carácter de ley. Y como la razón divina no concibe
nada en el tiempo, sino que su concepción es eterna, por fuerza la ley de que tratamos
debe llamarse eterna.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.

96
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás «ley», «Providencia»,
«razón divina».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 5
Santo Tomás. La ley natural
«Siendo la ley, como ya hemos dicho, regla y medida, puede encontrarse en un sujeto
de dos maneras: como en sujeto activo, que regula y mide, o como en sujeto pasivo,
regulado y medido; porque una cosa participa de una regla y medida en cuanto es
regulada y medida por ella. Por eso, como todas las cosas, que están sometidas a la
divina Providencia, sean reguladas y medidas por la ley eterna, como consta por lo
dicho, es manifiesto que todas las cosas participan de la ley eterna de alguna manera, a
saber: en cuanto que por la impresión de esa ley tienen tendencia a sus propios actos y
fines. La criatura racional, entre todas las demás, está sometida a la divina Providencia
de una manera especial, ya que se hace partícipe de esa providencia, siendo providente
sobre sí y para los demás. Participa, pues, de la razón eterna; ésta le inclina
naturalmente a la acción debida y al fin. Y semejante participación de la ley eterna en la
criatura racional se llama ley natural. Por eso el salmista, después de haber cantado:
"Sacrificad un sacrificio de justicia", añadió, para los que preguntan cuáles son las obras
de justicia: "Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?"; y, respondiendo a esta
pregunta, dice: "La luz de tu rostro, Señor, ha quedado impresa en nuestras mentes",
como si la luz de la razón natural, por la cual discernimos lo bueno y lo malo –tal es el
fin de la ley natural–, no fuese otra cosa que la impresión de la luz divina en nosotros.
Es, pues, evidente que la ley natural no es más que la participación de la ley eterna en la
criatura racional.»
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica.
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás las expresiones «ley
eterna», «ley natural».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 6
Santo Tomás. Los preceptos de la ley natural
«Y puesto que el bien tiene naturaleza de fin, y el mal naturaleza de lo contrario, todas
las cosas hacia las que el hombre siente inclinación natural son aprehendidas
naturalmente por la inteligencia como buenas y, por consiguiente, como necesariamente
practicables; y sus contrarias, como malas y vitandas. Por tanto, el orden de los

97
preceptos de la ley natural es paralelo al orden de las inclinaciones naturales. En efecto,
el hombre, en primer lugar, siente una inclinación hacia un bien, que es el bien de su
naturaleza; esa inclinación es común a todos los seres, pues todos los seres apetecen su
conservación conforme a su propia naturaleza. Por razón de esta tendencia, pertenecen a
la ley natural todos los preceptos que contribuyen a conservar la vida del hombre y a
evitar sus obstáculos. En segundo lugar, hay en el hombre una inclinación hacia bienes
más particulares, conformes a la naturaleza que él tiene común con los demás animales;
y en virtud de esta inclinación decimos que pertenecen a la ley natural aquellas cosas
que “la naturaleza ha enseñado a todos los animales”, tales como la comunicación
sexual, la educación de la prole, etc. Finalmente, hay en el hombre una inclinación al
bien correspondiente a su naturaleza racional, inclinación que es específicamente suya;
y así el hombre tiene tendencia natural a conocer las verdades divinas y a vivir en
sociedad. Desde este punto de vista, pertenece a la ley natural todo lo que se refiere a
esa inclinación, v. gr., desterrar la ignorancia, evitar las ofensas a aquellos entre los
cuales tiene uno que vivir, y otros semejantes, concernientes a dicha inclinación.»
Santo Tomás, Suma Teológica.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás las expresiones
«preceptos que contribuyen a conservar la vida del hombre», «verdades divinas».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 7
Santo Tomás. La ley natural y la ley positiva
«Pero hay que notar que una cosa puede derivarse de la ley natural de dos modos:
primero, como las conclusiones se derivan de los principios; segundo, por vía de
determinación, como determinaciones de ciertas nociones comunes. El primer modo es
semejante al de las ciencias, en que de los principios se sacan conclusiones
demostrativas. El segundo tiene semejanza con lo que sucede en las artes: las formas
genéricas se concretan en algo particular; v. gr., el arquitecto concreta la forma genérica
de casa en este o en aquel modelo de casa. Análogamente, algunas cosas se derivan de
los principios comunes de la ley natural por vía de conclusiones. Y así, el principio "no
se debe matar" puede derivarse como una conclusión de aquel que se enuncia así: "no se
debe hacer mal a otro". Otras se derivan por vía de determinación. Así, la ley natural
ordena que el que peca sea castigado; pero que se deba castigar a tal sujeto o con tal
pena, es una determinación de la ley natural.
Ambos modos se dan en las leyes instituidas por los hombres. Pero los preceptos que se
derivan del primer modo están contenidos en la ley humana, y tienen vigor no solo
porque son leyes humanas, sino también porque reciben alguna fuerza de la ley natural.
Los que se derivan del segundo modo tienen tan solo la fuerza que les comunica la ley
humana.»
Santo Tomás, Suma Teológica.

98
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Santo Tomás las expresiones «ley
humana», «ley natural», «vía de determinación».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 8
Ockham. Se debe investigar el poder del Papa
«El Papa –si no se empeña en tiranizar a sus súbditos y quiere, como está obligado,
gobernar con suavidad y justicia a los mismos– no debe molestarse sino alegrarse de
que los estudiosos se esfuercen en investigar la naturaleza de su poder. Si una
investigación de este tipo le llegara a preocupar, cabría sospechar que no está satisfecho
dentro de los fines legítimos de su propio poder. Porque, si el súbdito que rehuye el
juicio se muestra sospechoso de su justicia, de la misma manera el superior que se
entristece o se ofende está demostrando que no quiere caminar dentro de los límites de
la justicia cuando sus súbditos tratan de saber qué clase de poder tiene sobre ellos.
El Papa, por tanto, se ha de considerar como sospechoso de querer tiranizar si se irrita
ante tal investigación. Recuérdese, además, aquello que dice el Apóstol: "que la caridad
se alegra con la verdad". Y aquello: "la verdad que se criba con más frecuencia, más
brilla a la luz". Y la verdad se criba cuando se discute seriamente con argumentos
contrarios. En consecuencia, si el papa quiere conducirse con caridad entre sus súbditos,
se congratulará de la solícita investigación acerca de su poder. Además, el Papa no debe
ofenderse de una seria investigación de aquella verdad que él mismo tiene que enseñar a
otros. El Papa está obligado a enseñar a otros qué poder tiene sobre ellos, sobre todo el
que dice tener de parte de las Escrituras, ya que las ha de predicar a los demás. Así lo
manda el mismo Cristo, que dijo a los Apóstoles: "enseñadles, es decir, a todas las
gentes, a observar lo que os he mandado".»
Ockham, Sobre el gobierno tiránico del Papa.
• Comentario libre

TEXTO 9
Ockham. El poder del Papa
«No pertenece a los teólogos fundamentalmente saber e investigar qué poder tiene el
Papa, no de Dios solo, sino de los hombres. Corresponde a expertos en Derecho Civil y
a aquellos que conocen qué bienes, posesiones, jurisdicciones, libertades y derecho les
fueron concedidos a los romanos pontífices por emperadores, reyes, príncipes y
cualesquiera otros. Todo esto se puede saber, no por las Escrituras Sagradas –pues en
ellas no se hace mención alguna de tales cosas–, sino a través de los derechos de los
emperadores, que nos ofrecen abundantes testimonios los mismos, y por medio de
documentos, privilegios y cartas de emperadores, reyes, príncipes y otras personas que
enriquecieron a la Iglesia romana con pingües donaciones.

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No obstante, ante la duda de si tal poder es contrario sea a la ley divina, sea al Derecho
Natural o al mismo estado y condición del Sumo Pontífice, se ha de discutir en
principio por las Sagradas.»
Ockham, Sobre el gobierno tiránico del papa.

• Comentario libre

TEXTO 10
Tomás de Vitoria. El Derecho de gentes
«El derecho de gentes no solo tiene fuerza por el pacto y convenio de los hombres, sino
que tiene verdadera fuerza de ley. El orbe todo, que en cierto modo es una república,
tiene el poder de dar leyes justas y a todos convenientes, como son las del Derecho de
gentes. De donde se desprende que pecan mortalmente los que violan los derechos de
gentes, sea de paz, sea de guerra, y particularmente en asuntos tan graves como la
inviolabilidad de los embajadores. A ninguna nación, en efecto, le es lícito eximirse del
Derecho de gentes, porque está promulgado por la autoridad de todo el orbe.»
Francisco de Vitoria, Potestate civili.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Tomás de Vitoria las expresiones
«derecho de gentes», «pacto», «inviolabilidad de los embajadores».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófico-jurídica y expón,
razonadamente, tu visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 11
Francisco Suárez. El poder dado por Dios reside en el pueblo
«Sin la menor ambigüedad y de una manera evidente puede afirmarse que la autoridad
política viene inmediatamente de Dios, y que sin embargo, a los reyes y corporaciones
soberanas se la han entregado inmediatamente no Dios sino los hombres, la soberanía
civil, mirada en sí misma, la dio Dios inmediatamente a los hombres reunidos en ciudad
o comunidad política perfecta, no por una institución especial y –como quien dice–
positiva, ni por una donación completamente distinta de la producción de tal naturaleza,
sino por natural consecuencia en fuerza de su primera creación. Por consiguiente, en
fuerza de tal donación, ese poder no reside en una persona ni en una determinada
agrupación de muchas, sino en todo el pueblo perfecto o cuerpo de la comunidad.»
Francisco Suárez, Defensio fidei catholicae.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Suárez las expresiones «autoridad
política» y «soberanía civil».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

100
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 12
Francisco Suárez. La obediencia al príncipe
«La sujeción de toda una comunidad humana a un príncipe: inmediatamente procede de
la voluntad de la comunidad, y por eso inmediatamente proviene del hombre y es de
derecho humano, aunque tenga su origen en el poder natural que la comunidad recibió
de su autor sobre sí misma. En estas palabras se ponen dos cosas como distintas, a
saber, elegir a aquel que ha de ser rey, y ponerle por rey: lo primero se lo reserva Dios
para sí, en cambio lo segundo lo concede o deja al pueblo.»
Francisco Suárez, Defensio fidei catholicae.

• Comentario libre

TEXTO 13
Maquiavelo. Las virtudes del príncipe
«Dejando, pues, a un lado las fantasías, y preocupándonos solo de las cosas reales, digo
que todos los hombres, cuando se habla de ellos, y en particular los príncipes, por
ocupar posiciones más elevadas, son juzgados por algunas de estas cualidades que les
valen o censura o elogio. Uno es llamado pródigo, otro tacaño (y empleo un término
toscano, porque "avaro", en nuestra lengua, es también el que tiende a enriquecerse por
medio de la rapiña, mientras que llamamos "tacaño" al que se abstiene demasiado de
gastar lo suyo); uno es considerado dadivoso, otro rapaz; uno cruel, otro clemente; uno
traidor, otro leal; uno afeminado y pusilánime, otro decidido y animoso; uno humano,
otro soberbio; uno lascivo, otro casto; uno sincero, otro astuto; uno duro, otro débil; uno
grave, otro frívolo; uno religioso, otro incrédulo, y así sucesivamente. Sé que no habría
nadie que no opinase que sería cosa muy loable que, de entre todas las cualidades
nombradas, un príncipe poseyese las que son consideradas buenas; pero como no es
posible poseerlas todas, ni observarlas siempre, porque la naturaleza humana no lo
consiente, le es preciso ser tan cuerdo que sepa evitar la vergüenza de aquellas que le
significarían la pérdida del Estado, y, si puede, aún de las que no se lo harían perder;
pero si no puede no debe preocuparse gran cosa, y mucho menos de incurrir en la
infamia de vicios sin los cuales difícilmente podría salvar el Estado, porque si
consideramos esto con frialdad, hallaremos que, a veces, lo que parece virtud es causa
de ruina, y lo que parece vicio solo acaba por traer el bienestar y la seguridad.»
Maquiavelo, El príncipe.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «Dejando a un lado las
fantasías», «lo que parece virtud es causa de ruina».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

101
TEXTO 14
Maquiavelo. Cosas útiles para el príncipe nuevo
«Es incontestable que los príncipes son grandes cuando superan a las dificultades y
resistencias que se les oponen. Pues bien, la fortuna, cuando ella quiere elevar a un
príncipe nuevo, que tiene mucha más necesidad que un príncipe hereditario de adquirir
fama, le suscita enemigos y le inclina a varias empresas contra ellos a fin de que él
tenga ocasión de triunfar, y con la escala que se le trae en cierto modo por ellos suba
más arriba. Por esto piensan muchas gentes que un príncipe sabio debe, siempre que le
es posible, proporcionarse con arte algún enemigo a fin de que atacándolo y
reprimiéndole resulte un aumento de grandeza para él mismo.»
Maquiavelo, El príncipe.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «fortuna», «fama»,
«grandeza».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 15
Maquiavelo. Actos prudentes del príncipe
«Supuesto que lo exige la materia, no quiero omitir el recordar al príncipe que adquirió
nuevamente un Estado con el favor de algunos ciudadanos, que él debe considerar muy
bien el motivo que los inclinó a favorecerle. Si ellos lo hicieron no por un afecto natural
a su persona, sino únicamente a causa de que no estaban contentos con el gobierno que
tenían, no podrá conservarlos por amigos semejante príncipe más que con sumo trabajo
y dificultades, porque es imposible que pueda contentarlos. Discurriendo sobre esto con
arreglo a los ejemplos antiguos y modernos, se verá que es más fácil ganar la amistad de
los hombres que se contentaban con el anterior gobierno, aunque no gustaban de él, que
de aquellos hombres que no estando contentos se volvieron, por este único motivo,
amigos del nuevo príncipe, y ayudaron a apoderarse del Estado.»

Maquiavelo, El príncipe.
• Comentario libre

TEXTO 16
Maquiavelo. El proceder del príncipe respecto a lo bueno y lo malo
«Nos resta ahora ver cómo debe conducirse un príncipe con sus gobernados y amigos.
Muchos escribieron ya sobre esta materia; y al tratarla yo mismo después de ellos no
incurriré en el cargo de presunción, supuesto que no hablaré más que con arreglo a lo
que sobre esto dijeron ellos. Siendo mi fin escribir una cosa útil para quien la
comprende, he tenido por más conducente seguir la verdad real de la materia que los
desvaríos de la imaginación en lo relativo a ella; porque muchos imaginaron repúblicas

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y principados que no se vieron ni existieron nunca. Hay tanta distancia entre saber cómo
viven los hombres y saber cómo deberían vivir ellos que el que, para gobernarlos,
abandona el estudio de lo que se hace para estudiar lo que sería más conveniente
hacerse aprende más bien lo que debe obrar su ruina que lo que debe preservarle de ella;
supuesto que un príncipe que en todo quiere hacer profesión de ser bueno, cuando en el
hecho está rodeado de gentes que no lo son, no puede menos de caminar hacia su ruina.
Es, pues, necesario que un príncipe que desea mantenerse aprenda a poder no ser bueno,
y a servirse o no servirse de esta facultad según que las circunstancias lo exijan.»
Maquiavelo, El príncipe.

• Comentario libre

TEXTO 17
Thomas More. Sobre la riqueza y el dinero
«Por eso cuando considero y medito sobre todas estas repúblicas que hoy en día
florecen por doquier, válgame Dios que no puedo distinguir sino una conspiración de
los ricos que procuran su propio beneficio bajo el nombre y título de bien común.
Inventan y conciben todos los medios y argucias, primero para conservar con seguridad,
sin miedo de pérdida, lo que han acumulado injustamente y después para alquilar y
explotar el trabajo y esfuerzo de los pobres por tan poco dinero como puedan. Cuando
los ricos han decidido que se guarden y observen estas medidas con el pretexto de la
comunidad, es decir también de los pobres, entonces se convierten en leyes. Pero estos
malvados y viciosos aun cuando con su insaciable codicia se han repartido todo lo que
habría bastado para todos ¿cuán lejos se hallan de la riqueza y de la felicidad de la
república de Utopía? En ésta, donde todo el deseo de dinero con la utilidad del mismo
es completamente bloqueado y prohibido ¡qué gran cantidad de problemas se evitan!
¡Cuántas oportunidades de maldad y engaño se arrancan de raíz! Pues ¿quién no sabe
que el fraude, el robo, la rapiña, las disputas, las peleas, las riñas, los conflictos, las
censuras, las contiendas, el asesinato, la traición, los envenenamientos, que con castigos
diarios son más vengados que evitados, mueren cuando muere el dinero? ¿Y también
que el miedo, las penas, los cuidados, los trabajos y desvelos perecen en el mismo
momento que perece el dinero?
Sí, la misma pobreza que solo parece carencia de dinero, si la moneda desapareciera
también disminuiría y se esfumaría.»
Thomas More, Utopía.
• Comentario libre

TEXTO 18
Thomas More. De las leyes humanas y divinas
«Dios nos ordenó no matar. ¿Y somos tan impacientes que matamos a un hombre por
apoderarse de un poco de dinero? Y si algún hombre entiende que por este
mandamiento de Dios está prohibido matar sin más limitaciones que las que imponen
las leyes humanas que permiten matar, ¿por qué entonces no puede determinarse de la
misma manera en las constituciones humanas en qué medida la prostitución, la
fornicación y el perjurio pueden ser legales? Pues mientras por permisión de Dios
ningún hombre tiene poder de matarse a sí mismo ni a cualquier otro hombre, entonces

103
si una ley hecha con el consenso de los hombres concerniente a la matanza humana
tuviera que tener tanta fuerza, poder y virtud como para que los que, contrarios al
mandamiento divino, han matado a aquellos a quienes esta disposición humana manda
que se maten, estén completamente limpios y exentos del compromiso y riesgo del
mandamiento de Dios ¿no se sigue de este razonamiento que el poder del mandamiento
de Dios no se extiende más allá de lo que la ley humana define y permite? Y así ocurrirá
que de manera igual las disposiciones sobre todas las cosas determinarán hasta qué
punto debe extenderse la observación de todos los mandamientos de Dios.»
Thomas More, Utopía.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «mandamientos», «ley
humana».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 19
Thomas More. De la libertad religiosa y la dignidad humana
«El rey Utopo antes que nada decretó que sería legal que cada hombre siguiera y
favoreciera la religión que le viniera en gana y que podía hacer todo lo posible para
atraer a otro a su doctrina mientras lo hiciera pacífica, suave, calmada y sobriamente,
sin censurar ni prorrumpir en precipitadas y ofensivas invectivas contra los demás. Si no
podía convencerle a base de palabras nobles y consideradas debía evitar todo tipo de
violencia y abstenerse de las palabras desagradables y sediciosas. Se decretaba el
destierro o la esclavitud para el que se esforzara y luchara por este motivo con
demasiada vehemencia y ardor. El rey Utopo hizo esa ley no solo para el mantenimiento
de la paz que veía completamente eclipsada a causa de las continuas luchas y odio
mortal sino también porque pensó que este decreto favorecería el progreso de la religión
sobre la cual no se atrevía a definir ni determinar nada a la ligera en la duda de si Dios,
deseando muchas y distintas clases de acatamiento no habría inspirado a los distintos
hombres con diversos tipos de religión. Y seguramente pensó que era una cosa
inadecuada y estúpida y una señal de arrogante presunción obligar a todos los demás
con la violencia y las amenazas a estar de acuerdo con aquello que uno cree que es
verdadero. Además, aunque solo haya una religión verdadera y todas las demás sean
vanas y supersticiosas, sin embargo previó con acierto (por cuanto el asunto fue
abordado racionalmente y con meditada honestidad) que la verdad se impondría al final
y saldría a la luz por sus propio medios. Pero si habían de producirse continuamente
contiendas y disputas por tal motivo, como los hombres peores son los más obstinados y
testarudos y más constantes en su perversa opinión, se dio cuenta de que entonces la
región mejor y mas santa sería pisoteada y destruida por las más vanas supersticiones de
la misma manera que el trigo bueno es sofocado y ahogado por los espinos y las malas
hierbas. Por esto dejó pendiente todo este asunto y dio a cada hombre plena libertad y
opción para

104
creer lo que quisiera exceptuando que les recomendó severa y estrictamente que nadie
concibiera una opinión tan vil y tan baja sobre la dignidad de la naturaleza humana
como para pensar que las almas mueren y perecen con el cuerpo o que el mundo corre al
azar sin estar regido por ninguna divina providencia. Y por eso creen que después de
esta vida los vicios son severamente castigados y las virtudes abundantemente
recompensadas.»
Thomas More, Utopía.
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «supersticiones»,
«dignidad humana», «divina providencia».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3 Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

TEXTO 20
Jean Bodin. La soberanía única
«Si la soberanía es indivisible, como hemos demostrado, ¿cómo se podría dividir entre un
príncipe, los señores y el pueblo a un mismo tiempo? Si el principal atributo de la
soberanía consiste en dar ley a los súbditos, ¿qué súbditos obedecerán, si también ellos
tienen poder de hacer la ley? ¿Quién podrá hacer la ley, si está constreñido a recibirla de
aquellos mismos a quienes se da?»
Jean Bodin, Los seis libros de la república.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «soberanía», «ley».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica del
autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 21
Jean Bodin. La soberanía
«La soberanía es el poder absoluto y perpetuo de una república. Es necesario definir la
soberanía, porque, pese a que constituye el tema principal y que requiere ser mejor
comprendido al tratar de la república, ningún jurisconsulto ni filósofo político la ha
definido todavía. Habiendo dicho que la república es un recto gobierno de varias familias,
y de lo que les es común, con poder soberano, es preciso ahora aclarar lo que significa
poder soberano.
Digo que este poder es perpetuo, puesto que puede ocurrir que se conceda poder absoluto a
uno o a varios por tiempo determinado, los cuales, una vez transcurrido este, no son más
que súbditos. Por tanto, no puede llamárseles príncipes soberanos cuando ostentan tal
poder, ya que solo son sus custodios o depositarios, hasta que place al pueblo o al príncipe
revocarlos.
Es éste quien permanece siempre en posesión del poder. Del mismo modo que quienes
ceden el uso de sus bienes a otro siguen siendo propietarios y poseedores de los mismos,
así quienes conceden el poder y la autoridad de juzgar o mandar, sea por tiempo

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determinado y limitado, sea por tanto tiempo como les plazca, continúan, no obstante, en
posesión del poder y la jurisdicción, que los otros ejercen a título de préstamo o en
precario. Por esta razón la ley manda que el gobernador del país, o el lugarteniente del
príncipe, devuelva, una vez que su plazo ha expirado, el poder, puesto que solo es su
depositario y custodio. En esto no hay diferencia entre el gran oficial y el pequeño. De otro
modo, si se llamara soberanía al poder absoluto otorgado al lugarteniente del príncipe, éste
lo podría utilizar contra su príncipe, quien sin él nada sería, resultando que el súbdito
mandaría sobre el señor y el criado sobre el amo. Consecuencia absurda, si se tiene en
cuenta que la persona del soberano está siempre exenta en términos de derecho, por mucho
poder y autoridad que dé a otro. Nunca da tanto que no retenga más para sí, y jamás es
excluido de mandar o de conocer por prevención, concurrencia o evocación o del modo
que quisiere, de las causas de las que ha encargado a su súbdito, sea comisario u oficial, a
quienes puede quitar el poder atribuido en virtud de su comisión u oficio, o tolerarlo todo
el tiempo que quisiera.»
Jean Bodin, Los seis libros de la república.
• Comentario libre

106
107
TEMA 8: EL RENACIMIENTO Y EL MUNDO MODERNO

TEXTO 1
Pico della Mirándola. La dignidad del hombre
«Cual sea esa condición, oíd Padres con oídos atentos, y poned toda vuestra humanidad
en aceptar nuestra empresa. Ya el gran Arquitecto y Padre, Dios, había fabricado esta
morada del mundo que vemos, templo augustísimo de la Divinidad, con arreglo a las
leyes de su arcana sabiduría, embellecido la región superceleste con las inteligencias,
animado los orbes etéreos con las almas inmortales, henchido las zonas excretorias y
fétidas del mundo inferior con una caterva de animales y bichos de toda laña. Pero,
concluido el trabajo, buscaba el Artífice alguien que apreciara el plan de tan grande
obra, amara su hermosura, admirara su grandeza. Por ello, acabado ya todo (testigos
Moisés y Timeo), pensó al fin crear al hombre. Pero ya no quedaba en los modelos
ejemplares una nueva raza que forjar, ni en las arcas más tesoros como herencia que
legar al nuevo hijo, ni en los escaños del orbe entero un sitial donde asentarse el
contemplador del universo. Ya todo lleno, todo distribuido por sus órdenes sumos,
medios e ínfimos. Cierto, no iba a fallar, por ya agotada, la potencia creadora del Padre
en este último parto. No iba a fluctuar la sabiduría como privada de consejo en cosa así
necesaria. No sufría el amor dadivoso que aquél que iba a ensalzar la divina generosidad
en los demás, se viera obligado a condenarla en sí mismo.
Decretó al fin el supremo Artesano que, ya que no podía darse nada propio, fuera
común lo que en propiedad a cada cual se había otorgado. Así pues, hizo del hombre la
hechura de una forma indefinida, y, colocado en el centro del mundo, le habló de esta
manera: "No te dimos ningún puesto fijo, ni una faz propia, ni un oficio peculiar, ¡oh
Adán!, para que el puesto, la imagen y los empleos que desees para tí, esos los tengas y
poseas por tu propia decisión y elección. Para los demás, una naturaleza contraída
dentro de ciertas leyes que les hemos prescrito. Tú, no sometido a cauces algunos
angostos, te la definirás según tu arbitrio al que te entregué. Te coloqué en el centro del
mundo, para que volvieras más cómodamente la vista a tu alrededor y miraras lodo lo
que hay en ese mundo. Ni celeste, ni terrestre te hicimos, ni mortal, ni inmortal, para
que tú mismo, como modelador y escultor de ti mismo, más a tu gusto y honra,, te forjes
la forma que prefieras para tí. Podrás degenerar a lo inferior, con los brutos; podrás
realizarte a la par de las cosas divinas, por tu misma decisión."»
Pico della Mirándola, De la dignidad del hombre.

Preguntas
1. Busca el mito de Prometeo y Epimeteo en el Protágoras de Platón y relaciónalo con el
texto de Pico della Mirándola.

TEXTO 2
Descripciones del ser humano
«Más pequeño que lo más pequeño, más grande que lo más grande, esencia de todos los
seres, reposa oculto en el corazón de todas las criaturas... Tú también eres Él.»

108
Upanishad.

«El hombre noble entiende lo que es moral. El hombre vulgar entiende lo que es
beneficio.»
Confucio.

«Los hombres son una parte del espíritu divino que, como centellas de lo sagrado,
bajaron a la tierra.»
Séneca.

«El hombre es una masa de pecado condenable.»


San Agustín.

«El hombre es un dios para el hombre.»


Bacon.

«De ahí deduje que yo era una sustancia, cuya esencia o naturaleza toda no consiste más
que en pensar.»
Descartes.

«El hombre es un lobo para el hombre.»


Hobbes.

«El hombre es una pasión inútil.»


Sartre.
«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son
mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan
toda la vida. Esos son los imprescindibles.»
Bertolt Brecht.

«"Vivir es ya encontrarse forzado a interpretar nuestra vida", "yo soy yo y mi


circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. "»
Ortega y Gasset.

«El hombre es el camino que tiene el DNA para fabricar más DNA.»
Wilson.

«Si puedes ver destrozada la obra de tu vida, y sin decir una palabra de un solo golpe, lo
que ganaste en cien batallas, sin hacer un gesto ni lanzar un suspiro; si eres capaz de
amar sin enloquecer de amor, si puedes ser fuerte sin perder la ternura, y al sentirte
odiado, luchar y defenderte, sin devolver el odio; si consigues meditar, observar y
conocer, sin hacerte un escéptico o un amargado, soñar sin que los sueños te dominen,
pensar sin más que eso, un pensador; entonces los reyes, los dioses la suerte y la victoria
serán siempre esclavos a tu servicio, y lo que es mejor que los reyes y la gloria, serás,
hijo mío, un hombre.»
Ruyard Kipling.

Pregunta

109
1. Compara la definición cartesiana con las demás.

TEXTO 3
Leonardo da Vinci. La pintura como observación de la naturaleza
«La pintura sirve a un sentido más digno que la poesía y reproduce con mayor verdad
que el poeta las figuras de las obras de la naturaleza; y éstas son mucho más dignas que
las palabras, que son obra humana; porque media la misma proporción entre las obras
de los hombres y las de la naturaleza que la que separa al hombre de Dios. Es, por
consiguiente, más digna cosa imitar las obras de la naturaleza con verdaderas imágenes
de los hechos que imitar con palabras los hechos y palabras de los hombres.
Y si quieres, ¡oh poeta!, describir las obras de la naturaleza sin salir de tu profesión,
fingiendo diversos sitios y formas de varias cosas, el pintor te vencerá con infinita
superioridad de potencia. Si quieres, en cambio, apropiarte ciencias ajenas, separadas de
la poesía, tienes que reconocer que no te pertenecen: tales la astrología, la retórica, la
teología, la filosofía, la geometría, la aritmética y otras semejantes. Dejas ya entonces
de ser poeta, te transformas y no eres más aquél de quien hablamos ahora. ¿No ves,
pues, que si quieres ir a la naturaleza, irás con ayuda de las ciencias inventadas por otros
para estudiar los efectos naturales? El pintor, por sí solo, sin valerse de nada
perteneciente a las diversas ciencias, irá, en cambio, directamente a la imitación de las
obras de la naturaleza.»
Leonardo da Vinci, Aforismos.
• Comentario libre

TEXTO 4
Galileo. Valor de la experiencia en la ciencia nueva
«– Salviati. De que pueda ser que esos autores la presenten sin haberla verificado, vos
mismo sois un buen testimonio, puesto que, sin haberla hecho, la dais como segura y
aceptáis con buena fe sus resultados; y ellos también, no solo posiblemente, sino
necesariamente, han tenido que hacer lo mismo que vos, es decir, aceptar lo que dijeron
sus antecesores, y así sucesivamente, sin llegar nunca a uno que en verdad la haya
realizado; porque cualquiera que la hiciera vería que la experiencia muestra todo lo
contrario de lo que se ha dicho; es decir, mostrará que la piedra cae siempre en el mismo
lugar de la nave, tanto si ésta está en reposo, como si se mueve a gran velocidad. Y así,
si la misma razón es la de la nave que la de la Tierra, del caer de la piedra siempre
perpendicularmente al pie de la torre, nada se puede inferir sobre el movimiento o sobre
el reposo de la Tierra.»
Galileo, Diálogos sobre los sistemas máximos.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «movimiento o reposo
de la tierra», «experiencia».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

110
TEXTO 5
Descartes. La búsqueda de la verdad
«Hacía tiempo que había advertido que en relación con las costumbres, es necesario en
algunas ocasiones opiniones muy inciertas tal como si fuesen indudables, según he
advertido anteriormente. Pero puesto que deseaba entregarme solamente a la búsqueda
de la verdad, opinaba que era preciso que hiciese todo lo contrario y que rechazase
como absolutamente falso todo aquello en lo que pudiera imaginar la menor duda, con
el fin de comprobar si, después de hacer esto, no quedaría algo en mi creencia que fuese
enteramente indudable. Así pues, considerando que nuestros sentidos en algunas
ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal
como nos la hacen imaginar.»
Descartes, Discurso del método.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «duda» y «verdad».
2. Explica por qué, para Descartes, en la búsqueda de la verdad es preciso rechazar
como falso todo aquello que nos presente la menor duda.
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona la búsqueda de la verdad cartesiana con otra de la Historia de la Filosofía y
expón razonadamente tu opinión sobre el tema.

TEXTO 6
Descartes. La primera certeza
«Posteriormente, examinando con atención lo que yo era, y viendo que podía fingir que
carecía de cuerpo así como que no había mundo o lugar alguno en el que me encontrase,
pero que, por ello, no podía fingir que yo no era, sino que por el contrario, solo a partir
de que pensaba dudar acerca de la verdad de otras cosas, se seguía muy evidente y
ciertamente que yo era, mientras que, con solo que hubiese cesado de pensar, aunque el
resto de lo que había imaginado hubiese sido verdadero, no tenía razón alguna para
creer que yo hubiese sido, llegué a conocer a partir de todo ello que era una sustancia
cuya esencia o naturaleza no reside sino en pensar y que tal sustancia cuya esencia o
naturaleza no reside sino en pensar y que tal sustancia, para existir, no tiene necesidad
de lugar alguno ni depende de cosa alguna material. De suerte que este yo, es decir, el
alma, en virtud de la cual yo soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo, mas
fácil de conocer que éste y, aunque el cuerpo no fuese, no dejaría de ser todo lo que es.»
Descartes, Discurso del método.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de los términos «evidente» y «sustancia».
2. ¿Por qué es más fácil conocer, para Descartes, el alma que el cuerpo?
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el problema del conocimiento en Descartes con otros de la Historia de la
Filosofía.

111
TEXTO 7
Descartes. Reglas
«En lugar del gran número de preceptos del cual está compuesta la lógica, estimé que
tendría suficiente con los cuatro siguientes con tal de que tomase la firme y constante
resolución de no incumplir ni una sola vez su observancia. El primero consistía en no
admitir cosa alguna como verdadera si no se la había conocido evidentemente como tal.
Es decir, con todo cuidado debía evitar la precipitación y la prevención, admitiendo
exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan clara y distintamente a mi
espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda. El segundo exigía que
dividiese cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como fuera posible
y necesario para resolverlas más fácilmente. El tercero requería conducir por orden mis
reflexiones comenzando por los objetos más simples y más fácilmente cognoscibles,
para ascender poco a poco gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos,
suponiendo inclusive un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos
a los otros. Según el último de estos preceptos debería realizar recuentos tan completos
y revisiones tan amplias que pudiese estar seguro de no omitir nada.»
Descartes, Discurso del método.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de la expresión «aquello que se presentara tan clara
y distintamente a mi espíritu».
2. ¿Por qué el método cartesiano constituye el modelo del saber y previene de las
posibles equivocaciones o generalizaciones apresuradas?
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el planteamiento cartesiano del problema del conocimiento con otros
planteamientos modernos del mismo problema.

TEXTO 8
Descartes. Motivos de la duda
«Pero puesto que deseaba entregarme solamente a la búsqueda de la verdad opinaba que
era preciso que hiciese todo lo contrario y que rechazase como absolutamente falso todo
aquello en lo que pudiera imaginar la menor duda con el fin de comprobar si, después
de hacer esto, no quedaría algo en mi creencia que fuese enteramente indudable. Así
pues, considerando que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error,
decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal como nos la hacen imaginar. Y
puesto que existen hombres que se equivocan al razonar en cuestiones relacionadas con
las más sencillas materias de la geometría y que incurren en paralogismos, juzgando que
yo, como cualquier otro estaba sujeto a error, rechazaba como falsas todas las razones
que hasta entonces había admitido como demostraciones.»
Descartes, Discurso del método.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de los términos «verdad» y «duda».
2. ¿Por qué Descartes rechaza como falsas todas las razones que hasta entonces había
admitido como demostraciones?
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

112
4. Relaciona la posición racionalista de Descartes con otras posiciones del pensamiento
moderno.

TEXTO 9
Descartes. Soy mi pensamiento
«Otro (de los atributos del alma) es el pensar, y aquí encuentro que el pensamiento es lo
único que no puede separarse de mí. Yo soy, existo, esto es cierto, pero ¿cuánto tiempo?
Todo el tiempo que dure mi pensar… Ahora no admito nada que no sea absolutamente
verdadero, ya no soy, pues, hablando con precisión, sino una cosa que piensa, es decir,
un espíritu, un entendimiento o una razón. Soy, pues, una cosa verdadera,
verdaderamente existente. Mas, ¿qué cosa? Ya lo he dicho: una cosa que piensa.»
Descartes, Meditaciones metafísicas.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «espíritu», «razón».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 10
Descartes. No quiere ser sospechoso de innovaciones
«[…] pero que, por lo que toca a las opiniones, a que hasta entonces había dado mi
crédito, no podía yo hacer nada mejor que emprender de una vez la labor de suprimirlas,
para sustituirlas luego por otras mejores o por las mismas, cuando las hubiere ajustado
al nivel de la razón. Y tuve firmemente por cierto que, por este medio, conseguiría
dirigir mi vida mucho mejor que si me contentase con edificar sobre cimientos viejos y
me apoyase solamente en los principios que había aprendido siendo joven, sin haber
examinado nunca si eran o no verdaderos. Pues si bien en esta empresa veía varias
dificultades, no eran, empero, de las que no tienen remedio, ni pueden compararse con
las que hay en la reforma de las menores cosas que atañen a lo publico. Estos grandes
cuerpos políticos es muy difícil levantarlos, una vez que han sido derribados, o aun
sostenerlos en pie cuando se tambalean, y sus caídas son necesariamente muy duras.
Además, en lo tocante a sus imperfecciones, si las tienen –y solo la diversidad que
existe entre ellos basta para asegurar que varios las tienen–, el uso las ha suavizado
mucho, sin duda, y hasta ha evitado o corregido insensiblemente no pocas entre ellas,
que con la prudencia no hubieran podido remediarse tan eficazmente; y, por último, son
casi siempre más soportables que lo sería el cambiarlas, como los caminos reales, que
serpentean por las montañas, se hacen poco a poco tan llanos y cómodos por el mucho
tránsito que es muy preferible seguidos que no meterse en acortar, saltando por encuna
de las rocas y bajando hasta el fondo de las simas.
Por todo esto, no puedo en modo alguno aplaudir a esos hombres de carácter inquieto y
atropellado que, sin ser llamados ni por su alcurnia ni por su fortuna al manejo de los
negocios públicos, no dejan de hacer siempre, en idea, alguna reforma nueva, y si

113
creyera que hay en este escrito la menor cosa que pudiera hacerme sospechoso de
semejante insensatez, no hubiera consentido en su publicación. Mis designios no han
sido nunca otros que tratar de reformar mis propios pensamientos y edificar sobre un
terreno que me pertenece a mí sólo. Si, habiéndome gustado bastante mi obra, os enseño
aquí el modelo, no significa esto que quiera yo aconsejar a nadie que me imite. Los que
hayan recibido de Dios mejores y abundantes mercedes, tendrán, sin duda, más
levantados propósitos, pero mucho me temo que éste mío no sea ya demasiado audaz
para algunas personas. Ya la mera resolución de deshacerse de todas las opiniones
recibidas anteriormente no es un ejemplo que todos deban seguir. Y el mundo se
compone casi solo de dos especies de ingenios, a quienes este ejemplo no conviene, en
modo alguno, y son, a saber: de los que, creyéndose más hábiles de lo que son, no
pueden contener la precipitación de sus juicios ni conservar la bastante paciencia para
conducir ordenadamente todos sus pensamientos; por donde sucede que, si una vez se
hubiesen tomado la libertad de dudar de los principios que han recibido y de apartarse
del camino común, nunca podrán mantenerse en la senda que hay que seguir para ir más
en derechura, y permanecerán extraviados toda su vida; y de otros que poseyendo
bastante razón o modestia para juzgar que son menos capaces de distinguir lo verdadero
de lo falso que otras personas, de quienes pueden recibir instrucción, deben más bien
contentarse con seguir las opiniones de esas personas que buscar por sí mismos otras
mejores.
Y yo hubiera sido, sin duda, de esta última especie de ingenios, si no hubiese tenido en
mi vida más que un solo maestro o no hubiese sabido cuan diferentes han sido, en todo
tiempo, las opiniones de los más doctos.»
Descartes, Discurso del método.
• Comentario libre

TEXTO 11
Descartes. Dios, la segunda certeza
«Y habiendo advertido que esa gran certeza que todo el mundo atribuye a estas
demostraciones (geométricas) se funda tan solo en que se conciben con evidencia, según
la regla antes dicha, advertí también que no había nada en ellas que me asegurase de la
existencia de su objeto, pues, por ejemplo, yo veía bien que, si suponemos un triángulo,
es necesario que los tres ángulos sean iguales a dos rectos; pero nada veía que me
asegurase que en el mundo hay triángulo alguno; en cambio, si volvía a examinar la
idea que yo tenía de un ser perfecto, encontraba que la existencia está comprendida en
ella del mismo modo que en la idea de un triángulo está comprendido el que sus ángulos
sean iguales a dos rectos, o en la de una esfera el que todas sus partes sean igualmente
distantes del centro, y hasta con más evidencia aún; y que, por consiguiente, tan cierto
es por lo menos que Dios, que es ese ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser una
demostración de geometría.
Pero si hay algunos que están persuadidos de que es difícil conocer lo que sea Dios, y
aun lo que sea el alma, es porque no levantan nunca su espíritu por encima de las cosas
sensibles y están acostumbrados a considerarlo todo con la imaginación que es un modo
de pensar particular para las cosas materiales" que lo que no es imaginable les parece no
ser inteligible. Lo cual está bastante manifiesto en la máxima que los mismos filósofos

114
admiten como verdadera en las escuelas, y que dicen que nada hay en el entendimiento
que no haya estado antes en el sentido", en donde, sin embargo, es cierto que nunca han
estado las ideas de Dios y del alma; y me parece que los que quieren hacer uso de su
imaginación para comprender esas ideas, son como los que para oír los sonidos u oler
los olores quisieran emplear los ojos; y aún hay esta diferencia entre aquéllos y éstos:
que el sentido de la vista no nos asegura menos de la verdad de sus objetos que el olfato
y el oído de los suyos, mientras que ni la imaginación ni los sentidos pueden
asegurarnos nunca cosa alguna, como no intervenga el entendimiento.
En fin, sin aún hay hombres a quienes las razones que he presentado no han convencido
bastante de la existencia de Dios y del alma, quiero que sepan que todas las demás cosas
que acaso crean más seguras, como son que tienen un cuerpo, que hay astros, y una
tierra, y otras semejantes son, sin embargo, menos ciertas; pues si bien tenemos una
seguridad moral de esas cosas, tan grande que parece que, a menos de ser un
extravagante, no puede nadie ponerlas en duda, sin embargo, cuando se trata de una
certidumbre metafísica, no se puede negar, a no ser perdiendo la razón, que no sea
bastante motivo, para no estar totalmente seguro, el haber notado que podemos de la
misma manera imaginar en sueños que tenemos otro cuerpo y que vemos otros astros y
otra tierra, sin que ello sea así. Pues ¿cómo sabremos que los pensamientos que se nos
ocurren durante el sueño son falsos, y que no lo son los que tenemos despiertos, si
muchas veces sucede que aquéllos no son menos vivos y expresos que estos? Y por
mucho que estudien los mejores ingenios, no creo que puedan dar ninguna razón
bastante a levantar esa duda, como no presupongan la existencia de Dios. Pues en
primer lugar, esa misma regla que antes he tomado, a saber, que las cosas que
concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, esa misma regla recibe su
certeza solo de que Dios es o existe, y de que es un ser perfecto, y de que todo lo que
está en nosotros proviene de él; de donde se sigue que, siendo nuestras ideas o nociones,
cuando son darás y distintas, cosas reales y procedentes de Dios, no pueden por menos
de ser también, en ese respecto, verdaderas. De suerte que si tenemos con bastante
frecuencia ideas que encierran falsedad, es porque hay en ellas algo confuso y oscuro, y
en este respecto participan de la nada; es decir, que si están así confusas en nosotros, es
porque no somos totalmente perfectos. Y es evidente que no hay menos repugnancia en
admitir que la falsedad o imperfección proceda como tal de Dios mismo, que en admitir
que la verdad o la perfección procede de la nada.»
Descartes, Discurso del método.
• Comentario libre

TEXTO 12
Descartes. Reglas prácticas para conducirse en la vida
«Ahora bien, me parece que cada uno puede sentirse contento de sí mismo y sin esperar
nada de fuera, con tal que observe solamente tres cosas, a las que se refieren las tres
reglas de moral que he puesto en el Discurso del Método.
La primera es que trate siempre de servirse lo mejor que pueda de su mente para
conocer lo que debe hacer y lo que no debe hacer en todas las circunstancias de la vida.
La segunda, que tenga una firme y constante resolución de ejecutar todo lo que su razón
le aconseje, sin que sus pasiones o sus apetitos le desvíen de ello; y creo que la virtud
consiste en la firmeza de esta resolución, aunque no sepa de nadie que la haya explicado

115
así nunca, sino que se la ha dividido en muchas especies, a las que se ha dado diversos
nombres, a causa de los diversos objetos a los que tiende.
La tercera, que considere que, mientras se conduce así, según la razón, tanto como
puede, todos los bienes que no posee están tan fuera de su poder los unos como los
otros, y que por este medio se acostumbre a no desearlo, pues solo el deseo, y el
disgusto o arrepentimiento, pueden impedirnos estar contentos; pero si hacemos siempre
todo lo que nos dicta la razón, no tendremos nunca ningún motivo para arrepentirnos,
aunque los acontecimientos nos hiciesen ver después que nos habíamos equivocado,
porque no es por culpa nuestra.»
Descartes, Carta a la princesa Isabel.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «pasiones», «razón».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 13
Spinoza. Definiciones
«Por causa de sí entiendo aquello cuya esencia envuelve la existencia; dicho de otro
modo, aquello cuya naturaleza no puede ser concebida sino como existente.
Se dice finita en su género aquella cosa que puede ser limitada por otra de la misma
naturaleza. Por ejemplo, un cuerpo se dice finito porque siempre concebimos otro
mayor. Igualmente un pensamiento es limitado por otro pensamiento. Pero un cuerpo no
está limitado por un pensamiento, ni un pensamiento por un cuerpo.
Por substancia entiendo aquello que es en sí y se concibe por sí: es decir, aquello cuyo
concepto no necesita del concepto de otra cosa, del cual deba formarse.
Por atributo entiendo aquello que el entendimiento concibe en una substancia como
constitutivo de su esencia.
Por modo entiendo las afecciones de la substancia, o dicho de otro modo, aquello que es
en otra cosa, por la que es además concebido.
Por Dios entiendo un ser absolutamente infinito, es decir, una substancia constituida por
una infinidad de atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.
Se llama libre aquella cosa que existe por la sola necesidad de su naturaleza, y es
determinada por sí sola a obrar; se llama necesaria o más bien forzada aquella cosa que
es determinada por otra a existir y a obrar de una cierta y determinada manera.»
Spinoza, Ética.

Pregunta
1. Señala las diferencias con los conceptos cartesianos.

TEXTO 14

116
Spinoza. Sobre Dios
«El pensamiento es un atributo de Dios, es decir Dios es una cosa pensante. La
extensión es un atributo de Dios, es decir, Dios es una cosa extensa. Hay
necesariamente en Dios una idea tanto de su esencia como de todo lo que se sigue
necesariamente de su esencia. La idea de Dios, de la que se siguen una infinidad de
cosas: una infinidad de modos, no puede ser sino única. El ser formal de las ideas
reconoce como causa a Dios, solo en tanto que es considerado como cosa pensante, y no
en tanto que se explica por otro atributo. Es decir, que, las ideas, tanto de los atributos
de Dios como de las cosas singulares, reconocen como causa eficiente, no los objetos
(ideata) o las cosas percibidas, sino a Dios mismo en tanto es cosa pensante. El orden y
la conexión de las ideas son los mismos que el orden y la conexión de las cosas.»
Spinoza, Ética.

Pregunta
1. ¿Cuáles son las diferencias y las semejanzas con el pensamiento cartesiano?

TEXTO 15
Leibniz. La razón
«Nuestros razonamientos están fundados en dos grandes principios, el de contradicción,
en virtud del que juzgamos falso lo que la encierra, y verdadero lo que es opuesto o
contradictorio a lo falso y el de razón suficiente, en virtud del cual consideramos que
ningún hecho podría ser verdadero o existente, ninguna enunciación verdadera, si no
hay una razón suficiente para que sea así y no de otro modo, aunque estas razones casi
siempre no puedan sernos conocidas.
Hay también dos clases de verdades, las de razón y las de hecho. Las verdades de
razonamiento son necesarias y lo opuesto es imposible; y las de hecho son contingentes
y su opuesto es posible. Cuando una verdad es necesaria, puede encontrarse su razón
por el análisis, resolviéndola en ideas y en verdades más simples, hasta que se llega a las
primitivas. Así los matemáticos reducen por el análisis los teoremas de especulación y
los cánones prácticos a definiciones, axiomas y postulados.
Hay por último ideas simples, cuya definición no podría darse; hay también axiomas y
postulados, o en una palabra unos principios primeros, que no podrían ser probados y
que tampoco lo necesitan; son éstas las enunciaciones idénticas, cuya opuesta contiene
una contradicción expresa.»
Leibniz, Monadología.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «contradictorio», «razón
suficiente».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 16

117
Leibniz. La armonía perfecta
«También puede decirse que Dios como arquitecto satisface en todo a Dios como
legislador, y que así los pecados deben llevar consigo su castigo por exigirlo el orden de
la naturaleza y en virtud misma de la estructura mecánica de las cosas; y que igualmente
las buenas acciones obtendrán sus recompensas por medio de vías mecánicas en
relación con los cuerpos, aunque esto no pueda ni deba ocurrir siempre en el acto.
Por último, en este gobierno perfecto, no habrá buena acción sin recompensa, ni mala
acción sin castigo; y todo debe conseguir el bien de los buenos, es decir, de aquellos que
están contentos en este gran estado, que confían en la Providencia después de haber
cumplido con su deber, y que aman e imitan como es debido al autor de todo bien,
complaciéndose en la consideración de sus perfecciones según la naturaleza del puro
amor que hace sentir placer ante la felicidad de la persona a la que se ama. Es lo que
hace trabajar a las personas prudentes y virtuosas en todo lo que parece conforme con la
voluntad divina presunta o antecedente, y contentarse con lo que Dios les envía
efectivamente por su voluntad secreta, consiguiente y decisiva, reconociendo que si
pudiésemos comprender suficientemente el orden del universo, encontraríamos que
sobrepasa todas las más sabias esperanzas, y que es imposible hacerlo mejor de lo que
es, no solo para todo en general, sino incluso para nosotros mismos en particular, si
somos adictos al autor de todo, del modo que se debe, no solo como al arquitecto y a la
causa eficiente de nuestro ser, sino también como a nuestro dueño y a la causa final que
debe constituir todo el fin de nuestra voluntad, y producir solamente nuestra felicidad.»
Leibniz, Monadología.
• Comentario libre

118
119
TEMA 9: EL EMPIRISMO Y EL CRITICISMO

TEXTO 1
Bacon. La inducción
«Yo, en cambio, rechazo la demostración por el silogismo, porque procede un tanto
confusamente y saca la naturaleza de las manos. Pues aún cuando no pueda ser dudoso a
nadie el que las cosas que convienen en el término convienen también entre sí (lo que es
en cierto modo una verdad matemática), sin embargo, hay latente este fraude, el que el
silogismo consta de proposiciones, y las proposiciones son palabras y las palabras son
signos y señas de las nociones. Así, pues, si las nociones mismas de la mente (que son
como el alma de las palabras, y base de toda su estructura y fábrica), están extraídas mal
y a la ligera de las cosas, y son vagas y no bien definidas, y limitadas; y finalmente,
viciosas de múltiples maneras, todo cae por el suelo. Así, pues, rechazo el silogismo; y
esto no solo en cuanto a los principios (en orden a los cuales ellos no lo emplean), sino
también en cuanto a las proposiciones medias, las que el silogismo saca y engendra de
cualquier manera que sea, estéril, empero, para las obras y apartada de la práctica, e
incompetente en absoluto en cuanto a la parte activa de las ciencias. Así, pues, aun
cuando dejo el silogismo y las famosas y tan traídas demostraciones para las artes
populares y opinables (pues en esta parte nada altero), sin embargo, en cuanto a la
naturaleza de las cosas, hago uso de la inducción para todo, tanto para las proposiciones
mayores como para las menores. Pues yo entiendo que la inducción es la forma de
demostración que salvaguarda el sentido y domina la naturaleza.»
Bacon, Novum Organum.
• Comentario libre

TEXTO 2
Locke. Negación de las ideas innatas
«Puesto que todo hombre es consciente de que piensa y siendo las ideas que están allí
aquello en que se ocupa su mente, mientras que está pensando, no hay duda que los
hombres tienen en su mente varias ideas, tales como las que expresan las palabras
"blancura, dureza, dulzura, pensar, moción, hombre, elefante, ejército, borrachera" y
otras. Resulta, entonces, que lo primero que debe averiguarse es la forma que llega a
tenerlas. Sé que es doctrina aceptada que los hombres tienen ideas innatas y ciertos
caracteres originarios que han sido impresos en su mente desde el primer momento de
su existencia; semejante opinión ya la he examinado con detenimiento, y espero que
todo lo que he dicho en el libro anterior será mucho más fácilmente admitido una vez
que haya mostrado de dónde puede tomar el entendimiento todas las ideas que tiene, y
por qué caminos y grados pueden entrar en la mente, para lo cual me remitiré a la
observación y experiencia de cada uno.»
Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano.

Preguntas

120
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «ideas», «innato»,
«observación y experiencia».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 3
Locke. Las ideas proceden de la sensación o de la reflexión
«Supongamos, pues, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda
instrucción, sin ninguna idea. ¿Cómo llega entonces a tenerla? ¿De dónde se hace la
mente con esa prodigiosa cantidad que la imaginación ilimitada y activa del hombre ha
grabado en ella, con una variedad casi infinita? ¿De dónde extrae todo ese material de la
razón y del conocimiento? A estas preguntas contesto con una sola palabra: de la
experiencia; he aquí el fundamento de todo nuestro saber, y de donde en última
instancia se deriva: "las observaciones que hacemos sobre los objetos sensibles
externos, o sobre las operaciones internas de nuestra mente, las cuales percibimos, y
sobre las que reflexionamos nosotros mismos, son lo que provee a nuestro
entendimiento de todos los materiales del pensar". Éstas son las dos fuentes de
conocimiento de donde parten todas las ideas que tenemos o que podamos tener de
manera natural.»
Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «observaciones sobre
los objetos sensibles externos», «operaciones internas de nuestra mente».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
Locke. Contrario a Descartes en el uso de las palabras y las ideas
«Que cuerpo y extensión significan en el uso común —si no hay "abuso"— ideas
distintas, es algo evidente para quien reflexione un poco; pues si los significados de esos
dos términos fueran idénticos, sería tan acertado e inteligible decir "el cuerpo de una
extensión" como decir "la extensión de un cuerpo"; y, con todo, hay quienes piensan
que es necesario confundir el significado de estos dos términos.»
Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «extensión» y «cuerpo».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.

121
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 5
Berkeley. Dios, causa de nuestras sensaciones
«Si seguimos la luz de la razón, la constancia, uniformidad y método de nuestras
sensaciones nos permitirán conocer la bondad y la sabiduría del espíritu que las produce
en nuestra mente.»
Berkeley, Tratado sobre los principios del conocimiento humano.

• Comentario libre

TEXTO 6
Hume. Las impresiones y las ideas
«Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que
denominaré impresiones e ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de
fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro
pensamiento o conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia
las podemos denominar impresiones, e incluyo bajo este nombre todas nuestras
sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por
ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos;
de esta clase son todas las percepciones suscitadas por el presente discurso, por ejemplo,
con la sola excepción del placer o disgusto inmediatos que este discurso pueda
ocasionar. No creo que sea necesario gastar muchas palabras para explicar esta
distinción. Cada uno percibirá en seguida por sí mismo la diferencia que hay entre sentir
y pensar. Los grados normales de estas percepciones se distinguen con facilidad, aunque
no es imposible que en algunos casos particulares puedan aproximarse mucho un tipo a
otro. Así, en el sueño, en estado febril, en la locura o en una muy violenta emoción del
alma nuestras ideas pueden aproximarse a nuestras impresiones; sucede a veces, por el
contrario, que nuestras impresiones son tan tenues y débiles que no podemos
diferenciarlas de nuestras ideas. Pero a pesar de esta gran semejanza apreciada en unos
pocos casos, las impresiones y las ideas son por lo general de tal modo diferentes que
nadie tendría escrúpulos en situarlas bajo grupos distintos, así como en asignar a cada
una un nombre peculiar para hacer notar la diferencia.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «impresiones», «ideas».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.

122
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 7
Hume. La asociación de ideas
«Como todas las ideas simples pueden ser separadas por la imaginación y unidas de
nuevo en la forma que a ésta le plazca, nada sería más inexplicable que las operaciones
de esta facultad si no estuviera guiada por algunos principios universales que la hacen,
en cierto modo, conforme consigo mismo en todo tiempo y lugar. Si las ideas estuvieran
completamente desligadas e inconexas, solo el azar podría unirlas; sería imposible que
las mismas ideas simples se unieran regularmente en ideas complejas –como suelen
hacerlo– si no existiese algún lazo de unión entre ellas, sin alguna cualidad asociativa
por la que una idea lleva naturalmente a otra. Este principio unificador de las ideas no
debe ser considerado como una conexión inseparable, pues esto ha sido ya excluido de
la imaginación; tampoco podemos concluir que sin ésta no podría unir la mente dos
ideas, porque nada hay más libre que esa facultad; tenemos que mirarlo más bien como
una fuerza suave, que normalmente prevalece y es causa, entre otras cosas, de que
convengan tanto los lenguajes entre sí; la naturaleza ha indicado de algún modo a todo
el mundo las ideas simples que son más aptas para unirse en una idea compleja. Las
cualidades de las que surge tal asociación y por las que es llevada la mente de este modo
de una idea a otra, son tres: semejanza, contigüidad en tiempo o lugar, y causa y efecto.
En cuanto a la conexión realizada mediante la relación de causa y efecto, posteriormente
tendremos ocasión de examinarla a fondo, de modo que por ahora no insistiré en el
tema. Baste por el momento con señalar que no hay relación que produzca una conexión
más fuerte en la fantasía y que haga que una idea recuerde más rápidamente a otra, que
la relación de causa y efecto entre sus objetos.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «semejanza»,
«contigüidad», y «causa».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 8
Hume. La idea de causa
«Causa es un objeto precedente y continuo a otro, y unido de tal forma con él que la
idea del uno determina a la mente a formar la idea del otro, y la impresión del uno a
formar una idea más viva del otro. Si también esta definición fuera rechazada por la
misma razón, no conozco otro procedimiento sino el de que la persona que muestra esos
escrúpulos ponga una definición más exacta en su lugar, pues en lo que a mi respecta
tengo que confesar que soy incapaz de hacer tal cosa. Cuando examino con el mayor
cuidado los objetos corrientes denominados causas y efectos, me basta un solo ejemplo
para ver que un objeto es precedente y contiguo al otro; y al extender mi vista para
considerar varios casos, encuentro tan solo que objetos similares están colocados

123
constantemente en relaciones similares de sucesión y contigüidad. Y de nuevo, cuando
considero la influencia de esta conjunción constante, percibo que nunca podría ser
objeto de razonamiento una tal relación, y que en ningún caso podría operar sobre la
mente sino por medio de la costumbre, que determina a la imaginación a hacer una
transición de la idea de un objeto a la de su acompañante habitual, y de la impresión del
uno a una idea más viva del otro.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «sucesión»,
«contigüidad» y «causa».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 9
Hume. Sobre las aparentes verdades metafísicas
«Si cae en nuestras manos, por ejemplo, algún volumen de teología, o de metafísica
escolástica, preguntémonos: ¿contiene algún razonamiento abstracto relativo a una
cantidad o a un número? No. ¿Contiene algún razonamiento experimental sobre
cuestiones de hecho y de existencia? No. Entonces, arrojémoslo a las llamas, porque
solo puede contener sofismas y supercherías.»
Hume, Investigación sobre el entendimiento humano.

• Comentario libre

TEXTO 10
Hume. La contigüidad
«He aquí una bola de billar quieta sobre la mesa, y otra bola que se mueve hacia ella
con rapidez. Las dos chocan; y la bola que anteriormente estaba en reposo adquiere
ahora un movimiento. Ésta es una tan perfecta instancia de la relación de causa y efecto
como cualquier otra que conozcamos, sea por sensación o por reflexión. Examinémosla,
por tanto. Es evidente que las dos bolas entraron en contacto antes de que fuese
comunicado el movimiento, y que no hubo intervalo alguno entre el choque y el
movimiento. La contigüidad en tiempo y lugar es, por lo tanto, una circunstancia
requerida para la operación de todas las causas.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado, en Hume, de los términos «sensación» y «reflexión».

124
2. Explica por qué, según Hume, la contigüidad en tiempo y lugar es una circunstancia
requerida para la operación de todas las causas.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la teoría del conocimiento de Hume con otra de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 11
Kant. Existen elementos «a priori»
«Yo ante todo traté de ver si la objeción de Hume podía presentarse de una forma
general, y en seguida vi que la relación entre causa y efecto no era la única por la que el
entendimiento concibe a priori las relaciones, sino que la metafísica esta enteramente
constituida por ellas. Traté de asegurarme de su número y conseguí lo que quería,
reduciéndolas a un único principio; pasé después a la deducción de estos conceptos,
estando ya seguro de que no derivaban de la experiencia, como Hume había temido,
sino que tenían su origen en el entendimiento puro.»
Kant, Crítica de la razón pura.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «a priori», «metafísica»,
«entendimiento puro».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 12
Kant. La revolución en la forma de entender el conocimiento
«Se admitía hasta ahora que todo nuestro conocimiento debía regirse por los objetos;
pero todos los intentos de decidir a priori mediante conceptos, algo sobre él, por virtud
de lo cual nuestro conocimiento resultase ampliado, fracasaron bajo esta hipótesis.
Inténtese, pues, de una vez, si avanzaremos mejor en los problemas de la metafísica, si
admitimos que los objetos deben regirse por nuestro conocimiento, cosa que resulta ya
mucho más acorde con la deseada posibilidad de un conocimiento a priori sobre los
mismos, conocimiento que debe establecer con firmeza algo sobre los objetos con
anterioridad a que nos sean dados.»
Kant, Crítica de la razón pura.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «metafísica»,
«conocimiento a priori».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

125
TEXTO 13
Kant. Juicios analíticos y juicios sintéticos
«En todos los juicios en que se piensa la relación de un sujeto con el predicado, esta
relación es posible de dos maneras. O bien el predicado B pertenece al sujeto A como
algo contenido implícitamente en este concepto A; o bien B está enteramente fuera del
concepto A aunque esté en enlace con él. En el primer caso llamo al juicio analítico, en
el otro, sintético. Así los juicios son analíticos cuando el enlace del predicado con el
sujeto es pensado por identidad; en cambio, deben llamarse juicios sintéticos aquellos
en que este enlace es pensado sin identidad.
Ahora bien, de ahí resulta claramente: 1°, que los juicios analíticos no amplían nuestros
conocimientos, sino que solamente desarrollan el concepto que ya posee y lo hacen
inteligible para mí mismo; 2°, que en los juicios sintéticos tengo que tener, además del
concepto del sujeto algo distinto en lo que se apoye el entendimiento para conocer que
un predicado pertenece al concepto, aunque no esté contenido en él.»
Kant, Crítica de la razón pura.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «juicio analítico», «juicio
sintético».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

TEXTO 14
Kant. Definiciones kantianas
«La capacidad de recibir (receptividad) impresiones por el modo como somos afectados
por los objetos se llama sensibilidad. Así, por medio de la sensibilidad nos son dados
objetos y ella sola nos proporciona intuiciones; pero es el entendimiento el que piensa
estos objetos y de él nacen los conceptos. Es necesario que todo pensamiento, ya
directa, ya indirectamente, se refiera en último término a intuiciones, por consiguiente
en nosotros a la sensibilidad, porque ningún objeto puede sernos dado de otra manera.
La impresión de un objeto sobre la capacidad representativa, en cuanto somos afectados
por él, es la sensación, y la intuición que se refiere al objeto por medio de la sensación
se llama empírica. Se llama fenómeno al objeto indeterminado de una intuición
empírica.
En el fenómeno, llamo mataría a lo que corresponde a la sensación, pero lo que hace
que lo diverso del fenómeno esté coordinado en la intuición según ciertas relaciones, lo
llamo la forma del fenómeno. Y como aquello en donde las sensaciones pueden
coordinarse y reducirse a una cierta forma, no puede ser una sensación, se sigue que, si
bien la materia de todos los fenómenos no nos es dada más que a posteriori es necesario
en cambio que su forma se halle a priori en el espíritu, dispuesta a aplicarse a todos, y
por consiguiente, es necesario que pueda ser considerada independientemente de toda
sensación.»
Kant, Crítica de la razón pura.
• Comentario libre

126
TEXTO 15
Kant. Las categorías
«La misma función que da unidad a las diferentes representaciones en un solo juicio, es
la que da también unidad a la simple síntesis de diferentes representaciones en una sola
intuición, la cual, en sentido general, se llama concepto puro del entendimiento.
Ejerciendo precisamente el entendimiento las mismas operaciones, en virtud de las
cuales da a los conceptos la forma lógica de un juicio, mediante la unidad analítica,
introduce también un contenido trascendental en sus representaciones mediante la
unidad sintética de los elementos diversos en la intuición en general. Por esta razón se
llaman conceptos puros intelectuales que se refiera priori a los objetos, lo cual no resulta
de la Lógica en general.
De manera que hay precisamente tantos conceptos puros del entendimiento que se
refieren a priori a los objetos de la intuición en general como funciones lógicas según la
precedente tabla en todos los juicios posibles. Porque el entendimiento se halla
completamente agotado y toda su facultad totalmente reconocida y medida en esas
funciones. Llamaremos a esos conceptos categorías, siguiendo a Aristóteles pues igual
es nuestro fin, aunque haya bastante diferencia en la ejecución.»
Kant, Crítica de la razón pura.
• Comentario libre

TEXTO 16
Kant. Del uso de los «a priori»
«Por lo tanto, la proposición de que el entendimiento no puede hacer sino ya uso
empírico y nunca trascendental de todos sus principios a priori y aun de todos sus
conceptos, tiene importantes consecuencias una vez reconocida con convicción. En
cualquier principio, el uso trascendental de un concepto consiste en referirlo a las cosas
en general y en sí mismas; el uso empírico, en referirlo solo a fenómenos, es decir, a
objetos de una experiencia posible. Y nunca puede caber; otro uso que este último.»
Kant, Crítica de la razón pura.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «principios a priori»,
«fenómenos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica.

127
128
TEMA 10: LA ILUSTRACIÓN Y LA TEORÍA POLÍTICA
MODERNA

TEXTO 1
Hobbes. La condición humana
«Y como la condición del hombre es una condición de guerra de unos contra otros, en
cuyo caso cada uno es gobernado por su propia razón y no hay nada de lo que pueda
utilizar que no sea una ventaja para él en la defensa de su vida contra sus enemigos, de
ello se sigue que, en tal condición, todo hombre tiene derecho a todo: incluso al cuerpo
de otro. Y, por lo tanto, mientras dure este derecho natural de todo hombre sobre todas
las cosas no puede haber seguridad para ningún hombre (por fuerte o sabio que sea) de
vivir el tiempo que la Naturaleza permite vivir ordinariamente a los hombres. Y,
consecuentemente, es un precepto, o norma general de la razón, que todo hombre debe
procurar la paz mientras tenga esperanza de alcanzarla, y cuando no la pueda obtener
debe procurarse y utilizar todas las ayudas y ventajas de la guerra. La primera parte de
cuya norma contiene la primera y fundamental ley de la Naturaleza, que es buscar la paz
y conservarla. La segunda, el resumen de todo el derecho de la Naturaleza, que es, por
todos los medios que podamos, defendernos.»
Hobbes, Leviatán.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Hobbes las expresiones «guerra de
unos contra otros», «defendernos por todos los medios que podamos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 2
Hobbes. Justificación del poder en una voluntad
«El único modo de erigir un poder común que pueda defenderlos de la invasión de
extraños y de las injurias entre ellos mismos, dándoles seguridad que les permita
alimentarse con el fruto de su trabajo y con los productos de la tierra y llevar así una
vida satisfecha, es el de conferir todo su poder y toda su fuerza individuales a un solo
hombre o a una asamblea de hombres, que, mediante una pluralidad de votos puedan
reducir las voluntades de los súbditos a una sola voluntad.»
Hobbes, Leviatán.

Preguntas
1. Explica el significado, en Hobbes, de los términos «súbdito» y «voluntad».
2. Explica, según Hobbes, qué instancia única garantiza la seguridad de los individuos.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.

129
4. Relaciona la teoría política de Hobbes con otra teoría de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 3
Locke. Los principios morales no son innatos
«[…] pues es inconcebible que admita la justicia como principio práctico quien obra
rectamente con su compañero de fechorías y, al mismo tiempo, despoja o mata al primer
hombre honrado que encuentra. La justicia y la fidelidad son vínculos comunes de la
sociedad y por eso hasta los forajidos tienen que aceptarlas pues de lo contrario no
podrían mantenerse unidos. Pero, ¿osará alguien decir que quienes viven del fraude y la
rapiña tienen principios innatos de fidelidad y justicia?»
Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Locke las expresiones «principios
prácticos», «principios innatos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
Locke. El poder político
«Es el derecho a dictar leyes, incluida la pena de muerte y, en consecuencia, todas las
inferiores, para la regulación y salvaguarda de la propiedad, y a emplear la fuerza de la
comunidad en la ejecución de todas las leyes y en la defensa del Estado contra
agresiones del exterior, y todo ello únicamente en pro del bien público.»
Locke, Tratado sobre el gobierno civil.

Pregunta
1. Explica las diferencias de Locke con Hobbes y Rousseau.

TEXTO 5
Locke. Contra el poder absoluto
«Los monarcas absolutos no son mas que hombres, por lo cual no se ve cómo podría ser
mejor que el estado de naturaleza aquel gobierno en el que un hombre tiene libertad
para ser juez. en su propia causa y hacer a sus súbditos todo lo que le plazca, sin que
nadie tenga libertad para cuestionar o controlar a quienes ejecuten sus designios.»
Locke, Tratado sobre el gobierno civil.

• Comentario libre

130
TEXTO 6
Hume. Las distinciones de la moral no son producto de la razón
«Puesto que la razón no puede en ningún caso impedir o producir inmediatamente
acción por condenarla o aprobarla, no podrá ser el origen del bien y el mal morales, que
se ha visto tienen esa influencia. Las acciones pueden ser laudables o censurables, pero
no razonables o irrazonables. Por tanto, laudable o censurable no es lo mismo que
razonable o irrazonable. El mérito y demérito de las acciones contradice
frecuentemente, y a veces domina a nuestras inclinaciones naturales. Pero la razón no
tiene esa influencia. Luego las distinciones morales no son producto de la razón. La
razón es totalmente inactiva, por lo que nunca puede ser origen de un principio tan
activo como lo es la conciencia o sentimiento de lo moral.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Hume las expresiones «bien y mal
morales», «conciencia o sentimiento de lo moral».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 7
Hume. Cómo puede influir la razón en la conducta
«En sentido estricto y filosófico, la razón puede tener influencia sobre nuestra conducta
únicamente de dos maneras: excitando una pasión al informarnos de la existencia de
algo que resulta un objeto adecuado para aquélla, o descubriendo la conexión de causas
y efectos, de modo que nos proporcione los medios de ejercer una pasión. Éstos son los
únicos tipos de juicios que pueden acompañar a nuestras acciones, o que puede decirse
que de algún modo las producen.»
Hume, Tratado de la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Hume los términos «pasión»,
«causa» y «efecto».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

131
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 8
Hume. El vicio y la virtud
«[…] y si logramos que resulte evidente, podremos concluir que la moralidad no es
objeto de razón. Pero ¿es que puede existir dificultad alguna en probar que la virtud y el
vicio no son cuestiones de hecho cuya existencia podamos inferir mediante la razón?
Sea el caso de una acción reconocidamente viciosa: el asesinato intencionado, por
ejemplo. Examinadlo desde todos los puntos de vista posibles, a ver si podéis encontrar
esa cuestión de hecho o existencia a que llamáis vicio. Desde cualquier punto que lo
miréis, lo único que encontraréis serán ciertas pasiones, motivos, voliciones y
pensamientos. No existe ninguna otra cuestión de hecho incluida en esta acción.
Mientras os dediquéis a considerar el objeto, el vicio se os escapará completamente.
Nunca podréis descubrirlo hasta el momento en que dirijáis la reflexión a vuestro propio
pecho y encontréis allí un sentimiento de desaprobación que en vosotros se levanta
contra esa acción. He aquí una cuestión de hecho: pero es objeto del sentimiento, no de
la razón. Está en vosotros mismos, no en el objeto. De esta forma, cuando reputáis una
acción o un carácter como viciosos, no queréis decir otra cosa sino que, dada la
constitución de vuestra naturaleza, experimentáis una sensación o sentimiento de
censura al contemplarlos. Por consiguiente, el vicio y la virtud pueden compararse con
los sonidos, colores, calor y frío, que, según la moderna filosofía, no son cualidades en
los objetos, sino percepciones en la mente. Y lo mismo que en física, este
descubrimiento en moral tiene que ser considerado como un progreso importante en las
ciencias especulativas, aunque –igual que el otro descubrimiento en física– tenga poca o
ninguna influencia en la práctica. Nada puede ser más real o tocamos más de cerca que
nuestros propios sentimientos de placer y malestar, y si éstos son favorables a la virtud
y desfavorables al vicio, no cabe exigir más a la hora de regular nuestra conducta y
comportamiento.»
Hume, Tratado sobre la naturaleza humana.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Hume los términos «cuestiones de
hecho», «vicio» y «virtud».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 9
Voltaire. Las supersticiones
«Cuando los hombres no tienen nociones claras de la Divinidad, las ideas falsas la
suplen, como en los malos tiempos se trafica con moneda devaluada cuando no se tiene
moneda buena. El pagano no osaba cometer un crimen ante el temor de ser castigado
por los falsos dioses; el malabar teme ser castigado por su pagoda. En todos los sitios en

132
que hay establecida una sociedad, es necesaria una religión; las leyes velan sobre los
crímenes conocidos y la religión sobre los crímenes secretos.
Pero una vez que los hombres han llegado a abrazar una religión pura y santa, la
superstición se vuelve no solo inútil, sino muy peligrosa. No se debe tratar de alimentar
con bellotas a aquellos a los que Dios se digna alimentar con pan. La superstición es a la
religión lo que la astrología a la astronomía: la hija muy loca de una madre muy cuerda.
Estas dos hijas han subyugado mucho tiempo toda la tierra.»
Voltaire, Tratado sobre la tolerancia.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Voltaire los términos
«superstición», «religión», «pagano».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 10
Voltaire. La voz de la naturaleza
«Soy yo sola (la naturaleza) la que os une a pesar vuestro por vuestras mutuas
necesidades, incluso en medio de vuestras crueles guerras con tanta ligereza
emprendidas, eterno teatro de los errores, de los azares y de las desgracias. Soy yo sola
la que, en una nación, detiene las consecuencias funestas de la división interminable
entre la nobleza y la magistratura, entre esos dos estamentos y el clero, incluso entre los
burgueses y los campesinos. Ignoran todos los límites de sus derechos; pero todos
escuchan a pesar suyo, a la larga mi voz que habla a su corazón. Yo sola conservo la
equidad en los tribunales, en donde todo sería entregado sin mí a la indecisión y al
capricho, en medio de un montón confuso de leyes hechas a menudo al azar y para unas
necesidades pasajeras, diferentes entre ellas de provincia en provincia, de ciudad en
ciudad, y casi siempre contradictorias entre sí en el mismo lugar. Yo sola puedo inspirar
la justicia, mientras que las leyes solo inspiran los embrollos. El que me escucha juzga
siempre bien; y el que solo busca conciliar opiniones que se contradicen es el que se
extravía.
Hay un edificio inmenso cuyos cimientos he puesto con mis manos: era sólido y
sencillo, todos los hombres podían entrar en él con seguridad; han querido añadirle los
ornamentos más extraños, más toscos, más inútiles; el edificio cae en ruinas por los
cuatro costados; los hombres recogen las piedras y se las tiran a la cabeza; les grito:
Deteneos, apartad esos escombros funestos que son obra vuestra y habitad conmigo en
paz en mi edificio inconmovible.»
Voltaire, Micromegas. Historia filosófica.
• Comentario libre

TEXTO 11

133
Condorcet. El progreso indefinido
«Por último, todas las observaciones que nos proponemos desarrollar en la obra
propiamente dicha, ¿no demuestran que la buena moral del hombre, resultado necesario
de su organización, es, como todas las demás facultades, susceptible de un
perfeccionamiento indefinido, y que la naturaleza enlaza, mediante una cadena
indisoluble, la verdad, la felicidad y la virtud?»
Condorcet, Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «buena moral», «cadena
indisoluble», «felicidad» y «virtud».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 12
Montesquieu. La separación de poderes
«La libertad política en un ciudadano es la tranquilidad de espíritu que proviene de la
opinión que cada uno tiene de su seguridad; y para que se goce de ella es preciso que
sea tal el gobierno, que ningún ciudadano tenga motivo de temer a otro.
Cuando los poderes legislativos y ejecutivos se hallan reunidos en una misma persona o
corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el senado
hagan leyes tiránicas para ejecutarlas del mismo modo.
Así sucede también cuando el poder judicial no está separado del legislativo y del
ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los
ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador, y, estando unido
al segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor
[...]
Es necesario además que los jueces sean de la condición del acusado, o mejor dicho sus
iguales, para que no crea que cae en manos de personas inclinadas a hacerle daño.
Si el poder legislativo concede al ejecutivo la facultad de encarcelar a los ciudadanos
capaces de dar caución de su conducta, se consume la libertad: pero no sucede así
cuando su detención tiene el objeto de hacerles responder inmediatamente a una
acusación capital; porque en este caso permanecen libres verdaderamente, pues no se
hallan sometidos a otro poder que al de la ley.»
Montesquieu, El espíritu de las leyes.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «poder legislativo»,
«poder ejecutivo», «poder judicial».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

134
TEXTO 13
Rousseau. La bondad natural del ser humano
«El principio fundamental de toda moral, sobre el cual yo he razonado en todos mis
escritos, y que he desarrollado en este último con toda la claridad de que he sido capaz,
es que el hombre es un ser naturalmente bueno, amante de la justicia y del orden, que no
hay perversidad original en el corazón humano y que los primeros movimientos de la
naturaleza son siempre rectos. Si el hombre es bueno por naturaleza, como creo haberlo
demostrado, se sigue que permanece siéndolo mientras que no le altere nada extraño a
él; y si los hombres son malos, como ellos se han esforzado en demostrármelo, se sigue
que su maldad les viene de otra parte: cerrad, pues, la entrada al vicio y el corazón
humano siempre será bueno.»
Rousseau, Emilio.
• Comentario libre

TEXTO 14
Rousseau. El espíritu general
«Cada uno de nosotros pone en el común su persona y todo su poder bajo la suprema
dirección de la voluntad general, y nosotros recibimos en cuerpo cada miembro como
parte indivisible del todo.
No estando formado el soberano sino de los particulares que lo componen, no puede
tener interés contrario al suyo, porque es imposible que el cuerpo dañe a todos los
miembros.
El pacto social implica tácitamente esta obligación: que aquel que rehúse obedecer a la
voluntad general será a ello obligado por todos; lo que no significa otra cosa sino que se
le obligará a ser libre.
El pacto social establece entre los ciudadanos tal igualdad, que todos se obligan bajo las
mismas condiciones y deben gozar de los mismos derechos.»
Rousseau, El contrato social.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto el término «voluntad general».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 15
Rousseau. La fuerza no hace derecho
«El más fuerte nunca es bastante fuerte para ser siempre el amo, si no transforma su
fuerza en derecho y la obediencia en deber […] Ceder a la fuerza es una acto de
necesidad, no de voluntad; es todo lo más un acto de prudencia. […] Que un bandido
me sorprenda en un rincón de un bosque: no solo hay que darle, por fuerza, la bolsa,
sino que, aunque yo pudiera sustraérsela, estoy en conciencia obligado a dársela, porque
en última instancia la pistola que tiene también es un poder.

135
Convengamos, pues, que la fuerza no hace derecho, y que solo se está obligado a
obedecer a los poderes legítimos.»
Rousseau, El contrato social.

Preguntas
1. Explica el significado, en Rousseau, de las expresiones «acto de voluntad» y
«poderes legítimos».
2. Explica por qué, según Rousseau, la fuerza no hace derecho.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la teoría política de Rousseau con otra de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 16
Kant. Enunciado del imperativo
«Si, pues, ha de haber un principio práctico supremo y un imperativo categórico con
respecto a la voluntad humana, habrá de ser tal que, por la representación de lo que es
fin para todos necesariamente, porque es fin en sí mismo, constituya un principio
objetivo de la voluntad y por tanto pueda servir de ley práctica universal. […] El
imperativo práctico será, pues, como sigue: obra de tal modo que uses la humanidad,
tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo
y nunca solamente como un medio.»
Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

Preguntas
1. Explica el significado, en Kant, de las expresiones «principio objetivo de la
voluntad» y «ley práctica».
2. Explica la formulación, expuesta por Kant en el texto, del imperativo categórico.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la teoría moral de Kant con otra de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 17
Kant. La ética formal
«Por último, hay un imperativo que, sin poner como condición ningún propósito a
obtener por medio de cierta conducta, manda esa conducta inmediatamente. Tal
imperativo es categórico. Ni se refiere a la materia de la acción y a lo que de ésta ha de
suceder, sino a la forma y al principio de donde ella sucede, y lo esencialmente bueno
de la acción consiste en el ánimo que a ella se lleva, sea el éxito el que fuere. Este
imperativo puede llamarse el de la moralidad.»
Kant, Metafísica de las costumbres.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto el término «forma», e «imperativo
categórico».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.

136
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 18
Kant. La razón práctica
«Cada cosa, en la naturaleza, actúa según leyes. Solo un ser racional posee la facultad
de obrar por la representación de las leyes, esto es, por principios; posee una voluntad.
Como para derivar las acciones de las leyes se exige razón, resulta que la voluntad no es
otra cosa que razón práctica. Si la razón determina indefectiblemente la voluntad,
entonces las acciones de este ser, que son conocidas como objetivamente necesarias, son
también subjetivamente necesarias, es decir, que la voluntad es una facultad de no elegir
nada más que lo que la razón, independientemente de la inclinación, conoce como
prácticamente necesario, es decir, bueno. Pero si la razón por sí sola no determina
suficientemente la voluntad; si la voluntad se halla sometida también a condiciones
subjetivas (ciertos resortes) que no siempre coinciden con las objetivas; en una palabra,
si la voluntad no es en sí plenamente conforme con la razón (como realmente sucede en
los hombres), entonces las acciones conocidas objetivamente como necesarias son
subjetivamente contingentes, y la determinación de tal voluntad, en conformidad con las
leyes objetivas, llámase constricción; es decir, la relación de las leyes objetivas a una
voluntad no enteramente buena es representada como la determinación de la voluntad de
un ser racional por fundamentos de la voluntad, sí, pero por fundamentos a los cuales
esta voluntad no es por su naturaleza necesariamente obediente.
La representación de un principio objetivo, en tanto que es constrictivo para una
voluntad, llámase mandato (de la razón), y la fórmula del mandato llámase imperativo.
Todos los imperativos exprésanse por medio de un «debe ser» y muestran así la relación
de una ley objetiva de la razón a una voluntad que, por su constitución subjetiva, no es
determinada necesariamente por tal ley (una constricción). Dicen que fuera bueno hacer
u omitir algo; pero lo dicen a una voluntad que no siempre hace algo solo porque se le
represente que es bueno hacerlo. Es, empero, prácticamente bueno lo que determina la
voluntad por medio de representaciones de la razón y, consiguientemente, no por causas
subjetivas, sino objetivas, esto es, por fundamentos que son válidos para todo ser
racional como tal. Distínguese de lo agradable, siendo esto último lo que ejerce influjo
sobre la voluntad por medio solamente de la sensación, por causas meramente
subjetivas, que valen solo para éste o aquél, sin ser un principio de la razón válido para
cualquiera.»
Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

• Comentario libre

TEXTO 19
Kant. La moralidad de las acciones
«Una acción hecha por deber tiene su valor moral, no en el propósito que por medio de
ella se quiere alcanzar, sino en la máxima por la cual ha sido resuelta; no depende, pues,
de la realidad del objeto de la acción, sino meramente del principio del querer, según el
cual ha sucedido la acción, prescindiendo de todos los objetos de la facultad de desear.

137
Por lo anteriormente dicho se ve con claridad que los propósitos que podamos tener al
realizar las acciones, y los efectos de éstas, considerados como fines y motores de la
voluntad, no pueden proporcionar a las acciones ningún valor absoluto y moral.
¿Dónde, pues, puede residir este valor, ya que no debe residir en la voluntad, en relación
con los efectos esperados? No puede residir sino en el principio de la voluntad,
prescindiendo de los fines que puedan realizarse por medio de la acción.»
Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

Preguntas
1. Explica el significado, en Kant, de la expresión «acción por deber» y del término
«máxima».
2. Explica por qué, según Kant, el valor moral de una acción depende del principio del
querer.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la teoría moral de Kant con otra de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 20
Kant. La ilustración
«Si nos preguntamos si vivimos ahora una época ilustrada, la respuesta es no, pero sí en
una época de Ilustración. Todavía falta mucho para que los hombres, tal como están las
cosas, considerados en conjunto, puedan ser capaces o estén en situación de servirse
bien y con seguridad de su propio entendimiento sin la guía de otro en materia de
religión. Sin embargo, es ahora cuando se les ha abierto el espacio para trabajar
libremente en este empeño, y percibimos inequívocas señales de que disminuyen
continuamente los obstáculos para la Ilustración general, o para la salida de la
autoculpable minoría de edad. Desde este punto de vista, nuestra época es el tiempo de
la Ilustración o el siglo de Federico.»
Kant, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?

Preguntas
1. Explica el significado, en Kant, de las expresiones «época ilustrada» y «época de
ilustración».
2. Explica, según Kant, cuáles son los obstáculos que impiden la Ilustración general.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento ilustrado de Kant con otro de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 21
Kant. El deber
«El deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley […] Una acción realizada
por deber tiene que excluir por completo el influjo de la inclinación, y con ésta todo
objeto de la voluntad; no queda, pues, otra cosa que pueda determinar la voluntad, si no
es, objetivamente, la ley y, subjetivamente, el respeto puro a esa ley práctica y, por
tanto, la máxima de obedecer siempre a esa ley, aun con perjuicio de todas mis
inclinaciones.»
Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

138
Preguntas
1. Explica el significado, en Kant, de los términos «máxima» e «inclinación».
2. Explica por qué, según Kant, el deber moral ha de basarse en el respeto a la ley
práctica.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la teoría moral de Kant con otra de la Historia de la Filosofía.

139
140
TEMA 11: LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO XIX

TEXTO 1
Comte. Los tres estados
«De ahí tres clases de filosofías, o de sistemas generales de concepciones sobre el
conjunto de fenómenos, que se excluyen mutuamente: la primera es el punto de partida
necesario de la inteligencia humana; la tercera, su estado fijo y definitivo; la segunda
está destinada únicamente a servir de transición.
En el estado teológico, el espíritu humano dirigiendo esencialmente sus investigaciones
hacia la naturaleza íntima de los seres, las causas primeras y finales de todos los efectos
que le sorprenden, en una palabra, hacia los conocimientos absolutos, se representa los
fenómenos como producidos por la acción directa y continua de agentes sobrenaturales
más o menos numerosos, cuya intervención arbitraria explica todas las anomalías
aparentes del universo.
En el estado metafísico, que no es en el fondo más que una simple modificación general
del primero, los agentes sobrenaturales son sustituidos por fuerzas abstractas,
verdaderas entidades (abstracciones personificadas) inherentes a los diversos seres del
mundo, y concebidas como capaces de engendrar por sí mismas todos los fenómenos
observados, cuya explicación consiste entonces en asignar a cada uno la entidad
correspondiente.
Por último, en el estado positivo, el espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de
obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y la destinación del universo, y
a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir,
mediante el uso bien combinado del razonamiento y de la observación, sus leyes
efectivas, es decir, sus relaciones invariables de sucesión y de semejanza. La
explicación de los hechos, reducida entonces a sus términos reales, no es desde este
momento más que la conexión establecida entre los diversos fenómenos particulares y
algunos hechos generales, cuyo número los progresos de la ciencia tiende cada vez más
a reducir.»
Comte, Curso de filosofía positiva.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «causas primeras y
finales», «agentes sobrenaturales», «fuerzas abstractas», «conexión entre fenómenos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 2
Comte. El espíritu positivo

141
«Esta larga sucesión de preámbulos necesarios conduce por último nuestra inteligencia,
gradualmente emancipada, a su estado definitivo de positividad racional, que debe aquí
ser caracterizada de una manera más especial que los dos estados preliminares.
Habiendo espontáneamente constatado tales ejercicios preparatorios la inanidad radical
de las explicaciones vagas y arbitrarias propias de la filosofía inicial, sea teológica, sea
metafísica, el espíritu humano renuncia en lo sucesivo a las investigaciones absolutas
que no convenían nada más que a su infancia, y circunscribe sus esfuerzos en el
dominio, desde entonces rápidamente progresivo, de la verdadera observación, única
base posible de conocimientos verdaderamente accesibles, sabiamente adaptados a
nuestras necesidades reales. La lógica especulativa había consistido hasta entonces en
razonar, de una manera más o menos sutil, según principios confusos, que, no
comportando ninguna prueba suficiente, suscitaban siempre debates sin solución. En lo
sucesivo ella reconoce, como regla fundamental, que toda proposición que no es
estrictamente reducible a la simple enunciación de un hecho, o particular o general, no
puede ofrecernos ningún sentido real e inteligible. Los principios que emplea no son
ellos mismos más que verdaderos hechos, solo que más generales y abstractos que
aquellos cuyo enlace ellos deben formar. Cualquiera que sea por lo demás el modo,
racional o experimental, de proceder para su descubrimiento, es siempre de su
conformidad, directa o indirecta, con los fenómenos observados de donde resulta
exclusivamente su eficacia científica. La pura imaginación pierde entonces
irrevocablemente su antigua supremacía mental, y se subordina necesariamente a la
observación, de modo que constituya un estado lógico plenamente normal, sin dejar de
ejercer sin embargo, en las especulaciones positivas, un servicio tan capital como
inagotable para crear o perfeccionar los medios de conexión, sea definitivo o
provisional. En una palabra, la revolución fundamental que caracteriza la virilidad de
nuestra inteligencia consiste esencialmente en sustituir por todas partes, a la inaccesible
determinación de las causas propiamente dichas, la simple investigación de leyes, es
decir, de las relaciones constantes que existen entre los fenómenos observados. Que se
trate de los más pequeños o de los más sublimes efectos, de choque y de gravedad como
de pensamiento y de moralidad, no podemos verdaderamente conocer en ello más que
las diversas conexiones mutuas adecuadas a su cumplimiento, sin penetrar jamás el
misterio de su producción.»
Comte, Discurso sobre el espíritu positivo.

• Comentario libre

TEXTO 3
Comte. Ver para prever
«Desde que la subordinación constante de la imaginación a la observación ha sido
unánimemente reconocida como la primera condición fundamental de toda sana
especulación científica, una viciosa interpretación ha conducido frecuentemente a
abusar mucho de este gran principio lógico, para hacer degenerar la ciencia real en una
especie de estéril acumulación de hechos incoherentes, que no podría ofrecer otro
mérito esencial que el de la exactitud parcial. Importa pues advertir bien que el
verdadero espíritu positivo no está menos alejado, en el fondo, del empirismo que del
misticismo; entre estas dos aberraciones, igualmente funestas, debe siempre caminar: la
necesidad de una tal reserva continua, tan difícil como importante, bastará por lo demás

142
para verificar, de acuerdo con nuestras explicaciones iniciales, cuánto debe ser
maduramente preparada la verdadera positividad, de manera que no se pueda de
ninguna manera concordar con el estado naciente de la humanidad. Es en las leyes de
los fenómenos donde consiste realmente la ciencia, a la que los hechos propiamente
dichos, por exactos y numerosos que puedan ser, no proporcionan jamás más que
indispensables materiales. Así pues, considerando la destinación constante de estas
leyes, se puede decir, sin ninguna exageración, que la verdadera ciencia, muy lejos de
estar formada de simples observaciones, tiende siempre a dispensar, en lo posible, de la
exploración directa, sustituyéndola por esta previsión racional, que constituye, en todos
los respectos, el principal carácter del espíritu positivo, como nos lo hará advertir
claramente el conjunto de estudios astronómicos. Una previsión tal, consecuencia
necesaria de las relaciones constantes descubiertas entre los fenómenos, nunca permitirá
con-fundir la ciencia real con esta vana erudición que acumula maquinalmente hechos
sin aspirar a deducirlos unos de otros. Este gran atributo de todas nuestras sanas
especulaciones no importa menos a su utilidad efectiva que a su propia dignidad; pues
la exploración directa de los fenómenos realizados no podría bastar para permitirnos
modificar su cumplimiento, si no nos condujese a preverlo convenientemente. Así, el
verdadero espíritu positivo consiste sobre todo en ver para prever, en estudiar lo que es,
a fin de concluir de ello lo que será, según el dogma general de la invariabilidad de las
leyes naturales.»
Comte, Discurso sobre el espíritu positivo.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «exactitud parcial»,
«leyes de los fenómenos», «positividad».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 4
Comte. El orden y el progreso
«Esta doble indicación de la aptitud fundamental del espíritu positivo para sistematizar
espontáneamente las sanas nociones simultáneas del orden y del progreso basta aquí
para señalar sumariamente la alta eficacia social propia de la nueva filosofía general. Su
valor, en este aspecto, depende sobre todo de su plena realidad científica, es decir, de la
exacta armonía que establece siempre, en cuanto que es posible, entre los principios y
los hechos, tanto en relación con los fenómenos sociales como con todos los demás. La
reorganización total, que es la única que puede terminar la gran crisis moderna, consiste,
en efecto, bajo el aspecto mental, que debe prevalecer en primer lugar, en constituir una
teoría sociológica adecuada para explicar convenientemente el conjunto del pasado
humano: tal es el modo más racional de plantear la cuestión esencial, a fin de descartar
mejor de ella toda pasión perturbadora. Pues es así como la superioridad necesaria de la
escuela positiva sobre las diversas escuelas actuales puede ser también más claramente
apreciada. Pues el espíritu teológico y el espíritu metafísico son ambos conducidos, por

143
su naturaleza absoluta, a no considerar más que la porción del pasado en que cada uno
de ellos ha sobre todo dominado: lo que precede y lo que sigue no le ofrece más que una
tenebrosa confusión y un desorden inexplicable, cuya conexión con esta estrecha parte
del gran espectáculo histórico no puede, a sus ojos, resultar más que de una milagrosa
intervención. El espíritu positivo, en virtud de su naturaleza eminentemente relativa, es
el único que puede representar convenientemente todas las grandes épocas históricas
como otras tantas fases determinadas de una misma evolución fundamental, en la que
cada una resulta de la precedente y prepara la siguiente según leyes invariables.»
Comte, Discurso sobre el espíritu positivo.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «espíritu positivo»,
«fuerzas abstractas», «conexión entre fenómenos».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 5
Comte. La religión positiva
«La existencia de un orden inmutable constituye pues la primera base, a la vez
espontánea y sistemática, de la verdadera religión. Este dogma fundamental, sin el que
la unidad humana sería imposible, debe ser considerado como la más preciosa
adquisición de nuestra inteligencia descubriendo en el exterior el único punto de apoyo
sólido que conlleva el conjunto de nuestra naturaleza, individual o colectiva. La teoría
positiva de la religión tiene pues necesidad de caracterizar bien una construcción tal, a
la vez objetiva y subjetiva, que sistematiza finalmente el gran dualismo filosófico,
uniendo irrevocablemente el hombre y el mundo.
La unidad humana se establece irrevocablemente sobre bases enteramente sacadas de
una sana apreciación general de nuestra condición y de nuestra naturaleza. Un estudio
profundizado del orden universal nos revela, en fin, la existencia preponderante del
verdadero Gran Ser que, destinado a perfeccionarlo sin cesar conformándose siempre
con él, nos representa lo mejor posible el verdadero conjunto. Esta incontestable
providencia, arbitro supremo de nuestro destino, viene a ser naturalmente el centro
común de nuestras afecciones, de nuestros pensamientos y de nuestras acciones.
Aunque este Gran Ser sobrepasa evidentemente toda fuerza humana, incluso colectiva,
su constitución necesaria y su propia destinación lo hacen emi-nentemente simpático
respecto de todos sus servidores. El menor de entre nosotros puede y debe aspirar
constantemente a conservarlo e incluso a mejorarlo. Este fin normal de toda nuestra
actividad, privada o pública, determina el verdadero carácter general del resto de nuestra
existencia, afectiva y especulativa, siempre dedicada a amarle y conocerle, a fin de
servirle dignamente, por un sabio empleo de todos los medios que él nos proporciona.
Recíprocamente, este servicio continuo, consolidando nuestra verdadera unidad, nos
hace a la vez mejores y más felices. Su último resultado necesario consiste en
incorporarnos irrevocablemente al Gran Ser cuyo desarrollo nosotros de esta manera
hemos secundado.»

144
Comte, Sistema de política positiva.
• Comentario libre

TEXTO 6
Hegel. El Estado
«La idea universal se manifiesta en el Estado. Respecto al término de fenómeno o
manifestación, es de advertir que no tiene aquí el mismo significado que en su
representación habitual. En ésta separamos la fuerza y la manifestación, como si aquélla
fuese lo esencial y ésta lo inesencial y externo. Pero en la categoría de la fuerza no hay
aún una determinación concreta. En cambio, donde está el espíritu, el concepto
concreto, la manifestación misma es lo esencial. El distintivo del espíritu es su acto, su
actuosidad. El hombre es su acto, es la serie de sus actos, es aquello para lo cual se ha
hecho. El espíritu es, por tanto, esencialmente energía, y en él no se puede hacer
abstracción de la manifestación. La manifestación del espíritu es su determinación; y
éste es el elemento de su naturaleza concreta. El espíritu que no se determina es una
abstracción del intelecto. La manifestación del espíritu es su autodeterminación; y esta
manifestación hemos de considerarla bajo la forma de Estados e individuos.
Llamamos Estado al individuo espiritual, al pueblo, por cuanto está en sí articulado, por
cuanto es un todo orgánico. Esta denominación se halla expuesta a la ambigüedad,
porque con las palabras Estado y derecho del Estado, designamos habitualmente solo el
sector político, a diferencia de la religión, la ciencia y el arte. Pero aquí se toma el
Estado en un sentido más amplio, tal como usamos también la expresión de reino,
cuando designamos la manifestación de lo espiritual. Concebimos, pues, un pueblo
como un individuo espiritual y no subrayamos en él principalmente el aspecto exterior,
sino que destacamos eso que hemos llamado espíritu del pueblo, esto es, la
autoconciencia de su verdad y de su esencia y lo que para él mismo es la verdad en
general, las potencias espirituales que viven en ese pueblo y lo gobiernan. Lo universal
que se destaca y se hace consciente en el Estado, la forma bajo la cual se produce cuanto
existe, eso es lo que constituye la cultura de una nación. Pero el contenido determinado
que recibe esta forma de universalidad y que está encerrado en la realidad concreta del
Estado, es el espíritu mismo del pueblo. El estado real se halla animado por ese espíritu,
en todos sus asuntos particulares: guerras, instituciones, etc. Este contenido espiritual es
fijo y sólido; está enteramente sustraído al arbitrio, a las particularidades, a los
caprichos, a la individualidad, a la contingencia. Lo entregado a estas fuerzas no
constituye en nada la naturaleza del pueblo; es como el polvo que flota y se cierne sobre
una ciudad o un campo, pero sin afectarle esencialmente. Ese contenido espiritual
constituye la esencia del individuo, como constituye el espíritu del pueblo. Es el lazo
sagrado que une los hombres, los espíritus. Toda dicha privada y todo arbitrio privado
depende de una y la misma vida, de un mismo gran objeto, de un mismo gran fin, de un
mismo gran contenido.
El Estado es, por tanto, el objeto inmediato de la historia universal. En el Estado alcanza
la libertad su objetividad y vive en el goce de esta objetividad.»
Hegel, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal.

• Comentario libre

145
TEXTO 7
Hegel. El progreso de la historia
«La historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad –un progreso que
debemos conocer en su necesidad–.
Lo que he dicho en general sobre la diferencia respecto al modo de conocer la libertad –
esto es, que los orientales solo han sabido que uno es libre, y el mundo griego y romano
que algunos son libres, y nosotros que todos los hombres son en sí libres, que el hombre
es libre como hombre– suministra la división que haremos en la historia universal y
según la cual la trataremos. Pero ésta es una observación de pasada. Antes hemos de
explicar todavía algunos conceptos.
Hemos indicado ya que lo que constituye la razón del espíritu en su determinación, lo
que constituye la determinación del mundo espiritual y –puesto que el mundo sustancial
y físico está subordinado o, dicho con una expresión especulativa, no tiene verdad frente
al primero– el fin último del mundo, es que el espíritu tenga conciencia de su libertad y
que de este modo su libertad se realice.»
Hegel, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal.
• Comentario libre

TEXTO 8
Feuerbach. La esencia del hombre
«Vale aquí, sin restricción alguna, la proposición: el objeto del hombre es su esencia
misma objetivada. Tal y como el hombre piensa, y siente, así es su Dios; lo que vale el
hombre, lo vale su Dios y no más. La conciencia de Dios es la autoconciencia del
hombre; el conocimiento de Dios, el autoconocimiento del hombre. Conoces al hombre
por su Dios, y viceversa, conoces su Dios por el hombre; los dos son una misma cosa.
Lo que para el hombre es Dios, es su espíritu, su alma, y lo que es el espíritu del
hombre, su alma, su corazón, es su Dios. Dios es el interior revelado del hombre, el
hombre en cuanto expresado; la religión es la revelación solemne de los tesoros ocultos
del hombre, la confesión de sus pensamientos más íntimos, la declaración pública de sus
secretos de amor.
Pero si la religión, la conciencia de Dios, es definida como la autoconciencia del
hombre, esto no lo debemos entender como si el hombre religioso fuera directamente
consciente de que su conciencia de Dios es la autoconciencia de su esencia, pues la
carencia de esta conciencia constituye justamente la esencia de la religión. Para eliminar
este malentendido sería mejor decir: la religión es la autoconciencia primaria e indirecta
del hombre. La religión precede siempre a la filosofía tanto en la historia de la
humanidad como en la historia de los individuos. El hombre busca su esencia fuera de
sí, antes de encontrarla en sí mismo.»
Feuerbach, La esencia del cristianismo.
• Comentario libre

TEXTO 9
Feuerbach. La antigua filosofía
«Si la vieja filosofía tenía como punto de partida la proposición: yo soy un ser abstracto,
un ser solo pensante, el cuerpo no pertenece a mi esencia; la nueva filosofía comienza

146
por el contrario con la proposición: yo soy un ser real, un ser sensible: el cuerpo
pertenece a mi esencia; incluso el cuerpo en su totalidad es mi yo, mi esencia misma.
Por eso, el viejo filósofo pensaba en una contradicción y conflicto continuos con los
sentidos para rechazar las representaciones sensibles, para no mancillar los conceptos
abstractos; el nuevo filósofo, por el contrario, piensa en consonancia y armonía con los
sentidos.
La vieja filosofía admitía la verdad de la sensibilidad –incluso en el concepto de Dios,
que comprende en sí el ser, pues este ser debía ser, sin embargo, al mismo tiempo, un
ser distinto del ser pensado, un ser exterior al espíritu, exterior al pensamiento, un ser
realmente objetivo, es decir, sensible– pero solo lo admitía solapadamente, solo in
abstracto, solo inconscientemente y contra su voluntad, solo porque tenía que hacerlo
así; la nueva filosofía, por el contrario, reconoce la verdad de la sensibilidad con alegría,
con conciencia: ella es la filosofía sinceramente sensible.»
Feuerbach, Principios de la filosofía del futuro.
• Comentario libre

TEXTO 10
Feuerbach. La nueva filosofía
«Lo real en su realidad y totalidad, el objeto (Gegenstand) de la nueva filosofía, es
también solo objeto para un ser real y total. Por ello la nueva filosofía tiene como su
principio de conocimiento, como su sujeto, no al yo, ni al espíritu absoluto, es decir,
abstracto, en una palabra, no a la razón en abstracto, sino al ser real y total del hombre.
La realidad, el sujeto de la razón es solo el hombre. Piensa el hombre, no el yo, ni la
razón. La nueva filosofía se basa por tanto no en la divinidad, es decir, en la verdad de
la razón solo para sí, ella se basa en la divinidad, es decir, en la verdad del hombre total.
En otras palabras, ella se basa, sí, en la razón, pero en la razón cuya esencia es la
esencia humana, por tanto no en una razón sin esencia, sin color y sin nombre, sino en
una razón impregnada de la sangre del hombre. Por eso, si la vieja filosofía decía: solo
lo racional es lo verdadero y lo real, la nueva filosofía en cambio: solo lo humano es lo
verdadero y real; pues solo lo humano es lo racional; el hombre es la medida de la
razón.»
Feuerbach, Principios de la filosofía del futuro.
• Comentario libre

TEXTO 11
Marx. La sociedad burguesa
«Las relaciones esenciales de producción burguesa son la última forma antagónica del
proceso de producción social, antagónica no en el sentido de un antagonismo individual,
sino del que nace de las condiciones sociales de vida de los individuos; de manera que
las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean al
mismo tiempo las condiciones materiales para la disolución de semejante antagonismo.
Con esta formación social se cierra, en consecuencia, la prehistoria de la sociedad
humana.»
Marx, Contribución a la crítica de la economía política.

Preguntas

147
1. Explica el significado, en Marx, de las expresiones «relaciones esenciales de
producción» y «fuerzas productivas».
2. Explica, según Marx, por qué con la sociedad burguesa se cierra la prehistoria de la
humanidad.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el pensamiento político de Marx con otro de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 12
Marx. Fuerzas productivas y relaciones de producción
«Así como no se juzga lo que es un individuo por lo que el mismo se cree, tampoco se
puede enjuiciar semejante época de subversión por su conciencia, sino que se debe
explicar esta conciencia a partir de las contradicciones de la vida material, a partir de los
conflictos preexistentes entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones esenciales
de producción.»
K. Marx, Contribución a la crítica de la economía política.
Preguntas
1. Explica el significado, en Marx, de las expresiones «relaciones de producción» y
«fuerzas productivas».
2. Explica por qué, según Marx, no se puede juzgar una época de subversión por su
conciencia.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el materialismo histórico de Marx con otro planteamiento de la Historia de
la Filosofía.

TEXTO 13
Marx. El trabajo alienado
«Hasta tal punto aparece la realización del trabajo como desrealización del trabajador,
que éste es desrealizado hasta llegar a la muerte por inanición. La objetivación aparece
hasta tal punto como pérdida del objeto que el trabajador se ve privado de los objetos
más necesarios no solo para la vida, sino incluso para el trabajo. Es más, el trabajo
mismo se convierte en un objeto del que el trabajador solo puede apoderarse con el
mayor esfuerzo y las más extraordinarias interrupciones. La apropiación del objeto
aparece en tal medida como extrañamiento, que cuantos más objetos produce el
trabajador, tantos menos alcanza a poseer y tanto más sujeto queda a la dominación de
su producto, es decir, del capital.
Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se
relaciona con el producto de su trabajo como un objeto extraño. Partiendo de este
supuesto, es evidente que cuanto más se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más
poderoso es el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí y tanto más pobres son él
mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de sí mismo es. Lo mismo sucede en la
religión. Cuanto más pone el hombre en Dios, tanto menos guarda en sí mismo. El
trabajador pone su vida en el objeto, pero a partir de entonces ya no le pertenece a él,
sino al objeto. Cuanto mayor es la actividad, tanto más carece de objetos el trabajador.
Lo que es el producto de su trabajo, no lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto,
tanto más insignificante es el trabajador. La enajenación del trabajador en su producto
significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia

148
exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un
poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta
como cosa extraña y hostil.»
Marx, Manuscritos de economía y filosofía.
• Comentario libre

TEXTO 14
Marx. Tesis sobre Feuerbach
«6. Feuerbach resuelve la esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia no es
algo abstracto e inmanente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las
relaciones sociales.
Feuerbach, quien no entra en la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:
1º) A prescindir del proceso histórico, plasmando el sentimiento religioso de por sí y
presuponiendo un individuo humano abstracto, aislado.
2º) La esencia solo puede concebirse, por tanto, de un modo "genérico", como una
generalidad interna, muda, que une de un modo natural a los muchos individuos.
7. Feuerbach no ve, por tanto, que el "sentimiento religioso" es, a su vez, un producto
social y que el individuo abstracto que él analiza pertenece a una determinada forma de
sociedad.
8. Toda vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen a la
teoría al misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la
comprensión de esta práctica.
9. Lo más a que puede llegar el materialismo contemplativo, es decir, el que no concibe
lo sensorial como una actividad práctica, es a contemplar a los diversos individuos
sueltos y a la sociedad civil.
10. El punto de vista del materialismo antiguo es la sociedad civil; el del materialismo
moderno, la sociedad humana o la humanidad social.
11. Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se
trata es de transformarlo.
Marx, 11 tesis sobre Feuerbach.
Preguntas
1. Explica el significado, en Marx, de las expresiones «materialismo contemplativo» e
«interpretar el mundo».
2. Explica por qué Marx no admite las ideas de Feuerbach.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el materialismo histórico de Marx con otro planteamiento de la Historia de
la Filosofía.

TEXTO 15
Marx. La propiedad privada
«Como quiera que la propiedad privada es solo la expresión sensible del hecho de que el
hombre se hace objetivo para sí y, al mismo tiempo, se convierte más bien en una objeto
extraño e inhumano, del hecho de que su exteriorización vital es su enajenación vital y
su realización su desrealización, una realidad extraña, la superación positiva de la
propiedad privada, es decir, la apropiación sensible por y para el hombre de la esencia y
de la vida humanas, de las obras humanas, no ha de ser concebida solo en el sentido del

149
goce inmediato, exclusivo, en el sentido de la posesión, del tener. El hombre se apropia
su esencia universal de forma universal, es decir, como hombre total. Cada una de sus
relaciones humanas con el mundo (ver, oír, oler, gustar, sentir, pensar, observar,
percibir, desear, actuar, amar), en resumen, todos los órganos de su individualidad,
como los órganos que son inmediatamente comunitarios en su forma, son, en su
comportamiento objetivo, en su comportamiento hacia el objeto, la apropiación de éste.
La apropiación de la realidad humana, su comportamiento hacia el objeto, es la
afirmación de la realidad humana; es, por esto, tan polifacética como múltiples son las
determinaciones esenciales y las actividades del hombre; es la eficacia humana y el
sufrimiento del hombre, pues el sufrimiento, humanamente entendido, es un goce
propio del hombre.
La propiedad privada nos ha hecho tan estúpidos y unilaterales que un objeto solo es
nuestro cuando lo tenemos, cuando existe para nosotros como capital o cuando es
inmediatamente poseído, comido, bebido, vestido, habitado, en resumen, utilizado por
nosotros. Aunque la propiedad privada concibe, a su vez, todas esas realizaciones
inmediatas de la posesión solo como medios de vida y la vida a la que sirven como
medios es la vida de la propiedad, el trabajo y la capitalización.»
Marx, Tercer manuscrito. Propiedad privada y trabajo.
• Comentario libre

TEXTO 16
Dilthey. Las concepciones del mundo
«Resumo lo dicho hasta ahora con un principio que la consideración histórica
comparada corrobora en cada punto. Las concepciones del mundo no son productos del
pensamiento. No nacen de la pura voluntad de conocer. La captación de la realidad
constituye un factor importante en su formación, pero no es más que uno. Surge de las
actitudes vitales, de la experiencia de la vida, de la estructura de nuestra totalidad
psíquica. La elevación de la vida a conciencia en el conocimiento de la realidad, la
estimación de la vida y la realización de la voluntad representa el arduo y lento trabajo
aportado por la humanidad con el desarrollo de las concepciones del mundo.»
Dilthey, Teoría de las concepciones del mundo.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «productos del
pensamiento» y «pura voluntad de conocer».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 17
Dilthey. Historicismo

150
«La relación de la inteligencia con la realidad histórico-social se nos ha mostrado
totalmente distinta de la que existe entre aquella y la naturaleza.
La historia de las ciencias del espíritu forma, a consecuencia de esta relación
fundamental, un todo relativamente independiente, que se ha desarrollado en
coordinación con el progreso de las ciencias de la naturaleza.»
Dilthey, Introducción a las ciencias del espíritu.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las expresiones «realidad histórico-
social» y «ciencias del espíritu».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 18
Schopenhauer. La finalidad del genio poético
«[…] mostrarnos el aspecto terrible de la vida, los dolores sin número, las angustias de
la humanidad, el triunfo de los malos, el vergonzoso dominio del azar y el fracaso a que
fatalmente están condenados el justo y el inocente, lo que nos suministra una indicación
importante sobre la naturaleza del mundo y de la vida.»
Schopenhauer, La cuádruple raíz del principio de razón suficiente.
• Comentario libre

TEXTO 19
Schopenhauer. El objeto es indisociable del sujeto
«Ser objeto para el sujeto y ser nuestra representación es lo mismo. Todas nuestras
representaciones son objeto del sujeto y todos los objetos del sujeto son nuestras
representaciones.»
Schopenhauer, La cuádruple raíz del principio de razón suficiente.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto las palabras «objeto», «sujeto» y
«representación».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 20
Schopenhauer. La voluntad
«La voluntad es aquello de lo cual toda representación, todo objeto, la apariencia, la
visibilidad, es objetivación. Es lo más intimo, el núcleo de todo lo individual, como

151
también del universo; aparece en cada una de las fuerzas ciegas de la naturaleza, en la
conducta reflexiva del hombre, que en toda su diversidad solo se diferencia en el grado
de sus manifestaciones, mas no por la esencia del fenómeno […] sin voluntad no hay
representación y el universo desaparece. No queda, pues, ante nuestros ojos más que la
nada.»
Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «representación»,
«objetivación».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación.

TEXTO 21
Kierkegaard. Lo ético es superado por lo religioso
«La ética es como tal lo general, y es, a este título, lo que es aplicable a cada uno, lo
que, desde otro lado, puede expresarse diciendo que es aplicable en cada instante. La
ética descansa inmanentemente en sí misma, sin nada exterior que sea su télos, siendo
ella misma télos; de todo lo que le es exterior; y una vez que la ética se lo ha
reintegrado, no va más lejos.
Puesto como ser inmediato, sensible y psíquico, el individuo es el individuo que tiene su
télos; en lo general; su tarea ética consiste en expresarse en ello constantemente, en
despojar su carácter individual para convertirse en lo general. Desde que el individuo
reivindica su individualidad frente a lo general, peca, y no puede reconciliarse con lo
general más que reconociéndolo. Cada vez que el individuo, después de haber entrado
en lo general, se siente llevado a reivindicar su individualidad, entra en una crisis, de la
cual no se libera más que por el arrepentimiento abandonándose como individuo en lo
general. La fe es justamente esta paradoja según la cual el individuo está como tal por
encima de lo general, está en regla frente a éste, no como subordinado, sino como
superior; sin embargo, repárese en ello, de tal manera que es el individuo quien, después
de haber estado como tal subordinado a lo general, se convierte entonces por medio de
lo general el individuo como tal en superior a éste; de manera que el individuo como tal
está en una relación absoluta con lo absoluto.»
Kierkegaard, Temor y temblor.
• Comentario libre

TEXTO 22
Kierkegaard. La esencia del pecado
«Hay pecado cuando delante de Dios, o teniendo la idea de Dios, uno no quiere
desesperadamente ser sí mismo, o desesperadamente quiere ser sí mismo. Por lo tanto,
el pecado es la debilidad o la obstinación elevadas a la suma potencia; el pecado, pues,
es la elevación de la potencia de la desesperación.»
Kierkegaard, La enfermedad mortal.
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto los términos «pecado» y
«desesperadamente».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.

152
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 23
Nietzsche. El recelo frente a la vida
«Inventar fábulas acerca de “otro” mundo distinto de éste no tiene sentido,
presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia, de
empequeñecimiento, de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza
de la vida con la fantasmagoría de “otra” vida distinta de ésta, “mejor” que ésta.
Nietzsche, El crepúsculo de los ídolos.

Preguntas
1. Explica el significado, en Nietzsche, de las expresiones «recelo frente a la vida» y
«otro mundo».
2. Explica, según Nietzsche, en qué se fundamenta la invención de otro mundo.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona la crítica de Nietzsche a la metafísica con otra de la Historia de la
Filosofía.

TEXTO 24
Nietzsche. Los sentidos no mienten
«Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Heráclito. Mientras que el resto
del pueblo de los filósofos rechazaban el testimonio de los sentidos porque éstos
mostraban pluralidad y modificación, él rechazó su testimonio porque mostraba las
cosas como si tuviesen duración y unidad. También Heráclito fue injusto con los
sentidos. Éstos no mienten ni del modo como creen los eléatas ni del modo como creía
él –no mienten de ninguna manera–. Lo que nosotros hacemos de su testimonio, eso es
lo que introduce la mentira, por ejemplo, la mentira de la unidad, la mentira de la
coseidad, de la sustancia, de la duración. La "razón" es la causa de que nosotros
falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el devenir, el perecer, el cambio, los
sentidos no mienten... Pero Heráclito tendrá eternamente razón al decir que el ser es una
ficción vacía. El mundo "aparente" es el único: el "mundo verdadero" no es más que un
añadido mentiroso.»
Nietzsche, El crepúsculo de los ídolos.

Preguntas
1. Explica el significado, en Nietzsche, de los términos «mundo aparente» y «mundo
verdadero».
2. Explica, según Nietzsche, por qué falseamos el testimonio de los sentidos.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento sobre la razón y los sentidos de Nietzsche con otro de la
Historia de la Filosofía.

153
TEXTO 25
Nietzsche. El origen de lo bueno y lo malo
«Mas volvamos atrás: el problema del otro origen de lo "bueno", el problema de lo
bueno tal como se lo ha imaginado el hombre del resentimiento exige llegar a su final. –
El que los corderos guarden rencor a las grandes aves rapaces es algo que no puede
extrañar: solo que no hay en esto motivo alguno para tomarle a mal a aquéllas el que
arrebaten corderitos. Y cuando los corderitos dicen entre sí "estas aves de rapiña son
malvadas; y quien es lo menos posible un ave de rapiña, sino más bien su antítesis, un
corderito, ¿no debería ser bueno?", nada hay que objetar a este modo de establecer un
ideal, excepto que las aves rapaces mirarán hacia abajo con un poco de sorna y tal vez
se dirán: "Nosotras no estamos enfadadas en absoluto con esos bueno corderos, incluso
los amamos: no hay nada más sabroso que un tierno cordero"–. Exigir de la fortaleza
que no sea un querer-dominar, un querer-sojuzgar, un querer-enseñorearse, una sed de
enemigos y de resistencias y de triunfos, es tan absurdo como exigir de la debilidad que
se exteriorice como fortaleza. Un quantum de fuerza es justo un tal quantum de pulsión,
de voluntad, de actividad; más aún, no es nada más que ese mismo pulsionar, ese mismo
querer, ese mismo actuar y, si puede parecer otra cosa, ello se debe tan solo a la
seducción del lenguaje (y de los errores radicales de la razón petrificados en el
lenguaje), el cual entiende y malentiende que todo hacer está condicionado por un
agente, por un "sujeto". Es decir, del mismo modo que el pueblo separa el rayo de su
resplandor y concibe al segundo como un hacer, como la acción de un sujeto que se
llama rayo, así la moral del pueblo separa también la fortaleza de las exteriorizaciones
de la misma, como si detrás del fuerte hubiera un sustrato indiferente, que fuera dueño
de exteriorizar y, también, de no exteriorizar fortaleza. Pero tal sustrato no existe; no
hay ningún "ser" detrás del hacer, del actuar, del devenir; "el agente" ha sido
ficticiamente añadido al hacer, el hacer es todo. En el fondo el pueblo duplica el hacer;
cuando piensa que el rayo lanza un resplandor, esto equivale a un hacer-hacer: el mismo
acontecimiento lo pone primero como causa y luego, una vez más, como efecto de
aquélla. Los investigadores de la naturaleza no lo hacen mejor cuando dicen "la fuerza
mueve, la fuerza causa" y cosas parecidas, –nuestra ciencia entera, a pesar de toda su
frialdad, de su desapasionamiento, se encuentra sometida aún a la seducción del
lenguaje y no se ha desprendido de los hijos falsos que se le han infiltrado, de los
"sujetos" (el átomo, por ejemplo, es uno de esos hijos falsos, y lo mismo ocurre con la
kantiana "cosa en sí")–: nada tiene de extraño el que las reprimidas y ocultamente
encendidas pasiones de la venganza y del odio aprovechen en favor suyo esa creencia e
incluso, en el fondo, ninguna otra sostengan con mayor fervor que la de que el fuerte es
libre de ser débil, y el ave de rapiña, libre de ser cordero: con ello conquistan, en efecto,
para sí el derecho de imputar al ave de rapiña el ser ave de rapiña. Cuando los
oprimidos, los pisoteados, los violentados se dicen, movidos por la vengativa astucia
propia de la impotencia: "¡Seamos distintos de los malvados, es decir, seamos buenos!
Y bueno es todo el que no violenta, el que no ofende a nadie, el que no ataca, el que no
salda cuentas, el que remite la venganza a Dios”.»
Nietzsche, La genealogía de la moral.

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154
155
TEMA 12: LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO XX

TEXTO 1
Ortega. El sentido de la metafísica
«No se puede vivir sin una interpretación de la vida. Es esta una extraña realidad que
lleva en sí su propia interpretación. Esta interpretación es, a la par, justificación, Yo
tengo, quiera o no, que justificar ante mí cada uno de mis actos. La vida humana es,
pues, a un tiempo delito, reo y juez.
Es, pues, para el hombre imposible estar sin una orientación ante el problema que es su
vida. Precisamente porque la vida es siempre en su raíz desorientación, perplejidad, no
saber qué hacer, es también siempre esfuerzo por orientarse, por saber lo que son las
cosas y el hombre entre ellas. Porque tiene que habérselas con ella necesita saber a qué
atenerse con respecto a ellas. La palabra "saber" significa eso: saber a qué atenerse con
respecto a algo, saber lo que hay que hacer con ello o en vista de ello.
Yo estoy orientado con respecto a algo cuando poseo un plan de mi trato con ello, de mi
hacer, y ese plan de mi conducta supone que me he formado un plano de esa cosa. Y
como el ser de esa cosa se me enlaza representa en mi vida. Esa figura o esquema es el
ser de esa cosa. Y como el ser de esa cosa se me enlaza irremisiblemente con el ser de
las otras, no logro obtener aquél, no consigo orientarme de un modo radical con
respecto a ella si no me he orientado respecto a todas, si no he formado un plano de
todo. Este plano de todas las cosas es el mundo o universo y la orientación radical que
él proporciona es la Metafísica.»
Ortega y Gasset, Unas lecciones de metafísica.

Preguntas
1. Explica el significado, en Ortega, de los términos «orientación», «saber»,
«metafísica».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento de Ortega con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 2
Ortega. El punto de vista
«Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no
ven lo mismo. La distinta situación hace que el paisaje se organice ante ambos de
distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer término y acusa con rigor todos sus
detalles, para el otro se haya en el último y queda oscuro y borroso. Además, como las
cosas puestas unas detrás de otras se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos
percibirá perspectivas del paisaje que al otro no llegan. ¿Tendría sentido que cada cual
declarase falso el paisaje ajeno? Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro.
Pero tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus
paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondría que hay un tercer paisaje auténtico, el
cual no se haya sometido a las mismas condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese

156
paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal, que solo puede
ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes
de la realidad.»
Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo.

Preguntas
1. Explica el significado, en Ortega y Gasset, de las expresiones «punto de vista» y
«realidad cósmica».
2. Explica, según Ortega y Gasset, cómo se justifica el hecho de que la perspectiva sea
uno de los componentes de la realidad.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el perspectivismo de Ortega y Gasset con otra teoría del conocimiento de
la Historia de la Filosofía.

TEMA 3
Ortega. El punto de vista y la razón vital
«Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer
para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica,
perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto
de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de
que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos.
La razón pura tienen que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y
adquiera movilidad y fuerza de transformación.»
Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo.

Preguntas
1. Explica el significado de «razón pura» y «razón vital».
2. Explica por qué, según Ortega, la razón pura ha de ser sustituida por la razón vital.
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona la concepción de Ortega de la filosofía con otras de la Historia de la
Filosofía.

TEXTO 4
Ortega. El vitalismo
«Por vitalismo filosófico cabe entender [...] la filosofía que declara no ser la razón el
modo superior de conocimiento, sino que cabe una relación cognoscitiva más próxima,
propiamente inmediata a la realidad última. Esta forma de conocimiento es la que se
ejerce cuando en vez de pensar conceptualmente las cosas, y, por tanto, distanciarlas
con el análisis, se la "vive" íntimamente. Bergson ha sido el mayor representante de tal
doctrina, y llama "intuición" a esa intimidad transracional con la realidad viviente. Se
hace, pues, de la vida un método de conocimiento frente al método racional […] En
rigor, solo la aceptación segunda es estricta. Bergson y otros en forma parecida, creen
que cabe una teoría no racional, sino vital. Para mí, en cambio, razón y teoría son
sinónimos.»
Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo.

157
Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de Ortega y Gasset los términos
«razón» e «intuición».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 5
Ortega. El verdadero uso de la razón
«La realidad leibniziana nos ofrece un curioso ejemplo de cómo algo, solo por ser
condensación tupida de razones o claridades, se convierte automáticamente en
confusión y se irracionaliza.
Si ahora resumimos esta teoría de la razón -que desde Leibniz no ha podido adelantar un
paso- venimos a las siguientes fórmulas:
1. La razón, que consiste en un mero análisis o definición, es, en efecto, la máxima
intelección, porque descompone el objeto en sus elementos y, por tanto, nos permite ver
su interior, penetrarlo y hacerlo transparente.
2. Consecuentemente, la teoría que aspire a plenitud de sí misma tendrá siempre que ser
racional.
3. Pero, a la vez, se revela la razón como una mera operación formal de disección, como
un simple movimiento de descenso desde el compuesto a sus elementos. Y hay
compuestos infinitos –todas la realidades– que son, por tanto, irracionales. Por otra
parte, los elementos a que por ventura se llega son también irracionales. De modo que:
4. La razón es una breve zona de claridad analítica que se abre entre dos estratos
insondables de irracionalidad.
5. El carácter esencialmente formal y operatorio de la razón transfiere a ésta de modo
inexorable a un método intuitivo, opuesto a ella, pero que de ella vive. Razonar es un
puro combinar visiones irrazonables.
Tal es, a mi juicio, el justo papel de la razón. Todo lo que sea más de esto degenera en
racionalismo.»
Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo.
• Comentario libre

TEXTO 6
Heidegger. La nada y la metafísica
«La pregunta acerca de la nada nos envuelve a nosotros mismos –a los interrogadores–.
Es una cuestión metafísica.
La existencia humana no puede habérselas con el ente si no es sosteniéndose dentro de
la nada. El ir más allá del ente es algo que acaece en la esencia misma de la existencia.
Este trascender es, precisamente, la metafísica: lo que hace que la metafísica pertenezca
a la "naturaleza del hombre". No es una disciplina filosófica especial ni un campo de
divagaciones: es el acontecimiento radical en la existencia misma y como tal existencia.

158
Como la verdad de la metafísica habita en estos abismos insondables, su vecindad más
próxima es la del error más profundo, siempre al acecho. De aquí que no haya rigor de
ciencia alguna comparable a la seriedad de la metafísica. La filosofía jamás podrá ser
medida con el patrón proporcionado por la idea de la ciencia.»
Heidegger, ¿Qué es metafísica?
• Comentario libre

TEXTO 7
Heidegger. El hombre como «ser ahí» (Dasein)
«La existencia del hombre significa una irrupción tal en la totalidad del ente, que solo se
hace patente el ente en sí mismo, es decir en su calidad de ente, según su diferente
extensión y según los diferentes grados de claridad y de certeza. Este privilegio de no
ser simplemente ante los ojos entre los otros entes, que no se hacen patentes entre sí,
sino de hallarse en medio de los entes, entregado a ellos como tal, y de ser responsable
de sí mismo como ente, este privilegio de existir implica, en sí mismo, la necesidad de
comprender el ser.»
Heidegger, El ser y el tiempo.
• Comentario libre

TEXTO 8
Sartre. El ser para sí (sujeto de conciencia)
«El proyecto original de un para-sí (de un hombre) no puede referirse más que a su ser;
el proyecto de ser o deseo de ser o tendencia a ser no provienen efectivamente de una
diferenciación fisiológica o de una contingencia empírica; no se distinguen, en efecto,
del ser del para-sí (hombre). El para-sí, en efecto, es aquello cuyo ser es cuestionable
bajo la forma de proyecto de ser. El hombre es fundamentalmente deseo de ser y la
existencia de este deseo no debe establecerse por una inducción empírica; resulta de una
descripción a priori del ser del hombre, ya que el deseo es necesidad y el hombre es un
ser que es en sí mismo su propia necesidad de ser.»
Sartre, El ser y la nada.
• Comentario libre

TEXTO 9
Sartre. El ser y el tener
«Hace algunos años, fui inducido a decidir que no fumaría más. Al principio fue duro y,
en verdad, me significaba menos perder el gusto del tabaco que el sentido del acto de
fumar. Se había producido toda una cristalización: fumaba en los espectáculos, por la
mañana, mientras trabajaba; por la noche, después de cenar, y me parecía que, al dejar
de fumar, privaría al espectáculo de su interés, a la cena de su sabor, al trabajo matinal
de su vivacidad y frescura. Cualquiera que fuese el acontecimiento inesperado que
solicitase mi atención, me parecía que quedaba fundamentalmente empobrecido desde
que ya no podía acogerlo fumando. Ser-susceptible-de-ser-encontrado-por-mí-mientras-
fumo: tal era la cualidad concreta que se había difundido universalmente sobre las
cosas. Me parecía qué iba a arrancársela y que, en medio de ese empobrecimiento
universal, valía un poco menos la pena vivir. Ahora bien: fumar es una reacción
apropiativa destructora. El tabaco es un símbolo del ser "apropiado", ya que es destruido

159
al ritmo de mi aliento por una suerte de "destrucción continua", pasa a mi interior y su
cambio en mí mismo se manifiesta simbólicamente por la transformación en humo del
sólido consumido. La conexión el paisaje visto fumando y el pequeño sacrificio
crematorio era tal que, como hemos visto, éste era como el símbolo de aquel. Quiere
decir, pues, que la reacción de apropiación destructora del tabaco valía simbólicamente
por una destrucción apropiativa del mundo entero. A través del tabaco que yo fumaba,
el mundo ardía, se fumaba, se resorbía en vapor para reincorporarse a mí. Para mantener
mi decisión, hube de realizar una especie de descristalización, o sea que, sin darme
mucha cuenta, reduje el tabaco a no ser más que él mismo: una hierba que se quema;
corté sus nexos simbólicos con el mundo, me persuadí de que nada quitaría yo a la pieza
del teatro, al paisaje, al libro que leía, si los consideraba sin mi pipa; es decir, me volqué
a otros medios de posesión de los objetos que el de esa ceremonia sacrificial. Una vez
que estuve persuadido de ello, mi malestar se redujo a poca cosa: lamentaba no sentir ya
el olor del tabaco quemado, el de la cazoleta entre mis dedos, etc. Pero entonces mi
pesar estaba desarmado y era muy soportable. Así, aquello de que fundamentalmente
deseamos apropiarnos en un objeto es su ser y es el mundo.»
Sartre, El ser y la nada.
• Comentario libre

TEXTO 10
Wittgenstein. El lenguaje y los problemas filosóficos
«Cuando los filósofos usan una palabra –"conocimiento", "ser", "objeto", "yo",
"proposición", "nombre"– y tratan de captar las esencias de la cosa, debemos
preguntarnos siempre si la palabra sigue usándose realmente de ese modo en el lenguaje
que es su hogar natural. Porque los problemas filosóficos surgen cuando el lenguaje está
de vacaciones.»
Wittgenstein, Tractatus lógico-philosophicus.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de los términos «conocimiento», «ser», «objeto».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 11
Wittgenstein. La filosofía y el lenguaje
«La Filosofía es una lucha contra el embrujamiento de nuestra inteligencia por los
medios de nuestro lenguaje. Nada menos útil en filosofía que elaborar tesis; por esta vía,
pocas discusiones se plantearían: todos estarían, desde un principio, de acuerdo con las
mismas.
Los resultados de la filosofía se centran en el descubrimiento de tal o cual vulgar sin
sentido o excrecencia, que la comprensión se ha procurado en su esfuerzo por ir más
allá de los limites del lenguaje. ¿Cuál es tu objetivo en la filosofía? Mostrar a la mosca
la salida del mosquitero.»

160
Wittgenstein, Investigaciones filosóficas.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de los términos «sin sentido», «excrecencia».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 12
Popper. El proceder de la ciencia
«Pero más importante que la crítica al Círculo de Viena era para mí el mostrar lo que
realmente acaece en la ciencia y en la filosofía. En alguna ocasión he dicho que el
avance de la ciencia en la investigación, esto es, el intento de internarse en el ámbito
donde no sabemos nada, puede ser comparado con el problema de un hombre negro que
busca en un sótano oscuro un sombrero negro que no está allí. ¿Qué puede hacer? Puede
palpar en todas direcciones. Y de este modo, con los intentos en todas las direcciones,
llega finalmente a una especie de imagen del mundo, esto es, a una idea sobre cómo está
conformado el sótano y quizá incluso reconozca que el sombrero no está allí. Así es
aproximadamente el proceder de la ciencia y así es también aproximadamente el
proceder de la naturaleza si, como usted dice, se la personifica: un palpar en todas las
direcciones. No, pues, aquella imagen de la ciencia que nos la pinta coleccionando y
coleccionando observaciones que, como dijo Bacon, se prensan como las uvas en el
lagar. Las uvas son, según esta representación, las observaciones, y estas uvas son
prensadas y de ello proviene el vino, esto es, la generalización, la teoría. Este cuadro es
esencialmente falso. Mecaniza el acto creador del pensar y descubrir humanos. Esto es
lo que era más importante para mí. La ciencia avanza de forma muy distinta, a saber:
avanza examinando ideas, imágenes del mundo. La ciencia procede del mito. Esto
puede verse muy claramente en los primeros científicos, los primitivos griegos, los
filósofos presocráticos, que aún estaban muy fuertemente influidos por las imágenes
míticas. Las preguntas que realizaban son, sin embargo, preguntas completamente
racionales. Por preguntas racionales entiendo preguntas por la verdad.»
Popper, Sociedad abierta, universo abierto.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de las expresiones: «mecanizar el acto creador»,
«filósofos presocráticos», «preguntas por la verdad».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 13
Popper. Rechazo lógico de la inducción
«Quiero decir, en primer lugar, que rechazo la inducción como una forma lógica válida
de hallazgo de la verdad. No hay ninguna teoría de la inducción que sea sostenible en
alguna medida. Sobre todo no hay ninguna teoría que diga claramente lo que son las

161
formas inductivas de la conclusión. ¿Qué es una conclusión inductiva? No hay en
general tal cosa, y las conclusiones aparentemente inductivas se manifiestan como
inválidas. Los filósofos, desde el tiempo de Wittgenstein, pero también anteriormente,
han reaccionado más o menos del siguiente modo: han dicho que hay una validez
inductiva y una validez deductiva, y mi crítica solo consiste en que afirmo que la
validez inductiva no es validez deductiva. Por así decirlo, tomo la validez deductiva
como muestra y señalo entonces que la validez inductiva no se corresponde con esta
muestra.»
Popper, Sociedad abierta, universo abierto.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de los términos «inducción», «deducción»,
«validez».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 14
Popper. Vivir es solucionar problemas
«Usted propone "vivir es enseñar"; yo propondría "vivir es solucionar problemas". Esto
es lo decisivo. El mundo plantea problemas a la vida. De ahí que la vida sea la
presuposición de los problemas: la presuposición de que hay problemas en general. En
la naturaleza sin vida no hay problemas. Los problemas surgen mediante la vida,
pertenecen a la relación entre los seres vivientes y el mundo. Y las teorías que
colocamos en el mundo son intentos de solucionar problemas. Esto es válido tanto para
las tardías fases espirituales de la evolución, como también para las formas previas de
ella: todos los órganos son teorías, son soluciones a problemas. Las mismas formas
moleculares de desarrollo son teorías, esto es, intentos de dominación del mundo,
intentos de solucionar problemas.»
Popper, Sociedad abierta, universo abierto.
• Comentario libre

TEXTO 15
Popper. La tolerancia y el relativismo
«Mi tema, tolerancia y responsabilidad intelectual, me ha conducido, por tanto, a la
cuestión del relativismo.
Desearía contraponer aquí al relativismo una postura que casi siempre se confunde con
él, pero que es radicalmente distinta a éste. He denominado a menudo esta posición
como pluralismo; pero ello precisamente ha conducido a esos malentendidos. Por eso
quiero caracterizarlo aquí como un pluralismo crítico. Mientras que el relativismo, que
procede de una tolerancia laxa, conduce al dominio de la fuerza, el pluralismo crítico
puede contribuir a la domesticación de la misma. La idea de verdad es de una
significación decisiva para la contraposición entre el relativismo y el pluralismo crítico.
El relativismo es la postura según la cual se puede aseverar todo, o casi todo, y por tanto
nada. Todo es verdad, o nada. La verdad es algo sin significado. El pluralismo crítico es
la postura según la cual, en interés de la búsqueda de la verdad, toda teoría –cuantas más
teorías mejor– debe admitirse en competencia con otras teorías. Esta competencia

162
consiste en la discusión racional de la teoría y su eliminación crítica. La discusión es ra-
cional, y esto significa que se trata de la verdad de las teorías competidoras: la teoría
que, en la discusión crítica, parezca acercarse más a la verdad es la mejor; y la mejor
teoría elimina a las teorías peores. Se trata, pues, de la verdad.»
Popper, Sociedad abierta, universo abierto.
• Comentario libre

TEXTO 16
Habermas. La filosofía debe liberarse de la ontología
«Mientras la filosofía permanezca atada a la ontología queda sujeta a un Objetivismo
que enmascara el nexo de su conocimiento con el interés por la emancipación. Solo
cuando vuelve contra la ilusión de la teoría pura en sí misma la crítica que dirige contra
el objetivismo de las ciencias, extrae la filosofía, de la confesada dependencia, la fuerza
que en vano vindica para sí como filosofía aparentemente libre de supuestos.»
Habermas, Conocimiento e interés.

Preguntas
1. Explica el significado de «ontología» e «ilusión de la teoría pura».
2. Explica por qué, según Habermas, la filosofía ha de liberarse de la ontología.
3. Expón el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona la concepción de Habermas de la filosofía con otra de la Historia de la
Filosofía.

TEXTO 17
Habermas. La ilusión de la teoría pura
«Las ciencias han retenido una cosa de la filosofía: la ilusión de la teoría pura. Esta
ilusión no determina la praxis de la investigación científica, sino solo la comprensión
que las ciencias tienen de sí. Y, mientras esta autocomprensión nos reconduzca a esa
praxis, tiene incluso un sentido positivo.
El honor de las ciencias consiste, desde luego, en aplicar infaliblemente sus métodos sin
reflexionar sobre el interés que guía al conocimiento. En la medida en que no saben
metodológicamente lo que hacen, tanto más ciertas están las ciencias de su disciplina,
vale decir: del progreso metódico dentro de un marco no problematizado. La falsa
conciencia tiene una función protectora. Pues en el plano de la autoreflexión les faltan a
las ciencias los medios para afrontar los riesgos de una conexión, antaño contemplada,
de conocimiento e interés.»
Habermas, Conocimiento e interés.

Preguntas
1. Explica el significado en el texto de las expresiones «praxis de la investigación
científica», «aplicar infaliblemente sus métodos».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 18

163
Habermas. Diversas ciencias y su interés
«Una autocomprensión positivista en las ciencias nomológicas tiende más bien a
sustituir la acción ilustrada por el control técnico. Guía la aplicación de las
informaciones de la ciencia de la experiencia bajo el ilusorio punto de vista de que la
dominación práctica de la historia puede dejarse reducir al control técnico de procesos
objetivados. No menos rica en consecuencias es la autocomprensión objetivista de las
ciencias hermenéuticas. De la apropiación reflexiva de tradiciones aún operantes sustrae
un saber esterilizado, y recluye en cambio a la historia en los museos. Guiadas por la
actitud objetivista de la teoría configuradora de hechos, las ciencias nomológicas y
hermenéuticas se complementan mutuamente en sus consecuencias prácticas. Mientras
éstas se liberan de su compromiso con la conexión tradicional, aquellas, apoyándose en
el engañoso fundamento de una historia desplazada, confinan exclusivamente la praxis
de la vida al círculo funcional de la acción instrumental. La dimensión en la cual los
sujetos activos pueden llegar al entendimiento racional y mutuo sobre objetivos y fines,
es así entregada a la oscuridad de la mera decisión entre el sistema de ordenaciones
cosificadas de valor y el poder irracional de la creencia. Cuando de esta dimensión,
abandonada por todos los buenos espíritus, se apodera una reflexión que procede, al
modo de la antigua filosofía, objetivamente frente a la historia, se eleva el positivismo a
su más alta cota –como sucedió con Comte–. Éste es el caso cuando la crítica niega
acríticamente su conexión con el interés emancipatorio del conocimiento en favor de la
teoría pura. Semejante crítica exagerada proyecta el indecidido proceso de avance de la
humanidad sobre el plano de una filosofía de la historia que imparte dogmáticamente
instrucciones para la acción. Pero una engañosa filosofía de la historia es solo el reverso
del ciego decisionismo: la parcialidad burocráticamente ordenada se compadece solo
demasiado bien con una neutralidad de valor contemplativamente malentendida.»
J. Habermas, Conocimiento e interés.

• Comentario libre

TEXTO 19
Habermas. Los intereses del conocimiento
«Para tres categorías de procesos de investigación se deja demostrar una conexión
específica de reglas lógico-metódicas e intereses que guían el conocimiento. Ésta es la
tarea de una crítica de la ciencia que escape a las trampas del positivismo. En el
ejercicio de las ciencias empírico-analíticas interviene un interés técnico del
conocimiento; en el ejercicio de las ciencias histórico-hermenéuticas interviene un
interés práctico del conocimiento; y en el ejercido de las ciencias orientadas hacia la
crítica interviene aquel interés emancipatorio del conocimiento que ya, como vimos,
subyacía inconfesadamente en la ontología tradicional.»
Habermas, Conocimiento e interés.

Preguntas
1. Explica el significado, en Habermas, de las expresiones «trampas del positivismo» y
«ciencias histórico-hermenéuticas».
2. Explica, según Habermas, en qué consisten los distintos intereses del conocimiento y
en qué tipos de ciencias intervienen.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.

164
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 20
Rawls. Estructura de la justicia
«Toda vez que los principios de la justicia son deducidos, la doctrina contractual
establece ciertos límites sobre la concepción del bien. Estos límites se derivan de la
prioridad de la justicia sobre la eficacia, y de la prioridad de la libertad sobre las
ventajas económicas y sociales (suponiendo que prevalezca un orden serial), ya que,
como he subrayado anteriormente, estas prioridades significan que los deseos de cosas
que son injustas, o los que no pueden ser satisfechos sin violar un esquema justo, no
tienen valor. No tiene objeto el cumplir estos deseos y el sistema social debería
disuadirlos. Además, debemos tener en cuenta el problema de la estabilidad. Un sistema
justo debe generar su propia defensa. Esto significa que debe ser estructurado de manera
que introduzca en sus miembros el correspondiente sentido de la justicia y un deseo
efectivo de actuar de acuerdo con sus normas por razones de justicia. Así, la exigencia
de estabilidad y el criterio de disuadir los deseos que están en desacuerdo con los
principios de la justicia; imponen unas restricciones a las instituciones. No han de ser
solo justas, sino proyectadas para alentar la virtud de la justicia en aquellos que toman
parte en ellas. En este sentido, los principios de la justicia un ideal parcial de la persona,
cuyos acuerdos sociales y económicos deben respetar. Finalmente, tal y como mantiene
el argumento de la incorporación de ideales en nuestros principios, ciertas instituciones
son exigidas por los dos principios. Ambos definen una estructura básica ideal o los
rasgos de una hacia la que debe dirigirse el curso de la reforma.»
Rawls, Teoría de la justicia.

Preguntas
1. Explica el significado de los términos «bien», «justicia», «libertad».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 21
Rawls. La justicia como imparcialidad se opone al utilitarismo
«El resultado de estas consideraciones es que la justicia como imparcialidad no está a
merced de los deseos e intereses presentes. Establece un punto de Arquímedes para fijar
el sistema social sin invocar consideraciones apriorísticas. El objetivo de la sociedad
está fijado en sus líneas principales independientemente de los deseos particulares y de
las necesidades de sus actuales miembros. Una concepción ideal de la justicia se define
una vez que las instituciones fomentan la virtud de la justicia y desalientan los deseos y
aspiraciones incompatibles con ella. Desde luego, el camino hacia el cambio y hacia las
particulares reformas exigidas, depende de las condiciones presentes. Pero la
concepción de la justicia, la forma general de una sociedad justa y el ideal de la persona
que concuerda con él, no son similarmente dependientes. No hay lugar para el problema
de que el deseo de los hombres de jugar un papel superior o inferior, no sea tan grande
que acepten instituciones autocráticas, o para el problema de que la percepción de las

165
prácticas religiosas de los demás sea o no tan compleja que permita o no la libertad de
conciencia. No tenemos ocasión para preguntar si, bajo condiciones razonablemente
favorables, los beneficios económicos de instituciones autoritarias y tecnocráticas serían
tan grandes que justificasen el sacrificio de las libertades básicas. Desde luego, estas
nociones suponen que las presunciones generales sobre las que se eligieron los
principios de la justicia son correctas. Y, si lo son, esta clase de problemas está ya
resuelto por estos principios de la justicia. Este punto de vista comparte con el
perfeccionismo el rasgo de establecer un ideal de la persona que limita la búsqueda de
los deseos. Respecto a esto la justicia como imparcialidad y el perfeccionismo, se
oponen conjuntamente al utilitarismo.»
Rawls, Teoría de la justicia.

Preguntas
1. Explica el significado, de los términos «principio de Arquímedes», «libertades
básicas», «los principios de la justicia».
2. Explica el sentido del texto.
3. Expón el contexto histórico, filosófico y cultural del texto.
4. Relaciona el planteamiento del autor con otros de la Historia de la Filosofía.

TEXTO 22
Rawls. La estructura básica para la justicia
«En primer lugar, mantengo que la estructura básica está regulada por una constitución
justa que asegura las libertades de una ciudadanía igual. La libertad de conciencia y la
libertad de pensamiento se dan por supuestas, y se mantiene el justo valor de la libertad
política. El proceso político se considera, en tanto lo permitan las circunstancias, como
un procedimiento justo para elegir entre varios gobiernos y para promulgar una
legislación justa. Creo, también, que hay una justa igualdad de oportunidades (no solo
una igualdad formal). Esto significa que, además de ofrecer iguales oportunidades de
enseñanza y cultura, a personas similarmente capacitadas, bien subvencionando
escuelas privadas o estableciendo un sistema de escuelas publicas, también, refuerza y
subraya la igualdad de oportunidades en las actividades económicas y en la libre
elección de ocupación. Esto se logra programando la conducta de las empresas y las
asociaciones privadas y previniendo el establecimiento de restricciones monopolística y
barreras a las posiciones más deseadas. Finalmente, el gobierno garantiza un mínimo
social, bien por asignaciones familiares y subsidios especiales, por enfermedad y
desempleo, o, más sistemáticamente, por medios tales como impuesto negativo sobre la
renta.»
Rawls, Teoría de la justicia.

• Comentario libre

TEXTO 23
María Zambrano. La palabra
«Pero, justamente, el privilegio de algunas de esas palabras es que contienen un futuro
aún no actualizado y cuya superación completa nos es todavía imposible vislumbrar.
Entonces, habrá que dejar que de ellas caiga como camisa de serpiente, cierto sentido
que tuvieron un día para que aparezca al descubierto el sentido a que apuntaban. Y eso

166
se logra con todas las que hemos enumerado, con la aparición de una palabra no inédita,
por cierto, pero sí más reciente en esa constelación. De una palabra que ha formado
parte de otra constelación, pues las palabras se reúnen y agrupan en constelaciones
como los astros, pero más móviles que ellos se separan y entran en relación con otras de
las que estuvieron separadas. Y como las constelaciones celestes presiden un tiempo,
una época o una civilización como los signos del zodiaco, según creencias extendidas en
la antigüedad. Es la palabra "persona" la que hoy viene a integrar la constelación de la
palabra "democracia", o a la inversa.»
María Zambrano, Persona y democracia.

Preguntas
1. Explica el significado que tienen en este texto de María Zambrano los términos
«persona» y «democracia».
2. Expón la temática planteada en el texto y su justificación desde la posición filosófica
del autor.
3. Describe el contexto histórico, cultural y filosófico del texto.
4. Relaciona el tema del texto con otra posición filosófica y expón, razonadamente, tu
visión personal del tema, valorando su actualidad.

TEXTO 24
María Zambrano. La racionalidad puede no ser aceptada
«Nada separa más a los hombres que aquello que esperan, y la esperanza más difícil de
abandonar es la que todavía no ha encontrado su argumento. La esperanza, a su vez,
oculta y lleva consigo una necesidad, y si no encuentra su argumento hasta un momento
determinado es porque ha de recorrer su camino propio, el camino por el cual el hombre
en quien anida apura su prueba, su "experiencia". Los más claros pensamientos no
pueden en ocasiones ser aceptados porque ahorrarían una experiencia que debe ser
vivida. Y en último termino ahorrarían la vida misma.»
María Zambrano, El hombre y lo divino.

• Comentario libre

TEXTO 25
María Zambrano. La búsqueda de la palabra perdida
«Mientras tanto, y una vez pronunciada la de la oferta —gracias—, voy a intentar seguir
buscando la palabra perdida, la palabra única, secreto del amor divino-humano. La
palabra tal vez señalada por aquellas otras palabras privilegiadas, escasamente audibles,
casi como murmullo de paloma.
Diréis que me he perdido,
Que, andando enamorada,
Me hice perdidiza y fui ganada.»
María Zambrano, Discurso en la entrega del premio Cervantes.

• Comentario libre

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