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Revista de Bioética y Derecho NÚMERO 13 - ABRIL 2 0 08 P ÁGINA 9

Bioética y Cine RICARDO G ARCÍA M ANRIQUE

“Las invasiones bárbaras”, o del buen morir

Ricardo García Manrique. Profesor Titular de Filosofía del Derecho y


Miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Univ. de Barcelona.

Cuando a Rémy le llegó su hora donde estará mejor cuidado que en


se encontró postrado en una cama ningún otro lugar (el dinero, con el
de hospital, en un cuarto sin aire hijo de por medio, no es problema).
acondicionado que compartía con Pero Rémy se niega en redondo;
otros tres pacientes, sin posibilidad izquierdista redomado, no quiere ir a
de recurrir a la medicina más avan- morir a casa del vecino americano.
zada, con la amenaza del dolor y sin De modo que su hijo, que ha cogido
derecho a queja; porque, como él las riendas y no las va a soltar, bus-
mismo nos confiesa, había votado ca la manera de acomodar al padre
en su día a favor de la nacionaliza- lo mejor posible. Siempre con el to-
ción de los hospitales de Quebec, dopoderoso metal en la mano y con
dando a entender que de ahí deriva buenas dosis de iniciativa, atrevi-
el lamentable estado en que se miento e inteligencia (esto es, con
hallan, ese estado de masificación y todas las virtudes de un tiburón de
desorden que las imágenes nos van las finanzas internacionales), se las
mostrando. Su muerte, tan próxima ingenia para sobornar a medio hos- fina cuando se trata de aliviar los
ya, tenía toda la traza de tener lugar pital y consigue que ubiquen a su dolores y de conseguir que su padre
de acuerdo con eso que Víctor Mén- padre en una estancia de la planta se sienta mejor.
dez ha llamado el modo tecnológico sótano, absurdamente vacía en un Poco a poco, el modo tecnológico
de morir, el modo en que mueren hospital tan atestado. El personal no de morir va dando paso al modo tra-
casi todos hoy en nuestro occidental sale, desde luego, muy bien parado, dicional. Rémy se encuentra rodea-
mundo. y no me refiero tanto al sanitario sino do de las personas que más han
Hasta que apareció su hijo, Sé- al administrativo, desde la jefe de significado en su vida, tranquilo, có-
bastien, llamado por su madre con administración hasta los peculiares modo, bien cuidado y aliviado. Las
urgencia y recién llegado de Lon- representantes sindicales, pero el conversaciones y las evocaciones se
dres. Ya se nos dice, y luego podre- caso es que con su método infalible suceden, en un constante ir y venir
mos comprobarlo, que la relación de Sébastien consigue todo lo que se entre el pasado y el presente; pero
Sébastien con su padre no es nada propone, siempre al margen de las no todo es mirar atrás, porque en la
buena, pero él hace la maleta, reco- normas generales. Al mismo tiempo, situación en que se halla, Rémy ten-
ge a su prometida y en un santiamén entre su madre y él van localizando drá ocasión también de entablar
se planta en Montreal. Sébastien, a viejos amigos y amantes de su nuevas relaciones, como la que sur-
joven triunfador adinerado, se sor- padre (hay que advertir de que la ge con Nathalie, la joven heroinóma-
prende del estado que presenta el madre se divorció del padre hace na, y de vivir nuevas experiencias.
hospital y de la pobre atención que tiempo, pero ahora está a su lado, Más tarde, el omnipresente Sé-
recibe su padre, e inmediatamente dispuesta y discreta), y poco a poco bastien organiza el traslado de su
se hace cargo del panorama. Con él van reuniéndose en torno a su cama. padre a la casa que uno de sus ami-
hace su presencia el dinero, pero El hijo se las compone también para gos tiene junto a un lago, el lugar
también la resolución. Contacta pri- conseguir heroína y a alguien que no que el padre ha elegido como más
mero con un amigo que trabaja en tenga problemas en administrársela deseable para pasar sus últimos
una clínica especializada de los Es- al padre. La misma persona, hija de días, y allí se traslada también toda
tados Unidos y arregla una visita una de las amantes del padre y ami- la compañía que le rodea, bien cons-
para que su padre sea sometido a ga de la infancia del hijo, se encar- cientes todos de cuál es la situación.
cierta prueba médica que a la postre gará de ambas tareas, la de com- Siguen las charlas, las bromas, las
no hará sino confirmar lo irreversible prarla y la de inyectarla, pues ambas risas, la comida y la bebida, pero
del cáncer que padece. Así las co- le resultan habituales. Esto, porque también el miedo, la desesperación,
sas, el amigo le propone a Sébastien Sébastien se ha enterado de que la los encontronazos y los desencuen-
que ingrese a su padre en su clínica, heroína es mucho mejor que la mor- tros, que despiden un aire de catar-

Todos los derechos de Propiedad Intelectual pertenecen a sus respectivos titulares, por lo que se prohíbe la reproducción salvo para usos no comerciales y siempre
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Bioética y Cine

sis y de esperanza de reconciliación, que la opción de Rémy resultará vida hasta que muere, obvio suena
sobre todo en el caso de la tensa muy apetecible para muchos pero, pero no siempre lo entendemos así.
relación entre el padre y el hijo. Al en todo caso, lo más importante es Rémy y Sébastien van a tener tiem-
fin, llega el momento de morir y, por que se trata de la que él ha elegido y po para reconocerse y reconciliarse,
tanto, el momento de la despedida. no de la que otros le imponen. Así, a pesar de todas sus diferencias.
Uno por uno, todos van diciendo la película se convierte en una ape- Habrá tiempo para oír de boca de los
adiós a Rémy, que, asistido de ma- lación al futuro del espectador, que demás lo que el uno ha hecho y
nera conveniente por Nathalie, mue- no dejará de pensar en qué hará él siente por el otro, y para tomar con-
re en el momento decidido y previs- cuando se halle en la situación de ciencia de los poderosos vínculos
to. Sébastien o en la de Rémy. Una pe- que les unen por encima de la tiran-
El momento final tiene una impor- lícula como ésta nos habla de noso- tez de la relación. Habrá tiempo, en
tancia muy pequeña en la película, tros mismos. fin, para tocarse como la enfermera
que, por eso, es una película sobre Sorprende que en estos tiempos le recomendó a Sébastien: “tóquelo,
la eutanasia muy diferente de Million de exaltación de la autonomía indivi- sobre todo tóquelo” (qué poco nos
Dollar Baby o Mar adentro, en las dual, la última fase de la vida sea tocamos, es cierto).
que casi todo se orienta, narrativa y librada a la iniciativa ajena y resulte Demos ya por sentado que los
emotivamente, a ese momento final tan radicalmente heterónoma. Quizá últimos días de la vida de Rémy fue-
de la muerte. En el caso de Las in- la razón sea que no concebimos ron como mejor podían ser, y que
vasiones bárbaras, la disposición del nuestra muerte, ni la de los demás, muestran una manera de morir muy
protagonista es muy otra, pues no se como un trance vital sino, repito, distinta de la que hemos organizado
trata de un enfermo que quiera mo- como el desenlace, como algo que socialmente. Observemos ahora dos
rir, sino de un enfermo que va a mo- ya no es vida, sino punto final de la mensajes que la película nos trans-
rir en todo caso, y de forma inminen- vida. Además, dado que ésa es la mite mientras nos relata esos días.
te. Visto el desarrollo de la película, aparente tónica general, debe de Uno es el del poder del dinero. En
vista la energía con que Sébastien resultar muy difícil invertir los térmi- efecto, si no llega a ser por la des-
toma en sus manos la situación de nos cuando le toca a uno: pedir o ahogada posición del hijo, todo
su padre, a nadie le cabe duda de exigir para uno mismo aquello de lo aquello no hubiera sido posible. El
que Rémy morirá de esta forma, es que no disfruta nadie, sobre todo en humor negro con que se nos cuenta
decir, eligiendo el momento, el modo esa circunstancia de extrema depen- lo poderoso caballero que es don
y el lugar. No, aquí lo que importa es dencia, debe costar mucho. No pare- dinero puede tener varios sentidos, y
más bien el proceso de morir en toda ce que Rémy hubiera estado en dis- entre ellos me quedo con éste: en un
su dimensión. Lo que la película posición ni condiciones de modificar mundo como el nuestro, algo habre-
muestra es cómo la muerte de Rémy su destino final de enfermo desahu- mos de hacer para evitar que la bue-
es entendida como proceso y no ciado ordinario, si no llega a ser por na muerte esté reservada sólo para
como acto, como parte de su vida y la presencia de su hijo. El papel de unos pocos. Ese algo no puede con-
no como desenlace de la misma, y Sébastien resulta, por ello, de lo más sistir sólo en nacionalizar los hospi-
cómo tiene lugar al margen de la interesante. En realidad, es el genio tales, porque ése es el punto de par-
oferta estandarizada a la que la in- que hace realidad los deseos de su tida de la película. Se trata, más allá
mensa mayoría ha de someterse, padre, con la particularidad de que él de eso, de desburocratizarlos y de
todo gracias a la aparición de su debe contribuir a conformarlos en democratizarlos, y de orientar sus-
hijo, que con esa mezcla de cualida- vez de limitarse a ejecutarlos. El tancialmente todo el tránsito hacia la
des ya descrita consigue que ese hecho de que la relación entre padre muerte a formas, lugares y contextos
proceso soñado se haga realidad. e hijo haya sido tan tormentosa y bien distintos. Ahí es nada, pero se
Esto no significa, por cierto, que la que haya desembocado en la incom- trata de una empresa colectiva que
muerte de Rémy sea buena o desea- prensión y el alejamiento va a permi- no deberíamos retrasar por más
ble para todos. Otros preferirán qui- tirnos comprobar que el proceso de tiempo.
zá morir de otra manera, en la intimi- morir es todavía parte de la vida, no El otro mensaje, más directo para
dad o en soledad, o sin llamar la ya sólo de la del moribundo sino el espectador, es el que nos transmi-
atención de nadie o sin recurrir a las también de la de sus allegados; y te la actitud del hijo. Ante una situa-
drogas. Dicho esto, no cabe duda de que uno no deja de participar de la ción como la de su padre, se nos

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está sugiriendo que hemos de to- nos rodean. Todos saldremos ga- por burocratizarse.
mar la iniciativa para hacer del pro- nando. Hay un riesgo, que es el de Por supuesto, no todas las
ceso de la muerte de nuestros se- cometer errores o ir más allá de lo muertes son iguales ni pueden ser-
res queridos una parte de nuestra debido: nada más patético que esos lo, ni hemos de desear que lo sean.
vida y de la suya. Se trata de arre- alumnos de Rémy, profesor univer- No todos los moribundos estarán en
batar a nuestros moribundos de la sitario, que van a visitarle para inte- condiciones físicas ni psicológicas
burocracia de la muerte, de hacer resarse por él y hacerle notar lo de gozar de una muerte como la de
que esa muerte sea realmente su- buen profesor que era, para que Rémy, ni tampoco se nos oculta
ya, indagando su voluntad, interpre- después acabemos descubriendo que de morir se trata y de que la
tando sus deseos y aún más involu- que han sido convenientemente experiencia es sobre todo personal,
crándonos en su vida, porque tam- sobornados por Sébastien. Sus dura y de difícil asunción. Las inva-
bién en esos días finales queda alumnos, pues, quedan del lado del siones bárbaras es una película y
mucho por vivir. No sólo, como sue- personal de servicio del hospital y como tal relata una historia perso-
le pensarse, por su bienestar, sino no del lado de los amigos y las nal, un caso particular, pero es una
también por el nuestro. Se trata de amantes, en el trato dispensado por muy buena película que nos hace
algo más que cuidar de los enfer- Sébastien y en la actitud que mues- pasar un buen rato, nos emociona y
mos, se trata de seguir viviendo con tran. Pero precisamente porque lo nos obliga a pensar sobre nosotros
ellos, si cabe más intensamente y que Rémy desearía de ellos es una y sobre nuestro modo de compor-
con la conciencia de que ha llegado actitud bien distinta, se pone de tarnos cuando, tarde o temprano,
el momento de hacer y decir lo que relieve que en este caso su hijo ha hayamos de pasar por ahí. Más que
está pendiente. En una palabra: el metido la pata; y, de paso, en otro nada, diría que nos propone dejar
mensaje transmitido es que debe- orden de cosas, el peligro de des- de pensar en la eutanasia como un
mos hacer lo posible por revitalizar trucción que corre la relación entre acto de matar para empezar a com-
el proceso de la muerte de quienes alumnos y profesor cuando acaba prenderla como un proceso vital.

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