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Introducción

La batería de un automóvil es la encargada de suministrar la energía al


equipo eléctrico, y el alternador el encargado de recargar constantemente la
batería. Antiguamente se usaba como generador de electricidad para la
recarga la dinamo, ya en desuso por sus menores prestaciones y mayor
peso que el alternador. La ventaja del alternador es que es más compacto, y
genera mayor carga cuando el motor gira despacio. Sin embargo, produce
corriente alterna, mientras que la batería necesita para recargarse corriente
continua, lo que obliga a utilizar un rectificador auxiliar. Su funcionamiento se
basa en la ley de Faraday, según la cual una bobina de alambre en
movimiento dentro de un campo magnético se carga de energía eléctrica. En
el alternador, el componente magnético se llama rotor, y gira dentro de la
parte estacionaria o estátor. Para obtener su máximo rendimiento, un
alternador necesita girar muy deprisa, por lo que su unión al motor, del que
toma la energía para girar, se realiza mediante una relación de poleas de
forma que el alternador gire al doble de la velocidad del motor.

El Alternador

La batería desempeña el papel de un acumulador de energía cuando el


motor está parado, mientras que durante la marcha e incluso a ralentí el
alternador es la autentica central eléctrica del vehículo. El alternador tiene
una estructura robusta que resiste vibraciones, cambios de temperatura,
suciedad, humedad, lubricantes y combustible. Las tareas principales que
realiza el alternador en un vehículo son las siguientes: Suministra corriente
continua a todos los dispositivos consumidores de corriente (bomba eléctrica
del combustible, ventilador eléctrico, radiocasete, etc.) Carga rápidamente la
batería, incluso cuando todos los dispositivos eléctricos y electrónicos del
vehículo están en funcionamiento con el vehículo a ralentí. Estabiliza su
propia tensión en toda la gama de velocidades de rotación del motor del
vehículo.

PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO

Partimos de la base de que si un conductor eléctrico corta las líneas de


fuerza de un campo magnético, se origina en dicho conductor una corriente
eléctrica. La generación de corriente trifásica tiene lugar en los alternadores,
en relación con un movimiento giratorio. Según este principio, existen tres
arrollamientos iguales independientes entre sí, dispuestos de modo que se
encuentran desplazados entre sí 120º. Según el principio, de la inducción, al
dar vueltas el motor (imanes polares con devanado de excitación en la parte
giratoria) se generan en los arrollamientos tensiones alternas senoidales y
respectivamente corrientes alternas, desfasadas también 120º entre sí, por lo
cual quedan desfasadas igualmente en cuanto a tiempo. De esa forma tiene
lugar un ciclo que se repite constantemente, produciendo la corriente alterna
trifásica. El alternador está en paralelo con la batería del vehículo por dos
razones fundamentales, la primera es que la batería provoca la corriente de
pre-excitación en el alternador cuando se arranca el vehículo y la segunda es
que una vez que el alternador ha alcanzado su régimen normal de trabajo
transmite energía para la carga de la batería. La corriente alterna no puede
ser almacenada en una batería, ni tampoco pude emplearse para alimentar
componentes electrónicos, por ello se recurre a la rectificación. El elemento
fundamental de la rectificación es el diodo, que posee la propiedad de que al
aplicarle una tensión permite el paso de corriente únicamente en un sentido,
y bloquea el paso de la corriente en sentido inverso.
El ventilador se usa para refrigerar el alternador. El rotor de los alternadores
trifásicos puede girar en ambos sentidos, el sentido de giro se determina
seleccionando simplemente la correspondiente forma de ventilación para giro
a la izquierda o a la derecha.

El estator fijo está compuesto por 3 arrollamientos iguales e independientes


entre sí. Aquí es donde se genera la corriente alterna trifásica. El estator está
formado por chapas aisladas entre sí y provistas de ranuras, estas chapas
están comprimidas formando un núcleo firme. En las ranuras van alojadas
las espiras onduladas.

Alternador, máquina dinamoeléctrica generadora de energía eléctrica alterna


a partir de energía mecánica con medios electromagnéticos.
Los elementos de un alternador elemental son: el imán que crea el campo
magnético, denominado inductor; la espira móvil, gracias al consumo de
energía mecánica, en la que aparece la corriente inducida y que por ello
recibe el nombre de inducido, y los dos anillos colectores con sus respectivas
escobillas que constituyen el sistema colector el cual se une, mediante
bornas fijas a las escobillas, al circuito exterior.
En la práctica el rotor o inductor está constituido por un electroimán
multipolar giratorio, y el inducido contiene tantas bobinas como polos el rotor.
Los alternadores de baja velocidad se fabrican con hasta 100 polos para
mejorar su rendimiento y para obtener con facilidad la frecuencia deseada.
Los alternadores de alta velocidad tienen dos polos. La frecuencia de la
corriente que suministra un alternador es igual a la mitad del producto del
número de polos por el número de revoluciones por segundo de la armadura.

El alternador ha reemplazado la dinamo, por su mayor capacidad generadora


de corriente y su mejor funcionamiento al tener menos riesgos de averías. Se
llama así porque genera corriente alterna que se convierte a continua, y se
trata de un adelanto derivado de la introducción de los diodos en la
especialidad de la Electrónica.

El diodo es un elemento físico que aprovecha la característica que poseen


ciertos metales de permitir el paso de la corriente en un solo sentido. De ese
modo pueden ser fabricados diodos positivos o negativos, según se desee
permitir o detener el paso de la corriente eléctrica de esas polaridades.

Por lo general, se emplean tres diodos positivos en cada alternador, y otros


tantos negativos, operando ambos como rectificadores de la corriente
alterna, convirtiéndola en corriente continua utilizable.

El alternador está compuesto por un estator o devanado fijo, en el que se


induce la corriente alterna, pues, al contrario que en el generador, el inductor
es en este caso el rotor, siendo el estator el inducido.

El rotor es una especie de electroimán giratorio, cuya fuerza magnética es el


producto de un devanado, el cual recibe corriente desde un colector de doble
anillo, sobre el que se deslizan sendas escobillas de carbón, una cargada
con corriente positiva y la otra conectada a masa o negativo.

El alternador genera corriente de la siguiente manera: el rotor o inductor,


excitadas sus bobinas más o menos por el regulador de voltaje, forma fuertes
campos magnéticos, los que, al girar, son cortados por las bobinas del
estator o inducido, generándose en dichas bobinas una corriente trifásica
alterna. Dichos impulsos de corriente alterna van a dar a los diodos,
permitiendo los positivos el paso de corriente positiva y haciendo lo mismo
los negativos con la negativa, obteniéndose de esa manera la corriente
bipolar continua utilizada en el vehículo para carga de la batería y consumo
de los elementos eléctricos.

El alternador precisa también de un elemento regulador de voltaje y


amperaje, el cual es mucho más sencillo que el utilizado con la dinamo,
pues, en este caso, sólo se necesita una bobina reguladora del voltaje, lo
que se obtiene mediante la regulación de la intensidad de corriente
entregada al rotor a través de la escobilla positiva o de excitación, pudiendo
también emplearse un elemento electrónico. Las precauciones que deben
ser consideradas al trabajar en un alternador son las siguientes: no debe
funcionar desconectado de la red; no debe ser polarizado conectándole
corriente exterior; no debe conectarse su salida a masa.

3.1. Tubos de vacío

Un tubo de vacío consiste en una cápsula de vidrio de la que se ha extraído


el aire, y que lleva en su interior varios electrodos metálicos. Un tubo sencillo
de dos elementos (diodo) está formado por un cátodo y un ánodo, este último
conectado al terminal positivo de una fuente de alimentación. El cátodo (un
pequeño tubo metálico que se calienta mediante un filamento) libera
electrones que migran hacia él (un cilindro metálico en torno al cátodo,
también llamado placa). Si se aplica una tensión alterna al ánodo, los
electrones sólo fluirán hacia el ánodo durante el semiciclo positivo; durante el
ciclo negativo de la tensión alterna, el ánodo repele los electrones,
impidiendo que cualquier corriente pase a través del tubo. Los diodos
conectados de tal manera que sólo permiten los semiciclos positivos de una
corriente alterna (c.a.) se denominan tubos rectificadores y se emplean en la
conversión de corriente alterna a corriente continua (c.c.)

Rectificación, proceso que convierte una corriente eléctrica alterna que


circula alternativamente en un sentido u otro de un circuito en una corriente
continua, que sólo fluye en un sentido. Para ello se inserta en el circuito un
dispositivo conocido como rectificador, que sólo permite que pase corriente
en un sentido, bloqueando la corriente en el otro.
La rectificación se lleva a cabo en todos los rangos de potencia eléctrica,
desde milésimas de vatio en la detección de señales de radio de amplitud
modulada hasta miles de kilovatios en el funcionamiento de maquinaria
pesada eléctrica. Los primeros rectificadores comerciales convertían
corriente alterna en continua para alimentar motores eléctricos y se llamaban
conmutadores mecánicos. En la actualidad, la mayor parte de la rectificación
se lleva a cabo mediante dispositivos electrónicos, como combinaciones de
diodos, tubo de vacío y rectificadores de arco de mercurio.
La mayoría de los rectificadores mecánicos están formados por un
conmutador giratorio sincronizado con la corriente, dispuesto de forma que
sólo conduzca la corriente en un sentido. Pueden diseñarse y fabricarse
rectificadores mecánicos que manejan corrientes intensas (hasta miles de
amperios) con tensiones de varios miles de voltios; estos rectificadores
todavía se utilizan en la maquinaria eléctrica pesada.
Los rectificadores electrónicos conducen corriente sólo en un sentido
mediante el movimiento de cargas eléctricas dentro del dispositivo. Pueden
soportar corrientes de hasta 500 amperios y tensiones de hasta 1.000 voltios,
por lo que pueden competir con los rectificadores mecánicos en muchas
aplicaciones de potencia. En las aplicaciones de baja tensión, como en los
equipos electrónicos, se emplean casi exclusivamente rectificadores de tubo
de vacío o de semiconductores.

Si en un circuito de corriente alterna se coloca un condensador (también


llamado capacitor) la intensidad de corriente es proporcional al tamaño del
condensador y a la velocidad de variación del voltaje en el mismo. Por tanto,
por un condensador cuya capacidad es de 2 faradios pasará el doble de
intensidad que por uno de 1 faradio. En un condensador ideal, el voltaje está
totalmente desfasado con la intensidad. Cuando el voltaje es máximo no
fluye intensidad, porque la velocidad de cambio de voltaje es nula. La
intensidad es máxima cuando el voltaje es nulo, porque en ese punto la
velocidad de variación del voltaje es máxima. A través de un condensador
circula intensidad aunque no existe una conexión eléctrica directa entre sus
placas porque el voltaje de una placa induce una carga opuesta en la otra.
De los efectos indicados se deduce que si se aplica un voltaje alterno a una
bobina o condensador ideales, no se consume potencia. No obstante, en
todos los casos prácticos los circuitos de corriente alterna presentan
resistencia además de autoinducción y capacidad, y se consume potencia.
Esta potencia consumida depende de la proporción relativa de las tres
magnitudes en el circuito.

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