You are on page 1of 33

Tercera Primavera

Edmundo Farolán
Bogota, 1981
Palique
Dedicatoria

Madrid, 1966-67
Versos filipinos
Dos poemas

Toronto, 1968
55 minutos
Madrid, 1971
Porque se quedan pocos
Algo para bajarme de los cielos
Paridas de una despedida
Bowling Green, 1973
La experiencia fluyente
San Francisco, 1974
Monólogo
Autobus
Reflexión 9
Manila, 1975-78
El bautismo
Canción filipina
Ayer: la sonrisa de hoy
Nací otra vez
Surigao
Bogotá, 1981
En el parque de Bogotá
Primavera
Romance de una amor perdido
Soneto
Letrilla
Elogio a la Hispanidad
PALIQUE

Lo que tengo en esta breve colección a la que doy por título Tercera Primavera son
selecciones de mi obra poética en español, parte de ella publicada ya en varias revistas.
Abarca varios temas: el amor, la esperanza, el aburrimiento, la sentimentalidad, la
religión, etc. Comienza en Madrid en 1966 y termina en Bogotá en 1981, haciendo
escalas en Canadá, Estados Unidos, y Filipinas.

Las poesías que comienzan en Madrid son mi primer intento de escribir, y por eso, en
<Versos Filipinos> que salió por primera vez en mi primer libro de poesías, Lluvias
Filipinas, publicado en Madrid en 1967, me refiero a mis poemas como “versos sin
ritmo, sin música”. Poesía Española, revista del Ateneo de Madrid, publicó en el mismo
año, <Dos Poemas> que son representantes de mi primera etapa poética. “Una tarde,
cálida, poética...” expresa un sentimiento trágico de la religión y del amor, mientras “Mi
deseo es la vela fría...” proyecta la esperanza típica del idealismo juvenil.

En mi segunda etapa representada por la poesía <55 minutos> publicada en 1975 en la


revista filipinohispana, El Maestro, entra lo que llamaría yo “el aspecto erudito
mezclado con un cierto aburrimiento escolar”. Esta poesía fue escrita en 1969 cuando
hacía estudios de Linguística en la Universidad de Toronto en Canadá. En dicha poesía
observo mi cuarto, mientras fumo mi pipa y bebo mi whiskey todo en el espacio de 55
minutos.

Sigue la próxima fase, mi vuelta a Madrid. Las reflexiones íntimas y filosóficas


mezclada con el sentimentalism y la nostalgia (los recuerdos de la primera estancia en
Madrid), y el encuentro con nuevas amistades en el Colegio Mayor de Guadalupe, son los
temas reflejados en <Porque se quedan pocos>, y <Algo para bajarme de los cielos>
publicados en Heights, revista literaria del Ateneo de Manila, en 1975. Pero lo que se
destaca más en tales poesías es la forma en que escribía. Me alejaba de la forma lírica de
mis poemas en Lluvias filipinas y escribía en una forma más bien prosaica, dramática.
Existen diálogos en estos versos, como en el poema <Paridas> que en cierto sentido
reflejaban mi manera de ver la realidad actuante.

En los Estados Unidos, durante mis estudios del doctorado en Bowling Green, escribí
<La experiencia fluyente>. El teatro del absurdo, particularmente el de Samuel Beckett,
el “stream of consciousness” de James Joyce, el clima de protesta contra la guerra de
Vietnam, y al mismo tiempo el lema de “paz y amor” de los “flower children” en los
primeros años de los setenta, fueron las influencias principales de las poesías de esta
etapa, representada por <La experiencia fluyente>, publicada en 1979 en Lahi, revista
multilingual del CCP (Centro Cultural de Filipinas). La estructura de este poema es
distinta: de lo staccato en algunas poesías previas, a lo fluyente; de lo real y actual, a lo
sublime; de lo aburrido, a lo ilusorio.
Mi próxima fase representa un período de desesperanza. Esto llamaría yo la “fase negra”
de mi creación poética. Las poesías que escribía eran casi todas en inglés y muchas de
ellas aparecieron en mi segundo libro de versos, The Rhythm of Despair, publicado en
Manila en 1975. Poesías como <Monólogo> cuyos temas versan sobre el amor
desesperado, la crisis psicológica, el fin del mundo, la locura, la angustia..; <Reflexión 9>
que termina con el verso“...y la muerte vendrá pronto”—son todas proyecciones de esta
fase moribunda. Estas dos poesías fueron escritas en San Francisco en 1974 y luego
publicadas el año siguiente en Heights.

Volvía a Filipinas en 1974 después de nueve años de ausencia, y las poesías que escribía
allí representaban una resurgencia en mis escritos. El humor es un aspecto de esta etapa
de resurgencia, <El bautismo> y <Surigao>, siendo ejemplos. Estos poemas llevan
consigo la forma dialogada y el estilo prosaico que utilizaba durante el período madrileño
de 1971. La nostalgia y el sentimiento de que “Filipinas es donde me pertenezco”, o “ésta
es mi patria y aquí me quedo” se reflejan en <Canción Filipina>, y también, en otro
poema, <Ayer: la sonrisa de hoy>. La familia como tema lo expreso en <Nací otra vez>
escrita en Manila en 1975, y publicada por primera vez en esta colección.

En estos últimos seis años, he procurado dar rima y métrica a mis poesías con el objeto de
trascender de lo que antes eran “versos sin ritmo, sin música”. Pero estoy todavía
experimentando, como en el caso de <Surigao>, en rimas asonantes; o aproximaciones al
soneto de Petrarca y al romance tradicional en <Soneto> y <Romance de un amor
perdido>, respectivamente. Utilizo la rima lírica en la tradición de Becquer en
<Primavera>, y <En el parque de Bogotá>, coplas de pie quebrado al estilo de Manrique.
La última poesía de este tomo, <Elogio a la Hispanidad>, están escritos en alejandrinos y
tercetos.

Cierto que lo ideal es proyectar el contenido poético con la forma rítmica y métrica. Pero
encuentro que cuando intento combinar la forma poética tradicional con el contenido
filosófico o estético, algo se pierde en la comunicación y en el flujo natural de mis ideas y
emociones.

Sin embargo, sigo experimentando con la esperanza de perfeccionar, o llegar cerca de


ello, forma y contenido, en mis poesías.

En fin, lo que presento en esta colección son selecciones de mis poesías escritas entre
1966 y 1981. No sé si se puede aplicar el término “evolución poética” en mi caso. Esto
ya lo dejo al criterio literario o al lector.—EF

Bogotá, 5 de diciembre de 1981


VERSOS FILIPINOS

Esta pequeña blancura que sonríe;


Este sueño que me hace descansar;
Esta noche que me va a llevar sueños;
Son todos éstos consecuencias
De un perdido frenesí;
De versos que no tienen ritmo,
Ni música; de todos éstos
En blanco y negro, en felices
Veladas; en amores desconcertados;

¡Óyeme, desconocido!, las fuertes


brisas ya no se limitan; este
flexo que alumbra, estas mano
que presionan; estos dedos
tendidos, miles y miles
de veces palpando alegría,
tristeza, plumas, papeles,
cucharas, libros, vasos, mesas,
otras manos,
y recuerdos,
están ahora creando
palabras eternas, palabras insensatas,
palabras insignificantes,
y palabras expresando,
afirmando,
mi existencia dolorosa,
indiferente, vacía,

porque dicen que soy una ansiedad


tristísima, intranquila,
viviendo en esta tierra europea,
yo,
un filipino,
deseando un dulce sueño,
lleno de eterna felicidad...

no están más
los recuerdos, y los sueños,
los frenesíes, los delirios
del amor; sólo

se quedan éstos
mis versos
sin ritmo
sin música.
DOS POEMAS

Una tarde: cálida, poética. Jueves Santo.


Ceno con Dios esta tarde. Ocho y treinta.
Lavará mis pies para limpiar mis pecados.

¿Está mi mente nebulosa pensando en ti?


Otra carta con una preguntada duda.
Es nada.
Solamente nada.
Unas nadas sin palabras.
Nada, tú y yo.

Una tarde: cálida, poética.


Te quiero: ¿Es el amor perdido?
Ni una brisa. Una tarde: cálida, poéetica.
Los vientos han llevado
Y sepultado mi amor.

Una tarde: cálida, poética.

II

Mi deseo es la vela fría de una noche parpadeando


Y llevando las heces de otro día cansado. Mi deseo
Es el crujido de alas en una noche pasajera,
Una noche polícroma de aguas fluyentes,
Sueños contigo y conmigo,
De todo lo que es esperanza...

Este dolor criado; este entontecimiento de la mente,


Este cierto clima...conmuto como las breves
Campanillas que suenan y pierden el control
De la esperanza.
55 MINUTOS

55 minutos de pospensamientos.
Sueño vago, inescrito.
Recontando leyendas,
Pensamientos de tiempos,
Tensión, conflicto;

Fresco rápido. Letras corriendo.


Calefacción siseando, nieve derretida.
O de un juego teatral,
Comedia en tres jornadas.
Alveolar,
Palatización,
Lengua agria,
Difusión de humo.

Expresión crítica del tiempo,


Interpretación de una leyenda,
Más críticas de críticos.
Pensamientos dispersos en la nieve.
Bifteck a la Nueva York.
Chop suey hecho en casa.
Etimilojice.

Barroco español,
Decadencia en medio de la gloria.
Calderón y los jesuitas.
Pasión y razón.

¿Shelley? ¡Rebelde!
Convergencia de mitos.
Palabras del viejo español.
Chistes marinados.

Ahora es Pereda.
Amargura novecentista.
¡Ríe discretamente, Sotileza!

Más fragoso que nunca.


Calor habitacional.
Más que lo corporal.

¿Azúcar centeno?
Absurdo.
Como la vida.
Otra vez.

Más pospensamientos:
Céntimos gemelos de Tavern,
Versos rojos, llama vacilante en oro,
Desiguales,
Encendidos.

Abrir y cerrar,
Cual la felicidad inconstante.
La brisa fría de invierno.
Poca nieve en Toronto.
Mucha nieve en Montreal.

Más soplos de la pipa.


Rápidos,
Y después, no más.

Tabaco seco. Muy seco.


Muy subjetivo. Verdaderamente.

¿Por qué los pies fríos y sudorosos?


¿Por qué el humo quema rápido?
¿Por qué imágenes juxtapuestas?
Para efectos.
40 onzas de lo mejor en Canadá.
Chin chin.
Modismos, modismos,
Idiotas todos,
Ningún sabor de miel.

De camino,
¿qué hago yo en Canadá?

Sin mencionar páginas atrasadas.


Evoculciona: simplemente evoluciona.
Sólo por eso.
Para criticar.

Ronsonol: judíos (1867-1967).


La estrella de David de Canadá.
La influencia judía, obviamente.

A mi acuerdo,
Por mi acuerdo,
Objetivo no tan personal,
Por favor.

Más hielo,
Distinción
Tirada por la despesperanza.

Distinción: he merecido poemas.


¿quién dice que blanco es puro?
Los jesuitas
Algo más fuerte
Negro quizá

De la cara de alguien
Pertinencia fría
Un trago de nieve
Genios ¿dijiste?
Caracterizo genios

En la nieve del invierno estival


Justifica los impulsos
Ningún efecto en el tiempo
Viaja sin rumbo

De vez en cuando decide la edad


¿qué quiere decir Esotérico, mise-en-scene, leit-motif?
Pregúntala a Phatosh.
Phatosh es amor.

Me estoy disminuyendo.
Como monedas canadienses.
Como el humo del cigarrillo Salem.

Morag dice “concedido”.


No, no, Flora.
No.
Porque me quieres.
¿debo resistir?
No. ¿por qué no?
La vida.

No es la muerte.
Ahora.
Sólo ahora.
Palabras cayendo.
Segundos muriendo.
El frío inmediato.
Persecución de pensamientos.

Arrastra este aire contigo.


Aire limpio, frío,
Un año, y ahora, dos,
Con moderación,
Otra vez, España,
Otra pipa para mí,
Como el regalo de Dittborn.

Esta huida intranquila.


Pero confórmate, Dios, confórmate.

Unas palabras más.


Antes que me trague el sueño.
Tantos sitios a la vez.
Muchas salidas más.

Cinco años más.


Y después, Cristo.
Su nombre es Jesus.

La felicidad predeterminada
Cinco días más.
Después, Phatosh.
Phatosh es su nombre.

Ajústate.
Un rato más.
La anonimidad.
Después, Filipinas.

Exacto.
Soy exacto.
A veces.

Mañana.
Clase otra vez.

Basta de palabras.
Espera, ahora, en tus sueños.
Se acabó el fin de semana.
Se acabó el “Canada´s finest”.
Se acabó “Virginia´s sliced plug cut pipe tobacco”.

Se acabó los 55 minutos.


Exacto.
Soy exacto.
A veces.

PORQUE SE QUEDAN POCOS

Uñas sucias
Corto las uñas
Ya no hago farsas
Estoy solo porque soy solo
Frase tomadas de Wadalauti

Intimista, ¿por qué ríes?


Porque buscas lo que hacen
Y no por curiosidad sino por preocuparte
De la humanidad, amas a todo con la sonrisa
Que crea algo distinto no sólo por hablar
Sino por recuerdos de amigos que ya no están....
Leandro, profesor y amigo de filipinos...

Escoge versos que expresan este cáncer doloroso.


No, ni hablar del simbolismo ni inspiración.
Habla de esta sencillez, llamada “yo” o “filipino” o “picón”.
¿Qué más pueden expresar gafas que ayudan
a ver esta realidad?

Obra de mi juventud,
un realismo que pasa cuatro años.
Y sigo envejeciendo
Perdiendo mi pelo
Con agua mineral de color marrón.

¿Qué más hablamos, amigos?


Hablamos de los nombres
Que suenan bien en vientos nocturnos de primavera,
De té, cerveza y leche,
De nombres aristocráticos de Getafe
Y nombres de doctores y abogados.

La primavera inspira: sus obras de teatro,


Café cortado, pasajero, recuerdos felices,
Nuevos amigos,
Recomendaciones hechas por alumnos bilinguales
Que hablan de la España tradicional,
Que América y Filipinas aún pertenecen a España.
Del progreso, de mujeres, de la hora,
y otros temas parecidos a lo absurdo, pero no lo son.

Son días, días del alma pura invadida


Por una barba creciente,
O del frío que hace poco fue.
De mirar atrás para fijarme en dolores
Que ya no están,
Porque emito palabras de mi tierra filipina,
De mi yo, del humo que se mezcla
Con mis pensamientos,
Paralelismos, diré,
Y de muchas otras cosas que pasan,
Y no en delirio,
Simplemente pasan,
Pierden madurez,
Ganan otro día del sol,
Y son ni felices ni tristes ni indiferentes.

Son.
Simplemente son.
PARIDAS DE UNA DESPEDIDA
a mis amigos guadalupanos

Inspirarme, decirme una cosa,


Flacos amigos, hablarme de columnas
Torcidas y pinturas y zapatos rotos.

El otro día pintamos juntos


Mientras “ellos”jugaron poker
Y yo no estaba porque fingí
Que era cumpleaños mío.

Llega el chino para robarme


La chaqueta sahariana,
“me gustan tus gafas”,
silba y dice: “Esto también”.
Y después se despide:

“Bueno, chulo, me voy a largar”.


Saca la chaqueta.
Muñiz y el gordo del Barrio
Entran para despedirse de los marrones
Y los azules que duermen en la noche.
Son como japoneses gordos,
Me dicen:”¡Paridas, paridas!”
Y no hay nada de soluciones:
“¿cómo!”
“Me voy mañana”.
“Las cosas se arreglarán por sí mismas
con máquinas de confusión ordenada”.

Diálogos sin pensar,


Y los buitres buscan cosas
En cajas vacías,
Quieren todo, creen que me muero
En mi “ciudad de oro”,
Y se revientan como las lentillas
De Bideb.
LA EXPERIENCIA FLUYENTE

Transcendemos la discontinuidad,
imitamos los arquetipos de Beckett, el imitador de Proust
y Jung siguiendo a Freud, Proust imitando a Descartes,
y en toda esta basura subconsciente, Fellini está,
putreficando con fantasías que son nada más que juegos de ping-pong,
repeticiones de la vida y la muerte,
como la teoría del indio Reddy, y la búsqueda de Dios, y el destino,
y las becas, y el trabajo: todos vienen como la muerte.
Sin saberlo.

Pero seguimos planeando como hormigas,


hormigas que construyen y reconstruyen,
queman hasta lo quemado,
y después de todo,
preguntamos si los construidores son los construídos,
y se repiten fórmulas,
palabras excretas,
mentes hechas en los cincuenta con Artie Shaw,
y a los sesenta con Sonny Rollins y Dave Brübeck,
y después de todo, se repite de nuevo,
otra y otra vez,
original e imitación,
primitivos pensamientos intelectuales,
interpretaciones, reinterpretaciones, y zeroísmos.

En el culo de la consciencia está el papier toilette,


excreción convertida en comunicación humana,
en los análises y ejemplos del silencio y de la obscenidad.
¿Se puede aprender? ¿Se puede ir a los estudios empíricos? Quizá.

Pero siguen los disgustos: la burocracia, los asuntos capitalistas bien defendidos;
y las más calurosas hondas nacen y renacen...
no soy capaz de sentir disgustado:
yo rodeaba los puntos nirvánicos hasta llegar a ese punto de darse cuenta,
esa luz ni es luz ni es nada, la luz nirvánica, cristiana, Bahai, completamente inateo...

el flujo me escapa pero vuelve otra vez para mostrar los sesenta y su misticismo,
los profetas de La muerte de Danton de Büchner y obras bien hechas investigando la
manera épica de Beowulf, parecido al aburrimiento y luchas interminables de Bertolt
Brecht....
MONÓLOGO

La cuestión de la locura surge.


Hay una crísis,
Y parece que el mundo va a su fin.
Soy un idiota sentimental,
Creyendo en Dios
Y a la vez rebelando
Contra su inconsistencia,
Amándole con odio.

He alcanzado un punto parado.


Daré lo poco de amor que tengo
A San Francisco.

Dios, ¡quítame de aquí


Porque temo caerme enamorado!
Daré lo poco que tengo.
Tengo que vivir para algo...
Para la angustia,
Para la existencia.

Tengo que seguir escribiendo,


A proyectar pensamientos con sueños
Metafísicos:
Me ocupo con sueños,
Sueños negros.

Tengo que parar.


Parar en punto.
AUTOBUS

Mensajes intermitentes,
Durmiendo en el autobus,
Reduciendo el dormir con fútbol,

Una prueba del alma a la vida nueva,


Recuperando la realidad verdadera...

Cuando hay otros planetas


Y otras revelaciones,
Una creencia firme en la humanidad;

Rechazando los poderes de la intuición,


Del azul damián a las realidades rojas
Del espacio y la unidad...

Templos clasicistas del viaje,


Más reducciones,
Arquetipos de personas,
Corta que corta...

El poeta se marcha
Para meditar.
REFLEXIÓN 9

Para empezar de nuevo,


Para realizar nuevos triunfos,
Somos todos realidades inútiles,
Frustrados, ahogados;

No somos todos los mismos,


Somos humanos,
tratados en difíciles circunstancias,
creados con los mismos diálogos,
y ahora, la vida sigue igual:
el aburrimiento,
tengo miedo,
y a la vez necesito ese sentido
de la inseguridad,
un aire de misterio;
pero somos todos los mismos,
tenemos que empezar al principio
y dejar los milagros de la vida y de la muerte.

Me canso de ser,
De existir,
Pero procuro darme con la realidad,
Con la ilusión de que somos enemigos de la vida
O amigos de la ilusión,
O parte de esta ilusión...

Unas míleas de San Francisco,


Ciudad triste, ciudad gloriosa;
Un pequeño andar,
Y la muerte vendrá pronto.
EL BAUTISMO
A Juaning

“¿Es especial?”
Le miraba el cura,
Mamá me miraba a mí,
Yo miraba a Juaning,
“¿especial?”
Juaning no sabía qué decir,
Y le seguía mirando al cura,
Pero para acabar ya con todo,
Dijo por fin “¡especial!”

Volvía la mirada al cura,


Y después a mi mamá:
“Sí, especial, padre”.

Y se empezó el bautismo,
Porque si no, hubiéramos quedado
Otros dos o tres horas en la cola,
Esperando a seis o siete bautismos.

Juaning suda y se enrojece;


No sabe qué hacer: come aquí,
Bebe allí, va con los amigos
Que comen perro, el vaso de cerveza
Rápidamente circulando.

“Ning”, grito yo, y su mujer Vicky


le busca, “estaba por aquí”,
y le buscamos. La confrontación
con su mujer en verde, y Ning,
con su cabeza arriba y abajo,
diciendo “sí” a todo lo que dice.
“Di, ¿por qué no también haces habla
con los demás?”

Y la mujer en verde, con el nuevo bautismo


de la hija que se llama María Socorro,
gritaba “¡cabrita!” a la vendedora
de medallas en la iglesia de Novaliches
porque le había cobrado diez pesos
para la medalla de su hija.

Y más gente, tráfico, sudor, el ruído


Sin fijarse en la iglesia, casa de Dios.
Me hacía recordar a Jesucristo
Cuando se enfadaba a los vendedores
Que sacrilegiaban su iglesia.

Y volvimos para ver más gente dando


La enhorabuena; Ning sudando,
La comida en la mesa, “Alex, ¡no le des
Más cerveza a Eddie!”
Y las mujeres,
Las vecinas de San Francisco,
Una, encinta con su segundo crío.

Líos, confusión, iban y venían


Huéspedes en la casita,
Domingo, tres días antes de la llegada del Señor,
La gente llenando calles, iglesias, tiendas
Preparando su llegada.

Especial: todo fue especial.


CANCIÓN FILIPINA

Es que comienza
Como siempre había comenzado:
El dolor nostálgico del día presente,
De la presencia de mis queridos filipinos,
Risas
Ruidos
Lo vulgar, sensual...

Es que hoy día mis ojos mis oídos


Rompen las heridas de ayer
Del efluvio eterno de los cariños,
La inocencia, la paz.

Las facciones, los labios,


Las caras que corren en la lluvia,
Ayer fue
En mi juventud
Cuando las lluvias caían fuerte
Fuerte y doloroso.

Y esta herida que flota dentro de mi alma


Quema la presencia del efluvio eterno.
Se terminó la búsqueda,
Se terminó cuando vi en aquella noche
De ojos y cuerpos
Que me sofocaron a mí
Vi en aquel momento frágil
La riqueza de mi dolorosa felicidad.
AYER: LA SONRISA DE HOY

Ayer fue
Otra vez
Sin duda
El poeta que hablaba de los planetas
Los maricas
Las risas
Y en la lluvia que caía despacio
Cerré mis ojos para sonreír.

La sonrisa era una mezcla del ayer


Del hoy, de la posibilidad de otra mañana
Cuando la patria diera luz a otro hijo.

Amigos Balmori, Bernabé, Recto,


Poetas históricos,¡fomentarme!

¡Dad a este poeta hispanofilipino


el delirio del romanticismo,
el arma de los dioses del Olimpo!

Vuelve la sonrisa. Antes fue amarga:


América, Canadá y aún España
Donde yo estaba, donde yo buscaba...

Se rompe la mañana con el ayer,


Y el modernista se levanta en su torre
De marfil, sin dar caso a nadie: mira
Hacia el sol rojo que se pierde
En el silencio de la noche.

Y hoy me sonrío
Porque siento esta dulce existencia
Esta presencia
Ni es noche ni es día
El ver la mañana de hoy
El hoy del ayer

La presencia eterna de los amigos hispanofilipinos


Que se fueron´pero ahora llegan
En la mañana de la presencia
En la sonrisa de hoy.

Ayer fue
Otra vez
Sin duda...
NACÍ OTRA VEZ
A mamá

Antes de Navidad, mamá me preguntó


Si me acordaba de los días de mi niñez:
Cuando me perdía en Leavenworth
Y bien que tenía en mi cartera
La dirección de casa.
El pulís americano me llevó a casa.

Cuando en la primera
Caída de la nieve salí corriendo afuera
Para jugar con aquella blancura
Y cuando me retiré mis orejas se hinchaban
Y por poco lloraba.

Y todo esto ha pasado...


“meme na”...y nos dormimos
con mi hermana Nena a las nueve
porque mamá dijo que Santa Claus
iba a llegar pronto,
y despertamos para la misa de medianoche
y al volver
¡ahí estaban los regalos,
y los diferentes colores del árbol de Navidad!

Gracias, mamá,
Por la felicidad,
De aquella Navidad.
SURIGAO
A mi padre

Los brazos del mar allende


Los valles y montañas verdes
Árboles roncando en el viento
Las olas azules atrayendo

El camino de paz donde la vieja


Se cuelga y se queja en la Fiera
Los pasajeros gritando “¡Cerrado!”
Porque no había más lugar ni espacio
Pero el chófer seguía sacando
Del camino pasajeros esperando

Y llegamos a Ipil donde el sol sube


Pero esconde otra vez en las nubes
Las piedras redondas esparcidas
Brisas dulces
Gente con sonrisas

Surigao
Provincia de hospitlidad
Surigao
Sencilla felicidad
EN EL PARQUE DE BOGOTÁ

Coches que caminos cortan


¡rico vivir es
oyendo los chiripes
de los pájaros marrones
con sus negras coronas!
¡Ve ese reloj
en este parque de amantes,
reloj suizo
que no sale de a las cuatro,
como si fuera parado
el tiempo en un momento
sempiterno!

Y sentir la fresca brisa


Que desciende de las risas
de Monserrate

esconde y sale, sale


y esconde el sol bogotano

y los pinos orgullosos


apuntan sus verdes dedos
al cielo azul y eterno.

Los ruidos en la distancia


De esta ciudad colombiana
Susurran a este viajero:
“Mi hogar es tuyo entero”.
PRIMAVERA

Cuando en primavera
En esta tarde cálida: suspiro...
Porque te veo...fijo
En ti si, sólo en ti, ¡cómo si me hubiera
Caído el cielo!

Y tú sabías que yo
Te amaría en primavera,
La sangre verde de primavera,

Y tú sabás que este momento


Tenía que terminar,
Este mismo momento
Que no volverá jamás...

Te llama mi simple estar


O es que quizás me falten
Palabras que te dirán,
Palabras que repetirán

Que primavera eres tú


Que este poema eres tú

Sin saber cuando acabe este delirio


Como acaban los besos,

¿dónde está la eternidad?

En mis dedos flotando.


En mis bolsas bailando.

ROMANCE DE UN AMOR PERDIDO

¡Qué poesía viviera....!


¡Ay, que me siento perdido
por un amor que he tenido
esperando que volviera!

Cuando el viejo me decía:


“sólo a una amarás”,
yo, cínico, me reía.
Dije: “¡Nunca me dejará!

Pero el destino no quiso


Que este amor permaneciese
Y aunque así yo no quisiese
Verdad lo que el viejo dijo.

Y ahora no puedo sin ti


El amor es sólo una vez
La juventud o la vejez
¡Ay, que te volvieras a mí!

¡Que vuelvan tiempos risueños!


¡que se mezclan con tus sueños!
Y espero que en los cielos
Dios responda a mis anhelos.
SONETO

Tu adiós era una amarilla rosa...


Y estas flores me hacen recordar de ti
Rosas rojas de amor que vienen de mí
Recuerdos de esa alegría borrosa.

Amarillo es este silencio de otoño


Que arrebata el viento y la lluvia
Mi alma flota con esta tragedia
De hojas amarillas del recuerdo.

Pero ahora espero el día


Cuando acabe el invierno frío
Cuando luzca otra primavera mía

Serás como flor radiante en estío


Serás con tu feliz sonrisa dulce
¡y así, amor, conmigo quisiera verte!
LETRILLA
Para Dr. José Gregorio Hernández

Eres algo misterioso


Poderoso y milagroso
Que en estos días escribía
Muy hermosas poesías.

¡Eres milagroso
Don José Gregorio!

¿Cómo es que tienes


este poder misterioso
de dar tantos bienes
para un rezo solo?

¡Eres milagroso
Don José Gregorio!

Díle a Edmundo
Si eres santo
Un santo venezolano
Vestido de moderno.

¡Eres milagroso
Don José Gregorio!

Me has inspirado a mí
A escribirte a ti
Esta ligera letrilla
Poesía sencilla.

¡Eres milagroso
Don José Gregorio!

ELOGIO A LA HISPANIDAD

A los eminentes académicos don José Antonio León Rey


y don Francisco Zaragoza Carrillo

Y llegó el español a esas islas indias


Magallanes su nombre, la espada en la mano,
Honrando al Rey Felipe, el nombre Filipinas,
A ese arcipiélago de numerosas islas
Descubiertas el año mil quinientos veintiuno.
(En esta lucha del Yo, la pregunta, ¿quién soy yo?
Y busco en lo español al indio filipino,
Encuentro el hispanismo de Aparri hasta Joló:
Filipinas y España, a este camino voy yo,
Tras dos razas unidas, este país mestizo.)

Y llegó el cristiano en su mano una cruz,


Y por todas las islas el Cristo de España
Alumbraba lo oscuro con su radiante Luz—
Caballeros cristianos del vasco al andaluz
Venían para salvar a estas islas del Asia.

Pero pronto llegaron las aves de rapiña—


El grngo o el yanqui su nombre no importa.
Lo mataron al león el león de Castilla;
La nobleza cristiana se esfuma en estas islas,
En su lugar el inglés y su música tonta.

(Y yo me desespero. Me gusta el dinero.


Ya no soy cristiano. Soy “brown” americano.
Me gusta jazz y disco. Allí es donde me meto.
A G. I. Joe y MacArthur, al dólar y al peso,
Thanks, Estados Unidos, por hacrme mundano.)

¡Despierta, Filipinas!, ¡resurge de este lodo!


¡Vuelve a Madre España y a los hermanos latinos!
¡Vuelve donde tu alma respira buenos modos!
¡Abajo con la lengua que nos ha hecho locos,
locos poer el dinero y malvados filipinos!

¡Filipinas y España!, ¡Filipinas, Colombia!


¡Filipinas con todos los hispanohablantes,
¡Solidaridad será si todos nos unimos

en una fiesta hispana, levantados en gloria,


desde las tierras de El Cid y los vientos de los Andes,
hasta el extremo oriente en los mares filipinos,
a gritar en unidad
“Viva la Hispanidad!”
ÍNDICE

Palique
Dedicatoria

Madrid, 1966-67
Versos filipinos
Dos poemas

Toronto, 1968
55 minutos
Madrid, 1971
Porque se quedan pocos
Algo para bajarme de los cielos
Paridas de una despedida
Bowling Green, 1973
La experiencia fluyente
San Francisco, 1974
Monólogo
Autobus
Reflexión 9
Manila, 1975-78
El bautismo
Canción filipina
Ayer: la sonrisa de hoy
Nací otra vez
Surigao
Bogotá, 1981
En el parque de Bogotá
Primavera
Romance de una amor perdido
Soneto
Letrilla
Elogio a la Hispanidad

You might also like