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RELATORÍA DE MAGDALENA GIL GARCÍA RESPECTO A

LA DISERTACIÓN DEL PROFESOR SAAD CHEDID:


“ANÁLISIS SEMÁNTICO DEL CONFLICTO ISRAELÍ-
PALESTINO: LA OTRA CARA DE LA CONQUISTA”

Realizada en el marco del Seminario de Sociología de la cultura


latinoamericana a cargo del Profesor Aritz Recalde y de la Prof. Iciar
Recalde. Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2008

Chedid comenzó su disertación clarificando la confusión en relación a


algunos conceptos mal utilizados para explicar el conflicto entre Israel y
Palestina. En este sentido, explicó el origen y el significado de diferentes
categorías: Hebreo, israelita, judaita, judío, semita, sionista, israelí, árabe,
palestino, sirio y libanés. Posteriormente, el disertante se refirió a cuestiones de
materia teológica y filosófica discutiendo con las tendencias al monoteísmo y la
monolotría. Luego de desarrollar estas posturas, Chedid se refirió a cuestiones
más políticas e históricas explicando los dos fundamentos del Estado de Israel:
un origen religioso, dado por sus escrituras bíblicas y la legitimidad dada por el
holocausto, es decir, la persecución y el exterminio de la comunidad judía
durante el nazismo. En este punto, Chedid presentó una postura polémica al
poner en cuestionamiento el fundamento religioso, apelando a que los escritos
bíblicos no son más que “literatura ficcional”, y también, dudando del mismo
genocidio como base de legitimidad de la fundación de un Estado-Nación,
sosteniendo que la mayoría de los pueblos fueron víctimas de la persecución en
algún momento de la historia. También desarrolló cuestiones relativas la
Resolución 181 de la ONU, comentando cuáles fueron sus bases: la declaración
de Balfour de 1917 y las masacres producidas contra la comunidad judía en
Europa y los intereses imperialistas de Inglaterra de contar con una comunidad
funcional a sus objetivos que sea un acceso a Asia. El disertante también
comentó como en la actualidad hay intereses de la Banca Rothschild en sustentar
económicamente el Estado de Israel como parte de un proyecto de dominio
mundial. Por último, Saad Chedid también se refirió a cómo el Estado de Israel
legitima la dominación colonial que ejerce sobre los territorios palestinos a
través de la creación de ciertos mitos.

El rol de la cultura: la “colonización pedagógica” israelí sobre el pueblo


palestino

Saad Chedid le otorgó un rol fundamental a la cultura, y dentro de ésta al


lenguaje y a la formulación de conceptos y mitos como formas de legitimar la
dominación colonial de Israel sobre Palestina. En este sentido, consideró que es
un ejercicio fundamental estudiar el origen de los conceptos, investigando quién
los creó, en qué contexto y con qué fines.
Chedid sostiene que a través de mecanismos como la tergiversación del
lenguaje o el simple engaño, la cara más cruda y violenta de la colonización
imperial se muestra en los diversos medios de comunicación como baluarte de la
democracia y víctima de la intolerancia del terrorismo palestino. En este sentido,
el proceso de generación de consenso que asegure la perpetuación del dominio
imperialista puede vincularse con el concepto de Abelardo Ramos de
colonización pedagógica, aunque en este caso no se impide la formación de una
conciencia nacional, puesto que el pueblo Palestino debido a la presencia de
fuerzas de ocupación extranjera es complemente consciente de esta dominación,
sino que más bien, a través de la utilización del aparato cultural lo que se evita
es la real compresión del conflicto en un nivel internacional.

Características de la dominación cultural y material de Israel sobre


Palestina

La dominación cultural de Israel sobre Palestina se hace evidente a través de


la presencia preponderante de intelectuales y periodistas de la comunidad judía
en los medios de comunicación reproduciendo estos mitos y engaños que
generan la legitimidad del Estado de Israel en el plano internacional. Por otro
lado, Saad Chedid también hizo referencia a las desigualdades y asimetrías de
las dos regiones en un sentido material, aludiendo a las diferentes posibilidades
que tienen los habitantes de Palestina, ya sean musulmanes o cristianos, que
deben estudiar o trabajar en Israel siendo sospechados constantemente de
terroristas. Este proyecto de colonización, que implica una dominación cultural
y material sobre el territorio subordinado tiene dos bases: el proyecto
imperialista norteamericano y un proyecto sionista judío.

Cultura, colonialismo y Tercermundo


De lo expuesto por Chedid, es necesario destacar la importancia que debe
tener evaluar en el nivel cultural los mecanismos de consentimiento organizado
desarrollados por los centros imperialistas para producir consenso con sus
políticas colonialistas en los países dependientes del Tercer Mundo. Chedid
señaló varios mecanismos utilizados por Israel para legitimar su dominación
sobre Palestina (la creación de mitos, la tergiversación del lenguaje, entre
otros.).
Construcción de mitos/relatos legitimantes de la subordinación colonial
Israel ha construido mitos históricos para generar consenso con su política
imperialista; entre éstos deben destacarse:
a) “Una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra”. Cuando en
realidad esa tierra si tenía un pueblo.
b) “La población Palestina se va de la región forzada por los árabes”,

cuando es la colonización israelí la que generó esta situación.


c) “Israel busca la paz y no los palestinos”, negando las propuestas de
paz de los países árabes y el comportamiento intransigente y
“rechazista”.
d) “La lucha de los palestinos es terrorista”, cuando en realidad es una
lucha por la descolonización y la emancipación de un pueblo.

También es un mito considerar al Estado de Israel como un Estado


democrático, puesto que este Estado prohíbe que sean ciudadanos aquellas que
personas que no profesen la religión judía, marginando a las mayorías de la
región, musulmanes y cristianos. Estos mitos cumplen el rol de ser discursos
legitimantes de la subordinación colonial.

Palestina y su vinculación con las problemáticas de la dependencia en


América Latina

En sentido estricto, que no hay ningún fenómeno en Latinoamérica que


pueda ser equiparado en sus dimensiones y características al conflicto entre
Israel y Palestina, una disputa violenta que ha involucrado a muchos países de la
región y en la cual se entrecruzan objetivos estratégicos de la potencia imperial
de Estados Unidos. Sin embargo, siempre vemos en nuestra región conflictos
territoriales donde potencias imperialistas pretenden, y muchas veces logran,
anexionarse territorios latinoamericanos. Tal es el caso de la región de Texas,
perteneciente originariamente a México, que actualmente se encuentra dentro de
los límites de los Estados Unidos; y de las Islas Malvinas Argentinas, en manos
de Inglaterra. En relación a la colonización cultural, también vemos por doquier
mitos y discursos tergiversados que legitiman los intereses dominantes.
Latinoamérica al igual que Palestina sufre constantemente la dependencia
económica y la colonización cultural de los centros imperialistas que buscan
generar consenso para perpetuar su esquema de dominación. Latinoamérica,
también, al igual Palestina parece estar tomando conciencia de esta
subordinación y las iniciativas de integración latinoamericana (a través de la
creación de UNASUR, el Banco del Sur, Petrosur, Telesur, etc.) deben
comprenderse en este sentido de romper con las trabas del coloniaje.
También es posible comparar el rol que juega Israel en la región de
“Cercano Oriente” en el control de los países de esa zona, en tanto es un
territorio militarizado y fiel a la política del Pentágono, con el papel de
Colombia en el actual escenario latinoamericano. Debemos recordar que el
presupuesto israelí en gastos militares es el segundo más importante del mundo,
mientras que el de Colombia también está entre los más grandes.

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