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CONGRESO NACIONAL

CAMARA DE SENADORES

SESIONES ORDINARIAS DE 2008

ORDEN DEL DIA Nº 525

Impreso el día 15 de agosto de 2008

SUMARIO

COMISION DE LEGISLACION GENERAL

Dictamen en el proyecto de ley del señor senador Giustiniani por el


que se modifica el Código Civil respecto a la Mayoría de Edad. (S-
995/08).

DICTAMEN DE COMISION

Honorable Senado:

Vuestra Comisión de Legislación General, ha


considerado el Proyecto de Ley del Señor Senador Giustiniani ,
(Expte. S- 995/08) “ Modificando el Código Civil respecto a mayoría
de edad ”; y, por las razones que dará el miembro informante se
aconseja su aprobación.

De conformidad con lo establecido pro las


disposiciones pertinentes del Reglamento del Honorable Senado, este
dictamen pasa directamente al Orden del Día.

Sala de la Comisión, 12 de Agosto de 2008.-

Pedro G. Guastavino.- Norberto Massoni.- Liliana T. Negre de Alonso.-


Nicolás A. Fernández.- Isabel J. Viudes.- Luis P. Naidenoff.- María J.
Bongiorno.- Sonia Escudero.- Silvia E. Gallego.- Carlos A. Rossi.-

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º - Modifícase el Código Civil en los artículos 126, 127, 128,


131 y 132 del Título IX, Sección Primera del Libro I; el artículo 166
inciso 5) y el artículo 168 del Capítulo III del Título I, Sección Segunda
del Libro I; los artículos 275 y 306 inciso 2) del Título III, Sección
Segunda del Libro II; el artículo 459 del Capítulo XII, Sección Segunda
del Libro I, los que quedan redactados de la siguiente forma:

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"Artículo 126: Son menores las personas que no hubieren cumplido la
edad de dieciocho años."

"Artículo 127: Son menores impúberes los que aún no tuvieren la edad
de catorce años cumplidos, y adultos los que fueren de esta edad
hasta los dieciocho años cumplidos."

"Artículo 128: Cesa la incapacidad de los menores por la mayor edad


el día que cumplieren los dieciocho años.

El menor que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una


profesión puede ejercerlas por cuenta propia sin necesidad de previa
autorización, y administrar y disponer libremente de los bienes que
adquiere con el producto de su trabajo y estar en juicio civil o penal por
acciones vinculadas a ello."

"Artículo 131: Los menores que contrajeran matrimonio se emancipan


y adquieren capacidad civil, con las limitaciones previstas en el artículo
134.

Si se hubieran casado sin autorización no tendrán hasta la mayoría de


edad la administración y disposición de los bienes recibidos o que
recibieren a título gratuito, continuando respecto a ellos el régimen
legal vigente de los menores."

"Artículo 132: La invalidez del matrimonio no deja sin efecto la


emancipación, salvo respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa
a partir del día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada.

Si algo fuese debido al menor con cláusula de no poder percibirlo


hasta la mayoría de edad, la emancipación no altera la obligación ni el
tiempo de su exigibilidad."

“Artículo 166: Son impedimentos para contraer matrimonio:

1.- La consanguinidad entre ascendientes y descendientes sin


limitación.
2.- La consanguinidad entre hermanos o medio hermanos.
3.- El vínculo derivado de la adopción plena, en los mismos casos de
los incisos 1,2 y 4. El derivado de la adopción simple, entre adoptante
y adoptado, adoptante y descendiente o cónyuge del adoptado,
adoptado y cónyuge del adoptante, hijos adoptivos de una misma
persona, entre sí, y adoptado e hijo de adoptante. Los impedimentos
derivados de la adopción simple subsistirán mientras ésta no sea
anulada o revocada.
4.- La afinidad en línea recta en todos los grados.
5.-Tener menos de dieciocho años.
6.- El matrimonio anterior, mientras subsista.
7.-Haber sido autor, cómplice o instigador del homicidio dolosos de
uno de los cónyuges.

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8.- La privación permanente o transitoria de la razón, por cualquier
causa que fuere.
9.- La sordomudez cuando el contrayente no sabe manifestar su
voluntad en forma inequívoca por escrito o de otra manera.

"Artículo 168: Los menores de edad no podrán casarse entre sí ni con


otra persona mayor sin el asentimiento de sus padres, o de aquel que
ejerza la patria potestad, o sin el de su tutor cuando ninguno de ellos
la ejerce o, en su defecto, sin el del juez."

"Artículo 275: Los hijos menores no pueden dejar la casa de sus


progenitores, o aquella que éstos le hubiesen asignado, sin licencia de
sus padres.

Tampoco pueden ejercer oficio, profesión o industria, ni obligar sus


personas de otra manera sin autorización de sus padres, salvo lo
dispuesto en los artículos 128 y 283."

"Artículo 306: La patria potestad se acaba:


1) Por la muerte de los padres o de los hijos;
2) Por profesión de los padres en institutos monásticos ;
3) Por llegar los hijos a la mayor edad;
4) Por emancipación legal de los hijos sin perjuicio de la subsistencia
del derecho de administración de los bienes adquiridos a título
gratuito, si el matrimonio se celebró sin autorización;
5) Por adopción de los hijos, sin perjuicio de la posibilidad de que se
la restituya en caso de revocación y nulidad de la adopción."

"Artículo 459: En cualquier tiempo el Ministerio de Menores o el menor


mismo, siendo mayor de dieciséis años, cuando hubiese dudas sobre
la buena administración del tutor, por motivos que el juez tenga por
suficientes, podrá pedirle que exhiba las cuentas de la tutela."

Artículo 2º - Derógase el inciso 2) del artículo 264 quáter del título III,
Sección Segunda del Libro I del Código Civil.

Artículo 3º - Agrégase como segundo párrafo del artículo 265 del Título
III, Sección Segunda del Libro I del Código Civil, el siguiente:

"La obligación de los padres de prestar alimentos a sus hijos, con el


alcance establecido en artículo 267, se extiende hasta la edad de
veintiún años, salvo que el hijo mayor de edad o el padre, en su caso,
acrediten que cuenta con recursos suficientes para proveérselos por sí
mismo."

Artículo 4º - Se derogan los artículos 10, 11 y 12 del Capítulo II, Título


I, del Libro I del Código de Comercio.

Artículo 5º - Toda disposición legal que establezca derechos u


obligaciones hasta la mayoría de edad debe entenderse hasta los
dieciocho (18) años, excepto en materia de previsión y seguridad

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social en que dichos beneficios se extienden hasta los veintiún (21)
años, salvo que las leyes vigentes establezcan una edad distinta.

Artículo 6º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Rubén Giustiniani.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La reducción de la mayoría de edad a los dieciocho años es una


deuda pendiente de larga data del Parlamento argentino con los
jóvenes de nuestro país. Pero, además, desde la reforma de la
Constitución Nacional del año 1994 se ha transformado en un
incumplimiento constitucional que debe ser subsanado.

1- GENESIS DEL PROYECTO

Este proyecto de Ley reproduce el texto normativo de mi autoría


presentado en esta Cámara el 06 de octubre de 2005 con el
acompañamiento de senadores de las distintas bancadas políticas y
que fue aprobado casi por unanimidad (un solo voto en contra sin
fundamentar), obteniendo media sanción en la sesión del cuerpo el día
23 de noviembre del mismo año y que ha perdido estado
parlamentario por vencimiento del plazo para su tratamiento en la
Cámara de Diputados.

Con el convencimiento de que los cambios jurídicos en la regulación


de la vida de las personas deben ser producto del consenso y el
diálogo, el proyecto que se presenta incorpora las modificaciones al
proyecto original que se le realizaran en la Comisión de Legislación
General del Senado y que se adoptaron por unanimidad.

Asimismo, como los grandes temas que implican cambios sociales,


económicos y culturales importantes deben abrirse a la discusión de
los actores sociales que involucran, esta modificación al Código Civil
recoge la opinión de especialistas, juristas, organizaciones juveniles,
de mujeres y otras organizaciones no gubernamentales que han
participado en los seminarios que se convocaron para su debate.
Agradecemos especialmente la colaboración y aporte de una de las
más reconocidas juristas en esta área, la Dra Cecilia Grosman.

2-LA REALIDAD

Eduardo Esteban tenía solo 18 años cuando fue enviado como


soldado para pelear por la reconquista de las Islas Malvinas, pero
cuando regresó y quiso tomar un descanso en un país vecino, debió
ser acompañado por su mamá para conseguir la documentación
correspondiente.

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Esteban es el autor del libro ¨Iluminados por el Fuego¨ que ha dado
lugar recientemente, a un film de gran valía. Allí se relata el horror de
toda guerra. Pero él como casi toda la tropa, que pudo ir a pelear
como un adulto, seguía siendo considerado un menor para
elementales trámites civiles como un cédula de identidad o un
pasaporte.

Jessica Paola Alonso tiene actualmente 19 años, es mesera en un


restaurante, trabaja 6 días semanales hasta diez horas diarias y envía
algo de sus ingresos a sus padres que están necesitados en el interior
de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, cuando quiso
aprovechar un franco para ir a Colonia, Uruguay, con su novio, no
pudo hacerlo por carecer del permiso de la madre que debía hacer un
trámite especial con costos no accesibles.

Hay actualmente 1.910.025 personas entre 18 y 20 años, según el


Censo 2001. Y desagregados de la siguiente forma: 622.219 - 18
años, 644.113 - 19 años y 643.693 - 20 años. Es una franja muy
sensible de la población donde es alta la tasa de desocupación que no
puede ser muy diferente a los que informa el ministerio de Trabajo:
que cuatro de cada 10 desocupados tiene menos de 24 años (Clarín
22 de septiembre de 2005).

Pues bien decenas de miles de esos jóvenes, además, han debido


trasladarse a lugar alejados de su familia sea para estudiar sea para
ver como ganan su sustento e incluso ayudan a los suyos. Pero para
lograr un documento de identidad o reponer el que pudieron haber
perdido, necesitan de la autorización de sus padres.

Los ejemplos podrían multiplicarse geométricamente. Esos jóvenes


que pueden votar gobiernos, e incluso de aplicarse la cláusula
constitucional de revocatoria de mandatos, desplazar a altos
funcionarios. Pero no pueden viajar al exterior porque el pasaporte
necesita de la aprobación paterna o materna.

En el mundo globalizado, los viajes al exterior para buscar mejores


horizontes es asunto corriente. ¿Qué razones pueden esgrimirse para
que jóvenes de esa franja de la población, necesiten de la autorización
familiar para intentar mejorar sus perspectivas?.

Este anacronismo debe ser desplazado con las reformas necesarias al


Código Civil que en rigor, no se trata de un descubrimiento repentino.
Ya distinguidos colegas en el pasado reciente han demandado
medidas similares a las que proponemos ahora a la Honorable
Cámara para que rápidamente se remedie esa traba a los plenos
derechos de los jóvenes.

Resulta francamente casi ridículo que en tiempos en que hay voces


que reclaman disminuir la edad de punición de delitos, se siga

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manteniendo los 21años para ser considerado un ciudadano de plenos
derechos.

3- LA C.N. Y LA CONVENCION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

El artículo 75 en su inciso 22 ha incorporado nuevos derechos y


libertades contemplados en tratados internacionales, con jerarquía
constitucional. Entre ellos la Convención de los Derechos del Niño
(CDN), adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el
20 de noviembre de 1989. Fue minuciosamente elaborada durante
diez años con la colaboración de los representantes de todas las
sociedades, todas las religiones y todas las culturas. Un grupo de
trabajo compuesto por la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, expertos independientes y delegaciones de
observadores de los gobiernos no miembros, las organizaciones no
gubernamentales (ONG) y los organismos de las Naciones Unidas, se
encargaron de la preparación del borrador. Las ONG que participaron
representaban un abanico de intereses que abarcaban desde las
esferas jurídicas hasta el ámbito de la protección de la familia. El
consenso internacional de la Convención se demuestra por ser el
instrumento de derechos humanos que más ratificaciones ha recibido
en toda la historia. Todos los países del mundo, excepto dos han
aprobado sus disposiciones

Nuestro país la aprobó mediante la Ley Nº 23.849 (B.O. 22/10/1990).


Los derechos humanos de los niños y las normas a las que deben
aspirar todos los gobiernos para fomentar el cumplimiento de estos
derechos se encuentran articulados de forma precisa y completa en
este Tratado. Al ratificarlo, el Estado se ha comprometido a proteger y
asegurar los derechos de la infancia, y a adecuar la legislación
nacional a sus prescripciones, aceptando su responsabilidad ante la
comunidad mundial por su incumplimiento.

El Artículo 1 de la Convención establece el límite temporal para


considerar que una persona es un niño y dice: "Para los efectos de la
presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea
aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad." La República
Argentina al aprobar la Convención en 1990, dice en el artículo 2º de
la Ley 23.849: “Con relación al artículo 1º de la Convención sobre los
Derechos del Niño, la República Argentina declara que el mismo debe
interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser
humano…. hasta los dieciocho años de edad.”

A ello debe agregarse que casi en forma contemporánea con la


presentación de nuestro proyecto de reducción de mayoría de edad a
los 18 años, se ha sancionada la Ley 26.061 de “Protección Integral de
los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes” (Adla, LXV-E,4635),
que tanto desde el punto de vista terminológico como en cuanto a la
edad armoniza con la Convención Internacional. En cuanto a la
terminología, dice el Dr.Néstor Solari (“Los niños y los menores de

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edad después de la reforma constitucional” La Ley 16/06/2006) el
término “menores de edad” es utilizado en las normas internas del
derecho argentino y expresa un estado o condición de la persona
humana que no ha logrado la plena capacidad civil, diferenciándose de
la expresión “mayores de edad” que representa a todas aquellas
personas que gozan de la plena capacidad civil. Pero a partir de la
Convención de los Derechos del Niño se inicia una nueva corriente –
legislativa, doctrinaria y jurisprudencial- que tiende a sustituir el
término “menores” por el de “niños”, siguiendo los lineamientos del
instrumento internacional. De ahí que la palabra “menores” importa
una categoría en crisis, asociada a la vieja escuela de la minoridad,
con contenido estigmatizante. En el mismo sentido la Dra Cecilia
Grosman señala que hay que suprimir de nuestro Código Civil los
términos “capaces” e “incapaces” en relación a los niños, por ser una
expresión absolutamente descalificante, además de no coincidir con la
idea del niño como persona en desarrollo y reemplazarla por un
sistema de “capacidad progresiva”, o sea que el niño o adolescente
ejerza sus facultades de autodeterminación de acuerdo a su edad y a
los actos de que se trate.

Existe una disparidad entre el texto de la CDN y las leyes internas,


acerca de quiénes son “niños” y quiénes “menores de edad” en
cuanto a las edades. Según la CDN son niños todas aquellas
personas que no hubieren alcanzado la edad de 18 años (Art. 1º), en
igual sentido la Ley 26.061 (Art. 2),en cambio para el Código Civil son
menores de edad toda aquella persona que no hubiere cumplido los
21 años de edad (Art. 126). En consecuencia, en virtud de que la
mayoría de edad en nuestro derecho positivo se alcanza a los 21
años, se configurarían tres categorías jurídicas: menos de 18 años
“niños” con sus derechos garantizados por la CDN y la Ley 26.061 ,
más de 21 años “mayores de edad” y las personas que tuvieren más
de 18 años de edad y menos de 21 años, forzosamente deberán ser
designados con el nombre de “menores de edad”, pues ya no son
niños, ni son mayores. En tal sentido como dice el Dr. Solari, ”todos los
niños son menores de edad, pero no todos los menores son niños...
No puede sostenerse la vigencia inalterada de las normas internas, a
pesar de la reforma constitucional… Se llegaría al absurdo de que las
personas cuya edad se encuentra comprendida entre los 18 y 21 años,
al no ser niños –y por lo tanto no le resulta de aplicación las
disposiciones de la CDN- tampoco tendrían los derechos y garantías
que gozan los mayores de edad, es decir, los derivados de la plena
capacidad civil. Dichas personas, estarían en desprotección legal,
encontrándose en una situación sui generis, en peores condiciones
que los niños y que los mayores de edad. Serían una suerte de
categoría intermedia e indefinida entre “niños” y “mayores de edad”.
El decreto 415/2006 reglamentario de la Ley 26.061 parece confirmar
este vacío legal en esta categoría sui generis al prescribir en el artículo
2º como disposición transitoria que se deberá contemplar la
continuidad del acceso a las políticas y programas vigentes de quienes
se encuentren en la franja etárea de los 18 a 20 años inclusive.

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En consecuencia, el artículo 126 del Código Civil es inconstitucional y
la mayoría de edad debe entenderse alcanzada a los 18 años, porque
la CDN con jerarquía constitucional a partir de la reforma de 1994
determina esa edad, porque la Constitución contempla hasta los 18
años la condición de niño sin excepciones y porque encima de esa
edad en la Constitución Nacional no hay otra categoría que no sea la
de mayor de edad. La incapacidad de una persona, derivada de la
menor edad, no debería extenderse más allá de los 18 años, dado que
la incapacidad, como categoría jurídica, debe interpretarse
restrictivamente.

Como los tratados internacionales incorporados a la Constitución


Nacional tienen jerarquía superior a las leyes, a efectos de corregir la
inconstitucionalidad que implica mantener la mayoría de edad del
Código Civil en 21 años, proponemos el presente proyecto.

4-ANTECEDENTES LEGISLATIVOS Y LEGISLACIÓN COMPARADA

El Código Civil redactado por el gran jurista Dalmacio Vélez Sarfield


fue sancionado en 1869 y está vigente desde el 1º de enero de 1871,
salvo reformas parciales. Entre estas reforma se encuentra la Ley 17.
711 (Adla, XXVIII-B, 1810)sancionada en el año 1968 que según
consideraciones de su autor, el Dr. Guillermo Borda, trató de
modernizar el derecho civil imprimiéndole una dinámica apropiada a
nuestro tiempo. Conforme a este lineamiento se reformó el artículo
126 del Código Civil, modificando la edad para la adquisición de la
plena capacidad civil de una persona de los 22 a los 21 años y
ampliando el campo de capacidad de los menores que tengan
cumplido los 18 años.

Cuarenta años han pasado desde entonces, y las condiciones de vida


de los jóvenes han variado sustantivamente desde los aspectos social,
económico, cultural y político. El contexto internacional y nacional
permite incorporar más tempranamente a los jóvenes a una vida
activa. Esta realidad confronta con una legislación que impide a los
menores de 21 años desde abrir un negocio, alquilar un departamento,
comprarse un auto, salir del país sin autorización de los padres o
casarse, no obstante otras leyes le permiten realizar actividades de
gran responsabilidad como elegir al Presidente de la Nación o los
excluyen de beneficios previsionales como el derecho a pensión
tratándose de un causahabiente a partir de los dieciocho años.

Otro cambio necesario

Un joven tiene plena responsabilidad penal a partir de los 16 años.

En este sentido es nuestra opinión que en esta época, donde la


pobreza se asocia a la inseguridad con el correlato de la gran
criminilización de los menores pobres, la capacidad civil y la
responsabilidad penal se deberían unificar en la edad en que un

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menor se convierte en adulto, es decir a los 18 años. De esta manera
estaríamos cumpliendo con la obligación constitucional que impone la
Convención Internacional de los Derechos del Niño.

El régimen penal de los menores es otra de las medidas que este


Congreso debería debatir profundamente sin las presiones mediáticas
del momento. No sólo para sustraernos a la vergüenza de ser el único
país de Latinoamérica con menores de edad condenados a cadena
perpetua, sino para cumplir con la intimación que la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos ha formulado al Estado
argentino por violar la Convención Internacional de los Derechos del
Niño que señala que "la pena de prisión se utilizará tan sólo como
medida de último recurso y durante el período más breve que
proceda".

Actualmente rige en nuestro país un Régimen Penal de Minoridad


sancionado durante la última dictadura militar que aplica a los chicos
de 16 y 17 años que cometen delitos graves el mismo castigo que a
los adultos.

Otra de las contradicciones de los textos jurídicos es que si bien se los


sanciona penalmente desde los 16 años, civilmente responden por los
daños y perjuicios que ocasionan sus delitos desde los 21 años. Por lo
tanto en esta brecha que se presenta, se recurre a la responsabilidad
indirecta regulada en el artículo 1114 del Código Civil que prescribe
que la madre y el padre son solidariamente responsables de los daños
causados por sus hijos menores que habiten con ellos. Algunos fallos
recientes que ordenaron a los progenitores indemnizar a las víctimas
de los ilícitos de sus hijos, fundados en el incumplimiento de los
deberes de educación y vigilancia activa, traen aparejado el
cuestionamiento de hasta cuándo los padres deben responder
civilmente por sus hijos. Y volvemos a la misma respuesta: una
persona debe ser civil y penalmente responsable a partir de los 18
años.

En cuanto a la reforma civil varios intentos de modificar la legislación


han fracasado, no obstante el consenso logrado en los distintos
partidos políticos.

En 1992 en la Cámara de Diputados de la Nación se aprobó un


proyecto de ley que reducía la mayoría de edad a los 18 años. Esta
iniciativa fue el resultado del trabajo de legisladores de distintos
partidos políticos que consensuaron diversos proyectos presentados
desde el regreso a la democracia en el año 1983. Lamentablemente
no logró convertirse en ley, perdiendo estado parlamentario en el
Senado.

En 1995 y en 2002 hubo presentaciones similares sin lograr mejor


suerte.

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En 2005 nuestro proyecto fue aprobado casi por unanimidad en el
Senado, con una gran repercusión en la opinión pública, pero no llegó
a tratarse en la Cámara de Diputados.

El cambio de la mayoría de edad a los 18 años ocupó también una


sección relevante del proyecto de unificación de los Códigos Civil y
Comercial elaborada por la comisión integrada por los juristas Atilio
Alterini, Héctor Alegría, María Josefa Méndez Costa, Jorge Alterini,
Julio César Rivera y Horacio Roitman y presentada por el gobierno en
el año 1998 con dictamen en la Comisión de Legislación General de la
Cámara de Diputados en el año 2001.

Asimismo la mayoría de las legislaciones extranjeras han fijado en 18


años la edad para alcanzar la adultez. España modificó en 1978 la ley
que los regía desde el año 1943, reduciendo la mayoría de edad de
los 21 a los 18 años. En el mismo sentido han legislado entre otros
países, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Noruega,
Francia, Italia, Perú, Israel, Hungría, México, Ecuador y Costa Rica.

Esta tendencia en las legislaciones comparada es también la de los


países del MERCOSUR, cuyas normativas deberán armonizarse
adquiriendo un régimen uniforme de capacidad de ejercicio, para
asegurar el libre desplazamiento de las personas y la libertad de
establecimiento.

5- LA REFORMA

Según la ley vigente la mayoría de edad y con ella la plena capacidad


de obrar o de ejercicio se adquiere a los veintiún años. Si bien se les
permite realizar pequeños actos expresamente permitidos por la ley y
según la categoría de menores establecidas por nuestro codificador,
ya sea impúberes o adultos, según tengan menos o más de 14 y hasta
21 años, hasta ese momento los menores son incapaces, la regla
siempre es la incapacidad.

La incapacidad que la ley impone a los menores tiene como fin la


protección del individuo que no cuenta con suficiente madurez para
"desenvolverse por sí mismo y a riesgo propio", ejerciendo por sí las
facultades que el derecho le concede.

Esta reforma pretende cambiar ese límite legal para que toda persona
a partir de los 18 años adquiera plena capacidad civil.

Esta nueva formulación legal es a la vez una abstracción del


ordenamiento jurídico, toda vez que no toma en cuenta la voluntad
psicológica del individuo, sino la voluntad jurídica que se le imputa.

A tal efecto se propone modificar los siguientes artículos del Código


Civil: 126, 127, 128, 131 y 132 del Título IX, Sección Primera del Libro
I; el artículo 166 y 168 del Capítulo III del Título I, Sección Segunda del
Libro I; el artículo 275 y 306 del Título III, Sección Segunda del Libro II

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y el artículo 459 del Capítulo XII, Sección Segunda del Libro I ; derogar
el inciso 2) del artículo 264 quáter del título III, Sección Segunda del
Libro I y agregar un segundo párrafo al artículo 265 con el fin de
extender el deber alimentario en un caso en particular. Asimismo
derogar los artículos 10,11 y 12 del Código de Comercio.

5.a) Libro I, Sección Primera, Título I "De los menores":

En el artículo 126 se establece que son menores las personas que no


hubieren cumplido 18 años. Este artículo armonizará con la
Convención de los Derechos del Niño.

Como mencionáramos ut supra, Vélez Sarfield, siguiendo la tradición


romana estableció en el artículo 127 dos categorías de menores, los
menores impúberes que son incapaces absolutos y los menores
adultos que son incapaces relativos. La reforma de este artículo
mantiene estas categorías, pero en consonancia con el artículo
anterior prescribe que son menores adultos los que tuvieren entre 14
años y hasta que cumplan 18 años.

Actualmente el Código Civil contempla en el artículo 131 la figura de la


emancipación para sustraer a los menores de la incapacidad civil con
ciertas limitaciones. Los efectos jurídicos de esta institución se
manifiestan en materia extrapatrimonial y sobre todo de familia, cesa la
patria potestad o la tutela, el cónyuge tiene todos los deberes y
derechos de tal, y si tiene hijos ejerce sobre ellos la patria potestad.
Pero en materia patrimonial, la capacidad de los emancipados está
sujeta a restricciones, no puede aprobar cuentas de los tutores, hacer
donaciones de bienes que hubiere recibido a título gratuito, ni afianzar
obligaciones (art. 134).

La emancipación puede ser: por matrimonio, con distinto alcance


según se celebre con autorización o sin ella, y la emancipación dativa
o por habilitación de edad para los mayores de 18 años, con
autorización de los padres o judicial.

Los menores que contraen matrimonio se emancipan y adquieren


capacidad civil, con las limitaciones del artículo 134, pero si se realizó
sin autorización no pueden hasta lograr la mayoría de edad
administrar o disponer de los bienes recibidos antes o después del
matrimonio a título gratuito, porque continúa el régimen vigente para
los menores.

La emancipación dativa o por habilitación de edad se incorporó con la


Ley 17.711, porque ya en 1968, se hacía aconsejable que el menor de
18 años asuma la administración de los bienes antes de la mayoría de
edad.

Además el artículo 128, segunda parte, acepta una emancipación


limitada para dos casos:

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a) El menor que tiene 18 años puede celebrar contrato de trabajo
sin consentimiento ni autorización. (empleo público o privado)
b) El menor, sin límite de edad, que hubiera obtenido título
habilitante, puede ejercer su profesión por cuenta propia sin
requerir autorización.

En ambos casos los menores están autorizados para administrar y


disponer libremente los bienes que adquieran con el producto de su
trabajo y estar en juicio civil o penal por acciones vinculadas a ellas.
Es una capacidad referida exclusivamente a los bienes adquiridos con
su trabajo, en lo que atañe a los restantes, como también a lo relativo
al ejercicio de derechos extramatrimoniales, se mantiene la
incapacidad. Además sigue bajo la patria potestad, lo que marca una
diferencia con la situación de los emancipados.

La reforma propone eliminar la categoría de emancipación por


habilitación de edad del artículo131 y la emancipación limitada para
trabajar referida en el artículo 128, por motivos obvios, a los dieciocho
años la persona ya es mayor.

En consecuencia quedaría vigente la emancipación limitada del menor


que ha adquirido título habilitante para el ejercicio de la profesión y la
emancipación por matrimonio con los mismos alcances que rigen
actualmente. Sin embargo, en relación a esta última, y a efectos de
evitar problemas interpretativos derivados de una defectuosa
redacción y con el afán de brindar mayor seguridad jurídica se reforma
el artículo 132. La emancipación lograda por matrimonio es
irrevocable. Pero si se declara la invalidez del mismo, la emancipación
cesa para el cónyuge de mala fe desde que la sentencia queda firme,
pero subsiste para el de buena fe. Además para mayor seguridad de
los actos jurídicos se incorpora un párrafo que prescribe que la
emancipación no modifica el tiempo de exigibilidad de una obligación,
por lo tanto si se estipuló que el menor la recibiría al llegar a la
mayoría de edad debe esperar a cumplir los 18 años.

5.b) Libro I, Sección Segunda, Título I "Del Matrimonio", Capítulo III


"De los impedimentos":

Se modifica el artículo 166 inciso 5), unificando la edad habilitante


para contraer matrimonio en 18 años tanto para la mujer como para el
varón. Actualmente el Código Civil establece entre otros impedimentos
para contraer matrimonio tener la mujer menos de dieciséis años y el
hombre menos de dieciocho años. Esta diferencia ya ha sido
suprimida en la mayoría de los países y responde a una concepción
patriarcal del matrimonio y a criterios de madurez biológica,
actualmente perimidas. Este trato diferenciado, vigente en la
legislación nacional constituye una discriminación prohibida por la
Constitución Nacional y los tratados internacionales vigentes de
jerarquía constitucional.

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La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer prescribe en su artículo 15 que los
Estados partes reconocerán a la mujer la igualdad con el hombre ante
la ley y, en materias civiles, una capacidad jurídica idéntica a la del
hombre y las mismas oportunidades para el ejercicio de esa
capacidad. Por su parte, el artículo 16, inciso 1, de la citada
convención dispone que: “Los Estados partes adoptarán las medidas
adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los
asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y,
en particular, asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres: a)el mismo derecho para contraer matrimonio, b) el mismo
derecho para elegir libremente al cónyuge y contraer matrimonio por
su libre albedrío y su pleno consentimiento… El inciso 2) establece
que “se adoptarán todas las medidas necesarias, incluso de carácter
legislativo, para fijar una edad mínima para la celebración del
matrimonio”.

Asimismo el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la


Mujer, órgano encargado de supervisar la aplicación de la Convención
respectiva, advirtió que en algunos países se fijan diferentes edades
para el matrimonio para el hombre y para la mujer, suponiendo
incorrectamente que la mujer tiene un ritmo de desarrollo intelectual
diferente al del hombre o que su etapa de desarrollo físico o intelectual
al contraer matrimonio carece de importancia y recomendó su
abolición.

Siguiendo estos lineamientos, proponemos la unificación de la edad


para contraer matrimonio en 18 años.

Concordante con la modificación propuesta en la reforma al artículo


131, se elimina del artículo 168, a los emancipados por habilitación de
edad.

5.c) Libro II, Sección Segunda, Título III "De la Patria Potestad"

Se modifica el artículo 275 concordante con el artículo 126 y 128. Se


explicita la restricción de los menores adultos de ejercer oficio,
profesión o industria, conforme a lo dispuesto en los artículos 128 y
283.

Se modifica el artículo 306 inciso 2), eliminando la cesación de la


patria potestad por profesión de los hijos en institutos monásticos,
dado que conforme a lo establecido en el Derecho Canónico la edad
de ingreso coincide con la propuesta para la mayoría de edad.

Se deroga el inciso 2) del artículo 264 quáter que enumera la


habilitación de edad como uno de los actos que requieren
consentimiento expreso de ambos padres, concordante con la
modificación de los artículos 128 y 131.

Otro efecto jurídico referido a la patria potestad

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Actualmente la realidad social se muestra como un conglomerado de
relaciones en el que la familia presenta una diversidad de formas que
la apartan decididamente del modelo tradicional. En este escenario
aparecen una gran cantidad de jóvenes menores de 21 años que sin
entablar relaciones formales son padres no contando aún con la
mentada capacidad legal aludida por la vigente letra del artículo 127
del Código Civil y asumiendo en definitiva deberes que le están en
principio reservados a los mayores de edad.

Ante esta relación de filiación el código discrimina dos situaciones:

1) Si el joven es emancipado por matrimonio asume el status de la


capacidad civil plena rigiendo a su respecto las presunciones de
paternidad contenidas en los artículos 243 y 245 del Cód. Civil.
2) En cambio en la filiación extramatrimonial no rigen las presunciones
aludidas y si bien pueden reconocer a los hijos sin autorización de los
padres (Art. 286) el menor no tiene el ejercicio de la patria potestad
que se le otorga a los abuelos (Art. 264 bis)

En la vida cotidiana se presentan situaciones habituales en que, por


ejemplo, los padres menores concurren con sus niños a un hospital
público y no son atendidos porque no tienen el ejercicio de la patria
potestad. Y como siempre, en un país donde la desigualdad acentúa la
injusticia, los afectados son generalmente los más pobres.

En este contexto en el que se desarrolla la actividad jurídica de los


jóvenes, se consolida la necesidad de la reforma acortando la edad
para alcanzar la plena capacidad a los 18 años de edad.

Extensión de la obligación alimentaria: (Se agrega un párrafo segundo


al artículo 265).

La prestación de alimentos es una obligación de origen legal y de


carácter patrimonial que se sustenta en el principio de solidaridad
familiar.

La reducción de la mayoría de edad a los 18 años podría tener efectos


jurídicos no queridos sobre una cuestión tan sensible dentro del
ámbito familiar como es el derecho de alimentos de los hijos.

Al cesar la patria potestad en esta menor edad, por vía de


consecuencia, se extinguiría de pleno derecho la obligación
alimentaria de los padres en los términos del artículo 265 y
concordantes del Código Civil.

Este efecto es uno de los principales escollos en el ámbito político y


académico que dificultan la concreción de la reforma en el régimen de
la capacidad.

Si analizamos estadísticamente el tema, la realidad nos muestra que

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un gran porcentaje de jóvenes mayores de 18 años viven con sus
padres porque se encuentran afectados por el flagelo del desempleo o
porque continúan estudiando y no trabajan.

No está en discusión el tema de la edad, sino el de la necesidad. Ya


Ulpiano decía "No se deben alimentos por la edad, sino por la
necesidad" (Digesto, Lib.II, Tít. XV, Ley 1)

Para salvar esta situación, recurrimos a la hermeneútica jurídica que


presupone el discreto juego de la regla y la excepción. La regla dice
que los padres están obligados a prestar alimentos a sus hijos hasta la
mayoría de edad. La excepción implica la extensión del deber
alimentario de los padres hasta los 21 años, con el alcance
establecido en el artículo 267 -manutención, educación, y
esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia y gastos de
enfermedad, según las posibilidades económicas del progenitor y el
modo de vida del grupo familiar -.Para eximir a los padres de esta
obligación, el hijo mayor de 18 y menor de 21 años o los padres deben
probar que estos recursos puede proveérselos por sí mismo.

5.d) Libro I, Sección Segunda, Capítulo XII "De las cuentas de la


tutela"

Conforme a la institución de la tutela, el tutor está obligado a rendir


cuentas, debiendo respaldar documentalmente la administración de
los bienes de su pupilo. El artículo 459 prescribe que esta obligación
se puede exigir tanto a la finalización de la tutela como durante ésta, si
se lo solicita el Ministerio de menores o el menor mismo, si es mayor
de 18 años. En estos casos el Ministerio o el menor piden al juez que
exija al tutor la rendición de cuentas, y deben justificar el pedido en
dudas que ofrece su administración.

La modificación propuesta para este artículo establece que el menor


debe ser mayor de 16 años para solicitar judicialmente la rendición
anticipada de cuentas al tutor, considerando que a esa edad el menor
es lo suficientemente maduro como para apreciar si la administración
es deficiente o posiblemente fraudulenta.

5.e) Código de Comercio - Libro Primero,Título I, Capítulo II "De la


capacidad legal de ejercer el comercio"

La capacidad para ser comerciante está regida por el Código de


Comercio, mientras que la capacidad para realizar actos de comercio
aislados está sometida a los preceptos del Código Civil. El Código de
Comercio adopta en materia de capacidad las disposiciones del
derecho civil, pero establece reglas especiales en cuanto a la
autorización expresa (emancipación comercial) o autorización tácita
(asociado al comercio de padre, madre o ambos), de los menores de
más de dieciocho años para que puedan ejercer el comercio (artículo
10,11 y 12).

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En consecuencia, concordante con la reforma del Código Civil
propuesta, se derogan las normas especiales del Código de Comercio
contempladas en los artículos 10,11 y 12.

5.f) En toda la legislación nacional,

En relación a la reforma propuesta, todas las disposiciones legales


que establezcan derechos u obligaciones hasta la mayoría de edad,
debe entenderse que esto ocurre a partir de los 18 años.

Esta regla tiene una excepción que opera en materia de previsión y


seguridad social y se extiende hasta los 21 años. Al resultar estos
beneficios de carácter alimentario se homologarían a los alimentos de
la primera parte, del segundo párrafo agregado al artículo 265, salvo
que las normas vigentes establezcan una edad distinta (mayor) a la
propuesta.

Por las consideraciones expuestas, solicitamos se apruebe el presente


proyecto.

Rubén Giustiniani.-

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