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El principio pro homine. Criterios de hermenéutica y pautas para la regulación de los


derechos humanos

Marco de análisis. El trabajo de Pinto, Mónica; El principio pro homine. Criterios de


hermenéutica y pautas para la regulación de los derechos humanos, en Abregu, Martín
(coord.) “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales”,
Ed. CELS- Editores del Puerto, año 1997.
Ponente: Ricardo Gutiérrez.

§1.- Introducción.
La obra esboza los alcances del principio “pro homine”, que ha sido erigido en
diversos instrumentos internacionales sobre derechos humanos (dd.hh.), tanto universales
como regionales, tendiente a superar los eventuales conflictos que pudieran generarse al
intentar compatibilizar los derechos reconocidos en los tratados de derechos humanos con
las normas de derecho interno.

Según la autora, el aludido principio, constituye un “criterio hermenéutico” que


alcanza a todo el derecho de los dd.hh y establece un doble orden de preferencia:

NORMATIVO INTERPRETATIVO

Pues, se debe acudir a la norma o la interpretación más amplia, cuando se trata de


reconocer derechos e, inversamente, a la norma más restringida cuando se trata de restringir
de manera permanente el ejercicio de los derechos y su suspensión extraordinaria I.

La multiplicidad de normas vigentes sobre derechos humanos en nuestro


ordenamiento jurídico que rigen con distinto alcance y provienen de fuentes normativas
internas o externas, requieren una pauta que permita optar por una norma o interpretación
entre las posibles.
Pinto, señala algunos casos:
Conforme el principio pro
homine

Normas consuetudinarias que


explicitan el contenido de los Resultan aplicables en el ámbito interno en tanto
derechos contenidos en los tratados enriquezcan sus disposiciones

La aplicación de la norma específica


Coexistencia entre normas
prevalece sobre la que prevé disposiciones
internacionales sobre derechos
genéricas (ej. tortura)
humanos con distinto alcance

En la medida en que el estándar mínimo


Normas de derecho interno con
establecido en una norma internacional, sea
mayor alcance que el establecido
superado por una norma interna.
en las normas internacionales

Deberían prevalecer, aquellas que reconozcan


Las sentencias, en especial las de
un alcance de protección más amplio, cuando
la CSJN
se refieren al contenido de normas sobre
dd.hh.
§2. El principio pro homine como pauta en la restricción y suspensión de derechos

Derechos reconocidos por


tratados internacionales

Suspensión
Reglamentación Restricción extraordinaria
razonable legitima

Importan límites Limitada en el tiempo y


La regulación legal no permanentes al ejercicio ajustada a las exigencias
desvirtúa su naturaleza de algunos derechos impuestas por las
circunstancias

Que pusieran en peligro la


Pleno goce y ejercicio vida de la nación
del derecho Preservar o lograr
determinados fines de
interés social

La suspensión de ciertos
Sin extender la restricción o derechos, se encuentra prevista
suspensión “…mas allá de lo en los propios tratados ante una
permitido…” situación excepcional o estado
de sitio
Criterios para
determinar la
legitimidad de la
restricción y
suspensión de
derechos

Las restricciones surgen de los propios Conforme el principio estudiado, la


instrumentos de derechos humanos confluencia de normas internas y
(art. 29.2 del Pacto de San José) externas permite ampliar la nómina
de derechos no suspendibles y
restringir los casos –acudiendo al
texto mas acotado- en los cuales
procede la declaración del estado de
emergencia

Exigencia de una ley en sentido


formal y material

Los fines que justifican las restricciones se Su interpretación deber ser la más
traducen en “conceptos indeterminados” , tales restrictiva posible, o la que afecte a un
como “orden público” “bien común”, “salud derecho de menor jerarquía
pública”
§3. Para destacar.

• La incorporación de este principio a nuestra Constitución marca el fin de


complejas teorías interpretativas del derecho, imponiendo una regla sencilla: la
aplicación preferente de la norma más favorable a la persona,
independientemente de su generalidad o especialidad, o de su carácter nacional o
internacional; o bien de su origen anterior o posterior.

• Se establece un plexo de derechos sin jerarquía entre las fuentes relacionadas.

• Los tratados no pueden ser citados para argumentar la restricción permanente de


algún derecho.

• Este principio, a diferencia del de “la ley más benigna”, no repara en determinar
si la norma, por ser más favorable, pertenece al derecho penal o al derecho
procesal.

• En el marco del proceso penal, constituye una garantía que le asiste al imputado
que le permite exigir que, en cada caso que se restrinja alguno de sus derechos
fundamentales, se interprete acotadamente dicha restricción y en forma amplia
el alcance de los derechos y garantías que le asisten.

• La interpretación estricta no apunta a la interpretación de la ley procesal tal


como establece el artículo 3° del C.P.P. Bs.As., que contiene una regla de
interpretación, sino que se refiere a la restricción impuesta por la norma inferior,
a fin de verificar la legitimidad o ilegalidad de dicha regulación.

1) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP): Artículo 5° 1. “ Ninguna


disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder derecho
alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos
encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades reconocidos en el
Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él.“

2) Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH): Artículo 29 (Normas


de interpretación) “Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en
el sentido de: a) permitir a alguno de los Estados partes, grupo o persona, suprimir el goce y
ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor
medida que la prevista en ella; b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que
pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados partes o de
acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos Estados; c) excluir otros
derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la forma
democrática representativa de gobierno, y d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la
misma naturaleza.”

3) Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) :


Artículo 5° (1). “Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido
de reconocer derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o
realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos o libertades
reconocidos en el Pacto o a su limitación en medida mayor que la prevista en él. (2). No podrá
admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos fundamentales
reconocidos o vigentes en un país en virtud de leyes, convenciones, reglamentos o
costumbres, a pretexto de que el presente Pacto no los reconoce o los reconoce en menor
grado”.

5) Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o


Degradantes: Artículo 1°- 1. “A los efectos de la presente Convención, se entenderá por el
término "tortura" todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero
información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que
ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón
basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean
infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a
instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los
dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean
inherentes o incidentales a éstas.“

6) La Convención sobre los Derechos del Niño: Artículo 41. “Nada de lo dispuesto
en la presente Convención afectará a las disposiciones que sean más conducentes a la
realización de los derechos del niño y que puedan estar recogidas en: a) el derecho de un
Estado parte; o b) el derecho internacional vigente con respecto a dicho Estado”.

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