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PISCINA TERAPEUTICA

• Empleo del agua como agente terapéutico. Aplicación externa del agua con
fines terapéuticos.
• Fundamentos:
Efectos mecánicos : “Principio de Arquímedes” e Hidromasaje.
Efecto térmico : Calor por convección.
• La convección se produce a través del movimiento de un líquido (o un gas) en
contacto con un cuerpo de temperatura diferente.

Métodos de aplicación

APLICACION AGENTE MODALIDADES


TERAPEUTICO
HIDROTERAPIA Agua Local: Tanque de
Whirlpool
General: Tanque de
Hubbard
Piscina terapéutica
Hidrotrack
TERMALISMO Aguas termales Piscinas
- Sulfuradas Duchas
- Cloruradas
- Sódicas
- Otras
TALASOTERAPIA Agua de mar Balnearios
Piscinas
Duchas submarinas
Hidromasaje (bañeras
Tabla 1. Aplicaciones hidroterapéuticas y diversas modalidades.

• Hipócrates, fue el primero en detectar las propiedades medicinales del agua.


Posteriormente se ha descubierto un conjunto de técnicas, que utilizando el agua,
barros, arcillas, y masaje sirven para prevenir, mejorar y curar diversas
afecciones.
Termalismo
• Utilización terapéutica de las aguas termales, actúa gracias a las propiedades
químicas de los elementos que contienen. Tenemos así aguas sulfuradas,
cloruradas y sódicas.
• La acción de las aguas depende asimismo de sus propiedades físicas, como el
calor; la radioactividad y el contenido iónico.

Talasoterapia

• Tratamiento por medio del agua de mar. Los egipcios, griegos y romanos
ya habían
descubierto sus virtudes.
• Técnicas de curación de ciertas enfermedades mediante el clima y los baños
marinos (incluye
aplicación de algas y lodo).
• La terapia consiste en hacer trabajar al paciente en el agua. Debido al principio
de Arquímedes, la actividad muscular requiere menos energía en el agua,
permitiendo efectuar procesos reeducativos que serían irrealizables al aire libre.

Bases y fundamentos
• Transcutáneo
• Físico
• Térmico

• Efectos transcutáneos: El agua contiene los principales elementos minerales y


orgánicos necesarios para mantener la vida celular (iones de calcio, magnesio,
potasio, fósforo, cloro y sodio)
• Efectos físicos: El efecto de la fuerza ascendente así como el efecto mecánico
del masaje por el movimiento de agua, es de gran utilidad en Rehabilitación.
• Efectos térmicos: Regulación de la circulación sanguínea, también produce
un efecto tranquilizante y tonificante.
• El agua es el medio físico apropiado para realizar ejercicios (asistidos /
resistidos) de las extremidades, minimizando la carga sobre las articulaciones y
músculos.
• El efecto de “boya” del agua es extremadamente útil para realizar ejercicios de
una parte dolorosa, particularmente en una extremidad traumatizada o quemada.
En las quemaduras severas, la agitación del agua produce suave debridamiento y
tiene acción limpiadora.
• Emplea los efectos de la agitación mecánica (hidromasaje), el efecto térmico y
la posibilidad de emplear sustancias antisépticas.
• Principio de Arquímedes: "Cuando un objeto se sumerge total o parcialmente
en un líquido, éste experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del líquido
desalojado ”.
- El concepto clave de este principio es el “empuje” de fuerza que actúa hacia
arriba reduciendo el peso aparente del objeto cuando éste se encuentra en el
agua.
- El cuerpo pesa menos en el agua que en el aire (una persona de 70 Kg.
sumergida hasta las axilas pesa aproximadamente 14 Kg), y la actividad muscular
requiere 10 veces menos energía en el agua facilita la realización del ejercicio
terapéutico.
Combina la temperatura del agua y las fuerzas físicas de la inmersión (flotación,
presión hidrostática, factores hidrodinámicos) con ejercicios terapéuticos. Se
utiliza, fundamentalmente, cuando se precisa la ejecución de ejercicios asistidos o
resistidos de las extremidades, sin carga sobre las articulaciones y músculos. En
inmersión, pueden reeducarse la marcha, el equilibrio y la coordinación, antes de
que la fuerza muscular o la consolidación ósea sea completas. Terapia De Piscina
Al igual que los otros métodos hidroterapéuticos, se utiliza integrada dentro de un
programa terapéutico rehabilitador. La inmersión en sí no es un fin, sino más bien
una etapa que ayuda al paciente a liberarse poco a poco en el medio acuático,
para después hacerlo fuera del agua. La verdadera finalidad de la
hidrocinesiterapia es, por lo tanto, salir del agua con más independencia para las
actividades de la vida diaria y la marcha.
Piscinas y Tanques Para la realización de ejercicio terapéutico en el agua se
utilizan los tanques y las piscinas. Los tanques tienen una capacidad limitada, por
lo que sólo permi¬ten el tratamiento de un paciente. Existen diversos tipos, pero el
tanque terapéutico más utilizado para movilización e hidrocinesiterapia, que
permite la inmersión de todo el cuerpo, es el tanque de Hubbart o de Trébol. Las
piscinas terapéuticas tienen formas y tamaños muy variables, según las
necesidades y los fines a que son destinadas. Se dividen en piscinas colectivas de
movilización, de marcha y de natación. Medios Tecnicos

Existen muchas formas de practicar la hidroterapia, siendo los procedimientos


más empleados los siguientes:
- Baños: Totales, parciales y especiales. Piscinas terapéuticas
- Compresas y envolturas: Totales y parciales
- Procedimientos hidrocinéticos: Duchas y chorros, baños de remolino y
masaje subacuático.

De éstos es el baño en piscina terapéutica la modalidad a la que nos vamos a


referir. En esta opción de hidroterapia (habitualmente con una temperatura del
agua de 36º - 38ºC) se aprovecha la acción de empuje que el agua ejerce
sobre todo cuerpo sumergido, permitiendo diferentes formas de ejercicio, ya
sean libres por parte del paciente o con ayuda del terapeuta.
De manera que en las piscinas terapéuticas, se combinan la acción fisiológica y
terapéutica de la movilización con la del baño, constituyendo la llamada
hidrocinesiterapia.

La existencia de diferentes dispositivos para facilitar la colocación del paciente


en el caso de que tenga alguna dificultad, así como la presencia de numerosos
accesorios (flotadores, plomos, cinturones, rampas, escaleras, etc.) destinados
a mejorar el rendimiento terapéutico en las diferentes patologías tratadas,
permitirán especialmente:
- Ejercicios de puesta en carga progresiva y reeducación de la marcha.
- Ejercicios asistidos, libres y/o resistidos.
- Ejercicios de potenciación muscular.
- Ejercicios de reeducación neuro-motora.

Etimológicamente, “HIDROTERAPIA” significa la utilización del agua como


agente terapéutico, en cualquier forma, estado o temperatura.
Las aplicaciones hidroterápicas pueden clasificarse según la temperatura a la
que se encuentre el agua:
- Aplicaciones muy frías, con el agua de 5º a 11ºC.
- Aplicaciones frías, con el agua de 11º a 34ºC.
- Indiferentes, con el agua alrededor de 34ºC.
- Aplicaciones tibias, con el agua de 34º a 36ºC.
- Aplicaciones calientes, con el agua de 36º a 38ºC.
- Aplicaciones muy calientes, con el agua a más de 38ºC.

EFECTOS TERAPÉUTICOS DE LA HIDROCINESITERAPIA

El empleo de la piscina es un método útil de tratamiento para muchas


enfermedades, y constituye el complemento ideal a otras modalidades
terapéuticas empleadas en Rehabilitación. En primer lugar, el calor del agua en
la que el paciente se encuentra inmerso ayuda a aliviar su dolor y permite
conseguir un elevado nivel de relajación. A medida que la sensación dolorosa
disminuye, el paciente es capaz de moverse con más facilidad y comodidad,
incrementando por lo tanto la amplitud del movimiento realizado.
Como el calor del agua dilata los vasos superficiales e incrementa el riego
sanguíneo de la piel, mejora el trofismo cutáneo, especialmente en aquellos
casos con una precaria circulación periférica. Cuando la sangre caliente
alcanza la musculatura y eleva su temperatura, ésta se contrae más fácilmente
y con una mayor potencia (sumando a esta situación, la ventaja de que el calor
es mantenido durante todo el periodo de tiempo que dure el ejercicio,
consiguiendo que los músculos se fatiguen más lentamente).
En segundo lugar, la flotación en el agua ayuda al cuerpo y equilibra gran parte
del efecto de la gravedad. Este apoyo contribuye a producir una relajación, y
consecuentemente a aliviar el dolor existente. La sensación creada de menos
peso permite al paciente mover sus articulaciones con más libertad y un menor
esfuerzo.
Junto a los efectos propios del calor, la flotación posibilita un mayor recorrido
articular.
Por último, permite una progresión regulada en la práctica del ejercicio,
utilizando la flotación al principio como ayuda al movimiento, y en la fase final
del proceso como resistencia al mismo. Cada ejercicio puede modificarse
mediante el empleo de flotadores o pesas, cambiando la distancia a recorrer o
la parte del cuerpo que debe moverse, variando la velocidad del movimiento y/o
generando turbulencias en el agua que aumenten la resistencia al movimiento.
En resumen, podemos considerar los siguientes efectos terapéuticos del
ejercicio en el agua.
- Mejora el dolor y el espasmo muscular.
- Consigue una buena relajación.
- Mantiene o aumenta la amplitud del recorrido articular.
- Reeduca la musculatura paralizada.
- Fortalece la musculatura debilitada, incrementando su fuerza y resistencia.
- Facilita la deambulación y otras actividades funcionales y/o recreativas.
- Mejora la percepción de la posición de las diferentes partes corporales,
debido al estímulo de la presión hidrostática sobre la piel.
- Colabora en la recuperación de la confianza necesaria para el posterior
desarrollo de los ejercicios.

El calor del agua en la que el paciente se encuentra inmerso ayuda a aliviar su


dolor y permite conseguir un elevado nivel de relajación el paciente es capaz
de moverse con más facilidad y comodidad.

MEDIOS TÉCNICOS PARA LA REALIZACIÓN DE EJERCICIO TERAPÉUTICO


EN EL AGUA
Se utilizan los tanques y las piscinas. Los tanques tienen una capacidad limitada,
por lo que sólo permiten el tratamiento de un paciente. Existen diversos tipos, pero
el tanque terapéutico más utilizado para movilización e hidrocinesiterapia, que
permite la inmersión de todo el cuerpo, es el tanque de Hubbart o de Trébol. Las
piscinas terapéuticas tienen formas y tamaños muy variables, según las
necesidades y los fines a que son destinadas. Se dividen en piscinas colectivas de
movilización, de marcha y de natación.

TIPOS DE PISCINAS TERAPÉUTICAS

• Permite la inmersión de una extremidad o ambas al mismo tiempo.


• Puede ser aplicado en patología de miembro(s) superior(es) o inferior(es).
• Temperaturas recomendables:
- Miembros inferiores : 37.8 – 38.9° C (100 - 102° F)
- Miembros superiores: 37.8 – 40.6° C (100 - 105° F)

1. TINA DE HUBBART O DE TRÉBOL: Las Tinas Hubbard tienen forma de


8 y son ideales para pacientes que necesitan un hidromasaje intenso en
todo el cuerpo (ideales para pacientes quemados). El tanque cuenta con
componentes para llenado y drenaje y su termómetro mide la
temperatura del agua para evitar lesiones en los pacientes. Se puede
equipar con una turbina opcional de tal forma que la terapia sea de todo
el cuerpo del paciente.
- Consta de un recipiente de acero inoxidable de forma arriñonada o
ergonómica.
- Tiene 2 turbinas desplazables, un manómetro para medir la presión
y un termostato para controlar la temperatura. Sistema de desagüe,
además de las entradas de agua fría y caliente.
- Permite la inmersión total del paciente, la cuál es facilitada por medio
de una camilla de lona o plástico que esta sujeta a un sistema de
transporte (riel), que permite subir o bajar al paciente.
- Puede proporcionar calor y facilitar el ejercicio suave, en especial si
hay discapacidad o padecimientos poliarticulares.
- Temperaturas recomendables:
o Calentamiento moderado : 36.7 – 37.2° C (98 -99° F)
o Calentamiento vigoroso : 37.8 – 38.3° C (100 -101° F)

2. PISCINAS COLECTIVAS DE MOVILIZACIÓN:


Existen piscinas colectivas de movilización de muy diversas formas y
tamaños, en función de las necesidades y, en muchos casos, del
espacio disponible. Consideramos, que una piscina de tratamiento
debe tener, como mínimo, 4 x 2,5 m, para tratar al menos de 4 a 6
personas. Debe tener una profundidad media de 0,9 a 1.5 m, si se
pretende hacer ejercicios de marcha, en cuyo caso su longitud será
por lo menos de 3 m. Una piscina de 4 x 12 m de largo y de ancho,
permite aplicar hidrocinesiterapia entre 12 y 15 pacientes
simultáneamente, además de poderse realizar la práctica de natación.
Las características básicas de las piscinas de tratamiento son:
- Forma rectangular, y parcialmente enterrada, con una pared
exterior de 85-90 cm de altura para facilitar la intervención directa del
fisioterapeuta. La parte superior de la pared será plana, para permitir el
emplazamiento de aparatos auxiliares.
- Profundidad de 0.90 a 1.80 m con fondo horizontal inclinado o
piso removible. Si es una piscina más grande y se necesitan zonas de mayor
profundidad, se separarán mediante una leve pendiente o escalón bajo.
- Accesibilidad: el acceso se efectuará por escalera con
barandillas, rampas y elevadores hidráulicos, para los casos que precisen
ayuda para entrar, salir o incluso permanecer en camilla dentro de la piscina.
- Seguridad: al nivel del agua, la pared estará provista de una
barra de apoyo a lo largo de toda la pared. Las barras perpendiculares
también son útiles, en algunas ocasiones, para agarrarse en medio de la
piscina.
- Accesorios: 1. Materiales fijos: tabla inclinada provista de
correas de fijación, aparato de tracción del raquis, taburetes y sillas
lastradas. 2. Materiales de flotación: anillos hinchables para cuello, tronco y
extremidades, flotadores de corcho o de espuma, como el pull-boy o la tabla.
3. Materiales de lastrado: sandalias de plomo, para mantener el cuerpo verti-
cal en inmersión cervical o estabilizar un miembro atetósico. 4. Materiales
que aumenten la resistencia al movimiento: palas de madera, aletas.
- Permite la inmersión corporal total de varios pacientes
(terapia grupal), incluido el fisioterapeuta.
- Se aprovecha el efecto termal y la disminución de la gravedad.
- Una piscina atemperada entre 30.0 – 32.2° C (86 -90° F) puede
proveer la oportunidad para el ejercicio terapéutico supervisado en personas
con discapacidad como en pacientes con artritis o espasticidad.

3. PISCINAS DE MARCHA: Las piscinas de marcha se utilizan para el


entrenamiento de la marcha mediante la inmersión decreciente. En estas
piscinas, el suelo estará escalonado, con peldaños de profundidad
decreciente de aproximadamente 60 cm de ancho por 10 cm de altura,
separados unos de otros por barras paralelas de apoyo, de 80 cm de
altura. Los pasillos de marcha tendrán, al menos, 3 m de longitud. La
profundidad será decreciente: variará desde 1,50 m (inmersión esternal
media) hasta 0,70 m (inmersión femoral de los más bajos). El acceso a la
piscina de marcha se efectuará por la zona más profunda. Existen otros
tipos de piscinas de marcha, aparte de la escalonada: son los tanques de
fondo móvil, en los cuales solamente existe un pasillo de marcha. Este
tipo de tanque contiene una plataforma en el fondo, que se eleva o se
sumerge a la profundidad deseada, para obtener inmersiones de mayor o
menor profundidad.
- Otro tipo de piscina, también para el entrenamiento de la
marcha, es la piscina en forma de pasillo, en la que, mediante una turbina, se
crea una corriente de agua y aire que ayuda o resiste el desplazamiento.

TRATAMIENTO Y PRECAUCIONES
- DURACIÓN El tratamiento en piscina tendrá una duración
variable, entre 10 y 30 minutos, según el estado general del
paciente. Es conveniente iniciarlo con 10-15 minutos e ir
aumentando el tiempo gradualmente, según la tolerancia.
- PRECAUCIONES La hidroterapia debe considerarse como un
tratamiento no exento de riesgos y su prescripción queda
reservada al médico.

INDICACIONES DE LA HIDROCINESITERAPIA
Son numerosas las patologías susceptibles de ser tratadas en piscinas
terapéuticas, pudiendo ser agrupadas básicamente en tres áreas muy
específicas:

1. REUMATOLOGÍA:
- Patologías articulares degenerativas (especialmente
localizadas en la columna vertebral, cadera y rodilla).
- Patologías inflamatorias articulares en fase subaguda y/o
crónica (no se recomienda su aplicación en las fases
agudas de dichos procesos).
2. NEUROLOGÍA:
- Lesiones neurológicas periféricas.
- Accidentes cerebrovasculares agudos.
- Lesiones medulares.
- Miopatías.

3. TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA:
- Fracturas, tanto de miembros inferiores (tobillo y pie
principalmente) como de miembros superiores
(especialmente en lesiones del hombro).
- Estados postquirúrgicos.
- Lesiones ligamentosas, musculares y/o tendinosas.
- Procesos dolorosos vertebrales.
- Algoneurodistrofias.
- Pacientes amputados.

INDICACIONES, CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

Indicaciones:

• Afecciones dolorosas de miembros (artrosis, artritis).


• Secuelas de fracturas, esguinces. Reparaciones tendinosas.
• Rigideces articulares post-traumáticas, post-escayolado o post-quirúrgicas.
• Debilidad muscular consecutiva a afecciones de nervios periféricos (facilitar
el ejercicio).
• Quemaduras (efecto mecánico-debridante)
• Pacientes lesionados medulares (parapléjicos, cuadripléjicos), artríticos,
Guillian-Barré, poliomielitis, parálisis cerebral y politraumatizados.

Contraindicaciones:
• Presencia de micosis interdigital y/o ungueal de manos o pies.
• Presencia de procesos infecciosos locales.

Precauciones:

• La colocación de la extremidad en posición péndula favorece el edema, por


lo que luego de la aplicación se debe colocarla en posición vertical hacia arriba
y realizar ejercicios activos o efectuar masoterapia depletiva.
• En presencia de enfermedad cardiovascular la temperatura no debe exceder
de los 38° C.
• Cuando hay trastorno circulatorio, la temperatura del agua no debe exceder
de 40.5° C.
• Cuando existen heridas, se debe aplicar sustancias antisépticas al agua
(yodo povidona) para evitar la contaminación.
• En pacientes ancianos o con función cardiovascular marginal, los signos
vitales deben ser monitorizados (PA, pulso, frecuencia respiratoria) y hacerse
una supervisión cerrada cuando el cuerpo está inmerso en su totalidad y las
temperaturas son altas.

El medio acuático forma parte fundamental del tratamiento rehabilitador de


numerosos procesos patológicos, ofreciendo la posibilidad de mantener un
nivel funcional aceptable. Contribuye a la actividad general del organismo no
sólo en el ámbito físico sino también en el psicológico, permitiendo al paciente
observar su evolución y realizar gestos y/o movimientos cuya amplitud y fuerza
mejoran de forma progresiva.

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