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EDUCACIÓN E INMIGRACIÓN / HEZKUNTZA ETA INMIGRAZIOA

Mariano Fernández Enguita


“El problema de la integración del
alumnado inmigrante pasa ante todo
y sobre todo por la escuela”
¿El volumen de alumnado inmigrante que ha
llegado estos últimos años a España ha cogido a la
escuela “por sorpresa”?
De todo punto. Ha cogido por sorpresa a toda la sociedad porque
éramos un país de emigrantes, porque estábamos en una esquina de
Europa con menos flujos de transfronterizos que otros, porque nos
considerábamos y nos consideramos todavía un país pobre. Pero, sobre
todo, ha cogido por sorpresa al sistema educativo, que había vivido sus
primeros ciento veinticinco años, si contamos desde la Ley Moyano, sin
enterarse de que había minorías concentradas en ciertos territorios
(catalanes, vascos, gallegos…) o dispersas en todos ellos (gitanos).
Aquí no se trata ya sólo de una sorpresa, sino de que la institución ha
sido cogida con el paso cambiado, como no podía ser de otro modo
dada su inherente vocación uniformista y uniformizadora.

¿Los nuevos retos que se le han planteado a la


escuela con esta llegada de alumnado inmigrante
podrían catalogarse de “problema escolar”?
Escolar y extraescolar -no escolar, o no simplemente escolar-, a la vez.
Por un lado se trata de un problema de integración mucho más amplio,
que desborda con mucho a la escuela. Por otro, sin embargo, es un pro-
blema cuyo tratamiento a largo plazo pasa ante todo y sobre todo por la
escuela, pues ninguna otra institución reúne a la vez la condición de ser
o poder ser un microcosmos social, es decir, un escenario tan variado
como la sociedad misma, y en particular el escenario de un potencial
guión integrador, de una experiencia a la vez pensada y reflexiva, nacida
del propósito de integrar y de convivir, no de los encuentros fortuitos.

¿El profesorado, como profesionales que ejercen su


labor en la escuela, utilizando una expresión que se
III. Jardunaldi hauetan Salamanca-ko Unibertsitateko escucha últimamente con cierta frecuencia, es parte
Soziologiako katedraduna den Mariano Fernandez Engui- de ese “problema” o es parte de la solución?
taren partaidatza aberatsa izan genuen “Escuela, Inmigra- Digamos que el profesorado es parte de la cuestión, pero que está
ción y Ciudadanía” ponentzia azaldu zigularik. Fdez por ver si es parte del problema, parte de la solución o parte del paisa-
Enguita jauna sozial desberdintasunen inguruko hainbat je. Como ya he dicho, la escuela es una institución uniformizadora, y
azterketetan buru belarri jardun du azken urte hauetan. su personal, el profesorado, ha sido formado en consecuencia, lo sepa
Lan horien lekuko, besteak beste argitaratu dituen libu- o no él y lo supieran o no quienes lo hicieron. Paradójicamente, el pro-
ruak:”Trabajo, escuela e ideología, Integrar o segregar, La fesorado de las “nacionalidades históricas” protagoniza hoy una labor
cara oculta de la escuela: Educación y trabajo en el capi- tan brutalmente uniformizadora como la que en su día protagonizó el
talismo, Educación, formación y empleo, La profesión del franquismo, sin represión política pero con tanta o más intoleran-
docente y la comunidad escolar, La perspectiva sociológi- cia cultural: no podía ser de otro modo, pues construir una nación es
ca y Alumnos gitanos en la escuela paya. Gaiak aldizkariak eso, borrar las diferencias internas y apuntalar las externas a un grupo
berarekin elkarrizketa bat mantendu nahi izan du. Hona más o menos arbitrariamente definido. Pasar de ser parte del proble-
hemen emaitza. ma a ser parte de la solución dependerá de la importancia que cada

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profesor dé a lo que se supone su compromiso fundamental, el com-
promiso con la educación como elemento de desarrollo personal, cua-
lificación laboral, ciudadanía efectiva…, y dependerá de su capacidad,
su habilidad y su decisión de emplear la importante autonomía profe-
sional (individual y colectiva) de la que disfruta en pro de ese compro-
miso. Lo llamativo, para mí, es la cantidad de gente que parece querer
ser parte del paisaje, por ejemplo los que no paran de decir que no es
un problema escolar, que se exige demasiado a la escuela, que ellos no
son “trabajadores sociales” y otras lindezas por el estilo.

¿Los recursos humanos y materiales y las estrategias


que se han venido implementado en el sistema
educativo resultan suficientes para abordar la
educación integrando al alumnado inmigrante?
No creo que el problema actual sea la falta de recursos. Por el con-
trario, creo que es mayor problema la infrautilización de los recursos
con los que se cuenta, desde los materiales, que a menudo no se usan
eficazmente, hasta los humanos, que son el trabajo, las competencias
y las potencialidades de los educadores, así como la capacidad de deci- Expertos del Dpto. de Educación han llegado a
sión, la autonomía de los profesionales y de los centros. De hecho, la afirmar lo siguiente: “La solución no está en el
permanente invocación a la necesidad de más recursos tiene mucho de reparto entre redes educativas. Pedir la
coartada, es la pretensión de que cualquier alumno que se aleje leve- distribución entre todas las escuelas y colegios es
mente de la norma, del estereotipo al que sé o creo saber tratar, sea un discurso racista. Revela que tenemos prejuicios,
puesto a cargo de un profesor especial y que no me molesten a mí. percepciones negativas del alumnado inmigrante.
Pueden faltar recursos aquí o allá, aunque sólo sea por los movimien- ¿Qué repartimos?: lo que no queremos. Pero el
tos imprevisibles de la población, pero eso es secundario, manejable y problema es más nuestro que de los inmigrantes”.
solucionable. Pueden ser necesarios recursos nuevos para objetivos ¿Qué opina al respecto?
nuevos o para colectivos nuevos con carencias nuevas a la hora de Si no me hubieras dicho la autoría no habría dudado en decir sin
alcanzar los objetivos viejos, pero el problema fundamental, y el que no más que no hay que hacer caso a las sandeces, que es una afirmación
tiene perdón dejar pudrirse, es la escasa eficacia y eficiencia de dema- propia de alguien sin dos dedos de frente y sin principios. Es un sofis-
siados profesores y demasiados centros. ma chabacano, vacío, absolutamente impropio de parte de cualquier
autoridad con responsabilidades públicas, aunque la trayectoria secta-
¿Según los datos de distribución escolar del ria del Departamento de Educación vasco ya viene de lejos. La integra-
alumnado inmigrante, parece deducirse que dicha ción de los inmigrantes, sobre todo una parte de ellos, requiere un
población se ha repartido de forma muy desigual esfuerzo que nadie puede dejar de ver. La diversidad también enrique-
tanto territorialmente como por tipología de ce, pero a partir de cierto punto las cargas superan ampliamente a las
centros en el conjunto de España? ¿Qué retos ventajas. La política de dejar hacer, en particular la de dejar hacer a la
añadidos plantea esta situación al conjunto de los enseñanza privada, supone una abdicación de la función pública de
integrantes del sistema educativo español? toda la escuela, priva a los alumnos de los centros que desertan de la
Los inmigrantes siguen a las oportunidades económicas, que no experiencia del conocimiento y la convivencia con el otro y grava a los
están distribuidas de forma homogénea por el territorio. Adicional- que asumen su compromiso con una carga desproporcionada, perjudi-
mente, algunas políticas pueden suponer dificultades añadidas para cial e injusta. Francamente, esa afirmación produce sonrojo: sonrojo
ellos, como la euskaldunización forzosa en estas tierras. A la hora de político, porque es impresentable; sonrojo intelectual, porque es dispa-
la escolarización, está claro que muchos centros privados (y algunos ratada; y sonrojo moral, porque es indignante. Otra cosa es si alguno
públicos) tratan de quitarse a estos alumnos de encima, con lo cual de los que quieren redistribuir al alumnado inmigrante preferiría tal vez
se concentran mayoritariamente en los centros estatales (y en algu- quedarse sin ninguno, pero como ni siquiera van a tener la oportuni-
nos concertados). Es un gran problema que necesita un gran reme- dad no hay motivo para apartarnos de la presunción de inocencia.
dio: mientras una parte de la población y del sistema educativo se
aísle de la inmigración, el resto se verá tentado a adoptar la misma ¿La concentración del alumnado inmigrante en
estrategia, ya que, visto individualmente, evitarla supone un alto centros públicos españoles es uniforme en las
coste individual y un insignificante beneficio colectivo, la única solu- diferentes CC.AA. o influye la labor de escolarización
ción es obligar a todos los centros (y digo todos, incluidos los priva- que realizan los responsables educativos
dos no concertados) a una política de integración. Así debería ser, correspondientes? ¿Qué ejemplos podemos
porque la educación es en todo caso una institución y un servicio encontrarnos? ¿Hay grandes diferencias entre las
públicos, no una empresa ni un servicio privados, cualquiera que sea CC.AA. gobernadas por partidos de un signo u otro?
la titularidad de los centros. Hay grandes diferencias, pero dependen de numerosos y com-

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plejos factores. La mejor manera de compararlo es ver cuantos de semejantes y una responsabilidad solidaria frente a ellos, y no sólo porque
cada 1000 alumnos son extranjeros en cada sector escolar (y tampo- lo son sino porque les deben mucho (deben mucho a su trabajo y a su
co es suficiente, pues luego habría que ver qué extranjeros -los datos tolerancia, a su perdón). Esto en una dimensión, digamos, vertical, de
son sobre extranjeros, no sobre inmigrantes, que no es exactamen- clase, de estratificación. En una dimensión más horizontal (cultural, étni-
te lo mismo- son los de cada lugar). Pero, en fin, sin entrar en deta- ca, racial…), me parece claro que una escuela no puede ser ni un instru-
lles excesivos, la proporción de alumnos extranjeros en la pública mento sectario, al servicio del grupo que lo habita, ni de exclusión, al ser-
multiplica a la proporción de ellos en la privada por 2,48 en infantil, vicio de los que lo evitan. Desafortunadamente, hay una tendencia a la
2,40 en primaria y 2,06 en secundaria obligatoria, datos para toda segmentación del sistema en tres tipos de centros: los centros ghetto,
España y para el curso 2005-2006. En Madrid, donde gobierna la habitados por las minorías y los excluidos, que no son muchos pero sí
derecha del PP, las desproporciones son mayores, 2,49, 2,80 y 2,29. demasiados; los más numerosos centros de aluvión, de composición
En Euskadi, donde gobierna la derecha nacionalista, también, salvo variada pero con sobredosis de colectivos en riesgo y ausencia de las fami-
en primaria: 2,5, 2,30 y 2,28; en Andalucía, donde ha gobernado lias bien; en fin, los centros burbuja, donde se aísla una parte de la pobla-
siempre la izquierda, son claramente inferiores: 2,30, 1,83 y 1,62. ción cuantitativamente minoritaria pero cualitativamente de una gran
Sin embargo, las menores diferencias se dan en Asturias, 1,39, 1,38 importancia. Quedan centros normales, los microcosmos a los que ya me
y 1,50 y en Cantabria, 1,07, 1,38 y 1,13, la primera gobernada por he referido y que deberían ser la norma, pero bajo presión y con tenden-
la izquierda y la segunda por la derecha, pero con la característica cia a disminuir.
común de tasas de natalidad muy bajas y una oferta menos satura-
da en la escuela privada. Vd., si no nos equivocamos, ha formulado críticas
a las políticas de inmersión lingüística
Vd. ha llegado a decir que ninguna institución está desarrolladas en Cataluña y a la potenciación del
tan capacitada como la escuela para abordar la modelo D por parte del Departamento de
tarea de integración de la nueva población Educación vasco. ¿Resulta posible conjugar
inmigrante. ¿En qué se fundamenta esta afirmación? adecuadamente esa tarea de integración con un
La respuesta me parece evidente: la escuela es la única institución desarrollo de modelos lingüísticos semejantes?
pública que se ocupa regular y sistemáticamente de los menores, o sea: ¿Cuáles deberían ser las prioridades desde un
de la infancia, la adolescencia y parte de la juventud, que son el perio- punto de vista lingüístico para la integración del
do de formación; regularmente, cinco días por semana, treinta y tan- alumnado inmigrante?
tas semanas al año y de diez a veinte años en la vida, que es mucho Como he dicho, el uso que el nacionalismo hace de la escuela
tiempo; y con un plan, no simplemente al albur de interacciones no tiene poco que envidiar al que en su día hizo el franquismo. Ya sé
planeadas. Esto le da una indudable superioridad sobre la familia, la que esto suena fuerte, pero hay que decirlo así: las sandeces de la
comunidad, los medios de comunicación o las instituciones propiamen- ideología abertzale no tienen más valor que la visión casposa de la
te políticas, que son importantes, y concurrentes, pero no tienen las historia de España que estudió mi generación, y la intolerancia y el
mismas posibilidades. La familia y la comunidad vecinal están tanto o sectarismo que a veces se respiran pueden ser incluso más opresivas,
más presentes que la escuela en la vida del alumno, pero la primera es porque entonces ya estábamos preparados (hablo de los sesenta o
homogénea, nada de diversa ni multicultural, y la segunda es un esce- los setenta) para enfrentarnos al franquismo o disociarnos de él,
nario de competencia por recursos escasos y, por tanto, de conflicto pero no mucha gente lo está hoy para plantar cara al nacionalismo.
potencial; los medios responden a las pulsiones de la opinión pública En cuanto a la lengua, creo que no cabe duda: en Cataluña y en el
y de la política partidista, más que a la reflexión y el diálogo o a una País Vasco existe una doble pertenencia, identidad o ciudadanía
política de Estado; las grandes instituciones políticas, en fin, tienen autonómica y estatal, regional o nacional, catalana o vasca y espa-
relaciones más ocasionales y distanciadas con la experiencia los ciuda- ñola, y el contenido de la educación debe obedecer a esa dualidad.
danos, con menor capacidad formativa. Sostengo que sólo debería existir un modelo lingüístico, perfecta-
mente bilingüe, con ambas lenguas como objeto de estudio y como
¿Puede abordarse esta tarea desde la instrumento vehicular para todos y cada uno de los alumnos, ajus-
concentración de dicha población en centros tando a ello programaciones y plantillas. Lo demás no es más que el
“ghetto” de auténtica exclusión social? producto de la voracidad del nacionalismo y la mala conciencia de
La respuesta está contenida en la pregunta, ¿no? Blanca y en bote- los partidos nacionales, en particular de la izquierda: hoy nos impo-
lla… Los alumnos deben aprender a vivir en común, por encima de las nen el modelo D o la inmersión lingüística por la “debilidad” de las
diferencias culturales, de género, de clase, de comunidad… No creo que lenguas “propias”, que necesitarían un apoyo compensatorio;
nadie se atreva a defender el ghetto en sentido estricto, pero éste se pro- mañana lo harán, si se les permite, por su “fortaleza”. Si después de
duce como efecto de la retirada de otros a sus burbujas. Los que están o treinta años las lenguas locales no se han impuesto como los políti-
previsiblemente van a estar abajo no deben ser educados por separado, cos nacionalistas querían y tanto se han esforzado en conseguir, es
sino en convivencia con los otros, aunque sólo sea para que aprendan a sencillamente porque la gente no lo quiere hasta ese punto, y aun-
verlos como humanos, no como “los de arriba” sino como parte de “nos- que decirlo nos sitúe fuera de la corrección política, es decir, de la
otros”, sin criar odio ni resentimiento más allá de la conciencia de la injus- mansedumbre ante el pensamiento dominante, ignorarlo nos coloca
ticia. Los que están o previsiblemente van a estar arriba, tampoco, porque fuera de la razón y lejos de las necesidades y los deseos reales de
deben entender que no son tan distintos, que tienen obligaciones con sus los ciudadanos, que, en este caso, votan cada vez que hablan.

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