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La noción de desarrollo desde una visión sistémica

Por: Dr. Rolando Reátegui Lozano


Profesor Principal de la Facultad de Ingeniería Pesquera y de Alimentos (FIPA) – UNICA.
Email: mitayero5@yahoo.es
Web: http://www.mitayero.blogspot.com

Introducción
En el presente artículo se pretende interpretar el desarrollo desde una visión sistémica,
entendiéndolo en un sentido dinámico y evolutivo. Del mismo modo se habla de las
propiedades que deben estar presentes. Y por último se indica los factores para
garantizar la sustentabilidad ambiental.

El Sentido dinámico y evolutivo


El crecimiento, considerado como el predominio del factor intensivo (cantidad/tiempo)
de carácter cuantitativo, se contrapone a la noción de desarrollo, en el que predomina el
factor extensivo (difusión) de carácter cualitativo (Hernández Álvarez, 2005).

El desarrollo del sistema hay que entenderlo en un sentido dinámico y evolutivo, propio
de la epistemología de la naturaleza y de la complejidad, por el que metafóricamente se
puede interpretar como desenvolvimiento, despliegue o revelado, en suma como la
forma de hacer visible una imagen latente, siendo así la explicación en suma del proceso
natural del modelo moderno de todo sistema complejo. (Bueno Campos, 2005). Se
define así como la adquisición de una mayor complejidad y mejores instrumentos
especializados para lograr mejor eficiencia. Mediante el desarrollo el objeto o la
organización se hace competente para cumplir objetivos más ambiciosos, más
sofisticados y numerosos.

El desarrollo es así la facultad del sistema para generar una red de constituyentes más
compleja, en la cual se definan, diferencien y especialicen las funciones, de un modo
más eficaz y eficiente, para la cohesión, la adaptabilidad y la subsistencia del conjunto.
Al aplicar esta concepción sistémica al desarrollo económico y social, se considera, que
aparte de incluir satisfacciones inmateriales, incluso emocionales, tiene más que ver con
la calidad el conjunto de bienes y servicios, considerándose como meta o estado ideal, y
también como un proceso dirigido hacia una meta y objetivo.

Propiedades “emergentes”
Para que el sistema funcione como un todo existen propiedades que deben estar
presentes. Estas se conocen como propiedades “emergentes” que significan aquellas
distintas de las partes que los componen y que solo emergen por la acción del sistema.
El desarrollo, al igual que la inteligencia, son considerados propiedades emergentes de
sistemas regionales complejos y altamente organizados. El desarrollo no se encuentra en
ninguno de los componentes que le dan vida (llámese infraestructura, capital financiero
o nivel educacional) Quizás una de las mayores contribuciones y dificultades de la
concepción de Desarrollo Sostenible haya sido introducir una visión sistémica y
orgánica del mundo en pleno momento de reinado del cartesianismo en las ciencias. El
territorio es un espacio de articulación estructurado y sistémico del desarrollo sostenible
y de sus componentes: crecimiento económico, equidad y sustentabilidad. (Vergara,
2004)
Asumir el paradigma sostenibilista implicó un cambio de percepción configurándose
una concepción correspondiente a un mundo interconectado, un mundo orgánico
continuo, fluido, total” (Briggs y Peat, 2000) En este nuevo contexto cognitivo puede
entenderse el desarrollo territorial como una propiedad emergente de un sistema
territorial complejo, altamente sinergizado (Boisier, 2000). El desarrollo sería entonces
un fenómeno propio de la simultaneidad y no de la secuencialidad.

Si esto es así, no importan tanto los capitales o variables del desarrollo (como el capital
social o el capital humano) sino el capital sinergético, articulador de las demás formas
de capital, capaz de generar un aumento de la densidad de la sinapsis es decir la
transmisión de información entre los componentes sistémicos y la energía del sistema.

Con la comprensión de la estabilidad de los sistemas complejos la sustentabilidad


ambiental de los sistemas naturales complejos, gana una nueva dimensión. El esqueleto
conceptual establecido por la dinámica de los sistemas complejos abre nuevas
perspectivas de actuación y permite comprender que en la naturaleza, la sustentabilidad
no es una utopía. La sustentabilidad ambiental no puede ser una utopía porque existe en
los sistemas naturales y en nuestro cotidiano. Es el resultado de la tendencia a la auto
regulación y a la auto organización, es el producto de la no linealidad y de los procesos
de retroalimentación. Exige esfuerzos de mantenimiento, de sinergia, y al mismo tiempo
de flexibilidad para adaptarse a las diversas situaciones del momento. Las leyes de la
naturaleza son las que rigen la sustentabilidad de los sistemas complejos. De hecho, la
sustentabilidad ambiental está al alcance en este mecanismo.(Jair Gómez, 1998).

Los factores de la sustentabilidad ambiental


Cuando, en los sistemas complejos intervienen las acciones humanas, de lo que se trata
es de concientemente entender los mecanismos de formación de la sustentabilidad
ambiental. Los factores para garantizar la sustentabilidad ambiental son los siguientes:
reducir la producción de entropía del sistema, reducir los conflictos y los grandes
impactos, trabajar con acciones sutiles y con acciones amigables siempre en el sentido
de armonizar, crear un eficiente sistema de comunicación y de información reduciendo
el número de las variables independientes, contribuir para reducir la complejidad del
sistema.

¿Quien puede garantizar la inducción de este proceso? La respuesta es múltiple, lo que


puede variar es el tiempo necesario para constituir una organización que trabaje en el
sentido de incorporar sustentabilidad ambiental al proceso de desarrollo. El órgano
gestor puede asumir ese papel inductor, trabajando en el sentido de evitar y solucionar
los conflictos y de promover esa organización Para permitir que perduren las
intervenciones adecuadas, es necesario dar condiciones de sustentabilidad al sistema, o
sea, garantizar la permanencia del sistema en un determinado nivel de estabilidad,
establecer un estado de baja producción de entropía, mantener bajo control los eventos y
las fluctuaciones que coloquen en riesgo al sistema.

Conclusión

En síntesis, el camino que se delinea para garantizar la sustentabilidad ambiental está en


la búsqueda de la armonía de intereses, el aumento del grado de organización social
comprometida con la sustentabilidad ambiental, y en la utilización de la información
como importante instrumento de gestión.

Asumir la complejidad del desarrollo significa concebir al desarrollo como un proceso


complejo, multidimensional, como una emergencia sistémica. Otro tanto ocurre con la
carencia de desarrollo. Se trataría entonces de introducir complejidad en el territorio,
sinapsis, y energía externa en equilibrio con la energía interna para promover procesos
de desarrollo (Vergara, 2004). De tal manera el concepto de territorio, desde una visión
sistémica, permite construir una noción coherente a la hora de tratar de construir la
sostenibilidad y la sustentabilidad del desarrollo.
Bibliografía

Boisier, (2000). Conversaciones sociales y desarrollo Regional. Potenciación del capital


sinergético y creación de sinergía cognitiva en una Región. Región del Maule, Chile.
Editorial de la Universidad de Talca. Talca. Chile
Briggs, J y D.F. Peat, (2000). A sabedoria do caos. Sete liçoes que vao mudar sua vida.
Editora Campus. Rio de Janeiro.
Bueno Campos, (2005). Bioeconomía: Simbosis científica de complejidad, organismos
y comportamiento. Encuentros Multidisciplinares. Fundación General de la
Universidad Autónoma de Madrid. Vol. VII; Nº 20.
Hernández Álvarez, (2005). Afinidades y disparidades entre disciplinas ecológicas y la
economía. Encuentros Multidisciplinares. Fundación General de la Universidad
Autónoma de Madrid. Vol. VII; Nº 20.
Jair Gómez, (1998). El concepto de sostenibilidad ecológica: génesis y limites: Instituto
de Estudios Ambientales. Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellin.
Reátegui, R. (2008). Fundamentos Científicos para la Planificación Ambiental. Lima.
Vergara, Patricio (2004). El enigma del desarrollo: Endogeneidad en un mundo
globalizado; En: Planificación territorial e Desenvolvimiento Regional. EdiUECE,
Fortaleza.

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