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Los efectos de la apertura del sistema político mexicano en el relativo éxito electoral del FDN

en las elecciones del 1988

José Manuel Toral Cruz

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) instauró un régimen autoritario en el que,

durante 54 años, uno de sus miembros ostentaba el título de Presidente. Si bien ya existían

movimientos políticos y sociales opositores al régimen priísta, ¿por qué el Frente

Democrático Nacional (FDN) constituyó un movimiento político que pudo competir por

primera vez con relativo éxito ante el candidato del partido oficial en las elecciones de 1988?

La pregunta resulta relevante porque, al explorar el origen de uno de los golpes más fuertes a

la legitimidad del régimen priísta, será posible encontrar una de las causas que permitieron la

transición democrática en México y la conformación de su sistema político actual.

El FDN tuvo éxito porque confluyeron las cinco dimensiones de las oportunidades

políticas enunciadas por Tarrow1: a) un grado mayor de apertura de la política, b) la

inestabilidad de las alineaciones políticas, c) la presencia de aliados y grupos de apoyo, d)

divisiones dentro de la élite y su tolerancia hacia las protestas y e) la capacidad de las élites

políticas para gobernar. El objetivo del trabajo, sin embargo, se limitará a demostrar la

existencia de un grado mayor de apertura política en 1988 que en 1949.

Se comparará el Informe VII de la Convención Nacional de Acción Nacional de

Manuel Gómez Morin,2 publicado en 1949, con Nuestra lucha apenas comienza de

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano,3 publicado en 1988. Se espera encontrar evidencia de la

existencia de una apertura relativa mayor en el año de la elección de 1988 que en 1949 a

1 Sidney Tarrow, “National politics and collective action: Recent theory and research in Western Europe and
the United States", American Review of Sociology, núm 14 (1988): 429. [Traducción propia].

2 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional, rendido el 16 de
septiembre de 1949”, en Manuel Gómez Morín, Manuel Gómez Morín, constructor de instituciones (Antología.)
(México: FCE, 1994), 292-305. (En adelante: Manuel Gómez Morin, “Informe VIII convención nacional de
Acción Nacional…”).

3 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza (México: Nuestro Tiempo, 1988), 151-164. (En
adelante: Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza).
través de la comparación de seis elementos enmarcados en ambas fuentes: (1) el reclamo

fundamental, (2) las exigencias al sistema político, (3) los discursos políticos adoptados, (4) el

público, (5) los planes de acción y (6) los objetivos a alcanzar.

El reclamo fundamental

Los textos de Cárdenas y Gómez Morin aparecieron después de un proceso electoral turbio: el

primero en las elecciones intermedias de 1949, durante la presidencia de Manuel Ávila

Camacho, y el segundo en la elección presidencial de 1988. Ambos documentos son

denuncias de supuestos fraudes electorales cometidos por el PRI. Gómez Morin acusó al PRI

de haber impuesto al Gobernador de Nuevo León y declaró que dicho partido “se dedicó a

hacerla imposible [la elección], a impedir la votación y a reemplazarla con una burda farsa de

pandillas volantes de suplantadores y con expedientes electorales cínicamente cocinados”.4 El

resto del informe versa sobre las supuestas estrategias del PRI para obstaculizar y manipular

la elección. Asimismo, el tema de un supuesto fraude en la elección de 1988 fue el motivo

fundamental del texto de Cárdenas; en él se describe al proceso electoral como una muestra

del “autoritarismo, el desprecio a la voluntad popular, la parcialidad del juicio y el atropello a

los procedimientos establecidos en la ley”5 que fueron “impuestos por la mayoría priísta en la

Cámara de Diputados, erigida en el colegio electoral”. 6 Así pues, la demanda central de

ambos movimientos era la misma: un proceso electoral que le diera a los partidos opositores

al régimen garantías de elecciones limpias. No es posible afirmar, sólo con base en la

desconfianza en los procesos electorales, que existiese una mayor apertura del sistema

4 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 297.

5 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 131.

6 Ibíd., 131.

2
político en 1988 porque también en 1949 se presentaron irregularidades en el proceso

electoral. Ambos textos parten del mismo principio: denunciar al régimen priísta.

Las exigencias al sistema político

Si bien el reclamo fundamental era el mismo, no lo fueron las exigencias al sistema político.

Gómez Morin centra su discurso en la exigencia de una reforma electoral: “En nombre de

toda la ciudadanía, Acción Nacional exige desde luego esa reforma […] [s]in ella, toda la vida

pública –desde el planteamiento y la ejecución de las obras materiales hasta los aspectos

superiores y más valiosos de la acción de la autoridad-, estará falseada”.7 Para Gómez Morin,

las injusticias sufridas en Nuevo León se traducen a una lucha institucional por un cambio

meramente jurídico. Bajo la lógica antes enunciada, resulta posible inferir que el hecho de que

Gómez Morin jamás mencionó el nombre del candidato priísta al gobierno neoleonés, ni el

nombre del partido oficial, es un síntoma de la rigidez del sistema político. En contraste,

Cárdenas no sólo delimitó bien al enemigo, el PRI, sino que apunta su discurso a un personaje

específico: Carlos Salinas de Gortari. Cárdenas fue claro al respecto cuando llamó a “Carlos

Salinas de Gortari a reflexionar con serenidad y a pensar seriamente en el México que aspiran

las mayorías nacionales”8 y exigir “su renuncia al cargo de Presidente electo […] y la

convocatoria para celebrar nuevas elecciones presidenciales”.9 Las exigencias permiten

entrever los límites de las expectativas de cambio de régimen político. Ante un sistema

político más abierto, resulta lógico pensar que habrá más expectativas de cambio en el

régimen; de tal suerte, las expectativas de Gómez Morin en 1949 son menores que las de

Cárdenas en 1988.

7 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 301.

8 Ibíd., 301.

9 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 155.

3
Aunado a lo anterior, es posible identificar las exigencias de cambio con respecto a los

sistemas y fórmulas electorales. En su informe, Gómez Morin se limitó a denunciar los

obstáculos que el régimen priísta impuso en la emisión y el cómputo de los votos. Sin

embargo, Gómez Morin no llama a una acción directa contra el régimen luego de mostrar las

irregularidades de la contienda electoral, incluso afirma que “México demostró plenamente no

sólo su madurez cívica que sabe ver ya la trascendencia del cumplimiento del deber

independientemente de los resultados inmediatos […] sino su creciente decisión de crear […]

la impetuosa exigencia incontrastable de la limpieza y autenticidad de la vida nacional”.10 La

denuncia termina como una exploración del caso de la elección de Nuevo León y la búsqueda

por un cambio en el largo plazo a través de la acción cívica; así pues, declara que “[…] ni la

reiteración de la burla detendrá el movimiento cívico, antes lo robustecerá y exaltará y le

aclarará metas y caminos […]”.11 Para Cárdenas, en cambio, las exigencias del recuento y de

renuncia de Salinas de Gortari fueron claras: “Tenemos una certidumbre: el Frente

Democrático Nacional obtuvo la votación más alta en la elección presidencial y así se hubiera

confirmado de haber existido voluntad política para limpiar la elección…”12 La evidencia

parece mostrar que en 1988 el candidato opositor tenía la posibilidad de confrontar

directamente al régimen priísta y a sus aparatos de gobierno con el fin de exigir un cambio

radical; por el contrario, en 1949, la oposición parecía tener esperanzas sólo en un cambio

moderado e institucional.

Los discursos políticos adoptados

10 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 298.

11 Ibíd., 298.

12 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 153.

4
Ahora bien, una de las mayores diferencias entre las demandas de Acción Nacional y las del

FDN surge del discurso político adoptado. El PAN se asumió no como una asociación

profesional de políticos, sino “de ciudadanos, de mujeres y hombres que entienden su deber

[…] de sumar a sus inclinaciones, a sus preferencias […] las preocupaciones y la actividad

que resultan de contemplar la angustia del hombre en un mundo azotado por el desamparo y

la mentira, por el apetito y la violencia”;13 es decir, el ciudadano como individuo en

contraposición al partido de masas corporativas que el PRI representa. Por el contrario, el

FDN se presentó como un movimiento político que intentó recuperar el discurso

revolucionario y renovarlo; de tal forma, Cárdenas convocó a que el FDN se organizara

políticamente en una “gran unidad revolucionaria”14 y a tener como “bandera primigenia la

Constitución de 1917 y la afirmación de sus grandes principios, emanados de la Revolución

Mexicana”.15 El discurso del FDN resulta más retador, ya que no buscaba presentar una

alternativa al ideario del partido oficial que pudiese ser acusada de reaccionaria o de tener “la

responsabilidad del partido de la Conquista, en el entronizamiento de Iturbide y en el Imperio

de Maximiliano”,16 sino que buscaba apropiarse de aquello que hizo del PRI el partido

hegemónico: “lo ideales históricos de la Revolución Mexicana, la vigencia plena de la

Constitución y la legitimidad de nuestro gobierno y de nuestros gobernantes”.17 El hecho de

intentar ocupar el papel ideológico del partido oficial presenta un reto que no parecería

posible en la época en que Morin enunció su informe.

La adopción del discurso priísta no fue un hecho sorprendente, ya que los dirigentes

del FDN, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, formaron parte de un grupo

13 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 304-305.

14 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 162.

15 Ibíd. 162.

16 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 293.

17 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 164.

5
disidente del PRI que se hizo llamar corriente democrática.18 El surgimiento de corriente

democrática como grupo opositor dentro del mismo partido hegemónico es muestra de que el

sistema político ya presentaba un grado amplio de apertura. Cárdenas declaró que “[d]el lado

oficial sólo hemos conocido hasta hoy a las amenazas que proceden del corporativismo más

arcaico y corrompido, o el llamado a reprimir a los opositores que no transigen en los

principios ni se dobleguen ante los hechos consumados violatorios de la legalidad”.19 La

crítica al “lado oficial” no busca el desprendimiento total con la ideología priísta.

Por otra parte, Cárdenas no puedo deslindarse de su apellido, la lucha que él sigue es

una continuación de la lucha de su padre, Lázaro Cárdenas, de mantener el proceso

revolucionario. El discurso adoptado por Cárdenas se basa en los ideales básicos de la

Revolución Mexicana: “[e]l pueblo se va a imponer y dará nacimiento a un nuevo régimen

político, muy distinto al actual, porque retome las raíces de las luchas populares, de las luchas

emancipadoras y las proyecte en el futuro”.20 El ideario popular con el que el PRI buscó

sostener su discurso político no había sido retado hasta entonces, ni mucho menos adoptado

como una bandera política alternativa. Cárdenas empleó su apellido y sus orígenes políticos

dentro del PRI para presentar a su movimiento como “la gran unidad revolucionaria que entre

todos hemos edificado”.21 No es posible imaginar a un PAN, al menos el mostrado en 1949,

que hubiese un discurso que compitiera, o confrontara, seriamente con el del PRI.

El público

18 Peter Smith, “El Imperio del PRI”, en Historia de México, ed. Timothy Anna, 381 (Barcelona: Crítica,
2003).

19 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 155.

20 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 162.

21 Ibíd., 162.

6
Mientras que el informe de Gómez Morin fue dirigido a los miembros del PAN y muestra un

mensaje específico para el partido, la propuesta de Cárdenas es mucho más radical y apela a

un público mucho más amplio. El público de Cárdenas no se limitó a los miembros del FDN,

sino que fue “una convocatoria a todos los que comparten nuestros propósitos”. 22 De acuerdo

con Smith, “los medios de comunicación prestarían una atención sin precedentes al proceso

de sucesión”23 de 1988. La afirmación de Smith resulta plausible debido a que el propósito

del texto de Cárdenas fue el de llamar a la acción política de el mayor número de personas

posible, para ello se necesitó de un foro en el que un público masivo pudiera recibir el

mensaje. “Entre hoy y el primero de diciembre vamos a demostrar nuestra fuerza y nuestra

decisión, y en ese proceso vamos a hacerla más efectiva y contundente”24, advirtió Cárdenas.

El mensaje debía ser escuchado por los medios de comunicación y por las masas populares;

de tal forma, el objetivo de usar ese foro era el de “agrupar nuestras fuerzas en una

organización de todos los mexicanos, que cualquiera que haya sido su trayectoria política y

cívica precedente…”.25 Sólo en un sistema político relativamente abierto Cárdenas pudo

haber proclamado ante medios de comunicación su mensaje, ya que la presión de los medios

de comunicación en un sistema político cerrado no hubiera servido de mucho a los propósitos

del FDN.

Además, una prueba clara de la apertura del sistema político es que la primera edición

del libro fue publicada en 1988 bajo un formato editorial convencional; este hecho muestra

que la censura editorial no era de una intensidad sofocante para la oposición. El libro mismo

es una fuente primaria, en él se encuentran fotos de Cárdenas ante una multitud en la Ciudad

22 Ibíd., 164.

23 Peter Smith, “El Imperio del PRI”, en Historia de México, ed. Timothy Anna, 381 (Barcelona: Crítica,
2003).

24 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 157.

25 Ibíd., 162.

7
Universitaria de la Ciudad de México y una serie de discursos políticos. Nuestra lucha

apenas comienza no fue un texto que quedase en como un informe de actividades del partido,

sino un mensaje que necesitaba ser escuchado.

Los planes de acción

Los planes de acción diseñados por ambos personajes muestran diferencias significativas en la

apertura del sistema político; es posible inferir lo anterior debido a que las estrategias

diseñadas por Cárdenas carecen de los límites que constreñían al PAN. Pese a que el plan de

acción de Cárdenas es más radical que el de Gómez Morin, el argumento radica en la

posibilidad de adoptar estrategias menos moderadas; en un ambiente político abierto, un plan

de acción radical puede surgir ante la ausencia de represión. La estrategia diseñada por

Gómez es claramente moderada: “la fe en que la verdad, las ideas, los valores del alma y no

las fuerzas materiales, son los únicos que pueden señalar solución cierta y real para los

problemas sociales, y dar caminos de paz a las naciones”. 26 Es posible inferir que el plan de

acción del PAN no presentaba peligro alguno para el partido oficial debido al discurso

moderado. Para Cárdenas, “el reclamo general es de democracia y darle respuesta significa

entender que vivimos un conflicto histórico, una crisis de sistema, la lucha por el cambio del

régimen político […] vivimos los tiempos finales del sistema de partido de Estado,

dependencia y desigualdad…”.27 Por otra parte, Gómez Morin estableció como prioridad

máxima la creación de una reforma electoral: “No hay presas […] ni obras materiales

cualesquiera que ellas sean, que puedan tener primacía sobre esta reforma”.28 Sin embargo, el

plan de acción propuesto es el de “… la creación de los instrumentos que requiere la acción

26 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 305.

27 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 161.

28 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 300.

8
ciudadana para alcanzar plenitud de eficacia”.29 En contraste, Cárdenas declara la

imposibilidad de llevar a cabo un plan de acción a largo plazo y moderado: “[l]a decisión del

colegio electoral, anunciada la mañana del sábado 10, constituye un acto de autoridad, al que

no hay manera de oponerse por la vía jurisdiccional…”. 30 La adopción de una lucha a muerte

contra el sistema de partido hegemónico como plan de acción sólo pudo haber sido declarada

en un ambiente de apertura política, en la que un candidato opositor tuviera la libertad de

declararse en favor del cambio en el sistema político.

Los objetivos

Al igual que los planes de acción, los objetivos que ambos movimientos políticos buscaban

alcanzar son una muestra de los límites a los que estaban sujetos por el sistema político. El

contraste es claro: mientras Gómez Morin tuvo como objetivo adiestrar y conformar una

movilización de ciudadanos que reprobaran y cambiaran progresivamente al régimen,

Cárdenas se proclamó por la transformación radical de la sociedad y del sistema político.

Gómez Morin afirmó que “para el partido, para sus comités y para todos sus miembros, ha de

ser tarea básica ésta de alentar y sostener tal exigencia de reforma, no sólo con la afirmación

de los motivos racionales que la imponen, sino con la participación directa en todas las

ocasiones electorales, para la formación y adiestramiento ciudadanos […] y de hacer que la

sanción social caiga desde luego […] sobre los autores del fraude electoral…”.31 Cárdenas

declaró: “queremos abrir los caces para que la sociedad pueda reorganizarse a sí misma y a

sus instituciones en libertad, con tolerancia y justicia. […] [I]remos preparando y creando en

la realidad de nuestra vida social, las ideas, los elementos y las condiciones para el cambio de

29 Ibíd., 304.

30 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 153.

31 Manuel Gómez Morin, “Informe VIII de la Convención Nacional de Acción Nacional…”, 302.

9
régimen”.32 Con Cárdenas, los objetivos ya tienen tras de sí la posibilidad real de tener

acceso al sistema político, el monopolio de la hegemonía electoral parece más débil que en

1949 cuando Gómez Morin proclamaba la continuación de una lucha ciudadana por el acceso

al poder.

Conclusión

A través del trabajo fue posible mostrar que existió un sistema político más abierto en 1988

que en 1949, debido a cinco de las seis razones antes enunciadas. Aunque el reclamo

fundamental de ambos movimientos fue el de participar en procesos electorales limpios, las

exigencias al sistema político, los discursos políticos, los públicos, los planes de acción y los

objetivos a alcanzar fueron claramente diferentes.

En primer término, se encontró evidencia de que las exigencias moderadas y a largo

plazo de una reforma electoral, sostenidas por el PAN en 1949, contrastaron con las demandas

radicales y de corto plazo del FDN. El cambio en las exigencias evidencia un cambio en los

canales y formas disponibles de la oposición para mostrar su plan político. El hecho de que el

FDN pudiese reclamar la renuncia de Salinas y la anulación de la elección representa una

apertura relativa al sistema político.

En segundo término, las fuentes mostraron que los discursos políticos adoptados

difieren de sobremanera. Mientras que la adopción de un discurso moderado y constreñido a

los límites institucionales caracterizó al PAN, la recuperación de los ideales revolucionarios y

la búsqueda por destruir el régimen priísta que lo utilizaba determinaron el discurso de

Cárdenas. La competencia por el ideario revolucionario y la construcción de un discurso

claramente contrario al régimen representaron otro elemento de apertura del sistema político.

32 Cuauhtémoc Cárdenas, Nuestra lucha apenas comienza, 163.

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En tercer lugar, el público al que ambos textos están dirigidos es una muestra de los

límites del sistema político. Mientras Gómez Morin se limitó a informar a sus correligionarios

sobre los pormenores de la elección intermedia de 1949 y denunciar un fraude electoral en

Nuevo León, Cárdenas buscó llegar a un público amplio y convocar a la movilización social

del mayor número de personas. El uso de los medios de comunicación, la presencia de prensa

internacional y la relajación del sistema político permitieron a Cárdenas diseminar su ideario

político.

En cuarto lugar, los planes de acción de Gómez Morin difieren de los de Cárdenas;

mientras para Gómez Morin la acción se reduce a incentivar la participación ciudadana y

luchar al interior de las instituciones, para Cárdenas la lucha política no puede supeditarse a la

jurisdicción vigente, el régimen priísta debe ser destruido, aunque de manera pacífica. La

movilización de masas no es una característica representativa del plan de acción de Gómez

Morin, sino el énfasis en la organización ciudadana. Cárdenas, en cambio, convoca a la

conformación de una nueva organización política que conjuntara los intereses de los

mexicanos. El plan de acción de Cárdenas fue posible debido a que el sistema político no era

tan cerrado como para censurar la aparición de movimientos más críticos al régimen.

Finalmente los objetivos propuestos por ambos personajes tienen alcances diferentes,

ya que los límites a los que se enfrentaban también lo eran. Los objetivos de Gómez Morin

fueron de largo alcance y con acciones ciudadanas progresivas, los de Cárdenas, en cambio,

llamaban a la acción colectiva, a corto plazo y con acciones radicales, con el fin de debilitar a

un sistema político que, según él, era caduco. Los objetivos de Cárdenas sólo pudieron haber

sido plateados ante un ambiente político que no constreñía a la oposición.

Aunque este ensayo presentó argumentos y evidencia que sostienen que sí había un

grado mayor de apertura política en 1988 que en 1949, no se demuestra completamente la

hipótesis planteada en un principio. Debido al límite del estudio, quedan inconclusas las otras

dimensiones de las oportunidades políticas propuestas por Tarrow; de tal forma, no es posible
11
afirmar que la hipótesis queda demostrada. Asimismo, el estudio carece de una explicación

lógica al porqué de la apertura del sistema político ni tampoco describe las consecuencias del

éxito relativo del FDN. Las respuestas a las preguntas anteriores permitirían una exploración

más profunda del fenómeno.

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