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Se trata de recuperar esta manifestación cultural mexicana no sólo con fines históricos o de
estudio sino dándole una utilidad práctica, productiva y concordante con el ambiente que la
rodea. Además del amplio beneficio social que reporta en forma directa o indirecta.
La arquitectura de este tiempo se ha apartado de sus raíces. La tecnología mal entendida
que ha deslumbrado al mundo es en gran medida la responsable del olvido de nuestros
orígenes. Los constructores, los administradores públicos y los arquitectos que ahora
responden mercadotécnicamente a las exigencias de la gente, no han sabido dirigir desde
hace varias generaciones ni la opinión pública, ni la cultura arquitectónica, dejándose llevar
por la tecnología que todo lo uniformiza.
Se ha olvidado la relación del hombre con la naturaleza, con el sol, el viento, la lluvia y el
campo, se ha creado una enorme confusión como resultado de la gran cantidad de
materiales y sistemas constructivos, industrializados, de tal forma que la edificación ahora
no identifica al hombre con su medio.
Este inicio del siglo XXI y ya desde hace 60 o 70 años la especulación y los criterios
comercialistas han creado una arquitectura anónima de gran uniformidad constructiva,
carente de elementos capaces de ambientar y hacer más amable la vida, de tal forma que
se han destruido los hábitos de vecindad y comunicación espontánea entre los hombres,
con lo que también se ha afectado significativamente el orden social.
Esto no quiere decir que regresemos a la época de las cavernas y eliminemos de nuestras
vidas los avances tecnológicos y las técnicas modernas, esto sería imposible; lo que se
pretende con un catálogo tan pequeño de la arquitectura vernácula de varias regiones del
mundo y de México es dar a conocer los orígenes de la arquitectura a través de los
ejemplos autóctonos, y que ello nos sirva de inspiración para hacer un mundo más
habitable.
El turismo ecológico que se desarrolla en sitios alejados de los centros urbanos tiene que
recurrir para la construcción de sus alojamientos a una construcción que pueda realizarse
con los materiales naturales existentes en el sitio para no tener gastos excesivos en la
transportación de los mismos y para facilitar el mantenimiento futuro.
Lo más indicado es recurrir a la arquitectura vernácula que siempre es una sabia expresión
cultural del sitio al que pertenece, le da identidad y un interés mayor a las instalaciones
ecoturísticas que están mostrando un aspecto más del lugar visitado, además de la
integración que se logra con el medio ambiente.
Por otro lado, la forma en que la comunidad indígena participa, es más amplia en la medida
que ellos fabriquen el material ahí mismo y de esta forma sus beneficios serán mayores.
El hombre primitivo vivió bajo los árboles y el cielo, eventualmente encontró cuevas e
improvisó un lugar para protegerse, y así se inició la arquitectura, adaptando lo que la
naturaleza le brindaba.
La gran ventaja de las cuevas era que en cualquier momento podían excavarse para
aumentar otra recámara hacia cualquier dirección que se deseara, unida por escaleras,
pasillos, rampas o bien simplemente ensanchando el área original.
El fuego fue la primera invención que facilitó la creación de lugares para vivir, con él fue
posible sacar a los animales de las cuevas y mantenerlos alejados, dándole seguridad y calor
al hogar, además el fuego fue también el primer integrador social.
LA VIVIENDA DEL NEANDERTAL
Los sistemas constructivos de aquel tiempo contaban con tres materiales principales; la
piedra, la madera, ramas y hojas y la tierra en forma de adobes como los que conocemos
actualmente, o en forma de tapiales, es decir, un muro de gran espesor de arcilla vaciado
en moldes.
En este lugar desde los años 7000 antes de nuestra era, ya se construía con sistemas que
para su época eran sumamente avanzados, los muros eran de tierra cruda apisonada en
capas horizontales, lo que conocemos en América como tapial, que iban perdiendo anchura
conforme ganaban altura, sobre cimentación de piedra, posteriormente eran aplanados con
tierra y paja para darles aspecto homogéneo. Los techos se estructuraban con troncos
apoyados en los muros cubiertos con carrizos, ramas y la última capa de paja y barro para
darle consistencia al techo.
Catal Hoyuk fue un asentamiento neolítico en la llanura de Konia al sur de Anatolia, una
ciudad de unos 10,000 habitantes que controlaban el comercio de la obsidiana.
Desarrollaron las técnicas de trabajo en metal, principalmente el plomo, el cobre y muchas
otras artesanías como cestería, tejidos, pieles de animales, fabricaban espejos de cobre y
joyas. Fueron grandes mercaderes de cuentas de piedra y concha, cuchillos, cucharas y
hebillas de hueso.
El mobiliario interior integrado a la construcción daba cuenta de los adornos metálicos que,
combinados con cuernos de toro y pieles, constituían un arte utilitario y al mismo tiempo
suntuario.
MACHU-PICCHU
Los beduinos del desierto de Arabia – El Rub Al Khak o lugar vacío – se dedican desde
tiempo inmemorial, principalmente al pastoreo. Son nómadas que han evolucionado
durante miles de años para adecuarse a las inclemencias del árido desierto con recursos
mínimos. Su principal fuente de subsistencia siempre han sido sus ovejas y sus cabras. La
escasa existencia de pastos y lo diseminados que se encuentran, los obligan a desplazarse
continuamente. La tienda es un sistema simple y adaptable; consta de un elemento
principal constituido por un gran rectángulo tejido con pelo de cabra o de oveja que se usa
en la cubierta, se une a los mástiles y tirantes actuando como un marco espacial al que se
fijan dos largas cortinas que cierran los costados. La prosperidad de la familia se refleja en
la longitud de la tienda.
Estructura básica de una cubierta donde aún no se han Cubierta y “muros” exteriores de telas tejidas por la mujeres,
colocado los “muros” exteriores de la tela. por lo general se trata siempre de evitar el aire caliente del
desierto, por lo que las cortinas-muro se colocan con ese
propósito.
Los tirantes se sujetan de arbustos enterrados, la cortina exterior se sujeta al techo y se entierra en la arena del lado
donde sopla el viento y el extremo de la cortina interior queda volteado hacia el frente.
NUEVA GUINEA
ASIA CENTRAL
LA CABAÑA DE VERANO
KAMTCHTKA
BRASIL
HONDURAS
En algunos casos los muros estructurados con robustos troncos de madera y armados con
un tejido de carrizos eran recubiertos con una mezcla de lodo y paja.
La vivienda vernácula es la original del lugar, la autóctona, que es producto de los factores
climáticos, los materiales existentes, la vegetación del sitio y las necesidades de la familia. La
vivienda vernácula es producto de esos arquitectos que han aprendido de sólo observar,
que es la base del conocimiento y de la ciencia, de esos constructores que por suerte no
han ido a la Universidad, pero su sensibilidad y observación les dio la sabiduría para
construir casas adecuadas al lugar.
CASA MAYA
La casa absidial de planta elíptica es característica de la zona maya en las zonas de Chiapas,
Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Por lo general es hermética para evitar la
penetración del sol. Tiene dos puertas opuestas colocadas al centro del lado largo de la
elipse, que se abren a los vientos para provocar la ventilación cruzada. Sobre la fachada
principal a veces se construye un pórtico con una estructura independiente que tiene como
objeto sombrear, refrescar la casa y servir como estancia al aire libre. La propiedad se
delimita con una barda de piedras acomodadas unas sobre otras sin mortero, al llegar a la
puerta de la casa, esta barda llamada albarrada se une a la casa doblando el muro en
diagonal para dirigir la corriente de aire al interior. Los muros se construyen con
bahareque, palma, madera, adobe o mampostería de piedra. El techo es de palma o zacate
soportado y amarrado a una estructura de troncos y varas de madera de forma absidial. El
acabado final de los muros es con pintura de cal blanca interior y exteriormente.
Para protegerse de los insectos se coloca un fuego que provoque suficiente humo para
ahumar todo el techo interiormente, esta operación se realiza periódicamente como
repelente, a fin de que los insectos no entren a la casa. Además de este tipo de vivienda,
los mayas desarrollaron otro tipo de casa de techo casi plano, con una cubierta de mezcla
de arena, cal y arcilla, armada con carrizos, tal y como se construye una losa de concreto
armado con refuerzos de acero. Hasta la fecha están de pie en Tulúm, Q. Roo algunas
edificaciones de este tipo.
Este tipo de casa de planta circular se encuentra en las costas de Guerrero y Oaxaca,
aunque también se la encuentra en el norte de Veracruz, sur de Tamaulipas y San Luis
Potosí. Se construye a base de muros de varas, otate y bahareque, carece de ventanas y
tiene una sola puerta.
En las montañas de los Estados de Durango y Chihuahua donde hay abundantes bosques y
el clima es frío con nieve en invierno, se utilizan troncos sin aserrar en los muros
desplantados sobre cimentación de piedra que sobresale el nivel del suelo para proteger a
la madera de la humedad. Los troncos se colocan horizontales, presionados con piezas
transversales y ensamblados en las esquinas donde quedan salientes en ambos sentidos, las
líneas de unión entre los troncos son rellenadas con tiras de madera delgadas o con barro,
éstos muros funcionan como de carga, sobre ellos se monta una estructura de troncos que
se recubre con duela hacia el interior y con tejamanil o teja de madera hacia el exterior. El
tejamanil se corta del árbol generalmente pino, recién desmontado desgajándolo en capas
en el sentido de dibujo de la madera en piezas de 10 a 15cm. de ancho y hasta 1.20cm. de
largo, el corte se hace con hacha, por lo que se conserva su carácter rústico. Para su
colocación se clava sobre la duela o tablones del techo, traslapándolo como se hace con las
tejas para evitar que el agua pase al interior de la casa. Para su mantenimiento
periódicamente se le da una o más manos de aceite. En algunos sitios los muros de hacen
de piedra de 30cm. de ancho. El piso interior es de piedra y por lo general, se construye
una chimenea que también sirve para cocinar y calentar la casa, al mismo tiempo que se
aprovecha como elemento estructural. Es común que la casa de una familia numerosa se
componga de varios cuerpos similares, alojando los dormitorios en uno y el comedor y la
cocina en otro.
CASA DE LAS ZONAS CÁLIDAS DE VERACRUZ
La palma más usada en los techos es la palma redonda que se caracteriza por sus grandes
hojas en forma de abanico; este tipo de palma se encuentra en casi todas las costa de la
República Mexicana. Cuando no se dispone de estas palmas, se utilizan de otro tipo de
atados más gruesos.
Después de la madera no existe en México ningún otro material que se use tanto en la
construcción como la hoja de la palma, su uso más frecuente es en los techos, aunque
también se utiliza en muros. La popularidad de las hojas de palma se debe a su gran
tamaño y a que no se requiere transformarlas para su uso; son acanaladas, fibrosas y
durables, se puede colocar horizontal, diagonal y verticalmente.
CASA TZOTZIL
Este tipo de origen Tzotzil es característica de las zonas tropicales sumamente lluviosas y
humedas de Chiapas, Tabasco y Veracruz. Son de palma cuadrangular, con muros de
carrizo o ramas amarradas a una estructura de troncos recubierta con carrizos horizontales
sujetos con lianas; en algunos casos para los muros se hace un entramado de doble pared y
se rellena con piedras y arcilla mezclada con paja y cal de unos 30cm. de ancho, una
especie y bahareque con mayor dureza y solidez. El techo que tiene por lo menos 3 veces
la altura de los muros se arma con una estructura de bambú o ramas resistentes que se
recubre con palma o zacate en atados muy gruesos, la pendiente de la techumbre de 4
aguas a 60º tiene por objeto el rápido escurrimiento de la lluvia evitando que penetre al
interior de la casa, el remate de la cumbrera se hace con una saliente que se conoce con el
nombre de “oreja”, que sirve para dejar salir el aire caliente por la parte superior y así
conservar fresca la casa, además esta saliente se orienta hacia los vientos dominantes para
que el aire pase de lado a lado haciendo un efecto de extracción y creando una corriente
de abajo hacia arriba en el interior.
Esta casa perteneciente a la cultura maya demuestra los conocimientos bioclimáticos de sus
constructores que sabían provocar corrientes convectivas dentro de sus casas para
refrescarlas aprovechando elementos naturales con la adecuada orientación para captar
vientos y evitar el asoleamiento.
CASA DE LA ZONA PURÉPECHA
La región donde habitan los Purépechas es muy grande; abarca los Estados de Sinaloa,
Colima, Jalisco, Nayarit, Guanajuato y principalmente Michoacán, donde se ha conservado
la tradición. La topografía y los climas donde habita esta etnia evidentemente son muy
diversos, sin embargo, el origen de esta casa conocida como “troje” por el tapanco (el
espacio entre la cubierta y un techo horizontal en el interior) se utilizaba para guardar el
maíz.
Los techos en voladizo y las galerías proporcionan protección contra el sol y la lluvia. En
algunas zonas se construyen con adobe o piedra guardando más o menos las mismas
dimensiones y proporciones que las de madera.
CASA PIMANA
CASA HUICHOL
CASA CHONTAL
CASA HUAVE
CASA LACANDONA
CASA AMUZGA