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Y con tu espíritu.
AMBIENTACIÓN:
En este pequeño rato de oración que culmina nuestro día de retiro, queremos
agradecer a Dios todo lo bueno que nos ha concedido en el año que acaba. Además, y
tiene que ser así, pedimos perdón a Dios y a los demás por aquello que no ha sido luz,
vida, alegría, amor o esperanza.
El año viejo, como siempre, es una llamada a una reflexión: ¿Qué hemos hecho
bien? ¿En qué hemos fallado?
El año nuevo, por el contrario, es una oportunidad nueva que la vida y Dios
mismo nos da. Dios es el dueño del tiempo, del calendario, del día y de la noche.
Nosotras, aprovechamos o malgastamos el tiempo, nos realizamos o nos paralizamos
por mil circunstancias.
Nos ponemos ante la mirada atenta de San Vicente y Santa Luisa, ya que ellos
son los modelos que el Señor hoy nos pone para seguirle como Hijas de la Caridad
Es mi vida, es mi canto,
Mis versos mi pincel,
Mi sonrisa, mi silencio
Que te ofrezco también.
Silencio meditacion
Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de
morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar;
tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de
hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras;
tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder;
tiempo de guardar, tiempo de desechar ;tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de
callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo
de paz.”Todo tiene su tiempo y sazón, Todas las tareas bajo el sol: Tiempo de nacer,
tiempo de morir. Tiempo de hablar, tiempo de callar
Silencio meditación
PARA LA INTERIORIZACIÓN
b) El tiempo, por supuesto que sí, pasa. Pero nuestra mente retiene lo que hemos sellado
con nuestras palabras y obras en ese espacio. ¿Qué proyectos quedan por cumplir en
un futuro?
c) El pasado quedó atrás. Nos queda el futuro. ¿En dónde hemos de pisar un poco más el
acelerador de nuestra serenidad, amor, justicia, verdad, fe, compromiso…..?
CADA UNA RECITA UNA PARTE DEL SALMO 50 INTERCALANDO LA ANTIFONA “ CONFIAR EN
TUS PALABRAS, ESPERAR EN TU PERDON, ACUDIR A TU PRESENCIA Y VIVIR SIEMPRE EN TU
AMOR”
“… varias hermanas dieron como motivo la gratitud por la gran gracias que Dios
les había hecho al llamarlas a una vocación que se parece a la del Hijo de Dios en la
tierra;…” Conferencia del 9 de Marzo de 1642
“… Vuestro primer pensamiento tiene que ser para Dios; dadle gracias por
haberlo preservado esta noche, mirad brevemente si le habéis ofendido, dadle gracias
o pedidle perdón, ofrecedle todos vuestros pensamientos” Conferencia del 31 de Julio de
1634.
SILENCIO MEDITACION
GRACIAS
Aunque me tape los oídos con la almohada y gruña de rabia cuando suena el
despetador . . .gracias a Dios que puedo oir. Hay muchos que son sordos
Aunque cierre los ojos cuando, al despertar, el sol se meta en mi habitación . . .gracias
a Dios que puedo ver. Hay muchos que son ciegos.
Aunque me pese levantarme y pararme de la cama . . .gracias a Dios que tengo fuerzas
para hacerlo. Hay muchos postrados que no pueden.
Aunque discuta cuando no encuentro mis cosas en su lugar porque los niños hicieron
un desorden . . .gracias a Dios que tengo familia. Hay muchos solitarios.
Aunque la comida no estuvo buena y el desayuno fue peor. . . gracias a Dios que
tengo alimentos. Hay muchos con hambre.
Aunque mi trabajo sea monótono y rutinario . . . gracias a Dios que tengo ocupación.
Hay muchos desempleados.
Aunque no esté conforme con la vida, discuta conmigo mismo y tenga muchos
motivos para quejarme . . .
¡GRACIAS A DIOS POR LA VIDA!
NOS PONEMOS EN PIE PARA REZAR JUNTAS LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO
ORACIÓN FINAL
Llénanos, señor, con tu presencia y tu poder haz que este año que ahora dejamos detrás de
nosotros pueda servirnos para mejorar en aquellos fracasos y desaciertos que hemos tenido.
Bendice los 366 días que tenemos por delante para que, el día de mañana, podamos recordar
este nuevo año por las huellas de la fe, del amor y de nuestro afan de superación.
Por Jesucristo nuestro señor