OBRA PÓSTUMA

ENSAYĀ
SOBRE LA

JURISPRUDENCIA DE LOS SUELOS

Esta obra se halla de venta en P(ilL Ā,:Ā .

la calle de Fuencarral, núm . 8Ā,

CONDE DE UHATEAUVILLARD
segundo centro, al precio de
Traducido del francés y seguido
Ā PESETAS por comentarios y preceptos adicionales á
cliclia obra
PUM

D. ANDRES UORREGO

MAL)HIU

IWWAN ĀGLESIA S\\c trnz, Ā7MĀĀ,l SU((

('nĀĀ Ā( Iloi •z n, ĀĀĀ

Ā89Ā

s
 ENSAYO

SOBRE LA

dllRISPRllllCI~
ENDE LOS fluIll.EiS

OR EL

CONDZ DH CHATEAUITILLARD

Traducido del francÓs y seguido

por comentarios y preceptos adicionales ú
dicha obra

ivil

D. ANDRES BORREGO

MADRID
JUAN
Me de HorWe, 2 ,Ā
289Ā
 EXCMO . S& D . JUAIT D : LA PEZUELA

CONDE DE CHESTE

Mi siempre querido amigo : Reclamo su 'iÓrclulgencia

de T para que me absuelva riel pecado de trabe rue permiti-
(lo dedicar ú T" . el trabajo objeto del libro que acompaÓaa :
sin haber previameÓ te obtenido su cenia de T - .
Sirvaaame de disculpa dos eoirsiderrrciorres que V . ajire-
cr:aré em sac buen ariterirv, siendo la Ā i iiÓaerer-, la coil ;jieteucia
que ú V. corresponde en la materia de que el libro trata y
la segundo, el gato remuerdo que siempre conservarú de ha-
bei' sido Ā . mi padrino en 4unĀ de lacs duelos m(Ās' comprome-
tidos que sei-ialoI-o?i mi vida
Tambiún debo suponer entre cor algo en sa considera-
cián ele P. respecto é la parte del libro grue Óro ice j ovienece,
la c'iÓ •cunstancia de que el azatoc jrirsacás del F.nsnyo sobro
lus duelos, lur, tenido por cursores y colaboradores r… las
m %sl rosninentes ilustraciones del ejúrcito y ele la sociedad
/;guasa .
F si… l.-rles consideraciones ,ao ba •s lasen para iÓaerece-r de
a†sled que nae absuelva, súance pe Óiaitido apelar r… la perfec-
ta conformidad qu,o caractcri~á nuestra coudacta pa…bliea
cÓa la úpoca, en, la- que ambos pcrfuaecimos r… aquel partido
monuircluico constitueionrrT que Ā,Ā. insni reeciáÓa barriápri-
mero y que la reaccián acabo) por alcrga.Ó • .
~llu.g caro me cuesta, peco lo doy por Lien empleado e‡
no haberme movido del lei-reno gate nos,/ tú couniin, pues laa
tesis de mi afanosa vida, ),zsbliea no ha sido otra que la de
contribuir ear, la medida de mis dúbiles ,/'rcerzas é estrechar
con lagos ˆadisolubles, las pierogaliras de la Corona y los
imperecederos derechos de la Vacián .
Reciba T`. la seguridad de todo el a/eclo de este su Viejo
amigo
Q.. 'i. Jf. B .
A`DRI ;S BORREGO .


ANTE PRÓLOGO

del comentado :ú de la obra en francés cuya versián al

castellano es objeto del presente libro .

Tiempo bacia (ple ocupaba la mente del

traductor r continuador (le la notable obra
escrita por. el Coude (le Cla~teranvi:7laa d . acerca.
de, los duelos . d e su jurisprudencia . y (le las
reglas de conducta (ĀĀĀĀ, la sociedad culta se
Balla en el caso de adoptar, cuando el impe-
rio de la o ;)ini•n y de las costumbres hacen
inevitables las contiendas personales que las
leyes no autorizan .
Habia vo experimentado en las complica-
ciones d las que cou frecuencia arrastra el
periodismo, pry-7fesi …n (lue para m… ha sido tan
costosa como i ngrata . l a necesidad de que
prevaleciesen re~~las de conducta, general y
llndnlmetuente encaminadas lL aminorar V re-
las contiendas de inevitables cuan-
to deplorables l ances. d e la …ndole (le los que
en il-il larga i+(~ ita(la rida. me he hallado ex-
 - 6 -
puesto, y experimentado los inconvenientes
de no existir una misma jurisprudencia con-
vencional que estableciese preceptos aplica-
bles, tanto Ó los adversarios corno Ó los padri-
nos, en el curso ele los antagonismos que
complican esta clase de fatales asuntos, lia-
biendo tenido yo mismo que pasar por las
desventajas inherentes 'i la carencia de di-
cha convencional jurisprudencia y sufrido en
su consecuencia desventajas, de resultas de
haber sido parte pasiva en diversos lances
personales .
Mas caúdo clue hubo en mis manos el libro
titulado Ensayo sobre la juris rtcde~acia de los
dibelos, dado Ó luz en Parús por el mencionado
Conde (le Cllateauvillard, alentado y aun ase-
sorado éste en su trabajo por las mÓs conspi-
cuas notabilidades del ejército y de la alta
sociedad francesa, aprecié la utilidad de dar
Ó conocer al páblico espa•ol el contenido de
un libro, cuya reproducci…n me eximúa de la
responsabilidad de pasar por la pretensi…n de
aspirante Ó legislador sobre tan delicada ma-
teria, inconveniente que bastaba para salvar
dando el texto en castellano de la interesante
obra ciel autor francés .
Deseoso de prestar mi colaboraci…n Ó tau
delicado asunto de la manera manos ostensi-
ble, opté por que viese laa luz en artúculos de
una acreditada Revista. los que coleccionados
- † -
o recieran la obra en toda su integridad .
Mas no habiendo sido aplicado de cout'orini-
dad Ó mis instrucciones por la Revista, el
fraccionamiento de los capútulos destinados .ú
componer la integridad de la obra . hube de
retirar la autorizaci…n de que se continuase
la publicaci…n en los términos que los repro-
(Āucia la Revista
; idas comproiiietido corno
ine hallaba ‡ ciar la obra complota, ine lie vis-
to cil la necesidad de clue vea la luz en la f ) r-
nia en que ahora aparece .
Espero que estas explicaciones hasten para
salvar la responsabilidad … extra•eza que pu-
diera causar en el iiiiirno de al ;unos de los
respetables amigos que Iran figurado eu algu-
nos de mis duelos, quienes pudiesen extra•ar
N- leer sus nombres citados en hojas sueltas de
la Revista . ‡ la que lie, temido que Tracer re-
ferencia, pues jainÓs pudo razonablemente
teiller que, Sc hiciese liso de mis cuartillas en
otros términos v en otra-forma que, la pur mi
.y
prescrita y exigida .
Tal cual acabo de explicarlo aparecerÓn ci-
tados respetahilisimos nombres en el presen-
te volumen, lo cual espero me ponga ,'L cu-
bierto de la responsabilidad de haber hecho
mérito ele apellidos de taut a valúa .


E ~} Ā 5ĀE EL Ā) ELĀ
Ā,ĀĀĀ

EL CONDE DE CHATEAUVILLARD

PREFACIO DEL AUTOR

Si el c(idi~o convencional (lue rige al (huelo

no figura en las leyes, si no puede darse el
rk>
n ornl)re de cÓ(ll, ._2'o (ú, lo (due éstas no s ancionan .
n o por eso vacilo cil aplicar este nombre i
las reglas de conducta impuestas por el ho-
lror, no siendo éste cosa menos sagrada que
las leves promul alas coir el cai'dcter de
Z,

tales .
Todos nos hallamos expuestos Āi la (lira
lrecesidad de arricsa ar, Muestra villa Dara li-
bertarnos de una injuria, asunto bastante im-
portalite en ls existencia, del llonll)r(` para
glue no deba ser de antemano regularizado .
segán las formas rerlllerl(las por la delicadeza
~- ci decoro propio . Frecuentes ejemplos de-
. ;ulestran incesantenlent( la necesidad de es-
 -ĀĀ-
tablecer dichas reglas de una manera formal,
evitando los errores que coinproineten nues-
tra existencia y la de nuestros amigos, am-
parando con el silencio Ó con la indiferencia
asesinatos que el misterio cubre para no des-
honrar ú las familias . El derecho de que ha-
blo ú todos debe ampararnos, pues si se le in-
fringe, si la sau~~re de una véctima clama
venganza, el vituperio sÓlo alcanzaréa al
Hombre sin fe, como ampararéa al hombre es-
forzado ú quien se acuse de Homicidio, ampa-
rado como se hallaréa por el derecho conven-
cional haciendo recaer la censura sobre los
que atacan como delito el acto incruento de
la defensa propia .
Las mús severas penas dictadas contra los
duelos en Ā6 .55 por el reglamento formulado
por los mariscales de Francia, por los decre-
tos de los Reyes, los acuerdos de los Parla-
irientos y las amonestaciones del Clero, asé
como las protestas páblicas, ele las corpora-
ciones nobiliarias y cuantos actos conmina-
torios, dictados contra los duelistas y aun en
nuestros déas la pena de muerte que aán exis-
te en algunos cÓdigos, léan tratado vanamen-
te de impedir la existencia de los desaféos y
su repeticiÓn .
Creo, pues, llenar un deber de conciencia
y prestar un servicio :i la h uinanidad estable-
ciendo reglas que moralicen la existencia dfe
- ĀĀ -
un mal deplorable, pero difécil de evitar, pre-
ocupaciÓn, si se quiere, pero que se impone
por sé misma ú todos los hombres (le honor .
A este propÓsito liemos sido instados por
los sujetos mús eminentes de Francia, que fi-
g uran en las iuais altas categoréas de la socie-
dad y del ej•rcito ú la publicaciÓn del presen-
te ensayo . Los buenos consejos de estos hom-
bres de corazÓn, la concienzuda ayuda que
han prestado ,'i nuestro trabajo puede hacer-
los considerar como colaboradores del mismo
y léan determinado al autor ú dar al páblico
su ensayo . Mas no por esto dejarú de agrade-
cer ú los hombres instruédos en semejante
clase (le asuntos las observaciones que crean
oportuno dirigirme .
El presente tratado de un cÓdigo sobre el
duelo, en ninguna inanera se dirige á excitar
ú la juventud bien educada ú precipitarse en
la ingrata y vana tarea de inátiles combates .
Antes al contrario, sÓlo enc propongo que co-
nozcan sus derechos cuando la necesidad nos
ponga en el caso de invocar su aplicaciÓn .
Tambi•n me lie propuesto diriir átiles ad-
Z')
ú aquellos que desempeiiau las im-
portantes funciones de testigos, y que no sera,
inátil dirigir tambi•n ú aquellos cn quienes
de cierta inanera viene ú depositarse la vida
de sus clientes . ĀLa menor imprevisiÓn, la
menor taita cometida por nit padr i no, puede
 -- Ā2 -
comprometer i ambos adversarios, siendo
aquÓl al mismo tiempo que el sostenedor, el
juez del que lo ha escogido corlo su repre-
sentante, con cuyo honor confunde el suyo
propio , siendo obligaciún indeclinable del
mismo no descuidar la menor precauciún que
pueda redundar en ventaja de sa cliente .
OjaUi que nuestro trabajo llene el objeto
clue me lie propuesto . é cuyo efecto he procu-
rado emplear la mayor precisiún y claridad
en los consejos que doy, fi fin de conseguir el
importante objeto de clue las ofensas puedan
repararse sin necesidad de llegar é hacer uso
de las armas, y no tengan consecuencias que
scan deplorables, al paso que los asuntos en
que el honor y la necesidad se impongan al
hombre de corazún, tenga Óste el amparo de
reglas Y de preceptos que sancionen la equi-
dad y el derecho comán .
CAPITULO I
DERECHOS DEL OFEN I)ĀĀ)O
ART . l .• En las contiendas que procedan
(le aria, discusiún y de las que puedan seguir-
se reclamaciún de agravio ú injuria, el fuie la
recibe es el ofendido ; pero si la injuria es se
g uida de un golpe material, el Hile lo recibe
- Ā,Ā -
debe considerarse como siendo el ofendido .
El simple contacto (le la mano equivale i gol-
pe . Responder zii un bofetúil por lui `…olpe que-
ocasione una herida, motiva que el que reci-
be el golpe deba ser considerado como pri-
mer ofendido .
2 .• La injuria grave constituye por s† sola
la ofensa, aunque se laya respondido con otra
de igual naturaleza ; el primero que llaga re-
cibido la ofensa es el clue ha de ser considera-
(lo como el injuriado .
:Ā.• Si é una palabra (") frase quo no sea,
comedida se responde por una ĀĀĀjuria, (lan-
close el agresor por ofendido . ú si el que lla
recibido la injuria pretende serlo, no hay que
vacilar en sortear todas las probabilidades
contrarias que pudiesen resultar ele la delibe-
raciún de los padrinos .
'l .• Si no ha mediado injuria, iras s† por
consecuencia de la (liscilsĀC)ĀĀ sui'gle ell ex-
presiones de las (lueĀ uno de los antagonistas
pretenda fundar un derecho que le diese ven-
tajas, no pierde por ello la calidad de agre-
sor . ni su antagonista la de ofendido . Toda
luda que surja en casos anélogos, riche deci-
dirse por medio de la suerte .
5 .• El que env†e, un cartel de desafio sin
razún suficiente para motivarlo, provocando
n tales terminos un Lince, debe ser teni-
do por el agresor, y los testigos, antes de
 -- Ā4 --
empezar el combate, tienen derecho < . exigir grave escobe la clase de duelo y las armas .
Āl . El ofendido que lia recibido golpes ‡
;Óe dú é conocer el motivo (le la provocacián .
Heridas, esté en posesián de escoger sus a rmas .
G .• Debe ser considerado congo l…cito é los
la clase de duelo y la distancia, y el agresor
hijos tomar la defensa de sus padres, si ústos
no puede servirse (le las, sirvas : en cuyo cago Ā
por sus a†os á por sus achaques no pueden
no debe el ofendido servirse (le las propias .
responder personalmente é la demanda, siem-
Ā2 . La designaci~…n de la clase de duelo no
pre que el adversario se acerque més é la
puede ser hecha sino escogiendo las armas
edad del hijo que é la del padre, y que úste
permitidas, como son el sable, la espada r… la
ha va cumplido sesenta a†os : pero si el hijo pistola .
ha tenido que intervenir en el asunto de su
Si se quisiese acudir é duelos excepcio-
padre, siendo úste el agresor, no tiene dere- nales, se necesitar…a el consentimiento de las
cllo é ponerse en su lagar . partes y el de los testinĀos .
e . • Pueden ocurrir asuntos graves que,
necesariamente arrastren instanténeamente é
una represalia ; pero en principio general es CAPˆTULO lI
conveniente evitar semejantes actos de vio-
lencia. No hay necesidad de llegar é las ma- CLASP. Dr : ARMAs
iios para provocar un duelo, que hace siem-
pre inevitable el hecho rave dee llegar é . tr . l ." Queda dicho antes que ústas sot_
golpes . laa espada, el sable y la pistole : pero el sable
8 .• Deben ser clasificadas las ofensas en puede ser rehusado por el a 'resor si es on-
el orden siguiente : la gfensa sisa insulto direc- cial retirado y no sabe servirse de esta arrua .
to . la ofensa coya inasuulto y la ofensa Acco-mpaiaada `2 .• El paisano podré siempre rehusar et
de golpes á Iaeridas ; en estos tres casos dife- sable .
rentes, el ofendido no goza de los mismos a.• Las armas deben ser de las que se usan.
pris ilegios . para los duelos .
9.• El ofendido este en el derecho de ele-
gir las armas, que esté obligado é aceptar
su agresor .
ĀĀ . El ofendido que ha sufrido insulto


- Ān -
no puede sufrir Ia ne Ior
march a en reconoce r
que la ha inferido . i el (lue ha
CXPI PULO ill insultado lo
rreconoce, ú si esta rep ;la
aciún puede anula~
:A-U ,, la ofensa eel opiniún (le los
DEL I)CELO .- .LII\ Ā.Āi'rl \CIAS I'Ā ELIMĀV testio †( ) s del Cau-
sante de Ia injuria, ú si esto‡,'
(Ice laran (lue Cil
sea el igual caso ĀĀ ĀĀ9 s(' daréan por , ati~focli( -~~ y
ART . l .Ó El que provoca el duelo, ya
ofendido ú el ofensor, debe comunicar al ad- + "e ĀĀo tcndréalu reparo cil
.lo-
( coniiruiarlo L, :j )
sel firma, ú si el que lia
versario su nombre y la direcciún (le su caluln)liado ti- escr ; )e
mi-cilio, y otro tanto debe hacer el (lue reciba la , ma carta de reparaciún
etplécita, el (lue (lie-
Se la explicaciún Ā'equerida . alllltlue
i)rovocaciún . no sea
Osta a ceptada . no vuelve ai
2.' Los dos adversarios deben designar Ia coiiliciˆn dC
desde luego testigos y- enviarse recéproca- agresor . y la elecci éu de arenas
queda i,t
mente el nombre y direcciún (le los Inis- verte : pero si liait mediado véas (le
Ilecho,
no soil admisibles las excusal .
mos (Ā) . Semejan es
reparaciones no Soit a lederas sino
Ā .Ó Si los adversarios se dan ellos mismos clllili(Ā<!
hacen delante de Ān ; testigos . llcbe evita
cita sobre el terreno, habiendo elegido la, - ,e
~iempre (inc estas COnver)cione, se
armas, semejante precipitaciún debe ser con- efecti:en
despuás (le Maher llegado al ten'oilo . tl, ĀĀ)
siderada como vituperable, ahueque no cambie
(lue los testigos lmyaiI liĀĀĀ ;ĀĀĀ Oil !ti ii ; ;, ) -
la, naturaleza del asunto (le otra manera, que
sil ;ilidad de verso nnl;es .
agravando el peligro de un encuentro ú lIa-
:I ." Si llegados al t~ĀĀ va non las ,
ciándolo irrisorio dando explicaciones tar-
lnas en la mano cniiviene d nuO d(e los C-
déas . :,-Mentes dar
Ā
c~l)licaciul~e, valledciras '
4 .Ó El honor del que da motivo t la ofensa
admitan los testigos de Āa part(' adversa, ‰
sinrazún recae. sobre el (lue hava espera ao
Štan tarde para reconocer su falta .
c•ntinuarci nos
,Ā) Siguiendo el formulario ti . Ó Si los testi`os, una vez llega(los a] -re -
ĀĀa-
(,ando el nombre de testigos al los (lue en Ā",-spa`…la r †r eno, presentan exculpacioiies en nombro
n,iamos padrinos, cuyo noml .(re daremos cuando }(able te
su cliente, la censura, si la liiiidose, debe re-
cl traductor cit nombre propio ; mas cuando usa el cd
testigo, debe entenderse (lue habla el autor [raeráis . c(Āe, sol)re c, to,, siendo asé qne el ahi . ,o

-Ā8-
e t!i obligado Ót seguir los consejos (le sus
testigos, que son los que presentan la garan-
tÓa del Honor (le sa ahijado .
i .ú La provocacién ciel duelo jam-,'is puede
ser propuesta colectivamente .
8 .ú `,i una corporacién o una sociedad
cualquiera recibe un agravio, debe enviar
uno de sus miembros ft pedir reparacién : todo
cartel en nombre colectivo es recusable y co-
rresponde al clue lo recibe escoger entre los
clue le presentan, ft no optar porque se eche
~~ la suerte .
y . ú \o es compatible con los deberes de
la amistad, ni aun en las relaciones (le cerca-
i.o parentesco, desafiar á aquel que, defen-
di•ndose con honor, haya tenido ventaja so-
bre su adversario, pariente o amigo del que
quiera tomar represalia .
ĀĀ . Los duelos deben verificarse cuarenta
oc!ro horas despu•s de ultimadas las con-
venciones, zI menos que no medien conven-
ciones contrarias de parte (le uno v otro ad-
versĀIrio .
CAPITULO IV"
DE LOS DEBERES DE LOS TESTIGOS Y .rt BCES
I's\ MATERIA DE Óos
ART . Ā .ú Los testigos deben ser' dus para
-Ā9-
cada uno de los advcr .sarios para el titulo al
sable é'é la pistola : un testigo basta para un
duelo ,'i la espada, pero sicmpr~~ debe procu-
rarse que Bava dos .
Los testig os del delnalldante slelllpre
estÓn obligado … verse con los del adversario
fÓ
para concertar el lugar dotrde ha de tratarse
de las convenciones del combate .
Ā." Los testigos son los j heces de la nece-
sidad (le la utilidad del combate, v est ii
é")
olilig<alos A dar su ilti :uc'>>Ā cl s,l ahijado, te-
niendo presente lo que se eonsi2lna en el ar-
tÓculo Ā ." del capÓtulo III . I)c~spir~~s de haber
c…o nsulLl(lO ,Ó su cliente . V ;i fori de. no descui-
dar ninguna probabiiida(l quo Ime(la serle ven-
tajosa, di hen concertarse pant aprobar lo clue
hayan deliberado * v a : reglar (' a~,into sin ira ,
terreno, mas si esto i'iltimo no fuese posible .
deben proceder á discutir lo relativo † las
armas, distancias v demás pormenores del
duelo, designar la hora y el sitio v avisar †
los combatientes . Deben tener tambi•n ettida-
do de seguir las condiciones establecidas, rl
fin de evitar contestaciones, llegados que
scan al terreno .
4 . ú Los testigos . sea. como se dice en
Ii;spa.ira, los padrinos clue no se hayan presen-
tado con‡o dispuesto, á ocupar el lugar de
sus ahijados en caso necesario, deben llevar
f llos mismos testigos para que les sirvaÓi

() -
como tales si flan aceptado la ~condĀCĀ )n t_le
sostenedores del derecho (le su cliente .
5 . Ó Los testigos no estún obligados ú acep-
tar un duelo inmediato, lo que en su caso ha
de ser asunto aparte y ser tratado e l hoc .
6 .Ó El deber de los testigos consiste en
arreglar los pormenores del duelo de manera
que ofrezca las menores desventajas posibles
ú su ahijado . sin olvidar que deben siempre
mostrarse equitativos y atentos con los (lue
han (le alternar con ellos sobre el terreno .
7 .Ó Si el asunto reune las condiciones (le
un caso grave por ser el insulto patente, y no
debiendo caer discusit')n sobre las armas que
han de usarse, hall(in(lose prontos los ad~er-
sarios ú servirse de las escogidas, los testigos
pueden consentir en aprobar las condiciones
en que va estén (le acuerdo los adversario
Ā_imit<indose el papel de los testigos ú que se
Hayan llenado las condiciones (le lin combate
legal con arreglo ;'l, las condiciones relativas
ú cada arma .
8 .Ó Debe evitarse en lo posible que los ad-
versarios permanezcan unás de diez minutos
sobre el terreno antes de Hacer uso de sus ar-
mas, observúndose todas las reglas prescri-
tas en el capátulo I, relativo al leso de cada
arma .
9. Ó Los testigos Ceben manifestar en pri-
mer lugar las arrias que han escogido,
observúndose lo prescrito en los artáculos 9,
ĀĀ y ĀĀ del capátulo l .
ĀĀ . Los testigos del insultado, si el corn
bate es ú la espa[a, pueden pe(lir (lue el hie -
rro (let contrario pueda ser desviado de la li-
ned recul con la mano izquierda . perÓ los
t sti~gos lei :~-,resor pla~~den aceptar o rehusar
eata preteasit')u .
ĀĀ . Los tests os del a resor pliedell relu-
sar Ci dllclo ú pis )la , ú ia se•llll si el adver-
sari ) no lia. Coniai(lo respecto ú sll all tap ÓĀllS-
ta llin~~ l'in act) dc violencia .
l . . Lor, te '- ` os podrún concertar entre
e :…l †s misiuJs ijll_ el COtnbate se suspenda si
se vooĀĀ sils clic tes cansados .
ĀĀ . P berún convenir elitre ellos sin ad-
v('Ā …t illÓ 5'.L ('Henri (Ille el e tnlbate erse a
la prim ;r~ ĀĀ( ri(la ; l:a grave(lad dol asunto
eau,Sa dot dura) ~) sis poca Āllipol'tallcla deben
ser it de guáa en talus casos .
H . T<u uLi ;'…l l les pertenece decidir si se
pernlitir . . que en lus duelo~ ; :Ā espada se use
(le gllai tes r de ĀĀĀĀ pannesÓ ‡ĀĀĀC SĀĀĀ('to ú la.
nlallo la elilpu~l :;,sings (l~'l ,suture .
H . Los testigo jaln ;'Ā‡- cullvendr'ĀĀĀ en lui
duelo a riluerte : peau tratúildus(' de lui asunto
ĀĀĀĀĀy ,' .''~l~ (' l)ĀrĀI ;ĀĀĀ su gender el CÓIilbate paĀ.Ā.
otro dáa, y si se trata dcl calnbio tle arlmas se
observar'( lu prescrito est el art . ĀĀ capitulu l .
lei . Lˆs ruts os Ā)Ud .'ln l'Clllu'ar eĀ us() dc
 la espada si se trata de un hombre estropeado
clue no puede servirse de este arma, Ó menos
que el insulto no sea de los comprendidos en
el art . ĀĀ del capútulo I .
Ā7 . Los testigos de un tuerto pueden re-
husar la pistola, siempre que éste no haya
sido el agresor y que el insultada no se en-
cuentre en el caso del art . ĀĀ del capútulo I .
Ā8 . Los testigos de un cojo pueden rehu-
sar el sable u la espada, Ó menos que el no
haya sido el agresor y que el insultado no se
encuentre en el caso del art . ĀĀ ciel capitulo I .
Pero si sus testigos se niegan, los dei insul-
tado pueden escoger entre los duelos ú la pis-
tola é Ó distancias .
Ā9 . Los testigos de un joven no deben per-
mitir jamÓs que se bata con un hombre que
tenga mÓs de sesenta ailos, Ó menos que el
joven no ha-,a llegado Ó poner la mano enci-
ma al anciano . y se requiere ademÓs que este
áltimo le manifieste por escrito que acepta el
duelo . A falta del requisito, (le escribir en di-
cho sentido una n -lanifestaci•n -Firlna(la por los
testigos reunidos, bastarÓ para dejar d cubier-
to el Manor del joven .
2Ā . Ser obligaci('sn de los testigos, si el
kance se lleva Ó cabo, la de suscribir una de-
claraci•n que sea sometida Ó los tribunales en
en perjuicio del detractor .
2Ā . Los testigos de la parte ofendida por
infiacci #' n de condiciones, contraen la obliga-
( , O")n (le declarar la verdad ante la justicia .
22 . Los testigos tienen la obli,,g',lel()n do
suspender el combate, si observan coĀ_ltraven-
CĀ(tn Ó las condiciones COIlvenldas nni si los
combatientes se. encontrasen heridos .
'?:Ā. Los testigos estÓn autorizados Ó
pender
un comb te mediante confonslidad (o,'
todos ellas, euando ambos adversarios se hau
batido con bravura . facilidad y maestr a, (lali-
dĀ por termillado el asunto.
'Z I . I .us te.sti os provocados por los testi-
~ros sl,' SU contrario c.ĀĀĀ l'elacl~ .n al duelo ,Ā.
ĀĀĀĀe asisten, siempre (lue les asista la l'a/Ā'Ā
en eĀ incidente suscitado, podrÓn ocupar ~l
lnn…a r d("i ofendido, al tenor del art . ĀĀ cap -
tulĀ I .
2' . El parre, el hermano, el liijo ") el pa-
riente en primer grado, no pueden ser tes`i-
gos eĀĀ 4,†-Vor ni eĀĀ contra de su p lriente .
C APITUL O \
; E . DFELo CO rsĀ~ :ĀT) . é Ā~'Ā .Oar.~rr,
Ā .ĀĀ Lie a(ins sobro el terreno los ad-
y
veisarias no delen conversai' entre sú, s, a,)
podr ;in hacerlo con sus testigos y los de su
contraria, puesto que unas y otros son Ā)s
 - 94 -
apoderados de las parte . . contendientes, y si
por ignorar lo que es de su obligaciÓn se reu-
nen para deliberar en común, lo que acuerden
deber't ser tenido por nulo .
n
2 Los testigos, después de haber eoufe-
renciad,)
con- en el terreno escogido para el
dos puntos del terreno á una
distancia (le clos pies más (le lo que se requie-
re para que se junten las puntas de las esp--:-
Ā9-
(las do los adversarios en la posiciÓn de ten-
didos á fon(lo .
:Ā .• La colocaciÓn de los adversarios en el
lugar que lean de ocupar, después de haber
sido éste designado con la posible igualdad,
se ec liará á la suerte .
tez . • Lo, adversarios, una vez colocados en
los p uesfos que deben ocupar . los testigos
medirán las lamas de las espadas que deben
ser iguales .
-) ." Las lamas de las espadas deberá pro-
ctlrarse que, no estén melladas .
Eh ." Los combatientes, serán invitados (',
despojarse (le sus vestidos .- á descubrir su
pecho (le manera que los testigos vean que
llo had- interpuesto nada que pueda inutilizar'
urca estocada . La negativa ái este examen se
considerará como equivalente á su negativo,
<I .
combatir
i .• ĀĀĀ insultado podrá siempre servirse (lfĀ,
SĀĀS propias armas, si son adecuadas para cl
combate y se hallan el' las condiciones del
art . Il . cap…tulo Ā .
S. Si por imprevi i('ut las lamas no thesen
iguales, se echará la decision á la sllerie, á
menos que la diferencia no sea muy - grande
y se considere el arma curro inadmisible para
un combate a la espada .
FI pa†uelo (ĀĀĀĀ2, ellV'tleiva la ĀĀĀ-ai o ciel
combatiente debe estar sujeto á ella y no
quedar flotante . LOS testigos del adversario,
después (le haber hecho la observad(' :Ā . po-
dr‡i iii que se (Āciite el pafĀĀĀeio, sirvi( l-
dose do nit cordon para l'etener la espada si
lo cree necesario .
ĀĀ . Si ĀĀn) sa ha eoII~ ellr .ln en el Uso de
guantes, el adversario puede relnlsarlos .
ĀĀ . Colocados uno frente al otro los coul-
batielrtcs, el testigo designado por la suerte,
l es manifestará las condiciones acordadas
lMl'a el combate, a fric de Arre no se al) .ĀĀ'i 'ĀĀ (Āe
Pas . debiendo a†adir glue se está en el caso
de dar principio á la mella .
Ā`2P si antes (lue se (le esta se†al las "'spa-
(la se pari chocado tina con otra por volun-
tad de los combatiente, esto equivale á la
sedal ele (lue puede d< r principio el combate,
pero aquel du los adversarios (lue_ ha.va (lado
el primer paso, pode : sur rceouveid lo por
ctlalgnicra de los testigos .
l :5. Ā?sĀ os estar ;'tlt arriados con uurl espa-
 -2G-
da desnuda (t un baston, cuya pllllta se, apo-
yarÓ en el suelo . colocÓndose al lacio de los
ads ersarios, observando con mucha atenci(',,n
por si notan suficiente motivo que autorice ti
detener el combate .
Ā4. En los duelos ;ú, la espada y Ó fin e
evitar que los adversarios puedan detener con
la mano izquierda el ;trina de su contrario,
debe estar prohibido liacer uso de dicha mai. ;),
menos (le una formal convencién .
Ā5. Si uno de los combatientes aparte, el
hierro de su contrincante con la mano iz.-
enierda sin (lue se halla expresamente estipu-
lado, el testigo (le la parte perjudicada puede
reclamar clue la mano del que lla faltado Āe
sea ligada para (lue ĀĀĀ pueda repetir el a,b,lso .
Ā6 . Disminuir el punto (le mira baj<úndose,
loblando las rodillas, estirar el cuerpo y tno-
verlo Ó derecha o izquierda, retroceder é mar-
har a ;iclaute, e ..a oleai' Ó un lado ('; it otro
de sn adversario, son actitudes que no desdi-
cen las reglas del combate .
Ā7 . Herir al ads ersa.rio cuando este
,nado, ]lava resbalado o caúdo, agarrarle la
u ano o tocarle corporalmente V agarrar ,ll
espada, estÓ fuera de las reglas de esta clase
(Āe duelo ." .
Ā8 . El combatiente debe cousiclera .rs ~ como
4csarm ;ulĀ ('ĀĀ ;ĀĀĀ4Ā d('Ā ( ; de tener la e~l)ad : = Ā
:a mano .
Ā9 . Clan-lo uno d( ,. los combatientes ma-
nifieste estar herido o'( que uno de los testigos
se apercibe de ello, el combate se detiene has-
ta que uno al menos de su testigos autorice tú
continuar, lo que tto podrÓ efectuar sin contar
con la voluntad ~') consentinlieltto del lierido .
' Ā . Si el herido, despuás de dar la voz de
cesar el combate, contin•a cruzando su flo-
w
rete, precil(it~'(u(_lose sobre su adversario, esto
('.qutvaldrla Ó su isentimlento de glle, el com-
bate contiulúe : pero SUS testigos deben dete-
nerlo y reconvenirlo . Si despuás que el com-
bate haya sido suspendido y se haya recono-
cido que lta~ herido . c l combatiente que Se
halla ileso se precipita sobre su adversario, los
testigos est;in autorizados Ó detenerlo, acu-
sando su conducta como contraria Ó las re-
-las del (lucio .
2Ā . Si uno de los testigos, en casos auÓlo-
gos Ó, lo., , de (lu(, acabo de ocuparme, ú( impre-
sionado por considerar fatigados Ó los comba-
tientes, l evanta. la espada o el bast('(u, lo (ĀĀĀĀ
equivale Ó la sedal de detener el combate, el
testigo de la parte contraria tiene derecllo .ú
decirle- L- lc~acos caballero : pero debe permane-
cer en su lugar aunque está herido lino (le ellos .
22 . Si rulo de los combatientes se hallase
muerto á herido fuera (le las rc,,las del cortl-
luaie, los testi ;…o s deben conducir e con arre-
glo ;† los articuios '-)() \ '2Ā del capútulo IV .

CAPITULO VI
DES ĀĀ'iĀ A YISĀ GL :~ Āj
Empléanse en esta clase lie combates pro-
cedi(nientos diversos, Itero obsérvase en todos
como regla general . clue la distancia lnás
cercana entre los (los adversarios no debe ser
menos de Ā .5 pasos .
El punto de mira debe ser fijo y el caflén
de las pistolas no tener más de l5 lÓneas de
longitud . Es preferible, los te.sti '-os (leben
procurill•l o en 'estro; Cumbates , que las pisto-
las no estén rayadas y' que las armas sean
i cales .
Duelo á pistola- á pie 'me .
APr . Ā . …
Los testigos deben seTiala". con
la mayor exuetitud posible las distancias y-
(Ā ; l+;n todo lo redactado por el conde de Clirteeivi-
liard, autor ciel presente L'J(/-iio del docto, respecto
los (lue had en de v erificarse con pistola, debe tenerse
construe-
presente el ca(u'jÓo (lue Ā(a esperimeutado la
(Āe las ar avis (le fuego desde Ā8ĀĀ :) fecha en (lue se
~n(l(Ā eú ( .ficha vira . hasta nuestros dÓas, en que ya no
se ceban las pistolas por l(ah('rios reenipl,nrado las cap-
sulitas de las m ism as los pistones pela oda clase de
i'
:ir?llas de fuego .
sitio en que se han de colocar á los adversa-
rios . que sera (le Ā5 ~Ó :Ā .) pasos .
2 .… fespues (le tijas el lugar que (leben
ocupar los adversarios, se echa d la suerte el
(le cada luto .
Ā .… Las armas deben ser i^ dales y (le i(l(;n-
tica clase ; sin embargo, es lÓcito que se esti-
pule (ĀĀĀĀ calla ĀĀĀĀĀ ncc de sĀĀs propias armas .
-Ā. … El quo ha sido i nsultado . s i se encuen-
tra, en la catea •o rÓa que se†ala el art . ĀĀ ĀeĀ
capÓtulo I, polls ( servirse de Sus propias ar-
mas, con la condition de entregar una ;i su
contrario . Clue puede aceptar (') rehusar . pedir
otras ‡ usar de las suyas .
~~ .
Ā
En los casos que Haya que aplicar el
precedente artÓculo . aquel (leC los adversarios
de. quien ,((n las armas (lepe dejar la elecci 'ln
ˆ su contrario . é llo sel' que cada ĀĀĀĀĀ llaga
uso de las suyas propias . También podrán los
testigos echar suertes entre ellos para ver el
fille (lebe escoger entre las almas destinadas
al combate .
‰ .… I,os testigos tienen la obiir~'aciou doc
cargar las pistolas con la Ān<is es( supinos,
atenci('~n . recÓprocamente ser testigos ellos
(le otros los de, ambos adversarios . Sils ad-
Ā ersariOs Āulbieseli do tirar con el mismo par
(le pistolas, debt darse d sn adversario la m e-
lida de la cara lue se emplea . midien(L) (')
comparando con la misma ba(Āueta el c~nte-
9

- Ā :) -
nido de ambas pistolas . TambiÓn es permitido
clue las carguen _ no otro ú. presencia de los
cuatro testigos .
_ .Ā
Hecho que esto sea, el testigo de su
adversario lo conducirú al sitio que le estÓ
destinado é que la suerte haya decidido .
.á Si las distancias se fijan ú Ā5 pasos y
el insultado se halla en la clase correspon-
diente ú los art•culos ĀĀ y ĀĀ del cap•tulo Ā,
Óste es el que debe tirar primero .
9 .á Los testigos, antes ele ocupar el lugar
que les estú destinado, deben acercarse al
combatiente ads osario Óste estú en la obli-
ga ele mostrarles su peche par :l patenti-
zar que no lleva ningén uerpo extra…o ea-
paz de neutralizar los efectos de la Dala . Si el
intimado se negase ú esto, se considerarú
como equivalente é su negativa ú combatir .
ĀĀ . Los testigos deberún colocarse unos
,il lado (le los otros, al de los combatientes .
ĀĀ . Cuando los testigos han ocupado su
lugar, el destinado por la suerte dice ú los
adversarios cuúles son las condiciones fijadas
para el duelo . y afiade : llosat~a~Ā vuestras pis-
(olas .
Ā42 . Dicho esto darú la se…al de tirar .
ĀĀ . Todo disparo ú que no responda el ga-
tillo se considerarú como si hubiese surtido
si, efecto, ú menos de Haber mediado una con-
vencion contraria .
-ĀĀ-
†. Si lino de los combatientes resulta, he-
rido podrti, si puede . tirar sobre su ads ersa-
rio ; si ĀĀĀ lo verifica en el espacio ele dos m i-
nuitos . n o le serú l•cito hacerlo .
Ā5 . Si se han hecho clos disparos sin ~lr,c
resulte herida, el duelo continéa y se vuelven
ú ca<ie~a~ las pistolas de la misma manera .
ĀPĀ . Si uno de los combatientes Fuese heri-
do d muerto sin que se liayaii observado todas
las reglas del duelo . los testigos deberún obrar
segén las reglas establecidas en los art•culos
',Ā y '2Ā del capitulo IV .
Duelo de pistola al que se da el nombre
de ú voluntad .
?'u esta clase de duelos se pruceder•i co,nn
e_i el cap•tulo anterior, al menos . (lue dero-
anElo lo que se establece en el capitulo VII
;,
glue trata del tinelo ú pie Iirme . los adversa-
:os son colocados ú 2.) pasos de distanci .t,
-
vueltos de espalda . y al darles la sedal de t !" -
rar se vuelven cara ú‡ cara y pueden tirar ú
, olu~aad.
Del duelo ú pistola en marcha .
ĀĀizr . l . Lle~a~ os aĀ tc,rrcno lo` tt,sti~ ;.s
marean las distancias . que deben ser de Ā'"> úú

-ĀĀ pasos, tirÓn(lose entre estas distancias (?;
lúneas distantes la una (le la otra Ā) é) Ā
pasos, flecho lo cual, cada uno (le los comba-
tientes puede adelantar ĀĀ pasos .
Los sitios que han (le ocupar los atĀver-
sarios se echan Ó, la suerte-
Ā.
V Las armas ceben (le ser cl(tcra.uleuta
iguales (') pertenecer Ó ĀĀĀĀ mismo par de pis-
tolas, Āi menos que se hava convenido ; j ua
cada uno haga uso de sus arenas .
4 .á El insultado podrÓ servirse de sus pi'o-
pias arreas, siempre que se encuentre eĀĀ el
caso designado en el art . ĀĀ del capútulo ĀĀ,
pero al condici•n cúee que debe entregar una de
las pistolas al adversario, el (due podr ;i acep-
tarla o rehusarla sĀrCĀCĀĀ(Iose (le sus pro_)las
arm as .
:) .á fea que los testigos Si', Dong an de
acuerdo sobre (ĀĀĀe los combatientes se sirvan
de un par (le pistolas pertenecientes i*t lino (ĀĀc
ellos • que uno de los adversarios se encuen-
tre eu el caso seliala(lo en el artúculo que pre-
cedo, el propietario de las arenas escogidas
debe dar la elecci•n (le sus (,os pistolas Ó, su
adversario .
tLá Los testigos deberÓn cargar las arenas
Ā presencia unos de otros y cada . uno de ellos
`Lara ver a su contrario la me'lltla de la Carga,
;atroduciendo al efecto la harheeta flor el ca-
~T•n dC la pistola .
-ĀĀ-
7 .á flecho esto . los testigos con(lucirÓin Ó
sus ahijados al sitio que deban ocular se ;;~ún
la suerte .
ti . á Los testi g os tirarÓn Ó, la suerte Ó cual
de los dos combatientes corresponde escoger
el arma, Ó henos de que se halle en los casos
de que tratan los arts . l.á y Lá del presente
Capitulo .
9 .á Los testigos, al acercarse Ó- los comba-
tientes . comprobarÓn que no llevan sobre si
cuerpo alguno capaz (le neutralizar los etee,-
tos de la hala . El no acceder Ó esta petici•n
equivaldrúa Ó la declaraci•n (le uo querer ba-
tirse .
ĀĀ . Los testi~os (i spin s do haber en ce-
nado las armas Ó los combatientes . ueui';Ā~Ā
sitio un lado (le los mismos .
mi
ĀĀ . Aquel de los testigos lii' .sll,'llallo~ …,,ar
la suerte estÓ en la oĀ)Ā -)gg,tci("u (le rcpeti .- 'Ā
los combatientes las condiciones del duelo,
hecho In cual (laa la senil Mundo ('ĀĀ alta t`i†. :
JIa)'clta(Ā .
Ā2 . A esta se‡al . los adversarios se posen
en movimiento, si lo tienen por eonveniento,
obligados Ó tener la pistola verticalmente al
ponerse en nlotiiiuiiento, pueden apuntar y
detenerse • continuar marchando hasta la 'i-
nca marcada por ĀĀĀĀ hasti)n (') ĀĀĀĀ paĀĀĀĀelo,
sin traspasarla ; podrÓn tanihi(hil tirar antes da
Ā
 -Ā-t-
Ponerse en marcha, tirar marchando Ó des-
puús de haber marchado .
Ā:Ā . Aquel de los adversarios que haya
conservado su tiro sin hacer liso de úl, podré
avanzar hasta la lánea trazada, mas su adver-
sario no estaré obligado é avanzar, hava ('( no
recibido el fuego de sil contrario .
Ā4 . El que haya hecho uso de su arma
debe esperar el fuego de su adversario con-
servan(lo la inmovilidad més completa, sieu-
(lo circunstancia obligatoria (lue no ponga en
apuntar nlés (le un minuto ; sl traspasara esta
condiciÓn, los testigos le intimarén que baje
el arma .
i ) . El herido podré tirar sobre su adver-
sario, pero si no lo lia hecho no podré exce-
de de inn I muto el verĀĀĀcaĀ'Āo . a contar des-
de (lue ha sido herido, Ó dos minutos si li),
caldo CIL tlerri .
IG . En esta clase de duelo se pueden lar
('.os pistolas é cada uno de los adversarios .
poro los testigos no podrén consentir que asá
se haga si uno de los adversarios se encuen-
t''a en eI caso se•uila(lo en el art . ĀĀ del
Ā, …o Ā .
Ā7 . Si los testigos convierleu cu dar dos
pistolas é cada uno de los adversarios, el mis-
cada
mo par ĀĀĀ puede servir é uno (le ellos,
uno ha de tener una pistola de cada par Sin .
embargo, Por consentimiento recáproco (le,
ambos adversarios podrén servirse (le las su-
yas siempre (lue los testigos lao se opongan .
l Si los accidentes ele esta clase (le duo-
las ',ĀĀ Ā conformes ;'( lo CXpresado cri el ar-
ticulo ĀEĀ, po(inin los testigos detener el com-
bate despuús dile se hayan tirado cuatro tiros,
á menos que no haya resultado un herido, pues
eutonc( s cl combate cesa, de derecho r el he-
rido, si no ha tirado simultélloalnente aĀ reci-
bir la ball de su contrario . tampoco podréé ti-
rar ci) razÓn é (lie sil adversario, teniendo
todaváa una pistola cargada . conserva una
venta,… a .
Ā9 . Si el (hielo eoll .tllaila se vuelven a car-
n'ar las pistolas de la misma man 'ra, pero no
en el caso (Āe (lue hava un herido, aun(lue
este lo pila, si los testigos Ā(Ā Āo consienten
lanénll'lelneilte .
'2Ā . Si allo de los Combatientes os herido
(') huerto fuera de las reglas del combate . los
testigos deben observar io proscrito ell los
arts . 2Ā v '2Ā del capitulo IV - .
Duelo é pistola en marcha interrumpic a .
Arar . l ." llegados sobre el terreno los tes-
tágos, marcarén las distancias entre 45 v -)Ā
pasos, se tra . aráll dos láneas entre ambas dis-
tancias, lana de otra (le Ā5 é 2Ā pasos, que-
 - Ā6 -
dando autorizado Ó cada uno de los con i- ba-
tientes andar Ā5 pasos .
2.ú El sitio que cada uno debe ocupar se
tirarÓ Ó la suerte, la que igualmente deci(lirÓ
cual de los dos debe elegir armas .
Ā.ú Estas serÓn enteramente desconocidas
de los combatientes y de un mismo calibre y
dimensiones .
4 . ú Los testigos cargarÓn las pistolas a
presencia. uno de otro, Haciendo conocer Ó los
de su adversario la medida de la carga, intro-
duciendo la baqueta por la boca del catién de
la pistola .
5 .ú Los testigos conducirÓn Ó su ahijado
al lugar que la suerte le haya desig na(Āo .
G .ú En seguida se acercarÓn al coulbatie`il.-
te de la parte contraria para que este les mues-
tre que nada lleva sobre su cuerpo (lue pue(la
neutralizar los efectos de la bala : si se negare
Ó ello se considerarÓ corno negativa Ó ba-
tirse .
7 . Ā Las armas serÓn entregadas Ó aquel
que la suerte haya designado como debiendo
elegirlas .
<8.ú Los testigos se colocaran Ó un mismo
lado y Ó corta distancia de los combatientes .
9 .ú El testigo designado por la suerte se
acercarÓ Ó los testigos y les leerÓ las condi-
ciones del duelo ; en seguhi da la, serial di-
ciendo : ĀĀ"arc7tad .
ĀĀ . Los adversarios se ponen en movi-
miento uno en direccién del otro, pudiendo
variar de posicién sin alejarse mÓs de dos
pasos de. la lánea derecha que conduce :'( la
in- PodrÓn marchar en lánea recta en
(ficha )iĀ, no inoverse si lo juzgan con-
veniente, apuntar sin tirar estando en marcha .
detenerse. y tirar, pero al primer disparo uno
y otro campeén deben quedar innié files .
ĀĀ . Aquel de los dos adversarios (lue no
haya tirado podrÓ hacerlo . pero sin adelantar
un paso .
l'?. El (lue llaga tirado debe esperar el
fuego de sn adversario en la inmovilidad mÓs
cornplet ;l . pero su contrario sélo podr .~ tar(lar
medio mini t(~ ('.n hacer fil e-go . S I pasa este
preciso <<rn,ilio sin tirar, los testigos le llar :Óii
bajar la pistola .
Ā :Ā . El herido podrÓ tirar sobre su adver-
saĀ •i o, pelo ĀĀĀ tendrÓ rn'(s (llle ĀĀĀĀ minuto (le
tiempo para yei'Āii('al'io .
( Ā duelo continua (Ā( be .l ubserti arse
las reglas hates consignadas si rosultase al-
gĀĀĀĀ herido : a(ĀĀĀ(iue (Ste (ĀĀĀĀera colitlllliar el
combate . ĀĀĀ hĀ(irÓ ha('.ei'lo . :Ó IllenOS (ĀĀĀĀ 5ĀĀ5
tesiigĀ5 lo consi eĀĀtaĀĀ .
Ā5 . Si alguno (Āe los adversarios es muer-
to (') bel-ido turra de las reglas del com~l~ate .
los testigos deberÓn proceder como se explica
ell los arts . '2Ā y 2Ā del capitulo IV .

Duelo Ó pistola en lúnea paralela .
ART . Ā .é Llegados sobre el terreno, se tra-
zarÓn clos lúneas paralelas Ó Ā5 pasos una de
otra, teniendo cada una de ellas de ĀĀ Ó Ā
pasos de longitud .
> .é En el sitio en que lea de te .uer llegar el
combate, escogido con la mayor escrupulosi-
dad p osible . s e echarÓ Ó la suerte c- l lugar que
lia de ocupar cada combatiente .
Ā .é La suerte decide igualmente quián lia
de ser el primero ii esco~>'er entre las armas
destina(:las al combate ; el insultado ;;o(IrÓ ser-
virse de las suyas propias si ' stÓ comprendi-
do en el p•rratb ĀĀ (lee capútulo T, estando en
la obligaci…n de liar una su a : crsa .rio, (quien
podr i reilnsarl .~ y servirse de las
4 .é Si los testigos estÓ .ii de acuerdo eel
cuanto •. permitir que se sirvan de pistolas
pertenecientes ii ĀĀĀĀĀ (te los combatú ates, ()
i uno de los mismos se halla en el ĀĀ.5Ā ĀĀĀ ,
artúculo (lue precede, el prol)ietario de las
pistolas debe dejar la eleccid de una (le ellas
a su ild~'er e rúo .
5 ." !)c h aberse convenido por los testigos,
cada ĀĀĀĀĀ de los a(h, ersarios l .o(lr ( s( r, il s (le
SUS arini?s . V no sie ido asú . S(II , lti'lĀa-
les … pertenecer ĀĀĀĀ nmis ĀĀĀ p†l' (~(' Ā)lstola .
-Ā9-
(Ā.é Los testigos deben cargar las armas iL
presencia uno de otro, lo que llavún vor al
testigo contrario, introduciendo la baqueta en
el caii…n de la pistola .
l. Los testigos coiidueirÓll IĀ su alnlgĀ)
al lugar que les haya sido (lestillado por la
raerte, colocando Ó calla adversario (i la extre-
midad (le la lúnea paralela trazada una en-
trente de otra .
Los testigos se acercarÓn Ó los com )a-
tientes (le la parte adversa . (Āehieudo demos-
trarles clac no llevan sobre sú nada clue pueda
neutralizar el efecto ele las balas . 'Poda nega-
tiva equivale Ó rehusar el combate .
9 .é Aquel (le los testigos desi hados por
la suerte se acerca Ó los combatientes y les
leeia las condiciones (eel (ĀĀĀĀ.ĀĀ .
ĀĀ . Los testigos, despuás de entregar las
armas aa los a dversarios . se colocan (los detr(is
(le uno de los combatientes y los otros (los
detrÓs del otro ; colocÓndose (le manera clue se
hallen al abrigo del f(le`-o, pero (le modo que
Ā
puedan detener el combate si Ā4 caso lo re-
gniere ; el destinado por la suerte pronuncia
la palabra ĀIarchud .
ĀĀ . Los adversarios IIĀarclia',LIl elltonces
ĀĀĀĀĀ sobre otro, poro calla uno en direccidu de
la lúnea que lee lea sido trazada, (le suerte clle
marchando pol' esta linealĀ se eĀĀcuentran
Yimados de 5ĀĀ adversario hasta 5 pasos, sea
 -4Ā-
que Óste Laya marchado (') se ]laya deteni io .
Ā2. Cada uno de los adversarios puede de-
tenerse sin tirar y marchar sobre su adversa-
rio que haya tirado, pudiendo cada uno de
ellos tirar ú voluntad .
ĀĀ . Si uno de los combatientes resultare
herido puede tirar sobre su adversario, el que
no est-,'L obligado ú continuar marchando, pero
para hacerlo asé solo tendrú (los minutos, ú
partir desde el momento que Baya sido herido .
Ā4 . El que ha tirado primero debe esperar
el fuego de su contrario en la inmovilidad
mús absoluta : pero este áltimo no debe tardar
mas de medio minuto para tirar : si no lo hi-
ciese asé, los testigos le obligarún ú abatr
el arma .
ĀĀ . Si el duelo hubiese (le continuar se
procederú de la misma manera ; pero no po-
drú serlo si hay un herido y los testigos no
consienten en ello .
Ā6 . Caso de ser herido • muerto fuera de
las reglas de este duelo alguno de los adver-
sarios, los testigos deberún obrar conforme lo
expresado en los arts . 2Ā y rl del capétulo IV .
Del duelo ú pistola y ú la se…al .
ART . l .† Esta clase de duelo es de los que
requieren mús escrupulosa atenci•n, porque
en Ól se trata de la vida y del honor .
2.† Llegados sobre el terreno los testigos
seilalarún con la mayor escrupulosidad posi-
ble el sitio y la distancia . que (lobe ser de 2 > A
Ā5 pasos .
Ā .† El lugar de los combatientes se ]lecha
ú la suerte .
4l .† En esta clase de duelo es necesario
servirse (le armas desconocidas ú los comba-
tientes y del mismo par de pistolas . El i nsul-
tado . s i se halla en el caso del art . ĀĀ, capitu-
lo Ā, podrú servirse de sus armas, ú condici•n
de entrega]' Ulla de ellas ú su advel'sal'lo . que
poda: rehusarlas (') ac'eptarlas (') hacer uso de
sus armas .
5 .† Los testigos deberún cargar las pisto-
las unos delante (le otros, mostrúndose reci-
procaniente la medida de introdu-
cicndo la baqueta en el cail inl de la pistola .
(> .† Ā)espuÓs do echar ú la suerte el sitio
que cala adversario debe ocupar, los testigos
les conducirún al que les corresponda .
ú . † La eleccĀ si se trata (lit mismo par
de pistolas, se echa ú la suerte, ;'i‡ menos que
uno de los adversarios quiera servirse do las
suyas por convenio unúnime de los testigos .
2 ; . † L-no de los del ofendido, si el insul-
to es de la clase quo expresa el art . Āl . ca-
pétulo I, ú Ól corresponderú dar la sedal que
deberú precisamente pronunciarla en el pre-
cis,) intervalo de tres a- ĀĀUCVt, segundos ˆ de
 42
dos Ó seis, es decir, tres seg undos entre cada
disparo, 6 lo ( :lue es lo mismo, nueve segun-
dos entre los tres tiros ú seis . Aro estarÓ obli-
gado Ó prevenir Ó los testigos del adversario
de la elecciun que haya hecho entre dichas
dos maneras de (lar la . sellal .
9 .é Si el insultado no estÓ comprendido
en la clase del artáculo ĀĀ del capátulo I, se
echa Ó la suerte quiún ha de dar la se•al .
ĀĀ . Dicha sellal en los casos de los artácu-
los que preceden se da por medio de tres pal-
metazos con intervalo (le 2 ĀĀ6 segundos entre
los tres golpes .
ĀĀ . En el momento que los adve Barios
hayan recibido la se•al, deben montar las pis-
tolas, teniendo la boca inclinada hacia el sue-
lo esperando la se ial .
Ā2 . Al primer palmetazo clue. oigan, debe-
rÓn levantar el arma, pero entre el primero y
segundo, hasta el tercero . pueden apuntar . al
tercero, se encuentren 6 no preparados, tira-
ren simultÓneamente .
Ā .Ā . Si lino de los combatientes tirase an-
tes del tercer palmetazo () medio segundo (les-
pues, se considera l como ll ll hombro desleal ;
y s i inata, como un asesino . Si tirase antes
del tercer palmetazo su ads : ersario, podrÓ ti-
rar, empleando todo el tiempo que quiera en
apuntar.
Ā4 . Si uno de los dos combatientes ha ti-
ralo al oir el tercer palmetazo, seg…n la regla
establecida, y que su contrario permanezca
apiiutando, los testigos deben arriesgarse Ó
ponerse entre los combatientes y obligarles a
Ó abatir las armas, cil cuyo caso, los testigos
(le aquel que lia obrado seg…n las condiciones
estipuladas, pueden pedir otra clase de duelo
y rehusar úste y los testigos del (lue no habla
disparado reconvenirle rigorosanlente .
Ā). El testigo encargado de dar la se•al,
antes (le verilicarlo, dira en alta Ā oz : -<< l coed
†presente, se•ores, que el honor exi,ie quo
†cada uno (le los adversarios tire al oir el ter-
cer palmetazo, sin levantar el arria antes del
†primero, no dclueneo tirar hasta oir el ter-
†cero : voy Ó dar la se•al de los tres golpes .†
-Lo que procede sea ejecutado sew uidamente .
ĀG . Si niliguno de los combatientes fuese
herido y el duelo contin…a . deberÓ procederse
como se tiene establecido para esta clase ale
(hielos .
Ā7 . SĀ alguno de lus adV'ersario Viese muer-
to … herido fuera de bas recias establecidas,
los padrinos oc coudllelrÓll Beg n lo expuesto
en los arts . 2Ā v 2Ā fiel capitulo ĀV .

C APÓTULO `'II
DLELO AL SABLI~ .
art . Ā .ú Para esta clase de duelo se necesi-
tan dos testigos para cada uno (le los adversa-
rios, uno de los cuales debe tener el sable des-
envainado en la mano : en cuanto sea posible,
los testing, +s procurarén que los adversarios
usen sabl encorvados . congo menos funestos .
2.ú Ā,Ā fiados sobre el terreno, los adversa-
rios no se pedirén ninguna explicaci(')u recá-
proca, defiendo correr •sta al cuidado de los
testigos, cono apoderados de los adversarios .
Ā .ú lle pu•s de escogido el terreno lo més
Usual que posible sea para colocar é los c am-
peones . so marcaré el respectivo lugar de
cada uno an pie de distancia dle la punta de
los sables . cuyas distancias se calcularén (')
se fijarén como si los adversarios estuviesen
tendidos , fondo .
4 .ú i. ; ogido por suerte el lugar que cada
uno deba . ocupar, los testigos eond icirén a,
cada uno :le ellos al lugar designado por la
suerte .
5 . c Para esta clase de duelos pueden usar-
se guantes : pero los testigos del insultado, si
•ste se l~alla entre aqu•llos de que trata el
pérrafo ĀĀ del capitulo I, podrén exigir que,
no se usen guantes ; sin embargo, los adver-
sarios podrén usar de un guante ordinario
… (le un pafmelo, cuidando de que •ste no
cuelgue .
Ii ." Si el insultado se halla en la clase coin-
prendida en los artáculos ĀĀ y ĀĀ del capátu-
lo I, y quiere servirse de guantes llamados éé
la C) . isppán . su adversario puede servirse de
tino (le igual clase, v si lo rehusase, podré
ser~~irse de •l el insultado y su adversario ciel
de sa liso propio .
~ . ú C'uan(o ambos com atientes hayan
ocupado el lugar designado, los testigos deben
medir las lhojas de los sables para que sean de
igual longitud . Si son gemelos los sables, se
echan é suerte v si aho lo fu e`en, la misma
suerte decidiré (le la elecei('~n : pero si son des-
proporcionados los sables para el combate,
•ste deberé aplazarse .
4 .ú \o obstante, pue(Āc prescindirse (le lo
prescrito en el artáculo anterior, si los adver-
sarios pertenecen al mismo regi)niento, sir-
vi•ndlose de los s tiles de sn uso ordinario,
siempre que la empllfha(lura este montada do,
igual manera .
9 .ú Si el insultado se encontrase en los ca-
sos ĀĀ v ĀĀ del capátulo I . podré servirse de
las armas (le sn ilsĀ, pr~'sentando una de la
inisnla especie é sal a(lversarlĀ . (llhiea podra
relntsarla y servirse (le las suyas propias ; mas
si la diferencia de los sables fuese desventa-
josa para uno de los adversarios, toca Ó, los
testigos resolver la dificultad aplazando el
duelo, Ó menos que los testigos del adversa-
rio no presenten un par ele sables que conven-
gan ' los testigos del insultado .
La elecciún pertenece en este caso Ó este él-
timo, asá como en la clase de sables adoptada
la elecciún pertenecerÓ Ó su adversario .
ĀĀ . Los testigos invitarÓn entonces Ó los
adversarios Ó despojarse de sus levitas v cha-
lecos y se acercar~án al compai -tero de la parte
adversa, quien les mostrarÓ el pecho descu-
bierto para. evidenciar que ningén obstÓculo
se opone Ó la punta ciel sable ; la negativa (le
parte del requerido equivaldrÓ Ó su negativa
(le aceptar el combate .
ĀĀ . Terminados estos preliminares, aquel
de los testigos designados por la suerte e-
,
.-pli-cara Óa los testigos las convenciones del duelo,
entregando las armas Ó los adversarios • inti-
mÓndoles que esperen que se (l(', la
Ā? . Colocados los testigos al lado de sus
respectivos allijados, aquel que haya sido de-
signado por la suerte da la palabra ele Alar-
('kad .
ĀĀ . Si antes (le si,'nilicada la sedal las
puntas de los sables se han juntado por volun-
tad de los adversarios, esta sedal equivaldrÓ Ó-
la se…al no dada : pero si esta acciún uno la
provoca, siempre debo ser considerada como
vituperable .
Ā4 . I na vez dada. la se tal, los adversarios
pueden darse estocadas (') golpes de sable, a ( l-
lamando, retrocediendo. encorvÓndose y to-
mando las posiciones clue mÓs les convengan
para lierir A su adversario : tales son las reglas
de asta clase de combate .
Ā5 . Avanzar sobre el adversario que se en-
i cuentre en tierra, cogerle el brazo áo tocarle
con el arma, esta enteramente fuera (le las
regias del combate .
Ā6 . Se consideraráa, como des armado el ad-
versario curo sable se hava desprendido de su
mano por efecto del arma de su contrario eú
porque se le nava caádo la su va .
Āi . Cuau(lo uno ele, los adversarios fuese
herido . los testi 'os deben suspender el corll-
bate hasta (file Ā llZgmien convelllellte que Con-
tii.iée .
Ā8 . Cuando sin .lue nava lain uno ele lo :s
adversarios ĀĀerido, alguno (le los testigos cre-
yese debe suspender el combate, lu significarÓ
al testigo (le. s a contrario, levall-
dĀĀ'lglf`Il( .lose
tando el bastún ú sable que tenga en la mano,
y si recibe respuesta afirmativa por medio de
i,'nal demostraci (') n, se suspenderÓ el combate .
ĀĀ9 . PodrÓ convenirse de antemano entre
los testigos suspender el duelo Ó primera sau-

- s-
gre, segÓn la gravedad del asunto y el senti-
miento de humanidad lo dicte .
2Ā . Si ĀĀnĀ de los combatientes muriese o
fuese herido fuera de las reglas establecidas
para el combate, los testigos procederún con
arreglo ú los arts . 2Ā y 2Ā del capétulo ĀV .
Duelo al sable, sin que sea permitido
estocada de punta .
ART . Ā .á Para esta clase de duelo, debe
servirse, en cuanto sea posible, de sables riue
no tengan puntas .
, . .á Requi•rese tambi•n dos testigos para
cada adversario .
:Ā .á Despu•s (le Haberse •stos entendido so-
I re el terreno mús apropiado al combate, se-
la.lariln el lugar y la distancia donde (legan
colocarse los adversarios . midiendo estas dis-
tancias de modo clue tendidos •. fondo los
combatientes la punta del arma llegue J sĀĀ
pecho .
4 .á Los adversarios podrún servirse (i('
guantes Jl la G'risl~é~a, siempre (ĀĀĀe ambos
adversarios puedan usarlos ('( puedan serles
suministrados it cada uno guantes
). Las armas deben ser de la misma clase,
sin ninguna diferencia y ademús desconocidas
para los combatientes ; si •stos perteneciesen
-- 49 -
al mismo regimiento podrún usar de sus sables
eon tal _lue scan (Āe la, misma clase
y est(_ ii
montados (le la Inisilla manera, .
I (l .á Los testigos, despuc s (le ]label'
Sortea-
d) el sitio que deben ocupar los advers Ār :o ,
Ā colocarún <ú su ahijado ell el sitio que Āe ~ . o) _
l'l'es.pon(la .
7 .á Los mismos testigos sortearún cmii
deba ser de los dos campeones el que a
las armas .
8 . á Aquel de los testigos designado por laa
suerte, explicara ú los combatientes las con-
venciones (le] duelo, llamando principalen, Ā-
te su atenciun que eĀĀ ĀIiĀĀg)'in
caso puedan.
darse golpes (le punta, ilitiln ;i .lulol .s que Ā
honor les obliga ú ello .
M Los testigos liar i (lespoiar de ro c
ú los adversarios, de lne coerpO arriba . le-
bierldo quedar en camisa hasta la cúnula :
pero sera permitido (l Ue Conte _l ven el ĀĀ5Ā lie
los tirantes, sl CSt :lll acostiĀIClhra.dĀ • servir-
se (de ellos .
L
ĀĀ . Los testigos prescnt,u 'ul ié, los comba-
tientes las arma` 7 dirigi•ndose al que la
. suer-
te llaga (lcsi^dado, pala que Cilla : y al enrre-
gar el ditiuno sable, a)lvertirún que los co :;l-
batientes aguarde… la serial .
i Ā . Los (los testigos (le cada ĀĀĀĀĀ (lc los << l-
versarigs se colocan al lado lb, sus ah ju , l gis,
4-
v dan la sellal del combate pronunciaurlo la
palaura Podeis come /, r' .
Ā2 . Dada esta serial, los adversarios po-
drjln repe tir, Ó voluntad, cuchilla das ; pero sin
servirse de la punta del arma, lo que darla
lugar Ó Ā,ĀĀ verdadero asesinato, toda vez clue
el adversario ĀĀĀ podúa estar en guardia Con-
tra semejante clase de golpe : Dero el elrpi-
llarse, inclinar las rodillas, retroceder . Or
vueltas alrededor de su adversario, es com-
pletamente lúcito : no debiendo ser interrum-
pida la accién (le los combatientes sin que la .
s
voz de los testigos . jueces del combate . inti-
men la orden de suspensién .
ĀĀ . Es obligacién de los mismos detener
el combate si uno de los adversarios fuese l!e-
rlclo, en Cuyo caso deber :In decidir si puede é
a
no continuar el combate .
o rÓn Ó redactar ĀĀĀĀ acta due consigue las con-
Ā4 . Si luso (le los combatientes muriese
fui .=e herido fuera de las reglas ciel duelo, los
testigos deben conducirse segán las reglas
ca
establecidas cit los artúculos 2() Y :?Ā del
IV .
CAP•TI - Ā,Ā VIII
Ā)Ā F . S. i :XCEi'CiĀ\ .ALRS-
Con mucho sentimiento . (lice el Autor de la
obra T~as(l'/o sobre el duelo . que va Ó hablar
de la clase de combates objeto (tel presente
capútulo, en la expectativa (lo que s(-all los
lnenos posibles . recomendando Ó los testigos
fine no se verlhglleit sino en casos ilnprevls-
toe . excepcionales, lo cual corresponde que
5(`ĀĀĀ escrupillusamente apreciados por los que
lúan (le ser ,jnecex del campo . Mas si Ā,Ā nece-
sidau impusiese seulej(lnt( s deplorables con-
tiendas . los testjO'OS deben slllel:al 'se estricta-
mollte a lax Ā)I'Ceix ;ls l'(`<_>'las (ĀĀĀe s,)l presento
como elementos do Cstll(ĀĀĀ : V obll~'ados esta-
dietones, (fille hanún Iil'iuar por las parties co-
rrespondientes, despu…s de Iirm das por ellos
mismos . No bastarÓ que lingen los te`tigo
dol adversario . Tampoco estÓn constituidos
en la obliga .cicún de honor de aceptar las con-
venciones en que hayan . convenirlo los testi-
gos del OdVei'sal'ĀĀ . nĀ menos hl'inarlas, pt)r-
(sĀĀe si el honor prescribo arriesgar la vida en
.
defensa propian no es lúcito jugarla al a, :ar.
porque seme~,ĀĀĀte CĀĀlse (le ĀĀĀĀeĀOS no son for-
aceptable, .
 Ejemplares, no pocos, hay de que duelos
de esta Óndole se verifiquen ú pie y ú caballo,
siempre que las condiciones se firmen por los
testigos de ambas partes : nias nadie estal'li,
obligado ú aceptarlas ni Ó firmarlas . En esta
clase de duelos de mera convencién, no pue-
den existir otras re las que las aceptadas y
firmadas por los padrinos (le una y otra harte .
En esta clase de duelos, si son i caballo,
los testigos deben cabalĀ ar tambián . Los ad -
_D
versarlos, cualquiera que sean las armas es-
cogidas . se colocan Óc 2- i- ' pasos y marchan el
uno sobre el otro . La eleccién del terreno y
de las armas se hace como en los duelos pre-
cedentes, que podemos llamar lÓcitos, y cu-
yos pormenores quedaliconsi nad gis, asi como
las condiciones establecidas en la primera
clase de duelo de cada, arena .
En el duelo excepcional no hay reglas fiara
el uso de las armas : la sefial para comenzar
la lucha abre el combate .
Si áste fuese con carabina, los adversarios
se colocan ú 7Ā pasos . La suerte decide quián
lia de tirar primero, '') se (la la se•ial por tres
palmetazos, tirando 't voluntad los adversa-
rios despuás del tercer golpe .
Si el arma escogida es el s coiocart't>Ā
los adversarios Ót GO pisos , y tÓ ĀĀĀ si han de
principio al
marchar, siendo la sei al que (la
Com batelas palabras pront .nciadl s por el pa-
combate
- J:~ -
drino : Podeis ti'iw… : pudiendo hacerlo los ad ver
sanos tÓ voluntad . Los fusiles deben ser del
mismo sistema : y se estipularú si los comba-
tientes podrún cargar ellos mismos el arma
para tirar cuando quicralt y del mismo modo
selialar hasta dVinde podrún adelantar .
Si el anua escogida es la pistola, las distan-
CĀas se marcan con arreglo ,L lo que prescri-
ben las rea las convenidas para el combate con
esta arma . y aun puede permitirse 't los adver-
warios tirar hasta á quema ropa .
Sin embargo, el autor recomienda, guiado
por nil sentlirllento humanitario, que no se
aver pieu los adversarios de diez pasos, cornu
ends adelante explica en sus observaciones
sobre esta clase de duelos .
`i uno de los combatientes obrare contra
las reglas escritas y tlrmadas por los testigos .
y cuya lectura les haya sido hecha, los r'tlti-
mou se considerarlin en el Caso comprendido
en los artÓculos 2Ā y 2Ā del capÓtulo IV .
Del duelo excepcional ú la pistola
a distancias cercanas .
ART . L" Repite el autor clue ning†n duelo
ezcepi,ional es legÓtimamente aceptable, se-
in las rerilas del llonor : advirtiendo en se-
un el,l clue Iui distancia de los adversarios sea.

J -
de. diez pasos, aconsejan(ĀÓ ú los testigos que
no sea aquélla menor .
2- , Seiialado que sea el lugar escogido por
los adversarios, se echa ú quel-tes el lugar que
cada uno delta ocupar .
Ā.á Los testigos cargan his pistolas, que
deben ser gemelas y desconocidas de los ad-
versarios .
4 .á Echarún (• suerte quién Cil( a el arma .
5 . á Los testigos echarún taliiblell a la
suerte quién lia de dar la seiial .
6 .á El testigo designado por la suelte di,-
be dar la serial (le dar principio el combate .
7 .á Los testigos conducen ú los adver-
sarios al sitio que les lia sido designado, de-
júndolos vueltos de espaldas .
S . á El testigo encargado de dar la sefial,
(lira ú los combatientes : … ite~t_ri†~ . se ;-‡o2-es ; (lue
ˆvoy ú ciar la serial, y cuidad ,le no volver las,
ˆcaras Basta que yo la Baya dado ; al oirme,
ˆpreparaos .ˆ Ā" después de llu pegite‰o inter-
valo, da la seiial en esta forum : ~'oc7tsis lirai .
9 ." Al oir esta sefial los adversarios, vuel-
ven cara uno Hacia otro v disparan .
ĀĀ . Si el combate contil(‰a servirún de
regla las mismas condiciones .
ĀĀ . Si los testigos observan alguna irre-
gnlarid~id en las reglas del c ombate . s e procé-
dera conforme <• lo expuesto esa lus art . . 2Ā y
2Ā del cap•tulo IV .
Del duelo e_ :cepcional pistola cam
una sola cargada .
ART . l .á Este duclo no es de proponer
sino en circunstancias extraordinarias . ~' ja-
mús sus proposiciones podrin ser aceptadas
dentro de las reglar del honor : ta n cande es
de por s• sola, la enorme responsabilidad gire
echa sobre s• el testioŠo de sui dueio excepciO-
nal, responsabilidad que acrece en muelo) si
`tepe que presenciar el lance. por ser a mús
peligros•simo, atroz, y s†lo conociendo los
deplorables ejemplo` que lia suministrado sit
prúctica, Consignamos (latos que hacen rela-
ci†n ú semejantes deplorables (lirelos . ĀWĀ>Ā)
declaro al mismo tiempo que niligilno de los
(sue acepten mis coliselos SC prestara ú aSIStfl
é semejante clase de desaf•os . En ning‰n caso
se emplear~•ll para estos duelos pistolas i -
ya(las .
2 .á Llegados sobre el terreno dos testi ;gc 5
correspondientes <i cada lino de los adversa-
t'ios, se colocan ú, ~)Ā pasos riel lunar en ripe
llaga de verificarse el combate, ,'r. inenos rlu.e
l:oV puedan mús cercoa peruiauecer ocultos ú i
la vista de los adversarios . Casa arase una
pistola, y s†lo se aparentarú cargar la otra .
inada esta opera-
sin Ā erifIcarlo, ti terminada
 -5G-
cic'Ón, harún la sefial ú los dos testigos que
permanecen al lado de los combatientes para
que vengan por las pistolas que haya prepa-
rado el testigo encargado de entrenar el arma
ú los combatientes, los que permiutecerún in-
mÓviles, y el otro testigo que ]la ido ú reci-
birlas se las entrega para que aquél lo haga ú
los adversarios, operaciÓn que se ejecuta sin
Hablar palabra .
Ā .á La elecciÓn, de armas, habiendo sido
sorteada de antemano, el testigo que las lia
recibido se aproxima ú los adversarios llevan-
do las pistolas il su espalda, y aquel que la
suerte ha designado para que elija pregunta-
rú : •.Derecha Ó izquierda? eniregúndole el tes-
tigo el arma que ha sido designada .
4.á Los clos testigos encargados de pre-
sentar las armas asisten solos al combate, ar-
mados ellos mismos, y se colocan ú tres pa-
sos de los adversarios : los otros testigos deben
quedar ú 2Ā pasos de distancia .
5 .á Es obligaciÓn de los testigos llevar un
cirujano para esta clase ele duelos, cuyos
efectos pueden ser tan graves como fatales .
G ." El testigo designado por la suerte al
efecto, lee ú los adversarios las estipulacio-
nes del duelo .
i Los testigos presentan ú los adversa-
rios un pa…uelo, que cada tino sujeta ú su
mano por la punta del mismo, debiendo antes
- Ji -
haberse quitado todos sus vestidos y inostra-
do su pecho ú la inspecciÓn del testigo con-
trario . La negativa (le prestarse ú este reque-
rimiento equivale ú la declaraciÓn de no que-
rer batirse .
8 .á La sefial del combate se da por un
palmetazo .
O .á Si uno tirase antes ele la se…al, su ad-
versario puede con plena conciencia hacerle
saltar la tapa de los sesos . Si el que haya ti-
rado antes de dar la se…al deja muerto ú su
adversario, los testigos estún obligados . por
un principio ele deber . ele justicia y honor, ú
perseguir al asesino por todos los medios le-
gales .
-L-
Del duelo excepcional ú pistola,
ú marcha no interrumpida y en l†nea
paralela .
En todos los duelos ú pistola . el (le que
voy ú tratar es el menos peli ruso, y si lo co-
loco fuera de las rrglas que dejo establecidas,
es porque puede ser tan desventajoso para
tuco (le los combatientes, clue reclama el asen-
timiento de los testigos para aceptar sus con-
diciones . Es, pues, recusable como hecho ex-
cepcional y exige las mismas formalidades
que para éstos .
Aur . Ā .á hle arios al terreno se trazarún

dos lineas paralelas de :Ā5 pasos y Ó 22Ā rasos
una de otra .
~? .ú El lunar clue deberÓn ocupar los COul-
batientes, una vez escogido el sitio Ó propési-
to, la suerte decide cuÓl de los (los adversa-
rios podrÓ escoger entre las armas destinadas
al combate .
:Ā." Dichas armas deben ser desconocidas
por los adversarios .
4.ú Los testigos cargarÓn las armas uno Ó
presencia del otro ; cada uno liarÓ ver al del
adversario la carga que ha empleado, hacien-
do al efecto uso (le la baqueta .
) .ú Los testigos conducen Ó sus patrocina-
dos al lugar que la suerte les ha destinado,
cuyos sitios deben corresponder Ó la extremi-
a-
dad de cada lánea paralela, uno frente del
otro .
6.ú Los testigos se acercarÓn Ó, los adversa-
rios, en representacién de su cliente, para que
les manifieste que no cale su. cuerpo nlngun
objeto capaz de neutralizar los efectos (le la
bala, cuya negativa equivaldráa Ó rehusar el
el combate .
7.ú El testigo designado por la suerte se
aproxima Ó su adversario y le lee las condi-
ciones ciel combate .
8 .ú Los testigos, despu•s (le entregarles
las arenas, irÓn tomar lunar dos de ellos de-
'Ó
trÓs de un combatiente, y los otros clos detrÓs
-Ul-
del otro, ce manera que est('éu al abrigo del
friego, pero en actitud de joder . eu casu nece-
sario . detener el combate .
La se…al (le que •ste comiencee se darÓ por
la palabra : illaá†claad,
9 .ú Los adversarios se dirigirÓn luso sobre
otro en la direccién de la lánea trazada, do
modo que siguiendo aquella se encuentros lo
mÓs Ó 25 patios de distancia .
ĀĀ . Los combatientes no podrÓn detener-
se, sino que marcharÓn simultÓneanicnte sin
interrupcién : al tirar deben continuar mar-
chando Basta la extremidad de la lánea, espe-
rando el fuego del adversario y continuando
la marcha .
ĀĀ . Si uno de los dos fuese herido . no ten-
drÓ para tirar mÓs que cl tiempo que tiene su
adversario para llegar :i la extremidad de la
lánea marcada ; debiendo llegar Ó e lla . n o Ó la
carrera . sino marchando Basta rec .ihir el
fuego .
Ā :2 . Si no ha resultado herido, es regular
detener el combate despu•s (le cambiado el
primer fuego .
ĀĀ. Si lino de los combatientes es herido
fuera de las reglas del combate, los testigos
se conducirÓn conforme Ó lo marcado en los
arts . '?Ā y ?I del capitulo IV .
La obra titulada Ensayo sob ;'e las )'V/as pic-
cepti , as aplicables a los duelos, é sea Ó los desa-

- 6Ā -
fios que hayan de verificarse sobre el terre-
no, haciendo uso de las armas admitidas para
esta clase de combates y que son : la espada,
la pistola y el sable, trabajo debido al seÓior
conde de Chateaui illard, se halla seguido (lei
juicio critico que autorizan con sus tirma .s las
eminencias sociales de Francia, juicio emiti-
do en los túrminos siguientes :
DECLA .RACICN
Intimamente convencidos los que suscri-
ben, de que las intenciones del senior conde
(le Cliateauiillard, autor de la obra titulada
Ensayo sobre los duelos, no lia tenido la inten-
cién de propagar la costumbre de los desafáos
y que, por el contrario, su propúsito no ha sido
otro que el de disminuir el n•mero de estos
lances, regularizarlos y de evitar sus funes-
tas consecuencias ; aprueban en todas sus
partes las reglas que recomienda se sigan en
la casi inevitable contingencia Āe que la fre-
cuencia de los duelos expone, convencimien-
to que los mueve i dar su entera aprobaciún
aĀ las reglas establecidas en dicha obra .
Firman esta declaracién :
F,l mariscal conde de Lobau . ex-par de Francia .
El mariscal conde llolitor .
El vicealmirante marquús de "-ereey, ex-par de
Francia .
El teniente general duque de . (luiche .
El teniente general duque (te lh-nuleau~ille .
Ā;Ā teniente general conde Dutaillis, ex-par de Francia .
El teniente general coude (le la Gran…e, ex-par de
Francia .
I?Ā teniente ,-eneral vizconde de C, ;~ai ruac .
I?Ā duque de `anls-Ta~annes . ex-par de Francia .
El general (le Fourolles .
Ā;Ā teniente general conde de la Houssay .
I ;Ā general conde Priant .
El teniente general barén Billar l .
El teniente general coude Caparede . ex-Ā' ;tr de
Francia .
lit general conde Card' .
El general Miot .
El general ~l . ele saint-Ion .
IU teniente ~ .'eneral Pierre Boyer .
FĀ general L . ĀĀern ;u'd .
El teniente ueneral conde Merlin .
.lo-
Ā;Ā teniente general de artilleráa conde Ā iliaret le
reuse .
El teniente general olignac .
T†;Ā general vizconde ltauconible . .
‡and
El teniente general (le artilleráa barén de Gourg ;
E teniente general Exelmans, ex-par de Francia .
El coronel de Rossi .
Ul duque de Istrie, e-,-par de Francia .
El principe Alex de ex-p,Ir de Francia .
ĀEl práncipe PoniatovcskN, .
 - r2 -
I';Ā conde de Plaisance .
El marquÓs du Bellemont .
El_ vizconde Curial .
El condo de \lontholún .
El general de Marti_nac .
El préncipe (metan Murat .
El marquÓis de QuÓmadeuc .
EĀ_ harán Ahignv .
7,Ā conde de Clermont-dont Saint .Tenu .
El conde de Langle .
Ā{• conde (I . de la Grange .
Ā';l vizconde de Contades .
conde N ilailav Coctgnen .
El ministro . que lo era de la (Aferra, en
Francia en Ā_8Ā6, cuando VI(') la luz p…blica _a
declaraciún que precede, aprobú en carta par-
ticular dine'†-ida al conde de Chateauvillard .
el contenido de su obra, si bien se abstuvo de
firmar la declaraciún . en atenci('nn al puesto
ofici Ll que ocupaba, ejemplo que eu iguales
tt'rininos sigmieron las autoridades investidas
de carros
ĀĀ oficiales .
- GĀ -
CXP‡Ti LO _ĀĀĀICĀO _ĀI .
OBSERVA CIO \ES RELATIVAS LOS ANTELIORES AR-
TICULO,, DEI, CUDIC+O ĀĀE LOS DUELOS, PUR EL
AUTOR DE DICHA OBRA, EL CONDE DE II :A'l'Ā ; .Ati-
VILL .ARD . TRABAJO CENSURADO Y APROBADO EN
LOS TIiRMINOS QUE I'RBCEDI'iN POIL LAS EMINEN -
CIAS iIILITARP,S Y SOCIALES DE FRANCIA ? CUYOS
NOMBRES ANTECEDEN
Observaciones diol Conde
de Chat eauvillard .
Diferentes honorable, ; sujetos, (lice, me
hall dil'Ā ldo observaciones ˆlne Inuuclio les
ap''radezco y que nĀ‰ lie apresurado a someter
al competente criterio (le los eminentes cen-
`'(
sures (lu, mi obra . Y teniendo la vista dichas
adiciones, me complazco on Parles cabida por
medio de lo Si mentes preceptos y mejoras .
las quo con entera confianza adopta el autor
del proyecto de Cúdigo de los huelo. .
(I) Escrito lu que acabo de reproducir . ha tenido el
comentador de la- olira qnr precede, ocasiún (le conocer
y apreciar un nuevo proyecto do Cúdigo del duelo, de
que es autor el Con lo Da Verger saint Thomas .
.
En la parte preceptiva Ó histúrica onda aŠade esta(
ulna de nuevo ni de interesante que no contenga su -
tanciahuci(te el tratado (é(4 seŠor Coude (le Cliateauvi-
llar(Ā, cl cual ofrece la importante circunstancio (le ha-
hPr merecido una al(roleIei…(( (ine SUScrihcn lo lnáS

Sobre la Ofensa .
DifÓcil ;es decidir ú quién debe esta ser
imputada . El Hombree ú quien se dirija : una
groserÓa podrú no formalizarse de ello, al paso
que habrú sujeto que se dé por ofendido por
una simple contradicci('ln, tomando por una
injuria grave lo que muy bien pudo sor tan
solo un acto impolÓtico . Al paso que podrú
haber otro hombre que Habiendo recibido an .
bofetán, alegue que lia sido objeto de un grave
insulto, de lo que podrú querer prevalerse para
pretender (larse por ser el ofendido . ',- fundare
en ello para reclamar la eleccián de las armas .
En semejante caso la mayor dificultad consiste
en calificar el agravio por considerarlo corno
tal el interesado, opinián con la que se confor-
men los padrinos (le la parte adversa . SÓguese
(le ello que para formar la debida apreciaci ;in
(le la ofensa, Habrú que especializar la grave-
dad (le la misma . cual lo serÓa el Haber media-
do golpes . Por el contrario, si el ofendido lia
autori •i ados exponentes de todas las clases de la socie-
(lad francesa . y inIs especialmente del ejército, ol .e n, sin
emb(u ;o . la del Cunde Du Verger Saint Thomas, que
ofrece el especial interés de contener la descripcián de
notables duelos que lÓan tenido lugar en Francia, des-
lnlés (le publicada la antedielia obra, observacián +lue
sálo hago en el interés de los que lo toman en esta( espe-
cial clase de literatura .
()s -
sabido contenerse, su m ode .racián debe SĀ~ 'ie
tenida cri cuenta, para. considerarlo CĀ,ĀĀo sien-
do el que lia recibido la oletl,sa .
Is lujo no puede . por consiguiente, sus-
tituir su p, rsonalidad al la de sa padre y debe
su,jatarse al juicio de los padrinos, y- Mara (jue
el lujo pueda, tomar como suyo ci agravio
llal)r… que apreciar la ,g ,rag-edad (le la ofensa
y que cl padre no haya . por su parte provoca-
do cl agl'a io por otro de igual importaiicia .
Se requiere, en suma . que la razán esté •l e
parte del agraviado y - (pic la ofensa sea e -, i-
denteinente _`,'rave . La repal'aci ii reciomailal.
por el hijo Belie sel' apreciada por los pa .'.ri--
nos los que pueden y (ideal no autori agi_' CI
chelo si el insillto no lia sido l' lpablc .
Dell duelo y ~Ā e su ec, i?orimientĀ .
EĀ hoiubre que quiere Latiese lu Hare
now-']]("Iute pard - eitmĀP llii a. .'rai~ iĀ á l arat i'
† sit adversario saittslae( i :'lii de la iuilnia se
le hava inferi(lo . Si (A iuS~ objeto do la
reclamar ‡cii es fuuda(Āo, la raz '(li esta Ā ú de
Ā Arte Bel quo no Hav e Ā)'c' c'ailo . ( l lied se
liail(,rá Cn el Caso de rC tues) ec in falta quo
hava cometido
. v' en reparaei('iii do la real en-
pon, su vida . MIMA seria, sin la in~i?(Āl'
du la . que († e t'eiisor rceoliorie.se su Mita, ; w v
ev,'al 'n 5ĀĀ~ cĀĀĀ .; `CUOUCias . Poro mayor dilta
 -66-
Sena si se emlle lace sin suficiente razÓn para
elle en tomar venganza ele aquel que da
recibe la satisfacciÓn (lue se requiere y d quien
la suertee y su derecho le (.la la elecciÓn de las
armas . ~~veces lia sucedido quo los padrinos
Ó los amigos de uno de los contendientes .
(u iel'an tomar venganza de la sangre derra-
mada, empciidndose en que se derrame toda-
via rois sanare, llegando has -La acusar la mo-
ralidad del adversario . En semejante caso la
equidad rechaza apelar d lo que las costum-
bres de los duelos cil uso en los tiempos que
ya pasaron y en los cuales se practicaba que
los amigos ele los combatientes tomasen parte
en las luchas personales . Sucede tainbiúli
noces que los amigos de los que van al terre-
no aspiren d tomar parte en la lucha . Semejan-
te pretensi('in condecirla ic perpetuar los lances
(le honor, piles .seria lo mismo clue continualé
poniendo en peligro la sida del hombre que
se lia conducido con nobleza, y que in alible-
mente acabaráa por sucumbir admitiendo la
m~ i~iima ele entrometerse en los duelos
nuis que los padrinos
. est ri s ., rlca ;~ee passa gw
-6 -
PosiciÓn y deberes que d: los padrinos
i • cumben .
~ĀĀĀĀtĀĀ)lIi aIlse estos deberes seg…n las clr-
cunst,anc : is y seria materia (ĀĀĀ l'e(Āllt'l'li'ia
todo un' (no de controversia . Entra por m ud er
en la el( : . ;iÓn de pa(lri ios la cii'clinstancia
(lel car.'(ctar moral y de la esperiencii en se-
mejantes tolla vez que el deber los
obligo † ‡acrp nier su opinion en calidad (le
jueces del dillpe . hasta llegar iá la (ĀĀ venga-
dores ( l . váctima . s i uno de los combat .ientes
lia sido lterido Ā(Iltan(Āo (i las reglas del hielo .
segiln las coil(hcitti(e ;i establecidas nˆ;es dá'
llegar al terreno .
El padrino viene Ā ser como el eon cser dc'
atni~o quo lia depositado en úl su coil iau~a .
y std ~garlo Ā á,'flilid,lr silentio sobre las
('( ĀĀh( l e?Ā('ia's ĀĀĀĀĀ dStC,, Ā)ĀĀe(le llal)erĀe ĀĀf'cho
respectO Ā lo (lue ll ?'Ā ĀIIĀĀĀfĀĀ :'ĀĀte puede el alii -
jado exigir . Ságuese de elle cine un comba-
tiente pueda requerir del padrino haga c?!aaato
el lrauace se er/ác (') in-
sistir en que se lleve adelante, nia ei)rnlente si
lo lnoti'ail consideraciones clue eus no] von un
secreto . Puede tambiún el allijado reclaniar (le
se padrillo qn evite que se lleve el lance
Ā
a(lelanto, con tal (lue su Nouer quede Ā salvo .
Si las ĀĀr :>l)osiciones (ĀĀ .te el ĀĀsi(lriuo recibe no
 - CIS -
cuadraron con sus principlOs (le ii)aor . des-
puÓs dĀ disentir Cola los padrinos del adv ersa-
sario, estarú autorizado l retirarse, pero sin
decir lo (lue el hombre quien representa le
haya confiado .
Mas siendo los padrinos jueces de la nece-
sidad del duelo, han debido en las conferen-
cias preparatorias con sus alojados re rCĀ:~i's('
el derecho para declinar SĀĀ asistencia, ,l Ollie-
r
nes no se presten <d obrar de conformidad con
los deseos de la parte que representan . El
derecho é desistir del duelo debe ser reconoci-
do, tanto por el ahijado coleo por parte (Āe los
padrinos del ads ersario, toda vez (lue si estos
l'iltiulos propusiesen al ahijado algo que Óste
considerase como Contrario é su. honor, Ā , si
Óste, eu el caso (le que se haya hecho dema-
siado tarde para proceder (á hacer uso (le las
_armas estando va sobre el terreno, puede re-
cusarse nn padrillo, dCsi mudo en el acto el
sujete que haya de reemplazarlo . Es, por con-
siguiente, ĀĀĀĀ (leben Para estos latimos de elu-
plear la calina el espiritu de coliciiiaci(~u sin
separarse de lo que exigáa el punto de Honor,
debiendo obrar seg('in sn rectitud les dicte
y corno si ellos mismos fuese i interesados en
el lance .
Debo ser perfect mente a(l :nitulo como con-
forme d las prescripciones (let honor, aceptar
la eventualidad de parte (le los ,padrinos, (lue
--( ;9-
Óstos se retiren de seguir interviniendo, pues
habráa hasta groseria eu lie '--arse d admitir
pr_tensioiles liudadas en motivos < aledleros .
No d( lac a(lulitirsc, sin enlb,ar`,'o, Como rc,lla
la retirad i . toda voz quo el abuso en fa,~ilitar
flue se retiren de su coinproirliso, si del lilis-
mo se seI ai'an sill •notivo …llildado, pues se
coloraráa el Clec lu hiciese en una thisa posi-
cidu . †IĀ,lstante severo ins he mostrado, dice
el autor, con el recalcitrante ([lie no asintiese
Óá lo que dejo indicado .‡
El hombre que ha ofendido pero (lue ol'reco
reparaci(') il ' aunque ella, no sen aceptada, no
Ocupa yu el Iti ar de agresor. Sin que p,o ello
pue(Ia sufrir sll honor ni tampoco la coilside-
raci('~n ale los padrillos .
Ea,; uu principi(i reconocido Glue consiste
en (lue jamés (idle un hombre prov o( ar ˆ ĀĀĀĀ
duelo ni pr ; tender hacer armas contra su
acreedor, si uicutlu e de ello, (ĀĀĀĀ la Provoca-
de un lanc:, motivado por asuntos de di-
nero, no es adnli iblelcolitra nu acreedor . Los
padrinos llo doberéli consentir ('lie sa ahjado
se bata siendo doudor sin Ālaber p,ag,a(io
antes, pees el asuili ) tiene 'iii aspecto justi-
ciable y deja (le ser un lance (le alunen . Dono-
sa manera de piar deudas seria la do aspirar
al derecho é matar al acreedor, y- pur cunsi-
&"ulentc, los padl'liĀĀs ĀĀl‰'. ilO ;dell ~n ĀĀĀiĀl'-
raciOn Āˆ lui (ĀĀĀĀ Ā Ā (le esta cl ase . deben C'ĀĀĀ` ie-


- ll -
liar por escrito que ĀĀĀ consi( aten en ,~Ā etar su
en los duelos Ó la espada, sielulo la razún de
ministerio en casos (le semejante ĀĀ itu aleta .
Lo mismo es aplicable en Materia ĀL intere- Clue asi se Haga la de que, en nu duelo al que
asisten cuatro padrinos, serÓ m,iis fÓcil enten-
ses pecuniarios si el acreedor pro ,osase al
deudor . derse que eon súlo dos, recomendando asi el
interás (le que el lance, de. Honor no se liaga
Es un deber de parte (le los Ā "inos no
demasiado p•blico y pueda mejor guardarse
consentir el uso de la espada en un alce en-
tre un maestro (le es TinĀĀEĀ y la el secreto, asistiendo eĀeĀĀĀs test igoS V ademas
que
parque el uso de la espada es menos peligroso
no lo sea, Ó menos que el ofendido eu haya
que el de la pistola . sin que deba dejar de to-
recibido una bofetada ú una il ,; liri_' ĀOO parte
marse en cuenta, elle á. veces es embarazoso
de su adversario ; fuera, de este caso adver-
tener cuatro testi os . lo que, sin embark o . no
sario del maestro (le esgrima deb ler la
debe omitirse si el asunto es de gravedad y,
elecciún de las armas . Esta regla se impone
por lo tanto, requiere poder contar con cua-
como un sacrificio que los urofesoros de este
tro testigos . dos para cada adversario Los
arte deben considerar serles ilnpuesh) por el
combates cou sable son nos diféciles de regu-
lugar que ocupan en la sociedad .
larizar que los de … pistola y por esto exiggenn
Sucede algunas vecess aunque no con fre-
tambián que sea,ll cuatro los padrinos .
cuencia, (lue los adversarios deseen c ambiar
Estos pĀ(h'Óll llegarse Ó (pie sea permitido Ó
sus armas en los casos en que los duelos son
i los adversarios separar con la inane A lll rOt
Ó la pistola y en los que se permitéa ambos
contendientes batirse con sus propias armas . la espada de su adveĀ'sai'lo, Ó ]Hellos que haya
COĀĀĀĀI'mldad Ā,ĀĀ (pie as" Se a.ullque sO
En casos anÓlogos pueden los padr7llos con-
(larse
conviniesen en ello las partes, debe
ceder Ó sus respectivos clientes la fa+ ;untad de
Ó los que adopten el uso de semejante
cargar ellos lais nos sus arreas, cnn~-inien-
COĀĀdĀCĀĀIn, que alejar seria SliprĀ7ĀĀĀĀ'la, eĀĀ ra-
(lo antes en la cantidad de púlvora (lue se lea Ā
zen ,é ser difécil advertir cnu'undo se permito
de emplear . Cada adversario deberÓ . arpar su
apartar la hoja (le la espada, si la enano del
arma Ó presencia de los testigos (,e Ll adver-
,ye il aparta se hiere por un movimiento ma-
sario, pero ĀĀĀ pudren hacerlo si las arenas no
.eui,lal á inovitable . Se liait visto casos eel loti
son las suyas propias .
flue al hacer urjo de semelanlte convenio, el
Un solo padrino basta para cuid i . (ilvi'nsai'ĀĀ
 - Ó 2 --
mal no haya podido evitarse ni aun por los
(lue obrasen con lisura y sin malicia .
Para evitar el inconveniente ( propúsito del
caso de la tolerancia é clue me )lo referido, se
cita el de un hombre forzudo, que viéndose
en el caso de cojcl' el arma (le una persona é
quien no ha ofendido personalmente, toda vez
que cu i'hItinio resultado (le él ha dependido
aceptar u rehusar semejaálte condiciún . Pero
los padrinos deben tener gran cuidado de no
dejarse enga•ar por apariencias aceptando la
elecciún de las armas del adversario que se
diese por inutilizado fásicamente de manejar
la espada ú el sable . pues el cinc ha sido apto
para ofender t.t otro, debe contentarse con sa-
per hacer uso de la espada para acudir … la re-
paraciún que esta en el Caso de ofrecer . Si lin
cojo, por ejemplo, fuese el a resor, toda vez
(lue ha insultado, se halla atenido a aceptar
el arma escogida por su adversario (seg†n lo
prescripto en los artáculos ĀĀ de los capátu-
los (.) y lu , mas podr…, en compensaciún de
la facultad quee le niega el Ā8, escoj
el arma que le parezca menos desventi>josa
para su defensa . Los cojos se han aplicado de
preferencia el uso de la pistola, lo que debe
ser muy tomado en cuenta por los padrinos
para quo sea permitido il aquél hacer valer sl,
imperfecciún fásica .
Los padrinos estén debidamente autorizados
para suspender el cohábate SĀ resulta realllleil-
te un herido, toda vez que es lit, deber de cor-
tesáa hacerlo asá, citando se cree que el herido
es el adversario y (file movido por esta con-
vieei oi no conserve el adversario su aptitud
en iuaraia . No esh'Ā, sin enlllarw, adinitido
OU las estrechas re,i'las del (hielo
. (Ille cese el
C‡Illllatee el cual debe ser iilterrĀĀĀĀĀpido si as_
lu disponee los padrinos .
Es . con todo . (le preveer que se presented
casos ed los quo lui adversario de mala fe
(liga (lue se halla herido aprovechando la va-
cilacion que su reclamaci('ou haya podido oca-
sionar para tenderse A I (ĀĀ(lo y lierir ii sa ad-
versari(i foroo al oir la voz de los padrinos lo
adversarios, heridos ú no . deben parar en el
A uso de sus arnlals, sopesa (le contravei(ir é los
preceptos establecidos actes de que comenza-
se el combate . 'i durante la lucha, los padri-
nos notasen la niCnor irre gJlaridad por parte
de los que Chan, deben cou eneluii y aun i'i
riesgo de sus peĀ'sones, ii(tei'ponci'se susp('ll-
der el combate, y para mejor cluliplir con su
deber depura ohsei'vai'se CoiĀĀĀ l'e ''la en esta
clase de duelos que los padrinos asistan … la
contienda teilleudo en sus mallos sus espadas
desenvainadas . ˆ fin de intervenir y hacer
respetar su mandato' siendo de observar que
h,(Ā ejrull~lns de que los comhatieutes lavan
desconocido la voz (le atando, accidente cou-
 - i -
ura el cual deben estar "'uy atentos los pa,lri-
j-
nos, Ó in de imponer su autoridad, en primer
lugar por la fuerza, y segundo por el r~z2 z-iste-
rio (le hz 7e'ú . Ó. la glue deberÓn apelar en roi-
iindicacién del derecláo com•n el fuero
del donor, si en el lance han mediado circuns-
tancias que acriminen la conducta, sea de los
adversarios, sea ele sus padrinos .
Observaciones sobre los padrinos
y sus obligaciones .
Rara vez sucede que los padrinos se indis-
pongan y choquen, siendo de suponer que los
clue son escogidos para tan delicadas funcio-
nes, est…n animados de seiitirnicntos de ho-
nor y de delicadeza y sean sujetos de huella
educacién, cualidades clue ofrecen la garant†a
de que sean aptos para entender cli tan deli-
cados asuntos, para los que se requieren ltom-
br‡e s que, inspirados por el sentimiento del
deber, es de presumir logren un resultado
equitativo para armas partes adversas . En el
caso de Surgir deficiencias (le ol)ˆZléll entre
los padrinos, sc hallarÓn estos eu el caso de
apelar Ó la ii tervenc.ién ele honorables suje-
tos, y si puede ser ele acreditados militares,
para que intervengan como Órbitros en las
diĀ'err ,idas ede opiniones entre los mismos pa-
drinos
hespu(Ós de haber …stos llenado sucesiva-
mente las funciones de consultores, (le jueces
del punto de honor y de conciliadores en lo
posible, técales tambi…n obrar ea calidad de
mediadores . ii fin de obtener en •tvor de sus
ahijarlos las mejores condici(anes posibles, sea
para transigir el lance é para ir al terreno, eu
cuyo •ltimo COSO rennen las cualidades U
jueces de la contienda, desde cuyo rnoilien-
to deben preocuparse ante todo de ser seve-
ros y justos si el combate llegase Ói presei:itar
accidentes contrarios Ó las reglas convenidas-
antes de estar los adversarios colucados fren-
te m† frente uno del otro . Desde a(luel momen-
to la primera y mÓs sagrada obiigaci('m del
padrino, es la de estar dispuestos it dar testi-
monio de la verdad, preocnp•ndose (lei deber
ele llenar las funciones de ses cros j noc es (lei .
Campo .
Observaciones sobre el drieio Ó la espada.
Ll(‰gados pa.drinos v adversarioss al terreno
en ci ` ue hava de ~'eriticarse el cO Ā )ibiate, cuyas
condiciOnes h .tn d(,bido sereonvennias de ante -
lllano y muy Ā r incipalrneilte. la de si el comba-
te ha (!e seen • primera sangre ('i Bas fa que uno
c e l os com )atieittes quelle inntd izado para pro-
seguir conil~atiendo, Se ocltparÓii Ā()s padrinos

de elegir el terreno . medirÓn las espalas, sin
perjuicio de volver ú comprobar la dian[lsi('Ān
de las hojas al poner las armas en manos de
los advesarios y escoger cada cual la suya,
segén la suerte que le Laya cabido al arreglar
las condiciones .
Se tendrú cuidado de que las hojas (le las
espadas no están melladas . siendo muy de ad-
vertir que cuando las armas tienen esta irn-
perfecci•n, puede la espada del contrario verse
detenida • desviada • ser la herida que oca-
sione (je, mayor gravedad .
El paénelo que es permniti(lo canals los com-
batientes en su mano derecha para sujetar la
empnDadura de la espada, no debo colgar .
pues de fintar los picos del polluelo, puede
esto embarazar la vista del contrario . sin per-
juicio, no obstante, de lo chin grava podido ser
convenido Acerca de las c,)ld(~IOne ., del duelo .
No debe.. permitirse que los combatientes
lleven en los bolsillos d(,l chaleco ;.linero,
medallas ni retratos que puedan desviar la
punta de la espada de su wlversano . nues lia
ocurrido repetidlas veces gire ibis moneda, una
cosa de adorno (i un retrato en el bolsillo de
uno de los adversarios haya bastado para
salvarle la vida .
Nada importarÓa llevar semejantes r rs nar-
dos siendo ástos recÓprocos eu ambos .Ā Ā, ( rsa-
rios, pero eu otro caso es j into y debido obrar
como queda dicho .
Los adversarios deben naanif(ester que no
llevan eu el cuerpo ninguna precauci(')n capaz
de disminuir el golpe de su adversario .
Si en el ardor del combate ambos lidiadores
se tienden ú fondo, puede suceder que no se
advierta que uno de ellos está de~ :ar(nado ' en
cuyo caso deberú (:ilserĀ'al'se lo prevenido
acerca del combate espada . pero cuando ha-
~ 't
ya podido ser notorio !lue uuo de los cotnl)a-
tlent es esta desarluado debe, sin esperar la
VOZ (lo mando de los pedimos, dar nn paso
atras . (luedandose en ir,tar(lia .
Si los padrino < hubiesen observado quo uno
de los (Irte combaten hayaa dej .ulo caer la es-
pada, roed' nab~les inter , cuir, V si uno de los
, -
adversarios se lia ido i rondo v hubiese obrado
contra hts leves (ICI duelo . dell, IĀ los padrlllos
proveer segura el caso io r'equier'a . En los casos
de que se trata . toca ú los padrilaos obrar se-
versarlo,,
la
Āa
g]Ā
, ĀĀ
El combaticttte quá haya herido en re~~ …'_(t r't
su contrario debe detenerse y dar nu paso
atrús . ĀĀĀalltetll Āladose †c.mpre eu guardia
; Idas
como a Illelamido acontece que Ulla pequelia .
herida apenas se siente, el combate no glebe
cesar, ú menos (lue en opilto'>Il de los padrinos
asÓt corresponda que se verifique .

El motivo de este precepto se funda en que
sucede i'( reces que el herido continÓa en ha-
cer uso de su arma, en cuyo caso su ad versari )
estarú autorizado Ó defenderse, pues il veces
sucede que el que lia herido zú su contrario sin
advertido, viendo que continÓa su af~l'esléll .
no estii aquel obligado Ó detenerse .
El co :nhatiente herido puede é no continuar
luchando si asú le conviene, pero necesita
para ello la autorizacién de sus padrinos .
Del mismo "lodo el herido puede é no con-
tinuar el combate, siempre que sus padrinos
se lo permitan, debiándose observar clue no
pasen ln ús d-ee diez minutos desde la suspetl-
sién del combate Ó su continuacién .
Observaciones relativas al duelo •
pistola .
El duelo en que se usa de esta arma es el
m is peli7roso de todos . Prástase comunmente
poca atencién … que las pistolas sean é no
rayadas, condicién muy delicada y Ó lo que
uo deben prestarse los padrinos, siempre (lue
uo haya ciclo condici(')n aceptada el que asú se
verifique .
Despuás de haber hecho uso de pistolas
rayadas, muchos se arrepienten de ello por los
efectos mortales t que conduce el que sc veria-
C
†l)
que . El punto (le "lira (le las pistolas suele ser
lizo,
pero debe cuidarse de que está bien
sujeto . enes puede presumirse que la malevo-
lencia é la traicién, compa‡~eras del odio, con-
dujesen -ú tul padrino procaz á) lú- tul adversario
(lue se sirviese de sils propias armas :Ā remover
de antemano el punto de mira, y aun podrúa
ser que colocado en el sitio desde donde debe
tirar . en el momento de e jecutarlo . a l
entre-
garle la pistola, variase dicho pinito de mira,
ad(llliriendo asi Ulla grail ventaja sobre sa
adversario .
], :il los casus en que las distancias no se
May all medido Ó gusto dei adversario d quien
la suerte haya favorecido, podrúa escogerse el
tármino medio respecto • las distancias, pero
no podrd.n ástas ser menos de Ā5 pasos y 2--)
-4Ā para el duelo tú la seiull .
Tambián (Iebe prescribirse (lue cu los (luc-
los que llevan la condicién de tirar los com-
batientes mnai'cllando, puedan a' atizar basta
diez pagos .
Si los testigos no lle asen u ú ponerse de
acuerdo sobre las dlstallclas, se recurrirÓ A la
suerte . siendo tambián admisible en) semejan-
tes casos (lue los 'padrinos se pon an fin
acuerdo Dara transigir la difiere"c.ia entre la
opillién de uno y otro adversario .
Cuando se Dallen de acuerdo las partes
sobre las distancias, debe escubersc Un terre-


-Sl -
no unido, CUĀJaĀĀ(lĀ (lue C ĀĀĀĀĀ C e los t'i)ĀĀĀ do . decéa el alnbro del aultor- quc
la elecci~'bi
tientes no sea colocado delante .de un obie o (le, las armas es ei solo Ā)ri~- ile' io que
Corres-
que cubra sn cuerpo Ó pueda servir d(o punto ponde concederle . olliuil')n (lue be
sustenĀ(lo .
de mira para sĀĀ contrario, debiendo tambiún ,piad . en su comunicaci(')n, como padrino
.,n
evitarse que los combatientes tengan el sol )') varias oca folles .
nn aire fuerte de cara . ApĀ'eslll'oĀĀĀ ", replica el autor d('i
los deelos, a someter al criterio (ĀĀ lus
Existen divergencias de opiniÓn y entre CĀĀĀiĀL"Ā-
tes censores (le mi ĀĀ)rĀ), Ia, OpinK ('Ollt'arla
ellas la de que eu . ai,_'nnos casos pueda conce-
dei ilustre aĀnĀgo <'I ellv :ls Observa('ĀOnes ele
derse <i uno de los combatientes tirar prime-
he reterld) .
ro, punto este acerca del cual dos sujetos (le
El artéculo di(' .' (,Ā (cĀ que tra-
eles ada categoréa hau transmitido al autor del
ta lel (lucĀo li Ā)i,' llrme . mantiene ('Ā t)rinci )iO
GÓrljo (le las duelos, las siguientes observacio- de que ei ufen(lido sĀ')lo se le concede la
nes, de las que dace aciu(~l uso en su obra : á No ei e -
( , i)')u (le v si la injuria (ĀĀĀĀ Ilnl :iese le -
comprendo, opina uno de los sujetos éI guée-
('ĀĀ)Ā(ĀĀ tiles!' i,'rave . silo so' le ('OIlci'I ('l ( Ā
nos se refiere el autor, que la distancia deba -
I'cCIIO (Āe tirer I)Ā'Illli'l'u. si Āa d ; átancla s(e 'a
Ā
influir sobre la naturaleza del c ombate . n i l 'Ā Ā :) Ā)a5 ., V- p ..)Ā (ĀĀĀ ' ĀĀ) flleulta(Ā ,l(.'
tampoco cÓmo las distancias pueden influir en tirar el Ā)rini(, rĀ nn iĀ ., Ā al reirIA)
los accidentes del mismo, si el insultado tit- ĀĀO2 `~' :)II)(_'.s . silo csta!)le(`i^I)iĀ') ~l ;l(' le (llstl''-
ile derecho 2Ā tirar primero siendo la distancia via áeĀĀ t :I.ĀĀĀĀ)Ā('ll A i)) j)amOs .
de -2 .5 pasos . .Las m :is veces el o'cndido tira ll il )'Ā (luciO 'r 7á )LC(r) %,' 9,, (ĀiICl : lu
Y. .~.C, .il-' .
primero, aunque no siempre usa de este dere- ĀĀĀĀĀ de. los ĀĀ(lVet ari )~ hll tirlldn, rĀ , ec
cho, pero estando reconocido debe serle con- sera a su Ā)Htnl .e ( . elnl (l:I p) ..Āi adelaiit :Ir l! c -
cedido .• ta Ia liuee suClala(iii Ā(,u ;Ā titer . porn ('Ā a(':v _ -
Ā
á Todos los preceptos (]ue contienei mi CÓdigo surio, nĀ c .<t ; ĀĀ(ĀĀ OĀ(lĀ a,lo l'I a(ĀcĀ ;I)Itllr~, al
'9ĀĀ2-e cl (lr ele . Ie parecen
lnuy bien, (lice el )'ĀĀ('lleiltio dde sli adv-el'sai'lo, éi('Ā)Ā? sOillnient.e
autor, Āé otro de los elevados sujetos (lue lo, )'purer el tiro ob :;…r~luldo la posiclome (le e)/,
han (lirle'ĀdĀ ĀhSei'~ aCĀOĀĀC5 sobre su trabajo, ~(trr'rIi(c ĀĀ mejor qlu` Ie "('a po ,'iblo . Ell

las que aprueba en totalidad, excepto la (lue clase (IC (ĀncĀĀs el (lue mar(-Āa n- tirú
concede al ofendido tirar cl primú ro . sobre ĀĀĀĀ objeto tietle monos le ii : I
pensa-
i En el duelo a la pistola siempre ho


de apuntar, en cuyo caso la desventaja (le t_-

rar el Óltimo se compensa por la de tirar sobre (le iIlel; os
c.rttzados, voréaĀĀ los léltinlos
un objeto inmúvil . lnasiado ('XĀ)ĀĀ de_
por lo (lue (leber…u nece-
En los duelos marchando, si los adversa- sariament c c"Ioeaise
detr•s de stl parte
rios llevan clos pistolas y uno (le ellos es lle- ad~- er-
sa ~- <a la d " ('cĀl ;i para no ser
, alcatlza(l,is (Ā
rido, se requiere para igualar las c ondiciones . (le c ĀĀ ahijado . IPaĀĀ l
acercaild"~e a IĀĀedI-
cl e el combate se suspenda, toda vez que el da que lo, ('i)
;lĀbatientes Illar('iĀItĀĀ y acaben
herido se veréa expuesto al fuego de su adver- p or estar e :jionados
Irlos al lado de
otros ;é la
sario (le una manera desventajosa, llall .éndosc (istaucia de h (Ā,, ) . ( é de Ā
:) si se les lia se-
ál intacto y en uso de todas sus facultades fi- flalado las lin ., as de
nienor (listancia .
r icas, sin que deje de advertirse que si el he- IV Ius duelo , (Ā hr seM
si (.Ā intervalo (le
ĀlaĀĀĀĀĀetazos que loti l i ; los
rido conserva sus (los tiros intactos, las
pro- ldrlll"~ (ĀeĀ)en fiat )
hacer la sell!i (Āe flĀC%o . 'Ira
Se igualan . Y en cuanto _'t que la ĀĀĀ so ha arro~p ladu
`ĀĀĀtĀ'm`tno . ('Ā padriiio dc
acciún sea desventajosa il ano de los advers,-(- ciel conĀĀ>iticilt ( '
sane tirar no tlhri ;i dur la (lue
ries, hay que tener presente (lue obra set†al (l(O fi(ego s ĀĀĀ
lentamente,
lĀara que su allijado
la suerte que le lia tocado . pueda :lar . , .i
su pullteréa Iola su
Es tanto Us admisible la eficacia . _ l cotil,rari(>,
padrino (ln ('l
mo que It" Supiese (liar lien,
cuanto que no podréa verse sill reĀĀĀĀ7 rancia d(-
Ā- ( Ā,ĀP la ;~i;‡aĀ lo mils pr(luto
un hombro intacto hacer fuego sobre nn quo pueda . ii
fin de lrirali :;ar la s(tlleriol
q m, ˆi ,l,i(Ā del tn :és dies-
no siendo menos lnconveniellte el tro de lo clos tirador('s . I,,sta
aquel de los dos adversarios que ha perinaue- claw (lc duelo . ,
no ofrece ventajas ;site i ,Ā
. los qu( est,éii nnl~
(eido intacto, recibiera dos tiros • lusa d i-stall -
ejercitado .s cil el tiro .
( ..a, md'I.s cercana : clase de duelo al que acabe Es corr(_,cto coil liar la
facultad de lar la se-
e referirme, que lleva la conipensaci+'>u de rial ele /?le jo al testigo (tel
véctima- adVersario (lue ha
que no puede haber mds que una recibido l .a of(-,usa
rails brave, de la que se
^E c el duelo (s léneas paralelas, aunque deban habla en el (,apitulo S .‰
del presente CÓut(io ˆ
marchar ĀnĀ( Sobre otro los (los a(Ā~ ersarios, En su lugar cnrrespoiidicute
queda consib-
las distancias no deben ser menores de Ā) pa .- nado que cti esta ( , !a ,,(,,
de (ĀĀĀĀĀĀ se delle dis-
os, en atenciún • que los padrinos marchan parar al eio el tercei ˆ f)al,Āaeta
.:o, para disparar
a' frente de su ahijado, y siendo este combate siniultÓnea!nclite, disposici(',n fund~ida
eu clue


sc tra` ; dÓ co : , :l Inn rave . t,,) ,'úa ver 'z

ella se j u ya la vida ei lionoi .
5e d: (lue en las diversas re,fas
Ā Sewvaolone -i so re Ā oe dt? _'io
lire se den pu -a el combate a la -pist ,)' Ā . ('Ā ĀĀĀ ;-
al sale .
rldo uo tenga tiempo para tirar, y ilcil es (_',\ -
plicar su fundamento . Como en el duelo Lú pie
-e lia criticado al autor de (luo se. desvúa
firme uno tira despuc's de otro y tieneil los (leI objeto (Ār 5il olora, (lue e . el de
adversarios tiempo para apuntaé, se ('oLice(Ā(, disminuir el lianiero de duel(s . si e, posible .
,ĀĀĀ minuto ĀĀ (ĀiĀĀall no hubiC5e tirado no s(,,
dl'tt)nlt'ĀĀ ; ose en ĀĀjaĀ' ill~,ll'lailii'llll llfé,' todas
hallase herido . Aero dl:'il(' couccd('rsel ,, doble la :; i'ú la . oue deben que asú
tiempo si lo estu -\- ie:-e . parece que se propone cream en l'rancia lin
EĀĀ el duelo marcdalido, como la lnar : ha, llo mievO úrlú'llel'() d(' dlĀ ĀĀ5 . Ā)tludo esl)('Glilles
se interrl'LĀĀĀĀpo, si ĀĀĀĀĀ) cavese llelado pier l su Chilli 'Āt)Āl ;'~ para (lue en los (iue 5Ā Ā-eĀ')iĀ(luen
contrario la opeiáll ĀĀe"-ar al •)-into 5(Ā :_El ;l - al salle i+ii"(laĀĀ dal'se olpos Ši_, punta .
lo, on CUY Ā Caso ('s dc, tod" C(luldad co' c der- l le (' : dĀ allo, di< e el eutor cri,*i . a l o . a l ) ( r-
=e un minuto mats para, ( Olnlieus<lrl(' ei no po- - aelĀTles especiales (Ā Ā. ..5 e (' l e ( e. tl istes coIl -
ler (lisCrĀinail' 'a (ljstiIiiciLĀ . (lue lĀ 5 -Ā)ar Ā(' tlli'?'ell('Ā lall)ul <l(lo par el de ‡ ,
Ā' ) de i-oĀĀĀ .i'Ā-

su adversario
.
t
huir ii lllln SO ( ;ĀS[lli :lllVĀl . e,i nun' o Iii' l(os

ho contrario se practlca eli ei duel-o … M†

‡-
(ill ĀĀ5 ti' , l lill ‡o r (lo Ā :i . iĀĀer ~(Ā (pĀe 5ĀĀl''‡' ellos
se
:(, pLĀCSlo (pae uila
Z'L u ĀĀi '
;;%Gil 2'iG~Cl'ˆ'i!9ibĀĀ2(cr
l'('lil(,l)Ā . (' mando 's( :rĀĀ)ĀĀ( 5ĀL t ' ta(i(l el 5Ā‹Or

aa tirado el priĀĀĀer dispa.ro. delen pers,l(i.lle,- ('on( e :( t'IvŒteall~- ill lru . ,-t_t n ''n( (~~(' propLles-

c,er ‰ĀĀĀĀeios ambos ad~ersarios: alas 5Ā Ā)ĀĀ .'

(l .
to . dire, ilisilĀĀLllir [i)s ;'MIS de il•la toleren-

llos Ā_la sido ĀleridĀ, ĀĀo p .)r eso

Ā)ICrie su `. eĀĀ- (Ia (le la pile taut) se lla .l!)IĀ'‡a (Ā,) . y ĀĀĀ ‡Āis p ;er-
(- , •lilnr`. ‡Ā ele
-‡a;a de seguir ĀĀĀar lia.Itb . y nn
tlcularlli('LĀtĀ aillĀ l't'~ ; Ā ('.lo a la ('lass'" de (ĀuĀelos
Ā ar . bene y de (jlle se trata, lu) h il)Ā( ĀĀW) Sido de Uso po-
`ĀĀĀĀĀĀ)Ā le sol )i' a Āa• ;l
. ĀĀei'aĀ c_Ā l+rallcia . los dil('.Ā(> ll sa.l)le, por lo
v-oluntad para ejce tuna
due ((pp lai (lel)eu eoĀ : .,i!l 'r . rse e, .(: .oĀ classe de

duelos corilo importCCi('Iil esi :r,ul,ll'ra . ` 5((ln .

dic.c .~Āc tratado dc fulula-

(lo emi fa rousidera(' 'In ac Ipir cl (Ā(iĀ',lo al wils


con j)u9itaes un combate en que la ierida . mÓs
leve debe hacerlo cesar ; duelo, por consiguien-
te, loco peligroso y glee lava una injuria, no
como venganza, estando por natilraleza limi-
tado a primera sangre, por todo lo cual, con-
tinlúa diciendo el autor, he creúdo disminuir
las contingencias de los (hielos dando al del
sable un carÓcter legal . sin por eso dejar (le,
afiadir (lue se muestra reconocido 2i los auto-
res de las obser~-aciones que sobre este punto
le han sido dirigidas, habiendo sido i)Ā'iucipal-
mente inspirado en el temor de (lue en los
lances de (ficha clase, uno de los presuntos
adversarios, en el furor (le la l),-lea y hacien-
do uso de un sable sin punta, leo se conside-
rase comprendido en les pÓrrafo .é á?.) y ĀĀ del
articulo IV, como asú habrúa pedsuceder
no habiendo especificado las c,),Ā ii 'iones del
combate que el ,tutor ha creúdo (l(~i)e tuante-
ner. Siil embargo, a•ade el y por no
desatender las indicaciones que le han sido
dirigidas, declara que si alguno de los adver-
sarios que tomasen parte c i esta clase (le due-
lo, no fuese bastante (lueilo de ;ú inisulo para
propasarse Ó dar una estocada Cd-u punta, lus
padrinos escarian ere el deber de sacrificar flu
par de sables, quitÓndoles la pfirlta, pudiendo
tambi…n, aiiade, permitir que en dúas cuya
. los C'vĀ :Ā(Āat ates
temperatura sea nilly ĀĀ'ú,'
conserven el ĀĀ"() de un
il!
la camisa y taĀĀĀblell que resguardasen la cara
con liiia careta (le alambre, como las que ~e
usan en lus asaltos y on las clases (le esgrime,
al latiendo Ó los preceptos Cie su obra con rela-
ci†n al uso del sable . quepndieudosucederque
el combatiente que tie Āú su adversario desar-
mado deberÓ dar un paso atrÓs, quedÓndose en
guardia . Y para ser perfecto caballero deberÓ.
usar, a•ade el autor . de la delicadeza (le con-
tinuar retirÓndose si riese herido Ó su advci-
sario .
En esta clase de duelos, tanto los testigo
tonto loti advel'Sal'ios . (leben seguir los llli -
)nos preceptos (lue, los fornnilados para el duo-
Āo Ó espada .
r
Observaciones sobre los duelos
excepcionales .
e'-lin las costumbres de los franceses, paraa
que ĀĀa sido escrito el C†digo de los d'velo . , ~
el uso de estos combates h :lsta para satisfacer
lu necesidad (le lavai' una afĀ'enta, opinando ;(
ll ;l('nĀ seguido, que esta ('l,lSt (le duelos e`-
(opcionales deben considerarse cornu hijos de
na prohmdu sentiluiellto do od/o y/ de ?'e)lg(ln a .
El hombre paralútico, ilnputeilte, yaletudi-
nal'lo . que I,i a Aldo e har'delnent(? insultado,
podrÓ apelan'( la (lelicadeza de aquellos de seis

amigos que le sirven de pa(_lrinos para apelar
h un lance de los excepcionales : duelos (lue
por injuria de Óndole imperdonable reclaman
(lue sus condiciones se f jen y escriban con
grande estudio y sereno criterio, redactan, i
ĀĀĀĀ prolijo relato (le las condiciones del lance .
Ā)< Sno contento de expresaĀ'SC asĀ el seiior
Conde de Chateauvillard, aliarle : úPor lo que é
lui hace no puedo admitir la legalidad (le esta
clase (le (hielos, (lue adeinds de crueles de
suyo, ĀĀ ?ti ail la odiosa intencián de inevitablee
derramamiento de sangre, ti adCmés ; sobre
todo, la odiosidad del pelic, •r o (due corre el Hom-
bre de buena fe, colocéndose al fiente de un
traidor, Usando sido (IĀ un alma cargada .…
Semejan L~! extrae 7o tiende iL la reuĀti aci
de las co ~u :7lbres (lo los tipas Ā) :Lrl)aros, ya
lelos del c7Ā duc vivimos ! y (ic aquellos llanla-
dos jluciol de Dios, que invocaban los IlOm-
Pres de la Edad en sus feroces combates .
Los minuciosos casos (lue seuala el articule
tercero del G'ácli o de los duelos del autor fran-
c†s, dicen que esta clase de duelos sálo se lÓa
estampado con ánimo de evitar actos de trai-
cián, clue exigÓan la adopcián de precauciones
(lue diesen la seguridad (Ie (ĀĀĀe Se Oculte L,
l os co)nĀ)atientes Cuél sea el arma que esta
cargada, y- l aqu e lÓo . huchas han sido las re-
clamaciolles dira idas contra los duelos de
esta bérbara especie .
ú~.C‡mo es . dice cl autor . (Ille se nie dirija il
observaciones sobre due fie dado iniportanci ti
ell mi libro é que ĀĀĀĀo (lc los adversarios t ire.
n o escudo laa osa plstola carhada?
…Observad . me refiere nn presideente de un
alto cuerpo colecc•i ado, (lue en semejante cla s e-
(le dueio la sola probabilidad de e sr.a l )ar vivo
es la (le toner o ĀĀĀ la pistola cargada .…
Poeo ltnporta ea esta c'lasc dc dueios tirar
antes o de pu†s : coll la pistola descarga(la no
se Puedo Mar, Dero con la otra de S yw o se
puede . u viene, ~ˆ coilleterse lilla especie de
asesir:at en vez de asistir ,'L un lance de,
honor .
Kc uestni artiealo ĀĀ . observa el eut Ā, dice
Cl sujeto é Lluicu lie aindido, uo tiene sells(IL)
eonmtii . ?'. r, i) ;'l'i(ĀÓ'taineuiie l l ;a.l tirar ,uItes o
despu†s, toda vez q ue (le antcluanr la suerte
lia dc('.i,lido quesea Inuerto (Ó heri(l,) .…
ĀĀĀĀĀ
La impr†anci de tirar
la sir'uiente. (lice el Conde : ''ons'istc' en (lue
ti il ir bso cols until pistola carp il(la otra de ." -
car a(Ā<l . Ā)ne(Āe el (lue Ā`g'uora Āa opte le lia to-
cado l ii' i lr el si meute c<Ólculo : ú i tiro el
primero y mato ˆ ĀĀĀi a(iversario Le salivado
mi vida . Si nie lia toc-ado el arma desee.r -gac a
ĀĀĀĀ vida esta en Sil male . Si es Tilt ltoim Lbl'e
valiente y gellerosn, nie (ille(la ('Ā azar (le (ĀĀĀC
nie, concert, (u rule .…
Eil electo, el liolnlire (lue acalla de .ulrluirir
la certidumbre de que la suya se halla :L sal-
vo, debe naturalmente sentir un bienestar que
le inclinarÓ Ó sentimientos de generosidad .
A dernÓs, tirar sobre un hombre que no tie-
ne ya defensa . y Ó quien perdona la vicia, el
sentimiento de orgullo debe inclinarlo Ó con-
ceder un generoso perdún, que impulsa natu-
ralmente al hombre de mÓs duros sentimien-
tos de tirar al aire ú entregar el arma Ó su pa-
drino, prestÓndose Ó una buena acciún, ú al
menos asé por tal tenida .
áTodo esto se lo podrÓ decir Ó sé mismo, con-
tinua opinando el autor, y ailade que dejar
vivir Ó u.n malvado In•s, que podrÓ tal vez
morir Ó manos del verdugo : hombre al que ni
la opiniún, ni la conciencia plÓblica, le serÓ
tan misericordiosa como lo habrÓ ido el hom-
bre generoso que le haya perdonarlo la vida . .…
COM ENTARIOS ~ Plcl ; C EĀ>TOS Alnlcloxnt .us
.Ā L_Ā OBRA ~Oillu LOS DUELO, DE QUE IIA SIDO
AT7TOiĀ Ei. `n oa ('ONDE DE CnATExtivILLARD,
POI', Ā)o N _ NOiila iiOltItE, ;r),
IN I'PĀĀ)Ā"CCl()?~
\'i el espéritu (lue i .rf( )rm,L el Ti †á tá-lo sobre
los duelos, por el autor franc•s que deja cita-
do, Ili menos lo que sobre tul mismo asunto
ailaden mis comentarios y adiciones Ó dicho
trabajo, cinc tanto cr•dito lui valido de parte
de los hombres mÓs distiug-uidos en las armas
c omo en el gran urcUldo de brands, eu nada,
decia, disminnve cola relaciún Ó I,slla‡La l .z
importancia do cille sean obseˆ vidas ('OTlvell-
CIOllCs vol ilitarias glee regularicen las cor-tlll -
geĀĀci. Ās de los duelos . por cansas elite. ĀĀĀ C'A
del Ino ;ncnto dise, pr a.nalizar. para clue sea pa-
tente ol dcldorablc estado Ó (lui ; habéan llega-
do los preC'optos admitidos como ro uladores
do ĀĀs lamps (le honor . bajel los dos reinados
de Carlos T_A' l' eruan LoI V II . t'st~ulo de cosas
que. CU :ttl''ĀĀU ('ĀĀ ]os abl~'aĀ'l'nrlo (lias del ca-
loinarLlisrno . l?ra, entotlees mÓs difécil y elnba-

_ S,2 _
razoso regularizar . tanto en Madrid como en
las provincias, las condiciones de ill duelo
clue pudi('ra serlo en Cafreria, pues por falta
de convenciones generalmente adluitidas, era
deploral-lle tener que entender en lances de
ĀĀ(Ā )Ā .
.fil Óo dieu acerca de esto Iris lúltimos tres
duelos pobticos . veriHewb s en Madrid en Ā$Ā
é Ā~ Ā, cub os pormenol'es quedan sudeien-
-+-
temente explanados en su correspondiente
lugar .
`cale, ĀĀĀĀt s recuerdos ĀĀie ulueven. (i llar el
parabián 2, los Ā)lell llacidlos sujjetos de la so-
cieda(Ā . ma(lrile la, y tambián dÓĀ los; profesores
de esgl'•mmma . . quienes con sus oportunos asal-
toe renuevan V alimentan la practica y la ail -
cion haci_a uno de los ej ercicios Ings io`)los y
n…s t tiles d que pueden entre4'arse cuantos
viven mueven en tos Cúrhn os (Ā Āa moda
y pai'ticil)2ĀĀĀ de las exigencias d(` or len nĀĀĀ'al
(life la i;plni )ll imlpone .
\O cr('U (lne nlls eolIlnltal'L-;-4 Sobre ils Ā)l'†il-
cipios y reglas que deben segnirse en materia
de duelo, seau r,-chazados, ui ))or los hombres
(le la bueinl s ociedad . n i por los inilitares, nl
menos por les maestros dc arenas .
Si eel al o úllsCrep : Sell mis doctrinal sobre
tan t ra o astinto dc la opinion dc los llonll)res
de honor en general de los pr((lesores del
noble arte (le la es rima, dispuesto r_l halla-
r(ui a air Coll defel'eĀĀCia sus observaCiOllOs .
Y no (luiero despedirine de este espinoso
asllllto sin (le. jar consi ,'uado . eu prueba (le Āo
atrasa/lisimos (lue ĀĀĀ5 hellloS hallado ('n asun-
to (lue tan (ĀĀ Cerca toca ‡ la vida y al honor
de ĀOs ciu(ladanos . sip dejar eonsii nad) (ĀĀĀĀ
la lamentable nluertc del secretario (le. las
Cortes de Ā`~f†S) . ĀĀijo del Sr . Ā) . .losá d" Ol(uaga,
ˆ . Illanos de iĀĀĀ villn'ar !ll ;l.tachlll, tll(e (lellida a
la supina igllol'ail('Ā~Ā (.'on (llle entre ĀĀosotrOS
han solid) ser l'OĀl-lncidOs ios lances (le lunar .
La observaciones quo ule propongo a†la~lir
;Ālas artorizadas mienmas (lue sobre la apli-
cacion nc la costnnllu Óe ~'~ cstra~ - úos (lue lan
valido carta de v('cinda~l en Espaf‰a (ú los de -
sat'úos . rio sálo (ú len til de los til'nll)~)s caballe-
rescos sinO m"ús re('icutemeute al'Il . Nabi( nd )-
se perpetnlldO la prádira de los desi -i'úos hasta
la edad presente . ~- ('n~ Ā cr(la(i 'ro correctivo
revela la niauel;l (c tul,) puede Ilegar il l'('_'lila-
riza .Ā Ós e . a. pl'Upa~' .Ārs' V ;'L prevalecel' l~ aboli -
cilún de tan depl(irahle cOstnllllire . Ān(!. jor lue
par otro prncedilniellto al~'uno llo lr ú estu(liar-
se en los ejemp os (ĀĀĀe me pa(pongo citar colt
motivo de las cansas (l'c indole moral que rails
hall Colltl'il)llidO a, Macer ldesaparecer la c Ó) s-
tunlhre de loi . desal'úns entre la Sociedad in 'le.-
sa, r~,nlediu Cn~~a indue , sfĀĀo ĀO!~'rara . e\tcIi iO†
el predonlilliO de la (Āvilizaci('In y las costunl-
lires glle ('nĀ ( ĀĀ Clllll'a V lm)(litica .
 -94-
mÓs aspiro por medio de las observacio-
nes que il continuaciún expongo, sobre la jll-
risprudencia del duelo por medio de los pre-
ceptos que recomiendo, por lo equitativos que
serein, tanto para Espafia como fuera de ella, Ó
efecto de modificar los arbitrarios métodos
empleados para llegar l regularizar asuntos y
transacciones en las que se juega la existen-
cia de hombres cultos .
Observaciones preceptivas aplicables z
la jurisprudencia de los duelos .
Cuestiones son las de esta clase que no ca-
he dilucidar ni dentro de los preceptos de la
moral religiosa, ni tampoco con arreglo Ó las
condiciones legales de los Cúdigos (le aquellos
paáses que encierran disposiciones especia-
les respecto fi los lances (le honor, cuando és-
tos no arroban de sá circunstancias alevosas
que en ning)'in caso debe tolerar la opiniún,
ni menos la lei -, aun en aquellos paáses cuya
legislaciún no pena los desafáos .
Mas la opiniún y las costumbres han esta-
blecido entre los pueblos cultos preceptos que
legitiman una escepcional tiácitajurispruden-
cia, sujeta ,' re •l as de equidad y de honor,
aplicables il los casos en los que ciertas clases
- l…5 -
de ofensas, escapan (') no pueden ser, por satis-
facerlas los Tribunales de justicia .
† este vacáo se ha.n aplicado preceptos de
equidad, de moralidad y de buen sentido . que
un lo posible suplieran Ó, los usos gire preva-
lecieron en los siglos feudales y aun en los
posteriores: eii los que el derecho positivo por
medio de prag mÓticas de los l~,eves, autoriza-
ban los combates de que la historia lince mé-
rito y flue estuvieron todaváa en tico en Espa-
na en tiempo (le los Reyes Catúlicos .
† los preceltos sugeridos por la experiencia.
siguieron las severas ])roll ibiciones y el rigor
de loscasá`l osconqueenelreina.dodeLmsllIT
de T rancia se penaball los dnolos, pragmatica
que se, aplicú eu I?spa2ia con severidad y pa-
saron en autoridad de cosa juzgada en tiempo
de Felipe V .
pero la cetuml)re la opinion fueron mo-
dificando los rigores del derocho escrito . reem-
plazando las penas aiplical)les Ó los duelos por
tacitas convcnciolles encalnin idas Ó, moralizar
las exigencias impuestas por las Costumbres
`' el sentimiento del honor, (lue la experiencia
ha ido modificando, sin Haber hecho desapa-
recer el derecho ingénito (lue liacej nez al item-
Ā)re de lo (lue atbcta sn Honra, su decoro y el
respeto de su personalidad .
La costumbre del duelo La tenido sus .alte-
raciones en épocas l)astante reciente, y la ‡l-

ma puede sellalarsc corresponder Ó la espeele
de frenesú gne en los urimeros a~.~)s de la. res -
tauracion en Francia ClCSpel'tal'ĀĀĀlo5 é!`ĀĀt.ĀĀ'es
polúticos y el fu ror de moda . que en a(luei paús
hizo un juego, de efectuar duelos por mero
capriclio y Ó veces por simple apllesta de lie -
rir al adversario en detcrnlinado org 'ano (le
Su cuerpo .
X efecto (le establecer re~ál as de conilacta.
(lue no desafúen Ó las leyes, ni cierren la puer-
ta Ā satisfacciones personales Clue la costuin-
bre y el respeto que los Ālombres se deben unos
Ó otros han hecho ineyitables, ĀĀ :Ān acĀĀĀ•LĀ?o
por hacer prevalecer convenciones que soll)
esperan Clue el imperio de la costumbre lega-
lice su aplicaci("rii . entre cuyas reglas do con-
t . :u a pned( :Ā_ , la•_…icl~rs~, r,Āino do ;,mas lrl-
mados Ó P''e'~"alecel' los sieuientes procedl-
inientos : siendo el primero y el n),ús e,s(encial
(Āe todos †lue . (liando un Ālluiclnbro de la so-
ciedad se crea ofendido y ell cl caso de evigir
la satislaceidn personal . por medio dc las m-
)nas, clija padrinos (lue en el lucro hecllo (
hacerse carte'O Cie su deĀĀ('ada nĀĀ~ĀOn, ejerzan
el pal,pel, no sl)L) ya de testi os, siĀĀo de jueces
en cuyas Ā7Āanos y a ell}'o criteria sĀĀneti-Lil. los
al
ailijados, si lia (le haber lunar (') n!) "L lle', ;Ār
terreno de combate al adversario .
tiolulltad
Esta colVenei‡n t…cita c~.'bĀ~- c la
y ia libertad (te acciˆn del cliente, quien debe
- 9† -
troner entendido pone en manos de sus padri-
nos el cuidado de dejar ii salve sil honor
por
me(ho dn conciliadoras explicaciones Clue bo-
rren Āa llnella (le la ofensa, o) eu su defecto . Āie-
Ā- ando la contienda al terreno (le las arenas
.
Ā)e aqul Se 5Ā','lle lple los COIIiiiCtos dl' e-ta
clase . bien conducidos, encuentren con fre-
c,llencla seule ones Ó la yez aCeptallle6 V' hOll-
rosas .
r
Cuando no hat- medio h ;'lbil (le rĀĀĀe esto se
~'feclily, l ;l Ubli~' ;ĀCIOiĀ de los padri(los e` l ;? (le.
igualar el cnn irlte, no permitiendo (lue r ' a
se veriil)Ānc en condici(lnes irritlultes : teni-'u-
dosc mnehe cuidado (le que si Se ('res. (lue al -
g'liiio de los ;ulvel'sarios pos‰e l'('('ei uclúl :l su-
perioridad ell el arnla lple (leha elnl)ie ;)l'se
para el r'!ll',lielitl'(l, se li ;l`~' :Ā dl' nl) ;( ar Āe r ohas
(lue ĀĀac'ali desui airercr la (l'si,'~ ;' ;ll'l ;l-l . l!,'
ease tan)bit"'ĀĀ de elle (plie ĀĀĀ s ".ul Ā aruliisild l ~ s
los deel')Š iace; . le
coma rnu(licir')n inlune fa
por lOS ad \eisal'iJS . Ā'l'dll('Ā(''u les( la ĀiĀĀL
~;urosas rollait'iunl's . respecte al t ; rmiuo Iia l
(lei colllirlt~' . ui llue e :=tĀi 'le'i) :l ('('gal' eilan(L) (ĀĀĀ )
de los ads erslu i,)s (pieds i i.itih :ado nĀ(r ;i ( r,Ā
tinnarlo por dupe ibili(lad f'is :, a .
Como nlir (le las (send lli' COliiIi('lnliCS
ĀĀ ; m'ar al extrenin de nu Ā)oderse pr~'~,-
para ĀĀo
('indir dn apciar Ai. las annuls, sli lebe Ālr) (l( -' ;:.r
llegar l ;ls ('oidien(las al e\treiun de (pi' S'e
de sel' p')sĀĀ,Ā ' tr'liHi!_''ll'las lionros ;Llnellt(', l - ;'

-98-
procede entonces de rigor que el que pide la.
satisfac .ciun, y sus padrinos, comiencen por no
llevar la exigencia mÓs allÓ de pedir la simple,
pero explúcita declarraciéni, de que aquál Ó quien
se le pida explicacién do sus palabras é actos
no deba excusar la Honrosa manifestacién de
(ĀĀĀĀ no ĀĀĀĀ habido iiitc~tciéna de o enuĀer ti su rtd_
versttrio por medio de las palabras u Hechos
en que se funda el demandante ; satisfaccién
que, ĀĀĀ debe ser denegada ni por áste ui por
los padrinos del adversario .
Cuando semejante explicacién no so quiere
dar, debe considerarse como completa prueba
(le que el demandado se niega é lo que es le-
gútimo y procedente, y no debe en tal caso .
eludir la satisfacci('in por medio de las armas .
Casos llav, en ápoca no lejana, en los que
hemos visto en Madrid mismo, duelos no efec-
tuados por la negacién del presunto ofensor
a consignar que no tuvo intenci(;n do a ra-
v ar, por negativa del mismo Ó la explica-
cién requerida por su adversario por medio
(e dicha manifestacién .
E n l d8 ocurrié un duelo en el cual fueron
padrinos de un periodista (que lo fui Vo mismo)
(lisien se pedúa retractase juicios expresados
por medio de. la prensa, el conde del Montijo
y el general I) . Santos de la liera, siendo los
de mi adversario . que lo fijá, el se•or marquás
Ó.e Casa-bulo, el general I) . Luis FernÓndez
de Cérdoba y I) . Miguel de linaz . TEĀĀ aquel
caso neúuicme Ó la retractacién exigida, Ā, Ā
q(Ā(' por cierto no se referúa ;i la persona . del
Marquás, Ano …'i ĀĀĀcĀĀ entes relatlCUS ,l, una
cue tién el :'ctor'al, ll ('Ollsecueiicla (le cuva
nega†.iva, rc;lilorido de ir al terreno, aceptá
ui.a lucha cn coluliciones euteraineiite des -
iguaies, por ser ini adversario hilly superior
en el manejo del florete, arena elegida : euclien-
tro (lei yli re ĀĀĀt( o ĀĀ,ri(l en el brazo de-
rectio .
Otro (' u :Āi ,[ĀĀ ili :ús ~iĀii‡iilar (wĀĀĀ. ri(') en iiii
e '( ueiltru coil el fir . Ā) . Fernando AlvÓrez,
suj(~to clue posteriormente llegé ;i ser presi-
(b,nte (lcĀ ( , oli ˆr eso . quien exig‰i enc (les(lij( -
se del c!niteĀĀo (le uĀi artúculo en el que se
ce -lsuraha al periédico titulado Eco del I,,járci-
lom dise re lactaba cl padre dei Sr. AĀ< iúrez . No
habiendo vo accedido Š contradecˆi ruic, ine fuá‹
adver-o
pedida satisfaeei~'(ii por medio de Ā,i, armas :
pero loco observar Ó los lr(drinos de ini
que cil materia (le duelos no era adinisi-
ide actuar por delegacién, y que sélo darúa al
padre y no al lii.lo la satisfaccién exigida, úl lo
que . ĀĀahiciido observado el Sr . Mirez (lue
su padree tenúa inÓs de setenta allo,, y no co-
necia el uso de ĀĀĀngun arma, si ;'iudse que vo
ĀĀ7a lifestase que, dado aquel caso exce…cúo~ial,
admitirúa el ditelo pur delt'gacié~t .
Ā!ega(los al terreno . al que por no hither


.Āai)I(io coulornmidad en la ele ci ĀĀ _(; ll' lĀ't$ -lui-

se llevaron d nrevcucmii lloroteS `(ILĀCS y pĀs- s" tni con tal l ;reril)itaci~''n y deni edo . que
tola s, observÓ uno de los padrins del Sr . Al- uo tuve. o':ro recurso lrĀra s-aiver el coinpr(nli-

V rez (lue i.stlú é ena i7nalnlcnt(J (laC, ,, sIl lraC(re
inexpcrto en el uso de toda clase de armas . y
que recllazando y-o como recllaz(aba el uso del
sable . n o quedaba m_ls alternativa (glue la (le
eés co ~er la pist.ola (:) el floi'cte . y corn de la
lmimera de, esta.s arma.s sal)ia t i Āladrino del
Sr . _ĀĀ-'á a.rez que el adversario Cie c te, era dies -
`ro, declarÓ no ser admisible la pistola, sope-
na Ile repiiemante desi2 ualdad .
- i Bted •o ĀĀ(iei éc cl sĀZlle, nĀf', dijo el llc .(ll'ino
~lel Sr . Alvilrez, ,7, .…ienJo T. é.~ Ā5Je9'iĀ9' oo †ste era
el vso dela flistolo . ser‡a lleavaar uestl'o cliente
al ‡‡LCGtiZderoĀ)C‡' ;‡aZtu lace croce la CBpada coˆa l' .
-~;Ftf(dĀ -Jyo C(aa é(s de ascsi l.o? Āe.pusĀ a~ (Ge-
neral c nde de ĀiaĀĀIĀ[l.Seda, gĀ_Āt', ale inter'-
so (lue ci de ro(nller ,'Ā tin de c~enar terreno Ā ; .
vos veces la puma (le ini aurete to ;'tl el pe-
cllo del Sr . ~Ā ; ;'(rez, y mr, Ālubiera bastado
alargar el bĀ[Ā•Ā p ri ‹ atraves,n'lo de parte ,‡
parte ; peu liyado l,or ei cotapennĀH) de la
p aZabia de bono• ĀĀRĀĀC lla in . a. LĀ se millda v- ez
que el mism o ĀĀĀĀĀĀo sC l'el)Ā(ll), l'eel ;lllle eil
aua VO que se sn~ ond†ce td eon :oate, y A
ric~i6ndume al padrino del `r . Πlv6rez . cou el
quo llabla enlpe~uldo )ni pal ;abra, eNclarn(I : ‹ĀĀL-
~'CĀĀCi'Ql, esto no Āi'llet ;'o se,/uil' (lsl, ~ˆoigce nĀa(die
Cilti'e(‡O sa! -ci(i(t 2•ĀĀĀ?l'‰iCmcn e : CCSe j2 ConC‡iciÓ ;i
Ile I". am /ĀĀ e,r /il'o i jlu ~io he cceŽ~lt (G) a
CO‡ll'6ii9C'. Cil haca 76ora CI col bete .?> E,ĀĀt(osees el
General con (ĀIĀĀC :Ā la :•)ia ~"o l)a('tadi), evjuliC( .t
lo que hhabla. lta~. .td .) plesencia de Ā) . Ale-
ĀĀĀ

~ciaba . .landro ĀĀi~ ou :;.del 'á lleral Eu de Olanno . que

- ~,V I r ,~,.(
._
é rĀ(!, r~~.pli,'Ó c;ti~ sly ~)(C~'t.'~i éa de llo- era c ; .Ā' ( ([Ā luli . l)adrilĀO5 y (lel ( irujano `(CIIOĀ'
‡loi' de nao /d'a 'ZC†,/o‰ado, q'ocda el lance arĀ'eglado .
r
-Pasa '~" or lo Ire T . gOZCĀ'(a, oi gelteral, re - O‡do que : st ~ `'nc, el Sr . . ' ~- ,‡rez ro ' . ĀĀĀĀ 6

n Āse, con tal de no rames Ca el 'id‡colo de olJee• - que su ‰ ida ĀĀ(Ā )l ;l estad(Ā (-'Il nĀa.n(Ās d~ , stl ad-
versario, declarando con 6nfasis (lue este. lia-
'~o , c CC _~I2!la'i I con cl , , abĀ C‰l,t‡'C biereoc .
lval'r'z y bla cumplido co) no caballero . eon lo (lue quC'-
l' uimos ento Ices llanlldos el `r .
olu do d• terniinado el Ā ;Ince .
yo, as‡ como lo .s lleill''io pair "_ILOs .
ambos iI al uiios pasos (le distan_i :Ā . se ĀĀ~)s
~~usiei'on iI a inbos los lloretes (en Ā :Ā. nĀ :Ā(.? . y !lj LL(n~xs(, routier, ('n e rĀ gut, (Lu ĀmSO :; lu(O ( :A
atru s,(( soltar Li ((lu cn Ā:( hu5(' :•Ā
unqu e ei Sr . `~lvŠrez no tenta . (kl menor u,:o
' <lr,ulv(, ~ (~ Āa

l a a quella armes, le sobraba cora7(ĀĀĀ, ~T Se ti ino

 - Ā C2 -
En el ano Sl~'ĀĀĀente ocurriÓ otro lno
mado duelo de prensa, no menos ; úr ave .
El periÓdico L'l ~uirigy, en su aédien , o-
lámiea contra todo lo que ol•a … . o a,tc, zrciores ;
se propuso infamar … las esposas de aĀ_g iuius
de los hombres pol•ticos del partido contrario
al suvo, hecho que pareci(i tan vituperable …
El Co' ú~ eo _Yacionaal, clue denunciÓ con indig-
naciÓn el abuso clue asi se hac•a de los sae'ra-
clos derechos de la prensa .
El director de El 6h i úi q r' Dido ') reparaciÓn
Ó disculpa de la censura de clu .o hab•a sido ob-
jeto, la que habiánd+ele sido a'r, ,, rrgedc~ por el
autor del art•culo de El Co, ú,úeo _'V%ccci.onai• hizo
inevitable apelar … la satisfacci, ú, ni por medio
de las armas : y resuelto que as• ,o veri…case
r convcl .ido due el duelo fuese … pistola, pero
con condiciones tan b…rbaras . cuales lo eran
la c•e duo los advers :~rios . colt>c i l; s ,i.''25 pasos
de distancia, marchar•an uno al encuentro del
otro, hasta ĀĀ por … diez pasos . cu'ubdo podr•an
tirar a voluntad . pero Con ĀĀĀ irri ante e 'i .Āecial
circunstancia, exigida por los padrinos del_ se-
†or Gonzalez Brabo, (le que si su ahilado r`-
sulta.ba herido . deber•a vo acercarme lo bas-
tante para que aquál disparase solare m• l, ',)oca
de .jarro .
ĀĀ'Ā{'jnCsc tan lar!'.? ti emnĀ)e'Ā? Lf~<.'L contra er-
sia sobre tan inadm fisibles condiciones, ĀĀĀĀ
- ĀĀ .Ā -
llegÓ la noche y hubo de aplazarse cl encuen-
tro para la siguiente ma†ana .
Con extraordinaria sorpresa do los clos rid-
versarios, durante la noche mino de mis padri-
nos, que lo tlle el entonces brigadier se†or
D . Juan de la Pezuela, y D . Josá de Espronc~~-
da, (‡‡le lo era ciel director de Ā<'l
convinieron entre los dos para el d•a siguiente
de nuulru ;ada ; duelo en el (lue convin.lieron
mediase un solo padrino, que lo fiá, el gene-
ral D . Antonio Ros de Olano .
De aquel rom…ntico duelo resultÓ herido el
Sr . Espronceda, … quien costÓ el uso del dedo
pulgar de la mano derecha.
Los tres ejemplos citados ofrecen ĀĀĀĀĀ pal-
pable demostraciÓn de en quá mullera el sen-
timiento de la delicadeza y del honor iniluy_,
sobre los que obedeciendo ,'á, reglas de conduic .-
ta y ele reconocidos principios , posponen cl
da†o propio … la satisfacciÓn . d e no renunciar
… la estinnlci , 'ul de si mismos .
En la esfera de la clase ele desagravios
(fille dan lugar las controvc filas pol•ticas,
cuando estas acaban por hacer n úr enlclhahles
las lides Personales
., en casos en los ĀĀĀe ĀĀĀĀ
individuo que se cree ofendido y no lora con-
velitellt s y corte es evpllcaci )lies, soll casos
en los cuales el glue so cree ofendido está en
pl ;'nn derecho de reclamar y obtener de su su-
puesto agresor la espiicita nlanifestaciÓlt d'


- low -
-
no ha
YĀ , 2 Ā- ,ĀĀ la
dos, los cuales dan le (le (ĀĀĀĀ il-lilcila, veces es
por medio dĀ las palabras (') los hechos solare preferible ‡I' al terreno que faltar Ó recuas do
los glle se piden explicaciones, Ó efecto de que conducta (ĀĀĀĀ dejen aleo la susceptibilidad
desaparezca todo justo motivo de otensa . y si del propio decuro .
el demandado negara la requerida aclaraciun No alĀailirá una solo palabra alas, temeroso
ele los conceptos de que se trata y (lue por no cĀĀ (Ā(ĀĀ pndlecen ser apocadas ll caso, recien-
haber sido explicados pudieran ser incrpre- tes, y nada ln'is (lie D pur respeto coˆsidera.-
taclos en perjuicio de la persona Ó quien se ci('~n Ó las (lie filas personas due nail illt r~
han dirigido . En casos (lĀ esta especie hasta do en el as, :(nĀ) . dei que no une lie propuesto ha-
que el que se cree ofendido, obtenga de su blar, si bien une cabe la plena 5a‰;Ā;, Ā tĀc.c i ĀĀ de
presunto o ensor la simple modesta adrma- que aun los que rechazan la to eum la nlmisiur
cidn de que no haya sido su Ónimo agraviar, del ( ĀĀuelo . como Ā(:)s: que nlalainent : Ā-) pa.Iro-
para quo desaparezca todo motivo dĀ ulterior fuera de los casos (le iii,Āecli iou le
CĀĀZ .29Ā,

procedimiento . Hoce- encuentren correcta la tesis objeto ne

Muy severa es, por lo tanto, la r, spon ;llbili- las precedente observaciones, las cuales pue-
dad de los padrinos, puĀ= rifi como los (lue se den ser nuls menos aplicables a un Caso
creen agraviados ú aludidos, nĀ deben cuasi- surgido recienteill : lute entre. dos seiioi'es di-
derarse autorizados Ó rechinar del presunto putados, Ā)ĀĀo dee ello, por la provincia de So-

ofensor la menor e :~prer;ién clue pudiese reba-
jar Ó áste, tampoco debe serles l•cito dear de
hacer entender <• su pa ;;cocinado, que áste est •,
villa y por la (Āe Mala a el otro .
Nudos ejemplos podr•a citar (lo lances de
pulido exc isarmO
honor eu los Chales no lue

constituido ĀĀĀ la …)bii` avion moral de evpre,- de int- Š ` ;air como actor (( COMO pa•ĀĀ'Āno, pertl

se nae resiste.dai'i ' por modelo en t(,au deli-

sar no haber procedido con :animo de ofender
al rec.lalnl.nte . cada materia, pard satisfacer la curiosidad
eu lo que pueda haber excitado de parte do
No creo quee esta doctrina pueda ser recu-
aĀL lTuoslectores del presente libro . ĀĀĀ diver-
sada por ningén nombre de honor en pingan
sidad (le citas (i las (lue . sill particularizarlas,
pais civilizado, ni menos, por consiguiente, ha,'() dichos casos
lie tenido que refit ruine,
ser tomada como una es(,, itaci :)u al d celo . y e ste. t r l-
ol)jeto (Āc‰ una nata, (un•a apándice •Ā
algo prueba, en c:orroboraci(')n ele esta te†is . lo tado sobre el duelo .
que acreditan los tres ejemplos que dejo cita-

Óeve resumen histúrico sobre la juris-
Prudencia, de los duelos
o pueden ser considerados como lances
erson Lies, nacidos de motivos de éndole pri-
p
vada, los ejemplos de la lléada de Hornero re-
lativos al combate de Aquiles con Háctor, ni
el de los lloracios y C'uri•ceos de Roma anti-
gua, combates que no se ori Ói naron por mo-
tivos personales, sino, antes al contrario, tu-
vieron el car…cter de luchas (le pueblo • pue-
i)lo, de raza té raza (') (le familia é familia .
La historia no conmemora hechos que jus-
t.ifignen que los duelos exisfiesel en tiempo
de Roma antigua . y todos los datos que sunli-
nistra la cronologéa posterior • la caéda del
imperio romano, atribuyen el origen de los
duelos ti, la irrupci†Ān de los pueblos b•rbaros .
Las costuml-gres caballerescas de la Edad
Media establecieron jurisprudencia en materia
de daelos, aplicable • los procedimientos del
lerecho com‡n, como medio (le ventilar la s
causas tanto criminales corno civiles .
En el siglo xvi comenzú la reacci‡n y la
severidad en la le islaci('Ān criminal aplicada
en castigo de lo- desaféos .
El cálebre caballeo francas Bayardo y su .
4ĀĀ,elo con el espaliol _dontenegro
. el llistOOrico
- ĀĀ7 -
desaféo de Barleta y cl cartel dirigido ii Car-
los I de Espaila y V emperador en Alemania,
por Francisco I de Francia, son los ultimos
vestidos que se conservait de la. j urisprudeii-
cia reinante en aquellos siglos sobre el desafio .
En el siguiente se inauguri l t legislaci‡n
severamente prohibitiva (le tales lances, adop-
tada ˆ la vez en Inglaterra . en Francia, en
Italia y en Espana . ltllnglle elt esta intima se
conmemoran desaféos autorizados cu ti,~ntpo
de los Reves Cat('(licos .
Posterlortilente
i antique ('iĀi(La cal (le`(iso la,
aplicaci('in de la legislaci~'(n civil • lo comba-
tes personales ; no lia si(Ā(~ legalmente abolida
en Inglaterra (licha jurisprudencia, hasta el
a‰o Ā8ĀĀ, bajo el reinado de Jorge III .
Agrandes esfuerzos cost(', • pesar de la seve-
ridad (le la legislaci('(n represiva de los duelos,
acabar con ellos, Ā(Ā obstante la severiilwl corr
(lue cl cardenal de Richelieu trata (le extir-
parlo ; en Francia
Por exce.aCl( 'lll algunos niottar('a, concedie -
ron permisos para Aguces person des . rally
frecnenternente p rduttaron 't lus (fa(~ habéan
infringido la prol(ibici~rn .
Interin prey-alr.céd la b•rbara cos.t(ualore de
pasma
quo log desalĀĀ5 (Ā ( ) hilares personales c
5ĀĀ ('a†( c t.e r de actos le ,
ales, Si hemos
(le creer ;ĀĀ liistoriad(,r Brantoine, se :ne,j :uites
luchas eran sangrictu' - as y crueles, Las neuem-
 - los
lÓas personales entraban Por mucho en la fre-
cuencia de los duelos, que la relir;'ii n trate,
vanamente de suprimir .
En tiempos del emperador Carlos V verili-
ce')se en Alemania el combate entrú Ja .rnac y
el conde de Cliaterneralle, de cuyo combate
tome') pie la c iiehrc estocada ,Ó, la h~'nac . (lue
se consideré corro decisiva en los combates y
casi imposible do frz~ áa r, d(e lo que sin duda se
reirÓan los maestros (le esgrima de nuestros
dÓas, para quienes no HabrÓa sido dificil ense-
•ar la llanera do desvirtuar la tclnil)lo esto-
cada .
En Iii 'iaterra (ĀĀĀr) mn ls (llio en pala alguno
la manÓa (le lo, duetos, importados por los llor-
mando, . y sodio la época en que mÓa frecuentes
fueron en aquel pais se cita el reinado de Car-
los II .
piincihio, del siglo XVII eilipezaron ti de-
caer en Inglaterra los desafios, pero, no obs-
tante, los combates personales en causas civi-
les continuaron y iĀĀ~lĀĀ'aron aunque nominai-
lllellte en la le!,-','islaclo?l, hasta que el Parla-
mento lo abolid recientemente .
TodavÓa en el presente siglo hubo en In hl~l-
terraa y en los Estados Luidos desafÓos (file
merecen ser citados, cuales fueron los del du-
que ~~ ellin~ton cell el imirqués de Win-
.
chelsea
En Ā8Ā .5 el (le Israeli con tConnell, Y en
los Estados I - llidos se vernis( non lances do
h onor entre el vicepresidente de aquella re-
péblica y mister Iiamiltoll .
Fl presidelite . genoral Ja(',hsoll, mato Ā,ĀĀ
duel' il Illister Carlos l)ikeson .
Antes de esta época InĀbo otro desa io entre
lord Byron y el …jue w dobla ser su grande amigo
el poeta Jloore .
Interin duro la costnlnbre. d e (tile los-
lloros llevasen espada . esta era el arma prefe-
rida cil los coml)ates sin, mares eu Inglaterra,
asi come) después que el fric y el hantal ',u <Ó
la americana ree ĀĀĀpiazaĀ'on elf la vestimenta
europea los calzones cortos y los vestidos de
terciopelo y de seda., Ā :Ā pistola reemplaze') al
espadÓli .
] , arti('ulat mencie',ĀĀ mcrecc oĀ ci lebre (le -
saf†o entre el duque do \Velliligton, printer rili-
nistro dc la reina de IĀĀ-laterra . y el _ll,tretue'
(le ‡ inchelsea soli nluti~- o do la (ldopc.i(')u ilel
bill ele, la cunaneipflci( 'ili catolion .
Exasperado el primero de las niai pies de quo
era objeto un lel'e)tt'~t ;ĀĀth' tan a('e'i'riĀĀĀ . Ā
)ĀĀĀĀ
de (pic
pasalri por serlo el dwlue., acus :'lndolo
propusiera ĀĀu :i ĀĀV (ĀĀĀe igualaba los
roi or-
lc LĀ, cat(elico, con los de la re li 'i(',u
nmaela. e :clamaiin el (Oulu(' :
si viene (AĀ medico ;i vernie . Inc fcr'oi(an el
cat'a ~illo (le que ha ve'ii(lo Ā
conepii'ar con>n j o,
lo em el Parlanicnto se (7C.c /i
/ta~'a lo (frac he
ˆsi ‰

- ĀĀĀ -
Ódiel-o, para aciusaúme de e ;;;htcstero J de
éG2dĀ9' . Ó
Los tribunales se hallaban cerrados hasta
el dáa Ā .-) ele Mayo . en cuya fecha debáa ser
aprobado • desileclla(lo el bill por el Parla-
mento .
…En semejante situaci•n me hallaba, decáa
cl duque, cuando apareen', en El L'stn7Ldc te
una carta del marqu†s de \Vlnclielsea ‡ mis-
ter Enrique Yelson . diciendo que le borrasen
de la suscripci•n para el colegio Real de Lon-
dres . <á lo que daba por motivo que la presen-
taci•n del bill de la emancipaci•n cat•lica, le
habáa convencido de que el m•vil de abrir
aquel colegio no era otro sino el de inferir un
agravio al partido protestante, al mismo tiem-
po que era mi ataque d la libertad del pueblo
ingl†s, restableciendo en Inglaterra la influen-
cia del Papa .Ó En vista de lo que consider•
como un agravio el duque de Wellington, di-
rig i• una atenta carta al marqu†s, exponi†n-
dole que habia procedido con equivocaci•n al
expresarse en tales t†rminos, Y que esperaba
le relevase de la imputaci•n dirigida . A esto
contesto el marqu†s que estaráa pronto d (lar
la explicaci•n que pedáa el duque si †ste con-
venáa en expresar por medio de una carta que
cuando propuso el establecimiento del colegio
no abrigaba el proyecto de proponer el bill de
emancipacion cat•lica . Nea'•se el duque a la
-ĀĀĀ-
c7Āgn-
eĀĀ rcncia de su (ontl'al'ĀĀ, al Ājoe maná est•
que estaba ell el caso (le exl,?'ll'le la satisfac-
ci•n clue nn hombre de honor se Halla autor -
zado d pedir ;i. Otro (le su misma clase .
En consecuencia de aquella pol†mica . sir
Enrique Ilardinge, como pa(lriimo (tel duque .
~' lord Falmouth, del ma.rĀ t†s . convinieron en
lull encuentro . que se vel'Ālieo d las ocho de la
lnallana del 2Ā (le MTirzo .
r.ncoutr•árouse los (os a(Āti ersarios en las
inmediaciones del puente (le ~~ atersea, V roĀ,-
ducidos al sitio en que debáa ~ - erificarse el
duelo, cargdrouse las pistolas que debáan ell-
tregarse d los dos adversari s, clue podáan c is-
parar al (lar los padrinos la seˆal . que consis-
ĀĀa en las
palabras 5Ā~~'illelltes . IĀĀ'álnllll('ladtls
por sir Enrique Hardillge : Si e .~t~‰s p roatos .
.ores, pod†is disparar, El marques no apmi -
;-,
se
tŠ . pero el duque lo hizo . adĀ irtiendo que su
ads ersario permanecá aa ĀĀĀĀĀĀ( l \- qne ',Il bala
llo le habáa alcanzado . En agiiei mo nei(to e ;
marqu†s alz• su pistola, por emicima de su ca-
beza y disparo al aire, al mismo tiempo que
se adelant• su padrillo lord Falmouth . gnien
manifest• clue habiendo recibido su ahijado el
fuego del duque ., se dallaba eĀĀ el caso de dar
la explicaci•n que no hubiera dato antes del
encuentro, declaraci~'~ĀĀ que lord I''almouth
traáa escrita. en los t†rminos siguientes :
…h abiendo dado al duque de `,Ā elliugt‰u la

satisfacciÓn de Ia. ofensa due creúa haber reci-
bido de ini por la carta publicada el domi i o
'Iltimo, lie adquirido la libertad clue no tenia
cuando lie pidiÓ lo due ahora no temo iiicon-
veniente de manif, star alite sir Enrique Har-
dinge ~7 lord Falmouth, declarando de mi pro-
pia voluntad que siento haber publicado una
opiniÓn (lue cl noble duque en su rac~~ao~ riad2~r~a
de ayer opina haberle en ella atribuido inten-
cioncs malévolas respecto ,ú uric medida (le
._ áol)ierno propuesta por S . S . corno jefe del
ministerio, ~- también declaro que liaré inser-
tar e.ĀĀ l J 7ta9 t l,'te esta declar'ac_('mn, por ser
cl periÓdico que pulrlic('t la carta dc que se ha
quejado el duque .• Manifest(' éste entonces
que aquella apolo`r áú a no le parecúa bastante, lo
arte lure tener (lue el asunto …lo pudiera darse
por ternllilaeo . p(-ro mediante la ltltervencl( " HĀĀ
(bel doctor l intne . diputado del Parlamento, cl
(ĀĀĀ(-Irte se cri,', poi sat- isfech o .
l' s drene ~ancia q tc no Ā)uc(le pasar des-
:; ,)ercibt(ia (' ige uno de Ion testmáu ,s dei narque -~
manifest(' ( ue s(,lo habúa ac .epta(l:† cl cargo d
reĀlreseiitars, eĀĀ el bruce de honor, teniendo
la palabra de su cliente de (Inc ĀĀĀ dispara-rúa.
;sobre el duque .
Aie hc de' ; .nido en la. circlul,tal ( :ia de este
duelo por lmaber sido un flecho (lee produjo
en Inglaterra talla opi‡u (Ā glĀC condenaba p'al'a
lo sucesivo que los hombres revestidos de la,
cou úanzit del pais y de la del soberano
sen de pagar ˆ costa del interés p‰blico tribu-
to Š una. costumbre contraria . t la moral pli-
l ;lica supre(naa ley (le los pueblos cult!)S . z
La instructiva lece‹Óil dada Š la s )eic(ia .l
mulera, y (lue ésta ha cabido aprovec,liar . (:c
resultas del correctiu- o que el duelo (lei duque
de ~~ ehlin ;ton hizo aceptar por la opiniÓn,
lia venido ,i establecer ima jurisprudencia
nrútctiea, que consiste en que sill abolir el clue
la muerte dada en duelo no sea pénible, crea
un estado prŠctico . (que sin quitar ,ú la icy ci
freno que se sigue de (lue el llotlllcidio sea un
delito . sitio se aplique la penalidad eiĀ los
(ltle hava alev- osia. (') circunstancias an'i•Lv ~n-
tes que no pueda cubrir la suprema ley (let
lmOnor.
Estrictamente Πhablando, la lev La geeddnl)
siendo tala licci(')ii, pero la ley no escrita la
ha rccrnplazado ('il re,dida .d .
Y ya quo tanto Ān!`' lie detenido elf hablar :e
los duelos ingleses . nn debo (Unité la opŒ•sii
de escritores franceses dei graude ,Illtori(lad .
De citar son ŠŒ i ste prop('>sito las palabra .,
siguientes del afamado crútico y célebre escri-
tor Julio Jallin : ŽDebe considerare . lia (licil~).
como hombre perdido al que no tiene sub-
• tiente iuimo para ir al terreno . portjne redis
•presa de los cobardes, que e ; h'ui cit inav ue
•IĀLĀnĀei'o v teller Valor á fi ( ;USta ,l' , el-a .
K
 - ĀĀ4 -
Ó (~~llien en tal situaciún se coloque debe con-
side.rarse corno perdido en una sociedad en
Ó clue la opiniún suple por todo y en la que no
Ópédrá rescatar sel buen nombre quien no sepa
Ó comprarlo exponi•ndose á recibir una bala ('Ā
Ó una estocada . Se ver ;'t perdido, dec…a, en esta
Ósociedad (le hipúcritas y calumniadores, el
Óque no sepa. hacer que le cien la razún con la
Óespada en la mano, que es el mejor remedio
Ócontra las calumnias que inliereu heridas
Ómás mortales (lue las que pueda ocasionar
Ó una espada .
> La malquerencia hiere tanto como un ca-
elnllo . Yo no quisiera vivir 24 horas más en
Óla sociedad en que v ivimos . s i no tuviera el
Óescudo del (hielo, pues •l hace de cada uno
Ó de nosotros un poder independiente y suerte,
Óhaci•ndose justicia cuando la ley , lo abando-
Ó na . Los que hablan contra el duelo han de-
bido ser cobardes imb•ciles, los clue hablan
o'r
>ĀeĀĀ favor
en contra de el son sofistas
o
ere-
• .•
Ó busteros, y nuestra cultura social es, en ;''rail
pate, debida á que tengamos el escudo del
Ó duelo .Ó
Sobre el mismo asunto escrib…a glee seule
lo
el literato Walsh :
<,En las cuestiones relativas las costum-
2…
bms se habla con más decencia en los salones
que en las escuelas, y la mano que sabe tener
una espada, rnaneja siempre bien una pluma .
- ĀĀ5 -
(Cuanto trata (eel punto del lu)nor y del due-
lo . ha costado á los franceses hablar de esto
m,….,s tinta que sangre han derramado
.Ó
Los que hablan as…, de haber estado á su al-
cance, tal vez hubiesen suprimid) el duelo,
pero no se atrevian por no, atraerse el despre-
cio del gran Carrel, aquel insigne hombre, de
quien yo fui grande arrugo y con quien tu4e
animadas pol•micas : •l abogando por la Re-
p†blica y yo por la Monarqu…a constitucional,
tal corno la entend… siempre y lie formulado
en mis obras, era un gran defensor del duelo
.
Antes de separarnos, por r)^gresar yo it Espa-
na, poniendo t•rmiui) ii mipreag,
ciún, muerto que hubo Fernando VII, dec…a 7o
2;Carrel . temeroso de la frecuencia (le sus due-
no ciertamente por provocaciones su .vas :
sino por las de los que no pod…an tolerar la
.as-
‡
~Ā ha y fuerza (le -sus arglrrn~~,iltos :
?rirlad
hecho V . va . (l c…ala yo . en el terre-
no de ciar ejemplo de digiiv(:u..l y caráct•r ,i
Ins escritores, pero ahoraa su reputaciru de V .
exige que no tenga ya m :+ dados . El cora-
za' ele daba que habr…a de perecer, cual pe-
reciú, á manos de tul hombre que, aunque
mucho val…a, no igualaba en carácter, ni en
dignidad, ni en nobleza- de alma las cualida-
(lt,s que hicieron inmortal at graft escritor re-
Ā)lll)ircallo .


APENDICE

~`- SUBRE LANCES DE IEONUP . -i LOS, QĀ7E SE HACE

ItĀ I:R :CIA EN EL I i:sl SIE\ HISTORICU QUE

Entrado que linbe en et Liceo (le Pau ,,de-

partamento de los Bajos Pirineos) en cl (lue s(e
educaban no pocos espaÓoles, entre ellos los
Ālernlaltos Tirbiua . de Bilbao : Ā)a Wuerre, de
Pamplonr, : Villagracia . de -alladolid ; Blandine .
de Sau SehasHi il t-Vial ~-,TavierAspiroi, deMa-
drid . y algunos colnpatricios mús ; é poco de
nmi ingreso en dicho establecimiento se inau-
guraron lay, vacaciones, ,'( las que precedian
los ex nenes y distribuciCi (le premios .
Al regreso de los alumnos al Liceo veriti-
cáse la abdication (le \apuleon el Grande eu
*Fontainebleau y el restablecimiento de la di-
liastia de Borh•n en la persona de Luis XVIII :
('Ā)UCa (jU( vlluJ ú CUllilllldirse CUTI la del de--
('nlbareo del destronado I mperador, proce-
 - ĀĀ8 -
(.lente de la isla de Elba, y dando el espeetÓ-
cuĀo de su fabulosa conquista de la Francia
de Luis XVIII, hecha en veinte dúas, sin tirar
Ā.in tiro, aclamado como ;lo
tué el destronado
;;ran guerrero por la universalidad del ejér-
cito y del pueblo franciis . Inaugurase en
aquellos dúas el reverdecimiento de los inte-
reses y de las pasiones del antiguo régimen
derrocado por la gran revolucián de Ā789, y
los alumnos que se restituúan al Liceo, proce-
dentes de familias legitimistas los unos, y de
estirpe bonapartista los otros, trabase entre
las dos parcialidades una verdadera guerra
civil entre escolares .
E n las horas de recreo y siempre que no
habúa un maestro vigilante Ó la vista los Li-
ceistas, se entregaban Ó un verdadero pugi-
lato, organizando los mayores de edad duelos
(en regla, para los que se sert/ an de bastones,
atando (i sus puntas cortaplumas á tigeras y
entl'egdndose d verdaderos (fnelos, de noche
en sus dormitorios y de dúa en los momentos
que podúan sustraerse de la vigilancia (le los
maestros .
Tocáme Ó ni• ser padrino de un comba-
tiente bonapartista y cruzaránse entro el que
lo era del le.gitimista y yo palabras Ógrias .
Ā)e sus resultas se concertá un encuentro
que ventilamos Ó pufietazo limpio, Ó cuya
( centricidad pndimas erltrct araos el primer
…lomingo en el due ambos salirnos para ca a
(le los sugetos -l quienes estÓbatllos Ā'eeĀĀĀĀĀĀĀ-
(lado-, ri†a que se ventilá en las alamed ;q
que avecinan el antiguo palacio de Enri-
que IV, edilicio (ĀĀĀĀ mi Ā8Ā :Ā se hallaba con-
vertido en Hospital Militar . De este infantil
duelo saqué una herida eu la frente cuva ci-
catriz conservo, y ini contrariu perdiá ĀĀĀ po-
cos de sus dientes .
trasladarlo pocos meses despu(''s al Liceo
de Tolosa . de Francia, encontré encendida la
misma guerra entre blancos y azules, o sea
entre bona parti stas y los alumnos pertene-
cientes Ó familias del antiguo régimen .
El haber tenido también que ser padrino de
otro lance de la misma naturaleza (le. los (lue
ya Labia, presenciado en Pau, siguiáse otra
pendencia, en la que también ambos litigan-
tes derramaron sangre . A aquellos prematu-
ros duelos, Siguiá otro (lue tuvo alas (le ridĀi-
culo que do sério y (lue dejo relatado en ins
<Ie‡wr'ias, ĀĀĀ el capitulo titulado mi priant
.
(lesaflo, habiendo sido en realidad el tercero
Durante el tir) federal helvético del a†o d
Ā8'?7, tuve que intervenir cono padrillo On
otro lance entre dos tiradores suizos . asunto
que (legá Ó ser muy sirio, pero (lue cortá s)-
bre el terreno un ginebrino amigo nilo, no
intervino en el ni.omeĀlto que las espadas e
Ā~
crezabari, abiciolo la oportuna lntervenci )n
 - Ā2Ā -
ciel mediador ilec-l,o desaparecer todo motivo
de ofensa.
TambiÓn hacen mis nlemorias reh ( úi Ón de
otro no consumado duelo con el coronel Ro-
hlde, personaje de fama revolucionaria no
muy limpia, y que comenzado ;é ~~rlp(s en el
jardén del Palacio Real en Ā8Ā ú? , ictllllll > ante
el tribunal de policéa correccional, por el que
fui condenado ~é, Ā francos de multa . por el
delito de haber dado d-, lxtigct~os e ;a la edad al
co ; úo nael Rotable , reyerta aquella ocasionada
por difamaciones propagadas contra mé por
dicho seáor, con motivo de servicios que la
posiciÓn que yo adquiré en Parés ele resultas
Ā.Āe las jornadas de Julio de Āti ĀĀ, me permitiÓ
dispensar d los emigrados esp,)áoles que se
organizaban en la frontera para penetrar en
Espaáa en son (le guerra, bajo el mando de
Doli Francisco Milans del Bosch . com paáero
(le Lacy y padre del General ll . Lorenzo Mi-
l-ans, rit quien todos hemos conocido : grupo el
de los emigrados catalanes que se hallaba en
rivalidad con las fuerzas que mandaba el ge-
neral TUina .
Con pella . pero sin retilo rdi viento, por creer
que no falt• … las leyes del honor, voy rL con-
signar lo m…s, sumariamente posible la fisono-
méa y el triste desenlace lĀ que condujo el
agravio que recibé en p†blico de mi condiscé-
pulo Mr . G ., cuyos antecedentes y pornleno-
- Ā i -
res he consi, - ua,lo cĀĀ
"ĀĀ bro ZIS' de las -M e-
9Āao :*c de ;ai t~e)~a ;,o . Scgl†l eu ellas refiero,
el ultraje que recibé consistiÓ eu haberme mi
agresor dado golpes en C , ĀĀomi)ro v
una bofe-
tada en la mejilla, escena acaecida hall…n-
dome convaleciente de enfertlle‡la(Ā y sell-
tado con otro : Fil xĀ .Ā5 ĀĀĀĀĀĀĀ :-Ā la mesa (le ĀĀĀĀ
caf• ; clase d,~ ofensa la por mi recibida quo
hacéa absolutamente ineludible que siguiese
u.ĀĀ desagravio por mello de las armas y no
,,dull, porconsiguiente, ser eludido elencucn-
tro . s i bien hubo de quedar aplazado hasta
que el delice , lo estado cée mi salud , permi-
tiesc ir al terreno de ias armas .
Llegado el plazo eu quo se convino y hecha
la elecciÓn de padrinos, lo fu• el mio un co-
mandante licenciado de un) de los cuerpos
suizos, Carlos X, y … quien yo
habéa conocido cabalmente en las memorables
]orn(Ā(las de .Illlio. y C()ĀĀ (jillCll desde entonces
abéa sostenido amistosas relaciones . Mi otro
testigo (es filo l'ralic•s ; lo fué lér . ĀL Ā eimar .
que habéa sido mi compa fiero eu la redacciÓn
del periÓdico Le Te ;nq)s ; ambos amigos se con-
vencieron en clue el duelo era ine~ itable,
obrando en consecuencia, fijaron que el en-
cuentro se verificara eu el bosque de ~rilleen-
.' .
nes, en la maáana del ĀĀ de Octubre de Ā8Ā
En la noche ~Ine debéa preceder al cucuell-
cou gran apl'esuraĀn Ā C ĀĀ-
tro, Z'ĀnĀ tL Ā)lˆ`i' :ĀĀ'l)le
 - l'l - nuev e (le la iguiente ma†ana, sea (Ón dejo
L,Ā
y misterio un empleado (lei tiro de carabi-
na y pistola que un industrial llamado I~lou-
siur (_lousset tenÓa abierto en la avenida t
]os Campos ElÓseos, hombre, el primero, ,Ó
quien habÓa hecho yo algunos, favores, y vino
ú decirme, muy azorado, que sabedor que te-
nia ,-o un lance pendiente con G ., é quien
habÓa yo presentado cabalmente cu aquel fin),
este lo habÓa frecuentado durante muchos
dÓas . gastúndose de doce é quince francos
cada sesion, para mejor adiestrarse, v al que
habÓa oÓdo decir que iba é tener un duelo en
el que tenÓa interás en dejar tendido ú su cou-
erario . AĀDvido aquel honrado empleado por
un deber de conciencia, y do buena voluntad
Lacia mÓ, venia áĀ acons ,ejar :ne que por liin-
tÓn estilo aceptase un lance ú pistola
Mr. G ., sin (lue hiciese desaparecer en las
condiciones del lance la snpr rioridad por mi
adversario adquirida ad hoc con su diario e Ār-
Ciclo de la pistola .
Hubierame bastado presentar fi los testigos
adversarios é aquel buen }sombre para clue,
cerciorado que se hubiesen de la corteza : de
la revelaci•n, sc liubierail estipulado nuevas
condiciones para evitar nn desenlace que o
podÓa meteos de dejar de serme funesto . Pero
las estipulaciones del (suelo se habÓan con-
certado é …ltima hora en la tarde del dÓa me-
ntor y el encuentro debÓa verificarse r"t las
consignado : pero lo gut tenemos de (quijote
los espa†oles y lo mucho que yo he delin-
quido cu este defecto cuando solo se ha tra-
tado de lui pobre persona, mucho mús me-
diando un lance de honor, me hizo guardar el
secreto (le la revelaci(')n que se nie habÓa lle-
cllo y concurri con mis testigos al sitio desig-
nado . Sofialados los puestos que habÓamos ele
ocupar, se hecho i(‡ la suerte, primero é quien
le tocarÓa el sol de cara (') la sombra, v en
segundo lugar, quián deberÓa tirar el primero,
debiendo verificarlo lino despuás do otro . apun-
tando é, voluntad . Hecho que esto fue, tuve la
mala suerte de que ine fueran adversas las
dos e ondicioltes, piles nie toco el sol (le frente
y tirar el segundo . En este estado fuá entro-
ga(la una pistola ;i cada atdvcer,sario, y- usando
de su derecho \Tr . G-.. se puso ft apuntar sill
w.ue lue quedase en aquel momento otra de-
w'eIlsa glle la (le colo(alˆ me Ilsny (le perfil y Cll-
brirme con la pistola la cabeza, seg…n las Coll-
diciones del duelo é ásta arma potrocoladas,
la tarde antes de tener vo cour~(,iiniento (le
gĀle ini contrario se hubiese preparado para
colnetei' ii i asesinato : ĀĀĀ opuse nillgn‰ re-
paro, de lo que bien pronto tuve ocasion (le
arˆep~utirme, pues el rencoroso bret•n pare-
c.ia grec se llabia dormido apttntando, y pcr-
snadi(lo como une hallaba de que hacÓa de Ini
 -Ā2Ā--
cuerpo blanco, silo dudaba si me apuntaba é
la cavidad del cuerpo Ó é la cabeza ; pero lay
interminable punterúa de mi adversario no
acababa nunca y casi me hallaba inclinado ,i resi~;naci%Ón hasta por los padrinos ele mi
pedir que se suspendiese el combate para ex- a(lversarlo .
Levantado que h('ibose el cuerpo del morú_
plicar lo que sahi .l de lui contrario, cuando
sallo su tiro y adverti que su halla . sill haber-- nundo herido, fil(-, conducido por sus amibos
al coche que lo habúa traúdo, y muriÓ eu su
me evado, pasÓ por encima (le mi cabeza . r' a,'
aquállo para mú la revelaciÓli de la cansa (l'~ cama é 'os (los Bias despuás .
hallarme ileso . I,(l direcciÓn del tiro decúa su-
ficientemente que las pistolas habúan debido
ser cargadas eon doble . o triple . cantidad de
pÓlvora, é fin d- cine ci tiro pasase por alto .
El primer impulso que tuve i'uc el de. tirar a : F i N
aire . obedeciendo al sentimiento generoso
que naturalamcu te nie habrúa nmspira(lo é ĀĀ(o
teuer delante al hombre é ~ .la :ea consideraba
corlo un ascsjne V' desde clue supe (lue se ha- 4I
búa catado adiestrando al tire para lnatarme ;
pelo llevado dei iln vertlbo que inc CebÓ y que
liarlo lue pesÓ nmo haber dominado, apuntá eme
lúnea, pero é una cuarta inés buje de la punta
de ins pies de mi cormtririo . lirai bala se allo-
bi~ eu sll cuello . derribando irnstanténeamnente
é mi adversario l)a•iado con su propia sangre .
Interiormente y sin revelar mi secreto, yo
que sÓlo habúa obrado como vengador ele mi
honra me tuve é mi inismo por matador cul-
pable, y no merecedor de las demostraciones
de simpatúa de clue ; fuú objeto de parte de los
testigos del funestes lance . presenciado comú


INDICE'
WZ -Ā : NÓXTERIAS CONTENIU_AS L, EL TRATxT,o
SOBRE .Ā l)Ā FLOfi ú

Péa S

Ā) úP lGATO RIA . . . . . . . . . . . . >

ANTEPROLOĀo por el ceanentador (lela obra del
Conde (leCliateauvillard -)
PĀ(EFACIO DEL AUTOR FRA\Cla O
C .Ā.I'ÓTULO Ā . Derechos del ofendido Ā2
COITOS it . De la clase de arma, ú ú . Ā5r
UkPáULO ut . Del duelo .-Advertencias prclimi-
nares If;
C .wÓZ t LO iv . De los deberes (le los testigos y
jueces en materias (le desafÓos . . Ā8
CAt TI LG V . Del duelo con espada é florete . . . . 2 :Ā
(Ā NI , : . .Ā,o vi . Del desafÓo é pistola 2ti
Del duelo Ā• pistola ,i pi ~ tirrnc . . . . 2Ā4
Del duelo IÓ pistola ĀĀĀ que s+ da el
nombre de ,i voluntad :ĀĀ
Del duelo IÓ pistola en marcha . . . . :ĀĀ
Del duelo .Ó pistola eu marcha in-
terrumpida ú :>~,
Del (lucro á pistola en linen para-
lela
Del duelo a pistola ,y … la se†al . . . 4Ā
LO SII . Del duelo al sable ú
U~ ro 44

> Del duelo al salde sin (lue sea per-

mitido estocada (le punta 48

CielĀ'. :LO vIĀI . De los duelos excepcionales . ú ú .~Ā ..

d Del dueto excepcional Ót la pistola
á di .stlurcias cercanas 5Ā


ĀĀ Ā)el (muelo excepcional :i pistola con

aten sola cargada Óx~
r Pci duelo excepcional :i pistola
Iuarel :) no interrumpida y en Ā--
nea paralela 7
Declaraciún suscrita por las emi-
ncncias sociales de Francia en-
Yos nombres preceden riel
LAPiTGL~Ā .4 L)I-

CioNéL. . Observaciones del autor f rancás . . :a

sobre la ofensa 64
• Del duelo y su requerimiento . . . . 4i…>
> Posiciún y deberes (lice .i los padri-
nos ilieur.ben t; i
Observa eiones :-obre los padrinos
V sus obli~!Iicioues 74

Observaciones sobre el duelo † es-

pada ~~
OT ovaciones rel)tiva .s al duelo
(i), pistola 78
r Observaciones sobre los Apeaos a
sable s(~
Obsc Ā\'aci(ui(- sabre los duelos ex-
cclcion :des S7
COMENTAMIOS . Sobro la obra (lue preved( . por )_for
A ndrás Borrego Ā
Observaciones preccptit as apliea-
bles † los duelos q
Breve resumen liisturivo sobre lo
duclo5 y ejemplos de la aplica-
ciún de los principios sentados
por el coiiieiitador ele la obra. del
autor f races Ā in;
APĀ NDĀCP Ā :7
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