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EL AMOR Y LA SEXUALIDAD
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EL ALMA GEMELA
Sèvres 28 de Febrero de 1942
Conferencia improvisada (notas taquigráficas)
Cada ser humano tiene su alma gemela. En el momento en que el individuo ha
sido proyectado como una chispa luminosa que brota del seno del Creador, él es
en realidad dos seres en uno, dos mitades que se complementan a la perfección,
cada uno viene a ser la contraparte absoluta del otro. A partir de allí, estas dos
mitades van a estar disociadas, van a evolucionar por separado, moviéndose
cada una de ellas en una dirección diferente a la otra. Si ellas pueden llegar a
reconocerse a lo largo de su evolución, es porque cada parte lleva grabada la
imagen de la otra en lo más profundo de su ser, es como si cada una hubiera
marcado a la otra con su sello. De esta forma, todo ser humano lleva en su
interior la imagen de su alma gemela; es cierto que se trata de una imagen muy
vaga, pero ella existe. Por esta razón, cada individuo viene a la tierra con una
esperanza muy incierta de que podrá encontrar en algún sitio un alma que podrá
darle todo lo que necesita y que habrá entonces entre los dos una armonía y una
fusión indescriptibles.
Vosotros lo sabéis, todos habéis pensado que algún día podríais encontrar
esta alma bienamada de la que sospecháis vagamente su rostro. Esta es la
imagen que lleváis dentro de vuestro ser, aunque a un nivel tan profundo que no
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podéis distinguirla con claridad. Alguna vez habéis vislumbrado quizá alguien
parecido por la calle, que os ha hecho exclamar "Es ella, ahí está!", como si se
hubiera producido una fusión entre aquella persona y la imagen que lleváis
grabada tan dentro. En un momento así, toda vuestra vida cambia, hasta el
punto de que lo daríais todo por volver a encontrarla. Si esto sucede y lográis
hablar con ella, todo os parece maravilloso, la vida parece borbotear en vuestro
interior, avanzáis en todo lo que os proponéis. Pero, luego de un período de
intimidad, vais a descubrir que aquel ser no era lo que vosotros esperabais, os
sentiréis decepcionados y al final le dejareis para proseguir vuestra búsqueda.
Más adelante os parecerá que reconocéis por segunda vez aquella alma gemela
en otra persona, otra vez tendréis una efusión de alegría e inspiración,
nuevamente os sentiréis enamorados. Pero la historia va a repetirse y de nuevo
os daréis cuenta de que no correspondía a la imagen que buscabais.
"Pero entonces, me diréis, aquella persona no era mi alma gemela?" Sí y no.
A veces pasa que vuestra otra mitad se proyecta desde el mundo elevado a
través de una persona concreta. Lo más frecuente es que al estar encarnada una
de las dos mitades, la otra no lo esté. ¿Porqué pues llegamos a tener esta
sensación de haber encontrado nuestra alma gemela? Porque desde aquel
plano superior en el que vive, piensa en nosotros, desea nuestro bien y nuestra
felicidad. Gracias a ese misterioso vínculo que se mantiene entre las dos mitades,
ella capta nuestra aspiración hacia una vida superior, hacia la belleza, y puede
entrar en otro ser, manifestándose ante nosotros durante un cierto tiempo. Este
hecho explica por ejemplo que una mujer pueda ver en un hombre a esa figura
bienamada: Su alma gemela ha penetrado por un tiempo en una morada
terrestre, para manifestarse a través de signos y señales concretos, sin que esta
otra persona sepa lo que está ocurriendo consigo misma. Pero por lo general la
mujer (o el hombre, en el caso contrario, ya que este fenómeno va a ocurrir
exactamente igual para ambos sexos), siente la necesidad de experimentar
algunos intercambios físicos con la persona que es objeto de su amor,
provocando así la partida de su alma gemela que va a tener que alejarse con
tristeza. Es evidente que la gran mayoría de los hombres aprovechan esta
confusión de la mujer que les ha tomado por su alma gemela, hasta que ella se
vaya enterando poco a poco de que su gran amor no es más que un mentiroso y
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un ladrón, ahora que su alma gemela le ha dejado, aunque quizá más tarde la
vuelva a encontrar en otro hombre...
Esta lamentable experiencia corre el riesgo de repetirse mientras no se haya
comprendido el aspecto sagrado del amor; entonces sí podrán las dos mitades
vivir un reencuentro verdadero, entonces podrán amarse, envueltas en
vestiduras de luz, inmersas en su propia felicidad sin desear ir más allá de estos
sutiles contactos, pues saben bien que de hacerlo perderían este contacto con la
luz primordial. Pero, antes de llegar a un estado tan sublime, cuántas amargas
experiencias han pasado, después de las cuales sólo pudieron decir: "He comido,
he bebido, para sentirme luego desgraciado e indispuesto, nunca he podido
encontrar alegría ni felicidad en la posesión!" Es terrible ciertamente haber
tenido todas las mujeres o todos los hombres posibles sin haber llegado a
encontrar nunca una dicha duradera. Pero los humanos se contentan con
espejismos tan fugaces!
Dos almas gemelas viven siempre la una para la otra, ningún otro ser en el
mundo podría traerles mayor plenitud. Así pues, todos aquellos seres que
vosotros habéis encontrado a lo largo de muchas vidas y que han sido vuestra
pareja, sin importar que hayáis sido esposos o amantes, al final os han dejado
porque no tenían que ver en realidad mucho con vosotros. Habéis pasado juntos
un tiempo, aunque de forma semejante a una taza y un plato que no forman
parte de la misma vajilla. En cambio, dos almas que Dios ha creado unidas entre
sí van a fusionarse con tal fuerza que nada ni nadie podría separarlas, aparte de
que no van a tener el más mínimo temor al respecto. Por eso cuando en una
pareja, uno de los dos o ambos se muestran temerosos de que alguien pueda
venir a seducir a la otra parte (y efectivamente, nadie puede impedir que esto
ocurra!), esto significa que no se trata de la verdadera alma gemela. Una mujer
ama a un hombre y él se va con otra; un hombre ama a una mujer y esta le
abandona... No es el caso de dos almas gemelas. Por el contrario, ellas se
reconocerán entre sí con una certeza absoluta y jamás querrán separarse.
El ser humano encuentra su alma gemela doce veces durante sus
encarnaciones terrestres, pero a menudo tal encuentro significa la muerte, pues
las condiciones de la existencia se oponen a la realización de un amor tan
perfecto, tan absoluto. El drama de Shakespeare "Romeo y Julieta" se basa
precisamente en el tema del reencuentro de dos almas gemelas.
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Con todo, llegará el día en que las almas gemelas podrán traer hijos al
mundo, aunque lo harán de una forma muy distinta a la que practican los
hombres y mujeres en la actualidad: Cada una de ellas estará envuelta en luz y
proyectará todo su amor hacia la otra, dando lugar en la atmósfera a la
formación de intensas corrientes fluídicas que les envolverán a ambos. Entonces,
todo lo que el hombre proyecte sobre su compañera será absorbido por ella
dentro de la más absoluta pureza. En este mismo momento será atraída la
presencia de otro ser, que será su futuro hijo. Naturalmente, esta criatura tendrá
una total afinidad con el padre y la madre. Desde el primer momento en que su
espíritu desciende al lado de ellos, la madre va a proyectar desde su plexo solar
una sustancia fluídica que utilizará el nuevo ser para mostrarse algunos
instantes más tarde ante la mirada de sus padres, ya revestido con una forma
semejante a la de ellos.
Está claro que hoy por hoy los humanos no tienen todavía la posibilidad de
traer sus hijos al mundo de esta manera, pero es algo que ya se ha podido
vislumbrar a través de ciertas sesiones espiritas: cuando la persona que hace de
médium entra en trance, un clarividente puede observar una especie de fluido
etérico que emana del plexo solar de aquel médium, para formar como una nube
luminosa en la cual va a plasmarse el espíritu invocado. Existen pruebas
fotográficas de este fenómeno. Sin embargo, en este caso el espíritu no puede
permanecer visible por mucho tiempo, ya que la sustancia va a ser reabsorbida
por el médium en un lapso muy corto. Por cuanto hace al futuro sistema de
nacimiento para los humanos, esta sustancia no será dada tan sólo como un
préstamo, sino que irá a revestir al nuevo ser de forma permanente. Es evidente
que para hacer posible algo así, los humanos deberán perfeccionarse y trabajar
consigo mismos hasta lograr una pureza total. La forma que hoy predomina para
engendrar los hijos, sigue siendo la misma de los animales. ¿Cuál es la razón de
que muchas parejas tiendan a hacerlo en la oscuridad o bajo una luz muy tenue?
Es porque los humanos tienen la sensación de que este sistema no es digno de
los Hijos de Dios. Pero es obvio que Dios no iba a ser tan cruel o tan avaro como
para no ofrecer otras alternativas y ponerlas a su alcance. Lo que sucede es que
ellos han perdido el secreto, a causa de haber descendido muy bajo en el plano
material.
Espero que no me hayáis entendido mal; el hecho de que vuestro marido o
vuestra mujer, tal y como lo explicamos antes, no sea propiamente vuestra alma
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gemela, no significa en absoluto que tengáis que abandonarle o menospreciarle.
Por el contrario, a partir de ahora podéis tomar conciencia de que en realidad os
habéis asociado para realizar un trabajo estando juntos, por lo cual es necesario
que os llevéis lo mejor posible y os comprendáis mutuamente hasta que llegue la
hora de finalizar vuestra labor común.
Sèvres, Febrero 28 de 1942
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LOS CELOS
Bonfin a 24 de Marzo de 1945
Conferencia improvisada (Notas taquigráficas)
Los celos son algo muy frecuente entre los enamorados, como también
entre los ricos que quieren conservar sus bienes a toda costa y sufren al verse
obligados a cederlos a sus herederos. Incluso después de muertos vienen a visitar
sus casas y propiedades, estando tan ligados a las riquezas que dejaron aquí,
que intentan defenderlas y continúan preocupándose por ellas. Como se
muestran incapaces de cortar los vínculos con este mundo terrenal, esto les
impide ascender hasta las regiones superiores, de modo que acuden sin cesar
alrededor de sus cosas y sus dineros, envidiando a los nuevos poseedores y
sintiéndose muy desgraciados.
En cuanto a los celos que surgen entre los amantes, son algo aún más
extraño. Son la causa de muchos disgustos y malentendidos que van a convertir
la vida en un infierno. Cuantas parejas han venido a verme, el marido acusando
a su mujer y ella a su vez afirmando que su marido le es infiel! Pero cuando he
logrado verificar las cosas, he visto que no era más que pura imaginación. En el
fondo, ¿por qué surgen estas historias? Por el temor de perder al ser amado,
unido a un sentimiento morboso de placer que les impulsa a torturarle y hacerle
sufrir! "Es porque te amo tanto, cariño mío, que te torturo..." Vaya lógica!. Esto
lleva a tomar curiosas actitudes, como es el caso de la mujer que se siente infeliz
y desgraciada porque su marido no está celoso de ella. Ella sabe que la quiere,
que no la priva de nada y que incluso le da entera libertad, pero en vez de
alegrarse, ella se inquieta y sospecha que él tiene una amante ¿Tendría que
tenerla encadenada y portarse con ella como un dragón para hacerla feliz? Se
han llegado a ver casos de estos, pero aquí también la mujer suele sentirse
desdichada. Nunca se llega a contentar del todo la naturaleza humana, creedme.
Si el marido otorga libertad a su mujer, ella se quejará: "¿Porqué no quiere
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guardarme, qué es lo que hay detrás de esto? Seguramente se trata de otra
mujer." Y si por el contrario, su marido es un déspota, un tirano, la mujer
buscará entonces a otro hombre que la libere del primero.
Cuando se quiere poseer algo de forma egoísta, sólo para sí, es cuando se
tiene miedo de perderlo y esto da lugar a los celos. Ellos son el fruto de ese
temor a que nos puedan quitar aquello que teóricamente nos pertenece. Pero,
¿Donde está escrito que vuestra mujer o vuestro marido os pertenecen? Puede
ser que los hayáis conocido hace diez años, pero ellos fueron creados mucho
antes de que les conocierais. Ellos han tenido padres, tienen un Creador y existen
desde hace millones de años. Un marido dirá: "Esta es mi mujer y puedo
matarla." Sí, es ahora su mujer pero ¿hasta cuando lo será? Sólo Dios lo sabe. De
momento, ellos se han asociado, pero nada más. Si queréis evitar graves
malentendidos y peores males, os conviene considerar que se trata de una
asociación voluntaria... o involuntaria, en cuyo caso vaya broma! Os habéis
asociado para emprender un trabajo, semejante a la construcción de una casa,
por ejemplo. Cuando traéis un hijo al mundo, estáis construyendo una casa: el
niño es un espíritu que viene de muy lejos y vosotros le vais haciendo su casa,
ladrillo por ladrillo.
Este miedo a perder lo que uno tiene es la causa de todos los malentendidos.
Vosotros teméis perder a una persona amada, que imagináis poseer, pero que
en realidad no os pertenece. Ponéis en práctica toda clase de medios para
retenerla, la atormentáis, la violentáis, le imponéis vuestra voluntad, pero todo
ello sólo contribuye a crear inestabilidad y, a la hora de la verdad, ¿Qué vais a
ganar con esto?... Vamos a suponer que contáis con una mujer muy atractiva,
¿Cómo vais a impedir que otros hombres la miren, la contemplen e incluso vayan
tras ella? Ocasiones no faltarán, por la calle, en el teatro, en la vida social, en
casa de los amigos, por doquier; todo el mundo va a admirar a vuestra mujer y,
si no sois razonables sufriréis mucho. Os pasará lo mismo que aquel cultivador
de flores en su jardín, que no puede impedir que su aroma se expanda y llegue a
muchas personas. En el fondo, lo que pretendéis guardar tan celosamente no es
otra cosa que el cuerpo físico de aquel ser amado, es decir, un caparazón, una
envoltura... Pero lo que es verdaderamente valioso y esencial en un ser humano,
es decir, sus pensamientos, sus sentimientos, no puede ser retenido... La mayor
ilusión es imaginar que es posible dominar un alma humana, sería algo así como
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querer gobernar el viento o retener entre los dedos arena muy fina. El alma no
puede ser aprisionada. Se puede llegar a encerrar el cuerpo físico, pero no al ser
invisible que habita dentro de él.
Hay quienes han querido atrapar un hombre o una mujer usando la magia,
y esto es posible: Existe una multitud de fórmulas y procedimientos mágicos para
embrujar a hombres y mujeres, pero no aconsejo a nadie servirse de ellas. ¿Por
qué? Suponed que llegáis a obligar a una mujer a que os ame. Incluso puede ser
que llegara a enamorarse locamente de vosotros... todo es posible bajo el sol!
Pero atentos: cuando estéis con aquella mujer y os abrace y os dé todo lo que
esperáis de ella, no sabréis lo que os está dando al mismo tiempo. Ignoráis lo
que hay dentro de ella, las entidades que habéis evocado. Y debéis saber que son
estas entidades las que, atraídas por el poder de vuestras fórmulas se han
metido dentro de ella; no es su espíritu el que viene a daros amor, se trata de
entidades inferiores y, si pudierais verlas por un momento, vuestros cabellos se
erizarían y suplicaríais al Cielo que os librara de ellas. Embrujar a otros no es
nada aconsejable. Sí, puede ser que se obtenga lo deseado, pero mientras creéis
que estáis bebiendo amor de los labios de aquella mujer, la verdad es que bebéis
un veneno que os destruirá poco a poco. Se puede evocar a las entidades del
mundo astral, llegando incluso a hacer que obedezcan la propia voluntad, pero
el Espíritu es libre, no puede ser encerrado ni encadenado.
¿De donde pues el temor a perder una envoltura, el cuerpo de otro ser, que sólo
representa una morada efímera, al lado de la dicha de ganar su espíritu y tenerlo
a vuestro lado? Me diréis que lo ideal sería tener a los dos: cuerpo y espíritu a la
vez. Bien, lo comprendo, sólo que hay otros métodos para lograrlo. No es
mediante la ira o la violencia que vais a conseguirlo, al contrario, así perderéis a
los dos. Es preciso mantener una actitud muy distinta para que aquel espíritu
que es libre llegue a estar tan afianzado a vosotros que nada pueda romper este
vínculo. Aquí es donde comienza la ciencia del amor. Para obtener que alguien os
ame libremente, sin ser forzado en absoluto, sabed que sólo existe un medio
inofensivo: Nunca pensar nada malo en relación con esta persona, enviarle
únicamente pensamientos espléndidos, luminosos, puros. Aún si llegara a
mostrarse dura y cruel, hay que ser muy pacientes, soportarlo todo, seguirla
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amando y ayudando. Si esta es vuestra verdadera actitud hacia ella, tarde o
temprano empezará a amaros, poseída también por un amor puro y elevado.
Los celos son un sentimiento muy difícil de vencer. Para ello no basta con
proponérselo y nada más. Como ya os lo dije, nada puede hacerse contra una
fuerza incontrolada que, al ejercer una gran presión va removiendo todo a su
paso. No se puede parar la corriente de un río cuando están abiertas las
exclusas: se llevaría todo por delante y sería muy arriesgado. Lo único que
podemos hacer es no abrir las esclusas, entonces seremos dueños de la
situación. Sólo mediante la inteligencia es posible dominar los celos. Toda
solución radica en el pensamiento, en el razonamiento.
Habrá quien diga: "Sí, pero si no se guarda celosamente a la mujer, ella va a
hacer tonterías." Os equivocáis del todo: es precisamente cuando se la guarda
de esta forma que ella caerá más fácil en dichas tonterías. ¿Acaso podéis estar
dentro de su mente o de su corazón para saber lo que está ocurriendo allí? Una
mujer es capaz de engañar al mismo Dios, hasta tal punto puede llegar a fingir, y
no será precisamente el ingenuo de su marido quien va a retenerla! Hay una sola
cosa que no llego a creer y es que un hombre pueda retener a una mujer. Ella
misma puede encerrarse si quiere, pero esto es otra cosa, no es el hombre quien
la retiene. Ya puede encerrarla en una torre, ella hará venir al mismo diablo si es
preciso, para divertirse con él y vengarse de su marido.
Los celos siempre van a traer consigo desbarajustes. A fuerza de oír los
mismos reproches: "Tú me estás engañando... me traicionas...", una mujer
acabará diciendo algún día: "bueno, vamos a probar un poco, debe ser algo muy
interesante!" Hasta ese momento, ella había sido fiel y nunca pensó en engañar
a su marido, pero ha sido él quien, con sus infundadas sospechas, ha terminado
por crear las condiciones propicias en el plano astral. Ahora bien, a partir del
momento en que ella empiece de verdad a engañarlo, además va a desarrollar
una gran astucia para tranquilizarlo y hacerle ver que no pasa nada. "Querido,
ya puedes estar seguro de mi, te estoy diciendo la verdad..." Y el marido, que no
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la creía cuando todo era cierto, ahora va a creerla, cuando todo es mentira.
Pero los celos denotan también falta de inteligencia. Si alguien se obstina en
retener a otro, es porque no se da cuenta de que el alma y el espíritu de aquel
ser siguen siendo libres, por más que se intente guardar celosamente su cuerpo.
Si comenzáis a percibir que existe algo más sutil en los demás seres, algo que
debéis tener muy en cuenta para vuestra relación con ellos, estaréis avanzando
en comprensión, de modo que los métodos que vais a emplear respecto a la
persona que amáis van a resultar siendo más delicados, más inteligentes. A
partir de entonces, la otra persona empezará a unirse con más fuerza a vosotros,
porque verá que razonáis con ella, que no forzáis las cosas y ahora puede
depositar su confianza en vosotros. Una vez desaparecido el miedo, dejareis de
mostraros rígidos, crueles, groseros y vengativos, estaréis más serenos y podréis
encontrar solución a los problemas que vayan surgiendo.
Vamos a suponer incluso que vuestra mujer ya no os ama. Si así fuera,
entonces debéis ser conscientes de que su alma es libre y no tiene que estar
eternamente a vuestro lado. Pensad que antes ella ha podido tener centenares
de maridos y que vendrán muchos otros a los que amará en un futuro. ¿Por qué
vais a romperos la cabeza si ella ha dejado de amaros? ¿Y acaso, pensáis que la
amareis por siempre?...¿La habéis amado desde el principio de la creación? No.
Ya podéis tranquilizaros, sabiendo que sería injusto exigir su amor, cuando
vosotros mismos os consideráis en libertad de hacer todo lo que podéis imaginar.
Los celos son pues un sentimiento deplorable que nubla la mente. Son los
peores consejeros del Infierno, ya que impulsan a muchos a cometer actos
insensatos de los que van a arrepentirse en seguida, pero ya será demasiado
tarde. Se puede llegar a matar a la persona que más se ama, en un acceso de
celos, para luego lamentarse hasta el punto de quitarse la propia vida.
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Añadiré algo más que hasta ahora no habéis considerado: los celos arrojan al
que los padece a una región muy inferior, en la cual se va a desencadenar la
sensualidad. Después de una escena de celos suele sobrevenir un acceso de amor
sensual aún más violento. Así que si queréis evitar veros dominados por pasiones
desenfrenadas, evitad toda manifestación de celos, de lo contrario vais a ser
embrujados de seguida y vosotros mismos no sabréis cómo ha ocurrido esto.
Cuantos hombres se han visto que, luego de montar una escena pavorosa de
celos con su mujer o su amante, hasta jurar abandonarla, acto seguido y como
poseídos por un impulso irresistible van a humillarse delante de ella, olvidando
por completo su dignidad con tal de obtener una sola de sus caricias !...
El discípulo deberá desterrar para siempre los celos. Resultaría vergonzoso
para él continuar sumergido en los mismos pantanos, sufriendo las mismas
angustias. Si su mujer le deja, él debe reflexionar diciendo: “Es triste haberla
perdido y sufriré por ello, pero me quedan el Cielo, Dios, la Luz, la Enseñanza, el
Maestro... Tengo pues una gran riqueza!" Cuando sólo se tiene un pan, no se
puede ser muy generoso, pero cuando se dispone de muchos podemos regalarlos
sabiendo que no vamos a pasar hambre. Los celos son un indicio de pobreza;
aquel que es rico interiormente no tiene miedo a quedarse solo, aunque todos le
dejaran, el sabe que cuenta con miles de entidades espirituales que seguirán
acudiendo a visitarle.
Uno de los mejores sistemas para liberarse de los celos es el de aprender a
elevar nuestro amor a un plano superior. ¿Porqué una mujer que ama a un
hombre por su inteligencia, su espíritu, su ciencia y su magnanimidad quisiera
darlo a conocer al mundo entero? ¿Por qué ella se siente feliz cuando todo el
mundo respeta y admira al que ama? Porque en este caso, su amor es de otra
naturaleza, notablemente superior respecto a la que se manifiesta en el amor
ordinario, cuando lo que admira la mujer en el hombre es sólo la parte física,
externa, unos fuertes músculos o unos pequeños bigotes... Así, lo importante es
llegar a saber trasformar el propio amor; si este se mueve en un terreno muy
sensual, sabed que los celos estarán allí, serán una consecuencia directa de ese
amor. Sí, en la medida en que améis físicamente a alguien, más vais a desear
que esta persona sea exclusivamente para vosotros y aparecerán los celos. Por el
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contrario, mientras más le améis espiritualmente, os vais a sentir más orgullosos
de poder compartirla con otros seres.
Debo deciros también que una mujer no debería casarse nunca con un
hombre más joven que ella, pues de hacerlo así, ella misma se está exponiendo a
grandes males. En cambio, es más natural que una joven ame a un hombre más
maduro, ya que los hombres no cambian tan rápido en lo físico como las
mujeres. Cuando la mujer comete la imprudencia de unirse a un hombre más
joven, lo más seguro es que un día le verá abandonarla para irse con otra mujer
más atractiva que ella y esto la llevará a torturarse incesantemente. No hace
falta pues lanzarse a vivir historias de esta índole.
No os asombréis si me veis volver una y otra vez sobre un mismo tema. No
basta con el conocimiento teórico de todas estas cosas, hay que llevarlas a la
práctica, de modo que continuaré repitiendo hasta que os decidáis a practicar de
verdad lo que os enseño. Hace siete años que os vengo hablando acerca de estas
cuestiones y en particular del amor, desde distintos enfoques y perspectivas,
puesto que veo que siempre os debatís en medio de Las mismas dificultades.
Cuando me demostréis que estáis en camino de resolver vuestros problemas
pasaremos a otras cosas. Si veo subir el nivel de conciencia colectiva, haré otras
revelaciones, pero hasta entonces no necesitareis nuevos conocimientos: tomad
una de las conferencias donde hayan sido expuestos los principios
fundamentales de la Enseñanza y, si trabajáis bien sobre estos principios, toda
vuestra vida se esclarecerá. Pero si os contentáis sólo con adquirir conocimientos
teóricos, seguiréis sumergidos en las mismas historias. Ahora llega el momento
de realizar todo aquello que habéis aprendido hasta ahora en teoría. Veréis todo
un mundo nuevo abrirse ante vosotros.
Sèvres, Marzo 24 de 1945
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“LO QUE ATAREIS EN LA TIERRA
SERÁ ATADO EN EL CIELO”
Bonfin a 28 de Agosto de 1960
Conferencia improvisada
Las escrituras nos dicen: “Aquello que atareis en la tierra será también atado
en el Cielo, y lo que desatareis en la tierra será desatado en el Cielo.” Estas
palabras contienen un extraordinario significado. Bien sea conciente o
inconcientemente, todo lo que hacéis en el plano físico va a reflejarse en los
demás planos. Cuando establecéis un vínculo con alguien en el plano físico,
también lo estáis haciendo en los planos astral y mental, y si cortáis dicho
vínculo en lo físico, también va a cortarse en los otros dos planos.
Os daré algunos ejemplos muy sencillos. Cuando una madre tiene que salir y
dejar a su hijo pequeño en su cochecito de bebé, ella le atará para que no caiga.
El niño está atado en el plano físico, pero también lo está en el plano astral, al no
sentirse libre grita y llora. Cuando la madre vuelve, le libera de la atadura física,
pero al mismo tiempo le estará liberando en el plano astral: el niño se
tranquiliza, se siente libre otra vez, y deja de llorar. Si encerráis a alguien en un
calabozo y le priváis de alimento, va a sentirse limitado también en los planos
astral y mental, por lo cual sufrirá y será desgraciado. Pero existen muchas
formas de atar a los seres: A través de palabras, de gestos, de fórmulas... Estos
son los verdaderos lazos y es en este sentido que cabe interpretar lo que dijo
Cristo a sus discípulos. El quiso decirles: “Vosotros que ya conocéis el poder de la
palabra, podéis atar a los seres en el plano físico, a fin de atarles también en el
plano espiritual. Con ello, teneis potestad para atar de ahora en adelante a los
malvados y criminales, a todos aquellos que impiden el advenimiento del Reino
de Dios sobre la tierra, con lo cual ellos no podrán ya hacer mal alguno. Pero
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cuando veáis un hijo de Dios atado y atormentado por estos malvados, liberadle
para que pueda hacer el bien.”
Las fórmulas, las palabras, los gestos, todo lo que se hace en el plano físico
van a reflejarse hasta los Cielos y va a generar efectos. Por eso es tan importante
recitar ciertas fórmulas, por ejemplo cuando estáis contemplando la salida del
sol y decís: “Así como el sol se eleva sobre el mundo, que el sol espiritual del
amor, de la sabiduría y la verdad se eleve sobre mi corazón, mi alma y mi
espíritu!” Las palabras que vosotros pronunciáis favorecen la realización: Tal
como el sol se eleva en el plano físico, otro sol se eleva también en el plano
espiritual. Podéis aprovechar igualmente la fase creciente de la luna, diciendo
por la tarde la siguiente plegaria: “Como la luna va llenándose, así mi corazón
se irá llenando de amor, mi intelecto se irá llenando de luz, mi voluntad se irá
llenando de fuerza y mi cuerpo físico se irá llenando de salud y vigor!” Cuando
pronunciáis estas palabras, toda la naturaleza estará pronta para ayudaros. En
primavera, cuando contempléis las primeras hojas y flores podréis decir: “Así
como la naturaleza se expande, que todo mi ser florezca y se expanda, que
toda la humanidad viva una eterna primavera!” De este modo, llegareis a ser
magos blancos, os convertiréis en hijos de Dios y por doquier, usando la palabra
creadora, el verbo que ha creado el mundo, podréis crear un mundo nuevo,
vuestro propio mundo, por donde vayáis.
¿Cuándo se llegará a utilizar todo lo que está escrito en los Evangelios? La
letra por sí sola está muerta si nadie la utiliza. Pero ahora llega el tiempo de
despertar y de trabajar con las fuerzas positivas a fin de participar en esta
creación de un nuevo cielo y una nueva tierra.
Si estáis siempre atormentados, insatisfechos, infelices, esto se debe a las
ataduras visibles e invisibles que vosotros mismos habéis concertado. He aquí un
asunto sobre el cual vale la pena reflexionar a fondo: Cuales son los vínculos que
habéis hecho en esta vida o en otra vida anterior, puesto que aquí vais a
encontrar toda la explicación de vuestra situación actual. Cuando queréis hacer
funcionar un aparato eléctrico, una plancha, un ventilador, etc., lo primero que
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hacéis es enchufarlos a la red, con lo cual establecéis una conexión que os
permite poner en marcha el aparato. Si desconectáis la corriente, dejará de
funcionar, esto es algo que todo el mundo sabe. Pero, ¿Cómo se puede trasladar
esto a la vida misma? De un modo conciente o inconciente, cada día
establecemos conexiones con la tierra, los árboles, los animales, los ríos, las
montañas, las estrellas... en fin, con todo tipo de seres visibles o invisibles, con
todo el universo, y esta conexión es muy importante. Por eso os recomiendo
revisar con profundidad los diferentes vínculos que habéis establecido, para ver
cuales son positivos y conviene mantener, y cortar aquellos que resultan
negativos; Así también será necesario estudiar muy bien los nuevos lazos que
pueden surgir con otros seres.
Si un recipiente no está conectado con una fuente inagotable, llegará el
momento en que estará vacío; entonces habrá que volver a llenarlo o sustituirlo
por otro que esté lleno. Pero ¿Cómo resolver este problema? Imaginaos un
hombre y una mujer que se aman: Ellos son como dos recipientes. Pero si no
están conectados a la fuente del amor llegará el día en que tendrán que
separarse, cuando uno de los dos o ambos hayan agotado sus propias reservas.
Si no queda ya nada para darle al otro, ¿Qué otra cosa puede surgir mas que un
rechazo? * Es aquí donde entra en juego el poder mágico del vínculo: Pensad
que vuestra pareja es algo único y que depende de vosotros conectarla con la
fuente divina, con el Padre Celestial, con el sol, con los Ángeles, los arcángeles y
con todos los Maestros de la humanidad. El amor os da todas las posibilidades,
pero si no estáis esclarecidos por él, en vez de vincular a la persona amada con el
Cielo, os apegáis a ella sin daros cuenta de que así la estaréis vinculando con el
Infierno, y la estáis poniendo en manos de los seres inferiores, malignos. Pasado
un tiempo veréis cómo aquella persona se va opacando hasta perder su luz.
Pero ¿De quien ha sido la culpa? ¿Por qué no la vinculasteis con el Cielo? Ahora
os sentís inquietos, empezáis a reflexionar sobre todo esto, os preguntáis cosas,
pero en realidad es algo muy sencillo: Sois vosotros quienes le habéis conectado
con las regiones inferiores. Debíais haberla llevado hacia las regiones celestes,
proyectándola muy alto para que ella pudiera beber, para que pudiera respirar.
Y por supuesto, aquella persona tendría que hacer otro tanto respecto con
vosotros. Si ambos obráis de esta forma, dejareis de ser simples recipientes, os
trasformareis en manantiales.
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Acercaos pues a la persona que amáis, miradla, abrazadla y proyectadla hacia
el Cielo, conectándola con la Madre divina, con Cristo, con el Padre Celestial, con
el Espíritu Santo. Nunca tendréis que arrepentiros por obrar de esta forma; al
contrario, en ese momento será como si se encendiesen lámparas en vuestro
interior, experimentareis una alegría y una felicidad extraordinarias. Incluso si se
trata de una persona desconocida, sin decirle nada podéis intentar conectarle
con aquella Fuente de luz, deseándole que comprenda esta nueva vida y que
pueda encontrar la paz que hasta ahora nunca ha podido disfrutar. Aunque esta
persona no pueda comprenderos, estos buenos pensamientos tornarán hacia
vosotros ya que, si no son bien recibidos, la luz y el amor que habéis enviado
retornarán. De este modo, vuestra jornada puede estar llena de labores de esta
naturaleza con lo cual, día tras día, vuestra existencia va a verse embellecida.
De no actuar así... he aquí que todo el esplendor de la vida se va a malgastar
inútilmente. Para los discípulos hay siempre una tarea, unas actividades que
darán a sus vidas un sentido maravilloso, indescriptible.
Cuando un hombre y una mujer no están conectados con la Fuente, este amor
no es divino, no podrá ser duradero. Todo el mundo habla del amor, todos tienen
la pretensión de conocerlo, hasta que un buen día se dan cuenta de que en
realidad el verdadero amor no les ha visitado aún. Porque el verdadero amor es
algo muy duradero, algo que trasciende más allá de la muerte. He aquí el mayor
de los secretos, queridos hermanos y hermanas. Sí, el secreto más importante
consiste en aprender a beber directamente de la Fuente a través de la persona
que amáis. De ser así, vuestro amor podrá durar, puesto que consagráis vuestra
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vida a la Fuente; incluso si ya sois muy mayores, sentiréis fluir a través vuestro
energías de tal frescura, de tal pureza y luminosidad, que continuareis estando
siempre enamorados uno del otro; No os fijareis en las arrugas ni en los cabellos
blancos, sino que veréis en la otra persona un alma y un espíritu radiante de
belleza y juventud. En cambio los demás, las parejas que no se nutren de la
Fuente, a los dieciocho años ya se sienten viejos, hastiados, y se separan porque
ya no les queda ni una gota en sus recipientes. Algunas veces incluso los arrojan
a la tierra y los rompen en mil pedazos!
Bonfin, Agosto 28 de 1960
Nota complementaria:
Vosotros cogéis una manzana, la peláis, la cortáis en pequeños trozos y la
coméis; con ello experimentáis una sensación... Pero si mordéis directamente la
manzana la sensación va a ser distinta; Ahora bien, si os acercáis al árbol, cogéis
una de sus ramas y empezáis a morder una manzana sin haberla separado del
árbol, encontrareis otra sensación diferente, como si la fruta estuviera más viva
y os trasmitiera un bienestar, un gusto delicioso, una alegría que parece venir del
árbol mismo, puesto que él está unido a la tierra, él toma sus energías de la
tierra, de modo que al comer de esta forma sus frutos, estaréis en contacto con
las fuerzas de la tierra, podréis absorberlas directamente.
Y ¿Cual será la diferencia entre tomar un hombre o una mujer directamente
del árbol o ya desligados de él? Suponed que aquella persona ha cortado sus
vínculos con el Cielo, entonces será como una manzana separada de su árbol:
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Habrá perdido parte de su energía, de su magnetismo... ¿Qué es lo que vais a
tomar entonces? Sin duda, aún pueden quedar algunas migajas de aquello, pero
tendréis otras sensaciones que no tienen nada que ver con la sensación
maravillosa de estar unidos a la inmensidad que representa la fuente del amor
divino. En cambio, cuando amáis a un ser que sigue unido al árbol de la vida,
absorbéis otras energías que os darán la sensación de contactar con el corazón
del mundo, con el gran océano cósmico. He aquí algo en lo que la gente nunca
reflexiona. Que algo esté ya cortado, arrancado, desvinculado, truncado desde
hace ya tiempo, parece no tener importancia para ellos. Pero precisamente esto
constituye uno de los temas más importantes, y no me refiero aquí al aspecto
material sino al espiritual, porque lo espiritual es lo que verdaderamente cuenta.
Sèvres, Diciembre 31 de 1963
18
APRENDER A COMER
PARA APRENDER A AMAR!
I
Bonfin a 14 de Agosto de 1961
Conferencia improvisada
Desde hace siglos, la Iglesia no cesa de repetir que el hombre ha sido
concebido dentro del pecado y no hay nada a hacer. Según ella estamos
concebidos de esta manera, nacemos del pecado. Y bien, no estoy de acuerdo
en absoluto, ya que precisamente al hacer énfasis en esto, al propagar esta
idea se impide el avance de la humanidad, se está reduciendo la esperanza y el
deseo de salir de esta situación. Todos estamos en el pecado y por lo tanto no
hay nada a hacer al respecto. Ahora bien, ¿Cuál será la verdad que se oculta
detrás de todo esto? El hombre está concebido en pecado porque sus padres le
trasmiten una herencia que ya es defectuosa: a causa de sus pensamientos y sus
sentimientos que no son puros ni luminosos, ellos van a concebir a sus hijos en el
pecado. Lo que no es cierto es aquella idea de que a partir de Adán y Eva el
pecado original deberá trasmitirse inexorablemente de generación en
generación. Por supuesto que no. Pero si los humanos insisten en mostrarse
impuros, vulgares, estúpidos, entonces el pecado de Adán y Eva continuará
pasando de padres a hijos durante miles de años. Por el contrario, una vez que
los hombres encuentren la luz y lleguen a ser sabios, puros e inteligentes, el
hecho de que Adán y Eva hayan cometido un pecado alguna vez carecerá
totalmente de importancia, todo habrá cambiado, todo se habrá trasformado.
No hace falta seguir inculcando a los humanos estas ideas que van a
mantenerles muy abajo, en la culpabilidad y la imperfección, sin esperanza
alguna de poder enderezarse algún día. Se es pecador, es cierto, pero no existe la
obligación de seguir siéndolo por toda la eternidad, es preciso avanzar. De
hecho, el Cielo va a tener más confianza en uno que ha pecado y luego se ha
arrepentido, que en aquel que nunca ha cometido falta, pues este último será
19
el que está más próximo a caer: aún no existe algo realmente sólido en él, no
sabe lo que es el sufrimiento y por ello puede ir a ciegas en muchas cosas hasta
caer algún día. Pero en cambio, aquel otro que ya ha estado en las garras del
demonio, que ha experimentado sufrimientos atroces y al final se decide a salir
de allí para cumplir con la voluntad de Dios, si triunfa en este empeño, el Cielo le
tomará a su servicio y el podrá decir: "Evidentemente, esto no significa que
ahora tengáis que hacer locuras para luego poder arrepentiros y mejorar,
porque esta puede ser una tarea de siglos”. En cualquier caso, los humanos ya
han hecho suficientes locuras y ahora es tiempo de que ellos se superen para
ponerse al servicio del Cielo.
Tomemos por ejemplo el tema del amor.
Con seguridad, al transcurrir los años, los conceptos acerca del amor han
evolucionado. Los pueblos salvajes y primitivos se conducían en este ámbito con
una violencia, una brutalidad y una sensualidad indescriptibles; sus
manifestaciones estaban exentas de inteligencia, de atención, de conciencia, de
todo tipo de comedimiento, no había nada de esto; eran como mares
tormentosos o volcanes en erupción. Al pasar el tiempo, más o menos, junto con
el despertar de la conciencia y la vida espiritual se fueron añadiendo nuevos
elementos: la ternura, la delicadeza, el refinamiento... Y sin embargo aún hoy en
día en la mayoría de los casos, la manifestación del amor continúa siendo
primitiva. Este amor pasional e instintivo que se ha venido practicando durante
milenios se ha grabado de una forma tan profunda en el ser humano, que incluso
ahora no sabe bien cómo puede afinarlo, ennoblecerlo. En realidad, no hay nada
que sea más difícil que esto, pero también, nada resulta más fácil cuando se
cuenta con ciertas normas que se aplican para cada actividad de la vida y no sólo
para el momento en que se está abrazando a otro. Las leyes son valederas en
todos los campos.
El amor es la vida divina, que desciende a las regiones inferiores para
regarlas, colmarlas y purificarlas. Es algo que se manifiesta por doquier, sin que
los humanos perciban que siempre se trata de la misma fuerza, la misma energía
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cósmica que va asumiendo innumerables aspectos. Por lo general, ellos van a
menospreciar esta energía, creyendo que es sólo un instinto, una fuente de
placer y un mecanismo de perpetuación del género humano. Los Iniciados que
han logrado ir a lo alto para estudiar esta fuerza divina del amor, nos dicen que
es la misma energía que viene del Sol, la misma luz, el mismo calor, la misma
vida. Sólo que, al descender como un torrente hasta nosotros, se va cargando de
las impurezas propias de las regiones por las cuales se ve obligada a pasar. Pero
esto no quita que en su origen haya brotado como un manantial puro y cristalino
en la cima de las altas montañas. Esta energía que llamamos amor, viene de las
regiones celestes y es exactamente como los rayos del Sol, como el calor del Sol,
pero a veces llega a ser muy difícil reconocerla debido a su descenso a través de
las capas inferiores hasta llegar a los humanos.
Así pues, se nos plantea ahora la pregunta: Puesto que se trata de una
energía divina, la más poderosa y esencial, ¿Cómo hacer para que ella vuelva a
su estado original de pureza, el mismo que tenía al surgir allá arriba? Ante todo,
hay que saber que el amor tiene miles de grados. Luego hay que activar el
pensamiento despierto y vigilante unido a una constante atención y a un control
inteligente, practicando un trabajo sobre uno mismo para hacer que esta
energía llegue a ser de nuevo tan limpia como la luz del Sol, y para que allí por
donde pase sólo se haga el bien, en vez de tener un efecto demoledor o
destructivo. Hay algunas reglas que deberán seguirse pero, para ponerlas en
práctica no hace falta esperar a tener un ser amado en nuestros brazos en plena
efusión amorosa. Más bien deberán ser aplicadas a las actividades cotidianas de
toda índole, antes de ponerlas a prueba dentro del proceso amoroso
propiamente dicho.
Cada día os preparáis vuestro alimento, coméis... Pero no aprovecháis todo,
escogéis. Ya se trate de marisco, pescado, queso, legumbres o fruta, siempre va
a haber algo que no os parece suficientemente limpio o que podría ser indigesto,
hará falta lavarlo o desecharlo. El hombre, al ser más evolucionado que los
animales, selecciona su alimento, mientras que los animales no lo hacen. En
cambio, cuando se trata de ideas o sentimientos, no realiza esta selección, lo
acepta todo *. Pero, ¿por qué? ¿Cómo es que deja pasar a través de su corazón
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o su intelecto elementos nocivos sin haberlos limpiado previamente, como lo
haría con el alimento que va a ingerir? Y porqué, cuando los enamorados van a
fundirse en un sólo abrazo, ¿no se les pasa por la mente que tendrían que
eliminar muchas impurezas antes de consumir este otro alimento? Es por ello
que, a través de sus caricias y sus sentimientos se deslizan también gérmenes de
enfermedades a veces mortales, que su conciencia es incapaz de ver o eliminar.
Sí, la muerte se desliza furtivamente aprovechando ese amor inferior que no es
otra cosa que una estupidez donde no existe conciencia, ni control, ni luz alguna.
Y pensar que a esta clase de amor se le dedican tantos ditirambos, canciones y
alabanzas por todas partes! Nadie parece conocer otro tipo de amor y, si les
habláis de ello, os mirarán como preguntándose si no estáis locos de remate.
Todo comienza por la nutrición. Antes de pasar a la mesa se lavan las manos,
incluso antaño se solía decir una plegaria, para invitar al Señor a compartir este
momento. Puede ser que todavía hoy algunos campesinos conserven esta
costumbre, pero las gentes cultas han eliminado todas estas tradiciones. He aquí
a donde llevan a los humanos la civilización y la cultura!... Lavarse las manos e
invitar al Señor a compartir la mesa eran unas prácticas dotadas de profundo
significado. Los Iniciados que las habían preceptuado querían decir con ello a sus
discípulos: "Antes de amar a otra persona, antes de tomarla en vuestros
brazos, invitad a los ángeles a participar de esta dicha, pero ante todo lavaros
las manos, es decir, purificaros con una firme voluntad de no contaminar al ser
que amáis, de no trasmitirle vuestras debilidades, vuestras carencias o vuestra
tristeza." Pero veamos lo que ocurre por lo general: Un muchacho se encuentra
hundido, descorazonado y necesita sentir el abrazo de su amada para
reconfortarse. Pero, ¿Qué es lo que va a aportarle a ella? Ella se lo ha dado todo,
sus energías, su inspiración y a cambio sólo habrá recibido impurezas. El no
debería buscarla en un momento como este sin haber reflexionado antes
diciéndose: "Ahora estoy muy pobre, sucio, miserable, así que debo limpiarme y
prepararme antes; cuando llegue a estar verdaderamente en buena forma iré,
para ofrecerle mi riqueza." Pero nadie piensa de este modo y en el futuro,
cuando todo esto se haya comprendido, serán muchos los que se van a sentir
profundamente avergonzados y tristes al reconocer la pesada inconciencia que
envolvía su relación con otros seres a quienes creyeron amar. Vosotros diréis:
"Pero si todo el mundo lo hace, cuando alguien está abatido necesita que lo
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consuelen." Pero el hecho de que todo el mundo sea egoísta y estúpido, no
implica que también lo seáis vosotros. En adelante, debéis aprender a amar
como el Sol, como los Ángeles y los Grandes Maestros, que saben amar sin
esperar nada, sin tomar nada, ellos se limitan a dar.
Hay días en que un individuo siente que es muy poca cosa. En tales días
os aconsejo que os mantengáis apartados de aquella persona que amáis, de lo
contrario, la ley podría pediros cuentas por haberla despojado como lo haría un
ladrón. Las gentes suelen comportarse de una manera curiosa: cuando se
sienten bien, dan a otros sus riquezas, pero cuando están mal y desesperados,
intentan despojar a aquellos que aman; en esto son igual que los ladrones.
En el amor, como en la nutrición, la primera regla es: Antes de comer aquello
que está ante vosotros, es preciso hacer una selección; para esto hay que saber
discernir, diferenciando un sentimiento de otro, por ejemplo, distinguir entre un
sentimiento egoísta y otro desinteresado; entre un sentimiento que limita y otro
que libera, un sentimiento que desequilibra y otro que armoniza... Pero, para
poder clasificar los sentimientos hay que estar alerta, porque si os dejáis llevar, o
permitís que duerma vuestra atención, no podréis estar en la frontera en el
momento en que el enemigo se infiltre astutamente para acabar con vuestro
reino. La vigilancia, el control y un estado de alerta son imprescindibles para
impedir una invasión. Ahora bien, en cuanto a su amor, los humanos no piensan
otra cosa que dejarse llevar. Allí donde no hay asomo de inteligencia ni de
conciencia, donde todo ocurre como en una borrachera, esto es para ellos un
gran amor, parecería que si no se está ebrio no se siente gran cosa! Pero, ¿Ellos
qué saben? ¿Acaso han intentado estar alerta, discernir y escoger las corrientes
superiores para conocer la dicha que esto les puede traer y los maravillosos
descubrimientos que podrían realizar? ‐Si nunca lo han ensayado siquiera,
¿Cómo pueden pronunciarse sobre esto?
Os he dicho que el amor inferior, el amor pasional trae consigo la
muerte. Para que lo entendáis mejor os daré algunas nociones sobre esto
basadas en la astrología. Ya sabéis que el zodíaco del que nos hablan los
astrólogos es un libro viviente, donde los iniciados saben leer las grandes
verdades del mundo y de la vida, y que este libro está reflejado a su vez en todo
23
cuanto existe sobre la tierra. Son estas doce constelaciones las que han creado y
modelado todas las formas de vida terrestre. Cuando se quiere resolver un
problema filosófico, hay que consultar este gran libro de la naturaleza que está
en lo alto, el zodíaco, y aquí lo hemos hecho delante vuestro en múltiples
ocasiones. Tomemos pues ahora la cuestión del amor y la muerte, preguntemos
al zodíaco cuales son los signos que están vinculados con el amor. En realidad, es
un tema que toca varios signos, pero en particular se va a manifestar en Tauro y
Libra, por estar situados aquí los dos domicilios de Venus. Si lo miramos con
detenimiento, veremos que Tauro representa el amor primitivo, sensual, la
fecundidad de la naturaleza. El buey Apis era un símbolo de fertilidad adorado
por los egipcios, con el fin de atraer las energías de la constelación de Tauro y
fijarlas sobre esta divinidad para que la tierra produjera abundantes cosechas.
Por medio de ceremoniales mágicos, los hierofantes egipcios lograron
efectivamente canalizar esta abundancia. En cuanto a Libra, el otro domicilio de
Venus, va a representar por el contrario una forma más pura, más elevada del
amor. Pero esto no significa que todo aquel que tenga Venus en Libra tenga que
manifestar un amor espiritual y divino (hay otros muchos elementos negativos
que pueden influir), pero en general, Libra es el signo del amor espiritual,
sensible a la belleza, la música, la poesía. El amor de Tauro necesita tocar, gustar
directamente, mientras que el de Libra se contenta con mirar, contemplar,
escuchar.
Pero los signos de Tauro y Libra deben estudiarse teniendo en cuenta los
signos opuestos, que son los de Escorpio y Aries, respectivamente. El primero de
ellos, Escorpio, está asociado a los órganos genitales, lo que se va a relacionar
con la naturaleza sensual de Tauro. Pero Escorpio equivale también a la Casa
VIII, la morada de la muerte, lo cual nos deja entrever que, en el amor inferior
donde el hombre lo acepta todo sin discernir ni seleccionar, se deslizan los
gérmenes de la muerte, comenzando por las discusiones y diferencias de opinión,
hasta llegar a la revuelta, la lucha y la destrucción. Por contraste, el signo de
Libra tiene su opuesto en Aries, que gobierna la cabeza es decir, la audacia, el
coraje, el deseo de explorar, de avanzar y remontarse hacia lo alto, de ampliar
los propios límites, hasta el sacrificio. Por todo esto, se ha representado al Cristo
como un cordero, Aries. Pero la cabeza es también el lugar simbólico donde la
pasión y el desenfreno van a dar paso a lo medido, lo razonable y sabio. Aries
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representa igualmente la germinación, todo lo que empieza a crecer, a vivir. Si
una planta crece, es porque en ella se ha producido un discernimiento, una
iluminación que le impulsa a rechazar los elementos nocivos para permitir que la
vida brote y fluya hacia arriba.
Libra y Aries representan así el amor espiritual unido con el pensamiento
alerta, que vigila para no dejar penetrar impurezas de ningún tipo. Por esto
corresponde al signo de Aries ser el primero del zodíaco, la entrada de la
primavera cuando todo renace. Es el amor, el amor del Sol, el amor espiritual de
un Iniciado que comienza a brotar como luz, calor, vida. Es un amor puro porque
el pensamiento está allí, presente. En la frontera están bien apostados los
guardias que van a impedir la entrada de cualquier elemento nocivo. Así, en el
momento en que abrazáis al ser amado, vuestro pensamiento sigue alerta, os
daréis perfecta cuenta de lo que ocurre en vosotros y en la otra persona, os
pondréis en contacto con Inteligencias superiores, descubriréis muchas cosas, os
haréis poderosos. ¿Creéis que vale la pena sacrificar todas estas posibilidades
por seguir actuando inconcientemente dejando que os arrastre el delirio, la
embriaguez?
Parece que a todos les encanta sentirse perdidos, aniquilados, como si
fuera esta la clave de la felicidad. Incluso se suele decir por ahí: "Si no pierdo la
cabeza no siento nada". Con ello están firmando su sentencia de muerte
espiritual, pero no obstante esto es lo que se acepta y se propaga. Si un hombre
se muestra vigilante, si se controla para que su amor sólo deje pasar lo que es
luminoso, poético y favorable para su pareja, ella le va a mirar con disgusto
pensando: "Este no es un hombre como yo creía, sigue estando lúcido, no pierde
la cabeza." Por el contrario, si ella ve que se le nublan los ojos, si se estremece
como si se sacudiera el mundo entero y todo parece estallar en su cabeza: sus
convicciones, sus decisiones, sus proyectos, ella pensará para sí: "Ah, esto es
maravilloso, esto vale la pena, esto sí que es un hombre." Pero esto no significa
que ella se sienta verdaderamente satisfecha de él, sino que está orgullosa de
haber comprobado que le tiene bajo su dominio. Al ver que el hombre pierde el
control ella estará dichosa, es como un triunfo para ella, de modo que pensará:
"Ah, ah, quería parecer muy fuerte pero ahora se acabó, haré con él lo que se me
antoje." De este modo, quien triunfa es su naturaleza inferior, para que ella
pueda dominarlo, dirigirlo y hacer que la complazca en todos sus caprichos. No
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es ciertamente un magnífico triunfo, más bien se trata de una crueldad
camuflada. No es necesario en absoluto que una mujer se precie de que su
marido o su amante hayan capitulado hasta este extremo. Al contrario, esto es
algo que debería preocuparla.
No está prohibido tener sensaciones intensas, pero es preciso velar por la
calidad de estas sensaciones, saber orientarlo todo sin perder el control. Existen
aparatos muy potentes como es el caso de los misiles y cohetes, pero al lanzarlos
al espacio hay que cuidar de no perder el control. Por lo mismo, entre los
humanos, el amor puede representar una energía poderosísima, pero siempre
debe estar dirigida, equilibrada, orientada, purificada, para que el trabajo divino
pueda realizarse. Y si es el momento de concebir un hijo, este niño podrá ser un
ángel o un genio, pues del otro lado hay seres muy evolucionados que están
esperando las condiciones más favorables para poder encarnarse!
Debéis permanecer alerta, lo que equivale a mantener la luz encendida para
poder ver claro y alejar de vosotros todo lo indeseable. Haría falta otra
conferencia para explicaros los efectos de la luz sobre el plano astral y mental, la
manera como ella rechaza estas corrientes indeseables, nocivas, cuando ellas
quieren inmiscuirse en vuestro amor para poder alimentarse de vuestra fuerza,
de vuestras energías. Cuando vosotros proyectáis la luz, ellas no se atreven a
mostrarse puesto que corren el riesgo de ser descubiertas y atacadas. Estas
entidades aman las tinieblas para poder esconderse. De ahí que la vigilancia
consiste en vivir constantemente en la luz para protegeros de ellas.
Si antes de tener en vuestros brazos a la persona que amáis hacéis una
invocación a la luz, en forma semejante a cuando vais a tomar los alimentos y
llamáis al Señor para que participe de vuestra mesa, vais a atraer sobre aquella
persona elementos divinos que ella aún ignoraba, de modo que su alma os
estará eternamente agradecida por expresar vuestro amor de una forma
desinteresada, por haberla iluminado y vivificado, deseando que ella se una con
Cristo y con la Madre Divina. Sólo un amor así puede llegar a ser constructivo.
Vosotros diréis: "Bien, pero ¿Cómo podríamos estar felices y al mismo tiempo
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mezclar a Cristo y a la Madre Divina con nuestro amor? Esto parece imposible!"
Todo lo contrario. Sólo bajo tales condiciones podréis ser verdaderamente
dichosos, porque así vuestro amor va a ser duradero, eliminando todo tipo de
amargura, dejadez, angustia o temor. El amor desinteresado es el único que no
trae consigo el conflicto. Si actuáis de otra manera seréis como ladrones que han
robado dinero de alguna parte. En aquel instante están satisfechos pero en
seguida comienzan a preguntarse: "¿Me habrá visto?... ¿Podrá descubrirme?" y
ya no logran estar tranquilos. Dentro del amor egoísta, inferior, nunca puede
haber tranquilidad, aunque me digáis: "Esto no es cierto, se puede llegar a
tenerla", os respondería que en ese caso sois como animales. Ah, sí, ellos
siempre van a estar tranquilos, pensad por ejemplo en los gatos: Después de
haber cazado un ratón, hay que ver con que tranquilidad se relamen los bigotes!
Pero si se está un poco más evolucionado que ellos, no es posible tanta
parsimonia.
Me diréis que os pido cosas imposibles. Ya lo sé, pero el sólo hecho de
conocer la verdad, el saber cual es la solución ideal de una cuestión ya constituye
de por sí un progreso, incluso aunque no logréis grandes realizaciones. A partir
del momento en que se conoce una verdad, ella va trabajando dentro de
vosotros y cada vez estaréis más cerca de practicarla. Por el contrario, si nunca
teneis oportunidad de saberla es bien seguro que no podréis llevarla a la
práctica. Su conocimiento va a significar que ya se está a medio camino, puesto
que va unido a la imagen de una perfección ideal, poética, que pone ante
vosotros una amplia gama de posibilidades aunque haya todavía muchas cosas
por hacer. El tema del amor será enfocado por las futuras generaciones. Todo lo
demás pasará a un segundo plano y el mundo entero se ocupará al unísono de
cuestiones tan vitales como estas: cómo se debe amar y cómo se puede, a través
del amor, llegar a vivir en un plano superior, divino. Porque el amor es Dios y
Dios es amor. Si el hombre tiene una relación correcta con el amor, esto quiere
decir que también la va a tener con Dios mismo.
Cuando Jesús dijo a sus discípulos: "Son muchas las cosas que tengo para
revelaros, pero aún no podéis cargar con ellas", ¿Qué quiso decir con estas
palabras? Precisamente se refería al amor, acerca del cual no debía hablarles
27
todavía, por estar ellos cargados de prejuicios que habían heredado de la
religión mosaica! Pensad solamente en lo que nos dice san Pablo respecto a los
vestidos y la compostura de la mujer y cómo ella deberá mantenerse sumisa a su
marido. En la actualidad esto puede parecer risible y hasta ridículo, pero podría
explicaros en otra ocasión las razones de tipo cabalístico que subyacen tras estas
normas, con lo que seguramente ya no os parecería tan ridículo todo esto. He
aquí un tema interesante que podemos explicar más adelante. ¿Y porqué no
ahora mismo?, me diréis; Porque se trata de un tema complejo y ahora no sabría
escoger entre tantos puntos importantes. Me afluyen tantas ideas que considero
necesario un proceso previo de selección. Son como pájaros que llegan de todas
las direcciones, obligándome a apartarles al menos por el momento.
Jesús no había revelado todo a sus discípulos, aunque les había hablado ya sobre
muchos temas, pero en cambio la comunión que les dio con el pan y el vino fue
toda una iniciación al conocimiento de los dos principios, masculino y femenino,
un tema del cual aún hoy en día la Iglesia está lejos de comprender toda su
profundidad. El les decía: "Si vosotros coméis mi carne y bebéis mi sangre,
ganareis la vida eterna...” Pero, ¿Dónde habrá que buscar esta carne para
comer y aquella sangre para beber?... He aquí uno de los grandes misterios que
algún día serán revelados ante los hijos de Dios *.
Bonfin, Agosto 14 de 1961
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AMAD A DIOS
Y
AMAREIS MEJOR
A VUESTRO PRÓJIMO!
Sèvres el 21 de enero de 1962
Conferencia improvisada
Si intentásemos pensar en los demás y no sólo en nosotros mismos, cuántas
revelaciones podríamos tener sobre todos los problemas de la vida! Si los
humanos no comprenden gran cosa es debido a que no quieren salir nunca de
sus reducidos puntos de vista; Ellos todo lo miden, todo lo pesan y siempre van a
pronunciarse de acuerdo con su propia perspectiva, sus gustos, sus inclinaciones;
nunca tienen en cuenta a los demás.
Ahora voy a daros un método: Para poder sobrepasar los límites de vuestra
conciencia, lo primero que debéis hacer es usar la imaginación para proyectaros
muy alto, pensando en aquel Ser que todo lo abarca, que porta en Sí mismo
todas las criaturas y que las alimenta a todas. Luego debéis preguntaros qué
destino tiene reservado El para la humanidad y cómo evolucionará esta última,
de acuerdo a los proyectos que El ha concebido para ella. Cuando intentáis
aproximaros a un Ser tan inmenso, tan luminoso, se inicia todo un trabajo en los
niveles subconsciente, consciente y supraconsciente, lo que os lleva a vivir
experiencias totalmente indescriptibles. Debéis practicar este ejercicio hasta
percibir que prácticamente os aniquiláis, que vuestra personalidad desaparece
como lo haría una gota de agua al fundirse con el mar, con aquel océano infinito
de luz que es Dios. Es entonces cuando podréis encontrar el verdadero sentido
del conocimiento, de la liberación y la felicidad. Cuando esta práctica llegue a ser
para vosotros un hábito y lleguéis a gozar de aquellos deliciosos momentos en
comunión con los seres más elevados, podréis volver a descender al plano de la
humana conciencia, para comprender mejor las angustias y sufrimientos de
vuestros semejantes, conocer sus necesidades, sus cualidades y defectos, sus
debilidades. Incluso podréis descender hasta la conciencia de los animales...
Si lográis que esta práctica se convierta en algo fundamental en vuestra vida,
si tenéis la paciencia y el amor necesarios para perseverar y ensanchar los límites
de vuestra propia conciencia, buscando a Dios tres veces, cuatro, diez, cien veces
al día, intentando salir de vosotros para ir a fundiros en Su inmensidad, podréis
obtenerlo todo, y no se trata de una cuestión de tiempo. Es más bien como
cuando uno mismo ha desconectado la corriente eléctrica: Al no haber luz, se
anda tropezando con todo, con las cosas y con las personas, se corre el riesgo de
caer y producirse heridas, incluso la muerte. Ya sé que podréis decirme: “Bien,
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pero hay personas que no aman a Dios, ni siquiera creen en El, y sin embargo son
felices, viven muy bien y tienen mucho éxito.” Sí, esto es cierto en apariencia,
pero hay que mirar un poco más lejos. Cuando las termitas se instalan en una
viga y empiezan su trabajo, no acaban con ella de un momento a otro, pero
gradualmente van consumiéndola hasta que un día ocurre la catástrofe.
Los que no aman a Dios pueden tener éxito durante algún tiempo, si disponen
de inteligencia, vitalidad y voluntad; ellos saben desenvolverse, son
emprendedores, saben imponerse. Cuando ellos rompen su vínculo con Dios, sus
facultades no van a desaparecer súbitamente, pero las reservas se van agotando
y, pasado cierto tiempo, hay algo en ellos que empieza a descomponerse; los
seres indeseables se han instalado dentro de ellos y les roen, igual que las
termitas dentro de la madera... Aún así pueden mantenerse por un tiempo
gracias a su mente calculadora y a su violencia, pero ya no podrán durar
demasiado: Puesto que la luz ya les ha abandonado y no hay una corriente de
nuevas energías que pueda venir a nutrirles, los gusanos, los fermentos y
microbios de toda índole acabarán por consumir su corazón y su intelecto, y
llegará el día en que se derrumbarán. La gente ignorante se fija en cosas
pasajeras y extrae de allí conclusiones como esta: “Mirad, no vale la pena creer
en el Señor ni estar en contacto con El, porque yo conozco a uno que...” Ya
puede ser, pero hay que mirar un poco más lejos, conocer cómo trabajan las
leyes... unos cuantos años y “aquel que...” es muy probable que haya caído ya.
Así pues, no hay que dejarse engañar por la apariencia de las cosas. Si un
hombre vive muchos años verá cómo las familias opulentas van degenerando y
disgregándose, de modo que no hay que extraer conclusiones tomando como
referencia el curso de una vida humana. Resulta normal que triunfen aquellos
individuos que poseen grandes capacidades unidas a una voluntad poderosa.
Pero si a la vez ellos están conectados con la Fuente de la vida que riega sin
cesar su alma, su corazón, su intelecto, verán cómo su familia va a estar
protegida, igual que su descendencia, y podrán dejar su nombre como un
ejemplo único en la historia. Está muy bien que los hombres de las nuevas
generaciones sean capaces de triunfar, pero sin cortar sus vínculos con el Cielo;
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Que hagan su tarea, pero con el objetivo de ir dejando por doquier una huella
divina, una muestra de la nueva vida.
“Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” dijo Jesús. Hoy a todo
el mundo le parece imposible tomar a Dios por modelo: Se le considera como
algo tan lejano de nosotros, tan inmenso... Es preferible imitar a un loco
cualquiera, por lo menos resulta más fácil... con el resultado de que al cabo de
unas semanas se estará tan loco como él, o quizá peor!
Si amáis verdaderamente a Dios, obtendréis todo lo que deseáis, puesto que
llegareis a ser como El. Tal es el poder del amor. Yo espero que la ciencia se
ocupe por fin en investigar sobre el amor y todas sus manifestaciones, y llegue a
descubrir la influencia que tiene sobre la salud, la sangre y el cerebro humanos,
así como sobre todo lo que nos rodea: los árboles, las plantas, los cristales, las
estrellas, los ángeles y hasta Dios mismo. Nada hay que pueda ser más
importante como objeto de estudio. Si se hace a un lado el tema del amor,
terminarán por ocurrir toda suerte de calamidades, aunque no de forma
inmediata, por supuesto. Pero cuando uno se aleja, aunque sea una millonésima
de grado, de ciertos principios y verdades, años más tarde se puede encontrar
con que está a miles de kilómetros de la dirección correcta.
El amor no es otra cosa que un proceso de ósmosis entre aquellos que se
aman. Si amáis a Dios, vuestro amor va a trabajar desde ahora para iros
nivelando a El, creando un vínculo entre El y vosotros. Imaginad por un
momento que amáis a un ser débil, enfermizo, un poco animal, mientras que
vosotros sois por el contrario fuertes, puros, evolucionados, luminosos,
inteligentes. Creáis vínculos con él y poco a poco notareis que se va
fortaleciendo, enriqueciendo, aclarando y beneficiando de vuestro amor, pero
vosotros comenzáis a decaer: sus debilidades van a pasar a vosotros al tiempo
que le contagiáis vuestra fuerza, hasta llegar a una total nivelación. A la larga
vais a ser semejantes a aquella persona, y ella se parecerá a vosotros, hasta
tener incluso un mismo rostro. Cuando amáis a alguien termináis siendo
parecidos a él. La química nos demuestra que por todas partes en la vida se
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están produciendo intercambios, ósmosis, no sólo al nivel humano sino también
en el universo. Las estrellas también llegan a tener vínculos de este tipo que las
asemejan entre sí. Por esto es posible predecir que la tierra algún día llegará a
ser un sol, porque hay entre ambos un continuo intercambio en el cual la tierra
gana y el sol sale perdiendo, pero esto sucede de un modo totalmente
voluntario, puesto que el sol dispone de muchísimo amor y el verdadero amor
supone ante todo un sacrificio.
Si os concentráis en el Señor, si le amáis, no como nos lo presenta el Antiguo
Testamento, implacable y severo, ni como un fuego devorador, sino como algo
inmenso, como un océano de luz y de vida, vais a establecer un vínculo entre El y
vosotros, una sincronía: Comenzareis a vibrar con mayor intensidad y grandes
trasformaciones tendrán lugar en vuestros pensamientos y sentimientos. Hasta
vuestra salud va a mejorar. De hecho, en vez de tener que recurrir a los
medicamentos para curaros, es más efectivo pensar en la Fuente de la vida.
Vosotros me diréis: “Sí, pero es que me quiero curar pronto.” Y bien. Los
medicamentos podrán hacer que los síntomas desaparezcan rápidamente, pero
de forma pasajera, mientras que la capacidad de resistencia de vuestro cuerpo
irá disminuyendo hasta el punto en que no podrá ya defenderse frente a la
enfermedad.
Hace poco he visto en la televisión un programa donde varios biólogos
hablaban acerca de los peligros que conlleva el abuso de los antibióticos. Ellos
advertían que el patrimonio genético de la humanidad está amenazado y hay
riesgo de que se produzcan cada vez más nacimientos monstruosos. También
mencionaron el tema de las emanaciones radioactivas... Que Dios proteja a sus
hijos, pues los humanos se están volviendo locos y están llevando la tierra hacia
su destrucción! Incluso los sabios reconocen que vamos hacia una catástrofe,
pero aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de arreglar esta situación
no se atreven a elevar su voz para decir: “Escuchad todos, sabios del mundo
entero, unámonos para salvar a la humanidad!” Ellos podrían ser
todopoderosos, pero se contentan con hablar sin resultado alguno...
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Mis queridos hermanos y hermanas, la mejor protección para el ser humano
es volver hacia la Fuente divina. Si así lo hiciera, ni las bombas atómicas serían
capaces de dañarle, puesto que las vibraciones del alma y el espíritu son más
potentes que las de aquellas sustancias atómicas que se propagan por el aire. Si
queréis preservar verdaderamente vuestra salud, debéis vincularos con el sol y
amar al Señor. El sol es mucho más poderoso que las bombas atómicas; de
hecho, en su superficie se producen constantemente explosiones miles de veces
más potentes, al lado de las cuales las de aquí parecerían insignificantes.
Estableciendo vínculos con el sol, es posible llegar a inmunizarse contra la
radiación atómica, y es conveniente que los humanos lo sepan. Por ahora nadie
nos cree, pero ya nos creerán más adelante cuando llegue una catástrofe de este
tipo, sólo que entonces ya será demasiado tarde. Los únicos remedios eficaces
son, en el plano físico, el sol, y en el plano mental y espiritual el amor hacia Dios.
Los humanos propagan sin saberlo, debido a sus sentimientos negativos de
odio, celos y crueldad, unas vibraciones muy nocivas, que van a crear una zona
tenebrosa en la superficie de la tierra, en la que muchos seres están a punto de
ahogarse. Para poder atravesar esta capa, es preciso aumentar la intensidad de
nuestras vibraciones, y esto es algo que sólo el amor a Dios puede lograr. Porque
si amáis a otros seres menos evolucionados que vosotros, estaréis disminuyendo
con ello la intensidad de vuestra vibración, que tenderá a nivelarse con la de
dichos seres, y no podréis sobrepasar esta espesa capa de tinieblas que envuelve
actualmente al planeta. Sabed pues a quien amáis. Pero esto no significa que no
podáis amar a los humanos, al contrario, es vuestro deber amarles, pero para
evitar nivelaros con ellos, debéis amar ante todo al Señor. Si amáis a Dios, ya
podéis amar a quien queráis, no habrá peligro alguno para vosotros; estaréis
siempre por encima de las tinieblas y no habrá riesgo de que os ahoguen puesto
que seréis más fuertes que ellas.
Cuando un salvavidas se arroja al agua para rescatar a un hombre que se
ahoga, le dirá que se agarre de sus pies y, si el otro insiste en agarrarse de sus
brazos, entonces se verá obligado a darle un golpe, para que pierda el
conocimiento y pueda remolcarle sin problema. De otra forma él también estaría
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en peligro de ahogarse. Así también vosotros debéis reservar vuestros brazos
para Dios y ofrecer vuestros pies a los humanos! No les deis todo vuestro amor,
pues vais a correr el riesgo de perderos junto con ellos. Es necesario que sepáis
cómo amar. Pero los humanos no se preocupan por conocer esta Ciencia del
amor: Ellos se limitan a amar, no importa cómo, cuando ni a quien... Y luego se
quejan diciendo que este amor les ha traído todos los males! Pero no es así, en
realidad ha sido su ignorancia acerca del amor lo que les ha acarreado tantas
desgracias. No ha sido el amor en sí mismo puesto que si el amor es Dios, y Dios
es amor, ¿Cómo podría traer mal alguno? No, esto es imposible. El mal proviene
siempre de nuestra ignorancia. He aquí porqué conviene amar por encima de
todo a Dios e impregnarnos de Sus vibraciones; luego ya podremos amar a los
demás y ayudarles sin correr peligro. Si ya estamos conectados con la Fuente,
podemos distribuir nuestras fuerzas sin riesgo de agotarlas, como si el agua se
renovara sin cesar dentro de nosotros. Pero si cortamos este vínculo con Dios, los
demás van a agotar muy pronto nuestras reservas, que distan mucho de ser
eternas.
Volviendo a lo que os decía al comienzo, si aprendéis a salir de sí mismos de
vez en cuando, dejando a un lado vuestro limitado punto de vista, debéis buscar
entonces a Dios, intentar fusionaros con El, aprender a mirar el mundo y sus
criaturas a través de Sus ojos, con lo cual todo llegará a ser nuevo para vosotros.
Este ejercicio es el mejor de todos, puesto que con él vais a desarrollar
simultáneamente la voluntad, la inteligencia y el amor.
Pero debo advertiros que al comienzo, este ejercicio puede hacerse muy
ingrato: Uno decide amar al Señor, pero no siente nada especial, por lo que es
fácil distraerse, enojarse, dejar volar la imaginación... Pero debéis continuar
como si toda vuestra vida dependiera de ello, pensando firmemente que vais a
alcanzar la dicha, la inteligencia, la fuerza, la belleza. Llegará el momento en
que ésta práctica será algo tan maravilloso para vosotros que todo lo demás
palidecerá a su lado. A partir de allí podréis amar y ayudar mucho mejor a los
demás. Si estáis colmados, equilibrados y en paz, podréis ayudar a miles de seres
sin salir de vuestra habitación. No existen fronteras para las ondas armoniosas
que empezareis a propagar, las cuales viajarán a través de la atmósfera
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influenciando benéficamente a todos los seres que encuentren a su paso. De este
modo y sin que nadie lo sepa, os convertiréis en benefactores de la humanidad,
ayudareis a toda la creación a evolucionar, incluso a los animales, las plantas y
los minerales. Bienaventurados aquellos que llegan a comprender y a seguir
esta filosofía, puesto que ellos se verán libres de todas las miserias y
limitaciones!... No hay palabras que puedan expresar el esplendor que adquiere
un ser humano cuando ha logrado liberarse.
Sèvres, Enero 21 de 1962
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Conferencia improvisada
En el universo coexisten dos principios esenciales, que están reflejados en
todas las manifestaciones de la vida y de la naturaleza. La creación entera no es
más que la obra de estos dos principios que para mayor comodidad se han
denominado: principio masculino y principio femenino. Estos dos principios son
un reflejo, una repetición de los dos grandes principios divinos que lo han creado
todo: el Padre Celestial y la Madre Divina, que a su vez deben comprenderse
como la polarización de un principio único, el Absoluto, el No‐Manifestado, aquel
Aïn Soph Aur de la Kábala. Se ha dicho que el hombre ha sido creado a imagen
de Dios, es decir, a imagen de estos dos principios, de forma que contiene en sí
mismo una parte masculina y una parte femenina; una de ellas es visible,
mientras que la otra permanece oculta, no la vemos pero está presente. Cada
mujer lo es en su exterior pero interiormente posee también el principio
masculino; cada hombre lleva también en su interior el principio femenino. Si
vosotros llegáis a conocer esta ley de la polaridad y aprendéis a usar los dos
principios, masculino y femenino, activo y receptivo, positivo y negativo, cuantos
problemas podréis llegar a resolver!
Estos dos principios residen en cada uno de nosotros y los podemos ver
impresos por doquier, en el rostro, en el cuerpo, en las manos...en la naturaleza,
las flores, las frutas, los animales, las montañas, los ríos, las grutas, las
estrellas...Por todas partes aparecen estos dos principios adoptando distintas
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formas y dimensiones. Bien sea que miréis sobre la tierra o bajo ella, que
descendáis al fondo de los océanos o que os remontéis por los aires, no veréis
otra cosa que los dos principios interactuando.
Los místicos dicen que buscan al Señor, pero en realidad lo que ellos llaman
de esta forma no es otra cosa que la parte complementaria de ellos mismos, con
la cual aspiran a unirse y fusionarse para poder convertirse en una entidad
perfecta, completa. Hasta no lograr dicha unión, se perciben a sí mismos como
seres divididos, mutilados. Todos los seres no buscan pues otra cosa que su
principio complementario, al que la Ciencia Iniciática denomina el alma gemela,
a fin de encontrar junto a ella la plenitud, la paz, la omnisciencia y el poder
soberano, llegando a ser como el Señor. Lo único que les diferencia es la forma
particular que asume esta búsqueda.
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Reflexionad sobre esta cuestión. Todo reside en el amor. Fuera del amor
sólo existe el vacío, la nada. Los religiosos, los puritanos y los hipócritas se
niegan a admitirlo, pero en realidad ellos no buscan otra cosa que el amor. Ellos
no quieren demostrarlo, puesto que se empeñan en seguir las viejas tradiciones
de pureza y castidad, pero la naturaleza no reconoce estos inventos humanos;
ella trabaja en el plano interno de cada ser y allí todo borbotea, todo hierve
ardientemente! Lo que cuenta ahora es saber cómo encontrar el amor
verdadero, tal como Dios mismo lo concibe, y luego manifestarlo de acuerdo a
las normas divinas, para llegar a vivir ese reencuentro, esa fusión perfecta.
Encontrareis los dos principios en todas partes, al comer al beber, al
contemplar, al escuchar, cuando trabajáis y cuando cantáis en la coral...Sí,
vosotros no os dais cuenta de lo que ocurre cuando cantáis: las voces altas y
agudas de las hermanas, en contraste con las voces graves y profundas de los
hermanos, ¿acaso creéis que estos sonidos van a diluirse en el espacio? No. Ellos
van a fusionarse por encima de vuestras cabezas, dando lugar a un fenómeno
que tiene algo de maravilloso, de divino. Vuestra voz está impregnada con
vuestro propio magnetismo, con vuestra vitalidad y vuestro perfume. Estáis
ligados a vuestra voz, como si ella fuera una pequeña cometa que vuela
sostenida por un hilo muy largo. Vuestra voz se aleja y se pasea por encima de
todos vosotros, encontrando allí las otras voces con las que se fusiona, para
volver luego a vosotros amplificada, enriquecida con todo lo que ha recibido en
esta fusión. A través del canto, se lleva a cabo un sutil y elevado intercambio
entre los hermanos y las hermanas quienes, de esta manera, pueden recibir
elementos etéricos que no podrían llegarles por otros medios más burdos. Con
este sutil intercambio de las voces, el alma y el espíritu se alimentan de aquello
que han recibido, sin olvidar algunas migajas para el cuerpo físico, para que
sacie a la vez su hambre y su sed.
Como podéis ver, a través del canto los dos principios masculino y
femenino realizan un trabajo en lo alto. Lo que ellos han creado vuelve en
seguida a nosotros, haciendo que nos beneficiemos de una labor pura y divina.
Allí, nadie podría reprocharnos por transgredir las leyes de la pureza y en cambio
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nos sentimos nutridos, repuestos. He aquí la razón por la cual el hábito de cantar
uniendo las voces existe desde siempre. Hoy, sin embargo, la luz se ha perdido y
las nociones Iniciáticas más profundas se han olvidado, hasta el punto de que
sólo persiste la parte práctica: hombres y mujeres siguen cantando, formando
duetos, tríos, corales, hasta los campesinos más sencillos cantan y danzan y así
son felices. Porque sin ser conscientes de ello, gracias al canto y a la música, se
ponen en contacto sus almas y espíritus haciendo que, al menos por unos
momentos, lleguen a sentirse plenamente colmados.
Existen cientos, miles de formas que la naturaleza ha inventado para permitir
a los humanos realizar estos intercambios sutiles, cuando no pueden hacerlo
físicamente: Por ejemplo, las piscinas, las playas, los bailes e incluso las iglesias
!... Ahora bien, no hay duda de que la historia no podrá juzgar si estos
intercambios son "católicos" o no lo son...bien sea que se trate de un templo
católico, protestante u ortodoxo !... Un chico que va siguiendo por la calle a una
graciosa y atractiva muchacha, observa que ella entra en una iglesia..."Vaya!",
piensa el joven, "si hubiera entrado en una discoteca, me sentiría más atrevido a
hablarle..." Pero si él entra a su vez en la iglesia y ella lo percibe, la chica
cambiará de actitud y de gesto, y cuando él se acerque más a ella, en lugar de
poner atención al cura y a la misa, él no dejará de mirarla. Ya veis cómo los
intercambios sutiles pueden darse en las iglesias !... Y no podríamos saber si lo
que tienen estos jóvenes en su pensamiento es algo católico o más bien
protestante !...
Pero volvamos a la cuestión del canto. Sin la boca, es decir, sin la lengua y
sin los labios, vosotros no podríais hablar, ni cantar. Así que la palabra y el canto
dependen de los dos principios, masculino y femenino, representados aquí por la
lengua y los labios.* Diréis que me ocupo de cosas escabrosas... No. Me limito a
constatar, es la naturaleza la que ha fabricado la boca, no he sido yo. Aunque
sólo se trate de proferir unas pocas palabras, es preciso que la lengua y los labios
hagan su trabajo, de lo contrario, no habrá palabra ni canto alguno. Tanto la
palabra como el canto son un resultado, como un hijo de un padre y una madre
que son bastante evolucionados y espirituales, ya que Dios los colocó en la
cabeza. De este modo, la lengua y los labios tienen una función análoga a la de
los órganos sexuales, puesto que al juntarse son capaces de crear, aunque lo
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hacen en un nivel espiritual: la región de la palabra. "En el principio era el
Verbo..." Si de veras queremos encontrar los dos principios, debemos buscarlos
en lo alto antes que en lo bajo, ya que en lo bajo los órganos del hombre y la
mujer son una copia, un reflejo más tosco de los otros dos principios superiores
que también son creadores y que pueden dar la vida, igual que lo hacen los
principios inferiores.
He aquí, queridos hermanos y hermanas, unas pocas palabras que os dejan
ver la importancia del canto y sobre todo de los cantos místicos y espirituales
que solemos cantar aquí. Hasta ahora, para vosotros el canto ha sido solamente
un pasatiempo, una forma de distracción. En adelante, debéis comprender que
se trata de un alimento capaz de colmar una necesidad espiritual. Si no
aprendéis a nutriros con la música y el canto, los intercambios menos sutiles que
podáis emprender no os aportarán más que inquietud y amargura.
El tema de los intercambios sigue estando mal entendido. Algunos místicos,
ciertos ascetas y eremitas, haciendo gala de una terrible ignorancia han llegado
a destruir su equilibrio y su propia salud y felicidad, al rehusar todo tipo de
intercambios, con lo cual sólo han conseguido marchitarse y convertirse en
cadáveres sin vida, sin frutos, sin nada. Lo peor es que creían estar haciendo con
ello la voluntad del Señor! Como si el Señor estuviera de parte de la muerte y la
desolación!...El está del lado de la vida, de la creación, y su labor no es otra que
crear incesantemente. Son los humanos los que han tergiversado todo, llegando
a imaginar que el Señor está en contra del amor, del matrimonio, de los hijos...
Incluso llegan a decir que tal actitud es religiosa. Vaya especie de religiosos !.
Vosotros podéis replicar: "Pero muchos de los grandes Iniciados y Maestros
nunca llegaron a casarse, ¿acaso eran también como estos fanáticos?" Desde
luego que no. Los grandes Maestros y los Iniciados son muy amplios en su forma
de pensar, comprenden el sentido de la creación de Dios, ven las cosas con
claridad, y si eligen vivir de una forma pura y casta, es porque ellos realizan otro
tipo de intercambios sutiles y maravillosos en los planos elevados, de modo que
no necesitan bajar demasiado al nivel material que les podría limitar, o
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sobrecargar. Ellos han elegido la castidad y el celibato no por estar en contra del
amor, por el contrario, ellos se nutren de él y beben en su propia fuente, en
regiones desconocidas para el común de las gentes, donde todos los
intercambios se realizan en un nivel muy elevado de pureza y de luz... Los
ángeles y arcángeles les asisten, el sol y las estrellas les miran sonriendo, hasta
los humanos les brindan su amor y su confianza. De este modo, ellos se ven
colmados en todos los sentidos posibles! ¿Qué podrían desear más allá de
esto?... ¿Porqué tendrían que renunciar a una riqueza semejante para
sumergirse en las regiones pantanosas donde sólo van a encontrar decepciones?
Es posible que aún no lleguéis a comprender del todo lo que os digo, pero llegará
el día en que lo entenderéis.
Pero el ser humano tal y como lo conciben los Iniciados, es un ser
completo. Aquí los dos polos, positivo y negativo, son las dos partes de una
unidad que ha llegado a dividirse en el curso de todo un proceso evolutivo. En su
origen, el ser humano era a la vez hombre y mujer, es lo que se conoce como el
andrógino. A partir del momento en que se produjo la separación de los sexos,
cada uno ha sido separado de su otra mitad, aunque cada principio lleva en sí
mismo la huella y la imagen del otro, profundamente grabadas en su alma. Por
esta razón, cuando un hombre ve, entre cientos y miles de mujeres, un rostro que
se aproxima a esa imagen que él lleva en su alma, se siente feliz y hace todo lo
posible para gozar de su presencia. Desgraciadamente, suele ocurrir que pasado
un tiempo él descubre que esta imagen no correspondía del todo a lo que él
esperaba, y la deja para ir en busca de otra que pueda responder mejor a lo que
él querría encontrar en su otra mitad, su alma gemela. Esto es cierto igual para
los hombres que para las mujeres y no hay excepción alguna. Pero algún día, el
reencuentro de los dos principios deberá realizarse efectivamente, ya que el
amor entre ellos es más poderoso que todo.
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En realidad, el alma gemela es uno mismo, es el otro polo de uno mismo. Si
estamos abajo, el otro polo se hallará arriba, en comunión con el Cielo, con los
Angeles, con Dios, en medio de la perfección y la plenitud. Es por esto que en
todas las Iniciaciones se enseña a los discípulos la forma de unirse a este otro
polo. En la India, el Jnani‐yoga proporciona los métodos por los cuales el yogui
puede llegar a unirse con su Yo superior, sabiendo que dicha unión es
equivalente a la unión con Dios mismo. En Grecia, encontramos la misma idea
expresada en el pórtico del templo de Delfos: "Conócete tu, a ti mismo". En este
caso, conocerse no se refiere solamente a saber cómo es el propio carácter,
mejor o peor, con sus cualidades y defectos. No, esto sería algo demasiado fácil.
Está escrito en el Génesis: "Adán conoció a Eva", o "Abraham conoció a Sara"...
El verdadero conocimiento es una fusión de los dos principios. Conócete tú, a ti
mismo", significa: encuentra el otro polo dentro de ti mismo y llegarás a ser algo
divino. Si se es un hombre, el otro polo es una mujer, y se la deberá conocer tal y
como un amante conoce a su bien amada. Quizá no exactamente de la misma
manera, si tenemos en cuenta que este conocimiento y esta fusión van a darse
en las regiones de la luz. Es precisamente allí, al penetrar en esta luz, que es
posible llegar a ser uno consigo‐mismo.
El mismo precepto, expresado en términos un poco distintos, lo encontramos
también en los Evangelios: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente y todas tus fuerzas" Con ello, se sobreentiende
que sólo es posible comunicar con el Señor a través del Yo superior. Es lo mismo
que quiso expresar el Cristo cuando dijo: "Nadie puede llegar al Padre, sino a
través mío." El Cristo es el símbolo de la Divinidad, del Verbo, del Hijo de Dios
que está en cada alma, igual que una chispa que se ha separado de la luz, y se
encuentra momentáneamente perdida, velada. Al unirse con su Yo superior, el
ser humano se une con este principio Crístico que se halla por doquier, en todas
las almas y, a través de él, se une con Dios. Vosotros sólo podéis ir hacia Dios
mediante vuestro Yo superior, puesto que allí está todo lo referente a vuestro ser
y él representa lo mejor y lo más puro de vosotros mismos. Por ello, todas las
prácticas de meditación aconsejan trabajar a través del pensamiento a fin de
elevarse al máximo posible por encima del mundo material, hasta los planos más
luminosos, para acceder a la Divinidad, al principio que reside en nuestra alma
superior. Y como siempre va a existir una polarización, se creará una afinidad,
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una simpatía, un vínculo respecto al principio complementario, ya que el
masculino siempre será atraído por el femenino y viceversa.
Cada ser posee en sí mismo el otro principio, y sólo puede encontrar a Dios a
través de este. Es por esto que la mujer encuentra a Dios a través del hombre,
puesto que él representa su otro principio, que la vincula con el Padre Celestial.
Por su parte, el hombre sólo puede llegar a encontrar lo Divino a través del
principio femenino, ya se trate de una mujer o de la misma naturaleza (que de
por sí es ya un principio femenino), o de la Madre Divina. Si falta este principio
femenino no habrá impulso, inspiración ni trabajo creativo, no habrá nada. Y sin
la presencia del principio masculino, la parte femenina se quedará estéril,
informe e inerte. Si os fijáis en la forma que la naturaleza ha hecho las cosas,
veréis cómo el sol, que representa el principio masculino, proyecta su calor y su
luz y todos los seres son vivificados. Así también en nuestra vida interna,
debemos ser animados, fertilizados y vivificados por este principio divino del sol.
Esto es más fácil para las mujeres, dado que ellas son más receptivas, pero en
este caso los hombres, cuya naturaleza es positiva y emisora, deben cambiar su
polarización para llegar a ser también receptivos.
Volvamos ahora sobre los tres grados de amor, de los cuales os he hablado
anteriormente. Si reflexionamos, nos vemos obligados a admitir que los
humanos no sólo no saben amarse, sino que incluso llegan a destruirse. ¿Acaso
amarse a sí mismos significa comer y beber no importa de qué modo, fumar, o
hacer todo tipo de tonterías? En cuanto se da rienda suelta, por ejemplo, a la
cólera o al odio, ¿Creéis que esto es actuar bien consigo mismo? Por descontado
que no. Esto es envenenarse. Vosotros diréis: "Pero lo que se quiere es
envenenar a otro". De acuerdo, pero el veneno tiene que pasar a través de uno
mismo antes de poder salir a cumplir su cometido, de modo que uno es el
primero en envenenarse, antes que el otro. Ya lo veis, cuan grande puede llegar
a ser la incomprensión y la ignorancia! No se sabe amar, y es necesario aprender
a amar como es debido.
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Suponed que no queréis dejar entrar nada impuro en vosotros... En ese
momento, sí, os amáis, ya que a través de vuestra pureza vais a preparar las
condiciones más favorables para que los ángeles vengan a habitar en vosotros.
Cuando estáis alerta de no hacer ningún mal a través de vuestros pensamientos,
sentimientos o palabras, estáis preparando interiormente las cualidades para
que el Señor venga a residir dentro de vosotros. En este caso, el amor hacia uno
mismo tiene algo de divino y es así como hay que amarse. Aquellos que no saben
amarse tampoco aman a Dios y menos aún a los demás. El amor a Dios
comienza por el amor a uno mismo, puesto que también el amor debe pasar a
través de nosotros para poder proyectarse hacia el otro Yo que habita en lo alto;
hay aquí un anhelo de manteneros en la pureza y la luz, no sólo para
complaceros a vosotros mismos aquí abajo, sino también a la parte más elevada
de vuestro ser, que os está vigilando. Es así como hay que amarse, conservando
todo intacto dentro de vosotros.
Amarse es lo normal, es la propia naturaleza quien ha dado a sus hijos el
amor hacia ellos mismos. Sólo que ellos deben aprender a hacerlo respetando el
orden y la armonía, siendo conscientes de su dignidad, de su divinidad. La
mayoría de la gente piensa que el amor se limita a la satisfacción de sus deseos,
a la búsqueda del placer, mientras que en realidad hay que comprender el amor
como sacrificio, inteligencia, pureza, renuncia y entrega. De esta buena
comprensión del amor va a depender nuestra felicidad y nuestro propio
desarrollo. Pero, debido a la experiencia que los humanos tienen del amor, este
asunto no acaba de estar claro para ellos. Cuando un hombre ama a una mujer,
por ejemplo, en vez de comprender que hay en ello algo de divino y aprovechar
esto para emprender extraordinarias realizaciones, se limita a dar salida a su
deseo hasta estropearlo y destruirlo todo. ¿Cómo es posible que su impaciencia
le lleve a esto, en lugar de resultar beneficiado de esta atracción, de este amor?
Si amáis a alguien, no lo digáis, no lo expreséis, limitaos a bendecir al Cielo por
permitiros sentir este amor. Sí, al obrar de este modo estaréis creando unas
condiciones excepcionales para afrontar lo que sea necesario, con entusiasmo e
inspiración, hasta lograr la victoria. No echéis por tierra esta posibilidad, al
querer abrazar a vuestra amada o acostaros a su lado cuanto antes. Entonces,
todo esto se esfumará, vendrán historias y complicaciones..."Tú me has dicho
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esto...Tú me has hecho aquello..." Y ya está, toda la alegría, la inspiración y la
dicha se habrán perdido.
Amar es una bendición, por lo que debéis proteger vuestro amor durante
el máximo tiempo posible, ya que el día que intentáis obtener de él un resultado,
estaréis dando vuelta a una nueva página donde están inscritas toda suerte de
disonancias y desgracias. El amor es Dios mismo, os aporta todo: la vida, la
felicidad, la inspiración, las riquezas... ¿Por qué entonces querer apresurarlo
todo y derrocharlo sin llegar a ninguna parte, en lugar de vivir gracias a él la vida
eterna, la vida divina? Podéis vivir el amor día y noche, pero a condición de
realizar intercambios con las regiones y criaturas más sublimes, sin dejaros
arrastrar por la vulgaridad y la grosería hasta que sólo queden pequeños
montones de ceniza. Así que, amaos a vosotros mismos pero en relación con
vuestra parte divina y hacedlo todo por ella. Ningún sacrificio deberá parecer
difícil, si se trata de conquistar esta bien amada, tenerla entre los brazos y dejar
que toda la naturaleza cante...
Todo nuestro éxito, toda nuestra felicidad depende de este centro, de
este punto que llamamos Dios. Veréis, ahora tengo en mi mano una pluma
fuente, sobre la cual he mandado grabar un símbolo que contiene toda la Ciencia
Iniciática: un círculo con un punto en el centro *. Cómo interpretarlo? Pensad en
lo que ocurre en un salón de clase; cuando el profesor está ausente los alumnos
hacen de las suyas, juegan, gritan, patalean... es normal, el profesor no está y
hay que divertirse. Pero he aquí que el profesor llega: rápidamente, los alumnos
van a colocarse en sus sitios respectivos. Lo mismo si se trata de un ejército: Si
está ausente el comandante, los soldados van a desbandarse en retirada, sin
ningún orden, de forma que la batalla estará perdida, pero si aparece su general,
todos juntos van a ponerse bajo sus órdenes hasta lograr la victoria!
Aún podría citaros otros ejemplos, pero lo esencial es que comprendáis
que las leyes que actúan aquí son las mismas que existen ya dentro de nosotros.
El Señor, es el comandante, la cabeza, el centro; cuando no está El... ocurre lo
que dice el refrán: En ausencia del gato, los ratones bailan y todo el queso
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desaparece. Por lo mismo, cuando alguien comenta: "Yo no necesito al Señor, ya
puedo desenvolverme sin El", puedo responderle que efectivamente, podrá
desenvolverse pero en su fuero interno las ratas y ratones querrán bailar,
aprovechando la ausencia de la cabeza. Es ella, es decir, es el Señor, quien pone
orden en nuestras células. Bajo su Presencia, todas ellas trabajan en paz y
armonía, permitiendo el fluir de la vida. Si falta la cabeza, un hombre puede
actuar en apariencia como si nada, ir a su trabajo, más en su interior habitará el
descontrol e incluso la descomposición. Los humanos no han comprendido la
ventaja de llevar al Señor como un centro interno, pero yo puedo deciros que, si
pretendéis instaurar el orden y la armonía dentro de vosotros, debéis encontrar
la cabeza y colocarla en el centro del círculo, pues desde este punto central se va
a organizar todo. No existe una verdad superior a esta.
Debemos amar a Dios por nosotros mismos, antes que por El. En
realidad, El no necesita de nosotros, es inmensamente rico! .Por cierto, han
hecho una película que se titula "Dios necesita de los hombres"... Sí, puede ser
cierto, pero sabemos con certeza que El podría pasar perfectamente de los
humanos. ¿Acaso podemos añadirle algo que no posea ya? ¿Nuestro orgullo?
¿Nuestra vanidad? ¿Nuestra crueldad? ¿Nuestra mediocridad? Menudas cosas
hemos adquirido para ofrecer al Señor !... En realidad, somos nosotros quienes le
necesitamos a El, aunque parezca que quienes pasan de El hacen prueba de una
gran inteligencia y evolución... pero esto es sólo una apariencia, y si no fuera así,
¿Cómo puede ser que estas personas tan inteligentes y evolucionadas vivan
siempre insatisfechas, descentradas y enfermas? Está claro que se han
equivocado de camino. Si estudiáis la Kábala, veréis que todo está basado en el
concepto de una cabeza venerable, ornada de cabellos blancos como la nieve, y
se puede estudiar por separado lo que corresponde a estos cabellos, a la barba,
a las orejas, etc... Toda la Kábala tiene como punto de partida este concepto de
la Cabeza venerable de Dios, y tenemos que oír todavía a estos pobres diablos
alucinados que aconsejan eliminar aquella cabeza !...
Comprendedme de una vez por todas: Os hablo de una verdad que he
experimentado. Para mí, esto no es algo teórico; toda mi vida ha estado basada
en este símbolo del círculo con el punto central. Debemos buscar este centro que
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se halla en nosotros mismos. Esta allí, en alguna parte, pero no está centrado.
Por eso es preciso localizarlo y ponerlo en el centro. No existe criatura alguna
que carezca de este centro, pero este gravita en algún lugar de la periferia, como
si se tratara de algo sin importancia, mientras que el lugar central está ocupado
por cualquier otra cosa: un oficio, una amistad, una relación amorosa, un
automóvil...Ahora, vosotros debéis ocuparos en localizar al Señor y colocarlo
como centro de vuestra existencia. A partir de este momento, todo va a mejorar
en vosotros: la salud, la comprensión, todo. Incluso los demás comenzarán a
amaros, puesto que van a percibir en vosotros un centro viviente, un manantial
que brota impetuosamente, una fuente. Si no llegáis a ser como una fuente, si no
surge nada de vosotros, ¿Cómo vais a pretender que os amen? No se aman los
cementerios, ni tampoco los agujeros, los abismos. Sólo se ama aquello que está
vivo.
Avanzad pues provistos de una fe extraordinaria por ese camino
luminoso donde está resumida toda la Ciencia Iniciática y todos los Libros
sagrados. Los años pasarán y los acontecimientos de la vida van a demostraros
que os estoy diciendo ahora la verdad. No se puede amar a Dios si antes no se ha
aprendido el amor a sí mismo. Puesto que el amor debe pasar por la región más
elevada de nosotros mismos para poder proyectarse hacia Dios. Sí, aquí hay todo
un itinerario. Cuando queréis enviar un mensaje por radio, tenéis que ir a una
cabina, donde estén los aparatos más adecuados para enviar vuestro mensaje.
No podéis gritar y esperar que os oigan a miles de kilómetros de distancia...
hacen falta los transmisores. Pero también llevamos dentro de nosotros estos
aparatos de transmisión: nuestro Yo superior, el Alma universal que habita en lo
interno de nuestro ser... Para las mujeres, se trata de un principio masculino,
mientras que para los hombres va a ser un principio femenino. Mientras el
mensaje no haya sido trasmitido a través del otro polo, no podrá ser recibido.
Cuando los místicos y los Iniciados rezan, llegan a identificarse de tal modo con
sus propias plegarias que se olvidan por completo de sí mismos. No son ellos, son
su alma y su espíritu quienes se elevan en oración y, gracias a estos transmisores
su plegaria va a ser acogida en el Cielo. Mientras vuestra oración no sea lo
suficientemente intensa, hasta el punto de ser trasmitida por el otro polo de
vuestro ser, el lado espiritual, no merecerá ser escuchada. Y el hecho de que
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llaméis a este otro polo bajo distintos nombres, el espíritu, el Cristo, vuestra
Alma, o vuestra bien‐amada, esto no reviste importancia alguna.
Se ha dicho en la Ciencia Iniciática, que no es posible hallar nada en lo
exterior que antes no haya sido encontrado en lo interior, ya que en el caso de
que encontraseis algo fuera que no hubierais hallado antes dentro, pasaríais de
largo sin percibirlo. Mientras más capaces seáis de apreciar la belleza interior,
más podréis descubrirla exteriormente en el plano físico. Puede ser que penséis
que no la veíais antes porque no estaba allí... Pero en realidad, allí ha estado
siempre, sólo que no podíais captarla porque había algo dentro de vosotros que
aún no estaba potenciado hasta ese nivel. Pero una vez que hayáis logrado
percibirla en el plano interno, podréis verla igualmente en lo externo, puesto que
el mundo exterior es sólo un reflejo del mundo interior. Así que nunca busquéis
algo fuera de vosotros, sin haber hecho antes el esfuerzo necesario para hallarlo
en vuestro interior.
Cuando hayáis contactado en lo interno con vuestro Yo superior, cuando
hayáis encontrado vuestra alma gemela en vuestras meditaciones y
contemplaciones, podréis hallarla por doquier en el mundo exterior, en los
rostros, los lagos, las montañas, las plantas, los pájaros...podréis también
escuchar su voz. He aquí una verdad importante, que deberían conocer todos
aquellos que se aman. De lo contrario, la unión o el matrimonio van a terminar
en una catástrofe. Si el hombre ha encontrado dentro de sí el principio femenino
y la mujer el principio masculino, de forma que ambos pretenden servirle y
trabajar para él, entonces podrán amarse, podrán unirse y su amor será una
continua fuente de bendiciones!
Por esto, ya os he dicho que la mujer debe ver al Padre Celestial a través de su
amado, puesto que este debe convertirse para ella en el representante de Dios
sobre la tierra Pero también el hombre deberá contemplar en su amada a la
Madre Divina, para servirla y amarla a su vez. En aquel momento, todos los
tesoros se abrirán delante de esta pareja y ellos vivirán día y noche en medio del
éxtasis, el arrobamiento y la belleza. De no ser así, sufrirán y se verán
decepcionados, comenzarán a hablar con disgusto el uno del otro. Y esto pasará
simplemente porque no habrán llegado a conocerse verdaderamente en su alma
y en su espíritu, se habrán limitado a conocer lo más superficial, sus andrajos,
50
sus despojos gastados, enfermizos... He aquí lo que sucede a los que no han
podido ser instruidos, a los que han abandonado la escuela Iniciática y no
quieren saber nada de esto, hasta que se quiebran la cabeza. El ser humano se
castiga a sí mismo cuando huye de la luz que debería abrir sus ojos y esclarecer
su camino.
Todos los libros sagrados empiezan ahora a adquirir un sentido para
vosotros... ¿Porqué mantener los viejos temores? Avanzad en vuestro presente,
que nada pueda deteneros y que Dios esté siempre con vosotros!...
Centro de Vidélinata, Suiza, 8 de Abril de1962.
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LA SERPIENTE
ISIS SIN VELO
Bonfin a 24 de Julio de 1962
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del Maestro Peter Deunov:
"Cuenta una leyenda que Buda se enamoró una vez de una hermosa
jovencita. El amaba en ella el Principio divino. Pero un día mientras la miraba
se sintió de tal modo arrobado por su belleza que se dejó caer en un estado de
ensueño. La joven tenía que irse a su trabajo y le dejó, es decir, aquel principio
divino que había estado presente en ella se marchó, quedando sólo su
naturaleza humana, aquello que conocemos como la mujer astral, que se vino
a enrollar alrededor de él como una serpiente y no quería soltarlo. Buda poseía
un gran saber, pero el único medio que pudo usar para liberarse fue la
humildad, la facultad de auto‐disminuírse. Hasta ese momento, el había
aprendido a crecer y expandirse, pero para liberarse de esta serpiente era
preciso menguar, de no ser así moriría. Poco a poco, logró ir reduciendo su
tamaño hasta que casi no quedaba nada de él y esta fue la única forma de
escapar de la serpiente."
* * * * * *
En algunas regiones de la India aún hoy se rinde culto a las serpientes. Hay
toda una religión, con sus sacerdotes y sacerdotisas. La serpiente tiene sus
servidores que la veneran como a una divinidad. En los días señalados para ello,
se le ofrendan sacrificios durante los cuales la sacerdotisa unge todo su cuerpo
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con aceite y con el polvo extraído de cierta piedra y comienza a danzar en su
honor. Entonces, la serpiente se levanta y comienza una extraordinaria lucha
entre ella y la mujer, hasta que ésta última queda totalmente fascinada por la
serpiente; el final es asombroso, pues parecería que ambas quieren abrazarse
entre sí...Muchas sacerdotisas han muerto, al ser mordidas por la serpiente en el
curso de esta ceremonia ritual, pero la tradición continúa.
En casi todos los pueblos volvemos a encontrar esta imagen de la
serpiente o el dragón, cuyo simbolismo es más o menos idéntico. Muchos
cuentos, incluso en Europa, hablan del dragón que ha capturado una bella
princesa, inocente y pura, haciéndola prisionera en su castillo. La pobre princesa
llora, languidece y suplica al Cielo que envíe un caballero para liberarla pero, uno
tras otro, los caballeros que se atreven a intentarlo terminan siendo devorados
por el dragón, quien se apodera de sus riquezas y les confina en las mazmorras
del castillo. En fin, un día llegará un caballero, un príncipe más joven, más bello y
más puro que los demás, a quien una maga ha revelado el secreto para vencer al
dragón: cual es su punto débil, en qué momento o de qué forma es posible
reducirle o herirle... Y he aquí que este príncipe privilegiado, bien armado y bien
instruido va a lograr la victoria y finalmente podrá liberar a la princesa.
Entonces, qué besos más dulces se darán! Todos los tesoros que habían venido
reuniéndose durante siglos en el castillo pasarán a ser de este caballero, este
bello príncipe que ha obtenido el triunfo gracias a sus conocimientos y a su
extraordinaria pureza. Luego la pareja montará sobre el dragón, conducido por
el príncipe y se irán a recorrer el mundo.
En la historia que nos cuenta el Maestro, incluso el Buda ha estado a
punto de sucumbir, puesto que en realidad esta serpiente no se encuentra en el
exterior sino en el interior del hombre, ella es el símbolo de la energía sexual que
todos llevamos dentro de nosotros y con la que es preciso luchar. El dragón, la
serpiente, es la fuerza sexual. El castillo es el cuerpo físico o el cuerpo astral del
ser humano. La princesa es el alma que debe ser liberada por el caballero, el ego
del individuo, del discípulo. La espada u otras armas de las que se vale para
vencer al dragón, representan los medios de que dispone: la voluntad y la ciencia
para dominar esta energía y saber utilizarla. Al final, el dragón se pone al
53
servicio del discípulo y le sirve incluso de cabalgadura para viajar por el espacio,
Ya lo veis, todo es muy claro, es demasiado simple, es el eterno lenguaje de los
símbolos.
Podemos encontrar una variante de esta leyenda en la historia de Teseo
quien, gracias al hilo que le ha dado Ariadna, logra orientarse a través del
laberinto hasta matar al Minotauro. Aquí, el monstruo es otra representación de
la energía sexual, bajo la imagen del toro potente y prolífico, de la naturaleza
inferior que debe ser amaestrada hasta trasformarla en un manso buey que
ayudará a trabajar la tierra. En cuanto al laberinto, viene a ser lo mismo que el
castillo del dragón: el cuerpo físico; por su parte, Ariadna simboliza el alma
superior que conduce al hombre hacia la victoria.
El tema de la serpiente es inagotable. Pero este reptil que conocen tan bien
los humanos no es más que el pálido reflejo de otra fuerza, de otra entidad que
existe en la naturaleza. En la antigua astrología, el Zodíaco se representaba
como una serpiente sobre la cual, en correspondencia con las diversas partes del
cuerpo humano se colocaban los doce signos comenzando por Aries, la cabeza y
terminando por Piscis, los pies.
Lo que resulta más interesante de la historia que os he leído, es que se
trata del Buda, de este Maestro excepcional que también tuvo que luchar contra
la serpiente. Si el propio Buda no fue excluido de esta lucha, mucho menos los
demás!
Todos los Iniciados han tenido que pasar por esta prueba. La jovencita que él
amaba se nos presenta bajo su doble naturaleza divina y humana (o astral), con
lo cual se asemeja a todas las mujeres, poseedoras de ambas naturalezas y que,
según el caso, van a manifestar bien sea la una o la otra. Se nos dice que Buda
ama en esta joven el principio divino. Sí, mientras él sea capaz de resistir a la
atracción física ejercida por la belleza de la mujer, mientras se mantenga en
aquella región impersonal donde no existe el deseo ni la malicia sino sólo existe
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el arrobamiento, no correrá peligro alguno. Pero el hecho es que, sin querer e
influido por el encanto de la joven, Buda cae en una especie de sopor, dando
paso a que despierte su propia naturaleza inferior, más egoísta y personal...
Porque cuando esta naturaleza inferior se despierta en el ser humano, la otra
naturaleza se adormece, con el resultado de que se olvidan la sabiduría y los
buenos propósitos, para escuchar sólo los consejos de la parte inferior. En
seguida, él se muestra asombrado por haber olvidado las promesas que antes
había hecho con la mayor sinceridad.
Al dormirse el Buda, la joven le abandona para ir a hacer su trabajo. Esto
significa que el principio divino se ha eclipsado y al no estar allí más, para
protegerle y mantenerle dentro de su luz y su esplendor, la serpiente aprovecha
la ocasión para rodearle con sus anillos. El Buda ha luchado pero, a pesar de
toda su sabiduría y todos sus conocimientos, no consigue liberarse. Al final, él
comprende que su propia personalidad ‐es decir, su naturaleza limitada‐ no
basta para vencer a la serpiente, y en lugar de intentar por sí sólo hacer frente a
esta formidable fuerza cósmica que ha venido acumulándose en el subconsciente
por generaciones y generaciones, decide disminuir su propio tamaño, por la vía
de la humildad, dando así todas las posibilidades al principio divino para que se
manifieste a través suyo. Es pues la potencia divina la que vence, después de que
él mismo ‐su personalidad‐ ha disminuido tanto que le ha sido posible escapar.
¿Qué significa todo esto? Para que lo comprendáis mejor, os daré un ejemplo.
Vamos a suponer un discípulo que ha logrado algunas victorias; se ha
topado con mujeres jóvenes y bellas y no se ha dejado atrapar. En consecuencia,
él está orgulloso de sí mismo y piensa: "Qué fuerte soy !, he podido vencer las
tentaciones". Precisamente ahora es cuando está en peligro, pues él ignora que
le está preparada una trampa de tal sutileza que le hará sucumbir. Su actitud de
autosuficiencia no es precisamente humilde. En su soberbia, cuenta demasiado
consigo mismo y se vanagloria de los pequeños resultados que ha obtenido, sin
conocer aún hasta donde puede llegar la astucia de la serpiente. Ya ha sido
escrito en el Génesis que "la serpiente era el más astuto de todos los animales
que el Eterno había creado".
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Así que, cuando se siente más seguro de sí mismo es cuando la serpiente le
tiene preparada una sorpresa. Un discípulo que posea el verdadero conocimiento
sabe que después de superar algunas victorias es cuando debe comenzar a sentir
temor; ante todo, él se hará una pregunta: "¿Qué es lo que me puede esperar
ahora? No basta con haber triunfado, aquello ha sido demasiado fácil!" Y no sólo
seguirá estando alerta, sino que tendrá la convicción de que él no puede luchar
por sí sólo y suplicará al Señor que le ayude en la batalla ya que sólo así será
posible vencer. De hecho, en los cuentos y leyendas podréis observar que nunca
se afirma que el caballero ha logrado vencer por sí sólo, siempre hay alguien que
le aconseja o pone en sus manos las armas necesarias para el combate.
Lo que resulta valioso de esta historia es el hecho de que Buda logra
finalmente vencer el ataque de la serpiente usando la humildad, antes que la
fuerza. Porque, si se trata de fuerzas humanas, la serpiente siempre será la más
poderosa por estar sus raíces profundamente hundidas en toda la naturaleza.
Esto os hará comprender que, si bien hasta ahora habéis fracasado en vuestra
lucha con la serpiente, es porque lo habéis hecho solos, intentando agrandaros
en vez de disminuir. Esto es algo muy importante, pero son pocos quienes lo
conocen! Nadie piensa en achicarse, en reducirse, con excepción de unos cuantos
insectos que lo han comprendido: para engañar al enemigo y escapar ellos
simulan estar muertos. Los insectos han descubierto un secreto, pero no siempre
les dará resultado, hay quien sabe que se trata de un simulacro y que no están
muertos en realidad...
Volvamos ahora a otro de los puntos más interesantes de esta historia,
cuando el Buda dice amar en esta joven el principio divino. Os lo he repetido
multitud de veces: el hombre y la mujer deben verse mutuamente como
portadores del principio divino; si hacen esto, no correrán peligro alguno: por el
contrario, se superarán, tendrán alas, descubrirán el mundo, serán creadores.
Desde esta perspectiva, todo cambia. Por esto, hay que contemplar la creación
entera como un medio para llegar hasta el Creador, como una escala, la misma
escala de Jacob si queréis. Cada cosa y cada ser van a representar un peldaño
más para poder subir hasta el Señor.
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Si toda la naturaleza os muestra una riqueza indescriptible: las piedras, las
flores, los árboles, las mariposas, los pájaros, los peces, de tal modo que, a
través de todo ello llegáis a comprender los proyectos del Creador, ¿Porqué al
tratarse del hombre y la mujer las cosas llegan a embrollarse tanto? Veamos por
ejemplo la prescripción dada muchos siglos después del cristianismo, según la
cual hay que huir de la mujer, evitar mirarla y mucho menos admirarla en su
desnudez. Si estas normas existen, podemos estar seguros que ello se basa en la
debilidad humana, y es ahí donde reside todo: en el grado de evolución de los
individuos. Para aquel que está en un grado alto, el hecho de que una mujer
vaya vestida o desnuda no altera nada; él permanecerá sereno, con su mirada
puesta en el Cielo y verá siempre la Divinidad.
En los Misterios se dice que el Iniciado debe llegar a poder contemplar a
Isis sin velo. Gracias a su pureza y sabiduría, el Iniciado debe saber observar a
Isis, es decir, a la Madre Divina, a la Madre Naturaleza por doquier, bajo todas
sus manifestaciones. Es la propia Isis quien, finalmente, le otorgará la felicidad
de conocer todos sus secretos, toda su belleza, su pureza y su luz. Por tanto,
desde un punto de vista simbólico e ideal, una mujer desnuda delante de su
amado representa a Isis sin velo ante los ojos del Iniciado. Pero las gentes no
entienden nada de esto. Durante toda su vida no hacen otra cosa que reproducir
los misterios de la Iniciación, los misterios de Isis, pero sin llegar a comprender
nada. ¿Porqué la novia va envuelta en sus velos y la noche de bodas debe
despojarse de todos ellos ante su amado para ser contemplada por este? Casi
nadie conoce el significado profundo de estas costumbres y más bien se las
interpreta por el lado más inferior, más vulgar y material, en vez de disponerse a
comprender uno de los misterios más elevados. No hay una preparación para
ello y de ahí vienen luego tantas anomalías. Los jóvenes esposos van en viaje de
bodas: a esto se llama "luna de miel", y ellos interpretan que durante dicho
período deben entregarse a los placeres sexuales hasta llegar a la náusea. He
aquí lo que ellos traducen de aquel símbolo eterno del Iniciado que se presenta
delante de su amada, Isis, para celebrar las bodas !
Se habla también de las Bodas del cordero, para referirse a los mismos
misterios iniciáticos, pero en un grado superior de conocimiento. Aquí ya no se
trata de las bodas tal y como la gente las entiende o las practica actualmente,
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puesto que en ellas no van a encontrar luz, ni ciencia, ni conocimiento, ni
liberación, ni alegría ni paz; más bien al contrario, es justamente a partir de ahí
que se acaba la paz. Si ellos siguen enfocando las cosas de esta forma errónea,
poca esperanza pueden tener de encontrar lo que buscan! Le preguntamos a una
madre por su hija y nos contesta "Se han ido junto con su marido a Venecia, a
pasar su luna de miel". Vaya, otra luna de miel, está bien pero ¿Qué van a
producir estos dos ingenuos sin poseer conocimiento alguno de lo que deberían
hacer? Seguramente lo que harán será abusar del placer hasta agotarse
mutuamente. En su ceguera, ninguno verá la belleza del otro, no querrán ver su
alma ni su espíritu, con el esplendor que estos pueden tener; sólo verán lo más
superficial, su piel, sus piernas, su materia, ahí acabará todo. Pobre humanidad!
En cuanto al Iniciado, lejos de todas estas trivialidades, va a prepararse como es
debido para las Bodas del Cordero, para su amada, para experimentar con ella
los éxtasis más inefables.
Llegado el momento en que los hombres sepan ver en una mujer el
principio divino, sin importar para nada que ella vaya vestida o desnuda, no
sentirán el impulso de abalanzarse sobre ella, no perderán más la cabeza. Más
bien dirán: "Oh, Divina Madre, qué bella eres! Ahora comprendo porqué el
mundo entero te busca y necesita de Ti, porque Tú eres la fuente de la vida."
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Sin duda, habréis tenido ocasión de comprobar el poder de los dos principios.
¿Qué mujer negaría el estremecimiento interno que algún día sintió al ver un
rostro de hombre por la calle, en un tren, en una película o incluso en un libro?...
Y ¿Donde está aquel hombre que no se ha estremecido a su vez al contemplar el
rostro de una mujer joven?... Esto es algo muy claro, está demostrado que se
trata de dos principios muy poderosos y activos, que se influencian mutuamente
con el fin de crear.
Nadie puede negarlo. Pero lo que no se conoce es la proporción, las
distancias, las medidas, la forma de relacionarse a fin de producir estados
armoniosos, divinos, en vez de dar paso a disonancias, disgustos y
perturbaciones. ¿Quien podría negar que el principio masculino o el femenino
constituyan un poder? El mundo entero se mueve merced a la energía que se
desprende de estos dos principios cuando entran en interacción: ellos se exaltan
y precisamente de esta exaltación nacerá el poder del láser, del cual ya os he
hablado antes.
Los Iniciados han conocido y han utilizado desde siempre el poder de los
dos principios, masculino y femenino. El conocimiento de estas fuerzas les ha
permitido crear formidables baterías para producir los efectos que ellos quieren.
Estas baterías estaban constituidas por personas de ambos sexos reunidos de
forma consciente y armoniosa. Los hombres y mujeres no sospechan aún el
inmenso poder de las fuerzas que la naturaleza ha puesto en ellos. Si están
correctamente utilizadas, estas energías son capaces de proyectar haces
lumínicos de una potencia tal que podrían producir fenómenos a escala cósmica.
Pero para ello es preciso que se trate de seres puros, esclarecidos, iluminados,
pues de no ser así los resultados serían catastróficos.
Es necesario pues trabajar con prudencia y guiados por la razón, para ir
preparando el terreno, aumentando el nivel de conciencia y, sobre todo, avanzar
mucho en lo que atañe a la comprensión de lo que significa la pureza. Se piensa
que un joven o una jovencita son puros porque ignoran aún todo lo referente a la
relación entre los dos sexos. Pero si fuera posible ver lo que pasa por la cabeza o
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por el corazón de algunos jóvenes, quedaríamos espantados al descubrir que
ellos pueden ser incluso más viciosos y desvergonzados que los adultos. La
imaginación suele trabajar más en los adolescentes que en algunas personas
adultas. Hay aquellos que son puros, por supuesto, pero al mismo tiempo tan
vulnerables e ignorantes que cualquiera podría engañarles. Una pureza
ignorante no puede durar mucho tiempo. Pero la verdadera pureza no radica en
el simple hecho de abrazarse o dejar de hacerlo; la pureza reside en la luz. Si la
luz está ausente no habrá pureza. Es la luz lo que todo purifica. Ante todo es
preciso tener la mente clara y luego añadir a esto el sentimiento. En aquel
momento, el sentimiento será puro.
Pero volvamos un poco sobre el tema de la desnudez. Los Iniciados dicen que
hay que conocer la verdad desnuda. Esta verdad totalmente desnuda no es otra
que Isis, a quien ellos deberán contemplar sin velo alguno. Los velos
corresponden a los siete planos: físico, etérico, astral, mental, causal, Búdico y
Átmico. Cuando se levanta el séptimo velo, se podrá contemplar a la Madre
Divina, a la Madre Naturaleza en total desnudez, es decir, en su materia más
pura y sutil, completamente fusionada con el espíritu. En esta vida, sea lo que
sea aquello que os interesa conocer, intentad conocerlo en su esencia, por sí
mismo. No basta con quitarle sus ropajes externos. Si queréis conocer a vuestro
Maestro, no es suficiente con verle comer o beber, ya que os quedareis tan sólo
al nivel de su envoltura externa. Es necesario ir retirando poco a poco todos sus
velos hasta entrar en contacto con el nivel donde él verdaderamente se
encuentra. Entonces podréis afirmar que habéis llegado a conocerle. Yo no soy
Isis, pero en cambio soy Osiris velado, y si deseáis deteneros solamente sobre
uno de mis velos, sobre el aspecto externo, vais a cansaros pronto. Pero en
cambio, si descubrís aquello que está más allá de la apariencia, nunca os
sentiréis decepcionados y más bien tendréis una fuente inagotable de alegría.
Por mi parte existe un proceso semejante respecto a vosotros. Si no fuera
así, hace mucho que me hubiera cansado de vosotros, hubiera dicho. "No hay
nada en estos que pueda interesarme, siempre van con las mismas caritas!".
Afortunadamente, no tengo esta forma de pensar. Desde hace tiempo os he
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desnudado, análogamente a lo que hacen los hombres cuando encuentran una
mujer. Pero no debéis pensar nada malo. Nunca se ha sabido interpretar bien
esta tendencia que posee el hombre, de querer desnudar a la mujer para
contemplarla. Hay en ello un instinto que le ha sido dado por la naturaleza para
obligarlo a ir más allá de toda apariencia externa, más lejos y más alto, hasta
llegar allí donde ella está verdaderamente desnuda, es decir, en su mayor
pureza, su mayor esplendor, su mayor luz. Allí en lo alto, nada hay que pueda ser
motivo de oprobio, puesto que aquello que se contempla no es el cuerpo físico de
la mujer, no son sus pechos ni sus cabellos, sino su alma, su parte más Divina.
Los humanos no saben interpretar el lenguaje de la naturaleza: se limitan a
sentir lo instintivo en ellos mismos y a expresar las manifestaciones más
groseras, ellos capitulan, optan por lo más sombrío y todo acaba allí.
De modo que al deciros que os he desnudado, no me comprendáis mal;
quiero decir con ello que no me limito a conoceros simplemente en el plano
físico, sino que os busco más allá, en el plano divino y al miraros veo hijos e hijas
de Dios. Entonces todo llega a ser tan extraordinario que continúo viviendo en el
gozo, y he aquí que la vida fluye. De no ser por esto, hace tiempo que os hubiera
dejado. ¿No deberíais vosotros intentar esto también respecto a mí, en vez de
mirarme siempre en mi aspecto externo? Es sólo un momento, no hace falta que
os detengáis mucho tiempo en ello, no ganaríais gran cosa. Os digo todo esto
para vuestro bien, para que lleguéis a encontrar esa fuente de alegría perenne
que es la vida. La forma, por supuesto, es necesaria, pero ella por sí sola no
puede satisfaceros mucho tiempo, sólo es un punto de partida. Viene a ser como
un envase que sólo tiene utilidad para proteger el perfume que contiene, aquella
quintaesencia que es la vida.
Debéis pues poner toda vuestra atención en este espíritu que irradia la
vida, que vibra y crea los mundos... Así, nunca vais a sufrir decepciones mientras
que de otra manera, tarde o temprano os sentiréis frustrados. La forma no
puede satisfaceros si no está animada en su interior por el espíritu. Pero si lo
está, entonces todo cambia y vale la pena detenernos a contemplarla, pero
sabiendo en nuestro inconsciente que es la vida lo que hay detrás. Es algo
parecido a cuando miramos un cuadro; la pintura nos maravilla porque guarda
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en sí una vida; Sí, puede haber vida incluso en un cuadro, la vida de su creador
que ha dejado allí una parte de sí mismo al pintarlo. Los hombres y mujeres son
semejantes a cuadros en los que el Creador ha dejado impresa Su propia vida,
por esto es preciso buscarla en ellos. Pero si es algo distinto lo que estamos
habituados a buscar, no es extraño que nos encontremos con querellas,
divorcios, y tragedias de toda índole. Es fatal.
Ahora bien, si os preguntáis cómo es que los Iniciados están admirados a
veces ante la belleza de una criatura, os lo diré. Los verdaderos Iniciados, que
siempre van a la búsqueda de la armonía y la perfección que se encuentran en lo
alto, saben que ellas se reflejan en las piedras, los animales, las plantas, las
montañas, los lagos, los ríos, los mares, las estrellas; pero saben también que en
parte alguna está representada esta belleza y armonía mejor que en el cuerpo
humano. Todas las demás cosas la expresan pero disgregada: los océanos vienen
a ser una parte del cuerpo cósmico, los ríos, otra; las montañas, el cielo, serán a
su vez otros fragmentos. Sólo el hombre y la mujer reflejan el cuerpo cósmico en
su totalidad. Dios ha resumido todo el universo en el hombre y la mujer. Por esta
razón, cuando los Iniciados ven una criatura que puede reflejar mejor que otras
los esplendores del universo, la contemplan con arrobamiento a fin de unirse con
la divina belleza. Ellos piensan: He aquí una criatura que me habla de las virtudes
de Dios." Al verla de este modo, ellos vuelven a experimentar la belleza divina.
En cambio, los hombres y mujeres vulgares, en lugar de saber que los humanos
son un reflejo del Cielo, se arrojan sobre ellos y les echan a perder, como caballos
desbocados que irrumpen en un prado lleno de flores y las estropean sin
remedio. Si se tratara de Iniciados, estarían diez veces más maravillados ante tal
esplendor del Cielo. Entonces, qué inspiración, qué fuerza, qué energía y cuanta
voluntad obtendrían para continuar su trabajo !
Aún puedo deciros un par más de cosas interesantes respecto al tema que
venimos tratando. Sabéis que todos los miembros, todos los órganos del cuerpo
humano se corresponden con energías que circulan dentro del cosmos. Desde su
creación, estos órganos ya se encuentran vinculados con dichas energías. Hace
unos años, hablaba con otros acerca de la relación que tienen los pechos
femeninos con ciertas regiones del cosmos, y mis oyentes se mostraban bastante
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asombrados. Todo el mundo piensa que sólo están hechos para cumplir con la
función de alimentar al recién nacido. Nadie lo niega, pero hay que añadir a esta
otra función casi totalmente desconocida. Los que les decía es que el seno
izquierdo está vinculado con las energías lunares, mientras que el derecho se
relaciona con la vía láctea. Ahora bien, si la mujer llega a ser consciente de esta
relación, esto le podrá ser de gran utilidad para su evolución espiritual. La mayor
parte del tiempo ella ignora que está en comunicación con toda la naturaleza,
incluida la humanidad. Pero aunque lo ignore, esta comunicación que se da en
los planos etérico y magnético seguirá produciéndose a través de sus pechos que
actúan como receptores y transmisores. Algún tiempo después de haber recibido
esto, tuve oportunidad de ver un cuadro en un museo de España, firmado por un
pintor prácticamente desconocido, que representaba una mujer desnuda con
una luna sobre el seno izquierdo y la vía láctea brotando de su seno derecho.
Esto me dejó estupefacto y al mismo tiempo me alegró muchísimo, al obtener así
la comprobación de una verdad Iniciática. Es muy posible que el pintor de aquel
cuadro fuera un Iniciado.
El cuerpo del hombre y el de la mujer son un resumen del universo. El discípulo
debe aprender a mirarlo, respetarlo y maravillarse ante él, considerando que se
trata de un punto de partida para ir hacia el mundo sublime, hacia lo alto, para
glorificar al Señor y avanzar así en el camino de la evolución. Entonces, él podrá
descubrir todos los secretos de la naturaleza ya que Isis, estando segura de que
él no va a despojarla, a violar ni a destruir su cuerpo, se revelará por completo
ante él diciendo: "He aquí un ser comedido, que verdaderamente me ama, me
respeta y me admira, voy a mostrarme a sus ojos". La verdad le será revelada de
esta manera, pues Isis es la verdad. Su desnudez se mostrará totalmente, tal
como ella es en lo alto, puesto que abajo está cubierta por múltiples velos de
ilusión, de maya. De forma análoga, esta verdad surgirá ante la mirada de aquel
que sabe comportarse correctamente ante los misterios del amor.
Bonfin, Julio 24 de 1962
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Nota complementaria
Hay quienes tienen una idea bastante incongruente en lo que refiere al estado
que puede tener el ser humano arriba, en el Cielo, como aquellos que afirman
que lleva sólo la cabeza y nada más, ya que otros órganos tales como el hígado,
el estómago, los intestinos y sobre todo el sexo, no son nobles como para entrar
allí. Pero yo os digo que el ser humano entrará intacto al Paraíso y os sería muy
difícil imaginar su esplendor, su belleza y su pureza!... Volverá a ser tal como
Dios le había creado en su origen. Seguirá teniendo pulmones, pero bajo otra
forma, un cerebro, oídos, ojos, pero siempre bajo otra forma o, mejor, bajo una
quintaesencia, ya que no existen formas propiamente dichas allá arriba, sino
más bien corrientes, luces, energías. Sin embargo, todo en él sigue estando
organizado y funciona como si tuviera un estómago, brazos, piernas, etc. Nada
le falta, todo sigue estando allí, pero ahora bajo el aspecto de cualidades,
virtudes y facultades. Pues los órganos de nuestro cuerpo físico vienen a ser en
realidad una representación, un reflejo de cualidades y virtudes condensadas. Si
pudieseis ver al ser humano en aquel estado, con aquellas luces y aquellos
colores que surgen y brotan de él sin cesar, no os cansaríais jamás de
contemplarlo.
Es lamentable, pero la ciencia oficial se encuentra aún muy lejos de saber lo
que es el ser humano, tal como Dios lo ha formado en sus laboratorios
celestiales. Sólo los grandes clarividentes y los grandes Maestros han logrado
remontarse hasta allí para verlo, y nos han revelado que el ser humano en esta
región elevada no ostenta una forma determinada. Está compuesto solamente
por energías, por corrientes de luz y por emanaciones, cuya condensación ha
dado lugar a sus órganos físicos tal y como los conocemos. De este modo, el
hígado, el estómago, el bazo, el cerebro, los oídos, los ojos, las piernas y brazos,
son representantes de estas fuerzas superiores. Y cuando el individuo no es
razonable, comienza a opacar sus propias luces, a perder todas sus virtudes, de
forma que los órganos correspondientes a estas virtudes empiezan a debilitarse.
Esto explica todos los desórdenes físicos, todas las enfermedades.
Bonfin, Agosto 1 de 1975
64
Conferencia improvisada
Los alquimistas buscaban la piedra filosofal para trasmutar los metales en
oro, pero esto no era más que el aspecto externo de la cuestión. En realidad, lo
que ellos buscaban no era exactamente el oro; detrás de todos aquellos
procesos de trasformación de los metales, ellos investigaban fenómenos de la
vida interna, cuyos procesos pertenecen al ámbito de lo psíquico, lo espiritual. La
verdadera piedra filosofal es el amor, el amor divino. Cuando el ser humano
logra encontrar este amor y llega a manifestarlo correctamente, está en
condiciones de trasformar todos los elementos impuros y vulgares que hay
dentro de él, en una materia noble, luminosa...
Así pues, no se trata de suprimir el amor; tampoco hay que limitarlo ni
rechazarlo, pero es preciso buscar los métodos y los instrumentos para poder
manifestarlo de una forma correcta. El amor es una energía que viene de lo más
alto, cuya esencia es la misma del sol; el ser humano tiene la tarea de recibir
esta energía y hacerla circular dentro de sí, para luego enviarla nuevamente
hacia el Cielo, de donde ella proviene. Está escrito en la Tabla de Esmeralda: “El
sube de la tierra y baja del Cielo, y recibe su fuerza de las cosas superiores y de
las cosas inferiores... Es la fuerza más poderosa de todas las fuerzas...” He aquí
pues el trayecto normal de esta energía: del Cielo a la tierra y de la tierra al
Cielo. Pero como para la mayoría de los humanos este camino no es viable por
estar repleto de impurezas, ocurre que esta energía se desvía de su curso y se
precipita a la tierra para convertirse en alimento de los demonios.
65
Entendedme bien: Los Iniciados no tratan de impedir que esta energía
descienda, nunca lo han hecho ya que sería tonto intentar luchar contra Dios
mismo, esto es algo que sólo se les ocurre hacer a los cretinos y puritanos, que al
oponerse a los designios divinos lo único que consiguen es verse siempre
derrotados y fulminados, por querer luchar contra la fuerza solar, contra un
torrente que fluye y que es el propio Cristo cuando dijo: “Yo soy el camino, la
verdad y la vida.” Cuando las capas de impurezas se han sedimentado en el ser
humano a causa de sus pasiones y sus bajos impulsos, esta energía no puede
remontarse y se lanza entonces sobre la tierra, malgastándose. Pero cuando un
ser humano es puro y ha adquirido dominio sobre sí, cuando está
verdaderamente unido a Dios, esta energía que desciende cada día sin cesar, ya
no va a perderse sino que volverá a encontrar su camino hacia lo alto, con lo cual
va a crearse una corriente ininterrumpida...
Cuando el hombre comprenda las obras de Dios y pueda ver cómo está hecho
el mundo, cuyo punto de partida y de llegada no es otro que el Cielo, la tierra ya
no será un obstáculo para él. El amor proviene del Cielo y debe volver al Cielo. No
hay dos, ni tres, ni cuatro amores diferentes, siempre es el mismo amor, sólo que
se vive o se comprende a distintos niveles. Se ha dicho que Dios es amor, pero
nadie ha dicho nunca que el Diablo es también amor... El amor viene de Dios y, si
al descender, no encuentra ninguna resistencia, va a fluir correctamente sin
llegar a provocar ardor ni fiebre, pues aquel amor que incendia es un amor que
ha sido bloqueado en su fluir. Observad, cuando estáis en cama con fiebre, esta
última es producto de las impurezas que bloquean el flujo sanguíneo y las
fuerzas vitales; Es la lucha del propio organismo por eliminar estos obstáculos lo
que da origen a la fiebre.
Así pues, queridos hermanos y hermanas, teneis que comprender que no está
en vuestras manos cambiar un orden de cosas que el Señor mismo ha creado con
un fin determinado, un objetivo tan glorioso que aún no podéis haceros una idea
de ello. El día que lo comprendáis quedareis maravillados, sobrecogidos frente a
estos proyectos de Dios. En cuanto a mí, aunque no tenga que ver directamente
con todo esto, estoy aquí para explicároslo y, si no estáis contentos podéis ir a
depositar vuestras quejas ante el Señor, diciéndole que no os gusta la forma
66
como El ha creado los órganos sexuales, que os parecen burdos y sin razón, en
fin, que teneis otros proyectos para crear un mundo mas sensato. Andad pues a
quejaros, ya veréis lo que El os va a responder.
Puesto que las cosas ya han sido establecidas de esta forma y no está en
vuestras manos cambiarlas, es inútil que malgastéis la vida discutiendo y
luchando; aceptad esta estructura, esta divina sabiduría; inclinaos ante ella en
vez de criticarla; intentad solamente saber cómo actuar para ser verdaderos
conductos de esta formidable energía que trasformará el mundo, capaz de
trasmutar las cenizas y el plomo en oro, en diamantes y piedras preciosas. Una
trasformación tal sólo puede darse por la fuerza del amor, no existen otros
medios, así que debéis buscar la actitud correcta, los pensamientos, sentimientos
y proyectos que cabe emprender para poder controlar y dirigir esta energía
divina. No hay otra solución. Si decidís reprimirla no sólo va a hacer explotar
todo, sino que moriréis, sí, estaréis muertos espiritualmente, marchitos, estériles.
Al ser esta una energía que proviene de lo alto, todo el secreto reside en
enviarla nuevamente hacia lo alto; eso es todo. Esto será posible sólo cuando
dejéis de preocuparos por la búsqueda del placer y en su lugar vayáis en pos del
trabajo. Los humanos son desgraciados por no haber comprendido que la
energía del amor no está destinada exclusivamente al placer, sino que también
puede servir para despertar ciertas facultades que les permitirían realizar una
labor psíquica y espiritual de la mayor importancia. Y esta labor consiste
precisamente en hacer retornar la energía hacia el Cielo. Cuando obren así,
estarán poniendo en práctica el precepto de Hermes Trismegisto que dice: “Tú
separarás lo sutil de lo denso con gran ingenio y habilidad.” Cuando vais a
comer, de hecho no consumís la totalidad del alimento, sino que escogéis lo que
resulta más comestible, separando en unos casos la corteza, en otros la semilla o
las espinas, etc. No se puede comer sin antes haber escogido; y en forma
análoga, cuando se trata de nutriros en el ámbito del pensamiento, de los
sentimientos y las sensaciones, siempre conviene separar lo que es puro de lo
que es impuro, para conservar lo que es más agradable y guardar sólo aquello
que sirve a vuestra tarea espiritual, luminosa, divina.
67
El secreto del dominio, el secreto de la sublimación, residen en buscar el
trabajo antes que el placer. Vosotros me diréis: “Bien, pero supongamos que
tengo en mis brazos a la persona más amada... Si en ese momento no busco el
placer, la situación va a resultar paradójica!” Pero vosotros no me habéis
comprendido, en absoluto. Por encima del placer debéis buscar la dicha, la
inspiración, el arrobamiento, el éxtasis... No es esto acaso mejor que el placer?
Cuando un hombre y una mujer se proponen intercambiar un sentimiento divino,
sin dejarse llevar por la inercia que los arrastraría hacia las regiones inferiores,
esta comunión y esta mutua ternura puede llegar a ser algo tan expresivo, tan
hermoso! Se trata sin duda de un placer, pero de un placer superior, divino, que
los va a inmortalizar. De lo contrario pasará como en aquella canción: “Amor,
amor que nos arrastra...” En cuanto a los que sólo buscan la pasión, esta se
apodera de ellos y les ata de tal forma que no pueden escapar, se convierten en
esclavos de ella. Por desgracia, esta es la forma como la gente enfoca el amor,
ese amor que les atenaza y les consume hasta dejarles sin fuerzas. Ellos dicen:
“Por fin he encontrado aquel amor que tanto deseaba...”, cuando en realidad
debieran decir: “Ay de mí, por esta desgracia que me ha sobrevenido...”
68
ante el Infierno, no sienten vergüenza alguna, con lo cual el Infierno acaba
devorándolo todo. Contemplad a los humanos: Nada para el Cielo, todo para el
Infierno. La Iglesia tampoco se encarga de explicar nada de este asunto, sólo se
limita a repetir: “Creced y multiplicaos”, y todos siguen acoplándose en medio de
las tinieblas, para mayor regocijo del Infierno. Se habla del matrimonio como un
sacramento, pero en realidad aunque los humanos se hayan casado conforme a
las reglas, lo que hacen con sus maridos o sus mujeres sigue siendo un desastre
que invita a todo el Infierno a participar. Cuando van a la cama no se les ocurre
otra cosa que ensayar todo tipo de posturas que les hagan experimentar el
máximo de sensaciones posibles, rebajándose al nivel de los animales... Y a esto
lo llaman la santidad del matrimonio! Pobre humanidad!...
Y este amor humano, ¿De donde proviene sino de Dios mismo que lo ha dado
al hombre? Se dice que Dios es amor, pero se desconoce lo que es este amor y se
suele separar el amor físico y sensorial del amor divino. Pero no, no hay tal
distinción. Se trata de una sola energía, una sola fuerza que descienda de lo más
alto. Vosotros aún no tenéis claro lo que es el número Uno, indivisible e
inseparable, y así es exactamente el amor: Es a partir del número Uno que se
forman todos los demás, el 2, el 3, el 4, todos ellos no son otra cosa que
manifestaciones, grados, aspectos del Uno. Por esto es preciso retornar hacia la
unidad; Nosotros estamos en la multiplicidad, en la periferia, y cuando se habla
de volver a la unidad, esto significa que hay que retornar hacia Dios, hacia este
amor que es Uno. Cuando os digo que debéis hacer que el amor regrese al Cielo,
es porque el amor debe volver a su fuente. No se ha llegado a comprender bien
el significado de la afirmación “Dios es amor”, del mismo modo que no se
comprende lo que representa la palabra “Unidad”. Sin embargo, para mí esto es
algo tan claro! La unidad es Dios, Dios es amor y es necesario retornar hacia
este amor.
Bonfin, Agosto 9 de 1962
69
APRENDER A COMER
PARA APRENDER A AMAR!
II
Bonfin a 12 de Agosto de 1962
Conferencia improvisada
Cuando un hombre y una mujer se aman, ellos no deben separarse del
Todo, del universo, del cosmos, de Dios mismo. Ellos deben mantener la
conciencia de unión con esta Totalidad, pensando en Ella y enviándole todas sus
energías. Si sólo piensan en ellos mismos, sus energías serán dirigidas hacia
abajo, devoradas por la personalidad, con lo cual van a ser siempre pobres,
aunque crean que se alimentan de amor, por así decirlo. ¿Por qué se buscan
mutuamente hombres y mujeres? El hambre los empuja a hacerlo, ellos están
hambrientos y quieren comer. En efecto, el amor es como un alimento y una
bebida, comparable al pan y al agua. Amar es lo mismo que alimentarse, existen
para ambas cosas las mismas leyes, las mismas normas, los mismos procesos.
En realidad, el hambre se manifiesta más allá del cuerpo físico. Por
ejemplo, hay personas que comen hasta saciarse pero al levantarse de la mesa,
teniendo el estómago lleno aún sienten hambre, querrían seguir comiendo pero
ya no pueden más. Su cuerpo físico está satisfecho, pero es su cuerpo astral el
que sigue hambriento. En principio debería existir acuerdo entre ambos y
normalmente ocurre que si el cuerpo físico está colmado, el astral también lo
estará; peo a veces se puede producir un desequilibrio entre los dos: el cuerpo
físico necesita más alimento cuando el astral ya está ahíto, y viceversa. Esto
indica que hay una perturbación, una anomalía.
70
El mismo desequilibrio puede presentarse en el terreno del amor: un
individuo puede estar satisfecho físicamente, pero su parte astral sigue
deseando más y esto es terrible, porque el cuerpo físico ya no da para más y el
astral sigue queriendo, reclamando, necesitando más aún... Algunas personas
sufren y se sienten desgraciadas debido a esta falta de sincronía entre el plano
físico y el astral. Pero el desequilibrio puede ir todavía más alto, hasta el plano
mental...
Puede que estéis un poco asombrados por esta comparación entre el amor y
la nutrición, por estas semejanzas con los mecanismos del hambre, la sed, la
comida y bebida... Pero se trata de los mismos principios. Ya os he dicho en otras
ocasiones respecto a la alimentación que, cuando coméis debéis olvidar
absolutamente todo lo demás para concentraros, pensando en los vínculos de
este proceso de la nutrición con todo el cosmos, a fin de que estas energías no
sólo vayan a alimentar vuestro cuerpo físico, sino que sean proyectadas,
dirigidas hacia lo alto. En tal caso, la nutrición será correcta, perfecta, y sus
resultados serán divinos: contareis con nuevos pensamientos, nuevos
sentimientos y nuevos impulsos para actuar. Si no habéis comprendido los
procesos de la nutrición, tampoco podréis entender los del amor, los
intercambios entre el hombre y la mujer. Mientras sigáis comiendo de un modo
automático, únicamente por placer y sin ningún asomo de proyección espiritual,
seréis incapaces de realizar labor alguna en el ámbito de la interacción amorosa,
permaneciendo siempre limitados, cerrados. En cambio, si comenzáis por la
nutrición, si aprendéis a comer siguiendo otras normas, llegareis a nutriros
también en el plano divino, de los efluvios, las emanaciones, las corrientes que
manan de la fuente celestial... Hay aquí toda una ciencia prodigiosa que los
humanos querrán comenzar pronto a estudiar.
Sí, hace años que vengo insistiendo sobre algo aparentemente sin
importancia: la forma de comer, y lo hago con un objetivo muy claro, ya lo he
repetido tantas veces! Pero hasta ahora no se ha comprendido ni practicado
aquello que os pido. Se continúa comiendo sin pensar, sin meditar, sin establecer
la conexión con el Cielo, incluso sin darle gracias. Yo querría que este proceso de
la nutrición se realizara aquí de una manera verdaderamente Iniciática, ya que
71
esto es lo que va a posibilitar otra clase de alimentaciones mucho más sutiles:
por ejemplo alimentarse de las estrellas, de los ríos, de las montañas, de los
árboles y plantas, de los sonidos, de los perfumes, de la música, de la luz solar.
Todos estos procesos nutritivos van a estar gobernados por las mismas leyes, por
idénticas correspondencias.
Sin embargo, para los humanos la manera de alimentarse no tiene
importancia, hay otras cosas más dignas de atención! Y con ello no saben que
están despreciando la más valiosa riqueza, los dones que la naturaleza ha venido
preparando para ellos durante millones de años. Ellos sólo saben que es preciso
comer para vivir. Sí, por supuesto, pero ellos no saben comer, lo hacen de una
forma mecánica, inconsciente. Es algo mal hecho y prueba que no han entendido
nada. Hay que comer, sí, pero lo esencial es proyectar estas energías al Cielo en
vez de pretender guardarlas para sí mismos. Esto ayudará a desarrollar también
facultades como el desapego y la generosidad. En adelante, intentad ofrecer
estas energías, estas fuerzas que acumuláis durante la comida diciendo: "Señor,
ven a compartir conmigo este alimento para que te nutra lo mismo que a mí"
Invitad también a los ángeles y arcángeles a recibir esa energía junto a vosotros,
con esta actitud lograreis muchas trasformaciones. Cuando comprendáis la
forma de hacerlo ‐puesto que hasta hoy no lo habéis entendido y no veo que lo
hagáis aún como es debido‐, contareis con una base sólida para empezar a
avanzar en otros terrenos, como el de los sentimientos y el amor. Sentiréis como
una nueva luz dentro de vosotros y gozareis de nuevas posibilidades para ir más
lejos, pero siempre de acuerdo con las mismas leyes divinas. Así pues, en lugar
de querer absorberlo todo y guardarlo exclusivamente para vosotros, en vez de
seguir siendo egoístas, violentos y crueles, estaréis haciendo una verdadera
labor.
Para alimentarse como es debido, hombres y mujeres deberán aprender
a nutrir el principio divino que hay en ellos, antes que el principio animal o
infernal. Por otra parte, cuando ellos se abrazan, cuando hablan, cuando pasean
juntos o cuando engendran un hijo, suelen dejar siempre de lado el principio
divino, simplemente lo ignoran, o lo ponen en último lugar. De tal forma, los
intercambios que realizan no podrán aportarles ninguna bendición, por el
72
contrario, van a ser fuente de disgustos, enfados, tristeza, ira, desacuerdo,
enfermedad, desorden y hasta suicidios, con lo cual nada puede ir bien en la
sociedad. Todo está conectado con todo y hasta las cosas más insignificantes
llegan hasta el Cielo.
Aprended pues primero que todo a comer y luego podréis alimentaros en
otros planos. Cuando los hombres y mujeres empiecen a nutrirse del amor en un
nivel elevado, todo será bello, irreprochable, el Cielo estará maravillado y
participará en este amor descendiendo a la tierra, lo divino podrá ir entonces al
lado de lo humano... Pero, ¿Cómo pretendéis atraer las entidades e inteligencias
sublimes si permanecéis siendo groseros, cerrados, ignorantes, egoístas e
incapaces de ver nada? Esto que os digo podrá parecer terrible pero es la pura
verdad. Estoy obligado a decirlo y precisamente a eso he venido, si me callara, el
Cielo no estaría contento de mí y podría demandarme diciendo " Y tú, ¿A quien
sirves... ¿Qué haces ahí?... Vete, no necesitamos de tí!" Vosotros diréis: "Pero
esto no es agradable para nosotros". Con todo, más vale aceptar este desagrado
para evitar sufrir peores males.
Tal como yo la comprendo, la nutrición me revela todos los secretos del
universo. Para mí ella es todo un mundo, un cosmos infinito... Mientras que
sigáis comiendo con prisa, hasta el punto de no disponer de una hora para
hacerlo como es debido, o para poder meditar, os veréis privados de grandes
posibilidades de comprender la vida y sobre todo de trasformar las energías
sexuales en fuerzas de luz, de inteligencia y esplendor; continuareis
empantanados en las regiones inferiores. Mientras no conectéis vuestras
actividades con el cosmos, vais a seguir comiendo y amando de una manera
imperfecta, con lo cual no podréis obtener ningún resultado que valga la pena.
En cambio, si sabéis proyectaros al mundo divino, al Alma universal, cuando
estéis amando a vuestro marido o a vuestra mujer, vais a atraer sobre su alma
destellos, gérmenes de luz que, veinte o treinta años más tarde continuarán
actuando y produciendo frutos. Todo esto se explica porque, en vez de unir este
otro ser a vuestra pequeña y egoísta personalidad, para exprimir sus energías y
luego arrojarle fuera como lo haríais con un limón estrujado, lo habréis unido al
Todo. El poder del amor no tiene límites. El poder del amor dura eternamente,
73
cuando se trata del amor más elevado y divino, es decir, aquel que está unido al
Todo, proyectado hacia el Todo.
Bonfin, 12 de Agosto de 1962
74
COMO AMPLIAR
EL CONCEPTO
DEL MATRIMONIO
I
Bonfin a 15 de Agosto de 1962
Conferencia improvisada
La mayor parte de los humanos se encuentran tan limitados en cuanto a
su amor que, a excepción de su mujer o su marido se olvidan del mundo entero,
para ellos no existe nada más, no salen de allí y si lo hicieran estarían como
perdidos no se sabe donde, en la inmensidad del espacio. Los seres humanos no
están habituados aún a entender el amor de una forma más abierta, más vasta;
por el contrario, ellos lo reducen, lo limitan, lo mutilan y empobrecen. Ya no se
trata de aquel amor divino que fluye para apagar la sed de todas las criaturas. El
verdadero amor es algo que lo abarca todo, sin pretender limitarse a una sola
criatura, sin echar raíces en ningún ser individual. Pero, ¿Cómo van a reaccionar
aquellas personas cuyo marido o cuya mujer se dedique a amar al mundo
entero? Seguramente van a decir que nuestra Enseñanza encierra toda clase de
anomalías y, en vez de liberarse van a permanecer atados a los viejos conceptos,
y tanto que lo harán!
Esta Enseñanza está destinada a quienes, viendo que los viejos caminos no
les sirven para llegar a salvarse, a preservarse, a estar libres y felices para ir
hacia el Cielo, intentan buscar una nueva vía. Hace ya largo tiempo que ha sido
señalada esta nueva vía, que está esperando que los humanos la sigan; pero no
se les podía revelar porque no estaban preparados para aceptarla. Era mejor
entonces dejar que siguieran atados a algo ya que, con estas revelaciones
75
hubieran podido cometer muchos descalabros. Mientras los humanos insistan en
mostrarse vulgares y primitivos, se hará necesario poner trabas a su libertad. Por
consiguiente resulta mejor dejar que sigan viviendo con su pareja, hombre o
mujer, ya que esto les impedirá ir a hacer el animal por todas partes. Así, esta
Enseñanza no es para todo el mundo, va dirigida sólo a aquellas almas y
aquellas mentes que no van a usar mal su propia libertad.
Es preciso pues que no tergiverséis ahora mis palabras: Nunca he dicho
que no conviene casarse y tener hijos, sino que marido y mujer deberán ser
instruidos bajo unos conceptos más amplios, de modo que esto redunde en
actitudes menos posesivas, menos celosas: El marido tendría que ser feliz al ver
que su mujer ama al mundo entero y a la vez, la mujer debería regocijarse al
encontrar que su esposo tiene un corazón muy amplio. Ambos permanecerán en
la mayor pureza y sabiduría. Si es así, el matrimonio podrá verse salvaguardado,
dentro de unas reglas y tradiciones verdaderamente magníficas, donde marido y
mujer van a experimentar una gran amplitud de conciencia, que les llevará a
comprender cuan limitados vivían antes de ensanchar su corazón y amar a todas
las criaturas sin transgredir las normas de fidelidad y sabiduría.
He aquí la verdadera solución. Aquí no estamos en contra del matrimonio, no
estamos predicando la unión libre tal y como se la viene practicando en algunos
países. Después de haberla experimentado muchos han comprendido que esta
novedad no mejoraba nada y han dado marcha atrás hacia una postura
tradicional, en lugar de encontrar una tercera opción, que es la más adecuada.
Por cierto, la gente se comporta de una forma muy curiosa, yendo siempre de
uno a otro extremo sin darse cuenta de que existe una tercera posibilidad. La
verdad es que para cada problema hay siempre una tercera solución, esta es la
que yo siempre busco... Y a propósito del amor, del comportamiento que se debe
adoptar en el amor, surge también un tercer camino. Mientras los humanos no
lo conozcan van a estar insatisfechos. Los que han optado por permanecer
solteros sienten que les falta algo y a menudo se arrepienten de no haberse
casado; los que han decidido casarse casi nunca son felices y van a lamentar
también esta decisión. Prácticamente nadie encuentra la solución correcta, la
76
tercera opción, pero quienes lleguen a encontrarla, ya sean solteros o casados,
van a estar siempre felices y plenos.
No hace falta abolir el matrimonio, es algo que existe desde hace ya miles
de años y ha llegado a formar un atavismo en los seres humanos, de forma que
su abolición traería consigo toda clase de problemas. Supongamos que todo el
mundo se pusiera de acuerdo diciendo: "No, la familia no sirve para nada; hay
que hacer ahora lo que cada uno quiera, con todos los hombres y todas las
mujeres...Viva la libertad absoluta!" En un corto espacio de tiempo se verían sin
duda una serie de anomalías en todos los ámbitos: físico, social, económico,
psíquico... y se volvería de nuevo a la familia. Pero más adelante vendrá otra vez
el descontento, de nuevo se predicará el libertinaje, el desorden y el desenfreno,
hasta que la gente agotada, exhausta de tantos excesos, decepcionada, clamará
una vez más por restablecerlo todo y dirá "Definitivamente la familia es lo
mejor", y así sucesivamente, seguirán yendo de uno a otro extremo sin cesar,
hasta el día en que vislumbren la tercera opción. Esta solución no se vincula del
todo a la familia, pero tampoco al amor libre, sino que va a inspirarse ante todo
en la inteligencia: ella empieza por comprender que existen otros aspectos en el
amor, otras formas de manifestarlo que son mucho más perfectas, bajo una
expresiones mucho más amplias, más puras, donde tanto el hombre como la
mujer van a esforzarse por tener un concepto más noble y elevado de su pareja,
otorgándose una verdadera libertad mutua.
La mayoría de la gente aún no está en condiciones de adquirir esta
concepción del amor: hay demasiadas tendencias caducas que van a hacer
resistencia desde su interior. Pero el hecho es que cuando dos seres
verdaderamente evolucionados se unen en matrimonio, ya desde el comienzo
van a concederse cierta libertad mutua, pues cada uno va a sentirse dichoso al
poder extender su amor a todas las criaturas, sin que esto signifique en absoluto
cometer desatinos con ellas: la mujer comprende a su marido, el marido
comprende a su mujer y así ambos pueden ascender, ir juntos hacia el Cielo
estando cada vez más plenos, más iluminados, hasta llegar a vivir la vida
verdadera, ilimitada. Si vosotros no conseguís encontrar una persona que pueda
ser un marido o una mujer que no esté siempre poniendo límites a vuestra
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libertad, más vale que no os caséis y que sigáis siendo libres de amar a quien
queráis, sin que nadie tenga el derecho de reprocharos nada. Si hay quienes
prefieren seguir siendo tan egoístas, tan cortos de mente y tan posesivos, es
obvio que no vale la pena atarse a ellos sólo para empezar a vivir desde aquel
momento un verdadero infierno día tras día!
Bonfin, Agosto 15 de 1962
78
EL
FILTRO ESPIRITUAL
Bonfin 16 de Agosto de 1962
Conferencia improvisada
Habéis podido percibir, queridos hermanos y hermanas, la extraordinaria
pureza que nos ha envuelto a todos esta mañana! Vosotros pensareis: "¿Pero
porqué nos hablará tanto del tiempo?" Bien, puede ser porque a veces no le
prestáis la debida atención. Mirad esta luz, estas tonalidades de color, esta
transparencia!...Nunca dejará de impresionarme esta pureza del cielo….
Mirad ahora aquel helicóptero... Es un privilegio poder estar allí volando. Al estar
envuelto en esta aura, en este cono de luz que nos llega, algo bueno
seguramente le llegará. Si el piloto se halla en un estado armonioso, esto va a
ser para él como tener una puerta abierta por la cual podrá entrar todo lo
positivo. Luego, él podrá propagar los gérmenes que ahora está recibiendo. Es
como si le estuvieran dando un saco lleno de cartas que más adelante él irá
distribuyendo inconcientemente. Sí, las cosas funcionan de esta manera.
A veces, al ir por las calles de una ciudad os veis obligados a caminar por
lugares sórdidos, donde se cometen actos tenebrosos, criminales. Si en aquel
momento sintonizáis en vuestro interior con las vibraciones que se desprenden
de allí, captáis sus influencias y puede ser que vosotros mismos os sintáis
impulsados a actuar de una forma extraña o deshonesta, sin saber que es a
causa de estas emanaciones etéricas, fluídicas, que habéis recibido al caminar
por aquellos lugares nocivos. Es preciso aprender a cerrarse a todo lo que es
negativo y abrirse solamente a lo que es armonioso, luminoso. Pero, ¿cómo
poder hacerlo? Podéis quedaros muy sorprendidos por las cosas que os puedo
explicar al respecto.
79
Os hablo constantemente de los dos principios masculino y femenino, porque
para mí son como una llave maestra, que me permite abrir muchas puertas. A
menudo he repetido ante vosotros que la naturaleza del principio masculino es
ser emisor, mientras que la del principio femenino es receptora. Esto os ayudará
a comprender que, a través de sus órganos sexuales, la mujer está expuesta a
captar sin saberlo emanaciones impuras o tenebrosas. Por esta razón ella debe
construir una especie de filtro con su pensamiento, para detener todo lo que se
presente y permitir la entrada únicamente a las corrientes benéficas. Pero las
mujeres no piensan nunca en esto, nadie les había revelado hasta ahora que, a
través de una parte de su cuerpo ellas actúan como esponjas que absorben los
fluidos etéricos. Es preciso pues que las mujeres sean concientes de este
fenómeno, para no seguir siendo un receptáculo de todas las impurezas que los
hombres van dejando a su paso. Hay muchos hombres en las calles que se
dedican a desnudar a las mujeres con su imaginación, anticipando todo lo que
podrían hacer con ellas!... Y las mujeres, que a menudo lo captan, se sienten
orgullosas y halagadas sin tener idea de las inmundicias que están absorbiendo.
Si no se protege convenientemente, la mujer no puede conservar su
pureza; por esto es muy importante que ella llegue a ser consciente de los
mecanismos que la naturaleza ha puesto en ella, además de meditar, orar y
reflexionar para evitar la absorción a través de estos medios, de larvas,
impurezas y elementales que más adelante podrán causarle toda clase de
desórdenes en lo psíquico e incluso en lo físico. De hecho, si muchas mujeres
sufren dolencias en sus órganos genitales, es porque no han sabido preservarlos
mediante un filtro etérico que hubiera impedido la entrada de impurezas que les
están afectando. Entonces, van a consultar a los médicos que no sabrán
ayudarlas, puesto que ignoran que habría que buscar los remedios en el mismo
terreno etérico, fluídico.
En cuanto a los hombres se refiere, es diferente. Por su naturaleza ellos
son emisores, no son receptores. Lo que ocurre es que casi siempre, en vez de
tratar de proyectar energías armoniosas, luminosas, vivificantes, lo que va a salir
de ellos es una corriente tenebrosa, fruto de una actitud machista exagerada
80
que sólo genera impurezas en el plano astral. Pero esta actitud se apoya en
parte, en el orgullo de las mujeres que ingenuamente se van a sentir halagadas y
admiradas.
La naturaleza ha estructurado el organismo femenino de tal forma que,
como también ocurre con el varón, por encima de la función visible de su órgano
sexual hay otras seis funciones adicionales, es como si ella tuviera otros seis
órganos hasta ahora desconocidos. Por el momento, la mujer sólo sabe hacer
vibrar la primera de estas cuerdas, la más densa, y las otras seis aún están por
despertar. Pero llegará un día en que ella podrá hacer que todas estas cuerdas
vibren al unísono con las corrientes más sutiles del universo. Entonces la mujer se
convertirá en una maravillosa arpa de Eolo, que resonará al menor soplo de aire.
Cuando las mujeres gocen de una mayor evolución espiritual, serán concientes
de que pueden captar y reaccionar a través de sus órganos sexuales todo lo que
sucede en torno a ellas, todo tipo de presencias. Se darán cuenta entonces de
que cuentan con un instrumento de alta precisión que está ahí para avisarles de
todas las influencias, buenas o malas, a fin de que ellas tomen las precauciones
del caso. Por el momento, debéis excusarme si os digo que ellas sólo perciben
este tipo de reacciones cuando tienen relaciones con un hombre. Sólo las
mujeres más evolucionadas percibirán que poseen un aparato que les informa
sobre toda clase de cosas. Vale la pena pues que toda mujer se disponga a
colocar en esta zona de su cuerpo un filtro fluídico que impida la entrada de todo
lo que pueda ser nocivo para ella.
Hoy estamos tratando un tema que permanece prácticamente ignorado
por todos. Los médicos se limitan a estudiar la anatomía o la fisiología del ser
humano, ignorando lo concerniente al lado etérico, fluídico, que es el más
importante. No obstante, un día se verán obligados a investigar también este
aspecto, cuando no puedan ir más allá, pues por el camino que ahora siguen, se
encontraran con una valla que no les dejará avanzar. La única salida posible
entonces estará en el estudio de los cuerpos sutiles del hombre. En la actualidad
se conoce exhaustivamente todo lo referente a la estructura y función de los
órganos sexuales masculinos y femeninos, pero no se ha penetrado por debajo
de la corteza, del soporte material que ya de por sí es absolutamente
81
maravilloso; se han dejado de lado las energías, las corrientes que fluyen y que
son lo verdaderamente esencial. Quienes se encuentran bien informados acerca
de estas energías son precisamente los Iniciados, pero esto parece importar muy
poco a la gran mayoría, son muy pocos los que llegan a apreciar este saber de
los Iniciados.
Como ya os dije, el carácter emisor y proyector que es propio del sexo
masculino, hace que el hombre esté más protegido espiritualmente. La corriente
que circula a través de él rechaza las impurezas en vez de atraerlas como era el
caso de la mujer. El hombre ejerce atracción por arriba, por la cabeza, mientras
que la mujer lo hace por abajo y es allí donde ella debe poner los filtros
adecuados. Percibo que en su interior las hermanas me están preguntando:
"¿Pero cómo se pueden preparar estos filtros?" Por medio del pensamiento.
Debéis ante todo orar, meditar, pedir al mundo elevado que os envíe una
entidad protectora, que vigile para alejar de vosotras las corrientes impuras
formadas a causa de los deseos, las pasiones y la codicia de los hombres. Si
lográis atraer una entidad luminosa del mundo divino para protegeros, vais a
experimentar una dicha, una pureza, una inocencia que nunca antes habíais
llegado a sentir y, poco a poco, os iréis convirtiendo en receptáculo del espíritu
divino, en un templo viviente de Dios.
Así, debéis ejercitaros, meditar, reflexionar... Durante esta labor vuestra
salud y vuestro equilibrio irán mejorando y podréis comprender lo que es la
verdadera pureza. Entenderéis que entre hombres y mujeres todo es vibración,
intercambios, influencias que se interpenetran a todos los niveles, pero que no
deben limitarse a las regiones inferiores sino que hay que llevar siempre más
hacia lo alto, cada vez con mayor pureza. Es así como podréis hacer que vuestra
vida sea en algo semejante a la de los ángeles... Sin cesar, ellos se encuentran y
se fusionan como rayos de luz y, en tales intercambios, no existe el menor asomo
de impureza. Ellos viven de esta manera, constantemente inmersos en el amor
pues, en lo alto, sólo existe el amor. La vida de los ángeles es una eterna fusión,
un continuo intercambio de amor dentro de la más absoluta pureza. Cuando los
seres humanos aprendan a hacer vibrar las siete cuerdas que poseen, llegarán a
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ser como los ángeles. Su música será entonces indescriptible. Bienaventurados
aquellos que me habéis comprendido.
Meditad ahora sobre este tema, procurando hacerlo con mucha pureza y
mucha luz. Intentad iros liberando de nociones caducas que os impiden
comprender e ir hacia adelante. Es así como os convertiréis en verdaderos hijos e
hijas de Dios.
Evidentemente, aún hay más que decir acerca de los filtros. No sólo el órgano
sexual femenino necesita esta protección. El discípulo sabe que se encuentra
inmerso en el océano cósmico y que todos sus cuerpos, desde el físico hasta los
más sutiles, adquieren forma con ayuda de los elementos buenos o malos que él
esté en capacidad de captar o recibir. El principal problema que se le presenta es
saber cómo atraer lo bueno, con su mente y con su corazón, rechazando todo lo
que es nocivo. En realidad, el filtro más eficaz, que va a resumir todos los demás
filtros, es el aura. * Así que, si queréis verdaderamente estar protegidos,
meditad sobre el aura: imaginad que estáis rodeados de tonalidades violeta,
verde, azul, amarillo‐dorado, etc., y que estos colores forman alrededor vuestro
un aura inmensa, poderosa, vibrante, resplandeciente. Este será el filtro por
excelencia. A través de un aura así, no sólo es imposible que penetre algo nocivo,
tenebroso o impuro, sino que gracias a ella podréis acceder al conocimiento del
esplendor del mundo divino, podréis beber, respirar, absorber, nadar en este
océano cósmico de amor y plena felicidad.
Por supuesto, para formar el aura no basta sólo con imaginar tonos de color
alrededor nuestro. El aura no podrá mantenerse si no está sostenida por
cualidades y virtudes. Es sabido que cada color simboliza una virtud y por
consiguiente los tonos áuricos no podrán persistir mucho tiempo al no estar
respaldados, nutridos por las correspondientes virtudes. Es por esto que los
Iniciados han dado preceptos y métodos que van a permitir precisamente el
desarrollo de las virtudes que luego se van a manifestar como tonalidades de
color y de luz en el aura. En la actualidad, los espíritus de lo alto que observan la
tierra y por doquier no ven otra cosa que tinieblas, perciben de pronto, en medio
de esta oscuridad un Iniciado, un discípulo que irradia, que emana haces
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luminosos, entonces ellos se le acercan, cuidan de él, le riegan como a una flor,
le alimentan, esclarecen su alma.
Así, queridos hermanos y hermanas, no olvidéis lo que hoy hemos dicho:
el filtro más eficaz de todos es nuestra propia aura.
Bonfin, Agosto 16 de 1962
84
Conferencia improvisada
La Biblia nos relata que el rey Salomón tuvo setecientas mujeres y
trescientas concubinas... En general, se ignora lo que él podía hacer con todas
estas féminas, o bien se piensa que las tenía exclusivamente para darse placer y
que vivía junto con ellas dentro de un desenfreno mayúsculo y total. Pero la
verdad es que Salomón era un gran sabio y un mago que podía hacerse obedecer
por espíritus del mundo invisible. ¿Cómo hubiera podido tener tales poderes si
hubiera vivido en medio de tal descontrol? Precisamente, lo que él hacía era
mantener otra clase de intercambios con estas mujeres. Vosotros ignoráis el
papel que puede jugar la mujer al lado de un hombre que ha sido inspirado,
iluminado, y que practica la verdadera magia sagrada. Más tarde, es cierto que
Salomón sucumbiría al no poder resistir o controlar todas las fuerzas que él
mismo había desatado pero, durante el apogeo de su reinado llegó a tener un
enorme poder material y espiritual, que le permitió llevar a cabo la construcción
de aquel templo extraordinario en Jerusalén, así como expresar juicios y
sentencias de una gran sabiduría, todo lo cual contribuyó a expandir su fama por
todo el mundo, esclareciendo su época a través del esplendor de su reino.
Con todo, el reino de Salomón no llegaría a alcanzar aún aquel esplendor
espiritual por el que han venido trabajando los grandes Iniciados; y es por esto
que Salomón, a los ojos de los Iniciados no se sitúa en una categoría muy
elevada, puesto que él trabajó demasiado para sí mismo, buscando su propia
gloria y renombre. Si cabe la comparación, Salomón era semejante en esto a un
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Luis XIV, y su magia no llegó a ser una completa teurgia. Hay diferentes tipos de
magia y son muy contados los magos que han logrado alcanzar ese grado
superior donde sólo puede existir un interés por la magia en sí misma, de modo
que no se piensa en emprender operaciones mágicas, evocando a los espíritus,
los genios y los elementales para satisfacer ambiciones personales. Los
verdaderos magos, los más grandes que han existido, nunca pensaron en fines
egoístas; ellos trabajaron exclusivamente para el Reino de Dios, de modo que
consagraron todas sus fuerzas y todos sus conocimientos a promover el
advenimiento de este Reino de Dios. Ellos se dedicaron a la teurgia, es decir, la
magia sagrada, divina, y su labor estuvo caracterizada por la ausencia de interés
personal. Ahora bien, para poder acceder a este nivel, ellos tuvieron que vivir
dentro de una abnegación y una pureza excepcionales, renunciando a la fama y
el placer, deseando sólo trasformar la tierra para que Dios pueda venir y
establecer su Reino entre los seres humanos.
Aunque Salomón no lograra elevarse a este grado, es cierto que llegó a
tener grandes conocimientos y, en particular, él sabía que la mujer está en
condiciones de aportar la materia prima, aquella sustancia con la cual el
principio divino, la mente divina puede crear formas. El principio divino produce
los gérmenes, las chispas, el fuego, el poder, pero se trata de esencias tan sutiles
que por sí solas no son susceptibles de fijarse y van a dispersarse en lo infinito.
De modo que para poder obtener formas fijas, sólidas, estables, reales y
tangibles en el plano físico, se necesita la participación del principio femenino.
Por ello, la mujer mediante sus emanaciones fluídicas, etéricas, puede
proporcionar esta materia prima que permite realizar las ideas, los proyectos y
objetivos superiores que habitan en la mente del teúrgo. Así, la teurgia va a
servirse de todas estas emanaciones que las mujeres lanzan en forma
inconsciente al espacio. Gracias a ellas, es posible realizar los más sublimes
proyectos, orientados siempre al advenimiento del Reino de Dios. Sin las
mujeres, sería imposible materializar esta idea del Reino!
Las mujeres generan esta sustancia indispensable y la propagan por la
atmósfera, pero si no entra en juego la mente, la idea, el principio divino que
puede aprovechar esta sustancia, ellas van a ser absolutamente estériles y
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marchitas, nada podrá producir. Por esto, ellas van a necesitar también de aquel
principio divino para crear los hijos... que serán hijos invisibles, hijos en el
pensamiento, en la mente, en el alma, en el corazón. Estos hijos serán como
ángeles que incesantemente van a traer bendiciones sobre toda la tierra. He
aquí en qué consiste el trabajo de los grandes teúrgos. Salomón practicaba este
tipo de operaciones mágicas, apoyado por las energías de las numerosas
mujeres que le rodeaban. Y llegó a tener éxito, sin duda, aunque no entró en el
ámbito de la magia sagrada. La magia divina es la sabiduría. Magia y Sabiduría
son una sola cosa, están reunidas en la misma Luz divina; pero han sido muy
contados los seres que han logrado elevarse hasta allí. La inmensa mayoría se ha
servido de sus conocimientos mágicos para practicar la hechicería, para tener
más dinero, fama, mujeres, posesiones... Toda práctica que se lleva a cabo para
satisfacer la personalidad y los deseos inferiores no es otra cosa que hechicería.
Muchos ocultistas famosos han caído en ello y están muy lejos de ser auténticos
teúrgos.
La magia sagrada consiste en saber utilizarlo todo, absolutamente todo
para implantar el Reino de Dios: utilizar el agua, la tierra, el aire, las plantas, los
ríos, las rocas, utilizar también aquello que emana de los hombres y mujeres,
estas energías desconocidas que ellos desprenden y van a propagarse por el
espacio sin que nadie sepa de su utilidad. Pero también se da el caso de que si
alguien lo sabe, las use para su beneficio personal, como lo hiciera Salomón. Y
como el lado personal, ya os lo he dicho antes, alimenta las fuerzas del Infierno,
ciertos espíritus infernales acudían allí para aprovecharse; él intentó reducirlos
mas de una vez pero, al final, no pudo resistir más a ellos y sucumbió.
Bien, si os parece vamos a dejar tranquilo a Salomón y volveremos sobre
lo esencial. En este caso, lo más esencial es que las mujeres comprendan que
ellas deben consagrar toda esta materia sutil que emana de ellas, que deben
consagrar todo su ser y toda su existencia al principio divino superior, para que
los ángeles y arcángeles puedan servirse de esta materia que es verdaderamente
preciosa, única, a fin de preparar las formas de la nueva vida. En lugar de servir
siempre a los hombres, la mujer debe servir a la Divinidad. He aquí el ideal que
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les propongo. Ignoro cuantas llegarán a realizarlo, pero estoy aquí para
invitarlas a hacerlo.
Durante siglos el hombre ha venido abusando de su autoridad sobre la mujer,
mostrándose egoísta, injusto, violento, cruel. Ahora es el momento del despertar
para la mujer, qué duda cabe, pero ella no está despertando a una verdadera
luz, sino que lo está haciendo para tomar venganza y con esto no mejora las
cosas ni siquiera para ella. Por el contrario, es preciso que la mujer perdone al
hombre, puesto que ella es la madre, porque la ha sido dado más amor que al
hombre, porque su naturaleza la impulsa a ser buena, indulgente, generosa,
pronta a sacrificarse, no hace falta que ella busque la venganza. La mujer debe
despertar ahora a las virtudes superiores, elevándose por encima de sus
intereses personales... Todas las mujeres de la tierra deben unirse para una labor
constructiva, para un trabajo consciente con los hijos que ellas traen al mundo, y
también con los hombres. En vez de intentar seducir a los hombres diciendo: "
Ah, soy hermosa, soy atractiva, voy a aprovecharme de serlo..." y seguir
halagando su propia vanidad, ellas deberán entrenarlos para una labor de
regeneración de la humanidad. Por suerte o por desgracia, la naturaleza ha dado
grandes poderes a la mujer, esto es indiscutible, pero lo que importa es el uso
que ella va a dar a sus poderes, ya que, si se lo propone, puede emplearlos para
atormentar al hombre y hacerlo desgraciado.
En realidad, Dios ha concedido grandes poderes tanto al hombre como a la
mujer, sólo que se trata de poderes muy distintos: la mujer puede hacer lo que
el hombre no puede y viceversa. La mujer genera la materia y el hombre
genera el espíritu, la vida. Todo el mundo sabe que esto sucede en el plano
físico, pero también va a ocurrir en otros planos más elevados que por ahora
pertenecen al nivel de los grandes misterios. En adelante, todas las mujeres
deben unirse para constituir juntas una Mujer colectiva que va a generar una
nueva vida para la humanidad. Sin esta materia, el espíritu divino no podría
encarnarse. Un fenómeno análogo es aquel que tiene lugar en algunos grupos
espiritistas donde la persona que hace de médium va a facilitar una porción de
su propia materia y de sus emanaciones a las entidades espirituales que quieran
manifestarse a través de ella. Los espíritus se envuelven por así decirlo en esta
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sustancia, para poder hacerse visibles, tangibles, llegando incluso a actuar
directamente sobre el plano material, moviendo los objetos y hasta
destruyéndolos a veces. Si se comprueba el peso del médium se puede constatar
que, durante la sesión suele perder hasta varios kilos, pero al terminar va a
recuperar su peso normal. Esta variación dependerá de la cantidad de materia
sutil que haya sido utilizada.
Queridos hermanos y hermanas, el conocimiento de estas leyes os llevará
a comprender hasta qué punto es importante que os consagréis a las fuerzas
divinas para que ellas puedan nutrirse a través de vosotros. Si se ha dicho que el
ser humano debe ofrecerse en holocausto al Señor, es precisamente en este
sentido, para que el Señor pueda alimentarse de él. Pero todo esto es simbólico,
naturalmente. En los cultos religiosos de la antigüedad se hacían sacrificios
animales para nutrir a ciertas entidades del mundo invisible. En nuestros días, se
quema incienso y se colocan flores en los altares para que este humo y las
emanaciones del perfume de las flores sirvan de alimento a los espíritus de luz.
Pero el ser humano puede ir más allá, ofreciéndose él mismo en holocausto para
que el Señor venga a alimentarse de él, de sus pensamientos, de sus
sentimientos .
El Señor sólo podrá nutrirse a través nuestro si, viéndonos como si fuésemos
árboles y plantas de su jardín, nos esforzamos en producir para El los frutos más
perfectos y deliciosos. Por supuesto, El no va a tocar el árbol sino que recogerá
sus frutos y la planta permanecerá intacta. Estos frutos, no son otra cosa que
nuestros pensamientos y sentimientos, que El vendrá a recoger sólo si ellos son
verdaderamente maravillosos. Es así como los Iniciados nutren al mundo divino:
son los árboles frutales del Señor, quien desciende para alimentarse de ellos. En
cuanto a los otros, los que nada producen, son comparables a aquella higuera
estéril del Evangelio. Ya conocéis este episodio... Un día Jesús sintió hambre y se
detuvo al lado de una higuera, pero el árbol no tenía frutos, entonces Jesús le
maldijo y la higuera se marchitó por completo. Aquí es evidente que nos hablan
bajo la forma de un símbolo, ya que Jesús no iba a ser tan cruel con el pobre
árbol. En realidad, la higuera representa el Sanedrín. Cuando Jesús, el gran
jardinero, vino para recoger los frutos que él esperaba del pueblo de Israel, este
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no tenía nada que ofrecerle y por eso le maldijo, agregando con lágrimas en sus
ojos: "Jerusalén, Jerusalén, tú que has asesinado a los profetas y que lapidas a
quienes te son enviados, cuantas veces he querido reunir a tus hijos como un ave
que reúne a sus polluelos bajo sus alas y tú no lo has permitido! He aquí que tu
casa quedará desierta." Y así sucedió. Pero lo mismo podría pasar con toda la
cultura europea si ella no hace nada por ofrecer sus frutos al Eterno, aunque
esto parece que no la preocupa demasiado...
Es preciso que las mujeres tomen conciencia de la magnitud de la labor
que ellas pueden emprender. Ellas constituyen una gran reserva de sustancias
extraordinarias, que pueden contribuir a realizar los proyectos del Cielo. Es
lamentable que, por ahora ellas sólo se dediquen a realizar las ideas retorcidas
de todos los mequetrefes, cretinos y criminales que hay en la tierra, sin participar
para nada en los proyectos superiores. Esto es lo que ocurre con ellas hoy en día.
Pero si deciden consagrarse al Cielo y ofrecer todas estas maravillosas sustancias
para que puedan servir a los fines más elevados, toda la superficie de la tierra
verá encenderse hogueras de luz y el mundo entero comenzará a hablar el
lenguaje de la nueva cultura, de la nueva vida, el lenguaje del Amor divino. ¿Qué
esperan ellas para decidirse? Están sumergidas aún en ocupaciones demasiado
bajas y vulgares. Desde la infancia sólo se las prepara para casarse como sea y
criar a sus vástagos. Pero son ellas quienes se fabrican por adelantado un
destino mediocre y luego no hacen más que lamentarse diciendo "Vaya vida que
llevo!" Es a causa de su propio descuido, ¿Porqué nunca llegaron a plantearse un
ideal más elevado? Si lo hubieran hecho, todo su destino habría cambiado.
Hoy pongo ante vosotros uno de los grandes arcanos de la Ciencia Iniciática.
Todos los Iniciados, los profetas, los ascetas que se han apartado de la mujer,
que no han comprendido la importancia de su papel y no han trabajado junto
con ella, no han podido realizar nada, pues las ideas sólo pueden
materializarse con el concurso de la mujer.
Por esto quisiera pedir, al menos por lo que hace a las hermanas de la
Fraternidad, que se consagren conscientemente al Cielo... No a mí, al Cielo.
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Entonces el Cielo a través mío podrá realizar Sus proyectos ya que lo que cuenta
es la conciencia sublime antes que la parte física. Sus miradas, sus sonrisas, sus
emanaciones, sus buenos sentimientos y pensamientos serán la materia prima
con la cual podré realizar mi labor. Para crear formas bellas en el mundo
elevado, se requiere del principio masculino, sólo él es capaz de hacerlo. Una
mujer no puede ser un mago. Su naturaleza no se presta para ello: ella podrá ser
muy receptiva, podrá servir de médium, clarividente, pitonisa, incluso podrá ser
una hechicera, una bruja. Pero para ser un mago es preciso desarrollar un gran
dinamismo y ser muy activo, poseer el principio masculino en perfecto estado y
bajo perfecto control. ¿De qué va a servir una varita mágica que está
fragmentada en dos o tres trozos? Esto ya no es un instrumento mágico. Tener la
vara mágica significa que se es activo, que se cuenta con una voluntad poderosa
para poder llegar hasta la cima, acceder al Alma universal y fundirse con ella.
¿Acaso los impotentes, los flojos, los incapaces podrían llegar a una fusión con el
Alma universal para realizar una labor creadora? Esto es como si un hombre
impotente quisiera tener un hijo. Las mismas leyes operan en todos los planos y
si alguno de vosotros se siente molesto, lo mejor que puede hacer es esconder la
cabeza bajo la tierra o taparse las orejas!
Bonfin, Septiembre 11 de 1962
91
EL ESPIRITU Y LA MATERIA:
LOS ORGANOS SEXUALES
I
Bonfin a 8 de Agosto de 1963
Conferencia improvisada
Nuestra época trae consigo una nueva cultura, una cultura universal de la
colectividad, de la fraternidad; los hombres del mundo entero formarán una
familia y aprenderán a comprenderse, a amarse. Cuando hablo de formar una
familia, esto no quiere decir que todos se acuesten en el mismo lecho ni que
deban tener un dormitorio común, pero en cambio para trabajar, para meditar,
para orar, será magnífico estar reunidos.
La naturaleza ha puesto en cada ser el instinto de percibir la soledad como
algo pesado, aterrador. Así es, pero hay que saber también que existe un
método para escapar de la soledad. Son tantos los jóvenes de ambos sexos que
aún no han podido resolver este problema! Ellos son muy desgraciados, ya que
les gustaría tener una pareja para cantar a dúo pero, al no encontrarla, se
desesperan y languidecen. Pero ¿Por qué están empeñados a toda costa en
formar el dúo en un plano puramente físico? ¿Acaso no pueden hacerlo de otra
manera? Existen múltiples vías para salir de la soledad, ¿Porqué empeñarse en
seguir a rajatabla con las viejas tradiciones en el sentido de pretender poseer a
alguien?
La mujer es quien tiene más arraigada esta tendencia de la posesión. Ella
necesita tener algo entre las manos, aunque sea un niño. Ella ve cómo el hombre
siempre se le escapa, siente que no puede retenerle y se apega entonces al niño
que, al ser pequeño, requiere de su protección; ella será feliz al cuidar de él. Pero
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llegará un momento en que este niño crecerá y se escapará a su vez de ella, con
lo cual volverá a sentirse desgraciada comprendiendo que, al final, no puede
poseer nada. Esta necesidad de posesión por parte de la mujer suele complicarlo
todo. Vosotros diréis: "¿Pero, acaso el hombre no quiere también poseer?" No, lo
que a él le interesa es disfrutar ‐en el sentido vulgar del término‐, en el plano
físico. Para él la posesión consiste en gozar y luego irse. Mientras que la mujer
piensa ante todo en retener al hombre para darse luego por completo a él, el le
dirá. "No te preocupes, después se arreglará todo, ahora disfrutemos de esto".
Puesto que la mujer no es tonta, ella sabe muy bien que él se irá una vez que
haya satisfecho sus deseos y es por eso que le responde: "No, antes deberás
firmar aquí", obligándole a hacer un contrato, adquiriendo de esta forma un
compromiso.
Todas las manifestaciones del hombre y la mujer, todos los misterios que
ellos representan en el curso de su vida ordinaria, física, afectiva, moral,
intelectual, tienen su origen y raíz en lo que se ha dado en llamar "las partes
íntimas". Estos órganos son como un resumen de la totalidad del hombre y la
mujer. Cada uno lleva pues consigo su propio resumen, sin saber que es allí
donde reside la clave de todo. Pero no hay que limitarse a conocer la estructura
geométrica, ya que las funciones de estos órganos pueden ayudarnos a
comprender las cuestiones filosóficas más profundas. Y bien, llevamos consigo
todas las riquezas, todas las claves, pero ignoramos que somos ricos, que
poseemos todo tipo de criterios y de ciencias, todo. Es increíble!
Es normal en la mujer el saber guardar, retener, mientras que el hombre
tiende por el contrario a esparcir y derrochar. Todo el mundo sabe esto, pero no
se han detenido a pensar en el origen de tales actitudes. En realidad, es muy
sencillo, pero el caso es que los humanos no han sabido establecer la relación.
Tanto en la mujer como en el hombre, ello se explica a partir de la conformación
de sus órganos sexuales. La mujer es posesiva ya que, de no ser así, no habría
lugar a ninguna procreación. Su papel es así el de recoger, retener, preservar y
conservar. En Bulgaria solemos decir: "Gracias a lo que la mujer guarda, llega a
haber muchas reservas en la casa" Por supuesto, existen también mujeres
derrochadoras, pero en este caso no se trata de auténticas mujeres sino de
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hombres disfrazados. Es sin duda por una razón muy poderosa que la
Inteligencia cósmica ha dado a la mujer la facultad de atraer y retener: es
preciso que ella no derroche pues de lo contrario los hijos no podrían venir. En
cambio, si es el hombre el que dispersa, esto no es grave, siempre sigue
habiendo materias primas. Hacen falta muchos granos, muchas semillas para
recoger muy poco. La naturaleza ha comprendido que el hombre debe ser
generoso para que pueda producirse al menos un nacimiento. De otra forma,
todo se esparciría o vendría a caer sobre un suelo improductivo. Pero si la mujer
actuara como lo hace el hombre, esto conllevaría la esterilidad; por esto ella
guarda celosamente lo poco que ha logrado recoger.
Esta disposición física a guardar y conservar, que ha sido dada a la mujer,
volvemos a encontrarla en su carácter bajo la forma de un grave defecto: los
celos. Recordad el caso de los reyes y sobre todo de los sultanes...¿Qué es lo que
ocurre con sus mujeres, con sus favoritas? Todas las mujeres que tienen
alrededor de ellos, en la corte o el harén, desean seguramente acaparar a aquel
rey o aquel sultán, llegar a ser las primeras, las favoritas. Y para lograrlo, no
escatiman esfuerzos, desde la calumnia hasta el complot. Se observa en estos
casos una lucha implacable entre estas mujeres por poseer los favores del
monarca. Pero, ¿Porqué tal deseo de poseer? Porque esto conlleva ventajas y la
mujer que accede a este rango se siente orgullosa de ser la primera y que las
miradas del sultán caigan sobre ella. Ah, entonces habrá sido colmado un anhelo
muy importante y para ello, no importan los medios de que se haya podido servir
para eliminar a sus rivales. Vosotros diréis: "Sí, pero todo esto ocurría en el
pasado y entre los turcos!" Ah, ¿Acaso no pasaba lo mismo en Francia? Oh! lá
lá, la historia está repleta de intrigas de este género en las cortes reales de Luis
XIV, Luis XV... Todos estos Luises tan brillantes, cuantas mujeres iban detrás de
ellos!
Es pues natural que una mujer acepte siempre el papel de una figura
decorativa, al lado de un hombre que merece la pena. Pero lo que es lamentable
para ella, es que no aceptará que las demás gocen de las mismas ventajas o los
mismos favores. Ella lo hará todo, no para vencer este defecto sino para
amplificarlo. Las mujeres no pueden vivir sin los celos; paradójicamente, los celos
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les atormentan pero no pueden pasar sin ellos. Se diría que si no los tienen, se
sienten desmotivadas y se aburren. En cambio, si los celos les impulsan hacia
cosas secretas y clandestinas, entonces la vida les parece apasionante!
La mujer tiende siempre a envidiar las ventajas que ostentan otras
mujeres, si son para ellas un motivo para sentirse importantes y admiradas. No
existe mujer alguna en la práctica que os perdone si habéis dado un poco de
vuestro amor y ternura a otra mujer distinta de ella; su reacción será ponerse
furiosa, e invocar todas las leyes de la moral y la justicia para haceros condenar.
Ahora bien, si es a ella a quien habéis manifestado estos sentimientos, ah,
entonces todo cambia, todo será diferente, justo y normal. En este caso seréis
irreprochables. Cuando una mujer se enfada con un hombre, a menudo es
porque este no le ha dado lo que ella esperaba y en cambio se lo ha dado a otra.
Y si una chica llega a detestar a un joven, sabed que es porque él ha tomado en
sus brazos a otra, cuando es ella la que lo desearía. Diréis que estoy haciendo un
análisis muy crudo, pero no; es un análisis impecable. ¿Qué mujer podría sentirse
desgraciada por recibir el amor de un hombre? Ella no quiere, no pide otra cosa
que ser amada y, si su hombre prefiere a otra, ella va a exagerarlo todo,
agrandando las cosas para que él resulte acusado, condenado y eliminado si
hace falta. He aquí porqué es muy importante que las mujeres trabajen mucho la
propia generosidad, aprendiendo a gozar con la felicidad de los demás.
Vamos a tocar ahora un aspecto más filosófico en relación con el tema de
los órganos sexuales del hombre y la mujer.
Si el mundo invisible influye a veces sobre algunas criaturas poniéndoles
trabas y límites, es para despertar en ellas el deseo y la voluntad de vencer, de
liberarse. Es muy parecido a lo que sucede con la pólvora, si se la comprime y
limita, basta con encender la mecha y todo saltará por los aires. Pero si está
esparcida en un espacio suficiente, incluso al acercarle el fuego simplemente
hará fff ! y nada más. Lo mismo va a ocurrir con el ser humano, si este lleva una
vida muy fácil, lo único que hará en su existencia será fff! y ya está. Pero si se ve
agobiado por las limitaciones, surgirá algo en él que le hará reaccionar y esto no
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es otra cosa que su espíritu, el cual le impulsará a realizar grandes esfuerzos
para superar la limitación. El hombre sufre y se queja, pero el espíritu se
regocija. Es lo mismo que pasa con las relaciones entre el hombre y la mujer:
¿Por qué va a necesitar el hombre verse limitado, frenado, recortado en el amor?
Porque de esta forma va a surgir algo importante en él, que será motivo de
regocijo. En cambio, si la mujer le concede un espacio ilimitado, nada podrá
surgir.
Vosotros no habíais reflexionado anteriormente en estas cosas, creyendo
tal vez que ya lo conocíais todo en este dominio. Por lo que a mí respecta, lo que
más me interesa no son las manifestaciones físicas, sino lo que hay detrás de
ellas: el aspecto filosófico, profundo y divino que subyace oculto bajo estas
manifestaciones. Corresponde pues a la mujer rodear siempre al hombre, estar
alrededor de él como si fuera una cinta envolvente, situándole dentro de un
espacio limitado, de forma similar al espíritu que se encuentra envuelto en la
materia. ¿Porqué es la materia la que siempre debe poner límites al espíritu? En
esta, como en tantas otras cuestiones, los humanos siguen sin entender nada.
Toda la filosofía de la creación ‐incluidas las relaciones entre el espíritu y la
materia‐, se halla inscrita en estos órganos que todos poseen y de los cuales se
sirven día y noche sin comprenderlos. Es preciso intentar, tratar de comprender!
Los humanos están sumergidos hasta el cuello en la parte física del amor;
día y noche, no hacen otra cosa, pero no han llegado a entender las verdades
más sublimes contenidas en este acto, puesto que no han contado con el tiempo
ni con la lucidez necesaria para comprender: ellos siguen hundidos en las
sensaciones. Pero en cambio, aquellos que no practican tienen tiempo para
entender lo que los otros practican y si no fuera así... ¿Cómo se explica que yo
haya tenido tiempo para comprender los más grandes misterios de la
creación?...
Bonfin, Agosto 8 de 1963
96
EL AMOR
SU PUREZA
I
Bonfin el 10 de Agosto de 1963
Conferencia improvisada
Cuando se ama a alguien, no cabe preguntarse cómo es que esto sucede;
simplemente se dice: "Yo te amo, yo te amo..." Y bien, esto es seguramente
cierto, nadie lo pone en duda, pero la gente no suele preguntarse acerca de la
naturaleza de este amor, y se llama amor a cualquier deseo, pasión o apetito.
Pero cuando se ama a algo o a alguien, es definitivo, uno está subyugado,
sumiso a quien ama. Desde el momento en que aparece el amor es preciso ceder
ante él, incluso el razonamiento está fuera de lugar: el intelecto se ve obligado a
callar. Frente al corazón que se ha enamorado, el intelecto no tiene voz ni voto.
El corazón le ordena: "¡Cállate!, el amor y yo estamos hablando, ¿Qué podrías
decir tú?" Pero en realidad, si el corazón y el intelecto trabajaran juntos
colaborando mutuamente, el amor se podría manifestar bajo formas y matices
más elevados.
Cuanto más bajo es el nivel evolutivo de un ser humano, más va a ceder ante
la insistencia de su amor sin detenerse a pensar si se trata de un amor
desinteresado, puro, útil. En el momento en que se enamora, desaparece toda
reflexión. Esto explica la proliferación de novelas, películas y obras de teatro que
nos relatan las aventuras de aquellos que se aman. De hecho, si no se tratara de
un tema tan apasionante, de qué vivirían entonces los novelistas, poetas y
dramaturgos? Hay que ver las increíbles posibilidades que ofrecen algunos
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temas como la desesperación, la venganza, el asesinato!... Son interesantes,
divertidos, dan trabajo a todo tipo de personas, incluso a quienes se dedican a
fabricar ataúdes, incluso a los bomberos! Imaginaos una escena donde un
hombre desesperado prende fuego a su casa queriendo vengarse de un
desengaño amoroso... He aquí todo un barullo de cláxones y sirenas:
No hay que dejarse influenciar exclusivamente por el corazón, sino más bien
reflexionar con el objeto de despertar interiormente otras facultades capaces de
controlar, equilibrar, supervisar. El amor es ciertamente un magnífico impulso,
pero si está demasiado cargado de elementos pasionales es preciso aligerarlo un
poco, para que pueda surgir su naturaleza más verdadera y esencial. Cada amor
lleva en sí algo de divino, pero es preciso purificarlo ya que siempre va a estar
envuelto en materiales impropios, tal y como sucede con los animales en el
momento de su nacimiento: un cabrito, o un ternero, al llegar al mundo lo
primero que hacen es someterse a la limpieza que les hace la madre, y lo mismo
va a pasar con los niños recién nacidos. En cuanto al amor, ocurre algo muy
semejante: Es como un niño que trae consigo todo lo que es divino, pues detrás
de toda forma de amor está siempre Dios. Lo único que hay que hacer es
limpiarlo, purificarlo, educarlo, reforzarlo, liberarlo hasta descubrir en él la
Divinidad. Hasta el amor más egoísta, más inferior, más sensual, esconde una
quintaesencia divina. Dios está siempre allí, pero hay a veces demasiados
elementos entremezclados que se van añadiendo hasta el punto de que no es
posible entreverlo, El tiene que atravesar ciertas capas y estas no se encuentran
suficientemente limpias, un espíritu impecable no va a pasar a través de una
chimenea llena de hollín. Hasta las cosas más elevadas que nos llegan del Cielo,
se ven obligadas a atravesar estas capas que los humanos van acumulando: los
pensamientos y deseos inferiores, unidos a toda clase de falsedades y
elucubraciones. Es por esto que por ahora, muchas cosas permanecen
recubiertas de suciedad, como piedras preciosas que necesitan limpiarse y
removerse.
98
Mientras que un individuo no decida purificarse, todos los impulsos, las
energías, los influjos que vienen del Cielo, llegarán a él a través de todas aquellas
capas que aún no ha sabido limpiar, de modo que sufrirán deformaciones.
Observad por ejemplo lo que pasa cuando un rayo de sol atraviesa una masa de
agua: Es como si tuviera que sortear un obstáculo, desviándose más y más a
medida que aumenta el espesor de la capa de agua. O pensad lo que va a ocurrir
con una lámpara de petróleo cuyo cristal se ha empañado: Su llama no llegará a
ser tan brillante, bella y luminosa hasta que no se limpie bien el cristal. Pues
nosotros somos en esto semejantes al cristal de la lámpara: La luz que habita en
nuestro interior y que busca salir fuera, esta luz que es el amor, se ve obligada a
atravesar todas las capas de suciedad que hayamos acumulado; y cuanto más
espesas, opacas e impuras sean estas capas residuales de nuestro ser, menos
podrá irradiarse dicha luz.
Así que esto es muy claro, muy sencillo, hasta los niños pueden comprender
que es necesario purificarse, limpiarse y trabajar con nosotros mismos para que
todos estos residuos provenientes de nuestros cuerpos físico, etérico, astral y
mental se trasmuten y conviertan en algo totalmente puro y transparente que
permita el paso de aquella chispa, de aquella luz divina escondida en nuestro
interior, que se esfuerza por atravesar la oscuridad para poder irradiar hacia
fuera. Si esto no sucede con mucha frecuencia, es debido a los hábitos que nos
han llevado a acumular tantas materias densas, opacas: los celos, el odio, la
crueldad, la venganza, la sensualidad grosera, el deseo de apoderarse de todo a
expensas de los demás... Todas estas impurezas forman un verdadero
caparazón, un recubrimiento corporal tan espeso y tan denso que sólo apenas
alcanzan a filtrarse algunos rayos, unos pocos destellos de aquella luz. Esto es
algo que los Iniciados han comprendido muy bien y por esto han decidido
trabajarlo a través de sucesivas encarnaciones, de modo que siempre están
transitando de una forma conciente un mismo camino de perfección, llegando a
purificar y sutilizar hasta tal punto la materia de sus cuerpos que Dios, quien
reside en su interior, puede entonces manifestarse a través de ellos.
Ahora, os pido que trabajéis sobre la pureza: Anhelándola, deseándola,
meditando sobre ella. Esto es lo único que puede permitiros llegar muy lejos sin
99
peligro. Buscad la pureza bajo todas sus formas, puesto que en ella y frente a
ella todos los misterios pueden ser revelados. Estos misterios que los humanos
siempre han querido descubrir y que hasta ahora permanecían sellados bajo
siete sellos, serán revelados a condición de que viváis dentro de la pureza.
Y no permitáis jamás que vuestro corazón deje de amar. Hay que amar
siempre, sin límite, a toda la creación, a todas las criaturas y sobre todo, al
Creador; Y siempre procurad ser concientes de la forma y la dirección que adopta
vuestro amor. El amor es lo único capaz de inspiraros, de vivificaros. Sí, es lo
único; él es el mayor benefactor, es Dios mismo. Por el momento, sin duda existe
aún el peligro de que alguien pueda abusar de vuestro amor, pero la sabiduría
debe venir a ayudaros. Cuando estéis delante de personas que pudieran abusar
de vuestro amor, no debéis mostrarlo, pero esto no quiere decir que dejéis de
amar: guardadlo interiormente y él seguirá haciendo su labor en silencio. No
matéis vuestro amor, ya que esto significa que seréis vosotros los que moriréis.
Todo el mundo necesita sólo dos cosas: amar y ser amado, dar amor y
recibirlo. Por ello hay que apartarse de todas aquellas tradiciones que impiden la
expansión del alma. Vosotros diréis: "Pero, ¿Acaso está dando la razón a esa
juventud que sólo piensa en trasgredirlo todo para manifestar y vivir libremente
el amor?" No, porque allí no hay ciencia, no hay sabiduría, no hay una directriz
iniciática. Su anhelo de amar y ser amados es magnífico, es propio de la vida,
pero a condición de estar en la luz y de obrar conforme a lo que han señalado los
Iniciados.
Bonfin, Agosto 10 de 1963
100
EL AMOR MATERNAL
Bonfin a 10 de Agosto de 1963
Conferencia improvisada
Imaginaos ahora una jovencita que, antes de casarse y tener hijos, piensa que
lo primero y lo más importante es el amor a Dios, la pureza y la sabiduría; ella
practica la oración y la meditación y querría verdaderamente llegar a ser un
ejemplo en todo esto. Pero un día ella se casa, tiene un hijo... Y entonces para
ella lo más importante viene a ser su familia, su vida conyugal, su hijo, por
encima de todo lo demás. Analicemos esta actitud.
Sin duda, todos darán la razón a la madre, les parecerá normal que ella
sacrifique todo por su hijo, incluso la vida espiritual... todas las madres y los
padres estarán de acuerdo con ella. Pero yo no, me niego a compartir este punto
de vista, pues esta madre lo ha olvidado todo, para ella su hijo es lo primordial y
estaría dispuesta a transgredir todas las leyes divinas, a pelearse con el Señor si
fuera preciso, acusándole de injusto y cruel si su hijo llegara a enfermar o a
morir. Todo el mundo se muestra maravillado ante este amor menos yo. Con tal
actitud, ella deja de lado a todos los demás niños al concentrar todo su amor en
el suyo, deja de lado al Señor, y todo esto porque en realidad es a ella misma a
quien ama a través de su hijo, ella piensa únicamente en sí misma, antes que en
aquel niño. Veamos porqué: Ella se ha alejado de la Divinidad y de la Luz para
consagrarse por entero a este hijo y, al hacerlo, ella está rechazando todo lo
divino, todo lo que representa la vida, toda esta inmensidad de la cual su hijo no
podrá beneficiarse puesto que con este amor tan ciego ella lo aleja precisamente
de aquello que le podría traer mayor bien, aquello que podría otorgarle la
inmortalidad. Creyendo favorecerle, en realidad ella le está precipitando en el
infierno, al alejarle de la Luz y la Armonía.
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Como podéis ver, nos hallamos aquí ante un malentendido secular, que se
remonta a miles de años. Lo cierto es que la madre que ama a su hijo no debería
alejarle nunca del Cielo, pues allí es donde todas las criaturas deben crecer y
expandirse. Pero si ella se olvida de Dios para pensar exclusivamente en su hijo,
su pensamiento dejará de contener el poder nutricio de la Divinidad, de forma
que sólo podrá dar a este último un alimento muerto.
La madre nunca debiera ocuparse de su hijo antes de haberse ocupado de
Dios, de quien va a tomar esta vida para trasmitirla al niño. En su ignorancia,
ella piensa que el niño morirá si no está pendiente de él constantemente... No es
así, al contrario, incluso si él muriera cuando ella está en contacto con Dios, al
volver a su lado ella podrá resucitarle! Pero si ella se olvida de Dios por completo
para dedicarse a su hijo, en caso de que este muera le será imposible volverle a
la vida. Ya sé que para vosotros es muy difícil comprender lo que os estoy
diciendo. Pero sabed que si la madre se aparta de Dios, obsesionada por cuidar a
su hijo, va a dejar de lado todo lo que es siempre vivo y luminoso, por lo cual no
podrá ya atraer hacia el niño las partículas luminosas que podrían hacer de él un
ser excepcional. Su amor ordinario va a producir entonces una criatura ordinaria
que aunque vivaz y bien cuidado será un niño vulgar, como todos los demás
puesto que ha sido formado lejos de la presencia de Dios. Por contraste, la
madre que ha recibido la instrucción propia de la Ciencia Iniciática se volverá
hacia Dios diciéndole: "Señor, voy hacia Ti para rogarte que otorgues a mi hijo la
luz, al amor, la belleza, la salud...", de modo que al regresar al lado del niño,
podrá impregnarlo con ciertos elementos que las madres ordinarias nunca han
llegado a conocer ni a percibir. Ellas alegan que no tienen tiempo para estas
cosas... Sí, pero es su amor egoísta el que las lleva a rechazar esta filosofía. Por
ello, la tierra seguirá siendo poblada por seres vulgares, ordinarios, debido a la
ignorancia de las madres.
Mientras los padres y las madres permanezcan tan atados a su familia que ni
siquiera se atrevan a dejarla por unas horas para ir a instruirse, nunca podrán
trasformarla ni hacerla verdaderamente feliz. No es posible trasformar a otros
seres estando siempre demasiado cerca de ellos. Pero no se trata de
abandonarlos físicamente, sino de cambiar la forma de pensar respecto a ellos,
102
lo cual implica más bien abandonar una forma errónea de amarlos y de
comprenderlos. Cuando se está casado y se tiene hijos, parecería que hay que
estar subyugado a ellos, pero esto no es más que un atavismo, el de la "gallina
madre", como suele decirse; y hoy abundan estos especimenes gallináceos!
Vosotros me diréis: "Pero esto parece una cruzada en contra de nuestros
hijos!" Pues no es así, y puede ser que yo ame a vuestros hijos incluso más que
vosotros mismos, es algo que habría que analizar. Si hay alguien que ame a
vuestros hijos, ese soy yo; porque vosotros no sabéis amarlos. En una ocasión, un
muchacho reclamaba a su madre una suma de dinero para hacer locuras,
llegando a amenazarla con quitarse la vida si no se la entregaba. La respuesta de
la madre fue: "Bien, hijo mío, ve a matarte, la tierra no necesita gente como tú.
He querido hacer de tí una persona noble, grande, y tú te conduces como lo
haría un criminal... Ve, suicídate, es mejor así... Daré gracias al Cielo cuando
desaparezcas." Gracias a estas palabras tan llenas de audacia por primera vez
aquel muchacho entró en razón y con el tiempo llegó a convertirse en un ser
maravilloso. Años más tarde él mismo decía: "Es mi madre la que me ha
salvado!" Pero si en lugar de esto, la madre se hubiera rasgado las vestiduras
diciendo: "Oh, pobre hijo mío, no lo hagas, te daré el dinero que me pides", lo
habría convertido en un verdugo. Y esto es lo que hacen la mayoría de los
padres: A causa de su bondad ciega, de su debilidad y su molicie, convierten a
sus hijos en verdugos y luego dicen: "Sí, pero nosotros les amamos"... Ellos
intentan justificar de este modo toda su estupidez, su falta de pedagogía y
psicología, sólo con esta frase. "Nosotros les amamos". Vaya manera de
entender el amor! En vez de admitir: "Sólo somos unas personas débiles y
estúpidas!", ellos pregonan: "Les amamos". Soy el único que no se lo cree. Detrás
de estas palabras oigo en realidad otra cosa: "Qué idiotas somos!" Sí, esto es lo
que oigo.
La madre no debe alejarse del Cielo para permanecer junto a su hijo; debe
más bien llevarlo consigo al Cielo, y decírselo así. Hasta en la cuna, cuando el
niño aparentemente no es capaz de comprenderla, ella debería decirle: "Voy a
llevarte conmigo al Cielo, a la Luz, a la Armonía", puesto que el alma del niño la
sabrá escuchar y comprenderá. He aquí la forma en que la madre debe
103
comenzar a educar a su hijo recién nacido. De no ser así, el niño va a crecer como
una persona ordinaria, o incluso como un criminal. "¿Cómo, diréis, un criminal?
Pero si mi hijo es un ángel!" Después de unos años ya veréis si es un ángel! Si os
comportáis como brutos, ya veréis lo que pasa, pero si sois inteligentes, así será,
incluso más que un ángel, llegará a ser un ser divino. Esto para mi es muy claro,
es matemático. Ahora bien, lo que vosotros penséis acerca de todo esto, ya es
otra cuestión. Yo os digo lo que pienso, y es muy importante. A ver si comenzáis
a ser audaces y a pensar como yo!
Abraham amaba a Isaac, no obstante aceptó sacrificarle. Dios quiso verificar
si Abraham le amaba a El más que a su propio hijo. Esta cuestión de saber cual
amor es el que predomina, si el amor paternal o el amor a Dios, está siempre
presente, pero los padres y madres no sospechan que detrás de esto haya una
prueba. Dios quiso probar el amor de Abraham pidiéndole a su hijo en
holocausto. Vosotros diréis: "¿Pero cómo, acaso Dios no es clarividente y no
sabía de antemano cual era el amor mas grande de Abraham? ¿Qué necesidad
tenía entonces de verificarlo?" Por supuesto, el Señor ya sabía lo que iba a hacer
Abraham, puesto que conocía su corazón y sus pensamientos, pero era el propio
Abraham el que no lo sabía y era necesario que lo supiera. Por esto Dios le
sometió a esta prueba. No iba dirigida hacia el Señor, sino hacia Abraham. Por lo
mismo, todas las pruebas que Dios nos envía son útiles para conocernos más.
Somos nosotros los que ignoramos hasta qué punto podemos ser fuertes,
resistentes, fieles, generosos, buenos, inteligentes, o hasta donde podemos ser
débiles y estúpidos... La imaginación hace que muchos piensen: "Yo soy un genio,
yo soy esto o aquello", pero al verse frente a una pequeña prueba, suelen ser los
primeros en capitular y no entienden cómo es que han caído de esta forma. He
aquí que Abraham amaba verdaderamente al Señor por encima de todo y
comprendía que era Dios quien le había dado a su hijo y también El podía
quitárselo.
Entonces, ¿Porqué las madres no razonan de la misma manera? Ellas
pretenden salvar a sus hijos dando la espalda al Señor, pensando que les será
suficiente con su protección, pero, ¿Como van a poder protegerlos si ellas a su
vez están desprotegidas por haber rechazado al Señor, que es el mayor
104
Protector? Cuánto orgullo y cuanta vanidad! Pero Abraham, que era un Iniciado,
no pensó en rebelarse y acató la voluntad de Dios, preparándose para sacrificar
a su hijo. Con esto era suficiente para Dios, que no es ningún monstruo
sanguinario, de forma que en el último minuto le hizo poner un cordero en el
lugar de Isaac. Ahora Abraham sabía hasta qué punto amaba al Señor, de qué
sacrificios era capaz.
Una madre que no esté dispuesta a seguir el ejemplo de Abraham, en primer
lugar no es una madre inteligente, y en segundo, es demasiado orgullosa. En su
ignorancia, ella imagina que sabe más que el Señor, sobre la conveniencia de
que su hijo viva o muera. Pero bajo una concepción tan simple del amor, incluso
si este niño continúa viviendo, va a aportarle grandes sufrimientos, puesto que
en vez de llevarle hacia la luz, ella hace todo lo contrario, lo aparta de la luz. Ella
piensa que su amor está por encima de todo, pero más tarde tendrá que pagar
su error de una u otra forma, puesto que no ha cumplido con su deber hacia el
Cielo, y es el Cielo el que le ha dado a su hijo.
Nunca, por nada en el mundo hay que darle la espalda al Cielo, ya se trate de
un hijo, una esposa, un marido, la única forma de hacerle bien a esta persona es
permaneciendo al lado del Cielo. Si os alejáis de la luz para complacer a
cualquiera que sea, estaréis llamando todas las desgracias, ya que en esa
situación no contáis con el Cielo ni con la tierra, es decir, que no contáis con el
Señor, pero tampoco con aquel o aquellos por los que tanto os sacrificáis, de
modo que en realidad estaréis solos. En cambio, si buscáis el Cielo, ganareis
también la tierra, en tanto que esta se halla sometida a los designios del Cielo y
nunca podría dejar de obedecerlos. Pero, si vosotros preferís abandonar el Cielo
para sumergiros en las cosas terrenales, no vais a tener ni lo uno ni lo otro, os
quedareis solos.
Si predomina siempre el sentimentalismo y el apego ciegos, tarde o temprano
vais a sufrir. Para evitar este sufrimiento, debéis colocar por encima de todo la
inteligencia, la sabiduría y el Señor; en aquel momento, todo lo que améis será
vuestro, todos los hijos que améis, pero de una forma pura, divina, os
105
pertenecerán, pero no pueden pertenecer a una madre que les ama de una
manera estúpida. Vosotros diréis: "Esto no es posible!, hay que tener en cuenta
el poder de los lazos de sangre" Sí, pero existen otros lazos más poderosos,
creedme, hay muchos tipos de vínculos... En realidad, solo os pertenecerán
aquellos a quienes sepáis amar, ya sean niños, hombres o mujeres. En
apariencia, los lazos carnales son los más poderosos, pero ocurre muy a menudo
en la realidad que los miembros de una misma familia no son afines entre sí,
porque en realidad ellos pertenecen a distintas familias espirituales. Así por
ejemplo, hay quienes nacen en una familia de campesinos, pero espiritualmente
forman parte de una familia de reyes. Y también puede suceder lo contrario, que
alguien haya nacido en una familia real, pero en cambio a nivel espiritual, sea
miembro de una familia de miserables vagabundos.
Veamos ahora ¿cómo actuará en caso de necesidad aquel que ama a su
propia familia? Puede ser que tenga el coraje suficiente para abandonarla,
durante un tiempo, para ir al extranjero y ganar dinero, mientras que otro, que
no tiene el mismo amor, no tendrá el valor de partir. Aquí, ya veis, en apariencia
el primero ha abandonado a los suyos, aunque en realidad lo ha hecho
queriendo ayudarles; él podrá así reunir el dinero necesario en el extranjero para
luego regresar y hacerlos felices a todos; entre tanto, aquel que no ha querido
separarse de la familia, lo que ha logrado es sumirla en la miseria y de paso,
hundirse él también. Si analizamos este caso, veremos que el verdadero padre, o
la verdadera madre, es capaz de abandonar a su familia para ir a buscar trabajo
a otro país, es decir, al plano celestial, donde podrá amasar grandes riquezas de
modo que, al volver, todos estarán en la opulencia. Pero aquellos que no
comprenden nada se obstinarán en permanecer al lado de los suyos y, ¿Qué van
a poder aportarles? Nada que valga la pena, algunas migajas, algunas cortezas
de pan mohoso. El verdadero padre, la verdadera madre irán al "extranjero",
¿Por cuanto tiempo? Depende, puede ser media hora, una hora... Puede ser un
día entero o tres meses, el hecho es que al regresar, van a venir colmados de
riquezas. Así, ya lo veis, mis argumentos son muy sólidos y resisten incluso todo
el peso de vuestra lógica. Ahora bien, si hay madres que no están de acuerdo,
decidles que pueden venir a hablar conmigo, yo les diré: "Vosotras creéis amar a
vuestros hijos, pero analicemos por un momento si en realidad les amáis; Si es
así, vosotras iréis allí, al "extranjero",al menos durante diez minutos o media
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hora y veréis cuanta abundancia se vuelca sobre ellos" Sí, bien puede ser que
aquí en Bonfin estemos como en un país extranjero, adonde podéis venir para
ganar en conocimientos y experiencias luminosas que luego podréis aportar a
vuestras familias.
El único amor verdadero es el de aquel que intenta llevar a los demás hacia el
Señor, Cualquier otra clase de amor no es más que un interés, un afecto
calculado. A menudo, las gentes se acercan a los demás, son amables con ellos,
les hacen regalos, pero todo esto responde a un interés para obtener su
protección. Incluso si no regalan nada, suele haber una actitud calculadora
detrás. Es muy raro que los seres humanos actúen desinteresadamente. Los
dones y regalos son calculados y siempre hay algún interés de por medio. Hasta
el amor a los grandes Maestros suele ser interesado. Los Iniciados también
quieren obtener favores, por supuesto, ellos quieren ganarse el amor y la
protección del Señor. Sí, pero en este caso no se trata de intereses terrenales; los
Iniciados buscan la Gloria de Dios y esto es lo único que está permitido buscar:
ellos aspiran a ser como el Señor, creadores y luminosos como El.
Por lo que a mi respecta, no podría afirmar que mi amor es totalmente
desinteresado, pero sí puedo decir que hay en él un reemplazo, un cambio en el
objeto de este amor. Interesa amar al Señor, puesto que si lo hacemos vamos a
ganar la vida eterna, la luz, la libertad, todas ellas son adquisiciones divinas. Así
que ya veis, al mismo tiempo hay que estar interesados y hay que estar en
contra de muchos intereses. Se trata de superar el interés inferior, para
sustituirlo por un interés más elevado. Si sólo pensáis en satisfacer vuestros
apetitos, vuestros instintos, vuestra personalidad, seguro que respondéis a un
interés inferior. Pero si comenzáis a tener otras necesidades que satisfacer: la
necesidad de luz, de vida eterna, de Dios, habrá entonces un interés superior y
allí reside todo! Siempre tiene que haber algún interés. Si se dice que alguno
actúa en forma desinteresada, esto es sólo una forma de hablar. En realidad,
habría que cambiar los términos y hablar no de un desinterés, sino de una clase
superior y más elevada de intereses.
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Bien, queridos hermanos y hermanas, si aún quedan preguntas por resolver
no os preocupéis, ya llegará el momento de las respuestas. Aquí vosotros estáis
como en una escuela, cada día hay una lección, un programa para llevar a cabo.
Es preciso estudiar con atención y pensar que todos los demás problemas que os
preocupan serán aclarados a su debido tiempo. No os impacientéis; por hoy,
basta con que os ocupéis con esta cuestión del amor: Cómo teneis que amar a
vuestros hijos, a vuestras familias. Esto es todo.
Bonfin, Agosto 10 de 1963
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LO VACÍO Y LO LLENO
POROS Y PENIA
Bonfin Septiembre de 1963
Conferencia improvisada
Existe una ley que hay que respetar si se quiere actuar con inteligencia y
con eficacia en la vida. Esta ley es la de polaridad, basada en la existencia de dos
polos, masculino y femenino, emisor y receptor, positivo y negativo.
Seguramente conoceréis la vieja usanza por la cual, cuando se iba a
visitar a un príncipe, un rey, un sabio, se les llevaba una ofrenda, un presente,
animales, frutos, objetos de arte. En la India, cuando vais a visitar un guru,
debéis llevarle fruta, al menos una naranja o un mango; nunca hay que llegar
ante ellos con las manos vacías. Esto tiene relación con la historia de los tres
Reyes magos que vinieron para ofrecer al niño Jesús el oro, el incienso y la mirra;
en su calidad de reyes y sabios, ellos conocían esta ley y por eso traían sus
manos llenas de ofrendas.
Aquel que se mueve, que se muestra activo, representa el principio
masculino, mientras que aquel que permanece inmóvil esperando lo que ha de
venir hacia él, como por ejemplo Jesús en la cruz o un rey sobre su trono,
representa el principio femenino. Ahora bien, para poder ofrecer un regalo, hay
que estar pleno. El principio masculino simboliza de este modo la plenitud y el
principio femenino la vacuidad, que el primero deberá llenar y colmar con sus
dones. He aquí el significado de esta tradición que data de miles de años y es el
resultado del conocimiento de las leyes que gobiernan la vida.
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Platón nos habla del tema en uno de sus diálogos, "El Banquete". Allí,
Sócrates cuenta que en la fiesta de bodas de Afrodita había un hombre muy rico
llamado Poros (Recurso), mientras que una pobre mujer llamada Penia
(Indigencia) mendigaba a la puerta. Y sucedió que al caer la noche, Poros y Penia
se encontraron en el jardín, se amaron y de su amor nació un hijo que no es otro
que Eros. El amor es así un resultado, un fruto de la unión de los dos principios:
la plenitud (o la riqueza) y el vacío (o la pobreza). Siempre es lo pleno quien
decide aportar su riqueza a lo vacío. Lo vacío es semejante a un abismo, un
hueco, algo que espera ser colmado y debe ser lo pleno quien toma la iniciativa y
se mueve hacia lo vacío para darle lo que este anhela.
Supongamos entonces que debéis ir a visitar a alguien: puesto que en ese
momento estáis haciendo la función propia del principio masculino, os
corresponde a vosotros la plenitud: las manos llenas de flores, de frutos, de
regalos, o bien vuestra alma colmada de buenos pensamientos, de buenos
sentimientos, es igual, lo importante es no llegar vacíos. De hecho, el principio
femenino nunca va a sentirse feliz y encantado con los seres vacíos, es decir,
inertes, desnudos, miserables. La mujer (que representa la materia), sólo estará
maravillada ante aquellos que poseen la riqueza, la plenitud, la fuerza.
Imaginaos un hombre que va por la calle y que, al cruzarse con una mujer la mira
con unos ojos adormecidos, opacos; ¿Creéis que ella puede sentirse maravillada
o atraída hacia él? Oh, con las mujeres todo es posible, las hay tan extrañas que
alguna de ellas podría sentir una atracción irresistible hacia un hombre así, a
causa de su mirada "lunar", pero lo cierto es que la mayoría de las mujeres van a
preferir un hombre que les fulmine con una mirada plena de pasión, que les haga
pensar "esto es un hombre!", con lo cual se están refiriendo en realidad a su
riqueza, su poder, su plenitud, su actividad y dinamismo. ¿No es así como
suceden estas cosas? Sí, y esto es el libro de la vida, pero es preciso aprender a
leerlo.
Si cuando vais a ver a vuestros amigos lleváis siempre las manos vacías en un
sentido real o simbólico, ellos terminarán por retiraros la amistad y dirán: "Pero,
¿qué se habrá creído este? Cuando viene, llega con las manos vacías y además
me deja vacío a mí también", y poco a poco empezarán a desconfiar, a tomar
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precauciones, hasta el día en que os van a cerrar definitivamente la puerta de su
corazón y de su alma. Es así como las gentes estúpidas pierden a sus amigos, por
querer aprovecharse siempre de ellos. Así pues, nunca deberéis ir a buscarlos
cuando os sintáis verdaderamente vacíos, si no estáis en condiciones de
aportarles por lo menos una mirada o una sonrisa amables, unas palabras de
aliento, que van a constituir para ellos regalos preciosos, vivientes. Si
comprendéis bien el sentido profundo de esta tradición de portar ofrendas y
presentes, vais a mejorar notablemente desde ahora vuestra forma de actuar.
Pero vayamos un poco más lejos. Cuando vais camino de una fuente o un
manantial con un recipiente en la mano, ¿qué papel desempeñáis? Está claro
que hacéis la función propia del principio masculino, os desplazáis, os movéis,
mientras que la fuente os espera inmóvil. Pero una vez que hayáis llegado a ella,
si no efectuáis un cambio de polaridad no podréis llenar vuestro recipiente. Así,
por un determinado lapso de tiempo debéis identificaros con el principio
femenino, volveros receptivos para poder llenar aquella vasija. De esta forma, la
fuente que es femenina por su inmovilidad, es en cambio masculina por el agua
que fluye de ella, y vosotros, que sois masculinos porque os habéis desplazado
hasta allí, en el acto de recoger el agua con la vasija estaréis desempeñando la
función propia del principio femenino. El agua fluye, la vasija se llena y vosotros
os iréis satisfechos. Bien, ahora diréis: "Pero esto es algo evidente, es demasiado
simple!" Sí, ciertamente, pero esperad a ver la conclusión que podemos extraer
de este ejemplo.
Cuando vayáis hacia Dios, ¿cómo vais a presentaros ante El? Dios está allí, en
Su sitio, El os espera, El representa en este caso el principio femenino. Por
vuestra parte, teneis que elevaros hacia El, teneis que moveros para ir hasta
donde El habita; en esto, representáis el principio masculino. Es entonces cuando
debéis ir plenos de ofrendas y depositarlas ante El, ofrecerle todo vuestro
corazón, toda vuestra alma diciendo: "Señor, yo te doy todo..." Después de
realizar esta entrega absoluta, estaréis vacíos y cambiareis de polaridad hacia el
principio femenino. Entonces el Señor, que es una verdadera Fuente de agua viva
y sempiterna, colmará vuestra alma y vuestro corazón, os sentiréis ricos, plenos,
esclarecidos, pletóricos de energía y de poderes. He aquí cómo se realiza la
111
polarización. En un comienzo debéis mostraros muy activos, dinámicos,
emprendedores, todo lo cual implica pensar, concentrarse, meditar. Pero cuando
hayáis alcanzado vuestro objetivo ‐como el ave que remonta el vuelo con
esfuerzo y, al llegar a la altura deseada extiende sus alas y comienza a planear
suavemente, casi inmóvil‐, tendréis que dejar de ser activos y, sin hacer nada,
gozar de la paz, la luz, el silencio... En esos momentos sentiréis que os estáis
llenando de fuerzas, de bendiciones, estaréis colmados.
Actividad y pasividad, he aquí dos estados en los que he podido verificar
las diferentes posibilidades. Es preciso aprender a utilizarlos por igual. Aquel que
sólo conoce la actividad va a estar siempre tenso, crispado, sin tener jamás
acceso a ese otro estado de apaciguamiento, descarga y eufórica serenidad,
como la sensación de estar planeando sobre un mundo nuevo... Pero no se
puede llegar aquí sin haber pasado por el primer estado, agitando y removiendo
las corrientes energéticas. Y si me dijerais: "Oh, pero esto no vale la pena, yo
prefiero quedarme siempre en el estado receptivo", Pues bien, os diría que sois
entonces como aquellos médium exageradamente sensibles y vulnerables que
corren graves riesgos porque no han desarrollado en ellos el principio masculino
para aprender a defenderse, a orientarse conscientemente y conocer el mundo
invisible, de forma que están expuestos tontamente al peligro y se convierten en
víctimas de las fuerzas desordenadas y anárquicas de la naturaleza. Para evitar
ser manipulados de esta manera, deberéis manifestaros ante todo como seres
activos, enérgicos, dinámicos y luego sí, una vez que os hayáis armado de
voluntad podréis relajaros y permanecer pasivos, puesto que todas las
emanaciones y las radiaciones luminosas, armoniosas, que habéis generado
antes, van a constituir una protección, impidiendo que las fuerzas hostiles
penetren vuestro ser para destruirlo. Así, hay que aprender a ser al mismo
tiempo hombre y mujer. Queridos hermanos y hermanas, hoy os he trasmitido
un ejercicio muy importante, espero que no lo olvidéis nunca.
Respecto a lo lleno y lo vacío, aún cabe decir algo más. Debéis saber que cada
uno de nuestros gestos es mágico. Por esta razón, cuando vayáis por la mañana
a casa de alguien, nunca le deis los buenos días si lleváis en la mano un
recipiente vacío de cualquier índole, ya sea una taza, una botella o una cesta del
112
pan, porque sin quererlo y sin saberlo, lo que le estáis deseando en realidad es
que tenga un día completamente pobre, vacío, fracasado. Vosotros diréis: "Pero
hoy en día estas cosas no tienen importancia, la gente no se preocupa ya por
esto!" Bien, pero si la mayoría de la gente vive en la inconciencia, no veo porqué
tengáis que imitarlos. Dejadlos que hagan lo que quieran. Nosotros estamos aquí
para aprender las leyes de la vida y debemos aprender a estar concientes por
medio de un acecho y un dominio constantes sobre nosotros mismos. Os lo pido,
grabad esto en vuestra memoria, hace años que lo vengo repitiendo y es como si
nunca hubiera hablado de ello. Cuando vayáis a decir buenos días a vuestros
amigos, depositad primero en tierra y un poco apartados todos los recipientes
vacíos que portáis en ese momento. Tomad en cambio algo que esté lleno, o en
todo caso, llenaos de buenos pensamientos y buenos sentimientos en vuestro
corazón y entonces deseadles un buen día. Si aprendéis a trabajar usando las
fuerzas positivas de la naturaleza, seréis amados, respetados y estimados.
En algunos países existen mujeres que practican la hechicería y conocen esta
influencia mágica que tienen los recipientes llenos o vacíos, de modo que se
presentan a propósito con un recipiente vacío en sus manos, en casa de alguien
a quien desean hacer daño, justo en el momento en que aquella persona va a
salir. Esto es algo que puede llegar a provocar un accidente grave e incluso
mortal, es algo que nunca debería hacerse, ni siquiera inconcientemente y
mucho menos ex profeso, pues el castigo sería terrible.
Y todavía algo más: Aquel amigo que vais a visitar tiene derecho, si así lo
quiere a vivir rodeado de objetos vacíos, pero vosotros al ir a verle, no debéis ir
vacíos sino al contrario, llevar la intención de llenar todos sus recipientes.
Cualquiera que se desplace en dirección a otro, debe ir con plenitud. Alguno dirá:
"Yo nunca estoy vacío, por el contrario, estoy lleno de ira, lleno de rencor, lleno
de remordimientos y voy a compartir todo esto con aquel!" Evidentemente, hay
muchas clases de plenitud... Por supuesto, pero aquí nos estamos refiriendo solo
de la plenitud luminosa divina... Porque también podríamos llenarnos de
estiércol y pasearnos con una plenitud, pero ésta olería mal por toda la
eternidad!!!
Bonfin, Septiembre de 1963
113
Nota complementaria
Lo vacío busca lo pleno para sentirse al fin colmado, en tanto que lo pleno
busca lo vacío para llenarlo con su plenitud. Uno se pregunta si esto se llegará a
lograr algún día, pues lo vacío parece tan inmenso... Pero, el caso es que lo pleno
también es inmenso y así los dos principios se organizan los dos desde la
eternidad, he aquí lo que ha puesto al mundo en movimiento.
En cuanto al alma humana, que es virgen, deberá ser receptiva, pasiva,
humilde, para atraer así al Espíritu de Dios y ser fertilizada por El. Lo lleno
rechaza lo lleno, pero la humildad implica una carencia que al mismo tiempo es
una riqueza ya que nos permite acercarnos a Dios. Frente a El, es necesario ser
humildes, para poder ser colmados por su Plenitud. Mientras alguien continúe
estando inflado, orgulloso, lleno de vanagloria, esto va a ser imposible. Ahora
bien, con los humanos la actitud será diferente: si queréis ayudarles, o queréis
evitar que os influencien de forma nociva, debéis ir ante ellos con plenitud. Hay
que mostrarse rico, lleno, ante los humanos y pobre, vacío ante Dios.
Bonfin, Julio 23 de 1963
114
UN MAESTRO... UNA AMANTE *
Bonfin Septiembre de 1973
Conferencia improvisada
En Occidente, no es muy frecuente encontrarse con personas que tengan un
maestro; en cambio hay muchos hombres que tienen una amante, la cual va a
representar al Maestro, trasformado en mujer, es decir, una Maestra. Cuando
un hombre tiene una amante, suele estar satisfecho, vivaracho, lleno de
entusiasmo, parecería que todo le va mejor de este modo! Por supuesto, todo
dependerá de cada caso en particular: Si se trata de un hombre soltero, que no
tiene un marimacho a su lado que le esté vigilando y espiando, puede ir bien
ya que podrá sentirse tranquilo, sosegado, relajado... Pero si este hombre es
casado, se le verá más inquieto, más tenso, más... Sí, más dubitativo y
profundo! Y, ¿Qué es lo que busca aprender al lado de aquel Maestro
femenino al que reconoce como su amante? Si vosotros le dijerais que es
mejor tener un Maestro, el os responderá: "Pero, ¿De qué sirve un Maestro?
Con una amante al menos uno se siente excitado." (En Francés amante se dice
Maîtresse y Maestro, Maître. Hay aquí un evidente juego de palabras en el idioma francés. N. del T.)
Vaya tema este que intentamos abordar hoy! La verdad es que nunca antes lo
habíamos tratado. Puede parecer un poco humorístico, algo divertido, pero en
realidad es algo muy interesante.
Si un hombre prefiere tener una amante antes que un Maestro, es porque
piensa que va a ser más feliz, que va a tener muchas ventajas en el terreno de las
sensaciones y los placeres. Como comprenderéis, un Maestro suele ser viejo y
arrugado, mientras que una amante puede ser mucho más hermosa, más dulce y
apetitosa! Pero la cosa no acaba aquí: Ante todo, un Maestro va a exigiros, a
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forzaros para que os instruyáis, es algo espantoso... Mientras que al lado de su
amante, el hombre ya cuenta con una buena instrucción!... Hay pues buenas
razones para preferir a esta última antes que a un Maestro...
Es curioso que en francés se diga que un hombre tiene una "maîtresse"
(amante), mientras que para una mujer se usa directamente la palabra "aman"
(amante). Es algo por lo menos curioso, como seguramente lo habréis pensado
alguna vez. Esto se debe a que la mujer, que suele ser muy inteligente, sabe bien
que su hombre no es su maestro; él está allí para amarla, mientras que ella es la
que domina. Ya lo veis, estas dos palabras nos revelan la forma como los seres
humanos enfocan, incluso inconcientemente, las relaciones entre hombres y
mujeres, y esto es lo que me parece más interesante: comprender cómo estas
nociones están registradas en la mente de los humanos.
Si un hombre prefiere tener una amante antes que un Maestro, es porque
coloca en primer lugar a los instintos, las sensaciones, los deseos; él tiene una
fuerte necesidad de "vivir", como suele decirse, de divertirse y experimentar
fuertes sensaciones. El piensa que esto le va a traer la dicha, la expansión, la
felicidad, pero se engaña puesto que él no ha profundizado suficientemente en
estas nociones, no sabe lo que es la verdadera felicidad. Es verdad que al lado de
un Maestro, la existencia no siempre es tan fácil: Hay que aprender, hay que
ejercitarse, hay que hacer sacrificios y renuncias, hay que esforzarse para
desarrollar la propia voluntad, y esto no le gusta a la gente, todos tienen
apetitos, todos están hambrientos y quieren comer. Ciertamente parece mucho
más agradable satisfacer los propios apetitos que emprender una labor de tipo
espiritual!
Hay quienes se las arreglan para tener a la vez un Maestro que les sirva para
aparentar, gracias a lo cual pueden tener cierta fama como espiritualistas, y una
amante para solazarse y gozar de todos los placeres. Pero si se les obligara a
elegir radicalmente entre ambos, es evidente que preferirán conservar a su
amante y abandonar a su Maestro. Por contraste, los Orientales suelen tener un
gran amor y un alto grado de respeto por su Maestro, hasta el punto de que aun
116
siendo pobres, enfermos, desgraciados o moribundos, ellos se sienten
reconfortados y encuentran consuelo sólo con pensar en que existe su Maestro,
gracias a lo cual llegan a vencer toda clase de pruebas. Sí, la sola idea de la
existencia de su Maestro ya les impulsa a evolucionar, a instruirse y hacerse
fuertes. La dicha y la felicidad de un hombre están en función de sus
pensamientos y de la perspectiva que tenga sobre las cosas. Pero los
Occidentales no piensan que un Maestro puede hacerlos más felices, esto no
cuenta para ellos, no es algo esencial: ¿Acaso un Maestro podría cambiar el
curso de su existencia, de su destino, de su vida psíquica...? Esta es una tradición
que se ha perdido en Occidente a causa de una educación errónea. Los
Occidentales no suelen tener respeto por nada ni por nadie, ni siquiera por los
mayores genios, ni siquiera por el Señor. Parecería que el hecho de no respetar
nada fuera en sí mismo una cualidad, una virtud. El caso es que mientras más
corteses y educados seáis, mientras más respetuosos y comedidos os mostréis,
más se van a burlar de vosotros.
Cuando veo que un hombre se ilusiona con una amante, ya sé de inmediato
donde está situado. ¿Cómo puede haber alguien tan palurdo? ¿Cómo es posible
que haya escogido para gobernar su existencia a una criatura que no es en
absoluto mejor que él, que no es más sabia ni más honesta que él mismo? Si este
hombre fuera inteligente, sin duda preferiría tener un Maestro... Pero tampoco
quiero verme acusado de fanatismo o estrechez; admitamos que, por lo menos,
cuando un hombre consigue una amante va a sentirse al comienzo
extraordinariamente feliz, como si toda su vida se hubiera llenado con la
presencia de aquella mujer. Pero, ¿Porqué no se produce un fenómeno similar en
su alma cuando encuentra un Maestro?... ¿Porqué no se regocija con igual
intensidad por el sólo hecho de haberlo encontrado? De la misma forma que él
tiene una amante, por lo menos en su mente puede colocar a su Maestro por
encima de ella, de manera que represente siempre para él algo más importante
que ella!
Por descontado, cuando os hablo de un Maestro me refiero a un instructor
completamente desinteresado que no busque explotar, limitar, agotar ni
debilitar a sus discípulos, sino por el contrario, liberarles. De no ser así, resulta
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mejor tener una amante. De hecho, un verdadero Maestro no tiene ningún
interés en explotar a nadie, puesto que ya es inmensamente rico! Así que ante
todo debéis buscar un Maestro auténtico y luego, si todavía sentís la necesidad
de gastar vuestra energía dando una salida a ciertas inspiraciones, entonces
podéis buscaros una pareja. Pero nunca la pongáis por encima de vuestro
Maestro. Si sois inteligentes os daréis cuenta de que la mujer sólo piensa en ella
misma, busca ser adulada, recibir cumplidos y regalos; ella se considera el centro
del universo y es preciso que todo converja hacia ella, de modo que os convierte
en su esclavo. Un hombre inteligente se dará cuenta de que con el Maestro va a
ocurrir precisamente lo contrario, tendrá ocasión de liberarse, de progresar, de
fortalecerse, por lo cual no dudará en colocarlo por encima de su amante.
Por su parte, si es la mujer quien tiene un amante, va a planteársele un
problema muy semejante. Si no hay lugar en su mente y en su alma para un
protector, para un ser que pueda ponerla en contacto con el Cielo y con la luz,
esto va a generar un sufrimiento para ella. Es en la luz y no en la oscuridad
donde pueden encontrarse las cosas magníficas, pero... ¿Cuantos son los que
buscan la luz? Supongamos que estáis en la oscuridad y os topáis con un saco
que contiene animales muy diversos, palomas, escorpiones, serpientes, ratones,
avispas... Sin poder ver nada, metéis la mano en aquel saco pensando: " Ya
veremos qué nos depara el azar!" Y bien, el azar puede escoger un escorpión
que os picará. Es muy difícil esclarecer a la gente: Cada uno necesita pasar estas
experiencias, sufrir y romperse la cabeza antes de comprender, y no podemos
impedírselo. ¿Os parece que estoy exagerando? Pues no, incluso esto que os digo
es suave comparado con la verdad; estoy al tanto de lo que sucede en el mundo.
Cuántas personas acuden a mí para revelarme entre sollozos que no saben qué
hacer o qué camino tomar! ¿Por qué se han empecinado tontamente en no
querer buscar o reconocer aquel Maestro que podría guiarles y esclarecerles del
todo?
Os he venido hablando acerca de la felicidad que puede significar la sola idea
de contar con un Maestro. En realidad, esto es algo que debe consolidarse
primero en el plano psíquico, mental. Un día me encontré con un joven que
sentía una inmensa alegría: estaba inspirado, sentía la necesidad de crear,
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escribir, pintar... Le pregunté cual era la razón de sentirse tan feliz y me
respondió: " Estoy dichoso porque he conocido a una muchacha... Ella vive muy
lejos de aquí, por eso no puedo verla, pero desde el día en que la conocí, ella vive
en mi alma y en mi corazón, es como si viviera junto a ella, siento que ella me
acerca a la belleza, a la poesía..." Pues bien, interiormente este joven ya era un
discípulo, en el sentido de que le bastaba una idea, una imagen, un
pensamiento; no necesitaba ir a abrazar a aquella chica para ser feliz. En
realidad, la idea que un ser humano se forja de una cosa, es a menudo más
importante que la cosa misma. Casi siempre la idea que os hacéis de alguien es
más eficaz y más poderosa para el desarrollo de vuestra vida que la persona
misma. Puede ser que esto os parezca un poco difícil de comprender, pero yo sé
que es verdad: nuestras ideas y opiniones acerca de los seres y las cosas juegan
un papel sumamente importante en nuestra vida, incluso sin que seamos
concientes de ello, sea que nos demos cuenta o no, esto es así.
Si necesitáis absolutamente tener un amante o una amante, porque estáis
ansiosos de afecto, de caricias, de ternura, pues tenedlos, pero un Maestro
también os será útil para aprender a llevar vuestra relación con aquella persona
sin peligros, sin riesgo de sucumbir. Un Maestro puede enseñaros cómo amar de
forma que no os mintáis terminéis desgraciados y no estéis alimentando al
Infierno con este amor. Si el Infierno es algo tan poderoso, es precisamente a
causa de que los humanos que ignoran las verdades iniciáticas lo están
reforzando noche y día, nutriéndolo con sus emanaciones sensuales. Ellos no
saben adonde dirigir estas energías, no saben canalizarlas ni espiritualizarlas,
por lo cual el Infierno se aprovecha de ellas para continuar reinando sobre la
tierra y causando desgracias de toda índole. Sí, las peores calamidades nacen del
amor mal entendido y mal vivido.
Son los enamorados quienes, con sus excesos de sensualidad, se encargan de
alimentar a todas las entidades bajas, a los elementales y larvas que devoran y
desgarran a la humanidad. El amor espiritual en cambio va a desterrar a estas
entidades nocivas, para ir a nutrir a los ángeles y los arcángeles que trabajan
para salvar a la humanidad. En cuanto a aquellos lugares nocturnos, cabarets,
discotecas, etc., destinados a actividades degradantes, no podéis imaginaros la
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cantidad de entidades oscuras que hay allí, no solamente larvas sino también las
almas inferiores de los seres humanos que han ido allí para tomar estas
energías. Sí, hay también humanos que no pudieron saciar su propia voracidad
durante su vida y ahora deambulan por aquellos sitios, alimentándose de las
más vulgares emanaciones de aquellos que acuden allí para desahogar sus bajos
instintos.
Es lamentable que sólo después de haber caído y de haber perdido todo, sea
cuando algunos deciden consagrarse al Cielo. Evidentemente, el mundo divino
no necesita inválidos; lo que le hace falta son seres jóvenes, fuertes, capaces.
Pero los jóvenes sólo piensan en obtener placer; ellos dicen: "Ahora que soy
joven debo aprovechar, quiero vivir mi vida." Es pues inútil tratar de orientarlos
hacia una labor divina. Sólo más adelante, cuando ya lo han gastado y
derrochado todo, cuando ya están llenos de achaques, roídos por el reumatismo
o paralizados, entonces se deciden a venir diciendo: "Señor, ¿me necesitas?
ahora quiero servirte..." Pero ya no tienen nada, ni salud, ni fuerzas, ni dientes,
ni pelo, y es ahora cuando exclaman: "Señor, qué quieres Tú de mí? Pobres
ilusos! ¿Qué queréis que haga el Señor con ellos?
Con toda sinceridad, queridos hermanos y hermanas, esta es una cuestión
muy importante. Si os analizáis a fondo veréis que la mayoría de vosotros optáis
por vivir primero vuestra vida y pensais: "Más tarde, si es que me queda tiempo,
ya le serviré al Señor y le ayudaré a realizar Sus proyectos... Pero entre tanto
sigamos disfrutando de la vida!"
Si os contara la alegría y el amor que he llegado a sentir en la época en que
encontré a mi Maestro, no me creeríais. Y es algo que hoy todavía perdura.
Vosotros me diréis: "Pero ¿Cómo es que un Maestro como Vd. ha tenido
necesidad de otro Maestro? Pues así ha sido, e incluso si yo llegase a ser el
mayor de todos, siempre sentiría el mismo gran respeto, la misma estima y el
mismo amor hacia todos los Maestros. Cuando encontré a mi Maestro, tuve la
impresión de que en mi mente y en mi corazón estaban contenidos todos los
tesoros del universo. Me sentí rico, fabulosamente rico... Pensaba: "Con un
Maestro como este, llegaré a poseer el mundo entero!" Y es probable que esto
se haya cumplido no de un modo material, por supuesto, ya veis que mi bolsillo
120
no es suficientemente grande como para guardar allí toda la tierra. Y sobretodo,
porque no es la tierra misma lo que quiero, sino las almas de todos los seres que
la habitan.
Sí, me gustaría ver que algún día todos estos seres y yo llegáramos a
comprendernos, ya que podría darles unas riquezas que son aún insospechadas.
Este es pues mi deseo. No se trata de poseer la tierra, es algo que nunca he
deseado, aunque son legión los que anhelan conquistarla, es inútil pretender
contarlos, pero nunca lograrán su cometido ya que la tierra pertenece sólo a
Dios. Es por esto que me inclino por otros deseos y otras ambiciones. Uno de
ellos es entrar en contacto con mis hermanos y hermanas de todo el mundo, a
fin de hacerles llegar el mensaje que me han dado para ellos desde lo Alto,
mostrándoles lo que les espera en el futuro, cual es su porvenir y a lo que han
sido predestinados. Si los humanos conocieran cual es su verdadero fin,
seguramente actuarían de otro modo, dejando de lado tantas actividades y
preocupaciones que son del todo inútiles y hasta nocivas para ellos. Mi labor no
es otra que mostrarles donde está ese fin y cual es su verdadero objetivo. Esto es
lo único que sé a ciencia cierta: Dónde se encuentra su meta, su objetivo final. En
otros terrenos soy francamente incapaz, pero cuando se trata de mostrar este
objetivo a los humanos, nadie resulta ser más capaz que yo.
Ahora, reflexionad sobre lo que puede representar un Maestro en vuestra vida
interna; no me refiero al aspecto externo de la vida sino al interno. Aún
desconocéis cuán trasformador puede llegar a ser un Maestro para la mente de
un discípulo que cree en él, incluso si este Maestro no es en sí mismo tan
poderoso. Cuando estuve en la India llegó a mis oídos una anécdota que, aunque
sin duda envuelve una leyenda no por ello deja de ser muy significativa: Había un
Maestro que tenía muchos discípulos y entre estos uno que le amaba de tal
manera que no hacía otra cosa que repetir incesantemente el nombre del
Maestro, como si se tratara de un conjuro mágico. Un día, llevado por esta fe y
este amor, empezó a caminar por encima de las aguas. Los otros discípulos
corrieron a contar el prodigio a su Maestro quien, asombrado, llamó a su lado al
discípulo en cuestión diciéndole: "Me he enterado de que te ocurren cosas
extraordinarias, como andar sobre las aguas: ¿Cómo lo haces?" "Oh, Maestro,
le respondió el discípulo, lo único que hago es pronunciar tu nombre con amor."
El Maestro pensó para sí que él podría hacer otro tanto; fue a la orilla del río,
empezó a entrar en el agua diciendo su propio nombre, y se hundió en ella
121
ahogándose. No había logrado pues el mismo grado de amor. Pero si él hubiera
tenido por encima de él a otro Maestro y hubiera sentido por este la misma
devoción, la misma confianza y afecto que sentía su propio discípulo hacia él,
seguramente hubiera llegado a caminar sobre las aguas como lo hizo aquel.
Así pues, queridos hermanos y hermanas, aunque hayáis llegado a convertiros
en catedráticos, ministros, sacerdotes, reyes o Maestros, no debéis deteneros
allí. Siempre debéis procurar amar y servir a un ser superior a vosotros, a fin de
que, gracias a él, seáis capaces de hacer prodigios y obrar el bien. De no ser así,
os ahogareis y serán vuestros discípulos quienes logren cosas maravillosas. Es
verdad que aquel Maestro de la leyenda no conocía muy bien las verdaderas
leyes espirituales. Por mi parte, sigo amando y admirando con todo mi corazón a
todos los Maestros de la humanidad. Incluso si les sobrepasara, seguiría
haciéndolo, pues soy conciente de que esta admiración es la que me proporciona
todo, no son los Maestros en sí mismos. Puede que ellos ni siquiera sepan de mi
existencia y no me hayan dado nada, pero en cambio, mi amor y mi respeto por
ellos me lo da todo, y hasta sería posible que un día camine sobre las aguas
gracias a este respeto y a este amor.
Y bien, para demostraros que soy más justo y amplio de lo que pensais,
añadiré lo siguiente: Puede ocurrir que un hombre tenga una amante de una
espiritualidad, una pureza y una inteligencia excepcionales, de forma que ella
llegue a hacer de él un escritor, un artista, un héroe... En tal caso, sin duda no
hay nada malo en tenerla. Lo que hay que evitar es estar repitiendo siempre los
mismos errores sin aprender nada... eso no! Podéis tener una amante, siempre
que ella sea una persona desinteresada y que en vez de exprimiros y agotaros
hasta la médula, se convierta en una fuente de inspiración que haga surgir de
vosotros lo más noble y genial que lleváis dentro. Por su parte, también una
mujer podrá tener un amante, a condición de que este la moldee, la gobierne y la
oriente hacia Dios. En ese caso, ¿Porqué no? Tened pues amantes, siempre y
cuando os ayuden a elevaros hasta el Señor.
Un Maestro nunca va a reteneros a su lado, sino que os proyectará hacia Dios.
Si vosotros decidís quedaros cerca de él, esperándolo todo de este Maestro, os
dirá: No, no debéis contar conmigo hasta ese extremo. No puedo daros todo, no
puedo colmaros: esto es algo que corresponde sólo a Dios." Ahora bien, si no se
trata de un verdadero Maestro, actuará de otra forma. Pero un auténtico
Maestro siempre os dirá: "Yo no soy más que una cabina telefónica que os
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permite comunicaros con el Señor, con las jerarquías celestiales y con otros seres
evolucionados sobre la tierra..." Por eso es indispensable que sepáis hacia donde
o hacia quien os dirige aquel ser que habéis elegido como objeto de vuestro
amor. Aquí reside todo; lo fundamental es saber hacia qué punto converge toda
vuestra vida. Pero lo cierto es que los humanos no se detienen a pensar en estas
cosas cuando se enamoran de cualquiera y se encadenan a él; por lo general, son
incapaces de juzgar acerca de la naturaleza de este otro ser y se limitan a
seguirlo ciegamente, sin saber a ciencia cierta donde van a ir a parar en el curso
de algunos años.
Pero lo anterior no significa que vosotros, los maridos, tengáis que abandonar
a vuestras mujeres, ni las mujeres a sus maridos, con el pretexto de que haya
que centrar todo vuestro afecto exclusivamente en un Maestro. No es esto lo que
he querido decir, en absoluto. Tened lo que queráis: maridos, mujeres, hijos,
obreros, fábricas, armarios, canapés... pero mirad de tener un Maestro por
encima de todos los demás afectos y posesiones.
Bonfin, Septiembre de 1963
123
COMO AMPLIAR EL
CONCEPTO DEL MATRIMONIO
II
Sèvres a 31 de Diciembre de 1963
Por la mañana
Conferencia improvisada
Nunca he reprochado a nadie por buscar la riqueza. Lo encuentro
perfectamente normal y apruebo este deseo. Querer la riqueza es algo
inteligente y justo. Yo también la busco, así que en este punto nos entendemos:
vosotros perseguís la riqueza, yo también. Lo único que me pregunto es si
estaréis verdaderamente satisfechos cuando la hayáis encontrado. Mientras no
busquéis la otra riqueza, aquella a la que se refirió el Cristo cuando dijo:
"Amasad tesoros...", no vais a poseer gran cosa. El Señor fue quien dio a los
humanos este instinto de amasar tesoros. Pero en lugar de buscarlos en lo alto,
ellos se dedican a buscarlos en lo bajo; He aquí la diferencia.
En cuanto a vosotros, queridos hermanos y hermanas, si buscáis la riqueza
dentro de vosotros mismos (que viene a ser lo mismo que buscarla en lo alto),
cuando la encontréis vais a sentiros completamente satisfechos, dichosos, ricos y
libres. Por lo que respecta a los demás, esto ya no es tan seguro. Así que es
preciso decir a los humanos: Está bien que deseéis la riqueza, esto es
maravilloso, pero deberíais intentar subir un poco el nivel de vuestro deseo. Lo
mismo va a ocurrir con el amor sexual... ¿Quien ha dado a los humanos esta
tendencia a buscar una mujer o un hombre? Ha sido también el Señor.
Lamentablemente, se les busca sólo en el plano físico, por lo cual incluso al
encontrarlos no se es feliz.
124
Todos los seres humanos quieren encontrar el amor y esto es normal, es
legítimo, pero lo que tienen que pensar, es si basta con buscarlo solamente en un
nivel, o si deben intentar ir un poco más alto. Si planteáis la cuestión de esta
forma vais a resolver por adelantado muchos problemas y os evitareis multitud
de tristezas y decepciones. No hay nada malo en buscar el amor en el plano
físico, siempre y cuando este sea sólo un punto de partida para encontrar el
verdadero amor más arriba, en planos cada vez más elevados. Ya se que todos
andáis buscando vuestra alma gemela, todo el mundo lo hace, excepto yo. ¿Por
qué? Porque ya la he encontrado. Ya veo que vais a preguntarme quien es y si se
encuentra entre las presentes... Pues no, no es eso exactamente. Mi alma
gemela está en todas las mujeres de la tierra. Con una sola mujer uno se rompe
la cabeza, pero en cambio con todas ellas uno se salva. De este modo, todas las
mujeres de la tierra constituyen mi alma gemela. Tal es mi forma de enfocar esta
cuestión. En lo alto, todas las mujeres vienen a ser una sola. Allí no hay más que
un sólo hombre y una sola mujer, Adán Kadmón y su compañera, que se reflejan
luego aquí en la tierra en una multitud de formas humanas masculinas y
femeninas. Pero en realidad, sólo existe una mujer y esta es precisamente mi
alma gemela. Así que si alguna se pregunta "¿Entonces yo también estoy
incluida allí junto con todas?" Por supuesto, todas forman parte de mi alma
gemela.
Aquel que crea haber hallado su alma gemela, en realidad sólo ha encontrado
un reflejo de aquella que está en lo alto; no es ella, es solamente un aspecto que
se manifiesta a través de una mujer o un hombre concretos. Una prueba de ello
es el hecho de que cada mujer aquí en la tierra refleja sólo una parte de la gran
belleza de la Mujer cósmica, un rasgo, uno de sus matices: puede ser por
ejemplo la piel, los cabellos, los ojos... Toda esta belleza que vemos así
distribuida entre todas las mujeres es la belleza de la única Mujer, la Madre
Divina que tiene todas las perfecciones y condensa todos los esplendores. Por
eso, si deseáis acceder a la perfecta belleza tendréis que remontaros hasta la
Madre Divina, pues sólo en Ella se resumen todas las maravillas, todas las
virtudes. Por su parte, todos los hombres de la tierra están reflejando cada uno
un aspecto, una parte de la fuerza y la belleza del Padre Celestial, en mayor o
menor medida según el caso. Por ello, si se ama solamente a un hombre o a una
125
mujer, nunca se llegará a estar satisfecho ni colmado, puesto que toda la belleza
no puede estar incluida en él o en ella.
Pero esto que os estoy diciendo no debe llevaros a despreciar a los humanos
para amar solamente al Padre Celestial o a la Madre Divina. En una familia, por
ejemplo, el padre constituye un símbolo del Padre Celestial y por ello hay que
amarle y considerarle como un medio para llegar hasta El. Y si teneis un
instructor, un Maestro, él también será como un representante del Padre
Celestial; al seguirlo podréis acceder más fácilmente a la Divinidad. Pero no os
hagáis ilusiones: Puede ayudaros a ir hacia el Padre Celestial, pero él mismo no
es el Padre Celestial. Así que todo depende de como se enfocan las cosas.
Algunos seres como Jesús o Buda, pueden ayudarnos a ir más rápidamente hacia
el Padre, ya que ellos cumplen mejor esta función que, por ejemplo, un padre de
familia, ¿Acaso hay alguno que esté a la altura de ellos? Pero si lo miramos
desde el punto de vista simbólico, por más que se trate de un padre borracho,
embrutecido e ignorante, él seguirá siendo el padre y como tal, representará al
Padre Celestial dentro de su familia. Lo mismo va a ocurrir con la madre, aunque
sea una tontuela o una bestezuela indomable, no hay nada que hacer, ella
representa (aunque de forma lamentable por supuesto), a la Madre Divina.
Cuando llegue a reinar la verdadera filosofía, no penséis que van a
desaparecer el amor o el matrimonio, todo lo contrario, será entonces cuando se
amará como es debido, puesto que se sabrá poner cada cosa en su lugar. ¿Acaso
os parece sensato que por causa de un mequetrefe una mujer llegue a olvidarse
del mundo entero y pretenda descolgar las estrellas si fuera preciso para
conservar a su lado a tal espécimen con sus pequeños bigotes?...
La necesidad de amar es algo completamente natural, pero hace falta saber
donde debemos concentrar este amor, hacia quien debemos dirigirlo y de qué
manera. Podéis casaros, tener hijos y ser fieles a vuestros compañeros, pero no
os hagáis ilusiones: Una pareja y unos hijos sólo van a daros aquello que están
en condiciones de dar.
126
Por lo que a mí respecta, no conozco sino un camino, no he estudiado otra
cosa distinta al poder del amor. Es necesario aprender a amar y es precisamente
este amor lo que puede llevarnos a coronar la cima, por sobre todo lo demás. Las
histerias, las neurosis y depresiones provienen siempre de una mala comprensión
del amor, cuando las energías están mal encaminadas, mal orientadas y mal
administradas. Por eso hay que tratar de remontar cada vez más alto con
nuestro amor, buscando siempre llevarlo a una región superior, hasta que
alcance por fin los dominios del Padre Celestial y de la Madre Divina.
Sèvres, Diciembre 31 de 1963
(mañana)
127
COMO AMPLIAR EL
CONCEPTO DEL MATRIMONIO
III
Sèvres a 31 de Diciembre de 1963
TARDE
Conferencia improvisada
Esta mañana os hablaba acerca de aquella gran Alma del Universo, La Madre
Divina, de la cual todas las mujeres son sólo un reflejo. Pero no he querido decir
que los hombres deberían amar a la Madre Divina a través de todas las mujeres
de la tierra, sin llegar a casarse con ninguna de ellas; hay muy pocos que son
capaces de esto, la mayoría no puede amar sino una mujer a la vez, al menos
durante un cierto tiempo. Y bien, no hay nada malo en amar sólo a una mujer
pero, ¿Porqué no intentar ver en ella a todas las mujeres a la vez? Ya sé que si
vosotros decís a vuestra mujer: "Querida, estoy viendo a todas las mujeres a
través tuyo", esto puede resultar catastrófico. Así es. Pero si se instruyera a las
mujeres para que hicieran lo mismo con sus maridos, viendo a todos los hombres
a través de ellos, todo estaría en orden. Soy consciente de que la cultura en que
vivimos es imperfecta y una cosa así es muy difícil, pero con el tiempo esto será
una realidad gracias a la educación y la instrucción. Entonces hombres y
mujeres dejarán de ser celosos, limitados y egoístas. De hecho, ¿Qué es lo que
hace que una persona sea celosa? Es su propia ignorancia, tal como lo prueba el
siguiente caso: Un marido está junto a su mujer y está tranquilo debido a su
ignorancia, pues no tiene idea de los pensamientos que pasan por la mente de
ella, no sabe nada de lo que está pasando allí! Su mujer puede estar en contacto
con las entidades de la tierra, del fuego, del aire, de modo que cuando ella mira
hacia el Sol vienen a ella muchos ángeles que van a abrazarla y a darle sus
regalos. Pero el ingenuo marido no dice nada, porque no se entera de nada.
128
Ahora bien, si alguien viniera a tocarla en el plano físico, seguro que iría en
busca de su fusil... Pero también puede ocurrir lo mismo en sentido inverso, sólo
que pasará en menor escala, puesto que el hombre es menos activo en lo
psíquico que la mujer y por esto tiene menos contacto con las entidades del
mundo invisible.
Sé muy bien que esta filosofía no va a encontrar mucha resonancia en la
mente de los humanos, ya que ellos vienen trabajando desde hace siglos y
milenios en la consecución de un orden determinado, de modo que si queréis
hacerles salir de sus tradiciones podéis incluso exponeros a serios peligros. Pero
vosotros debéis conocerla, queridos hermanos y hermanas, si queréis ser libres,
felices y útiles, si queréis vivir en lo infinito, intentad ir en pos de la belleza,
relacionad todo lo bello que podéis observar en todas las mujeres con la belleza
de Aquella que está en lo alto. Cread una imagen de tal belleza, de tal
expresividad que lo contenga todo: los colores, la música, los aromas, todas las
dulzuras, toda la vida... Pero esto no debe impedir que los discípulos ‐sean
hombres o mujeres‐ amen a otras mujeres o a otros hombres; pero como ellos ya
tienen todo su corazón y su alma dispuestos a apreciar, amar y admirar todo lo
que es superior, celeste, esto les pondrá siempre al abrigo de tentaciones y
caídas. Y si un día deciden casarse a pesar de todo, pero siguen guardando esta
filosofía del Cielo, estoy absolutamente seguro de que serán mucho más libres y
vivirán en la paz, la luz y la alegría.
Pero si os atáis por entero a una sola persona, es evidente que ella va a
sentirse orgullosa de teneros como esclavos, de que no podáis hacer nada sin
ella; pero en cuanto a vosotros mismos, es bastante improbable que seáis felices
de esta manera. Cuando es el hombre quien se halla sometido a estas ataduras y
a esta odiosa esclavitud, la vanidad de la mujer va a verse exaltada, sin duda va
a estar muy satisfecha al comprobar que aquel pobre imbécil no puede vivir sin
ella. Pero ¿Acaso esto es deseable para aquel hombre? Desde hace milenios,
hombres y mujeres se han venido encadenando mutuamente con el fin de
complacer su propia vanidad; que ello esté en contra de la verdad y el sentido
común, parece no tener ninguna importancia, ellos están satisfechos, sus egos
129
están colmados, así que tanto peor para la verdad y el sentido común! Los
hombres y las mujeres se convierten así en verdugos unos de otros.
Pero llegará el día en que los humanos verán la luz acerca de esta cuestión y
entonces todo cambiará. Vosotros podréis pensar: "Pero esto supondrá la
desaparición de la familia, el desorden y la anarquía!" Pero no será así, puesto
que se impondrá el amor verdadero, aquel que no está sometido a limitaciones
de esta índole, que no arroja sombras, que siempre intenta ir más lejos, que fluye
y riega, que asciende hasta el Señor. Entonces, hombre y mujer llegarán a
entenderse, a comprenderse; trabajarán unidos como si fueran socios, sin asomo
de celos entre ellos y expandiendo su benéfico influjo sobre el mundo entero.
Sèvres, Diciembre 31 de 1963
(tarde)
130
LAS DOCE PUERTAS DEL HOMBRE
Y DE LA MUJER
Sèvres a 3 de Enero de 1965
Conferencia improvisada
En el pasado, os he hablado sobre las doce puertas de la Jerusalén Celestial y
cómo ellas representaban simbólicamente otras doce puertas que existen en el
cuerpo humano. ¿Cuales son estas puertas? Hay siete en lo alto, en la cabeza:
dos ojos, dos oídos, dos ventanillas nasales y una boca. Todas estas puertas
están abiertas y funcionan, pero por el momento en la mayoría de los humanos
este funcionamiento está restringido exclusivamente al plano físico. Así, es
preciso desarrollar ojos, oídos, olfato y gusto en el plano espiritual...Cuando se
llega a tener clarividencia, clariaudiencia, cuando se comienza a percibir los
efluvios y a gustar los sabores del mundo divino, a crear a través de la palabra,
esto significa que han comenzado a abrirse en otro nivel las primeras siete
puertas.
Veamos ahora las otras cinco puertas: dos de ellas están situadas en el
pecho; están abiertas en la mujer para alimentar al hijo, pero en el hombre se
encuentran cerradas. Hay otra puerta a la altura del plexo solar, en el ombligo;
esta va a estar cerrada en la mayoría de los casos, pero aquellos que han
logrado abrirla espiritualmente se comunican a través del plexo solar con todas
las regiones celestiales. En cuanto a las dos últimas puertas ‐no es necesario que
las nombre‐, aquí también puede que ocurra que sólo se conoce su función física
y será necesario abrirlas espiritualmente. Tomemos por ejemplo una de ellas, la
correspondiente al hombre. Todos saben que esta puerta tiene funciones de
procreación y eliminación. Pero si la enfocamos desde el punto de vista iniciático,
descubriríamos que tiene además otras cinco funciones hasta ahora
desconocidas, con lo cual posee siete en total, y veríamos que estos órganos
pueden servir para resolver ciertos problemas y realizar otro tipo de trabajos.
Vosotros diréis: "¿Cinco funciones desconocidas hasta ahora? Oh, habladnos de
ellas, esto nos interesa!" Pero aún hoy resulta muy difícil abordar este asunto, ya
que la gran mayoría de los humanos han sido instruidos desde la infancia de
131
acuerdo a unas concepciones que les han deformado de tal manera que sería
incluso peligroso revelarles ahora estas cosas.
Lo que sí puedo deciros aquí, es que existe la posibilidad de emprender un
trabajo gigantesco con estas puertas, teniendo en cuenta que la naturaleza ha
hecho grandes proyectos al crear al hombre y a la mujer, y sólo espera el
momento en que los humanos lleguen a tener la suficiente madurez para
revelarles estas nuevas posibilidades creadoras. De hecho, tanto hombres como
mujeres ignoran que tienen allí las claves mediante las cuales pueden acceder a
todos los misterios, los medios que les permitirán realizar las más fantásticas
creaciones. Ellos aún no saben servirse de ellas, pero cuando estén preparados
para entenderlo, recibirán estas revelaciones. La humanidad está predestinada
para conocer en profundidad estas doce puertas, para explorarlas y acceder a las
riquezas que ellas guardan en su interior.
Cuando hablamos de una puerta, esto implica siempre un umbral, un
pasaje hacia otra cosa. No se hace una puerta sin motivo, sin que haya nada
delante o detrás, excepto en el teatro... En principio, una puerta permite el
acceso a una región nueva, un templo, un palacio, una villa, donde puede haber
riquezas y tesoros insospechados, pero también podemos hallarnos frente a
cosas terroríficas. Son numerosos los cuentos donde se hace alusión a esas
puertas misteriosas que a veces hay que abrir o dejar cerradas, bajo el riesgo de
verse asaltado por toda clase de monstruos que pondrán en peligro la vida del
héroe. Y es cierto que existen en la realidad puertas que no deben ser abiertas
antes de tiempo.
La kábala nos habla de cincuenta puertas. Las doce puertas de la Jerusalén
Celestial, que antes mencionamos, corresponden a los doce signos del Zodíaco,
pero estas cincuenta de la Kábala son las puertas de la Inteligencia, situadas en
Binah y vinculadas con el Árbol sefirótico, el Árbol de la Vida. El número de
cincuenta va a relacionar cada una de ellas con una de las cinco regiones que
hay en cada esfera del Árbol y, al ser diez esferas, resultan en total cincuenta
puertas. Un Iniciado que haya llegado a la perfección podrá abrir estas puertas y
disponer de todos los tesoros del universo, guardados desde la eternidad. Pero
antes de abrirlas, deberá recorrer todos los senderos de la sabiduría, que son
treinta y dos, lo cual requiere sin duda alguna tiempo, energía, ciertas
cualidades espirituales y la ayuda de un guía. De estos senderos, hay veintidós
que son canales de comunicación entre las esferas. Por ejemplo, el primer
132
sendero, al que le corresponde la primera letra del alfabeto hebreo: Aleph, va a
unir a Kether con Hochmah... Si añadimos a estos veintidós los diez sefirots,
tendremos finalmente treinta y dos senderos. Recorrer un sendero implica
realizar determinadas experiencias a fin de comprender su nombre y sus
propiedades. Los senderos se pueden recorrer uno tras otro, o bien
simultáneamente, pero es sabido que el sendero treinta y dos es el más terrible
de todos ellos.
Vamos a volver nuevamente al tema de las doce puertas del hombre y la
mujer y en particular a las que hay en sus órganos sexuales. Ya hemos dicho que
el conocimiento de las cinco funciones ocultas de estos órganos va a posibilitar la
realización de creaciones maravillosas. Pero por el momento estoy obligado a
guardar silencio acerca de esto. De hecho, los Iniciados siempre han corrido un
velo sobre estas verdades y, si algunos han mencionado algo sobre la
conveniencia de ocultar esta parte del cuerpo, no ha sido precisamente por
razones de pudor o higiene sino para indicar que deben permanecer ocultas, por
tratarse de órganos que contienen en sí un gran significado y un enorme poder.
Podría daros muchas revelaciones al respecto, pero no me parece conveniente
hacerlo ahora. Sin embargo, os diré algo que puede llevaros por buen camino.
Algunos Iniciados, que saben utilizar esta fuerza divina se han servido de ella
no sólo para su propio placer sino para hacer el bien y, sobre todo, para
obtener resultados multiplicadores, hasta el punto de que un pueblo entero ha
llegado a vivir en la abundancia y la prosperidad, sin que nadie allí se
percatara de la verdadera causa de tal bienestar. Ya podéis ver hasta que
punto se aleja esta actitud de lo que practican la mayoría de los humanos, para
quienes sus órganos sexuales sólo sirven para ser vaciados en un derroche inútil,
para desequilibrarse y despreciar las mayores riquezas, nada más que para
disfrutar de un brevísimo instante de placer !
Os preguntareis: "¿Pero cómo? ¿Es posible acaso trabajar con estas
partes del cuerpo? ‐ Sí, justamente los trabajos más importantes tienen que ver
con ellas.‐ Ah, pero ¿entonces no son cosas perversas, diabólicas y
vergonzosas?... ‐ Y si así fuera, ¿Cómo es que los niños vienen precisamente a
través de estos órganos? Dios no hubiera concedido la capacidad de crear la vida
a algo vergonzoso, y de hecho no la ha depositado en el cerebro, ni en los
pulmones ni en los ojos, los brazos o las piernas. Todo esto nos prueba que allí se
está ocultando el más grande de los misterios. ¿Conocéis un misterio mayor que
133
el de la vida? ¿Porqué Dios, que es todo Sabiduría e Inteligencia, se habría
puesto a colocar distraídamente la cosa más preciosa y más sagrada en un lugar
tan bajo y despreciable?" Ha llegado ya el momento de rectificar todas estas
opiniones erróneas de los humanos, que han dado lugar a tantas anomalías y
desequilibrios, a tanto sufrimiento.
Es a través de los órganos sexuales que viene la vida, el impulso y la
inspiración; de ellos depende el equilibrio físico y psíquico de los seres humanos;
ellos son las fábricas donde se va a producir todo lo que más necesitan y, no
obstante, dichos órganos suelen ser menospreciados y escarnecidos, ya que
hombres y mujeres se limitan a servirse de ellos para cometer torpezas o
desatinos. Por el contrario, ellos deberían maravillarse y exclamar "Oh, Dios mío,
que tesoro y que gran riqueza me has otorgado, ¿Cómo puedo utilizarlo mejor,
para el bien de todos y del mundo entero?" Para ello, lo primero que hay que
hacer es reemplazar los diversos términos: "placer", "voluptuosidad",
"satisfacción", por la palabra "labor" y todo va a cambiar. Vosotros diréis "Bien
pero, ¿en esta labor podré tener al menos un poco de alegría y de placer?" Por
supuesto! En este caso vuestra dicha y placer van a ser dos, tres...cien veces
mayores que antes.
Aún no estoy autorizado para haceros muchas revelaciones sobre estos
asuntos que son verdaderamente sagrados. Pues nada hay más sagrado que
esto. Ya era así en los antiguos Misterios de la India, Egipto, Grecia y Tracia. No
ha habido otros. Son estos los que han dado origen a todos los demás Misterios.
Ellos constituyen el Alfa y Omega de toda la Ciencia sagrada. Y cuando la
tradición alquímica nos habla del elíxir de la vida inmortal, de la varita mágica y
la piedra filosofal, la mayoría de los alquimistas todavía ignoran de qué se trata.
Ellos se quedarían estupefactos si un día llegaran a descubrir que estos tres
símbolos están designando realidades que pertenecen al dominio sexual.
Algunos autores se han permitido hacer leves alusiones, al ser conocedores de
esta simbología, pero sin llegar a decir nada explícitamente. Entre estos
destacan los Árabes, que fueron grandes alquimistas, sobre todo algunos que
vivieron en España donde llegaron a crear escuelas y trasmitieron su arte a los
Europeos. En su lengua, ellos daban a la piedra filosofal un nombre muy
significativo, como era la palabra "tachak" que designa las dos glándulas del
hombre y a la vez significa "piedra". Ahora bien, estas dos piedras constituyen
la base de todo y, espero no ser mal comprendido si os digo que podemos
134
interpretar bajo este mismo enfoque las palabras de Jesús: "Tú eres Pedro y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia." Si se conociera el valor alquímico de
aquella piedra... y lo que quiere decir con "mi Iglesia”!...
Por su parte, las mujeres desconocen igualmente el significado profundo
de ciertas partes de su cuerpo, ignorando aquello con lo cual se encuentran
vinculadas. Por ejemplo, no saben que de sus pechos emana una energía
invisible que se relaciona con la vía láctea en uno de ellos y con la luna en el otro
(algún pintor se ha inspirado en este mismo conocimiento). ¿Os asombra todo
esto? Pues ya era conocido por los Antiguos. En algunas mujeres estas corrientes
llegan a ser tan puras, intensas y luminosas que los que están cerca de ellas van
a sentirse como atraídos por un efluvio encantador. En cambio otras mujeres, a
pesar de tener unos senos bien formados, bellamente redondeados, graciosos,
no tienen nada a hacer en este aspecto, nada emana de allí. Y si esto ocurre con
el pecho, ¿por qué no habría de ocurrir algo parecido con todo el resto del
cuerpo? De ahí que en ciertos seres se van a producir emanaciones
verdaderamente repugnantes, mientras que en otros parecerá que brota un
manantial cristalino y puro.
En otras conferencias ya hemos explicado que, incluso sin que haya un
contacto físico, las mujeres deben ser concientes de ciertas corrientes que
pueden recibir de los hombres a través de sus órganos sexuales, ya que todo se
encuentra mezclado: lo bueno y lo malo, lo puro y lo impuro, de modo que ellas
deberían disponer una especie de filtro espiritual para seleccionar estos influjos.
De hecho, lo que los hombres distribuyen y emanan por este conducto no
siempre va a ser puro. Por eso ellas deben saber vigilar y cuidarse. Más aún,
añadiré que estos órganos que Dios ha dado a la mujer pueden llegar a ser a tal
punto sensibles e intuitivos que son capaces de actuar como un radar, que les
advertirá y permitirá identificar la naturaleza de cada ser que se les aproxime y
de cada acontecimiento que se prepare. Algunas mujeres más evolucionadas
pueden incluso presentir peligros a través de este tipo de percepción, lo cual les
permite tomar las debidas precauciones para evitarlos. Pero también hay
muchas infelices que, para tomar conciencia de su propia sensibilidad, necesitan
irse a la cama con alguien.
Quisiera volver a referirme ahora a aquella puerta que se halla en el plexo
solar. He aquí una de las puertas más importantes que será preciso abrir, puesto
que es a través de ella que podremos comunicarnos con la matriz de la
135
naturaleza, con aquello que nos nutre. Vivimos en el seno de la naturaleza igual
que el niño en el seno materno, recibiendo a través del cordón umbilical todos
los elementos nutrientes necesarios. Vosotros pensareis: "Sí, pero una vez
nacidos, este cordón se ha cortado." El hecho es que existe otro cordón que no se
ha cortado: aún estamos inmersos en el seno de la naturaleza. Es cierto que
hemos nacido, en el plano físico, pero nos falta todavía nacer a otro plano, de
modo que la naturaleza nos sigue alimentando mientras seguimos sumergidos
en la inconsciencia. Cuando llegue el próximo nacimiento, vendrá también otra
conciencia. Esto es lo que se conoce como el segundo nacimiento. En el primero
se cortó el cordón umbilical que nos unía a una madre física. Al esperar el
segundo nacimiento, estamos unidos aún a la madre naturaleza a través del
plexo solar. Cuántas cosas he podido captar por el plexo solar! Durante años he
venido trabajando con él y he tenido tantas revelaciones gracias a él!
Todo el mundo sabe que, para engendrar un hijo, el hombre y la mujer van
a desempeñar un papel complementario: corresponde al hombre aportar la
semilla, el germen de la vida, mientras que la mujer va a proporcionar la
materia necesaria para envolver dicho germen, darle una forma, hacerlo crecer...
Todos lo saben, pero lo que ignoran es el papel que va a tener la mujer en el
plano espiritual. Allí también, ella va a aportar una materia, pero en este caso se
trata de una materia fluídica que puede servir para plasmar realidades muy
elevadas, divinas. Mediante estas emanaciones y fluidos, ella va a contribuir a
que las ideas se concreten y lleguen a materializarse, exactamente como en el
caso de un hijo. Por esto, los ascetas y eremitas que han huido de la mujer no
han comprendido lo importante que puede ser su presencia. Es ella quien tiene la
clave de la realización material y cada mujer está en condiciones de emanar de
ella misma esta quintaesencia que envolverá las ideas más sublimes.
El papel de la mujer es algo grandioso: por esto quiero tanto a las
hermanas, a las mujeres, pero siempre manteniendo la distancia correcta, ya
que a través de sus miradas, de sus sonrisas, ellas me están aportando ya esta
quintaesencia, esta materia con la que trabajo para hacer que el mundo se llene
de miles de criaturas angélicas. No tengo miedo a la mujer, nunca la he
considerado una hija del Diablo sino que, al contrario, la he visto como una
divinidad. Sólo las mujeres me aportan un material tan necesario para realizar
una labor divina. En cuanto a los hombres, es diferente. De ellos voy a recibir
otra cosa que las mujeres serían incapaces de dar... Si todos los seres que
136
buscaron la castidad hubieran tenido estos conocimientos, unidos a la pureza
que todo ello conlleva, sin duda hubieran podido llegar a las realizaciones más
formidables. Pero ellos volverán a encarnarse y en algún momento van a recibir
esta luz ¿Porqué pues huir de la mujer? No hace falta huir de ella, en cambio es
preciso comprenderla. Es lo que yo intento hacer.
Antes de terminar quisiera deciros algo que espero no olvidéis nunca. No
existe en el universo entero ninguna forma, ninguna función, ninguna actividad
que no se halle condensada y sintetizada en los dos principios masculino y
femenino. Ellos son el resumen de todo cuanto existe. Cualquier cosa que hagáis:
viajar, contemplar las montañas, los ríos, las grutas, ir a ver a los amigos, hablar,
escuchar, comer, verter el agua, beber, construir una casa, coser, escribir, pintar,
tocar el violín... No encontrareis ninguna ciencia, técnica u oficio que no tenga
alguna correspondencia, sea en su estructura o en su funcionamiento, con los
órganos del hombre y la mujer. Vosotros diréis. "Qué falta de vergüenza,
atreverse a relacionar todo con estas cosas." Pero no soy yo, ha sido el Creador
mismo quien ha dispuesto que cada manifestación de la vida, en cualquier sitio,
bajo cualquier forma o condición sea una imagen de estas dos funciones. Dios las
ha considerado como unos moldes para confeccionar todas sus criaturas, de
modo que si no estáis de acuerdo tendréis que ir a reprochárselo a El! Decidle
que esto os resulta chocante, o que os molesta... Oh! la lá, Dios va a sonreir ante
vuestros enojos; El ha hecho las cosas así y, si esto no está de acuerdo con los
principios que os han inculcado, no creo que esto le afecte en lo más mínimo,
creedme.
Cuando Hermes Trismegisto dijo: "Lo que está abajo es como lo que está
arriba", muchos creyeron que "abajo" se refería a la tierra, o al infierno. Aunque
tal interpretación no llega a ser del todo errónea, él se estaba refiriendo también
a otra cosa que ahora podéis comprender mejor. Aquello que "está abajo" es tan
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inteligente, tan sublime, tan divino como aquello que "está arriba", en el Cielo...
Esta primera frase de la Tabla Esmeraldina es realmente prodigiosa por su
sentido, pero sólo quienes han recibido la luz Iniciática están en capacidad de
descifrarla.
Sèvres, Enero 3 de 1965
138
EL CORAZON Y EL INTELECTO
LA FRATERNIDAD BLANCA UNIVERSAL
Sèvres el 17 de Abril de 1965
Conferencia improvisada
En la Edad Media, lo que predominaba era el corazón, el sentimiento. La
época medieval tuvo un marcado carácter místico, religioso... Este dominio del
sentimiento y de la religión produjo creaciones formidables en el terreno del
arte; pero esta orientación basada exclusivamente en el corazón, es evidente
que también trajo consigo anomalías: supersticiones, fanatismo, intolerancia.
Por ello, los humanos quisieron librarse de esta esclavitud del sentimiento y
desarrollar al intelecto, hasta el punto de que hoy este último ha conquistado las
cimas más altas; por todas partes encontramos su huella y esto nos parece
magnífico, maravilloso, como antes sucedía con el corazón. Pero el hecho es que
cuando uno de los dos trabaja sin la ayuda del otro, siempre se van a producir
lagunas y defectos * He aquí porqué la cultura actual, con su predominio del
intelecto, se caracteriza por la frialdad y el egoísmo. La inteligencia sólo
pretende sacar el mayor provecho y aconseja a los humanos diciéndoles: "No
seas tonto, guarda para ti todo lo que puedas, tu tiempo, tus energías... No
frecuentes demasiado a los demás, estarás más tranquilo si permaneces
apartado de ellos." Hasta que un día, aquellos que han cerrado su alma y su
corazón a los intercambios con otros seres se dan cuenta de que lo único que han
hecho es empobrecerse.
Por eso, aquel que siempre ha escuchado a su intelecto, va a encontrarse a
disgusto en el seno de la Fraternidad: Se preguntará qué utilidad tiene todo esto,
qué provecho puede sacar y, una vez que haya reflexionado, optará por volver a
139
donde estaba antes. El pensará: "Pero, ¿Qué hacen estas personas? Nada que
pueda ser famoso, por consiguiente yo no puedo sacar nada de aquí... Sí, ellos no
me aportan nada que valga la pena". Tal será su razonamiento! Pensando de
este modo, ¿Cómo van los intelectuales a poder desarrollar cualidades como la
paciencia, la generosidad, la dulzura, la bondad? Resulta muy difícil conseguir
estas cualidades cuando uno piensa sólo en sí mismo.
Es necesario comprender las ventajas que presenta el vivir en forma colectiva,
en una fraternidad. Allí vamos a encontrarnos bajo circunstancias poco
habituales; habrá personas con diferentes grados de evolución, y habrá que
esforzarse por entenderlos a todos: su naturaleza, las energías y entidades a los
que están vinculadas; incluso si se trata de gentes poco simpáticas, sin
atractivo, hay que procurar amarles, con la fuerza de carácter suficiente para
soportarles y hacer lo que haga falta por ellos. Estando en la Fraternidad, el
discípulo tiene la oportunidad de evolucionar haciendo abstracción de aquello
que le es agradable y placentero. Pero de momento la gente sólo va a buscar lo
que le es útil y agradable, y no, lo que tendrían que hacer es buscar aquello que
va a servirles para su evolución espiritual. De hecho, quienes no buscan un
verdadero adelanto espiritual, tarde o temprano van a irse de la Fraternidad.
Pues todos sabéis que aquí carecemos de ciertas condiciones materiales, y que es
raro encontrarse con cosas agradables dentro de una colectividad, con rostros
que despierten en vosotros un recuerdo del pasado, un anhelo, un amor, una
inspiración... Esto suele ser muy raro... Por eso, todos aquellos que sólo buscan
las cosas agradables no tienen mucha opción de hallarlas aquí. Pero si en cambio
están buscando los métodos y las condiciones necesarias para progresar y
evolucionar, entonces me parece que difícilmente podrán encontrar otro lugar
que sea más adecuado para este cometido!
Cuando comencéis a ver las cosas como yo las veo, vais a bendecir todas
vuestras dificultades. Son los débiles y los perezosos quienes van buscando
siempre la calma y el bienestar, pero los humanos nunca podrán evolucionar
bajo esas condiciones. Al menor conflicto, frente al enemigo más insignificante,
ellos van a rendirse aún antes de que el otro haya llegado, basta con hacerles
un..."Pfff" y ellos se derrumban! Parecería que los seres humanos se vuelven
140
cada vez más cobardes, son incapaces de soportar nada y esto se debe a que no
han sido educados en la verdadera filosofía. Incluso cuando llegan a ella, siguen
quejándose: "Ah, esto no es para nosotros, es demasiado difícil..." Por Dios!
¿Qué hay que hacer para que los humanos se aclaren? Ahora que pueden tener
acceso a una filosofía formidable, capaz de convertirlos en héroes geniales,
dentro de la Fraternidad Blanca Universal, sólo dicen: "No, esto no es para mí"
Entonces, ¿Qué creen que han venido a hacer aquí?
Dentro de la Fraternidad, el discípulo se esfuerza para comprender a todos y
cada uno de los otros: sus necesidades, sus flaquezas, sus dificultades... Y cuando
se encuentra con otros seres que sufren, que se sienten desgraciados, que
intentan levantarse y no pueden hacerlo, el amor y la compasión empezarán a
invadir su corazón y se dirá a si mismo: "¿Cómo puedo ayudar mejor a estos
hermanos y hermanas que sufren y son desgraciados?" En ese momento, todos
los tesoros que han sido depositados en él desde hace milenios y que corrían el
riesgo de enmohecerse a fuerza de estar olvidados, comenzarán a brotar en su
interior para luego ser irradiados a su entorno.
Ahora bien, no digo que sea necesario estar eternamente juntos haciendo una
vida colectiva. No, esto sería exagerado. También hace falta estar solos para
poder acumular ciertas energías: para descansar, rezar, meditar... Pero una vez
que se han restaurado las fuerzas, y uno vuelve a sentirse pletórico gracias a
todo lo que han recibido en el silencio y la soledad, hace falta ir nuevamente al
lado de los demás para darles lo que les haga falta, para hablar con ellos... En
esto se basa el equilibrio: Dar satisfacción a esa parte de nuestra propia
naturaleza que necesita aislarse y también a la otra parte, que busca
intercambios con los demás seres.
Si observáis a muchas personas que han escogido vivir solas, veréis que su
ánimo es triste, apagado, incluso con cierto brillo inquietante en la mirada...
Pero si miráis a otras que siempre están rodeadas de mucha gente, tampoco vais
a encontrarlas muy felices que digamos.
141
Cuando una mujer se siente un poco indispuesta o no tiene nada que ponerse
para salir, permanece en casa. El deseo de soledad conlleva en sí mismo una
carencia: La persona siente que no está a punto para presentarse ante el mundo
y es mejor no salir de casa. Pero ahora imaginaos una mujer que acaba de recibir
mucha ropa y joyas; sin duda, su primera idea va a ser ir a lucirlas en alguna
parte. Algo similar va a ocurrir en otros ámbitos: Cuando alguien tiene la
sensación de estar colmado de riqueza y de belleza en su interior, tiende a salir
fuera para poder irradiar a otros estas cualidades y este esplendor; en cambio,
si lo que percibe en sí mismo es opaco y pobre, tenderá a ocultarse a la vista de
los demás.
Cuantas veces he podido constatarlo! Por ejemplo, es el caso de una joven y
un muchacho que se encontraron aquí, en la Fraternidad... Antes de conocerse
cada uno de ellos venía regularmente pero, una vez que se conocieron y se
sintieron atraídos el uno por el otro, empezaron a buscar pretextos para irse aquí
o allá. Luego vinieron juntos a decirme que había nacido en ellos la vocación de
irse a instruir a los negros, o de ir al extranjero para difundir allí las ideas de la
Fraternidad... En principio les creí, siempre me gusta creer en lo que me dicen;
pero más tarde, al analizar todo esto, descubrí otra cosa: descubrí que la mutua
atracción que ellos sentían, que no era propiamente espiritual, les hacía
avergonzarse de permanecer en la Fraternidad. No tenían ya el deseo de
elevarse, de aprender, y por eso buscaban ir a otro lugar, donde nadie les
conociera, para poder sentirse más tranquilos. Por supuesto, ellos nunca
llegaron a confesarme que este era el verdadero motivo para querer alejarse. Y
sin embargo, si no hubiera sido así, si en realidad su amor hubiera estado
imbuido de una gran poesía y espiritualidad, ellos hubieran querido que todos les
viesen, les conociesen y estuvieran maravillados de ellos diciendo: "Dios mío, qué
radiantes están! Es maravilloso contemplar a dos seres que se aman!"
Pero el caso es que ellos sentían que lo estaban haciendo no era tan bello y
por eso quisieron partir, alegando otros motivos extraordinarios. Como es
natural, les dejé totalmente libres, no les retuve en absoluto, pero ya sé lo que
debe haber ocurrido entre ellos: Luego de haberse dejado arrastrar por un
placer ciego, al no tener a su lado a nadie que les pudiera guiar y esclarecer, se
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habrán alejado cada vez más, hundiéndose en las marismas. Y si un día alguien
les encuentra, comprobará que se han empobrecido al malgastar tontamente
sus energías comiendo y bebiendo sin ton ni son.
Aquí podéis constatar la ventaja de formar parte de la Fraternidad Blanca
Universal, donde todos los hermanos y hermanas que trabajan juntos para
evolucionar han creado una atmósfera que ayuda a no ceder frente a los
embates de los pensamientos inferiores. De esta forma, podría ser que alguno
viniera aquí pensando: "Tengo algunos vicios que no puedo dejar, pero iré a la
Fraternidad Blanca Universal, puesto que allí voy a encontrarme con hermanos y
hermanas que están llevando a cabo una labor espiritual y, gracias a ellos, no
será ya necesario que siga sumergido en estos abismos infernales!" Pero no,
porque cuando se vive dominado por la pasión y el desorden, no se piensa en ir a
un sitio como este, sino en hundirse más y más en ellos.
Yo no estoy en contra del amor, ni del amor físico. Sólo me opongo a todo
aquello que los humanos hacen sin inteligencia y sin belleza. Es necesario que los
seres se amen, que tengan hijos; pero también es deseable que todo ello se
realice de una forma más elevada, más bella y luminosa.
Quienes no acaban de comprender la utilidad de la Gran Fraternidad Blanca
Universal, deberían esforzarse por hacerlo ahora, puesto que todo su porvenir
reside en este esplendor: la colectividad. Cada vez más, la conciencia de esta
colectividad y esta Fraternidad Blanca Universal, se abrirá camino en el corazón
y en la mente de los humanos. Los acontecimientos van a sucederse de tal modo,
que esta vida colectiva se extenderá a toda la tierra. La ciencia va a seguir
estando allí, ofreciendo toda clase de medios cada vez más perfeccionados para
desplazarse a los cuatro confines del mundo y visitar a los hermanos y hermanas
por más alejados que puedan estar, disfrutando de esta gran variedad, de esta
riqueza, de toda esta belleza. Sólo que, para obtener mayor felicidad, no hay
que presentarse delante de estos seres con las manos vacías, no hay que ir a
ellos a menos que les podamos aportar algo bueno. Por esto es conveniente
enriquecerse aquí, siguiendo la Enseñanza, para poder mostrarles el camino,
143
explicándoles cómo se puede vivir y cómo se puede amar. Creedme, aquel que no
sea capaz de hacer felices a los demás, va a carecer siempre de algo, en una u
otra forma.
Si, queridos hermanos y hermanas, os puedo decir que existe una escala de la
alegría, porque la dicha, como tantas otras cosas tiene también sus grados... El
comer nos produce una alegría, pero también la tenemos al respirar, al
pasearnos, al leer, al cantar, al abrazar a la persona amada, y así
sucesivamente, cada vez va a ser una alegría diferente, de distinta naturaleza.
Así, dentro de esta escala de la alegría, la mayor de todas las dichas, la mayor
plenitud es la fusión con Dios. Dios ha dado a sus criaturas infinitas posibilidades
de alegría, pero ha reservado la mayor de todas para aquel que logre llegar a
fusionarse con El, y luego de haber gozado de esta unión, empiece a irradiar la
Divinidad, extrayéndola de sí mismo de forma conciente, para beneficiar así a
todas las criaturas del Universo y sobre todo a los seres humanos, ayudándoles,
indicándoles el camino, actuando como un salvador para ellos. He aquí el grado
más alto de la alegría.
Sin duda, existen miles y miles de otras alegrías pero os repito que la mayor
de ellas es la que se obtiene al servir a la Divinidad, al unirse completamente a
Ella y también a los ángeles y arcángeles, que son Sus servidores, todo ello sin
que esto implique dejar a un lado la humanidad, como hacen algunos que sólo
buscan acceder al Nirvana, sin pensar en volver para ayudar a los demás. Cada
uno de vosotros es libre ahora para escoger su propia alegría. ¿Iréis a buscarla a
los lugares de diversión o a las discotecas...? O quizá la encontrareis en las joyas
o en el football? Esto ya es asunto vuestro...
La Fraternidad Blanca Universal constituye un lugar único, una escuela donde se
enseñan las verdades divinas, esenciales, aquello sin lo cual la vida carece de
sentido. Así que despreciar esto significa toda una catástrofe!
144
Hay muchas personas que sienten deseos de suicidarse porque no pueden
soportar la soledad. Aunque estén rodeadas por mucha gente, continúan
sintiéndose sólas y esto se debe a que mantienen una actitud cerrada, egoísta. Y
sin embargo, no hay razón para que nadie se sienta sólo, si tenemos en cuenta
que el amor está siempre ahí, que la luz sigue estando allí! Esta sensación de
soledad se debe a que ellas mismas han optado por alejarse de la luz y del amor.
Vosotros me diréis: "Pero no, en muchos casos no es así, existe tal o cual
motivo..." Y acaso, ¿Qué sabéis vosotros? Ya sé cual es vuestra forma de
analizar todo esto, pero escuchad, yo os puedo decir exactamente lo que ellas
han hecho para llegar a tal estado, y comprobareis que existe toda una
intrincada red de pensamientos, actos y sentimientos que desde hace tiempo les
han venido proyectando en esta dirección. Resulta muy peligroso no razonar
como es debido.
Aquí podéis tener acceso a todos los tesoros del universo; siendo así, ¿Qué
más podéis pedir? Sólo es preciso que comencéis a trabajar. Dedicaos pues cada
uno a vuestra labor, día y noche, trabajad con los medios que habéis recibido de
Dios, con luminosidad, con generosidad, y dejad que fluyan los ríos, que manen
las fuentes, que brille el sol y que todo el espacio cante a la gloria de Dios!
Sèvres, Abril 17 de 1965
Nota complementaria
El intelecto humano ha olvidado su misión, he aquí algo en lo que nadie ha
pensado. Todos aprecian al intelecto, le cantan alabanzas, y en realidad, este se
ha extraviado de su verdadera misión que era la de glorificar el corazón,
haciéndole comprender su papel y su importancia. Pero el intelecto ha hecho que
145
los seres humanos se vuelvan astutos, pérfidos, egoístas, olvidando que su
misión era la de presentar bajo una explicación científica y filosófica, la grandeza
y las posibilidades del corazón humano, mostrando cómo el amor y la bondad
pueden aunarse para que el Reino de Dios y Su justicia se instauren sobre la
tierra. Pero hasta ahora, el intelecto se ha desarrollado independientemente del
corazón, y esto va a causar la destrucción a escala mundial, ya que sólo se usa el
intelecto para separar y desunir... Sí, siempre se habla de lo intelectual, lo
intelectual, lo intelectual... y es precisamente esto lo que va a devastar todo,
puesto que se han dejado de lado las cualidades morales del corazón, se han
cortado los vínculos con este último; he aquí el mayor de los errores del intelecto,
por ello está condenado a opacarse. Los humanos van a recibir una lección
terrible. Aquí, dentro de la Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal, el
discípulo aprende que el intelecto debe glorificar al corazón, y gracias a esta
colaboración entre el corazón y el intelecto, es posible llegar a convertirse en un
ser integral.
Sèvres, Enero 11 de 1976
146
TODO RESIDE EN LA MIRADA
Bonfin a 31 de Julio de 1965
Conferencia improvisada
Todos los dramas de los humanos provienen del hecho de que no saben mirar.
Os sentís atraídos por las mujeres ‐o por los hombres‐ y lucháis, lucháis sin llegar
nunca a vencer aquello, sea lo que fuere, porque no sabéis cómo hacerlo e
incluso llegáis a trastornaros por creer que sois lo bastante fuertes como para
poder enfrentaros con unos poderes tan formidables. Todo esto a causa del
orgullo y la suficiencia... Pero, ¿Cómo creéis que vais a vencerlos? Creéis que
podéis hacer frente a estas fuerzas desconocidas, con el resultado de que os
veréis arrojados a tierra en el primer intento.
En una Escuela Iniciática, el discípulo aprende que para vencer deberá unirse a
una fuerza superior que luchará en su lugar. Veamos un ejemplo: Supongamos
que pretendéis escapar al poder de seducción de una hermosa joven que se
encuentra delante de vosotros, vestida de una forma algo insinuante, un poco
excitante. Si para ello contáis sólo con vuestras propias fuerzas, por más que
luchéis, os vais a sentir cada vez más impulsados hacia ella. Pero en cambio si la
veis como un aspecto más de la Madre Divina, no sólo estaréis a salvo de la
tentación, sino que iréis mucho más allá y podréis pasaros días enteros absortos
en la poesía, en la maravilla... Delante de cada jovencita, de cada mujer, pensad
que es la Madre Divina que os hace el honor de presentarse ante vosotros bajo
alguna de sus diversas manifestaciones, bien sea en su rostro, en su mirada, en
su sonrisa, lo cual debéis agradecer. De este modo, en lugar de representar una
tentación, todas estas hijas de la Madre Divina os van a aportar una sensación
maravillosa, como una plenitud y una riqueza indescriptibles. Por donde vayáis
147
percibiréis que la tierra está poblada de criaturas que están allí para vuestro
deleite, para vuestra expansión...
Por no saber mirar, las gentes se convierten en víctimas de sus deseos y sus
debilidades, llegando a ser candidatos para ir a los hospitales. Luchar y luchar sin
tregua no es la solución, basta con aprender a mirar, ahí está todo el secreto. Y si
es la mujer la que se siente atormentada por estar siempre atraída hacia los
hombres, no tiene porqué seguir así, debe aprender a verlos como si fueran
manifestaciones del Padre Celestial, partícipes de Su esplendor, de Su
inteligencia y Su fuerza. A partir de aquí ya no habrá más tentaciones,
desaparecerán aquellos peligros abismales. Cuántas cosas han llegado a
escribirse sobre todo esto! y así ha sido porque las gentes carecen de aquellos
conocimientos iniciáticos que les hubieran permitido enfocar las cosas de una
forma correcta.
Evidentemente, a veces nos encontramos con aspectos muy deformados del
Padre Celestial, en el caso de los borrachos, por ejemplo; pero esto no tiene
importancia, hay que pensar: "Bien, estamos frente a un aspecto triste, un poco
deformado, distorsionado, lo dejaremos para luego..." Qué le vamos a hacer, no
es culpa del Padre Celestial, El querría manifestarse a través de este hombre,
pero el pobre ha preferido irse por los bares y el Padre Celestial le ha
abandonado, El no querría que fuese así, pero... Por otra parte, a veces podemos
encontrarnos con una de aquellas mujeres coléricas que nos lanza todo tipo de
insultos, y también debemos pensar que ella no deja de ser un aspecto de la
Madre Divina, aunque de momento la pobre no muestra precisamente su lado
bondadoso y benéfico; ella podría reflejar mejor el esplendor de la Madre Divina,
pero puede ser que no haya tenido oportunidad de hacerlo, por estar sometida a
circunstancias muy difíciles. Por eso debemos tener piedad hacia ella, puede ser
que en el fondo sea una persona generosa y de buen corazón, dispuesta a hacer
por otros lo que no haría una mujer más joven o más bella.
Hay que trabajar constantemente con esta idea, viendo a hombres y mujeres
como si fueran representantes del Padre Celestial y la Madre Divina. Entonces
148
podréis constatar que esto os da una gran alegría, que es toda una fuente de
riqueza y avance para vosotros! Cada ser humano sigue siendo, incluso sin
saberlo, merced a su estructura y sus emanaciones, un camino para conduciros
hacia el Padre Celestial. Es como si a través de vuestros semejantes se abrieran
puertas y oportunidades para ir en busca de El, puesto que sólo a El corresponde
la perfección, El es el único que puede contenerlo todo. Los demás seres sólo van
a ser cada uno un aspecto separado y, aunque reunierais a todos los hombres de
la tierra, esto no bastaría para representar totalmente lo que es el Padre
Celestial, sería algo todavía insuficiente, pálido. Así, debéis tomar a cada
individuo que os encontréis como un punto de partida, una puerta abierta que os
permite acceder hasta donde está el Padre Celestial; de este modo, en unos
instantes vais a olvidar casi del todo el aspecto concreto que estáis viendo, será
el Padre Celestial lo que ocupa vuestros pensamientos. No es necesario que
hagáis contacto directo con esa persona, ya que en este caso, ella sólo es un
puente para remitiros al Padre; debéis enviarle sí vuestros sentimientos de
gratitud y luego alejaros.
Y si se trata de una jovencita encantadora, miradla maravillados, como si
estuvierais delante de la Madre Divina... Pues ¿Quién creéis que le ha dado tanta
belleza? ¿Acaso se la ha podido dar ella misma?... En tal caso, ya podría ser
aún más bella. Pero no, ella no puede añadirse ni un sólo cabello, ni aumentar o
reducir un milímetro de su nariz. ¿Qué sabe ella de altas matemáticas para dar a
su cuerpo unas medidas tan armoniosas? Ella lleva consigo unas proporciones
maravillosas, pero no ha hecho nada por sí misma para ser así... Tiene que haber
entonces una gran Inteligencia por encima de ella que se las ha otorgado, así
que ¿Porqué no extasiarnos ante esta Inteligencia? Ya lo veis, en cuanto se
razona bien, nos vemos impelidos a buscar al autor de todo, al Creador, para
decirle: "Madre Divina, ¿Cómo es posible que hayas podido expresar algo tan
bello? ¿Cómo has logrado modelar estas formas tan puras, tan luminosas, tan
expresivas? Cuán digna de admiración llegas a ser! Habladle así, de esta
manera, permaneced un tiempo con Ella... Puede ser que durante este lapso la
jovencita se haya marchado, pero no hace falta que vayáis a buscarla, ella no es
lo que cuenta ahora; su papel ha sido el de servir como un instrumento para
proyectaros hacia aquel Ser del cual ella ha recibido todos sus maravillosos
dones. No es pues a ella a quien debéis dirigir vuestro amor y vuestra
149
consideración, ni tampoco teneis que sentiros perturbados, ni desgraciados, ni
pensar que vuestra existencia está acabada por su culpa.
Nunca lo habíais enfocado de esta forma, ¿no es verdad? Y os preguntareis
¿Cómo es que yo he llegado a encontrar todas estas cosas? Y cuántas otras
verdades he podido comprobar, si supierais!... Pero ¿Cómo revelarlas? La gente
no está lista aún, de modo que aunque lo hiciera no sería comprendido, ni me
harían caso ni lo practicarían. Con un cinco por ciento que entendieran, ya sería
mucho. Incluso aquellos que vienen aquí ignoran el valor que esto puede tener
para trasformar sus vidas. Todo les parece lejano, imposible, irrealizable.
Ya sé que es difícil, pero intentad comprenderlo y con ello tendréis una llave
en vuestras manos. De lo contrario vais a estar siempre dando vueltas y
repitiendo: " Yo no podré llegar allí, nunca lo voy a lograr..." Y es verdad, no vais
a lograr nada si no hacéis un esfuerzo por comprender lo que os estoy
trasmitiendo. Así que aprended a mirar. Conozco la tragedia de tantas y tantas
familias: O es el marido el que engaña a su mujer, o es la mujer la que engaña a
su marido... viven sumidos en la mentira, pero si supieran cómo mirarse, ambos
podrían estar fuertes y felices.
Bonfin, Julio 31 de 1965
150
COMO AMPLIAR
EL CONCEPTO DEL MATRIMONIO
IV
Sèvres el 1º de Noviembre de 1965
Conferencia improvisada
Cuando se adquiere un vínculo exclusivo con una mujer o con un hombre, esto
es algo que puede traer alegrías, es cierto, pero también va a acarrear disgustos
y tristezas. Si se estuviera suficientemente evolucionado se podría amar a todas
las mujeres o a todos los hombres, sin limitarse a un sólo individuo en forma
excluyente. Vosotros diréis: “Y, ¿porqué?, ¿Acaso para tener más ocasión de
divertirse?” No, desde luego, pero sí para trabajar mejor por el mundo entero.
Cuando un hombre se casa, su mujer suele ser tan exigente que acapara toda su
atención; ella se va a mostrar celosa y no le permitirá amar ni siquiera al Señor,
puesto que quiere tenerlo todo para sí. Resultado: una pérdida de libertad. Por lo
que respecta a los hombres, ocurrirá la misma cosa: ellos querrán para sí todo el
amor y toda la atención de su mujer.
Así que no me habléis de los maridos y las esposas! Todos tienen las mismas
tendencias: Poseer, dominar, disponer del otro... He aquí porqué en algunos
casos es preferible no casarse; Para poder trabajar, en lugar de intentar hacer
feliz a una sola mujer (lo cual es imposible por otra parte!), vale más buscar la
felicidad de toda la humanidad. Me diréis: “Pero cómo, ¿No es posible hacer feliz
a una mujer?” Pues no. Se puede hacer feliz a miles de ellas pero a una sola no.
“¿Por qué?” Porque sea lo que sea que hagáis por ella, una mujer no va a estar
nunca satisfecha. Puede ser que llegue a estarlo tras la muerte de su marido, sí,
es algo que ocurre a veces, pero mientras viva, el pobre sólo va a ser un infeliz,
151
un incapaz, es el vecino quien lo hace todo mejor, quien le compra de todo a su
mujer, una lavadora, una nevera, un abrigo de pieles... Hagáis lo que hagáis no
podréis tener contenta a una sola mujer, pero sí a miles de ellas.
Ahora bien, no debéis pensar por ello que lo mejor es separaros de vuestra
mujer o vuestro marido. “Sí, me diréis, pero es que después de lo que acabamos
de oír no es extraño que saquemos esta conclusión.” No, en absoluto. Está bien
casarse y tener hijos, pero lo que hay que cambiar un poco es el enfoque de todo
esto y decirse: “Ah, mi marido es un aspecto del Padre celestial, y esto es una
bendición!... Habréis visto sin duda aquellas caricaturas en las que una robusta
mujer espera a su marido a la puerta de su casa con un rodillo de pastelería en la
mano, y cuando llega el pobre ¡Pam!, un buen golpe en la cabeza que le hace
caer redondo... Pero al menos ella está allí a su lado para reanimarle... En fin,
que todo es un teatro... Vosotros reís ahora, pero tratad de tomaros en serio
esta idea que os hará ver las cosas de otra manera: En aquel momento, todo
cambia; la mujer soporta y acepta los defectos de su marido pensando: “Ya
cambiará, ya llegará el cambio...” Y ella vive siempre con la esperanza de que
algún día llegue a verle convertido en algo divino. Es cierto que mientras ese día
llegue, hay que soportar algunos inconvenientes, pero ella sigue pensando: “Si
me han dado a este hombre por marido es porque seguramente lo merezco, a
causa de mi conducta en anteriores existencias, puesto que hay una justicia en el
mundo. Así que me he propuesto aceptarlo en esta vida, con el ánimo de
aprender y evolucionar.” De este modo, en vez de contraer nuevas deudas al
intentar evadirse, ella va a borrar sus deudas del pasado. Pero si ella se conduce
mal, la deuda aumentara, con el resultado de que volverá a encontrarlo en otra
vida futura, para compensar la deuda en la misma forma o en otra semejante.
Desde este nuevo punto de vista, vale la pena aceptar esta filosofía si se
quiere verdaderamente liberarse. Porque también el marido puede preguntarse:
“¿Cómo es que habiendo miles de millones de mujeres he podido ir a dar con
esta?” Al reflexionar, se dará cuenta de que es algo que no ha ocurrido por
azar... es verdad que las posibilidades eran amplísimas!... Y precisamente la
tenía que encontrar a ella, porque gracias a este encuentro tiene la posibilidad
de efectuar un trabajo interno que le permitirá desarrollar ciertas cualidades y
152
virtudes. Ya lo veis, la gente no razona de esta manera porque no ha sido
instruida acerca de la reencarnación, ni tampoco ha oído hablar de la ley del
Karma, o ley de causa y efecto.
Hay que decir también que por el hecho de considerar a su marido como una
manifestación del Padre celestial, la mujer establece un vínculo mágico con el
propio Padre celestial. Y ¿acaso creéis que esto no trae ningún resultado? Pues
os equivocáis, ya que a partir de ese momento las cualidades del Padre celestial
comenzarán a manifestarse en su compañero, y he aquí que aquel hombre
empezará a cambiar sin saber porqué lo hace. Esto sucede gracias a que su
mujer no deja de repetirle cuando se están amando: “Sí, para mí tú eres el más
bello, el más inteligente, el más sabio!”, con lo cual le está parangonando con el
Padre celestial; aunque en realidad él hombre no ostente dichas cualidades,
estas palabras le seguirán rondando en la cabeza y empezará a esforzarse en
esta dirección para no decepcionar a su esposa. Así pues, una mujer que actúa
de una forma tan lúcida va a lograr mejorarse ella misma con este trabajo y a la
vez será capaz de trasformar a su marido.
En el pasado, las gentes casi nunca llegaban a divorciarse, mientras que
ahora muchos no llegan a estar ni unos pocos meses juntos, sobre todo en los
Estados Unidos. Son demasiado egoístas, demasiado personalistas, todos
quieren que las cosas vayan a su manera. Si esta tendencia continúa, pronto no
existirá ya ninguna estabilidad en el seno de la familia. Los psicoanalistas y los
pensadores tendrán que buscar el modo de resolver este problema y al final van
a encontrarse con lo que nosotros venimos afirmando desde el comienzo, no
podrán hallar otro camino. Por ello, los que ahora están casados no deberían
separarse sin antes reflexionar muy bien, porque existen otras soluciones; El
Señor ha dado a los seres humanos soluciones para todas las circunstancias,
pero hay que encontrarlas. En cuanto a los que no están casados, les diría que
no se apresuren, que se lo piensen con cuidado ya que una vez casados es
preferible no separarse. Es preciso aprender a vivir una vida familiar que pueda
ser un modelo de armonía y de amor.
153
Se puede ser feliz dentro del matrimonio. Sí, esto es posible, pero a condición
de aprender a mirarse uno al otro, de buscar en la pareja el lado divino, antes
que el aspecto externo. Si no se busca este lado divino, por el cual vale la pena
hacer toda clase de sacrificios, el otro lado, el exterior, no va a ser suficiente para
satisfaceros. Observad: si le quitáis a un hombre su alma y su vida, se convierte
en un cadáver y lo primero que dirá su mujer será: “Enterradle...” aunque ella le
ame, porque se ama aquello que está vivo, es la vida lo que amamos, no el
cuerpo. Pues bien, lo que está vivo en un ser es su parte divina, su lado
espiritual, pero esto es algo que casi siempre se olvida. Por esto no es
conveniente casarse mirando sólo el aspecto físico del otro, hay que buscar
también un intercambio de ideas, de sentimientos. El cuerpo físico es siempre el
mismo y al cabo de un tiempo va a producir hastío... En cambio la vida interna es
siempre distinta, renovada, como el agua que corre. Si el ser físico no tuviera
dentro de sí un alma, con todos sus buenos sentimientos, sus ideas y proyectos
positivos, ¿qué sería de él? ¿Por cuanto tiempo se puede vivir al lado de una
mujer tonta y cruel por más hermosa que ella sea?...
Aquellos que ya están casados, deben cumplir con su deber, haciendo lo
posible para mejorar la situación y, si llega un día en que quieren ser libres de
nuevo, podrán serlo, pero a condición de que no haya ninguna deuda por pagar.
Es frecuente hoy encontrarse con muchos hombres y mujeres que desconocen las
leyes del Karma y afirman: “Yo no me casaré nunca!” Pero pasado un tiempo
conocen a alguien y capitulan, casándose con esta persona. No se trata pues de
un tema sencillo, ¿O acaso creéis que todos aquellos que quieren quedarse
solteros lo consiguen? Por supuesto que no! Está escrito: “Son muy pocos los
que pueden permanecer libres. Pero hay algunos solteros que lo llevan como un
castigo, que no ven la soltería como una libertad sino como un pesado fardo,
mientras que para otros es una bendición.” Así que todo es relativo...
Vosotros no podéis saber aún lo que es el matrimonio. El matrimonio es un
gran misterio. Antes de que el matrimonio se celebre entre los humanos, debe
haber ocurrido ya en la naturaleza y en el Cosmos. El verdadero matrimonio es
aquel que tiene lugar entre el espíritu y la materia; De allí nace toda la creación.
Este matrimonio existe dentro de cada átomo y cuando se produce una ruptura
154
entre el marido y la mujer (por la fisión atómica), esta separación lo pulveriza
todo. El marido furioso destruye a su mujer. Mientras estaban casados ellos
vivían en paz y creaban; pero al verse separados por la fuerza, ellos sólo van a
generar explosiones y catástrofes.
El matrimonio es un fenómeno cósmico. En principio es algo que tiene lugar en
lo alto entre el Padre celestial y su esposa, la Madre Naturaleza. Los humanos al
haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, repiten inconcientemente
aquello que se produce en el mundo elevado. Pero esto es algo que la cristiandad
está muy lejos aún de comprender; según ella, el Padre celestial permanece
soltero. Si así fuera, ¿porqué nos casamos nosotros?... Si hacemos algo que el
Señor nunca ha hecho, entonces es que no somos verdaderamente una imagen
Suya. Pero los cristianos siguen sin aceptar a la Madre divina. Todas las
religiones la veneran, excepto el cristianismo. Pero por supuesto, este
cristianismo no refleja la auténtica enseñanza de Cristo. Según la Cábala, Dios
tiene una esposa, la Shekinah, que es una quintaesencia emanada de El mismo,
con la cual El trabaja para crear los mundos. Pero los cristianos piensan que el
Señor se vería disminuido si se dice que El también está casado. Si así fuera, ¿Por
qué entonces El permite que los hombres se casen? ¿De donde han sacado ellos
esta idea del matrimonio?
En realidad, todo lo que se hace aquí abajo es un reflejo de lo que se hace en
lo alto. “Todo lo que está abajo es como lo que está arriba”, ha dicho Hermes
Trismegisto, o sea que lo que se da aquí, entre los humanos, es semejante a lo
que se da allí arriba en el Cielo entre los Arcángeles, porque ellos también se
unen, sólo que sus matrimonios no son exactamente como los de aquí abajo, allí
no esparcen arroz al salir de la iglesia. Por su parte, el Sol también se casa con la
tierra y, gracias a esta unión nacen muchos hijos: los árboles, los frutos, las
flores, las criaturas...
Si la energía no estuviera unida a la materia, ésta última desaparecería o
quedaría informe. Es pues la fuerza, el espíritu, quien le confiere su forma y la
moldea. Y como todo se refleja en todo, el mismo fenómeno va a producirse
155
entre el hombre y la mujer: Es el hombre quien moldea a la mujer y este proceso
se repite por doquier, en toda la creación, desde el nivel del átomo hasta el del
panadero que amasa la harina y le da forma. Bajo millones de apariencias
distintas, siempre hay lo mismo en el fondo, el matrimonio del espíritu y la
materia.
En lugar de casarse con una mujer a la que nunca van a poder satisfacer del
todo y que les hará perder su libertad, impidiéndoles ayudar a la humanidad, los
Iniciados buscan solucionar el problema del amor descifrando el gran libro de la
naturaleza, puesto que es allí donde Dios ha ocultado las claves para
solucionarlo. Observad por ejemplo a las abejas y las mariposas... En general, los
humanos consideran el matrimonio a la manera de las orugas, que devoran las
hojas y estropean los árboles. En cambio, un Iniciado es como la mariposa que
no devora las hojas sino que va directamente a las flores, sin llegar a
estropearlas; ella se nutre de su néctar. Del mismo modo, las abejas se posan en
las flores para recoger el polen y el néctar, y luego se van a trabajar fabricando
la miel que es el mejor de los alimentos. En esto, una abeja obra como lo haría
un alto Iniciado, que ama a todas las flores, es decir a todas las mujeres, pero sin
estropearlas; se limita a tomar de ellas un átomo muy pequeño y más tarde, en
sus laboratorios fabrica la miel que será útil a toda la humanidad. Como veis, las
soluciones a todos los problemas están allí, en la naturaleza. Es allí donde hay
que ir a buscarlas.
El matrimonio, queridos hermanos y hermanas es un reflejo del mayor
misterio que se celebra en lo alto, entre Dios y su esposa, la Naturaleza, Isis. Por
eso lo que hasta ahora han venido haciendo los humanos de una forma
inconciente y ciega, deberán hacerlo en un futuro no lejano con una plena
comprensión de lo que significa. El marido debe aprender la manera de trasmitir
a su esposa las cualidades del Padre celestial y la mujer debe saber impregnarse
de esta conciencia, al tiempo que trasmite a su esposo las cualidades de la
Madre divina. Esto es algo que ellos deberán conservar siempre. Si así lo hacen,
manteniendo ambos la conciencia de darse y trasmitirse recíprocamente aquello
que les falta, llegarán a amarse eternamente. Aunque hayan llegado a una edad
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muy avanzada, podrán amarse igual o mejor que el día de su matrimonio,
puesto que aquello que amarán entonces ya no será el cuerpo, la carne, sino el
alma, el espíritu. Si el cuerpo ya está ajado, envejecido, es algo que carece de
importancia para ellos... Por debajo de sus arrugas hay un alma radiante, y un
alma es algo que no tiene precio! Incluso encontramos expresiones como: “Alma
de mi alma..!”, sólo que hoy por hoy, cuando un hombre le dice esto a una mujer,
en realidad está pensando en otras cosas y sólo intenta encender un poco más el
fuego... Sí, él le está diciendo “Alma de mi alma!” y lo cierto es que se encuentra
a miles de kilómetros de su alma.
Casarse puede ser maravilloso, y para evitaros sufrimientos es bueno que
sepáis esto: Nunca debéis considerar a vuestra mujer o vuestro marido como
algo que poseéis, de lo contrario vais a correr el riesgo de veros envueltos en
grandes contradicciones, puesto que llegará el momento en que sabréis a ciencia
cierta que él o ella no os pertenecen, de modo que sufriréis por ello o haréis
sufrir a vuestra pareja. No hay que pensar nunca que una mujer os pertenece:
Ella ya existía antes de conoceros y seguirá existiendo sin vosotros, no sois
vosotros quienes la habéis creado; Por el momento, ella está a vuestro lado
solamente como alguien asociado a vosotros. Tenéis que lanzar fuera de vuestra
mente aquellas ideas caducas que son el origen de tantas tragedias. Así que
podéis considerar a vuestra mujer como si fuera un socio para esta vida, con
derecho a su propia libertad. Si ella quiere ayudaros en algo, regocijaos, pero no
existe ley alguna que le obligue forzosamente a hacerlo. Ella está unida a
vosotros por su propio consentimiento, y antes de vosotros había tenido ya otros
maridos, no creáis que seáis su esposo para toda la eternidad.
Si un hombre y una mujer estuvieran juntos para toda la eternidad, ellos
vivirían en perfecta armonía; ahora bien, si ocurre precisamente lo contrario, es
porque ellos no se conocían de antemano. Puede ser que se hayan encontrado
por vez primera y que aquella mujer haya tenido antes tantos maridos que la
pobre no podría siquiera recordarlos a todos! Y algo parecido puede suceder con
él, que haya tenido antes muchas otras mujeres! Por otra parte, nadie ha dicho
que en su próxima encarnación tendrá que tener la misma pareja... Así que es
mejor no atormentarse ni hacerse ilusiones. Lo más apropiado es que hombres y
157
mujeres piensen: “Bien, ya que somos socios, debemos colaborar lo mejor
posible, procurar ser honestos, y eso basta! Y si ellos logran mantener entre sí
una buena relación, nuevamente podrán volver a estar juntos. Ya veis como con
esto se van aclarando las cosas.
Debéis comprender que nadie os pertenece, ni la mujer, ni el marido, ni los
hijos; respecto a estos últimos sólo sois unos tutores, nada más. Ellos están con
vosotros para que les eduquéis y debéis hacerlo correctamente o seréis
sancionados. Porque no basta con traer los hijos al mundo para luego
desentenderse de ellos. Hay quien sólo les tiene por el placer que esto
proporciona y luego llama a otras personas para que cuiden de ellos!... No está
bien, pues así sólo se logra crear un karma de cara a estos hijos.
Sèvres, Noviembre 1 de 1965
158
EL AMOR,
LO MISMO QUE EL SOL
ORGANIZA LA VIDA
I
Sèvres a 8 de Mayo de 1966
Conferencia improvisada
Lo que está organizado está vivo, puesto que es la vida la que organiza las
cosas. Dejad correr el agua y veréis cómo ella se encarga de ir dando su sitio a la
arena, a las piedras... Dejad fluir la vida y veréis cómo su poderosa corriente se
encarga de organizarlo todo. Cuando la vida se detiene, todo se dispersa. En
invierno, el Sol está ausente y nada brota, pero he aquí que llega la primavera
trayendo la luz y el calor, la vida comienza a circular, los gérmenes y semillas
empiezan a crecer, a brotar. ¿Qué ocurre con el ser humano? Para él, mientras
el Sol espiritual no brilla, la vida divina no podrá fluir y todas sus semillas
permanecerán allí, latentes.
Todos, hasta los niños saben que el Sol hace brotar los gérmenes, pero no han
llegado a comprenderlo del todo ya que, si así fuera, buscarían el Sol espiritual
para exponerse más y más a sus radiaciones de sabiduría y amor, con lo cual
verán germinar todo lo que Dios ha depositado en ellos bajo la forma de virtudes
latentes, talentos y capacidades. Además del Sol físico, necesitamos del Sol
espiritual que de una manera análoga hará fluir a los ríos, cantar a los pájaros,
florecer y dar frutos a las plantas.
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Hay mucho que decir sobre la palabra "organización". Por lo general, los
humanos la emplean exclusivamente en su sentido mecánico, lo cual es
francamente insuficiente! El que organiza, es el amor. Cuando hay amor entre
los seres, no hay necesidad de organizar ya que todo se va a ordenar de forma
espontánea. Cada uno ya sabe lo que le corresponde hacer y todo marcha de
forma impecable. Pero si les quitáis el amor, se hará necesario entonces
amenazar, condenar y, aún así, las cosas no marcharán. Cuando existe amor en
el seno de una familia, todo funciona por sí solo pero, si deja de existir este
amor, ya podréis amenazarlos a todos con metralletas, no os servirá de nada.
Cuando impere el verdadero amor en el mundo, no habrá que imponer ya leyes a
los humanos, ni obligarles a obedecer norma alguna. Cada uno sabrá
perfectamente lo que debe hacer y así actuarán en perfecta armonía unos con
otros. El amor es lo único que puede organizar las cosas, impulsándolas a crecer,
a florecer. Poned amor en la familia y en la sociedad y veréis como ya no es
preciso decir a sus miembros: "Haced esto o aquello, y pobres de vosotros si no
lo hacéis!", puesto que todos cumplirán su deber con alegría y no habrá más
leyes. Allí donde reina el amor, la ley se vuelve del todo obsoleta.
La ley tuvo su origen el día en que el amor se alejó de la humanidad. En
la época en que los seres eran capaces de amarse y de permanecer fieles, la
institución del matrimonio no existía. El matrimonio se ha creado precisamente
porque los humanos no sabían amarse; ellos se unían de cualquier forma, sin
saber muy bien porqué, para luego separarse. Por ello, era preciso crear este
vínculo que los retuviera, inventar leyes, sacramentos, etc. ¿Acaso se necesitan
papeles, contratos, curas o funcionarios cuando existe amor? Y aún así, con todo
esto son muchas las parejas que luego se divorcian, no se les puede impedir que
lo hagan. Cuando hay amor, no es necesaria ninguna bendición sacerdotal ni
nada parecido, para hacerlo duradero, puesto que Dios mismo ha dado ya su
bendición. Dios está presente siempre en el amor de aquellos que se quieren de
verdad, y el amor mismo es su mejor bendición.
Pero esto no significa que yo esté en contra del matrimonio, ni de las
bendiciones eclesiásticas. Me limito a explicar que se trata de instituciones
humanas, y que si falta el amor, esto es inútil, no podrá arreglar nada. Pero no
160
estoy diciendo que no haya que ir a la iglesia o al registro civil para regularizar
una situación. Os repito tan sólo que aquellos que se aman ya están casados por
la naturaleza, aunque ellos mismos no lo sepan; mientras que los que no se
aman, aunque estén bendecidos por la ley o por la iglesia, no están casados por
la naturaleza.
Sèvres, Mayo 8 de 1966
161
MATERIALISMO, IDEALISMO Y SEXUALIDAD
"ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO"
Bonfin 18/8/1966
Conferencia improvisada
Desde hace siglos y milenios, han hecho su aparición en la historia un gran
número de religiones, ideologías y corrientes filosóficas; pero todas estas
tendencias pueden ser clasificadas en dos grandes categorías: Las que mueven al
ser humano a elevarse por encima de la tierra, y las que al contrario, le impulsan
a vincularse más con ella.
El sistema filosófico que promueven los seguidores de abandonar la tierra,
por ser esta un valle de lágrimas y tinieblas, lo podemos parangonar con el
Budismo, el cual a su vez ha influido sobre otros muchos movimientos
espirituales, incluyendo algunas sectas gnósticas como los cátaros, etc. Por su
parte, la filosofía que intenta llevar al ser humano a estrechar sus lazos con la
tierra, hasta el punto de no querer abandonarla, es sin duda alguna el
materialismo.
"Entonces, me diréis, "¿Donde podríamos ubicar al cristianismo?" Ah, el
cristianismo es otra cosa; en sí mismo no sabe a ciencia cierta lo que es, no se
conoce. Pues una cosa es el cristianismo y otra la filosofía de Cristo. Si yo hubiera
estado satisfecho de todo lo que la Iglesia y los teólogos nos cuentan sobre los
evangelios, no habría tenido que acudir directamente al pensamiento de Jesús.
Ya os he comentado varias veces que, durante años estuve dedicado a penetrar
en su pensamiento, intentando comprender lo que él decía en realidad, y os he
dado ya muchas pruebas al respecto. Evidentemente, estas no pueden constituir
pruebas tangibles para vosotros, pero si accedéis al menos a reflexionar, a
observar y comparar las cosas entre sí, es probable que aceptéis estas
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explicaciones, puesto que bajo esta óptica las cosas van a corresponder mejor,
van a parecer más valiosas, más acordes con la realidad, más aplicables.
Ahora, para que podáis comprender mejor lo que os acabo de explicar acerca
de estas dos tendencias filosóficas, veamos lo que ocurre con el ser humano:
Cuando nace, el niño sólo busca acercarse a la tierra y lo hace al punto de
moverse sobre sus cuatro extremidades, queriendo tocar todo lo que ve, o
llevándolo todo a la boca. Luego, a medida que va creciendo, he aquí que su
corazón se despierta, comienza a interesarse por el sexo opuesto, se enamora y
sólo desea fundar un hogar... En este momento aún se encuentra muy pegado a
la tierra, sólo piensa en poblarla con su progenie y ofrecerle sus propias
realizaciones. Va a ser mucho más adelante, cuando la persona ha gastado ya
todas sus energías, y estando agotada comprende que ha envejecido y que no
llegará a realizar todos sus deseos... sólo entonces sobreviene el cambio: la tierra
deja de interesarle tanto y comienza a pensar en el otro mundo, a distribuir sus
riquezas. Aquel individuo que hasta hace poco sólo pensaba en comer, beber,
tener hijos y acumular riquezas, como si fuera a vivir eternamente sobre la
tierra, de pronto cambia y se trasforma en otro ser, desmotivado, impersonal,
fatigado, frío, aburrido, que se prepara para abandonarlo todo e ir al otro
mundo. ¿Pero, qué ha ocurrido? La causa primordial de esta trasformación se
basa simplemente en el debilitamiento del instinto sexual.
Veréis ahora cómo es la fuerza sexual la que determina en el ser humano la
naturaleza de su filosofía. Mientras la persona posee esta energía, acepta vivir
sobre la tierra, pero cuando esta fuerza le abandona quiere morir. Esta es la
razón por la cual algunos Iniciados de la antigüedad, al ser conocedores de este
fenómeno, de donde se originaba y de qué dependía, enseñaron a sus discípulos
que, si se proponían dejar atrás la tierra, junto con todas sus limitaciones y
sufrimientos, para ir hacia un mundo de gozo, de luz y beatitud, debían suprimir
las manifestaciones de la fuerza sexual, abolir las relaciones amorosas, desechar
las pasiones y deseos, abstenerse de mirar los cuerpos desnudos y de frecuentar
personas del otro sexo, etc. De lo contrario, volverían a verse sujetos dentro del
engranaje material y obligado a permanecer pegados a la tierra.
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Así, queridos hermanos y hermanas, este ha sido el origen de las diversas
tendencias filosóficas y religiosas. En lo más básico se sitúa la fuerza sexual, el
amor entre los sexos y, en segundo lugar, la actitud que los seres humanos
adoptan respecto a esta energía, que dará lugar a dos enfoques filosóficos
opuestos: Uno intenta darle salida mientras que el otro intenta suprimirla. Por
supuesto, hay también otras filosofías, pero todas ellas pueden incluirse en
mayor o menor grado dentro de estas dos categorías. Si se trata de no seguir
sufriendo aquí en la tierra, si lo que se busca es acceder a la eternidad y a la
inmortalidad, no hará falta preocuparse por la propagación de la especie, ya que
este sería un vínculo con lo terrenal, que lleva consigo otros lazos, con el padre (o
la madre) de estos hijos, aparte del vínculo físico con los propios hijos, que son
de la misma carne y sangre que los padres, y de los otros lazos psíquicos que
pueden establecerse con ellos, ya que también van a heredar algunos rasgos del
carácter, del alma y del espíritu de los padres. Es por esto que la filosofía budista
enseña que incluso cuando un ser humano ha dejado ya su cuerpo y puede
pensarse que se ha liberado totalmente, esto no es del todo cierto, puesto que
aún van a perdurar los vínculos con sus hijos y parientes, de forma que durante
un tiempo se verá obligado a permanecer en las regiones inferiores del plano
astral, para estar así cerca de los humanos, y sobre todo de los miembros de su
propia familia, observándoles, guiándoles, participando en sus vidas e incluso
nutriéndose a través de ellos. Según la misma filosofía, para poder ser libre hay
que evitar el matrimonio y los hijos, puesto que aquellos que han aceptado
casarse y tener una familia para que su nombre pueda subsistir, serán atraídos a
través de su descendencia, y la zaga de su propio nombre les obligará a
descender a la tierra ya que desde aquí, su familia pensará en ellos y les llamará.
Así, todos estos vínculos que los humanos han creado, les van a impedir
permanecer en las regiones superiores.
Los Iniciados, que son conocedores de estas realidades, han trasmitido toda
una filosofía para aquellos que verdaderamente no quieren echar raíces sobre la
tierra; es la filosofía del ascetismo, del idealismo, de la castidad. Esta filosofía es
verdadera puesto que se basa en conocimientos profundos y ocultos, pero si
puede adaptarse más o menos a nuestra época, esto ya es otra cuestión; puede
ser que hoy por hoy no sea la más conveniente, y este es uno de los problemas
que hay que saber resolver.
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Vamos a dar ahora una ojeada a la filosofía de los epicúreos, los materialistas
y todos aquellos que se inclinan totalmente hacia la tierra, buscando incluso
servirse de los descubrimientos de la ciencia con el único fin de prolongar al
máximo su existencia. Puede ser que ellos también estén en lo cierto. Nuestra
tarea es pues la de sopesar y examinar a fondo estas dos tendencias, para luego
considerar la posibilidad de una tercera filosofía, que podría ser la más acertada.
Aquellos que sólo piensan en vivir lo mejor posible aquí en la tierra, comer,
beber, traer hijos al mundo, enriquecerse y abrir luego sucursales por todas
partes, con el objeto de tener el mundo entero entre sus manos, ¿Acaso no están
actuando bien? Sí, no hay duda, ellos son en esto idénticos a los gusanos: Los
gusanos son útiles, ellos aspiran la tierra y la hacen pasar a través de su cuerpo,
para luego expulsarla por el otro extremo, de forma que esta tierra que ha sido
trabajada de esta forma va a ser más propicia para las plantas y la vegetación.
Los materialistas hacen lo mismo que los gusanos: tragan y tragan, es decir,
trabajan sobre la materia bruta, inerte, trasmitiéndole parte de su vitalidad y
preparándola para otros procesos. Así que no hay que calumniar a los
materialistas; ellos son de utilidad puesto que ayudan a trasformar la tierra
haciéndola pasar a través de ellos. El Creador ha distribuido muchos oficios entre
los humanos y aquellos que han optado por este oficio son útiles para el planeta.
Observad: Hay tanta materia para ser trasformada! Y una vez que ha sido
trasformada, los espiritualistas van a usarla en un nivel superior, ya que ellos
están empezando a trabajar sobre una materia más sutil: Los espiritualistas van
a trabajar sobre las ideas y los sentimientos, que a su vez van a ser trasformados
para servir a otros seres más elevados. Existe así toda una cadena
ininterrumpida de seres que laboran para trasformar la materia. Las plantas
trasforman la materia mineral; los animales trasforman la materia vegetal; los
humanos trasforman la materia animal, y así sucesivamente hasta llegar a Dios.
Ya os he comentado que Dios se nutre de los frutos que le aportan los
Querubines y Serafines, aunque ésta es sólo una imagen para facilitar vuestra
comprensión.
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Ahora bien, ¿Cual puede ser esta tercera solución a la que me refería antes?
El cristianismo podría ser la verdadera filosofía si los cristianos tomaran
conciencia de que, además de ser religiosos y espiritualistas, deben ocuparse
también de la tierra, trabajar sobre ella con sus ideas, sus sentimientos y sus
actos para hacer de ella un jardín donde Dios pueda venir a pasearse. Ni los que
sólo quieren gozar de lo terrenal, ni los que piensan que hay que dejar la tierra
para poder realizar algo, tienen razón del todo. La tercera solución, que es la
verdadera filosofía de Cristo y es también la nuestra, no consiste en huir ni
desertar de la tierra, sino en impregnarse de todas las cosas celestes para hacer
que el Cielo descienda sobre la tierra hasta convertirla en el paraíso, en el Reino
de Dios. De este modo, trabajar sobre la materia no significa ser materialista, y
tampoco hay que ser un asceta o un budista, ya que no se trata de evadirnos de
la tierra Esta es precisamente la filosofía que Jesús vino a trasmitir a la
humanidad.
Existe una tradición según la cual Jesús estuvo en la India siendo aún muy
joven; Allí entró en contacto con los brahmanes y les increpó diciéndoles:
"Vuestra filosofía es muy completa pero entonces ¿Para qué habéis venido a la
tierra? ¿Sólo para intentar dejarla?... No, habéis venido para hacer una labor en
ella, se os ha enviado para que seáis obreros. Cuando hayáis terminado vuestra
tarea, es evidente que podréis retornar a vuestra patria para descansar un poco
y para tener nuevas inspiraciones antes de volver a descender aquí para
continuar vuestra labor. Pero aquí habéis venido a trabajar." Y les reprochó
diciéndoles: "Sois temerosos y débiles, sólo estáis pensando en huir de aquí. Pero
si realmente vuestro sitio fuera el Nirvana, entonces ¿que os ha hecho bajar a la
tierra?" Hubo así terribles discusiones con los brahmanes, hasta el punto de que
llegaron a perseguir a Jesús para matarle, pero él ya había partido siguiendo
una caravana que venía hacia Palestina, donde tendría que enfrentarse a los
fariseos, los saduceos y los doctores de la ley de Israel. Pero aquí ya él no quiso
escapar a la muerte. Jesús fue un gran revolucionario, pero los cristianos
desconocen muchos detalles de su vida, como el de haber estado con los
brahmanes en la India. Por donde iba, Jesús provocaba toda una revolución. Por
supuesto, no puedo probaros estos hechos, por lo que debéis considerarlos como
un tema de reflexión para vosotros, pero aún siendo así, por encima de la
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controversia que esto pueda suscitar, yo os lo digo. Que lo creáis o no, es asunto
vuestro.
En realidad, Jesús no llegó a criticar la filosofía de Buda, la cual no es de modo
alguna ingenua; Buda vino para aportar una enseñanza luminosa y formidable,
pero cuya validez estaba circunscrita a una época determinada. Cada Maestro
que viene a encarnarse aporta un nuevo aspecto de la verdad. Por eso Jesús, en
lugar de seguir haciendo como Buda, orientando a los humanos hacia el mundo
causal que para ellos es algo tan lejano, optó por dirigirlos hacia el trabajo que
les corresponde llevar a cabo aquí en la tierra. Ya os he dicho que esta es la
razón por la cual toda la filosofía de Jesús está resumida en aquella plegaria que
nos enseñó. * Esta oración constituye todo un programa: "Padre Nuestro que
estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase
Tú voluntad, así en la tierra como en el Cielo..." Los budistas nunca han dicho
que la tierra debe ser como el Cielo, al contrario, buscan abandonarla para ir al
Cielo, sin pensar en que es posible que la tierra se trasforme. En cambio Jesús
afirma que llegará un día en que los humanos se unirán para trasformarla y
hacer de ella una morada para que los espíritus de luz puedan habitarla. El así lo
creía y nos dejó todo un programa para realizarlo.
Con todo, para que la tierra llegue a ser como el Cielo no basta con rezar y
decirle al Señor: "Hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo!" Así no se va
a lograr nada. Somos nosotros con nuestra labor quienes estamos llamados a
realizar este proyecto. Que nadie se imagine que sólo por estar cruzado de
brazos y meditando en dejar la tierra, el Señor va a venir a ordenarlo todo, por
supuesto que no! Esta plegaria sólo podrá realizarse mediante el trabajo de
cada uno. Y puesto que en el Cielo reinan el orden, la armonía, la felicidad y el
amor, hay que intentar instaurar aquí en la tierra un orden, una armonía, una
dicha y un amor en todo semejantes a aquellos...
Si algunos cristianos que han sido influenciados por el budismo quieren
abandonar la tierra, esta es otra cuestión; pero ellos deben saber que Jesús
nunca predicó esta clase de filosofía, y que se trata de ideas que han venido
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surgiendo posteriormente. Es natural que una religión no permanezca siempre
con el mismo nivel de pureza que tuvo en su comienzo, sino que vaya recibiendo
influencias sucesivas de otras religiones y filosofías. Es el caso de la religión
judaica, que ha sido matizada por la influencia de otras religiones próximas a
ella, como las de los Asirios y los Babilonios, y en esto fue responsable Salomón,
por haberlo permitido. Ya sabéis que Salomón tuvo muchas mujeres, la mayoría
de ellas extranjeras que provenían de diferentes países, con distintas creencias
religiosas. Y puesto que cada mujer estaba consagrada a su respectivo dios,
Salomón para complacerlas a todas tuvo que permitir que se les rindiese culto a
todos ellos: Belfegor, Baal, Astarté, etc.
La religión de Jesús, queridos hermanos y hermanas, nos ofrece la mayor
espiritualidad orientada hacia una labor que es preciso desarrollar aquí en la
tierra. De modo que todos aquellos que han buscado refugiarse en cuevas,
conventos o monasterios, aunque vayan bien intencionados sólo piensan en
salvar su alma, y esto no es amor, no es esta la enseñanza de Cristo. Ellos han
cedido a la influencia de algunas religiones orientales, que siempre han tenido
un marcado carácter individualista. Sí, los espiritualistas orientales son
individualistas e incluso cuando están reunidos entre ellos, cuando van a orar o a
comer juntos, cada uno está pensando en desarrollar sus propios poderes, sus
chakras, su clarividencia. Es sólo hoy en día, cuando han empezado a entrar en
contacto con los países de Occidente y especialmente con Inglaterra, que los
orientales empiezan a hablar de la colectividad y la fraternización entre los
hombres, aunque siguen siendo de todos modos bastante individualistas.
En el pasado, cuando este ideal de fraternidad no era patrimonio de ninguna
religión, fue Jesús quien se refirió a él cuando dijo: "Jerusalén, Jerusalén...
cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como el ave que reúne a sus
polluelos bajo sus alas..." Con esto, él ya estaba refiriéndose tácitamente a un
camino de fraternidad y amor entre los humanos. Y cuando rezaba pidiendo que
todo fuera en la tierra como en el Cielo, esto es porque allá en lo alto todos los
seres son como uno sólo; ellos se aman y se comprenden mutuamente, mientras
que aquí en la tierra todo está separado, desunido, disperso, hostil. En tales
condiciones no es posible instaurar aquí abajo el orden que prevalece en el Cielo.
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Jesús ha traído la enseñanza del amor, mientras que los demás han dado
mensajes de sabiduría, de conocimiento, de separativismo, de poder. Ya sé que
vais a decirme que Buda también predicó la compasión, sí, es verdad, pero nadie
ha llegado a hacerlo como Jesús, con la misma altura y claridad; en este campo,
Jesús se muestra verdaderamente excepcional, y fue por esto que le crucificaron,
porque él quiso cambiar el orden establecido. Al frecuentar las gentes más
sencillas e incluso algunos criminales y mujeres públicas, estaba tergiversando
todas las normas. Era algo nunca visto: personas que habría que lapidar, y él se
sentaba a la misma mesa con ellas, las invitaba y aceptaba ser invitado por ellas.
Aquellos que velaban por mantener la estricta separación de las clases sociales
nunca podrían aceptar algo así. Y cuando vieron que él estaba revelando las
cosas más sagradas a las gentes comunes y corrientes, decidieron que debía
morir. Jesús fue crucificado porque al traer la religión del amor estaba echando
abajo las barreras que se mantenían incólumes por muchos siglos. Es por esto
que yo veo a Jesús como un ser verdaderamente grande, como un Prometeo. El
trajo a la humanidad el fuego del amor y es lógico que terminara en la cruz, pues
tal es el fin de todos los Prometeos.
Os venia diciendo que la fuerza sexual es lo que ata los seres humanos a la
tierra, pero sin llegar a esclarecerles, sin que puedan vincularse a las regiones
más superiores, de modo que no es suficiente. Por su parte, la sabiduría que ha
iluminado a ciertos Iniciados les ha impulsado hacia las regiones más sublimes,
haciendo que pierdan todo deseo de continuar viviendo aquí en la tierra, lo cual
tampoco es aconsejable. Aquellos que han intentado suprimir de raíz esta fuerza
que Dios les ha dado, sólo piensan en morir y abandonarlo todo, ya que sólo la
energía sexual puede mantenerles cercanos a la vida, hacerles amar la vida. Si
dejáis que esta fuerza circule dentro de vosotros sin que por ello seáis causantes
de inundaciones y desastres, sino que la dediquéis a regar aquellas flores divinas
del jardín celestial, la vida llegará a ser para vosotros algo tan maravilloso que
nunca querríais interrumpir por motivo alguno. Pero si suprimís esta energía, la
vida perderá todo su sentido y sólo pensareis en morir. La fuerza sexual y el amor
van estrechamente ligados a la vida. Por esto, para sentir auténticamente la
belleza de la vida, es preciso que la energía sexual fluya armoniosamente. Nunca
se debería suprimir esta fuerza; los místicos, los religiosos y tantos otros que así
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lo han hecho, han incurrido en el mayor de los errores, aunque para ellos haya
estado justificado por su anhelo de acceder al Nirvana, han elegido un camino
tan frágil, tan blando, que uno se pregunta si algún día llegarán. Porque si en
realidad se quiere llegar al Nirvana, el amor tiene que formar parte del camino.
Por ello, aquel que tiene claro todo esto se unirá al Cielo, al Creador, guardando
al mismo tiempo esta energía para consagrarla al Reino de Dios, con lo cual
obtendrá finalmente ambas cosas: vivir la vida intensamente y luego fundirse
con el Creador, con el Cielo. Y cuanto más se haya elevado, más podrá trabajar
para la tierra, de modo que ésta solución será la más perfecta de todas: al
mismo tiempo se vive para el Cielo y se trabaja sobre la tierra. De cualquier otra
forma la vida no tendrá pies ni cabeza, no podrá haber verdadera armonía.
Es lamentable que los humanos no hayan llegado a comprender esto y por lo
mismo siempre estén inclinados a irse a los extremos, bien sea adoptando
actitudes totalmente materialistas o lo contrario, aunque en este caso no cabe el
término "espiritualistas", puesto que los que sólo quieren morir no son
precisamente espiritualistas, no sé cómo podríamos denominarlos... En cualquier
caso, aquellos que han optado por suprimir la fuerza sexual con el fin de evitar
sucesivas encarnaciones, sin duda van a encarnarse de nuevo, y no se sabe
cuantas veces!, hasta que aprendan que no hay que suprimirla. El Cielo los hará
retornar a la tierra diciéndoles: "Ignorantes! Pero, ¿Quien ha cometido la
simpleza de induciros a suprimir una energía que Dios creó hace millones de
años con tan alta sabiduría? ‐Ah, responderán algunos, es que lo hemos leído en
tal o cual libro donde dice que..." Lo han leído en los libros! Acaso, ¿Cuántas
verdades dicen los libros? Sólo Dios lo sabe!... La gente no se preocupa por
verificar lo que se afirma en los libros, sino que se limita a creer ciegamente y de
ahí proviene tanto despropósito! Y puesto que muchos de los autores de tales
libros ya se han ido al otro mundo, no se les puede reprochar lo que pasa luego,
aunque más de uno debe estar ardiendo en las marmitas del Infierno para
purgar sus crímenes contra el amor. Se ha dicho que el único pecado que resulta
imperdonable es el pecado contra el Espíritu Santo. Y este no es otro que el
pecado contra el amor, ya que el Espíritu Santo es el Amor mismo y las faltas
contra este Amor no se perdonarán jamás. *
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Por esto, teneis que comprender que no hace falta suprimir, bloquear ni
aniquilar esta fuerza, que es la más poderosa, la más divina de todas las fuerzas.
Sólo hay que aprender a canalizarla, saber utilizarla, santificarla. De lo contrario,
no querréis vivir más sobre la tierra y sólo buscareis la muerte. Pero no os
imaginéis que vayáis a ser más felices estando al otro lado, no. Si habéis vivido
como bestias aquí en la tierra seguiréis viviendo como bestias en el otro mundo.
Allí no se recibe instrucción, simplemente se verifican las cosas, hay un continuo
proceso de verificación... Cada uno podrá verificar la profundidad de sus errores
o la calidad de su inteligencia, o el esplendor de sus aspiraciones artísticas... Es
aquí, en la tierra, donde recibimos instrucción, y si no lo hemos hecho aquí no
esperemos recibirla en el más allá, porque lo único que podremos hacer será
constatar que no hemos aprendido nada, y nada podremos hacer, ni siquiera
corregir los errores que cometimos. Si por ejemplo, uno se da cuenta de que ha
sido cobarde, celoso, colérico y vanidoso en este mundo, nada podrá cambiar
desde el otro. La única forma de poder trasformar algo es volver a descender
aquí, lo cual equivale a encarnar de nuevo para intentar reparar los daños
causados. He aquí algo que no sabíais: vosotros pensabais que, por el hecho de
abandonar la tierra, hasta los más burros se convertirían en modelos de
sabiduría...! Ya os podéis figurar que no es así. Por esta razón, cuando se llama a
través de un médium al espíritu de algún imbécil muerto hace ya siglos, se
comprueba que este continúa razonando de igual forma. ¿Cómo es posible que
después de tantos siglos no haya cambiado y al menos haya aprendido a
expresarse un poco mejor? Pero dejémoslo...es un tema sobre el que se podrían
decir tantas cosas!
Si bien es verdad que se ha difundido una filosofía que induce a los hombres a
cortar todo vínculo con las mujeres y no traer más hijos al mundo,
permaneciendo castos, solitarios... en fin, convirtiéndose en solterones
empedernidos!, es porque hubo una época en que los hombres sólo anhelaban
dejar la tierra para vivir un estado de dicha infinita en el Nirvana. Los que no
aceptaron esta idea siguieron casándose, teniendo hijos y estando apegados a la
materia; pero en realidad ninguno de los dos bandos está en la verdad, yo no
votaría por ninguno de ellos. Está claro que no quiero irme al Nirvana,
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abandonando a mis hermanos y hermanas, siendo que precisamente vengo de
allí.
Ya he disfrutado bastante de todo aquello y por eso, cuando veía a los
humanos y les oía llorar, lamentarse, sufrir, pedí que me dejaran bajar a la
tierra. Ya se que esto es algo que no puedo probaros, pero como tampoco es
necesario hacerlo, vamos a dejarlo así.
Por ahora, intentad aceptar esta filosofía. Dejad a un lado los libros y todo lo
que otros han podido deciros y que no llega a poseer ni la mitad de la verdad.
Todos aquellos que no han llegado a ver las cosas con claridad y amplitud, han
tenido que contentarse con interpretaciones limitadas, insuficientes para
expresar la verdad. Yo os presento la tercera solución: al seguirla, estaréis
unidos a la Fuente con toda vuestra alma y todo vuestro espíritu, sin que por ello
tengáis que dejar la tierra, ya que seguiréis desarrollando vuestra labor aquí
abajo. Esta es la tercera vía de solución y más adelante podréis comprender que
es la más adecuada. Hasta ahora, los que han intentado ganar el Cielo han
olvidado por completo la tierra, y esto no constituye una solución. La verdadera
solución es tener al mismo tiempo los dos, Cielo y tierra, es decir, tener la cabeza
en el Cielo y los pies sobre la tierra, procurando ser a la vez realistas y místicos.
Pero vais a encontrar pocos ejemplos de ello, todos han sido una cosa o la otra.
Nunca habéis encontrado, por ejemplo, un religioso o un místico que esté
comiendo y diga "Oh, que maravilla, está delicioso, extraordinario!" No, todos
ellos comen como si estuvieran obligados a hacerlo, como si el alimento no
tuviese gusto alguno pues, según ellos, si se experimenta algún placer al comer,
esto no es ni místico ni religioso! Si algunos me vieran a mí comiendo,
inmediatamente me clasificarían diciendo: "Este no es un espiritualista",
observad lo que hace, está encantado, lo dice él mismo al comer, esto es algo
que nunca se debería hacer, un espiritualista no suele comer con tanto apetito."
Pues bien, me da lo mismo lo que piensen. Por mi parte, estoy absolutamente
convencido de que, incluso al comer, es posible unir la tierra y el Cielo.
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Aunque mis explicaciones no lleguen a convenceros del todo por ahora, las
cosas pueden dar muchos cambios de aquí a un tiempo, cuando hayáis
comprobado que he logrado encontrar soluciones para muchos problemas que
otros no habían podido encontrar, bien sea porque no se habían atrevido a
enfrentarlos, o porque no habían realizado la correspondiente síntesis: o bien
daban libre curso a la fuerza sexual hasta terminar en el caos, o la suprimían por
completo para convertirse en eunucos, ya que cortar esta energía equivale a
aniquilarse y a perder el gusto, el sentido de la vida, trasformarse en seres fríos,
crueles, insensibles... ¿Qué podemos esperar de un eunuco? ¿Acaso podrá
escribir poemas o componer sinfonías? No, con un eunuco no hay posibilidad de
creación alguna, es como si estuviera muerto, acabado.
Naturalmente, la tercera solución es algo que en principio va a hacer trabajar
a los discípulos, ya que se trata de un método innovador y como todo lo nuevo es
algo que requiere esfuerzo para ponerlo en práctica. Ocurre a menudo que las
gentes tienden a hacer a un lado aquello que les exige una dedicación y una
labor metódica. Pero suprimir algo que uno mismo no ha experimentado aún, no
es una buena solución. Por ejemplo, suprimir a un enemigo que nos amenaza no
es la mejor solución; hay que dejarlo entrar en acción, dejar que nos ataque y
entonces sí, buscar el mejor medio para llegar a ser tan fuertes y poderosos que
lleguemos a sobrepasarle y a vencerle. Pero no hay que suprimirlo,
sencillamente porque si lo hacemos estaremos suprimiendo también algo dentro
de nosotros mismos. Los seres humanos desconocen estas leyes y por esto
piensan que es conveniente suprimir la fuerza sexual, para poder estar
tranquilos. Ya, ya, pero observad: Allí donde hay un río o un torrente siempre va
a haber riesgo de inundación ¿Qué es pues lo más indicado? Suprimir el torrente
por el temor a la inundación no lleva a ninguna parte, no es inteligente, ¿Porqué
no pensar más bien en utilizarlo? De hacerlo así, habrá agua suficiente para
regar vuestros campos, o incluso obtener de allí electricidad. En cambio, si lo
anuláis, se va a generar una sequía tal que moriréis de hambre. De un modo
análogo, al suprimir la energía sexual, estaréis anulando muchas otras cosas en
vosotros mismos.
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Vosotros diréis: "Pero, es que resulta tan difícil trabajar con esta energía!"
Pues bien, precisamente por ser difícil, hay allí una inmensa potencialidad y la
promesa de grandes adquisiciones. Oh, por Dios! ¿Cuántas veces tendré que
repetiros lo mismo? Parecería que nadie quiere tomar el toro por los cuernos, y
esto es justamente lo que representa el toro: la fuerza sexual. El Signo de Tauro
está regido por el planeta Venus, pero la energía sexual está influenciada
también por la Luna, es decir, por la imaginación. Hay pues una relación
simbólica entre los cuernos de la Luna y los del toro; tomar al toro por los
cuernos es dominar la fuerza sexual y la imaginación. Aquel que no emprenda
esta labor siempre va a ser derribado por el toro. Pero no se trata de matar al
toro, sino de domesticarlo, saberlo controlar. Nunca he dicho que matéis al toro;
como acabamos de ver, esto significaría anular del todo esta energía primordial
que sostiene la vida, con lo cual sólo se va a desear la muerte. De hecho, cuando
me encuentro con personas que están afectadas por una profunda tristeza y que
han perdido el deseo de vivir, ya sé que existe una anomalía en este ámbito,
puesto que no es normal deprimirse hasta el punto de querer la propia muerte.
El amor trae consigo la alegría, la dicha de vivir; y si alguien ha perdido esta
alegría es porque el torrente de agua ha sido desviado y hay otros que están
usándolo para regar su jardín, o bien, existe una deficiencia en cuanto al caudal
mismo. En todo esto va a jugar un papel muy importante la psicología.
Durante siglos, la religión ha venido propagando teorías totalmente erróneas,
con el resultado de que hoy en día la gente suele tener tantos complejos que
resulta casi imposible curarla. Hagan lo que hagan, van a sentir remordimientos,
van a estar atormentados. Para salvar a la juventud hará falta toda una nueva
educación que puede durar años. Nunca es necesario suprimir la fuerza sexual,
por el contrario, es preciso disponer de muchos mecanismos, muchos
conocimientos, mucha energía y voluntad para poderla impulsar hacia lo alto.
Nada puede ser más útil, más provechoso, más maravilloso que esta energía. Es
una fuerza divina que proviene de lo más alto, de Dios mismo. Allí donde la
vemos manifestarse, en realidad sólo estamos viendo sus recipientes, y se suele
confundir la fuente con el recipiente. Lo mismo pasa con la lluvia, que se recoge
en las cisternas y otros recipientes, pero en realidad viene de lo alto.
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En los tiempos actuales, la gente se halla tan lejos de la verdad que, cuando
ven a una jovencita o a un muchacho que poseen mucha energía de este tipo, lo
que hacen es reprochárselo. Cómo si los jóvenes tuvieran que ser insensibles!, o
como si estuvieran muertos! Vaya mentalidad la de estos adultos. Al pensar de
este modo sólo están demostrando su propia ignorancia, puesto que esta
energía es la que permite que todo crezca y todo florezca, la que da vitalidad a
todo. Pero ahora, cuando surge un muchacho pletórico de esta energía, todo el
mundo le critica, le avergüenza, le condena, siendo que se trata de un ser
privilegiado, es como si poseyera una mina de carbón, o un pozo de petróleo;
pero el caso es que en lugar de ayudarle, todos quieren quitarlo del camino,
atacarlo; nadie va a decirle. "Bravo, muchacho, que suerte has tenido al contar
con esta riqueza!...Pero debes saber también que si no actúas con inteligencia,
esta misma riqueza será la causa de tu desgracia." Esto es lo que habría que
decirle, pero por el contrario, le hacen a un lado y en cambio, cuando se trata de
un joven frío, se le acoge. Pero, ¿Qué podrá hacer este con su frigidez? Nada en
absoluto! Yo mismo también fui educado de esta forma y todavía peor que
vosotros. Si supierais cómo se nos educaba en Bulgaria hace sesenta años!... De
modo que mientras las aguas fluyan y podáis beneficiaros de ellas, debéis
trabajar con ellas. Si no lo hacéis así, llegará el día en que se agotarán los
manantiales y no os quedará otro remedio que recoger vuestro equipaje y
emprender la retirada al otro mundo, ya que seréis del todo inútiles, muertos
vivientes, cadáveres que aquí ya no sirven para nada. Sólo esta energía es capaz
de limpiar, de purificar, de vivificar.
Vosotros diréis: "Pero hay también personas de edad avanzada que no
disponen ya de esta fuerza y no obstante son tan gentiles, tan brillantes, tan
puros..." Es cierto, estas personas ya no tienen esta energía, pero el hecho es que
han vivido de una forma tan razonable e inteligente que, incluso habiéndose
agotado en ellos esta fuente, aún pueden gozar de sus resultados. Cuando aún
disponían del caudal, ellos tuvieron la precaución de llenar sus cisternas para el
día en que dejara de fluir, de modo que aún ahora en la vejez parecen jóvenes
llenos de vida, gracias a que han obrado con inteligencia. En cambio los otros,
aquellos que lo han derrochado tontamente, al llegar a viejos ‐si es que llegan‐
es preferible que no vayáis a ver lo que les habrá ocurrido!
175
En esta vida, todo está puesto delante de vuestros ojos, pero vosotros no lo
comprendéis. Todo lo que os digo lo he aprendido directamente del libro de la
naturaleza, no estoy inventando nada. Sigue siendo muy claro, queridos
hermanos y hermanas, dejando aparte los detalles y las excepciones, que existen
dos filosofías en el mundo: El materialismo y el idealismo (aparte del budismo, el
maniqueísmo, el catarísmo y algunos aspectos aún desconocidos del
cristianismo, puesto que este último ha sido muy mal comprendido); estas dos
filosofías corresponden también con las dos grandes etapas de la vida: la
juventud y la vejez. Los jóvenes se interesan por la vida, la tierra, los hijos,
mientras que los viejos piensan en lo que les espera en el más allá. Por supuesto,
hay excepciones, pero aquí no las tendremos en cuenta. Lo esencial es
comprender que existen estas dos tendencias filosóficas y que la verdad va a
encontrarse en la tercera solución, que toma de cada corriente el lado más
positivo. ¿Necesitáis todavía más aclaraciones? Pues bien, ya irán llegando a su
debido tiempo.
Por ahora me parece que, sean cuales sean las explicaciones que yo puedo
daros, sólo retenéis una parte de ellas, aquella que se adapta más al nivel de
cada uno de vosotros; el resto lo dejáis de lado. Así, en el curso de unos días o
unas semanas, podréis ir guardando otros aspectos de estas explicaciones hasta
que vayáis completando gradualmente vuestros conocimientos. Sé que ninguno
de vosotros está preparado para retener todo lo que os acabo de decir, sólo
podéis recoger unos trozos por acá, otros por allá, de modo que lo demás se
queda sin digerir, sin aceptar, como si no lo hubierais recibido. El cerebro es en
cierta forma como un estómago que tiene afinidades con tal o cual alimentación,
y esta es la que va a poder digerir mejor, rechazando las demás. Por ejemplo, si
preguntáis a una mujer qué es lo que ella recuerda mejor de toda su vida... No os
citará nada que tenga que ver con las matemáticas, la física o la filosofía,... pero
en cambio os hablará de aquellos días en que conoció a su amado, los primeros
encuentros que tuvieron, los besos, las promesas, los aniversarios, los regalos
que ella recibió... veréis qué memoria más prodigiosa!...
Bonfin, Agosto 17 de 1966
176
VIVID CON AMOR ¡
I
Sèvres el 23 de Enero de 1966
Conferencia improvisada
Ya sé que os parecerá que vuelvo muy a menudo sobre un mismo tema. No
estáis acostumbrados a este método y os gustaría oír hablar de otras cosas. Lo
cierto es que siempre hay que ocuparse de lo mismo, pero analizándolo bajo
diferentes perspectivas: Según se trate de la mañana, de la tarde, de la noche o
de los momentos antes de ir a comer... descubriréis que una cosa adquiere
contornos distintos, ella respira, ella cambia. Si observáis un mismo jardín en
primavera, verano, otoño e invierno, veréis cuantas variaciones pueden tener
lugar en él! En cuanto a la espiritualidad, es necesario volver constantemente
sobre un mismo tema, estudiándolo bajo todas sus facetas.
Son ya tantas las veces que os he recomendado comer con amor, sonreír,
pensar, vivir con amor! Pero vosotros no lo habéis tomado en serio, es algo que
está por fuera de vuestro interés, porque ni siquiera habéis comenzado a
practicarlo. Sin embargo, cuando os decidáis podréis comprobar lo maravilloso
que resulta comer, respirar, estudiar, trabajar, vivir con amor... y dar gracias por
ello.
Ayer me encontré con un hombre que se sentía muy desgraciado. Le
pregunté: “¿Se ha acordado hoy de dar gracias?” Me respondió: “¿Gracias de
qué? ¿Porqué habría de darlas?” “Venga, le dije, ¿Puede usted caminar y
respirar?...‐Sí. “¿Ha desayunado?” ‐Sí. ¿”Puede abrir la boca y hablar?” ‐Sí.
“Pues debería agradecerlo al Señor, ya que hay muchos que no pueden caminar,
ni comer, ni abrir la boca siquiera. Usted se siente tan desgraciado porque
177
nunca piensa en dar gracias. Para superar su situación tiene que reconocer ante
todo que no hay nada más maravilloso que el hecho de estar vivo, poder
caminar, ver, hablar.” Pero los humanos no se dan cuenta de esto, sobre todo
aquellos que se consideran inteligentes y sabios; esto es lo que les lleva a tener
que experimentar pruebas y desgracias, para que aprendan finalmente a ser
agradecidos.
El peor crimen de los humanos es su ingratitud. Ante ella, el Cielo se cierra,
negándoles toda dicha y felicidad. ¿Habéis pensado alguna vez cuántos miles y
miles de partículas y elementos tienen que unirse para mantener a un sólo ser
con vida? Vosotros no sois concientes de esto, pero en cambio estáis siempre
insatisfechos, rebeldes. ! Sed mas agradecidos! Cada mañana cuando os
levantáis dad gracias al Cielo. Hay tantos que no pueden levantarse por estar
paralizados! Decid: “Gracias, Señor. Hoy todavía me concedes la vida y la salud;
Voy a cumplir con Tu voluntad.” Pero nadie lo hace así. Los seres humanos sólo
saben reclamar, pedir, exigir, vociferar, rebelarse e insultar al mundo entero;
son incapaces de agradecer. Pero ¿Que bien han hecho ellos a la humanidad o al
Señor para tener derecho a reclamar de esta forma? Cuando el mundo invisible
se inclina hacia la humanidad y ve a un hombre que sabe agradecer y que repite:
“Gracias, Señor!..Gracias, Señor...” se maravilla y se regocija. Y vosotros os
negáis a darle esta sorpresa...¡Qué avaricia!
Si se hiciera una estadística para saber cuantos son los que agradecen,
resultaría un exiguo porcentaje. En cambio, si se midiera a los que insultan, se
rebelan y reclaman, otro sería el resultado. Parece que hubiera fábricas por
todos los rincones de la tierra, encargadas de producir el virus de la rebelión, un
virus que por cierto nunca ha sido estudiado en los laboratorios. Y cómo
proliferan los individuos contagiados por este virus de la protesta! Es algo que se
extiende por doquier... toda la tierra está contaminada. Sólo aquí, en el seno de
la Fraternidad Blanca Universal se enseña Cómo preparar el antídoto que puede
apaciguar, reconfortar, curar a los humanos. Lo que más falta hace en este
mundo es el espíritu de paz. Se habla mucho de la paz, pero en realidad lo que se
hace siempre es preparar la guerra.
178
Al comienzo os decía que es necesario comer, vivir, respirar con amor.
Vosotros creéis que ya sabéis hacer todo esto, pero estáis equivocados. Cuando
empecéis a comprender de verdad lo que es vivir con amor, con todo vuestro ser,
os vais a sentir deslumbrados: El amor brotará sin cesar, día y noche, incluso
cuando estéis dormidos. Entonces podréis apoyar a otros con vuestro amor. Yo
me he propuesto mostrarme duro y exigente en lo exterior, pero en cambio tener
mucho amor en lo interior. Es algo difícil, pero es posible de lograr. Siempre he
dicho que las madres deben ser exigentes con sus hijos, castigarles si fuera
necesario, pero en cambio sentir siempre un gran amor hacia ellos en su interior.
Por lo general no es así; cuando una madre regaña a sus hijos y les reprende por
algo, se deja llevar por la ira y la crueldad, llegando a golpearles con verdadero
odio. Los niños se dan cuenta de ello, hasta el punto de no poder olvidar jamás la
mirada de su madre en aquel momento, con lo cual no sólo no van a mejorar su
conducta, sino que llegará el día en que busquen vengarse de ella.
Vivid pues con amor, queridos hermanos y hermanas. Vivir con amor es
mantener un estado de conciencia muy elevado que va a reflejarse en todos los
actos de la vida, que lo armoniza todo y permite conservar un perfecto equilibrio
en todo vuestro ser; Tal estado de conciencia va a representar una continua
fuente de alegría, de salud, de fuerza. Dad gracias por ello durante todo el
tiempo, puesto que el reconocimiento neutraliza todos los venenos. Este es el
mejor antídoto que he podido descubrir en el laboratorio que Dios me dio:
Agradeced, dad gracias siempre, en todo momento, y todo lo que es negativo en
vosotros se disipará. Esto es algo que yo mismo he verificado, y ya sabéis que no
os engaño. Día y noche, he llegado a tener experiencias extraordinarias, tan
sutiles que no podríais siquiera sospechar. Nunca os recomiendo nada que no
haya verificado antes durante largo tiempo.
Sèvres, Enero 23 de 1966
179
LA JUVENTUD
FRENTE AL PROBLEMA DEL AMOR
Conferencia improvisada
Es necesario que todo el mundo pueda comprender y aplicar la nueva luz que
viene. Y la prueba de que está en camino es que todo bulle, todo se agita.
Observad, nunca había ocurrido como ahora. Tomemos por ejemplo el caso de la
juventud, esta juventud que se niega a seguir los pasos de sus mayores. Desde
ahora, esto nos muestra que Dios está creando un nuevo Cielo y una nueva
tierra, pues las revoluciones se producen a través de los seres humanos. Hoy
por hoy, los jóvenes buscan la felicidad pregonando la revolución sexual, y esto
es algo que no hay que despreciar, por el contrario, es un indicador del
surgimiento de nuevos esquemas, aunque de momento, evidentemente, no es
algo acabado. Nadie debe imaginarse que todas las innovaciones son
formidables y que es preciso aceptarlas; no, hará falta que antes sean
evaluadas, revisadas y sancionadas por una autoridad de luz y sabiduría.
Por el momento, lo que se ve es agitación, revueltas, fuerzas que surgen pero
aún carecen de una organización, hay todo un trabajo por delante. Es algo
similar a la época en que la tierra estaba en formación, cuando las erupciones
volcánicas sacudían la corteza terrestre, que aún no estaba muy solidificada. La
vida no era posible todavía para los vegetales ni los animales, mucho menos
180
para los humanos. Había que esperar a que todas estas fuerzas se apaciguaran,
para que vinieran las inteligencias organizadoras, haciendo de la tierra un lugar
apropiado para la vida vegetal, animal y humana. Pero hay muchos humanos
que aún continúan viviendo aquel estadio primitivo del planeta: La ira, la
rebeldía, las energías sexuales que no son canalizadas ni controladas, van a
manifestarse de una forma muy semejante a las erupciones volcánicas y con ello
demuestran el estadio evolutivo del individuo; de este modo, hay quienes viven
como en aquella época en que la tierra no era suficientemente segura como para
que las entidades inteligentes pudiesen habitarla. Mientras un ser humano siga
llevando en su interior estas fuerzas brutas a las que deja totalmente libres, todo
él va a resultar muy inestable, ante la mirada de los Ángeles, los Arcángeles o los
Iniciados, quienes van a esperar que se apacigüe antes de intentar proyectarle su
luz y su sabiduría. Cuando el ser humano adquiere la razón y comienza a
controlarse, va a representar la tierra en su estadio actual. Aquí, las entidades
superiores pueden empezar a ocuparse de él: Se le cultiva, se le planta y se le
cuida, con lo cual brotan luego las diversas culturas y civilizaciones, toda una
humanidad viene a instalarse en el planeta, bajo la mirada de los Ángeles y otras
entidades superiores.
Lo que ocurre en la sociedad actual es un signo de que las fuerzas que se
están manifestando carecen aún de organización, de orientación, pero estas
tienen que llegar. Todas las nuevas corrientes que se entrechocan, serán objeto
del trabajo de otras entidades organizadoras. Puesto que el nuevo Cielo ya está
aquí, hay una nueva luz que se abre camino. Por esto, no debéis inquietaros
cuando escuchéis hablar acerca de tantos acontecimientos extraños que ocurren
en el mundo de hoy.
Respecto a la juventud, por ejemplo, nunca había sucedido lo que estamos
viendo hoy. En las otras épocas, era mucho más dócil, obedecía con mayor
facilidad. No digo que esto fuera maravilloso, no. Pero era diferente. Hoy la
juventud se complace en desobedecer, en autoafirmarse, en ostentar su
independencia en todos los ámbitos, y esto debería servir al menos para hacer
reflexionar a los adultos.
181
La juventud actual reclama la libertad sexual pensando que esto va a
promover su expansión, su bienestar, su dicha. Pero no es así! Los jóvenes
desconocen la estructura del ser humano y esta ignorancia terminará por
destruir por completo su equilibrio, su salud e inteligencia. No estoy diciendo que
tengan que rechazar sus impulsos, sus deseos; no, esto sólo serviría para
consumirles; la fuerza sexual es algo muy potente y milenario, contra lo que no
se puede luchar, así que no estoy predicando el rechazo, ya es suficiente con ver
el aspecto que suelen tener aquellos que la rechazan! No es preciso pues ni
rechazarla ni caer por el contrario en un desbordamiento sin límites, lo que
acarrearía otra clase de males. En la verdadera Iniciación se enseña que no hay
que luchar, sino más bien orientar, enfocar. Es parecido a lo que ocurre en el
terreno de la educación: Los padres que luchan y se oponen a ciertos defectos de
sus hijos, terminan rompiéndose la cabeza; no hay que suprimir, hay que
reorientar, canalizar, aprovechar. Pero como los padres suelen ser ignorantes,
los hijos hacen caso omiso de ellos, no les escuchan.
De hecho, los padres no se preocupan mucho por instruir a sus hijos e hijas
acerca del tema sexual, aunque en el pasado era aún más fuerte esta tendencia,
de forma que la ignorancia de los niños en este ámbito era algo tradicional.
Apenas hace unos años que se ha empezado a hablar de la educación sexual,
pero esto no siempre significa un avance pues todos se precipitan a opinar sobre
unas cosas que aún desconocen.
Hace poco, tuve ocasión de ver un programa de televisión donde varios
médicos, padres y educadores debatían sobre la forma más idónea de explicar a
los niños el nacimiento de un bebé. Allí proyectaron un video en el cual una
madre hablaba con su hijo de nueve años, explicándole estas cosas: Me
sorprendió mucho ver la forma como ella lo enfocaba, con una total ausencia de
psicología! Le trasmitía al niño toda una gama de términos técnicos, la hablaba
de los períodos de fecundidad, los procesos de ovulación y demás, en tanto que
el pobre niño se limitaba a abrir mucho los ojos sin llegar a entender nada...Sentí
piedad por él. En seguida, la madre le informaba sobre el papel del padre, de un
modo bastante crudo, le hablaba de la fecundación, la gestación, para decirle
182
finalmente por donde nacía el bebé. El niño, le escuchaba inocentemente, pero
se veía claramente que no llegaba a entender todo aquello.
No es así como hay que proceder, yo lo hubiera hecho de otro modo,
totalmente distinto: De entrada, hubiera llevado al niño al mundo de las plantas
y las flores, explicándole cómo se fecunda la flor gracias al polen, cómo se forma
el fruto... Luego le hablaría de los insectos y otros animales, mostrándole lo que
ocurre en la naturaleza, directamente en el campo. Esto capacitaría al niño para
entender con facilidad todo el resto, de una forma mucho más poética que si le
explican cómo el órgano sexual masculino tiene que estar rígido para poder
penetrar el órgano femenino. Aquella madre tenía sin duda la mejor voluntad
para educar a su hijo, pero había tomado un camino equivocado. En este como
en otros muchos terrenos, los humanos aún siguen estando mal orientados y así
no podrán obtener buenos resultados!
Actualmente, es sabido que en todo el mundo, desde USA y los Países
Nórdicos hasta India y los Países Árabes, la píldora se ha generalizado. Ello
obedece en parte a razones de equilibrio demográfico, pero al lado de estas hay
también otras razones, como puede ser el deseo de hombres y mujeres de poder
gozar sin trabas. Decidme si os parece normal que una jovencita de quince años
tenga necesidad de usar la píldora... Sin embargo, ya está permitido que lo
hagan, incluso en algunas escuelas son los mismos profesores quienes se
encargan de distribuirla entre sus alumnas; sí, los propios maestros... (Así hablaba
el Maestro en 1967, como lo haría hoy?)
No soy partidario del ascetismo, pero tampoco de una actitud desvergonzada.
Al dejar que los jóvenes se precipiten así como así en un ámbito desconocido
para ellos, se les está induciendo a todo tipo de desequilibrios físicos y psíquicos.
Ellos acceden a una experiencia más amplia, es cierto, pero sin saber que a la
larga van a encontrarse descentrados, enfermos. En realidad, ni los partidarios ni
los oponentes de la píldora han sabido entender gran cosa. Los primeros lo
hacen porque saben que los humanos son débiles y ellos han cedido frente a esta
debilidad, mientras que los segundos, en su hipocresía, van a oponerse a la
183
píldora por estar alineados con las viejas tradiciones que ellos mismos ya no
respetan.
Cada sensación, cada efervescencia, cada erupción volcánica va a suponer la
combustión de numerosos materiales. Pero los humanos actúan como si sus
energías fueran inagotables. Por supuesto, no es así: Todo está calculado; al
nacer, cada individuo trae consigo una determinada reserva de energías, y si no
actúa de una forma razonable va a malgastarlas, las agotará y no habrá forma
de reponerlas. Es algo semejante a lo que ocurre con la vida misma: Hay casos
en que a una persona le haría falta sólo una pequeña porción de vida para poder
terminar su trabajo, pero no la puede obtener. Los humanos suelen derrochar
sus energías como si se tratara de un océano inagotable, creyendo que les está
permitido hacer con ellas toda suerte de tonterías. Pero no, todo está calculado.
Ahora, con el pretexto de la píldora, la gente actúa sin freno ni medida, no se
dan cuenta de que con ello están quemando sus reservas, incluso aquellos
materiales que deberían estar arriba, en el cerebro, de forma que pasado algún
tiempo se verán embrutecidos, agotados. La píldora les ha hecho creer que ya no
es necesario reflexionar ni controlarse, que no es preciso el autodominio, nada
de eso, ahora sólo basta con cerrar los ojos y dejarse llevar!...
Si los humanos están dispuestos siempre a derrochar las energías del amor, es
porque el mundo entero se ha acostumbrado a rendir culto a la personalidad. No
hay ya preocupaciones de tipo colectivo, gloriosas, elevadas; se busca sólo el
propio bien, el propio placer y parece totalmente normal ir a buscarlo allí donde
más satisfacción se pueda obtener. Parece algo justo y bueno, pero en realidad
con ello se adopta un comportamiento puramente animal. Si se quiere obtener
algo más elevado que esto, no es posible seguir acatando los deseos de la
personalidad exclusivamente; hay que dejar su sitio a la individualidad, a la
parte divina, acometiendo otras actividades que ya no estén encaminadas tan
sólo a obtener placer, pues el placer encierra y limita al ser humano En un
pequeño círculo de acción, tan estrecho que le lleva a perderse hasta el punto de
que un día ya ni siquiera va a darse cuenta de que está vivo. Para llegar a ser
algo diferente, alguien que pueda ser verdaderamente útil a los demás, hay que
trabajar en otra dirección.
184
Cuando hago estas revelaciones a todos estos jóvenes aquí presentes, cuando
les hablo de su futuro y de todos los conflictos que pueden surgir si continúan por
donde van, hay muchos que deciden cambiar, y no podéis imaginar la alegría
que esto me trae. Es maravilloso ver que los jóvenes han empezado a buscar lo
que es bueno, aún sin saber del todo cómo hallarlo! Pero si es así, no es
propiamente por culpa de ellos, puesto que no se les ha instruido y sin embargo
buscan lo que es valioso, noble y bello. Por esto me gusta tanto trabajar al lado
de los jóvenes.
Ahora, ya para concluir les diré: Vosotros, que tenéis a vuestras novias, ojala
intentéis no querer devorarlas por completo, pues a través de estas actitudes tan
fogosas comenzareis a descuidaros, a descubrir el lado negativo de las cosas, os
veréis decepcionados y perderéis vuestra alegría, vuestra inspiración. ¿Porqué
pretender hundirse en los abismos, ir hasta el mismo Infierno si es preciso para
conocerlo todo? Si os contentarais con vuestra propia belleza, esto es algo que
nunca se agotará. Pero los humanos en su debilidad quieren conocerlo todo de
inmediato, destruyéndolo todo. Por eso, una vez que ha trascurrido algún
tiempo, ya no se sienten atraídos, ya ni quieren volver a verse! Y esto porque ya
han visto demasiado, han comido, han bebido y están saturados. He aquí el final
de los más bellos amores! Y sin embargo, este amor les traía toda clase de
bendiciones, les traía el mismo Cielo, y ellos han sacrificado todo por unos
instantes de placer. ¿Porqué mas bien no intentar esperar el mayor tiempo
posible, para seguir beneficiándose de esta inspiración, de este elíxir de la
inmortalidad que ahora están probando? Pero no, ellos prefieren terminar con
todo... y casi siempre acaban mal. Incluso cuando llegan a casarse y a tener
hijos, suele ocurrir que siguen viviendo juntos para seguir la costumbre, para no
ir en contra de las convenciones sociales, para aparentar delante de los parientes
y amigos, aunque en realidad hace ya tiempo que ellos han dejado de amarse.
Son las sensaciones más sutiles las que conservan el amor; son ellas las que
embellecen y prolongan la vida, trayéndole fuerza.
Sèvres, Enero 1 de 1967
185
EL NUDISMO
LA DESNUDEZ
Y
SU SIGNIFICADO INICIATICO
II
Sèvres a 1 de Enero de 1967
Conferencia improvisada
Si el nudismo se expande por el mundo, esto dará qué pensar pero también va
a generar reacciones de indignación. Pero, ¿cómo se va a impedir que la gente
esté en contacto con la naturaleza, expuesta al Sol e intentando liberarse de las
viejas tradiciones? Parece que incluso un país tan lleno de pudor y decencia
como ha sido Bulgaria, admite hoy en día los campos nudistas!. En fin, Bulgaria
quiere estar también a la altura de los países modernos. Y bien, supongamos que
cada vez más la juventud se empeña en practicar el nudismo, ¿acaso esto es
como para indignarse o rasgarse las vestiduras? Oh, la, estos jóvenes se van a
reír mucho de vuestra indignación. Vosotros pensareis: "Ah, ah, ahora nos
predica el nudismo para irnos preparando a nosotros también!" Pero no es así,
no... por lo menos todavía!... Dentro de unos siglos, cuando las madres hayan
aprendido a influir sobre sus hijos por nacer para traer al mundo entidades
divinas, entonces sí, será el momento en que la belleza podrá manifestarse. ¿Por
qué habría de ocultarse lo que es más bello y puro? Pero debéis esperar, no hay
que apresurarse. Para lo que hay que ver actualmente, en lugar de ir hacia el
Cielo, os alejaríais de él. Hasta que llegue el momento, poneos a trabajar en ello!
186
Que las madres vayan empezando a moldear a sus hijos con una belleza y una
pureza tales, que sin importar que vayan vestidos o desnudos, conformen una
nueva humanidad esencialmente pura. De hecho, si le preguntásemos a la
naturaleza: "¿Te molesta que los humanos vayan desnudos por tus playas y tus
bosques?" seguramente respondería: "Me es indiferente, si esto les hace bien,
por mí pueden ir como quieran, de hecho, cuando los traje al mundo no
portaban ningún vestido. Han sido ellos quienes se lo han pensado y, para no
sentir frío, o para evitar heridas, o por estar conformes con curiosas ideas, han
decidido que les iba mejor vestirse, pero yo los he diseñado desnudos."
Así, gracias al trabajo de las madres en miras al mejoramiento de las futuras
generaciones, llegará el día en que los humanos podrán vivir desnudos. Las
ciudades serán térmicas ya que para entonces la energía solar se sabrá
aprovechar para todo, de forma que ellos podrán pasearse totalmente liberados,
ligeros, maravillados. Os diré incluso que bajo la luz de aquel nuevo Cielo,
volverá a darse aquello que ya los Iniciados de Grecia habían comprendido, en
cuanto que la energía sexual al ser sublimada, se convierte en una fuente de
inspiración. Por esto Grecia produjo en su momento los más grandes filósofos,
arquitectos y escultores que han pasado sobre la tierra y que hasta hoy no han
podido ser igualados. Este fue uno de los resultados del conocimiento relativo a
la sublimación de la energía sexual. Los Iniciados habían fijado la fecha de las
fiestas, donde las muchachas más bellas, más jóvenes, más puras iban a pasear
y a danzar por las calles, vestidas sólo con un velo transparente. Todos los
hombres que las miraban quedaban maravillados por su gracia y belleza, por la
sutileza de sus gestos y actitudes. De este modo tal admiración iba generando y
acumulando en ellos una energía inspiradora que invadía su cerebro y se
convertía en proyectos y creaciones verdaderamente grandiosas. En aquel
momento del pasado ya se llegó a conocer el nuevo Cielo, pero los humanos no
duraron mucho en abandonar estas costumbres. Quizá pensareis que os
aconsejo recomenzar como en la antigua Grecia, pero no es así. Los humanos
están ahora tan retrasados que no se obtendría un resultado positivo. Para
lograrlo, es preciso estar muy evolucionado, de no ser así, el fracaso es seguro.
187
Este es también el origen de las Vestales. Ellas eran jóvenes vírgenes, las más
puras y hermosas, que danzaban desnudas en presencia de los Iniciados, quienes
se limitaban a mirarlas con el único fin de buscar la inspiración, sin llegar a
tocarlas. De cara a la multitud ignorante de estos misterios que no hubiera
sabido comprender, se habían inventado varias leyendas, como aquella de que
las Vestales tenían como función avivar el fuego para que no se apagara. Pero,
¿Acaso tendría sentido mantener a estas jóvenes en los templos con el único
papel de cuidar del fuego? En realidad, el fuego que ellas avivaban no era otro
que el fuego sagrado de los grandes Maestros. Vosotros diréis: "Pero, ¿Porqué
necesitaban ellos de este fuego?" Hasta tal punto les era necesario, que sin su
recurso los Iniciados no hubieran podido realizar nada. Ellos ya habían llegado a
una edad avanzada, no tenían contacto alguno con las Vestales, pero utilizaban
los fluidos que emanaban de ellas para llevar a cabo sus operaciones de alta
magia blanca.
El poder con que la Madre Naturaleza ha dotado a la mujer, sobre todo
cuando ella es joven y pura es de tal eficacia, que los propios Iniciados no han
podido encontrar nada que lo sustituya. Ellos lo usan para avivar su propio
fuego, con el cual van a preparar una sustancia nutriente muy sutil, que
proyectarán hacia lo alto para conseguir bendiciones para un país entero. Pero
ellos siempre lo harán con un fin benéfico, como una labor a cumplir que nada
tiene que ver con la búsqueda del placer. Esto no significa que puedan
experimentar cierto placer, ya que es imposible separar una cosa de otra, pero lo
importante es que no se trata de esto. Cuando vosotros buscáis el placer,
vuestras fuerzas se proyectan hacia la tierra, pero en cambio si emprendéis una
labor, puede ser que esto os haga sentir también algo placentero, pero en este
caso vuestras energías van a dirigirse hacia el Cielo, y vuestra alegría será
incluso mayor que si lo hicieseis sólo por el placer. Esta dicha nunca será para
vosotros motivo de menosprecio, al contrario, os va a ennoblecer. Lo único es
que para comprender bien todas estas cosas hay que acudir a una Ciencia más
elevada, que pertenece al mundo de lo psíquico.
Estas nociones acerca de la sublimación de la energía sexual vienen de la
más remota antigüedad. Por desgracia, muchos de los que han intentado
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llevarlas a la práctica han sido incapaces de mantener un alto grado de pureza y
han caído en la magia sexual. Ellos quisieron ir más lejos de lo necesario, porque
no sabían limitarse a las dosis precisas, homeopáticas, y empezaron a
administrarse dosis más fuertes de carácter alopático, que ya no generaban la
misma influencia y actuaban no en el plano psíquico como las primeras, sino más
bien en el plano físico. Es sabido que la homeopatía va a actuar primero sobre la
psique y esta a su vez inducirá efectos secundarios sobre el cuerpo físico. En el
futuro, se revelará a los humanos la manera de tomar el amor a dosis
homeopáticas, de modo que este amor no sea para ellos una fuente de
cansancio, agobio y desaliento, sino que les ayude a remontarse hacia el Cielo.
Todos los que han logrado vivir este amor han subido muy alto ya que poseían,
“gracias a él”, un poder insospechado.
Yo podría enseñaros a nutriros con dosis homeopáticas, pero no estoy
seguro de ser bien comprendido. Algunos podrían extrañarse, por ejemplo, lo
que a mí me ocurre al contemplar las mujeres en la playa. Ellos dirán: "Este no
puede ser un verdadero Iniciado ni un Maestro; nosotros no haríamos tal cosa,
no estamos para ponernos a observar a las mujeres en traje de baño". Pero la
verdad es que yo lo hago de forma consciente, con una intención muy concreta y
sin tener que avergonzarme en lo más mínimo por ello. Incluso en ocasiones he
intentado llamar a algunos hermanos a mi lado y les he dicho. "Intentad ahora
comprender la forma en que yo las observo, el porque, el cómo y el verdadero fin
de lo que estoy haciendo". Ellos han entendido que existe toda una ciencia en la
mirada. ¿Para qué están allí todas estas criaturas sino para ser contempladas?
Pero el hecho es que las gentes no saben mirar y ahí radica lo más fundamental,
en la mirada.
Os enseñaré pues cómo hay que mirar. Lo explicaré no sólo a los hermanos,
sino también a las hermanas puesto que tampoco ellas saben hacerlo. Les han
venido llenando el cerebro con ideas erróneas que las mantienen bloqueadas por
todas partes, y ellas piensan que su salvación reside en el matrimonio! Muchas
mujeres viven encerradas, amargadas, sufren porque no saben cómo pensar,
cómo mirar, cómo comprender y cómo dirigirlo todo para la gloria de Dios; ellas
no hacen otra cosa que preocuparse por los asuntos ajenos, con el fin de criticar
189
a los demás y así, se van tornando crueles, agrias, celosas, incluso histéricas. Hay
que salvar a estas mujeres, pero también es preciso salvar a los hombres, para lo
cual hay que superar los viejos conceptos, las ideas ya caducas que no sirven
para mejorar nada, no facilitan nada, sólo van a ser útiles para dar trabajo a los
médicos y psiquiatras. Con todo, la solución es fácil: si se cambia la forma de
mirar y de comprender, todo el resto se arreglará.
Es necesario saber mirar y observar sin destruir la belleza. Ella no ha sido
hecha para ser devorada, sino para ser contemplada. Esta forma de contemplar
la belleza os hará remontar al espacio y todo se os dará: la pureza, la nobleza, la
paciencia, la comprensión; a medida que vayáis ascendiendo, os iréis
trasformando en una fuente...
Buscad la verdadera belleza. Es ella la que podrá salvaros pues os va a
enseñar a escoger lo que es más luminoso, más puro. Si llegan a vosotros
imágenes de mujeres desnudas podréis comprobar que, cuando su cuerpo es
perfectamente bello no vais a experimentar deseo alguno sino que os quedareis
admirados, maravillados. Muchos artistas han podido comprobarlo. Es la belleza
imperfecta la que incita el deseo. Se dice que la desnudez es casta, pero no... Es
la belleza la que es casta, bien sea que se presente vestida o desnuda. En cuanto
a la desnudez... hay muchas gentes que la practican por razones opuestas a la
castidad.
Sèvres, Enero 1 de 1967
190
LOS PRINCIPIOS
MASCULINO Y FEMENINO
EL TEMA DE LOS INTERCAMBIOS
I
Sèvres a 2 de Enero de 1967
Conferencia improvisada
Todo el mundo sabe que por lo general, en su comportamiento mutuo, es el
hombre el que toma la iniciativa de acercarse a la mujer. Hablo en líneas muy
generales ya que hoy en día, si observamos lo que está pasando en el mundo,
son más bien las mujeres quienes dan el primer paso. Pero lo normal es que la
mujer permanezca en su sitio y el hombre, como lo haría un cazador, salga a
buscarla. Vosotros diréis: "Pero él va hacia ella porque ella lo atrae!" Y es cierto,
ella sabe atraerlo, va arrojando sobre él sutiles hilos de los cuales va tirando y
cuando el hombre se acerca, él estará atado, capturado. Aquí la mujer actúa
como un pescador que está quieto en el muelle y se contenta con tirar del hilo
para ir trayendo lo que ha pescado. Tal es el comportamiento de la mujer; ella
no necesita agitarse, es el pez quien viene y muerde el anzuelo. Me diréis: "Pero
el hombre también atrae, en muchos casos las mujeres comentan que se sienten
atraídas por un hombre!" Sí, porque también el hombre va a proyectar un fluido
invisible, pero él actúa más parecido a un escalador, un alpinista: arroja primero
una cuerda que se va a fijar en lo alto de la roca y acto seguido la usa para
escalar. La diferencia con la mujer estriba en que él proyecta algo que le sirve
para desplazarse a sí mismo, en tanto que la mujer emana algo que le sirve para
incitar al hombre a moverse hacia ella. Pero ambos se atraen, en una especie de
guerra donde cada uno tiene su táctica pero los dos van a perseguir un mismo
objetivo: juntarse y establecer intercambios.
191
Veamos por ejemplo un baile, una fiesta donde van a reunirse los jóvenes
de ambos sexos: Ellos se miran entre sí, se cruzan unas pocas palabras y están
felices. Entre ellos circula una especie de corriente que les lleva a sentirse ligeros,
brillantes. No es necesario el contacto físico porque sus emanaciones ya se
encargan de combinarse en planos más sutiles... Otra cosa sucede cuando los
hombres y mujeres descienden a regiones mas espesas, de mayor densidad,
como es el caso de la sexualidad. Lo que ellos van a realizar físicamente no es
otra cosa que una concretización de algo que antes se ha producido ya en el
plano etérico, aunque no hayan sido concientes de aquellos sutiles intercambios.
Por lo general, las personas sólo tienen conciencia del amor cuando este se
expresa directamente en el plano físico, Ah, sí, entonces se enteran de que algo
está pasando!, pero hasta llegar a ello, su conciencia ha estado dormida, no
habían percibido nada.
Veámoslo de otra manera: Cuando alguien toma la palabra está siendo
emisor, su polaridad en ese momento es positiva. Quienes lo escuchan, sean
hombres o mujeres, están en actitud receptiva es decir, representan el polo
negativo. Al recibir la palabra ellos van a ser fertilizados de forma divina o
diabólica de acuerdo a la bondad o maldad que encierra el mensaje. La
naturaleza trabaja con los mismos principios en todos los planos, pero los
humanos sólo perciben los niveles más concretos y lo que es invisible, sutil,
aquello que se manifiesta en el origen de toda realización concreta, esto no lo
perciben, no lo comprenden, son totalmente inconcientes de lo que pasa. Pero es
allí precisamente donde debería existir mayor claridad, con un horizonte más
amplio que les permitiera ver todo el esplendor que la naturaleza ha obsequiado
a sus hijos para el día en que su conciencia despierte.
El hombre es emisor a través de todo su cuerpo, de sus ojos, su cerebro, su
boca, sus manos y, sobre todo, de su sexo que ha sido preparado
específicamente para dar. Por su parte, la mujer es receptora también en toda la
extensión de su cuerpo, pero especialmente a través de aquel órgano construido
para desempeñar esta función. Nadie puede impedir que se realicen
intercambios etéricos entre hombres y mujeres. Y, ¿Cómo es que todos ellos
prefieren ir vestidos cuando salen? ¿Acaso es necesario para poder ir de compras
192
o encontrarse con los amigos? No es sólo por esto evidentemente. La gente
ignora que la costumbre de ir vestidos responde a un motivo más profundo, y
que si les agrada pasear por las calles y lo parques, es precisamente porque allí
van a ocurrir intercambios con otros seres humanos y con la naturaleza,
intercambios que son necesarios para la vida.
"Pero entonces, os preguntareis, ¿Qué hacían los ascetas y los ermitaños
aislados del mundo en sus cuevas, sin tener contacto con los demás hombres y
mujeres?" En realidad, ellos suprimían una clase de intercambios para llevar a
cabo otros diferentes, con el objeto de abrir su alma y su mente a otras
influencias menos tangibles, más allá del plano físico; de hecho, cuando uno se
cierra a una influencia, automáticamente se está abriendo a otra. Si os negáis a
ver o a escuchar algo, en el mismo momento van a abrirse otros ojos y otros
oídos dentro de vosotros para recibir impresiones distintas. Si dejáis de ser
emisores o receptores a través de vuestros cinco sentidos externos, otros
sentidos empezarán a despertar en la mente y en el alma para que podáis ser
emisores o receptores en otros planos *. Es por esto que algunos Iniciados han
aconsejado el aislamiento en los bosques o en las montañas, pero nunca han
buscado con ello que sus discípulos dejen de ser emisores o receptores; se trata
de promover en ellos un cambio de nivel, hacia regiones cada vez más sutiles.
Siempre hay que estar emitiendo o recibiendo, de lo contrario se producirá la
muerte y allí no va a haber intercambios, estos constituyen la base fundamental
de la vida, y aquel que logre aprender a establecerlos en el plano ideal, va a
poseer la ciencia de la verdadera vida.
Hemos mencionado ya los intercambios que efectuamos con la materia sólida
cuando comemos, con la materia líquida cuando bebemos, con el aire y los
elementos gaseosos al respirar, con la luz y el calor a través de la vista y el tacto
de la piel, puesto que la piel absorbe el calor y los ojos reciben la luz. Pero los
intercambios no se limitan a estos, existen otras muchas posibilidades en otros
niveles diferentes...
193
Es lamentable que hombres y mujeres se queden sólo en el primer peldaño de
la escala y sólo efectúen intercambios en el plano físico, ya que en este nivel, los
intercambios no podrán ser elevados y más bien su naturaleza les va a situar en
el plano más vulgar. Toda la ciencia de los intercambios está contenida en el
símbolo del arpa de Eolo, aquel instrumento de siete cuerdas que el aire hacía
resonar... En realidad, el arpa representa al ser humano, ya sea hombre o mujer.
Cada individuo lleva consigo estas siete cuerdas y su tarea consiste en aprender
a hacerlas resonar y vibrar. Por eso no hay que pensar que al concentrarse
solamente en la primera cuerda, es posible obtener una fuerza, una expansión o
una felicidad completas. El hombre y la mujer no están hechos para ser
instrumentos monocordes sino que deberán comenzar a vibrar las otras seis
cuerdas que poseen, con lo cual tendrán acceso a otras sensaciones, otras
alegrías y a una plenitud mucho más perfecta, comparada con el placer que
puede derivarse de un contacto puramente físico. Pero esto es algo que no es
posible explicar con palabras, como no se puede explicar a los ciegos el Sol, la
luz, el color. Es algo que hay que llegar a ver, a sentir, no es suficiente una
explicación ajena.
Cuando se reúnen personas de ambos sexos surgirá una corriente, una
tensión que se va acumulando en cada una de ellas, y esto es normal. La
naturaleza lo ha dispuesto así. Pero lo importante es saber si esta pequeña
tensión les impulsa a malgastar y a derrochar sus fuerzas. Es precisamente en
este punto donde comienza la sabiduría... o la tontería! Si ellas malgastan estas
valiosas energías haciendo locuras, entonces no han comprendido nada. El fin
que persigue la naturaleza no es llevarles a deshacerse de esta tensión cuanto
antes o de cualquier manera, sino hacer que ellas reflexionen sobre el cómo y el
porqué de lo que está pasando, a fin de que puedan comprender el verdadero fin
de este proceso y utilicen esta energía para realizar trabajos magníficos,
enviándola hacia lo alto y repartiéndola por todo su cuerpo de forma que todas
las células puedan recibirla, impregnarse y ser fertilizadas por ella. El hecho de
que se hayan registrado algunas sensaciones es normal, pero no hay que
detenerse en ello, sino al contrario, hacerlas a un lado, ocuparse de otra cosa y
procurar enviarlas siempre hacia lo alto, hacia el cerebro.
Si la naturaleza ha creado la tensión, no hay que aniquilarla. Está bien que
se quiera estar tranquilo, pero si desaparecen los impulsos y los deseos, esto
194
puede llevar a un atontamiento producido por la ausencia de tensión. Puede ser
que haya una buena intención en querer anular las tensiones, pero en este caso
es indispensable conocer los métodos para que esto no vaya a influir
negativamente sobre la propia evolución. La tensión es necesaria en realidad, si
se pretende hacer subir el agua hasta el piso superior del edificio. Pero para
poder resolver adecuadamente un problema tan importante como este, hay que
estudiar más profundamente al ser humano partiendo de la base de que no sólo
su parte física requiere ser colmada. Experimentar una sensación agradable o un
placer animal está en su sitio, ya que la propia naturaleza lo ha dispuesto así,
pero no hasta el punto de sacrificarlo todo por una sensación puramente
instintiva, biológica. La tensión debe aprovecharse para proyectar las energías
hacia arriba, pero la gran mayoría de los humanos lo ignoran, de modo que
intentan anular la tensión a través de una descarga inmediata, parece como si
esta tensión les atormentara. Los Iniciados, por el contrario, la querrán
acumular durante el máximo posible de tiempo... hasta ciento cincuenta o
doscientos años! Lo que a ellos les interesa es la tensión en sí misma y no la
descarga. Esta última puede ser muy nociva. Si vosotros no aprendéis a controlar
y dirigir esta energía para la realización de una determinada labor, de manera
que ella se encargue de poner en marcha vuestros propios engranajes, vais a
permitir que se disperse en todas direcciones y esto puede dar lugar a
verdaderas catástrofes.
Volvamos ahora a la cuestión de los intercambios. En el libro de la
naturaleza viviente está escrito que un ser no puede ser puro si se limita
solamente a recibir. La pureza parte de la necesidad de dar, de emanar... Es con
esta abundancia y esta actitud generosa que podréis llegar a ser puros y hacer
que la Ley vaya a vuestro favor; la Ley os condena sólo por lo que tomáis, ya que
si os limitáis a tomar actuáis como ladrones. Los humanos suelen llamar a esto
amor, pero se equivocan, en realidad se trata de un robo! Un joven tiene
hambre y esto le lleva a lanzarse sobre una muchacha diciéndole: "Yo te amo, yo
te amo!" Y todos los que ven esto piensan: "Es normal, él la ama." Pero quienes
observan desde lo alto en el mundo invisible dirán: "Es un ladrón, no hace otra
cosa que tomarlo todo." Cuando vais a por algo obedeciendo exclusivamente a
vuestros deseos es cuando os vais a convertir en ladrones. Es preciso hacer a un
lado esta necesidad de recibir, para sustituirla por el deseo de dar.
195
En realidad, siempre hay un polo emisor y otro receptor, para que la
corriente pueda circular. Cuando un hombre y una mujer están unidos en
estrecho abrazo, el hombre trasmite a la mujer una energía que ella recibe y que
sube a lo largo de su columna vertebral hasta llegar a la cabeza. Desde allí, y a
través de la boca, ella proyectará esta energía al cerebro del hombre, que en un
momento dado se convierte así en receptor. El hombre recibe en lo alto y
proyecta en lo bajo, mientras que la mujer recibirá en lo bajo y proyectará en lo
alto. La mujer, tan tierna, tan débil, tan delicada, y no obstante es ella la que
emite en lo alto: si las mujeres fueran concientes de esto podrían trasformar a
los hombres con su pensamiento. Por esto, durante el acto amoroso la mujer
demuestra ser más fuerte con su pensamiento, mucho más que el hombre, quien
fácilmente va a perder la cabeza. Prueba de ello es que, cuando una joven pareja
se ve sorprendida por intrusos en aquellos momentos, el chico sólo podrá
balbucear algo, mientras que la muchacha se mostrará mucho más lista y va a
encontrar todo tipo de explicaciones; ella no pierde la cabeza.
Con todo, no debemos pensar que los intercambios físicos entre los
hombres y las mujeres son malos o reprobables en sí mismos. Si así fuera, ¿Cómo
se explica que la naturaleza lo haya dispuesto de esta forma para la inmensa
mayoría de las especies desde que existe el mundo? Si el acto en sí fuera algo
malo, ¿Acaso lo toleraría la propia naturaleza? ¿Y acaso el Cielo no habría
exterminado ya a todo el que lo practicara? De hecho, el acto por sí mismo no es
malo ni bueno, es la actitud hacia esto lo que lo va a convertir en al criminal o en
algo santo. Veamos un ejemplo para dar más claridad a este punto: ¿Qué es más
importante, el grifo o el agua que sale por él? El grifo podrá ser de oro, pero si el
agua que pasa a través de él está contaminada... Lo que cuenta, es que el agua
sea potable. De forma semejante, una mala intención es comparable al agua
contaminada y una buena intención al agua cristalina y vivificante. No son pues
culpables los órganos ni tampoco los gestos del amor. Lo importante es saber
qué calidad tienen las energías, las quintaesencias, los fluidos que van a
desprenderse, cual es la naturaleza de todas estas fuerzas sutiles que emanan
del hombre y de la mujer cuando se aman.
Si el hombre no ha trabajado consigo mismo, para purificarse y
ennoblecerse, si abriga intenciones egoístas o deshonestas, aunque esté de por
medio un compromiso matrimonial, aunque todos lo aprueben y aplaudan,
196
aunque la familia, la sociedad civil y la Iglesia le den su bendición y le regalen
con una gran fiesta nupcial, la naturaleza le condenará. ¿Qué es lo que él va a
trasmitir a su esposa? Nada más que enfermedades, vicios e influencias nocivas.
Así pues, aunque el mundo entero apruebe su conducta, las leyes de la
naturaleza viviente se pronunciarán en su contra por haber contaminado a su
mujer. En otros casos sucede todo lo contrario, un hombre puede ser reprochado
si no está casado con su pareja, pero si él ha traído el Cielo y lo ha ofrecido a la
mujer que ama, a su alma, de forma que esta mujer se ha trasformado en un ser
divino, todos los ángeles de lo alto estarán aplaudiendo maravillados.
Es preciso que comprendáis, mis queridos hermanos y hermanas, que el
bien y el mal no radican necesariamente en el mayor o menor respeto a las
convenciones sociales, sino en la naturaleza y en la calidad de lo que aportáis. A
los Iniciados no les preocupa saber si la unión de un hombre y una mujer es
legítima o no lo es; para ellos lo que interesa es lo que esta pareja intenta darse
mutuamente para el bien de ambos, para su avance y evolución recíprocos. Es
sobre estos criterios que ellos van a pronunciarse, pues allí reside lo esencial. Los
Iniciados conocen muy bien el trabajo que los seres humanos tienen que realizar
antes de casarse, con el fin de purificarse, armonizarse y perfeccionarse a sí
mismos, a fin de que su descendencia pueda ser ofrecida al Cielo para que se
manifieste a través de ella. Pero incluso los Iniciados que nunca llegan a casarse
van a trabajar sobre sí mismos constantemente para esclarecerse, purificarse y
convertirse en seres luminosos, sin conceder mayor importancia al qué dirán o a
las críticas que puedan recibir por haber escogido el celibato. En realidad, ellos
están lejos de practicar un total celibato, pero este es un tema que veremos más
adelante. Por ahora puedo deciros que muchos Iniciados han realizado
intercambios con algunos espíritus de la naturaleza, seres muy puros como son
las ondinas, las sílfides, las salamandras, los propios devas... Se trata aquí de
intercambios sutiles y maravillosos, que les han producido una felicidad
incomparable.
Voy a contaros algo personal en relación con todo esto: Muchas veces
durante la noche, me he despertado al percibir la presencia de unos seres
diáfanos, traslúcidos, de increíble belleza. Ellos me rodeaban, me miraban de tal
forma como si su mirada me fundiera en un amor indescriptible. Ellos no me
tocaban, se limitaban a estar alrededor mío observándome y todo su poder
197
estaba en sus ojos. No recuerdo haber visto nunca entre los humanos una
mirada como esta. Parecía venir de muy lejos, de una región muy elevada. Esto
se prolongaba durante horas... Luego he podido enterarme de que estas
criaturas eran Devas, y he comprendido que ellos venían a visitarme para
mostrarme que existe en la naturaleza una belleza que sobrepasa todo lo
imaginable. Me permitían experimentar un estado así para que al menos supiera
que esto era posible. Estos Devas me abrieron a un mundo nuevo. No podría
describiros aquella pureza absoluta, aquella luz, aquella irradiación, aquellos
colores... La Madre Divina que sabe donde está mi corazón, mi alma, mi ideal,
los había enviado para instruirme; son ellos quienes me han revelado tantas
cosas sobre el amor, el verdadero amor que no requiere de manifestaciones
físicas.
Vosotros diréis: "Sí, pero aquel es un mundo de ilusiones!" Pero, ¿Qué
sabéis acaso de todo esto?... Y aunque se tratara de ilusiones, para mí estas son
preferibles a eso que llamáis la realidad, que a menudo es bastante pesada. Es
infinitamente mejor vivir en el mundo de la belleza, donde los conocimientos y
sensaciones que nos llegan están por encima de toda imaginación. Nada va a ser
tan deseable como vivir en la pureza, estando siempre maravillados ante aquel
esplendor, sin llegar a desearlo de una forma vulgar. Allí, una sola mirada puede
proporcionaros mayor felicidad que ninguna otra cosa. Aquel que sabe
contentarse con una mirada está acercándose a la perfección.
Un día, siendo yo todavía muy joven, el Maestro Peter Deunov me dijo: "A ti,
te basta con una mirada". Estuve muy asombrado pues ignoraba en ese
momento lo que me quería decir, pero luego me he observado, me he estado
estudiando y he podido constatar que era cierto lo que decía el Maestro: él había
vislumbrado lo más profundo de mi naturaleza, las raíces y la estructura de mi
ser, resumiéndolo todo en una sola frase: Sólo necesito una mirada. A partir de
aquí, he podido servirme con frecuencia de la mirada y he descubierto grandes
leyes; por ejemplo, he vislumbrado la forma como hay que dirigir la mirada para
bendecir y santificar, para maravillarse, para encontrarse colmado y pleno, todo
ello sólo a través de la mirada. Hace años que vengo trabajando con ella, es toda
una ciencia que aún no he llegado a revelaros.
198
Hay algo que para mí es absolutamente necesario y es contemplar la
belleza. Nunca querría privarme de esto. No me importa lo que puedan decirme,
yo les responderé: "Haced lo que vosotros queráis, pero a mí dejadme tranquilo,
yo voy por otro camino. Admito que podéis ser personas muy santas e
impecables de acuerdo a las tradiciones, me inclino ante ello pero dejadme
tranquilo puesto que no sabéis por donde voy... Yo he encontrado mi camino." Y
sin atender a lo que digan, continuaré contemplándola. Hay tanta belleza sobre
la tierra que sería una lástima dejar de apreciarla.
Lo que hay que evitar es lanzarse sobre la belleza para devorarla, pero es un
crimen dejar de ir en pos de ella para contemplarla. Si bien los humanos se sirven
de la belleza para precipitarse mutuamente a los abismos, esto no es por culpa
de la belleza. Son ellos quienes no están aún suficientemente preparados y van a
alimentar en su interior un fuego que se convertirá en humo a causa de todas
sus impurezas. La belleza no esta hecha para hacer caer a los humanos, sino
todo lo contrario, para elevarlos al mundo Divino, para proyectarlos hasta el
Cielo. Por mi parte, querría alimentarme exclusivamente de belleza y puedo
deciros: "Si Dios no fuera bello, si solamente fuera sabio, omnisciente y
todopoderoso, yo no le amaría tanto. Si por algo le amo precisamente es por ser
bello y es por esto que anhelo ser como El." Sólo me siento atraído por la belleza,
pues tengo de ella una idea diferente; allí donde la mayoría de las personas ve
algo espléndido, yo sólo veo una cosa opaca, pesada. Pero allí donde ellos no ven
nada, yo percibo un oculto esplendor.
Os decía al comienzo que en las reuniones donde suelen encontrarse jóvenes
de ambos sexos, los hombres van a proyectar a la atmósfera sin ser concientes
de ello ciertas radiaciones y partículas etéricas que las mujeres, al ser receptoras,
van a absorber también de manera inconsciente. Estos intercambios van a
producirse en un nivel etérico, mucho antes de que se llegue a un contacto físico,
y esto es suficiente para hacerlos felices. Sería muy deseable que los hombres
tomaran conciencia de este fenómeno, a fin de que se esforzaran en proyectar
solamente partículas muy puras, capaces de vivificar y armonizar a otros seres.
En cuanto a las mujeres, deberían preocuparse por activar sus filtros protectores
para impedir que les llegue cualquier fluido contaminado que provenga del plano
psíquico. Hay algunas que son como verdaderas esponjas y lo absorben todo. En
todo esto, existen muchas reglas por conocer y muchas veces ciertas dolencias
199
que las mujeres padecen en determinados puntos del cuerpo se deben a que han
recibido un exceso de influencias nocivas que no supieron filtrar en su momento.
Puesto que todos estos intercambios etéricos se dan en la realidad,
¿Porqué no efectuar un trabajo consciente con ellos para que se realicen de la
manera más elevada posible? Ni los santos, ni los profetas, ni los grandes
Maestros pueden impedir que estas grandes leyes de la naturaleza se
manifiesten en ellos; incluso en los seres más puros, más santos, van a
producirse ciertas reacciones. Sólo que en este caso ellos son concientes de lo
que está pasando y todo lo que emana de ellos es divino. La única preocupación
de un Iniciado es que a través de él pueda proyectarse la Divinidad para bien del
mundo entero. No se puede impedir que la fuente brote, que el río fluya. Lo único
importante es que la corriente sea pura.
Sèvres, Enero 2 de 1967
200
SABER UTILIZAR
LOS PODERES DEL AMOR
I
Bonfin a 20 de julio de 1967
Conferencia improvisada
Son tantas las historias que se han contado acerca de los Iniciados! Pero en
realidad, la gente no sabe nada de ellos. Cuantas veces os he dicho que,
respecto a la sexualidad los Iniciados no han sido hechos de una forma distinta a
los demás hombres y que incluso es frecuente que ellos cuenten con una
sexualidad más viva, más poderosa. La única diferencia entre los Iniciados y los
demás es que ellos conocen la forma de dirigir y controlar sus energías. Para
ellos todo es útil, todo tiene un sentido. Ellos nunca se mutilan ni se convierten
en eunucos, como han hecho tantos religiosos que huyen de la mujer y que
terminan por marchitarse y perder toda sensibilidad hacia la belleza y la poesía.
Y hay quienes llaman a esto misticismo y santidad! Pero no!...en absoluto. No
hace falta mutilarse, no hay que cortar nada ni despojarse de nada, basta contar
con los conocimientos necesarios para dirigir y utilizar bien la energía sexual.
Si construís un dique sobre un río, este puede llegar a desbordarse y arrasar
con todo; vuestro dique no impide que las aguas sigan fluyendo. Lo mismo va a
suceder en el ser humano: Si el se empeña en poner barreras a las fuerzas que
emanan de él mismo, las tensiones irán acumulándose en el subconsciente y
llegará el momento en que se desbordarán, llevándose todo por delante. Cuando
no se conoce bien la naturaleza humana, mis queridos hermanos y hermanas, es
imposible lograr nada. Así que no debéis bloquear vuestras energías, sino
201
abrirles un canal para que puedan irrigar la tierra entera, como hicieron los
antiguos Egipcios, cuando construyeron canales a través de los cuales las aguas
del Nilo pudieran fluir y fertilizar el país. En realidad, la misma naturaleza ya se
ha encargado de dotar al ser humano con ciertos canales, por los que las
energías sexuales pueden ascender hacia lo alto, hacia el cerebro. Pero hasta
hoy, los humanos están muy poco habituados a trabajar en estos aspectos, de
modo que los canales se han cegado y las energías tienen que fluir hacia abajo,
con el consiguiente derroche.
El problema fundamental es cómo amar, y he aquí justamente lo que no se
sabe hacer. A las gentes se les enseña que el amor no es más que un instinto al
cual es preciso abandonarse. Pero no es así. Se está lejos aún de saber lo que es
el amor y cómo Dios lo ha puesto todo en el amor. Es necesario amar, no cabe
duda, pero hay que aprender a usar bien de este amor. Cuando dos seres se
aman ¿Porqué tienen que agotarse tan rápido? ¿Porque ellos no han
comprendido que les espera la promesa de un amor más grande, de una
expansión mucho mayor, a condición de saber emplear bien sus miradas, sus
palabras, sus efluvios, para comprenderse, purificarse y ennoblecerse? El día en
que hombres y mujeres encuentran su amor, es como si se precipitaran en un
abismo para luego no reconocerse más, sólo les queda el rechazo. Entonces
¿Porqué no guardar una cierta distancia y utilizar todas aquellas emanaciones
para poder superarse, para sentirse cada vez más inspirados e irradiar este amor
al mundo entero? Sí, hacer que todos exclamen al verles: “Pero, ¿quienes son
estos seres? parece que emanara de ellos una luz, algo divino...” He aquí la
202
verdadera finalidad del amor. Pero para llegar a esto hay que conocer primero
todos los aspectos de esta formidable energía.
No os dejéis influenciar por las novelas o las películas. Todas estas son
historias que sólo os llevarán a hacer locuras. Debéis buscar en cambio el saber
iniciático, a fin de poder utilizar esta energía del amor para obtener la luz, en vez
de gastarla yendo al lecho precipitadamente como suele hacerse hoy en día.
Cuando un hombre o una mujer han tenido una docena de amantes, ¿Acaso les
queda algo limpio, algo bello por emprender? Nada en absoluto. Ya se es del
todo inútil, ya se está acabado. Debéis amar sí, pero sabiendo cómo hacerlo,
para el bien de vuestra alma, de vuestra mente y de todo vuestro ser. “Sí, me
diréis, pero cuando las cosas arden, todo se quema!” Pues tanto mejor, ya os he
dicho muchas veces que cuanta mayor sea la presión más arriba subirá el agua
en aquel rascacielos que representa al ser humano. Si no hubiera presión, el
agua no podría llegar a los habitantes de los pisos superiores, que viven dentro
del cerebro. Pero la ignorancia de las gentes es tal, que sólo piensan en eliminar
la presión, con lo cual en realidad todo queda suprimido. Los ocupantes del
cerebro carecerán de agua por ser insuficiente la presión. No hay nada que sea
más bello, más poderoso, más divino que el amor, pero los humanos se empeñan
en derrochar este don tan precioso que les ha regalado el Creador.
Tan sólo los verdaderos Iniciados han llegado a tener la revelación del amor,
gracias a la cual ellos han podido sanar, profetizar y hacer milagros. Por mi
parte, sólo creo en el poder de esta fuerza, del amor, pues he recibido al respecto
revelaciones ciertamente extraordinarias. Sé que el amor es la única fuerza
capaz de dar al ser humano todo lo que este anhela, pues es algo que está en el
origen de todas las demás fuerzas. Sí, todas las energías que la física conoce y
utiliza no son otra cosa que distintas trasformaciones del calor, es decir, del
amor. En el principio de todas las cosas está el fuego, el calor, el amor. Si
aprendéis a trabajar con esta energía, entonces podréis obtenerlo todo.
Desgraciadamente, en lugar de aprovecharla, los humanos sólo piensan en
gastarla, en deshacerse de ella... Pero no, es algo que no se debe derrochar, ya
os lo he dicho, de esta energía depende el cerebro mismo, de modo que al
hacerlo, estaréis perdiendo vuestra materia gris, agotando vuestro propio
cerebro.
203
Resulta pues muy claro, queridos hermanos y hermanas, es necesario amar
pero hay que orientar vuestras energías hacia las ramas del árbol vital, en vez de
permitir que se dirijan únicamente hacia abajo, hacia las raíces. Esta energía que
bulle dentro de vosotros, es preciso llevarla hacia el cerebro (es decir, a las
ramas), a fin de que este sea regado y nutrido por ella y así pueda producir flores
y frutos. Para acceder a ella, habrá que permanecer unidos siempre a la Fuente
inagotable, no contentarse con beber una pequeña porción (que estaría
representada aquí en un marido o una mujer), que luego os veréis obligados a
rechazar una vez que se haya agotado. Es hacia aquella Fuente de agua viva
donde tendréis que ir para poder apagar vuestra sed.
Bonfin, Julio 20 de 1967
204
EL AMOR
TRASFORMA LA MATERIA
Bonfin el 26 de Julio de 1967
Conferencia improvisada
Para moldear e informar la materia, hace falta introducir en ella una energía
capaz de removerla. Tomad un bloque de arcilla y derramad agua sobre él,
veréis cómo la arcilla se humedece al contacto y emblandece. Si tenéis azúcar o
sal y las cubrís con agua, van a fundirse; en algunos casos, en lugar del agua
habrá que usar el calor... En el terreno espiritual, este agua o este calor que
permite trabajar sobre la materia, es el amor. Como sucede con el agua y el
calor, el amor penetra las partículas de la materia, las funde y las trasforma.
Cuando queréis apoderaros de un objeto, asirlo, primero teneis que atraerlo
hacia vosotros para dominarlo y poder trabajar sobre él. Esto es lo que hace el
amor, como el calor que penetra las partículas de la materia. Es como si
hubierais lanzado un gancho: tiráis de él y el objeto viene hacia vosotros. El amor
engancha de esta forma con el ánimo de apropiarse de algo, de dominarlo, en
última instancia.
Acordaos del análisis que hemos hecho anteriormente acerca de las diferentes
actitudes del hombre y la mujer en lo que se refiere a su vida sentimental. La
mujer se mantiene a la espera, sin agitarse, pero a través de su sonrisa, de su
mirada, ella lanza algo; luego, ella simplemente recoge lo que ha lanzado y el
hombre viene a su lado, ha sido atrapado. Por su parte, el hombre actúa como lo
hacen los alpinistas: arroja una cuerda cuyo extremo lleva atado un gancho de
205
sustentación y luego tira de ella para subir. Ahora bien, en ambos casos el
objetivo va a ser el mismo: hacerse con su presa. La mujer atrae al hombre sin
necesidad de moverse, mientras que el hombre se tiene que desplazar hasta
llegar a ella.
Por acción del calor y del amor, vosotros vais a impregnar un objeto o una
persona, con lo cual es como si lanzarais una cuerda hacia ellos, dotada de un
gancho que va a penetrarles, a sujetarles de modo que podáis dominarles. De
modo semejante, si queréis dominar la materia, vuestra propia materia, será
preciso sujetarla proyectando sobre ella un amor formidable, capaz de
enganchar las partículas, los electrones, y ponerlos a vuestro servicio para que
hagan vuestra voluntad. Mientras no logréis sujetar de esta forma a una
persona o a un animal, van a estar fuera de vuestro alcance, no podréis
dominarlos. Dominar significa que uno dicta su ley a los seres o a las cosas. Lo
mismo va a suceder en el plano espiritual: vosotros podéis dictar órdenes a
vuestras células y ellas obedecerán, puesto que han sido impregnadas por
vuestro calor, por vuestro amor y vuestro pensamiento.
La cuestión estriba en saber sujetar aquellas partículas que os presentan
oposición y llegar a capturarlas. Si el ser humano pudiera observar lo que ocurre
en su interior, en su estómago, sus pulmones o su sexo, no vería otra cosa que
diminutas partículas animadas que se agitan en todas direcciones, haciendo lo
que ellas quieren; de modo que el individuo, que suele verse a sí mismo como un
monarca dentro de su reino, en realidad está siendo combatido sin cesar por su
pueblo, integrado por seres anarquistas y revolucionarios. Todo esto le produce
malestar, desazón y sufrimiento. Las voluntades contradictorias de sus súbditos y
sus constantes riñas van a reflejarse en su estado general. Para encontrar
nuevamente la armonía, la paz y la felicidad, la persona tiene que poner a sus
células a caminar en la dirección correcta, domesticándolas, tal como se hace
con algunos animales destinados a trabajar en los circos: leones, elefantes, osos,
panteras... ¿Porqué no podría el ser humano domesticar también a sus propias
células? Si es capaz de sujetar a los animales, incluso a las fieras, también está
en condiciones de adiestrar a esas fieras salvajes que habitan dentro de él, a sus
propias células, haciendo que marchen en la dirección más adecuada. Pero ello
206
supone una labor ardua, llena de voluntad y sobretodo de amor. Mediante
vuestra fuerza, vuestro deseo y vuestro amor, llegareis a capturarlas,
adiestrarlas y hacer de ellas vuestras servidoras. Se dice que este es un trabajo
sobre la materia, pero no hay que olvidar que se trata de una materia viva,
habitada. Si es necesario poseer una gran ciencia para dominar la materia, es
justamente porque se encuentra informada por criaturas vivientes, puesto que
todo está vivo; y para que estas criaturas lleguen a obedeceros debéis
penetrarlas, impregnarlas con vuestras energías y vuestros fluidos hasta
dominarlas, haciendo que sigan una dirección determinada, del mismo modo
que las células de vuestros pies siguen el rumbo espiritual que vosotros habéis
fijado. En ese momento, todo cambia, puesto que sentiréis una inmensa armonía
por doquier. He aquí, queridos hermanos y hermanas, el primer grado en cuanto
al dominio de la materia.
Después de miles de años, la solución a todos los problemas se halla frente a
los ojos de los humanos, pero ellos no la ven. Está aquí mismo, escrita en todo lo
que nos rodea, sólo es necesario aprender a mirar y comprender las cosas, verlas
como un reflejo de otras realidades espirituales, celestiales, divinas, sin dudar
nunca que en las más ínfimas manifestaciones de la vida, Dios ha dejado inscrita
la solución a los problemas más complejos.
El amor es el primer grado del poder. Ensayad y veréis: Cuando estéis frente a
personas conflictivas, coléricas o excitadas, limitaos a tocar su mano o su
espalda sin decir nada y concentraos al mismo tiempo para enviarles mucho
amor. Los humanos no suelen hacer esto con frecuencia; conocen aquel otro
amor que también es fuerte y poderoso, pero que no trae consigo un efecto tan
benéfico. Hay que aprender a usar el poder del amor desinteresado, exento de
toda sensualidad, de toda pasión, pero capaz de producir verdaderos milagros.
Con él podréis llegar a mejorar el mundo entero. Se piensa que es imposible
actuar sobre la humanidad para mejorarla y ayudarla diciendo: "Son demasiado
numerosos, es algo imposible!" Sin duda, se trata de una empresa gigantesca
pero, si sabemos cómo hay que hacerlo, llegará a ser posible. Intentad
imaginaros por ejemplo que toda la humanidad está concentrada en un sólo ser;
Sí, tratad de ver al mundo entero como un ser que está allí, cerca de vosotros, y
207
tendedle la mano ofreciéndole vuestro amor. En ese momento, pequeñas
partículas de vuestra alma serán irradiadas en todas direcciones y lo que
vosotros hacéis por este ser va a reflejarse sobre una multitud de personas,
cuyos pensamientos y deseos van a empezar a trasformarse. Si hubiera sobre la
tierra centenares o miles de hombres y mujeres que practicaran este ejercicio,
podríais observar en aquel momento algo así como un nuevo aliento, un soplo
divino que iría pasando a través de las criaturas, hasta que un buen día, sin que
ellas mismas supieran porqué, se despertarían completamente trasformadas.
En verdad, aquello que ha sido revelado en las Escuelas iniciáticas de la
antigüedad, es totalmente aplicable a lo que ahora os estoy explicando: Cómo
dominar la materia a través de la mente. Sí, la verdad es una sola, aunque se
revista de infinitos aspectos, formas y matices. Hay que comprender sólo una
cosa; hay que intentar solamente una cosa: la unión, la fusión, la perfección.
Pero no obstante, ¡Hay que ver todo lo que hay que conocer y entender para
llegar a lograr esto! Todas las ciencias están ahí, al servicio de un único fin:
Unirse a la Divinidad, fusionarse con la Causa primordial.
Por el momento, vosotros buscáis... a saber qué... Pero en realidad, no haría
falta buscar nada; no puede haber nada superior a la unión con Dios, a vibrar en
armonía con El. Todos los descubrimientos en los distintos campos de la ciencia
sólo deberían dirigirse a este objetivo; ninguna ciencia puede aportar nada
superior a esto; Por el contrario, todo aquello que la ciencia va encontrando
debería usarse exclusivamente para reforzar y realizar la mejor actividad posible:
El intento de unión con Dios.
Bonfin, Julio 26 de 1967
208
LOS PRINCIPIOS MASCULINO Y FEMENINO:
SUS MANIFESTACIONES
I
Bonfin 27 de Agosto de 1967
Conferencia improvisada
Así, el principio masculino y el femenino interactúan de una forma
determinada y, aunque el hombre o la mujer no se enteren de nada, este
intercambio va a producirse. El principio masculino se torna activo, voluntario,
dinámico, en tanto que el principio femenino va a aumentar su receptividad. Esto
ocurre siempre, de forma automática en todas las criaturas que gozan de
normalidad. Pero los Iniciados siempre quieren ir más allá en la comprensión de
todos los fenómenos y saben utilizar esta ley en el camino espiritual, para
despertar ciertas cualidades. A este nivel no se trata ya de simples hombres y
mujeres, sino de principios divinos. Cuando se trata de adquirir las cualidades
femeninas de receptividad, dulzura, humildad u obediencia, un Iniciado, que no
deja de ser un hombre, se pondrá en contacto con el Padre Celestial, ya que esta
es la única forma de llegar a tener las virtudes correspondientes al principio
opuesto. Pero hará exactamente lo contrario, si pretende adquirir las cualidades
209
masculinas de autoridad, fuerza y poder, entrando en contacto esta vez con el
principio femenino, a través de la Madre Divina. De tal modo, gracias al
armonioso desarrollo de las cualidades masculinas y femeninas, el Iniciado
avanza hacia la perfección.
Cuantas veces se ha podido comprobar esto en la vida ordinaria! El
principio femenino influye sobre un joven volviéndolo caballeresco, insuflándole
coraje. Delante de una chica, hasta el más patoso va a darse importancia.
Vosotros pensareis que sólo se trata de bluff. Puede ser, pero ¿de donde sale
precisamente esta necesidad de inflarse y hacer aspavientos? ¿Por qué se
intenta jugar al héroe? Es la mujer quien lo incita. Veamos: Un marido llega a
casa y le cuenta a su mujer que se ha topado con fulano de tal y que le ha dicho
esto y aquello. "¿Pero cómo?, responde la mujer, eres tonto, tendrías que
haberle roto la cara por decirte eso" "Bueno", dice el marido, herido en su
orgullo, "ahora iré a darle su merecido!"; bebe algo para sentirse más decidido y
parte... Pero por el camino el coraje le abandona y vuelve a casa explicando a su
mujer: "Fui a buscarle, pero ya no estaba allí". Y la mujer lo cree todo, se siente
orgullosa de tener un marido heroico.
¿Por qué esta necesidad del hombre de alardear ante la mujer?
Instintivamente, él sabe que ésta es la forma de ganarla para sí..., pues la mujer,
que es débil, necesita el apoyo de un ser fuerte y admira la fuerza. En los torneos
medievales era costumbre que fuera una mujer la que entregaba el premio al
vencedor, junto con una sonrisa o una rosa. En aquella época, la mujer era
mucho más sensible al heroísmo y admiraba al guerrero que volvía del combate
cubierto de gloria. Algo semejante se puede observar entre los animales: cuando
los machos se pelean entre sí por una hembra, aquel que resulta victorioso será
el escogido por ella. La hembra tiende siempre a escoger el más fuerte, el más
audaz, haciendo a un lado a los débiles. Pero qué duda cabe de que existen
excepciones, como es el caso de aquellas mujeres superprotectoras que prefieren
a los débiles para poder protegerlos.
210
Veamos ahora una panorámica más amplia de la vida, para observar cómo la
Inteligencia cósmica ha puesto por doquier signos de diferenciación entre los dos
principios: en la forma como actúan, en su manera de mirar, de hablar, de
trabajar... Todo lo que es hueco y profundo en la naturaleza representa el
principio femenino, mientras que todo aquello que se yergue simboliza el
principio masculino. Por contraste, al hablar o al cantar, los hombres tienen un
registro bajo de voz, mientras que las mujeres lo hacen en un registro alto. ¿Por
qué? Es muy sencillo: Todo aquello que está abajo tiende a ir hacia lo alto y todo
lo que está en alto tiende a ir hacia lo bajo. Cuando se está arriba, al llegar a la
cima, no se mira más hacia arriba pues ya se está allí, de modo que se tiende a
mirar abajo, mientras que aquel que se encuentra abajo, tenderá a mirar hacia
arriba. De hecho, esto se constata igualmente en la vida cotidiana: el pobre
anhela la riqueza, el ignorante, el saber, el débil, la fuerza, etc. Así la mujer, que
representa las profundidades, los abismos, el vacío, se tiende hacia la plenitud,
hacia las alturas; ella mira hacia el Cielo, hacia su amado, mientras que él se
inclina hacia ella, por eso su voz tiene un tono más bajo, más profundo. A través
del tono de su voz, el hombre y la mujer van a expresar las tendencias
fundamentales de su naturaleza. *
Por otra parte, ¿habéis notado que cuando un hombre y una mujer se
abrazan, la mujer levanta los brazos para rodear el cuello del hombre, mientras
que él tiende a colocar sus manos más abajo? No os digo esto para distraer
vuestra imaginación hacia temas escabrosos, no. Lo que me interesa es subrayar
el aspecto filosófico que hay en el trasfondo de los gestos más usuales en
momentos en que el hombre y la mujer actúan instintivamente, ya que veo
detalles muy significativos. La mujer refleja las tendencias de la materia que
quiere evolucionar y elevarse, mientras que el hombre va a reflejar las
tendencias del espíritu que quiere descender para explorar las profundidades.
En las actividades propias del hombre y de la mujer, también podremos
apreciar algunas diferencias. El hombre es ante todo creador, mientras que la
mujer es formadora. Para que un hijo llegue a nacer, por ejemplo, es el padre el
que hace el papel de creador, aportando la semilla, el espíritu, mientras que la
madre va a contribuir con los materiales necesarios para darle forma. Así, el
211
hombre crea, la mujer da forma. El creador de una casa es aquel que levanta el
plano, el arquitecto. Aunque la casa no se haya construido y no podamos
habitarla, ya ha sido creada en la mente de alguien. Queda luego el trabajo de
levantarla, con ayuda de toda clase de materiales. La creación precede siempre a
la formación y tiene lugar en lo alto, en la cabeza, en el plano mental. Cuando
Dios creó el mundo, esta creación fue instantánea. Lo que necesita tiempo es la
formación y es precisamente durante esta etapa que hizo su aparición el tiempo.
Por ello se habla de los seis días de la creación, pero esto es un concepto
simbólico ya que en realidad estos seis días representan el tiempo que fue
necesario para la formación. La creación es instantánea ya que tiene lugar en la
eternidad.
¿Y porqué cuando un hombre y una mujer se unen en un abrazo, la mujer
tiene una tendencia a introducir su lengua en la boca del hombre? Sencillamente
para mostrar que aquello que ocurre abajo, en el plano físico, es un reflejo
inverso de lo que pasa arriba, en el plano astral. En el plano físico el hombre es
emisor y la mujer es receptora, pero en cambio en el plano astral es la mujer
quien emite y el hombre quien recibe. Y esto es así, porque la mujer es allí el polo
más fuerte y el hombre el más débil; en el terreno de los sentimientos, la mujer
es más fuerte; en lo alto da y en lo bajo recibe, mientras que el hombre va a dar
en lo bajo y a recibir en lo alto. Esta inversión de la polaridad según el nivel,
constituye un gran misterio. Por esta razón, muchos se equivocan al querer
interpretar las realidades del mundo invisible. No saben que existe esta inversión
y mezclan todos los planos. Los clarividentes nos dicen que, en el plano astral, las
figuras y los números están invertidos, y esto explica un fenómeno ya bastante
conocido: Cuando una persona ha estado a punto de morir, ha llegado hasta la
frontera entre la vida y la muerte pero ha regresado, es frecuente oírle decir que
en esos instantes ha visto como si le proyectaran una película de toda su
existencia, pero al revés, y esto es porque ha puesto un pie en el otro mundo,
donde todo se encuentra invertido.
Todo lo que está abajo es como lo que está arriba: en lo alto está la
cabeza y en ella la boca, los labios, la lengua, y esto es como lo que está abajo, el
sexo. Pero las palabras "arriba" y "abajo" que usara Hermes Trismegisto, sólo
212
nos proporcionan una idea muy vaga. En todos los ámbitos será preciso saber a
qué corresponden estos dos términos de arriba y abajo: el Cielo y la tierra (o el
Cielo y el Infierno), el cerebro y el sexo (o el cerebro y el estómago)... El hecho es
que todo lo que está en alto es como lo que está abajo, pero invertido. E incluso
en la estructura anatómica del hombre y la mujer podemos encontrar esta
inversión: en el hombre todo está al exterior, visible, mientras que en la mujer
todo se halla al interior, oculto, misterioso.
Suponed ahora el caso de una joven cándida, inocente hasta donde es posible,
que sin querer ‐por así decirlo‐ ha atraído a un muchacho hasta incitarle a una
relación íntima con ella... ¿Cual va ser la forma de reaccionar de esta chica?
Ante todo llorará, se lamentará, acusará al joven de haberla seducido, se va a
declarar arrepentida por lo sucedido. Y entre tanto su compañero, que actúa
honestamente, querrá reparar el daño a cualquier precio, comprometiéndose
con ella para casarse o lo que sea... En su interior, la joven siente que ha
triunfado, pues eso era lo que ella buscaba. Por supuesto, no siempre ocurre así;
en otros casos el chico se escapa dejando encinta a la pobre muchacha, pero
esto no es lo que más nos interesa aquí.
En realidad, si estudiamos la estructura del órgano sexual de la mujer,
veremos que todo él está hecho para retener al hombre y hacer de él su
prisionero. Aunque el hombre siempre piensa que él es el vencedor y la mujer es
su pobre víctima... esto no es así. En realidad es ella quien le retiene, le
comprime y limita, convirtiéndole en su esclavo y en la verdadera víctima. En
apariencia, es la mujer la que acepta y se somete, pero en realidad ella quiere
retener al hombre para que la satisfaga y trabaje toda su vida para ella, etc. Si lo
vemos con objetividad, es el hombre quien disminuye, es él quien deja algo, es él
quien se empobrece en tanto que la mujer va a enriquecerse, al recibir la semilla
de la vida, la cual va a poner en marcha todo un proceso en su interior. Ah, sí,
cambia mucho de la apariencia a la realidad... El hombre parece más fiero y la
mujer más débil, pero no es verdad. Ella es más astuta, mientras que él es más
ingenuo. Eso es lo que pasa.
213
Así va a ocurrir con todo en la naturaleza. Si pretendéis atrapar un pájaro,
un insecto, una mariposa, tenéis que rodearlo y tenderle trampas. El ser
humano, al estar inmerso en la naturaleza, se halla dominado por ella. La
naturaleza le rodea como si fuera una casa y ya sabéis que, al entrar en una casa
las puertas se cierran detrás de vosotros y quedáis dentro como prisioneros o
víctimas de ella. Aquel que domina la situación tiene siempre al otro a su
merced. Lo mismo va a pasar si se trata de la mujer y el hombre. Ella es la más
fuerte, por ser ella quien domina en un momento dado y, aunque sea sólo por
unos minutos, él va estar en sus manos. La mujer necesita al hombre y, para
atraerlo va a jugar el papel de víctima mostrándose débil, tierna, delicada,
temerosa, ya que sabe por instinto que al hombre le agrada pensar que él es el
mas fuerte y sentirse héroe, vencedor, conquistador. Pero todo esto es un truco
de ella para poder retenerlo y así obtener de él lo que desea.
En realidad ambos se sitúan al mismo nivel, puesto que los dos van a hacer
sus cálculos; lo que cambia es su forma de actuar. Por eso el amor ordinario es
una guerra, una batalla donde uno ha de vencer al otro. Lo que se ve en
apariencia es todo lo contrario: sonrisas, besos, camaradería, pero en el fondo se
trata de una lucha implacable entre ambos sexos, una guerra camuflada, es
cierto, ya que para vencer aquí al adversario es preciso usar de una gran
diplomacia y tendrán que pasar años para saber cual de los dos ha sido el más
esquilmado. Vosotros diréis: "Pero todo esto es muy desagradable", Cierto, pero
no deja de ser verdad, excepto en aquellos casos en que el hombre y la mujer
tienen una filosofía, un ideal que les impulsa a trabajar por el Reino de Dios. De
ser así, ellos dejarán de ser adversarios camuflados para convertirse en mutuos
colaboradores: ambos van a participar conscientemente, aunando las diferentes
cualidades que les ha otorgado la naturaleza.
Si en apariencia el hombre es agresor y la mujer es su víctima, ello se debe
a que el hombre es activo y voluntario, no esconde nada y lo demuestra todo con
su actitud. En cambio, la mujer está hecha para disimular, nunca se sabe lo que
realmente ocurre dentro de ella... Por lo mismo, ella está en su propio terreno si
se trata de fingir algo, y no cree que esto pueda ser malo ni deshonesto. Ella
puede estar esperando a un hombre, por ejemplo, y al llegar este mostrarse
214
asombrada o hacer como si no le viera. Jamás se sabrá lo que una mujer piensa
o desea, ya que ella se manifiesta conforme a su polaridad estructural, donde
todo se halla invertido. Lo que en el hombre es externo va a ser interno en la
mujer, va a estar del revés, de forma que al disimular o incluso al mentir, ella no
hará otra cosa que obedecer a la ley de su naturaleza. En cambio el hombre, al
seguir igualmente los dictados de su propia ley, va a expresarse directamente,
sin rodeos y en muchos casos de una manera brusca, agresiva.
La multitud de pequeños detalles anatómicos, fisiológicos, psicológicos...,
diplomáticos, van a ser muy importantes para ayudarnos a entender tanto el
carácter como las manifestaciones del hombre y la mujer.
Para terminar, os diré que tanto el hombre como la mujer deben trabajar
para desarrollar interiormente su principio complementario. La mujer debe
desarrollar en ella el principio masculino, el hombre el principio femenino.
Cuando estuve en la India, pude visitar numerosos templos y en casi todos ellos,
aún en los más pequeños, había una representación del lingam, símbolo de
unión de los dos principios masculino y femenino. En varias ocasiones, hablando
con algunos yoguis les decía: "¿Habéis llegado a comprender bien este símbolo?"
Y ellos me miraban estupefactos! ¿Cómo podía ser que un europeo tuviera la
desfachatez de preguntarles si comprendían uno de los símbolos más arraigados
desde hacía siglos en su Tradición? "Bien, les decía, pero entonces cómo puede
ser que hagáis todo lo contrario de lo que habéis comprendido? Vosotros estáis
casados, y no digo que haya nada de malo en ello, pero esto significa que estáis
buscando el otro polo el principio femenino en algo externo a vosotros mismos,
en un ser extraño, distinto a vosotros, mientras este símbolo os dice que los dos
principios no deben estar separados. El lingam representa la perfección del ser o
sea el andrógino, que posee simultáneamente los dos principios. Puesto que
buscáis fuera aquello que os falta, esto indica que no habéis comprendido bien
este símbolo" Entonces, se quedaban mirándome como si hubieran captado
estas verdades por vez primera. Algunos de ellos reflexionaban, pero hubo
también quienes se enfadaron bastante.
215
El discípulo debe trabajar para poder manifestar las cualidades de los dos
principios: Por un lado la fuerza, voluntad, resistencia, estabilidad, actividad,
dinamismo y ambición propias del principio masculino que busca dominar,
gobernar, imponerse... y por otro la suavidad, el encanto y delicadeza
características del principio femenino, que sabe someterse, sacrificarse.. Cuando
llegue a tener la doble naturaleza del hombre y la mujer, el discípulo será
entonces un ser perfecto, conocido por la Ciencia Iniciática como el andrógino.
Ser andrógino era el ideal de todos los Iniciados, ya fueran alquimistas,
cabalistas, etc., pues se trataba de poseer plenamente los dos principios, tal y
como existen en la Divinidad. Dios reúne en Sí los dos principios y esto explica Su
amor hacia todas Sus criaturas. El es indulgente y atiende a sus ruegos. Aunque
a veces se le representa sólo bajo su aspecto de un Padre terrible, o un fuego
devorador, esto no es apropiado. El es al mismo tiempo Padre y Madre.
Bonfin, Agosto 27 de 1967
Nota complementaria
Muchos músicos, incluso aquellos que estudian la música bajo un enfoque
puramente teórico, no se han detenido a reflexionar sobre el significado
profundo del sostenido y el bemol. El bemol disminuye la nota en medio tono,
mientras que el sostenido, por el contrario, le aumentará un semi‐tono. De este
modo, el sostenido y el bemol vienen a ser también una imagen de los dos
principios femenino y masculino, que han creado todo en el universo: la materia
y el espíritu. El espíritu desciende, es el principio masculino con su mirada puesta
siempre hacia lo bajo; en cambio el principio femenino que está abajo y que mira
siempre hacia lo alto, está obligado a elevarse, a remontar. Por ello, el principio
femenino va unido a los procesos evolutivos, mientras que el principio masculino
se asocia con los procesos involutivos. El sostenido y el bemol simbolizan así los
dos principios, femenino y masculino no sólo por su forma, que recuerda la de los
216
órganos sexuales de la mujer y el hombre, sino principalmente a causa de la
función que ejercen dentro de la escala, subiendo y bajando la nota un semi‐
tono.
El espíritu desciende para reunirse con la materia, es decir, para regarla,
fecundarla, resucitarla y vivificarla. Es algo semejante a lo que hace el hombre al
amar una mujer: él desciende hacia ella y al hacerlo va a perder sin duda algo,
que luego le hará sentirse un poco abatido y disminuido, mientras que la mujer
habrá recibido algo y ello le llevará a estar contenta, a expandirse, a remontar,
igual que lo hace el sostenido.
Sèvres, Mayo 30 de 1965
217
Conferencia improvisada
Añadiré ahora algunas palabras al mismo tema que venimos tratando. Os
decía que el hombre debe saber convertirse en mujer y esta a su vez debe llegar
a ser hombre. Pero por supuesto, no me refería a lo externo sino a la actitud, los
pensamientos y sentimientos, la forma de actuar. Aprender a mostrarse según
las circunstancias, positivos o negativos, emisores o receptivos, activos o pasivos,
es algo que puede ayudar a resolver muchos problemas.
Tomemos el ejemplo de lo que ocurre en una familia: el marido llega a
casa descontento, enfadado porque su patrón ha sido injusto con él, de modo
que al menor pretexto intentará descargar su ira sobre su mujer. Si ella es
razonable y sabia, su actitud será pasiva, receptiva, permanecerá en calma sin
replicar nada. En este caso, el marido se irá apaciguando ya que se ha producido
un intercambio adecuado entre los dos polos, positivo y negativo. Si la mujer
sabe polarizarse, ella misma absorberá estas energías, las trasformará y las
devolverá a su marido bajo una forma que permite esclarecer, elevarse. En caso
contrario, cuando es la mujer la que se enfada, el hombre debería saber
polarizarse negativamente. Sí, pero desgraciadamente sucede que ambos
ignoran estas posibilidades y, en cuanto uno de los dos, monta en cólera, el otro
le imita con igual violencia y sobrevienen las querellas, los golpes, las
separaciones...
218
Ya sea hombre o mujer, el discípulo debe aprender a ser los dos a un
mismo tiempo.
Veamos todavía algo más: Vosotros estáis siguiendo a un Maestro y, sin
embargo actuáis como emisores, habláis, dais explicaciones como si el Maestro
fuese ignorante y quisierais instruirle, estando él obligado a escucharos... Pero lo
que debéis hacer es precisamente lo contrario! Al lado de un Maestro o de un ser
muy valioso, debéis estar receptivos, callaros, escuchar para enriqueceros. En
cambio, si estáis rodeados por personas deshonestas, débiles, viciosas, entonces
sí tenéis que polarizaros en positivo, pero no sólo para evitar recibir lo que ellas
emanan, sino para rechazar con fuerza aquello que es negativo y poder darles
algo bueno. Ahora bien, cuando estéis al lado de una fuente, al costado del
Maestro, ensayada ser absolutamente receptivos. Hay muchos que han venido a
mí alrededor hablando de tal modo que no me han dejado decirles ni una
palabra. Luego se han marchado, contentos por haber podido desahogarse de
aquella manera... No he podido ayudarles, no me han dado opción ni lugar para
decirles algo, para colocar alguna cosa positiva, estaban tan llenos, tan inflados
de sí mismos! Un Iniciado va a comprender de inmediato que nada puede hacer
con seres como estos, no saben escuchar, no saben ser útiles, es imposible
aclararles nada. Es preciso pues aprender la forma de usar los dos principios:
saber cuando conviene polarizarse en positivo y cuando en negativo.
Tened pues en cuenta que si sois desgraciados y no conseguís tener éxito
en nada, es porque aún no sabéis trabajar con los dos principios. Si os persiguen
los infortunios, es porque vosotros mismos les habéis atraído, os habéis
polarizado para atraerlos y lo que hay que hacer es cambiar de polaridad para
alejarlos. Debéis aprender a repeler el mal que habéis atraído y comenzar a
atraer de nuevo aquello que antes rechazasteis, ignorando que era lo más
conveniente para vosotros.
219
Dios ha puesto ante nuestros ojos la solución de todos los problemas, pero
como no sabemos inclinarnos para leerla y descifrarla, no la vemos, aunque la
propia naturaleza nos la esté proporcionando.
Bonfin, Agosto 27 de 1967
220
LOS PRINCIPIOS
MASCULINO Y FEMENINO
EL TEMA DE LOS INTERCAMBIOS
II
Sèvres a 1º de Enero de 1970
Conferencia improvisada
Poco a poco vais comprendiendo que, cuando menciono los distintos grados del
amor, me refiero siempre a la misma fuerza pero con diferentes manifestaciones
y con sensaciones también diversas. Cuando un hombre abraza a una mujer,
puede ser que experimente sensaciones múltiples; si en lugar de abrazarla se
limita a mirarla con ternura, va a tener otro tipo de sensación, que aunque
puede ser menos fuerte en el plano físico, no por ello deja de ser muy plena e
intensa en los planos más sutiles, y esto le puede proporcionar una profunda
alegría. Sí, a veces una sonrisa o una mirada son suficientes para trasportarlo.
Un día, estando en París, caminaba por los bulevares buscando
despejarme después de haber estado trabajando y meditando con gran
concentración. Las calles estaban llenas de gente y me había cruzado ya con
cientos de personas. Estaba seguro: ellas me miraban y yo también les miraba.
De repente, vi que se acercaba una pareja, ambos eran muy jóvenes y, al pasar,
la chica me lanzó una mirada verdaderamente indescriptible, inexpresable, era
como si todo el cielo estuviera en sus ojos, como una luz fulminante de belleza y
amor. ¿Quien me estaba mirando a través de esta jovencita? Con seguridad no
era ella misma la que miraba de aquella manera, sino alguien a través de ella. La
221
muchacha se limitaba a ser un instrumento del mundo invisible donde a menudo
hay seres que quieren manifestarnos su amor: ¿Puede ser acaso nuestra propia
alma gemela que aunque no está encarnada nos acompaña y puede a veces
manifestarse a través de la mirada de otra persona?... Durante muchos días no
pude borrar de mi mente aquella mirada. Vosotros diréis: "Pero, ¿cómo es que
no llegó a hablarle, a intentar verla de nuevo?" No, porque hay cosas que yo sé y
que vosotros ignoráis, porque no era ella misma la que me había mirado y, si
hubiera vuelto a encontrarla esperando recibir de nuevo algo semejante, me
habría sin duda decepcionado, sus ojos nunca hubieran podido expresar lo que
una criatura celestial había querido regalarme por su intermedio.
Creedme, queridos hermanos y hermanas, si alguna vez alguien os envía de
forma semejante un regalo divino, guardad esta impresión para vosotros, no
corráis detrás de aquella persona para encontrar de nuevo aquella mirada, ya
que será incapaz de dárosla por sí misma. Vosotros aún no conocéis este ámbito
sutil del alma humana; ninguna mujer sobre la tierra hubiera podido mirarme de
aquella forma, a tal punto se trataba de algo celeste, divino. Es evidente que
hubiera querido seguir recibiendo esta maravilla, pero es algo demasiado bello
como para que pueda suceder más a menudo.
No existe nadie, hombre ni mujer que pueda permanecer insensible ante
una mirada celestial. Si algunos intentan resistir, es porque son como de piedra,
aunque ellos mismos se denominen Iniciados, en realidad no son más que seres
pétreos, muertos. Un verdadero Iniciado está vivo, siente, percibe lo que es bello.
Esto no significa que pierda la cabeza delante de lo bello, sino que lo comprende,
capta su belleza. Ser puros no tiene nada que ver con ser como piedras. Muchas
teorías y otras tantas prácticas de tipo místico, llevan en sí la marca de una
desviación, de una deformación, no son más que anomalías
Es preciso pues saber realizar intercambios a través de la mirada, pero
esta mirada nunca debe parecer una invitación dudosa, sino que debe
caracterizarse por ser afable y no ser demasiado insistente. *
Sèvres, Enero 1 de 1970
222
Conferencia improvisada
He observado algunas personas que viven quejándose y he concluido que es
dicha actitud la que les hace infelices, debido a que no pueden abrirse, no
pueden amar, son incapaces de pronunciar unas palabras de ánimo, de consuelo,
son incapaces de dar; están siempre a la espera de que sean los demás quienes
vengan a ellas, pero el hecho es que los demás están por lo general muy
ocupados, tienen que atender a sus propios problemas y conflictos, de modo que
no tienen tiempo para pensar en ellas o para visitarlas. Entonces, ellas se quejan:
"Nadie viene a verme, nadie me ama, ninguno se interesa por mí." Pero, ¿Por
qué tienen que ser siempre los demás quienes tienen que venir a verlas e
interesarse por ellas? Estos seres seguirán siendo desgraciados hasta que
comprendan que no existe ley alguna según la cual un ser humano debe ser
siempre mimado y consentido por los demás. Veamos incluso lo que sucede con
los niños: Cuando son muy pequeños, los padres se ocupan de ellos, les
alimentan, les llevan en brazos, les lavan, les visten... pero luego son ellos
mismos quienes deberán aprender a comer, a lavarse, a vestirse, a caminar y a
desenvolverse por sí solos. En un sentido simbólico, el discípulo está al comienzo
en una situación análoga a la del niño: Es su Maestro quien le lleva, le nutre, se
ocupa de él. Pero el Maestro no puede llevar eternamente al discípulo en sus
brazos... o sobre sus hombros! Es preciso que este le siga y, en caso de que no
sea capaz de hacerlo, que no se queje de que su Maestro no viene a buscarle.
223
Cuantas veces he insistido en aconsejaros que dejéis un poco a un lado
vuestra personalidad, vuestro egocentrismo, a fin de hacer algo por los demás.
Pero es evidente que muchas veces no lo hacéis, a causa de la educación que
habéis recibido. Los padres repiten a sus hijos: "No seas tonto, no tienes porqué
dar tú el primer paso, es mejor que esperes a que los demás vengan a ti." Sí,
seguramente que los demás vendrán a buscarles, pero sólo cuando estén
seguros de que pueden sacar alguna utilidad... Si se es panadero, por ejemplo, la
gente va a venir en busca de pan, pero siempre habrá que dar algo a cambio de
ser buscado. Si alguno se niega a dar y permanece impávido, cerrado sobre sí
mismo, ¿Quien vendrá a buscarle? Los seres humanos sólo aman aquello que
está vivo, cálido, radiante; en cambio evitarán aquello que se muestra apagado,
opaco, inerte.
Es el amor lo que otorga la felicidad. Si vosotros no amáis, si no sois amados,
¿Qué felicidad podéis tener? Incluso si sois ricos, poderosos, si no amáis y si
nadie os ama, estaréis desolados, como muertos. Esto que os digo es algo tan
elemental, que no debería ni decirse, es algo que todos los humanos tendrían
que saber desde la infancia; pero el hecho es que no lo saben y esto es
ciertamente muy triste.
Así pues, si no queréis extinguiros y partir hacia el otro lado, debéis empezar a
amar. Es igual que al principio el objeto de vuestro amor sea un gatito, o un
pájaro... Llevadle a casa y amadle, puede ocurrir que a través de este animalito
se vaya despertando en vosotros el amor universal... Buscad un perrito, una
tortuga, lo que queráis, pero comenzad a amarles. Hoy en día nadie ama, sólo se
aman a sí mismos, y esto suele crear un círculo tan reducido que nadie puede
entrar en él. Es preciso olvidarse un poco de uno mismo y empezar a amar las
flores, las montañas, las estrellas... Poco a poco el círculo se irá ensanchando,
iréis siendo más ricos, más expresivos, más profundos. ¿Qué le dice el
enamorado a su amada? El se limita a mirarla y exclama: "Cuando te miro,
siento que mi alma se dilata, todo el universo cabe en mi corazón, todo se
convierte en música! Vosotros diréis que él exagera un poco... Si y no. Pero si
224
aprendéis algo de los enamorados, sabréis que pueden enseñaros a ser felices.
Amor...dicha...son inseparables uno del otro.
Ya se sabe que hay mil razones para que los seres humanos se muestren
cautelosos, reservados, distantes con relación a los demás. Puede ser su propia
estructura que aún no es bastante firme, puede ser la educación que han
recibido, pueden ser también los defectos que ellos mantienen en el terreno
psíquico, o quizá una enorme timidez que tendrían que superar... Pero casi
siempre es el egocentrismo, un egoísmo que nace de su propia ignorancia, ya
que ellos no saben que en realidad no les favorece en absoluto esta clase de
actitud. Puede ser que ellos estén satisfechos con mostrarse así, en cuyo caso no
hay nada a hacer. No es recomendable vivir aislados, sin frecuentar a los demás;
incluso está mal visto, pero no obstante también nos encontramos con algunos
que viven contentos bajo tal actitud. No son estos de quienes hablo ahora: os
hablo de aquellos que sufren con esta situación, y que deberían cambiarla,
puesto que les hace desgraciados.
Si no sois felices, es porque habéis trasgredido las leyes, por haberos
enfrentado a las fuerzas o a las entidades, y esto es un indicio de que es preciso
cambiar. Deberías comenzar por frecuentar un poco a los demás, está en
vuestras manos dar el primer paso. No esperéis a que la montaña venga a
vosotros, sois vosotros quienes debéis ir hacia ella. Al intentarlo, tendréis ocasión
de practicar la humildad y os veréis reforzados puesto que habéis decidido
avanzar hasta venceros a vosotros mismos. Pero si no hacéis nada, llegará el día
en que os veréis amortajados bajo tierra, completamente acabados, puesto que
vuestro sistema nervioso no podrá soportar por más tiempo un peso como este.
Así que lo primero que teneis que hacer para cambiar es moveros un poco,
desplazaros para ir a ver a alguien. Con frecuencia, la gente lo hace de una
forma instintiva; cuando un hombre está disgustado porque ha tenido una
discusión con su mujer, lo más natural es que salga a pasearse, a caminar un
poco para tomar el aire y ver otras caras... De este modo, poco a poco se
producirá un cambio en él, hasta el punto de que, al regresar abrazará a su
mujer y ambos podrán olvidar la discusión anterior, gracias al paseo que él ha
dado. Así, muchas veces las gentes actúan por instinto, ellos ya saben lo que les
225
conviene hacer. Lo que no se explica es porqué no aplican concientemente el
mismo sistema en otras circunstancias, en lugar de quedarse estancados en un
rincón esperando siempre a que los demás hagan algo, ¿Porqué no dan aquí
también el primer paso y van hacia ellos?
Incluso aquí, dentro de la Fraternidad, he tenido que aconsejar a algunos
hermanos y hermanas que se encontraban demasiado replegados hacia sí
mismos diciéndoles: "Vamos, moveos un poco, por Dios, estáis totalmente
atrincherados! Cuando alguien está así se convierte en un ser huraño y poco
agradable, no resulta atractivo para nadie. No viene al caso que reprochéis a los
demás por no acercarse a vosotros; tornaos agradables y veréis cómo ellos
vuelven a venir! Observad una rosa cuando está abierta: Ella expande por
doquier un perfume delicioso y todos vienen hacia ella para disfrutar de él,
incluso las abejas y las mariposas, porque ella se mantiene abierta. Así pues,
¿Cómo es que permanecéis cerrados y no exhaláis perfume alguno?"
Sin duda, habrá quienes vendrán a decirme: "Pero si seguimos este consejo,
no tiene usted idea del riesgo que vamos a correr; la gente se lanzará sobre
nosotros." Bien, si vuestra filosofía es tan elevada, haced lo que queráis, no es mi
intención obligaros. Pero intentad al menos comprenderme un poco en lugar de
responder siempre: "Sí, pero esto... Sí, pero aquello." Si se trata de encontrarle
peros a las cosas, siempre va a surgir algo, incluso en lo que os acabo de decir.
En realidad, de acuerdo con la filosofía que me ha sido trasmitida, esto que
ahora os explico está en total consonancia con el fin que nos hemos propuesto:
Enseñar a los seres humanos a perfeccionarse, a expandirse, a fin de que puedan
vivir la nueva vida. Si actualmente existen otras ideas y otros conceptos, se trata
precisamente de ir reemplazando estas ideas con las ideas contrarias. Lo que
nosotros buscamos es la Fraternidad universal, queremos el Reino de Dios y
debemos tratar de que todo converja hacia este objetivo que es luz, esplendor,
expansión, belleza, dicha, amor. Si yo tuviera una meta distinta, entonces
cambiaría de filosofía, creedme.
226
Los fines y los medios no deben ignorarse unos a otros, no deben entrar en
contradicción. Todo lo que os estoy explicando, todos los métodos que os
recomiendo se corresponden idealmente con un fin que nosotros hemos fijado y
estoy muy feliz de poder instruir a los humanos en esta dirección. Pero esto no
excluye que pueda haber otros caminos, y los hay por centenares, sólo que van a
ser diferentes, van a aportar otras cosas. De modo que si no queréis seguir aquel
que yo he escogido, haced lo que queráis, pero ya veréis los resultados, cuando
os encontréis enfermos y todos os hayan abandonado, entonces es posible que
comprendáis el gran error que cometisteis al permanecer cerrados... En este
mundo, por doquier vemos que los padres aconsejan a sus hijos diciéndoles: "No
te confíes, pues ya verás lo que te va a pasar..." Lo cual es comprensible si
pensamos que el mundo está lleno de ladrones, estafadores, pillastres y
mentirosos; pero estando aquí, entre todos vuestros hermanos y hermanas, es
evidente que si vais a visitarles con una sonrisa en los labios no es probable que
vayáis a ser estafados o engañados por ellos. Además, si hubiera el menor
indicio de algo así, yo seré el primero en detener tal cosa. Así que podéis estar
tranquilos, no vais a correr mayor peligro.
Debéis frecuentar a los humanos, debéis vivir con ellos, pero sin compartir sus
debilidades, su oscuridad. Debéis intentar ayudarles, acompañarles, sin que por
esto vayáis a perder vuestras cualidades y virtudes; por el contrario, al irradiar
sobre ellos algunas partículas y emanaciones de vuestro corazón y vuestra alma,
podréis sentiros orgullosos y reconfortados por haber contribuido en algo al
mejoramiento del género humano. Si los discípulos trabajan siguiendo las
normas de la Ciencia iniciática, podrán ayudar a sus parientes, a sus amigos y a
la sociedad en general, sin llegar a debilitarse ellos mismos. Pero para esto es
necesaria la Ciencia iniciática; aunque algunos me digan que es posible
frecuentar al mundo sin ella y permanecer intacto, invulnerable, os digo que no
es así. Los que piensan de esta forma no son psicólogos, ignoran lo que pueden
llegar a perder. Ellos dicen: "Yo soy fuerte y poderoso, por lo tanto resistiré sin
contaminarme." Pero no. Nunca ha existido nadie sobre la tierra que haya
podido resistir, a menos que fuera poseedor de grandes conocimientos y que
haya tomado la decisión de fortalecer su voluntad. Aquel que presume de estos
poderes sin tenerlos en realidad, va a sucumbir como los demás, frente a un
mundo tan rico, tan seductor, que al cabo de algún tiempo le absorberá por
227
completo. Una vez que se haya abierto una sola puerta, van a entrar por ella
toda clase de impurezas y van a esconderse dentro, allí donde no es posible
alcanzarlas; entonces serán ellas las que trabajan y todo habrá terminado. No
olvidéis nunca que, para saber cómo hay que vivir estando entre los humanos, es
indispensable poseer la Ciencia iniciática.
Bonfin, 1º de Septiembre, 1967
228
EL NUDISMO
LA DESNUDEZ
Y
SU SIGNIFICADO INICIATICO
I
Bonfin a 12 de Septiembre de 1967
Conferencia improvisada
Hace dos años, algunas personas que dirigían un campo nudista me
invitaron a conocerlo para que pudiera hacerme una idea de cómo era. Entre
todas aquellas gentes desnudas, era yo quien se veía más raro al ser el único que
iba vestido. Poco a poco se fueron acercando personas muy diversas, jóvenes de
ambos sexos, hombres, mujeres, y lo que me pareció mas extraordinario es que
al encontrarse ante tantas personas desnudas, esto no producía ninguna
impresión extraña. Yo mismo estaba asombrado... les miraba y me decía: "Pero
si realmente no hay nada de qué escandalizarse!" Todo parecía tan simple y
natural, las personas, sus expresiones... Luego nos sentamos y hubo varios que
empezaron a conversar conmigo y hacerme preguntas. Noté que escuchaban
con gran atención. Lo más curioso es que muchos me dijeron. "Por la forma
como miráis y habláis se percibe que sois un Maestro. Ah, si pudierais darnos
algunas conferencias para instruirnos!" Yo estaba algo asombrado al escuchar
cosas como esta de parte de ellos, pero tenía prisa y no pude prolongar mucho
tiempo mas la visita.
Vosotros queréis saber ahora si soy partidario de los campos nudistas. Bien,
no estoy ni en pro ni en contra, pero diría que hay algunas cosas que todavía no
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están a punto en este terreno. Me habían dicho que los nudistas habían
avanzado un poco más que los otros, al liberarse de ciertos complejos y que, de
esta forma, les era más fácil encontrar la salud, el equilibrio e incluso la pureza.
Por esto me interesaba mucho comprobar si era verdad, y lo que vi es que no era
tanto como me habían dicho. Para empezar, noté que ellos se aburrían un poco,
no hacían mayor cosa; pero sobre todo, ellos carecían por completo de un
conocimiento iniciático acerca de la fuerza de los elementos y por ello, no
estaban en condiciones de obtener un beneficio más concreto. Pude ver también
que seguían sumergidos en deseos y pasiones, que al vivir desnudos podían
satisfacer más que otros, pero la desnudez no les había despertado a la pureza,
puesto que la pureza es algo más que ser capaces de desnudarse sin sentir
vergüenza.
El año pasado hicimos aquí todo un ciclo de conferencias sobre el tema de la
pureza, explicamos en qué consiste la verdadera pureza, cómo encontrarla, las
ventajas que conlleva poseerla, el gran poder que representa... La mayoría de
personas piensan que la pureza se restringe al ámbito de la sexualidad, pero esto
no es así. La pureza abarca todos los niveles, todos los ámbitos de la existencia.
Para que un ser humano pueda comprender algo, debe haber pureza en su
intelecto; si también la posee en su voluntad, entonces será poderoso; si la
pureza entra en su cuerpo físico esto le dará buen porte y, si entra en su corazón,
en su alma, va a darle clarividencia. "Bienaventurados los puros de corazón,
porque ellos verán a Dios", fueron las palabras de Jesús. Así que limitar la pureza
al ámbito de la sexualidad no es suficiente.
Actualmente, el nudismo se practica en todo el mundo, se editan revistas, se
escriben artículos, pero los conocimientos humanos al respecto son insuficientes.
Por esta razón, el nudismo sólo podrá aportarles lo que ellos puedan imaginar;
se trata tan sólo de ensayos que no llegan muy lejos.
Lo que sí hay de positivo en los nudistas es que han comprendido lo
importante que es comunicarse con las energías de la naturaleza, con el aire, con
el Sol. Sí, pero al no contar con mayores conocimientos sobre la estructura del
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ser humano, todo puede llegar a decaer. ¿Acaso ellos saben por lo menos cómo
hay que tomar el Sol? Pues no, lo ignoran. Puede que sus poros físicos estén
abiertos, pero sus poros espirituales permanecen cerrados ya que no saben lo
que representa exponerse a las fuerzas de la naturaleza. Así, no saben
beneficiarse de ellas, aunque vivan en pleno contacto con la natura. Sólo nuestra
Enseñanza podría traerles la luz, el equilibrio y el crecimiento en todas sus
actividades, en todos los sectores de la vida. Pero si no tienen un Maestro, un
heredero de esta luz y esta Ciencia, pasarán años y años sin que los seres
humanos puedan penetrar con su propia experiencia en los grandes misterios de
la naturaleza.
Nada hay de malo en el hecho de estar desnudo, en su propia casa todos
se desvisten, toman sus baños, etc. Está permitido ir de esta manera cuando se
está sólo, es ante los demás que no se admite. Como los humanos no tienen la
fortaleza necesaria para dominarse al no ser inteligentes ni puros, se ven
obligados a inventar estas normas para protegerse. Pero en realidad la desnudez
no es condenable de por sí. Preguntad a una mujer hermosa lo que piensa de
esto; es probable que ella esté tan maravillada consigo misma que pase horas
contemplándose en su cuarto de baño. Pero si se trata de una mujer poco
agraciada, lo más probable es que no le agrade mirarse y adopte una actitud
moralmente pudorosa. Cuando una mujer es bella, la moral no tiene
importancia. Ella querrá mostrarse a cualquier precio para ser contemplada,
admirada...
La necesidad de mostrarse desnuda va a existir casi en todas las mujeres,
pero no sucede lo mismo con los hombres; ellos sienten mayor vergüenza al
tener que exhibirse ante los demás, pero en cambio les gusta ver a las mujeres
desnudas, lo mismo que a ellas mostrarse. Es parte de su propia naturaleza. La
verdad siempre quiere mostrarse desnuda. Y si la mujer llegara a identificarse
con la verdad, si ella llegara a ser tan pura como la verdad, no podría haber
nada malo en que ella aparezca desnuda; pero en tanto que no este todavía a
esta altura, será preferible que siga vestida ante la mirada de los demás.
231
Es cierto que las mujeres presentan una tendencia natural a desnudarse y que
esto no las cohíbe. Precisamente el día que estuve en aquel campamento nudista
observé unas jovencitas que se mostraban con tal candor que me quedé
estupefacto. Todo su ser y la expresión de sus rostros eran tan inocentes! Hace
siglos que nos quieren hacer creer que la desnudez es contraria a la pureza y al
pudor, pero está demostrado que algunas mujeres no han llegado a asimilar
esto; aunque ellas obedezcan y vayan vestidas, ellas no lo han aceptado en su
fuero interno por ser una idea que no corresponde a su naturaleza profunda, que
sigue siendo cándida y casta en medio de la desnudez. Con frecuencia, no es el
vicio ni la desvergüenza lo que las incita a despojarse de sus ropas, ya que al
hacerlo obedecen a su naturaleza y no ven ningún mal en ello. El mal viene
posteriormente, cuando la mujer se da cuenta de la debilidad del varón, que se
ve turbado y confundido ante su desnudez, con lo cual ella piensa en
aprovecharse de esto y comienza a utilizar sus encantos para dominar a los
hombres, para explotarlos o para vengarse de ellos.
Es pues el uso que la mujer haga de su desnudez lo que puede ser
censurable, no la necesidad natural que tiene de mostrarse desnuda. En nuestra
época, esto ha llegado a ser ya tan corriente que casi no existen mujeres sobre la
tierra que ignoren los poderes de su cuerpo físico y que no traten de influir sobre
los hombres a través de esto para someterlos a sus caprichos. Por tal razón, una
de las metas de nuestra Enseñanza consiste en instruir a las mujeres, a fin de que
ellas puedan recobrar su verdadera inocencia. Que sean bellas y encantadoras,
nadie va a oponerse a que lo sean, pero en lugar de servirse de los poderes que
les ha otorgado la naturaleza para tentar al hombre y hundirlo en las tinieblas,
ellas deberán emplear estos mismos poderes para apoyar al hombre, para
inspirarlo. El poder de la mujer es enorme, tanto para el bien como para el mal;
todo va a depender de la forma en que ella administre sus encantos, todo
dependerá de cual sea su meta y su ideal.
Pero volvamos al tema del nudismo.
Los cuerpos del hombre y la mujer están dotados con antenas etéricas, a
través de las cuales ellos se comunican con la naturaleza. Por esto, al ir desnudos
van a recibir mucho mejor las energías de la naturaleza, sus mensajes. Así, ellos
232
pueden experimentarlo estando en el bosque o en la playa, para hacer un
trabajo espiritual con la tierra, el aire, el agua, el Sol. De este modo, se verá
facilitada la emisión y recepción de corrientes fluídicas, para obtener resultados
concretos. Los brujos y sobretodo las brujas, conocedoras del gran poder de la
desnudez, la utilizan para sus prácticas y rituales. En muchas obras literarias
sobre el tema, vamos a encontrar relatos donde una o varias brujas realizan sus
conjuros e invocaciones, echan suertes o profieren maldiciones, etc.,
permaneciendo totalmente desnudas.
La desnudez es susceptible de atraer tanto el mal como el bien, y por esto
practicarla puede conllevar ciertos riesgos, cuando no se es bastante consciente
y no existe suficiente autocontrol para cerrarse a todo lo que pueda ser negativo,
tenebroso, estando abiertos sólo a lo positivo y luminoso.
Ahora, gracias a la Ciencia de los símbolos eternos, voy a revelaros el
significado de la desnudez. El acto de desnudarse equivale a despojarse de todos
los conceptos erróneos, de todas las maldades. Sólo la verdad puede permitirse ir
desnuda así que, para lograr una verdadera desnudez hay que liberarse de todo
aquello que sea opaco, denso, vulgar, impermeable al mundo divino. Con esto,
se puede ir muy alto a fin de recibir los mensajes, los consejos, la sabiduría, el
amor y la ayuda del Cielo.
Si los humanos no reciben gran cosa durante sus meditaciones, es porque
intentan elevarse sin haberse despojado antes de sus viejas vestiduras, sucias y
desgarradas ‐en un sentido simbólico‐. De tal modo, ¿Cómo podrían percibir
nada a través de sus antenas? Delante del Cielo es indispensable presentarse
totalmente desnudos, desprovistos de toda astucia, sin actitudes calculadoras o
ideas falsas. Así, mientras más desnudos estemos más podremos elevarnos... Al
volver a bajar podremos vestirnos de nuevo, retomar nuestros proyectos,
nuestras estrategias. Para estar en el mundo las necesitaremos, pero el Cielo no
admite sino a quienes van "desnudos". Ya veis cuan acertada es aquella imagen
que nos han trasmitido los Iniciados cuando se refieren a la verdad totalmente
desnuda, Isis sin velo.
233
En nuestros días, un gran numero de potencias y entidades que permanecían
encerradas desde hace siglos en las regiones subterráneas, han sido liberadas a
causa del desorden y la anarquía que reinan en todos los sectores de la vida y la
cultura. Observad en qué han llegado a convertirse las costumbres, las artes...
Los hombres han abierto las puertas de los inframundos y ahora están invadidos
por ellos. Para estar protegidos, es preciso unirse a la luz, al Señor, a los poderes
celestiales, analizarse y controlarse a sí mismo, no dejarse llevar, ya que vivir hoy
por hoy es como estar en una posada donde pueden entrar todos los indeseables
y cometer pillajes. Si no queréis creerme, la vida misma se encargará de
mostraros la verdad de lo que os digo. Vosotros mismos podéis experimentar la
presencia de estas fuerzas destructivas y hostiles. Es indispensable que sólo
abráis vuestra alma y vuestro corazón a quienes demuestren ser inteligentes,
razonables, luminosos, evitando que os arrastren todas las locuras que
provienen del mundo que os rodea, ya que esto sería vuestro fin, queridos
hermanos y hermanas.
La Enseñanza, ya es algo valioso en sí! Pero si no la practicáis, ella
seguirá siendo maravillosa pero vosotros no lo seréis. Ahora bien, si la
incorporáis a vuestra vida ella os va a proteger de todas las maldades, de todas
las cosas nocivas y, en vez de permanecer en las tinieblas expuestos a peligros y
riesgos, habréis escogido el mejor de los caminos y recibiréis todas las
bendiciones.
Bonfin, Septiembre 12 de 1967
234
BUSCAD EL AMOR EN LA FUENTE!
I
Bonfin el 23 de Septiembre de 1967
Conferencia improvisada
La mayor parte de los matrimonios culminan en un fracaso. Sin embargo, de
forma instintiva y subconsciente, tanto el hombre como la mujer siguen
alimentando la esperanza de que aquello sea algo maravilloso, divino, que
podrán encontrar a su alma gemela y juntos gozarán la mayor plenitud. Pero,
¿De donde proviene entonces esta esperanza? De un recuerdo del pasado lejano,
de un conocimiento muy profundo que ha sido imbuido en ellos. Porque arriba,
en el mundo divino, la unión de los dos principios masculino y femenino se
realiza dentro de la mayor pureza y con el mayor esplendor. El hombre y la mujer
no logran encontrar la plenitud debido a que su unión se realiza en un nivel muy
bajo. A veces, durante un segundo, llegan a tener aquella sensación de éxtasis...
Lamentablemente esto suele ser algo muy raro y ellos terminan por descubrir
que son dos seres en todo distintos, separados, y que su esperanza no era más
que una ilusión. Pero no es así en realidad; sus creencias y sus esperanzas no les
engañaban. Si ahora se sienten decepcionados, es porque no han llegado a
comprender la verdad acerca del verdadero matrimonio, el cual se produce sólo
cuando el hombre y la mujer se unen en alma y en espíritu. Cuando llegan a
estar unidos así, en lo alto, la felicidad es posible y todo lo que ellos esperaban
puede realizarse plenamente.
Estas verdades están inscritas en el fondo de todos los seres humanos, de
modo que no son propiamente sus creencias y aspiraciones las que les engañan,
sino más bien la forma en que buscan realizarlas. El error más común a los
235
humanos es que pretenden hallar la felicidad en un nivel demasiado bajo, y ya se
sabe que abajo sólo se puede encontrar lo que es más grosero e impuro; la
felicidad no reside allí, sino en lo alto, en la pureza y en la luz.
Todas las iniciaciones se dirigen al mismo fin: enseñar a los discípulos la forma
como deben casarse. Hoy por hoy, casarse consiste en alquilar durante algún
tiempo una pareja, hombre o mujer, con la cual se van a intercambiar
experiencias con miras a realizar algún día un verdadero matrimonio. Así, en
realidad ocurre que la mujer que tenéis hoy en día no resulta ser vuestra
verdadera mujer; existe alguien que le corresponde como su verdadero marido y
si ellos llegan a encontrarse algún día, podéis estar seguros de que os
abandonará, no importa lo que hagáis para evitarlo. Y en cuanto a los hombres
va a ocurrir algo parecido: Se casan y después de algún tiempo van a encontrar
otra mujer que les va a parecer definitiva! Pero he aquí que tampoco resulta ser
ella... Hay que equivocarse muchas veces, es preciso pasar a través de muchas
ilusiones para aprender, para sufrir y comprender al fin lo que es el verdadero
matrimonio.
El matrimonio no es algo que haya sido inventado por los humanos, existía ya
antes de ellos en toda la naturaleza puesto que se trata de un fenómeno
cósmico. El significado profundo del matrimonio ‐y ahora me estoy refiriendo al
verdadero matrimonio‐ * es algo que escapa incluso a los religiosos y a los
espiritualistas. No debéis pues imaginar que ya lo habéis comprendido tan sólo
por el hecho de estar casados. Al contrario, los casados suelen ser los últimos en
comprender el sentido del matrimonio. La mayoría de los matrimonios que se
ven actualmente no pasan de ser meros simulacros, imitaciones groseras y
desdichadas del verdadero matrimonio, del que aún no se ha llegado a entender
en qué consiste. Las gentes practican el amor pero no logran encontrar el
verdadero amor, porque para esto es necesario poseer de una forma absoluta,
todo el saber, toda la pureza, todo el poder de la voluntad.
Por eso cabe preguntarse ¿qué ocurre con el ser humano?, ¿cómo es posible
que haya llegado a tal grado de ceguera? Existe una realidad tan vasta, tan rica,
236
tan bella y luminosa; hay una Inteligencia sublime que abarca todo el universo y
que posee una generosidad, una bondad, un amor sin igual. Ella nos lo ha dado
todo: la vida, el cuerpo, la salud, el alimento, el agua, el aire, el sol, las flores, los
frutos y tantas otras riquezas inmensas que no podríamos ni siquiera enumerar.
Pero esta Causa primordial, este divino Ser que nos sostiene y está dispuesto a
darnos la vida eterna, el saber, el poder, la victoria definitiva... el hombre ha
llegado a olvidarle, pensando que va a encontrar su felicidad, su fuerza, su salud
y su plenitud en una criatura de carne y hueso, débil limitada, ignorante,
enclenque y enfermiza! ¿Que estarán pensando los humanos para enamorarse
con todas sus fuerzas, con toda su mente y con todo su corazón de un ser tan
débil, que sólo puede proporcionarles sufrimientos, cargas y disgustos?... ¿Cómo
puede ser que hayan olvidado hasta este punto lo más esencial?
Ahora, con seguridad vais a presentarme todo tipo de objeciones: “Este Ser
del cual nos habláis está tan lejano!, es como si no existiera; no podemos verle,
oírle o tocarle, pero en cambio podemos ver, oír y tocar a ese otro ser humano
tan bien vestido, tan bien maquillado y perfumado, en una palabra, tan real...”
Ya lo sé de antemano, no hace falta que me expliquéis las razones por las que
escogéis a un ser tan limitado, tan pobre e ignorante para llenar vuestra vida,
anteponiéndolo al Creador de todos los mundos. Por eso incluso vuestra alma y
vuestra mente resultarán contaminados por aquel ser tan predilecto que habéis
decidido acoger en vuestro corazón.
Ya sé que no vais a aceptar mis palabras y que pensáis que no estoy en lo
cierto. Pero comprendedme bien, yo no he dicho que no améis a un hombre o a
una mujer, sino que no debéis ponerlos en primer plano. Cuando hayáis
emplazado al Señor en vuestro corazón, si os queda algún sitio en cuanto al
plano físico, si aún teneis espacio en vuestro lecho, podéis acoger a otra criatura
para llenar vuestra soledad. Pero por encima de todo hay que amar, reconocer y
apreciar al Ser de todos los seres, Aquel que todo lo distribuye. Que vuestra alma
acoja en primer lugar al Esplendor de los esplendores, Luz de todas las luces y, en
seguida, si así lo disponéis, podréis albergar a otro ser, podéis casaros si queréis,
no hay nada que objetar. Pero nunca pongáis en primer plano a vuestra mujer ni
a vuestro marido, pues entonces vais a enteraros de lo que pasa! Todo se
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trastocará de tal modo que vuestra cabeza se arrastrará por el suelo polvoriento,
en tanto que vuestros pies se agitarán en el aire.
Un verdadero discípulo sitúa al Señor por encima de todo, en su corazón, en
su alma, en su mente y en su espíritu, y luego va en busca de aquella criatura
que sea más capaz de hacerle recordar al Creador: Entonces la acoge para sí y la
reconoce como una persona que colabora con él en el plano físico, puesto que
hay algo en ella que le recuerda la Fuente, es como si fuera una mensajera que le
hablase del mundo divino. En este caso, todo cambia. Pero encapricharse por
alguien que no os recuerda para nada al Señor, que no os ilumina, ni os purifica,
ni os ennoblece, por el contrario, introduce en vosotros el desorden, los celos, la
crueldad y la destrucción, es algo insensato! He visto tantos casos de gente que
se ha casado con personas que les apartan del Cielo, que les impiden conectar
con el mundo divino, orar, meditar, estudiar y hasta practicar la bondad! Estas
gentes se han dejado absorber de una forma estúpida, sin darse cuenta siquiera
del abismo en que iban a verse arrojadas con el tiempo. Sí, no han demostrado
ningún discernimiento, ningún criterio! No estoy en contra del matrimonio, ni de
las asociaciones, las amistades o los intercambios, pero antes de comprometerse
es necesario tener un mínimo de conocimientos. Hay quien se olvida de aquel
tipo de amor al cual es posible acudir en cualquier momento, día y noche, y
sentirse colmado; hay quien no hace nada para unirse a él y, por el contrario,
intenta abrevar su sed en las pequeñas marismas, en los arroyos pantanosos,
esperando encontrar allí la maravilla y la plenitud; ¿Será posible tanta locura?
Cuando se han realizado estudios al lado de un Iniciado, cuando se han hecho
trabajos, cuando se ha comprendido lo esencial, cuando se ha aprendido a beber
sin cesar de aquella Fuente inagotable de luz, amor, bondad y generosidad,
entonces se hace posible ir al lado de otras criaturas para ayudarlas,
esclarecerlas, vivificarlas. Pero ignorar aquella sublime realidad, apartarse de
ella para ir a hundirse en los pantanos y marismas, donde abundan los
renacuajos y pululan todo tipo de impurezas, es algo sencillamente
incomprensible. No obstante, esto es lo que hace la mayoría de los humanos,
que sólo piensan a ir a sumergirse allí, para luego vivir mesándose los cabellos y
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lamentándose, buscando liberarse de aquello sin saber cómo hacerlo, para
terminar luchando y destruyéndose unos a otros.
Es preciso aprender, ante todo, al lado de aquellos que saben y luego sí,
dedicarse a construir la propia vida. Pero se prefiere permanecer en la
ignorancia y galopar en la inconciencia, como los animales, lanzándose a
aventuras pasionales y estúpidas, con el pretexto de que es lo que hace todo el
mundo. Pero, ¿Acaso es necesario imitar lo que hacen todos? Si alguien actúa
siguiendo esta corriente va a ser tan desgraciado como los demás, va a tener los
mismos disgustos y al final estará tan enfermo y miserable como todos... ¿Es
esta una vida magnífica? No hace falta imitar a todo el mundo, sino seguir los
pasos de aquel escaso número de Iniciados que existen sobre la tierra, que han
logrado hallar el significado de la vida, de la luz, la verdad, la libertad y la paz.
Estos seres sí van a estar en condiciones de ayudaros, ellos conocen los métodos
y poseen los medios necesarios.
Y bien, mis queridos hermanos y hermanas, todo esto podrá pareceros
monstruoso e inverosímil, pero ya lo he dicho y es demasiado tarde para
volvernos atrás. Por supuesto, podría borrar la grabación, pero en cambio no
puedo borrar el registro que han efectuado vuestros cerebros, ya es tarde para
ello. Así que recordad: mientras no vayáis a buscar el amor allí donde está, en su
Fuente, y os sigáis contentando con buscar sólo algunas pequeñas
condensaciones en otros sitios, bebiendo gota a gota lo que podáis, en aguas
que tampoco van a estar limpias ni transparentes, continuareis siendo
desgraciados y jamás vais a encontrar el amor verdadero. Pero si vais a buscarlo
allí donde está, en el mundo divino, en Dios mismo, entonces el amor os colmará
siempre, nunca más tendréis sed; podréis sentirlo, beberlo, comerlo, y siempre
estaréis plenos, sin cesar. Entonces, vosotros seréis los primeros en asombraros y
diréis: “¿Pero, ¿Cómo es posible? Ahora que no tengo pareja, ni tampoco hijos, y
sin embargo parece que el amor estallara dentro de mí!”
Por eso, buscad primero el amor en su Fuente y luego, si queréis, id a buscarlo
en otros lugares donde se han depositado algunas gotas de este amor. Pero esto
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os va a parecer tan pobre, tan poca cosa al lado de la Fuente! ¿Qué podréis
hacer con unas pocas gotas de rocío? Y sin embargo decís: “Pero es un regalo
poder beberlas!” Sí, pero a la mañana siguiente, cuando vayáis a buscar más
gotas, encontrareis que se han evaporado, os quedareis sin nada. Vosotros
pensáis que habéis encontrado el amor por el hecho de que un joven o una chica
os sonríen, os abrazan y os juran amor eterno, pero veréis cómo mañana os
abandonan para ir a los brazos de otros... El amor humano es tan cambiante!
Por eso los Iniciados no se contentan con unas cuantas gotas de rocío, sino que
acuden directamente a la Fuente que es inagotable. Cada día beben
incesantemente de forma que pueden ayudar incluso a los demás a calmar su
sed. ¿Porqué entonces olvidar toda esta riqueza, esta reserva tan inmensa, para
ir a mendigar en otro sitio un poquito de amor, algunas miradas, algunas
sonrisas, unas cuantas palabras, unos pocos besos, pensando que con esto vais a
ser colmados? Sí, hoy puede ser que hayáis comido bien, pero mañana volveréis
a sentiros hambrientos...
Y no me vengáis con historias: “Es que necesito amar.” ¿Creéis acaso que sois
los únicos? ¿Pensáis que yo no lo necesito también? Podría ser que mi necesidad
fuera mayor que la vuestra; pero entre vosotros y yo existe una pequeña
diferencia, y es que yo ha aprendido a buscar y sé donde puedo encontrar el
amor, mientras que vosotros seguís buscando por otros lados. Es una diferencia
muy pequeña en verdad, pero basta para que todo cambie! Me queréis
convencer de que estáis ardiendo de amor, que necesitáis amar. Pero yo os
puedo afirmar que hace miles de años que tengo esta necesidad, no es cosa de
ayer ni de hoy. Lo único es que he aprendido a buscar el amor allí donde está,
como algo inmenso, grandioso e inagotable. ¿Porqué pues intentáis hacerme
cambiar de filosofía? Muchas veces en mi vida las mujeres han venido a mí, con
la promesa de que me harían feliz... Siempre lo mismo: ¿Cómo puede alguien
que es desgraciado hacer feliz a otro? Un hombre le dice a una chica: “Yo podré
hacerte feliz, querida.” Pero, si él todavía no conoce la felicidad, ¿como va a
poder darle algo que en realidad no posee? Puede que no exista sobre la tierra
alguien con mayor necesidad de amor que yo, pero cuando he comprobado que
ningún ser humano podía darme aquello que yo necesitaba, entonces me dirigí a
otra parte. ¿Por qué no podéis vosotros hacer lo mismo?
240
Todo el mundo se queja de estar unidos con gentes que carecen de
conocimiento, que no tienen fe, ni esperanza, ni amor hacia Dios. Es increíble! La
gente acepta casarse con seres que no tienen nada, que son como piedras! Y
claro, ellos mismos no tardan en convertirse a su vez en pedruscos... ¿Qué
podrán hacer dos piedras juntas? En todo caso, no podrán construir una casa;
sólo podrán quejarse de la intemperie y puede que de cuando en cuando salten
algunas chispas entre ellas. Esto es todo. Por eso, antes de casarse, es
indispensable saber lo que el otro alberga en su cabeza y en su alma. Y si no hay
gran cosa, pues no hay que casarse con aquella persona, a menos que
dispongáis de una gran fe, y enormes cantidades de esperanza, amor, calor,
bondad, paciencia y buena voluntad. Si es así, podréis casaros, pero por supuesto
sin esperar nada de aquel ser tan materialista y tan pobre, sino que lo haréis con
el ánimo de ayudarle, esclarecerle, maravillado al ver que estáis dispuestos a
darlo todo sin esperar nada a cambio y esto traerá también una bendición para
vuestra pareja, puesto que podréis ciertamente esclarecerle, animarle y
purificarle, ayudándole a vivir mejor. Estaréis haciendo algo muy noble, muy
digno y muy grande.
Tales casos de sacrificio y generosidad suelen verse con mayor frecuencia
entre las mujeres. Desgraciadamente, el deseo de salvar a alguien no basta, y a
menudo ellas no logran su cometido, ya que no cuentan con un saber, unos
medios, una resistencia física suficiente. Todo esto es imprescindible si se quiere
salvar a un bebedor o a un granuja, de lo contrario resultará que él será más
fuerte y no sólo no cambiará sino que destruirá a su mujer. Muchas veces hemos
visto cómo ciertas mujeres bien intencionadas se han propuesto redimir a un
hombre del vicio de la bebida y han terminado por morir de tristeza! Su marido
sigue pasando noche tras noche en las “salas de alterne” y al regresar a casa
ellas sólo reciben golpes. No es tan sencillo salvar a una persona; es preciso ser
muy fuerte para poder resistir y continuar hasta la victoria. Por eso vosotros no
debéis sobrevalorar vuestras capacidades, sino medirlas objetivamente diciendo:
“Yo quiero salvar a aquel o aquella, pero no dispongo de los medios para
hacerlo.” Entonces tendréis que dirigiros a otro ser más poderoso, un ángel o un
Iniciado, suplicando al Cielo que ayude a aquella criatura que amáis y que es tan
débil. Pero para hacerlo vosotros mismos tendríais que ser muy fuertes y, cuando
no se poseen los medios, hay que ir a buscarlos allí donde estén.
241
Y bien, queridos hermanos y hermanas, os he hablado sobre esta cuestión del
amor y del matrimonio, porque es necesario disponer de mucha claridad frente a
un asunto que es tan importante. Es aquí donde con gran frecuencia se tropieza,
se fracasa y se llega a perder toda la herencia celestial. Hay que pensárselo muy
bien, con toda justicia. Ante todo, debéis buscar el amor que está en Dios mismo,
interiorizarlo definitivamente en vuestro ser y luego, si aún os veis capaces de
ayudar a alguien, podéis buscar el amor en el plano físico, pero nunca debéis
poner vuestra vida exclusivamente en función de este último.
Si albergáis nociones justas y correctas acerca del amor, entonces podréis
trabajar y colaborar con las fuerzas de la luz. Una buena comprensión del amor
es absolutamente indispensable para vuestro avance futuro y, si vosotros no os
percatáis bien de la relación entre ambas cosas, en cambio yo puedo verla con
toda claridad: Vuestro futuro depende de la idea que tengáis del amor.
En cuanto a la mujer que este hermano quería tomar por esposa, le dije lo
siguiente: “Pero, vamos a ver! Entre los miles y miles de hombres que hay sobre
la tierra, ¿no has podido encontrar uno que no estuviera casado? ¿Por qué te has
fijado en alguien que ya está comprometido, sabiendo que vas a desunir y a
destruir toda una familia? ¿Acaso piensas que vas a estar orgullosa de ello algún
día? Tendrías que dejarlo tranquilo!” “Sí, pero nos amamos” “Ya conozco este
tipo de amor, y es precisamente esto lo que debe terminarse.”
Más aún, le dije a él: “Si te dejas llevar por tu deseo, vas a encontrarte en una
próxima vida con la obligación de pagar las deudas contraídas hacia tu esposa.
Supongamos que ella sufre por tu abandono y no ha hecho nada para merecerlo;
¿Crees acaso que el destino va a dejarte impune? No. Tendrás que pagar esta
deuda y no vale la pena endeudarse de esta forma. Aquí estás recibiendo una
Enseñanza, una luz que te brinda todos los conocimientos necesarios para
remediar tu situación, y tú quieres dejarla de lado... Si no estuvieras en esta
Escuela, comprendería que cometas las mismas locuras que hace todo el mundo,
tendrías excusa. Pero no puede haber excusa para quien ha tenido el privilegio
de conocer la forma correcta de obrar.”
Finalmente les dije a ambos: “Así que escoged: Si seguís el camino que os
tienta, puedo deciros desde ahora punto por punto lo que os espera...” Y ellos se
fueron, decididos a seguir mi consejo. Aquello fue algo magnífico, pues no me lo
esperaba. Entonces le dije a aquel hermano que trajera a su mujer, ya que
disponía de métodos para arreglar la situación entre ellos, pero para que esto
sea posible, es indispensable la presencia de la mujer.
243
Casos como este son muy frecuentes en el mundo de hoy. Por todas partes no
se ve más que adulterios, maridos y mujeres engañados; nadie se da cuenta de
que al hacer sufrir a la otra persona está cargando con un pesado karma y que
tendrá que volver a encarnar para poder repararlo.
Sí, mis queridos hermanos y hermanas, os lo digo también a vosotros: “No os
dais cuenta de la suerte que tenéis al estar dentro de esta Enseñanza. Si no la
hubierais conocido, sólo Dios sabe en qué condición y en qué miseria interior,
bajo cuantas limitaciones y tristezas estaríais viviendo actualmente! Pero no es
así. Gracias a la Enseñanza, estáis alimentando y reforzando sin cesar vuestro
lado bueno, hasta llegar a obtener algún día la plenitud. Por esto siempre hay
que reflexionar y estudiar las cosas antes que dejarse llevar por los impulsos
propios de la naturaleza inferior.”
Os invito pues a todos a reflexionar. La cuestión del amor es un asunto de la
mayor importancia, pues del amor va a depender todo lo demás. Todo reside en
la forma de concebir y manifestar el amor. Y esto es algo que hasta ahora no se
le ha prestado suficiente atención. Todo se basa en el amor y esto es verdad
incluso en los niveles anatómico y fisiológico, aunque el amor no depende de los
órganos a través de los cuales se manifiesta, sino de algo superior a ellos.
Cuando se estudian los aspectos anatómico y fisiológico de los órganos genitales
se concluye que, si bien ellos están perfectamente construidos, el ser humano lo
ignora todo desde el punto de vista funcional. Todo viene de allí; toda la vida
humana depende de aquellas células: Su estructura, su estado, son cosas que
van a reflejarse en todos los demás ámbitos. Gracias a estas células que
componen los denominados “órganos del amor”, un ser humano va a ser capaz o
va a ser impotente para todo.
Bonfin, Septiembre 23 de 1967
244
Conferencia improvisada
Si al terminar el año escolar los maestros se sienten agotados, esto pasa
sencillamente porque no aman a los niños, no se preocupan por realizar una
labor divina con ellos. Si emprendieran esta labor, los ángeles guardianes que
han sido encargados de velar por estos niños les recompensarían sobradamente
y no estarían tan fatigados. Al ejercer su oficio, la mayoría de los maestros y
profesores no buscan otra cosa que ganar dinero, son como los mercenarios y no
son concientes de que pueden llevar a cabo una misión grandiosa, trabajando
sobre el alma de aquellos seres que el Cielo les ha confiado, ya que los
elementos espirituales que ellos pueden introducir concientemente en el alma y
en el corazón de los niños, van a seguir acompañándoles durante toda su vida y
ellos recordarán siempre con gratitud a aquellos hombres y mujeres que les
ayudaron a forjar sus almas. Pero tal como están las cosas hoy en día los niños ni
se acuerdan luego de sus maestros o si lo hacen, es para reírse de ellos o para
odiarlos aún después de muchos años. Esto significa que su labor ha sido inútil,
porque ha estado desprovista de luz, de conciencia, de amor.
Por mi parte, tengo un concepto distinto de la pedagogía, y de hecho lo aplico
con vosotros, aunque yo no sea un profesor y vosotros no seáis tampoco unos
niños. Soy conciente de que habéis venido aquí a la tierra para evolucionar, y sé
que si hago bien mi tarea, con amor, los espíritus de lo alto que todo lo ven me
recompensarán y me ayudarán diciendo: “He aquí un ser excepcional, no es muy
245
frecuente ver sobre la tierra a un individuo que no trabaja por el dinero!” Y así,
sé que voy a salir ganando.
Sí, cuando los maestros están exhaustos al final del curso, es porque no han
comprendido la importancia de su labor. No hay tarea más esencial que la
educación. Pero en realidad, si hay que educar a alguien antes que a los niños, es
a sus padres y maestros. No os imagináis la cantidad de ideas erróneas que
meten en la cabeza de los niños! Son raros los educadores concientes de su
responsabilidad, dispuestos a introducir elementos divinos en el alma de sus
pupilos.
La razón por la cual las gentes están siempre fatigadas, es porque trabajan
sin amor. El amor es lo que reconforta, vivifica y resucita... Cuando no se dispone
de amor y se trabaja exclusivamente por dinero, para ganarse la vida, no puede
haber buenos resultados. Se puede hacer dinero, por supuesto, pero la salud se
verá quebrantada por el nerviosismo y la tensión. Aunque se ejerza un estupendo
oficio, al final vendrá la depresión nerviosa, como prueba de que no se ha
comprendido gran cosa. Los maestros deben saber que tienen delante de ellos
unas criaturas que el Cielo les ha confiado y que se trata de realizar una labor
divina con ellas. Cuando he explicado esto a algunos educadores, han cambiado
de actitud y han intentado despertar en sí mismos este amor, este sentido del
deber y esta luz; más adelante, han podido constatar la gran diferencia, ya
nunca volvieron a sentirse fatigados como antes.
Podéis trabajar durante horas con amor sin fatigaros, pero en cambio si
trabajáis aunque sea unos minutos sin amor, con sentimientos de rabia o de
frustración, todo estará como bloqueado alrededor vuestro y al final caeréis
agotados por tierra. Actualmente han surgido unas ideologías que predican el
descontento y la rebelión entre los trabajadores del mundo entero y que han
tenido mucho éxito, porque son como chispas que lo inflaman todo. Predicad la
rebelión y triunfareis, pero decidle a la gente que el descontento es nocivo y que,
por el contrario, es preciso trabajar con amor... no tendréis precisamente mucho
246
éxito. Los seres humanos no han madurado todavía lo suficiente como para
comprender donde radica su verdadero interés.
Es preciso tomar conciencia del poder y la eficacia del amor. Todo lo que
hacéis, hacedlo con amor. De no ser así, es mejor que no lo hagáis! Pues aquello
que hacéis sin amor os va a fatigar, no debéis sorprenderos si luego estáis
completamente agotados. Si no hay amor, todo lo que hagáis se convertirá en un
veneno así que poned amor en todos vuestros actos! Intentadlo, es algo que
depende de vosotros. Un día, una de las hermanas me preguntó cual es el
secreto para ser infatigable y le respondí: “Yo puedo darte la fórmula, pero eres
tú quien tiene que llevarla a la práctica: El secreto está en amar aquello que se
hace; en ese momento, nos llegarán las fuerzas. De lo contrario muy pronto nos
veríamos cansados, consumidos, bloqueados...”
Sí, mis queridos hermanos y hermanas, estáis en una Escuela divina donde se
os enseña a reconstruiros y adoptar nuevas formas. Pero aún no os dais cuenta
de la importancia de esta labor. Debéis regocijaros ante esta posibilidad de
enderezar vuestra existencia.
Cuando se gana el corazón de los niños, se obtiene también un
rejuvenecimiento, se gana la vida eterna... Por eso lo peor de todo es no sentir
amor por esos niños que hay que educar. Algunos maestros y algunas madres
dirigen a veces miradas de odio a los niños cuando están enfadados con ellos.
¡Qué ignorancia, Dios mío! Esto es algo que los niños van a recordar toda su
vida, porque ellos saben muy bien lo que contiene una mirada. Es cierto que de
vez en cuando conviene darles un sopapo, unos azotes, pero hay que hacerlo sin
poner odio en la mirada; en ese caso, los niños olvidarán pronto aquel castigo,
pero se acordarán siempre de la forma como los mirabais. Yo mismo he dado
este consejo: Cuando tengáis que castigar a un niño que ha hecho alguna
barbaridad, id a buscarle, habladle con suavidad pero con firmeza, decidle que
va a ser castigado, porque existen unas leyes, unas reglas que están por encima
de vosotros; Luego abrazadle, llorad junto con él si es el caso y después...
propinadle una paliza! De este modo, el niño comprenderá que aquel castigo es
247
justo y necesario, puesto que habéis llorado por él y le habéis abrazado con
amor. Es así como iréis introduciendo en su mente nociones divinas acerca de la
justicia superior. Si no obráis así, el niño os acusará de ser injustos, os odiará y
algún día se vengará de aquel odio que pudo percibir en vuestra mirada.
Los niños tienen un sentido muy estricto de la justicia. Luego esto se pierde a
medida que van haciéndose mayores, pero aún jóvenes, tienen una verdadera
pasión por aquello que consideran justo. Mirad si no lo que sucede cuando una
madre o una maestra dan un trato preferente a alguno de sus niños: Puede ser
que tengan razón al hacerlo y que ese niño tenga mayores cualidades que los
demás, pero nunca deberían exteriorizar esa actitud de preferencia hacia él.
Tienen derecho a preferirlo, claro está, pero no deben demostrarlo, porque los
otros niños van a sentirse menospreciados y no le querrán ya más.
Así pues, ya lo veis, es a los maestros a los que hay que educar antes que a los
niños, y no sólo en este aspecto...
Bonfin, Agosto 29 de 1967
248
NUNCA DEJEIS DE AMAR!
Sèvres a 25 de diciembre de 1967
Conferencia improvisada
Esta mañana, queridos hermanos y hermanas, os prometí que os revelaría un
gran secreto. Ya sé que es una de las cosas que más os gustan, los secretos. Pero
si se trata de pequeños secretos, no os servirán de gran cosa; aunque algo
podéis sacar de ellos sin duda. Pero en cambio los grandes!...
En realidad, el secreto que me propongo revelaros hoy es algo que ya
conocéis, pero no en los niveles superiores. Lo conocéis, sí, pero aún no habéis
llegado a comprenderlo y esta es la causa de que no podáis obtener grandes
resultados. Incluso con la repetición que haremos hoy, no sé lo que vais a hacer
con él. Y no es que me esté volviendo escéptico ni pesimista, no, pero de acuerdo
con mis observaciones y mis experiencias he podido comprobar que, sea lo que
sea que se otorgue a los humanos, ellos nunca están satisfechos, felices y
contentos, excepto por un lapso muy corto, que una vez trascurrido va a dar
paso nuevamente a la insatisfacción, el descontento y la tristeza. ¿No lo habéis
constatado? Habéis obtenido, poseído, saboreado, tantas y tantas cosas!... Pero
nada perdura, ni la alegría, ni la plenitud, ni la satisfacción. Es preciso volver a
empezar de nuevo, comenzar a cavar, a buscar... Ayer, sin ir más lejos, estabais
felices, dichosos, vivíais un éxtasis que parecía ser definitivo. Sin embargo hoy, al
levantaros, vuestra conciencia ha vuelto a su dimensión ordinaria, como un río
después de una crecida que parecía capaz de inundar el mundo entero. Pues no,
de nuevo las cosas retoman su curso normal, apacible, tranquilo, sosegado.
Aquel desbordamiento no ha durado mayor cosa.
Volvemos pues al eterno problema: Cómo encontrar una felicidad que sea
estable, invariable, que dependa exclusivamente de nosotros mismos y que
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resida firmemente en nuestra alma, sin riesgo de perderla. Con este fin hay
quienes se fabrican talismanes, objetos que influyan sobre ellos o sobre sus
circunstancias sin que tengan que realizar esfuerzo alguno. Por otra parte, esta
misma razón es la que ha impulsado la invención de tantos aparatos y
máquinas!... Pero el caso es que después de cierto tiempo, hasta los talismanes
más poderosos pierden su eficacia; no existen piedras, pantáculos ni talismanes
que puedan durar eternamente. Para que una cosa sea realmente duradera
tiene que estar bajo la influencia del espíritu, pues sólo el espíritu es eterno, todo
lo demás está sujeto a variaciones y cambios. Así que no os hagáis ilusiones:
Nada es duradero, ni vuestra salud, ni vuestra riqueza, ni vuestro amor, nada.
Muchos hombres y mujeres se juran amor eterno y he aquí que unos días
después ya están discutiendo, peleando, separándose. Dos amigos se
encuentran y uno le dice al otro: “Amigo mío, cuanto tiempo sin verte! ¿Qué
estás haciendo ahora?” Y el otro le responde: “Pues verás, estoy empezando a
divorciarme...Pero, no sé porqué te digo esto, lo que quería decirte es que me he
casado hace poco!” Para él, el matrimonio era en realidad el comienzo del
divorcio. He aquí un hombre inteligente que sabe prever con antelación cómo
van a desenvolverse los acontecimientos...
Así pues, ¿Qué es lo que buscáis?... Ni siquiera sabéis apreciar los secretos que
se os han revelado ya que, según decís vosotros, no eran eficaces. Y si os dijera
que aquel gran secreto del que quiero hablaros hoy se llama amor... Ya sé que
esto no os producirá ningún efecto, por el contrario, os quedareis
decepcionados... Es lo que me había imaginado. Ahora pensareis: “Ah, conque
ese es el tan famoso secreto!” Pues así es. No existe un secreto mayor que este.
Lo que pasa es que estáis tan acostumbrados a oír por todas partes, en la
televisión, en la radio, en los teatros, en las canciones de moda: “Amor, amor
que nos vuelves locos!...”, que la palabra “amor” ha llegado a perder todo su
significado para vosotros, y sin embargo el amor sigue siendo la fuerza más
grande de todas las fuerzas, pero hay también tantos grados de amor...
El amor es algo imposible de definir o explicar, pues contiene demasiadas
cosas. Es al mismo tiempo una energía, un principio, un sentimiento, un impulso,
una inteligencia y un estado de conciencia. Todo está incluido en el amor, pero
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para que pueda ser eficaz es preciso comprenderlo bien y usarlo como un
instrumento, como una fuerza mágica a la que siempre hay que remitirse. Por
ejemplo, cuando no van bien las cosas, cuando estáis tristes, apagados,
descorazonados, cuando parece que todo os falta y que el mundo entero se ha
vuelto en contra vuestra, cuando sentís interiormente un gran desorden y reina
la oscuridad hasta el punto de que no sabéis qué hacer ni donde ir... En esos
momentos, sólo el amor puede ser eficaz: A pesar de todo lo que os está
sucediendo, la única solución es no dejar de amar, amar a toda la humanidad, a
toda la creación. La mayor filosofía, la mayor luz, la mayor sabiduría están
escondidas en estas palabras: Continuad amando!
Por todas partes en la vida vemos manifestarse dos tendencias contrarias: lo
positivo y lo negativo, el bien y el mal, la luz y las tinieblas, el amor y el odio, etc.
Pero ahora no vamos a abordar este asunto desde un punto de vista filosófico,
para demostrar que la existencia de estos dos polos opuestos no es más que una
apariencia, y que existe en realidad un principio único que los reúne, ya que
ambos no son más que manifestaciones de una misma entidad *. Hoy me
limitaré a hablaros de un aspecto mucho más práctico relacionado con el mismo
tema: La tendencia que tienen los seres humanos a fijar más su atención sobre el
lado negativo que sobre el lado positivo de las cosas. Se trata de una tendencia
muy perjudicial para ellos, pues a fuerza de ver sólo el aspecto negativo, ya no
ven otra cosa. Esto es algo que no les permite evolucionar. Al concentrarse
exclusivamente sobre el lado negativo de la naturaleza humana, ellos terminan
por malograr su carácter, y ya no pueden amar, no pueden ser comprensivos,
indulgentes, generosos. También es cierto, por supuesto, que existe la maldad,
la bestialidad y la crueldad, y aunque no se manifestaran en el mundo, seguirían
existiendo en el Infierno.
No obstante, deteneos por un momento a considerar las consecuencias que
puede traer este hábito de estar siempre criticando y fijándose sólo en el lado
malo de los seres y de las cosas. Os daré solamente un pequeño ejemplo: Si yo le
muestro un vaso a alguien y le pregunto: “¿Qué ves aquí?”, me responde: “Un
vaso medio vacío”; Luego voy con el mismo vaso a otro y le pregunto: “¿Qué ves
aquí?”, me responde: “Un vaso medio lleno” Uno de ellos se fija en lo vacío y
251
otro en lo lleno, y la naturaleza de cada respuesta va a determinar el futuro de
estas dos categorías de personas. Cuando alguien se fija sólo en lo vacío, todo
comienza a parecerle vacío, es decir, que sólo va ver por todas partes defectos,
carencias, deficiencias. Para la perspectiva humana, un vaso puede estar medio
lleno o medio vacío, pero siempre será mejor percibir lo primero. ¿Por qué?
Porque el vacío actúa sobre los seres y tiende a su vez a vaciaros, mientras que la
plenitud hará lo contrario, os colmará. En lo pleno vais a encontrar materiales
que os servirán durante toda la vida para trabajar con ellos y hacer
descubrimientos. Es necesario pues adquirir nuevos hábitos de percepción y
empezar a educar a los niños bajo este enfoque, lo cual no impide que se les
muestre también el lado defectuoso, para que ellos puedan defenderse. Lo que
no hay que hacer es detenerse exclusivamente en lo negativo y olvidar todo lo
que hay de bueno y positivo!
Hay que ver cómo son los humanos! Durante todo el día no hacen otra cosa
que nutrirse de cosas negativas, sin darse cuenta siquiera de que todo aquello
les envilece. Sólo tienen ojos para los defectos de los demás, aunque sea
pensando en corregirlos o en mejorarlos. Pero yo les digo: “Así no vais por buen
camino! Para mejorar a otros hay que comenzar por mejorarse a uno mismo,
pues es vuestro ejemplo el que les hará ver que están equivocados, que no han
entendido nada. Sí, esto lo podréis hacer gracias a vuestro ejemplo, a vuestra
perfección. Al trabajar consigo mismos estaréis trabajando también sobre los
demás: ellos se darán cuenta de que hay algo extraordinario en vosotros, algo
que les sobrepasa, y esto hará que mejoren pues querrán imitaros. En cambio,
fijarse siempre en los defectos y los vicios de otras personas es algo lamentable,
porque estaréis criticándoles continuamente, y al final os volveréis tan sombríos
y antipáticos como ellos. Así que procurad ante todo mejoraros y dejad
tranquilos a los demás. Pensad lo que pasaría, en mi caso, si yo me fijara
únicamente en las debilidades de los hermanos y hermanas de la Fraternidad, al
cabo de un tiempo sin duda moriría envenenado! Por eso no me ocupo de estas
cosas, es asunto de ellos; en cambio, me ocupo de perfeccionarme y es gracias a
ello que se ha producido una pequeña mejora en la colectividad. Hay que
aprender a no estar pendientes de los demás, pero en cambio aceptarles,
tolerarles, tener mucha paciencia con ellos y trabajar día y noche con ahínco,
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para demostrarles que existen cosas maravillosas que se pueden conseguir.
Puesto que aún no lo saben, no es algo que podáis enseñarles con palabras.”
Cuando os halléis deprimidos y decepcionados, sin que nadie os brinde apoyo,
bondad, generosidad, apelad a vuestro amor. Concentraos en esta inmensa
riqueza, en toda esta abundancia y esplendor que hay en el mundo y que tienen
una existencia real, verdadera... Y He aquí que el amor vendrá a vosotros y os
aportará todos sus elementos, haciendo que volváis a disfrutar de la vida; De un
momento a otro os sentiréis nuevamente fuertes, bellos, luminosos, expresivos...
La memoria y las energías propias de la juventud volverán a vosotros, porque
esto es lo que da el amor: la plenitud.
Sin embargo, los humanos a pesar de mostrarse tan inteligentes y eruditos no
han llegado a comprender que, cuando están sumergidos en estados de ánimo
negativos, pueden apelar al amor para remediar su situación y ubicarse en un
camino nuevo. Por el contrario, suelen ir en busca de todo tipo de remedios que
sólo van a envenenarles más aún; no se les ocurre acudir al amor! Si así lo
hicieran, todo cambiaría súbitamente. Podéis amar u odiar, eso depende de
vosotros. El amor estará allí siempre que le llaméis, lo único que tenéis que hacer
es decidir si amáis o no amáis.
Para adquirir el saber, hace falta instruirse durante largo tiempo. Para
adquirir los poderes, también es preciso ejercitarse y practicar por mucho
tiempo. En cambio, si se trata del amor, es algo que podéis obtener de
inmediato. Cuántas veces he podido experimentarlo! Viéndome obligado a
consumir los peores venenos, no podía estar en lugar más adecuado para
detestar al mundo entero. Pero entonces me dije: “No, espera...si haces a un
lado al amor serás tú el que desaparezca.” Y aferrándome a él logré continuar.
Por más que las gentes sean malvadas, falsas e ingratas, por más que os
persigan, debéis considerar todo esto como algo normal en ellas, son así. Pero
¿Acaso debéis permitir vuestra desaparición para llenarles de regocijo? Las
gentes ya son como son, no podéis hacer nada. Para vosotros lo fundamental es
no dejar de amar, así de sencillo. Y este amor os va a traer el conocimiento, los
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poderes, la gloria, os va a llevar hasta la perfección, hasta la Divinidad. ¿Os
parece poco?... Ya veis, las gentes razonan muy mal, ante la más pequeña
humillación abandonan el amor.
Hoy os he revelado el mayor de los secretos. Si queréis vencer los obstáculos y
las dificultades, hasta llegar a obtener la vida eterna, debéis seguir amando. Y
no sólo a tal o cual persona en concreto, no. Debéis amar a toda la humanidad, a
todo el universo, a la Creación entera. Empuñad vuestro amor como un escudo,
es la única forma de no perecer; y no os preocupéis por saber si la humanidad
reconoce o no vuestro amor. En aquellos momentos en que os sintáis tentados a
abandonarlo todo debéis decir: “No, porque seré yo quien perezca; la humanidad
va a continuar, el mundo seguirá existiendo, los malvados no van a perecer y
siempre vendrán otras plagas: insectos, mosquitos, lagartos, serpientes... todos
van a seguir propagándose. Por eso no debo actuar tontamente. Ven pues,
amor, mi querido y único amor, el más poderoso antídoto, la panacea universal!
Entonces el amor vendrá, brotará y lo restablecerá todo en vosotros. Allí donde
todo se ha ensombrecido, sólo el amor puede seguir adelante. He aquí la gran
solución. Si no se comprende esto, será porque es algo demasiado sencillo.
Vosotros diréis que todo el mundo ama. Sí, pero con un amor que trae consigo
la desolación. Puede que tenga también su lado bueno, pero no hay duda de que
no se trata de algo definitivo ni absoluto. En cambio, cuando amáis con aquel
amor impersonal hacia todo lo que ha sido creado por Dios, entráis en contacto
con un verdadero océano de vida, de donde podéis extraer fuerza, salud, alegría,
luz, para llegar a ser mejores, más capaces, más lúcidos. Ya lo veis, al final este
amor nos conduce a adoptar la actitud más apropiada hacia la vida, es decir,
hacia Dios, hacia los seres humanos, hacia la naturaleza. Mientras no tengáis
esta actitud, no podréis gozar de la dicha y la inspiración, y ya en vuestra
mirada, en vuestro rostro se notará que habéis tomado el camino más
deplorable.
Sin duda estoy de acuerdo y reconozco que en la vida se pueden correr
grandes riesgos si se cierran los ojos al lado negativo de los seres humanos. Todo
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el mundo está ya advertido de esto y considera que es necesario desconfiar.
Pero yo me coloco en otro punto de mira, el de la perspectiva espiritual, el
enfoque mágico de las cosas, que precisamente no suele ser el más corriente. Lo
que me interesa y lo que vale la pena aclarar aquí es saber con exactitud lo que
ocurre en el fuero interno de un individuo que está habituado a fijarse
únicamente en el lado malo, es decir, cuales serán las leyes que actuarán sobre
él, cuáles serán las fuerzas que van a despertar y a entrar en acción dentro de
esta persona. Aquel que sólo ve los defectos de los demás para criticarles o
incluso para regocijarse descubriéndolos ante otros, va a generar en su propio
ser las mismas manifestaciones negativas, hasta que un día puede llegar a
sobrepasar en sus debilidades a todos los que antes fueron blanco de sus críticas,
al tiempo que habrá contraído una deuda con ellos. Al haber mancillado a otros
con sus pensamientos, sentimientos, palabras o escritos, ha faltado a la ley del
amor.
Por eso, mis queridos hermanos y hermanas, debéis aprender a saber todo lo
que perdéis o ganáis a causa de vuestra actitud. Los Iniciados son seres que
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también realizan ciertos cálculos: No les gusta perder, siempre quieren ganar,
pero lo que ellos ganan son las bendiciones divinas, que luego van a repartir a la
humanidad entera; no guardan nada para ellos. Así, el mayor de los secretos
consiste en ser positivos para luchar contra el lado negativo. No se trata de
cerrar los ojos para no verlo, por supuesto, pero tampoco hay que fijarse
exclusivamente en él, hasta el extremo de llegar a destrozar la propia vida sólo
porque existen otros seres malvados.
Si no sois felices, no importa lo que hagáis, es porque la felicidad no es
solamente un derivado de la riqueza, la ciencia o la actividad. La dicha está
ligada al amor y sólo el amor puede traer la felicidad. Es muy importante que lo
sepáis. Es cuando se ama que se es verdaderamente feliz, aunque hay algunos
que afirmarán exactamente lo contrario, es decir, que son infelices desde que
han empezado a amar, lo cual puede ser cierto para ellos, pero ¿Acaso se han
detenido a pensar cual es la naturaleza de aquel amor? Es verdad que sólo el
amor aporta la dicha y la vida, incluso cuando no tengáis ninguna razón
concreta para estar felices, os sentiréis dichosos simplemente porque el amor
está allí, pero estamos hablando del amor desinteresado, que no os pone en
ningún compromiso sino que os deja libres, completamente libres.
Cuando se trata de otras clases de amor, siempre van a existir ataduras,
compromisos, papeles, promesas... todo lo cual no es más que una forma de
esclavitud. No podréis ser felices por mucho tiempo a menos que seáis libres.
Pero en cambio, cuando amáis a toda la humanidad, a toda la Creación, sin
esperar nada a cambio, entonces sois verdaderamente libres y al mismo tiempo
estáis colmados de algo que os hará dichosos. En ese momento, todo se vuelve
fácil, todo lo que hagáis será mucho mejor pues habrá en ello un amor
verdadero. Otro tipo de amor os va a distraer, a perturbar... Si por ejemplo estáis
leyendo, no podréis concentraros ni comprender bien lo que leéis, porque aquel
amor os influye, dispersando vuestro pensamiento con imágenes que no vienen
al caso... No es pues algo que puede ayudaros bajo cualquier circunstancia.
Únicamente el amor divino, desinteresado, puede ayudaros en todo lo que
hagáis, como un apoyo incondicional que siempre está ahí; podréis ver entonces
resultados, progresos que os harán sentir verdaderamente ricos. Todos los
256
demás amores os atan, os aprisionan y os impiden hacer lo que queréis. Son
como poderosas fuerzas que os violentan con insistencia y pretenden doblegar
vuestra voluntad, hasta que al fin os obligan a capitular. Pero ahí no acaban las
cosas, pues además de haber cedido, vais a perder todas vuestras energías,
hasta caer abatidos por el agotamiento.
El verdadero amor nunca os va a fatigar; todo lo contrario, os va a nutrir
constantemente, os reforzará y sustentará. Es algo inagotable, inmenso, infinito,
como un manantial continuo al cual os habéis conectado, para hacer que fluya
dentro de vosotros y enviarlo nuevamente a su origen, a su fuente, mientras que
los otros amores están a niveles muy inferiores, encerrados en frasquitos y
pequeños recipientes. Todo esto prueba que los seres humanos no son
demasiado inteligentes, puesto que ponen todo su interés en aquellas
pequeñeces, en cosas débiles, limitadas, y dejan de lado algo que es inmenso,
divino, inagotable.
Ya sé que pensareis: “Pero, ¿De donde sacará todo esto? ¿Por qué nos habla
de esta forma? Parece que no se entera!” Pues bien, vosotros creéis que no soy
conciente de que puede parecer insensato insistir sobre una cuestión así,
teniendo en cuenta que desde hace milenios el mundo entero está acostumbrado
a verla de otra forma... Pero el hecho es que sé también que han existido y
existen aún Grandes Iniciados que han penetrado los secretos de la naturaleza
viviente, donde les han sido revelados otros aspectos del amor; Ellos han visto
que el Creador ha dado a los humanos amplias posibilidades de manifestación de
acuerdo a su grado de evolución. Pero aquellos que han penetrado en los
grandes misterios han sabido salvaguardar sus descubrimientos para ellos,
confiándolos únicamente a aquellos discípulos que están preparados para
acceder a ellos, mientras que el resto de la humanidad se limita a seguir
fielmente las tradiciones de sus ancestros. Sé que no voy a ser comprendido por
la mayoría de la gente, y que ellos van a continuar amando de una forma
ordinaria, todavía durante un largo tiempo. Pero aunque no espero ser
comprendido ni seguido, por lo menos albergo la esperanza de que en un futuro
habrá algunos que van a proponerse amar y vivir conforme a otras leyes.
257
Si el Señor ha impulsado a las criaturas a amarse entre sí, es porque este
amor es necesario y útil, pero no es un amor absoluto. Así que no hace falta que
cortéis los lazos con aquel o aquella a quien amáis, pero tampoco debéis ataros
demasiado. Sobre todo, no os imaginéis que ya lo tenéis todo allí y que podéis
cortar el vínculo con el Señor, para concentraros exclusivamente en un amor
pequeño y miserable. ¿Por qué no pensáis más bien en iluminaros, enriqueceros
y expandiros gracias a esta nueva comprensión del amor, a este vínculo que
podéis proyectar muy alto, hasta Dios mismo? Sólo así lograreis que vuestro
amor se convierta en algo verdaderamente bello, sensato, luminoso. Sin estas
nociones, sin estos nuevos elementos, no es conveniente que os atéis, pues
entonces vuestro amor va a ceder su lugar tarde o temprano a las ruinas, los
sinsabores, los remordimientos. No os pido renunciar al amor que sentís hacia un
hombre o una mujer, si lo hiciera me convertiría en el más tonto, ignorante e
insensato de los hombres. Cada cosa tiene su valor y tiene su lugar en la vida;
No obstante, sin dejar de reconocer este valor, hay que admitir que no lo es todo.
Por eso os digo: “Conservad lo que ya teneis, pero añadidle la comprensión
nueva de este amor elevado, inmenso, omnipotente, cósmico; Si así lo hiciereis,
conoceréis otras alegrías, otras esperanzas, otros horizontes, otras puertas,
otros mundos se abrirán para vosotros... quedareis deslumbrados.”
Cuando decimos que Dios es amor, nos referimos a esta clase superior de
amor, al amor que ha creado los mundos. El amor humano sólo es un pálido
reflejo de aquello en un plano inferior, que nos ayuda a comprender las
relaciones y las leyes que existen en lo alto, pero no lo es todo. De ahora en
adelante, no importa lo que suceda decid: “Yo seguiré amando, la fuente no
tiene que dejar de fluir.” Cuando estéis agobiados por un problema, amargados,
decepcionados, miraos bien los ojos, las mejillas, la boca y el tono de vuestra
piel, y luego llamad al amor, llamadlo con toda vuestra alma! Unos minutos
después, si os contempláis de nuevo vais a constatar un cambio: Os notareis
más expresivos, como si algo emanara de vosotros, algo muy suave, tierno,
delicado... algo que os reconforta y que os vuelve más sensibles al aspecto
estético. Si tenéis un espejo y queréis comprobar hasta que punto os opacáis
cuando estáis sumergidos en aquellos estados negativos, estoy seguro de que
renunciareis a ellos, hasta tal punto vais a encontraros desagradables... Y
entonces comenzareis a vibrar en otras frecuencias más elevadas hasta volver a
258
recobrar el brillo de vuestra mirada. Pero esto es algo que la gente no suele
hacer, nunca se miran de esta forma, aunque desde luego esto no se puede
afirmar categóricamente si se trata de mujeres!...
Las personas que han venido a mi casa se han sorprendido un poco al
encontrar allí muchos espejos, incluso parece que algunos me han perdido
aprecio a causa de esto; según ellos, es el Diablo quien ha inventado los espejos
y los ha dado a la mujer para buscar su perdición. Pero como no soy mujer, no
corro el riesgo de perderme, al contrario, salgo ganando, evoluciono cuando me
miro al espejo. Ahora bien, si me decís que también existen otros espejos
internos, estoy completamente de acuerdo en ello y son los que más recomiendo
usar, pero ¿Cuántos hay que practiquen el ejercicio de contemplarse a sí mismos
en estos espejos interiores? Si la gente no se mira casi en los espejos físicos,
¿Cómo creéis que podrá estudiarse en aquellos espejos psíquicos? Si nos
atenemos a la moral tradicional, no está muy bien visto verse a menudo en un
espejo; pero sin embargo, ¿Cómo creéis que yo puedo adivinar ciertos estados
ocultos en otros seres? Porque primero he tenido que estudiar la manifestación
de tales estados sobre mí mismo. Si no abordáis un estudio semejante nunca
llegareis a ser buenos fisionomistas, y cualquiera podría engañaros. No podréis
leer en otros rostros si antes no habéis leído y estudiado en el vuestro. Ya lo veis,
antes de criticarme con el pretexto de que no hago caso de algunas tradiciones
morales, sería mejor que me hicierais preguntas al respecto. A través de las
preguntas podríais aprender algo útil y comprobaríais que, si alguna vez me
aparto de ciertas costumbres, es porque no aportan nada para la nueva vida, no
aclaran la inteligencia, no ensanchan la conciencia ni liberan la voluntad. En
cambio, las verdades que he podido encontrar están en completo acuerdo con la
moral superior.
Siempre he buscado lo lleno antes que lo vacío, porque lo lleno siempre puede
aportar algo. Ahora bien: podéis deteneros sobre lo vacío, pero a condición de
comprenderlo como plenitud. Si así lo hacéis, vais a realizar grandes
descubrimientos al comprobar que está compuesto por partículas etéricas, más
sutiles que las que integran lo lleno. Para tener una idea de lo que es
259
verdaderamente el vacío hay que proyectarse muy alto, hasta llegar a descubrir
que, en realidad, el vacío es una plenitud. Esta experiencia del vacío ha sido
investigada en Oriente, donde no se considera lo vacío como algo negativo,
perjudicial o peligroso, sino al contrario, como algo valioso y superior. Incluso el
mal puede aportar las mayores riquezas, siempre y cuando se tomen ciertas
precauciones para abordarlo, como puede ser una gran pureza y una
preparación concienzuda. Sólo los Hierofantes y los Grandes Iniciados, que han
logrado llegar a la cima de la evolución, han podido descender a los Infiernos
para explotar sus riquezas sin correr riesgo alguno. Ellos estaban bien equipados
para hacerlo. Ya sabéis cómo tienen que ir equipados los mineros, los
espeleólogos, los bomberos, los buzos y todos los que tienen que bajar a las
profundidades para exterminar a las plagas o encontrarse con gases asfixiantes.
Sí, es posible enfrentarse al mal, pero a condición de estar fuertes y armados
como es debido.
Pero volvamos sobre aquel amor superior del que hemos venido hablando.
Invocadle con todo el corazón, con toda el alma, con toda vuestra mente, y él os
responderá: “Pase lo que pase, sea que los humanos lo reconozcan o no, seguid
amando, nunca dejéis de amar!” A menudo percibo que algunos de vosotros
piensan para sí: “Pero, ¿será de verdad un Maestro este buen hombre? El no
parece enterarse del estado en que me encuentro, de dónde acabo de salir,
hasta qué punto me he manchado! Hay que ver cómo me recibe, cómo me
sonríe! No es posible que sea un clarividente puesto que continúa siendo el
mismo conmigo, amable, gentil”...Yo leo estos pensamientos en su mirada. Pero
si tuviera que dejar de amar a los humanos porque ellos no están al nivel
deseado, o simplemente porque no son merecedores de ello, sería entonces yo el
que se hundiría. Es preciso que sepan que no es precisamente a ellos a quienes
amo, sino a mí mismo; lo único que cuenta para mí es mi evolución, mi porvenir.
Porque les sonrío y les recibo con amor a pesar de las barbaridades que van
haciendo aquí y allá, ellos creen que no veo nada, que no me entero de nada...
Pero a estos les digo: “Dejadme tranquilo, yo ya sé lo que hago; no es por
vosotros sino por mí mismo que actúo de esta manera, porque así me siento
mejor. Y si acaso salís ganando algo a causa de mi actitud, pues tanto mejor
para vosotros!...” Así ya está resuelto el enigma. Ahora bien, si hay quienes se
obstinan en conservar su filosofía caduca y no quieren comprenderme, no voy a
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decirles “Me da lo mismo!”, porque soy amable y bien educado, pero seguiré
adelante con lo mío, que es amasar tesoros para enseguida poderlos distribuir.
Si decidís hacer lo mismo que yo, tanto mejor, saldréis ganando también, pues
esto es el Reino de Dios: amar. Me he encontrado con tanta gente que sólo
busca el poder o el saber! Ni siquiera piensan en el amor, pues para ellos es la
cosa más inútil e ineficaz. Pero yo los he sopesado a los tres: el amor, el saber, el
poder. Nunca he dicho que haya que menospreciar el poder ni el saber, pero hay
que conceder el primer lugar al amor, porque es el centro, el corazón de todo,
pero también porque él depende exclusivamente de nuestra voluntad.
Cualquiera puede amar, aunque sea un niño, o un analfabeto. En cambio, para
obtener el saber hace falta un cerebro bien preparado y organizado; para
obtener los poderes, es preciso un buen acopio de voluntad, tenacidad,
estabilidad, cualidades que no han sido dadas a todo el mundo; pero todo el
mundo es capaz de amar, porque es la cosa más fácil, más natural. Y de hecho,
el amor influye también sobre las otras dos facultades, ya que trae consigo el
poder y el saber. Cuando estéis acabados, desesperados, llamad al amor y veréis
cómo de un sólo golpe os pondréis de nuevo en pie y diréis: “Ya podré, ya
llegaré.” Entonces tendréis poderes, aunque no sea para resucitar a los
muertos, por lo menos sí para resucitaros a vosotros mismos primero que todo.
Más adelante iréis a resucitar a otros, llegado el momento. Pero el amor
también os ayudará a comprender mejor, puesto que una parte de su calor y su
fuego va a trasformarse en luz, que os permitirá ver las cosas con mayor
claridad.
Gracias al amor, podréis obtener también el poder y el saber. Pero si lo hacéis
a un lado para ocuparos sólo de los otros dos, aunque lleguéis a obtenerlos se
van a convertir en algo muy peligroso. El saber sin amor os volverá orgullosos,
altaneros, soberbios, mientras que tener los poderes sin amor os volverá fríos,
crueles, implacables... En tal caso, ¿Para qué os servirán los poderes cuando os
hayáis convertido en verdaderos monstruos? Y ¿De qué os servirá el saber si os
habéis vuelto lejanos e inaccesibles? Pero si teneis amor, entonces vuestros
conocimientos van a esclarecer a los humanos, y dedicareis vuestros poderes a
261
salvarles, curarles, resucitarles. El amor es capaz de reconciliarlo todo, de
armonizarlo todo. Por eso estoy trabajando con él. Supongamos que no tuviera
ningún saber, ningunos poderes; sin embargo, al tener el amor, contaría con la
fe y la esperanza, y todos sabemos que se puede vivir teniendo fe y esperanza
aunque no se tengan poderes ni conocimientos.
Izgrev, Diciembre 25 de 1967
262
EL PODER DEL DRAGON
Sèvres a 4 de Abril de 1968
Conferencia improvisada
En la religión cristiana, el dragón es algo semejante al diablo, y este último,
como suele decirse, huele a azufre. Todos los productos inflamables como la
gasolina, el petróleo, la pólvora o aquellos gases mixtos que producen llamas y
olores muy fuertes, todos ellos son semejantes al dragón. Pero este dragón
existe igualmente dentro del ser humano, es un fuego, una esencia combustible
gracias a la cual podemos ser proyectados por el espacio. Pero si no sabemos
usarla, en lugar de vernos propulsados hacia las alturas, hacia el Cielo, vamos a
correr el peligro de ser precipitados a la tierra y devorados por ella.
Llevamos el dragón en nosotros mismos. Hay pues un dragón individual,
pero también existe un dragón colectivo, del cual nos habla San Juan en el
Apocalipsis, diciéndonos que será atado por mil años y arrojado al abismo. Esto
significa que llegará un día en que esta fuerza colectiva de la sexualidad, que
impulsa a los humanos en direcciones que no son precisamente divinas,
provocando guerras y asesinatos, llegará a ser educada, orientada, sublimada.
De no ser así, ¿Qué pensáis que va a pasar con el dragón sobre la tierra? ¿Se le
dejará estar como ahora? No. Será objeto de atención y educación, contando
con magníficos pedagogos que le proporcionarán un buen aprendizaje, pero
también habrá pedicuros, manicuros, dentistas, para volverlo comedido,
inofensivo, razonable.
No se mata al dragón; se le educa... o se le utiliza como alimento. ¿Os
reís?... Veamos lo que nos dicen los judíos en el Talmud: En el fondo del océano
vivía un monstruo marino, el Leviatán ‐este monstruo representaba el mal‐,
hasta que un día fue capturado, troceado, salado y puesto en conserva para el
263
deleite de los Justos. Y bien, así ha sido escrito... Esto nos da una idea de los
festines que esperan más adelante a los humanos, a condición por supuesto de
que estén entre los Justos. Los demás, no sé muy bien lo que podrán comer; pero
nosotros, los Justos (sí, hay que decirlo, no debemos esperar que sean otros los
que lo digan ya que podríamos quedarnos esperando por mucho tiempo),
debemos prepararnos para darnos un banquete con la carne de este monstruo.
Esto no dejará de traer algunas complicaciones, por ejemplo si esta carne resulta
ser dura como la suela de un zapato y, si no tenemos dientes, qué podremos
hacer? Puede que hayan preparado salsas y todo tipo de condimentos para
hacerla más tierna. Pero depende también de la parte que nos toque. En este
caso, existen posibilidades muy diversas, según como haya sido el
descuartizamiento. Por último, esto es seguro, se meterá todo en botes de
conserva... Qué magnífica perspectiva! Fábricas enteras destinadas a envasar el
Leviatán, puesto que habrá millares de gentes esperando, y su tamaño es
considerable. Así pues, los Justos se regocijarán y ya pueden ir frotándose las
manos pues tienen asegurado su futuro!
Ya lo veis, queridos hermanos y hermanas, hay muchas formas de utilizar
el mal, pero importante es que toméis conciencia de que lleváis dentro de
vosotros todas estas energías formidables, estos combustibles que pueden
propulsaros hacia las alturas. Hasta que no sepáis bien que se trata de fuerzas
que podéis utilizar, seréis quemados por ellas, reducidos a cenizas o precipitados
a lo profundo de la tierra. Considerad para empezar el amor sexual como el
dragón, como la fuerza más formidable que puede impulsar a las criaturas. De
hecho, es esta fuerza la que les lleva a actuar, la que les hace trabajar. Es
siempre el amor, bueno o malo, el verdadero móvil de la acción y no el dinero,
como suele creerse. El dinero se busca para usarlo, para ganarse a tal o cual
mujer a la que se ama, o comprar un objeto cualquiera que le ha encaprichado.
264
cuanto a las máquinas de locomoción, el carburante tiene que estar colocado de
tal manera que impulse el avance del vehículo, ya se trate de un auto, un barco o
un avión, sin que haya peligro de quemar a los pasajeros. De forma análoga, el
discípulo deberá descubrir el secreto para que su amor no incendie el corazón o
el alma de aquel a quien ama. Muchas jovencitas piensan cosas adorables
respecto al amor, pero después de una primera experiencia con un hombre, su
pensamiento ya no es tan poético ni tan elevado, más bien se muestran
decepcionadas, descorazonadas. Pero si esto sucede, es seguramente porque el
hombre ha empleado unos medios que no eran los más adecuados. Si muchos
seres pierden así lo que hay de más maravilloso en su alma, esto se debe a que el
amor puede ser también un fuego destructivo, que hace arder aquello que nunca
debería consumirse sino, por el contrario, ser exaltado, animado y vivificado
para que las criaturas puedan avanzar en su camino hacia el Cielo. ¿Por qué
tiene el amor que contribuir a destruir aquello que es bueno, siendo que su papel
es absolutamente distinto y debería más bien enriquecerlo y reforzarlo?
Ante todo, hay que saber que existen dos clases de amor. Hay un amor
puramente sensual, donde queda excluida toda ternura, delicadeza o
inteligencia. Se tiene hambre y se reacciona igual que las fieras: ellas se
abalanzan sobre su presa y luego se relamen tranquilamente las fauces. El hecho
de haber devorado al otro carece ahora de importancia, se sienten satisfechas,
contentas... En cuanto al segundo tipo de amor, el amante intentará olvidarse de
sí mismo y, aunque padezca hambre y sed, pensará ante todo en el ser que ama
para protegerlo, esclarecerlo, traerle la paz y la riqueza. Cuando dos seres llegan
a vivir esta clase de amor, su evolución no encuentra ya límites. Su amor es como
el fuego del sol que regenera, resucita y eterniza. Los cielos se abren ante estos
dos seres que han descubierto el sentido de la vida y lo que emana de ellos es
algo tan luminoso y sutil, que todos se hacen a un lado para dejarles pasar...
Desde el momento en que estáis en esta Escuela de la Fraternidad Blanca
Universal, vuestro propósito debe ser por lo menos el de aprender una mejor
forma de amar. Pues ya sabemos, queridos hermanos y hermanas, que el dragón
es muy poderoso, que posee una energía formidable y que, si la llegáis a
265
controlar, si lográis domarla y ponerla a vuestro servicio, esta energía podrá
proyectaros al universo entero.
Sèvres, Abril 4 de 1968
266
LA JUVENTUD
FRENTE AL PROBLEMA DEL AMOR
II - EL MATRIMONIO
Sèvres a 13 de abril de 1968
Conferencia improvisada
La naturaleza ha creado a los humanos de tal manera que ellos tienen
necesidad de afecto, de ternura, de realizar intercambios. Esta es una necesidad
universal, nadie, sea quien fuere, podría objetarla o ponerla en duda.
Imaginemos ahora el caso de una jovencita: Ella necesita afecto, de modo
que apresuradamente, sin reflexionar mucho acerca del carácter de aquel joven
que le agrada, va y lo escoge. De tal modo, para poder llenar su necesidad, ella
se ve obligada a aceptar todo lo demás que tiene él, su personalidad, sus ideas,
sus sentimientos que pueden ser bastante vulgares y otras cosas que ella no
siempre compartirá. De acuerdo, él le va a dar algo, pero ella tendrá que cargar
con todo el resto. Así ocurre con tantos y tantos jóvenes de ambos sexos: A
cambio de algunas migajas de alegría y bienestar, se ven forzados a acarrear
todo tipo de inconvenientes, que les harán quejarse por el resto de su existencia,
sintiéndose desgraciados y sin saber qué hacer ya que, para poder salir de esta
situación deben transgredir un buen número de normas.
Como podéis ver, queridos hermanos y hermanas, la realidad es bastante
triste. Para tener acceso a una pequeña satisfacción, todos van a complicarse la
vida. Ellos experimentan una necesidad y, para poder colmarla, van a sacrificar
todo el resto. Por recibir unas migajas, se ven obligados a aceptar todas las
267
impurezas, todas las deformaciones de su pareja. Por eso, al menos es necesario
buscar unirse con un ser noble, luminoso, y si no lo encontráis, pues más vale
tener paciencia y permanecer solteros, ya que de lo contrario el precio va a ser
muy alto. Por desgracia son muy pocos aquellos que se proponen salvaguardar
su pureza para realizar algo grande; por experimentar unas pequeñas
sensaciones, van a dejar que entren en ellos todas las impurezas, todo parece
poco a cambio de aquellas sensaciones sexuales.
Antes de comprometerse a ciegas en una u otra aventura amorosa, la
juventud debería conocer los criterios de la Ciencia Iniciática, para no arrojarse
sin pensar a los brazos del primero que aparece en su camino. Vale más ser
pacientes, saber esperar hasta encontrar la persona con la cual se es
verdaderamente afín, que pueda complementaros desde todo punto de vista,
incluso en el terreno de la magia. Entonces sí que podréis llegar a tener
experiencias muy variadas, podréis casaros y tener hijos. Pero si no encontráis un
ser complementario, lo que no vale la pena es que os aventuréis con cualquiera,
esto puede resultar muy caro. Buscad, esperad, y cuando lo encontréis, todo
vuestro ser podrá vibrar al unísono con el Cielo, pues viviréis un amor de aquellos
que solamente un poeta podría describir; sí, podéis estar seguros de ello. Pero si
os dedicáis a probar y tenéis diez, veinte, cien experiencias distintas con todo lo
que esto implica, altibajos, decepciones, rupturas, es evidente que será
catastrófico, es mejor en tal caso rehusarse antes de caer en una situación como
esta. Si se quiere encontrar el amor, que sea este un amor verdadero, de lo
contrario es mejor abstenerse!
Este es mi consejo a los jóvenes: No os apresuréis, no queráis precipitaros y
malgastar toda vuestra vida con el primero que encontréis. Ante todo estudiad,
intentad ver con claridad todo lo que se refiere a estas cuestiones y entonces sí,
podréis ir en busca de vuestro complementario. Pero debéis dilucidar muy a
fondo si esta persona está realmente preparada para emprender una tarea junto
a vosotros y marchar por la misma senda; De no ser así, vais a pasar la vida
entera tratando de destruiros mutuamente. Examinad con atención si estáis bien
armonizados en los tres planos: físico, emocional e intelectual, o si solamente
estáis respondiendo al llamado del placer. Si estáis en desacuerdo con vuestra
268
pareja respecto a temas importantes no digáis: "Oh, ya se arreglará, con el
tiempo vamos a entendernos", pues lo más probable es que suceda todo lo
contrario; Al cabo de algún tiempo, una vez que se dejen de lado aquellas
efusiones iniciales del placer, cuando los sentimientos se vayan apaciguando,
entonces descubriréis que vuestros gustos, vuestras ideas y tendencias son muy
diferentes, con lo cual llegarán los conflictos, las rupturas, la separación. Estar de
acuerdo en el plano de las ideas y de los gustos es algo en extremo importante
para una pareja. La simple atracción física, incluso matizada con un poco de
amor no será suficiente; es algo que se agota, se marchita rápidamente. En tal
caso, si además las ideas no concuerdan y no se puede siquiera mantener una
conversación medianamente interesante, renovadora, aquella pareja terminará
en un vacío y un mutuo aburrimiento.
Por contraste, hay otras parejas que no se aman físicamente, pero en cambio
se quieren mucho porque siempre tienen algo que decirse, algo que explicar, que
contar. Es formidable! Aunque lo ideal es que haya una buena armonía en los
tres planos, que exista una mutua atracción física, unida a un acuerdo en cuanto
a los gustos y los sentimientos, pues si uno prefiere el ruido y otro el silencio, si a
uno le gusta leer y al otro bailar, si uno es amante de salir a divertirse y otro
gusta de permanecer en casa, todo esto terminará por crear conflictos. Por
último, y sin duda lo más importante de todo, debe haber una comunidad de
ideas, de objetivos y metas. Si se llega a tener armonía en estos tres planos, no
puede haber nada más bello y maravilloso que la unión de estos dos seres, pues
será como una fuente inagotable de dicha, bienestar y comprensión.
Pero, desgraciadamente, los jóvenes de ambos sexos no suelen tener en
cuenta estos criterios; ellos son más superficiales, tienen mucha prisa y dejan
muchos factores al azar en el momento de elegir una pareja. Imaginaos un saco
repleto de serpientes, lagartos, cocodrilos, ratones, palomas... y alguien piensa:
"Si meto la mano aquí, seguramente pescaré una paloma." Pero como no ha
mirado primero el contenido del saco, al meter la mano recibe la mordedura de
una víbora. Hace falta ser demasiado ingenuo para creer que a partir de un azar
ciego se puede encontrar una encantadora palomita, o una simpática ardilla. La
gente se imagina que la providencia está siempre ahí, para proteger a los ciegos,
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para ayudarles o para salvarles. Pues no es así! Ella los ve venir y lo que hará
será ponerlos en manos del destino y este, como sabéis, no tiene reparos en
someterlos a prueba. Pero si en vez de encontrarse con ciegos, la providencia se
topa con dos personas que saben usar sus ojos, entonces dirá. "Ah, esto me
gusta, ahora voy a ayudarles!" Sin embargo, lo más extraordinario de todo es
que algunos ciegos, luego de haber sido mordidos por una víbora van a buscarla
de nuevo para hacerse morder por segunda vez. He tenido oportunidad de
conocer algunas mujeres, cuya gran tenacidad les impulsaba a afirmar: "Voy a
comenzar de nuevo con aquel hombre, puede ser que mejore." Pero, ¿Acaso se
ha visto alguna vez que una víbora o un cocodrilo mejoren?
La atracción física es importante, por supuesto, pero no constituye lo más
esencial. Cuántas veces se da el caso de parejas que prácticamente se devoran el
uno al otro con gran intensidad y algún tiempo después no pueden ni verse! Sin
embargo, nada ha cambiado en lo físico... Veamos un ejemplo: Un muchacho se
casa con una atractiva joven, tan radiante que le lleva de cabeza; pero pasa un
tiempo y él se da cuenta de que en realidad ella es superficial, infiel, caprichosa,
tonta, y cada vez va a amarla menos, incluso su belleza deja de excitarle al ir
tomando conciencia del horrible vacío que ella alberga en su interior. Por
contraste, también se da el caso de aquel joven que empieza a salir con una
chica que no es precisamente bella, pero a medida que la va conociendo, se va
prendando cada vez más de su inteligencia, su paciencia, su bondad, su espíritu
de sacrificio... Ella le irá ganando a tal punto que todas las demás mujeres
palidecen ante esta chica que en principio no le atraía, pues interiormente es una
maravilla; es fiel, honesta, estable, siempre está dispuesta a consolarle, a curar
sus heridas, a darle consejo. Con todo esto, el plano físico no tiene mayor
importancia para él, la ama y cuando la presenta a otros, si alguien le critica por
haberse unido con una mujer poco atractiva, él piensa: "Si supieran estos tontos
el tesoro que he encontrado en ella!" Es sabido que muchos hombres se
pavonean al lado de una mujer elegante, que para ellos no pasa de ser un objeto
decorativo; todo el mundo les admira, ignorando que en realidad ella se
comporta como una diablesa, haciéndoles sufrir noche y día. Sí, es cierto que ella
posee una bella figura, que les convierte en la envidia de muchos cuando van a
exhibirse por el mundo, de modo que estos hombres sufren , pero encuentran
una compensación cuando van a la ópera, o a los salones a lucir a su mujer. He
270
aquí, ellos la valoran como lo harían con una joya, pero en este caso, se trata de
una joya que les sale muy costosa.
Mi consejo pues a los jóvenes y chicas que quieren casarse, es que no tomen
una decisión precipitada, que estudien primero atentamente las leyes del amor.
Cuando ellos hayan aprendido la forma idónea de amar, cuando estén
preparados para traer hijos al mundo y saber educarlos, entonces podrán
decidirse. Pero si ellos se precipitan van a verse luego, cuando ya han nacido los
hijos y cuando tengan que enfrentarse a las dificultades y las enfermedades, sin
saber qué hacer, desesperados buscando los médicos y los libros indispensables
para instruirse, mientras que antes afirmaban: "Oh, ya habrá tiempo para todo,
ya nos iremos desenvolviendo!" Pero no. Ante todo es preciso instruirse.
Ha ocurrido a veces que un miembro de la Fraternidad se ha casado fuera de
aquí y ha elegido una mujer hermosa pero que no está preparada para seguirle
en nuestra Enseñanza, no quiere saber nada de la espiritualidad, no le interesa
perfeccionarse ni adquirir estos conocimientos. Así, el pobre se ha encontrado en
una situación muy difícil, que incluso le ha obligado a dejar la Escuela para
complacer a esta cabecita hueca. Con ello sólo estará probando que ha cometido
un error que sin duda le traerá sufrimiento. Lo mismo va a ocurrir cuando se
trata de una mujer que se casa con uno que no acepta sus ideas: ella se verá
obligada a sacrificar lo mejor de su alma y su corazón para complacer a este
mequetrefe y esto la hará muy desgraciada. No es así como van a solucionar sus
problemas; no hay que apresurarse. Me diréis: "Pero entonces nos haremos
viejos!" Bien, es preferible casarse ya mayores pero eligiendo la persona
adecuada. ¿Para qué precipitarse? ¿Quizás para envejecer más pronto a causa
de tantos sufrimientos?... A veces me he encontrado con algunas mujeres
después de tres o cuatro años de matrimonio: Las penas y las privaciones las
habían envejecido de tal modo que se hacía difícil reconocerlas. Por el contrario,
cuando se encuentra aquel príncipe azul, aunque sea en la vejez, se puede llegar
a rejuvenecer casi de inmediato... aunque sea a los ochenta años, no importa,
vais a rejuvenecer tanto que os sentiréis como si tuvierais veinte.
271
En realidad, sea que esperéis más o menos, que sepáis o no discernir, que las
cosas estén a punto o no lo estén, es difícil que salga bien. Para casarse hay que
estar preparados. ¿Quien podrá aceptaros si no lo estáis? Vosotros pensáis: "Yo
quiero casarme con una princesa, con una mujer celestial..." Sí, pero ¿Acaso ella
se casaría con vosotros? Si se es débil, tonto, incapaz, sólo se podrá encontrar
una mujer a esa medida, o quizás una mujer atractiva pero que no sabe hablar,
no conoce nada, está vacía, es incapaz de comprender a su pareja, de ayudarle
o de consolarle; sólo se preocupa por su cuerpo. Pues bien, de esta forma su
marido terminará cansándose de ella, la olvidará puesto que ella no ha sabido
darle nada que pueda alimentar su alma o su espíritu. Incluso si esta mujer
encuentra al mejor de los hombres, entonces va a ser ella la que se siente
desgraciada al comprobar que no tiene nada en su interior que pueda brindarle.
El tendrá sin duda intereses artísticos, espirituales; pero ella no podrá
compartirlos y sufrirá al ver que hay un abismo entre ellos! Por esto, si vosotros
no hacéis nada para estar a la altura de la situación, es mejor que no soñéis
encontrar un príncipe o una princesa!
Lo primero es prepararse para poder estar a punto cuando llegue el
momento. Si no lo hacéis, podéis estar seguros: aunque seáis los mejores, la cosa
no marchará. Vuestras parejas os dejarán para ir en busca de otros seres más
diestros, más inteligentes; no os quedará otro remedio que lamentaros. Así pues,
preparaos, buscad obtener toda clase de tesoros y piedras preciosas, es decir,
cualidades y capacidades que nadie pueda igualar. En este caso, la persona que
habéis escogido permanecerá a vuestro lado, ¿Qué necesidad tendría de buscar
a otro? Pero por lo general, las cosas no se plantean así; cuando una chica quiere
a un muchacho, no se pregunta cómo va a conservarle y, si ella es incapaz de
saberlo, la cosa no va a durar mucho tiempo. Es preciso saber prepararse... irse
preparando durante años. Ya sé que me diréis: "Pero para entonces estaremos
ya viejas, fofas..." No tiene importancia; podéis ser poco atractivas en lo exterior
pero de una belleza y una juventud internas que mantendréis a vuestro príncipe
siempre con vosotras. Lo importante es trabajar, prepararse sin estar pensando
en el tiempo, en la vejez.
272
El tema del amor es algo que interesa a todo el mundo y que seguirá siendo
apasionante por toda la eternidad. De hecho, la humanidad va avanzando
progresivamente hacia un estadio superior donde su principal pensamiento será
el amor, su búsqueda primordial será el amor y su vida entera estará
fundamentada en el amor. Así, el amor llegará a ser el centro de todo, todas las
cosas van a confluir hacia él. La ciencia, el arte, la religión, tendrán todos como
única meta propagar el amor, infundirlo por doquier. Aquí reside la verdadera
felicidad: en el deseo de dar amor a todo cuanto existe. Sin embargo,
considerando la forma en que los seres humanos actuales han sido educados y
estructurados, de momento resultaría peligroso intentar expresar el amor tan
abiertamente, a menos que vaya acompañado de una gran sabiduría. Cuantos
casos se han dado de ingenuas jovencitas que, inspiradas por su generosidad
sólo se proponen hacer feliz a un hombre, y que después de haber sido
devoradas por este, han sido desechadas como se haría con la corteza de un
fruto que ya se ha probado! Por eso, antes de manifestar vuestro amor, tenéis
que aprender a amar pero sin dejar que os devoren, de forma que luego se
pueda decir aquello de: "El pastel está intacto y sin embargo los invitados están
ya colmados." Esto significa que podéis regar el mundo entero con vuestro
amor, sin perder vuestro magnetismo, sin opacaros ni debilitaros... Al contrario,
seréis cada vez más luminosas, más fuertes e inteligentes. "Alimentareis" a los
invitados y vosotras mismas permaneceréis intactas. Pero si no hay sabiduría,
terminareis siendo devoradas y luego arrojadas lejos. Este consejo puede
resultar muy valioso para las jóvenes.
Un día, hablando con una jovencita le decía: "Tú puedes amar al muchacho
que más te guste, pero no hace falta que él lo sepa." ‐Y, ¿porqué?‐ Porque es
precisamente este amor lo que te hace tan feliz, lo que te da tanto ánimo y tanta
alegría de vivir. Pero, puesto que aquel chico está todavía muy lejos de ser
perfecto, si él se entera de que lo amas, sin pensarlo mucho va a echarte a
perder... Tú puedes decirle que es mejor esperar a que ambos estéis mejor
preparados, más fuertes; en este caso no correrás peligro alguno. De no ser así,
es mejor que sigas amándole, pero sin revelar tu amor. Por supuesto, si él ya
estuviera bastante evolucionado, no habría ningún riesgo que temer, pero en su
nivel actual, lo más seguro es que quiera aprovecharse de ti; él pensará: "He aquí
una buena oportunidad, no debo desperdiciarla." Y con ello, te robará toda tu
273
frescura, tu juventud. Estarás luego tan decepcionada que dirás: "El no me ha
comprendido, ahora le detesto." Este será el final de tu amor, pero tú también
estarás acabada. Tu amor te da alas y no debes sacrificarlo por un chico que no
está a la altura de comprenderlo. Sigue pues amándolo, pero en silencio. Que
aquel muchacho sea o no merecedor de tu amor, es algo que no tiene
importancia. Lo importante es que el amor te da este impulso, esta ilusión por
vivir y superar todos los obstáculos. Así que no lo pierdas, recuerda siempre que
lo que cuenta es tu amor, no la persona que amas, pues tu amor es lo que te
nutre y te alimenta.
Sèvres, abril 13 de 1968
274
Conferencia improvisada
El amor es un ámbito muy extenso y rico. Se le puede observar ‐y se le ha
observado‐ desde muy distintos puntos de mira: orgánico, fisiológico,
psicológico, social, moral, religioso... Pero lo que no se conoce aún es el punto de
vista iniciático, ya que este no ha sido revelado, por así decirlo, hasta hoy.
He oído hablar de ciertos experimentos audaces emprendidos recientemente
por médicos e investigadores americanos. Con el objeto de estudiar todos los
fenómenos fisiológicos que se producen durante la unión amorosa, ellos han
aplicado electrodos en diversas partes del cuerpo de dos voluntarios, hombre y
mujer, estando unidos dichos electrodos a través de múltiples conexiones con los
aparatos de registro, de forma que todo esto les permite obtener diagramas que
van a variar a medida que la pareja va llevando a cabo la unión, etc. Así han
llegado a enredarse con esta maraña de cables y conexiones! Puesto que en los
Estados Unidos hay gentes que se consideran muy emancipadas y libres de todos
los viejos prejuicios morales, parece que surgen centenares de voluntarios para
este tipo de experimentos. En cuanto a los que llevan a cabo estos estudios, ya
podemos suponer si lo que realmente les interesa son los diagramas!. La historia
no termina de decirnos los les sucede a ellos observando a estas gentes; es de
suponer que ellos también deben experimentar reacciones interesantes y es una
lástima que a su vez no estén conectados con otros aparatos similares. En
cualquier caso, sean cuales sean sus observaciones, ellos están muy lejos de
conocer lo que la Ciencia iniciática nos revela acerca del amor.
275
Incluso si se llegara a conocer a la perfección la estructura biológica del
hombre y la mujer, estos científicos no sabrían nada, puesto que han ignorado
todo lo que se refiere a las emanaciones, las radiaciones, las proyecciones
fluídicas, etéricas, sutiles. Ellos ni siquiera sospechan que puedan existir
manifestaciones de esta índole. Y precisamente este aspecto del ser humano es
el que a mí más me interesa, puesto que es el más importante. En el amor, lo
fundamental consiste en saber en qué dirección se proyectan las energías y lo
que pueden generar en el mundo, ya sea destruyendo y arrasando, o por el
contrario, construyendo y realizando. ¿Quien va a aprovecharse de estas
energías? ¿Se trata de simples erupciones volcánicas que van a caer sobre la
cabeza de algunos y a destruir ciudades enteras, simbólicamente hablando?...
Así, esto es lo que deberían saber los hombres y mujeres: Si lo que ellos buscan
se limita solamente al placer, ciertas entidades negativas tales como
elementales, larvas y otras fuerzas oscuras de la naturaleza van a captar las
energías que ellos emanan y van a alimentarse a sus expensas.
Todo esto es algo que los Iniciados han venido estudiando desde hace mucho
tiempo. Si el fin del amor es inferior, si el hombre y la mujer van sólo en busca del
placer, sabed que entonces ellos van a abrir en sí mismos una puerta por la cual
se deslizarán las entidades inferiores, causando todo tipo de males y desastres
en corto tiempo! Las energías del amor son energías divinas y por ello deben
retornar al mundo divino. Cuando aquellos que se aman son concientes de esta
verdad, en aquel momento la naturaleza pone a su disposición multitud de
fuerzas que dirigen sus energías y las canalizan para el bien de la humanidad
entera e incluso de todo el cosmos, ya que se trata de fuerzas vivientes,
formidablemente vivas! Así pues, lo que cuenta es el objetivo, cuando el hombre
y la mujer son concientes de la grandeza del acto que les une, pueden
aprovechar sus energías para realizar una labor extraordinaria. Entonces los
ángeles y otras entidades superiores serán quienes aprovechen estas energías,
viniendo para ayudar a estos dos seres que van a verse constantemente
sostenidos, mejorados sin cesar. Existe toda una ciencia al respecto que ha sido
desarrollada en Egipto, en la India y sobretodo en el Tibet, y aquellos que han
puesto en práctica estas grandes verdades han llegado incluso a prolongar su
vida y a obtener poderes, ya que la fuerza del amor es lo más potente que puede
276
haber en el mundo, no hay otra fuerza que pueda superarla, ni siquiera igualarla,
el amor es todopoderoso.
Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, les dotó con un complejo sistema de
canales, tejidos y ramificaciones a través de los cuales la energía sexual puede ir
encontrando su camino hacia lo alto si se sabe dirigirla. Todas estas
instalaciones están ahí, cada individuo las tiene, pero en la mayoría se
encuentran oxidadas, bloqueadas, obstruidas. Dios ha dado al ser humano una
estructura tan prodigiosa, que el día en que los científicos empiecen a
descubrirla van a quedarse boquiabiertos. Por ahora, puesto que se trata de
canales fluiditos, considerablemente más finos que los del sistema nervioso, sólo
los clarivendentes pueden percibirlos y discernir el trayecto que siguen estas
energías que, salidas de lo más bajo se dirigen hacia lo alto para alimentar el
cerebro.
Ahora bien, si en un comienzo no se llega a poder sublimar como es debido
estas energías, no por ello hay que desanimarse; nunca hay que retroceder con
277
el pretexto de que es difícil; hay que ensayar e intentar, volviendo a comenzar
constantemente, a la manera de la araña que teje su tela sin cesar, aunque el
viento se la destruya, ella seguirá tejiendo sin parar, recomenzando cada vez que
sea preciso hasta que al final el viento cesa y ella logra su objetivo. Cuando el
discípulo renuncia a su ideal al sufrir el primer fracaso, va a retornar sin duda a
una vida mediocre, y todo ello sólo por haber fracasado una vez! Pero un fracaso
nada significa, hay que tomar aliento de nuevo y seguir avanzando!
Con su manera de amar, la mayoría de los humanos está habituada a
satisfacer exclusivamente su cuerpo físico. El alma y el espíritu no cuentan para
nada, todo es para el cuerpo; ellos lo acarician, lo abrazan, le admiran, le
hablan, hacen las cosas más inverosímiles con él para extraer de allí el mayor
placer posible. Entre tanto, no importa que el alma y el espíritu permanezcan
hundidos en las tinieblas y la desesperanza, esto les da igual. Nunca he dicho que
esté mal darse mucho amor, sólo que hay que darlo a otro nivel más elevado, en
vez de reducirlo todo al plano físico, como si todo fuera excitarse, satisfacerse y
luego tumbarse a roncar... Pero la gente no va más allá, y en lugar de tomar
conciencia de la importancia del acto sexual se va siempre con prisas, ansiosas
prisas para hundirse cuanto antes en las ciénagas, donde no hay lugar para la
reflexión. Observad lo que suele ocurrir de ordinario: unos cuantos gestos
exagerados, entrecortados, febriles, unas miradas inyectadas de sensualidad... el
hombre sólo piensa en absorber, tomar, desgarrar... mientras que la mujer en
medio de su estulticia cree sentirse feliz al ver en la mirada de su pareja este
deseo de devorarla. Si la mujer estuviera más evolucionada, tendría que
mostrarse por el contrario espantada al ver que pretenden saquearla y
despojarla del todo, pero no, a ella le gusta así y esto es lo que pide, de forma
que si el hombre la mirase con respeto y devoción, proyectando en su mirada
una gran luz y una gran pureza, ella no estaría tan contenta: "De este no puedo
esperar gran cosa", pensará, y luego le abandonará. Parecería que por instinto la
mujer necesitara sentirse como la masa en las manos del panadero, sentirse
manipulada, retorcida, atormentada, siendo esto lo que prefiere antes que un
trato respetuoso o una mirada sublime, que no van a decirle mayor cosa. Hay
excepciones, por supuesto, pero en general es así!
278
Si optáis por conservar vuestra lucidez, poniendo el amor al servicio de un
verdadero trabajo espiritual, para ir a beber el agua de las alturas en lugar de
frecuentar los pequeños estanques poblados de bacterias ‐simbólicamente
hablando‐, cuando os miréis entre sí, vuestra mirada estará a tal punto llena de
luz y resplandor, que no podréis olvidaros de ella durante varios días.
No debéis tener como objetivo el placer. Ya sé que os estaréis preguntando
qué os quedará si quitáis el placer... En realidad seguiréis sintiéndolo, hasta diez
veces mayor, sólo que será un placer mucho más puro y lo fundamental es que
vuestras energías no se verán quemadas, con lo cual el resultado será muy
distinto: todo se iluminará con profusión de luz... y el Cielo vendrá a compartir
con regocijo la belleza de vuestro amor. (Conf. Buscar el trabajo no el placer XXX)
Algunos de vosotros me diréis: "Pero, Maestro, lo que nos está Vd. pidiendo es
algo imposible de realizar. Todo el mundo sabe que la lucidez mata el placer, que
en la medida en que la mente es conciente, el placer disminuye". Pero la verdad
es que el pensamiento ha sido dado al ser humano para vivir mejor el amor
verdadero y si no fuera por él, la parte más animal y primitiva le gobernaría por
completo. Es precisamente la inteligencia quien debe controlar, a través del
pensamiento, orientando y sublimando las energías. Es un hecho que la mayoría
de los humanos buscan el placer en aquellas erupciones volcánicas del amor,
ignorando que éstas resultan ser las más costosas y destructivas, ya que en
aquellos momentos están quemando dentro de sí mismos los materiales más
preciosos: sus ideas, sus proyectos, sus mejores inspiraciones, todo esto se
consume, de forma que ellos ya no podrán sentir los mismos anhelos y
entusiasmos, y esto es algo que podrán constatar de inmediato. Por el contrario,
si conserváis la lucidez de vuestro pensamiento durante el amor, si este
permanece vigilante, controlando y dirigiendo las energías, es evidente que no
vais a experimentar un placer grosero, animal, carente de nobleza y
espiritualidad, que puede resultar incontrolable, sino que gracias a vuestro
pensamiento, podréis hacer todo un trabajo espiritual, con lo cual el placer se
trasformará en dicha, en algo maravilloso, parecido al arrobamiento, al éxtasis...
todo ello gracias a la luz! Es una lástima que los seres humanos no quieran
esforzarse por llegar hasta aquí, para ver cómo puede trasformarse su amor. Tal
279
como lo practican hasta ahora, puede ser que por un corto lapso se sientan
aliviados, consolados, liberados de una tensión muy fuerte, pero al cabo de
algún tiempo, de unos meses o años, ellos estarán debilitados, espesos, sin
inspiración. En cambio, aquellos que optan por emplear esta poderosa energía
primaria que es un don de Dios, para fines elevados y celestiales, gozarán de
otra clase de alegrías, tendrán otros placeres y vivirán maravillados al
comprobar que nunca dejan de descubrir nuevos gozos... hasta lo infinito.
Ya lo veis, queridos hermanos y hermanas, no hay que detenerse a medio
camino, hay que ir más allá del límite del placer, salir del estancamiento propio
de los niveles inferiores; es preciso remontarse y atravesar las nubes hasta llegar
a contemplar la luz y el sol. No hay que permanecer por debajo de las nubes, y es
por ello que nunca debéis olvidar de dirigir todas vuestras acciones hacia un fin
luminoso. Cualquier cosa que hagáis, bien sea que vayáis a comer, a pasearos, o
a brindar vuestro amor a alguien, debe tener como objetivo la luz. Vuestra meta
no tiene porqué limitarse únicamente al placer. La humanidad desvaría
precisamente por esta obsesión que todos tienen por el placer. Podréis decirme:
"Pero si no hay placer alguno al hacer las cosas, todo va a perder su sentido!" Sí,
todo va junto: desde que existen la luz y el calor, es decir, la inteligencia y el
amor, existe también el placer como una consecuencia lógica. Pero lo que debe
cambiar es la calidad del placer, su naturaleza, su intensidad. Así que meditad,
reflexionad y nunca olvidéis que vosotros debéis ir hacia la luz. Cuando vuestro
amor no os lleve en esta dirección, será un signo de que no vale la pena
continuar. "Si, pensareis, puede que sea así una y diez veces, pero quizás la
undécima..." Pero no, os vais a romper el alma y al final nada vais a obtener.
280
veréis, es algo maravilloso. Es imposible escribir de esta forma a menos que la
nueva vida ya haya florecido en estas personas, como un narciso‐de‐las‐nieves.
Pensad por un momento en esta flor: Qué energía, qué fuerza tiene que tener
para ordenar a la tierra y la nieve:
“! Apartaos, que voy a salir!". Y no obstante, ella es tan frágil, con unos pétalos
tan tiernos y delicados que podrían romperse con un simple roce!... Pero el hecho
es que la tierra y la nieve le obedecen, le permiten pasar para que brote y
florezca, parece algo increíble! ¿Qué fuerza puede ser ésta que obliga a la tierra
a entreabrirse? El narciso‐de‐las‐nieves cuenta con un pequeño vástago muy
potente, y es aquí donde reside su fuerza, es la fuerza del amor la que triunfa
siempre! Ahora bien, ¿Acaso no sois vosotros más fuertes y poderosos que esta
pequeña flor? Por supuesto que sí, pero ocurre que no sabéis cómo usar vuestra
fuerza. Tenéis que encarar las situaciones, las circunstancias, las dificultades y
limitaciones diciéndoles: "Apartaos, dejadme pasar, quiero salir, quiero brotar,
quiero admirar al Creador, quiero rezar, así que apartaos!" Y si persistís en
vuestra actitud, si sois tan obstinados como este narciso, al final lograreis salir,
os remontareis, podréis contemplar y dominar todo aquello.
Ya sé que os veis obligados a vivir en condiciones difíciles. Pero cuando os
sintáis sobrecargados, faltos de energía, ensombrecidos y prácticamente
hundidos en la tierra, en este mundo que no es precisamente propicio a vuestra
condición, no olvidéis que el hecho de venir aquí, al seno de la Fraternidad, para
volver a tomar contacto con aquella vida superior para la cual estamos
trabajando, podréis restaurar de nuevo el vínculo, volver a encontrar vuestro
vigor, vuestra resistencia, de modo que estaréis en condiciones de volver al
mundo para hacer frente a todas las dificultades. Sólo aquellos que mantienen
su conciencia despierta y permanecen constantemente unidos, ligados a los
seres superiores que van por delante de nosotros en el camino de la evolución,
serán capaces de engancharse al avance de estos, renovando sus energías y
recibiendo su ayuda. Pero si cortáis los vínculos con el mundo divino, aunque al
comienzo digáis "Oh, qué bien me siento ahora que soy libre!", puesto que aún
contáis con algunas reservas, las iréis gastando... y cuando las hayáis agotado
del todo, no sabréis cómo remplazarlas, ya que se trata de partículas etéricas
281
que provienen de una vida superior. Entonces es cuando verdaderamente vais a
decaer. No hay que contar demasiado con los propios recursos, sino a condición
de permanecer vinculado constantemente con aquella Fuente inextinguible.
Cuando estamos juntos, la vida nos parece bella porque unidos somos capaces
de hacer una labor fantástica. Ya sabéis que los ingenieros construyen baterías
eléctricas muy potentes, que permiten luego abastecer todo tipo de servicios en
muy diversos terrenos. Pues bien, debéis saber que nosotros también, al estar
juntos constituimos una gran batería, capaz de producir acontecimientos en
toda la tierra. Las ideas de los seres humanos son las verdaderas baterías; es
preciso unirlas, conectarlas, ponerlas a funcionar... todo esto llegará, pero de
momento hay que fortalecer las baterías que ya existen, con el objeto de que
resistan una corriente que es cada día más poderosa. Esto es algo de lo cual me
vengo ocupando, e incluso hago ciertos experimentos de vez en cuando sin que
lo sepáis: intento hacer desde aquí algunas conexiones con las instalaciones de
lo alto. Por ahora, vosotros venís aquí, cantáis, meditáis, sin percibiros de los
resultados que ha producido esta labor. Mirad sin embargo los cambios que
están ocurriendo en el mundo entero: Una nueva luz, nuevas ideas se están
expandiendo y nadie sabe de donde salen.
La Fraternidad es una gran fuerza, cuyas realizaciones podréis apreciar cuando
hagáis este trabajo de forma conciente. Es para este cometido que estáis siendo
preparados. Los físicos pueden seguir construyendo toda clase de baterías, pero
ellos ignoran que la más potente de todas ellas es el cerebro humano que, una
vez conectada y orientada en una dirección determinada, puede generar una
energía prodigiosa. Esta es la gran tarea que os aguarda, queridos hermanos y
hermanas, pues no se trata sólo de venir aquí a cantar un poco, bailar y
compartir. Aquí hay una formidable batería, constituida por potentes cerebros.
Así que no debéis malgastar vuestras energías, sino conservarlas como algo
precioso para poder desarrollar una actividad única, colosal. Pocas veces se
presenta en la historia una ocasión como esta.
Sèvres, abril 13 de 1968
282
DE YESOD A KETHER:
LA SUBLIMACION
DE LA ENERGIA SEXUAL
Sèvres a 2 de Febrero de 1969
Conferencia improvisada
En el Árbol Sefirótico la pureza está representada por Yesod, la esfera de
los Ángeles, de los Querubines que trabajan todo lo relativo a la vida. Por esto, al
representar esta región en el cuerpo del hombre cósmico, el Adán Kadmón,
Yesod, la pureza, corresponde a los órganos genitales: es aquí donde va a
generarse la vida. Ahora bien, es obvio que en los humanos, al menos por ahora,
la pureza y los órganos sexuales no van tan ligados, pero llegará el día en que
tendrán que ir juntos para que la vida pueda ser santificada. La Santidad está
vinculada a una buena comprensión de las cuestiones sexuales. Cuando el ser
humano llegue a controlar todas sus energías sexuales, en aquel momento podrá
ser santo, antes no le es posible. No es pues necesario ir a buscar la santidad
fuera de uno mismo.
En el otro extremo del Pilar central del Árbol sefirótico, está situada la
esfera de Kether, regida por el Orden de los Serafines. Son estas criaturas de tal
pureza, de tal santidad, que pueden glorificar directamente al Señor. Día y
noche, nos dice el Apocalipsis, el Señor es glorificado por boca de los Serafines
que no cesan de repetir: "Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el
que era, el que es y el que vendrá." La Santidad, que está situada siempre en lo
alto, depende en realidad de lo bajo. Kether, la Corona, representa el
florecimiento, la sublimación de la energía sexual, de ésta fuerza que el Iniciado,
ha logrado sublimar gracias a la pureza. He aquí la santidad que va a
manifestarse en lo alto, con una luz dorada por encima de su cabeza. La
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santidad no se queda abajo, tiende siempre a subir y por ello se la sitúa siempre
arriba, pero ella viene de abajo.
Las esferas de los Sefirot representan los órganos cósmicos, de modo que
Yesod corresponde al órgano sexual en el universo. Por esto, cuando todo
funciona armoniosamente en ese Árbol Sefirótico reducido a la escala del
hombre, cuando él se ha purificado abajo, en la pureza de Yesod, la fuerza sexual
que afluye hasta su cabeza, hasta Kether, se trasforma en un aura luminosa.
Kether no es la cabeza, es la Corona que está sobre ella, el aura dorada, este
resplandor de santidad que vemos representado en los templos sobre la cabeza
de los profetas, los santos y los apóstoles.
Los verdaderos Iniciados son aquellos que han logrado realizar en ellos
mismos la pureza de Yesod. Ellos poseen los mismos órganos que los demás
seres humanos y van a producir quizá la misma materia, pero en ellos esta
materia ha sido sublimada, ascendiendo para alimentar sus centros espirituales
superiores y proyectándose por encima de ellos como una radiación luminosa.
Sèvres, Febrero 2 de 1969
284
LAS VESTALES
LA NUEVA EVA
I
Sèvres 1º de Enero de 1970
Conferencia improvisada
Si los religiosos, los místicos y los puritanos sólo piensan en obstaculizar el
fluir de sus propias fuentes, con lo cual sólo van a tornarse improductivos,
eunucos, estériles, este es su problema; en cambio, los verdaderos Iniciados
poseen una filosofía muy distinta, pues... ¿Qué puede esperarse de un eunuco?
Por el contrario, los Iniciados hacen lo posible por prolongar la vida de estas
fuentes, porque nunca lleguen a agotarse, sabiendo que esto les permitirá seguir
siendo creativos, seguir trabajando con su mente sobre el mundo invisible, seguir
sosteniendo y propagando la luz y la vida.
Por eso, considero indispensable explicar a los humanos la forma de conservar
esta vitalidad, esta fuente divina que constituye el más precioso don, y que
algunos intentan suprimir imaginando que esto les va a permitir ser puros y
santos... Incluso yo mismo así lo creía cuando era muy joven, pero al ir pasando
el tiempo me he percatado cada vez más claramente de la verdad: Es
precisamente esta fuerza sexual la que permite a los seres humanos acceder a la
santidad. Sin la vida, sin el amor, sin esta energía que nos impulsa, no puede
haber pureza. Muchos piensan que son castos y puros simplemente porque han
rechazado el contacto con la mujer; lo que en realidad han hecho con esto es
convertirse en fuentes secas, y ya se sabe que alrededor de una fuente seca sólo
285
puede haber moho y fermentos. Es el agua que corre la que rechaza las
impurezas, no el agua estancada. Así, yo creo que esta agua es capaz de
vivificar, inspirar, purificar y hasta resucitar, siempre y cuando que esté dirigida,
orientada hacia un ideal elevado, pues de lo contrario sólo producirá
inundaciones y desastres. Es preciso instruir a la juventud, y también a los
adultos, dentro de esta nueva filosofía que ciertamente ha sido adoptada desde
siempre por aquellos seres privilegiados que han logrado comprender lo más
esencial respecto a la pureza, la santidad y el amor verdaderos. Llegará el día en
que esta luz vendrá para irradiar a toda la humanidad; para entonces, cuando
los hombres y mujeres se amen, no habrá ya decepciones, estarán colmados por
la felicidad, y la vida que llevarán juntos será extraordinariamente armoniosa y
poética.
Hoy, queridos hermanos y hermanas, me gustaría que nos detuviésemos un
poco sobre el tema de las Vestales. Ya os he hablado en otras ocasiones del
trabajo que ellas hacían, y de cómo en apariencia se trataba de una labor
insensata e ilógica pues, ¿Qué necesidad había de tantas jóvenes con el único
objetivo de mantener encendido el fuego sagrado día y noche?... En realidad, de
trataba de algo simbólico. No era precisamente un fuego físico, sino otra clase
de fuego... el sagrado fuego de los Iniciados. Las Vestales eran escogidas e
instruidas en las normas de la verdadera pureza, ya que existen ciertas
partículas, ciertas emanaciones que sólo pueden darse en una mujer casta y
pura, como un perfume que nace de todo su ser y que los Iniciados podían
captar. Los Iniciados necesitan de estas emanaciones femeninas, del mismo
modo que necesitan algunos sonidos, colores o aromas estimulantes. Dios creó
el Cielo y la tierra y si creó la tierra es porque ella es necesaria, sólo que hay que
utilizarla en dosis homeopáticas. Aquellos que dicen ser espiritualistas, místicos,
idealistas, etc. y que han optado por rechazar todo lo que concierne a la tierra,
están equivocados. La tierra es un ser viviente, actuante, con el cual es posible
ponerse en contacto, hablar con ella y curarse. Los Iniciados saben que la mujer
puede emanar algunas partículas muy valiosas y han aprendido a utilizarlas para
reforzar su labor.
286
Vosotros diréis: "Pero, ¿Acaso los Iniciados y los santos son sensibles a los
encantos femeninos?" Y bien, ¿Porqué no? ¿Qué sabéis vosotros de los
Iniciados? Hay quienes se imaginan que no tienen estómago, ni sexo, ni nada,
que no comen ni duermen... Pero estas son sólo tonterías: Los Iniciados son como
todos los demás hombres, poseen estómago y sexo y sienten las mismas cosas.
Estaréis pensando: "Los Iniciados deben estar furiosos al oír hablar de ellos de
este modo!" Pero no es así, al contrario, los verdaderos Iniciados no necesitan
hacer comedias, son otros los que han inventado aquellos cuentos para engañar
a los ingenuos! Los Iniciados son como todo el mundo, comen, duermen, sienten
fatigas y son sensibles a los encantos de ciertas mujeres. Pero la diferencia está
en que ellos no sucumben a estos encantos, puesto que buscan sólo lo que es
constructivo, lo que es divino y eterno.
Los Iniciados han comprendido que la mujer es todo un laboratorio, una flor
que segrega ciertos efluvios que pueden impregnar la atmósfera, de modo que si
algunas mujeres ‐como en el caso de las Vestales‐ aprenden a emanar estas
esencias puras, ellas van a convertirse en canales a través de los que se
manifestará la Madre Divina. Así, al aspirar tales efluvios, los Iniciados van a
estimular y a extraer las potencias latentes dentro de ellos para hacer el bien.
Por supuesto, aquellos que no saben nada acerca de esta ciencia, se limitarían a
excitarse y esto no conlleva nada bueno. Los Iniciados no desprecian a la mujer,
por el contrario, ellos tratan de educarla para que llegue a ser verdaderamente
un canal de inspiración.
Hubo mujeres en el pasado ‐y algunas de ellas aparecen en los anales de la
historia‐, que emanaban perfumes de flores: rosa, violeta, jazmín... y puedo
contaros que hace unos años estando en Lyon, durante una excursión con un
grupo de hermanos y hermanas había entre ellas una jovencita que exhalaba un
perfume idéntico al de una flor que sólo crece en las cimas de las montañas, no
recuerdo ahora su nombre; sólo sé que era un aroma delicioso, tan puro, tan
fragante! Al principio creí que se trataba de una ilusión, le pregunté si ella solía
perfumarse... pero no, y estoy seguro de que ella decía la verdad. Este caso era
todo un enigma para mí pues ¿Cómo podía esta muchacha exhalar tal perfume?
Es cierto que era una persona muy pura, pero ello no bastaba para explicar el
287
fenómeno. Antes había encontrado muchas jóvenes semejantes a ella y nunca
había ocurrido algo así, de modo que en ella tenía que haber algo excepcional.
Yo pensaba: "Ah, Señor, si todas las jóvenes de la tierra pudieran emanar un
perfume parecido, el mundo sería otra cosa!" Y si existe una mujer sobre la
tierra capaz de hacer esto, quiere decir que otras también podrían hacerlo; sí, lo
que hay que trasformar es toda una forma de vivir.
De hecho, ¿habéis pensado alguna vez porqué la mayoría de las mujeres se
perfuman? Es una costumbre que se remonta a un pasado muy lejano, cuando
el Señor había confiado a Eva, en el Paraíso, el cuidado de la vegetación. Eva fue
en realidad la primera especialista en botánica, ya que se ocupaba de los árboles
y las flores, mientras que Adán por su parte fue el primer zoólogo, al estar al
cuidado de los animales. Ahora bien, parece que Eva había llegado a
identificarse tanto con las flores que emanaba sus mismos perfumes, hasta que
llegó a ser como una flor. Pero, junto con el pecado original que provocó la
expulsión de Adán y Eva del Paraíso, Eva perdió esta facultad de exhalar tales
aromas y, como estaba habituada a hacerlo empezó a buscarlos en su entorno,
en las diversas plantas que la rodeaban. Antes de esto, los perfumes emanaban
de ella misma, porque poseía ciertas virtudes y cualidades que se manifiestan en
el plano físico bajo la forma de diversos aromas. Cada aroma representa una
virtud de lo alto que se trasforma en un perfume en lo bajo, lo mismo que un
vicio en lo alto va a trasformarse en un olor nauseabundo en lo bajo.
Al perfumarse, las mujeres buscan de alguna forma recuperar aquel aroma
natural que han perdido, pero este no es el mejor método. Está bien que se
perfumen, que se maquillen y acudan a los institutos de belleza, pero si se les
pudiera enseñar a desarrollar ciertas cualidades y ciertas virtudes, ellas
recobrarían su belleza y su perfume naturales. Por eso más vale, queridas
hermanas, que dejéis a un lado los institutos de belleza, puesto que aquí teneis
ya uno de ellos donde no hace falta que os gastéis sumas astronómicas por unos
arreglos que no duran más de veinticuatro horas y que además van a marchitar
vuestra piel.. Si, esto es así, pero es preciso que confiéis en mí y que invoquéis
estas cualidades, estas virtudes y estas fuerzas para que vengan y echen raíces
dentro de vosotras. Este es el verdadero centro de belleza, ¿Porqué buscar otro?
288
La mujer es una maravilla, y no hay nada en el mundo que me pueda hacer
cambiar de opinión al respecto. El día en que no tenga esta buena opinión de la
mujer, estaré acabado. Vosotros diréis: "Pero seríais más perfecto!" Y no es así,
por el contrario, sería más tosco, puesto que ahora me purifica el pensar en la
mujer como una criatura de Dios, que tiene en sí todas las posibilidades de
hacernos llegar la inspiración divina. Esta es la manera como puedo evolucionar
y avanzar. En cuanto a los demás, que sigan durmiendo si es lo que quieren! Los
espiritualistas que desprecian a la mujer se quedan sin la materia prima para
realizar cualquier cosa que ellos intenten. Es la mujer la que nos aporta esta
materia, pero es preciso buscarla en los niveles más sutiles de su ser. Ya sé que
estos planos sutiles no agradan a todos los hombres, y que la mayoría no
quieren saber nada de ellas que no sea algo sustancial, pues esto es lo que les
parece más placentero. Está bien, no pienso contradecirles, pero sin duda sería
preferible que ellos intentaran trabajar un poco en estos aspectos más sutiles.
Es la mujer quien va a trasformar el mundo entero. Si esto no ha ocurrido aún
es porque ella no ha llegado a tomar conciencia de su misión; está muy ocupada
todavía con sus joyas, sus cosméticos y otras cosas banales, en vez de
preocuparse por mejorar la humanidad. Pero lo que el mundo necesita son
mujeres dispuestas a usar su poder sobre los hombres, no ya para seducirlos sino
para dignificarlos. Por ejemplo sería el caso de una chica que se negara a dar un
beso a un muchacho mientras este fume, o mientras se muestre vulgar e
irrespetuoso. ¿Qué no hará entonces este pobre infeliz para obtener aquel beso?
Pero por desgracia hoy por hoy las mujeres se muestran tan fáciles, que incluso
se insinúan ellas mismas, con lo cual los hombres siguen estando iguales, no se
preocupan por mejorar. Es necesario que las mujeres se unan, como en la obra
de Aristófanes "Lisís‐trata", en la cual ellas se ponen de acuerdo para no
complacer a sus maridos mientras estos sigan haciendo la guerra. Por supuesto,
se trata de una comedia, pero detrás de esto hay una idea muy importante. Las
mujeres tienen mucho poder sobre los hombres, sólo que no quieren usarlo para
el bien, puesto que esto les llevaría a privarse de pequeñas cosas; por eso se
muestran débiles y se rinden, puesto que tienen necesidad de sus señores, de sus
guerreros... Ya sé que mis palabras tienen pocas probabilidades de éxito, pero
confío en que al menos algunas mujeres empiecen a reflexionar y a comprender
289
que ellas deben colocar este alto ideal por encima de todo, en su mente y en su
corazón.
Se dice que Eva fue la culpable de que los humanos fueran expulsados del
Paraíso. Ahora, deberá surgir una nueva Eva con la misión de reparar esta falta
y recuperar el Paraíso perdido. Esta nueva Eva se ajusta totalmente a la nueva
idea de la mujer propugnada por la Fraternidad Blanca Universal. Pero cuando
hablo de la "Nueva Eva" no estoy aludiendo en ningún aspecto al cabaret
parisino que ostenta este mismo nombre! Me refiero aquí a una nueva
categoría de mujeres que han decidido consagrar su vida para contribuir al
servicio de una idea divina.
La Ciencia iniciática nos revela que el hombre está vinculado al espíritu,
mientras que la mujer está unida a la materia. Pero esto no significa que el
hombre sea únicamente espíritu o la mujer solamente materia, desde luego;
ambos constan de materia y espíritu, pero simbólicamente, la mujer se inclina
más del lado material y el hombre del lado espiritual. Prueba de ello es que, para
concebir un hijo, el hombre va a aportar al espíritu, el germen, la vida, mientras
que la mujer aporta la materia. La mujer no crea, sino que da forma, en
contraste con el hombre que no da forma, pero crea. Por esto vuelvo a deciros
que aquellos espiritualistas que han rechazado y menospreciado a la mujer,
como si sólo existiera el hombre sobre la tierra, están en el error.
"No obstante, dirán algunos, la mujer suele ser ten falsa, tan curiosa, tan
frívola, tan coqueta, tan pérfida, que no se puede tener confianza en ella!" A
estos yo les preguntaría: ¿Cómo es que si la mujer tiene tales defectos, la Madre
Divina continué dándole tanta belleza, tanto encanto y poder seductor?" Sí, si os
dirigis a la Madre Divina Ella os dirá que todos estos defectos son superficiales y
están encaminados a dar ciertas lecciones al hombre, pero que un día la mujer
cambiará. Cuando el hombre cambie, la mujer cambiará. En realidad, todos
estos defectos de la mujer no son otra cosa que mecanismos de defensa, sin los
cuales estaría perdida. Es pues la propia Madre Divina quien ha ideado estos
recursos para que tantas Mujeres puedan seguir en su sitio. Ella misma les ha
insinuado: “Vamos, tenéis que mentir un poco, ser algo coquetas, engañar un
poco..." Y gracias a estos trucos la mujer ha logrado subsistir. Para la Madre
Divina, tales defectos no representan nada, al lado de todo lo que hace la mujer,
290
de sus sacrificios por los niños... estas cosas son pequeñeces y Ella no las tiene en
cuenta. Sí, es verdad, todos estos defectos femeninos constituyen sus armas; si
no los tuviera, la mujer estaría derrotada, no podría tener nada ya que el
hombre tiende a tomarlo todo para él, incluso la palabra; él permanecería
sentado a la mesa y ella, de pie, se vería obligada a servirle en silencio; día y
noche tendría que estar pensando en cómo subsistir, no sólo ella sino también
sus hijos, en vista de que el hombre, dedicado por completo a la caza y a la
guerra, no podía ocuparse de los niños. Es gracias a la madre que la humanidad
existe aún y, frente a esto, su curiosidad, su coquetería o sus caprichos son
pequeñas cosas!
Con todo, hay quienes se creen más sabios que el Señor y piensan que El
cometió un error al crear a la mujer, ellos no lo hubieran hecho, ya que son más
inteligentes. Pero todos estos místicos y pensadores que han excluido a la mujer
de sus sistemas filosóficos, nunca han podido llevar sus ideas a la práctica en el
plano físico, pues carecían del instrumento adecuado para ello y por sí solos no
eran capaces. Son las mujeres quienes tienen las claves de la materia y no los
hombres, de modo que sólo con su concurso será posible realizar en la tierra el
Reino de Dios y su Justicia. Es preciso que un gran Iniciado aporte la idea, el
germen espiritual, y que todas las mujeres protejan esta semilla, este futuro hijo,
mediante sutiles emanaciones de sus quintaesencias. Pero de momento, las
mujeres no están siendo útiles a este plan, puesto que en vez de reunirse para
realizar esta idea, sólo piensan en seducir a los hombres para su propio placer,
para construir su pequeña felicidad, compitiendo con las otras mujeres y
peleándose entre ellas por poseer a tal o cual hombre. Mientras las mujeres
sigan así, desunidas, desconcertadas, pensando únicamente en su placer en
lugar de colaborar entre todas para realizar esta idea del Reino de Dios en la
tierra, es imposible que esta se lleve a cabo.
No obstante, las mujeres no siempre son culpables. Hasta hoy se han
concentrado en sus deberes familiares y maternales, pero llegará el día en que
todas las mujeres de la tierra tomarán conciencia de su fuerza y de lo que ellas
son capaces de hacer. Ya veréis lo que va a pasar entonces. Los hombres pueden
generar ideas, pero si las mujeres no están allí para darles un cuerpo, sus ideas
291
no pueden materializarse. Observad la historia: Es siempre la mujer la que ha
realizado; el hombre aporta la idea, pero por más extraordinaria que esta sea
necesita el apoyo de la mujer para ser llevada a la práctica, no podría realizarse;
de no ser así, la idea permanece en lo alto, en el mundo que le corresponde.
Unicamente la mujer tiene el poder de hacerla visible, tangible.
De hecho, y todos lo sabéis muy bien, aunque una mujer no haya ido a la
escuela y tampoco haya recibido instrucción alguna en cuanto a lo maternal, es
capaz de tener un hijo con todos sus órganos perfectamente formados, con su
nariz, sus ojos, su boca, sus orejas... todo en el sitio que le corresponde! Aunque
ella sea totalmente ignorante en el terreno de la física, la química o la política o
la economía, todo estará de acuerdo a las exigencias de estas materias: los
brazos, las piernas, los pequeños dientes que van saliendo... Todo ello nos lleva a
comprender lo que es una mujer! ¿De donde ha sacado toda esta inteligencia
capaz de combinar y dosificar tan bien los elementos químicos? Puede que ella
no sepa hacer una simple operación aritmética, pero en cambio va a obtener
resultados que ningún matemático podría lograr!...
Sèvres, Enero 1 de 1970
292
LAS VESTALES
LA NUEVA EVA
II
Sèvres el 1º de Enero de 1970
POR LA TARDE
Conferencia improvisada
Añadiré algo más aún a lo que os he dicho esta mañana, pues sé que estaréis
pensando: "Pero, ¿A quien se le ocurre hablar de Vestales en pleno siglo XX?
Esto es algo que no puede existir hoy por hoy!" Pero sí, las Vestales pueden
existir en pleno siglo XX, aunque por supuesto, ya no se trata de mantener
encendido el fuego sagrado, de modo que ellas no tienen que seguir las mismas
normas que en el pasado, pero en su mente deberán tener el ideal de llegar a
irradiar todo aquello que es más elevado y celeste.
Por mi parte, dejo que las mujeres sean libres de hacer lo que ellas quieran, yo
no obligo a nadie, no fuerzo a nadie; me limito a presentar las cosas tal como
eran en la antigüedad y tal como podrían ser hoy en día, a sabiendas de que
serán muy pocos quienes verdaderamente acepten consagrarse a la luz, a la
pureza, a la libertad. Incluso si las hermanas de la Fraternidad deciden vivir
como todo el mundo, ellas son libres de hacerlo, nadie se lo impedirá; pero en
ese caso, ellas sufrirán a la par que todo el mundo, seguirán teniendo disgustos y
decepciones igual que todo el mundo...
Es cierto que, muy a menudo en el pasado, las mujeres que no se casaban por
haber decidido permanecer vírgenes y castas, solían volverse agrias, crueles,
293
hurañas. Pero esto sucedía porque no se había entendido bien esta cuestión de
la castidad. La verdadera castidad no debe convertir a la mujer en un ser
desgraciado, marchito e improductivo. Sin necesidad de casarse y sin mantener
relaciones físicas con los hombres, una mujer puede llegar a ser
extraordinariamente viva, bella y expresiva; todo depende de cómo ella enfoque
las cosas. Si ella se limita a suprimir y apagar en sí misma la fuerza viva del
amor, por supuesto que se va a destruir. Si alguien suprime lo más divino que
posee, pensando que con ello va a ser más santo, más puro, lo único que va a
lograr es pudrirse por dentro. Es el amor quien limpia y purifica, como un
torrente que fluye y arrastra consigo todas las impurezas. Toda la cuestión reside
ahí: La gente no sabe amar, por eso reprime su amor y al hacerlo sólo consigue
marchitarse, inhibirse; si algún beneficio puede salir de esto, va a ser sólo para
los psicoanalistas.
Incluso en la religión, este es un tema que siempre ha estado mal explicado:
Se predica la castidad y la continencia, y las pobres mujeres que lo acatan de una
manera ciega y cándida, encuentran que su vida se convierte en un verdadero
infierno. Aquellos que aconsejan a los demás en este ámbito del amor tendrían
que ser psicólogos, puesto que tienen una enorme responsabilidad. Vosotros
diréis: "Pero vos también os lanzáis a esta empresa tan peligrosa sin explicarnos
nada!" Pero lo que es preciso explicar, ya os lo explico. Si sois verdaderamente
sinceros y honestos, si buscáis la perfección, comprenderéis con toda claridad
cómo hay que amar. De lo contrario, es cierto que vais a estar en un continuo
desequilibrio, y seré yo el que señalareis como responsable de ello. Por ahora, no
puedo daros consejos más detallados para deciros la forma como hay que hacer
esto o aquello, no tengo esta intención.
Me limito a deciros lo que considero más importante y fundamental, de modo
que si no lo estudiáis bien, si no meditáis acerca de mis consejos, no llegareis a
comprenderlos jamás, aunque os los explicara con todo detalle.
Así, cuando hablo de las Vestales, no quiero decir que las mujeres del siglo XX
tengan que vivir encerradas en los templos con el objeto de alimentar el fuego;
294
Más bien las estoy invitando a meditar, a reflexionar, a ponerse cada día en
manos del Cielo para pedir ser convertidas en receptáculos, en canales
conductores de la pureza y la belleza divina, a fin de poder ayudar a los
humanos. Y como nada de lo que se ha pensado, se ha deseado o se ha soñado
permanece perdido para siempre en la oscuridad, todos estos pensamientos y
sentimientos surgirán a través de su mirada, sus gestos, su piel, de forma que
cuando ellas vean a otros seres venir a inspirarse y a nutrirse cerca de ellas, van
a sentirse felices al comprobar que al final el amor verdadero penetra en el
corazón de todos.
Evidentemente, muchas mujeres pensarán que ocuparse en esto de servir de
inspiración a toda la humanidad es perder el tiempo, de modo que preferirán
acaparar a un hombre que va a atormentarlas y a sacudirlas de tal modo que
perderán todo su encanto y belleza. Pero aquellas que decidan consagrarse
durante algún tiempo, unos años, a convertirse en divinidades, ya podrán ver los
resultados! Sus miradas, sus gestos, sus palabras, van a irradiar algo que
maravillará a todo el mundo. Pero eso sí, tienen que practicarlo cada día; todos
los días deberán consagrar algunos minutos para atraer y captar la belleza
verdadera.
En cuanto a los hombres, ellos no buscan del mismo modo el encanto o la
belleza para sí mismos, sino que van en pos del poder y la fuerza; son las mujeres
quienes más aspiran a ser bellas, y esto se les reprocha a veces, cuando en
realidad no tiene nada de malo. Por el contrario, si ellas no se preocuparan por
este aspecto, las generaciones venideras serían de una fealdad espantosa. Es la
madre quien debe trasmitir la belleza a sus hijos, ella es quien les da forma y a
ella le corresponde captarla para ellos. Por eso debe desearla también para sí
misma. Pero a menudo la Iglesia ha condenado este deseo de las mujeres de ser
bellas, sin comprender que esto forma parte de la tarea de la mujer y de la
madre: traer la belleza a la humanidad. Los hombres no piensan en esto y si las
mujeres se olvidaran de hacerlo!... Así pues, no hay que criticarlas por este deseo
de ser bellas, sólo hay que explicarles la forma de buscar la verdadera belleza,
para que si un día llegan a casarse y a tener hijos, estos puedan ser
verdaderamente divinos.
295
Sèvres, Enero 1 de 1970
Leer la conferencia sobre la Galvanoplástica Espiritual y la del Trabajo de la madre durante la
gestación – OM‐2
296
EL AMOR ESTA EXPANDIDO
POR DOQUIER
EN TODO EL UNIVERSO
Sèvres a 11 de Enero de 1970
Conferencia improvisada
Lo que se busca siempre es el amor, no se trata de buscar un hombre o
una mujer. La prueba está en que un hombre abandonará a su mujer (o una
mujer a su marido), porque ha encontrado el amor en otro sitio, en otro ser. No
era una persona concreta lo que ellos buscaban, era el amor. Y si no lo
encuentran en ese otro ser, seguirán buscándolo a través de un tercero... de un
cuarto... Es el amor lo que cuenta, no aquellos hombres o mujeres, de lo
contrario, nadie dejaría su pareja. Pero si alguien ha encontrado el amor en un
plano superior, ya no lo buscará más puesto que ya lo tiene. Cuando no se ha
encontrado aún es cuando se le busca en un hombre o una mujer.
En realidad, en el universo el amor está por todas partes, es un elemento, una
energía que se distribuye por todo el cosmos y que los humanos aún no están
preparados para recibir directamente a través de su piel, sus ojos y oídos o su
cerebro. Ellos se limitan a recibirla sólo muy localizada en unos escasos lugares
del cuerpo masculino o femenino, donde se halla acumulada, de modo que la
buscan siempre allí con la idea de disfrutar de ella, ignorando que están
tomando sólo unas migajas de algo que existe profusamente, omnipresente en el
universo.
El amor está por doquier, queridos hermanos y hermanas, y ha sido una
planta lo que ha llevado a entenderlo; ya os lo he dicho, me instruyo a través de
las piedras, las plantas, las flores, los pájaros... Un día, estando en Niza observé
297
una planta que estaba suspendida en el aire, que extraía del aire los elementos
para subsistir; no estaba obligada a echar raíces en la tierra. Me quedé
mirándola por un buen tiempo y ella me dijo: "hubo un momento en que
encontré aquel elemento (el amor) indispensable para mi vida en el aire,
¿porqué pues debería hundirme en la tierra como lo hacen mis hermanas? Con
ello, encontré también un secreto, yo encuentro todo lo que necesito en el aire."
Este es un ejemplo que abre muchos horizontes y nos muestra que todo lo que
requiere un ser humano podrá encontrarlo también en otros planos distintos al
físico, aunque esté tan habituado a buscar solamente en este último.
Pero dejemos que, por el momento, la gente siga buscando en los sitios
habituales. En el futuro, las criaturas irán estando más y más preparadas para
recibir a través de la atmósfera este amor que está disperso por doquier, como si
fuera un rocío. Los seres humanos son como las plantas, unos extraen su
vitalidad de la Madre tierra, otros del aire que es el dominio del pensamiento,
otros en fin, del Sol o de Dios mismo, puesto que Dios es amor. Pero volvamos a
esta imagen del rocío: este no es otra cosa que agua vaporizada suspendida en
la atmósfera, que permanece invisible hasta que se condensa, por la mañana,
sobre las plantas. Ellas no tienen siempre a mano un jardinero que las riegue,
por lo cual la naturaleza ha querido ayudarlas colocando en la mañana estas
pequeñas gotitas que contribuyen a la vida de toda la vegetación. Esta es la
forma en que la naturaleza riega sus jardines, condensando el rocío que flota en
la atmósfera, pero ¿qué viene a representar el rocío sino es una especie de amor
que se va cristalizando? Y ¿Qué son acaso los rayos del Sol sino otra especie de
amor que se va irradiando? Sí, todo es amor en la naturaleza.
Veamos ahora lo que ocurre con la respiración. Los humanos aún no han
aprendido a respirar por todos los poros de su cuerpo. Su respiración aún no
llega a ser completa, ideal. Ciertos yoguis, sin embargo, han logrado respirar a
través de su piel, captando así todas las energías necesarias, todas las sustancias
vitales. Os daré un ejercicio que todos podréis hacer ya, a la salida del Sol: teneis
que concentraros para absorber los rayos solares a través de la piel y conducirlos
hasta el plexo solar. Más adelante, cuando el ser humano aprenda a respirar por
298
la piel, podrá incluso ir disminuyendo la cantidad de alimento y de bebida, ya
que habrá aprendido a asimilar otros elementos más sutiles.
¿Porqué pensar siempre que es necesario el contacto con un hombre o con
una mujer para sentir el amor? De ahí nacen todas las limitaciones, las
dificultades, las desgracias, la dependencia. Por supuesto, el amor es la vida, es
algo absolutamente indispensable, los propios Iniciados no podrían vivir sin él,
pero ellos saben buscarlo, absorberlo y recogerlo por doquier, y también lo
saben distribuir del mismo modo; es como si vivieran sumergidos de continuo en
el amor, ellos lo respiran, se alimentan de él, viven contemplándolo, piensan
incesantemente en el amor. Es por esto que no necesitan de las mujeres: el amor
ya está en ellos, va por donde ellos van, es algo que está hirviendo en su interior,
que les colma y que pugna por salir. Es formidable, todo su ser está inmerso en el
amor de modo que ¿por qué sería necesario buscarlo fuera? ¿Por qué tendrían
ellos que perder esta sensación de plenitud para ir a colocarse brasas ardientes
sobre su cabeza? No estoy en contra del amor humano, ni mucho menos, lo que
digo es que es preciso aprender a captar el amor por doquier; yo lo he
encontrado de esta forma, e incluso vosotros me lo dais; Sí, sin que os deis
cuenta, cuanto amor viene de vosotros hacia mí !
Vosotros buscáis el amor y eso es bueno, pero lo buscáis allí donde todos
lo suelen ir a buscar, en lugares comunes, convencionales... aunque se les
atribuya mucha fantasía! Y lo cierto es que no es para tanto; hay algo, sí, pero
se trata sólo de unas pequeñas partículas que resulta del todo insuficientes para
quienes anhelan verse colmados y podrían beberse el océano entero. Entonces,
hay que saber buscarlo en otros planos. Es lo mismo que el rocío: antes de
condensarse sobre las plantas, las flores y la hierba, ya se encuentra suspendido
en el aire. Todo lo que existe en el plano físico podremos hallarlo más allá, en
otros planos de mayor pureza. Todos los elementos que hoy están
materializados existieron originalmente bajo un estado etérico, antes de
precipitarse a los niveles más densos. Primero fueron gaseosos, luego líquidos y
finalmente sólidos. Así pues, ¿Porqué no ir a buscarlos en un plano más sutil en
vez de hacerlo siempre en las regiones más densas, donde van a estar mezclados
con todo tipo de impurezas? Fue un proceso parecido el que llevó a los yoguis de
299
la India a descubrir que, a través de la respiración podíamos extraer del prana
todos los elementos indispensables para la salud. Incluso la medicina occidental
ha llegado a admitir que estos mismos elementos son precisamente los más
sutiles, como es el caso de las hormonas y las vitaminas.
300
un modo gradual, su organismo se irá adaptando y llegará el día en que podrán
dejarlo totalmente sin sufrir. Sí, en esto hay que saber cómo actuar.
Espero que más adelante no me atribuyáis la culpa diciendo: "Desde que
estoy siguiendo esta Enseñanza, soy de lo más desgraciado". ¿Y antes, erais
felices? No lo creo. Tal vez lo seríais en apariencia puesto que cuando no se hace
ningún esfuerzo no pasa nada, se está tranquilo... pero durante ese tiempo las
impurezas se van acumulando y llega el día en que se tiene que sufrir de un
modo u otro. En cambio, si alguien decide purificarse, evidentemente al
comienzo lo pasará mal ya que toda una revolución se desatará en su interior,
pero en seguida irá bajando de tono hasta llegar a una mejora notable y
definitiva. Lo más importante es comprender este proceso. En el primer caso,
bajo una apariencia de paz y felicidad, en realidad se está preparando la ruina. Si
no lleváis correctamente vuestra vida y pensáis "Yo me porto bien, yo me siento
bien", os estaréis engañando, seréis como una casa con una fachada muy bella,
pero con sus cimientos minados por las termitas. Por el momento se aguanta,
pero un día... Así, no debéis quedaros en lo aparente. Desde que os habéis
incorporado a la Enseñanza es posible que hayáis tenido que pasar algunos
pequeños inconvenientes, pero esto no significa que debéis volver atrás.
Algo semejante pasa con aquellos que se proponen ayunar. Cuando empiezan
a sentir algunas molestias, dolor de cabeza, palpitaciones, se echan atrás e
interrumpen el ayuno pensando que antes de empezarlo al menos estaban
mejor. Lo que ellos no saben es que el ayuno actúa como un diagnóstico que va a
mostrarles los puntos más débiles de su organismo, allí donde han acumulado un
mayor número de impurezas. No es preciso pues abandonar la práctica del
ayuno a causa de algunos síntomas molestos, pero tampoco hay que comenzar
ayunando cinco o seis días seguidos. Aquí también se hace necesario habituar al
organismo: Al comienzo ayunar sólo durante un día, un tiempo después dos días,
luego tres... Es necesario razonar y conocer bien los métodos; si uno se queda
sólo con las apariencias o malentiende las cosas, siempre va a sacar conclusiones
erróneas.
301
La verdadera alegría no se encuentra en la relación física. Mirad por ejemplo
a dos jóvenes que empiezan a amarse: ellos no han llegado aún a estar unidos
físicamente y, sin embargo, cuanta inspiración, cuanta alegría ha traído este
amor a sus vidas! Ellos pasan todo el tiempo, desde que se levantan hasta que se
acuestan, pensando sólo en que el otro existe, que podrán verse, encontrarse y
hablar, hasta se vuelven poetas, se escriben un poco, se intercambian pétalos de
rosas que van a ser como talismanes para ellos... pero cuando pasan a la fase del
contacto físico gradual hasta su culminación, se acaban todas estas sutilezas, ya
no van a estar tan dichosos como antes, dejan de pensar continuamente en el
otro y dan comienzo las dificultades, los arreglos de cuentas. Antes, ellos
estaban en el paraíso. ¿Porqué pues no prolongarlo por más tiempo?
Sé lo que vais a decirme: No es posible seguir alimentándose eternamente
con dosis homeopáticas bajo la forma de miradas, sonrisas, palabras, etc. hay
que dar el paso hacia algo más sustancial. Bien, si pensáis de este modo, luego
no os asombréis por lo que sucede, ni tampoco hagáis reproches a nadie; cada
uno terminará por comer aquello que él mismo se ha preparado, esto es todo. Si
no queréis vivir inmersos de verdad en la luz y en la poesía, porque os parece que
hay que hacer otras cosas más sustanciales, no estoy en contra de ello, sólo
quiero poneros sobre aviso. Estoy obligado a deciros que hay otro nivel del amor,
absolutamente más elevado! No hay palabras para expresarlo... Todo palidece al
lado de aquel amor sublime que no depende de nada ni de nadie, que podéis
recibir sin interrupción y que envuelve a todas las criaturas. Sí, incluso con sus
fallos y debilidades, todas son bellas, agradables y dignas de vuestro amor.
Sèvres, Enero 11 de 1970
302
TANTRA - YOGA
I
Bonfin el 8 de agosto de 1970
Conferencia improvisada
Tengo la impresión, queridos hermanos y hermanas, de que mientras más se
habla acerca del amor a los humanos, menos clara es la idea que estos tienen de
él y menos comprenden lo que es el amor. Esto pasa porque ellos están
acostumbrados a permanecer en las regiones subconscientes, donde se
manifiesta aquel amor vulgar y ordinario que todo el mundo entiende y practica.
Pero en realidad, el amor proviene de las regiones supraconscientes, y si los
humanos sólo perciben de él las manifestaciones más bajas, que se limitan a
unas sensaciones de calor y movimiento, es porque aún no han llegado a
desarrollar en ellos los instrumentos que les permitirían captar otras cosas más
elevadas, remontándose hasta su fuente. Los seres humanos viven el amor a un
nivel subconsciente, algunas veces a un nivel conciente, referido a la conciencia
del yo, pero esto no es aún el amor verdadero.
Tomemos el ejemplo de la electricidad: esta es una energía que al pasar a
través de un alambre conductor se convierte en calor, y si lo hace a través de una
bombilla se convertirá en luz. Pero si la hacemos pasar a través del motor de un
ventilador, se trasformará en movimiento, etc. Algo semejante va a ocurrir con
el amor. Sólo existe una energía, la energía cósmica, la vida que emana de Dios y
que va a tomar tal o cual forma según las apariencias, es decir, según los
órganos a través de los cuales se manifiesta. Los Iniciados, que han comprendido
esto, intentan captar el amor en su pureza original tal y como desciende de lo
alto, para colmar su corazón y su alma. En cuanto a las manifestaciones más
303
inferiores del amor, no ofrecen para ellos mayor interés; ellos piensan: "Es algo
normal, es natural, no puede ser de otra forma" Pero está claro que ellos ya han
gozado, ya se han deleitado con el amor antes de que este descienda a los
niveles más bajos.
El amor es una energía que se halla por doquier en la naturaleza: Este amor
proviene del sol y es él quien le distribuye a través del aire, los árboles, las
montañas, los océanos, los frutos... Algunas gotas de este rocío van a
depositarse también en el hombre y en la mujer, pero es tan poco!
Desgraciadamente, es aquí donde los humanos van a buscar el amor, y todas las
complicaciones posteriores nacen de esta pobreza, de esta limitación. Ellos
sufren, lloran, se arrancan los cabellos, incurren en toda suerte de tonterías y
pueden llegar hasta el crimen en su búsqueda del gran amor. Todos van en pos
de ese amor ideal, pero se trata de un amor que va a dislocarles, que les va a
hacer infelices, que puede convertirles en criminales. Todos aquellos que lo han
encontrado han terminado por lo general de una forma trágica. No viene al caso
ahora mencionar los muchos ejemplos históricos. El hecho es que los humanos
buscan un amor que les queme, que los deje reducidos a cenizas, ignorando que
existe otra clase de amor, otro fuego que no sólo no va a destruirles sino que les
puede resucitar. Cuando el Creador nos diseño en sus laboratorios, colocó
algunos aparatos dentro de nosotros, ciertos instrumentos capaces de llegar a
captar y a vivir ese amor, pero es preciso buscarle muy arriba, en el sol, desde
donde se irradia a todas las criaturas...
Por supuesto, el origen del amor no está en el sol; el sol es sólo una estación
donde el amor se detiene por unos minutos. La verdadera fuente del amor está
mucho más arriba, más lejana, pero el amor pasa a través del sol, donde
adquiere ciertas formas y revestimientos, para descender luego hasta nuestro
plano y hacia los humanos. Esta es la "fuerza más fuerte de todas las fuerzas",
de la que habló Hermes Trismegisto, es decir, el amor divino, la vida divina, la luz
divina. No importa el nombre que le demos, es la misma energía que se
manifiesta bajo distintos aspectos: calor, luz, movimiento; Hay que pensar en
ella, hay que ir a recogerla cada mañana a la salida del sol. Pero en lugar de
buscar esta fuerza, la más fuerte de todas ellas, que el sol propaga y distribuye
304
por toda la naturaleza, los humanos la buscan en otro ser individual y no le
prestan atención al sol, que está allí para todos. Esto sucede porque ellos
necesitan sufrir, tienen que complicarse la vida y arrancarse los cabellos
continuamente. En vez de tomar primero que todo las riquezas que el sol les
ofrece y luego ir a reunirse con otros hombres y mujeres para distribuirlas, ellos
se lanzan sobre los demás para despojarles de las escasas partículas que poseen,
hasta que ya no les queda nada, es algo lamentable. Evidentemente, se trata de
una clase de amor, pero es un amor inferior, animal. Los humanos persiguen
exclusivamente este tipo de amor, capaz de procurarles sensaciones
desbordantes, pero que al final siempre va a suponerles un precio muy elevado.
Para poder sumergirse en el piélago del amor físico sin peligros, sin correr el
riesgo de una decepción, hará falta estar muy evolucionado. Es el caso de
algunos yoguis tibetanos que han llegado muy lejos en el dominio de sí mismos,
gracias a las técnicas de sublimación de la energía sexual, conocidas en la India
bajo el nombre de Tantra‐yoga, las cuales les permiten recorrer sin peligro los
ámbitos del subconsciente, donde residen los instintos, la sensualidad, las
pasiones, el océano de los placeres... Ellos pueden hacerlo porque son muy
fuertes, muy puros y pueden permitirse bucear en las profundidades de su propia
naturaleza, llegando a encontrar en él verdaderas piedras preciosas, gracias a su
arrojo, igual que aquellos pescadores que se sumergen en el mar para buscar las
perlas, sin llegar a sucumbir ahogados o devorados por los tiburones. Pero este
tipo de experiencias no son aconsejables para todos; para emprender tales
hazañas es preciso llegar a dominar una fuerza muy poderosa. Yo no os lo
aconsejaría, sólo me limito a explicarlo.
Sólo cuando hayáis avanzado mucho en el terreno supraconsciente podréis
captar este amor que está esparcido por todo el universo y que constituye la
quintaesencia de Dios mismo. En ese momento, todo será posible para vosotros:
nada podrá heriros ni haceros daño alguno, y tampoco podréis cometer ningún
pecado. Pero si no habéis llegado aún a este nivel, entonces es mejor que
esperéis. Hay muy pocos seres sobre la tierra capaces de bajar hasta esas
profundidades de su propia naturaleza para trasformarlo todo, sublimarlo todo,
hacer que todo llegue a ser bello y luminoso. Esto viene a ser lo que se
305
denomina: "Unir los dos extremos", lo alto y lo bajo, lo superior y lo inferior. Pero
si no habéis logrado llegar aún al mundo superior y os lanzáis a los abismos
inferiores, seréis aniquilados pues no estaréis protegidos ni armados
convenientemente; no dispondréis de ningún instrumento que os permita
trasformar los materiales del Infierno, convirtiéndolos en perlas, en oro y en
piedras preciosas.
He aquí el misterio que envuelve al mal y al Infierno. Únicamente cuando se
llega a lo más alto es posible comprender el significado del mal *. Hasta ese
momento, el mal es algo incomprensible, insoluble, indescifrable. No se puede
resolver el problema del mal a través de razonamientos intelectuales, de
estudios o lecturas; es un asunto que está muy por encima del entendimiento
humano. En realidad, el mal no existe; el mal es mal solamente para los débiles;
existe sólo para aquellos que no están preparados, que no saben servirse de él...
Sí, en este caso se convierte para ellos en una realidad muy poderosa. Pero para
los grandes Maestros, para los hijos de Dios, ese mal de que tanto habla la
religión sin llegar a comprenderlo, se trasforma en una materia preciosa,
riquísima, que ellos pueden explotar y ponerla al servicio de su propia labor.
Cuando estuve en la India, tuve noticia de la existencia de ciertos yoguis que
reciben el nombre de Siddhas. Son unos seres para los que nada es sucio, nada
es impuro: pueden alimentarse con desechos, con vísceras de animales, con
excrementos, con cualquier cosa, porque tienen la facultad de trasformarlo todo
a través de su propia voluntad, para obtener poderes mágicos extraordinarios, y
es verdad que disfrutan de tales poderes, yo mismo he podido verificarlo. Pero
tampoco es necesario llegar hasta estos extremos.
Lo que os estoy revelando hoy, es algo muy profundo, muy sagrado, y no sé lo
que vais a pensar de todo esto. Pero sean bienaventurados aquellos que quieren
estudiar el amor verdadero allí en lo alto, en aquellas regiones que constituyen
su fuente. Este amor se propaga a través de todo el universo, pero a nosotros
nos corresponde despertar aquellos centros que Dios ha puesto en nuestro ser
para poder captarlo y alimentarnos de él.
Bonfin, Agosto 8 de 1970
306
Nota complementaria:
No es abajo donde vais a encontrar la pureza; abajo está todo lo impuro.
Existen seres para los cuales nada es impuro, porque han llegado a avanzar muy
lejos en el camino espiritual, hasta el punto de poder trasformarlo todo,
divinizarlo todo. Pero esta es otra cuestión. Para quienes han llegado a
identificarse con la Mente universal, no existe ya impureza, ni pesadez alguna,
no existe el mal, ya que para la Mente cósmica el universo es total armonía, en
la que no puede caber nada disonante. Pero cuando se contempla el mundo
desde otro nivel más inferior, sin duda no todo va a ser perfectamente bello ni
bueno; es preciso volver a mirarlo desde lo alto para percibir la inmensidad. Allí
todo cambia, por más que se trate de guerras o desgracias, todo se llega a ver de
una forma distinta.
Cuando estáis en la cocina, cortando y macerando los alimentos, si estos
tuvieran una conciencia dirían que sois de lo más cruel e injusto, que no tenéis
piedad al martirizarlos de aquella manera. Pero el hecho es que no os sentís
culpables, puesto que veis las cosas bajo otra perspectiva y sencillamente
pensáis: "Estoy preparando un alimento que va a ser provechoso para todos." Si
fuerais a preguntar al racimo de uvas que está a punto de ser machacados en la
prensa, ¿Qué creéis que os diría? Y sin embargo, sabéis que esto es necesario
para hacer el vino!
El universo está gobernado por una Inteligencia que está muy por encima de
nosotros, y no es el caso criticarla. Vosotros diréis: "Pero entonces, con esto se
estarían justificando todos los crímenes y todas las guerras!" No. Yo no los
justifico. Yo creo que sencillamente no tendrían que existir y trabajo para que no
existan más. Pero me limito ahora a señalaros cual es el punto de vista de la
Inteligencia cósmica. Para ella, todo es diferente, todo brilla, todo es inteligente,
todo canta, todo es armonía.
Sèvres, Enero 15 de 1967
307
TANTRA - YOGA
II
Bonfin el 8 de Agosto de 1970
Tarde
Conferencia improvisada
Esta mañana os he dicho algunas cosas respecto a la ciencia de la sublimación
de la energía sexual, denominada Tantra‐yoga en la India y el Tibet. Esta ciencia
incluye todo tipo de métodos y ahora os hablaré de uno de ellos para que podáis
haceros una idea más exacta. Durante años, el yogui estudia lo que es el amor:
medita, ayuna, lleva a cabo diversos ejercicios de respiración. Cuando ya está
bien preparado, se le asigna una mujer joven que a su vez ha sido ya instruida en
estas prácticas. Durante cuatro meses ambos compartirán la misma habitación;
él se pone completamente a su servicio, tratándola como si fuera una diosa y
considerándola como una manifestación de la Madre Divina, pero sin llegar a
tocarla. Los próximos ocho meses dormirán juntos en el mismo lecho, siempre
sin tocarse uno al otro, cuatro meses al lado izquierdo, cuatro al lado derecho.
Al final, cuando ellos hayan adquirido un total dominio de su energía, podrán
empezar a abrazarse hasta llegar a fusionarse por completo, todo ello dentro de
la más total y absoluta pureza, de forma que una fusión tal puede llegar a durar
varias horas sin que exista ningún tipo de emisión.
Es evidente que son muy contados los que pueden tener una idea de lo que
aquello significa ya que, por lo común, apenas se siente que esta energía se
despierta, la gente se precipita a darle una salida. De acuerdo con la ciencia
tántrica, el derroche de esta energía lleva a la muerte, en tanto que la
sublimación de la misma conduce a la vida eterna. Es así como algunos Iniciados
308
han obtenido la inmortalidad; Sí, no se trata de simples palabras, ellos han
logrado hacerse inmortales.
Con todo, os repito que no estoy totalmente de acuerdo respecto a estos
métodos, sobre todo cuando deben ser llevados a la práctica por los
Occidentales. Algunos yoguis han realizado experiencias dirigidas a trasformar la
energía sexual, pero a mi modo de ver, no es indispensable llegar hasta estas
prácticas. Existen otros métodos que os iré revelando y ya veréis cómo nuestra
Enseñanza supera notablemente todas aquellas tradiciones acerca de la pureza y
la castidad, que en realidad lo que hacían era convertir al hombre en una especie
de eunuco. Pero también supera por otro lado, aquellas doctrinas que, bajo
pretexto de seguir las pautas del tantrismo, lanzaban a la gente a toda suerte de
excesos sexuales. Hubo un ocultista en la Inglaterra de comienzos de siglo,
llamado Alester Crowley, quien pretendiendo realizar experiencias semejantes a
las de los tibetanos, cayó en los abismos de la magia negra, llegando incluso a
provocar la locura en varias mujeres que se habían prestado a sus experimentos.
No cabe duda de que él tenía ciertos poderes, pero hay que ver hasta donde
tuvo que descender!
Así que no os lo recomiendo, mis queridos hermanos y hermanas; no os
aconsejo que os aventuréis en esta clase de experiencias, donde lo más probable
es que acabaréis sin vuestro plumaje. Es preciso volar muy alto, ser muy
experimentado, tener un total autodominio, y aún así, el riesgo sigue siendo
extremo. Por eso la mejor solución, la que puede salvaros de muchos peligros, es
tomar distancia sobre todo esto. Sí, la distancia, unida a las dosis homeopáticas
es decir, aprender a contentaros con una mirada, una sonrisa, algunas palabras,
un roce de vuestras manos... Pero si deseáis reducir esta distancia con el objeto
de acercaros hasta llegar a una fusión, entonces volveréis a encarar el peligro:
Para comenzar, una vez que os hayáis lanzado a las llamas, no podréis ya
controlaros, no podréis dominar vuestras energías; pero al mismo tiempo, va a
desaparecer la poesía para dar paso a la fealdad. Así que más vale seguir
guardando las distancias, alimentando la ilusión de que las mujeres son lo más
bello que puede haber en el mundo y de que los hombres son aquellos nobles
caballeros, pues si decidís mirarles un poco más de cerca, vais a caer de lleno en
309
lo prosaico, os veréis desilusionados. Alejaos un poco aún, si es el caso... Desde
lejos, siempre seguirá existiendo la maravilla y lo que cuenta es poder
experimentar este asombro. Siendo así, ¿Porqué no tratar de conservarlo como
algo precioso para toda la vida?
Ya sé que vais a decirme: "Pero eso sería vivir en la ilusión!" Bien, vale más
vivir de ilusiones y estar siempre maravillados, fuertes y poderosos, siempre
animados para vuestra labor, que vivir sumidos en una cruda realidad y
asqueados por la fealdad. Por lo que a mí respecta, quiero seguir viviendo
ilusionado y lo hago totalmente a propósito, antes que llegar a conocer la
fealdad de ciertas realidades. Yo busco la poesía, porque lo único que me
impulsa a vivir, a meditar, a trabajar, es la belleza, el esplendor. Vosotros diréis:
"Sí, pero acaso si probara un poquito...entonces veríamos que pasa!" Pero no,
precisamente esto es lo que no quiero, no me interesa acercarme más, porque ya
puedo adivinar lo que me espera: sé que perdería todo lo que ahora es
maravilloso para mí.
Fijaos lo que ocurre a la mayoría de los seres humanos: ellos han explorado
todas las realidades del amor y ahora ya no ven nada; los hombres se mueven en
medio de las mujeres más espléndidas y en lugar de llenarse de admiración, con
los ojos extasiados ante tanta belleza, ya ni siquiera se dignan mirarlas!
Mientras que yo, cuando viajo, no me canso nunca de contemplar a las mujeres
hermosas, es como si estuviera en el paraíso. Hace ya años que paseaba cerca de
la playa junto con otros amigos en Francia, Italia, España o Grecia y entre los
cientos, a veces miles de mujeres que veíamos yo buscaba siempre alguna, una
sola que pudiera emanar algo luminoso, poético... Entonces decía a mis amigos:
"Mirad, mirad qué maravilla!" Y toda la jornada me sentía inspirado,
encantado; pero ellos no comprendían la razón de que yo me sintiera así. Y si
alguna vez aquella jovencita que yo estaba mirando venía hacia mí para decirme
algo, nunca pasó por mi pensamiento urdir cualquier pretexto para volverla a
ver, precisamente para no exponerme a perder aquel encanto tan maravilloso,
pues sabía que la inspiración ya no sería igual al mirarla un poco más de cerca.
310
Sí, ¿Cómo no estar maravillados ante la belleza de todas estas jóvenes, de
todas estas mujeres que son criaturas de Dios, hechas a imagen de la Madre
Divina? Sería como despreciar a la Divina Madre! Estas hijas suyas, en las que ha
venido trabajando largo tiempo para ofreceros una inspiración, una alegría, y
vosotros no os sentís maravillados ante ellas?... Así, Ella va a sentirse ultrajada y
dirá: "Ah, ¿De modo que es así como aprecias mis obras? Pues muy bien!" Y
entonces Ella os privará de ciertas alegrías. Pero a mí en cambio, como Ella ha
visto que desde siempre me he extasiado al contemplar sus obras de arte, me
obsequia con la más fantástica de las alegrías.
Y, ¿Cómo es que la moral y la religión han llegado a afirmar que es
pecaminoso mirar a una mujer? Recuerdo una vez que me paseaba junto con un
hombre y su esposa por una playa de la costa azul y, mientras que yo me
deleitaba extasiado, el pobre marido no se atrevía a levantar la mirada del suelo.
Yo le decía: "Observa las pinturas más bellas del mundo!", pero él ni las miraba,
tal vez temiendo la reacción de su mujer. Sí, hay muchos como aquel: recatados,
púdicos, "virtuosos" frente a los demás, ya me comprendéis, incapaces de
mostrar interés alguno en lo exterior, y aún menos de saber apreciar las cosas.
Pero no hay que ser demasiado suspicaces para saber cómo actúan estos
individuos cuando nadie les ve. Por eso yo hago todo lo contrario, delante de
todos me maravillo, pero me abstengo de hacer nada en secreto. Ya sé que mi
actitud no está conforme a las viejas costumbres. Mirad hacia el suelo y todos
pensarán que sois unos santos... Sí, pero una vez que os encontréis solos, qué
pasará? Hay signos infalibles que conozco muy bien...
No soy amigo de las convenciones, por el contrario, paso totalmente de ellas.
Yo trabajo para sembrar la moral del futuro, y este tiempo ya se acerca: Llegará
el momento en que, en lugar de debatirse entre los consabidos extremos del
desenfreno, y el puritanismo, la gente verá por doquier la obra del Padre
Celestial y la Madre Divina, y la contemplará sin sentir la necesidad de
contaminarla; más bien se regocijarán y van a sentirse dichosos al contemplarla.
Bonfin, Agosto 8 de 1970
311
LO VACÍO Y LO LLENO:
LA COPA DEL GRIAL
Bonfin el 12 de Agosto de 1970
Conferencia improvisada
Hay que hacer el vacío y crear en nosotros un estado receptivo, pero con el
objeto de convertirnos en recipientes donde el Cielo pueda venir a depositar
todos sus esplendores. Pero antes que todo, es preciso preparar el terreno. De no
existir esta preparación, vais a estar sin defensa, abandonados a toda clase de
influencias y corrientes. Recordad las conferencias que os he dado acerca de los
dos principios, masculino y femenino, activo y pasivo, donde os explicaba cómo
hay que servirse de estos dos principios para vuestra evolución espiritual. Para
llegar a ser un clarividente, un médium, es preciso ejercitar una actitud de
pasividad, de receptividad. Sí, pero si antes no se ha desarrollado la voluntad y la
facultad de luchar para protegerse, en el momento en que surjan entidades
maléficas, tenebrosas, como suele ocurrir a menudo, no sabríamos como hay
que defenderse de ellas.
Por todo el mundo pululan criaturas monstruosas, generadas por los
pensamientos y sentimientos de la gente criminal y de los magos negros, que
312
buscan colarse donde quiera que vean una puerta abierta, es decir, una persona
débil e incapaz de defenderse. Los hospitales psiquiátricos están llenos de
personas que, llevados por el deseo de entrar en contacto con el mundo invisible
a través de la mediumnidad o la clarividencia, han sido invadidos por estas
entidades nocivas. He visto muchos casos de este tipo y es por ello que no
aconsejo a nadie precipitarse a estas experiencias, sin haber desarrollado
previamente en su interior el principio masculino mediante el estudio y la
práctica, de modo que les permita estar dotados de armas con las que
protegerse. La mayoría de estas personas ignoran hasta qué punto es peligroso
aventurarse sin protección previa en aquellas regiones del mundo invisible
pobladas por criaturas que son extremadamente hostiles hacia los seres
humanos y que están ansiosas a la espera de nuevas víctimas. Parece que
algunas de estas gentes hayan leído ciertos panfletos, o frecuentado a ciertos
ocultistas que intentan aparentar cualidades de profetas con el fin de ganar más
dinero; tales gentes pueden terminar enfermas y hasta volverse locas. La ciencia
denominada oculta suele hacer muchas promesas: gracias a la virtud de un
perfume, de un talismán o una piedra mágica, vosotros podréis obtener esto o
aquello... Y así, todos van engañados, inducidos al error hasta el punto de que no
es posible ni siquiera ayudarles.
En la Fraternidad Blanca Universal no enseñamos las ciencias ocultas, sino la
Ciencia iniciática, la Ciencia espiritual. En las ciencias ocultas, el bien y el mal
están mezclados y es por esto que no me gusta pronunciar la palabra "oculto".
Conozco demasiados ocultistas que han caído en los niveles más tenebrosos de
dichas ciencias, debido a que quisieron utilizar sus conocimientos para obtener
riquezas, mujeres, poder... Esto es hacer magia negra. Nunca habría que servirse
de estos conocimientos para satisfacer los propios apetitos, sino para
perfeccionarse y ayudar a la humanidad. Pero el hecho es que hoy por hoy
abunda la literatura ocultista y muchas personas poseídas por sus deseos y
apetitos revolotean alrededor de estas cosas, pensando únicamente en
encontrar satisfacciones a través de medios cómodos y rápidos. Por eso la magia
negra se encuentra tan extendida en el mundo entero mientras que la teurgia, es
decir, la magia blanca, encuentra pocos adeptos, ya que son escasos aquellos
que se han liberado de sus deseos inferiores y que quieren entrar en contacto
con el mundo divino.
313
Así pues, queridos hermanos y hermanas, sólo después de haberos reforzado
y purificado en forma apropiada, a fin de que no podáis ser invadidos por los
seres de las tinieblas, sólo entonces podréis intentar sin peligro hacer el vacío
dentro de vosotros mismos. De hecho, algunos símbolos de la cristiandad como
la copa del Grial, no están vinculados exclusivamente a las tradiciones orientales
como el budismo zen. La copa del Grial contiene toda una enseñanza: La copa es
un símbolo femenino y nos señala que el discípulo debe adoptar una actitud
receptiva, a fin de atraer hacia sí aquella quintaesencia cósmica que es la sangre
de Cristo, el espíritu de Cristo. Cuando el espíritu crístico haya descendido hasta
el discípulo, este último se convierte en el Santo Grial, todo su ser es como una
copa en la que Cristo ha venido a habitar.
La tradición nos relata que la copa del Grial era una esmeralda. La esmeralda
es una piedra preciosa de gran valor cuyo color verde es por excelencia el color
del principio femenino, Venus. Esto significa que el espíritu de Cristo no puede
descender a cualquier copa que contenga impurezas o esté tallada a partir de
una materia vulgar; El sólo podrá bajar para habitar dentro de una mujer
celestial (simbólicamente hablando), es decir, dentro de un cuerpo que ya esté
totalmente purificado y libre de impurezas. La sangre de Cristo contenida en la
copa es un símbolo del principio masculino; el rojo es el color de Marte. Como
veis, la ciencia de los símbolos nos permite hacer interesantes descubrimientos
en relación a la vida interior. El rojo y el verde son colores complementarios. Si
contempláis el verde durante un buen rato, veréis aparecer el rojo: son dos
colores que se atraen entre sí. Pero si el verde está sucio, va a atraer un rojo
también sucio... y una copa sucia, es decir, un ser humano impuro, va a atraer
los espíritus infernales.
¿Cómo es que los malos espíritus se ven rechazados por el olor del incienso?
Porque es un olor puro. Pero en cambio, si llenáis el aire de ciertos olores fétidos,
estas entidades van a ser atraídas de inmediato, como pasa con algunos
animales que acuden a los vertederos de basura. Aquellos que son atraídos por
la suciedad, se ven rechazados por la pureza y viceversa. Es por ello que el
principio masculino debe ante todo preparar el terreno para que el principio
314
femenino pueda estar en un estado de perfecta pureza, de forma que las
entidades nocivas no tengan acceso alguno. Así pues, es preciso trabajar ante
todo con el principio masculino, lo cual implica aprender, practicar y, sólo
cuando se haya obtenido un cierto grado de dominio, entonces sí cambiar la
polaridad y adoptar una actitud plenamente receptiva para acoger al Espíritu
Santo. Por eso debéis ser consientes de la importancia de trabajar alternando los
dos principios: saber cuando debéis ser receptivos y cuando debéis ser emisores;
cuando hay que proyectar las energías y cuando hay que atraerlas. Si las gentes
viven en medio del desorden, si están desequilibrados, tensos, nerviosos, es
porque no han entendido bien la forma de trabajar con los dos principios, cómo
hay que dosificarlos y equilibrarlos.
Esta idea de trabajar alternativamente con los dos principios masculino y
femenino, la encontramos también en la Kábala, en cuanto al simbolismo de las
cuatro letras del Nombre de Dios: Yod‐He‐Vau‐He.
La primera de ellas, Yod, representa el principio masculino. Luego viene la
letra He, que tiene la forma de una copa (está invertida, y más adelante os
explicaré la razón de esto); la tercera letra, Vau, es una repetición del principio
masculino y la He final repite a su vez el principio femenino. Todo comienza
siempre por el principio masculino. Por esto se dice que primero creó Dios a Adán
y luego a Eva, porque siempre se debe comenzar por el principio masculino, es
decir, por el espíritu que es anterior a toda otra cosa. La materia, que viene
después, no es más que una formación, una condensación, una cristalización del
espíritu.
315
He aquí pues unas cuantas palabras relativas al simbolismo de la copa del
Grial: Este símbolo contiene toda una enseñanza, indicándonos que, antes de
emprender un trabajo, hay que empezar por preparar las condiciones... Cuando
teneis que verter un líquido en un recipiente, no vais a hacerlo en un recipiente
sucio, sino que le lavareis. Y tampoco se trata de verter el líquido antes de tener
la copa, pues esto significaría que todo caería por tierra. Así, ya lo veis, todo
tiene que estar acorde.
Los humanos deben buscar los métodos más convenientes para desarrollarse
y avanzar. Pero son muchos los que no quieren instruirse, no quieren tener
ningún Maestro, según ellos para ser libres! Y yo les digo a estos: "Bien, pero si
queréis ser libres, ¿Cómo es que dependéis tanto de los dictados de vuestro
vientre y vuestro sexo? Cuando sentís hambre, ¿Por qué no os reveláis contra
vuestro estómago? Decís que no queréis someteros a ningún tipo de autoridad,
pero esto no es lógico." Cuando hay algo que os reclama desde dentro le
obedecéis sin chistar, pero si viene del exterior, no aceptáis ningún consejo,
ninguna norma... ¿Es que acaso hay alguna diferencia?...
Bonfin, Agosto 12 de 1970
316
LA ENSEÑANZA DEL AMOR
EN LAS INICIACIONES
Bonfin a 16 de Agosto de 1970
Conferencia improvisada
Os puedo decir también que algunos, entre los actuales miembros de la
Fraternidad, comenzaron en el pasado estudios que no llegaron a culminar. Ellos
dejaron las escuelas iniciáticas para comenzar una vida diferente y de allí
provienen sus dificultades. Para poder recuperar sus conocimientos, ellos deben
comenzar a vivir de acuerdo a las leyes y normas que ya les fueron trasmitidas
en los templos de otras épocas. Es un saber que no puede aflorar a la superficie a
menos que uno viva de acuerdo con las reglas iniciáticas.
En los santuarios, el discípulo aprendía lo relativo a la relación de amor
que él debía mantener con el Creador, la creación y las criaturas. Esta enseñanza
también se encuentra resumida en la Kábala, que es la ciencia concerniente al
Creador, el mundo y el hombre. Siempre es la misma ciencia, que se va
trasmitiendo a través de las Eras, desde que el Cielo la dio a los humanos por
intermedio del Arcángel Raziel. Nunca podrían los seres humanos concebir tal
317
esplendor, tal inmensidad, si los Arcángeles no la hubieran dado a conocer a
través de los grandes Iniciados.
Os venía diciendo que en aquellos santuarios se enseñaba lo que es el amor,
pero ante todo, el amor hacia el Creador ya que sin este amor no es posible
realizar progreso alguno, no puede haber relación ni contacto con el mundo
elevado. Es como si estuvieran cortados los cables que os unen a una central
eléctrica: no podréis encender vuestras lámparas, los aparatos no podrán
funcionar... Por esto, lo primero que los hierofantes enseñaban a sus discípulos
era la enorme importancia que reviste saber mantener este vínculo que les
conecta con la central de energía, con el Señor. Y luego les explicaban la forma
de preparar internamente todos sus aparatos y lámparas, como limpiarlos y
purificarlos para aprovechar mejor este contacto.
La quintaesencia de esta enseñanza sobre el amor ha sido expresada en
el Evangelio: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con todo tu pensamiento, con toda tu fuerza, y amarás a tu prójimo como a ti
mismo". Sí, pero entre el hombre y el Señor existe aún algo más para amar: el
mundo, con todos sus planos y sus habitantes. Aquí existe también toda una
ciencia que va a explicar la forma de establecer comunicación con los espíritus
de los diferentes planos, las palabras que hay que pronunciar, los gestos a
ejecutar, los perfumes y símbolos que deben emplearse, las vestiduras
apropiadas. No existen muchos textos en la religión cristiana que mencionen
estas jerarquías que existen entre los humanos y el Señor. Pero cuando Jesús
dijo: "Nadie puede llegar al Padre si no lo hace a través mío", estaba expresando
un aspecto de esta ciencia que se enseñaba en los santuarios, puesto que él se
presenta a sí mismo como intermediario entre los hombres y el Señor, como un
médium, un trasmisor.
Entre la tierra y el Cielo hay toda una jerarquía viviente, que se
representa en la Biblia bajo la figura de la escala de Jacob. Cuando este deja la
Mesopotámica siguiendo las órdenes del Eterno, se queda dormido en el camino,
sobre una piedra. Durante su sueño contempla una escala que une el Cielo y la
tierra, y muchos ángeles que suben y bajan por ella. Esta escala no es otra que la
jerarquía angélica mencionada en la Kábala, es el Cristo que une los dos planos,
celeste y terreno. Y aunque la imagen de una "escala" está lejos de representar
el esplendor de esta jerarquía, se trata de una palabra del lenguaje simbólico
que intenta dar por lo menos alguna idea de aquello que se quiere expresar.
318
En las Iniciaciones, esta escala intermediaria estaba representada por el
hierofante. Por esto los discípulos que estaban estudiando el amor verdadero,
consideraban al maestro como un punto de partida para empezar a ascender
hasta la Divinidad. Es pues el amor impersonal el que puede aportar las mayores
bendiciones, y por esto resulta lamentable que los humanos en su ignorancia, en
vez de amar al Señor y amar a su instructor, prefieran amar a cualquier hombre
o mujer con el riesgo de que todo termine de forma catastrófica. Al final se
darán cuenta de que han hecho a un lado la oportunidad de amar en otros
niveles, por obstinarse en concentrar todo su amor en cualquier hombre o
cualquier mujer pensando : "Así por lo menos se tiene algo, alguna cosa que nos
puede satisfacer." Pero el precio va a ser muy alto, celos, decepciones... no hace
falta decir más! Se llegará a la ruina por haber depositado toda la confianza en
algo que no podía ser muy sólido. Cuando un ser no está vinculado con el Cielo y
no intenta desarrollar en su interior cualidades y virtudes, si confiáis todo a una
persona de este tipo, es como si fuerais a poner toda vuestra mercancía a bordo
de un barco que hace agua por debajo, con un riesgo evidente de irse a pique y
perderlo todo, cosa que ocurrirá tarde o temprano.
Pero si un discípulo ama por encima de todo al Señor con todo su
corazón y con toda su alma, y ve a su instructor o a su Maestro como un
representante del Señor, se verá confortado y esclarecido por estos dos
sentimientos, puesto que ambos son desinteresados. Luego, cuando llegue el
momento de amar a un hombre o una mujer, todo va a ser diferente para él, no
habrá peligro ni tampoco tragedias que lamentar. Las dos primeras formas de su
amor, al ser superiores, van a manifestarse como una protección constante, que
se va a traducir en guías, intuiciones, cierta clarividencia, cierto grado de
sabiduría. Con ello, podrá gozar de una plenitud pues habrá entonces amor en
los tres planos. Pero sin los dos primeros, el amor humano por sí solo se
convertirá en cenizas, traumas y decepciones.
El hecho es que los humanos son a tal punto ciegos y obtusos que piensan
que es posible olvidarse del Señor y dar la espalda al Maestro para poner en
cambio toda su confianza en seres a menudo inconcientes o imbéciles. Veamos
por un momento... El Señor es dueño de todo el poder y toda la sabiduría; por su
parte, el Maestro mantiene un vínculo permanente con el Señor y sólo piensa en
esclarecer, en ayudar a sus discípulos. Ah ! ¿Creéis que hay que enfrentarse con
ellos, habrá que estar en contra de ellos? En cambio, hay que darle todo, la
319
confianza, las riquezas, el alma, a un borracho, un vicioso, un estafador, pero al
Maestro...Oh! no se sabe, hay que desconfiar de él! Y sin embargo, es el que
verdaderamente merece ser amado porque nunca podría traicionaros. Pero
incluso si le dijerais: "Tómalo todo, te lo doy todo", él os respondería: "No lo
necesito, podéis guardarlo para vosotros". Si queréis amar a un Maestro no será
por él sino por vosotros mismos, porque sois vosotros los que vais a avanzar
mucho con ese amor. Ahora bien, cuando digo que hay que tener un Maestro y
amarlo, me debéis comprender bien: este Maestro puede estar en el mundo
físico o en el mundo invisible, pero es preciso contar con algún Maestro, para
que os ayude y os reconforte, un Maestro que sea verdaderamente elevado y
desinteresado, un servidor de Dios.
Tenéis necesidad de amar y, pudiendo amar al Señor o al Maestro sin
correr ningún riesgo, ¿Porqué brindar vuestro amor a un mequetrefe o a una
mujer atontada? Amad a quien queráis, pero siempre en tercer lugar. Si lo
hacéis así, vuestro amor hacia el Señor y hacia el Maestro podrá guiaros y
estaréis seguros. De otro modo no podréis estarlo. Al contrario, os vais a ver
desesperados día y noche pensando: "Nunca me imaginé que él (o ella) se fuera
a portar así!". Evidentemente, no podíais imaginarlo ya que tampoco habíais
escuchado para nada a los únicos que hubieran sabido aclarar vuestra mente...
¿Os asombra lo que os digo? Pues bien, yo estoy igualmente asombrado, pero
por razones bien distintas; no salgo de mi asombro al ver la forma en que
piensan y actúan los humanos.
Bonfin, Agosto 16 de 1970
320
BUSCAD EL ALMA
Y EL ESPÍRITU !
I
Bonfin el 17 de Agosto de 1970
Conferencia improvisada
No viene al caso explicar aquí lo que es un macho y una hembra; esto es algo
que se da por sabido, pues se pueden encontrar tambien entre personas
instruidas y cultivadas. En general, usamos estos términos para referirnos a
aquellos seres que, en su fuero interno permanecen dentro de un estadio muy
primitivo, donde los instintos y la sensualidad van a ocupar el primer lugar. Sus
deseos y apetitos son tan fuertes, que no pueden resistirse ante ellos; la mujer
vive sólo en función de mantener determinadas relaciones con los hombres y lo
mismo va a ocurrir con el varón respecto a las mujeres.
En un nivel más elevado, vamos a encontrarnos con la categoría de los
hombres y mujeres comunes y corrientes; aunque sus motivaciones no llegan a
ser tan primarias como los del macho y la hembra, aún no consiguen destacarse
puesto que sus necesidades siguen vinculadas a un plano físico... Si subimos un
grado más, llegaremos al nivel de los hermanos y hermanas, poseedores de una
conciencia más elevada donde el individuo ya no se percibe a sí mismo como
aislado y separado de los demás seres. Aquel que ama como un hombre se
considera diferente de los demás, separado de ellos, puesto que va a necesitar
una mujer, que es un ser totalmente distinto a él, y por esto su comportamiento
hacia ella no va a ser el mismo que tendría un hermano con una hermana. Para
estos últimos, hay un grado mayor de conciencia que les permite amar a los
demás seres como si todos pertenecieran a la misma familia. Por esto, entre los
hermanos y hermanas no existe este sentimiento de separación que impulsa al
321
hombre a arrojarse sobre la mujer como si esta fuera su víctima o su presa. Para
un hermano, la mujer se convierte en otra hermana, un miembro más de su
familia, y esto le lleva a cambiar notablemente su conducta hacia ella. Así, vivir
como hermanos significa un avance en la evolución, una ampliación de la
conciencia, que trae consigo un comportamiento más equilibrado. De hecho, lo
único que ha cambiado es la forma de considerarse unos a otros. Aunque no se
pertenezca a una misma familia consanguínea, se tiene conciencia de formar
parte de una gran familia espiritual que abarca toda la humanidad; por eso sus
deseos son completamente puros, desinteresados; en vez de querer devorarse
mutuamente, ahora intentan ayudarse entre sí.
Pero el discípulo ‐ que no deja de ser un hombre o una mujer‐, aunque haya
llegado a convertirse en un hermano o una hermana en cuanto a la forma de
manifestar su amor, debe ir aún más lejos. De hecho, como hermano no está en
condiciones de resolver todos los problemas, y es posible que en su fuero interno
queden aún cosas por remover; de la misma forma, una hermana puede verse
aún sometida a las tentaciones. Es por esto que el hermano debe proponerse
llegar a ser un espíritu, y la hermana llegar a ser un alma. De ser así, el ámbito
de su amor va a ser tan enorme que podrá abarcar a la humanidad entera, a
todas las criaturas. De esta forma, ellos podrán sentirse tan vastos, tan nobles,
que nada malo podrá tocarles puesto que el alma y el espíritu campean por
encima de todo. En fin, para que esta alma y este espíritu sean verdaderamente
ilimitados, sabios y todopoderosos, será preciso que su amor siga
ensanchándose hasta cubrir todo el universo. Entonces se convertirán en dioses.
322
a la vez sobre el cuerpo físico trayendo consigo formidables trasformaciones que
la ciencia no ha llegado a estudiar aún.
Los Iniciados de todas las épocas han trabajado con esta energía del amor.
Ante todo, han aprendido cómo tenían que considerar a su pareja ya que, hasta
que no llegaban a verla como una deidad, ellos se abstenían de toda relación
física. Durante años concentraban su labor en divinizarse a sí mismos y en
divinizar a su pareja ( exactamente lo mismo hacia la mujer), de modo que
cuando habían logrado dominar la fuerza sexual, viéndose mutuamente como
una parte de la Divinidad, ella como parte de la Madre Divina y él como un
aspecto del Padre Celestial, sólo entonces comenzaban a amarse, a fusionarse
hasta llegar a tocar el Cielo, viviendo día tras día sin dejar de amarse y sin que
este amor llegara a producir el menor malentendido entre ellos, como podrían
ser los celos o las decepciones... Era algo maravilloso, indescriptible; a través del
otro ser que tenían entre sus brazos, ellos se comunicaban sin cesar, él con la
Madre Divina, ella con el Padre Celestial... De esta forma, todos los procesos
fisiológicos quedaban tan completamente divinizados que ellos producían una
luz, una emanación sublime.
Los Iniciados han comprendido que al elevar su amor hasta estos niveles tan
sutiles, la dicha y la alegría que allí se experimenta es algo que permanece
inalterable. Así pues, los Iniciados no renuncian al amor, lo que ocurre es que no
se contentan con los aspectos puramente fisiológicos de un instinto demasiado
despierto, demasiado intenso, que suele ser causa de tantas anomalías, de
tantos desordenes y amarguras!... En tanto que los humanos permanezcan
anclados al nivel de este instinto, su amor no podrá ser duradero, no podrán
acceder al conocimiento, a la libertad, a la beatitud ni a la inmortalidad.
Por el momento, el amor humano sigue siendo semejante a una carnicería; las
gentes se arrojan brutalmente unas sobre otras sin preparación alguna, sin
estética, sin poesía. Se tiene hambre y se come; una vez colmados se está
satisfecho durante un tiempo hasta que se vuelve a sentir hambre y entonces,
nuevamente hay que lanzarse en busca del alimento. Muchas personas, incluso
323
aquellas que pertenecen a una sociedad que se dice civilizada, hacen el amor
como lo harían los salvajes, sin poesía, sin belleza, ni siquiera un asomo de
armonía; se limitan a saciarse y nada más. Ahora bien, si por lo menos los
humanos se preocuparan por embellecer su amor aunque fuera en el plano
externo, a través de colores, perfumes, músicas..., ellos podrían ofrecer a su
pareja un comportamiento menos primario, más refinado. Pero aunque hagan
algo de esto, aún van a estar lejos de lo que es el verdadero amor, ya que se
trata sólo de pequeñas florituras.
Se puede dividir la filosofía en tres ramas: La ética, la lógica y la estética. La
primera incluye todo lo que se refiere a la religión, la moral, el ámbito del
sentimiento y el corazón; La segunda estudia todo lo relacionado con la ciencia,
el ámbito del intelecto y el razonamiento. En cuanto a la estética, puede ser que
os sorprenda, pero está vinculada a la voluntad. En efecto, todo lo que es creado
por el ser humano, sea pintura, arquitectura, poesía, escultura, forma parte del
arte, y este no es más que una concretización, una exteriorización de nuestros
pensamientos y sentimientos, que pertenece así al dominio de la voluntad.
Vamos ahora a intentar comprender la forma como estos tres ámbitos se
hallan dispuestos en la vida. Supongamos que teneis intención de haceros una
casa. Lo primero será reunir los materiales, las piedras, el cemento, los hierros y
estructuras metálicas, etc., hasta contar con todo lo necesario. Estos elementos
primarios son toscos, están desprovistos de belleza. En seguida, comienza el
proceso de la construcción: Se preparan los cimientos, se levantan los muros, se
agregará luego el techo, las puertas y ventanas... Sólo al terminar esta fase
podréis empezar a trabajar en el aspecto estético: las pinturas, adornos, cuadros
y tapices... Es sólo al final que la belleza podrá venir a instalarse allí.
Cuando estáis cocinando algo, al principio todo está en desorden, disperso;
sólo al final, cuando retiráis la olla del fogón, se convierte en algo apetecible,
pero es entonces cuando le añadís algunos detalles y adornos para que aparezca
también agradable a la vista. Observad la forma en que trabaja la naturaleza: Al
comienzo ella se limitó a crear en profusión, sin ocuparse de la estética, de modo
324
que ni los humanos ni los animales gozaban de una belleza notable, por el
contrario, más bien tendían a ser burdos, desproporcionados, incluso espantosos
a veces... En cambio ahora, ya podéis ver lo que ha logrado la evolución! Lo
mismo va a pasar con un niño, que al nacer ya es algo bello, proporcionado,
terminado, mientras que en su origen no pasaba de ser una especie de masa
gelatinosa. Así pues, la naturaleza no empieza, sino que acaba sus creaciones
por la parte estética. Ella comienza por la lógica, haciendo planes y proyectos,
diseñando estructuras geométricas, previendo, calculando. En segundo término
va a usar la ética, impregnando sus creaciones de bondad y amor. Es al final que
ella cincela y da los últimos toques a su obra, la cual es siempre una joya, una
maravilla.
Por eso ahora es la estética la que debe venir a manifestarse en el amor, ya
que éste se halla todavía relegado a un nivel animal y primitivo. Ya sé que
algunos consideran que su forma de amar es impecable y que va a ser así por
toda la eternidad, de modo que continuarán extrayendo de ella un placer
enorme, parecido al que experimentan al comer, al beber, al divertirse; no niego
que así sea, pero debéis saber que aquí falta lo principal, falta la dimensión
divina del amor. Si el hombre fuera capaz de amar, añadiendo a su amor esta
dimensión, entonces su felicidad sería mucho mayor. Y es precisamente en esta
dirección que deben ir los discípulos, avanzando y diciéndose continuamente:
"¿Cómo estoy amando ahora? ¿De qué naturaleza es este amor? ¿Qué es lo que
busco y cuales son mis deseos? Debo hacer que mi amor se remonte hasta
acceder a las expresiones y manifestaciones más sutiles y más luminosas, para
poder conocer finalmente la vida eterna. Si me limito a continuar viviendo este
amor instintivo, siempre voy a estar sujeto a los altibajos de la alegría y la
tristeza... Así que debo trabajar para ennoblecer, cultivar y afinar mi amor, esta
es la manera de hacerlo avanzar." Es así como debe pensar el discípulo.
Es necesario cambiar la forma de ver a los demás y empezar a mirarlos desde
un punto de vista cada vez más elevado. Así, cuando tengáis delante una mujer,
en vez de sentir lo propio de un macho cuando ve una hembra, con lo cual van a
producirse deseos que muy pronto llegan a ser incontrolables, debéis
considerarla como una manifestación de la Madre Divina y, a partir de ese
325
momento, vais a verlo todo bajo una perspectiva muy diferente. Qué maravillas
podréis descubrir entonces en una mujer! Cuando un pintor, un poeta o un
escultor contemplan una mujer, su mirada no deberá distraerse, puesto que
intentan ver a través de ella la belleza que otros no podrían llegar a percibir. Si
seguís mis consejos, esto os pasará también a vosotros pues es sabido que, a
mayor evolución, es posible captar en la mujer ciertas expresiones radiantes que
pasan totalmente desapercibidas cuando se le mira simplemente como una
hembra. Al contemplarla como una representación de la Madre Divina, uno no
puede menos que sentirse dichoso y pleno de inspiración, sin detenerse a pensar
tonterías. Por esto, todo les está permitido a los Iniciados ya que incluso al mirar
cuadros que representan a hombres y mujeres desnudos, esta belleza les
proyecta hacia el Cielo, mientras que si los vieran un macho o una hembra, no
tardarían en sucumbir. Por eso es muy importante desarrollar el sentido estético
ya que, gracias a él, podremos percibir la realidad de una forma más amplia,
más rica y profunda. Sin él, es como si no viéramos nada, y la naturaleza seguirá
siendo un libro cerrado.
Imaginaos por un momento a un hombre que está afectado por,
llamémosle...el síndrome del macho! Este individuo sale a pasear para buscar
una mujer, ignorando que su actitud va a impedirle percibir el verdadero encanto
y esplendor de las mujeres con las que va a toparse. De este modo, no podrá
sentirse inspirado, ni maravillado, no podrá experimentar aquel impulso que
lleva a los seres a expresar la belleza a través de la poesía o la música... Por el
contrario, va a regresar a su casa malhumorado, decepcionado por no haber
podido encontrar lo que buscaba, o si es que ha encontrado algo, el pobre, mejor
no hablemos de ello, no podría ser peor!... Nueve décimas partes de la
humanidad viven siempre así, suspirando, buscando, sintiendo un vacío y,
entretanto, no ven el esplendor que hay por doquier; se sienten desgraciados,
dispuestos a suicidarse, y detestan a todo el mundo simplemente porque les
falta el sentido de la verdadera belleza. Por contraste, cuando un discípulo o un
Iniciado sale a dar un paseo por las calles o los parques, Ah!, él también va a
sentirse desgraciado, pero en este caso será por no poder admirar y
contemplarlo todo, ya que en aquella multitud que desfila y desfila sin parar, él
verá divinidades que suben y bajan... Toda esta belleza que se ofrece a sus ojos
es algo que le desborda, hasta el punto de que regresa a su casa colmado y
326
maravillado. Pero, ¿Cómo explicar esta alegría? Parecería que estos seres viven
en otro mundo, conocen otros métodos, otras formas diferentes de ver las cosas;
pertenecen a esa categoría extraordinaria de almas y espíritus. Pero es evidente
que todo esto va a parecer inverosímil e irreal a quienes viven en el estadio de
machos y hembras, ya que todo lo juzgan a partir de sí mismos.
Veamos ahora el caso de un joven y una jovencita que se han encontrado:
ellos viven un amor puro, ideal, extraordinario; se ven, se escriben, se dan
pequeños regalos uno al otro... y un mechón del cabello, una pequeña flor o un
pétalo de rosa vienen a ser para ellos como talismanes cargados de un sinfín de
efluvios; se sienten felices, motivados, inspirados... El es un caballero y ella es la
dama, la bella durmiente del bosque. Ellos viven en la poesía, se pasean, se
miran, y todo adquiere belleza. Pero el día en que deciden ir un poco más lejos,
desaparece el aspecto estético siendo reemplazado por el lado instintivo,
prosaico, biológico. Es algo que todo el mundo sabe. Vosotros diréis: "Sí, pero,
¿Qué cosas nos está diciendo? No es posible permanecer demasiado tiempo en
aquellos intercambios sutiles propios del lado estético." Pero sois vosotros
quienes pensais esto último, porque yo pienso que aquel que se propone
327
permanecer en este ámbito de lo estético se prepara para ser un artista, un
genio, un poeta o un músico... Si queréis bajar de nivel, pues bien, hacedlo, pero
con ello estaréis dejando atrás los dominios de la verdadera belleza, y vuestra
propia alegría nunca llegará a ser como antes. ¡Es tan verdadero esto!
Todos habéis vivido esta experiencia ¿No es verdad? Entonces, ¿Por qué no
habéis reflexionado y analizado lo que os sucedió? Ante todo, cuando veis
cualquier rostro en cualquier parte, debéis saber que todo un mundo nuevo se
abre ante vosotros, un mundo de proyectos, de esperanzas... Pero desde que
dejasteis esta región de la estética todo se ha ido opacando y parece menos
bello, menos puro. Por eso os digo: "Mantened un poco de distancia en el amor
pues precisamente esta distancia es lo que os hará sentir colmados, inspirados.
Gracias a ella podréis seguir amando eternamente, sin interrupción y sin
perjuicios. Si decidís eliminar esta distancia, ya podéis ir preparando vuestros
pañuelos.
La naturaleza siempre nos enseña. La Inteligencia cósmica está siempre allí
para darnos lecciones con ejemplos que provienen de nuestra propia experiencia,
pero nosotros no hemos sabido entenderla. Muchos se justifican diciendo: "Qué
le vamos a hacer, es cosa de la debilidad humana!" Pero este es un argumento
puramente biológico, puesto que todos vamos a estar sometidos a una
"debilidad" parecida. Y para eso nos han dado la inteligencia, la única que puede
superar e inducir cambios en el orden biológico. Es gracias a ella que la
humanidad ha logrado hacer tantos descubrimientos que han mejorado su
suerte. Quitadle la inteligencia y de nuevo caerá en la bestialidad. Es por ella y
por el principio espiritual, que todo se va cultivando y perfeccionando. Pero si la
hacéis a un lado diciendo: "Es la flaqueza humana, no podemos hacer nada!",
nunca llegareis a lograr el menor progreso. No hay que razonar de esta forma; el
hecho de ser débiles no es una razón para ceder y capitular! No, hay que acudir a
esta facultad que está en nosotros y es capaz de mejorar y perfeccionarlo todo:
El principio divino, el espíritu. Hay que tomarlo como guía, apoyarse en él,
trabajar a su lado. Nunca más pensar "Es el instinto, qué le vamos a hacer!". No
se trata de rechazar el instinto, sino de saber cultivarlo.
Bonfin, Agosto 17 de 1970
328
EL CADUCEO DE HERMES
Sèvres 27 de Diciembre 1970
Conferencia improvisada
Está escrito en los tratados de alquimia que, para obtener la piedra filosofal,
simbolizada por Mercurio, hay que comenzar el trabajo en el momento en que el
Sol 0 entra en la constelación de Aries y la Luna 1 en la constelación de Tauro,
pues el Sol se encuentra exaltado en Aries y la Luna lo está a su vez en Tauro * El
signo siguiente, Géminis, es el domicilio de Mercurio. Así que, tendremos: Aries
(el Sol), Tauro ( la Luna) y Géminis (Mercurio 2 )... Estos tres signos van juntos
para mostrar que la unión del Sol y la Luna producirán un niño, Mercurio. Este
grupo, Sol, Luna, Mercurio, lo vamos a encontrar por varios lados en el zodíaco,
pero por ahora vamos a concentrarnos sólo en estos tres signos, Aries, Tauro y
Géminis, que son extremadamente significativos.
El símbolo de Mercurio 2 está formado por el disco solar unido a la
media luna creciente y, para remarcar su unión, el signo +, como un indicador de
suma, de adición. Así, el símbolo de Mercurio representa básicamente la unión
del Sol y la Luna.
Gracias a la unión del Sol y la Luna, es posible el nacimiento de un hijo,
Mercurio, la piedra filosofal. Pero la piedra que buscan los alquimistas es en
realidad un símbolo de la transformación del hombre. Los alquimistas trabajan
con los dos principios, solar y lunar, que representan la voluntad y la
imaginación. Gracias a este trabajo, ellos llegarán a trasmutar su propia materia
y a convertirse simbólicamente a su vez en el Sol y la Luna, siendo a la vez
radiantes y puros. No es por simple azar que Aries constituye el domicilio de
Marte y Tauro el de Venus... Al trabajar con el Sol y con la Luna, es decir, con los
dos principios masculino y femenino, sublimando la fuerza sexual (Venus) y la
329
fuerza dinámica y activa de la voluntad (Marte), el alquimista va a obtener todos
los poderes espirituales simbolizados por Mercurio, el agente mágico.
Para los Templarios, este agente mágico estaba representado por el
Bafomet, aquella figura monstruosa que hizo creer a algunos que los Templarios
rendían culto al Diablo. Otros han llamado a este agente mágico AZOT, una
palabra que está construida de la siguiente forma: A, por ser la primera letra de
los tres alfabetos, latino (a), griego (alfa) y hebreo (aleph) y las letras Z, O, T, por
ser las iniciales de la última letra de los mismos alfabetos, latino (z), griego (o, de
omega) y hebreo (t, de tau). El término viene a representar que el agente mágico
es a la vez alfa y omega, el comienzo y el fin.
Para llegar a obtener este agente mágico, los alquimistas se han
sacrificado mucho en su trabajo y a menudo sin éxito, puesto que no sabían que
este trabajo con los dos principios, masculino y femenino, no debe realizarse
solamente en el plano físico, sino también en el plano espiritual, con los dos
principios de la voluntad y la imaginación. Por ello podría simbolizarse este
trabajo con la expresión "Tomar el toro por los cuernos". Para el discípulo, esta
expresión significa emprender un trabajo interno a fin de poder controlar todo lo
que hay en él de vulgar, anárquico y violento. Desgraciadamente, en nuestros
días los humanos no suelen tomar el toro por los cuernos, por el contrario, le
otorgan libertad para pisotearlo todo. En especial entre los jóvenes, ya veréis lo
destructivo que el toro puede llegar a ser!
Tomar el toro por los cuernos significa también el trabajo de la voluntad
sobre la imaginación, teniendo en cuenta que esta última va siempre unida a la
sensualidad. Todos aquellos que poseen una imaginación desbocada, tienden a
ser perezosos y sensuales. Venus y la Luna siempre van juntos. Pero cuando
interviene el Sol mediante su luz, para dar una correcta dirección a esta fuerza,
la Luna se convierte en algo extraordinariamente útil, puesto que ella tiene el
poder de concretar las cosas. Os he hablado en otras ocasiones acerca de los
distintos períodos por los que ha pasado la tierra: el período de Saturno, el
período del Sol, el de la Luna, y ahora os diré que el período solar ha sido una
etapa de dilatación y expansión, mientras que el período lunar se ha
caracterizado por los procesos de coagulación y concreción. Por esto, el Sol y la
330
Luna corresponden también con los símbolos de las dos etapas del proceso
alquímico, "solve" y "coagula", disuelve y solidifica.
En el símbolo de Mercurio, el Sol está representado por un círculo y la
Luna por un semicírculo que a la vez viene a ser como un fragmento del Sol. (Así
se explica el texto bíblico del Génesis, donde nos dice que Dios formó a Eva de
una costilla de Adán). Precisamente para demostrar que Mercurio se forma a
partir de esta fusión, de esta combinación inteligente de los dos principios, los
Iniciados han concebido el símbolo de Mercurio 3 formado por el Sol, coronado
por la Luna y ambos reunidos por el símbolo de la tierra ( + ), que también
corresponde a la adición, a la suma aritmética. Por sí sólo, este símbolo ya nos
muestra la profundidad de la Ciencia Iniciática que lo concibió. Una de sus
numerosas variantes la vamos a encontrar en el caduceo de Hermes, que luego
se convertiría en emblema de los médicos y farmacéuticos. Actualmente, este
símbolo ha sido introducido en la ciencia oficial bajo la forma del láser
Un cristal de rubí se encuentra rodeado por el tubo de un flash en espiral, el cual
puede aportar la energía necesaria para producir el "efecto láser". Al ponerse a
funcionar, un rayo de luz roja muy intensa va a salir por el extremo semi‐
platinado. Esta radiación
luminosa que se desprende, equivale aquí al Mercurio, que nace a partir del
trabajo común de los dos principios. Pero lo que mas nos interesa ahora, es
centrarnos en el propio láser, ya que es aquí donde podremos hallar algo
verdaderamente prodigioso.
En realidad, desde la antigüedad más remota, los Iniciados han venido
realizando por sí solos todos los descubrimientos que hoy por hoy son materia de
331
la ciencia oficial: la radio, el teléfono, la televisión... Los sabios oficiales no son
otra cosa que obreros destinados a materializar en el plano físico las leyes que
ya existen en el mundo espiritual. Todo debe ser realizado en la materia. Por ello,
son los antiguos Iniciados, los alquimistas, los magos y cabalistas, que ahora
vienen de nuevo para dar forma en lo material a todo aquello que ya era
conocido y experimentado por ellos en el plano espiritual. Si estos
descubrimientos no hubieran existido ya antes, en otros planos, no habría
manera alguna de llevarlos ahora a una realidad física. Todo lo que se hace aquí
abajo es como lo que está hecho en lo alto, y todo lo que existe arriba, en el
plano psíquico deberá concretarse abajo, en el plano físico material.
Al diseñar el símbolo de Mercurio, los Iniciados han querido trasmitir a las
futuras generaciones la forma de trabajar con la energía sexual, usando la
voluntad y la imaginación para obtener los poderes mágicos, ya que la
verdadera fuerza "más fuerte que todas las otras fuerzas", a la que se refiere
Hermes Trismegistos, es el amor. Sólo el amor da la vida y nada hay por encima
de la vida, es ella la que está en el origen de todo. Dios nos ha dado esta fuerza
del amor para que aprendamos a sublimarla en vivo, dentro de una elevada
intensidad vital, a fin de obtener de ella los poderes mágicos que nos harán
todopoderosos. Ya os he dicho que el símbolo de Mercurio está formado por el
Sol, la Luna y la Tierra. Si quitamos de arriba el símbolo de la Luna, nos queda
entonces el círculo sobre la cruz, símbolo de 3 Venus, del amor. Todos estos
aspectos incluidos en el símbolo de Mercurio 3 vuelven a estar vinculados con la
función del dios Hermes cuya varita mágica, el caduceo, es a su vez un símbolo
de sus poderes en todos los ámbitos.
En el símbolo de Mercurio, la Luna, que representa la imaginación
se nos muestra como un recipiente lleno de agua, puesto que la Luna como
principio femenino, está ligado al elemento agua. Por debajo vemos el círculo
solar, correspondiente al fuego, que enciende la imaginación y la orienta en una
dirección determinada. Abajo del todo, la tierra representa aquí la realización en
el plano material. Cuando un Iniciado llega a comprender este símbolo, obtiene
la facultad de crear, de ayudar a otros, de esclarecerlos, protegerlos y
vivificarlos, él cuenta con todos los poderes. Bajo unas condiciones apropiadas,
sería capaz de cambiar la tierra entera, ya que ha comprendido lo más esencial:
el trabajo de la voluntad en la base de la imaginación. Del mismo modo que la
mujer tiene la posibilidad de condensar la vida en su seno, la Luna posee el
332
poder de concretizar y materializar las cosas, de trasformarlas en tierra, es decir,
llevarlas a una realización en el plano físico. Ya veis, hay que hacer hablar a los
símbolos, casi que habría que tomarlos por el cuello si es preciso y amenazarlos:
"la bolsa o la vida!", para que nos revelen todos sus secretos. Pero haría falta
apretarla muy fuerte!..para que hablaran..
El discípulo debe decidirse a amaestrar el toro, es decir, a controlar esta
fuerza salvaje, violenta y brutal de la sensualidad, a fin de servirse de ella. Pero
dominar al toro no quiere decir matarlo ya que, de hacerlo así, no podríamos
aprovechar su fuerza. Hay que tomar el toro por los cuernos, comenzando por
amaestrar la Luna, la imaginación que es inseparable de la sensualidad, excepto
en el caso de aquellas personas que han logrado tomar por los cuernos al toro,
como sería el caso de algunos sabios, filósofos, artistas e Iniciados que han dado
un rumbo a su propia imaginación y que, mediante sus creaciones y
descubrimientos han iluminado a muchos otros. En cuanto a los demás, que no
han llegado aún a dominar al toro, siguen dando rienda suelta a su imaginación,
la cual podría compararse con una prostituta que se acuesta con cualquiera sin
importarle nada y trae luego al mundo criaturas monstruosas y deformes. Hay
que esforzarse por dar una dirección y un trabajo definido a la imaginación, para
que llegue a producir las creaciones más bellas, nobles y luminosas. Un discípulo
no debería dejar que su mujer flirteara o se acostara con cualquier desconocido,
sino que debería cuidarla y guardarla para él Sí, mis queridos hermanos y
hermanas, nuestra imaginación es nuestra mujer, y es ella la que trae criaturas
al mundo.
Si profundizamos aún más en la interpretación del caduceo de Hermes,
descubriremos que viene a ser como un resumen de la totalidad del ser humano.
Las dos serpientes entrelazadas representan las dos corrientes que bajan del
cerebro. Partiendo de los dos hemisferios cerebrales, izquierdo y derecho, ellas se
cruzan a la altura de la nuca, pasan por los dos pulmones izquierdo y derecho, se
cruzan de nuevo en el plexo solar, pasan por el hígado y el bazo, vuelven a
cruzase en el punto conocido como centro Hará y, finalmente, bajan a las
glándulas sexuales en el hombre y a los ovarios en la mujer.
El bastón del medio, representa la columna vertebral, en la base de la cual
los Iniciados hindúes sitúan la energía Kundalini que se halla en estado de reposo
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y debe ser despertada. A partir del chakra Muladara, la energía Kundalini va a
elevarse por el orificio central de la columna vertebral, denominado Sushumna.
Ella es activada gracias a la respiración, por las dos corrientes, Ida y Pingala,
situadas a lado y lado del Sushumna y puede elevarse progresivamente hasta
alcanzar el loto de los mil pétalos, el chakra Sahasrara.
Hemisferio hemisferio
izquierdo derecho
Cerebro
Nuca
Pulmón Pulmón
izquierdo derecho
Plexo Solar
Bazo Hígado
Ombligo
Riñón Izq.. Riñón Derecho
Centro Hara
Glándulas sexuales
De este modo, Los Iniciados y los yoguis que han efectuado este trabajo
utilizando el Sol (la corriente positiva, Pingala) y la Luna (la corriente negativa,
334
Ida), han despertado la energía Kundalini y la han llevado hasta arriba. También
aquí, vemos reflejado el fenómeno del láser, sólo que en este caso, el ser
humano se convierte en un láser viviente. Aquellos que llegan a hacer funcionar
este láser a través de ellos mismos, obtienen la fuerza "más fuerte de todas las
fuerzas", el agente mágico universal.
Recordad de todo lo dicho, que debéis aprender a trabajar con la Luna, la
imaginación, pero dentro de la pureza (de hecho la Luna en su mas alto sentido
espiritual, está unida a la pureza de la imaginación); con el fuego y la luz del Sol,
con el amor desinteresado de Venus y, en fin, con la justicia de la cruz, la tierra,
para llegar a la realización perfecta. Mercurio es así el símbolo del ser perfecto,
en el que la circulación de las dos corrientes tiene lugar dentro de tal equilibrio y
tal armonía, que le hace como flotar en la paz y le permite convertirse en un
centro radiante capaz de orientar a las criaturas hacia el bien.
Cuando la Luna no está dirigida por Marte y el Sol, empuja a los seres
humanos a la indolencia, a buscar pretextos para no hacer nada, delegar todo a
los aparatos, a las máquinas que les ahorran todo tipo de esfuerzos. Por el
contrario, el símbolo de Mercurio nos enseña que la actividad y el esfuerzo son
absolutamente indispensables. No es malo en sí el disponer de máquinas y
aparatos, pero a condición de que se limiten a liberar al hombre de las tareas
materiales para que pueda permitirse una nueva actividad de índole espiritual,
un trabajo gigantesco basado en la voluntad y la imaginación, para crear obras
divinas. Desgraciadamente, por el momento no es esta la forma de trabajar
imperante entre los humanos: ellos querrían eliminar al Sol y a Marte, es decir, al
esfuerzo y la actividad que son tan esenciales, para quedarse únicamente con la
Luna y Venus. Ellos ignoran que esta actitud constituye el camino mas apropiado
para la propia decadencia.
Me parece que aún no os he dicho nada, aunque en realidad ya os lo he
dicho todo. Estáis delante del océano, estáis delante del Cielo, deberíais estar
colmados. Pero si seguís igual que antes, es porque uno sólo puede recibir
cuando está ya preparado para hacerlo, y esto no deja de ser triste. Pero al venir
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a alimentaros de esta atmósfera, de este amor, de estos cantos, de esta luz y
estos conocimientos, estáis ya avanzando y, algún día, seréis capaces de
emprender realizaciones fantásticas. Aunque ahora no comprendáis nada,
continuad, pues siempre hay algo de luminoso inscrito en vosotros.
Sèvres, Diciembre 27 de 1970.
336
TOMAR AL TORO POR LOS CUERNOS
EL CADUCEO DE HERMES
II
Sèvres a 27 de Diciembre de 1970
Conferencia improvisada
Ya sé que se han traído a Occidente toda clase de prácticas orientales: el
yoga, el zen, etc., siendo muchos los que se vuelcan sobre estas prácticas,
precisamente porque sienten la necesidad de hacer algo en el ámbito de la
voluntad, la concentración, la meditación, para adquirir poderes psíquicos. No
tengo nada en contra y puede ser que algunos obtengan buenos resultados, pero
tengo mis dudas respecto a la mayoría, puesto que se trata de métodos muy
antiguos que fueron buenos en el pasado y para los orientales. En el caso de los
occidentales, se precisan otros métodos más conformes con su mentalidad y su
forma de vivir, y estos métodos son justamente los que presenta la Enseñanza de
la Fraternidad Blanca Universal. Aquellos occidentales que se lanzan
imprudentemente a las prácticas orientales, sin contar con una verdadera guía,
corren grandes peligros. Los orientales siempre se ejercitan bajo la dirección de
un Guru, de un Maestro que les supervisa, como lo hacen aquí los médicos con
algunos pacientes a los que tienen bajo tratamiento, observando paso a paso en
ellos los efectos de dicho tratamiento, llegando a modificarlo si esto fuera
necesario. Pero aquellos seres que van por su cuenta, contando con unos
conocimientos y posibilidades francamente insuficientes, están destinados al
337
fracaso. Con todo, cada vez es mayor el número de aquellos que perciben la
necesidad de explorar su propio interior, pero que deberían desconfiar de tantos
y tantos métodos que se propagan aquí y allá y que son con frecuencia
peligrosos.
El trabajo iniciático con el Sol y la Luna, es decir, con la voluntad y la
imaginación, tal como lo realizan los Maestros, sigue vigente por toda la
eternidad ya que estos dos principios son los más fundamentales del ser
humano. Por ello, en los libros de alquimia se puede encontrar a menudo estas
imágenes, el Sol y la Luna, el rey y la reina... Bajo todas las formas posibles, todo
se reduce siempre a estos dos polos, solar y lunar, representados por el hombre y
la mujer que van a producir una criatura de sangre real, la piedra filosofal, el
elíxir de la inmortalidad, la panacea universal, la varita mágica, el caduceo de
Hermes...
La misión del ser humano es realizar el Cielo en la tierra, hacerse semejante al
Creador, a su Padre Celestial. Pero para poder llevar a cabo con todo esplendor
una misión de tal complejidad y que no puede acabarse de un sólo golpe, deberá
tomar conciencia de los factores indispensables para esta labor: Los dos
principios, activo y pasivo, emisor y receptor, solar y lunar, masculino y
femenino, Voluntad e Imaginación, para poder infundir a la Luna todo lo que el
Sol tiene de luminoso y noble, a fin de que ella pueda reflejar correctamente y
propagar las cualidades del Sol.
La Luna es proclive a todo tipo de influencias, ella no escoge lo que va a
manifestarse a través de ella, es como el agua que toma la forma del recipiente
en el cual se la vierte. La Luna, el agua y la imaginación vienen a ser casi una
sola cosa. Si el Sol no se ocupa de la Luna, de la imaginación, ella puede llegar a
reflejar incluso el mismo Infierno. Por esta razón los Iniciados velan para que la
Luna ‐que es lo mismo que su "esposa"‐, representada por su propia
imaginación, no se pierda deambulando quién sabe donde, sino que, gracias al
influjo del Sol, ella reciba un rayo de luz y de eternidad. En este caso, la Luna se
convierte en una mujer adorable, extraordinaria, y serán las leyes divinas las que
intervendrán para ayudar a realizar en el plano material aquello que se forma en
la imaginación. Esto es lo que simboliza la cruz en la base del símbolo de
338
Mercurio. La cruz es aquí la piedra cúbica que representa la tierra. Para los
alquimistas, esta piedra cúbica es una expresión de la tierra virgen gracias a la
cual será posible construir todo el edificio.
Cada día, el discípulo debe proponerse proyectos más nobles, más grandiosos,
para poder llevarlos a cabo sobre la tierra. Pues, ante todo, él tiene que trabajar
con la imaginación, para luego añadir a esta el corazón y la voluntad, de modo
que aquello que antes imaginó llegue a ser una plausible realidad. No debe
contentarse con soñar y flotar en su ensueño sintiendo que su cabeza está llena
de hermosos proyectos, ya que esto no sería suficiente; sus proyectos deben
reflejarse por entero en su comportamiento y en sus acciones, en el plano físico,
para que el mundo entero pueda ver cómo aquello que él ha creado en lo alto,
ha descendido y penetra con sus raíces en la tierra.
Bien sea que la mente trabaje sobre el alma, o nuestra voluntad sobre
nuestra imaginación; que el Sol fertilice la Luna, o el hombre fecunde a la mujer,
el resultado siempre va a ser el mismo: un hijo, una criatura. Y, ¿qué es en
realidad este hijo? Cuando ponéis fuego por debajo de un recipiente con agua
(el recipiente sería la Luna), el agua va a trasformarse en vapor. La fuerza "más
fuerte que todas las fuerzas" está representada en este caso por el vapor, por el
agua dilatada. Así, con este trabajo de la voluntad sobre la imaginación, de la
mente sobre el alma, del Sol sobre la Luna o del hombre sobre la mujer, nace una
fuerza que es el hijo, Mercurio, el cual lleva en sí la posibilidad de emprender
formidables realizaciones. Por separado, el Sol y la Luna no pueden hacer gran
cosa; si están lejos uno del otro, el fuego quema y el agua inunda. Pero si se
reúnen, producirán una fuerza capaz de realizarlo todo: la piedra filosofal, que
tiene el poder de trasformar todos los metales en oro. De esta fuerza se ha dicho
en la Tabla de Esmeralda: “El Sol es su padre, la Luna es su madre, el viento la ha
llevado en su vientre y la tierra es su nodriza". La tierra, que sigue siendo la cruz,
la piedra cúbica.
El discípulo debe pensar acerca del trabajo que va a realiza apoyado en su
voluntad e imaginación. Esta labor concierne tanto al hombre como a la mujer.
Es en el plano espiritual que el discípulo deberá fecundar a su propia mujer, para
tener luego muchos hijos, miles de hijos angelicales que viajarán por el espacio
trabajando para él. Ya sabéis cómo suelen finalizar los cuentos: "Vivieron felices
y tuvieron muchos hijos..." Pero esto no se limita exclusivamente al plano físico.
¿Qué es un Iniciado? Es como un padre de familia con numerosa progenie, la
cual va caminando a su lado, arrojándose sobre sus vestidos, hurgando en sus
bolsillos...pero estos hijos sienten tal amor por él que nunca se va a sentir
molestado. Cuando él lo considera necesario, llama a sus hijos y les dice: "Tú vas
a ir a casa de fulano de tal y le llevarás estos regalos...Tú irás a tirar un poco las
orejas de aquel otro...", y ellos le obedecen. Son hijos de su propia carne y de su
misma sangre. Por contraste, un ser humano corriente es como una persona sin
hijos, solitaria; suele estar triste y de mal humor al verse obligada a trabajar
sola, sin que nadie le ayude. He aquí un ámbito que muchos desconocen pero en
cambio es muy familiar para otros.
Durante las fiestas de Navidad os he hablado del nacimiento del Cristo
niño, el cual no es otro que Mercurio. Sabemos que Jesús nació en Palestina hace
dos mil años, pero es preciso comprender el significado de esta fiesta ya que, en
realidad, ella reviste unas dimensiones cósmicas, universales. Es un nacimiento
que debe realizarse también dentro de cada uno de nosotros. El Cristo niño
representa aquella fuerza que permanece dormida en nuestro interior y que
debemos despertar *. (leer OM‐24 – La Natividad)
Antes de bajar a la tierra, el hombre ha trabajado ya su cuerpo físico el
cual, como ya os he explicado, es una representación del caduceo de Hermes con
340
las dos corrientes que descienden de los hemisferios cerebrales izquierdo y
derecho, y que se van cruzando a través de los diferentes órganos. El ser humano
es así un resultado del trabajo conjunto de la voluntad y la imaginación, de la
mente y el alma que se han materializado en el plano físico. Como el hermético
caduceo, tiene el poder de crear en los tres mundos. Por el momento sólo hace
uso de este poder en el plano físico, pero sucesivamente deberá aprender a crear
en los otros planos.
El caduceo de Hermes es la fuerza mas fuerte de todas las fuerzas, es la
vida, en su grado superior de manifestación. Por esto, cuando el hombre llega a
desarrollar el caduceo dentro de sí mismo, esta vida fluye y se difunde a través
de todas las criaturas hasta llegar a las estrellas. Este grado superior de la vida
constituye así la fuerza verdadera, cuya manifestación no se limita solamente a
la vitalidad. Precisamente, esta fuerza vital viene a ser el toro... Todos los seres
humanos tienen vida, por supuesto, pero en cuanto a la inmensa mayoría, esta
vida se manifiesta como una fuerza devastadora. Cuando se tiene un exceso de
vitalidad, muchos no pueden llegar a dominarla y se entregan a la violencia,
destruyen, violan, asesinan... Esta vitalidad debe ser dirigida, intensificada,
espiritualizada, para trasformarse en vida superior, divina.
Por esto, desead de día y de noche espiritualizar vuestra vida para poderla
ofrecer, a fin de que irradie por doquier en todo el universo, esclareciendo y
vivificando a las criaturas. Esta es la idea contenida en la imagen de Hermes, tal
como la concibieran los antiguos, con alas en sus sandalias. De hecho, los pies
poseen algunos centros muy importantes que, de ser potenciados, os darían la
posibilidad de desplazaros por el espacio en forma espiritual e incluso física.
La vida sublime, esto es lo que significa el caduceo de Hermes. De ahí que,
cuando irradiáis esta vida, contáis con fuerzas formidables. Si vuestra vida no se
extiende más allá de unos centímetros a partir del cuerpo, seréis débiles, no
podréis actuar. Pero si vuestra irradiación puede extenderse por varios
kilómetros entonces sí que podréis influir sobre las criaturas. Mientras mayor sea
la intensidad y la distancia a la cual podéis proyectar vuestra influencia, más
crecerán también vuestros poderes.
341
Os he explicado la importancia de este trabajo, tomadlo pues en serio y haced a
un lado tantas otras ocupaciones inútiles que nada os van a aportar, excepto
sufrimientos. Trabajad sobre vosotros mismos hasta que la fuerza más fuerte de
todas las fuerzas empiece a manifestarse en vuestro interior.
Sèvres 1ero 3 de 1971
342
BUSCAD EL ALMA
Y EL ESPÍRITU
II
Sèvres el 29 de Diciembre de 1970
Conferencia improvisada
Algunos puritanos y ascetas han aconsejado al hombre huir de la mujer bajo
pretexto de que ella era una encarnación del mal, una hija del Diablo. Pero,
¿Cómo queréis que el amor divino se despierte en el hombre teniendo
semejantes ideas acerca de la mujer? Esto sólo le llevará a estar siempre
abatido, disgustado, descorazonado. ¿No es mejor acaso pensar que, tras la
apariencia de tal o cual mujer, está oculta la Divinidad que ha tomado esta
forma, como una princesa que hubiera querido disfrazarse de esta manera? Las
gentes no saben vivir dentro de la belleza y sin embargo, es precisamente esta
belleza la que os está dando esta Enseñanza: Adoptad un cierto modo de vivir y
estaréis siempre dentro de la belleza. Pero los humanos chapotean sin cesar,
sumergidos en lo turbio y pesado, así que, ¿Cómo van a poder ser felices? Ellos
sólo se ven unos a otros bajo la forma carnal, como si fueran órganos, vísceras y
nada más. Son incapaces de percibir el esplendor que hay detrás de todo esto y
tal actitud sólo puede traerles consecuencias desastrosas. Qué se nos muestre
ahora la belleza, pues sólo ella puede salvarnos y hacernos felices. Nosotros
tenemos un deseo absoluto de belleza.
Si por el contrario, comenzáis a ver a los seres humanos como almas o
espíritus, notareis que se producen a la vez cambios dentro de vosotros y que
esto os lleva a practicar una nueva conducta hacia ellos. Bajo sus ropajes y
apariencias, detrás de los rasgos de su rostro, vais a descubrir un alma y un
espíritu que son una hija y un hijo de Dios. Si aprendéis a fijaros en estos dos
343
aspectos, todas las criaturas que antes habíais despreciado, abandonado,
desdeñado, os empezarán a parecer verdaderamente preciosas. Desde arriba,
desde el Cielo que las ha enviado disfrazadas de esta forma, se les considera a
todas como seres excepcionales que son portadoras de la Divinidad.
En cuanto a mí, por ejemplo, el hecho de que vosotros seáis bellos y ricos, o
por el contrario, un poco desgarbados, pobres o ignorantes, cuenta muy poco. Lo
que resulta esencial a mis ojos es vuestra alma. ¿Por qué no busco la compañía
de los más sabios, los más ricos o los más bellos? Porque lo que me interesa son
las almas. A menudo he sido incluso criticado por quienes dicen: "Pero, ¿Cómo es
que vive rodeado de aquellos que carecen de influencia en la sociedad, puesto
que no son ricos ni sabios, ni pueden hacer cosa alguna por él? ¿Cómo puede
tener aprecio a tales gentes?" Y, ¿Cómo actuaba Jesús? El buscaba las almas y
los espíritus, mientras que vosotros evaluáis a la gente de acuerdo a su riqueza,
a su erudición, a su status o a su belleza externa, sólo porque no habéis
comprendido lo esencial. Para mí lo que cuenta son las almas y los espíritus
pues, vistos desde otro ángulo, estas almas y estos espíritus son propios de
princesas y de príncipes.
El día en que empecéis a valorar las almas y los espíritus, esta será la mejor
prueba de que verdaderamente habéis avanzado, puesto que habéis llegado a
comprender lo esencial y el Cielo, que os contempla, decidirá entonces ayudaros
ya que sabrá que a partir de aquel momento merece la pena hacerlo. Pero si
seguís manteniendo vuestros juicios en un nivel puramente material, os dejará
que sigáis a vuestra suerte diciendo: "Seguid desperdiciando vuestro esfuerzo
con aquella gente; ya veréis lo que van a hacer por vosotros: nada!" Así que
considerad más bien las almas y los espíritus, ya que estos sí tienen vínculos con
el mundo espiritual y no dejarán de brindaros ayuda si la necesitarais.
Cambiar la forma de considerar las cosas equivale a cambiar el propio
destino. Por mi parte, he decidido ver a las mujeres como almas o más aún,
como deidades, con lo cual he sido el primero en salir favorecido, puesto que
siempre me siento inspirado, henchido, entusiasmado. Hasta la mujer más fea y
más vulgar sigue siendo para mí un alma, una hija de Dios, y estoy dispuesto a
hacer un trabajo con ella. Sé que al hacer cualquier cosa por su alma, entro en
contacto con Dios mismo y que El nunca me abandonará.
344
Vosotros debéis incrementar vuestra atención y vuestro amor por esta Ciencia,
adoptar una actitud sagrada frente a las verdades que os están revelando. Hoy
en día, cada vez más los humanos van perdiendo el sentido de lo sagrado,
pretenden desmitificarlo todo, pues les parece que ya hay demasiados mitos; He
aquí lo que están obteniendo: Lo están saqueando todo sin darse cuenta de la
pérdida que esto les produce ya que, actualmente la naturaleza se ha cerrado
ante ellos y no les otorga ninguna revelación. La naturaleza sólo se descubre
ante aquellos seres humanos que poseen el sentido de lo sagrado. Es por esto
que, si vosotros aprovecháis y cultiváis aquí este sentimiento, puedo predeciros
que seréis objeto de extraordinarias revelaciones; y no penséis que todas tienen
que venir a través mío, porque las únicas verdaderamente sustanciales serán
aquellas que lleguen directamente a través de vosotros mismos. Si sabéis
encontrar la actitud correcta, entonces las revelaciones surgirán de vuestro
interior y así podréis asimilar muchas verdades que hasta ahora no habíais
logrado comprender.
Sèvres, Diciembre 29 de 1970
345
AMOR E IDENTIFICACION
Bonfin el 14 de Julio de 1973
Conferencia improvisada
Cuando hay dos personas que se aman y establecen intercambios entre sí, su
aura tiende a adquirir un mismo nivel. Por esto, cuando frecuentáis a un gran
Maestro a quien amáis y con quien entráis en comunión, va a producirse
también un intercambio entre él y vosotros, de modo que vuestra aura se verá
purificada, reforzada, amplificada. Esta es la ventaja de amar a seres muy
elevados, muy evolucionados. Hay quienes han definido el amor como el
contacto de dos epidermis que se frotan una con otra. ¡Dios mío! Qué definición
más pobre y limitada! En realidad el amor es en esencia una nivelación de las
potencialidades, una ósmosis *. Cuando mezclamos agua caliente con agua fría,
la temperatura de una se comunica a la otra y viceversa, dando como resultado
el agua tibia. Esta ley, que es válida para todas las sustancias ya sean estas
sólidas, líquidas o gaseosas, se aplica también al terreno de los intercambios
etéricos. Amar no es otra cosa que realizar una nivelación de las auras. Incluso
cuando vuestro amor se dirige a esos grandes Maestros que han pasado por la
Tierra en otras épocas: Jesús, Buda, Krishna, Zoroastro... aquí también se van a
generar intercambios, ósmosis de las que vosotros saldréis beneficiados. Y si
tenéis el privilegio de poder frecuentar a un Maestro vivo, de acercaros a su
aura, de impregnaros de ella, mejor todavía. Aquí sólo puede haber un riesgo
para este Maestro y es que, cuando se siente la proximidad de un aura muy
potente y luminosa, se querrá vivir demasiado cerca de ella y tomarlo todo, sin
medida, sin límite.
Cuando los discípulos se reúnen alrededor de su Maestro, reciben
emanaciones de pureza y de luz. Pero, creedme, esto no es nada fácil para los
346
Maestros, si se tiene en cuenta lo que ellos reciben en tal intercambio! A
menudo, entre los discípulos hay mujeres que no saben controlar sus
sentimientos y que les envían pensamientos y deseos abominables. Pero como
ellos han aceptado de antemano someterse a este tipo de sacrificios, y como han
aprendido también a trasmutar, a sublimar, lo aceptan sin queja alguna y de
esta forma siguen ayudando a sus discípulos.
Vosotros no podéis comprender aún la grandeza del sacrificio de un Maestro,
cuando este tiene que frecuentar a los humanos. Ellos, por supuesto, no se
sacrifican, salen ganando si tienen un Maestro, puesto que así pueden
desprenderse de sus imperfecciones e impurezas, a cambio de las cuales el
Maestro va a darles una luz y un agua diáfanas, cristalinas... Para un Maestro,
igual que para un Santo o un Iniciado, no puede haber sacrificio mayor que
aceptar la presencia de los humanos, ya que siempre saldrá perdiendo en tal
intercambio... El hecho es que él va dando y distribuyendo sin cesar. Por fortuna,
él está vinculado con el Cielo y recibe la vida que viene de lo alto, porque si
recibiera únicamente lo que le llega de abajo, muy pronto se convertiría en un
ser ordinario como los demás. La función de un Iniciado es recibir de arriba y dar
hacia abajo. Por eso los discípulos ganarán sin cesar, irán mejorando,
purificándose, llegando a ser más inteligentes, más atentos, desarrollando en sí
mismos las cualidades que les vienen de su Maestro.
Hay algo que está muy, pero muy claro respecto al amor: Ya veis porqué se
debe amar... Pero cuando se ama a un ser débil, o a un criminal, hace falta estar
muy evolucionado, a fin de encontrar la forma de hacerle regalos magníficos sin
recibir ninguna impureza de parte de aquel, y esto es algo muy difícil. Podéis
amar a otros seres inferiores a vosotros, pero es preferible que vuestro amor se
concentre en aquellos seres que os sobrepasan. Si se es muy rico, muy fuerte,
muy lúcido, entonces es posible dar y distribuir a quienes están más abajo; en
este caso la riqueza es desbordante. Pero mientras no se es tan rico, no es
recomendable hacer esto, ya que se corre el riesgo de recibir a cambio multitud
de impurezas y elementos nocivos.
347
Los Angeles, los Arcángeles, las Divinidades y Dios mismo nos aman, y no
obstante ellos están tan elevados en relación a nosotros! Está escrito en los
Evangelios: "Dios ama tanto al mundo, que ha enviado aquí a Su Hijo unigénito."
Esta es la mayor prueba de su amor. Y si Dios nos ama, si los Arcángeles nos
aman, ¿porqué no podemos amar también nosotros a quienes se encuentran por
debajo nuestro en la escala de la evolución, así se trate de un caballo, un perro o
un gato?... Esto pasa con algunas personas, que prefieren los animales a los
humanos... El caso es que resulta raro experimentar amor hacia otros seres muy
superiores; más bien se siente respeto hacia ellos, estima o admiración, pero no
es propiamente amor, puesto que resulta más fácil amar a quien no está tan
lejos en superioridad.
Pero hay otra posibilidad que tal vez os ha pasado inadvertida. Volvamos al
ejemplo en que vuestro amor se dirige hacia otros seres menos evolucionados:
Vuestra intención es protegerles, cuidarles, alimentarles, pero ¿Acaso estáis
deseando llegar a ser como ellos y veros privados de lo que sois actualmente?
Está claro que les amáis, pero esto no significa que tengáis que identificaros con
ellos. Imaginad que tenéis un perro y este cae enfermo; os preocupáis por él,
lucháis día y noche para curarle y salvar su vida... Bien, esto es amor, pero no
significa que tengáis que convertiros en un animal y vivir como él. Incluso puede
ser que le alejéis de vuestra mesa o vuestro lecho por encontrarlo sucio; que le
acariciéis, le deis alimento y luego le digáis: "Anda, ahora vete a dormir!" Esto
demuestra que no tenéis ningún deseo de identificaros con él.
Ahora bien, ¿Qué es el amor? No es otra cosa que la fusión, la identificación
con aquello que amáis. Amar supone el deseo de llegar a ser uno con el objeto de
este amor. Pero por lo general, nadie quiere parecerse a un ser inferior, ni llegar
a ser como este mientras que, si se trata de un ser superior, las cosas cambian:
Uno no piensa en otra cosa que parecerse a él, llegar a ser tan bello, tan
inteligente, tan poderoso como él. Y esto, es amor. Incluso si la manifestación no
va más allá del respeto, la estima o la admiración, en el momento en que
empezáis a desear ser como él, esto es amor. Para el amor verdadero, lo primero
y lo más inmediato es querer llegar a ser uno con el ser amado. Por esto, sólo
podéis amar verdaderamente a los seres que están por encima de vosotros: Si,
348
todos queréis convertiros en sabios, en Iniciados, en Angeles, en Deidades, pero
no os interesa llegar a ser insectos, por ejemplo, a pesar de todo el afecto que
podáis sentir por estas bestezuelas.
De todas las diferencias que puede haber entre los Orientales y los
Occidentales, hay una a la que estamos tan habituados que ya ni se repara en
ella: La importancia que los Orientales otorgan a un Maestro, la forma de
considerarle y la actitud que tienen hacia él. Para ellos, un Maestro es de tal
importancia, que toda su vida cambia y se trasforma sólo por el hecho de que
existe dicho Maestro. A menudo, el Maestro ni siquiera les ha hablado, ni ha
llegado a ocuparse de ellos, pero no obstante, son felices al saber que él existe,
su amor por él les lleva a progresar, ellos creen en él y se sienten unidos a él. Son
concientes de que este amor hacia el Maestro va a posibilitar que el discípulo
reciba sus cualidades, sus virtudes, sus energías espirituales; poco a poco, el
discípulo va poniéndose al nivel del Maestro.
En Occidente, por el contrario, es muy raro encontrarse con esta forma de
pensar. Cuando se tiene un Maestro, es para criticarle, enjuiciarle y discutir con
él constantemente. No hablo ahora de lo exterior, por supuesto, sino de lo
interior, de lo que pasa por la mente de los discípulos. Se necesita tener un
blanco donde colocar los dardos, y este blanco es el Maestro! Resulta tan
excitante llevarle la contraria! Pero tal actitud es muy grave y peligrosa, puesto
que no sólo le impide al discípulo evolucionar, ‐ya que no podrá recibir la paz, ni
la ciencia, ni la dicha de su Maestro‐ sino que además el Cielo va a imponerle
ciertos castigos por no haber sabido aprovechar esta oportunidad que le han
dado para avanzar. En estos casos, vale más no tener Maestro alguno. Pero si se
ha llegado a escoger uno de ellos, lo mínimo sería comportarse apropiadamente
con él. Por lo que a mí respecta, prefiero que me dejéis para seguir a otro
Maestro, antes de cambiar vuestra actitud conmigo. Pero la solución no está en
cambiar de un Maestro a otro, es la actitud lo que hay que mejorar, y no me
refiero al Maestro, sino a vosotros. Porque el Maestro, sea que le améis o no, le
respetéis o no, estará lejos de preocuparse por ello y sabrá cómo utilizar
cualquiera de las dos actitudes, aunque es evidente que no dejaría de ser un
poco triste y decepcionante ver que no sabéis apreciar, ni usar para vuestra
349
evolución en toda la Enseñanza que él ha reunido a lo largo de los siglos; pero él
podrá trasformar esta decepción, en cambio seréis vosotros quienes vais a sufrir.
Si se ha de estar todo el tiempo en desacuerdo con el Maestro, es mejor dejar
de ser su discípulo, ya que tal actitud no es favorable para ninguno de los dos, ni
para el discípulo, ni para el Maestro que sólo busca instruir a los seres, para
convertirlos en obreros incorporados a una tarea divina. Así pues, queridos
hermanos y hermanas, es necesaria una mayor amplitud de conciencia ya que
para muchos, hoy por hoy, esta cuestión no está del todo clara, ellos no acaban
de comprender lo que es un Maestro.
En una familia, todo gira alrededor del padre puesto que él es la cabeza. Si
todos los miembros no están ligados a ella, sobreviene entonces el desorden, las
discusiones, todo se tambalea y la familia se disgrega. Lo mismo va a ocurrir en
un país cuando no existe una cabeza, todo se va a pique. Hasta los bandidos y los
animales han podido comprenderlo, de modo que buscan una cabeza que les
dirija. Siendo así, no se explica porqué las personas inteligentes no llegan a
entender que, en la vida espiritual también es necesaria e indispensable una
cabeza! Sin ella, no puede haber sino el caos; No obstante, todos están siempre
atentando contra ella.
El Maestro representa ser la cabeza, pero aquí hablamos de una verdadera
cabeza, conciente del valor del trabajo divino y proyectado siempre hacia el
Cielo. Incluso cuando tiene que ausentarse para emprender otros trabajos, él
sigue unido al Cielo y a su Fraternidad. Por esto, en aquellos momentos de
ausencia, hay siempre otras entidades del mundo invisible que vienen a
manifestarse a través de él, para mantener y sustentar la colectividad. Una
cabeza, es decir, un Maestro, nunca está ausente, puesto que será reemplazado
por otros seres del mundo elevado. Así que el discípulo nunca le perderá,
mientras siga teniendo confianza en su Maestro y amándole; Siempre se verá
sostenido, ayudado, esclarecido, vivificado, si no por el Maestro mismo, por
aquellos a quienes él sigue unido y que siempre están ahí. Muchos han podido
verificarlo: En momentos en que he tenido que ocuparme de otros asuntos y sin
350
que yo estuviera al corriente de sus dificultades, han recibido ayuda. Ellos
pensaban que venía directamente de mí pero no, no era yo quien les estaba
dando apoyo, eran otros amigos del mundo invisible, que se estaban
manifestando a través mío. Estos seres carecen de todo orgullo y vanidad, de
modo que no les importaba tomar mi rostro para presentarse ante aquellos
hermanos y hermanas, pero yo era siempre el último en enterarme.
Ahora bien, para poder ser ayudados por vuestro Maestro, es indispensable
que le améis, que tengáis confianza en él. De lo contrario, aunque yo quiera venir
a ayudaros, serán los otros seres de lo alto quienes se negarán a ello diciendo:
"No, ellos no son merecedores, no saben pensar, no saben amar, no deben
recibir ninguna ayuda!", porque el Cielo no aprueba esta actitud. Pero yo soy
más indulgente y pienso: "No tiene importancia, ellos son jóvenes todavía y
quieren crecer", de modo que continúo recibiéndoles y ayudándoles, aunque las
entidades celestiales no los acepten y digan: "No, no, ellos deben aprender a
respetar el orden universal de las cosas, deben respetar la cabeza." Y puesto que
soy el representante de algo y de alguien, entonces si no es hacia mí, por lo
menos dirigid vuestro amor y respeto hacia Aquel que yo represento, con la
certeza de que El sabrá recompensaros.
Bonfin, Julio 14 de 1973
Nota complementaria:
Sèvres el 3 de Enero de 1967
Cuando se habla de dos seres que se aman, suele decirse que ellos han llegado
a ser uno, una sola carne. Sí, pero esto es cierto únicamente en el caso de que
ellos vibren al unísono en su fuero interno, en su vida psíquica y emocional,
incluso si en ese momento no existe entre ellos una fusión material, física. Esta
fusión no sólo es posible entre el hombre y la mujer, sino también con todos los
hombres y con todas las mujeres que vibran en un mismo instante con igual
351
longitud de onda. Ellos van a constituir una unidad colectiva dotada de una
potencia extraordinaria.
Supongamos que un hombre vicioso y criminal se une con una mujer que se le
parece: ambos van a vibrar en la misma onda de crimen, perfidia, sensualidad y,
en ese momento, van a estar unidos con todos aquellos que tengan los mismos
vicios. Habrá pues toda una colectividad que comulga a través de estos dos
seres, e incluso el mismo Infierno estará presente con frecuencia allí. Pero
también puede suceder todo lo contrario: Por esto, cuando un discípulo toma la
decisión de amar a alguien o de casarse con alguien, es preciso que antes
reflexione. No basta con sentirse atraído, hay que saber con quien se van a
establecer estos vínculos puesto que, a través de aquella persona, se puede
entrar en comunión con el Cielo o con el Infierno.
Sèvres, Enero 3 de 1967
352
LA ACTITUD SAGRADA
I
Bonfin 4/8/74
Conferencia improvisada
Entre las miles de cosas que los humanos tienen que aprender, hay una en
particular que tienen completamente descuidada, y es la actitud: La actitud que
ellos deben tener hacia la vida, hacia la naturaleza, hacia los seres y hacia el
Señor. Esta cuestión de la actitud constituye algo esencial, puesto que es ella la
que determina toda nuestra vida interna y externa. La actitud que ostenta la
inmensa mayoría de los seres humanos es deplorable; en vez de orientar su
mirada hacia el Señor, del mismo modo que la manecilla de la brújula se orienta
hacia la estrella polar, ellos le vuelven la espalda. Esta es la razón de que surjan
tantas pruebas y dificultades en su camino; nadie les ha revelado la forma de
mejorar su actitud.
Hace unos años, cuando yo era muy joven aún y vivía en Bulgaria, no contaba
con el dinero suficiente para comprarme una radio, por lo cual decidí fabricar yo
mismo un receptor de galena. Para sintonizar las emisiones tenía que ir
desplazando una pequeña aguja sobre el cristal de galena hasta que lograba
captar alguna señal. Cuando dicha aguja tocaba unos puntos muy precisos, de
inmediato se oían palabras o música, mientras que en otros puntos no se podía
escuchar nada. Este fenómeno me llevó a reflexionar mucho, hasta comprender
que si nosotros no logramos sintonizar las ondas y los mensajes incalculables
que se desplazan por todo el universo, es porque en nuestro interior el receptor
de galena no está todavía a punto. Es por ello que debemos intentar cada día
mantener una actitud correcta, orientada hacia aquella Estrella polar que
353
llamamos Dios, para poder recibir todas las bendiciones que emanan de Ella: la
luz, el amor, la alegría, la salud…..
Los humanos nunca han pensado en llevar a la práctica en el mundo
espiritual, las leyes que han descubierto en el mundo físico. ! Cuantas veces os he
hablado acerca de la ley de resonancia! Pensad, por ejemplo, en dos pianos que
están perfectamente afinados: Si pulsáis una tecla en uno de ellos, las cuerdas
correspondientes a la misma tecla en el otro piano van a vibrar también. De la
correcta comprensión de esta ley depende toda nuestra evolución. Si os estoy
diciendo constantemente que debéis elevar vuestra mirada hacia el Ser más
bello, más grande y más poderoso, es para que podáis llegar a vibrar al unísono
con Él, a recibir las cualidades y los poderes de aquel Ser, de aquel Principio que
todo lo posee. Mientras no se busque esta actitud, se corre el riesgo de ser
llevados a diestra y siniestra por las corrientes más nocivas, con las cuales se
sintoniza de una forma inconsciente.
Ante aquel Ser sublime que todo lo dirige y todo lo distribuye, es preciso
adoptar una actitud respetuosa, maravillada, semejante al arrobamiento. Y no
me digáis que no podéis verle, puesto que le estáis viendo continuamente, al
observar la belleza de la naturaleza, la armonía de la creación; a vuestro
alrededor veis hombres y mujeres, pero nunca pensáis en remontaros hasta el
Creador de todo lo que veis, como si el Autor no existiera! En ninguna parte se
cultiva un sentimiento sagrado y más bien se intenta eliminarlo del todo, por
considerarlo inútil. De esta forma, todo se halla pisoteado, saqueado.
354
Por ello, queridos hermanos y hermanas, debéis adoptar la actitud correcta
hacia el Señor; pensar siempre en El con respeto, arrobamiento y amor, pues es
así como podréis llegar a vibrar al unísono con El y con todo lo que hay en El: La
belleza, la luz, el amor, comenzarán a venir hacia vosotros, de forma que
sentiréis la misma dicha, la misma felicidad, y viviréis dentro de la misma
libertad. Aquellos que se aman mutuamente llegan a experimentar cada uno las
mismas sensaciones del otro, puesto que están vibrando en igual longitud de
onda. Se trata de una ley física.
Mantened un sentimiento sagrado hacia Aquel que lo ha creado todo con tal
inteligencia, exactamente de la misma forma en que os sentís maravillados ante
la música, ante las flores, al escuchar el canto de ciertas aves o al contemplar la
belleza de una mujer. De igual modo que os quedáis absortos frente a una roca o
a una mariposa... ¿Cómo no estar admirados ante Aquel que los ha creado? El es
el único que merece vuestra admiración, y no obstante permanece ignorado,
incomprendido. Es a tal actitud a la que debéis atribuir vuestras penas, vuestra
debilidad y vulnerabilidad. Vosotros pensáis: "Oh, pero yo puedo leer muchos
libros, puedo ir a instruirme al lado de tal o cual, y de este modo avanzaré..."
Pero no es así, puesto que los libros o los seres humanos no os pueden aportar
nada que se parezca a lo que os podría dar la quintaesencia de aquella
Inteligencia cósmica.
Para demostrar que son capaces e inteligentes, los humanos suelen colgar en
las paredes diplomas, medallas y condecoraciones, pero estos no constituyen en
realidad una prueba de su inteligencia. Por mi parte, me sirvo de otros criterios
para descubrir si alguno es o no inteligente. Acabo de recibir una carta de una
persona muy instruida, una universitaria que me dice entre otras cosas: "Pienso
a menudo en aquello que tuve oportunidad de contarle, hace ya años, a su
regreso de Turquía. Usted estaba asomado a la ventana de su habitación en un
hotel de Estambul, y desde allí pudo ver un hombre no muy alto, un turco, que
entraba en el jardín y que parecía ser un mendigo. Llevaba consigo una
alfombrilla sobre la cual se arrodilló para recitar sus oraciones y usted nos dijo
que le había impresionado mucho la actitud de este hombre, imbuido de respeto
y adoración, hasta el punto de que decidió bajar rápidamente con la intención de
355
darle alguna limosna. Pero al llegar abajo, el hombre ya había partido y usted se
quedó muy desolado al comprobarlo..."! He aquí cómo la mente de algunas
personas es capaz de retener estos ínfimos detalles!... "Le escribo todo esto,
continúa, puesto que yo nunca he llegado a orar, no puedo hacerlo, sólo
encuentro el vacío." De este modo ella se acordaba de aquel turco que rezaba
sobre aquel pequeño tapiz. A esta persona le contestaré su carta diciéndole: "No
te inquietes, llegará el día en que podrás comenzar a orar. Si tú recuerdas con
amor a aquel mendigo turco, también tú podrás rezar como él". Porque incluso si
tenemos la impresión de que no vamos a recibir nada, es necesaria la oración,
porque a través de ella se van despertando los centros espirituales en el ser
humano, los chakras que se van abriendo como flores de loto, comienzan a
vibrar, y la activación de estos centros va a producir grandes trasformaciones en
el individuo.
Benditos sean aquellos que acepten mis palabras y comiencen desde hoy a
buscar esta actitud correcta. ! Ya sé que no se trata de algo fácil de hallar! Se
puede estar buscándola por mucho tiempo sin encontrar nada, sin poder
sintonizar nada, como sucedía con el receptor de galena, y sin embargo un día
surgirá algo, la habremos encontrado! Es preciso pues insistir, continuar si es
preciso amenazando al Cielo, pero eso sí, amenazándolo con amor, hasta el día
en que se producirá una revelación tal que no hay palabras para expresar lo que
uno puede llegar a sentir. Como aquel mendigo turco que oraba
apasionadamente sobre su pequeña alfombra mientras yo le miraba desde mi
ventana, cuando rezamos de verdad siempre hay alguien que nos está mirando y
que quiere ayudarnos. Por eso cuando oréis, cuando tengáis alguna necesidad,
sabed que hay muchos seres que están pendientes de todo esto y sienten piedad
hacia vosotros. El Señor se encuentra tan lejos y tan ocupado! Pero en cambio
siempre hay otros seres que están prontos a ayudaros y pueden venir a
consolaros, apaciguaros y hacer que os volváis a sentir felices. Es verdad que en
aquel momento yo no pude bajar lo suficientemente rápido para dar al mendigo
el dinero que necesitaba, pero esto no sucederá con los seres del mundo
invisible; ellos nunca llegan tarde y nunca se equivocan, de forma que podréis
recibir de inmediato lo que ellos quieran otorgaros.
356
No sé si sabéis que en los bosques del Amazonas existe un pequeño animal
que, antes de irse a dormir, se inclina numerosas veces alzando sus patas
delanteras hacia el Cielo. Los que han podido filmarlo aseguran que al verlo se
tiene la impresión de que está rezando de verdad. Es un animalito peludo,
parecido a un osito, pero con la cola más abundante; me parece que lo llaman el
mirmidón. Normalmente se apoya sobre sus cuatro patas, pero al caer la tarde,
antes de echarse a dormir, se apoya sobre sus patas traseras, levanta las
delanteras hacia el Cielo y doblega su cuerpo inclinándose hasta tocar tierra
varias veces, al tiempo que mantiene los ojos cerrados. Acto seguido se echa con
una actitud de candor e inocencia, apoyando el hocico en una de sus patas y se
entrega al sueño. ¿No os parece que es algo extraordinario? Sí, ciertamente hay
muchas cosas sobre la Tierra que no conocemos y que irán siendo reveladas con
el tiempo!
Hemos hablado brevemente acerca de la actitud... Os lo ruego, tomad esto
muy en serio y tratad de habituaros cada día, buscando esta actitud sagrada al
menos durante algunos minutos, a fin de restablecer el vínculo con el Señor.
Bonfin, Agosto 4 de 1974
357
LA ACTITUD SAGRADA
II
Bonfin 5/8/74
Conferencia improvisada
Ayer, queridos hermanos y hermanas, os dije algunas palabras acerca del
sentimiento sagrado, de la actitud que se debe adoptar hacia el Señor, hacia
toda la creación, hacia todo ser viviente... Pero lo que os he dicho es muy
general. Por eso ahora vamos a detenernos en algunos casos concretos, de la
vida cotidiana, ya que todas las verdades que os estoy trasmitiendo pueden
encontrar aplicaciones prácticas en la vida misma.
Ayer vimos cuán importante es mantener esta actitud sagrada hacia el Ser
supremo para permitirle, gracias a esta armonía vibratoria, entrar en nosotros y
poder recibir sus emanaciones, su luz, su plenitud, su poder y perfección. Pero
esta actitud de respeto, de arrobamiento y de amor frente a Su inteligencia y a
Sus creaciones, frente a toda esta belleza que encontramos por doquier, ¿En qué
ámbito podremos manifestarla?
Voy a hablaros de un tema que sin duda muchos podrían calificar como
escabroso: la sexualidad. En la actualidad, todo el mundo la estudia desde muy
diversos ángulos y es algo en lo cual la gente está inmersa día y noche, como
una demostración de libertad. Pero yo puedo aseguraros que de todo esto sólo
van a salir cantidad de problemas y anomalías, puesto que esta liberación, como
suele llamarse, se quiere hacer de espaldas a la luz, sin ningún conocimiento
iniciático, por parte de personas que ignoran totalmente la verdadera estructura
358
del ser humano y sus correspondencias con todo el universo. Ellos están
avanzando a ciegas y de este modo nunca llegarán a captar con exactitud la
verdad. Puede ser que la encuentren algún día, pero por el momento lo que
podemos observar se limita a una serie de experiencias que no son ciertamente
mejores que las precedentes. Hasta que no se cuente con la filosofía iniciática,
los resultados de estas experiencias van a seguir siendo deplorables.
Ella empezó por contarme su historia y, mientras ella me hablaba me puse a
reír, a lo cual me preguntó bastante sorprendida cual era el motivo de esta risa.
Le respondí:
! Es que todo esto que te ocurre es algo tan natural, tan sencillo! Tú no eres la
única mujer que ve estas imágenes, y por eso puedes superar muy pronto esta
situación, pero se trata de que no intentes luchar más, de la forma en que lo has
venido haciendo. La naturaleza es muy poderosa y desde hace millones de años
ella ha dispuesto las cosas de manera que los hombres se sientan atraídos por
las mujeres y las mujeres por los hombres, de modo que no está en tus manos
cambiar esta disposición. Pero la naturaleza ha sabido hacer las cosas, son los
humanos quienes no aciertan a comprenderlo. Todos los hombres y mujeres se
ven asediados por este tipo de pensamientos, la diferencia está en que algunos
no saben cómo reaccionar frente a ellos, mientras que otros sí saben hacerlo.
Escucha pues bien lo que te digo: Cuando vuelvan a presentarse estas imágenes,
en vez de sentirte angustiada y ponerte enferma luchando contra ellas, debes
intentar mirarlas tranquilamente, enfocando ahora las cosas de una nueva
manera. Piensa que el sexo masculino representa algo muy bello, muy fuerte y
359
poderoso, ya que es a través de él que se nos trasmite la vida. Si lo haces así, te
sentirás maravillada frente a la inteligencia y a la sabiduría del Creador, a tal
punto que olvidarás todo lo demás y te darás cuenta de que todo esto es tan sólo
un punto de partida para remontarte hasta el Creador."
Ahora bien, para poder enfocar las cosas de esta forma, es preciso tener un
punto de vista bien distinto del que prevalece entre los religiosos y los
moralistas, para quienes el sexo continúa siendo algo vergonzoso, algo en lo cual
no hay que pensar ni prestar atención. Pero, ¿Acaso no es esta precisamente una
de las preocupaciones fundamentales de la humanidad? Estas gentes deberían
tratar de tener un poco más de lógica, ya que es evidente que los seres humanos
no van a poder olvidarse de sus órganos sexuales ni dejarán a un lado la
necesidad de utilizarlos. Lo que hay que hacer es cambiar de actitud respecto a
estos temas y comprender que se trata de unos órganos sagrados, que es preciso
mirar con respeto y admiración, por estar vinculados con el Creador. Pero,
¿Donde vamos a encontrar el hombre o la mujer que verdaderamente les
considere como algo sagrado, que no debe ser profanado sino únicamente
utilizado para fines sublimes?... Y sin embargo, queridos hermanos y hermanas,
esta es la mejor forma de verlos y si alguien lo hace así, podrá llegar a
convertirse en una deidad, gracias a este sentimiento de lo sagrado.
Os planteaba en otra conferencia: ¿Por qué el cerebro no es capaz de crear la
vida? ¿Cómo es que ni el hígado, ni el estómago ni los pulmones son capaces de
generar la vida? Si es verdad que sólo estos dos órganos son los encargados de
hacerlo, es evidente que hay en ellos algo divino y sagrado. ¿Porqué entonces
despreciarlos? Vaya hipocresía! Cuando se habla de ellos en tono burlón, la
gente pretende fingir indiferencia, pero luego, ¿Qué es lo que hacen en secreto?
Si fuera algo realmente despreciable, no habría que ocuparse de ellos para nada,
pero como podéis ver no es así, todo el mundo se ocupa de ellos, y es por esto
que deberían adoptar una actitud sagrada hacia ellos. Vosotros pensareis: "Pero
todo esto que nos dice es algo tan lejano!" Sí, para los animales es algo lejano,
pero para aquellos seres que pretenden evolucionar, no puede ser tan lejano. Si
se trata de otros seres más débiles, más primitivos, a estos más les valdría no
acercarse por aquí, puesto que son esclavos de sus deseos inferiores a tal punto
360
que para ellos esta Enseñanza va a representar un continuo sufrimiento, y no es
mi intención hacer sufrir a los seres humanos. En cambio, aquellos que están ya
un poco más avanzados van a sentirse maravillados puesto que descubrirán
horizontes cada vez más amplios! Es por ellos que estoy obligado a hablar, para
explicarles que existen medios y posibilidades y que, con la paciencia y tenacidad
necesarias ellos podrán lograr su cometido. Por otro lado, muchos me dicen:
"Maestro, todo esto que nos estáis revelando ahora tenemos la sensación de
haberlo conocido antes, no sabemos cuando. Percibimos que se trata de algo
verdadero porque cuando estáis hablando algo vibra en nuestro interior... como
un eco." Pero antes de haberlas comprendido, no será posible descubrir estas
grandes verdades. Por consiguiente, mis queridos hermanos y hermanas, hay
que acostumbrarse a ver las cosas de otra manera, como las vería el mismo Dios.
La mayor parte de los hombres religiosos del pasado, los ascetas, los
eremitas, han dejado tras de sí una filosofía deplorable. Ellos se retiraban a los
bosques y a las montañas huyendo de la mujer, por considerarla una criatura del
diablo. Con esto lo que conseguían en realidad era que los siguiesen otras
mujeres del plano astral hasta la profundidad de sus retiros, y de estas no podían
escapar. Sí, las famosas tentaciones de San Antonio... Pero es un error huir de la
mujer, o creer que ella es una encarnación del demonio. Nuestra filosofía, por el
contrario, enseña que hay que mirar a la mujer, hay que maravillarse
contemplándola y buscar a la Madre Divina a través de ella diciendo: "Oh, Tú,
Divina madre, ¿cómo es que has llegado a dar tanta hermosura a estas niñas y a
estas mujeres? Todas ellas son diferentes, no hay dos iguales... Cuánta riqueza!"
No cabe otra cosa que alabar esta inteligencia, este esplendor.
Al luchar contra la mujer, el hombre se priva de todo lo que es viviente,
poético, pierde todo su ánimo y toda su inspiración, se convierte en algo muerto,
enterrado. ¡Qué pena me dan todos estos ascetas y eremitas! Con su errónea
filosofía, ellos sólo podían hallar el desequilibrio y la muerte, aunque algunos
pudieron resistir a estas anomalías gracias a sus virtudes y a su fuerza de
voluntad. No es esta pues una filosofía que deba propagarse, es necesario
aprender a ver las cosas correctamente. Si Dios creó por igual a hombres y
mujeres, no se trata de vivir huyendo el uno del otro. Quienes actúan de esta
361
forma, están criticando las obras del Señor, como si ellos supieran mejor que El
lo que debe o lo que no debe hacerse! Detrás de todo esto no hay otra cosa que
orgullo, sí, el orgullo, la ignorancia y la estupidez que van a dar lugar al
desequilibrio.
La nueva educación de la humanidad debe comenzar por la forma de mirar.
Es preciso que las mujeres vean a los hombres como manifestaciones del Padre
Celestial, de forma que ellos representen sólo un punto de partida para ir hacia
el Padre que las ha creado. Así, ellas deben preguntarse porqué las ha creado y
qué es lo que El quiere expresar a través de ellas. ! Hay tantas cosas por
descubrir! Al considerar a los hombres bajo esta nueva perspectiva, las mujeres
podrán sentirse inspiradas, como si algo nuevo viniera a colmarlas. Por lo que
hace a los hombres, ya os lo he dicho, ellos deberán hacer lo mismo con las
mujeres, viéndolas como un punto de partida para ir hasta la Madre Divina y
diciendo. "¿Quién es aquella divina Madre capaz de haber creado unas criaturas
tan adorables que portan su mirada, su sonrisa, su voz?" He aquí la mejor forma
de mirar. De lo contrario, no habrá otro remedio que huir de las mujeres o
arrojarse sobre ellas, y ambas actitudes van a resultar deplorables. La tercera
actitud es la que han adoptado los grandes Iniciados que saben aprovecharlo
todo, pues ellos consideran que todo ha sido creado por Dios y por consiguiente
debe ser útil para avanzar y evolucionar, para hacer el bien. En cuanto a los que
no pueden obrar de este modo, tarde o temprano van a encontrarse con
disgustos, decepciones, remordimientos. Por supuesto, cuando se vive fuera de
la Enseñanza, cuando no se conoce la verdad, no hay motivo de sufrimiento ya
que se piensa que esa es la mejor forma de vivir y se está muy seguro de sí
mismo. Pero a la luz de la Enseñanza las cosas adquieren otro aspecto bajo el
cual es preferible aceptar las nuevas normas de vida, puesto que son más
elevadas.
Así pues, debéis ver a los hombres y a las mujeres como un medio para
acercaros a la Divinidad y, cuando hayáis logrado llegar hasta allí no debéis
mostraros egoístas ni celosos de ello, ya que entonces podréis devolver esta
dicha, esta expansión y esta felicidad a la persona que os sirvió de punto de
partida para ir hacia lo alto, inundándola de luz. De tal modo, nadie podrá
362
reprocharos por haberos servido de las criaturas para vuestra evolución. Al
recibir toda esta riqueza de lo alto debéis compartirla con aquella persona que
os ayudó a remontaros allí. Cuando esto sucede, todo es puro, todo es divino y
maravilloso.
La Ciencia iniciática aporta grandes riquezas y tesoros que los humanos no
saben apreciar. Su amor les hace sufrir, su amor les derriba por tierra y aún así,
hay quienes afirman que Dios es amor! Pero ¿Acaso es Dios el que hace sufrir a
los seres humanos? Desde luego que no, son ellos quienes no han sabido
comprender aún lo que es el amor verdadero y esto les hace sentirse infelices, es
su propio concepto del amor el causante de su desgracia.
Bonfin, Agosto 5 de 1974
363
EL VERDADERO MATRIMONIO:
EL ESPIRITU Y LA MATERIA
Bonfin 20/9/1974
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
"Cuando decimos “espíritu puro”, esto no es más que una forma de hablar,
ya que un espíritu así no podría existir en el ámbito de lo manifestado, de lo
polarizado: más bien volvería a diluirse en el Océano Cósmico. Para poder
manifestarse va a necesitar un cuerpo, un vehículo, o si lo queréis, una mujer.
De este modo, nuestro propio cuerpo físico es nuestra mujer, y es a través de él
que nosotros, es decir nuestro espíritu, podemos realizar intercambios con el
mundo externo, podemos trabajar y manifestarnos, expresarnos de una u otra
forma. Ahora bien, mientras más elevado sea el espíritu que se manifiesta, su
cuerpo, su vehículo, la materia que lo envuelve tiende a ser más sutil, más
radiante, más luminosa, hasta el punto de que los dos casi llegan a
confundirse. Pero el espíritu y la materia siempre siguen siendo dos polos
diferenciados, de lo contrario, ninguna manifestación sería posible."
He aquí una página que a primera vista os parecerá extraña, incomprensible,
puesto que intenta explicar a los humanos que cada uno de nosotros es el
espíritu y que nuestro cuerpo físico es nuestra mujer! Esta es una idea que
algunos nunca van a aceptar. Y sin embargo, yo os pregunto: "¿Sabéis porqué las
cosas no van bien entre las parejas y en la vida matrimonial?" Porque todos los
matrimonios que se llevan a cabo, vienen a ser en realidad adulterios. Las
personas se casan con alguien ajeno a ellas, con alguien que no les conviene.
364
Cuando el verdadero matrimonio, el único que podemos llamar legítimo es la
unión de nuestro espíritu y nuestro cuerpo.
El verdadero matrimonio, mis queridos hermanos y hermanas, es aquel que
tiene lugar entre el espíritu y la materia. Si existe un matrimonio en el plano
físico, si los humanos se sienten empujados por una especie de instinto a buscar
otro ser para unirse con él, hay que saber que dicha unión no es más que una
representación, un símbolo, un reflejo del auténtico matrimonio que va a
celebrarse en un plano superior, entre el espíritu y la materia. Ellos semejan ser
distintos entre sí, pero en realidad, son una sola y misma cosa; es un fenómeno
de polarización el que nos hace verlos como diferenciados y aún opuestos. Esta
realidad única ‐a la cual podéis llamarla Dios, si así lo queréis‐, para poder
manifestarse tiene que someterse a una polarización, ya que de lo contrario no
podría hacerlo. Y viceversa: Toda manifestación, ya sea positiva o negativa,
emisora o receptora, espiritual o material, es siempre una expresión polarizada
del Señor. Nada existe fuera de El, incluso la materia forma parte del Señor. Esta
es la verdadera filosofía, y puede ser que ella revolucione vuestras ideas
personales, pero yo estoy obligado a revelárosla. Nada puede existir fuera del
Señor, ni el espíritu ni la materia. Solo existe un Dios, libre y todopoderoso, del
cual el universo es su prodigiosa manifestación.
Lo que es Dios exactamente, nadie lo sabe. Es lo Absoluto, lo No‐manifestado.
No tiene cuerpo ni apariencia. Pero cuando El ha querido manifestarse y
expresarse dentro del mundo objetivo, El se ha polarizado y, gracias a esta
polarización El ha podido crear: los dos polos han actuado uno sobre el otro y de
todas sus interacciones ha nacido el mundo, el universo entero. El Señor está
presente en los dos polos de esta manifestación, el espíritu y la materia. En
cuanto a nosotros, somos algo que está en Su mente. El Señor piensa, crea, y
nosotros estamos en su mente como sus pensamientos. Cuando lleguéis a
comprender esto, lo habréis comprendido todo, puesto que esta idea es la clave
de todo.
365
Este Absoluto que es Dios puede ser definido por el vacío, la nada, en cuanto
que está más allá de toda definición. Cualquier cosa que se diga acerca de Dios,
El nunca será eso. Podéis hacer los discursos más elocuentes y magníficos sobre
El, diciendo todo lo bueno y todo lo malo, pero El siempre va a ser otra cosa. Y si
preguntáis a un Iniciado: "¿Quien es Dios?", este permanecerá callado, ya que
sólo el silencio puede expresarlo.
En la Kábala, lo Absoluto se denomina Ain Soph Aur: la luz infinita, la luz que
está más allá de todo conocimiento. Cuando El se manifiesta lo hace bajo la
doble polaridad del espíritu (el esposo) y la materia (la esposa). Pues Dios tiene
una esposa. Los cristianos son los únicos en creer que el Padre celestial no tiene
una pareja, no obstante afirman que tiene un hijo, pero siguen considerándole
soltero! ¿De donde procede entonces la costumbre del matrimonio entre los
humanos, si no es un reflejo de aquello que existe en lo alto? "Lo que está arriba
es como lo que está abajo". Todas nuestras manifestaciones tienen su modelo en
el mundo divino La Kábala nos dice que el Señor tiene una esposa, cuyo nombre
es la Schékinah, y que Ambos han creado los mundos estando eternamente
unidos en su amor... Es por esto que los seres humanos, creados a imagen de
Dios, buscan todos a otro ser para unirse a él.
El espíritu es un principio sutil, intangible, sin forma ni dimensión. Se le puede
comparar con un perfume que si no está encerrado en un frasco, su naturaleza
volátil hará que se esparza y se evapore. El espíritu es tan sutil que para
retenerle hace falta un recipiente, y es precisamente el cuerpo físico el que
cumple este papel de recipiente, ya que la materia tiene la propiedad de
contener y retener al espíritu. Si no fuera así, ninguna manifestación podría
producirse, el espíritu volvería a su fuente y la materia permanecería inerte
como el polvo, sin vida. Cuando ellos se unen el espíritu se limita, pero al hacerlo
anima la materia, pues gracias a él, ella puede hacerse más viva. Por eso cuando
vuelven a separarse en el momento de la muerte, ella vuelve a ser inerte una vez
que el espíritu se ha ido... Sin duda, el matrimonio del espíritu y la materia
conlleva un sacrificio: el espíritu acepta limitarse con el objeto de animar la
materia, y esta acepta someterse para darle hijos: todo cuanto existe, la
creación entera es un hijo suyo.
366
Así, el verdadero matrimonio consiste en realidad en la unión de nuestro
espíritu con nuestro cuerpo físico, el cual viene a ser como nuestra mujer. Y el
verdadero divorcio es aquel que se produce al morir, en el momento en que el
espíritu y la materia se separan. Quisiera poder mostraros toda la envergadura y
la sutileza de estas cuestiones, pero me pregunto: ¿de verdad lo estáis
entendiendo? Este primer matrimonio con el cuerpo constituye una fuerte
limitación para el espíritu y si, además de esto se decide tomar un marido o una
mujer externos a uno mismo, este segundo matrimonio va a disminuir aún más
la libertad del espíritu, ya que estaremos obligados a complacer en lo posible la
voluntad de nuestro cónyuge, para mantenerlo contento, y estas complacencias
van a debilitar al espíritu. Por otra parte nuestra primera mujer (que es el propio
cuerpo físico), va a rebelarse diciendo: " Tú estás siendo infiel, estás cometiendo
adulterio!" Y de allí surgirán todo tipo de conflictos y anomalías, aunque nadie
parece darse cuenta de la gravedad que pueden suponer.
Aquellos que conocen a fondo este problema optan por no casarse, puesto
que son concientes de que ya están casados: su espiritu ya se encuentra limitado
por su primera mujer y ellos no sienten la necesidad de cargar con otro fardo.
Saben que si se comprometen a un segundo matrimonio, se verán obligados a
ser infieles y a transgredir muchas normas, al tener que dar a su segunda mujer
todas las energías que ellos debían guardar para la primera; por su parte, esta
va a rebelarse, a debilitarse, negándose a obedecerles. Es por este motivo que
los más altos espíritus que se han propuesto realizar una labor única y
grandiosa, han optado por permanecer libres para poder hacer bien a millares
de personas y no solamente a una (que además no va a reconocerlo, por el
contrario, cuando os dedicáis a una sola persona, esta suele responder con
gruñidos y siempre va a encontrar razones para criticaros), han decidido guardar
sus energías, su tiempo, sus talentos, para consagrarlos a su propia mujer, que
de esta forma va a poder estar más espléndida, más bella, más activa, más
diligente, más viva, más inteligente y expresiva.
Pero lo anterior no significa que tengáis ahora que disgustaros con vuestra
segunda mujer, ni que vayáis a insultarla diciendo: " Ah, ya has oído lo que ha
367
dicho el Maestro, así que vete de aquí!" No. Si se da el caso de que ya estáis
casados, si habéis dicho "sí" habéis hecho una promesa, y es preciso cumplirla
hasta el final. No hay pues que rechazar a una mujer o a un marido si no existe
una razón suficiente, puesto que vamos a volver a encontrarle en una próxima
encarnación y será aún peor. Es preciso liberarse, sí, pero de una forma
inteligente.
La última frase de nuestro pensamiento del día tiene un significado muy
profundo: " El espíritu y la materia siguen siendo siempre dos polos
diferenciados, ya que de lo contrario ninguna manifestación sería posible." He
aquí algo que casi siempre se ignora: que sin los dos polos, no puede existir
manifestación alguna. Por esto a menudo os he dicho: "Me han dado una llave
que abre todas las puertas del universo, y esta llave es el ser humano." Los
iniciados griegos afirmaban: "Conócete a ti mismo y conocerás el universo y los
dioses." Y por otra parte, en numerosos frescos egipcios están representados
personajes que tienen en su mano un objeto simbólico, una cruz con un círculo
en su parte superior. Este símbolo, que los arqueólogos y los eruditos nunca han
llegado a descifrar, es el signo que corresponde a Venus en la Astrología, pero a
la vez es una representación del ser humano, con los pies juntos y los brazos
separados. Aquellos personajes egipcios eran pues Iniciados que llevaban
consigo la llave capaz de abrir todas las puertas y de dar acceso a los Misterios.
Esta clave también es una representación de los dos principios: El círculo (que
a veces es sustituido por un triángulo), simboliza el mundo divino, el absoluto, el
espíritu o también la trinidad superior, en los tres lados del triángulo. La cruz por
su parte simboliza los cuatro estados de la materia, el mundo físico. Esta llave es
así el ser humano, donde se unen el espíritu y la materia, el principio masculino y
el femenino. Ahora bien, precisamente fue el significado de esta clave lo que
Melkisedek reveló a Abraham al entregarle los dos principios bajo la forma del
pan y el vino. El pan era un símbolo del principio masculino y el vino
representaba el principio femenino.
368
Estos dos símbolos están por doquier en el universo, en el cuerpo humano y en
particular en la boca, donde las glándulas salivares forman una estructura
semejante a la de los racimos de uva, mientras que las papilas gustativas se
parecen a las espigas de trigo. Os sugiero releer la conferencia: "El amor
escondido en la boca" PONER FECHA . La expresión que empleó Jesús al decir:
"Aquel que come mi carne y bebe mi sangre...", es una alusión a los dos
principios, al comer y beber el pan y el vino, el trigo y la uva.
Por sí misma, la boca constituye una importante clave, puesto que ella
contiene los dos principios al estar formada por la lengua y los labios: el principio
masculino que siempre es único y el principio femenino que siempre es doble.
Juntos van a producir un hijo: el verbo PONER FECHA , la palabra. En cuanto a
mí, he ido aún más allá, he observado el trigo y la uva y he encontrado que el
grano de trigo se parece al sexo femenino, mientras que la semilla de la uva
presenta una contextura parecida a la del sexo masculino. Todo el mundo ha
comido pan y uvas, pero sin detenerse a observar estas cosas, sin preguntarse
porqué los dos principios han sido simbolizados por ellos. Por otra parte, cuando
el hombre y la mujer engendran un hijo, el hombre aporta el color blanco, el
mismo del pan y la harina, mientras que la mujer aporta el rojo, el color del vino.
Aquí también son necesarios los dos principios para poder engendrar un niño.
Es preciso tratar de comprender la forma como los dos polos actúan uno
sobre el otro. Tomemos como ejemplo el imán: sus dos extremos están
polarizados, de forma que para atraer otro imán es necesario girar el polo norte
del primero hacia el polo sur del segundo, ya que los polos iguales se repelen
entre sí. Pero también el ser humano está polarizado: los pies y la cabeza
constituyen dos polos distintos, igual que los lados derecho e izquierdo de su
cuerpo, o también la parte delantera y la espalda... Si dos personas se están
dando la espalda mutuamente, esto es una cosa distinta de si están frente a
frente... Si se conocen estas polaridades, es posible usarlas en el terreno
práctico, incluso para curar a otros. Según que sepamos o no polarizarnos, bien
sea con otros seres humanos, con la tierra o con la naturaleza entera, van a
producirse atracciones y repulsiones, beneficios o anomalías. (En otra conferencia
explica el Maestro, que estas polarizaciones pueden cambiar según sea hombre o mujer. N.T.)
369
Las parejas por ejemplo, ignoran que al practicar tal o cual postura van a
atraer una energía benéfica o maléfica. Y puesto que hay quienes se divierten
ensayando posturas inverosímiles, cada vez estarán atrayendo o rechazando sin
saberlo una energía determinada. Los Iniciados podrían deciros de cualquier
posición, si esta resulta ser benéfica o maléfica, pero no es mi intención
explayarme ahora sobre este asunto, puesto que se trata de algo muy delicado.
Quiero simplemente advertir a los humanos, ya que lanzarse a estas prácticas sin
poseer un conocimiento verdadero sólo les va a traer desgracias y
enfermedades. No se debería practicar nada si no se conocen las consecuencias.
Por lo demás, la mayoría de los Iniciados a pesar de tener amplios conocimientos
en este ámbito, prefieren abstenerse de toda práctica.
Por razones análogas, vale más no conocer nada si antes no se está
convenientemente purificado, perfeccionado y dignificado. Hay muchos que
pretenden adquirir conocimientos sólo con el ánimo de obtener ventajas, para
envilecerlos y seguir trasgrediendo las leyes; de esta forma, sólo consiguen
llenarse de deudas y acumular un terrible karma que luego tendrán que pagar. Si
se intenta llegar a conocer los grandes misterios, hay que estar preparado para
ello, de modo que en lugar de verse tentado a utilizar este conocimiento para
hacer mal, para romperse la cabeza o romper la de otros, se les utilizará siempre
para el bien.
Respecto a los dos principios, añadiré que es posible encontrarles por todas
partes en el universo, en la naturaleza, las montañas, las estrellas, en el cuerpo
físico, en la circulación sanguínea, en la respiración e incluso en las artes y las
técnicas, allí dondequiera que un elemento penetre dentro de otro para llenarle.
Si aprendéis a reconocer por doquier estos dos principios, entonces seréis
poseedores del verdadero saber. "Conócete a ti mismo y conocerás el universo y
los dioses." El hombre es un reflejo del universo y todo cuanto existe está
reproducido a escala en él. Lo único que ocurre es que aún no se conoce
suficientemente. Alguno dirá: "Ah, pero yo sí me conozco." Pero no es así, él no
conoce más que a su cuerpo físico, a su yo inferior. ¿O acaso conoce a su Yo
superior? Y, me diréis, ¿Qué es esto del Yo superior? Vaya pregunta! Pues se
370
trata del centro, del espíritu, mientras que el yo inferior es la materia, la cruz.
Por el momento, esta persona conoce únicamente su materia, es decir, su
vientre, su estómago, sus necesidades, sus deseos, sus preocupaciones y sus
defectos, pero desconoce aquel espíritu que trabaja, que crea, que está a su lado
y al cual debería reconocer; pero por ahora se queda exclusivamente en su
aspecto material, ignorando que si la materia ofrece tantas posibilidades y
riquezas, es porque el espíritu las ha puesto en ella.
Todo esto revoluciona bastante vuestras ideas, ¿no es así? Por ejemplo al
tomar conciencia de que ya estáis casados, aunque seáis solteros!... Todos
tenemos deberes hacia esta mujer que es nuestro propio cuerpo físico; tenemos
que cuidarla, alimentarla, educarla, velar para que siempre esté limpia y
gozando de buena salud, ya que si la descuidamos los resultados van a ser
lamentables. Estoy absolutamente seguro de que esta idea es totalmente nueva
para vosotros, ya que nunca habíais enfocado las cosas de este modo. Aquel que
fuma, ¿Acaso piensa en el sufrimiento que está causando a su mujer? Aunque
ella se queja a gritos continúa atormentándola con el tabaco. Y cuando la gente
se emborracha, ¿Creéis que se les ocurre pensar que están hundiendo en la
desgracia a su propia mujer?...
En fin, me parece que a medida que me escucháis hay algo dentro de
vosotros que se va precisando, decantando y clarificando. Puede ser que
intelectualmente estéis despistados o confundidos y no lo entendáis todo, pero
en cambio sentiréis que algo esencial va tomando forma en vuestro interior, algo
que no es engañoso... Aunque no llegue a satisfacer vuestro intelecto, os revela
que estáis en el camino de la verdad y sólo os queda poneros a trabajar. Mi
tarea no es borrar lo que ya tenéis en el cerebro sino haceros sentir, saborear y
vivenciar algunas verdades esenciales. No es el intelecto sino el corazón, el
alma, el espíritu lo que me interesa de vosotros. Llegará el día en que tengáis un
criterio seguro, como un guía infalible que os mostrará desde dentro el camino y
os hará avanzar en la dirección correcta. Entonces, nadie podrá engañaros ni
utilizaros para el mal.
Bonfin, Septiembre 20 de 1974
371
ANALISIS Y SINTESIS
Bonfin a 25 de Agosto de 1974
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día.
"El análisis es un descenso en la materia mientras que la síntesis es un
ascenso hacia el espíritu. Mientras más se asciende, más se difumina el detalle
de las cosas para dar paso a una visión de conjunto merced a la cual podremos
percibir una mayor cantidad de hechos, de objetos. Mientras más arriba
estemos, más obligados nos veremos a elaborar síntesis; gracias a estas
síntesis se podrá percibir la unidad, descubriendo a través de un principio único
el vínculo que ella mantiene con cada una de las partes separadas, con lo cual
avanzaremos hacia el verdadero conocimiento. El saber consiste en observar
desde el punto más elevado posible, con la finalidad de tener una vista mas
amplia sobre todas las cosas, este saber es fuente de salud, de poder, y alegría.
El poder, la dicha y la salud no pueden obtenerse sino mediante la unificación
de todas las energías, haciéndolas converger hacia un punto único, allí donde
no podría existir ningún tipo de bifurcación."
Esta forma de entender el análisis y la síntesis podrá extrañaros en un
comienzo, ya que nadie los había definido así. Sin embargo, viene a ser muy
exacta. El análisis supone un descenso hacia la materia; para poder analizar las
cosas es preciso aproximarse a ellas y separarlas a fin de estudiarlas mejor. Pero
poco a poco, esta separación de los elementos terminará por provocar la
muerte. De hecho, la muerte no es otra cosa que el análisis perfecto. El
nacimiento, por el contrario, es una síntesis donde diversos elementos se reúnen
para conformar la unidad, representada en la criatura que nace! El nacimiento
de un niño es así la síntesis de todas las energías y partículas que lo integran.
372
La síntesis es la vida; el análisis es la muerte. Esto nos advierte que la
tendencia actual a analizarlo todo puede ser peligrosa. Todos los especialistas,
por ejemplo, no son otra cosa que analistas, que están enfocando un aspecto
separado, un órgano del cuerpo humano, etc., dejando a un lado el resto, ya se
trate del ser humano o del universo. Así, ellos caminan hacia la muerte. Por
supuesto, la especialización es necesaria, se precisan especialistas que conozcan
a fondo los detalles pero, a fuerza de analizar, se termina por perder la visión del
conjunto.
Cada vez más, la ciencia trabaja en el terreno analítico, descubriendo
partículas más y más pequeñas de la materia: la ciencia descompone,
desintegra, disocia... Y de esta manera intenta conocer al ser humano,
desintegrándolo, dividiéndolo en pedazos. Esta tendencia a separar está hoy en
día tan aceptada, tan subrayada y reforzada por la ciencia, que ha llegado a
inducir cambios incluso en el ámbito de la vida moral y espiritual. Cada individuo
tiende así a separarse y aislarse de los demás, con lo cual nace la hostilidad, el
partidismo, la guerra... He aquí el producto del análisis. A un nivel más amplio, el
de los países, ocurre muy a menudo que el nacionalismo exacerbado es una
manifestación más de esta filosofía del aislamiento universal. Hoy en día todos
están a favor del análisis: dividir, separar, desgarrar, disociar... Incluso entre las
familias, sus miembros han llegado a ser tan fanáticos con esto del análisis que
ya no soportan nada, están siempre a punto de romper por cualquier nimiedad,
la madre y el padre, los padres y los hijos... Se hace necesario estudiar la síntesis,
ya que ella representa el amor, el entendimiento y la comprensión.
Todos se inclinan por el análisis, todos lo valoran y esto les ha llevado al
estudio de las enfermedades y los microbios... Pero si se está bien, si predomina
la síntesis, no es necesario realizar análisis. ¿Cómo es que estamos viviendo en la
era de los análisis? ‐ Análisis de sangre, de orina, de lo que haga falta? El hecho
es que nos hemos habituado a analizarlo todo y parecería que no podemos vivir
si no es analizándonos continuamente! Pero si vosotros estáis bien, no teneis
ninguna necesidad de analizar vuestra orina; Vivid en la síntesis y estaréis al
margen de todo análisis! Hoy por hoy, todos están inmersos en el análisis, en la
separación; en Francia, hasta Córcega y la Bretaña parecen haberse contagiado
373
del análisis! Es la moda predominante y de seguir así Francia será bien
analizada, en pequeños trozos! Pero nosotros estamos por la síntesis; queremos
que todos los países lleguen a ser uno sólo. En ese momento, la vida podrá fluir.
La síntesis es la vida, es la eternidad y la inmortalidad. Ya sé que serán muy
pocos los que van a comprenderme, puesto que la mentalidad de la mayoría está
falseada por todo lo que ocurre en el mundo: por los diarios, las publicaciones,
las películas... Es preciso suprimir algunas cosas, cortar, extirpar...
Ahora iré aún más lejos si os digo que los humanos que se limitan a escoger
una sola mujer o un sólo hombre, son también analistas, de modo que atraen
sobre sus cabezas toda suerte de conflictos y calamidades, puesto que han
eliminado a los demás, no quieren saber nada de los otros, no se preocupan por
ellos, no les interesa conocerles, sólo les importa una persona. Pero en el seno de
la Fraternidad Blanca Universal los humanos aprenden a practicar la síntesis.
Ellos pretenden unir al mundo entero, amar al mundo entero y no solamente a
una persona que toda la vida va a estar contándoles las mismas historias hasta
llegar al aburrimiento. Bien, es posible que os sintáis un poco atacados y penséis:
"Pero, ¿cómo se permite hablar así de las cosas más sagradas como el amor y el
matrimonio? ¿Acaso intenta rebajarlas, disminuirlas?" No. Yo me limito a
explicar lo que son las cosas desde el punto de vista filosófico; que vosotros
prefiráis esto o aquello es vuestro problema. Mi intención no es meterme en
vuestros asuntos. Explico todo esto de una forma ingenua, clara, de modo que
no teneis nada que alegarme.
El amor es una síntesis: Cuando se ama siempre se quiere acercar, reunir,
juntar. Por medio del análisis se aprende, por medio de la síntesis se siente, se
vive. El análisis no nos permite sentir gran cosa, mientras que la síntesis, aunque
no enseñe mucho, nos permitirá vibrar, expandirnos, vivir con intensidad hasta el
arrobamiento y el éxtasis. Si hoy en día la tendencia generalizada y creciente
hace a los humanos incapaces de vivir estados superiores, celestes, esto se debe
a que están demasiado sumergidos en el análisis. Cuando os encontráis con
alguien comenzáis de inmediato a analizarle: Su nariz, su boca, sus gestos... sus
cualidades, sus defectos, su profesión, cuanto dinero gana... Pero si le amarais,
os importaría muy poco todo esto. Le querríais tal como es, sintiendo su ser
374
entero, vibrando al unísono con él; esto es la síntesis. Si en un momento
determinado os enfadáis con esta persona, he aquí que entrará en juego el
análisis, hasta que le hayáis reducido a pequeños trozos. Más adelante, cuando
nuevamente hayáis recobrado el amor por ella, le perdonareis puesto que
apreciareis otra vez el conjunto y os olvidareis de los detalles. La síntesis no se
detiene en nimiedades, es todo lo contrario del análisis que no sólo se fija en
ellas sino que además las magnifica a tal punto que por un detalle diminuto hará
temblar toda la estructura. Un pequeño fallo es suficiente para provocar la
destrucción de un ser humano. En realidad, se trata de un hijo de Dios, pero esto
importa muy poco, esto no se tiene en cuenta, sólo hay ojos para aquel fallo
insignificante.
Hacia el final del pasaje que hemos leído está escrito: "Gracias a la síntesis, es
posible acceder a la unidad... y avanzar así en pos del verdadero conocimiento.
Este saber consiste en mirar las cosas desde el punto de vista más elevado
posible, a fin de lograr una visión de conjunto de todas ellas." Así es, en efecto. El
verdadero saber se encuentra en la síntesis. Aquel conocimiento que se puede
obtener a través del análisis no constituye un saber verdadero, es un
conocimiento superficial, incompleto. Al estudiar los elementos por separado, no
se puede llegar a obtener gran cosa. Para conocer algo verdaderamente es
preciso reunir estos elementos componentes, a fin de producir alguna cosa que
tenga algo más, algo que no podía darse cuando estaban separados, y este algo
es la vida. El verdadero conocimiento se encuentra en la vida. Cuando
separamos los elementos, la vida ya no habita en ellos. El hecho de saber que tal
o cual elemento posee un color, un olor o un peso determinado no representa un
saber esencial, puesto que no aporta la vida. En cambio, si reunís los elementos
se producirá algo nuevo, y aquí sí encontrareis la vida. Podréis conocer todas las
propiedades de todos los elementos, pero mientras no obtengáis la vida, no
tendréis el verdadero saber. Este conocimiento que os permite mirar las cosas en
su conjunto, es el que da acceso a la unidad. La unidad es lo más esencial, ya que
ella va a permitiros la convergencia de todas las fuerzas, de todas las energías
hacia un sólo punto; en ese momento, las fuerzas se armonizan y van a trabajar
juntas, con lo cual obtendréis un gran poder. Esta es la unidad que pertenece al
espíritu.
375
Si los humanos no siguen esta filosofía es porque han optado por el camino de
la materia. Está bien, hay cosas estupendas, han logrado algunos
descubrimientos y han hecho muchas adquisiciones, pero si continúan por este
camino exclusivamente, alejándose cada vez más de aquella unidad espiritual
que es lo único capaz de mantener la armonía entre los seres, llegarán a ser de
tal modo egoístas y hostiles que terminarán destruyéndose. Pero si ahora se
deciden a avanzar hacia el espíritu, hacia la unidad, el amor y la síntesis, La
Fraternidad Blanca Universal será entonces posible en el mundo entero, todos
querrán cantar unidos, trabajar unidos, estudiar y convivir formando una sola
unidad. Esta será la síntesis; no se trata de superponerse unos a otros, tal como
ocurre con los elementos en el mundo objetivo, no es eso. Se trata de dar
realidad entre todos al Reino de Dios en la Tierra, la nueva Edad de Oro.
Al tomar el camino de la materia, los humanos corren el riesgo de destruirse;
piensan que esto les hará libres, pero en realidad se están hundiendo. Ellos no
quieren escuchar a los Iniciados, creen que lo saben todo y van a terminar un día
aplastados por su propio fardo, por esa materia a la que tanto aman y a la que
se encuentran tan atados. Si trabajáis sobre la materia desde el punto de mira
del espíritu tendréis poder sobre ella, os obedecerá y reconocerá vuestra fuerza.
De no ser así, dejará de obedeceros diciendo: "Ah, ah, he logrado atarles, ahora
cumplen todos mis deseos, todos mis caprichos, me aprovecharé de ellos, los
convertiré en mis esclavos". La materia, ya lo sabéis, no teme al hombre. Este ha
rechazado al espíritu y pagará por ello las consecuencias, puesto que nunca
nadie ha logrado librarse de la materia manteniendo tal actitud. Al contrario,
cada vez va a encontrarse más atado e imposibilitado, y el final será lamentable.
Aquí, en el seno de la Fraternidad Blanca Universal, contamos con una
Enseñanza que os puede aportar la vida eterna, creedme. Lo único que es preciso
hacer es cambiar por completo la forma de pensar y de vivir. Desde hace años os
vengo enseñando el modo de hacerlo, y aquellos que vienen por primera vez,
deberán estudiar, ejercitarse. No os imaginéis que todo puede aprenderse en un
sólo día, que todo puede ajustarse en corto tiempo, no es así. Un estudiante que
fue a Alemania a conocer a un famoso profesor de ciencias naturales preguntó a
este: " Profesor, yo quisiera estudiar las ciencias naturales, pero de una forma
376
más rápida que los demás estudiantes, ¿es posible hacer esto? Sí, es posible, le
respondió el profesor, basta con observar la naturaleza. Cuando ella quiere
producir una calabaza, lo hará en unos pocos meses, pero en cambio, si quiere
producir un roble, esto va a requerir casi un siglo. Así, usted que prefiere, ¿ser un
roble o ser una calabaza? Y yo también os pregunto a todos vosotros, ¿Que
estáis buscando, ser calabazas o ser robles?...
Bonfin, Agosto 25 de 1974
377
BUSCAD EL AMOR EN LA FUENTE!
II
Sèvres a 1º de Febrero de 1975
Conferencia improvisada
Está bien sentir un amor formidable por los seres humanos y un gran deseo de
ayudarles, pero es preciso constatar que no todos ellos están dispuestos a
comprender y aceptar todas las verdades que se les podrían trasmitir. Esto es lo
que nos obliga a dejar muchos temas velados ‐y en particular lo relativo al amor‐
, a la espera del momento en que estén en condiciones de comprenderlos.
Es difícil intentar la explicación de unas verdades que pertenecen a un orden
de cosas totalmente nuevo. Cuando se trata del amor ordinario, tal y como se
practica hasta hoy, como es algo de sobra conocido, reconocido y aceptado por
todos, todo el mundo es capaz de entender, incluso los idiotas, los subnormales,
los enfermos. Ellos lo practican de una forma que puede ser vulgar, incluso
animal si queréis, pero así lo hacen. Hasta los más jóvenes saben qué postura
deben tomar, qué maneras y qué gestos deben adoptar... Es como el niño al que
se le ofrece un caramelo, lo primero que hace es llevárselo a la boca. Pero ¿Cómo
sabe él que es allí donde debe ponerlo?... Para llegar a conocer y comprender
aquel amor del que nos hablan los Iniciados, hacen falta varios años; e incluso
después de haber trascurrido ese tiempo, resulta a veces todavía algo
embrollado. Hasta tal punto se está frente a un tema nuevo e inédito!
En otra charla anterior os decía que cada función del ser humano viene a ser
el reflejo de un proceso cósmico. Os explicaba lo que representa la luz del sol, su
naturaleza y su papel, la forma en que el sol fertiliza la tierra y cómo los dos
principios masculino y femenino trabajan para sustentar la vida; no obstante,
378
cuando he llegado a llamar por su nombre aquello que en el ser humano es
análogo a la luz solar, hay algunos que se han escandalizado. Ya lo veis, esto me
ha servido para comprender que no todos vosotros estáis preparados para
recibir las grandes verdades iniciáticas, así que me veo obligado a dosificar todo
lo que os digo, pues siempre existe el riesgo de topar con algunas criaturas que
no se sabe si van a entenderlo y qué mal podrían traerme a causa de su
incomprensión. No me reprochéis por no revelároslo todo; os doy siempre lo que
os hará falta para reflexionar, sentir, pensar, comprender y acceder a algo
profundo y verídico, que os impulsará a ir cada vez más lejos en cuanto que
vayáis siendo más libres interiormente. De este modo, sin revelarlo todo, os voy
desvelando una parte de la verdad, suficiente para que podáis iniciar vuestro
trabajo.
Es evidente que, en lo que concierne al amor, vais a encontrar cantidad de
información detallada en los libros de medicina, de higiene o de educación
sexual; existe toda una literatura al respecto que yo nunca he consultado, en
parte por no disponer de tiempo para ello pero sobre todo porque no me
interesa un enfoque del amor que se limita al punto de vista anatómico,
fisiológico, o digamos... “técnico”, si así lo preferís. Allí lo encontrareis todo, en
esos libros, excepto lo que yo os he revelado, es decir, el aspecto divino del amor.
Pues el amor está lejos de ser un entretenimiento, por el contrario, es una tarea
gigantesca, espléndida, una labor de reconstrucción, resurrección y deificación.
Hoy en día, cada vez se habla más del amor como si fuera un placer, una
forma de pasar el tiempo y relajarse un poco... Y es precisamente por esto que él
destruye y asola, envolviendo en sombras a los humanos. Por unos breves
momentos de gozo, efervescencia y placer, ellos se ven obligados a pagar un
precio muy alto, demasiado alto. Pero ellos lo ignoran y piensan que pueden
seguir obteniendo estos placeres indefinidamente sin pagar nada, sin dar nada a
cambio. Ahora bien, es cierto que de un lado ellos se sienten colmados,
satisfechos; pero por otra parte ellos también experimentan un vacío... y es
porque han consumido en la caldera todas las quintaesencias que son
indispensables para la vida y para la salud. En el momento en que experimentáis
ciertas sensaciones y os abandonáis a ciertos placeres, esto significa que estáis
379
quemando los materiales y estáis adquiriendo una deuda. Si los amantes
hicieran algunos cálculos, verían que aquello que han despilfarrado es mucho
más valioso que lo que han podido ganar, y que lo han gastado casi todo para
obtener muy poco, casi nada.
Las chicas jóvenes en especial, ignoran el valor que representa la
espontaneidad, la irradiación, la pureza que ellas emanan. Están dispuestas a
entregárselo todo al primero que venga a invitarlas, a ofrecerles un papel
secundario en una película, o a prometerles que su foto va a aparecer en una
revista. Ellas no se dan cuenta de que están cambiando prácticamente por nada
un bien precioso, gracias al cual podrían obtener el mundo entero. Años más
tarde si las volvéis a encontrar, veréis que han perdido ya todo su encanto: ahora
están ajadas, reblandecidas, opacas, y usan maquillaje para disimular su
decadencia; ellas son asiduas de todos los institutos de belleza, mientras que
antes no necesitaban artificio alguno, puesto que había algo que emanaba de
ellas de una forma completamente natural, algo así como una quintaesencia
maravillosa.
A estas muchachas que están dispuestas a todo para ganarse el favor de
tantos cretinos y degenerados, nunca se les enseñó a buscar más bien la estima
de los Iniciados, de los sabios, de los espíritus luminosos de lo alto, que les han
enviado a la tierra con el fin de llevar a cabo un trabajo, una misión
determinada. Ellas ignoran el valor de lo que poseen y sólo piensan en
desembarazarse de ello. Más aún, en el caso de que alguna quisiera conservarlo,
su entorno social ya se encargará de criticarla y burlarse de ella diciéndole: “Pero
cómo, ¿Aún conservas esos viejos prejuicios?” Y la pobre niña, sin saber lo que va
a perder, termina por lanzarse a las mismas experiencias que las demás. Cuando
una muchacha es joven y radiante, es como si fuera una reina, puede llegar a
obtenerlo todo. Pero una vez que haya perdido su irradiación, se le asignará
siempre un segundo plano, como suele ocurrir con algunas actrices y cantantes
cuya popularidad solo va a durar hasta que aparezcan otras más frescas y
jóvenes que las van a eclipsar en cuanto el público las empiece a aplaudir. La
belleza no ha sido dada a la mujer para satisfacer los apetitos sensuales de los
hombres, sino para ayudarlos a elevarse. La belleza ha sido hecha para favorecer
380
los proyectos del Cielo, igual que todas las demás cualidades que poseen los
seres humanos. Es por esto que se le exige al discípulo mantener siempre un alto
ideal, y si es una persona bella, deberá consagrar su belleza a este ideal; si es
inteligente, deberá consagrar su inteligencia; si es rico, deberá consagrar su
riqueza, en vez de buscar en el uso de estas cualidades un beneficio personal.
Al venir aquí, sea que estéis de acuerdo con nosotros o no lo estéis, os veréis
obligados a admitir que nuestra filosofía es bien distinta de todas las que
predominan en el mundo actual. Sí toda la humanidad pudiese llegar a
practicarla o al menos a ponerla a prueba! Desde luego, esto es algo que no
puede ocurrir de un momento a otro, pero no por ello deja de ser magnífico
realizar aunque sea unos primeros esfuerzos para intentar concebir el amor de
una forma correcta.
¿Qué buscan los amantes en aquel hombre o aquella mujer que aman?... ¿Es
acaso un rostro, unos ojos, unos pechos, unos brazos o unas piernas lo que ellos
aman? No, todo ello no es mas que un instrumento a través del cual se expresa
el amor; lo que ellos buscan en realidad es el amor mismo. De hecho, es muy
frecuente que se deje de amar a una persona y no obstante esta siga teniendo
los mismos brazos, las mismas piernas, los mismos pechos, todo igual que
antes... Sí, pero se va a buscar el amor al lado de otro ser, y esto nos demuestra
que no es precisamente el cuerpo físico lo que se busca, sino el amor que puede
fluir a través de él trayendo consigo una sensación de plenitud, de dicha y
alegría, una expansión de la conciencia. Pero vamos a suponer por un momento
que vosotros habéis llegado a encontrar el amor sin estar por ello enamorados
de una persona determinada: él está allí, flotando por doquier en el universo, de
modo que podéis beberlo, podéis respirarlo, hasta quedar colmados... A partir de
ese momento, ya no vais a necesitar unos brazos, unas piernas o unos pechos,
porque lo habréis encontrado ya como una quintaesencia, como una vida que
todo lo impregna, de modo que nunca deja de estar con vosotros y jamás os vais
a sentir hastiados de tenerlo. He aquí hasta qué grado de comprensión es preciso
que lleguéis... Ya sé que no me creéis y pensáis para vosotros: “Eso no es posible,
no es posible.” Pero sí que es posible. Sencillamente es una cuestión de grado:
Hay que intentar elevarse hasta tener plena conciencia de que el verdadero
381
amor es el amor universal, que se expande por todas partes en profusión, y del
cual es posible beber sin llegar a saciarse nunca, puesto que es una
quintaesencia tan sutil que no es otra cosa distinta a Dios mismo... Sí, es Dios
mismo.
Así, lo que se ama cuando se ama a alguien es aquella quintaesencia, aquella
vida, aquella sutil emanación, que se va a encontrar en gran abundancia en el
sol, por ejemplo, pero también en los océanos, en los bosques e incluso en el aire,
basta con saber respirarla. Todos los Iniciados que han trabajado y han
experimentado estas cuestiones, han logrado descubrir este amor verdadero que
ellos deseaban... pues todos tenemos necesidad de él; No hay criatura en el
mundo que pueda vivir sin amor. Si alguno viene a decirme que ha logrado
solucionar este problema y que ya no necesita el amor, no voy a creerle. No
existe un sólo ser que carezca de esta necesidad de amor, pues el amor es la vida
misma y sin él se está muerto, espiritualmente muerto e improductivo.
Cuando estuve en Grecia, fui a visitar los monasterios del monte Athos, estuve
hablando con los monjes que vivían allí e incluso pude contemplar con
admiración algunas obras de arte; sin embargo, salí de aquel lugar con una
fuerte sensación de disgusto, de tristeza, al comprobar que aquellos monjes
vivían de acuerdo a conceptos totalmente erróneos, en especial en lo tocante a
la prohibición del principio femenino, puesto que ellos lo consideran como algo
perverso y diabólico. Van tan lejos en este aspecto, que no sólo no permiten que
ninguna mujer ponga los pies en su territorio, sino que ni siquiera pueden tener
allí una cabra, por ser esta un animal hembra. Ya me diréis si ha sido el Señor
quien ha podido concebir esta filosofía tan particular! Y si hubiera sido El,
porqué entonces se ocupó en crear a las mujeres? Ciertamente tendrá que llegar
un día en que la cristiandad corrija algunas de sus concepciones, pues hay
muchos que siguen siendo víctimas de ellas. De este modo, los cristianos o bien
están medio locos y sólo sirven para dar trabajo a los psicoanalistas, o van a caer
en el polo opuesto y viven en medio del desenfreno, pero es evidente que en
ninguno de los dos casos van a estar en la verdad.
382
Así pues, no soy partidario de un exceso ni del otro; no estoy con aquellos
ascetas que condenan tan radicalmente el amor, pero tampoco con los
partidarios de un descontrol que los lleva a estar día y noche hundidos en los
placeres. Yo tengo otras soluciones, mejores y más equilibradas, y estoy
dispuesto a comunicarlas a vosotros.
Considerad ante todo al amor como una energía divina, una energía que
proviene de lo alto y que, al descender, va a producir diferentes efectos según los
canales a través de los que vaya a manifestarse. El amor es semejante al agua
que baja desde las alturas de la montaña: Cuando está arriba, ella es límpida,
clara, transparente; pero a medida que va bajando, se va coloreando de
amarillo, de rojo, según al tipo de terreno que atraviesa. El amor es también una
fuerza pura y cristalina, que se manifiesta como algo divino; pero si dejáis que
descienda demasiado bajo, veréis que esta fuerza tiene también otras
propiedades, otras manifestaciones. De hecho, si os proponéis observaros, vais a
poder descubrir esto en vosotros mismos, en vuestros propios sentimientos y
acciones. Cuando amáis con ternura a alguien, ¿Qué fuerza es aquella que os
indica cómo debéis mirarle, como teneis que acariciarle, cómo portaros
gentilmente con aquella persona, cómo debéis ofrecerle vuestros presentes...? Y
cuando montáis en cólera, ¿Cual es la fuerza que os impulsa a vociferar, a
insultar, a morder y golpear...? Es curioso, nadie le ha explicado nunca a un
muchacho la forma en que debe abrazar a una chica y sin embargo él sabrá
cómo hacerlo. Todo el mundo lo sabe, todos lo hacen, ya sé que no es nada
nuevo pero, ¿Qué conclusión sacamos de ello? Ninguna.
En realidad, ya se trate del amor o de la ira, es siempre la misma fuerza la
que actúa (cuyo color es el rojo), pero sucede que esta energía puede
manifestarse bajo un tono venusino, como delicadeza, poesía y dulzura, o bajo
un tono marciano, en cuyo caso el resultado puede llegar a ser aterrador. Pero
sigue siendo la misma energía. De hecho, es sabido que cuando el amor se
manifiesta en un nivel demasiado bajo, fácilmente puede convertirse en algo
violento, bien sea por querer imponerse, bien por adoptar una expresión dura,
cruel, donde no se piensa para nada en el otro y sólo se busca la satisfacción de
un deseo egoísta; En cualquiera de los dos casos, lo que es seguro es que no va
383
resultar de allí un amor saludable, estético, generoso ni divino. Porque cuando
se manifiesta el amor en un nivel superior, nos vemos obligados a actuar con
toda delicadeza, con fineza y ternura, pensando ante todo en la felicidad y en el
porvenir de la persona que amamos. He aquí la diferencia. En los niveles
inferiores del amor no se piensa en el otro, sino que se la desgarra, se le devora,
es como algo que se utiliza para luego arrojarlo a un rincón y eso es todo; es
semejante al amor de las fieras. En cambio, en los grados superiores del amor, se
está dispuesto a obrar prodigios y maravillas por el bien del ser amado. Así que
¿Por qué no dedicarse a desarrollar, a explorar y hacer que surja este nivel
superior del amor?
Todos aquellos que han estudiado las distintas formas de manifestación del
amor han coincidido también al afirmar que el amor sensual, que no pasa de ser
un aturdimiento egoísta, es algo que no aporta luz alguna. En cambio, un amor
más espiritualizado puede llegar a despertar ciertos conocimientos que
permanecían latentes en el individuo: Es como si este descubriera ciertas cosas,
como si sus reminiscencias aflorasen a la superficie de su conciencia. Es preciso
darse cuenta de los resultados que puede aportar cada una de estas dos clases
de amor. El amor animal, primitivo, deforma y envilece, como si dispersara algo
dentro del sujeto, mientras que el otro amor, aquel que manifiestan los Iniciados,
restablece y mejora, cura y purifica, permitiéndoles al mismo tiempo realizar los
descubrimientos más increíbles. Se trata de hechos muy sutiles pero que son
reales; nunca se puede negarlos. Todo depende pues de la forma como se
enfoque el amor.
Pero no creo que los estudiosos del amor lo hayan analizado bajo este punto
de vista. Ellos se limitan en su mayoría a describir las anomalías y las cosas
vergonzosas. A mí me corresponde pues daros las verdades indispensables para
vuestra evolución, que hasta ahora nadie se ha ocupado en revelar: Cómo
avanzar y cómo perfeccionarse a través del amor! En cuanto a todas aquellas
suciedades que hoy se estudian tan apasionadamente, es algo que no me
interesa.
384
El criterio ordinario de los humanos se orienta hacia la sensación vulgar y
violenta. Todo lo que no conduce a una sensación de este tipo no vale nada. Ellos
ignoran que es precisamente a través de lo contrario, del amor delicado y sutil,
que es posible superarse, ir descubriendo las verdades y llegar a ser más
luminosos, más poderosos e inteligentes.
Todos conocéis la forma de hacer fuego característica de los salvajes: ellos
frotan incesantemente dos trozos de madera, uno contra el otro, y este
frotamiento va a generar primero calor y más tarde la llama. Veamos por un
momento lo que podemos aprender de esto: El frotar constante de las dos piezas
de madera entre sí constituye un movimiento; este movimiento produce calor y
el calor se trasforma finalmente en luz. Simbólicamente podemos decir que, en el
terreno del amor, los humanos se limitan a la primera fase, al movimiento; por
supuesto que dicho movimiento va a producir calor, pero ellos deberían
sobrepasar esta fase, ir más allá de la simple sensación, a fin de penetrar y
comprender los misterios del universo, gracias al incremento de la luz interna. El
amor puede llevarlos hasta allí, pero a condición de que ellos dejen de verlo sólo
como una efervescencia placentera. Si queréis enriqueceros, entonces id en
busca de este amor que se encuentra por doquier y que es Dios mismo, lo único
capaz de colmaros y de saciar todo vuestro ser. El otro amor es incapaz de
satisfaceros enteramente; sólo puede complacer algunas células, atender
algunas carencias, pero el hecho es que todo vuestro ser seguirá suspirando y
permanecerá hambriento, sediento, con el mismo vacío de antes... Esto es algo
que los propios enamorados os podrán confirmar. Aquel que busque llenar por
completo su anhelo, debe pues acudir al amor divino que es del todo inmenso e
infinito...El ser humano no puede ser colmado por una fugaz sensación de placer.
No os imaginéis que esté exponiendo ante vosotros unas simples teorías. Si así
fuera, sería demasiado fácil predicar por un lado y hacer todo lo contrario por
otro. No. Yo vivo en este amor, estoy sumergido por completo, día y noche, en
este amor infinito que me mantiene siempre despierto y lúcido... Es un estado
que no se puede describir, pero que por lo menos deberíais intentar desear...
Cuando lleguéis a saborear el amor puro, no tendréis ya más necesidad del amor
físico; vuestra sensación de beber directamente en la fuente de la vida será tal,
385
que todos los cuerpos os van a parecer semejantes a cadáveres. Pero todo el
mundo se rompe la cabeza intentando resolver este problema de acuerdo con los
viejos esquemas: cambiando de pareja, variando las posturas, las condiciones,
los métodos... pero como suele decirse en Francia, “Mientras más se cambia,
más viene a ser lo mismo”
Es importante variar, estoy de acuerdo, pero no precisamente en el aspecto
cuantitativo; no es cuestión de acumular más experiencias o más parejas, sino de
variar mejorando cada vez más la calidad del amor, de ampliar la conciencia de
lo que es el amor, remontándose a las regiones superiores. Id a preguntar a
aquellos que están cambiando continuamente si han logrado encontrar la
plenitud, y veréis más de cerca la magnitud de su decepción. Por unos breves
momentos, ellos lo esperan todo de la novedad, experimentan unas pocas
migajas de felicidad y suelen vivir de esperanzas que nunca llegan a realizarse,
pero ellos siguen ahí, esperando... Desde luego que algo pueden prolongar su
dicha permaneciendo a la espera, pero ya se sabe que al final les va a llegar
inexorablemente la desilusión, de modo que esto no arregla en nada las cosas.
Os mostraré ahora otra ventaja que presenta este enfoque del amor: Cuando
buscáis un amor exclusivamente sexual, primario, instintivo, vais a depender de
la persona que os lo proporciona, con lo cual dejáis de ser libres. De aquí suelen
derivarse toda suerte de disgustos, enfados y tristezas puesto que todo no va a
depender de vosotros y, para obtener los favores de vuestra pareja vais a tener
que realizar ciertas concesiones, ciertos sacrificios que más valdría no tener que
hacer. En cambio, la ventaja esencial que supone vivir el verdadero amor, es que
podréis beber de él día y noche, amareis a todo el mundo pero al mismo tiempo
conservareis vuestra libertad, no vais a depender de nadie. Y esto es una gran
ventaja. Los Iniciados que han rehusado vivir bajo la potestad de nadie, han
descubierto esta forma de amor y, gracias a ella, nunca les ha faltado nada.
Viven colmados y al mismo tiempo son libres.
Ya lo veis, es el mismo amor quien me revela todas estas maravillas, no son
los libros, puesto que no tengo tiempo de leerlos. Es tan cierto aquello de que el
386
amor puede llegar a instruir!... pero también el odio puede hacerlo, no hay duda
de ello. Intentad creerme un poco más y vuestra vida cambiará por entero;
ensayad también vosotros el sumergiros en este amor en vez de permanecer
siempre tristes y desgraciados.
Veamos lo que hace una mujer que ha sido abandonada por su marido: En
lugar de ver el lado positivo de esta nueva situación y decirse: “Al fin, he sido
liberada!”, ella no hace otra cosa que llorar, lamentarse y encender cirios a la
Virgen santísima, si es creyente, pidiéndole que le devuelva a su marido. Pero
¿Por qué no se da cuenta de que precisamente ahora podrá hacer tantas cosas
que ha deseado siempre y que no podía ni pensar en ellas estando su marido?
Pero no. En vez de esto, ella va a enfermarse e incluso hará que la lleven al
hospital, simplemente porque experimenta la necesidad del amor. Pero ¿Qué
clase de amor le podía aportar aquel pobre infeliz? Si él no tenía ningún amor,
¿Cómo hubiera podido darle lo que no tenía? La prueba es que ha tenido que ir a
buscarlo a otra parte! Hay que razonar. ¿Cómo pretendéis que un pobre pueda
haceros ricos? Es como aquel joven que le dice a una chica: “Querida, yo te haré
feliz” siendo el mismo un desgraciado que no tiene idea de lo que es la felicidad,
y habla de hacerla feliz! Cómo si esto fuera tan fácil! Sin duda él piensa que
basta con irse a la cama con ella para hacerla feliz. Pero en realidad lo que él va
a darle son sus propios vicios, sus desequilibrios, sus malos hábitos; En cuanto a
la felicidad... Ciertamente es para reírse!
No me interpretéis mal por hablaros así: Os aseguro que mi único deseo es
que lleguéis a ser más felices, pero no con aquella felicidad que promete un
pobre infeliz a su enamorada, sino con una dicha verdaderamente estable,
duradera, eterna. Ya sé que tenéis dificultades, amarguras y decepciones; la
vida es muy difícil, es algo que veo en vuestros rostros... no todos, pero algunos
de vosotros no podéis ocultarme que las condiciones de vida en que os ha tocado
desenvolveros no son precisamente las más favorables para vuestra evolución.
¿Cómo puedo seros más útil? No puedo ofreceros una fortuna ni una pareja,
pero lo que sí puedo daros es una verdad que vale más que todo esto: Cómo
llegar a conectaros con la Fuente de un modo continuo y así beber de aquel
amor que flota por doquier y en el que todos podemos bañarnos... Pero el hecho
387
es que sois como aquel que estaba sumergido en el agua hasta el cuello y sin
embargo no cesaba de gritar “Tengo sed!, tengo sed!” Sólo le hubiera bastado
con abrir la boca para beber, pero en cambio se moría de sed por mantenerla
cerrada. Este amor es algo que nos envuelve y nos impregna, pero no obstante
todo el mundo clama, suspira y no deja de buscarlo. Como dijo san Pablo: “En El
vivimos, en El nos movemos y en El tenemos nuestra existencia.” Estáis
sumergidos en el amor como los peces en el océano y vivís ya en él sin daros
cuenta. Si pudierais abrir un poco ciertas ventanitas, os veríais prácticamente
inundados, inmersos en esta fuerza formidable del amor. Pero por desgracia os
habéis recubierto de una coraza tal, que no deja entrar nada; tenéis un
verdadero caparazón, formado por falsas opiniones que habéis aceptado y que
provienen de una multitud de ignorantes. Estáis hasta tal punto aislados,
cerrados bajo siete candados, que no puede llegar a vosotros nada luminoso ni
divino. Pero precisamente aquí es donde yo os puedo ayudar: a abriros un poco
para permitir que entre el amor. Es sencillo, es fácil.
Para obtener la sabiduría hacen falta miles de años, y lo mismo para obtener
todos los poderes, se precisa mucho tiempo; pero en cambio para tener el amor
no hace falta todo ese tiempo, es algo que puede obtenerse en seguida, basta
con decidirse a ello. Aceptar o no, abrirse o no, amar o no amar, es algo que
depende de vosotros y que podéis hacer ya mismo. En cuanto a mí, esta es la
forma como trabajo: acepto amar ahora, en este mismo momento. Por lo que
hace a otras cosas, los poderes, la sabiduría, ya sé que me va a tomar mucho
tiempo, pero en cambio, si se trata de amar, puedo hacerlo hoy, ahora, en este
instante: Así, me basta con lanzarme a ello y el amor siempre está ahí! Pero
también podéis hacerlo vosotros, no esperéis más: Arrojaos de inmediato en este
amor y veréis como vuestras tristezas, vuestras dificultades y desengaños, todo
ello se olvida, se queda atrás. “Bien, me diréis, pero ¿Y nuestras malas
condiciones de vida?” Pues ellas tienen que cambiar. Las circunstancias no son
eternas, todo varía, todo cambia. Mantened firme vuestra esperanza y todo
mejorará: tendréis la mujer más bella, los mejores hijos, los palacios y tesoros
que deseéis... Evidentemente, todo esto es simbólico y el problema es que a la
gente no le convencen los símbolos; ellos prefieren aquellas cosas que pueden
tocar y poseer. Esto es lo que les hace desgraciados porque es cuando se sabe
permanecer en el terreno simbólico que todo resulta magnífico.
388
Mis queridos hermanos y hermanas: Aquí nos encontramos en una escuela
donde se viene a aprender sublimes verdades, de forma que nadie tiene derecho
a pronunciarse sobre ellas sin antes haberlas verificado. Pero el hecho es que
todos se pronuncian, con sus mentes abarrotadas de ideas caducas que ellos han
recibido de la familia, la sociedad, etc., y que no hacen otra cosa que ocultarles
lo que es verdadero. Es normal que, en tales condiciones, las verdades iniciáticas
les parezcan increíbles, irrealizables, utópicas o incluso insulsas, sin valor alguno.
En cambio las personas sabias e inteligentes nunca van a pronunciarse acerca de
algo que no han estudiado, experimentado y profundizado; ellos dirán: “Es
posible, pero puesto que por ahora no puedo pronunciarme acerca de esto, voy
primero a estudiarlo, a ensayarlo; luego podréis saber mi opinión.” Son las
gentes sin seso las que se lanzan a opinar de inmediato y, según ellos, esto es
imposible, aquello es grotesco, lo de más allá... Repasad la historia y podréis
comprobar que, incluso entre los científicos, muchos se han pronunciado
negativamente sobre descubrimientos realizados por otros, para luego tener que
retractarse y admitir que aquellos tenían razón. Ahora bien, en nuestros días
van siendo cada vez más razonables por haber vivido ya muchas experiencias de
este género, y por lo menos no se precipitan por el temor a comprometerse. Por
eso vosotros no debéis pronunciaros aún respecto a los temas que estamos
tratando, y de los que os estoy revelando aspectos hasta ahora ignorados. Hay
grados y grados hasta llegar a la perfección, pero las gentes se quedan
patinando en los grados más inferiores y piensan que las cosas tienen que ser así
por toda la eternidad... Pues no. La humanidad evolucionará cada vez más hacia
los niveles superiores y aún quedan por delante grandes cambios en este sentido.
Por supuesto, no me estoy refiriendo a esas pequeñas revoluciones que
actualmente vemos en la juventud respecto a la conducta sexual, en los Estados
Unidos, los países Escandinavos, etc. No creo que aquello sea ya perfecto y que
se hayan encontrado las mejores soluciones: la promiscuidad, los cambios de
pareja, la píldora, el aborto... No, pero se trata de ensayos que aún van a
prolongarse durante unos cuantos años. Los jóvenes buscan otra cosa, quieren
cambiar, pero esto no quiere decir que hayan encontrado ya la verdadera
solución.
389
Yo conozco la Ciencia Iniciática, allí están inscritos los grandes cambios que la
Inteligencia cósmica ha previsto desde hace millones de años para la
humanidad, como también el momento en que se darán las condiciones
necesarias para que dichos cambios puedan producirse. No podéis imaginaros lo
que llegará a ser el futuro esplendor y la dicha que vivirá la humanidad: aquello
será la Edad de Oro. Pienso que esta Edad de Oro llegará, pero no va a ser
gracias a los locos, chiflados y perturbados mentales; no. Vendrá gracias a
aquellos seres que hayan desarrollado estas tres cualidades: El amor
desinteresado, el conocimiento verdadero y el dominio de sí mismos. Tales seres
vendrán. Existen ya en el mundo seres excepcionales que siempre viven
desconocidos, prisioneros o escarnecidos, pero cuando ellos quieran aparecer, en
un momento determinado, la faz de la tierra cambiará. Pero aquellos que se
mueven por ambiciones personales, que sólo piensan en su éxito, en su gloria y
en su riqueza, estos serán barridos, sin excepción alguna.
Incluso si hoy no habéis comprendido gran cosa, la próxima vez que repaséis
esta conferencia podréis entenderla mejor. Y la tercera, la cuarta o la quinta
vez... irá aún mejor. Sé de antemano que no se está preparado para comprender
en el lapso de una hora verdades como estas. Se escucha, se graba, pero ¿Qué es
lo que se asimila y se digiere al final? Muy poco. Por eso hay que volver a
escuchar o a releer las conferencias, y esto es algo que muchos me han
comentado. No es posible creer ni esperar que estas grandes verdades inéditas,
ignoradas hasta hoy, puedan ser comprendidas y realizadas de un momento a
otro. Por lo menos yo no lo creo así, puesto que conozco a los humanos, conozco
su naturaleza y su lentitud, soy conciente de hasta qué punto viven absortos por
sus preocupaciones materiales y sus compromisos y aunque se den cuenta de
que hay algo que es sublime, que es divino, ellos dirán: “No puedo, Maestro, no
puedo, estoy atado aún a otras cosas...” Así que ¿Cómo voy a creer que sólo con
una conferencia mía puede llegar a cambiar toda su vida?
No obstante, esto sucede a veces, hay excepciones pero son escasas: Hay
alguno que escucha una charla y todo parece trasformarse en su vida. Pero esto
se debe a que esta persona ya ha tenido un gran avance en anteriores
encarnaciones y le basta sólo con escuchar una verdad para que todo se
revolucione dentro de ella. Pero el caso es que, para la mayoría de los humanos
es preciso martillar, golpear, insistir constantemente y aún así tienen que
390
trascurrir veinte, treinta, cuarenta años para que ellos digan: “Sí, ahora lo
comprendo, hay unas leyes que es preciso respetar...” Pero ¿Por qué esperar
tantos años? Os digo que ahora ya no queda mucho tiempo, es preciso
despertar, puesto que se preparan grandes acontecimientos. Y, ¿Cómo podréis
resistir a las tensiones, a las privaciones...? El sistema nervioso es algo tan
frágil!
Como veis, queridos hermanos y hermanas, cada día tratamos un tema
distinto, pero siempre vamos en la misma dirección, hacia un mismo objetivo. Es
como el agua de un río, si lo pensáis, ella cambia sin cesar, nunca es la misma,
pero el río avanza siempre siguiendo un mismo curso: hacia el mar.
Sèvres, Febrero 1 de 1975
391
Conferencia improvisada
Sé que la mayor parte de las explicaciones que yo puedo daros no servirán de
nada, o que vayan a ser de utilidad para vosotros, o lo serán en otras
encarnaciones futuras, puesto que todo depende del grado de evolución. Si
estáis preparados sí, podréis llevar a la práctica estas verdades, pero ya sé que
todo lo que os explico va destinado por ahora a unos cuantos entre vosotros.
Entonces, ¿Por qué lo hago? Para dar algunas reglas, algunas nociones a otros
que vendrán más adelante y que estarán decididos a vivir el amor de una forma
más elevada, más divina. Pero en general, estas conferencias no son para todo el
mundo. A muchos les sería imposible comprenderlas y menos aún practicarlas!
Pero incluso si por el momento es algo imposible, puedo hablar para las futuras
generaciones, para esos espíritus excepcionales que vendrán a encarnarse.
Los hombres y las mujeres se buscan entre sí, pero ¿Qué les mueve a hacerlo?
Si le preguntáis esto a un hombre le responderá que aquello que más le gusta de
tal o cual mujer son sus pechos, sus piernas, su nariz, su boca... Y es verdad que
la naturaleza se sirve de formas atrayentes, apetitosas, siempre de acuerdo a un
fin determinado: Como ella no quiere la desaparición del género humano, ha
dispuesto de este modo las cosas, los pechos, las caderas, etc. para motivar a los
seres humanos a poblar la tierra. Pero tales formas no son más que una
apariencia; en realidad, lo que atrae verdaderamente a los hombres y a las
mujeres es algo que está más allá, por encima de las formas: una emanación, un
fluido. Y cuando estos desaparecen, los humanos dejan de sentirse atraídos.
392
¿Por qué si no, muchas veces las mujeres más atractivas no son las más guapas,
o las mejor dotadas? A estas últimas se les admira pero no se les busca, no se
está enamorado de ellas. En cambio, hay muchas otras que sin ser tan bellas o
tan bien formadas, ejercen una atracción extraordinaria. Esto nos demuestra
que el poder de atracción no depende exclusivamente del aspecto físico, de la
belleza o la simetría del cuerpo, sino de otro aspecto espiritual, mágico. Por eso
las gentes coinciden al decir que es algo inexplicable. Pero no. Es algo que tiene
explicación sólo para aquellos que saben. Aquella vibración, aquel fluido que os
hace tan felices y os da la plenitud, podéis encontrarlo en la región de la cual
proviene, pues precisamente es algo que viene de lo alto, de una fuente, de un
Creador que lo distribuye. Pues si fuera un producto del propio ser humano
¿Cómo se explica que este siga estando en un nivel tan bestial? Y ¿Cómo es que
no puede fabricar ni una sola gota más? Ya lo veis, la inteligencia no depende
únicamente de nosotros, sino que la recibimos de una fuente externa. Y también
este fluido, este amor existe en abundancia en alguna parte, pero nos olvidamos
de ir a buscarlo, o bien lo buscamos allí donde es muy escaso, es decir, entre los
hombres y mujeres; allí no vamos a encontrarlo. Aunque por supuesto, de
cuando en cuando es posible hallar algún ser tan puro, tan luminoso, que podría
catapultaros hacia lo alto, por sobre todo el universo... Pero tales seres son
ciertamente tan pocos! Así que espero que me comprendáis bien, si algún día os
encontráis desesperados por esta limitación, id a buscar el amor a lo alto, allí
donde abunda en realidad, y entonces podréis sentiros verdaderamente
colmados.
Sé muy bien que todas estas palabras no van a ser entendidas del todo por
quienes están lejos de comprender que lo que estoy diciendo es algo verídico. Es
como si intentarais explicar a un gato que no está bien comerse los ratones.
Seguramente él os escuchará atentamente, e incluso dirá "Miau!", es decir: De
acuerdo, lo he comprendido, prometo no hacerlo más... Pero de pronto se oye un
ruidito en alguna parte, un ratón que pasa a todo correr... Y veréis cómo el gato
os da la espalda para abalanzarse hacia el ratón. No obstante, él os escuchó con
toda atención, hasta os hizo una promesa... Ahora podréis ver como regresa,
relamiéndose los bigotes y sigue diciendo "Miau!", que esta vez quiere decir
exactamente: " Es algo más fuerte que yo; no puedo cambiar mi naturaleza de
gato así como así." Ya lo veis, mientras siga siendo gato, no dejará de comerse
393
los ratones. Sin embargo, aquellos que tienen un alto ideal pueden continuar
esforzándose en esta tarea; recibirán ayuda y, dentro de algún tiempo, lo
conseguirán, van a sentirse mucho mejor. Por lo menos van a tener una
sensación de poder, de ser capaces de no trasgredir ya más las leyes, de verse
desatados, libres. No hay palabras capaces de expresar una sensación como
esta. Por el contrario, mientras se siga manteniendo una conciencia no muy
limpia, se tendrá la sensación de estar un poco vejados, un poco envilecidos...
Los habitantes de los pueblos primitivos solían estar muy orgullosos de sus
proezas sexuales. Allí radica de hecho todo su orgullo y su fiereza, de modo que
cuando les llega el día en que no pueden hacer ya nada, ellos se derrumban.
Mientras son capaces, suelen jactarse como aquel personaje del cuento: Había
un rey que se mostraba verdaderamente excepcional en este aspecto, hasta el
punto de que muchas mujeres pasaban cada noche por su lecho y él nunca
estaba fatigado... pero un buen día le llegó la noticia de que uno de sus súbditos
lograba aún mayores hazañas. "Oh, oh, dijo el rey, será preciso que venga para
que yo pueda verificar si esto es verdad." Así, le hizo traer a su palacio y, como
era un rey muy generoso, le ofreció comida en abundancia. Luego le hizo llevar,
una tras otra, catorce jóvenes muy hermosas. Al terminar con la última de ellas,
el hombre se apresuró a despedirse. "Pero, ¿adonde vas?, le preguntó el rey;
¿Porqué tanta prisa?”Vuelvo a mi casa, le respondió el hombre, ahora debo
cumplir con mis deberes conyugales!" El rey se quedó admirado: Luego de haber
estado con catorce mujeres aún pensaba en ir al lado de su esposa! Pero en fin,
se trata de un cuento y ya sabemos que en los cuentos todo es posible. Lo que sí
es cierto es que aquellos seres muy primitivos no sienten remordimiento alguno
por haberse acostado con un alto número de mujeres, ni siquiera por violarlas.
Pero los que ya están un poco más evolucionados ‐como parece ser el caso de la
mayoría de los seres humanos hoy por hoy‐, experimentan en mayor o menor
grado ciertos sentimientos de culpabilidad: se dan cuenta de que son débiles y de
que no han conseguido aún dominarse en este ámbito. Por lo menos piensan que
deben dar alguna indemnización a la mujer, por haberse mostrado injustos,
crueles, violentos con ella. Por esto, tales seres deberían saber que si acudieran a
nutrirse de aquella fuente inagotable que hay en lo alto, nunca más tendrían que
reprocharse por su conducta, por el contrario, gozarían de una dicha inefable al
sentirse puros y al experimentar constantemente un amor tan elevado...
394
Pero no es mi intención eliminar o disminuir la felicidad de todos los hombres
y mujeres cuya fuente de placer y expansión radica en ir a los brazos de otros.
Sólo me limito a afirmar sinceramente que aquello nunca llega a ser algo
completamente puro puesto que cada persona, según su carácter, sus
tendencias, su moralidad, sus cualidades o sus vicios, va a impregnar e
influenciar todas las células de su organismo, y lo que estas células portan. Pero
los humanos no piensan nunca en esto antes de tener una relación física. Para la
mujer ya es bastante si ha logrado atraer a un hombre; ella no sabe bien lo que
este hombre puede aportarle, ignora que puede verse contaminada por él. Pero
si él es capaz de cumplir con ciertas cosas, ya le parece suficiente, se siente
satisfecha. Y por su parte, los pobres varones son de tal modo ignorantes que en
el momento en que tienen a una mujer a su lado, ya no se preguntan nada más;
no les interesa saber si han quedado atrapados en un lodazal, o qué tipo de
enfermedad puede contagiárseles... Y así va el mundo: todos avanzan dentro de
la ignorancia y la ceguera.
La pureza es una de las cosas más escasas. Si el amor que los humanos se
intercambian fuera puro, las consecuencias serían divinas. Pero es evidente que
no ocurre así, y esta es la prueba de que su amor no es verdaderamente puro.
¿Acaso creéis que los humanos ven la pureza como un ideal? En absoluto. Su
ideal es poder gozar, y si lo hacen de una forma pura o impura es algo que
carece de importancia para ellos. Pero yo me siento obligado a proyectar una luz
sobre este asunto que ellos dejan a un lado, para que los discípulos no acepten
ya más el cometer locuras y estupideces con cualquiera. Todo discípulo debe
pues reflexionar, ya sea hombre o mujer; debe mostrarse prudente y razonable y
no estar dispuesto a lanzarse en pos de aquellas experiencias temerarias.
Nunca he dicho que los esposos deben interrumpir los intercambios entre
ellos. Cuando hablo de castidad y de continencia me dirijo principalmente a
aquellos que aún no han llegado a casarse y que pueden escoger esto
libremente. Los casados tienen ya sus deberes, el hombre hacia la mujer y
viceversa... Y si uno de los dos toma repentinamente una decisión que puede
traer la desdicha al otro, he aquí que sobrevienen las tragedias y seré yo quien
me vea acusado de separar a las familias.
Cada uno toma de mis palabras lo que le conviene, o lo que le satisface por el
momento, sin pensar en el otro que puede ser más débil, o puede tener
necesidades más acuciantes. Yo he dicho siempre que, respecto al tema de las
relaciones sexuales, las parejas deben tomar sus decisiones en forma conjunta,
no separadamente. Sería deseable que incluso estando casados, hombres y
mujeres pudieran sublimar, espiritualizar su amor, siempre contando con el
mutuo acuerdo de la pareja; pero por desgracia no es esto lo que suele ocurrir, y
cuando no es la mujer quien se siente desdichada porque su marido se ha
convertido en un don Juan, es el marido quien sufre al ver que su mujer ha
llegado a ser algo prácticamente intocable. Al final seré yo, por supuesto, quien
va a recibir todas las quejas. Pero podría aseguraros de que los hermanos y
hermanas no piensan tanto en mí, sino que más bien me utilizan a su antojo, y
ya estoy cansado de esto. En fin, quisiera aclarar de una vez por todas que si les
hablo acerca de la sublimación sexual, es porque soy un instructor y un guía
espiritual, y como tal, debo exponer esta cuestión para aquellos que son capaces
396
de ir más allá en la comprensión del amor. En cuanto a los otros, Dios mío, que
hagan lo que puedan!
Cuando veo a uno que tiene la constitución de un toro, no le voy a decir que
viva como un asceta. No soy tan fanático y sé que se trata de una cuestión que
debe ser resuelta teniendo en cuenta a cada persona. Ahora bien, respecto a
quienes tienen la posibilidad de perfeccionarse, me siento obligado a ayudarles,
a darles un método; de lo contrario, ellos se dejarán llevar y esto sería muy
lamentable. Cuantas veces he visto que la gente busca cosas sin saber realmente
lo que quiere, y puesto que nadie se ofrece a ayudarles, al final se dejan arrastrar
por la inercia y se pierden. Muchos jóvenes, por ejemplo, se refugian en la droga
buscando una evasión, buscando entrar en contacto con el mundo de la belleza y
la poesía, ya que no han logrado encontrar a nadie capaz de orientarlos. Hay que
drogarse, es cierto, pero de otro modo: Hay que drogarse con la salida del sol,
con la meditación, con los ejercicios de respiración... Estas son las únicas drogas
que no van a resultar nocivas...
Y bien, mis queridos hermanos y hermanas, guardad de todo esto lo que
queráis. Por mi parte, me veo obligado a seguir adelante con mi labor de revelar
algunas verdades indispensables para aquellos que ya están preparados.
Vidélinata, Suiza, Febrero 17 de 1975
397
SABER UTILIZAR
LOS PODERES DEL AMOR
II
Videlinata a 21 de Marzo de 1975
Conferencia improvisada
Detengámonos por un momento para observar la forma en que los
enamorados suelen proceder para obtener los favores de su pareja. Ya sea que
se trate de un hombre o de una mujer, será preciso adularle, hacerle cumplidos,
inflar su vanidad, en una palabra, resaltar su personalidad ya que de lo contrario
resultará muy difícil obtener nada. De este modo, ambos saben a qué atenerse:
Mediante los gestos, las palabras, los regalos, ellos se dirigen siempre a la
personalidad del otro, ignorando que también existe en aquella persona una
naturaleza superior que necesita ser despertada, alimentada, reforzada; pero
todo lo que ellos hacen va dirigido a contentar únicamente la naturaleza
instintiva. Cuando se trata de activar en el ser amado aquellas cualidades
sublimes, ideales, luminosas, perfectas, nutriéndolas a través de una palabra,
una sonrisa o una mirada... ellos no quieren saber nada, pero en cambio conocen
muy bien todo lo que puede excitar y activar aquello que va a permitirles
satisfacer sus deseos inferiores. Es por esto que el amor humano continúa
expresándose en la actualidad solo de una forma animal, instintiva, pasional; Es
rarísimo encontrar en él un elemento poético, maravilloso, divino.
Corresponde pues a la Ciencia iniciática enseñar a los seres humanos el modo
como ellos pueden nutrir a la naturaleza superior de aquellas personas que
aman. Imaginad dos seres que se aman y que están profundamente arraigados
en esta Enseñanza, que están inmersos noche y día en esta luz: Ellos viven su
amor en un nivel superior. Cada uno piensa en el otro y se pregunta siempre
398
cómo ayudarle mejor, cómo reforzarle, esclarecerle y prepararle un porvenir. He
aquí un grado más elevado del amor. Mientras que, por lo común, las gentes
sólo piensan en sí mismas, buscando su propio placer y despreocupándose
totalmente por lo que será del otro; así, se le desgarra sin piedad, se le arruina
la vida, arrasando con su belleza, con su futuro, su honor o su estabilidad, qué
más da, con tal de poder satisfacer el propio apetito. Y así va el mundo!
Pero ¿Acaso han estudiado los humanos? ¿Han sido instruidos en la Ciencia
iniciática para discernir la naturaleza del deseo que les mueve, el grado de su
vibración o la categoría en que debe situarse: Se trata de un impulso divino,
humano o infernal?... ¿Es egoísta, desinteresado, bueno, perverso...? No. Ellos
sencillamente experimentan un deseo y esto es lo único que les preocupa. Si
proviene del Cielo o de las regiones infernales es algo que ni saben ni les interesa
saber. En esto, ellos actúan como animales. Pero son incluso peor que los
animales, si tenemos en cuenta que estos últimos se limitan a seguir los dictados
de su instinto y sólo en determinados períodos del año, mientras que los
humanos viven obsesionados día y noche por su sensualidad, hasta el punto de
revestirla de formas desvergonzadas y viciosas que la propia naturaleza no
hubiera imaginado.
¿Cual debe ser la actitud del discípulo en este ámbito? Para obrar mejor, él se
verá obligado a reflexionar, hacerse preguntas, analizarse a sí mismo. Por
ejemplo, él se dirá: “Yo amo a esta mujer, es indudable, pero que le puede
aportar mi amor? Le ayudaré a progresar, a ser más libre, o más bien voy a
complicarle la vida?” Por lo general, un muchacho no piensa de esta manera y,
cuando hay un hijo en camino sencillamente la abandona, forzándola a valerse
por sí misma para criarlo y educarlo. Sí, esto es lo que suele ocurrir cuando la
gente no se plantea pregunta alguna. Sólo piensan “tengo hambre”, y eso les
basta. En cuanto a las chicas, ¿Acaso piensan ellas en el futuro de aquel joven?
Por supuesto que no. Ellas se limitan a despertar en él los instintos más inferiores
‐ya que las mujeres cuentan con mágicos poderes capaces de perturbar a los
hombres más impasibles‐, después de lo cual el pobre ya no va a poder estar
tranquilo. Pero a ellas esto les importa muy poco: están orgullosas de su triunfo,
han comprobado la fuerza de sus encantos!
399
A menudo las mujeres se divierten verificando su poder sobre los varones y,
como estos son más débiles que ellas en este terreno, no van a tener escrúpulos
al conseguir su triunfo. Cuando ellas son concientes de poseer ciertos atractivos
que a los hombres les es muy difícil resistir, en vez de utilizar estos poderes para
inspirarles y mostrarles el camino, para hacerlos más nobles y más honestos,
ellas los aprovechan para hacerlos caer. Hasta los santos, los profetas y los
Iniciados, ellas disfrutarán tentándoles! Pero no lo hacen por maldad, sino
porque necesitan comprobar hasta donde se extienden sus dominios. Van a estar
orgullosas al ver que todos fijan sus ojos en ellas, ya sea en las calles o en los
teatros; pero todo esto lo harán como si nada, aparentando el máximo candor o
la mayor inocencia. Ellas siempre se las arreglan con tal de salvar las
apariencias, es algo formidable! En realidad, experimentan el mismo deseo de
placer, de gozo y satisfacción que sienten los hombres, pero no lo demuestran.
En cambio ellos son más ingenuos: apenas empiezan a sentir alguna cosa y ya
todo el mundo lo sabe!
Los discípulos deben pues aprender a pensar primero que todo en su pareja.
Además, como ya se les han enseñado las leyes relativas al Karma y a la
reencarnación, ellos saben que si no actúan correctamente en esta vida, se verán
obligados a regresar a la tierra para reparar sus faltas, a veces en medio de
grandes sufrimientos. Así que, para evitar males mayores, ellos deben esforzarse
en amar a su mujer o a su marido de una forma noble y desinteresada. Lo que
resulta evidente es que ambos deben tener estas cosas muy claras y ser
conocedores de las leyes, pues de lo contrario mis consejos no podrán ser bien
aplicados.
Hay por ejemplo un consejo que ya di alguna vez: Cuando hay un hombre y
una mujer que se aman y están estrechamente abrazados, hablándose, en lugar
de pronunciar el nombre propio de la mujer, el hombre debería dirigir sus
palabras a la Madre divina; de este modo, él relacionará a su amada con la
Madre celestial, al mismo tiempo que pone un matiz sublime en su amor... Pero
es muy importante que su mujer no se sienta ofendida por ello. Ya conocéis el
caso de aquel marido que pronuncia medio dormido un nombre distinto al de su
400
mujer!... Oh! la la, ella monta en cólera, al sospechar que él la engaña con otra
cualquiera, total, que termina la cosa mal. Esperemos al menos que nuestros
discípulos estén exentos de esta clase de confusiones. Si durante vuestro sueño
balbuceáis: “Oh, Madre divina...”, vuestra mujer pensará para sus adentros:
“Bueno, puesto que se trata de la Madre divina, ya le puedo perdonar” Ella
estará incluso contenta al pensar que la Madre divina se halla tan lejana!... En lo
que respecta a la mujer, en lugar de llamar a su amado por su nombre, deberá
dirigirse al Padre celestial. Si así lo hacen, en lugar de limitar sus intercambios al
nivel inferior, donde nunca se sabe las cosas sucias y la podredumbre que se
puede llegar a absorber, la pareja podrá vincularse con la Fuente, que es Dios
mismo. Entonces, ellos brillarán como lámparas que irradian su luz sin cesar.
Este tipo de perfección es lo que debe guiar vuestras aspiraciones, y no aquella
historieta del pobre hombre que dice a su compañera: “Querida, yo podré
hacerte feliz.” Ya lo podéis ver: Si él no es más que un ser débil, desgraciado e
ignorante, ¿Cómo va a poder hacerla feliz?
Es así como el hombre y la mujer, en vez de centrar su deleite en las
riquezas que Dios les ha dado: esta vida, este calor, esta presencia, este amor
recíproco, estas emanaciones... deben emplear todo ello para ir más lejos y más
alto, identificando cada uno al otro con el Padre celestial y la Madre divina; Así,
ellos van a recibir fuerzas directamente de un manantial inagotable, como es el
de un amor puro, incorruptible; van a sentirse saciados, esclarecidos,
reconfortados, rejuvenecidos, dichosos.
Ya sé que todo esto os parecerá un tanto extraño... Bien, si eso es lo que
pensáis... Yo me dirijo solamente a algunos de vosotros, aquellos que están ya
preparados para comprender estas ideas y ponerlas en práctica. En cuanto a los
demás, ya pueden seguir practicando el amor como lo han hecho hasta ahora;
ya veremos si aquel amor es duradero! De hecho, observad, incluso en los
hogares aparentemente más unidos, donde por muchas razones el marido y la
mujer nunca se han separado a lo largo de treinta o cuarenta años, si les
planteáis esta cuestión, ellos admitirán que alguna vez les hubiera gustado
cambiar un poco... pero en cambio, hay algo que han sabido llevar en secreto en
su corazón: El, una famosa estrella de Hollywood y ella, un cantante romántico...
401
Es un error creer que el amor humano puede durar eternamente; al estar
hecho de una materia corruptible y oxidable, es un amor que sufre desgaste. Por
eso nunca debéis confiar en aquel que os diga “Te amaré por toda la
eternidad”... Un mes después, ya habrá encontrado otro amor. De hecho,
conviene desconfiar en general de lo que prometen los humanos: cuando están
un poco excitados, son capaces de prometer cualquier cosa, pero en cuanto
vuelven a su estado normal cambian de tono y exclaman “Pero ¿Cómo podía
estar yo para decir algo parecido?” Hay que ver lo que se puede llegar a decir
bajo la influencia de una emoción! En un momento álgido, los enamorados
pueden decirse florituras, intercambiar promesas y efectuar declaraciones
totalmente inverosímiles, pero una hora más tarde van a insultarse y pelearse.
¿Cómo se puede creer en la eternidad del amor humano? Sólo el amor divino es
eterno. Apoyaos en él y veréis cómo continuáis amando durante miles y millones
de años, sin sentiros nunca cansados, hastiados o descorazonados, puesto que es
el único amor que se renueva constantemente, que siempre deleita y apetece.
No hay palabras que puedan expresarlo!
Ciertamente vale la pena prepararse para ser un canal apropiado de las
energías divinas, de forma que por conducto del hombre y de la mujer el Cielo
pueda dispersar todas sus riquezas. Los grandes Maestros son en realidad
canales a través de los cuales se manifiestan las entidades celestes, y no ellos
mismos. Es por esto que los humanos nunca dejan de admirarlos, de
frecuentarlos y amarlos, creyendo en ellos y siguiéndoles; Si sólo fueran ellos
mismos los que os hablan y os instruyen, no ocurriría así, y más bien se les
olvidaría, porque lo humano sigue siendo humano. Como ya lo dijo san Pablo:
“Aquello que ha sido sembrado en lo corruptible dará frutos corruptibles; pero lo
que se siembra en lo incorruptible producirá frutos también incorruptibles.” Y lo
incorruptible es eterno, es nuestra propia naturaleza divina. Pero ella
permanece ignorada por los humanos, no se recurre a ella, ni se le busca ni se
intenta crear vínculos con ella; ellos no saben cómo encontrarla y permanecen
siempre en el lado perecedero, efímero y superficial de la vida; carecen de un
ideal elevado y sólo se ocupan de lo que es tangible y material, sólo desean
tocar, abrazar, acariciar.
Comprendo que el lado material y tangible de las cosas es importante e
indispensable, hasta el punto de que sin él sería imposible hallar el lado
402
espiritual; pero hay que contemplarlo sólo como un medio, un punto de partida,
no como un fin en sí mismo. Supongamos ahora que sentís una atracción física
hacia un hombre o una mujer; pues bien, en lugar de sumergiros en ella hasta
llegar a ahogaros y perecer, podéis utilizarla como una oportunidad, un pretexto
para ir más allá, para elevaros espiritualmente. Y lo mismo puede ocurrir al leer
un libro, al ver un espectáculo, al hojear una revista que desate en vosotros
ciertas reacciones; en vez de dejaros llevar por inercia hasta hundiros,
considerad aquello como un punto de partida, un trampolín, e intentad elevaros
lo más alto que podáis en la contemplación de lo divino, de forma que al bajar de
nuevo quedareis asombrados al ver las riquezas que acabáis de conseguir y
cómo aquello que os inquietaba se ha convertido al final en un estímulo, una
ayuda y un impulso más para avanzar.
Ya veis hasta qué punto es necesaria esta filosofía: En el momento en que
surge una sensación que os inquieta, ¿Porqué tenéis que lanzaros a ciegas sin
saber a donde vais? Recordad que para la Ciencia iniciática todo puede ser útil,
así que regocijaos y dad gracias al Cielo diciendo: “Ah, que suerte, qué bendición
me trae este día! He aquí una situación en la que todo el mundo se desespera y
en cambio, yo tengo aquí la posibilidad de lograr un triunfo. Gracias, Señor.
Ahora lo he comprendido, acepto pues esta prueba!” Y entonces podéis aplicar
los métodos que ya os he indicado antes. De esta forma, os acostumbrareis a
triunfar frente a todo, nada va a lograr inquietaros ni venceros, seréis cada vez
más fuertes y poderosos, hasta que lleguéis a ser una divinidad.
Os he explicado no sé cuantas veces estas cosas, pero sigo teniendo la
sensación de que no llegáis a comprenderme del todo y, en lugar de hacer este
trabajo con vosotros mismos, seguís yendo a ciegas cada vez que algo os turba u
os inquieta. Pero la verdad es que todo el mundo pasa por estas circunstancias!
Sólo que existen distintas opciones y hay quienes están en capacidad de
aprovechar esta fuerza para proyectarse muy alto, subir hasta el Cielo y llegar a
ser inmensamente ricos... ¿Porqué pues permanecer en la esclavitud, la debilidad
o la dependencia, siempre con la excusa de que “aquello es más fuerte que yo”?
Ahora es preciso encontrar otro camino, pero es evidente que cuando alguien ya
está habituado a dejarse llevar, dando prelación al sentimiento, al deseo o al
placer, sin reflexionar para nada, es difícil poder llegar a controlarse a sí mismo
de la noche a la mañana. Sin embargo, cuando se está en la Escuela Divina de la
403
Enseñanza, se comienza a reflexionar, a comprender, y poco a poco se va
logrando un autodominio, un control, una dirección, hasta que finalmente se
haya triunfado. Y esto no significa que uno tenga que privarse del amor, sino que
se ama de otra forma, sin necesidad de ir a revolcarse por ahí con cualquiera!
Pero hoy en día la gente sólo piensa en saltarse todas las barreras morales
que los Iniciados de la antigüedad habían colocado para impedir que los
humanos vivieran sumergidos en la pasión y el descontrol. En efecto, ellos sabían
cuantas brillantes civilizaciones habían tocado a su fin, arrasadas por las
enfermedades morales y físicas, como resultado de haberse entregado al
desenfreno y a los cultos orgiásticos. La generación actual pretende liberarse a
su turno de los viejos tabúes, haciendo a un lado todas las normas. Este
movimiento ha tomado ya tal amplitud que nada podrá detenerlo. Sólo la luz
proveniente de la Enseñanza iniciática será capaz de frenar esta vertiginosa
caída de los seres humanos. Dicha luz les mostrará que en sus pasiones, sus
placeres y sus orgías, todas sus energías divinas están siendo absorbidas,
derrochadas. Puesto que para poder alimentar aquel fuego que les devora, ellos
se ven obligados a entregarle todos sus recursos, todos sus materiales, es como
si estuvieran quemando todos los muebles de la casa, hasta las mesas y las sillas,
en una hoguera que está consumiendo la sustancia misma de su ser! Porque
aquí no es posible quemar las cosas del vecino, o la madera de los bosques... la
hoguera tiene que alimentarse con las propias reservas y los propios elementos
combustibles. Para poder mantenerse cada día en medio de tan absurdas
efervescencias y erupciones volcánicas, la gente se ve obligada a sacrificar todas
sus energías y sus quintaesencias más preciosas. Cada vez, sin saberlo, ellos
pierden una parte de su inteligencia, de su pureza, de su fuerza y su belleza,
hasta que al fin, cuando ya se ha consumido todo, ellos van a quedar
embrutecidos, opacados, enfermos y debilitados.
Evidentemente, yo me pregunto quién querrá comprender y creer todas estas
verdades. La moral ya no se respeta porque se ignora que está fundamentada en
principio en una Ciencia iniciática verdaderamente prodigiosa * De una forma
ciega y estúpida, la gente no piensa más que en satisfacer todos sus caprichos
sin saber que esto traerá la ruina de la humanidad. Porque en el momento en
que se destruyen las barreras y los diques, sobrevienen las inundaciones
devastadoras, que van a arrasar pueblos enteros de una forma inevitable.
404
Mis queridos hermanos y hermanas: Es necesario comprender esto de una vez
por todas; es preciso que sepáis a donde pueden llevaros cada uno de vuestros
deseos. Si os sentís temerosos, débiles o desgraciados, es porque estáis yendo
por el camino equivocado. Escoged pues otro camino! Pero no, parecería que
estáis tan comprometidos con aquello que ni siquiera reflexionáis, y sólo porque
os parece que es algo agradable y deleitoso... he aquí el criterio de la mayoría.
Pero son los tontos quienes toman por criterio el placer. Para nosotros, el único
criterio es el trabajo: actuar, crear, construir... Y he aquí que este trabajo puede
generar, incluso sin haberlo buscado, un enorme placer... que llega a ser algo
inmenso, indescriptible! Entonces uno está siempre dichoso, exaltado,
maravillado. ¿No creéis que vale la pena intentarlo?
Videlinata (Suiza), Marzo 21 de 1975
405
EL ESPIRITU Y LA MATERIA:
LOS ORGANOS SEXUALES
II
Videlinata a 22 de Marzo de 1975
Conferencia improvisada
¿Por qué el hombre y la mujer se buscan mutuamente? ¿Es a causa de su
cuerpo físico? No. Es con el objeto de recibir algo mucho más sutil y vivificante
que se llama amor. Una vez que lo han recibido, ellos van a sentirse dichosos,
colmados. Si se tratara sólo de satisfacer el deseo de otro cuerpo físico, entonces
tendrían que cortarlo a trozos para comerlo y beberlo. Pero los cuerpos físicos
permanecen intactos, basta con que algo circule a través de ellos, algo parecido
a una emanación o un fluido. Con todo, los humanos no se aclaran mucho, ellos
mismos no saben bien lo que buscan... Si fuera tan sólo un cuerpo físico, cómo es
que este queda intacto y a pesar de ello pueden estar saciados?
En realidad, a través de su cuerpo físico el hombre y la mujer se limitan a
ser conductores, transmisores del Cielo o del Infierno. Por ello podríamos sentar
la siguiente conclusión: Usando los mismos órganos, hombres y mujeres pueden
tocar el Cielo o remover el Infierno, esto va a depender de lo que ellos tengan en
su mente y en su corazón, así de sencillo. Dichos órganos no están determinados
de antemano. Con un mismo cuchillo, por ejemplo, se puede matar o herir a una
persona, lo mismo que hacerlo servir para desatar las ligaduras de un prisionero,
o para operar a un hombre y salvarle la vida. De forma análoga, los órganos
sexuales no están determinados exclusivamente para el bien o para el mal, sino
que esto dependerá de cada uno de vosotros. Mediante vuestro contacto puede
ocurrir que hagáis daño, que contaminéis a otros, o por el contrario, que les
salvéis. Siempre estará todo en función de lo que haya en vuestro corazón, en
406
vuestra alma. Sabed pues que de la misma persona ‐hombre o mujer‐ que ahora
os abraza, podéis esperar tanto el Cielo como el Infierno, y que igual se
removerán toda clase de diablos que no os van a dejar tranquilos, sino que os
despojarán y os harán caer en la desesperación, que podrán venir todo tipo de
ángeles y otras entidades celestiales. He aquí algo en lo cual no se suele pensar
mucho. Las cosas se hacen de una manera ciega, automática: se piensa que algo
es necesario y se actúa sin reflexionar para nada, ignorando que detrás de todo
esto hay una ciencia prodigiosa, increíble. El Cielo ha puesto en nosotros estos
órganos para un trabajo concreto, están así predestinados para lograr
realizaciones fantásticas, aunque de momento sólo se usan para remover las
regiones del bajo astral y hundirse cada vez más.
Habría mucho más que decir acerca de estos temas. Nos encontramos en
un terreno muy vasto, muy rico y esencial. Es esencial en el sentido estricto de la
palabra, puesto que de aquí proviene la vida. Pero en lugar de ganar la vida, se
la derrocha. Os dejaré que meditéis sobre estas cuestiones, espero que podáis
sacar alguna conclusión. No puedo decíroslo todo, no me está permitido. Se
trata aquí de unas verdades tan sagradas que, si fuesen reveladas directamente,
esto podría traer funestas consecuencias. Si no habéis evolucionado, si vuestro
ideal no es todavía elevado, incluso la verdad puede traeros grandes perjuicios.
Cuando alguien recibe una verdad sin estar suficientemente preparado para ello,
suele obsesionarse y su pensamiento no hace más que girar en torno a ella sin
saber cómo utilizarla, esto es bastante peligroso.
Con todo, añadiré aún algunas palabras que os podrán ser útiles. Un día,
vino una jovencita a contarme un problema que la traía muy preocupada. Ella se
sentía muy mal porque en todos los objetos que ponía ante sus ojos sólo veía
representada la imagen del sexo masculino y, por más que luchaba contra esta
imagen, notaba que su obsesión aumentaba cada vez más, no sabía como
librarse de ella.
Yo le dije: "Escúchame bien, hija, lo que te sucede no es tan terrible. Desde
el comienzo del mundo muchas mujeres han pasado, en ciertas etapas de su
vida, por esto mismo que ahora te preocupa tanto. Y muchos hombres también,
proyectan en todo lo que ven ciertas partes del cuerpo femenino. Pero esto no es
algo catastrófico ni tampoco es para volver loco a nadie. Lo lamentable es que
407
nadie antes te hubiera dicho que se trata de algo natural, o que te hubiera
ayudado a comprenderlo. He aquí la verdadera causa de tu malestar. La propia
naturaleza ha dotado de una gran imaginación a los jóvenes de ambos sexos,
con el fin de incitarlos a moverse, a inquirir, a trabajar. De lo contrario, sería el
fin de la humanidad. Lo malo es que muchos de vosotros habéis recibido una
educación muy extraña, que a veces os lleva a estropear la salud. Mira, esto es lo
que debes hacer: yo voy a aconsejarte algo que te ayudará a curarte... Y no sólo
a curarte, sino también a realizar grandes progresos espirituales.
“ Escucha es muy sencillo” veamos. ¿Qué representa en realidad esta imagen
que ves por doquier? Nada más que el principio eterno, activo y dinámico del
Padre Celestial, el principio espiritual que ha creado el mundo. Así, esta imagen
se convierte en algo estimulante para llevarte hacia una realidad muy poderosa
y maravillosa. ¿Porqué no pensar, en el mismo instante en que se te presenta,
que esta imagen representa al Padre Celestial? De seguro que algunos
momentos después habrás olvidado el punto de partida y serás proyectada hacia
otras regiones más elevadas. Esto es todo. En lugar de obsesionarte, debes
llegar a utilizar esto positivamente. El riesgo está en seguir dando vueltas y
vueltas sobre la misma imagen hasta enloquecer, en vez de usarla para
remontarse cada vez más alto y más lejos. He ahí el verdadero peligro". Y bien, lo
repito ahora para todos: En la naturaleza, las cosas son sencillas. Son los
humanos quienes lo complican todo y se crean las enfermedades. ¿Por qué
tienen que ver algo malo en estos órganos? ¿Habéis llegado a pensar siquiera
en el tiempo que fue necesario para que la naturaleza los pudiera crear y
perfeccionar?... Qué sentido profundo tienen, cuanta belleza poseen! Toda la
vida está contenida en ellos. Entonces, ¿Porqué intentar demoler la obra de Dios,
reemplazando todo este esplendor por vuestras elucubraciones personales? "Sí,
me diréis, pero para ser puros no tenemos que pensar en estas cosas." Pero,
¿Donde está vuestra pureza desde el momento en que arremetéis contra el
orden natural? Siempre se os ha aconsejado luchar contra la fuerza sexual, pero
aquí os vamos a dar otros métodos, y ellos se basan simplemente en saber
encontrar la belleza y la inteligencia que existen en cada cosa.
Actualmente, está de moda rechazar todas las normas, pero moscardee
alguien que haya logrado liberarse obrando así. El nuevo método, queridos
hermanos y hermanas, es a la vez inteligente y fácil: no provoca conflictos, ni
408
tensiones, ni desequilibrios y, al ponerlo en práctica, estaréis siempre
maravillados al constatar cómo la inteligencia de la naturaleza ha creado los
órganos del hombre y la mujer para ayudarnos a remontar ‐mediante la
reflexión‐ hasta el origen primordial de las cosas; gracias a este método, uno
llega a sentirse tan bien armonizado, tan esclarecido y apaciguado, que si existe
un ardiente deseo no es otro que el de irradiar toda esta dicha sobre el mundo
entero. He aquí cómo es posible avanzar, en vez de amargarse, como lo hace la
mayoría de la gente que no ha podido encontrar solución a sus problemas
sexuales. Cuando lleguéis a comprender lo que os he dicho, toda la creación,
todas las criaturas serán para vosotros como una continua fuente de inefable
gozo, no veréis por doquier otra cosa que el esplendor de Dios y entonces viviréis
ciertamente en la pureza, puesto que no querréis nada más que poder distribuir
esta alegría desbordante que hay en vosotros.
Centro Fraternal de Vidélinata (Suiza), Marzo 22 de 1975
409
LAS VERDADERAS ARMAS:
EL AMOR Y LA LUZ
Bonfin el 4 de Abril de 1975
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
“Se piensa que es posible vencer a un enemigo luchando contra él, pero no
es así. Por el contrario, para vencerle hay que alejarse de él, elevarse a fin de
crear una nueva imagen de él que venza a la imagen nociva. No se puede
vencer a los enemigos si llevamos a todas partes su imagen. Tarde o
temprano, ellos serán los triunfadores. No se puede vencer a los malvados con
la maldad, ni a los calumniadores con la calumnia, ni a los iracundos con la ira,
ni a los celosos con los celos; Esto sería como identificarse con ellos, rebajarse
a la misma categoría.”
Es muy posible que estas líneas que acabo de leeros os parezcan de una
ingenuidad total. Los humanos están acostumbrados a vengarse del mal que les
han hecho. Si les dan una bofetada ellos devuelven otra, o dos si hace falta! Si es
un puntapié... procuran regresar el doble. Este instinto de venganza les viene de
muy atrás, de la lejana época en que aún eran animales. Y de hecho, no es que
haya mucha diferencia con aquello: En lo externo se ha llegado a ser una
aparente buena persona, hombre o mujer, pero hay que verlos por dentro!...
Están seguros de que podrán vencer a sus enemigos usando los mismos medios
que aquellos han utilizado. Pero si se quiere mirar la cuestión desde el ángulo de
la Ciencia iniciática y saber lo que ella nos aconseja en un caso así, nos dará una
respuesta que no tiene nada que ver en absoluto con lo que los humanos piensan
y practican .
410
Para comenzar, está muy mal llevar constantemente en la cabeza la imagen
de un enemigo, porque al hacerlo así en realidad la estaréis alimentando, le
daréis más fuerzas, y llegará el día en que dicha imagen se habrá hecho tan
poderosa que arrasará con todo vuestro ser. Por otra parte, esto es algo que os
va a comprometer frente a los demás: Al estar siempre hablándoles de vuestro
enemigo, sólo estaréis mostrando que sois débiles y rencorosos... Pero los
humanos no se detienen a pensar en estas cosas y persisten en su actitud
errónea. Es como si ellos quisieran tranquilizarse y librarse de aquel veneno que
les corroe por dentro, inyectándoselo a otros, trasmitiéndolo a sus amigos sin
darse cuenta de que les están haciendo un daño y, aunque logren con esto un
consuelo momentáneo, el problema no se va a solucionar, las cosas seguirán su
curso...
Desde el punto de vista iniciático, desde el enfoque de la sabiduría, tal actitud
es absolutamente errónea. Por ello es necesario esclarecer a los humanos.
Nunca he dicho que no hay que vencer a los enemigos, pero es preciso buscar
otros medios para lograrlo.
En la página que hemos leído se nos dice que responder a los enemigos
usando los mismos medios equivale a ponerse a su mismo nivel. Así es. Pero
además si vosotros proyectáis unas ondas de idéntica naturaleza a las de ellos,
vais a estar en una posición vulnerable: Ellos pueden entonces alcanzaros a
través del espacio y haceros más daño. A veces os habéis sentido mal
repentinamente sin saber porqué y, aunque puede haber otras razones para ello,
es posible que alguien os haya estado enviando pensamientos negativos, de
forma que si no sabéis protegeros vais a recibir estas corrientes mentales y os
sentiréis indispuestos. Ahora bien, para estar protegidos y ser invulnerables
frente a estas ondas, lo que tenéis que hacer es no quedaros en el mismo nivel,
donde vuestro enemigo es más fuerte y puede alcanzaros. Es preciso elevarse,
del mismo modo que lo hacen los pájaros, los aviones o los helicópteros, porque
cuando os digo “elevarse”, no se trata de algo físico e inmediato, como sería
subirse a un árbol o al techo de una casa usando una escalera. No. Elevarse
significa volar hacia otras regiones más nobles, más puras, más luminosas y
411
divinas. Así, una vez que lo hayáis hecho con ayuda de la voluntad, la
meditación, la oración, estaréis fuera del alcance de vuestro enemigo, puesto
que ahora tendréis unas vibraciones distintas a las suyas y os habréis puesto a
salvo.
Cuando surjan personas que os calumnian y hablan en contra vuestra,
remontaos a las regiones celestes, siempre en busca de la luz. En aquel momento
estaréis protegidos, atrincherados en el amor, la luz, la fuerza divina, a tal punto
que no sólo no podrán alcanzaros los malos pensamientos, sino que estos
volverán a su origen y acabarán con vuestros enemigos. Esta es la forma como
los Sabios, los Iniciados, los Grandes Maestros, han logrado vencer a sus
enemigos: Mediante una vida pura, honesta, noble y radiante... Entonces se
produce el efecto contrario. Pero este contrachoque no va a producirse si hacéis
exactamente lo mismo que vuestro enemigo, en cuyo caso vuestra postura va a
ser también débil, cruel, impura, sensual... De ser así, os convertiréis en el blanco
perfecto de todas las suciedades que os quieran lanzar. En cambio, si os
remontáis muy arriba, por encima de todo aquello, no sólo vais a encontrar
protección en la propia forma de vida que lleváis, sino que esta va a rechazar
todo lo sucio y negativo, haciendo que vuelva sobre aquel que lo ha enviado. Si
los brujos y los magos negros tienen éxito es gracias a la ignorancia y a la
debilidad de los humanos que permiten el acceso a influencias tan nefastas;
Mientras no hayan aprendido a escudarse en la luz, siempre podrán ser
alcanzados por ellas. Pero cuando se atreven a atacar a un Iniciado, a un ser que
vive de una forma celeste, entonces los rayos se vuelven contra ellos, haciendo
incluso que desaparezcan. No es fácil alcanzar o vencer a alguien que se ha
vinculado directamente con el Cielo, que mantiene un ideal elevado, que se ha
consagrado a la luz y trabaja para ella! Así pues, si queréis estar protegidos,
defendidos, seguros contra cualquiera que sea, debéis cambiar vuestra vida,
situaros en otra vibración, elevaros hacia otra región donde ya no estaréis a su
alcance.
Más aún, si queréis que vuestro triunfo sea más grande y rápido, incrementad
vuestro amor, vuestra bondad y generosidad. Algunos seres han logrado llegar a
estar por encima de todos los rencores, por más que se les calumnie, se les odie y
412
se trabaje en contra de ellos, les da lo mismo, puesto que confían en el poder de
la luz. Cada día, durante su trabajo espiritual, ellos envían rayos luminosos a
todas las criaturas, con lo cual incluso sus enemigos empiezan a reconocer su
inmensa superioridad y se sienten obligados a venir a inclinarse ante ellos,
rogándoles que les perdonen y convirtiéndose en sus amigos. De este modo, en
lugar de exterminarles, estos seres logran vencer a sus enemigos a través de la
nobleza, la grandeza y la fuerza de la luz, haciendo de ellos sus aliados. No
debéis olvidar nunca que cuando vencéis a alguien usando la violencia, la fuerza
o el poder del dinero, esto no representa un triunfo definitivo. Así no les ganáis
del todo, pues ellos van a guardar siempre rencor hacia vosotros, no van a
perdonaros esa victoria y volverán a surgir conflictos con ellos, si no en esta vida
en la próxima. La lucha no habrá concluido.
Imaginad que habéis destruido a vuestro enemigo: Sólo es su cuerpo físico lo
que ha desaparecido; en realidad no es posible aniquilar totalmente a otro ser,
puesto que tiene un alma inmortal y, desde el otro lado, va a seguir generando
pensamientos de odio y rencor hacia vosotros. De modo que la guerra continúa,
no ha terminado en absoluto. La idea que se ha venido trasmitiendo a los
humanos de generación en generación, no es más que un residuo prehistórico
que no resuelve los problemas. Es errónea, todo el mundo se equivoca y esto
ocurre a muchos niveles, por ejemplo cuando un país entero cree que puede
vencer a otro país cualquiera usando las armas o el espionaje... Es cierto que un
país puede someter a otro durante un tiempo, pero luego será el otro el que le
vencerá. Mirad sino la Historia: Observad lo que ha sucedido con Francia y
Alemania, o con Bulgaria y Grecia, o entre los Armenios y los Turcos... Entonces,
¿Cómo se pueden arreglar las cosas? Como lo hizo Francia en su momento,
tendiendo la mano a Alemania, con lo cual se acabaron las hostilidades; de lo
contrario, otra actitud habría provocado nuevamente el deseo de venganza por
parte de los Alemanes.
Es el instinto y no la sabiduría lo que impulsa la venganza: Recibís un golpe y
respondéis con otro sin reflexionar. Os relataré una historia: Tres yoguis se
habían retirado al bosque. Ellos oraban, meditaban, querían llegar a ser
perfectos... En ese momento alguien que pasaba por allí va y le da una bofetada
413
al primero. ¿Cual fue su reacción? Levantarse y responderle con dos bofetadas!
Ciertamente con este primer yogui habrá que esperar todavía para llegar a la
perfección! El segundo, al recibir también otra bofetada se levantó con ánimo
de responder, pero lo pensó un momento y volvió a sentarse... Este al menos
había aprendido a controlarse. En cuanto al tercero, ni siquiera se dio cuenta de
que le habían dado la bofetada y siguió meditando como si nada! Así que, ya lo
veis, existen diversos grados: El primero corresponde a la humanidad ordinaria
que responde siempre al golpe invocando la justicia... o la injusticia si hace falta!
El segundo va a reflejar la categoría de aquellos que saben controlarse a través
de la reflexión diciendo: “No vale la pena responder... Si lo hago las cosas van a ir
aún peor.” Por lo que hace al tercero, este ya estaba tan evolucionado que ni
siquiera percibió aquel golpe de su enemigo.
Y ahora iré más lejos aún, para deciros que vuestros enemigos constituyen una
bendición. Ya sé que pensareis que me estoy volviendo loco! ¡Decir que los
enemigos son una bendición! Pero esto prueba que vosotros aún no habéis
entendido gran cosa. Pues sí, son una bendición, puesto que son precisamente
los enemigos quienes más os ayudan a ser fuertes, poderosos, brillantes... pero
como aún no lo podéis ver claro, os negáis a aceptarlo. Si sois inteligentes
podréis convertiros en seres divinos. Todos los enemigos no son otra cosa que
amigos disfrazados que os obligan a despertar, a evolucionar.
Os contaré otra historia: Esta vez era un maestro algo enjuto y enclenque,
pero muy inteligente. Un día estaba discutiendo con varios jóvenes en la plaza
del pueblo y se le acercó un hombre muy robusto, aunque un poquito corto de
miras (Esto es algo que ocurre a menudo, la gente muy fuerte físicamente no
suele tener la misma proporción de inteligencia), que no estaba de acuerdo con
lo que él decía. Como los demás parecían dar la razón al maestro, el grandulón
se sintió ofendido y se precipitó sobre el primero golpeándole, con lo cual el
pobre maestro rodó por tierra... y luego regresó a su casa sintiéndose triste y
desgraciado. Pero he aquí que al llegar encontró que su vaca había parido un
ternerito y, enternecido, comenzó a acariciarlo, lo tomó en sus brazos (pues era
muy pequeñito y no pesaba mucho) y con todo esto se le olvidó un poco el mal
rato que había pasado antes. A la mañana siguiente volvió para acariciar y coger
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en brazos al animalito... y siguió haciéndolo a diario durante un tiempo, hasta
que este creció y se convirtió en un poderoso buey. Aún así, podía levantarle con
sus brazos. Un día se dijo a sí mismo: “Bien, ahora soy un hombre fuerte... voy a
buscar a aquel grandullón que me dio la paliza y se va a llevar una buena
sorpresa!” Así, se dirigió a la plaza del pueblo, donde el otro estaba como de
costumbre, jactándose frente a los demás, se le acercó y le dijo: “¿Me
reconoces? ‐Claro que te reconozco, le respondió el otro. Eres aquel a quien
propiné una buena paliza hace un tiempo! Ah, conque una buena
paliza...¿verdad? Y diciendo esto levantó en vilo al grandullón diciéndole: Ahora
ponte a rezar porque te voy a lanzar a tierra y no te quedará hueso sano! ‐Oh,
perdóname por favor, clamaba el grandulón, no me hagas eso, déjame bajar de
aquí, todo ha sido un error, me arrepiento de aquello...” “Bien, si así lo dices...”
Y entonces le volvió a poner en tierra sin maltratarlo, pero le faltaron piernas al
grandullón, para largarse muerto de miedo entre las risas de todos los que allí
se encontraban. Esta vez el maestro pudo regresar a su casa contento y
orgulloso, vencedor al fin. Ya podéis ver por donde van las cosas.
¿Porqué insistir en vencer a vuestros enemigos usando los mismos trucos
mezquinos e innobles que ellos utilizan? En vez de descender a su mismo nivel y
ensuciaros, ¿No es acaso mejor demostrar vuestra superioridad? En cuanto a
mi, sé que mi situación es tal que no puedo tener enemigos. Veamos por
ejemplo el caso de una pareja, donde uno de ellos, el marido, frecuenta la
Fraternidad motivado por su deseo de una vida espiritual. Pero en cambio su
mujer vive furiosa por este motivo, cree que la culpa es mía y lanza sus rayos
contra mí, incluso amenaza con quejarse a la policía. Ya veis cómo sin hacer
daño a nadie, me surgen muchos enemigos como esta mujer, a quien ni siquiera
conozco; es terrible. Desde el momento en que comenzáis un trabajo para la luz,
unos se quedan deslumbrados y otros se vuelven furiosos contra vosotros. Pero
también ha ocurrido a veces lo contrario: Es la mujer quien viene a la
Fraternidad y el marido quien monta en cólera. Ya me contareis que tengo yo
que ver con sus asuntos!... Lo peor es que en tales casos la gente ni siquiera se
cuestiona si uno es o no culpable, simplemente os detestan sin más, sin saber
bien porqué, os detestan. Así pues ¿Qué debo hacer yo? ¿Hablar mal de estas
personas?... ¿Exterminarlas? No. Lo que debo hacer es enviarles mucha luz.
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Hay que saber que en el mundo se están manifestando sin cesar los dos
principios: El principio de la luz y el de las tinieblas, puesto que ambos compiten
en una lucha eterna. Así, cuando estáis del lado de las tinieblas, será la luz la
que os atacará, pero si pertenecéis a la luz entonces os veréis atacados por las
tinieblas. Es preciso enterarse de ello, pero esto no significa que haya que dejar
de practicar el bien, no. Debéis continuar haciéndolo a pesar de las críticas, celos
e incomprensiones, luchando siempre dentro de las fuerzas de la luz. Porque ya
sabéis que si se responde con el mismo odio, con idéntica crueldad, esto os
llevaría a rebajaros y descenderíais a la misma región donde las fuerzas hostiles
están desgarrándose unas a otras, devorándose mutuamente. Esto significaría
sin duda que os debilitaríais, os invadiría la pesadumbre y la oscuridad. Por
querer vencer al enemigo de este modo, perderíais vuestra fuerza, vuestra luz,
vuestra belleza, y también a vuestros amigos, pues ya no os reconocerían como
la persona amable y simpática de antes, y se alejarían de vosotros. He ahí todo
lo que puede llegar a ocurriros, es muy alto el precio de una actitud así. Pero los
humanos no quieren enterarse!... En su ignorancia, prefieren ser aniquilados y
seguir usando los viejos métodos. Por mi parte, os voy a dar un nuevo sistema
tan ventajoso que, si os decidís a adoptarlo, vais a resultar siempre vencedores,
todos los triunfos serán vuestros, puesto que estaréis trabajando con energías
muy elevadas, desconocidas hasta hoy. A los enemigos hay que verles como una
tentación que nos presenta el mundo invisible, que nos obliga a responder de
alguna forma para demostrar que somos más fuertes que ellos. Son pues una
tentación, pero pueden llegar a ser una bendición, puesto que os obligarán a
ejercitaros: En vez de estar dominados por la pereza, dormidos en los laureles,
tendréis que empezar a ejercitaros día y noche...llevando en brazos al pequeño
ternero!
Ahora bien, para llegar a este grado de conciencia hace falta mucho amor,
mucha bondad. Precisamente por no haber desarrollado en su interior estas
virtudes, los humanos no piensan sino en vengarse creyendo que es justo, que
actúan dentro de la verdad. Observad si no lo que suele pasar por doquier en
todo el mundo: Ojo por ojo y diente por diente. Si aún creéis que es Jesús el que
gobierna!... Pues no, sigue siendo Moisés, por todas partes predomina la ley
mosaica... Evidentemente, cada uno es libre de hacer lo que le parezca y de
vencer a sus enemigos a su manera, pero tarde o temprano vais a saber que
416
vuestro triunfo no ha sido completo, aunque les hayáis matado, las cosas no
habrán terminado del todo y volveréis a encontrarles de nuevo. Es la Ley, es el
Kharma. Si matáis a vuestro enemigo, tarde o temprano él os matará a vosotros
y así continuará hasta que uno de los dos sea capaz de mostrarse más grande,
más generoso, perdonando al otro. En ese momento se acabará, se romperá la
cadena. Pero decidme: ¿Creéis de verdad que si revelo esto un día a todo el
mundo seré comprendido? Sin duda dirán: “ Oh, el pobre, pero qué cosas dice!”
Pues todos son esclavos de sus pasiones, de su instinto al cual denominan
patriotismo; Ellos no razonan, sólo tienden a expresar su lado instintivo, y esto
no representa solución alguna.
Por supuesto, es más difícil ejercitarse y trabajar consigo mismos que
vengarse. Pero es necesario esforzarse, dedicarse tiempo, mientras que para
coger un fusil y asesinar a otro basta un momento. Por lo general, la mayoría de
los humanos van a escoger lo más fácil y rápido. En cambio, los Iniciados
escogerán aquello que conlleva tiempo y dificultad. He aquí la diferencia.
Ahora llega el momento de dar a los seres humanos nuevos conceptos, que les
ayudarán a salir del infierno al que ellos mismos se han arrojado. Desde luego, si
alguno prefiere permanecer allí, es libre de hacerlo, pero aquellos que
verdaderamente quieran salir pueden aprender nuevos métodos. Creedme,
nunca llegareis a vencer a un enemigo por medio de golpes, violencia y
humillaciones. Así sólo conseguiréis que os guarde rencor, que esté siempre al
acecho para haceros daño, esperando el momento de vengarse.
Por contra, si usáis los medios del amor y la luz, podréis vencerlo
definitivamente e incluso ponerlo a vuestro servicio, pero esto requiere de gran
esfuerzo y trabajo. Es importante que améis el esfuerzo, que no os contentéis
con lo más fácil, porque esto no os va a aportar nada y al final se convertirá en lo
más difícil.
Bonfin, Abril 4 de 1975
417
EL AMOR,
LO MISMO QUE EL SOL
ORGANIZA LA VIDA
II
Bonfin a 14 de Julio de 1975
Conferencia improvisada
Los seres humanos han descendido tanto en su nivel de comprensión, que han
terminado por mortificarlo todo. Para ellos, la tierra y el Sol no son seres vivos y
menos aún inteligentes; sólo ellos se creen inteligentes! Pero, ¿Cómo puede ser
que una Inteligencia que según ellos no exista, haya venido a expresarse a través
del cerebro humano? Si es el mismo hombre el que ha creado su inteligencia,
habría que preguntarle: "¿Pero, amigo mío, cómo es que te has fabricado así,
tan corto y limitado? Ya que tú mismo has hecho tu inteligencia, bien podrías
haberte concedido algo más y de mejor calidad!" Lógicamente, hay que admitir
que la inteligencia que se manifiesta a través del cerebro humano existe por
doquier, y que sólo los humanos en medio de su ignorancia están empeñados en
impedir su propio avance al creer que todo lo demás está muerto.
En realidad, todo es inteligente, todo es divino, hasta las piedras y los
metales. En la inmensa escala de la vida que va a culminar en el Señor, los
minerales representan el peldaño más inferior, pero están vivos. Y el trabajo de
los Iniciados consiste precisamente en ayudar a los humanos a percibir esta vida
que informa todo el universo, a comunicarse con ella en sus aspectos más sutiles
e intensos. Es por esto que insisto tanto en que os pongáis en contacto con el Sol
ya que gracias a él, si sabéis cómo mirarlo, cómo hay que pensar en él y cómo
418
hay que amarlo, podréis tener acceso a los grados superiores de la vida, llegareis
a generar una nueva corriente que activará todas vuestras células haciendo que
los órganos comiencen a funcionar de una forma nueva, emanando algo más
sutil que gradualmente atraerá hacia vosotros el amor del mundo entero. Y esto
es justamente lo que los seres humanos buscan, es la vida. En el caso de una
mujer que adora a su esposo, él es todo para ella y no cesa de admirar su porte,
sus facciones, su inteligencia, su fuerza... pero llega el día en que este muere,
¿Cuál va a ser la reacción de ella? ¿Querrá permanecer al lado del cadáver? No,
ella será la primera en decir: "Enterradle!" Una vez que la vida se ha ido de él,
ella va a separarse de este cuerpo, ya que no puede guardar lo que ya carece de
vida. No se ama a los cadáveres.
En su interior, cada vez más los humanos se están convirtiendo en cadáveres.
Se han vuelto seres fríos, sin amor, nada formidable puede emanar de ellos, y
aún así, los pobres creen que esto les llevará a obtener lo que desean! Es obvio
que no, antes tendrían que volver a estar vivos! Y sólo se está vivo cuando se
irradia amor; es algo tan sencillo de hacer! Por ejemplo, en un momento en que
nadie os vea, podéis levantar vuestra mano derecha y proyectar vuestro amor a
todo el universo, a las estrellas, a los Ángeles y Arcángeles diciendo: "Yo os amo.
Os amo y estoy en armonía con vosotros!" De este modo, podéis habituaros a
emanar algo vibrante e intenso, podéis llegar a ser como una fuente viva, un
verdadero manantial de amor. Pero los humanos piensan que es mejor
protegerse adoptando una expresión siniestra, sin el menor asomo de bondad o
amor. Ellos ignoran hasta que punto tal actitud puede ser pernicioso. Por el
hecho de que algún idiota empezó a mostrar esta actitud cerrada y glacial, los
demás han creído que lo más inteligente es imitarlo, y actualmente todos le
imitan como si hubieran llegado a encontrar en tal gesto la cima más alta de la
evolución. Pero no es así, se trata de una actitud idiota; es preciso aprender a
irradiar el amor para convertirse en seres vivientes, para que todo esté vivo de
verdad: vuestros rostros, vuestra mirada... A veces, cuando miro a los ojos de
algunas personas, nada vibra en ellos, nada responde, es como si fueran de
piedra. No me gusta mirar a esta clase de ojos y vuelvo la cabeza a otro lado.
Están muertos, son ojos muertos. ¿Hasta cuándo van a comprender que lo que
yo amo es la vida y no la muerte?
419
Es necesario habituarse a vibrar siempre, a dar algo de vosotros mismos a
todas las criaturas del Cielo y de la tierra, a impregnarlas con vuestro amor,
como lo hace el Señor. Pues esta es precisamente la actividad del Señor: El se
ocupa constantemente de infiltrarse a través de todas las criaturas para darles
vida e infundirles Sus cualidades. Sí, esto es lo que hace el Señor, penetrar en
ellas, irradiar su amor hacia toda la creación infinita donde, gracias a este amor,
las partículas y las corrientes llegarán a armonizarse entre ellas. Veamos una
prueba: Cuando hay alguien que tiene algo que le duele, bien sea la cabeza o el
plexo solar, debéis colocar vuestra mano con mucho amor sobre la región
afectada por el dolor, de forma que todas las partículas que están desordenadas
y se agitan en todas direcciones, vuelvan a encontrar su lugar y recobren su
mutua armonía obedeciendo al influjo de vuestro amor, el cual dispersará
también las partículas nocivas. Si vuestro amor es fuerte y poderoso,
rápidamente veréis los resultados. De no ser así, es inútil que lo probéis.
Si queréis estar realmente vivos, amad! "Bien, me diréis, lo hemos
comprendido, ahora vamos en busca de los hombres (o las mujeres)." Pero no,
no se trata de esto, si actuáis de este modo estaréis de nuevo atrayendo la
muerte. Cada acción derrochadora en este campo será como invitar a la muerte
espiritual. Cuando gastáis de forma inconsciente y ciega la quintaesencia que
debería alimentar vuestro cerebro, os debilitáis, os embrutecéis. Pero retenerla
tampoco es bueno, generalmente va a causar enfermedades en quienes lo
hacen. Así, la solución está en proyectar vuestro amor hacia el Cielo, impidiendo
que se estanque y se acumule hasta rebosar y producir inundaciones. Por esto es
necesario amar, amar constantemente, día y noche, proyectando vuestro amor a
todas las criaturas que puedan necesitarlo. Cuando yo entro en esta sala y os
saludo, al mismo tiempo os envío todo mi amor y, aunque vosotros no llegarais a
notarlo, esto me hace dichoso, me permite sentirme pleno, colmado. ¿Cómo es
que no habéis llegado a comprender la importancia que tiene saludar a otros con
amor? Cuando nos saludamos entre nosotros, sería maravilloso que los Ángeles
y Arcángeles que nos están mirando pensaran: "Es formidable, cuanta luz hay
allí, vamos a bajar para acompañar a estos seres que se saludan con tanto
amor!"
420
Pero hoy vemos que casi siempre las personas se encuentran y se despiden sin
amor. Incluso las parejas, cuando lo hacen, se abrazan con desgano. "Adiós,
querido, hasta la vista, querida..." pero no hay nada en estas expresiones, en
estos besos. Ellos actúan así por costumbre, por conveniencia, y esto es terrible.
¿Porqué darse un abrazo en tales condiciones? Cuando se besa a otra persona,
hay que trasmitirle algo que le vivifique y le resucite. Pero los humanos aún no
saben el significado de un abrazo, cómo y cuándo hay que hacerlo. Por el
contrario, si un hombre está muy deprimido y se siente muy desgraciado, tiene el
impulso de ir a abrazar a su pareja para consolarse; con sus besos, va a
trasmitirle todo este malestar emocional de forma que la pobre, al recibir
aquello caerá a su vez en la depresión. Hombres y mujeres están haciendo de
continuo este tipo de intercambios entre ellos, pero ¿Qué van a representar
estos intercambios? Sólo Dios lo sabe... O mejor aún, el Diablo es quien lo sabe
bien. Esto no significa que esté prohibido abrazar a nadie, todo lo contrario, pero
hay que saber cómo y cuándo hacerlo, de forma que podamos comunicarle la
vida eterna a través de nuestro abrazo.
Así pues, queridos hermanos y hermanas, si yo os dijera que vosotros no
sabéis abrazar a vuestros seres más queridos, os quedaríais horrorizados consigo
mismos. Para vosotros, todo lo que hacéis es ideal, perfecto; pero para los
Iniciados, aún os queda mucho camino por andar!
Lo esencial es la vida, es el amor, pues la vida y el amor son la misma cosa. Es
por esto que debéis salir de aquella vida estancada, prosaica, vulgar. Cultivad el
más elevado ideal: proyectar la vida divina, el amor divino, y no penséis: "Es
imposible, no seré capaz de esto, no soy lo bastante evolucionado, por tanto
renuncio a ello." Aunque vuestro ideal os parezca irrealizable debéis mantenerlo.
Precisamente por ser algo aparentemente inaccesible resulta tan maravilloso.
Aquello que es de fácil acceso no sirve para mayor cosa. El mundo entero va
detrás de las cosas que cuestan poco pero yo, que en esto voy a contracorriente
desde que nací, siempre me he propuesto llegar a obtener lo que de antemano
parecería más imposible porque es demasiado grande, demasiado elevado. Sí,
esto es lo que más me estimula, es lo que me inspira, lo que me aporta
entusiasmo, poesía. Si me propusiera otras cosas mucho más fáciles, entonces
421
perdería mi entusiasmo. Esta forma de ver las cosas no ha sido suficientemente
estudiada por la Psicología. Me diréis que no es objeto de esta ciencia, pero
precisamente es algo que corresponde a la verdadera Psicología. Así que no
debéis preguntaros si sois capaces o incapaces: trabajad para llegar a irradiar la
vida divina, el amor divino.
Bonfin, Julio 14 de 1975
422
LA JUVENTUD
FRENTE AL PROBLEMA DEL AMOR
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
"Por lo general se tiende a considerar todo lo que nos incordia como un
enemigo. Pero antes es preciso estudiar a este presunto enemigo. Para el
hombre primitivo, el fuego era un enemigo, lo mismo que lo era el rayo, el
trueno, el viento, la tierra, los animales... todo parecía ser enemigo para él.
Pero con el tiempo, el hombre ha sabido domesticar estas fuerzas y ha
descubierto en ellas muchas cosas útiles.
Aquello que el hombre ha logrado respecto a los elementos, puede ser
aplicado a otras manifestaciones de la vida, por ejemplo en el terreno de lo
psíquico: En vez de emprender la fuga ante algunas pequeñas cosas que vienen
a importunarnos, como por ejemplo la sensualidad, la cólera, la vanidad, los
celos, etc., vale la pena explorar estos fenómenos, tratar de conocerlos, de ver
lo que contienen. Con esta audacia y coraje, os será factible entender y
descubrir que aquel mal que antes tomabais por un enemigo, en realidad
puede convertirse en un amigo con las manos llenas de regalos. Llegará la
época en que la humanidad tendrá una actitud distinta frente al mal, basada
en una instrucción y en los sistemas pedagógicos apropiados, que vendrán a
liberarla de todas sus limitaciones internas. “
423
Ya os he hablado mucho sobre esta cuestión, acerca de cómo el hombre ha
logrado cambiar su actitud respecto a las fuerzas de la naturaleza como el agua,
el aire, la electricidad... y las ha usado para extraordinarias realizaciones. En el
plano exterior no hay duda alguna: los humanos han tenido grandes victorias
sobre los elementos; han encontrado los métodos, los sistemas necesarios para
progresar, lo cual está muy bien. Pero en cambio, respecto a los riesgos
semejantes y a las posibles catástrofes que amenazan su vida interior, de esto no
suelen preocuparse.
Hablando con los jóvenes de ambos sexos acerca del amor, ellos me han
formulado muchas preguntas y no aciertan a comprender del todo cómo es que
las relaciones físicas que pueden mantener entre ellos sean susceptibles de
perjudicarles. Por el contrario, ellos valoran ante todo el aspecto placentero de la
relación, que según ellos les enriquecen y les aporta bienestar. Pero no es así,
como ya les he explicado: "Puesto que cada manifestación fisiológica supone una
combustión, e incluso al pensar o al hablar ya se están consumiendo ciertos
materiales... Esto va a ser mucho mayor en el caso de las emociones. Cuando
vosotros experimentáis una pena o una dicha muy intensas, estáis quemando
una gran cantidad de materiales que van a generar residuos, cenizas. Por eso
luego hay que dormir para darle al organismo la posibilidad de recuperarse.
Cada sensación, cada emoción, cada manifestación, van a implicar un gasto de
energías y reservas materiales. Siendo así, ¿Cómo pueden aún imaginarse los
humanos que en sus efervescencias de amor no van a consumir o a perder
nada?" Es aquí precisamente donde el gasto va a ser mayor y donde va a ser
más difícil recuperarse, pues se trata de quintaesencias de otra índole, de una
cualidad mucho más sutil, de modo que, a la larga, se irá agotando también la
inteligencia, la finura, la belleza.
Pero lo anterior no significa que haya que suprimirlo todo y vivir sin amor, sin
ternura. No es esto. La clave consiste en vivir de una forma sensata, inteligente,
estética. Cuando vemos cómo las gentes se arrojan a experimentar los placeres
físicos sin pensar para nada en añadirles algún elemento espiritual, esto es algo
chocante, espantoso, puesto que va a significar una gran pérdida, en todos los
424
ámbitos. Pero los humanos creen que nada pierden, e incluso llegan a decir
"Pero estos órganos no se gastan." Puede ser, pero aquí, en el cerebro, sí que
hay algo que se gasta! Es preciso tomar conciencia de esto. Mientras el amor os
impulse, os inspire y mantenga en vosotros un estímulo creador va a estar en su
sitio. De no ser así, se convierte en algo estúpido.
La mayoría de los humanos aman igual que comen, automáticamente, como
si estuvieran obligados a hacerlo, aunque no sientan nada.
Ahora os voy a repetir lo que le respondí a una joven que vino a preguntarme
acerca de lo que es bueno y lo que es malo en el terreno de la sexualidad: Si
resulta preferible vivir practicando la castidad o, por el contrario, mantener
relaciones sexuales... Yo le dije: "Mira, en realidad estás planteando mal tu
pregunta, como pasa casi siempre. Cada uno quiere opinar acerca de lo que es
malo y lo que es bueno... pero no es de esta manera como se van a aclarar las
cosas. Aquellos que practican la castidad y viven en la continencia ¿Están
actuando correctamente? Todo dependerá del fin que ellos persigan. Es algo que
puede dar todo tipo de resultados, desde los peores hasta los mejores. Hay quien
puede volverse histérico, nervioso, enfermizo, mientras que otros pueden sacar
de esto fuerza, equilibrio y bienestar. Por otra parte, ¿Tienen la razón aquellos
que deciden dar libre curso a sus instintos? Sin duda, no carecen del todo de
razón, pero ¿Esto les puede hacer bien? Sí, ciertamente, puede ser bueno para
algunos, pero en cambio puede ser malo para otros. Así que no es posible
clasificar estas cosas diciendo simplemente "Esto es bueno" o "aquello es
malo"... El bien y el mal dependerán de un tercer factor: la forma como se utilice
esta energía, hacia donde se la dirija. Nada es bueno o malo per se, sino que
llega a serlo en función de otros factores.
La cuestión es saber de antemano cual es tu ideal, lo qué quieres llegar a ser.
Si tu meta es convertirte en un alma, un espíritu o un ser excepcional, si buscas
descubrir cosas en el mundo espiritual y llegar a comunicarte con el Cielo, es
evidente que tendrás que recortar algunos placeres o incluso renunciar por
completo a ellos, a fin de aprender a sublimar tu fuerza sexual. Pero si tu ideal
no es tan elevado por el momento, una renuncia de este tipo sería algo absurdo;
lo que va a ocurrir si te mantienes pura y virgen no será otra cosa que
425
enfermarte, puesto que en este caso tus esfuerzos no llevan a ninguna parte."
Evidentemente, la joven se sorprendió mucho al oír esta respuesta; nadie le
había planteado el dilema de esta forma: Puede estar bien o puede estar mal. Lo
que no es razonable es dar el mismo consejo a todo el mundo, querer implantar
unas normas de conducta iguales para todos. Si le pedís a un cerdo que se
mantenga casto y virgen... es evidente que os mirará extrañadísimo pensando
"Seguro que está loco de remate! ¿A qué viene esta filosofía?, pero ¿De donde
habrá salido este?" Por ello, me abstengo de dar los mismos consejos a todo el
mundo.
Viene alguien por ejemplo y me dice: "Oh, Maestro, yo creo que a mí no me
conviene casarme ni tener hijos, pues es la espiritualidad lo que más me llama."
Pero cuando observo la constitución y la estructura de esta persona le respondo:
" No, no, será mucho mejor que te cases, de lo contrario será espantoso, tu vida
será muy desgraciada y harás sufrir a todos." Mientras que a algún otro que
quiere casarse, he tenido que advertirle: "Bien, cásate si es eso lo que quieres,
pero debes saber que tú no has sido hecho para el matrimonio y esto te hará
muy desgraciado". Hay tantos y tantos jóvenes de ambos sexos que no se
conocen suficientemente a sí mismos e ignoran lo que deberían hacer! Cada uno
viene a la tierra con una misión, cada uno tiene un programa que cumplir. No es
el propio individuo el que decide lo que quiere acerca de sus instintos o sus
tendencias, como ya os he dicho: "Podéis darle al gato los mejores consejos,
acerca de la conveniencia del vegetarianismo, de no comer más ratones... El
podrá daros toda la razón y hasta deciros "miau, estoy de acuerdo", y mientras
estáis en vuestro discurso, he aquí que se oye un ruido peculiar; el gato os
dejará, sin ningún remordimiento de su parte para ir a cazar el ratón, pues le
interesa mucho más esto que vuestros consejos. Así que, ¿Cómo queréis pedir a
ciertos seres humanos parecidos a los gatos que se olviden de cazar a los
ratones?
Si existiera una balanza en la que se pudiera poner en un platillo lo que se
gana al gustar de las sensaciones del placer físico, y en el otro lo que se pierde
por la misma razón, se podría constatar que es muy poco lo que se gana y en
cambio es mucho lo que se pierde, de modo que no vale la pena sacrificar tanto
por tan poco. Por lo general, la gente no piensa que las sensaciones son
pasajeras y van a olvidarse en breve (lo que hemos comido ayer ya no cuenta
426
hoy), pero en cambio van a inducir al individuo a un estado de pobreza. Por el
contrario, cuando este hace un esfuerzo por rechazar el placer, puede que sufra
un poco, pero vale la pena pues se estará preparando un futuro magnífico. Así, lo
que se pierde en sensaciones, se gana en porvenir. Los que no reflexionan dicen:
"Pero yo estoy contento ahora, soy feliz!" Y ciertamente lo son, pero se están
quedando sin mañana. El ejemplo del borracho nos servirá para entender mejor
todo esto: El va a buscar su placer en el vino, bebe y se pone contento, bien...
pero si continúa haciéndolo, ¿Cómo van a reaccionar sus jefes, su familia, sus
amigos? En realidad, con esto lo que hace es preparar su propia ruina. La
sensación podrá ser agradable, pero no es duradera y a cambio le espera un
porvenir ruinoso.
Todos conocéis aquel relato de la Biblia donde Esaú cambia sus derechos de
primogenitura por un plato de lentejas... Por un pequeño placer, por satisfacer
su propia avidez, llega a ceder un derecho tan primordial, cuyos beneficios
pasarán a su hermano Jacob. Este pasaje merece que le dediquemos toda
nuestra atención. La gran mayoría de los humanos están prontos a cambiar lo
más precioso que poseen por un poco de placer. Podéis estar seguros de que
sabrán cómo hacerlo! Pero un verdadero discípulo debe saber privarse de ciertos
placeres, con el fin de obtener otras cosas. Por supuesto, no estoy diciendo que
debería privarse de todo, de una forma brusca, de un sólo golpe, no. Pero él debe
saber avanzar poco a poco, liberándose gradualmente de todo aquello que
pueda constituir para él un obstáculo en el camino de su auténtica evolución.
¿Creéis acaso que aquellos que han llegado a ser grandes Maestros han vivido
en medio de placeres y satisfacciones? No. Ellos han optado por el
renunciamiento, su vida ha estado llena de privaciones y oprobios. Pero en
cambio, su porvenir ha sobrepasado al de los más gloriosos príncipes,
precisamente por haber escogido a tiempo el sendero de la renuncia. Sin
embargo, la mayoría de los seres humanos siente horror ante una posible
renuncia: no quieren privarse de nada, no saben lo que es sacrificarse, sólo
piensan en satisfacer cada vez más sus deseos, sus necesidades... Bien, pero
esperad a ver lo que les traerá el porvenir...
Bonfin, Julio 31 de 1975
427
Conferencia improvisada
Ahora voy a revelaros la forma en que los habitantes del Agartha son
instruidos en lo que concierne al amor. Ya os dije antes que ellos desconocen la
enfermedad y viven mucho tiempo gracias a que han comprendido la
profundidad y el significado del amor: En realidad, ellos se nutren de amor, se
curan utilizando amor, pueden comprenderlo todo merced al amor. Pero ellos
tienen un concepto distinto acerca del amor. Los Iniciados que les instruyen se
encargan de explicarles que, ante todo, ellos deben amar al Señor puesto que al
hacerlo va a ocurrir una especie de transformación: El Señor actuará como un
agente trasformador, con un poder capaz de armonizarlo todo. Pero como el
Señor es una entidad abstracta a los ojos de los humanos, el instructor les hace
ver que existe un representante del Señor que es el sol, y les enseña cómo hay
que relacionarse con el sol, cómo hay que amarlo y tratar de llegar a ser como él.
De este modo, la tarea que se les asigna a los discípulos de vincularse con el
Señor, se les va a facilitar a través del sol, puesto que este último es más
accesible, ellos pueden percibir su luz, su calor, sus rayos son algo que se siente y
se ve.
Enseguida, se les enseña a los discípulos cómo, en el plano humano, es el
Maestro quien representa al Señor y al sol, de forma que ellos aprenden a
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amarlo, a considerarlo como un transformador de sus pensamientos, sus
sentimientos y sus deseos. Amando así a su Maestro de manera desinteresada y
viendo en él un ideal, un modelo, ellos llegan a perfeccionarse rápidamente, ya
que por una parte no van a recibir de él impureza alguna, es el Maestro quien
absorberá las impurezas de sus discípulos, y por otra, al tener que elegir más
tarde una pareja, ellos van a estar bien orientados en su elección, gracias a esta
triple energía trasformadora que les viene del Señor, del sol y del Maestro. He
aquí lo que ocurre en el Agharta. Al brindar todo su amor al Señor, al sol y al
Maestro, los discípulos construyen algo verdaderamente poderoso y sólido en su
interior, algo capaz de orientarles y esclarecerles. En cambio aquí, en la
superficie de la tierra, incluso teniendo un Maestro, teniendo al sol y al Señor, los
humanos siguen naufragando en sus pantanos de sufrimiento y desdicha,
negándose a aceptar los medios que se les ofrecen para ser felices; ellos sólo
buscan una pareja mediocre, un mequetrefe cualquiera o una mujer
medianamente guapa, y esto es todo lo que importa para ellos, de forma que no
llegan a transformar sus instintos ni sus pasiones: ellos han cortado los vínculos
que podrían unirles a esos tres poderes que son los únicos capaces de ayudarles,
El Señor, el sol, el Maestro.
Todos parecen estar sumergidos en ese amor que les devasta, y no tienen a
nadie que les pueda instruir o aconsejar. Ellos dicen: " Hay que desinhibirse, hay
que obedecer a la naturaleza." Sí, pero la naturaleza tiene tantos grados! Ya os
he hablado acerca de las dos naturalezas del ser humano. * En realidad hay más
de dos, pero para facilitar la comprensión, las reducimos a dos: Una es la
naturaleza inferior, que empuja siempre al hombre hacia el nivel animal, y la
otra es la naturaleza celeste, divina, que se opone a la primera. Así, desde el lado
superior la naturaleza puede impedir que el lado inferior se manifieste en forma
destructiva. Precisamente por ello vale la pena desarrollar este lado superior
razonando del siguiente modo: "Mi naturaleza inferior me impulsa hoy a hacer
tal o cual cosa ara satisfacerla... es normal y es algo estupendo, puesto que la
propia Inteligencia cósmica ha dotado a sus criaturas con estas tendencias; pero
también es cierto que les ha dotado con otras tendencias superiores, que algún
día deberán imponerse y mandar sobre las primeras."
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Para la mayoría de los humanos, desde el momento en que la naturaleza ha
puesto en ellos un impulso determinado, ellos se sienten justificados para darle
libre curso diciendo: " Y bien, ¿Qué mas da? Es algo natural, estamos
obedeciendo a la naturaleza!" Sin duda, así es, pero ellos no hacen más que
obedecer a la naturaleza inferior. Cuando un tigre se arroja sobre su presa para
devorarla, él no se va a sentir culpable, puesto que está dirigido y gobernado por
su naturaleza inferior. Algo semejante ocurre con algunos seres humanos: ellos
violan y asesinan mujeres sin sentirse culpables, ya que están totalmente bajo el
dominio de su naturaleza inferior. Sólo a partir del momento en que la
naturaleza superior comience a despertar en ellos, podrán sentirse culpables de
aquellos actos que les han inspirado su naturaleza inferior, y no antes. Así pues,
si la Inteligencia cósmica ha dado al ser humano esa doble naturaleza es para
que, al final, el lado superior sea capaz de tomar la rienda para conducirle hacia
la perfección, hacia el esplendor y el triunfo de la Divinidad. Por supuesto, se es
libre para dejarse llevar por la naturaleza inferior pensando: "Es normal, es
natural!", pero en tal caso, este individuo poco va a diferenciarse de los
animales.
La tarea del discípulo consiste en lograr el predominio de la naturaleza
superior sobre la inferior. De ser así, poco a poco se irá convirtiendo en Maestro.
Un Maestro es aquel que ha logrado dominar a la perfección su propia
naturaleza inferior para ponerla al servicio de la superior. Pero él no la ha
aniquilado, no la ha destruido; lo que ha hecho es domarla, trabajarla.
Bonfin, Agosto 1 de 1975
430
LOS PRINCIPIOS MASCULINO Y FEMENINO:
SUS MANIFESTACIONES
Bonfin 3/8/75
Conferencia improvisada
Las mujeres han desarrollado de tal modo su imaginación, que muchas veces
creen estar viviendo la realidad que ellas anhelan en secreto. Es bien sabido que,
incluso entre las mejores familias, han ocurrido siempre historias sorprendentes:
Por ejemplo cuando la jovencita confiesa a sus padres que ha quedado encinta
del maestro de música, o del sacerdote que la confesaba, con lo cual se genera
un gran escándalo, hasta que ella misma acaba por admitir que aquello sólo ha
sucedido en su imaginación. El hecho es que muchas mujeres confunden sus
deseos con realidades, de modo que lo más prudente será verificar siempre sus
afirmaciones. Las mujeres viven más cerca del plano etérico que del plano físico y
es por esto que las cosas que vivencian psíquicamente son tan intensas que
llegan a ser para ellas algo real, con una realidad superior a la del propio plano
físico. Así, puede ser que tengan la sensación de haberse unido a un hombre, y
dicha sensación puede ser incluso más intensa que si lo hubiesen consumado en
la realidad. Es cierto que este fenómeno también puede producirse en los
hombres, pero sin duda la proporción es considerablemente menor que en las
mujeres.
Por esto, siempre os he advertido que los hombres deben estar atentos cuando
se trata de mujeres muy jóvenes, ya que su actitud puede producir ciertos
efectos sobre su imaginación. Las chicas suelen tener una imaginación mucho
más desarrollada que los muchachos, por lo cual hay muchas cosas que pasan
por su mente antes de que la sexualidad se despierte verdaderamente en ellas,
aparte de que suelen ser extremadamente curiosas en lo que respecta a este
asunto; ellas quieren saber, quieren enterarse y casi siempre esta curiosidad es
431
lo que les impulsa a cometer muchas tonterías. En cuanto a los jóvenes, es
distinto: no es la curiosidad lo que les mueve, sino la necesidad física de aliviar
una tensión. Las mujeres son más curiosas.
He aquí porqué los hombres que están en contacto con estas jovencitas deben
tener cuidado para no despertar esta curiosidad prematura, de lo contrario van
a surgir complicaciones. Ellos deben pensar en estas chicas, en estas mujercitas
que son tan cándidas, ingenuas y confiadas, que aún no conocen nada, pero no
obstante están a punto de convertirse en mujeres, y ellos pueden causarles daño.
Es preciso pues actuar con inteligencia, usando la psicología y la pedagogía,
sabiendo contenerse y viéndolas de forma que no haga despertar antes de
tiempo a la mujer que hay en ellas, ya que incluso estas jovencitas tienen
siempre una inclinación a gustar, a atraer el amor, y esto es normal, es lo que
corresponde a una mujer.
Desde que nace, la mujer es mujer; incluso cuando aún es un bebé intenta
atraer la atención y busca que la quieran, de modo que se manifiesta y grita
para que se fijen en ella. Una vez que ha logrado su propósito, volverá a
calmarse y a estar satisfecha pensando ‐aunque sea de forma inconciente, por
supuesto‐, "Ya está, lo hemos conseguido!" Sí, esto es algo que he podido
observar directamente en muchas niñas: su forma de mirar y de moverse
anuncia ya a la futura mujer que hay en ellas. Y si creemos lo que nos dice Freud,
existen ya manifestaciones sexuales claras desde la primera infancia. Es cierto
que sus teorías fueron rechazadas en un comienzo, en base a la creencia
generalizada en el candor angélico y la pureza de los niños de corta edad, pero el
hecho es que Freud llegó a demostrar con sus argumentos y experiencias que
incluso entre los más pequeños la sexualidad ya está despierta.
Así pues, si verdaderamente se quiere hacer el bien allí donde vayamos, es
imprescindible contar con un conocimiento suficiente de la naturaleza humana.
A menudo los que aún son jóvenes pueden despertar los instintos de otros más
jóvenes que ellos, sin darse cuenta de que puede haber consecuencias trágicas.
Sí, puede ser trágico, ya que estamos hablando de un ámbito donde hay muchos
432
detalles que deben ser aclarados; se trata de un tema tan amplio, tan sutil y
profundo... Hasta para los Maestros es un asunto difícil, puesto que
interiormente son tan bellos y luminosos que algunas mujeres pueden llegar a
perder la cabeza, pues lo que produce un efecto sobre la mujer no es
precisamente la musculatura del hombre, su fuerza, su juventud o su poder, no.
Por lo general, los hombres prefieren a las jovencitas hermosas, aunque sean
tontas, caprichosas o viciosas, parecería que no le dan importancia a estas
cosas, les basta con que sean jóvenes, frescas, bellas... A veces sólo la posibilidad
de una cuantiosa herencia les hace cambiar de opinión, para ir al lado de una
mujer ya mayor! Sí, los hombres son muy materialistas, no buscan propiamente
el alma o el espíritu. En cambio las mujeres prefieren a menudo a hombres que
no son guapos, ni jóvenes, incluso con defectos físicos si es el caso, con tal de que
ellos sean verdaderamente fuertes, decididos e inteligentes, que ellos sean los
jefes, los directores.
Así, lo que busca una mujer en el hombre es algo más que físico, es algo de
naturaleza espiritual, que vaya unido a su inteligencia, a su fortaleza y
capacidad, para poder aprender de todo ello y al mismo tiempo sentirse segura.
La mujer es mucho más sensible en el nivel fluídico, es capaz de reconocer
aquello que emana de un hombre. Y muchas veces, no es el hombre lo que
cuenta más para ella, sino el hijo que podrá tener con él, ya que va a trasmitirle
sus dones, sus talentos. Es por esto que algunos Iniciados que han sabido
desarrollar una gran pureza, se ven asediados continuamente por las mujeres a
causa de las emanaciones generadas por su propia pureza, ya que la mujer es
muy sensible a esta clase de emanaciones. Si admitimos que la totalidad de la
mujer puede equipararse a un sexo (todas las partes de su cuerpo, su piel, etc.),
es evidente que la pureza y la luz características de un Iniciado van a despertar
en ella sensaciones sexuales. Recordad aquellas santas mujeres que amaban a
Jesús: Solo Dios conoce bien la forma en que le amaban! Ellas le amaron con
toda su alma, sin duda alguna, pero también con todo su cuerpo, puesto que la
mujer, aún en el máximo despliegue de su espiritualidad y de su idealismo, no
puede dejar de amar con todo su cuerpo. Aunque ella no lo diga ni lo demuestre,
pues cuenta con una gran habilidad para disimularlo todo, esto es algo
totalmente cierto.
433
Ahora bien, ya sean hombres o mujeres, ¿Donde está aquel que nunca ha
hecho nada con su imaginación? En las calles, los metros, los autobuses, ¿Qué
clase de ideas están fabricando todos en sus cabezas? Y aquello que se imaginan
se realiza. Esto es lo que quiso decir Jesús cuando dijo: "Al estar deseando la
mujer de tu prójimo, ya estás cometiendo adulterio con ella." Por eso, es ante
todo en el interior de cada uno donde hay que poner orden. En lo externo hay
muchos que parecen impecables, nadie puede tacharles de nada, pero en cambio
por dentro han estado refocilándose con todo el mundo. Ya sé que algunos dirán:
"Claro, es que de otro modo nos podríamos morir de aburrimiento; puesto que se
nos impide hacerlo exteriormente, ¿Qué hay de malo en hacerlo con nuestro
pensamiento?"
De hecho, si la mujer tiene una imaginación más poderosa que el hombre, ello
se debe a que ha estado privada desde hace mucho tiempo de ciertas libertades
que han sido exclusivas del varón. En las familias y en la sociedad se han
tolerado toda clase de barbaridades por parte del hombre, al tiempo que se ha
venido castigando y condenando a la mujer. Como una consecuencia lógica, la
mujer se ha visto obligada a desarrollar su imaginación y ha encontrado en ella
toda clase de consuelos y compensaciones. Por el contrario, el varón que no
tenía impedimentos para el cumplimiento de sus deseos, no ha tenido ocasión de
ejercitar demasiado su imaginación. Por supuesto, hoy por hoy la situación ha
cambiado mucho, al punto de que la mujer goza en la práctica de la misma
libertad que el hombre. Pero esto no quita que al existir en el pasado una fuerte
represión hacia ella en todo lo relacionado con la sexualidad, haya podido
desarrollar una gran capacidad de imaginar, unida a una mayor habilidad en el
arte del disimulo y el dominio de sí misma. El resultado es que actualmente
hasta la mujer más débil sabe controlarse mejor que el hombre más fuerte, si así
lo quiere. Es cierto que ella puede decidir perder el control, pero hacerlo o no va
a depender de ella misma, ya que si no lo desea no lo hará. En cambio el hombre
no sabe dominarse de esta forma, es demasiado vulnerable en este terreno y si
algo se despierta en él, no sabrá contenerse. Esta es la razón de que se juzgue
con mayor indulgencia al varón y de que se acuse siempre a la mujer, puesto que
ella puede contenerse.
434
En realidad, la mujer no es tan distinta al hombre en cuanto a sus deseos;
también ella es un ser de carne y huesos, de modo que necesita afecto y ternura
incluso en mayor grado que el varón. El hombre siempre ha podido refugiarse en
variadas ocupaciones que le permiten liberar su fuerza y sus energías, por lo cual
al volver al lado de su mujer tiende a actuar de una manera brusca, rápida. En
cambio la mujer, cuyo papel ha sido estar a la espera, ha tenido mucho más
tiempo para pensar, para imaginar... Ella tiene las mismas necesidades que el
hombre pero, al estar limitada por tan rigurosas prohibiciones, ha optado por
liberar su imaginación y es a través de esta que ha logrado satisfacer su ansia de
amor. Sí, la mujer experimenta una absoluta necesidad de amar, y por ello no
puede soportar que un hombre la rechace. Ya puede tratarse de un santo, un
profeta, un semi‐dios... si la rehusa ella nunca le perdonará. Para el hombre, esto
es diferente: durante siglos la norma era que él debía iniciar el cortejo y que la
mujer siempre debía comenzar por rechazarlo. Incluso si en su fuero interno ella
estaba dispuesta a consentir e impaciente por darle el "sí", era necesario este
rechazo, con el objeto de verse aún más deseada, más apreciada. Por su parte, el
hombre tenía que aceptar esta actitud de la mujer y esperar, insistiendo con
paciencia hasta lograr su cometido. En cambio la mujer no está acostumbrada a
que la rechacen; que lo haga ella es normal, pero que el rechazo venga del
hombre es algo que nunca sabrán perdonar.
El peor ultraje que podéis infringir a una mujer consiste en no encontrarla
suficientemente atractiva y seductora, en no aceptarla. Pero si queréis ganarla
para vosotros, es preciso incluso mentir diciéndole: "Eres la más bella de todas...
No puede haber ninguna más encantadora que tú." Esto la hará ceder, y esta es
la manera como tantos hombres han logrado seducir a una mujer. Si el hombre
sabe insistir, no habrá quien se le resista, tarde o temprano ellas capitularán. El
orgullo femenino siempre se verá complacido ante la prolongada insistencia del
varón! Pero si por el contrario, el hombre menosprecia su amor, la mujer se va a
sentir mortalmente herida y sólo pensará en vengarse, sin tener en cuenta para
nada las cualidades, la pureza, la nobleza, etc. que pueda ostentar aquel
hombre. Lo único que cuenta para ella es que la amen, en este caso, ya puede
tratarse de un golfo, un mequetrefe o incluso un asesino, ella le defenderá hasta
el final, puesto que él la ama. Ahora bien, si un hombre la rechaza, será capaz de
435
matarlo, aunque se trate de un Hijo de Dios. Evidentemente, estoy hablando de
un modo general, pero puedo dar fe de ello porque lo he visto.
Pero volvamos sobre el tema de la imaginación. La naturaleza ha dotado a la
mujer de un gran poder, y este no reside únicamente en su cuerpo, en sus
encantos. El mayor poder que tiene la mujer está en su imaginación, ya os lo he
dicho, sus deseos son en todo semejantes a los del varón, pero ya sabemos que
en el pasado ella ha tenido que aceptar la costumbre de que fuera el hombre
quien declarase primero su amor y le hiciera la corte, viéndose impelida a
inventar todo tipo de estratagemas para atraer su atención y para que el
hombre tuviera el coraje de hacerlo. Así que, aunque aparentemente ella no
pedía nada, no hacía nada ni reclamaba nada, sin embargo era capaz de hacer
que el varón viniera hacia ella usando solamente su pensamiento, su
imaginación. Ella seguía pareciendo siempre inocente, cándida, irreprochable, y
de este modo era el hombre el que parecía comportarse de un modo violento,
cuando en realidad era ella quien, sin mover un dedo, lo provocaba todo con la
fuerza de su imaginación, hasta que el hombre caía rendido a sus pies. En este
sentido, ella trabajaba igual que lo haría un mago, manipulando energías que
para el hombre eran prácticamente desconocidas.
El hombre y la mujer no son pues de distinta naturaleza; se trata siempre de
la misma naturaleza humana. Ambos experimentan la necesidad de amor y de
ternura, ambos desean efectuar intercambios con el otro sexo, pero la
naturaleza ha concedido mayor poder a la mujer en el terreno de la imaginación
e incluso en el del amor. La prueba está en que ella es capaz de tener
sucesivamente relaciones sexuales con varios hombres sin verse agotada,
mientras que, por lo general, el hombre no puede hacer lo mismo. En el ámbito
del placer y de las emociones, la mujer está más capacitada que el varón. Para
este último, todo se desarrolla con rapidez, mientras que para ella las cosas van
más lentas, pero con mayor potencia e intensidad.
Bonfin, Agosto 3 de 1975
436
LO VACÍO Y LO LLENO
EL SIGNIFICADO
DEL RENUNCIAMIENTO
Bonfin a 18 de Agosto de 1975
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
"Cuando un recipiente está repleto, ¿Qué tendréis que hacer si queréis
introducir otro líquido en él? Será necesario vaciarlo. Algo semejante ocurre con
el ser humano, si no se vacía primero que todo de sus vicios y sus hábitos
perniciosos, ¿Cómo podrán venir a llenarle las virtudes y las cualidades
superiores? El ya estará repleto!... He aquí el sentido del renunciamiento: saber
vaciarse, renunciar a ciertos hábitos como por ejemplo dejar de fumar, de
mentir, de calumniar, con lo cual se hará posible adquirir cosas nuevas. Cuando
se ha renunciado a un defecto, el vacío que este deja va a ser llenado por una
cualidad, es una ley física. Porque, ¿Cómo podrá llenarse alguien que ya está
colmado de vicios? Allí no hay nada a hacer, aunque pasara toda su existencia al
lado del mejor de los Maestros de la humanidad, si antes no se vacía para poder
ser llenado nuevamente, siempre seguirá siendo el mismo."
Los que han comprendido el significado del sacrificio y de la renuncia, saben
que es algo que hacen por ellos mismos, con el propósito de crear un vacío y así
poder estar dispuestos para recibir las cualidades divinas. Mientras no se llega a
entender bien esto, la gente piensa: "Si dejo de fumar, si dejo de ir por los bares
o los clubes nocturnos, voy a ser muy desgraciado." Pero no es así; por el
contrario, si se llega a renunciar a estos placeres insignificantes, ellos van a ser
reemplazados por otros mucho más importantes, de un nivel superior.
437
Es algo muy sencillo. No se puede llenar una botella cuando ya está repleta.
Por supuesto, si lo que contiene es un elíxir de la inmortalidad no hará falta
vaciarla; pero en cambio, si está llena de sedimentos e impurezas, ¿Qué sentido
tiene seguir guardando todo esto? Por desgracia, los seres humanos saben
llenarse de cosas sucias, pero ignoran la forma de vaciarlas. Desde la infancia,
suelen estar rodeados por personas que no son precisamente un dechado de
virtudes y que les trasmitirán sus hábitos, sus maneras erróneas de pensar y de
actuar; Ahora bien, para liberarse de todo esto, para renovarse y renacer
cambiando los esquemas caducos por otros, ellos deberán buscar otros modelos,
esta vez emulando a aquellos seres que son como soles. Por lo común, lo que la
gente busca en la vida es tener un oficio, una familia, una casa lo más
confortable posible...Y con esto les basta, ya es suficiente esta vida mediocre. De
cuando en cuando ellos leerán algunos libros, escucharán algunos discos, irán a
pasear, asistirán a algunas reuniones, y eso es todo. De este modo, ellos no
avanzarán, no añadirán nada nuevo a su vida, nada valioso, fuerte, luminoso.
Pero ellos ignoran el peligro que hay cuando se vive así, al ralentí: ignoran todas
las enfermedades físicas y psíquicas que sólo esperan el momento adecuado
para infiltrarse en ellos, royéndoles hasta destruirlos. La Inteligencia cósmica no
ha construido una obra tan maravillosa como el ser humano, para que este se
duerma en la inercia. Por el contrario, Ella lo ha diseñado para avanzar
constantemente en el camino de la evolución. Es así como podrá despertar en sí
mismo una intensa corriente de vida que arrojará fuera todo tipo de impurezas,
pues de no hacerlo, la suciedad irá acumulándose cada vez más hasta convertirlo
en un estercolero.
A menudo vienen a consultarme acerca de la pureza en el amor: Cuándo es
puro el amor y cuando no lo es. Esto es algo fácil de responder. Observad cómo
pasan las cosas en la naturaleza: Todo lo que es sucio, turbio, impuro, tiende a
acumularse en lo bajo, mientras que lo puro tiende a remontarse a lo alto; algo
parecido va a ocurrir con el ser humano: en su caso también lo que no es puro se
precipita hacia abajo, en tanto que lo que es leve, puro, luminoso, tiende a estar
arriba. Por esto han sido colocados en lo alto los ojos, las orejas, la boca, la nariz,
el cerebro... mientras que otras cosas han sido puestas abajo. A esta doble
división del ser humano corresponderá también su doble naturaleza, inferior y
438
superior, la personalidad y la individualidad. El amor manifestado por la
personalidad no puede ser puro: puesto que ella está en relación con el mundo
subterráneo, su amor está impregnado de sentimientos egoístas, turbios,
pesados. El amor de la personalidad sólo piensa en absorber, en tomar, no es
verdaderamente un amor puro, aunque para los ciegos tome la apariencia de
serlo. Pero ante la mirada de los Iniciados, que pueden percibir las radiaciones,
las emanaciones, los colores de cada pensamiento y de cada sentimiento, un
amor tan vulgar, tan primitivo y sensual no puede ser puro. En cambio, el amor
característico de la individualidad sí que es puro, puesto que contiene otros
elementos muy distintos: generosidad, inteligencia, dulzura, desinterés.
A través de su amor, los seres humanos se contagian toda clase de impurezas,
que van a impedirles ver con claridad y gozar de las sensaciones celestes. Se
trata de las barreras creadas por los caprichos de un amor egoísta, sensual. Si la
gente quiere dar libre curso a sus inclinaciones, ya puede hacerlo, pero no hay
razón para obrar de esta forma. Las normas y prescripciones que han dado los
Iniciados no están hechas para obstaculizar los caminos del amor, ni para
convertir a los humanos en seres enfermos, sino que intentan impedir que ellos
desciendan demasiado bajo, hasta las regiones infernales donde van a perderlo
todo. Pues si el hombre deja que le domine la personalidad, el ámbito de sus
actividades y de su conciencia va a limitarse, llegando a ser no sólo ciego y
estúpido, sino incapaz de recibir las bendiciones y las maravillas que podría
esperar del mundo elevado.
El amor egoísta siempre es impuro y, al menos por el momento, es el amor
que practica la inmensa mayoría de la humanidad. En sus intercambios, hombres
y mujeres no hacen otra cosa que trasmitirse impurezas, vicios y enfermedades.
Todo el mundo sabe practicar esa clase de amor vulgar, ordinario, pero se
necesitan miles de años para comprender el otro tipo de amor; no se llega a
entender bien, es difícil tener una idea clara y, a mayores explicaciones, más
oscuro se hace. Esto pasa porque interiormente aún falta alguna cosa, aún no se
está suficientemente preparado.
439
En la Ciencia Iniciática se dice que en realidad la privación no es lo que se
piensa, es más bien un reemplazo, una sustitución, una transposición hacia otro
nivel. La misma actividad continúa, pero a través de unos materiales más puros,
más luminosos, que ya no representan peligro alguno. Así por ejemplo, alguien
puede privarse de gustar los placeres del amor en el plano físico, para poder
disfrutar del mismo amor en un plano más elevado, donde todo es mejor. Pero si
se renuncia a cualquier cosa sin ir a buscarla, a comer, a respirar en otra región
superior, esto conlleva un riesgo, y puede generar un rechazo. Cuando se dice
que hay que renunciar, privarse o hacer sacrificios, esto es simplemente una
forma de hablar. En realidad, no hay que privarse ni renunciar; lo que hay que
hacer es desplazarse para hacer en lo alto lo que antes se hacía en lo bajo. En
lugar de beber agua de un pantano donde pululan toda clase de microbios, hay
que buscar ir a beberla de una fuente pura, cristalina. No hay que dejar de
beberla, eso significaría la muerte. De modo que cuando se os dice que no
bebáis, se está hablando del agua estancada, contaminada. Hay que beber, por
supuesto, pero de un agua viva, celeste.
Un Iniciado no tiene que privarse de nada: él puede comer, beber, respirar,
amar, pero lo hará en niveles de conciencia que hoy en día son ignorados por el
ser humano corriente. Cuando se habla de sacrificio, la gente suele reaccionar
espantada diciendo: "Pero si renuncio a esto o aquello voy a morir." Y es verdad
que van a morir, si ellos no comprenden que deben renunciar con miras a
adquirir algo mejor, ellos morirán. Es necesario beber, dormir, respirar, amar,
tener hijos, pero de otra manera superior; y para ello existe toda una Ciencia hoy
en día desconocida. Ya veis cómo esto es algo muy claro: No hay que suprimir
nada, sólo hay que trasmutar, sublimar.
Es preciso entonces saber reemplazar todas las tendencias inferiores de uno
mismo por otras tendencias, otros hábitos y deseos de una calidad superior. El
método que suelen adoptar las gentes para liberarse de hábitos como el fumar,
beber, ir con mujeres, etc. (suprimiendo el hábito sin reemplazarlo por nada), es
algo en extremo peligroso: les puede descentrar y precipitarles en el vacío. Hace
falta una compensación, donde el deseo inferior pueda ser sustituido por un
anhelo superior. Es por esto que los que predican la abstinencia en materia de
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amor no han entendido nada; lo propio es reemplazar el objeto de este amor por
otro objeto más elevado, de lo contrario puede sobrevenir la muerte. La
naturaleza ya ha hecho bien todas las cosas: nosotros comemos, bebemos,
respiramos... y no hace falta suprimir nada de esto. Lo que hay que hacer
sencillamente es refinar nuestros deseos, trasportándolos a otros planos
superiores.
Debéis reflexionar a fondo cada vez que os propongáis renunciar a un deseo
que está muy arraigado en vosotros, ya que se trata de una decisión muy
trascendental. Es preciso reemplazar ese deseo y para darle salida debéis
continuar comiendo, bebiendo, amando, viviendo, pero en un grado superior
donde ya no estéis expuestos a los mismos peligros. De no hacerlo así, es seguro
que vais a sucumbir.
Veamos por ejemplo un hombre que tiene necesidad de una mujer, ¿Cómo
podrá vencer este deseo? Sencillamente, a través de las mismas mujeres; pero
en lugar de limitarse a una sola de ellas, tendrá que interesarse por todas a la
vez; entonces, entre todas le salvarán; en lugar de estar obsesionado día y noche
por aquella mujer que es su perdición, él dirá: "Ahora voy a amarlas a todas!" y,
puesto que ya no podrá dar rienda suelta a sus pasiones con todas ellas a la vez,
terminará cansándose de intentarlo y en lo sucesivo seguirá amando a la mujer a
través de todas las mujeres, con lo cual va a sentirse apaciguado y feliz. Por su
parte, las mujeres pueden usar el mismo sistema: en vez de concentrar su amor
en un sólo hombre, ellas pueden intentar amarlos a todos, de forma que todos
les van a proporcionar alegría, dicha, inspiración. Hasta que las mujeres no
logren esta expansión de su conciencia, van a sentirse desgraciadas y, al final, se
convertirán en personas crueles, agrias. Así que no olvidéis este método. Si no
atináis a sustituir un deseo, una atracción, una debilidad, una pasión, por otros
de calidad superior, vais a estar siempre divididos y en conflicto con vosotros
mismos. Tenedlo pues en cuenta. Incluso si habéis perdido a un ser amado, bien
sea porque ha muerto o porque os ha abandonado, es preciso que busquéis
reemplazarle... pero no por otro ser que también podríais volver a perder, sino
por un amor más grande hacia algo sublime, celestial. Entonces la calma y la
tranquilidad volverán a vosotros, puesto que vuestra vida interna volverá a estar
441
colmada. La gente suele reemplazar a una mujer, un marido o un amante por
otros semejantes a los primeros, con lo cual no se arregla gran cosa.
Aunque me esfuerzo en explicaros todo esto, es algo que no estará del todo
claro para vosotros hasta que no lo hayáis interiorizado a fuerza de meditar en
ello y de realizar los correspondientes ajustes internos. Lo que está claro para mí
no tiene porqué estarlo también para vosotros, puesto que tenéis otra
estructura, una visión diferente de estas cosas. Hace falta que emprendáis un
trabajo consigo mismos hasta llegar a ver claro lo que ahora os expongo.
Cuando lo hayáis logrado, entonces vais a ser verdaderamente los amos de todo
lo que la naturaleza os ha otorgado, pudiendo serviros de ello con tanta
precisión como si estuvierais en un laboratorio o en una central eléctrica;
llegareis a manipular las energías y las corrientes sin riesgo alguno de veros
fulminados o pulverizados. En aquel momento, la naturaleza os confiere el
derecho de hacer lo que queráis con los hombres y las mujeres, con el mundo
entero; pero curiosamente os va a ocurrir que no querréis ya disfrutar de tal
derecho. Vuestro sentido estético, vuestro amor por la perfección, la luz y la
pureza se habrán desarrollado a tal punto, que por nada del mundo querréis
volver a veros inmersos en aquellas regiones demasiadas inferiores que
prácticamente están tocando el mismo Infierno. No, preferiréis permanecer en
las regiones elevadas, donde estáis gozando de un verdadero bienestar.
Ahora os contaré una historia: Un día, mientras se paseaba por el campo, un
rey vio una hermosa vaca que le impresionó al punto de querer conseguirla para
sí. Envió pues uno de sus criados con el ánimo de comprarla, pero el propietario
de aquella vaca resultó ser un sabio anciano, un mago, que no estaba dispuesto
en absoluto a venderla; ella le proporcionaba la leche que era su alimento
exclusivo y no quería separarse de la vaca. Así, el criado volvió a decírselo al rey,
quien decidió tomarla por la fuerza. Para ello, envió a varios de sus servidores
con la orden de apoderarse de la vaca, pero el mago, extendiendo su mano, los
mantuvo paralizados durante varios minutos y luego los devolvió al rey con estas
palabras: "Decid a vuestro amo que no hay nada a hacer. El es muy rico y
poderoso y debe respetar lo único que yo poseo en el mundo, como es mi vaca."
El rey montó en cólera y decidió enviar todo un ejército, pero de nuevo el mago
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los inmovilizó a todos y les hizo volver sobre sus pasos. Entonces, el rey empezó a
reflexionar diciéndose: "Es evidente que este anciano mago es poseedor de una
gran ciencia. Así que iré yo en persona y le robaré sus secretos." Bajo un disfraz,
se presentó ante el mago y le dijo: "Oh, venerable anciano, por todo el reino ha
corrido tu fama de sabiduría y por eso vengo a ti, con el ánimo de instruirme. Te
ruego que me aceptes como tu discípulo." Por supuesto, el mago se dio cuenta
de quien se trataba, pero no dijo nada y aceptó enseñarle. Durante años, el rey
estuvo al lado del mago, practicando ejercicios de meditación, de respiración,
orando, ayunando... y un día se acordó de la vaca, sólo para ser consciente de
que ya no le importaba en lo más mínimo! El mismo había llegado a ser un
mago, con lo cual la envidia y el deseo había quedado eliminados de su corazón.
Así, aquel que diga: "Yo quiero a todas las mujeres",deberá esforzarse por
llegar a ser muy bello, atractivo y seductor; tendrá que hacer ejercicios, meditar,
orar... y al final, su deseo va a trasformarse, va a parecerle insignificante frente a
los maravillosos descubrimientos que estará realizando. Entonces él vivirá en un
mundo distinto, formidable, del cual no querrá descender. Aquí es donde hay que
llegar, al nivel de aquellos seres ‐bien escasos por cierto‐, que han logrado
sobrepasar y vencer por completo la sensualidad. Ellos son los grandes Iniciados;
pueden lograrlo todo, todo les está permitido, pero ellos mismos no tienen ya
ningún interés en bajar de aquellos niveles superiores a los que han tenido
acceso.
443
Bonfin, Agosto 18 de 1975
444
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
"Los humanos han cortado los lazos que existían entre ellos, y de allí
provienen el odio, la hostilidad, el rencor, la venganza, la anarquía. Ved por
ejemplo el caso de Israel y los Países Arabes, Los Estados Unidos y Vietnam...
Vosotros diréis: "Pero el vínculo no se ha cortado, puesto que no dejan de
arrojarse bombas mutuamente!" Esto es verdad en el plano puramente físico,
ya que allí siguen dispuestos a destrozarse unos a otros, pero yo me refiero al
plano espiritual; es aquí donde se han roto los vínculos y la consecuencia de
esto es la guerra.
Pero también en la guerra van a existir vínculos. Observad lo que ocurre con
dos personas que se detestan: parecería que se han envenenado mutuamente,
pero sus lazos no se han cortado, es más, se podría afirmar que nunca han
estado tan cerca entre sí, sólo que ahora va a predominar en ambas la
intención de hacer pedazos a la otra parte! Y para otros que están separados
por miles de kilómetros, eso no importa, entre ellos existe un vínculo
formidable! Cuando os hablo de un vínculo, me refiero a una conexión, tal
como lo entenderían los mecánicos o los electricistas. A veces hay personas
semejantes a ciertos aparatos que no funcionan bien sólo porque hace falta un
centímetro de cable, entonces llego y restablezco la conexión, el aparato
vuelve a funcionar. Todo el asunto era esto, la conexión."
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No es este un tema nuevo para vosotros, queridos hermanos y hermanas; ya
hemos tratado en algunas conferencias pasadas esta cuestión de los vínculos.
Todo lo que existe en el universo se halla intervinculado; incluso nuestro cuerpo
físico no es otra cosa que un conjunto de conexiones, denominadas según el caso
nervios, filamentos, venas, arterias... Todos estos hilos se entrecruzan para
formar tejidos... en fin, es algo que todos ya conocéis. Si fuerais clarividentes,
podríais ver cómo todos los seres humanos, hombres y mujeres, se encuentran
unidos a través de una red muy intrincada de conexiones que surgen de ellos en
todas direcciones. Y todavía hay quienes piensan que existen separadamente de
los demás, que son libres e independientes!... Si hasta cuando uno piensa en
alguien, se establece un vínculo, pues los pensamientos también son conexiones,
hilos, cables. Cuando se piensa mal de otra persona, ese pensamiento será como
una cuerda, un lazo que se lanza para atraerla, cazarla y destruirla. Pero cuando
es al contrario, y se piensa con mucho amor en otro ser, el pensamiento va a
comportarse como un cable a través del cual se le envía alimento, una conexión,
un puente que se establece con el ánimo de ayudarle, de confortarle y
esclarecerle. Bien se trate de amor o de odio, los pensamientos y los
sentimientos van a crear vínculos.
A menudo oímos hablar de los lazos del amor, pero también existen los lazos
del odio. Cuando se piensa sin cesar en otra persona con el ánimo de buscar su
mal, este odio va a crear unos vínculos que nos atarán con mucha fuerza a esta
persona, no se sabe por cuanto tiempo, incluso en las próximas encarnaciones. El
deseo de acabar con alguien genera unos lazos formidables. El odio es un
vínculo, igual que el amor, que hará que os encontréis nuevamente con aquellos
que habéis amado u odiado mucho. Para que no exista lazo alguno con otro ser,
tendríais que haber sido por completo indiferentes hacia él, sin el menor asomo
de amor o de odio. Por lo mismo, si queréis desembarazaros de un enemigo
tendréis que intentar sentir indiferencia hacia él. De lo contrario, el odio va a
traer toda clase de secuelas... Y lo mismo hay que decir del amor, cuando este no
es suficientemente puro, desinteresado, espiritual, sólo va a traeros
complicaciones que luego tendréis que afrontar.
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Pero hablemos ahora un poco sobre el amor, puesto que no hay otro tema
más interesante, más actual, más importante, no existe nadie, hombre o mujer,
joven o viejo, que pueda despreocuparse de esta cuestión. Cuando se trata del
odio, todo está muy claro, no hay nada que decir, salvo las consecuencias
desastrosas que este puede generar, ‐y esto no siempre se conoce. Pero en
cambio, cuando se habla del amor, parecería que nadie se entera de nada, es un
terreno tan amplio, a tal punto rico y complejo, con matices tan distintos, que se
hace difícil de abarcar y clarificar. Mirad, cuanto tiempo hace que os vengo
hablando sobre el tema del amor!... Es por ello que hoy sigo insistiendo en el
mismo tema, con la esperanza de que por fin llegareis a verlo con la claridad
necesaria.
A todo el mundo le parece normal amarse, casarse y tener hijos. Nada podría
ser más natural. A nadie le asombra que una persona se enamore, puesto que
todos más o menos sufren de la misma enfermedad. Por lo mismo, se interpreta
como algo extraño, anormal, que alguien sugiera la conveniencia de cambiar
algunas cosas para llevar a los humanos hacia otros niveles superiores; es algo
que causa estupor y a veces rechazo. Y es precisamente sobre este punto que
intento ahora proyectar una luz. Como ya os dije en otras conferencias, ha sido
la propia Inteligencia cósmica la que ha puesto en los seres humanos estas
manifestaciones instintivas del amor, igual que lo ha hecho en los animales. Pero
no se trata de un estado definitivo, la Inteligencia cósmica tiene otros proyectos
más avanzados respecto a los seres humanos, para conducirlos a niveles de
evolución elevados, de tipo espiritual. Estas dos tendencias están reflejadas en la
doble naturaleza del hombre: la inferior, asociada a la personalidad que sólo
piensa en tomar, en satisfacer sus deseos, y la superior, vinculada a la
individualidad, que tiene en cuenta las necesidades y la felicidad de los demás.
Incluso en los animales y las fieras es posible observar algunas manifestaciones
de esta segunda naturaleza, bajo la forma de un instinto maternal o paternal,
que les impulsa a proteger a sus crías, alimentarlas y a veces hasta a sacrificar su
vida por ellas. Tales manifestaciones permiten comprobar cómo la Inteligencia
cósmica ha dotado a sus criaturas de ciertas cualidades que aún no están del
todo desarrolladas. En realidad, al defender a su progenie, el animal está
defendiendo ante todo aquello que le es propio. Algo semejante va a pasar entre
los humanos, aunque es en ellos donde podemos encontrar ejemplos de un alto
447
desarrollo de esta naturaleza superior, como sería el caso de los santos, los
mártires y los Grandes Maestros, que nos han dejado pruebas irrefutables de
abnegación, renuncia y sacrificio.
Si vosotros leéis el Volumen XI, donde se ha tratado a fondo el tema de la
personalidad y la individualidad, vais a tener una idea muy clara sobre la
verdadera naturaleza de aquello que se está manifestando en vuestra vida a
cada instante: vuestros sentimientos, proyectos, pensamientos, actitudes... Aquí
veréis cómo es la personalidad la que a menudo inspira e interviene en dichas
manifestaciones, siempre a la defensiva, siempre viendo el lado negativo de los
demás, siempre desconfiando y dudando. Incluso cuando se está ante un
Maestro, un Iniciado que os puede señalar vuestros errores y lagunas, es
probable que rechacéis su punto de vista. En lugar de aceptarlo diciendo: "Oh,
Maestro, es posible que tengáis razón, yo no había pensado que las cosas se
pudieran enfocar de esta forma, pero confío en vos y en lo que me estáis
diciendo, pues reconozco que habéis avanzado mucho más lejos que yo", hay
quienes se permiten refutar o hacer oídos sordos a lo que el Maestro intenta
decirles con la intención de ayudarlos, refugiándose en sus limitados puntos de
vista. En tales casos, ¿Cómo se puede esperar que alguien se perfeccione?
Pero es ante todo en el terreno del amor donde van a manifestarse las dos
naturalezas, la personalidad y la individualidad. Un joven ama a una muchacha,
pero lo hace pensando en sí mismo, para satisfacerse, para absorber de ella su
belleza, su pureza, su juventud y su frescura y, una vez satisfecho, arrojarla lejos
de sí, desecharla como se hace con una fruta ya consumida, para ir en busca de
otra más fresca. Mientras que otro joven piensa en esta muchacha buscando
ayudarla, protegerla, instruirla, ocuparse de su futuro. Esta clase de amor es más
rara pero también existe; es el amor característico de la individualidad. Vamos
pues a centrarnos ahora en lo que es más importante. Poned atención.
En lo sucesivo, cuando améis a alguien observad qué es lo que buscáis en ese
amor y descubriréis que todo lo que antes os parecía normal, natural,
irreprochable, por ser aquello que hace todo el mundo, en realidad estaba
448
inspirado por la personalidad. A partir de allí, decidiréis dejar de lado estas
sensaciones tan fuertes, parecidas a erupciones volcánicas, y utilizar una parte
de vuestras energías para evolucionar, comprender y perfeccionaros. Dejareis
que la individualidad tome las riendas de este trabajo y así vuestro amor os
proporcionará los medios para ir muy lejos, hacia el Cielo, hacia la Luz. Pues si
continuáis practicando la otra clase de amor, os volveréis densos, pesados, os
iréis embruteciendo hasta perder de vista toda luminosidad e inspiración,
llegando incluso a ser dañinos para los demás. Está muy claro, es algo muy
sencillo por más que os empeñéis en discutir, en no estar de acuerdo con esto,
nada impedirá que las cosas sean como son.
Ahora bien, que el amor de la personalidad sea algo normal, natural, es
evidente, nunca he dicho que no lo fuera; pero aquello que resulta natural para
la personalidad es en cambio antinatural para la individualidad, que está a la
espera de poder manifestarse cuando llegue su turno. Mientras estáis
dominados por vuestros instintos primarios, lo que hacéis es oprimirla,
coaccionarla, es como si ella no existiera. Pero yo no digo que el amor instintivo
sea algo sin fundamento; aquellos que lo idearon de esta forma sin duda lo
hicieron bien, nunca lo he negado. Pero yo quisiera mirar siempre hacia
adelante, proponeros ir más allá, sin dejar a un lado el amor pero llevándolo a
un nivel superior. A menudo he comparado al ser humano con un rascacielos de
ciento cincuenta pisos, en donde se ofrece agua solamente a los habitantes del
primer piso y a los demás se les deja morir de sed, no queda nada para ellos.
Para que el agua pueda subir a los `pisos altos, hace falta una cierta presión.
Pero precisamente, al surgir esta presión, lo primero que se hace es tratar de
eliminarla yendo a aliviarse con un hombre o una mujer, de forma que los pisos
de arriba se quedan sin agua. Ya lo veis, hasta qué punto se llega a ser
ignorante! Cuando surge la presión necesaria para bombear el agua y hacerla
llegar al cerebro, se suprime esta presión porque, según se dice, es algo que no
se puede resistir, como si fuera una cosa insufrible... Por el contrario,
precisamente hay que alegrarse de que exista dicha presión y tratar de
mantenerla, puesto que ella nos va a permitir alimentar aquellas células que
permanecen inanimadas allá arriba, en el cerebro. Pero la gente prefiere
permanecer embrutecida hasta la idiotez, puesto que no deja fluir el agua
necesaria para regar estas células.
449
Si algunos todavía no están convencidos, tanto peor para ellos. Hay otros que
sólo desearían ir más lejos, y a estos últimos es preciso ayudarles; a ellos se
dirigen mis palabras y es aquí donde van a encontrarse los medios para lograrlo.
¿Cuáles son estos medios? Veamos, hace poco estábamos hablando de cables,
de tejidos y conexiones... ¿Teneis acaso idea de las formidables instalaciones que
la Inteligencia cósmica ha depositado en el ser humano desde hace miles de
años? Si ellas no entran en funcionamiento, esto se debe a que los humanos no
hacen circular ninguna energía a través de estas redes sutiles, etéricas. Todavía
hoy, entre los contemporáneos, ¿se sabe acaso que el ser humano cuenta con
una compleja red de conexiones para hacer circular las energías sexuales y
llevarlas al cerebro? La fuerza sexual es algo muy potente, pero si se limita a
nutrir el cuerpo físico y la personalidad, lleva también al odio, a la guerra. Ella es
capaz de realizaciones maravillosas que, hoy por hoy, se ven limitadas a los
niveles más bajos, promoviendo la hostilidad y la división entre los humanos. El
amor inferior va unido a la agresividad; aquel que está inmerso en la sensualidad
experimenta la necesidad de imponerse destruyendo. En cambio, el amor
superior va a impulsar logros en el ámbito espiritual. Es siempre Venus la que
alimenta las fuerzas de Marte, pero ambos tienen un doble aspecto: superior e
inferior. Así, Venus superior despierta a un Marte superior, que se lanzará
audazmente a la exploración del mundo divino para luego traerlo a la tierra.
Y bien, queridos hermanos y hermanas, ¿Qué pensáis hacer ahora respecto a
todo lo que os acabo de explicar? Ya sé que no haréis gran cosa, os limitareis a
anotarlo y dejarlo por ahí, mientras seguís alimentando vuestra naturaleza
inferior, hasta dejar que ella acabe con todo. Ya sé lo que vais a decirme: "Oh,
Maestro, estamos de acuerdo, os comprendemos y sentimos que lo que nos decís
es verdadero, pero no sabéis lo difícil que nos resulta llevarlo a la práctica." Sí,
ya sé que es algo difícil, pero al menos el conocimiento de estas verdades os
permitirá ponerlas en práctica algún día. Si vosotros no las conocéis, no tendréis
oportunidad de realizarlas jamás; por esto es preferible revelarlas, aunque por el
momento no estéis en condiciones de acceder a todo este esplendor, esto no os
impedirá ir haciendo algunos ensayos hasta que, poco a poco, empecéis a
superar los obstáculos que ahora se oponen a esta realización.
450
Sé muy bien que uno de los mayores obstáculos es el miedo, el temor
fundamentado en la ignorancia, el pensar que hay que privarse de toda alegría,
de toda satisfacción. Es cierto que habrá una privación, pero sólo en el sentido
de que os privareis de una debilidad para adquirir una fuerza, dejareis la
ignorancia para adquirir la inteligencia, renunciareis a cosas que sólo podían
traeros disgustos y calamidades, para cambiarlas por otras que os aportarán paz
y felicidad. En cuanto a mi, ¿Pensáis que me estoy privando de algo? No, no soy
tan tonto como para privarme, yo no me privo de nada, lo que hago es
reemplazar una cosa por otra. Vosotros diréis: "Pero no fuma..." Oh! lá, lá, sí que
fumo, lo que ocurre es que fumo otras cosas, cosas formidables, celestes! Y bebo
unos vinos... Si supieseis! El secreto está en el saber renunciar a un pequeño
placer, para adquirir el derecho de disfrutar un placer mucho mayor.
De momento, vamos a concluir por hoy, pero reflexionad sobre todo esto y
especialmente sobre la cuestión de los vínculos. En el Universo, todo existe
gracias a estas redes de conexiones: el Sol, las estrellas, los planetas... los
árboles, los cristales... los átomos y los electrones que se mueven siguiendo las
líneas de fuerza... los rostros... las figuras geométricas... Todo está entrelazado
como formando un tejido. Observad vuestro propio cuerpo físico: No es otra
cosa que un conjunto de hilos que en este caso habéis tejido vosotros mismos.
Leve o pesado, más o menos pálido o coloreado, simétrico o asimétrico... Todo
está allí tejido; Por esto es tan importante que seáis concientes a la hora de
establecer nuevos vínculos con los seres, con las cosas... pues ahora estáis
tejiendo vuestra vestidura para la próxima encarnación. Ya lo veis, hay en ello
toda una ciencia; y cuando se da el caso de que no habéis aprendido a tejer, ni
siquiera sabéis por cuál hilo tenéis que comenzar, os veis arrastrados a cometer
imprudencias y locuras. Si os vinculáis con un criminal, compartiréis sin duda las
desgracias que caigan sobre él, pues al estar asociados con esta persona os
habéis convertido en sus colaboradores, estáis participando en sus asuntos. Por
lo general la gente no piensa en estas cosas y se asocian no importa con quien,
aunque sea el Diablo en persona. Así que pensadlo bien y estableced vínculos
sólo con aquellos seres evolucionados y radiantes, con los Iniciados, los Ángeles,
los Arcángeles y las Divinidades. De lo contrario, no volveréis a tener un sólo día
de paz en vuestra existencia, todo se volverá sombrío, aterrador...
451
Más aún, hay que decir que esta cuestión de los vínculos va mucho más lejos
de lo que podéis imaginar: Cada pensamiento, cada sentimiento y cada promesa
van a constituir un vínculo, de modo que id con sumo cuidado; aunque la gente
no disponga de cuerdas para ataros, lo hará a través de los escritos, las firmas,
los contratos; estaréis entonces amarrados y ninguna justicia podrá venir en
ayuda vuestra si habéis firmado. Pero hay otros lazos aún más terribles en los
planos astral y mental, donde la gente está formando vínculos sin cesar para
aprovecharse unos de otros. Estos son los lazos más difíciles de cortar, porque
son invisibles. Os vais convenciendo ahora?... Bien, meditad sobre todo lo dicho,
hasta tomar conciencia de la importancia de los vínculos y permaneced atentos,
es vuestra vida entera la que está
Bonfin, Agosto 17 de 1975
452
LA JUVENTUD
FRENTE AL PROBLEMA DEL AMOR
IV - LA NECESIDAD DE UN GUÍA
Bonfin a 3 de Septiembre de 1975
Conferencia improvisada
La juventud siempre ha temido que se le prive de aquello que ama. Por ello
evita encontrarse con los instructores y los Maestros, por temor a que se le
impida ser feliz. Los jóvenes van a defender sus opiniones, sus gustos, sus deseos,
sus proyectos, y a esto se debe que, más tarde, muchos jóvenes se sientan
frustrados y decepcionados. Ellos carecen por completo de experiencia y sin
embargo intentan correr todo tipo de aventuras que suelen acabar mal. Para
liberarlos de esta ansiedad que no se justifica, hay que explicarles que no se van
a ver privados de ninguna alegría, de ningún placer, por el contrario, se trata
precisamente de que ellos vean cómo es posible tener felicidad y placer, pero sin
correr riesgo alguno de encontrarse luego desolados y frustrados. Sí tratásemos
de impedirles disfrutar de aquellas alegrías que son totalmente naturales, esto
sería un grave error. Ha habido en el pasado muchos que, sin ser pedagogos ni
psicólogos se han dado a predicar que es necesario vivir en la abstinencia, la
privación y la castidad absoluta, con lo cual no han logrado ningún resultado
favorable.
No hay que pensar pues que, al venir a esta Fraternidad es preciso dejar de
comer, de dormir, de casarse o de tener hijos... Pues no, aquí se come y se
duerme bien, los miembros se casan y tienen sus hijos, todo ello de una forma
óptima. Es magnífico, no hay que privarse de nada... excepto de la tontería.
Ahora bien, si alguno está decidido a continuar con ella, sin duda la va a
encontrar en todas partes, incluso aquí!... He aquí lo que yo diría a la juventud:
Puesto que vosotros aún desconocéis casi por completo la naturaleza humana,
453
puesto que aún no habéis tenido que enfrentaros a mayores problemas, creéis
que todo en la vida es fácil; pero cuando vuestros instintos y deseos comiencen a
despertarse, entonces no sabréis cómo actuar, cómo tenéis que comportaros, y
todo empezará a ser confuso y arriesgado. Precisamente para evitar mayores
peligros, es necesario que contéis con algunas luces. "Sí, me responderéis, pero
ahora somos jóvenes y no necesitamos que nadie nos venga a instruir, esto no
tiene sentido para nosotros." Ya lo sé, ya lo sé, pero lo cierto es que las cosas no
se pueden aprender en el último minuto. Ved, por ejemplo, muchas veces no se
está preparado, no se sabe nada y he aquí que una jovencita queda
embarazada... Y esta pobre chica que en muchos aspectos es todavía una niña,
no encuentra salida, se siente desesperada. En un momento como este, ella
necesitará consejo, lo buscará, pero ya es demasiado tarde, tendría que haber
sido instruida con anticipación. Pero no, antes ella no tuvo ningún interés en
instruirse, esto no significaba nada para ella. Con frecuencia los jóvenes actúan
con ligereza, se burlan de los mayores, se van incluso de su casa buscando ser
independientes, pero luego, cuando las cosas van mal, ellos vuelven a buscar
refugio en su familia.
De ahí viene mi insistencia en afirmar que la juventud requiere tener una
buena guía, que pueda instruirla y esclarecerla como es debido... ¿Qué pueden
perder los jóvenes por escucharme? Nunca he pensado en privar a nadie de su
alegría, de sus placeres o sus proyectos, nunca; Lo único que les digo es que hay
que hacer todas estas cosas aún mejor, y puesto que ellos no saben cómo
hacerlo mejor, por eso deben venir aquí, para aprenderlo. Entonces, ¿Porqué
seguir empecinados en rechazarlo todo de un modo tan recalcitrante? Si queréis
saber la verdadera razón de tal rechazo os la diré: Está escrito en el destino de
estos chicos y chicas que deben sufrir bastante. Esto es lo que les impulsa a obrar
así, pues algún día se verán sumergidos en un intenso sufrimiento. ¿Acaso aquí
les estamos privando de algo? Es cierto que no tenemos demasiado confort, no
tenemos piscinas, ni casinos de juego, ni discotecas... Pero al menos por una
semana o dos, por un mes incluso, ellos pueden soportarlo, no van a morirse. Por
el contrario, van a aprender mucho, en vez de estar todo el tiempo divirtiéndose
sin ningún fruto. Es sabido que el placer propio de las diversiones se agota
rápidamente, para dar paso a ocupaciones más serias, a obligaciones para las
cuales ellos no están preparados, puesto que han escogido pasar su tiempo
entregados a las distracciones... Luego es cuando vienen los llantos y el crujir de
dientes...
454
Por eso seguiré diciendo a los jóvenes que no se les va a privar de nada y
mucho menos de que amen o sean amados; lo único es que deben aprender a
amar. Ya sé que todo el mundo conoce la manera tradicional de hacerlo, pero al
lado de esto existen otros grados superiores del amor, que es preciso conocer. En
caso contrario ya se pueden prever las desgracias que caerán sobre aquellos que
rechazan esta luz. No soy clarividente, pero puedo anticipar el giro que pueden
tomar estas cosas para cualquier individuo; según su forma de razonar, su forma
de comportarse, lo que le sobrevendrá luego está desde ahora muy claro para
mí. Pero también puedo deciros que, si estos muchachos y estas jóvenes siguen
rehusando toda clase de indicaciones y consejos, es porque habitan en ellos
ciertas entidades que tienen mucho interés en mantenerlos lejos de la luz, para
poder alimentarse a sus expensas. Mientras ellos piensan que son ellos mismos
los que rechazan o aceptan esto o aquello, en realidad son otros seres los que se
están manifestando a través de ellos.
Así pues, la juventud no tiene nada que temer, no vamos a privarla de nada.
Ahora tenemos aquí varias jovencitas quinceañeras que arden en deseos de
conocer ciertas cosas, y yo les digo : "Esto es normal, es perfectamente normal,
es algo magnífico, maravilloso, es algo sagrado, divino; pero encuentro que aún
es demasiado pronto, primero hay que terminar los estudios, prepararse...
porque el matrimonio es una cosa muy seria. No se trata de privaros de nada,
sólo es cuestión de esperar un poco más, de no impacientaros." En realidad son
otros los que van a privarse de todo al no saber reemplazar una idea tan pobre,
un deseo tan inferior, unos proyectos tan simples, por otras ideas, deseos y
proyectos superiores; esto les hará sin duda muy desgraciados. Cada persona
tiene su propio carácter y, de acuerdo con su naturaleza va a preferir unas cosas
y rechazar otras, esto es algo normal. Pero cuando no existe algo superior
llamado inteligencia, dominio, voluntad, tesón, claridad, algo que esté allí para
controlar, orientar, dirigir, entonces podéis estar seguros de que se avanza
directo hacia el abismo. Todos estos instintos y estos atavismos vienen a ser los
restos de tendencias prehistóricas, que nos acompañan desde hace milenios y
sólo han producido catástrofes, crímenes, masacres... ¿Porqué entonces
abandonarse a estas tendencias tan primitivas, sin que haya algo por encima
que sea capaz de controlar y dirigir?
Os propongo esta imagen: Ya sabéis cómo navegaban los barcos en el
pasado; abajo iban los maquinistas que se ocupaban de alimentar las calderas
455
con carbón, gracias a ellos el barco podía moverse, pero ellos mismos no sabían
la dirección que este llevaba. En la cubierta, el capitán tenía que dar las órdenes
precisas para darle un rumbo determinado a la nave, pero a su vez, él no tenía
en sus manos los mecanismos que la impulsaban en su movimiento... He aquí
algo parecido a lo que ocurre con el ser humano: sus emociones, sentimientos e
instintos van a ser como los combustibles que alimentan la caldera para que
pueda ponerse en marcha. Pero si no hay nadie arriba que vigile y oriente su
rumbo, no es de extrañar que el navío termine naufragando... Durante un
crucero por el Océano Ártico, una señora preguntaba al capitán: "Qué pasará si
nuestro barco se topa con un iceberg?" Oh, le respondió el capitán, sin duda el
iceberg continuará su ruta." Pero, "Y el barco?" El ya no le dijo nada más, la
respuesta era evidente! Lo mismo sucede con los humanos. Si su "nave" llega a
toparse con un iceberg, simbólicamente hablando, no hay nada más que decir.
Así pues, el capitán tiene que estar arriba, en la cabeza, mientras que los
maquinistas se ubican por todo el resto del cuerpo, en el estómago, el vientre, el
sexo...
Por esto digo a la juventud: Si os contentáis con seguir los dictados de
vuestros deseos, vuestros gustos e inclinaciones, es seguro que terminareis
naufragando, puesto que habréis cedido a unos impulsos ciegos. Evidentemente,
hay algo agradable en ello, puede parecer divertido, pero no es así como podréis
llegar a ese porvenir que todos esperáis. El discernimiento, la lucidez son
indispensables, pero es difícil poseerlos cuando se es muy joven, se trata de
cualidades que han surgido a través de experiencias milenarias. Por eso es tan
importante encontrar alguien que sepa dirigiros, de lo contrario estaréis solos en
la oscuridad. Podéis creerlo o no, pero ya se han visto millones de ejemplos. El
hecho de contar con deseos e impulsos es algo natural, son fuerzas instintivas
que nos ayudan a movernos. Es igual que provengan del estómago, de los
intestinos, del sexo, siempre habrá algo que nos empuja, pero esto no es una
razón para dejarse llevar a ciegas. Si permanecéis en la ignorancia, es cierto que
puede haber muchas cosas que os halaguen y constituyan una fuente de regocijo
para vosotros, pero estas alegrías se convertirán más tarde en amargos
sufrimientos y rechazos. En cambio, la dicha de un Iniciado es algo que siempre
seguirá brillando como el oro más puro. El no se priva de alegrías ni de placeres,
sólo que al conocer su propia naturaleza ha decidido sustituirlos por otras
alegrías y otros placeres mejores, más puros, más nobles, más benéficos.
456
Nunca me he opuesto a que las gentes sean felices. No trato de seguir el
ejemplo de aquellos puritanos y supuestos religiosos que, desconociendo la
naturaleza humana, han hecho tanto mal al intentar imponer a los demás unas
privaciones que ellos mismos eran incapaces de soportar. Hace falta ser un gran
psicólogo y un gran pedagogo para poder dirigir bien a los seres humanos. Por
esto, hace ya treinta y ocho años que os vengo trasmitiendo estas ideas, las
cuales nunca van a ser fuente de disgusto para vosotros si llegáis a
comprenderlas como es debido. Aquí, no vais a estar privados de nada, sea lo
que sea, al contrario, si amáis a alguien, aprenderéis a amarle aún mejor, sabréis
apreciarle y conservarle. De no ser así, ocurrirá que le perderéis en poco tiempo.
Es necesario tener muchos conocimientos para saber proteger un amor, para
sostenerlo, purificarlo, ennoblecerlo, espiritualizarlo, divinizarlo. Yo estoy aquí
precisamente para daros estos conocimientos. Durante toda mi vida no he hecho
otra cosa que experimentar conmigo mismo, con el fin de verificar, reemplazar,
trasformar, sublimar. Gracias a estas experiencias ahora puedo ser muy útil para
vosotros. Pero si no confiáis en mí, si teméis que al permanecer aquí vais a ser
desgraciados, entonces es mejor que os vayáis, yo no voy a impedirlo, pero en tal
caso, seréis vosotros mismos quienes elegís el sufrimiento. Llegará un día en que
os daréis cuenta de que habéis cometido una tontería al obrar tan a la ligera, por
no tener claro lo que verdaderamente os interesaba.
Mis queridos hermanos y hermanas, os aseguro que no encontrareis en
ninguna parte un amigo como yo. Todos podrán abandonaros y os darán la
espalda cuando más necesitéis de su apoyo, mientras que yo, siempre estaré
aquí para recibiros, para consolaros y para daros algo útil.
Bonfin, Septiembre 3 de 1975
457
HACIA LA GRAN FAMILIA
I
Bonfin el 19 de Septiembre de 1975
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
“Las naciones, los países, los pueblos, tal como ocurre con los seres humanos
individuales y con todas las cosas, nacen, crecen, se desarrollan y luego
envejecen para ceder su lugar a otros; siguen todos la misma curva: Dan
aquello que deben dar y enseguida se extinguen. Se diría que entran en reposo
para más tarde volver a despertar y producir de nuevo otras riquezas. Esto es
algo que se ha podido observar con todas las civilizaciones y es también
aplicable a las religiones: Cada una de ellas va aumentando gradualmente su
influencia, llega a su máxima expansión, a su punto culminante y luego se
cristaliza, es decir, pierde las claves de la vida. Mirad, hasta los Misterios,
hasta los templos del Egipto antiguo, que fueran poseedores de las claves del
poder y el conocimiento, ¿Qué nos queda de ellos hoy en día? ¿A donde han
ido sus Hierofantes? ¿Y todas sus Ciencias, qué se han hecho?... Todos han
seguido las leyes inmutables de la vida: Cada cosa y cada ser que nace debe
morir y dejar a otro su lugar. Sólo aquello que no ha tenido comienzo tampoco
tendrá fin.
Pero cuando hablo así, me estoy refiriendo solamente a la forma, pues ella
es la única que no es duradera y está obligada a dar paso a nuevas formas. El
principio, el espíritu, es eterno, y es él quien se va encarnando sucesivamente a
través de las formas.”
458
Si hacéis memoria, queridos hermanos y hermanas, recordareis que ya os
había hablado sobre este tema. Os había explicado que Dios no le había
concedido la eternidad a la forma, por eso ella es pasajera, efímera, incapaz de
resistir a la fuerza del tiempo. Solo el principio, el espíritu, que pertenece al
mundo divino, es indestructible y eterno. Pero los humanos ignorantes de esta
verdad, siempre intentan eternizar la forma. Así vemos por ejemplo en las
religiones cómo, después de muchos siglos, siguen atadas a unos rituales y unas
creencias, sin darse cuenta de que los dogmas y los ritos no son más que formas
que no pueden perdurar demasiado. La vida es un continuo brotar, que requiere
de formas nuevas para expresarse; ella misma se encarga de destruir las formas
ya caducas cuando necesita de nuevos medios, nuevos canales para revelar
nuevas riquezas, nuevas luces y nuevos esplendores. Esta es la razón por la que,
al cabo de cierto tiempo, las formas deben desaparecer para dar paso a otros
matices y otras manifestaciones más sutiles.
Observad lo que ocurre con el ser humano: Cuando es joven, la materia de su
cuerpo es dúctil, flexible, viva; Es en esta materia que el espíritu puede
expresarse mejor, a través de la voluntad, el corazón y el intelecto. Pero llega el
momento en que la forma se cristaliza, se endurece, de modo que el espíritu, al
no tener ya la misma posibilidad para manifestarse usando esta forma ya
gastada y apergaminada, deberá partir para luego retornar bajo una forma
nueva. Si se sabe mirar a la naturaleza, se podrán obtener conclusiones válidas
en todos los ámbitos. La Iglesia, por ejemplo, está en el error al obstinarse en
conservar las mismas formas después de dos mil años. Siempre hay que estar
mejorando, afinando la forma, para que pueda expresar cada vez mejor las
nuevas corrientes que vienen del Cielo, porque el Cielo no ha fijado las cosas
para toda la eternidad. Pensad si no en todas las cosas que han ido cambiando
en la historia de la humanidad: Las formas han ido adaptándose sucesivamente
a las nuevas tendencias y a las nuevas necesidades. Ahora es el momento en
que la constelación de Acuario viene a revolucionar y a romper todas las viejas
formas, todos los valores caducos que la humanidad considera inamovibles por
toda la eternidad. Lo que piensan los humanos no es lo mismo que piensa la
Inteligencia cósmica, Ella tiene otros proyectos. Por eso llega ahora esta onda,
esta corriente renovadora de Acuario, que lo va a remover todo para mostrarles
459
que no hay que poner límites al espíritu, queriendo encerrarlo siempre bajo
idénticas formas.
Al estudiar la historia de la humanidad vemos que todas las civilizaciones,
junto con sus creencias, sus filosofías, sus sistemas políticos, se han visto
obligadas a trasformarse. Pero esto no significa que el actual estado de cosas
represente una gran evolución. Aunque puede serlo desde cierto punto de vista,
no lo es en absoluto si lo consideramos bajo otras perspectivas. Si bien
apreciamos un avance en el terreno científico, técnico, industrial, no podríamos
decir lo mismo del ámbito moral. Sin embargo, os puedo asegurar que dentro de
unos años, todos los valores van a ser removidos, y os deseo que estéis aún aquí
para ser testigos directos de ello.
Ahora, quiero presentaros una idea, aunque sé que no va a ser acogida por
vuestra inteligencia, vuestro corazón ni vuestra alma. Aunque la veo rechazada
de antemano, sin embargo voy a exponerla ante vosotros, para ir preparando el
terreno.
Ayer dijimos algunas cosas relativas a la noción de familia, y sé que os habéis
quedado convencidos de que para mí la institución familiar no vale nada y que es
necesario cambiarlo todo. Pero no es así. Aún no os he explicado todo al
respecto y me parece que, si no lo hago ahora, van a surgir todo tipo de
malentendidos. Desde hace milenios, la familia se ha considerado como la base
fundamental de una sociedad. Incluso hoy en día, cuando la familia empieza a
resquebrajarse ‐de lo cual no tengo culpa alguna, pues antes de que yo
empezara a hablar de ello, ya otros se habían encargado de su demolición‐,
sigue siendo considerada como la célula social básica: Cada uno trabaja para su
familia, defiende a su familia... Está bien, comprendo que actúen de esta forma,
pero como veo las cosas a otro nivel más profundo, es preciso que os dé algunas
explicaciones.
460
La familia ha sido creada por la misma naturaleza. Por su parte, la
Inteligencia cósmica ha visto que esta forma de existencia es buena para las
criaturas, puesto que así se ayudan y sostienen unas a otras, trabajan juntas, se
protegen... esto les da fortaleza, estabilidad, solidez. Hasta se da el caso de que
una familia ha podido declarar la guerra a otra, puesto que en el pasado sus
miembros eran mucho más numerosos que hoy, vivían reunidos en clanes y
llegaban a formar verdaderas tribus. Así pues, es la naturaleza la que ha
proporcionado estos lazos de unión entre los miembros de una misma familia,
esta necesidad de estar juntos para ayudarse y protegerse; algo semejante se
puede observar entre los animales. Pero no obstante, los proyectos de la
Inteligencia cósmica no contemplan que esta situación deba prolongarse
eternamente. La forma bajo la cual ha sido creada la familia, debe crecer,
expandirse, iluminarse, ennoblecerse. Por esto hay que empezar a comprender
que esta forma actual de la familia es un obstáculo para el advenimiento de la
Fraternidad Blanca Universal en todo el mundo: Es ella la que se opone a la idea
de la gran Familia, por estar demasiado concentrada sobre pequeñas cosas de
todo género: Apegos, ganancias, intereses personales...
La familia es el punto de partida de todas las deformaciones, de todas las
empresas egoístas. Ha llegado para los seres humanos el momento de ensanchar
este concepto, de comprender que todas las familias deben fundirse en la gran
Familia. De no ser así, seguiremos viendo multitud de pequeños clanes que se
hacen la guerra entre sí. El desorden y la anarquía tienen su origen en esta
mentalidad de los humanos, para la cual no existe nada más grande ni más
importante, que su propia familia, con todos sus pequeños y mezquinos
intereses. Pero ellos creen que esto es algo maravilloso, formidable, algo que
todo el mundo debe reconocer. Observad solamente la educación que se da a los
niños: Se les enseña a perseguir el éxito, a triunfar como sea, sin importarles los
demás... No son precisamente ideas divinas las que se les inculcan, por el
contrario, se trata de los valores más egoístas. Sólo de vez en cuando se les dice
que deberían tener más amor entre ellos, un poco de generosidad y de
indulgencia; pero no es esto lo que suele caracterizar su conducta y lo normal es
que estén peleándose continuamente entre ellos.
461
Una familia es como una célula, por supuesto. Pero ¿Cómo funcionan las
células dentro del organismo humano? Están todas allí, reunidas, trabajando
para el bien de todo el conjunto. En cambio, las familias viven separadas, cada
una con distintas ideas, con distintos proyectos e intenciones, que van a ser
siempre causa de desorden y de guerras... Ahora, es preciso ir más allá, hacia la
comprensión de que todas las familias deben fundirse dentro de una gran
Familia, una Familia universal. Pero esto no significa que ellas tengan que
disolverse, sino que deben unirse para trabajar juntas, del mismo modo que
todas las células del organismo laboran unidas entre sí, para el bien de aquella
inmensa célula que constituye el ser humano. De forma análoga, todas las
familias deben trabajar para que el ser total de la humanidad funcione
correctamente.
Ayer os decía que el lado espiritual debe ocupar siempre el primer lugar. Pues
bien, precisamente la gran Familia es aquí lo que representa este lado espiritual,
y es por esto que la pequeña familia debe estar en segundo lugar. Mientras esta
última siga ocupando la primera posición, nada podrá arreglarse. Por eso tiene
que llegar un día en que sea reemplazada esta mentalidad caduca y errónea: La
familia no desaparecerá, pero deberá ensancharse, entrar a formar parte de la
gran Familia para realizar el Reino de Dios y Su Justicia, la Edad de Oro. Y, si
queréis saber dónde he podido aprender todo esto, os diré que allí de donde
vengo... Los habitantes de Agartha han realizado ya esta noción de la gran
Familia: Hay una sola familia en Agartha, no hay dos, ni tres, ni cuatro países
haciendo constantemente la guerra y buscando destruirse entre ellos, como
sucede en la superficie de la tierra...Ah! Aquellos seres humanos han logrado
encontrar la sabiduría!...
La Inteligencia cósmica ha creado al hombre para que estudie y sepa
trascender las leyes que gobiernan su propio funcionamiento. Si el organismo
funciona bien, si hay buena salud, es gracias a que las células y los distintos
órganos como el estómago, corazón, pulmones, etc, no son egoístas y no se
limitan a trabajar sólo para ellos mismos. Por su parte, las piernas, brazos, ojos,
oídos, cerebro... hacen otro tanto, todos ellos trabajan juntos por el bien de todo
el cuerpo, del ser humano total. Pero en cambio, los humanos van cada uno por
462
su lado, sólo persiguen su propio interés; son tan egoístas, tan crueles! He aquí
porqué la humanidad ha llegado a ser un organismo enfermo, casi moribundo.
El buen funcionamiento del organismo depende del respeto a la ley del sacrificio,
de la impersonalidad; Cuando alguno de los órganos se manifiesta de un modo
egocéntrico, es como si estas células recalcitrantes quisieran constituir un Estado
dentro del Estado, y el organismo cae enfermo. Estas células son como un
tumor, un cáncer que corroe todo el cuerpo, porque ellas no obedecen a la ley
del amor y sólo quieren vivir para ellas mismas.
Así nos habla la Inteligencia cósmica a través del propio ser humano, nos
explica y nos instruye. Pero la gente acude a buscar instrucción a los libros,
escritos casi siempre por seres enfermizos, carcomidos, como si estas personas
fueran poseedoras de la verdad! En cambio allí donde todo está escrito en la
naturaleza, donde es posible hallar una verdadera biblioteca viviente, en el ser
humano creado por Dios, nadie viene a leer, a aprender!
Para que un ser humano pueda gozar de bienestar físico, para que pueda ser
fuerte, bello, lozano y poderoso, es preciso que sus células estén acostumbradas
a trabajar de acuerdo con la ley del amor y el sacrificio. ¿Por qué pues no tratar
de comprender lo que representan estas leyes formidables, y tomar conciencia
de que la humanidad debe construirse sobre sus fundamentos? Entonces todos
seréis mejores! En vez de envenenaros con toda clase de medicamentos, debéis
introducir en vosotros estos principios de amor, desinterés, sacrificio, lealtad, y
vuestro organismo se restablecerá sin que sepáis bien cómo ha sido. Ya sé que
los médicos nunca prescriben estas cosas a sus pacientes: Ellos les recetan
inyecciones, pastillas, supositorios... todo menos seguir la ley del amor, del
renunciamiento, del sacrificio. Y sin embargo esta es la verdadera medicina. Es
necesario que la existencia se base en estas leyes, ya que en ese momento todas
las células empezarán a colaborar armoniosamente y recobrareis la salud, la
fuerza, la alegría, el bienestar, la paz. De no ser así, ya podéis frecuentar todo
tipo de farmacias, porque vais a estar cada vez más enfermos; aquellos remedios
externos en los que tanto confiáis, no os van a aportar nada vivo, nada que sea
divino. Y yo os aseguro que es la vida la que puede hacerlo todo, puede curarlo
todo, purificarlo todo.
463
Es preciso pues introducir la vida, ya que ella es la única capaz de reorganizar
las cosas. La mayoría de los humanos han olvidado el poder de la vida, sólo
creen en el poder de los medicamentos que en cambio son cosas muertas e
impiden que la vida fluya. Hay que introducir la vida, hacer que circule, es ella la
que puede cicatrizar las heridas, purificar la sangre, etc. No hace falta que os
atiborréis de fármacos, basta con que hagáis aumentar la corriente vital! Pero
la ignorancia llega hasta el punto de que las gentes no saben cómo hacer que la
vida fluya, y tampoco admiten que la vida sea todopoderosa; sólo creen en la
muerte. Pero yo les digo: “Escuchadme, ahora id y dad todos los medicamentos
que queráis a un cadáver, ¿Creéis acaso que va a levantarse, caminar, hablar?
No. Las medicinas sólo actúan cuando se está vivo.” Así que hay que dar primero
que todo la vida, para que todo pueda volver a funcionar.
Pero volvamos ahora al tema de la familia... No estoy en contra de ella, es
más, admiro la familia, yo también tengo una familia y creo que es algo
necesario. Pero no hay que sacrificarlo todo por ella, ella no lo es todo. La
familia ha sido puesta allí con el objeto de ayudar a sus miembros a unirse a la
gran Familia universal. Esto es lo que teneis que comprender y a la vez enseñar:
la importancia de la gran Familia y cómo deben trabajar todos los miembros de
cada unidad familiar para esta gran Familia. Hasta ahora, la familia ha
confundido su misión y esta es la causa de su crisis actual. ¿Cuantas familias
podríamos encontrar que vivan en armonía?... Por eso es necesario ampliar
considerablemente la noción de familia, hasta que llegue a abarcar la tierra
entera; toda la humanidad debe llegar a convivir como una gran Familia. Pero
esto no quiere decir que no os ocupéis por los miembros de vuestra propia
familia, por alimentarlos, protegerlos, instruirlos, ver que nada les falte... Lo que
va a ocurrir a medida que vayáis ensanchando vuestra conciencia en este
aspecto es que haréis todo esto mejor que antes; podréis explicarles que,
trabajando para la instauración de la gran Familia universal, todos los
problemas podrán ser resueltos. Hasta hoy, ninguna familia aislada ha tenido
éxito en cuanto a impedir las guerras, las miserias y calamidades, y así seguirá si
no cambian las cosas. Pero si todas las familias se unen para formar esta gran
Familia, todo aquello terminará para siempre, será posible eliminar la guerra y la
miseria.
464
La solución, la verdadera solución hay que buscarla en la gran Familia.
Mientras viváis limitados a la pequeña familia no podréis contribuir al bien del
mundo entero. Lo que hacéis es sólo para vosotros y, aún así, resulta dudoso que
realmente trabajéis para vuestro bien. Cuando os ocupáis sólo de vosotros
mismos, ¡Sólo Dios sabe si lo hacéis para bien! Pero si trabajáis para que todas
las familias se vayan integrando en una gran Familia, entonces sí, no sólo
estaréis trabajando para el mundo entero, sino que verdaderamente lo haréis
para vuestro propio bien, porque si esta idea se realiza, traerá bendiciones sobre
todo el mundo, de las que podréis beneficiaros. De lo contrario, nunca haréis
bien a nadie, ni siquiera a vuestros hijos, pues si les amáis de esta forma vais a
inculcar en ellos nociones egoístas, demasiado personalistas y, un buen día, su
espíritu os reprochará por no haberles dado otros valores más divinos, por haber
retrasado su evolución. Así que, Atención! Este asunto puede llegar muy lejos!
Todo el mundo está encantado creyendo que cumple cabalmente con su deber,
todos piensan que están haciendo bien, que ellos son el no‐va‐más de la bondad.
Pero en realidad, no es tan seguro que estén obrando bien. Si se juzga su
conducta desde el punto de vista celeste, ellos no hacen nada bueno, puesto que
se contentan con mantener a los miembros de su familia en la estrechez, el
egoísmo y la oscuridad.
Sólo haréis bien a vuestra familia adoptando estas nuevas ideas, hasta el
punto de que aquellos miembros a quienes hayáis esclarecido y hayáis ayudado
a acercarse al Señor, vendrán a buscaros en próximas encarnaciones para
recompensaros. Porque no debéis pensar que siempre vais a tener la misma
familia; ésta es sólo para una vida, y sólo Dios sabe a donde irán luego! Es algo
que depende de muchas cosas. Tener una familia sólo para una existencia es
algo que no vale la pena. Lo que sí vale, es tener una familia para la eternidad;
Es para esto que yo trabajo, y la tendré! El guardar vuestra familia para vosotros
mismos, puede ser algo que os complace, pero así vais a perderla, ya que todos
sus miembros os dejarán y nunca más vendrán a encarnar cerca de vosotros
debido al pésimo recuerdo que les habréis dejado. Mientras que si trabajáis
como yo lo hago, sé que seguiréis conmigo más adelante, en futuras
encarnaciones. A causa de todo lo que os he dado, vendréis a buscarme para
465
agradecédmelo, aunque sea en otros planetas, pues lo que yo estoy tratando de
daros es mucho más que lo que os puede dar vuestra familia.
¿No estáis convencidos aún? Pues bien, os daré aún otro argumento, donde
veréis cómo Jesús pensaba lo mismo sobre esta cuestión de la familia: “Un día,
nos dice el Evangelio, viendo que Jesús aún estaba dirigiéndose a la multitud, su
madre y sus hermanos que estaban detrás de esta querían hablarle. Vino alguno
a decirle: He aquí que tu madre y tus hermanos están ahí detrás y quieren
hablarte. Pero Jesús le respondió: ¿Quien es mi madre y quienes son mis
hermanos? Y luego, extendiendo la mano sobre sus discípulos dijo: He aquí a mi
madre y mis hermanos, porque cualquiera que haga la voluntad de mi Padre que
está en los cielos, este será mi hermano, y mi hermana y mi madre.” Así que, ya
lo veis, para Jesús, la familia eran los hijos de Dios, los hijos y las hijas de Dios,
que representan una inmensa familia sobre la tierra y también sobre los demás
planetas. Así entendía Jesús el concepto de familia y he aquí porque yo también
estoy por esta noción de la gran Familia.
En cuanto a la pequeña familia, no me habléis de ella! ¿Sabéis porqué la
gente se ata de un modo tan fuerte a su propia familia? Vosotros diríais: “Pues
por amor, por el vínculo que ella crea” Y no es así. Las gentes sólo piensan en sí
mismas, en asegurar un poco su vejez, poder sentirse amados y acompañados...
Es algo tan pobre, tan egoísta! Mirad en cambio lo que hacen los animales: En
cuanto un cachorro está en condiciones de desenvolverse por sí sólo, la madre
se desentiende de él. En esto, los animales son mucho más desinteresados que
los humanos, que sólo piensan en acaparar a sus hijos bajo pretexto de que les
aman. Pero no, allí no hay ningún amor, sólo está presente el propio interés. Este
apego no es otra cosa que un egoísmo generado por el propio miedo. Ahora
bien, es cierto que la madre puede admirar a su hijo y pensar que él va a ser un
genio, una deidad... aunque en realidad él no va a ser más que un pillastre, pero
en fin... El caso es que en este ámbito los animales han sobrepasado a los
humanos: La madre protege a sus crías mientras son débiles y necesitan de ella,
pero enseguida ella les deja en libertad, mientras que los humanos... y no me
digáis que no es así: aunque el hijo tenga ya sesenta años y haya llegado a ser
ministro, o gobernador, viene la madre y le dice “Abrígate, hijo mío, abrígate”...
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Ella se preocupa todavía de que no pase frío, de que coma, etc. Pero ¿Qué hay
detrás de este instinto maternal? Uno si pregunta si esto es una virtud o una
debilidad... Vosotros podéis pensar que hay mucho amor, un vínculo muy fuerte.
Pero si yo me pusiera a analizar lo que hay realmente... es mejor que lo dejemos
para otro día.
Ahora, a la luz de estas explicaciones, podéis reflexionar sobre vosotros
mismos, intentando comprender la forma en que consideráis a vuestra propia
familia, cuales son vuestros sentimientos, vuestras motivaciones, vuestros
proyectos. Por mi parte, lo que me permite ver las cosas así es un punto de vista
que el Cielo me ha concedido. Toda mi riqueza reside allí, en este punto. Sí, se
trata de un punto que no tiene peso ni dimensión. Un punto, esto es lo que
siempre he buscado. Toda mi vida he venido trabajando para alcanzar este
punto. No se sabe donde está este punto, pero es él quien puede dármelo todo,
el Cielo y la tierra. Es el punto más elevado, desde el cual puedo verlo y abarcarlo
todo.
Os daré una imagen: Un profesor diplomado en tres universidades está
trabajando en su laboratorio, en la planta baja de su casa... Al mismo tiempo su
hijo, que tiene doce años de edad, está en la terraza, o subido en un árbol; él es
pequeño aún, no tiene ningún diploma, pero al encontrarse en un punto elevado
domina con su vista un amplio entorno y le grita al padre: “Papá, papá, puedo
ver a mi tío y a mi tía que vienen hacia acá!” “Ah, responde el padre, ¿Puedes
ver algo más?” “Sí, le dice su hijo, veo que el tío lleva en sus manos un
paquete...” Y el padre sigue haciéndole preguntas al niño puesto que él no ve
nada, debido a su posición más baja y en cambio el pequeño puede informarle al
estar en un punto más alto de mira. Pues bien, ¿Quién creéis que es este niño?
Soy yo. Tengo doce años y he logrado colocarme en un punto más elevado desde
el cual veo muchas cosas y puedo enseñar a todos los profesores y los sabios que
están ahí abajo en sus laboratorios, calculando y reflexionando, sin ver nada. Sí,
yo mismo, con mis doce años, sin tantas facultades ni diplomas, sin un status
mundano, estoy sin embargo bien ubicado para poder ver. Así que, ya lo veis,
vale la pena trabajar para llegar a tener esta perspectiva y es desde aquí que se
me revela lo que es realmente la familia. ¿Cómo es que hasta ahora nadie ha
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enfocado así el tema de la familia? No será por falta de pensadores, psicólogos,
sociólogos... Pero ellos no se han dado cuenta de que la familia no es nada sin la
otra familia, la gran Familia. Ellos no han llegado a concebir esta dimensión
universal de la familia y se han quedado únicamente con su aspecto limitado,
individual, personal.
La constelación de Acuario está ya en camino, y es la que obligará a la
humanidad a pensar con esta dimensión universal. Sí, corresponde al Acuario
aportar esta noción de universalidad. Todos los descubrimientos extraordinarios
que la ciencia ha realizado en los últimos años han sido Inspirados por Acuario, y
aún faltan más cosas... Pero enseguida vendrán los verdaderos descubrimientos,
los descubrimientos internos: Se descubrirá que cada ser humano es inmortal,
que su amor es omnipotente, que la luz es la única riqueza que vale la pena
obtener. Sí, esto es: La fuerza omnipotente del amor y la luz que aporta todas las
revelaciones; En vez de contar siempre con los medios externos como son los
aparatos y las máquinas, se llegará a desarrollar, a través de la voluntad, las
potencias internas.
Bonfin, Septiembre 19 de 1975
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EL SOL, FUENTE DEL AMOR
Bonfin 20/9/75
Conferencia improvisada
Lectura del pensamiento del día:
"La fuente del amor universal es el sol. El sol deposita en toda la naturaleza
sus partículas de amor y de vida, de forma que nosotros volvemos a encontrar
estas partículas a través de las piedras, las plantas, los animales e incluso los
hombres y mujeres, ya que los humanos también recogen algunas partículas
del sol aunque lo hacen de forma reducida e insuficiente. Es por esto que se
ven obligados a ir a buscarlas fuera, porque no les basta con lo que recogen,
no les satisface por completo, de ahí que el placer generado por sus
intercambios no les parezca suficiente y esto va a ser causa de separaciones,
divorcios y crímenes diversos.
El verdadero amor se encuentra a raudales en el sol, es allí donde habría
que ir a buscarlo. Mientras no bebáis de la fuente, sólo vais a poder hallar
algunas gotitas de rocío diseminadas sobre algunas hojas y flores, poca cosa
en verdad. Es cierto que existen regiones en el cuerpo del hombre y el de la
mujer donde se han depositado algunas porciones de amor, pero si os
contentáis sólo con esto vais a estar siempre hambrientos y sedientos. Esto es
lo que ocurre con todos aquellos que se aman: ellos perciben que aún les
queda un vacío dentro, que no están completamente colmados. Es preciso pues
que vayan a la fuente, a buscar este amor inmenso que brota y alimenta toda
la creación. Si así lo hicieren, en adelante podrán amar a un hombre o a una
mujer, pero a sabiendas de que para encontrar la verdadera plenitud hay que
ir a buscarla a la fuente."
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Al escuchar esta página, queridos hermanos y hermanas, no se llega a
comprender gran cosa. Ir a buscar el amor universal en el sol es algo que no
presenta en principio mayor interés! Si se tratara de una mujer o un hombre,
tendría mayor sentido, pero el sol!... No obstante, ¿Cómo es tan difícil encontrar
hombres y mujeres que sean verdaderamente felices? Lo son durante unos días,
unas semanas quizá, pero esta felicidad no es duradera, incluso cuando una
pareja se pregunta el porqué de esto, terminan admitiendo si son sinceros y de
buena fe que cada uno se sentía obligado de parecer feliz y colmado frente al
otro... Así que ellos intentan prolongar al máximo los pequeños placeres que
reciben, pero con el tiempo el vacío se hace más y más evidente, el abismo va
creciendo y al final se dan cuenta de que se han engañado, que aquello no va a
ninguna parte y que lo mejor es separarse. A todos les parece que esto es
normal, ellos piensan: "Qué le vamos a hacer, al amor no se le puede pedir que
sea eterno." Con todo, ellos han jurado amarse para siempre, aún sabiendo que
no va a durar han tenido que hacerlo. Con esto, sólo se está dando apoyo a la
mentira y la vida llega a convertirse en una gran comedia, o una gran tragedia...
Aunque casi siempre se trata más bien de una tragi‐comedia... Pero lo que es
formidable y extraordinario a pesar de todo, es esa ilusión, esa esperanza de que
resultará, cuando no a la primera, a la segunda, y si no a la tercera vez... Esto es
algo que nunca deja de asombrarme.
Lo que humanos confunden con el amor, a menudo no pasa de ser un deseo
de sensaciones, de arrebatos y erupciones volcánicas. Y no es esto, aquí todo se
queda únicamente en manifestaciones fisiológicas, anatómicas, biológicas ,
fantasmagóricas, que no llegan a ser amor. Me preguntareis: "Ah, pero
entonces, ¿Qué es el amor?" Y bien, si yo pudiese saberlo os lo diría, pero aún no
lo sé. Durante toda mi vida no he hecho otra cosa que intentar saberlo y cada día
me digo a mí mismo "Ah, finalmente, ahora lo sé", pero al día siguiente me doy
cuenta de que aún me quedaba algo por aprender y de nuevo pienso "Bien,
ahora sí que lo sé, esta vez lo he comprendido". En realidad, soy conciente de
que el amor es algo infinito y por esto no podría tener la pretensión de
conocerlo. Digamos simplemente que estoy en el camino de llegar a conocerlo,
eso es todo. Así que si vosotros le conocéis os felicito y, os lo ruego, venid a
revelármelo, puesto que aún no estoy totalmente seguro de conocerlo. Es algo
tan inmenso, tan rico, tan bello y poderoso que aún tengo siglos y siglos por
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delante para profundizar en ello. Por eso os repito que os felicito si ya le
conocéis. La única pregunta que me viene a la mente es: "¿Porqué si conocéis el
amor, continuáis en la oscuridad, cómo es que os sentís desgraciados o
enfermos?" Todo indica que no poseéis un verdadero conocimiento.
El amor trae consigo la vida eterna, el esplendor, la luz; si vosotros no tenéis
esto es porque en realidad no conocéis el amor. Ciertamente, el verdadero amor
es Dios mismo y viene de lo más alto. He aquí lo que los humanos ignoran y por
eso llaman amor a unas simples manifestaciones de esta energía a través de
ciertas áreas específicas del cuerpo. Pero no. Se trata sólo de pequeñas
manifestaciones limitadas, deformadas, animalizadas, no es esto el amor. Para
conocer el amor hace falta ir hacia la fuente y esta fuente es Dios, cuyo
representante en nuestro universo es el sol. Así, es a través del sol que debemos
buscar este amor que es la vida y que alimenta a toda la creación.
El amor inferior sólo busca el placer, la satisfacción, la efervescencia y la
excitación. Pero esto no se puede llamar amor, sino que más bien es un apetito,
un deseo de posesión donde a veces no está excluida la violencia. Por supuesto
es esta clase de amor la que puede generar dependencia, hasta el punto de tener
que recurrir a la medicina, las píldoras, hormonas, extracción de glándulas etc., a
fin de prolongar artificialmente la actividad sexual de los humanos para que
estos puedan seguir practicando las mismas suciedades hasta los noventa años
de edad. Pero mi propósito es conduciros a otras regiones, donde podréis saber
verdaderamente lo que es el amor. La fuente, la auténtica fuente del amor es
Dios. Y a imagen de esta fuente divina, el sol constituye también otra fuente tan
inmensa, tan generosa! Mirad, toda la creación se beneficia de ella, pues es su
amor el que da vida a las plantas, las hierbas, los árboles que están
continuamente expuestos a su luz y es ella la que nos permite vivir a los seres
humanos. Por esto, el discípulo que quiera conocer lo que es la verdadera vida, el
verdadero amor divino, deberá ir a la fuente, al sol, mirándole, meditando en él,
amándole, dejando que sus rayos penetren más y más en él; lo mismo que un
fruto expuesto al sol, deberá tomar estas partículas de vitalidad que luego podrá
a su vez distribuir a otros para vivificarles y esclarecerles. Este es el amor
verdadero y no aquel que sólo desea abrazar a otros hombres y mujeres o
471
acostarse con ellos. El amor que el mundo canta y glorifica, del que tanto se
habla y se escribe, es siempre el amor sensual, el amor sexual a causa del cual
todos están destrozados y aniquilados, ya que se trata de una fuerza muy
potente, con gran capacidad destructiva. Sí, la prueba está en que cuando
vosotros comenzáis a arder, este fuego va a consumir ciertos materiales, los más
importantes, que vienen a ser la materia misma del cerebro. Y nunca habéis
pensado que el amor sexual es en realidad eso: una fundición. Cuando se trata
de un amor exclusivamente sensual, este va a actuar como una fuerza
disociadora que llega a consumir las quintaesencias, es el fuego infernal.
Mientras que el otro fuego, el fuego del sol, no disocia sino al contrario, aclara y
resucita.
De hecho, los rayos que el sol proyecta sin cesar y que fertilizan la tierra y
todas las criaturas en el sistema solar y más lejos aún, son en realidad de la
misma quintaesencia que el hombre trasmite a la mujer para fertilizarla, sólo
que allí existe en un estado etérico, luminoso, mientras que en el hombre esta
quintaesencia se encuentra condensada. Pero los Iniciados que conocen el
secreto de la sublimación y trabajan sin cesar para enviar sus energías al Cielo,
llegan a proyectar y a irradiar ciertas emanaciones tan sutiles como los rayos del
sol. He aquí porqué es preciso vivir de una forma pura, luminosa, virginal. Esto
no significa que la fuente deje de fluir, por el contrario, nada se interrumpe, todo
continúa pero ahora de otra forma: las emanaciones llegan a ser de tal sutileza,
de tal pureza, que son capaces de hacer bien a todas las criaturas. Vosotros
ignoráis aún la fuerza de la pureza absoluta, cómo ella puede cambiar la
naturaleza de estas emanaciones y hacerlas más sutiles. De esta manera, ellas
pueden propagarse sin interrupción (como lo hacen las radiaciones solares que
nunca cesan), aunque desde luego no estoy refiriéndome aquí al plano físico.
Esto que os digo es algo que merece todo vuestro respeto, toda vuestra
atención.
Quizás el sol no represente nada para vosotros, pero ya veréis, cuando hayáis
tenido que derramar muchas lágrimas y hayáis perdido todo vuestro plumaje,
comenzareis por fin a buscar este amor del sol que no os hará sufrir, que no os
exigirá nada, por el contrario, sólo os dará sus bienes. Pero parecería que no se
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busca el sol, sabiendo que allí no hay sufrimiento, precisamente porque existe
aún la necesidad de sufrir. Y, ¿Donde podéis encontrar estos sufrimientos? Sin
duda en los hombres y mujeres, allí es seguro que vais a encontrarlos, junto con
toda suerte de vilezas y desgracias. En cambio, nunca recibiréis mal alguno del
sol, a menos que olvidéis vuestro sombrero, ya que de ser así podéis ganaros una
insolación.
Esto me recuerda una anécdota que ocurrió hace ya tiempo...treinta y cinco
años aproximadamente... Si, por entonces solía asistir como invitado a unas
veladas donde se reunían artistas, escritores, astrólogos... y mantenía
conversaciones con todos ellos. Un día, una joven empezó a hacerme preguntas
y poco a poco nos fuimos enzarzando en el tema del amor. No recuerdo ahora
los argumentos que le di, pero el hecho es que ella quedó muy satisfecha con mis
explicaciones y se fue sin decir nada más. Poco tiempo después, en otra de
aquellas reuniones un caballero que era escritor comenzó a insultarme delante
de todos sin que yo pudiera saber porqué. Finalmente me explicó que, después
de la conversación que tuvimos con aquella joven, con la cual él practicaba la
magia sexual, ella le había dejado al darse cuenta de los peligros que corría.
Entonces fui yo quien le dije delante de todos: "Escuchadme, caballero: yo no
sabía que aquella joven os pertenecía y que teníais tales derechos sobre ella. Si
bien sin quererlo la he salvado de vuestros abusos, ¿Donde está pues mi crimen?
El sol está en su derecho al brillar, aunque aquellos que no llevan sombrero
pueden caer por tierra. Hace falta pues llevar sombrero..." Esto fue lo que le dije,
con lo cual él quedó estupefacto, mientras todo el mundo reía.
Han sido estas unas breves palabras acerca del amor verdadero. Mientras no
acudáis a la fuente, al sol, vuestro amor seguirá siendo inferior, animal; pero
gracias al sol, comenzará a elevarse, a volverse cada vez más impersonal. Y
observad, la última frase del pensamiento que leímos al comienzo dice: "En
adelante, podrán amar a un hombre o a una mujer si así lo quieren, pero a
sabiendas de que para encontrar la verdadera plenitud hay que ir a buscarla
ante todo a la fuente." De este modo, será el amor cósmico, el amor universal, el
amor impersonal del sol el que prevalecerá sobre cualquier otro amor,
mejorándolo y dignificándolo, hasta que un día llegareis a amar a vuestra pareja
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pensando en ella, en su futuro, en su felicidad, en su belleza, en su avance, en su
éxito, y no sólo considerándola como alguien capaz de satisfacer vuestros
deseos. Una vez que hayáis encontrado la fuente, ya no podréis volver a amar
como antes; cuando estéis al lado de vuestra mujer ‐o vuestro marido‐, sólo
brotarán bendiciones de vosotros hacia la otra persona, a la manera de
corrientes y radiaciones a tal punto favorables, luminosas y benéficas, que
vosotros mismos quedareis asombrados.
Así pues, no olvidéis nunca que el verdadero amor es también la luz, la vida
eterna, el poder ilimitado. Sí, el amor verdadero es una fuerza poderosa y al
mismo tiempo una luz. La prueba está en que cuando odiáis a alguien sólo veis la
parte oscura de aquel, sus debilidades, sus vicios y defectos, pero si le amáis en
cambio vais a ver todo lo que tiene de maravilloso y divino. Puesto que el amor
es clarividente, sólo ve el lado bueno. Cuando perdéis el amor os quedáis ciegos,
ya no percibís las buenas cualidades. Así, cuando os digo que el amor nos
esclarece y nos vuelve clarividentes, esto es algo totalmente cierto! Y si amáis al
mundo entero, a toda la naturaleza y al universo, entonces comenzareis a ver y a
comprender cosas que hasta entonces ni siquiera sospechabais. Sí, he aquí la
manera como el amor nos ayuda a comprender.
Bonfin, Septiembre 20 de 1975
474
HACIA LA GRAN FAMILIA
II
Bonfin a 25 de septiembre de 1975
Conferencia improvisada
Como los humanos no han sido instruidos dentro de la Ciencia iniciática, ellos
ignoran que todo lo que piensan, sienten, desean y anhelan, retorna hacia el
mundo invisible y allí va a poner en marcha fuerzas y potencias benéficas o
maléficas. Sin embargo, el conocimiento de esta verdad debería bastar para que
cada ser humano comprenda que es preciso dar una nueva orientación a su
existencia, ya que la vida interna, la vida del pensamiento es fundamental para
la construcción de su porvenir y el de toda la humanidad. Por eso, lo primero que
se enseña al discípulo de una Escuela iniciática es a vigilar sus pensamientos, sus
sentimientos, sus deseos: Ser conciente de sus objetivos, de su dirección, para
que puedan llegar a conectarse con las fuerzas benéficas de la naturaleza y
trabajar juntos para la propia evolución y para el avance del mundo entero.
Entre tanto, cada individuo se limita a permanecer en su pequeño rincón,
desatando las fuerzas más caóticas y, cuando sufre, cuando está enfermo y
desolado, es siempre el último en saber que él mismo ha sido el causante de su
desgracia. Así vemos, sobre la tierra, unos cuatro mil millones de seres
ignorantes que día a día, sin cesar, están activando inconcientemente las fuerzas
destructivas. Pero cuando intentáis darles alguna luz, ellos reaccionan abriendo
mucho los ojos, asombrados, diciendo: “¿Pero de qué planeta habrá caído
aquel? Si los pensamientos y los sentimientos no pueden tocarse, son invisibles,
¿Cómo es posible que vayan a desencadenar acontecimientos?” Mientras los
humanos sigan hundidos en la ignorancia, la situación no va a mejorar.
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Para poder disfrutar algún día de la paz, la armonía y el esplendor de la nueva
vida, los humanos deben sufrir. Si ellos no se ven agobiados y desesperados, es
difícil que lleguen a comprender y decidirse a trabajar por el Reino de Dios. Las
dos guerras mundiales no han sido para ellos una lección suficiente. Ahora que
se está preparando la tercera guerra, espero que esta vez puedan comprender y
todos desearán el advenimiento de la Edad de Oro. Por el momento, sólo hay un
puñado de seres humanos dispersos por ahí, que pueden comprenderlo. Son
demasiado pocos y nadie les escucha, nadie les hace caso. Es necesario que sea
el mundo entero el que demande, anhele y exija en fin la Edad de Oro, pero esto
no puede llegar si antes no ha tenido lugar un cambio de mentalidad. Hace ya
años que os vengo indicando en qué debe consistir tal cambio: Hay centenares
de cosas que revisar y mejorar. Ahora bien, si los humanos se obstinan en seguir
avanzando en la misma dirección, pues tanto peor para ellos! En cuanto a mí,
nadie me podrá reprochar de no cumplir con mi deber y de no haberles mostrado
el camino a seguir.
El otro día, cuando hablamos acerca de la familia, algunos hermanos y
hermanas se sintieron impactados, porque había cosas que chocaban con sus
convicciones, sus hábitos, sus tradiciones. Pero yo no puedo hacer nada al
respecto: tengo que revelar la verdad y ensanchar las conciencias. Y, cuantas
cosas quedan aún por aclarar, restablecer y corregir! A lo largo de miles de años
se han venido acumulando tantas y tantas concepciones erróneas que impiden el
bienestar de la humanidad! Mirad, todos se preocupan exclusivamente por
arreglar sus propios asuntos, pensando en subsistir, ganar dinero, comer,
vestirse, casarse, tener hijos... sólo piensan en sí mismos. Aunque de vez en
cuando, por supuesto, dediquen algo a la sociedad. Pero en general, es sólo para
sí. He aquí porqué la suerte de la humanidad no mejora, porque no se piensa en
la colectividad, se piensa sólo en el propio bienestar. Ellos creen que arreglando
bien sus propios asuntos van a poder vivir seguros, pero no es así.
Todos formamos parte de la colectividad y, si dentro de esta se produce una
guerra, un tumulto, una revolución, nuestro bienestar individual no puede estar
seguro. Por más que cuidemos nuestros propios asuntos, en realidad estos nunca
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van a estar arreglados del todo, siempre pueden surgir imprevistos e
inconvenientes en el seno de la colectividad, que pueden llegar a destruirlo todo.
Es como si hubiera una espada de Damocles suspendida constantemente sobre
la cabeza de cada individuo. De hecho, la historia ya nos ha demostrado que esto
es así. Se han visto tantos casos de personas ricas y poderosas, que parecía
imposible que fueran alcanzadas por ningún problema y, no obstante, a causa de
los conflictos surgidos en su sociedad, llegaron a perderlo todo, incluso la vida.
Pero si se realizan mejoras en la colectividad, cada individuo podrá estar más
seguro, puesto que la vida colectiva influye sobre todo y va a procurar
abundancia y seguridad a sus miembros. Esta es la única forma de que las
gentes puedan vivir tranquilas. Pero es algo que no se ha comprendido aún y,
por consiguiente, nadie piensa en trabajar por el bienestar de la colectividad.
Vosotros diréis: “Pero ¿No es esto acaso lo que hacen todos los partidos
políticos? ¿No trabajan por la colectividad?” Puede ser, pero se trata de un
sector reducido de esa colectividad. Un país es como un individuo: Si está sólo,
no puede estar seguro, otros pueden venir a saquearle. Así, ya lo veis, no es esta
una forma ideal de enfocar las cosas.
La única solución, consiste en trabajar para la colectividad mundial,
buscando que los dirigentes de todos los países comprendan la necesidad de
formar un sólo gobierno mundial, haciendo que todas las naciones se fundan en
una sola y que toda la tierra se convierta en una gran Familia. Vosotros diréis:
“Pero esto es imposible, hay impedimentos de todo tipo que...” Ya sé todo lo que
vais a decir. Por ahora, esto es cierto, tenéis razón. Pero yo trabajo para el
porvenir, y en el futuro esta unidad podrá ser una realidad, puesto que los
acontecimientos van a impulsar a las gentes hacia estas convicciones. Las
calamidades, la miseria, las guerras, van a obligar a los seres humanos a
cambiar radicalmente sus puntos de vista. Por otra parte, habrá ya todo un
trabajo hecho a través de los libros y conferencias, que será una base suficiente y
luego podrá ser ampliada y difundida por quienes tengan en sus manos la
autoridad y los medios para hacerlo. Hay pues que trabajar en esta dirección.
Sólo una colectividad organizada a partir de los mejores principios puede
asegurar la subsistencia y el porvenir a los individuos que la integran. Y, para
llegar a esto, es necesario que cada uno reemplace su punto de vista limitado y
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egocéntrico por una perspectiva mucho más amplia, más universal. De ser así,
los individuos no perderán nada, por el contrario, van a salir ganando.
Es preciso aceptar ahora esta nueva filosofía que Acuario está aportando al
mundo, alimentándola dentro de cada uno y otorgándole un lugar cada vez más
importante en nuestro intelecto, nuestro corazón, nuestra alma, nuestro espíritu.
Los pensamientos y sentimientos de todos los seres iluminados constituyen una
gran fuerza esclarecedora que se propaga y actúa sobre las mentes humanas,
hasta que llegue un día en que todo el mundo será influenciado, irradiado por
esta nueva luz. Por esto siempre os he dicho que ignorar que el pensamiento es
una fuerza activa, es algo que bloquea enormemente la evolución de la
humanidad. Pero nosotros, que conocemos el poder del pensamiento, del Verbo,
de la meditación y la oración, y los benéficos resultados que pueden traer a la
humanidad, participamos en esta labor luminosa para que la Fraternidad Blanca
Universal se propague por el mundo entero. En realidad, la Fraternidad Blanca
Universal sólo pide una cosa: Que el mundo entero llegue a ser una Familia.
Todas las religiones creen que los seres humanos son hijos de un mismo Padre
y una misma Madre celestes, divinos. Sí, es cierto que se cree... Pero ¿De que
sirve a los humanos creer, cuando actúan como si no creyesen en nada? Hasta
los cristianos, que tanto predican acerca del vínculo fraternal que debe existir
entre los hombres, y su oración comienza precisamente con las palabras: “Padre
nuestro que estás en el Cielo...”, Sí, para ellos Dios es su Padre, todos vienen a
ser hermanos y hermanas, pero ved cómo se comportan entre ellos mismos!
Asomaos a los tribunales y podréis comprobar si es verdad que se consideran
hermanos y hermanas! Ellos no hacen otra cosa que ir en contra de todas las
prescripciones dadas en los Evangelios, cada vez se muestran más hostiles unos
con otros, y esto sucede incluso en sus familias.
La Fraternidad Blanca Universal trabaja para que el mundo entero llegue a ser
verdaderamente una gran Familia, donde todos se amen, todos se sonrían y por
doquiera que vayan puedan ser recibidos con los brazos abiertos, con un:
“Querido hermano!...” “Hermana querida!...” aunque no se hayan conocido
478
antes. No como ahora, que hay que hacer reverencias si queremos ser admitidos
en otro país distinto al nuestro, y aún así muchas veces se va a negar el acceso,
no hay ningún asomo de fraternidad. Aquí estamos formando la fraternidad,
pero esta fraternidad deberá propagarse por todo el mundo y de hecho así está
ocurriendo... Observad, desde que se ha constituido aquí en Francia la
Fraternidad Blanca Universal, hay muchas cosas que han cambiado en la opinión
pública: Ya se habla nuestro lenguaje, por doquier se presentan las ideas de
nuestra Enseñanza en la prensa, la radio, la televisión... Antes la gente se reía y
se burlaba de estas ideas, pero ahora las van aceptando, y esto es sólo el
comienzo.
La Fraternidad Blanca Universal está realizando un trabajo formidable en el
mundo. Es algo que no puede verse todavía, pero que se va a exteriorizar dentro
de cierto tiempo; nuestro lenguaje terminará siendo adoptado por todos, yo os
lo digo. Siendo así, ¿Aún os parece tan pesado participar concientemente en
esta labor? Deberíais estar orgullosos de poder deciros: “Ah, ahora mi vida tiene
un sentido, puesto que hago un trabajo para el bien del mundo entero.” Pero en
lugar de participar en una obra tan bella y formidable, siendo al fin útiles en
algo, las gentes se contentan con seguir llevando una vida mediocre,
insignificante, ineficaz. “Sí, diréis, pero es que este trabajo no se ve.” Puede ser
que no se vea, pero es algo que se percibe!
Yo os invito a participar en actividades donde sentiréis que vuestra vida se
convierte en algo tan interesante, tan luminoso, que vosotros mismos quedareis
asombrados. Es preciso que comprendáis que la verdadera gloria, el poder, la
felicidad, se encuentran sólo en esta idea, en este deseo de realizar un trabajo
divino, puesto que así vais a atraer hacia vosotros a las fuerzas elevadas que
vendrán a apoyaros. Aquí están reunidos todos las requisitos necesarios para
que esto suceda: La filosofía, las condiciones, la atmósfera... Entonces, ¿Qué
esperáis para comenzar esta labor? Todo el mundo está dispuesto para hacer
cosas intrascendentes donde sea, pero en cambio, si se trata de participar en
una tarea divina, eso jamás, ni pensarlo!
479
Ahora bien, tengo que deciros que esta labor prodigiosa que debe realizarse
sobre la tierra ha sido ya decidida y decretada en lo alto. Es el Cielo quien ha
decidido que todos los valores humanos deben cambiar. Pero el Cielo no puede
intervenir directamente sobre la tierra, debido a la existencia de planos
intermediarios, como zonas cerradas que les separan. Esto no significa que esté
verdaderamente aislado uno del otro, pero como cada uno está hecho de una
materia de distinta densidad, para poder actuar en sus respectivos niveles, cada
vez hará falta estar equipado con los instrumentos necesarios. Los espíritus del
mundo invisible son muy poderosos, pero sin embargo no pueden actuar
eficazmente en el plano físico, por no estar revestidos de la materia apropiada.
En las sesiones espiritistas, el papel del médium es precisamente el de aportar
esta materia fluídica, denominada ectoplasma, gracias a la cual los espíritus
pueden manifestarse. Si se les presta esta materia, ellos pueden derribar un
edificio en pocos segundos, pero si no la tienen, son incapaces de mover siquiera
una hoja de papel de fumar.
Del mismo modo, los espíritus más elevados del mundo divino, no pueden
intervenir en los asuntos de los seres humanos si estos últimos no les dan la
posibilidad de hacerlo. Imaginaos una enorme fortaleza: Mientras no haya un
traidor en su interior dispuesto a abrir la puerta a los enemigos, estos nunca
podrán penetrar en ella. Un día, hablando ante los miembros de la Fraternidad
les pregunté: “¿Sabéis quien soy yo?” Sin duda, ellos esperaban que les dijera
algo así como “Yo soy Jesús... o san Pablo... o Gengis khan!”, pues de la forma en
que me estaba expresando ‐ solemnemente‐, se podía entrever toda una
revelación. Pero entonces les dije: “Pues yo soy el traidor numero uno!” Ah,
entonces se quedaron tan decepcionados! Porque un traidor no es alguien
famoso. Pero veréis, no es tampoco tan malo como parece, porque la tierra
entera es como una fortaleza donde los ejércitos celestes no pueden penetrar,
de modo que hacía falta un traidor, y yo he aceptado convertirme en traidor
para abrirles las puertas!
Ya lo veis, ahora empezáis a comprender lo que es ser un traidor... Los
espíritus de lo alto no pueden actuar directamente sobre la tierra, puesto que
aquí mandan los humanos y son tan poderosos como todos los ejércitos celestes;
480
cuando no quieren abrirles la puerta, no hay nada a hacer. Por eso el Cielo ha
buscado a alguien que acepte abrirles paso. En realidad, los espiritualistas son
traidores gracias a los cuales el Cielo puede deslizarse aquí abajo. Por eso,
también vosotros teneis que aceptar ser traidores, para permitir que los espíritus
divinos vengan y puedan trasformar la tierra.
Y mirad todavía: Cuando Jesús se proponía curar a un enfermo le preguntaba:
“¿Tienes fe?” ¿Por qué lo hacía? ¿El hubiera podido curarlo sin este requisito?
Pues no, porque siempre hace falta que haya una pequeña puerta abierta para
que las fuerzas benéficas puedan venir a restablecer el orden. Mientras no
tengáis fe, el Cielo no puede hacer absolutamente nada por vosotros, puesto que
permanecéis cerrados a él. A menudo os quejáis de que el Cielo no acude a
ayudaros, a sanaros... Pero sois vosotros los que no hacéis nada, no abrís
ninguna puerta para que él pueda entrar y hacer maravillas. Os limitáis a
suplicar. “Oh, Señor!” Pero, ¿Cómo queréis que actúe el Señor si no dais vosotros
el primer paso para permitirlo?”
481
DEVOLVERLE AL AMOR
DEVOLVERLE AL AMOR
SU PUREZA
II
Sèvres el 3 de Enero de 1976
Conferencia improvisada
Para la mayoría de los humanos, el hecho de abrazarse, acariciarse o incluso
ir más allá no se considera como algo impuro. En efecto, esto puede ser algo
puro, pero todo dependerá de lo que se tenga en la mente. Si esto se hace con el
único objetivo de divertirse, gozar y sentir placer, va a haber aquí una actitud
interesada que va a generar impurezas en el plano astral, de modo que aquel
individuo va a impregnarse de suciedad y lo mismo va a ocurrir con su pareja.
Pero si ellos lo hacen con el deseo de ayudar, de curar, de santificar y salvar
aquello que aman, entonces este sentimiento les purificará a los dos.
No es pues el acto o el gesto lo que hace que algo sea puro o impuro, sino la
intención con que se lleva a cabo, la idea que prevalece en la mente, el
sentimiento o el deseo que os impulsa a actuar. Hasta los más grandes Iniciados
han tenido un padre y una madre que sin duda tuvieron que hacer lo
indispensable para que su hijo pudiera venir al mundo. Pero ellos promovieron el
nacimiento de una criatura celestial, de un salvador de la humanidad, gracias a
su intención previa de generar un hijo de esta clase. Cuando los humanos se
dejan llevar a las regiones astrales inferiores, allí no puede haber pureza y un
clarividente vería que están habitadas por seres que sólo se alimentan de
inmundicias. Para ser puro, es necesario elevarse a fin de captar aquellos
elementos más sutiles, más luminosos. Si no se cuenta con este ideal superior,
482
aunque sólo se intercambien algunos besos y unas cuantas caricias bajo pretexto
de seguir siendo puros, se caerá en la impureza y los efectos van a ser
semejantes que si se hubiera realizado la unión al completo entre hombre y
mujer, puesto que aquí sólo se busca una satisfacción placentera, y todos los
contactos y sensaciones que carecen de un objetivo espiritual, divino, van a
producir los mismos efectos.
Se han llegado a conocer casos donde un brujo, sólo por el hecho de tocar la
mano de una mujer, ha desatado todo un infierno dentro de ella, que la obliga a
rodar por tierra en medio de gritos espantosos... Incluso a veces ni siquiera es
necesario el contacto: el hechicero se limita a soplar sobre su víctima insuflando
en ella los espíritus infernales. Los gestos no son pues lo más importante; lo que
cuenta es la intención, lo que hay detrás de una actitud humana. Un Maestro
puede ser que no os abrace, ni llegue a tocaros directamente pero, por su sola
presencia, podrá colmaros de luz y amor divinos.
La pureza atrae a las Divinidades, atrae a los ángeles. Pero las gentes no
saben lo que es la pureza; comen y beben de cualquier manera, sin tener en
cuenta sus sentimientos ni sus pensamientos, y aún así hablan de pureza! Pero
no; sólo cuando se consume un alimento sano, cuando se tienen sentimientos
desinteresados y pensamientos luminosos, cuando se ha consagrado el alma y el
espíritu a una idea divina, sólo entonces se puede hablar de pureza y de
santidad, nunca antes. Un ignorante no puede ser verdaderamente puro.
Vosotros diréis: "Pero, ¿Acaso las jóvenes no son puras precisamente porque son
ignorantes?" Bien, a primera vista ellas son puras en apariencia, pero no
queramos saber lo que pasa por su cabeza! E incluso si su pureza es cierta, no va
a durar por mucho tiempo. Si ellas son ignorantes, lo más probable es que no
tarden en ser devoradas por un puerco. La verdadera pureza lleva en sí una
capacidad para resistir, que no puede ser doblegada por quien carece de
sabiduría e inteligencia.
Sèvres, Enero 3 de 1976
483
LA JUVENTUD
FRENTE AL PROBLEMA DEL AMOR
Conferencia improvisada
Todos los adolescentes necesitan amar, realizar intercambios, se trata de un
sentimiento muy profundo que ellos mismos no saben definir ni orientar. Estas
manifestaciones han sido muy estudiadas desde hace años, por los médicos y
psicólogos, pero incluso para ellos la cuestión no se ha podido aclarar
totalmente. La Ciencia Iniciática es la única que está en condiciones de aportar la
luz necesaria sobre este asunto.
La Ciencia Iniciática enseña que el ser humano está compuesto por diferentes
cuerpos: físico, astral, mental, etc. En el niño, es ante todo el cuerpo físico el que
se manifiesta: él come, duerme, se agita, quiere tocar todos los objetos... En
seguida, a partir de los siete años, es el cuerpo etérico: la memoria, la
sensibilidad a los colores, a los perfumes y también a todas las manifestaciones
humanas. Por eso este período influirá luego tanto sobre el resto de la vida, pues
lo que sucede alrededor del niño, lo que él ve, lo que oye, va a dejar huellas sobre
su cuerpo etérico y estas huellas jugarán un importante papel a lo largo de su
existencia. Aunque su comprensión y sus sentimientos no están todavía tan
desarrollados como los de un adulto, el niño es muy sensible, todo quedará
grabado en el subconsciente. Por esto, quienes le rodean deben cuidarle, alejarlo
484
de toda escena de terror, violencia o perversidad, ya que estas podrían crearle
unos traumas muy profundos, ante los cuales poco van a valer los posteriores
esfuerzos de los médicos, psiquiatras, etc.
A partir de los catorce años, comienza a despertar el cuerpo astral: las
emociones, los sentimientos, las pasiones. Pero en este caso, al tratarse de un
cuerpo que tiende a desarrollar con igual intensidad sus dos aspectos, positivo y
negativo, va a manifestar en unos momentos la necesidad de amar y en otros el
deseo de rebelarse y destruir. Es cierto que el niño también expresa estos
sentimientos, antes de llegar a esta edad, pero nunca con la intensidad del
adolescente. En esta etapa, será el sentimiento el que domina, él es la ley y el
motor de la vida. Si un adolescente, hombre o mujer, siente amor por alguien, ya
podéis intentar darle todo tipo de explicaciones para hacerle entrar en razón, no
hay nada a hacer; al estar guiado por entero por sus propios sentimientos, no
querrá escuchar nada y más bien buscará dar salida a estos sentimientos de una
forma impulsiva y precipitada. Incluso en aquellos casos en que parecen
obedecer y aceptan someterse por temor a las represalias de los mayores, van a
guardar en su interior los sentimientos, que seguirán siendo sus reyes. Sólo a
partir de los veintiún años será cuando entre en acción el cuerpo mental, la
reflexión, la razón. Entonces los jóvenes podrán controlar mejor sus
sentimientos, aprendiendo a dominarlos, a sujetarlos, disminuyéndolos o, por el
contrario permitiendo que se expresen correctamente.
Pero volvamos sobre el despertar del cuerpo astral a partir de los catorce
años... Antes de esta edad, el niño tiende a pensar únicamente en sí mismo:
piensa en comer, beber, dormir, salir a pasear, tomar para sí. Si la Inteligencia
cósmica no hubiera puesto en él un mecanismo que le impulsara a establecer
intercambios con los demás, el ser humano permanecería siempre volcado hacia
sí mismo, cerrado, egoísta, hasta el punto de que podría desaparecer su propia
especie. Es por ello que, a partir de los catorce años se despierta en él el sentido
de sociabilidad: los adolescentes necesitan reunirse unos con otros, frecuentarse,
irse conociendo; se sienten atraídos por los rostros, las palabras, las actitudes. Es
así como comienzan a concertar citas, encuentros para ir a bailar, debido a esta
necesidad de intercambio que les ha sido dada por la Inteligencia cósmica,
485
orientada hacia la propagación de la especie, y a la cual están obligados a
someterse.
Bien, pero sucede que la mayoría de los humanos se equivocan al considerar
exclusivamente los aspectos físicos y biológicos de este fenómeno, puesto que los
planes de la Inteligencia cósmica no se detienen aquí: no se trata sólo de
reunirse para intercambiar caricias, regalos, placeres, y terminar constituyendo
una familia. No. La Inteligencia quiere llevar a los seres humanos hacia un fin
mucho más amplio, más grandioso y espiritual: Instaurar la Fraternidad Blanca
Universal aquí en la tierra. Lo que ocurre es que a través de los siglos, la
naturaleza inferior ha venido haciéndose cada vez más poderosa entre los
humanos, con el resultado de que actualmente se hallan mal instruidos, mal
aconsejados, su amor es el amor de la personalidad egoísta, que no quiere otra
cosa que tomar, poseer, dominar...
Mientras son aún muy jóvenes e idealistas, los adolescentes no piensan en
aislarse, en irse a vivir en un pequeño rincón al lado de una pareja, sino que
experimentan el deseo de amar al mundo entero, de trabajar para el bien del
mundo entero. Pero a medida que pasa el tiempo, ante el ejemplo que les dan
los demás y a falta de alguien que sepa orientarlos, cambian de parecer y sólo
piensan en fundar una pequeña familia, aislada, personal, egoísta, que se
opondrá a la otra gran familia, la Familia universal, e impedirá su crecimiento,
puesto que cada uno de sus miembros ha sido formado dentro del egoísmo y la
estrechez mental; esto les llevará a estar en contra de la fraternidad, en
representación de las pequeñas familias y sus intereses opuestos a los de la gran
Familia humana. Pero llegará un día en que, gracias a esta Ciencia y a esta Luz, a
esta Enseñanza que viene de lo alto, se producirá un ensanchamiento en la
conciencia de los seres humanos, hasta el punto de que todos sus actos irán
orientados a contribuir a la realización del Reino de Dios y de Su justicia, para
instaurar la nueva Edad de Oro, basada en esta gran Fraternidad Blanca
Universal, única capaz de aportar al mundo el desahogo, la libertad y la
felicidad.
486
De esta forma, al llegar a los catorce años, la Inteligencia cósmica empieza a
activar en el adolescente este deseo de salir fuera de sí mismo para conocer a
otros, para establecer intercambios con los demás. Una jovencita siente que
quiere amar al mundo entero, pero inmediatamente van a criticarla diciéndole:
"¿Es que eres tonta, o acaso te estás volviendo loca?" Es cierto que puede
parecer algo insensato, si se piensa que ella no tiene experiencia, es aún débil e
ignora que corre el riesgo de ser devorada por otros. Pero son más ignorantes
todavía aquellos que se burlan de ella, puesto que en vez de ayudarle a canalizar
bien este deseo, lo que hacen es frustrarlo, de forma que va a quedar destruido
para siempre. Es lo mismo que el muchacho que sueña con ser un caballero,
consagrar su vida al bien, liberar a los prisioneros... pero al cabo de un tiempo le
llegan a lavar el cerebro de tal modo que se convierte en una persona discreta y
razonable y se olvida por completo de todo aquello.
Si existen otros seres, los Iniciados, capaces de orientar correctamente estos
impulsos juveniles, esto viene a ser la mayor bendición. Por ello aconsejo a todos
los jóvenes de ambos sexos que han llegado a sentir este divino impulso en su
interior, que lo guarden con cuidado, ya que es algo muy valioso, absteniéndose
de comentarlo con gente ignorante e idiota, pues lo primero que harán será
llenarlos de aquellos "buenos consejos" con palabras ladinas, cuando en realidad
lo que intentan es aprovecharse de ellos. Así, no hace falta exteriorizar este
impulso pero, con el objeto de darle alguna salida a este generoso deseo, podrán
retirarse a solas de vez en cuando para enviar este amor al mundo entero, para
proyectar por doquier este pensamiento, esta luz que ellos llevan consigo... Entre
tanto, deben esperar a que llegue el momento en que podrán manifestar sin
peligro su amor en el plano físico, orientándolo por el momento hacia lo alto. Si
ellos están deseosos de expresarlo físicamente y no saben esperar, corren el
riesgo de verse burlados, saqueados por aquellos que se acercan a ellos con
intenciones dudosas, que no son comedidos ni razonables. Cuantas veces los
jóvenes han sido "iniciados" por personas adultas que, al verlos tan cándidos e
inocentes sólo han pensado en aprovecharse de ellos! En otros casos, son los
criados y sirvientes quienes se divierten despertando a la sexualidad a los niños
que les han sido confiados! Pero es mejor que dejemos todo esto en manos de
los psicólogos que se encargan de estos casos.
487
Así, para no destruir este impulso, aconsejo a todos los jóvenes que traten de
proyectarlo hacia el mundo invisible. Si lo hacen, vendrán los espíritus de luz a
cuidar de ellos, espíritus que todo lo ven, todo lo registran, les ayudarán a
permanecer en la pureza y en la luz, conservando aquel divino impulso que
nunca debería opacarse. Al mismo tiempo, les darán la posibilidad de ver las
cosas con claridad, intuyendo a quien pueden ofrecer su amor y con quien deben,
por el contrario, mostrarse muy prudentes. He aquí un tema que desconocen los
pedagogos, a menos que hayan sido instruidos en la Ciencia Iniciática. Se trata
de un asunto tan delicado!... Por esto es tan importante que la juventud pueda
ser guiada por verdaderos instructores, que le indiquen la forma de orientar y
dirigir todos sus impulsos!
Sèvres, Enero 25 de 1976
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LA FELICIDAD ESTÁ
EN LA EXPANSIÓN DE LA CONCIENCIA
Videlinata el 29 de febrero de 1976
Conferencia improvisada
Mirad a los niños: ¿Por qué les gustan tanto los muñecos y los peluches?
Porque los niños necesitan una presencia. Para ellos estos juguetes son como
seres vivos que les ayudan y les fortalecen. Ellos se duermen más fácilmente si
tienen en sus brazos un osito o un animalito de felpa... Por lo que respecta a los
adultos, esto no cambia mucho. Hay quienes no logran conciliar el sueño si no
tienen al lado una persona o un muñeco que les inspire confianza. En este
aspecto, los adultos son como niños, se comportan como si no hubieran crecido:
Necesitan la presencia de alguien que a veces no es otro ser humano, les basta
con un animal de compañía, un pájaro, un gato... Si están con ellos ya no sienten
miedo a la soledad, en algún rincón se deja oír el ronroneo del gato... Y esto es
más notorio en el caso de las mujeres, pues para ellas la soledad se hace más
difícil, de modo que un periquito, por pequeño que sea las hará sentirse
acompañadas. Sí, ellas ya se contentan con esto...
Los humanos son infelices cuando están solos, esta es una de las pocas cosas
en que casi todos están de acuerdo. Para ellos, la soledad es lo peor. Buscan
pues a alguien que conviva con ellos, creyendo que así van a poder ser más
felices; Pero he aquí que a menudo aquello no es lo que esperaban y la soledad
vuelve a ser preferible. Esta necesidad de estar con uno o con otro para poder
sentirse colmados y felices, le ha sido dada al ser humano para obligarle a salir
fuera de sí mismo. Veamos por ejemplo: para obligarle a moverse y trabajar, la
Inteligencia cósmica le ha dado un estómago; si no lo tuviese, jamás llegaría a
hacer lo que hace; pero a causa de su estómago, de su hambre y su sed, qué será
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aquello que no emprende! Durante todo el día no deja de correr a diestra y
siniestra, no duerme, hace la guerra incluso... Si se trata de alimentarse, estaría
dispuesto a remover el mundo entero, hasta las estrellas si fuera preciso.
Con esto, la Inteligencia cósmica ha previsto las cosas, pues si Ella no hubiera
concebido un medio para obligar a los humanos a trabajar, no harían nada,
estarían perdidos; para eso les ha dado un estómago, pero aún no es suficiente:
También es necesario que la especie subsista y para ello, la Inteligencia cósmica
ha puesto en ellos la necesidad de amar, de huir de la soledad. Sólo que, al
mismo tiempo, esta necesidad de encontrar a otro ser para convivir juntos, les
obliga a ensanchar el círculo de sus preocupaciones. Cuando se desea encontrar
un compañero o una compañera para fundar una familia, el individuo se ve
obligado a esforzarse para salir de sí mismo, a ser más generoso, más indulgente
y comprensivo. Pero el error que cometen los humanos está en no comprender
que deben ir más allá del reducido círculo familiar, para extender su amor a las
demás criaturas y al universo entero. Pero no. Ellos no quieren ir más lejos y esta
es la razón de que sigan siendo infelices, a pesar de tener a su pareja, a sus hijos
y al pueblo en el que habitan. No han sido capaces de ensanchar los límites de
su amor hasta el infinito.
Los humanos necesitan efectuar intercambios unos con otros para encontrar
la felicidad, pero con esto no van a encontrarla ya que se trata de algo muy
limitado. No obstante, sé muy bien que desde hace cientos y miles de años ellos
se han acostumbrado a enfocar las cosas de un modo tan estrecho, que
seguramente se sorprenderán al oírme y dirán: “Pero, ¿qué es lo que nos está
diciendo? ¿A donde nos quiere llevar?” Pues os quiero mostrar el camino de la
felicidad, y esta felicidad consiste en amar hasta el infinito, no en limitarse a una
persona, ni a dos, a diez, o a cien... Sin dejar de amar a aquellos que amáis,
podéis extender vuestro amor a los ángeles, los arcángeles, las jerarquías, al
Señor, con lo cual vuestros familiares y amigos van a verse fortalecidos,
enriquecidos, mejorados, purificados, a causa de este sublime impulso que nace
de vuestra alma y vuestro corazón. Ensanchad pues el círculo de vuestro amor
para establecer intercambios con los seres superiores, y recibiréis de ellos
inspiración, protección y apoyo...
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Sí, mis queridos hermanos y hermanas, la verdadera felicidad se halla en la
expansión de la conciencia, que trae consigo un ensanchamiento, una
sublimación y una divinización del amor. Porque, ya os lo he dicho antes, el saber
por sí sólo no os va a traer la felicidad. Con la sabiduría no lograreis ser felices, e
incluso puede ser que aún os veáis más tristes y afligidos al comprobar, gracias a
esta sabiduría, los defectos y los crímenes humanos. No corresponde pues a la
sabiduría otorgaros la felicidad, aunque por supuesto, al tener conciencia de que
sois sabios vais a sentiros orgullosos y obtener algunas migajas de consuelo,
pero esto no es la verdadera felicidad. Sólo el amor será capaz de dárosla, por
más pobres, débiles o ignorantes que podáis ser, vais a sentiros felices, incluso
sin saber bien porqué, seréis felices. Así que para poder ser felices de verdad, es
necesario saber amar; Para que la felicidad sea muy amplia y completa, vuestro
amor debe ser también muy vasto, extenso, infinito. Solo en la medida en que
vayáis ensanchando los límites de vuestro amor, irá creciendo vuestra dicha en
cantidad y en calidad... Porque la felicidad no está en la riqueza, ni en el
conocimiento, ni en el poder, ni en la gloria. Las gentes se engañan al pensar que
van a ser felices por el hecho de poseer tal o cual cosa; Como ya os he dicho,
esto sólo les traerá unas cuantas migajas, unos trocitos de felicidad, nada más.
En tanto que la Ciencia iniciática no venga a iluminar a los seres humanos,
estos seguirán engañándose siempre: Estarán tristes, deprimidos,
preguntándose sin cesar: “Pero, ¿Qué es lo que me pasa? ¿Cómo podría llenar
este vacío?” Ya podrán seguir cambiando de mujer o de amante, cambiarán de
casa, de coche, de oficio, viajarán por toda clase de países... No habrá nada a
hacer, continuarán sintiendo siempre aquel vacío.
El día en que lleguéis a valorar estas grandes verdades como algo que nada
puede superar, ese día estaréis salvados. Cuando yo era joven, puede ser que
careciera de inteligencia, sabiduría y otros dones semejantes, pero al menos
había una cosa excepcional en mí, y es que ponía por encima de todo el valor de
las grandes verdades iniciáticas. El resto carecía de importancia, era como un
cero sin valor alguno. Y el hecho es que ahora puedo apreciar los resultados de
ello, he comprobado que no me equivocaba. En cambio todos aquellos para
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quienes todo lo demás era más valioso que aquellas grandes verdades, siguen
siendo siempre pobres, débiles, desgraciados. Así que ya podéis empezar a
apreciar desde ahora estas verdades que os voy revelando. Son ellas las que os
trasformarán y os darán la felicidad verdadera.
Videlinata (Suiza), Febrero 29 de 1976
CENTRE OMRAAM REUS
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