Professional Documents
Culture Documents
Estimados colegas
Debo recordar a los colegas que las medidas de restricción de gastos comenzaron
inmediatamente asumida la Rectoría, con la congelación de la Vicerrectoría de Transferencia
Tecnológica y Extensión (VTTE), así como también la eliminación de cargos y asignaciones
por asesorías en casa central. Se creó además la instancia del comité ejecutivo de Decanos y
Secretarios de Facultad, con la intención de que éstos pudieran administrar sus unidades y
poder ejecutar más ágilmente medidas para paliar la situación.
En su momento se les solicitó a los Decanos que, como una forma de alcanzar el objetivo
antes señalado, bajaran los costos operacionales de sus facultades en un 15% NETO, petición
que fue respondida con el listado de los académicos que están afectos a la Ley de retiro
voluntario, acompañado en algunos casos con un listado de profesores que tendrían algunos
problemas de productividad en sus unidades. Con dicha respuesta no se alcanzaba el monto
necesario requerido para el mes de enero, sobre todo, habida consideración, que la gran
mayoría de los académicos afectos a dicha ley, no ha oficializado su renuncia y de hacerlo,
en el mejor de los casos opera a contar del mes de Marzo, por lo que no significan un ahorro
efectivo y habrá que financiar su retiro, lo que será a través de un crédito específico para estos
fines, y que habrá que pagar. Quiero dejar claro que los directivos afectos a la citada ley ya
han presentado su documentación.
Frente a este escenario hubo que analizar otras medidas que significarían un ahorro
importante, pero que tampoco se pudieron concretar, tales como supresión de cargos de
académicos en la planta, esto por la imposibilidad planteada por los reglamentos que nos
rigen y otras de orden de estructura administrativa que requieren el acuerdo del Consejo
Superior y que por lo avanzado del año no se alcanzarían a materializar.
La rebaja tampoco ha podido ser equitativa a nivel de los Departamentos, es decir estamos
conscientes que existen Departamentos más afectados que otros, esto debido a la
imposibilidad de afectar plantas al interior de la Institución, como ya lo señalamos.
Otra medida fue solicitar a los Decanos, en lo posible, no contratar Jornadas Parciales que
cubran horas que debieran ser efectuadas por docentes jornadas completas. Se exceptúan de
esta medida aquellos académicos jornada parcial que realicen el necesario vínculo con el
medio y/o que sean de alta especialización. Lo indicado nos permitió diseñar un marco de
evaluación a quienes aplicar la medida, focalizándose lamentablemente en las jornadas
completas y medias Jornadas de contrata.
Los parámetros pensados y creados ad-hoc para renovar los contratos fueron: Uno: en lo
posible no desvincular a doctores con productividad y en sus respectivas disciplinas; Dos:
analizar la productividad académica respecto del informe de horas efectivas realizadas,
informadas por VRAC, los años 2008 y 2009; Tres: no afectar a profesores bien evaluados y
que estén en proceso de doctorarse, dándoles un plazo perentorio para hacerlo (ya se les hizo
llegar una comunicación respecto a este punto); Cuatro: profesores que estén en cargos electos
y/o designados por esta rectoría, lo que significa ser de exclusiva confianza del rector y por
tanto ser sujeto a evaluación y desafección en todo momento, ya que se supone que estos
últimos fueron otorgados a profesores que evidentemente cumplían con alguno de los
requisitos anteriores; y Cinco: profesores que hayan ingresado antes del año 1999 por
concurso público. Evidentemente los puntos son incluyentes, no excluyentes.
Colegas, estamos ciertos que esta medida es impactante, tanto por cruenta como por necesaria.
Sabemos también que podría haberse tomado de mil maneras distintas, y sabemos que es
imposible dejar conforme a alguien, principalmente debido a que estamos hablando de
personas, y cuando se evalúa personas lo único objetivo es el subjetivismo.
Sin perjuicio de todo lo anterior deseo manifestar que aún no se ha alcanzado la viabilidad y
que ésta solo se logrará una vez realizado un proceso de optimización al interior de la
Universidad. (El crédito obtenido con el banco Internacional, y que ha estado sujeto a
reevaluación por parte de dicha Institución debido al artículo lapidario del diario La Segunda,
fue para transformar las deudas no bancarias en bancarias y poder renegociarlas en la ley que
lo permite). Seguimos con flujos en rojo, y de esta manera no podremos presentarnos a un
nuevo proceso de acreditación ni seremos sujeto de créditos para renegociar los pasivos, ahora
bancarios.
Asimismo, quiero puntualizar que a los Decanos y Secretarios de Facultad se les informó
desde un inicio de la situación, y a la comunidad, la información se transparentó a través de la
publicación de balances auditados (28 de Octubre de 2009, Diario La Nación), la radiografía
financiera generada justamente para responder a dudas de no especialistas, enviada por utem-
todos, y los discursos y comunicados de Rectoría. Quisiera recordar finalmente que para una
Rectoría que asume prácticamente el segundo semestre, con un presupuesto Institucional
“aprobado” y anunciado como “equilibrado” con “déficit cero”, lo que no era cierto, ha sido
muy difícil poner en práctica actividades remediales como: la oferta académica vespertina, la
diversificación y subir el atractivo de la oferta diurna, cursos y seminarios de regularización,
de titulación y Escuela de Verano, entre otros.
Como se podrá apreciar, la medida ha tratado de ser lo menos impactante en términos reales
para el desarrollo de la Institución, pero no puede dejar de serlo para las personas. Estoy
convencido que todos sabrán entender que mirando el bien superior, no había otra manera de
enfrentar el 2010, y esperamos que esta medida sea efectiva y, en conjunto con otras, podamos
asegurar no solo la supervivencia, sino la estabilidad Institucional, puesta en riesgo por
personas conocidas por todos nosotros, y que lamentablemente algunos afectados deberán
sufrir, por aquellos culpables por acción u omisión.