Professional Documents
Culture Documents
Trabajo Sobre Suchitoto
Trabajo Sobre Suchitoto
Materia: Informática
Cód:
Índice
Índice……………………………………………………………………………………………… 3
Objetivos………………………………………………………………………………………… 4
Introducción……………………………………………………………………………………. 5
Conclusión ……………………………………………………………………………………….21
Bibliografia ………………………………………………………………..………..…………. 22
Introducción
En el presente trabajo se exponen los simientos de una ciudad cargada de historia, nos
encontramos con los registros que nos hablan de la identidad de esta hermosa ciudad
cuyo nombre en nahuat significa ‘Noble’, hablamos de la ciudad de ‘Suchitoto’. Su
importancia radica en la historia cargada de sucesos que hicieron de El Salvador lo que
ahora conocemos, es acá donde empieza La Villa de San Salvador, esta toma fue
ejecutada por Diego de Alvarado, estableciendo el centro político y comercial en La
Bermuda a 10 kilómetros al sur del Suchitoto precolombino.
Luego nos encontramos con una transformación radical que cambió la historia de la
ciudad pasando por un Suchitoto precolombino, colonial, y republicano. Eso dejó un
legado y una tierra rica para el turismo y para la historia del país, encontraremos datos
históricos que fueron fundamentales para llegar a colocar esta hermosa ciudad en una
parte importante de este país.
Se muestra además un anexo de fotografías para poder conocer el lugar, y tener una
referencia visual rica, como narrativa de esta hermosa ciudad ubicada en el
departamento de Cuscatlán.
Objetivos
Época Precolombina
Época colonial
Para inicios del siglo XVIII, se registran diversas pugnas por la posesión de tierras,
destacando en 1706, entre la comunidad de San Pedro Perulapán (pueblo cercano) y la
terrateniente Antonia viuda de Lara, dueña de La Bermuda y sus alrededores. Las
pugnas persistieron durante todo el siglo, enfrentando constantemente a indígenas y
ladinos. Para el siglo XVIII, Suchitoto ya figura como un centro de comercio y cultura, lo
cual motiva la visita de diversos obispos y arzobispos de Guatemala, a cuya diócesis
pertenecía El Salvador. Los más relevantes fueron el Obispo Monseñor Pedro Pardo de
Figueroa en 1739 y la del Arzobispo Monseñor Pedro Cortés y Larraz en 1770.
Pardo de Figueroa atiende la petición del párroco local, Padre Tomas Pérez Castellón,
de separar a Tejutla y Citalá del curato de Suchitoto, por la dificultad de acceso a
dichos lugares para la atención espiritual adecuada. En tal sentido, el curato tenía bajo
su cuidado la población de 215 indígenas, de los cuales solamente 43 eran sujetos de
tributo por su edad. En 1770, la visita del arzobispo Cortés y Larraz deja como saldo un
informe completo acerca de la situación de los curatos del país, entre ellos el de
Suchitoto; su descripción del lugar fue:
En 1835, por decreto ejecutivo del presidente y General Nicolás Espinosa, se crea el
departamento de Cuscatlán, del cual Suchitoto es erigido cabecera departamental. Se
adhieren al nuevo departamento los distritos de Chalatenango, Tejutla, Opico,
Cojutepeque y Olocuilta. Además, Suchitoto fue dividido en los municipios de El
Paisnal, Guazapa, San José Guayabal y San Luis Ahuacayo. El 22 de marzo de 1836,
presidente Diego Vigil emite un decreto ejecutivo que da a la localidad la categoría de
Villa de Suchitoto, lo cual es oficializado por el Presbítero y Doctor Isidro Menéndez. En
1839, Suchitoto se ve inmerso en la inestabilidad política centroamericana, albergando
al General Francisco Morazán y sus tropas, las cuales defendían al país de la invasión
del General Francisco Ferrara, proveniente de Honduras. Morazán deja Suchitoto
desprotegido al tener que ir a combatir a San Salvador, por lo que Ferrara invade la
localidad con 1300 soldados.
Tras ser liberada por las tropas salvadoreñas, Suchitoto es vuelta a censar hasta 1858,
cuando se contabilizan 5455 habitantes. El libro “Estadística General de la República de
El Salvador” revela la existencia de un mercado dominical, el cual atrae a poblaciones
de poblaciones relativamente cercanas como San Salvador, Santa Ana, Sonsonate, San
Vicente, Cojutepeque, Ilobasco, Tejutla, Chalatenango y de algunos pueblos
hondureños. Suchitoto gozaba de gran bonanza económica, disfrutando de un repunte
causado por los terremotos de 1854 y 1873, los cuales desbastaron San Salvador. Se
convierte en el principal mercado añilero del país, dominado principalmente por
ladinos, ya que la población indígena menguó dramáticamente tras una epidemia de
cólera morbus; los sobrevivientes viven aislados y tratando de mantener sus
tradiciones. El censo de 1958 revela también que Suchitoto contaba con 922 casas de
habitación, 265 de las cuales tenían techo de teja, siendo este un indicador local de
desarrollo.
El mismo año del censo, por decreto ejecutivo del 15 de Julio de 1858 durante el
gobierno del Capitán General Gerardo Barrios, Suchitoto es elevado de Villa a Ciudad.
Para ese momento, la población contaba con 1803 labradores, 154 trabajadores
domésticos, 101 tejedores, 84 comerciantes, 84 sastres, 80 carpinteros, y 53 músicos.
Además, había 6 médicos, 4 abogados, 6 eclesiásticos, 3 escribanos, 4 pintores y 1
escultor. Por otro lado, las mujeres eran 3797 molenderas, 868 costureras, 339
empleadas doméstica, 304 cigarreras, 275 lavanderas, 253 planchadoras, 240
hilanderas, 192cocineras, 148 vivanderas y 144 sombrereras. De estos datos puede
inferirse el alto nivel comercial de Suchitoto en esa época.
Suchitoto Republicano
David Browning da el dato de una descripción de Suchitoto en 1827 dada por uno de
sus vecinos. En la misma se evidencia la profunda división existente entre los indígenas
y los ladinos ya que vivían en la zona oriental y occidental del pueblo respectivamente.
Y en una y otra respectivamente. Y en una y otra zona privan la pobreza y la bonanza
económica. Da también el dato de que por entonces solamente existían tres
edificaciones con techos de teja en Suchitoto; la iglesia parroquial y la casa particular
de Don Patricio Mejía, llamada por eso la “Casa de las tejas”.
Suchitoto, aunque en menor grado que otras poblaciones, sufrió la situación convulsa
que vivió Centro América en gran parte del siglo XIX, vemos que en 1839 se
encontraba en Villa el General Francisco Morazán y sus tropas, defendiendo contra la
invasión que desde Honduras encabezaba el General Francisco Ferrara, quien
intentaba cruzar el Lempa.
Morazán tuvo que ir a defender San Salvador que era atacada por tropas enemigas y el
General Ferrara entró y tomó Suchitoto en 1300 soldados en septiembre de ese año.
Suchitoto para entonces, una próspera comunidad agrícola, el añil en la zona cada vez
tomaba más importancia.
Es 1858, según la Estadística, Suchitoto contaba con 5,455 habitantes, en donde “hay
un mercado todos los domingos, al que concurren las poblaciones inmediatas y aún de
las lejanas, como San Salvador, Santa Ana, Sonsonate, San Vicente, Cojutepeque,
Ilobasco, Tejutla, Chalatenango y de algunos pueblos de Honduras”. En esto mercados
domingueros se vendía y compraba toda clase de objetos. El dato de los lugares
lejanos de donde provenían algunos comerciantes nos muestran la bonanza
económica que disfrutaba entonces Suchitoto, en su época de esplendor.
Todo esto era debido, sobre todo, al auge añilero de la zona, ya que como dice
Browning, después de los grandes terremotos que devastaron San Salvador en siglo
XIX (1854 y 1873), Suchitoto, junto con Apastepeque y Chalatenango se convirtieron
en grandes mercados añileros.
Según el mismo informe, los indígenas eran poquísimos y usaban todavía su tradicional
“calzoncillo”, pero los ladinos y criollos, “visten pelotol, levita y aún frac.”
La tan menguada población indígena de debe a que “se han agotado con el azote del
cóleramorbo....” Porque parece que hay una predisposición en ella al contagio de esta
epidemia”. Se menciona también la creciente inmigración que habría hacia Suchitoto
de otras partes de la Republica, debido además del auge del añil a, “que el espíritu de
localismo, existente en otras poblaciones, apenas se percibe en estas.”
Suchitoto tenía en 1858, 922 casas de las cuales 265 eran de teja, de “buena
construcción” y algunas además se habría tenido el gusto (elegancia) en cuanto lo
permite el país”. Las demás eran de techimbre de paja, pero tanto en unas como en
otras se fabricaban de adobe.
Suchitoto es una de las pocas zonas asísmicas de El Salvador por eso abundan todavía
en ella las casas antiguas de adobe.
El citado informe da también los nombres de los párrocos desde 1800 a 1859, siendo
estos: Francisco Javier Martínez, José Marcelo, Rafael Terrón, Carlos Felix López, José
Manuel Palacios, León Talrrada, Perfecto Delgadio y Andrés Aguilar.
En Suchitoto era notable el fervor cristiano, “Sobresaliendo en casi todas las familias el
don de la caridad, y la moralidad imperante se debía en mucha parte a la semilla del
evangelio.
La Semana Santa se celebraba también con gran fervor, lo mismo que la Celebración
de la Virgen de Candelaria cada 3 de febrero y la Virgen de Concepción de diciembre,
entre otras muchas festividades.
Curiosa práctica en ese lejano Suchitoto era la del día de finados (2 de noviembre) en
que se hacía una especie de rifa entre los nombres de los difuntos del año que se
ponían en una urna y en otra la de los nombres de Santos devotos que tenía cada
familia. Se sacaban uno a uno nombre de cada urna y así a cada difunto le tocaba por
intercesor ante Dios un Santo al que se le mandaba a decir generalmente una misa.
Según Barón Castro, son muchas las poblaciones en el país que tiene su llamado
“pueblo viejo”. Pero en algunos casos simplemente evidencian asentamientos
prehispánicos y tal parece ser el caso de Suchitoto.
El altar mayor tiene gran parecido con el de la desaparecida iglesia de San José de San
Salvador.
La iglesia del Calvario, según el mismo informe de 1858 fue identificada en 1844 y a
expensas de Don Francisco Quiñónez.
Gran suceso en Suchitoto fue su ascenso de villa a cuidad, hecho acaecido por Decreto
Ejecutivo emitido el 15 de Julio de 1858 durante el gobierno del Capitán General
Gerardo Barrios, como justo reconocimiento a que ha “experimentado un desarrollo
considerable en su población, edificios y elementos de riquezas agrícolas y comercial,
merced a la laboriosidad de sus habitantes. Las Cámaras Legislativas sancionaron
favorablemente el Decreto el 11 de febrero de 1859.
Suchitoto en 1858 era una población rodeada todavía de extensas zonas boscosas con
especies animales ahora prácticamente extinguidas en el país como son el jaguar y la
danta (tapir9. Había además venados, lobos, tuncos de monte, monos, mapaches,
tepexcuintles, pezotes, etc. Lo mismo que una gran variedad de aves entre ellas el rey
zope, pavos salvajes, papagayos, chanchas, peretetes, pichiches, etc.
En las mujeres las ocupaciones más comunes eran las de molenderas (3,797), las
costureras (868), las domésticas (339), las cigarreras (304), las lavanderas (275), las
planchadoras (253), las hilanderas (240), las cocineras (192), las vivanderas (148), las
sombrereras (144).
Los salarios se dice están establecidos de forma casi inalterable. Así los criados varones
ganan cuatro pesos mensuales; las cocineras de doce reales a dos pesos mensuales, las
molenderas de diez a doce reales “y la que hace mandados, que la llamada “criada de
adentro”, tiene un salario de ocho a diez reales al mes”. El ahora cantón de San Luis
Ahuacayo, siempre ha estado muy vinculado a Suchitoto. En nahuat Ahuacayo significa
“corazón de aguacate”. En 1811 el caserío de este nombre se convirtió en pueblo. Su
iglesia se levantó en 1820 y como filial de la de Suchitoto.
San Luis Ahuacayo, de nuevo fue erigido en pueblo por el Presidente Don Francisco
Dueñas el 29 de diciembre de 1864.
En el Diario Oficial de fecha 16 de Noviembre de 1879, nos da el dato que para ese año
Suchitoto aún conservada casi 700 manzanas de tierra comuna, pero que su muy
menguada población indígena solamente ocupaba unas 200 manzanas en cultivos de
subsistencia y la tendencia gubernamental entonces era la liberalización de las tierras a
fin de promover el rentable cultivo del café.
La cuidad estaba dividida en cuatro barrios: San José, Santa Lucia, El Calvario y
Concepción.
Esta es la época tan bella y romántica de los paseos a caballo y en carretas a la orilla
del Lempa, en noches de luna y al sonar de guitarras y de tanto paseo que se realizaba
en los alrededores de la pintoresca y apacible Suchitoto, como las visitas obligadas a
los forasteros a las cataratas de “Los Tercios” una de las más hermosas y singulares por
su extraña formación física en El Salvador.
El 15 de julio de 1958 y con inusitado esplendor se celebran los 100 años de haber sido
nominada Suchitoto como Cuidad. Los tres poderes del estado presidios por el
entonces Presidente de la República, el Teniente Coronel José María Lemus se dieron
cita en Suchitoto. En esta ocasión se estrenó también el flamante escudo de la
centenaria cuidad. El escudo fue elaborado a instancias de Don Alejandro Cotto y con
la ayuda en su diseño de Don Manuel José Arce y Valladares, diplomático
guatemalteco, entonces radicado en EL Salvador.
De Suchitoto son originarias varias familias que de una u otra forma se han distinguido
en la historia del país, entre ellas tenemos a las familias: Peña Fernández, Palomo,
Romero Bosque, Gallardo, Quiñónez, Fajardo, una rama de familia Araujo, Orellana,
García Suvillaga, Puente, Montalvo, Cañas, Alas, etc.
Suchitoto ha sido una ciudad mártir en la cruenta guerra que acaba de finalizar. La
mayoría de sus habitantes originales la tuvieron que abandonar.
Por suerte para las futuras generaciones de Suchitoto, la hermosa cuidad de los bellos
balcones y las casonas de adobe y sus románticas calles empedradas, no fue destruida.
Es quizás la población salvadoreña que más construcciones antiguas alberga en su
recinto, por eso debe de conservarse como un Monumento Nacional de el Salvador.
Suchitoto en la actualidad
Suchitoto se ha vuelto una ciudad con muchos atractivos turísticos, a continuación se le
muestran lugares que hoy hacen de esta hermosa ciudad no solo un pueblo rico de historia,
sino una bella ciudad que cuenta con una población cálida y servicial.
LOS TERCIOS:
LAGO DE SUCHITLAN:
CIUDAD VIEJA:
HACIENDA LA BERMUDA:
adobe y molduras las cuales son de los pocos detalles ornamentarías que esta conserva, las
paredes esta cubiertas de cal y arena, el piso y el cielo no existen, encontrándose
completamente en ruinas después del conflicto armado.
VOLCÁN DE GUAZAPA:
RIO QUEZALAPA:
HACIENDA COLIMA:
IGLESIA DE SUCHITOTO
Fiestas locales Las principales fiestas son las patronales que se llevan a
cabo los días 6 y 13 de diciembre en Honor de la Inmaculada y la virgen
Santa Lucía, patona de la localidad. Durante esta semana se celebran
actos religiosos (misas diarias y procesiones), cívicos y fiestas populares
(música y bailes populares, exposición de productos artesanales). Se
escoge la reina de las fiestas entre los diferentes barrios de la ciudad.
Se celebra el aniversario del título de ciudad (el 15 de julio) y la
Independencia Nacional. Existen otras fiestas que se celebran como
Cruces de Mayo, Feriado del dulce de Aguacayo, el 6 de noviembre, con venta de productos en
las principales calles de la ciudad.
Gastronomía local Existe una tradición gastronómica propia de Suchitoto, con ciertas
particularidades respecto al resto de El Salvador. Algunos de los platos más típicos son: la sopa
de patas, sopa de gallina y yuca con chicharrones. La repostería y los dulces de Aguacayo
tienen gran tradición y reputación en ocasión del feriado de noviembre que se realiza una gran
venta de estos productos en la ciudad, entre ellos: el alboroto, empanadas y chilateria, dulce
de coco y nuégados.
Conclusión
Bibliografía
Libros:
Páginas de Internet:
http://www.corsatur.gob.sv/detallesuchitoto.htm
http://www.suchitoto-el-salvador.com/rural.htm
http://www.visitcentroamerica.com/es-ES/Centroamerica/
http://www.suchitoto-el-salvador.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Suchitoto
http://www.corsatur.gob.sv/suchitoto.htm
http://www.seguridad.gob.sv/observatorio/Iniciativas%20Locales/WEB/C
uscatl%C3%A1n/suchitoto.htm